~~~~~~~~~~~~~~~ Año VIII Cagua, Venezuela Nº 118 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 22 de noviembre de 2004 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | "Virtudes deseables", Jorge Gómez Jiménez. | Editorial | Letralia nominada a los premios Lo Mejor de Punto Com. | Anuncios | especiales | Exiliados. / Los destellos de Lebensohn. / Ejercitando | Breves la queja. / Los treinta años de Antimitomanía. / | Fotocopias y legalidad. | | Javier Alvarado gana premio Neruda de poesía. / Muere el | Noticias diseñador y escritor David Consuegra. / Más de mil | autores participaron en el I Concurso Cruel de Relatos. | / Todo un éxito la Feria de Santiago. / Expertos | evaluarán el estado del catalán. / Cristina | Sánchez-Andrade, ganadora del Premio Sor Juana 2004. / | Un letraliano entre los finalistas del premio Plaza | Mayor. / Inician publicación de las Obras completas de | Ortega y Gasset. / Finalmente Wal-Mart pudo abrir su | tienda en Teotihuacán. / Se inicia la Feria del Libro de | Oaxaca. / Vargas Llosa convierte la presentación de su | ensayo en clase magistral. / Una Biblia manuscrita por | miles de portugueses irá a la Biblioteca de Alejandría. | / Miami celebró su fiesta editorial. / Premios franceses | a un escritor joven y a una escritora fallecida. / En | catorce horas fue leída Cien años de soledad. / Juan | Villoro gana premio Herralde de Novela. / Presentan | nuevo diccionario de lunfardo. / El Cervantes inaugura | en São Paulo la Biblioteca Francisco Umbral. / José Luis | Mejía presenta el poemario Sólo sonetos solos. / Luísa | Castro gana el Torrente Ballester con Una patada en el | culo. / Fallece a los 89 años el escritor Xavier Casp. / | Diccionario fraseológico es presentado en España. / | Bolivia tendrá su ley del libro después de veinte años. | / Santiago inicia construcción del Centro Cultural | Palacio de La Moneda. / España entregó sus premios | nacionales de traducción e historia. / Todo un éxito la | I Feria del Libro de Chacao. / Entregan premio | Nezahualcóyotl a la poeta Natalia Toledo Paz. / Realizan | en México 24ª Feria Internacional del Libro Infantil y | Juvenil. / Lanzan plan para impulsar el cine venezolano. | / Expertos internacionales hablaron sobre Neruda. / | Realizan en Salamanca congreso de bibliotecas públicas. | / Cartas de María Zambrano y Reyna Rivas en libro de | Monte Ávila. / Rosario fue la sede de nuestra lengua. / | Falleció el escritor colombiano Manuel Zapata Olivella. | / Niños de Gran Canaria conocerán dramaturgia de Aquiles | Nazoa. / Todo listo en Guadalajara. / Escritores | discutirán en Cali en torno a derechos humanos. / | Realizarán en diciembre un encuentro sobre Dulce María | Loynaz. / Príncipes de Asturias presidirán entrega del | premio Lorca. | | La cultura catalana a la Fira | Literatura http://www.llull.com/llull/estatic/ | en Internet fil/cat/00principals/prehome.htm | | "Sir Peter Blake: la gran 'Estrella de los Mares del | Artículos y Sur'", J. P. Leroy. / "Un premio en las estrellas", | reportajes Dixon Moya. / "Robert Walser o Los manotazos del | instante", Vanesa Guerra. / "Lenguas relegadas", Víctor | Corcoba Herrero. / "Edgar Lee Masters: el revoltoso de | la villa", José Ignacio Silva Anguita. | | "La involuntaria construcción del mito. De la razón a la | Sala de Ensayo 'locura', del individuo al colectivo. El espacio | ¿delirante? en los múltiples discursos de Antônio | Conselheiro", Marcela Caetano. | | Breves y crueles. Cuentos ganadores del I Concurso Cruel | Anexos de Relato Breve de Escueladeescritores.com | | "El diario de Ludy D." (extractos), Roxana Crisólogo. / | Letras "Los mismos perros de presa", María Celina Núñez. / | Poemas de Winston Morales Chavarro. / "Los domingos", | Carmelo Basabe. / "Oficio de espejo", Sary Oliva | Herrera. / "Ingeniería sentimental", Marco Vinicio | Padilla Arceo. / Poemas de Maribel R. Ortiz. / Dos | relatos de Leonardo Aguirre. / Poemas de Juan Manuel | Díaz Pas. / "La vita è bella", Inés Butrón Parra. / "Qué | fue del amor", Rodrigo Jara Reyes. / Tres relatos de | Cecilia Lartigue. / Poemas de Yadi María Henao. / Dos | cuentos de A. Morales Cruz. / "Poemas rudimentarios" | (extractos), Arianna Castañeda. / "Profunda garganta", | Juan Álvarez. | | José Ortega y Gasset. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/servicios/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/servicios/archivo.htm =========================== CONCURSOS LITERARIOS ========================== Reciba anuncios de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestro exclusivo servicio gratuito. 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Finalmente, al menos para quienes asistimos a través del crisol de las agencias de noticias, el evento parece haberse desarrollado con absoluta normalidad. En el marco del Cile, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, puso sobre el tapete un tema que genera preocupaciones cada vez mayores en quienes llevan el idioma en las venas: la deformación del mismo, acelerada por la influencia que la velocidad de las comunicaciones contemporáneas le ha impreso al acto de comunicarse. Hacía Barcia expresa referencia al chat, la expresión máxima de comunicación inmediata en nuestros tiempos. En el contexto hispanoparlante, el chat de los medianos años noventa tuvo un pobre protagonismo a causa de la exigua presencia de Internet -y de la informática en general- en los diversos ámbitos personales y profesionales. Pero en la actualidad, la masificación galopante de la red, que va más allá de los hogares y la oficina gracias a la proliferación de cabinas comerciales, le ha brindado al chat una ubicuidad sin precedentes. Nuestros hijos, cualquiera sea la actividad que vayan a desarrollar en un cibercafé, lo definen sin mayores ambages: "Voy a chatear". Barcia se escandaliza ante las amputaciones que ha aplicado el chat a nuestra lengua. Y es que, en el afán por decir las cosas al ritmo del corazón, los jóvenes de hoy han aprendido a sustituir el que por una q solitaria, a comprimir la sílaba ca con una rotunda k y a darle nueva vida a acrónimos ya existentes, pero anteriormente de relativo poco uso, como tqm -que sustituye sin demasiada elegancia, pero con mucha efectividad, a esa maravillosa expresión de nuestro idioma: "te quiero mucho". El académico establece el límite del lenguaje contemporáneo, incidido por estas nuevas maneras de comunicarse, en "no más de doscientas palabras" -habría que documentarse un poco para saber si ha sido metafórico o tiene datos concretos sobre esto-, y criticó a los docentes de su país, cuya capacitación en esta materia calificó de "incorrecta", por lo que los alumnos argentinos -y otro tanto quizás se pueda decir de los de muchos de nuestros países- "presentan un dominio cada vez más rudimentario del idioma". "El privilegiar la rapidez por encima de cualquier otro valor produce un uso degenerativo de la lengua y, por esta vía, un joven que el día de mañana tenga que optar por un trabajo, probablemente no lo conseguirá porque no es capaz de escribir correctamente", ha dicho también Barcia. Pero, puestos a ver, la degeneración del español, aunque acelerada en la actualidad, es un proceso vigente desde hace mucho -toda lengua avanza hacia una evolución que en buena medida es igualmente una degeneración- e, Ingenieros dixit, no ha sido la mediocridad del idioma empleado por muchos profesionales un gran obstáculo a vencer para escalar en sus respectivas áreas. Se sabe de la errónea concepción de que ciertas profesiones pueden prescindir de la corrección en el lenguaje, pues éste generalmente funciona aunque el hablante presente defectos en el uso del mismo. Quizás sea inherente a la naturaleza humana que lo que algunos consideran una virtud deseable para otros sea un lujo intelectual. Lamentablemente, no tienen las academias el poder suficiente para frenar estas tendencias. Quizás estas tendencias sean irrefrenables. Jorge Gómez Jiménez, editor http://www.letralia.com/jgomez === Letralia nominada a los premios Lo Mejor de Punto Com ================= Por segundo año consecutivo, Letralia, Tierra de Letras, la revista de los escritores hispanoamericanos en Internet, es uno de los competidores en la categoría Literatura de los prestigiosos premios Lo Mejor de Punto Com, convocados por la revista PC-News. Este galardón, que se entrega anualmente, reconoce el trabajo de organizaciones que han confiado en Internet como un vehículo para comunicarse con sus respectivas audiencias, ofrecer bienes y servicios o inventando lo que aún no ha sido creado, romper algún paradigma y contribuir eficientemente al logro de sus objetivos. La selección de los ganadores de estos premios está en manos de los visitantes del sitio oficial de votación. El proceso está siendo desarrollado por la firma Lara Marambio & Asociados, a cuyo cargo la organización auspiciante ha confiado la verificación de los controles correspondientes, lo que garantizará a nominados y electores la transparencia del proceso. El equipo que día a día construye la Tierra de Letras confía en la participación de sus lectores venezolanos para ganar el premio Lo Mejor de Punto Com. Este es un premio de rango nacional que se otorga a los mejores sitios del país, y sólo podrán expresar su apoyo a nuestra revista usuarios venezolanos de Internet. El proceso de votación es sumamente sencillo. Sólo consiste en entrar a la hoja de registro y, una vez consignados sus datos -en el caso de que usted no se haya registrado previamente-, seleccionar a Letralia entre las opciones de la categoría Literatura. Además usted podrá votar en las demás categorías y participar de esa manera en diversos sorteos. Para votar por Letralia, entre a: http://www.lomejorde.com/ve/04/vienede.asp?r=68&n=13 === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo qu tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/agenda/concursos Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Exiliados. La revista Proscritos ha dedicado el número monográfico correspondiente a noviembre al tema del exilio, que es tratado en sus acostumbradas secciones de literatura, teatro y cine. Destacan los trabajos sobre el filme María querida, de José Luis García Sánchez y en torno a la vida de la filósofa española María Zambrano, y la reseña sobre la novela La ignorancia, de Milan Kundera. http://www.proscritos.com Los destellos de Lebensohn. Hasta el próximo 5 de diciembre podrá apreciarse, en la sala Fotogalería Galerías Pacífico del Centro Cultural Borges, la exposición fotográfica "Destellos", de la artista y arquitecta argentina Diana Lebensohn (Buenos Aires, 1951). La muestra está estructurada en torno a macrofotografías de toma directa que proponen un discurso a partir de la luz, los brillos y las texturas. http://www.dianalebensohn.com.ar Ejercitando la queja. El Teatro Nueva Era y la Fundación Celarg están presentando, en la Sala Experimental de la Casa de Rómulo Gallegos, en Caracas, la obra El ejercicio de la queja, de Miguel Díaz, bajo la dirección de Jennifer Gasperi y Sergio Rodríguez. El público podrá apreciar esta obra hasta el próximo 28 de noviembre, con funciones de jueves a sábados a las 8 de la noche y los domingos a las 6 de la tarde, con entradas oscilantes entre 6 y 8 mil bolívares. http://www.celarg.org.ve Los treinta años de Antimitomanía. La revista así llamada circuló en Buenos Aires, impresa en mimeógrafo o fotocopiadora, entre 1974 y 1984, y fue una de las publicaciones subterráneas y alternativas más relevantes y significativas de su época. Además de sus regulares ediciones publicó boletines, plaquetas y libros, y organizó exposiciones, recitales y encuentros. El próximo sábado 27 se rendirá un homenaje a esta publicación, a partir de las 8 de la noche, en el Centro Cultural Sur (también conocido como "Calle de los Títeres"). Avenida Caseros, 1750; Buenos Aires Fotocopias y legalidad. Este 29 de noviembre se realizará, en el marco de la XVIII edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el seminario "El uso legal de las obras impresas: ¿es lícito fotocopiar libros?", organizado por la Federación Internacional de Organizaciones de Derechos de Reproducción (Ifrro), el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) y el Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (Cempro). La actividad se realizará en el Salón José Luis Martínez del Centro de Negocios de la FIL. info@cempro.com.mx ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Javier Alvarado gana premio Neruda de poesía El joven escritor panameño Javier Alvarado (1982) obtuvo el Premio de Poesía Pablo Neruda 2004 por su libro Por ti no pasa nunca el tiempo, según se conoció a finales de octubre, cuando fue emitido el veredicto, suscrito por los escritores Jaime Quezada (Chile), Alondra Badano (Uruguay) y Moravia Ochoa (Panamá). Convocado con motivo del centenario del nacimiento del autor de Residencia en la tierra, este certamen fue organizado por la Embajada de Chile en Panamá, el gobierno de Chile y la Universidad Tecnológica de ese país. El jurado destacó que Por ti no pasa nunca el tiempo es "un libro de proyecciones universales por su belleza, rigor, oficio y calidad literaria", agregando que "sorprende por el encantamiento de la palabra poética, la temática, los desafíos del hombre contemporáneo: vida, amor, sexo, muerte, tiempo y la elaboración moderna de la imagen. Logra unidad, interés y armonía en toda la extensión del poemario, trascendiendo lo usual y lo cotidiano, convirtiéndose así en una obra innovadora en el panorama de la poesía panameña". Autor letraliano -poemas suyos pueden leerse en Letralia 86, http://www.letralia.com/86/le07-086.htm-, Alvarado ha recibido antes el premio Diana Morán de poesía y cuento (1998 y 1999), el Gil Blas Tejeira para estudiantes de periodismo, la primera mención de honor y primer premio del concurso Gustavo Batista Cedeño para poetas menores de 35 años (1999 y 2000, respectivamente). Recientemente obtuvo el premio Nacional de Poesía Joven con el poemario Aquí, todo tu cuerpo escrito. Alvarado ha publicado Tiempos de vida y muerte (2001), Caminos errabundos y otras ciudades (2002) y Poemas para caminar bajo un paraguas (2003). *** Muere el diseñador y escritor David Consuegra Reconocido como el padre del diseño gráfico colombiano, el pasado 30 de octubre falleció en Ciudad de México el diseñador y escritor David Consuegra, víctima de un paro cardíaco "fulminante e inmediato", según informó Xavier Bermúdez, director de la VIII Bienal Internacional de Cartel en México, en la que participaba. El artista de 64 años había viajado a la ciudad de Xalapa, en el este de México, para ser jurado del Primer Festival Internacional del Diseño y las Artes, que se realizó del 26 al 30 de octubre. Había llegado a México el 22 de octubre en compañía de su esposa. Pese a que tenía problemas de corazón desde hacía 14 años y había sido intervenido quirúrgicamente, su médico de cabecera consideró que estaba en condiciones de viajar a México. Fundador del primer programa de diseño gráfico en su país, Consuegra nació en 1939 y se graduó en artes visuales en la Universidad de Boston. Trabajó en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MamBo) y fue consultor de diseño para varias empresas, así como autor de libros infantiles y obras especializadas en diseño. Participó en numerosas muestras internacionales y, entre otros reconocimientos, recibió la medalla de oro de la Asociación Colombiana de Diseñadores. *** Más de mil autores participaron en el I Concurso Cruel de Relatos Mil sesenta y seis relatos, escritos por autores de treintiséis países, participaron en la primera edición del Concurso Cruel de Relato Breve, organizado por el centro de talleres de escritura Escuela de Escritores (http://www.escueladeescritores.com). Este particular certamen literario es el primero en instituir, además de un premio al ganador, un castigo a los perdedores. En la ceremonia del fallo, celebrada el pasado 30 de octubre, se premió con la flor y el agasajo monetario al vencedor, Juan Carlos Márquez, que leyó su relato "Postes eléctricos que cuentan trenes" entre vítores y claveles. La lectura de los cuentos "malos" y "feos" terminó con un lanzamiento de tomates, aunque de papel, en el que el público asistente participó con mucha diversión. El látigo, premio para el autor del cuento malo, será enviado a Málaga, ciudad donde reside María del Carmen Guzmán Ortega, "vencedora" de esta categoría. La autora del relato feo, María Ascensión Rivera, de Cádiz, recibió a su vez el "ninguneo" de los asistentes, y la crítica feroz del presidente del jurado, Clandestino Menéndez. Entre el 30 de octubre y el 10 de noviembre, además, los visitantes del sitio pudieron enviar sus críticas a los cuentos finalistas. La mejor crítica recibirá también una compensación económica. Los organizadores del certamen alabaron la valentía de los participantes pues "asumían el riesgo de presentarse a este concurso, probablemente el primero que prepara un podio y hace sonar la fanfarria para los mejores, pero también señala, da de gorrazos y le hace pedorretas a los peores. Esto, sin duda, honra a los concursantes por su valentía y demuestra que, en último caso, son gente de sano humor". El portal de la Escuela de Escritores ha recibido más de 140.000 páginas vistas durante el mes de octubre, lo que confirma el amplio interés que despertó esta singular iniciativa entre los internautas hispanos. Además de organizar concursos literarios -el de Plagio Creativo a García Márquez o el de Cartas de amor también levantaron una expectación similar-, el centro virtual organiza talleres literarios en los que participan interesados en la escritura de ambos lados del Atlántico. El concurso recibió la colaboración de diversos sitios de Internet, entre los que destacan Literaturas.com, LosNoveles.net, Letralia.com, CódigoCero.com, Atrapalo.com, Notodo.com, Estandarte.com o Luzliquida.com. En nuestra edición de hoy, nuestros lectores podrán apreciar los cuentos ganadores -y perdedores- de este certamen. *** Todo un éxito la Feria de Santiago El domingo 14 de noviembre fue clausurada la XXIV Feria Internacional del Libro de Santiago (http://www.feriadellibrodesantiago.cl), actividad que este año contó con México, y Carlos Fuentes, como invitados de honor, y que fuera inaugurada el lunes 1 por el presidente de la nación suramericana, Ricardo Lagos, quien afirmó que la identidad latinoamericana está íntimamente implicada a lo que México significa y ha dado, en su historia, en su cultura y en su literatura. Considerado uno de los eventos más importantes de su tipo en el ámbito latinoamericano, la exposición literaria, desarrollada en los espacios del Centro Cultural Estación Mapocho (http://www.estacionmapocho.cl), tiene como objetivo principal la promoción del libro, el fomento de la industria editorial y el estímulo a la creación literaria. En su calidad de invitado de honor, México presentó importantes actividades representativas de su cultura, como la actuación del Ballet Nacional y diversas muestras gastronómicas. También hubo ilustraciones de creadores mexicanos, música, la participación de una docena de escritores y la exhibición de un ciclo de cine en el que fueron presentadas películas de los años 20 a los 50, y algunas más recientes. Una de las actividades más destacadas de la muestra fue la conferencia de Carlos Fuentes titulada "Nueva narración, vieja tradición". En el evento, durante el cual se realizaron más de doscientas presentaciones culturales, participaron ochenta escritores chilenos y extranjeros, casi setecientas firmas editoriales y más de cien expositores. Los países representados fueron Argentina, Bolivia, Cuba, Estados Unidos, España, Italia, Perú, Portugal, Puerto Rico, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia. Otros autores destacados que también participaron en el evento, además de los mexicanos Carlos Fuentes y José Agustín -quien el 4 de noviembre presentó Vida con mi viuda-, fueron el español Arturo Pérez Reverte y los chilenos Luis Sepúlveda, Roberto Ampuero, Gonzalo Rojas, Armando Uribe y Volodia Teitelboim. Pérez Reverte presentó en Chile su última novela, Cabo Trafalgar, un relato sobre su particular visión del combate naval entre la armada combinada hispano-francesa con la británica. Durante la muestra literaria se realizaron también las Jornadas Profesionales, a las que asistieron editores, libreros, agentes literarios, bibliotecarios y distribuidores procedentes de distintas partes del mundo, y las VI Jornadas de Educación, un espacio para el perfeccionamiento de profesores en las materias relacionadas con la lectura, los libros y su papel en la educación y técnicas de aprendizaje, entre otros asuntos. *** Expertos evaluarán el estado del catalán Una treintena de expertos de los Països Catalans formarán parte de una comisión permanente que servirá para evaluar el estado del catalán en cinco ámbitos, la cultura y la educación, el conocimiento y el uso, las nuevas migraciones, las tecnologías de la información y comunicación, y la metodología docente, según se anunció el pasado 3 de noviembre durante la presentación de las actas del tercer Simposio sobre Enseñanza del Catalán a no Catalanohablantes. Este evento fue celebrado en el Palau de la Generalitat de Vic en 2002, con la presencia del conseller de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información de la Generalitat, Carles Solà, y el secretario general de Política Lingüística, Antoni Mir, entre otras personalidades. La comisión de seguimiento del catalán será permanente y estará formada por una comisión ejecutiva, integrada por la Generalitat y la Universitat de Vic, organizadores del simposio, y una comisión asesora, con representantes de diferentes instituciones de los Països Catalans vinculadas al estudio de la lengua. Si bien el primer simposio, que se celebró en Vic en 1981, denunció la situación del catalán en el sistema educativo, y el segundo, que tuvo lugar en 1991, constató los buenos resultados de los programas de inmersión lingüística, se ha visto la necesidad de hacer un seguimiento del estado del catalán. De hecho, esta nueva comisión tendrá como objetivo velar por que las medidas presentadas en los simposios se cumplan. El tercer simposio propone, entre otras medidas, la construcción de un modelo propio de educación multilingüe a partir de una reflexión conjunta de las comunidades autónomas con el catalán como lengua oficial, la elaboración de políticas que garanticen la presencia del catalán en los recursos informáticos, la implicación de las administraciones públicas en el desarrollo de nuevas tecnologías para el aprendizaje del catalán y la adecuación de los programas de inmersión lingüística a los nuevos retos que se plantean. Durante el acto, Solà indicó que "hemos de estar en alerta en relación a las amenazas que la nueva situación comporta y saber aprovechar las oportunidades que se nos presentan", al tiempo que lamentó que "cada vez hay más personas que saben el catalán, que lo pueden utilizar, pero no lo hacen". En opinión de Solà, tal como afirma el último simposio, se necesita "construir un modelo propio de educación multilingüe, a partir de una reflexión conjunta" entre las comunidades autónomas de habla catalana. La comisión ejecutiva estará formada por Montserrat Gimeno y Mònica Pereña, de la Secretaría de Política Lingüística; Mercè Solé del Consorci de la Normalització Lingüística; Teresa Casals de la Oficina de Política Lingüística del Dursi; Pere Mayans y Francesc Ricart, de la Subdirección General de la Lengua y Cohesión Social de la Conselleria de Educación; Miquel Inglès y Lluïsa Nicolau de la Subdirección General de Personas Adultas de la Conselleria de Educación; Joan Badia y Marta Doñach de la Subdirección General de Formación del Profesorado de la Conselleria de Educación, y Assumpta Fargas y Teresa Puntí de la Facultad de Educación de la Universitat de Vic. En cuanto a la comisión asesora, estará integrada por Joaquim Arenas (anterior miembro del Servicio de Enseñanza del Catalán), Carles Bertran (Cite de CC.OO.), la profesora Rosa Boixaderas, Sebastià Bonet (del departamento de Filología de la Universitat de Barcelona), Josep Maria Castellà (de la Universitat Pompeu Fabra), Jaume Cela (de la entidad Moviments de Renovació Pedagògica), Marcel Fité (del Instituto de Ciencias de la Educación), Oriol Guasch (Facultad de Ciencias de la Educación de la Autónoma de Barcelona), Isidor Marí (Omnium Cultural), Joan Martí (IEC), Jordi Matas (vicerrector de Política Lingüística de la UB), Joan Melià (Islas Baleares), Vicent Pascual (Valencia) y Maria Helena Vergés (Escuela Oficial de Idiomas). *** Cristina Sánchez-Andrade, ganadora del Premio Sor Juana 2004 La escritora española Cristina Sánchez-Andrade (Santiago de Compostela, 1968) resultó ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2004, que otorgan la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la Sogem y la Asociación de Clubes de Libro, AC. de Guadalajara. Ya no pisa la tierra tu rey es el nombre de la novela que presentó al concurso, la cual está publicada en la editorial Anagrama. El premio Sor Juana Inés de la Cruz busca la difusión de la obra de escritoras cuya lengua de expresión sea el español y consiste en cien mil pesos mexicanos, la traducción al inglés y publicación de la obra ganadora en la editorial Curbstone Press, en Estados Unidos, así como la publicación de una edición crítica de la novela ganadora en la Editorial de la Universidad Católica de Salta, en Argentina. Las ganadoras además son presentadas en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y se instala una placa conmemorativa con su nombre en el Ágora de Sor Juana, conjunto escultórico ubicado en Guadalajara. El jurado de este año estuvo compuesto por Eduardo Antonio Parra, escritor y crítico literario; Marta Cerda, escritora; Angelina Muñíz-Huberman, escritora, Iride Rossi de Fiori, editora de la Universidad Católica de Salta y Margaret Sayers, editora de Curbstone Press. "Lo que llama la atención de este relato es la originalidad, tanto de la historia, como de la manera en que está narrada", dijo Parra. "El uso del narrador colectivo (un grupo de monjas de clausura), lleno de humor e ironía, y al mismo tiempo de una gran inocencia, hacen que el relato del asaltaconventos, de su madre y de las monjas roce por momentos la novela fantástica. Se trata de una obra alegre, a pesar de las atrocidades que narra, en la cual las peculiaridades técnicas están al servicio de la sustancia temática", agregó. Licenciada en ciencias de la información y en derecho, Sánchez Andrade ha colaborado en el Departamento de Cultura de la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid y ha escrito artículos y criticas literarios en varias publicaciones. Ha publicado las novelas Las lagartijas huelen a hierba (1999), Bueyas y rosas dormían (2001) y Ya no pisa la tierra tu rey (2004). Este premio fue concebido y bautizado por la escritora nicaragüense Milagros Palma, para premiar una obra escrita por mujeres. Se ideó para ser entregado al término del IV Simposium Internacional de Crítica Literaria y Escritura de Mujeres de América Latina, que se realizó en el marco de la FIL en 1993, en coordinación con la Escuela de Escritores Sogem. Después de esa primera entrega el premio quedó integrado a las actividades de la FIL y ha sido otorgado cada año, con excepción de 2000 (cuando se declaró desierto), a Marcela Serrano, Tatiana Lobo Wiehoff, Elena Garro, Laura Restrepo, Silvia Molina, Sylvia Iparraguirre, Cristina Rivera Garza, Ana Gloria Moya y Margo Glantz. La entrega del premio será el miércoles 1 de diciembre en el auditorio Juan Rulfo, de Expo Guadalajara. Para más información se puede contactar a la Coordinación General de Prensa y Difusión de la FIL, en el correo electrónico prensa@fil.com.mx, o en el teléfono (52-33) 3810-0331. *** Un letraliano entre los finalistas del premio Plaza Mayor El escritor Lorenzo Lunar Cardedo obtuvo este año el Premio de Novela Plaza Mayor 2005, por su obra Sombras, según se supo el pasado 3 de noviembre. El ganador de la primera mención fue Antonio Álvarez Gil -quien reside en Estocomo, Suecia- por Retorno a Bayanabo. El premio Plaza Mayor fue instituido en 2002 durante la Feria del Libro de Guadalajara con el objetivo de galardonar lo mejor de la literatura cubana indistintamente de que los autores premiados residieran dentro o fuera de la isla, intentando así apartar del ámbito intelectual la conocida controversia política que rodea a esa nación caribeña. El jurado, integrado por los escritores Manuel Clavell Carrasquillo, de Puerto Rico, Eugenio García Cuevas, de República Dominicana, y Ricardo Cobián, cubano-puertorriqueño, tuvo un arduo trabajo para determinar el premio y la primera mención entre las cinco novelas finalistas, de un total de ochentinueve presentadas a concurso en esta convocatoria. Las otras obras finalistas fueron Las mil y una poses, de Osmary Oduardo Guerra; El círculo de los infieles, de Alberto Garrido, y Salidas de emergencia, de Alexis Romay. Guerra y Garrido residen en Cuba, mientras que Romay se ha establecido en New Jersey. Este último es colaborador de Letralia y textos suyos pueden leerse en nuestras ediciones 104 y 107. Lunar Cardedo (Santa Clara, 1958) es narrador y crítico y ha publicado los libros El último aliento (cuento, 1995), Échame a mí la culpa (novela, 1999), Cuesta abajo (novela, 2002), El que a hierro mata (ensayo, 2002) y Que en vez de infierno encuentres gloria (novela, España, 2003). En 1996 obtuvo el Premio Nacional de Novela Policial "Aniversario de la Revolución" y además ha ganado dos veces el Premio Internacional de Relatos Policiales Semana Negra, de Gijón (1999 y 2001) y la Bienal de Narrativa de Santa Clara (1994, 1996). Por su parte, Álvarez Gil es narrador y traductor literario y ha recibido el Premio David (1983), otorgado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y el V premio de novela Ciudad de Badajoz por su novela Náufragos. Ha publicado Unos y otros (Ed. Unión, La Habana, 1990), Variaciones sobre un tema de Bulgakov (Ed. La Puerta de Papel, La Habana. 1991), Del tiempo y las cosas (Ed. Unión. La Habana. 1993) y Fin del capítulo ruso (Hd, Vinién. Montevideo. 1998). Textos suyos han aparecido en publicaciones de España, Italia, Suecia, Estados Unidos y Latinoamérica. Es miembro de la Asociación de Escritores de Suecia, país donde reside desde 1994. *** Inician publicación de las Obras completas de Ortega y Gasset La editorial Taurus presentó a principios de este mes los dos primeros tomos de las Obras completas de José Ortega y Gasset (1883-1955), en coedición con la fundación que lleva el nombre del filósofo. Los libros contienen textos del autor escritos entre 1902 y 1915, el primero, y en 1916, el segundo. También se incluye un índice temático, otro onomástico y una cronología de la obra de Ortega. Los cuatro tomos siguientes se publicarán durante 2005, y los cuatro últimos -que recogerán sus textos póstumos- aparecerán en 2006. Diez tomos, en total, que según el historiador Juan Pablo Fusi, director académico de la fundación, "fijarán definitivamente todo el corpus orteguiano", y que para Andrés Ortega, nieto del filósofo, "provocará una nueva generación y regeneración del orteguismo". La publicación de estas Obras completas -que han sido calificadas como "definitivas"- seguirá un orden cronológico, de forma que el lector podrá seguir la evolución del pensamiento del filósofo. En estos dos primeros volúmenes que ahora se publican emerge, pues, el primer Ortega, hasta que en 1916, ya treintañero, recopiló muchos de sus textos a modo de despedida de su juventud. La colección orteguiana será promovida mundialmente, con presentaciones de China a Argentina, acorde con el interés internacional por la figura de Ortega y Gasset, aunque también pretende, según señaló Fusi, abrir la filosofía y los escritos orteguianos a los más jóvenes, por lo que también se va a iniciar una ronda de presentaciones en todas las universidades españolas. Así mismo, Fusi explicó que se pretende llegar a acuerdos para que los institutos de enseñanza media tengan estas Obras completas en todas sus bibliotecas. "Se ha fijado el texto definitivamente y se recogen todas las variantes que Ortega introdujo", aclaró Fusi, quien recordó que esta edición se ha basado en ediciones anteriores, sobre todo, en la de Paulino Garagorri. "El texto orteguiano ha quedado limpio, y va acompañado de un aparato crítico, notas a la edición, datos bibliográficos, y algunos anexos como los textos que Ortega escribió sin firma", subrayó. *** Finalmente Wal-Mart pudo abrir su tienda en Teotihuacán Este 4 de noviembre, ante cientos de curiosos y algunos aplausos, la cadena comercial estadounidense Wal-Mart abrió, después de varios meses de polémica, una de sus tiendas en un poblado situado a unos 2,5 kilómetros de las famosas pirámides de Teotihuacán (50 kilómetros al noreste de la capital mexicana). Los primeros clientes de la tienda irrumpieron en vítores y se abalanzaron para ingresar en cuanto éstas fueron abiertas, tras una espera de varias horas por problemas técnicos. El personal del establecimiento repartió pastelitos, papas fritas, refrescos y dulces a los niños durante la espera. "Estamos muy contentos por todo el apoyo que hemos recibido de los habitantes de San Juan y nuestro compromiso es servirlos con nuestro mejor esfuerzo", dijo a la multitud Raúl Argüelles, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Wal-Mart, la mayor cadena de tiendas de autoservicio del mundo. El establecimiento, denominado Bodega Aurrerá, demandó unos siete millones de dólares de inversión y emplea a 185 personas, 90 por ciento de las cuales son del área, incluido el gerente general. Según el gobierno del estado de México, beneficiará a 350 mil personas. La instalación de Wal-Mart generó una fuerte polémica en México, después de que algunos habitantes del pueblo y conservacionistas iniciaran una protesta en contra de la construcción del centro comercial dentro del perímetro del sitio arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad. El Instituto Nacional de Arqueología e Historia (Inah) dictaminó hace dos meses que la construcción en la llamada zona "C", la más alejada de las pirámides y dentro del propio pueblo, era legal, puesto que no se hallaron restos de importancia, aunque los opositores al proyecto dicen lo contrario. Grupos indígenas, de intelectuales, artistas y conservacionistas se movilizaron buscando evitar la inauguración de la sucursal Wal-Mart cerca de la inmensa mole de la pirámide del Sol, la principal edificación de la llamada "Ciudad de los Dioses". Integrantes de la comunidad cultural local advirtieron que la inauguración de la tienda "es un nuevo síntoma del escaso interés del gobierno de Vicente Fox por la cultura" y plantea la necesidad de un debate sobre las leyes relativas al patrimonio histórico del país. Entre los intelectuales que se han sumado a las protestas por la inauguración de la tienda se encuentran los escritores Carlos Monsiváis y Margo Glantz, la actriz y directora teatral Jesusa Rodríguez, la crítica de arte y escritora Raquel Tibol, el pintor Antonio Ortiz Gritón y el artista visual Vicente Rojo. Por el momento, las repercusiones iniciales de la apertura de la tienda Wal-Mart en Teotihuacán incluyen el desplome de las ventas de los comercios locales hasta en un sesenta por ciento, mientras que la principal entrada vial se ha complicado por el intenso tráfico vehicular. *** Culmina la Feria del Libro de Oaxaca El Paseo Juárez, mejor conocido como El Llano de Guadalupe, en la zona norte del centro histórico de Oaxaca, fue entre el 5 y el 21 de noviembre la sede de la 25ª Feria del Libro Oaxaca 2004, en la cual participaron quince libreros de la entidad, quienes ofrecieron descuentos especiales. Guillermo Quijas Corso López, coordinador de esta versión de la feria, sostuvo que los libreros oaxaqueños han realizado un gran esfuerzo para mantener por 25 años esta iniciativa, que tiene el objetivo principal de llevar los textos a la calle, a pesar de que las ventas no sean las esperadas. Dentro de las actividades de la feria se desarrolló un encuentro de escritores, quienes leyeron fragmentos de su obra en el edificio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, creado por el pintor oaxaqueño Francisco Toledo y dirigido actualmente por Fernando Gálvez. También se presentaron nuevas publicaciones, en muchos casos con la presencia de los propios autores. Algunos escritores que participan en esta feria son Leonardo da Jandra, Jorge Pech Casanova, Eduardo Antonio Parra, Claudia Guillén, Carlos Martínez Rentería, Sergio Legaspi, Said Pastrana y Guillermo Fandanelli. En los dos primeros días del encuentro ofrecieron conferencias magistrales el historiador Enrique Florescano y el caricaturista Rius. *** Vargas Llosa convierte la presentación de su ensayo en clase magistral Mario Vargas Llosa convirtió la presentación de su nuevo libro, La tentación de lo imposible, celebrada el 5 de noviembre en la Casa de América de Madrid, en una magistral clase de literatura, según indicaron escritores asistentes y miembros del público. El también autor de Pantaleón y las visitadoras explicó el origen casual de su libro, un ensayo sobre Víctor Hugo y su novela cumbre Los miserables, que le mantuvo ocupado los dos últimos años. "Después de Shakespeare, Victor Hugo es el escritor que más estudios genera por parte de escritores, filósofos o artistas", reconoció este autor, quien destacó la "inmensidad" de la obra del escritor francés y su popularidad en pleno siglo XIX. Vargas Llosa agregó que la novela de Hugo es emblemática y que "se puede abordar desde perspectivas diferentes". El escritor mencionó que leyó por primera vez el clásico en 1950, durante su estancia en un internado militar. Destacó la "libertad" que tienen los personajes de Los miserables, en contraposición con las ideas de su autor, que creía en una divinidad que estaba detrás de cada hecho. En este sentido, recordó que todo buen escritor tiene que conseguir que sus personajes sean "libres" y no simples "monigotes" del narrador. El autor de La casa verde llegó a España después de asistir al rodaje de las primeras escenas del filme que su primo Luis Llosa realiza en Santo Domingo, República Dominicana, basado en su novela La fiesta del Chivo. "Para mí es bastante emocionante ver cómo una historia concebida con palabras se materializa de pronto en caras, cuerpos y escenarios", confesó Vargas Llosa, quien agregó que tiene "la impresión de que las cosas están saliendo bien" y que confía plenamente en su primo, el director de la película. Producida por el español Andrés Vicente Gómez, director de Lola Films, la cinta relata detalles sobre la época de Rafael Leónidas Trujillo, quien gobernó en la República Dominicana entre 1930 y 1961, y la conjura de un grupo de conspiradores para asesinar al "Chivo", como le llamaban. *** Una Biblia manuscrita por miles de portugueses irá a la Biblioteca de Alejandría Un ejemplar de la Biblia, manuscrito por más de 100.000 portugueses, entre ellos el presidente del país, Jorge Sampaio, y el cardenal patriarca de Lisboa, José Policarpo, será donada a la Biblioteca de Alejandría, según se informó el pasado 7 de noviembre. La Sociedad Bíblica Portuguesa (SBP), entidad que organiza la iniciativa, pretende lograr, al menos, tres copias ejemplares del texto sagrado de los cristianos. Se prevé que más de 100.000 portugueses copien a mano, tal y como se hacía en los monasterios durante la Edad Media, los 35.704 versículos que componen la Biblia. Además del ejemplar que quedará en la Biblioteca de Alejandría, la SBP entregará, en octubre de 2005, otra copia para los archivos de la Biblioteca Nacional de Lisboa, que en esas fechas inaugurará una exposición sobre la Biblia en la cultura portuguesa. Los restantes ejemplares que produzca la iniciativa y los dos siguientes quedarán al cuidado de la SBP, que los cederá a bibliotecas, escuelas, instituciones religiosas o culturales para que sean mostrados al público. En marzo pasado se llevó a cabo una primera fase de este proyecto, cuando, en más de 200 escuelas del país, 50.000 estudiantes copiaron a mano otro ejemplar de la Biblia. Junto con Sampaio, el 6 y 7 de noviembre otras cincuenta personalidades se dieron cita en el Aula Magna de la Universidad de Lisboa para escribir a mano los primeros versículos del texto sagrado. La SBP ha dispuesto otros veintidós lugares a lo largo de Portugal en los que se puede participar en el proyecto, "con caligrafías de personas famosas y anónimas, de todas las edades, niveles culturales y opciones religiosas". *** Miami celebró su fiesta editorial Al ritmo de las melodías de la Orquesta Americana de Niños por la Paz y de los movimientos de la Compañía de Baile de Entretenimiento Hawaiano, se inauguró el domingo 7 de noviembre la XXI Feria Internacional del Libro de Miami, en la que se presentaron más de 56 autores hispanos. En el primer día de la feria, la presentadora de Telemundo, Marián de la Fuente, inauguró el programa de español en el Wolfson Campus del Miami Dade College (MDC), con la presentación de su primer libro, El gigante de los pies de barro (Random House), que trata de sus experiencias como periodista desde el 11 de septiembre hasta la captura de Saddam Hussein. "Estoy encantada de estar aquí", confesó la conocida periodista. "La feria es el marco perfecto para presentar el libro, porque todos formamos parte de esa historia desde el 11 de septiembre". De la Fuente agregó que también participará en ferias literarias en Chicago, Nueva Jersey y Los Angeles. "Los periodistas tenemos que fomentar la cultura de la lectura", acotó la autora. Este año, la feria incluyó la participación de docenas de autores hispanos, tales como Edmundo Paz Soldán, de Ecuador; Roberto Ampuero, de Chile; Jaime Bayly, del Perú; Federico Andahazi y Rosa Montero, de España; Esmeralda Santiago, de Puerto Rico, Guadalupe Loaeza e Ignacio Padilla, de México, y Paquito D'Rivera, de Cuba. Eduardo Padrón, presidente del MDC, destacó la importancia de la feria para Miami. "Es la prueba de que en Miami hay cultura, pero cultura a nuestra manera. Es una feria para todos, de todas las edades y nacionalidades", aseveró. El programa en inglés incluyó un evento con el columnista de The New York Times David Brooks y la ex manager de la campaña de Al Gore en el 2000 y veterana líder demócrata Donna Brazile, quienes hablaron sobre temas políticos actuales. Otros autores en inglés que estuvieron presentes durante la feria incluyeron a Tom Wolfe y Paul Krugman. "Nuestra feria atrae cada vez a más y más autores, quienes consideran que los residentes Miami es un público natural", dijo Rolando Montoya, presidente del Wolfson Campus del college. La feria fue clausurada el domingo 14 de noviembre en una ceremonia en la que participó un nutrido grupo de destacados escritores, personalidades de las letras y académicos. La clausura se realizó tras una serie de charlas. *** Premios franceses a un escritor joven y a una escritora fallecida El escritor de 32 años Laurent Gaudé ha ganado el Premio Goncourt 2004 con su novela Le soleil des Scorta, e Irene Némirovsky, una autora fallecida en Auschwitz en 1942, el Renaudot, con Suite francaise, según anunciaron los respectivos jurados el pasado 8 de noviembre. Gaudé, de 32 años, era uno de los favoritos para conseguir el más prestigioso laurel literario francés, aunque obtuvo el premio en la cuarta vuelta de las votaciones con una ventaja de cuatro votos frente a los tres recibidos por Alain Jaubert, autor de Val Paradis, y los dos adjudicados a Marc Lambron por Les menteurs. El autor situó en Italia la acción de su novela, marcada por el sol, el sur, la fuerza de la palabra y la sinceridad de sus personajes, según la crítica. Además de por su calidad literaria, Le soleil des Scorta era una de las favoritas al Goncourt por haber sido publicada en Actes Sud, editorial que nunca había conseguido el galardón, cuyos organizadores han sido acusados, en los últimos años, de ceder a intereses editoriales. Según estas versiones, nadie daba por posible que el máximo galardón literario nacional recayese en La reine du silence, de Marie Nimier, quien obtuvo ya el Médicis 2004, pero, ante todo, publicó su novela en Gallimard, editorial demasiado mimada en el pasado, según los críticos. En cuanto al premio Renaudot, recayó este año por primera vez en un autor fallecido. Con Suite francaise, el jurado celebró "una obra reciente" de Irene Némirovsky, nacida en 1903 en Kiev y exiliada en Francia, donde triunfó en 1929 con su novela David Golder. El secretario general del premio, André Brincourt, precisó que el objetivo no es resolver "las injusticias de los muertos". Recompensar a un autor fallecido "no debe convertirse en una costumbre", agregó. Némirovsky, de origen judío, fue detenida durante la ocupación nazi en Francia y deportada al campo de concentración de Auschwitz, donde murió en 1942. Su hija, Denise Némirovsky, tenía entonces 13 años, pero logró salvar algunos manuscritos inéditos, entre ellos el recién publicado Suite francaise, evocación de las pequeñas glorias y miserias de Francia durante la ocupación, una novela "intimista e implacable", según la crítica. Suite francaise se impuso en segunda vuelta con seis votos, frente a tres para Marc Lambron y uno para Philippe Ségur, autor de Poétique de l'égorgeur. *** En catorce horas fue leída Cien años de soledad La combinación sonora de cientos de voces, tonos y ritmos, de niños y niñas, de hombres y mujeres, de escritores, poetas, promotores culturales y algunos funcionarios, inundaron el lunes 8 de noviembre la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, en lo que fue la lectura ininterrumpida en voz alta, durante catorce horas, de la célebre novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. El singular acto se realizó como inició de las actividades de la semana "Presencia de Colombia en México", que desde ese lunes, y hasta el próximo 18 de noviembre, se desarrolla en distintos foros del Distrito Federal azteca, y tuvo como telón de fondo la obra plástica creada ex profeso por el colombiano Luis Ricaurte, titulada Buen día. La lectura inició a las 9 de la mañana con la participación del embajador de Colombia en México, Luis Guillermo Giraldo Hurtado y Silvia Molina, titular de la Dirección de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, quienes dieron paso, una tras otra, a cientos de voces que encarnaron a las seis generaciones de la familia Buendía y evocaron la fundación y atmósfera de la población mítica de Macondo. La dinámica consistió en que cada participante leyera una página de las 432 que integran el volumen publicado por Editorial Diana; los pequeños leyeron sólo la mitad. Y a cada uno de los lectores se entregó un sencillo diploma en reconocimiento a su participación. Entre las diversas actividades de "Presencia de Colombia en México" se incluye la Segunda Muestra de Cine Colombiano, en la Cineteca Nacional y en los Cinemas Lumière, donde se presentan cinco largometrajes de reciente producción: El carro, dirigida por Luis Orjuela; La primera noche, de Luis Alberto Restrepo; María llena eres de gracia, de Joshua Marston; La mujer del piso alto, de Ricardo Coral y Perder es cuestión de método, dirigida por Sergio Cabrera. La pianista Claudia Calderón ofreció un concierto el 10 de noviembre en el Museo Nacional de Arte. Se llevaron a cabo también, en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, las Primeras Olimpiadas Deportivas y Recreativas de colombianos en México, así como muestras gastronómicas y artesanales en las delegaciones Iztacalco y Tlapan, donde se realizó el Festival Su Majestad la Cumbia, en cuyo contexto se presentaron niños colombianos y mexicanos bailando danzas folclóricas colombianas y tocando instrumentos tradicionales de ese país. Para la lectura pública de Cien años de soledad la Embajada de Colombia extendió invitaciones a potenciales lectores, entre ellos políticos y otras figuras prominentes del mundo de la cultura y de la esfera pública en México. El embajador, Luis Ignacio Guzmán, recordó que la historia de la familia Buendía fue escrita en Ciudad de México. La lectura coincidió con la noticia de que otra novela de García Márquez, El amor en los tiempos del cólera, será llevada al cine por los estudios New Line, que compraron los derechos al productor Scott Steindorff, quien a su vez los había comprado al autor, entregándole -según la información-, un millón de dólares como parte de un total de 3 millones. New Line deberá pagar los 2 millones de dólares restantes al autor colombiano. El guionista Ron Harwood, conocido por su adaptación de El pianista, ganadora de un Oscar, será el encargado de adaptar la historia de los amores contrariados entre Florentino Ariza y Fermina Daza, que se extenderán a lo largo de sus vidas. "Se trata de una de las mejores historias románticas de todos los tiempos, que ha llegado a múltiples generaciones por todo el mundo", indicó el vicepresidente de New Line, Mark Ordesky, en un comunicado. Steindorff se mantendrá unido a la realización de este filme como productor y su presencia ha sido crucial tanto a la hora de conseguir los derechos, como en la contratación del guionista. "Ron sabe cómo tratar el material literario", resumió el productor. Según Steindorff, el premio Nobel de Literatura había recibido, y rechazado, cerca de medio centenar de ofertas para llevar esta novela a la pantalla. De hecho, para Steindorff fueron dos años de llamadas y negociaciones hasta conseguir el "sí" de García Márquez, un tiempo que, en su opinión, ha valido la pena. "En el corazón de este libro hay un personaje que persigue el amor de una mujer durante 50 años, así que un plazo de dos años me suena razonable", indicó el productor en referencia a su espera. *** Juan Villoro gana premio Herralde de Novela La novela El testigo, del mexicano Juan Villoro, ha resultado ganadora del Premio Herralde de Novela, convocado por la editorial Anagrama y dotado con 18.000 euros. El jurado, compuesto por Salvador Clotas, Juan Cueto, Esther Tusquets, Enrique Vila-Matas y el editor Jorge Herralde, seleccionó como obra finalista Todos los Funes, del argentino Eduardo Berti. El jurado seleccionó siete novelas finalistas de las 264 presentadas al premio: El último pasajero, del argentino Roberto Funes, La pandilla cósmica, del mexicano Sergio González Rodríguez; El regreso, del mexicano Kostia (seudónimo); Doble sesión nocturna, del colombiano Mr. Arkadin (seudónimo), Desnudo, del peruano Julio Ortega; El álbum del equilibrista, del español Ángel de Romeu (seudónimo), y La vida al borde, de la también española María Tena. Finalmente, fueron preseleccionadas Todos los Funes, de Eduardo Berti (presentado con el título El último pasajero y el seudónimo "Roberto Funes"), y El testigo, de Juan Villoro (presentado con el título El regreso y el seudónimo Kostia). Anagrama destaca la amplia presencia de escritores latinoamericanos entre los finalistas: uno de Argentina, uno de Colombia, dos de México y uno de Perú, según aclara, "reflejo de los numerosos manuscritos de dichos países que se han presentado al premio". Villoro (Ciudad de México, 1956) es autor de las novelas El disparo de argón y Materia dispuesta. Obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia por su libro de cuentos La casa pierde, el Premio Mazatlán por su libro de ensayos Efectos personales (Anagrama, 2001) y el Premio del International Board on Books for the Young por su novela para niños El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica. Ha sido profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, en Yale y en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. También ha traducido, entre otras obras, Memorias de un antisemita, de Gregor von Rezzori, Un árbol de noche, de Truman Capote (ambas en Anagrama), y Aforismos, de Georg Christoph Lichtenberg. Durante tres años dirigió La Jornada Semanal, el suplemento cultural del diario La Jornada. Sus colaboraciones periodísticas han aparecido en La Jornada, Reforma, El País, Süddeutsche Zeitung, Frankfurter Allgemeine Zeitung, Granta, Proceso y Letras Libres, entre otros medios. La obra ganadora, El testigo, narra la historia de Julio Valdivieso, intelectual mexicano emigrado a Europa, profesor en la Universidad de Nanterre, que vuelve a su país después de una larga ausencia. El PRI ha perdido al fin las elecciones y se inicia un peculiar período de transición. Pero esta vuelta a un presente muy distinto del que dejara cuando se fue, se convertirá en una oportunidad de descifrar su pasado, el de su familia, el de su país, en una novela que despliega su trama como un inquietante mecanismo de precisión. Porque Julio, como todos los exiliados, vuelve a ese tiempo extraño de los regresos, un pasado siempre presente donde uno se reencuentra con el fantasma de lo que pudo ser, con la seductora imposibilidad de retomar la vida donde se la dejó. Anagrama asegura que El testigo es una "irónica revisión de los mitos y de la condición mediática del mundo contemporáneo, exultante reivindicación de la poesía como sustrato perdurable en el caos de la historia". Villoro se mostró "contentísimo" con el premio y aseguró que era un galardón que siempre le había interesado. El escritor explicó que el profesor de su novela vuelve a México para conocer los cambios producidos y enfrentarse "a un pasado personal" marcado por una relación "sancionada" con una prima. También señaló que existe una "lectura política" de su novela y recordó que los mexicanos siempre habían tenido la transición española como un modelo. En este sentido dijo que, a pesar de la derrota del PRI, no ha habido un "cambio al futuro, sino un retorno al pasado" en algunos aspectos de la sociedad mexicana. Por su parte, Berti expresó su alegría por compartir el premio con Villoro, un autor que había sido un "modelo" para él, ya que ambos habían sido periodistas musicales antes de dedicarse a la escritura. Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964) reside en París y ha trabajado como periodista y crítico literario en los más importantes periódicos argentinos. Su primer libro de relatos, Los pájaros, publicado en 1994, fue considerado por los críticos argentinos uno de los mejores del año. Es también el autor de dos novelas, Agua y La mujer de Wakefield (ambas publicadas por Tusquets), y de los relatos de La vida imposible (Emecé), premio Fernando Aguirre-Libralire, que han sido traducidos a diversas lenguas. La mujer de Wakefield fue nominada en Francia para el Premio Fêmina a la mejor novela extranjera de 2001. Todos los Funes cuenta la historia de Jean-Yves Funès, hijo de una francesa y de un tanguero argentino, un niño en el París de posguerra que decide ser escritor tras leer el cuento de Borges sobre el insomne Funes de la implacable memoria. Más de 50 años después, ya anciano, convertido en un especialista en literaturas iberoamericanas, Funès se dirige a un congreso en Lyon. El viaje es, a su modo, un tributo a su añorada esposa Marie-Hélène, una alumna que eligió su clase atraída por el apellido tan literario. Pero en este viaje irán saltando como liebres fantasmales los Funes de Cortázar, de Bioy Casares, de Roa Bastos, todos los Funes que deberían haber estado en el libro que iba a escribir con su esposa muerta. Sin hablar de esos Funes inesperados que visitan el hotel de Lyon, y dicen ser médicos, abogados, editores. Berti ha asegurado que su novela no es un ejercicio sobre la literatura y ha indicado que en Todos los Funes los conflictos no son únicamente por temas literarios. "La novela contiene una intriga familiar y escenas que nada tienen que ver con la literatura". *** Presentan nuevo diccionario de lunfardo Hace unos días fue presentada en Buenos Aires la segunda versión del Diccionario etimológico actualizado del lunfardo, una obra contentiva de 6.000 entradas coordinada por el académico Oscar Conde, experto en lingüística griega, didáctica de las lenguas y literatura clásica, docente e investigador de esas materias en las universidades de Buenos Aires, de Ciencias Empresariales y Sociales y del Salvador. La actualización de la investigación original, publicada en 1998, incorporó unas seiscientas nuevas acepciones de términos ya registrados y añadió más de un centenar de nuevas voces. "La mayoría de las palabras nuevas son creadas por los jóvenes en diferentes ámbitos, como el rock, la cumbia villera, el deporte, el mundo de la droga, el psicoanálisis", explicó el lingüista, cuyo criterio de selección es el conocimiento del término más que su uso. Los términos que usan hoy sobre todo los jóvenes son, según Conde, parte del lunfardo. Así, junto a clásicos como chamuyo, faso, mina y chanta figuran otros más modernos como mandanga, pocaonda, vitamina y ricotero. "Si me dicen un vocablo y lo entiendo aunque no lo use, esa voz debe considerarse parte del habla cotidiana", dijo, y consideró que pueden existir muchas palabras que manejan los jóvenes y que todavía no están generalizadas entre los adultos. "Por ejemplo, los chicos usan 'alto' para destacar algo lindo o de buena calidad". Miembro de número de la Academia Porteña de Lunfardo, Conde aspira a tener en cuenta los términos usados al menos durante dos años y expurga del lexionario los internacionalismos que se usan y escriben igual que en su lengua de origen (gay, tanga, coiffeur) y los que son adaptaciones al castellano de cuestiones técnicas (chateo, faxear, escanear). Tampoco considera como lunfardo los americanismos, términos usados por los hispanohablantes en diferentes países y a los seudolunfardismos, palabras que todo el mundo cree que son lunfardas y en realidad son vocablos españoles como plomo, espichar (morir) o mechera (ladrona de tiendas). "Para el caso de los internacionalismos, pensar que reality show, thriller o Internet son términos lunfardos, cuando se usan en casi todos los países del mundo occidental, sería parecido a sostener que la Argentina es el ombligo de la Tierra", dijo Conde. Consciente de expresar una concepción diferente a la sostenida por otros estudiosos de la lengua, Conde define el lunfardo como parte del dialecto que se habla todos los días en las grandes urbes del país y también en algunas ciudades de países limítrofes. "No es cosa del pasado", dijo Conde, y agregó que considera equivocada "la posición oficial de la Academia Argentina de las Letras, que juzga al lunfardo como el habla de la delincuencia que se formó con aportes de la corriente inmigratoria de fines del siglo XIX, que fue difundido por el sainete y por el tango y que llega hasta 1920 o 1925. ¿Cómo llamarían a palabras que surgieron después de esa fecha, como trucho, por ejemplo?". Efectivamente, en el prólogo del Diccionario del habla de los argentinos, recientemente reeditado por el diario La Nación, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Barcia, define al "lunfardo histórico" como la jerga de ladrones y delincuentes que nació y se desarrolló entre 1870 y 1920. El académico escribe allí que "el hecho de que se incorporen lunfardismos de origen en el habla coloquial porteña, y también en la argentina general, no 'lunfardiza' el lenguaje porteño". Según Barcia, "esos conceptos son de mi responsabilidad y no de la academia. Naturalmente, ésta del lunfardo es una cuestión disputada y, por lo tanto, debo atención a toda posición diferente de la mía, cuando está fundada en argumentación, aunque no concuerde con ella y aun la combata. Expreso mi respeto a la persona de Oscar Conde, autor de seria laboriosidad en el campo del lunfardo, aunque no coincidamos en las concepciones". El primer diccionario lunfardo, de Antonio Dellepiane, de 1894, lleva como subtítulo: "El idioma del delito". "Como los primeros interesados fueron los criminalistas o policías, se pensó que era una forma de los delincuentes", explicó Conde, que se une a la hipótesis de José Gobello -autor de un diccionario de lunfardo que lleva cuatro versiones, editadas entre 1959 y 2004- al rechazar que este vocabulario haya nacido en las cárceles. También Enrique Santos Discépolo participa en la discusión sobre la legitimidad del lunfardo: "No entiendo por qué es más propio robar que afanar... Me hacen gracia esos que creen que los idiomas los han hecho los sabios. Si la necesidad de un pueblo es capaz de crear un genio, ¿cómo pretenden que se detenga en la creación de una palabra que le hace falta?". Algunos de los nuevos vocablos incorporados a la segunda versión del Diccionario etimológico del lunfardo son bagarto (persona fea, especialmente de género femenino), federico (miembro de la Policía Federal Argentina), figureti (que simula ser importante o que se esfuerza por aparecer en los medios de comunicación junto a estrellas o figuras), mandanga (marihuana), maraca (hombre afeminado o varón homosexual), pituto (cosa cualquiera cuyo nombre se ignora o cuya especie no puede revelarse) y pocaonda (antipático, odioso, agreta), entre otros. *** El Cervantes inaugura en São Paulo la Biblioteca Francisco Umbral Escritores, editores, críticos literarios y traductores de España y Brasil se dieron cita en São Paulo en la Semana de las Letras Hispano-Brasileñas "Narrativas de la ciudad contemporánea", organizada por el Instituto Cervantes en colaboración con el Ministerio de Cultura, y celebrada entre el 8 y el 12 de noviembre. Durante la semana fue inaugurada, el lunes 8, la Biblioteca Francisco Umbral, acto en el que participó el destacado escritor y columnista a través de una grabación, pues su estado de salud le impidió asistir personalmente. El autor de Mortal y rosa reconoció, en el discurso grabado, su fascinación por el "personaje real" de Cervantes, más que por el "personaje imaginario" de don Quijote. El acto se enmarca en la decisión del Instituto de bautizar a sus bibliotecas con el nombre de los escritores galardonados con el Premio Cervantes. La inauguración corrió a cargo del director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, el embajador de España en Brasil, José Coderch, y el presidente de la Unión Brasileña de Escritores, Levi Bucalem Ferrari. La Biblioteca Francisco Umbral cuenta con 6.000 volúmenes, 144 metros cuadrados y 18 puestos de lectura, así como varios más para otros servicios (consultas por Internet, TV, video, cadenas de sonido y DVD). Es la cuarta biblioteca del Cervantes que toma el nombre de un ganador del premio, después de las de Berlín (Mario Vargas Llosa), Nueva York (Jorge Luis Borges) y Budapest (Ernesto Sábato). Las siguientes serán las de Estocolmo (Francisco Ayala), Belgrado (José Hierro), Praga (Carlos Fuentes), Lisboa (Gonzalo Torrente Ballester), París (Octavio Paz), Estambul (Álvaro Mutis), Munich (Jorge Edwards) y Roma (María Zambrano). Manuel de Lope, José Ovejero, Tomás Eloy Martínez, Carmen Posadas, Alicia Giménez Barlett, José María Ridao, Juan Pedro Aparicio y José María Guelbenzu, entre otros autores, participaron en los debates del evento, cuyo objetivo último era estrechar las relaciones literarias entre España y Brasil. El editor hispano-argentino Mario Muchnik (Buenos Aires, 1931) abrió asimismo la exposición "Lo peor no son los autores", formada por fotografías que él mismo realizó a grandes escritores. En las sesiones de trabajo, distribuidas en catorce mesas redondas, además de los autores españoles mencionados intervinieron representantes de medios de comunicación (Blanca Berasategui, directora de El Cultural del diario El Mundo, y Xosé Luis Vilela, director adjunto de La Voz de Galicia), editores, traductores y críticos literarios de España. Por la parte brasileña participaron, entre otros, los escritores Eric Nepomuceno, Lygia Fagundes Telles, Siviano Satiago, Paulo Lins, Ignacio de Loyola Brandao y Modesto Carone; los editores Samuel León y Antonio de Franceschi; los traductores Nelson Ascher y Mario Merlino y los críticos Antonio Maura, Manuel da Costa Pinto y Joao Alexandre Barbosa. *** José Luis Mejía presenta el poemario Sólo sonetos solos El pasado 10 de noviembre fue presentado el poemario Sólo sonetos solos, del escritor José Luis Mejía (Lima, 1969), en la librería Crisol de la capital peruana. El evento estuvo a cargo de Marco Martos, poeta peruano de la generación del 60, doctor en literatura, miembro de la Academia Peruana de la Lengua y actual decano de la Facultad de Letras de Universidad de San Marcos. Sólo sonetos solos es el tercer libro de Mejía y se editó en Santiago de Chile bajo el sello del Grupo Fuego de la Poesía, destacada organización que reúne a los más graneado del quehacer poético chileno contemporáneo. El poemario se encuentra ilustrado con diversos cuadros del pintor surrealista peruano Gerardo Chávez. El poemario es un conjunto de siete series de catorce sonetos cada una, que pasean al lector por la cosmovisión del poeta peruano. Con este trabajo, el autor obtuvo una mención honrosa en el prestigioso concurso Copé (2001), quedando entre los ocho finalistas de la competencia. Sobre el libro, el destacado poeta y académico de la lengua chileno, Juan Antonio Massone, dice en el prólogo: "Con ecos de Garcilaso, aquel que escribiese: 'Quién me dijera que en las pasadas horas...', nuestro autor acoge en sus versos similar comprobación desolada e insatisfacción explicativa ante el cambio de signo y de sentido experimentado por las cosas, pertenencias con auras de nombres que ya no están, que ya no pueden ser, que ya sucumbieron". Massone destaca igualmente las coincidencias entre los sonetos de Mejía y "el registro anímico y la orfandad vallejiana de algunos poemas de Los heraldos negros; así como también, ligado a cierta factura formal de Borges, el poeta despliega la mirada por el ámbito hogareño, comprobando las ganancias de lo contingente y de la escoria que habla de ese no ser invasor e implacable señoreado en lo más querido. Batalla campal entre el afecto y la muerte". El libro fue presentado ya en julio pasado en las ciudades de Santiago, Rinconada, Los Andes, San Felipe, Rancagua y Viña del Mar, en la gira que realizó Mejía con ese propósito por diversas regiones de Chile. Autor de poemas y crónicas, Mejía es colaborador de Letralia, en cuya Ciudad Letralia (http://www.letralia.com/ciudad) pueden leerse sus textos. Desde 1993 sus poemas han aparecido en diversas revistas y antologías peruanas e hispanoamericanas. Ha publicado Para atrapar una luciérnaga amarilla (1998) y Talvez una primavera (2002). Otros poemarios suyos, inéditos en papel, se hallan publicados electrónicamente en su página web BuscoEditor.com, donde también da a conocer, periódicamente desde 1997, sus "Crónicas desde Lima", artículos de costumbre que reflejan la realidad de la sociedad latinoamericana. *** Luísa Castro gana el Torrente Ballester con Una patada en el culo Una patada en el culo y otros cuentos, de la escritora gallega Luísa Castro Legazpi, ha sido la ganadora de la XVI edición del premio de narrativa Torrente Ballester, que convoca la Diputación de A Coruña. El jurado, integrado, entre otros, por Claudio Guillén, Ángel Basanta y Amalia Iglesias, dio a conocer el veredicto en rueda de prensa celebrada el 10 de noviembre. Su portavoz, Basanta, explicó que la obra de Castro, natural de Foz (Lugo) y autora de poesía y narrativa, destaca por la "vida, la imaginación, la sinceridad y un exquisito pudor" de los veintiún cuentos que la integran. Afirmó también que en ellos "se ve el proceso de formación del artista adolescente hasta su formación" y se mezclan "elementos de la vida cotidiana con la imaginación poética que permite a los narradores de estos relatos superar situaciones difíciles", indicó. El amor, el azar, el esoterismo y los desencuentros son otros de los temas que aborda la escritora en este libro premiado. Basanta destacó, por otra parte, que es la primera vez que en este certamen se premia a un autor gallego por una obra en castellano. Asimismo, destacó la calidad de los originales presentados, un total de 568 procedentes de 28 países, como Australia, Israel, Marruecos y Estados Unidos, Chile, México, Suiza o Perú, además de los procedentes de España. El premio está dotado con 25.000 euros, asumiendo también la Diputación de A Coruña la publicación de la obra ganadora. El presidente del organismo provincial, Salvador Fernández Moreda, destacó la obra de la ganadora y que afirmó que "engrandecerá" al galardón. Con motivo del fallo del premio, la Diputación de A Coruña organizó un ciclo de actos en la Biblioteca Provincial, que incluyó una conferencia de Claudio Guillén, hijo del poeta Jorge Guillén, y sendas conferencias con J. M. Pozuelo Yvancos, catedrático y colaborador cultural del diario ABC, y el novelista y colaborador de El País, Enrique Vila-Matas, entre otras actividades. *** Fallece a los 89 años el escritor Xavier Casp El escritor valenciano Xavier Casp Vercher (Carlet, 1915) murió en Valencia a los 89 años de edad el pasado 11 de noviembre, según confirmó el conseller de Educación y Cultura, Alejandro Font de Mora. De formación autodidacta, la trayectoria de Casp en la vida pública se inicia con colaboraciones en el Diario de Valencia y el almanaque de Las Provincias en tiempos de la II República, después de trasladar su residencia de Carlet a Valencia por problemas económicos en el seno de su familia. Durante ese período ingresa en el Centre d'Actuació Valencianista y en el partido Acció Valencianista, del que fue secretario general a partir de 1932. La Guerra Civil le trunca la posibilidad de crear una editorial de obras en valenciano con Miguel Adlert Noguerol, al que conoció en el partido. En 1946, y tras luchar con el ejército de la República y pasar por un campo de concentración, además de haber publicado algunos textos poéticos, funda y codirige la editorial Torre, donde se difundirán los trabajos de toda una generación de jóvenes escritores valencianos como Joan Fuster, Vicent Andrés Estellés, Jaume Bru i Vidal o Maria Beneyto. Estaba considerado como un defensor de la lengua valenciana en tiempos difíciles como los de la dictadura franquista. A partir de 1977, el escritor fue clave en la denominada "Batalla de Valencia" y se situó en las tesis secesionistas de la unidad de la lengua, que le llevaron a diferenciar entre valenciano y catalán. Además, funda y dirige la revista Murta, desde 1978 a 1983. Algunos de sus cargos han sido presidente de la Coral Valentina, presidente de honor de Lo Rat Penat o académico de número de la Academia de Cultura Valenciana. En 2001 fue nombrado académico de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, a la que presentó su renuncia en septiembre de 2002. Además, fue diputado a Cortes Valencianas por Valencia desde 1987 a 1991 en las listas de Unión Valenciana y en el seno de la coalición AP-PDP-UL-UV. Fue también miembro del Consell Valencià de Cultura (CVC) desde 1989 hasta 2002, y en 1998 se convirtió en vicepresidente de este organismo. Uno de los cargos más importantes fue el presidente de la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV), que luchó por la difusión y codificación del valenciano a través de las Normas de El Puig según las tesis secesionistas contra la unidad de la lengua. Además, recibió el Premio Nacional de Literatura en Lengua Valenciana en su primera edición, el año 1994. Algunas de sus obras más importantes son los poemarios Volar (1943), L'inquietut en calma, Yo sense tu, Aires de cançó, Gran sonata a la patria, ¿On vaig, senyor?, Goig home, Yo, cap de casa, D'amarte, amor, silenci (1968) y Yo també tinc set (1976). La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) lamentó la muerte de Casp, a quien calificó como una de las figuras emblemáticas de la cultura valenciana de los últimos cincuenta años y destacó su labor decisiva para "la recuperación literaria en los difíciles años de la posguerra". Asimismo, el presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, decretó dos días de duelo oficial con motivo del fallecimiento de Casp. Durante ambas jornadas las banderas de la Diputación ondearon a media asta. *** Diccionario fraseológico es presentado en España El Diccionario fraseológico documentado del español actual, coordinado por el académico Manuel Seco con la colaboración de Olimpia Andrés y Gabino Ramos, presentado el 11 de noviembre, "se ha convertido en el más copioso y detallado de los publicados hasta ahora para la lengua española con el objetivo fundamental de reflejar la realidad contemporánea de este idioma", explicó su coordinador, Manuel Seco. Editada por Aguilar, la obra fue calificada por Seco -quien, junto con su equipo, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, trabajó tres años y medio en este proyecto- como una "aventura" y un "deporte de riesgo". Novela, teatro y mucha prensa han sido las fuentes esenciales de las que han bebido los autores para elaborar este libro derivado del Diccionario del español actual, también iniciado por Seco. La obra reúne más de 16.000 locuciones y variantes de las mismas pertenecientes al uso actual de España, procedentes todas ellas de una base documental auténtica del español contemporáneo. Pero también la explicación de los diversos sentidos de cada expresión registrada con indicaciones gramaticales y de uso. El diccionario acompaña con una cita, publicada al menos en los últimos cincuenta años, la definición de cada "frase hecha" recogida en este peculiar diccionario. "Estos modismos nacen en el habla popular y cuando llegan a ser escritas es cuando estimamos que su uso se ha estabilizado, se ha aceptado. Por eso sólo recogemos aquellas de las que hay testimonio escrito. Además, si no, este diccionario sería infinito", explicó el académico y lingüista. Se incluyen más de 30.000 ejemplos reales de la lengua escrita, muchos de autores tan conocidos como Delibes, Cela, Torrente Ballester, Martín Gaite, Pérez Reverte, Elvira Lindo o Francisco Umbral, de los que se han extraído las citas más "claras y divertidas", dijo Olimpia Andrés. Seco señaló que uno de los principales temores era embarcarse en un proyecto que parecía no tener límites puesto que se basa en el lenguaje oral. Por ello decidieron seleccionar un mínimo de frecuencia de esta fraseología y también un mínimo de antigüedad en su utilización evitando la "contaminación" de expresiones por parte de los hablantes. Al acto asistieron los académicos Juan Luis Cebrián y Emilio Lledó. El primero de ellos calificó este diccionario como un "libro de aventuras muy divertido" que tiene, por encima de todo, "sentido común" y recordó algunas expresiones muy utilizadas hoy en día como "ser más lento que el caballo del malo" o algunas utilizadas por los políticos como "meterse uno una cosa por donde le quepa (por el culo)" o "mandar huevos", que aparecen aquí recogidas. Cebrián aseguró que, después del Diccionario secreto de Camilo José Cela, éste "generará mucha polémica y entretenimiento". Por su parte, el filósofo Emilio Lledó se refirió a la "soledad" que tendríamos de no existir las palabras y las frases hechas. "Somos, además de cuerpo, exclusivamente lenguaje y esto nos hace y nos forma, no sólo por lo que hablamos sino por lo que pensamos", explicó. Lledó dijo también que este diccionario demuestra "cómo trabaja el lenguaje consigo mismo" y se mostró partidario de "combatir, sobre todo en política, el dominio de las frases hechas vacías que no dicen nada". Asimismo, recordó algunas palabras como "mano", "pie", "ojos", "ver", "corazón" o "boca" que son las que más frases hechas han engendrado. Y otras como "justicia", "bien", "verdad" o "belleza" que sustentan nuestro mundo. No se quedan atrás en esta escala de valores los elementos (agua, aire, fuego y tierra) que, según Lledó, han tenido en la vida del lenguaje una importancia vital. Después de esta completa obra uno de los proyectos próximos que tiene Manuel Seco entre manos es realizar una edición ampliada a todo el ámbito en lengua española del Diccionario del español actual. *** Bolivia tendrá su ley del libro después de veinte años El Viceministerio de Cultura y la Cámara Boliviana del Libro anunciaron el pasado 11 de noviembre la unión de esfuerzos en busca de la aprobación, luego de dos décadas de haber iniciado la planificación del documento oficial, del anteproyecto de la ley del libro, presentado ese día en el hall de la institución gubernamental. La tarea no será fácil, anunció Fernando Cajías, viceministro de Cultura, debido a que la propuesta central del proyecto busca la supresión de todos los impuestos que en la actualidad son absorbidos por la industria editorial y los lectores, con el objetivo de fomentar la producción del libro e incentivar la lectura. Esa misma propuesta impositiva fue rechazada por el Parlamento boliviano en 1995. Sin embargo, Cajías aseguró que para evitar que eso vuelva a suceder, ya se han iniciado reuniones con el Ministerio de Hacienda y con las comisiones económicas del Congreso Nacional, instancia que el próximo año deberá definir el tema. "Lucharemos por el arancel cero", anunció Cajías a tiempo de anunciar que este mes se creará el Consejo Nacional del Libro y la Lectura que establecerá políticas permanentes para el fomento de la lectura. Consultores del Convenio Andrés Bello y de la Unesco participaron en la elaboración del anteproyecto de ley, cuyo contenido ha sido consultado con todas las empresas literarias de Bolivia. Se espera presentar el proyecto al Congreso a finales de este año. La normativa también busca combatir a la piratería por medio de la capacitación de los funcionarios públicos en el tema de derecho de autor y la coordinación entre la Policía, la fiscalía y el sistema judicial para iniciar los procesos contra los infractores. Para fomentar la creación intelectual, la nueva ley propone garantizar los ingresos económicos para los autores nacionales, a través de incentivos tributarios, que permitirían a los escritores estar exentos de impuestos, por concepto de creación literaria. *** Santiago inicia construcción del Centro Cultural Palacio de La Moneda Una excavación de más de dieciséis metros de profundidad prepara el terreno para la construcción del Centro Cultural Palacio de la Moneda, que celebrará en Santiago de Chile la llegada del Bicentenario de la República, y que será inaugurado en enero de 2006. El nuevo espacio, cuya maqueta fue presentada el 11 de noviembre pasado, se construye sobre tres pisos que ocupan 7.200 metros cuadrados de superficie, los que se distribuyen en dos salas de exposiciones, la Cineteca Nacional, el Centro de Documentación de Arte Contemporáneo, una biblioteca especializada en cine y servicios afines. El área comprende la creación de una explanada de jardines en reemplazo del Altar de la Patria, en lo que se llamará la "Plaza de la Ciudadanía" y que se hará en tres etapas. Una vez terminada la primera, que ya está en marcha, se procederá a la demolición de diversas edificaciones que actualmente están sobre el nivel de la Alameda, proceso que el Cuerpo del Ejército ya inició al trasladar los restos de Bernardo O'Higgins a la Escuela Militar. La dirección del nuevo Centro Cultural -cuya programación estará enfocada principalmente hacia lo internacional- estará a cargo de una fundación que integra a autoridades de la cultura, archivos y museos, el área cultural de la Cancillería, un personero del BancoEstado, un Premio Nacional de Artes, un museógrafo y un empresario cultural, entre otras personalidades. La participación de México en el proyecto es importante pues, además de estrecharse lazos económicos entre ambos países se han estrechado igualmente lazos culturales. De esta manera, el Centro Cultural será inaugurado en enero de 2006 con una exposición de 200 piezas precolombinas reunidas bajo el concepto de "El Elogio del Cuerpo" y preparada por cuarenta directores de museos de México que han hecho una síntesis de tres mil años de vida de las culturas mesoamericanas. *** España entregó sus premios nacionales de traducción e historia Juan José del Solar, por el conjunto de su obra, y Mario Merlino, por su traducción del libro de Antonio Lobo Antunes Auto de los condenados (Siruela), han sido galardonados con los dos premios nacionales de traducción 2004 en España, así como Julio Valdeón Baruque lo ha sido con el de historia por su obra Alfonso X: la forja de la España moderna, según se anunció el 11 de noviembre pasado. Con una dotación de 15.025,30 euros cada uno, estos premios nacionales son concedidos por el Ministerio de Cultura de ese país. Juan José del Solar obtuvo el galardón que reconoce toda una obra de un traductor español en cualquier lengua, y Mario Merlino por la traducción a cualquiera de las lenguas del Estado, de una obra escrita originariamente en otro idioma y editada en 2003. Prestigioso traductor oficial del Nobel búlgaro Elías Canetti, quien fue su amigo y le admiraba, el peruano Juan José del Solar, de 56 años, residió en España entre 1972 y 2002. Pronto echó raíces en Cataluña, aunque actualmente vive en su Lima natal, a la que regresó después de que en 1998 un infarto cerebral le paralizara medio cuerpo. "Aunque preso en una silla de ruedas, afortunadamente pudo seguir pensando con libertad, conserva la melodía del lenguaje, y en la actualidad prosigue la edición del cuarto tomo de las obras completas de Canetti", dijo el editor Hans Meinke. Meinke, quien le trató muy cerca al preparar las ediciones para Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg -que también ha publicado en edición de lujo su traducción de Kafka-, recordó "la amistad y admiración" que Canetti sentía por el trabajo de Del Solar, a quien además confió los textos que, debido a su origen sefardí, tenía en ladino. "Nadie mejor que usted puede juzgar mis escritos", le decía el premio Nobel a Del Solar, recordó Meinke, quien consideró que "si Kafka hubiera tenido la oportunidad, le hubiera dicho lo mismo, pues le ha traducido con precisión, finura y hasta filigrana". Meinke, que se mostró "entusiasmado" por este reconocimiento español, fue quien acompañó a Del Solar el pasado 2 de julio a recibir el premio de traducción de la Fundación Hermann Hesse, en Calw -ciudad natal de Hesse al sur de Alemania- y escuchó elogios a su obra ante unas 400 personas. "Le encontré con un ánimo espléndido", recordó Meinke de esos días que volvió a compartir con Del Solar. Es un traductor eminente con una larga y prestigiosa carrera, en la que ha traducido del alemán también obras de escritores austríacos como Ingeborg Bachmann, Joseph Roth, Franz Werfeel y Robert Walser, los alemanes Walter Benjamin, Bertolt Brecht y Thomas Mann, así como el suizo Friedrich Dürrenmatt. Su amor a la lengua alemana comenzó muy pronto y fue su gran oído musical, oyendo La flauta mágica de Mozart, lo que llevó a interesarse por el librero y la literatura en alemán. Así, con 17 años, Del Solar salió de Perú y cursó estudios de filología románica y germánica en la Universidad de Heidelberg, Alemania, y también de filología y literatura francesas en la Sorbona de París, por lo que ha realizado también algunas traducciones del francés. "Es un traductor privilegiado y muy selectivo", concluyó Meinke, y el otro galardonado, Mario Merlino, también tuvo palabras de admiración para él. "Es un honor compartir este premio con el traductor de Canetti", dijo. Merlino, a quien en muchas ocasiones Lobo Antunes ha elogiado en público por el trabajo que ha realizado con su obra, por lo difícil que resulta trasmitir su ritmo narrativo, expresó la necesidad de sacar al traductor de la sombra. "El traductor es una figura invisible que hace un libro paralelo fiel a la interpretación como si se hubiera escrito por primera vez", observó. En cuanto a la obra traducida por la que recibió el galardón, Merlino comentó que si es cierto que la literatura de Antunes es muy difícil, Auto de los condenados lo es aun más, pues pertenece a la primera época del escritor portugués, un período neobarroco, cargado de metáforas, con grandes saltos en su imaginación". "Era necesario mantener la coherencia dentro del delirio literario, de la locura; y por otro lado, seguir el ritmo con una prosa muy cuidada, con gran sentido poético", comentó, y, teniendo en cuenta lo que dice Lobo de que él es un poeta frustrado, recordó que "como yo también escribo poesía, eso lo entiendo bien". Por su parte, Julio Valdeón Baruque recibe el Premio Nacional de Historia de España correspondiente a 2004 por su obra Alfonso X: La forja de la España moderna. El premio distingue la mejor obra de esta especialidad de un autor español, publicada en cualquiera de las lenguas del Estado durante el año 2003. El Jurado ha estado compuesto por Carmen Iglesias, de la Real Academia de la Historia; Sabino Fernández Campo, de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; Enrique Ruiz Doménech, José María Sánchez Ron, José Ramón Urquijo Goitia, Juan Pablo Fusi y Luis Ribot, autor galardonado en la edición anterior. Ha actuado como presidente el director general de Libro, Archivos y Bibliotecas y como vicepresidenta la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Mónica Fernández. Valdeón Baruque es catedrático de historia medieval de la Universidad de Valladolid. Especialista en la historia bajomedieval de la Corona de Castilla, entre sus publicaciones cabe destacar: Enrique II de Castilla: la guerra civil y la consolidación del régimen (1366-1371)', 'Los judíos de Castilla y la revolución Trastamara, El reino de Castilla en la Edad Media, Los conflictos sociales en el reino de Castilla en los siglos XIV y XV, Enrique II. 1369-1379, El chivo expiatorio. Judíos, revueltas y vida cotidiana en la Edad Media (2000) y Los Trastamaras (2001). *** Todo un éxito la I Feria del Libro de Chacao El viernes 12 de noviembre se inauguró la I Feria del Libro de Chacao, en Caracas (Venezuela), muestra que reunió a más de 67 expositores, entre los que destacan libreros, editoriales venezolanas y foráneas, distribuidoras y artesanos. El evento, clausurado el domingo 21, fue organizado por Thor Producciones y Chang Soto Exposiciones, y auspiciado por la Cámara Venezolana del Libro y la Fundación Cultural Chacao. Alejandro Blanco Uribe, presidente de la Fundación Cultural Chacao, calificó la actividad como "nueve días de fiesta para la lectura y la cultura", mientras que Ramón Medero, presidente de la Fundación Kuai-Mare y presidente encargado del Centro Nacional del Libro, señaló que en lugar de apoyarse el mercantilismo y esa "corriente deshumanizadora del libro", éstos más bien deben concebirse como "instrumentos de liberación de las sociedades". La feria constó de 1.600 metros de exposición, donde se ofrecieron los productos de editoriales públicas y privadas, además de diversas actividades recreativas, conferencias, foros, presentaciones de libros y talleres dirigidos a la formación profesional del librero. Las tres salas de charlas albergaron entre 30 y 50 personas en cada actividad y en total se recibieron más de 10.000 visitantes. La moda, el paisaje y el juego en la actual cultura urbana estuvieron expuestos en la muestra de once fotógrafos. La agrupación "Poetas en Tránsito" ofreció un recital y presentó, el 13 de noviembre, la edición de su antología realizada por la editorial 50 de 50. Asimismo, el sello Criteria realizó un ciclo de tertulias con sus autores, entre el 17 y el 20 de noviembre. Ritmo Cuento presentó el espectáculo "A mí me gusta leer", especialmente dedicado a niños, el sábado 13, el domingo 14 y el domingo 21, mientras el Centro Nacional del Libro (Cenal) desarrolló una intensa programación en promoción de la lectura para público de todas las edades. *** Entregan premio Nezahualcóyotl a la poeta Natalia Toledo Paz Con una atmósfera creada por la música de tambores, conchas de tortuga y flauta de carrizo del quinteto infantil Gúugúu Huiinu' (Tortolita), y un recital con una decena de poemas de Guie' yaase' (Olivo negro), la poeta Natalia Toledo Paz recibió en México el premio Nezahualcóyotl de Literatura 2004. La ceremonia se realizó la noche del viernes 12 de noviembre en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde un público nutrido atendió al discurso de la poeta, quien contó historias sobre curanderas, nahuales y el significado de las palabras. "Han pasado quinientos años desde la Conquista, pero quedan cosas, quedan hebras de oro que sostienen la historia de los pueblos originarios de México", expresó la poeta. "En el Istmo de Tehuantepec las personas, sobre todo los ancianos, son nuestras bibliotecas, que, a diferencia de los libros, nos hablan en voz alta, nos cantan, nos cuentan: sucesos históricos, dichos, trabalenguas, proverbios, canciones, recetas de cocina, mitos". En la ceremonia estuvieron Sari Bermúdez, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, quien entregó el premio, así como el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda y el poeta mazateco Juan Gregorio Regino, en representación de Griselda Galicia, directora de Culturas Populares. Dotado con 55 mil pesos, únicos para todos los géneros (poesía, cuento, novela, ensayo, dramaturgia), algunas voces comentaron que, para avalar la credibilidad del discurso oficial sobre la importancia de las culturas indígenas de México, ya era hora de igualar ese monto al de otros premios y de entregarlo en las diversas especialidades literarias. "Al menos deberían ser unos 75 mil pesos, como otros premios, pues se trata del único premio nacional de la literatura indígena contemporánea", comentó, por ejemplo, el autor maya Jorge Miguel Cocom Pech, presidente de la asociación civil Escritores en Lenguas Indígenas. Además de Cocom y Regino, otros representantes de las letras indígenas mexicanas que participaron en la ceremonia de entrega fueron el zapoteco Macario Matus, el nahua Pedro Martínez, el mazahua Fausto Guadarrama y el quechua-mexicano Carlos Huamán. Además, los escritores en español Eduardo Langagne, Ricardo Yañez y Silvia Molina. El padre de la poeta, el pintor Francisco Toledo, explicó que la formación de su hija en la poesía "empezó cuando era niña, en los años 70, con su participación en los talleres de la Casa de la Cultura de Juchitán. Ahí se formaron promotores y maestros de escritura en zapoteco. Y una de ellas fue la hermana del poeta Víctor de la Cruz, Gloria de la Cruz, quien le enseñó la escritura en zapoteco a Natalia, que obviamente ya sabía hablarlo". Agregó que su hija "ha tenido el empeño y el coraje para formarse y continuar. Y además sola, pues yo, como siempre me desplazo, pues no siempre he estado cerca de ella. Pero, bueno, es realmente admirable lo que ella ha hecho solita". El artista explicó que en su comunidad de origen sus padres eran bilingües. "De algún modo ellos, al salir de Juchitán, les tocó una época muy difícil, de cierto racismo, en las escuelas les prohibían a ellos hablar su lengua. Ellos crecieron como con cierta inseguridad en hablarlo, y de algún modo nos pasaron a nosotros esa inseguridad. Pero ahora con la generación de Natalia se recupera totalmente la lengua y, además, si es mediante la poesía, mejor". *** Realizan en México 24ª Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil Considerada como uno de los foros más importantes para el fomento y difusión de la lectura en México, del 13 al 21 de noviembre se realizó en el Centro Nacional de las Artes de Ciudad de México la XIV Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (Filij, http://www.conaculta.gob.mx/dgp/filij), la más concurrida del país azteca y en su género la más importante en toda Hispanoamérica. Participaron 380 editoriales nacionales y extranjeras, y se llevaron a cabo más de 150 actividades artístico-culturales, como un seminario internacional con la participación de especialistas como Michèle Petit y Elisabeth Brami (Francia); Ana Siro, Graciela Montes y Ema Wolf (Argentina); y David Huerta, Germán Dehesa y Rafael Barajas. Además de exposiciones, talleres, presentaciones editoriales y espectáculos, se exhibieron más de cincuenta mil títulos sobre literatura, arte, ciencia y tecnología dirigidos a jóvenes y niños. Igualmente, se dieron a conocer más de cuarenta nuevos títulos pertenecientes a diversos sellos editoriales. Música, danza, teatro y lecturas en voz alta fueron algunas de las actividades que complementaron las diversas presentaciones de libros que cada día se llevaron a cabo. Asimismo, durante el segundo día de actividades del encuentro se dio a conocer a los ganadores de los distintos concursos que convoca la Filij. El primer lugar del 14º Premio de Catálogo de Ilustradores para Publicaciones Infantiles y Juveniles -volumen que se ha convertido en punto de referencia para conocer tendencias, materiales, técnicas y temáticas de la cultura gráfica- lo obtuvo Gabriel Pacheco por su serie Llona I, II y III; el segundo fue para Namiko Prado, por Vida cotidiana I, II y III, y el tercero fue para Ramón Villegas, por su obra Ximena, Zóngón y Feiney bailando en el cuarto de Tula. A su vez, María Baranda obtuvo el 13º Premio FILIJ de Cuento para Niños, por Un lugar en el mundo, historia sobre un pequeño y su perro. Los ganadores del 16º Concurso Nacional de Cartel "Invitemos a leer" fueron Miguel Angel Medrano Castañeda, por Lee (primer lugar); Socorro Toxtli Torres, por el díptico Cada vez mejor, obtuvo el segundo lugar, y el tercero fue para Cómete un libro, de Heyliana Flores Torres. A las editoriales Trillas y Fondo de Cultura Económica se les distinguió con el 9º Premio Internacional de Libro Ilustrado Infantil y Juvenil 2004. Por último, Caniem decidió conceder su Premio 2004 al Arte Editorial al Fondo de Cultura Económica (FCE) por la edición de los libros La traición de la libertad, de Isaiah Berlin; Del zumbido, de Gonzalo Rojas, La lengua española en México, de José G. Moreno de Alba y la colección Obras reunidas de los autores Jorge Cuesta, Sergio Pitol y Juan García Ponce. El Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial fue para Antonio Ruano Fernández (Madrid, 1930), vicepresidente del grupo Santillana México, por su trayectoria de editor. El evento fue organizado por la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) con el apoyo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial (Caniem) y el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc). *** Lanzan plan para impulsar el cine venezolano Con un presupuesto que supera los siete millardos de bolívares y la intención de producir mejores películas, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac, http://www.cnac.org.ve) de Venezuela abrió una convocatoria para financiar iniciativas en los rubros producción de proyectos cinematográficos, estímulo a la base industrial y cultura fílmica. Para ello, el organismo, presidido por Juan Carlos Lossada, recibirá, hasta el 28 de enero de 2005, proyectos fílmicos de diversa índole en las categorías documental, cortometraje, largometrajes listos para rodar, montaje de proyectos y otras. Lossada indicó que la idea del Cnac es premiar el talento por encima de la experiencia. "Es posible que nos encontremos con propuestas creativas de gran calidad realizadas por novatos y no por cineastas reconocidos", dice. Como requisito obligatorio para optar por un crédito, el CNAC exige estar inscrito en el Registro de Cinematografía Nacional. La comisión que evaluará los proyectos estará conformada por siete miembros que durante febrero y marzo de 2005 estudiarán los casos para emitir un veredicto. Para las empresas proyectoras, se abrirá un mecanismo de financiamiento denominado "Estímulo a la base industrial", que permitirá competir por créditos para modernizar las salas de cine. Asimismo, se difundirán los logros del cine nacional a través de festivales, foros y seminarios. "La idea es democratizar y ampliar el alcance de las personas que reciben apoyo del Cnac. El deber de nuestra institución es facilitar las condiciones para que talentos anónimos puedan desempeñarse exitosamente". Para el año 2005, la institución contará además con la cantidad de 4,7 millardos en el presupuesto ordinario y 11 mil millones adicionales aprobados por el ministro venezolano de Cultura, Francisco Sesto. Lossada comentó que hay una perfecta conciencia en las instituciones del Estado para el aumento de la producción cinematográfica, así como para garantizar la red de exhibición nacional para que todos los habitantes del país disfruten del cine; las inversiones en este sector deben hacerse en materia de capacitación de los recursos humanos; preservación de la memoria audiovisual venezolana, la participación en la coproducción con diferentes países y la modernización del parque tecnológico venezolano. El cineasta Carlos Azpúrua precisó que el proyecto de Reforma de la Ley de Cinematografía, aún en la Asamblea Nacional, plantea la incorporación del sector privado, en el sentido de la corresponsabilidad tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, "debemos lograr la autonomía de nuestros recursos financieros y el Cnac es ejemplo de pluralidad, democracia y participación". Mientras que Phillipe Toledado, miembro de la directiva de la Cámara Venezolana de Productores de Largometrajes, Caveprol, expresó que entre la mayoría de los diputados existe el consenso para la aprobación de la reforma de la ley de cine "y por primera vez en la historia contemporánea sentimos el respaldo a la cinematografía nacional, y no podemos perderlo". Por su parte, Alejandro Bellame, de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, indicó que el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía nace gracias a la Ley de Cinematografía y en su reforma están las bases para lograr la independencia económica. "Todos estamos comprometidos para defender al Cnac como ente rector, porque es un organismo que promueve la participación democrática y plural", precisó. *** Expertos internacionales hablaron sobre Neruda Entre el 15 y el 20 de noviembre se celebró el congreso "Pablo Neruda en el corazón de España", organizado por la Diputación con la colaboración de la Universidad de Córdoba (España), y el cual se centró en la relación que tuvo el autor chileno con España y cómo influyó su poesía en la literatura española del siglo XX. El encuentro, que reunió a expertos de Estados Unidos, Cuba, Francia, Italia y España, se celebró en conmemoración del centenario del nacimiento del poeta chileno (1904-1973) bajo la dirección académica de Joaquín Roses, quien destacó que esta reunión "no es sólo un homenaje, sino que es un congreso serio en el que se pretenden desvelar hitos de su creación". En su sede del Palacio de la Merced, el evento llevó a Córdoba, en palabras del responsable de Cultura de la Diputación, Serafín Pedraza, "la voz de un poeta universal" sobre quien se pudo "conocer su relación con esa generación de intelectuales españoles que se disolvió tras la Guerra Civil". Además de las conferencias en la Diputación, en cuatro pueblos de la provincia se pronunciaron disertaciones sobre Neruda por parte de los ponentes del congreso. Aitana Alberti, hija de Rafael Alberti, explicó en cuatro localidades cordobesas la relación entre su padre y el poeta chileno. Una exposición del pintor chileno Roberto Matta y la publicación de tres facsímiles son algunas de las actividades paralelas que se desarrollaron durante el encuentro. Igualmente se presentó el ballet folklórico chileno Quillagua y un recital dramatizado basado en los textos del poeta El viajero inmóvil. Además el 17 de noviembre, en el marco del evento, se exhibió, por primera vez en España, el documental Neruda fugitivo, del cineasta chileno Hugo Arévalo. La película sólo había sido proyectada antes en tres ocasiones en todo el mundo, una en Bélgica y dos en Francia. Se celebraron diez conferencias, entre ellas "Góngora y Quevedo en la voz de Neruda: los ríos del canto", "Neruda y el grupo del 27: la polémica con Vicente Huidobro", y dos mesas redondas: "Neruda y la poesía española" y "Neruda y la tradición española". *** Realizan en Salamanca congreso de bibliotecas públicas La ciudad española de Salamanca acogió, entre el 17 y el 19 de noviembre, el II Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas, en el que se abordó la realidad y la problemática de estos centros, así como las inquietudes de los bibliotecarios tanto en España como en el ámbito europeo. Dirigido a profesionales y responsables de bibliotecas públicas, el evento ha sido organizado por el Ministerio de Cultura, a través de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, en colaboración con las Comunidades Autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y diversas fundaciones y asociaciones profesionales. El encuentro se realizó en el Palacio de Congresos de Salamanca. A su acto inaugural asistieron el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, Rogelio Blanco, la consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, y el alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote. La celebración de este congreso se inscribe dentro del plan de actuaciones para los años 2004-2008 de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria del Ministerio de Cultura, cuyo espíritu es promocionar la cooperación y coordinar las actividades relacionadas con el fomento de la bibliotecas públicas entre todas las instituciones. Cada una de las tres jornadas del evento constó de diversos bloques temáticos. La primera jornada se desarrolló bajo el nombre genérico "Biblioteca pública, presente y futuro"; la segunda, "La biblioteca pública, lugar de encuentro", y la tercera, "Hacia la biblioteca virtual: los servicios y los ciudadanos". *** Cartas de María Zambrano y Reyna Rivas en libro de Monte Ávila Monte Ávila Editores Latinoamericana presentó el miércoles 17 de noviembre de 2004 el libro Epistolario, que reúne la correspondencia entre la filósofa española María Zambrano y la poeta venezolana Reyna Rivas. El acto se realizó en la librería de la editorial, ubicada en el Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño, en Caracas. Las palabras de presentación estuvieron a cargo de la periodista y poeta Patricia Guzmán, quien estuvo acompañada por la poeta Rivas y por Carlos Noguera, presidente del sello venezolano. Finalizado el acto, el saxofonista Domingo Hernández ofreció un variado repertorio de piezas de jazz. Epistolario reúne un conjunto de cartas que se escribieron la filósofa española María Zambrano (1904-1991) y la poeta venezolana Reyna Rivas a lo largo de 29 años, entre 1960 y 1989. De 372 páginas, el libro pertenece a la colección "Testimoniales" y cuenta, además, con textos biográficos de las autoras y una carta de Rivas a la memoria de Zambrano, escrita el 25 de marzo de 2003. Se trata -como dice Rivas en la introducción del volumen- de "cartas llenas de consejos, de pensamientos puros, de estímulos, de creencias, de luz y de iluminaciones. Cartas llenas de razones vitales, de demoras y afanes cotidianos, de esperanzas, de fe, llenas de acción vital, de filosofía y poesía". Nacida en Coro, Falcón, Rivas cursó estudios en La Sorbona y estudió música en la Escuela Superior de Música (Caracas). Entre sus principales títulos se encuentran Seis prosas, Palabra y poesía, Sueño de la palabra, Huéspedes de la memoria e Infinitos verbales, entre otros. *** Rosario fue la sede de nuestra lengua Entre el 17 y el 20 de noviembre se realizó en Rosario, Argentina, el III Congreso Internacional de la Lengua Española (III Cile), evento que bajo el lema "Identidad lingüista y globalización", reunió a académicos, estudiosos, escritores, editores y periodistas de todo el mundo hispanohablante para renovar el desafío de construir un foro de reflexión acerca de la situación, los problemas y los retos del idioma español en el mundo global. El III Cile contó con la asistencia de casi 1.800 participantes y unos seiscientos periodistas de todo el mundo. En la ceremonia inaugural, celebrada en el Teatro El Círculo, intervinieron el Rey Juan Carlos I de España y el presidente Néstor Kirchner, así como los escritores Héctor Tizón, por Argentina, Carlos Fuentes, representando a América Latina, y Francisco Ayala, representando a España a través de un video. En el acto estuvieron también presentes el gobernador de la provincia de Santa Fe, Jorge Obeid; el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz; la presidenta de la Comisión Ejecutiva del III Cile y subsecretaria de Cultura argentina, Magdalena Faillace; el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha y el director del Instituto Cervantes, Cesar Antonio Molina, así como otras personalidades. El rey Juan Carlos enfocó su alocución inaugural en el carácter mestizo de la lengua española. "Todas las lenguas son, en mayor o menor grado, mestizas, y el castellano, que lo fue desde su configuración inicial, se hizo español ensanchando, precisamente, su mestizaje. Primero en la península y más tarde, y de modo decisivo, al desarrollarse en América. Todos y cada uno de los contactos con otras lenguas y culturas han ido depositando en la lengua española marcas de mentalidades, costumbres y sensibilidades distintas". Por su parte, el presidente argentino dio la bienvenida a los invitados y ponentes a la ciudad de Rosario y destacó a los reyes como "amigos de la Argentina". También elogió el esfuerzo de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias para mantener la unidad de la lengua. Aseguró que "la necesidad de afirmar la identidad de un pueblo requiere afirmar la cultura, y en el centro de ella está la lengua". También señaló que "la lengua establece lazos para la efectiva integración de los pueblos, sin negar el diálogo intercultural". Las intervenciones de los escritores invitados al acto inaugural se iniciaron con la grabación del mensaje de Ayala, de 98 años de edad, quien resaltó la importancia del evento y aseguró que "no hace falta ser poeta, dramático o filólogo, para que la lengua resulte ser algo propio, inherente a nuestra especie". Carlos Fuentes continuó destacando la variedad lingüística de la región. "Los primeros poetas fueron los indios", evocó. Luego, refiriéndose al mundo actual, recalcó que "la globalización es multirracial, multicultural y multilingüe". Sobre el español en particular, "la lengua franca de la América indohispana", precisó que ocupa el segundo lugar entre las lenguas de occidente. "Ofrece al mundo globalizado el espejo de hospitalidades lingüísticas, creativas, jamás excluyentes, nunca desdeñosas. Lengua española igual lengua receptiva, habla hospitalaria", necesaria "para combatir las injusticias, humanizar las leyes y compartir la esperanza". El acto inaugural fue cerrado por Héctor Tizón, por el país anfitrión, quien recorrió su biografía y afirmó que la palabra es la elección entre la vida y la muerte, y que la literatura conlleva "la defensa de la individualidad contra lo falsamente universal". Sostuvo también que "la nivelación que actualmente los medios de comunicación proponen e imponen a escala planetaria se contrapone cada vez más con la diversidad más salvaje". Alertó también que "no se debe sacralizar las palabras por las palabras mismas porque el mal también se expresa con palabras, usa la lengua". La tarde del 17 de noviembre fue celebrada en el mismo escenario la sesión conmemorativa del IV centenario de la publicación del Quijote, donde fue presentada la edición popular de la obra cumbre de Cervantes publicada por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de Lengua Española. La sesión fue presidida por el ex presidente colombiano Belisario Betancur. Esta edición homenaje, preparada por el investigador Francisco Rico, se lanza simultáneamente en España y América a un precio accesible y está precedida por introducciones de Mario Vargas Llosa, Martín de Riquer, Francisco Ayala y el propio Rico. Se trata de una edición rigurosa en la transcripción del texto cervantino, de calidad, de tapa dura, ligera y pequeña -con 1.250 páginas de papel semibiblia y una tirada de 1 millón de ejemplares, hechos en Madrid, México y Brasil- que contiene, además, diversos artículos de importantes comentaristas y un extenso glosario, de siete mil entradas, con términos que permiten profundizar la comprensión de la obra de Cervantes. Al describir las características de esta nueva edición de las aventuras del hidalgo de La Mancha, el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, comentó, con el libro entre las manos, que cuando surgió la idea se la consideró "una utopía, un milagro", hoy hecho realidad. Tras calificar a Betancur de "gran humanista y cervantino", García de la Concha le dio la palabra al ex presidente, quien, ante un público respetuoso y emocionado, destacó la importancia de esta obra y definió al Quijote como un "manual de la vida" y como "uno de los hitos de la creatividad, junto con el teatro griego y con la obra de Shakespeare". El jueves 18 en la mañana, la Asociación de Academias de la Lengua Española presentó el Diccionario panhispánico de dudas, que se publicará en mayo de 2005. El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha; el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina; el director de la Academia Mexicana de la Lengua, José Moreno de Alba; el director de la Academia Chilena de la Lengua, Alfredo Matus Olivier, y el director de la Academia Argentina de Letras, Pedro Barcia, fueron los encargados de explicar en detalle el proyecto, con la presencia del presidente de Telefónica, Francisco de Bergia. Tras cinco años de trabajo, el contenido del diccionario se aprobó en reuniones de más de cincuenta académicos de siete regiones de América hispana. En su intervención, César Antonio Molina explicó que el diccionario permitirá "enseñar el idioma español en el mundo de manera coherente pero aceptando los diferentes acentos que deben existir y mantenerse". El poeta y monje trapense Ernesto Cardenal fue uno de los personajes de la cultura que mayores expectativas despertó entre los asistentes al congreso. Tras participar por la mañana del jueves 18 en la mesa "Identidad y lengua en la creación literaria", brindó una conferencia muy concurrida en la que se refirió extensamente a diversos temas relacionados con la revolución, el socialismo y la teología de liberación, y enfatizó que el único sistema que de verdad fracasó es el capitalista. Ante una pregunta acerca su posición dentro de la Real Academia Española, dijo que "cuando tenía 18 años era antiacadémico y ahora que tengo 80 años menos dos meses lo sigo siendo. Aunque también soy miembro de la Academia". Agregó que estaba de acuerdo con Carlos Fuentes y su visión de que "la lengua es nuestra manera de modificar al mundo" porque, según dijo, "la poesía es para cambiar el mundo. Marx decía que la poesía no era para explicar el mundo sino para cambiarlo. Y lo mismo podría decir de la poesía o de la teología". El poeta nicaragüense se mostró en desacuerdo con la idea de instaurar el uso de un español internacional o neutro en los medios de comunicación. "Un español unificado sería como el clon en la biología, la multiplicación de un ser idéntico que