No tengo tiempo

Cuando alguien dice “no tengo tiempo” no puedo evitar preguntarle: ¿qué hiciste para merecer menos horas que el resto de los mortales?

Sonrío cuando escucho “puedes ahorrar tiempo”. ¿Dónde está el banco de tiempo? ¿Puedes ahorrar horas y segundos o los depósitos tienen que ser en días enteros? Y si te afilias a un banco de tiempo, ¿recibes intereses por todo el tiempo ahorrado?

Cómo explicarles, a los que juran que con el cambio de horario se pierde una hora, que es imposible tirar los minutos a la coladera.

¡El tiempo pasa tan rápido! Es la mentira más grande, el tiempo va a la misma velocidad de siempre, somos nosotros los que, por querer hacer demasiado, sentimos que el tiempo ha cambiado su ritmo. Y cuando esperas a alguien, estás convencido de que el tiempo te juega una broma, cada vez que miras el reloj descubres que el minutero no se ha movido y la aguja del segundero apenas va llegando al segundo 53.

La escusa de la modernidad, “quisiera hacerlo pero no me alcanza el tiempo”. Es cuestión de prioridades, no de horas.

Yura Luna, Hong Kong, China
4 de noviembre de 2010

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