Letras adolescentes. 16 años de Letralia • Varios autores
Ilustración: Todd DavidsonAdolescencia

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Sin llegar a ser anciano
ochenta cumpliré pronto:
sin mi juicio ser de tonto,
“mens sana in corporae sano”,
miro del monte rayano.
Fui también adolescente,
en mis tiempos combatiente;
a mis espaldas los viejos
cuchicheaban consejos
que oía estando yo ausente.

La juventud me empujaba,
rebosaba poderío,
fuerte me sentía un tío.
El trabajo escaseaba,
la vagancia mucho holgaba;
largos días me aburría,
me sumí en una apatía.
La vida más y más cara,
mi escenario no mudara,
la situación me afligía.

Miraba... Me estremecía.
¡Debemos cambiar el mundo!
Muchas veces furibundo
no hay derecho, me decía,
no hay derecho, repetía:
nuestros viejos lo dejaron,
nuestros padres lo encontraron...
Esto camina a peor...
lo encauzaremos mejor
a como ellos lo orientaron.

En horas sin hacer nada,
en largas horas de ocio...
¡Ay, si encontrara yo un socio
con un prado y con cebada!
Cuidaría mi vacada
con unas cuantas terneras
revoltosas y guerreras.
Mis terneritas vendiendo
dineros iré cogiendo...
¡Cuántos cuentos de lecheras!
Por fin, ¡encontré trabajo!
De novato de peones
fui trepando posiciones,
escalo y subo a destajo,
dichoso me hallo en mi tajo.
Como jefe de cuadrillas
reparto las angarillas:
han el piso como el oro
en limpiezas colaboro;
me deslizo como ardillas.

Mis esperanzas de ascenso
se vieron pronto frustradas:
gentes mejor preparadas,
con un saber más extenso
se incorporaron al censo.
La realidad fue cruel,
amargo vaso de hiel
debí a sorbos consumir,
y lo real asumir.
¡Se marchitó mi laurel!

Desde mi altozano miro:
con la experiencia de años
ya no hay sucesos extraños.
Al adolescente admiro
dudando al tomar un giro;
un corazón de oro puro
late en su pecho, seguro.
Alma amable de una en una
en grupo, ya no hay ninguna.
¡La mejor puro cianuro!

El grupo no los pervierte;
en grupo se envalentonan,
más alto su cante entonan
pretendiendo ser más fuerte,
no temiendo ni a la muerte.
Todo el grupo sólo es uno,
individuos no hay ninguno.
Quien cruelmente satiriza
sabe el grupo lo autoriza,
no tendrá reproche alguno.

Si salvamos la distancia
de modas y de los años,
no hacen más ni menos daños
que hicimos en la vagancia
mas siempre con elegancia.
Si jugábamos al corro
el ratón hacía de zorro;
ora hablan de botellón,
por botella un garrafón,
hecho todo en plan de ahorro.

El vals, tango y pasodoble
que bailamos agarrados
ya quedaron desterrados.
La maniobra no fue innoble
ni recibieron mandoble.
Los gustos se transformaron,
los caprichos mejoraron,
simples trueques de regalos,
no fueron cambios tan malos:
a su ser los adaptaron.

Desde la colina miro:
el tiempo construyó un muro
tan endeble, tan seguro
que al mirarlo lo remiro,
lo contemplo y yo suspiro.
Un muro grueso de piedra
donde la distancia medra
entre jóvenes y adultos.
Abundan sabios y estultos,
entre ambos crece la hiedra.

De jóvenes el adulto
se evade cuando se agrupan.
Juventudes le preocupan,
para ellos no existe indulto,
molesta tanto tumulto.
Su derecho a libertad
exigen con frialdad,
pero sus gozos y penas
sufren las mismas condenas
que yo en la tercera edad.

Los de la tercera edad
mejoraron la vivencia.
Ahora la adolescencia
amolda su identidad
a cruda realidad.
Aquellos tiempos extintos
con trabajos, hoy distintos;
al pasado ven ausente,
se acomodan al presente
mudando propios instintos.

Del campo, la esclavitud,
del tiempo, locos caprichos,
plagas de voraces bichos
luchamos con prontitud,
vencimos con lentitud.
Mejor vida se encontraron,
a vivirla se adaptaron;
viéndoles gozar, gozamos,
de la herencia les dejamos.
Dar las gracias se olvidaron.

Mientras vida sea vida,
llegará la adolescencia
holgándose de la herencia.
Costumbres muda y olvida
de la vida antes vivida.
Los mayores con despecho
permanecen al acecho:
las modas deben cambiar,
deben ellos aceptar
dándose golpes de pecho.

Pero la vida es hermosa:
conmigo siempre chulapa,
la veo más y más guapa.
Se deja vivir gustosa,
al degustarla, sabrosa.
A la juventud rendida
será más embellecida;
por las noches se acicala,
al alba nueva chavala
bella y rejuvenecida.