~~~~~~~~~~~~~~~ Año VIII Cagua, Venezuela Nº 112 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 16 de agosto de 2004 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | "Una fábula oriental", Jorge Gómez Jiménez. | Editorial | Homenaje a Julio César López. / Frida cincuentenaria. / | Breves Hip-hop en La Habana. / Literatura y periodismo. / | Libros usados. / Mujeres de la ópera. / La hoja florisa. | / Cursos en Lima. / La Serenata de Cevallos. / Cortázar | nonagenario. / Cenal prorroga. / Aprendiendo sobre | obturadores. | | Embajada venezolana en China celebró independencia. / | Noticias Escritores dominicanos se agrupan en Sodes. / Muere | Henri Cartier-Bresson a los 95 años de edad. / Fundación | Miguel Hernández recibe más de 5.000 documentos. / | Falleció la escritora venezolana Lydda Franco Farías. / | Homenajes a Cortázar a 90 años de su nacimiento. / | Bogotá celebra aniversario con un atlas histórico. / | Viuda de Octavio Paz desmiente a funcionaria del | gobierno mexicano. / Gobierno español aporta fondos para | traducciones. / Más del 60% de los idiomas del mundo | pueden morir. / Instituto Mario Vargas Llosa emite | veredictos de sus concursos. / Crean la Academia Chilena | de Literatura Infantil y Juvenil. / Gobierno venezolano | obsequió 3 millones de libros. / México recuerda a | Gilberto Owen. / Expertos del PNUD dan especial | importancia a la integridad cultural. / Escritora | argentina Claudia Piñeiro gana el premio | Norma-Fundalectura. / Éxito editorial de Fernando Báez | es presentado en Venezuela. / Cinemateca ecuatoriana se | digitaliza. / Leer x Leer: gobierno argentino distribuye | libros. / Demandan protección para Oscar Collazos y | Harold Alvarado Tenorio. / Muere a los 93 años de edad | el escritor polaco Czeslaw Milosz. / Restos de Dora | Gómez Bueno de Acuña regresan a su pueblo natal. / Nueva | York tendrá una sala exclusivamente para cine latino. / | Aparecerá en septiembre la novela póstuma 2666, de | Roberto Bolaño. / Realizarán en Argentina la Feria de | Anticuarios 2004. / Encuentro de Escritores de Béjar | tendrá a Cervantes como figura central. / Realizarán en | Barcelona el festival Kosmópolis 04. / Estrenan en Las | Palmas de Gran Canaria obra del venezolano Gustavo Ott. | / Realizarán en Perú encuentro de revistas de arte y | literatura. / Narradores orales se reunirán en | Montevideo. / Convocan a autores centroamericanos a | participar en proyectos. | | Club de Libros | Literatura http://www.clubdelibros.com | en Internet | "De la justicia y la locura", José Repiso Moyano. / | Artículos y "Poetas en Tránsito: la subversión del optimismo | reportajes conspira en Caracas", Héctor Torres. / "Un quelonio en | mi jardín", Miguel A. Schmucke P. / "Mi Kierkegaard", | Carlos Barbarito. / "Cuatro libros, cuatro poetas, | cuatro profesionales", Mauricio García Araujo. | | "El poder de la fantasía", Víctor Montoya. / "La lucha | Sala de ensayo por los Derechos de la Mujer", Jorge Majfud. | | Poemas de Enio Escauriza. / "Como la patria de los | Letras parias", Víctor Bustamante. / "Pausas", Alejandra | Villarreal. / Dos relatos de Vanessa Ordovás García. / | Poemas de Déborah Cordero Rivero. / Dos cuentos de | Gricel Ávila Ortega. / "Hadado", Roberto Aguirre Molina. | / "Butter", Jorge Zavaleta Balarezo. / Seis poemas de C. | A. Campos. / "Paisaje sin batalla", Sergio Borao Llop. / | Poemas de Juan Beat. / "Elegía", Javier Warleta Alcina. | / Tres poemas de Alfredo Ascanio. / Dos cuentos de | Carlos Briones. / "Versos para Eva Luna", Antonio | Esteban González. / "A la sombra", Esteban Lijalad. | | "El siglo de oro de la poesía taurina", Salvador Arias | El regreso Nieto. / "Las fugas paralelas", Octavio Vinces. / | del caracol "Memoralia", revista de la Unellez. / "Paraíso | matorral", Mark Ostrowski. / "Animal pedestre", Néstor | E. Rodríguez. | | Quiero escribir mi historia. / Caballero Bonald descubre | El buzón poco y nada. / Buscando a Siglo XXI. / Fraude y | compadrazgo. | | William Gibson. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/servicios/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/servicios/archivo.htm =========================== CONCURSOS LITERARIOS ========================== Reciba anuncios de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestro exclusivo servicio gratuito. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a: letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com O, si lo prefiere, visite nuestra sección de concursos en el Web: http://www.letralia.com/agenda/concursos === Editorial Una fábula oriental ==================================== Lungjuen, Tientung, Tungchun, Nanning, Liuchow y otras 25 prisiones de Kwangsi dieron hospedaje por catorce meses, entre 1942 y 1943, a Nguyen Tat Than. Vejado, separado de los suyos, arrastrado a mazmorras infames tras una carambola de la convulsa política de la época, recorre a pie los parajes que lo conducen de prisión a prisión, vigilado por sus captores. Un día escribe: "Recitar poemas nunca ha sido uno de mis hábitos, / Pero ahora en prisión, ¿qué otra cosa puedo hacer? / Pasaré estos días de cautiverio escribiendo poemas, / Y cantándolos acercaré el día de mi libertad". Así, Nguyen Tat Than, conocido entre los suyos como "el que ilumina", o Ho Chi Minh, en su lengua, descubrió que la literatura podía convertirse en la tabla de salvación para los días duros. Escribió en total 101 poemas, que han llegado a nosotros en un poemario convenientemente llamado Diario de la prisión. Los escribió en chino, pues suponía que si usaba su idioma alarmaría a los carceleros. Sabido es que la palabra siempre alarma a los carceleros. Así que para acercar el día de su libertad, Ho Chi Minh escribe poemas sobre la libertad. Llama caballos a sus piernas: "Mis dos caballos han estado trotando todo el día sin parar. / Ya anochecido, me dan a probar un pollo asado / Con guarnición de piojos y frío. / Por fin, el canto de la oropéndola anuncia la llegada del alba". En ocasiones disfruta de momentos parecidos a la libertad: "Los enemigos llegaron rugiendo en el cielo. / Todo el mundo abandonó sus casas y huyó en busca de refugio. / A causa del ataque, fuimos sacados de la prisión. / Fuera, nos sentimos felices". No somos excesivos al decir que para Ho Chi Minh fue la literatura una tabla de salvación. Liberado pero bajo vigilancia en 1943, carece sin embargo de los medios para regresar a Vietnam, donde sus compañeros de la Liga para la Independencia, el Vietminh, lo suponen muerto. Reside con grandes dificultades en Liuchow hasta que, en 1944, su amigo Vo Nguyen Gap lo reconoce en unas líneas manuscritas en el margen de una página de un periódico de la región. Poco después, aferrado a esa tabla, se reencuentra con los suyos y regresa a Vietnam. Escribe entonces: "Las nubes abrazan a las cumbres, y las cumbres abrazan a las nubes. / En el valle, el río brilla como un espejo, limpio e inmaculado. / Libre, cruzo las crestas de la Cordillera Occidental camino del sur, / Y el corazón late con fuerza pensando en los antiguos camaradas". El resto es historia. Al rendirse Japón al año siguiente, dando término a la segunda guerra mundial, el Vietminh toma el poder y proclama la República Democrática de Vietnam en Hanoi, designando presidente a Ho Chi Minh. Tenía sin embargo 52 años y sabía que no bastaba con las letras para construir la libertad que anhelaba. Quizás por eso en uno de sus oscuros días escribe: "No eres más que un simple gallo, / Pero cada mañana, con tu canto, anuncias el alba / Despertando a la gente de sus sueños. / Tu misión es importante". Jorge Gómez Jiménez, editor http://www.letralia.com/jgomez === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo qu tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/agenda/concursos Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Homenaje a Julio César López. El 31 de julio falleció, a los 78 años, este poeta, ensayista, editor y docente puertorriqueño. En su homenaje, la Página del Poeta Invitado, sitio que corre bajo la responsabilidad de Alberto Martínez Márquez, ha publicado una selección de sus poemas. http://www.geocities.com/poeta_invitado/julio_cesar_lopez.html Frida cincuentenaria. Hace medio siglo murió la artista mexicana Frida Kahlo, y el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México la recuerda con una exposición en la que el público podrá apreciar 16 de sus pinturas y fotografías, así como objetos personales, libros y cartas. La exposición, inaugurada el 4 de agosto, estará abierta hasta el mes de octubre. http://mexico.udg.mx/arte/palacioba Hip-hop en La Habana. Desde el sábado 14 y hasta el próximo domingo 22 de agosto se desarrolla el X Festival de Hip-Hop de La Habana (Cuba). Auspiciado por el Instituto Cubano de la Música y la Dirección de Cultura de La Habana y organizado por la Asociación Cultural Hermanos Saíz, el festival cuenta con la participación de agrupaciones de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Martinica, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Suiza y Venezuela, así como otras 25 de la isla caribeña. Asociación Hermanos Saíz, Casa del Joven Creador Calle Maceo #108 entre las de Bartolomé Massó y Donato Mármol La Habana, Cuba Literatura y periodismo. Desde hoy, y hasta el próximo viernes 20, se realiza en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) el taller "Literatura para periodistas y periodismo para escritores", dictado por el escritor español Santiago Roncagliolo, finalista del Premio Herralde de Novela 2003 y Joven Talento FNAC 2003. El taller ha sido organizado por la revista Etiqueta Negra con el auspicio de la Carrera de Periodismo de la mencionada casa de estudios, en cuya sede de Monterrico se desarrolla. Teléfonos: 4401404 / 4413693. Correo electrónico: productora@etiquetanegra.com.pe Libros usados. Hoy se inaugura en el Centro de Extensión de la chilena Universidad de Talca la Feria del Libro Usado, evento que se desarrollará hasta el viernes 27 de agosto y que comprenderá -además de la venta de libros y la realización de conferencias y recitales- actividades teatrales, pictóricas y hasta una exposición de cómic. Organizada en conjunto con la Agrupación de Libreros Independientes e Itinerantes La Repisa, se mantendrá abierta al público entre las 9 de la mañana y las 8 de la noche. http://www.utalca.cl Mujeres de la ópera. El próximo viernes 20 de agosto, a las 10 de la mañana, la Biblioteca Nacional José Martí, de La Habana (Cuba) presentará la conferencia "Personajes femeninos en la ópera" por Roberto Reloba Quinteiro, director del Festival de Música Aremove y del Conservatorio Superior de Música de Vigo (España). La actividad se desarrollará en la Sala de Novedades de la mencionada institución. Biblioteca Nacional José Martí Avenida Independencia y 20 de Mayo Plaza de la Revolución. Apartado Postal 6881. La Habana. Cuba La hoja florisa. Tal es el título del cuento del escritor panameño Samuel Bassán M., que será presentado el próximo 23 de agosto en Montevideo (Uruguay), en un evento organizado por la ONG Centro Cultural por la Paz e Integración (Cecupi), la Unesco y el proyecto "Libro sin Tapas", según informó María Mesa. En el cuento de Bassán, un grupo de distintos seres de la naturaleza trabajan en común en amorosa integración para salvar a la heroína Florisa. poetas_int@yahoo.com.mx Cursos en Lima. El Centro Cultural de España en Lima está invitando a sus cursos "Arte contemporáneo español (1979-2003)", a cargo de Manuel García -profesor, crítico de arte, curador y ex director del Espai d'Art Contemporani de Castellón, España-, y "Apuntes rápidos de imágenes contemporáneas", a ser dictado por el pintor valenciano José Morea. Ambos cursos se desarrollarán entre el lunes 23 y el viernes 27 de agosto; el primero entre las 10 de la mañana y las 12 del mediodía y el segundo entre las 3 y las 5 de la tarde. http://www.aeci.org.pe/centrocultural La Serenata de Cevallos. El miércoles 25 de agosto, a las 7 de la noche, en el Gran Hotel Guayaquil, de Ecuador, se presentará esta novela del escritor Petronio Rafael Cevallos. La novela ostenta, según Jaime Montesinos, "un despliegue premeditado de géneros, discursos, estilos, jergas, niveles culturales, personajes y situaciones, sometiéndolos a lo paródico y satírico". La novela ha sido publicada ya en entregas semanales, durante el año 2001, en la edición electrónica del diario El Expreso de Guayaquil. Gran Hotel Guayaquil Boyacá entre Ballén y 10 de agosto, Guayaquil Teléfonos: 2329690 - 2304970 Cortázar nonagenario. El pasado 3 de agosto fue presentada, en la Casa de las Américas, en La Habana (Cuba), una reedición del número 145-146 de la revista de esa institución cultural, que originalmente circuló en julio de 1984 completamente dedicada a Julio Cortázar, en ocasión de su muerte. Esta vuelta traerá sólo el dossier dedicado al escritor bajo el título "Para, de, con Julio Cortázar", que reúne un conjunto epistolar del autor y el aporte testimonial de más de una decena de intelectuales de Iberoamérica. http://www.casa.cult.cu Cenal prorroga. El Centro Nacional del Libro (Cenal) de Venezuela ha extendido hasta el 27 de agosto el plazo para recibir las obras que optarán por el Segundo Premio Nacional del Libro 2003. Este galardón fue creado para destacar el valor del libro como unidad de contenido y forma y para fomentar el interés en favor de la lectura y el acceso al libro a toda la población. La distinción otorgará reconocimientos a cada uno de los participantes de las obras ganadoras: editor, impresor, diseñador, coordinador editorial y autor, entre otros. http://www.cenal.gov.ve/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=80 Aprendiendo sobre obturadores. Están abiertas las inscripciones para el curso-taller de fotografía que dictará el arquitecto Fausto Ortiz en la Casa de Arte de la dominicana ciudad de Santiago. Las clases se impartirán entre 6 de la tarde y 8 de la noche, desde el martes 31 de agosto, y durarán 8 semanas. Casa de Arte, Inc. Calle Benito Monción #46, Santiago Teléfono: 5835346. Fax: 4177839 Correo electrónico: casaarte@tricom.net ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Embajada venezolana en China celebró independencia Con motivo de los 193 años de la firma de la Declaración de la Independencia de Venezuela, la embajada de este país en China presentó en su sede, el pasado 5 de julio, una muestra de once retratos de próceres y famosos pensadores del período independentista, según informó el agregado cultural de la misión diplomática, el escritor Wilfredo Carrizales. Los retratos son obra del pintor Zhang Fenghong, quien empleando la técnica tradicional china realizó dos retratos del Libertador Simón Bolívar, dos del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, dos del Generalísimo Francisco de Miranda, uno de José Antonio Páez, uno de José María Vargas, dos de Simón Rodríguez y dos de Andrés Bello. En la galería de la Embajada de Venezuela también se mostró un conjunto de fotografías de paisajes cedidas especialmente por el Grupo Diafragma de la ciudad de Maracay, capital del estado Aragua. Finalmente hubo un brindis para el numeroso público, compuesto por representantes de las embajadas acreditadas en China, funcionarios de alto rango del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, amigos chinos de los círculos culturales, artísticos, medios de comunicación y representantes de empresas, así como venezolanos residentes en Pekín. Igualmente, para darle continuidad a la serie de eventos programados este año con motivo del trigésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Venezuela, que se cumplió el pasado 28 de junio, el miércoles 7 de julio, a las 7:30 de la noche, se celebró en el auditorio del Departamento de Medicina de la Universidad de Pekín un recital de música venezolana para piano, a cargo de la joven pianista china Chen Rusi. Aventajada estudiante a punto de egresar del Instituto de Música de Pekín, Chen Rusi interpretó magistralmente valses y joropos de los compositores venezolanos Moisés Moleiro, Evencio Castellanos, Rafael Saumell (hijo), Salvador Llamozas, Juan Vicente Lecuna e Ildefonso Meserón y Aranda. La presentación del recital, de la pianista y una breve introducción de la música venezolana para piano estuvo a cargo de Carrizales, quien destacó que ésta es la primera vez que una pianista china interpretaba piezas del repertorio musical venezolano. El recital fue organizado por la Misión Diplomática venezolana con la cooperación del Departamento de Medicina de la Universidad de Pekín y la Asociación de Postgraduados. Numeroso público, especialmente estudiantes y profesores, se dio cita esa noche para disfrutar del evento. *** Escritores dominicanos se agrupan en Sodes A mediados del pasado mes de julio se conformó la Sociedad de Escritores y Escritoras (Sodes) de República Dominicana, que agrupará a poetas, historiadores, compositores y dramaturgos a fin de velar por el reconocimiento social de sus miembros, según nos informó el escritor Juan Freddy Armando (Hato Mayor, 1951), presidente de la naciente organización, en la que le acompañan Salvador Gautier, Ángela Hernández, Roberto Cassá, Antonio Acevedo, Alejandro Arvelo y Ana Gómez. Sodes tendrá como objetivos defender los derechos de los escritores, estimularlos a desarrollar sus creaciones y luchar por que reciban el justo reconocimiento social y el justo precio por sus aportes. Su creación obedece a diversas razones, como "la experiencia amarga y triste" del devenir literario dominicano -cuyos exponentes padecen "penurias económicas, de desánimo y desestímulo a su trabajo, porque la sociedad los concibe como unos parias inútiles"-, la "pésima" calidad de la enseñanza de las letras en el país y la necesidad de suprimir el "pleito interno permanente" en que según ellos se mantienen individualidades del colectivo literario dominicano. Armando añadió que Sodes pretende iniciar la búsqueda una respuesta a las "siempre escasas y costosas" oportunidades de publicar, limitadas casi exclusivamente a ediciones personales o como dotación por premios literarios, que suelen materializarse con retardo; y, por último, la organización enfocará esfuerzos hacia el estímulo al lector. Concebida como una "entidad funcional, con influencia en la sociedad y que sea capaz de conseguir beneficios para los escritores y contribuir al desarrollo cultural, artístico e intelectual de nuestro país", Sodes se propone lograr, para sus asociados, beneficios sociales como seguros de vida, médico, de accidentes personales y otros; la creación de un centro social similar a los que tienen otros profesionales; el establecimiento de vías para elevar la situación social de los escritores y el contacto con centros de estudios para difundir la literatura dominicana. Además la organización llevará a cabo acciones para la preparación profesional de los escritores, mediante estrategias como la participación en eventos culturales, la gestión de becas internacionales y de plazas en congresos, seminarios y otros encuentros intelectuales y la interacción con sociedades similares en otros países. Finalmente, Armando señaló que la nueva entidad desarrollará esfuerzos para mejorar el mercado del libro en República Dominicana, a través de un sistema que asegure la venta de los libros, discos y otras creaciones y en el que participen especialistas y organizaciones con aportes económicos que permitan financiar actividades para esos fines; igualmente, se establecerán acuerdos con librerías, autoridades gubernamentales, imprentas, editoriales y entidades internacionales que faciliten la obtención de fondos para la publicación. Para establecer contacto con Sodes u obtener mayor información, escríbale a Juan Freddy Armando, a la dirección electrónica juanfred@tricom.net. *** Muere Henri Cartier-Bresson a los 95 años de edad Debilitado y sin comer en los últimos días, el francés Henri Cartier-Bresson, uno de los padres del fotoperiodismo moderno, murió el lunes 2 de agosto en su casa de l'Isle-sur-la-Sorgue, al sureste de Francia, según comunicó la familia del artista a medios franceses el miércoles 4, después de sepultarlo en ceremonia privada siguiendo su voluntad final. Nacido en la localidad de Chanteloupe, en las afueras de París, el 22 de agosto de 1908, en una familia de industriales, Cartier-Bresson se interesó desde pequeño por la lectura, el dibujo y la pintura, que perfeccionó con el cubista André Lhote. A los 22 años se marchó a Costa de Marfil, donde tomó sus primeras imágenes. De vuelta a Francia, en Marsella, compró una cámara Leica y entró en contacto con los surrealistas que tenían su centro en París. Trabajó como asistente de directores de cine, como Jean Renoir y Jacques Becker. En 1931 viajó a África, donde vivió como cazador durante un año, tras lo cual regresó a París para comenzar su carrera fotográfica. Fue entonces cuando encaminó su trabajo hacia el fotorreportaje, una orientación ya presente en un documental de 1936 sobre los hospitales de la España republicana. Capturado por los nazis en 1940, logró escapar tres años más tarde desde un campo de prisioneros e inmortalizó con su cámara la liberación de París antes de fundar con Robert Capa y David Seymour, en 1947, la célebre Agencia Magnum, que se convertiría en sinónimo de impacto en fotografía periodística. Cubrió diversas guerras y grandes acontecimientos históricos durante tres décadas y fue el primer fotógrafo occidental que pudo entrar en la Unión Soviética en 1954, tras la muerte de José Stalin; cubrió la victoria de Mao Zedong en China y la muerte de Mahatma Ghandi en la India. Cartier-Bresson es reconocido internacionalmente por su revolucionaria técnica callejera, y su obra cuelga actualmente en las más prestigiosas galerías en todo el mundo. Se le deben expresiones como "momento decisivo" para describir esa fracción de segundo que genera la oportunidad de convertir una foto en una imagen icónica. Las celebridades que posaron ante su cámara incluyen al pintor Henri Matisse, la cantante Edit Piaff y los duques de Windsor. En 2000 había creado con su mujer, Martine Frank, la fundación que lleva su nombre, para reunir su obra y crear un espacio de exposición abierto a otros artistas. Se había despedido simbólicamente el 16 de julio de 2003, cuando asistió a la inauguración de la mayor exposición antológica suya jamás montada, con una retrospectiva absoluta a manera de homenaje por sus 95 años. *** Fundación Miguel Hernández recibe más de 5.000 documentos La nieta de la crítica literaria María de Gracia Ifach, Margarita Roig, cedió este 2 de agosto más de 5.000 documentos a la Fundación Cultural Miguel Hernández, de Orihuela, Alicante, entre los cuales figuran la correspondencia mantenida entre el poeta y su mujer Josefina Manresa, fotografías inéditas del estreno de la obra teatral El labrador de más aire, y una gran cantidad de imágenes. Además, el legado comprende los originales de las ediciones hernandianas que realizó María de Gracia Ifach, como la primera edición de las prosas poéticas de Miguel Hernández (1958) o sus dos biografías (1975 y 1982); la edición de las fundamentales primeras obras completas publicadas en Argentina en 1960; numeroso epistolario con editores, como Gonzalo Losada, Elvio Romero o Enrique Badosa y con hernandianos como Concha Zardoya y Manuel Molina, indicaron las mismas fuentes. Asimismo, el lote de documentos incluye contratos de edición, todos sus trabajos relacionados con Miguel Hernández, un gran archivo de recortes de prensa sobre el poeta, un sobre con poemas de prestigiosos escritores dedicados al creador alicantino y una interesante carpeta con fichas realizadas por la también estudiosa hernandiana Marie Chevallier. Aparte de este importante material relacionado con el poeta también ha sido cedido para su digitalización y difusión parte de la obra de creación de María de Gracia Ifach, como cuentos, artículos de crítica literaria sobre poetas como Manuel Machado, Concha Zardoya, Ricardo Blasco o José Hierro. Destaca la constante labor de Ifach en difundir la obra de José Luis Hidalgo, del que Margarita Roig Ribes ha cedido diversas fotos inéditas, así como un dossier sobre el poeta León Felipe. Ifach tenía en cartera dos proyectos editoriales como compiladora. Son dos antologías, una de poesía belga y otra de poesía española contemporánea, que no fueron publicadas. Todo el material cedido, una vez catalogado, será puesto a disposición de los estudiosos en la Sala Hernandiana de la Biblioteca Pública del Estado en Orihuela y a través de la Biblioteca Virtual Hernandiana. La fundación pretende rendir su particular tributo de "reconocimiento y gratitud" a María de Gracia Ifach en los próximos meses, al igual que al escritor oriolano Ramón Sijé, cuyo archivo también fue cedido recientemente a la entidad. Estas actividades se enmarcan dentro de la labor desarrollada por la institución para reconocer y homenajear a los amigos y estudiosos del poeta oriolano. Recientemente, el Ministerio de Cultura de España concedió a la Fundación Miguel Hernández una subvención de 6.000 euros para la ejecución de la segunda fase del proyecto Ciberpoesía (http://www.ciberpoesia.com), una iniciativa que nació en 2003 con la idea de potenciar y difundir en cualquier lugar del mundo, a través de las nuevas tecnologías, la poesía hispana. El proyecto consiste en la creación de un sitio web con tres secciones: poesías visuales, ciberpoemas y envío de poemas. El apoyo del ente gubernamental permitirá a la fundación incrementar la oferta de secciones. *** Falleció la escritora venezolana Lydda Franco Farías A los 61 años de edad falleció el pasado 2 de agosto, a las 8 de la mañana, la escritora venezolana Lydda Franco Farías, víctima de un paro cardíaco sufrido en su residencia en el estado Zulia. Franco sufría problemas de diabetes e hipertensión. Los actos velatorios se realizaron en una funeraria de la ciudad de Maracaibo, y el martes 3 la escritora fue sepultada en el cementerio Jardines del Edén, donde descansa su hija Mirna. Premio Regional de Poesía, Franco Farías había nacido en 1943 en la Sierra de San Luis, en el estado Falcón, aunque se radicó en Maracaibo en 1963. Cinco de sus libros quedaron inéditos y se unen a otros siete que llegó a publicar. Su esposo por cuatro décadas, el zuliano José Zabala, la recordó como "una escritora bastante prolífica". La pareja se conoció en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia. "Me gustó mucho su espíritu rebelde, su forma de ser, que la hacían una mujer extraordinaria". William Estany, hijo adoptivo de la poeta, refirió que hasta el último momento mantuvo su actividad. "Ella fue invitada especial en Caracas para la Semana Internacional de la Poesía. A pesar de que se encontraba delicada de salud, siempre siguió escribiendo". Su último libro en vida fue Antología poética, publicado en 2002 y contentivo de 344 páginas. Además había publicado Poemas circunstanciales (1965), Summarius (1985), Recordar a los dormidos (1994), Descalabros en obertura mientras ejercito mi coartada (1994), Bolero a media luz (1994) y Una (1998). "Vestida siempre de guajira", recuerda el poeta guariqueño Alberto Hernández, "ataviada con la rebeldía de la siempre adolescente, Lydda Franco Farías formó parte de una de las generaciones más irreverentes de nuestro país, allá en su Zulia adoptiva. Con un grupo de alzados contra el mundo, la gorda amiga, plena de gozo verbal y espiritual, hizo la tarea de enfrentarse a los desmanes de quienes siempre se han creído poderosos cuando llegan a la cúspide política". Como temprano homenaje póstumo a Franco Farías, el 11 de agosto la Peña Literaria de la Casa de la Poesía de Maracaibo develó, en su acostumbrada cita de los miércoles en Corpozulia, un retrato de la poeta elaborado en creyón por el artista Gustavo Raffe. "La Casa de la Poesía realiza un reconocimiento postmortem a sus poetas, por eso sus cuadros forman parte de la colección", comentó Xiomara Rivas, directiva del grupo, que anunció la próxima realización de un recital poético y una exposición pictórica, también en homenaje a la poeta fallecida. *** Homenajes a Cortázar a 90 años de su nacimiento La muestra "Presencias", en homenaje al escritor argentino Julio Cortázar por el 90º aniversario de su nacimiento, fue inaugurada el pasado miércoles 4 de agosto en el Centro Cultural Recoleta, en Buenos Aires, ante una nutrida presencia de representantes del mundo de la cultura. Una coproducción entre la Fundación Internacional Argentina, presidida por Teresa Anchorena, y el Centro Recoleta, la muestra se compone de 150 fotografías inéditas, pertenecientes a colecciones privadas, y fragmentos de la obra de Cortázar, de cuyo nacimiento se cumplirán 90 años el 26 de agosto, y de cuya muerte se conmemoraron 20 años el pasado 12 de febrero. La exposición recorre el compromiso de Cortázar con la literatura, la política y la traducción. Se expone, entre otros títulos que tradujo, Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar. Hay, además, primeras ediciones de libros del consagrado escritor, que hoy resulta tarea imposible localizar hasta en librerías de viejo de Buenos Aires. A eso se suman cinco videos y 25 documentales que permiten disfrutar la voz y la imagen de Cortázar en entrevistas y lecturas, así como una serie de piezas teatrales que se estrenarán en forma paralela a la muestra. La primera de ellas es Torito, inspirada en el cuento de Cortázar y realizada por Oscar Araiz y Renata Schussheim. También se presentarán Los reyes, que dirigirá Héctor Levy Daniel y cuya sala aún no está determinada, y Ceremonia de ausencia, cuya fecha de estreno aún no está prevista. Las salas de la muestra son la Cronopios y la C. En una de ellas, se ha instalado una pequeña biblioteca con dos mesas de lectura, donde se expondrán las obras de Cortázar en sistema Braille, para no videntes. Habrá también otras ediciones en portugués. La exposición se mantendrá abierta al público bonaerense hasta el 12 de septiembre, cuando partirá rumbo a la sede del Museo de Bellas Artes en Neuquén. De carácter itinerante -estuvo ya en Bogotá, Cochabamba y la provincia patagónica de Santa Cruz-, en noviembre acompañará el desarrollo del III Congreso de la Lengua, en Rosario. Tras su paso por la Argentina y ser exhibida en Perú, la intención de la fundación es llevarla a comienzos del año próximo a Europa. Tres países, según Facundo de Almeida, coordinador de la exhibición, han mostrado su interés como anfitriones: España, Francia y Bélgica, país en que nació Julio Cortázar, hijo de padres argentinos. *** Bogotá celebra aniversario con un atlas histórico Un grupo de arquitectos e investigadores colombianos publicó a principios de este mes el Atlas histórico de Bogotá 1538-1910, en el que se reseña los cuatro primeros siglos de la capital de Colombia, ciudad de cuya fundación se cumplió 466 años el pasado 6 de agosto. La obra, de 566 páginas, fue publicada por la Corporación La Candelaria, organismo de la alcaldía bogotana creado en la década de 1960 para proteger el centro histórico, y que en 2000 amplió su función a defender el patrimonio urbano. El libro contiene diez mapas plegables y tablas cronológicas que señalan los sitios en los que quedaban gobierno, iglesia, educación, cultura, puentes, acueductos, baños públicos, comercio, mercados, fábricas y otros sitios desaparecidos. El arquitecto Alberto Escovar Wilson-White, coautor del Atlas, dijo que "los historiadores de Bogotá nunca se tomaron el trabajo de llevar un registro riguroso". Por eso se buscó "conciliar las fuentes documentales" y elaborar "una obra de consulta sobre la historia del desarrollo de la ciudad durante sus primeros cuatro siglos de existencia", a la manera del Atlas histórico de Madrid o el de otras ciudades europeas. Sin embargo, durante sus tres años de labor, los autores se encontraron con que los archivos de la ciudad, fundada en 1538 por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada, se quemaron sucesivamente en 1542, 1792, 1900 y 1948. "La información del siglo XVI es precaria. No sabemos con exactitud qué tamaño tenía la ciudad", explicó el arquitecto e historiador. Por si fuera poco, era imposible hallar el plano más antiguo de la ciudad, hecho en 1791 por el ingeniero militar Domingo Esquiaqui por orden del virrey José de Ezpeleta, que terminó en una subasta en Londres. Los autores decidieron hacer el corte cronológico en 1910, por ser una especie de hito: se conmemoró el primer centenario de la Independencia con una exposición científica; pasó el cometa Halley, una de las primeras relaciones de los habitantes de la altiplanicie bogotana con lo que pasaba en el mundo, y los bogotanos se sublevaron contra los empresarios estadounidenses del tranvía por el mal servicio, en una primera reacción antiestadounidense. En el Atlas no se habla de política o de guerra, pero sí de cuándo los habitantes comienzan a bañarse o cuándo llegan los primeros sanitarios, lo que supuso una revolución, pues antes los residuos se lanzaban por las ventanas hacia la calle y la mayoría de la gente acudía -no muy a menudo- a los baños públicos. Escovar destacó que figuran también los barrios obreros, "de los que normalmente no se ocupan los libros de lujo" y también "muchos hombres que fueron importantes pero anónimos, como constructores y albañiles". Según el arquitecto, en los primeros siglos "ya existían los barrios de invasión, ya que las grandes haciendas ocupaban las partes planas y las clases pobres no tenían más remedio que vivir encaramados en los cerros, que quedaron erosionados y el agua por poco se acaba". Anotó que "de la fundación a los 100.000 habitantes pasaron más de 300 años, pero desde 1910 a 1948 la población se quintuplicó a 500.000 y desde aquí a 1960 se duplicó". Bogotá ahora tiene 7 millones de habitantes y el casco antiguo "está mutilado, desmembrado y abandonado en algunos sectores", pero aun así es el principal centro administrativo del país. El siguiente corte histórico de la obra se planea para 1948, cuando se produjo el "Bogotazo" por el asesinato del político Jorge Eliécer Gaitán. *** Viuda de Octavio Paz desmiente a funcionaria del gobierno mexicano A principios de mes, Sari Bermúdez, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, declaró a la prensa mexicana que la Fundación Octavio Paz, en la persona de la viuda del poeta, Marie José Paz ("mujer a la que admiramos profundamente", matizó Bermúdez), cuenta ya con un edificio para emplearlo como sede. Sin embargo, este 5 de agosto Paz desmintió a Bermúdez en un comunicado enviado a la prensa. "Me han quitado todo", aclaró la viuda del autor de El laberinto de la soledad. Además de refutar las afirmaciones de la funcionaria, Paz adelanta la posibilidad de crear un "consejo internacional, en Estados Unidos o Europa" para salvaguardar la memoria y el acervo del poeta mexicano, y anunció que el Premio Octavio Paz de Ensayo y Poesía será dado a conocer en noviembre, auspiciado por la Asociación Amigos de Octavio Paz al igual que el año pasado. Paz falleció en 1998 en la Casa de Alvarado, en Coyoacán. Dicho inmueble albergó a la Fundación Octavio Paz, creada en 1997 por iniciativa del presidente Ernesto Zedillo, pero ahora se convertirá en la sede de la Fonoteca Nacional. Sin embargo, concluido el sexenio de Zedillo, ahora a Vicente Fox parece no importarle el legado del poeta, lamenta su viuda: "Me parece que México tiene una deuda con Octavio Paz, pero quizá los encargados de las instituciones culturales no piensan así". Una vez disuelta la institución, en mayo de 2003, por desacuerdos entre Marie José y el patronato, la casa fue devuelta al gobierno. La ruptura dio origen a la Fundación para las Letras Mexicanas, mientras que Marie José Paz anunció la reinstauración de la que llevaba el nombre de su esposo. Fue justamente en la Casa de Alvarado donde, tras una ceremonia en la que se evocó una y otra vez la figura de Paz para anunciar la creación de la Fonoteca Nacional, Bermúdez afirmó que "después de que desapareció la fundación, ella buscó una casa particular y encontró un edificio para albergar su nueva institución. Le tenemos mucho respeto. Es una mujer a la que siempre ayudaremos, porque tiene uno de los tesoros más grandes de la nación: la obra de nuestro gran poeta Octavio Paz". En respuesta, Paz sostiene que no cuenta con ninguna sede para la fundación, ni recursos para ese proyecto. "Unicamente he recibido vagas promesas. He esperado en vano con paciencia, discreción y cortesía una respuesta positiva a mi llamado conciliatorio pero nada se ha hecho realidad. Y como no he tenido eco a ese llamado, he pensado seriamente crear un consejo internacional, en Estados Unidos o en Europa, para guardar su memoria y su acervo". Y añade: "no sé, por lo demás, cómo se puede derogar, de la noche a la mañana, un decreto presidencial que dio origen a la Fundación (...). Siento que en vez de halagar la imagen del poeta, que tanto utilizan en el extranjero, le han infligido un castigo". *** Gobierno español aporta fondos para traducciones El Ministerio de Cultura concedió, el pasado 5 de agosto, fondos que ascienden a 420.000 euros para ayudas a la traducción de obras de autores españoles a otras lenguas, según resolución de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, publicada oficialmente. La mayor cantidad concedida por el jurado designado por el Ministerio de Cultura ha sido de 18.000 euros para la traducción al japonés de la obra Tabacalera y el estanco del tabaco en España 1636-1998, de Francisco Comín Comín y Pablo Martín Aceña. Al mismo tiempo, se concedió 15.000 euros a la obra La España del siglo XX, de varios autores, para su traducción a la lengua serbia. La obra La vida perra de Juanita Narboni, de Angel Vázquez, recibirá 9.000 euros por su traducción al alemán. La traducción de la obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha I Parte al idioma hindi recibirá 5.000 euros; Los trabajos de Persiles y Segismunda, de Miguel de Cervantes, 4.800, al portugués; La Celestina, de Fernando de Rojas, 4.000 por su traducción al búlgaro; El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, 6.000 euros, al portugués, y 2.000, al estonio; y Meditaciones del Quijote, de José Ortega y Gasset, 3.200 euros por su traducción al idioma croata. También recibirán ayudas algunas obras clásicas de la literatura española: Niebla, de Unamuno, 2.500 euros por su traducción al danés; La plaza del diamante, de Mercé Rodoreda, 3.500 (hebreo); Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes, 6.500 (francés); La Regenta, de Leopoldo Alas "Clarín", 9.000 (serbo-croata); y Nada, de Carmen Laforet, 4.600 euros (holandés). En literatura reciente, la traducción al idioma noruego de Cuaderno de Nueva York, de José Hierro, recibirá 3.200 euros; Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé, 5.000 (serbio); la realizada al inglés de El embrujo de Shangai, de Juan Marsé, 5.000 euros; y El mal de montano, de Enrique Vila-Matas, al alemán, 4.000. *** Más del 60% de los idiomas del mundo pueden morir Cerca de 4.000 idiomas -más del 60% de los hablados en todo el mundo- corren peligro de desaparecer, según se informó en el congreso internacional "Syntax of the World's Language" (http://email.eva.mpg.de/~cschmidt/SWL1/conference_2004.html), inaugurado el 6 de agosto en Leipzig (Alemania). En todo el mundo se hablan cerca de 6.000 idiomas, pero el 95% de ellos los habla sólo un 4% de la población mundial, es decir las minorías étnicas. Además se estima que un promedio de dos lenguas desaparecen cada mes para siempre. Según un estudio de la Unesco, son pocos los países que utilizan las lenguas maternas como medio de instrucción y es por ello que las lenguas de minorías van desapareciendo. La India, dice el estudio, es el país que con más determinación ha impulsado sistemas de educación multilingües. Alrededor de 80 lenguas son utilizadas para enseñar a los niños y jóvenes en dicho país. "Hay lenguas en el mundo que solamente son habladas por dos o tres personas ancianas", aseguró Balthasar Bickel, investigador de la Universidad de Leipzig, que organiza el encuentro internacional de esta semana. La razón fundamental de esta desaparición es, en la mayoría de los casos, "el cambio de idioma", por el cual los habitantes de cada rincón del planeta se adaptan a la lengua predominante en su región, perdiendo así importancia los idiomas tradicionales. En el congreso, que finalizó el domingo 9, participaron casi 200 especialistas de todo el mundo en lenguas como la bretona (de Bretaña, Francia) o el jalonke (de África Occidental). Investigadores internacionales, como los de la Universidad de Leipzig, tratan de impedir que se extingan los idiomas menos hablados y procuran establecerlos nuevamente en sus regiones correspondientes. Muchos lingüistas llevan años sosteniendo la idea de que hay que hablar tres lenguas, una materna, una de vecindad y una internacional. "Más vale aprender la lengua del vecino", dicen, "porque la mayoría de las veces los pleitos y las guerras son con él. Para eso hay que conocer su lengua, para conocer sus necesidades, sus aspiraciones, pero también su cultura y sus valores". *** Instituto Mario Vargas Llosa emite veredictos de sus concursos Durante el pasado mes de julio se dieron a conocer los veredictos del Segundo Premio Internacional de Novela "La Ciudad y los Perros" y del Segundo Premio Internacional de Relatos "Los Cachorros", concursos organizados por el Instituto Cultural Iberoamericano Mario Vargas Llosa (http://www.vargasllosa.org), resultando ganadores la escritora colombiana Samaria Márquez Jaramillo (1948), por su novela La vida en tiempos de muerte, y el escritor salvadoreño Grego Pineda (1964), por su libro de cuentos Sin fronteras. Al premio de novela se presentaron más de seiscientas obras enviadas desde distintos países de Iberoamérica. Márquez Jaramillo, quien presentó su novela bajo el seudónimo "Jun de la Pipirindica", recibió 3.000 dólares y la publicación del libro, a cargo del sello editorial del instituto. Ambos premios fueron entregados el 28 de julio. La escritora, quien cuenta con una amplia carrera literaria, es también autora de la novela Esta no es una novela de amor, entre otras obras; asimismo, ha sido nominada por la Alcaldía de Armenia para representar a Colombia en el Premio Príncipe de Asturias del año 2000, como también ha recibido la medalla Manuel del Socorro Rodríguez, al mérito periodístico, por la Gobernación del Quindio, en el año 1994. El jurado calificador destacó, en su novela, "la búsqueda de nuevas formas narrativas y el esfuerzo de afincarse en la alteridad deconstructiva, a una literatura que está en el límite del agotamiento de sus posibilidades de representación", así como "su sobriedad y la intensidad de su poder narrativo". Márquez Jaramillo señaló que ganar este concurso es la respuesta a su espera de años y dijo estar confiada en que el prestigio del galardón contribuya con el reconocimiento de su obra. "Escribo para entenderme", agregó la autora, "para exorcizar los duendes que a veces quieren habitarme". Definió como su obsesión personal "hacer metaficción no lineal y estructurada mediante hipertextos" y se declaró influida por escritores como Kundera, Pereck, Calvino, Quennau, Foucault, Eco, Borges y William Gaddis. En cuanto al premio de relatos, el salvadoreño Grego Pineda presentó Sin fronteras firmado con el seudónimo "Alma muerta". El autor es abogado y ha publicado el libro de cuentos Centauros ciegos, entre otras obras, así como algunos relatos en el diario Takoma Voice, artículos y breves ensayos en diferentes periódicos de su país de origen y de Washington D.C. Este año fue incorporado al Diccionario de personajes, hechos históricos, geografía e instituciones de El Salvador, destacando su compromiso con las letras y su actividad cultural en beneficio de la identidad nacional. El jurado destacó "su carácter coloquial, la fuerza filosófica y la madurez en la representación de los hechos que emanan de su fondo en suma concordancia con la forma". Pineda dijo sentirse estimulado, gracias a la obtención de este premio, para profundizar como lector y escritor. "A nivel emocional y espiritual me retroalimenta para no claudicar en esta opción de vida. Y a nivel social-cultural es un reconocimiento a mi producción literaria y con ello nace el compromiso de contribuir cada día mejor en el engranaje cultural de nuestros pueblos iberoamericanos". Agregó estar experimentando "un cambio drástico" en su concepción de las letras, "porque ahora debo crecer como hacedor de cultura para no desmerecer la confianza que implica haberme otorgado este importante premio". Dijo que su vida está justificada por la literatura, "ya sea leyendo o escribiendo", y que cree en la técnica "pero sobre todo en la emoción". El jurado del premio de novela consideró dignas de mención las novelas Del silencio su metáfora, de Luis Felipe Castillo (Venezuela), Entre el cine y la pared, de Adam Gai (Argentina), Todo el mundo..., de Yoel Mesa Falcón (Cuba), Una luz distinta, de Pedro Rodríguez López (España), El Rey de los Perros, de Gerardino Barracchini (Venezuela), y Por favor no empujen, de Fernando González Nohra (Perú). Por su parte, el jurado del premio de relatos concedió menciones a los libros Berlín y otros relatos, de Mario C. Arencibia (España), Peccata Minuta, de Ángel R. Montes de Oca (México), Desórdenes, de José Acosta (República Dominicana), Cuatro signos cardinales, de Rodrigo Santiago (Nicaragua), Desbaratándonos, de Eduardo Javier Varas (Ecuador), y Soñadores, de Fernando Fernández (Colombia). *** Crean la Academia Chilena de Literatura Infantil y Juvenil En 2002, autores, editores y educadores de América Latina crearon en Ayacucho (Perú) un manifiesto que postulaba que "niños y niñas son las personas más susceptibles de ser privadas de la identificación con sus raíces locales" y que la lectura "contribuye a formar la identidad de los pueblos". Como resolución de dicho manifiesto, se creó la Academia Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil, conformada por sedes nacionales en Uruguay, Perú, Cuba y Argentina, bajo la dirección de Sylvia Puentes de Oyenard. En uno de sus viajes a Chile, la académica uruguaya invitó a participar en el proyecto a la escritora chilena Estela Socías, quien está dedicada al trabajo con los más pequeños con títulos como Las aventuras de Pelayo, El dragón de las siete cabezas o la tetralogía Trapolandia. "A Sylvia le llamaba la atención que no tuviéramos una Academia Chilena de Literatura Infantil y Juvenil. Cuando me propuso crearla, de inmediato me embarqué. Comenzamos hace ocho meses, pero recién en julio obtuvimos la personalidad jurídica. Su función más importante es llegar al niño con el libro, lo que implica estimular la lectura a través de distintos elementos, como teatro o títeres. Además, estamos formando una biblioteca que itinerará de escuela a escuela, a lo que se suma una serie de talleres que implementaremos en el Café Literario de Providencia", explica Socías. Con sede provisional en Bravo 943 (Depto. 