~~~~~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ Edición 4 1 de julio de 1996 ~~~~~~~~~~~ =========================================== ~~~~~~~~~~~ LETRALIA ~~~~~~~~~~~ Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ =========================================== ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ una revista literaria dedicada a ~~~~~~~~~~~ divulgar el trabajo intelectual ~~~~~~~~~~~ de los escritores latinoamerica- ~~~~~~~~~~~ nos dentro y fuera de Internet. ~~~~~~~~~~~ Agradecemos comentarios, críti- ~~~~~~~~~~~ cas o contribuciones literarias ~~~~~~~~~~~ ~ a Jorge.gomez@caracas.bbs.ve. ~~~~~~~~~~~ ~~~ ***** ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Contenido de la edición 4, 1 de julio de 1996 ========================== ** Editorial ** Aquietando las aguas. Jorge Gómez Jiménez. ** Noticias culturales ** El cuento oral en Maracay / Premio al mejor caricaturista venezolano / Concurso de cuentos del diario El Nacional / Vacaciones consolidadas / Bienal de Literatura Miguel Ramón Utrera / Poesía universitaria / Concurso regional de literatura auspician desde Monagas / Un concurso en línea / La Cuestión / Dios y otros mitos / El perfecto idiota latinoamericano. ** Literatura en Internet ** Melibea, Revista de Cultura Hispana. ** Las letras de la Tierra de Letras ** El cantor. Alberto Torchinsky / Calma final. Wilfredo Carrizales, desde la muerte / Recordando a Borges. Dos relatos del editor de Letralia, Jorge Gómez Jiménez. ** Notas del editor ** Cómo enviar material a Letralia, Tierra de Letras / Las casas de la Tierra de Letras. === Suscríbase a Letralia, Tierra de Letras ================================ Para suscribirse envíe un mensaje a Listserv@rediris.es con el Subject en blanco y el siguiente comando en el cuerpo: SUBSCRIBE LETRALIA === Editorial ============================================================== Aquietando las aguas Ya un poco más tranquila se encuentra la Tierra de Letras, una vez que se amoldó definitivamente al que ahora es su nuevo hogar en la Red Académica Española, RedIRIS. Algunos problemas técnicos han sido resueltos definitivamente y esperamos no incurrir en errores en lo sucesivo. Muchos de los habitantes de la Tierra de Letras recibieron una o todas las ediciones anteriores con errores. A ustedes les agradecería me enviaran la confirmación de este problema para inmediatamente enviarles desde mi dirección personal las ediciones que les haga falta. Será un placer atender a quien haya tenido problemas con las ediciones pasadas. A partir de esta edición adoptamos definitivamente el modo de texto simple, para satisfacer las necesidades de lectores con distintas características técnicas. Quienes deseen revisar las particularidades de la revista desde el World Wide Web, además de tener la opción de recoger alguna de las ediciones anteriores, pueden acceder a la página: http://www.rediris.es/rediris/list/info/letralia.html Actualmente estamos trabajando en una página más presentable. Se agradecen ideas para este y otros menesteres. El editor. === Noticias culturales ==================================================== *** El cuento oral en Maracay Durante esta primera semana de julio de 1996 se está desarrollando en Maracay, estado Aragua, Venezuela, el III Festival Internacional de la Oralidad, un encuentro de narradores que se escenificará en el Teatro de la Opera de Maracay. La programación, que abarca del martes 2 al viernes 5 de julio, tiene pautado para el martes 2 a Antonio González Beltrán (España), "Con acento mediterráneo"; para el miércoles 3, Ricardo Cadavid (Colombia), "Cuentos del general"); para el jueves 4, Teresita Fernández (Cuba), "Dame la mano y danzaremos", y para el viernes 5, Nildhe Silva (Venezuela), "20 años no es nada". Para todas las presentaciones la hora es 7:30 de la noche y la entrada es gratuita. *** Premio al mejor caricaturista venezolano El diario venezolano El Nacional, además de su tradicional concurso anual de cuentos, está invitando a los caricaturistas venezolanos que hayan publicado su trabajo en periódicos nacionales o regionales, para el Premio "Pedro León Zapata" al Mejor Caricaturista de la Prensa Venezolana, cuyo lapso de recepción concluye el próximo 8 de julio. El premio único es la suma de ciento cincuenta mil bolívares y será entregado el 2 de agosto. Los aspirantes deben enviar cinco caricaturas publicadas y un resumen curricular del autor a la Gerencia