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Presidente Eduardo dos Santos depositando flores en la sepultura de Paulo Tuba
Presidente Eduardo dos Santos depositando flores en la sepultura de Paulo Tuba.
A la oposición cubana
Un personaje inolvidable: Paulo de Angola

El viejo guerrillero angolano “Paulo” fue enterrado con todos los honores de Héroe de la Patria en el cementerio de Alto das Cruzes, a pocos kilómetros de Luanda, capital de la República de Angola. Un día antes, su funeral había sido precedido por un reconocido homenaje en el “Club de Cazadores” de la municipalidad de Sambizanga, que hacía ya más de 45 años le había visto enfrentarse junto a la juventud angolana al colonialismo portugués que por más de 400 años había echado raíces en tierras africanas.

En 1961, Paulo Tuba, junto con un buen número de nacionalistas angolanos, entre los que estaban varios intelectuales, constituyeron la organización FNLA —Frente Nacional por la Liberación de Angola—, nombrando en ese entonces como presidente al carismático Alvaro Holden Roberto.

Otras facciones angolanas opositoras serían, con el tiempo, un desprendimiento del FNLA dirigido por Jonas Savimbi, UNITA (Al Sur de Angola) y el MPLA, movimiento de izquierda angolano que dirigían entre otros el Dr. Agoshino Neto, muerto más tarde con la complicidad de la Unión Soviética y el actual presidente Jose Eduardo dos Santos.

Desde su comienzo la FNLA tuvo la ayuda económica y logística de numerosos países, entre los que se encontraban Israel, Alemania, Ghana, Argelia, Francia, China Popular, Suráfrica, Zaire y los Estados Unidos, que enviaba mucha de su ayuda al FNLA a través de Zaire, como siempre con miedo a la opinión pública mundial.

Era entonces cuando el gobierno de los Estados Unidos apoyaba a varias facciones libertarias, entre las que se encontraban una legión de exilados cubanos para derrotar a Fidel Castro y que, desembarcando en Cuba, terminó con la derrota de los exilados.

Con el desgaste de una guerra prolongada e impopular de Portugal en África y el cambio de gobierno, obligan a Portugal a retirarse de Angola con la ayuda y mediación de otros países. Ocurre en 1975 con la “Cimera de Alvor” en Portugal, en el que los tres movimientos angolanos (FNLA, UNITA, MPLA) firman un acuerdo para compartir el poder en Angola. Después de la firma ocurrió que el tribalismo, y la falta de voluntad de compartir en obligación con los acuerdos firmados, impuso una cruenta guerra entre los grupos rivales apoyados por los mismos países amigos de entonces y sus enemigos apoyando a facciones rivales dentro del contexto de la Guerra Fría.

Prontamente Fidel Castro entra en esta aventura africana, entregando la vida de miles de cubanos a las fauces de la guerra fría y la ambición desmedida del dictador cubano.

Fue en esta época en que, derrotado en combate, el FNLA desintegra su dirección nacional y Holden Roberto huye hacia Francia con la oposición de una gran parte de los dirigentes nacionales de la organización que pedían entrara en Angola y continuara la lucha. Es cuando se funda el FNLA-Comira, que cuenta en la dirección nacional como presidente a Paulo Tuba y otros aguerridos dirigentes angolanos.

Es desde entonces que conocemos a Paulo, delegado de Angola, sencillo, locuaz, patriota, entusiasta, modelo de dirigente. Fue en esa época que La Voz de Cuba, en ese entonces vanguardia militante de un movimiento mundial (50 emisoras radiales transmisoras de programas con las denuncias de las violaciones en Cuba) invita a Paulo a visitarnos a Los Angeles, California, Directorio Nacional de la organización, y en una empresa de solidaridad efectiva se entra en relación con la FNLA y los dirigentes angolanos. Por supuesto La Voz de Cuba nunca tuvo la solidaridad o el apoyo de los Estados Unidos en sus empresas, ni con la visita de nuestros militantes al África, donde dejamos sentadas las bases de transmisiones radiales por onda corta desde territorio africano a las tropas cubanas en Angola; los Estados Unidos y sus dirigentes de entonces siempre pusieron trabas en las relaciones de los cubanos con otros países. Unos ejemplos; la negativa de un gobierno de África de entregarnos suministros que habían sido capturados al enemigo por temor a que los EU pudieran trazar por sus records de dónde provenían y tomar represalias; otro gobierno africano entregó paso por paso la trayectoria de nuestros militantes en su país al gobierno norteamericano al tener la negativa de éstos en cuanto a nuestras acciones en territorio africano.

Siempre hemos estado convencidos que con el gobierno norteamericano no se puede contar en cuanto a la verdadera libertad de Cuba. Solidaridad es sólo una palabra cuando no se comparten los mismos objetivos.

Con la despedida del dictador cubano y sus tropas de Angola comienza para este país africano un proceso destacado que deja un relativo paralelo entre los dos países, Angola y Cuba.

A la salida cubana, Paulo Tuba, presidente del FNLA entonces, que se encontraba exilado en Washington D.C., junto a varios dirigentes angolanos dentro y fuera del país, entre los que estaban Hendrick Vaal Neto y Moises Gaspar (Camabaya), mantenían la llama encendida de un regreso digno y en la defensa de los mejores intereses del pueblo angolano. Días después de la salida de Fidel Castro de Angola el gobierno angolano en el poder (MPLA) comienza a enviar delegados a entrevistarse con la oposición angolana en el extranjero en una estrategia de reconciliación nacional.

Junto al ministro de Relaciones Exteriores, Pedro de Castro (Loy), del gobierno angolano, llegan a Estados Unidos el ministro de Justicia, Antonio Franca Van-Dunem, y Paulino Pinto, responsable de Información del MPLA y otros dirigentes. Esta reunión había sido precedida por otra en Bruselas entre Paulo Tuba y Daniel Chipenda, entonces embajador de Angola en Egipto y antiguo secretario general del FNLA.

Pasaron varios meses de retroceso y avances en el largo proceso de una verdadera reconciliación nacional y diferentes reuniones de dirigentes de ambas organizaciones, al fin son aceptados por las partes, elecciones libres, libertad de expresión y agrupar en un solo organismo el núcleo central del FNLA dentro de lo que se llamó entonces “Grande Familia do MPLA” donde son elegidos Paulo Tuba, Vaal Neto, Moises Gaspar y otros a su Comité Central, regresando éstos a Angola en una llamada ocasión “histórica” para ocupar sus cargos; más tarde Paulo es elegido también diputado al Congreso de su distrito original, otros antiguos FNLAs son nombrados ministros y gobernadores de provincias.

Con el proceso electoral angolano abierto para todos los partidos y organizaciones nacionales, Holden Roberto regresa desde París también a Angola, pero ya la posición de su fracción (FNLA) sólo alcanzó una mínima cantidad (1,11%) de votos, ganando sólo tres de 220 asientos congresionales.

Aunque hoy Angola continúa regresando de una guerra que desgastó al país en sus mismas estructuras, este cambio a una sociedad más libre, elecciones generales y la resolución por parte del gobierno a una mezcla de democracia social, permitiendo empresas privadas a sus ciudadanos y la inversión de compañías y organismos internacionales para beneficio del pueblo angolano, dan una cierta esperanza de un mejor mañana para Angola.

Descanse en paz... Paulo Tuba...