El retrato del número dos • Marisol Correia
Capítulo VII
Demasiado inteligente
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Laura se sentía muy orgullosa de su trabajo a pesar de que le parecía muy cómico.

—Mami, mira al dos con su parte de arriba, arriba y con su parte de abajo, abajo —la niña se irguió esperando recibir una felicitación.

Al mirar el nuevo retrato del dos, la mamá de Laura se enfadó mucho.

Mami, mira al dos con su parte de arriba, arriba y con su parte de abajo, abajo

—¡Me rindo! —exclamó—. ¡Hazlo como tú quieras! ¡Tú ganas!

Laura no sabía cuál juego había ganado. Sin embargo, ella no iba a perder la oportunidad de reclamar su premio.

—¿Y qué me gané? —Laura se moría por saberlo.

Su mamá la miró a los ojos con toda la ira del mundo. Y vio un brillo de esperanza tan refrescante que ya no pudo estar molesta. Tenía mucho tiempo que no miraba los ojos de su hija. Sólo miraba los reportes de la psicopedagoga y del psicólogo. También se la pasaba mirando cada error que cometía. No obstante, ella no había olvidado cómo alegrar el corazón de su pequeña.

—¿A que no adivinas qué te has ganado por tan original trabajo? —anunció con un toque de suspenso.

—¿Un abrazo? —preguntó con los brazos ampliamente abiertos.

—Eso no es algo que tengas que ganarte. Es gratis y todas las veces que quieras —luego, la abrazó.

—¿Qué es, entonces? —inquirió Laura dando saltitos como si tuviera ganas de ir al baño.

—Usted, señorita, se ha ganado la inscripción para el año que viene en el colegio que usted quería —sonrió.

—¿En el colegio del patio grande?

—En el colegio del patio grande...

—¿Y por qué no este año? ¿Todavía no estoy preparada? ¿Es que debo ser más inteligente? —Laura quería comenzar hoy mismo el colegio.

—No, mi cielo. Tú sí estás preparada para ir a la escuela, pero creo que la escuela aún no está preparada para una niña tan inteligente como tú...

La mamá de Laura tenía temor de mandarla a un colegio para niños “normales”. Tenía miedo que le hicieran daño.

—Por lo menos, lo intentará. Espero que le siga gustando la escuela después de haber entrado a ella —pensó.