301), la Academia Chilena de Literatura Infantil y Juvenil se propuso llenar una serie de vacíos en torno a la formación de niños y jóvenes. "Queremos colaborar con todas las instituciones culturales del país para hacer de la lectura un motivo de recreación y adquisición de conocimientos", explica Estela Socías. Parte de esta labor la ha realizado con sus propias creaciones, que teatraliza y acompaña con muñecos de trapo. "He ido a colegios y escuelas. En cada lugar hay una biblioteca bien formada, lo que es bonito, porque ya no se dice 'Te vas castigado a la biblioteca', sino que ahora ese espacio es visto como algo agradable. Trabajo mucho con el coreógrafo Hugo Urrutia (también miembro de la academia) y los niños se entusiasman con las historias, la música y las coloridas escenografías". Con un directorio interdisciplinario de siete personas, la Academia Chilena de Literatura Infantil y Juvenil hará una convocatoria a la que pueden postular todos los profesionales interesados en formar parte de esta organización comunitaria entre cuyos proyectos también figura la publicación de libros. "El domingo parto a Buenos Aires a reunirme con la directora de la academia argentina. Ella está muy interesada en nuestra gestión, ya que considera que hemos hecho demasiadas cosas en el poco tiempo que llevamos funcionando", asegura la flamante directora. *** Gobierno venezolano obsequió 3 millones de libros El Ministerio de Estado para la Cultura de Venezuela y el Consejo Nacional de la Cultura (Conac) distribuyeron el pasado sábado 7 de agosto, de forma gratuita en los 24 estados del país, 3 millones de libros de la Biblioteca Básica Temática, una colección con títulos acerca de temas específicos abordados por escritores reconocidos. El ente cultural, a través de la Dirección de Literatura del Consejo Nacional de la Cultura, presentó la primera fase de este proyecto, el cual se inserta en los lineamientos del Plan Nacional de Lectura como un aporte significativo del Estado venezolano al enriquecimiento cultural de la población. En este sentido, el director de Literatura del Conac, Miguel Márquez, destacó que "contrario a lo que se dice, el venezolano sí lee y tiene inmensas ganas de leer, de informarse y saber lo que está pasando". Explicó que la distribución de las 150 mil colecciones, de 20 libros de bolsillo cada una, se llevó a efecto a través de la Red de Bibliotecas Públicas del Instituto Autónomo de Biblioteca Nacional. Según Márquez, la demanda evidenciada por esta colección da cuenta del "gran interés y entusiasmo" del venezolano "por conocer obras de autores de gran prestigio nacional". Agregó que esta acción resulta de la continuidad a los 25 millones de libros que el gobierno cubano donó a Venezuela como parte del programa Misión Robinson. Explicó que los libros de esta colección "han sido redactados en un lenguaje sencillo por escritores, narradores, ensayistas, dramaturgos y poetas de gran prestigio en nuestra literatura", entre los que se cuentan Luis Britto García, Gustavo Pereira, Gabriel Jiménez Emán, Roberto Hernández Montoya, Hermes Vargas, Stefanía Mosca, Armando José Sequera, Laura Antillano y Carlos Noguera, entre otros, además del mismo Márquez. *** México recuerda a Gilberto Owen El domingo 8 de agosto se inició, en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, un homenaje de rango nacional al poeta Gilberto Owen, de cuyo nacimiento se cumple un siglo, evento durante el cual se proyectó el documental Gilberto Owen, el poeta olvidado, y se dio a conocer el sello postal conmemorativo de la ocasión. Guillermo Owen, hijo del poeta homenajeado, dijo sentirse emocionado "por ver que todos lo recuerdan", y agregó que de su padre sólo conserva "algunas fotografías y el cariño que nos dio. Salvo eso, no tengo ninguna otra cosa". Antes de su muerte, ocurrida en 1952, el poeta Gilberto Owen dejó inconclusos "poemas, traducciones, apuntes, cartas y la biografía de Simbad el varado", según aseguró Vicente Quirarte, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). "En la vida de Owen hay un instante en que ocurre el derrumbe y deja sin terminar algunos trabajos iniciados: poemas sobre el Metro de Nueva York, traducciones de escenas varias, apuntes de estética marxista y la biografía de Simbad el varado", expresó Quirarte. En lo concerniente a sus cartas, el especialista mencionó que en casi todos los epistolarios de los integrantes de Contemporáneos hay alusiones a misivas de Owen, aunque nunca han sido reunidas. Nacido en Rosario, Sinaloa, y fallecido en la ciudad estadounidense de Filadelfia el 9 marzo de 1952, Owen tuvo acercamientos con poetas como Carlos Pellicer, Xavier Villaurrutia y Salvador Novo, además de compartir momentos con Celestino Gorostiza, Alí Chumacero y Elías Nandino. "Si no fuera por las fotografías, quién diría que he existido", decía Owen antes de morir. Tal expresión fue enfatizada durante la proyección del filme, escrito y dirigido por Oscar Blancarte, en el cual se muestra parte de la vida, obra y muerte del escritor sinaloense. El autor de Perseo vencido (1948), Desvelo (1925) y Línea (1930), entre otras creaciones, estuvo siempre convencido de que era "un fantasma" en la producción literaria. Owen también escribió poemas de largo aliento, prosa, e incursionó en la narrativa y el periodismo. También hizo traducciones para solventar su difícil economía y su afición al alcohol. El conjunto de su escritura, continuó Quirarte, es una apuesta por los nuevos caminos trazados por su generación. Nunca dejó de escribir, pero sí dejó de considerarse y ser considerado hombre de letras y figura pública. "Un año antes de su muerte escribió a Elías Nandino. Es preciso analizar con precisión estas palabras, porque, entre otras cosas, dan título a la película", sostuvo el investigador. Y añadió que la tumba del poeta en Filadelfia "no tiene ningún epitafio", lo cual demuestra que fue hombre solo y abandonado, "pero de gran talento y misterio". *** Expertos del PNUD dan especial importancia a la integridad cultural La integridad cultural de los pueblos es un elemento esencial para el desarrollo, coincidieron en La Paz expertos que analizaron, el pasado 10 de agosto, el Informe de Desarrollo Humano 2004 de las Naciones Unidas, presentado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, http://www.undp.org/spanish) en julio pasado, el cual plantea que "la democracia y el crecimiento equitativo no son suficientes para acoger las crecientes demandas de inclusión social y respeto por la etnia, la religión y la lengua materna". El representante del PNUD en Bolivia, Antonio Molpeceres, propuso el debate con el argumento de que el informe proporciona elementos para abordar la discusión de que alrededor de las relaciones entre la etnia, el Estado, la violencia, el tradicionalismo, el desarrollo y la democracia han generado mitos. El experto George Gray, también del PNUD, sugirió la necesidad de que los estados promuevan políticas hacia el pluralismo cultural a partir de la adopción de las mejores formas de representación política, distribución territorial y relación fiscal. El ministro de Asuntos Indígenas de Bolivia, Ricardo Calla, opinó que en su país se registró un proceso de "aculturación" marcado por un fenómeno de "nacionalización" de los pueblos, debido a la "introducción" de los indios al sistema político-administrativo del país, donde imperan orígenes norteamericanos, franceses, españoles, anglosajones y aun nórdicos. El ministro defendió un debate sobre la relación cultura-igualdad de los pueblos nativos antes que sobre la libertad cultural, cuya autoría responsabilizó a la influencia de "poderes" que se ejercen sobre el sistema de las Naciones Unidas. El investigador José Luis Roca, a su vez, se identificó con una sociedad de "hombres bíblicamente iguales" y criticó la debilidad de la sociedad boliviana para no aceptar la existencia de "regionalismos" con la excusa de mantener un unitarismo que sólo equivale al centralismo administrativo propiedad de una élite. El ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997), de origen aimara, otorgó valor al informe del PNUD porque reconoce las políticas indigenistas aplicadas desde hace una década, pero sostuvo la necesidad de aplicar la "interculturalidad" como mecanismo de lograr una sociedad más integrada y reclamó propuestas para el debate, especialmente a través de los medios de comunicación, abogando para que en la construcción de la unidad nacional "lo particular no está reñido con lo universal". El Índice de Desarrollo Humano 2004 ubica a Bolivia en el puesto 114 entre 177 naciones, con una esperanza de vida al nacer de 63,7 años, una tasa de alfabetización de 86,7 por ciento, una tasa bruta de matriculación primaria, secundaria y terciaria de 86 por ciento y un PIB per cápita de 2.460 dólares; además, en el país coexisten 37 naciones indias originarias, la mayoría en las tierras bajas del este, cuya población es casi la mitad de los poco más de 9 millones de habitantes del país. *** Escritora argentina Claudia Piñeiro gana el premio Norma-Fundalectura La escritora argentina Claudia Piñeiro ganó el XI Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil 2005 patrocinado por la Editorial Norma (http://www.norma.com) y la Fundación para el Fomento de la Lectura (Fundalectura, http://www.fundalectura.org) de Colombia, según fue anunciado este 10 de agosto. Piñeiro, quien concursó utilizando el seudónimo de Tomiro Lumaz con la obra Tres robos equivocados, obtuvo un premio de 8.000 dólares que le será entregado en la Feria del Libro Infantil que se realizará en Lima en junio del año próximo, informó el miércoles María Cristina Rincón, coordinadora del certamen. El jurado internacional del concurso consideró que Piñeiro aborda con inteligencia el microcosmos escolar y alude con sutileza a los dilemas del entorno social, evitando caer en estereotipos. "El jurado destaca el acierto con el que esta narradora construye personajes que conducen la historia con fluidez", dijo el fallo. Participaron en el certamen 225 trabajos de escritores de 21 países latinoamericanos, incluso de algunos que viven en Europa y Estados Unidos. Este concurso busca estimular la producción de literatura para lectores entre los 6 y 12 años, entre nuevos o reconocidos escritores. Esta es la segunda vez que es ganado por una escritora argentina: antes lo obtuvo Lilia Lardone. Entre los ganadores anteriores figuran la brasileña Marina Colasanti, la ecuatoriana Fernanda Heredia y el colombiano Evelio Rosero. *** Éxito editorial de Fernando Báez es presentado en Venezuela El pasado 11 de agosto fue presentado en el Hotel Tamanaco Intercontinental, de Caracas, el éxito editorial del escritor venezolano Fernando Báez (San Félix de Guayana, 1970), Historia universal de la destrucción de libros, en un acto organizado por la editorial Random House Mondadori y en el cual fueron presentados, también, Venezuela en llamas, de Armando Durán, y Manual de periodismo, de Carlos Marín. El libro de Báez llega de esta manera a Latinoamérica, después de haberse convertido en un gran éxito editorial en España, donde fue publicado por la editorial Destino, punto de partida para que el libro fuera traducido a diez idiomas. En Historia universal de la destrucción de libros, el autor describe los diversos hitos históricos en los cuales el libro, y por extensión la memoria de los pueblos, ha sido víctima del impulso destructivo del hombre. La presentación estuvo a cargo de Juan Martín Echeverría, quien habló a los presentes sobre la preparación profesional de Báez y describió las circunstancias a través de las cuales desarrolló el autor su investigación. Echeverría destacó el estilo llano de Báez, capaz de dar a este ensayo un apasionante tono de narración, que comparó con una novela de John Le Carré. Igualmente, el doctor Simón Alberto Consalvi hizo la presentación del libro de Armando Durán, un ensayo que relaciona con precisión los hechos que han sacudido al país desde que Hugo Chávez obtuvo la Presidencia de Venezuela. *** Cinemateca ecuatoriana se digitaliza Modernas técnicas de digitalización serán empleadas en la preservación del acervo fílmico de la Cinemateca Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE, http://cce.org.ec), de conformidad a un convenio suscrito entre la CCE y la Asociación Católica de Comunicación Signis-Ecuador, según fue anunciado el pasado 11 de agosto. Signis-Ecuador gestionará los fondos necesarios y cubrirá los costos que este proyecto requiera para la digitalización de 51 títulos de películas en 35 milímetros y 40 títulos en 16 milímetros. En total son mil 190 minutos en 35 milímetros y 863 en 16 mm. Este proceso de apoyo, salvaguardia y difusión del cine ecuatoriano facilitará su investigación y estudio. Para el mejor cumplimiento del convenio las dos entidades han fijado en forma pormenorizada y técnica el proceso de cooperación, de manera que garantice la utilización de las instalaciones audiovisuales de la Cinemateca y además se cumpla la supervisión de la digitalización de las imágenes, en el tiempo previsto de seis meses. Signis-Ecuador garantizará la preservación de los derechos de autor de las imágenes fílmicas, que impidan su venta o comercialización y promuevan su finalidad educativa sin ánimo de lucro. Este trabajo de digitalización permitirá que la Cinemateca Nacional, como miembro del programa Memoria del Mundo (MOW-Unesco) revitalice la responsabilidad de proteger el patrimonio cinematográfico nacional y de transmitirlo a la posteridad en las mejores condiciones posibles, como la representación más fiel del trabajo de sus creadores. La Cinemateca Nacional, fundada en 1944, es el único archivo ecuatoriano que preserva las imágenes en movimiento producidas en la nación latinoamericana. Además de realizar en forma periódica ciclos para la difusión del cine-arte con el apoyo de embajadas y cinematecas del mundo, dispone de un fondo documental que contiene guiones, fotos, recortes de prensa y carteles de películas nacionales y extranjeras, así como una biblioteca especializada con libros, revistas y otros materiales, es decir una amplia documentación intertextual que inscribe al cine en la historia de la cultura ecuatoriana. Desarrolla algunos programas como "Educación por el arte" que está dirigido a audiencias específicas en instituciones educativas, propiciando la lectura de imagen mediante cursos, seminarios o talleres. Organiza temporadas del cine club con una selección de filmes no comerciales, los cuales son presentados y debatidos con cinéfilos quienes tienen la oportunidad de expresar sus criterios y ampliar conocimientos sobre contenidos y técnicas. *** Leer x Leer: gobierno argentino distribuye libros Como parte del programa nacional de difusión de la lectura, el Ministerio de Educación de Argentina ha iniciado este 12 de agosto la distribución, en 12.500 escuelas de todo el país, de 500.000 libros que forman parte de la nueva colección de literatura "Leer x Leer", integrada por cinco volúmenes (uno por cada año de la escuela media) que reúnen 180 textos breves de diversos géneros literarios. Entre otros textos, la colección incluye la carta abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar difundida un día antes de su desaparición; "La eñe también es gente", de María Elena Walsh; "A una nariz", de Quevedo, fragmentos del Martín Fierro, de José Hernández; fragmentos de obras de Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Julio Cortázar, Haroldo Conti, Héctor Tizón; de autores extranjeros, como Juan Rulfo, Oscar Wilde, Pablo Neruda, William Shakespeare, Ambrose Bierce y Franz Kafka, y textos de músicos como Charly García, León Gieco y Joan Manuel Serrat. "La idea es presentar una antología de textos de distintos escritores para que los chicos puedan tener acceso a distintos escritores. La colección se llama 'Leer x Leer' porque creemos en la lectura. No como una obligación sino como una forma de placer", explicó el ministro de Educación, Daniel Filmus. Los textos fueron seleccionados por los escritores argentinos Graciela Cabal, Angélica Gorodischer, Graciela Falbo, Graciela Bialet y Mempo Giardinelli, e impresos por la Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba). "El Ministerio de Educación nos pidió un texto por cada día de escolaridad. Así llegamos a las 180 obras que tiene cada uno de los cinco libros. Fue un trabajo largo de selección, pues no quisimos dejar afuera a ningún escritor relevante", indicó Bialet, una de las compiladoras de la colección, de la cual el pasado jueves fueron entregados los primeros ejemplares a las bibliotecas de las escuelas provinciales. El ente oficial está trabajando en una serie de otras siete antologías de escritores argentinos, que serán distribuidas en los colegios de todo el país antes de que concluya el año. "La idea es compilar textos de escritores que vivieron y narraron experiencias en distintas zonas del país, como la Patagonia. Cada antología tendrá unos 500.000 ejemplares", dijo Filmus. La cartera de Educación prepara también, junto con Eudeba, la edición de 30 clásicos de la literatura. "Serán de autores mundialmente reconocidos. Y esta colección incluirá diez obras latinoamericanas, otras diez de literatura universal y las restantes de autores nacionales", concluyó Filmus. *** Demandan protección para Oscar Collazos y Harold Alvarado Tenorio La Fundación Iberoramericana del Pen Internacional, que presiden en forma honorífica Mario Vargas Llosa y Homero Aridjis, instó al gobierno de Colombia, este 10 de agosto, a proteger la vida de los escritores Oscar Collazos y Harold Alvarado Tenorio, ante presuntas amenazas y persecuciones de paramilitares, según informó la agencia noticiosa literaria Librusa.com. La petición fue hecha mediante una carta fechada en Panamá dirigida al Alto Comisionado de Paz en Bogotá y firmada por la presidenta de la entidad, Glorida Guardia. "En nombre de la Fundación Iberoamericana del PEN Internacional que me honro en presidir, solicito a usted que se proteja por todos los medios y de manera enérgica la vida y los derechos humanos de los escritores Oscar Collazos y Harold Alvarado Tenorio, vejados por los paramilitares en territorio colombiano", indica la carta divulgada la noche del martes por la revista de poesía Arquitrave (http://www.arquitrave.com), dirigida por Alvarado Tenorio. "Como única sociedad mundial de escritores, el PEN reúne a más de quince mil escritores en noventa y cinco países y desde la fecha de su fundación ha protegido la vida y los derechos de los escritores que se encuentren perseguidos, encarcelados o desaparecidos, a causa de sus idearios alrededor del mundo", agrega la misiva. Asimismo, especifica que en "el caso de los escritores Collazos y Alvarado Tenorio ya ha sido enviado al comité pertinente, en la sede de nuestro organismo en Londres. Sin embargo, le solicito, que en territorio colombiano se lleven a cabo todas las diligencias necesarias para proteger la vida de los escritores Collazos y Alvarado Tenorio y para que las amenazas y persecuciones cesen inmediatamente". *** Muere a los 93 años de edad el escritor polaco Czeslaw Milosz El Premio Nobel de Literatura 1980, el poeta polaco Czeslaw Milosz, conocido por sus obras intelectuales y emocionales acerca de las peores crueldades del siglo XX, murió este sábado 14 de agosto, a los 93 años de edad, en su casa ubicada en la sureña ciudad polaca de Cracovia, como consecuencia de una aguda insuficiencia cardio-respiratoria, según informaron su hijo Antoni y su nuera Joanna. Milosz documentó el combate contra el dominio comunista en Polonia, donde vivió desde que la caída de la Cortina de Hierro lo hizo regresar después de casi 30 años de exilio en Francia y Estados Unidos, tiempo en que se convirtió en símbolo anticomunista. El Premio Nobel de Literatura 1980 nació en 1911 en la localidad lituana de Szetejnie, y vivió su juventud en la ciudad de Vilna, se interesó muy pronto por la poesía y, durante sus estudios de derecho, organizó el círculo "Zagary" de aficionados a la poesía. Trabajó como redactor en la radio de Vilna y publicó su primer tomo de poesías en 1933, así como una antología de versos de contenido social. Antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial Milosz publicó otro libro titulado Tres inviernos, y en 1945 un tomo de poesías relacionadas con la contienda titulado La salvación. Durante la ocupación alemana ya era muy conocido en los círculos literarios polacos y participaba activamente en Varsovia en el movimiento cultural clandestino que formaba parte de la resistencia antifascista polaca, época en la cual publicó un tomo de poesías titulado El canto a la independencia. Desde 1945 hasta 1949 fue diplomático del régimen comunista polaco, como agregado cultural en la misión en Nueva York y secretario de la embajada en París. En 1951 pidió asilo en Occidente, decisión que le convirtió en blanco de furibundos ataques, tanto del régimen comunista como de los círculos anticomunistas de la emigración polaca. Para los primeros era un traidor porque se escapó del comunismo, mientras que, para los segundos era un traidor porque había colaborado con los comunistas. En 1960 se trasladó de Francia a Estados Unidos para trabajar como profesor en la Facultad de Literatura e Idiomas Eslavos de la Universidad de Berkeley en California. Mantuvo una posición muy crítica frente al comunismo, condenando en numerosas ocasiones la omnipotencia de su censura y el dictado al que sometía la Unión Soviética a países como su patria, Polonia. En 1980, cuando surgió el sindicato Solidaridad que se enfrentó a la dictadura comunista, el poeta Milosz se unió totalmente a sus aspiraciones de independencia y democracia. Ese año, su obra literaria y su actitud frente a las necesidades y aspiraciones del hombre le merecieron el Premio Nobel de Literatura. "Formo parte de la literatura polaca, desconocida en el mundo por las dificultades que genera su traducción a otras lenguas, y de ahí que los escritores de mi idioma constituyamos una especie de congregación secreta que convive, ante todo, con los muertos, y en la que las lágrimas y la risa, lo patético y lo ridículo, coexisten con derechos iguales", señaló Milosz en el discurso que pronunció al recoger el galardón. Desde entonces hasta la caída del comunismo la creación de Milosz estuvo ausente en Polonia, donde la censura no permitía su publicación, pero en 1989 Milosz pudo regresar a su patria y, desde 1994, vivir en Cracovia. "Esa ciudad me atrajo siempre, porque me recuerda mucho a Vilna, la ciudad de mi juventud, entonces aún polaca", explicó en cierta ocasión Milosz su amor por la antigua capital de Polonia. Milosz se convirtió, junto al papa Juan Pablo II, en una gran autoridad moral para la inmensa mayoría de los polacos. Su poesía, elogiada por su amplia variedad de temas y de técnicas y por su mezcla de sensitividad sensual y referencias a la cultura, la religión y la filosofía, representa y predica la belleza del mundo y el horror de sus moradores. Entre sus libros destacan El poder cambia de manos (1980), El valle del Issa (1981), Otra Europa (1981), Poemas (1984) y El pensamiento cautivo (1985), éste último un estudio de las penalidades de los intelectuales bajo la dictadura comunista, que lo llevó a la fama internacional en la década de 1950, al convertirse en un clásico de la literatura del totalitarismo. Milosz continuaba escribiendo cuando cumplió 90 años, "no es posible sentirse saciado con el mundo. Sigo siendo insaciable. A mi edad sigo buscando una forma, un lenguaje para expresar el mundo". *** Restos de Dora Gómez Bueno de Acuña regresan a su pueblo natal La Agremiación de Poetas y Otras Artes de Luque procederá, este miércoles 18, al traslado de los restos de la poeta paraguaya Dora Gómez Bueno de Acuña al cementerio luqueño. Ese día, entre 10 de la mañana y 1 de la tarde, se realizará un homenaje artístico a la escritora en el salón de la Dirección de Cultura de Municipalidad de Luque (Balderrama casi Cerro Corá). A las 3 de la tarde será el traslado del féretro hasta el camposanto local, con el acompañamiento de estudiantes y público en general. Más tarde, a las 7 de la noche, se realizará un acto en el escenario del "Rincón cultural" de la Plaza Mariscal López, en el que se entregará al novelista Augusto Roa Bastos el Gran Collar de Filigrana de la Asociación de Poetas y Otras Artes de Luque, en el grado de "Honor al Gran Mérito Literario". Posteriormente serán distinguidos como "Hijos Dilectos de Luque": Elvio Darío Bueno, Ranulfo Gill y Lionel T. González. Al maestro Félix Valois Franco le entregarán la "Mención de Honor al Mérito Musical". La programación también incluye la presentación de bailarines del Ballet Cascanueces, la actuación del conjunto Los Galanes Luqueños y la actuación del elenco del Mago Nizugan. Dora Gómez Bueno de Acuña nació en Luque en 1903 y murió en Encarnación en 1987. Poeta, maestra, periodista y actriz radial, durante muchos años se desempeñó como maestra de primaria y colaboró brevemente (1930-31) en la sección Sociales de El Orden de Asunción. En radio trabajó como actriz en programas para niños y como recitadora de poemas nativos y extraños a través de innumerables series a lo largo de su vida. Pero es su obra poética la que le ha ganado un lugar especial y único en las letras paraguayas. Su primer libro de poemas, Flor de caña (1940), es considerado el primer poemario erótico publicado en ese país. Según Josefina Plá, el resto de su obra "continúa esta línea, por lo que puede considerársela como la única representante caracterizada de dicha vertiente en la literatura femenina paraguaya" (en Voces femeninas en la poesía paraguaya, 1982). Sus obras posteriores incluyen, entre otras, Barro celeste (1943), Luz en el abismo (1954), Vivir es decir (1977) y Antología (1985). *** Nueva York tendrá una sala exclusivamente para cine latino El público neoyorquino muy pronto podrá disfrutar de una sala de cine que exhibirá exclusivamente películas de Latinoamérica, España y Portugal. El Clearview Cinemas (http://www.clearviewcinemas.com) de la calle 62 y Broadway se llamará Cinema Latino a partir del 27 de agosto y será el primero de Manhattan en ofrecer una cartelera de filmes únicamente en español y portugués, con subtítulos en inglés. Beth Simpson, vicepresidenta de marketing y desarrollo empresarial de Clearview Cinemas, considera que en vista de los recursos disponibles y la demografía de Nueva York, abrir la sala latina era un paso "natural". "Casi un tercio de la población de Manhattan es latina, y nosotros tenemos buenas películas que ofrecer", dijo Simpson. "Esto parece encajar de manera natural". Aclaró que no sólo esperan atraer al público hispano a la sala, que tiene 300 butacas, sino "a los amantes del cine en general que aprecien la alta calidad de las películas latinas". Simpson dijo que Clearview Cinemas ha albergado varios festivales latinos en Nueva York, y exhibió las taquilleras Y tu mamá también (2001), del mexicano Alfonso Cuarón, y Hable con ella (2002), del español Pedro Almodóvar. Debido al éxito de estas películas, la compañía piensa que el cine latino es "un concepto que podría funcionar aquí". El nuevo Cinema Latino debutará con Vidas privadas (2001), del músico y realizador argentino Fito Páez, protagonizada por el mexicano Gael García Bernal y la argentina Cecilia Roth. Clearview Cinemas está trabajando en sociedad con Armando Guareño, el fundador y director del Festival de Cine La CinemaFe, para obtener películas directamente de estudios de 20 países de Latinoamérica y Europa. De este modo la compañía espera ofrecer películas que no llegan a otras salas de cine del área. Con respecto a si tienen planes de abrir otras salas de Cinema Latino en distintas ciudades, Simpson respondió que esto dependerá de los resultados que obtengan de la primera. Los precios de los boletos de entrada para el teatro son de US$10,25 para adultos y US$6,75 para ciudadanos de la tercera edad y niños menores de 12 años. Subsidiaria de Cablevision Systems Corporation desde 1998, Clearview Cinemas se formó en 1994 y actualmente opera 54 salas de cine con 266 pantallas en el área metropolitana de Nueva York, incluyendo el famoso Teatro Ziegfeld en la ciudad de Nueva York. Clearview Cinemas opera teatros en Nueva Jersey, Manhattan, Westchester, Rockland County, Long Island y Pensilvania. *** Aparecerá en septiembre la novela póstuma 2666, de Roberto Bolaño La esperada novela póstuma de Roberto Bolaño, 2666, saldrá al mercado español finalmente en septiembre. Anagrama publicará la ambiciosa obra final del autor de Los detectives salvajes, que murió en la ciudad mediterránea de Barcelona hace un año. La novela aborda, a lo largo de sus mil páginas, los crímenes de Ciudad Juárez, donde en la última década han sido asesinadas 333 mujeres. La extensa narración se estructura en cinco historias paralelas, que luego serán editadas en ediciones de bolsillo independientes. Bolaño, quien murió en 2003, fue uno de los escritores latinoamericanos más apreciados en España y autor de Los perros románticos (1994), Amuleto (1999), Estrella distante (1996) y Putas asesinas (2001). Paralelamente, la editorial Plaza publicará El bosque de los pigmeos, de Isabel Allende, una obra que concluye la trilogía de novela juvenil que la autora inició en 2002 con La ciudad y las bestias (2002) y El reino del dragón (2003). Esta vez las historias pobladas de espíritus y seres misteriosos transcurren en tierras africanas. Esta obra será publicada en Chile durante el mismo mes. La escritora hispanoamericana más leída del mundo tiene lista su siguiente novela, que narrará la vida juvenil del ficticio aristócrata Diego de la Vega, quien encarna a "El Zorro", trabajo que lanzará en los primeros meses de 2005. *** Realizarán en Argentina la Feria de Anticuarios 2004 Tras ocho años de ausencia, del 4 al 12 de septiembre se realizará en Argentina la Feria de Anticuarios, que tendrá como escenario el Palais de Glace. Bajo el lema "Lo mejor del anticuariato local", el evento es organizado por la Asociación Amigos del Museo Nacional de Arte Decorativo. "La asociación es el ámbito natural desde donde debe surgir una feria de anticuarios de calidad excepcional y cuidada selección", sentenció María C. de Peña, una de las organizadoras, quien explicó que la feria vuelve a celebrarse con una premisa excluyente: promover el coleccionismo, la conservación y la difusión de las artes decorativas. "Son objetos que no sólo atestiguan el pasado a través de su gran valor estético. Queremos que el público entienda que cada pieza encierra una historia y tiene la trascendencia de poder contarla", señaló Peña, al destacar el valor agregado de este tipo de encuentros en los que "el público sale nutrido y puede disfrutar aun sin comprar nada". Una exquisita selección de muebles, tapices, alfombras, joyas, libros y platería exhibirán para la venta los selectos 25 anticuarios convocados, junto a las 5 galerías de arte que se suman a la propuesta con pintura argentina y europea hasta la década del 40. Adrián Gualdoni Basualdo compartirá con el público su depurada selección de condecoraciones de la I Guerra Mundial; Margarita Bali expondrá figuras de porcelana alemanas y austríacas de estilo art nouveau y art déco; Mercedes y Gustavo Santarelli mostrarán su colección de juguetes antiguos, y Santiago Aguirre Saravia, una cuidada selección de envases y recipientes de antiguos boticarios. El Museo de Arte Decorativo expondrá el magnífico tapiz del siglo XVII -colección Díaz Vélez- de más de 5 metros de ancho, con motivos mitológicos y el sello de la casa Beauvais. Y para mostrar la importancia de los legados a museos se expondrán 12 piezas de las artes decorativas donadas en 2002 por Justiniano Allende Posse. La otra institución invitada es el Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil, que expondrá una selección de pintura europea, muebles y platería donadas por Mercedes Santamarina. La feria podrá visitarse del 4 al 12 de septiembre, de 1 de la tarde a 10 de la noche, en Posadas 1725, y la entrada costará 10 pesos. *** Encuentro de Escritores de Béjar tendrá a Cervantes como figura central La figura de Cervantes y su obra cumbre El Quijote serán los protagonistas del VI Encuentro de Escritores que se celebrará en Béjar, Salamanca (España), del 9 al 11 de septiembre, que en esta ocasión está organizado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. En la presentación del encuentro, realizada el pasado 3 de agosto, participaron el director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja; el alcalde de Béjar, Alejo Riñones, y los codirectores José María Muñoz Quirós y Alberto Estella. Según los convocantes, este sexto encuentro reunirá a escritores de distintas generaciones, académicos, profesores de universidad y de enseñanzas medias y críticos literarios para analizar, en sesiones abiertas, diversos aspectos de la compleja personalidad cervantina y proceder al análisis de la obra, en lo que puede ser considerado una primera aproximación de la pluralidad del mundo literario, intelectual y académico de Castilla y León. A la cita de Béjar seguirán otros encuentros para hacer un mapa en el que el acervo cervantino aparezca dibujado con tinta del siglo XXI, de modo que a lo largo de 2005 puedan celebrarse nuevas reuniones con este fin, informaron las mismas fuentes. *** Realizarán en Barcelona el festival Kosmópolis 04 El martes 14 de septiembre a las 7 de la noche se celebrará, en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB, http://www.cccb.org), la inauguración del encuentro Kosmópolis 04 (http://www.cccb.org/kosmopolis), "La Fiesta Internacional de la Literatura", jornada que se iniciará con las exposiciones "El mundo de Gao", sobre el novelista, pintor, poeta, ensayista y dramaturgo Gao Xinjan, premio Nobel de Literatura 2000; "Julio Cortázar", con cartas, crónicas de viaje, fotografías y videos sobre el autor argentino, e "Hiperiment", espacio experimental sobre el hipertexto. K04, como le identifican sus organizadores, tendrá actividades hasta el domingo 19. Es un encuentro literario bienal concebido, según lo explicado por Juan Insua, director del evento, "como una fiesta-laboratorio, un espacio abierto a todos los géneros y literaturas". El proyecto surgió a consecuencia del ciclo de exposiciones "Las ciudades y sus escritores", iniciado en el CCCB en 1995, y cuenta con el respaldo de los servicios técnicos, culturales y de comunicación, administrativos, audiovisuales, de exposiciones y centro de documentación de esa entidad. Durante los seis días del encuentro, se desarrollarán actividades en torno a la literatura, como talleres, recitales, exposiciones, proyecciones fílmicas y conferencias. K04 persigue reivindicar el carácter pluralista de la literatura, estimular la lectura "descondicionada del canon occidental", contribuir a la preservación de las literaturas orales y fomentar una perspectiva no tradicional de la literatura y de las relaciones entre escritores y lectores. El Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), donde se desarrollará el encuentro, está ubicado en Montalegre 5, 08001 Barcelona (España). Para mayor información, puede solicitarla por vía telefónica al 933064100 o escribir a la dirección electrónica kosmopolis@cccb.org. *** Estrenan en Las Palmas de Gran Canaria obra del venezolano Gustavo Ott El próximo 16 de septiembre se estrenará en el Teatro Cuyás, en Las Palmas de Gran Canaria, la pieza Tu ternura molotov, una comedia del dramaturgo venezolano Gustavo Ott (http://www.gustavoott.com.ar) que, en esta ocasión, será interpretada por la veterana compañía teatral Profetas de Mueble Bar. El montaje se centra en la historia de Daniel, un aspirante a fiscal, y Victoria, presentadora de televisión. Los dos buscan su primer hijo, y son la pareja perfecta en un mundo perfecto, hasta que un inesperado envío del FBI trae consigo un pasado oscuro y revienta ese presente maravilloso. El espectáculo está protagonizado por la actriz canaria Lili Quintana, que posee una amplia experiencia en el mundo de la televisión y el teatro, y el madrileño Carlos Ysbert, hijo de María Isbert y nieto del célebre José Isbert, protagonista de filmes míticos como El verdugo o Bienvenido Míster Marshall. Con una dilatada trayectoria como actor de doblaje, Carlos Ysbert ha prestado su voz a populares personajes de series televisivas, como Norm, de Cheers; Miquelangelo, de Las tortugas ninja; Adam Carrington, de Dinastía; Garfio, en Peter Pan 2; o Homer, el padre de Los Simpsons. Con Tu ternura molotov, Ott cierra una trilogía sobre la culpa -surgida a partir de las inquietudes provocadas en el escritor por la tragedia del 11-S y que integran también Dos amores y un bicho y Miénteme, pero no me engañes-, y en esta comedia explora sobre la identidad. Esta será la tercera ocasión en que Profetas de Mueble Bar, que el próximo año celebra un cuarto siglo de trayectoria ininterrumpida, ponga en escena una pieza de Gustavo Ott, después del éxito logrado con las dos anteriores: Gorditas y Divorciadas, evangélicas y vegetarianas, que pudieron verse en distintos teatros de las Islas Canarias y la Península. Tu ternura molotov, que obtuvo el premio Ricardo López Aranda 2003, que concede el Ayuntamiento de