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El rojo rosario de Chile

El rojo rosario de Chile

1

Nace la flor, se muere el país,
todo pasa al olvido
en primavera,
menos la muerte, si la vida cojea,
arena silente, dormida, despierta,
amarilla en el angosto asfalto,
camino negro viejo, del oscuro pecho,
sal del Norte, sus cadenas frías
de santos arreados muertos,
juran en vano los cuatro cobardes,
las puertas abren, viento,
la noche de Chile, cruces
de espanto.
En la silla de la muerte
aún se sientan los traidores.

 

2

Desierto tu abrazo inmenso,
cielo de encías celestes,
dientes de corderos degollados,
la sombra calza viajera,
valle de pequeños huesos,
luz de osamentas sin nombre,
todo es polvo Norte, las estrellas,
caen sus luceros,
en la memoria de perdidos guantes.

 

3

Esta historia tiene su boca amarga,
la ley de Chile en un cepillo de dientes,
país largo gusano agusanado,
libera la muerte, libera la vida.
Tienes pies, manos, cuerpo
de barro y ojos de luz
donde yacen tus muertos,
y los vivos, el tiempo ignora
a los desaparecidos, patio sin tiempo,
un espíritu blanco recorre la nieve
al otro lado de la muralla,
el mar azul, la vitrina de Chile,
largo infinito dormitorio,
quebrado en el sueño de greda,
tierra, polvo roto, levanta la mirada,
ojo, traduce el porvenir en tu esfera
de latas vacías, una huella de oscura luz,
la máscara roja de Chile,
bajo el sol somnoliento de su verano,
grita, grita, pequeña muñeca,
alguien sabrá que eres un milagro.

 

4

Mi manzana solitaria,
Cruz del Sur, estrella
dormida en las pálidas luminosas
encendidas noches antárticas,
felices fueron tus caminos,
tiempos, pasos, nacimientos,
bajo el sauce no llores, lamento,
el río siempre ha de correr libre,
nada tiembla más que tus montañas,
altos pezones, caderas de rocas,
la nieve de Chile hiela,
se vuelve a hacer río, lágrima blanca,
libertad.

 

5

País desierto, agua, Sur,
Cruz, olvido, orilla de mar,
ruega por ti,
por los que nunca nos fuimos.
Somos todos nosotros,
los ausentes, sin voz,
ni voto, ni cuerpos rígidos,
los que ya no existimos,
en la noche ausente de este río,
el río de Chile,
más largo que el país de la ausencia,
del espanto.
Una copa vacía,
es toda la miseria reunida.

 

6

Historia es el tiempo,
la espera negra, rosa
del rosario de los desaparecidos
de Chile.
Rozan el cuerpo, el alma,
sus huesos solos,
el rojo vino de la primavera.
La rosa, rosa a Chile
en el lagrimal de la espina.
Amanece más oscuro,
y la vida que arroja un sombrero.

 

7

¿Estación Chile
dónde nace el muerto?
Hay ojos, hay cuerpos,
hay huesos bajo el desierto,
hay cal sobre el cuerpo
de Chile,
el mar no se desocupa
de sus muertos,
los cuervos escriben poemas
con la tinta negra
de Chile.

 

8

No hay aire, alas,
bajo la demente espera,
no hay nada, huesito fértil,
mi región famosa,
antártica blanca noche
congela el cuerpo quebrado,
el roto iceberg de Chile.

 

9

Chasquea lengua espesa,
lobo, la primavera,
es descanso,
alguien no llega,
once lunas muertas,
roja es la sangre de los chilenos,
pabellón de los muertos.

 

10

Es duro roer la piedra de Chile,
montaña de alta cima,
valle de anchas caderas,
rueda la larga piedra,
azul es el cuerpo crucificado
en la Cruz del Sur,
sangre de copihue rojo, muerto,
tiranía, olvido, finalmente Sur.
Fuego del fuego oscuro, la tierra,
luz, orilla, fin, fin del mundo.
La noche tiene dientes blancos,
agujeros negros, altos ojos,
vastos caseríos alumbrados
por la luz del miedo.
Una mano hace un agujero,
remueve cenizas, donde existió fuego,
siento que tú me hablas,
piel solitaria, lengua muda,
por ti se encienden los luceros,
nuevamente.

 

11

Septiembre, una noche,
no siempre apaga un día,
enciende tus velas,
vuelve primavera,
mujer mía.