~~~~~~~~~~~~~~~ Año X Cagua, Venezuela Nº 138 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 20 de marzo de 2006 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | "La memoria de Rulfo", Jorge Gómez Jiménez. | Editorial | Letralia finalista en los premios Stockholm Challenge. | Especial | Ucronías: ciencia ficción venezolana. / Bondades de | Breves Cronos. / El corazón de Voltaire. / País Secreto. / | Silvia. / Blas Infante. / El hipermedismo. / Bennett | autobiográfico. / Mecánica literaria. / 600 en Muskiz. / | Ósmosis ganadora. / El tercero de La Mirada. / Talleres | en Lima. / Playas. / De exámenes. / Presentando la | furia. / Cursos en el Cervantes. / Haiku en Argentina. | | Convocan a narradores a integrar antología bilingüe en | Noticias español y chino. / Miguel Ángel Zapata publica libro e | inaugura revista. / Suplemento cultural Identidades | publica su número 100. / Anunciados ganadores de los | premios Casa de las Américas. / Carlos Yusti ganador de | la bienal Antonio Arráiz en Poesía. / Francisco Ayala | celebra su centenario con los Reyes de España. / | Biblioteca Breve para la escritora gallega Luisa Castro. | / John Jairo Junieles obtuvo el premio Ciudad de | Alajuela. / Presentado el primer número de la revista | Redve. / Gabriel García Márquez empuñó el bastón de | palabrero mayor. / Javier Negrete recibe el Premio | Minotauro. / María Ugarte obtiene el Premio Nacional de | Literatura en Dominicana. / Conceden el premio Alfaguara | de Novela a Santiago Roncagliolo. / Presentan en Pekín | libro sobre Venezuela. / Crean taller gratuito de | ciencia ficción, fantasía y terror. / Francisco Javier | Pérez Fernández obtiene el premio Azorín. / Carlos | Germán Belli gana el premio Pablo Neruda de poesía. / | Fallece en Milán el poeta peruano Jorge Eduardo Eielson. | / Juan Gelman recibe doctorado honoris causa de la UNQ. | / Entregados los premios Ciudad de Bogotá. / Elena | Poniatowska presenta novela en Pekín. / Avanzan | películas basadas en obras de García Márquez. / España | celebrará el trienio Zenobia-Juan Ramón Jiménez. / | Premio Letras de Ultramar para letraliano Osiris | Vallejo. / Guadalajara leerá en el Día del Libro. / Se | celebra Día Mundial de la Poesía por iniciativa de la | Unesco. / Críticos e investigadores de literatura | infantil se reunirán en Cuba. / Cuarenta escritores, | críticos y docentes crean blog de crítica. / Argentina | será el país invitado en la IX Feria de Santo Domingo. / | Estudiantes colombianos de literatura se reunirán en | Bogotá. / Humor y literatura en el Salón del Libro | Iberoamericano. / Cursos de Verano de la UCLM versarán | sobre humor en la literatura. | | "Hubo Festival: informe desde la otra fiesta", Íos | Artículos y Fernández. / "Arrastrados por la magia de Próspero: La | reportajes tempestad de los sentimientos", Jorge Zavaleta Balarezo. | / "Por el camino de la poesía y los riesgos", Manuel | Sosa. / "En migración, como en arte, hablamos siempre de | lo humano", Gabriela de la Peña Astorga. / "¡Nos vemos | en Stockton!", Mario Wong. / "El rompimiento de la | estructura capitalista en los medios, un camino para | encontrar su legítima labor", Giovanni González Arango. | | "'El buen escritor llena el vacío que los historiadores | Entrevistas | dejan'. Entrevista a Ángel M. Agosto sobre su libro El | hombre del tiempo y otros cuentos", Yolanda Arroyo | Pizarro. | | "El túnel, ejercicio deconstructivo", Julio Salinas | Sala de ensayo Lombard. / "Habitar el tiempo: Una mujer y otras cuatro | por Mireya Robles, y la dimensión proustiana", Anna | Diegel. / "Vindicación del plagio", Musa Ammar Majad. | | "El dragón viejo", Triunfo Arciniegas. / Tres poemas de | Letras Alejandra Barbery. / Tres relatos de Patricia Damiano. / | "Pétalo partido", Iván Segarra Báez. / Dos textos de | Marco Vinicio Padilla Arceo. / "La ciudad perdida", | Carmen Campos. / "El verdadero final de las mil noches y | una", Elsa Levy. / Poemas de Chrystian Zegarra. / "El | secreto de Pedro Armendáriz", Jorge Etcheverry. / Poemas | de Magdalena Reyes González. / "Café y antropofagia", | Alejandro Cardozo. / "Agosto", Viviana Abnur. / "La | morsa", Carmen Marques Bellosta. / "Memorias de un | violoncello", Nicole Lafourcade. / "El dolor de una | caída", Laura Guillén Ramo. / "El desertor", Nesfrán | Antonio González Suárez. | | "Ginebra Magnolia Nº 6: Hibernia (o de la mitología | El regreso celta, el imaginario popular y la poesía irlandesa | del caracol contemporánea)", María Fernanda Munizaga. | | Federico Vegas. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/servicios/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/servicios/archivo.htm =========================== CONCURSOS LITERARIOS ========================== Reciba anuncios de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestro exclusivo servicio gratuito. 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Se decía que mi madre quería dinero o decidir el premio. En ningún momento hemos pretendido eso. Simplemente nos retiramos y que hagan lo que quieran". El caso es que la retirada de los Rulfo no es tan simple, como trasluce de la longitud que empieza a cobrar la polémica, ni tan inocente, como nos parece a nosotros dado que para manifestar su inconformidad escogieron justo el momento en que la feria del año pasado se hallaba en pleno apogeo. La última reunión de ambas facciones, o al menos la última de la que se ha tenido noticia pública -el 18 de enero pasado-, fue infructuosa. El cuadrilátero fue el Palacio de Bellas Artes. En la esquina Rulfo estaban Clara Aparicio, viuda del escritor, Juan Francisco Rulfo, el abogado de la familia y el presidente de la Fundación Rulfo, Víctor Jiménez. En la otra, la titular del Consejo Nacional de la Cultura de México, Sari Bermúdez, y el presidente de la FIL, Raúl Padilla López. Al parecer doña Clara expuso las razones que llevaron a la familia a tomar su drástica decisión; Padilla López se mostró en desacuerdo y ahí quedó la posibilidad de diálogo. Ninguno se echó para atrás. "No acepta nada, como es su costumbre", declararía cinco días después Juan Francisco a la prensa mexicana, refiriéndose a Padilla López. "No tiene capacidad de la autocrítica. Para nosotros esto es triste y lamentable, pero es una reacción lógica, matemática, inevitable ante una serie de actitudes desdeñosas hacia la familia que viene desde hace tiempo". Quien así habla diría minutos después que cualquier reunión que se haga entre la familia y la FIL será sólo para que ésta escuche cómo aquélla se niega a que Rulfo siga siendo el epónimo del galardón. Del entresijo de dimes y diretes en que se ha convertido este asunto destaca un hecho en particular: los Rulfo están gestionando el registro del nombre del escritor como una marca. Si el Estado mexicano lo concede, los directivos de unas catorce asociaciones culturales que en México llevan el nombre de escritor tendrán que llegar a acuerdos con la familia. ¿Qué ocurrirá con el premio Juan Rulfo que otorga la RFI? En lo sucesivo, mencionar el nombre de Juan Rulfo podría, bajo ciertas circunstancias, estar limitado por barreras legales. Juan Rulfo dejará de ser el nombre del autor de Pedro Páramo para convertirse en una cadena de texto con derechos reservados. No deja de entristecer a los fervientes lectores de Rulfo -escritor de culto donde los haya- que las razones para esta disputa estén todas basadas en presunciones y pequeñas tragedias personales que debieron desvanecerse hace decenios. Antonio Ortuño, en su artículo "En el nombre de Rulfo", publicado este mes en la revista Letras Libres (http://www.letraslibres.com/index.php?art=11104), hace referencia al enojo de los Rulfo ante declaraciones, emitidas en diversos momentos y foros, por Juan Goytisolo, Tomás Segovia y el crítico Christopher Domínguez Michael, uno de los jueces del premio, y que los pudorosos herederos calificaron de "insultos" a la memoria del escritor. "Se entendería mejor la indignación", explica Ortuño, "si Goytisolo, Segovia o Domínguez Michael hubieran incurrido en abiertas injurias contra Rulfo. Lo que quizá se comprende menos es que se les acuse, en el fondo, de no ser sus incondicionales, de no suscribir plena y apasionadamente una versión ortodoxa del rulfianismo, como si una de las cláusulas para juzgar o recibir el premio fuese -o tuviera que ser- la beatitud acrítica, como si sólo los abiertos porristas (que suelen ser, de entrada, el peor tipo de escritores) tuvieran derecho a participar en él y Rulfo fuera, además, una estatua, un ser más allá de toda mirada que no implique la genuflexión previa". Un problema, como se ve, que podría haberse originado por una simple diferencia de opiniones, para no pensar en la posibilidad de interpretaciones interesadas por parte de los Rulfo o de la directiva de la FIL. Jorge Gómez Jiménez, editor http://www.letralia.com/jgomez === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo qu tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/agenda/concursos Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com ||||||||||||||||||||||| MATERIAL ESPECIAL ||||||||||||||||||||||| === Letralia finalista en los premios Stockholm Challenge ================= La revista literaria venezolana Letralia, Tierra de Letras, fue designada finalista en la categoría Cultura de los premios Stockholm Challenge 2006 (http://www.stockholmchallenge.se), según fue anunciado el pasado 18 de marzo por Ulla Skidén, directora de este galardón que es convocado bienalmente por el gobierno de Estocolmo, en Suecia. Creados en 1995 como Bangemann Challenge Awards y convertidos en Stockholm Challenge Awards en 2000, los premios reconocen el trabajo de quienes aprovechan las tecnologías de la información para mejorar la calidad de vida de sus comunidades. De los más de 500 participantes de este año, el jurado seleccionó a cien finalistas de todo el mundo, quienes participarán en el evento final del galardón, a celebrarse en la capital sueca entre el 8 y el 11 de mayo de 2006, actividad a la que ha sido invitado el editor de Letralia, el escritor venezolano Jorge Gómez Jiménez. Los finalistas intervendrán en mesas de trabajo para compartir sus experiencias con miembros académicos e industriales del Swedish Program for ICT in Developing Regions (Spider, Programa Sueco para las ICT en Regiones en Desarrollo), jornadas previas a la ceremonia de premiación, que se realizará el 11 de mayo en el City Hall de Estocolmo. En la mencionada ceremonia serán anunciados los ganadores de las seis categorías: Administración Pública, Cultura, Salud, Educación, Desarrollo Económico y Entorno. Asimismo, se otorgará el premio WSIS Challenge al mejor proyecto proveniente de África. Letralia apareció por primera vez en 1996 y es la primera revista cultural venezolana en Internet. Fue postulada a los premios Stockholm Challenge como una plataforma de desarrollo para el escritor de habla hispana, y es uno de los 58 portales de todo el mundo inscritos en la categoría Cultura. ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Ucronías: ciencia ficción venezolana. Alexis Hernández (miembro del grupo de CF Umbral), Milan Banjanin (antiguo miembro del cuerpo editorial de la revista Axxón) y Susana Sussmann (escritora de ciencia ficción) son algunos de los impulsores de Ucronías, una nueva revista venezolana de ciencia ficción que prepara en estos momentos su número 0 -que aparecerá en abril- bajo el patrocinio del profesor Francisco Pellegrino, docente de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) que dirige una cátedra de cine del género. La revista publicará literatura de ciencia ficción, artículos de opinión y divulgación sobre cine de ciencia ficción y sobre temas científicos en general, y será distribuida gratuitamente a nivel de universidades, librerías, tiendas de hobbies y afines. ucroniasvenezuela@yahoo.com Bondades de Cronos. Tal es el libro de la escritora puertorriqueña Maribel R. Ortiz que el sello Terranova Editores acaba de poner en las librerías de Puerto Rico. El poemario trata sobre las complejidades de la femineidad desde su más radical intimidad y está dividido en tres partes: "Frontera del Caos", un tributo al (des)orden y su simbología; "Especímenes", que propone la multiplicidad del yo en una serie de textos de una independencia que sólo es aparente, y "Cosmo-agonía", un proceso de indagación que culmina en la aceptación de esa multiplicidad del yo y de la fragmentación del sujeto. Nacida en 1967, Ortiz es educadora de profesión, estudiante graduada de creación literaria, redactora cultural de Desde el límite... y correctora profesional. Ha publicado poesía, relato y crítica en revistas virtuales e impresas. Textos suyos aparecen en nuestra edición 118 (http://www.letralia.com/118/letras07.htm). http://terranovaeditores.com/descripcion_novedades.html El corazón de Voltaire. Esta es la más reciente novela del escritor puertorriqueño Luis López Nieves, que ha sido publicada en la colección "Literatura o Muerte" de la Editorial Norma. La novela ha empezado a distribuirse en librerías de América Latina, España y Estados Unidos y plantea una trama de intriga internacional alrededor de la certeza de si el corazón guardado hace dos siglos en la Biblioteca Nacional de París es, como se creía, de Voltaire. López Nieves es el autor del exitoso libro Seva y dirige el Programa de Maestría en Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón, en San Juan de Puerto Rico, así como la Biblioteca Digital Ciudad Seva. Con esta novela, López Nieves se integra al pequeño grupo de destacados autores de la colección "Literatura o Muerte", entre los que se encuentran Rubem Fonseca, Leonardo Padura Fuentes, Alberto Manguel y Sergio Pitol, entre otros. El libro se puede adquirir en sitios como Amazon y Barnes&Noble. http://www.ciudadseva.com/libros/voltaire.htm País Secreto. Tal es el nombre de la revista ecuatoriana que dedicó su número 9, presentado el 27 de enero en el Centro Cultural Benjamín Carrión, en Quito, a la poesía peruana contemporánea. El dossier incluye autores peruanos de distintas generaciones poéticas: Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, Blanca Varela, Carlos Germán Belli, Washington Delgado, Ricardo Silva Santisteban, Hildebrando Pérez Grande, Marco Martos, Isaac Goldemberg, José Watanabe y Miguel Ángel Zapata. La edición también ofrece ensayos sobre la obra de Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Walter Benjamin, María Zambrano y Eduardo Lizalde, entre otros, y versiones al español de poemas de los estadounidenses Frank O'Hara; W. S. Merwin; Robert Creeley y Mark Strand. http://www.paissecreto.com Silvia. El sello bilbaíno Editorial Verbigracia acaba de publicar en su colección Perspectivas la novela Silvia, del escritor venezolano Eduardo Mariño. La obra construye una trama de incertidumbres respecto a la identidad y circunstancias de Silvia, que según la presentación editorial es "algo que sucederá según avanza este libro, que crecerá y transmutará, que adquirirá vida propia y dimensión concreta". El libro tiene 104 páginas y puede adquirirse en el sitio de la editorial por nueve euros, lo que incluye el envío a América. Nacido en San Carlos, Cojedes, en 1972, Mariño es uno de los escritores venezolanos más destacados de las nuevas generaciones, y textos suyos han aparecido en nuestras ediciones 110 y 134. http://www.verbigracia.com Blas Infante. El XX Certamen de Poesía Blas Infante emitió a mediados de febrero su veredicto. En el apartado A en castellano (tema libre), el ganador fue Diego Vaya con el poema "Al principio"; el premio en el apartado B en castellano (tema Blas Infante o lo andaluz en general) correspondió a Manuel Pérez Casaus por "Balada del sur"; en el apartado C en castellano o catalán (menores de 18 años) el ganador fue Neus Cámara con "Las dos caras del amor"; en el apartado D en catalán (tema libre), la ganadora fue Diana Curto con "Quadern secret" y, el apartado E, premio especial a la ciudad de Cornellà, ha sido declarado desierto. El certamen es convocado por el Centro Andaluz Blas Infante del Baix Llobregat, en Barcelona (España). Los premios fueron entregados el 18 de febrero. concursoblasinfante@yahoo.es El hipermedismo. El escritor venezolano Doménico Chiappe dictará, entre el 17 y el 1 de abril de 2006, el taller intensivo "Hipermedismo, narrativa para la virtualidad", en el que se abordará la teoría de la literatura hipermedia desde diversos ángulos, junto al análisis de obras publicadas en Internet, y se escribirá de manera colectiva una obra de esta índole, con explicaciones básicas de programación en Flash y publicación en la red. El curso tiene una duración de 15 horas y sus sesiones se realizarán entre las 6 de la tarde y las 9 de la noche en La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2, Madrid, España), con matrícula de 40 euros. El plazo de inscripción se cierra el 2 de abril, se admitirá hasta 10 participantes y cada uno debe asistir con ordenador portátil propio. Autor de la obra multimedia Tierra de extracción y coordinador de la novela colectiva La huella de Cosmos, Chiappe es un destacado autor letraliano con su propia avenida, Conversaciones de Madrid, en nuestra Ciudad Letralia. dchiappe@gmail.com Bennett autobiográfico. El escritor uruguayo Roberto Bennett, letraliano con textos en nuestras ediciones 133 y 136, obtuvo el premio del I Concurso de Autobiografía "Un fragmento de mi vida", organizado por la Asociación Mexicana de Autobiografía y Biografía. Bennett recibió el veredicto favorable por unanimidad gracias a su obra "Chau Ginebra", tal como se anunció el 5 de febrero en una ceremonia en el Museo del Chopo, en la Universidad Nacional Autónoma de México. El jurado destacó que el trabajo de Bennett "es vivaz, bien escrito y con descripciones muy bien logradas". El escritor cuenta cómo llegó en su juventud a Ginebra, en pleno invierno, casi sin recursos, en un texto del que según los jueces llama la atención "la simpatía por sus semejantes, un toque de picaresca estudiantil y una genuina preocupación social que no cae en lo panfletario al describir a personajes marginales quienes lo ayudan a sobrevivir en un momento difícil de su vida". Mecánica literaria. El Taller de los Hermanos Chang es la nueva revista literaria que, en formato de blog, han abierto los escritores venezolanos Fedosy Santaella y José Urriola. Sus impulsores definen la nueva publicación como "un pasquín, una blogrevista, un gazapo, una tropelía, cualquier cosa". Hermanos Chang se muestra en clave de humor a través de metáforas que recuerdan los ámbitos de los talleres mecánicos latinoamericanos, y reclama para sí el título de primera blogrevista venezolana. Ya han publicado textos de Fósforo Sequera, Mireya Tabúas, Roberto Echeto y otros. "Con esto hemos querido llevar el formato del blog más allá de sus límites conocidos, con lo que sí podemos decir que algo pretendemos", explican Santaella y Urriola en su "bujía-editorial". http://hermanoschang.blogspot.com 600 en Muskiz. Más de 600 relatos participaron en el XX Certamen Internacional de Cuentos "Lope García de Salazar", del Ayuntamiento de Muskiz, en España. El ganador del primer premio es el argentino Alberto Daniel Moroni con "La noche en vela" y el segundo correspondió al español Ernesto Ortega Garrido, por "Marcas en la pared". El premio local recayó sobre Sara Begoña Ibáñez Ortega, por "La Thermomix", y se concedieron accésits al estadounidense Fernando Olszanski ("El abrelatas y el sacacorchos"), el argentino Daniel Alejandro de Leo ("Soledades") y los españoles Jesús Tíscar Jandra ("La hija lela de Stanilavski") y José Manuel Moreno ("El valor del ser humano"). Además de premios en metálico, los cuentos serán publicados por el ayuntamiento. El jurado estuvo compuesto por María Bengoa, escritora y crítica literaria; Miguel González San Martín, escritor; Pedro Ugarte, escritor, e Iñaki Uriarte, crítico literario. La entrega de los premios se realizará el 31 de marzo a las 7:30 de la noche en la sala Meatzari Aretoa de Muskiz. Teléfono: 94 6707075. E-mail: kultura@muskiz.com Ósmosis ganadora. El español Javier Hernando Herráez (Ávila, 1986), estudiante de filosofía en la Universidad de Salamanca, acaba de ganar el VII Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven por su poemario Ósmosis, según decisión de Ana Rossetti, Blanca Andreu, Javier Lostalé y Luzmaría Jiménez Faro, quienes llegaron a su veredicto por unanimidad. El libro premiado será publicado por Ediciones Torremozas en su colección "Gloria Fuertes". El concurso es auspiciado por la Fundación Gloria Fuertes. http://www.gloriafuertes.org El tercero de La Mirada. La Asociación Cultural La Mirada Malva, de Madrid (España), acaba de publicar el tercer título en su colección digital Biblioteca La Mirada Malva. En esta oportunidad se trata de Al filo del reglamento, una antología poética del escritor peruano Pedro Granados que abarca su obra desde 1978 hasta 2005, incluyendo el poemario inédito Soledad impura, escrito entre 2003 y 2005. El libro puede ser descargado en formato PDF. Nacido en Lima en 1955, Pedro Granados irrumpe en el escenario poético peruano en la época altamente politizada de los años 70. Su poesía fue y es, incluso hasta ahora mismo, un gesto de estilo incomprendido, pero no por ello quizá menos asimilado en secreto, particularmente por los otros poetas de su generación. http://www.miradamalva.com/biblioteca/biblioteca.html Talleres en Lima. Harawi y la Subgerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima han organizado siete talleres literarios que se iniciarán en los próximos días: crónica periodística, con Juan Cristóbal y Renato Cisneros; dramaturgia, con Sara Joffé y Mariana de Althaus; poesía, con Violeta Barrientos y Rossella di Paolo; escritura creativa para niños, con Emilio Sánchez Lihón; cuento, con Cronwell Jara; redacción, con Frido Martín, y guión de cine y TV, con Josué Méndez. Los talleres se realizarán en diversas fechas, el primero de ellos a partir de este 23 de marzo, en la Sala Alzedo, Jr (Huancavelica 265, costado del teatro Segura), en Lima. Cada taller dura 8 semanas y cuesta 120.000 soles (excepto el de guión, que cuesta 150.000 soles. Informes e inscripciones: Teatro Municipal, Jr. Ica 377 Cercado. Teléfono: 4282303 anexo 218. Playas. Este viernes 24 a las 6:30 de la tarde será relanzado, en la Casa de la Cultura de Cerro Navia (Galo González 1540, Mapocho; cerca de la esquina Huelén), en Santiago de Chile, el libro-objeto Todas las playas del planeta, del poeta Mauricio Torres Paredes. El autor recitará parte extensiva de su nueva obra publicada en noviembre de 2005 y lanzada en la Sociedad de Escritores de Chile. Además de la presentación realizada por la licenciada Eliza Castillo, el escritor hará una selección de sus anteriores poemas publicados en una lectura contextual con los nuevos tiempos de globalización y rebelión de la subjetividad. mauriciotorresp@hotmail.com De exámenes. La Escuela Superior de Formación Artística Pública "Sérvulo Gutiérrez" convoca a los jóvenes con vocación artística para el examen de admisión 2006, que se realizarán el 1 y 2 de abril en su sede, ubicada en la esquina de las avenidas Túpac Amaru y Ayabaca, s/n (San Isidro Ica, Perú). Los jóvenes que se acerquen hasta este centro de estudios podrán estudiar pintura, escultura, grabado y educación artística. Se requiere certificado de estudios de secundaria, partida de nacimiento, copia del DNI, 2 fotos tipo carnet y recibo de pago de inscripción. Teléfono: 056-214416 Fax 228848. E-mail: esfapsg@hotmail.com Presentando la furia. Miguel Correa Mujica es el autor de Furia del discurso humano, novela que será presentada el próximo 4 de abril a las 5:30 de la tarde en la Galería de Arte de Hostos Community Collage (450 Grand Concourse Avenue, Building C, First Floor, Bronx, NY 10451), en Nueva York (EUA). El escritor Alexis Romay leerá un trabajo introductorio sobre esta novela de 220 páginas, la más importante de su carrera según Correa Mujica, que acaba de ser publicada por el sello PurePlay Press. Furia... narra la vida de Regino, un joven escritor que se enfrenta a su familia y al difícil entorno de la Cuba de los 70, con la que rompe en el exilio del Mariel en 1980. Algunos relatos incluidos en la novela fueron publicados en nuestra edición 129 (http://www.letralia.com/129/letras08.htm). http://www.cubanovel.com/english/comingsoon.html Cursos en el Cervantes. El Centro de Formación de Profesores del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares (Madrid) está convocando a sus cursos para el mes de abril de 2006. Entre el 6 y el 8 de abril se dictará el curso "Adaptaciones de textos literarios al cine; teoría y análisis para su estudio", a cargo de José Luis Sánchez Noriega (Universidad Complutense). El 6, 21 y 22, la profesora Inmaculada Molina (Instituto Cervantes) dictará "La enseñanza del español con fines académicos a adultos". Por último, del 24 al 28 la profesora Maite Cabello (IC) dictará "Organización y dirección de equipos docentes". http://www.cervantes.es Haiku en Argentina. El 14, 21 y 28 de abril de 2006 se realizarán las jornadas "Haiku experimental", en las que se presentará las posibilidades del haiku a través de nuevos medios y soportes, materiales o ámbitos de composición que dan lugar a configuraciones inéditas, alentadas, o directamente influidas, por el haiku clásico, pero que ya no responden, bajo esos tratamientos, a sus pautas convencionales. La actividad será coordinada por María Lilian Escobar y Roberto Cignoni, y habrá interpretación de poemas y acciones a cargo de Cristina Armada, Horacio Miguel, Mariano Jaureguiberry, Américo Gadben, Juan Danelli y Laura Maceira. Las jornadas tendrán como escenario el Jardín Japonés (avenida Figueroa Alcorta y Casares), en Buenos Aires. kaimamihaiku@yahoo.com.ar ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Convocan a narradores a integrar antología bilingüe en español y chino La Embajada de Venezuela en China y la revista Letralia publicarán en los próximos meses, en edición bilingüe en español y chino, una antología de la nueva narrativa venezolana, para lo cual se ha abierto el plazo de recepción de cuentos. El coordinador de la antología es el escritor aragüeño Jorge Gómez Jiménez, editor de Letralia. La traducción de los cuentos al chino será realizada por un equipo cuya coordinación correrá a cargo del agregado cultural de la mencionada misión diplomática, el escritor, también aragüeño, Wilfredo Carrizales. Para participar, el autor debe ser venezolano y su edad debe estar comprendida entre los 25 y los 35 años. Los cuentos que proponga a consideración del coordinador deben ya haber sido publicados en un libro. No se admitirán cuentos inéditos ni cuentos que hayan sido publicados únicamente en la prensa. La extensión de los cuentos estará entre las 5 y las 10 cuartillas, aunque bajo ciertas circunstancias se admitirán cuentos más breves o más extensos. Asimismo, los autores de cuentos brevísimos podrían ser incluidos con más de un texto. Cada autor recibirá un ejemplar de la antología. Según Gómez Jiménez, "esta es una fantástica oportunidad para que los escritores venezolanos tengan textos traducidos a otro idioma, y para darse a conocer ante un público lector que por el momento ni siquiera los sospecha". Las condiciones están explicadas en la bitácora personal de Gómez Jiménez, http://jorgeletralia.blogsome.com/2006/03/20/antologia. Los interesados deberán contactar a Gómez Jiménez en la dirección electrónica jgomez@letralia.com o por el teléfono (0244) 8086350 antes del 1 de mayo de 2006. *** Miguel Ángel Zapata publica libro e inaugura revista El escritor peruano Miguel Ángel Zapata publicó recientemente el libro El hacedor y las palabras, un compendio de diálogos con veinticinco poetas latinoamericanos, así como el primer número de Hofstra Hispanic Review, Revista de Literaturas y Culturas Hispánicas, que él dirige. El hacedor y las palabras, que aparece bajo el sello del Fondo de Cultura Económica, incluye diálogos con Juan Gustavo Cobo Borda y Álvaro Mutis (Colombia); Daniel Freidemberg, Daniel Samoilovich y Leonidas Lanborghini (Argentina); Oscar Hahn, Andrés Morales, Gonzalo Rojas y Raúl Zurita (Chile); Rosario Ferré (Puerto Rico); Juan Liscano (Venezuela); Belkis Cuza Malé y Heberto Padilla (Cuba); Marco Antonio Campos y Víctor Manuel Mendiola (México), e Ida Vitale (Uruguay). Además se incluyen conversaciones con compatriotas del autor: Carlos Germán Belli, Arturo Corcuera, Antonio Cisneros, Jorge Eduardo Eielson, Rodolfo Hinostroza, Isaac Goldemberg, Carmen Ollé, Roger Santiváñez y Javier Sologuren. El libro puede solicitarse por correo electrónico escribiendo a info@fceperu.com.pe. "Más que un libro de diálogos, este es un documento histórico, hecho para el presente y la posteridad, en la medida de que aquí hablan los poetas de su propia obra, de la crítica literaria, de la vida social y la política", explica Zapata en su introducción. "Cada poeta tiene su propio universo, y su conocimiento sobre la literatura, y se demuestra que los poetas de alto vuelo, son también grandes críticos literarios. Ellos conocen la poesía desde adentro, desde aquel paisaje misterioso que atesora el espíritu humano. En consecuencia, sus opiniones forman parte importante de la historia de la literatura latinoamericana y son una contribución para entender las poéticas de algunos de los mejores poetas de la actualidad". Por su parte, el primer número de Hofstra Hispanic Review, que aparecerá tres veces al año, está dedicado a las literaturas y culturas hispánicas. La publicación da cabida a artículos, entrevistas, reseñas y creación literaria tanto en español como en inglés. Según Zapata, "esta revista aparece en un momento de crisis por el que atraviesa la cultura norteamericana; es decir, sale como un aliciente contra la brava corriente de los recortes presupuestarios republicanos en los Estados Unidos, que siempre afectan al sector de las humanidades, y haciendo mucho ruido aparece con su simbólica carátula verde y como emblema un racimo de quipus en el cielo de la cubierta. HHR es un nuevo centro vital para el cómputo de las letras hispánicas de hoy". El número inaugural contiene ensayos de Rolena Adorno (sobre el diálogo crítico literario latinoamericanista), Roberto González Echevarría (sobre el Inca Garcilaso) y Miguel Gomes (sobre Blanca Strepponi); diálogos con Mario Vargas Llosa y Juan Gelman; así como reseñas de Susana Cella (sobre Juan Gelman), Benito Pastoriza Iyodo (sobre Isaac Goldemberg), Ulalume González de León (sobre Víctor Manuel Mendiola) y Arturo Corcuera (sobre Javier Heraud). En el Consejo Editorial figuran Marco Antonio Campos (Universidad Nacional Autónoma de México), Raquel Chang-Rodríguez (The Graduate Center, CUNY), Luis García Montero (Universidad de Granada), Isaac Goldemberg (Latin American Writers Institute, Hostos Community College, CUNY), Gwen Kirkpatrick (Georgetown University), Efraín Kristal (University of California-Los Angeles), José Antonio Mazzotti (Tufts University), Víctor Manuel Mendiola (PEN Club de México), Eugenio Montejo (Venezuela), Antonio Muñoz Molina (Instituto Cervantes, Nueva York), Julio Ortega (Brown University), José Emilio Pacheco (University of Maryland), Randolph D. Pope (University of Virginia) y Doris Sommer (Harvard University), mientras que en la Junta de Asesores se encuentran Donald E. Axinn, Billy Collins, Eugenio Chang-Rodríguez, Roberto González Echevarría, Charles Simic y Mario Vargas Llosa. Para más información y para enviar sus colaboraciones, dirigirse a Miguel Ángel Zapata, editor, Hofstra University, 107 Hofstra University, Department of Romance Languages and Literatures, Hempstead, New York 11549. Profesor de literatura latinoamericana en Hofstra University, Zapata es una de las voces más representativas de su generación en Perú. Entre sus libros de poesía destacan: Los muslos sobre la grama (Buenos Aires, 2005), A sparrow in The House of Seven Patios (Nueva York, 2005; selección de su poesía traducida en inglés), El cielo que me escribe (Lima, 2005; México, 2002), Escribir bajo el polvo (Lima, 2000), Lumbre de la letra (Lima, 1998), Poemas para violín y orquesta (México, 1991) e Imágenes los juegos (Lima, 1987). También ha publicado, en ensayo y crítica literaria, La pirámide y el signo; literatura y cultura de México: siglos XX-XXI (Nueva York, 2004), Luces de la memoria; conversaciones con Isaac Goldemberg (Caracas, 2003), Moradas de la voz; notas sobre la poesía hispanoamericana contemporánea (Lima, 2002), Nueva poesía latinoamericana (México, 1999), Metáfora de la experiencia; la poesía de Antonio Cisneros (Lima, 1998), El pesapalabras; Carlos German Belli y la crítica (Lima, 1994). También coeditó El bosque de los huesos; antología de la nueva poesía peruana (México, 1995), y Literary journeys; selected letters to Arturo Torres Rioseco (Berkeley, 1995). Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima y en la Universidad de California, doctorándose en filosofía y letras en Washington University. Es Premio Latino de Literatura, que otorga cada año el Instituto de Escritores Latinoamericanos de Nueva York al mejor libro de poesía, y dirige la colección Amarú de ensayo. Fuente: LAWI Noticias *** Suplemento cultural Identidades publica su número 100 Identidades, el suplemento cultural del diario El Peruano, alcanzó en enero pasado las 100 ediciones, hecho que celebró con un especial sobre los mejores libros publicados en lo que va del siglo XXI, una retrospectiva de su trayectoria y comentarios sobre el panorama editorial. El suplemento puede leerse en línea en http://www.elperuano.com.pe/identidades. Publicado desde marzo de 2002, Identidades incluye en su número 100 materiales sobre Hatun Willakuy, el abreviado Informe Final de la CVR; "Muerte en el Pentagonito", de Ricardo Uceda; "Permiso para sentir", de Alfredo Bryce, y "Brindis con el Inca", de Thomas Cummins; entre otros textos que revelan los lineamientos del conocimiento hecho en Perú y el panorama editorial en este nuevo siglo. Para la preparación de su número 100, Identidades elaboró una encuesta en la que participaron destacados intelectuales y escritores del medio y extranjeros. Sin duda, uno de los aspectos más interesantes del sondeo es que muy pocos libros se repiten. La retrospectiva de la historia del suplemento se sustenta en un diálogo con su editor inicial, el escritor y periodista Enrique Cortez, ahora residente en Estados Unidos. Como él mismo afirma en este diálogo, "era una época que salía del amarillismo que el régimen fujimorista había impregnado en la prensa peruana". Cortez afirma que en su momento pensaba "en un suplemento peruanista, en una propuesta de periodismo cultural inexistente entonces, pero necesaria después de una década en que más que valores perdidos (que mucha gente hoy lamenta con cinismo) se presentaba un escenario en donde el elemento histórico, la memoria, había sido sistemáticamente distorsionada por ese abrazo suicida al neoliberalismo económico del fujimorismo. En otras palabras, el suplemento intentó responder a los retos que proponía una sociedad dopada, como audazmente ha denominado a esta época el escritor Santiago Roncagliolo" (Identidades 67). La línea editorial de Identidades no hace distinción entre la cultura de élite y la cultura popular. Por el suplemento han desfilado figuras reconocidas del ambiente intelectual peruano -residentes tanto dentro como fuera del país-, noveles periodistas culturales y críticos literarios, lo que da cuenta de un recambio generacional y, a la vez, de un diálogo mutuo entre los distintos actores culturales. Enrique Cortez dejó el suplemento en la edición 89, debido a que decidió seguir una maestría de literatura en Estados Unidos. Lo ha sucedido en el cargo Giancarlo Stagnaro (gstagnaro@editoraperu.com.pe), también escritor y periodista, que anteriormente, entre 1998 y 1999, colaboró con la página cultural de El Comercio. Fuente: Identidades *** Anunciados ganadores de los premios Casa de las Américas Escritores de Perú, Cuba, Brasil y Guyana ganaron los premios Casa de las Américas 2006, uno de los más prestigiados concursos literarios de Hispanoamérica, según se anunció el pasado 27 de enero en la capital cubana. La distinción es organizada por la institución cultural cubana del mismo nombre. El peruano Arturo Corcuera obtuvo el máximo galardón en el género de poesía, con su obra A bordo del arca, mientras los cubanos Ángel Santiesteban y Abel Sierra se impusieron en cuento y en ensayo histórico-social, respectivamente. Corcuera se destacó por "la riqueza de las metáforas, la profundidad y el humor, así como por la búsqueda de un lenguaje lírico original", según informó el jurado. El guyanés Mark McWatt ganó en la categoría de literatura caribeña en inglés o creole por su libro Suspended sentences, y el brasileño Ricardo Rezende lo hizo en literatura de su país, con Pisando fora da própria sombra. Asimismo, el jurado adjudicó al chileno Raúl Zurita, al dominicano Marcio Veloz y al portugués Boaventura de Sousa Santos los premios extraordinarios en las categorías de poesía, narrativa y ensayo, respectivamente. Los escritores Araceli Tinajero, de México; Clemente Riedemann, de Chile; Ana Quiroga, de Argentina, y Rodrigo Parra, de Colombia, obtuvieron menciones honoríficas. El concurso recibió en esta ocasión un total de 546 libros inéditos, que fueron evaluados por un jurado compuesto por unos veinte prestigiosos intelectuales de cinco países, de acuerdo con las categorías poesía, cuento, ensayo histórico-social, literatura brasileña y literatura caribeña en inglés o creole. Fuente: La Jornada *** Carlos Yusti ganador de la bienal Antonio Arráiz en Poesía El escritor venezolano Carlos Yusti, quien mantiene en Ciudad Letralia la avenida Notas desabrochadas (http://www.letralia.com/ciudad/yusti), ganó la IV Bienal de Literatura Antonio Arráiz, en la categoría Crónica, por su libro Los sapos son príncipes y otras crónicas de ocasión, según se supo el pasado 29 de enero. El certamen es organizado por el Instituto Municipal de Cultura y Arte (Imca) del municipio Iribarne (Barquisimeto, Lara) y se otorga además en las categorías Poesía, Cuento y Teatro. Al anunciar los ganadores, los licenciados Nildhe Silva y Willy Aranguren, presidenta y director de Servicios Culturales, respectivamente, de Imca, expresaron que la jornada ha tenido una gran acogida por los escritores del país y una calidad extraordinaria en los trabajos enviados, con un jurado idóneo que realizó un trabajo minucioso, científico y de alta discusión. El jurado que le concedió la distinción a Yusti estuvo compuesto por Ramón Querales, Esteban Rivas Marchena y Taylor Rodríguez, quienes fundamentaron su decisión "en razón de su calidad literaria, su sostenido estilo dentro del género, la unidad temática del conjunto y la valiosa ponderación que logró realizar acerca del libro y la lectura indispensable para el desarrollo integral del hombre". También acordaron otorgar menciones especiales a Crónicas de la Bitácora de los Viajes, de Néstor Rojas (Ciudad Bolívar) y a Maderamen, de Jesús Rafael Cedeño (Nueva Esparta). En la categoría Cuento el jurado estuvo compuesto por Rafael Montes de Oca Martínez, Yeo Cruz y Reinaldo Chaviel, quienes otorgaron el premio por unanimidad a "Las piezas de baño", de Marco Antonio Peña López (Barquisimeto), "por el excelente manejo del lenguaje, donde se destacan eventos humorísticos, por encima del patetismo; con una estructura narrativa sólida donde se presenta situaciones cotidianas en un contexto urbano, con un sentido universal". Las menciones correspondieron a "Iolanda sin censura en tecnocolor", de Francisco A. Arévalo (Puerto Ordaz, Bolívar), y a "Como una mentira", de Pedro Gamboa (Paraguaná, Falcón). Asdrúbal Meléndez, Igor Zamora y Roberto Valecillos conformaron el jurado en la categoría Teatro, donde se concedió el galardón a la obra La primera orquesta latina de mujeres, de Gilberto Agüero Gómez (Barquisimeto), "por ser una obra ubicada en el contexto histórico venezolano de 1930, con un gran sentido de pertinencia de los valores sociales, reveladores minuciosamente de conductas características de la época. La obra revela la presencia indiscutible de un dramaturgo, con un discurso teatral, cuya excelente forma sostiene un justo contenido sobre la condición y expresión humana, una claridad y precisión exquisita en la conformación, expresión y de los caracteres de los personajes, impregnando la atmósfera escénica de su subtexto que nos remite a una segunda lectura de elocuente asunción artística y sicológica". En la categoría Poesía, Isabel Lameda, Antonio Urdaneta y Ángel Alvarado Delgado otorgaron el premio al poemario De nosotros una orilla, de Julio César Blanco Rossito (Cabudare, Lara), "por haber desarrollado su propuesta con una coherencia e hilo conductor, logrando perfilar un libro donde el poeta oficia la palabra y la vida, haciéndose de una voz con acento propio". Se concedió una mención honorífica al poemario La cálida cripta de la transparencia, de Ernesto Román Orozco (San Cristóbal, Táchira). Fuente: Venezuela Analítica *** Francisco Ayala celebra su centenario con los Reyes de España El escritor español Francisco Ayala celebró el pasado jueves 16 de marzo sus 100 años de edad con una cena-homenaje presidida por los Reyes de España en la Biblioteca Nacional de Madrid. Entre los asistentes estuvieron la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, los miembros de la Comisión del Centenario de Ayala y familiares y amigos del escritor. Los hermanos del escritor, Vicente, recién llegado de Buenos Aires, y María Luz Ayala; su hija, Nina, y su nieta, Julieta, también estuvieron presentes. En la cena-homenaje, el rey Juan Carlos destacó la aportación personal y literaria de Ayala a las letras en lengua española, y agregó que la vida y obra de este autor "traslucen el compromiso de un intelectual que ha asumido como propio el tiempo que le ha tocado en suerte". "Su análisis de la realidad, riguroso, racional, incisivo y libre, lejos de conducirnos al pesimismo nos ha permitido vislumbrar la esperanza, que es la forma más realista posible de encarnar nuestros sueños", dijo el Rey al brindar por el siglo de vida del escritor, "auténtico artesano de la palabra". Ayala, algo cansado, agradeció las palabras del Rey ante 75 invitados, y dijo que "el mérito grande o chico" que él haya podido tener "no es nada comparado con la generosidad" que todos le han mostrado estos días. El Rey afirmó que esta es "la primera vez que el mundo de la cultura española se reúne para celebrar una efeméride centenaria con la participación de su protagonista", una "extraordinaria realidad" que constituye "un motivo de gran alegría para todos". "La curiosidad, la ironía y el escepticismo han sido las rutas que ha recorrido incansablemente" Ayala "para dar forma a sus creaciones; y la pregunta, origen del conocimiento y de la ciencia, es en su obra un motivo fundamental y constante, una llave que abre las puertas a un extraordinario entramado de sugerencias", dijo el monarca. El Rey recordó cómo la Biblioteca Nacional, lugar donde se realizó la cena-homenaje, le sirvió muchas veces "de refugio" a Ayala en sus primeros años madrileños, "cuando se forjaba como escritor"; y un lugar que luego "ha visitado a lo largo de su vida; una vida llena de fuerza creativa, admirable lucidez y genial maestría". Al finalizar el Rey sus palabras, y darle un fuerte abrazo al escritor en medio de los aplausos de los comensales, Ayala se levantó de su asiento y confesó que no sabía cómo iba a poder "aguantar la emoción y estar de pie" sin caerse. Su intervención fue muy breve porque no quería "terminar con lágrimas en los ojos, cosa que de chico me hubieran consentido, pero no ahora, a mi edad". Un generoso aplauso cerró sus palabras. Los invitados a la cena, entre los que también figuraban el director de la Real Academia, Víctor García de la Concha; el presidente de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, José García Velasco; el subsecretario del Ministerio de Cultura, Antonio Hidalgo, el director general del Libro, Rogelio Blanco, y la académica Carmen Iglesias, entre otros muchos, recibieron como regalo una edición facsímil de Indagación del cinema, de Ayala, y un estudio sobre el escritor y el cine realizado por García Montero. Los festejos se iniciaron el lunes 13 de marzo, cuando el autor fue condecorado por el Rey con la Gran Cruz de Isabel la Católica, en una ceremonia celebrada en el Palacio de la Zarzuela y que incluyó una comida íntima a la que acudieron él y su esposa, la hispanista estadounidense Carolyn Richmond. Ya desde febrero, la Fundación Francisco Ayala había formalizado la candidatura del autor granadino al Premio Nobel de Literatura 2006, que lleva presentando desde 1996, al tiempo que se desarrollaron las jornadas "Indagación de Francisco Ayala", a las que asistió el propio autor. Igualmente, esta semana se anunció la segunda edición del Premio Francisco Ayala de Traducción, que, convocado por el Servicio de Traducción Universitario (STU) y la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada (UGR, http://www.ugr.es), tiene el objetivo de promover la vocación por la traducción literaria. El premio está dirigido a estudiantes de traducción de universidades españolas y el tema será la gastronomía, para lo cual se ha establecido un plazo que cierra el 30 de mayo. Fuentes: EFE, CNN+, Granada Digital *** Biblioteca Breve para la escritora gallega Luisa Castro Luisa Castro obtuvo este 7 de febrero el Premio Biblioteca Breve, que concede la editorial Seix Barral, con su novela La segunda mujer, una historia sobre la edad y el amor, sobre dos generaciones enfrentadas, dos clases opuestas y dos maneras de entender la educación. El jurado, integrado por José Manuel Caballero Bonald, Adolfo García, Pere Gimferrer, Manuel Longares y Rosa Regás, tomó su decisión por unanimidad. El premio está dotado con 30.050 euros. Nacida en Foz (Lugo) en 1966, Luisa Castro cuenta con una sólida trayectoria literaria, con seis libros de poesía publicados y varios premios en su haber, como el de "Narrativa Torrente Ballester". La novela describe el invisible paso del amor al odio, la intensidad con que cobran forma sentimientos encontrados entre los que cabe la confianza y la ternura, pero también, a un paso, la crueldad y la violencia. Dos potencias en conflicto, la razón y el corazón, en un mundo del que se dice que hombres y mujeres son iguales, sin más árbitro que la ley. "Es una novela que habla del amor y de la educación de sus protagonistas que siempre lo condiciona", comenta Luisa Castro antes de explicar que "empecé a escribirla sin estar muy segura de lo que hacía y ni siquiera de si sería una novela, porque fue una escritura torrencial en la que me di cuenta de que la novela ya estaba escrita y lo único que había que hacer era abrir el grifo y dejarla fluir". Según Castro, su novela es "la historia de un amor entre una mujer de veinticinco años y un hombre de cincuenta y siete que se embarcan en un proyecto común, seguros de que pueden estar por encima de cualquier obstáculo a pesar de que vienen de clases sociales diferentes y tienen convicciones distintas". Las diferencias social y de edad influyen en las relaciones y condicionan su desarrollo, agrega la escritora. "Creemos que somos todos iguales y no es verdad. En el mismo momento y lugar conviven montones de culturas diferentes. El clasismo es una realidad. El clasismo entendido como el fenómeno por el cual uno se cree más que otro". Fuentes: La Voz Digital, Estrella Digital, El Progreso *** John Jairo Junieles obtuvo el premio Ciudad de Alajuela El escritor y periodista colombiano John Jairo Junieles obtuvo el II Premio Internacional de Poesía Ciudad de Alajuela, convocado anualmente por la Municipalidad de la ciudad de Alajuela (Costa Rica), con el libro Viajero con pasaje a tierra extraña, tal como fue anunciado el pasado 7 de febrero. En esta segunda convocatoria, año 2005, los organizadores recibieron libros de más de 320 autores provenientes de todos los países de habla hispana, y de otros que sorprendieron, como Israel, Canadá, Suecia, Francia, Brasil, Italia, Martinica, Angola, Filipinas, Estados Unidos, Polonia, Japón y Mozambique, lo cual indica que la resonancia fue mundial y convierte al premio en uno de los certámenes literarios más significativos de nuestra lengua. "Una parte del libro nace de la curiosidad por mis ancestros franceses-judío sefarditas, quienes llegaron primero al Canal de Panamá durante su construcción, y luego se asentaron en la costa Caribe colombiana", explicó Junieles, quien dedicó la distinción a su compatriota Jorge García Usta, fallecido a los cuarenta y cinco años, el 25 de diciembre de 2005. "Este libro le debe mucho", agregó, "a un trabajo de García Usta, su obra El reino errante, poemas de la inmigración y el mundo árabe. En lo personal, también le debo muchas enseñanzas, por ejemplo, García Usta decía: 'Si uno lee lo primeros textos de los escritores que ama, advierte que todo mundo aprende a escribir, solo, acompañado, muerto de hambre o saciado de manjares. Y este aprendizaje es el fundamento ancestral de una tradición' ". El jurado estuvo compuesto por Luciana Biseo, Cristy van der Laat y Carlos Manuel Villalobos, quienes declararon la obra ganadora como "un texto en el que los juegos poéticos son acertadamente integrados". Nacido en Sincé (Sucre, Colombia), en 1970, Junieles recibió como dotación por este premio 5.000 dólares y la publicación del libro, siendo el premio de mayor cuantía en Centroamérica. Varios textos del autor han sido publicados en Letralia, y su bitácora puede ser visitada en