Santander, aborda, según su autor, diversas preocupaciones sociales, políticas, existenciales y raciales. "Parte de la idea del prejuicio, la intolerancia y el fascismo cotidiano, del que creo que no estamos inmunes y al que, en muchas ocasiones, acabamos abrazando", explica Ott. Tras su paso por el Teatro Cuyás, en el que estará del 16 al 19 de septiembre, el montaje inicia una gira por el archipiélago canario durante el último trimestre de 2004. En 2005, Tu ternura molotov hará temporada en Madrid, Barcelona y Zaragoza, entre otras ciudades peninsulares, antes de regresar para un segundo periplo por las Islas. *** Realizarán en Perú encuentro de revistas de arte y literatura Del 22 al 25 de octubre se desarrollará en Lima (Perú) el I Festival Internacional de Revistas de Arte y Literatura (http://webs.demasiado.com/poesiaperu/casadelpoeta/festival.htm), evento que tendrá como escenario la Casa del Poeta Peruano y que se realizará en homenaje a los 12 años de la revista literaria y artística Olandina, vocero oficial de la institución. El evento es organizado por la revista Olandina, la Municipalidad Provincial de Barranca y el Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso. Las revistas participantes deberán tener al menos dos años circulando. La actividad se enfocará en temas como, entre otros, el espíritu democrático en las publicaciones literarias, el aporte de las revistas a la identidad nacional, la labor editorial de universidades y otras instituciones, los fondos editoriales y la necesidad de crear un ente editorial supranacional que respalde a las iniciativas de corte literario y humanístico. Ya se ha confirmado la participación de editores de Portugal, Australia, Canadá, Puerto Rico, Colombia y Ecuador, además del país anfitrión. Para participar es preciso gestionar la inscripción antes del 1 de septiembre y enviar previamente el logotipo y una historia de la revista. Las ponencias deberán enviarse en archivo informático (Word o PageMaker) y su extensión no deberá exceder los 15 minutos. El costo de la inscripción es de US$60 y puede hacerse mediante Western Union. Para mayor información, puede escribir a festivalderevistas@hotmail.com. *** Narradores orales se reunirán en Montevideo Entre el 18 y el 21 de noviembre se realizará en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Manuel Blanes, en el número 4015 de la avenida Millán, en Montevideo (Uruguay), el 4º Encuentro de Narradores Orales, Cuenteros y Cuentacuentos, que se celebrará paralelamente a la 1ª Feria del Cuento, eventos ambos organizados por la entidad de gestión cultural Promocultura.org. Conferencias, mesas redondas, talleres y espectáculos de narración oral a cargo de especialistas nacionales y extranjeros, así como la exposición editorial en que consistirá la feria, conforman el calendario de actividades, en las que podrán participar narradores orales profesionales y aficionados, docentes, estudiantes en general, comunicadores, bibliotecólogos, escritores, investigadores y toda persona que guste del arte de contar o desee escuchar historias. Para participar con una ponencia o en alguno de los recitales de cuentos, es preciso inscribirse antes del 30 de octubre, a un costo de 300 pesos uruguayos. Las ponencias podrán ser individuales o grupales y versarán sobre experiencias relacionadas con la narración oral (en diferentes ámbitos), trabajos de investigación o ponencias teóricas. El trabajo, de un máximo de 8 cuartillas, será seleccionado por calificados expertos y el autor lo leerá en el espacio denominado "Compartiendo experiencias". El participante deberá especificar nombre, fundamentación, objetivos, desarrollo, actividades, evaluación y conclusión; respetará las citas bibliográficas y la exposición no podrá exceder los 10 minutos. En caso de utilizar apoyos como video u otros, es preciso solicitarlos con anticipación. En cuanto a los cuentos, no podrán exceder los 5 minutos de duración y deberán ser enviados en formato Word, tipografía Arial a 12 puntos y a doble espacio, papel tamaño A4 y con una extensión máxima de dos cuartillas. El tema del cuento debe relacionarse con el rescate de la memoria oral. El plazo de recepción se cerrará el 30 de setiembre de 2004. En ambos casos el material deberá enviarse por correo electrónico a info@promocultura.org o nire@adinet.com.uy, direcciones a las que también podrá escribir para solicitar mayor información o la ficha de inscripción. *** Convocan a autores centroamericanos a participar en proyectos El escritor y promotor cultural panameño Enrique Jaramillo Levi (Colón, 1944) ha hecho pública una invitación a los escritores de Centroamérica para participar en dos antologías y en el Congreso de Escritores de Centroamérica, que se realizará en el Istmo en septiembre del año próximo. Los títulos de las antologías son aún provisionales. La primera, Saber contar en Centroamérica, será publicada por el Fondo de Cultura Económica (FCE) de México, y contendrá textos de autores de talento que hayan publicado su primer libro de cuentos a partir de 1980, independientemente de su edad; la segunda, Mujeres cuentistas de Centroamérica, es propulsada por el sello guatemalteco Letra Negra Editores y reunirá a mujeres cuentistas de talento que hayan publicado al menos un libro de cuentos en el siglo XX (incluso póstumamente). Los autores interesados en participar deberán enviar los libros que deseen poner a consideración del antologista, acompañados por currículum vitae y autorización para reproducir cualquiera de los cuentos citando la fuente, a la dirección de Jaramillo Levi: apartado postal 10276, Panamá 4, Panamá. El antologista escogerá el material de acuerdo a criterios de calidad literaria, y buscando diversidad y representatividad temática, estilística, de época y de género. El escritor advirtió que para ninguna de las antologías se aceptará material inédito, ni publicado en revistas o periódicos. Agregó que, si bien los autores incluidos recibirán su ejemplar, no serán remunerados sus derechos de autor, pese a lo cual advirtió que considera importante participar, en aras de la promoción y difusión de la literatura regional más allá de fronteras locales, y garantizó la suficiente publicidad de las antologías. En cuanto al Congreso de Escritores de Centroamérica, Jaramillo Levi explicó que el evento será auspiciado por la Universidad Tecnológica de Panamá -de la que el escritor es director de Difusión Cultural-, con la finalidad de echar las bases de una futura Federación de Escritores Centroamericanos. Además, el congreso tendrá diversas mesas redondas temáticas, recitales y presentaciones de libros. Ya existe una comisión organizadora -conformada durante el reciente Encuentro de Escritores Centroamericanos realizado en Tegucigalpa, en el marco de la XVIII Feria Internacional del Libro Centroamericano- integrada por Oscar Núñez, de Costa Rica; Manlio Argueta, de El Salvador, Helen Umaña, de Honduras, Javier Mosquera, de Guatemala, Vidaluz Meneses, de Nicaragua; y Rosa María Britton y el mismo Jaramillo Levi, quien funge de coordinador general. Jaramillo Levi explicó que, aunque la organización del encuentro procurará ofrecer en Panamá alojamiento y comida a unos 10 escritores por país, cada uno tendrá que buscar la manera de que determinadas instituciones o empresas patrocinen su viaje. Ya que en estos momentos se encuentra preparando una declaración de principios -que incluirá características, objetivos y funciones de la Federación de Escritores Centroamericanos- y una convocatoria al congreso y a la formación de la federación, el escritor espera que quienes atiendan este llamado participen con ideas y críticas constructivas, tanto para la elaboración de estos y otros documentos, como para los aspectos organizativos y de seguimiento, así como para proponer diversas modalidades de apoyo logístico real. "Sería conveniente", concluyó Jaramillo Levi, "que los gremios de escritores existentes en cada país se reactivaran, y que en donde no los haya pudieran organizarse. Así podrían participar de manera más orgánica en la organización en Panamá de la federación, que lógicamente a su vez tendrá que tener una sólida directiva con amplia representatividad centroamericana". Quienes deseen participar en cualquiera de los proyectos propuestos por el escritor panameño, deberán contactarlo por correo electrónico escribiéndole a jaramillo.levi@utp.ac.pa. ||||||||||||||||||||||| LITERATURA EN INTERNET |||||||||||||||||||||| Club de Libros http://www.clubdelibros.com Variopinto como el que más, el ambiente de las publicaciones de corte cultural en Internet presenta múltiples posibilidades. Las hay que sólo sirven al ego de sus creadores y son el reflejo de las manías autoapologéticas que suelen apreciarse en el mundo real. Otras son plataformas de proyección de grupos editoriales y cuentan con toda una estructura para que sus visitantes compren sus libros guiados por la crítica interesada que allí se puede encontrar. Hay otras, sin embargo, que rinden tributo al espíritu de las letras como una válvula para la libertad del espíritu. Este último y un poco más es el caso de Club de Libros, una publicación semanal costarricense de reciente aparición -deambula por el éter desde 2002- que, además de ofrecer sustancia literaria en Internet, ha desarrollado en el mundo real diversas actividades para promover lo mejor de la literatura de ese país y del mundo. Además de las tradicionales secciones de creación, principalmente enfocadas hacia la proyección de los escritores más jóvenes, Club de Libros presenta en sus páginas un vasto cúmulo de reportajes, recomendaciones literarias, reseñas de libros costarricenses, biografías, libros clásicos, artículos para fomentar la lectura, consejos de escritores consagrados e información sobre clubes de lectura y de cuentacuentos, librerías, premios literarios y en general todo lo que puede ser útil para el amante de las letras, sea éste un ávido lector o un ambicioso escritor, bajo la premisa de hacer realidad "el sueño de llevar el hábito de la lectura a las nuevas generaciones". La revista es producto del esfuerzo de un colectivo que ha desarrollado en el mundo real actividades diversas, tales como clubes de lectura, presentaciones de libros, giras de escritores por diferentes escuelas de Costa Rica, ciclos de filmes basados en libros, ferias de trueque de libros y otras a las que suelen convocar a gente de todas las edades, pero especialmente a los más jóvenes. La premisa de Club de Libros consiste en que, pese al crecimiento acelerado de costarricenses interesados en la lectura, no existía un medio de confianza que brindara información sobre argumentos, calidad, detalles de estilo y demás especificaciones para decidir en cuál libro invertir. "La producción nacional", explica en su presentación, "es inmensa -3.000 libros al año-, pero la promoción y el mercadeo sobre estos títulos es mínimo". Así, Club de Libros apoya a los escritores en la promoción de sus libros y va más allá al brindarles mecanismos para acceder a diversas vías de contacto para distribuirlos. Es de hacer notar que la revista es producida por un equipo de mujeres a la cabeza del cual se encuentra la periodista Evelyn Ugalde, a quien acompañan las también periodistas Laura Fuentes y Kattia Muñoz, la filóloga Mariana Castillo, la instructora de yoga y artesana Aymara Babbar y la actriz Ruth Picardo. Así, además de las razones literarias que tuvieron para crear Club de Libros, ellas desarrollan iniciativas para la disminución de las diferencias sociales, profesionales y de otra índole entre los géneros. "Es necesario", indican, "que las mujeres nos involucremos activamente en la definición, diseño y desarrollo de nuevas tecnologías. En caso contrario, la revolución de la información dejará de lado a la mujer o podrá producir efectos adversos en su vida... En Club de Libros hemos trabajado durante 2 años para que las tecnologías de la información se puedan usar para nuestro empoderamiento económico como mujeres en el campo de la comunicación, para generar ingresos y fortalecer los existentes; así como con el objetivo de generar empleo para otras mujeres jóvenes en este sector". De esta manera, la revista rebasa lo que pudiera esperarse de una publicación literaria, y se convierte en toda una fuerza generadora de iniciativas sociales en las que la literatura tiene un papel preponderante. ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === De la justicia y la locura José Repiso Moyano ==================== *** La justicia La justicia es pariente de la igualdad -en derechos humanos- y de la dignidad (de merecimiento). La justicia no es un cuento, sino forma parte de la coherencia intelectiva -absolutamente cuando y donde exista-; cuando en una tribu, por ejemplo, uno cazaba más que los demás, la coherencia conducía a que ofrecía más beneficios y, por tanto, merecía -a cambio- un reconocimiento o cualquier otro tributo en cualquier sentido, simbólico o no. La justicia es, en usufructo, beneficiar -que siempre requiere esfuerzos- en algo, aunque sea intelectualmente -en defender derechos humanos- o culturalmente, y esto produce, irremediablemente, paz, "sosiego", agradecimientos. Cuando los seres humanos tienen poco que agradecerse muchas ganas tienen de pelearse; así que los reconocimientos a la realidad son las válvulas de escape de la violencia. Determinantemente, los miedos a lo que nos ignora, los miedos a lo que no nos reconoce derechos ni algo siquiera desata el descontento y, a lo más, la furia. Entonces, la paz está en mirar eso, en abrir sin restricciones las puertas a eso, en admitir que por medio de la mayor justicia viene la paz; porque sencillamente la justicia tiene sus vínculos con la paz, porque sencillamente si se hace justicia en algo se tranquiliza ese algo en concreto -por ejemplo: si se hace justicia con unas madres de unos hijos asesinados, esas madres "agradecerán" y tendrán más paz. La justicia no es algo insustancial, algo venido de "nada porque me da la gana", sino es algo que absolutamente tiene sus bases en la razón; nunca ha sido relativa ni nunca jamás se ha demostrado que sea relativa, sino es porque es, como ese pajarillo que vuela -y tiene toda su coherencia científica. Ahora bien, si dos personas o dos países están en guerra no es que la justicia sea relativa, sino que no existe; o dicho de otro modo, si dos personas o dos países se están matando no es que el amor sea relativo, sino que no existe; o dicho aun más claro, si un "borrico" me da o "me arrima" una coz no es que la comunicación sea relativa, sino que no existe. En conclusión, las guerras son malvenidas por falta de justicia, de diálogos para entender y reconocer y ceder, sin más cabezas duras que prescindan de la justicia -de lo que es justo porque se ha entendido, se ha reconocido y se ha cedido en razón (de esfuerzos de beneficio y de derechos humanos) un merecimiento. Piensen que una democracia permite eso más que una dictadura y más todavía una democracia que persiga una justicia social. Nota: Si uno cualquiera quiere practicar la justicia o el amor y lo hace mal, no es culpa de la justicia ni del amor, sino de él mismo. No hago alusión a los borricos que viven en el campo, tranquilamente y naturales, y no metiéndose con nadie. *** La locura La locura tiene que ver mucho con la sublimación -o a veces simplemente confección- emocional desconectada de la realidad -o paulatinamente desconectándose de la realidad. Todos estamos de igual a igual ante ella porque, aunque las capacidades genéticas ayuden a evitarla, pueden contrarrestar esas capacidades las vivencias límite, las incontables experiencias que sí determinan -o visten a esas capacidades- y no totalmente -porque interviene el aprendizaje- las actitudes humanas y sociales. Sí, no totalmente porque el aprendizaje ético e intelectual es el factor que nos moldeará y nos condicionará las emociones, las conformará decisivamente, consiguiendo un respeto social y un respeto a las personas en sus derechos igualitarios. Así que ese factor nos despejará del "todo vale", nos hará responsables ante la realidad; es decir a ser consecuentes con ella de un modo racional-ético (racional por no distorsionarla y ético por responderle bien con una responsabilidad o con unas actitudes responsables). Es la coherencia que esto conlleva lo que ratifica un equilibrio, una cordura en nuestras acciones. Pero en el hecho del vivir también existe una intimidad, la libre búsqueda de la felicidad, la libre ideación emocional que puede limitarla modas, convencionalismos represivos, políticas que conducen a las injusticias o a las discriminaciones sociales. Por ello, la autodefensa y la rebeldía -siempre atendiendo a una justificación razonable- no son recursos de locura, sino de cordura en su más estricto sentido. El ser más inteligente, el que ve la injusticia y no se conforma, el que está adelantado éticamente a su tiempo, el que pone al descubierto la maldad o la crueldad -sin unos mínimos escrúpulos o tranquilamente impasible-, es quien nos ha guiado siempre hacia la cordura; sin embargo, y se olvida, es la sociedad la que lo consideró loco, porque la sociedad sencillamente se presenta remisa a los cambios de privilegios, porque erróneamente se ha establecido que la mayoría tiene siempre la razón y casi todos se unen convenientemente a la mayoría para no ser tachados de "antisociales" o de locos. Esto es, ante el "por si acaso", mejor ahí aunque sea por cobardía. En aclaración, está cuerdo o más cuerdo no quien dice siempre la sociedad -que puede decir hasta misa si le conviene-, sino quien ostenta una coherencia, salvaguarda de los principios éticos fundamentales -los cuales no justifican los daños como finalidad ni como medios para una finalidad-, en consecuencia a una realidad a la que ha reconocido previamente -que ha percibido sin distorsionarla. Poniendo las cosas en su sitio, el ser cuerdo no tiene nada que ver con el "seudoequilibrio" o con el equilibrio que algunos se apuntan, ni con la tranquilidad, ni con la pasividad, ni con el conformismo sin escrúpulos e impasible (pérdida de las emociones), sino con la atención ética a la realidad. Por ejemplo: Ante un holocausto, mientras que el loco ni se inmuta, el cuerdo sin hacer daño a nadie, se duele, se conmueve, se deprime incluso, se indigna hasta lo más desolador -porque no distorsiona la realidad ni a él mismo como ser íntegramente ético. Por eso, es un gravísimo error, hasta ahora algo aceptado, el considerar a todos los tipos de depresión como denotadores de locura, cuando no es cierto y cuando no es lo mismo la depresión con unos antecedentes que con otros, la depresión del maltratado que la que le llega al maltratador al ser consciente de lo que ha hecho, es decir no es lo mismo ocho que ochenta. Además, no es difícil el recurrir a grandes intelectuales o sabios que pasaron por momentos de desesperación o frustración ante el horror que percibían, ante el cual como seres con las cualidades más humanas lloraron y sufrieron por dentro. Por tanto, el amor y el dolor, más allá de ser uno un derecho sobre el otro, son respuestas del alma ante todo, respuestas libres e inevitables que existirán quieran algunos o no. Pero, la locura que hace mas daño, siempre está arriba, donde se puede manipular todo y todos los medios son justificados; desde allí se siembra más las locuras, quedando a salvo de algún tratamiento. ** José Repiso Moyano jrmjrmj@hotmail.com Pensador, poeta, narrador y ensayista español (Cuevas de San Marcos, Málaga, 1965). Ha publicado los libros Cantos de sangre (Ediciones Rondas, Barcelona, 1984) y La muerte más difícil (Ediciones Torre Tavira, Cádiz, 1994). Ha ganado los premios Ángel Martínez Baigorri, de Navarra, y Encina de la Cañada, de Madrid. Es asesor literario de la colección Torre Tavira de Cádiz, donde ha publicado los plegables La muerte más difícil, Carne de cañón (1996), Soñada luz (1999) y La caja de cristal (2000). Textos suyos han aparecido en diversas revistas de todo el mundo, como Casa de las Américas (Cuba), Repertorio Americano (Costa Rica), Signo (Bolivia), Trizas de Papel (Venezuela) y Los Papeles de Río Seco (España), entre otras. === Poetas en Tránsito: =================================================== === la subversión del optimismo conspira en Caracas Héctor Torres ==== La cita es los viernes, entre cinco y siete de la noche; y los sábados, de tres a cinco de la tarde. Al principio crearon un revuelo inédito. Luego de dos meses, algunos pasajeros aún los observan con desconfianza, buscando una explicación en los rostros de los compañeros de asiento. Otros ya los conocen y sonríen con cierta complicidad. Son dos y abordan los autobuses luego de solicitar el respectivo permiso a los conductores, asegurándoles que ni van a vender ni a pedir dinero (práctica frecuente de los miles de desempleados que sobreviven en la ciudad) y, dependiendo del día, a veces tienen que insistirles que no van a hablar de política. Traspasada la malencarada alcabala de los conductores, entregan un fósforo a cada pasajero mientras comienzan a leerles poemas. Al final, luego de agradecer la atención recibida, pregonan que "el fósforo que tienen en la mano puede ser una idea. Todos nosotros somos poetas en tránsito". Y en seguida, sin pedir nada a cambio, se bajan para tomar otro bus. Esta rutina la ejecutan cada fin de semana unas diez veces por jornada. También es usual encontrarlos en algunos semáforos. En cuanto aparece la luz roja se colocan en medio del paso peatonal, desplegando carteles en los que desconcertados conductores pueden leer, antes de que cambie la luz, algo así como: "Leyendo poesía por las autopistas de la capital / sin ver el camino hablando como loco / de cosas irresponsables irracionales prohibidas". Luego se cambian a la otra vía y prosiguen en esa rutina, para luego "tomar" otro semáforo. En ocasiones escogen a un transeúnte con cara de desaliento para seguirlo a distancia prudencial, leyéndole versos. Luego de acompañarlo un par de cuadras, seleccionan a otro. O entran a leer versos en las peluquerías ("el público más fácil", aseguran). O a las personas en las paradas. *** ¿Frankfurt? ¿Amsterdam? ¿Nueva York? No, ocurre en la maltratada Caracas, capital de Venezuela, a la que en tiempos mejores se conoció como "la Sucursal del Cielo". Sus cuatro millones de habitantes tienen suficientes motivos para sentirse intoxicados de realidad: los tarantines del comercio informal abarrotan sus principales calles, no hay quien no tenga al menos un familiar desempleado, la basura se ha vuelto un problema endémico, la inseguridad arroja en promedio noventa muertes violentas por fin de semana, la ausencia de rubros alimenticios fundamentales -resultado de un férreo control de cambio instrumentado desde enero de 2003- impide llevar a casa los ingredientes de la dieta básica. Y para completar el panorama, las calles se han vuelto el escenario preferido de la candente diatriba política. No hay concentración opositora a la que no le aparezcan las brigadas progubernamentales de choque, dando inicio a rutinarias batallas campales. En medio de este caos, autoridades de bandos opuestos acusándose mutuamente de las calamidades que soportan sus agobiados habitantes. Dentro de ese torvo túnel, una luz con forma de sonrisa salta al rescate del optimismo ciudadano. Se llaman "Poetas en Tránsito" y son dos: Daniel Pradilla y Enio Escauriza, poetas venezolanos que no alcanzan los treinta años y forman parte de la nueva ola del disperso movimiento literario caraqueño, ese que ha crecido a la sombra de la crisis que se cierne como una nube oscura sobre la paz de ese país. *** "Dos personas murieron y otras cinco resultaron heridas de bala en los violentos disturbios que se registraron el viernes en Caracas entre simpatizantes del oficialismo y manifestantes de oposición, confirmó personal de socorro. El jefe de los bomberos de Caracas, Rodolfo Briceño, declaró que siete personas resultaron heridas de bala en medio de la revuelta y dos de ellos murieron horas más tarde cuando eran atendidos en un hospital local" (AP, 4/1/2003). ¿Las reacciones del desprevenido público a este asalto de poesía? Siempre abordan los autobuses suponiendo que nadie va a prestarles atención, y esas expectativas suelen ser superadas. Muchos pasajeros los ignoran, sí, o los miran con recelo; pero otros los aplauden, los bendicen, les agradecen con muestras de alegría. En una ocasión, un conductor -"las almas más duras del mundo", según afirman- los aplaudió. Los vendedores callejeros los reconocen, y ya gozan de una modesta celebridad: "Nos han invitado a unos ocho programas de radio", comenta un desconcertado Pradilla. Los jueves se reúnen en la pizzería de un conocido músico venezolano, ubicada en la cosmopolita urbanización Los Palos Grandes, y ofrecen veladas poéticas. Antes de iniciar la lectura de textos reparten una hoja en blanco en cada mesa, rogando a los presentes que coloquen allí la frase que les fluya durante la experiencia. Al final del acto realizan un cadáver exquisito con los escritos del público, convirtiendo a los comensales en impensados poetas. En estos eventos suelen tener invitados, a los que denominan "transeúntes". *** "Los edificios de oficina / esas fábricas inmensas / de mujeres lindas / han decidido despachar toda la producción / mientras el resto / potenciales poetas del vértigo / miramos asombrados en las aceras". Daniel Pradilla. Caracas se divide en cinco municipios: Libertador, Sucre, Chacao, Baruta y El Hatillo. Los dos primeros son los de más alta densidad poblacional. En ellos se concentra la población de más escasos recursos de la ciudad. En el municipio Sucre, al extremo este, se encuentra Petare, laberíntico enclave urbano en el que confluyen más de doscientos barrios pobres. Se dice que es uno de los mayores focos de miseria de Latinoamérica. Al otro extremo opuesto, al oeste, se encuentra Catia. En Petare se encuentra la penúltima estación de la línea uno del Metro. Desde temprano, cerca de las cinco y media de la mañana, verdaderas olas humanas invaden sus instalaciones para entrar al sistema que los distribuirá hacia sus trabajos en los diversos centros financieros y comerciales de la ciudad: Altamira, Chacao, Plaza Venezuela, Bellas Artes y La Hoyada son las estaciones más cercanas a muchos de ellos. Desde el otro extremo, en el oeste, se opera la misma migración matutina, en sentido inverso. Pero, con todo y Metro, el congestionamiento vehicular de Caracas es mítico. La necesidad de evadir el tráfico ha dado nacimiento a novedades como las mototaxis. En cualquier zona se pueden ver entre cinco y diez motos, usualmente blancas, con la inscripción TAXI en sus costados. Cerca, o sobre las motos, los taxistas, en franela y casco (y el del potencial cliente en un brazo) conversan esperando al desesperado transeúnte que contratará sus servicios. Y, por supuesto, están los "carritos", que es como coloquialmente llaman los caraqueños a los microbuses de transporte de pasajeros. Los capitalinos emplean hasta dos horas diarias de su día dentro de esas cabinas productoras de humo, impaciencia y hacinamiento. Ese es el escenario predilecto de los "Poetas en Tránsito". Y la ciudad, agresiva en grado superlativo, como una mujer con demasiadas decepciones a cuestas como para no sospechar de las aparentes buenas intenciones, se coloca a la defensiva ante estos poetas que la acechan. *** Santo chofer, / Que me llevas a la casa y no me hablas, / Que me sacas del trabajo y de la cola, / Que permites que el poeta de mi lado me recite / Su silencio, // Santo chofer, / Concédeme el deseo de botar menos humo, / De montar estudiantes, / De no comerte mis luces, / De bajar el volumen de mis tormentos, / Y de reírte, de reírte. Enio Escauriza. Escauriza y Pradilla son dos tipos normales, nada excéntricos. Habíamos contactado para vernos ese viernes, y estuve puntual en la esquina de la avenida Francisco de Miranda que me indicaron, desde donde accionan los viernes. Los sábados corresponde a las avenidas México y Bolívar. El primero en llegar fue Escauriza. Nos fuimos al café donde urden su itinerario del día y pedimos dos cervezas. Mientras conversábamos, apareció Pradilla. Me explicaron las distintas modalidades de acción (autobús, pancarta, peluquería, aceras y perrocalientes), y aunque no siempre las atacan todas en un mismo día, ese viernes me iban a ofrecer una muestra completa del repertorio. Así que, una vez planificada la travesía, salimos a la calle. Comenzaríamos con "pancartas". Nos colocamos en la esquina de la calle Elice, en uno de los puntos más congestionados del este de la ciudad, e iniciaron su labor mientras yo realizaba la sesión de fotos. No transcurrirían quince minutos cuando comenzaron los incidentes. En esa esquina se encontraban unos diez policías, que al principio sólo mostraban cierta inquietud, pero luego no aguantaron e "invitaron" a Escauriza a un módulo móvil cercano. Detrás fuimos Pradilla y yo. En la pequeña oficina nos explicaron, muy amablemente, que por ordenanza municipal, estaba prohibido hacer proselitismo político o promociones comerciales sin la debida autorización. No hubo manera de explicarles que no hacían ni una cosa ni la otra. Al final, uno de los policías nos confió: "Entiendo que no están haciendo nada malo, pero las cuestiones están muy alteradas en estos días", conminándonos a escoger un sitio menos transitado. En la próxima esquina en que nos ubicamos, un policía motorizado, al divisarlos, se detuvo de inmediato e inició una conversación por radio. "Aquí ubiqué a los 'veintitrés' ", dijo en su jerga policial. Precisado por su interlocutor a especificar la naturaleza del código, respondió, sin poder ocultar una risita: "Poesía". Luego les informó que, a pesar de comprender lo inocente de su "legítima demostración ciudadana" (como la había definido Escauriza), el alcalde había pasado minutos antes por esa esquina y había amonestado a los jefes policiales. "Nadie quiere que las cosas se compliquen. Menos un viernes", concluyó. En Caracas nada parece inocente. Y lo que esencialmente lo es, despierta doble recelo. Exhortados por segunda vez a abandonar la calle, pasamos a otra modalidad. Las peluquerías son, ya se dijo, el público más fácil. Adentro de la escogida al azar, fuimos recibidos con una actitud hostil que cambió paulatinamente a medida que leían versos, al punto que las peluqueras no los querían dejar ir. Tanto insistieron, que debieron obsequiarles otros poemas en la puerta del local. El brillo en sus miradas delataba una nostalgia por palabras dulces que transformó la burla de bienvenida en cariñosa despedida. Es la alquimia de esas palabras que, por su ritmo, por su extrañeza, despiertan anhelos por mundos distantes de los innumerables agobios cotidianos. En los "carritos" el ambiente estaba "heavy". Luego de hacer las primeras fotos, descubrimos que la presencia de la cámara perturbaba. Al menos tres veces tuve que explicar el motivo de las gráficas. Otro síntoma del estado de paranoia en que se desenvuelven los caraqueños. Cuando renuncié al soporte gráfico, las sesiones fluyeron con un poco más de magia. *** "Al menos un muerto y seis heridos dejó hoy una confusa balacera que se desató en una concentración de opositores al presidente venezolano, Hugo Chávez, que se realiza en una empobrecida zona del oeste de Caracas. El comisario policial Lázaro Forero dijo a una radio local que un hombre de 48 años falleció tras recibir un balazo en la mandíbula" (Ansa, 24/5/2003). Consultado en torno a las razones de ese asalto poético, Pradilla (ingeniero en producción especialista en códigos de barra y socio de una pequeña compañía consultora) nos confiesa dos razones, la formal y la personal. La formal es que suponen que la gente que más necesita poesía no es la que asiste a los recitales. "Queremos una ciudad y como no la tenemos la andamos buscando, la presentimos en la gente que trabaja, que vive, ama y padece la urbe, esos verdaderos poetas en tránsito", afirman en su página web. La íntima es más impactante: "Necesitaba salvarme. La crisis me estaba sumiendo en una depresión tremenda. Me costaba levantarme temprano para ir a la oficina", agregando que la energía que se crea al subirle el ánimo a tanta alma apesadumbrada "me da fuerza. Me siento protegido". *** "No voy a hablar mal de los políticos, / De los racistas, de los genocidas, / Los deforestadores, los chismosos, / Los insensibles, pero nadie, / Nadie me puede impedir pensar mal sobre ellos". Enio Escauriza. Apenas suben a las unidades saben, por el más mínimo gesto, quién necesita una terapia de poesía. Es a ella (porque usualmente es "ella") a la que se le colocan respetuosamente cerca y le regalan los versos. Hasta yo aprendí a distinguir qué chica sonreía subrepticiamente, cuál miraba de soslayo, quién se ruborizaba tenuemente, agradeciendo el regalo que se imponía sobre el concierto de cornetas, gritos y ruidos de motores. Luego de unos diez autobuses y unas decenas de poemas a parejas, a gente en las paradas, en las cajas registradoras de un automercado y en un puesto de perroscalientes, cerca de las siete y media, dimos por terminada la jornada. De allí volvimos al café, para comentar anécdotas y precisar ciertos aspectos, a efectos de esta crónica. *** "Cincuenta y tres fallecidos, ochocientos dieciocho heridos, sesenta y ocho bombas y ciento dieciocho atentados. Estas son las cifras que resumen la diatriba política -confrontación en la mayoría de los casos- entre oposición y gobierno en los últimos diecisiete meses. Estas cifras no incluyen los doscientos cuarenta fallecidos en zonas rurales como consecuencia de disputas agrarias, la mayoría de ellas producto de ocupaciones ilegales" (El Universal, 26/5/2003). ¿Cuánto durará? ¿No tienen miedo de cansarse, de repetirse? Al respecto, Escauriza (que además de músico y compositor es estudiante de sociología) sabe que PET va a morir en un momento, agregando que si bien no saben cuándo, sí sueñan cómo: quieren alquilar una funeraria para velar en un féretro las experiencias recabadas (fotos, anotaciones, poemas, pancartas). "Es parte del tránsito", acota. Mientras llega ese momento, y quizá presintiendo una cercana muerte, siguen con los proyectos. El próximo es grabar un CD con sonidos que recogen de sus andanzas en la calle, al que le van a montar encima poemas acompañados de música, tanto acústica como digital. "La experiencia de Poetas en Tránsito no es fácil de retratar, y a falta de un formato audiovisual, el disco se acerca más a su esencia que un libro", indica. Y el tema Dios no ha sido ajeno al asunto. Rememora Escauriza que la primera vez que hicieron un autobús, las dudas acechaban. El aplauso que recibieron, al bajarse de la unidad, marcó el destino del asunto. "Es que el tipo necesita a dos pendejos que estén ensalzando la vida, porque ese es su gran morbo", filosofa convencido, entre las cervezas con las que nos refrescamos al final del trabajo. *** Lo que comenzó como una necesidad de salir de la crisis espiritual en que el estancamiento económico y el corrosivo ambiente político del país tiene sometido a sus habitantes, ya muestra resultados. Con el tiempo "se adquiere más seguridad", acota Pradilla. Y se siente con más ánimo para ir a la oficina. "Las sesiones generan un gasto emocional que nos revive", completa Escauriza. Sin saber a dónde llegarán, siguen llenando espacios de poesía. El primer enunciado de su declaración de principios reza: "Nuestro público son los verdaderos poetas, los Poetas en Tránsito pretenden ser sus cronistas y aprender de ellos". Una completa estética de esa nueva poesía para la calle. *** "Olvidé tu poema de amor / En el pantalón de ayer / Salí desnudo, / Aventurado a las dos ciudades de tus ojos, / No pude resistirme, / Tuve que inventarme unas camionetas como diademas, / Protectoras de la verde joya deltana de tu pubis, / Esto me ha acercado a dios, al chofer del planeta, / Que me cumplió el deseo de amarte hasta tu próxima parada". Enio Escauriza. Caracas está espiritualmente enferma. Se está desquiciando. Para estos trovadores del siglo XXI es razón suficiente para entender que su lugar está en la acera, no frente a las butacas cómodas y la temperatura controlada de un auditorio. Y mientras el gobierno venezolano (que ha informado acerca de unos ocho magnicidios sin revelar pruebas) ve en todo gesto de disidencia, inconfesables intenciones golpistas, los "poetas en tránsito" siguen perpetrando la única subversión que sacará a Venezuela del atolladero: la del optimismo, la que advierte a los venezolanos que la poesía -esa que los políticos desdeñan- puede salvarlos, y que lo único efectivo contra la crisis es encender el fósforo de la esperanza, para iluminarse durante estos tiempos difíciles. Y estos duendes de la acera, expresión de una generación de venezolanos decididos a no dejarse arrebatar el país que sueñan, les tiene malas noticias a quienes insisten que para hacer la historia se debe derramar sangre: la inminente guerra civil en que supuestamente se sumirá esa nación de gente alegre y hospitalaria se puede quedar esperando. Y recuerdan a los caraqueños que, si se toman la molestia de mirar los ojos de los que les rodean, sólo encontrarán seres humanos. ** Héctor Torres ficcionbreve@hotmail.com Narrador venezolano residenciado en Caracas. Ha publicado los libros de cuentos Trazos de asombro y olvido (Fondo Editorial Senderos Literarios, La Victoria, 1996) y Episodios suprimidos del manuscrito G (Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 1999), y aparece en la antología Narrativa aragüeña en la Tierra de Letras (Senderos Literarios, 1997). Ganador, en 1998, del primer premio en los concursos Semana de la Juventud y Poeta Pedro Buznego. Ha dictado talleres literarios para Senderos Literarios y la Alcaldía de La Victoria. Edita en Internet el sitio Ficción Breve Venezolana (http://www.ficcionbreve.com). === Un quelonio en mi jardín Miguel A. Schmucke P. =================== "Una gran verdad se puede deducir de una pequeña e insignificante evidencia". Una soleada tarde de abril fui sorprendido por la aparición de una pequeña criatura que se arrastraba con lentitud en la hojarasca de mi jardín. Era un vivaz y pequeño morrocoy recién nacido, que por su sola presencia evocaba en mi mente interrogantes que al principio resultaban misteriosas e inquietantes. ¿De donde habrá venido? ¿Cómo llegaría aquí? En realidad las respuestas a estas preguntas llegaron muy pronto al poder observar a una de estas fascinantes criaturas del otro lado de la cerca, en el terreno del vecino; sin duda se trataba de uno de sus progenitores. Más complicado resulta poder encontrar respuestas satisfactorias a la presencia misma de este ser vivo en nuestra época, debido a que actualmente se sabe con certeza que este género tiene millones de años arrastrándose sobre la superficie de la Tierra. Y, por lo tanto, ¿cómo se explica que las características de un fósil hallado en niveles geológicos del Pérmico, sean también las del morrocoy que camina en mi jardín? ¿Acaso no se supone que las especies se transforman con el pasar del tiempo? ¿Por qué las tortugas siguen siendo tortugas? Y la pregunta más pertinente, ¿cómo puede explicar la tan aceptada "Teoría de la Evolución", que esta pequeña criatura, que todavía se arrastra por el suelo, tenga parientes fosilizados y aun así sigan manteniendo las mismas características? ¿Es la transformación de las especies una "ley natural" o una suposición mundialmente aceptada por todos los círculos científicos? Y si es realmente una ley científica, ¿por qué no se han trasformado? ¿Por qué han dejado de convertirse en otra cosa, si es que alguna vez lo hicieron? La contradicción entre el morrocoy que se arrastra en mi patio y la idea evolucionista es evidente, debido a que la premisa fundamental de ésta es que las criaturas se transforman al pasar el tiempo, pero la ciencia que estudia los fósiles ha determinado sin dudas la antigüedad de criaturas con características similares a las que hoy todavía existen. Del Pérmico al día de hoy ha pasado el tiempo suficiente como para que la transformación de las tortugas produjese otro género totalmente distinto a las tortugas fósiles, pero no ha sido así, echando por tierra la suposición de Charles Darwin. Las implicaciones de esta evidente realidad natural (la existencia del morrocoy en mi jardín), a pesar de existir también fósiles de la misma especie, son trascendentes, debido a que esta teoría es aceptada por la mayoría de los círculos científicos y académicos del mundo, y por lo tanto, aceptar que están equivocados significaría una verdadera transformación del pensamiento, una verdadera revolución científica y causa de una nueva forma de ver la vida y la existencia. ¿Pueden estar equivocados tantos científicos? ¿Se han equivocado alguna vez? ¿Cuál fue el fenómeno natural que indujo a Darwin a concebir la transformación como respuesta? En la isla de los galápagos Además de las diversas versiones de tortugas gigantes observadas por el naturalista inglés, éste es más conocido por los llamados "pinzones de Darwin", una especie de aves autóctonas de las cuales pudo recopilar y clasificar una variadísima colección de diversos tipos, lo cual le llamaba muchísimo la atención por el alto grado de diversidad de tipos de picos que tenían estas aves. Unas tenían el pico de una manera y por lo tanto se podían alimentar con un tipo especial de alimento, y otras, por tener el pico con otra forma, se alimentaban de una manera totalmente diferente. Este tipo de observación puede ser hecha hoy en día por cualquier persona; todos podemos observar, al igual que Darwin, el mismo fenómeno, pero también podemos llegar a conclusiones totalmente diferentes debido a que hoy en día cualquier joven estudiante de secundaria tiene un conocimiento que era totalmente desconocido para el también joven Darwin, las llamadas "leyes de la herencia" de Gregorio Mendel. Darwin supuso que eran las mismas aves las que transformaban la forma del pico por la necesidad de "adaptarse" al tipo de alimento que se encontraba a su alcance en el medio ambiente, pero, ¿es realmente esto posible? ¿Puede un organismo transformarse