de Relaciones Institucionales de El Nacional, Puente Nuevo a Puerto Escondido, edificio "El Nacional", piso 3. Más información: dirección electrónica indicada en la nota sobre el concurso de cuentos de El Nacional. *** Concurso de cuentos del diario El Nacional No ha concluido el lapso de recepción del concurso de cuentos del diario El Nacional. Las bases fueron publicadas en la edición Nº 2 de Letralia. La fecha tope de recepción de cuentos es el 8 de julio. Cualquier información adicional puede ser solicitada a la licenciada María Fernanda Ramallo en la dirección señalada, o a los teléfonos 58 2 4083128 / 58 2 4083347. También puede solicitar información a la dirección electrónica 73050.1427@compuserve.com. *** Vacaciones consolidadas El Centro Cultural Consolidado está invitando a las actividades de la temporada 1996 de talleres vacacionales para niños y jóvenes. Se trata de cinco talleres para niños de entre 6 y 12 años y jóvenes de 14 años en adelante. "Descubriendo la física con los niños", "Espacio, forma y texturas", "Taller de papagayos: ala de trineo, delta y diedro", "Taller de Ukiyo-E" y "Música para crecer" son los talleres mencionados en la invitación. El período de inscripciones se inició el pasado 30 de junio en la Tienda del Centro Cultural Consolidado, planta baja de la Torre Consolidada, Plaza La Castellana, Caracas, D.F., Venezuela. Los teléfonos para obtener la información son 58 2 2062103 / 2064200. *** Bienal de Literatura Miguel Ramón Utrera Otro concurso literario que sigue vigente en Venezuela es la Bienal de Literatura Miguel Ramón Utrera. La fecha tope es el 6 de septiembre. Las bases pueden conseguirse en la edición anterior de Letralia. *** Poesía universitaria La Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo ha lanzado el aviso de la apertura de recepción de material para la I Bienal de Poesía Universitaria Teófilo Tortolero. Esta bienal ha sido creada para la concurrencia de estudiantes, profesores, empleados y obreros de cualquiera de las universidades públicas y privadas venezolanas. Los concursantes deberán enviar un libro de entre treinta y cien cuartillas, en original y cuatro copias, inédito, mecanografiado en hojas tamaño carta a doble espacio y firmado con seudónimo, incluyendo en sobre aparte la identificación del autor, además de constancia de estudio o trabajo expedida por la universidad correspondiente. El premio único será un diploma y quinientos mil bolívares, además de la publicación, en edición de mil ejemplares (cien para el autor) de la obra ganadora bajo el auspicio de la asociación auspiciante, sin reconocer más derechos por esta primera edición. Los trabajos deben ser enviados a: I Bienal de Poesía Teófilo Tortolero. Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo (APUC), calle Salom, Nº 95-75, quinta Biarritz, urbanización Trigal Centro, Valencia, 2002. Teléfonos: 58 41 421555 / 421113. Hay oportunidad de remitir material hasta el 9 de septiembre de 1996. El premio será entregado el 5 de diciembre de 1996, cuando en Venezuela se celebra el Día del Profesor Universitario. El jurado está compuesto por Ana Enriqueta Terán, Juan Liscano, Gustavo Pereira, Enrique Mujica y Luis Alberto Angulo. *** Concurso regional de literatura auspician desde Monagas También continúa vigente el Concurso Regional de Literatura Alarico Gómez, auspiciado por el Instituto de la Cultura del estado Monagas. Las bases fueron publicadas igualmente en nuestra edición anterior. La fecha tope: 25 de septiembre. *** Un concurso en línea Caracas YV BBS, boletín electrónico de Caracas, Venezuela, está celebrando su tercer aniversario y por tal motivo ha abierto el período de recepción de trabajos para su concurso de ensayo. La invitación es para todos los interesados, usuarios o no de Caracas YV BBS, quienes podrán enviar sólo un ensayo por participante. El tema del ensayo será "Las comunicaciones dentro de veinte años" y debe tener un mínimo de cuatro páginas mecanografiadas a doble espacio, pudiendo ser subido al sistema antes del 1 de noviembre de 1996. El número telefónico de Caracas YV BBS es 58 2 5776145. Si el participante se viera imposibilitado de hacer el upload a Caracas YV BBS, puede comunicarse por el teléfono 58 2 6091822 clave 32916. Los trabajos serán revisados por un jurado que decretará primero, segundo y tercer lugar. No pueden participar personas relacionadas con la Corporación Infoguía, la revista Byte de