http://johnjairojunieles.blogspot.com. Junieles vivió muchos años en Cartagena de Indias y en la actualidad reside en Bogotá. Estudió derecho y ciencias políticas en la Universidad de Cartagena, y periodismo en la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Además de Letralia, sus textos aparecen con regularidad en las revistas Espéculo (Universidad Complutense, http://www.ucm.es/info/especulo) y Noventaynueve (http://www.revistanoventaynueve.org), de Cartagena, así como en el diario El Universal de Cartagena. Ha publicado la novela Hombres solos en la fila del cine, el libro de cuentos El temblor del kamikaze, el libro de prosa poética Temeré por mí al final de estas líneas y los poemarios Canciones de un barrio en la frontera y Papeles para iniciar el fuego. Ha obtenido el Premio Nacional de Literatura Ciudad de Bogotá y la Beca Nacional de Novela del Ministerio de Cultura de Colombia (ambos en 2002), el Premio Nacional de Cuento Metropolitano (Universidad Metropolitana de Barranquilla, 1995), y el Premio Nacional de Cuento Universidad Externado de Colombia (1995), entre otros reconocimientos. El ganador anterior del Premio Internacional Ciudad de Alajuela 2004, fue el poeta chileno Juan Cameron, con su libro Treinta poemas para leer antes del próximo jueves. En esa primera oportunidad participaron 260 libros en el certamen. Fuente: RCN *** Presentado el primer número de la revista Redve El primer número de Redve, la revista de la fundación Red Nacional de Escritores de Venezuela, fue presentado el 11 de febrero en la librería Kuai Mare de Valencia (Carabobo) en un acto organizado por la directiva de la organización en Carabobo. La revista cultural y literaria hace especial énfasis en el ensayo crítico, pero, como advierte su editorial, es un intento por crear un espacio para la poesía y la escritura creativa. Sus secciones de documentos, conversaciones en la red, verso y prosa, notas e información de libros publicados en fechas recientes, ofrecen una variada lectura de alto contenido y belleza formal. Redve aparecerá cada cuatro meses y será distribuida por la red de librerías Kuaimare. El primer número contiene trabajos poéticos de Ana Enriqueta Terán, Ernesto Cardenal, Enrique Mujica, Sujeta Batht, Hawad, José Manuel Briceño Guerrero, Denzil Romero, Wilfredo Machado, Laura Antillano, Rosalvina Jaimes y Armando Amanaú. José I. Belandria habla de la teoría de la relatividad a cien años de su enunciación, Gustavo Pereira de Nezahualcóyotl, el gran poeta prehispánico, Gabriel Jiménez Emán del proceso cultural venezolano, Leonardo Ruiz de la obra poética de Arvelo Torrealba y de la poesía en tiempos de revolución y Harold Alvarado Tenorio recuerda al poeta Víctor Valera Mora en el contexto del aniversario de su nacimiento y el de la creación del premio internacional que lleva su nombre. Además, Luis Alberto Angulo conversa sobre la poesía de Ernesto Cardenal recién editada por Monte Ávila, J. A. Calzadilla Arreaza diserta sobre la poesía como modo de la acción, y Luis Enrique Belmonte acerca de las drogas y las experiencias místicas espirituales. El despliegue fotográfico de Miguel Angulo, en torno al paisaje venezolano, se fusiona de manera orgánica al diseño de tendencia minimalista de Héctor Villagómez, que abre la portada con un detalle gráfico (Maao) del Barinasuchus arveloi -fósil único de reptil encontrado en Caño Socó (Barinas) que pobló esa zona hace más de 15 millones de años-, para cerrar en la contraportada con "Cinético", una obra de arte digital realizada por Napoleón Graciani. Entre los documentos que reproduce Redve están las palabras inaugurales de Ramón Palomares en Trujillo en la instalación de la Red de Escritores allí, un ensayo de Ludovico Silva sobre arte, el discurso de agradecimiento de Isaac Rosa al recibir el premio Rómulo Gallegos, un texto sobre ecosocialismo de Gustavo Fernández Colón y un artículo de Heinz Dieterich relativo a la relación entre revolución y eficiencia humana. La revista es editada por Sael Ibáñez, Gabriel Jiménez Emán, Cósimo Mandrillo, Pedro Ruiz, Miguel Mendoza Barreto, Leonardo Ruiz Tirado y Luis Alberto Angulo, junto a Miguel Márquez en calidad de codirector e Iris Villamizar como secretaria ejecutiva de la Red y coordinadora de Relaciones Interinstitucionales de la publicación. Fuente: Venezuela Analítica *** Gabriel García Márquez empuñó el bastón de palabrero mayor El premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, fue designado "palabrero mayor" por la comunidad indígena wayúu, que habita en la península de la Guajira, entre Colombia y Venezuela, según informaron a mediados de febrero amigos del escritor y entidades culturales. Durante una ceremonia realizada el pasado fin de semana en la ciudad caribeña de Cartagena de Indias, el Nobel de Literatura 1982 se puso el tradicional sombrero guajiro y empuñó el bastón de "palabrero". "Este bastón es algo más que un símbolo en cuya empuñadura hay un pájaro sagrado: cuando un palabrero se apoya en su bastón, está diciéndole a la madre tierra que le traduzca el mejor de los caminos para resolver cualquier encrucijada. Este polo a tierra entre el corazón del palabrero y los ancestros, cumple un destino de mediación en la comunidad, a través de la palabra", indica un comunicado. El autor de Cien años de soledad lució muy sonriente durante el acto y cantó varias canciones vallenatas, especialmente las del cantautor colombiano Rafael Escalona. El escritor recibió un sombrero tejido en La Guajira con el nombre de Gabo, y una vela en honor de la Virgen de los Remedios, entregada a Mercedes Barcha, la esposa del escritor. Fuente: Todito *** Javier Negrete recibe el Premio Minotauro El escritor madrileño Javier Negrete resultó ganador de la tercera edición del Premio Minotauro de Ciencia Ficción y Literatura Fantástica, tan sólo unos meses después de publicar El espíritu del mago. El más importante galardón del mundo dedicado a la literatura de género, con una cuantía de 180.000 euros, reivindica así a uno de sus autores más veteranos, con varias novelas a sus espaldas y un grupo de seguidores "que me cortaría la cabeza con una espada de fuego si no siguiera escribiendo". Señores del Olimpo, que es el nombre con el que se publicará la novela, es una historia que mezcla mitología, fantasía y aventuras. "Me siento heredero de los autores griegos, que siempre se enfrentaban a la mitología con mucha libertad. Yo he hecho lo mismo", contaba ayer Negrete, cuyo principal trabajo precisamente es la enseñanza de griego en un instituto de Cáceres. "Ególatras, narcisistas, infantiles... En el fondo, los dioses son más humanos que nosotros". Ataque del profesor Challenger, una tesis en mitología comparada que nunca terminó, es el germen de esta novela protagonizada por Zeus, Atenea y otros dioses. "Al comienzo de la historia, Zeus reina de forma absoluta en el mundo, aunque pronto aparece un personaje que también se le presenta como hijo heredero de Cronos, y todo empezará a cambiar...", dijo como introducción el autor. A las puertas del premio se quedó otro finalista, Rafael Marín, con su novela Juglar. El jurado del premio estuvo compuesto por Fernando Savater, Ángela Valvey, Marcial Souto, Laura Falcó Lara, Rodolfo Martínez, Pedro Matesanz y María Angels Mercader. Fuente: La Razón *** María Ugarte obtiene el Premio Nacional de Literatura en Dominicana La Fundación Corripio y la Secretaría de Cultura entregaron el XVII Premio Nacional de Literatura 2006 de República Dominicana a la historiadora y periodista María Ugarte, de 92 años, por su contribución a la cultura de su país en los campos de la literatura, la crítica literaria, el periodismo y la investigación histórica. Ugarte, quien había dicho sentirse emocionada por la decisión cuando ésta le fue anunciada vía telefónica por José Luis Corripio Estrada, presidente de la fundación, recibió el premio el 21 de febrero, un día antes de cumplir los 92 años de edad, en una ceremonia en el Teatro Nacional, en Santo Domingo. La segunda mujer en recibir el galardón desde su creación manifestó su sorpresa ante la decisión del jurado. "Me siento muy emocionada, porque es realmente la cumbre de los premios aquí en materia de literatura. Para mí es, digamos, el broche de oro, ¿verdad? (...). Yo sé que he trabajado mucho, con mucho entusiasmo y amor, pero me siento sorprendida y emocionada". Al pronunciar las palabras centrales del acto, que tuvo como escenario la Sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, consideró que por sus aportes doña María Ugarte constituye un patrimonio cultural viviente de la República Dominicana. Manifestó que los aportes de las obras literarias de Ugarte no sólo han trascendido en Dominicana, sino que en el extranjero han sido motivo también de reconocimientos. "El Premio Nacional de Literatura certifica la calidad de una trayectoria vital en el ejercicio del hecho literario como forjador de premisas, de estilos, de ideas, de conocimientos, de sueños con los que se han construido siempre la historia humana", aseguró Lantigua. Anunció que como muestra de la importancia que tienen para la presente y futuras generaciones los escritos de María Ugarte, la Secretaría de Cultura dedicará un ciclo especial en la IX Feria Internacional del Libro, a celebrarse en abril. Por su parte, Jacinto Gimbernard, director ejecutivo de la Fundación Corripio, consideró que María Ugarte constituye un símbolo cultural y ejemplo de incesante acción para el pueblo dominicano. "A dona María tenemos que agradecerle el ejemplo de su tenacidad escrupulosa en la irradiación de positividades", precisó. Ugarte agradeció el respaldo profesional que ha recibido de una serie de personalidades, desde que llegó a República Dominicana en 1940. "Recibo hoy con inmensa alegría el Premio Nacional de Literatura 2006 que me ha sido otorgado. Tan sorprendida como emocionada, debo reconocer que alcanzar este importante galardón se ha hecho posible gracias a mi obra, en su totalidad", expresó. Agregó que sus escritos son los aportes a la actitud generosa que los dominicanos han mostrado en todo momento de su vida. Uno de los momentos más emotivos del acto fue cuando la escritora Jeannette Miller leía la semblanza, quien visiblemente emocionada llamó la atención de los presentes, quienes le aplaudieron en varias ocasiones. Dotado de RD$500.000, el galardón fue otorgado por consenso del jurado, tomando en cuenta la ampliación de cobertura de géneros literarios establecida a unanimidad en 2005. Los jueces fueron Jacinto Gimbernard, director ejecutivo de la Fundación Corripio; arquitecto Eugenio Pérez Montás, de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU); doctora Lucía Díaz Piña, de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), Miguel Phipps, de la Universidad Central del Este (UCE), José Rafael Lantigua, secretario de Cultura; licenciado Francisco Polanco, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), y Franklin García Fermín, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). El Premio Nacional de Literatura de República Dominicana ha sido otorgado a grandes personalidades de las letras: Joaquín Balaguer y Juan Bosch (1990), Manuel del Cabral (1992), Pedro Mir (1993), Manuel Rueda (1994), Antonio Fernández Spencer (1995), Marcio Veloz Maggiolo (1996), Virgilio Díaz Grullón (1997), Lupo Hernández Rueda (1998), Mariano Lebrón Saviñón (1999), Víctor Villegas (2000), Carlos Esteban Deive (2001), Hilma Contreras (2002), Franklin Domínguez (2003), Andrés L. Mateo (2004) y Diógenes Valdez (2005). Hija de Jerónimo Ugarte y Carmen España, la historiadora nació en Segovia (España) el 22 de febrero de 1914. Dueña de una memoria y una precocidad envidiables, María Ugarte terminó el bachillerato a los 15 años y a los 19 se graduó con mención extraordinaria en la Facultad de Filosofía y Letras de la entonces Universidad Central de Madrid, donde fue profesora de historia contemporánea de España. Fue asimismo alumna del poeta Antonio Machado y compañera de clase del filósofo Julián Marías. Llegó a República Dominicana en 1940 con su esposo, el ruso Constant Brusiloff, y su hija Carmenchu, quien se convertiría en periodista. Ese año arribó una oleada de inmigrantes que habían salido de su patria al final de la Guerra Civil (1936-1939). A diferencia de muchos de sus compatriotas refugiados, que abandonaron Dominicana forzados por la asfixiante atmósfera que se respiraba bajo la tiranía de Trujillo, Ugarte permaneció en el país, luchando contra las adversidades de un medio lleno de limitaciones de toda índole. En los primeros años trabajó en la Comisión de Publicaciones del Centenario de la República Dominicana y fue jefa de la División de Archivos, Biblioteca y Mapoteca de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue entonces cuando colaboró con algunos de los más distinguidos intelectuales del país, como Manuel Arturo Peña Batlle y Julio Ortega Frier, habiendo dedicado a la investigación histórica sus mayores esfuerzos de juventud, a la vez que impartía cursos de bibliotecología y archivo y se iniciaba como periodista. Colaboró en el periódico La Nación (1944-1945), en Cuadernos Dominicanos de Cultura y en el boletín del Archivo General de la Nación. Entró al periódico en 1948, año de su creación, como ayudante de jefe de redacción, alentada por Rafael Herrera. Su primer trabajo en el diario fue cubrir un doble crimen en el barrio de Villa Consuelo. En la etapa dorada del diario desarrolló una amplia labor de animación cultural y de estímulo a las nuevas promociones de escritores, en la famosa "Página Escolar", que sirvió para proyectar a los jóvenes escritores de la llamada Generación del 48, como Lupo Hernández Rueda y Máximo Avilés Blonda. A partir de 1966, durante varios decenios, fue directora del suplemento cultural de El Caribe. Su defensa del patrimonio monumental, desde hace cuarenta años, la ha llevado a escribir una serie de trabajos que figuran entre los textos de consulta fundamentales de la bibliografía del siglo XX. Autora de una extensa obra que ha enriquecido el periodismo, la historia y el periodismo dominicanos, Ugarte ha recibido numerosos premios y distinciones, como el Premio Pellerano Alfau, Cronista Cultural (1974), Caonabo de Oro (1980), del Voluntariado del Museo de las Casas Reales en colaboración con la Embajada de España en Santo Domingo, y del Club de Corresponsales de Prensa Extranjera en la categoría de Patrimonio Cultural (1984), Recibió también la Orden del Mérito Civil en el grado de Comendador por el Rey de España (1986), la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero (1990). La ciudadana dominicana es miembro de número de la Academia Dominicana de Historia desde el 1995. En el 2004, la Secretaría de Cultura, en reconocimiento a sus múltiples méritos, la designó, junto al sacerdote Vicente Rubio, como "Patrimonio Viviente de la República Dominicana". La Colección del Banco Central publicará próximamente sus Textos literarios, que la acreditan como una de las pioneras del análisis literario en el país. Sus obras son: Monumentos coloniales (1977), La Catedral de Santo Domingo, Primada de América (1992), Iglesias, capillas y ermitas coloniales (1995), Estampas coloniales (1998) y Prats Ventós, 1925-1999 (2002). Es coautora de Murales dominicanos (2000) y Arte dominicano (1844-2000). En 2002, la UASD la reconoció como catedrática honoraria. Durante cinco años tuvo la producción de un espacio televisivo por el Canal 2 (Teleantillas) titulado Nuestra cultura, como segmento del programa Revista de Noticias. En sus actividades periodísticas tuvo siempre a su cargo fuentes culturales y escribió informaciones y comentarios sobre arte, libros, música, arqueología, arquitectura y temas de interés humano. Fuentes: El Nuevo Diario, Hoy Digital, La Opinión A Coruña Digital *** Conceden el premio Alfaguara de Novela a Santiago Roncagliolo El escritor peruano Santiago Roncagliolo ha sido galardonado con el IX Premio Alfaguara de Novela 2006, dotado con 175.000 dólares y una escultura de Martín Chirino, por su obra Abril rojo, según se anunció el pasado 27 de febrero en el Salón de Actos del Grupo Santillana en Madrid. El jurado, presidido por Ángeles Mastretta, y compuesto por Antonio Caballero, Isabel Coixet, Juan González, Fernando Iwasaki, J. A. Masoliver Ródenas y Carme Riera, ha destacado "la eficacia expresiva, la fuerza dramática y la originalidad en el tratamiento de un tema político con las peripecias de una novela negra que arrastra y conmueve al lector desde la primera página". Nacido en Lima en 1975, Roncagliolo ha vivido en México, Perú y España, y ha trabajado como guionista de televisión, periodista, traductor, negro literario, autor de discursos políticos. Es autor de los libros infantiles Rugor, el dragón enamorado (Alfaguara, 1999), La guerra de Mostark (Santillana, 2000) y Matías y los imposibles (Siruela, 2006). Su primera novela fue El príncipe de los caimanes (Ediciones del Bronce, 2002). También publicó el libro de cuentos Crecer es un oficio triste (Ediciones del Bronce 2003), elegido Nuevo Talento por la cadena de librerías FNAC. Además, su obra de teatro Tus amigos nunca te harían daño ha sido representada en ocho países y seleccionada para la antología Dramaturgia peruana. Su última novela, Pudor (Alfaguara, 2005), supuso todo un descubrimiento literario, una obra traducida a varios idiomas que despertó amplio interés en la crítica, los lectores y el mundo del cine. En junio, Tristán Ulloa empieza a rodar la versión cinematográfica. Roncagliolo colabora, entre otros medios, con la revista Granta y el diario El País. El concurso recibió 510 originales, de los cuales 141 corresponden a España y 369 a América Latina. Argentina (109), México (79) y Colombia (56) son los países latinoamericanos con mayor número de participantes. En sus ocho ediciones han recibido el Premio Alfaguara el nicaragüense Sergio Ramírez por Margarita, está linda la mar y el cubano Eliseo Alberto por Caracol Beach (ambos en 1998); el español Manuel Vicent por Son de Mar (1999); la española Clara Sánchez por Últimas noticias del paraíso (2000); la mexicana Elena Poniatowska por La piel del cielo (2001); el argentino Tomás Eloy Martínez por El vuelo de la reina (2002); el mexicano Xavier Velasco por Diablo guardián (2003); la colombiana Laura Restrepo por Delirio (2004), y las argentinas Graciela Montes y Ema Wolf por El turno del escriba (2005). Fuente: Alfaguara *** Presentan en Pekín libro sobre Venezuela El 28 de febrero fue presentado en el salón de actos de la Editorial de las Nacionalidades, en Pekín (China) la segunda edición del libro Venezuela: tierra natal de Bolívar, del profesor Yu Feng Chuan. Escrito en chino, y en esta edición corregido y aumentado por el autor, el libro cuenta con diseño del venezolano Pedro Holder e incluye un calendario ilustrado con un dibujo de la artista venezolana Myriam Álamo y un marcalibro que reproduce un retrato de el Libertador Simón Bolívar. A la actividad asistieron representantes del Ministerio de Cultura de China, miembros de diversas etnias que viven en China, periodistas, escritores, trabajadores de la Editorial de las Nacionalidades, ex embajadores chinos en Venezuela y representantes de la embajada venezolana. La presentación estuvo a cargo de Wilfredo Carrizales, agregado cultural de la Embajada de Venezuela en el país oriental, quien resaltó que la publicación se había agotado rápidamente debido a la demanda por parte de ciudadanos chinos interesados en conocer el país latinoamericano. La Embajada resolvió, de mutuo acuerdo con la Editorial de las Nacionalidades, reeditar y rediseñar el libro para satisfacer la exigencia de los lectores. El autor del libro, Yu Feng Chuan, por su parte, recalcó la importancia de la reedición de Venezuela: tierra natal de Bolívar, que llena un vacío en publicaciones en idioma chino que tengan a Venezuela como tema y contribuye a expandir el conocimiento que acerca de lo venezolano posee el ciudadano chino medianamente informado. La señora An Ping Ping, directora del Departamento de Revisión de Materiales de la Editorial de las Nacionalidades, habló a nombre del sello y agradeció a la Embajada de Venezuela la confianza depositada en ella para la feliz y exitosa reedición y presentación del libro. Durante la presentación se proyectó un documental sobre paisajes y gentes de Venezuela, musicalizado con piezas folklóricas, y los asistentes al acto disfrutaron de entremeses de la cocina venezolana, así como de la actuación de un grupo artístico de danzarines y cantantes, conformado por varios miembros de las etnias uygur, mongola, kazajo, coreana y tadjik, quienes interpretaron melodías y bailes populares de sus respectivas regiones. Fuente: Embajada de Venezuela en China *** Crean taller gratuito de ciencia ficción, fantasía y terror Los Forjadores es el nombre del taller literario de ciencia ficción, fantasía y terror que la escritora venezolana Susana Sussmann ha creado recientemente en Internet, y cuyo acceso es gratuito para todos los escritores de habla hispana. El taller funciona como un grupo de Yahoo, por lo que sus usuarios aprovechan toda la funcionalidad de herramientas tales como una lista de correos, un espacio común para compartir archivos y un sistema de encuestas, entre otros. "No es la intención dar clases magistrales acerca de cómo escribir. Lo que se busca es simplemente ayudar a 'soltar la mano', a perder el miedo a la escritura, a aprender con la experiencia", explicó Sussmann en el mensaje inaugural. Los Forjadores dispone de dos modalidades de trabajo. La primera consiste en ejercicios literarios realizados bajo premisas impartidas por Sussmann, y su frecuencia es variable de acuerdo al rendimiento del grupo. La segunda consiste en la revisión colectiva de relatos ya elaborados con miras a recibir críticas y observaciones de parte del colectivo. Por otro lado, entre los miembros de Los Forjadores se encuentran editores de diversos países de habla hispana, quienes evalúan los textos para su posible publicación. Nacida en 1972 en Valencia (España), Sussmann es física especializada en cuerdas y supercuerdas. Ha sido la promotora de las tertulias caraqueñas de ciencia ficción y fantasía. Textos suyos han sido publicados en revistas del género, como Axxón, y mantiene en línea su blog Quarks de todos los sabores. Para suscribirse al taller, basta con enviar un mensaje en blanco a los_forjadores-subscribe@yahoogroups.com y seguir las instrucciones. También se puede formalizar la suscripción en la página del grupo, http://groups.yahoo.com/group/los_forjadores. Fuente: Los Forjadores *** Francisco Javier Pérez Fernández obtiene el premio Azorín El escritor español Francisco Javier Pérez Fernández obtuvo este 2 de marzo el XXX Premio Azorín de Novela, dotado con 67.000 euros y convocado por la Diputación de Alicante y la Editorial Planeta, con la obra La crin de Damocles, un thriller ambientado en la Alemania nazi de los años 20 La obra de Pérez Fernández (Zamora, 1970), en la que plantea "cómo la injusticia social y el deseo de venganza conducen al fascismo", se impuso a las otras 156 novelas -de las que 103 eran de autores españoles- que se presentaron a este galardón de carácter anual. En la rueda de prensa posterior a la gala donde se hizo público el fallo del jurado, el autor, un economista afincado en León que se definió como "un tipo vulgar", explicó que la parte histórica de la novela se orquesta a través de las investigaciones del comisario Müller, a raíz de la detención de Hitler por su intento de golpe de Estado. "El nazismo murió hace 60 años de uno de los mayores batacazos de todos los tiempos, pero mantiene un cierto atractivo porque refleja la parte más oscura del alma humana y sirve de paralelismo con cualquier sociedad", subrayó Pérez. Por otro lado, el ganador destacó la importancia de iniciativas como el Premio Azorín que, en su opinión, "permiten que los autores que escribimos día a día con la determinación de salir adelante tengamos alguna posibilidad de conseguirlo". El jurado estuvo presidido por el diputado provincial de Cultura, Miguel Valor, y compuesto además por el director editorial de Planeta, Carlos Revés, los escritores Juan Eslava, Luisa Castro y Fernando Sánchez Dragó, la bibliotecaria de la Escuela Europea de Alicante, Cristina Llorens, y el dramaturgo Pedro Montalbán. Sánchez Dragó, portavoz del jurado, consideró que Pérez ha conseguido una novela "bien armada" y definió al protagonista, el comisario Müller, como un personaje "un poco cínico, que bordea la legalidad y la ilegalidad, pero que siempre acaba poniéndose del lado del bien". Escritores como Gonzalo Torrente Ballester, Luis Antonio de Villena, Luis Racionero, Jesús Ferrero, Dulce Chacón, Luisa Castro, Eugenia Rico, Javier García y Manuel Mira han obtenido en ediciones anteriores con este galardón, que en la pasada edición recayó en la escritora colombiana Ángela Becerra, por su obra El penúltimo sueño. La gala de entrega del premio estuvo precedida por una polémica a raíz de la designación de Sánchez Dragó como "miembro independiente del jurado", una decisión tomada por el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, del PP, y que el grupo socialista tachó de "lamentable", por considerar que se trata de un autor "vinculado a la editorial Planeta". Las bases del premio indican que el presidente provincial debe seleccionar a uno de los miembros del jurado y Ripoll explicó que había elegido a Sánchez Dragó de entre "una lista de seis candidatos" que le facilitó la editorial. Fuente: El Mundo *** Carlos Germán Belli gana el premio Pablo Neruda de poesía El poeta peruano Carlos Germán Belli es, por decisión unánime del jurado, el ganador de la tercera edición del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, según informaron los organizadores del certamen el pasado 3 de marzo. El poeta agradeció el galardón, que es otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, con el auspicio de BancoEstado y el patrocinio de la Fundación Pablo Neruda. "En realidad me emocioné muchísimo en un primer momento, al tener noticia de que había ganado este premio, el premio Pablo Neruda, que es tan importante para los latinoamericanos", dijo el poeta, e indicó que tiene muy presente el trabajo del premio Nobel de Literatura de 1971, sobre todo su poesía referida al amor por la tierra. Belli alabó la poesía chilena, "sobre todo la de Carlos Pezoa Velis, un poeta del siglo XIX que imprime un gran humor negro en sus textos; además del carácter confesional y desgarrador de Gabriela Mistral, y también, claro, Vicente Huidobro". En los días previos a los resultados la prensa daba como favoritos para obtener este premio a los poetas chilenos Nicanor Parra y Gonzalo Rojas. Al respecto, Belli dijo sentirse asombrado de "haber ido en contra de los pronósticos, tratándose, sin duda, de dos grandes figuras, dos clásicos vivientes de la poesía de América Latina". El jurado estuvo presidido por el ministro chileno de Cultura, José Weinstein, a quien acompañaron el poeta chileno Pedro Lastra, el argentino Juan Gelman, ganador del año pasado, y la escritora mexicana Margot Glantz. La distinción fue instaurada en 2004 con ocasión del centenario del nacimiento de Neruda, y en esa primera edición fue concedida a José Emilio Pacheco. Su dotación es de 30.000 dólares en efectivo, una medalla y un diploma, que Belli recibirá en Santiago el próximo 12 de julio. Nacido en Lima en 1927, Belli es traductor y periodista, y fue distinguido con el Premio Nacional de Poesía 1962. También enseñó literatura hispanoamericana en la Universidad de San Marcos de Lima, fue poeta visitante del Programa Internacional de Escritores de la Universidad de Iowa y obtuvo dos veces la beca de la Fundación Guggenheim (1969 y 1987). Es autor de una vasta obra en la que destacan Poemas (1958), ¡Oh, hada cibernética! (1962), El pie sobre el cuello (1964), Por el monte abajo (1967), Sextinas y otros poemas (1970), Más que señora humana (1986), El buen mudar (1987), Trechos del itinerario (1998) y En las hospitalarias estrofas (2001). Además ha publicado las antologías El pie sobre el cuello (Montevideo, 1967), ¡Oh, hada cibernética! (Caracas, 1971), En alabanza del bolo alimenticio (México, 1979), Asir la forma que se va (Lima, 1979), Boda de la pluma y la letra (Madrid, 1985) y Antología personal (1998). Fuentes: La Nación (Chile), Radio Cooperativa, EFE, La Primera (Perú) *** Fallece en Milán el poeta peruano Jorge Eduardo Eielson Jorge Eduardo Eielson, poeta y artista plástico peruano considerado una de las voces más radicales y a la vez más puras de la poesía hispanoamericana de este siglo, falleció el miércoles 8 de marzo en Milán. Eielson nació en Lima en 1924 y vivía desde hace casi cincuenta años en Italia. A lo largo de las transformaciones que sufrió su obra, puede decirse que se mantuvo fiel -como poeta y como artista plástico- a lo más esencial del espíritu de las vanguardias: experimentalismo, búsqueda incesante, provocación, nihilismo, contradicción. En sus inicios, en la década de 1940, su poesía mostraba el influjo dominante de la mística, el simbolismo y el surrealismo, y especialmente el de dos poetas: Rilke y Rimbaud. Alumno de lengua y literatura de José María Arguedas, Eielson obtuvo a los 21 años el Premio Nacional de Poesía y a los 22 el Premio Nacional de Teatro. Sus primeros trabajos revelan una perfección formal asombrosa y un brillo imaginístico casi perturbador, como puede verse en Canción y muerte de Rolando (1943, pero publicado en 1959) y Reinos (1945). Estos libros, impresos en reducidísima tirada o como separatas, apenas se conocieron fuera de Lima, lo que explica el tardío reconocimiento que su obra recibió. Su exilio europeo, que lo llevó por Roma y diferentes ciudades italianas, contribuyó a definir otra etapa en su producción, totalmente distinta de la primera: la suntuosidad y exquisita dicción del comienzo son reemplazadas en Habitación en Roma (1951) y Mutatis mutandis (1967) por un extremo despojamiento verbal, un tono fijado por la reiteración obsesiva de palabras simples que aluden al existir concreto, y por el clima de vacío y desesperanza que alcanza al mismo ejercicio poético. Desaparecido el misticismo, sólo queda una contemplación de la miseria física del cuerpo aislado y decadente. El grueso de su obra poética ha sido reunido en Poesía escrita (1976). También ha cultivado la novela con El cuerpo de Giulia-no (1971) y Primera muerte de María (1988), título que repite el de un temprano poema suyo. Su obra plástica, en la que se nota la fuerte influencia de las formas y los mitos precolombinos, ha sido expuesta en diversas locaciones y figura en importantes museos del mundo. Un libro que realiza una fusión de arte poético y visual apareció en italiano bajo el titulo de Poesía visibile (2002). Respecto a su poética, Martha Canfield, reconocida estudiosa de la obra del poeta, además de amiga personal, la define en las siguientes palabras: "En varias ocasiones Eielson ha buscado aclarar su posición que no es simplemente contestataria, en la confrontación de un sistema que exige siempre el mismo producto, pero que corresponde más bien a su libertad interior". Luego de conocerse la noticia de su muerte, la Comisión para el Derecho del Voto de los Extranjeros de la Municipalidad de Roma ha comunicado que dentro de poco le rendirá un homenaje de reconocimiento a la obra de Eielson. Fuentes: La Primera (Perú), RPP Noticias *** Juan Gelman recibe doctorado honoris causa de la UNQ La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ, http://www.unq.edu.ar) otorgó al poeta argentino Juan Gelman el título de doctor honoris causa, máxima distinción de esta casa de estudios, el pasado jueves 9 de marzo en el Salón Auditorio de la UNQ, en Bernal (Provincia de Buenos Aires). Nacido en el barrio de Villa Crespo en 1930, Gelman es considerado uno de los poetas contemporáneos más reconocidos, con una obra que expone la búsqueda de un lenguaje trascendente, original y humanístico. Su vasta obra conjuga el compromiso social y político, como una forma de templar la poesía con las grandes cuestiones de nuestro tiempo. Su producción literaria lo ha hecho merecedor de numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Poesía, el Premio Reina Sofía y el Premio Iberoamericano Pablo Neruda. En su trayectoria se destaca también su participación activa y protagónica en la lucha por la vigencia de los derechos humanos, tanto en Argentina como en América Latina. Fuente: Universia Argentina *** Entregados los premios Ciudad de Bogotá La Alcaldía de Bogotá, a través del Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT), entregó este 14 de marzo los Premios Nacionales de Literatura Ciudad de Bogotá a los escritores Juan Álvarez, que ganó con Falsas alarmas en la categoría de cuento, y a Mauricio Contreras, que lo hizo con La herida intacta en poesía. Cada ganador recibió un premio de 15 millones de pesos, más la publicación de la obra. Los libros ya están a la venta en las principales librerías de Bogotá y Colombia. La premiación, que contó con la presencia de la directora del IDCT, Martha Senn, se realizó en la Sala Oriol Rangel del Planetario Distrital. En la edición 2005 de los premios, un jurado integrado por Hugo Chaparro Valderrama, Camilo Jiménez y Julio Paredes decidió otorgarle la distinción, en la categoría de cuento, al escritor huilense Juan Álvarez, destacando el buen humor que sobresale de su prosa. Álvarez realizó una maestría en creación literaria en la Universidad de Texas (EUA) y ha publicado varios cuentos, entrevistas y ensayos en Colombia, Perú y Estados Unidos. Por su parte, el jurado de poesía calificó al poemario de Mauricio Contreras como provisto de gran capacidad estilística, y agregó que expone lo más profundo de la cotidianidad. En el acto de entrega de los premios, Contreras leyó el inquietante poema "Hoy amanecí degollado". El autor nació en Bogotá en 1960 y ha escrito, entre otros, los libros Geografías y De la incesante partida. Para el presente año, la Alcaldía de la capital colombiana y el IDCT, bajo la administración del burgomaestre Luis Eduardo Garzón y la dirección de la mezzosoprano Martha Senn, respectivamente, lanzarán sus Concursos Nacionales de Literatura Ciudad de Bogotá en las categorías de novela, cuento y ensayo. El lanzamiento se hará en la próxima Feria Internacional del Libro de Bogotá. Fuente: Radio Nacional de Colombia *** Elena Poniatowska presenta novela en Pekín La Embajada de México y la Editorial Literaria del Pueblo de China celebraron el 14 de mayo la presentación de la escritora mexicana Elena Poniatowska, con motivo de la publicación en China de su novela La piel del cielo. La novela, que en 2001 obtuvo el Premio Internacional Alfaguara de Novela y fue traducida y publicada en China en 2003, narra la vida de un astrónomo mexicano quien, tras dedicar toda su vida a la investigación científica y lograr numerosos éxitos, se ve aislado por sus amigos, compañeros e incluso por sus familiares. Según su traductor al mandarín, Zhang Gaungsen, La piel del cielo "posee una importante significación social, que elogia los sacrificios a la ciencia y el amor y la fidelidad a la patria, si bien se trata de una tragedia. Podemos observar situaciones similares a las experiencias del protagonista en la vida de algunos intelectuales chinos". "Un país, por pequeño o pobre que sea, debe desarrollar su propia ciencia", comentó Poniatowska en la presentación sobre su libro. La autora nació en París el 19 de mayo de 1932 y es hija de una mexicana y del descendiente del último rey de Polonia. La Editorial Literaria del Pueblo calificó a La piel del cielo como la mejor novela extranjera del siglo XXI, "cuyo personaje principal, de enorme talento, busca en las posibilidades de la ciencia la explicación del mundo y de la vida, pero halla, en el proceso de esa búsqueda, el desafío del amor". Se trata de la primera visita de Poniatowska a China. La escritora se convirtió, con esta visita a China, en la primera autora latinoamericana en participar en el Festival de Literatura de Hong Kong. Fuente: Pueblo en Línea *** Avanzan películas basadas en obras de García Márquez Los proyectos para la filmación de las versiones cinematográficas de las novelas El amor en los tiempos del cólera y Del amor y otros demonios se encuentran bastante avanzados, según se pudo conocer en las últimas semanas. El amor en los tiempos del cólera, como informáramos en nuestra edición 132 (http://www.letralia.com/132/1012colera.htm), será dirigida por Mike Newell. A mediados de febrero se supo que el filme sería protagonizado por el español Javier Bardem. Bardem interpretará a Florentino Ariza, el personaje garciamarquiano que esperó 53 años, 7 meses y 11 días para estar con la mujer que amaba, tema principal de la novela. El actor español recientemente recibió una nominación al premio Oscar por su papel en la película Mar adentro. El rodaje, que se realizará en diversas locaciones latinoamericanas, se iniciará a finales de este año. De igual manera, la guionista Hilda Hidalgo anunció el miércoles 16 de marzo que el proyecto para filmar Del amor y otros demonios ha obtenido el respaldo financiero de la compañía DHL para la etapa de desarrollo, así como una asociación con CMO Producciones, la empresa de la reconocida productora colombiana Clara María Ochoa (Rosario Tijeras y Bolívar soy yo). CMO aportará al menos el 30% de los dos millones de dólares que se estima costará la película. El resto se recaudará en Costa Rica. Por el momento, la película se encuentra en preproducción, realizándose el casting para el personaje principal de la novela, Selva María, con una primera audiencia realizada en Cuba con 65 postulantes. "Busco una niña entre los 12 y 16 años, blanca, pelirroja y que baile como africana, pero sobre todo, que sea una gran actriz", expresó Hidalgo, al apuntar que la búsqueda abarcará además Costa Rica y el Caribe colombiano. "Lo que queremos es una película muy nuestra, hablada en español y que además sea identificada como costarricense", afirmó Hidalgo. La historia será filmada en Cartagena a partir del primer trimestre de 2007 en un formato de 35 mm. La guionista, cuya productora se llama AliciaFilms, explicó que contarán con cuatro personajes principales y seis secundarios. La mayoría procederá de Cartagena y España, como fueron caracterizados en la novela. Hidalgo agregó que la cuarta versión del guión está casi lista, y aclaró que García Márquez no se ha involucrado en su escritura. "Me dio total libertad para trabajarlo", indicó, aunque señaló que una vez que esté listo lo más probable es que él lo verá. El escritor colombiano cedió los derechos para el caso a la cineasta costarricense durante un taller impartido en la Escuela Internacional de Cine y TV, de San Antonio de los Baños, Cuba, fundada por García Márquez y de la cual ella es egresada. Fuentes: Prensa Latina, El Mostrador, El Universal (Venezuela) *** España celebrará el trienio Zenobia-Juan Ramón Jiménez La vicepresidenta de la Diputación de Huelva, Manuela Parralo, presentó este 18 de marzo el avance del programa del trienio Zenobia-Juan Ramón Jiménez 2006-2008, en el que la literatura y la música tendrán papeles paralelos, teniendo en cuenta la relación "permanente" de Jiménez con la música. Parralo entendió que "en esa búsqueda suya del arte total quizá la música sea la poesía ansiada capaz de evocar más allá de la vestimenta de las palabras", por lo que tendrá un protagonismo esencial a la hora de rememorar los 50 años de la concesión del premio Nobel al escritor onubense. Así, entre otras cosas, en mayo habrá un concierto del Orlando Consort, que recreará la Missa de Requiem de Pedro de Escobar. En octubre, "a dos siglos y medio del nacimiento de Mozart y a dos del de Juan Crisóstomo Arriaga", será el turno del Requiem de Mozart, con Paul Dombrecht dirigiendo a Il Fondamento con instrumentos originales. En los actos relacionados con los dos simposios que se van a organizar con la Universidad de Huelva y la Universidad Internacional de Andalucía habrá también una importante presencia musical, además de que la organización de los actos trabaja para grabar la obra del compositor Pedro García Morales, amigo de Juan Ramón. Además, se está preparando una exposición de artistas andaluces que recreen pictóricamente los versos del Nobel. Igualmente, "y con la mirada puesta en un público más amplio", se expondrán los originales de las ilustraciones de Jesús Gabán para los libros Estampas de Platero y yo y El iris mágico. También, con la colaboración de las voces de Cinta Entenza y José Luis Gómez, se ha editado un video que resume en pocos minutos la vida y la trascendencia de Juan Ramón Jiménez y Zenobia. Por su parte, el VII Festival Internacional de Cine Inédito de Islantilla se ha sumado al homenaje que las instituciones y administraciones rinden a Jiménez y, a principios de abril, se abrirá el plazo de un concurso de guiones para un documental sobre la vida del autor, con la particularidad de que los participantes serán escolares. El director del certamen, Juan Labrador, indicó que el concurso se iniciará durante el festival de este año, entre el 1 y el 8 de abril, con la previsión de cerrar la convocatoria el próximo mes de noviembre, cuando se hayan recogido los trabajos suficientes para iniciarse la selección. Los mismos centros escolares donde los alumnos participen en este certamen recibirán "clases particulares" por parte de directores de cine y actores, que orientarán a los niños sobre el arte y la forma de escribir un guión cinematográfico. Juan Labrador se mostró confiado en la aceptación que tendrá este concurso, una actividad más de las que se organizarán este año para conmemorar los 50 años de la concesión del Nobel al escritor moguereño. Fuentes: Huelva Información, EFE, Diario de Cádiz Digital *** Premio Letras de Ultramar para letraliano Osiris Vallejo Saint Domingue, 2044, libro del poeta dominicano Osiris Vallejo, recibió este 18 de marzo a las 7 de la noche el premio del Concurso Literario Letras de Ultramar. Vallejo había sido anunciado como el ganador del certamen el sábado 28 de enero en la Sala de Eventos Andrés Francisco Requena -donde también se hizo la entrega- del Comisionado Dominicano de Cultura en Estados Unidos (1828 de Amsterdam Avenue, suite Nº 304, entre calles 150 y 151, Manhattan). El jurado, compuesto por los escritores Pedro López Adorno (puertorriqueño), Raúl Barrientos (chileno), e Isaac Goldemberg (peruano), dijo que Vallejo "muestra destreza en el manejo del poema breve y conoce a fondo el complejo y sensitivo tema que presenta a lo largo del libro". En el laudo además se indica que, "valiéndose de la poética del fragmento, los textos que integran el poemario, como pequeños faros en la oscuridad, evocan, revaloran y postulan nuevas direcciones en cuanto al tránsito de identidades que el hablante lírico se ve obligado a enfrentar en el exilio". El doctor Franklin Gutiérrez celebró la acogida que tuvo la convocatoria entre los escritores dominicanos de la diáspora, y dijo que la fecha del acto de entrega del premio se anunciará próximamente. Letras de Ultramar, auspiciado por la Secretaría de Estado de Cultura de República Dominicana, tiene un premio en metálico de US$5.000 dólares y un certificado. El ganador participará además en calidad de invitado de honor en la IX Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2006, a celebrarse en el mes de abril de este año. A la ceremonia de entrega asistieron, en representación de la Secretaría de Estado de Cultura de la República Dominicana, el licenciado Avenilo Stanley, subsecretario de Estado de Cultura, y el licenciado Basilio Belliard, director general del Libro y la Lectura. La actividad fue amenizada por el pianista Wilson Batista; y la cantante Cinthya Jiménez interpretó el tema "Por amor", de Rafael Solano. Además, la actriz Olga Fernández dramatizó poemas de Vallejo, y ejecutó una pantomima mientras éste realizaba la lectura de sus textos. Con Saint Domingue, 2044, Vallejo se convirtió en el primer escritor dominicano en ganar el Concurso Literario Letras de Ultramar, dirigido a incentivar, reconocer y promover la creación literaria de los escritores dominicanos que por diversos motivos han establecido su residencia fuera de su lugar nativo. El concurso fue convocado en su primera versión el año pasado para el género poesía, y este año 2006 corresponderá al género cuento. Nacido en República Dominicana en 1971, Vallejo reside en Estados Unidos desde 1990. En 2001 fue finalista del concurso internacional organizado por PECX (Profesionales y Estudiantes Colombianos en el Exterior) con "Parábola de un tránsfuga". En 2002 recibió una mención de honor en el certamen Virgilio Díaz Grullón por su relato "Mauritania era otra historia". En 2003 fue galardonado con el segundo premio en el Concurso Internacional de Cuentos Casa de Teatro por su cuento "Cicatriz". Además de cuento, cultiva el ensayo y la novela. Vallejo, cuyo ensayo "Deutsches Réquiem o Borges y su pasión por el Laberinto" fue publicado en nuestra edición 122, tiene una licenciatura (BA) en ciencias sociales de City College of New York. Recientemente (2005) publicó su primer libro, una colección de cuentos titulada Cicatriz. Saint Domingue, 2044, será publicado por la Editora Nacional, en la Colección de Ultramar, y presentada formalmente como parte del programa de la IX Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2006. Fuentes: El Diario/La Prensa, Diario Digital RD *** Guadalajara leerá en el Día del Libro La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la Universidad de Guadalajara y la Secretaría de Cultura están invitando a celebrar el Día Mundial del Libro, el próximo 23 de abril, mediante la realización de una jornada de ocho horas dedicada a la lectura pública. El Día Mundial del Libro y los derechos de autor es una celebración que la Unesco promueve desde 1995 y se lleva a cabo en 80 países. Como primera etapa de esta actividad la FIL Guadalajara anunciará el 22 de marzo los resultados de una votación en la que han participado, durante los últimos días, los habitantes de Jalisco, para escoger el autor cuyos textos serán objeto de la lectura: Jorge Luis Borges, Ernest Hemingway y Federico García Lorca. Este año la sede para la lectura será el Ex Convento del Carmen, en donde los lectores podrán participar previa inscripción y también inscribirse en sitio. Quienes deseen tomar parte en la actividad podrán hacerlo a través de la página de Internet de la FIL (http://www.fil.com.mx) o llamando a Lulú Rodríguez al 3810-0331, extensión 932, en horario de oficina. El día de la lectura, a partir de las 10:00 y hasta las 18:00 horas, cada lector que se haya inscrito tendrá tres minutos asignados para leer. Los participantes recibirán un ejemplar de un libro del autor que haya sido seleccionado como un gesto de gratitud por su participación y una rosa obsequiada por el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UdeG. Este obsequio se hará efectivo también para quienes compren un libro durante la actividad. A este esfuerzo se han sumado las librerías y editoriales locales, que participarán con mesas de venta que se instalarán en el Ex Convento del Carmen durante las horas de la lectura. Estarán Conaculta, Conexión Gráfica, la dirección de publicaciones de la Secretaría de Cultura, Ediciones Arlequín, Editorial Paraíso Perdido, Editorial Universitaria, Grupo Editorial Tomo, Librería Cervantes, Librería de Porrúa Hermanos, Librería Gandhi, Librería Jardín de Senderos, Librería José Luis Martínez del FCE, Librería Universitaria, Librerías Gonvill, Mantis Editores, Petra Ediciones, Revista Reverso y Siglo XXI Editores. Cada año esta lectura encuentra un eco importante en distintos municipios de Jalisco, en los que participa un promedio de 200 personas. Al terminar la lectura se realizará un concierto de música clásica a cargo del cuarteto sinfónico Aires de México, que interpretará una selección de obras de Mozart a propósito del 250º aniversario de su nacimiento. Fuente: Prensa FIL *** Se celebra Día Mundial de la Poesía por iniciativa de la Unesco Instituido como un llamado a la gente a volver a leer, conocer y difundir uno de los géneros más ricos y expresivos de la literatura universal, el Día Mundial de la Poesía se celebrará este martes 21 de marzo en lo que para algunos es una buena oportunidad de reconocer su valor y para otros sólo es un acto irrelevante. Según la resolución de la trigésima reunión de la Conferencia General de la Unesco, del 15 de noviembre de 1999, el 21 de marzo se adoptó para esta celebración con el único propósito de conmemorar la palabra a partir de festivales, encuentros, lecturas, presentaciones de libros y otros actos culturales. La iniciativa mundial a favor de la poesía busca desde entonces dar nuevo reconocimiento e impulso a los movimientos poéticos nacionales, regionales e internacionales, bajo la premisa de que esa actividad responde a necesidades estéticas del mundo contemporáneo. El punto de partida es recordar que la poesía es un arte que tiene sus raíces en el texto escrito y en la palabra, de tal forma que toda actividad en su favor debe tener repercusiones positivas en la intensificación del los intercambios interculturales internacionales. La proclamación del 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía es así, una invitación a festejar la poesía en todos sus niveles y en todos los espacios que sea posible, a través de escuelas, círculos poéticos, museos, asociaciones culturales y editoriales, entre otras. No solamente es la palabra, es la palabra poética calificada por la Unesco como un arte que se "halla en plena expansión" por