por necesidad? ¿Acaso un ave, al no encontrar el alimento que puede ingerir por facilitárselo la forma del pico, podrá sobrevivir? ¿Puede en realidad un ave lograr cambiar la forma de su pico solamente por tener el deseo de ingerir semillas y no insectos? ¿Puede transmitirse ese mismo deseo a su descendencia? Es evidente que la respuesta es no. ¿Qué es lo que en realidad sucede? Simplemente que las diversas características de la forma de los picos de las aves, ya están "registradas" en el código genético, unas son "dominantes" y otras son "recesivas", es decir; unas son más comunes y predominan, y otras características más débiles, las cuales aparecen de vez en cuando en algunos de los descendientes, y si éste se traslada a otro lugar aislándose y reproduciéndose, entonces la descendencia se genera con un tipo de pico algo diferente al de los abuelos, por lo tanto sucede que el ave nace con la forma del pico que le tocó por herencia y al explorar su entorno se encuentra que le es más fácil ingerir cierto tipo de alimentos que otros. Podemos concluir entonces que la explicación basada en las leyes de la herencia es satisfactoria, aclarando la verdadera razón por la cual existen las variedades, sin tener que recurrir a la idea de la transformación; además es necesario recordar que los pinzones, a pesar de tener los diferentes tipos de picos, hasta el día de hoy siguen siendo "pinzones". Las hojas faltantes Además de lo anterior, es necesario recurrir a otras ciencias para seguir confirmando lo que es evidente. Los geólogos, por ejemplo, se refieren a su ciencia como "un libro en el cual se puede leer la historia del planeta Tierra". Darwin, al observar que en el registro geológico no se podían encontrar fósiles de las fases intermedias de la supuesta transformación de las especies, los famosos "eslabones perdidos", llegó a decir que era el registro geológico el que estaba incompleto; es decir, que le faltaban algunas hojas al llamado libro de la vida, ¿es científica esta actitud? ¿Puede ser invertida en el campo científico la carga de la prueba? ¿Puede una suposición sobrevivir sin la existencia de la evidencia? El nuevo darwinismo Estos problemas sin solución condujeron a los círculos científicos a reconsiderar la "Teoría de la Evolución" a mediados del siglo XX. Los científicos conjugaron la evolución con la genética, debido al innegable avance de esta ciencia, pero sin reflexionar en las evidentes contradicciones, lo cual dio como resultado una verdadera mezcolanza de conceptos, dándole a todo esto el nombre de "neodarwinismo", tendencia que generó en la Iglesia la aprobación de la teoría, lo cual al sumarse el aspecto religioso a este asunto, se ha convertido a esta seudociencia en un verdadero "arroz con mango". A principios del siglo XX la teoría evolucionista comenzó a entrar en una crisis de credibilidad por falta de evidencias del fenómeno de la transformación "gradual" de las especies, pero el redescubrimiento de las leyes de la herencia de Gregorio Mendel, por los científicos Hugo de Vries, Karl Erich Correns y Erich Tschemark en 1900, tendría importantes consecuencias en el debate evolucionista, debido a que éstas hacían evidente que lo que se observa en la naturaleza son variaciones del mismo tema y no la llamada transformación gradual, lo cual los llevó a tratar de explicar la teoría de Darwin de otra manera. El equilibrio puntuado Esta nueva teoría, también llamada saltacionismo, fue un intento fallido realizado por Stephen Jay Gould en el año de 1967, en la cual se trataba de explicar que en realidad la transformación de las especies no es gradual, sino que es repentina, es decir, que por causa de una mutación, de una clase de criatura se genera otra distinta de una buena vez. No es necesario aclarar que la genética y la simple observación niega esta aseveración, debido a que hoy en día es suficientemente conocido que los organismos tienden a mantener su forma genotípica con absoluta fidelidad, y que cuando se produce una mutación siempre desmejora el diseño del cual proviene, y si alguien se quiere convencer de esta realidad, sólo tiene que visitar un laboratorio o museo, donde tienen guardados en frascos con formol o disecados a cientos de monstruos que no es necesario describir aquí. Observe el lector a cualquier criatura y fíjese la forma perfecta que tienen, al nacer, un gatito, un cachorro o un bebé. Si nacieran con una mutación, se nota inmediatamente que ha ocurrido una excepción de la regla, es decir, un desmejoramiento que evidencia que lo que es perfecto no puede ser mejorado. Después de más de 100 años de haberse intentado explicar la causa de la variabilidad de las especies y su origen, ni la evolución gradual ni la repentina han podido demostrar que la evolución se produce en la realidad, más bien todo lo contrario. La verdad es que las tortugas siempre han sido tortugas desde que "apareció" el género, y todas las especies que se han producido, tanto las extintas como las que todavía existen, simplemente son variaciones del mismo tema. Es decir, que cada género de los que existen y han existido tiene, cada uno, un origen único e independiente (un ascendiente común), y una vez que aparecen, mantienen sus características distintivas, variando en mayor o menor grado, únicamente por causas que explican muy bien las leyes mendelianas. El espíritu científico es una motivación muy humana que se manifiesta por un gran interés y empeño en investigar la razón de ser de las cosas y de los hechos, y que no descansa hasta descubrir las causas que los producen y los principios y reglas que los explican. La calidad de una idea tan sólo puede verificarse mediante su efectividad. Lamentablemente para algunos científicos, las teorías son más importantes que la verdad, y las han impuesto, más que todo, fundamentados en el llamado "criterio de autoridad", tanto en los círculos científicos, como en las universidades y escuelas. Es por estas razones que, ante la imposibilidad, por ahora, de convencer a los círculos científicos e intelectuales, recomiendo a mis alumnos que le arranquen a sus textos de estudio las páginas que les enseñan la "Teoría de la Evolución" como una certeza científica. Las ideas, cuando son verdaderas, son útiles, claras y sencillas, pero la "Teoría de la Evolución" sólo ha producido confusión en todas las ciencias, y peor aun, segregación y exterminio de razas y pueblos en la historia del siglo XX. ** Miguel A. Schmucke P. maspar@cantv.net Docente y comunicador social venezolano (Caracas, 1954). Ha publicado artículos de opinión en los diarios El Impulso y El Informador, sobre temas de filosofía, didáctica, historia, psicología, polìtica y ciencias en general. === Mi Kierkegaard Carlos Barbarito ================================== Ciertas mañanas voy a un café -siempre el mismo- y allí, durante hora y media, antes de ir a mi trabajo, leo. Hoy, por enésima vez, elegí El universo singular, un pequeño escrito de Sartre sobre Kierkegaard, de principios de la década de los sesenta. Mientras lo leía pensaba de qué manera, que no alcanzo a explicarme del todo, el pensamiento del danés influencia desde siempre cuanto escribo. Y mi asombro se debe a que no leí lo suficiente de su obra y sin embargo encuentro nítidos reflejos de ella en mis poemas e, incluso, lo que me sobresalta, me enfrento por primera vez con pasajes suyos que, de un modo u otro, constituyen la materia prima de poemas que escribí hace años. Así, su afirmación: Mi propia no-verdad (que, para Sartre, al menos en lo inmediato, dice, se transforma en mi verdad) sólo puedo yo descubrirla; en efecto, no es descubierta más que cuando soy yo el que la descubre; antes no está descubierta en modo alguno, aunque el mundo entero la haya sabido, puede, no tengo dudas al respecto, constituir el emblema de cuanto hice en literatura desde el comienzo. Cada poema, cada verso de cada poema, es, antes que cualquier otra cosa, el descubrimiento personal de algo que otros sabían antes pero que toma dimensión, valor, peso, medida cuando soy yo quien accede a su conocimiento. Que alguien venga y me diga qué cosa es, o puede ser, el amor, por ejemplo, no significa nada para mí; es preciso que yo mismo lo descubra aunque del amor hablen infinitos libros en infinitas lenguas o desde el alba de los tiempos lo hayan evocado, celebrado infinidad de hombres. No es prodigio, hecho sobrenatural, Kierkegaard, aunque muerto, sigue siendo contemporáneo desde sus despojos literarios y convive con nosotros porque su palabra aún -y quién sabe hasta cuándo- está impregnada de lo mismo que impregna la nuestra. Y, también, su firme decisión -central en su pensamiento- de ser el Individuo -hasta el extremo de pedir que ello se grabara en su propia lápida cuando muriese- recién ahora se empieza a comprender y, en algún futuro, será entendida cabalmente. No resulta fantástico, de este modo, el hecho de que su impronta atraviese una vasta porción del corpus literario y del corpus filosófico aunque muchos de los escritores y filósofos que le sucedieron no lo hayan frecuentado lo suficiente e, incluso, lo hayan obviado y hasta escarnecido. Acaso cada poema que escribo es un intento por levantar una casa, la propia, en mitad de la intemperie. Cuando era niño soñaba con una casa y ahora me pregunto si se trataba de una casa en el sentido más corriente -paredes, techo, puertas y ventanas- u otra casa, abrigo más o menos fuerte y duradero contra los vientos y lluvias de la existencia. Me inclino por lo segundo. Kierkegaard pretendió a lo largo de su breve pero intensa aventura construir un mundo -una casa- pero donde pudiese vivir -¿de qué me serviría construir un mundo en el que no fuera a vivir?, se preguntó. Si escribo es, primero y principal, porque quiero convertir lo que escribo en mi mundo -mi casa- y habitarlo. Si no fuese así, nada haría. Y, como quería Kierkegaard, un mundo -una casa- capaz de pervivir, de superar lo contingente para alcanzar el porvenir. Aunque a veces lo parezca, tal vez por la forma de presentarse, mi poética pareciera hundirse en la fatalidad ciega de los antiguos, pero no. Aun enfrentados a la más feroz de las tempestades, frecuente situación meteorológica en mi literatura, los ojos permanecen abiertos. Si hay llave, revelación más o menos última, alguna edad dorada o cosa semejante, seguro se encuentra adelante y no atrás. Dice Kierkegaard: La concepción moderna debe buscar la libertad hacia delante. Suscribo sin temor estas palabras. Recién esta mañana, hace unas horas, leo por primera vez esta frase suya: He mirado a los ojos de lo horroroso y no he tenido miedo. En mi La luz y alguna cosa hay más de un poema que sigue esta idea -descubrimiento personal que resulta, otra vez, lo importante aunque alguien, en este caso Kierkegaard, lo haya expresado, con más riqueza y profundidad, antes. Pero si el danés no manifiesta temor, yo sí. Aquí nos alejamos, el miedo nos aleja uno del otro. Bajo las capas y capas que constituyen mi literatura, hay, debajo, en el fondo, temor, temblor. Tal vez la imagen, recurrente en mi poesía, del niño solo bajo un cielo de relámpagos sea la más adecuada. Paradoja: a través de mis poemas se puede saber de mí. Y no. A través de lo que escribió Kierkegaard, lo mismo -dice Sartre. Él y yo -¿quién no?- tenemos secretos. Lo dijo: se vive en el saber y contra él. Vivo en la poesía y contra ella. Él y yo en la vida y contra ella -o lo que nos dicen que es la vida- y, más lejos, y último, en la muerte -él ya muerto- y contra ella -él todavía, yo antes de ella. Lo digo ahora: quiero ser distinto de mi poesía, no quedar metido en ella, quiero andar por fuera de mi poesía, libre de ella, a salvo. ¿Puedo? Sí y no. Mi poesía está tejida con las mismas fibras que constituyen mi cuerpo. Si corro mi cuerpo en otra dirección la poesía me seguirá por sus ataduras, aunque de lejos me seguirá. ¿Arrancarme la poesía y perder parte de mi carne como Kierkegaard ansiaba arrancarse su religión a riesgo de perder parte de sí mismo? ¿Y para qué? ¿Para disfrutar la vida de otro modo, ver el mundo de otro modo, para ya no sentir el aguijón en la carne? Pero tenemos secretos. Algunos ni yo mismo los conozco. Y, tal vez, nunca los conozca. Otro, adelante en el tiempo, quizás sí. Y, de algún modo, me los revele aunque yo no esté allí para oírle. Presumo ser, en la poesía, Adán desnudo. Me miento, claro. Aquí un secreto que ahora revelo. Dios se retira. Mira desde lejos y sabe qué acontecerá. Y acontece. Caigo. Describo a cada rato los episodios de esa caída que, lejos de traerme la muerte, me otorga por vez primera densidad y espesor de la vida. Hablo muchas veces de error. Un gran error. Ahora, sin ese error, ¿qué hubiésemos sido? ¿Criaturas toda levedad y transparencia, sin muerte y por ello sin vida? Todo poema es hija y hermana de la necesidad. Sin la necesidad, no hay poema o hay escrito vacío y desinflado. ¿Necesidad de qué? De apagar la angustia, de cerrarle el paso, sí, pero desde la angustia. De anular el sentimiento del fracaso desde el fracaso. Paradojas. A contracorriente de un momento y húmedos de tiempo presente. Así. Hacia delante aunque el futuro nos parezca una estación helada o, peor, la multiplicación al infinito de actuales terrores. ** Carlos Barbarito barbarito694@hotmail.com Escritor argentino (Pergamino, 1955). Ha publicado diversos libros, como Teatro de lirios (1985), Caballos y otros poemas (1990), Bestiario de amor (1992), Desnuda materia (1999) y Puntos de fuga (2002), así como otros títulos en ediciones artesanales y en colectivas. En Internet textos suyos pueden leerse en su página web, http://d-sites.net/barbarito, así como en los sitios Brindin.com, Etcétera (Brasil) y Caminos de Pakistán (España). Ha obtenido, entre otros, el Premio Fundación Alejandro González Gattone, el Premio Fundación Argentina para la Poesía, el Premio Raúl Gustavo Aguirre de la Sociedad Argentina de Escritores y el 3r Premio Enrique Pezzoni del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Integra el Consejo Editor de la revista Matérika de San José de Costa Rica y el staff de Los Noveles. === Cuatro libros, cuatro poetas, cuatro profesionales ==================== === Mauricio García Araujo ================================================ (Nota del editor: el pasado 28 de julio, el doctor Mauricio García Araujo, presidente del Centro de Estudios Latinoamericanos Arturo Uslar Pietri, de Venezuela, pronunció estas palabras en la presentación de cuatro poemarios editados por la institución). Enrique Viloria Vera me ha pedido que haga la presentación de este acto. Siento gran admiración por la poesía y un profundo respeto por quienes son capaces de expresar sus sentimientos en lenguaje poético. Sin embargo, no soy crítico literario. Por esa razón, al cumplir este cometido, no voy a hacer una crítica de las obras que me corresponde presentar. En mi caso, eso estaría totalmente fuera de lugar. Además de presentar a los autores, me gustaría centrar las ideas que vinieron a mi mente en la medida en que leía las diferentes obras. De ser posible, me gustaría también tratar de entrar en sintonía con ese estado anímico que le sirve de puente al poeta, entre su propia realidad y el misterio que ellos develan al crear su poesía. Son cuatro libros, cuatro poetas, cuatro profesionales. Lo primero que me llamó la atención fue que los autores han ejercido actividades profesionales en los campos más variados: economía, petróleo, banca, periodismo, educación, derecho, gerencia. Todos, sin embargo, han sentido la necesidad de escuchar las voces que llevan dentro y transitar el camino arduo y exigente de todo proceso de creación artística -en este caso, la creación poética. ¿En qué consiste ese proceso? ¿Cómo entenderlo? En una ocasión me encontré en una librería del este de Caracas con Manuel Caballero, historiador, agudo analista político y, por encima de todo, un gran conocedor de la idiosincrasia del venezolano. Entre libros y anécdotas, toqué el tema de la poesía y los poetas. Sin decir una palabra, Manuel fue a un mostrador, tomó un pequeño libro y lo puso en mis manos. De inmediato dijo lo siguiente: "Qué hacen los poetas y cómo lo hacen, siempre ha sido un misterio para mí. Pero sí te puedo decir lo que hacen los escritores como yo. Hace unos días vino a Caracas un buen amigo mío, de Barquisimeto. Llamó a mi casa, yo no estaba. Le atendió la cocinera de la casa. Este amigo quería pasar a verme y le preguntó a la señora cuándo podía hacerlo. Ella le contestó que podía pasar en cualquier momento. El amigo insistió en ser cortés y le dijo: 'Señora, yo sé que Manuel es un hombre muy ocupado. Cuando regrese, por favor, pregúntele cuándo puedo pasar a verlo'. De inmediato, la señora respondió: Mire, ya le dije, venga cuando quiera. Don Manuel está aquí casi todo el tiempo. Mire, él no trabaja, él no hace nada. Lo único que hace es leer y escribir". Después de ese comentario, decidí no insistir en el tema. No obstante, José Pulido, uno de los cuatro autores que me corresponde presentar en este acto, me dio la clave que buscaba. En el prólogo para los poemas de Enrique Viloria Vera, Pulido dice lo siguiente: "Ser poeta es asumir un modo de existencia en el que se goza el martirio de descubrir quién es uno mismo, de sopesar las pocas cualidades y las escasas posibilidades que se tienen, ante los muchos defectos y las miles de trabas que te petrifican en cada uno de los instantes que quieres volar. Asumir el lenguaje de la poesía como quien adquiere una religión, es un atrevimiento casi suicida, porque nada te obliga más a acercarte a la verdad, ese utópico puerto de llegada. Hay que arrimarse al fuego de la verdad y arder en él". María Fernanda Palacios, en el prólogo que escribió para el libro de Hanni Ossott, Cómo leer la poesía, escribe: "Los poetas que, como Hanni Ossott, se sienten habitados por la poesía, hablan de la precariedad, del equilibrio y el riesgo que implica aceptar el llamado que les hace la poesía... quizás por eso lo reciben como una ofrenda y lo viven como un sacrificio". Por cierto, ese libro, Cómo leer la poesía de Hanni Ossot, es precisamente el que Manuel Caballero puso en mis manos aquel día. Es una excelente colección de ensayos sobre literatura y arte, escritos por una gran poetisa, extraordinaria mujer y excepcional ensayista. Decidí utilizarlo como referencia y guía para estos comentarios. Después de todo, don Manuel sí respondió a mi inquietud. Mientras leía los diferentes poemas, una idea golpeaba mi mente: cuán importante es la palabra escrita. Recordé un libro de Arturo Uslar Pietri, escrito en París hace 25 años, que lleva por título Fantasmas de dos mundos. En ese libro hay un pequeño ensayo, Las inmortales palabras, que tiene que ver con el tema. En ese ensayo (el más corto del libro) Uslar Pietri escribe sobre Esquilo, el gran poeta de la tragedia griega en Atenas quinientos años antes de Cristo, y comenta que "de todo lo que existió y floreció en ese tiempo remoto, nada está mas vivo que este creador de palabras". Para Uslar, la esfinge del desierto y las pirámides están mudas y ningún mensaje surge de la impresionante galería de Luxor. "No hablan, por lo tanto no los podemos entender". Observa que si los griegos hubieran dejado tan sólo el Partenón y sus estatuas, no significarían mucho más para nosotros que los hititas o los etruscos. "La palabra es lo que hace toda la diferencia. Los griegos siguen vivos porque nos dejaron sus palabras". El ensayo termina con esta frase: "para nosotros como para los griegos, la palabra es la única forma de inmortalidad a la que podemos alcanzar". Ese es, realmente, el tema de esta noche. Vamos a hablar de palabras. Pero de palabras manejadas por poetas. En sus manos, dicen mucho más de lo que literalmente significan. Allí radica el insondable misterio al cual hacía referencia Manuel Caballero: el misterio de la creación poética. Enrique Viloria Vera Comencemos por Enrique Viloria Vera. El doctor Viloria ha sido y es muchas cosas: abogado, administrador, economista, petrolero, gerente, recaudador de impuestos, educador, investigador académico, crítico de arte, ensayista y, por encima de todo, poeta. En el prólogo de una selección de poemas de Viloria, publicada en el año 2002 por el Centro de Estudios Ibéricos y Americanos de la Universidad de Salamanca, Joaquín Marta Sosa observa algo que es muy cierto: "Enrique Viloria comenzó a publicar su poesía de modo formal a una edad algo tardía, a los 42 años, pero desde entonces no ha parado". La obra que Viloria nos trae en esta oportunidad es una antología de poemas escritos entre 1992 y 2004. Se titula De corazón abierto. Es una colección de poemas sobre el amor y sobre cómo amar, sobre la relación íntima entre un hombre y una mujer, en una forma que no deja espacio para ambigüedades o recatos victorianos. Con frecuencia Viloria suele citar a Salvador Pániker, y en la contraportada de este libro aparece la siguiente cita de ese eminente escritor español: "Sólo los dioses disfrutan de una existencia sin riesgos. Es decir, sólo los dioses no existen". La cita retrata a Viloria de cuerpo entero. Además de poeta -o quizás, por serlo en la forma como él entiende la poesía- Viloria es un iconoclasta. Rechaza todo conformismo, no practica la autocensura ni acepta limitación alguna. "Se juega el físico", como reza el viejo dicho venezolano, en cada obra y en cada proyecto que acomete. José Pulido escribió el prólogo para esta antología de Viloria. El prólogo es casi tan iconoclasta como el propio Enrique. En un intento por captar la esencia de su personalidad y su intranquilidad creadora, Pulido dice de Viloria que "(...) es un nómada en el cuerpo de un sedentario". Advierte que para leerlo, "hay que sintonizar el desgarramiento de su voz, el sacrificio del hombre que, teniendo mil caminos enfrente, escoge la dificultad de definir las cosas para vivirlas con el riesgo de un apóstol (...)". Agrega que "(...) es una inteligencia vertiginosa, huracanada, buscando por dónde abrir el boquete para manifestarse libremente", y en alguna parte sentencia: "repito que escribe como un loco, que se desmonta como poseído, que se desbroza, que se vacía y se llena todos los días de imágenes que no lo dejan en paz". Emulando a los dioses de Pániker, a Viloria el riesgo le tiene sin cuidado. Más bien lo cultiva y hace del riesgo su compañero de correrías. Del poema "Mapas", de este libro: Revisando mis galerías esos pasajes subterráneos que comunican mi yo mismo con mi mismo yo Entrando en los múltiples laberintos, el de la duda el de la perplejidad el de la confusión el del desencanto Constato que aún no tengo no poseo un plano de mí mismo continúo extraviado confundiendo mis propios puntos cardinales sin poder delimitar las complejas autopistas de la entrega las múltiples avenidas del amor las estrechas calles de la amistad Por eso inédito casi primitivo sin que la cartografía me haya tocado me brindo a un mundo demarcado milimetrado conocido cincelado y contenido para que le pongan nombre a las letras de un alfabeto que me prestan y esta noche manipulo José Pulido José Pulido es escritor y periodista. Es asistente a la Dirección de la Revista BCV Cultural, del Banco Central de Venezuela. Ha sido director de las páginas de arte de El Universal, El Nacional y El Diario de Caracas y jefe de Redacción de la revista Imagen. Es novelista. José Pulido pertenece a un grupo muy especial de personas: los poetas del Banco Central de Venezuela. En ese grupo figuran Benito Raúl Losada, Luis Pastori, Domingo F. Maza Zavala y otros. Daría la impresión de que en el templo de los números, las musas insisten en colarse por las rendijas que dejan los economistas. Pulido nos trae una obra sobre sueños. Su título, Duermevela. Son 25 poemas, identificados con números, como si fuese ése el número de sueños que el autor admite compartir con nosotros -solo ésos, no más, pero no menos. En la introducción, Pulido advierte que deseaba escribir este libro desde hace tiempo, "porque lo tenía atravesado, como un montón de escombros, en la calle principal del pueblo que tengo en el alma". Esta frase me dijo mucho sobre lo que vendría después. Pulido escribe sobre sueños que no se olvidan y sueños que uno sabe que son sueños porque no se pueden recordar. En esos sueños están las casas, las piedras y las tormentas de arena de los pueblos que el poeta tiene atravesados en el alma. Hay sueños sobre la mujer que está ahí para que la amen, "y si es ella la que está soñando entonces todos somos inventados". En el poema número 13, Pulido entra en contacto con la muerte. Huyendo de un hombre que con implacable furia le persigue, busca asilo y una muchacha lo deja cerca de un abasto donde se aglomeran sus amigos. Ellos le dicen "te diste tu postín... pero has llegado". Y él, los mira al desgaire, "con ganas de marcharme y sin hallar el modo de explicarles que habían muerto hacía tiempo que no podían beber cerveza en una esquina". En la parte final de la obra, nos entrega una serie de poemas sobre la Pasión de Cristo, reflexiona sobre el misterio de la Pasión y sueña con los personajes que acompañaron al Redentor en esos momentos de sufrimiento. El poeta nos deja con una duda terrible. En el último poema narra la mañana de aquel domingo cuando María Magdalena y la Madre de Jesús fueron a buscarlo y la tumba estaba abierta. Ellas anhelaban la realidad del cuerpo y sólo había quedado la mortaja. Cuenta cómo miraba a las mujeres de Jerusalén dialogar en su sueño, ellas llorando y anunciando la buena nueva, él deseando consolarlas. De repente, nos dice, Me postré en un rincón, las manos me sudaban y entonces escuché la voz serena y tibia de Jesús anidando su magia en mis oídos. Recuerdo que me dijo "Vamos, Judas debemos conversar en el jardín mientras sopla la brisa". Y desperté aterrado afiebrado, balbuceante en el susto, sudando vértigos y estremecido porque yo conozco sus conversaciones. Basílides Nacido en Zaragoza, España, Sergio Pascual Casamayor (Basílides es su tercer nombre de pila) es de profesión economista y por vocación editor, novelista y poeta. Obtuvo una licenciatura en economía en la Universidad Particular San Martín de Porres de Lima, Perú, y un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció actividades profesionales en la banca en República Dominicana, hasta 1982. A partir de ese año se radicó en Venezuela. Es gerente general y socio del Grupo Epsilon, editor de Epsilon Libros, en Caracas. Ha publicado un libro de cuentos y poesías. Este es su tercer libro y su segundo poemario. El libro de Basílides, Estáticos amagos, me hizo recordar algo que confronté por primera vez durante mis días universitarios: algunos poetas no son fáciles de leer. Lo sentí cuando tomaba un curso de humanidades en mi primer año de College en la Universidad de Columbia, en New York. En ese curso se leían los clásicos. En Columbia se seguía y se sigue todavía la idea del Canon Occidental, el "catálogo de libros preceptivos" que incluye los grandes libros de la cultura occidental. En mi época -y eso quiere decir a fines de los cuarenta y principios de los cincuenta-, el Canon comenzaba con Homero y llegaba hasta Eugene O'Neill, el destacado dramaturgo norteamericano. Cerrábamos el curso con su drama Cuando el luto se convierte en Electra, que es la adaptación de La Orestíada de Esquilo al ambiente de la Guerra Civil de mediados del siglo XIX en los Estados Unidos. Esquilo había sido el segundo autor que habíamos leído en el curso. La continuidad del pensamiento clásico se hacía así evidente. Fue en ese curso cuando, por primera vez, intenté leer el Paraíso perdido de Milton, sin duda uno de los clásicos de la literatura inglesa. Al principio pensé que el problema tenía que ver con el pobre dominio que del idioma inglés tenía para aquel entonces. Pero, no. Rápidamente me di cuenta de que se trataba de algo mucho más de fondo. Las palabras las podía traducir pero el significado eludía mis mejores esfuerzos de comprensión. Fue la primera vez pero no la única. Años más tarde aprendí que uno no tiene que entender un poeta a las primeras de cambio. A veces, como dice Hanni Ossott, "uno puede quedarse 23 años con una frase incomprensible y alegrarse por ella... porque en el fondo casi la comprende. Y así uno manda la razón y la conciencia a paseo". Pero se queda con el poema. En el prólogo de Estáticos amagos, Joaquín Marta Sosa dice, entre otras cosas, lo siguiente: "No es poesía para salir de picnic con ella". "Es una poesía que semeja el lecho de un río, seco, inundado de piedras filosas, hoscas, capaces de anular cualquier audacia imprudente del viandante". "No es poesía acogedora, cálida. Acaso ninguna lo sea. Más bien despide unas voces ásperas, broncas, como sobrevenidas de quién sabe qué soterrado instinto arcaico de pérdida, exilio interior y exterior, soledad extrema, donde el tiempo es rutina del desvivir y deshacer (...)". Más adelante, Joaquín observa que la poesía de Basílides "se sostiene, lo que no es usual, con una tensión innovadora, propia de las poéticas honradas". En efecto, las metáforas, los símbolos, el lenguaje, los recursos que el poeta emplea, nos conducen inexorablemente hacia adentro, hacia nuestras propias identidades, hacia ese acertijo que es el ser. Hace tiempo, refiriéndose a otro libro muy distinto pero especialmente difícil de leer, alguien me dijo, "a éste hay que leerlo con los cinco sentidos". El libro de Basílides es uno de esos libros. Del poema "Estático" leo el siguiente pasaje: como la tarde que empecinadamente niega su muerte aunque una menguante luna apertura el telón como un cuadro consumido de polvo invariablemente en el ahí como ese tañido de ánimas a sabiendas de que nadie ha muerto ni a nadie inmortaliza como mi ajada inmanencia contigua al centinela que nada dice sólo anhelo degustar la ráfaga que abate las conmovidas hojas de extenuada andanza. Henrique Meier Abogado, especialista en derecho administrativo, magíster en gerencia pública, Henrique Meier es autor de más de ochenta títulos jurídicos. Actualmente es coordinador del Postgrado en Derecho Corporativo y profesor de derecho ambiental en la Universidad Metropolitana. Meier es poeta. Ha publicado seis poemarios y forma parte del Círculo Metropolitano de Poesía. Con frecuencia se dice que el poeta está cerca de la muerte. La pasión por la vida, sin embargo, hace incomprensible la muerte. D. H. Lawrence cantaba la muerte porque, a su juicio, "sin la canción de la muerte, la canción de la vida se vuelve sin sentido y necia". En el libro Detrás del mar, Henrique Meier canta la vida y celebra el amor pero sufre la muerte, el llanto y el dolor. En palabras del autor, el tema central de la obra es "un amor tan hondo que tocó los límites de la desesperación". Detrás del mar es un libro muy personal -dolorosamente personal. Está dedicado a su esposa, Marlen, recientemente fallecida. Allí se recogen poemas escritos a lo largo de 34 años para quien fuera la novia, la compañera, la amante y la esposa. Desde los días de los primeros encuentros hasta la enfermedad, la despedida, la soledad y la resignación, hasta el tener que aprender a caminar de nuevo, pero solo. Es un libro signado por la tristeza. Lleno de pena. Que se redime en la entrega, la fidelidad y el amor. De "Primer poema": Esta tarde de agosto miro tus dulces ojos tu negra cabellera tu cuerpo de hembra divina Pierdo el aliento y la razón al sólo verte el mundo se detiene deja de girar Del poema "Ternura debería ser tu nombre": Amo tu risa tu llanto tu silencio la rosa que reflejan tus ojos Ternura debería ser tu nombre Del último poema del libro, "Debo aprender de nuevo a caminar": No sé cómo explicarle a mis hijos este sufrimiento este vacío este desconsuelo Cada noche la sueño en cada canción la añoro A su lado mi vida tenía color su amor colmaba mi existencia La vida se me está volviendo pesada como si un yunque arrastrara mi sombra debo aprender de nuevo a caminar. Desde tiempo inmemorial, la poesía habla de deseos, pasiones, temores, anhelos e ilusiones -de todo lo que tiene que ver con lo humano. Son sentimientos universales. Pero el poeta, por la forma como expresa esos sentimientos, es quien le confiere esa sensación de intimidad que experimenta la persona que lee y siente un poema. En Detrás del mar, Henrique Meier nos hace partícipes de los sentimientos mas íntimos que puede tener un ser humano. Leyendo estas cuatro obras, sentí la necesidad de regresar a Harold Bloom, uno de los críticos literarios de habla inglesa más prestigiosos e importantes de los últimos 30 años. Recordaba una cita y la encontré. En su obra, El Canon Occidental, publicada en 1994, Bloom dice lo siguiente: "Las tradiciones nos cuentan que el yo libre y solitario escribe a fin de superar la mortalidad. Creo que el yo, en esa búsqueda de la libertad y la soledad, lee en el fondo con un único objetivo: enfrentarse a la grandeza. Esa confrontación apenas enmascara el deseo de formar parte de la grandeza, que es la base de la experiencia estética que antaño se llamó lo Sublime". Agradezco a Viloria, Pulido, Basílides y Meier por haberme brindado una oportunidad excepcional: la oportunidad de reencontrarme a mí mismo con todas estas ideas y hacerme pensar en cosas que nos acercan a lo sublime. Al final del día, en eso consiste ser humano, en la eterna búsqueda de lo que nos acerca a Dios. Permítanme terminar con algo que le escuché a Arturo Uslar Pietri, ya casi al final de su vida. Pienso que está "mandado a hacer", para expresar lo que siento en relación con estos cuatro poetas y sus obras. Parafraseando lo dicho por el doctor Uslar, a estos poetas me gustaría decirles: "Vienen ustedes como reyes magos, cargados de regalos para el alma". Son regalos que nos hacen partícipes de una inmensa riqueza espiritual y ese es un don que bien vale la pena disfrutar y atesorarlo para el recuerdo. ** Mauricio García Araujo Economista venezolano. Consultor empresarial, ex presidente de la Asociación de Ejecutivos de Venezuela y del Banco Central de Venezuela. Docente de la Cátedra de Economía de Venezuela "Arturo Uslar Pietri" en la Universidad Metropolitana de Caracas (Unimet). ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === El poder de la fantasía Víctor Montoya =========================== La palabra fantasía viene del griego "phantasia", que significa: facultad mental para imaginarse cosas inexistentes y proceso mediante el cual se reproducen con imágenes los objetos del entorno. La fantasía, que debe ser defendida a toda costa, constituye el grado superior de la imaginación capaz de dar forma sensible a las ideas y de alterar la realidad, de hacer que los animales hablen, las alfombras vuelen y las cosas aparezcan y desaparezcan como por arte de magia. La fantasía recoge su material de la realidad interna y externa, con la cual se concibe una realidad distinta, revirtiéndola o reformándola. Con el golpe de la imaginación se puede asociar las imágenes de la realidad y agruparlas en una totalidad con significado diferente, como el hecho de juntar el cuerpo de un hombre y un caballo para dar nacimiento a un centauro o dotar propiedades humanas a animales y objetos inanimados. Con la fantasía se puede deformar la personalidad a partir de un pequeño defecto; por ejemplo, quitarle la propiedad de maldad a lo diabólico o hacer de la virtud de lo bueno mucho más bueno. La fantasía cumple una función imprescindible en nuestras vidas, no sólo porque sirve como válvula de escape a la realidad existencial, sino también porque es la fuerza impulsora que permite rectificar la realidad insatisfactoria y realizar los deseos inconclusos por medio de los ensueños. "Si la persona es pasiva, si no lucha por un futuro mejor y su vida actual es difícil y falta de alegrías, con frecuencia se crea una vida ilusoria, inventada, en la que se satisfacen completamente sus necesidades, donde él todo lo puede, donde ocupa una posición imposible de alcanzar en el momento actual y en la vida real. La imaginación pasiva puede surgir no intencionalmente. Esto sucede principalmente cuando se debilita la actividad de la conciencia, del segundo sistema de señales, en un estado de ocio temporal, en estado de somnolencia, en estado de afecto, durante el sueño (los sueños), en estado de afecciones patológicas de la conciencia (alucinaciones), etc." (Petrovski, A., 1980, p. 323). La fantasía, al igual que el pensamiento, es uno de los procesos cognoscitivos superiores que nos diferencian de la actividad instintiva de los animales irracionales. No es casual que en el plano laboral sea imposible empezar un trabajo sin antes imaginar su resultado. La fantasía es tan importante para construir una mesa como para escribir un libro, pues ambos requieren ser planificados por anticipado, para obtener el mismo resultado que se concibió por medio de la imaginación; un aspecto que es indispensable en el trabajo artístico, científico, literario, musical y en todas las actividades en las cuales interviene la capacidad creativa. La fantasía, como cualquier otro aspecto del conocimiento humano, ha sido un tema que ocupó el tiempo y la mente de los hombres desde la más remota antigüedad. Los filósofos como Schiller, Schelling, Schopenhauer y Hegel, ponderaron el rol activo de la fantasía en los procesos racionales y cognitivos, mientras los escritores románticos, como Wordsworth y Coleridge, sostuvieron la teoría de que sólo a través de la fantasía se podía alcanzar la ciencia y la verdad. Sin fantasía no es posible ningún conocimiento humano. La imaginación, concebida como una facultad capaz de reproducir mentalmente las causas y soluciones de los problemas reales, es la mejor ayuda para un psicólogo, sobre todo cuando tiene que hacerse una idea de la situación del paciente y debe encontrar la orientación terapéutica correcta. La psicología moderna ha constatado que el poder de la fantasía sobre la psique es más determinante que el principio del deseo, pues se dice que en el conflicto entre deseo y fantasía es siempre la fantasía la que se sobrepone al principio del deseo. La fantasía, aparte de constituir uno de los elementos vitales que permitieron al hombre sobrevivir en medio de la naturaleza salvaje, es un don que deben cultivar los individuos, pues sin ella sería más difícil reformar o transformar la realidad insatisfactoria y alcanzar un desarrollo humanístico y tecnológico en provecho de la colectividad. La fantasía forma parte de nuestro cerebro desde el instante en que la usamos como mecanismo de supervivencia, para descubrir nuestra situación existencial, contemplar el mundo desde otras perspectivas, estimular nuestras posibilidades creativas y satisfacer los deseos no cumplidos. En concreto, como señaló J. J. R. Tolkien: "La fantasía es, como muchas otras cosas, un derecho legítimo de todo ser humano", pues a través de ella se halla una completa libertad y satisfacción. Consideraciones sobre la fantasía infantil Bruno Bettelheim, en su investigación psicoanalítica de los cuentos de hadas, encontró en la trama un alto valor estético y terapéutico, capaz de desencadenar las ataduras neuróticas y ayudar a los niños a solucionar sus angustias y conflictos emocionales. Sin embargo, ya mucho antes de que Bettelheim diera a conocer su Psicoanálisis de los cuentos de hadas, Sigmund Freud definió la fantasía como un fenómeno inherente al pensamiento, como una actividad psíquica que está en la base del juego de los niños y en el arte de los adultos, puesto que los instintos insatisfechos son las fuerzas impulsoras de la fantasía y cada fantasía es una satisfacción de deseos, una rectificación de la realidad insatisfactoria. Tanto el juego como el arte ayudan al individuo a soportar una realidad apuntalada de conflictos emocionales y contradicciones sociales. "¿No habremos de buscar ya en el niño las primeras huellas de la actividad poética?", indagaba Freud. "La ocupación favorita y más intensa del niño es el juego. Acaso sea lícito afirmar que todo niño que juega se conduce como un poeta, creándose un mundo propio o, más exactamente, situando las cosas de su mundo en un orden nuevo, grato para él. Sería injusto en este caso pensar que no toma en serio ese mundo; por el contrario, toma muy en serio su juego y dedica en él grandes afectos. La antítesis del juego no es la gravedad, sino la realidad. El niño distingue muy bien la realidad del mundo y su juego, a pesar de la carga de afecto con que lo satura, y gusta de apoyar los objetos y circunstancias que imagina en objetos tangibles y visibles del mundo real. Este apoyo es lo que aún diferencia el 'jugar' infantil del 'fantasear' (...). El poeta hace lo mismo que el niño que juega: crea un mundo fantástico y lo toma muy en serio; esto es, se siente íntimamente ligado a él, aunque sin dejar de diferenciarlo resueltamente de la realidad (...). Cuando el niño se ha hecho adulto y ha dejado de jugar; cuando se ha esforzado psíquicamente, a través de decenios enteros, en aprehender, con toda la gravedad exigida, las realidades de la vida, puede llegar un día a una disposición anímica que suprima de nuevo la antítesis entre el juego y la realidad. El adulto puede evocar con cuánta gravedad se entregaba a sus juegos infantiles y, comparando ahora sus ocupaciones pretendidamente serias con aquellos juegos pueriles, rechazar el agobio demasiado intenso de la vida y conquistar el intenso placer del humor (...). El hombre que deja de ser niño, en lugar de jugar, fantasea. Hace castillos en el aire; crea aquello que denominamos ensueños o sueños diurnos" (Freud, S., 1984, pp. 10-11). De modo que la actividad de la fantasía es la creación artística, los sueños diurnos y el ingenioso juego de los niños, especialmente el "juego de roles", a través del cual los niños representan el rol profesional y familiar de los adultos. El niño, en su deseo de ser adulto, juega a ser mayor, imitando en el juego lo que de la vida de los mayores ha llegado a conocer. Pero no tiene motivo alguno para ocultar tal deseo, como ocurre con el adulto, quien, sujeto a las normas lógicas y racionales de su entorno, se avergüenza de sus fantasías porque las considera propias de un infantilismo pueril e ilícito. El niño, en cambio, juega y fantasea hasta el cansancio, representa una serie de personajes en su proceso de socialización, independientemente de cuál sea la reacción de su entorno. El niño imita el ladrido del perro y representa a los personajes del cine y la televisión. En su mundo fantástico todo es posible: la hormiga habla con voz humana, el árbol corre por las praderas y las piedras levantan vuelo como los pájaros. El niño, a diferencia del adulto, no tiene por qué avergonzarse ni ocultar sus fantasías a los demás. Él es el artífice de un mundo hecho de magia y fantasía, donde sólo tienen acceso quienes están dispuestos a seguir sus reglas. El juego es una de las actividades principales del niño en el período preescolar, pues le permite desarrollar sus facultades sociales e imaginativas, en virtud de que "la situación imaginada es elemento indispensable del juego y es una transformación libre, no limitada por las reglas de la lógica y por las exigencias de que debe parecer real, de la reserva de representaciones acumulada por el niño. La imagen de la fantasía se manifiesta aquí como programa de la actividad creativa. El niño que imagina ser cosmonauta estructura correspondientemente su conducta y la conducta de sus compañeros de juego: se despide de sus "parientes y amigos", da parte al "constructor general", representa el cohete durante la partida y, a sí mismo, dentro del cohete, etc. Los juegos con personajes que ofrecen rico alimento a la imaginación infantil permiten al niño profundizar y consolidar cualidades valiosas de la personalidad (valentía, decisión, organización, ingenio, etc.), confrontando su conducta y la conducta ajena en la situación imaginada y con la conducta del personaje imaginado, el niño aprende a realizar las necesarias evaluaciones y comparaciones" (Petrovski, A., 1976, pp. 329-330). La fantasía, que emerge de lo concreto y no de lo abstracto, hace que el niño invente y modifique su entorno, así como Leonardo da Vinci diseñó una nave espacial luego de observar a los pájaros, o como Julio Verne escribió aventuras de submarinos después de observar a los peces. Del mismo modo, los niños, por medio de su imaginación inagotable, transforman la realidad en la que viven, sobre todo, si se piensa que cualquier actividad fantástica en ellos es reproducción, herencia o imitación de su experiencia anterior, de acciones y situaciones observadas, sentidas u oídas en la naturaleza y en el mundo adulto. La prueba está en que un niño puede tenderse de bruces sobre el césped e imaginar que las nubes son monstruos surcando el espacio o, estando sentado en una caja, imaginarse que es un pirata a bordo de una nave meciéndose en alta mar, asediado por ballenas y tiburones. La fantasía no es un privilegio reservado sólo para escritores y pintores, sino una facultad humana que ocupa un primer lugar en la vida mental de los niños, quienes, como los hombres primitivos, recurren a la imaginación para compensar su falta de capacidad cognoscitiva. Según Henri Wallon: "Lo único que sabe el niño es vivir su infancia. Conocerla corresponde al adulto" (Wallon, H., 1980, p. 13). Una de las constantes del poder de la fantasía es que los niños, mejor que nadie, gozan con las aventuras de la imaginación, con esos hechos y personajes que los transportan hasta la sutil frontera que separa a la realidad de la fantasía, pues todo lo que es lógico para el adulto, puede ser fantástico para el niño, y todo lo que al adulto le sirve para descansar, al niño le sirve para gozar. El niño, a diferencia del adulto, ve en el realismo un mundo lleno de magia y ficción, como dijera la psicóloga italiana Paula Lombroso: "Todas nuestras distinciones doctas y sutiles entre el reino animal, vegetal y mineral, entre cosas animadas e inanimadas, no existen para los niños" (Lombroso, P., 1923, p. 142). La fantasía como estímulo de la creatividad La fantasía es una condición fundamental del desarrollo normal de la personalidad del niño, le es orgánicamente inherente y necesaria para que se expresen libremente sus posibilidades creadoras. La fantasía estimula al hombre común y al hombre de ciencia. El físico alemán-americano Albert Einstein, entrevistado por George Silvestre Viereck en 1929, dijo: "Soy lo suficientemente artista como para dibujar libremente sobre mi imaginación. La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación circunda el mundo (...). Cuando me examino a mí mismo y mis formas de pensar, llego a la conclusión de que el regalo de la fantasía ha significado más para mí que mi talento para absorber el conocimiento positivo". Sin duda, ninguna persona activa y de pensamiento normal podría vivir sin fantasía. Varios matemáticos, atribuyéndole gran importancia al papel de la imaginación en la vida de los seres humanos y la creación científica, manifestaron que ni los cálculos diferenciales ni integrales se pudieron haber descubierto sin la ayuda de la fantasía. La historia de los descubrimientos científicos contiene gran cantidad de ejemplos en que la imaginación intervino como uno de los elementos más importantes de la actividad científica, en virtud de que la fantasía tiene una propiedad cuyo valor y cualidad es inestimable. Opinión que comparte el escritor Kornej Chukovski, quien, en su libro De los dos a los cinco cuenta el caso de una madre, enemiga de los cuentos y de la fantasía, cuyo hijo, quizás por venganza por habérsele quitado los cuentos, empezó a entregarse a la fantasía más exuberante. Así, "inventa que a su habitación fue a visitarlo un elefante rojo, que tiene una osa amiga y, por favor, no se siente en la silla del lado, porque, ¿acaso no ve? Está la osa en esta silla. 