~~~~~~~~~~~~~~~ Año X Cagua, Venezuela Nº 144 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 3 de julio de 2006 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | ¿Quién le teme a los géneros literarios?", Jorge Gómez | Editorial Jiménez. | | Los cinco de Almiar. / Lo nuevo de Alonso. / Charlando | Breves en Sísifo. / Carmen gana el Carmen. / Impaglione en dos | lenguas. / Letralianos en su dial. / Formando | guionistas. / El viaje de Sánchez Lecuna. | | Asensi y Planeta citados por un juez de Bolivia. / Las | Noticias Abuelas Cuentacuentos obtienen premio Harmony. / Sergio | Pitol expone en Pekín biografía de Cervantes. / Conceden | el premio López Velarde a Carlos Monsiváis. / Publican | antología con textos de reclusos mexicanos. / Fernando | Buen Abad Domínguez presenta libro en Venezuela. / | Presentan en Cuba libro sobre Carpentier y el cine. / | Diario ABC Color lanza colección de literatura | paraguaya. / Fracasa iniciativa para cambiarle el nombre | al pueblo natal del Gabo. / Eduardo Lago gana el Nadal y | se encarga del Cervantes en Nueva York. / Vargas Llosa | expresa repudio a dictaduras en conferencia en Jordania. | / Premios cubanos de literatura reunidos en catálogo | multimedia. / Carmen Riera afirma que 80% de los | catalanes no habla catalán. / Preparan edición póstuma | de novelas de Guillermo Cabrera Infante. / Incorporado | Javier Marías a la Real Academia de la Lengua. / | Festival "La Mar de Músicas" homenajea a Sudáfrica. / | Margit Frenk recibirá el Premio Alfonso Reyes 2006. / | Escritores jóvenes mexicanos analizarán literatura | "pop". / Cursos de El Escorial reunirán a buena parte de | "los hijos del Boom". / Un seminario en Lima analizará | el papel del blog en la escuela. / Escritores | colombianos y venezolanos se reunirán en Cúcuta. / | Isabel Allende presentará su nueva novela en España. / | Literaturas nacionales serán analizadas en Kosmópolis | 06. / Anuncian coloquio en Cuba sobre relaciones entre | literatura y artes. | | "Cerrado por melancolía, abierto por necesidad", José | Artículos y María Gatti. / "Más de 30 y orgullosamente soltera", | reportajes María Angélica Franco Frías. / "El evangelio según San | Borges", Omar Pérez Santiago. / "La novela de Perón, de | Tomás Eloy Martínez. Memorias de la patria perdida", | John J. Junieles. / "Literatura argentina. Esa | desconocida", Julio Carreras (h.). | | "Sobre manipulación psicológica", Oswaldo Roses. / | Sala de ensayo "Asedio a lo inasible. Libro sin tapas, de Felisberto | Hernández", Gustavo Lespada. | | "La creación de Sócrates", Ignacio Aragües y Oroz. / Dos | Letras poemas de Dolan Mor. / "Las ventanas", María Candel de | Puerta. / Poemas de Jocelyn Pimentel Rodríguez. / | "Espejismos", Marianela Alegre. / Poemas de Álvaro | Ancona. / "Un día de pesca", Antonio Senciales Pastor. / | Tres sonetos de Gonzalo Luis Torres Hernández. / "Cuento | de la eternidad", María Fernanda Silvente. / Poemas de | Yvette Guevara-Dedaj. / Dos cuentos de Aldo Roque | Difilippo. / "Con anteojos negros", Ángeles Charlyne. / | "Historias para no ser contadas", María de Lourdes | Javier Rivera. / Sonetos de Beatriz Badaui. / "Amor | secreto", Guillermo Cornejo. / Poemas de Rubén Jiménez | González. | | "Poème à une étrangère", Porfirio Mamani Macedo. | El regreso | del caracol | Jean-Paul Sartre. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm === Editorial ¿Quién le teme a los géneros literarios? =============== Hace unos días, durante la sesión inaugural de los tradicionales Cursos de Verano de El Escorial, que organiza con periodicidad anual, desde hace casi dos décadas, la Universidad Complutense de Madrid, el escritor español José Manuel Caballero Bonald se refirió a un tema recurrente en las discusiones que escritores, críticos y lectores vienen sosteniendo desde hace mucho: los géneros literarios son fronteras, trampas para ineptos. Libre como ha de ser el acto creativo, la clasificación de la literatura en géneros literarios es un tópico que sólo interesa a los estudiosos, quienes por la naturaleza sistemática de su disciplina necesitan establecer puntos de referencia en el objeto de estudio, lo cual se traduce en la división en géneros literarios. La investigación en literatura comporta procedimientos que forzosamente necesitan apoyarse en un sistema clasificatorio, de la misma forma como, digamos, la ciencia médica: ¿cuántos médicos realmente competentes habría si todos tuvieran que ser especialistas en la totalidad del cuerpo humano? Así como en líneas generales cada ser humano desarrolla habilidades en un área específica, un estudiante de medicina puede tener la tendencia a interesarse más en el comportamiento del cerebro que en el del estómago. Por esta razón existen las especialidades, ya que la parcelación del conocimiento favorece la posibilidad de su estudio profundo. De la misma manera, la división de la literatura en géneros y subgéneros tiene la sola utilidad de establecer un sistema clasificatorio que haga más llevadera la labor de desarrollar su análisis en profundidad. Con frecuencia la división de la literatura en géneros se comporta como un elemento distractor para la creación: antes de enfocarse en plasmar su particular visión del mundo, el escritor procede distraído a afinar su obra de acuerdo a parámetros de uno u otro género. En algunos casos esto puede conllevar a ciertos niveles de paranoia en que el escritor se debate afanosamente entre decenas de definiciones: ¿en qué "género" está encuadrado esto que escribo? ¿Será un cuento, un relato, un episodio, una alegoría? Por esto mismo, los géneros literarios no tendrían sentido si el mundo estuviera poblado sólo por escritores. La parcelación del conocimiento funciona de manera conveniente para su estudio, pero se convierte en un escollo para el hecho creativo. Dicho de otra manera, un escritor no necesita del sistema clasificatorio para desarrollar su obra. La absoluta libertad creativa implica la posibilidad de escribir sin atender a los cánones establecidos por los estudiosos. Jorge Gómez Jiménez, editor http://www.letralia.com/jgomez === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo qu tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Los cinco de Almiar. La revista Almiar cumplió cinco años el 30 de mayo y, con tal motivo, publicó un "Cuaderno de Viaje" que recoge una muestra de artículos, poemas, relatos y fotografías de diversos autores. Editada por Pedro Manuel Martínez, Almiar apareció en 2001 buscando ampliar el campo de participación y fomentar la relación entre personas, potenciar la libre expresión y apoyar la creación personal y colectiva. Desde entonces se han publicado 28 ediciones, que pueden descargarse en archivos .zip desde el índice, y en las que pueden leerse textos de varios centenares de autores de habla hispana. http://www.margencero.com/aniv5/index_aniv5.html Lo nuevo de Alonso. La escritora mexicana -y letraliana- Odette Alonso acaba de publicar en España su primer libro de relatos, Con la boca abierta, que aparece en la colección Safo del sello Odisea Editorial. Se trata de una colección de ocho relatos sobre mujeres que atraen y se sienten atraídas por otras mujeres, y que defienden sus deseos e ilusiones. Con escenarios y personajes ubicados en Cuba y MÚxico, Alonso narra una AmÚrica Latina femenina y sensual, en la que se mezclan la ternura y la violencia, la belleza y la sordidez, la realidad y los sueños. Nacida en Santiago de Cuba en 1964, la autora es filóloga, poeta, narradora y ensayista, y en 2000 publicó en Editorial Letralia su poemario Linternas. Su nuevo libro de relatos está a la venta en España en FNAC, Casa del Libro, El Corte InglÚs, Berkana, Cómplices y Antinous, entre otras librerías, y en MÚxico próximamente en El Armario Abierto y Leslibros, y tambiÚn puede solicitarse por correo electrónico. odette_alonso@prodigy.net.mx http://www.odiseaeditorial.com Charlando en Sísifo. Albert Lladó, editor de la revista cultural Sísifo, que se publica en formatos impreso y digital, anunció recientemente la creación de su foro digital, en el que es posible establecer contacto con autores de todo el mundo, y que tiene como objetivo fungir de taller creativo. Cualquiera que lo desee podrá publicar al instante y gratuitamente sus poemas, relatos, fotografías y otras creaciones, en una comunidad ágil y dinámica donde compartir experiencias. Los mejores artículos recibidos serán publicados en la versión impresa de la revista. http://www.sisifo.es/foro Carmen gana el Carmen. La escritora española Carmen Plaza acaba de ser designada ganadora del XXIII Premio "Carmen Conde" de Poesía de Mujeres, convocado por Ediciones Torremozas y patrocinado por El Corte InglÚs, según el veredicto emitido el pasado 21 de junio. Nacida en Burgos y residente en Barcelona, Plaza obtuvo el galardón con su poemario Tela que cortar. La autora es licenciada en ciencias económicas y empresariales y tiene publicados tres libros de poemas. El jurado estuvo compuesto por María del Pilar Palomo, Jesús Hilario Tundidor, Antonio Porpetta y María Jesús Hernández. Al concurso se presentaron 385 originales procedentes de España y diversos países europeos y americanos. El galardón está dotado con 12.000 euros y la publicación del libro premiado en la Colección Torremozas. http://www.torremozas.com Impaglione en dos lenguas. El libro Carte di Sardinia (Papeles de Sardinia), del escritor argentino Gabriel Impaglione, acaba de ser publicado por Editrice UNI Service, de Trento (Italia). El poemario de 117 páginas, que aparece en una edición bilingüe, muestra en su portada una obra del artista plástico Jorge Hueso Ricciardulli, de Luján. Impaglione edita en Internet el boletín literario Isla Negra, que puede ser solicitado escribiendo a poesia@argentina.com para recibirlo de manera gratuita. El libro se ofrece por 10 euros en la página de la editorial. http://www.uni-service.it Letralianos en su dial. Puerto de Letras es el nombre del programa radial que los escritores Carlos Yusti y Juan Guerrero conducen al alimón. El programa se pasea por toda la actualidad literaria venezolana e internacional cada domingo desde las 8 de la noche por La Voz de Guayana 89.7 FM. Ambos autores son letralianos; Yusti mantiene en Ciudad Letralia su avenida Notas desabrochadas y Guerrero ha sido publicado en algunas de las ediciones de la Tierra de Letras. Formando guionistas. Hoy 3 de julio se da inicio en Caracas al taller "El libreto de telenovelas", que dictarán, en 6 sesiones de 7 a 9 de la noche, Valentina Saa, dialoguista de las telenovelas Engañada y Aunque me cueste la vida, y Luis Colmenares, escritor de las telenovelas Amantes e Ilusiones, y dialoguista de Por estas calles. El taller es auspiciado por la Fundación Icrea y será dictado en la Fundación Cultural Chacao (C.C. El Parque, Nivel C-1, al lado de Parque Cristal). El taller tiene un costo de 200.000 bolívares. Para solicitar información, se debe contactar a la Fundación Icrea a los telÚfonos 2659491 y 2668497, o por el correo electrónico infoacademico@icrea.org.ve. http://www.icrea.org.ve El viaje de Sánchez Lecuna. El próximo jueves 8 de julio, a las 10:30 de la mañana, será presentado en la Librería Macondo, en Caracas, la novela El viaje inefable (Editorial Memorias de Altagracia, 2006), la primera del escritor venezolano JosÚ Sánchez Lecuna. La novela cuenta el periplo de Roberto di Buonatale, personaje absolutamente intrascendente, oriundo de Florencia, que pisó Tierra Firme cincuenta años despuÚs de Colón, experimentando de manera anónima las cosas más insólitas que jamás hombre haya vivido. Nacido en Talence, Burdeos (Francia) en 1948, Sánchez Lecuna tiene una licenciatura y maestría en letras de la Universidad de Bordeaux III y un doctorado en letras de la Universidad Paris IV, es profesor universitario y tiene en su haber varios trabajos de investigación inÚditos sobre la Edad Media, Dante Alighieri y Marcel Proust. La Librería Macondo está ubicada en el Centro Comercial Chacaíto. ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Asensi y Planeta citados por un juez de Bolivia Un juez de Bolivia emitió el pasado 14 de mayo una citación a la escritora española Matilde Asensi y al ejecutivo de la editorial Planeta, Carlos Reyes, para que declaren en el proceso judicial abierto en su contra por un supuesto plagio cometido en la novela El origen perdido, un éxito de ventas de la autora publicado por el sello español. La citación fue emitida por el juzgado tercero de instrucción en lo penal de La Paz e incluye un exhorto suplicatorio a las autoridades de España para que notifiquen a los acusados, que tienen que presentarse a testificar el 31 de julio próximo. El requerimiento fue solicitado por el fiscal Gregorio Blanco Tórrez, de la División de Delitos Económicos y Financieros de la Policía Técnica Judicial de Bolivia, y aprobado por el juez Constancio Alcón, que lleva la causa iniciada el 24 de marzo, como informamos en nuestra edición 139 (http://www.letralia.com/139/0324cingolani.htm), por el historiador argentino Pablo Cingolani y el etnógrafo boliviano Álvaro Díez Astete, representantes de la expedición Madidi. Cingolani y Díez Astete acusaron a la novelista española de los delitos de hurto agravado y de alteración, acceso y uso indebido de datos informáticos al comprobar que en la novela El origen perdido había referencias a sus trabajos, pero sin citarlos. En el Parque Nacional Madidi, de casi 19.000 kilómetros cuadrados de superficie, los arqueólogos han llevado a cabo varias expediciones para dar con el paradero de los toromonas, una etnia desaparecida. Los resultados de sus labores, avalados por el Congreso boliviano y por otras instituciones, fueron publicados en la prensa y en Internet. Ambos han acusado a la escritora Matilde Asensi de bajar sus informaciones de la red y utilizarlas para escribir la parte fundamental de El origen perdido. Fuente: EFE *** Las Abuelas Cuentacuentos obtienen premio Harmony El jurado de la distinción Harmony 2006 acaba de seleccionar como práctica cultural modelo (Best Cultural Practice) en materia de desarrollo sostenible el Programa de Abuelas Cuentacuentos de Argentina (http://www.fundamgiardinelli.org.ar/bot-progabuelas.html), que desarrolla en la región del Chaco desde hace cinco años la Fundación Mempo Giardinelli. El programa moviliza a personas de la tercera edad para que se presten voluntariamente a leer relatos a los chicos, contribuyendo así al diálogo entre las generaciones y al fomento de la lectura. La distinción Harmony recompensa prácticas ejemplares que contribuyen a mejorar la calidad de vida y que integran aspectos culturales en las actividades encaminadas al desarrollo económico, social y medioambiental. El jurado distinguió en primer lugar al proyecto "Habanai" (que significa "vínculo" en lengua fulbé), una costumbre ancestral en materia de préstamos del pueblo wodaabe del Níger. Según esa costumbre ancestral africana, cuando el poseedor de un hato de reses pasa por un momento difícil y pierde su ganado, cada miembro de la comunidad le presta por espacio de tres años una becerra preñada. Este modo tradicional de proceder es algo más que un mero contrato para ayudar a alguien necesitado, porque contribuye a consolidar la vida de la comunidad estrechando los vínculos entre sus miembros. La distinción Harmony fue creada en 2004 mediante un acuerdo de colaboración entre el Fondo Internacional para la Promoción de la Cultura (FIPC) de la Unesco y la sociedad Integral Development Asset Management (Ideam) del grupo bancario francés Crédit Agricole. El jurado está compuesto por miembros del Consejo de Administración del FIPC y del Comité Médicis, una instancia de diálogo y reflexión creada por Ideam que congrega a grupos comprometidos con el desarrollo sostenible en el ámbito financiero. Entre los criterios de selección de las prácticas culturales que son objeto de la distinción, cabe señalar su grado de respeto del medio ambiente, su potencial para aportar soluciones a los problemas del mundo contemporáneo, su capacidad para mantener un equilibrio armónico entre las comunidades y sus estilos de vida, y sus posibilidades de transmisión, adaptación y reproducción. Cada año se preseleccionan hasta 10 prácticas culturales de todas las regiones del mundo y por lo menos una de ellas se inscribe en la "Lista de la Armonía". En 2004, fueron distinguidas con su inscripción en la lista "la hospitalidad beduina" y las "escuelas al aire libre de los indios cri" del Canadá septentrional. En 2005, la práctica cultural escogida fue la medicina tradicional de los miao, una minoría étnica que vive en la provincia china de Guizhou. Fuente: Fundación Mempo Giardinelli *** Sergio Pitol expone en Pekín biografía de Cervantes El Premio Cervantes 2005, el mexicano Sergio Pitol, dijo el pasado 20 de