lo que tener un día para celebrarla, dice la Unesco, podría servir de marco a las acciones y esfuerzos que se efectúan en distintos planos para sostener la poesía. Fuente: El Informador *** Críticos e investigadores de literatura infantil se reunirán en Cuba La Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Filial del Instituto Cubano del Libro y la Universidad Pedagógica de Sancti Spíritus convocan al XVII Encuentro de Crítica e Investigación de la Literatura Infantil "Sancti Spíritus 2006", a celebrarse en la ciudad de Sancti Spíritus del 22 al 26 de mayo de 2006. El evento, el de más tradición y arraigo del país en esta manifestación, reunirá a críticos, investigadores, profesores, bibliotecarios, editores, periodistas y otros creadores interesados en el desarrollo de la crítica, la literatura y el arte dedicado o vinculado a niños, adolescentes y jóvenes, así como destacados escritores y especialistas de Cuba y otros países. Cursos, conferencias, mesas redondas, talleres y mesa de autores son algunas de las actividades que se realizarán durante el evento. Además se celebrarán encuentros con niños, estudiantes de la Universidad Pedagógica y la comunidad. En el evento teórico se conmemorará los aniversarios del arribo de Juan Ramón Jiménez y otros grandes intelectuales españoles a Cuba y países de Latinoamérica posterior a la Guerra Civil Española. Se desarrollará la Feria del Libro Infantil y Juvenil, con la presentación especial, entre otros, del Diccionario de la literatura infantil cubana, de la V Selección de Textos de los Encuentros de Crítica e Investigación de la Literatura Infantil y de una Selección de Obras de creadores de Literatura Infantil y Juvenil de América Latina. Asimismo, se inaugurará una exposición con obras de destacados ilustradores de libros infanto-juveniles invitados. Se realizará un Festival de Narración Oral y Escénica, un encuentro con niños y adolescentes premiados por sus creaciones literarias, diferentes homenajes a participantes cubanos y reconocimientos especiales a invitados extranjeros, así como la entrega del Premio Romance de la Niña Mala a creadores de diversas manifestaciones de reconocida trayectoria en el trabajo con los niños y jóvenes. La cuota de inscripción se abonará por cada participante en el momento de la acreditación (oficialmente el día 22 de mayo del 2006) y será de $50.00 CUC (peso convertible cubano) para los participantes extranjeros sean ponentes u observadores. Para mayor información, es preciso escribirle a Julio M. Llanes, presidente del Comité Organizador, a juliomllanes@yahoo.es, juliomllanes@ispss.rimed.cu, uneacss@uneac.co.cu o uneac@hero.cult.cu. Sancti Spíritus es la capital de la provincia de igual nombre situada en el centro de Cuba, única en el país que posee dos villas coloniales fundadas por los españoles en 1514; Sancti Spíritus, Monumento Nacional, y Trinidad, Patrimonio de la Humanidad. Ambos territorios constituyen un referente de conservación arquitectónica y un reservorio de cultura, tradición e historia, que se expresa a través de las leyendas, los mitos y la riqueza de un arte singular. Fuente: Comité Organizador del evento *** Cuarenta escritores, críticos y docentes crean blog de crítica El Colectivo Banda Aparte, en el que participan cuarenta escritores, críticos y docentes de literatura, ha creado el blog La Tormenta en un Vaso (http://latormentaenunvaso.blogspot.com), una idea de la crítica y novelista española Care Santos (http://www.caresantos.com), y en la que participa el escritor letraliano Doménico Chiappe (http://www.letralia.com/ciudad/chiappe). La Tormenta en un Vaso recomendará buenas lecturas de lunes a viernes a partir del próximo 23 de abril, Día del Libro, cuando publicará a manera de inauguración una declaración de intenciones que sirva de presentación del proyecto. A partir del 24, el sitio publicará una reseña diaria. Se dará cabida a todos los géneros, con el único criterio de la calidad. El blog tiene el objetivo de convertirse en punto de referencia a lectores inquietos que busquen recomendaciones fiables y honestas. Información biobibliográfica de los cuarenta autores participantes puede leerse en el blog de Banda Aparte, en http://colectivobandaaparte.blogspot.com. Fuente: Colectivo Banda Aparte *** Argentina será el país invitado en la IX Feria de Santo Domingo La IX Feria Internacional del Libro de Santo Domingo tendrá a Argentina como país invitado especial, según informó la Secretaría de Cultura. El evento se desarrollará del 24 de abril al 7 de mayo en la capital dominicana y contará con más de 300 actividades. José Rafael Lantigua, ministro de Cultura, dijo que a la feria asistirán los escritores españoles Fernando Savater, Antonio Gala, Arturo Pérez-Reverte y Eduardo Lago, reciente ganador del Premio Nadal; el peruano Edmundo Paz Soldán, y los argentinos Federico Andahazi y Guillermo Martínez. "Este año tendremos una gran cantidad de figuras estelares de la literatura mundial, que han confirmado ya su participación en el evento", afirmó Lantigua en un comunicado. Según el funcionario, las autoridades argentinas aseguraron para esta feria una amplia participación con autores y personalidades de la cultura, espectáculos artísticos y muestras editoriales del país sureño. Las actividades comenzarán con la presentación del espectáculo "La esquina de Gardel", representado por artistas argentinos. La feria será dedicada a Veloz Maggiolo, un prolífero escritor dominicano, que este año ganó un premio en el concurso literario Casa de las Américas 2006, de Cuba, por su novela La mosca soldado. La novela destaca "la recuperación del universo del Caribe desde una perspectiva en que se funden la realidad y los mitos, la antropología, investigación policial y cultura precolombina". La feria dominicana tuvo un carácter nacional hasta 1998, cuando adquirió la categoría internacional, incluyendo en su concepto un país invitado de honor cada año, la participación de editoriales extranjeras y la visita de figuras cimeras de las letras hispanoamericanas. Fuente: El Nuevo Herald *** Estudiantes colombianos de literatura se reunirán en Bogotá Entre el 24 y el 29 de abril, y en el marco de la 19ª Feria Internacional del Libro de Bogotá, se realizará en la capital colombiana el IV Encuentro Nacional de Estudiantes de Literatura, evento coordinado por el Nodo Bogotá de la Asociación Red Nacional de Estudiantes de Literatura y Afines (Rednel), la Cámara Colombiana del Libro, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad de los Andes, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y la Casa de Poesía Silva. Para el evento se está convocando a estudiantes, profesionales y amantes de la literatura, quienes se reunirán bajo el tema central de una puesta en discusión sobre el estado del arte de la literatura colombiana. En su cuarta edición, la trayectoria del encuentro lo ha reafirmado como un espacio de convivencia, reflexión y estudio, reuniendo anualmente a estudiantes de pregrado y posgrado en diferentes áreas relacionadas con literatura a nivel nacional. Entre los objetivos de la actividad se encuentran reflexionar en torno a temas literarios y problemáticas del quehacer de los profesionales en este campo a nivel nacional, presentar los trabajos académicos realizados en diferentes universidades del país en torno a las temáticas de la convocatoria y realizar la discusión de las mismas, integrar diversas perspectivas de los nodos de Rednel en torno al estudio de la literatura y abrir espacios de diálogo y convivencia para que los estudiantes de literatura y afines estrechen relaciones. El encuentro se realizará a través de conferencias por parte de especialistas en las temáticas convocadas y la discusión de ponencias de los estudiantes de las universidades invitadas. Cada una de las sesiones del encuentro se hará en torno a un bloque temático y contará con la participación de profesores idóneos en dicho campo para su moderación. Igualmente las ponencias y conferencias se tratarán en torno a una mesa central con la cual el público deberá llevar a cabo su interacción. También han sido invitados profesionales de los estudios literarios que mostrarán sus experiencias en las prácticas de la docencia, la investigación, la escritura, los procesos editoriales y la gestión cultural. Se realizará igualmente una muestra de poesía universitaria en la que los estudiantes podrán leer sus creaciones acompañados de diferentes poetas reconocidos en el ámbito nacional. Para solicitar información sobre el encuentro y las vías de participación disponibles, es preciso escribir a la Comisión Académica, en encoliteratura@yahoo.com. Fuente: Blog Rednel *** Humor y literatura en el Salón del Libro Iberoamericano La relación entre el humor y la literatura en el marco de las transiciones iberoamericanas protagonizará la novena edición del Salón del Libro Iberoamericano, que se celebrará en Gijón entre el 10 y el 15 de mayo próximos. Su director, el escritor chileno afincado en España Luis Sepúlveda, anunció que el invitado estrella al que se rendirá un cálido homenaje será el humorista argentino Quino. A la espera de cerrar el programa definitivo de mesas redondas y charlas, así como la lista de invitados, Sepúlveda explicó que "hasta ahora se han tratado temas diversos, pero en ocho ediciones faltaba algo, la versión humorística como respuesta a las situaciones patéticas que se han vivido en los países iberoamericanos". Sepúlveda afirmó que "hace falta reírse de cosas de tal patetismo que no mueven a risa", y reclamó "recuperar la ironía y el espíritu de Valle Inclán" para poder sobrevivir. El programa de la próxima edición del Salón del Libro Iberoamericano incluirá un encuentro internacional de traductores, la reunión de los directores de las distintas ediciones de Le Monde Diplomatique y una gala nocturna de poesía en español y portugués, además del fallo de los premios de novela "Las Dos Orillas" y de poesía "Alonso de Ercilla". Fuente: EFE *** Cursos de Verano de la UCLM versarán sobre humor en la literatura Entre el 3 y el 5 de julio de 2006 se realizarán los Cursos de Verano de la Universidad de Castilla-La Mancha, que este año discurrirán en torno al humor y la ironía en la narrativa, la poesía y el teatro contemporáneos. Luis García Jambrina, Isabel Franc e Hilario J. Rodríguez hablarán del humor y de la ironía en el campo de la narrativa. Silvia Ugidos y Julia Barella harán hincapié en el humor e ironía dentro del género poético. Paloma Pedrero y J.A. Ríos Carratalá se ocuparán del teatro. Finalmente, J.M. Salvador disertará sobre el humor e ironía en la primera vanguardia artística. La actividad está dirigida a alumnos y titulados en filología hispánica, humanidades, magisterio y aquellas personas interesadas en la narrativa, poesía y teatro actual. Entre los objetivos planteados se encuentran profundizar en diversos aspectos de la escritura literaria, analizar la presencia del humor y de la ironía en la literatura de nuestra época y valorar la creación literaria de narradores, poetas y dramaturgos contemporáneos. La matrícula en los cursos tiene un costo de 60 euros. Para solicitar información sobre el evento y las vías de participación, es preciso escribir a su directora, Marina Villalba Álvarez (Marina.Villalba@uclm.es). Fuente: Web de los Cursos de Verano ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === Hubo Festival ========================================================= === Informe desde la otra fiesta Íos Fernández ======================= Ya lo sé, no soy Hunter Thompson. Empezaré este informe con una infidencia, con la confesión de un pequeño crimen, un crimen irrelevante, si se quiere: para obtener las boletas del Hay Festival falsifiqué un carné estudiantil. Y daré también una justificación, quizás innecesaria, por esos días acababa de dejar mi empleo de tres años, un empleo en el que a decir de Nicanor Parra "había perdido la voz haciendo clase". Con la pobre liquidación pagué tres meses adelantados de arriendo y con el resto llené la nevera con lo que más pude y bueno guardé algo de dinero para los pasajes y para comprar algún libro de uno de los escritores que asistirían al Hay Festival. Las estrellas vivientes del evento eran Enrique Vila-Matas, Hanif Kureishi y Javier Cercas (se habló también de la presencia de García Márquez y Carlos Fuentes, pero en lo que a mí respecta estos son autores muertos). Entré a una de las librerías del centro (que por esos días exhibían orondas en las vitrinas todas las obras de los participantes al festival) y elegí Bartleby y compañía de Vila-Matas, motivado más por la misericordia y fascinación que años antes me había producido el abúlico personaje de Melville, que por los fragmentos y artículos que había leído de Vila-Matas en la red. La publicidad televisiva arreciaba, como un viento indeciso golpeaba por todos los costados a cualquier hora del día. "Hay fiesta en Cartagena", decía una voz entusiasta, "cuatro días de música, danzas y literatura", y en otro comercial una palenquera (una negra vendedora de frutas) pregonaba con una porcelana puesta en la cabeza los nombres de los autores "Llevo a Vila-Matas, llevo a Carlos Fuentes, llevo a Jorge Franco, etc". La inscripción como estudiante si bien era gratuita, pese a ser a través del correo electrónico, no era del todo sencilla; constantemente te veías en la necesidad de imprimir formatos, enviar fax y correos reconfirmando una y otra vez, y otra vez tu asistencia. Dos días antes del inicio del evento recibimos un último correo en el que se nos anunciaba literalmente que "debido al cupo limitado principalmente en el Claustro de Santo Domingo se ha asignado para ustedes el Salón Mutis, donde se proyectará a través de circuito cerrado de televisión. En el Teatro Heredia se ha asignado La Galería en el Cuarto Piso". Claro, la ofensiva publicitaria había hecho su mella y para un evento donde se esperaban cuatrocientas personas se habían inscrito cuatro mil. Los yupis desplegaron su furor en las largas filas para conseguir boletas de última hora, los cazadores de autógrafos y fotografías pululaban como una plaga insaciable en las afueras del teatro y en las librerías. La reacción de los estudiantes no se hizo esperar, debido a que los correos enviados por la organización eran colectivos, decenas de notas de protesta empezaron a circular; una de éstas explicaba: "Un grupo de estudiantes de literatura consideramos la arbitraria decisión de los encargados de la organización (...) como un irrespeto contra aquellos que nos inscribimos dentro de los límites de tiempo establecidos. Se nos quieren imponer condiciones desconocidas en el momento de inscripción, en detrimento de nuestra calidad de asistentes al evento", y la protesta adquiría más sentido si se tenía en cuenta que la mayoría de los verdaderos estudiantes venían de otras ciudades y habían hecho una inversión de transporte y hospedaje. Varias propuestas se esgrimieron vía e-mail, entre esas la de la realización alterna de un festival en las playas de la ciudad con un grupo de escritores disidentes (a saber: Vila-Matas y William Ospina), y la propuesta de una fiesta donde iluminados por el alcohol hallaríamos puntos coincidentes para acertar el gran golpe. Como era de esperar los organizadores no respondieron a ningún correo, ni plantearon soluciones. La mañana antes de que se iniciara el evento les escribí melodramáticamente: "Apreciados amigos. Totalmente consternado, petrificado, leo la notificación de que como estudiantes seremos relegados, por la organización de los eventos que se llevarán a cabo. Me parece una decisión injusta e irrespetuosa que contradice el supuesto espíritu de apertura del evento. Supongo que no hubo mala intención su parte, pero en su afán de desenredar este embrollo han intentado solucionarlo con un remedio que quizás les resulte peor. Espero que lo sepan resolver de la mejor manera ya que he recibido centenares de correos de gente demente y ofendida... Cuídense, muchachos". Tampoco hubo respuesta. Por la tarde en las afueras del teatro las filas eran menos nutridas de lo esperado, atisbé entre la fila de estudiantes con la intención de hallar un gesto o comentario desobligante sobre la organización. Adentro subidos en el culo de la mula veíamos (abajo) la minúscula escena preparada para la primera conversación, en medio del escenario había un pequeño montículo con dos sillas a la manera de los talk show americanos. Me pregunté infinidad de veces cómo sería la entrada de los participantes: uno entraría por la izquierda y el otro por la derecha, ambos del mismo lado, o saldrían de arriba sostenidos por una cuerda, o en medio del público, en fin. Salieron ambos por la izquierda y como si no se hubieran visto antes se dieron un fingido y torpe abrazo. Los participantes eran Jorge Franco y un errático y nerviosísimo periodista local, la charla fue tan sosa y trivial que una chica al lado mío la resumió con una frase: "Sólo faltó que le preguntara de qué color prefería los calzoncillos". Sin embargo hubo un momento en ese primer evento, una fracción de segundo, en el que de verdad creí que algo iba a pasar, que alguno de los que estábamos en el cuarto piso, de los excluidos de la fiesta, quizás yo, se iba a levantar e iba a gritar alguna sandez. Pero nada, nada pasó. Para el segundo evento ya mis expectativas habían menguado, cuando se levantó el telón el talk show había sido ampliado a cinco sillas y entre los participantes que debían defender "Por qué escribían" estaba Enrique Vila-Matas. Sí, era él, premio Herralde, premio Rómulo Gallegos y otros más; vestido de saco oscuro, con pelo engominado sentado en el centro del escenario, desprendiendo un aura enorme... hasta cuando empezó a hablar con una sarta de contradicciones y antipatías que lo hacían fluctuar por momentos entre la actitud de un adolescente altivo y la de un viejo senil, este segundo acto concluyó con un absurdo grito desde el público de "Viva España" que ni el propio Vila-Matas supo interpretar. Para el tercer evento, denominado "Dejemos hablar al cuento", reunieron a un dudoso grupo de escritores al extremo teóricos, en donde dejaron hablar a todos menos al cuento. Precisamente al abandonar este evento descubrí dos cosas: una, que en las afueras del teatro había una enorme pantalla desde donde se podía ver y escuchar mejor, y dos (lo que sería mi sustento durante esos cuatro días), la reventa de boletas. Los optimistas suelen decir que las crisis son oportunidades, los vividores complementan la frase "Las crisis de unos son las oportunidades de otros". En este caso, así fuera circunstancialmente, yo estaba en el bando correcto y tanto el afán esnobista como la escasez de boletas y el desinterés policivo me facilitaron las cosas. Rápidamente de entre el manojo de boletas seleccioné las que más me interesaban y el resto las dejé a merced del mejor postor. En contra de cualquier pronóstico descarté para esa misma noche la conversación entre Marianne Ponsford y Hanif Kureishi por lo burdas que suelen ser las traducciones simultáneas, en cambio conservé para mí las conversaciones entre Oscar Collazos y Enrique Vila-Matas y entre Héctor Abad y Javier Cercas, y una denominada "La gala final" en la que al parecer los escritores asistentes compartirían con el público sus libros favoritos. Había pensado guardar una titulada "Hablemos de poesía" en la que se anunciaba participaría el gran poeta venezolano (premio Octavio Paz) Eugenio Montejo. Uno de mis objetivos definidos dentro del festival era conseguir, a petición de la revista Letralia, una entrevista con el viejo poeta, de quien sin saber conocía de memoria un poema recitado por Sean Penn en la película 21 gramos: "La tierra giró para acercarnos, / giró sobre sí misma y en nosotros, / hasta juntarnos por fin en este sueño". Pero la tierra no giró esta vez o giró en sentido equivocado y Eugenio Montejo enfermó y se quedó en Venezuela, y en cuanto me enteré de esto, con rabia, me deshice de esta última boleta también. Recaudé antes de lo previsto una buena cantidad de dinero y pensaba con éste comer alguna cosa y dotarme de algunos libros, pero algunas veces, sobre todo a ciertas horas de la noche, sobre todo ciertos días, la sed de cerveza se hace más fuerte que la sed de lecturas y el hambre, y, entre las puertas de las fiestas privadas a las que no fuimos invitados y los bares tropicales, mi pequeña fortuna, una cerveza tras otra, se fue desgajando. La ciudad amurallada estaba de fiesta y por las calles merodeaban algunos escritores menores y un torrente de periodistas y asistentes del Hay Festival, casi en cualquier esquina o en la barra de cualquier bar, como a la salida del teatro o en uno de los pasadizos del claustro, la gente se te acercaba a preguntar: "¿Has visto a Gabo?" o "¿Viste a Gabo?" o "Ese era Gabo, ¿cierto?" y yo por supuesto no había visto ni quería ver al tal Gabo. Al día siguiente la segunda presentación de Vila-Matas, al menos para mis expectativas, fue un desastre. Esta vez se mostró como un ser extraño, tímido y hermético, por momentos balbuceante; anunció que quería cambiar la imagen que había dejado el día anterior y leyó de un tajo un poema completo de Fernando Pessoa y luego se enfrascó junto con Collazos en una absurda discusión en la que uno (Collazos) acusaba al otro de ser un ser blindado y el otro, algo blindado, se defendía diciendo que era tan normal como cualquier otro. Como se presentaron las cosas, así suene a rima boba, lo mejor del festival fue tener de cerca la presencia y la obra de Javier Cercas. En una charla amena con un Héctor Abad bajito, alejado de cualquier intención de protagonismo, Cercas el autor de ese fenómeno editorial llamado Soldados de Salamina, expuso con coherencia y sencillez algunos de los pilares de su vida y obra y luego se fue directo al aeropuerto tan callado como había venido. Para la gala final las estrellas del evento se habían marchado y el telón del Teatro Heredia se abrió dejando al descubierto un disminuido panel de escritores en donde resaltaban Fernando Savater, Roberto Fontanarosa, Laura Restrepo y Oscar Collazos, al final mediante quién sabe qué secreto artilugio Roberto Fontanarosa fue elegido como el escritor del festival y premiado con una primera edición en inglés de dos tomos de la obra de Charles Dickens. La jornada concluyó con un desenfrenado y colorido desfile del carnaval de Barranquilla, que se fue alejando del teatro entre la algarabía y una alharaca de flautas y tambores. Horas después, cuando todavía la ciudad bailaba, mientras deglutía sentado en la banca de una plaza un mendrugo de pan y una gaseosa comprados con mis últimas reservas, un grupo de sujetos entusiastas se acercó a mí para invitarme: "Hay una fiesta donde va a estar Gabo y están dejando entrar a los estudiantes", me dijeron. "¿No vienes?". "No, yo voy a otra fiesta", les contesté cansado, pensando seriamente en el largo camino que aún me separaba de casa, en la frialdad de mi cuarto vacío y en aquel oportuno poema de Roberto Juarroz que hacía seis meses había colgado en mi puerta y en mis sesos: A veces parece que estamos en el centro de la fiesta. Sin embargo en el centro de la fiesta no hay nadie. En el centro de la fiesta está el vacío Pero en el centro del vacío hay otra fiesta. PD. Dos días después (mientras leía las últimas páginas de Bartleby y compañía) en la televisión nacional se presentó un programa en donde le hacían una entrevista a Enrique Vila-Matas. Esta vez era un tipo normal, agradable, casi dulce. En la entrevista decía que era el socio número 4.000 del Barcelona Fútbol Club, que deseaba fervientemente que el Real Madrid perdiera dieciocho partidos seguidos, que de sus libros los que más despreciaba eran los que habían tenido éxito (Bartleby y compañía, para ser exactos), comentó sus años de servicio militar en el norte de África y cuando en París fue inquilino de Margarita Duras, finalmente dijo que lo bueno de este festival era que le daba la oportunidad a la gente común de acercarse a la literatura y a los escritores que también son tipos comunes, y dijo que estos eventos ayudaban a difundir la cultura pero que ser culto no hacía mejor ni más humano a nadie, que ahí estaba de ejemplo la plana mayor de los nazis que escuchaban a Bach y a Mozart, pero que aun así lo que más odiaba en la vida era la incultura. ** Íos Fernández aquinovivenadie@hotmail.com Escritor colombiano (Cartagena de Indias, 1979). Estudió literatura y teatro. Ha publicado artículos, cuentos y poemas en medios impresos. === Arrastrados por la magia de Próspero: ================================= === La tempestad de los sentimientos Jorge Zavaleta Balarezo ========= Conocida como la última obra escrita por Shakespeare y la representación del propio autor a través del ingenioso Próspero que mueve los hilos de este romance, La tempestad, siglos después, nos sigue asombrando mucho más allá del cotejo de personalidades o del descubrimiento de un "nuevo mundo" que han sido, desde siempre, los tópicos centrales de cierta crítica. Nos interesa, en cambio, sobremanera y en particular, ese arte de Próspero, aquella dimensión mágica de este duque de Milán despojado de su título: cómo él es capaz, como el propio autor de una obra teatral, y a la vez como un director de escena, de introducir, desarrollar y solucionar los elementos de conflicto y sorpresa que hacen de La tempestad -precisamente en esos aspectos, muy ligados a lo que ahora se conoce como metateatralidad- una obra seductora, emocionante y nostálgica. Obra que termina por reunir a los aislados, que bebe de la fuente, sí, de un nuevo mundo pero también de un nuevo orden, al que subyace el espíritu romántico y entusiasta del Próspero hacedor de milagros, como la relación que establece para su adorada Miranda con Fernando; sus mandatos, no necesariamente siempre virtuosos, para Ariel; el espíritu espontáneo y liberal; o el castigo a Calibán, el "mal salvaje" que es, a un tiempo, representación de lo desconocido, lo maligno y hasta de la ignorancia si lo enfocamos sólo desde la perspectiva de los habitantes del mundo del XVII, aún no conscientes, por completo, de los nuevos territorios y realidades descubiertos y por descubrir. En Próspero se ha querido hallar al adalid de un proyecto monárquico, posterior al reinado isabelino, como parte de una misión shakesperiana en el campo político, pero, en lo puramente literario (aunque nada es puro en su totalidad) analizamos, más bien, a un astuto creador, inventor y reinventor. Todo lo que pasa en La tempestad ocurre por deseos de Próspero. Y él da las razones de sus actos. Entonces, no es sólo libertad, antojo o deseo ciego. Cada paso está justificado. El hecho de que él, en lugar de una venganza sangrienta o insana, sólo quiera dar una lección a los náufragos, confundirlos o burlarse sanamente de ellos, a pesar de que algunos han sido sus propios traidores, revela la dimensión humana, sentimental, de este Próspero que, también como un actor, se despide del público, con unas palabras de agradecimiento pero por igual pide disculpas. Porque quiere divertir y no ofender. Porque la vida es grata para él, a pesar de su largo aislamiento, porque Miranda y sus libros han sido su mejor compañía en el exilio involuntario, que ha sido también un exilio interior, largo, y cuyo final coincide con la partida hacia el lugar de origen. Los versos de despedida, por encima del recelo y la nostalgia, encierran un mensaje de esperanza y aguardan una absolución, son un canto al arte sin límites y los verdaderos amantes de las historias, las ficciones, de universos como los de La tempestad, constatamos, muchas veces y un tanto ambiguamente, que ellos semejan juegos de espejos o laberintos en que, por último, aflora la verdad. Una obra cercana a la explosión de la comedia o comedia misma, donde todo "termina bien", donde el mundo se desata y asoma el éxtasis de la alegría. Y, con ello, un adiós de Shakespeare que será largamente rememorado y reivindicado. En ese contexto, pues, es que Próspero asume varios roles y sus versos de despedida sintetizan esos papeles, resumen el tránsito de la obra, el propio camino y sentir de una vida y su afán por quedar bien. Los versos finales dicen: "Y así como sus pecados se han de perdonar, que su indulgencia me dé a mí la libertad". Es cierto, Shakespeare se oculta detrás de Próspero, se enmascara a través de él, pero no es por protegerse sino por la necesidad de un aporte consistente, definitivo, a una obra completa que le ha dado triunfos en vida, también sinsabores, pero sobre la cual sigue brillando la esperanza. René Girard sostiene que "esta tempestad tiene un solo y único efecto, el de llevar a todos los enemigos de Próspero bajo su férula, al único lugar donde todos sus deseos son inmediatamente ejecutados, su isla, su propio universo, el de la creación literaria" (448). La "tempestad" que da título a la obra ocurre al principio y amaina para dar paso a una "puesta en escena", a la vez, de tempestades interpersonales o enfrentadas. Durante la tempestad misma, los viajeros y la tripulación del barco -un buen grupo de los personajes- a la deriva en el mar, claman una dirección, pero sobre todo una salvación. De allí las importantes palabras del contramaestre ante los urgentes requerimientos de Gonzalo: "Cuando la tenga el mar. ¡Fuera! ¿Qué les importa un título de rey a estas olas que rugen? ¡A los camarotes! ¡Silencio! No nos fastidien" (primer acto, escena I). Es la comprobación, en el recio contramaestre, de que las fuerzas de la naturaleza, instigadas por lo divino (en este caso sabemos que por el travieso Próspero) son mucho más fuertes y no ceden ante un poder real, monárquico, empequeñecido en su estructura y dimensión ante situaciones límites y probablemente de consecuencias trágicas como ésta. Es cierto, Próspero atrae a sus enemigos y les va a dar una lección. Y qué mejor que empezar con una implacable tempestad, qué hay más dramático que eso mientras se navega, es enfrentar al hombre, en definitiva, a su destino, contrastar caracteres, generar miedos, despertar fobias. Próspero es malicioso pero no perverso y esta tempestad inicial es sólo el principio de un apasionante juego de emociones. Aquel proyecto en el que Ariel es un servicial colaborador, capaz de ocuparse de cada recado, porque las órdenes que recibe de Próspero parecen más que todo encargos. Se encarga, entonces, Ariel, de consumar el amor idílico entre Miranda y Fernando, de crear confusiones entre los náufragos de la isla, de hilar muchas tramas, aun más, es el propio Ariel quien directamente provoca la tempestad. Sin Ariel, poco podría hacer Próspero, en realidad. Y si éste vive conflictuado con Calibán, pese a un pasado más llevadero entre ambos, con Ariel se asocia hasta festivamente. Jan Kott titula a su estudio sobre La tempestad, "La varita mágica de Próspero". En efecto, mucho de magia y de aprendiz de brujo hay en el Próspero que refulge como el sol con un poder inusitado. Antes de retomar el orden -volver a Milán, recuperar su ducado- se ha presentado ante sus "huéspedes" (Alonso, Gonzalo, el contramaestre) que han transitado confundidos durante toda la obra, hasta escuchando murmuraciones o creyendo que oían cosas sin certeza (producto de la magia de Ariel). Es el reconocimiento, ese momento de la "anagnórisis" aristotélica, que, fiel a la tradición occidental, Shakespeare sabe necesaria e irremplazable. En esta parte final, Próspero aparece vestido de mago, lo que confirma cuál ha sido su función y labor a lo largo de la trama. Quizá ese vestido no necesariamente es un disfraz, es un atuendo que corresponde, efectivamente, al carácter "sobrenatural" que es capaz de manejar Próspero, de imponer sus deseos, hacer bromas, jugar malas pasadas, asustar un poco siquiera. Próspero vestido de mago es el Shakespeare con su mejor atuendo que culmina su larga carrera, nunca opacada pero sí llena de dificultades, como un sabio. Se sabe que luego de La tempestad el escritor se trasladó a Stratford con su hija y su nieta y sólo colaboró con algunas obras. Pero él mismo se convirtió en un mago. El lenguaje, las situaciones dramáticas o cómicas, las tragedias impredecibles, los diálogos más imaginativos y emocionantes, los parlamentos más inspirados y también los más crueles, todo está en las 36 obras de Shakespeare antes de La tempestad. Él merecía representarse como Próspero, ser su propio adalid, descubrirse, por fin, como el mago, que antes sólo dio vida a muchos personajes y situaciones pero se mantuvo detrás de la escena. Ahora se quita la careta, se ríe, juega con sus personajes, los engríe, nunca los maltrata, crea una tempestad, como un aluvión, como una tormenta de ideas. Cuando ésta amaina, Shakespeare nos vuelve a sorprender: recapitula los hechos del pasado más o menos lejano por testimonio directo de diversos personajes. El romance adquiere, ya, un ritmo rápido, dinámico, como en todas sus obras nunca agota, sí exaspera por lo profundo y brillante y trasmite una emoción digna de su mayor pluma e imaginación. Es ésta, pues, una "tempestad" de los sentimientos, de una traición (la que sufre Próspero y por eso está ahora en la isla y ha aprendido a vivir y convivir en ella), del amor (Miranda y Fernando), del terror (el naufragio durante toda la tormenta y los tripulantes que luchan por su vida), de lo espiritual como mágico (Ariel), de lo mitológico (la presencia, evanescente, de Iris, Ceres y Juno). Es, como se ve, un universo lleno de complejidades sostenido por un discurso poético y una trama que no ceden un ápice, que cuestiona órdenes y parámetros, rangos y grados, y, también, se autocuestiona. Y Próspero, bonachón y padre amoroso, decide el matrimonio de Miranda, en medio de esta tempestad de sentimientos, y ese amor que surge previo al compromiso, guiado por Ariel, ese trabajo de recoger leños por parte de Fernando, todo ello le imprime el sello del eros más rotundo, de una ceremonia del amor calculada al milímetro. Porque, ya se sabe, Próspero planea al dedillo cada acto importante que ocurre en la obra. Y ese amor, esa fraternidad, ese espíritu por lo común, el afán por lo colectivo y la amistad, esas "buenas intenciones" implican, por último, a casi todos los que participan de la obra. Y es que, creemos, Shakespeare necesitaba, muy aparte de la indulgencia final, una despedida feliz, como una fiesta de los sentidos, una celebración que no se intuye de inmediato porque sólo tras la violencia de la tempestad inicial comenzamos a conocer la "verdad de los hechos" que sostiene el romance. Entonces, Próspero, el hacedor, se descubre imaginativo pero también manipulador. Son los aspectos mencionados en estas líneas los que nos llevan a concluir que, como anuncia nuestro título, todos los involucrados son arrastrados por la magia de Próspero. Es ese truco, a la vez, la clave que guía la obra y nos permite entenderla en su superficie más plana y directa, amén de interpretaciones políticas, históricas, antropológicas o sociológicas. Es Shakespeare, por último y desde el comienzo. Y por ello, quizá, lo disfrutamos más. La delectación basada en la tradición, a su vez encadenada con la última genialidad de un creador inmortal. Bibliografía - Bloom, Harold. El canon occidental. Barcelona: Anagrama, 2002. - Clemen, Wolfgang. The development of Shakespeare's imagery. Londres: Methuen & Co., 1967. - Girard, René. Shakespeare. Los fuegos de la envidia. Barcelona: Anagrama, 1995. - Kott, Jan. Apuntes sobre Shakespeare. Barcelona: Seix Barral, 1969. - Shakespeare, William. La tempestad. Traducción de Marcelo Cohen y Graciela Speranza. Buenos Aires: Norma, 2000. ** Jorge Zavaleta Balarezo jorgez@telefonica.net.pe Escritor, crítico de cine y periodista peruano (Trujillo, 1968). Tiene estudios de literatura, periodismo, cine, publicidad y análisis político en la Universidad Católica de Lima y en el Instituto Idea, de Caracas (Venezuela). Publica artículos en los principales diarios y revistas de Lima y ha colaborado con las agencias Notimex (México) y DPA (Alemania). En 1998 publicó su novela Católicas y participó en el volumen colectivo Literatura peruana hoy: crisis y creación, de la Universidad Católica de Eichstätt (Alemania). === Por el camino de la poesía y los riesgos Manuel Sosa ============= La edición bilingüe de Por el camino de Sade, último poemario de Néstor Díaz de Villegas, autor cubano radicado en California, viene a confirmar algunas de nuestras viejas teorías sobre la poesía como comunicación y su eficacia en dependencia de la actitud con que se aborde. En primer lugar, destaca la naturalidad ante la cárcel que resulta un cuaderno compuesto estrictamente por sonetos. Y más aun, por sonetos que se entrelazan sobre un mismo mapa de temas y enunciados. Destacan la Revolución (no esta o aquella en específico, sino la misma de siempre: la que encumbra a la chusma y pretende violentar las relaciones sociales), la peligrosa y libertina figura de Sade, la concupiscencia, la indefinible Égalité, el Arte como "desviación" a lo que el mundo prefiere concretizar: la Realidad. Es una edición de lujo al traer apareadas la eficaz y madura retórica del autor, y la fiel (no literal) traslación al inglés de David Landau, que conversan desde los extremos siempre con fluidez y un ritmo que ajustan ambos para impedir que los lectores dejen el libro antes del final. Muchos versificadores incurren en esta falta, al no poder superar la monotonía que ellos mismos crean en sus metros, y es algo que casi siempre ocurre al leer colecciones de sonetos. Sin embargo, Díaz de Villegas es implacable: no se preocupa por "versificar" sino en decir lo que prefiere. Teoriza sin amonestar, rima sin caer en lo predecible, resuelve sus estrofas sin tropezar, entrelaza sus piezas como un astuto trebejista. El autor desentraña el casi imposible reto de convocar lo vulgar y no serlo a su vez. Pero sobre todo, deshace en parte la consabida divisa de que no se puede ser cubano y sutil en un mismo espacio. Cuando repasamos las páginas de Por el camino de Sade, entrevemos la burla a ese personaje contra quien está encauzado todo nuestro afán de artistas, de desviados, de indeseables invitados que se retrasaron o no llegaron a los festejos: la Turba. Y detrás de la Turba, con sus hilos lucientes, el Poder que hace inventario constante y altisonante de sus propias bondades. Ya ni siquiera pan y circo, sino mendrugos y casas de cultura. Asoma su velado rostro el chivato, quien copia a escondidas listas y versos. Se reúnen en el Marqués las distensiones de las que se apropia la modernidad. Un nutrido coro de vividores se retuerce entre placeres y miedos. Y el poema, el manuscrito transido de soledad puede explicar de forma oblicua que cada hombre posee una máscara, retocada siempre por las ebulliciones y la Historia. Alguna vez trataron de convencernos de que la poesía iba a tener, sin remedio, que especializarse. De que llegaría el tiempo en que abandonase sus remanentes de antaño: elementos narrativos, rimas, métricas, circunstancias. Pero leyendo libros tales como el de Díaz de Villegas, una vez más nos percatamos de que el poema es concreción particular (la articulación de lo que la racionalidad trata vanamente de definir) y no designación pura. El poema puede ser también actitud y rebasar las palabras. Dichosos aquellos autores que pueden equilibrarse entre la forma y sus respectivos idearios, que pueden deslindarse de una escuela y ser reconocibles en el acto. Y Néstor Díaz de Villegas es uno de ellos. Pero si nuestras nociones sobre la poesía en general pueden ser desmentidas con un libro semejante, también la creencia de que la poesía cubana se ha masificado viene a confirmarse, al ser Por el camino de Sade una de las excepciones. Quien estudie la literatura contemporánea insular puede percibir que ciertas molduras sustentan a las diversas promociones que han venido publicando al amparo de la euforia oficial y cultural. Si la literatura es un triunfo, tiene que ser a precio de sangre y desolación. Tiene que ser una victoria pírrica. Nunca puede ser "logro" de algún sistema. Basta alejarse y mirar desde la periferia: es un diapasón modesto, que se reduce a uniformidad. El coro ya trasciende a la propia isla, y en la diáspora persiste, siempre inamovible. La poesía cubana de hoy se ha convertido en una oferta conveniente y que espera retribuciones. Como ya sabemos, toda buena poesía es peligrosa. Y Lezama, Virgilio Piñera, Heberto Padilla y Raúl Rivero sufrieron (sufren aún) las consecuencias. La prosperidad literaria no es traspasable cual virus, de modo que recelamos de tantos y tantos libros triunfales. Para no cegarnos, y para que la pasión no nos aniquile, seguimos escogiendo nuestros propios antídotos: un libro de sonetos sospechosos, un refugio al regocijo que embarga a la muchedumbre. Díaz de Villegas se ha ocupado, muy oportunamente, de reeditar al sujeto Sade, y nos lo aparta del retablo al que siempre hemos preferido confinarle. Pues somos licenciosos cuando tenemos la seguridad de que nuestra osadía no ha de destejer el visaje que ofrecemos en público. Revelar cuánto de él llevamos no es un riesgo poético. El riesgo del autor consiste en socavar esas tres bases en que se asienta la lírica cubana: gravedad, arrogancia y sofística. Es irremediable usar la palabra "frescura" para fijar la disposición de este libro. Porque tal "frescura" lesiona, si acaso subrepticiamente, la oferta y la demanda. ** Manuel Sosa fincadesosa@yahoo.com Escritor cubano (Sancti Spiritus, Cuba, 1967). Ha publicado los poemarios Utopías del Reino (Premio David 1991, Premio Nacional de la Crítica 1993), Saga del tiempo inasible (Premio Pinos Nuevos 1995) y Canon (2000). Vive en Atlanta, Georgia (EUA), donde se desempeña como trabajador social. Mantiene un blog en http://lafincadesosa.blogspot.com. === En migración, como en arte, hablamos siempre de lo humano ============= === Gabriela de la Peña Astorga =========================================== Migración. Vocablo de uso cotidiano en casi cualquier sociedad urbana a nivel mundial en el siglo XXI. Vocablo también hartamente conocido y experimentado a lo largo de la historia de la humanidad. El fenómeno sigue siendo el mismo: colectivos humanos que se desplazan de uno a otro territorio en búsqueda de mejores oportunidades de vida. Hoy, migración. Ayer, éxodo, exilio, diáspora, peregrinaje. "Extranjero, forastero, migrante, foráneo" son todos términos que sirven para designar una misma condición en las personas a quienes se les atribuye el no pertenecer "originalmente" a la comunidad en la que se insertan; de quienes se presume que "están de paso", con todas las etiquetas negativas que eso conlleva. El fenómeno de la migración adquiere, es verdad, matices diferentes en cada una de las regiones económico políticas en las que se presenta. La base, no obstante, sigue siendo la misma: mientras designamos a algunos como "extranjeros" que se desplazan temporal o definitivamente de un país desarrollado a otro, o de una región que goza de un alto grado de riqueza per cápita a otro en que dicho indicador no lo es tanto; nos referimos en cambio al término "migrante" para designar a las personas que habiendo nacido en comunidades caracterizadas por niveles de pobreza extrema, han tenido que movilizarse hasta ciudades en las que ellos mismos pronostican mayores posibilidades de supervivencia económica. El drama de la migración, sea llevada a cabo por "extranjeros" o por "migrantes", implica siempre cambios difíciles tanto para el entorno de la sociedad de origen como para la de acogida. Pero sobre todo, implica para sus protagonistas la vivencia de situaciones de una incertidumbre angustiante y dolorosa. "Extranjeros" y "migrantes", sufren en carne propia los estados de ánimo que caracterizan la partida de un lugar conocido -en el caso del migrante, de un lugar pobre, pero conocido- hacia lo desconocido -y en lo cual, el pronóstico de éxito o fracaso tiene las mismas probabilidades de ocurrir. El traslado, además, conlleva las privaciones económicas y emocionales que forman parte inherente de haber cambiado su espacio cotidiano por otro. Sin embargo, no podemos hablar por igual del traslado y del proceso de movilización y cambio como algo que se presenta con las mismas características en "extranjeros" y en "migrantes". El migrante pasa por un proceso de traslado mucho más peligroso para su integridad física, carece en alto grado de los medios básicos para la supervivencia, y vive una realidad en donde la "distancia" es algo verdadero en sentidos literal y figurado: la distancia cultural entre su pueblo de origen y la ciudad altamente desarrollada a la que aspira a llegar y de la cual quiere formar parte activa; y la distancia geográfica que el migrante no puede reducir debido a los altos costos que ostentan los actuales medios de comunicación a distancia -Internet, teléfono de larga distancia, por ejemplo; posibilidad cerrada, además, si consideramos que muy probablemente en su lugar de origen no se cuenta con los recursos necesarios para establecer este tipo de comunicación-, no se diga ya de la nula posibilidad que tiene de regresar a casa mientras no arregle sus "papeles". Mientras todo parece "globalizarse" y los diferentes productos de consumo viajan cada vez más libremente a través de las distintas fronteras geopolíticas, el fenómeno de la migración se agrava: se abren las fronteras para los productos de consumo, pero no para las personas. Las abismales diferencias económicas entre unas naciones y otras, entre vecinos ricos y pobres, provocan la salida desesperada de amplios colectivos de migrantes dispuestos a cruzar las vallas cada vez más altas, cada vez más peligrosas, que contra toda lógica neoliberal -propia de los países que los reciben- establecen los líderes de las regiones en las que, cosa curiosa, sus hombres y mujeres de negocios siguen contratando a dichos colectivos como mano de obra barata. Mientras en el año 2003 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentaba un estimado para 2005 de entre 185 y 192 millones de migrantes en el mundo; este colectivo representaba ya para entonces el 2,9 por ciento de la población mundial. Por todo lo anterior, no es extraño que el arte refleje en nuestros días la compleja realidad de las comunidades que se ven abandonadas por sus habitantes -convertidos ahora en migrantes- así como de las ciudades de los países altamente desarrollados que los reciben y les proporcionan, en el mejor de los casos, aquellos trabajos que sus propios conciudadanos rechazan. Al otro lado (http://www.decine.com.mx/newsite/alotrolado/home.htm) es un buen ejemplo de cómo el arte da voz polifónica a la dramática y compleja experiencia de la migración. Película cuyo director, productor y guionista es el mexicano Gustavo Loza, presenta tres retratos llenos de sensibilidad y crudeza acerca del impacto que el fenómeno migratorio tiene en la vida de sus protagonistas, "los que se quedan en el pueblo": tres niños en búsqueda de un padre que ha emigrado a un país desarrollado con el afán de proporcionar un mejor nivel de vida para su familia. Mientras Prisciliano -a punto de cumplir sus nueve años y habitante de una comunidad rural michoacana- hace todo lo posible por cruzar "al otro lado" con el fin de traer a su padre de regreso, Fátima -de diez años, proveniente de una comunidad marginal en Marruecos- vive la peligrosa travesía de cruzar el Mediterráneo en "patera" hasta Málaga, en donde su madre le ha dicho que se encuentra su padre, que siete años antes partió desde Marruecos a España en búsqueda de un trabajo. El tercer retrato es el de Ángel, un niño cubano de ocho años, que sabe que su padre se encuentra en Miami y es un personaje famoso en Estados Unidos. En su intento por traerlo también de vuelta a casa, la tragedia se ciñe como simbolismo de la separación desgarradora que conlleva la migración en cualquier parte del mundo en que se presenta. Contada a través de fragmentos de las tres historias que se van dando secuencia para mostrarnos tres escenarios diferentes pero caracterizados por un mismo fenómeno, la película de Loza -su ópera prima en largometraje y designada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de México como representante ante la 78ª entrega de los Oscares en la categoría de mejor película en lengua extranjera- no aventura conclusiones apresuradas sobre el drama de la migración. Si es verdad que los protagonistas nos muestran el rostro humano de "los que se quedan", también es cierto que nos deja entrever la no menos difícil realidad de "los que se van". Como el fenómeno de la migración, el del arte que retrata el destierro y la partida, no es nada nuevo. Sí lo es que cada vez más, uno y otro parecen complementarse: el cine, la música, la literatura se convierten así en el bálsamo que alivia un poco una migración forzada en la que el individuo se niega a devenir mercancía humana, expresándose a través de un reducto que ha hecho propio: el arte. Algunos datos interesantes sobre los fenómenos migratorios a nivel mundial Fuente: Naciones Unidas, Trends in Total Migrant Stock: the 2003 Revision. Previsiones mundiales - En 2005, se estima que hay entre 185 y 192 millones de migrantes en todo el mundo. - En 2000, había 175 millones de migrantes internacionales en todo el mundo: una de cada 35 personas era un migrante internacional. - Los migrantes representan el 2,9 por ciento de la población mundial. - De ese total prácticamente la mitad (48,6 por ciento) son mujeres. - El contingente de migrantes internacionales pasó de 82 millones en 1970 a 175 millones en 2000. Tendencias mundiales - Las corrientes migratorias han cambiado en los últimos años, siguiendo los polos de atracción de la migración laboral. - En ciertas partes del mundo los contingentes de migrantes han disminuido: si bien el número de migrantes asiáticos ha aumentado, pasando de 28,1 millones en 1970 a 43,8 millones en 2000, el porcentaje de Asia en el total de migrantes internacionales ha disminuido, pasando del 34,5 por ciento al 25 por ciento durante el mismo periodo. África también ha registrado una disminución de su porcentaje de migrantes internacionales que ha pasado del 12 por ciento en 1970 al 9 por ciento en 2000. Esto también es válido para América Latina y el Caribe (que ha pasado del 7,1 por ciento al 3,4 por ciento); así como para Europa (que ha pasado del 22,9 al 18,7 por ciento); y para Oceanía (que ha pasado del 3,7 al 3,3 por ciento). Países receptores de los colectivos migrantes El 75 por ciento de todos los migrantes internacionales se encuentra en un 12 por ciento de todos los países: - Los Estados Unidos, con 35 millones de migrantes, registra el 20 por ciento del contingente mundial de migrantes. - La Federación de Rusia, con 13,3 millones de migrantes, registra el 7,6 por ciento del contingente mundial de migrantes. - Alemania con 7,3 millones de migrantes, registra el 4,2 por ciento del contingente mundial de migrantes. Población de migrantes por regiones - 56,1 millones de migrantes viven en Europa (incluida la parte europea de la ex URSS), o sea el 7,7 por ciento de la población europea ha nacido en un país distinto del que ahora forma parte. - 49,9 millones viven la situación migratoria anterior en Asia, o sea el 1,4 por ciento de la población asiática. - 40,8 millones en América del Norte, o sea el 12,9 por ciento de la población de esa región. - 16,3 millones en África, o sea el 2 por ciento de la población africana. - 5,9 millones en América Latina, o sea el 1,1 por ciento de la población latinoamericana. - 5,8 millones en Australia, o sea el 18,7 por ciento de la población australiana. ** Gabriela de la Peña Astorga fampeast@prodigy.net.mx Docente e investigadora mexicana (Torreón, Coah, 1971). Ha publicado trabajos académicos en el Anuario de Investigación de la Comunicación, la revista Comunicación y Sociedad, la Revista de Humanidades del Tecnológico de Monterrey y otras publicaciones. Ha participado en diversos eventos internacionales de antropología. Textos suyos han aparecido en http://www.sieyin.com/jaque y en http://www.cosiampiros.com. === "¡Nos vemos en Stockton!" Mario Wong ============================= A Anouk Guiné y, también, a mis amigos Rolando Romero ("El Salvajón") y Fernando Torres. (...) "Ahora puede parecer mentira que en un pueblo de veraneo pusiesen una película de Houston, pero entonces pasaban esas cosas. ¿Sabes lo que significa Fat City? Algo así como Una ciudad de oportunidades, o Una ciudad fantástica o, mejor aun, ¡menuda ciudad! ¡Pues menudo sarcasmo! Porque Stockton, que es la ciudad de la película, es una ciudad atroz, donde no hay oportunidades para nadie, salvo para el fracaso. Para el más absoluto y total fracaso, en realidad". (Javier Cercas, Soldados de Salamina, Tusquets Editores, Barcelona, 2001, p. 178). Tal parece que debo habituarme al hecho de que alguna gente que me ha conocido, o ha tenido amistad conmigo en París, me haga aparecer en algún relato, crónica o artículo publicado en revistas, periódicos, o en algún website. Mi amigo Miguel Rodríguez Liñán, por ejemplo, quien vive actualmente en Marsella, y que utiliza mucho este último medio de comunicación, hace mención de mi persona en algunas de sus crónicas que han aparecido en Ciberayllu (http://www.andes.missouri.edu/andes/ciberayllu.shtml). Cuando publiqué mi primera novela, El testamento de la tormenta (¡título éste que no hace de mí un atormentado!), y un tal Alayza -con el cual me crucé alguna vez en su paso por París (tenía yo una cita en el viejo Café Cluny, en la esquina del Bd. Saint-Germain y el Bd. Saint Michel, con un amigo escritor, Patrick Rosas, a quien iba a entregarle un ejemplar de mi libro, pero poco antes él me llamó para preguntarme si no me incomodaba que asistiese el tal personaje)-, un completo frustrado que, a los pocos días, sin que la novela aún hubiese sido presentada, me manda varias páginas de una seudocrítica (que más se explica por el desencuentro que tuvimos, debido a las opiniones que yo vertiese, al día siguiente, en torno a un manuscrito suyo que me hizo llegar), Rodríguez Liñán me dijo que no me ocupase de esa rata de albañal; la verdad que el tiempo ha pasado y yo seguí su consejo (en el fondo, como la novela recién estaba publicada, me sentía como el divino Mozart al que le había salido -de las sombras más oscuras de esta época siniestra-, un envidioso y sórdido Salieri). Otro escritor, de muchos más años que yo, al que le habían llegado dichas páginas, porque el muy "mala leche" del tal Alayza con premura las hizo circular, poco después me expresaría, que en su caso, aunque escribiesen mal de él o de sus libros (que en esos casos es lo mismo), no se hacía ningún problema, y agregaba que lo que importaba era que escribiesen. Ocurre que mi amigo (debo creer que lo sigue siendo, hoy no lo sé) Pablo Montoya -varios años antes de regresar a Medellín, o "Medallo" (como la llama Fernando Vallejo en La Virgen de los Sicarios, y que bien, ahora que lo pienso, ¡podría ser Stockton!)