'Mamá, ¿dónde vas? ¡Vas donde los lobos! ¡No ves que aquí están los lobos!' " (Chukovski, K., 1968, p. 277). Entre los estudiosos de la literatura, algunos tendieron cercos a la fantasía como si fuese un elemento de dimensiones determinadas, al que se le puede empaquetar para hacer regalos de cumpleaños o Navidad; mientras otros, simple y llanamente, negaron su existencia, como quien niega la existencia de los sentimientos y los sueños por carecer de cuerpo. Empero, la mejor respuesta a esta tendencia nihilista fue la de guiar a los niños hacia el mundo de la fantasía, que es su propio mundo, con la ayuda de libros que estimulan el desarrollo de su imaginación, su destreza lingüística y sensibilidad estética. El psicólogo considera que "la imaginación favorece al desarrollo de la actividad mental del niño, como si fuese una gimnasia voluntaria, y la compara con la actividad física intensa de los primeros años de vida, que favorece el desarrollo muscular del cuerpo. Y también reconoce en la imaginación instrumentos de conocimiento de sí mismo y del mundo que le rodea" (Elizagaray, M-O., 1976, p.16). El psicólogo suizo Jean Piaget estaba convencido de que el niño estructura su capacidad y sus conocimientos a partir de su entorno y de sí mismo, por medio de estructurar sus experiencias e impresiones, y organizar sus instrumentos de expresión. Cuando el niño escucha un cuento fantástico o de hadas, que trata sobre algo nuevo, puede aprender y asimilar con la ayuda de sus conceptos y experiencias anteriores, y para alcanzar una comprensión más profunda y desarrollar su nuevo concepto, el niño acomoda sus conocimientos nuevos a sus conocimientos viejos. Según confirman muchos antecedentes psicológicos, la fantasía del niño es una de las condiciones más importantes para la asimilación de la experiencia social y los conocimientos. Fantasía y literatura infantil La actividad lúdica de los niños, como la fantasía y la invención, es una de las fuentes esenciales que le permiten reafirmar su identidad tanto de manera colectiva como individual. La otra fuente esencial es el descubrimiento de la literatura infantil cuyos cuentos populares, relatos de aventuras, rondas y poesías, le ayudan a recrear y potenciar su fantasía. La literatura infantil, aparte de ser una auténtica y alta creación poética, que representa una parte esencial de la expresión cultural del lenguaje y el pensamiento, ayuda poderosamente a la formación ética y estética del niño, al ampliarle su incipiente sensibilidad y abrirle las puertas de su fantasía. Sin embargo, así como la fantasía es un poder positivo que estimula la creatividad humana, es también un poder peligroso, si a través de ella se exaltan valores que rompen con las normas morales y éticas de una sociedad determinada. Claro está que la fantasía por la fantasía no es ninguna garantía para que la literatura sea de por sí buena y sus fines constructivos. La fantasía, como cualquier otra facultad humana, puede ser usada como un recurso negativo. Esto ocurre, por citar un caso, cuando por medio de una obra literaria se proyectan prejuicios sociales o raciales, con el fin de lograr objetivos que son negativos para la convivencia social y la formación de la personalidad del niño. Afortunadamente, gracias a la acción de los mecanismos de la imaginación, tanto el transmisor (autor) como el receptor (lector), saben que el argumento y los personajes de una obra literaria no siempre corresponden a la realidad, sino a la fantasía de su creador, quien, a diferencia de lo que sucede en la vida concreta, determina con su imaginación el destino de los personajes, el hilo argumental, la trama y el desenlace de la obra. En este caso, la fantasía del autor nos acerca a una nueva realidad que, aun siendo ficticia, ha sido inventada sobre la base de los elementos arrancados de la realidad. Asimismo, la fantasía no sólo cumple una función invalorable en la vida del escritor, sino también del hombre de ciencia. La fantasía prueba las posibilidades del pensamiento, encuentra nuevos medios y realiza los proyectos que luego se modifican con un pensamiento crítico. La fantasía es una palanca que sirve para transformar una realidad determinada y crear una obra que aún no existe. Si bien es cierto que los cuentos populares han amamantado durante siglos la fantasía de grandes y chicos, es también cierto que ha llegado la hora de plantearse la necesidad de forjar una literatura específica para los niños, una literatura que desate el caudal de su imaginación y se despliegue de lo simple a lo complejo; de lo contrario, ni el libro más bello del mundo logrará despertar su interés, si su lenguaje es abstracto, su sintaxis intrincada y su contenido exento de fantasía. Se debe partir del principio de que la imaginación está estrechamente vinculada al pensamiento y de que el pensamiento mágico del niño hace de él un poeta por excelencia. Toda obra que se le destine debe tener un carácter imaginario, un lenguaje sencillo y agradable, sin que por esto tenga que simplificarse o trivializarse. A este texto, depurado de toda lisonja idiomática, moral y retórica, se le debe añadir, en el mejor de los casos, ilustraciones que despierten su interés. Sólo así se garantizará que el niño encuentre en la obra literaria a su mejor compañero. Las joyas literarias más codiciadas por los niños son los cuentos fantásticos, que narran historias donde los árboles bailan, las piedras corren, los ríos cantan y las montañas hablan. Los niños sienten especial fascinación por los castillos encantados, las voces misteriosas y las varitas mágicas. El cuento, género en el cual es posible todo, también ha despertado el talento y la creatividad de muchos hombres célebres, y, para ilustrar esta afirmación, valga recordar la anécdota vertida por la bibliotecaria norteamericana Virginia Haviland, en el XV Congreso Internacional del IBBY, celebrado en Atenas en 1976: un día, una madre angustiada se dirige al padre de la Teoría de la Relatividad para pedirle un consejo: ¿qué debo leerle a mi hijo para que mejore sus facultades matemáticas y sea un hombre de ciencia? Cuentos, contestó Einstein. Muy bien, dijo la madre. Pero, ¿qué más? Más cuentos, replicó Einstein. ¿Y después de eso?, insistió la madre. Aun más cuentos, acotó Einstein. Los poetas, sabios y niños, conocen los dones que los cuentos populares otorgan a los humanos para que éstos no pierdan el enlace con el maravilloso mundo al que tuvieron acceso en un tiempo remoto, y que aún siguen añorando. Dimensión mágica a la cual se refirió Alexander Solzhenitsin en su discurso de agradecimiento por el Premio Nobel de Literatura, que se le concedió en 1970: "Hay cosas que nos llevan más allá del mundo de las palabras; es como el espejito (diría también Alicia mirándose en el espejo inventado por Lewis Carroll) de los cuentos de hadas: se mira uno en él y lo que ve no es uno mismo. Por un instante vislumbramos lo inaccesible, por lo que clama el alma". Nadie sabe con certeza a qué edad, forma o circunstancia aparece la imaginación en el niño. Empero, la aparición de las imágenes de la fantasía, que juegan un rol preponderante en su vida, es el resultado de la actividad del cerebro humano, compuesto de dos hemisferios que poseen numerosas circunvoluciones, que ponen en funcionamiento tanto la imaginación como otros procesos psíquicos. Fantasía, animismo y mentira Por la importancia que reviste la imaginación en los niños, los psicólogos han dividido la evolución de la fantasía en etapas: la primera consiste en el paso de la imaginación pasiva a la imaginación activa y creadora; la segunda, conocida con el nombre de "animismo", es la etapa en la cual el niño atribuye conciencia y voluntad a los elementos inorgánicos y a los fenómenos de la naturaleza. La fantasía del niño tiene tanto poder que es capaz de dotarle vida al objeto más insignificante. Por ejemplo, los de edad preescolar, al margen de personificar las funciones cotidianas de ciertos individuos del conglomerado social, pueden también personificar las letras del abecedario, decir que la letra "a" es una señora gorda y la "i" un caballero con sombrero. "La fantasía infantil", explica el psicólogo Lawrence A. Averill, "no conoce frenos: acá acepta el mundo tal como es. Allá lo rehúsa, en otra parte lo transforma (...). En este mundo que gira alrededor de la personalidad infantil, las reglas son aburridas o superfluas, el orden, el decoro, la consideración para los demás, pensamientos secundarios de adultos". Y, agregando, Cousinet dice: "El mundo en el cual vivimos no es el mismo que él -el niño- conoce. Los objetos no son los mismos, sino algo de ellos mismos y de cualquier otra cosa. La muñeca es una muñeca y también una pequeña niña; la silla es una silla y también un coche, un vagón de ferrocarril un vapor; el bastón es también un bastón y un caballo, el propio cuerpo es un cuerpo humano y en ocasiones también el cuerpo de una bestia. La preferida imaginación que el niño desliza en sus juegos, no es más que una confusión fácilmente observable (...). Una calabaza es una carroza, un ogro es un león o un ratón, una rata es un lacayo. Ulises es un joven o un viejo, Minerva es una diosa y una mortal. Proteo es todo lo que el niño quiere, un gato habla como un hombre, botas mágicas se adaptan a todos los pies. Es una transformación perpetua. Nada es sino que lo parece ser y las cosas sinfin y los seres pasan de un estado a otro, sin que uno pueda asirse de nada, sin que nada parezca estable, inmóvil, en este mundo irreal hecho de luz y de sombra" (Cousinet, R., 1911). Una vez superada la etapa del "animismo", esencialmente vinculada a los objetos y al contexto familiar, el niño ingresa a la tercera etapa, en la cual imagina a personajes sobrenaturales cuyas hazañas lo seducen y sugestionan. "Empieza a darse cuenta de la complejidad del mundo con el arribo a esta llamada edad de la imaginación, que coincide con la entrada en la 'edad de la razón' (...). En este momento su interés se vuelve hacia los cuentos folklóricos primitivos, llamados a veces en un sentido genérico, cuentos de hadas, que los transportan al reino de lo fabuloso" (Elizagaray, M-O., 1975, p. 30). El niño parece un hombre primitivo que, deslumbrado por lo desconocido y maravilloso, cree que los astros son seres fantásticos dominando sobre él y a quienes se les debe rendir pleitesía como lo hacían los incas al sol y la luna. Su imaginación galopante crea personajes esotéricos; unas veces bellísimos y otras horribles; de su temor surgen las hadas y los duendes, que lo protegen y lo amenazan. Los mitos y las leyendas, en sus versiones más sencillas, le encantan y sobrecogen como al hombre primitivo. Además, en este período entra en contacto con la escuela, el maestro y la literatura, que lo conducen de la mano por un mundo lleno de fantasía y misterio. Como bien decía Claparède: "El niño deforma la verdad y se gana el epíteto de embustero, sin embargo no tiene intención de engañar, sino que prolonga una comedia de la cual él mismo es juego a medias" (Claparède, É., 1916, p. 448). Lo cierto es que la fabulación del niño no tiene nada que ver con la mitomanía del adulto. Para el niño es normal trocar la realidad en fantasía y la fantasía en realidad; la mentira en el adulto, en cambio, es una alteración de la verdad de manera voluntaria y consciente. No obstante, desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, muchos siguen considerando al niño como un "homúnculo" (adulto en miniatura) y siguen exigiendo de él un razonamiento lógico, a pesar de que la psicología evolutiva ha demostrado que el niño tiene un dinamismo propio que lo diferencia del adulto. Bibliografía - Casona, A: La hora de la fantasía, Boletín 24 del Centro de Divulgación de Prácticas Escolares, Montevideo, 1942. - Chukovski, Kornej: De los dos a los cinco, Diétskaya Literatura, Moscú, 1968. - Claparède, Édouard: Psicología del niño y pedagogía experimental, Madrid, 1916. - Cousinet, Roger: Les lectures des enfants, Ed. L' Educateur Moderne, París, 1911. - Elizagaray, Marina Alga: En torno a la literatura infantil, Ed Unión de Escritores y Artistas de Cuba, La Habana, 1975. - Elizagaray, Marina Alga: El poder de la literatura infantil para niños y jóvenes, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 1976. - Freud, Sigmund: Psicoanálisis aplicado y técnica psicoanalítica, Ed. Alianza, Madrid, 1984. - González López, Waldo: Escribir para niños y jóvenes, Ed. Gente Nueva, La Habana, 1983. - Lombroso, Paula: La vita del bambini, Torino, 1923. - Petrovski, A.: Psicología general, Ed. Progreso, Moscú, 1980. - Sosa, Jesualdo: La literatura infantil, Ed. Losada, S.A., Buenos Aires, 1944. - Wallon, Henri: La evolución psicológica del niño, Ed. Grijalbo, Barcelona, 1980. ** Víctor Montoya montoya@tyreso.mail.telia.com Escritor, periodista cultural y pedagogo boliviano (La Paz, 1958). Perseguido, torturado y encarcelado durante la dictadura militar de Hugo Banzer, fue liberado en 1977, después de haber pasado por las prisiones de mayor seguridad de San Pedro y Viacha, por una campaña de Amnistía Internacional. En prisión escribió su testimonio Huelga y represión. Se exilió en Suecia. Es autor de Días y noches de angustia (1982), Cuentos violentos (1991), El laberinto del pecado (1993), El eco de la conciencia (1994), Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995), Palabra encendida (1996), El niño en el cuento boliviano (1999), Cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002), Fugas y socavones (2002) y Literatura infantil: lenguaje y fantasía (2003) Dirigió las revistas literarias PuertAbierta y Contraluz. Ha recibido premios y becas literarias y tiene textos traducidos y publicados en antologías internacionales. Actualmente escribe para diversas publicaciones en América Latina y Europa. === La lucha por los Derechos de la Mujer Jorge Majfud =============== ¿Por qué el feminismo y los movimientos por los Derechos de la Mujer surgieron en Occidente? Creo que la respuesta es bastante sencilla: los derechos de la mujer devienen como problemática consciente luego de la declaración de los derechos del hombre, lo que podríamos fechar (sólo por comodidad intelectual) en los años de la Revolución Francesa. Sin embargo, nada de esto hubiese sido posible sin la previa revolución humanista y la revolución del Renacimiento, la que, paradójicamente, aunque deliberadamente se eche al olvido, fue una consecuencia del comercio con la cultura islámica anterior. Estos derechos y libertades, establecidos explícitamente en Francia hace dos siglos, fueron confirmados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Tanto en 1948 como en 1979 (año de la Convención Internacional sobre la Abolición de todas las formas de discriminación contra la Mujer) quedó explícito e insoslayable que la mitad de la población del mundo había sido, hasta entonces, relegada en sus derechos como si se tratase de una especie animal diferente a la del hombre. En el mundo islámico -para no entrar a complicar el análisis considerando esa gigantesca región humana que es el este asiático e, incluso, la mitad sur de África- no existió algo parecido. ¿Pero, por qué? Si bien en la Edad Media el mundo musulmán se encontraba más inclinado hacia un humanismo que era fanáticamente negado por la Iglesia en Europa, luego del Renacimiento el hombre comenzó a tomar un lugar central. Al mismo tiempo que la astronomía, la física, la biología y, finalmente, la psicología, lo sacaba del centro material, al mejor modelo ptolemaico, la filosofía (en su camino hacia la epistemología y hacia la ética humanista) lo puso en el centro de todos los objetivos terrenales y metafísicos. Mientras tanto, y del otro lado del Mar Mediterráneo, el mundo islámico giraba en otra dirección, volviendo más a las raíces religiosas que le habían sido propias al cristianismo europeo en su apogeo. De esa forma, la máxima mahometana que más gustan olvidar los fanáticos, "la tinta del sabio es más valiosa que la sangre del mártir", se convirtió en la más moderna, fanática y retrógrada -"el que viva de la pluma morirá por la espada", la que he leído hace pocos años en el informe de una agencia de información internacional, llegada de Argelia, si mal no recuerdo. La historia es así: trágico-paradójica. En el mundo islámico no existió nada parecido a la subversión del hombre a la autoridad divina, como sí ocurrió en la Europa del humanismo. No ha surgido dentro del seno de su cultura la reivindicación de los Derechos de la Mujer porque tampoco existió una reivindicación de los Derechos del Hombre. Esto, que puede parecer extraño a primera vista, no lo es, ya que si bien las sociedades islámicas son predominantemente masculinas en su organización, el hombre no es el centro del derecho ni de la reflexión crítica de su propio destino, sino que está sometido a la fatalidad de la divinidad. El feminismo tuvo, a mi entender, desde el siglo XIX, un período heroico donde su lucha fue por el reclamo de un reconocimiento de los derechos igualitarios de las mujeres. Ya pasada la mitad del siglo siguiente, se podría decir que ese reconocimiento fue logrado. Actualmente, aceptar públicamente la igualdad de los Derechos de la Mujer es una posición "políticamente correcta" -lo que, dicho sea de paso, no deja de ser una amenaza a la lucidez crítica de estas reivindicaciones-, tanto que es sostenida casi unánimemente, incluso en el seno de las sociedades más machistas de Occidente. Sin embargo, ahora la lucha de las mujeres se orienta en otro sentido: lograr que ese reconocimiento se materialice (se da la paradoja de que en el mundo islámico han existido muchas mujeres presidentes, pero ninguna en Norteamérica ni en la mayoría de los países occidentales). Para ello, existe multiplicidad de organizaciones estatales, privadas, ONGs, etc., que se están encargando del trabajo. Las estrategias son varias y los resultados dispares. Podemos reconocer algunas corrientes: 1) el clásico feminismo combativo, otrora fructífero pero que, al haber obtenido su primer objetivo (el reconocimiento) se ha vuelto más bien inoperante y panfletario; 2) una corriente autocomplaciente en la cual se procura afirmar que las mujeres no sólo son víctimas de un tirano llamado, indiscriminadamente, Hombre, sino que además son buenas, sacrificadas, solidarias, inteligentes y bonitas. Esta ideología simplista tiene un campo fértil en Internet, en la televisión y hasta en simposios y congresos muy bien organizados. Recientemente, en uno de éstos se llegó a la siguiente conclusión: "Hay que montar redes de mujeres 'triunfadoras' que puedan establecer una relación solidaria hacia el resto de mujeres que quieran 'triunfar'. (...) Ser solidarias. Hay que evitar decir 'La culpa es de las mujeres' y evitar criticarnos entre nosotras" (1). Todo esto acompañado por novelas proselitistas donde no se indaga en la condición humana (o mujereana) ni se incomoda con cuestionamientos o reflexiones molestas, sino todo lo contrario: se dice lo que las mujeres quieren oír decir de sí mismas, lo que, por otro lado, le viene como anillo al dedo al siempre expansivo mercado de consumo; 3) una corriente que ve en el hombre no sólo al objeto de sus frustraciones personales sino su enemigo y rival con el cual es necesario competir: cuando exista igual número de científicas, de políticas, de conductoras de camiones, de ajedrecistas y de hombres que menstrúen y den a luz se habrá logrado el próximo objetivo; para esta corriente, está de más decir, o la naturaleza es injusta o el ciclo de reproducción de la mujer es una imposición cultural del macho que nunca quiso darle el pecho a sus críos; 4) un grupo que ha entendido que las mujeres deberían tener los mismos derechos que los hombres, pero éstos no se materializan porque existe una pesada herencia social, económica y cultural que estructura los símbolos y hasta los espacios físicos en función de un poder masculino. Dentro de este grupo, incluso, podemos encontrar mujeres que alcanzan a comprender que la herencia cultural del machismo también somete a los hombres, aunque de una forma menos evidente: el mayor acceso de las mujeres a las universidades también significa la presión laboral y exitista de la sociedad hacia los hombres; la sociedad tolera menos un hombre que estudia y es mantenido por su esposa que trabaja, que la situación inversa, por no hablar de las presiones sexuales a las que están sometidos los adolescentes varones por parte de la sociedad y de sus propias madres. De mi paso por la Universidad de la República del Uruguay siempre he rescatado muchas cosas. Una de ellas, por ejemplo, fue la total ausencia de discriminación de género entre nuestros compañeros de aula, hecho que ha sido reconocido en una pasada discusión con otros ex compañeros. Si bien es cierto que las estadísticas pueden decir que hay más mujeres alumnas y menos académicas que hombres (es una realidad mundial, incluso en los países más desarrollados), es probable que el número de los dos grupos cambie y se equilibre en un futuro próximo. Sin embargo, creo que es valioso destacar que los varones estudiantes (y luego profesores) nunca nos sentimos disminuidos por tener a nuestro lado una compañera con un mejor rendimiento curricular que el nuestro, ni por tener a una académica grado cinco como jefa de cátedra, sino todo lo contrario: la mayor discriminación siempre estuvo en base a los méritos morales e intelectuales de cada uno, independientemente del sexo. Entiendo que esto sólo puedo referirlo, a título personal y que, sin duda, habrá testimonios contrarios. Sin embargo, rescato que exista el hecho en sí, el cual me gustaría ver ampliado a una escala más universal, a riesgo de estar cometiendo una nueva falta de orgullo o vanidad. Como todo movimiento de resistencia, la lucha de las mujeres históricamente ha tenido un sustento sólido, justo y humano. Con el tiempo ha logrado importantes avances para la humanidad en general, con lógicos tropiezos y otros argumentos pobres que sólo han logrado confundir sus objetivos más nobles. Es de esperar que su lucha -crítica y autocrítica- siga siendo apoyada no sólo por los hombres más inteligentes, sino también por mujeres inteligentes. Tampoco ellas son perfectas. 1. Resultados y conclusiones del proyecto "Mujeres en positivo hacia la tecnología". Simposio sobre "Mujeres y tecnología" con un lema de debate: "¿Las tecnologías 'aman' a las mujeres?". ** Jorge Majfud jmajfud@hotmail.com Escritor uruguayo (Tacuarembó, 1969). Arquitecto graduado en la Universidad de la República (1996). Ha sido profesor en la Universidad Hispanoamericana de Costa Rica y en la Escuela Técnica del Uruguay, donde ha enseñado artes y matemáticas. Es asistente en la Universidad de Georgia, Estados Unidos. Ha publicado las novelas Hacia qué patrias del silencio (memorias de un desaparecido) (Graffiti, Montevideo, Uruguay, 1996; Baile del Sol, Tenerife, España, 2001) y La reina de América (Baile del Sol, 2002), el libro de crónicas 9 viajes (Trilce, Montevideo, 2002) y el libro de ensayo Crítica de la pasión pura (Graffiti, 1998; HCR, Virginia, EUA, 1999; Argenta, Buenos Aires, Argentina, 2000). También textos suyos aparecen en Entre siglos-Entre séculos: autores latinoamericanos a fin de siglo (Pilar Ediçoes, Brasilia, Brasil; Bianchi Editores, Montevideo, 1999). Cuentos y artículos suyos han sido publicados en diarios, revistas y selecciones, como Rebelion y Hispanic Culture Review de George Mason University, en varias ocasiones. Ha sido fundador y editor de la revista SignoXXI, Reflexiones sobre nuestro tiempo. Es colaborador de Bitácora, suplemento semanal del diario La República (Montevideo). Ha obtenido una mención en el Premio Casa de las Américas 2001, por La reina de América, y mención en el concurso Caja Profesional 2001, por el cuento Mabel espera. Ha sido traducido al inglés y al portugués. ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Poemas Enio Escauriza *** Como la patria de los parias Víctor Bustamante *** Pausas Alejandra Villarreal *** Dos relatos Vanessa Ordovás García *** Poemas Déborah Cordero Rivero *** Dos cuentos Gricel Ávila Ortega *** Hadado Roberto Aguirre Molina *** Butter Jorge Zavaleta Balarezo *** Seis poemas C. A. Campos *** Paisaje sin batalla Sergio Borao Llop *** Poemas Juan Beat *** Elegía Javier Warleta Alcina *** Tres poemas Alfredo Ascanio *** Dos cuentos Carlos Briones *** Versos para Eva Luna Antonio Esteban González *** A la sombra Esteban Lijalad === Poemas Enio Escauriza ============================================ *** Cosas de mujeres La madre gritó -entre su tristeza- dos preguntas: ¿Qué es lo que te hace distinta a las carajitas que cogen en las plazas? ¿No sabes que lo que quiere es joderte, desnudarte? ¡Por eso te lleva a su casa, él viene por eso! Y ella mintió -Es amor, mamá, es amor. *** Después Estoy perdiendo el miedo a beber solo amar solo vivir solo ¿qué vendrá después? ¿La calle, la muerte? *** Solólogo Esta mirada llámese perdida esta cabeza suplicio ya ni ando, ni estoy espuma del alkaseltzer, ahógame. Hoy es un buen día de playa pero todas están prohibidas nadie puede ir solo al mar la arena exige compañía. Este domingo llámese sopa este ratón tristeza ella me escribió anoche pero salí con errores ortográficos. Hoy el sol está derritiendo misses rompiendo modorras despertando todo solo, como siempre el sol. Este domingo llámese deshabitado. Cualquier palabra con ese: Cómo me hacen daño y me duelen podría destruirme que vuelvas. ** Enio Escauriza enioescauriza@yahoo.com Músico y escritor venezolano (La Guaira, 1974). Tesista en la licencia de sociología. Autor de De julio a septiembre (Editorial La Espada Rota), ganador del premio Alfredo Chacón de la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela. === Como la patria de los parias Víctor Bustamante =================== Mi corazón sólo pertenece a esta bandera y a este suelo. He regresado a mi patria, lo último es una certeza, no soy un chauvinista exacerbado, ni un denigrador a ultranza del nacionalismo. Uno nace en algún lugar, no diría que es imaginario como definen los utópicos. Ellos buscan un territorio que no existe: imaginan una sociedad bondadosa, idean el ademán de paz entre las diversas razas. La palabra igualdad es la más mencionada y rentable. De esa manera han buscado la isla del preste Juan, han creado doctrinas y las diversas religiones tratan de poner en caudal esas diferencias. Jauja fue un país que no existió y quiere reemplazar el paraíso, pero sospecho que de ningún árbol o cielo puede caer el maná. Ahora soy un explorador con su cartografía conocida pero oculta y, lo peor, desaparecida. Debí huir a los 22 años y sé, palmo a palmo, cada centímetro de mis calles y de mi casa, cada origen de los caminos en el verde de cada montaña, los exactos colores de mi paisaje y cada gesto de los rostros de mis familiares y vecinos. De Konigsberg sabía la hora precisa en el momento preciso con la exactitud del recuerdo y la rabia. Digo que soy explorador porque regreso a un lugar ya sin origen, ya sin mapa, ya sin historia; esa es, era mi patria, tatuada en mi corazón. Aunque la patria es un gran territorio con límites definidos es bien cierto que esa patria donde ahora me debo mover con visa y pasaporte, tiene como curiosidad que no se conoce del todo. Una misma lengua, un mismo himno, un mismo territorio no deja de ser como una especie de aula y de jaula. Puedo afirmar que las patrias no son más que una creación artificial ya que cada hombre es en sí mismo su patria, su religión, su historia y su origen. Ciudades, personas, costumbres, idiomas juntados al azar para pensar que patria es un territorio enorme del cual conocemos acaso a nuestros vecinos y familiares un poco; eso, un poco. ¿Patria?, me digo, con esa tristeza de saber que regreso a mi ciudad como un perfecto desconocido, como quien sale a realizar un mandado y no vuelve a casa hasta después de cincuenta años y aún piensa que lo esperan a cenar. El pequeño paisaje caminado durante años, sus aceras, sus mujeres; esa es la patria. Patria lugar donde uno amaneció después de una larga historia de sombras, la otra donde cerramos los ojos, donde se apaga la luz de una manera definitiva, donde se oculta el sol que es la tarde de nuestra muerte. Patria: los muchos nombres. Patria un vano diagrama jurídico con miedo al vecino. Patria el corral propio donde puedo moverme sin pasaporte o visa. Patria lo que todos queremos. Mi nombre es Matthias Velkin. Fui cazador de espías nazis para enrolarlos a los Aliados o a sus oponentes según el mejor postor. Siempre viví en las sombras, me cambiaron de identidad para protegerme pero en verdad era para permanecer agazapado en misiones peligrosas. Sólo me interesó el poder o medrar alrededor de él. Vendí secretos militares, trafiqué con armas, por mí asesinaron inocentes, ayudé a esconder asesinos como Klaus Barbie; lo protegí como si mantuviera altos valores morales hasta verlo refugiado en un remoto país suramericano. Soy un renegado no sólo de mi tierra sino de mí mismo. En mí cabe cualquier tipo de detracciones donde el honor sea algo manchado. He regresado a mi patria, mejor a lo que ya no puede ser mi patria. Hablo del último gran país, imperio, reino si se quiere llamado Prusia. Antes de morir quiero ver mi tierra prometida que viví y padecí. Ya sé han unificado las Alemanias, Varsovia fue edificada de nuevo palmo a palmo, casa a casa. Renació de sus cenizas de guerra y destrucción. París no fue destruida por el mariscal alemán quien se ensombreció de tanta belleza. Prusia fue partida y entregada como botín de guerra. Veo cómo algunos jóvenes sienten a su patria, veo cómo algunos golpean con martillos, picas y barras ese muro cantado desde diversas ideologías. Los guardas del costado oriental también ayudan y son los primeros en huir, los de este lado no tienen donde asilarse. Esa zona muerta de edificaciones con arquitectura detenida poco a poco se puebla de personas que inician un éxodo hacia el costado donde me encuentro, pero ellos saben que ese muro erigido físicamente nunca pudo taladrar las verdaderas fronteras situadas mucho más allá. Lo vi construir alrededor del viejo Berlín, vi prófugos que se estrellaron contra las alambradas cuando la ignominia de los gobiernos triunfantes decidió reclamar su botín. Escuché la apoteosis de un conjunto de rock, Pink Floyd, macerar su música, decirnos su música, gritarnos su música porque una cosa es la paz construida con muros y otra la patria y otro el origen que se padece: se siente. He regresado a mi patria y ahora, en 1990, cuando cae otra ideología por culpa de los mismos hombres que crean jerarquías, he quedado reducido a una palabra: paria, el que no tiene la "t" de patria, así como Prusia parece una extensión sin la "p" de Rusia. La patria queda mencionada sólo como el azul de Prusia. Vaga referencia. He exhibido mi pasaporte pero sólo causa consternación porque viajo a un país que no existe en el mapa, ni en los itinerarios de las líneas de aviación. Mi nombre, mis hermanos y mis padres fueron buscados a lo largo de la vieja Europa. Los retratos aún se exhiben en los aeropuertos como unos de los millones de personas que se perdieron, que no saben si viven o si fueron asesinados en un campo de concentración, que es lo más probable. Aún guardo la esperanza de encontrarlos aunque la esperanza es el cofre inútil de la misma desesperanza. Sí, mi rostro adolescente, mis padres maduros y serios junto a mis hermanos, todavía aparecen en las fotografías de desaparecidos. Pero para ellos existe un término. La muerte uniforma y nos reduce no sólo a polvo y a mis recuerdos sino a una simple conjunción de nombres. He llegado y sólo me ha quedado una opción: caminar sobre un papel, dibujar los siete puentes que existían sobre el río Pregel cuyos brazos rodeaban la isla Kneiphof, para cumplir ese acertijo matemático que un ciudadano inventó y el cual no se debe pasar más de una vez como acostumbraban sus habitantes los días domingos. Lo he repetido como un rito, sin lograr un mínimo acierto. Por más que me esmere en preguntar direcciones nadie responde, hacen un gesto de interrogación. Sé que a lo mejor tienen miedo a la llegada de un espía con su sarta de mentiras. El matemático Bessel, el misterioso Hoffman, aquel gran jugador de billar y cartas, orador y bibliotecario de la librería real hasta ser profesor de metafísica en su universidad, y algunos traidores, son tus hijos, Konigsberg. Durante la Segunda Guerra, Konigsberg fue cedida como trofeo de nuestra derrota a Rusia y nombrada Kaliningrado. Vimos llegar tanques guardando en su vientre de muerte recios soldados de mandíbula cerrada, polvorientos camiones atestados con innumerables familias de colonos mientras de este suelo sagrado lleno de dolor eran expulsados los últimos prusianos. Los edificios emblemáticos fueron destruidos y sobre las nuevas ruinas se levantó otra ciudad sin origen, ni direcciones, sin historia, ni odios; despersonalizada. Apenas queda la huella de tu nombre, Konigsberg, historia y nada: papeles y mis lágrimas. He deambulado por la calle donde caminé de joven, y el lugar donde presumo que estudié ahora guarda otro nombre. Mi paisaje es mi recuerdo. Los trigales y el bosque no existen, así como una antigua taberna para beber cerveza. Pero me justifico: no fui Martín Heidegger, quien se enamoró como un adolescente tierno de una alumna, Hannah Arendt, convirtiéndola por más de sesenta años en su amante. Ella había nacido en esta ciudad. Par de contradictorios con su amor a las sombras. Hannah vivía en una buhardilla cerca de la universidad en Marburgo donde estudiaba filosofía. Ella aceptó las reglas, vivieron su frenesí en estricto secreto. No lo sospechó ni su esposa, ni los mejores amigos. Durante dos años sus claves secretas fueron su diálogo: mensajes cifrados para citas armadas con precisión. Lámparas prendidas, ventanas y puertas abiertas, avisaban peligros, facilidades y felicidades. Contradictorio, dije antes, ella culta y adinerada, de pelo corto negro y ojos penetrantes, él casado con dos hijos. A lo mejor ella pensó, con un filósofo no se vive dos veces. Él no pudo ocultar su simpatía con el nazismo, ella exilada en USA, escribió contra el totalitarismo. Y otra vez más contradictorio, él le llevaba diecisiete años y fue su musa para uno de los treinta libros que se salvan del olvido en su siglo: Ser y tiempo. Mientras ella se convierte en su embajadora por el mundo, él continúa con su juego de espejos y secretos. Con la derrota de Alemania la vida del filósofo fue una disculpa permanente. Los aliados lo declararon culpable, se le prohibió ejercer la cátedra. Se dedicó a reescribir su vida, inventó un personaje: el oponente silencioso al régimen nazi, el combatiente del comunismo, el redentor de la civilización occidental; víctima de los vencidos y después de los vencedores. No me justifico. El planeta se encuentra rodeado de traidores de la más alta estirpe y de la más baja elección. En la Segunda Guerra fui separado de mi familia; mentiras, me enrolé en un grupo de exilados para descubrir sus rutas. Trasegué por la frontera española: en Port Bou oficié de redactor, en un campo de concentración para extranjeros, de una revista escrita a mano por diez presuntos anarquistas. Luego huí a América donde vendí no sólo mi alma al mejor postor, sino implementos de cocina ideados por mí para sustentar y sostener al poeta que había en mí y desechar ese ser despreciable que vive en mí: el sucio espía. Nunca publiqué nada, he pasado largas noches acercándome a Dios; tampoco dije, ¿para qué la poesía en tiempos de guerra? Heine el lloroso, Benjamin el intelectual, el príncipe Goethe, las violas de la noche de Novalis me acompañaron en mi exilio. Pero nada he logrado, no tuve el amigo incondicional que quisiera quemar mis papeles. Cuando regresé llevaba mi maleta repleta de manuscritos con la historia de mi país y la historia de mi familia, también mis secretos vendidos a alto precio y mi diario, pero encuentro que he llegado a un lugar con otro nombre que nadie reclama. He regresado a un lugar donde nadie se ocupa de saber si es verdad que esos paisajes que narro existieron, a nadie le preocupa saber qué fue de Prusia, país partido y repartido como botín de guerra. Incluso con este maquillaje por diversos países que habité, no encuentro en el directorio telefónico un rastro de mi apellido. Es la patria disuelta, paria, patria despedazada nunca armada por los díscolos hombres que crearon otras fronteras. Supe que todos los habitantes fueron obligados a cambiar de nombre y apellido, así