no se diversifica. La evolución biológica pasa por la diversificación, y lo mismo sucede con las culturas y con el lenguaje". Recordó que el español proviene del latín e indicó que, "de haberse quedado en el latín, hoy no estaríamos reunidos aquí. Y del mismo modo que sucedió con aquel español, el de actualidad también se modifica haciéndose argentino en Argentina o mexicano en México. Aunque es bueno que se unifique también para que nos entendamos los millones que hablamos en español. Pero sin que se pierda nunca la diversidad. El poeta, el escritor deben escribir en la lengua de su pueblo y al mismo tiempo hacer que la entiendan los demás". El viernes 19 uno de los protagonistas de la jornada fue el escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura 1999, quien dictó una conferencia en la Escuela Normal Nº 2 "Juan María Gutiérrez", de Rosario, donde tras oír las notas del Himno Nacional de Argentina dijo que la palabra libertad, que se oye en los primeros versos, le había tocado. "Me pregunto si en el tiempo de la dictadura el Himno Nacional se seguía cantando, y digo sí, se seguía cantando. Y eso nos indica que hay que tener cuidado con las palabras. Las palabras no son una cosa inerte. En ese tiempo la palabra libertad se utilizaba en dos sentidos, ellos -y no necesito decir de quiénes estoy hablando- la usaban en el sentido de libertad para matar, de libertad para torturar, de libertad para todo lo horrible, para todo lo horrendo que ocurrió aquí. Pero los que luchaban contra ellos usaban la palabra libertad para resistir, para luchar, para salvar la dignidad del pueblo argentino". Según el escritor, "las palabras no son ni inocentes ni impunes. Hay que tener cuidado con las palabras. Si no las respetamos, empezamos por no respetarnos a nosotros mismos. La libertad tiene un sentido, un único sentido. Pero cuando se la usa con un sentido perverso, como ocurrió en Argentina y en otros países, entonces son los ciudadanos los que tienen que darle su contenido real. Y ese contenido real es que llevan en la mente, el que guardan en el corazón, mente y corazón que pertenecen a una cultura y a una historia. Les digo a los más jóvenes que deben tener cuidado con las palabras; decirlas y pensarlas". Saramago recordó su infancia en medio de la pobreza y dijo que hasta los 18 años no tenía libros propios. "Afortunadamente no teníamos nada. Porque aquel que no tiene nada se lo inventa para tener algo. Y por suerte, no nos aburríamos nunca. Los juguetes que no teníamos los inventábamos". Una salva de aplausos atronó la sala cuando Saramago expresó que "hagan lo que hagan la Internet y la computadora no hay nada en el mundo que pueda sustituir al libro. ¿Por qué? Porque sobre la página de un libro se puede llorar, pero no se puede llorar sobre el disco duro de la computadora". Más tarde el escritor le entregó el primer premio del Certamen de Escritura 2004, en la categoría Polimodal, al joven Alberto Ignacio Pasei, de 16 años y oriundo de Coronel Dorrego, localidad situada al sur de la provincia de Córdoba. El joven se alzó con el premio gracias a su monografía sobre Bestiario, de Julio Cortázar. En el certamen participaron unas 2.000 escuelas argentinas. "Basé mi trabajo en la idea de que el autor, Cortázar, oculta el miedo a través de lo extraño y lo vinculé con la actual realidad de los jóvenes, su incertidumbre y su dificultad para comprometerse con la sociedad o tener respeto por los otros", dijo el autor adolescente, para quien los cuentos de Cortázar "tienen muchas particularidades. Al principio parecen complicados. Pero a medida que uno los va leyendo se va metiendo más y más dentro de la historia. Son de una lectura muy rápida". Ese mismo día, el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, anunció los planes futuros de este ente, e indicó que próximamente abrirá sedes en Estocolmo, Praga, Sofía, Pekín, Tokio, Seúl, Nueva Dehli y Shangai. Molina habló también de las gestiones que se están llevando a cabo con el fin de lograr un acuerdo con las universidades interamericanas para que todos los estudiantes de español obtengan un diploma común. Informó además que se está planeando un acuerdo de colaboración con la Televisión Española y otras cadenas hispanoamericanas para dictar un curso de español que llegue a gran parte del mundo, y destacó el éxito del primer número de la revista de la institución, lanzada en octubre. El mismo viernes al mediodía el escritor Ernesto Sábato fue objeto de un acto en su honor celebrado en el Teatro El Círculo. El autor de Sobre héroes y tumbas había sido homenajeado el día anterior por el equipo de fútbol Rosario Central, uno de los más populares clubes de fútbol de Rosario. Sábato recibió de manos del director técnico Ángel Tulio Zof, en compañía de los jugadores y los directivos del club, la camiseta azul y amarilla del equipo, en una emotiva y sencilla ceremonia que se realizó en el llamado "estadio gigante de Arroyito". En El Círculo, Sábato demostró estar muy emocionado ante el discurso de su amigo José Saramago, ceremonia en la que participaron también el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, el titular del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid; la presidenta honoraria del III Congreso, Cristina Fernández de Kirchner; la presidenta de la Comisión Ejecutiva del encuentro, Magdalena Faillace; y el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz. Molina, al iniciar el acto, recordó que el Instituto Cervantes ha bautizado a su biblioteca de Budapest con el nombre del escritor. Por su parte, García de la Concha leyó una afectuosa carta de agradecimiento que, en nombre de toda la RAE, concluyó así: "La débil caña que piensa convertida en pluma tanta naturaleza e historia de la Argentina hasta constituir un mundo en el que caben todo el mundo, esa pluma se mantiene erguida y vigorosa". Saramago recordó cómo el apellido Sábato se le antojó, la primera vez que lo escuchó, parecido a una "súbita puñalada". Dijo que tras su lectura de El túnel comprendió, en las primeras páginas, "hasta qué punto había sido exacta la osada asociación de ideas que me llevó de un apellido a un puñal, para colmo por una circunstancia agravante e inesperada: el puñal Sábato, después de clavado, no se retiraba de la herida". Luego se dirigió a Sábato y le dijo: "Entre el temor y el temblor en que nuestras vidas discurren, la tuya no podía ser una excepción. Aunque quizá no se encuentre en los días de hoy una situación tan radicalmente dramática como la tuya, la de alguien que, siendo tan humano, se niega a absolver a su propia especie, alguien que a sí mismo no se perdonará nunca su condición de hombre. No todos te agradecerán la violencia. Yo te pido que no la desarmes". En el acto de clausura, el sábado 20, el primero en tomar la palabra fue el dibujante y escritor rosarino, Roberto Fontanarrosa. El humor marcó el tono de su mensaje. Lamentó la ausencia del escritor santaesino Juan José Saer y dijo que lo reemplazaba por expreso pedido "de mi amigo Víctor (García de la Concha)". Para fijar su posición con respecto a la lengua, se permitió "hacer una cita, porque en un encuentro de intelectuales eso queda muy bien: la unidad es el equilibrio de la diversidad, la uniformidad es la supresión de la diversidad. Uniformidad me inquieta un poco, porque hemos tenido problemas con los uniformes". Propuso reflexionar sobre la riqueza del idioma español y se despidió con unos versos que el cantor de tangos Alberto Castillo -advirtiendo que no pertenecen ni al romancero español ni a las páginas más gloriosas del idioma- utilizaba para iniciar sus presentaciones ante el público. "Unos versos que me representan mucho a mí: 'Yo soy parte de mi pueblo y le debo lo que soy / hablo con su mismo verbo / canto, canto con su misma voz' ". Después, siguió la intervención del director del Cervantes, César Antonio Molina, quien en uno de los puntos salientes de su mensaje manifestó que "la nuestra es una de las comunidades culturales más pujantes del mundo de hoy". Alabó la hospitalidad rosarina y recordó a los poetas españoles que en otras épocas fueron recibidos en la nación sureña, como Rafael Alberti, Francisco Ayala, Castelao, Rafael Dieste, el historiador Claudio Sánchez Albornoz y otros. Por su parte, Víctor García de la Concha definió al Cile como "una gran fiesta familiar de la lengua, una gran fiesta de la palabra, no sólo por la masiva participación de los ciudadanos de Rosario o la catarata de actividades culturales sino también por los asistentes que, durante más de ocho horas diarias, estuvieron presentes y participativos. Rosario ha sido una fiesta de la palabra". El director de la RAE afirmó que el evento había sido "un ejemplo de rigor: en las ponencias hubo una convergencia no directamente buscada que ha puesto de relieve la idea de que la identidad es una suma de identidades. Se potenció la conciencia de que la lengua la hacemos entre todos y todos nos necesitamos para ser en la lengua. No competimos con nadie. Queremos simplemente ser en la unidad. Y ha salido un espíritu, que podríamos llamar el espíritu de Rosario: la voluntad de construir la ciudad de la palabra". En la última parte del acto de clausura, hablaron el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz; la subsecretaria de Cultura de la Nación y presidenta de la Comisión Ejecutiva del III Cile, Magdalena Faillace; el gobernador de la provincia de Santa Fe, Jorge Obeid; el ministro de Educación, Daniel Filmus; y la senadora y presidenta honoraria del encuentro, Cristina Fernández de Kirchner. Una particularidad asociada al Congreso de la Lengua fue la realización paralela del Congreso de laS LenguaS, una iniciativa que a lo largo de todo el año mantuvo actividades culturales en toda Argentina, y cuyos organizadores lamentaron que algunos autores "no indagaran para saber que no era un congreso contra nadie ni tampoco 'estéril', porque hubo trabajos, ponencias, conclusiones y estuvieron las voces del silencio". Rodolfo Hachen, etnolingüista y catedrático de la Universidad de Rosario, indicó que quienes opinaran así de esta iniciativa "debieron informarse de la amplia temática que tratábamos y celebrar el enorme esfuerzo cultural que esto significó a través de un año". Criticó que "a través de los congresos de la Real Academia Española (RAE) se está tratando de armar un tejido cultural que sostiene determinados fines económicos y políticos. Los hechos demuestran que es un evento elitista y hasta monárquico". Entre las voces escuchadas en este congreso "rebelde" los representantes de la mesa de los Pueblos Originarios señalaban que el congreso organizado por la RAE citó a lingüistas y académicos para hablar de la lengua "que nosotros hablamos y preservamos y cuyos signos y símbolos conocemos mejor que nadie porque los hemos mantenido contra viento y marea desde hace 512 años". El IV Congreso de la Lengua, tal como fue acordado poco antes de la realización del tercero, se realizará en Cartagena, Colombia. El anuncio lo hizo el director de la RAE, Víctor García de la Concha, quien agregó que el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez envió una carta a los responsables de las instituciones organizadoras del Cile para ratificar su voluntad de que el cuarto encuentro se realice en ese país sudamericano. García de la Concha recordó que en 2001, el Congreso tenía que haberse realizado en Colombia, pero entonces se presentaron dificultades que llevaron a que el magno encuentro de las letras españolas se efectuara en Valladolid, España. Como el próximo Congreso se realizará en Cartagena, los organizadores fueron cuestionados sobre la posibilidad de que ahora sí asista Gabriel García Márquez, cuya ausencia en Rosario causó revuelo. García Concha, sin embargo, advirtió que García Márquez siempre está invitado a estos acontecimientos, pero él es quien rechaza viajar para asistir a encuentros de esta naturaleza. El portugués José Saramago dijo que a ver si así asiste García Márquez. "Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña, y en este caso la montaña es García Márquez", afirmó entre risas, a pesar de que había advertido de que ya no entraría en polémicas. *** Falleció el escritor colombiano Manuel Zapata Olivella La madrugada de este viernes 19 de noviembre falleció en su residencia, en Bogotá, el novelista colombiano, médico, folklorista y escritor de la negritud Manuel Zapata Olivella, tras una larga enfermedad. Una de las figuras cimeras de la literatura colombiana contemporánea, el autor tenía 84 años de edad. "Anoche hacia las 4 de la mañana aproximadamente recibimos la llamada de Rosa de Zapata, la señora, para comentarnos, y los amigos acudimos aquí a la casa de Zapata Olivella. Estamos todos muy compungidos porque indiscutiblemente esta es una gran pérdida para el país", dijo el escritor David Sánchez Juliao en entrevista con la cadena radial La W. "La vitalidad de Manuel fue asombrosa hasta sus 84 años. Tanto que hace dos semanas había regresado de un viaje a la costa occidental de África donde asistió a un congreso panafricano y tuvo la oportunidad de conversar largamente con Mandela", comentó Sánchez Juliao, quien agregó que a pesar de esa vitalidad el escritor se sentía ya cansado. "Decía él que el problema de la columna que lo aquejaba se debía al peso de las utopías. 'Las utopías no cumplidas pesan mucho', decía". Sánchez Juliao comentó que la última voluntad del maestro a su esposa y a sus amigos fue que su cuerpo fuera cremado y sus cenizas esparcidas al río Sinú, para que éste las llevara al mar y sus olas de vuelta a sus raíces en África. Por su parte, el escritor Germán Espinosa expresó también su tristeza al conocer la noticia. "También yo estoy de luto. Yo tuve oportunidad durante varios años de tratarlo. Desde niño tuve noticias de él como escritor porque él era una figura en Cartagena, que es mi ciudad natal", explicó. "Me hice muy amigo de Manuel cuando él emprendió la publicación de la revista Letras Nacionales, que marcó -yo creo- un hito en la divulgación de la literatura colombiana", dijo Espinosa. Zapata Olivella se caracterizó por ser un defensor de la comunidad negra en Colombia y por destacarla en los diversos aspectos de la cultura, la literatura, la música y el deporte. Nació en Lorica (Córdoba) el 17 de marzo de 1920. Comenzó a estudiar medicina en Cartagena, pero llegó a Bogotá para terminar la carrera en la Universidad Nacional. De su familia salieron grandes artistas como Delia Zapata Olivella. Su internado lo hizo en el Asilo de Locas de Bogotá, y de allí nació su deseo de ser escritor. "El demente no tiene frenos, sino que crea su propio mundo y se expresa a su manera", decía. Ejerció el periodismo y colaboró con numerosas revistas y publicaciones colombianas y extranjeras. Fundó y dirigió la revista Letras Nacionales. Fue narrador de lenguaje vivo y estilo directo, y cuentista de violencia con temática social. Después de un viaje de aventura en el que recorrió a pie el trayecto entre Panamá y México y trabajó como recolector de café en Costa Rica, boxeador en Guatemala, y enfermero del pintor Diego Rivera, en México, volvió a su país para crear un grupo folclórico junto con Delia, reconocida coreógrafa y una de sus once hermanos. Escribió los dramas Los pasos del indio (1960), Caronte liberado (1961), Hotel de vagabundos (Premio Espiral 1954), El retorno de Caín (laureado en el Festival de Arte en Cali en 1962), Tres veces la libertad y Malonga el liberto. No obstante, sus obras más conocidas son sus novelas, que revelan su profunda sensibilidad y creatividad literaria: Tierra mojada (1947), Pasión vagabunda (1948), La calle 10 (1960); Detrás del rostro (Premio Esso en 1962), Chambacú, corral de negros (laureada por la Casa de las Américas en 1963), En Chimá nace un santo (segundo Premio Esso en 1961) y Changó, el gran putas (1983). También publicó los libros de cuentos China 6 a.m. (1954), Cuentos de muerte y libertad (1961), laureado por la Casa de las Américas; El cirujano de la selva (1962) y ¿Quién dio el fusil a Oswald? (1967). Zapata Olivella también fue cónsul de su país en Trinidad y recibió varios premios y reconocimientos, como la orden de Boyacá en el año 2000, el Premio a la Vida y Obra del Ministerio de Cultura en 2002, el Premio Aplauso y el Premio Guachupé de Oro por su constante búsqueda del reconocimiento de los valores de las negritudes. Además, en junio de 2003 la Universidad de Córdoba le concedió el honoris causa en español, junto a Sánchez Juliao y Juan Gossaín. *** Niños de Gran Canaria conocerán dramaturgia de Aquiles Nazoa Las obras "La ratoncita presumida" y "Los martirios de Colón", ambas del reconocido escritor y humorista venezolano Aquiles Nazoa, servirán, entre el 22 y el 26 de noviembre, para homenajear la labor realizada por el reconocido director teatral y hombre de cultura grancanariense Francisco Azcona López (Paco Azcona), durante sus más de treinta años de vida artística. Con estas obras de Nazoa se estará llevando a cabo, en la isla de Gran Canaria, un merecido y sentido homenaje a quien diera por más de tres décadas toda su experiencia y conocimiento en el ámbito cultural, específicamente en el área del teatro, para el desarrollo del municipio plaza del estado Miranda, en Venezuela. Las obras serán presentadas por la compañía de títeres y teatro Garabatosh-k. Azcona realizó un arduo trabajo en la ciudad venezolana de Guarenas y en otras del mencionado estado, cuando desde 1965 comenzara a dirigir grupos de teatro y a formar jóvenes en historia teatral, apreciación teatral y técnica de la actuación. Este canario que echó raíces en Venezuela fue además director de la Casa de la Cultura de Guarenas y director de la biblioteca de la mencionada ciudad hasta 1996, fecha de su muerte. Garabatosh-k visitará los municipios de Santa María de Guía, Las Palmas, Maspalomas, Mogán y Teror, donde se presentarán las piezas de Nazoa. Los organizadores del evento y directivos de la compañía, Elisa González y Roger Vargas, han expresado su satisfacción por la amplia receptividad obtenida en los mencionados municipios grancanarienses y en los diferentes colegios donde se realizarán las representaciones. Garabatosh-k escogió las piezas de Nazoa por haber sido éste el último escritor cuya dramaturgia fuera llevada a las tablas por Azcona, cuando desarrollaba su trabajo en los institutos de bachillerato "Benito Canónico" y "Norberto Prado". Las presentaciones se harán en los colegios Miguel de Santiago, Reyes Católicos, Pepe Monagas, Artemi Remidan, Juan Ramón Jiménez y Alcarabanera, así como en la Casa de la Cultura de Teror. *** Todo listo en Guadalajara Guadalajara, la ciudad mexicana que desde el próximo 29 de noviembre se convertirá en Capital Americana de la Cultura para el año 2005 -relevando a Santiago de Chile-, se encuentra lista para recibir a los miles de editores, autores, visitantes y demás relacionados con el mundo del libro que del 27 de noviembre al 5 de diciembre se harán presentes allí para la XVIII edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (http://www.fil.com.mx). Siendo invitada de honor de este año la cultura catalana, las expresiones de esta cultura en la FIL serán coordinadas por el Instituto Ramon Llull (IRL, http://www.llull.com), que presentó su programa definitivo a finales del mes pasado. El mismo incluye actividades teatrales, musicales, cinematográficas, artísticas y, por supuesto, literarias. Más de 125 actos y cerca de doscientos participantes, agrupados alrededor de un pabellón de 1.400 metros cuadrados con un logotipo diseñado por Antoni Tàpies -de cuya obra se presentará una retrospectiva en la FIL a partir de este 25 de noviembre-, integran el programa definitivo de "La cultura catalana a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL)" -nombre global que se le ha dado al conjunto de eventos catalanes en la FIL-, en cuya organización han participado, además del IRL, el Gremio de Editores y la Asociación de Editores en Lengua Catalana. En el marco de la presencia de la cultura catalana en la FIL, el 26 de noviembre el presidente del gobierno de Cataluña, Pasqual Maragall, dictará una conferencia en la Cátedra Latinoamericana e Iberoamericana "Julio Cortázar", en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara. Maragall también hablará al día siguiente con la prensa, actividad durante la cual hará un balance de su visita a México. El domingo 28, además, la FIL homenajeará al exilio catalán en el Colegio de Jalisco. Y el lunes 29 se realizará un encuentro entre empresarios de México y Cataluña en el Hotel Hilton. Para el año próximo se ha previsto que la FIL reciba como invitadas de honor a la literatura, la cultura y el arte peruanos. Luis Solari Tudela, vicecanciller y secretario de Relaciones Exteriores, Raúl Padilla López, presidente de la FIL, y Nubia Macías Navarro, directora general de la Feria, suscribieron a finales de octubre el acuerdo mediante el cual se establecen los parámetros de la participación de Perú, que buscará mostrar la diversidad de su cultura a través de la producción nacional y editorial, promover el turismo e incrementar las relaciones culturales, políticas y comerciales con México. En el marco de la XVIII Feria de Guadalajara, por otra parte, el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina (Cerlalc), desarrollará, con la FIL y aliados estratégicos según el tema, y mediante el trabajo conjunto de sus subdirecciones de Derecho de Autor; Libro y Desarrollo; Lecturas, y Programas Transversales, una importante programación académica. El organismo regional lanzará igualmente, en acción coordinada con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la dirección de la FIL, el programa IlíMITA, Plan Iberoamericano de Lectura. La misión del Cerlalc en Guadalajara, encabezada por la directora de ese organismo, Adelaida Nieto, desarrollará seminarios, encuentros y otras actividades. Destaca la realización, entre el 27 de noviembre y el 1 de diciembre, del Salón de Derechos de la FIL, que ha sido concebido por el organismo en conjunto con la dirección de la feria, y que permitirá a editores, agentes literarios y scouts la concreción de transacciones sobre derechos de traducción. El domingo 28, el Cerlalc presentará su anunciado IlíMITA, Plan Iberoamericano de Lectura estructurado como un programa de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, y fundamentado en la lectura como herramienta primordial de inclusión social y desarrollo. Como plataforma de integración iberoamericana, este plan viene cumpliendo una acción articuladora y divulgadora, preparando al continente para hacer de 2005 el Año Iberoamericano de Lectura. El Cerlalc también participa en la organización de la mesa "Creación iberoamericana", el mismo 28; un seminario sobre el uso legal de las obras impresas y las fotocopias, el lunes 29; el II Encuentro de Promotores de Lectura, el martes 30; y el III Foro Internacional de Editores, el miércoles 1 y jueves 2 de diciembre. Entre las actividades de la FIL destaca el Homenaje al Bibliófilo, un reconocimiento que entregan la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y la Coordinación General de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, y que este año ha recaído sobre el empresario y periodista Jorge Álvarez del Castillo Zuloaga. Este reconocimiento, que se entregará el 1 de diciembre, busca subrayar la figura del bibliófilo, vínculo indispensable entre el pasado y los lectores, e incansable defensor de la sabiduría contenida en los libros. El ganador de este año, Álvarez del Castillo, nació en Guadalajara en 1917. En su adolescencia estudió la preparatoria en Estados Unidos y luego regresó a su tierra para estudiar derecho en la Universidad Autónoma de Guadalajara. También realizó estudios en ingeniería civil, arquitectura y periodismo en México, Monterrey, Veracruz, Mérida y Torreón. Muy joven aún, se integró al equipo de trabajo de El Informador, diario que fundara su padre, Jesús Álvarez del Castillo, en 1917. En 1996, luego de la muerte de su padre, se convirtió en director y editor del diario, que hoy continúa bajo la dirección de su hijo, Carlos Álvarez del Castillo Gregory. Con el propósito de enriquecer los acervos culturales y promover la difusión del arte en Guadalajara, creó la fundación "Juan Álvarez del Castillo", de la cual es presidente honorario. Su constante interés por la promoción cultural lo llevó a formar una biblioteca que abrió sus puertas en 1988. En el acervo de la biblioteca, que cuenta con una importante sección de microfilmes, se encuentran, entre otros tesoros bibliográficos, la crónica de la Cámara de Comercio, crónicas antiguas de los franciscanos, la Biblioteca Sutro y la Biblioteca Taurina. Además, dispone de fototeca, hemeroteca y una sección de filatelia con una colección de estampillas de México, especializada en Jalisco, así como de secciones de numismática, pinacoteca, videoteca, cine, teatro, museo taurino y una audioteca con discos compactos de arte, cultura y música clásica. Entre los reconocimientos que ha recibido por parte de diversos sectores públicos y privados, está la condecoración "Ramón Corona", que le otorgó el Congreso del Estado de Jalisco en 1992, como reconocimiento a su labor editorial. Ese mismo año, en el marco de la celebración del 75º aniversario de El Informador, el Concejo Municipal de Guadalajara impuso su nombre a la antigua avenida Circunvalación Providencia. En 2001 recibió la medalla de honor "Ciudad de Guadalajara", y en 2003 la medalla "Francisco Arroyo Chávez", del Consejo de Colaboración Municipal de Guadalajara. También recibió una distinción por parte de la Fundación Pedro Sarquis Merrewe, ac, "por su intachable carrera empresarial". Otro homenajeado en la Feria de Guadalajara será el periodista y escritor Paco Ignacio Taibo i, quien el 5 de diciembre recibirá el Homenaje Nacional al Periodismo Cultural Fernando Benítez 2004, como un reconocimiento a su dedicación al periodismo, a su labor como maestro de múltiples generaciones y a su empeño por hacer del periodismo cultural una herramienta que nos acerca a la realidad. La selección de Taibo i como homenajeado fue realizada por Huberto Batis, Vicente Leñero, Cristina Pacheco, José Emilio Pacheco, Armando Ponce, Elena Poniatowska, Raquel Tibol y Raúl Padilla López, presidente de la feria, todos miembros del Comité de Honor del homenaje. Taibo i nació en 1942, en España. Fundador de una dinastía de escritores y periodistas, novelista, gastrónomo, historiador del cine mexicano, "monero" -caricaturista-, dramaturgo y sobre todo periodista, es el padre del ya famoso "Gato Culto", que todos los días publica en las páginas de El Universal. También en ese diario escribe la columna "Esquina baja". Ha publicado las novelas Pálidas banderas, Siempre Dolores, Fuga, hierro y fuego y Flor de la tontería; así como diversos títulos sobre el cine, como Historia popular del cine, El cine por mis pistolas, una biografía del Indio Fernández, y otra de María Félix, La Doña. Los periodistas que han recibido este reconocimiento en años anteriores son: Fernando Benítez (1992), Carlos Monsiváis (1993), Elena Poniatowska (1994), José Emilio Pacheco (1995), Jaime García Terrés (1996), Vicente Leñero (1997), Raquel Tibol (1998), Emilio García Riera (1999), Cristina Pacheco (2000), Huberto Batis (2001), Armando Ponce (2002) y Braulio Peralta (2003). Otras actividades, no relacionadas directamente con la literatura, se celebrarán durante el evento. El domingo 28, por ejemplo, será presentada la maestría en Edición y el postgrado en Edición Global en Español y Edición Internacional, por el Instituto de Educación Continua de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona. El lunes 29 será inaugurado el XVIII Encuentro Internacional de Ciencias Sociales, que se desarrollará a lo largo de los días subsiguientes bajo el lema "Impactos locales de un mundo globalizado". El martes 30, la Asociación de Editoriales Universitarias Españolas (AEUE), en conjunto con la Editorial Universitaria de la Universidad de Guadalajara y la dirección de la FIL inaugurarán el Foro de Edición Universitaria. Ese mismo día se inaugurará igualmente el IV Encuentro Internacional sobre Cultura Democrática con la conferencia magistral "Gobernabilidad y democracia en México", con Luis Carlos Ugalde. Con una conferencia magistral a cargo de André Schiffrin, el miércoles 1 de diciembre será inaugurado el III Foro Internacional de Editores, que continuará en la tarde con un panel sobre fuentes de información para el acceso a derechos de edición. El jueves 2 se dará inicio al XIV Seminario de la Enseñanza de Lenguas Extranjeras, que se desarrollará bajo el lema "La diversidad lingüística en el contexto de la globalización". El mismo día se iniciarán el VIII Encuentro Internacional de Juristas, el VIII Encuentro Nacional y VII Internacional de Investigación Educativa y el XV Coloquio de Comunicación, Deporte y Sociedad. El amplio abanico de actividades de esta fiesta editorial, la segunda más importante en el mundo después de la de Fráncfort, puede ser consultado en su sitio en Internet. La inauguración se realizará en el Gran Salón de Eventos Expo Guadalajara el sábado 27 a las 11 de la mañana. Las actividades de los días 29 y 30 de noviembre, así como las del 1 de diciembre, serán exclusivas para profesionales del sector. Para los días restantes el horario en el que el público podrá visitar la feria será entre 9 de la mañana y 9 de la noche. Los interesados en apreciar la estructura de la exposición pueden hacerlo mediante el plano general ubicado en http://www.fil.com.mx/activos/Pl_completo.htm. *** Escritores discutirán en Cali en torno a derechos humanos Entre el 2 y el 5 de diciembre se celebrará en Cali, Colombia, el Primer Encuentro de Escritores e Intelectuales por los Derechos Humanos, que reunirá a veinte escritores, quienes analizarán la situación de los derechos humanos en el mundo, con especial enfoque en esta nación latinoamericana. El evento, concebido por la Alcaldía de Santiago de Cali y la Secretaría de Cultura y Turismo y ejecutado por la Corporación para la Participación, Integración y Desarrollo de los Caicedonenses (Corpocaica), ha despertado gran interés entre la ciudadanía, las entidades del Estado, los sectores universitarios y los estudiantes de secundaría de la ciudad. Los autores que participarán en el evento forman parte de una variopinta selección que, según el comunicado, reúne a personalidades conocidas "por su largo camino de palabras convertidas en libros" y otras menos conocidas, "pero igualmente comprometidos con lo que sucede en la patria que aman y les conmueve". Al término del evento, los autores suscribirán un manifiesto por la defensa de los derechos humanos. El escritor y traductor australiano-irlandés Joe Broderick (Melbourne, 1935) será el único participante extranjero del encuentro. Además participarán el periodista, novelista y pintor Arturo Alape (Cali, 1938), el narrador Oscar Collazos (Bahía Solano, 1942), el periodista y novelista Arturo Guerrero (Cúcuta, 1946), el narrador Gustavo Álvarez Gardeazábal (Tuluá, 1945), los políticos y escritores Miguel Gualteros Forero y Jesús Enrique Piñacué Achicué, el narrador y ensayista Julio Cesar Londoño, la periodista Eva Durán (Cartagena, 1976), el novelista Germán Pinzón (Cajicá, 1932), el artista Ricardo León Peña-Villa (Medellín, 1962), la escritora y docente Piedad Bonnett (Amalfi, 1951), el médico, crítico de cine y escritor Octavio Escobar Giraldo (Manizales, 1962), la poeta Andrea Cotte (Barrancabermeja, 1981), la periodista y escritora Ana Milena Puerta (Cali, 1961), el escritor, economista y docente Boris Salazar (Ibagué, 1955) y el sociólogo y filósofo Delfín Gruesso (Choachí, 1958), el poeta Jota Mario Arbeláez (Cali, 1940). *** Realizarán en diciembre un encuentro sobre Dulce María Loynaz Entre el 8 y el 11 de diciembre se celebrará en Pinar del Río, Cuba, el VI Encuentro Iberoamericano sobre Dulce María Loynaz, un espacio propicio para exponer los resultados investigativos desarrollados internacionalmente acerca de la vida y obra de la notable escritora cubana. El evento es auspiciado por el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hermanos Loynaz, el Instituto Cubano del Libro, el Instituto de Literatura y Lingüística, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y otras entidades. De periodicidad bienal, la edición 2004 de este foro es un tributo, además, a los centenarios del natalicio de Alejo Carpentier, Pablo Neruda, María Zambrano y el reconocido poeta Enrique Loynaz. Al evento concurrirán destacados intelectuales cubanos como Graziella Pogolotti, Zayda Capote, Ángel Augier, César López, Lisandro Otero y Pablo Armando Fernández. El director del Centro Hermanos Loynaz, Juan Ramón de la Portilla, confirmó además la participación del colombiano Jaime Mejías Duque. El encuentro académico, previsto para efectuarse en la Universidad de Pinar del Río, se enfocará en la obra de Dulce María Loynaz en el contexto de los estudios culturales cubanos, la hispanidad de su obra desde la perspectiva del ideario poscolonial y las relaciones entre el erotismo y las corrientes orientalistas en sus creaciones. *** Príncipes de Asturias presidirán entrega del premio Lorca Los Príncipes de Asturias presidirán en Granada, el próximo 17 de diciembre, el acto de entrega del I Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca al escritor asturiano Ángel González, según informó recientemente el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, quien destacó el respaldo que recibe el evento con la presencia de los príncipes. Torres Hurtado señaló que recibió la comunicación de la Casa Real confirmando la presencia de los príncipes, en lo que será la primera visita que realicen juntos a la capital granadina. Comentó que él mismo expresó su deseo de que ambos presidieran la entrega del premio en la reciente visita del príncipe Felipe a las instalaciones del Madoc. El Ayuntamiento de Granada ha fijado así la fecha de entrega del premio -el de mayor dotación económica (50.000 euros) en lengua española- atendiendo a la agenda de la Casa Real y, según dijo el alcalde, esta "magnífica noticia" viene a significar que este premio "nació con buen pie y va a tener un magnífico caminar". Además, resaltó la repercusión mediática que va a tener la entrega del premio y añadió que espera que "con el respaldo de Casa Real seamos capaces de ir consolidando este premio como el mejor del mundo en términos literarios y de proyección internacional". Así, los príncipes serán los encargados de hacer la entrega a Ángel González la figura "Luna", creada por el escultor Miguel Moreno inspirado en la obra lorquiana, como pieza conmemorativa del premio. El acto se celebrará en el Auditorio Manuel de Falla y continuará con una cela de gala en el Carmen de los Mártires para homenajear la trayectoria literaria del escritor asturiano, al que el jurado seleccionó el 21 de septiembre entre más de una treintena de candidatos propuestos por distintas academias de la lengua española. ||||||||||||||||||||||| LITERATURA EN INTERNET |||||||||||||||||||||| La cultura catalana a la Fira http://www.llull.com/llull/estatic/fil/cat/00principals/prehome.htm La cultura catalana tendrá especialísima presencia en la XVIII Feria Internacional del Libro de Guadalajara, evento que se desarrollará en esta ciudad mexicana entre el 26 de noviembre y el 4 de diciembre. Las expresiones culturales catalanas que serán expuestas en la FIL serán lideradas por el Instituto Ramon Llull (IRL), ente que ha dispuesto en Internet un completo sitio sobre la participación de los catalanes en el evento, con información en catalán, español e inglés. El visitante de este sitio, profuso en información para quienes necesiten estar enterados de la participación catalana en el evento, será recibido por un logotipo diseñado en exclusiva por el artista Antoni Tàpies. Además dispondrá de tres bloques principales. Por un lado, se encuentran informaciones generales sobre Cataluña. También se incluyen cifras culturales, en especial las que se refieren a la producción editorial y enlaces a webs vinculadas al ámbito de la literatura catalana. En un segundo bloque, la web presenta la información referente a la presencia de la cultura catalana en la FIL 2004. De este modo, aparecen las actividades organizadas por el IRL -diferenciadas como programa literario, programa académico y programa cultural- y datos sobre cada uno de los protagonistas. Dicha información se amplía en la mayoría de los casos con una ficha biográfica y enlaces de interés. En el caso de los artistas que actúan en "La Explanada", también se puede visualizar un video promocional. A partir del día 27 de noviembre, también se podrá ver el pabellón, diseñado especialmente para la muestra, mediante dos webcams instaladas en sus espacios. El tercer bloque, titulado Sala de Prensa, incluirá los comunicados que se emitirán desde la FIL y que permitirán, tanto a los periodistas como al público en general, conocer las actividades de cada día. Además de los tres bloques, los visitantes de la web pueden acceder a la opción LlullTV, donde se pueden ver los videos promocionales de los artistas invitados. Otras opciones que aparecen en la portada del web son la aparición de un poema diferente cada día y la posibilidad de dejar por escrito en el Libro de Visitas la opinión sobre este acontecimiento o sobre la proyección al exterior de La cultura catalana. La web especial sobre la presencia de La cultura catalana en la FIL se ha puesto en funcionamiento con la colaboración de la Fundación Telefónica. ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === Sir Peter Blake: la gran "Estrella de los Mares del Sur" ============== === J. P. Leroy =========================================================== Al igual que nosotros, de Nueva Zelanda, posiblemente, nuestros lectores habrán oído muy poco. Bueno, sí, quizás una que otra referencia como, por ejemplo, el kiwi, el ave emblemática de este país... Y más nada. Crasa falta de información que, desde luego, hay que decirlo, aunque cuesta en un planeta hoy interconectado en fracciones de segundo por Internet, se debe, básicamente, a... la distancia geográfica (que, para unos, resulta casi astronómica) que nos separa de este país, ubicado a 2.000 km al sureste de Australia, continente-isla (de ardiente actualidad la pasada Navidad pues perdió 100 mil hectáreas de preciosos pinos y eucaliptos por incendios, en gran parte, provocados -el cuento de siempre...) que, de por sí, ...está a las antípodas de nuestras latitudes... Pero, claro está (y aunque, por las mismas razones ya expresadas, suena muy paradójico), esta ignorancia nuestra, también, tiene que ver con el hecho -aparentemente fundamental, hoy en día- de que estas islas, de dominio británico desde 1907, al extremísimo sur de Oceanía, originalmente habitadas, a partir del siglo X, por indígenas polinesios más conocidos como maoríes y "descubiertas" en el año 1642 por un explorador holandés, Abel Tasman, no sale a la luz de las noticias internacionales sino una o dos veces al año, cuando mucho. Como, por ejemplo, en 1973, cuando rompió, muy justamente, las relaciones diplomáticas con Francia a consecuencia de los experimentos nucleares en la atmósfera realizadas por este país a partir del Atolón de Muroroa; o cuando, en 1985, el navío Rainbow Warrior, de la organización ecologista internacional Greenpeace, fue despiadadamente bombardeado y sumergido en la bahía de Auckland, ciudad principal de casi un millón de habitantes, por agentes del Servicio Secreto francés; o cuando, todavía, en 1995 (año de mayores turbulencias de todo tipo en Nueva Zelanda), hizo erupción uno de sus volcanes, el monte Ruapehu, obligando a la evacuación de su población en un radio de 10 km; o bien aun cuando, siempre en 1995, sus indígenas maoríes (que disfrutan de un estatuto muy especial pues su lengua es una de las dos oficiales habladas en Nueva Zelanda, junto al inglés) organizaron, por vez primera en la historia, espectaculares e insólitas manifestaciones callejeras (en un país conocido por ser políticamente casi aséptico; otros dirían insípido; nosotros diríamos, más bien, tradicional y naturalmente pacífico), para reclamar compensaciones por tierras ancestrales confiscadas, logrando, sea dicho de paso, en 1996, conseguir unos 200 millones de dólares neozelandeses (un US$ equivale a 2 y pico $NZ) como indemnizaciones por negocios hechos a expensas de sus propiedades durante el establecimiento de europeos en el siglo XIX, o cuando, entre los años de 1995, 1996 y 1997, a raíz de la reanudación de la explosiones nucleares francesas en el Pacífico Sur (subterráneas esta vez), el primer ministro de aquel entonces -James Bolguer- se involucró personal y gallardamente en las reivindicaciones contra el gobierno francés -cuya presión, a través del gobierno de Gran Bretaña de entonces, lo obligó a dimitir, en 1997. También, en 1997, Nueva Zelanda salió de su "forzoso" y natural aislamiento geográfico cuando se inauguró en Auckland el Sky Tower, el rascacielos más alto del hemisferio sur, con una altura de 328 metros. También, en 1997, Nueva Zelanda salió de su "forzoso" y natural aislamiento geográfico cuando se inauguró en Auckland el Sky Tower, el rascacielos más alto del hemisferio sur, con una altura de 328 metros. Y llegamos al pasado mes de diciembre de 2001, luego de varios años sin que este lejanísimo país acuariano (su fiesta nacional es el 6 de febrero de cada año) -cuya hora oficial tiene una diferencia de ¡16 horas! con relación a Caracas, es decir, cuando son las 6 de la mañana aquí, son las 10 de la noche en Wellington, la capital neozelandesa- se haya mayormente manifestado, informativamente hablando, con excepción del año de 1999 cuando asumió por primera vez una mujer primera ministra, Jenny Shipley, actual jefe de gobierno (siendo jefa de Estado, por Constitución no escrita, otra mujer: la propia Reina Isabel de Inglaterra, debido a que Nueva Zelanda pertenece a la Mancomunidad Británica, al igual que Canadá, Australia, etc...). En este fuertemente contrastado mes de diciembre de 2001, pues, he aquí que ocurren dos acontecimientos, diametralmente opuestos aunque casi simultáneos (los designios de Dios son insondables). Primero, fue la consagración mundial de la película basada en la famosa novela con trasfondo gnóstico y graálico de J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos, del cineasta Peter Jackson, enteramente rodada en Nueva Zelanda en sus tres versiones: La Comunidad del Anillo (mundialmente inaugurada en diciembre), Las dos torres y El retorno del rey. Y segundo, la trágica y turbia muerte del gran navegante circunterrestre y connotado defensor de la ecología a nivel planetario: el comandante de nacionalidad neozelandesa Sir Peter Blake, ocurrido el pasado 5 de diciembre, en una pequeña población brasilera -Macapa- ubicada en la desembocadura el río Amazonas, a manos de una pandilla llamada "las ratas del agua"... Considerado por todos los entendidos como el nuevo Jacques Cousteau de la defensa del planeta Tierra a partir de su velero SeaMaster (Maestro de los Mares), Sir Peter Blake fue el último de estos caballeros mosqueteros que, al igual que el no hace mucho fallecido comandante Cousteau, había elevado el conocimiento y la defensa del medio ambiente a nivel planetario a su máxima expresión. Primero interesado en la arquitectura naval, y luego en la aventura por la aventura, Peter Blake llegó a ganar todos los más prestigiosos trofeos, en solitario y en equipo, a bordo de unos u otros veleros o catamaranes, en carreras de circunnavegación de nuestro globo terráqueo: la Withread, la Copa América (1995 y 2000); el Trofeo Julio Verne (1994) -consistente en dar la vuelta al mundo, ¡en vela y en solitario!, en menos de 80 días, para superar la hazaña del capitán héroe de la novela del escritor francés La vuelta al mundo en 80 días (récord, por cierto, detenido, en la realidad, desde 1997, por el navegante francés Olivier de Kersauson, en 71 días, 14 horas y 22 minutos). Sin embargo, con los años, al igual que el comandante Jacques Cousteau, Sir Peter Blake se había convencido de que nuestro planeta azul se hallaba en grave peligro de perder para siempre su equilibrio ecológico a raíz de la extrema contaminación observada, desde luego a partir de todos los satélites especializados pero, sobre todo, personalmente, en contacto directo, físico, visual, hasta alta mar, de este 70% de sus aguas que la constituye. Todo esto, a consecuencia de la extrema industrialización, en especial de la extrema irresponsabilidad de los países (¡y sus ciudadanos!) en la adopción de medidas para evitar la muerte orgánica de nuestra principal fuente de vida como son los océanos y todos sus afluentes... En su primera competencia en 1980, entre Sydney y Hobart (Australia y Tasmania, respectivamente), al que llegaron a apodar "Estrella de los Mares del Sur" le había llamado la atención lo que la prensa contaba sobre la destrucción progresiva de las grandes barreras de corales al sur y norte de Australia, debido a la acidificación de las aguas, consecuencia de las afluencias tóxicas en procedencia de las ciudades portuarias. En su vuelta a Australia, en 1988, había podido observar por sí mismo este fenómeno aparentemente irreversible, al sumergirse con su equipo de buceo. En su primera vuelta al mundo en equipo (en la competencia llamada Withread), en 1989, anotó en su diario de a bordo las grandes capas de algas muertas que flotaban en alta mar, así como las grandes capas bituminosas, resultado de accidentes o descargas ("limpieza") de los tanques de grandes petroleros en aguas internacionales. En su primera Copa América, en 1995, lo alertaron los gigantescos bancos de ballenas muertas observados en algunas playas o los ejercicios altamente tecnificados de barcos balleneros o atuneros dejando sin vida miles de kilómetros cuadrados en derredor... En su contacto durante años con el prestigioso comandante Cousteau, del que (luego de la muerte de su hijo predilecto) iba a ser el primer heredero -si no hubiese sido por mezquindades sucesionales-, realizó incontables programas de televisión y videos vendidos en decenas de países sobre el estado ecológico de nuestro planeta. Poco antes de rescindirse la creación de una fundación especial, auspiciada y financiada por la Fundación Cousteau, ya tenía planificada la pronta construcción del primer "Disneylandia Ecológico" mundial en el puerto suroccidental francés de La Rochelle. Para perfeccionar su preparación, se había retirado 6 años en Auckland para emprender una nueva vuelta al mundo, esta vez en misión científica, siempre a bordo de su Seamaster, un velero de 36 metros de largo, único en su género, a partir del cual quería concienciar al planeta entero para (según la fórmula escogida) "proteger la vida en el agua, sobre el agua y en torno al agua"... Sir Peter Blake, que unos años atrás había sido ennoblecido por la Reina de Inglaterra por su trayectoria como circunnavegante terrestre (de ahí su título de Sir), quería ser un nuevo salvador del planeta, por lo que esperaba trabajar intensamente en las zonas claves del ecosistema mundial, entre los cuales el Ártico y el Antártico. En este último caso, especialmente, en la zona emblemática del "continente blanco" -la Antártida- llamado Mar de Ross, que es la parte del territorio neozelandés administrativamente llamado Dependencia de Ross, de 730 mil kilómetros cuadrados, donde se encuentra la famosa Base Scott, en la isla de Ross, y punto de partida de gran parte de las expediciones científicas, aventureras y hoy hasta turísticas (¡más de 250 vuelos aterrizan anualmente en el Polo Sur!), hacia las montañas transantárticas y el Polo Sur. Todos territorios que Sir Blake también tuvo oportunidad de conocer, pudiendo observar y lamentar la lenta desaparición de muchas especies marinas como la ballena azul y unas especies de focas y pingüinos (como los pingüinos de Adelia); y, sobre todo, la creciente rarefacción de los bancos de Krill, base de la alimentación de todas las especies marinas en torno al Antártico. En este caso, como problemas derivados de los efectos del calentamiento global, en el que también está incluido, a la vez como causante y resultante, el enorme hueco en la capa protectora de ozono, que alcanza hoy millones de kilómetros cuadrados y cuyos efectos Blake también pudo anotar en su diario, sobre todo en época de verano en el hemisferio, encima de Antártica, Argentina, Chile y hasta parte de Uruguay, como parte de su nueva misión científica que había recibido, sea dicho de paso, el amplio respaldo del Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente -PNUE- del cual, desde el pasado mes de julio de 2001, era embajador honorario itinerante... La próxima misión de Peter Blake era remontar los principales ríos amazónicos para hacer las observaciones científicas correspondientes a su nuevo rol... Con esta intención, había llegado a la desembocadura del gran río Amazonas, cuando fue víctima (dos tiros certeros en medio de la noche selvática) de unas "ratas de agua" que, según reporte policial, desconocían la envergadura del personaje, ya nominado para varios galardones internacionales para 2002 -entre los cuales, el Premio Nóbel Alternativo de la Paz... Todavía está fresca en la memoria de los que seguimos los acontecimientos de esta índole en el mundo, el horrendo asesinato en los años 80 del mundialmente famoso dirigente de los Seringueiros del Mato Grosso brasilero: Sergio Méndez, quien murió por oponerse tenazmente a la explotación industrial a ultranza de la resina de los árboles de la Amazonia brasilera... No quisiéramos pensar mal... pero, en el caso de Peter Blake, no podemos evitarlo... En su último diario de a bordo (que nuestros lectores podrán leer conectándose a http://www.blakeexpedition.com), Sir Peter Blake dejó algunas notas sueltas escritas en suelo brasilero: anotaba el fuerte olor y el espeso humo que flotaba encima de la selva amazónica ("inundando y contaminando en permanencia el aire y nuestra cabina"); también recordaba entre otras cosas que "...la calidad del agua es un elemento fundamental en la salud de nuestro planeta...", y, de paso, regalaba estas reflexiones a modo de receta en la lucha por la vida: "...Para ganar, se debe creer en la victoria. Hay que desear apasionadamente el resultado anhelado, aun si esto significa años y años de lucha. Lo más difícil es empezar. Hemos empezado... Nuestra aventura está en marcha con la misma pasión con la que hemos empezado...". ** J. P. Leroy avila2003@cantv.net Periodista francés (Bordeaux). Reside en Venezuela desde 1978. Trabajó como asistente de corresponsales de prensa en el Medio Oriente y fue fundador de la Agencia Internacional de Prensa Alternativa. En Venezuela ha trabajado para la Cadena Capriles y para periódicos como El Diario de Caracas, 2001, Daily Journal y El Mundo. Además es director ejecutivo de la Fundación de Divulgación Científica y cofundador de la Sociedad Mundial del Futuro de Venezuela. Fue director de la revista Cábala. Actualmente es asesor comunicacional de la Dirección de Prensa de la Universidad Central de Venezuela. Ha publicado los libros Breves noticias de la India, Contacto divino en Caracas, El apocalipsis como negocio, Mi primer viaje a la India y Una nueva manera de pensar: las noticias. === Un premio en las estrellas Dixon Moya ============================ (Nota del editor: al cierre de esta edición sobrevino la muerte del maestro Manuel Zapata Olivella. Este artículo del diplomático y escritor colombiano Dixon Moya, previsto para este número de Letralia desde mucho antes, mantiene el tono original de su autor, hablando de Zapata Olivella en presente, como le recordarán por siempre quienes le conocieron en el ámbito humano y en el literario). El Planetario Distrital en Bogotá es uno de mis sitios favoritos. De niño, se me antojaba un lugar mágico, en el cual podía ver de cerca los lejanos astros. Este emblemático edificio que guarda los secretos de las estrellas fugaces fue el marco de celebración, en reciente fecha, del III Premio Nacional de Literatura de Colombia, galardón que se otorga por voto popular y que en esta ocasión recayó en la figura legendaria de Manuel Zapata Olivella. En sus primeras versiones fueron premiados Germán Espinosa y David Sánchez Juliao. Manuel Zapata Olivella no sólo es escritor, es negro. Ese detalle no debería tener importancia, podría ser verde esmeralda, rojo bermellón, azul turquesa, pero lamentablemente vivimos en un mundo que a pesar de ser multicolor persiste en dividirse en blanco y negro, como si fueran los blasones de otros dualismos, belleza/fealdad, bondad/maldad, riqueza/miseria. La verdad es que Zapata Olivella es la voz escrita de las negritudes en Colombia, lo que dentro de nuestra maravillosa diversidad étnica se denomina lo afrocolombiano. Los afrocolombianos son los descendientes de los esclavos que llegaban a Cartagena de Indias y se enviaban a las haciendas azucareras del Valle del Cauca, las plantaciones bananeras del Urabá, las minas de Antioquia. Gente alegre y creativa que ha aportado mucho al progreso de Colombia. Algunas de las mayores glorias colombianas han sido negras: el primer héroe marítimo, el almirante José Prudencio Padilla, libertador de mares, ríos y lagos americanos; campeones deportivos como el "Kid" Pambelé o "Rocky" Valdés; el "Tino" Asprilla, Freddy Rincón o el "tren" Valencia, para nombrar sólo tres baluartes de la selección colombiana de fútbol de los años 90; la medallista de oro olímpica María Isabel Urrutia, el beisbolista Édgar Rentería, músicos de la talla de Joe Arroyo, y se quedan muchos nombres en el tintero. Manuel Zapata Olivella nació el 17 de marzo de 1920 en Lorica, departamento de Córdoba, tierra ganadera, artesanal y musical. Luego se trasladó a Cartagena de Indias, en donde comenzó a impregnarse de la historia y vivencias de la gente de su raza. En la Universidad Nacional en Bogotá estudió medicina, profesión que ejerció, aunque seguramente con el correr de los años ha curado más enfermos con sus obras literarias que con sus prescripciones. En todo caso, resulta una afortunada coincidencia escribir con manos de curador. Zapata Olivella empezó narrando sobre reivindicaciones sociales y revoluciones fracasadas, como se refleja en su novela La calle 10, pero luego se concentró en su gran preocupación temática, la cosmología negra, la cultura de esa raza trasplantada a la fuerza desde África, que ha trascendido en expresiones artísticas como la música, la danza, la tradición oral. El fruto de dicho interés es una gran novela, la epopeya titulada ¡Changó, el gran putas!, una extensa obra que parte desde los orígenes africanos, pasando por las historias de los negros cimarrones en Cartagena, la independencia haitiana, hasta llegar a la lucha contra la segregación en Estados Unidos. Otras obras de su autoría son Tierra mojada, Chambacú, corral de negros y En Chimá nace un santo, esta última fue finalista en dos concursos legendarios, el Esso de 1963 ganado por García Márquez con La mala hora y el Seix Barral cuyo primer puesto fue para La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa. A Zapata Olivella lo conocí una tarde hace varios años en las oficinas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia; compartíamos un curso de inducción de las funciones consulares, él había sido designado como cónsul en Puerto España (Trinidad y