Merced de umbral • Wilfredo Carrizales
XVII

Merced de umbral

La aleta caudal del pez que me traga en sueños está hecha de banderines o flecos decolorados. Yo ostento un rótulo que despliego en cada derrota y que me sirve como insignia cuando despierto sobre un mástil.

Las sábanas de mi cama flamean, manchadas, a los vientos que proceden de las torres. A la distancia, ¿quién no diría que se trata de peces vela?

Me comunico con los buzos por medio de banderolas. Ellos soplan caracolas y me nombran portaestandarte.

¡No sé qué hacer con tanta agua salada y tanto cementerio de barcos!