-, en una crítica, que tiene más de un acierto sobre mi novela, aunque encontré que exageraba (siempre lo he pensado) cuando sostenía en ese entonces, si no mal recuerdo, que me hallaba por encima de varios escritores de reconocido prestigio, entre los que figuraban algunos del boom. Bien, que sea contra el rigor de la crítica, sin embargo, justificable por la amistad que se iniciaba (y a que el "aprendiz de literatura" que era él, en ese entonces, se había entusiasmado completamente con mi libro) y que, después, más de una vez hemos acompañado de buen vino y quesos fraceses -"Ce n'est pas que je sois chauvine mais La France est quand même la reine des fromages", repite, en tono irónico, la "vioca Fontaine", en una canción (1) del grupo de rock Noir Désir, que escucho en este momento por la radio. Otra vez, en uno de sus relatos me hace aparecer en la rue Saint-Denis ("La calle de las putas") como uno de sus personajes de sus Visiones de París (Otras iluminaciones); cito: "...Wong pronunciaba la palabra mágica. Mayo. El administrador se reía. Se sobaba las puntas del bigote y nos hacía una verga con el dedo del corazón. Nos carcajeábamos y seguíamos avanzando en la cuerda floja de Saint-Denis. Aunque para Wong era inevitable recordar los mechudos de Washington. La primavera amorosa de San Francisco. El poder de las flores ante la boca de los misiles. Más adelante, las mujeres se recostaban en los muros como estatuas remotas. Wong se paralizó al ver a la negra. Sus mejillas estaban signadas por cuchillos o por el fuego o por la caricia implacable de aguas sagradas. Wong quiso que ella lo atravesara y lo marcara con las lenguas de su cuerpo. La negra miraba y sonreía. Una sonrisa de Zimbabwe, de dientes afilados, que hundía sus ojos de pantano en la peruana piel de Wong. Luego se perdieron tras unos corredores...". Aunque en este texto hay cosas ciertas, otras no lo son; yo soy y no soy (¡y me hace figurar con mi nombre!); otra vez bien, bien, lo acepto, ¡que sea por la literatura! Pero, recientemente, muy de noche, me llamó por teléfono la poeta Aline Nothomb (pas du Robert des noms propres [2]), sino mi "Jeanne d'Arc de Biarritz", herida porque Montoya había escrito lo siguiente sobre su "écrivain bien aimé": "...Mario Wong, un peruano atormentado que lee de la misma manera obsesiva en que bebe vino" ("Mi encuentro con Bolaño"; http://www.casa-tomada.com/Mi%20Encuentro.htm). Me dijo que le había enviado un e-mail tratándolo de perverso y violento; yo que conozco a Aline Nothomb, ¡es loquísima!, puedo entenderla, mas hallaba exagerada su reacción (no había leído aún el artículo, que Aline me lo envió inmediatamente por la net; "¡No lo dejan a uno dormir tranquilo, qué tal joda esto de la net!" -me dije). Ya me estoy pareciendo, sin quererlo, al escritor I. Thays, quien en su website (http://notasmoleskine.blogspot.com) reclama (y con justa razón) porque algún energúmeno, de esos que no faltan, se mete con su persona. El artículo, como casi todo lo que escribe Montoya, es muy bueno, pero, repito, primus, me hace aparecer como un atormentado, secundo, un lector desordenado y tertius, un ivrogne impenitente; esto último en oposición a él que leía -Estrella distante o Los detectives salvajes, dos de los libros de Roberto Bolaño- en el baño de su pieza en París, sin tomar una gota de alcohol; cito: "Detrás del Georges Pompidou, en un café donde el vino es barato, hablé con Wong sobre Estrella distante. El peruano me había prestado el libro unos días antes y ahí estábamos para hacer el inventario. Wong es un lector voraz y desordenado y ama por encima de muchos otros géneros ese que llaman policíaco. Yo soy todo lo contrario. Desde que me había tropezado con Bolaño, sólo me preocupaba por leer lo suyo. Y lo hacía a diferencia de Mario, en total abstinencia..."; y todo esto por convertirme en personaje para escribir su artículo, debido al malestar que él sintió la noche de la presentación de los libros de Bolaño (y de otros dos escritores que no menciono), "por andar preguntado huevonadas"(él mismo lo dice en su artículo), y que Roberto le diese la espalda. Aunque estuve presente, nunca he dicho una palabra sobre esto; en un manuscrito de novela intitulado Su majestad el terror (aún inédito), escribo un fragmento sobre Estrella distante y Roberto Bolaño esa noche (pero para nada menciono a P.M.). Que yo sepa, en el baño nunca se toma; sobre el género policíaco me reservo mi opinión y, este es mi primer comentario, en lo que concierne a mi persona, no bebo jamás cuando leo o escribo. Yendo a cuestiones más de fondo, me preocupa en realidad lo que expresa, seguidamente, Montoya; es que a partir de su lectura de Estrella distante y del poemario Tres de Bolaño, él comparte lo que es una constante, algo sintomático, en casi todos los autores que él denomina "el sospechoso lote del post-boom", esto es una lectura de los acontecimientos históricos de la década sangrienta de los 70 que responsabiliza a la izquierda. Cito: "...Estrella distante me deslumbró porque la entendí como una síntesis del destino de la izquierda latinoamericana. De esa izquierda que había luchado por un mejor porvenir en la década del 70 en Chile, y se había dado cuenta en medio de la náusea del alcohol y de la droga, que el asunto no era hasta la victoria sino hasta la derrota siempre. De esa izquierda que como lo dice el mismo Bolaño en uno de los poemas de su libro Tres, tenía pura intuición y nada de método. Estrella distante es una representación del fracaso revolucionario no solamente en Chile sino en América Latina. Quizás toda la obra de Bolaño sea esto y nada más". Además de que aparece, otra vez, su obsesión puritana contra el alcohol (pero como es colombiano aparece también la droga), arrogándosela a un actor colectivo -no por nada asistimos en estos tiempos a la "segunda etapa", en la intolerancia, del gobierno de George W. Bush Jr. en Norteamérica, y del autoritarismo fascistoide de Uribe en su país-, hace una lectura completamente ideologizada de la obra de Bolaño; lo que sin duda es un problema de teoría, que debe acompañar la crítica, y de método para abordar la obra de Bolaño (hay que haberla leído toda, completamente toda, lo que incluye, y parece tonto tener que decirlo, leer y releer su ciclópea última novela, 2666, que estructuralmente me ha hecho pensar en Wild Palms de W. Faulkner y en Los Zorros, de nuestro gran J.M. Arguedas; como que la enfermedad y el abismamiento de la muerte se hallan presentes en la escritura de ambos). Roberto Bolaño poco antes de morir escribió unas notas, inacabadas, para una conferencia (3) que se iba a titular "De dónde viene la nueva literatura latinoamericana"; cito en extenso: "Si me atengo fielmente al título", escribe Bolaño, "la respuesta no sobrepasará los tres minutos. Venimos de la clase media o de un proletariado más o menos asentado o de familias de narcotraficantes de segunda línea que ya no desean más balazos sino respetabilidad. La palabra clave es respetabilidad. Ya lo escribió Pere Gimferrer: antaño los escritores provenían de la clase alta o de la aristocracia y al optar por la literatura optaban, al menos durante un tiempo que podía durar toda la vida o cuatro o cinco años, por el escándalo social, por la destrucción de los valores aprendidos, por la mofa y la crítica permanentes. Por el contrario, ahora, sobre todo en Latinoamérica, los escritores salen de la clase media o baja o de las filas del proletariado y lo que desean, al final de la jornada, es un ligero barniz de respetabilidad. Es decir: los escritores ahora buscan el reconocimiento, pero no el reconocimiento de sus pares sino el reconocimiento de lo que se suele llamar "instancias políticas", los detentadores del poder, sea éste del signo que sea (¡a los jóvenes escritores les da lo mismo!) y, a través de éste, el reconocimiento del público, es decir la venta de libros... Así que los jóvenes escritores están, como se suele decir, escaldados, y se dedican en cuerpo y alma a vender. Algunos utilizan más el cuerpo, otros utilizan más el alma, pero a fin de cuentas de lo que se trata es de vender. ¿Que no vende? Ah, eso es importante tenerlo en cuenta. La ruptura no vende. Una escritura que se sumerja con los ojos abiertos no vende. Por ejemplo: Macedonio Fernández no vende. Si Macedonio es uno de los tres maestros que tuvo Borges (y Borges es o debería ser el centro de nuestro canon), es lo de menos. Todo parece indicarnos que deberíamos leerlo, pero Macedonio no vende, así que ignorémoslo. Si Lamborghini no vende, se acabó Lamborghini. Wilcock sólo es conocido en Argentina y únicamente por unos pocos felices lectores. Ignoremos, por lo tanto, a Wilcock. ¿De dónde viene la nueva literatura latinoamericana? La respuesta es sencillísima. Viene del miedo. Viene del horrible (y en cierta forma bastante comprensible) miedo de trabajar en una oficina o vendiendo baratijas en el paseo Ahumada. Viene del deseo de respetabilidad, que sólo encubre al miedo. Podríamos parecer, para alguien no advertido, figurantes de una película de mafiosos neoyorquinos hablando a cada rato de respeto. Francamente, a primera vista componemos un grupo lamentable de treintañeros y cuarentañeros y uno que otro cincuentañero esperando a Godot, que en este caso es el Nobel, el Rulfo, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Rómulo Gallegos". Entiendo Pablo, que tú, como todos los escritores de nuestra generación (y, obviamente, más aun las posteriores), quieras hacerte y pugnes por un espacio de respetabilidad, mais, mais..., en el mudo actual en el que el vivir mismo ha pasado a ser un acto de resistencia, y en que el amor (4) es casi un imposible, ¡y es por eso que existe!, para mí la amistad -y en eso, tal vez, no soy un escritor- es algo que... Para finalizar este artículo sólo quiero agregar que es un problema, mierda, ¡ser un escritor medianamente público! Bueno (y esto, para concluir en la literatura), Pablo, "¡nos vemos en Stockton!" (5). Notas 1. "L'Europe" (Noir Désir, des Visages des Figures, 2001). 2. Título de una de las novelas de la escritora Amelie Nothomb, publicada por Albin Michel en 2002. 3. Roberto Bolaño, "Sevilla me mata" (In: R. Bolaño, J. Franco, R. Fresán (e.a.), Palabra de América. Prólogo de Guillermo Cabrera Infante, Seix Barral, Los Tres Mundos, Ensayo, Barcelona, 2004, pp. 17-19). 4. "...En la experiencia, dijo Bolaño una vez, hay una especie de triángulo formado por el arte, el poder y la muerte. La otra posibilidad sería un triángulo formado por el arte, el amor y la muerte. Entonces el arte toma el lugar del poder; 'Y en ese caso', concluye Bolaño, 'el arte se vuelve algo muy peligroso' " (Gonzalo Garcés, "Dos Modelos", In: R. Bolaño, J. Franco, R. Fresán (e.a.), op. cit., pp. 100-101). 5. "...Esa noche nos reímos mucho y cuando llegamos ya de madrugada al camping y vimos que todo el mundo estaba durmiendo y que el bar estaba cerrado seguimos charlando y riéndonos con esa risa floja que le da a la gente en los entierros o en sitios así, ya sabes, y cuando ya nos habíamos despedido y yo me iba ya para mi tienda, dando tumbos en la oscuridad, Miralles me chistó y me volví y lo vi, gordo e iluminado por la luz escasa de una farola, erguido y con el puño en alto, y, antes de que estallara de nuevo su risa reprimida, lo oí susurrar en el silencio dormido del camping : "¡Bolaño, nos vemos en Stockton!". Y a partir de aquel día, cada vez que nos despedíamos hasta la mañana siguiente o hasta el siguiente verano, Miralles añadía siempre: "¡Nos vemos en Stockton!" (J. Cercas, op. cit., p. 179). ** Mario Wong fmawong@yahoo.fr Escritor peruano (Lima). Reside en París desde 1989. Colabora en Perú en la revista de poesía Maestra Vida y en diversos diarios limeños. Actualmente es corresponsal de la revista latinoaméricana Archipiélago (México). Entre sus publicaciones se encuentran: La estación putrefacta (poesía, 1987), El testamento de la tormenta (novela, 1997), Moi, Je Vis à San Miguel, mais Je Meurs pour Amalia (relatos, ed. bilingüe, París, 2002) y 14 escritores latinoamericanos en París (antología, 2000). === El rompimiento de la estructura capitalista en los medios, ============ === un camino para encontrar su legítima labor ============================ === Giovanni González Arango ============================================== La necesidad de establecer un quinto poder que defienda a la lastimada opinión pública de los continuos e imponentes ataques de los poderosos medios de comunicación, quienes, dicho sea de paso, desvían lo que representa una legítima labor informativa, es un tema tan aquejante y difundido entre académicos, catedráticos, algunos profesionales y representantes de la comunidad misma, que no sería inoficioso traerlo a colación y, gracias a ello, establecer una posición clara en cuanto al tema, que espero contribuya a la construcción de su propia perspectiva, sin pretender, desde luego, la univerzalización de mi pensamiento. Como espero sea conocido ampliamente por quienes tengan la oportunidad de acceder a este texto, el siglo XX trajo consigo grandes cambios ideológicos que lograron su pronta y efectiva masificación, gracias al invaluable aporte que, en materia tecnológica, tanto revolucionó la dinámica, no sólo de la precursora de los cambios, la ciencia, sino de la sociedad misma. El desarrollo de la radiodifusión, la llegada de la televisión y la masificación de los productos elaborados por la prensa escrita, convirtieron a los llamados medios de comunicación en la única herramienta que la sociedad encontraba para constituirse en parte activa de la caótica dinámica que comenzaba a nacer. Pero la aparente misión comunitaria de los medios, la aparición de lo que se conoció como el cuarto poder, fue prontamente prostituida y manipulada por la rígida estructura económica que, desde comienzos de siglo, comenzaba a univerzalizarse, y gracias a ello se proclamaba como la más grande e imponente fuente de poder. Tal fue la extensión de los dominios de la esfera económica que hasta la política se mantuvo subyugada a ella. Como lo ven, el poder casi monárquico, que se establecía gracias al desarrollo de una ruda y a la vez persuasiva estructura económica, producía una inminente homogenización ideológica que, impedía la instauración de herramientas que lograsen contrarrestar los nefastos efectos de la ya evidente pero no menos detestada univerzalización. La proclamación de los medios como la llegada de un cuarto poder, defensor auténtico de la esfera pública y vía de escapatoria al reinante e invencible capitalismo, no fueron más que un espejismo; un efímero y embellecedor disfraz que desde su mismo origen se mantuvo al servicio de los poderosos, pues el único contacto que mantenía con la comunidad jamás encontró un objetivo en la solución de alguna de sus problemáticas, por el contrario, su intención se mantuvo enmarcada por un ánimo persuasivo y cuyas pretensiones no respondían a un deseo diferente que el de la masificación de las ideologías vendidas por los más poderosos imperios de nuestro planeta. Pero no sólo era esa impenetrable estructura capitalista la que tanto desviaba las legítimas y más provechosas intenciones de los medios informativos; sus opositores socialistas, quienes lograron desestabilizar el aplastante imperio, en cierta medida, y el enfrentamiento ideológico del que hicieron parte ambas tendencias, deformaron, aun en mayor grado, una auténtica misión comunitaria que, sin embargo, seguía siendo falsamente promulgada por los medios masivos de información. Superada la confrontación ideológica, que tantos conflictos políticos desató y cuya trascendencia logró imponerse como el motor de la dinámica bajo la cual se desarrolló la sociedad durante la mayor parte del siglo XX, el deformado cuarto poder que descaradamente decían ejercer los medios masivos se enfrentaba a una nueva realidad aun más dominante, haciéndose irremediablemente dependiente de ella. El triunfo del capitalismo y la extensión de sus dominios, gracias a la desenfrenada carrera por la globalización mercantil generada por la industrialización, alcanzan un poder casi omnipotente al apropiarse de los ya prostituidos medios informativos; es así como los diferentes poderes, aparentemente constructores de sociedad, se unen en torno a un mismo objetivo; la defensa por la universalización de una estructura económica cada vez más sectorizante y destructora de todo principio igualitario. El crecimiento económico de varias industrias, cuya evidencia se hace palpable en el nacimiento y posterior desarrollo de empresas multinacionales, produce que la actividad comercial se convierta en la principal fuente de sostenimiento para varios de los sectores que conforman la sociedad, sin importar su posición o funcionalidad; por supuesto, los medios tampoco escaparon de ello; contrario a lo que un verdadero poder, defensor de la sociedad civil, debería enfrentar, los medios masivos se hicieron fácil presa de ese abominable juego, tanto así que su labor se limitó a una neta función publicitaria, lo que no hizo más que provocar un notable aumento en el poderío ejercido por estas multinacionales y, lo que es peor e infinitamente nauseabundo, generando la esclavitud de una sociedad que, indefensa, no encuentra alternativa distinta a la rendición, lo que reafirma la solidez de una estructura económica hasta el momento inquebrantable. Justo como la descripción a la que hago alusión lo muestra, la sociedad civil, lejos de encontrar un verdadero y eficaz mecanismo de defensa, se hundía cada vez más en una esclavizante e incorregible situación, mientras que la estructura económica establecida se fortalecía con el nacimiento y pronto desarrollo de las fuentes que la alimentaban. Pero la realidad de nuestros tiempos difiere mucho de aquel espantoso pasaje que traté de dibujar con mi relato, pues el fenómeno que caracteriza la dinámica actual es demasiado indignante como para comparársele con anteriores situaciones. El inmenso poderío de los países del primer mundo, la impresionante pobreza de los países con bajo desarrollo industrial, la inaudita peste publicitaria producida por las empresas multinacionales y los disfraces de bienestar comunitario, paz, justicia, entre otros falaces caracteres bajo los cuales se cubren estos nefastos estamentos, son algunos de los elementos que tristemente marcan el rumbo de nuestra realidad. Entre tanto, los medios masivos informativos se convierten en los principales actores del fenómeno, pues el apresamiento, del que no pueden y mucho menos desean salir, los constituye en los más fieles defensores del enfermizo mercantilismo y, siendo más descriptivos y puntuales, se constituyen como herramientas determinantemente reproductoras de ese incontrolable imperio llamado mercado. Los medios, conscientes de su pérdida de credibilidad ante la opinión pública, comienzan a tejer estrategias que les permitan contrarrestar los peligrosos efectos de su mezquina labor; es entonces cuando surgen mecanismos cuya funcionalidad responde a las más puras y benéficas intenciones para la comunidad; efectivamente, desde el punto de vista teórico, las figuras conocidas como defensor del televidente, o del lector en la prensa escrita, dan cuenta de una auténtica labor social, pero dicho deseo de cambio y la aparente disponibilidad para hacer del ejercicio comunicativo una labor más humana y equitativa, no son más que otro acto de cobardía que se despierta en su más esencial y verdadero deseo de manipulación, pues la verdadera misión de esta repentina voluntad de defensa al público encuentra su origen en la necesidad de disfrazar unas egoístas intenciones, destructoras de la ansiada igualdad, reclamada por una sociedad que, en medio de su desesperación, alcanza a advertir la insultante actitud de lo medios ante su existencia. Para colmo de males, los poderosos imperios del primer mundo, como otrora lo hicieron a su antojo, y hoy más que nunca, mantienen bajo sus dominios, no sólo la voluntad de los medios de información, sino los mecanismos para que su puesta en escena se haga posible; es así como consiguen que su imagen no se vea afectada en conflictos de tipo moral, por más demoníaco que sea su proceder. Y es que el poder de las multinacionales o de algunas industrias, en particular, no es adquirido por mérito propio; la importancia de sus nombres trae oculta la fuerza de un ente mucho más poderoso e influyente; la imponente imagen de una potencia política y económica es quien finalmente garantiza el éxito o fracaso de las actividades mercantiles, y por ende se constituye como el respaldo simbólico de los entes comerciales a los que me refiero. Como se hace evidente en nuestros días, el enfermizo poder del capital brinda las más efectivas herramientas para que los grandes grupos económicos alcancen la opulencia que los haga capaces de acaparar los más influyentes sectores de la opinión, como sucede con los medios de transmisión masiva. Dichos medios informativos, al estar sujetos a la dinámica impuesta por la empresa privada, y esta última, a su vez, al mantenerse bajo los mandatos de las potencias políticas y económicas, hacen que la labor del comunicador se reduzca a la de un pregonero de la realeza, como fue usual en tiempos ya remotos de nuestra historia. Como espero se haga lo suficientemente visible, los medios carecen de una autonomía que los haga libres y que les otorgue las herramientas necesarias como para construir un verdadero mecanismo de defensa que, de igual manera, les brinde una imagen sólida e independiente, propicia para servir de provecho a la más afectada e indefensa comunidad. Ahora que abordamos un punto más crítico del discurso, la omnipotencia de los países con alto desarrollo industrial, se hace necesaria la profundización, pues a mi juicio es este el punto central de la problemática. Es demasiado preocupante que la actividad de los comunicadores se mantenga dominada por esta sólida estructura económica, pero como el problema encuentra su origen en un punto más profundo, es imperioso acudir a la descripción de la realidad mundial, pues finalmente el fenómeno que tanto nos aqueja, y que es objeto de esta crítica, es el fiel reflejo del desequilibrio social que caracteriza a nuestros pueblos. Es evidente para cualquier ciudadano común la existencia de un poder tan opulento y destructivo que determina el rumbo de la dinámica social del planeta. La estructura económica capitalista encuentra un orden sistemático tan sólidamente construido que su desestabilización raya aun el marco de lo utópico; es así como encontramos un orden político monárquico y que podríamos llamar universal; en él se divisa una cabeza sólida, imponente y tirana, defendida por una fiel corte que garantiza su permanencia en la cumbre del poder; y como nunca puede faltar en un estado de dichas características, olvidados, repudiados y oprimidos se encuentran los súbditos que, no por lealtad, sino por necesidad, reconocen la autonomía de su gobernante. Si se necesita una mayor especificidad para poder comprender la situación que acabo de describir, no tendré reparo alguno en citar, con nombres propios, la tiranía de la que la comunidad mundial se hace víctima. Lo que en últimas quiero mostrar es la organización política universal que se ha tejido sin nuestro consentimiento, pues nuestro planeta parece estar regido por el más obsoleto y opresor de los sistemas; la monarquía. Visto el mundo como un estado monárquico, dirigido por una dominante potencia como los Estados Unidos, defendido por una fiel corte como la comunidad Europea y las potencias de Oriente, y manteniendo oprimidos a sus súbditos del tercer mundo, Latinoamérica, África y Oriente Medio, se hace necesario que dicho monarca se apodere de toda fuente de opinión, de lo contrario su estabilidad podría verse seriamente amenazada. Volviendo a lo que históricamente ha caracterizado la labor de los medios de información, podremos darnos cuenta de que el infructuoso cuarto poder jamás existió, y que su postulación no fue otra cosa que un tierno y convincente disfraz, pues desde su mismo origen los medios se encontraban al servicio de los altos mandos del poder; en principio, fueron aduladores de la corte y del clero, mucho después experimentaron un desarrollo tecnológico que se convirtió en el arma más poderosa con la que contaron las grandes potencias, en lo que tuvo que ver con la masificación de sus ideologías políticas, para transformarse, finalmente, en una herramienta publicitaria, sin perder, desde luego, su más pura esencia, identificada como un sólido escudo gubernamental. Y es que no se puede hablar de un servicio comunitario cuando la información trae consigo un carácter tan persuasivo y manipulador, tal y como se presenta actualmente; no se puede considerar medianamente objetivo un medio que pone de manifiesto, aunque de manera implícita, su pensamiento político, que obviamente no proviene de una construcción propia sino del sometimiento del que nunca puede liberarse; no podemos aceptar, ni por un instante, que una labor comunitaria se identifique como un proceso generador de los tejidos sociales, pues su sola postulación es lo suficientemente arbitraria y tirana como para deslegitimar cualquier intención de servicio a la comunidad; en definitiva, es tan autoritaria, cruel e imponente la posición que desde siempre han asumido los medios masivos ante su público, que me apenaría aceptar la presencia de ese cuarto poder, tal y como se le planteó desde su mismo origen. Prueba fehaciente de los planteamientos que niegan la posibilidad de una auténtica labor comunitaria en el papel que desempeñan los medios informativos, es la manera amañada y evidentemente parcializada como han dibujado los más escalofriantes eventos escenificados por las grandes potencias de las que hablábamos en otro punto del debate. Es así como los conflictos políticos de los que han hecho parte estos imbatibles combatientes, se han presentado al mundo con el tácito pero no menos evidente sello del poder, donde la verdad es reemplazada por la conveniencia y la libertad por la obediencia. Conflictos como el protagonizado por los Estados Unidos y su injustificada guerra contra el medio oriente, han sido descritos bajo el grueso manto de la irremediable parcialidad con la que las más importantes agencias internacionales de noticias se han visto obligadas a emitir la información, pues la revelación juiciosa de los hechos seguramente habría provocado indignación, repudio y rechazo, que en nada hubiesen beneficiado los intereses norteamericanos y probablemente habrían provocado el retiro de tropas aliadas, enviadas por su fiel corte, de la que hace poco también hablamos y que espero no haya sido tan prontamente olvidada. Si ha seguido esta lectura con la cuidadosa atención de la que espero no se haya desprendido, no tendrá problemas para coincidir conmigo en que existen aún entes demasiado poderosos como para que los medios puedan huir de su absorbente fuerza, y se conviertan en el auténtico cuarto poder que se les atribuyó en un comienzo, del cual nunca hemos sido testigos. Otra de las fuentes que alimentan el acaparador poderío instaurado por las extensamente referidas potencias del mundo, es el incorregible y paralizador impacto que en todos los sectores de la sociedad causa la presencia de las empresas multinacionales, que al igual que los entes a los que anteriormente nos referíamos poseen una solidez inquebrantable y establecen estructuras en las que se albergan todos sus prisioneros; los medios masivos, quienes hacen parte fundamental de este grupo, se constituyen en una herramienta esencial para la masificación publicitaria de sus mercados. Dichos grupos económicos, al poseer el capital, se convierten también en dueños de los escenarios, la tecnología, el personal administrativo y todas aquellas herramientas que hacen posible la escenificación del ejercicio periodístico. Es tan absorbente el poder de la empresa privada, que logra acaparar gran parte de las actividades económicas, cerrando las puertas a microempresarios y trabajadores independientes, quienes no encuentran otra alternativa distinta que rendirse ante sus pretensiones y recurrir a los grandes imperios del mercado; dicha situación es fácilmente comparable con el fenómeno que tanto aqueja a los medios de información, en donde cadenas regionales, locales o comunitarias no encuentran posibilidad alguna para competir con las grandes cadenas privadas, quienes a su vez hacen parte de ese poderoso imperio capitalista. Debido a la dependencia de la que los medios son incapaces de escapar, su labor pasa a cumplir una función netamente instrumental, que lejos de informar y defender los intereses de la comunidad se mantiene al fiel servicio del poder capitalista que, desde luego, se encamina a la extensión de sus dominios. Es este el momento propicio para citar a un irreverente personaje, quien a mi juicio representa la imagen de un auténtico profesional del campo noticioso; Ignacio Ramonet, director del periódico francés Le Monde Diplomatique, en su edición en español, y quien hace muy poco visitó nuestro país, sostuvo en una conferencia a la que fue invitado por la Universidad Central de Bogotá, que había desaparecido ese citado cuarto poder ejercido por los medios, a quienes se les postuló como defensores de la comunidad. Ramonet describía una realidad histórica según la cual los medios informativos habían pasado de ser abogados de los pueblos y auténticos servidores de la comunidad, a convertirse en borregos de la empresa privada y las grandes potencias, para lo que proponía la creación de un quinto poder que se estableciese como una herramienta defensora de la opinión pública, ante los continuos ataques de los medios de transmisión masiva. Ramonet advirtió también un fenómeno que aquejaba a los actuales comunicadores, tan aberrante como para deslegitimar una auténtica labor informativa en su proceder, pues señaló que los medios ya no cumplían una función reproductora de la realidad, sino que en su afán por complacer la voluntad de la empresa privada y las potencias industrializadas se convertían en constructores de ella, lo cual es tan cierto como infame. En su discurso se encuentra otra grave denuncia a la que me parece adecuado acudir; se trata de un juzgamiento que pone al descubierto un aterrador atropello contra el público, dice el periodista español, conocer casos en los que los periódicos cobran fuertes sumas de dinero a cambio de la publicación de noticias de interés público, mientras que en otros medios a este tipo de informaciones ni siquiera se les presta importancia; obviamente, en ninguno de los dos casos hay una auténtica voluntad de servicio, y si el recibir una información a la que se tiene derecho depende de una retribución económica, a la que yo llamaría corrupta, es preferible y mucho más sano renunciar a ello. Me identifico con esa voluntad de cambio expresada por Ramonet y me sumo a su denuncia, que reclama la presencia de un poder para la auténtica defensa de la opinión pública, pues resulta demasiado obvio que los medios informativos se encuentran muy lejos de responder a dichas expectativas, y lo que es más disiente, les es imposible deshacerse de las cadenas que los hacen prisioneros del imperio capitalista. Pero aunque esté de acuerdo con la percepción que sobre la situación actual de los medios masivos expone este periodista, no podría aceptar el hecho de que el cuarto poder hubiese existido en algún momento tal y como fue promulgado, pues como lo hice saber en párrafos anteriores, los medios informativos fueron creados por los poderosos imperios a los que no me canso de repudiar, lo que no se hizo con otra intención diferente a la de la extensión de sus dominios; por lo tanto, la misión comunitaria con la que se les quiso encubrir nunca ha llegado a escenificarse. Al no existir ese cuarto poder y los medios convertirse en fuente de abastecimiento de los poderes ya establecidos, la intención de crear esa herramienta de defensa sigue estando vacante, por lo que sería ilógico construir un mecanismo que contrarreste una fuerza inexistente. Pero los medios, no contentos con manipular y persuadir de la manera más aterradora a la atacada y ya resignada opinión pública, pretenden retomar la intención comunitaria bajo la que nunca han actuado. Es entonces cuando nacen esas repentinas, pero no menos mentirosas figuras, aparentemente fiscalizadoras de la labor periodística. La aparición del defensor del televidente en las más importantes cadenas o el defensor del lector, en los periódicos más leídos de la grandes ciudades, no son más que otra patraña; un nuevo y transitorio disfraz que les permite seguirse aprovechando de los más débiles, desde luego, ocultando sus verdaderas intenciones, meramente publicitarias. Respondiendo a la más legítima labor comunitaria con la que deseo me identifiquen, soy consciente de que pueden existir opiniones encontradas en torno a la característica a la que actualmente nos referimos, así que es posible que muchos de ustedes piensen que mis palabras no son más que la consecuencia de mi ira; pero aunque en realidad me sienta indignado por los mil y un atropellos que he descrito, les aseguro que mi discurso procede de las más puras intenciones, legítimamente comunitarias. Así que si considera que me equivoco al calificar de mentirosas las figuras a las que apenas hace unas cuantas líneas hacíamos alusión, lo invito a que siga de cerca la labor de dichos defensores, y si encuentra que alguna de las quejas que el público presenta recibió una verdadera solución, le ruego me lo haga saber por el medio que le sea posible; no dudaría en reconocer mi error, si así ocurriese y me retractaría inmediatamente, pues un buen comunicador es capaz de denunciar, pero uno auténtico tiene la obligación de retractarse ante las equivocaciones. Ustedes juzgarán. Para referirme al plano latinoamericano, tengo que empezar por decir que no puede describirse sin dejar de lado lo que ocurre con las grandes potencias del mudo occidental, pues como lo he tratado de hacer evidente a lo largo de este escrito, la dependencia a la que estos poderosos imperios tienen sometidos nuestros pueblos es demasiado absorbente, y por ende se convierte en punto de estudio obligado, bajo cualquier análisis. Pues bien, como ustedes ya lo saben, nuestros países sufren un subdesarrollo tecnológico e industrial que les impide competir con los territorios del primer mundo, lo que imposibilita el establecimiento de una estructura económica sólida, que se traduce en hambre, pobreza y desequilibrio social. Esta situación hace que nuestros estados se vean obligados a acudir a fuentes con alto poder de inversión, y qué mejor alternativa que servirse de las aparentes bondades de los imperios capitalistas del primer mundo. Esta dependencia económica se extiende por todas las esferas del poder para convertirse en un absoluto sometimiento del que nadie puede escabullirse, y los medios informativos no son la excepción. No sólo nuestros medios de transmisión masiva, sino también los del llamado primer mundo, deben su existencia a ese juego capitalista, por lo que les es imposible atacar al sistema y, como es de suponer, los nuestros se mantienen también bajo el domino de los medios de dichos imperios. Así pues, las cadenas noticiosas latinoamericanas, llámense prensa radio o televisión, se encuentran oprimidas no sólo por una, sino por varias fuerzas que, a fin de cuentas, representan un mismo poder, el capital. Es en razón a este apresamiento que los medios informativos latinoamericanos se ven limitados a retransmitir las noticias emitidas por las agencias internacionales, con las que desde luego sólo cuentan las grandes potencias. Como espero haya sido entendido, los medios de información del primer mundo se encuentran limitados por la voluntad de sus estados, y en consecuencia carecen de la libertad que les permita desarrollar una labor medianamente objetiva, por lo que los latinoamericanos terminan corriendo con la misma suerte, aunque de una manera más humillante e indignante. Lo anterior corrobora otra de las grandes falencias del periodismo actual, la noticia vista desde un mismo lente, lo que se constituye en otro atropello contra el público, quien al no tener la posibilidad de comparar las versiones, se hace incapaz de emitir juicio alguno y, consecuentemente, pierde la libertad de elegir. Libertad es el grito con el que Latinoamérica entera reclama su legítimo derecho a la información, pero en vista de las difíciles condiciones con las que los comunicadores realizan esta labor, parece estar lejana la obtención de ese maravilloso sueño, pues para ello se necesitaría una transformación total de los rígidos sistemas que gobiernan a nuestros pueblos, lo que implicaría una ardua tarea filosófica, pues nuestra realidad es tan incombatible que sólo un cambio de pensamiento y el despertar conciencia provocarían verdaderos e incidentes efectos. Mientras tanto, es imposible enfrentar el aplastante poder del capitalismo; pero aunque piense que tengo razón en ello, no creo poseer la verdad absoluta ni pretendo obtenerla jamás, así que aún guardo la esperanza de que aparezca ante nuestros ojos un líder con buenas ideas que pueda proponer una mejor solución, con la que logremos actuar más pronta y efectivamente. Los aplastantes atropellos que continuamente son cometidos por los medios informativos son mecanismos a los que se ven obligados a acudir, en razón a la dependencia de la que son víctimas, pues en el caso en el que desearan redefinir sus objetivos y éstos no se adecuasen a las expectativas que de ellos esperan sus opresores, pondrían en riesgo su propia existencia. Al abastecernos de un análisis profundo, podríamos percatarnos de la presencia de un problema mucho más complejo, con el que terminaríamos por justificar la actitud de los medios de transmisión masiva. Como no me he cansado de señalar, y sin el ánimo de sonar fastidiosamente repetitivo, la majestuosa e indestructible red tejida por esa imponente máquina llamada capitalismo, hace que la comunidad mundial, en toda la extensión de la palabra, sea atrapada y devorada. Gobiernos, pueblos, industrias, medios de producción, tecnologías, ideologías y todo lo que encuentra a su paso, es absorbido por el atemorizante imperio. Esa estructura económica que incluso es capaz de dominar otras esferas, posee una omnipotencia que necesita ser alimentada, y qué mejor que aprovechar el poder persuasivo de los medios. Igualmente, como ocurre con todos los poderosos, el capitalismo necesita vender una imagen benévola que cautive a la comunidad, y qué más artísticos embellecedores que los medios de información. A su vez, el imperio establecido necesita convencer a la opinión de que su ideología propone el más justo y benéfico sistema; adivinen quiénes promulgan estas sanas políticas. Como se hace palpable mediante esta argumentación, las condiciones a través de las cuales se pone en escena el mundo de la información hacen que la independencia que tanto reclamamos nunca llegue a materializarse, pues no existen mecanismos que brinden las herramientas adecuadas para el enfrentamiento. Así pues, tanto los medios como la opinión pública se encuentran desprotegidos ante la invasora fuerza del capitalismo, por lo que unos y otros no poseen más alternativa que el sometimiento. Al no haber existido jamás una verdadera voluntad de servicio en los medios de información, la funcionalidad que se les atribuyó, la cual fue postulada bajo el pretencioso carácter de un cuarto poder y que fue equivocadamente identificada como una fuerza defensora de la comunidad, obviamente tampoco llegó a constituirse. En realidad, los medios nunca ejercieron poder alguno, por el contrario se mantuvieron eternamente dominados; no fueron más que una herramienta facilitadora y extensiva de los poderes establecidos; fueron prisioneros, títeres, juguetes, disfraces, armas, obreros, pero nunca llegaron a poseer la independencia que los hiciera poderosos; la sola advertencia de encontrar en ellos un carácter tan pretencioso como falaz me genera escalofrío. ¿Cómo pensar entonces en la posibilidad de establecer un quinto poder? En últimas, es irrelevante el hecho de crear un cuarto o quinto poder, lo único cierto es que la comunidad aún no encuentra un auténtico mecanismo de defensa ante la tiranía de la que es víctima. Sí, el construir un escudo protector de la comunidad es una tarea tan necesaria como difícil, lo que me lleva a trasladar la discusión bajo el siguiente interrogante: ¿cómo hacer que la sociedad encuentre la protección que la haga inmune ante los ataques de los actuales medios informativos?, cuestionamiento que me parece no ha sido resuelto por ninguno de los que proponen la necesidad del replanteamiento ideológico, que dicho sea de paso carece de una descripción instrumental y, por ende, de la fuerza necesaria como para considerársele una verdadera solución, pues no podemos pensar que a través de la denuncia lograríamos resolver un problema tan complejo y mucho menos cuando en medio de él se encuentran tan poderosos rivales. Si antes me aquejaba la preocupación por no encontrar, en los discursos que promueven la redefinición de los objetivos auténticamente informativos, soluciones provenientes de la construcción de un pensamiento serio y cuidadosamente tejido, ahora mis palabras se encuentran enmarcadas por el deseo de proponer una estrategia clara y efectiva, sustentada en un fundamento teórico lo suficientemente sólido como para contribuir a la anhelada solución. Pero, tristemente, debo reconocer que dicha imagen aún no ha llegado a mi mente, y aunque alcanzo a divisar una salida creo que su materialización es más utópica que la objetividad misma. Mientras mis ideas no me brinden herramientas con las que tenga la certeza de encontrar una respuesta, seguiré pensando que la única forma de romper las barreras que impiden el establecimiento de un ejercicio legítimamente periodístico es recurrir a un proceso que se me antoja calificar de evangelizador, en el que la filosofía promueva un cambio en el pensamiento, no sólo de los medios informativos sino de la comunidad entera, pues como ya lo advertí, el rival al que nos enfrentamos posee tan infinita fuerza, que sólo una herramienta poderosa e invencible como la razón, podría desestabilizarlo. Soy consciente de la gran cantidad de dificultades que rodean esta ardua tarea, por lo que no creo que obtenga la efectividad necesaria como para postulársele de alcanzable, y aunque se lograse conseguir la meta, sé que mi generación no sería partícipe de la victoria; aun así, me sentiría muy orgulloso si, desde donde me encuentre, me enterase de la obtención del logro, pues conseguir tal utopía es digno de toda felicitación, reconocimiento y júbilo. Siendo consecuente con la solución que propongo, y trabajando desde luego en la construcción de otra más efectiva, advierto la necesidad de que los nuevos comunicadores, y quienes nos proponemos serlo, trabajemos en la postulación de diferentes mecanismos gracias a los cuales se logre despertar consciencia en lo que tiene que ver con la redefinición de los objetivos que un auténtico ente de la información debe perseguir. Es así como nuestro papel debe pasar de ser el de un reproductor de voces y noticias para convertirse en uno mucho más funcional y enriquecedor. No podemos limitarnos a retransmitir insulsos y mentirosos comunicados, pues nuestra responsabilidad es ahora mayor, y al ser conscientes de ello nuestro compromiso con la comunidad también crece. Según lo que propongo, el periodista tendría que abastecerse de herramientas filosóficas que lo hagan capaz de contribuir al cambio, pues recuerde que lo que expreso encuentra un argumento en la transformación del pensamiento, lo que sólo puede conseguirse a través de la filosofía. Es por eso que considero necesario el que incluso la academia redefina sus objetivos, en lo que vería provechoso un replanteamiento de sus planes de estudio, cuyo nuevo objeto ofrezca las herramientas necesarias para la construcción de profesionales capacitados para producir el giro. En conclusión, el objetivo a perseguir es que los nuevos profesionales del periodismo no sólo sean capaces de reconstruir la realidad, sino que ello surja de una mirada crítica y profunda, pues para la simple noticia, por sí sola, es imposible despertar opinión, y qué más comunitario que lograr que el público cree su propia perspectiva; consiguiendo