Tobago) mientras yo me preparaba para prestar mis servicios en Ciudad Guayana (Venezuela). Lo noté taciturno, sentado con los ojos cerrados, no quise molestarlo, quizás estaba cavilando en las leyendas mitológicas de la gran nación negra, esparcida por el mundo. El Premio Nacional de Literatura en Colombia lo organiza la Fundación Libros y Letras, grupo de quijotes liderado por el periodista cultural Jorge Consuegra, quien tuvo la buena idea de organizar un reconocimiento a nuestros creadores por votación popular. Este premio se concede anualmente a los escritores colombianos vivos, menos al mayor de todos, Gabriel García Márquez, por su renuencia personal a participar en premios o concursos. Seguramente desde el Planetario Distrital, el día de la ceremonia de premiación, llegaron al oscuro firmamento las letras escritas con tinta negra, las palabras del gran Zapata Olivella. ** Dixon Moya dixonm@hotmail.com Diplomático colombiano aficionado a la literatura. Fue cónsul de Colombia en Ciudad Guayana (Puerto Ordaz, Venezuela) y actualmente desempeña un cargo diplomático en Nicaragua. Ha publicado artículos en revistas de su país. === Robert Walser o Los manotazos del instante Vanesa Guerra ========= "...de repente se apoderó de mí un inefable sentimiento del mundo y una sensación de gratitud, unida a él, que brotaba del alma con violencia...". "Y ahora a seguir paseando. Es divinamente hermoso y bueno, sencillo y antiquísimo, ir a pie". El paseo. Robert Walser Diríase el escritor del éxtasis, o quizá el escritor del exceso. Nunca eclipsado en su prosa, es quizá uno de los huérfanos de todos los grandes padres. Huérfano que fue generoso en paternidad con Kafka y con todos los hijos de Kafka. Robert Walser nació en Suiza en el año 1878, un 15 de Abril en Biel, cantón de Berna. Utilizar el verbo nació no significa que haya encontrado la vida o la que la vida lo haya encontrado a él. Excepto que aceptemos esta variable: encontró la vida como una sucesión de instantes, y esto va escrito al pie de la letra. Una sucesión de instantes no es una historia y una historia tampoco es una sumatoria de instantes. En todo caso para acercarnos a una figura que familiarice con esta idea deberíamos remitirnos a Zenón y a una de sus aporías, aquella de Aquiles y la Tortuga. Recordemos: ¿por qué Aquiles nunca gana la carrera? ¿Porque la tortuga es más veloz? No. ¿Porque Aquiles le dio diez metros de ventaja? No. ¿Por el talón? (bueno, eso se acerca, pero nos desviaría por atroces rodeos psicoanalíticos emparentados con la castración o con las consecuencias de su desestima). Así que tampoco. La paradoja de algún modo reside en aceptar un espacio limitado, medido en metros, supongamos, pero infinitamente ilimitado entre metro y metro, centímetro y centímetro, milímetro y milímetro, etcétera. Con lo cual el movimiento no existe en un plano, pero sí en otro. Dicho de otra forma, pasar del uno al dos o del dos al tres es sencillamente imposible. El movimiento queda en el uno y en su infinita variación. Walser paseaba que no significa pasar. Paseó toda su vida, escribió sus paseos o sus paseos lo escribieron a él y halló la muerte en esa práctica, paseando. En la navidad de 1956, en los alrededores del asilo psiquiátrico que lo hospedaba, se encontró el cuerpo solitario de Walser sobre la nieve. Hasta donde se ha leído, hasta donde se ha pensado, se acepta que esa muerte estaba anunciada en su escritura. Varios académicos coinciden en que el preludio a su propio acabar con la vida se anticipa en la novela Los hermanos Tanner. Quizá fuera ésa una de las posibles formas de pasar. El movimiento de Walser no es el paseo que alguien daría en una ciudad o en un pueblo, sino la habilidad única de dar dimensiones temporales y espaciales a una imagen con la que se topa y se fascina. En una imagen está el todo. Eso es el éxtasis. El éxtasis detiene el tiempo pero ocupa todo el espacio fuera del tiempo-espacio. Digamos que escenifica un tiempo hecho de puro pensamiento, algo pleno en su captura, pero intensamente fugaz. Las caminatas por el pensamiento (Le Poulichet) de Walser tienen como único soporte material la escritura y de la escritura el cuerpo. De modo que Walser -la operación Walser- es una imbricación de pensamiento y escritura yo-cuerpo, es en ese punto donde Walser se reconstruye a sí mismo para deshacerse y rehacerse afuera en el paseo-escritura donde se compone en el encuentro fugaz y fortuito con el instante del mundo; con las formas del mundo jamás se entendió, no se historiza en él, con las variadas formas del mundo se fascinó, se extasió -que es muy distinto. En el éxtasis hay algo del orden de lo insoportable, algo que no se inscribe, que no deja huella, que captura y fusiona. El paseo de Walser no es un recorrido que hace una pequeña historia, sino que es una sucesión de instantes que transcurren y se disuelven permanentemente. Al mismo tiempo es Walser narrador quien transcurre y se disuelve una y otra vez. La fascinación abarca el tiempo y en esa disolución de cortes la eternidad ha de ser un instante, algo fugitivo, una fusión con el universo. Incrustada en el exceso nos remite a una mística. Por eso decimos que no hay historia y decimos que hay instante y éxtasis. Todo recuerdo quita la categoría de fascinación, le sustrae su atributo pues lo ubica en una dimensión temporal que luego deviene en una inscripción. Digamos que allí, en esa operatoria, podemos diferenciar el rememorar de la reminiscencia. Exiliado de la historia y anclado en la reminiscencia Walser opera y lleva -desgarrado en su propio salvataje- el acto de la escritura. Un manotazo al mundo. Y agreguemos, por si acaso, la siguiente redundancia: la historia es posible sólo para un yo que la organiza. Fuera del yo hay instantes, alboroto, arrebato. El yo walseriano es la escritura y de la escritura su paseo, paseo por la lengua, paseo por la palabra que va quedando una detrás de otra como Aquiles tras la tortuga. Pero algo ocurre. Walser reinventa la lengua, reinventa en el hospicio su escritura, hace un pasaje al extremo primario del narcisismo, una lúdica infantil, o genial. En el año 1929, a los 51 años, el escritor fue internado en un hospicio de Waldau para luego ser trasladado en 1933 a un psiquiátrico de Herisau, Appenzell. De su escritura sólo quedan papeles con letras abigarradas, que no superan el milímetro. Walser implosiona y manejará el tiempo y el espacio desde un exilio social bajo las síntesis de un yo precario, desgarrado, anclado en el presente ahistórico que impondrá una nueva fórmula antes de ahogarse en la anarquía, o quizá en la suspensión del deseo de escribir. Consta en una carta anterior a la internación -en la que varía el yo con una tercera persona- que el escritor tuvo un desencuentro con la herramienta, con la pluma, haciendo un penoso pero liberado pasaje al lápiz. Lo cierto es que la miniaturización de su escritura es anterior a la internación, pareciera que data de 1924. Sylvie Le Poulichet, en un magnífico ensayo sobre los procesos de engendramiento de cuerpos extraños, conjetura que puede existir una producción micrográfica anterior, quizá perdida, dado que en 1912 Walser sufre lo que él llama una crisis de la pluma, para inventar el método del lápiz o lapizura. A medida que el tiempo avanza, la escritura walseriana se empequeñece más y más y los tiempos empleados para realizarla son cada vez más y más lentos. Quizás si no se hubiera tratado de Robert Walser, esos papeles que fueron considerados en principio como un intento propio de curación psicótica, por ilegibles, por imposibles, por acceder a la categoría de garabatos, ningún investigador hubiera ofrecido su deseo de apostar curiosidad a su cifra hermética. En 1967 un grupo de investigadores se reencuentra con los 526 papeles (microgramas) que Walser dejara, extremadamente prolijos, notas escritas en una lengua no humana, o mejor dicho cifrada, una suerte de acertijo de aquel que denunció lo angustioso de no ser leído ni aceptado en su tiempo. Como tantos otros marginados, Walser dio su golpe desde el hospicio, tal vez sin conciencia de sus actos, pero soberano y libre en su deseo. Lo que se creyó un garabato demencial fueron sus últimos textos escritos en un alfabeto de propia invención, de caracteres pulcros y distinguidos, pequeños, irremediablemente minúsculos, sólo aptos u ofrecidos para aquel que deseara leerlos. *** Bibliografía del autor y comentarios citados por Carl Seelig en la obra Paseos con Robert Walser (texto de carácter histórico y testimonial, compuesto en el tiempo de internación de Walser, a quien se le autoriza durante veinte años a pasear durante el día con Seelig a condición de regresar, ya entrada la noche, al hospicio. Editado por Siruela, 2000. Traducción de Carlos Fortea). Novelas: - Los hermanos Tanner (Geschwister Tanner), 1907 (Alfaguara, 1985; Siruela, 2000). "...La escribí en Berlin, en tres o cuatro semanas, de un tirón, por así decirlo. Algunas partes, que Bruno Cassirer (editor) encontraba demasiado aburridas, fueron eliminadas por él, como el episodio en el que Simon encuentra en la estufa el manuscrito de un comisionista. Apareció después en la revista März, que coeditaba Hermann Hesse..." (16 de mayo de 1943). - El ayudante (Der Gehülfe), 1908 (Alfaguara, 1982; Siruela, 2001). "...Es una novela enteramente realista. Casi no necesité inventar nada. La vida lo hizo por mí... Todo romanticismo estuvo lejos de mi mente en esa novela..." (27 de julio de 1943). "...Max Liebermann me dijo de esa novela que era mortalmente aburrida en cambio le gustaba el Jacob von Gunten, para el que reuní observaciones siendo alumno de un instituto que tiene alguna similitud con el descrito en la novela..." (16 de mayo de 1943). "...Aún tengo que contarle lo rápido que escribí El ayudante. Como usted sabe, la editorial Scherl me invitó a tomar parte en un concurso de novela. Bueno, ¿por qué no? Pero no se me ocurría otro tema que mi relación laboral como empleado en Wädenswil. Así que la escribí, y directamente la pasé a limpio. En seis semanas la tenía lista..." (26 de septiembre de 1945). - Jakob von Gunten, 1909 (Alfaguara, 1989; Siruela, 1998; Quaderns Crema, en català, traducción de Teresa Vinardell). "...Es una fantasía poética. Algo temeraria, ¿verdad? Entre mis libros de mayor extensión, es mi favorito... Cuanto menos acción hay y más pequeño es el entorno que precisa un poeta, tanto mayor suele ser su talento. Desconfío de antemano de los escritores que se exceden en la acción y necesitan el mundo entero para sus personajes. Las cosas cotidianas son bastante bellas y ricas como para poder sacar de ellas chispazos poéticos..." (3 de enero de 1937). Seelig: "...Le digo que probablemente debe a Franz Kafka su popularidad en Praga; había sido un degustador de sus impresiones berlinesas y del Jacob von Gunten. Pero Robert hace un gesto de desdén; apenas conoce la obra de Kafka..." (27 de julio de 1943). - Theodor, 1922 (¿?). Seelig: "...Me atrevo a preguntarle por qué nunca se publicó su novela Theodor, de la que leyó fragmentos en Zurich en marzo de 1922. Para mi sorpresa, (Walser) responde con amabilidad: -Una vez terminado el manuscrito lo envié a la editorial Grethlein, que no quiso editarlo. No sé dónde fue a parar después. -En 1923 -le recuerdo- Max Rychner publicó en su revista Wissen und Leben dos episodios de esa novela, entre ellos el fragmento en el que Theodor cuenta en primera persona cómo llega buscando trabajo a una galería de arte de Berlín. -Pero Robert hace un gesto de desdén: -Assez de ces temps passés..!" (27 de diciembre de 1953). - El bandido (Der Räuber), 1925 (¿?; primera edición, 1972; Siruela, 2004). Vale nuestro comentario: Entre los microgramas encontrados tras la desaparición del escritor, se pudo confirmar que varios de los manuscritos abigarrados formaban parte de copias sobre su propia obra ya editada; Le Poulichet nos habla de recopiado -más adelante citaremos sus postulados*-, otros autores proponen la idea de borradores. Sin embargo, entre el manojo de papeles también fueron hallados escritos originales, por supuesto inéditos que conforman la novela El bandido, otorgándosele de esta manera el carácter de obra póstuma. Sepamos, además, que Walser, en sus conversaciones y paseos con Carl Seelig, nos cuenta que mientras estuvo internado en el hospicio de Waldau escribió más de cien poemas que ningún editor alemán quiso publicar. Recordemos que Walser escribía en alemán y nunca en el dialecto de lo que él llamaba "el pueblo". Para la primera edición de 1972, Jochen Greven y Martin Jügens hicieron posible ese magno trabajo de interpretación, edición, establecimiento de texto, trabajo que comienza en los alrededores de 1966-67. A su vez Greven reconoce que la labor definitiva, en lo que refiere a la novela El bandido, se debe a la investigación que llevaron adelante Bernard Echte y Werner Morlang entre los años 1980 y 1990 (ver Nota del editor [J. Greven] para El bandido de Robert Walser, premio a la mejor labor editorial cultural 2003, editorial Siruela, 2004). - Las escenas de Félix (Die Felix Szenen), halladas entre los microgramas escritos entre 1924 y 1933. Relatos: - Los cuadernos de Fritz Kocher (Fritz Kochers Aufsätze), 1904 (Pre-Textos, traducción de Violeta Pérez y Eduardo Gil Bera; Quaderns Crema, en català, traducción de Teresa Vinardell). Las composiciones de Fritz (Eudeba, traducción de Helena Graciela Cisneros). Seelig: "...La editorial Insel había publicado en 1904, con once dibujos de su hermano Karl. Jamás había visto los honorarios de ese trabajo, y como se quedó en las librerías, lo habían saldado bastante pronto. El mantenerse al margen de los círculos literarios le había causado graves perjuicios financieros, pero el divismo en boga en tantos lugares sencillamente le asqueaba..." (26 de julio de 1936). Walser: "...Fue saldada a unos grandes almacenes de Berlín. Pero aun así editó mis primeros poemas, con los dibujos de Kari (Karl). Otto von Greyerz (crítico) me sacudió de tal modo en Bund a causa de mi poesía que la gente que se sentaba conmigo en el Blauen Kreuz de Biel se ponía pálida al contarme la crítica. ¿Los habitantes de Zurich? No llegaron a conocer mis poemas. Por aquel entonces, todos estaban entusiasmados con Hesse. Me dejaron resbalar sin ruido ni joroba..." -Hesse admiraba la obra de Walser (16 de mayo de 1943). Walser: "...La gente está más orgullosa de sus vicios que de sus virtudes, especialmente durante la juventud. También yo fui así en una ocasión: en la época en que, en Zurich, me trataba con toda clase de tipos relajados e impertinentes, abandonaba mis empleos para componer versos y escribí Los cuadernos de Fritz Kocher..." (5 de febrero de 1950). - Vida de poeta, 1914-1918 (Alfaguara, 1989). En la reseña que escribiera Hermann Hesse para esta obra, leemos: "...Si los poetas como Walser se contaran entre los espíritus que gobiernan, no habría guerras. Si tuviera cien mil lectores, el mundo sería mejor. Sea como fuere, el mundo está justificado por haber gente como Walser". Fuente: Historias de amor, Robert Walser -compilación de relatos en conmemoración a los 125 años de su nacimiento. Editorial Siruela, 2003. - El paseo (Der Spaziergang), 1917 (Siruela, 1996; traducción de Carlos Fortea). Seelig: "...A mi noticia de que un joven poeta inglés, Christoher Middleton, profesor de literatura en Londres, ha traducido al inglés con admirable compenetración El paseo y Kleist en Thun, responde únicamente: '¡Vaya, vaya!...' " (Viernes Santo de 1955). - La rosa (Die Rose), 1925 (Siruela, 1998). - Poemas, 1909. Citamos a María do Cebreiro Rábade Villar, La muerte por la nieve: "...A medio camino entre lo poético y lo narrativo (en su dimensión teatral) se hallan los cuatro dramas en verso que, bajo la novedosa denominación genológica de 'dramolette', vieron la luz en la revista Die Insel, entre 1900 y 1902. La obra 'Blancanieves' forma, pues, parte de una tetralogía integrada también por 'Los muchachos', 'Cenicienta' y 'Poeta'...". Walser: "...Mis primeros poemas, tal como se publicaron, los escribí pasando frío y hambre, viviendo retirado como un monje. Sin embargo, después también he escrito poemas, especialmente en Biel y Berna. Incluso en el sanatorio de Waldau (1929-1933), donde produje casi cien poemas. Pero los periódicos alemanes no quisieron saber nada de ellos. Mis clientes eran el Prager Presse y el Prager Tagblatt, dirigidos por Otto Dic y su amigo Max Brod. A veces también Kurt Wolf publicó algunos versos míos en sus anuarios..." (27 de julio de 1943). *** Variaciones de una idea Leer la obra gestada entre Seelig y Walser nos adentra no sólo en la relación afectiva de esos dos hombres que intercambiaron ideas y paseos durante veinte años. Seelig es capaz de crear un territorio receptivo para un Walser que se debate entre una quietud de su escritura pública, a la que dice haber renunciado, y una secreta micrografía. Creemos que sería desatinado, y quizá estéril, sostener que hay contradicciones en lo que refiere a la concepción que Walser tenía sobre el arte y la escritura. Hay dos ideas permanentes, dos núcleos verdaderos, que se extreman a tal punto que es el mismo Walser quien si aparece en uno desaparece en el otro. En estos dos núcleos Walser habla de su escritura. En uno de la propia, en el otro de la modalidad que no tuvo y supone ajena. Por ejemplo, en el paseo del 3 de enero de 1937 sostiene: "Si volviera a tener 30 años, no volvería a escribir sin objeto, como un muchachuelo romántico, solitario y despreocupado. No se puede negar a la sociedad. Hay que vivir en ellas y luchar por ella o contra ella. Ése es el defecto de mis novelas. Son demasiado extravagantes y demasiado reflexivas, y su composición es a menudo demasiado descuidada. Envuelto en la legitimidad artística, me dediqué simplemente a improvisar...". El 27 de junio del mismo año plantea "...Todas esas gentes encantadoras que creen poder mandarme y criticarme son adeptos fanáticos de Hermann Hesse. No confían en mí; para ellos no hay más que dos opciones: o escribes como Hesse o eres y serás un fracasado. De esa forma extrema me juzgan. No tienen confianza en mi trabajo. Y por esa razón he ido a parar al sanatorio...". El 23 de abril 1939 define: "...el artista tiene que extasiar o atormentar a su público". El 10 de setiembre de 1940: "...Jamás he escrito en dialecto, con toda intención. Siempre me pareció una indecente concesión a la masa. El artista tiene que guardar las distancias respecto a ella. Tiene que sentir respeto por él. Tiene que ser un verdadero idiota para construir su talento sobre la idea de acercar su literatura al pueblo, más que a los demás. Los creadores deben sentirse básicamente obligados a pensar y actuar noblemente y aspirar a la grandeza". El 28 de enero de 1943 le explica a Seelig: "...¿Sabe por qué nunca llegué a la cumbre como escritor? Se lo voy a decir: porque tenía muy poco instinto social. Actué de espaldas a la sociedad. Seguro que fue así, hoy lo veo con toda claridad. Me entregué demasiado a mi personal placer. Sí, es cierto: tenía condiciones para convertirme en una especie de vagabundo y apenas me resistí a ello. Este aspecto subjetivo irritaba a los lectores de Los hermanos Tanner. En su opinión (la del público), el escritor no puede perderse en lo subjetivo. Consideran un exceso dar tanta importancia al propio yo, cuán equivocado está el creador cuando supone que el mundo se interesa por sus asuntos privados". En mayo de 1943: "...las naturalezas creativas no son especulativas. Eso las distingue de los imitadores...". El 2 de enero de 1944: "...En Hersiau no he escrito nada más. ¿Para qué? Mi mundo fue destruido por los nazis. Los periódicos para los que escribía han desaparecido, sus redactores fueron perseguidos o han muerto. Me he convertido casi en una estatua...". El 3 de noviembre de 1947: "...Hoy los escritores aterrorizan a los lectores con sus aburridos ladrillos. No es signo del buen gusto de los tiempos que la literatura tenga esos ademanes imperiales. Antes era humilde, de buen natural. Hoy tiene maneras de soberana. El pueblo debe estarle sometido. Es una evolución insana...". Diciembre de 1949: "...Cuando los artistas no mantienen una relación de tensión con la sociedad, se paralizan con rapidez. No pueden dejarse mimar por ella, porque entonces se sienten obligados a plegarse a las circunstancias dadas. Nunca, ni siquiera en los períodos de mayor pobreza, me dejé comprar por la sociedad. Siempre antepuse la libertad personal...". El 12 de abril de 1953, Seelig: "...El propio día del 75º aniversario, el humor de Robert era más bien insufrible, según un informe del doctor Steiner. Si se intentaba hablar con él de los honores que ese día se hacían a su persona en los periódicos y en la radio, respondía: '¡Eso no me importa nada!'...". *** Notas sin numerar y enlaces a otros trabajos sobre el autor En el ensayo La muerte por la nieve, una aproximación a la poética expresionista de Robert Walser, María do Cebreiro Rábade Villar puntualiza y trabaja otro anclaje en la anticipación de lo que fuera el final de la vida de Robert Walser. La autora lo ubica en un poema anterior a la novela Los hermanos Tanner. Leemos: "Una vida en el margen como preparación a una muerte en la nieve. Nieva que nevará, la tierra se repliega en un lamento blanco, allá a lo lejos. Vacila bajo el cielo el hervidero de copos en un ay, nieve, la nieve. Ofrenda de una calma y de una amplitud inédita, me ablanda el mundo blanco de la nieve. Mi ansiedad diminuta se agiganta y en lágrimas se ahoga lo más hondo. El poema anterior, publicado bajo el título de "Nieve", no por literal menos simbólico, pertenece al poeta, narrador y dramaturgo suizo Robert Walser (1878-1956). Aducidos aquí como preludio lírico a la obra de un escritor injustamente olvidado, estos versos pueden ser leídos, además, como un "auto-epitafio", en donde la palabra poética -que parece recuperar algo de su primigenia función mágica- adquiere casi el valor de profecía, anunciando, en sordina, el sino trágico del autor...". Enlace: http://www.cdecritica.com/dossiers/006dBN2.htm En el ensayo Literaturas nómades, ciudades, textos y derivas, escrito por Belén Gache, reconocemos una interesantísima propuesta. Leemos: "...El siglo XX a la deriva: Walser, Joyce y Benjamin. A comienzos de la década del 20, las caminatas eran el centro no solamente de los libros de Robert Walser sino también de su propia vida solitaria. El poeta suizo parecía apegarse ontológicamente a la deriva, rebotando de una ciudad a otra, de un empleo a otro. Mientras lo hacía, miraba todo desde la perspectiva del que se encuentra fuera, con la fragmentación propia del que contempla las cosas sólo de paso. Durante sus paseos, pasaban ante su mirada tanto las absurdas convenciones sociales como las maravillas que la vida le ofrecía. Los recorridos errantes de Walser van trazando un dibujo de trayectos individuales que queda grabado como un mapa en la memoria, construido a partir de desviaciones e intersecciones. Posible itinerario al azar dentro de la multiplicidad de posibles caminos imaginables, esos recorridos son el paralelo de la pluralidad de elementos que definen el yo como una realidad compuesta, transitoria y efímera. También son el paralelo de un deseo que se manifiesta únicamente como desplazamiento incesante. Además, en Walser el texto mismo se presenta como un deambular dentro de la página, sus hojas cubiertas por completo con minúsculas letras trazadas a lápiz, continuas, ininterrumpidas y prácticamente ilegibles: los Microgramas. James Joyce, por su parte, espacializará la trama de su Ulises, proyectando la sucesión del tiempo (el día 16 de junio de 1904) sobre el mapa de Dublín. El capítulo 10, especialmente, está construido a partir no desde el punto de vista de un paseante sino del de diecinueve paseantes que entrecruzan sus caminos. Los itinerarios de los personajes se entretejen unificados por dos itinerarios principales: el del padre Conmee y el del cortejo del virrey, o sea, el de la Iglesia y el del Estado. Joyce, quien redactó el capítulo frente a un mapa de Dublín, procedió aquí a partir de una estrategia de inventario donde los nombres de calles, monumentos, iglesias, parques, cantinas, van proyectando la ciudad en la mente del lector. La calle, el pasaje, el portal, el laberinto, serán también temas recurrentes en los ensayos de Walter Benjamin. En su infancia en Berlín, menciona que el "arte de perderse" en la ciudad lo aprendió tarde, cumpliendo el sueño de los diseños de laberintos que realizaba sobre el papel secante de los cuadernos de su infancia. Dicho libro es, en sí mismo, un itinerario cuyos puntos en el recorrido están marcados por lugares significativos como calles, edificios, monumentos, formando así el mapa de una ciudad cartografiada en la memoria a partir de recorridos individuales. El tiempo de la memoria aquí se espacializa. "Las metáforas recurrentes de los mapas y diagramas, de las memorias y sueños, de los laberintos y arcadas, de las vistas y panoramas, evocan cierta visión de las ciudades a la vez que cierta clase de vida...", dirá Benjamin, quien admite además que fue la ciudad de París la que le enseñó el verdadero arte de vagabundear, la París de la Nadja de Bretón y de Le Paysan de Paris de Aragon...". Enlace: http://www.limb0.org/cuadernos/primavera03.pdf * Retomando nuestro comentario sobre los postulados de Sylvie Le Poulichet, reproducimos el siguiente párrafo de la obra El arte de vivir en peligro. Del desamparo a la creación, 1996 (Editorial Nueva Visión, 1998, Buenos Aires): "...A primera vista, Walser intentaba con ello curarse de la velocidad y la seriedad. Necesitaba más juego, más retozos, para salvar su escritura. El anclaje del cuerpo en el lenguaje, y a la vez la articulación del tiempo y el espacio, parecen haber vacilado fuertemente durante ese "hundimiento". Luego de que durante algunos años su pluma fluyera con gran libertad, Walser debía ahora recopiar, como si hubiera que reconstruir un tiempo y un espacio. A fin de salvar el cuerpo y el lenguaje iba a tener que hacer cada vez más lenta y diminuta su escritura. Además, en lo sucesivo tendría que introducir en sus microgramas verdaderos envíos al lector, en vez de entregarse pura y simplemente a bruscos estallidos anónimos de felicidad, inmersas en declaraciones de amor por nada y sin destinatarios. Walser se aferra desesperadamente a su papel y su lápiz, como si no quisiera ya precipitarse íntegra e inmediatamente en instantes incandescentes y éxtasis solitarios. De tal modo se impone restricciones: por ejemplo, en lo sucesivo el lápiz debe trazar letras góticas, tras lo cual él comprimirá al extremo esta escritura copiada y luego elegirá como soportes formatos minúsculos y papeles ya cargados de un pasado: publicidades de revistas, cartas de editores o sobres (...)". En un gratísimo ensayo sobre Walter Benjamin, Susang Sontag relaciona a Walser y a Benjamin: "La calle, el pasaje, la arcada, el laberinto, son temas iterativos en sus ensayos literarios y, especialmente, en el proyectado libro sobre el París decimonónico, así como en sus piezas de viaje y sus reminiscencias. Robert Walser, para quien andar fue el centro de su recluida vida y sus maravillosos libros, es un escritor a quien habríamos deseado que Benjamin hubiese dedicado un ensayo más largo...". Bajo el signo de Saturno, Susan Sontag, 1972 Ed. Edhasa, 1987. Buenos Aires. *** Comentario final Para el lector argentino, la obra de Robert Walser ha sido monopolizada por la Editorial Siruela, cuyas ediciones, es sensato aclararlo, son de un cuidado sin par. La excepción a esta centralización de la obra en nuestras latitudes es la ya mencionada edición de Eudeba -ver Los cuadernos de Frizt Kotcher. Lo cierto es que el resto de los libros son importados, lo que significa, en la despiadada economía de nuestro país, que la obra no resulta de acceso masivo. Es posible, nunca certero, que Robert Walser no sea un autor para las masas, no obstante, existe un impedimento anterior que contribuye al desconocimiento de la obra, vida y pensamiento del escritor suizo; por otro lado esta circunstancia alimenta la creación fantasmática de hacer de este autor no sólo un escritor de culto, sino de recrear sobre él una suerte de leyenda, cuando no de extrañas confusiones, más hijas de la ignorancia que de la lógica que produce un mito. A tal punto, podríamos decir que hoy día los lectores de Walser viven la inversa del sufrimiento que en vida padeció el autor, comprar uno de sus libros, para más de un lector ha de ser motivo de ahorro, o de postergación. Las ideas walserianas sobre la época no redimían los usos, más bien los estallaban; el costo, como hemos dicho, fue su implosión, la internación, los microgramas. Leer hoy a Walser es sumamente apreciable, porque se zambulle en el otro plano de las cosas y otorga una intensidad que hace de los instantes-éxtasis una obscenidad necesaria de ser concebida en nuestra cultura. Como ha planteado Volker Michels, Walser "creó una obra que se puede entender como una grande y única declaración de amor". ** Vanesa Guerra vguerra@comnet.com.ar Escritora argentina nacida en 1965. Psicoanalista de profesión. Codirige la revista transdisciplinaria Con-versiones (http://www.con-versiones.com). Su libro Metáforas del lunar conyugal fue publicado en 2000 por la Editorial Nueva Generación. Fue finalista en 2001 del Concurso de Novela La Resistencia, de Editorial Alfaguara y Elfoco.com, en México. === Lenguas relegadas Víctor Corcoba Herrero ========================= Se dice que el habla es lo mejor y también lo peor que poseemos. Nuestro refranero así lo sentencia: la lengua no tiene hueso, pero corta lo más grueso. Lo que viene a decir que las palabras pueden ser tan hirientes como el mejor cuchillo. Ciertamente, una vez sembradas, tanto por el mar del aire como por el cielo del papel, a través de sus variados canales, toman vida propia al igual que una planta. Una existencia que radiografía nuestra manera de pensar y decir, de ser y actuar. Son latidos que forman parte de nosotros. Por eso, estimo vital, proteger y cuidar el aroma de los distintos lenguajes, sus tonos y timbres, las locuciones y jergas, los idiomas y semblantes, el habla y los dialectos, los dejes y los dichos. Es una forma de comprender otros abecedarios, otras formas de sentir, para en el fondo entenderse. Ya se sabe que la palabra nos distingue y diferencia. El idioma de cada cual nos revela estilos variados, estremecimientos diversos y sensaciones distintas. Por desgracia, estudios recientes nos alertan sobre el ocaso de algunos lenguajes. Dicen que más del sesenta por ciento de los idiomas hablados en todo el mundo corren peligro de desaparecer. Ante la funesta situación, pienso que, al igual que se salvaguarda el patrimonio histórico, también debiéramos amparar las tradicionales formas de comunicación humana. Somos pura expresión. A sabiendas de que toda lengua es un mar, en la cual viven olas y alas, horizontes y universos, los labios del que habla, convendría poner a salvo las sílabas del pensamiento injertadas en las lenguas maternas. Habría que impulsar sistemas de educación multilingües, sobre todo de aquellos lenguajes que tienden a desaparecer, para no perder identidades que nos enraízan. A partir del momento en que se cultiva la palabra, brota el temple humano, en un mundo que es de todos. Ninguna voz debe excluirse. Cada día es más creciente el cauce migratorio, lo que conlleva el germen de una sociedad plural, que nos exige poner el acento en las semejanzas, sin negar las diferencias, entre las que suele estar el idioma. Quizás no sea tan saludable para la vida en convivencia adaptarse a todo, a la lengua predominante en la que uno vive, perdiendo así importancia las jergas en la que uno fue creciendo. Abrir el árbol genealógico de los lenguajes, lenguas y hablas, nos enriquece. Estoy convencido de ello. Por el contrario, poner límites al mundo, acotando lenguajes, es como achicarse y empobrecerse. Téngase presente -diría el poeta- que todas las voces son como la lluvia, que a fuerza de empapar acaban haciendo germinar a la rosa. Coincido con los lingüistas que sostienen la idea de que hay que hablar tres lenguas: una materna, otra de vecindad y una internacional. Cuantas más mejor. Todos los signos y señales contribuyen a la edificación de un mundo mejor cultivado, y por ende, más humano. Todas las semánticas, fonologías, morfologías y sintaxis ayudan a conocerse. Si orador es aquél que dice lo que piensa y siente lo que dice, hace falta una legión de ellos para que la comprensión nos alcance. Muchas guerras surgen por desavenencias absurdas y desatinos en la conjugación de verbos y adjetivos sustantivados. A los hechos me remito. Cada día se hace más extensivo el dicho de que para algunas personas, hablar y ofender es lo mismo. Sus palabras levantan muros que matan tanto como las bombas. Volvamos a esas lenguas maternas, aquellas que como el sol iluminan sin cesar, por muy minoritarias que sean, deben fomentarse y tenerse en cuenta, para que la transición entre los distintos medios (el educativo y el natural, por ejemplo) deje de ser algo traumático, y confluya al acceso de todos los saberes. Sin duda, se debería propiciar el uso de las lenguas madre en la educación desde la edad más temprana, esa que nace con el primer sollozo del corazón humano. En este sentido, también las últimas investigaciones demuestran claramente que la enseñanza simultánea en la lengua oficial del país y la lengua materna de los niños, contribuye a la obtención de mejores resultados escolares y estimula su desarrollo cognitivo y su capacidad de aprendizaje. Las otras lenguas, las de vecindad y mundología, son igualmente necesarias para hermanarse. Todo ciudadano que se precie de serlo del mundo ha de profundizar en las máximas posibles. Integrarse en las lenguas, humaniza. Los que laboran lenguajes en los distintos géneros literarios o artísticos, o el pueblo mismo que crece en diálogos, harán bien en avivar expresiones que nos renazcan y nos renueven. El mundo ha de recoger, integrar todas las esencias íntimas de la comunicación, los jugos y sabores de todos los tiempos y mundos, las virtudes y bondades de las gentes con sus gestos, para que nadie se encuentre en el destierro. Si del corazón a la vida van las palabras, que ninguna quede en el camino, sin camino. La hospitalidad nos impulsa a salir al encuentro del otro para acogerle y respetarle, incluida su cultura y forma de vida. Por nuestra parte, hemos de ofrecerle lo que somos y tenemos. Lo importante de todos los lenguajes, al fin y al cabo, radica en la coherencia entre lo que sienten los labios del alma y lo que escribe la mirada. ** Víctor Corcoba Herrero corcoba@telefonica.net Escritor español (León, 1958). Reside en Granada. Diplomado universitario por la Universidad de Oviedo y licenciado en derecho por la Universidad de Granada. Ha ejercido la enseñanza. Ha publicado más de una veintena de libros de creación poética, ensayo, biografía y estudio. Es columnista en una treintena de medios escritos, radiofónicos, audiovisuales, digitales y revistas. === Edgar Lee Masters: el revoltoso de la villa =========================== === José Ignacio Silva Anguita ============================================ Para el fallecido Roberto Bolaño la Antología de Spoon River y Edgar Lee Masters eran un "libro y autores altamente recomendables", libro que es un misterioso oasis en una producción literaria prolífica, que celebra la herencia del medio oeste norteamericano. Edgar Lee Masters (1869-1950) fue un poeta que publicó abundante poesía, pero no se hizo conocido hasta que en 1915 publicó la Antología de Spoon River, su obra maestra, y uno de los libros más interesantes que ha dado la lírica anglosajona del siglo XX. De hecho, dentro de los "libros y autores altamente recomendables" que Roberto Bolaño consigna en sus consejos acerca de cómo escribir cuentos, Lee Masters y la Antología ocupan un lugar de privilegio. Y si Bolaño -él mismo un escritor de culto- lo recomendaba, no era por nada. El poeta nació en Garnett, Kansas, en 1869, dato no menor teniendo en cuenta su obra posterior. De hecho es el medio oeste norteamericano el gran escenario donde se despliega la Antología, esta vez rebautizado como Spoon River. Además de Kansas, fue el estado de Illinois (donde vivieron sus antepasados) el escenario de su niñez y adolescencia. Lee Masters se formó como abogado, pero no en una universidad, sino bajo el alero de su padre. No logró entrar a la universidad, en cambio se dedicó a la abogacía, más bien oscura, fue recaudador en Chicago, y finalmente en 1893 se estableció en un estudio legal. Con el seudónimo de Dexter Wallace escribió ensayos y obras de teatro de poca monta. Los primeros daban cuenta de cierto populismo en el pensar político de Lee Masters. Se casó en 1893 con la hija de un abogado de Chicago, ejerció la ley y siguió escribiendo poemas y obras teatrales donde no podía dejar de expresar un punto de vista político insustancial, o bien eran ejercicios de versos de no mucha calidad. Esto se confirma con el hecho de que la crítica no le da la más mínima importancia a esta escritura. Spoon River, el gran oasis Hacia 1914 Lee Masters da un giro en su temática literaria. Ya había pasado por problemas maritales y se había independizado de estudios legales para ser un abogado independiente. Edgar Lee Masters decide concentrarse en las experiencias que vivió de niño en las zonas rurales de Illinois. Publicó estos nuevos poemas con el sinónimo de Webster Ford en un diario de Saint Louis. Éste es el germen de la Antología de Spoon River (Spoon River Anthology, 1915). Sobre el origen de este libro Lee Masters recuerda su interés de combinar su imaginación con "las vidas de las fieles y tiernas almas que conocí en mi juventud". El impacto del libro, publicado en 1915, fue sorprendente. Las voces de la crítica estadounidense de ese entonces no dudaron en calificar a Lee Masters como un "hijo natural de Walt Whitman", hasta la calurosa y sincera aclamación que recibió de Ezra Pound, "finalmente, América ha descubierto un poeta". Sin embargo, el libro no solamente fue popular entre la élite literaria, sino que también con los lectores comunes y corrientes, cosa no común en poesía. La Antología de Spoon River es una mordaz y sardónica recolección de epitafios que dialogan entre sí, y que tienen la gran virtud de ser un espejo de la vida y el sentir del midwest norteamericano, un reflejo de sus valores, puestos para contrarrestar y denunciar los efectos de la vida moderna. En el libro, los habitantes del pueblo de Spoon River abren sus almas, y evidencian su forma de pensar, las mujeres bajan la guardia de los modales impuestos por la sociedad, los poetas y los ateos vierten sin tapujos sus postulados y adquieren una sinceridad particular, sinceridad que también servía de denuncia de contrariedades como la corrupción. Cada epitafio tiene su discurso, que tiene bríos que pueden ser solamente expresados por alguien que ya no tiene las ataduras formales y sociales de un ser vivo. Lee Masters logró crear esa sinceridad, esa franqueza en el discurso poético, quizás uno de las características que han hecho a esta obra una de las piezas claves de la poesía en lengua inglesa del siglo XX. Spoon River es una poesía que ciertamente fue un remezón a la sociedad norteamericana del entonces naciente, pues estos monólogos van en franco contraataque en contra de conservadurismos propios de ese entonces, y a falsos valores que disfrazaban estos convencionalismos. Lee Masters ataca la pacatería existente en la literatura, la política, a los "patriotas" y a los fundamentalistas. El libro le valió a su autor el mote de "revoltoso", pero la mirada en un principio cáustica hacia Spoon River se desvaneció en el tiempo, por ser una primera impresión, prevaleciendo el verdadero valor de la obra, el ser la celebración duradera de una región y de sus habitantes. Pero el éxito de la Antología no podría ser reeditado nunca jamás. A pesar de que Lee Masters continuó por la misma senda que le diera éxito con la Antología de Spoon River, el auge no volvería a repetirse. Publica en 1924 el Nuevo Spoon River, además de una serie de poemas de corte similar, que no tuvieron el renombre del original. La consecuencia que vendría con el tiempo sería clara, Edgar Lee Masters se forjó una reputación de "autor de un libro", pues con los años, la demanda por la Antología de Spoon River no declinó, y de hecho el libro se convirtió en obra de teatro e incluso se le llegó a agregar música. Esta fama no muy decorosa de "hombre de una obra" no dejó de molestarle bastante a Lee Masters, pues, la verdad sea dicha, fue un autor prolífico. Pero también es cierto que nada de lo que escribió luego de la Antología conquistó los mismos laureles ni ayudó a desentrampar a Lee Masters de ese "único libro", Songs and Satires and The Great Valley (1916), Toward the Gulf (1918), Starved Rock (1919) y The Open Sea (1921). Luego quiso fundir su labor de abogado con la literatura, crear una suerte de "poemas de la corte", inspirado en los monólogos dramáticos de Robert Browning, esto se ve en In Domesday Book (1920) y The Fate of the Jury (1929). La poesía tardía de Lee Masters refleja una diversidad de intereses, incursiona en estilos que rinden homenaje a escritores del pasado, como en The Serpent in the Wilderness (1933), donde Lee Masters hace un guiño a Shelley. No dejó de realizar su incansable homenaje al medio oeste y a Illinois, incluso cuando ya vivía en Nueva York, así lo atestiguan los libros Poems of People (1936) y More People (1939), y los Illinois Poems (1941) junto con Along the Illinois (1942); todos estos libros son retratos poéticos de las costumbres, la tierra y los mitos de las praderas de la niñez de Edgar Lee Masters. Paralelamente a la poesía, Lee Masters incursionó en la novela y en las biografías; dentro de estas últimas se cuentan volúmenes (en los que no se escatimaba en adulaciones) dedicados a Mark Twain, Walt Whitman y Abraham Lincoln. La biografía era una buena opción para Lee Masters de seguir revisando y reconstruyendo la historia, remozando valores y derribando mitos de los personajes de la historia americana. En los años de éxito de Lee Masters y la Antología, el autor debía balancear la carrera de escritor y abogado, sufrir un divorcio amargo y una neumonía que casi lo mata. Se casa de nuevo en 1926, pero debe vivir separado de su nueva mujer, Ellen Coyne, por el trabajo de profesora de ella. En su retiro Lee Masters escribió, en el Hotel Chelsea, de Neuva York, entre otras cosas, su autobiografía, desde la niñez hasta los años de gloria de la Spoon River. En los años cuarenta se retiró junto a su esposa a Carolina del Norte y Pennsylvania, donde se dedicó a enseñar. Recibió varios premios en reconocimiento de su carrera literaria, donde es sindicado como una figura de transición en la poesía americana, un escritor que se sentía cómodo con el verso largo, casi narrativo, a la manera de Shelley, pero que en Spoon River establece una poesía distintivamente moderna. Ya por esos años su salud no era de las mejores. Falleció en Melrose, Pennsylvania, el 5 de marzo de 1950. ** José Ignacio Silva Anguita jisa@vtr.net Periodista y poeta chileno (Santiago, 1980). Poemas suyos aparecen en la antología Voces germinales (2003), de la Escuela de Literatura Creativa de la Universidad Diego Portales, entidad en la cual cursa la carrera de literatura. También ha publicado poemas en diversos sitios de Internet. Artículos suyos han sido publicados en los suplementos Artes y Letras y Revista de Libros del diario El Mercurio, y en el portal Crítica.cl. Se desempeña actualmente como articulista y crítico literario de las revistas Grifo y Plagio (http://www.plagio.cl), y es sub-editor de esta última. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === La involuntaria construcción del mito ================================= === De la razón a la "locura", del individuo al colectivo ================= === El espacio ¿delirante? en los múltiples discursos ===================== === de Antônio Conselheiro ================================================ === Marcela Caetano ======================================================= Y es que todavía no existe un Maudsley para las locuras y los crímenes de las nacionalidades... (1). Euclides da Cunha Mientras haya un reino de la necesidad habrá suficiente penuria. También una cultura no afirmativa tendrá el lastre de la transitoriedad y de la necesidad: será un baile sobre un volcán, una risa en la tristeza, un juego con la muerte. En este caso también la reproducción de la vida será una reproducción de la cultura: organización de anhelos no realizados, purificación de instintos no satisfechos (2). Herbert Marcuse Ingresar al espacio "civilizatorio" siempre ha comprometido en la realidad latinoamericana procesos de fragmentación y de ruptura, probablemente porque aquel espacio donde la cultura halla su refugio más elocuente se ha nutrido en forma inevitable de un discurso delirante que lejos de ser dicotómico es dialéctico. Ahora bien, ¿desde dónde definir la abyección inherente a aquella ruptura que ha significado la empresa civilizatoria? ¿Sade o Rousseau?, ¿la naturaleza humana es esencialmente perversa o esencialmente inmaculada? El pecado original fue ante todo un pecado de soberbia intelectual que sólo ulteriormente adoptó como propio el espacio de la concupiscencia. Antes de tomar la fruta del árbol del Bien y del Mal, se la tomó del árbol de la Sabiduría. Una dulce ignorancia nos preservaba de la muerte, del dolor, del sufrimiento. Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (3). El precio del conocimiento ha sido muy alto: la pérdida del paraíso, el camino de la pasión y la instalación del infierno sartreano, la imposibilidad de la salida que ya el mito de Fausto había definido certeramente. Fausto: Primero te interrogaré acerca del infierno. Dime, ¿dónde queda el lugar que los hombres llaman infierno? Mefistófeles: Debajo del cielo. Fausto: Sí, pero, ¿en qué lugar? Mefistófeles: En las entrañas de estos elementos. Donde somos torturados y permanecemos siempre. El infierno no tiene límites, ni queda circunscrito a un solo lugar, porque el infierno es aquí donde estamos y aquí donde es el infierno tenemos que permanecer... (4). Quizá haya sido contra esta temida visión del infierno que la "civilización" haya izado sus banderas en una cruzada irracional que hiperbolizó los efectos que esperaba anular. Como lo sugiere Roberto Ventura A imagem do inferno, evocada nas reportagens a partir da referencia a Dante, e seu reverso, a busca do paraíso, se fazem presentes em Os sertoes pela incorporaçao da visao de mundo dos sertanejos e pela interpretaçao do discurso religioso e profético atribuido ao Conselheiro (5). De modo que se vuelve condición sine qua non considerar ese infierno tan temido y tan omnipresente como obsesión nutrida del delirio y que no hace sino afectar la "materialidad del alma" (6). Quizá por ello -y regidos por la concepción de una "cultura afirmativa" en el sentido que la define Marcuse- Los sertones revelen una amenaza apocalíptica pues de acuerdo a aquella "cultura afirmativa", el adecuado cultivo del alma domina los sentidos posibilitando su sublimación y su contralor. Si bien desde este lugar el "alma" se diferencia del "espíritu" precisamente porque aquélla se presenta como inexplicable a partir del entendimiento en tanto que el espíritu está directamente involucrado con la razón y con el pensamiento, la espiritualización de los sentidos conlleva a la idea de la trascendencia y la eternidad como determinantes del "contenido del alma" . Ahora bien, si los sertones pueden convertirse en la contracara del Infierno, en "paraíso" o "terra de promissao", como también lo expresa Roberto Ventura cabría complejizar aun más el eventual compromiso que el alma tendría con la locura. Los caminos son múltiples y posibilistas. Quizá volver sobre Voltaire pueda guiarnos por otros caminos interpretativos. Voltaire quien, partiendo del hecho de negar que la locura sea una afección de los sentidos, llega a la conclusión de que el alma no es en su esencia diferente de ninguno de los sentidos, convirtiendo el problema médico del origen de la locura en la alucinación de los sentidos o un delirio del espíritu en un problema claramente filosófico: ¿puede expresar y probar la locura la materialidad del alma? También aquí los riesgos permanecen pues el loco encarna en su locura el espacio de la Verdad y en su insensatez el sentido común, lejos de agonizar, resurge con devastadora fortaleza y se vuelve menos disparatador que los razonables. El delirio no carece de lógica sino que tiene su lógica interna. No es caos, es orden casi obsesivo. De esta forma la amenaza es la verdad desnuda que el loco viene a mostrar descaradamente. La mirada dirigida al loco ya no puede ser la misma (...) al observar al loco se medía desde el exterior toda la distancia que separa la verdad del hombre de su animalidad. Ahora se le contempla, a la vez, con más neutralidad y con más pasión. Más neutralidad porque en él se van a descubrir las verdades profundas del hombre, esas formas en sueño donde nace lo que es. Y también más pasión porque no se le podrá reconocer sin reconocerse a sí mismo, sin oír subir dentro de sí las mismas voces y las mismas fuerzas, las mismas luces extrañas (...) ya no puede dejar de contemplar un impudor que es el suyo propio. No ve sin verse. Y el loco, por ello, duplica su poder de atracción y de fascinación; lleva más verdades que las suyas propias (7). En una lectura proyectiva, ¿no podría Antônio Conselheiro llegar al mismo destino desde un origen diferencial?, ¿no proyecta también él las "familiaridades insidiosas" de una verdad compartida? La amenaza se perpetúa y ya no por el efecto de extrañamiento sino por lo atemorizante y excesivamente familiar se vuelve de orden disciplinar. No hay locura más que en cada uno de los hombres, porque es el hombre quien la constituye merced al afecto que se tiene a sí mismo (...), el apego a sí mismo es la primera señal de la locura; y es tal apego el que hace que el hombre acepte como verdad el error, como realidad la mentira; como belleza y justicia, la violencia y la fealdad (...). De esta adhesión imaginaria a sí mismo nace la locura, igual que un espejismo. El símbolo de la locura será en adelante el espejo que, sin reflejar nada real, reflejará secretamente, para quien se mire en él, el sueño de su presunción. La locura no tiene tanto que ver con la verdad y con el mundo, como con el hombre y con la verdad de sí mismo, que él sabe percibir (8). El sueño de esta presunción compromete la construcción de un Universo devastadoramente moral donde la idea del mal no se asocia tanto a lo punitivo o apocalíptico sino a lo "defectuoso" que se intenta corregir. El encauzamiento de la conducta se logra en este Universo a partir del disciplinamiento esencialmente correctivo que, a su vez, se instaura y legitima por un sistema doble de gratificación-sanción. Cada individuo, entonces, se vuelve el prisionero "kafkiano" de una universalidad castigable-castigante en la cual se anulan los procesos y se privilegian las rupturas y donde la marginalidad de los que deben "encauzarse" parece reunir todos los aspectos de la marginalidad medieval: los excluidos, los despreciados, los marginados y los marginados imaginarios. Canudos lo exhibía todo con una heroicidad trágica que parece explicar -si cabe explicación alguna- el enfrentamiento último: Canudos no se rindió. Ejemplo único en la historia, resistió hasta el agotamiento completo (...) cayó el día 5, al atardecer, cuando cayeron sus últimos defensores. Eran cuatro apenas: ¡un viejo, dos hombres y un niño, frente a los cuales rugían rabiosamente cinco mil soldados! (9). Si asumimos que América produce cosas "peregrinas" (10) y que esto no representa sino el descubrimiento de una "alteridad" que debe ser explicada para ser nombrada y poseída y dominada antes que comprendida y aceptada, es posible considerar la figura de Antônio Conselheiro como un poderoso alter ego en el cual se depositan expectativas y deseos inconfesados así como el poder para volverse vocero de los mismos. El poder a un precio muy alto: toda la responsabilidad del "crimen", toda la inhumanidad del "castigo". Antes de hacerse a sí mismo es hecho por elementos historicistas y esencialistas que comulgan en él. Fusión del creador y la criatura en base al dominio de sí mismo sin anular las fuerzas vitales y radicales: expresión última de los deseos del colectivo, instintividad dionisíaca que no hace sino invitar al banquete de la vida. Pero el instinto se intelectualiza y logra la sublimación, alcanza finalmente su preciado sitial, la ilusión de descansar frente a otros impulsos pero siempre en contradicción con ellos. Sin embargo y a pesar de todo Antônio Conselheiro no puede alejarse totalmente del Dionisos nietzschiano que conmociona el mundo predecible y por tanto controlable. El representante más acabado de la ominosidad, de las fuerzas siniestras que se ocultan detrás de lo familiar. Un cuerpo aparencialmente indiferenciado de cualquier otro y a un tiempo "el cuerpo" que, en terrible unicidad, cuestiona desde su propio y silente discurso la distinción entre el hombre y Dios instalando el caos resultante de los eventuales procesos que pudieran identificar al hombre con la inmortalidad de Dios. Así lo señala el texto bíblico. Y dijo Yahvéh Dios: "¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre" (11). ¿Qué otro posible destino podría alcanzar el Conselheiro? Era necesario poner al descubierto, exhibir impúdicamente el inevitable choque de lo fisiológico y lo sagrado (12) para humanizarle y darle muerte simbólica y real. Manifestar en el cuerpo la humillación de Dios, en el cuerpo degradado y decadente que condensa la gran metáfora de la sociedad y el mundo. Un pasaje del Purgatorium Sancti Patricii, en el cual una serie de demonios protagonizan un juego de pelota con el cuerpo de uno de los condenados, resulta una manifestación elocuente del repudio hacia lo corporal explicitado en un sistema que tortura la totalidad del cuerpo, descubre su fragilidad y afecta todas sus facultades en busca de la redención (¿individual o colectiva?). Pero antes que cualquier otro elemento, aun antes que el polvo el cuerpo del hombre es putrefacción: Cuerpo putrefacto, sin vida, transformado completamente en deyección, elemento híbrido entre lo animado y lo inorgánico, hormigueo de transición, reverso inseparable de una humanidad cuya vida se confunde con lo simbólico: el cadáver es la polución fundamental. Un cuerpo sin alma, un no-cuerpo, una materia híbrida, será excluido del territorio como de la palabra de Dios (13). Solución extrema e ilusoriamente efectiva que da muerte al hombre (descubriendo su ¿inevitable? transitoriedad e inmanencia) y concibe al mito quizá porque, como lo ha escrito Carlos Fuentes, la imaginación de hoy era la verdad de ayer y de mañana (14). Las páginas en las que Euclides da Cunha describe el final de Antônio Conselheiro parecen coincidir con los parámetros antes expuestos. Antes, al amanecer de aquel día, la comisión adredemente escogida descubrió el cadáver de Antônio Conselheiro. Yacía en una de las casuchas anexas al cobertizo (...). Removida una breve camada de tierra, apareció en el triste sudario de una sábana inmunda, en que manos piadosas habían esparcido algunas flores marchitas, y descansando sobre una estera vieja, de fabúa, el cuerpo del "mentado y bárbaro" agitador. Estaba horrible. Envuelto en el viejo hábito azul, de brin americano, las manos cruzadas sobre el pecho, el rostro tumefacto y escuálido, los ojos hundidos llenos de tierra, apenas le reconocieron quienes más de cerca le habían tratado en vida. Le desenterraron cuidadosamente. Dádiva preciosa -¡único premio, único despojo óptimo de tal guerra!