Luis Álvarez León
Luis Álvarez León.

Una lengua que se renueva y nos renueva

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Cada país, cada trozo de tierra, toda presencia humana es un idioma, una lengua, una manera de decir y de decirse. Cada ser humano, en solitario, en su particular forma de manifestarse, es un idiolecto, un asunto personal establecido con palabras. Así, desde la mirada colectiva hasta la individual, el idioma es un fenómeno que cambia, que se mimetiza, que toma el color de otros y se enriquece, pero también se revisa, se pasea sobre su propio estudio e indagatoria. Se inventaría, se viste y se desnuda frente a quienes lo usan y lo desusan.

La lengua, entonces, el idioma, es un animal vivo, latente, cambiante. Nuestro español, el que dicen de América y España, ahora multiplicado en variantes diversas, por decir, el español tropical y el europeo, el filipino, el antillano, el norteamericano y el que se habla ahora por gusto y regusto en algunos países de Europa, al superar al francés, al inglés y el alemán, luce su cuerpo físico y espiritual en los más relevantes centros de habla, de investigación humanística y científica.

Nuestros primeros estudios de lingüística, fonética y fonología estaban sujetos a algunos cánones que ya han pasado a ser historia. Desde Ferdinand de Saussure hasta los más febriles estudios de este siglo, la lengua ha sido sometida a su propia complejidad.

 

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Por estas y otras razones el profesor Luis Álvarez León se ha propuesto ahondar en estos estudios desde el sonido y trazos de la lengua a través de su propia evolución, desde su origen hasta el hoy que la pronuncia (diacronía). Pero también lo hace desde la ya mencionada tesis de Saussure: el estudio de la lengua en un determinado momento histórico (sincronía). No deja espacio, estudia también el cruce de ambas categorías metodológicas, según Coseriu (pancronía).

Este trabajo del profesor Álvarez León revela el conocimiento que tiene de la historia de nuestro idioma, pero además lo confirma como un enamorado de los misterios y aventuras que el idioma, castellano o español, posee y ha vivido en su cuerpo vital. Un idioma que se pasea por el mundo y se ha hecho variantes de una misma raíz. Una lengua viva, poderosa, que ya es parte del universo verbal de la humanidad y que, diatópicamente, resuelve sus asuntos desde la perspectiva de sus pensadores y académicos.

Digamos entonces que estamos en presencia de un estudio que bucea en la lengua, pero además la lengua nos bucea para conocernos y reconocernos en ella.

 

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Somos lengua, palabras. Somos un idioma, un país que habla, unos países que hablamos el mismo idioma con múltiples diferencias, lo que la enriquece y nos enriquece, porque en la medida en que más la conocemos más nos acercarnos a su hondura.

Con este trabajo del profesor Luis Álvarez llegamos a la conclusión de que a diario, con la renovación de nuestra lengua, con ella nos renovamos.

 

Nota

Las líneas que preceden a éstas que ahora trazo forman parte de un prólogo al libro Nuevas perspectivas en el hispanismo, original del académico venezolano Luis Álvarez León. Sus hojas recogen una conferencia dictada en el Pedagógico de Caracas y en la Cofradía de Nuestra Señora de la Caridad, e igualmente conocida en la Universitá degli Studi di Roma, Italia.

Fue editado el mencionado libro artesanalmente en San Sebastián de los Reyes por el profesor Tulio Durán Vegas, a la usanza de las viejas tradiciones, a mano y con mucho esfuerzo, y con el llevadero nombre de la imprenta “La Pitihaya”.

Es un estudio serio sobre nuestra lengua, que navega felizmente en las aguas del mundo y cada día se hace más fuerte en los labios de otros acentos.