que esto sea posible, la comunidad se convertiría en parte activa del ejercicio noticioso, y tanto los medios como ella misma se harían libres e independientes. Ya concluido el tema y abierta mi disponibilidad para nuevas discusiones, no podría irme sin antes presentar mis más sinceras y respetuosas disculpas a los lectores, pues entendería el que se tornase aburrido y exasperante, para ustedes, escuchar tan repetidas alusiones al sistema capitalista, pero deben creerme cuando les aseguro que, sin ello, habría sido imposible desarrollar una idea medianamente ajustable a la realidad. ** Giovanni González Arango giovannipapa2004@yahoo.com Escritor colombiano (Bogotá, 1985). Estudia comunicación social en la Universidad Central de Bogotá. Ha publicado textos en la revista digital Atramentum (http://www.atramentum.com). |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||| === "El buen escritor llena el vacío que los historiadores dejan" ========= === Entrevista a Ángel M. Agosto sobre su libro =========================== === El hombre del tiempo y otros cuentos Yolanda Arroyo Pizarro ====== El escritor chileno Antonio Skármeta, Premio Planeta 2003, concibe al escritor "casi como un actor de cine", y añade que éste debería tener una personalidad arrebatadora y extrovertida. Lamentablemente no es el caso para muchos, si se toma en cuenta, por ejemplo, a la escritora austriaca Premio Nobel 2004 Elfriede Jelinek, quien rehusó asistir a la entrega del famoso galardón precisamente por carecer de ese tipo de "personalidad". Todo lo contrario, alude ella misma a que es muy tímida, medrosa y retraída hasta el punto de padecer fobia social y ataques de pánico si llegase a presentarse ante un público concurrido. Lo mismo sucede con Ángel M. Agosto, escritor puertorriqueño que recién acaba de estrenar la publicación de su libro El hombre del tiempo y otros cuentos. Es un hombre sumamente creativo, versado cuentista y redactor probado, pero que asegura ser extremadamente tímido e introvertido. Agosto relata: "Nací en Canóvanas en la época en que todavía se podía nacer en el mismo lugar en que se crecía y se disfrutaba de los riachuelos y del aire puro de los montes, a finales de 1946. Allí mismo sigo residiendo en la actualidad". A pesar de su timidez, se desempeñó como columnista regular del periódico Claridad de 1970 al 1977. También publicó ensayos en el diario El Mundo (años 1972 y 1973) y en la revista Nueva Lucha. En 1978 fundó la revista Pensamiento Crítico, de la que fue su primer director durante los años 1978 al 1980. Una de las grandes experiencias de su vida es que tuvo la oportunidad de conocer y sostener una conversación con Fidel Castro en 1973, en ocasión del Congreso de la Central de Trabajadores Cubanos. Para entonces, era secretario de Asuntos Sindicales del Partido Socialista Puertorriqueño. A Ángel lo conozco gracias a la magia del ciberespacio. Nos escribimos a través del Internet y aunque nunca nos hemos visto personalmente, somos compañeros del foro virtual literario Taller Cuento de CiudadSeva.com, el cual modero. También hemos sido discípulos en épocas diferentes del doctor Luis López Nieves, prolífico escritor puertorriqueño que se ha dado a conocer en el país tanto por sus libros como por ser el precursor de la única maestría en creación literaria que existe en el Caribe. El propio López Nieves ha dicho sobre la obra de Agosto: "Cada libro de cuentos aspira a dejar en el lector algún recuerdo memorable (...). En el caso de El hombre del tiempo y otros cuentos creo que su característica más sobresaliente es la ternura. (...) en la literatura de Ángel M. Agosto, 'viejo' estudioso de la realidad, la mirada va mucho más allá de una 'primera ojeada' y se transforma en una tierna sonrisa cervantina. No estamos leyendo a un hermano rabioso ni a un hijo rebelde, sino a un padre amoroso que ve, anota y critica, pero siempre con el abrazo y la sonrisa del padre que conoce -y se apiada- de las debilidades de la humanidad". El libro de 136 páginas, que muestra a un Agosto analista de la vivencia de nuestro entorno, llena todas las expectativas del lector. Basta devorar alguno de sus cuentos para poder enriquecerse de un testimonio vívido, ameno y siempre deslumbrante de la historia contemporánea. Truman Capote decía que el escritor escribe acerca de su realidad, y eso es precisamente lo que se nos presenta, una realidad decorada con el toque peculiar del ingenio del autor. Y el propio Skármeta expresaba que la ficción debería nutrirse de la experiencia personal, algo que se ve plasmado en cada narración de Agosto. Un abuelo fallecido que reaparece de varias maneras, todas tiernas, en la vida de su nieto; una pista hacia el secreto de la muerte de Kennedy; una confesión de un gobernante isleño sobre la muerte de dos jóvenes tildados de terroristas, que ocurriera en un cerro cercano; y una violación a una jovencita de séptimo grado que se descubre gracias a una prueba de ADN, son algunos de los temas narrados en el libro. En otro de los cuentos de Agosto titulado No fue un accidente, la isla de Vieques ha sido desaparecida por medio de un "incidente" nuclear y un grupo de intelectuales puertorriqueños, liderados por una mujer cuya genialidad es tan asombrosa como envidiable, toma la justicia en sus manos. La mujer, Lilliam Haddock, ha sido capaz de concluir dos doctorados al mismo tiempo en una época en donde apenas hacer uno era todo un reto para una fémina. Con la astucia que la caracteriza, diseña un plan gracias a sus conexiones en Oxford y Cambridge, que le da acceso a información privilegiada del FBI y la CIA, y que dará una conclusión escalofriante al cuento. La historia, muy de nuestra era tecnológica en donde el wireless y la Internet hacen posible la magia de las comunicaciones, fue escrita en 1969, pero gracias al ingenio del escritor, acaba de ver la luz en ésta, su primera publicación narrativa. El libro es fulminante, visceral, con un contenido histórico ineludible que ata los temas a través de una creatividad iluminadora. El propio cuento que da tema al libro, El hombre del tiempo, nos trae de vuelta a nuestro adorado Roberto Clemente de un modo tan ingenioso, que dan deseos de intercambiar lugares con el protagonista. Ángel M. Agosto tuvo la gentileza de contestar varias preguntas relacionadas a su obra, en entrevista exclusiva a través de la red, con esta servidora. -¿Cómo fue la génesis del libro? -Los cuentos del libro nacieron en el taller de Luis López Nieves. Recuerdo la reacción de Luis ante mi primer trabajo: "es Crimen y castigo", dijo. Antes de que aumentara la emoción que quizás él empezaba a observar en mí al verme comparado nada menos que con Dostoyevsky, me dijo: "crimen del que escribe y castigo para el que lee". -¿Entiendes entonces que tu participación del taller de López Nieves fue crucial para la gesta de tu obra? -Así es, y lo afirmo con candidez. Todos y cada uno de los cuentos nacieron y se criticaron en el taller, "atacados" desde todos los flancos. -¿Cuál es tu cuento favorito de El hombre del tiempo y otros cuentos y por qué? -Es como preguntar a cuál de mis hijos amo más. -Háblanos un poco del cuento "No fue un accidente" que trata sobre el tema de Vieques. -Es quizás el texto que más trabajo me dio, me devastó espiritualmente. Me ocurrió como a algunos escritores con las novelas, que no saben cómo van a terminar. Cuando me di cuenta del final, tuve que encerrarme angustiado. ¡Qué bueno que la realidad siguió otro curso! -El cuento "Padre, perdóneme" es un tipo de catarsis literaria. ¿Consideras que es un documento donde tu mente da cierre a eventos que te afectaron de algún modo? -¡Qué ingeniosa forma de ponerlo! No era consciente de eso hasta que lo dices. Recuerdo la noche en que se discutía ese cuento en el taller; una de las participantes, funcionaria de alto nivel de la Superintendencia de la Policía y excelente amiga, sacó la cuenta de los años, meses y días transcurridos hasta aquel momento en que lo discutíamos para ella concluir que eran exactos los cálculos de tiempo en el cuento desde el momento del crimen. -¿Tu voz narrativa preferida es la primera persona? ¿Por qué? -No me había percatado hasta que hice la selección de los cuentos. Incluso recuerdo algunos cuentos que originalmente los escribí en primera persona y luego los cambié a tercera. ¿Por qué? Será porque es más fácil, el escritor se coloca en la posición del narrador, como si le estuviera pasando a él (el escritor). -¿Crees que es necesario que el escritor dé giros de tuerca a la historia? -El buen escritor llena el vacío que los historiadores dejan. ¿Han leído El general en su laberinto? García Márquez nos entrega con maestría esos últimos meses del Libertador, y terminamos conociendo y amando más a Bolívar. Pienso que las mejores obras tienen entronque en la realidad histórico-social, y en la literatura buscamos suplir el contenido espiritual que la fría crónica nos niega. -¿Por qué es frecuente en tus escritos la mención de personajes tanto históricos como contemporáneos? -Soy apasionado estudioso de la historia y me encantan las biografías. Hay contemporáneos míos que admiré hasta el punto de idealizarlos, y me encantó la idea de consagrarlos así. Tal es el caso de Roberto Clemente en el cuento que da título al libro. -¿Cómo reaccionaste cuando te diste cuenta que tan sólo hacía unas semanas acababa de morir Rosa Parks, una mujer a la que homenajeas en uno de los cuentos? -Fue de mucho impacto para mí su muerte, pues hubiera querido conocerla y entregarle el cuento. Fue sorprendente cómo los hipócritas de Washington la reconocieron. -¿Se te hizo fácil escribir sobre el famoso Melodía de "En el fondo del caño hay un negrito"? -Lo escribí como se escribe un poema, muy difícil de pensar y muy fácil de escribir. -Antonio Skármeta, escritor chileno, afirma que acaricia sus personajes antes de escribir, ¿estas de acuerdo con esa afirmación? ¿Por qué? -De una manera u otra los escritores acariciamos a los personajes cuando los estamos creando, y ese personaje del cartero de Skárneta, en la tierna obra sobre Neruda que llevó al cine, es una excelente muestra. La literatura que prevalece y sigue impactando a lo largo de los siglos es, principalmente, por el impacto de los personajes: al Quijote lo recordamos más que a Cervantes, y a Hamlet más que a Shakespeare. -Utilizaste una editorial poco tradicional en el estricto sentido de su definición, donde se hacen pedidos a través de la red, y que imprime por demanda. ¿Lo harías de nuevo? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de hacer esto? -Ese es el futuro, la Internet abre un espacio inconmensurable a los escritores. La impresión por demanda permite entregas sólo necesarias, evita el desperdicio, una de las peores características del capitalismo. La mencionada es la principal ventaja. Una desventaja es que aún no todo el mundo tiene acceso a este recurso. Y el autor tiene que buscar la manera de hacer llegar el libro a los medios tradicionales, tales como librerías y puestos de revistas. Traté de publicarlo aquí, pero el libro estuvo casi dos años tocando sin éxito las puertas de los medios tradicionales, y tuve que recurrir a los canadienses que, por cierto, me trataron muy bien. Salvo que surjan mejores alternativas, seguiría publicando con ellos. -¿Qué escritores han influenciado en ti? -Víctor Hugo entró en mi alma y la diseminó en pedazos muy pequeños. Un ciego muy antiguo llamado Homero me señaló unos pasos iniciales, mientras Dante me llevó del infierno al paraíso. La Biblia me enseñó lo profundo que penetra en nuestro ser la literatura fantástica, en tanto que Gabriel García Márquez me puso de nuevo en el Caribe. Saramago, quizás porque estoy empezando a publicar más o menos a la edad en que él lo hizo por primera vez, es objeto de mis lecturas más actualizadas. Somos de la generación del realismo mágico latinoamericano y leemos a García Márquez una y otra vez, pero no hay nada más grande, hermoso y aleccionador que el Quijote. Pienso que si los musulmanes van a la Meca por lo menos una vez en la vida, los escritores de nuestro idioma debemos ir al Quijote una vez cada dos o tres años. Es nuestra fuente vital. -¿Qué estas leyendo actualmente y por qué? -En estos días estoy alternando mis lecturas entre Ébano, de Kapuscinski, El sabor del tiempo, de Félix Córdova y trato de entender a Jelinek con su novela Deseo. Cada párrafo parece decir lo mismo que el anterior. Me interesó esta autora porque se parece a mí por su fobia social. -¿Qué consejos darías a los autores que aún no publican? -Que lean cien veces más de lo que escriben, y boten cien veces más papeles que los que retienen. Y luego, que le caigan encima como bomberos a las editoriales. -¿Cuál es tu próximo proyecto literario? -Trabajo con mayor énfasis en un libro-ensayo sobre la lucha de independencia en los setenta y una compilación de mis escritos para esos mismos años. Creo que saldrán dos libros de este trabajo. En cuanto a lo más importante, la ficción, trabajo una novela que me viene angustiando desde hace años. -Regálanos unas últimas palabras sobre cualquier tema que te interese... Para unas "últimas palabras", ¿qué te puedo decir? Suelen ser demasiadas palabras. ¿Has escuchado "África", de Joan Manuel Serrat? "Mi nombre es África... / África manos vacías / África ojos grandes / África barriga hinchada / África piernas de alambre / Mi nombre es África". A mi mente viene una escena de niños latinoamericanos en un reportaje de la televisión española, viviendo en las calles, trabajando a las edades de seis y siete años, cargando sacos de verduras cuyos tamaños exceden sus cuerpecitos, la mayoría con hermosos rostros indios. Pero surge un indio llamado Evo Morales que barre en las elecciones de Bolivia y marca un hito de esperanza. Te lo juro, por allá quisiera estar ayudando a la libertad de nuestra América. El libro El hombre del tiempo y otros cuentos, ya está a la venta en varias librerías de Puerto Rico, incluyendo La Tertulia, y Borders. También se puede adquirir directamente de la editorial Trafford por Internet en http://www.trafford.com/05-1357. ** Yolanda Arroyo Pizarro yarroyo@vernetwork.com Escritora y docente puertorriqueña (Guaynabo, 1970). Es instructora educativa de tecnología en la Universidad del Turabo. Ha escrito ensayos para la página de literatura Ciudad Seva (http://www.ciudadseva.com) y columnas para los periódicos El Vocero y La Expresión. Es autora de un libro de cuentos, Origami de letras, y una novela, Los documentados. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === El túnel, ejercicio deconstructivo Julio Salinas Lombard ========= Se antoja, desde la primera mención, que María Iribarne, que será víctima de un matricidio simbólico, que encantará y perderá a Juan Pablo Castel, sea descrita de alguna manera, pero no ocurre así. No hay una sola mención al respecto en El túnel. No ocurre y late en la lectura, sin embargo, la codicia de conocerla, acaso porque el personaje, que es el narrador omnipresente, ya ha conseguido, desde un inicio, aprisionar al lector con su retórica (1), en su incesante ejercicio inductivo, en su razonamiento implacable, y no le parece descabellado que esa descripción venga a decorar el ímpetu de ese deseo, darle acabada forma, justificación. Llegado a ese punto, cuando se asume que la descripción de María Iribarne sería una prueba de la autenticidad de la pasión de Juan Pablo, entonces, y debido a ello, se sabe que María Iribarne no es descrita por Juan Pablo porque Juan Pablo jamás la miró, o porque, habiéndola mirado, jamás se ocupó de ella sino de su furtivo, quizá imaginario significado. Para Juan Pablo, María Iribarne no es un signo, no es una transitoriedad, no es un pedazo de tiempo, de carne, de vida, sino el profundo significado en sí mismo, el señuelo del abismo, el propio abismo, existencia pura, virgen, madre, pero también, como ya ha sido dicho, es el deseo narciso de hallarse con su propio reflejo, de que ella sea el reflejo exacto en el que espera verse y emanciparse, escucharse y sentir aliviada una auto-afligida y flagelante soledad. De ahí podría deducirse que la descripción de María Iribarne entorpecería el propósito de Juan Pablo, que es no dejar de pensar en sí mismo. Juan Pablo es capaz de defender su monólogo existencial hasta lo indecible; quiere a María Iribarne como se quiere lo imposible, y en tanto sea imposible, la querrá más, pero cuanto menos distancia exista entre ambos, cuanto más inminente sea la presencia del signo, su cuerpo, cuerpo con el que se relaciona pero del que no dice más, del que no se muestra, de hecho, conmovido ni satisfecho (2), entonces, aun cuando parezca que nada se interpone entre él y María, el signo se diluye nuevamente, se fragmenta, se opaca, se pierde, porque Pablo lo que busca no es a María, no es el cuerpo de María, no es la atención de María, como ocurre con aquel fulgor del fósforo y la siniestra sonrisa de María, sino él, siempre él, perdido en su extravío y extraviado en una obsesión pasional. María Iribarne es un signo que proyecta el propio Pablo, pero también es un vacío que va engullendo sus propias aproximaciones. María es un signo hueco, un signo que está condenado al sublime destino de la muerte. *** Volvamos al inicio. Con el imperfecto "se antoja", un modo atenuado de nombrar el deseo del lector, e independientemente de que éste sea o no provocado por la lectura, o aun aduciendo que la lectura sugiera la posibilidad de que María Iribarne será descrita, da por sentadas algunas cosas que no estorba comentar un poco. Cuando se habla de un matricidio simbólico, se habla de un presupuesto pasional, emocional, para cuya explicación se precisa del auxilio del psicoanálisis, cosa también discutible, ya que la lectura de la confesión de Juan Pablo Castel corre el riesgo de convertirse en la proyección animada de la teoría psicoanalítica, reduciendo a Juan Pablo a un tipo del arquetipo, y a María Iribarne en la figura que consuma la profética disquisición freudiana. El túnel puede ser esa expresión pero también otra. El túnel es una narración en primera persona, lo cual significa que todo aquello que es descrito o no descrito proviene de la misma cantera, y el crédito que pueda otorgársele, entrando ya en el inútil juego de la fidelidad entre el relato y la teoría, no sólo simplifica a la obra sino también da por ciertas las versiones de los hechos cuando, en todo caso, antes valdría la pena asumir con cierto escepticismo lo dicho por Juan Pablo Castel, su nombre, su intención y lo demás. Nada impide asumir que esa confesión es ficticia, creación de Juan Pablo Castel, e igualmente ridículo sería asumir que Juan Pablo Castel es la personificación del matricida simbólico gracias a un relato que él mismo narra. En otras palabras: a falta de más referencias, de otras voces, de otras versiones, la fortaleza retórica de Juan Pablo Castel, que se toma licencias de estilo que intenta justificar de un modo u otro (3), se vuelve también un rasgo de debilidad. La autenticidad del relato es la autenticidad del personaje, y dado que no existe un personaje adicional que dé cuenta de lo expuesto, ni algún artificio objetivo que ofrezca recursos de convalidación, puede decirse que además es una autenticidad sometible a discusión, inútil, desde luego. Sería inútil porque sería someter a El túnel a una obcecada cirugía para patentizar que el todo cabe en una de sus partes, que la ausencia descriptiva de María Iribarne condensa el espíritu del Juan Pablo Castel. En ese ejercicio habría ya un presupuesto aguardando cómodamente su confirmación, lo cual haría de la entera novela un empobrecido refugio de evidencias dispersas con algún arbitrio. Aun siendo así, si fuera un cofre en cuyo interior hay abundante oro, de cualquier modo el mapa a seguir está también ahí dentro, en el cofre. La idea de que María Iribarne es asesinada por Juan Pablo Castel debido a que éste padece los estragos de un conflicto edípico tardío, y busca con enferma obsesión a su idéntico y no teme exhibir ante sí mismo el ánimo narcisista con que se conduce, aun todo eso, al no estar dicho, por fortuna, de esa forma, también podría ser una confabulación anticipada por el propio personaje. Es un juego de señuelos y espejos: ante la elocuencia de la evidencia (la pintura a partir de la cual Juan Pablo advierte a la indescriptible María Iribarne se llama Maternidad, por ejemplo), no se juzgaría equivocado tomar ese asunto significativo y llevarlo con cierto triunfalismo al cajón de "evidencias que confirman la premeditación del matricidio simbólico", pero tampoco tendría que asumirse que esa lectura resuelve el problema de El túnel, puesto que, hasta donde se sabe, jamás se presupuso que había que resolver ningún misterio ni adivinar motivos, los cuales están deliberadamente descritos por el homicida. Más allá de discutir la veracidad de la explicación psicoanalítica, que reduce en más de un sentido el enigma de María Iribarne, y asumiendo, además, que esa interpretación al mismo tiempo falla al asumir a la obra como a un ser, de modo que la obra es sujeta al escrutinio psicoanalítico en el cómodo diván de la no-interpelación, y donde, además, no ocurre, aunque se quisiera, la transferencia (el libro, hasta donde se sabe, ni siquiera ha solicitado la intervención profesional del psicoanalista), aquel desdibujamiento de la novela impide otras aproximaciones, algunas derivadas de la propia lectura como experiencia y no como amotinado laberinto de significaciones clandestinas. Octavio Paz señaló que la interpretación psicoanalítica de la mitología clásica occidental producía ideas muy originales pero no necesariamente ciertas. Esa afirmación da pie al menos a dos posiciones: la que, encendidamente, reclamaría a Paz que revelara las certezas reacias al psicoanálisis; y otra que, más conservadoramente, libraría aquella polémica, con algún festivo acierto, otorgándole a Paz la certeza de su no-certeza, es decir, el psicoanálisis ofrece "interpretaciones muy originales", no necesariamente ciertas, como tampoco las ofrecería otra aproximación. La certeza quedaría relegada a lo intrínseco de la obra, que está dicho por y en la obra, no en algunas de sus periferias. La certeza también se relegaría a la autoridad de la interpretación sobre sí misma, es decir, el psicoanálisis de Juan Pablo Castel sería una certeza en sí misma y sobre sí misma. Las periferias ejercerían la protestad de la certeza sobre sus propias colonias significativas. En esta segunda opción, las certezas emanadas por el trazo entre la ciencia y la obra literaria, son certezas originales pero no ciertas, como lo son, quizá en un continuum, todas las interpretaciones que pudieran surgir de la misma obra, unas a otras reclamándose la autoridad de nombrar a la presencia detrás de la ausencia. En ese sentido hay singular abismo con el cual El túnel coquetea abiertamente. Es el abismo de la plurisignificatividad. Cada lectura, según la época y el estado de ánimo, supondría hallazgos distintos. *** El nombre de María, según algunas fuentes, es propuesto a partir de casi setenta etimologías. Se sabe que es de origen hebreo, aunque pudo haber llegado a esta lengua a partir del egipcio, igual que el nombre de Moisés. El nombre de María aparece por primera vez en Egipto, y corresponde a la hermana de Moisés y Aarón. Su forma hebrea es Miryam o Maryam. Si se considera procedente del verbo Marah (dominar), María sería la "Señora". Esta etimología queda reforzada por la afinidad de María con el sustantivo arameo "Marya", que significa "señor". Si atendemos al probable origen egipcio de este nombre, procedería de la palabra Mari-Yam, que significa "amada de Yahvé", en la que la raíz MR significa "amar", y Yam sería una equivalencia válida de Yah, la abreviación de Yahvé, muy frecuente en la composición de nombres. En arameo, Marya significa señor, por lo que el de María podría entenderse como "señora". O quizás mejor, considerando la palabra Mir-yam como compuesta de Mir, contracción de Me'ir, el que ilumina, del verbo 'or, brillar, y de Yam en vez de Yah, contracción de Yahvé, pudieron pensar que María significa Yahvé ilumina o La luz de Yahvé (4). María como dominación, como señora, como amada de Yahvé, como la luz de Yahvé. María es un nombre que impone, sobre todo, religiosamente. Cuando se dice "María como dominación", Juan Pablo Castel es un subversivo, un hombre que se revela ante una figura de gran peso simbólico. María podría ser un determinismo subyugante, desde esta perspectiva no exenta de cierta torcedura. María, entre los guadalupanos (entre quienes profesan culto a la Virgen María de Guadalupe), no es yugo sino emancipación, no es tiranía sino misericordia, intercesión, intermediación divina. Asumir que esa intermediación misericordiosa es también un yugo vital, de modo ciertamente calvinista: no necesito intermediarios para llegar a lo superior, es renunciar a una instancia emancipadora. Juan Pablo Castel renuncia a la preeminencia de la cuasidivinidad porque Juan Pablo Castel quiere ser su propio dios, quizá. En ese sentido, el modo en que Juan Pablo Castel combate esa densa arquitectura de pensamiento, especialmente de pensamiento religioso, es el mismo que emprendieron los románticos del siglo XIX respecto a la nada: seduciéndola, coqueteando con ella (5). La misión de Juan Pablo Castel es titánica, imposible: apropiarse de la nada. Hay algo aquí de paradójico, de cruel ludismo, cuando se piensa que Juan Pablo Castel quiere apropiarse de la nada a través de su propio vacío. Cuando María Iribarne adquiere fugaz rasgo terrenal, cuando se descubre esposa de un ciego, cuando lo enfurece la sospecha de que sea una vulgar puta, cuando el fósforo ilumina su rostro y Juan Pablo mira en éste el vestigio de una sonrisa que ha desaparecido, una sonrisa que desmiente su abisal privacidad, que da cuerpo a todas las posibilidades y a ninguna, entonces María desaparece, es un problema mal resuelto, una duda mal contestada, o lo que es lo mismo, un problema resuelto, una duda contestada, puesto que para Juan Pablo Castel lo significativo es que no haya resoluciones ni respuestas. En la medida en que las haya, sufre la compulsión de negarlas argumentadamente. *** Podría no ser casual que ese torrente retórico de Juan Pablo Castel fuese una afinada expresión del vacío. La elocuencia vacía. Una elocuencia que halla su oposición, una y otra vez, en las respuestas abiertas, indescifrables, de María Iribarne. Juan Pablo dice que María Iribarne le reclama: Vos has dicho mil veces que hay muchas cosas que no admiten explicación y ahora me decís que explique algo tan complejo (6). La violencia de la razón frente a la imposibilidad de la razón. Esa imposibilidad de la razón no es una imposibilidad cualquiera: es una imposibilidad construida en los linderos del propio discurso de Juan Pablo Castel. María Iribarne es el margen del discurso, las otras salidas, las puertas que no tuvo a bien abrir, que ignoró. El vacío de Juan Pablo Castel es el vacío que se hunde, mientras que la nada de María Iribarne es la nada de lo que está por ser. Dice Juan Pablo Castel: Tuve una rara intuición: encendí rápidamente otro fósforo. Tal como lo había intuido, el rostro de María sonreía. Es decir, ya no sonreía, pero había estado sonriendo un décimo de segundo antes (7). Dice: "...María sonreía. Es decir, ya no sonreía...". Sonreía pero ya no sonreía. La anticipación de la razón es una anticipación anunciada por la intuición. La razón preludiada por la intuición. La corazonada precediendo al pensamiento. Intuición versus razón. Metafísica, especulación abstracta, enredo introspectivo, versus lógica. Vacío significativo, dado que es un signo que no apunta a un significado, sino un signo que apunta volátilmente a lo que corresponde anímicamente, convenientemente, a la voluntad de apropiación de la nada. La intuición, en el caso de Juan Pablo Castel, es la prefiguración de su propio razonamiento. La intuición es, en su caso, otro disfraz de su mefistofélico deseo. La intuición prescinde del discurso minucioso; no tramita ideas para decir lo que desea, sólo lo desea. La previsión, la premonición, es un condicionamiento que se resiste al conocimiento empírico. Es el prejuicio, la antesala de lo que aún no existe. María Iribarne es la nada sobre la que Juan Pablo intenta hallar una forma, una salida a su propio vacío. Pero cuando María Iribarne se vuelve algo, cosa, objeto sexual, interlocutor, admiradora, amante, traidora, voz, silencio, entonces el vacío ahoga a Juan Pablo, quien se resiste a ser nombrado (como consta con su notoria alergia a la crítica de sus pinturas, no importando que ésta lo lisonjee), al determinismo de su propia circunstancia, la cual aborrece. La intuición falla al atribuirle a María Iribarne algo que no es suyo: la sonrisa, pero acierta al mantener dentro de los linderos de su extravío la disposición de Juan Pablo Castel hacia María. Juan Pablo ya resolvió, como consta desde el comienzo de la historia, el destino de María: la muerte. Por ende, no parece sorprender que el curso que toma la historia no sea sino una esmerada negación de cualquier otra posibilidad. Yo la maté, afirma con descaro, y esta historia demuestra que en ningún momento vivió para mí. Siempre fue, parece decir, una instancia perdida. Una ilusión. María es gracias a que yo la maté. Ésta es la hagiografía de María Iribarne. Lo cual equivaldría a decir: ésta es la hagiografía de mi desencanto, el calvario que mi razón legisla con esplendorosa lucidez. No obstante todo, soy, acaso sólo aquí, en esta confesión. *** A la idea de que lo que ocurre en El túnel es algo que ocurre en el fangoso interior de Juan Pablo Castel, es decir, que Juan Pablo Castel es Juan Pablo Castel y María Iribarne, le queda perfectamente la noción del combate de la nada por la nada o, dicho de otra manera, del combate imaginario contra lo imaginario. No sólo es Juan Pablo Castel y María Iribarne, sino Juan Pablo Castel, por su solitaria cuenta, y Juan Pablo Castel y María Iribarne, por otra. De ahí la ironía de "Bastará decir que soy Juan Pablo Castel..." con que inicia, ya que consigue, a lo largo de la historia, decirnos ejemplarmente lo contrario: no sólo soy Juan Pablo Castel. Es tanto quien narra como quien es narrado. Además, visto así, no deben tomar por sorpresa algunas licencias que el propio Juan Pablo Castel se toma para gobernar la historia. Aclarado el hecho de que él es el asesino, la historia pierde su presumible cariz de novela policíaca, en la que hay un crimen que debe ser resuelto. No hay nada de qué sorprenderse, parece decir. Nada. Luego, aprovechando que la persona que ha muerto no puede, lógicamente, rebatirlo, puede dar una versión despótica de las cosas. Basta recordar el momento en que la mira por primera vez: (...) tuve la seguridad de que estaba aislada del mundo entero: no vio ni oyó a la gente que pasaba o se detenía frente a mi tela (8). Ella era, a partir de ese instante, suya. Qué conveniente resulta saberla aislada. La ausencia de testigos y testimonios favorece el libre albedrío de Juan Pablo Castel. Ese libre albedrío es, quizá, la propia María Iribarne. Libre albedrío para disponer de una mujer en tanto no se reduzca a mujer (lo paradójico va más allá de la evidente misoginia: el altar que Juan Pablo Castel tiende sobre la narración es un altar que no carece de lo rudimentario, ni siquiera del fervor, que le sobra -su enfermiza obsesión por María es, acaso, un ejemplo de ello. Es un altar a la ausencia, pero no es una ausencia melancólica, propia de los románticos del siglo XIX. Es una ausencia que, ya enunciada desde las primeras líneas, va siendo construida lenta, cruel, cínicamente. María Iribarne es la crónica de la fundación del no-lugar, del no-destino, del no-cuerpo. Y esto trae a cuenta la inquietud inicial de este estudio: la ausencia de la descripción física de María Iribarne es, armónicamente, su mejor descripción). *** La manera de pensar "antitética" (9) de Juan Pablo Castel, propenso a las contradicciones, deja entrever la posibilidad, como otras más, de que esta confesión sea un ardid esquizofrénico, una ficción delirante, un artificio demente. La certeza psicoanalítica cae en pedazos: todo ha sido un invento de un demente, no se puede saber si en verdad mató a quien dijo matar, o si se llama como dice llamarse. Considerando que esta novela "inaugura" o es "representativa" de la novela moderna, adquiere fugaz sentido el apunte de Rafael García Pavón: "En los tiempos modernos, la multitud ha sustituido al individuo singular y lo ha convertido en un esquizofrénico" (10). Ante la soledad, Juan Pablo Castel crea personajes, se crea a sí mismo entre ellos, y transfiere a ellos lo que por ningún lado puede afirmarse, es decir, la presunción de que la historia sea lo que ocurrió, o que sea una deformidad insondable de aquello que el narrador tomó como partida para esa historia, pero que está vedado para el lector. Lo que pesa en El túnel es lo que está fuera del túnel, así sea la intemperie desértica, la nada, lo que vuelve a la historia en un fallido homenaje, quijotesco, del hombre combatiendo a la nada hasta autodestruirse (en la autodestrucción hay una tácita afirmación existencial, una moral distorsionada: para no ser consecuentes con la nada, aniquílala-aniquílate a ti mismo, condénate, sufre, la verdad duele, aférrate a la verdad, a la contradicción de la verdad, a la imposibilidad de la verdad); o un parafraseo de una experiencia de la que no se sabrá nada jamás y que, no sabiéndose, bajo el narcotizante efecto de la lucidez de Juan Pablo, se erige como la "pregunta incontestable", lo "indecible", la prehistoria que seduce al arqueólogo del mismo modo que al novelista, llevándolos a ambos a descubrimientos igualmente reveladores e igualmente inciertos. Lo que no se dice por ningún lado está tácitamente dicho en todo. La verosimilitud del relato es evidente pero indemostrable. María Iribarne es todas las Marías y ninguna. Juan Pablo Castel, habiendo construido el prodigioso fortín de su historia, alude y recurre a imaginarios con la autoridad del cronista, del periodista, del historiador. Si el fondo de El túnel es abismal, la forma tampoco parece reducirse a una soberbia demostración de destreza retórica. El entramado con que está formada la historia, a partir de lo que Conchi Sarmiento (11) llama el pensamiento antitético, también ofrece diversos puntos de fuga en la lectura. A decir de Hegel, "distinguir lo antitético es el hábito característico de la inteligencia, como también poner de manifiesto la contradicción, la antinomia" (12). Dejando de lado la apresurada idea de que la historia pretende modelar la inutilidad de la inteligencia, cosa que podría muy bien contradecirse (Juan Pablo Castel utiliza su inteligencia para negarla y negarse, y quizá lo consigue), y que surtiría un adulador efecto sobre la idea de que El túnel, por ello, es una obra existencialista, subordinando a una esencia (pensamiento, historia), como ocurre con la exhaustividad psicoanalítica, el sentido "oculto" de la historia, quizá vale la pena detenerse un tanto en el modo en que esa inteligencia se hace presente y patentiza el propósito del narrador-personaje, asumiendo, con debida reserva, que ese propósito es uno entre tantos: capturar a la nada, a María Iribarne. Juan Pablo Castel duda jactanciosamente, duda de su mundo, de sí mismo, de María Iribarne. Gracias a esa propensión por dudar, recorre líquidamente las incidencias del relato, encuentra fisuras, se adentra en ellas, no sigue una dirección o, mejor dicho, sigue la dirección del no. Ante la sospecha de que María Iribarne le corresponde, obsequia su torturada alma a los pensamientos desafortunados (su pesimismo no es pasivo, por otro lado: cuando no producto de una indómita ansiedad, es el método que emplea para certificarse y certificar su entorno, ambos vacíos de sentido); cuando ve que ha errado, llora desconsoladamente, como un niño, y le pide perdón a María como si se lo pidiera a una madre. Le pide perdón para nuevamente hacerla sufrir. Sufre con ella, por ella, y adopta un pasajero estado de compunción que hace pensar, erróneamente, que la historia tomará, al fin, un derrotero distinto, pero no. Juan Pablo Castel sufre y se redime violentamente para mantener vigente la ilusión del sentido. A mitad del océano, flota en direcciones distintas, intenta ordenar su extravío, trazar coordenadas, todas, parece, imaginarias. Podría sospecharse que Juan Pablo Castel previó esos recursos ilusionistas para perder al lector en el relato, para hacerlo encallar una y otra vez, para probar que no lo asiste la razón, que su tragedia es, primero, de su arrogante autoría, y segundo, que siendo tragedia, de cualquier modo toda pasión es inútil. El relato, sin embargo, obliga a pensar lo contrario. Podría presumirse que El túnel ilustra la frase sartreana de "el hombre es una pasión inútil", pero ello da por cierto lo que ya se ha discutido someramente: que Juan Pablo Castel es quien dice ser y haber hecho lo que ha narrado. Mirado desde otro lado, habría que concederle a Juan Pablo Castel, el narrador, el crédito opuesto: su pasión por mostrar lo inaprensible de la nada ha sido elocuente y eficaz. Desde un inicio estipula: María Iribarne es un personaje muerto; nada hay que pueda hacerse. El resto es un discurso reiterativo de ese inicio: nada hay que pueda hacerse, aun haciéndolo. Y sin embargo, el narrador lo hace. Prueba su tesis, no en el contenido de su historia sino en sus márgenes. Su pasión por lo imposible, en tanto se mantenga imposible, se hizo presente: posible. María Iribarne, a pesar de que ha muerto, habla y sigue hablando: ha dejado muchas incógnitas sin resolver y para no ser resueltas. A pesar de no ser descrita, es imaginada, aludida. El centro de El túnel es el vacío dejado por María. Además, la obra, al quedar abierta (ante la imposibilidad de que el lector pueda verificar lo narrado, averiguar más sobre lo dicho y lo no dicho), opera orgánicamente, sobrevive a su propia suerte. El sinsentido de su violento, dictatorial sentido, es otro sentido. Sabiéndose anticipadamente derrotado (¿quién puede derrotar a la nada?), profundiza en su perdición a través de la luminosidad imaginaria de la inteligencia. Su tragedia no es desafortunada sino gloriosa: ha conseguido, de modo enérgico, mostrar que la inteligencia ilumina su propia ausencia, su propia negación. En ese sentido, cabría advertir que, antes de elaborar un juicio de la historia, habría que precisar a quién pertenece el pensamiento antitético que será examinado: a Juan Pablo Castel, el narrador; o a Juan Pablo Castel, el personaje. *** Respecto al personaje de la historia, vale decir que se juega su amor propio, su ego: la lectura de El túnel es un desafío a la supervivencia de lo indecible. Juan Pablo Castel dice para no decir. Habla de María Iribarne, quien ya murió. Habla de una pintura que ya destruyó. Habla de una experiencia que truncó. El sentido de su narración pende de lo que no existe más y tal vez ni existió. Lo único que queda, hacia el final, es la certeza de sus palabras, la incómoda punción de su lucidez. Las palabras se despliegan como un espejismo articulado inteligentemente. Un ilusionismo cuya credibilidad es efecto de su propio hermetismo. Corona su ruina asesinando a María Iribarne sin haber probado sus sospechas, sin haberse, cuando menos, detenido a preguntarse si eran sostenibles, gracias a lo cual se mantiene intacta la razón de su desvarío. Daría la impresión de que Juan Pablo Castel sonríe al final de la novela por haberse salido con la suya. María Iribarne fue creada para ser un misterio perpetuo. Un detalle, no menor: en el primer capítulo se refiere a un pianista que, estando recluido en un campo de concentración, y debido a que se había quejado de hambre, es obligado a comerse una rata viva. El paralelismo es evidente: Juan Pablo Castel se ha quejado, no se sabe ni se sabrá de qué o por qué, y ha tenido que comerse viva a María Iribarne. Nunca descanse en paz. Referencias - Coddou, M., "La estructura y la problemática existencial de El túnel de Ernesto Sábato", en http://www.letras.s5.com/sabato070902.htm, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. - García Pavón, R., "Kierkegaard ante la esquizofrenia de la multitud", en http://www.uia.mx/departamentos/dpt_filosofia/kierkergaard/pdf/ art_kierkegaard_ante_la_esquizofrenia.pdf, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. - Givone, S., Historia de la nada, 2001, Argentina: Editorial Adriana Hidalgo Editora. - Lagos, J., "El 'continuum' en El túnel de Ernesto Sábato", en http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0071- 17132004003900010&lng=es&nrm=iso&tlng=es, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. - Prince, S., "La virtud técnico política y teológica confesional en la filosofía política del S.XVI", en http://rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/05/maquiavelo.htm, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. - Rivera, S. "Demencia y racionalidad en Juan Pablo Castel", en http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/alma_mater/ N%C2%BA20_2001/demencia.htm, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. - Sábato, E., (2004), El túnel. España: Seix Barral. - Sarmiento, C., "Aspectos comparativos en la obra novelística de Ernesto Sábato", en http://www.ilustrados.com/publicaciones/EpyukZyEEEFumJIqdx.php, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. Notas 1. O, como dice Conchi Sarmiento: "La estéril lucidez de la conciencia que sólo agrava la sospecha de que la vida carece de sentido alguno", en "Aspectos comparativos en la obra novelística de Ernesto Sábato", en http://www.ilustrados.com/publicaciones/EpyukZyEEEFumJIqdx.php, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. 2. En el capítulo XVII dice: "Cualquier cosa que hiciéramos (hablar, tomar café) era doloroso, pues señalaba hasta qué punto eran fugaces esos instantes de comunidad. Y, lo que era mucho peor, causaba nuevos distanciamientos porque yo la forzaba, en la desesperación de consolidar de algún modo esa fusión, a unirnos corporalmente; sólo lográbamos confirmar la imposibilidad de prolongarla o consolidarla mediante un acto material". 3. En el capítulo II, por ejemplo, anticipa que los lectores lo acusarán de vanidoso. 4. Tomado de El Almanaque, en http://www.elalmanaque.com/santoral/julio/1-7-maria.htm, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. 5. Ver "El cortejador de la nada", p. 141, en Givone, S., Historia de la nada, 2001, Argentina: Editorial Adriana Hidalgo Editora. 6. Sábato, E., El túnel, 2004, España: Seix Barral, p. 85. 7. Ibid, pp. 68-69. 8. Ibid, p. 13. 9. Ibid ("Aspectos comparativos en la obra novelística de Ernesto Sábato"). 10. "Kierkegaard ante la esquizofrenia de la multitud", García Pavón, Rafael, en http://www.uia.mx/departamentos/dpt_filosofia/kierkergaard/pdf/ art_kierkegaard_ante_la_esquizofrenia.pdf, texto rescatado el 30 de noviembre de 2005. 11. Ibid ("Aspectos comparativos en la obra novelística de Ernesto Sábato"). 