junio en Pekín, al exponer su trabajo sobre Miguel de Cervantes, que "todo lo que poseemos es relativo y la única certeza es que fue el más genial de los escritores españoles". "Su personalidad debe haber sido extraordinaria, su vida está colmada de incógnitas. Hay largas temporadas hasta de años, que nadie tiene noticias de él. Cada acto suyo es una figura elíptica, cada respuesta es sólo conjetural... una neblina diluye las afirmaciones", destacó. En su conferencia sobre la vida y obra de Cervantes en el Instituto de Lenguas Extranjeras de la Academia de Ciencias Sociales de China, ante numerosos estudiosos chinos del Quijote, la obra en castellano más conocida en China, Pitol explicó que Cervantes se adelantó a su época. "No hay ulterior corriente literaria importante que no le deba algo: las varias ramas del realismo, el romanticismo, el simbolismo, el expresionismo, el surrealismo, la literatura del absurdo, la nueva novela francesa y muchísimas más encuentran sus raíces en la novela de Cervantes", afirmó. "Viktor Sklovski, en 1922, descubrió que la novela no sólo era la más nueva en la época de Cervantes, sino que en la época de las vanguardias, seguía y seguirá siendo la más contemporánea de todas", añadió. El director del Instituto, Chen Zhongyi, responsable de literatura extranjera en la Academia y estudioso de Pitol (cuyas obras La vida conyugal y El arte de la fuga fueron traducidas al mandarín en los dos últimos años) destacó, al presentarle, que la obra del Premio Cervantes 2005 muestra una unidad "no de espejo sino de radiografía". "Desde su infancia superó penurias y enfermedades hasta recoger los frutos de la creación, prueba de que la infelicidad infantil puede ser cuna de grandes escritores. Los padres chinos no deberían consentir tanto al hijo único", afirmó Chen. Según el funcionario chino, que domina el castellano y también estudió la obra de Jorge Luis Borges, "Sergio Pitol pisó a lo largo de su vida tierras lejanas sin engreírse ni rendir culto a ciegas, convirtiendo en realidad la expresión "haz lo que quieras, digan lo que digan los demás". El consejero cultural de la embajada de México en Pekín, Edgardo Bermejo, destacó que "infancia y errancia son las dos palabras que marcaron la vida de Pitol y ambas, inseparables, tienen cabida en su existencia como escritor, la infancia como retorno al origen y los viajes como parte esencial de su biografía", destacó. Bermejo destacó también que el último Premio Cervantes llegó a embajador de México y dejó una hoja de servicios intachable y un gran esfuerzo por la promoción cultural de México, a donde llevó, como traductor, autores fundamentales de la literatura extranjera. Hispanistas y traductores al mandarín de literatura hispana que asistieron a la conferencia destacaron los numerosos datos nuevos aportados por Pitol sobre Cervantes, ya que solamente conocían la del catedrático chino Chen Kai Xian, elaborada hace cuatro o cinco años. "El Quijote es una obra maestra ya se sabe, aunque los lectores, hasta los más cultos, no lo lograron entender durante mucho tiempo. La forma, la estructura, los personajes, el tema de la locura son novedosos, todo eso lo haría ya interesante", afirmó Pitol. "Pero, es otra cosa más, es la obra de un escritor genial que ha tejido todas las fases de su vida, la Italia renacentista, los cuarteles, los hospitales, el frente de batalla, los baños de Argel, la muchedumbre de diversas naciones e idiomas, los miles de leguas en mula recorridos de treinta años en trabajos humillantes", señaló. Además, "en el interior de su libro están la exaltación, la felicidad, la risa y la grandeza del mundo. Invisible, Cervantes se convierte en el tercer personaje al que aludía Harold Bloom junto al Quijote y Sancho Panza", dijo al recordar la conferencia en el Instituto Cervantes en Nueva York sobre Cervantes y Shakespeare. "Si Shakespeare nos enseña a hablar con nosotros mismos, Cervantes nos enseña a hablar entre unos y otros", según Pitol. "Un Cervantes cuya presencia en El Quijote es inmensa y de quien no sabemos casi nada... de quien no hay cartas, ni papeles íntimos, ni libros en los estantes de su biblioteca", concluyó. Fuente: EFE *** Conceden el premio López Velarde a Carlos Monsiváis Carlos Monsiváis fue electo, el miércoles 21 de junio, ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde, un galardón que, según el escritor, conmemora "la vitalidad portentosa de la poesía", sin tomar en cuenta los pocos lectores que siguen este género literario y la desaparición dentro del discurso público. Durante la ceremonia, realizada en el Museo Manuel Felguérez de Zacatecas, el autor de Amor perdido indicó que "la poesía es la relación de un lector y un texto en cualquier hora y sin intermediarios". Monsiváis apuntó que si la lectura sistemática de este género literario es potestad de pocos, el goce de ella es de todos, ya que la poesía, en el marco internacional, se ha visto favorecida por el modernismo latinoamericano. El cronista expresó que ante la inminente y opresiva realidad cotidiana, "la poesía no sirve para nada, y una vez consignado esto sirve para demasiado, porque nos entrega las llaves de la comunicación y reitera las funciones estéticas de la palabra". Como corolario de la entrega del premio, Monsiváis y el poeta Hugo Gutiérrez Vega leyeron y comentaron poemas de Ramón López Velarde en una sesión llevada a cabo la tarde-noche del 21 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Frecuentadores entusiastas y meticulosos de López Velarde, ambos compartieron las razones de su admiración por el poeta zacatecano, refutaron etiquetas y falsedades en torno a su obra y propusieron formas distintas de aproximación e interpretación. Entre el público que casi llenó la Sala Manuel M. Ponce estuvieron amigos del cronista, como Jesusa Rodríguez, Marta Lamas, José María Pérez Gay y Elena Poniatowska, a quien estuvo dedicada la lectura. Al principio Monsiváis manifestó la alegría que le produjeron los tres premios recibidos: "primero, el otorgado generosamente por el jurado; segundo, la posibilidad de releer de una manera arrebatada la poesía de López Velarde, y el tercero es que ninguno de mis amigos dijo: 'qué atroz injusticia'. Estos premios los atesoro". Antes de dar paso a la lectura, Gutiérrez Vega destacó: "A López Velarde se le ha convertido en una especie de poeta nacional, de cantor de la provincia. A estos lugares comunes se ha enfrentado Carlos Monsiváis mediante sus ensayos y nos ha demostrado que López Velarde es uno de nuestros poetas más universales, a fuer de ser fiel a su propia idiosincrasia, y que es un poeta erótico, y yo diría erótico, sexual, en todos los sentidos". Gutiérrez Vega leyó "El perro de San Roque", inspirado -acotó Monsiváis-, como mucha de la poesía de López Velarde, "en los clásicos cristianos, que eran fábulas, mitos, parábolas bíblicas. El perro de San Roque alimentaba a ese eremita y esa manutención canina fue una de las leyendas medievales más celebradas". De ese poema -bromeó el ensayista- "extraje, a los 16, 17 años, lo que considero el lema estricto de mi vida: Yo sólo soy un hombre débil, un espontáneo / que nunca tomó en serio los sesos de su cráneo". Otros poemas leídos fueron "Treinta y tres", "Mi villa", "Ser una casta pequeñez", "Mi prima Agueda", "Y pensar que pudimos" y "La suave patria". Cuando "uno oye leer a Gutiérrez Vega con su habitual claridad", dijo Carlos Monsiváis, "uno entiende que todavía hay lectores y no simples destructores de frases, y entiende que una de las cosas más bienaventuradas que nos han sucedido es la extinción de los declamadores". Hacia la década de los 20 -recordó el autor de Días de guardar- hubo "una epidemia de declamadores" de los que la mejor versión fue Manuel Bernal, "porque es simplemente pomposa y no amenaza con lanzar los versos al abismo". Sin embargo, Bernal "no se atrevió con López Velarde". Los primeros que "le dieron ya el rango de lectura de poesía fueron necesariamente los poetas. Salvador Novo, desde luego. Eran lecturas muy límpidas donde el dramatismo se le concedía al verso y la voz acentuaba los aspectos, pero no se dramatizaba a sí misma, que es el problema de los declamadores". Después, la sesión derivó hacia la discusión en torno al presunto provincianismo de la poesía de López Velarde: "Cuando uno lo lee encuentra que hay una liberación de la provincia mediante su estatización, y en ese sentido vale mucho la pena releerlo sin toda esa casi obligación de sentirnos provincianos o de mantener una distancia cultural". Si leemos los poemas del zacatecano "con la lucidez posible, encontramos que no hay tal distancia, lo que sucede es que se trata de una poesía compleja y en su momento se le etiquetó de modo bastante impío. Adjudicarle lo provinciano a esta poesía es negarla". Al respecto -remarcó Monsiváis-, "La suave patria" no tiene que ver con la identidad nacional ni con las interpretaciones que la quieren convertir en expresión de la represión conservadora: "La suave patria es un canto a lo vivido, una transformación de la experiencia en conocimiento estético, es una idea de que la patria funciona si la poesía la expresa". En resumen, "La suave patria no es el poema nacional, es un poema prodigioso con un tema nacional". El premio López Velarde, en su octava edición, estuvo dotado de 150 mil pesos, una medalla de plata, un diploma y la publicación de un libro del galardonado. El reconocimiento fue entregado por la gobernadora de Zacatecas, Amalia García Medina, y el director del Instituto Zacatecano de Cultura, David Eduardo Rivera Salinas. Fuentes: Mundo de Hoy, La Jornada *** Publican antología con textos de reclusos mexicanos Cientos de reclusos mexicanos han recurrido a la poesía y a los cuentos que les permiten soportar sus condenas de forma distinta, aseguraron los organizadores de un concurso anual de estas narrativas, cuyos mejores trabajos, escogidos entre 300 cuentos y 650 poemas, fueron compilados en el libro El vuelo de la palabra, presentado a mediados de junio. "Lo más importante de estos certámenes es que, en el acto de la escritura, los presos tienen la libertad interior y tienen la posibilidad de cambiar su mundo, ya que se reinventan y ven sus vida de manera distinta", dijo la escritora Silvia Molina, coordinadora de la obra. Convocado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el libro agrupa creaciones del XI Concurso Nacional de Cuento José Revueltas y el décimo de Poesía Salvador Díaz Mirón. "La lluvia", que habla del paso del tiempo, de Claudio Valentín López, fue la ganadora del concurso de poesía, entre varias narraciones que sobre todo aludieron al amor. En el concurso de cuento, el ganador fue Rigoberto Silva Ortega por "La gota de la llave", que el escritor Luis Felipe Hernández, miembro del jurado, definió como "un texto inquietante, que te quita el sueño". Hernández afirmó que se sintió algo deprimido y sufrió pesadillas tras repasar los cuentos. Narrado en primera persona, el cuento de Silva Ortega se inspira en el goteo de un grifo que hay en su celda, que le sirve como un metrónomo que mide cada segundo de su vida. "El personaje de su historia dice que es homicida pero que no se siente así. Un día le ponen a un compañero de celda y cierra la llave. Al día siguiente amanece muerto y él dice que no sabe si lo mató", recuerda Hernández. Tiempo después le llevan a otro compañero y pasa lo mismo. Hernández dijo que en los textos abundan las referencias a quienes cuentan su historia y razonan sobre su libertad o sobre qué harían si estuvieran fuera de las cárceles. Otros presentan imágenes oníricas maravillosas y algunos son divertidos, como "Para qué te cuento", de Sara Aldrate, sobre una presidiaria que trata de conseguir una libreta para escribir un cuento. "Es muy divertido dentro de lo sórdido y dramático que puede ser ese mundo, donde una libreta es muy valiosa", agrega el escritor. Fuente: EFE *** Fernando Buen Abad Domínguez presenta libro en Venezuela En un acto auspiciado por el Ministerio de Comunicación e Información (Minci) de Venezuela y realizado en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), el pasado jueves 22 de junio fue presentado el libro Filosofía de la comunicación, del autor mexicano Fernando Buen Abad Domínguez. El libro, que será distribuido gratuitamente, es según su autor "una herramienta en este proceso revolucionario, porque el objetivo es situar a la comunicación social como un servicio para la comunidad, para lograr una literatura, ensayo y filosofía totalmente comunitaria, y hacer la comunicación comunitaria como un proyecto de revolución". Por otra parte, estuvo presente en el acto el presidente de Telesur, Andrés Izarra, quien catalogó esta publicación como "un aporte fundamental a todo el tema comunicacional, en el marco de los procesos progresistas que ocurren en América Latina". Izarra manifestó que Fernando Buen Abad Domínguez es uno de los pocos filósofos y académicos latinoamericanos que están pensando actualmente en el tema de la comunicación desde una perspectiva progresista. Agregó que en el contenido de este libro "se aborda el tema epistemológico de la comunicación, y lo plantea desde un ángulo, del aporte constructivo de la comunicación, versus la comunicación alienada". "Publicaciones como éstas aportan valores o conocimientos fundamentales para las discusiones sobre la comunicación en procesos revolucionarios como los que ocurren en Venezuela, Bolivia, o en otros países de América Latina", puntualizó Izarra. Buen Abad Domínguez es licenciado en ciencias de la comunicación, con maestría en filosofía política y doctorado en filosofía, y además es director de cine egresado de la Universidad de Nueva York, entre muchas otras acreditaciones. Un ensayo suyo sobre André Breton fue publicado en la Tierra de Letras, en su edición 141 (http://www.letralia.com/141/ensayo04.htm). Fuente: ABN *** Presentan en Cuba libro sobre Carpentier y el cine La hermosa y difícil relación del escritor cubano Alejo Carpentier con el cine es descrita por el crítico Luciano Castillo en su libro Carpentier en el reino de la imagen, presentado en La Habana Vieja el pasado 24 de junio, en el espacio semanal Sábado del Libro. Según Roberto Méndez, autor del prólogo, "la mayoría de los cineastas que trataron de llevar las novelas de Carpentier al cine vieron frustrados sus empeños por razones económicas o la muerte". En el primer caso menciona a Luis Buñuel, quien quiso rodar un filme basado en "El acoso", un cuento de largo aliento del Premio Cervantes 1977, y no pudo por razones económicas. También está el caso de Tyrone Power, quien tenía previsto hacer la versión fílmica de Los pasos perdidos, pero sufrió un infarto en pleno rodaje de Salomón y la reina de Saba, lo que lo obligó a abortar el proyecto. No obstante, obras de Carpentier como El recurso del método, El siglo de las luces, Barroco y Derecho de asilo fueron llevados a la gran pantalla por los realizadores latinoamericanos Miguel Littín, Humberto Solás, Paul Leduc y Octavio Cortázar, respectivamente. En el libro, de la editorial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), Castillo exalta el amor del escritor cubano por el séptimo arte. "El cine -dijo Alejo- nos ha revelado la vida oculta y misteriosa del mundo en que vivimos; nos ha hecho ver con una plenitud que no conocieron los hombres de ayer". Y agregó: "El cine es un gran arte, un arte magnífico, del que podemos esperarlo todo cuando empiece a salir del estadio de industrialización en que se encuentra actualmente". Nacido en Camagüey en 1955, Castillo es crítico e investigador cinematográfico. Ha publicado Concierto en imágenes, Con la locura de los sentidos y, en colaboración con Arturo Agramante, el Diccionario de realizadores del cine latinoamericano. Fuente: Prensa Latina *** Diario ABC Color lanza colección de literatura paraguaya El pasado 25 de junio fue publicado el compendio Cuentos breves, de Rafael Barrett -autor español de nacimiento pero considerado uno de los precursores de la literatura en el Paraguay-, la primera entrega de la Biblioteca Popular de Autores Paraguayos, una iniciativa del diario ABC Color (http://www.abc.com.py) y el sello El Lector. La iniciativa pretende llevar a los hogares paraguayos los libros fundamentales de la literatura de su país, según anunció el diario. La Biblioteca Popular ofrece libros a 10.000 guaraníes (unos 2 dólares) que se venden cada domingo con el ejemplar de ABC Color. Este domingo 2 de julio se publicó la segunda entrega, La quema de Judas, de Mario Halley Mora. "Desde hoy ya nadie va a tener la excusa de que los libros de autores paraguayos son caros", señaló la escritora Renée Ferrer el pasado miércoles 21 de junio, en ocasión del lanzamiento oficial de la Biblioteca, en el Centro Cultural El Lector. Asimismo, la autora