A una compañía fundamental
...no pretendo mostrar sin piedad las entrañas del hombre, a pesar de que en su corazón tropieza la caridad. Contiene una rara belleza; no disfruta más del encanto del verde que de la fascinación del ocre, ni goza más del atractivo de las suaves colinas que del arrebato de mis ásperas tierras volcánicas...