12. Prince, S., " La virtud técnico política y teológica confesional en la filosofía política del S. XVI", http://rehue.csociales.uchile.cl/ publicaciones/moebio/05/maquiavelo.htm, texto rescatado el 30 de noviembre. ** Julio Salinas Lombard jsalinaslombard@hotmail.com Escritor mexicano (Aguascalientes, 1972). Se ha dedicado al periodismo, al cine y a la academia, y actualmente labora como comunicólogo en una empresa de telecomunicaciones. Ha formado parte de los consejos editoriales de Grupo Reforma y Grupo Editorial Expansión. Ha escrito cuentos, crítica de cine y literaria en medios impresos y electrónicos de México, España y Sudamérica. Cursa la maestría en humanidades en la Universidad de Monterrey (http://www.udem.edu.mx). === Habitar el tiempo: Una mujer y otras cuatro por Mireya Robles, ======== === y la dimensión proustiana Anna Diegel ============================ Resumen Este ensayo enfoca el tema del tiempo en la última novela de Mireya Robles, Una mujer y otras cuatro, y en este sentido, la relaciona con las obras anteriores de la autora. También se establece un paralelo entre el concepto del tiempo de Robles y el de Marcel Proust. La novela de Robles es un "Bildungsroman" que describe el desarrollo de una mujer homosexual nacida en Cuba en los años 30, y emigrada a los Estados Unidos en su edad de joven adulta. La protagonista principal está rodeada por una sociedad que la margina, y el libro muestra la evolución de su personalidad en el contexto social a través de unos cuarenta años. "El poeta", escribió Fernando Pessoa, "no tiene biografía. Su obra es su biografía". El escritor, dice Pessoa, es un "fingidor" y para él, la vida es sólo un pretexto para la literatura, la cual transmuta los acontecimientos vividos a otra substancia. Una tal "autobiografía fingida" es la novela de Mireya Robles, Una mujer y otras cuatro. Esta novela describe, en primera persona, la infancia, la adolescencia y la juventud adulta de una mujer nacida en Cuba a mediados de los años 30 y, unos veinte años después, emigrada a los Estados Unidos. Esta obra trata, en la primera parte, de la alegría de una niña de gran sensibilidad afectiva y artística al descubrir el mundo y después, gradualmente, de su desilusión con la vida. El tema principal de la novela es el desamor, la infelicidad y las tribulaciones a las cuales están expuestos los homosexuales en un clima de estrechez de miras y de intolerancia. La novela provee un retrato de una geografía y de una época bien definidas. Pero sobre todo, y comprendiendo todos estos temas, Una mujer y otras cuatro trata del paso del tiempo y de su efecto sobre el crecimiento de un ser humano, y de la conciencia de la transitoriedad de la vida, que nos incita a agarrarnos al pasado. En este sentido, la novela de Robles se relaciona con la de Marcel Proust A la recherche du temps perdu, En busca del tiempo perdido. De hecho, Una mujer y otras cuatro (publicada en 2004) es la primera parte de una trilogía del tiempo, que incluye las dos novelas Hagiografía de Narcisa la bella (1985) y La muerte definitiva de Pedro el Largo (1998), y fue escrita antes que éstas. Cada una de estas obras se puede leer separadamente, pero es importante notar que forman un conjunto. Se descubren, a través de las tres novelas, una progresión y una creciente complejidad en el tratamiento del tema del tiempo, ya una preocupación clave en las primeras obras de Robles, los poemas y los cuentos escritos aproximadamente entre 1960 y 1985. El epígrafe escogido por la autora de Una mujer y otras cuatro para aquella autobiografía fingida, es un pensamiento de Maya Islas: "Las memorias nos definen. Ese fluir de la vida en lo que tuvimos y ya no está como presencia, es lo que nos valida". Como la búsqueda del tiempo perdido de Proust, la novela de Robles es una meditación sobre la memoria y un intento de definir en qué forma los recuerdos constituyen la realidad y la existencia de un individuo. Como en el caso de Proust, no se trata de un diario, o del tiempo cronológico recordado metódicamente, sino de la suma de los caóticos recuerdos involuntarios que nos asaltan una vez llegados a la edad adulta. Estos recuerdos pueden ser de naturaleza instintiva, es decir, aquellos involuntarios recuerdos recurrentes o episódicos de ciertos acontecimientos del pasado, traídos a la mente por obsesión o por asociación, como por ejemplo, en En busca del tiempo perdido, el de la ansiedad diaria del niño esperando el beso de la madre al acostarse, o del éxtasis producido por la vista de un matorral de espino. También pueden estar los recuerdos provocados por algún estímulo exterior (en En busca del tiempo perdido, el famoso episodio de la madeleine en el té, cuyo aroma trae a la mente el recuerdo de un té similar saboreado en la niñez). Finalmente, los recuerdos se pueden procurar por el intermediario de una tercera persona, como, en la novela de Proust, la historia del amor de Swann por Odette. Los recuerdos adquiridos de esta manera enriquecen la vida del personaje central y se asimilan a sus propios recuerdos. Así, la memoria forma un complejo laberinto, una entidad dinámica en la cual los recuerdos se entrecruzan y aumentan a cada rato. La complejidad del tema se refleja en el estilo de Proust, un estilo denso y tortuoso, en el cual el más mínimo detalle está tratado con la misma importancia que un acontecimiento clave. Asimismo es también el estilo de Robles quien, además, no usa ni capítulos ni párrafos y limita la puntuación de Una mujer y otras cuatro a comas y punto y comas, lo que añade complejidad a la lectura. Todos los tipos de recuerdos mencionados arriba se encuentran en Una mujer y otras cuatro. Pero se podría decir que esta primera parte de la trilogía del tiempo de Robles consta principalmente de recuerdos instintivos, sean de origen obsesivo o asociativo, narrados en una forma más o menos cronológica. La novela contiene algunos recuerdos "restaurados" del tipo de la madeleine de Proust (al salir de Cuba para Estados Unidos en avión, la tristeza que siente por el alejamiento de su tierra trae a la mente de la protagonista el recuerdo del pesar que había sentido cuando la muerte de su querida abuela), o también, en algunas ocasiones, la narradora hace suyos los recuerdos adquiridos por el intermediario de otros, como la historia de su hermana mal casada o la de un colega de trabajo que se siente aprisionado por sus circunstancias y que no llega a salir de su cárcel mental. Estos dos últimos tipos de recuerdos, los restaurados y los adquiridos, serán más frecuentes en las novelas ulteriores, Hagiografía de Narcisa la bella y La muerte definitiva de Pedro el Largo, especialmente en La muerte definitiva de Pedro el Largo. Mayormente, Una mujer y otras cuatro es una reconstitución relativamente lineal, aunque fragmentada como lo son los recuerdos de tipo involuntario, y con algunas escenas retrospectivas, de los acontecimientos ocurridos durante unos cuarenta años de vida, empezando con la infancia. Algunos de estos recuerdos son de naturaleza agradable, como el de la niña que va al restaurante de los chinos vecinos con la ilusión de aprender su lengua, o que sale al cine con su madre, la cual paga la entrada, generosamente, con el escaso dinero que estaba destinado a comprar comida. Otros recuerdos son frustrantes o dolorosos (no recibir respuesta de la maestra después de una pregunta o la inquietante muerte por enfermedad de una niña del pueblo), y algunos son francamente traumatizantes: las amenazantes lecciones de religión de las monjas que le insuflan a la niña el terror al infierno, la incapacidad del padre de alimentar a la familia, los primeros sentimientos amorosos de una niña que quiere "casarse" con otra niña, frustrados o aplastados por la sociedad. Esta primera parte de Una mujer y otras cuatro establece el tono del libro: cada ansia de belleza o de amor siempre se encuentra ligada a la frustración. Repetidamente se usa la metáfora de un "cilindro de cristal" en el cual la narradora se siente encerrada. A esto se añade el sentimiento de culpabilidad, provocado por la situación económica precaria de su familia, por la desaprobación de la sociedad en cuanto a su inclinación sexual y también, por el contacto casi diario con su madre, que le inspira sentimientos mezclados de amor obsesivo y de rencor, cuando ella le obstaculiza la vida sentimental. La figura de la madre domina el libro entero y la vida de la narradora. La misma obsesión con la madre caracteriza al personaje de Proust, aunque éste deifica la suya. (El mismo Proust adoraba a su madre, a pesar de que nunca se arriesgó a admitir su "vicio" de la homosexualidad durante la vida de ella). En los casos de Proust y Robles, la presencia persistente de la madre durante la vida de los protagonistas está, obviamente, ligada a la búsqueda del tiempo perdido. Se trata aquí de volver al estado de dicha proporcionado en la primera infancia por la madre arquetípica. También se trata de la nostalgia por una etapa de la vida en la cual era posible la posesión total del ser amado, una situación que, con el paso del tiempo, se va deteriorando gradual y fatalmente. Por eso el desvelo doloroso del joven protagonista de Proust, esperando el beso materno antes de dormir. Por eso también, en Una mujer y otros cuatro, el desarraigo que siente la niña separada de su madre cuando tiene que ir a la escuela en otro pueblo, y su obsesión con los senos protectores de una amante imaginaria. Ambos personajes, el de Proust y el de Robles, tratarán en vano, en sus relaciones con otros seres, de recobrar la sensación de dicha y de posesión total provista por la madre. Éste es el tema del relato de los amores de los protagonistas, en ambas novelas, y la búsqueda del tiempo perdido, es, en realidad, la busca del paraíso perdido de la infancia. Como En busca del tiempo perdido, la trilogía de Robles es una historia de tiempo perdido en desilusiones. El personaje principal de Proust y Swann, su alter ego, hombres ricos y ociosos, descubren, gradualmente, el desengaño, no solamente con el amor, sino también con la sociedad que los rodea, y terminan dudando de su propio valor y encontrando la vida sin propósito. Las circunstancias de la narradora de Una mujer y otras cuatro son distintas, pero se llega a la misma conclusión. Robles cuenta la vida de un personaje que lucha con un destino que le parece ineluctable. La ingenua y optimista protagonista del principio de la novela, la niña "capitana" de un imaginario barco, protegida en su labor triunfante por una soñada amante ideal, de senos abundantes, se convierte, gradualmente, en un ser desolado atrapado en su "cárcel circular". De la misma manera, Narcisa, la protagonista de la segunda novela de Robles, parte de un deseo intenso de integrarse a su familia y descubre la soledad y el abandono. Y en La muerte definitiva de Pedro el Largo, el héroe, un personaje caleidoscópico que abarca varios avatares en el espacio y en el tiempo, sobrevuela todas las etapas del sufrimiento humano en un esfuerzo de escapar a la maldición de la soledad y desaparecer definitivamente. Todos estos seres sufren de desasosiego, de una incapacidad de amarrarse a ellos mismos y al mundo para sentirse una identidad bien definida, y su vida se deshace en "sal y agua", como lo expresa la narradora de Una mujer y otras cuatro. Similarmente, el narrador de En busca del tiempo perdido habla de la "lassitude" y del "ennui" que le asaltan a veces. Esta persistente insatisfacción con la vida es un rasgo que une a los personajes de Proust y Robles. "Quisiera", dice la narradora de Una mujer y otras cuatro, "habitar el tiempo". Es decir, vivir el tiempo terrenal plenamente, como lo hizo, por ejemplo, Anais Nïn, por cuyos libros la heroína de Una mujer y otras cuatro se apasiona durante un período de depresión. En su caso, el tiempo perdido es, antes que todo, el tiempo gastado en trabajos aburridos y en culpas innecesarias. La aplastan las obligaciones impuestas por la pobreza, que le roba el tiempo y que la condena a una vida monótona. "Quizá no hay nada / más triste / que el pasar lento / de los años / cuando el tiempo / se desliza / blanco / sin tonalidades" decía Robles en un poema que aparece en Tiempo artesano, de 1973. Además, la protagonista de Una mujer y otras cuatro se enfrenta a diario a un mundo en el cual no cabe y que la rechaza cruelmente. En su juventud, las niñas en la escuela se burlan de la incapacidad de su padre; la madre y las tías le reprochan su inclinación sexual y le infunden un casi permanente sentido de culpabilidad. A causa de todo esto, más tarde, la mujer ya madura siente, en sus relaciones con los demás, un aislamiento y una imposibilidad de comunicarse con ellos. Ocasionales episodios de felicidad vienen a romper el tedio de esta existencia. Éstos son los raros momentos de arrebatamiento sentimental o erótico, y de satisfacción amorosa. "Habitar el tiempo" es, sobre todo, amar (¿cuál es su ocupación preferida?, le preguntaron a Proust, en un famoso cuestionario. "Amar", fue su respuesta). Entre las cuatro mujeres amadas por la protagonista se destaca la figura de Marisol, cuya influencia se extiende por el libro entero y colora todas las otras relaciones amorosas de la protagonista. La relación con este personaje se puede comparar a la de Swann y Odette o de Marcel y Albertine en En busca del tiempo perdido. Como éstas, la historia de Marisol abarca, paradigmáticamente, todas las fases del amor: se trata de la ensoñación y de la consumación del amor correspondido, seguidas por celos, desilusión, y finalmente, desamor. Las relaciones con las otras tres mujeres también terminan con un fracaso, por cualquier razón que sea, culpa de los prejuicios sociales o simplemente rechazo por el ser amado. Inesita, la ensoñación de la infancia y temprana adolescencia de la protagonista, era un primer esbozo del amor. En Bibi, una amiga de la juventud se descubre, tardíamente, una posibilidad erótica, pero ésta no se realiza. Finalmente, en la relación con Laura, una figura nebulosa que será el último amor de la protagonista, aparecen desde el principio, las primeras señales de una ruptura, aunque la narradora, que frecuentemente se dirige a esta mujer en segunda persona, a pesar de que ella casi no aparece en persona en la novela, se agarra, hasta el final, a la esperanza de la felicidad con ella. En todos los casos, la obsesión de la protagonista es la misma: "retener a esta mujer", o sea, detener el tiempo. Existen varias maneras de superar los límites temporales, ya sea tratando de hurgar en el pasado o proyectándose en el futuro. Una de ellas es la revelación psíquica o espiritual, que trasciende la brutal evidencia del mundo de los sentidos. Aquí se diferencia la obra de Robles de la de Proust. En éste no se encuentra ninguna indicación de creencia en una trascendencia de tipo psíquico o metafísico. Para Robles, por otro lado, la vida humana es una invitación a un viaje espiritual. Ya en Una mujer y otras cuatro aparece, en forma embriónica, la preocupación de que existe un tiempo mas allá de la vida percibida, lo que será un tema importante en la última novela de Robles, La muerte definitiva de Pedro el Largo. En esta obra, el personaje principal tratará, vanamente, de eludir, con una "muerte definitiva", el castigo de múltiples reencarnaciones en las que se siente ajeno al mundo. Asimismo, la heroína de Hagiografía de Narcisa la bella se transporta, mágicamente, a la mente de otros personajes, y sobrevuela espacios y tiempos. Una mujer y otras cuatro es, sin duda, la más realista de las tres novelas de Robles, pero de vez en cuando se asoma la narradora a un mundo misterioso más allá de la vida percibida. Varias veces alude a los "ciclos" consecutivos de la vida humana, como si éstos fueran predeterminados, y pudieran ser percibidos en una misteriosa forma intuitiva: la vista de un gusano le sugiere a la narradora la idea de que es una señal anticipadora de su propia muerte, ¿o será, acaso, el símbolo de la muerte de una etapa que desaparece para dar nacimiento a otra? También tiene la intuición de "déjà vu", de experiencias anteriores a la vida: alquila un apartamento que le parece familiar, porque "ya lo he vivido en alguna otra casa europea, en otra reencarnación". Pero sobre todo, en Una mujer y otras cuatro se subraya el papel revelador de los sueños para reconstituir el tiempo perdido. Éste es un interés que Robles comparte con Proust. En el caso de Robles, los sueños tienen un poder telepático o profético. En su niñez, la protagonista de Una mujer y otras cuatro comparte un sueño idéntico con su amiga Inesita. Su gran amor, Marisol, es el objeto de varios sueños, uno de ellos profético, que le prefigura a la narradora una traición amorosa. Las últimas páginas de Una mujer y otras cuatro describen una pesadilla en la cual aparecen casi todas las mujeres amadas por la protagonista durante su vida, en una perspectiva dislocada en el tiempo. Este sueño es, al mismo tiempo, una recapitulación de su vida amorosa, y una revelación de su intuición subconsciente de la transitoriedad de su último amor. Es interesante notar que las últimas páginas de Un amour de Swann también terminan con un sueño análogo a éste: en el sueño Swann ve a Odette, que hasta ahora ha amado obsesivamente, en una perspectiva alterada en la cual Odette está con otro hombre, y él se ve a sí mismo desdoblado en un personaje que presagia su propia derrota amorosa. Los sueños, con una velocidad que rompe las leyes del orden cronológico, nos dan acceso a nuestra inteligencia subconsciente, la cual nos revela aspectos de nuestra subjetividad que tendemos a negar. Sin embargo, según Proust, las revelaciones provistas por los sueños no son otra cosa que una sensación transitoria, similar a todos los acontecimientos fugaces de la vida despierta. Lo mismo se podría decir de los instantes de clarividencia provista por los medios psíquicos a los cuales alude Robles. ¿Cómo, entonces, reunir, coordinar o comprender tantas sensaciones dispares, y así, recobrar el tiempo perdido y encontrar la felicidad? Una mujer y otras cuatro ilustra el tema proustiano por excelencia, que será también un tema esencial de las obras siguientes de Robles: el tiempo recobrado ("le temps retrouvé") es el tiempo archivado, el tiempo fijado por la creación artística porque, como dice la narradora de esta novela, "el silencio es tal vez un símbolo de olvido, o de la muerte de aquella flor extraña que pasó por mi vida de adolescente". Ya desde niña escribía poemas de amor, y después, en el exilio, se dedica apasionadamente, en sus pocos momentos libres, a la pintura. En Hagiografía de Narcisa la bella, Narcisa, la heroína, sofocada por la presión de su familia que le roba el tiempo, crea, mágicamente, simbólicas chimeneas de ladrillos, porque para ella, "el acto de la creación en sí es indestructible". La reconstitución de las experiencias vividas, para Robles como para Proust, permite superar el desasosiego al sentir que uno no cabe en la vida, y la angustia provocada por el paso del tiempo y el acercamiento de la muerte. Ya se encontraba este sentimiento en un temprano poema de Robles: "Quiero dejar / en el océano humano / mi gota de ser / una gota / que fija en el tiempo / ruede / de instante en instante / en un sinfín de eternidades". Para Robles como para Proust, el acto de la creación es el único que no solamente nos acerca a la felicidad perdida en la infancia, sino que también alcanza una especie de trascendencia como en En busca del tiempo perdido, la alcanza el escritor Bergotte: después de su muerte están sus libros abiertos en una vitrina, velando como "ángeles con alas desplegadas", pareciendo "un símbolo de su resurrección". Habitar el tiempo, entonces, es tratar de comprenderlo en su complejidad, y expresar los hallazgos de la memoria gracias a la obra artística, sea musical, gráfica o literaria. (La novela de Proust describe ejemplos de todos estos géneros). Para escritores como Proust y Robles, una forma de llenar el vacío existencial o amoroso causados por el paso del tiempo, y de conjurar el olvido, es recordar "los nombres". Como lo explica Proust, los nombres, las palabras en sí tienen un poder sugestivo, y su sonido evoca un mundo imaginario desconocido. Asimismo, a cada nombre de las cosas vividas está ligada una carga emocional, y su evocación es una llamada al tiempo perdido. En la novela de Proust se encuentran leitmotifs verbales, como "espino albar", "lila" e "iglesia". Dentro de cada una de estas palabras se esconden sensaciones subjetivas que, para el narrador, se relacionan a su propia búsqueda del tiempo perdido. Similarmente, en Una mujer y otras cuatro, la enumeración de los nombres de lugares, de la gente, y hasta de los detalles del menú de cada comida es un intento de fijar el pasado. No se trata de un simple diario, sino de una iluminación particular de lo que más profundamente afecta la vida de un ser humano. Proust compara su libro a un lente de aumento que, fijándose en ciertos detalles de una vida humana, le permite al lector leerse a sí mismo. La "autobiografía" de Robles, Una mujer y otras cuatro, abre caminos a varias dimensiones del tiempo, que se pueden multiplicar interminablemente. La vida se ha hecho obra y está ahora imbricada con la literatura, y, como dice Proust, se han hecho "les métamorphoses nécessaires entre la vie d'un écrivain et son oeuvre", las metamorfosis necesarias entre la vida de un escritor y su obra. El relato de una vida particular, llegando al fondo de la subjetividad, ha alcanzado la universalidad. Podría decir Mireya Robles, como Pessoa, hablando de su vida: "Yo no soy nada / Nunca seré nada / No puedo querer ser nada / Fuera de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo". Bibliografía - Proust, Marcel (1935): A la recherche du temps perdu. Paris: Editions de la Nouvelle Revue Française, Gallimard. - Robles, Mireya (2004): Una mujer y otras cuatro. San Juan, Puerto Rico: Editorial Plaza Mayor, Inc. - (1985): Hagiografía de Narcisa la bella. Hanover, N.H.: Ediciones del Norte. - (1998): La muerte definitiva de Pedro el Largo. México: Lectorum, S.A. - (1973): Tiempo artesano: Barcelona: Editorial Campos. ** Anna Diegel mwadie66@iafrica.com Crítica, políglota y traductora suiza (Nyon, 1939). Reside en Durban, Sudáfrica. Ha publicado traducciones técnicas y la traducción inglesa de la novela de Mireya Robles, Hagiografía de Narcisa la bella (Hagiography of Narcisa the Beautiful), Readers International, Londres, 1996. Realiza trabajos en literatura comparada. Ha enseñado alemán y español. === Vindicación del plagio Musa Ammar Majad ========================== Tras la publicación en varios medios del ensayo "E. M. Cioran y Ben Amí Fihman: correspondencias en Respiración artificial", he visto como más propicio para el debate no tal correspondencia sino el tan discutido y, al parecer, no trillado problema de la originalidad. Y es que en los primeros meses de 2003 los círculos literarios chilenos sentenciaron que el cuento "El cazador", de Paulina Wendt, ganador del concurso de cuentos Paula el año anterior, tuvo como matriz no la concepción primaria de una idea original (tal y como lo propondría un romántico, que para algunos, los más, será neo, pero que para mí será -el agregado ayuda a fingir que aún no conozco a este individuo- pseudo) sino la conculcación de un texto precedente y que, a falta de nombre más oprobioso, se le denomina plagio. ¿El cuento plagiado? No otro que uno de Ricardo Piglia: "El fin del viaje". El hecho de que varios meses después de entregado el premio se reconociera la fuente del plagio y se procediera a su declaración se justificó en que Piglia no es un autor conocido en el país vecino a Argentina (!). Se dijo que el plagio fue descubierto por la editorial Planeta y que llevó al jurado del concurso a reunirse nuevamente y, tras comparar ambos textos, retirarle el premio a Wendt. Pregunto: el reconocido escritor mexicano, Juan Villoro, miembro del jurado, ¿desconocía la obra de Piglia? Yo, que pienso que no se puede ejercer la escritura como profesión si no se lee, lo dudo. Sólo se puede escribir y leer en un mundo intertextual: todo es cita. Como sistema semiótico, cualquier texto se compone de un plano de la expresión y de un plano del contenido, siendo el primero un repertorio de léxico y de reglas sintácticas mientras que el segundo atañe a un universo de conceptos expresados. Resulta claro que el acercamiento a un texto se encuentra determinado por un intento de iteración, por una operación mediante la cual se han de obtener todos los conjuntos parciales del repertorio de signos que pueden presentarse como formación de conjuntos en potencia y que conducen a conexos y/o conjuntos completos. Es de notar que la eficacia del proceso de iteración es susceptible del nivel de competencia lectora, los niveles de comprensión y la actitud del sujeto frente al texto. Sujeto que en lo que respecta a su grado de participación o de reacción podrá estar en el punto del observador o del lector. Se trata de niveles de competencia, que tienen por sujeto ideal a un mismo individuo con distintos nombres: el lector modelo de Eco, el lector total de Barthes, el superlector de los estructuralistas, el lector competente de Chomsky, el lector implícito de Both, el lector implicado de Genette, el lector ideal de Prince, el lector pretendido de Iser, el lector macho de Cortázar. Tanto el concepto de intertextualidad como el de lector modelo estimulan la premisa de que toda figura establece un par contrapuesto: lo que parece y lo que es. El individuo que trabe un acercamiento a un texto bajo tales fundamentos permite confirmar la idea de que en tal o cual obra y/o producción se puede producir una reducción de los significados más evidentes a favor de los más ocultos, inconscientes o ambiguos, en donde cada elemento es portador de significados parciales que a su vez se agrupan en unidades superiores suscitando finalmente una serie de lógicas del conocimiento que operan en la forma de un texto significante. Copyright es el nombre de un libro escrito por Jorge Maronna y Luis María Pascetti. El protagonista de la novela conoce en una librería a una mujer que siente fascinación por los escritores. Se enamora de ella; para seducirla enfrenta la tarea de escribir una novela a pesar de sus escasas dotes para el ejercicio literario. Comienza a "plagiar" descaradamente obras de la literatura universal. Su historia inicia: En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde en que, al despertar de un sueño agitado, Gregorio Samsa se encontró en su cama transformado en horrible insecto. No faltaron los detractores para Copyright. Por fortuna, tampoco los defensores. El motivo de estos últimos resultó el más válido: cuando a un texto original se le cambia la intención y el contexto, el plagio, el plagio explícito, queda de lado. Que la historia de la literatura se ha dado en la reescritura de sí misma es un lugar común que por común no deja de ser cierto. Sin reescritura no existiría, en los templos de los cenáculos literarios, Dante, Shakespeare, Borges. En 1919 el jesuita e islamólogo español Miguel Asín Palacios publicó los resultados de una tesis que, hasta casi la segunda mitad del siglo XX, resultaba descabellada: tanto el espíritu como la fuente principal que insufló a Dante para la redacción de la Comedia fue de origen musulmán. El trabajo llevaba por título La escatología musulmana en La Divina Comedia. A partir de Asín Palacios se numeran con seguridad los parámetros islámicos incidentes en la obra de Dante, en este caso la Comedia. El Viaje Nocturno (Isra') del Profeta Muhammad y de su Ascensión a los Cielos (Mi'raÿ), tradición mencionada en el Sagrado Corán (Sura 17 Al-Isra', "El Viaje Nocturno", Aleya 1) y por diversas narraciones o hadices recopilados por Ahmad Ibn Hanbal (780-855), Abu Abdillah Muhammad Ibn Ismail al-Bujarí (810-870) y Abu al-Husain Muslim Ibn al-Haÿÿaÿ al-Qushairí al-Nishaburí (820-875), entre otros, constituyen la fuente principal. Según estas versiones, populares en el Islam desde el siglo IX, enriquecidas y poetizadas por teólogos, místicos y literatos en siglos sucesivos, Muhammad es, como Dante en su poema, el protagonista del viaje, el que cuenta los hechos y describe el escenario. Ambos viajes comienzan en las tinieblas: Muhammad lo inicia en el medio de la noche, Dante en el medio de una selva oscura. Por orden del Cielo, Virgilio se ofrece a Dante como guía; el ángel Gabriel hace idéntico servicio a Muhammad. Son múltiples las correspondencias, que no viene al caso enumerar. De cualquier manera todas las concordancias que atañen al presente artículo y a cualquier debate sobre algún tema relacionado deben ubicarse en los textos y sólo en ellos. Pues son inconsistentes las similitudes biográficas extratemporales; por ejemplo: existe un paralelismo entre Dante y el poeta Ibn Al-Arabi de Murcia, muerto en Damasco cinco décadas antes del fallecimiento de Beatriz Portinari, y que no es otro que el amor espiritual, puro e inocente, llamado en árabe al-hubb al'udhrí. Al-Arabi, al llegar a La Meca en el quinientos noventa y ocho de la Hégira, quedó prendado de la belleza y sabiduría de una joven persa llamada Nezam, "sabiduría" (podríamos pensar en la Sophía de Novalis) que suscitaría en él la escritura del poema místico El intérprete de los deseos ardientes. Reescribir no es plagiar. Lo primero presupone un acto creativo legítimo y, en consecuencia, un texto distinto. Lo segundo, en cambio, atiende a la pereza y a la egolatría. La reescritura es una búsqueda, una botella al mar. ¿Qué se busca? Un cómplice. El lugar donde lo múltiple es cifrado para hacerse unidad está en el lector, en el oyente, en el contemplador, en el que anexiona, por medio de los sentidos, la obra. Actuando en tal sentido el lector ha de manifestar un proceso de reconocimiento de los distintos elementos de la obra, respetada como plano de la expresión. Contrario a lo que se pudiera suponer, aquí la competencia lectora no presupone necesariamente identidad con la del productor del texto, ni siquiera con la de los lectores primarios, ya que los niveles de capacidad lectora vienen dados por "posiciones sujeto", es decir, por puestos de observación desde los cuales se interpreta la obra. Es así que, como texto, como discurso, una obra literaria puede (y debe) ser reducida a componentes, a "bloques de unidades expresivas", que indican un pacto de formas, sostenido por medio de un proceso de filiaciones. Al captar los signos codificados (el acto de decodificar), el lector es impelido en una sensación, un esfuerzo, una determinación. Lo que implica, por ende, ver al texto como una unidad intencional. Existe la intención del que ejecuta el texto y existe la intención del que lo lee. ** Musa Ammar Majad musamajad@hotmail.com Investigador venezolano (Táriba, Táchira; 1977). Licenciado en letras por la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve). Dirige la Coordinación de Eventos Educativos del Museo de Artes Visuales y del Espacio (San Cristóbal, Táchira), donde ha llevado adelante el Centro de Investigaciones Históricas, Artísticas y Culturales y el proyecto de registro y catalogación de la colección permanente, entre otras actividades. En 2004 recibió la orden Luis María Rivas Dávila, de la ULA, por su alto desempeño académico. ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** El dragón viejo Triunfo Arciniegas *** Tres poemas Alejandra Barbery *** Tres relatos Patricia Damiano *** Pétalo partido Iván Segarra Báez *** Dos textos Marco Vinicio Padilla Arceo *** La ciudad perdida Carmen Campos *** El verdadero final de las mil noches y una Elsa Levy *** Poemas Chrystian Zegarra *** El secreto de Pedro Armendáriz Jorge Etcheverry *** Poemas Magdalena Reyes González *** Café y antropofagia Alejandro Cardozo *** Agosto Viviana Abnur *** La morsa Carmen Marques Bellosta *** Memorias de un violoncello Nicole Lafourcade *** El dolor de una caída Laura Guillén Ramo *** El desertor Nesfrán Antonio González Suárez === El dragón viejo Triunfo Arciniegas =============================== Papá acostumbraba llevarme en sus viajes. Recuerdo la impaciencia, el cosquilleo de la noche anterior, mamá alistando la ropa, su cara enrojecida de soplar la plancha, el chisporroteo del carbón como el inicio de una fiesta que nadie festejaba. Quería dormir porque, al abrir los ojos un instante después, papá daba los últimos toques al bigote con unas tijeras de muñeca, y eran las cuatro de la mañana. Me vestía con la ropa de los domingos, me lavaba la cara casi a la manera de los gatos y me peinaba con los dedos. En cualquier momento oíamos la corneta del bus que nos llevaría a Pamplona. Un hombre fornido, casi un enano, cargaba los costales de herradura amontonados junto a la puerta. Con un esfuerzo violento lanzaba el bulto al hombro, salía a la calle, subía la escalera del bus y lo acomodaba en la parrilla, entre bultos de yuca y plátano, piñas y naranjas, a veces una cesta erizada de crestas de pollo o una cabra amarrada. Papá me encargaba el maletín con el cuchillo y la linterna. Nunca salía de casa sin cuchillo. Iba hasta la cama a decirle adiós a mamá, recibía su bendición y partíamos. En el bus, tres o cuatro personas y papá se saludaban sin darse la mano; recogeríamos a otras cuantas en sus casas antes de salir de Málaga, todavía de noche. Casi nunca veía el amanecer. Me quedaba dormido contra mi padre hasta que nos deteníamos a desayunar en el restaurante de Zoila, junto a un río de piedras grandes y blancas, en Cerrito. El agua era toda espuma. Orinaba desde el puente. Luego seguíamos, kilómetros y kilómetros, siempre subiendo, hacia el páramo, perseguidos por la nube de polvo. Ya nadie hablaba. Casi todos cabeceaban. Mientras nos cruzábamos con campesinos de ruana y sombrero, en bicicleta, me entretenía en el paisaje y no volvería a dormir un solo momento. Era la eternidad: el ronroneo del bus, los árboles que pasaban y pasaban, el humo de las casas, los trigales. A medida que subíamos, los árboles, las casas y los trigales escaseaban y luego desaparecían. Por un instante, si el día era claro, Málaga se adivinaba en la lejanía. Aún me veo fascinado por la desolación del páramo, el espectáculo de la niebla y, no siempre visible, la nieve de las montañas distantes. El viento raspaba mi cara hasta que alguien pedía que cerrara la ventanilla. Si alguna vez el bus se varaba, estirábamos las piernas en pleno páramo y nos acordábamos de los bandidos. La gente se frotaba las manos y humeaba al hablar. En una época fueron famosos los bandidos del páramo. Despojaban a los pasajeros hasta de la ropa. Los imagino temblando en calzoncillos. Los bandidos, con racimos de pollos colgados de los hombros, con sus antifaces de fiesta, corrían a perderse detrás de las montañas. Otro arrastraba entre maldiciones una cabra terca que se negaba a abandonar al dueño. Me contaron que para acabar con la plaga camuflaban dos o tres policías entre los pasajeros. El ejército hizo su parte. En el anfiteatro de Málaga vi uno de aquellos bandidos, descalzo y sin camisa. Una bala le había volado media oreja. No le vi más heridas pero estaba muerto de pies a cabeza, tan duro y frío como una piedra. Se hablaba de los bandidos del páramo con frecuencia aunque el peligro había pasado. Sin embargo, de regreso, mi padre ocultaba en los costales el dinero de la venta de la herradura, decía que si los bandidos me preguntaban dijera que él lo llevaba en el bolsillo, y me enseñaba unos cuantos billetes. Arrojaba los costales al piso pero durante todo el viaje no les quitábamos el ojo. Llegábamos a Pamplona al mediodía. La primera vez que la vi me asombró el viento que doblegaba a los árboles. Hasta entonces no conocía su rugido de gigante atormentado. La gente caminaba echada hacia adelante para que el viento no se la llevara a los cielos. Papá me dejó en el parque con los cinco costales. Sólo Sansón saldría corriendo con un costal de cien juegos de herraduras a las costillas, pero alguien debía cuidar. Había pasado horas y horas de mi vida junto a aquellos costales en uno y otro pueblo. Treinta años después saboreo sus nombres como si los inventara: Concepción, Cerrito, Molagavita, Pangote, Enciso, Capitanejo, Carcasí, San José de Miranda. Aquella primera vez me emocionó el viento y me sobrecogió la peladura de las montañas. Salpicada de iglesias, a menudo visitada por la niebla y la lluvia, Pamplona estaba en el fondo de una taza de montañas raspadas. Un niño se me acercó y me preguntó de dónde venía. Quería saber cómo era mi pueblo y no acerté a explicarle. El niño sólo conocía a Pamplona, y Málaga era muy distinta, tibia y toda empedrada. Pronto se aburrió. No lo olvidaría en el resto de mi vida. Le faltaba el meñique de la mano izquierda pero no me atreví a preguntar. El niño parecía no darse cuenta. Papá volvió contento. Había vendido todo y no necesitábamos seguir a Ragonvalia, donde estaban mis primos. Para consolarme me compró unas revistas de Kalimán, Mickey Mouse y Superman. En ese entonces me encantaba Superman y envidiaba a los pájaros. Atrapaba azulejos y los vendía en la plaza de mercado. Para volar repetía hasta el cansancio fórmulas mágicas que nunca funcionaron. No entendí por qué al tipo nunca le fallaron en el Teatro Bolívar, el mismo escenario de las películas mexicanas que hicieron la educación sentimental de papá. Los domingos me enviaba a la función matinal y para él, acompañado de mamá, reservaba la función doble de la tarde. Solía esperarlos en la puerta, aferrado a los barrotes. Si la abrían antes, conseguía ver los últimos dos o tres minutos de una película. A veces, entre semana, papá me invitaba a la función nocturna. O eran pistoleros que se mataban por una mujer o enmascarados gordos, con capa, que peleaban en el ring y en todas partes, pero cuyos golpes no hacían sangrar a nadie. O jinetes sin cabeza y vampiros que me perseguían el resto de la noche. Estaba feliz con las revistas y ya no me importaba regresar a casa desde Pamplona, cuando papá dijo que visitáramos al viejo Manuel, su maestro. No sabía de quién hablaba y por el camino me explicó algunas cosas. El viejo lo acogió en su casa después de una paliza de misiá Candelaria, mi abuela, y le enseñó el oficio de la herrería mucho antes de que yo naciera. Subíamos por las gradas de una calle de tierra cruda, maltratada por los caminos del agua, entre perros malhumorados y niños con el ombligo al aire. Papá espantó una gallina que pretendía picotearme el maletín. "En diciembre te compro la bicicleta", dijo. Entonces vi las cometas, alborotadas y llenas de colores, y agosto entró a mis pulmones. Quise que los meses pasaran volando. Seguimos subiendo con la respiración agitada y la lengua afuera. Me dolían las rodillas y sentía las orejas mojadas. Papá esperaba cada vez que me sacaba más de tres escalones. Decidió ayudarme con el maletín y los costales. Torcimos por una callecita estrecha y mal empedrada hasta la herrería donde el viejo trabajaba solo. Se dieron un abrazo. "Maestro Manuel", dijo papá. Tenían mucho tiempo sin verse y muchas cosas por decirse. El viejo acarició mi cabeza e hizo algunos chistes. Le ofreció a papá una silla destartalada, le preguntó por una novia, cierta loca que bailaba como un trompo, explicó que debía terminar un trabajo urgente, y papá, quitándose el saco, se ofreció como ayudante. Lo vi remangarse la camisa y soplar. Le dijo al viejo que ya no se usaba el fuelle sino el ventilador eléctrico. Detalló sus experimentos mecánicos, precisó el tamaño y el número de aletas, la posición adecuada del tubo del aire, los materiales y los precios. Los vi machacar un hierro amarillo con regocijo, como niños, sobre la música del yunque. La porra de papá y el martillo del viejo subían y bajaban por turno, con fuerza, mientras balanceaban el tronco, estiraban y encogían los brazos, como dos bailarines consumados que no admiten equivocaciones. Emocionados, empapados de sudor, decidieron celebrar el encuentro. "Doña Carmen, cervezas", gritó el viejo desde la puerta de la herrería. En pantuflas, una vieja trajo el par de cervezas de inmediato y el maestro Manuel le pidió que se las anotara. Me dijo que fuera con ella a pedir lo que se me antojara. Coca-Cola, pan y queso. La vieja abrió un cuaderno, mojó en la lengua la punta del lápiz y escribió unos números. Contemplaba las mujeres de los almanaques cuando oí el grito destemplado del viejo Manuel: "Doña Carmen, mándeme otras dos con el pelado". Llevé las cervezas, aunque las primeras todavía estaban a mitad de camino. El viejo hablaba del difunto Jeremías, que en paz descanse. Pequeño y barrigón, colorado y calvo, sólo le quedaba cabello alrededor de las orejas y en la nuca. Las cejas parecían una reunión de alfileres, un gusano quemador que separaba los ojos de la frente. La nariz de payaso y el bigote de cola de conejo me hacían reír. Balanceaba el tronco como los enanos. Por sus movimientos rápidos y la curva de sus piernas de pistolero del Oeste, cualquiera diría que había pasado la vida montando a caballo. Pensé que no me extrañaría verlo en la pantalla del Teatro Bolívar. Acabaron las cervezas y, como aún les quedaba conversación, más historias de vivos y difuntos, me mandaron por otras. Una perra que casi raspaba el suelo con su barriga erizada de tetas entró al taller y se acomodó debajo de la forja. "Como todas las perras, le gusta el calorcito", dijo el viejo con regocijo. "La preñan todos los años". Más colorado que antes, se reía. Al anochecer, del fondo de la casa vino una muchacha negra y bonita, descalza, que el viejo presentó como su mujer. Le palmoteó las nalgas, riéndose. "Soy un dragón viejo pero todavía boto candela", dijo, alborozado, y la negra nos enseñó el resplandor de sus dientes. Papá lo acusó de viejo sinvergüenza. Yo nunca había visto un culo tan grande. Al principio papá no la miró, luego no le quitaba los ojos de encima. La mujer como que se dio cuenta. Pidió permiso para retirarse. "Tenemos pescado esta noche", anunció el viejo. Encendió un tabaco y entonces sí me pareció un dragón. Como pistolero causaba risa, pero como dragón tenía su encanto. Le regocijaba echar humo. Al fin y al cabo, igual que papá, había pasado su vida junto al fuego. Papá y él estuvieron de acuerdo en que eran un par de diablos y que se pasearían por el infierno como Pedro por su casa. Al rato volvió la negra para anunciar la cena. Se había pintado la boca y lucía unas candongas doradas, pero seguía descalza. Ya estaban borrachos cuando nos sentamos a comer. El viejo se quedó dormido en la mesa. Papá y la mujer lo llevaron a la cama. Papá se demoró en volver. Abandoné el pescado, aburrido de escupir espinas, me lavé las manos y leí dos veces las aventuras de Superman. Papá tocó mi hombro y dijo que regresaríamos al otro día. Que nos quedábamos a dormir. La muchacha nos guió a un cuarto de paredes desnudas y señaló una cama pequeña. Me quité los zapatos y me acomodé al rincón. "Duérmete", dijo papá y se acostó encima de la cobija, con un brazo de almohada. Dijo algo que no entendí y soltó la risa mientras se manoseaba el bigote. No pude dormir y oí cuando la mujer entró. Me quedé quieto, hablaron pasito y salieron del cuarto. Me quedé dormido esperando a papá. Entre sueños lo sentí volver, acomodarse una y otra vez. Entonces, con su tibieza, dormí profundo. Elevaba una cometa de estrella cuando vi venir la pelota de colores montaña abajo. Por atraparla, solté la cometa. Abrazaba la pelota y veía estremecerse a la cometa, que caía y caía, lejos. Papá debería estar sacudiéndome desde hacía rato cuando desperté. "Nos vamos", dijo. Me acomodé los pelos con los dedos, tomé los costales vacíos y el maletín y cerré la puerta. Aún era de noche. Cuando atravesábamos el taller, papá se acordó de algo, sacó la linterna del maletín y soltó el chorro de luz debajo de la forja. "Anoche parió la perra", dijo. Conté los cachorros, dos negros y otro negro con patas blancas. Hubiera querido llevarme uno, el combinado, pero sabía que era muy pronto y se me moriría por el camino. "Después de que abran los ojos", dijo papá. Quitó la tranca y salimos a las últimas estrellas. Ajustó la puerta y, al terminar la callecita empedrada, vimos a Pamplona, abajo, enroscada y dormida. Papá tomó el maletín y echó adelante. Troté para alcanzarlo. En el parque, bebiendo café, nos amaneció. Papá reconoció un camión y le hizo señas al conductor, un gordo de bigotes, que se detuvo y nos llevó. Papá se quedó dormido casi en seguida. Durmió todo el camino. Sólo se despertó un rato para comer carne asada en el restaurante de Zoila. Compró un pan en forma de cocodrilo. El gordo no quería cobrarnos pero papá insistió y le entregó un billete doblado. Papá tocó y abrió Adelaida. Papá le acarició la cabeza mientras ella se apartaba para que pasáramos. Alguien llamó desde la calle y papá fue a saludarlo. Álvaro me arrebató el maletín y sacó el cocodrilo de pan. Adelaida preguntó qué más traíamos y le dije que un perro. Se le agrandaron los ojos. Abrió el maletín y metió la mano. Luego metí las mías y saqué un perro que ella no pudo ver. Lo arrullé. Adelaida siguió esculcando, huyó con mis revistas y la perseguí. Mamá estaba en la cocina. Papá se acercó sigiloso y la abrazó, también a mi otro hermano en la barriga. Mamá se volteó y le besó el bigote. ** Triunfo Arciniegas triunfoarciniegas@yahoo.com Escritor nacido en Málaga (Colombia) y residente en Monteadentro, en las afueras de Pamplona. Ha publicado El cadáver de sol, En concierto, La silla que perdió una pata y otras historias, El león que escribía cartas de amor, La media perdida, La lagartija y el sol, Los casibandidos que casi roban el sol, La pluma más bonita, Serafín es un diablo, El Superburro y otros héroes, El vampiro y otras visitas y las obras de teatro El pirata de la pata de palo, La vaca de Octavio, La araña sube al monte, Lucy es pecosa, Después de la lluvia y Mambrú se fue a la guerra. Con Las batallas de Rosalino obtuvo el VII Premio Enka de Literatura Infantil, con Caperucita Roja y otras historias el premio Comfamiliar del Atlántico, con La muchacha de Transilvania y otras historias de amor el Premio Nacional de Literatura de Colcultura y con Torcuato es un león viejo el Premio Nacional de Dramaturgia. === Tres poemas Alejandra Barbery ==================================== *** 1 la historia del hombre El cuerpo: la perpetua promesa de amar. El inicio de otra época, Una promesa Una obscuridad Difícil indescifrable La historia: Otro poeta descreído de las reglas. De trajes gastados De personajes posados De crítica incestuosa; ¡Altamente politizada! El juego: Revivan las ideas. Reviva el arte. Complejo. Contradictorio. Una aproximación del mundo. *** 2 Ausencia Sin dormir Lejos el sueño, Cierro los ojos. Hay una luna Hay una imagen, etérea Una sombra Una habitación vacía Un poco de sobras *** 3 Tránsito El cuerpo no es una cajita de tesoros y de angustia. EXIT El nombre de una puerta El año que nos pesa Un amor, Algo sagrado En mí. Si tuviera color el silencio Ese, oculto Negro Hueco. Un abismo. El desconcierto. Silencio la noche. Silencio de gatos. Silencioso mar. ¡Silencio! las veces que lloré y nadie vio. ¡Silencio! la aventurita del papel en blanco: una imagen en el espejo. ¿Silencio? lo que nunca fue. Los corazones vacíos. Los ojos de un perro. Ausentes. Fríos. ** Alejandra Barbery brujadelaire2002@yahoo.es Poeta boliviana (Santa Cruz, 1973). Estudió derecho y ejerció el periodismo para el suplemento Espectáculos del diario El Nuevo Día y Policiales (Seguridad) para La Razón. Fue columnista de Sección 100, suplemento de análisis y de opinión del diario El Deber, y miembro del consejo editor de la Revista Jurídica del Colegio de Abogados de Santa Cruz (2000-2002). Como activista cultural ha participado en diversos grupos, como Caraspas y Grupo Arte, entre otros. Poemas suyos han sido expuestos en muestras poéticas como Expoética (1996) y otras. Integra la antología Poesía joven, editada por la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA, http://www.upsa.edu.bo) y la Casa Municipal de Cultura Raúl Otero Reiche (Santa Cruz, 1998). Recibió el primer premio en el Concurso de Lírica UPSA (1994) y publicó el poemario Tres al hilo (Editorial La Hoguera, Santa Cruz, 2003). === Tres relatos Patricia Damiano ==================================== *** Chacal, de noche Sabes qué significa salir al balcón bajo un cielo que me abandona. Nos abandona a todos: hemos perdido. Un azul tan perverso, tan víscera solidez pesadumbre cárcel, tan desequilibrado pesa sobre mi torre. Cuelgan del insomnio la innúmera farsa y la embestida que sabía cruel. No es la noche la que me abriga, es el lápiz que me escribe, las calles polvorientas que la soledad dicta en Chiapas, en Sevilla, en Constantinopla. Es un alfil que ignora su destino y salva la partida, oscuro. Dame la clave, sé la clave. La clave pronuncio y me devuelve los nombres, los que he olvidado y el tablero de mármol que mi pie ha marcado para siempre. Llueve mi árbol. No tiene fruto. Desisto. Me renuevo. Muero, espada de bronce. Renazco, Puebla de los Ángeles. San Cristóbal en la infancia. Color de nuez. Un cuarto con una ventana pequeña donde el águila insiste; las huellas de la sangre en la pared del no-olvido. Hay una herida roja en cada ladrillo, y yo soy ese muro. Sabes qué significa una lágrima en mi yema. Un ardid, una trampa. El solsticio de verano cuando ya no amamos el verano. Muere, estaré viéndote. Es mi modo de pactar. *** Ajedrez Mueven blancas: me saco el anillo, voy de andén en andén, la higuera ya no florecerá, torre avanza hacia el rey inmóvil, una gota se cuela y es sal perpetua en los labios. Volvamos sobre el silencio de los labios. Un pájaro ha cosido su sonrisa a la estaca. Mueven negras: el frío entra bisturí cadalso entraña pertenencia. Qué soy. Una mirada en la guerra, un ojo que la revolución construye cuando el hambre. Artificio o transmigración, la rosa estruja sus espinas en la garganta de la madrugada. Mueven blancas: la inicial del vacío. ¿Has leído la música griega? Se suelta de su carnadura, Pat, para resistir. Un caballo corcovea su imperioso don. Avanzan negras: alfil desde el fondo de la noche; lleva máscara. El chacal atisba, bajo las nubes. Hay dioses observando. El chacal espera una víscera, una, sobre la arena. En el tablero ha quedado sólo un corazón. Mueven blancas. Una pieza ha caído sobre el tablero de mármol blanco y negro, bajo las ojivas. Es frío bajo los pies que no vacilan. Burzum, desde el precipicio. Es tiempo de las negras, sangre en las paredes y en mi túnica. La música reúne los despojos. Mi pie se adelanta, descalzo. Es tan pálido, lleva un hilo de oro en el tobillo. Deja la huella murmullo herida en el desierto. Grito. El estertor silba. Un águila se posa en la ventana pequeña y mira hacia dentro. La habitación resbala. No hay jardín. Mueven blancas. Sobre la pared, apenas yo, desleída en el pasado, construida, potente. Detestada como se detesta en estos casos. *** El reino A Isaías Garde, mucho después En verdad ella no ha gritado, cree que nunca. Cree que nunca llora y que los pájaros se adueñaron de su garganta pero él busca un olor a sal anticipada, huye las yemas, los dientes, huye por el cuello, trata de soltarse de ese cinturón de noche cárcel piernas que no huyen. Cómo saber si golpearla es el único placer cuando se piensa repulsivo. Tal vez dibujar la espalda de esa mujer cruel con alas de niebla, a cuchillo, con el mismo cuchillo. Su mano tensa detiene una rodilla en el abrazo justo. No tiembla, debe sofocar el grito que lo ensordece de tan esperado pero el sol se le va de la boca. Ya huele a mar su pelo silencioso. Ya los dedos. Teme que no esté gritando, que diga quererle; eso sería inadmisible. Por la ventana pequeña entra la última tarde en pedazos pero el hombre espera su reino, el reino de mármol donde una túnica blanca cuando las ojivas se diluían en la noche. Sus manos le parecen ajenas, acarician a la mujer adagio, la buscan lluvia, no responden. Sabe que nada le complace. Todo no es y es en el vacío. Sabe que no hay retorno, que no puede destrenzar las horas y quedarse en el pentagrama de los sueños con aquella otra mujer furiosa y furtiva que tantas veces había amado. Otro pájaro anuncia su canto vehemente y entonces ella gira y le tiende los ojos, más oscuros que cuando los inventaba, más abismo, más caldero, más nombre estallando silencio, los primeros acordes de un arco listo. Los cuerpos están allí. Ella no gritará que lo quiere. El hombre lo sabe y tiene miedo. Toma la daga, piensa en la pared de su cuarto. Piensa en la palabra que ella está susurrando por vez primera, la que siempre escribían. Ha cerrado los ojos para concederle el deseo. Un búho se acerca a la ventana. La luna ha entrado altiva y pisa roja los cuerpos quietos. ** Patricia Damiano patriciadamiano@yahoo.com.ar Poeta argentina (Buenos Aires). Estudió historia y posteriormente ciencias de la comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA, http://www.uba.ar). Ha publicado Crepúsculo cierto (primer premio -edición- de la Fundación Argentina para la Poesía, Buenos Aires, 1992), Los testigos (mención especial Concurso Fundación Inca, Buenos Aires, y Premio Publicación en el Concurso 15º de Acebal Centro de la Poesía Argentina, Rosario, 1992), Exequial (mención especial del Premio Publicación Arcano, Buenos Aires, 1992), De vísperas y postludios (1995), Cierta es la noche (1998), Testigo presencial (1999) y La noche, esta región (2001). Textos suyos aparecen en los sitios de Internet Ignoria (http://ignoria.foro.st), Diamantes gratis, llena de diamantes (http://diamantesgratis.bravejournal.com) y Factor serpiente, la voz de la que hablamos no dice nada (http://factorserpiente.blogspot.com). También ha publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa (Buenos Aires) y en las revistas Nexo Literario, Correo Latino y Generación abierta, todas de Buenos Aires. Además mantiene una página personal en http://patriciadamiano.bravehost.com. === Pétalo partido Iván Segarra Báez ================================= (Nota del editor: el año pasado apareció el poemario Ante la luz de un amor prohibido [http://www.apostrophes.cl/detalle.asp?iPro=446], del escritor puertorriqueño Iván Segarra Báez, bajo el sello chileno Apostrophes Ediciones. El libro reúne textos de cuatro poemarios anteriores de Segarra. De él dicen sus editores: "El placer de la lectura de su obra implica la embriaguez catártica de dejarnos llevar por la fluidez de su discurso poético tan lúcido como alucinado, pues su virtud estética nace de la razón de la sinrazón, de los delirios clarividentes de su transrealidad existencial y amorosa". Gracias a una gentileza de su autor, hoy presentamos a nuestros lectores el poema "Pétalo partido", uno de los que componen el volumen). Pétalo partido entre dos ramas de caminos... entro a la luz de tu cuerpo invisible. Lluvia, sol, mar y deseo no sé esconderme en el silencio mudo por los hombres. Luz del planeta, tu voz. Poro a poro te estoy nombrando en mi sombra, lluvia de marzo entre los dedos: mar, río, sangre, oro, capullo petrificado en las arterias. Voz del mar de mi lamento herido somos los hombres del mañana con un nombre de Cristo que nadie ha visto. Tu cuerpo es transparencia del alma hacia las cosas bellas. Estatua, esfinge, arena, río sin sangre, mal herido entra la luz por tu cuerpo me abraza el verbo de tu boca, estrella en luz risueña, espadachín del trópico norte, espadachín de mi alma cansada por la vida. No sé cómo llamarte si aire ilusorio, mortaja clandestina, suspiro en flor de una hora muerta, loca, sin vida o maridaje de amor entre mis manos. Compañero de la luz: escúchame que en esta hora en que la luz se acaba quiero estar contigo. (De Ante la luz de un amor prohibido, pág. 159). ** Iván Segarra Báez quijoteboricua2000@yahoo.com Escritor puertorriqueño (Caguas). Reside temporalmente en Suitland, Maryland (EUA). Ha publicado cuatro libros de poemas y dos novelas. Sus poemas y ensayos se han publicado en revistas literarias de Europa y América, así como en diversas publicaciones electrónicas de la talla de Proyecto Patrimonio, El Otro Mensual y el Grupo Palavreiros. === Dos textos Marco Vinicio Padilla Arceo =========================== *** Epistolar A la de la mirada etérea... El amor es más