de La seca y otros cuentos expresó que pensar en una edición de 20.000 ejemplares de un libro de autor paraguayo parecería un sueño. Esa es la cantidad de ejemplares de cada obra que, domingo tras domingo, hasta el próximo 17 de diciembre, pondrán en circulación El Lector y ABC Color. Esta colección está dirigida a público de todas las edades, indicó, pero está pensada sobre todo para los jóvenes estudiantes. En ese sentido, los libros contarán con una introducción analítica, con biografía del autor, a cargo de Francisco Pérez-Maricevich, quien también elaboró una guía de trabajo que facilitará el estudio de cada texto, a la vez de constituirse en base para trabajos prácticos en el colegio. El primer libro de la Biblioteca Popular es un homenaje a Rafael Barrett, quien fuera considerado por Augusto Roa Bastos como el maestro de todos los escritores paraguayos. Nacido en Torrelavega, Cantabria (España) en 1876, abandonó su país en 1903 y se trasladó a Buenos Aires, donde vivió un tiempo participando de las actividades políticas de los emigrados españoles, en cuya prensa escribió sus primeros artículos. Como corresponsal del diario porteño El Tiempo, Barrett llegó al Paraguay para informar sobre la revolución de 1904. En octubre desembarcó en Villeta, cuartel general de las tropas revolucionarias, y en vísperas de la Navidad arribó a Asunción, con los revolucionarios. El 26 de enero de 1905 publicó su primer artículo en la prensa asuncena: "La verdadera política". Le suceden otros 38 artículos que llevan su firma. Concurriría todas las tardes al Centro Español, de cuya directiva formó parte y donde, sentado frente al piano, interpretaba con destreza obras de Beethoven y Chopin. Allí conoció a Francisca López Maíz, con quien se casó el 20 de abril de 1906, y tuvo a su único hijo, Alejandro Rafael (Alex), nacido el 24 de abril de 1907 en Areguá. Durante ese tiempo desarrolló tareas de agrimensura e intentó integrar el cuerpo docente. Los primeros síntomas de la tuberculosis, enfermedad entonces incurable, comenzaron a manifestársele a fines de 1906. Cuatro años más tarde, el terrible mal acabaría con su vida. Acompañó la lucha obrera participando en mítines, dando conferencias sobre temas sociales y fundando la revista Germinal (con 11 números de agosto a octubre), desde donde difundió la ideología anarquista, defendiendo las reivindicaciones de los obreros. Desterrado a Corumbá, se refugiará luego en Montevideo para regresar poco tiempo después al Paraguay, donde se mantuvo confinado en una estancia de Yabebyry. En 1908 obtuvo permiso para radicarse en San Bernardino, desde donde prosiguió su colaboración con la prensa asuncena y recibió a sus amigos obreros. Sus denuncias sociales y su participación en la lucha obrera le ganaron el rechazo de los intelectuales vinculados al régimen político, quienes le cerraron el acceso a sus instituciones. El Diario le negó sus columnas donde había publicado del 15 al 27 de junio el alegato titulado "Así son los yerbales paraguayos". Falleció en 1910, en Arcachón, Francia, a donde se había trasladado buscando una cura para la tuberculosis. La obra de Barrett es en general poco conocida. Corta y asistemática como su propia vida, se publicó casi íntegramente en periódicos de Paraguay, Uruguay y Argentina. Sin embargo, su pensamiento ha ejercido en Latinoamérica, y especialmente en el ámbito del Río de la Plata, una notable influencia. Si bien es cierto que se trata de una influencia un tanto subterránea, fue lo suficientemente fuerte como para que Ramiro de Maeztu le considerara "una figura en la historia de América". La quema de Judas, el segundo título de la Biblioteca Popular, es la primera novela de Mario Halley Mora, y se constituyó en un paso fundamento a su posterior extraordinaria carrera como narrador, luego de haberse consagrado primero como dramaturgo, el más prolífico del teatro paraguayo. La novela ganó en 1964 el premio literario más importante de entonces, que otorgaba el diario La Tribuna, y fue editado como libro en 1965. Halley Mora, periodista, dramaturgo, narrador y poeta, nació en Coronel Oviedo, Caaguazú, el 25 de septiembre de 1926. Fue uno de los escritores más prolíficos de la literatura paraguaya. Se inició en la radio en los años 50 como guionista de programas de humor, como La pensión de doña Liga y La pensión de ña Lolita y, en 1956, escribió su primera obra teatral, En busca de María. Fue jefe de redacción del diario Patria y, posteriormente, de La Unión. Su carrera de narrador la inició en 1965, cuando apareció su primera novela, La quema de Judas. Como creador teatral, sus obras fueron representadas, generalmente, por la Compañía de Ernesto Báez. Entre sus comedias más célebres, se hallan En busca de María (1956, su primera obra), Magdalena Servín, Un traje para Jesús, El Impala, El último caudillo, La noticia, Testigo falso, Interrogante, Un rostro para Ana (incluida por el Ministerio de Cultura de España en la Antología del Teatro Latinoamericano), La madama, La mano del hombre y Ramona Quebranto (adaptación de la novela de Margot Ayala de Michelagnoli). Escribió también la zarzuela Loma Tarumá, con música de Florentín Giménez. En narrativa, escribió, además de La quema de Judas, Los hombres de Celina (novela; 1981), Cuentos, microcuentos y anticuentos (1987), Memoria adentro (novela; 1989), Los habitantes del abismo (1989), Amor de invierno (novela; 1992), Parece que fue ayer (cuentos; 1992), Manuscrito alucinado (Las mujeres de Manuel) (novela; 1993; Premio El Lector), Todos los microcuentos (1993), Ocho mujeres y las demás (1994), Cita en el San Roque (novela) y el ensayo autobiográfico Yo anduve por aquí. Tiene también una novela inédita, Raíces de la aurora, base de la película La sangre y la semilla, con guión de Augusto Roa Bastos. Es además autor del poemario Piel adentro (1967), con prólogo de Roque Vallejos. En vida recibió varias distinciones: fue ganador del Premio Nacional de Literatura en 2001, miembro de la Academia de Historia Militar y de la Academia Hispanoamericana de Letras de Bogotá, Colombia. El gobierno del Paraguay le galardonó con la Orden Nacional del Mérito por su aporte a la cultura. Falleció en Asunción el 28 de enero de 2003. Fuentes: ABC Digital o Wikipedia *** Fracasa iniciativa para cambiarle el nombre al pueblo natal del Gabo Los habitantes de Aracataca votaron el pasado domingo 25 de junio en un referendo para decidir el cambio de nombre a "Aracataca-Macondo", en recuerdo del pueblo en el que se desarrolla la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, nativo de la localidad. Aunque el alcalde, Pedro Sánchez Rueda, tiene la facultad de cambiar el nombre por decreto, prefirió apelar a la decisión popular y someter a referendo el nuevo nombre. Para el referendo se habilitaron 47 mesas de votación, que abrieron puntualmente de las 8 de la mañana a las 4 de la tarde, pero la propuesta se hundió cuando menos de una tercera parte de las 22.000 personas habilitadas para votar acudieron a las urnas. En efecto, pese a que sólo 250 votantes estuvieron en contra de cambiarle el nombre al pueblo, el índice de abstención anuló el acto electoral. De los 22.000 votantes del pueblo, se requería la participación de cerca de 7.500, pero sólo votaron 3.270. "Queremos exaltar el apelativo 'Macondo', porque en las páginas de Cien años de soledad aparece una descripción de Aracataca y concluye 'Así era Macondo'. Esto nos confirma que Aracataca es Macondo como escenario de su creación", explicó el alcalde Sánchez Rueda al hablar de la intención de su propuesta. La economía actual de Aracataca, además del banano y la ganadería reflejados en Cien años de soledad, se ha diversificado con la producción de aceite de palma. No existe hospital, agua potable ni suficientes escuelas. Más de 2.000 niños están sin estudios y cerca de 1.500 desplazados duermen en las calles. El alcalde reconoció el endeudamiento de la localidad, pero dijo "la estamos pagando. Hemos hecho un buen ejercicio con mucha seriedad". Para Sánchez Rueda, "sólo con el plebiscito estamos ganando al proyectar al municipio a nivel internacional. Aracataca debe tener otra entrada como seguramente será el turismo". "Aracataca es un diamante en bruto", añadió el mandatario local tras anunciar que promete exoneración de impuestos a cualquier inversionista que quiera promover su desarrollo. Los críticos de la propuesta dicen que Aracataca es realidad y Macondo ficción, por lo que no hay que mezclar ambos. Quienes promovieron la abstención, como Álvaro Saade, lucían una camiseta con el lema "Aracataca y punto", en alusión a la famosa frase del escritor: "No joda, alcalde, yo nací en Aracataca y punto". El nombre del pueblo se compone de Cataca, por el cacique de ese nombre, y Ara, que significa agua clara, como explicó Kathy Mendoza, de la Casa-Museo García Márquez. Ubicado a 90 kilómetros de Santa Marta, una de las ciudades más turísticas del Caribe, Aracataca sigue siendo un pueblo con dos calles polvorientas junto al puente de los desempleados, icono de la novela donde se sentaban los jornaleros a esperar ser contratados por la bananera United Fruit Company. La Casa-Museo donde nació el Nobel y la Casa del Telegrafista, en la que trabajaba su padre, se caen a pedazos. "Soy testigo", explicó Rafael Jiménez, director de la Casa-Museo, "y llevo un listado de visitantes extranjeros que hacen esfuerzos para visitar lo que ellos consideran Macondo, así que mejor sería ofrecerles tours y visitas guiadas y que el lugar aparezca en los catálogos de viajes. Por eso estuve a favor de la consulta. El año pasado visitaron esta casa 30.000 personas". En varias ocasiones a García Márquez le han criticado duramente por no preocuparse por el lugar donde nació y que le inspiró. Otras personalidades colombianas como el escultor Fernando Botero o los cantantes Juanes y Shakira han invertido buena parte de sus ganancias en proyectos sociales. Botero, por ejemplo, donó cientos de sus obras a varios museos. Shakira creó la Fundación Pies Descalzos, a través de la cual financia la educación de miles de niños desplazados, muchos en Colombia, segundo país con mayor desplazamiento después de Sudán. Juanes, por su parte, trabaja sin tregua por las víctimas de las minas antipersona en este país andino que lleva más de cuatro décadas en conflicto armado. Y, aunque Gabo, como le llaman cariñosamente al Nobel, no va desde 1983, el alcalde lo justifica: "La responsabilidad de sacar el municipio adelante es de los mandatarios locales y lo único que podemos hacer es usar en el buen sentido el nombre del Nobel". El resultado del referendo deja sin efecto el proyecto de ordenanza que el alcalde Sánchez Rueda había introducido en la Asamblea Departamental, y que esperaba fuera sancionado por la mayoría de los diputados. Fuentes: ABC, BBC, Radio Caracol *** Eduardo Lago gana el Nadal y se encarga del Cervantes en Nueva York El escritor madrileño Eduardo Lago ganó el viernes 23 de junio el LXII Premio Nadal con su primera novela, Llámame Brooklyn, y el lunes 26 fue impuesto de la dirección del Instituto Cervantes en Nueva York, donde sustituye a Antonio Muñoz Molina. El Nadal, el galardón más antiguo de España -con 18.000 euros de dotación-, se falló en una gala literaria en el Hotel Palace de Barcelona. La novela ganadora se presentó bajo el título La mesa del capitán y el seudónimo "Juan Aguado". La novela finalista fue Susana y los viejos, de la también madrileña Marta Sanz. Lago relata, en la novela, la historia de un periodista del New York Post que recibe la noticia de que su amigo Gal Ackerman, veinticinco años mayor que él, ha muerto. El suceso le obliga a cumplir un pacto tácito: rescatar, de entre los centenares de cuadernos abandonados por el muerto en un motel de Brooklyn, una novela a medio terminar. El frustrado anhelo de su autor era llegar a una sola lectora, Nadia Orlov, de quien hace años que nadie ha vuelto a saber. Lago explicó que ha estado cinco años escribiendo esta novela, que llegó a convertirse "en una obsesión" y a "ocuparme todos los días". El escritor agregó que con Llámame Brooklyn ha "aprendido a escribir una novela" y admitió que es compleja porque quiere transmitir su "idea de la condición humana". Se trata, dijo, de una "novela de amistad y de amor". Nacido en Madrid en 1954, Lago vive desde hace casi veinte años en Nueva York. En 2001 recibió el II Premio Bartolomé March por su artículo de crítica literaria "El cubo de lo imposible", publicado en la Revista de Libros en enero del mismo año. Es doctor en literatura por la Universidad de Nueva York y profesor de la Sarah Lawrence College. Susana y los viejos, de Marta Sanz (Madrid, 1967), por su parte, describe un microcosmos familiar que muta, se radicaliza y puede llegar a resquebrajarse. La autora definió su novela como "historia de terror realista o una historia realista de terror". En su reciente responsabilidad al frente del Cervantes en Nueva York, Lago sustituye a Muñoz Molina tras una exitosa gestión de dos años. El escritor ofreció un informe con sus proyectos en una rueda de prensa el jueves 29, junto con el director del Cervantes, César Antonio Molina, responsable de su nombramiento, y con el director saliente del centro neoyorquino, Muñoz Molina, quien presentó un balance de su gestión. Fuentes: Informativos Telecinco o Libertad Digital *** Vargas Llosa expresa repudio a dictaduras en conferencia en Jordania Para Vargas Llosa, "la peor de las democracias es preferible a la mejor de las dictaduras", según expresó en una conferencia pronunciada la noche del lunes 26 de junio en Ammán (Jordania), bajo el título "Confesiones de un novelista". La conferencia, organizada por el Instituto Cervantes y la Embajada de España, estuvo centrada en la literatura y la política y en cómo los acontecimientos políticos influyen muchas veces en el campo de la literatura. El autor de La ciudad y los perros lamentó el hecho de que "por culpa de los sentimientos nacionalistas" Latinoamérica no haya logrado forjar "un bloque unido, político y económico" y, en este sentido, no haya llegado al nivel de respeto que goza la literatura del subcontinente". "La emergencia de la literatura latinoamericana en el mundo se debió a razones políticas más que culturales", destacó. "La revolución cubana actuó como un catalizador para la literatura latinoamericana en aquellos días, porque los europeos, y en especial los franceses, y aun más la izquierda francesa, concedía una atención particular a la revolución cubana como si fuera algo legendario", afirmó. En este sentido, reconoció que la revolución cubana tuvo esa influencia positiva, aunque no dejó de subrayar sus conocidas críticas contra el régimen de Fidel Castro: "Odio las dictaduras como las de (Fidel) Castro y (Hugo) Chávez", recordó. El novelista, cuya última obra Travesuras de la niña mala figura entre las más vendidas en el mundo hispano, recordó sus orígenes como novelista, cuando estudiaba en la Universidad de Lima y devoraba las obras de escritores europeos y estadounidenses "por la falta de escritores latinoamericanos en aquellos años cincuenta". "Por primera vez en los años sesenta, ahora la literatura latinoamericana se abrió al mundo y dejó de ser regional, gracias al acercamiento entre los países de Latinoamérica y Europa, y en particular España", señaló. Fuente: Telám *** Premios cubanos de literatura reunidos en catálogo multimedia El Instituto Cubano del Libro (ICL) presentó el pasado lunes 26 de junio un catálogo multimedia actualizado de los Premios Nacionales de Literatura, en acto efectuado en el Centro Cultural Dulce María Loynaz, de La Habana. Fernando León, vicepresidente del ICL, dijo en la presentación que desde 2002 no se realizaba una nueva edición del catálogo de los premiados, que incluye a galardonados de la talla de Nicolás Guillén, Dulce María Loynaz, Eliseo Diego y Cintio Vitier. El catálogo contiene información como la biografía, libros, entrevistas, comentarios y opiniones de los escritores que se han hecho merecedores del galardón. En el mismo acto se lanzaron las convocatorias de los premios Ateneo (2006), de crítica literaria; Dador (2007), de teatro, ensayo, poesía y narrativa, y Pinos Nuevos (2007), de literatura para niños y jóvenes. Roberto Zurbano, de Casa de las Américas, presentó en la ocasión el proyecto "Leer a América", que tiene como objetivo fomentar la lectura de literatura latinoamericana. El orador exaltó la importancia del momento que vive la región, el cual calificó de "histórico, emancipador, cultural" y destacó la gran presencia actual de latinoamericanos en la isla y de cubanos en América Latina. Fuente: Prensa Latina *** Carmen Riera afirma que 80% de los catalanes no habla catalán La escritora mallorquina Carmen Riera abrió el pasado 27 de junio los Martes Literarios