Venezuela, Caracas YV BBS ni Servi-Byte '96, C.A. El ganador del primer lugar recibirá una suscripción por un año a la revista Byte de Venezuela, a la Guía Telefónica Infoguía y a Caracas YV BBS. El segundo lugar obtendrá una suscripción por seis meses a Caracas YV BBS y el tercer lugar obtendrá una suscripción por tres meses. En todos los casos se otorgará, además, un ejemplar del libro "Fantasmas computarizados". *** La Cuestión Eloy Cano mantiene el periódico La Cuestión, vehículo de opinión universitaria que ya va por su edición 35. Circula quincenalmente, tiene una versión electrónica y una versión impresa, y su radio de acción es el tema universitario venezolano en general, y el acontecer de la Universidad Simón Rodríguez, en particular. En la edición 36, José Luis Yánez discurre sobre lo que él considera el fraude populista que consiste en la idea de la Universidad de Aragua. También hay un relato corto de Lídice Leiva, titulado "El río". Hay igualmente abundante información sobre el diario quehacer de la universidad. En general, La Cuestión es un válido y crítico informativo en el que se profundiza sobre los urticantes temas relacionados con el problema universitario, sin concesiones de ningún tipo. Usted puede suscribirse a La Cuestión enviando un mensaje a Eloy Cano Castro, en la dirección electrónica Ecc@conicit.ve. *** Dios y otros mitos Letralia, Tierra de Letras, invita a sus lectores a visitar el homepage personal del editor, Jorge Gómez Jiménez, en la dirección del Web: http://www.amarillas.com/personal/jimenez/diosyotr.html En el referido documento HTML está depositada una versión electrónica de nuestro libro de cuentos "Dios y otros mitos", publicado en 1993. Agradecemos opiniones. *** El perfecto idiota latinoamericano El escritor cubano Carlos Alberto Montaner presentó esta semana en Costa Rica una defensa a su libro "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano", que escribió junto con el periodista colombiano Plinio Apuleyo Mendoza y el peruano Alvaro Vargas Llosa. Montaner participó en un seminario auspiciado por el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, sobre cultura y valores. ====================== Envíenos información cultural ======================= Este espacio está destinado principalmente a la divulgación del trabajo de los escritores latinoamericanos, pero no desdeñamos la difusión de las noticias culturales, que siempre son de interés. Contáctenos a nuestras direcciones y envíenos toda la información que pueda. === Literatura en Internet ================================================= Melibea http://www.abaforum.es/is/melibea/ Federico Revilla dirige desde España la revista electrónica "Melibea", que cubre todos los aspectos posibles de la cultura, en español, y se define a sí misma como una "Revista de Cultura Hispana". El esfuerzo es coordinado desde el Departamento Exterior del Centro de Estudios Postuniversitario. La revista incluye un interesante curso de lengua y cultura española, sumamente útil para quienes visiten el homepage desde países ajenos al habla hispana. Igualmente, hay un cúmulo importante de artículos e información sobre cultura hispana y utilidades adicionales, como un Consultorio de Cultura Hispana y una bibliografía que sirve de guía para quienes deseen investigar sobre historia del arte y la cultura. Artículos críticos y profundos -de los cuales Letralia ha recibido adelantos exclsuivos, sólo para lectura-, una agradable distribución de la información en pantalla e impresionantemente hermosos gráficos son los atractivos de Melibea. En conversación informal sostenida con la directiva de la revista, manifestaron estar "muy imbuidos de la idea -¿acaso más bien 'ideal'?- de que los hispanohablantes tenemos mucho que hacer y decir en el mundo". En constante coherencia con ese planteamiento, Melibea es un intento de aprovechar al máximo las posibilidades de Internet, esforzándose en cada edición por cumplir un papel "tan bueno, o acaso mejor, que el de otros órganos redactados, por ejemplo, en el omnipresente idioma inglés". Hasta ahora han circulado las ediciones 0, 1 y 2, de las cuales la 0 es de entrada libre, y las restantes pueden obtenerse por suscripción, cuyos formularios se despliegan en el homepage para comodidad del usuario. También pueden enviársele mensajes a la dirección Melibea@abaforum.es. === El cantor Alberto Torchinsky ====================================== (Nota del editor: