¿Cómo hacernos amigos de los libros
mientras vemos televisión?
• Marialcira Matute
Todo tiene que ver. Los libros con la televisión, la televisión con el cine, la radio con los libros, los libros con otros librosCuarta parte
¿Cómo hacernos amigos de los libros mientras vemos televisión o usamos cualquier medio de comunicación?
Comparte este contenido con tus amigos

Hasta ahora te he contado muchas cosas, y voy a seguir explicándote muchas más.

Si lo que has leído te ha interesado, a partir de este momento vas a saber cómo aprovechar los momentos en los que ves televisión, vas al cine, juegas con la computadora o el video, escuchas la radio o una canción en el equipo de sonido, para estar mejor informado y mejorar tu forma de comunicarte, ayudándote con los libros.

Y lo más divertido para ti: empezarás a darte cuenta de que mientras más sabes, más vas a disfrutar de la televisión, del cine, de todo lo que te rodea, porque lo vas a entender mejor.

Como dije al principio: todo tiene que ver. Los libros con la televisión, la televisión con el cine, la radio con los libros, los libros con otros libros. Puedes saltar de uno a otro, en un juego de búsqueda de información y conocimientos que nunca termina. Puedes si quieres, al salir del cine o al apagar la televisión, olvidarte de la película y pensar en otra cosa. Pero puedes seguir disfrutando del cine y la televisión, si aprendes a buscar más información acerca de lo que el cine y la televisión te presentan, dentro de los libros. Y puedes seguir disfrutando de los libros que te gustan descubriendo las partes de esos libros que aparecen, por ejemplo, en la televisión o en una película.

Ya verás cómo hacerlo. Para empezar, comparte este libro con un adulto que te quiera ayudar a realizar los juegos que te propongo, cuando sientas que tú sólo no puedes lograrlo. Para eso están los demás, para comunicarse con ellos y pedirles ayuda. Y para, ayudarlos también cuando tú puedas.

Voy a tratar nuevamente de explicarte con ejemplos. Tú puedes inventar tus propias actividades, pero empieza con las que te digo. Y al compartir con tus amigos esta experiencia, cada uno tendrá nuevas ideas.

Si se te van ocurriendo cosas interesantes, puedes decirle a tu maestro o a tus padres que te ayuden a encontrar la información que necesitas, ellos te pueden decir en cuál libro puedes buscar, acompañarte a una librería, a una biblioteca pública, a la casa de algún amigo que tenga muchos libros o buscar directamente en la biblioteca de la casa.

Tu maestro y tus papás saben mucho más que tú simplemente porque tienen más tiempo aprendiendo, pero como no saben todo, y cada día aparece alguna nueva información y alguien se inventa una nueva idea, tu interés en los libros y en conocer más lo que te rodea los va a interesar también en ir aprendiendo de ti y de tus preguntas.

Empecemos por lo más importante: no te conformes, como te dije, con ver simplemente el programa o la película que pasan, o con escuchar y aprenderte la canción de moda. No te conformes con leer un libro y olvidarte de él al terminar.

Comienza a hacerte preguntas. Las preguntas siempre llevan a las respuestas, y las respuestas te enseñan cosas nuevas.

Cuando vemos un programa en la televisión, así sea una comiquita o una película, en ese programa nos cuentan una historia. Cuando leemos un cuento se nos cuenta también una historia. Y sobre esa historia nos podemos hacer muchas preguntas, para conocer del tema que nos presenta. Podemos empezar con las más sencillas: ¿qué?, ¿cómo?, ¿por qué?, ¿cuándo?, ¿quién? Estas preguntas tan sencillitas son excelentes pues nos van conduciendo a otras cada vez más interesantes.

¿Te parece raro esto? Ya lo vas a entender, con otro ejemplo.

Vamos a imaginarnos una película cualquiera. Una película que puedes haber visto en el cine o en la televisión. En esa película hay un protagonista, es decir, el actor o el dibujo animado, el muñequito que sale en pantalla casi todo el tiempo. Ese protagonista tiene una novia y vive en una ciudad o en un campo.

La película está contada en un mundo del presente, real o de mentira, inventado; o en un mundo imaginado en el futuro, o habla de seres que vivieron hace muchos años.

No importa cuál sea la película, el programa que veas, o la historia que leas. Esto vale para todo. Para canciones, programas de concursos, noticias, comerciales de televisión (que son lo que tú conoces como propagandas, pero en realidad son “comerciales, cuñas o mensajes publicitarios de televisión”), telenovelas, programas cómicos, documentales de animales, programas científicos, libros de todo tipo. Vale para todo.