de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, actividad en la que declaró que es falso que el catalán se esté imponiendo en Cataluña, pues, a su juicio, "un 80 por ciento de los catalanes habla en la calle castellano y sólo un 20 catalán". "Paseo por Las Ramblas y sólo oigo castellano", afirmó Riera, para quien pretender que en Cataluña la "lengua vehicular" sea el catalán ha hecho que el castellano se hable mucho más. "Encuentro la situación de enfrentamiento idiomático disparatada, y la considero un horror", destacó. Esa tendencia de hablar castellano en lugar de catalán, que según Riera se produce en las calles de las ciudades catalanas, también la detecta en los centros educativos. Al respecto, dijo que en la Universidad Autónoma, en la que da clases, "hace 20 años sólo se oía hablar en catalán y ahora sólo en castellano". Y, en cuanto a los centros escolares afirmó: "no conozco ninguna escuela en la que haya problemas con el idioma, pero sí uno o dos señores que hacen huelga de hambre porque dicen que sus hijos no tienen la enseñanza en la lengua que ellos quisieran". "Hay mucho de orquestación política", opinó Riera. "Si tenemos el lujo de tener dos lenguas es precisamente para usarlas indistintamente", dijo, y culpó a los medios de comunicación y a los políticos de complicar una "situación que es mucho más sencilla de lo que nos hacen creer". En cuanto a su experiencia personal, Riera explicó que escribe ficción en mallorquín, porque "es la lengua de mi abuela", y ensayos en español. Pero reconoció que, aunque hay muchos escritores catalanes y mallorquines de primera categoría, "lo que no tenemos son lectores, porque éstos leen en castellano". De ahí que subrayara que "no es verdad que el catalán se esté imponiendo". También apuntó que en las bibliotecas públicas catalanas "los primeros libros que se piden no son libros en catalán sino en castellano" y agregó que las traducciones que se hacen de otros idiomas, "venden más las que se hacen en castellano que en catalán". En cualquier caso, Riera dijo que lo importante es que se lea, sea en el idioma que sea, porque "la persona que lee es más feliz que la que no lee". Finalmente, Riera, Premio Nacional de Narrativa en España (1995) por El último azul, explicó que escribe narrativa porque sus poemas "son tan malos que están en un cajón" y coincidió con Faulkner en que "todos queremos ser poetas, pero como no podemos somos novelistas". Fuente: EFE *** Preparan edición póstuma de novelas de Guillermo Cabrera Infante La viuda de Guillermo Cabrera Infante, Miriam Gómez, prepara, según anunció el pasado jueves 29 de junio, una edición póstuma de obras de su marido, quien falleció a los 75 años el 21 de febrero de 2005, de una infección contraída en un hospital londinense. Gómez trabajará con Enrico Mario Santí, cubano del exilio como Cabrera Infante y profesor de varias universidades estadounidenses, autor de estudios sobre Pablo Neruda, Octavio Paz, Lezama Lima y José Martí, así como sobre el autor de Tres tristes tigres. La viuda del escritor, aún no recuperada por completo de la pérdida de su marido, explicó que Santí llegó el mismo día 29 a Londres desde Estados Unidos, y que revisarán juntos próximamente los papeles que dejó Cabrera Infante. El investigador ya preparó los cuentos del escritor que se publicaron en México bajo el título de Infantería. "Él trabajó mucho con Guillermo", explicó Gómez. "Vamos a empezar ahora. He estado muy afectada por lo de mi marido. Le mataron en el hospital", señala la viuda, que ha denunciado la mala calidad de la atención hospitalaria recibida y sobre todo la falta de higiene, a la que achaca su muerte. "Yo organizaba siempre con Guillermo sus trabajos. Él escribía según le daba la gana, pero lo hacía todos los días, con música cubana a todo meter como fondo", rememoró. "Él decía que la música era la gran creación cubana. Guillermo fue amigo de los grandes músicos de Cuba y de todos los músicos viejos en el exilio". Gómez guardó los abundantes papeles de su marido en la caja fuerte de un banco para evitar accidentes como las goteras que ha tenido en su casa londinense de Gloucester Road, y que han tardado meses en solucionarse, según explicó. La viuda afirmó que las tres novelas que dejó escritas se publicarán en España según un orden cronológico, por lo que la primera en salir será La ninfa inconstante, seguida de Cuerpos divinos y finalmente El mapa inconstante. Todas se desarrollan en La Habana, las dos primeras antes y la tercera después de la Revolución, señaló. Otra obra que se editará próximamente es La ciudad perdida, que fue primero un guión de cine, con el que debutó como director el actor cubano Andy García, pero a la que se ha dado forma de novela. Gómez dijo estar emocionada con el homenaje que se tributó la noche del 29 a su marido en el Instituto Cervantes de Londres, y en el que participaron el escritor peruano Fernando Iwasaki y el español Íñigo García Ureta. Éste último, que vertió al español la obra Holy Smoke (Puro humo), escrita por Cabrera Infante directamente en inglés, contó a un público mayoritariamente hispano divertidas anécdotas sobre su colaboración con el autor en la traducción de ese curioso libro. Iwasaki conoció también a Cabrera Infante y se proclamó su admirador tras leerle por primera vez en la universidad. El escritor dijo que lo había adoptado como modelo por su profundo sentido del humor, sus juegos de lenguaje que no son simples piruetas verbales sino profundos "juegos de pensamiento" y su gran ironía. "Veintiún años después de salir del Perú, he podido completar la parte de la lectura de Guillermo que me faltaba y comprender la extraterritorialidad" de su condición de escritor, dijo Iwasaki, quien vive en Sevilla. El escritor peruano explicó que no quería fijarse en esa ocasión en los libros más famosos y deslumbrantes de Cabrera Infante como Tres tristes tigres o La Habana para un infante difunto y se centró en una traducción, la que hizo aquél de Dublineses, de James Joyce, en Vista del amanecer en el trópico y en O. Según Iwasaki, igual que existe un Dublín de Joyce (el de Ulises o Dublineses), hay una Habana de Cabrera Infante, cuyo "esplendor" se reconoce en todas las ciudades del mundo. Vista del amanecer en el trópico es un libro único en su género al menos en la literatura latinoamericana, explicó el autor peruano, por cuanto es la obra de un escritor que "mira la historia (de Cuba) con los ojos de la literatura". "Debería haber un equivalente en Argentina, en México, en el Perú", dijo Iwasaki, que lo comparó con la Breve historia de Inglaterra, de Gilbert K. Chesterton y Momentos estelares de la historia de la humanidad, de Stefan Zweig. Iwasaki recomendó, por otro lado, O, un libro que es ficción, ensayo, crónica de literatura, y algo de memoria, a quienes han leído Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa, por su "visión extraordinaria y espléndida del 'swinging London' ", un Londres, dijo, "con fondo de maracas". Fuente: EFE *** Incorporado Javier Marías a la Real Academia de la Lengua El escritor Javier Marías fue electo este 29 de junio académico de la Lengua, tras ser el único candidato a cubrir el sillón "R" mayúscula, vacante dejada por Fernando Lázaro Carreter al morir en marzo de 2004. De los 31 académicos que asistieron a la sesión plenaria, al menos 28 respaldaron el ingreso del conocido autor de Corazón tan blanco. La candidatura de Marías había sido presentada por los filólogos Gregorio Salvador y Claudio Guillén, así como el novelista Arturo Pérez-Reverte. Marías está considerado uno de los autores españoles de mayor prestigio internacional, con una carrera plagada de premios, que ha merecido el elogio de los grandes críticos. "Estoy muy satisfecho. Es un escritor reconocido en España y en muchas partes del mundo y su obra se ha traducido a 34 idiomas. Ha habido un amplio consenso", explicó Guillermo Rojo, secretario de la institución, tras la elección. Poco después de saberse la noticia, Marías comparecía en el Círculo de Bellas Artes, donde había convocado una rueda de prensa. "Para mí es un honor", declaró el académico electo, "que una institución ilustrada, culta, laica e independiente haya decidido acogerme". Marías valoró los "muchos motivos de satisfacción y pocos que lamentar" que la institución ha aportado en sus casi tres siglos de existencia. "Destaco su independencia en épocas en las que era difícil serlo, como el periodo franquista. A ella perteneció mi padre, que la tenía mucho agradecimiento y estima, de modo que para mí es un honor por partida doble". Aunque sea la primera vez que se le propone y "es muy raro salir elegido en primera votación", pues hacen falta los votos de dos tercios de los académicos, "hace doce años el actual director de la RAE, Víctor García de la Concha, que por entonces era su secretario, me llamó para saber si estaba interesado; yo se lo agradecí, pero le dije que no era oportuno, pues no quería que alguna gente pudiera decir que mi padre, que aborrecía el nepotismo, estuviera haciendo gestiones por mí. Por fortuna mi padre aún vivió doce años y yo hubiera agradecido que aún viviera más". Marías dijo que no cree poder aportar mucho a la Docta Casa, pues "los creadores somos menos útiles que los filólogos, los lingüistas, los historiadores o los expertos en alguna materia". Tampoco sabe aún cuándo leerá el discurso de ingreso ni sobre qué versará, pero "no será antes de un año, hasta que acabe el tercer volumen de Tu rostro mañana, que va a ser el más largo y del que ya he escrito la mitad. Todavía no he puesto título a la novela, aunque tendrá dos o tres palabras y una de ellas podría ser veneno". Por último, Marías bromeó diciendo que alguien le había señalado que no era coincidencia que fuera a ocupar el sillon "R" siendo, como es, el "monarca" del reino insular de Redonda. El autor nació en Madrid el 20 de septiembre de 1951. Escritor muy precoz y prolífico, a los 17 años publica Los dominios del lobo (1971), obra alabada por Juan Benet y Carlos Barral. En 1972 aparece su segunda novela, Travesía del horizonte, a la que siguen El monarca del tiempo (1978), El siglo (1983), El hombre sentimental (1986), Todas las almas (1989), Corazón tan blanco (1992, que le consagra fuera de España), Mañana en la batalla piensa en mí (1994) y Negra espalda del tiempo (1998). Tan sólo de Corazón tan blanco se han vendido 1.700.000 ejemplares; de Mañana en la batalla piensa en mí, 1.100.000 volúmenes y 500.000 de su libro de relatos Cuando fui mortal, unas cifras que despiertan admiración, ya que Marías es lo más opuesto al creador de best-sellers. También es conocida su faceta de hombre polémico, ya que sus desavenencias con uno de sus editores, Jorge Herralde, o con Elías y Gracia Querejeta, que adaptaron al cine su obra Todas las almas bajo el titulo de El último viaje de Robert Rylands, y que no le gustó nada al escritor, fueron sonadas y públicas. Actualmente culmina la trilogía titulada Tu rostro mañana, de la que ya han aparecido los dos primeros títulos: Fiebre y lanza (2002) y Baile y sueño (2004). Además de su obra novelística, ha publicado varios libros de relatos, ensayo y recopilaciones de los artículos que publica en diversos medios de comunicación, a lo que se suma su conocimiento del castellano, que demostró en la traducción de Vida y opiniones de Tristam Shandy, de Laurence Sterne, galardonada con el Premio Nacional de Traducción en 1979. Fuentes: ABC, EFE, La Razón, La Vanguardia *** Festival "La Mar de Músicas" homenajea a Sudáfrica Desde el pasado viernes 30 de junio y hasta el sábado 22 de julio, se realiza en Cartagena (España) el Festival "La Mar de Músicas", que dedica su duodécima edición a la música y tradiciones de Sudáfrica. Cine, arte y literatura acompañan, durante estas tres semanas, los 40 conciertos programados para este festival, uno de los más importantes de Europa en cuanto a músicas del mundo se refiere. Organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena, "La Mar de Músicas" sigue así con la política de mostrar la riqueza cultural de un país, como ya hizo en ediciones pasadas con Turquía, Argentina, India, las Cartagenas del mundo, Mali, Brasil, Senegal o Cuba. La 12ª edición fue inaugurada por la artista más relevante de este país de la África Austral, Miriam Makeba, quien se despidió, con esta presentación, de los escenarios españoles. Makeba es conocida internacionalmente por sus actuaciones en vivo y su participación en distintos movimientos que luchan por los derechos humanos en África. Además habrá unos cuarenta conciertos donde destacará el Especial Sudáfrica. El festival contará con la presencia de artistas consagrados del país más rico de África, como Johnny Clegg, la leyenda viva del reggae, Lucky Dube, el pianista Abdullah Ibrahim, el trompetista Hugh Masekela, las voces de The Mahotella Queens o el Soweto Gospel Choir. Grupos jóvenes que actuarán por primera vez en España, y que hoy en día son auténticas estrellas en su país, como es el caso de Thandiswa o Sinphiwe Dana, también estarán presentes en "La Mar de Músicas". Además se presentarán actividades de arte, cine y literatura sudafricanos. África es el continente más representado en esta edición. El resurgimiento que la música africana ha tenido estos últimos años quedará patente en estos días con músicos como Emmanuel Jal, que logró huir de la guerra de su país, Sudán, para empezar su exitosa vida como cantante; Tiken Jah Fakoly, de Costa de Marfil, la gran figura emergente de África, una estrella del reggae, y, entre otros, Wyza, que actúa por vez primera en España. El festival se acercará también al nuevo Brasil, con nuevos talentos aún por descubrir en España pero que son grandes estrellas en el país carioca, como Maria Rita, la hija de Elis Regina. Días después el festival acogerá una noche temática "Novo Brasil", donde tres de las figuras emergentes de la música brasileña ofrecerán sus nuevos conceptos: Seu Jorge, Macerlo D2 y Cibelle. La gran dama del soul, Bettye Lavette; el proyecto sinfónico de la diva cubana Omara Portuondo, acompañada por la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia; el hijo de Bob Marley, Ziggy Marley; y Anoushka Shankar, la hija de Ravi Shankar, son algunas de las atracciones del festival, que el año próximo será dedicado a México. Por España participan el guitarrista Tomatito junto al pianista dominicano Michel Camilo; Macaco, con su nuevo disco Ingravitto; Mojo Project, que presenta nuevo disco y nueva formación, y una de las sorpresas del año, el extremeño Gecko Turner. En el marco del festival tiene un peso especial el evento "La Mar de Letras". Por cuarto año consecutivo se concederá el Premio Internacional de la Novela de la Diversidad, que este año ha recaído en Perro come Perro, de Niq Mhlongo (Ediciones El Cobre). Además en Cartagena esos días habrá encuentros con numerosos autores de la literatura sudafricana actual, en los que figuran nombres tan importantes como André Brink, Patricia Schonstein, Bill Jonson, Achmat Dangor o Zakes Mda. Fuente: Región de Murcia Digital *** Margit Frenk recibirá el Premio Alfonso Reyes 2006 La filóloga Margit Frenk Freund fue galardonada con el XXXI Premio Internacional Alfonso Reyes 2006, tal como informó este sábado 1 de julio el poeta Jaime Labastida, miembro del jurado. La investigadora recibirá el premio en octubre durante la Feria Internacional del Libro de Monterrey "por sus aportaciones para la comprensión de la historia de las palabras". Frenk dijo que el premio la tomó de sorpresa. "No me esperaba este reconocimiento, estoy emocionada, al igual que todos mis amigos y familiares. Este Premio Alfonso Reyes es una invitación a volver a leer sus libros", declaró, y señaló que todos aquellos que no leen "se pierden de una aventura sin límites y de una verdadera delicia". Labastida expuso que "la convocatoria es la obra misma de los autores que valora la Sociedad Alfonsina, así que el jurado reconoció su trayectoria y en este caso en particular se decidió inclinarse por una persona de nacionalidad mexicana y por una mujer, que es la cuarta que lo recibe por la solidez de su obra". Las tres anteriores fueron las escritoras españolas Elsa López, en 1987, Clara Janés, en 1998 y Ángeles Mora en el 2000. Frenk nació en Hamburgo, Alemania, el 21 de agosto de 1925, y llegó a México con su familia en 1929. Actualmente es investigadora decana de El Colegio de México, pertenece a la Academia Mexicana de la Lengua y es miembro correspondiente de la British Academy. También ha recibido el Premio Universidad Nacional Autónoma de México y el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Su libro más reciente es Poesía popular hispánica: 44 estudios (FCE, 2006), que recoge artículos escritos a lo largo de cinco décadas en los que se ofrecen diversas consideraciones en torno