como yo lo hice para obviar mi pasado y la oculta sombra que arrastro. Es más, no quiero ir a mi patria espiritual Israel, ese es un sueño prometido, ese país no existe más que en mi memoria. La definición actual no deja de ser una abstracción. Me digo que los países deberían ser sólo ciudades donde nos reconozcamos. He guardado recortes de periódicos que hablan de la póstuma Potsdam. He guardado todo tipo de referencias: las primeras músicas de Pomerania, las fotografías del mar Báltico. Nunca renegué de mi patria. Otros fueron rebautizados alemanes, judíos o polacos, rusos o parias de un plumazo. Decidí huir, irme lejos, cantar a mi suelo, plasmar a mi suelo, pero a nadie le interesa que he vuelto con su memoria escrita en mi diario y con la geografía completa y el compendio de la historia de Prusia. Sus habitantes han huido, muerto o cambiado de nacionalidad. Ahora soy un paria, alguien que en verdad no existe y ha creado y mantenido la memoria de un país que fue rearmado en otros. No comprendo por qué los hombres pelean por un pedazo de tierra cuando ésta nadie se la puede llevar. No valió que haya guardado el himno, la bandera, un puñado de mi tierra y las monedas con las cuales traficamos. Soy el último prusiano y perdí de una manera inútil el tiempo al buscar una prusiana verdadera para reiniciar nuestra raza y poblar nuestro suelo, cuyo nombre y memoria ostentan otros nombres. La había conocido por Internet, decía ser prusiana verdadera y fui a visitarla a París. Le enseñé mi heráldica, la última heráldica de país del cual renegamos todos, que tuvo movimientos nacionalistas en otras fronteras, supe que era imposible lo que podría ocurrir pero bastaba empezar de nuevo una nueva raza aunque le faltaba ímpetu y sazón. Aprendí otras lenguas para caminar dentro de las páginas de otros libros, el francés y el inglés. Casi olvidé mi idioma, mi viejo alemán de palabras ahora arcaicas, de palabras ahora con otro uso. Esa es mi ignominia, parece que yo tampoco existo. Mi partida de bautismo en una iglesia protestante no existe, así como el de ningún componente de mi familia. Extranjero en mi propia ciudad y país con pasaporte extranjero, no sólo me siento lejos de mis nombres ahora cambiados, de mi apellido ahora borrado para evitar ser detenido y deportado y asesinado por ser judío y, a más de eso, traidor de mi patria espiritual. De los archivos las fotos, las palabras de mi patria y mi familia fueron borradas. Soy el último sobreviviente de una familia que todos olvidaron y de una patria que todos callan, traicionada por sus detractores, nunca tendrá la posibilidad de reunificarse o de mantener un gobierno en el exilio, un rey en otro país esperando que se reponga de nuevo la monarquía. He pasado varias semanas caminando por mis calles como si fuera un extranjero de pérfida fama y, falaz, he realizado llamadas telefónicas a diversas personas a lo largo de un directorio telefónico, pero nadie recuerda mi nombre, ni el de mis mayores. Fui un asesino de la SS, nunca borré con ácido de batería mi número, ni mi grupo sanguíneo tatuado bajo mi axila, luego fui reclutado por la CIA para mantener una cadena de espías en la URSS; ese es mi destino, ser un paria y un traidor. Sé que muchos me conocen pero no se atreven a pronunciar mi nombre. Con la vejez y la bajeza no se perdonan nuestras miserias y somos desechados hacia un eterno descanso: la inexistencia. Repasé en mi exilio las palabras del argot, color local, que me dieron las personas con quien hablé. Pero esas palabras nadie las recuerda. Sé que ha muerto una patria posible, mi idioma original con matices del bosque negro. Todo eso se diluyó en la vileza de una guerra y en los atisbos de los peregrinos. Me entran unas dudas terribles, ¿es el pasado un invento personal? A lo mejor sea mejor olvidar lo que busco y sólo sea el producto de una reminiscencia lo que me ha hecho regresar. No quiero morir en suelo extranjero, que la savia que nutrió mis ojos los cierre. Sé que esto es una tontería; una gran tontería, pero el regreso, de no cumplirse, se convierte en una utopía. Los bosques, las carreteras, los barrios, los bares a pesar de que están en el mismo lugar tienen otro nombre. Al obviar los viejos colores bávaros, las antiguas alquerías y nuestros símbolos de una vez borramos nuestra memoria; escondimos en nuestra maleta ese país cuya gloria sólo la renueva Bismarck, los emblemas del ejército imperial, el casco y los gonfalones disciplinados de un ejercito marchito. En mi casa natal encontré a mi hermano mayor, ya un anciano surcado por el rostro de nuestro padre. Lo reconocí por su displicencia para con el menor. Le digo mi nombre, le hablo de nuestros padres, de los secretos de casa; ya sabemos que en cada casa tenemos nuestro lenguaje furtivo. Muchos admiten lo mismo, dijo, olvídese de regresar, ese lugar no existió es un mal juego de la memoria. No me permitió entrar. Desde el patio vi un pájaro en una jaula. Esta carta que le entrego se la envió mi padre, la última tarde en que partió para el frente, dije. Pero no me cree, es como hablarle a la misma muralla china. He escuchado cantar el pájaro; en ese canto me reconozco. El pájaro canta lo mismo hace miles de años, a lo mejor es el mismo de hace miles de años; canta por necesidad. Yo lo escucho y me da su memoria, mi memoria. Sí, todos los nacionalismos son odiosos pero también los no-nacionalismos son odiosos. Los primeros sufrieron un lavado de imagen para que las naciones grandes no reconocieran las pequeñas nacionalidades desperdigadas en tantos países: los gitanos, los rusos blancos, los sioux, los vascos, los kurdistanes, los valacos. Pura teoría, no tengo patria y soy un paria. No pude encontrar otras mujeres prusianas con las cuales fundar una colonia, una suerte de paraíso terrestre para iniciar otra civilización, para que algún día Prusia existiera de nuevo. Sí, Prusia fue mi patria provisoria, mi helan, mi utopía. Es mejor que no exista para no dolernos. Ellos, los desaparecidos, los masacrados en campos de concentración tampoco podrán saber cómo mi corazón se vuelve de cristal. Pero ya es tarde. Traicioné a todo el mundo, vendí mi conciencia y mi alma. Aún creo que este viejo pasaporte prusiano me dará alguna seguridad. Pero recuerdo: soy un traidor. ** Víctor Bustamante vbc26@hotmail.com Escritor colombiano (Barbosa, 1954). Economista de la Universidad de Medellín. Ha sido colaborador de El Imaginario del periódico El Mundo de Medellín, de La Nación de Buenos Aires, de las revistas Interregno, Susurros, Universidad de Antioquia, Universidad Nacional, Kinetoscopio, Vapores Deliciosos de Argentina, Palavreiros de Brasil, Portal de Poesía, El escribidor, Balvarera, Oxigen de España. Director de la revista Babel, del periódico escolar El Pájaro Picón, de la revista de poesía Los Papeles de Babel y del pasquín satírico literario El Perro Rabioso. Autor de Luis Tejada: una crónica para el cronista (1994); Noticias de Pedro II, El Papa de Barbosa (1995); Amábamos tanto la Revolución (1999); Historia del estadio (2001). === Pausas Alejandra Villarreal ====================================== (he tenido que escogerme entre pausas he tenido que dejar el incandescente hilo del agua y estar en el poro del intento que se escucha latir en inmensidades que no comprenden lo ajeno y se acurrucan sin piedad en todos aquellos huecos que dan a su vacío un simple suspiro para seguir en sofocos de extracción la cursi pausa jamás se verá maravillada por el puño consciente de mis palabras de mi humedad que finge ser agua de su secreto desnudo que danza en el vulgar jadeo del paréntesis) === (me he socorrido en la distancia con el deseo de alcanzarme poseerme en la conciencia desterrarme discriminar la mano que arrojó sobre angustiantes dinteles insaciables extracciones en pausas cuidadosas hemos cerrado los ojos y en este simple y volátil desierto de simultáneos parásitos intercambiamos fortuitos pedazos iniciales inmensa es la muchedumbre evacuada por la entraña) === (encargos de aliento silencios simultáneos de paisaje en abrumadores disfraces de olvido se devoran al no ver la caída de nuestros pasos circulan en el círculo sólo para ser parte de un fragmento encuentran pausas) === tus ojos caen en los míos (surcos que se dejan rasgar para ser corazonada en la tarde que se ve en el reflejo de la fosa) hablan tus uñas (inundadas sombras se dejan tocar) vírgenes vías del asfalto === mi humedad finge ser agua mi humedad se mantiene es sencillo mostrar mi humedad (muéstrate) la humedad se mantiene finge ser agua es sencillo vivir entre lindales decirse mientras fluye el silencio vertical del paisaje que este desorden no es más que el sencillo repetir de mis párpados (tus palabras juegan se abren ante el desnudo falso y vulgar de tus nostálgicos malabares) y la humedad no se desliza no intenta crear caparazones para defenderse de pausas no desea no habla (has encontrado inicios caíste en la orilla de la marea) fragmentos intentan derretirse ante vendavales sueños se mezclan de artificiosas armonías de una danza creada a través de un comienzo la ingenua gota se engendra a través de la sucesiva pausa que deseó no volver a ser el estanque de tu vida (has tenido que escogerte entre la humedad de la pausa) y de nuevo la simultánea línea derrama sus temores sobre el azar conocido de tus lágrimas y de nuevo debes repetirte === ¿a quién pertenecen? ...que la historia no fue más que el inicio: huella que habitó en el molde de nuestra húmeda orilla === hoy se roen incertidumbres manías === aquí se divide opaca en lugares de espejo en densas soledades que antes de repetirse en la última estrofa de su cadencia traicionan desnudos porvenires de aullantes jadeos (y el aire también decide el sitio donde rozará con sus intentos) sólo aquí se divide habla mientras cae en fracturas === ...su primer disparo en el adiós mostró el aire de sus tempestades (es inmenso el sueño que disimula cuando en la resequedad del tiempo las hojas de los árboles despiertan de la fosa distraída de sus siglos no existe algo más eterno que una pausa creyente de sí misma que el tiempo entiende la inmadurez de un tronco distante alejado de la sangre circular de una mano dispuesta antes que nadie a darse bajo la inercia de la sombra que no conoce ni conocerá jamás cómo es que las tempestades agobiadas por el ir y venir de su estructura inician lamentos detrás de la pausa que ahora en este momento viene asaltando los umbrales del inicio) ** Alejandra Villarreal luciavillarreal@yahoo.com Escritora mexicana, licenciada en letras españolas por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ha publicado textos en diversas revistas literarias de su localidad así como en medios electrónicos. === Dos relatos Vanessa Ordovás García =============================== *** ...Pocas palabras bastan A Gaspar, mi querido abuelo -¡Mira que eres poco zalamero! -le recriminaba-. A veces creo que no me quieres. Nunca me dices que estás enamorado de mí, ni me tiras ninguna flor. Con lo cariñosa que soy yo contigo... ¿Ves? ¡Mira qué guapo! -le estrujaba la cara con una mano y la mostraba a los presentes. -Déjame... Siempre estás con lo mismo -le respondió, hastiado de la misma cantinela. -¡Ay, hijo, qué soso eres! A veces se sentía abrumado por la energía aplastante de su mujer. Con los años que llevaban casados y aún no lo conocía. Seguramente ni siquiera lo habría intentado. Y eran tan distintos... Ella, oronda, "como una olivica", le solían decir en broma; él, delgado como un alambre. Ella, vehemente; él, reflexivo. Ella, parlanchina; él, conversador. La imponencia física y psíquica de la mujer lo había llegado a convertir, ante los ojos de los demás, en un anexo, un mero apéndice. Sólo unos pocos, los que observan atentamente, se percataban del gran valor que encerraba el hombre. Él distinguía claramente quiénes eran y lo agradecía con su expresión, con su reconocimiento sencillo y sincero, sin recurrir a inútiles elogios repletos de florituras. Cuando se encontraba con ellos, se sentía libre de mostrarse con todo su esplendor, podía "compartirse". Le habría gustado que ella hubiera formado parte de este reducido grupo. Se entristecía aun más cuando, con poco disimulo y ninguna aflicción, su esposa trazaba continuamente planes que llevaría a cabo cuando él ya no estuviera allí. ¿Acaso se pensaba que, porque se hubiera quedado casi ciego, no percibía nada? ¿O quizás no le importaba? Lo que más le dolía era el modo en que lo ignoraba. Aún seguía allí, pero en su corazón ya lo había enterrado. Pasaron los pocos meses que quedaban por transcurrir. Él sabía bien de la inminencia de su muerte. La enfermedad había consumido de tal forma su masa corpórea que tan sólo se le distinguían huesos. Supo despedirse de sus seres más queridos con suficiente antelación y asombrosa discreción. A una de sus nietas le dijo: "¡Qué maja eres!", mientras la abrazaba. Y esperó dignamente el último día de su vida. *** La larga siesta A Alfonso, mi eterno compañero "¡Ay! ¡Qué bien se está!", pensaba su adormilado cerebro. Estaba acostado boca arriba, con los ojos cerrados y las manos entrelazadas en la nuca. La luz del sol de la siesta lo calentaba a través de las cortinas claras. La madera de los muebles coloreaba los rayos y les confería una mayor calidez. Y así se encontraba en su alcoba, protegido y mimado, metido en la suave cama, que cada día, a esas horas, susurraba dulcemente a su subconsciente: "Ven, acércate, reposa sobre mí, que yo te arrullaré y te envolveré con mis tiernas sábanas...". ¿Quién podría resistirse a esa voz, más tentadora y sutil que la de las sirenas? Él, al menos, no. Ella tampoco. Se echaba junto a él, acurrucada, con una mano reposando en su hombro y las rodillas rozando la piel de sus muslos. Antes de cerrar los ojos, observaba con admiración durante unos segundos aquel perfil tan amado, contorneado por la luz solar. Siempre lo hacía para tener bien viva su imagen en la mente: la última y mejor antes de abandonarse al sueño, la primera y mejor al despertar. Juntos, sincronizados por la costumbre de tantos años, se sumían en una profunda y tranquila siesta en el benévolo ambiente, que sonrojaba sus mejillas. Habían llegado incluso a compartir el mismo sueño, como si fuera una experiencia de la vida consciente. Sus almas se habían enlazado por un hilo comunicador que ya no se podía desatar... Y así sentía él que la suya tenía irremediablemente trazado el camino que poco antes había recorrido la de su amada. El misterioso hilo tiraba de él lenta pero incesantemente, sin punto de rotura, conduciéndolo allá donde había llegado el otro extremo. *** La niña entró sigilosa en la habitación para no despertar a su abuelo. Se aproximó a la cabecera de la cama para observarlo de cerca: su rostro irradiaba una serenidad aun mayor de la que en él ya era habitual. Los tiernos ojos de la criatura empezaron a humedecerse, pues comprendió que se había cumplido lo que tantas veces había vaticinado el anciano: "El día que ella se vaya, me iré yo, porque somos uno". ** Vanessa Ordovás García ordovas@av-traducciones.com Traductora y escritora española (Vilanova i la Geltrú, 1975). Licenciada en traducción e interpretación. http://www.av-traducciones.com. === Poemas Déborah Cordero Rivero ==================================== *** Un poema es Estoy aguardando palabras perdidas en la noche y de repente rebotan pero no consigo atraparlas Mi pensamiento es hielo mis ojos casi ciegos mis manos quietas y creo imaginar un mar inmóvil que se evapora Respiro una espera muda mientras en mi ventana se dibuja una luna de mineral oxidado y unas estrellas apagadas Encuentro una metáfora seca que mis sentidos no roza una palabra escondida que arrojo sobre una página en blanco pero mi poema se distrae y siento que soy poeta incapaz de abrirme para hablar de lo callado Pero sé que bastará cerrar los ojos aferrarme a esos recuerdos que habitan en mi cuerpo en mis ojos en mis manos y pensar que un poema es lo que se vive sólo antes de escribir. *** Brota Desandan en mi boca las voces imagino mucho y nada imagino el ocaso vertido sobre unas tejas jadeantes ausculto el aire remuevo memorias de un empañado cristal desgasto un deseo dormido y unas raíces mudas pretenden plantarse sobre las hojas todo es rastro/se fuga pero el silencio ya en coma será subyugado/silenciado se ahueca de repente contra la ventana baten sus alas las palabras brota un poema. *** Tinieblas Doblegado ante el cofre de los tiempos sin canto palabras sólo a través de silencio sin caricias caricias sólo a través de la brisa con recuerdos que nacen desde las huellas y el tálamo desierto / sin vida Una órbita cerrada sobre el cosmos / sin cometas una sombra / sin origen que persigue una luz sofocada que alumbra lo disoluto Desnudo le ciñe la brisa en silencio le platica el olvido escondido en lo lóbrego de ausencias de piel y de alientos Manos / letras / ojos avivando el desvarío llevándole a otro tiempo que no es pasado, presente ni futuro quizás otro espacio que ya estaba escrito Silencio letras soledad caricias de la brisa y en la luz de sus tinieblas la poesía. ** Déborah Cordero Rivero dcordero@ucab.edu.ve Contadora venezolana graduada en la Universidad Católica Andrés Bello, técnica superior universitaria en informática y estudiante de letras. === Dos cuentos Gricel Ávila Ortega ================================== *** Depilación en V Despertó con el ruido del teléfono, el insistente sonido "ring-ring-ring" le perturbó el sueño una hora antes del tiempo acostumbrado en que se levantaba. Lentamente, mientras se dirigía al teléfono inalámbrico del baño -y aprovechar orinar en su hora matutina-, le vino a la mente como el mismísimo sonido telefónico que continuaba timbrando, "ring, ring, ring": Jeremías, pensó verlo atrás del biombo de la sala con calzones blancos a media rodilla, llamándola para coger. "Ring, ring". Podía vislumbrarlo moviéndole sus nalgas para atraerla hacia su pecho y, por la fuerza de la costumbre sabía que si ese momento ocurría, él de seguro la tiraría en el cubre asiento del sofá para que ella lo montara como un jamelgo. "Ring, ring". Instantáneamente recordó que anteayer planeó cogerse a Jeremías y ayer lo había hecho (fue necesario preparar todo su cuerpo para ese tiempo de equitación amorosa). En ese momento su mente le bifurcó a él en otra imagen, no era solamente un Jeremías que le movía las nalgas, veía otra imagen de éste en el día de la cabalgata, podía observarlo cómo se iba tornando en dos duraznos. Duraznos de color rojo-anaranjado, perfectamente maduros, lozanos, deliciosamente comibles, en los cuales se exploraría la propiedad deleitosa más distante hasta llegar a la dura pepita roja en la cual las muelas ya no tendrían capacidad de masticar suaves y frágiles capas amarillas pues se extraería toda la cáscara, la pulpa del durazno, descubriéndose los testículos de Jeremías. De igual manera continuaba viendo la primera imagen de él: hablándole, meneándole las nalgas para atraerla hacia su pecho. -Estás lista. -Sí, desde ayer en la noche comencé a prepararme. Entonces él la abrazaba sonriente, la desnudaba, cercioraba que efectivamente estaba plenamente preparada para montarlo y no se le había olvidado ni el más mínimo detalle de su cuerpo. Karolina comenzaba a depilarse desde una noche antes cuando planeaba cogerse a Jeremías. Primeramente se rasuraba los bellos de las piernas y muslos, teniendo la precaución de comprar la crema depiladora más segura para su piel sensible. Luego se restregaba con la misma crema las axilas varias veces hasta dejar esa parte de piel mucho menos que lisa, sino irritada y con pequeñas ronchas púrpura que sangraban, consecuencia de su obstinación para eliminar el vello de los sitios más complicados. Ella no deseaba que púas trinchantes intervinieran de forma desagradable en el momento de prodigar y recibir caricias. La última parte de su cuerpo que depilaba era el sexo. Dudaba a qué ángulo depilarse. No se convencía fácilmente de los resultados erógenos de una particular depilación: necesitaba fuera muy incitante (siempre) para Jeremías y ella. Karolina debía pensarlo muy bien, el dolor que sobrevenía en el momento de eliminación del vello púbico sería un dolor intenso y, sin ninguna posibilidad para volver a pegarse los vellos para considerar otro ángulo. Cuando Karolina se hacía depilado total, la vagina sin vello tornaba a ser tímida, juguetona y caprichosa, igual a un infante en el momento del berrinche por una manzana de caramelo; y sí Jeremías la veía así, desnuda completamente, hasta del vello púbico, entonces a él se le antojaba montarla como a una niña, la niña que precisamente exige la manzana de caramelo. Después de todo, era la única etapa donde realmente se era completamente sincero de piel, luego venía la adquisición de la capa púbica, la anunciación de la etapa adulta como resultado a todo un enjambre de contrariedades adolescentes... nunca más se volvería a ser sincero como en la niñez, con excepción del sexo, cuando las personas hallaban la desnudez interior del otro, la sinceridad del caramelo dulce y derretible que marchita el olor de pasta bucal e impregna el sabor azucarado, la sensación pegajosa de la lengua que resbala el caramelo en derredor al cuerpo. "Por eso nos encanta tener sexo, añoramos la desnudez de la infancia", así pensaba Karolina. Ella disfrutaba esa depilación cuando su vagina tornaba a una infantil, mientras Jeremías con los ojos vendados le introducía el pene jugando a la "gallinita ciega", y ella le acariciaba desde los tobillos hasta su espalda, jugando y cantando: "witzy witzy araña tejió su telaraña, vino la lluvia y se la llevó; salió el sol, se secó la lluvia, y witzy witzy araña otra vez subió". Entonces la gallinita ciega dejaba de estar ciega cuando encontraba el orificio en el cual ovar, y witzi witzi araña terminaba de tejer su telaraña en el minuto de la gallinita al descubrir ese orificio. Y así witzi witzi araña atrapaba a la gallinita, la gallinita quedaba amortajada, cumpliéndose definitivamente el capricho de comer una manzana acaramelada. La depilación que escogió fue la V. La noche en que se había empezado a preparar -anteayer-, se le antojó coger como un talismán para que él permaneciera quieto, silencioso, en espera de que su erecto clítoris encontrara el vértice exacto en el cual los dos pudieran lubricar y eyacular al mismo tiempo. Tiempo en el cual quedaría mojada por el líquido seminal inyectado por Jeremías; como un fruto de naranjo que exprime su líquido amarillo más profundo, como un fruto en cual él también podría acariciar y absorber la acuosidad de un monte de venus frondoso y triangular: "Los dos se abrieran como una delicada fruta portentosa llena de húmedas veleidades en el instante de la cópula final". Al día siguiente, ambos, tirados en el suelo, desnudos, boca arriba y ella con las plantas de sus pies apoyada en las piernas del otro, fueron abriendo sus muslos para acercar cada vez más sexo con sexo como dos V contrapuestas, hasta que la V de la vagina atrapó al pene de Jeremías que sintió por primera vez, en su escasa multitudinaria vida sexual: penetrado, Karolina lo penetró cuando le movió las caderas con su pene aprisionado en la vagina. Él desde el otro extremo de la cabeza de ella, podía observar detenidamente cómo la vagina estaba delicadamente rasurada en V, con una minúscula vellosidad que ocultaba "a medias" el miembro atrapado. "Ring, ring, ring". Dejó a la mente en paz, fue olvidando que había planeado cogerse a Jeremías, la depilación en V, que lo montó ayer; fueron desapareciendo las imágenes bifurcadas de Jeremías y sus duraznos, Karolina la que montaba jamelgos, todas las imágenes iban desvaneciéndose cuando ella avanzaba hacia el teléfono del baño. En el segundo de alzar la bocina telefónica, sentarse en el inodoro, las imágenes quedaron desintegradas, borrando todo de la mente para abrir nuevas posibilidades. -¿Dónde está mi primita preferida? -En el bacín, orinando. ¿Por qué me hablas tan temprano? -Hoy podríamos coger en la cama de tu mamá. -Entonces ven, lo haremos allí y mañana en el cuarto de mi tía. Por cierto, hoy me depilo completa. -¡Espérame desnuda!, llegaré puntual en la tarde. -Esta vez tú serás witzy witzy araña y yo la gallinita ciega. *** Jonás Me dijo que moriría hoy pero aún no cumple su promesa, yo espero lo que se pueda esperar. No contribuí a su decisión de morir, sólo Jonás tuvo parte en ese pensamiento. Le amaba pero mató poco a poco ese amor con el tratar de encontrar en mí valores con los que no nací, atribuyéndolos a mi físico y rostro -mido uno ochenta y cinco, tengo los ojos grises, el cabello castaño claro, las pestañas largas y viradas que me dan un aspecto muy tierno, el tono de mi piel es trigueña, de un bronceado natural, tengo el abdomen marcado, las piernas y nalgas de muy buen ver para cualquiera: no ha sido en balde ir al gimnasio por tres años-; esa actitud me fastidió, enervó, él no pretendió conocerme; tal vez no se enamoró de mí sino de alguien construido e idealizado y mi cuerpo lo usó para materializar. Me he sentido utilizado todo el tiempo de relación con él. Jonás es el gay depresivo, voluble (en exceso), que tuvo varias relaciones en donde sufrió, dejándole un mal sabor de boca. Él empezó desde los quince años su vida sexual y como es natural frecuentaba los antros gay donde conoció a la mayoría de sus parejas -incluyéndome a mí. No hay nada de sobresaliente en ello, es el mejor sitio donde nosotros podemos estar a gusto, "bien" -al menos en este país, todavía muy conservador-, besarnos como se nos dé la gana, abrazarnos, acariciarnos; al igual son buenos lugares donde los chichifos se dan cita pues para chichifear, es decir para conquistar hombres de dinero y sacar provecho de ello, son gigoloes para gays, así como también los hay para mujeres y hombres bugas millonarios, los homosexuales no nos quedamos atrás. Me estoy desviando de la descripción de Jonás con circunstancias que no vienen al caso. Es alguien de la cual la gente se aleja al conocerlo realmente por su volubilidad, no sabes qué esperar, cómo reaccionará en determinado momento, sufre por situaciones insignificantes o al menos no lo ameritan, es celoso y estos últimos años ha pretendido alejarme de todas mis amistades, no simpatiza con ninguna. Cree o atribuye a mi persona que soy tan abnegado y dependiente que mi mundo debe ser él. Yo no nací así y Jonás ha querido entrometerlo en mi inconsciente; es ahí donde trata de materializar su ideal en mi físico y al igual es cuando me siento utilizado. Me faltó decir, Jonás se caracteriza por la envidia que le inunda y por ello no encaja con mis amigos. A ellos se puede decir que la vida no los ha tratado mal, han estudiado, aprovechado el tiempo y ahora tienen muy buen presente y él, él... su destino es incierto por su actuar voluble. Se dedicó a perder el tiempo desde los quince años en coger e idealizar a sus parejas, no esperó un tiempo propicio para disfrutar las cosas de la vida, corrió los momentos y ahora, pasado el tiempo, se encuentra vacío y sin un porvenir; este era el momento que él apresuró, por eso envidia a mis amigos y a lo mejor a mí, por el sufrimiento que él propició, no entiende por qué padeció y nosotros no. Se ha convertido en un ancla, no me permite avanzar, pero aún así no lo considero un error en mi vida, con Jonás me di cuenta de lo que no deseo en una próxima pareja. El inicio de nuestra relación como en todo fue sumamente agradable, lo vi en un antro, me gustó, le estuve viendo por espacio de una hora, luego caminé por donde estaba con el pretexto de ir al baño, después me guiñó el ojo (se dio cuenta que lo estaba mirando), le dije "Hola" y comenzamos a platicar. De ahí empezamos a salir, íbamos a bailar, nos gustaba quedarnos hasta tarde en los antros ensimismados en nuestro gusto uno por el otro, sin poner atención al show de las "vestidas" o de los chiquitos preciosos que bailaban en la barra (eran bastante fresas, no permitían que ningún gay le tocara, a menos que fuera mujer, yo no sé qué trataban de ocultar, la mayoría de esos stripper son gays, ¿y tratar de no aparentarlo en un antro con la bandera del arcoiris?, ¡por favor!), al igual íbamos a la playa, caminábamos de la mano, le rodeaba la cintura y bajaba aun más mi brazo para tocar sus nalgas -está muy dotado de ese parte, las tiene como en forma de corazón-; bueno, otra vez me estoy saliendo del tema; decía que todo en un principio fue agradable. Nos hicimos pareja e iniciamos a pelear por cosas sin importancia. Luego de un tiempo, decidimos que era el momento de vivir juntos, y los problemitas se fueron haciendo grandes al paso de los meses. La primera noche, cuando vino a vivir a mi departamento, fue igual de agradable como en todas esas cursilerías de despertar a lado de tu pareja. Los primeros meses nos dejábamos notitas: "Amor, te quiero mucho, fui a la estética, no tardo, te amo: Jonás", donde se veía la ilusión de formar una relación duradera, pero como bien se dice: "Quieres conocer a Manuel, vive con él", así conocí a Jonás. Los pequeños celos cuando le decía que saldría con mis amigos y él me convencía de no ir con el pretexto: "Te quiero solo para mí por el día de hoy" -uno al principio lo ve como un gesto halagador-, se fueron haciendo muy grandes, al grado de llorarme: toda una escena de lágrimas, haciéndose al mártir, a la víctima de mi "maldito" carácter; decía que lo tenía casi olvidado, no le atendía ni consentía como él a mí y por último su clásica frase de pobre víctima: "No sé por qué te quiero tanto, si eres un cabrón conmigo", ¡va!, es un mártir disfrazado y en cualquier momento te clava el puñal. Jonás no es un Jonás, ahora se volvió un Jodás en mi vida y me tengo la culpa por permitir que esta relación avanzara y se convirtiera en una enfermiza, en un círculo incurable. Hubo una vez, cuando llegué del trabajo -la noche anterior habíamos discutido- me encontré a Jonás desalojando todo el departamento, incluso mis cosas, estaba listo para irse si no fuera que llegué a tiempo, un minuto más tarde y me quedaba sin todos los artículos de mi casa. Hasta ese momento fui un idiota, seguí creyendo que las cosas se podían solucionar arreglando los problemas de ese momento. Poco a poco, la mayoría de nuestras discusiones se empezaron a resolver en la cama, tenía que haber una pelea para tener relaciones con muchas ganas, ya no eran por estar contentos, felices por algo y el sexo se diera por ello, no, se convirtió en una forma de solucionar nuestros problemas. En momentos de fuertes peleas, la pasión con que gritábamos daba lugar a besos casi obligados, lastimosos y de ahí pasábamos a la cama, deshacíamos toda la furia en ella, uno con el otro, casi salvaje; él me mordía los labios casi hasta sangrar y yo el cuello, nos penetrábamos muchas veces con gran obsesión hasta el amanecer. Al día siguiente él amanecía con moretones en el cuello y yo con el labio partido. Lo nuestro se convirtió en una relación enfermiza y éstas nunca tienen buen final si continúan. Él y yo nos jodimos la vida hasta hoy. Hace un mes tomé la decisión de separarme, nada lo impedía, el único lazo que nos unía (el amor) se acabó. Insisto, cuando dos gays se unen para vivir juntos es para pasarla bien el tiempo que duren las ganas del uno por el otro o, más sentimentalmente, el amor. Por ello no estaba dispuesto a continuar jodiéndome la vida a su lado; pero no fue fácil reunir el valor suficiente para enfrentarlo, la costumbre de dos años de convivencia es muy fuerte y tal vez la soledad. Ayer reuní ese valor. -Ya no quiero vivir contigo -le dije tranquilamente. Él no decía nada. -Regresa a tu departamento. Continuaba en silencio. -Te doy cuatro días en lo que empacas y te llevas tus cosas. Continuó en silencio. -¿No me escuchas?, no te me quedes viendo, di algo, ¿está bien cuatro días como plazo o te vas en menos tiempo? -Voy a joderme. -¿Cómo? -¡Que voy a joderme!, coño, me mato. No sé por qué te quiero tanto si eres un cabrón conmigo. Me desaparezco y al carajo, te quedas libre para coger con tus amigos. -No te engañé en estos dos años. No me llores, esto termina hoy. -Te quieres olvidar de mí. -No he dicho eso. -Me mato para que puedas coger a gusto. -Mátate si quieres, estoy hasta la madre de tus escenitas. -Me mato mañana, imbécil. -Esta bien, trataré de ir al velorio. Todo ello es una síntesis de mi relación con Jonás, acabando con una promesa de suicidio. Quién sabe si la cumpla, a lo mejor es uno más de sus tediosos chantajes para ver si caigo de nuevo en el juego de mártir y yo de perverso. Hasta calculó su promesa de muerte en el día exacto (como bien sabía) en el cual tengo que viajar a un importante congreso de trabajo, donde tengo grandes posibilidades de propuestas para impartir conferencias en diferentes países, lo cual daría un mayor impulso a mi carrera profesional. La promesa la hizo para anclarme a él e impedir el desarrollo de mi porvenir, no sé si quiera destruirme, no lo sé; espero que no llegue hasta ese punto de amargura, en fin, pasará lo que tenga que pasar, pero sinceramente la promesa es una estupidez y no la cumplirá. -Ven aquí -me dijo. -¿Qué quieres? -Olvida lo de ayer, fue una pendejada decir que me mataría. -Sabía que no lo dijiste en serio. -Estoy de acuerdo, me voy, pero antes quiero ir a tomar un café contigo, hoy te vas y cuando regreses ya no estaré. -Sí. Quiero que terminemos como amigos, algo se tiene que salvar de los buenos recuerdos de dos años. -Ajá, vamos. Me acarició el cabello y sonrió. Nos fuimos caminando hacia el metro, mientras platicábamos como antes... antes que todo se tornara insoportable. -Te habló la bruja. -¿Carlos?, ¿qué te dijo esa zorra, Jonás? -Si íbamos al antro cuando llegaras del congreso. -¿Te comentó si iba a ir la Pepa?, ya sabes, esa maldita zorra nada más va para ligar, mientras su pareja está en otra ciudad. -Bueno pero de manita sudada no pasa, la Pepa sólo coge con su pareja. -¿Ya lo comprobaste? -Cómo eres cabrón. -Dejemos tranquila a la pobre Pepa. ¿Sabe Pepa que le decimos Pepa? -No, se encabrona, para él sigue siendo José. -Es Pepa, coño, ni que fuera de closet. -Pues sí, bien que se aloca cuando baila, se descose la zorra. -¡Ya la vi bailar! No se tiene por qué molestar, todos tenemos nuestro nombre de friega, tú por ejemplo eres la Joda. -El tuyo tampoco se queda atrás. -Yo no he dicho que no. Llegamos a la estación y esperábamos el metro, tomaríamos un café y de ahí me iría al aeropuerto, ya traía mi equipaje conmigo. Me iba y Jonás se quedaría solo en el departamento, y por la experiencia pasada encargué a Carlos para que lo vigilara y al igual las cosas que se llevaba, por eso me habló y pretextó lo de ir al antro. Un café servirá como una pipa de paz y el metro se escucha venir. Puedo ver las luces, su ruido es el arrullo de la ciudad. La gente comienza a acercarse a las orillas para ganar lugar. El metro está a menos de cuarenta metros. Y Jonás abraza las rieles, el conductor no tiene oportunidad de verle; éste continua su rumbo hasta el final con el cuerpo de él. Cuando se detiene, toda la gente se arremolina a ver el abrazo de Jonás a las rieles, ellos detienen su tiempo y porvenir, yo no. El amor es sencillamente libre. Ahora agarro mi equipaje y me voy de aquí, subo a un taxi que me lleva al aeropuerto. Entrando a la sala de abordar suena mi celular, es Carlos. -¿Dónde estás? -En el aeropuerto. -Voy a vigilarlo. -No te preocupes, ya no hay necesidad. ** Gricel Ávila Ortega grissssmx@yahoo.com.mx Escritora mexicana (Mérida, Yucatán, 1983). Estudia actualmente la licenciatura en literatura latinoamericana en la Universidad Autónoma de Yucatán, casa de estudios de cuyo taller literario participa activamente bajo la tutela del escritor Joaquín Bestard. Colabora como guionista y locutora en la emisión radiofónica Voces de Papel, en la frecuencia 103.9 FM, Radio Universidad. Ha participado en eventos como el Congreso Nacional de Lingüística, organizado por la Asociación Nacional de Lingüística Aplicada, con sede en Mérida. A su vez, ha colaborado en diversas mesas de creación literaria en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la citada universidad. Ha cursado estudios de Historia del Arte en el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (Macay). === Hadado Roberto Aguirre Molina ==================================== *** I una mano ríe en tus ojos lento bajo tal espacio jadeo de la tarde despierta duermes *** II sueño en tu realidad tormentas de frío arden en tu piel cede la noche míos zumo de la barbarie ~ mi carne es tu sombra *** III camino en tus pies descalza la huella sos el mismo en otro la mañana descubre tú ante ti *** IV tu lengua cambia de forma interminable sed el horizonte ciego el silencio de mis ojos ~ sed vacía de mí *** V beso los párpados boca grande la turba con preguntas (soñamos luego del sueño) *** VI un dios en tus ojos preso lo haces beso el viento imita la sita *** VII salto en Suamor cristal más oscuro huella en el vacío olfato de la luz *** VIII tus ojos son mi cuerpo en eso soy sexo aspiras el mar sales de nadie *** IX tu cuerpo es una mirada sereno soy el trueno pantano lacre morada de dientes *** X espejos oyes en el roce alarido del sudor herida brillas para ser miga *** XI tu piel muda de tierra camino de la erosión (tomas, mojas, das) ángel, fiebre desnuda *** XII la cama destendida y en la almohada el café labrado ocultaba el nocturno de tus ojos. ** Roberto Aguirre Molina robmolina@arnet.com.ar Escritor argentino (1953). Ha publicado los poemarios Introducción al instante, (Ediciones Delanada, Santa Fe, 1984), La señora virgen (1985), 46 poemas agua de río, (1987), Enero San Cristóbal, (plaqueta, 1989), Diario de la Conquista (1992), Hadado (2000), Ojo conmigo (2000) y Siego - Los lanzallamas (Rosario, 2000), y el libro de ilustraciones Sexión de cama (Ediciones Kosmos, 1986). Además textos suyos pueden leerse en las antologías Encuentro (Santa Fe, 1980), Eternidad de cálidas lágrimas, 10 jóvenes poetas de la ciudad de Santa Fe (1980), Puentes de la poesía: Buenos Aires-México (Buenos Aires, 1982), Poesía joven santafesina (Santa Fe, 1982), Los jóvenes (Santa Fe, 1988), 10 poetas argentinos contemporáneos (Colombia, 1988) y Selección poética de Santa Fe (Santa Fe, 1994). === Butter Jorge Zavaleta Balarezo =================================== El señor Butter llamó a mi puerta un viernes invernal, a esa hora en que las oficinas estatales cierran y la floreciente pero aburrida burocracia inicia su gozoso peregrinaje de retorno al hogar. Butter entró en mi departamento sin que yo estuviese seguro de querer recibirlo. Ya se había acomodado plácidamente en el único sofá de mi sala cuando decidí que lo mejor era dejarlo hablar. Sus afanes de alcanzar popularidad y una honra permanente me sorprendieron desde el primer instante. Sabía de la existencia de tipos así, mas nunca creí que uno de ellos se cruzaría en el camino de mi vida. Fumador incansable, quiso compartir sus largos cigarrillos con alguien que, como yo, repugnaba el vicio del tabaco. Él, supongo, sólo quería ser amable. Planteó su oferta y no alcancé a meditarla. Mi serenidad, mi rostro imperturbable, mis manos quietas contrastaban con su exaltación. El conocía -decía conocer- "mis virtudes literarias, mi facilidad para la redacción, mi capacidad para la invención y resolución de ficticias aventuras". Él había decidido -era otra ocurrencia- perpetuarse en el mundo de las letras con una presencia trascendental. Su dinero -una inmensa fortuna basada en la exportación de pieles- debía estar acompañado del prestigio que supuestamente otorga el firmar obras impresas. Prestigio que le darían algunos premios en concursos bien reconocidos de cuento o novela. Un antojo, o capricho, que únicamente se satisfacía con una pulcra escritura, capaz de convencer a críticos especializados y atraer a exigentes lectores. Con la anuencia de ambos grupos, el camino para conquistar la gloria (?) se allanaba. Pero nada conocía Butter de aquéllo. Jamás había intentado plasmar en narraciones sus ideas poco claras. En mí, de quien se había enterado por terceros o por referencias periodísticas (mis habituales columnas de cultura y política), encontró al agente que lo convertiría en omnisciente triunfador. O creyó haberlo encontrado. Confiaba a ciegas en mí. Sabe, es una necesidad, expresó sobre su plan, mientras dejaba a un lado el extralargo cigarrillo. Confesó que había leído algunas de mis notas. Me gustaron sus reportajes, me dijo. ¿Usted ha concursado en certámenes literarios?, inquirió. Mi silencio nada dejaba entrever, aunque a él, creo, lo convencía más de su decisión. No es un genio, pero a mí me hará tal, terminó. Se puso de pie (había estado casi echado sobre el mueble) y, dirigiéndome una mirada que sólo los diabólicos personajes de audaces tramas poseen, me ofreció una suma de dinero que nadie podría rechazar. Más aun si equivalía a un esfuerzo para escribir en nombre de quien -grave ilusión- buscaba ganarle puntualmente una batalla a la literatura. "Puede cobrarlo ahora mismo", dijo al momento de extenderme un atractivo cheque que no habíamos llegado a acordar previamente. "No me interesa cuál sea el tema ni cómo solucionará el problema -pese a que no lo es para usted, me permito suponer- de escribirlo. Asuma su oficio. Volveré en una semana". Recordó que para el primer concurso teníamos un mes de plazo. "Vale el primer puesto, olvídese del resto". No alcancé a despedirlo pues, con sus últimas palabras, tan seguras para sí mismo, desapareció del pequeño escenario que era mi sala. Vivía en el tercer piso de un edificio nada opulento y que rechazaba continuamente, y creo que a propósito, la limpieza. Me acerqué a la ventana y, al agachar la cabeza, comprobé cómo Butter se metía en su automóvil negro. Debió acelerar demasiado rápido, pues el carro se esfumó al instante, como un auto ganador de fórmula uno. Por mi parte, busqué en mi archivo temas policiales diversos y, sobre la mesa, dispuse la máquina de escribir. A la medianoche, varias horas después de la inesperada visita, tenía terminado un borrador abundante en delicadeza y elegancia. Que, por cierto, no son nada útiles cuando se relata un sangriento asesinato. Así que comencé