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Nace una Violeta

Violeta Parra

Violeta Parra

Violeta Parra

Violeta le cantaba
a sus muñecas
y a la pobreza,
a los angelitos
que deambulaban
por su cabeza
Cantaba Violeta
a las penas del alma
Su voz arrastraba,
a Chile en una carpa
bajo las estrellas de Santiago,
su melancolía de poeta
Esta reina del barro
y la greda,
cantaba a la vida,
daba gracias
a lo que nacía,
una violeta nueva,
cada día.