que una palabra bonita, es más que una palabra. De hecho, ni siquiera es palabra porque al pensarla me remite a ti. Hablar de amor es hablar de ti, de tus instantes, de tus tiempos, de tus espacios. Hablar de amor es hablar de ti conmigo. Porque al parecer no sirvió de nada resignarme a percatarme de que estoy enamorada hasta el fondo del sentimiento. No sirve de nada que hoy esté aquí, escribiendo, a las tres de la nostalgia, viendo pasar los segundos y con ellos de la mano los minutos, las horas, los días y todos los besos que me estoy perdiendo a tu lado. Vaya tarea ésta la de escribir de ti. Mira que si existe una persona que es especialista en el tema soy yo, y mira que qué difícil eres al escribirte. Más bien, lo difícil es pegar en esta hoja lo que mi corazón transmite sin temor a confundirlo. Pero ahí voy, luego de la tortuosa introducción brinco a ti, aunque a decir verdad nunca he estado fuera de ti. Siempre dentro, muy adentro. Incluso podría decir que el hombre se preocupa tanto por la muerte que concluí que eso es absurdo. Porque la muerte ya pasó. Le pasa a todos los seres humanos antes de que se enamoren. Unos siguen muertos y los vemos caminar con caras vacías y ojos perdidos. Lo intrepidante de la vida es cuando empieza. La mía empezó hace dos años. Soy joven aún, sabes. Y lo que los hombres llaman muerte sólo es una extensión de la verdadera vida. Es como una carrera de relevos, el que se va primero tiene la estafeta, y esperará al otro cuando deje de respirar. Yo estoy viva gracias a ti. Lo malo del asunto es que no sé si tú estás muerto. Y es algo que me urge saber porque ya viva por ti lo único que me queda es tratar de resucitarte, porque eso sí, estoy segura de que gracias a mí estuviste vivo alguna vez. Pero otra de mis teorías es que ya vivos los enamorados desisten y se suicidan porque no valoran respirar. Qué tontos, y no es nada personal, pero, dime si no es estúpido suicidarte sabiendo que ya estás del otro lado, suspirando por la persona que amas. Definitivamente ya hasta filósofa me volví, poetisa y un poco loca a decir verdad. Y vuelvo a ese asunto del amor, ése que tanto describen los románticos, los novelistas, los trovadores, los idiotas como yo. El amor. Qué valiente el que lo encerró todo en cuatro letras. Qué conciso. Yo no hubiera podido, me hubiesen hecho falta tres universos. Me haces falta tú, porque el tiempo ya no dura lo que antes. Ahora es más largo. ¿Te acuerdas cuando nos peleábamos con el maldito tiempo por ser tan corto? Yo sí. Pero no te preocupes, ya me reconcilié con él. Ya le hablo de tú porque camina muy lento y lo acompaño. No hay mucho que hacer con él, sólo verlo pasar, verlo caminar. Lo único que le hago es mostrarle esa vasta colección de recuerdos que tengo guardada. No le interesa mucho, e incluso burlonamente me demuestra que eso es pasado, me dice que cada paso que da no tiene marcha atrás. Y le creo. Hoy tengo más preguntas que respuestas. Pero firmemente sé una cosa. Te amo. Y te amo como nadie ha amado nunca a nadie. Te amo. Te necesito. Te extraño. Extrañar es verbo. A veces se convierte en instante, muchas otras se convierte en tiempo. Lo duro es cuando se convierte en vida y deja de ser todo lo demás. Extrañar es a lo que me dedico desde que me haces falta, desde que tan lejano, tan a distancia, estás. Y quiero volver a ser lo que era antes, quiero volver a ser la persona que dibujaba la sonrisa en la faz del aire cuando tus ojos se cruzaban por mi camino. Tus ojos enamorados, ese sol incandescente de la luz de tu mirada. Ya son las cuatro de la melancolía y yo sigo aquí. Todavía no digo nada aunque ya haya dicho todo. Tal vez a estas alturas ya hasta te haya aburrido. Y es que verdaderamente no sé a dónde voy a llegar si desde la primera palabra de la presente llegué a la meta. No me resigno a perderte, no cuando sé que eres todo, que muy a pesar de tantos a pesares insisto en sentirte, en respirarte. No me resigno a verte y no besarte, a palparte en el recuerdo y no tocarte. Y sabes algo, tú tampoco te resignas. Sigues ahí. Das señales de vida. Te dejas contemplar. También sé que si no te resucito no volverás a vivir, te perderás en el olvido infinito, en el limbo del amor, porque sé que nadie se enamorará tanto de ti como lo estoy yo ahora. Al perderme te pierdes tú también. Al alejarnos dejas de respirar. Sufres. Sufrimos y todo se vuelve un abismo. Varios siglos le ha tomado al hombre destazar la lejanía, aplastar cualquier pretexto que remita. Varios unos cuantos muchos infinitos siglos le ha tomado al hombre darse cuenta de que por más que taje la distancia y que pretenda encontrar cura al siempre gris sin par te extraño, nunca dejará de ver las lágrimas de los enamorados separados, ya por dos océanos, Pacífico y Atlántico, ya por la pared inquebrantable de la gris casa de al lado. Lástima que mis ojos no te hayan dicho ya que nos rompemos en pedazos al estar lejos, lástima que tan egoísta dejes que nos quememos por dentro. Son ya las cinco de la lágrima y he concluido que el amor duele. Que me dueles. Que nos duele aunque no lo aceptes. Que desangra saberte indiferente, que lacera tu distancia. Concluyo que el amor es esa llama que te demuestra que estás vivo y que dar la vida por la persona amada es lo que menos se puede hacer por ella. Por ti. Me está empezando a dar sueño. De ese sueño del que uno ya no se despierta. De ese sueño que ni siquiera es esperanzador porque no se vislumbran sueños ni pesadillas, sólo dormir y ya no abrir los párpados, pesados, cansados de tantas olas saladas de llanto. Me duermo levemente con el sonido de tu recuerdo. Abro los ojos, me resisto. Aquí sigo. Son las infinitas del cosmos llamado tú, y me resisto a dormir, a morir, a vivir sin ti. *** Conclusión Cuando se acerca la hora de enamorarse temo tanto no encontrar lo que busco. Cuando el reloj vital marca cuarto para el amor, el miedo incrementa, el ansia corroe las arterias. De repente el amor llega y saluda, de lejos; yo sólo lo observo, hago ademanes y gestos para que se acerque, entusiasta, y abra las puertas del sueño. De pronto se va. No lo comprendo; cuando se acerca la hora de enamorarse, la mirada ilumina más de lo normal, sin embargo la luz no ayuda mucho, será porque esa incandescencia va dirigida a otro lado y no precisamente al mundo que todos vemos y conocemos. La luz de la mirada enamorada corre rauda al no sé dónde, es una especie de linterna que sirve para no sé qué, a utilizarse no sé cuándo. Así es el amor desde mi perspectiva, una oleada de incertidumbres que envuelven mi búsqueda. ¿Qué es el amor sino una búsqueda sin fin? ¿De qué sirve saber que las pupilas arden deslumbrantes si no sé cuál es la oscuridad que despedazan? Cuando se busca generalmente se imponen límites, líneas divisorias para hacer más sencillo el campo de lo buscado; eso es, entre otras ventajas, lo que hace la diferencia de la búsqueda con la espera. El que busca recorre terrenos inexplorados y selecciona. Eso hace el aventurero del sentimiento universal, recorre, escudriña, cambia de opinión. Es un ser selectivo, tirano, de decisiones dictatoriales; hace su lista de requisitos cual empresario que busca la mejor persona para el puesto. Mejor. Esa es la palabra del que busca. Lo mejor es lo buscado. Lo mejor es todo aquello que reúne mis caprichos, mis desdenes; lo mejor de entre todo lo demás. Cuando se acerca la hora de enamorarse yo le propongo al amor, de lejos, cuál es mi definición de lo mejor y ahí es cuando se aleja. ¿Por qué huye el amor? ¿Por qué si mi mirada brilla y mis venas laten con la fuerza de los universos sensoriales? Hoy llegué a la conclusión de que cuando el reloj vital marca cuarto para el amor, yo soy la culpable de que se despida apresuradamente. Yo le entrego una lista con requisitos. Éstos le hacen más fácil su trabajo, no obstante el amor ya trae a alguien de la mano y mis exigencias son más grandes que él. Es ahí cuando llega la señora confusión, vestida de largo, seria ella, de ojos saltones, alta, con decisiones antagónicas. Primero propone una cosa, luego otra totalmente diferente, vive en mi pensamiento y ya no se retira. Confusión expone, incólume, que el amor es una conducta determinada, que debe seguir ciertos patrones. Después alude que no, que el amor resulta de la combinación pertinaz de dos miradas, dos manos al unísono. Y la consecuencia yo, confundida, resignada. Al parecer cuando se acerca la hora de enamorarse todas las corrientes destrozan mis pensamientos, mis infinitos sentimientos. La confusión es deshonesta, mis convicciones me traicionan, la mirada no me ayuda y mi latir es irracional. Llegué a la conclusión de que el error está en el verbo. Ese verbo maldito al que me remito, al que se remite el desquiciado que posee un concepto de lo mejor. Lo mejor es el ideal que nunca llegará, que tal vez llegue y desaparezca, efímero. El error consiste en pensar que el verbo del amor es buscar. Buscar el capricho de lo inexistente, hacer concreto el diseño trazado por la imaginación contaminada de prejuicios; buscar un ideal irreal; buscar lo imbuscable. Hoy concluyo que el verbo del amor es encontrar. Tan opuesto, tan distante, encontrar esa mano que embone perfectamente en cada dedo de la mía; encontrar la respuesta a la incandescencia de la mirada, que ilumina no la oscuridad de la otra mirada, sino el sueño compartido de los dos encontrados; encontrar la llave que abra el picaporte del sueño del amor, encontrar el picaporte del sueño del amor con que abra mi llave. Encontrar. Nada más. El amor se encuentra, el amor jamás se busca. Aquél que busque morirá en el intento; aquél que encuentre sabrá a lo que me refiero. Encontrar; cuando se acerque la hora de enamorarse, sólo le pediré al amor que encuentre y me hundiré en la ilusión de los puntos suspensivos. ** Marco Vinicio Padilla Arceo marquito_padilla@yahoo.com Escritor mexicano (Ciudad de México, 1982). Estudia derecho en la Universidad Panamericana y letras hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es también profesor de inglés en el Instituto Anglo Mexicano de Cultura de Cambridge. Domina el francés, el latín y el inglés. Ha publicado en revistas y periódicos locales de escasa circulación. === La ciudad perdida Carmen Campos ================================== (Nota del editor: en 2002 apareció el poemario La ciudad perdida, de la docente y escritora venezolana Carmen Campos, algunos de cuyos textos ofrecemos hoy a los lectores de la Tierra de Letras. En el prólogo, el también escritor Giancarlo Grassi dice que "es en los lugares como la Ciudad Perdida donde la poesía nace, donde la poesía vive y se vive, donde los poetas obligan a las palabras a expresar amor, nostalgia, dolor, añoranza, coraje, temor y todas las demás facetas del humano acontecer: es posible que en esto resida la esencia de la poesía. La lectura de los hermosos versos de Carmen lo demuestran"). ¿y dónde están las aguas milagrosas que junto a mí pasaban hacia el tiempo? Ludovico Silva Temo perderme me busco en cada grieta cada rincón y espacios de esta casa derruida en alero inclinado por el viento en instantes atrapados entre rendijas del bahareque Me busco en la palabra grabada en el almagre sobrevive en hilos de memoria En el umbral me asomo a vestigios de ayer me quedo en la tibieza de la estampa el polvo cubre la última lectura y hay cenizas en aquella taza Nombro en el desencuentro es tarde y abril viene muy lento los ojos ciegos se apoyan en las manos arañan el silencio no perciben señal es que la vida fue orillándose por la ventana abierta. === Les dejo: el tiempo, todo el tiempo Eliseo Diego Ahora toco en postigos cerrados puertas desdibujadas por el olvido Vientos de desarraigo empujaron mis pasos por frías oscuranas al borde del vacío pregunto al tiempo aunque sé de la ausencia de respuestas la única certeza en esta soledumbre son las horas caídas sobre mis huesos Sigo aquí es viernes todavía el aroma del café remueve sobreolvidos de ayer asoman trampas o desvaríos tal vez apenas hoy descifro el sinsentido a veces llega lento a veces llega tarde Viene con el guiño de muerte. === La piel rasgada a tiras y un vacío en la mente el paso ambiguo busca tu hombro poeta de angustias Alambres del cercado protegen los secretos Las raíces esas raíces que moldean mi vida siguen envueltas en nieblas y sudarios Esta tarde los naranjos se cierran a los ojos su aroma me regresa fantasmas de la infancia amores de otros días. === En instantes de recoger sombras dolores agolpados en el pecho triturar escenas en espacios ruinosos me abraza la tiniebla En el humo del café presiento el paso impenitente hasta tu cuerpo y el rito eterno perseguir una casa de paredes azules eucaliptos al cielo el río de peces luminosos entre mis piernas y espuma sobre el pecho Sólo veo la ciudad entre escombros sin luces vaciada de torrentes mientras danzan las máscaras sobre el filo del ocaso. === No recuerdo tu nombre se me extravió en la espera igual que la ciudad sin voces y en escombros recuerdo la palabra tal vez el gesto prolongado en el tiempo eras medanal aridez y negrura. === y me emborracharé de nardo, incienso y mirra Charles Baudelaire Búscame en el agua del cuenco de tus manos algún día de violento verano la golondrina posará el limonero la llovizna traerá incienso de tu aliento no habrá tiempo de agujas la soledad cabalgará otros hombros me saciaré de nuevo en tu esencia de sándalo. === En este mediodía de trópico sediento arropa el estampido llovizna rojo en postes y ventanas Teatro de calle sin escenas virtuales sobre el filo del aire un guión de muerte se reescribe Te desangras entre espasmos y una cayena sobre el pecho desnudo la voz se quiebra en el último verso cuando un tiempo sin luz cimbra tu cuerpo. ** Carmen Campos nivar_34@hotmail.com Narradora y poeta venezolana (1933). Es profesora de castellano y literatura y magister en docencia universitaria. Actualmente se encuentra jubilada. Forma parte de la Asociación de Escritores de Aragua, que presidió entre 1989 y 1991, así como de la Fundación Ludovico Silva, la Fundación Crecer en Bolívar y la Agrupación Literaria Pie de Página. Ha publicado el libro de cuentos Trópico (1991) y los poemarios Signos en la piel (1992) y La ciudad perdida (2003). === El verdadero final de las mil noches y una Elsa Levy ============= El sol pinta la noche con su opaca ternura creando por todos los confines a los amantes luminosos que surgen amorosamente juntos. Olivia Zúñiga Pero cuando llegó la 861 noche Ella dijo: He llegado a saber, ¡oh rey Schahriar el afortunado! que en tiempos de los grandes latifundios, en México, un lejano y exótico país, vivía en la Huasteca Potosina un rico hacendado de nombre Zenobio. Tierras junto hacienda, las heredó de sus padres. Durante los ochenta años de su existencia, el único trabajo que había realizado era gobernar con mano férrea e injusta las vidas de los labriegos, quienes mal vivían luchando por sacar frutos a la tierra en beneficio de las arcas de su amo. Cirila, su mujer, decidió voluntariamente morir con tal de no soportar sus exigencias. Elpidia, su única hija, se marchó de la hacienda en la primera oportunidad que tuvo cuando el padre se descuidó. Un día entre los días, se presentó ante Zenobio Crispín el labriego, a quien había alquilado una parte de las tierras más áridas y pedregosas. El hombre fracasó en su intento de extraer de la parcela tan siquiera un manojo de alfalfa. Su deuda era enorme, se encontraba ante su amo, vendido en cuerpo y alma durante tres vidas. El hombre vestía calzón largo y una raída camisa de manta, ambos sostenidos por un ceñidor púrpura; la humilde vestimenta contrastaba con el lujoso atuendo, llamado de charro, que cubría la gorda y fofa humanidad del hacendado. Aferrada con su mano derecha, el campesino llevaba a rastras a una espigada jovencita de escasos trece años. Crispín alzó los ojos que había mantenido en actitud de humildad y así habló: -Un saludo para ti, amo y señor de estos lugares, estoy ante tu presencia para apelar a tu misericordia, tengo a mi esposa enferma y a mis nueve hijos muriéndose de hambre. Reconozco que tengo una gran deuda contigo, mas no está en mis manos cumplir el compromiso. He trabajado desde el amanecer hasta ya entrada la noche. Alah es testigo de mi esfuerzo; Él sabe que la tierra es estéril y que se niega a darme sus frutos. No tengo con qué pagar mi deuda y necesito alimentar a mi familia. Vengo a traerte mi más preciado tesoro. Amo, ella es Genoveva, mi hija mayor. ¡Mírala!, toca su piel rosada y suave de melocotón. Sus ojos grandes y brillantes compiten con los de un ciervo. Su cuerpo es un junco de la laguna y más puro que la flor de la azucena. Te la entrego para saldar mi deuda, y suplico a tu benevolencia me adelantes el pago de diez jornales para salvar de la muerte por hambre a mi familia. Concluidas que fueron sus palabras, el hacendado recorrió con su mirada a la joven campesina y, complacido de lo encontrado, así contestó: -Tengo a Alah por testigo de que es voluntad tuya darme en pago de lo que me adeudas a tu hija, misma que yo acepto. Tendrás los diez jornales, sin embargo, no quiero tus remordimientos y quejas en los años venideros, así que tomarás a tu mujer y a tus ocho hijos y saldrás hoy mismo de mis tierras. Pasaron muchas lunas. Un atardecer, la voz de Genoveva escurrió entre los barrotes de la ventana de sus aposentos convertidos en prisión para que no escapara; así cantaba las siguientes estrofas que iba improvisando: ¡Oh madre, padre, hermanos, mucho los extraño. ¡Cada día aumenta mi infortunio encerrada en esta jaula de oro! ¡Soy joven y hermosa, me lo dicen el espejo y mi dueño, tengo lindos vestidos, abundantes manjares y agua fresca de los arroyuelos, mas eso no calma la sed que me atormenta! ¡Oh Alah, padre magnánimo que todo lo puede, líbrame de las manos y los labios nauseabundos que me ultrajan y despiertan deseos dormidos bajo mi piel! Sé que hay hombres jóvenes y bellos, ¿por qué debo estar prisionera entre cuatro muros atada a la lujuria de un anciano? ¡Oh madre, padre, hermanos, campo, arroyo, flores, cuánto los extraño! En ese momento de su narración, Scherezada vio aparecer la mañana y calló discretamente. Pero cuando llegó la 862 noche Ella dijo: Al correr de los años la belleza de Genoveva floreció al unísono de las pálidas flores del invernadero. Permanecía horas enteras junto a la ventana suspirando por su libertad. La única comunicación que la joven tenía, fuera de la del hacendado, era con Justina, la sirvienta responsable de satisfacer sus necesidades. Por ella se enteró que sus padres y hermanos habían desaparecido de la región. La triste niña, llorando, se lamentaba: "Estoy sola en la vida, no tengo a nadie a quien recurrir. Alah es el único que puede liberarme de esta desdicha que sin merecerla se ha cernido sobre de mí". Un buen día, Alah escuchó las súplicas perseverantes de Genoveva. Con un movimiento de su divina mano reclamó la vida de Zenobio. Terminado el movimiento, el hombre expiró sin emitir tan siquiera un suspiro para despedirse de la longeva vida que disfrutó hasta el final. Concluidas las ceremonias del duelo, a las que fue llamada Elpidia, la hija del hacendado, la mujer mandó llevar a su presencia a Genoveva y así le habló: -Enterada estoy de que mi padre te ha mantenido prisionera por largos años; si es tu voluntad márchate, vete lo más pronto posible; si quieres permanecer en la hacienda, serás libre y ocuparás un lugar entre la servidumbre. -Agradezco tu generosidad, bondadosa señora, al permitir que yo permanezca aquí, mas mi corazón me dice que debo buscar a mi familia. Me marcho en este mismo instante -respondió Genoveva. La noche cubrió el campo; en las copas de los árboles los búhos entonaban su melancólico canto. Genoveva oprimía sobre su pecho el sarape que la resguardaba del frío. Sus ojos ávidos escudriñaban la oscuridad con la esperanza de encontrar el camino que había perdido. Del fondo de su corazón nació una plegaria: "Oh Alah, eres mi único recurso y mi fuerza, sácame del abismo en que he caído. Tú me escuchaste y me libraste del cautiverio, ahora te imploro me ayudes a encontrar el camino que me conduzca a mi familia y a la felicidad". Alah de nuevo se compadeció de la soledad de Genoveva, y halagado por el fervor de sus plegarias hizo que sus cansados pies la condujeran a un promontorio desde donde pudo divisar una luz entre los árboles. En este momento de su narración Scherezada vio aparecer la mañana, y discretamente como siempre, calló. Pero cuando llegó la 863 noche Ella dijo: Con esfuerzo, Genoveva se abrió camino entre las zarzas y los nopales hasta llegar a un claro, en donde distinguió dos siluetas sentadas cerca de una fogata. Llena de alegría se acercó y así habló: -Buenas gentes, vengo cansada y el frío me cala hasta los huesos, me acojo a su benevolencia y les suplico me permitan compartir con ustedes el calor del fuego y un pocillo de té para calmar mi hambre. Las dos figuras se incorporaron al unísono, luego exclamaron uno tras el otro: -¿Eres una hada que bajó del cielo? -¿O acaso una hechicera que habita en el campo? -No, gentiles caballeros -respondió Genoveva al comprender que se trataba de dos mancebos-, soy una humilde campesina que busca a su familia y extravió el camino. Mi nombre es Genoveva, ¿quiénes son ustedes? -Sabed, hermosa joven, que me llamo José; mi hermano es Pedro, somos borregueros, estamos aquí en busca del rebaño que se nos desperdigó hace dos días. -¿Puedo esta noche descansar a su lado? suplicó la niña. Genoveva compartió las escasas viandas de los dos hermanos que gentiles la atendían. Ella, a la luz de la fogata, los observaba con disimulo admirando interiormente sus rasgos jóvenes y varoniles. Quedó sorprendida al descubrir que ambos eran idénticos. -Decidme, ¿son ustedes gemelos? -Así es -respondió Pedro-, tardaste mucho en descubrirlo, somos como una sola persona dividida en dos cuerpos; desde que nacimos siempre estamos juntos, nos gusta lo mismo: nadar en el río, cazar venados, bailar en los festejos, tocar la flauta de carrizo mientras pasta el rebaño. -Es verdad -reafirmó José-, nada puede separarnos. Genoveva, conmovida por el amor filial, dijo: -Gran felicidad ha de ser el que ustedes estén juntos, yo estoy sola en el mundo, ¡esclavitud!, ¡separación!, todo se ha juntado contra mí, ¿podrá soportar mucho tiempo mi corazón la pesadumbre de tanto infortunio? Los jóvenes se entristecieron ante la desolación de Genoveva. -Ven, acércate al fuego, ahora vamos a dormir, mañana será otro día. Si Alah nos puso en tu camino, todo lo que ha de ser sucederá, pues cuanto escribió el destino tiene que cumplirse. Los tres se tendieron envueltos en sus sarapes. Más tardó Genoveva en cerrar los ojos que sentir que ambos jóvenes se acercaban a ella hasta quedar pegados a sus costados. Percibió sus respiraciones acompasadas. El aroma de sus cuerpos que era el de un bosque de maderas preciosas, y el de sus cabellos sándalo, ensanchó su corazón. Un bienestar desconocido la llenó y la hizo permanecer inmóvil disfrutando de la doble cercanía. En movimientos sincronizados, los borregueros fueron introduciéndose bajo el tapado de Genoveva. Poco después la joven se sintió acariciada por cuatro manos, dos bocas y dos lenguas. Una creciente sensibilidad cubrió su cuerpo de fuego nuevo y la habitó el deseo de mostrarlo, anheló deshacerse de toda la ropa y contemplar el placer que esto ocasionaría a los mancebos. Adivinando sus pensamientos, Pedro enterró la cabeza bajo su falda y, después de besarle el vientre la desembarazó de los calzones. Al mismo tiempo, José la despojaba de la blusa y de la falda. Cada uno se adueñó de un montículo rematado por un botón de rosal, y cual cervatillos se amamantaron de las mieles extraídas del capullo. Genoveva, inmovilizada de éxtasis, detenía en su garganta los suspiros que luchaban por salir de su pecho. Cuatro manos avariciosas, cada una en su territorio, bajaron con lentitud hasta llegar al valle humedecido; el torso de Genoveva se arqueaba incapaz de controlar las descargas de placer que los veinte dedos le trasmitían. Pedro le separó las piernas, se inclinó y su boca se impregnó del olor marino, como si ella procediera del mar igual que Venus. Simultáneamente, José ya le mordía con suavidad los pezones, ya se perdía de sus labios. A punto de estallar, Genoveva se incorporó y, arrodillándose sobre Pedro introdujo en su cueva secreta la columna granítica que se estremeció. Cerca de ella vio a José de pie apuntándola con su fruta creciente, entonces la tomó entre sus manos y la hundió en su boca. No se escuchaba otra cosa que el fuelle de las respiraciones, los pequeños chasquidos de la succión, y el chapoteo del falo de Pedro deslizándose entre las blanduras de Genoveva. Los dos hermanos, ebrios de pasión, se turnaron a conquistar los caminos inexplorados del sin par cuerpo. Ella yacía esperándolos, sonriente y húmeda, dejándose llevar por el abismo cálido y vibrante del placer nuevo que había descubierto tan diferente al hábito del senil Zenobio. Cuando la luna comenzó a diluirse por el amanecer, los tres dormían estrechamente abrazados. En el momento en que los primeros rayos del sol tocaron el rostro de Genoveva, sus ojos se abrieron con languidez. Se incorporó rápidamente al ver a su lado a los dos hermanos observándola con admiración. -Bendito sea el que te ha formado y te ha dotado de tal perfección ¡Qué hermosa eres! -exclamó José. -¡Por Alah! ¿quién hubiera podido imaginar jamás que sobre la tierra hubiese una criatura tan hermosa? -prosiguió Pedro. Los recuerdos, las sensaciones incendiaron el rostro de Genoveva. -Gracias a los dos por sus halagos. Ya es tarde, me lavaré en el arroyo y partiré, necesito continuar mi camino, la luz y la mano de Alah me conducirán a mi destino. -¿A dónde iras? -preguntaron ambos. -A buscar a mi familia. Los dos mancebos se acercaron a la joven y, tomándola de las manos exclamaron quitándose la palabra: -No te marches, quédate con nosotros. -Los dos seremos para ti, tu padre, tu madre, tus hermanos. -Estamos seguros de que si el destino dispone algo, como fue nuestro encuentro, ningún ser humano logra torcer su curso. Genoveva buscó los ojos de José y Pedro, ambos derramaban a través de ellos un torrente de ternura que la cubrió llenándola de amor. Entonces, arrodillándose, entonó la siguiente alabanza: -¡Oh Alah, adorado por nuestro profeta, generoso sin límites; yo te supliqué me ayudaras a encontrar mi camino, tú pusiste en él a estos dos hombres que no son dos sino uno sólo, señal tuya que entiendo por designio! ¡Hasta hoy sólo he conocido ultrajes y mi corazón estaba lleno de rencor; en mi vida no había tenido una noche tan bendita como la pasada. ¡Gracias, creador que todo lo sabe, esta humilde sierva acatará tu voluntad! Genoveva extendió los brazos hacia los dos hermanos y así habló: -¡Oh dueños míos!, mi deseo es convertirme en cosa suya; juntemos el día con la noche y sigamos disfrutando de las delicias y el amor que Alah nos ha concedido! Eso es ya todo lo que puedo contarte, gracias a aquel que da memoria y sabiduría a los humildes de la tierra, ¡Oh rey afortunado! -concluyó Scherezada. El rey Schahriar dijo: -Ciertamente, Scherezada, que las historias han sido asombrosas. A través de tus relatos he conocido que por la tierra existen mujeres honradas y fieles a las que Alah premia por sus virtudes, y otro puñado de mujeres desvergonzadas a las que Alah castiga con la fuerza de su rigor. También he concluido que disfrutar del amor es bien que no sólo a los hombres donó nuestro creador. He aquí lo que he decidido por la inspiración de aquel que todo lo sabe y que puso palabras sabias en tu boca, en especial en tu último relato: No habrá más muertes, ni más mujeres en mi harén, tomaré a tu hermana Dunyazada como segunda esposa; los tres yaceremos juntos en el tálamo nupcial. Así lo he dicho y así será. ** Elsa Levy elsalevy@jal1.telmex.net.mx Escritora mexicana (Colima). Obtuvo la licenciatura en psicología; diplomados en cultura jalisciense, crítica y fantasía de la literatura hacia el tercer milenio, e historia de Jalisco en el arte; además, posgrado en creación y crítica literaria por la Sociedad General de Escritores de México (Sogem, http://www.sogem.org.mx), y Curso Superior de Pensamiento Latinoamericano, Casa de las Américas (La Habana, Cuba, http://www.casa.cult.cu). Pertenece al PEN Club Internacional, a la Asociación de Literatura Femenina Hispánica y a la Asociación Escritores de Jalisco. Ha publicado los libros El vuelo de la iguana (cuentos, 1991), con el que obtuvo el Premio Colima ese mismo año, Bajo la piel (cuentos eróticos, 1994, 1997, 2005), Pre-textos de inverecundia (cuentos, 1995), Los cuentos de Tati (cuentos, 1995), Otras sombras de la luz (cuentos, 1996), Tinta fresca (cuentos, 1996), Entonces, la Crisálida (noveleta, 1997), La cabaña de El Moro (noveleta, 1998), De amores (cuentos, 2000), El misterio de la casa de citas en el barrio galante y otros cuentos (2003) y fue compiladora de Erótica, 43 narradores en Jalisco (1997) y Amatoria, el cuento amoroso en Jalisco (2005). Además, ha publicado los libros de ensayo El erotismo en la escritura femenina mexicana (1994), El machismo, orígenes, causas y perspectivas (1995), Enamoramiento, desde el mundo fragmentado de María Antonieta Rivas Mercado (ponencia presentada en el Congreso de Escritoras Hispanas, George Washington University, 1998), Erotismo y aforismos en cinco de las narraciones femeninas contenidas en Erótica. Antología del cuento erótico en Jalisco (ponencia presentada en el Congreso Internacional de Literatura Femenina Hispánica, Querétaro, 1999) y Un recorrido por la obra de Laura Esquivel (2000), y ha sido incluida en los libros colectivos De tanto contar (1993), Poesía peregrina (1994), De acá y del más allá (1995), Nombrario (1995), Los siete pecados capitales (1997), La mentira (1998), Criaturas de la noche (Nº 2 y 3, 1998 y 1999), El suicidio (1999), El secuestro (2000), Nuestra voz (2001), El voyeurismo (2002), Mariposas, mujeres sin capullo (Brasil, 2002), Curimí, cuentos infantiles (Brasil), La prostitución (2004) y Perversitudes (2005). Ha ganado el Concurso Nacional de Cuento "Criaturas de la noche" (Saltillo Coahuila, 1999) y el Premio Nacional de cuento "Juegos Florales de Lagos de Moreno" (2005), entre otros. Sus cuentos han sido publicados en revistas y periódicos nacionales de México. === Poemas Chrystian Zegarra ========================================= *** Marginal La sangre habla Desde un fragmento de mi lengua subalterna. Un árbol removido de raíz, Libera el movimiento de objetos atrapados En esta malla. (No hay castigo para las víctimas del tacto). Poema que transita por un rastro de plomo, Sobre huesos que cubren la tierra que expira, Y mezcla deseo y memoria, En una voz enferma, desmembrada. Mi cuerpo carece de órganos: Cicatrices usurpan el lugar de manos, piernas, garganta. La sangre se desplaza por el borde de mi boca, Hasta inundar la frontera de este campo de ceniza. Mi lengua no conoce de acrobacias; Una navaja se apresta en este instante a silenciarla. *** Campo minado Me tiendo de bruces en esta ladera. Una fila de hormigas trepa Las lomas de mi espalda. La hierba crece como fusiles al borde de este abismo. Apago cigarrillos en los ojos de los buitres Que merodean la carne acribillada, Y acciono la luz de alerta Ante la inminencia de una escritura negativa. Mis camaradas buscan calzar la noche, Que baila con cintura de ramera Y la cuchilla al ras bajo el señuelo. Es una contradanza que secciona La ansiedad de los cuerpos. Un desnudo móvil, cinemático, que se proyecta Detrás de una escenografía de cadáver. Todos habitan sin falta Este reino de exterminio. *** Asociaciones "Abra la boca, poeta, y no trate de ocultar la caries Que cubre la doble hilera de sus dientes. Despéjese, Y escupa las palabras que se apoderan De su cerebro, En este instante de revelaciones". El analista ríe con una mueca de cinismo. Se extiende con malicia en la aridez del diván. Lengua / Objeto / Escritura. Ojos / Máscara / Ceguera. Boca / Vendaje / Silencio. Útero / Fosa / Muerte. Cuerpo / Cuchillo / Cadáver. Fósforos / Oxígeno / Cenizas. "Pero no hable de la muerte, querido señor. Basta con abrir la llave del gas, Mientras afuera la lluvia toma forma de paliza, Y no hay lugar para arrepentimientos, Ni refugio para quien pierde el paso Entre los charcos". *** Estación periférica La anciana que sube al metro Con un manojo de espigas muertas, Se sienta a mi lado para pulverizar mi rostro omnipotente. En cada arruga asoma una hierba calcinada por el sol, Con olor a abono de caballo entre las raíces de la tierra: "Mi hijo expiró en la piel seca del desierto. Después de saciar su sed con alcohol entre los cactus, Una turba descolorida azotó la planicie como camada del abismo. Fragmentos de ceniza envenenaron el aire de los arenales". La boca de la vieja desborda su reflejo en la ventana. Desde los túneles se abren rieles deshechos. Gatos huraños asaltan el basural de esta ciudad de nadie. Una aguja sutura ombligos femeninos Ante manchas de aves insaciables. La margen de un río intersecta mis venas; Cruzo esta acequia hacia mi casa disuelta en barro. Un retrete vigila la desembocadura de todo acto nulo. Mi lengua cortada pertenece a los objetos sin casta del desierto. *** Darklands El bosque absorbe la forma de mis manos. En una caja de metal escondo Todas estas metamorfosis incoloras, La mutación infinita de mi cuerpo En un objeto filudo Al borde de mi boca abierta: La madriguera del caos. El río no lava la memoria. El río es la enfermedad de la memoria. El agua moja la piel, los ojos vigilantes Que cuidan las paredes del laberinto que me rodea. Los límites de mi dominio Han desollado piedras de ácido, En esta tierra oscura como un cine De imágenes enmascaradas en un juego de luz y vacío. Mis ojos crecen, La mano posee el horizonte, Y la marea se agita como mamífero a la deriva. El viaje acaba nunca, el viaje Es el doble del alma, el desierto otro Que rasga una cuerda de miedo Como una cicatriz en el ombligo de mi madre. La lucha disuelve el polvo. Las armas brillan en mi espalda, Y las balas perforan mi identidad En el campo minado del ojo, Del nombre o la memoria. ** Chrystian Zegarra czegarra@ucla.edu Investigador peruano (Trujillo, 1971). Estudió literatura hispanoamericana en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue miembro del grupo poético "Inmanencia" con quienes publicó dos libros colectivos: Inmanencia (Lima, 1998) y Regreso a Ourobórea (Lima, 1999). Junto con los otros integrantes del grupo participó en el evento "Junio de Poesía" celebrado en la Ciudad de México en 2000. En 2004 publicó El otro desierto. Actualmente realiza un doctorado en literaturas hispánicas en la University of Californa, Los Angeles. === El secreto de Pedro Armendáriz Jorge Etcheverry ================== La madre de Lou vino de México, era muy bajita, dijo, y eso que él debe andar por el metro noventa. La imagen de Lou inclinado sobre el podio traído de México era todo un símbolo. Comentó en el coloquio que Fox habría tenido problemas para usar el podio. Algunos reímos: montado sobre unas rueditas para su fácil transporte, el podio reacciona desplazándose frente a cualquier aumento de presión, para zozobra del presentador de turno que entonces levanta las manos para garantizar la estabilidad del soporte sobre el que descansan sus páginas. Al fin de la sesión me puse a conversar en la puerta con un señor mexicano. Ahí salió a relucir el nombre de un amigo, con quien hice algunas cosas hace más de veinte años. Sus connacionales en Canadá lo consideran un pionero. Muy involucrado en su comunidad, desempeñó puestos directivos en diversas instituciones antes de mudarse a Montreal. Cuando me contó que el renombrado actor tenía un secreto al que atribuía su éxito, lo tomé como otra de sus historias. Uno nunca sabe si está hablando en serio. Alguna vez amenazó con revelarme el secreto, pero como he escrito cosas que me ha dicho, que juraba que eran ciertas, no le presté mucha atención. La llegada del actor a la industria cinematográfica en realidad fue fortuita. Le llamó la atención a un director mexicano en un restaurante cuando estaba recitando el monólogo de Hamlet. Mi amigo me dijo que el secreto no era una combinación de vitaminas, ni una pócima, ni siquiera el jugo de algún cacto alucinógeno usado por los indígenas. Cuando se lo conté a la Zaira me dijo que era evidente que yo no sabía mucho de Pedro Armendáriz, que no había visto nunca sus películas, que él no hubiera necesitado una fórmula mágica para triunfar. Nica dijo que todas las carreras de las celebridades del celuloide empiezan de manera parecida. Los mexicanos son casi tan nacionalistas como los chilenos, pero creo que tienen más razón (digo yo). El señor con que estaba conversando me habló de la comunidad mexicana en esta capital, de su organización, del cambio demográfico de los últimos veinte años; antes eran casi puras mujeres que se casaban con canadienses, ahora hay parejas jóvenes, bastantes profesionales, mucha gente que trabaja en informática, en gran parte en las firmas bajo el alero del TLCAN. Le dije que había notado el aumento e influencia de la comunidad mexicana. Que yo vivía aquí desde hace más de veinte años y nunca había visto nada parecido. Que rivalidades y diferencias de opinión parecen malograr los logros de nuestras comunidades. Le dije que en una breve visita a México había tenido la impresión de que todo estaba por hacer, había sentido a la vez familiaridad y extrañeza. La sensación de algo subyacente que no podría nombrar. Ya se acercaba la hora de la sesión de la tarde, la gente iba a empezar a llegar al coloquio y ese señor tenía que irse. Me dijo que no era la primera vez que escuchaba a alguien referirse en esos términos a su país, que él estaba seguro de que México ocuparía el lugar que le corresponde en el concierto de las naciones. El secreto consistía en aplicar esa manera especial de los mexicanos de mirar la vida, la muerte, el mundo en general, algo que ciertas luminarias de la cultura y el pensamiento nacionales habían logrado, en especial una figura muy querida del celuloide, cuyo éxito a muchos le había parecido inexplicable, pero entonces su mujer detuvo el auto frente a la puerta del local y él se despidió de mí para montar en el vehículo. ** Jorge Etcheverry jorgee@magma.ca Escritor chileno (Santiago de Chile). Doctor en literatura y traductor. Ex miembro del Grupo América y la Escuela de Santiago, agrupaciones poéticas de los sesenta. En Canadá desde 1975, ha publicado The Escape Artist / El evacionista (Canadá, 1981), La calle (Santiago, 1986), Tánger (Santiago 1990; versión inglesa, Canadá, 1997), A vuelo de pájaro (Canadá, 1998) y Vitral con pájaros (Ottawa, 2002), además de la novela De chácharas y largavistas (Canadá, 1993) y Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá (Canadá, 1993). Ha publicado prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba y España. En 2000 ganó el concurso de nouvelles de Escritores.cl con "El diario de Pancracio Fernández". === Poemas Magdalena Reyes González ================================== *** Siempre es otoño El verde de las hojas se marchita, arrugándose. Y caen de los árboles crujientes y sin vida las ocres hojas de otoño que llenan de melancolía mi calle al atardecer. Tras la noche la luz nos alumbra. El planeta gira, las estaciones se suceden los años pasan. Y yo, siempre en la misma estación otoñal, siempre con el mismo sentimiento de dolor, soñando desde el mismo rincón esa noche y esa luz, esas hojas crujientes que llenan mi calle. *** Llueve Llueve, hace demasiado frío, sopla fuerte el viento, estoy sola en casa. De pronto llegas, ha parado de llover, siento el calor de tu abrazo. Y no oigo ya el silbido del viento. Me llenas del néctar de tus labios. *** Oigo una canción Oigo una canción es un grito desesperado en la fría noche de mi alma. Es un canto que habla de ti de tus alegrías y tristezas, de tu cuerpo desnudo esperando mi abrazo, de tus manos pálidas cansadas pidiendo besarlas, de tus ojos, llenos de lágrimas, queriéndome mirar una última vez. *** Qué es la esperanza Qué es la esperanza, si me siento morir al recordar tu rostro, tu frío tacto en la estación de un tren que sé no volverá. Qué es la esperanza, bajo esta lluvia que humedece mi soledad, sintiendo el frío que cala mis huesos, y agrieta lenta y dolorosamente mi corazón. *** Se amaron Se amaron la luna y el sol mas nunca se encontraron. El sol llenaba de luz el universo y de esperanza los corazones. Su amor era la luna la buscaba día tras día mas nunca la hallaba. Tan solo cuando el sol ahogado de muerte por la desesperación, agonía y desamor yacía en el ocaso, la luna tras pasar su noche en vela llego al sol. Y viendo que éste ya no vivía lloró el universo de oscuridad y brilló en el cielo pálida y blanca la luna. *** No sé quién soy No sé quién soy. Quizá esa sombra que a tu lado dirige sus pasos inaudiblemente para ti. Quizá ese cielo al que levantas tu mirada y pides libertad. Quizá esa mano que necesitas tomar en la larga noche de invierno. Quizá la sangre que fluye incansablemente por tus venas. Quizá las lágrimas que de tus ojos se desprenden por tu dolor. Quizá ese sueño que siempre esperas y nunca llega. No sé quién soy, ¿lo sabes tú? *** Te deseo cuando me despierto Te deseo cuando me despierto y me siento tan sola como el náufrago en medio del océano. Te deseo cuando desde mi ventana no veo nada más que lluvia gris confundiéndose en las aceras. Te deseo cuando no sé nada de ti y van pasando los días y mi dolor es la sangre que fluye por mis venas. Te deseo cuando miro hacia al cielo y veo en cada nube dibujada tu sonrisa que ilumina mi camino. Mas yo no sólo te deseo, mas yo no sólo escribo tus poemas, mas yo no sólo dejo de concebir mi mundo sin ti, mas yo no sólo te esperaré hasta el fin de mis días. Porque yo te quiero y llena de voluntad, fe y esperanza seguiré a tu lado. Porque yo te quiero seré capaz de superar cualquier dificultad. Porque yo te quiero de verdad. *** Sigue encendido mi cuerpo Sigue encendido mi cuerpo, estremeciéndose, recordando caricias del ayer. Hoy despierto y las nubes vestidas de gris lloran mi añoranza. Te siento lejano, no sé cuándo volverás. Una vida de espera es lo único que poseo. Quizá sea una vida, la que está a punto de nacer, junto a ti ya para siempre. *** Te alejas Te alejas en la niebla gris y espesa que envuelve tu ciudad y la mía. Te alejas llevándote la brisa que nos envolvió, cogidos de la mano, junto al mar. Te alejas sin apenas comprender el significado de las palabras que te escribo y te susurro. Te alejas y viajas sin equipaje. Tan sólo unos recuerdos, recuerdos mojados en lluvia, quedan ahora en tu mente. Te alejas arrancando de mi cuerpo el alma y dejándome vacía. Te alejas, te alejas y no veo reflejado en tus ojos ningún billete de vuelta. Te alejas, quizá sea para siempre, y te alejas. *** Días grises Días grises pese al nacimiento de la primavera. Nunca podré arrancarte de mí, el tiempo se paró en el reloj de nuestra inocencia. Y sé que permaneceré siempre así viendo primaveras grises pasar junto a mi ventana, la misma que vio fundirnos en ese abrazo que nos unió para siempre, la misma que vio tu partida para siempre. *** Cuando me olvides Cuando me olvides hazlo despacio. Deja que vayan saliendo poco a poco, de tu vida, cada uno de mis recuerdos. Verás mi sombra cada vez más pálida paseándose por las calles, mirando el mar azul, entre las nubes de algodón y en tu espejo. Y cuando menos te lo esperes ya me habrás olvidado ya no quedará nada de mí en ti. ** Magdalena Reyes González magdalenareyesgonzalez@yahoo.es Escritora española (Palma de Mallorca, Islas Baleares, 1979). Es estudiante de enfermería en la Universidad de las Islas Baleares (http://www.uib.es). === Café y antropofagia Alejandro Cardozo ============================ El olor es al de la madera quemándose. Un olor bucólico, a fogón campesino que calienta el café colado desde la mañana. Un aroma de la reminiscencia; del origen campesino y pobre. Hacía sol de mediodía. Sol que pica aunque la brisa andina prometa frescura y recogimiento. El fogón estaba prendido al final de la casa, una casa pequeña pero larga. La cruzaba de largo a largo una quebrada, una acequia. Esta estancia era en extremo práctica; práctica y pobre. Al entrar había una sala muy pequeña, con un par de fotos de un hijo mayor que se fue al ejército décadas atrás. Unos materos que alguna hacienda dejó a la salida para que los recogieran gente más conforme y agradecida con el azar. En cada matero estaba sembrada una sábila. A la salida de este mínimo recibidor comenzaba un pasillo, este pasillo se remontaba sobre la acequia, por eso a los lados del corredor había matas de agua y mosquitos. Al lado derecho se abrían dos cuartos, que en verdad eran uno dividido por una cortina inmensa y dos camas. Al extremo final la cocina, que era un fogón eternamente con fuego y ollas pequeñas aporreadas y quemadas hirviendo toda la semana agua con distintos tubérculos, panela, café y huesos. En esta morada de panelas, portarretratos de la nostalgia y del olvido malagradecido vivían Pánfilo y Sinforeana. Un matrimonio en que tal vez nunca consagraron sus propósitos cárnicos ni del alma ni civiles a ningún altar ni a ningún cura y menos a un prefecto. Desde que se les fue el único varón al ejército Pánfilo y Sinforeana asumieron la vida como una dura caravana por los recuerdos y los desengaños. El gran velo de la ignorancia (¿la inocencia?) les desmintió todo un universo que los trataba de invadir de modernidad cada vez que bajaban de aquel caserío a la ciudad para comprar kerosene y velas. Era un caserío a lo alto de una montaña andina, peligrosa y escarpada, a veces fría y a veces más fría. Se hablaron siempre lo necesario. Usando la justa cantidad de palabras, las muy necesarias conjugaciones y los predicados más cortos y simples. Ya parte de su dialecto eran símbolos y gestos; miradas, cierre de ojos a cada momento, ademanes, zapateos y silbidos. Una queja antes de acostarse, hecha con un suspiro sonoro y profundo indicaba lo duro que estuvo la sabana para Pánfilo ese día; una lamentación con carraspeos de la garganta y un par de bostezos justo al reclinarse en la cama para asaltar el piso, era la advertencia de Sinforeana sobre el pobre desayuno que venía esa mañana. No todos los días se podían echar a la sartén un par de huevos de las cinco gallinas flacas y viejas del corral. Ni todas las mañanas la vaca de Pánfilo ofertaba sus flácidas y enjutas ubres. La pobreza es el estado más consumado de la aceptación, la esencia misma de la tolerancia de un destino que no le viene a nadie sólo porque sí. La pobreza es la conformidad de la desesperanza, es el estadio más cerca de Dios; pero esta divina cercanía no es para aceptar la condición como tal ni para resignarse: es para tomar valor e ir a la guerra si es preciso por anidar en una circunstancia más digna. Para Pánfilo y Sinforeana la pobreza era sólo una forma más de sufrir, una más, ni la peor ni la menos insufrible. Ellos por una revolución no dejarían la casa de la acequia. Una tarde de diciembre, entre las secas brisas y las estrellas exuberantes del cosmos, calentaron un guarapo de la mañana. Esta vez lo recalentaron con unos trozos más de panela y decidieron terminar con el pan de la semana en esa misma sentada. Veían cómo las estrellas fugaces se estrellaban al final de la parábola que se dibujaba en el horizonte. Silbando enfriaban el menjurje de panela. Pánfilo se acercó a Sinforeana y le tomó la mano, en un gesto de extrema ternura se llevó los diez dedos de ella a su boca y los besó al tiempo que suspiraba humedeciendo sus ojos con cataratas. -Sinforeana, qué de cosas esta vida... se nos fueron los días aguantando la pena y recordando a Julio. Y lo único que me queda es saber que te quise y te respeté todo este tiempo. Ya ves, nos estamos muriendo y lo único que tú tienes soy yo, y lo que tengo eres tú. Sinforeana sólo sonrió con la mirada en el mismo sitio de hace una hora. Apretó sus dedos, suspiró mil lamentaciones en dos segundos. Seguramente se le anudó la garganta de tanto sufrimiento simple: nostalgia, decepción y hambre. -Sinforeana, nos estamos muriendo, y aquí no tenemos ni sillas para que vengan a rezarnos -la miró y le dijo con cierto recogimiento en sus palabras:-. Vamos a comernos Sinforeana... cada día nos comemos lo que podamos el uno del otro. Y ella, incólume y tranquila, dijo que sí, tomando los últimos sorbos del guarapo tibio. Esa misma noche Pánfilo se arremangó la deshilachada camisa de domingos y días santos para que Sinforeana empezara a masticarle la mano derecha, Pánfilo sabía que ya no tenía que ir más a la sabana. Sinforeana también se acicaló un poco, y se vistió con la percha de los domingos, se recogió el largo y blanco pelo en una sola crineja, se cambió de zapatos y se colgó unos zarcillos de su mamá. Pánfilo decidió comenzar también por la mano derecha de Sinforeana. Los viejos huesos, y los viejos tendones eran como cartílagos de pollo. Esas viejas mandíbulas apenas si podían triturar las manos de cada uno. A medida que avanzaban en esa tierna e inédita antropofagia se sonreían. Ya el orden no importaba. Pánfilo decidió comerse el estómago y los senos de su esposa, y ella, un poco aturdida y exhausta reclinó la cabeza unas horas, con los ojos rendidos y pesados. Pánfilo la despertó en la madrugada para que ella siguiera comiendo, pues él temía de sobrevivirle en la ingesta. Sinforeana con una suerte de apetito revivido comenzó a comerse el torso de su esposo, poco a poco lo desgarraba con una tenaza vieja. Al cabo de un rato ya había mucho