a reflexionar y corregir. A romper papeles y sonreír. Sonreír mucho, porque mi trabajo, aunque en verdad me pertenecía, más iba a ser de otro. Y recordé el cheque que también a mí, en forma imprevista, me conducía a una bonanza siquiera temporal. Butter regresó a la semana. Buena muestra de puntualidad. En la brillantez de su rostro podía comprobar la complacencia que sentía ante mis inocentes pinceladas con dudosos propósitos artísticos. Es usted una divinidad, dijo mientras me miraba con atención, simulando sorpresa. "Bueno, digamos una pequeña divinidad". Abandonaba sus conceptos de la anterior ocasión. "Me pregunto si ya habrá cobrado el cheque. Qué importa, aquí tiene otro". No supe qué decir. El "gracias" de siempre, como respuesta cortés, o amable, era demasiado ambiguo. Tomó el original y la copia del relato acerca de una muerte violenta con ciertos retoques innecesarios que no advirtió. O fingió no advertir. Supongo que no alcanzaba a distinguir la delgada pero irreductible frontera entre la calidad y lo puramente vano. Al salir (ahora despacio, educado, menos emotivo), me obsequió una sonrisa mercantil, y una arenga en la cual me invitaba, "si ganábamos", a formar "una gigantesca, increíble, lícita asociación". Otra vez, quedé pensativo. La labor iba en serio. Butter no esperó los resultados del concurso. Cuando faltaban dos semanas para el fallo me telefoneó pidiéndome que escribiera al menos otros dos cuentos. "Soy un hombre precavido", lo oí decir. Al terminar la conversación, miré las carillas de mi redacción periodística, evoqué el encantador y creciente pago y fui en busca de otros materiales para continuar surtiendo mi imaginación. Fabulé situaciones y comencé una nueva tarea, con un sentimiento que es difícil de explicar. El jurado reveló que, entre cuatrocientos tres participantes, el señor Butter había obtenido el primer premio "con un cuento renovador, digno de tomarse en cuenta como piedra angular en el proceso de nuestro auge literario". Casualidades de la vida. Sentí satisfacción, fugaz, extraña. Había ganado, pero Butter estrechaba manos consagradas, recibía una medalla y un trofeo, y agradecía leyendo unas cuantas líneas que, lógicamente, se cuidó en solicitarme. Butter creyó haber encontrado, producto de su ingenua fe en la alquimia, a su "salvador". La siguiente vez estuvo irascible porque alcanzó una mención honrosa. Le aseguraron, en cambio, que su composición figuraría en un libro a manera de antología, junto con el resto de cuentos galardonados. Eso lo consoló un poco. Yo, las noches siguientes al resultado, paseándome en la soledad de mi habitación, enjuiciaba el verdadero sentido de esta empresa. La excentricidad y el oportunismo de Butter martilleaban mi cerebro obligándome a una -decisiva- toma de posición. En tanto, ya tenía listos otros tres relatos, a la espera de verlo nuevamente ganador y disfrutar de mis respectivos honorarios. En tres meses, envió seis cuentos a distintos certámenes literarios. En el extranjero le concedieron un segundo puesto. Más casualidades. En el país no obtuvo nada e hizo lo imposible por impedir que alguien se enterase que había participado sin siquiera aproximarse a una mínima victoria. Una noche, mientras entraba a mi propiedad, ubiqué su mirada entre mis paredes. Quise anticiparme, ser el primero en aprovechar los trucos que nos permiten hacer las palabras (milenaria riqueza bienheredada). Por el contrario, escuché sus reclamos: -...no es posible, ni aceptable, la derrota. -Estas lides son semejantes a competencias deportivas y por lo mismo el único camino es alcanzar la victoria, que nos llena de orgullo y mantiene nuestro encanto de ser diferentes", sentenció con esa habitual grandilocuencia que ya había aprendido a distinguir en él. Le interrogué si consideraba insuficientes los esfuerzos realizados (tenía que acomodarme a su oratoria), y le aclaré que nada aseguraba una total efectividad. Ni yo mismo me entendía y se me ocurrió un argumento extra. "Tomemos mis cuentos, perdón, los suyos", me corregí, "como obras maduras y logradas. Sin embargo, medite usted acerca de la cantidad de autores que se encuentran en las mismas condiciones". Mi elemental y hasta burda explicación lo hizo reaccionar y, sin pedir disculpas, Butter me invitó a seguir en lo que él llamaba "la dulce brega", y ofreció doblarme la paga. Me habló de un concurso nacional de novela, cuya existencia yo ya conocía, e insistió en que nuestro norte era conquistar "ese importante torneo". Mi silencio y el humo de su extralargo cigarro se entrecruzaron en el silencio de mi sala evidenciando nuestras irreconciliables contradicciones. Y me dijo que la novela podía versar, por ejemplo, sobre su persona. ¿No tengo, acaso, un carácter atractivo?, inquirió. Giré a tiempo para que no advirtiera mi sonrisa llena de ironía o de simple burla. Cuando me volví lo escuché invitarme a cenar a su casa. "Mi esposa vuelve al país después de dos años de exilio voluntario y quiero que la conozca. Quizá ella sea otra buena fuente de inspiración". Esperaba que así fuera. Ansiaba encontrar la imaginaria belleza. Al terminar la velada, ella y yo quedamos solos en la sala, mientras Butter iba a recostarse porque lo estaba volviendo loco la fortaleza del vino tinto que acababa de tomar. Ella era joven, y no denotaba ninguno de todos los rasgos patológicos que su esposo mostraba profunda, exageradamente. No le haga caso, me dijo. "Sé para qué lo ha contratado: suele ser insoportable, qué se le va a hacer. Respeto sus actos. Pero no creo que ustedes duren ni se entiendan lo suficiente en este negocio". Llevaba razón, y eso fue lo último que atendí, porque después, al tiempo que ella seguía abriendo y juntando sus labios invadidos de carmín, revelando secretos eternos, sólo atinaba a explorar las tersas facciones de su rostro y adivinar qué había hecho este tiempo, largo, fuera de nuestro mundo avasallador. Días después, Butter me indicó que debía apurar la novela. Yo era habilísimo y él, un impaciente, recalcó. Pidió leer fragmentos de lo ya avanzado, pero le aclaré que ello era imposible, porque hasta que estuviese completamente terminada, y sólo en ese momento, él podría conocer la obra. Me sentía un artesano que burila su creación y espera al mercader quien, otorgándole un sentido totalmente opuesto, viene a adquirirla. Su espera se alargaba con el paso de las semanas, y yo casi enloquecía tratando de forjar -esta vez- algo que satisficiera su explícito gusto. La novela no trató sobre él, pero, sacrificándome, le incluí como personaje secundario, intrascendente, que bien pude obviar. En tanto, obtuvo el primer premio en un concurso convocado por una empresa pesquera y ello lo hizo sentirse demasiado feliz. A los dos meses, con la peor novela -o una de las peores- que deben de haberse escrito en muchos años, se presentó a una nueva prueba y -yo más que nadie sabía su destino- ni siquiera advirtieron su presencia. En sus gestos, en sus actos, era impulsivo, tosco, hasta matonesco. Y grosero. Nada lo equiparaba a su hermosa pareja. Era la cruel antítesis de ella. Volví a meditar y, mejor, lo llamé. Me amenazó y dijo que venía de inmediato a verme -"para solucionar y concluir el asunto". Sus insultos, sus agresiones verbales, que en otras ocasiones soporté y hasta ignoré, me causaron temor. Que quién era yo. Que quién me había creído. La señora Butter, igual que una obsesión, que ya había acompañado mis nocturnos sueños recientes, se confundía ahora en mi repentina y urgente desesperación. Sí, no tenía otro camino que elegir. No tenía por qué huir. Igual que en alguna de las historias por encargo que escribí, llegaba el momento de ubicar mi antigua arma. Me quedaba tiempo. Mi enemigo vendría, apurado y patético como siempre, acelerando su auto con la desesperación que motiva la rabia que ciega y obnubila. Vendría por la ruta corta de la antigua y gris avenida. Yo aceitaría mi revólver y prepararía la emboscada inusual, la más prudente. Usted, señor Butter, con sus artimañas que yo había aprendido a detectar en nuestros meses de fructífera (¿será correcto afirmarlo?, me pregunto) amistad, irrumpiría, feroz, en mis aposentos, buscando intimidarme. Contemplaría la habitación tan solitaria, que sospecharía y se pondría, cauto, a explorar cada rincón. Regresaría a la sala y decidiría que lo mejor era esperarme para -masacre de una presa acorralada- destrozarme sin compasión apenas me viese. Butter, usted no sabe el daño que me ha causado. Comprado con sus atractivos talonarios de bancos inhumanos -esos que la naturaleza de la gente común es, por lo general, incapaz de rechazar-, casi me eliminó y me convirtió en una industria de la cual usted usufructuó casi a su antojo, aunque, desgraciadamente (felizmente para mí), sin toda la fortuna que hubiera deseado. En este instante, Butter, está usted en el centro de mi estudio y sostiene estas hojas. Puedo verlo temblar -hay que ser muy perspicaz para notar esto en ¿robustas? personalidades como la suya- y mirar alrededor. Puedo verlo -antes lo intuí- palpar sus armas que no lo dejan solo, previniendo catástrofes o estragos, productos de una tragedia que usted protagoniza. Puedo verlo arrastrarse en el piso, salir del estudio, preparar una trinchera para una guerra que usted no llegará a terminar. La guerra fue la de nuestras conciencias. Al llegar a este punto, ya está usted desahuciado. Yo, vengado a mi manera. Aplicándole, porque yo también tengo algo de ella, su propia ponzoña. Ignoro (finjo ignorar) un detalle, sin embargo: si usted dejará estas líneas por propia voluntad, o porque, cuando una bala le atraviese el cuerpo, no tendrá más fuerza para leerlas. Me inclino por lo segundo: ahora mismo, desde mi estratégica, invisible posición, me regocijo advirtiendo la desesperación y sorpresa que revela su figura y el pánico que le embarga. Ese pánico que usted ya no se preocupa en disimular. Aprieto el gatillo y siento la dulzura de la señora Butter, esa dama fresca, atractiva, a quien, después de llorarlo en su funeral, el suyo, Butter, puede que se le ocurra continuar las farsescas pretensiones del difunto que para entonces será usted, mi estimado señor. Para ella, con inocultable placer, con sincera hipocresía, yo sí escribiré. Su cariño será el mejor pago. Más que cualquier cheque en blanco. Roguemos por ello. ** Jorge Zavaleta jorgez@telefonica.net.pe Escritor, crítico de cine y periodista peruano (Trujillo, 1968). Tiene estudios de literatura, periodismo, cine, publicidad y análisis político en la Universidad Católica de Lima y en el Instituto Idea, de Caracas (Venezuela). Publica artículos en los principales diarios y revistas de Lima y ha colaborado con las agencias Notimex (México) y DPA (Alemania). En 1998 publicó su novela Católicas y participó en el volumen colectivo Literatura peruana hoy: crisis y creación, de la Universidad Católica de Eichstätt (Alemania). === Seis poemas C. A. Campos ========================================= *** Céfiros Quizás, mañana, lluvia, no cae, y el sol, con el gallo, nos sorprenda en la tierra- Sepultando, consagrando, besos y fotos, sembrando café y tareas de caña- No lejos del mar, del desierto y el valle; quizás, mañana, sin paraguas, amor. Mientras tanto, no sé: La duda... esta fe... y nuestro pasado- su pasto... su ritual. *** Grito ¡Cierto! Yo no llegué por el aire, ni por mares hartos de verde, de azul- Entre un burro y cantos de gallos, yo llegué por tierras de América. ¡Cierto! Yo no soy esto ni aquello: Me asemejo al popurrí, a la costa, al mito, areito, ritual- A la desgracia de un panal. ¡Cierto! Yo soy caverna de astro- A pesar de lo que no he hecho con las lenguas que me adoptaron, la fe busco en la luz de la vela. ¡Cierto! Yo llegué por tierras de América: Yo no soy de ayer ni de hoy- Soy de la colina vestida de blanco, del pasto húmedo de noche. ¡Cierto! ¡Cierto! Sólo me basta la estadía del silencio, las sombras de los robles, del café- La paciencia de la lluvia, de los rayos. ¡Cierto! ¡Cierto! Debajo del maíz, el tabaco y la uva, el conuco me resulta botija- ¡Cierto! Oriundo de Santiago, de esta mecedora. *** Domingo i. Se camina bajo árboles, sobre tierra con olor a mañana, hacia el encanto real de alguna preparada pared, pasillo; y mientras te hace compañía el fluir del otoño, te comentas que la muerte es simple abstracción. Pajaritos con sabor a llovizna, a café y neblina. Somos más de la noche fría que de los días. Vivimos en el paso, en la sucesión de las caras: Es nuestro santo vino, cicuta y olvido. ii. Se edifica antes y después del último nacimiento, con la neutralidad de piedras y ríos, sangre de las bestias, en un centro de panes, hermafroditas e injertos, cerquita de Dios; lejos del metro, la estación. Hojas con sabor a té, a reencuentro y tertulia. Somos menos del tabaco que del humo. Vivimos en el cuerpo, en los escapes de las voces. Recuerdas que antes de hablar éramos ya. iii. Se descansa bajo centelleos, sobre tierra con olor a gloria, hacia el encanto leal de la madrugada, sereno; y mientras te hace compañía el denuedo de una vela, te adviertes que la vida es compuesta admiración. Céfiros con sabor a semilla, a invierno y fogata. Cierto, esta mañanita ya no somos jóvenes; mas muerte no hay todavía. Indicios son el parque, mis zapatos y el cuadro del Greco que acabamos de reconocer. *** Hallazgo Mi café, cierta hora cero, el pasado que nos queda por trazar. Hoy, después del pan que nos llega con el coro de los vivos. Hoy, entre los hilvanes del otoño y los doblados del atardecer. He descubierto que me es posible, que por tal razón hemos nacido. *** Tras la palabra Familia, amigos y desconocidos: Todos me han querido callar. Sin razón, con razón y hasta con el corazón de Dios. Todos. A veces con vocablos blancos; otras, con indicios rojos. En inglés, español o su mezcla: Pretendiendo salvarme de la luz. Todos. Sin llegar alguno a vislumbrar que esto es lo que siempre busco: Callar; unirme al silencio que se fragua mientras conversamos. *** Perdón Versos, rotos, con sabor a mano, a lágrimas postreras, nostálgicos de fuego, de gente acosada por la fe y las tantas espadas que la defendieron- de habitaciones que hasta hoy no han podido abrir ventanas. Versos, rotos, con olor a blanco, a cemento bajo lluvia, sol, simpáticos con lo que fue, dudosos con lo que vieron, con lo que vendrá en la ausencia de mi voz- Versos, escombros, escombros, cuánto les he yo fallado. ** C. A. Campos l_tmartin@hotmail.com Escritor dominicano nacido en Santiago. Desde 1984 reside en Nueva York, EUA. Escribe tanto en inglés como en castellano. === Paisaje sin batalla Sergio Borao Llop ============================ Al fondo, a la derecha, puede verse un árbol repleto de pájaros callados. Ni un trino, ni un revoloteo, nada. Sólo una multitud de pájaros de ojos inmensamente abiertos, de ojos fijos; pájaros inmóviles y silenciosos como si estuvieran dormidos. Pero no están dormidos, sólo quietos. Ligeramente más abajo hay una fuente cuyas aguas manan o parecen manar muy lentamente, como lamiendo con incierta voluptuosidad cada piedra, cada matojo de hierba amarillenta, como acariciando sin deseo, sin precipitación, desapasionadamente, el estrecho cauce apenas pronunciado. Sobre la boca del manantial, una pequeña roca parece ir a desprenderse provocando la catástrofe, cegando para siempre el ojo que destila las frescas gotas de agua. Pero sin duda lleva siglos allí, amenazando sin esperanza el tranquilo discurrir del escueto regato sobre la tierra seca. Más arriba, agazapado en la oscuridad de la roca, un lagarto gris acecha cualquier posible presa disimulándose contra la frialdad de la piedra. Parece alerta y, sin embargo, diríase incapaz del menor gesto, como si su inquietante inmovilidad no fuese una excusa sino un fin. Sus ojos miran, sin espanto, hacia el oeste, donde el sol debería estar poniéndose, mas el sol no se ve por parte alguna; sólo el ligero resplandor rojizo que suele acompañar los atardeceres, pero con una tonalidad más pesada, más asfixiante, como un turbio presagio de tormenta. En el cielo semioscurecido, sin embargo, no se aprecia la presencia de ninguna nube que pudiera apoyar tal hipótesis. A pesar de todo, una extraña claridad domina el paisaje. A juzgar por el silbante sonido que llena el valle adormilado, está soplando el viento. Pero ni una brizna de hierba se mueve, ni una hoja del árbol se agita, no hay un solo grano de arena volando por los aires. Nada. La llanura, que en un punto indeterminado aparece cortada sugiriendo un barranco, rezuma quietud, como si el tiempo no existiese todavía. Salvo por las dos figuras que a lo lejos caminan acercándose y en cuyos labios puede apreciarse algún movimiento. Probablemente charlan. Tal vez el viento ha cesado; acaso no existió jamás. Lo cierto es que a pesar de la distancia pueden oírse las voces. Vienen resonando por el centro de la llanura, desde el lugar que ahora ocupan las dos sombras que se acercan. Por su aspecto, nadie hubiera sospechado que fuesen capaces de hablar de esa extraña manera, en ese curioso tono quebradizo y glacial. Es tan profundo el silencio, que las voces llegan con total nitidez y casi parece que procedan de los cuatro puntos cardinales, tal es su intensidad. A ambos lados de un camino indefinible, presentido apenas, las piedras reverberan carentes de brillo y se diría que su indiferencia es sólo aparente, que en realidad esa quietud no se debe sino al tremendo esfuerzo realizado para absorber el estricto sentido de esas voces que se van acercando con lentitud, tan despacio como fluye la exigua corriente que, después de resbalar por la roca hasta el suelo, rodea el árbol y va a perderse serpenteando en la distancia, más allá del lugar en que se hallan los caminantes, allende el final de la llanura, como si en un punto el agua quedase suspendida entre dos planos superpuestos e irreconciliables. En la lejanía se divisa un puntito en el cielo descolorido y lánguido. Tal vez sea un ave sobrevolando el lugar del que acaso vengan los dos hombres que ya están cerca, un lugar que posiblemente ya no exista o que tal vez nunca haya existido sino en su imaginación. Quizá no sea un ave. También podría tratarse de un sol lejanísimo y negro, destinado a negar la luz a quienes tengan necesidad de ella de igual modo que a los otros, aquellos que renegaron de la claridad e hicieron de las tinieblas su morada, su mundo, su religión. Acaso no sea más que la sombra de un dios desconocido e inseguro, proyectada por él en esa lejana dimensión, pretendiendo así carecer de ella, tratando de ignorarla para no sentirla esclavizándole. Al pasar los dos hombres junto al árbol, los pájaros deberían estremecerse y estallar en una violenta y ensordecedora algarabía, deberían echarse a volar y llenar el cielo de trinos espantados y de alas negras. Pero no lo hacen. Permanecen quietos, mudos, indiferentes, negando con su impasibilidad las voces y la presencia de los dos hombres que caminan cansinamente. Alguno, quizás, ha girado con desgana la cabeza en un intento superfluo de seguir la marcha acompasada e irremediable de los dos hombres que conversan. Cuando hayan terminado de pasar (si es que alguna vez llega ese momento, si ese momento es en verdad posible) las piedras seguirán calladas y expectantes. La fuente, el árbol, los pájaros y hasta la misma hierba seca y amarillenta y baldía, permanecerán en sus puestos como leales soldados en espera de una escaramuza que nunca ha de llegar. Seguirá el lagarto derramando su mirada sobre ese sol que jamás acabará de ponerse, ese sol que no ha de volver a levantarse de la tierra. Quedará el cielo, plomizo e insoportablemente denso, como único testigo de una conversación absurda, de un nuevo diálogo suicida entre dos hombres que, aunque ellos lo ignoren, nunca aprendieron a hablar el mismo idioma, nunca comprendieron la lengua del otro. El mismo resplandor agónico iluminará con escasez la escena donde nada va a ocurrir, donde, con toda seguridad, nada ocurrió jamás. ** Sergio Borao Llop sbllop@aragonesasi.com Encuadernador, periodista y escritor español nacido en Mallén (Zaragoza, 1960). Ha publicado cuentos y poemas en diversas publicaciones electrónicas. Además, textos suyos aparecen en las antologías Relatos Zaragoza y Poemas Zaragoza (ambas de 1990), en las antologías Callejón de palabras y Poemas quietos, del grupo Mizar, y en diversas ediciones de la revista Nitecuento. Pueden apreciarse varios de sus trabajos en su página, http://www.aragonesasi.com/sergio/index.htm. === Poemas Juan Beat ================================================= *** Hipster be bop No recuerdo cuándo fue la primera vez que estuve junto a un junky, quizá haya sido cuando comencé a beber; y posiblemente lo que desencadenó haberme dado cuenta que desde hace tiempo era "algo así" como un hombre-derrotado, fue dormir durante varios meses frente a la puerta de la casa de Idalia, con el bop saliendo de mi walkman a todo volumen, cargando una vieja edición norteamericana de "On the Road"; y mientras conversaba con ancianos raquíticos, y pensaba en Idalia como una hipster; no tan desarrapada como Esperanza Villanueva (Tristessa), pero sí desecha, convertida en un pedazo anacrónico de alguna parte perdida de mi infancia, tan perdida como Ella Fitzgerald y ese acetato de Kerouac del cual ya no he [podido escuchar -Charlie parker looked like buddha-; y a veces, aún con dolores estomacales y tirándome pedos, caminaba al Salón Orizaba, para terminar bebiendo al lado de putas horrorosas y estridentes risotadas de "alegría". *** Tuberías oxidadas Últimamente el tiempo me ha parecido que se vicia; cuando más quiero que las horas pasen rafagueantes, zumbando sobre mis manos frías; se va deteniendo, hiriendo el lugar de los caminos muertos, penetrando en mi cuerpo como una pequeña astilla de madera que provoca [incomodidad infinita; y mientras el tiempo transita lentamente, de mi nariz brota un poco de sangre, la dejo que fluya sobre el lavamanos, que corra por las oxidadas tuberías que recubren gasolina y ácido kaínico; si mi sangre llega hasta la bañera de tu casa, no la devuelvas por la cañería, reúne un poco en un frasco, y con un gotero, día con día, déjala caer hacia el abismo. *** La última dosis (Parker's mood) Mi nariz sangra y mi cuerpo, que hace días estaba vacío, se llena de tu respiración acelerada y todo se envuelve en un solo de "Bird". Hastiado de botellas, Parker zumba bajo la gruesa colcha color café; Charlie Parker sopla y sopla y tus senos apuntan hacia mí, veo tus caderas desnudas y pienso en cuándo será la última dosis, ojalá siempre tenga un pequeño "pinchazo" tuyo; así como Bird tenía su saxo más metido dentro de él, que toda la codeína y el whisky que lo terminó; el bop no lo hizo, sólo que vivió en los 50; y yo debería pertenecer a algo posterior a la generación X, pero mientras ella y Parker arremetan mi alma, me creeré uno de ellos, de los que llenaban Bird Land para esperar a que Parker subiera al [escenario y tocara Parker's mood. *** No lo he conseguido Todos lo consiguen, sus ropas y mujeres alrededor de ellos; autos flamantes y mucha droga; pero todos ellos saben lo que hacen, trabajan día y noche, en bufetes de abogados, como meseros, putas, o de científicos en alguna institución del prestigio; todos consiguen lo que desean, con dinero, sin un billete de 20 pesos en la cartera, pero todos lo consiguen; muchos también se dicen enamorados, también consiguen eso, consiguen a alguien que los despierte por las mañanas y que les haga un par de huevos, todos lo consiguen, menos yo, yo no consigo ni que me tomen en serio, ni publicar más en revistas literarias horrorosas; esta noche no conseguí beberme ya, la segunda cerveza; ascos, mareos, ardor al orinar, mierda, estoy sin conseguir nada, y sé que no lo haré; solo he conseguido invitar a la muerte y al tiempo a pasar la noche conmigo. *** Nadie necesita amor Me he dado cuenta, nadie necesita amor, al final, ellas lo aniquilan, si no es el alcohol, es el sexo, si no cualquier pretexto, pero te sumen, te plantan un puntapié en los testículos y sabes que nadie te necesita; quizás sólo las honestas cucarachas o esos ratones que has estado exterminando toda tu vida te necesiten más... Nadie necesita amor, sólo quieren una piltrafa a su lado, que les sirva como un analgésico o para cargar los muebles de la casa. Nadie necesita amor, y siempre lo he sabido, pero de tan ridículo y patético que soy, no tengo vergüenza, hablo de amor como si fuera a ir a cagar después de un dolor de estómago. *** Falsedad Escucho los programas de radio, la tv y sólo hay falsedades, ya no me engaño, así es la cosa, diciendo y quedando bien con los demás; y si la tv la radio y el que come junto a mí así lo desean, no se los voy a dar, no puedo falsear, no puedo dejar de enojarme, o tener mucha hambre, no puedo. Y ahora sé, no pertenezco a nada de aquí, el tiempo se viene encima y los días tristes, grises, sin nadie a quién decirle "hace calor" vendrán pronto, más pronto que las 12 campanadas de esta mierda de reloj. *** Rosas rojas Karina se veía radiante, con su cabello largo, cargando esas rosas; yo, nunca lo había hecho, se me dio la gana llevarle rosas rojas; siempre hay una primera vez; y la segunda fue más fácil; pero ha sido la última, Karina dice que ha sido por un sentimiento de culpa; mierda, si tuviera culpas, la gente a mi alrededor tendría muchas rosas rojas; no lo haré más; no tengo culpas, ni rosas rojas cortadas del césped de la desesperación... *** Ella es tan triste (Para Karina) Ella se aferra a la soledad, cada mañana amanece desesperada y harta, cuando le llamo, me habla pausadamente, sin esperanza; y la imagino encorvada, mirando hacia el suelo, con el auricular pegado a ella, su negro cabello cubriendo sus ojos; ella está tan triste, que, en alguna parte, las navajas de rasurar cortan yugulares y un montón de gente se amarra una cuerda en el cuello; ella es tan triste, que dentro de los vagones del metro cientos de personas se aferran a su humor, y mejor duermen, y pasan las estaciones y nada cambia, la tristeza los mata y llegan a sus casas comen sopa de fideos y mueren por dentro; ella es tan triste, que yo no puedo hacer otra cosa, más que emborracharme y esperar a que el día de mañana, desesperada, se marque las venas y comience a sangrar; y todo el dolor salga, incluso el mío, que se ha quedado dentro de ella. *** No soy Buk, pero me gusta Mahler El siseo era incesante, como el de un viejo acetato; sonaba mal el cd, pero era la quinta sinfonía, además tenía una cerveza, fría y esperando sobre la mesa; alguna vez quise ser un escritor y hacía lo necesario, hasta llegué a creerlo, pero pronto caí, me di cuenta de que no soy Buk, pero aun así me gusta Mahler, la cerveza y también Celine y Fante; después de muchos golpes, me di cuenta de mi vida, de que no era un escritor; algún día quise serlo, lo logré por momentos, pero ahora sólo quiero tomar aspirinas y sentarme a que la muerte se digne a darme un empujón. *** Fantasma Cuando muera, ella será acechada por todos esos tipos que la miran y la "toman de la [mano" al saludarla, y si alguno de ellos puede hacer que Karina sucumba, moriré por segunda vez y mi imagen fantasmagórica caerá sobre él, cada noche entraré en su cuerpo, y haré que rabioso vomite por toda su habitación; cada noche será lo mismo, hasta que termine enfermo y sin poder verla. y quizás suceda de nuevo, otro tipo mirando la figura de Karina y yo detrás de ella, ocasionándole escalofrío en la espalda, comunicándome con mi alma traspasando sus pechos; y aun muerto, Karina seguirá sintiéndome, pero si llega uno, un tipo que le dé a Karina lo que yo no he podido, me iré, solo dejaré una marca entre sus senos, y mi alma dentro; y por tercera vez moriré, después de eso, no creo pueda morir más veces. *** Días bajo el sol ...Es como terminar todos los días bajo el sol, soportando el hedor y el ardor de las ampulas en los pies; así es la realidad, todos pasamos a segundo término, como cualquier objeto usado o como una moneda de cinco centavos tirada por la calle; la realidad es esa, ganchos al hígado de todos ellos; y afortunadamente, terminas siendo el "malo", el mierda que no entiende, el que necesita más que los demás. Y yo mando a la mierda a la realidad, quédense con ella, piensen lo que quieran de mí. yo sí necesito más. A la mierda; si he de terminar solo, buscando los últimos chorros de cerveza en botellas debajo de la cama, y escuchando por las mañanas al carpintero, al del gas, a una mujer refunfuñando por tu vómito en todas partes, me conformo con eso; llegará el tiempo en el que sólo quiera meterme bajo las sábanas, quedarme quieto y no parar de llorar. Hoy es el día, uno nublado, con lluvia, pero ha sido como soportar esos jodidos rayos bajo el sol, así es la realidad, uno no es nada, solo un pasatiempo, mientras esperas a que un autobús te aplaste. *** El olor a muerte Debo dormir, pero Coltrane no me permite; al final de todo, los tipos infelices como yo, sabemos sobre los sonidos, sobre el rugir de un motor, sobre el sonido de los lloriqueos cuando te deja alguien; pero al final, los sonidos es la única felicidad que nos queda, efímera y frustrante, pero no hay más para nosotros; sólo efímeras y a veces contadas historias de amor; Coltrane no deja dormir, solo doy vueltas sobre el piso, pero ahora nada deja dormir, el reflujo, la cerveza fría, ella en mis huesos; y el olor a muerte, ese que me untaré pronto. *** Un puñal en la carne Lo sé, duele durante días, como un puñal clavado en la carne; tengo una abertura, es como un gran canal que va desde mi frente hasta mis testículos; de los cubos de basura se desparraman latas de cerveza, y de mí, sólo carne, absoluta tristeza y desesperación; y es como recibir una gran paliza, una de esas que te dejan tendido y listo para los camilleros de la cruz verde; podré soportar un par de días más, mientras el sol sigue cayendo sobre mi espalda cuando camino encorvado, dejando esperanzas por debajo de la puerta, como si fuera una especie de cartero; me esperan sólo días debajo de los autos, revolcado en el lodo; como un cerdo preparado para su paliza, para el rastro, para huir, sabiendo que nada nos salva, solo, el puñal clavado en la carne. Y sigo abierto, expuesto, pero estoy dispuesto a recibirla, sí... esa paliza que debe dejarme colgado de un pedazo sucio de esperanza. *** A algunas mujeres les importa... Poco les importa, si tienes un abdomen pronunciado o un cuerpo atlético y vigoroso; a ellas poco les importa si tienes un pene fuerte y erecto, o si es pequeño y pierdes la erección; a ellas poco les importa, si follas durante una hora, o si eyaculas sobre sus senos; a ellas poco les importa, si les hablas de amor, o de vegetales cocidos; a ellas poco les importa, te abandonan, te dejan a la deriva en una pequeña selva llena de leones hambrientos; pero también pueden dejarte con los buitres; y no les importa, si regresas a casa bebido o convertido en cenizas o sal para su almuerzo, a ellas, poco les importa, se sientan a ver tv, a escuchar la radio, o duermen mientras tú, desolado piensas en qué puedes hacer para que le importes. ** Juan Beat juanbeat@mac.com Seudónimo del psicólogo y escritor mexicano Juan Ismael Ramírez Labastida, licenciado en psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). Fue director fundador de la revista Estudiantil Comunicantes, editada en la Facultad de Psicología de la Unam. Es editor de Los Avengers Fanzine y colaborador de la revista Generación. Ha colaborado en diversas revistas electrónicas mexicanas como Fuga, Art&Comic, Literatura Virtual, México Volitivo; e internacionales como Revista Voces, Corvino Books, Baquiana, Poesía + Letras, Divague, Poesía Salvaje, Los Noveles, Le Resonace y la Revista Virtual de Luke. Ha participado en eventos literarios como el "Réquiem para la Muerte Amorosa" (organizado por el ICCM y la Sociedad Artística La Sangre de las Musas), el 5º Festival Internacional de Ficción y Fantasía (organizado por el ICCM, el grupo cultural Goliardos y La Sangre de las Musas); la XXX Feria Metropolitana del Libro (organizado por el ICCM); el Primer Festival de Literatura Alternativa (organizado por el ICCM, el grupo cultural Innovar-T y Producciones Pániko de Masas); el Festival de Cultura Nocturna Off Centro Histórico (organizado por la revista Generación), y en el Homenaje en Bellas Artes al poeta beat y creador de la Librería City Lights, Lawrence Ferlinghetti (organizado por la revista Generación y el Instituto Nacional de las Bellas Artes). === Elegía Javier Warleta Alcina ===================================== Do mayor. El pulgar pulsa la quinta y comienza el baile. La menor. Una pareja se levanta y se dirige al centro de la pista. Los miro sin verlos. Me duelen las manos, sobre todo la izquierda, la artritis le pone fuego a cada cambio de acorde. Sol mayor. Un solo rasgueo y un respiro. Ahora viene un arpegio en Fa mayor, la nota más cruel, con el índice en cejilla. Por más que aprieto no piso bien las cuerdas, y el ruido sordo del bordón pone nerviosa a la cantante, que gira la cabeza hacia mí con gesto de súplica. Ojalá se enfadara, podría decirle que no es culpa mía, que son estos malditos huesos y tendones. Sigo con la vista al infinito, las gafas empañadas, sintiéndome todo manos, todo manos y nariz húmeda de sudor de gafas que resbalan y yo sin manos que las sujeten, aferradas a su guitarra y a su artritis. Echo la cabeza hacia atrás y arrugo la nariz, pero las gafas no suben. Cambio a Do mayor. Por encima de las lentes veo a la gente sentada en la barra, al fondo del local. Fijo en ellos la mirada, buscando escapar por un instante del dolor, de la música hecha piel, carne y huesos torcidos. Entre el público, una joven con la cara pintada de blanco hace de mimo con desgana. Casi nadie la mira. A mí tampoco. Re séptima. Desde detrás de la columna se asoma un rostro femenino vagamente familiar. Su mirada se posa por turno en cada uno de los músicos. Se detiene en mí. Segunda estrofa, Do mayor. La miro y veo el rostro de Elena, más joven, como en las fotos de antes de que yo la conociera. Y vuelvo atrás en el tiempo, ¿cuánto tiempo?, ¿veinte años tal vez, tantos? La menor. Veinte años sin verla, y serían seis que se fue del todo, sin despedirse siquiera, y me dejó aquí con mi carga de abrazos pendientes, ya sin futuro, perdidos, y qué se hace uno con ellos, y con los besos que nunca le di, qué hago ahora con ellos. Sol mayor, un solo rasgueo. Arquea las cejas y sus ojos se vuelven tristes, tristes al mirarme, y mis dedos intentan estirarse desde lejos, sin soltar el mástil de la guitarra, ella sin apartar la vista de mí, apenada de mí, y mis dedos estirándose para que ella pueda tocarlos, volverlos veinte años atrás, liberarlos. Pero desvía la mirada hacia su acompañante y mis dedos se tuercen y ya no es Elena, ya no es nadie. Arpegio en Fa mayor. Para evitar el reproche aprieto fuerte el índice plano contra las cuerdas. Aliviado, escucho el sonido limpio del bordón, la cantante no se gira esta vez. Y después, oigo, o siento, un chasquido. Miro mi mano, con más curiosidad que miedo, esperándola quebrada, pero se mantiene firme. El chasquido sonó dentro, no fuera, como de grieta en el alma. La música se aleja, ahora en Do mayor. Estoy flotando. Mis dedos se deslizan ágiles por el mástil, acariciando las cuerdas. Deben estar tocando una música hermosa, pero apenas puedo oírla. Improviso unas notas antes de pasar a Re séptima. El contrabajista me mira sonriente y asiente con la cabeza. No puedo oír nada, la música suena en la habitación de al lado y alguien ha cerrado la puerta. Miro mis manos, y sin dolor no las reconozco, ¿quién está tocando esta guitarra, quién mueve los dedos para colocar el Do mayor en el momento preciso, en el momento de comenzar la última estrofa? Tengo miedo. Me siento solo en esta sala, donde no puedo oír la música que toco, donde ni mi propio cuerpo me extraña, y el alma se me encoge bajo el peso del tiempo malgastado. Alguien cambia a La menor. Te busco entre la gente, pero no te encuentro, ¿dónde estás, Elena, dónde? Ahora veo a tu pareja, habla contigo, pero a ti te oculta la columna, déjame verte, por favor, solo una vez más, antes de que termine esta canción que se me antoja elegía, y ya llega Sol mayor y tú sigues oculta, y él sigue hablando, interminable, nunca calla, nunca, y ahora te mira y ríe, y tu risa estalla detrás de la columna, y cabalga sobre la música, galopa entre las voces de la gente y el arpegio en Fa mayor, que ya ni duele, y tu pelo asoma tras la columna, y después tu cara, los ojos cerrados por la risa, y cambio a Do mayor, y la canción se consume y tú sigues riendo, y tus ojos cerrados no me miran, ya nunca me miran y no llego a cambiar a Re séptima. ** Javier Warleta Alcina jwarleta@yahoo.es Escritor español (Cádiz, 1962). Trabaja como ingeniero y reside en Viña del Mar (Chile). === Tres poemas Alfredo Ascanio ====================================== *** Canto a Chile I Quiero esculpirte un canto con la playa en la mano: de Tácora a la Antártica derretida de sus hielos con los párpados rotos de hilvanar tus paisajes II Un himno que desgarre el rumor de las olas que llegan hasta la orilla con su orquesta telúrica que mastica las piedras III Déjame aquí, en el cauce, debajo de tus ríos derretir mi retina con la estrella del norte que ilumina tus islas IV La Rosa de Vientos estiró sus agujas más allá de tu rota geografía de tu piso agrietado V Me estuvo dibujando tus barcos salitreros se cansó de llenarme los bolsillos de puertos de barcazas, de aves cansadas del invierno VI Escucharás ahora mi canto ensordecido pesado de sollozos: como una campana derretida como una manzana ahuecada por dentro como un espejo cóncavo sin sus puntos focales VII Estoy más triste que una orquesta de grillos que un coral solitario en una isla inmensa buscaré entonces el laberinto de los cauces pequeños y en cada espiga suya dejaré mi recuerdo. *** Macchupichu I A cada encuentro con tu rostro con tu rostro gótico como un escudo antiguo como un guijarro roto como canción de olas soplando caracoles II Donde se incorpora el eco de tu canto con un sonido ronco de templo de pirámide de piedra envejecida por la ruta del viento III Donde los cuervos salvajes dan nacimiento a la vendimia donde todo parece musgoso y carcomido como la brisa estival que arranca de tus sienes IV A cada encuentro a cada encuentro con tu rostro vetusto de piedras arqueológicas me parece que el tiempo se ha detenido allí a tu costado para contemplar el perfil de tus nubes mohosas. *** Poema en re mayor I Estuve caminando debajo del océano mi amada me acompaña vestida de amarillo II El mar nos ha embriagado de azul fosforescente más allá de sus ríos de sus constelaciones mi amada me acompaña vestida de amaranto III Cubierta sensiblemente por la alquimia marina sus ojos derretidos ultrajando corales contando caracoles con los senos etéreos sonriéndole a las piedras musgosas de salitre desligando sus manos de la flora telúrica bebiendo la imagen de los peces pequeños persiguiendo a los líquenes erizada de gritos sirviéndole de auriga a caballos marinos perdida en el laberinto de los caracoles sentándose en las piedras carcomidas de embrujo mirándome a los ojos con pestañas de espumas naufragando su barco dentro de mi retina inhumando cadáveres de algas arponadas besándome con labios efímeros del sueño despertando sonriente con el rugir marino IV Mi amada me acompaña vestida de amarillo ** Alfredo Ascanio ajascanio@cantv.net Economista y profesor titular en la Universidad Simón Bolívar (Caracas, 1932). Ha publicado el libro Ocho poemas y un cuento (Editorial Continental-Salvador) y diversos poemas en el número 280 de la Revista Nacional de Cultura. === Dos cuentos Carlos Briones ======================================= *** La dignidad no consuela, pero ayuda Mi padre muerto encima de la cama, tirado, botado, dejado, me produjo una pena inmensa. Fui a buscar a Jorge, un amigo de la infancia, que quería ser médico, pero que terminó como enfermero. En vida no tuve problemas para limpiarle las heridas a mi padre: 37 llagas purulentas; no tuve problemas para rezar con él, cuando me lo pidió después de darle dos o tres cucharadas de café con leche, café de máquina y no esa basura de café instantáneo que se vende en Chile. A la española, me había dicho, eran las seis de la tarde y quiso tomar desayuno con churros. Se estaba muriendo y yo salí a buscar churros. Me dijeron que en la Gran Avenida, bastante adentro, a la salida de Santiago, hacia el sur, se ponían puestos con churros. Con mi compadre Jano fuimos a buscar los churros. No quisieron dejarme ir solo. Después de quince años en Europa yo había perdido la manera de comportarse en Chile. Encontramos churros, trajimos churros, y mi comadre Yola preparó con Teresa, mi mujer, un café a la española. Mi padre no se pudo tragar ni un solo churro, pero el gusto si lo sintió. Están sabrosos, me dijo. ¿Los trajo de Las Delicias?, me preguntó. Le dije que sí. Después rezamos y se durmió. No se murió, se durmió: tenía pulso y respiración. Esa noche tomamos café hasta tarde en la casa de mi compadre, y hablamos y hablamos, como se habla después de quince años. Mi madre, cuando nos avisó, nos dijo: Se lo llevó el amanecer. Muerto mi padre: fui incapaz de asearlo, de tocarlo; verlo me descompuso. Jorge vino y lo atendió. Es normal, me dijo. Lo vistió y lo tuvo listo para cuando llegaron los empleados de las pompas fúnebres. Mi mujer y mi madre habían elegido el ataúd. Según mi madre: Había otros más baratos, pero Teresita quiso éste. Aprobé todas las gestiones. Arrinconado, como estaba, en mis debilidades, no estaba como para plantear objeciones. Puesto en el ataúd: mi padre, mi orgulloso padre, se veía digno, tenía ese gesto seguro, firme, de antes de salir a cumplir alguna gestión importante. Mi madre, claro, siempre lo revisaba; y mi padre esperaba su confirmación, y siempre le corregía algún detalle mínimo: la línea de la solapa de la chaqueta, el prendedor de la corbata, o la eterna y maldita pelusa que las esposas siempre encuentran. Vi a mi padre en el ataúd y a mi madre revisándolo: le acomodó los pies, los zapatos, rectos, el derecho le costó un poco, las