Merced de umbral • Wilfredo Carrizales
XLVIII

La manteca amaneció enmarañada. En nombre de la vaca y la oveja protestó contra el marasmo. Donde el mundo es pañuelo no vale ninguna especie de barniz.

Durante las pesquisas se emparentaron las pestañas con las persianas y no hubo compilador que no anotara el hecho. Entonces la estrecha relación se selló con un puchero.

Siendo pringoso el presagio la mejor opción resultó hacerle guiñadas al pan ázimo. ¡Que si alguien habló de dislate se debió a que no conoce el hambre y su sentido!

Aplomado en su dipsomanía el escribidor pernocta y guarda.