Lo importante es hacerte preguntas acerca de lo que ves y encontrar la forma de respondértelas con la información que consigas en los libros. Y si lees un libro, puedes buscar más información en otros libros, o jugar a descubrir más información en la televisión.

Hay muchas cosas interesantes para preguntarse acerca de cualquier programa de televisión, de cualquier película.

Por ejemplo, de la historia que se cuenta, ¿quién es el protagonista? ¿Existió de verdad? ¿Es un invento de quien hizo la película? ¿En qué país se desarrolla la película? ¿Dónde está ese país? ¿Lejos? ¿Cerca?

Con respecto a la época, si se trata de una película de un mundo del pasado, ¿qué pasaba en esa época? ¿Cómo era el mundo? ¿Cómo se vestía la gente? ¿Había automóviles, aviones, barcos? ¿Había luz eléctrica? ¿El mundo estaba en guerra? ¿Por qué las cosas eran así?

Y tú, ¿te has preguntado alguna vez qué pasa detrás de las cámaras que filman las películas? ¿Quiénes hacen los programas de televisión? ¿Cuánta gente trabaja para hacer un programa? ¿Has visitado un estudio de televisión, de radio? ¿Has ido a una imprenta a ver cómo se hacen los libros, las revistas, los periódicos?

A que no sabes cuándo se inventó la televisión. ¿Quién lo hizo? ¿Por qué? ¿Cómo es posible que cada vez que enciendas la televisión puedas ver una imagen y oír sonidos? ¿Qué es la televisión? ¿Qué es el cine? ¿Qué es la radio? ¿Crees que los libros existen desde siempre? ¿Cuándo se hizo el primer libro? ¿Cuándo se inventó la imprenta para hacer muchos libros iguales al mismo tiempo?

Estas son sólo algunas de las miles de preguntas que puedes hacerte cuando te acercas a algún programa divertido que sea difundido por los medios de comunicación. Cuando tienes algún libro en tu mano. Si las vas anotando en una libretica mientras ves el programa en la casa, o en el momento en que se te ocurran las preguntas, será fácil ir buscando con calma las respuestas. Pregúntale a alguien que creas que las sepa, observa tú mismo, y lo más importante, busca siempre en los libros.

El conocer las respuestas no es sólo para aprendértelas de memoria como si fueras un lorito, no.

Como te he venido explicando, mientras más cosas te preguntes, mientras más cosas quieras saber, mejor entenderás todo lo que te rodea y te podrás comunicar mejor, lo que te hará mucho bien. Y serás más capaz de ayudar a otros a que también aprendan a disfrutar más de la vida, como tú lo estás aprendiendo.

Fíjate, yo era también una persona pequeñita como tú hace algunos años. Leía y leía, me preguntaba cosas y más cosas, buscaba en los libros, estaba muy pendiente y curiosa de todo lo que pasaba a mi alrededor, le preguntaba a mi maestra o a mamá o a papá lo que no sabía, y de repente, comencé a sentir que podía escribir y escribir muchas palabras, sobre todo estas que me ha gustado tanto escribir porque son para una persona como tú, una persona niño o niña que se está preparando para ser joven o ya empezó a serlo, y luego para ser adulto.

Ahora, después de haber estudiado mucho, de haber vivido muchas experiencias, de haber conocido muchos países y de prepararme en la universidad para hacer mi trabajo lo mejor posible, hasta salgo en la radio y en la televisión, como ya te he adelantado hace ratico en este libro, y adivina: ¿qué hago en esos medios de comunicación? Pues hablo de libros, le cuento a los niños, a las niñas, a los jóvenes y a las jóvenes, a la gente grande, acerca de los libros nuevos, de los libros viejos, de las películas, de las obras de teatro, de los conciertos, de las actividades que hay para compartir con los niños, y a esa gente de todos los tamaños que me escucha por la radio y me ve por la televisión, a ellos también les propongo juegos para aprovechar más todo lo que les rodea, volviendo siempre a los libros. Como puedes darte cuenta, estoy rodeada de libros por todas partes.

