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Las 138 fichas de Laura

Vladimir Nabokov

Vladimir Nabokov fue un escritor ruso que vivió exiliado en Estados Unidos y como profesor universitario no abandonó la manía de hacer fichas. Su última novela inconclusa, El original de Laura, la conforman 138 fichas, que ordenó destruir antes de morir. Su hijo Dimitri, de 75 años, actualmente en silla de ruedas, accedió autorizar editar los originales que reposaban en una caja de seguridad en Suiza. El lanzamiento acaba de hacerse de manera simultánea, en Nueva York y Londres, en medio de una ácida crítica y del regocijo de los editores. Penguin (Reino Unido) y Knopf/Random (Estados Unidos), son los autores de lo que muchos consideran un exabrupto, tratándose de la talla, nivel y prestigio del autor del clásico Lolita. Vladimir negó algún interés pecunario que haya privado en favor de la edición. Los editores le otorgan una gran validez como leer un original, ya que la obra se reprodujo en un papel grueso como cartón fotografiada directamente de las fichas. ¿Un valor para coleccionistas o bibliófilos y curiosos? La literatura en estos tiempos tiene caminos desconocidos, que seguramente no agradarían a Nabokov, quien gustaba de cazar y coleccionar mariposas, pero no moscas.

El diario inglés The Guardian habla del placer de la lectura a través de las fichas originales, pero olvida olímpicamente el deseo del autor sobre su obra inconclusa, que suponía no le favorecía una edición. Alegan los defensores de la edición de El original de Laura, una razón de conocimiento íntimo del autor. ¿Está de moda bucear en la intimidad y calzoncillos del autor?