-, requería los mayores resguardos para que no se desarticulase o deformase, reduciéndose a una masa pastosa de tejidos descompuestos. Le fotografiaron después. Y se labró un acta rigurosa afirmando su identidad. Importaba que el país se convenciera bien de que estaba, al fin, extinguido, aquel terribilísimo antagonista (15). Ahora bien, volviendo sobre la construcción mítica que esta "solución" no hace sino gestar y nutrir -y siguiendo a Levi-Strauss-, el mito revela una doble estructura al mismo tiempo histórica y antihistórica: el mito siempre vuelve sobre acontecimientos del pasado pero el valor intrínseco que se le atribuye proviene del hecho de que aquellos acontecimientos que sucedieron en un determinado momento (acotado y por tanto finito) constituyen también una estructura permanente que no deja de ocurrir, que ocurre en simultaneidad del pasado, el presente y el futuro. Creo importante, en este punto, recoger la idea de Caillois, para quien el hecho social puede bien ofrecer al mito sus componentes "externos" pero nunca erigirse como razón suficiente: Le mythe se crée "en même temps de l'intérieur par une dialectique spécifique d'auto-prolifération et d'auto-cristallisation qui est à son tour son propre ressort (16). Y aquí, probablemente, el espacio delirante cobre su radical y determinante protagonismo. El mito le habla a los hombres no sólo del mundo exterior, también del mundo interior. Así la realidad como la fantasmagoría, así los deseos como las angustias están allí igualmente convocadas. (...) las mujeres, desaliñadas, gritando, sollozando, clamando, en medio de una algaraza indefinible, pero fascinadas aún, agitando los escapularios, rezando, se agrupaban a la puerta del Santuario, implorando la presencia del evangelizador. Pero Antônio Conselheiro, que en los mismos días normales evitaba encararlas, en aquellas aperturas estableció una separación completa. Subió en compañía de media docena de fieles a los andamios de la Iglesia nueva, e hizo retirar luego la escalera. El agrupamiento agitado quedó abajo imprecando, llorando, rezando. Ni lo miró siquiera el apóstol huraño; caminaba impasible sobre las tablas que se arqueaban crujiendo. Miró el poblado revuelto, en que se atropellaban, prófugos, los desertores de la fe, y se dispuso al martirio inevitable... En estas circunstancias sobrevino la nueva de que la tropa retrocedía. Fue un milagro. El desorden remataba en prodigio (17). ¿Milagro o prodigio?, ¿razón o locura?, ¿Dios o Mefistófeles? En cualquier caso, omnipresencia de un ser sobrenatural regente de la "revolución" sensorial y de lo que M. Mignard denomina le vol dans les airs (18), imagen especular de la fascinación ejercida. Camino de reivindicación animado por una agresiva voluntad de lucha y combate que abriga al delirio bajo la forma de un imaginario "ideal" de sí mismo. La caracterología de un Yo pretendidamente agresivo y omnipotente -que compensa las frustraciones inconscientes y la angustia de aquellas derivada- gestando el binomio persecución-megalomanía que la práctica discursiva delirante desarrolla en contienda perpetua, destinada a la satisfacción de un deseo siempre insaciable. Amparado na ilusao do degrau para os céus, o Conselheiro prometeria o paraíso em suas pregaçoes. Tido como "emisario das alturas" e "delegado dos céus", o profeta anunciaria, como um "bufao arrebatado numa visao do Apocalipse", "o reino de mil anos e suas delicias". Abraçava assim, de acordo com Euclides, crenças milenaristas sobre a cegada de uma nova era de felicidade, que poria fim às desgraças trazidas pelas secas do sertao e pela opressao da República (19). Una vez más, en extremo sugerentes, las palabras de Roberto Ventura para volver sobre lo que Henry Ey define de esta forma: Par les "idées de grandeur" s'exprime une surestimation de tous les attributs de posesión, de puissance et de valeur du Mor. Elles s'accompagnent souvent, mais pas toujours, de sentiments euphoriques. Car, si la joie exalte les dispositions mégalomaniaques et ambitieuses, on les retrouve aussi dans d'autres constellations psycho-affectives telles que l'orgueil, le sentiment de persécution et même nous le verrons dans l'infinité de la douleur (20). Si consideramos que el espacio discursivo (verbal y no verbal) de Antônio Conselheiro responde a estas características, no parece difícil intuir la peligrosidad no sólo de lo que el opus, desde su unidad, define sino por la operación interpretativa que sugiere al "otro". Ominosidad de la "alteridad" y de la "subalternidad" que puede hacer crecer en su seno un orden de violentos cuestionamientos a la hegemonía legitimada: un despertar a los discursos heterólogos de los que hablaba Michel de Certau. Y los cuales pudieran constituirse como el camino posible a la "traducción" de aquella "alteridad". Sin embargo no parecen ser éstos un patrimonio sencillo de obtener a pesar de que la traducción, entiendo, no deja de volver a la disyuntiva "nosotros-ustedes" (21) que exige -en forma tácita o explícita- de ambas partes la construcción propia y ajena. Y construir al otro no deja de significar siempre una "traición" abyecta que oculta bajo la apariencia de un salvífico atruísmo las pulsiones más oscuramente autorreferenciales. Como lo señala Julia Kristeva: No es por tanto la ausencia de limpieza o de salud lo que vuelve abyecto, sino aquello que perturba una identidad, un sistema, un orden (...), el criminal con la conciencia limpia (...), el asesino que pretende salvar... (22). Asumiendo lo anterior, ¿no perturba Antônio Conselheiro un sistema, un orden?, ¿no arriesga al extremo la sur-vie de un "proyecto" identitario hegemónico y por tanto pretendidamente directriz?, ¿no ha podido ser éste su más grave pecado de hybris? Fatalidad del héroe trágico a la que Antônio Conselheiro responde desde una culpabilidad inocente (hay una desbordada intencionalidad de reducirlo al espacio de la expiación) que no le exime de una cuota de responsabilidad pero lo salva de la completud de la culpa que se le desea asignar a pesar de que se le asigne aquella completud de todas formas; desde un pecado de hybris, directamente vinculado al espacio delirante y nutriéndose de él; desde la imposibilidad de lo salvífico -es imposible pensar en una posible vía de salvación para una "amenaza" tan tenaz y sobre todo tan compleja de aprehender y por tanto de controlar-; desde el efecto de catarsis que Antônio Conselheiro logra consolidar hasta llegar al paroxismo. Probablemente partir de estos espacios abrigue el inapreciable valor de volver una vez más sobre las sugerentes palabras con las que Silviano Santiago nos advierte lo que considero uno de los problemas más constantes y por el que el continente latinoamericano ha debido de pagar precios muy altos (¿Canudos?). Nuestro infierno continental y sartreano: la imposibilidad de salir de ese "entrelugar" que es refugio y prisión al mismo tiempo. Entre el sacrificio y el juego, entre la prisión y la transgresión, entre la sumisión al código y la agresión, entre la obediencia y la rebelión, entre la asimilación y la expresión, allí, en ese lugar aparentemente vacío, su templo y su lugar de clandestinidad, allí se realiza el ritual antropófago de la literatura latinoamericana (23). Allí nos encontramos todavía, en ese espacio de lo "invivible" que Canudos y, claro, la figura de Antônio Conselheiro, no hacen sino exhibir en terrible memorial. Quizá buscar América Latina no sea sino recordar los grados de irracionalidad que los procesos de aculturación y de disciplinamiento han alcanzado para poder reflexionar sobre cuál ha sido el rol que parte del espacio letrado hegemónico ha jugado en los complejos procesos de construcción identitaria y cuáles han sido las sucesivas "invenciones" en las que ha querido y necesitado creer a fin de justificar y legitimar su propio poder. Creer, aun en lo que no se ha visto, creer como imprescindible profesión de fe. Creer para que la conciencia y el moi profond puedan aceptar la atrocidad devastadora de la militia en procesos de inquietante complicidad. La humanidad, ha dicho Vercors, no es un estado para superar. Es una dignidad a conquistar. Dignidad dolorosa. Se la conquista sin duda pero a costa de lágrimas (24). *** Bibliografía - ARISTÓTELES, El Arte Poética, Espasa-Calpe, Madrid, 1976. - ARNOLDI COCO, Pina María, "O discurso do / sobre o outro: biografia e ficçao na literatura brasileira" en Literatura sin fronteras, UAM, México, 1999. - Biblia de Jerusalén, Editorial Desclée de Brouwer, Barcelona, 1971. - CHAUCHARD, Paul, Fisiología de las costumbres, Troquel, Buenos Aires, 1966. - da CUNHA, Euclides, Los sertones, Jackson Editores, Buenos Aires, 1946. - de ROUGEMONT, Denis, El amor y occidente, Kairós, Barcelona, 1993. - de ROUGEMONT, Denis, Los mitos del amor, Kairós, Barcelona, 1999. - DONOSO, José, El lugar sin límites, Alfaguara, Chile, 1996. - EIBL-EIBESFELDT, Irenäus, Amor y odio, Siglo XXI, México, 1970. - ENTEL, Alicia, Escuela de Frankfurt. Razón, arte y libertad, Eudeba, Buenos Aires, 2000. - EY, Henri, Études Psychiatriques, Desclée de Brouwer & Cie, Paris, 1950. - EY, Henri, Tratado de Psiquiatría, Toray-Masson, Barcelona, 1965. - FOUCAULT, Michel, Historia de la locura en la Época Clásica, FCE, México, 1990. - FOUCAULT, Michel, La arqueología del saber, Siglo XXI, México, 1996. - FOUCAULT, Michel, Vigilar y castigar, Siglo XXI, México, 1995. - FUENTES, Carlos, Los años con Laura Díaz, Alfaguara, Buenos Aires, 1999. - KRISTEVA, JULIA, Poderes de la perversión, Siglo XXI, México, 1980. - LE GOFF, Jacques, Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente Medieval, Gedisa, Barcelona, 1994. - LÉVY-VALENSI, Précis de Psychiâtrie, Bailliere et fils, Paris, 1939. - LÓPEZ-IBOR, Juan, El descubrimiento de la intimidad y otros ensayos, Aguilar, Madrid, 1952. - MINARD, Michel, MONFOUGA-BROUSTRA, Jacqueline, BROUSTRA, Jean, "Les obsessions, entre mythe et rite. Approche ethnopsychanalytique" en Les Obsessions, Confrontations psychiatriques, Paris, Nº 20-1981. - PIETRI, Uslar, La creación del Nuevo Mundo, MAPFRE, Madrid, 1991. - PORTELLA, Eduardo, RESENDE, Beatriz, Repensando o Brasil com Euclides da Cunha, Tempo Brasileiro 144, Río de Janeiro, Janeiro-Março de 2001. - PIZARRO, Ana, América Latina. Palavra, literatura e cultura, Editora da UNICAMP, Campinas, 1993. - RIQUELME, Horacio, Buscando América Latina, Nueva Sociedad, Venezuela, 1990. - SANTIAGO, Silviano, "El entrelugar del discurso latinoamericano" en Absurdo Brasil, Biblos, Buenos Aires, 2000. - SKLODOWSKA, Elzbieta, "Biografía de un cimarrón y Me llamo Rigoberta Menchú: (po)ética de la mediación" en Testimonio hispanoamericano. Historia, teoría, poética, Peter Lang, New York, 1992. - ZEA, Leopoldo (coordinación e introducción), América Latina en sus ideas, Siglo XXI, México, 1993. - Lectura crítica de la literatura americana, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1996. *** Notas 1. Da CUNHA, Euclides, Los sertones, p. 519. 2. ENTEL, Alicia, Escuela de Frankfurt. Razón, arte y libertad, p. 17. 3. Evangelio según San Juan, Juan 8:32. 4. DONOSO, José, El lugar sin límites, p. 10. 5. VENTURA, Roberto, "Deus o diablo no monstruoso anfiteatro" en Repensando o Brasil com Euclides da Cunha, p. 65. 6. ENTEL, Alicia, Escuela de Frankfurt. Razón, arte y libertad, p. 28. 7. FOUCAULT, Michel, Historia de la locura en la época clásica II, pp 273-274. 8. FOUCAULT, Michel, Historia de la locura en la Época Clásica I, pp. 44-45. 9. da CUNHA, Euclides, Los sertones, p. 517. 10. AÍNSA, Fernando, "La utopía empírica del cristianismo social" en América Latina. Palavra, literatura e cultura, vol. I, p. 92. 11. Génesis, 3:2 17+. 12. le GOFF, Jacques, Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente Medieval, p. 41. 13. KRISTEVA, Julia, Poderes de la perversión, p. 144. 14. FUENTES, Carlos, Los años con Laura Díaz. 15. da CUNHA, Euclides, Los sertones, pp. 518-519. 16. MINARD M., MONFOUGA-BROUSTRA J. et BROUSTRA J., "Les obsessions entre mythe et rite" en Confrontations Psychiatriques, p. 229. 17. da CUNHA, Euclides, Los sertones, pp. 237-238. 18. MIGNARD, M., "Psychologie des delires" en Psychiatrie I, p. 246. 19. VENTURA, Roberto, "Deus e o Diabo no monstruoso anfiteatro" en Repensando o Brasil com Euclides da Cunha, p. 66. 20. EY, Henri, Études Psychiatriques, p. 515. 21. SKLODOWSKA, Elzbieta, "Biografía de un cimarrón y Me llamo Rigoberta Menchú: (po)ética de la mediación". 22. KRISTEVA, Julia, Poderes de la perversión, p. 11. 23. SANTIAGO, Silviano, "El entrelugar del discurso latinoamericano" en Absurdo Brasil. 24. CHAUCHARD, Paul, Fisiología de las costumbres. ** Marcela Caetano marcelacaetano2387@hotmail.com Investigadora uruguaya (Montevideo, 1972). Licenciada en letras por la Universidad de la República (1998) con una maestría en literatura latinoamericana (2001-2003). Autora del prólogo a Glosario de afronegrismos uruguayos (El Galeón, Montevideo, 1999), de Alberto Britos Serrat. Trabajos suyos han aparecido en publicaciones como Dramateatro (http://www.dramateatro.arts.ve) y en el Boletín de la Red de Universidades Abiertas (Unitres) de Montevideo. Ha participado con ponencias en diversos eventos de importancia en Latinoamérica, como el IV Congreso Internacional de Literatura Latinoamericana (México, 2002) y las Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana (Lima, 2004), entre otros. Dicta conferencias en centros educativos y culturales de su país, donde además ha coordinado talleres literarios. ||||||||||||||||||||||||||||||| ESPECIAL |||||||||||||||||||||||||||||| === Breves y crueles ====================================================== (Nota del editor: el 30 de noviembre se dio a conocer el veredicto del Primer Concurso Cruel de Relatos, certamen organizado por la Escuela de Escritores, y en el que participaron más de mil autores de diversos países. Hoy presentamos a nuestros lectores los relatos que obtuvieron los favores e injurias correspondientes en las categorías "El bueno", "El malo" y "El feo"). *** El bueno Postes eléctricos que cuentan trenes Juan Carlos Márquez, Madrid (España) 04MAY02 RECIBO ACADEMIA DUNCAN 4.05 -100,00 *2.437,35 ******** -16.639 PTAS *405.541 Natación, informática, piano... y ahora ballet. Lucía debía tomar lecciones de ballet. Enma se empeñó. -Es muy bueno para la sicomotricidad, ¿verdad que quieres ir, cariño? Les faltó tiempo para comprar el tutú y las zapatillas. El miércoles tuve que ir a recogerla. Los acordes del Claro de Luna de Debussy sonaban por la megafonía. Es difícil sentirse incómodo cuando suena el Claro de Luna. Por eso lo ponen en las salas de espera de aeropuertos, hoteles y ambulatorios. La clase aún no había terminado y la profesora me hizo señas desde el otro lado de la cristalera para que entrara. Lucía estaba tendida boca arriba sobre el entarimado de madera junto a las demás niñas, lejos de las muletas. Mecía sonriente las manos al compás de la música. Me miró y cerré los ojos para que no me viera llorar. 08MAY02 COMPRA VIAJES SOLÁ 8.05 -1.200,00 *1237,35 ******** -199.663 PTAS *205.878 Los baños de sol y los paseos por la orilla de la playa son saludables para Lucía, pero prefiero la montaña. Quizá el próximo verano... si Enma consiente que la niña se quede unos días con mamá. Tal vez pudiéramos retomar aquel viaje en tren por las Barrancas del Cobre. Chihuahua-Creel-Batopilas-la cascada de Basaseachi... He leído que desde abajo se oye retumbar el torrente que choca contra el suelo y que una nube de agua pulverizada flota entre las rocas. Cualquier viaje en tren sería de mi agrado. Con los trenes me ocurre lo mismo que con el Claro de Luna. Hacen que me sienta como en casa. Me gusta dejar la mente en blanco y contar los postes del tendido eléctrico que pasan fugaces ante la ventanilla. Es algo que todos hemos hecho en alguna ocasión. En este instante cientos de viajeros, acaso miles, estarán contando postes. Hombres con un maletín negro sobre las rodillas, ancianas de pelo lacio y cano y perlas al cuello, niños que mascan chicle con la nariz aplastada contra el cristal... 1, 2, 3... 6... 15... 26... Uno puede empezar el recuento en Madrid, París o Moscú y dejarlo cuando le venga en gana, en Villalba, Lyon o Siberia, sin que se deriven consecuencias. 20MAY02 CRÉDITO HIPOTECARIO BCA 20.05 -603,81 *633,54 ******** -100.466 PTAS *105.412 No necesitábamos una casa tan grande. Un apartamento de dos o tres habitaciones en el centro hubiera sido más que suficiente, pero Enma quería ventanales y un jardín para que Lucía correteara a sus anchas. Y todo el mundo sabe que es un disparate contrariar a una mujer embarazada. El jardín nos mantuvo ocupados muchas horas los fines de semana. Plantamos un saco de césped, dos hileras de eucaliptos y un rosal chino cuyas raíces se expandieron más allá de la verja. Se puso todo precioso, aunque no resultó práctico. Las muletas de Lucía se hincaban en la tierra los días de lluvia. Aquí llueve a menudo. A veces no escampa durante días. Era un vía crucis para la niña. No tuve más remedio que arrancar la vegetación. Luego eché encima varias capas de cemento. Nuestra casa parece un meteorito enorme de cemento llovido del cielo. 28MAY02 COMPRA MAR TROPICAL 28.05 -403,61 *229,93 ******** -67.155 PTAS *38.257 Hace un par de años mamá regaló a Lucía un cachorro de pastor alemán por su cumpleaños, Bubi. Era un cachorro entrañable y juguetón, un tanto torpe, aunque supongo que eso es algo común a todos los cachorros. Se pasaba la vida enredado en las piernas delicadas de Lucía o bien dormitando en su regazo mientras ella le rascaba con paciencia y dulzura la barriga. Un par de veces al día lo sacaba a pasear por la explanada de cemento, sujeto por la correa. Nunca le daba pereza, por mucho que lloviera, y no permitía que Enma ni yo les acompañáramos. -Puedo sola -rezongaba repiqueteando con las muletas en las baldosas de mármol del pasillo. Bubi fue el mejor terapeuta que ha tenido la niña. Pero creció. Se hizo demasiado grande. Una mañana Lucía regresó del paseo con las rodillas y los codos magullados. Acabamos devolviendo el perro a mamá. Le hemos comprado el acuario de peces tropicales para que se sienta responsable de nuevo. Los hay anaranjados centelleantes, a listas negras y amarillas como tigres, ambarinos, plateados de gruesas barbas, unos escarlatas muy simpáticos que se hinchan como globos... Lucía les echa de comer, cambia el agua, mete líquenes y conchas, mantiene inmaculado el acuario. No es lo mismo que con Bubi. Los peces no se dejan acariciar, son resbaladizos, aunque uno puede pasarse las horas muertas contemplándolos mientras Lucia ensaya al piano. Nadan de un lado para otro con la boca abierta sin dirigirse a ningún sitio, con un aire elegante y despistado. A veces chocan de bruces unos contra otros y se vuelven trompicales. Dicen que los peces son muy frágiles, que mueren con demasiada facilidad. A nosotros aún no se nos ha muerto ninguno. Yo creo que es porque los miramos a menudo. Creo que los peces sólo se mantienen vivos si los miramos, que, por absurdo que pueda parecer, se alimentan de nuestro tiempo. 31MAY02 COMPRA JOYERÍA AMATISTA 31.05 -225,00 *4,93 ******** -37.437 PTAS *820 Esto debe de ser mi regalo. Un reloj muy caro, con la pulsera dorada y los números grandes y romanos. Aún faltan meses para nuestro aniversario, pero Enma es muy previsora. Lucía se quedará en casa de mamá y saldremos a cenar a ese restaurante ruso de nombre impronunciable donde un pianista tuerto ameniza la velada y una muchacha hace equilibrios sobre una barra de acero. Tomaremos vino tinto y champán, ostras y ese soufflé tan raro de verduras. Luego nos besaremos livianamente en los labios y pediré al pianista que toque el Claro de Luna. Bailaremos acaramelados en la pista, girando y girando sobre nosotros mismos, mientras otras parejas de baile pasan veloces ante nuestros ojos como postes eléctricos. Entonces, cuando cese la música, miraré de reojo mi reloj nuevo o Enma echará un vistazo al suyo. Cualquiera de los dos sacará el móvil del bolsillo y llamará a mi madre para preguntarle por Lucía. Y nos sentaremos a la mesa, junto a las copas vacías de champán, en silencio, mirándonos como peces, mientras un camarero amable nos pide un taxi. *** El feo El ordenador María Ascensión Rivera Serván, Cádiz (España) Tenía miedo. Había llegado el momento de conocerle. Temía y quería a la vez pero en su interior algo gritaba que: ¡no debía! Quería a su marido, a sus hijos (tenía 4), el menor contaba con 3 años. Su vida transcurría entre la casa y el cuidado de ellos. Había dejado su trabajo al quedarse embarazada del primero de ellos: Denia, la mayor, que contaba 14 años. Su marido trabajaba todo el día y, cuando regresaba a casa, estaba tan agotado que ya casi no hablaban. Un día entró en una página de Chats del ordenador y empezó a hablar con un tal Richard del que tenía una foto muy bien guardada en su secreter. Tenía 50 años, era alto y apuesto. Moreno, de ojos negros y profundos.... Había empezado a contarle las cosas cotidianas, sin importancia para los demás, que ella hacía: llevar a sus hijos al colegio, asistir a tutorías, atender la casa. Para él todo era importante. Todo lo que ella hacía. Hacía ya un mes que le había confesado que se había enamorado de ella y quería conocerla. Le decía cosas bonitas, cosas que la estremecían, cosas que su marido hacía tiempo que ya no le decía. Cosas que anhelaba, tantas cosas que al pensarlas, un escalofrío de placer la recorría por dentro y la hacía perderse en esa maraña de sensaciones ya olvidadas... Debía fijar un día, una hora y lugar para verse. Debía llevar algo rojo, eligió un clavel, como en una cita de adolescentes. Lo prohibido la atraía como un imán y, sobre todo, sus ojos que sin hablar la traspasaban hasta dolerle el alma. Se puso delante del ordenador, tecleó su clave y, de repente, de la pantalla salió un destello de colores que le dio una sacudida brutal y repentina, al tiempo que miles de tentáculos la rodeaban, la atrapaban y buscaban su garganta: apretando, hurgando, haciendo daño. Quería gritar y no podía. Llamar a su marido pero los tentáculos de hierro la atenazaban más y más. De repente y tras un nuevo destello de luces diminutas de miles de colores que la cegaban, las tenazas la soltaron. Gritó y gritó con todas sus fuerzas. Salió corriendo y gritando a la vez hasta que la sacudida firme de su marido la devolvió a la realidad. ¡Richard! ¡Richard! ¡Tengo miedo! Su marido le contestó: Amor, soy Tomás, tu marido y es una pesadilla. ¡Despierta! ¡Tengo miedo: me ahogaban! Su marido le preguntó: ¿Quién era Richard, gritabas ese nombre? Ella contestó: No sé, alguien que me hacía daño. *** El malo Al final del túnel María del Carmen Guzmán Ortega, Málaga (España) Otra tarde de domingo. María, como otras muchas tardes domingueras, se encuentra en la estación, y como muchas otras tardes espera ilusionada la llegada del exprés. Pero hoy no es exactamente igual; ha ocurrido un hecho insólito: un lujoso convoy se ha detenido en el pobre apeadero. María, obediente a su impulso, sube al tren y lo recorre de parte a parte. Gente de toda edad y condición ocupan sus departamentos. Curiosamente no se trata de personas distinguidas como ella había supuesto, sino humildes, al menos la mayoría. Los hay jóvenes y viejos, ricos y pobres, guapos, feos, gordos y flacos, y hasta niños. Todos tienen algo en común. Tristeza. Una gran tristeza se refleja en los rostros de los pasajeros. Algunos sollozan en silencio. Otros suspiran. Se ignoran entre sí. Están inmersos en su desolación. Nadie habla. En su recorrido por el tren, María encuentra un departamento vacío, entra y se sienta. El tren inicia su marcha. Un hombre de edad indefinida entra en el departamento. Su porte inspira confianza y serenidad. Es alto y bien parecido. Luce una cuidada barba que empieza a tornarse gris. -Buenas tardes, María. -Buenas tardes, señor. ¿Cómo sabe mi nombre? El hombre sonríe y no responde. Extrañamente, ella no espera respuesta. Algo en su interior le dice que este hombre sabe muchas cosas sobre ella. Él le ofrece su mano y ella la estrecha. Es una mano grande, cuidada, cálida y amistosa mano de caballero. -¿Puedo sentarme a tu lado? -Sí. Pero... ¿quién es usted? -Soy... parte de ti. Soy algo así como tú misma. María no pregunta. Se debate entre la seguridad y la extrañeza. Ella sabe que él sabe. Vislumbra la verdad. Charlan como viejos amigos y el tiempo transcurre sin sentirlo pasar. El hombre posee una gran cultura, sabiduría y agradable conversación. María se vuelca en confidencias. Le habla de su pueblo, de su cortijo, de su campo y de su soledad. Le cuenta su huida del terruño, sin saber adónde huye, y que a pesar de todo no le pesa ni se arrepiente. Se siente relajada, llena de confianza y no añora lo dejado atrás. Mira a través de la ventanilla. El tren parece correr a una velocidad endiablada. Los árboles, las montañas, las estaciones, las barandillas de los túneles y hasta las nubes, pasan por delante del pequeño marco de la ventana como una película proyectada a toda velocidad. -Ven -dice el hombre-, voy a presentarte a los demás viajeros. -Sí, sí, por favor. Me encantaría. -Mira. Esa señora se ha quedado viuda. Aquel hombre acaba de salir de la cárcel y nadie quiere darle trabajo. Ese niño se ha escapado del hospicio. Aquella viejecita está muy enferma. Esa muchacha fue violada en un parque. Ese chico intentó suicidarse porque su novia lo dejó por otro chico. Todos, ¿sabes?, todos huyen. Absolutamente todos los que han subido a este tren buscan un cambio en sus vidas. Todos corren hacia la libertad, la paz, el amor y la felicidad. El tren cada vez corre más deprisa. El paisaje ya no se percibe. Tan sólo una ondulación del aire, unas líneas verticales desdibujadas dan fe de su endiablada velocidad. Ahora empieza a entrar en un larguísimo túnel, un túnel negro, interminable, de paredes que rozan el aliento de los pasajeros con un fuerte abrazo de piedra y humedad. El tren en estos momentos está tomando una curva muy cerrada, y es entonces cuando María vislumbra el final del túnel. Un semicírculo blanco, muy pequeño al principio, pero que paulatinamente se va haciendo más y más grande conforme el convoy gana terreno. El semicírculo blanco avanza y avanza, está muy cerca, muy cerca. Lo atraviesa el tren. María sólo ve luz, una luz vivísima, blanca, inundándolo todo, pero no hiere la vista. Y a medida que el tren sale del túnel, una suave melodía se deja escuchar, primero débilmente y después, in crescendo, hasta llegar a impregnar cada rincón del tren. La música ahora es intensa. Ocupa todo el ámbito. El tren atraviesa la nube de luz. Ya sólo existe luz. La vertiginosa marcha del tren comienza a disminuir. Se detiene poco a poco, muy suavemente, sin el más leve chirriar de ruedas. Poco a poco, los viajeros empiezan a despertar del sopor en que estaban inmersos. Se avivan sus expresiones. Sus semblantes se animan, se distienden. Hablan. Preguntan. Se mueven. Flota entre ellos una tímida alegría contagiosa. Se abren las puertas. Un sol esplendoroso se cuela en el tren y lo calienta. La mañana es hermosa y cálida. María observa cómo la noche pasó sin darse cuenta. El andén de la estación donde el convoy se ha detenido se encuentra repleto de gente que ríe, canta y saluda a los recién llegados con guirnaldas de flores olorosas que trasminan el aire, como si los estuvieran esperando. Los viajeros descienden. Allá, a lo lejos, la ciudad se adivina limpia y alegre. Abundan las torres y las cúpulas que brillan al sol. Las casas, muy blancas, se recortan sobre un cielo sin nubes y unas montañas muy verdes. Hay jardines por todas partes y multitud de pájaros entonando un himno a la libertad. Mucha gente por las calles, paseando sin prisas, feliz, tranquila, acariciando a los perros y gatos que deambulan limpios, felices, libres y lustrosos. Los viajeros van perdiendo su tristeza mientras descienden del tren. Ya han olvidado sus problemas, sus vidas y dolores y empiezan a caminar ligeros. Ríen y cantan y abrazan a la multitud como si fueran amigos de toda la vida. María sonríe exultante. La ciudad la atrae, ejerce un influjo especial sobre ella. Le infunde seguridad. No es como la capital. Aquí no existe la contaminación, ni el ruido, ni la suciedad, ni siquiera hay coches. Pero tampoco es silenciosa y fría como su pueblo. Es una ciudad alegre, llena de vida, activa y al mismo tiempo reposada. Se siente dichosa, muy dichosa. Como nunca recuerda haberse sentido. No la extraña el contemplar a un lobo y un cordero bebiendo en la misma fuente. Su misterioso acompañante continúa a su lado. La mira sonriente, sin hablar, respetando su emoción. Ella le sonríe a su vez. Un hermoso león refriega su rubio lomo por las piernas de la muchacha y una anaconda lame su mano. Todos les saludan sonrientes. El hombre toma la mano de María y un calor agradable sube por sus venas hasta llegar al corazón mientras un aleteo de pájaros multicolores juega con las águilas y los halcones peregrinos. María y su acompañante, juntos, muy juntos, se pierden entre la multitud. ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** El diario de Ludy D. (extractos) Roxana Crisólogo *** Los mismos perros de presa María Celina Núñez *** Poemas Winston Morales Chavarro *** Los domingos Carmelo Basabe *** Oficio de espejo Sary Oliva Herrera *** Ingeniería sentimental Marco Vinicio Padilla Arceo *** Poemas Maribel R. Ortiz *** Dos relatos Leonardo Aguirre *** Poemas Juan Manuel Díaz Pas *** La vita è bella Inés Butrón Parra *** Qué fue del amor Rodrigo Jara Reyes *** Tres relatos Cecilia Lartigue *** Poemas Yadi María Henao *** Dos cuentos A. Morales Cruz *** Poemas rudimentarios (extractos) Arianna Castañeda *** Profunda garganta Juan Álvarez === El diario de Ludy D. (extractos) Roxana Crisólogo ================ (Nota del editor: la poeta peruana Roxana Crisólogo nos envía los siguientes poemas, que pertenecen a su libro inédito El diario de Ludy D., para compartirlos con nuestros lectores). mis dedos postrados en la mayólica del aire vagan por la intransigente línea del tren mis dedos enfadados con su instinto de dominación abiertos a los acertijos de un conductor que no soporta / la espontaneidad de los saludos del otro sacudiéndose la arena que subrepticiamente los pelícanos robaron de la playa el sol que cargué en un sombrero de hojas de plátano y lancé al otro sol que corría en el capricho de las olas que incontrolables los muchachos en busca de consuelo pretenden civilizar saltos equinos que hipnotizadas nubes conducen al seno denso de su epifanía mis dedos que no dejaría prestados a pintor alguno a cambio de su amor apócrifo === Ana la ceguera empieza a dejarnos sordos como las hojas secas el cactus deja de sentir la humedad salada de sus encías el gas que la tráquea elimina del cuerpo como un vertiginoso silencio no ver la muerte el polvo fino de invisibles oradores solitarios que el bronce se limita a cargar los accidentes que el lomo humano del agua nos deja en la boca cual angustiosa sequía algunas flores crecerán sobre este anonadado cemento algunos niños volverán a encarnecer sus sombras La juventud siempre tendrá una mano qué apretar a quién recurrir el canto que las piedras reclaman === no veo las horas que marzo retire su pedernal el invierno se ha ido el guante de lana que mi boca respira ver el sol ocupado por la coloración intensa de las mariposas los canales que en su aguas extinguen cualquier ambigüedad por ejemplo yo que escribo dando marcha atrás a la fortuna jalándole la cola al mono exigiéndole que alguna suerte nos sonría volviendo a los detalles para no repetir la vuelta la misma pared y sus abrevaderos de sombras que nos separa la desnudez elemental que percibo se descose del aire y repetidamente soy la voz de un tumulto aletargado en el pernocto e insistentemente soy la tos en la ruta ácida de un mediodía sofocado la orfandad misma de un jardín que otros niños trazarán a la altura bronca del miedo === yo era una niña mi primer poema retumbaba en las orejas de mis vecinos como un vendedor callejero todo lo que nos sirve se extiende sobre la lengua amplia y puntiaguda de la tarde si hubiera habido agua para lavar la melena sedosa del sol la urdimbre de orfebrería que el deseo acantonó en plazas de una existencia inmóvil Ah muslos de las dunas deshojadas atravesar el denso tapiz de la neblina que las palmeras impregnan de una incomprensible laboriosidad que aqueja volarle los sesos a la luna es verdad no había agua para regar un jardín el desierto era aquella humanidad que aqueja y el polvo que mi madre empuja con la escoba === puedo escuchar la voz ronca el carraspeo afónico del piano perdido no es más que el taladro que un obrero desmedidamente hunde en la hermandad de la tierra como si todo el tiempo del mundo estuviera ahí enconchado momificado discretamente indispuesto en el musgo impenetrable de un ardor vidrioso que los autos apabullan y la mierda de otros perros descalzan === una india descifra en la lana de sus dedos los extraños ligamentos del día y es que en el Perú el aire no es el cuerpo del oxígeno que en aquellas alturas tiene el grosor de la sábila ni llevo como una cascada maloliente en el pecho el temblor sosegado de un valle telescópico que algún pintor sincretiza con la paciencia y la naturalidad del moho el pintor esconde un suave colchón de plumas en el lienzo que todo lo enverdece las palabras extienden su turbante de arena para amordazar el fango irreparable de la lluvia que nada moja y la sed que remueve el estómago con su cuchara de legión cubre la artesanía irregular de otro país más mundano que escondo el hambre del desierto que no tiene frontera ni sus cuartuchos embanderados por una luz fantasmal que acarrean más niños como otro yo en busca de agua === una india descifra en la lana de sus dedos los extraños ligamentos del día el aire que no es más el cuerpo del oxígeno que en aquellas alturas tiene el grosor de la sábila ni lleva como una cascada maloliente en el pecho el temblor sosegado de un valle telescópico que algún pintor sincretiza con la paciencia y la naturalidad del moho el pintor esconde un suave colchón de plumas en el lienzo que todo lo enverdece las palabras extienden su turbante de arena para amordazar el fango irreparable de la lluvia que nada moja y la sed que remueve el estómago con su cuchara de legión cubre la artesanía irregular de otro país más mundano que escondo el hambre del desierto que no tiene frontera ni sus cuartuchos embanderados por una luz fantasmal que acarrean más niños como otro yo en busca de agua === también el calor futuro se sienta en la entrada de las bodegas como una masa herrumbrosa de palabras el cromo impalpable de los alfiles ordenando el tráfico sofocante de la luz el contraluz irreversible de toallas como una arbitrariedad al partir enajenado de los ojos el juego de espejos de zapatillas de frutas levantando la nariz del espinazo entreliño de la calle un espesor de guitarra que en un McDonald's sigilosamente alguna marea trata de contradecir y en medio está el mar amuleto de la divinidad que acabo de canjear por el más resplandeciente de los adioses el ritmo de los dedos sobre las rodillas las palmeras humanas gateando en la ribera accidentada de vasos que las morenas abrasan desde un mundo agujereado de sinrazones y vida el mar que sin piedad en diminutos tallos abotono a mi piel como un necesario latido de voces piedra más dura del alba por ahí van los que se despiden en la desesperación de otros cuerpos sumergidos en la máscara cautiva de las olas. === bajo la oscuridad centroamericana el canto destemplado de los loros rebeldes refulge como la memoria su voz encogida en las palmas redondas de la gente que nunca en silencio se dispone a desarmar el día con el vano pretexto de decir adiós mientras el horizonte entumece sus músculos rojos de soleado reptil y en las pulperías cada quien encuentra un desmedido espacio para estacionar su soledad en una cerveza el hielo recupera los rostros desvanecidos de los parroquianos sus gordas e indefinidas insolaciones que en una sola arruga la mirada comprime un río de carcajadas que ahora un vencejo vacía de la garganta seca de un costal Los frijoles consumados en aguas negras e incontrolables rompiendo en un hervor de cabecitas ajadas los maíces ostentando el honor en los dientes de otros Sólo una mujer inclinada al piso barriendo un tipo de polvo inaguantable separa de un lado las hojas mezcladas de las colillas de cigarros el naranja del negro la humanidad de la superficie === recojo los adioses vehementes de las rocas la cinta rosada del cuello adhesivo del archipiélago de Suecia de los empellones del aire el desenlace fortuito del color apolillado en el cielo de uva que el transatlántico arrastra en carcajadas de asfalto La playas son una confederación sociable de fábulas en el desembalse los cuerpos rescatan su identidad y la luz provoca desnudez que una manada de juncos atrinchera en la arena de pequeñas voces y culos redondeando el vaivén sosegado del mantra que en silencio el pantano mitifica en vano le digo adiós a la niña acabada de brotar de un eclipse de cabañas y frutos de cesta en vano el barco arrastra la kurta inofensiva de un muchacho indio lejos de su cuerpo natural y el papel digo a los tambores de la olas suaves el silencio tiene los pies de plomo. ** Roxana Crisólogo roxanax@yahoo.com Poeta peruana (Lima, 1966). Ha publicado los poemarios Abajo sobre el cielo (Ediciones Nido de Cuervos, Lima, 1999) y Animal del camino (Ediciones del Santo Oficio, Lima, 2001), y tiene inédito el poemario El diario de Ludy D. Estudió derecho y ciencias políticas en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Hizo una maestría en derecho internacional sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos para la Universidad de Helsinki (Finlandia). Actualmente se desempeña como coordinadora del Network Institute for Global Democratization con sede en Lima. === Los mismos perros de presa María Celina Núñez ==================== Estás en la misma ciudad de siempre, te dicen, pero sabes bien que ahora es otra y que debes ubicarte en 1989, casi diez años atrás. Tienes la sensación de que todo eso es muy remoto, realmente inalcanzable. Pero las coordenadas no sirven de resguardo y ahora te exigen, solapadamente, una relación de la vida que llevabas entonces. Te dicen que nada te obliga, pero comprendes, en ese cuarto gris, que te conviene hablar. Alguien aduce que la ocasión es buena porque así puedes recuperar ese tiempo para tu memoria, pues en los últimos años siempre te quejaste de que era una década nebulosa en tu vida, y entonces se te clava la primera pregunta: ¿cómo saben eso de ti? ¿Dónde estás y qué está pasando? Cierras los ojos buscando una conexión pero no encuentras nada, sólo te sientes suspendida en un enorme cansancio. Vuelven a preguntar, sin saber que se trata de un intento inútil: esa parte de tu vida es oscura porque, cuando fue necesario ocultarte de todos, también lo hiciste de ti misma y el miedo lanzó un manto sobre tu memoria. Pero ellos te ponen en el apremio de ser más precisa: saben que no siempre te ocultaste sola y sueltan por primera vez el nombre de Elvira y es como si te agujerearan el cerebro: ¿cómo pueden saber de ella y de ti? Quieres decirles que ese interrogatorio es una mala idea, no tienes nada que informar: investigaron bien las apariencias y eso tan sólo los pone al mismo nivel que tú. Vivías junto a ella al margen de todo y ahora ellos quieren saber de la ciudad de entonces. ¿Qué importaba la ciudad para quienes habían elegido una vida de topos en las alcantarillas? Podrías hablarles de algunas calles, de ciertos escondrijos, de dos muchachas golpeándose o besándose en la madrugada. Pero todo eso ya lo saben y le dan un viraje a la conversación. Retroceden aun más en el tiempo y te preguntan por tus veinte años. Quieren saber de tu temprana juventud. Les respondes que entonces no te dabas cuenta de que fueras joven. Te miran con impaciencia y te pasan a otro cuarto. Mientras esperas, entiendes qué es lo que verdaderamente les interesa. Empezaron con Elvira para que supieras cuánto conocen de ti, pero en el fondo saben bien que no tienen nada qué buscar en ese período de tu vida; en realidad quieren saber de Alfredo, pero, ¿por qué después de tantos años? Todos esos años en los que te creíste a salvo. Debes recordar canciones -insisten- haber seguido una moda, estar al tanto de lo que ocurría a tu alrededor. Dices que siempre te has peinado y vestido igual, que nunca te interesó la música. No hablas de lo que ocurría entonces -de lo poquísimo que no pudiste olvidar. Sabes que bajo ningún aspecto puedes mencionar a Alfredo. Pronto comprendes por qué te cambiaron de cuarto. Proyectan imágenes en la pared: una fotografía en la que apareces con un aire de hippie trasnochada (ya eran los '80) junto a un joven de barba y lo confirmas: todo esto es por Alfredo. En esa época todo parecía seguir un curso adecuado, dice uno de ellos con sorna. Tú piensas que en verdad todos ellos saben más de lo que creen: todo parecía seguir un rumbo correcto en ese tiempo; y la burla en tu rostro no deja espacio para que se note la turbación. Te muestran otras fotos en las que apareces con un grupo y respondes la verdad: no recuerdas sus nombres, sólo los veías casualmente. No les dices que estaban muy ligados a Alfredo y que tú nunca quisiste saber demasiado. Vuelven sobre esa imagen que los muestra juntos a los dos. Te preguntas cómo la consiguieron si tú misma llevabas años sin verla. Dices su nombre porque sabes que hace años se fue lejos. Pero no podrías decir nada sobre los demás: no tienes idea de qué pasó con ellos, aunque te imagines algunas cosas. Cambian de imagen y de nuevo aparece la foto del grupo. Te quedas absorta mirando cómo eras entonces. Comienzan a notar el brillo de tus ojos. Les dices la verdad: habías olvidado por completo las vacaciones en aquella casa de campo. Insisten, pero sigues sin hablar. No comprenden que te cuesta mucho articular los recuerdos, y que justamente ese año se hizo inevitable el cerco que lo destruyó todo. Que te entregaste, te encerraste como una planta marina que no despega sus hojas ni para procurarse alimento. Hablas un poco a ver si te dejan en paz. Nombras gente que supones a salvo, cuentas lo que estudiabas, hablas de los bares, de las calles llenas de huecos, de las noches en que sólo deambulaban él y tú... Mientras tanto, notas que realmente vas recordando ciertos detalles: el barrio, el carro blanco atravesando la neblina de la montaña, los amaneceres en la playa, el crepúsculo reflejado en el espejo retrovisor, tu mano extendida fuera de la ventana tratando de detener el viento, el amor trasuntado en infinito... Te llaman la atención porque llevas mucho tiempo callada. Hacen cualquier cosa para no perder tiempo con tu silencio. Seguramente ellos también tienen su vida allá afuera y la viven sin recordar las imprecisiones que te van arrancando y que anotan en un cuaderno. Adónde irá eso, te preguntas. ¿Cuándo te dejarán descansar? Vuelven a buscarte al día siguiente. A propósito no apagaron la luz, para que pudieras llamarlos en caso de que recordaras algo (hasta entonces llevabas muy bien la cuenta de las horas transcurridas). Pero no eran pacientes aquellos buscadores de memoria: a pesar de la luz inmutable, una vez comprendiste que te despertaban en plena noche. Estaban llegando a su límite y ocurrió algo inimaginable: te mostraron una fotografía de Elvira y te advirtieron que la buscarían si ése era el único modo de obtener información... Te quedaste embelesada mirando su rostro y sólo sentiste miedo cuando te arrancaron el retrato de la mano. Con ella habías comenzado a recuperar la normalidad después de esos meses vagando a escondidas, siempre drogada, evitando los lugares fijos. El confinamiento que elegiste con ella te devolvió la tranquilidad perdida cuando te viste obligada a desaparecer, irremediablemente separada de Alfredo. Y durante los minutos que esos hombres te permitieron tener su retrato, volviste a sentir aquel alivio, aquella tibieza. Llevabas años sin tener noticias suyas; pero, si la encontraban, sabías que ella tampoco tendría nada qué decir. Temiste por ella. Sin darte cuenta, a medida que perdías el control del tiempo, se había apoderado de ti una cautela, la sombra de un péndulo cada vez más cercano. Sólo al ver de nuevo su rostro comprendiste que tenías miedo, que debías temer. Que ese encierro inexplicable, ese interrogatorio eterno, no acabaría sólo porque no recordaras o no le encontraras sentido. La cara de Elvira te hizo ver que no bastaba tu conciencia del absurdo para poner fin a aquello. Por primera vez miraste un poco hacia atrás intentando recordar los días anteriores a esas paredes grises. Logras ver un dormitorio, un teléfono. El sonido ininterrumpido del televisor, las cortinas cerradas. Te traían algo de comer y cigarrillos. Tú los pedías por teléfono y dabas un número al que cargaban la cuenta. Recuerdas las pastillas: creíste haber llevado suficiente. Llegó el día de la decisión y tomaste todos los frascos que quedaban. No lo hiciste porque extrañaras a nadie. Ya llevabas varios años sola de nuevo, deambulando siempre drogada con tranquilizantes, decidida a no volver a apegarte a nada. Quisiste escribir una nota pero no supiste a quién dirigirla. Y, pastilla tras pastilla, en grupos de cinco, todo se fue oscureciendo. Si todo hubiera salido bien, te habrían descubierto después, descompuesta. Un cadáver que nadie habría reclamado. ¿Cómo imaginar que había sabuesos tras de ti luego de tantos años? De pronto sentiste que eran ellos quienes te debían una explicación: ¿cómo habían logrado sacarte de aquel dormitorio? ¿Por qué te habían traído aquí? ¿Cómo habían dado contigo? La furia salió como un vómito que los sorprendió a todos. Luchaste. Violaste por primera vez el límite silencioso que te habías impuesto. Peleaste hasta que te derribó el primer puñetazo. Ahora te tienen atada a una cama dura, no puedes mover la cabeza pero el frío del metal te indica que no hay colchón. Un ruido constante te produjo al despertar la sensación de que estabas aún en aquel dormitorio en dónde habías decidido sepultarte. Pronto el ruido se transformó en voces, tal vez quejidos, que llegaban del otro lado de la pared. Ya ha pasado un rato y cada vez que vuelves a despertar crees que la escuchas a ella y te recuerdas llamándola por teléfono desde ese hotel donde diste todo por consumado, y te cuelgas de la dulzura de su voz mientras la oscuridad te va arropando. Un pensamiento terrible te sacude: si ya no estás en el hotel, ¿cómo puedes tener la sensación de su voz? ¿Es posible que sean suyos los quejidos de al lado? ¿Acaso la entregaste? ¿Acaso te arrancaron lo único que habías decidido no olvidar? Quieres salir pero es como si estuvieras sujeta con clavos. Sientes dolor. Un dolor idéntico al que te infligieron antes de caer en ese sueño extraño. También la tienen a ella. La tuvieron desde el principio. Sólo de Elvira podían haber obtenido esa foto que las mostraba juntas. Otras cosas tuyas, que habías dado por perdidas para siempre, las había ocultado ella para que nada se interpusiera entre las dos. Ese retrato de 1980 por ejemplo. Eso probaba que la habían encontrado primero que a ti. No. Las encontraron al mismo tiempo. Tú, moribunda, le pusiste sin querer una celada al llamarla por teléfono, y mientras te reponías, los verdugos se ocuparon de ella. ¿Y por qué no te tomaron antes si conocían tu paradero? Tal vez pensaron que estabas en ese cuarto por otras razones y que, si esperaban, los conducirías a alguien más. Cómo llegaron a ti era un misterio. Sin duda, alguien había sido descubierto antes y había hablado. Quisiste controlarte, tratar de comprender cómo había ocurrido esto después de tantos años, cómo era que ellos aún seguían buscando. Volviste a repetirte que en ese tiempo vivían ocultas, ajenas al mundo. Que la huida de los ojos de todo les había hecho imposible ser testigos de algo. Que te habías unido a ella cuando había pasado demasiado tiempo de aquel asunto malogrado, cuando ya tu mente había dejado atrás todo ese fracaso. Recordaste que al salir de tu ocultamiento ni siquiera habías intentado saber lo ocurrido con los demás; te bastaba la certeza de que Alfredo había tenido tiempo de irse lejos. Luego habías vagado evitando cualquier compañía duradera hasta que encontraste a Elvira. Nunca le contaste nada concreto. Los pocos objetos que conservabas poseían apenas un valor personal. Pero ahora era indudable que la tenían en el otro cuarto y le habían arrancado todo lo que habían usado contigo: las fotos, el nombre de Alfredo, la historia de las dos. Ella no sabía nada más. Por eso usaban su martirio para provocarte. Los secretos de él ella nunca los supo y tú los desterraste de la memoria porque no querías volver a saber nada de ese episodio y porque tampoco querías que nada se interpusiera entre las dos. Si ella guardó la foto de Alfredo, fue sólo para que no volviera a estar al alcance de tus ojos. Comienzas a gritar que traigan la foto de él otra vez, que lo contarás todo pero que la dejen en paz. Nadie viene. Gritas para que te oigan, para acallar los quejidos de ella o reventarte en el grito. Chillas hasta que te das cuenta de que ya no se cuela su voz entre el silencio. Como ese ruido suspendido, tu cuerpo no se mueve hasta que oyes los pasos que se aproximan: ahora te toca a ti. Mientras el metal de la puerta se somete al repliegue del cerrojo, sólo una imagen te viene a la mente: ella está exánime. Te rompes la cabeza tratando de recordar. Estás totalmente dispuesta a esta delación estúpida, extemporánea. Pero tu memoria no responde. Te va a pasar lo mismo que a ella, te van a destruir porque no podrás decirles lo que quieren escuchar. No te salvarás ni podrás liberarla a ella. Cuando los ves entrar, sólo puedes pensar en una cosa: igual que en ese libro que una vez leyeron muy juntas y unidas, estás presenciando cómo los mismos perros de presa han hallado sus distantes esqueletos, no para sacarlos de la tierra sino para sepultarlos en ella. ** María Celina Núñez mcn00@hotmail.com Escritora venezolana (Madrid, 1963). Licenciada en letras y magister en literatura latinoamericana. Ha publicado los libros de cuentos La fumatrice y otros relatos (Editorial Cabos Sueltos, 1999) y Maleza (Editorial Memorias de Altagracia, 2004), así como los libros de crítica Del realismo a la parodia. Marcas para un mapa de la narrativa venezolana de los 90 (Editorial Memorias de Altagracia) y Racionalismo y empirismo en la obra gramatical de Andrés Bello (Universidad Católica Andrés Bello, Escuela de Letras, 1991). Ha participado en diversos congresos nacionales y en 2000 representó a Venezuela en el Primer Encuentro de Nuevos Autores Latinoamericanos convocado en Bogotá por el Convenio Andrés Bello. Colabora en diversas publicaciones culturales desde 1993. === Poemas Winston Morales Chavarro ================================== *** A Eva en el destierro Qué hermosa es Eva Qué hermosa la serpiente que le rodea El árbol que crece en su talle El fruto carnoso que despliegan sus labios Al posar sobre la ocarina Su música en las orillas del bosque. Qué hermoso su cabello -Grajillas oscuras que caen sobre sus hombros perfumados- su nariz que respira otros mundos y crea para tantos laberintos el azahar y las guirnaldas que los sustituya. Qué hermosa es Eva Qué hermosos sus tobillos Las huellas que dibuja sobre la arena Para marcar el camino hacia la luz y hacia las sombras. Qué hermosos los hijos que le ha arrojado al mundo El río que desciende por las colinas de su vientre El volcán de sus ojos de fuego. Qué hermosa esta costilla pensante Este polvo sagrado Esta caña aromática Que guarda en sus pechos fragantes Otra manzana para las épocas de lluvia. *** Caín Mi quinto nombre es Caín Soy la reencarnación del polvo El hermano mayor de los caballos marinos El barro que echó raíces Hasta volverse un hombre Un río de poemas y arboladuras. Soy agricultor Cultivo pájaros y frutas He vivido la mayor parte del destierro en Nod Al oriente del Edén En donde el árbol prohibido Se extiende hacia los caminos olorosos que ahora circundo. Soy Caín Hermano de Abel Hermano de las hojas secas, Del viento, de los pinos de Alepo, De Set, del exilio y de las largas caminatas por la arena. Gracias a la quijada de un burro Conozco la voz de las orillas, El crepitar de la lluvia sobre los mundos subterráneos El silbido orquestal de las esferas, Las regiones desérticas del cosmos, El palpitar angustiado del Mar Muerto. Soy hijo de una multiplicación de huesos, De Adamá, de la luz, del manantial prístino que manó de las manos de mi padre. Cosecho peces, madreselvas, aves mitológicas, La belleza de la divina providencia En donde yo, Labrador de las palabras, Soy la parte onírica de las cosas. Mi quinto nombre es Caín Soy un barco de polvo Uno de los primeros nómadas verdes; De mí descienden Enoc, Irad, Metusael, Lamec Y todos los hombres que tocan el arpa y la flauta. No creo en los señalamientos, en las culpas, Tampoco en el azar Las cosas están escritas, prefijadas, Soy agricultor Y aunque a mi padre azul no le gusten mis cosechas Hoy, Después de tanto tiempo, Vengo a ofrendarle mis poemas. *** La elegía de Sansón Como una nube de fuego En busca de la masa de sus propias luces Así vino Dalila a mí; Como un canto, como un grito, Como un eco inmortal y tembloroso, Izado en el infinito de mis cabellos hercúleos. Como una flecha, como un dardo, como una espada; Besó el viento, cruzó la muerte, sesgó los trigos Y llegó a mí con la fragancia de las viñas y los olivares A doblegar con sus encantos de abigarrados colores: Los enigmas de las noches, Los misterios de las mieses, El fuego inclemente de las reposas En las puertas y cerrojos de los filisteos. Llegó a mí del valle de Sorec Con un enjambre de abejas en la boca de los leones ¿Qué podía ser más devorador que ella y al mismo tiempo más dulce que ella? Como una nube de fuego Surcando la nave poderosa de los sueños Así vino Dalila a mí A entretejer mis siete trenzas de cabellos A revolver mis pujanzas en un clavo A hincar mis cóleras en la tierra. Llegó Dalila a mí A desnudar la enramada de mis contemplaciones El eco de mis sobresaltos. Su puñal de salvajina penetró las cimas de la inmovilidad, Del enigma, del secreto Extrayendo de las propias órbitas de mis labios La forma de conducirme hacia la muerte De volverme pasajero de su propia muerte ¿Qué podía ser más devorador que ella y al mismo tiempo más dulce que ella? *** Lázaro A Jader Rivera Monje Ahora que soy tantas cosas al tiempo Ahora que asumo mis vidas pretéritas Y las lanzo a la carne o al barro para que se vuelvan poemas o pequeñas hojas que se enfrenten al aire rizado del Zaire me llaman Lázaro. Soy Lázaro El hijo de Betania El hermano de Martha y de María He conocido la muerte Su río de rosas, gladiolos, violetas, mirtos y lirios Que he transitado, navegado y respirado En los cuatro días que duró Esa odisea por el mundo fascinante de las sombras. Soy Lázaro Tengo setenta nombres Música, viento, pájaro, buey, lluvia