alboroto visual en la sala, decidieron arrastrarse al fogón, al final de la casa. Cruzando la acequia Pánfilo bajó como pudo la cabeza hacia las aguas y bebió, con un poco de agua en la boca le dio unos tragos a Sinforeana. Llegaron a la cocina y cada uno siguió con un trozo de cada cuerpo. Sinforeana logró dar unos mordiscos en el muslo de Pánfilo y quedó tendida, con la cabeza en sus piernas. Yacía muerta sobre sus muslos incompletos. Pánfilo dio un último mordisco en la cintura del cadáver; ya estaba muerta, ya no tenía sentido. Él murió esa misma madrugada. Satisfecho y amante. Ya los dos eran uno en aquella montaña, un diciembre que olía a leña y a café colado dos veces. ** Alejandro Cardozo cardozouzcategui@gmail.com Investigador venezolano (Mérida). Historiador y politólogo egresado de la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve). Reside en Caracas. Textos suyos han aparecido en la Revista Nacional de Cultura, así como en las publicaciones Principia y Archipiélago y en distintos periódicos regionales como Frontera y Maturín. Dirigió la revista política universitaria Veritas en su primera edición. === Agosto Viviana Abnur ============================================= *** I Conocer lo que se ofrenda cuando el regreso se impone un ritual de voces evocando el bautizo a la sombra de una llama no es la mano hundida entre las piernas lo que arde es cierta manera al decir un balbuceo ese hilo entrecortado que sin saber desbarrancó de tu boca arrastrándome también tan parecido al amor *** II Construir un muro con lo no dicho y protegerme no para quedarme en él sino para dártelo a romper con cada palabra *** III Derribar un mito el del padre línea recta que dispara a quemarropa y enfriará los pies hasta el último día (Poemas del libro inédito Agosto). ** Viviana Abnur saragior000@yahoo.com.ar Poeta argentina (Buenos Aires, 1964). Ha publicado el poemario Quién asesinó a Bambi (2002). Actualmente coordina "Farandol", ciclo de homenajes literarios que se realiza en la ciudad de Haedo, Buenos Aires. === La morsa Carmen Marques Bellosta ================================= El escritorio de madera de pino sostenía un desparramamiento de cuartillas y tomos que impedía discernir las vetas del propio leño con que había sido fabricado, pero la profesión que me ocupaba por aquel entonces y a la que me dedicaba en cuerpo y alma así lo requerían. Ser estudiante en esa ciudad gélida y brumosa donde a uno le invadían los sabañones ocasionaba en cada individuo una espiritual cizaña que tarde o temprano se manifestaba de algún modo. La tarde del miércoles cerré la puerta de mi habitación como todas las tardes y recorrí a pie la avenida Champagnat. Pasé por la papelería y compré unos bolígrafos y cuartillas para la clase de aquella misma tarde, me detuve en la floristería, ante el semáforo para ver cruzar a aquel ser paquidérmico. Se acercaba la morsa o al menos así se me aparecía Ezequiel Blanco, como se hacía llamar, cada vez que cruzaba la avenida desde el hospital en dirección a la cafetería donde desde las once de la mañana y a partir de las cuatro de la tarde le servirían bien frío y en pleno invierno su cava Ágata, puntual, iridiscente y tan burbujeante como los esfuerzos que sus melosos y grotescos muslos pronunciaban a través del paso de cebra sobre sus muletas de tullido anciano obeso. Transcurrió algún tiempo hasta que pude saber su nombre y mucho más en poder aprender las magistrales lecciones de cada una de sus dipsómanas tardes, mas la casualidad o la espiritual cizaña a la que acabo de referirme no tardaron en engullirme entre una nebulosa de ensueño profunda e hipnótica cada vez que decidía saltarme dos o tres horas de clase oficial en la facultad y dirigirme al café La Esquina, donde a ciencia cierta hallaría a mi particular profesor. Se sentó junto a mí la primera vez que no asistí a historia de la filosofía. Entonces su conversación me resultó ajena, distanciada de mis oídos y mi mente, distraída a causa del cansancio que me invadía. Recuerdo que su vientre preñado, a punto de hacerle estallar todos los botones de la camisa con tirantes al sentarse, y su barba de dos o tres días se mezclaban en mi visión difusa junto al aliento alcohólico de la botella de cava que se había servido a primera hora de la tarde en el centro mismo de mi mesa. Llevaba gruesos lentes de carey, sucios, desastrados y sus achaques debían ser múltiples porque resoplaba a cada sorbo de la copa y apoyaba sus manos sobre las dos muletas con las que acostumbraba a bambolearse en el cruce de la avenida. Como digo, de aquella primera conversación tan sólo distinguí el nombre de Nietzsche y sobre todo la orden de que saludara al profesor de historia de filosofía contemporánea de parte de Ezequiel Blanco la próxima vez que acudiera a clase. Me repitió concienzudamente su nombre y levantándose con dificultad aquella morsa humana se esfumó de la cafetería cojeando con tanta dignidad que daba envidia y todo. La botella de Ágata ya no presidía mi mesa, pero tampoco me importó sobremanera, sencillamente me sentía exhausto tras una semana de exámenes. Así fue como le conocí y cómo a partir de este primer encuentro ya no podría dejar de verle. Asistí con regularidad a mis clases de historia de filosofía contemporánea que impartía el maestro Ángel. Escuálido y enjuto, oculto tras su barba blanca y sus gafas gruesas, discernía entre bien y mal o lo intentaba. Presentaba con cautela el pensamiento de Schiller, destapaba la escuela de Frankfurt y de una chistera hacía volar la náusea del existencialismo más radical. Pero yo todas aquellas lecciones ya las había recibido gracias a Ezequiel Blanco, gracias a sus palabras, a sus tardes, a sus conversaciones, a sus lecturas entre copa y copa, a sus extracciones de textos machacados y manchados de goterones añejos, porque él me había dicho que en su día fue también maestro de aquella misma facultad a la que yo asistía pero que hacía algún tiempo ya que le habían abandonado las fuerzas de acudir y de ejercer, que los alumnos ya no eran los mismos ni las esperanzas ni los deseos. Sin embargo el licor... Esbozó una sonrisa y apenas sugirió que Sócrates también tenía que brindar con él a las once y a las cuatro. En este instante el rostro se le ensanchó todavía más hasta que de veras alcanzó una dimensión grotesca y enorme, algo brutal, suprahumano que no hizo sino que me viniera a la mente la imagen de aquella morsa rubicunda que se me parecía su caminar paquidérmico. De nuevo insistía en cada ocasión que saludara a Ángel, que le diera un abrazo de su parte. Aquel saludo parecía ser un cometido fundamental y por el contrario yo no me atrevía a acercarme a mi profesor, quizás por temor o vergüenza, quién sabe por qué estupidez pueril. Sin embargo tal era su insistencia que debía plantearme seriamente el tomar valor y transmitir los saludos de Ezequiel lo más pronto posible. Pasaron dos meses y el curso estaba a punto de finalizar, así que una tarde en la que el ser y el tiempo vinieron a cerrar el curso me acerqué con cierto nerviosismo e inquietud al profesor Ángel. -Perdone, profesor, pero hay alguien que le envía saludos desde hace tiempo con mucha insistencia. -Quién. -Un antiguo maestro de esta casa que dice conocerle bien. Su nombre es Ezequiel Blanco. En ese momento Ángel, que estaba de espaldas a mí, se giró de inmediato y dejó de borrar la pizarra. -¿Ezequiel Blanco? ¿Me toma usted por estúpido? Espérese aquí un momento y cuando todos los alumnos hayan marchado le mostraré algo. Permanecí en una esquina del aula durante diez inacabables y dilatados minutos hasta que sólo se escuchó el eco distante del griterío por los pasillos y el aula quedó sumida en un silencio mórbido. Ni Ángel ni yo pronunciamos palabra alguna. Me agarró de pronto con fuerza por el brazo y como si hubiera cometido una fechoría me llevó con diligencia hasta el jardín, donde en una de las paredes podía verse una placa inscrita: In Memoriam Ezequiel Blanco. -Hace ya cuatro años que está aquí, lo entiende, ¿verdad? -Sí -me apresuré a responder. No pude pronunciar nada más. Desde entonces no he vuelto a ver ni a recibir lecciones de quien se me aparecía como la morsa, esa filosofía que surge, deja su rastro y siempre persiste como una nebulosa insondable en cada individuo. ** Carmen Marques Bellosta marquesbellosta@hotmail.com Poeta y narradora española (Barcelona). Estudia filosofía por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned, http://www.uned.es) y estudió biblioteconomía en la Universidad de Salamanca (http://www.usal.es). Cursó estudios de piano y canto y se inició en el estudio del violín. Ganadora del premio Sant Jordi en categoría de adultos en relato breve en 1998 y 2002. Tiene registrada una novela breve titulada Qaanaaq, acerca de un viaje interior hasta el Polo Norte. Escribe con frecuencia cuentos para adultos. Su ocupación actual es la filosofía y la escritura. === Memorias de un violoncello Nicole Lafourcade ===================== No somos más que prisioneros intentando sacar el canto de la fuente. No somos más que huesos maderales a la espera de que un soplo nos encienda. *** Preludio I Desludez primera de tus ojos aquella tarde puestos a quemar sobre un bordel imaginario voztallado en instrumento pielcorteza que sebusca. Imanesca llegas a mi puerta sincerrojo. Sencinden los primeros sontidos. II ¿Qué es este vibrato tocándome enincendio? ¿Dedónde viene el son que oxígeno penetra una oquedad para llenarla? Desalmas conpresencia la mía desandas mis caminos sinsonidos notarinos y asonvrados recibiéndote de abrazo tremoroso. Te bienvengo a mi overtura. III Desluz enecenario deslunándome curvaria sólo para el ansia de mis manos cayendo sobresfera emagenada. Deslúdicos subentran mis dedos por su cuello sin asirla poder cómo poder llegarme hasta sus labias en forma dedosefes. Deslúdame mecena. IV Toda llena de ti y hambrienta cuando tus manos en mi rostro fueron abriendo por primera vez ventavales y el verano entró en mi piel sin permiso solmarino. Toda llena de ti suspendida al roce de tus dedos marcados a perpetuidad en mi pieltagrama. V Me desarmalma arma como de alma en bandolera son tus olores que me confrunden frutosolar amaderado sonidolor sonidolor sonofragancia incalma. VI Invítame a bailarte llévame por tus caderas alabismo trastiera tu silueta en mi oquedad. No sordines deseos olorescos a resina fragándome la piel y deja en mi tallada la humedad ielumo. VII Movimiento retenido movimiento derramado presto miento si no te nombro preludiando búsqueda remolino guarniecido caracol en fuga. VIII Vamos deviaje teinvito vamos al precinicio en que las yemas de los dedos dejan de hacer sonido y sobrevientan nuestro espacio secreto. Vamos de viaje ensilencio por partituras escritas sobrel cuerposonata. *** Folía IX Tactilúnea suavidad frutando mis sendidos pera manzana duraznal olor dolor dololor en el verano regalado. X Semillera cardamomo voy por tu piel recogiendo tus fragancias las que me quieras dar limonazar voy por tu cuerpo enciñéndote de notas y de resina para tomar de ti el canelar de mis delirios clavo dolor incendio por ventanales penetrando carnalores floridos. XI Yosangre tusavia yoarteria tufibra yonuda tubosque yonota tuhoja yoagua tufuego yoseo tucreto yolengua tucanto yorastro tuincendio yoenfuga turrisa yotuyo nabrazo. XII Cadencia caderancia mujerimán violoncelada rastrándome en tu huracán subterino Déjame rescantar arpegios para llevar llevarmen un instante arañado cerca delapiel Déjame un trozo en tu maderal para cantar minido. XIII Alga con alga tañes como si siempre romorosa como si domayor como si la fuerza de tu aliento en mi aliento cantara entre los dos y me dejara entremecida. Hay en tu silencio solo un sonidar constante. XIV Toco tus curvas toda la nochetoco tu escalar melancólico hacia mi sangríada especiada por tus dedos blancos sobre mis fibraderas boscosas. Toco tu deslunez toda la luna toco y en ella undor me desaromo. XV Brazoabrazo legatto manotenutto musloalerta stacatto almaojo vibratto abierto sostenutto. Pizzicatto finale. XVI A veces cuando envuelo me olvido del canto esen voz baja ese que descarcara silencios al borde de tulengua encientida. Bajo tu canto envuelo el otoñarco se pierde en ventolera. XVII Puedo nombrarte solo vulnerable cuando puntal y crines guardan su secreto y la memoria anida la oquedad deteniendo cariciamantos desbordándose manos cadencieras en descenso espaldaltar susurra acordeacuerdo de dos sombras. Puedo nombrarte solo cuando tu roja crinellera suelta salina amedianoche el sonido más grave de tu alba. XVIII Círculo en tu círculo voy dándome vueltas infinitavientre tactoarena granular salolas desatando sedes algracias. Caracolas marinas refugian mi orfancia. XIX No vamos a quemar en este abrazo todas las variaciones tremorosas. Mi sonincendio cuando te busco en armonía como un espejo que se busca en otro espejo arpegiando silencios sinsentidos. No vamos a desnudar sonidos que no quieran cantarse. XX Cuando juntos enconcierto miro tu rastro en el mío abriéndose devoamando silencios que caen cortinados sobre la pesludez de tus senituras. ¿Dónde refugiar tanto presente para la memoria de mis dedos? ¿Cómo debo acomodarte en esa imagen que guardará el tempo de nuestro sueño pajarero? XXI Líneas zurcadas rastros que has ido alojando en la corteza que te ciñe muda arboralada donde habita el aromal de tu savia oscura. Líneas curvarias que mis manos tallan por tu cuello encenguido vibraciendo recinas aceitosas. Rastroambriendo voy por ti. XXII Vagando ando lunaído en tus caderas buscando los colores ensentidos tenues vagando y recogiendo de tutacto hojaresco cuanto me quieras dar de lumbre pasajera. XXIII Desludez apenas insinuosa sombrante frente a mi blanca realidad de hueso pieldeseo. Aguas invinsibles calmando el camino partitura escrito entre tu cuerpo y el mío. Dos sombras esconden la llave de sol. XXIV Curvasonido amplia cabellera caderancla muslos prisioneros dentro meloarmonías durazneras van soltando el verano retenido. Tetomo como un arco ensuelta rienda en la caricianota abandonada y el terzopielo abriéndose a mi cielo se alumbra atempo en fuga entorbellino. XXV Voy por un bosque holarasca de canela y malva ungido en otovientos bachianos que nada tienen que ver cuando en el claro ensimismado se deja ver la caracola herida. En tu luz de hoy encuentro mi soledad de mañana. *** Fuga XXVI No puedo hoy más que verte desde lejos sin derecho atocarte y recorrerte arribajo río abajo. Hay algo arriogante en tu mirada vuelta hacia atrás silentada y recogida. Hay en mis dedos un trémolo suspensido. XXVII ¿Dónde empezará el camino de tus sueños? A veces creo olerlo toronjil cerca al borde marino de un nautilus varado en tierra. Vágon umbrales de puertas giratorias asomándome al embrujo de tus cantos vágon sordina muy desafinado y me devuelves onírico y ausente. ¿Dónde debo buscar tus fragancias prohibidas? ¿Cerca del llanto que te borra? Carnasón de mi fugado precipicio. XXVIII No des vuelta así de pronto todo el libro de sontidos que nos tocan No abandones el recorrido ciego de mis manos por tus curvas orificias donde he ido semillando cada una de mis hambriendas soledades. XXIX Teme perdiste temo en llave de fa teme cerraste derrepente teme estás diluyendo en pianissimo silencio y el arco de mi sueño no puede devolverte y devolarte metemo. XXX ¿Dónde buscarme en tus rincones? ¿dónde encontrarme sonatina sinfonesca eneste desencierto que me entregas tan vestido de requiem despedida? Pulsaciones de sonido doloridas no dejan que mi arco te acaricie. Espero atento el ritornello acunando requiebros desvestidos. XXXI No puedo enrastrearte esta noche no puedo no encuentro tuson tus silencios no siento el ritmointerno que va deshumándome cuando juntos enconcierto el pulso amaderado ¿dónde? ¿dónde ha enmudecido? Intento rescatar tu voz graguda en medios tonos tu voz que sólo canta para mí y voy en trémolos y a ciegas. XXXII Sombrando busco la tierra de inoesencia mosto embriagante derramado por caminos que no vulven nunca a la primera fuente de sonedad. Meluzco girando en el aliento del paranido perdido. *** Elegía XXXIII Ando borrando huellas asefines maderados notas oscuras caídas del papel de ti aún oloridas. Ando como sonámbula sobre un puntal quitando signos de ti ungidos Ando limpiando lagrimales que a mi paso te desanden. XXXIV Teveo entre miles de signos flotantes que vienen a mi encuentro brisándome en presencia invinsible nota a nota reconociendo una gotera olvidada. Tetoco con miedo de hojarasca al final del otoño frágil recoveca y no logro asirme en tus caderas ya no están más cuencas para mí. Tetomo en humedades de bosques olvidados musgozos disonantes sinasir el pájaro que se me arranca de las manos. Abrojos y entre mis dedos sólo la resina fragante. XXXV Vagando por calles de solfeos imposibles voy de la mano de tu sombra esqueleto aserrín río aún en movimiento. Me hablas en voz contrabajesca disfrazándote para el dolor de dulzuras navegadas. Mecantas al oído contrapunto y ebria de tusonar lo dejo irse finale y me devuelvo. XXXVI ¿Cómo sepamarme de tu sombra que me busca entre fantasmas nocturnos? Me cubre una sola sábana espectral. Vas cantándome y nombrándote y solo en ritmicias desquiciadas logro el abismo del olvido. ¿Dejarás vibrar cuerdas quebradizas? ¿Volverás a dibujarte entre tusombra y misombra aunque no vuelva mi rostro hacia el espejal de un reflejo? XXXVII ¿No eres acaso la ofrenda de un pozo nocturno? Sonavida que busca salir y derramarse luziérnada silente te has quedado sin cuerdas que tetoquen. Del fondo vienen las folías disonantes húmedas tanteando tu almasón. Delfondo me persigue el eco risoluto. XXXVIII Despierto esta mañana y hay un repique campanello llamándome. No sé de dónde viene ensordinado y me recuerda que tus dedos se enredan en mis cuerdas secretos se pierden fantasmales. Hay un irvenir de notas endelirio cosquillantes depasado. Espirales van desordenadas en tu busca. XXXIX Estás aquí de visita recordándome que para verte partir tuve que verte venir y hacerme tuya tuve que recogerme en tus pedazos y armarme de sonatas. Estás aquí recordándonos que sólo guardamos vientojos que nos han robado un pedazo dalma. XL Violontiemblo violoamar violardiendo violaguas violoncielo violason violabril violavoz violansumada violanfónica violontemo violebrar violadiós violostante violontierro violonfin ** Nicole Lafourcade nlafourcade@att.net Escritora y traductora literaria chilena. Nació en un seno familiar de literatos (padre y madre escritores), con una sólida vocación por la literatura y las letras desde temprana edad. Su formación sin embargo, estuvo enfocada en la música. Estudió la carrera de interpretación musical mención violoncello, en la Universidad Católica de Chile. Paralelamente ha asistido a diversos talleres de creación literaria. Escribe cuento y poesía desde los quince años. Ha publicado La escalera invisible (2000). === El dolor de una caída Laura Guillén Ramo ========================= Llevo días en la cama con trozos de hielo por único aliento. Sólo tu presencia me calmaría. Pero te grito, te busco y te has ido, quizá para siempre. Juego a pensarte en las sombras de la habitación y puedo rellenar cada rincón de ti. Tus manos en un cuadro, tus ojos en el espejo opaco de la pared y tus labios detrás de la ventana, escupiendo intensas gotas de lluvia con golpes secos que no me alcanzan. No me canso de recordar la tarde que te conocí. Yo iba caminando por el paseo viendo el mar tan plano que parecía la alfombra del salón de casa. Miraba el sol de frente con los ojos bien abiertos y luego los cerraba con fuerza y era como si lo hubiera asesinado y se hubiera despedazado en mil estrellas que me observaban cómplices desde un cielo bien negro. Y las mil lucecitas encerraban el horizonte en una jaula con grandes barrotes o mariposas revolotean a mi alrededor o mi primo tenía forma de elefante. Y entonces volvía a mirar el mar y ya no era tan azul, sino dorado y negro. Absorto por completo en mis imágenes, no me di cuenta de la zanja que habían abierto en el paseo y se habían olvidado de rodear con alguna protección. Y caí. Caí por completo, sin ofrecer resistencia y por sorpresa. El dolor seco de la caída me desintegró los huesos y me convirtió en un gusano inmóvil. Un calor pringoso de humedad salina se apoderó de mí y empezó a asfixiarme. Y allí metido en el agujero miré hacia arriba, con miedo y vi un pedacito de cielo. Quizá el que me corresponde sólo a mí. Pensé que así es como debe pasar uno a otra vida. No me quedaba más que comenzar a reptar. Pero algo debía ir mal, porque no podía moverme. Y mientras intentaba entender, tú apareciste por el hueco brillante del túnel. Blanquísima y con una larga melena negra. Me miraste con un deseo que me hizo sudar, como si hubiese tomado una copa de cognac que quemase mi garganta y luego todo lo demás. Me tendiste la mano y yo intenté elevar la mía para agarrarte con toda la fuerza de la que fuese capaz. Una lágrima caliente resbaló por entre el latir de mis mejillas. Y fui feliz. Pero no pude moverme. Todo quedó en la más completa oscuridad hasta que me desperté en el hospital. Pregunté por ti, pero me contestaron que fuiste un delirio. Y me desplomé y cuando cerré los ojos máscaras bobas me hacían guiños desde la pared, pordioseros y poetas jugaban a la oca, una cometa desafió el viento y mi madre me saludó desde su tumba. Y cuando el agua me arrastraba lejos de ella, te vi. Y una tormenta nos unía sin remedio y te amé más que nunca. Violeta, todo era de un violeta rabioso. Y te quise coger fuerte de la mano. Pero antes de que lo lograra, te esfumaste y aparecieron unos médicos que me masajeaban el pecho y al ver que había abierto los ojos, me sonrieron como sonríe un lagarto que saca la lengua. No puedo borrarte de mi cabeza y tengo un ladrillo en el corazón que no me deja moverme. Y espero que te escurras hacia mí por alguna grieta de mi olvido. Veo rostros llorar a mi alrededor. Lágrimas de Isabel y de mi padre que parece que me dicen adiós mientras devoran sus rostros. Pero no puedo hablarles y un muro de hormigón nubla mi vista. Me quiero agarrar a las cosas para no perderme, pero no hay nada a mano. Un infinito cansancio se apodera de mí y la última flecha de tu recuerdo me abate mortalmente. Quiero recordarme, pero no sé ni mi nombre. Y vuelvo a sentir que soy un simple gusano. Me hundo en la oscuridad. El camino se desdibuja y remolinos de sucia espuma me empujan hacia el abismo. Y te veo a lo lejos y te acercas bailando un vals en solitario y me sonríes, un poco más que un lagarto. Y por fin te toco. Tu mano blanquísima me coge fuerte y me susurras al oído "soy la muerte y te quiero". Y yo también te quiero. Tus labios se posan como hoja caída sobre mis labios, sin fuerza, sin emoción. Y ese beso helado sacude mi columna y la parte en dos. ** Laura Guillén Ramo l.guillen.r@esade.edu Escritora española (Zaragoza, 1975). Actualmente es doctoranda en psicología aplicada. === El desertor Nesfrán Antonio González Suárez ====================== *** El comienzo de todo Las impresiones no son nada cuando ha huido la cordura y queda el desaire, ya sin remedio, al filo de los días recrudecen las viejas aguas que me han de llevar al edén de mis tropiezos al edén de mis ruinas y no ceso de contar las grietas que adornan las paredes aisladas los meandros que huyen por un laberinto tupido de jazmines y azahares. Senil pasajero arrullaste un nombre, una voz, hasta sumergirme en el hálito de la desidia en el frío y tardío pesar de estornudar cuando la boca es hiel. *** Reflejo plateado Mis ojos, centellas desdibujadas, se inundan de sal sal de mi vida sal de mis pensamientos y se refugian en guaridas en pantanos, los corceles ahuyentados. La noche es ideal para ir detrás del llamado y fraguar con él, sinnúmero de giros, para buscar en la oscuridad aquellos susurros que nunca llegaron a mis oídos sordos a tus labios. *** Tetragrammaton Magia simbólica cubre los ojos de quien ose acercarse con mantas con dagas extraídas de vientres preñados y con el roce de los dedos sobre un torrente virginal. Magia proveniente de todas partes prefiere callar antes de cualquier delación. ¡Preciadas las riquezas conservadas! en su corazón oscuro y profundo pero ama la mentira la traición y está dispuesta a concederme parte de sus misterios. *** Ventriloquia La dama vestida de seda derrama ambrosía sobre sus pies y alcohol sobre la cabeza de su gato. El caballero se contorsiona ante los alaridos de su amada. Juntos cruzan una mirada y piensan en el futuro de las flores, de los ríos, de la mantequilla untada sobre el pan carbonizado. Es pecado lluvia de éxtasis, candor es gracia de impostores. *** Levítico El muro se resiste al derretimiento progresivo, ansiado por tormentas, por homúnculos de reír misógino. No encontraba la forma sólo el sudor, deslizante y la aurora magnética eludiendo la escarpada y el freno sodomita expansivo ante la ira. La esencia, infranqueable se deleita apetito consumado claro vuelo de andanzas y de arrepentimientos. *** Sólo descansaré cuando el muro haya sido derribado y el velo del iceberg desaparezca en medio de las llamas. *** Vía a Siberia Loco por la huida en estepas de cirios caídos, son atardeceres bajo la mirada lánguida ocasional, de ensueño y la densa nube cegadora y la mosca rupestre que se zarandea; son miríadas prismáticas: rayos cristalizados mensajes tardíos por Deimos salmos redimidos por Fobos sólo se busca el escape un poco de deserción granulada una limosna... *** El aprendizaje Se retroceden dos pasos antes de avizorar el abismo con la tristeza en los ojos el sabor del cacao, el aroma del tabaco. Es tentador el palpitar y el crujir de las hojas secas, pendientes de ver si caes te levantas o bajas la cabeza. Las pócimas se confunden y se mezclan generando confusión. Retorna el temor. Retornan las crisálidas. Se pierden las facultades y se toma una decisión: "Jugar todas las cartas". La Hidra amenazante espera aprovechando que no existe compañía ni entendimiento las probabilidades descienden la lógica se inutiliza Hermes desaparece el cataclismo y el Armagedón no han aparecido aún demostrando que las fuerzas son escasas pero las palabras de esa mujer retumban y hacen eco llenando de sabiduría las fuentes de las cuales emana sangre y pesadumbre para luego formar un arco iris. Desde el altar desciende y me dice que me levante... *** En la espera Las cenizas se esparcen en medio del torbellino formando agujeros en el pericardio, en las rodillas son conceptos de ultratumba son sensaciones de lejanía de nostalgia. Es la búsqueda de la panacea invaluable cuando no existen pérdidas. *** Girando inmersos en un serpentín Inesperado júbilo se desliza entre las separaciones y se impacta, gota a gota, en venturoso arroyuelo, fino diamante gris, laureado y muchas veces codiciado. Oro sólido mentiras banales ídolos vagabundos retorcidos en criznejas resultados de análisis y teorías, desde la pradera se gritan con insensatez girando inmersos en un serpentín. *** Creo en Dios Creo tropezar, creo levantar las agujas titilan marcando la hora asfixiada por la impotencia. Creo analizar, creo copular la carrera no se detiene la señora tiende la ropa que una vez estuvo en el fango. Tan sencillo como creer en la cirugía de un bebé en los ojos fulgurantes en pesadillas transformadas en llanto... La laringe se comprime, rumas de camisas asediadas por la burla. *** Los inquilinos Los espíritus se adormecen en la proa de la constelación inmolando títeres protegiéndose del frío con harapos holgados los absorbe la búsqueda el sentirse prisioneros y mártires de un caudal de tentaciones. Se entregan frunciendo el ceño perfilando desde el horizonte la resurrección de la vida. *** Más Omeprazol La araña se balancea por los despojos del cántico que una vez existió ahora sacrificado, los labios se reducen loando el masoquismo las olas y las luces desvanecidas en el cadalso, el verdugo miente, las mariposas negras caen como meteoros sobre un estómago efervescente, las pupas se revuelcan en el nido de espinas como una gallina cuando se le tuerce el pescuezo. *** Pandemia La mansedumbre reposa intacta entre amalgamas de efímero colorido está maniatada se viste con la duda para volcarse sobre un precipicio de culpas. Presa del castigo bordado teme cruzar el puente no debe abandonarse. No es libre. Cae en mordaz epicentro. La traición es el postre. La traición es el recuerdo. Se confunde con el perdón disfrazado antes de asumir el compromiso. *** Amor psicosomático Se molestan por el color de sus vestiduras por ser sofocantes asfixiantes materiales idóneos de pinceles claros ruidos de la preñez huellas del aborto... El sujeto vacila en detenerse aclara y plantea conjeturas prefiriendo la emboscada. Es su perfil el de pétalos macabros. Es su rúbrica cremosa y de frambuesa. La molestia no para. Es perpetua. *** La caravana En el foso están los leones huyen del hambriento gitano que, con sus monedas de cobre intenta amordazarlos y dejarlos en la completa pobreza cuando les lea el porvenir en la palma de la mano. *** Tiro al blanco Cielos remitidos en un firmamento desolado callan en hondas penitencias, aún es de madrugada: silenciosa de cantos jadeantes en el obituario. Las epístolas cercenan y torturan el alma inquieta sólo son ojeadas forzadas por la cerradura y por un gambito inesperado. *** Aprendiendo la lección Trece crepúsculos afloran de mi duodeno, simple casualidad al abrigo de una remembranza tóxica aprehensiva y lúdica. Es un geiser de eso no hay duda en algún momento encontrará la salida estaré ahí presente para enfrentar mi ausencia desvariada. Retozan en el umbral las marcas que registran el brote estéril las piedras que dan señales de la mocedad distante. El hurto nos hace cómplices de la tenencia. ¡Canta prisionero! Soy tu isómero. *** Vibro taimado en la palestra entretenido en el viaje helicoidal del cual nunca renaceré. *** En medio de las cosas Soy un espejo cálido de vinos, de fríos sauces, amparo al pastor convicto bajo un cautiverio en mi ducha de ozono. Prometeo se rebela la ingratitud hace mella transformando las tinieblas en integrales sin resolver en juegos de primates atormentados, por la vía fluye una disritmia absoluta leída en las ondas de un electroencefalograma. Las estrellas se disipan los luceros no se manifiestan prefiero la lluvia invoco a las nubes para que abran sus corolas, tallos silentes raíces despeñadas desde el ándito donde se vigilan las salidas de Nínive. ¡Qué difícil es ser santo! *** Mi pregunta ¿No sientes que a veces se electriza la mitad de tu cuerpo y miras asustado a todos lados? *** Sensación barroca Tras figurar en el asalto, en la embestida de expropiar al chamán de aterrizar en la desembocadura de tu fuente se resucita invocando al cruel demonio sepulturero en su andar arqueológico, se permite fumar bajo luces de breves dimensiones ahogadas por tus manos en Estambul, señuelo de inquietud, traviesa manifestada en anaqueles de mármol descubiertas ante el anfitrión vendedor de casas y cicatrices y agujas de azul veneno, sátrapa y embaucador, sospecha amigos de tertulia se deshacen al sentir el ritmo fogoso, confío en la ansiedad promotora de errores. *** Apartheid Acepto las condiciones ser un escalador, un tifón un ángel furtivo, premiado con laureles cadenas lanzadas al mar orgías placenteras acordes bizarros, privado de una honra fúnebre envuelto en luto muerto por mengua. Una vez complacido sobreviene el caos. *** De Budapest En la pausa aciaga se magnetiza la cordura efímero y perspicaz asunto réplica continua, fármaco indolente es la adoración de lo terruño es la adoración del Niño alimento de cangrejos: tanteas sobre las costas la miseria que te inunda hasta el cuello el oasis fortificado de ríos negros cualidad y hambre burbujeo de pólvora, la solución es la huida. ¿Será cierto, Istvan Komlossy? *** La palabra del día Los barcos estremecen la tormenta desgaste del eclipse tornasolado figura el aullido del reptil come-uvas el trino del colibrí amorfo y dantesco, levanta la roca para acallar al párvulo y rescatar al idólatra de la penitenciaria donde no existen los protegidos, ¡seremos los primeros en las barricadas! plasmo arañazos de voluntad colocando sobre el Verbo los cristales de la vajilla rota. *** Heredero Heredé la casaca amarilla y negra donde pende la antena de gaviotas en cofradía donde van a pastar hileras de hormigas donde se despeña sin atenuantes el gángster minusválido. Recibí la recompensa en manos cerradas dócil cicuta desembarco la energía del perdedor agraciada, inexplorada por Urano más allá del polen y la brizna. Se intenta remontar en lo adverso cascanueces acribillados en el paredón but in the end it doesn't even matter. *** Cronos inflexible El paso canaliza el adiós reverbero de sangre magyar abre las franjas equinocciales destilando el cosmos circundante. Abrazas a Bea llevándola consigo a territorios de gracia parcelas celestiales reloj de arena que se diluye entre los jardines del castillo. Retorno al serpentín voltereta del tiempo tomo a mi amada en mil espacios hacia Venus. Llega la hora de la confrontación. *** YHWH Observas la Tierra primada de espectadores y fanáticos veraniegos origen del esperanto y la mediatriz levantada sobre una gran Torre rodeada de ballenas voladoras se acaba el espacio se agota la señal, desde los polos achatados emergen manantiales de agua viva manantiales que no verás manantiales que harán de la selva la playa. Observas la Tierra ausente de rocío, piel desgranada la berenjena se desprende esparciendo su semilla a través del Cisne. Meditabundo reflexionas Dios de mi adolescencia y de mi evolución. *** Neo Sapiens En declaración continua emerge el mutante de aguas espesas vestido de frac y levita. Emerge y se eleva hasta los cielos en carruajes arrastrados por pegasos. Es silente, distante, frío, su visión es perfecta: ve el mundo gris y exponencial hijo de la espuma y el protoplasma personifica al hombre incomprendido. Se nutre de las amanitas colosal Hefestos rastrero pendenciero de mala lengua su labor se detiene cuando es absorbido por el silencio los niños inquietos se invitan al festín las hienas lo consuelan siendo aves extintas en el mar. *** La despedida Atónitos en la incontinencia pétreo volcán invulnerable arte de inhalaciones en sangre y vísceras fenómeno en palidecer de los huesos congelados es la esperanza moribunda para el temporal etéreo y veraniego Los ojos desorbitados encajan en la médula para llenarse de fuerzas, rompiendo las ataduras límite: espacio = una sola experiencia ver pasar la vida en un haz de luz ver el momento que se aproxima ver para no ver más. Habitarás en terrenos comunes sosiego divino trópico de respuestas, todas las respuestas. *** Nos justificamos Sostén en tus manos anfibias las luces naranjas del firmamento las franjas violetas que se deshacen al pasar el tren el negro destilado de mis canciones de rock los colores malsonantes de la tempestad el conjunto de palabras plasmadas en la prensa del domingo y, sin dejar caer nada erige el portal de los recuerdos adrenalina en reserva proyectados hacia el espacio preparando reacciones en cadena manos anfibias, ideas perennes infusión jurásica curativa y, elevando las piernas en aros veremos nacer el eco infinito seducido por el compás y la magia. *** Al final de todo En compañía de la atracción noctámbula acontecen ruegos de pretensiones en las hojarascas del castillo abandonadas por la honda, arma nonagenaria, por almendras amargas, arma letal. Corro por la vereda tras pasos de infante desmemoriado sin pensar en la ultima batalla al cerrar los ojos en el olvido sin alcanzar al espectro de caricias virtuales para caer de rodillas y ser el mismo de siempre. *** Bonus track Santa Inquisición Es un consuelo volver a las llamas que me consumen ser devorado por besos herejes poseídos en ánforas de alquitrán. Se esparcen las congregaciones marejadas de un solo espíritu para descender de las montañas plagados de alevosías. Ruidos incinerados cierras el tríptico de tus confesiones aquellas que una vez callaste. ** Nesfrán Antonio González Suárez ngonzalez0613@hotmail.com Escritor venezolano (San Antonio, Táchira, 1980). Es analista de control de calidad en la planta Cagua (Aragua) de la C.A. Cervecería Regional. Textos suyos fueron incluidos en la Selección Poética del grupo Senderos Literarios (2004). Con el trabajo Entre huellas y grietas obtuvo el primer premio de la Bienal Ciudad de la Juventud (La Victoria, Aragua) en mención poesía. ||||||||||||||||||||||| EL REGRESO DEL CARACOL |||||||||||||||||||||| === Ginebra Magnolia Nº 6: Hibernia ======================================= === (o de la mitología celta, el imaginario popular ======================= === y la poesía irlandesa contemporánea) María Fernanda Munizaga ===== Ginebra Magnolia ha llegado a su sexto número con un especial sobre literatura irlandesa. En esta edición se destaca la diversidad de géneros literarios irlandeses, su variedad cronológica, mediante un orden lógico de las lecturas que facilita un mejor entendimiento de la literatura celta e irlandesa. Dividida como está, en cuatro secciones; la primera se dedica a la mitología celta, y se abre con una didáctica introducción a la literatura celta hecha por Reinhard Huamán, donde se resume el desarrollo de Irlanda y Gales según la mitología de la zona. Luego de la introducción, encontramos un erudito trabajo del doctor James Doan, leído en 1995 en el Smithsonian Institute, y traducido por Helena Roig Torres, quien hace importantes notas aclaratorias, lo que denota una nutrida información sobre el tema. Este trabajo trata sobre las raíces del mito y del folklore celta, y parte de los hallazgos arqueológicos que luego son explicados en relación con los éstos, con su desarrollo, su interpretación y con la forma en que se desarrollaron en el pueblo, incluida la etapa del cristianismo. Así pues, en el tratamiento del folklore celta, encontramos a sus divinidades, a sus representaciones y significaciones, a sus ritos sacrifícales. Asimismo, éstas se presentan, comparadas -para un mejor entendimiento- con las divinidades romanas. Por medio del escrito del doctor Doan podemos saber que muchos de los dioses celtas están relacionados con oficios, y no sólo con poderes mágicos -como sí sucede en otras mitologías-, y que a muchos se les atribuye haber inventado juegos y actividades recreativas. Aunque las diosas muchas veces aparecen ligadas a algún dios, se destacan Brigit y Macha, las cuales son transfuncionales y a veces son divididas en tres. Luego, se destaca la influencia de la mitología con la soberanía de Irlanda y con la vida cotidiana de sus pobladores. Al trabajo del doctor Doan le sigue la versión al castellano de La historia de Tuan Mac Cairell por Reinhard Huamán, que contiene una informativa introducción -hecha por el traductor- sobre los manuscritos que cuentan esta leyenda, las dudas sobre su autoría y sobre la longevidad de la vida del protagonista. La leyenda cuenta sobre un hombre (Tuan Mac Cairell, quien aparecerá en muchos escritos celtas) que muta en forma de diferentes animales cada vez que se acerca su muerte, por lo que vive por largo tiempo y ve el desarrollo de Irlanda y las invasiones que en ella suceden. El siguiente artículo es Cessair, desdoblamiento de Partholon. Fintan, desdoblamiento de Tuan Mac Cairell de H. D'Arbois de Jubainville y lo obtenemos gracias a la traducción de Alicia Santiago. Está dedicado a los primeros habitantes de Irlanda, enfocando el tema desde las variaciones de diversas fuentes, tanto celtas como cristianas. La leyenda sobre cómo llegó Cessair a las tierras de Irlanda -leyenda que obtenemos en español gracias a Ramón Sainero- se titula De la conquista de Cessair, y cuenta la historia de cómo esta sobrina de Moisés, en su intento por huir y salvarse del diluvio universal, llega a esas tierras, en donde no se salvará ni ella ni ninguno de sus acompañantes, a excepción de Tuan Mac Cairell. Una interesante y amena leyenda es la que nos ofrece Elizabeth A. Gray, titulado Cath Maige Tuired -traducción de Reinhard Huamán- sobre temas relacionados con la segunda batalla de Mag Tuired, generada porque los hombres de Irlanda no querían pagar un tributo impuesto por un rey advenedizo, quien se enriquecía a costa de su pueblo y no les daba ningún beneficio. En lo que se refiere a lo formal, el tema de la leyenda es "la batalla de Mag Tuired y el nacimiento de Bres, hijo de Elatha, y del gobierno de éste" -como dice en el subtítulo-, lo que incluye el ingreso de Samildanach (también conocido como Lug) a las leyendas celtas. Informativo e importante es el artículo que nos entrega Helena Roig Torres, Irlanda céltica, el paraíso sobre el mar. Aquí se explica la idea que tenían los foráneos y los propios celtas acerca de la isla, se recogen las percepciones de éstos a través de la historia por medio de mitos y escritos, hasta llegar a la edad media. Pero no sólo se trata de la percepción que tenían los hombres antiguos sobre Irlanda, sino que también se justifican estas ideas con ejemplos de otras culturas, ya que era tenida por muchos como la tierra prometida, y se le adjudican, también, características de las soñadas tierras del "Más allá" y del "Otro mundo", según las creencias propias de cada pueblo. La segunda parte de la revista está dedicada al imaginario popular irlandés. Como es de esperar, esta sección también se abre con una clara introducción sobre los temas generales sobre las creencias populares irlandesas, para dar paso a una serie de cuentos e historias basadas en dicho imaginario. El primero de estos es T'Yeer-nan-n-oge (nombre gaélico), o Tir-na-n'Ög -traducido al español por Reinhard Huamán-, que es una tierra mágica que puede aparecer en muchos lugares (tanto islas como bosques y otras regiones) y también desaparecer. El segundo relato es sobre Los ejércitos de hadas -también traducido por Reinhard Huamán-, donde la temática es, obviamente, las hadas y lo que se cree de ellas. El tercer trabajo de esta segunda parte es sobre El elemente céltico en la literatura, un interesantísimo trabajo de William Butler Yeats traducido al español por Armando Lázaro Ros, en el que el autor se explaya acerca de la influencia del imaginario celta en la literatura folklórica y moderna de Irlanda. Debemos recordar que Yeats, junto a otras destacadas figuras como Lady Gregory, J. M. Synge, Sean O'Casey, Padraic Colum y James Stephens crearon el movimiento literario llamado "Irish Literary Revival" (Renacimiento Literario Irlandés) con la idea de promover la literatura irlandesa tradicional y generar un espacio donde los nuevos escritores pudieran crear obras que tuvieran una identidad nacional. Estrechamente relacionado con esto, está el artículo William Butler Yeats y el renacimiento literario irlandés / poemas, donde se trata la influencia de Yeats en la literatura irlandesa por su fuerza temática, la misma que procede de la mitología y filosofía de su pueblo, retomando antiguos mitos y leyendas celtas ya caídas en el olvido por el paso del tiempo, de forma que se hicieran presentes en la cultura de su tiempo, de modo que se refuerce la identidad y el nacionalismo de su país. Siguiendo al breve artículo, se nos proponen una serie de poemas, donde se demuestra muy bien el talento lírico de Yeats y el componente tradicional que contiene su obra. Brujas, hechiceros y folklore irlandés es un trabajo escrito por el mismo Yeats y al que nosotros podemos acceder gracias a la traducción de Mijail Garvich y Angela Bayer. Este ensayo propone que en Irlanda, al igual que en otras naciones europeas, también se creía en la magia, pero de una forma diferente porque Irlanda no se separó nunca de la antigua mitología celta, que encarna sus originarias creencias. Además de esto, Yeats cuenta historias sobre brujas, diablillos y fantasmas, afirmando la verosimilitud de estos relatos por medio de testimonios tomados de personas importantes y respetadas y de testimonios tomados de juicios contra brujas. El crepúsculo celta: selección es un conjunto de narraciones que tienen que ver con temas mágicos celtas que Yeats escribió, de las cuales Ginebra Magnolia ha tomado algunas para nuestro deleite. Todas ellas se destacan por su excelente narratología y variedad temática. También cabe destacar el conjunto de relatos irlandeses escritos por Lady Gregory, Banshees y advertencias -traducidos por Helena Roig Torres. En su afán por promover el nacionalismo irlandés por medio de la literatura, esta autora nos presenta una bien elegida selección sobre anuncios de muerte y brujas. Los poemas de Samuel Ferguson son también muy interesantes. Este poeta, quien también formó parte del Renacimiento Literario Irlandés, nos presenta una lírica suave, donde predomina la mitología celta como eje temático. La tercera parte de la revista está dedicada a la poesía irlandesa contemporánea, en donde se destaca el trabajo de los traductores -Gerardo Gambolini y Jorge Fondebrider- y la muy clara exposición de Andrea Cabel, quien nos introduce al tema. A pesar de que no podemos disfrutar de la totalidad de autores y poemas contemporáneos irlandeses por razones obvias, la selección que se ha hecho de ellos es notable por su amplitud y diversidad -podemos gozar de poemas históricos, folklóricos y en donde se trabaja con maestría diversas técnicas literarias como el juego de voces y la variedad de las mismas-, lo que nos da una buena muestra del trabajo de los poetas contemporáneos irlandeses. La cuarta parte se enfoca en "los apéndices", y es una de las partes más interesantes de la revista, pues la variedad de las obras que encontramos aquí es una buena muestra de los diversos géneros literarios que se desarrollan en Irlanda. El primero de los trabajos de esta sección es sobre el mítico héroe Cu Chulainn, quien es considerado el héroe de Irlanda, como se nos hace saber desde el título del relato (Cu Chulainn, héroe de Irlanda), traducido por Carlos Villacorta. Aquí el héroe es mostrado en una de sus diversas aventuras -luego de que en la introducción se nos ha explicado su mítico nacimiento y ascendencia. Esta vez se nos cuenta cómo y por qué cambió su nombre original, Setenta, por el de Cu Chulainn, para después narrarnos su valerosa y honrosa muerte. La obra de teatro Jinetes hacia el mar es de John Millington Synge, que ha sido traducida al español por Tracy Prieto Barragán. Esta obra es sobre gente de campo de Irlanda, y comienza justo después de que ha muerto el hijo de la anciana madre de familia. A pesar de que la vida cotidiana debe seguir, la anciana madre permanece lamentándose porque no puede dar sepultura a su hijo, pues el mar está embravecido y no pueden recobrar el cadáver que pertenecería al joven. Es una historia donde se contraponen los deberes cotidianos -incluyendo las necesidades económicas- y el miedo a la muerte, que se anuncia por medio de fantasmas. En Tres poemas antiguos de Irlanda, que llega a nosotros por medio de la versión de Ramón Xirau, se nos ofrece una introducción sobre la importancia de la poesía y de la prosa rítmica para la Irlanda en que vivió San Patricio -el santo de Irlanda-, y una breve explicación del origen de los poemas que luego serán expuestos. Gracias a la explicación que aquí encontramos, nos enteramos de que en la temprana poesía irlandesa se pone de manifiesto el mal recibimiento de los habitantes celtas a los cristianos, puesto que estos últimos deseaban imponerles su religión, como se puede apreciar en el primer poema. El segundo de ellos es el Deus Noster, o Credo de San Patricio, el cual es adjudicado a este santo. El tercero es de Sodulius Scotus, y el título habla por sí mismo: Canto al palacio de Hartgar. Además, en este segmento se nos recomiendan algunos libros útiles para conocer la poesía lírica irlandesa. Cabe resaltar aquí la colaboración que ha brindado Ricardo Silva-Santisteban, quien ha proporcionado este material, que originalmente estaba en la revista Diálogos, Nº 67. En la introducción a Vida de San Patricio -traducida para nosotros por Gloria Torres Asensio- se habla básicamente de La historia del pueblo bretón y de su atribución a Nenio. Allí donde se encuentra un conjunto de leyendas y refleja la historia cultural de la Gales de esa época, entre las que encontramos la forma y las razones por las que San Patricio llega a Irlanda. Este santo predicó e hizo milagros, lo que nos explica el cariño que le tienen los habitantes de la isla. También aquí se nos muestra su muerte, antes de la cual hizo tres peticiones a su pueblo; la segunda es la que más nos llama la atención: "que no fuesen nunca dominados por los extranjeros". Esta petición explica, aunque sea en parte, el gran nacionalismo irlandés, no sólo de la época en que fue escrito esta Historia, sino también en la del Renacimiento Literario Irlandés y en la actualidad. En esta revista encontramos una serie de interesantes e informativos artículos y un amplio conjunto de obras bien provistas de talento y técnica, las que llegan a nosotros por medio de Ginebra Magnolia, cuyos directores no han reparado en brindarnos las mejores traducciones que podamos encontrar. Este es uno de los mejores logros de los jóvenes directores de esta revista, pues, como sabemos, los claros y bien explicados artículos, al igual que las buenas traducciones, son difíciles de encontrar; sin embargo, esta revista los provee a cabalidad. ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| "Algo así me gustaría escribir, una verdadera trampa en la que el lector entra y ya no puede salir, porque afecta su propia vida, para siempre". Federico Vegas, Falke (2005). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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