Comparte este contenido con tus amigos

No se muere impunemente

Rodolfo Fogwill

No se muere impunemente
de poesía
como nos ha querido
hacer creer este loco
ejemplar de Rodolfo Fogwill,
que aparentemente se esfumó
en una nube de humo,
tal y como vivió
con su abecedario de tres patas,
ojos de rinoceronte
viendo el mundo
en el Aleph de Fogwill.