a la lírica popular que proliferó en la Península Ibérica durante la Alta Edad Media. El Premio Internacional Alfonso Reyes 2006 es convocado por el INBA, la Sociedad Alfonsina Internacional, el Consejo para la Cultura de Nuevo León y Siglo XXI Editores, entre otras instituciones. El jurado de este año estuvo compuesto por Alí Chumacero, Romeo Flores, Jaime Labastida y Elías Trabulse. Fuentes: La Crónica de Hoy, Milenio *** Escritores jóvenes mexicanos analizarán literatura "pop" El 6 y 7 de julio se realizará, en el Museo Metropolitano de Monterrey (México), el Encuentro de Jóvenes Escritores del Noreste, actividad organizada por un grupo de escritores jóvenes de la región noreste, entre los que se encuentra Oscar David López, uno de los ganadores del Premio Literatura Joven Universitaria. Víctor Barrera, director de la revista Armas y Letras, indicó que el objetivo del encuentro es promover un espacio de discusión y dialogo entre los escritores regionales de las nuevas generaciones, quienes afirman la necesidad de que existan estos foros para que se escuche la voz de los nuevos artistas de las letras. "Hay pocos espacios para la difusión de literatura juvenil y para la reflexión de los jóvenes", declaró Barrera, explicando que se trataba de una cuestión difícil que requería de trabajo, búsqueda y paciencia. Agregó que los escritores maduros disponen de espacios de expresión ya más consolidados, y que era preciso que los jóvenes tuvieran a su vez una oportunidad semejante. La reflexión sobre nuestro momento tiempo espacio es vital para el desarrollo del pensamiento y la literatura, sostuvo Barrera, para quien este encuentro representa un gran paso para la continuidad de esta búsqueda de espacios y de un fomento de la reflexión y expresión juvenil. Uno de los sucesos en la actualidad de la difusión que identificó Barrera como de gran valor es la descentralización de los espacios, de la actividad, la reflexión y el progreso. Anteriormente todos estos recursos estaban limitados a los centros de educación, las editoriales y las instituciones, indicó. Reconoció una gran ventaja en que hubiera grupos de escritores, ya sean jóvenes o no, que estuvieran tomando las atribuciones de reflexión, discusión y difusión de literatura en sus manos. "Entre más escritores comprometidos con la difusión y calidad del ejercicio de reflexión elemento básico de la actividad artística, mejor será el panorama tanto de la literatura como de las demás artes", explicó. Agregó que la situación que enfrenta el escritor de esta generación es muy distinta a la de los autores de la generación anterior. "El avance de la tecnología que ofrece la opción de autopublicación, la dura competencia, el papel de la publicidad y la mercadotecnia, los temas que marcan nuestro contexto tiempo y espacio, todo esto marca un panorama muy diferente, lo cual motiva la inquietud y el deseo de reflexionar que se intenta promover con este encuentro". Entre los temas que se tratarán en el ciclo de conferencias están el papel de los medios masivos en el desarrollo de literatura, el rol de los avances tecnológicos en las publicaciones y autodifusión, y motivos recurrentes de la cultura pop en la literatura de actualidad. Fuente: El Porvenir *** Cursos de El Escorial reunirán a buena parte de "los hijos del Boom" Como cada año, la Universidad Complutense de Madrid ofrece desde el pasado 26 de junio, y hasta el próximo 11 de agosto, sus Cursos de Verano de El Escorial (http://www.ucm.es/info/cv). En este marco, entre el 10 y el 15 de julio se reunirá buena parte de los más destacados narradores jóvenes hispanoamericanos de la actualidad, grupo al que algunos críticos han denominado "los hijos del Boom", en un ciclo de conferencias titulado "Nueva Literatura de Extremo Occidente". Caracterizados por la variedad de sus tendencias estilísticas, la diversidad de sus influencias y orígenes literarios, este grupo de escritores representa la hornada más reciente de autores cuyo trabajo es leído y reconocido en los distintos países del idioma español. El peruano Fernando Iwasaki dirigirá el ciclo de conferencias y Francisca Noguerol, de la Universidad de Salamanca, fungirá como secretaria. El evento se inicia el lunes 10, llamado "Boomsday", con un primer segmento de conferencias, "Los hijos del Boom", en el que se presentarán el mexicano Jorge Volpi, el chileno Alberto Fuguet e Iwasaki, seguidos por "Los alumnos del Boom", con el venezolano Juan Carlos Méndez Guédez, el peruano Jorge Eduardo Benavides y el argentino Andrés Neuman. El martes 11, en la jornada titulada "Las literaturas nacionales y sus límites", el primer segmento, "Escritores en las afueras", reunirá a Volpi con el colombiano Juan Gabriel Vázquez y el peruano Peter Elmore. Más tarde el segundo segmento, "Escritores de la frontera", presentará al mexicano Mario Bellatin, el argentino Alfredo Tahán y el ecuatoriano Leonardo Valencia. El miércoles 12 se discutirá sobre el "Canon Latinoamericano", y en su primer segmento, "El tamaño no importa: el cuento latinoamericano", hablarán Neuman, Benavides y el mexicano Ignacio Padilla. El segundo segmento, "Literatura Latinoamericana o Literatura Comparada", incluye a Fuguet, Bellatín y el boliviano Edmundo Paz Soldán. La jornada del jueves 13 ha sido titulada "¿El cóndor ya pasó?" y en su primera parte, "Literatura Fantástica y Realismo Mágico", participan Vázquez, Méndez Guédez y Padilla, mientras que en su segunda, "Literatura Andina y Literatura Urbana", participarán Paz Soldán, Valencia y Elmore. Finalmente, el viernes 14, en la jornada titulada "Cartografía del Extremo Occidente", el primer segmento, "Atlas de la nueva narrativa hispanoamericana", reunirá al mexicano Christopher Domínguez Michael, el venezolano Gustavo Guerrero y el cubano Ernesto Hernández Busto. Continuidades, rupturas, amores y odios, separaciones y conjunciones con la obra de los novelistas que marcaron el fin del siglo XX en la literatura universal, como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Guillermo Cabrera Infante, entre otros, serán el hilo conductor de estas charlas a las que asistirán alumnos de España y de distintos puntos de Europa y Latinoamérica, quienes participarán en los coloquios que se desarrollarán al termino de cada segmento de conferencias, tras lo cual se presentará el dossier de Cuadernos Hispanoamericanos "Latinoamérica, una literatura errante". Un libro prologado por Mario Vargas Llosa recogerá las conferencias pronunciadas en estas jornadas y servirá como testimonio de la continuidad expresiva y vital que caracteriza a la novelística hispanoamericana contemporánea. El programa completo del ciclo puede descargarse en formato PDF de la página de los cursos, en http://www.ucm.es/info/cv/cursos_pdf/73105.pdf. Fuente: Cursos de Verano 2006 *** Un seminario en Lima analizará el papel del blog en la escuela El papel del blog como herramienta educativa será uno de los temas que tratarán los especialistas que se reunirán en Lima, entre el 10 y el 12 de julio, en el seminario "Nuevas competencias y habilidades lectoras", actividad coordinada por la Biblioteca Nacional del Perú y la Organización de los Estados Iberoamericanos. Además se tratarán temas como la lectura y la narración oral en la escuela, la creatividad literaria desde la escuela, la lectura como vehículo para la comprensión y la aplicación, en el desarrollo de habilidades de información, del modelo BIG 6, que resume las estrategias para localización, selección y uso de la información en seis habilidades específicas: definición de la tarea, estrategias para buscar información, localización y acceso, uso de la información, síntesis y evaluación. Enfocado en el manejo de información en la educación superior, el seminario pretende promover reflexiones y compartir experiencias en torno a la función que desempeña la lectura dentro del paradigma actual, así como brindar alternativas de capacitación docente a través de nuevos escenarios educativos que implica el manejo de habilidades y competencia en la animación lectora. Por otro lado, se indicó que el seminario también tiene como objetivo ofrecer conocimiento y desarrollo de técnicas para mejorar la competencia lectora y adquirir habilidades para el manejo de la información, como herramientas necesarias para ser aplicadas en labor educativa y en aprendizaje escolar. La actividad es dirigida a docentes de educación primaria, secundaria y de superior (universidades e institutos), animadores y gestores socioculturales, funcionarios del sector educación y estudiantes de educación, pedagogía (últimos ciclos) y bibliotecología y ciencias de la comunicación II (último ciclo). Además, desde toda Iberoamérica será posible participar en un foro virtual sobre el tema, al que se puede acceder en http://www.universia.edu.pe/contenidos/formacion/bibliotecas/seminario.zhtml. El seminario se desarrollará en el auditorio de la nueva sede institucional de la BNP (Avenida de la Poesía 160; San Borja). Los cupos son limitados. El ingreso es libre y las inscripciones se realizarán en línea en el portal Universia Perú (http://www.universia.edu.pe). Para mayor información, se debe contactar con la Dirección Ejecutiva de Bibliotecas Académicas y Especializadas de la BNP, específicamente con la licenciada Rosa María Merino o el licenciado Álvaro Tejada, a través del teléfono 428-7690, anexo 605, o por el e-mail debae@bnp.gob.pe. Fuente: Universia Perú *** Escritores colombianos y venezolanos se reunirán en Cúcuta Entre el 17 y el 20 de agosto se realizará en Cúcuta el XIII Encuentro de Escritores Colombo- Venezolano, organizado conjuntamente por la Asociación de Escritores del Norte de Santander y la Asociación de Escritores del Táchira. El encuentro, que cada año se realiza alternadamente en las ciudades fronterizas de Cúcuta, en Colombia, y San Cristóbal, en Venezuela, reúne a escritores de la zona para debatir sobre literatura y otros temas de interés común. Para los venezolanos interesados en participar, el evento tendrá un costo de Bs. 200.000, que incluye, como se ha acostumbrado, alojamiento en el Hotel Bolívar, comida, participación activa en el evento, material de apoyo, traslados internos dentro del evento y el autobús que esperará a los participantes que lleguen por San Cristóbal. Este vehículo estará estacionado en el Ateneo del Táchira-Salón de Lectura de San Cristóbal desde las 12 del mediodía hasta las 2 de la tarde del 17 de agosto, para trasladar a los autores a la llamada "ciudad de los almendros". El evento es auspiciado por la Secretaría de Cultura del Departamento Norte de Santander, Termotasajero, Banco de la República, Secretaría de Cultura del Norte de Santander, la Editorial Toituna, El Árbol Editores, el Ateneo del Táchira y la Red de Escritores de Venezuela, además de las asociaciones de escritores de las regiones sede. Fuente: Asociación de Escritores del Táchira *** Isabel Allende presentará su nueva novela en España La ciudad de Plasencia, en Cáceres, acogerá en septiembre la presentación mundial de la última novela de la escritora chilena Isabel Allende, Inés del alma mía (Plaza & Janés), según confirmaron fuentes municipales. El hecho de que la protagonista de la obra, Inés Suárez, naciera en Plasencia, ha sido el motivo por el que la escritora chilena ha elegido esta ciudad cacereña para la presentación oficial de su última novela. La obra está basada en la vida de esta mujer extremeña, cuyo esposo, Juan de Málaga, viaja al Nuevo Mundo en el siglo XVI en busca de El Dorado. Años después ella decide ir en su búsqueda y, cuando recibe la noticia de que su esposo ha fallecido, se une al grupo de conquistadores que pretenden llegar a Chile. La fuerza de Inés le ayuda a sobrevivir ante todo tipo de percances. Las mismas fuentes apuntaron que la alcaldesa de Plasencia, Elia María Blanco, mantuvo un encuentro de trabajo con representantes de Plaza & Janés a objeto de organizar conjuntamente la presentación de la novela. Nacida en Lima en 1942, Allende es una de las novelistas chilenas más conocidas a nivel internacional. Actualmente reside en San Rafael, California (EUA). Ha sido distinguida en la Academia de Artes y Letras de Estados Unidos. Entre sus títulos se encuentran La casa de los espíritus (1982), De amor y de sombra (1984), Eva Luna (1987), Paula (1994), Retrato en sepia (2000), Mi país inventado (2003), El Zorro (2005) y otras. Fuente: EFE *** Literaturas nacionales serán analizadas en Kosmópolis 06 Entre el 18 y el 22 de octubre se realizará, en Barcelona, el encuentro Kosmópolis 06 (http://www.cccb.org/kosmopolis), una iniciativa del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) que llega este año a su tercera edición, la cual representa un paso decisivo para la consolidación de la fiesta literaria internacional definida como "la más heterodoxa". Entre los temas a analizar por los participantes de K06 está la relación dialéctica entre literatura universal y literaturas nacionales, en una tertulia donde participarán escritores catalanes, alemanes, rusos y eslovenos. Además se presentará un monográfico dedicado a la literatura rusa contemporánea, con la presencia de autores como Vitali Shentalinski, Alexandr Kúshner o Vasili Golovánov, y se analizarán los cambios y mutaciones de las relaciones humanas en las últimas décadas y su reflejo en la creación literaria, así como el impacto de las nuevas tecnologías sobre los modos de concebir, crear, difundir, intercambiar y almacenar literatura. K06 presentará en exclusiva una instalación audiovisual inspirada en la obra de Michel Houellebecq; habrá sesiones dedicadas a los vínculos entre cómic, literatura y música; más de veinte estrenos en las jornadas Canal Alfa; un nuevo encuentro entre editores independientes, performances de spoken word y la celebración del primer certamen de slam en Cataluña y España. Entre los escritores que han confirmado su participación se encuentran Mercedes Abad, Andrej Blatnik, Robin Deacon, Anna Gabernet, Philip Gwyn Jones, Serguei Kostirko, Cristina Peri Rossi y Santiago Roncagliolo. Fuente: CCCB *** Anuncian coloquio en Cuba sobre relaciones entre literatura y artes Convocado por el Centro Hispano-Americano de Cultura y la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, entre el 19 y el 22 de diciembre sesionará en la capital cubana el Primer Coloquio Internacional de Estudios de Diálogos Interartísticos "La literatura iberoamericana y su relación con las artes". Los organizadores indicaron que, en el ámbito de los actuales estudios interdisciplinarios y culturales, se demuestra mucho interés por analizar los fenómenos que involucran contactos entre las diferentes artes; en especial la teoría literaria y la literatura comparada, que le han dedicado espacios a la relación múltiple que ha establecido la literatura con el resto de las manifestaciones artísticas. Escritores, ensayistas, críticos, profesores e investigadores en general podrán participar en el coloquio, que entre sus campos temáticos incluirá literatura y artes visuales, literatura y arte audiovisual, literatura y música, literatura y danza. El enfoque de los trabajos debe ser actual y mostrar, al mismo tiempo, una amplia visión de la génesis, desarrollo y madurez de las literaturas iberoamericanas. El programa profesional del coloquio comprenderá la presentación de ponencias, paneles y conferencias; las primeras no deben exceder las diez cuartillas de 30 líneas con 60 caracteres, mecanografiadas a dos espacios; el tiempo máximo de exposición será de 15 minutos. Los interesados en participar deberán presentar antes del 31 de octubre de 2006 un resumen de su ponencia que no supere la cuartilla. Este resumen habrá de ser enviado a la dirección de correo electrónico eventos@centrohispa.ohch.cu o presentado en la secretaría del Comité Organizador, con sede en el Centro Hispano-Americano de Cultura, en Malecón 17, entre Prado y Capdevila, Centro Habana. Fuente: Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === Cerrado por melancolía, abierto por necesidad José María Gatti === Decir que Isidoro Blaisten no está con nosotros es una realidad, seguramente lejana para el mundo de la literatura que no cree en esas cosas. Menos aún cuando se trata de ausencias. Por eso, con marcado criterio, la muestra bibliohemerográfica Isidoro Blaisten: cerrado por melancolía, que se presenta en la sala Leopoldo Marechal, de la Biblioteca Nacional de Argentina, desde el 1º de mayo hasta el 31 de julio de 2006, evita la palabra homenaje. Término que el escritor hubiera tachado sin ninguna duda. Lo confirma también José Luis Moure en el acertado prólogo del catálogo cuando, al finalizar, confirma: "A poco de dos años de su muerte, la Biblioteca Nacional exhibe la obra de Isidoro Blaisten, junto con algunas fotos y objetos que nos devuelven del silencio". Por