El pasado 24 de junio sobrevino un aniversario más de la muerte de Carlos Gardel. Alberto Torchinsky, argentino, presenta este breve homenaje a la memoria del cantor). La mina que acaba de subir al subway en la 42 y Broadway, seguro que es argentina; algo en la manera de caminar, que sé yo. Veo pasar unas piernas bronceadas con nailons y mocasines y me la imagino treintañera, de pelo castaño con mechones claros, ojos tristones y un toque de maquillaje. Me refriego los ojos y ahí está. Recostado en el suelo, los neyorquinos me toman por un pordiosero y no me dan bola; ella, en cambio, me fisgonea, como recorriendo la galería de caras porteñas buscando la mía. Al compás del traqueteo, así, medio en joda, le silbo "Rubias de Niuyor". Con las ganas que le tengo a un tinto, no me tira una moneda; ni me acuerdo de cuándo comí, pero el morfi cuesta más y no hace olvidar las cosas malas ni recordar las buenas. Paso nomás el tiempo; hace unos días trazaba huellas en la nieve crujiente y ahora el entibiado de las noches de junio me transporta a un paraje poblado por sombras a la margen de un río plateado. De día todo es igual, la soledad se arma de noche. Esa noche de septiembre éramos cinco chochamus bordeando los 16, rumbo a la estación de Olivos, de vuelta al rioba. El Colorado nos había advertido que se anunciaba un paro pero fuimos igual, chamuyando bajito cosa de no desafinar. Por la Libertador, junamos las minas fifís sin celos, sin piropearlas; esa noche no se nos arrimaba nadie, si alguien merecía piropos éramos nosotros... Llegamos a la estación con tiempo de sobra. Qué luna. Qué nubes. Qué estrellas. Las hojas de los árboles acariciadas por el viento susurraban ensueños, de esos que llegan al alma. El tren llegó a horario, justo a las 10. Bromeando, subimos y esperamos, pero nada. Nos había agarrado un paro de reglamento por dos horas. Los pasajeros dormitaban y puteaban. Nosotros nos bajamos del tren y yo, el galán recio -pese a que el Gallego creía que mi pelo negro enrulado y nariz gruesa eran demasiado burdos para los aires que asumía, igual me las daba de galán-, me paré en el estribo e improvisé sobre nuestro tema favorito: las minas. Las palabras rodaron de mi boca como un collar de perlas remontándose al cielo; si lo hubiese grabado, de fija hoy sería famoso. Toda la filosofía estaba ahí: el levante, el despecho, la pérdida; todo eso que le resulta tan difícil a los bochos, lo metí ahí. Y después, a insistencia del Flaco -"Dale, Turco, mandate uno, dale..."-, ahogando los chistidos de los de adentro, desde el estribo, medio en joda, me mandé ese de cabecitas adoradas que mienten amor, de frágiles muñecas del olvido y del placer, del amor que dura un breve día... El Flaco aplaudió a rabiar y una aparición: una piba de cinco años envuelta en alas de mariposas formadas por polvo de estrellas, apoyó su cabecita soñadora en el hombro del Narigón y me pidió otro con la mirada... Los de adentro junaban de refilón. Consciente de una presencia, inspirado, me mandé uno medio aquí y medio allá: "Anclao en París". La barra me aplaudió a rabiar y el ángel recogió la canción con una sonrisa capaz de derretir el Polo Sur. Según el Narigón mi voz era buena, sin firuletes; esa vez, me batió después, fue fenomenal, derecha como un cuchillo afilado, metiéndose por donde quería. Los de adentro me junaban con los ojos abiertos como platos. También la argentina me mira con expectación. Cuando se encuentran argentinos, no importa si se conocen o no, comparten nostalgias. Yo le chamuyo de las ganas que tengo de ver a Buenos Aires y, por si no se había avivado, que estoy varado sin plata ni fe. Y también que quién sabe una noche me encane la muerte, y chau, Buenos Aires, no te vuelvo a ver. La hago sentir incómoda, le doy tristeza; qué le voy a hacer, siento que el recuerdo me clava su puñal. En la noche de Olivos sentí la punzada en lo más profundo de mis entrañas; la vida transcurría como en cámara lenta, y una presencia extraordinaria me anticipaba las aflicciones y las alegrías de todos. Y cuando la cadencia de la noche -el chirrido de los grillos, el acelerar de los coches, los gritos de los ferroviarios, el murmullo sordo de las estrellas- en fin, cuando todos los ruidos sugerían que el tren estaba a punto de salir, desde el otro lado de la melancolía, poseído por la presencia, me mandé "Adiós, muchachos". Los mufados del tren, los endurecidos de afuera, muchos lloraron. Y