Son algunos de ellos Creo en la resurrección En la pervivencia En el soplo cálido que trasciende Más allá de estas tribus. Me he levantado del barro nueve veces Y ahora Soy el polvo que no vuelve al polvo. Mis manos y pies Todavía están atados con envolturas de entierro Pero también es cierto Que bajo mi cuerpo crece la hierba Circundan el gusano, el ciempiés, las calambrinas olorosas, La gaviota que remonta su vuelo En busca de otras corrientes de aire. Soy Lázaro Habitante de Betania Amigo de las sinagogas De Canaám, de Cafarnaum, de Nazaret, de Galilea Y de otras tierras lejanas Cuyos nombres no entenderían Tengo el rostro cubierto con un paño Pero cada vez que me levanto a la vida Cada vez que una mariposa Me recuerda que he nacido de nuevo El paño va cediendo paso A otras estrellas, a otras luces, a nuevas especies de animales, A otros caminos. Soy Lázaro Y en este viaje al final de la vida Me sentaré sobre otra roca A hilar el cordón sagrado El pedazo de río Que me devuelva a otra corriente En donde todas las voces clamen, Todos los músicos canten, Todas las lluvias digan: "Lázaro, levántate!". *** Carta de un escriba a Magdalena A Luz Yo no sé de dobleces de campanas De sanear o purificar sepulcros Pero un torbellino de hojas secas me conduce hacia tu vientre Y alguna parte de esa música secreta Que tú reinventas y traduces. Yo no sé de multiplicación de pájaros y peces Ni siquiera escanciar las ánforas de vino Pero busco tu cuerpo Magdalena Como si fuera ese santuario Donde redimir mis carnes y mis velas Agobiadas por los golpes de las sombras. Yo no sé de resurrecciones -Acaso mi carne no soporte tantas instancias- No sé perdonar las querellas con el polvo Pronosticar las épocas de lluvia Pero estoy seguro Magdalena Que mi amor te reivindica de las culpas Y talla en tu ofertorio Una parvada de pájaros azules Donde sopesar tus deudas y tus vinos. Yo no sé de estrellas y ovellones De esferas cuyo fin esté más allá del cosmos, Pero mi conocimiento en tu cabello Quiebra los mapas Y mis manos no poseen otro lenguaje Que el mismo que tú diagramas En el río de la muerte. Desde las selvas sirias Hasta el mar occidental, Desde el monte Nebo Hasta el río Rogitama Irá mi ancho y dulce amor, bella Magdalena, Revestido de luz para tus hombros Y un collar de caracolas Hará tejido con peces de distintas geografías Para adornar tu pubis Y tus cabellos crispados por los astros. Yo no sé de oratorias y viejas enseñanzas Mi lenguaje no supera los silencios de la tierra Pero acaso me domina la palabra Y un Te Amo No sea otra respuesta Que el peso enamorado de esta cruz. *** Papiro a las hermanas de Lázaro Paseaban en las mañanas por los monasterios de Betfagé. Las veía con los párpados apagados Por el insomnio que me causaba La oscuridad de sus cuerpos. Sabía la hora de su tránsito Sabía que desfilaban desnudas por las escalinatas del bosque Antes del amanecer Y el rumor descollante de los planetas. Eran Marta y María Hermanas de Lázaro, Eran como dos gotas de lluvia Sobre las arenas desérticas de Caparnaum, Como el pétalo del crepúsculo Sobre las noches brumosas de Tiberíades. A pesar de la segunda resurrección de la carne Seguían pensando en levantar en tres días la casa, En resucitar al betanio Para contagiar de belleza a los escribas del templo. Aun tras la muerte del Nazareno, permanecían bellas Bellas hasta la saciedad de los últimos caminos. Lo único que las diferenciaba Era el aroma inescrutable de sus ropas El color de sus labios Retocados por la espesura del bosque. Paseaban en las mañanas por los monasterios de Betfagé. En su vorágine vegetal por las riberas del río Desfilaban desnudas igual que gladiolos, cajetos o sauces llorones En su travesía hacia las lámparas encendidas de las tinieblas. Ni el azulejo, ni las chicoras, ni los cafhíes Provocaban en mí, tantas cosas hermosas Como el sonido de sus voces En el traspatio de aquellas casas lejanas. Eran insoportablemente hermosas Lozanas, pensativas Altas como los abetos de las sinagogas En donde remontaban sus canciones Y sus oraciones de vírgenes distantes. Mientras un pecador como yo Padecía sus encierros, soportaba sus angustias Y enfrentaba su calvario Ellas ingenuas Doblemente ingenuas Triplemente hermosas Cantaban el desprecio hacia los hombres de la tierra. *** La canción de Lucifer Mi ídolo de bronce es el abismo El fuego, las cavernas. La vida del maldito -desterrado de la luz y las alturas- Se pendula entre el mal, el bien, lo dionisiaco. No maldigo de las sombras No aspiro a las venganzas, Continúo con mi vestidura satánica Instruyéndome en el bien Y solazándome en el mal. Los más doctos dicen que fui expulsado del espejo, Que mi imagen vagabundea por los laberintos y paradigmas de la muerte. Pocos saben que conservo mi posición de ángel Que aparezco majestuoso cuando miro mi belleza ante las nubes Que mi sabiduría multiplica la ignominia de los justos Y la nobleza de los desterrados Contagia de belleza a los malditos. Voy del ascenso al descenso Como el viento que hila los caminos: No creo en la maldad, en el bien, En el pasado, en el futuro Pues los cuatro están confinados en las sombras Y las sombras En el hades de un espejo orbicular. No maldigo a las alturas No me duele la caída Hay un punto en que todo deja de ser contradictorio Y nada en este punto se excluye sino que interacciona. ¿Quién ha dicho que el abismo no es la altura? ¿Que la maldad -producto de la belleza-, No es el bien? ¿Que las sombras no son la luz? ¿Que el caído no es el levantado? Pocos saben que sobrevuelo el infinito, El paraíso, la manzana, Que mi vestidura de Vampiro Me da el elixir de la noche, Que sustraigo del día los frutos del iluminado Y que espero sabiamente el último camino Para empezar mis andanzas Por la otredad, por la vaguedad, Por lo inmensurable, Por lo indefinible. *** Beelzebub de Palestina Sí, tú eres aquél Príncipe de los infiernos Noble ángel de los desterrados Descifrador de paradigmas escritos en las noches Y multiplicador de diluvios sobre las hogueras de la muerte. Sí, tú eres aquél Pero cuánto distas de ser El de aureola destellante, Cuánto distas de la luz A pesar de sobrecogerte en otra luz Y cuánto de la oscuridad A pesar de instruirte en otra oscuridad. Sí, tú eres aquél Ángel o demonio El que ahora se pasea por los intrincados laberintos Miles de servidores ahora te coronan Se deslizan por la orilla del vasto funeral Sobre una muerte serena que te sobrecoge; Una muerte que se ensancha Como la curva, como los ángulos. Sí, tú eres aquél El del paraíso perdido y nunca recobrado -sobran fuerzas para no recobrarlo- Tu delicia recae sobre el silencio que viene Sobre la sabiduría humilde que centellea en la noche: Pensamiento que se dibuja como una barca En el océano de los afligidos. Sí, tú eres aquél -Gozas con este distintivo- una estrella de hojas reposa en tu frente de hiedra quemada y vagas por el mundo igual que otro iluminado restituyendo el camino para los menos doctos y provocando, a partir de tu imagen alucinante, la animadversión a las olas ardientes de tu precipicio, a la tierra despreciable de los infiernos. *** La visión de Moloch ¡Desgracia a los habitantes de la Tierra! Arremetió el maligno del infierno Mientras veíamos discurrir Las hondas guerras del desierto Por los pasajes de la arena Y sus cóleras inflamadas. ¡Desgracia! ¡Desgracia! Los pájaros de fuego -Encorvados por la cabellera elástica del cosmos- surcaban los laberintos electromagnéticos del éter y soltaban por doquier su huevo de ira y uva venenosa desvertebrando como un soplo el país de los cedros y los pinos. Por entre los montes de Armenia y el Golfo Pérsico -En donde alguna vez se situó el paraíso- vaga ahora, desde la época de las lunas crecientes, el hijo de la noche. Bañado por el Tigris, el Eufrates, el Nilo y el Pisón -Revestido como lo que fue, antes de la rebelión y la caída- el maligno del infierno se pasea con sus tentáculos de muerte, con sus hiedras vengativas y siniestras destruyendo todo lo que aventure por el mundo. ¡Desgracia a los habitantes de esta Terra! Vocifera con la fuerza de los acantilados Y las voces enhiestas de las rocas. Una cohorte de fantasmas Le secundan en el canto, Un séquito de hombres Le tributan con aceites. Desde Aurán hasta California, Desde las torres reales de la gran Seleucia hasta las bocas cerradas del Mississippi se pasea el maligno del infierno por las llanuras volátiles de Proserpina. Sus principados y potestades Se doblegan como ramas Al paso majestuoso de los falsos evangelios. Sus columnas de humo y fuego Continúan tatuándose en la tierra Como una señal de insólitos presagios Mientras la noche se retuerce Al florecer del hongo radioactivo Y el hombre Evocando la memoria de la Sodoma de los moabitas Queda prendido al viento Como la estatua del Apocalipsis, La torre de sal de los últimos sepulcros. *** El hombre Mashiaj es mi Pastor Nada me falta. Me sobrarán las frutas, las hojas, las veletas, Las esferas que transitan por el éter, El poema que crece silencioso En el árbol prohibido y permisivo de la noche. Mashiaj es mi Pastor Nada me falta. Me supliré de las cosas que circundan por el mundo: Los cantos, las quebradas, las orillas Y recostaré mi espalda Sobre las piedras del desierto, Contemplaré el vuelo estrepitoso de los ríos Sobre el lienzo claro-oscuro de los valles. En la época en que escasee la vida Y Satanás se levante como un himno en la baraja Mashiaj me surtirá de la frescura: Caminaré desnudo por el cosmos Como una estrella más del infinito Como un cometa sobre el lienzo luminoso de la muerte. Y vendrán la fama y la derrota Como dos hermanas, hijas de Calíope, Y no les temeré ni huiré de ellas porque suyo es mi pecho que discurre como el agua y suyo es mi paladar que saborea la caída. Mashiaj es mi Pastor Nada me falta; Los tres días de oscuridad Me harán reflexionar sobre las sombras; Las hormigas diminutas del desierto No roerán un céntimo de aire, La destrucción de las ciudades No oscurecerán el diario florecer De las lluvias y los astros; Y vendrá la luz con sus velos y sus danzas -Acaso mi ceguera se nutrirá de estas canciones- y mi espada se surtirá de sus cabellos rompiendo el abismo hacia la tierra prometida. ** Winston Morales Chavarro aniquirona@yahoo.com Narrador, poeta, ensayista y periodista colombiano (Neiva, Huila, 1969). Magíster en estudios de la cultura. Ganador de la IX Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera (2004). También ha ganado los concursos de Poesía Organización Casa de Poesía (1996), José Eustasio Rivera (1997 y 1999) y el Concurso Nacional de Poesía Universidad de Antioquia (2001), entre otros. Fue director editorial-fundador del periódico Neiva y es co-director de la revista Índice de Literatura, miembro del consejo editorial de la revista de literatura Puesto de Combate (Bogotá), director de la revista Hojas Sueltas-Neiva y corresponsal de la revista de literatura Alhucema (España). Ha publicado los poemarios Aniquirona (Trilce Editores, 1998); La lluvia y el ángel (coautoría; Trilce Editores, 1999); De regreso a Schuaima (Ediciones Dauro, Granada, España, 2001); Memorias de Alexander de Brucco (Editorial Universidad de Antioquia, 2002), y la novela Dios puso una sonrisa sobre su rostro. Textos suyos aparecen en antologías diversas y en revistas y periódicos de Colombia, España, Venezuela, Estados Unidos, Argentina, Puerto Rico y México. === Los domingos Carmelo Basabe ====================================== Habitualmente reconozco a las personas que me circundan aunque no hablen. Lunes. Esta es Epifania. Su voz me lastima hasta límites indecibles. Su timbre es penetrante y doloroso, y su vocabulario tan vulgar e ininteligible que dan ganas de vomitar. Aún recuerdo las náuseas que provoca el vómito, su sabor repugnante y su olor repulsivo. Epifania es todo eso. Ahora entra por la puerta, lo sé porque he oído el tintineo de sus joyas de chichinabo y el sonido que produce al andar el roce de sus apretados pantis sobre sus muslos asquerosos y gordos. Cosa que intuyo por su forma de respirar entrecortada y forzada. Debe de haber escaleras antes de llegar a esta habitación. Ya habla, y por mi médula corre una serpiente fría que me descompone. Me recoge la mano con su palma derecha y la cubre con su izquierda dándome unas palmaditas como si con ello se consolara a sí misma. A la vez resuenan sus pulseras y noto muy frío lo que deben de ser sus anillos. Al de un rato la oigo hurgar en el bolso; saca un pañuelo; y la oigo lamentarse. Así está un buen rato hasta que por arte de birlibirloque comienza a escupir de nuevo su cháchara barata y quejica. Después de un rato calla de nuevo y me relajo. De vez en cuando la oigo suspirar largamente y en el transcurso de esa expiración forzada jalea todos los metales que lleva colgados. Después de un largo rato entre quejidos, risas esperpénticas y lamentos, noto cómo retira su sudorosa mano izquierda de la mía y oigo aún el tintineo de su reloj al cual, intuyo, mira, lo vigila cada vez más frecuentemente hasta que al final se levanta suspirando, esta vez de una forma más natural, como reconociéndose merecedora de un sitio en el cielo por la labor humanitaria que hoy, lunes, ha desarrollado. Oigo el roce seco de sus pantis. El campanilleo de sus baratijas y el torpe taconeo de sus pasos. La serpiente libera mi espina dorsal y siento por fin una sensación de alivio. Martes. Oigo toses por el pasillo. Se abre la puerta y entra Joaquín. Huele a tabaco. Carraspea y se traga la flema. Da una vuelta por la habitación parándose en la ventana. Supongo que echa un vistazo a su alrededor porque en un momento dado interrumpe el paseo de repente y todo queda en silencio. Al de unos segundos reanuda su marcha esta vez más lentamente. Se quita el abrigo y luego la chaqueta. Arrima una silla a algún sitio cerca de la ventana. Descorre la cortina y la abre. Luego se acerca a mi inseguro, y desde el borde de la cama noto cómo se inclina y arrima su cara a mi nariz, probablemente para comprobar que efectivamente todavía respiro y que su estancia allí no es vana. Ese momento en el que nuestras caras están juntas se me hace una eternidad. Percibo su aliento hediondo sobre mi nariz y al instante me entran arcadas y espasmódicamente mi esfínter estomacal se cierra y las náuseas son aun mayores. Eso me produce un asco infinito que perdurará mientras sienta su presencia en la habitación. Una vez que testifica mi tenue aliento se retira y vuelve al refugio de su ventana, allí se da cuenta de que le falta algo porque escarba en sus bolsillos buscando alguna cosa que no encuentra. Va hacia su abrigo y continúa la búsqueda. Lo encuentra. Vuelve a la ventana y oigo cómo desenfunda un cigarrillo; resuena el chasquido de un mechero e inspira el aire contaminado con placer. La habitación se colma entonces de tabaco. Mi estómago se cierra más aun. Entonces él, como si se percatara de mis sensaciones, torna aun más la ventana para dejar salir el humo. Este proceso se repetirá cinco veces durante el tiempo que Joaquín permanece en la habitación. Cuando por fin le oigo girar la cerradura del ventanal, recoger su chaqueta y abrigo y marchar sin ni siquiera ponérselos con paso firme hacia la salida de la estancia, sin ni siquiera comprobar si mi débil respiración continúa alimentando el mundo de una existencia más, pasiva e inútil. La boca de mi estómago recupera su forma original por fin. Miércoles. Igor debe de ser muy joven. Es ruidoso. Su ropa huele a sudor viejo. Le oigo llegar con paso rápido. Abre la puerta manipulando la manilla sin acertar a hacerlo a la primera, hasta que finalmente la abre de un golpe. Es descuidado, tropieza constantemente. Su calzado debe de ser de esos deportivos porque chirrían al deslizarse sobre las baldosas. Va directamente a la esquina donde debe de estar la televisión, le oigo presionar mandos y botones, hasta que al final lee en alto las instrucciones de uso y abandona la esquina decepcionado. Se acerca a mi cama y me lanza una exclamación dejando perfectamente claro que estoy totalmente jodido. Mi cabeza entonces comienza a dar vueltas. Las tinieblas en las que habitan mis pensamientos se tornan ahora aun más oscuras, su presencia me crea inseguridad y un desasosiego inexplicable. Escucho cómo se sienta, revisa el cajón de la mesilla que está junto a la cabecera de mi cama; luego se levanta y abre los cajones del armario ropero, seguidamente entra en el water, no sé lo que hace porque no escucho ningún ruido familiar, hasta que al final suena el agua que bombea la cisterna del inodoro. Sale y se sienta apoyando su cabeza en el borde de la cama. Oigo el ritmo de una musiquilla y lo imagino con un "walkman". Tararea una canción desentonando y marcando el ritmo de vez en cuando. Después de un tiempo que se me hace eterno le oigo decir un taco, recoger el "walkman" que continúa sonando ahora con más volumen al quedar los auriculares libres de sus orejas. Oigo un clic que hace parar la música y acto seguido unos pasos torpes que se alejan. La puerta ha quedado abierta y le oigo cagarse en la madre que parió a los putos hospitales. Mi cabeza ahora descansa, y caigo en un profundo sueño. Jueves. Es Ramona. Su paso es muy lento e inseguro. Utiliza bastón. Una de sus piernas debe de ser casi inútil porque sólo se oye el ruido del paso de un pie, y después de un intervalo en el que apoya el bastón lentamente sobre el suelo, escucho posar el mismo pie indeciso. Llega hasta mí y me pone la mano en el pecho. Murmura algo que no llega claro a mis oídos y vuelve a retirar la mano. Me arropa y comienzo a tener calor. Se sienta en la cama junto a mí. La noto explorar su bolso en busca de algo. Lo saca. Es un libro porque escucho el remover de las páginas, lentamente y una a una, así durante un buen rato hasta que se para en una ellas. No sé si la elige al azar o la guardaba marcada previamente para la ocasión. Comienza a leer la Biblia y yo siento miedo. El pecho se me encoge y me cuesta respirar. Mi corazón se acelera y siento sus latidos más calientes y convulsivos. Ella continúa la lectura de algún pasaje del Antiguo Testamento. Así un tiempo que se me hace infinito, hasta que de repente, sin percibir yo ningún cambio de tono en su narración, y sin ni siquiera haber terminado el relato que está leyendo, cierra el libro, lo cual me hace pensar que su lectura es tan sólo funcional y que ni ella misma se entera bien de lo que me lee en voz alta. El recital delirante sin embargo no termina ahí, y comienza un murmullo en el que de vez en cuando reconozco pasajes del Padre Nuestro, el Ave María, y otras oraciones. Me acongojo aun más e intento desviar mi atención hacia otros sonidos, pero no lo consigo. Después de una eternidad, la inodora y aséptica Ramona se levanta. Ase el bastón que había dejado apoyado a la cama; se levanta lentamente; y la oigo alejarse poco a poco. Mi respiración retorna a su cadencia normal, y el nudo que envuelve mi corazón se deshace al fin. Viernes. Wilfredo debe de ser un chistoso porque se ríe de sus propias gracias. A mí sus ridiculeces me producen desasosiego por toda la estulticia y negación a la inteligencia que encierran en sí mismas. Le oigo llegar dando palmadas, como anunciándose. Creo que piensa que su presencia me produce algún placer especial por lo aburrido de mi estado letárgico. Se planta junto a mi cama, taconea con los zapatos como preludiando algo gracioso y suelta su chiste pretendiendo ser el paladín que alegrará mi existencia durante el tiempo que me regale con su presencia. Mi cabeza reacciona con un rechazo hacia el sentido del oído del que desgraciadamente no puedo huir. Él continúa su sarta de sandeces hasta que él mismo, como si se percatara de que un rostro tan inmóvil e inexpresivo no puede despertar más que falta de inspiración, da por concluidos sus episodios. Entonces se reclina en el único asiento que parece estar disponible en la sala, excepto la propia cama, y le oigo cómo hojea lo que parece ser un periódico. Al cabo de un rato escucho el ruido de las páginas que se arrugan al ser cerradas de repente, probablemente porque se da cuenta de la hora. Entona una cancioncilla alegre, se acerca a mí como para despedirse, da unos taconazos, unas palmas, e intuyo que hace un gesto aparentemente gracioso a modo de despedida. Su paso al marchar es ligero y seguro. Mis oídos descansan ahora. Sábado. Se nota cuando te acompaña un profesional. Gregorio lo es. Lo primero que dice siempre al entrar es "buenas tardes", como si la persona que está postrada frente a él fuera su pareja de mus y que, llegando tarde a la partida, lo saludara precipitadamente para iniciar el juego de sobremesa de cada sábado. Deja un maletín en la mesilla junto a la cama. Se desprende de la chaqueta. Se remanga la camisa. Abre el maletín y saca bálsamos y ungüentos olorosos. Seguidamente comienza una sesión de masaje que a mí más que relajarme me produce dolor. Es un dolor desagradable pero soportable. Comienza por el cuello, los hombros y luego la espalda. Continúa por las piernas y luego los brazos. Se toma su tiempo y silba mientras lo hace. Es aséptico. A veces me dice cosas cómo quien le cuenta anécdotas a su pareja de naipes en los intervalos del juego y entre copa y copa. Chismes de fútbol e hilaridades que a mí, lejos de distraerme, me centran más en el desagradable dolor que me reparte por todo el cuerpo. Debe de tener el tiempo medido porque justo cuando termina la sesión recoge sus cosas en el maletín, se arregla la camisa, se pone la chaqueta, y se despide con un "hasta el sábado que viene". Mi sentido más desarrollado persigue sus pasos hasta que el silencio vuelve a invadir mi vida sempiterna de tinieblas. Mi cuerpo entonces experimenta una calma absoluta. Domingo. Sé que es domingo y mentalmente me he estado preparando para ello. El hilo del que pende mi inmóvil y frágil vida sigue tenso gracias a Isabel y sus domingos. Ahora la angustia me la produce la larga espera hasta que mis muy finos oídos escuchen sus pasos alegres devenir por el larguísimo corredor que conduce hasta el lánguido y solitario espacio en el que habita mi cuerpo lacio. Me impaciento. Casi desespero, y pierdo aun más la noción de mi tiempo inmensurable. Cuento desesperadamente los días de la semana. Epifania, Joaquín, Igor, Ramona, Wilfredo, Gregorio. Recuerdo cada una de las sensaciones que me producen sus gestos, sus olores, sus frases, sus pasos. Voluntariamente me impongo el suplicio de volver a experimentar el asco, la rabia, el dolor, el miedo y el vértigo que me producen sus visitas con el único motivo de asegurarme del día de la semana en el que me encuentro. Por fin percibo el rastro de sus pasos festivos y me recreo en ellos. Los escucho y mi alma se ilumina de una manera que sólo un resucitado que ha conocido el infierno absoluto podría explicar al volver a la vida. Los oigo cada vez más cercanos. Pero todavía, en el fondo de mi ser, guardo la sospecha terrible de confundir su pista con la de otra persona desconocida. Pero esa sensación macabra sólo dura un segundo. Imaginar por más tiempo que no es Isabel la que está al otro lado del pasillo me provocaría una angustia tal que el hilo que sostiene mi quieta existencia al fin se rompería, y con él abandonaría la noche en la que me sumo postrado en esta vigilia vegetativa. Llegaría por fin la claridad y me convertiría en el espíritu libre con el que sueño cada segundo. Sé que alcanzaré así, en algún momento, el otro mundo, donde existe la perfección total, donde la perspectiva del espacio repleto de los placeres sencillos de los sentidos y anhelados en esta vida de penumbras se vuelve real y mi gloria es por fin el placer de no sentir nunca más la obscuridad de una existencia vacía de anhelos perdidos en el camino, despreciados por la falacia de las luces de la ignorancia y la ignominia de las falsas esperanzas con la que nos regalamos para seguir caminando hacia el abismo. Yo conozco ese abismo. Lo juro. Y juro que desprecio la vida que me regalan. Pero es Isabel la que entra por la puerta, y la gloria para mí ahora está en este mundo. La huelo feliz mientras se quita el abrigo y se descalza, frente a mí. Me desentiendo de los sonidos superfluos que producen las cosas y me centro en su persona. Su olor es limpio, su voz mientras me habla me produce millones de placeres inexplicables. Recibo el encanto de su tacto. Me coge de la mano de una forma natural, fuerte, y sencillamente hace firmes sus cinco dedos envolviendo mi mano inerte pero plena de sensibilidad en la suya. Me acaricia la cara con el dorso de su otra mano, se para en la frente y en la comisura de mis labios que humedece de alguna manera muy sensual. Se acerca a mí y siento su respiración sobre mi cuello desnudo. Mi corazón late ahora más intensamente, embargado por un vacío inexplicable que noto llenarse a borbotones de sangre ardiente; los lagrimales de mis ojos quieren dejar escapar algún líquido que ya no existe pero que siento en mi garganta que se contrae en una mezcla de placer y dolor espiritual. Su suave mano lentamente recorre mi pecho mientras me desarropa de las sábanas. Coge mi tibia mano y se la lleva a su pecho. Siento su cuerpo voluptuoso a través de su sweater y recibo en mis nervios semidormidos el compás hermoso de su corazón palpitante. Siento ahora un escalofrío tonificante en mis muslos, en mi ingle también. Mi mano, guiada por la suya, recorre todo su cuerpo infinito, su cara, su cabello largo y recogido por detrás de las orejas, sutiles cartílagos que me obliga a palpar, me lleva a su acuosa boca e introduce mis dedos en ella. Mientras, su otra mano ya ha llegado a mis genitales que acaricia con dulzura, sin un ritmo preconcebido. Siento ahora cómo mi pene se tersa. Ella es la única persona que lo sabe. Sabe que en mí perdura la pasión del amor y el sentido físico y espiritual que lo hace posible. Por eso se desnuda. La escucho desprenderse de toda su ropa. Lentamente se abalanza sobre mí y, sin dejar de acariciarme, extiende su cuerpo limpio sobre el mío. Introduce mi sexo en el suyo, y mi cuerpo y mente se cargan de un caudal de emociones y placeres indescriptibles. La oigo gemir mientras se mueve acompañándose de los roces que le producen gozo y con los que se deleita deliberadamente. Siento cómo su cuerpo se estremece junto al mío y ambos alcanzamos el clímax. Luego se une a mí en un abrazo demasiado corto, porque como ella me dice dulcemente mientras se retira pesadamente, la vida nos regala el tiempo, la naturaleza los placeres para llenarlo, y Dios espíritu para vaciarlo. Ella se va y yo me vacío entonces en mis tinieblas. Hasta el domingo siguiente. ** Carmelo Basabe carmelobasabe@letralia.zzn.com Escritor español (1959). Trabaja de administrativo y su producción permanece inédita. === Oficio de espejo Sary Oliva Herrera ============================== *** Pan para el mundo El pan, el grano, y más. La cópula esperanzada, el éxtasis conjunto, el numen que nos recala en niebla, esperma, lluvia. La gravidez en la espiga, el espejo asoleado en la mazorca. Al cosechar cantamos al sudor que humedece nuestro surco, a la ofrenda y al pacto. Cantamos, el agua en el molino y las manos en el pilón, la levadura, obrera pequeñita, infatigable; el horno, concienzudo y madrugador, francos saludos desde el burén y la bandeja ante el huésped inesperado. Al cuerpo repartido, a la ofrenda y el pacto. Cantamos por el caucho de los neumáticos, el acero del barco, la bicicleta del repartidor Pero también a Ceres y a Pavlov, sorprendidos en romance caliente por las cámaras; y acremente a la bolsa, que se abotaga de ilusión salivada, odre de los valores que vendieron el pacto. Toda la voluntad en su carne restauradora, toda la música bajo su corteza dorada, como la tierra, todas las lenguas sobre mi lengua, ahora, como el mundo. Pan para el mundo, el mundo para todos. *** Turistas Personas que recorren los países por distracción y recreo Llegas con buena provisión de asombro. Pagas por deslumbrarte con el dulce arco iris de las frutas en carnaval, con las faldas de goznes permisivos o el cascarón estéril de la historia. Y te dejas mimar por dioses restaurados con la fe del bolsillo, por tu buena fortuna. Y saludas al sol, el implacable carmenador de ceras, que luce tan buen tipo a través de la capa de ozono, fuera de la mampara de titanio, detrás de los cristales polaroides. A menudo se nota -aun después de franqueada la córnea digital- el aura fresca y sobria, aura climatizada que te distingue del avispero de no protagonistas, gente decorativa, gente extra, gente que prueba hasta qué punto puedes estar conforme y alegrarte, -Dios mío, que esta no-gente desearía ser como yo turistas de su tierra- ** Toda persona -literalmente y en su acepción humana- Tendría que hacer un viaje por el mundo; de recreo (¿por qué no?) y también de asombro como quien viaja a recorrer una heredad, a conocer a la familia. Vamos a la matriz legrada del Nilo, y al indigesto Louvre, embutido de robos museables. Vamos a la cubierta de los portaaviones, circo de los pulgares condenatorios; y a un refugio, con su carpa de balas. A escrutar la concepción del universo, cuando la noche penetra al Mauna Kea, y a disfrutar del día y de un hotel cinco estrellas en Singapur. *** Y siempre nos saldremos a la puerta, unas veces alegres, otras con extrañeza, buscones de regalos, obsequiosos de tienda, proveedores de sueños, aguadores de fiesta, pero siempre nosotros, gente protagonista, gente que va conmigo a recorrer la casa, a buscar el asombro, a saludar a la familia. *** La carrera del siglo Después de la primera vela ganada a la adversidad: pajaritos de azúcar, San Nicolás que obstruye las vías del tiempo con sus conglomerados de plástico multicolor. Después, Manipular el ábaco y los peldaños, celebrar los descansos, si se puede en el trópico. Disecar las esferas en parcelas y colorearlas según la posición e idiomas. Obtener las verdades acuñadas en tinta, tripular los elevadores empapelados con diplomas. ¿Y después? Un papel por el techo, un papel por el cielo; por alimentar la libertad con fuentes no renovables de energía y para escudar ese capital considerable que amerita una protección máxima. Los cuños te compactan la sustancia; las firmas incrementan el radio atómico, las esferas, los adjetivos y electrodomésticos que orbitan en torno a tu posición e idioma. Los documentos dan la seguridad de tu existencia, de tu derecho a comprender la realidad. Libre ya en pergaminos de la adversidad. ¿Y después? *** Elogio al acondicionador de cabellos Natural como la cola del cometa, mi cabellera astral se extiende hasta los límites de la vía láctea. Pero. ¿Qué hacer con este cardador hecho de rayos gamma, con ese polvo de planetas muertos? La radiación de los púlsares es una bomba sobre el testudo de la ceramida. No. ¡Ella es la leche sin el fuego! Majestuosa como una alfombra de púrpura real, mi cabellera rococó despliega su abanico para el baile. Pero. ¿Qué son esos bucles decrépitos, esas figurantes olas muertas? No. ¡Ella es la seda sin el gusano! Ni el mismo Luis el Sol poseyó nunca acondicionador como el mío. En su pote traslúcido parece inofensivo pero es más poderoso que el astro Rey que hace medrar por gemación, que no genera. Con los dioses debiera compararse, porque ha resucitado jaculatorias de cadáveres celulares. Desde que yo lo adoro, mi cabellera es naturalmente radiante, igual que un crisantemo envuelto en celofán. *** Buda y la burocracia Un traje sastre, un corte disciplinado, un pasaporte del color apropiado, mejor un número, una serpiente aritmética, cancerbero codificado de tus bienes, testimonio de tu solvencia. Son esas las pruebas de tu entidad que logran convencer a un burócrata. Si no, ya puedes disolverte cual humo del incienso en la polución global; deslavarte en fantasma de oficinas: Igual no te verán. Las propiedades de los cuerpos (la masa por ejemplo, las curvas, los recesos) no van con el burócrata. Nada de la manzana que retorna a la tierra Para saber que existes no se fían de los sentidos (consentidos románticos). A la orden del día su gremio ha enarbolado un pendón metafísico. Con buena voluntad la emprenden a desplantes contra nuestros prejuicios cartesianos. Los burócratas, esa raza anodina, desamada, se ha propuesto acercarnos a empellones al nirvana. *** Elogio al blanqueador dental Veranda de azahares monoclonales, albo que te quiero albo. Desfile de beldades mojigatas, pulcro que te quiero pulcro. Enjabelgadas en satín y escayola, blancas y pulcras debutantes que se insinúan al paso del auriga bajo del quitasol Dior addict ultra shine. Puro blanco no de nubes ni espuma, no digo de la nieve no digo de la luna, todos blancos ascéticos que no atrapan la luz. Digo más bien Danone plano y blanco Levis latex para interiores. Digo las bandas blanqueadoras ajustables y el pulidor dental. ¡Ay que ya temo levar los ángulos! ¡Ay que no tengo un níquel que me compre la sonrisa apropiada! ¡Ay! ¿Cómo voy a rumiar tanta tristeza con mis dientes sin risa? Feliz cuando iletrada de anuncios comerciales sonreía del pecho, de espaldas a mi deprivación calcárea. Felices los que ríen, ríen, ríen. Y simplemente ríen. *** Platonismo Neón ¡Adiós Lucy, adiós Lucy, la de piernas old fashion! Ya no llores por el árbol familiar: Lo hemos quemado. Adiós pequeños ácaros enmascarados entre los restos de la sangre: Ya no seremos de la misma sangre. Deforestada la colina pagana, no más bucos, centauros ni sirenas. ¡Adiós a los estigmas animales! Violado el laberinto del deseo por el manual de instrucciones ¡Adiós al minotauro y al olor de los subproductos hormonales! ¡Adiós a las imperfecciones de la vida! ¡Bienvenidos el rasurado completo y el desodorante corporal! ** Sary Oliva Herrera hathormaria@hotmail.com Escritora y médica cubana (La Habana, 1971). Especialista en anatomía humana y practicante de acupuntura. Reside actualmente en Walhain (Bélgica). Estudia pintura en la Academia de Bellas Artes de Tournai. Poemas suyos aparecen en la Antología 2003 de Ediciones Nuevo Espacio y en la revista electrónica Almiar. === Ingeniería sentimental Marco Vinicio Padilla Arceo =============== ...Vámonos a ver si la experiencia puede hablar más que cualquier libro de ciencia que comente fantásticamente todo lo que se sabe de amor... Fernando Delgadillo* (Van a llevarse la caja a las doce del llanto. Sus ojos ya están cerrados pero sólo duerme y espera. Me espera porque sabe que lo alcanzaré con la estafeta del sentimiento. Ya se fueron todos y la manecilla ya no gira. El color es la representación cromática de la vida. El negro no se excluye, y aunque le atribuyan el ignominioso calificativo de ausencia de color, hoy yo abogo por él. El negro es el trozo arrancado de la noche como la de hoy, en la que él recostado con los ojos cerrados me espera y de negro se disfrazan los concurrentes para dar fe de él.) Cuando él respira se prolonga el espacio, se estira de alguna forma el universo y todo flota. Un literato siempre será prejuzgado como el intelectual que escribe en una biblioteca y remite su obra a la editorial más cercana. Él no, y tiró mis prejuicios. Él respira y se plasma en sus letras. Hace tiempo que lo conozco y todavía no logro enterarme por qué el tiempo se hace más corto al mirarlo, al verlo escribir. Las aulas universitarias también lo observan, atestiguan su inmersión en las leyes, en los códigos, en la jurisprudencia, y se percatan de que, aunque buen estudiante, eso no es lo suyo. Y las aulas sapientes del Derecho envidian a aquéllas que dominan la literatura, porque le roban la mente y desgastan su talento intelectual. En su camino se topó con una de esas y griegas de la vida, una bipartición de preferencias, los libros líricos de un lado y los libros leguleyos del otro. Optó por dividirse en dos y tomarlo todo. Sólo él. Y no sé si ya lo había dicho antes pero tiró mis prejuicios, esas murallas inquebrantables y sempiternas que sólo se derriban con una persona como él. Ayer me casé en la Oficina Central del Registro Civil. Hoy es día de las madres en México y mañana son siete meses que entré en su vida y él en la mía y se dio el sincretismo famoso del que todos hablan. Amor. Hoy al verlo respirar y escribir sé que eso es lo que mejor hace, porque al inhalar oxígeno vive, y su vivir es para mí lo mejor en mi vida, incluso mejor que mi propio respirar y mi propio vivir. Muchos no atienden el hecho de respirar y cuantimás, no le dan el peso ingente que tiene. Respirar es tragar vida y escupirla a la vez, y generalmente los científicos de la Medicina hablan de ciclos y aparatos del sistema humano, estudian sus enfermedades y aplican resultados, pronuncian panegíricos a sí mismos y se jactan de sus seudoconocimientos acerca del respirar. Entienden que un elemento como el oxígeno se adhiere a cualquiera de las cavidades que se diseñaron para que entrara. Les llaman nariz y boca. Los eruditos de la salud también creen saber la causa de todos los derivados del respirar, y se limitan a explicar que el estornudo, la tos, el bostezo y el hipo, verbigracia, tienen una razón de ser menos seria que la descrita en libros insulsos. Respirar es tragar vida y escupirla a la vez. Los literatos también estudian este tipo de manifestaciones vitales del ente humano. O qué, ¿sólo los médicos con maestrías y doctorados y viajes a tierras de otras lenguas pueden (y deben) dar razón al devenir del hombre? Sería irrisorio pensar que sí. Y este estudio profundo y dogmático lo hallé gracias a él, pues respirar es lo mejor que hace, porque vive y su vivir es el mío. Los médicos, en medio de lo abstracto, dicen que saben que respirar es inhalar oxígeno. Yo digo que respirar es inhalar ilusiones, de eso se alimenta el respirar. Las ilusiones se fabrican con sueños, de tal modo que todo se vuelve una ingeniería compleja. Los sueños no terminan la cadena, pues son hechos con sentimientos, que se crean a su vez al trastocar otro respirar. Y los médicos creen que sólo es inhalar oxígeno. Pero no nos apresuremos y vayamos paso por paso. Quien respira es porque tiene ilusiones, y principio general del respiro es poseer una ilusión que lo sustente, que lo detenga. Nadie puede respirar sin una ilusión, los que respiramos por lo menos tenemos una, y que no necesariamente es buena o mala, simplemente es ilusión puesto que el respirar no conoce de ideologías humanas, de éticas o de morales costumbristas. El respirar sólo piensa en las ilusiones. No hace más. Yo ayer me casé en la Oficina Central del Registro Civil porque la ilusión me llevó de la mano; un literato, la sinonimia de mi ilusión. Y eso de casarse será muy solemne pero para mí todo el teatro aquél es accesorio. Un papel, un folio tamaño oficio trata de registrar con tinta un amor de dos. Yo me río; qué inocente el Derecho, qué inmaduro. Con reglitas codigueras pretende plasmar dos vidas al unísono, y no porque el Derecho sea defensor del sentimiento universal, sino porque pretende evitar actos tachados por la ideología contemporánea, aplastante. Casarse, no hacerlo, qué importa, lo verdaderamente relevante es la ilusión, ésa que proviene del sueño y alimenta el respirar. Mi ilusión, él. El sueño del que devino fue y sigue siendo un maremágnum de universos, una caricia suave, una mirada trazada por la luz de sus ojos. Ese sueño que caminaba en mi mente, con su batallón de sensaciones detrás, con sus ventanas hacia el siempre, se volvió sombra, amigo encadenado. Los sueños tienen ese dejo de sublimes y etéreos, son realidades, no son fantasías como estúpidamente se cree. Son las mejores realidades al ser diseñadas por el sentimiento, no por la persona, realidades sustentadas en la otra realidad, la insulsa. El sueño generalmente tiene nombre y apellido, se aparece cual monstruo de mente humana, y lo más irónico de todo es que no deja dormir, cuando la mayoría de los criterios piensan que el hecho de cerrar los ojos y apagar el cuerpo precede al hecho onírico. Pues no. Soñar, dicho en su más puro sentido, es un acto anterior al dormir, y no simultáneo. "El soñador deja de serlo cuando advierte que está soñando".1 El soñador no puede dormir, no quiere. Yo no quiero dormir ya, quiero seguir soñando y no cansarme. El literato me mantiene en el mar onírico y Calderón de la Barca tenía razón en su vida que es sueño. El sueño construye ilusiones y gracias a las ilusiones se respira y cuando se respira se vive y de vivir se trata. El sueño no llega solo, viene de la mano de papá sentimiento. En esta parte del estudio surge la conclusión de que no se puede soñar sin sentir. El símbolo de todo, del movimiento humano, porque el hombre y su constante movimiento, su ilógico orden, su absurda gravedad, estriba en el sentimiento. Por ello el peor de los sentires no es el odio, el rencor o el encono. El peor de todos es la tristeza, porque el triste no se mueve y el hombre es movimiento, el triste no se mueve y al no moverse obceca sus sueños, y los sueños son el germen de las ilusiones, que alimentan el respirar y por ende, justifican el vivir. Y pensar que los psicólogos hacen estudios kilométricos, miríadas de investigaciones, pingües deducciones, inocentes conclusiones con respecto al deprimido, en alusión al triste, y pretenden prever suicidios alabando a Freud sin siquiera comprender que la cadena está coartada, que no rota, en su parte más endeble, la del sentimiento. Y los psicólogos dicen que saben, y recomiendan terapias y terminan escuchando, terminan siendo un amigo comprado, un par de oídos y palabras de aliento, nada más. El psicólogo por más que intente adherirse al sentimiento fulminante del triste, nunca lo hará porque cree que todos caben en sus cuadros sinópticos, todos son un paciente presto a ser diagnosticado por un margen prestablecido. Inocente la Psicología al pensar que escuchando y redactando notitas, en una oficina con un sofá grande para que se recueste el cliente, perdón, el paciente, logrará disolver la tristeza. El sentimiento, a su vez, proviene de otro respirar, como me pasa a mí y como posiblemente le pasa a usted que me lee. El sentimiento se forja con base en respirar el aliento de otra persona, el sentimiento se funda en un deseo irresistible por ser irresistiblemente deseado. La ingeniería sentimental se vuelve un poco más compleja en este punto, porque es cuando el ciclo se cierra y la catarsis alucina por haber logrado su cometido. Es aquí cuando se extasía el mar torvo de sensaciones que se entrelazan para hallarse unas con otras. El sentimiento proviene de una mirada, en principio, puesto que es la puerta de entrada al mundo inefable de la otra persona. Así me sucedió a mí. Dicen los que dicen que saben que eso es amor. Digo yo que estoy de acuerdo. Amor son cuatro letras, aunque al unísono el vocablo signifique todo menos lo estipulado por la Real Academia de la Lengua Española. Enamorado está el que ha cumplido cabalmente la cadena, y amor es la única palabra de todos los lenguajes mundanos que tiene tantos significados como habitantes haya en el planeta de locos que habito. Amor es para mí tan distinto a lo que piensa él, a lo que pensaron León Felipe o Bécquer, a lo que piensan el granjero neozelandés que habita Wellington o a la mucama que asea habitaciones en un hotel de Bangladesh. El amor se cae de la risa cuando le hablan de espacio y tiempo. Inocente la Real Academia de la Lengua al pretender encuadrar en cuatro letras un sentimiento loco, tan heterogéneo y homogéneo a la vez. Decía yo que la cortina son los ojos, la luz de la mirada lo que guía al sentimiento a encontrarse con el otro sentimiento, ambos devenidos del proceso ilusión-sueño-sentimiento. Ya insertados ambos en la incandescencia ocular, todo se vuelve más sencillo. El tiempo es más corto y la luna brilla más y los rayos estelares abrazan con más fuerza y el sol calienta cuando debe y el frío no existe y el espacio es firmamento y sus manos son la meta y la ventana es infinita y el papel para escribir es eterno y todo y nada son sinónimos. Cuando un respirar y otro trastocan entre sí, ambos tienen su significado de amor, y sin embargo hay en el uno el picaporte en donde se inserta la llave del otro y viceversa. El amor, aunque distinto para uno y otro, encuentra un cauce común que comenzó en la mirada y recorre febrilmente el contorno del cuerpo hasta llegar a la mente, ésa que estorba para sentir, porque piensa y es indiferente, y le dicta a las comisuras que se abran para pronunciar el te amo y así llegar al punto donde todo comenzó. Yo respiro porque tengo una ilusión, que es producto de un sueño devenido del sentimiento abismal, resultado del respirar del otro y que finalmente se conecta con el respirar inicial. Mi respirar. Ese mío que se vuelve suyo. Y no sé si lo dije antes pero derrumbó mis prejuicios. Me condujo a la comprensión de que respirar no es lo que los médicos y sus libros enseñan con vanagloria y absurda jactancia; el literato me mostró que un estornudo es un éxodo de desilusiones, estorbosas de las ilusiones; me enseñó que el suspiro es el sobrante de aire de la persona faltante, que el suspiro es el espíritu del beso no dado por morirse en el intento; que la tos es el grito del sentimiento por la necesidad de estar con él, y finge ser enfermedad para que médicos y psicólogos no distraigan el objetivo; que el hipo es una relación curiosa con el tiempo, una repetición constante de instantes, un llamado a repetirlo tantas veces el cuerpo lo exija, por ello es importante saber cuántos saltos se dan al momento de la contusión diafrágmica, para así calcular el número de universos que la otra persona extraña al contuso. El oxígeno es sólo un elemento químico, no tiene nada que ver con el respirar. La ilusión es lo que activa el motor humano. La ilusión es el elemento vital. El sueño diseña y traza con delicada precisión a la ilusión. Quedó atrás el prejuicio de que soñar es de dormidos y dormir es de enamorados. Ahora comprendo que el mejor antibiótico no es el de los psicólogos o médicos. Para abatir la tristeza es requisito afinar el sentimiento para que genere sueños y éstos ilusiones. Ahora sé que tantos libros de Psicología son inútiles ante tal remedio. Ahora sé que cuando respira se prolonga el espacio, se estira de alguna forma el universo y todo flota. Un literato siempre será prejuzgado como el intelectual que escribe en una biblioteca y remite su obra a la editorial más cercana. Ahora sé que el literato del que me enamoré respira y se plasma en sus letras, y contribuye a realizar este estudio cronológico de ingeniería sentimental, ahora sé por qué el tiempo se hace más corto al mirarlo, al verlo escribir. Hoy él está muerto para la gente, pero yo lo espero porque la muerte de los enamorados ya pasó, fue antes de conocerse uno al otro. La fecha de nacimiento, el día en que las miradas se dieron la mano de luz. La muerte que los no enamorados suponen que es muerte es sólo un paso más para los enamorados, un escalón en el tortuoso e intrincado camino del amor. Yo nací el día en que lo conocí. Es frase trillada, pero cierta. Yo era muerta antes de eso. Hoy su muerte sólo es una sala de espera. Aguarda por mí. Y aunque para los médicos ingenuos él no respire, la ingeniería no cesa, y él me inhala, crea la ilusión de verme una vez más, teje el sueño, esculpe el sentimiento, y yo lo respiro. Tiró mis prejuicios y el presente es un estudio prolijo de lo sencillo que es el amor. Hoy descansen en paz los no enamorados, que ya se llevan la caja. Son las doce del llanto. *** Apéndice Propuesta de nuevos significados a vocablos equívocos, dirigida a la Real Academia de la Lengua Española. AMOR.- Remitirse a seis mil millones de interpretaciones. ESTORNUDO.- Dícese del éxodo de desilusiones que estorban a las ilusiones. HIPO.- Relación curiosa y temporal, representación constante de instantes que tiene como fin repetir a la persona amada tantas veces el cuerpo lo exija. Se recomienda por expertos saber cuántos saltos se dan en el momento de la contusión diafrágmica para así calcular el número de universos que la otra persona extraña al contuso. ILUSIÓN.- Elemento vital similar al oxígeno que contribuye necesariamente al respirar de una persona. Es producto, a su vez, de un sueño. SENTIMIENTO.- Hecatombe humana que gradúa el movimiento de una persona, forjado con base en el respirar de otra. V.gr. Amor, fundado en el deseo irresistible por ser irresistiblemente deseado. SUEÑO.- Maremágnum de universos análogos a una caricia suave, nutrido por un sentimiento, y que nutre a su vez a una ilusión. SUSPIRO.- Sobrante de aire de la persona faltante; dícese también del beso no dado por morir en el intento. TOS.- Grito del sentimiento pregonando la necesidad por la persona amada, que finge ser enfermedad para que médicos y psicólogos no distraigan su objetivo. * Variaciones de la canción informal "Buenas intenciones". 