cierto, al recordado, todo esto de mover las piezas del tablero en nada cambiaría su forma de ver la vida. Él se reiría observando los apuros por dejar todo listo antes de la presentación formal, llevando a la curadora de la muestra, Mercedes Dip, hasta el enojo, y también sonreiría, cuando sus amigos cercanos volvieran a su encuentro después de este viaje. Nacido en Concordia, provincia de Entre Ríos, en 1933, Isidoro queda sin padre a los 9 años. Un año después, ya en Buenos Aires, fallece su madre, cuando vivía en un conventillo pobre de la calle Pringles, en el barrio de Almagro. Con sus hermanos se muda a un departamento de la calle Lavalle 5431. Por entonces la muerte vuelve a golpearlo. El 15 de agosto de 1945 asesinan a su hermano Enrique. Como puede decide trabajar para sobrevivir: fue fotógrafo de plaza, vendedor de bromuros coloreados, viajante de comercio ofreciendo aparatos vibromasajeadores, periodista, redactor publicitario, corrector y librero. Con este título, otro grande, Héctor Yánover alguna vez me dijo: "Léalo a Blaisten y a Tizón, después me cuenta". Tenía razón, uno va aprendiendo a partir de ciertos conocedores que la literatura es una dulce y amarga forma de existir. En 1965 publica su primer y único libro de poesía -ver aparte- con el que obtuviera el primer premio del Fondo Nacional de las Artes. A partir de entonces se destacará como cuentista. Al preguntársele por qué los cuentos, Blaisten sentenciará: "No sé si el cuento es una manera de vivir como la poesía, pero sé que escribir cuentos es una manera de mirar". En 1974 abre su librería San Juan y Boedo en una galería comercial, en la esquina homónima de Buenos Aires. Por allí pasarán sus amigos, admiradores, soñadores de proyectos inacabados, estudiantes de letras y todo aquel que le guardaba afecto. En 1981, desanimado, la cerraría para atender sus talleres literarios. Lo hace porque la angustia económica no lo perdonaba. Como bien dijo: "Los derechos de autor, por mejor que uno venda, son algo intangible y remoto, una entelequia. Les digo que en este país nadie lee, todo el mundo escribe. Escriben los abandonados y las abandonadas, los pudientes que se dan cuenta de que el dinero no hace la felicidad, los que no pueden conseguir trabajo porque trabajar los angustia. Escriben también los que tienen talento. Y digo también que si bien la palabra es de todos, y que para escribir no hace falta más que un lápiz y un papel, el hecho de tener un hermoso sufrimiento o de haber sido echado de la casa paterna no basta para producir un texto digno y decoroso". Isidoro Blaisten escribió: La felicidad (1969), La salvación (1972), El mago (1974), Dublín al sur (1979), Cerrado por melancolía (1981), Anticonferencias (1983), A mí no me dejaron hablar (1985), Carroza y reina (1986), Cuando éramos felices (1992), Al acecho (1995), Antología personal (1997) y Voces en la noche (2004), su única novela. Tuvo un humor envidiable y una angustia tanguera propia de los que vivimos al sur del continente. Profundamente irónico y acentuadamente crítico, Blaisten solía decir: "Hubiera querido ser un príncipe lituano, pero no soy más que un mersón (pobre) de San Juan y Boedo. Mi familia es toda pudiente, yo soy un cuasi marginado. No tengo casa propia, no tengo automóvil, no tengo ninguna parcela en ningún country, no tengo televisión. Tengo cincuenta años". El 28 de agosto de 2004, a los 71 años, se marchó con lo puesto. Desde entonces la ciudad, el barrio y la literatura no son los mismos. Mi primer libro Isidoro Blaisten La brújula se rompió en 1955, una tarde de lluvia, en Chiclana y Garay, cuando yo tenía veintidós años. Era una hermosa brújula, chiquita, de acero, con una cadenita de plata. Me la había regalado una mujer. El abuelo de esa mujer la había traído de España. Yo amaba a esa mujer. Esa mujer estaba casada. Cuando me regaló la brújula le pregunté por qué me la regalaba. "Porque estás desesperado", me dijo. Era una hermosa mujer. Cuando vi la brújula rota en medio de la calle, en medio de la lluvia, comprendí que en ese instante ella había vuelto con el marido. Años después, en un cuento de Abelardo Castillo, leí lo siguiente: "Vos no te vas con el mejor, te vas con el que gana". Pero eso fue años después. Entonces, junté los poemas que le había escrito a esa mujer y les puse de título Poemas de la brújula rota. Pasaron diez años, hacía cinco que me había casado (con otra mujer), hacía seis años que Débora había nacido, una tarde de lluvia. Yo había escrito muchos poemas. Una tarde de lluvia reparé que todas las cosas importantes de mi vida me habían sucedido en la lluvia. Entonces junté los poemas de la brújula rota, junté los poemas de los últimos años, elegí los que me parecieron mejores y les puse de título Sucedió en la lluvia. Tuve suerte, gané el premio Fondo Nacional de las Artes, don José Stilman hizo una hermosa edición ilustrada por mi cuñada Judith y la crítica fue elogiosa. Tenía treinta y tres años. Ahora, ciertas tardes de lluvia, precisamente ciertos domingos de lluvia, cuando vuelvo a leer los originales de esos poemas escritos y vueltos a escribir en infinitas versiones, en viejos papeles ya amarillos, pienso que a veces los viejos papeles y el fracaso se parecen. Nunca más volví a publicar un libro de poesía. Tuve miedo. Sé que la poesía conduce a la locura y que un poeta es como un cartero que corre envuelto en llamas, alguien que corre envuelto en fuego con algo en la mano que tiene que entregar. Ahora, mirando la tapa de mi primer libro, mientras escribo esto, pienso en las cosas que me sucederán, pienso en las cosas que pasaron con la lluvia, en aquellos poemas que no seguí escribiendo y pienso que fui un traidor y un cobarde. Pienso, también, en aquellos veintidós años; era una hermosa edad, era una hermosa mujer, era una hermosa brújula. ** José María Gatti josemariagatti@terra.com Escritor, periodista y psicólogo social argentino (Buenos Aires, 1948). Miembro numerario del Instituto Internacional de Periodismo "José Martí" de Cuba. Columnista del suplemento literario "Laberinto" del diario Milenio de México. Durante 2004, la Editorial Longseller lo reconoció con el Segundo Premio en el Primer Concurso de Cuentos Longseller 2004. Trabajos suyos pueden leerse en Librusa, Red Literaria, Deusto.com y Aldea Educativa. Se especializa en literatura norteamericana, puntualmente en la vida y obra de Ernest Hemingway. Pertenece al grupo de investigadores de la Biblioteca Nacional de Argentina. Ha publicado Hola Hemingway. Una mirada centenaria y mantiene en línea sus blogs http://microminicuentos.blogspot.com y http://josemariagatti.blogspot.com. === Más de 30 y orgullosamente soltera María Angélica Franco Frías === En 1996 me encontraba en mis tempranos veintes. Créanme, ese "Yo también tuve veinte años" desencadenó toda una crisis existencial al 100%. Ha pasado algo más de una década desde que Lisa Loeb cantaba la canción emblema de la banda sonora de La dura realidad (Reality Bites), catalogada como una de las películas de culto de la cuestionada franja y brecha generacional X. Pertenezco a la generación "clueless" (Ni idea). El término describe fielmente cómo me sentía luego de llegar al segundo piso. Había dejado atrás los años "teen" y no tenía claro aún hacia dónde me dirigía. Igual que los niños en su primera infancia, todavía conservaba miedos nocturnos y parálisis ante el mero pensamiento de la ocurrencia de ciertos fenómenos que no me atrevía a afrontar. No imaginaba que una de las primeras películas en las que actuó Alicia Silverstone, The Crush (Peligrosa obsesión, creo que la llamaron en español), sería promocionada en el 2006 en la programación de televisión por cable como un "nuevo clásico". Antes, al escuchar el estribillo de una canción de moda por los entonces noventas: "Treinta años vida no me han hecho nada, me gusta ser como soy...", suspiraba anhelando la llegada del día en el que tanta confusión en mi cabeza, y a mi alrededor, cesara. La música "grunge" no ayudaba mucho, tampoco la proliferación de productos importados y adminículos raros que pululaban por doquier en la Nueva Era de la Apertura Económica. Todavía el eco de "Bienvenidos al Futuro", me hacía pensar que el mío estaba a un millón de años luz de casa. El cumpleaños número veinte fue celebrado, o más bien, borrado del disco duro en Pipeline de la 82. En el 2004, la fecha fue esperada con tanta o más ilusión que una quinceañera. ¡Treinta, por fín! Un compañero de estudios me acusó jovialmente de estar en una edad dorada y de habérmela gozado. Sí, declaro tener más de treinta, estar apenas empezando el camino profesional y ser soltera. Conforme con la Ley de la Inversa Proporcionalidad en la que en cierto punto, en la medida en que se descumplen años, una se va volviendo cada vez más la sombra de lo que era, me atrevo a no ocultar ni mi edad ni mi estado civil. Tengo treinta y uno y, con ellos, vinieron muchas cosas que no sé exactamente por qué me suceden ahora y no a los veinte. En ese entonces, me veía como una mujer de treinta y seis (treinta y seis B, en talla de brassiere). Hoy, encantada de ser treinta y cuatro B, soy come-años, lo cual a veces es un halago... otras un estorbo. Me sorprendo gratamente cuando en la calle me llaman "señora", por aquello de la edad, dignidad y gobierno. Algún día el "niña" tenía que terminar. No oculto la edad que tengo cuando me la preguntan. Un conocido de veintiuno dice que la mujer que la revela sin titubear está dispuesta a todo. Ya era hora de que los miedos salieran volando por la ventana... Otros puntos álgidos son los del status sentimental y el estado civil. Digo que soy soltera con orgullo. Para mí, ser soltera es sinónimo de libertad, no significa que no ame, sino que soy libre, dueña y responsable de mí misma. En el 96 no había tenido el primer novio formal, sólo unos cuantos devaneos con final agridulce. Cuando, aburrida, me declaré no disponible, TOOMM (Totally out of the meat market), apareció alguien especial. Felizmente correspondida y sin afanes de mi parte por realizar un paseo al altar, el despacho del juez, del notario, empacar mis cosas para armar rancho aparte ni tener niños (solían llamarme el Rey Herodes, cuatro ahijados me curaron de ese síndrome), quiero develar sin pudor el secreto de mi eterna juventud y estado de serena felicidad, no producto de la ingesta de Prozac, la melatonina ni del Botox. En septiembre cumpliré treinta y dos, pero, técnicamente, si se me saca la cuenta, mi verdadera edad debería ser veintiséis años. Al solicitar transferencia de una universidad a otra, nivelé materias durante un año académico adicional, hasta empalmar con el período lectivo que me correspondía cursar. Empecé la travesía en el 92 y la terminé en el 2000. Cronológica y académicamente, llevo un retraso de cuatro años en mi vida, como plazo de gracia para ponerme al día en lo dejado de vivir, obviar lo no tan bueno y repetir lo que merece la pena volver a experimentar. Otra ventaja es la variedad de gente con la que te relacionas a lo largo del recorrido, dignas de un concienzudo estudio sociológico. Mis compañeros del colegio y de la primera universidad a la que asistí, en su gran mayoría se casaron, algunos se separaron y volvieron a casar, teniendo o no hijos, así como grandes y graves responsabilidades. Unas cuantas de ellas se han hecho la lipo, puesto y quitado tetas post-parto. Ellos, como suele sucederle a los casados bon-vivants, atendidos a cuerpo de rey en sus respectivos hogares, desarrollaron barriga y están casi o completamente calvos. Con ellos y ellas me dedico a ponerme al día y a aburrirme cuando me dicen: ¿cuándo te vas a casar?, ¡ponte las pilas! Sinceramente, no envidio sus rutinas. El otro grupo, el de las Bridget Jones versus las Desperate Housewives, se encuentra labrándose un nombre en el competitivo mundo laboral. Aunque cuenten con relaciones sentimentales más o menos estables, su premisa es: "Hay que hacer plata primero". En este se incluyen las y los veletas, que se niegan a sentar cabeza, pero no los juzgamos por eso. Con mis nuevas y sui-géneris amistades, cultivadas a lo largo de tan peculiar recorrido por el otro lado del espejo, en un rango entre los dieciséis a los veintiún años, puedo hablar a mis anchas de Reik (estoy perdidamente tragada del cantante. Nunca me gustaron del todo los Menudos) e identificarme con la letra de Welcome to my life de Simple Plan: ¿quién alguna vez no se ha sentido como si lo dejaran tirado afuera en la oscuridad? La energía que tienen es contagiosa, refrescante. Lo malo es que quieran etiquetarte como Cuchi-Barbie con la que pretendan recrear el tema tan de moda de la telenovela "Juegos prohibidos". ¡Que ni crean! Es allí donde se saca a relucir lo de: "Cuando tú ibas, yo ya venía y me había tomado un tinto". A manera de llamado al orden, frescos, podemos ser amigos. A veces me lamento al ver cuánto ha adelantado la raza este milenio... ¡Hay que ver los papacitos! En mis épocas, tocaba disputarse unos escasos babillos. Entonces, ¿qué hace una con mirar y no tocar? Recrearse la vista no más, hay que hacerle caso al dicho del que se acuesta con pelaos por el bien propio y la tranquilidad de los progenitores de la presunta "víctima inocente" del ataque de las veteranas de la guerra más brava, la librada en el mercado del usado. Por ahora, paseándome entre unos y otros, me dedico a disfrutar, saliendo sola o en grupo, sin tener bebés que cuidar ni maridito al que dejarle lista la comida. Recuerdo viejos tiempos y me río de lo que antes parecía tragedia griega con coro de plañideras de fondo. Tengo intenciones de continuar así, por lo menos tres años más. Un argumento de peso es que cuando nací mi mamá tenía treinta y cinco cumplidos, era económicamente independiente, no se había casado (y nunca se casó). Siempre ha sido una mamá moderna con la que tengo una relación que envidiarían las Gilmore Girls si nos conocieran. Me ha formado igual que el Sensei al Pequeño Saltamontes, dejado abiertas todas las opciones de vida. Los cuarenta son los nuevos treinta: ¿DÓNDE ME APUNTO? Me visualizo convertida finalmente en esposa y mamá, sintiéndome y luciendo de treinta y tres, la edad de Jesucristo. En una consulta dermatológica, al preguntarle al especialista si debía empezar a tomar Imedeen para minimizar las líneas de expresión, prescribió: "No te cases". Agrego: "Todavía". Una mujer de treinta, y hasta más, no esconde un sambenito que espante al más acérrimo célibe. No tiene por qué andar llorando por los rincones porque "no la han escogido". Me mantengo fiel a la promesa que hice con mis amigas durante la universidad: "A los ochenta, estaré todavía con la pita adornándome el cuello, los labios pintados con gloss y bailando trance". La divina Bernhardt interpretaba mejor a damiselas encorsetadas en el glorioso ocaso de su vida. A eso aspiro. Mientras tanto, soltera y feliz, me siento con fortaleza suficiente para afrontar lo que venga, sola o acompañada, ambas posibilidades son bienvenidas; muy a gusto en mi propia piel. Eso es lo que importa. ** María Angélica Franco Frías mfrancofrias@yahoo.es Abogada colombiana (Cartagena, Bolívar, 1974). Su producción permanece inédita. Mantiene una bitácora personal en http://mariafrancofrias.blogspot.com. === El evangelio según San Borges Omar Pérez Santiago ================ (Nota del editor: el pasado 14 de junio, con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de Jorge Luis Borges, el escritor chileno Omar Pérez Santiago pronunció, en la Biblioteca Nacional de su país, esta conferencia, que hoy llega a los lectores de la Tierra de Letras gracias a una gentileza de su autor). Me levanto muy temprano y voy al encuentro con Jorge Luis Borges. Participo de una reunión de trabajo de la OMS en Ginebra. Pero esta mañana de invierno salgo del Hotel Cornavin decidido a encontrarme con Jorge Luis Borges, el maestro. La nieve le otorga una azulina claridad a esta ciudad, a esta hermosa ciudad. Cruzo el río Ródano y me introduzco en la ciudad vieja por Rue de la Sinagoga. Ingreso al Cimetière des Rois, el panteón de Ginebra. El cementerio es austero, a estos muertos les ofende el lujo y la apariencia. En la entrada hay una capilla y en la muralla, un mapa. Camino a la zona D y llego a la tumba 735. La piedra recubierta de hielo dice: Jorge Luis Borges. Debajo de un relieve de unos guerreros vikingos la frase "...and ne forhtedon nà" -"...no tener miedo"-, y, más abajo: (1899-1986). No sé que hacer. Doy una vuelta alrededor de la piedra. Allí se lee la frase de la Völsunga Saga: "Hann tekur sverðið Gram og leggur í meðal þeirra bert" -"Él tomó su espada, Gram, y colocó el metal desnudo entre los dos". Hay un grabado de una nave vikinga, y bajo ésta una tercera inscripción: "De Ulrica a Javier Otálora". De pronto, siento un aliento. En este mismo