el paro duró en Olivos dos horas y tres minutos... Después el tren no fue ni rápido ni despacio, sino más bien monótonamente, como este subte que no va para ningún lado. El Gallego abrió la ventanilla para capturar en el golpe del aire frío la melodía de Olivos. Yo presentí que había hecho algo lindo, que había tocado las cuerdas del corazón de todos, sin saber quien había tocado las mías. En Retiro, recuerdo una moneda brillante en la mano del ángel. "Es mágica, se transforma en caramelos...", me pareció oirle decir. "No, la magia está en tu sonrisa", creo haberle susurrado a un rosado transparente que se desvanecía en las tinieblas. La barra se desparramó con un "Nos vemos en el cole", hermanados por algo que no pudimos explicar. Yo me quedé triste y solo. Con el correr de los años mi alma, nutrida desde el arrullo de la cuna por una presencia femenina -siempre le fui leal a la que con su sangre me dio vida, las otras no fueron sino seducción, delirios y desvelos-, se volvió versada y despistada. Yo creaba cantando; desparramaba sentimientos pero siempre guardaba uno: la angustia de saber mi alma vacía de la magia de esa noche en Olivos. La barra se juntó por última vez, después de un tiempo demasiado largo, en Ezeiza. El Colorado ya había adquirido el título de tordo. El Flaco lucía su diploma: un tajo flamante que le cruzaba la mejilla, en la verdulería. El Gallego se vino con la jermu y los dos pendejos. Casi lo mato al Narigón: llegó con el pasaje cuando el avión estaba por salir -vaya a saber cómo me lo consiguió gratis. En Montmartre me fue bien. No la conocí a Ivonne pero el franchute que me pasó la vieja me bastó para las madamemoiselles. Una que otra cana apareció en el pelo y seguí cantando bien, sin la presencia. De aquel entonces me quedan un par de memorias gastadas y el as de copas, mi ángel de la guarda en la timba que me mantuvo. Un flujo desbordante, la quintaesencia del agua, me transportó a través del Atlántico. Pasaron los años y ya canoso terminé en un boliche del Village, donde querían que cantase "La Bamba" vestido de gaucho. Me negué y ahora ando por acá, temeroso del reflejo de imágenes abatidas, gambeteando espejos. Otra estación, otras voces: una mamá cansada con una nena de unos cinco años con cara somnolienta y boca pegajosa. Ojalá que la piba encuentre lo que busca; yo rodé como bola sin manija sin hacerlo, pero siento que nos une el estar lejos, tan lejos... Con el corazón lleno le canto a ese ángel, que no figuró en mi disertación de minas pero que, ahora me doy cuenta, siempre estuvo conmigo. Poseído por la presencia, canto como nunca esa añoranza última que ya no será. Le canto de los recuerdos que acuden a mi mente, ahora que me toca a mí emprender la retirada. La argentina, emocionada e intrusa en ese instante congelado en el tiempo, no sabe qué hacer. La mamá le pasa una moneda a la piba. "Désela niña, que canta como Gardel". La piba me la deja en la lata, refulgente como una estrella. Con una mezcla de miedo y emoción, vislumbro la chispa del reconocimiento en sus ojos. A través de la distancia me besa la mejilla con labios helados. "Tu sonrisa... Me acuerdo de tu sonrisa... ¿De dónde sos, de Olivos?". "No, soy colombiana, de Medellín...". "Sí, sos vos, tu sonrisa no cambió nada...". El destino me señala el camino por el que volveré. Mi sombra se despega de mi cuerpo y me entrega a la penumbra florida del anochecer, el del 24. ** Alberto Torchinsky, narrador argentino radicado en Bloomington, Indiana, Estados Unidos. Torchins@nickel.ucs.indiana.edu. === Calma final ============================================================ (Nota del editor: "Calma final", del escritor venezolano Wilfredo Carrizales, es el sexto volumen de la colección "Este mar narrativo", de la Coordinación de Literatura de la Secretaría de Cultura del estado Aragua, Venezuela. Presentamos aquí cuatro relatos extraídos del libro). Taxistoria Cansado, el taxi cerraba los faros y lo vencía el sueño. Lo vivido durante la noche, se le tornaba en su mente mecánica, horrible pesadilla. Viejas que lo apuntaban con descomunales pistolas, conminándolo a entregar el dinero; niños de pegostoso chicle que lo rodeaban, riéndose grotescamente, pasándole las manos mugrientas por toda la tapicería; gigantescos agujeros negros sin fondo que de pronto, se lo tragaban en la esquina menos pensada; matones con ensangrentados cuchillos, cortándole aviesamente los neumáticos; policías