puntas del pañuelo en el bolsillo chico de la chaqueta, pidió que la ayudaran para levantarle un poco la cabeza: Para que esté más cómodo. Nadie dijo nada, y se cumplió su deseo. Satisfecha mi madre, nos dijo: No se preocupen, sé que está muerto, pero, así y todo, sigue siendo mi marido. Me sentí el destinatario de ese comentario, pero guardé silencio. Sin darme cuenta, me había recuperado. Yo me parezco bastante a mi padre; él no era escritor, yo sí, pero el uso del idioma era algo que nos unía férreamente. En vida, y yo en segundo lugar hasta cierta edad, éramos los responsables de las respuestas; pero el manejo del silencio y de las dudas era un ámbito indiscutidamente manejado por mi madre. Todos somos irremplazables, dijo mi madre, autorizando con un gesto para que nos acercásemos a despedirnos, y en estos momentos, comprenderán que la dignidad no consuela directamente, pero ayuda. No quiero decir ni dar a entender que casi pensé que mi padre fuese un ventrílocuo y que el cerebro gris donde nacían sus elaboradas reflexiones fuese mi madre; pero que me sorprendió, sí me sorprendió. La dignidad no consuela, pero ayuda, pensé mientras observaba a mi padre en el ataúd. Pensé en el irrespetuoso comportamiento frente a la muerte, queja del gordo Saldaña, preso político en Estadio Nacional de Chile, en octubre de 1973. El Gordo era fino, fino en sí mismo, además de ser de buena familia, y se quejaba y nos molestaba a nosotros por el comportamiento, nuestro, de los presos políticos, y de los torturadores. Pégueme si quiere, soldado, pero compórtese, le había dicho a uno de los soldados que nos vigilaban mientras limpiábamos las manchas de sangre en el camarín donde estábamos. Unos boinas negras, de esos supuestos súper combatientes, habían venido, y al azar les habían abierto el vientre a dos compañeros. Sabíamos que esas eran tácticas de ablandamiento. Y después de eso el estúpido de Saldaña pidiendo comportamiento. Recordé que le dije: ¿Por qué no te callas?, y él me respondió: Si tengo que morir, ha de ser con dignidad. Lo hicieron hacer las cosas más indignas a las que se puede obligar a un ser humano, y el Gordo, obtuso, obsesionado por la dignidad, exacerbaba el odio y la idiotez de esos enfermos mentales que nos torturaban. ¡Dignidad! Me tranquilizó constatar que mi padre, en ese ataúd elegido por mi mujer, tenía dignidad. El resto del servicio fúnebre lo viví relativamente consolado. La lentitud, el respeto, o eso que parecía respeto, de los empleados de la funeraria, al tomarlo, al sacarlo de la casa, al subirlo al vehículo que lo llevó a la capilla de la iglesia, todo ese ritual, me hizo pensar y me transportó a tiempos remotos, a libros queridos, a lecturas, a lugares visitados como turista, pero que me habían comunicado algo: la frialdad de las catacumbas de Roma, el calor que aprisiona en Egipto cuando uno visita las pirámides, los cementerios en Alemania y el impacto que ahora me causa la confesión anónima de los lugares donde han enterrado presos políticos desaparecidos. Con incomodidad recuerdo al gordo Saldaña y su manía por la dignidad. No me incomoda el Gordo, me incomoda mi comportamiento. Gordo, cállate, que nos van a joder más, le dije mientras reuníamos los intestinos de no me acuerdo quién, y que el entonces mayor K. Krumm lo había vaciado de un solo corte diagonal. El cuerpo del tipo ahí, vaciado, despanzurrado, y caliente todavía, no me causaba terror, terror me causaba el gordo Saldaña, y que me hubiesen mandado a mí con él a hacer esa tarea. Maldito Gordo, hablando mierda: Descanse en paz compañero. En nombre del Padre, del Hijo... ¡Qué mierda! ¡Qué maldita suerte la mía! Yo que no creo en nada ni en nadie, me toca este idiota obsesionado por un ritual mortuorio. Esa vez, sí, mi suerte no fue tan despreciable: no nos mataron, nos encerraron juntos por varios días en unos tambores que había para juntar agua. Castigo duro, pero soportable. Carlos, me dijo, la dignidad y la muerte van juntas. No le respondí, después de 20 horas, creo, me daba igual lo que dijera. Si te toca tratar mi cadáver, prométeme que los harás con dignidad. Le respondí que sí, ¡santo remedio!, se quedó callado, no habló más. Cuando nos sacaron no podíamos movernos, mientras nos desentumecíamos, me dijo: De más está que te diga que yo haré lo mismo. Hace algún tiempo, volví solo a este país y a esta sociedad con gente en la que no confío, y si son de esos recuperadores de la democracia: menos, a uno de esos tipos jamás le daría la espalda. Terror me causan los torturadores viejos, convertidos en caballeros, en parlamentarios. Prefiero a los que se han vuelto alcohólicos y que cada cierto tiempo muestran las garras, a esos puedo olerlos. En ciertos documentos recientes se sostiene que el Gordo, Julio Roberto Saldaña Walker, estaría enterrado en un campo de entrenamiento del Ejército de Chile. Desde la muerte de mi padre he pensado pedirle a su familia que, aunque se encuentren sólo algunos huesos del Gordo, se me permita sepultarlos en un ataúd elegido por mí. Mi madre está de acuerdo: Si se lo prometió, tiene que cumplirlo, me ha dicho. *** Las preguntas de Cósima Es el primer día de verano, la temperatura en Colonia, casualmente coincide: 24 grados a la sombra. Son las once de la mañana; entro en el café; pido un "espresso" y me voy a la terraza. Los clientes huelen a peste. Me siento a la sombra. Los alemanes lo hacen al sol y beben cerveza. Todos tienen tatuajes en los brazos o en el pecho; cesantes, igual que yo, ninguno pasa de los 25 años. Sus miradas son hoscas. Seguramente también les dijeron que no hoy día. Tal vez también les dijeron: Pero con su figura usted debería estar en la TV. No, aquí no, aquí queremos trabajadores. Tristes, amargados, aplastados, violentos: su agresividad no es de temperamento, es de angustia. Se comportan con repudio. Hablan sólo en colonés, un dialecto renano. No son duros, pero son peligrosos. No son delincuentes, pero pueden serlo. Se niegan a ser policías o militares. Yo respeto ese resquicio de dignidad. Cósima me trae el café. La saludo en italiano, me contesta en español. Me inclino un poco hacia adelante para mirarle las tetitas; las tiene cada vez más hermosas. Se da cuenta y hace un amago de cerrarse el escote de la camiseta sin mangas, pero me deja offside irguiéndose sencillamente. Entonces los pezones se le marcan como frambuesas. Las mujeres llevan pantalones muy cortos o vestidos de telas delgadísimas. Es agradable ver y ver piernas y formas, acercarse a la carne a través de la transparencia de las telas. Ya no me chocan las espaldas faltas de sol o las piernas y las axilas peludas. Depiladas, sin duda, son una maravilla. No deja de llamarme la atención ese loco sangoloteo de senos libres, de todos los tamaños y de todas las formas. Las rubias, después de quince de días de playa, cuando se pintan los labios de un rosado tenue, se sombrean los párpados, y el azul o el verde de sus ojos se destaca, aunque sean feas, se ven hermosas. Pero en esta ciudad me siento infame. Aquí odio el verano. Todo me angustia. Todo me excita y me trastorna, me provoca, cuando el sol penetra en esta cloaca. Bajo los cielos y sobre las milenarias piedras de Colonia, fermenta la infamia, dice un poeta iraní. Cósima es morena y tiene el pelo muy corto. La conozco hace diez años. Entonces ella tenía trece y yo veintiséis. Su padre era uno de los dirigentes del Circolo Rinacentista Italiano (una pantalla del PCI, claro). Desde el comienzo simpaticé más con los italianos que con los alemanes, insuperables en su dogmatismo y sectarismo. Cósima ya no es militante. Esto me alegra; aunque ella se empecina en dejar en claro que no es por las razones que yo supongo. Yo no supongo nada; yo me alegro simplemente. Cuando les conté mis experiencias, ella me hizo preguntas irrespondibles y críticas severas. -¿Por qué no armaron al pueblo? -¿De dónde? ¿Con qué? -Con armas, por supuesto. -Si Allende hubiese sólo pensando eso, el Golpe se habría adelantado. Además, nuestra dirigencia política no era una dirigencia guerrillera, militar. -Entonces no era una revolución verdadera. -Sí. Era un proceso de Reformas Sociales, nada más. Vittorio Vitale, su padre, un partisano de la vieja guardia, me aseguró su amistad y su afecto eterno, sólo por el hecho de haber sido víctima del fascismo. La mamma me preguntó trivialidades que ruborizaron a Cósima, pero que entusiasmaron a Vittorio: el Carnaval de la Virgen de la Tirana y la Procesión al Templo Votivo de Maipú. Después seguimos con los terremotos, los volcanes y las comidas. Tamaña información no le interesaba a Cósima entonces. Así me lo hizo saber y se retiró a su habitación de hija única. Vittorio se levantó a preparar café; entonces la mamma me contó que ella le había rezado a la Madonna di Napoli por los presos que estaban en el Estadio Nacional de Chile. La miró y se persignó antes de que volviera Vittorio. Me di vuelta para mirarla y me detuve en la contemplación de la estampa (todo el tiempo había estado enfrente de Gramsci). Presentí entonces que mis enigmas no se resolverían jamás. La mamma me sacó del embeleso y me salvó del ridículo de la emoción: -E bella, no? Sí, era bella, se parecía a Rosario, o como me imagino que debe ser. Alta, suave y dura, como me dijeron en Londres. Cósima, por lo general, calza suecos, así se le marcan los músculos de las piernas y sus formas; y está tan acostumbrada a usar sólo zapatos de taco alto que cuando camina descalza, lo hace difícil, graciosamente, apoyándose sólo en las puntas de los pies: sus movimientos me ponen frenético. Hace un par de años ya que me hubiese gustado habérmela llevado a la cama, pero no hago nada por conquistarla. Me gustaría escribir lo que estoy pensando. Me la imagino con la experiencia y la desinhibición de una hija de emigrantes nacida en Colonia; la mamma me ha comentado, en más de una oportunidad, que no descarta que su hija ya se haya ido sola, uguale como le altre, al ginecólogo; y como Vittorio no la reprime: es la emancipación, me ha dicho la mamma. Vittorio, al respecto, es un viejo moderno. Su máxima satisfacción es haber hecho de Cósima una joven comunista. Nunca me causó celos saber que los muchachos de la Juventud se llevasen a Cósima. Es otro el dolor que me hace mirar las cosas con distanciamiento, que a veces parece cinismo. Y no es que esté enamorado de otra mujer o que su fotografía me haga escribir o me desespere. Regulé treinta y cinco veces la más moderna de las fotocopiadoras, hasta que logré una copia ampliada, con mayor nitidez y contraste que el mismo original. Sé que no la alcanzaré jamás, pero me imagino el amor con ella. Un amor de literatura, denso, breve, fugaz, efímero, donde las dificultades de lo real son superadas por la imaginación: la miro, nos miramos; la beso, nos besamos; nos recorremos; pensamos juntos; pensamos lo mismo; deseamos lo mismo, hacemos planes; y nos separamos sin ningún remordimiento; nos reencontramos. Nunca me he planteado cómo llegar a una mujer como ella; cómo hacerle saber mis intenciones. Cuando escribo, pienso en ella, claro; pero sé que no escribo para ella. Rosario se parece a la Madonna di Napoli, y la Madonna di Napoli se parece a Cósima. Cósima es una sensación suave, que me recorre, que me inunda, los sueños con ella también son así, y no son más que la realidad: un llegar con la mirada hasta ciertos lugares. A veces, como una virgen, se ruboriza. Luego le brilla la mirada. Yo temo esa pasión. Aquí, odio y amo con la misma intensidad; pero por sobre todo odio lo cotidiano, y en particular mi exilio en esta sociedad de sirvientes del Estado; pero de aquí hay hábitos de responsabilidad individual, personal, que me llevaría. Cósima me dice que el eclecticismo es reaccionario. Aspiro a una representación real de mi exilio. Suena la melodía central de El Padrino, siempre la tarareo, pero ahora no puedo. Cósima pasa con algunas botellas vacías, le quiero decir algo pero no me salen las palabras. Me limito a mirarla. Ella me devuelve la mirada. Me imagino la campiña italiana y a Cósima corriendo a mi encuentro, un mediodía silencioso, ardiente, agobiante, y de fondo: el mar; el mar y la eternidad, la vida, la continuidad, inexplicable, con sus interrogaciones cerradas, irrespondidas, archivadas en el inmenso y azul cielo que hace más pequeño el lugar donde me encuentro. ¿Por qué el amor? ¿Por qué la vida? ¿Por qué la muerte? ¿Por qué pensar que estoy a la sombra de un naranjo esperando que su sonrisa y sus formas se hagan cada vez más nítidas? ¿Por qué mientras más se acerca es el rostro de mi mujer el que aparece? Me imagino el gusto de su boca, como una naranja, dulce y ácida. Siento la humedad de su sudor en mi frente. No es un sueño, tampoco es la realidad. Cósima me trae un bitterino analcolico, me dice que es una invitación de Salvatore. Salvatore Vincenzo Caruana, el piú grande siciliano de la Storia, es codueño del local y nos conocemos hace siete años, desde cuando cargábamos sacos con encomiendas en el Correo Federal Alemán. Él se dedicó a la gastronomía y yo retorné a la literatura. A él le va mejor que a mí, claro. Es generoso, y a su manera se preocupa de mis problemas literarios. Sus soluciones son simples y categóricas: Scrive come parla, me dice. Es sentimental y violento. A veces me pierdo y no vengo por algún tiempo al local, entonces me acusa de ingratitud. Cósima pasa y me mira. Cósima pasa y la miro. Siento que agradablemente me recorre una melodía. Me bebo el bitterino, enciendo un cigarrillo y salgo. Camino sin prisa pero rápido. Cuando llego al departamento la excitación se me ha transformado nuevamente en abatimiento. Escribo. Produzco lenta, serenamente. Trabajo tres horas con dolor y satisfacción. Me ducho, alternando la temperatura del agua en repetidas oportunidades: caliente-fría; fría-caliente; caliente-fría. Me preparo un té. Cuando la tristeza no es angustia, cuando la tristeza es dolor, bebo té. Suena el timbre. Abro. Es Cósima, trae una pizza y una porción de lasañas. Comemos y bebemos. Hablamos sólo en alemán, suave, lentamente; evitamos las expresiones fuertes. No discutimos. Por primera vez no me pregunta por qué no he traído a mi mujer desde Chile, por qué quiero vivir solo. Escuchamos unas grabaciones de música popular latinoamericana interpretadas por un pianista desconocido, y al final, por el mismo intérprete, el Estudio Revolucionario de Chopin. Mientras pongo mi casete preferido y le hablo de Waldo de los Ríos, el músico argentino que se suicidó en Italia, Cósima me besa. De fondo crece el Coro de los Presos de Nabuco. La acaricio. Me acaricia. Me desnuda. La desnudo. Estamos de pie. Se cuelga de mi cuello y se penetra, me muerde y siento su dolor. La llevo hasta el sofá, la acomodo con cuidado y acometo mi tarea de hombre. Me parece sagrado el momento. Cumplo. La beso con furia y me retiro de ella. Ella toma su camiseta blanca y se la pone entre las piernas. Sé que se mancha. Me confundo. De pronto quisiera sentirme violentamente siciliano o napolitano y hacerle alguna promesa (para cumplirla) a la Madonna, pero me dirijo al aparato de radio para saber qué pasa en el mundo, en esos momentos. A la espera siempre de escuchar alguna noticia sobre Chile. Cósima va al baño; vuelve y me pide algo para ponerse arriba. Mientras busco algo adecuado, Cósima se arregla el pelo y lee una de las anotaciones que tengo en el espejo: -Capitán de mi alma, dueño de mi destino. ¿Qué? ¿Lo escribiste tú? -No. Ahí dice: Para buscar. -Para buscar, ¿qué? -El autor o el lugar dónde aparece. -¿Para qué? -quiere saber mientras se pone una de mis mejores camisas. Se ve graciosísima. No se parece a mi mujer. Tiene otro estilo. No sé qué voy a hacer. No sé si tengo algo que hacer. Cósima se declara conforme con su aspecto, me pide una bolsa plástica para la fuente de las lasañas; nos besamos y se va. Vuelve. Abro. -¿No vas a decir nada? La miro; no puedo hablar; la acaricio, sin tocarla, la recorro. Me emociono. Junto saliva y me la trago; siento la garganta estrecha. Cósima me abraza. Me da miedo. Siento miedo. Creo que cuesta mucho ser hombre; hombre digno, quiero decir; no un cínico. ** Carlos Briones cbj@entelchile.net Escritor y periodista chileno nacido en Santiago en 1948. Vivió en Alemania entre 1974 y 1992, período en el cual fungió de traductor, conductor de programas, entrevistas y reportajes, locutor, productor de programas de TV y otras actividades similares. Ha publicado material narrativo y poético en revistas de España, Alemania, Argentina y Chile. Reside en su país desde 1993, trabajando para diversos medios de comunicación y colaborando con organizaciones sociales y culturales. === Versos para Eva Luna Antonio Esteban González ==================== *** I Si apostase la vida en que me abraso a cara o a cruz en tu presente me dirían que fue un accidente, Eva Luna de amor. Y fue un fracaso porque llego a ti con tal retraso -y mi ansia de sol es tan urgente- que te entrego este sol en mi poniente y te entrego mi luna en otro ocaso, que es un verso -no sé- denso y salobre y la sal de la herida que me hiere, de tu sol a mi sombra en mi costado. Y si el sol, a occidente, se me muere, que mi yo, Eva sin ti, no me zozobre. La manzana de ayer ya no es pecado *** II La puerta si me buscas está abierta. la luz en la mesilla y una rosa en búcaro de amor que se rebosa, azul. El cielo arriba se despierta. Vendrás muy en silencio por mi puerta sin llave ni candado, misteriosa. (No se hunde el amor ni se anquilosa ni en la duda veraz ni en duda incierta) ¿Tu barca buscaría por los mares la playa de silencios que me abruma? Los vientos, al sur, son caniculares. Mi barca encontrarás en esa bruma varada entre cenizas y pesares ¡ay Eva de silencios y de espumas..! *** III A la gente le gusta que te mates con dos balas de amor innecesario y te piden que lo hagas a diario con los versos que dicen disparates. Tan cansado estoy por cien combates con mi muerte, mi entierro y mi sudario que le sobra algún día al calendario y le hago a la vida dos regates porque ser, Eva y Luna es muy sencillo mientras saco al verso todo el brillo: desamores, amores y pecados... Yo quisiera escribirle con mi pluma a tu sombra que llora con la espuma y beberte los besos a puñados ** Antonio Esteban González angelsolo2@hotmail.com Profesor español de literatura, reside en León. Prácticamente toda su producción ha aparecido en periódicos o en programas radiales como Aquiana, Bierzo 7, El Faro Astorgano, El Progreso de Lugo, La Voz de Galicia y la Cadena de Ondas Populares. Ha recibido más de treinta premios literarios en narrativa y poesía, entre los que destacan el Villa de Villalba, el Orestes Fernández López, el primer Premio de Relatos Cortos de Páramo del Sil y el Premio Anxel Fole, de Lugo. Ha publicado los libros Historia de María soltera y La inevitable muerte de Tomás Agripino Fuentes Somoza. Ha trabajado en radio y ha colaborado con producciones de tiras cómicas en televisión. === A la sombra Esteban Lijalad ====================================== Nos creíamos capaces de todo. Pero ni él pudo evitar el final. Guillermo Deheza Allport: ¿nunca conocieron a alguien así?: hermoso, vibrante, seguro, aplomado, valiente, solidario, culto, memorioso, sagaz, tierno. ¿Seguro que no?, bueno, pero así era él. -No me caben, se derraman fuera de mí tantas cualidades. Me sobra. Así como al cerebro le sobran neuronas (sólo aprovechamos el diez por ciento), a mí me sobran virtudes, sobreabundancia que me permite hacer, decir y obrar siempre, en cada ocasión, como se debe, comme il faut -me dijo alguna vez, el muy desgraciado. Yo soy un abogado, digamos, no exactamente exitoso. Miembro de número de un gran estudio, no me he destacado en la profesión. A mis 42 años, sabía que no caería en mis manos ninguna cuenta millonaria. Soy un buen abogado, pero sin el carisma, el aura, el brillo necesario para el triunfo. Él lo tenía. Memoria asombrosa, simpatía: basta, era odioso. Entonces, me propuso un negocio: abrir un estudio especializado en casos de corrupción (para defender a los corruptos, obviamente). Yo haría el trabajo de base, la rutina exigente, la búsqueda en biblioteca, la pista imposible, el modelo de interconexión de causas-efectos que apoyara la argumentación. Él aportaría contactos políticos, el ambiente de la Recoleta que yo desconocía, y, más aun, el de San Isidro, que para mí -Jorge Colombitti- es tan lejano como inalcanzable. Y su enorme capacidad de argumentación, la retórica llevada al grado máximo de excelencia. En un ambiente chato, en el que aun abogados de talento insisten en fórmulas gastadas, en jergas al uso, Guillermo Deheza Allport aportaba originalidad, potencia léxica, agudeza. Primero fueron pequeños favores a gente de poder, devueltos con intereses en la ocasión menos pensada. Un informe confidencial aquí, una escucha telefónica por allá. Una secretaria seducida hoy nos contará secretos de su jefe mañana. Un regalo apropiado a la mujer del diputado ahora, y dentro de un año visitaremos el dormitorio de la dama mientras el legislador anda de viaje por su provincia. Así iba construyendo Guillermo su trama. Sólo una memoria prodigiosa -o una agenda impecable- podía garantizarle saber qué mentira había dicho, a quién y cuándo. Después, cosas más ominosas. Ocultar pruebas, plantarlas en otro lado, sobornar policías y jueces, pagar periodistas, inventar rumores. Yo me resistía a meterme en esa trama y me limitaba a aportar argumentos jurídicos o líneas de discurso, a redactar escritos, elevar memos. Pero no pude evitar comprometerme cada día un poco más. Tuve, alguna vez, que disculpar a Guillermo ante su mujer -sabiendo que retozaba en algún hotel- pretextando reuniones de urgencia "en el Ministerio...". O simular que no estaba en el estudio, ante la presencia de algún enojado ex cliente dispuesto a poner cosas en claro. Una vez la policía irrumpió en mi domicilio con orden de allanamiento y me llevó detenido ante el juez Iramagian, acusado de falsear documentación, robo calificado, amenaza, privación ilegítima de la libertad, y diez delitos menores, incluyendo exhibiciones obscenas. Mí único llamado permitido fue a Guillermo. "Calavera no chilla", me dijo el maldito. Al otro día estaba en la calle, libre. -Fue una broma -me dijo, con su mejor sonrisa. Una muestra de su creciente poder: inventó una causa, plantó pruebas y me mandó ante el juez. Sólo para demostrarme su capacidad. -Adiós -le dije-, no te banco más. -Pero no seas bolas, Jorge. No te lo tomes así. -Sos un inconsciente, no tenés idea del daño que me hiciste. Como mínimo soy el Boludo Mayor del Foro Argentino. Me convenció de seguir juntos. Más allá de la bronca que me dio su jugarreta, me demostró que era el mejor. Y yo necesitaba ganar, alguna vez, estar del lado del mostrador donde se deciden los grandes negocios. Llenarme los bolsillos, pagar la educación en universidades privadas para mis dos hijos, mudarme al Country, cambiar el viejo Escort por una 4 x 4, ir a Europa una vez al año y al Caribe cada verano, mostrarle a mi viejo que su hijo triunfaba, y a Mirtha que se había casado con el mejor de la barra. Fue mi perdición. Cuatro años duró la Gloria, así con mayúsculas. Acumulamos juicios ganados, procesamientos eludidos, armamos campañas de prensa exitosas y, a cambio, ganamos cientos de miles de dólares, que invertíamos en préstamos hipotecarios. Pero era incorregible. Lo encontré en la cama con Mirtha. Los asesiné mal, nunca fui buen tirador. Los hería y no terminaban de morir. Guillermo argumentaba, hablaba, se disculpaba, me convencía, casi, mientras yo seguía disparándole. No tuve, luego, el coraje de matarme. Tan sólo me entregué y conseguí alguna disminución de la pena mostrándome colaborador con la justicia, develando la trama secreta que yo, a la sombra de Guillermo, ayudé a armar en esos años. Algo aprendí de él. ** Esteban Lijalad estebancl@hotmail.com Escritor argentino (1951). Ha obtenido el 4º premio en un concurso literario en el sitio MisEscritos.com. Ocho cuentos suyos han sido publicados por Badosa.com. ||||||||||||||||||||||| EL REGRESO DEL CARACOL |||||||||||||||||||||| *** El siglo de oro de la poesía taurina Antología de la poesía española del siglo XX Salvador Arias Nieto (sarias@lavenencia.org) Poesía Aula de Cultura La Venencia (http://www.lavenencia.org) Santander, España, 2003 ISBN: 84-607-6949-6 590 p. El Aula de Cultura La Venencia, organización española fundada en Santander en 1994, ha desarrollado una intensa labor de edición de libros relacionados con la tauromaquia. El más reciente es también quizás uno de los más valiosos que sobre el tema se hayan publicado. El siglo de oro de la poesía taurina es una vasta antología que reúne textos de 239 autores, 230 de ellos españoles -de cinco autores no se tiene mayores datos, uno es desconocido y otros tres son extranjeros nacionalizados españoles-, producto de la dedicación de un equipo de amantes por igual de las letras y de la fiesta brava, liderados durante seis años por el escritor santanderino Salvador Arias Nieto, que hicieron su selección tomando como base un universo general de más de 600 autores y 3.500 poemas, decantado en razón de la calidad literaria de los textos analizados. La antología, en la que están incluidos algunos autores nacidos en el siglo XIX pero que en el desarrollo de su actividad alcanzaron hasta el XX, tuvo como criterio de selección no sólo la poesía exclusivamente apologética de lo taurino: "Se incluyen poemas protaurinos", explica Arias Nieto, "que alaban la fiesta o enaltecen el valor de quienes participan en ella; también los hay claramente antitaurinos; otros tienen un carácter predominantemente 'táurico' pues se centran más en la figura del toro como animal que como elemento del toreo". El libro rinde también un justo homenaje a Gerardo Diego (Santander, 1896; Madrid, 1987), importante autor de la Generación del 27 reconocido como el poeta taurino por excelencia. Además de la cuidadísima edición, que pone en manos del lector un enorme y a la vez grato volumen de casi seiscientas páginas, destacan los índices de la antología, en los que se puede consultar los textos incluidos de acuerdo a sus autores, a los temas tratados, al año de creación de cada poema o inclusive a la región donde nació cada autor. Arias Nieto nació en Santander en 1944 y es licenciado en farmacia por la Universidad de Granada. Ha publicado Índices Bio-bibliográficos del saber flamenco, Diego Clavel: magisterio y hondura del cantaor sevillano y Tauromaquia lírica, entre otros. Actualmente dirige un programa radiofónico de flamenco en Antena 3 y ha sido distinguido por el XXX Festival de Cante de las Minas. Este poeta devenido antologista ha anunciado que prepara una nueva antología: un proyecto exponencialmente más ambicioso que incorporará a autores de España y Latinoamérica, entre los que ya se tienen textos de Pablo Antonio Cuadra, Rubén Darío, Neruda, Julio Herrera y Reissing, Horacio Rega Molina, Fernández Moreno, Oliverio Girondo, Joaquín Pasos, Octavio Paz, Santos Chocano y otros muchos. *** Las fugas paralelas Octavio Vinces (ovinces@hotmail.com) Novela Alfaguara México, 2004 ISBN: 968-19-1357-4 264 p. En febrero de este año se presentó en México la novela Las fugas paralelas, del abogado y escritor peruano-venezolano Octavio Vinces, quien obtuvo con ella el premio Primera Novela Unam-Alfaguara 2003. La novela versa sobre el desencanto de las generaciones nacidas en los años sesenta y aborda el tema, además, de manera prácticamente continental, con personajes que se mueven por Perú, Argentina, Estados Unidos, México, Venezuela y España. Entre sus protagonistas hay quienes tienen la idea de que la justicia social es alcanzable, otros piensan en construir un mundo propio, otros en emprender al menos el camino de la rebelión familiar, de la ruptura con la generación de sus padres, atendiendo a la voluntad de cambio en que están sumergidos; otros, más radicales, gente capaz de producir la violencia de los 80, emplean la violencia como medio, el autoritarismo como explicación y la exclusión como escudo. Una novela, en fin, que tiene a la vez mucho de autobiográfico y de análisis del contexto social latinoamericano. Transcurrieron apenas unos meses entre el momento en que Vinces empezó a escribir la novela y la publicación del veredicto del premio que ahora lo catapulta a las librerías latinoamericanas. El autor explica que Las fugas paralelas muestra la violencia como un aspecto coetáneo y contemporáneo a sus personajes. "Me pareció que era importante no soslayar la violencia social", explica, "porque a final de cuentas es una realidad en la que todos estamos involucrados. En ocasiones se trata de ver a la violencia como algo creado por seres lejanos, pero como sociedad todos somos responsables". Octavio Vinces nació en Lima, Perú, en 1968. Ha residido en Perú, Venezuela, Argentina y Estados Unidos. Actualmente vive en Caracas. Se naturalizó venezolano. Estudió letras y derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Hizo una maestría en derecho en la Universidad de Cornell. Fue profesor de literatura en colegios secundarios e institutos superiores. Ha ejercido como abogado en algunos grandes bufetes y como consultor interno de empresas tecnológicas y de telecomunicaciones. Ha escrito cuentos y un poemario inédito intitulado La distancia. Actualmente trabaja en una novela cuyo título provisional es La circunferencia inconclusa. *** Memoralia Vol. I, Nº 1 Revista Semestral Coordinación de Investigación de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (Unellez) San Carlos, Cojedes (Venezuela), junio-diciembre de 2004 Depósito legal: pp200402CO1651 ISSN: 1690-8074 208 p. Editada por Duglas C. Moreno y dirigida por el poeta Isaías Medina López, Memoralia es la más fresca aportación de la Unellez al corpus intelectual venezolano. Rebasando el mero papel de publicación institucional de una de las universidades más importantes de Venezuela, la revista ofrece una puntual muestra de la labor investigativa de quienes conforman la comunidad de esa casa de estudios, y un panorama de la creación venezolana contemporánea. Aunque los trabajos para este primer número vienen siendo recopilados desde el año 2002, Memoralia se anuncia con periodicidad semestral. A Moreno y Medina López los acompañan, en el equipo humano que la ha hecho realidad, los también docentes Hildemaro Echenagucia y Glenys Pérez, en el Comité Editorial, y José Alfredo Guerrero y Gerardo Molina, en el Consejo de Redacción. Todos ellos tienen la responsabilidad de producir esta publicación -inclusive gestionando los recursos para ello- que ha sido definida como "una huella en la memoria humanística de la Unellez" y, más poéticamente, como "esa tierra donde el olvido no existe". Memoralia presenta dos grandes apartados. El primero, "Investigación", recoge los trabajos de los autorizados profesionales que prestan sus servicios para la Unellez en diversas materias. Textos sobre literatura, educación, derecho agrario, análisis de productividad y otros temas conforman esta sección. El siguiente, "La otra pared", es una recopilación de textos literarios en los géneros de poesía, narrativa y ensayo. En el "Memorial" con el que presentan la revista, Moreno y Medina López declaran: "Afortunadamente nosotros creemos en nuestra palabra; dispuestos a leer todo lo que se cruce en nuestro camino, pero también, por la arbitrariedad de quienes nos dejaron en las manos esta tarea, dispuestos a seleccionar, a extraer en pro del buen criterio sólo aquello que nos lleve a pensar qué es en verdad la universidad". *** Paraíso matorral Mark Ostrowski (609676141@movistar.com) Género Ediciones Trabe (http://www.trabe.org) Oviedo, Asturias (España), 2004 ISBN: 84-8053-313-7 96 p. Acaba de ser publicado en Oviedo el libro Paraíso matorral, una recopilación de cuentos del estadounidense -radicado en Asturias- Mark Ostrowski, en el que según el crítico Boni Pérez existe "un estilo voluntariosamente lacónico, ligero, que huye de todo recargamiento e insistencia y que, por ejemplo, es ideal para que sea el receptor quien descubra y explore la comicidad de algunas escenas, a la manera del cáustico cineasta finlandés Kaurismáki". Ostrowski (New Jersey, Estados Unidos, 1971) se dio a conocer en todo Asturias, lugar donde reside y cría ovejas desde hace algunos años, con Aldeanismos, un libro publicado en el año 2003 por VTP Editorial, y que fue en 2003 elegido como uno de los 5 mejores libros del año en lengua asturiana, según encuesta realizada por el periódico Les Noticies. Paraíso matorral explora el propio declive del autor como ser humano; es la resultante escrita de una visión desde fuera de la Asturias actual, exenta de sentimentalismo o nostalgia: una visión descarnada y cruda de una tierra en descomposición que arrastra en su ruina a un paisanaje incoherente, desmotivado y dado a no darse por enterado de nada. La portada de Paraíso matorral muestra un fragmento de una pintada reivindicativa encontrada en el pozo minero "Polio" de la empresa Hunosa, realizado por el fotógrafo Carlos Casariego. El autor ha publicado, tanto en inglés como en español, numerosos artículos en diversas revistas como Hispanic Cultural Review (http://www.gmu.edu/org/hcr), Lateral (http://www.lateral-ed.es), Southern Cross Review (http://www.southerncrossreview.org), Hunger, Higginsville Reader, ManuFACTS, American Reporter (http://www.american-reporter.com), BiARTE y Spike, entre otras. También ha traducido a diversos escritores en lengua española al inglés, tales como Pablo García Casado, David González, Roger Wolfe, Jorge Zentner, Luis Alberto de Cuenca y otros. *** Animal pedestre Néstor E. Rodríguez (nestor.rodriguez@utoronto.ca) Poesía Terranova Editores (eterranova@prtc.net) Carolina (Puerto Rico), 2004 ISBN: 0970924054 64 p. Como parte de lo que Terranova Editores ha dado en llamar los "primeros clásicos del siglo XXI", salió a la luz recientemente Animal pedestre, el primer poemario del aclamado crítico dominicano Néstor E. Rodríguez. El libro incluye poemas galardonados en Puerto Rico con el Premio de Poesía El Nuevo Día 2001 (hoy llamado Premio Olga Nolla). "Animal pedestre es admirable", apunta el prologuista del libro, el académico y poeta puertorriqueño Noel Luna. "Néstor afina lo que ya era excelente. Calibra la palabra: la mide, la sopesa, la calcula". Néstor E. Rodríguez nació en La Romana, República Dominicana, en 1971. Sus poemas han sido publicados en las revistas puertorriqueñas Foro, Domingo, Postdata, Contornos y En la mirilla, y en publicaciones electrónicas como El fémur de tu padre (http://www.stanford.edu/~sanmigue) y Letralia.com. Textos suyos aparecen también en la Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI (México: Siglo XXI, 1997). Dirige la revista literaria electrónica El mono adivino (http://www.elmonoadivino.org). En su faceta de ensayista ha obtenido importantes galardones, como lo son el Premio Concha Meléndez de crítica literaria 2002 (Puerto Rico) por La isla y su envés, y el Premio al Pensamiento Caribeño 2003-2004 (México) por Escrituras de desencuentro en la República Dominicana, de próxima publicación por Siglo XXI Editores. Actualmente reside en Canadá, donde se desempeña como profesor de literatura hispanoamericana en la Universidad de Toronto. ** Lo mejor de lo que nos llega por correo convencional es comentado en "El regreso del caracol". Envíenos libros u otras publicaciones a: Jorge Gómez Jiménez, revista Letralia. Calle La Victoria, Nº 03-16, urbanización Francisco de Miranda (Fundacagua). Cagua 2122, estado Aragua (Venezuela). |||||||||||||||||||||||||||||| EL BUZÓN ||||||||||||||||||||||||||||| === Quiero escribir mi historia =========================================== 20 de julio de 2004 Buenos días. Me llamo Jorge y tengo 18 años. Estoy intentando realizar un texto en el cual desarrollo mis pensamientos sobre el mundo, sobre Dios, y finalmente sobre mí. Trato de ser original y no escribir un ensayo común donde hable de estos temas de manera lineal. Mi objetivo es elaborar un cuento donde el lector identifique mis pensamientos en el personaje principal y en los hechos que ocurren. Debido a mi edad observarán que soy un auténtico novato en el tema de los cuentos, por eso recurro a ustedes. Deseo saber qué aspectos y qué consejos tener en cuenta sobre qué tipo de historia debería considerar para llevar a cabo mi objetivo. Desde ya muchas gracias, un caluroso saludo desde el sur. Jorge facios@hotmail.com === Caballero Bonald descubre poco y nada ================================= 4 de agosto de 2004 Querido Jorge: Estuve leyendo el último número de la revista. Creo que pocos sitios en la red, en español, tienen la belleza formal y el contenido de Letralia, ya te lo dije antes y lo repito. Me honra ser partícipe desde hace años en tu revista que siento también mía. Estuve meditando un poco luego de la lectura. Sobre todo en tu parecer acerca de declaraciones de Caballero Bonald quien, hablando francamente, más allá de que da en el clavo, descubre poco y nada. Claro, se trata de alguien conocido, de larga trayectoria y siempre y entonces es más atendido y escuchado; pero dice lo que cualquiera que escribe supo a los... veinte años a lo sumo. Me acuerdo de que, siendo yo adolescente, sabíamos el nombre del ganador de tal o cual premio literario, en mi Pergamino natal, varios días antes de que el "jurado" se reuniese. Imaginemos, entonces, certámenes organizados por las grandes editoriales, perdón: por los grupos editoriales, pulpos todopoderosos, donde hay dinero y mucho en juego. Se "premia" a quien se supone venderá más y mejor, no importa calidad, aunque luego esa persona, adherida al sistema, vaya a parar al pozo del olvido más o menos como un residuo hogareño. A lo largo de mi vida obtuve algunos premios que me sirvieron para publicar -de otro modo yo seguiría siendo un inédito o casi-, no respondo por los jurados, quién sabe cómo actuaron en cada caso, pero sí puedo asegurar que mi conciencia está limpia -al menos no imité jamás a muchos que, para resultar elegidos, te seré franco, organizan almuerzos, distribuyen algunos pesos y organizan veladas entre sábanas. Con frecuencia los medios "descubren" a tal o cual escritor, en general narrador, y en los últimos años novelista de novela histórica, luego de ser convenientemente galardonado, incluso se filma su obra, se lo entrevista aquí y allá y, en general, se lo abandona como a un limón seco -de más está decir que se trata de limones de escaso jugo la mayoría de las veces. Un escritor de mi generación elaboró un manual para escribir poemas; otro, para redactar cartas de amor; otro sobre cómo escribir un best-seller. Y así. En la última Feria del Libro de Buenos Aires, en un stand de los más grandes, que valen miles y miles de dólares, el retrato de Rulfo tenía el mismo tamaño que el de Ludovica Squirru -quien elabora horóscopos desde hace años. No importa talento, calidad; importa si vende o no. Imagínate, entonces, qué venimos a ser los poetas. Prefiero tocar este tema en algún mensaje próximo. Sobre lo de Dalí, creo que tampoco el manchego descubre cosa nueva; don Salvador fue un romántico extremo -convirtió su propia persona en obra de arte como soñaron antes Byron y el resto-, pero, en nuestros días, Dalí lo sabía perfectamente, esa identificación no podía ser sino paródica, histriónica, y en esa dirección fue él -allí puso su genio al que nunca dilapidó, lo concentró como nadie. Por último, por ahora, querido Jorge, Marx se equivocó en pocas cosas y su propuesta de transformar el mundo -y no simplemente comentarlo o explicarlo- sigue siendo, ante un estado de cosas intolerable, algo ineludible. Aquí, esta mañana, alguien hablaba por radio de que se acerca la hora de decir basta al FMI -creo se avecinan tiempos decisivos- y hoy se programan numerosas concentraciones en todo Buenos Aires, con un número de policías nunca antes visto. Te dejo con una de mis frases favoritas, de Simón Rodríguez, a quien seguro conoces mejor que yo: O inventamos o erramos. Un abrazo. Carlos Barbarito carbar8@hotmail.com http://d-sites.net/barbarito === Buscando a Siglo XXI ================================================== 4 de agosto de 2004 Buen día: ¿Alguien en su grupo editorial podría proveerme de la dirección de la editorial Siglo XXI Editores, Colombia? Le agradezco, Javier E. Roig enriqueandreas@yahoo.com === Fraude y compadrazgo ================================================== 12 de agosto de 2004 Estimado poeta: Interesante su artículo "El dedo de Caballero". Indistintamente de cualquier posición, lo cierto es que en no pocos casos, ese fenómeno se da. El fraude y el compadrazgo no son exclusivos del campo político. Abrazos, André Cruchaga andrecruchaga@elgatoconbotas.com.sv ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| "En vez de conformarme con imaginarme o inventarme qué aspecto tiene una esquina concreta de una calle de Tokio, que es lo que habría hecho antes, ahora decía, 'no, vamos a enterarnos'. Cinco minutos después a veces conseguía estar mirando una fotografía de la calle. así que ahora puedo desarrollar esta especie de investigación en tiempo real, filtrada a través de las percepciones de otra gente". William Gibson (en una entrevista sobre su novela "Pattern recognition", diciembre de 2002). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede obtenerlas en el Web visitando la página http://www.letralia.com/gente/publicar.htm. Si lo prefiere, puede recibirlas por correo electrónico escribiendo un mensaje a info@letralia.com, con la palabra "Condiciones" en el subject, o simplemente dando un doble click de ratón en el enlace siguiente: mailto:info@letralia.com?subject=Condiciones. ########################################################################### El alojamiento de nuestra página web en http://www.letralia.com es cortesía de Abracaadabra Network (http://www.abracaadabra.net) Letralia, Tierra de Letras, es una producción de JGJ Binaria (http://www.letralia.com/binaria) y circula para el mundo de habla hispana desde Cagua, Venezuela ########################################################################### Atentos: nuestra próxima edición circula el lunes 30 de agosto de 2004