cementerio, unos pasos más allá, están los restos de Juan Calvino. Me surge una intuición. Borges fue un calvinista. Su estética es calvinista. ¿Y su fe, cuál era la fe de Borges? Borges llegó por primera vez a Ginebra el 24 de abril de 1914 y la ciudad tenía 130 mil habitantes. Hasta el 6 de junio de 1918 vivió aquí con sus padres, su hermana y su abuela materna -en la Vieille cité, en la actual Ferdinand Doler número 9, cerca de la iglesia ortodoxa rusa. Entonces Borges tenía 15 años, la edad única de formación intelectual y de una fe. Borges no era feliz. "Yo era entonces un joven desdichado". Su padre lo envió a ver una puta en la calle Dufour. No pudo realizar el acto. Era joven y no era feliz. Su hermana Norah ha recordado que Borges estaba muy triste y volvía por las noches llorando a casa. Esta desdicha la convertiría Borges con el tiempo en una pose literaria: "He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz" (El remordimiento). El joven desdichado hace el bachillerato en el College Calvin, un liceo inaugurado en 1559 por Juan Calvino. Borges entra a la clase del profesor H. de Ziegler, el segundo año lo hace con de Patois y el tercer año con Juvet. Son cuarenta alumnos, más de la mitad eran extranjeros. Varios de sus compañeros y amigos eran judíos. ¿Qué se podría haber estudiado allí en el College Calvin? Conjeturo: una fe. Borges, el bilingüe, se hace multilingüe. Lee allí lo que muchos jóvenes aún hoy leen como primeras lecturas: los simbolistas franceses (Verlaine, Rimbau, Mallarme), la poesía de Walt Whitman (en una traducción alemana en un anuario expresionista) y la filosofía de Schopenhauer. Borges no puede sustraerse a la influencia de la revolución rusa del 17 y escribe sus poemas Los salmos rojos ("La trinchera que avanza / es en la estepa / un barco al abordaje / con gallardetes de hurras"). Borges leyó la Biblia en la traducción de Lutero, que "contribuye a la belleza" y aprendió de Calvino su gusto por la sencillez. Obviamente, qué duda cabe, Borges aprendió en el liceo a parafrasear como su actual vecino, Calvino: corto, irónico, cortés, elusivo. El decoro de los calvinistas. Puntillistas. Calvino se dirigía a la gente culta. Su estilo de escritura es clásico. Razona sobre los sistemas, utiliza la lógica. Calvino amaba el retraimiento. Era breve. Qué duda cabe, ¿verdad? Borges se educa en el recato de los calvinistas. Austeros. Les ofende el lujo y la apariencia. Calvino había roto con los santos, las devociones y las supersticiones. Calzaba bien con Borges, con su pudor, su sentido del ridículo y su dignidad. Juan Calvino buscó encontrarse a sí mismo: "Casi toda la suma de nuestra sabiduría, que de veras se debe tener por verdadera y sólida sabiduría, consiste en dos puntos: a saber, en el conocimiento que el hombre debe tener de Dios, y en el conocimiento que debe tener de sí mismo" (Religión Cristiana, Libro Primero). Borges creyó lo mismo: "Le doy vueltas a una idea: la idea de que, a pesar de que la vida de un hombre se componga de miles y miles de momentos y días, esos muchos instantes y esos muchos días pueden ser reducidos a uno: el momento en que un hombre averigua quién es, cuando se ve cara a cara consigo mismo" (Credo de poeta, Arte Poética). Extraer de sí mismo a sí mismo. Un nacimiento interior. Una proyección de Dios. O del Espíritu. O del destino (que tal vez es lo mismo, diría el mismo Borges). La palabra -ha dicho el poeta- viene dada. Uno descubre su voz natural, su ritmo. Uno, finalmente, transmite un sueño. Sus historias deberían ser leídas como se leen las historias bíblicas, "como las fábulas de Teseo o Ahuasero", al fin, como un evangelio no canónico. Esta es la conclusión, que recibo esta mañana fría frente a su tumba: Borges era gnóstico, creía en el proceso intuitivo de conocerse a sí mismo. Los gnósticos -se había olvidado esto- son cristianos eruditos y carismáticos. En la época paleocristiana -entre los siglos I al IV- había tres corrientes del cristianismo, la cetrino-paulina, la judeocristiana y la gnóstica. Los "evangelios gnósticos" -el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe, el Apocrifón de Juan, el Evangelio de la Verdad, el Evangelio de los Egipcios, el Evangelio de Judas, el libro secreto de Jaime, el Apocalipsis de Pablo, la Carta de Pedro a Felipe y el Apocalipsis de Pedro- habían permanecido ignorados. Existen muchos antecedentes en la obra de Borges de su relación con el gnosticismo. Y quizás una parte de esa influencia haya estado en Ginebra, donde había una fuerte corriente gnóstica y que, quizás por la influencia anarquista de su padre, haya tenido acceso. En 1944 se publicó Ficciones de Borges. El libro incluía ocho cuentos ya reunidos antes en El jardín de senderos que se bifurcan (1941) y agregaba otros seis nuevos, bajo el encabezamiento Artificios. En el cuento La forma de la espada, el protagonista narra la historia de una traición como si él fuera la víctima y no el traidor. En El tema del traidor y la muerte, el primero se convierte en el segundo, en una trueque de roles. En el cuento Tres versiones de Judas, el sueco Nils Runeberg, interpreta la naturaleza del sacrificio de Cristo. Su tercera conclusión es que Dios no se encarnó en Jesús cuando asumió la condición humana, sino que Dios totalmente se hizo hombre en Judas. Años después, en 1975, Borges publica El libro de arena. Y su cuento La secta de los Treinta puede leerse como un adjunto de Tres versiones de Judas. Aquí habla sobre la voluntariedad del sacrificio de Jesús y de Judas. En la tragedia de la Cruz sólo hubo dos voluntarios: el Redentor y Judas. Por otro lado y del mismo modo a Borges le preocupa la belleza. Calvino admiraba a los celtas por razones políticas, religiosas y estéticas. Borges aprendió de Calvino que las traducciones literales tenían exotismo, y por eso, belleza. Borges afirma que las bellas traducciones literales surgen con las traducciones de la Biblia. Principalmente, cita Borges a la Biblia inglesa, la Biblia de su abuela protestante, donde él aprendió a leer. Calvino admiraba a la literatura gaélica por la calidad estética de la traducción de la Biblia. La literatura gaélica era un orden de los celtas. Viene del alfabeto ogham y tiene base rúnica. La literatura gaélica está asociada a la religión culta y a la lectura de la Biblia. Así Borges llegó a la idea germana: unos hombres sometidos a la lealtad, al valor y a una varonil sumisión al destino. Por esa vía, Borges se topó con la literatura escandinava, las runas y las sagas islandesas. Una runa era una manifestación divina. 46 años después, Borges, junto a la bella María Esther Vázquez, completaría su viaje cuando publica Literaturas germánicas medievales, y escribiría su popular sentencia: "De las literaturas germánicas medievales la más compleja y rica es incomparablemente la escandinava". Cuando su mujer, María Kodama, en sus últimos días aquí en Ginebra, le preguntó si le llamaba a un sacerdote, Borges contestó que le trajera dos: un católico y un protestante. Antes de morir el poeta rezó el Padre Nuestro. En Ginebra, el día 14 de junio de 1986, oficiaron los ritos funerarios de un gnóstico, un sacerdote católico, Pierre Jacquet y un pastor protestante, Edouard de Montmollin, que aclaró la importancia de la fe metodista de la abuela de Borges. El pastor leyó el primer capítulo del evangelio según San Juan. Leyó, como si fueran textos sagrados, como si fueran textos del Evangelio según Borges, la parábola El palacio y el poema Los conjurados, un homenaje a Ginebra, un homenaje a la tolerancia: "Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas. Han tomado la extraña resolución de ser razonables. Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades". En el funeral de Borges María Kodama estaba vestida de blanco, y las rosas, también blancas, sobre el féretro. Ese día de junio, en la Catedral de Saint Pierre, una iglesia gótica donde Calvino proclamó su fe cismática, fue velado el poeta. Desde la catedral por una sola callejuela en bajada se llega, por la rue de la Sinagoga, al Cimetière des Rois. Este es el Panteón de Ginebra. Aquí está Calvino. Aquí está Borges. Y aquí estoy yo, humildemente, en esta ciudad fría, fría y bella y de luz azulina, para rendir respeto al maestro. ** Omar Pérez Santiago omarperez@terra.cl Escritor chileno, ha publicado los cuentos Memorias eróticas de un chileno en Suecia, las novelas Negrito no me hagas mal, Malmö är litet (Suecia) y Trompas de Falopio junto a Gabriel Caldés; también ha escrito guiones para películas, como La novia de Borges y Plikten. === La novela de Perón, de Tomás Eloy Martínez ============================ === Memorias de la patria perdida John J. Junieles =================== Escribir acerca de la historia y hacerlo de manera novelada es un trabajo que requiere talento y disciplina, ya que este ejercicio implica un sagaz esfuerzo en la búsqueda del punto adecuado para que cada parte del texto mantenga en vilo al lector y le permita acercarse a los recónditos e intrincados pasajes a los que se le quiere lanzar o a los que él mismo ha decidido asomarse. La novela de Perón, del escritor argentino Tomás Eloy Martínez, es una muestra tangible de dicho esfuerzo, que viene a resolverse de manera óptima recorriendo palmo a palmo las partes de ese rompecabezas que involucra un sin número de piezas que, con no poca paciencia y perseverancia, van ordenándose para armar una figura muy cercana no sólo a la leyenda y al mito que supone la existencia de un hombre tan emblemático sino, a la vez, y quizá más importante, al retrato de un ser de carne y hueso, más cercano a la realidad humana y a los abismos incontenibles de los contrastes terrenales. La novela hace una desmitificación del personaje y lo muestra desnudo y frágil a los ojos del lector, sin que esto signifique que demerite o resquebraje su imagen sino que, por el contrario, la hace más fuerte y la re-crea en cuanto la humaniza y la despoja del incontenible peso de la leyenda. Tomás Eloy Martínez quiere ahondar en lo que significó Perón para la Argentina, abordando el tema desde un punto de vista periodístico que le permite ser consciente de los diversos puntos de vista que se le presentan para que, a partir de allí, logre darle vida a la historia novelada. "La escritura me sirve para ir aprendiendo las cosas que ignoro. Y a medida que voy trabajando esos textos, voy reconociendo y reconociéndome en lo histórico y tratando de insertarme dentro de lo que veo" (Martínez-Richter, 1997), señala el escritor aclarando que la marca dejada por Perón en la historia necesitaba reflexionarse, revisarse y rescribirse, dando a entender la importancia que para él tienen este tipo de hechos y más si se trata de eventos que tocan con el alma de su natal Argentina. El texto hace una reinvención de Perón a partir de la memoria. Es esa lucha contra el olvido que se cierne sobre los acontecimientos que, cubiertos de una capa de solemnidad, sólo dejan ver una pequeña parte de sus aristas. Allí es donde los detalles, los silencios, los actos aparentemente intrascendentes, comienzan a cobrar valor y se convierten en testigos de esa otra historia que no se ha contado, ya sea porque no ha quedado espacio para ella o porque sacarla a la luz supondría un replanteamiento muchas veces doloroso de lo que se conoce como la historia oficial, lo que se dice o lo que se quiere que se conozca. El texto de Tomás Eloy Martínez posee unas dimensiones interesantes teniendo en cuenta que para hacer este tipo de historias se requiere de un despojamiento de preceptos establecidos y de una hábil clarividencia para evitar caer en las arenas movedizas de las emociones o los sentimientos. Se hace un distanciamiento claro entre lo que se conoce y lo que no se ha contado, con el objetivo último de multiplicar las visiones de una historia de la cual descubrimos que no es única, porque cada testigo de ella tiene su propia manera de interpretarla, de entenderla y de sentirla. De este modo, el autor deja la puerta abierta a nuevas y posibles miradas del mismo hecho. Música de causas y azares El texto nos lleva al momento en el cual Juan Domingo Perón (1895-1974) está por regresar a Argentina después de un exilio de 18 años. Madrid sirve de marco para mostrarnos a un personaje que revisa sus memorias, que escudriña cada fragmento de su vida para desenterrar los recuerdos que le muestren al pueblo, a sus seguidores, cómo llegó a convertirse en una figura emblemática. Pero, a la par de esto, se va descubriendo que unas son las imágenes que han quedado en la memoria de Perón y otras las que -ya sea por documentos o por haberlas contado él mismo de distinta manera en otro momento- van apareciendo para confrontarse. La novela nos transporta a la infancia de Perón -junto a su familia-, a sus antepasados, a la manera en que llegó al ejército y a la forma en que aprendió allí que la obediencia le llevaría lejos. Relata hechos remotos, tales como el trasegar que su familia tuvo que hacer mientras buscaba un sitio en el cual asentarse definitivamente, la caída de un caballo, el descubrir a su madre con un hombre que no era su padre, la forma en que partió lejos de sus seres queridos, sus tres esposas y la convivencia con ellas, el trato con los demás militares y la manera en que las juntas militares ponían y quitaban presidentes. Pero, a la vez, se muestra la cara de aquellos que aguardaban el regreso de Perón. Los de la izquierda y los de la derecha, cada uno con un interés de acuerdo a las necesidades que tenían. El cerco que efectivos de las fuerzas armadas hicieron a los sindicalistas aprovechando la aglomeración que se dio cuando se esperaba la llegada y el posible discurso de Perón ese 20 de junio de 1973. Perón termina siendo mostrado como una sombra, un ser que repite las palabras que otro, a su espalda, va poniendo en su boca, pero también se pone de manifiesto el profundo respeto que por él siente el pueblo, lo cual se plasma en el capítulo relacionado con sus exequias. Al lado del personaje principal se desenvuelven otros personajes que se caracterizan por la influencia, directa o indirecta, que tuvieron en los hechos que rodearon la vida del mandatario argentino. Es así como nos encontramos con un Arcángelo Gobbi y la dramática transformación que sufre cuando, por avatares de la vida, se une a la Orden de los Elegidos -especie de grupo de inteligencia que maneja un bajo perfil. De igual manera, vemos a López Rega, asesor de Perón muy cercano y respetado por la esposa de éste, Isabel. Su figura atraviesa el texto de manera evidente, más si se tiene en cuenta que mucha parte del libro se armó teniendo como base las memorias que López le narró al autor del texto. No hay que olvidarse de Aurelia Tizón o "Potota", la primera esposa de Perón, y claro, de la figura emblemática de Eva Perón, quien se muestra en la historia como una mujer de carácter recio pero muy amante de su esposo. Al lado de estos personajes se mueven muchos otros, tales como Nun y Diana -izquierdistas y sindicalistas-, Campora -presidente argentino- e Hipólito Irigoyen -presidente derrocado-, cada uno con un carácter único, lo que logra que la trama de la historia tenga un desarrollo claro y especialmente nítido en cuanto a los hechos que quiere revelar. Verdades y mentiras Resulta interesante analizar la importancia que para el desarrollo de la narración cobra un personaje como el periodista Emiliano Zamora, una especie de alter ego de Tomás Eloy Martínez. Su presencia le permite al autor adentrarse en la trama ocupando el cuerpo de éste y mirar a través de sus ojos los acontecimientos que ocurren dentro de su patria. Este rasgo caracteriza en gran parte la manera de narrar de Martínez, quien pareciera no querer alejarse de su oficio periodístico, además de brindarle cierta transparencia al transcurrir de los hechos al presentarse como un sujeto independiente y alejado de cualquier interés personal que no sea el de descubrir las posibles versiones para crear el mapa completo de los acontecimientos que rondan al país. No hay que olvidar, de todas formas, que la narración se acerca al tipo de novela histórica pero no es en sí misma una novela histórica. Ya decía el mismo Martínez, en cuanto a este tema, que su manera de escribir tiene cierto matiz heterodoxo, debido a que la novela histórica narra hechos de personajes que por lo general ya no existen, mientras que en novelas como la que estamos estudiando maneja una historia tan reciente que muchos de los seres que inspiraron los personajes siguen vivos. Todo esto le brinda al texto una especie de simbiosis narrativa, en donde la ficción toma la mano de la realidad, de una manera más evidente que en una novela de corte tradicional, para unir con una habilidad de cirujano las líneas casi invisibles que entre una y otra se entretejen. Es el juego que el