con rolos cavernícolas subidos encima de los parafangos, chillando y destrozándole los parabrisas... Sus despertares en medio de ruidos de tuercas flojas y derrames de aceite, lo fueron debilitando y carcomiendo por dentro. Ningún taller mecánico le encontraba remedio a su padecimiento. "La vejez", le decían. La chivera adonde fue a dar decretó su muerte por despedazamiento. *** Hoja de parra Adán se atrevió a salir a la calle, el día en que por fin recibió a vuelta de correo su hoja de parra. Una hoja algo ancha, no muy verde (más bien tirando a parda) y con un pedúnculo anormal, en forma de pinza. Sin pérdida de tiempo, Adán tomó su hoja y se la colgó del pubis. Le dio dos tirones hacia abajo para comprobar su firmeza y por primera vez se encaminó hacia el mundo exterior, desconocido para él. A pesar de que la gente lo miró con sumo estupor, él pensó que se debía a la original de su vestimenta. Sobre todo las mujeres, tuvieron actitudes dispares cuando se lo toparon: algunas se llevaron las manos a la cara, ocultando su vergüenza; otras, lo miraron con una abierta avidez e incluso hubo algunas, bastante atrevidas, que disimuladamente le levantaron la hoja de parra, esperando encontrar debajo un buen racimo. No quedaron defraudadas. En el momento que tres corpulentos enfermeros apresaron a Adán e inmediatamente le pusieron una camisa de fuerza, el expulsado del paraíso intentó protestar, desconcertado, pero sus palabras resultaron ininteligibles para sus captores. Sólo constituyeron una prueba más de su desquiciamiento mental. Tragándose su rabia en la celda del manicomio, Adán maldice el día que recortó el anuncio del diario donde promocionaban: "Hojas de parra. Oferta única". *** Disgregación Cabeza, tronco y extremidades se unen a veces para formar un cuerpo: el mío. Esta unión no dura mucho tiempo, porque cada uno de ellos tiene una afición diferente a las mismas horas. La cabeza gusta bañarse largo rato bajo la regadera; al tronco le agrada tenderse en el jardín a tomar sol; el brazo izquierdo opta por salir presuroso a pedir limosnas en las esquinas, mientras que el derecho entra con decisión a los restaurantes, se ubica bajo las mesas y se da a la agradable tarea de acariciar piernas bonitas de mujeres; el pie derecho siente gran afición por los prolongados paseos sin rumbo fijo y el pie izquierdo no sabe hacer otra cosa que patear traseros de personas gordas. En esos momentos, existo en seis lugares diferentes. *** Llamada nocturna Con terca insistencia, repica el teléfono. Alguien acude a levantar el auricular: "Aló". Suena un disparo. La bala que penetra a través de la ventana abierta se incrusta en el oído del que responde a la llamada telefónica, después de haber traspasado el auricular. El herido de muerte por la bala trastabillea, y luego se desploma pesadamente. El auricular queda colgando de la mesa, oyéndose la voz que viene del otro extremo del hilo telefónico. "Aló. ¿El disparo dio en el blanco?". ** Wilfredo Carrizales, escritor y sinólogo venezolano nacido y radicado en la ciudad de Cagua, Aragua, Venezuela. Actualmente es coordinador de Literatura de la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Estado Aragua. === Recordando a Borges ==================================================== (Nota del editor: Borges ha fallecido, pero hace diez años de eso y la grandeza de su literatura le resta importancia a la poquedad de la muerte borgiana. Jorge Gómez Jiménez ofrece a los habitantes de la Tierra de Letras la presencia de Borges en dos cuentos breves). El jardín de autobuses que se bifurcan a Borges Desde la esquina apareció una silueta que corría hacia la parada de autobuses, desesperada por cobijarse del aguacero. Un anciano, con un maletín negro y un paraguas, miraba la figura con aire aburrido e indolente. -¿Pasó ya el 421? -preguntó el recién llegado entre jadeos. -La verdad, no lo he visto -respondió el anciano. -¿Lleva mucho tiempo esperando? -Más o menos media hora. Han pasado, si mi memoria no me falla, el 417, el 468 y el 389, pero ninguno me lleva hasta la Plaza de San Sebastián. -Es cierto -dijo el otro mientras se secaba el rostro con un pañuelo que le alcanzó cortésmente el anciano-. Es el problema de las ciudades grandes. -¿Y a dónde piensa usted ir con el 421? -preguntó el anciano. -A la Academia de Ciencias. -Uh... -frunció el ceño el anciano-. Si continúa este aguacero, va a empaparse todavía más. -Claro, el 