1. Jorge Luis Borges. ** Marco Vinicio Padilla Arceo marquito_padilla@yahoo.com Escritor mexicano (Ciudad de México, 1982). Estudia derecho en la Universidad Panamericana y letras hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es también profesor de inglés en el Instituto Anglo Mexicano de Cultura de Cambridge. Domina el francés, el latín y el inglés. Ha publicado en revistas y periódicos locales de escasa circulación. === Poemas Maribel R. Ortiz ========================================== *** Nostalgia con café y vainilla No es un poema lo que aguarda para ver la luz en el umbral de los signos repito que no es un poema aunque es así como un desahogo un exorcismo en la memoria una vaga ironía de algo que desentona por dentro y hace gritar o reír o llorar o morirse reclamo que no es un poema garabato en hojas sueltas de universos raídos como un loco que busca resguardarse del mundo es acaso el travelling por los enredos del ánimo un primer plano con voluntad de existir por eso escribo lo que no es un poema para no vivir intoxicada de palabras para no sufrir en lo íntimo de la conciencia la pena de no pensar algún día sin un poema... *** Despalabrada Miro a la orilla de la otra mujer la que aguarda las palabras. Sentada en la falda del desvelo, me duele la raíz de esa mujer ajena que a veces me mira desde el almanaque. Vuelvo a toparme conmigo y evito mirarme a la cara desde el ángulo izquierdo; me trago la mueca del burdo cajón en donde guardo los temas de los que no puedo hablar sin que rompa a llorar la mujer silente que me acompaña desde que las hojas secas de este suelo inservible fueron lo que pensé un poema... *** Sin título Las luciérnagas como las leónidas van... y se vienen en el vaivén de tus dedos enlazados a la lava de mi vello Mi anhelo subyacer, entumecida el musgo en el cénit de tu muslo amortajado el cuerpo de tu piel poeta... Ya rendida, ya indefensa encarnada en tu carne me escucharás ulularle al viento... Invocas mi sangre de humus transfigurada. Con tu nariz poblada de ojos, me desangras y recorres abismos de olor ocre y matiz bermejo; Guardarás el sexo ahí, donde el rubí líquido imbebible aguarda cada ciclo lunar, para inmolarte, poeta, porque: Yo soy Vetala *** En la víspera de una arruga Rostro en descenso volteo a mirarte, para dolerme en el papel torcido de sal bifurcada, en la penumbra de tus córneas amortajadas de eclipses. Rostro en declive. Los cuervos lamen las pupilas de tus soles rodeados de estrellas. Un reloj de piedra se posa en el letargo del tiempo. Los abismos me convidan a contar las sales de las esponjas silentes. Rostro postrado de orugas. Sonoridad de voces que destilan brebajes en calderos atropellados para los viejos cuerpos de barro olorosos a pergaminos. La bitácora del ojo lacta tu epitafio y un fauno duerme los siglos en la comisura de tu mueca. Rostro de pliegues insomnes. La oreja que cortó el pintor te narra sueños raros, mientras bebes el silencio, en la huella de un zapato viajero. ** Maribel R. Ortiz vetala33@yahoo.com Escritora y docente puertorriqueña (1967). Educadora de profesión, estudiante graduada de creación literaria, redactora cultural de Desde el límite... (http://www.marcas1pr.net) y correctora profesional. Ha publicado poesía, relato y crítica en revistas virtuales e impresas. Textos suyos pueden leerse en su página personal, http://www.geocities.com/vetala33/vetala.html. === Dos relatos Leonardo Aguirre ===================================== *** Antes y después del Chino Desespero por un cigarrillo. Anteayer sacrifiqué mi dólar de la suerte: la última cajetilla del mes. De modo que comienzo a buscar colillas en el pavimento para aprovechar lo que sobre de tabaco o, en el peor de los casos, el amargo filtro. Eso, recuerdo, lo hacía cierto personaje de Kerouac: ¿En el camino?, ¿Los subterráneos? O Ribeyro en París, según cuenta en Sólo para fumadores. Pero la berma central de la avenida Arequipa se muestra inusualmente limpia, inconveniente para mis propósitos. Resuelvo torcer en Emilio Fernández. Apenas doblo la esquina, en las faldas de un cajero automático, me espera un cigarrillo completo, intacto, sin pisotear. Sólo es un barato Hamilton pero qué diablos; mejor dicho, un bendito Hamilton, un regalo del cielo... ¿una señal de la Providencia? Cargo con un walk-man Sony digital que, cuando lo compré, era el último grito de la tecnología en este tipo de trastos. Me ha durado como diez años. Escucho una cinta, pirata, por supuesto, y la etiqueta kitsh, plena de colores, reza "The Grates Heats of the Beattles" (así en el original). Pienso en la complicada o mezquina tarea que debió haber sido seleccionar apenas doce canciones de un total de, qué se yo, ¿cuántas canciones tendrán los Beatles?, ¿un centenar?, ¿cuántos discos?, ¿diez, doce?, ¿cuántas canciones por disco?, ¿diez en promedio?, ¿cuánto es doce por diez? Si yo acometiera mi propia selección, mi "antología personal" tipo Borges, seguro que los temas escogidos no serían menos de treinta. Pienso también en la antología de mis cuentos. Me han pedido sólo doce. De igual modo, sería muy complicado elegir sólo doce cuentos de un total de, ¿cuántos tengo?, ¿cuántos reposan, se empolvan, se añejan, y duermen el sueño de los justos en la caja de Leche Gloria bajo mi camastro? ¿Cincuenta? ¿Sesenta? Sin duda: es imposible. Por otro lado, si finalmente cayera en la tentación de confeccionar tan injusta antología, debo pensar en el tiempo que me tomaría, primero, revisar la totalidad de mis relatos para elegir los pasibles de publicación (si es que no todos), y, segundo, el tiempo que me demandaría volver a corregirlos. La primera etapa, conjeturo, implicaría no menos de ¿dos?, ¿tres?, ¿cuatro meses de compulsiva lectura diaria? Y el proceso de corrección, calculo, si cada cuento me exige, por lo general, un mes entero, y teniendo en cuenta que se trata de doce textos, digo que la corrección, entonces, redundaría en un año completo de trabajo. En suma, preparar la antología de mis cuentos me costaría un año y cuatro meses como mínimo. Pero la editorial no lo entiende. Me ha impuesto tres meses de plazo. Saldaña es un pobre imbécil. ¿Qué sabe él de literatura? ¿Habrá escrito alguna cosa digna de publicación en toda su perra vida? No es más que un capitalista que todo lo ve números. Y quiere engordar sus arcas y sus ancas a costa mía. Seguro que, en este momento, apura un trozo de bife o demora su capuchino en el Haití mientras yo vagabundeo por la ciudad en busca de colillas. Si quiere esperar, que espere. Terminaré cuando termine, como dijo Miguel Ángel. Además, la suya no es la última editorial sobre la tierra. Por ejemplo, mi compañero de facultad y gran amigo Daniel Sarria dirige el sello "El Unicornio Alado" y me ha ofrecido publicar mis escritos cuando yo lo desee. ¿Qué más da una editorial u otra? Finalmente, el público lector reconocerá mi talento. La cubierta, el empaque, la envoltura son sólo detalles. Siguiendo por Arenales y a un paso de toparme con la plaza Washington, aparece de pronto, nervioso, distraído, nada menos que el Chino Villegas. Está igualito: mi compinche de legendarias travesuras en el Quinto B. Lo veo cruzar la calle y detener un taxi. Yo cruzo también e intento sorprenderlo por atrás, hincando su espalda con mi dedo índice para simular un revólver o una navaja. El Chino voltea bruscamente y casi me golpea. No me reconoce. Abre con torpeza la puerta del Tico y se sienta de inmediato sin discutir la tarifa. Es comprensible: han pasado más de diez años desde que terminamos la secundaria. Por otro lado, lo reconozco, mis trazas no inspiran mucha confianza que digamos: mi barba de dos meses, mi sobretodo grasiento, los lentes parchados con cinta aislante... Finalmente, mirándome a los ojos desde el taxi que se resiste a ignorar el semáforo, el Chino logra reconocerme. Sonríe a medias. Baja sin mucha convicción pero, luego de los saludos protocolares, me propone unas cervezas para recordar los viejos tiempos. Acepto: intuyo que correrá con todos los gastos. Caminamos por Natalio Sánchez, frente a la plaza, y nos ocultamos en un discreto pero elegante cafetín. El mozo lo saluda con familiaridad. Me explica que trabaja en el piso ¿diez?, ¿once?, ¿doce? del edificio que se alza sobre nosotros y que almuerza justamente ahí, en el "Henry's", casi todos los días. El Chino viene a ser el asesor financiero o algo parecido de la embajada de ¿Israel?, ¿Inglaterra?, ¿Suiza?, y apenas salió del colegio ingresó a la Católica para estudiar Contabilidad. Se casó y tuvo dos hijos. Yo, le dije, todavía curso Literatura en San Marcos y no hago otra cosa que escribir. No estoy casado. Escribo cuentos. Aún no publico. No, Chino, yo no escribo cuentos infantiles. ¿Blancanieves y Los Siete Chanchitos? No, Chino, yo escribo cuentos para adultos: para tipos como tú, digamos. Y los cuentos son algo así como novelas pequeñitas... en términos simples. No, Chino, Coelho no. Bayly tampoco. Bueno, quizá Vargas Llosa. Ribeyro, Chino, ¿nunca lo leíste? ¿Ni en el colegio? No, pues, no son Los Gallinazos sin Nido. No, Chino, tampoco están Hambrientos. Y La Ciudad no es Ancha ni Ajena. Sí, claro que hay Perros pero no es lo mismo... La verdad, no sé nada de la promoción. ¿Pedro? ¿Saúl? ¿Guevara?... ¿La chata, la gorda, la perra?... No, pues, qué mierda será de sus vidas. En esas estamos, ciertamente ya picados y fumando esos cigarrillos importados de cinta dorada entre el tabaco y el filtro, cuando el Chino me suelta las siguientes tres preguntas aparentemente casuales e inocentes pero que a la larga resultarán trascendentales. Pregunta uno: ¿qué estás escuchando en esos audífonos pegados con cinta scotch? Le respondo que los Beatles. Él se acuerda de inmediato de todas aquellas noches que pasamos en la casa del Negro Guevara jugando cartas, viendo pornos y escuchando a los Beatles. Me confiesa que en esa época no le gustaban mucho, que simplemente los toleraba para no chocar con el gusto mayoritario, pero que ahora, más bien, se han convertido en una obsesión y que se ha comprado, no sé cómo, todos los discos en vinilo. Y que nosotros somos los culpables de su adicción. Replico que yo todavía estoy muy lejos de ser un beatlemaniaco como él y que ese cassette lo encontré por casualidad en la casa de mi hermana, donde a veces caigo para almorzar. Pregunta número dos: ¿qué estás escribiendo ahora? Le respondo que, casualmente, mi último cuento tiene mucho que ver con los Beatles. Que mi personaje es un fanático, hasta la caricatura, y que mi propósito inicial, por otro lado, fue tramar un argumento a partir de la canción Eleanor Rigby. Y que, además, el protagonista frecuenta un pub llamado "Honey Pie" donde los nombres de todos los cocteles se inspiran en canciones de los Beatles. No, Chino, ahora no podemos ir. No, Chino, ese pub no existe. Sí, Chino, los escritores tenemos la costumbre de inventar cosas y no copiar las que ya existen... en términos simples. Me dice entonces que se le acaba de prender el foco. Exige dos botellas más, entusiasmado, y me cuenta que comenzó a ahorrar desde que salió del colegio y que ya tiene un capital ciertamente considerable como para poner un negocio propio; el problema es que no sabe cuál. A estas alturas, yo ya estoy borracho y, la verdad, no entiendo gran cosa de su verborrea febril sobre costos, beneficios, préstamos, permisos, sueldos, ganancias, etc., etc. A medias escucho al Chino, a medias a los Beatles. Pero la tercera pregunta me quita el sopor etílico de golpe, y debo bajar el volumen de mi walk-man para que me la repita: oye, compadre, si ese bar beatle no existe, ¿por qué no lo hacemos realidad? *** A la semana siguiente nos volvimos a encontrar, otra vez en el Henry's, y en voz alta debí leer el cuento susodicho. El Chino quedó boquiabierto. Dos meses después alquilamos (es decir, el Chino alquiló) la primera planta de una vieja casona de dos pisos en República de Chile, a cinco o seis cuadras del Henry's. Las remodelaciones comenzaron de inmediato y yo me encargué de supervisarlas: el Chino, debido a los trajines de la embajada, no podía visitar el local con mucha frecuencia. De más está decir que yo nunca puse un centavo: él siempre me decía que las grandes ideas también valen dinero y que yo era nada más y nada menos que el creador, el autor intelectual del Honey Pie. Creador, autor intelectual... hace tiempo que esperaba esos piropos pero sólo con respecto a mis cuentos. El caso es que abandoné la corrección de mi libro cuando tuve que ocuparme totalmente del negocio. Una vez se inauguró el Honey Pie, yo tuve que atender la caja mientras el Chino se encargaba de los asuntos administrativos y del manejo de las finanzas a distancia. Durante los seis primeros meses, debo decir que las ganancias fueron mínimas y que apenas pudimos sufragar el alquiler y los sueldos de las dos meseras. La concurrencia era exigua y eso me permitió volver, de cuando en cuando, a la corrección de mis relatos detrás de la máquina registradora. Eso, cuando no cortejaba a Penny: dos piernas pálidas y turgentes bajo el mandil amarillo. Pero, muy cerca de las navidades, las cosas comenzaron a mejorar. Y yo dejé de escribir definitivamente. El Honey Pie se abarrotaba, especialmente los fines de semana, y ya no me quedaba tiempo libre entre la atención de la caja y la supervisión de las meseras. Sólo usaba la pluma para firmar cheques y llenar facturas. *** Han pasado ya casi dos años desde aquel encuentro fortuito y trascendental con el Chino Villegas. Ya no fumo colillas pisoteadas: ahora fumo habanos y, a veces, incluso algo de hierba con los muchachos de la discoteca del segundo piso. Me casé con Penny, una de las meseras, que naturalmente ya no lo es: ahora se dedica a las labores domésticas y a la crianza de mi primogénito. El Honey Pie ha crecido considerablemente. Al principio no era más que un pequeño y discreto cafetín; hoy es un restaurante-bar-discoteca-librería de tres pisos y estoy meditando comprar la peluquería del costado para abrir una tienda de discos. Ahora yo, personalmente, debo tomar todas las decisiones. El Chino Villegas ya no viene por aquí y sólo se conforma con recibir su porcentaje mensualmente. Que no es poca cosa, por supuesto, pero el pobre tiene que hacer malabares para costear los gastos astronómicos de la clínica. Y es que el Chino, hasta no hace mucho, no dejaba pasar un fin de semana sin tragar hasta el vómito y beber hasta la inconsciencia. Incluso, algunas veces mandó cerrar el Honey Pie para agasajar a sus compañeros de trabajo. (Cuando esto sucedía, yo, discretamente, me ocultaba en el sillón de la librería y disfrutaba, en solitario, observando las formas ondulantes del humo de mi habano; esto, cuando no acosaba a Rita, la mesera de las madrugadas.) Los años también pasan la factura, Chinito. La última vez que lo vi, se apareció con 10 kilos menos. Estoy yendo al gimnasio, bromeaba. Fue necesario un cólico infernal para someterse recién al cuidado de un especialista. Lleva dos meses internado. Llamó por teléfono anteayer; siempre optimista, prometió celebrar su "libertad" apenas salga de la clínica. Es ahora su esposa quien viene regularmente a preguntar por el cheque. *** Han pasado quince años desde aquel encuentro fortuito y trascendental con el Chino Villegas. Sin duda: antes del Chino, todo era diferente; después del Chino, nada fue igual. Supongo que le agradeceré toda la vida. Lamentablemente, la solución a su tragedia escapa completamente de mis manos. No es una cuestión de dinero y por eso no le puedo devolver el favor. Hace unos seis meses y medio, el diagnóstico final arrojó un cáncer al estómago muy avanzado. Pero aún sobrevive, para sorpresa de los médicos. Sobrevive de milagro; por razones no medibles, no cuantificables. O quizá por su infinito optimismo, no lo sé. Me llamó el viernes: se supone que debo estar muerto, ¿no crees que deberíamos celebrarlo? Son las diez de la mañana y todavía no aparece ningún cliente. Es domingo. Yo estoy en la librería del fondo, tomándome un Blackbird (un expresso) y comiéndome un Strawberry Fields (postre de fresas) para rematar los Little Piggies (piqueo de chicharrones) que acostumbro desayunar después de cada sábado farragoso. Hojeo la última Newsweek donde se informa del divorcio entre Paul McCartney y la modelo inválida Heather Mills (perdón: "Sir" Paul McCartney... ¿no fue Lennon quien, en nombre de los cuatro, rechazó la condecoración de la reina Isabel?). Además de los libros, álbumes de fotos y cancioneros, tenemos todas las revistas, en cualquier idioma, que tengan alguna relación con los Beatles. Dejo la Newsweek: todavía no domino el inglés y la traducción se me hace tediosa. Me levanto y bostezo. Aún es temprano y el público no llegará sino hasta el mediodía. Me entretengo probando puntería con los dardos: el bull es una foto de Yoko Ono repleta de insultos anotados por los primeros parroquianos. Luego voy al baño, al cabo de un largo corredor oscuro cuyas paredes rezan The Long and Winding Road y Across the Universe. Subo al segundo piso, la discoteca, y encuentro a los mozos ocultando los residuos de la juerga de anoche. Me detengo en una mesa llena de copas y colillas. Siento la tentación de coger un cigarrillo abandonado a la mitad pero me contengo. Reparo en que casi todas las copas exhiben rastros de cerveza y cuba libre, y que sólo una, casi llena, contiene la especialidad de la casa: el célebre Lucy in the Sky with Diamonds (Lucy es la cereza, Diamonds los hielos, y Sky es una azulina mezcla de licores que, bromeando, digo siempre que es absinto pero nadie me entiende). Es cierto que dicho trago es relativamente costoso -quince soles la copa- pero también es cierto que el grueso de mi clientela -y lo corrobora un estudio de mercado- bien puede darse el gusto de probarlo sin refunfuñar. Supongo que no se dan el gusto porque no tienen buen gusto. Pienso que, de un tiempo a esta parte, los asistentes al Honey Pie ya no son los cuatro gatos maltrajeados y de escaso poder adquisitivo de los comienzos. Eran pobretones, sí, pero también, para ser justos, beatlemaniacos a rabiar como nos esperábamos. En cambio, ahora recibimos una parvada de falsos yuppies ignorantes que apenas si saben el nombre exacto de los Fab Four y ni siquiera son capaces de cantar el coro de Love Me Do. El ochenta por ciento viene sólo por novelería. Pienso que hasta el empleado que escudriña los inodoros sabe más de los Beatles que estos nuevos ricos que apenas si saben hablar bien el castellano. Quizá deberíamos reservarnos el derecho de admisión. Quizá deberíamos tomar un examen de mínima cultura beatle antes de autorizar el ingreso. No lo sé. Enciendo un habano. Una serpiente de humo denso recorre todo el salón, flotando sobre la cabeza de mis empleados, y se pierde en el laberinto de soportes metálicos, cables y tambores de luz que cubren el techo. Hago un cálculo mental del monto invertido en todo eso que el Chino define como "activos fijos" (con esa cantidad, tranquilamente me hubiera comprado un departamentito en Miraflores... no se lo diré a Penny). Pienso también que, la verdad, si no fuera por estos noveleros, el Honey Pie seguiría siendo un pequeño y triste cafetín. Y yo seguiría mosqueándome detrás de la caja registradora. O el cafetín tal vez ya hubiera quebrado. Entonces yo seguiría buscando colillas en el pavimento. Y seguiría corrigiendo infinitamente mis relatos mediocres para un libro que tal vez nunca se publicaría. O, más bien, si el negocio nunca producía ganancias, yo hubiera terminado publicando mis cuentos en la editorial de mi amigo Sarria. Y quizá no me hubiera ido tan mal. No lo sé. Pero, sin duda, incluso en el mejor de los casos, no tendría la cuenta corriente que manejo ahora. Me distraigo en tales cavilaciones, aspirando mi habano en el marco de la ventana que mira a República de Chile (por donde antaño yo vagabundeaba en busca de colillas), cuando el cajero sube corriendo para informarme sobre una llamada urgente. Bajo con calma, asentando los talones en cada peldaño de fierro, repasando las imágenes de las paredes (portadas de vinilos y curiosas fotos de la banda que tanto trabajo me costó conseguir) y pensando que el Honey Pie no fue creado para ese ochenta por ciento de yuppies noveleros sino, más bien, para ese veinte por ciento de beatlemaniacos como el Chino y como yo (exactamente, un 18,5% según el estudio de mercado). En última instancia, ahora que reparo en ello, el Honey Pie fue creado realmente para nosotros mismos. Como un libro. Porque uno se engaña pensando que escribe para un enorme público objetivo, cuando, finalmente, el único lector que cuenta es el propio autor. Tampoco importa, entonces, que mis mamotretos no sean leídos por nadie más que yo. No tengo por qué convertirme en un Paperback Writer. Pero... la verdad, hace años que no escribo. Lo recuerdo con precisión: interrumpí mi libro para las navidades del 2002, justo cuando el cafetín comenzó a prosperar. Supongo que ya es hora de volver a hacerlo. El negocio parece muy sólido y no es indispensable que me multiplique para que marche debidamente. Como dijo Roberto Arlt, la estabilidad económica también es necesaria para hacer buena literatura. Ahora dispongo de mucho tiempo libre. Y no tengo la presión de publicar para vender porque mis inconvenientes económicos están resueltos. Al menos por el momento. Cojo el teléfono. Es la esposa del Chino. Me dice que falleció a las tres y cuarto de la madrugada y que el velorio será esta misma tarde, a las seis, en la iglesia María Reyna del óvalo Gutiérrez. Cuelgo. No sé cómo reaccionar. Es decir, no puedo reaccionar. Intento imaginarme el rostro cadavérico del Chino y el llanto de su esposa arrodillada a los pies de la cama. También recuerdo vagamente un cuento de Cortázar sobre un pato muerto inundado de hormigas pero el título se me escapa. Sólo puedo pensar en números; es decir, los números comienzan a bailar en mi cabeza. La verdad es que estoy pensando en el futuro del Honey Pie. Estoy pensando en mi futuro inmediato. Estoy pensando en el testamento, si es que lo hay: hace dos meses el Chino me dijo que lo estaba considerando pero que la doña se oponía cada vez que se lo mencionaba. Estoy calculando si la muerte del Chino es rentable o no. ¿Y si la doña hereda su porcentaje? ¿Y si la doña, peor aun, no se conforma con el porcentaje que, valgan verdades, ya es bastante cuantioso? ¿Y si decide asumir un papel activo en la administración del negocio? Mejor no pienso: me preocuparé cuando haya realmente necesidad de hacerlo. Por último, me busco un abogado para que me asesore al respecto. Paso por la cocina y me sirvo un té cargado con Taste of Honey. Noto la ausencia del habano en mis labios. Debí dejarlo en la caja, al costado del teléfono. Regreso sobre mis pasos. No está; más bien, sin saber por qué, de modo inconsciente, me llevo el talonario de facturas. Quizá el habano se quedó en la discoteca pero me da flojera subir las escaleras. Regreso a la librería. Un Hamilton intacto, sin encender, ocupa el cenicero cristalino. Volteo: un tipo enternado se desliza por el Long and Winding Road. Qué diablos: sólo un par de pitadas. Hace mucho que no pruebo un cigarrillo. Me hundo en el sillón y vuelvo a la Newsweek. ¿En qué página me quedé? ¿25, 35, 52? No. Cierro la revista. Sin ninguna intención precisa, comienzo a garrapatear el reverso del talonario de facturas con una mezcla de números y frases sueltas. Caigo dormido muy pronto. *** Crucidrama Larva. Tenia. Parásito. Bicho. El gordo, pues. Dizque enfermo. Ahorita me llama. Ahorita suena. Sueno, Chino. Campana. Manzana. Gusano. Lombriz. Dobla por mí. Manzana. Pera. Papaya. Se tiró a la pera. Mango. Cheque. Chequeo. Doctor. El gordo, chino. Lima-limón. Lima, limonta. Montaner. Cantante. Dos letras. A esta hora, Chino. En la clínica. Bimbo. Me llegó la hora. Bingo. ¿Por qué a mí? Premio gordo. Mejor a él. La hora nona. A eso. Nona. Nena. La tinka. Nana. Nene. Todavía no es. Nona. Nonato. Na. No. Calcio. Nata. Y nunca será. La hora H. El día D. Juicio final. Trompetas. Campanas. La bomba H. Se hizo la vaca. Autor del Apocalipsis. El gordo, pues. Bomba. Bimbo. Tinka. San Juan. Premio. Gordo. Timba. Timbal. Cuatro letras. Mi trompeta por sus cuatro letras. Mi reino por una yegua. Mi flauta por Detroit. ¿Quién dijo eso? En la primera, Chino. Qué burro, Chino. En prima. Se las sabe todas. No, Chino. Puro cuento. Virgen de las Mercedes. ¿Símbolo del sodio? Como el Gordo. Ése no es. Patrona de los reclusos. Mentira, estará chupando. ¿No lo conoces? No me gusta, Chino. En emergencia, dizque. La salsa, digo. Y Don Paco le cree. No es la primera vez. Y en pleno cierre. Y yo pago el pato. No sé cómo se hace. Don Paco es un pato. Así me dijo. Nunca lo hice. Nunca lo resuelvo. Mi primera vez. Ni leo la revista. Sólo mis artículos. Cuando llevan mi firma. No lo firmaré. No existe. Don Paco dice que puedo. Ojalá. No soy una enciclopedia. Exageró, Chino. Me tiró la pelota. En el aniversario. La bomba. El Gordo, pues. Le dijo a Don Paco. Me la presentó. Me recomendó. Bomba. Bola. Bolivia. Por eso llamará. Me hizo propaganda. ¿La capital no es Sucre? Le dijo que tenía carro. Me sobra una letra. Que me sobra la plata. Casilla negra y se acabó. Casilla roja. Ruleta. Bingo. Números rojos. Feriado. Jalado. Cagado. Gordo cagón. La bicla, dice. Pasó la noche en el water. Y en pleno cierre. No le viene. Prefiero reseñar. Como tú, Chino. ¿Seis libros? Dame tres. Dos semanas. Y tú acaba con esto. Muy simple. Una operación. ¿Cuánto costará? No puedo. El crucigrama, digo. Estoy atorado. No avanzo. Embotellado. ¿Me zafo? ¿Me quito el bulto? Su problema. Su barriga. Su chamba. Yo no hago crucigramas. Gordo pendejo. Estará en el Chevy's. Yo hago crónicas. Gordo borracho. Yo hago cuentos. ¿Enfermo? Cirrosis. No me sale, Chino. Me falta un huevo. No le viene, Chino. Prefijo de huevo. Ya viene Don Paco. ¿Y tú cómo vas? Ahorita llama. Termina y me ayudas. La soga al cuello. Chino de mierda. Dos fuegos. Mal amigo. Cuello de botella. Dos piernas. Tú me quemas. Escila y Caribdis. Apaga esa mierda. Abrió las piernas. Devórame otra vez. No soy de fierro. Fierro a fondo. Con un bisturí. Ya se lo dije. El gordo y sus rucas. Símbolo del fierro. Ferro. Mango. Cheque. Luca. Dijo que no. Es un crimen. Estaba zampado. Pecado. Picado. Ella no. Soy una víctima. ¿Qué dices? Ni cagando, Chino. ¿Arroz con leche? Eso quisiera. ¿Y tú qué sabes? Me quiere enganchar. ¿No te pasó igualito? Cambia de radio. A pedido de la hinchada. ¿No te arrepientes? Te resignas. Te persignas. Borracho dices otra cosa. Yo no. Mírate nomás. Base cuatro. Y sigues aquí. Yo tengo futuro. El libro, la beca y lo demás. No me voy a cagar. ¿Por un microbio? Bacteria. Virus. Parásito. Bicho. Seis letras. No me hables de moral. ¿Árbol de moras? La olla a la sartén. ¿Amor? Resignación. Peor es nada. Te cagaron, Chino. Tranquilo, Chino... relájate... no quise_ no me hagas caso. Estoy nervioso. Pero no sabes más que yo. ¿Ah, sí? Has el crucigrama. Te cambio. Que lo haga Don Paco. Cambia de radio. No hace nada. Se la pasa en el fonavi. Y luego jode. O en el Haití. Ahorita viene. Ligando fletes. Ahorita llama. Viene a chequear. Otear. Oler. Olisquear. Apesta. La vida apesta. Sobretodo el Gordo. La vida es sueño. Sólo dos letras. Iniciales. Otro café, chino. Me cago de sueño. Y puchos. Winston rojo. Tus Ducales apestan. El Gordo apesta. No es la primera vez. ¿Virgen? Por las orejas. Vieja zorra. ¿Y si no es mío? Tiene machete. Montaner. Cheroca. Cherokee. Chevrolet. ¿Puede ser? ¿Yo pago el pato? ¿Eso vale? Bajada de motor. ¿Marcas de carro? Otro misio como ella. Por eso me buscó. Buscona. Player. Ruca. Pacha. Furcia. Viajera. Apaga eso, Chino. ¿Frankie Ruiz? Jura que tengo Billegas. Ficha. Centavo. Cobre. Ruleta. Bingo. ¿Plan de los dos? Moneda rusa. Puede ser. Apura, Chino. Sin puchos no trabajo. Gordo de mierda. Él tiene la culpa. Me la presentó. Mal amigo. En el aniversario. ¿Te acuerdas, Chino? ¿Chino?... Me cagaste, Gordo. Con tus cagues. Con tus ruflas. ¿Tan rápido, Chino? Gordo caficho. En la clínica. Eso dijo. Los análisis. ¿El Gordo? En el Chevy's. ¿Tú crees? Ahorita viene. ¿Don Paco? En el Haití. De sangre. Te dije Winston. De orina. La oficina vacía. Don Paco le cree. John Winston Lennon. Iniciales. ¿Qué pasa? Luego te doy. Y le di. Te invito el café. Por todos lados. Para hacer las paces. ¿Primera vez? Y anda al Chevy's. Nica, pues. Tráete al Gordo. Sácalo del water. La bicla, dice. Cólera. Sarampión. Bacilo. No encaja. Le pongo una negra. Viruela. Virus. Bicho. Microbio. Cuento de Bryce. Un suicidio. Quiere cagar. No lo dejan. Como el Gordo. ¿Su macho? Muerte de Sevilla en Madrid. ¿Me la quieren hacer? No me gusta. ¿Tú crees? El título. La salsa. El cuento menos. Chonguero. Lúdico. Lúbrico. Viscoso. Gusano. Larva. El tipo se llama Sevilla. Ciudad de España. Capital de Andalucía. ¿Cómo lo pongo? Otro cuento. A pelo. Repite el error. Igual que mis viejos. La misma historia. Tu historia, Chino. Mentira... tranquilo... no te jodo más. El Descubrimiento de América. El mismo truco. Tantas veces Bryce. América es una fulana. Huachafita. Cucaracha. Como dice mi abuela. Ruca. Perra. Furcia. Un título tipo Don Paco. Jala. Provoca. Llama. ¿Llamará? ¿Y si no? Engaña. Enyuca. Liga. Negocia. Y después se atoran. Eso buscaba, creo. En el Haití. No sabes titular. Don Paco, pues. No lo digo yo. ¿Cuánto pagará? Relájate, Chino... Don Paco los pone. A mí también. El título nomás. ¿Cuánto por atorarlo? Le gusta parafrasear. Lo más fácil. Rápido. Simple. Básico. Instintivo. Salvaje. Sádico. Lúbrico. Viscoso. Gusano. Yo no fui. Nunca fallo. Fue Teté. No concibo gusanos. Letra repetida. Fue su cheroka. Yo no lo hago. ¿El gordo? En mis cuentos. No creo. El título, digo. ¿Llamará? Cuento chino. Me agarró de cholito. El Cholito Sotil. Jugador de la U. Cuatro letras. Historia de O. Me sobra una. Me sobra la plata. Eso creíste. ¿Mi carrera? ¿Mi libro? ¿La beca? Primero el título. Luego me caso. Ahora no. Arroz con leche. Con ella no. Arroz con gorgojo. Leche. Lechón. Para títulos, Onetti. Aprende, Chino. El Infierno tan Temido. Ya debería llamar. La que me espera, Chino. Campanas. Juntacadáveres. Tan Triste como Ella. Ni que me llore. Ya viene Don Paco. Llora, cagón. Gordo conchetumadre. Te admiro, Gordo. Los hace todos. Llorarás y llorarás. Todas las secciones. Buen tipo. Todos los crucigramas. En el fondo. Eres un genio, Gordo cagón. Vago quizá. Cagado para siempre. Borracho también. ¿Y mis planes? Putañero, sí. Arroz con leche. Pero buen tipo. ¿Si lo llamas? Al Gordo, Chino. Que me ayude, pues. Me quiero casar. No puedo. Soy una bestia. Con una señorita. Y no es tan bella. La ex-señorita. Sólo culona. De Portugal. En el aniversario. Ciudad de España. Cuatro letras. ¿Te acuerdas? No me liga. No la chunto. Con ésta sí. No apunto bien. Con ésta no. Meo fuera. Me la corro fuera. Siempre. No sé qué pasó. Que sepa coger. Me cago de sueño. Me orino en el lompa. Que sepa bordar. Frikeado. Noico. También por el café. Los puchos. Y Don Paco. ¿A qué hora viene? Y este crucigrama de mierda. No le viene. ¿Qué pongo aquí? Y esa llamada. No me puse, Chino. Pon otra cosa. Pero ella atracó. Cambia de radio. Se me puso. Más a la izquierda. Pendeja. Telestéreo. No avanzo. La salsa me arrecha. ¿Otra casilla negra? Ni atrás, ni adelante. No me quiero acordar. Por atrás. Por las cuatro letras. Horizontal. Vertical. De Costa Rica. Perrito. Columpio. Izquierda. Derecha. Centro. Y adentro. Flancos de la P. Al fondo. Sin parar. Tú eres la rueda. Hasta morir. Yo soy el camino. Trance. Nirvana. Éxtasis. Luego lo saco. No sé qué pasó. Tocando el cielo. Las Puertas del Cielo. Cortázar, Chino. Escalera al cielo. Apócope de santo. Led Zeppelin. Abreviatura de doctor. Clásica, Chino. Prefijo: huevo. Sólo salsa, ¿no, Chino? Desde la clínica. Globo. Gordo. Símbolo del Mercurio. Los resultados, Chino. Chicle globo. Tierra. Marte. Saturno. Venus. Diosa del amor. Sólo un aguirre. Un affaire. Vacilón. Bacilo. Microbio. Bicho. No estoy templado. Ni cagando. Sólo arrecho. Otro de Bryce. Tu ídolo. Eisenhower y la Tiqui-tiqui-tín. El personaje de siempre. Se repite la historia. Ni digas. Pituco arruinado. Puro apellido. Pura pinta. Cero Villegas. Sólo arrechura. Sin blanca. Se levanta a una pacha. Empleadita de boutique. Pachamama. Negrita. Zambita. Quemada. Teta. Cochina. Pezón. Se casan. Mama. Yo nica. Mamona. Huachafita. Ruca. Ramera. Buscona. El Buscón. Quevedo. El título primero. Para Bryce. Tu Bryce. Luego hace el cuento. Yo nica. Lo pongo al final. Lo saco a tiempo. Siempre, Chino. Al final de dial. Se cae de maduro. Telestéreo. El título, digo. A la izquierda. ¿Y esta foto? Soltero maduro. ¿Quién es? Don Paco, pues. No hay leyenda. Gordo de mierda. Se cae de podrido. Vencido. Agusanado. Don Paco pato. No importa. Qué se hace primero. Qué después. Tampoco el tiempo. De escritura, digo. Una noche o diez años. Una noche de copas. Diez años de cárcel. No tiene documentos. Querrá asustarme. ¿Qué hora es? Una noche en un bar. Los tragos. La salsa. Su faldita, Chino. Escribiendo en servilletas. No me hagas acordar. Como Martín Adán. Odio la salsa. En el Cordano. En el Palais. Pura leyenda. En el Haití. Don Paco. En el Chevy's. El Gordo. Es lo de menos. Menos eso. Don Paco chivo. Sólo el producto. Chivo en el Chevy's. No el proceso. Chavón en el Chevy's. No el sexo. En el Bolívar. El texto. El aniversario, Chino. Su amiga, pues. Bailamos todo. Bueno, dizque. No las servilletas. Pura salsa. No los tragos. No me hagas acordar. Tabaco y ron. La copa rota. ¿Y esta foto? Llama a Diagramación. ¿Kerouac? En el Camino. Poeta beatnik. Tú eres la rueda. Un libro en dos días. Dos semanas. Dizque. Bien por él. No le viene. Una anécdota. Nada más. Va pa la peña. Pura leyenda. Tertulia. Cafetín. Fonda. Chingana. Chifa. Chaufa. Wantán. Pollo con piña. Piña, pues. Pan con pollo. Flema. Moco. Soy un pollo. Su culpa también. A comer pastel. Caí con la segunda. ¿Piña yo? Vomité. A comer lechón. Siento náuseas. Gordo lechón. ¿Cómo tú? Ahorita llama. Ni cagando, Chino. Por la salsa. A esta hora. El borrador es un vómito. Eso dijo. Eso dice Elguera. Luego se quita. Se ordena. Se ordeña. Se exprime. Se mama. Lactando en el micro. Pacha. Bolívar. Bola. Bolivia. Qué asco. Ni digas, Chino. Sin cobre. Ag. Estoy cagado. Plata. Hasta el culo. Au. Hasta el queque. Oro. Hasta el queso. Fe. Piden queso. Na. Hasta el cien. Sodio. Menos eso. Hierro. ¿Cuánto costará? Lacio. Misio. Arrancado. Pelado. Cien en romanos. La bajada, pues. ¿Doscientos? Sin cobre. Hijo de Cronos. Cara o sello. Consonante. Coleóptero. Bicho. Bache. No me hago problemas. En el camino. Bajada de reyes. Pero no quiere. Bajar de peso. Cagar. Botar. Pisar una hormiga. Depredador. Carroñero. Trepadora. Arribista. La Tiqui-tiqui-tín. Se creyó el cuento. Chica plástica. Soy un personaje de Bryce. Fue por lana. Pedro Navaja. Salió trasquilada. Gato por liebre. Gata caliente. Carne de burro. Leche vencida. Gusano en manzana. Gorgojo en arroz. Arroz con leche. Fruto de tu vientre. Liendre. Me emborrachó. Piojo. Me sedujo. Chinche. Se ensartó. Ladilla. Se ensartaron. Ambos. Piden pan. Ella y su macho. No va atracar. Yo nica. No les dan. Si lo tiene. Ya lo dijo. Un crimen. Acabaron mal. Él borracho. Ella puta. El hijo mendigo. ¿Plan de los dos? Gordo borracho. Piden queso. Es un vals. Puede ser. No es salsa. Él cuenta la historia. ¿El gordo? En la mesa de un bar. Chingana. Chifa. Tasca. Fonda. Baja el volumen. Atascado. Hasta el fondo. Bajada. Chingado. En el Chevy's. Efectista. Previsible. Sádico. El vals, digo. Se casó con la zambita. Yo nica. Metió la pata. Que se case con su cheroka. Hasta el fondo. Si lo tiene. Fonda. Fundido. Funda. Condón. Ribeyro tiene un cuento. ¿Pensión? Otra huachafita. ¿Extorsión? Otro pituco. Otro final. Un pintor. ¿Un escritor? Una servilleta. Empleada. Muchacha. Tranca. Natacha. Vive en San Juan. La de mi cuento. Los maderos. Otra zambita. La cruz. De Color Modesto. Piden pan. El título, digo. Color serio. De luto. Una fiesta. Quiere bailar. Se me pegaba. No hay con quién. Se mete a la cocina. Besitos en el cuello. Con la natacha, pues. No soy de fierro. Salen a bailar. Fierro a fondo. Los botan. El café ya se enfrió. Mejor lo boto. Tiene que estar caliente. Que lo bote. Debe quemar. Humear. Llamear. Brasas. Brassiere. Flamear. Flama. Flema. Pus. Pusanga. Tanga. Erectol. Mástil. Verga. Madero. Cruz. Estaca. Navaja. Raja. Crucigrama de M. Los maderos. Flancos de la T. Se me cruza. Trusa. En el camino. Trecho. De San Juan. Hecho. Piedrita. Arrecho. En la taba. Tacos. ¿Es justo? Susto. Astilla. Ladilla. Lapa. Larva. Gusano. Feto. Dedo en culo. Otro café. Ahorita, Chino. Un café tibio no es café. Ahorita llama. Ceviche sin ají. Partido sin goles. Piden ají. Cache sin orgasmo. Eso sí. ¿Qué hora es? La zambita, pues. ¿Sin amor? Sin condón. Apura, Chino. Pura. Virgen. Casta. Perro sin pulgas. Tú contesta. Sin piojos. Garrapatas. Chinches. Por favor, Chinito. Bichos. Gusanos. Larvas. Cuento sin romance. Un favor, chivito. Dice Elguera. Un favor, bichito. Pero escribe mal. Pero es mi pata. Mi yunta. Mi chochera. Cápsula. En la clínica, Chino. Pastilla. Pepa. Tableta. Gotas. Ahorita llama. Inyección. Suero. Toques. Cucharada. Sopa. Análisis de orina. Con eso basta. Sopa de tigre. Chilcano. Pisco. Tigresa. Gata. Las gatitas del gordo. Lechón. Vaca. Gordo caficho. Gato negro. Perra. ¿Y si el gordo? Cabo blanco. Whisky. No le venía la regla. Dos semanas. La ex-señorita. Tinto. Sangría. Vino. Vinagre. Cagado, ¿no? Café amargo. ¿Tú crees? Más que nunca. ¿El gordo? Quizá mi saliva. Flujos. Placenta. Náuseas. Que pase de mí esta copa. El atorado soy yo. La copa rota. Mejor paso. Don Paco roto. Que venga ya. El cáliz. El gordo. ¿Y si el gordo? Me tiemblan las manos. Contesta, pues. ¿Su macho? La hostia. ¿Tú crees? Yo no. Que haga su chamba. Piden pan. Yo no puedo. Bajada de reyes. El rey de los chongos. El doctor. Pan y vino. El gordo, digo. ¿Cuánto cobrará? Pan bajo el brazo. ¿Si el gordo? No creo, Chino. ¿Si repetimos? Cuánto por desatorarla. Uno del año pasado. Dile a Don Paco. Quién se va a acordar. No me sale nada. No me quiero acordar. Crucigrama de mierda. Gordo de mierda. ¿Tú crees, Chino? Los resultados, pues. ¿Estás chambeando? Para eso llama. ¿En internet? A esta hora, me dijo. Buscando calatas. La hora H. Vicioso. El día D. Bilioso. Bilabial. Bucal. Vocal repetida. ¿Sería capaz? Cría del lobo. ¿No lo conoces? Nota musical. Yo tampoco. Ahorita sueno. Verbo. Putamare. Puta. Loba. Perra. Gata. Zorra. Palo. Naipe. Baraja. Rey. Rey de los chongos. Corazón. Coco. Trébol. Espada. Sable. Gillette. No creo, Chino. ¿Está sonando? Machete. Navaja. Bisturí. Cuchillo. Cheroka. Horca. Palo. Cruz. Madero. San Juan. Misa de gallo. Niégame tres veces. Caldo de gallina. Un favor, Chinito. Caballero Carmelo. Canta por mí. ¿Caballero nomás? Palais. Bar. Café. Bulín. El rey del bulín. Ni cagando, Chino. ¿El gordo? Fumadero. Chifa. Chingana. Chevy's. ¿Su cheroka? Sonando, Chino. ¿A la mierda con todo? El mañana nunca muere. Doctor No. No creo. Die and let live. Sam Spade. Licencia para matar. Bond. Bogart. Maltés. Halcón. Águila. Buitre. Chesterton. Gallo. Brown. Chetumare. ¿Padre? Goldeneye. ¿Mi libro? Sigue sonando... El hombre que fue jueves. Viernes. Crusoe. Defoe. Isla. Capital. Provincia. Prefijo. ¿Hijo? Ciudad. Pronombre. Río. Sin nombre. N. Rímac. Ni firma. Nilo. Apellido. Po. Aguirre. Montaner. Montana. Winston. Lennon. Wilson. Tacna. Arequipa. Cuzco. Apurímac. Rímac. Sena. Seno. Poto. Po. Delta. Lago. Laguna. Río. Desagüe. Cloaca. Mojón. Cu. Bosta. Guano. Caca. Sonando. Ca. ¿Chino? Ag. Placenta. Bilis. Caca. Suena. Sangre. Suena. Feto. Sangre. Caca. ¿Chino? Au. Caca. Fe. Sangre. Contesta. No. Contesta. Na. Testa. He. Fui. Si. Ca. No. Po. He... Que me disculpe, Chino. En el ñoba, dile. Si. Fe. Fui. No. Na. Exonere. Sangre. Excuse. Ag. Excusado. Caca. Retrete. Silo. Caca. Gordo. Chino. Si. Caca. Po. Sangre. Ag. Diarrea. Panza. Barriga. Na. Sangre. Bola. Bomba. Gordo. Bimbo. H. Bolivia. Día. Perú. D. ¿Chino? Suena. Soné. Ag... Ag... ¿El gordo? ¿Conmigo? ¿Seguro? Qué quiere. ¿Confidencial? ¿Piensa venir? Pásamelo. ¿Gordo? ¿Qué? ¿En la clínica? ¿Con quién? ¿Es una broma? ¿Qué yo qué? O sea que tú. Ya entiendo. Hijo de p. Estás loco. Ni cagando. Cabrón. Quién te crees. No, tranquilo... Está bien, está bien... ¿Cuánto dijiste?... ¿Dónde? ** Leonardo Aguirre a19967039@pucp.edu.pe Escritor peruano (Lima, 1975). Cursa estudios de comunicaciones en la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP). Ha sido ganador del primer lugar de la mención cuento en la Bienal de Estudios Generales de la PUCP (1997), una mención honrosa en el concurso "El cuento de las 2.000 palabras" de la revista Caretas (2000) y del tercer lugar en el concurso de la editorial Matalamanga (2004). Producto de este último fue editado el libro El arte, las mujeres y la muerte, con los cuentos ganadores, el suyo incluido. === Poemas Juan Manuel Díaz Pas ====================================== *** El retrato en la pared Yo soy ayer el muerto que porque me vivieron unos ojos que mientras me miraron unos ojos. Lo que resta hasta el olvido y sumarle razones de futuro. Algún día yo haré lo mismo que ellos los que tardan en decir su nombre y tropezaré definitivo y no he vuelto desde entonces. Por ahora no he caído aunque me voy volviendo tarde: como si hubiese hallado un puerto, yo que nunca he visto el mar, permanezco anclado en algún lugar entre el reverso anverso el filo de un papel pintado con colores que presumo ya inexistentes. Quienes pasan y se detienen en el pasillo a media luz mirarán la pared cada vez menos. Detrás de mí cada vez menos habrá un agujero hecho con la uña, la mancha de humedad vergonzante, el comienzo de una lluvia nada excepcional, la fotografía del habitante de la casa previa, una ventana que pudo ser un bosque la gota derramada por la hormiga en la rosa la moneda que perdimos cuando éramos chicos la herida que ya no nos duele pero había sangrado tanto aquella vez y hubo que asustarse o de lo contrario también moriríamos la duración de la noche y está cerrada, o la descortés pared descascarada de a ratos. Mirarán y no verán a nadie. Con el tiempo comprobarán su costumbre a la neblina, pero si reconocen un rasgo, por mínimo inútil fabulado, querrán acariciar con los dedos enternecidos a la mitad de un fue devuelto momentáneamente hoy (y por eso todo lo harán en pretérito y con la voz bien baja de lo que no ha vuelto). Sobrevivirán, yo me haré un ausente y seré pasado. *** Poema hallado en el suelo de un pasillo del Hospital San Bernardo Cuánto durar sin saber cuándo cansarse y no. Se acaba. Allí de nuevo vienen fiebres a buscarme. Me adelanto al dolor y torno mi cabeza contra la pared. La cama oscuramente. Retiene el calor que no me queda. Y es sin sabor la sed. Espérame el último beso, la última ventana no me dejes aún anochecer. *** París se morirá antes que yo "A (minha) vida é como si me batessem com ela". Fernando Pessoa París se morirá antes que yo. Juan Manuel está enfermo ¿qué tendrá Juan Manuel? Tiene en esta dura tarde un lento nudo en la garganta, la saliva seca raspándole la sed. Tiene encanecidos huesos que anochecen oscuramente lluvia hecha toda de jueves, de golpes, de cansado. Y lo dejan gris, del color inevitable y molido a palos. Tiene ojos que ya no lo esperan de corrido. Tiene este camino solo sin testigos. Tiene cuerpo ceniza polvo y hambre y puertas que no abren. *** Hombre afeitándose "con pasos que otros huyen te he buscado" F. de Q. Y yo tampoco, tampoco, no hallo cosa en que poner los ojos. Tantas veces he deseado la suerte de Edipo a esta ceguera imperdonable de Tiresias, que no me deja poner los ojos en nada sin que tan luego me recuerde que seré pasado. Un es cansado, Francisco, un es cansado. Es así como recorro mi casa oscurecida y la gana la imaginación pues la sueña claustro, biblioteca, enredadera, agua de mar, otra vez casa y tropiezo y pudo ser el universo. O me tropiezan, me cercan, cada vez más cerca, las cosas en que ojos que no fuese recuerdo. Yo que tanto llevo hacia el olvido. Y lo que iré olvidando todavía. Me acaban, como una suma pronta a resolverse, horas inéditas cada hora. Me asoman otras veces desde la eternidad acostumbrada de los espejos. Hubo además noches en que recorrí pasajes para cortar camino, cuando los ojos se me hicieron llovizna y filo insoportable. Bajo esa luz del poema, es decir bajo una sombra parecida, he comenzado a verla también en la navaja. *** Hipótesis del hueco A Walter Adet "Abajo, abajo, abajo. ¿Es que nunca iba a terminar de caer?" Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas. Me vas precipitando al fondo extranjero de mis ojos. No te vi nunca, hasta hoy en que final definitivo y nadie te sentaste con las manos entrelazadas a la cara que solíamos usar para las fotos. Te voy dejando nunca gota y gota en el hundimiento que me borrará también si a vos te borra. Será un no haber ninguno ni conjunción ni nombre propio. A contralluvia nos vamos deshaciendo, en algún lugar irá a parar el hueco. *** Constatación del hueco Yo soy ninguno en el umbral y comienza a caer lo que se parece tanto a mí. Se derrama por la sed y me atraviesa la garganta con trépanos de hambre. Más tarde me demanda la parte que le toca en la concreción del vacío. Y van quedando astillas para mí, para la noche, que refundan fuego lejanías hueco. Me quedo inalcanzable mirándome caer. ¿No terminará la caída que me acompaña a todas partes, volviéndome pesado y más caída? Voy final me quedo oscuro, no sé más nunca cómo hacer de mí esto que habla. ** Juan Manuel Díaz Pas cronopisimo62@yahoo.com.ar Escritor argentino (Salta, 1984). Estudia la carrera de letras en la Universidad Nacional de Salta y publica textos en revistas y periódicos locales. === La vita è bella Inés Butrón Parra ================================ Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, Y más la piedra dura, porque esa ya no siente, Pues no hay dolor más grande que el dolor de estar vivo Ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Rubén Darío. Lo fatal Como tantas otras veces, un intenso martillazo en la sien la despertó. Al abrir los ojos, la luz del día fue a clavarse directamente en sus pupilas y dudó de la realidad de su visión. Por un instante creyó haber cumplido su objetivo traspasando, por fin, el umbral de la muerte. Sin embargo, cuando consiguió sacar la cabeza del rincón donde había ido a parar -entre la bañera y el retrete- pudo comprobar que su propósito se había frustrado. Todo el lavabo estaba lleno de los vómitos de la noche anterior, la grifería dorada, las jaboneras con sales perfumadas, incluso su espesa melena estaba pegajosa y llena de grumos... Había dormido en un charco de vómito durante varias horas y ni siquiera se había dado cuenta, no recordaba nada. Recogió con unas toallas toda aquella suciedad propia, llorando, con un asco inmenso, maldiciendo su suerte. Se había tragado todas las pastillas que encontró en el botiquín, pero el alcohol le había jugado una mala pasada. En lugar de ayudarle a digerir el atracón de somníferos y ansiolíticos, la ginebra le provocó unas náuseas terribles y todo el arsenal de bolitas blancas saltó violentamente de su estómago salpicándolo todo. Absorta en la limpieza de aquel estropicio, sintió que su sufrimiento no alcanzaba siquiera los tintes trágicos de otros dramas personales, sino que sólo era uno más de los absurdos y patéticos episodios que poblaban su memoria. ¿Cómo pudo concebir semejante idea, tal despropósito, si ella no se sostenía de pie después del tercer trago? Era francamente ridículo no contar con la posibilidad de que lo vomitara todo a la media hora. A pesar del tiempo transcurrido, estos incidentes, con los que solían terminar todas sus fiestas, no habían variado en absoluto. Ella había sido siempre así, fácil de emborrachar, poco resistente a las mezclas de licores que tanto gustaban a sus amigos de la facultad, debido, seguramente, a su cuerpo menudo y a la falta de costumbre con la bebida, incluso en las fechas señaladas. Ella era la abstemia del grupo, la que hubiera podido conducir de madrugada de no ser por aquella fobia absurda que le impedía sentarse al volante de un coche sin echarse a temblar. En el fondo de su mente debían estar presentes los recuerdos de aquella tarde de domingo en la que se cruzó con un conductor novato y perdió los dientes encima de una carrocería rojo sangre, en medio de un vecindario atónito que comentó el atropellamiento durante meses. Desde entonces, tenía la sensación de que todo aquel que circulaba a su alrededor acabaría aplastándola contra el asfalto y, para evitar ese temor, iba a pie a cualquier sitio... Caminando, corriendo casi, pues siempre se le hacía tarde para llegar a todas partes. Esta desventaja, sin embargo, le había procurado unas piernas fuertes, musculosas, tanto más desde que acudía a clases de danza dos veces por semana. Allí, delante del inmenso espejo, al compás de la música, había conseguido alargar sus muslos, estilizar los tobillos, que siempre enfundaba en unos zapatos de tacón muy delicados. En aquellos días los pies la sujetaban, con elegante desenvoltura, a una realidad que ella creía cada vez más armoniosa, más deliciosamente femenina y sensual. Cumplida ya la treintena se instaló en una vida cómoda, de esposa joven, mientras esperaba encontrar la oportunidad profesional que merecía su formación. Leía plácidamente por las noches y aguardaba a su marido, con quien pensaba compartir todos sus sueños. Nada en aquel momento feliz de su existencia le hacía sospechar que, un día, acabaría durmiendo en el suelo, rodeada de la última botella de cerveza y los restos de polvo blanco alineados en el mármol de aquel cuarto de baño que había decorado con tanta precisión colorista. Ni aun en plena adolescencia, cuando los problemas de columna y de acné la llenaban de dudas e inseguridades, hubiera podido imaginar tan sórdido final. Su retrato era, entonces, la viva y perfecta imagen de la responsabilidad, estudiante modélica, joven promesa de la literatura para sus padres, amigos y profesores, el triunfo de la voluntad encarnada en una quinceañera de palabra ágil y gestos generosos, de pensamiento inquieto y cuerpo frágil. Un campo abonado de esperanzas, un proyecto que alcanzaría su cima tan pronto como el futuro la impregnase de la experiencia necesaria. Todo en ella auguraba un porvenir espléndido. Hasta que, una noche alguien le ofreció una forma intensa y peligrosa de vivir el presente, aquel punto impreciso en la intersección del tiempo y el espacio en el cual no había reparado nunca, excesivamente preocupada por los frutos que podría cosechar mañana, si conseguía merecerlos... En el instante en que su cerebro recibía la blanca comunión, deshechas las venas de la nariz por la lenta ascensión del polvo inmaculado, se sentía vigorosa e incansable, capaz de recorrer las largas horas de la madrugada y la salida del sol, imparable en su carrera de falsas ilusiones, hasta que caía, acabadas ya todas las líneas borrosas del espejo, sobre algún áspero colchón. Con los ojos desorbitados, el pulso acelerado, el corazón empujando con fuerza la sangre que amenazaba con desbordar los estrechos cauces azulones por donde circulaba, lloraba y rezaba para que aquella noche fuera la última. No se atrevía a hablar con nadie, se limitaba a esconder los pañuelos sanguinolentos y se quejaba de un insomnio pertinaz, fruto de una terrible ansiedad. A medida que se dejaba vencer una y otra vez, todo se iba deteriorando a su alrededor, inmersa en una vorágine de autodestrucción. Primero la abandonó él, dejando sobre el mueble del recibidor las llaves de la casa y una tarjeta de crédito a su nombre para que pudiera sobrevivir mientras llamaba de puerta en puerta suplicando cualquier trabajo humillante. Después, se fueron ellos. El padre malgastó su dinero en toda clase de auxilios, pagó las deudas atrasadas sin preguntar el sórdido destino que habían tenido los repetidos ingresos que realizó en su cuenta, la acogió bajo su techo cuando embargaron su vivienda. Los hermanos se habían callado muchos dramas delante de una madre que invocaba inútilmente el recuerdo de una hija que ya no existía, pero esta complicidad sólo consiguió agravar el problema y precipitó el final. Arrinconada en la soledad más absoluta, cogió del botiquín todas las cápsulas que creyó más mortíferas y se tragó tantas como pudo. Pero en el momento en que engulló la última, una náusea repentina provocada por el ardor del alcohol las precipitó todas al exterior con la fuerza de una lava volcánica. Todo quedó esparcido por el suelo y, sobre el bálsamo de su desesperación, se durmió profundamente. Pasadas las dos del mediodía un rayo de sol se filtró por la ventana y fue a parar sobre la melena desordenada que le cubría la cara. El tibio calor la despertó, se retiró de los ojos la madeja de pelo ondulado, con una mano aún temblorosa, y sintió, por primera vez, un olor agrio que le atravesaba las atrofiadas pituitarias hasta ir a parar a su deshecho cerebro. Aquel hedor a putrefacción la levantó de golpe situándola frente al espejo. Horrorizada, se contempló a sí misma en el fondo del abismo. No sólo no había conseguido huir de él, sino que la luz del día le mostraba una realidad desnuda, más sucia e implacable que nunca. La devolvía a la vida consciente. Pasó varias horas sentada en el suelo, intentando poner orden en los pocos pensamientos que no había fulminado la tormenta de la noche anterior. Recordó que aún le quedaba un coche viejo que le pertenecía según la repartición de bienes que había acordado el juez y que, evidentemente, no conduciría jamás. Aquel trasto inservible le podía proporcionar un fajo de billetes que invertiría en un pasaporte para un destino lejano, un nuevo paisaje donde empezar una nueva vida, si es que aún le quedaba alguna... El sol la recibió en el aeropuerto con un fuerte latigazo que le hizo sudar toda la inmundicia acumulada en la piel. Arrastró la maleta medio vacía por entre las callejas antiguas, pobres y ruidosas, despintadas del azul y el verde que lucieron en una época más pletórica, llenas de gente morena que vociferaba con cualquier pretexto la miseria festiva de sus vidas. En los portales y los balcones las mujeres gritaban a las criaturas que corrían sin zapatos por el inexistente asfalto, con una sonrisa en la boca, desafiando la penuria. Los autobuses se esforzaban por circular, atiborrados de almas que soñaban con un horizonte de tierra adentro, lejos de la prisión isleña donde la historia los había transportado para proveer del fruto dulce de la caña al resto de la humanidad libre. Los negros, los esclavos, los hijos de los esclavos, los déspotas uniformados, los turistas de piel achicharrada, los artistas que se atrevían a salir de sus guaridas y los escapistas más audaces, todos desfilaban por el Malecón con parsimonia, sin reparar en el tiempo que inútilmente señalaba un reloj de sol. Su nueva vida carecía de los brillos de otros tiempos, apenas disponía de un cuchitril desamueblado para cobijarse. Sin embargo, en aquella precariedad compartida sus días transcurrían con una intensidad inusitada y deslumbrante, desvelados, por fin, los sentidos de la pesadilla que los había paralizado. Aquella música de ritmo empalagoso, la embestida feroz del océano contra las rocas, los martilleos de una tarde de lluvia tropical contra los cristales, la humedad sobre la piel horadada de los campos, el cántico de una lengua que habla de amor... A medida que aquella nueva realidad la cautivaba, se despojó de su pasado, abrazó una nueva identidad y buscó la manera de echar raíces para siempre. La idea de abandonar la isla le helaba la sangre. Poco le importaba el que todos los demás quisieran huir, al fin y al cabo -pensaba- cada uno ha de ser libre para escoger las fronteras de su propio infierno. Desde la minúscula habitación de alquiler en que se refugiaba por última vez contemplaba las sombras chinescas de una palmera bajo la luz mortecina de un farol. Empujada por las ráfagas de viento, las ramas deshilachadas dibujaban la silueta siniestra de un verdugo que le tendía la mano con cínica amabilidad para ofrecerle la misma cicuta que aún envenenaba su memoria. Volver era entrar de nuevo en el corredor de la muerte. Tarde o temprano estaría muerta. Sólo sería necesario, entonces, rematar la faena escogiendo el tiro de gracia definitivo. Tal vez una digestión más potente de somníferos, una caída libre desde algún balcón florido en pleno mes de mayo... Como un tiro en plena sien, recordó unas palabras de Coelho: "Morir mientras vivo". Aquella frase encerraba todos sus deseos: quería seguir viva, consciente, y aceptar la muerte, llegado el momento, con lucidez. Una y otra vez aquella frase asaltó su mente durante la madrugada, hasta que, al final, atisbó en ella una salida. Hizo una llamada urgente, habló atropelladamente: un certificado de defunción falso a cambio de una noche en brazos de aquel hombre moreno de anchos hombros bajo la leve camisa blanca le parecía un buen trato. Al fin y al cabo, era una buena forma de renacer, llena de un significado casi simbólico. Por otra parte, el papel que trataba de comprar no sorprendería a nadie, considerando los antecedentes de una muerte anunciada. ¿Quién podría dudar de un certificado que afirmase que su figura se perdió entre la marea que subía furiosa por los muros del Malecón y fue imposible encontrar sus restos en medio del océano? Cumplido el trato, se dispuso a recoger el informe de nefastas noticias que debía enviar mediante correo aéreo a los pocos allegados que aún estuvieran interesados. Fiel al enérgico espíritu mercantilista que le había dado el valor para conseguir su renacimiento y con la alegría de quien siente, por primera vez, dominar su destino, salió de su habitación sin reparar en la amenaza de un huracán tropical. La tarde era gris, repentinamente tormentosa. El taxi que debía conducirla hasta las oficinas de su improvisado amante burócrata circulaba con dificultad bajo la lluvia, el viento lo zarandeaba como un juguete en manos de un niño travieso. El ruido fue de una anticipación demoledora, las ruedas chocaron contra las palmeras produciendo horribles volteretas. La luna delantera reventó tras el impacto esparciendo minúsculos cristales teñidos de un rojo brillante, intenso. La puerta trasera cedió con la violencia del choque y escupió, en medio de un charco, un cuerpo que, con un hilo de voz, decía ininteligibles palabras con una extraña sonrisa: Muero mientras estoy viva. ** Inés Butrón Parra ibutron@uoc.edu Docente y escritora española (Barcelona, 1965). Licenciada en filología hispánica por la Universidad de Barcelona, estudiante de humanidades en la Universidad Oberta de Catalunya y postgrado en redacción online y recursos multimedia. Ha ejercido como profesora de lengua y literatura durante varios años. Ha colaborado en revistas literarias y escribe diversas secciones para un programa de radio en Radio Kanal Barcelona. Cuentos suyos han sido publicados en Internet, en portales como Lletra (http://www.uoc.edu/lletra), JoEscric.com y YoEscribo.com. === Qué fue del amor Rodrigo Jara Reyes ============================== *** Qué fue del amor Dónde está el amor. Pájaro transparente. La última vez picoteaba tu pubis en un jardín de la plaza de Talca. *** Momentos fugados Un montón de momentos fugados, guijarros en la superficie de la tarde. Quizás los abrazos del frenesí, sus gaviotas de felicidad, dejen huellas en la atmósfera, minúsculas partículas de sangre. Porque no es posible que tus senos floten, desaparezcan, como tenue vaho en el vidrio opaco del alma. *** Condensación El amor dejó de ser halo, se condensó en ojos, en pezones que miran y no ven, en nalgas de luna, en marea, en muslos que abrazan, ahogando el ímpetu de las embestidas. *** Soplo Si el dorso de los párpados nos sueña, la lluvia, el calor de piel a piel, nos devuelve en soplo nuestras caricias. *** Claridad impura Despertar atropellado por tu vientre. Besar las flamas de tu espalda sin quemarse, tirándolo todo al mar vacío del morir, donde las ventanas del sueño se quiebran y la noche mellada de los amantes rompe en claridad impura. *** Mujer inmaculada Los dedos del día arañan las sombras de los perdidos. Ellos duermen al pecho de la madre puta, descansan del orgasmo de cada día. Hijos del único amor posible, el de la mujer que ama sin propiedad de nadie, sin culpa y por ello inmaculada. *** El mirón 1. El placer de dominar los rincones, las marcas de las bragas en tu piel. Tus pechos mirándome con redonda pupila de ciego, hiriendo las manos que no pueden amasarlos. Hay algo de cuento policial en mi condena: un enigma, una búsqueda y un fisgón con ojos de bala, que atraviesa sin avisar los muros de lo íntimo. 