En las enciclopedias las informaciones vienen ordenadas alfabéticamenteAsí que, vamos a ver: ¿cómo hacemos para que empieces entonces a descubrir tantas cosas que te falta por saber? Aparte del diccionario, que te informa un poquito sobre cada palabra, como ya te dije, existen otras clases de libros llamados “de consulta”, o “de referencia” que te aclaran muchas dudas acerca de lo que quieres saber. Te hablo de las “enciclopedias”. Las enciclopedias son como unos diccionarios más grandes, que contienen también las palabras ordenadas alfabéticamente e informan un poco más de cada una de las palabras o temas que allí puedes encontrar. Las enciclopedias puedes encontrarlas en forma de libros impresos sobre papel, en forma de CD-ROM para usarlas en la computadora, o directamente en cualquier buscador de Internet, y tus padres te pueden ayudar a buscar la información en cualquiera de esos formatos, es decir, en cualquiera de las formas en las que vienen presentadas esas enciclopedias o diccionarios.

Allí siempre las informaciones vienen, como te dije, ordenadas alfabéticamente. Es decir, primero encuentras todas las palabras que comienzan por “A”, luego las que empiezan por “B”, después las que empiezan por “C”, y así hasta terminar el alfabeto o abecedario que ya conoces. Por eso es importante aprender el abecedario de memoria. En los buscadores de Internet hay otras formas de encontrar las palabras, eso lo podrás aprender poco a poco.

Es bueno tener una enciclopedia en casa, o conocer alguna biblioteca pública donde puedas revisar alguna, o saber cuál infocentro gratuito o cual cybercafé o centro de comunicaciones está cerca de tu escuela o tu casa para que allí comiences tus investigaciones y averigües todas las cosas que se te ocurran.

Esa palabra “enciclopedia” es algo extraña, ¿verdad? Ya te he ido explicando qué significa, y con un poquito más, como sucede con todas las palabras nuevas, vas a comprender totalmente su significado.

Las enciclopedias son conjuntos de libros, como una especie de grandes diccionarios con ilustraciones que hablan de las cosas que uno quiere saber. Son diferentes de los libros de cuentos, porque hablan de las cosas que existen en la realidad, mientras que los cuentos hablan de mundos de fantasía, de historias inventadas. Recuerda cuando te hablaba de verdades y mentiras en los libros.

Como habrás podido notar, esto de hacerse preguntas no tiene fin. Y si a medida que vas creciendo, mantienes en ti la costumbre de ser curioso, preguntarte cosas, observar, leer y crear nuevas ideas, siempre vas a sentir felicidad de estar vivo y de tener la edad que tengas. Siempre habrá algo que no sabes, y que tendrás que buscar para saber.

El único límite que tienes es tu imaginación y el tamaño de tu curiosidad. Y como yo sé que eres muy curioso, te vas a sentir muy satisfecho y contento de ir entendiendo muchas cosas porque ahora sabes que todo tiene que ver con todo, y que viendo televisión, yendo al cine, al teatro y leyendo, buscando relaciones entre todo lo que haces, cada vez vas a aprender más. Hasta las tareas del colegio te van a parecer más fáciles, las harás más rápido y tendrás más tiempo libre para leer y jugar. Y para ver televisión. Para todo.

Y no sólo eso, sino que vas a poder entretener a tus amigos contándoles las cosas nuevas que aprendiste de la lectura de los libros que te acostumbrarás a curiosear y a leer sin miedo, sin aburrimiento. Y tus amigos también se divertirán más. Y cada uno podrá compartir con el otro sus lecturas y lo que cada uno descubrió en los libros, y eso será importante, porque tendrán siempre de qué conversar, discutir, tendrán motivos para crear nuevas ideas y temas para pensar y reflexionar.

Vas a poder entretener a tus amigos contándoles las cosas nuevas que aprendiste de los librosA medida que vayas aprendiendo a hacerte amigo o amiga de los libros, te darás cuenta de que cuando te pregunten si te gustó o no un programa, un libro o una película, vas a poder responder algo más que sí o que no, porque vas a saber las razones, vas a saber expresarte mejor. Correctamente. Con propiedad.

Cuando uno expresa correctamente las razones de lo que piensa o de lo que opina, los demás le creen. Es como cuando tu mamá te explica por qué no puedes hacer algo. Tú te sientes más contento cuando te explican las razones en vez de decirte simplemente que no. Y la prueba de ello es que siempre que te responden a algo: “no”, tú inmediatamente preguntas “¿por qué?”.

Así que aprenderás por tu propio esfuerzo a conocer el por qué de muchas cosas, y eso es muy sabroso.