421 me deja en los espacios abiertos de la academia. A lo mejor debería tomar el 459, ¿cierto? -Conozco al chofer -dijo el viejo con un nuevo fruncimiento-, se quedó hoy en cama con un insoportable dolor de oído. -El 311 podría dejarme bastante cerca... -replicó el otro. -Lo dudo. Hace como una semana cambió la ruta por motivo de unas construcciones en la avenida Floriana. -Ahí viene el 421 -dijo el recién llegado viendo el número iluminado en la unidad que se apareció desde la esquina. -No es el 421 -volvió a intervenir el viejo-, vea bien: es el 427. -Viejo... -¿Sí, hijo? -¡Pájaro de mal agüero! -gritó el recién llegado. Dicho esto corrió por la avenida en dirección a la academia, justo en el momento en que el sol empezó a apartar las nubes allá arriba, en el cielo gris de la ciudad. Caracas, 14 de noviembre de 1994. === Borgiana Anoche soñé que era soñado por Borges. En el sueño (el de Borges, quien soñaba a través de mi sueño), Borges podía ver y yo era ciego. Estábamos sentados en un sofá en medio de una reunión. Al parecer nadie se percataba de que estábamos allí sentados (de que Borges estaba allí sentado). Tanto podía ver Borges, que yo, ciego en su sueño dentro de mi sueño, sentía como aguijones molestos las puntas de sus ojos escudriñándome. Borges y yo conversábamos, pero las frases se oían entrecortadas, como si alguien hubiera editado la banda sonora del sueño para eliminar las parrafadas intrascendentes. Sentir sobre mí la penetrante mirada de Borges, me hizo pensar que posiblemente, si hacía un esfuerzo, podría verle la cara y saber cómo son los ojos de un ciego que ha dejado de serlo. Borges me recriminaba el que tantas veces hubiese tratado de explicar sus motivaciones literarias. Me hacía sentir culpable: "Algunas palabras no tienen motivo. Se dicen y ya, se dicen sin la base de una historia pasada, de una cosmogonía". Curiosamente, aunque sabía que lo que Borges estaba afirmando era una falacia proviniendo de él, y aunque tenía, en la mente de ese que era yo en el sueño que Borges tenía dentro de mi sueño, toda una estructura argumentativa con la que destruir la afirmación de Borges, no pude articular palabra. "Si tan sólo pudiera abrir los ojos", pensaba. "Si tan sólo pudiera abrirlos y mirar dentro de los de Borges; si tan sólo pudiera robar un poco de su genio". Borges seguía hablando: "Ustedes, los jóvenes que leen 'Las ruinas circulares' y 'El Aleph' como si estuvieran ante la presencia de una revelación, poseen la impetuosidad demoníaca de la cortedad. Incurren en el delirio de creerse por un momento Borges, y salen a disfrutar de su grandeza". "Pero en cierta forma su grandeza me pertenece", le dije, recobrando el aplomo. "He leído con pasión todos sus libros, todos los que han caído en mis manos, me he ufanado de haberlos leído, más que de haber escrito ficciones inundadas de influencia borgiana". "Borgiana", me interrumpió Borges. "Qué palabreja han inventado ustedes, idólatras indignos de convicción. Parece como si hubiera que designar las cosas extrañas con el apellido de mi familia". "No puede evitarlo, Borges", repliqué. "Es usted el más grande escritor de nuestro tiempo". "He ahí otra imperfección producto del delirio", me respondió. "No existen tales cosas que puedan ser nominadas con los términos 'el más grande' y 'nuestro tiempo'. Quién ha de ser el más grande escritor si hay escritores que fabrican historias sin palabras. Qué tiempo ha de ser el nuestro si nos perdemos en los minutos equívocos de nuestras propias ensoñaciones". Iba a interrumpirle de nuevo, pero no me lo permitió. "Borges, como el sol, no existe sino en la enferma mente de los hombres. El ser real que llamaron Jorge Luis y que llegó a esta locura al filo del siglo diecinueve ha dado paso a un ser ideal, a un hombre soñado por el sueño de los hombres. De ahí que el delirio sea no más que un error, una reconstrucción imperfecta de lo que cada lector quiere que Borges exprese". "Borges, detenga sus reflexiones", le increpé. "Piensa eso ahora que está muerto, ahora que han quedado sus amigos y su viuda para contarnos quién era usted. Pero cuando caminaba por el mundo con los ojos torcidos de tanto mirar a través del Aleph, estaba seguro de su grandeza, estaba seguro de la perfección numérica con la que escribía sus historias". "Amigo", me dijo, "si obtuviera la gracia de un nuevo nacimiento, habría tenido menos seguridades. Respecto a esa perfección numérica de la que