Cuando el fin del mundo pase

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Fin del mundo

Es oficial, el mundo no se acaba este 21 de diciembre, pero hay quienes persisten en adentrarse en sus refugios, dormir al lado de su arca, sumergirse bajo tierra e inclusive estar listos para suicidarse. Es la contribución al mundo de años de difusión de películas apocalípticas, videojuegos de terror, que muestran el fin de la especie, de la vida humana en la tierra, programas diarios de la TV o seudoprofetas que desconocen e interpretan como mercachifles las profecías mayas.

¿Qué dirían los mayas de este abuso del mercado?

Preguntémosle al poema, es mi recomendación, para no enredarnos en la telaraña de un mundo que disfruta asomarse al abismo como si el vértigo alimentara el lado oscuro de la especie.

 

Cuando el fin del mundo pase

Cuando el fin del mundo pase por mi ventana,
no dejaré ir más la estrella que fuiste alguna vez,
su resplandeciente luz no se apagará lo prometo
Siento que le hemos fallado a tantas cosas,
pero sé que tú eres mi planeta habitable más cercano,
y esta no es una falsa profecía,
porque tú y yo seguimos con los pies en la Tierra
No sé hacer otra cosa que escribir estas palabras.

 

El mundo no es

Hey, oye, ahhhhhhhhhhhhhhh,
el mundo no es lo que da vueltas en tu cabeza,
ni el vals de tus pulgares sobre el celular
Oh, polvo blanco que deslumbra tus sentidos,
tic, tac, neurona uno y neurona dos, tac, tac
Bah!, en que cabeza supones que vives
¿Siglo XXI?, truck, track, cric, crac, paffffffffff
Bien, bien, ya sé por el viento que sopla,
no cambiarás ni en mil y una noches,
tu cuento es de nunca acabar
describen las sagradas escrituras
que los días y las noches se juntarán
en el poema.

 

Al este de Afganistán

Al este de Afganistán,
no sé qué puede quedar más lejos,
si el Sur o el Norte.
¿Dónde quedará tanta muerte,
me pregunto, si en un puñado de arena
o en los ojos de unas niñas que recogían leña
en la provincia de Nangarhar?
El tiempo arrastra arena hacia algún lugar,
aquí no queda casi nada,
el tiempo pierde su tiempo en matar
La montaña cultiva el paisaje que el viento
dispersa hacia algún lugar
y sabe dónde queda este país sin mar
Al este de Afganistán,
algún lugar existió,
para esas niñas sin rostro ni publicidad
que cortaban leña con un hacha
y volaron en mil pedazos,
quién sabe a qué lugar.

 

No hay nada más secreto

No hay nada más secreto
que un lector desconocido,
alguien detrás de una palabra
El papel blanco,
en algún momento hablará,
apuesta al azar,
definitivamente a la palabra.

 

La poesía no es tonta

La poesía no es tonta,
se deja leer entrelíneas,
respira y cavila
con el lector
Nunca duerme
del lado equivocado
de la página en blanco.

 

Volar, volar

Ángel, ángel,
demonio, dónde estás,
que mis alas,
mi aire
Nube errante desciendes
Oh cuerpo en gloria
y majestad,
bellísimo,
solo vuelas.

 

Soñando la nube el sueño

Soñando la nube el sueño,
pasan mis pies leves,
lo inalcanzable, alto, mira,
el tiempo va y lleva
¿A ti, a mí, quien sabe,
quién va con quién,
adónde, arriba o abajo?

 

2

En el paraíso del poema,
nadie expulsa la palabra
Para empezar,
la alfarería de Adán,
trajo estos lodos
Oh tierra,
huerto final,
mi debut son las palabras

 

Déjenlo vivir

Déjenlo vivir en la palabra,
respirar el último amanecer
del DF
Fue un virgen, un santo, un pastor de ovejas
en la oscuridad el insomnio.
Lector insaciable, incorregible, sabueso tenaz
de las coartadas de sus personajes.
¿Infrarrealista, chileno, poeta, anarquista, novelista,
cuidador en un camping, ladrón de libros,
provocador, hijo de un boxeador aficionado,
profeta del huevo y la gallina?
Podríamos llenar páginas y páginas,
decir este fue y no fue Bolaño
y no tendría importancia
Lo escrito, escrito está,
la sangre es un río, venas
que van al mar, y es el morir.

 

La poesía

La poesía,
hace algún tiempo,
fue considerada,
un bien común,
como la luna, las estrellas, el sol,
alumbraba al hombre más oscuro
Las palabras eran la lengua de la tribu
que nombraba las cosas.


Académica

Me dejaste sin voz
me tapaste la boca
me dejaste mudo
Sin habla
sin lengua
sin palabras
Cómprate un diccionario,
me dijiste.
Me hormiguea la lengua
dormida en tu pozo.
No puedo seguir hablando.

 

El poema no es un acertijo

El poema se repite en el poema,
palabra por palabra
Nunca un poema es un acertijo,
puede tener, debiera,
infinitas puertas
Nadie es dueño
de las palabras escritas
El poema se repite en el poema
El poema es el poema,
hasta que alguien lo lee
y descubre infinitas puertas,
sabe que no es un acertijo.

 

Canción sin nombre

Todo está revuelto como un día sin sol,
horizonte de latas vacías que suenan
sin nombre en una estación
El punto es qué hace uno,
cómo se mueve un piloto con esta turbulencia
Hay horas buenas para pensar en estas cosas,
hacer un poema, cambiar de casa,
afeitarse frente al espejo y pensar
frente al mar,
que puede llegar una carta
con buenas noticias también
Se trata de no dejar pasar la oportunidad,
cuando ésta existe y golpea la puerta
A veces no hacemos una pausa necesaria,
ni para ver el brillo que la luciérnaga
deja al pasar sin otra razón que brillar
Todo está revuelto como un día sin sol.

 

Las uvas duermen

Las uvas duermen
con mi insomnio
Son negras
y tienen semillas
Me miran asombradas
al despertar
No me he ido,
la vendimia
está en las palabras.