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El metro

Metro de Ciudad de México

El metro es un sistema de transporte rápido y eficiente. Claro, cada metro tiene su asegún. Por ejemplo el subterráneo de la Ciudad de Nueva York, el segundo más antiguo del mundo, data de 1863, y tiene una afluencia de aproximadamente cinco millones de usuarios, es relativamente simple, tiene líneas subterráneas y elevadas dentro de Manhattan y otras tantas líneas que enlazan la isla con los alrededores. La única dificultad que le encuentro es el sistema llamado skip-stop, paradas alternas, es decir en algunas estaciones con menos afluencia de pasajeros, el metro no se detiene, excepto a horas estipuladas.

Un punto en su contra es la estructura vieja del metro; si bien es cierto que las líneas reciben mantenimiento continuamente, por lo que no se corren riesgos, no es agradable a la vista: tanto los carros como los andenes se ven gastados, maltratados, y cubiertos con una gruesa capa de polvo y grasa. En algunas estaciones (en Manhattan mismo) los andenes son obscuros y tenebrosos. El olor que despiden los vagones hace el aire más lastimero y desagradable.

Usar el metro de Tokio es un reto, me mofo de ser muy ubicada y he de aclarar que no me perdí ni una sola vez, pero no fue fácil desplazarme de un lugar a otro, trasbordar o comprar mis boletos. El mapa para turistas lleva los nombres de las estaciones en Rōmaji, que es japonés con alfabeto latino, mientras que en las taquillas los nombres están en japonés. Además el metro y el tren se unen en un sistema, pero de esto me enteré hasta el tercer día, esto explica el porqué de los cambios de horarios, plataformas y direcciones; era tren en lo que viajaba, pero tenía la pinta de ser metro.

De los usuarios tokiotas me llamó la atención que muchos duermen, pero lo hacen muy quietecitos, me imagino que tienen los músculos del cuello muy bien entrenados pues ni cabecean. Otros pasajeros leen y la mayoría se entretiene con sus teléfonos celulares, pero nadie los utiliza llamar, pues aunque no está prohibido hablar por teléfono, hay una grabación que se repite cada cierto tiempo en la que se pide amablemente a los pasajeros no hacer llamadas telefónicas. El silencio reina en los vagones.

MTR (en inglés Mass Transit Railway) es como se conoce al metro de Hong Kong. Es el metro más eficaz que conozco. Con una vida corta, se inauguró en 1979, vagones, paredes, escaleras eléctricas, todo reluce de limpio. Además el servicio es rápido, eficiente y relativamente barato, la tarifa varia de 3 a 47 dólares hongkoneses.Nunca me ha tocado ver que el metro se retrase, que de un enfrenón o que se descomponga. Es una maravilla.

Pero nada se compara a mi querido Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México, con sus baldosas de mármol gris gastadas por los cuatro millones de usuarios diarios. Trasbordar en Hidalgo es como estar en una verbena popular, gente caminando en todas las direcciones, empujones y pisotones, vendimia de fritangas y música de fondo.

Es gracias al ambulantaje que un viaje en metro es un recorrido por la cultura mexicana. Puedes empezar el día a ritmo de cumbia con el estribillo: Si en una rosa estás tú / si en cada respirar estás / cómo te voy a olvidar / cómo te voy a olvidar. O puedes disfrutar de la música andina mientras te desplazas al trabajo.

Encuentras todo tipo de baratijas por diez pesos, “diez pesos le vale, diez pesos le cuesta, se va a llevar el bonito recuerdo para la niña, para la casa, para la oficina por sólo diez pesos”. Si se te antoja un chicle o una golosina sólo espera en la comodidad de tu asiento, pues algún “vagonero” se acercara a ofrecerte algo con una verborrea única. Y otra gran ventaja es el precio: de todos los metros antes mencionados el de la Ciudad de México es, con sus tres pesos por viaje, el más barato de todos.