2. Quisiera volar hasta tu espalda, ser ungüento deslizándose por tu piel y beberme tu agua de hembra. No tenerte en los ojos sino en las manos que caen al pastizal del delirio, ahogándose en la espuma imposible de tus muslos. ** Rodrigo Jara Reyes thtjara@hotmail.com Escritor chileno (Talca, 1966). Ha publicado, bajo el seudónimo "Thanatos", los libros de poesía En los caudales de la memoria (1997), De la memoria al fénix (2000) y Dos sur y otros poemas escogidos (2002). Además publica breves ensayos de crítica literaria en los diarios El Centro y El Trueno, ambos de Talca. Está próximo a lanzar su primer libro de relatos, Fantasmas en la provincia. === Tres relatos Cecilia Lartigue ==================================== *** Parásito Al releer la carta, me sorprende la precisión de mis propias palabras: la sutil diferencia entre "solo" y "abandonado", entre "fallido" e "irremediable". Por alguna razón, estoy convencido de que ahora sería incapaz de lograr un escrito semejante. Aprovecho la oscuridad para depositar la carta bajo su puerta. Mientras conduzco de regreso, recuerdo mis titubeos al traducir el seminario de esta mañana. Irónicamente, el tema del seminario era la importancia del lenguaje en la percepción y descripción de nuestro universo. Según el experto, un individuo que desconoce el término para describir una sensación es incapaz de experimentarla. Concluido el evento, llamé a mi amigo, el médico Amado, para saber si ya contaba con el diagnóstico de mi caso. Nervioso, me pidió llamarlo en otro momento. El recuerdo de mi mujer invade ahora mi mente y pienso en el tiempo de convivencia plácida, que fue opacado por el desgaste de la pasión al cabo de los años. Seguro de encontrar en alguien más la pasión permanente, decidí abandonar a mi compañera. Escribí una pequeña nota explicativa y no volví más. Ella intentó contactarme, a través de Amado, pero no accedí a verla. Tampoco encontré a la amante ferviente que buscaba y, en su lugar, me invadió una incontenible rabia contra mí mismo. Hace unos días redacté la carta en la que supliqué a mi mujer regresar conmigo. Me acuesto cansado, duermo muchas horas. Despierto con el dolor de que ella no esté aquí pero sé que hoy tendré respuesta suya. Me levanto rápidamente y en el espejo me ve alguien con una sonrisa. Me gustaría encontrar la palabra que describe mi cara. Un poco más que contento. Tomo otro camino a trabajo: más largo pero con árboles grandes. ¿Cómo se llaman? Llego a la oficina, busco en la computadora mensaje de mi mujer. Llamo a Amado. Serio, me cuenta sobre casos parecidos al mío. Dice "la enfermedad se debe a un parásito del cerebro humano. El paciente pierde rápidamente el lenguaje y, al cabo de una o dos semanas, sólo puede articular monosílabos". ¡Qué bueno! Hay mensaje de mi esposa. Pide verme mañana. Doy gracias a mi amigo y cuelgo el aparato. Como en el lugar en donde comen personas. No entiendo lista de comida. Pido pollo asado. La señorita pregunta "¿quiere guarnición?". Digo "sí", sin entender. La noche, trato de leer. Mejor me duermo. Despierto y me siento bien. La calle se ve bonita con la luz del sol. Camino suavecito. No quiero estar en el trabajo. Es feo hacer mal mi trabajo. En la oficina mejor juego un juego de cartas en la máquina esa. Sin palabras. El tiempo se pasa más rápido. Noche sin dormir, pensando en mi mujer. Cansando camino a trabajo. Entro en cuarto de trabajo. Debo pedir el libro de palabras a la secretaria. -Por favor ese libro, digo y enseño con el dedo. -¿Cuál? -pregunta con cara rara-. ¿Ese al lado de ese grande?. -No, ese gordo arriba de ese chico. -Ah, el diccionario -dice enojada. Piensa que río de ella, de como habla. Antes sí. Hoy hablamos igual. Siento raro, como mal. Trabajo con escrito. El corrector dice misma palabra muchas veces. Gramática mal. Cambio con palabras de máquina. No entiendo todas. No importa. Contento porque pronto veo a mujer. Camino por calles. Luces, calle, agua, luna. Palabras. Corro ver mujer. Mi mujer sentada, viendo lejos. "Sólo una explicación razonable podría convencerme de volver contigo", dice. "Perdón. Hice muy mal", digo. "¿Después de todo el dolor que me causaste, sólo eres capaz de admitir que hiciste mal?". Dentro ríe, enojada. "Expresa claramente tus sentimientos". "Muy triste". Dentro siento triste. Sólo muy triste. "¿Triste nada más? ¿Qué tal avergonzado, afligido, culpable, nostálgico, temeroso?". Yo lloro. Ella muy enojada: "Tu explicación es insuficiente. Lo siento", dice. Se va. "Mal... mi cabeza. ¡Palabras!", grito. Una risa de ella: "Sé, a través de Amado, que estás enfermo. Tu llamada entró inoportuna en el clímax de nuestra pasión". Cerca de puerta a calle, dice: "Háblame en tres días y seguramente me convencerás con un 'da-da-da' o con un sentido 'ta-ta-ta'". *** Mi compañero de celda Mi compañero de celda era un hombre de mediana edad, de tamaño medio y de reputación promedio. Nunca había reparado, por tanto, en él. Tengo la certeza de que los únicos seres dignos de interés en este lugar son los demás presos políticos, personas con temas de conversación apasionantes. Sobre la cama de mi compañero de celda se encontraba una pila de cajetillas de cigarros, como esperando a ser requeridas. Ayer se terminó mi última cajetilla y sabía que pasaría un par de días para conseguir otra, así es que decidí pedirle una a dicho sujeto. Con gusto me entregó un par y con voz tímida se negó a aceptar su restitución en el futuro. Tal exceso de amabilidad me obligó a manifestar algún interés por su persona, así que le pregunté el motivo de su encarcelamiento. -Tuve algunos problemas con el Diablo -dijo mientras pasaba una mano nerviosa por su cabello. Al ver mi gesto de incredulidad, añadió: -No soy religioso. Sobre todo, nunca había creído en el demonio, ni había escuchado su voz dándome malos consejos. Pero el Diablo toma caminos inesperados y, en mi caso, apareció como mujer. La cortesía me obligaba a continuar prestándole atención, sobre todo cuando pregonaba mi interés por el bienestar humano. -Mi padre era un hombre magnífico: alegre, lleno de energía, justo y bondadoso, pero con el gran defecto de ser responsable en extremo. Conoció a mi madre, una mujer con pocas ambiciones pero muchas penas familiares y la responsabilidad lo obligó a casarse con ella... Esto sí ya era demasiado para mis oídos. Continuó su monólogo, mientras yo comencé a practicar mentalmente mi próximo discurso entre los compañeros reclusos. Esas historias familiares siempre terminaban en tragedia y las variaciones entre unas y otras eran despreciables. -¿Tiene usted mujer? Su pregunta entró, impertinente, en mi discurso. -No, ahora no tengo tiempo para eso -respondí automáticamente, mientras consideraba que, con el apoyo de los compañeros, podría aspirar a la diputación en cuanto saliera de la cárcel. -Le digo que el Diablo toma caminos inesperados -ese truco de lanzar frases absurdas al aire era también utilizado por mi ex mujer para intentar captar mi atención. Más me valía dedicar algunos minutos de atención a este individuo, para evitar seguir recordándola. -Mi padre era un hombre sumamente inteligente, así es que estableció un negocio que rápidamente prosperó. Nuestra vida en familia no era extraordinaria pero sí muy agradable. Digamos que mi padre era un individuo muy afortunado para los ojos de los demás. El hombre hizo una pausa, respiró profundamente y me miró a los ojos. Tuve que contener la risa al escuchar su siguiente frase: "Pero el Diablo se nutre de la miseria humana, así es que un día apareció en su vida una mujer guapa, con el atributo que enloquece a muchos hombres: un rostro inocente que promete a la vez pasión sin límites. Cualquier otro la habría recibido como una simple aventura, durable sólo hasta que la pasión se mermara, pero el sentimiento de responsabilidad lo obligó a convertirla en su nuevo de proyecto de vida. Con gran desgaste, dejó a su familia y se instaló con esta mujer". Nuevamente interrumpió su discurso para interrogarme sobre mi vida personal: -¿Usted cree posible que exista algo más importante que los hijos? Recordé entonces que mis hijas no habían podido perdonar que sobrepusiera siempre mi vida política a la convivencia con ellas. -Por supuesto que no -respondí un poco molesto por su intromisión. -La estrategia de esta mujer para destruir a mi padre le podría parecer a usted demasiado simple para ser efectiva. Con una mirada inocente y una sonrisa dulce, hacía pequeños comentarios sobre mi padre y su entorno: gotas de veneno que se depositaron en la mente de papá. Los comentarios se dirigían principalmente a la propiocepción de mi padre: sus capacidades, sus valores y, en particular, su proyecto de vida. Me miró nuevamente con seriedad: -Haga usted el experimento: emita un pequeño comentario negativo sobre algún compañero a otro recluso, una acusación falsa. Repítaselo frecuentemente con sutileza y verá que, sin importar quién sea aquel compañero, para este recluso será quién usted afirma. Ese tono didáctico estaba alterando mis nervios y así continuó: -La mujer envenenó igualmente la imagen de los amigos, de la familia y hasta de los empleados de mi padre. Él comenzó a percibirse como un ente débil que intentaba enfrentar a un mundo enemigo y comenzó a actuar con torpeza. Del hombre vital y fuerte quedó un ser totalmente desprovisto de alegría, pequeño, quien seguía miserablemente el rumbo dictado por la mujer. Sobra decir que en el proceso perdió sus bienes y sus amistades se distanciaron. ¿Puede usted acaso imaginarse una vida sin amigos? -ahí estaba nuevamente su impertinente curiosidad por mí. En la política no existen amigos, como es bien sabido, pero respondí con evidente disgusto: -No, no puedo. Quise entonces apresurar el final de la historia y pregunté: -Y entonces, ¿usted mató a la mujer? -Claro. La ahogué en su bañera. Después, la descuarticé y le di de comer los restos a sus propios perros -se quitó las gafas para mostrarme sus ojos temerosos y me preguntó:-. ¿Me imagina acaso descuartizando a una persona? Por supuesto que no. Un hombre rico apareció en escena y la mujer dejó a mi padre por él. Papá nunca pudo recuperarse y murió hace algunos años. Mi siguiente pregunta era evidente: -Y entonces, ¿por qué está usted en prisión? -Mi socio me acusó de un fraude que jamás cometí. Ya ve, mi padre no me preparó para sobrevivir en este mundo de bestias. Mi enfado seguía presente y, como buen marxista-leninista, dije: -El Diablo no existe. Respondió serenamente: -Llámelo cómo quiera. No imagino peor infierno que darse cuenta de haber dejado escurrir la felicidad entre las manos. En el caso de mi padre fue por el espejismo de una mujer, pero a veces la causa es el ansia de poder, o nuestra insaciabilidad permanente. Usted lo sabe bien. No respondí a esta provocación. Me di cuenta de que la cajetilla había funcionado como un señuelo colocado por un individuo ridículo con urgencia de hablar. Sin una palabra más se la devolví. Me acosté en la litera, cerré mis ojos y seguí practicando mi próximo discurso. *** Apágalo -¡Ya no lo soporto! -grita mi madre, mientras se empuja el último bocado. -Pues, entonces, apágalo -las respuestas de papá siempre están impregnadas de desesperación y parecen implicar que la solución es obvia. Esta no lo es tanto. Yo no ceso de gritar al escuchar este ritmo de jazz a todo volumen, al que ellos llaman retro-jazz. Si el jazz me parece una sucesión de ruidos inconexos, enervantes, el retro-jazz desata en mí una crisis histérica. -Tengo miedo de apagarlo. ¿Qué tal si no podemos encenderlo de nuevo, como ocurrió con el otro? -El problema con el otro era el interruptor, que en este modelo es infalible o, cuando menos, eso asegura el manual. Grito al escuchar el piano. Grito con más fuerza al identificar la batería y aúllo al oír el violín. -Voy a traer el libro de registro. Mamá se levanta y se dirige a su habitación, mientras papa sirve el café. La batería y el piano suenan al mismo tiempo. Se introduce una voz chillona a todo volumen. Cierro la boca para contener el grito, pero sigo emitiendo un quejido vergonzoso. Ha regresado mamá con el mentado libro. En realidad, es un simple cuaderno compuesto por una serie de tablas. En las filas aparecen los días del mes, mientras que hay dos columnas: la primera dice horas muertas y la segunda, horas netas. En las primeras se registra el tiempo de interrupción y, para obtener las horas netas, es necesario multiplicar las muertas por un índice. El resultado equivale al tiempo de funcionamiento que habrá que compensar en el futuro. Si hoy se interrumpe x horas, en el futuro el tiempo de "encendido" sera x + n horas. Hay dos restricciones importantes: el tiempo total de apagado no puede exceder 15 años y dos terceras partes de las horas de funcionamiento deben ser diurnas. ¡Qué bien les sentaría a mis padres que se invirtiera la proporción! -Este mes lo hemos apagado 122 horas, lo cual es igual a 158 horas netas. En la voz de mamá detecto cierta angustia. Obviamente querría que el número fuera menor. -Pero faltan 3 días para que termine el mes. No me parece tan grave. En este caso papá presionaría con gusto el interruptor. El jazz sigue sonando y yo he retomado los gritos. La combinación es más agradable: retro-jazz lastimero. -Nos faltarían únicamente 2 años para recibir el pago si nunca lo hubiésemos apagado. En cambio, nos quedan 5. Al principio lo interrumpía sólo 1 o 2 horas al día, pero es verdad que cada vez es más difícil. El de Lucía tiene ya 15 años y en dos meses "La Sociedad" les entrega el dinero. Claro, a costa de su salud y de su matrimonio. La pobre se ve tan avejentada... Papá guarda silencio. Le disgustan las comparaciones. Nuestra situación no es óptima y odia que se lo recuerden. Bien dicen que la infelicidad proviene de compararse con los otros y no de una evaluación puramente personal. Este tipo de retro-jazz fue creado por un compositor cubano. Mi padre dice que la influencia caribeña es evidente. Lo que a mí me parece evidente son las malas intenciones del mentado individuo. Es verdad que si aprietan el interruptor habrá más paz en este hogar, pero a todos nos queda claro que habrá que soportar las consecuencias en el futuro. -A veces extraño al otro -dice mi madre mientras mira con nostalgia hacia la ventana-. Me pregunto si no habría sido mejor quedarnos con él. Este hace mucho más ruido. -La palabra "extrañar" me parece inapropiada en este caso. Simplemente consideras que el otro te convendría más. A mí me da igual. Ambos me parecen insoportables. Mi único consuelo es la idea del pago. Me pregunto cómo le harían antes, cuando ni siquiera era posible apagarlos y no existían los pagos. Es más, había que utilizar parte del sueldo para mantenerlos encendidos. -Seguramente son mitos. Nadie podría haber sobrevivido así. Si no existieran compensaciones ni represalias por parte de "La Sociedad", yo lo tendría encendido máximo durante media hora al día. Súbitamente mi madre voltea a verme. "¿Te das cuenta? Estamos en silencio". Es verdad: el reproductor de música se ha interrumpido y yo estoy en silencio. Parece que la paz volvió a nuestro hogar. -¡Qué bien! -dice aliviada-. Ya no será necesario apagarlo. Sonreímos todos. Mi madre se levanta y se dirige hacia su habitación. Es la hora de su siesta. Para mí, en cambio, es magnífico seguir despierto. Intento alcanzar el libro de registro para verificar si sus cuentas son correctas. Al estirar el brazo, tiro la taza de café y todo el líquido se derrama sobre las páginas del libro. -¡Otra vez! ¡Míralo, tiró nuevamente el café sobre el libro! Al decir esto, mi padre rodea bruscamente la mesa y se coloca detrás de mí. -Lo voy a apagar, así haya que compensar 15 años o permanecer el resto de la vida en prisión por no volver a encenderlo -su dedo frío toca mi espalda y se dirige hacia mi columna vertebral. Siento la presión que ejerce al presionar el botón del interruptor. ¡No! ¡Otra vez, dormir! Comienzo a sentir que mis piernas se ponen rígidas y un cosquilleo en toda la piel. Me quedan algunos segundos para hacerme el propósito de portarme mejor la próxima vez... claro, si es que me vuelven a encender. ** Cecilia Lartigue clartigue_uk@yahoo.co.uk Bióloga y escritora mexicana (México, D.F., 1967). Cuentos suyos han sido publicados en el Proyecto Sherezade (http://home.cc.umanitoba.ca/~fernand4/relatos.html). === Poemas Yadi María Henao ========================================== *** Hola soledad Alzó su capa y montó en su escoba. Océanos y continentes vieron a la bruja loca volar, ebria de amor. Nada se supo de ella. Hasta que una colisión contra la luna, fue anunciada en el ¡New York Times! *** Houdini La palabra mágica que desapareció al amante bajo el sombrero fue... ¡Amor! *** Croché de tormentos "Ô soleil sel,ó mon pays, ma seule destinée". Marguerite Duras. Sin reflejos, sin caminos, buscarte en la sutilidad que no se nombra ni se logra. Sin enredaderas, ni hastíos, ansío el polvo estelar de pies que marchan hacia aldea lejana. Sin tormentos, ni ocasos, hallar el sitio, latitud exacta, meridiano de dorada esperanza. Y aun cuando hiedras crezcan en el jardín de nuestro sino por el croché tirano que teje bufandas de salvajes colores: sembrar en las montañas de café el poema de los sueños que aún cantan. Trópico de almíbar, sol de cumbia, danzan magdalenas en las noches de un lastimado país con lágrimas de estío. *** Alicia a través del espejo "Aquí, frente al espejo, yo, la inevitable: una imagen en sombras y toda la soledad multiplicada". Olga Orozco. Frente al espejo, vio una enorme "S" dorada grabada en su pecho. No de "supergirl" No de "sexi-sado-sodomita" Sí, de ¡Soledad! ** Yadi María Henao yadimaria@latinmail.com Escritora e ingeniera de alimentos colombiana (1975). Reside en Buenos Aires. Su obra poética es en su mayoría inédita. Ha sido merecedora del Primer Premio de Poesía Libre Interuniversitaria de la Universidad Autónoma de Manizales (Colombia, 1998) y Mención de Honor en el Concurso de Poesía del Ayuntamiento de Alaquás, Valencia (España, 2002). Es miembro del comité de redacción y diseño gráfico de la revista de poesía Extranjera a la Intemperie. === Dos cuentos A. Morales Cruz ====================================== *** Luz roja Cuando se puede, se come, pero todos los días vemos televisión. Me levanto a las diez. Como no voy a la escul, me rebusco unos cuantos chavos lavando parabrisas en el semáforo de la cincuenta. Antes me paraba por la Rusvel. En realidad este trabajo me duele. Vivo puteado por los conductores que, cuando le tiro a limpiar los vidrios, me dicen de vainas. Todo el día me caen el sol y los aguaceros, para poder llevarme unos cuantos dólares a mi casa, por mis hermanos, por la vieja. Cuando puedo, descanso debajo de un palo de mango y veo las nubes, oigo el ruido de los carros, y el olor a gasolina me tuerce el estómago, acostumbrado a estar vacío y sonándome. Tengo 14 años y sólo llegué al quinto de primaria. A veces pienso en una casa grande y un padrastro que me lleve a los juegos de beisbol. Después me doy cuenta que son aguevasones del Resistol que inhalo, como todos aquí lo hacemos, para aguantar este tren, broder. A veces me voy a la playa y los cangrejos me rodean y puedo ver los barcos como se hunden al final del cielo, allá donde ya no alcanzo a ver. Tengo 14 años y sólo llegué al quinto de primaria. *** Pequeña historia sobre Tarzán El patio había amanecido lleno de baba de sapo. Por lo general, esto sucede cuando el invierno se viene muriendo cerca del mes de diciembre, como pasa en todo el trópico. Las noches se vuelven calurosas y el ruido de los grillos entre las luciérnagas te da la impresión de que la misma selva se ha metido en plena ciudad. Sobre todo porque la noche no deja ver nada, y todo se puede imaginar. Fue por esos días que me encontré con Tarzán. Estaba leyendo la teveguía mensual, cuando asustado se levantó del tronco donde estaba y con los ojos aguados miró que habían quitado las Aventuras del Planeta de los Simios. Lloró a chorros, salvajemente, recordando todas las tardes que había disfrutado, mirando en el televisor del quiosco de Llerena su programa favorito. Allí fue donde decidió no volver a la selva nunca más y que mejor era dedicarse al alquiler de bicicletas y a la venta de helados. Pero al cabo de iniciar este negocio, se puso triste al no tener las lianas como medio usual de transporte interselva y cerró el local para dedicarse a la pintura en tela y al soborno. Así, se fue olvidando de la selva y comenzó a frecuentar putas abandonadas en aeropuertos y caminos fronterizos. Vivió Tarzán mucho tiempo, ya vuelto civilizado, sin empleo y recogido en viejas casuchas de cartón que bordean la ciudad iluminada. ** A. Morales Cruz morales37@cwpanama.net Narrador y poeta panameño (Panamá, 1952). Ha recibido el Premio Universidad de Panamá, el 2º lugar en el Torneo de Poesía de Verano Inac 1982, el Premio Municipal de Poesía León A. Soto, el Certamen Nacional de Cuento César Candanedo 1994 y una mención honorífica en poesía del Premio Nacional Ricardo Miró (1996). Ha publicado Esta primera vez bastó la sal (Universidad de Panamá, 1978) y El círculo, la grieta (Editorial Signos, 1996). Poemas suyos aparecen en la Antología de poetas jóvenes de Panamá (1982). Ha publicado textos en diarios, revistas locales y páginas electrónicas. === Poemas rudimentarios (extractos) Arianna Castañeda =============== (Nota del editor: vuelve a nuestras páginas la escritora peruana Arianna Castañeda, con textos de su poemario inédito Poemas rudimentarios, para disfrute de nuestros lectores). *** [1 coffee mug] cuando la vuelta a casa es inminente, no queda más que rasgarse los bolsillos /y/ pasar frente al viejo perro que salta tras la verja hacia la vereda como quien ladra, muerde, saluda /y/ mueve la cola. *** Escritos expósitos le tenía cierta aversión a sus hijos -gallinazos- y los llevaba siempre atados a su cintura como un cálculo renal *** Polaroid 0.1 Mi hermana ronca y no es un pez, tampoco una persona, sino un ruido que sale por la ventana. *** Colores del estómago Blanco grisáceo: Muerte por arsénico Verde o azul: Sales de cobre Tintes dorados Yodo Floruros Amarillo: Ácido nítrico Púrpura: Potasio Fosforescente: Fósforo Negro: Ácidos oxálicos *** Polaroid 0.3 A veces nos gastamos Odiando a los zancudos y A las moscas -pero no hablo para evitar el ridículo- porque pican en los tobillos y a veces no pican y sólo vuelan alrededor de la almohada. *** Polaroid 0.4 Dormir como flecha o luz, con las piernas abiertas como cereza sin mosquitero sin paredes ni canción. *** Polaroid 0.5: consecuencia fotográfica de una caída El perfume en las pestañas y en el ojo y va bajando hacia el torso, la mediatarde pezón erecto que atraviesa y va al ombligo y se pierde sobre el parquet *** Polaroid 0.6: arenga de L.H.C. nunca vio el tren pero escuchó su fantasma en el tu-tú del riel por las noches cuando se dejó caer y regresó al nicho *** Retórica de Pavesse a mi lápiz la cárcel le hizo mal le crecieron piojos y albatros se le cayó la punta *** Herida por arma de fuego Perforó la cabeza /trayectoria lineal/ estrellado y desgarrado en estado gaseoso proyectil diminuto trama larga sobre la ropa anillos de humo *** Opiáceo Sobre el rostro el brillo celeste, la vena que arde y es tierrita anaranjada y azul que sube y da vueltas y se mezcla con mis cabellos torrente sanguíneo /anaranjado y azul/ el reloj se ha parado o no hubo ninguno. Ya había terminado *** Funky Song no sé por qué se disuelven mis cabellos en tus jugos ni por qué no encuentro los labios después de besarlos *** La cometa muy ligera, por lo común de cañas cola formada con cintas o cabellos hilo bramante muy largo, que se arroja al aire, que la va elevando, y sirve de diversión a los muchachos ** Arianna Castañeda acastanedaf@rree.gob.pe Escritora peruana (Lima, 1981). Estudió derecho y ciencia política en la Universidad de San Martín de Porres. Ha asistido a diversos talleres de narrativa. Actualmente trabaja en el Boletín Cultural Chasqui, del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. También es codirectora de la plaqueta Magenta, Artes y Letras. === Profunda garganta Juan Álvarez =================================== La certeza de ser unos alcohólicos turbados nunca representó un problema para mí ni para mis tres amigos. No hasta aquella noche en que dándoselas de muy machitos terminaron metiéndome en la iglesia del Padre Reinaldo. Luego de eso tampoco, en realidad. Fue sólo el momento. Fue sólo la extraña combinación entre la comprobación de lo que ellos iban a buscar y esa última botella del más barato de los vodkas que traíamos orgullosamente puesta en nuestro corazón. Digo traíamos porque a estas alturas me parece que hasta yo misma alcancé a emocionarme. El vodka, lo recuerdo muy bien, se llama el galeón: vodka El Galeón. El despropósito apareció un mediodía de domingo, mientras desayunábamos en la cama de nuestro amigo Octavio que había salido a traer jugos de naranja a la ciclovía y veíamos dibujitos en el cable. Es triste reconocerlo, es cierto, pero qué quieren, a veces veíamos dibujitos en el cable. Ese día la resaca era de vino barato así que no andábamos nada reconciliados con el mundo y más bien la conversación terminó por inclinarse hacia un tema en el que Nicolás y Martín pudieron apaciguar el viejo y particular talento que entonces, acercándose a los treinta, les afloraba de nuevo: el talento para despotricar de todo el mundo. -La fursia de Gloria anda diciendo que me la comí -dijo Nicolás, ofendido. -Pues bien marica no haberlo hecho... ¿Qué penitencia está pagando para haber dejado de desear a las mujeres de sus amigos? -comentó Martín, entre interesado y desinteresado al mismo tiempo. Mujeres y mujeres. A veces me sentía privilegiada por tener acceso a este mundo infame de los hombres, pero también me cansaba. Los burros y los hombres suelen ser monotemáticos. Igual, en un acto de generosidad y para contribuir con la imagen que querían fabricar de Gloria (quien igual no me caía nada bien), comenté en ese momento que, aparte de todo, la muy puta quería ser pop star y se había presentado al reality que por entonces se encargaba de hacerles el sueñito realidad. -¡No jodás! -saltó Martín desde cierto tono enjuiciador-. ¿En serio compró formulario para pop stars? Cada cosa que hay que ver. A esa muchachita ni los años le han podido desarrollar un sentido mínimo del ridículo. Con el comentario soltamos nuestras carcajadas, pero no porque fuera particularmente gracioso, no. Las soltamos para comenzar a sacudirnos el fastidio de la noche anterior. -Mierda, deberíamos escribir un programa para la televisión que se llame Porno Stars -la cabeza de Nicolás había comenzado a funcionar-. Incluimos sólo a las clásicas de la ciudad... Las que ahora estén bien viejas. A las que le dieron vida a Esmeralda Pussycat y muerte a El Dorado. Y a algunas del rotatorio de la 17... ¿Cómo se llamaba ese teatro..? ¿Se acuerda Martín que allí vimos por primera vez a Tracy Lords? Mierda, ¿cómo se llamaba ese teatro..? Rojo Deep, les recordé, para agilizar y sacarlos del video en el que se estaban montando. Pero no tuve éxito. Sus caras repletas de emoción no podían desprenderse del recuerdo de sus visitas al Deep cuando eran adolescentes. Se acordaron, por ejemplo (y pese a mi esfuerzo desaprobador), de cómo aprovechaban las bolsitas cafés de papel en las que les vendían las galletas o las medias de aguardiente para correrse dentro de ellas, los muy limpios. -¡Eso!, Rojo Deep. Las entrevistamos, a ellas y a sus familias; les hacemos un homenaje y lo llamamos Porno Stars... Citamos pasajes de Miller, ese que habla de la obscenidad, la naturaleza y Dios -no parecía poder parar-. Hacemos un contraste con la simpleza y poca calidad del porno de hoy en día, con música de fondo que puede ser algo como Straight to the top, o el tango ese famoso de Enrique Santos, ¿cómo se llamaba..? Ese que dice: Sola, fane y descangayada / la vi esta madrugada salir de un cabaret... -Esta noche me emborracho. -No, yo también, pero, ¿cómo se llama ese tango? -Así, marica: Esta noche me emborracho -le aclaró Martín. -Pues eso; un programa así la competencia lo compraría seguro. Burlándose un poco de Nicolás y de sus ocurrencias, y un tanto envidioso a su vez por no haber tenido aquella idea, Martín trató de hacer su propio aporte. Habló de un set con inmensas sillas de terciopelo blanco adornado con cuadros de un pintor californiano que nadie conocía, pero que, según él, con colores desbordados y chillantes, representaba la naturalidad y necesidad en la pareja contemporánea de tener una referencia visual que desinhibiera su instinto sexual y les permitiera explorar, así, el fondo de sus posibilidades eróticas. -No sea marica, Martín, ponemos posters y ya -comentó Nicolás desperezándose, haciéndose el relax pero en realidad competitivo, preparando cuerpo y alma para entrar de cabeza y sin retorno en ese programa de televisión que le estallaba por dentro. Gracias a horas acumuladas de amistad yo había aprendido que la única posibilidad real que existía de acabar con esas ocurrencias espontáneas y cotidianas de Nicolás y Martín, consistía en contribuir a agilizar su desarrollo, porque sólo así, como imaginación acabada, cuando por fin tuvieran una idea pulida de su chispa, podrían descansar y dejarla en paz. Estallar y callar. Así había sido siempre. Entonces pregunté: -¿Y a quién elegirían como entrevistador? -Laura, corazón, esa es una magnífica pregunta. -¡Tendría que ser el Padre Reinaldo! -dijo en seguida Nicolás, como asombrado ante su ocurrencia y entendiendo que sólo era cuestión de instantes para que nos cagáramos de la risa. El Padre Reinaldo, párroco de la iglesia de Lourdes, era una especie de mito urbano de los que construyen los viejos barrios de esta ciudad para soportar el indeciso clima y la desocupación. Había muchas historias alrededor de su persona, pero ninguna había interesado jamás a estas joyas que tengo por amigos como la que decía que el Padre tenía una edición personalizada de su libro de oficio en donde, básicamente, intercalaba entre cada página del texto sagrado, fotos de las antiguas glorias del porno bogotano y quizás hasta internacional. -¿Ustedes de verdad creen en esas pendejadas sobre el Padre? -preguntó Martín con el final de la risa. -¿Por qué no? -dijo Nicolás-. Si yo fuera cura me encantaría tener un libro así. -Sí, claro... Pero me refiero a si de verdad les parece posible que el tipo haga todas estas faenas de la misa mientras observa a quién sabe qué diablas en quién sabe qué posiciones. Quiero decir, es demasiado hermoso para ser verdad... ¿Se dan cuenta? Si están ahí, en su libro, en las páginas, es como si se tratasen de su inspiración, ¿no? -Mierda, no lo había pensado así -contestó Nicolás, asumiendo tono de teólogo. -No sean maricas -intervino Octavio, quien a pesar de acabar de llegar con los jugos de naranja, se enteraba muy bien de la discusión-. La misa la dará con el misario, pero su famosa Biblia personalizada la esconderá en algún lado, ¿no? Y así llegó semejante ocurrencia delincuencial. Con la pregunta que el juego acostumbrado de seguirles la corriente me obligaba a hacer y que me conduciría, días después, a vomitar desesperadamente como jamás imaginé le fuera permitido a un ser humano. Mucho menos si estamos hablando de una mujer discreta como yo. Luego ellos insistirían en llamar a tal ocurrencia: estética (¡ocurrencia delincuencial estética!, así decían), como si con eso le dieran una patada al mundo y lo invirtieran. Sintiendo algo de desconfianza después del prolongado silencio y el tono de meditación en que quedaron los tres, tras mi espontánea pregunta, decidí que me largaba. Había recogido las veinte pertenencias que solían sacar de mi casa durante cada mes de ires y venires, y en un esfuerzo por poner algo de orden me preparaba para pasar el resto del día en compañía de mis guantes de oficio y los líquidos correspondientes. Neurosis del último domingo de mes, nada demasiado importante. Me fui caminando porque el sol era acogedor y porque mi casa quedaba, en ese entonces, a unas cuadras de la de ellos. En la calle, recuerdo muy bien, un hombre vendía un ungüento que decía haberle sido revelado en la selva amazónica y que acababa para siempre con el constreñimiento. Pensé que nosotros no hacíamos algo muy diferente. Nos sacábamos algo de bien adentro y tratábamos de venderlo. Venderlo como si fuera importante para los demás. Gritando. Martín y Nicolás tenían cuatro oficinas. Ninguna con los servicios completos ni de más de tres por tres. Según ellos apelaban al sagrado recurso de la variedad. En caso de tiempos difíciles un escondite hacía la diferencia, decían, mientras Octavio y yo nos mirábamos y entendíamos que se trataba de algo más. Se dedicaban a cualquier vaina que implicase la nada común combinación entre lenguaje, arte y dinero. Publicidad, cortometrajes, guiones para importantes directores y pilotos de rancias novelas. Iban y venían, robándole horas a la vida para sus propios proyectos, y entre estación y estación, sin entender jamás cómo lo lograban, sacaban adelante los gastos de cada mes. Una renta que incluía muchos gastos de representación, decían ellos, pues, ¿cómo no atender los asuntos y los clientes en un bar? Octavio era bajista en la mitad de las bandas de salsa, rock barato y jazz de la ciudad. En la otra mitad era guitarrista. Seguía las líneas que fueran necesarias para cuadrarse unos buenos pesos y continuar adelante con sus composiciones de música electrónica. Sobre ese género yo sabía dos cosas: era muy costoso y Octavio daba su vida por él. Yo había sido novia de los tres en muy diferentes épocas de esta corta vida. Conservaba un secreto orgullo por ello y a veces me aprovechaba de esa condición, más fruto del azar que de algo significativo. Me aprovechaba porque jugaba con la pequeña envidia que eso despertaba en sus amigas. Yo era la única (y las escuálidas sin gracia, claro) a la que probablemente esos desgraciados no se acercaban ya con sus despiadadas intenciones sexuales. Eso me hacía su amiga cabal, pero sobre todo me liberaba del sobresalto que a ellas no podía dejar de inquietar: el sobresalto de la posibilidad. La secreta paciencia del: a lo mejor un día. Un día que no llegaba porque los tres parecían demasiado ocupados en las presencias femeninas como para tomarlas en serio. Y entonces yo vivía tranquila. Caminando ese domingo y cruzando frente al hombre del ungüento, recordé una de tantas madrugadas de viernes en que los tres llegaron a mi casa. Cuando escuché el timbre supe que eran ellos. Yo trabajaba en unas piezas para una exposición que iba a tener en pocos días, y me encabroné bastante porque sospeché que venían totalmente puestos y que me darían lata sin parar. Pero vaya sorpresa. Estaban sobrios y no hacían escándalo. Parecían tranquilos, ni siquiera aburridos o tristes. Simplemente normales. Pregunté insistentemente si pasaba algo, pero nunca parecieron percatarse de mi extrañeza. Pasaron e hicieron café. Me traían aguacates (me encantan, puedo devorar cinco de una sentada) y pan para el desayuno. Hablaron un rato de política y de fútbol. Me abrazaron y trataron de meterme en mi taller, no querían molestar, decían, se sentirían más cómodos si continuaba trabajando y no me interrumpían. Yo no lo podía creer. Había dejado de verlos dos semanas y parecían venir de Marte. Recuerdo que me asusté. Tuve la certeza de que algo había pasado. Algo grave. Sólo era cuestión de que encontraran el momento y la noticia acabaría conmigo por quién sabe cuántos días. Pensé incluso en mi familia. ¿Los imbéciles seguían considerándome tan débil que habían mandado a estos tres inútiles para que aplacaran algo? ¿Acaso no los conocían? ¿Qué podían ellos aplacar? Estuve a punto de llamar, pero me contuvo la indiferencia que seguían manteniendo hacia mí. Aparte de la natural relación con la dueña de una casa en la que tomaban café, yo no tenía función alguna. Media hora después se fueron. No lavaron los pocillos para mi tranquilidad, pero puedo jurar que parecían sus sombras, los fantasmas que algún día podrían ser. Once horas después de haber cerrado la puerta mi obra estaba fundamentalmente acabada. Los volúmenes eran admirables. Cada detalle estaba en el lugar que desesperadamente había deseado por años. No recordaba ni siquiera mi concentración. Ese día descubrí quién cuidaba a quién. El hombre del ungüento siguió su camino. Yo el mío. Así, entre una cosa y la otra, llegó la particular noche de aquel viernes. Me dirigí a su casa porque me esperaban. Recuerdo haber pensado mis pasos en términos de una recurrente imagen cinematográfica: entrar en el encuadre de la calle los viernes al comenzar la noche y salir del mismo los domingos al medio día, con el sol tibio de las once. Estaban un poco más eufóricos que de costumbre, cada uno en su forma de ser eufórico. Me explicaron como solían hacerlo, con mucha elocuencia y sin ninguna claridad, que Nicolás había conseguido un empresario conocido interesado en financiar buena parte de la producción en la que estaba trabajando. Un documental sobre las iglesias La Santa Veracruz y La Teresa Franciscana, ambas sobre la calle 16 a la altura de la séptima. Dos iglesias separadas por menos de cuatro metros peleándose por los mismos fieles impíos desde hace siglos. Esta noticia, y algo más, los tenía felices. Martín debía ponerse a terminar el guión, así que le correspondía quedarse en casa y no podría salir con nosotros, dijo Nicolás mientras alcanzaba tres vasos con algún tipo de alcohol y dejaba a Martín con el brazo a medio estirar y a punto de saltarle al cuello producto de la despiadada broma. -¡Cabrón!, tráigame un trago... ¿Por qué me hace esto? -Ya voy, loco, no me cabían cuatro vasos en la mano -se disculpó Nicolás-. Aunque, sabe, no sería mala idea que se pusiera a trabajar. Un sentido tal de responsabilidad sólo afloraba en Nicolás cuando la acción no tenía que ver directamente con él, y como Martín lo sabía perfectamente y le ofendía, saltó con ese tono que a los desconocidos tanto desconcertaba pero que era propio de su relación con Nicolás. -¡Malparido! si será caradura. ¿Cómo se atreve a siquiera insinuarme lo que debo hacer luego de la toalla de esta mañana? ¿Has oído, Laura?, si será caradura el hijueputa... Octavio, ¡dígale algo! -protestó Martín. Octavio me explicó rápidamente mientras buscaba sus llaves porque salía a traer no sé qué cosas, que esa mañana Martín y él habían tenido que realizar un operativo de rescate en el cuarto de Nicolás, para sacar de la casa el apestoso olor que una toalla podrida (tirada húmeda y comprimida quién sabe hacía cuántas semanas debajo de la cama) estaba propagando peligrosamente. Nicolás respondió con cierta condescendencia, sabía que no era el mejor compañero de casa, pero igual se explicó y, palabras más palabras menos, no dijo nada diferente. Él pensaba que tal vez ni hoy ni en el fin de semana, pero igual pronto, Martín tendría que sentarse a trabajar. De eso no cabía duda. La discusión duró un par de líneas más y paulatinamente fue desviándose. Nicolás volvió de la cocina con el trago de Martín. Yo me percaté de sus sonrisas cuando mencionaron ciertas personas que iban a estar esa noche en el bar al que íbamos, y en lo único que pensé fue en la extraña forma en que se manifestaban cariño aquel par de desquiciados. Bueno, afiné mi apreciación y me aclaré mentalmente que, claro, ellos no se manifestaban explícitamente ningún tipo de cariño, pero que, precisamente no haciéndolo, tratándose con esa dureza con que lo hacían (herencia machita masculina y que hacía que los extraños por momentos se incomodaran), se explicaban a su manera cuánto no podían vivir el uno sin el otro. Cuando Octavio regresó nos largamos en busca de la noche. Íbamos graves de inmensa alegría. Saltábamos bancas, pateábamos latas, reíamos con estridencia. En la puerta del bar se me torció la barriga. Estaba por ahí, dando vueltas, El Chulo, un tipo con el que nunca en mi vida había hablado pero del que sabía dos cosas: era uno de esos pintorescos medio (esto de medio es difícil de explicar) delincuentes de barrio, y además una de esas extrañas amistades que estos tipos eran capaces de tener y cultivar con increíble esmero. Se acercaron a saludarlo mientras yo le compré unos cigarrillos a la doña que siempre se parqueaba a unos metros de la puerta del bar. De lejos pude notar que trataban de convencerlo para que entrara con nosotros, pero él explicó algo, hizo unas señas y luego desapareció. No tenía por qué haberme asustado o sospechado algo. Al Chulo, como a otros tantos personajes que rellenan la densidad de la atmósfera de Chapinero, lo veía y lo dejaba de ver como a la plata misma. Me distraje, recuerdo, abriendo el paquete de Royal. Dentro del bar el calor era delicioso. Saludé a un montón de gente y por un momento se me ocurrió que la vida tenía algún sentido (esto también es difícil de explicar, aunque creo que tiene que ver con el volumen). La noticia del proyecto de Nicolás se propagaba y los abrazos y los brindis de buena suerte iban y venían. Nadie se quedaba en un lugar más de tres frases y por todas las cabezas rodaban los deseos y las espontáneas estrategias para quedarse con algo del sexo y el amor que esa noche tenía por ofrecer. Éramos almas contentas. En un momento dado salimos al parque de la Universidad de La Salle y prendimos un bareto. No es que no pudiéramos fumárnoslo en el bar, pero ese frío de la noche, ese rato de silencio, ese pequeño descenso que marcábamos con nuestro acto, era una de nuestras adicciones. Cuando volvimos Octavio se había largado. Una nena con la que había estado conversando explicó algo sobre su partida y dijo que no nos preocupáramos, que ya volvería. Me acerqué a un grupo donde estaba Martín. Habían dejado de bailar y se alejaban de la pista, entrando sin querer en una conversación a todas luces apasionada. -Si el porno de esta ciudad fuese decente una actriz como La Baja Britney estaría modelando para una revista de adolescentes y no como estrella en el cartel principal de Dislovery -decía Martín. -Martín, hermano, ¿de qué está hablando? El porno por definición no es decente -le respondía un amigo de alguien que conocíamos pero que en ese momento no recordé quién era, sin sospechar, el pobre, en lo que se metía. -¿Cómo es su nombre, joven? -volteó a mirarlo Martín, cómo dándole espacio, como diciéndole, oye, tú, ¿quieres venir a conversar acá? -Iván, loco... Vos me conoces de fiestas en casa de María, tu vecina en Lourdes. Por supuesto que Martín había visto a Iván en algún lado antes, pero, ¿quién le mandaba al tipo a compartir las amansadas opiniones de Bayly? Nicolás se acercó también en ese momento. Entre los dos, el pobre Iván, y algunos que se hicieron alrededor yendo y viniendo, construyeron una especie de infernal escena socrática y a los diez minutos tenían al insensible de Iván arrepintiéndose de sus observaciones sobre la vulgaridad del porno. Porque decencia y buenas costumbres eran para él sinónimos, y vulgaridad entonces el antónimo y sustantivo propio de lo obsceno. Pero sobre todo, porque se había confundido creyendo que miraba moral. Tuvo incluso que prometer no volver a ver películas en las salas del centro que quedaban cerca de su casa hasta que no recibiera la instrucción adecuada. Hasta que no supiera quién era Rocco Siffredi; hasta que no entendiera que Larry Flint era algo más que un paralítico con un magazín, o al menos hasta que se enterara que el porno era la rama de las artes visuales que movía el treinta y cinco por ciento del dinero de la industria cinematográfica en el mundo. Cosas de ese estilo alcancé a escuchar en medio del asombro y del esfuerzo que hacía por contener la risa. -Así que la próxima vez que se refiera al género de las actrices que mejor saben fingir desnudas, que incluso allí conservan la máscara, hágalo por favor con más cuidado -y con esas palabras cansadas Martín pareció redondear su opinión. -¿Usted quiere saber esta misma noche lo que es el porno? ¿Eh..? ¿Quiere? Yo le digo cómo..., en serio, yo le digo cómo -terminó por acosarlo Nicolás, con el aliento encima del pobrecito de Iván. No cualquiera se adapta con facilidad al tono de estos sujetos, así que comprendí, y lamenté a la vez, el momento en que el pobre y guapo de Iván apelaba a algún recurso de evasión y desaparecía hacia otro costado del bar. Luego de eso, me parece, comenzó el final de la noche. -¿Dónde está Octavio? -vociferó Nicolás mirándonos a quienes estábamos cerca. -Parece que salió -atiné a responder. -Pero mierda, ¿a dónde..? ¿Por qué no está nuestro amigo acá para brindar? Y con lo buena que se está poniendo la música. -Voy a buscarlo -dijo Martín-. Porque esta noche hay que brindar. Pero justo cuando se disponía a hacerlo la música bajó de volumen y una voz sin rostro anunció en un susurro apenas perceptible que con nosotros teníamos desde hacía cinco minutos y por la próxima hora, al dj número uno del barrio, dj Octaluz. Ese era el nuevo nombre que Octavio estaba probando en ese, su segundo oficio, el de dj de barrio. Por eso, recuerdo, estallamos en chiflidos. Por eso y porque era nuestro amigo. Fue una hora de buen frenesí. Los bajos, las pausas, los ritmos energéticos. Bebimos y sudamos. Sudamos y bebimos. Escuchamos como esperando a que en un compás de esos el corazón nos reventara. Y todo gracias a Octavio, a pesar de que no estaba ahí saltando con nosotros. Cuando volvió sus amigos le golpearon la cabeza. No sé muy bien por qué, pero parece que así también es que se quieren. Fue entonces, en pleno embale, con la química cumpliendo e impidiendo que sonara a estupidez, cuando Nicolás soltó lo que debía llevar preparando toda la semana: -Ei..., -dijo-: ¿le hacemos a la vuelta ésta en la iglesia? Yo entendí por sus ojos, por la emoción con que detuvo su cuerpo, que la Biblia del Padre Reinaldo había sido la obsesión de su semana. Y siempre lo supo. Desde que salimos de su casa; desde que entramos en el bar; desde que sacaron corriendo a Iván y cuando golpeaban la cabeza de Octavio. Desde que hice la pregunta. Nicolás siempre lo supo y seguramente Martín también. Esa noche íbamos a meternos en la iglesia del Padre Reinaldo. -Estás borracho, cariño -atiné a decir, más guiada por el rol de la sensatez que me cabía en el equilibrio de nuestra amistad, que por la conciencia que tuviera del delito en que aquellos malnacidos me querían meter. Y claro, mis palabras sólo avivaron una llama ardiente como pocos la imaginan. -¿Y qué con que estemos borrachos? ¿Le quita eso sentido al acto estético que propone acá el colega Licorás? -terció Martín. -Supongo que no, pero dificulta el proceso práctico de no hacer ruido, no reírse y no irse de narices cuando estén descolgándose por alguna ventana. ¿O cómo piensan entrar..? ¿Pidiéndole las llaves al Padre y explicándole la curiosidad estética que los guía? -pregunté, agarrándome de no sé qué esperanza y con la repentina cara del Chulo apareciendo y desapareciendo como el dolor en un dedo recién machucado. -Justamente, corazón... Esta semana estuve estudiando el asunto. Descubrí, por ejemplo, que las iglesias no tienen ventanas. Bueno, al menos no convencionales..., ¿me entienden? -Debe tener que ver con la pretensión de no dejar escapar las almas que entran por la puerta, o algo así... Bueno..., no me miren mal, debe haber una razón, ¿no? -dijo Martín. Hablaban haciendo un esfuerzo por no gritar y gritando para escapar del chillido y el volumen de la música del bar. Nunca nos caracterizó un agudo sentido de la sensatez, es cierto; pero esa conversación, en ese momento, me pareció a todas luces ejecutada por semi-imbéciles. Me tranquilicé y pensé en que quizás tenía que ver con la edad. Ya saben, las estúpidas preguntas al acercarse a los treinta; a lo que se entiende por plena madurez y que se siente como vejez, que no esta ahí pero que comienza a acosar. Huyendo del parir y criar. Y a lo mejor deseando que llegara pronto. Aplazando con rabia y tal vez con el corazón empequeñecido. Sabiendo muy poco. Buscando pues un pretexto que me salvara me encontré en el frío de la noche, enrumbada ya hacia la iglesia, bajando por calles oscuras, calles que podía recorrer con los ojos cerrados y silbando. Sin derecho a réplica y con una creciente rabia que me subía por el esqueleto, descubrí además que venía con nosotros otra más de sus obsesiones: la botella de vodka El Galeón. Y claro, El Chulo también. La culpa de la elección de aquel espantoso vodka la tenía Martín. La del Chulo nunca supe quién. Unos meses atrás había construido un discurso alrededor de esa marca de licor, y mientras no apareciera uno mejor parecíamos condenados, junto con nuestros hígados, al mal gusto y la solidaridad. Decía que la imagen de un trago que se llama El Galeón lo forzaba a evocar su más terrible pesadilla. Estar acostado en el mar y un niño que pasaba corriendo y le echaba arena hirviendo en los ojos, justo en el momento en que los estaba abriendo porque oía el ruido de alguien corriendo hacía él. Decía que había aparecido en su vida, en el mostrador de la cigarrería de la esquina, para mostrarle el camino. Para limpiarlo por dentro. Pero no como purgación porque según él no tenía nada malo que sacarse; más bien como catarsis estética, más bien como desenlace. Una mierda así decía. Parados a unos cincuenta metros de la iglesia descubrí que no había remedio. No iban a dejar que me abriera. Cogí entonces la botella y le entré al pico con decisión. Al Chulo y a su kit de aparaticos no les tomó más de cinco minutos ponernos dentro de la iglesia. Recuerdo que en el proceso hizo algún chiste sobre sus aptitudes como cerrajero o sobre el bajo riesgo que ofrecía, y aquello me produjo una rabia paranoica que afortunadamente detuvo la risa que también estaba por atacarme. Me había puesto muy nerviosa. -Y hasta acá los acompaño, mis amigos. Tengan mi linterna. ¡¿Cómo?!, pensé, ¿el maldito experto nos va a dejar a la primera lección? Alegué algo. Mi alteración contrastaba ridículamente con la maldita calma de los tres. -Mi reina, yo soy un buen cristiano... ¿Cómo se le ocurre que voy a meterme a un templo? Esos lances sólo se le ocurren a sus compadritos que están bieeeennnnnn tocaditos -y con esa forma de dilatar las palabras yo me iba crispando. Dijo también que nada se le había perdido ahí adentro y otra serie de proverbios que perfectamente pudieron salir de boca de mi abuela. Entonces se largó. Saldando, claro, la cuenta. -Llaverías -dijo dirigiéndose a Nicolás y Martín-, luego de esto nada de seguir sacándome en cara el favorcito, ¿no? ¡Mierda!, pensé, aparte de todo y para completar mi indignación, les sale gratis. Creo que ninguno de nosotros entraba a una iglesia hacía más de quince años. Octavio había estado de vacaciones en Italia y había visitado el Vaticano, pero eso no cuenta, es turismo, pensé, mientras pisábamos suavemente y terminábamos de meternos por completo. Lentamente comenzamos a acercarnos al altar principal. Ellos iban adelante. Yo veía sus espaldas, juntas, cercanas. Giraban y me miraban. Veía sus ojos brillantes, descolocados. La penumbra del lugar era bien poco penumbra: al principio no se veía un carajo. Recuerdo caminar por el extenso corredor de la nave principal, absolutamente borracha. Recuerdo que ellos también lo estaban; sin embargo, por alguna razón, ahí adentro se comportaron con cordura. No hubo escándalos. Sabían lo que buscaban y gracias a la comilona de postres (en el café de Doña Petrona, me enteré luego) con que transaron a Carlitos el monaguillo, sabían incluso en dónde encontrarlo. Fuimos directamente a la tabla del piso señalada, en un cuarto que parecía quedar detrás de toda la parafernalia de vírgenes y santos. Sacaron el libro de una cantidad de fundas en las que estaba envuelto y lo llevaron con cuidado hasta un atril desocupado que encontraron en un costado. Lo abrieron con devoción única. No dijeron nada por un rato. Se limitaron a pasar las hojas apenas tocándolas. A sorprenderse en un respetuoso silencio, a adoptar la ridícula rigidez de los momentos especiales. Todo con algo de envidia, me pareció. Después de un rato protesté y pedí que me dejaran ver. Mis conocimientos del porno eran sumamente limitados, pero no como para no entender lo que estaba ante mis ojos. -Mire, Martín... La foto de Linda Lovelace con el bikini éste famoso. ¿Se acuerda quién proclamó haber perdido la cabeza por culpa de esta foto? -dijo Nicolás. -Sí, claro que me acuerdo. Ay... Creo que un día de estos a mí también me deja en la mala. -No, usted no perdería la cabeza por una mujer de estas... Usted es demasiado aristócrata -terció Octavio, por fin con nosotros. -Es cierto, hermano... Usted es cochino, pero aristócrata al fin y al cabo -dijo Nicolás, abrazando a Octavio y sonriéndole de perfil a Martín. Hablaron de muchas cosas. Evocaron libros, películas, tardes de su vida. Nadie pensaría que estaban cometiendo un delito. Parecían no darse cuenta. Yo trataba de presionar y regresarlos a la sensatez pero era en vano. Reconocieron como la mejor foto (¡por unanimidad!) una según ellos histórica en la que, una tal Amber Lymn, con unas piernas maquilladas como jamás imaginé pudiese hacerse y estirándose como sólo a una gata la naturaleza le ha concedido, desanudaba el vestido de baño de otra modelo con los dedos de sus pies. Hubo un juego de cinco o seis que me impresionaron. Eran la misma pero desde diferentes ángulos. Fotos en blanco y negro donde el encuadre sólo captaba una hermosa boca a medio abrir pintada con intensidad y la punta de un pene brillante y duro. No se tocaban. Más bien diría que se acercaban. Estaban repartidas en el libro cubriendo diferentes pasajes del Génesis. Su conversación llegó finalmente a una especie de conclusión necesaria: la selección era impresionante. Un recuento que iba desde lo mejor de la pre-golden age, pasando por los grandes clásicos de finales de los setentas y principios de los ochentas, hasta llegar al encuadre de las divas de la era del video. Bestial, dijeron, poniéndolo en palabras de un tal J. C., el tipo (maestro, le decían ellos) que los había introducido en ese arte sin imaginar jamás que con ello les abriría así mismo la nueva visión de la iglesia que desde entonces iban a tener. Regresaron la joya a su hueco y procuraron dejar todo en el mismo sitio. Se trataba de confirmar el chisme, de nada más. Unos minutos más y salimos de ahí. Ellos iban abrazados y vociferando. Por un momento tuve la lucida sensación de que todo aquello era ridículo, pero luego volví a sentirme ebria. Incluso, antes, recorriendo de nuevo el largo corredor hasta la puerta, corredor por el que recordé suelen atravesar las novias, me eché otro trago. El de la perdición, seguramente. Una vez en la calle, y quizás porque me hacían saltar con ellos de la dicha que decían sentir luego de su cruzada porno-graficadora (¡esa era la palabra que usaban!), vino el malestar. Comenzó sin hacer demasiada bulla, como todo lo que se trae una cola bien grande. Sentémonos a tomar aire; respiremos profundo; vamos y comemos algo, fueron las consideraciones iniciales. Luego de un rato sólo pensábamos en salvar la vida, en tomar un taxi, en llegar a un hospital cercano. A unas cuadras de la iglesia la primera en vomitar fui yo. Luego ellos casi en simultáneo. Al principio cada uno buscaba su propio rincón, pero luego la desesperación venció al pudor y tratándonos de ayudar mutuamente terminamos vomitando literalmente juntos, sin ningún asco. No podíamos parar. Alguien trató en medio de los enviones del estómago de culpar al Padre y su Biblia, pero claro, eso sólo nos produjo risa. Nicolás dijo que nos defenderíamos contando la historia del Padre en caso de que alguien viniera a jodernos, y entendimos con la siguiente arremetida que no iba a ser así. Que nadie iba a venir a jodernos, pero sobre todo, que la historia del Padre no nos interesaba como arma para protegernos. Vomitamos hasta que nos alcanzó un dolor innombrable en la garganta. Como si nos hubiéramos sacado un dragón en llamas pero que ningún daño nos hacía adentro, que con su calor nos quemaba pero que igual sólo queríamos tragárnoslo de nuevo. En las pausas que nos permitía el cuerpo varios temas se cruzaron. Hablábamos y vomitábamos, y cada vez nos hacíamos más livianos. ** Juan Álvarez jfalvarez@utep.edu Escritor colombiano (Neiva, 1978). Cursa un postgrado bilingüe en escritura creativa en la Universidad of Texas at El Paso. Ha publicado cuentos en revistas académicas y comerciales como Hojas Universitarias (Universidad Central de Colombia, 1997), El Malhechor Exhausto (Lima, 2003) y RLMC (Utep, 2004), ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| "El poeta empieza donde el hombre acaba. El destino de éste es vivir su itinerario humano; la misión de aquél es inventar lo que no existe". José Ortega y Gasset, La deshumanización del arte (1925). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede obtenerlas en el Web visitando la página http://www.letralia.com/gente/publicar.htm. 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