habla, tenga cuidado con ciertas expresiones. Algunos textos dan la idea de perfección porque sobrepasan el entendimiento del lector, pero no del lector como generalización, como cifra del departamento de administración de una editorial, sino el lector como individuo sufriente de nuestra producción literaria". "Es que no hay manera de entenderle a cabalidad, Borges". "Por supuesto que sí la hay. Despierte de su sueño y escriba, escriba como si en ello le fuera la vida. Descubra algunos secretos escondidos en los anaqueles de las bibliotecas y divulgue su conocimiento de manera subrepticia; procure que los demás eviten pensar que alardea". "Yo no estoy exactamente en mi sueño. Usted ha invadido mi sueño con el suyo propio. En realidad yo debería estar despierto". "No se haga ilusiones respecto al hecho de estar despierto, amigo. La vigilia es otro sueño que sueña no soñar". Borges se levantó del sofá. De pronto me embargó la sensación de que hacía rato se habían ido las personas de la reunión en la que nos encontrábamos atrapados. Antes de irse, sentí que Borges se volteó de nuevo hacia mí, y le escuché decir: "Lo más importante es que no crea más en mí, ni en ningún otro. Ha de creer sólo en usted, y en sus propias letras". Entonces, Borges se alejó. Pocos segundos después, Borges despertaba del sueño que había tenido dentro de mi sueño. Abrí los ojos y, antes de que el recuerdo se esfumara, escribí esto. 1996. ** Jorge Gómez, escritor venezolano nacido y radicado en Cagua, Aragua, Venezuela. Editor de la revista literaria "Letralia, Tierra de Letras" y ex director de la Peña Literaria Cahuakao. Jorge.gomez@caracas.bbs.ve. ============================================================================ "Así surgió el personal reto de leer sin demora, para lograr una quimérica comprensión superior apuntalada en un simple sofisma: si en cada una de las obras se ocultaba (o se revelaba) lo esencial de una vida, leerlas era una forma de apropiarse de todas las vidas, de experimentar todos los sentimientos, de pernoctar en todos los lugares". Eduardo Liendo, "Los platos del diablo". 1985. === Cómo colaborar con Letralia, Tierra de Letras ========================== Si tiene algún escrito que quiere compartir con los lectores de Letralia, envíelo a Jorge.Gomez@caracas.bbs.ve acompañado de una nota autobiográfica de dos o tres líneas. No olvide incluir su nombre completo, la ciudad desde donde escribe y, si la tiene, su dirección electrónica. Usted puede enviar escritos de amigos que no tengan acceso a la red, siempre que la acompañe de los datos mencionados referentes al autor. No revisaremos materiales que no vengan debidamente identificados. POR FAVOR: No nos envíe una novela ni ningún escrito que sobrepase los 50Kb, a menos que llegue a un acuerdo sobre esto con nosotros. Tampoco aceptamos material no literario. El editor se reserva el derecho de publicar o no el material recibido. En cualquier caso intentamos no hacer una revista odiosamente larga. También puede enviarnos su material vía fax llamando en horas de oficina al 58 44 76512 o por correo a: Calle Ayacucho Norte, Nº 41-08, entre avenidas Pichincha y Bermúdez, # 41-08. Galpón de Editorial El Tabloide. Cagua, 2122, Aragua, Venezuela. === Las casas de la Tierra de Letras ======================================= Si usted no está suscrito a Letralia, o si está suscrito pero le falta algún número, puede conseguir las ediciones en los siguientes sitios, a donde llegan simultáneamente con su aparición. Sitio de RedIRIS http://chico.rediris.es/archives/ Bibliosoft BBS Librería de archivos "Revista Letralia" y conferencia de mensajes "Peña Literaria". Maracay, Aragua, Venezuela. Teléfono: 58 43 455958. Caracas Computer Exchange (CCX) BBS Librería de archivos "Letralia", opción 6 de la sección "Prensa". Caracas, D.F., Venezuela. Teléfono (máster): 58 2 9538144. Atarraya (lugar de reunión de los venezolanos en Internet) http://venezuela.mit.edu/atarraya *** Si usted ha subido las ediciones a algún otro sitio dentro o fuera de Internet, por favor háganoslo saber para incluirlo en esta lista. ############################################################################ # Letralia es un servicio de la Red Académica Española (RedIRIS) a la # # Comunidad Latinoamericana de Internet. # ############################################################################ Atentos: nuestra próxima edición circula el lunes 15 de julio de 1996.