autor le propone al lector: introducirse sin pudor en un texto que le hará pensar hasta qué punto cada palabra allí escrita no es más que el resultado de una realidad vivida por el autor, o descubrir que a veces la verdad se parece mucho a una novela. El personaje del periodista Zamora es el punto conector entre la arena de la realidad y el océano de la ficción. Bien debe saber Tomás Eloy Martínez que la tarea periodística y la labor literaria van de la mano y que es fácil dejarse seducir por cualquiera de las dos. En este punto, nace un sincretismo evidente que da cuenta de una visión que se fragmenta para alcanzar lo que se podría llamar una verdad dialéctica entre los dos oficios. Zamora es testigo de primera mano de una historia que hace que el país no vuelva a ser el mismo. Es un ser que se inmiscuye en la vida de varios personajes que le acompañan en la trama narrativa, con la ventaja de que muchas veces tiene un poder un poco más omnisciente, más claro de la situación; está a la expectativa pero pareciera saber lo que se aviene. Y detrás de todo esto descubrimos al narrador omnisciente, a Tomás Eloy Martínez, el que mueve los hilos de su alter ego, el que le cuenta al oído lo que él sabe, el que crea la red que se distribuye pareja entre el lector y la novela. Y sigue el juego: Tomás Eloy Martínez es nombrado por el autor del texto (él mismo) dentro de la misma novela: en la página 217 de La novela de Perón (Martínez, 1986), López le recuerda al general Perón las declaraciones que el había hecho a Martínez y le coloca un casete clasificado con el rótulo "Memorias para Eloy 2ª parte". Más adelante, en la página 227, el director de Horizonte le dice a Zamora que busque a Tomás Eloy Martínez para que le ayude a escribir la vida del General. Y ya en la página 305 el juego toma un carácter más profundo cuando es el mismo autor novelizado quien habla: He contado muchas veces esta historia pero nunca en primera persona, Zamora. No sé que oscuro instinto defensivo me ha hecho tomar distancia de mí, hablar de mí como si fuera otro. Ya es tiempo de mostrarme tal como soy, de sacar mis flaquezas a la intemperie (Martínez, 1986). Y es aquí cuando el lector se descubre cara a cara con el autor. Él es Zamora pero también, en este juego vertiginoso, el lector puede ser Zamora. Sí, porque a través del texto el lector ha pasado a ser el testigo de los acontecimientos, ha creado el mapa que se le ha propuesto y a descubierto las propuestas narrativas del autor, razón por la cual ya no vale la pena que éste siga escondiéndose tras otro. Seguirá hablando Zamora pero ya el lector sabrá quien está detrás del periodista de Horizonte. Esta proposición le da al texto de Martínez un carácter propio, que no es utilizado comúnmente por la mayoría de los escritores. Algunos dirían que hacer esto es como si el mago enseñara cuál es el truco para sacar el conejo de su sombrero, pero en realidad se trata de una maniobra muy brechtiana en cuanto al alejamiento o distanciamiento que el autor quiere lograr en el lector como elemento básico de aprendizaje para llevarlo a pensar. Es decirle al lector que es hijo de la historia de Argentina pero que no por eso tiene que repetirla. Todo este engranaje puede resultar arriesgado, pero no por eso deja de tener un carácter novedoso que aporta de manera sencilla una manera de narrar muy sugestiva. El autor deja de ser el titiritero que mueve los hilos y se fusiona con la obra, se mezcla, se une al lector y ahora es a éste a quien le cuenta al oído el desarrollo de la trama. Lo monstruoso En La novela de Perón puede verse el reflejo directo de una crítica frente a las dictaduras militares que asolaron a América Latina y especialmente, en este caso, a Argentina. Desde un punto de vista sociológico se vislumbra el impacto causado por este tipo de regímenes en el pueblo que tuvo que vivir las mencionadas épocas. En el texto de Tomás Eloy Martínez existe un personaje del cual ya habíamos hecho una sucinta referencia: se trata de Arcángelo Gobbi. En un principio se nos cuenta que éste es un muchacho educado por franciscanos, estudiante del catequismo, y quien en las noches sueña con la imagen de la Virgen. Con el transcurrir de los años se fue convirtiendo en un especialista en escribir en bellas letras de molde. Estaba enamorado de una joven llamada Isabel pero no era correspondido. Esta Isabel resultó ser, más adelante, la tercera esposa de Perón. La imprenta se convirtió para Arcángelo en el único centro de atracción. Lo declararon no apto para el ejército debido a una escoliosis en la columna vertebral. Hasta este momento este personaje se nos muestra como alguien frágil y confiable. Pero años más tarde sucede la transformación cuando empieza a relacionarse de manera estrecha con López Rega, ganándose su confianza al punto que este último le fue encomendando labores más secretas relacionadas con el espionaje a grupos revolucionarios. López termina conectándolo con la Orden de los Elegidos, grupo de inteligencia de corte militar. El narrador muestra de forma descarnada el rito de iniciación por el cual tuvo que pasar Arcángelo: -Desnúdate- le mandaron. Arcángelo, sin preguntar, obedeció. Un fogonazo de dolor le atropelló los huevos. Cayó de rodillas. Le patearon la boca del estómago, le dieron un golpe de tabla en la nuca, lo sumergieron en una tina de mierda hasta que se le apagó la respiración. Despertó en lo más profundo de un pozo ciego. El aire que se filtraba era enclenque y podrido. No tenía espacio para sentarse ni siquiera en cuclillas. Lo quemaba una sed que nada podía calmar. Horas, siglos después, cuando lo rescataron del pozo, aún le aguardaba lo peor. Le enseñaron a trepar por murallas verticales y sin fisuras; lo hicieron trabajar con argollas y barras, en lo alto de un trapecio. Cada vez que sentía los músculos desgarrándose, le cambiaban el dolor de lugar con una picana eléctrica; en las encías, en las ingles, en las tetillas. Querían que fuese reconociendo en su propio cuerpo el lenguaje que más tarde oiría en el cuerpo de las víctimas. A la siesta, practicaba con Itakas y carabinas Beretta en el polígono, despedazando muñecos de paja y pájaros de juguetería (Martínez, 1986). Esta transformación muestra de manera fehaciente lo monstruoso de las ideas extremistas. Las dictaduras militares, sin duda, aparecen en La novela de Perón, como un recurso narrativo que atraviesa todo el texto y cuya mano está continuamente amenazando la estabilidad del país y de los personajes de la historia. No resulta gratuito este hecho, ya que la influencia de las dictaduras iba más allá del ámbito militar y político, porque, para bien o para mal, se inmiscuía en la vida íntima de cada habitante. Arcángelo Gobbi representa el engendro creado por los grupos extremistas. La transformación que sufre es dramática si se tiene en cuenta su origen. En la iniciación no solamente se endurece su cuerpo sino también su alma y espíritu. La misma Argentina, país joven, sufre este tipo de cambio. Las dictaduras no la dejaron crecer sana sino que le inyectaron un veneno que no dejó de hacer efecto sino hasta años más tarde cuando se implantó la democracia. Pero el mal ya estaba hecho y quizá por eso la única esperanza surge y se vislumbra, paradójicamente, en las palabras que doña Luisa dice cuando descubre que en el discurso que Perón hace por televisión, una vez retorna a la Argentina después de un exilio de 18 años, es López Rega quien le va indicando al presidente, de manera solapada, las palabras que debe decir: Ya nunca más seremos como éramos (Martínez, 1986). Y es que esta frase de doña Luisa representa quizá el desamparo pero también el anhelo tácito de que todo ese dolor vivido no va a regresar jamás. Esa es una de las cualidades del libro de Martínez: nos muestra a un Perón de carne y hueso, capaz de traicionar como también de amar, de ser ecuánime como de ser arbitrario; y no es solamente Perón, es el ser humano que se desdibuja de acuerdo a las circunstancias y que muchas veces se vuelve un monstruo para sus congéneres. La novela de Perón nos recuerda los abismos indescifrables del hombre y nos aboca a mirarlos descarnadamente. Carlos Fuentes señala que "somos trágicos porque no somos perfectos. Las tiranías del siglo XX convirtieron la tragedia en crimen: tal es el crimen trágico de la historia contemporánea. Los monstruos políticos le negaron a la historia la oportunidad de redimirse conociéndose. La víctima del Gulag, de Auschwitz o de las prisiones argentinas fue privada del re-conocimiento trágico para convertirse en cifra de la violencia, víctima número nueve, nueve mil o nueve millones..." (Fuentes, 2002). Dicho re-conocimiento trágico es el que viene a considerar Tomás Eloy Martínez, al no darle la espalda a las víctimas callando su dolor, sino al contar ese dolor, así tocar la herida provoque escozor, pero se trata de ese escozor que sale a flote cuando sobre la herida se derrama alcohol para que sane, es un dolor necesario para congraciarse nuevamente con la humanidad. Mirada de mosca Uno de los aspectos que más puede causar curiosidad en el lector de la novela es la aparición de las moscas dentro de la narración. En la página 247, el general Perón se dirige a la Argentina en un avión. Allí descubre una mosca que se posa en su mano, con el lomo azul, las alas transparentes y los ojos ávidos. El General sólo atina a decir: "¿Moscas aquí, tan alto?" y más adelante sentencia: Vean esos ojos. Ocupan casi toda la cabeza. Son ojos muy extraños, de cuatro mil facetas. Cada uno ve cuatro mil pedazos diferentes de la realidad. A mi abuela Dominga le impresionaban mucho. Juan, me decía: ¿qué ve una mosca? ¿Ve cuatro mil verdades, o una verdad partida en cuatro mil pedazos? Y yo nunca sabía qué contestarle..." (Martínez, 1986). Ya antes, en la página 226, Emiliano Zamora había visto que una mosca se había venido a posar en el espejo del automóvil: ¿Una mosca volando en el frío? Tiene azul el lomo, las alas sucias de hollín y ávidos los ojos: compuestos ojos, de cuatro mil facetas cada uno. La verdad dividida en cuatro mil pedazos (Martínez, 1986). No resulta gratuita la aparición de las moscas en el texto. Sus cuatro mil ojos nos dejan ver cómo una verdad se fragmenta, más teniendo en cuenta que en la posmodernidad todo puede ser verdadero, y nada es ni bueno ni malo, sino que todo depende del cristal con el que se le mire. Entonces, ¿dónde se descubre cuál es la verdad y cuál la mentira en el texto? ¿Cómo se puede dar cuenta de una única y certera visión de una realidad que, aunque novelada, tiene mucho que ver con un momento importante de la historia argentina? Es aquí en donde el lector tiene que entrar a exponer su criterio y eso es algo que se le abona a Tomás Eloy Martínez: la confianza que tiene en la capacidad de análisis de sus lectores, ya que no los observa como seres pasivos que únicamente se acercan al texto para divertirse, sino que crea a su alrededor el espacio adecuado para que se sienta parte vital de la misma narración, dándole la posibilidad de que se convierta en lo que podríamos llamar lector-personaje. Las cuatro mil verdades, o la verdad partida en cuatro mil pedazos, es una frase que va más allá del juego meramente lingüístico. Aquí se entra en el campo de lo filosófico y lo antropológico, en tanto la realidad humana nunca ha estado asentada en un solo punto sino que se ha ido transformando y acoplando de acuerdo al momento histórico. Retrocediendo unas décadas, vemos a un Hitler suponiendo que lo que estaba haciendo iba en beneficio de su pueblo o su raza, pero una inmensa mayoría de la humanidad sabía que esto no era tan cierto. Pero, ¿cómo hacerle caer en cuenta a Hitler que estaba equivocado? Así, vemos que a través de la historia la verdad no es única sino que se forja de acuerdo al pensamiento de cada cual. Allí es donde entra a jugar el sentido común y el concepto de bien para la humanidad. Ya volviendo específicamente a nuestro tema de estudio, la diferencia, en el caso de la novela que estudiamos, radica en la fragmentación de la realidad teniendo en cuenta el contexto en que nace la misma. Viene entonces a darse el juego de las contradicciones -hábilmente utilizado por el narrador-, que es tan humano y que toca aspectos estrechamente ontológicos. La novela de Perón precisamente está creada con muchas verdades fragmentadas, porque utiliza los puntos de vista de diversos testigos de la historia. Y esto, que podría suponer un problema en sí, viene a convertirse en una verdad que toma diversos caminos y que, por tanto, permite una mirada más amplia de los acontecimientos, de los problemas y de las consecuencias. Andrés Amorós señala que la nueva novela hispanoamericana "ha sabido ser, a la vez que innovadora, profundamente vitalista, aferrada a los problemas concretos del hombre medio: problemas sociales y políticos, por supuesto, pues la realidad hispanoamericana no cesa de suscitarlos, pero también problemas sentimentales, vitales, de ensueño, de insatisfacción, de nostalgia, de soledad" (Amorós, 1973). En ese contexto, se hace necesario que la novela explore las diversas visiones y posibilidades que le ofrece su propia naturaleza, ya que no puede mostrar una polaridad marcada sino que debe ser bipolar cuando mínimo, porque de otra manera sería todo menos novela. El autor tuvo la sagacidad de escoger a la mosca como el ser que representara en sus ojos las diversas caras de la verdad. Este insecto puede resultar molesto y hasta repulsivo, pero es que hasta la verdad a veces es repulsiva y mirarla a los ojos impresiona sobremanera. Se hace necesario perderle el asco a la verdad, ya que es un requisito para mirar a la historia y analizarla, escrutarla y entenderla. La verdad no tiene por qué ser siempre una amiga que llega con ojos de princesa de cuento. A veces es necesario que nos haga despabilar, que nos lleve a aporrearla si es necesario, tal y como cuando vamos tras la mosca para espantarla. La diferencia es que entre más queramos espantar a la mosca de la verdad, ésta no va a partir sino que se va a acomodar en la mente y pensamiento, haciéndonos confrontar con la realidad, haciéndonos entender que las cosas no siempre son como las queremos ver. Algunos cerrarán los ojos para no ver más la mosca, pero ella seguirá allí, aleteando aun en la oscuridad. Este elemento hace que la narración tome un rumbo ascendente. Una vez metidos en el texto no habrá tiempo para mirar hacia atrás. Es necesario confrontar la historia para conocerse: ese parece ser uno de los temas más recurrentes en este libro de Tomás Eloy Martínez. Memorias del olvido Uno de los temas repetidos del libro es el papel de la memoria y del olvido dentro del transcurrir histórico. Perón revisa las memorias que López Rega ha pasado a limpio, pero descubre que algunos pasajes no tienen conexión con la realidad. Ante esto Perón señala: (...) Son historias tan remotas que ya me parecen de otro. Heráclito decía que en los mismos ríos nos bañamos y no nos bañamos, somos y no somos, lo cual parece ajustarse de manera clara al oficio del olvido. Así nos bañemos en el mismo río sus aguas no serán las mismas, ya que esas aguas que ayer pasaron ya corrieron y las que hoy pasan son distintas. En la memoria se asienta infinidad de hechos que a la luz del tiempo cobran matices distintos y comienzan a confundirse, quizá, con lo que pudo haber sido o con la visión de lo que posiblemente se cree que sucedió. López Rega le contesta al General: Esfuércese. Yo no recuerdo que la historia sea como usted la cuenta, mi General. ¿Cómo lo sabe?, se ha intrigado Perón. Lo sé, ha respondido López. Cada vez que se le cae a usted un pensamiento, yo lo levanto como si fuera un pañuelo. Aquí los llevo a todos, entre estos límites: en la invisible línea de lápiz que me dibujo alrededor del cuerpo (Martínez, 1986). La memoria es frágil y ese es el intrincado juego entre el tiempo y ella. A veces el olvido lleva al alma a sentirse menos desprotegida. Fuentes señala que "quizá nuestro pacto con el tiempo es vivir el presente sin memoria de nuestro pasado o de nuestro porvenir, los más lejanos, no los más próximos, si de ellos llegamos a nuestro hoy" (Fuentes, 2002), lo cual llevaría a pensar a la vez en una "memoria de la reconciliación" con ese pasado que puede atormentar o con ese incierto futuro. A Perón se le ha desdibujado en el tiempo su propio recuerdo y se ve lejano, como si viera a otro, deseando quizá regresar a ser ese otro que hoy parece no habitarlo. El narrador nos cuenta lo que Perón solía pensar acerca del pasado: En otros tiempos, Perón solía creer que bastaba imaginar el pasado con fuerza para estar allí otra vez, manchado de moras y con un morral al hombro, corrigiendo los ademanes equivocados de antaño y dando las respuestas que entonces no venían a los labios (Martínez, 1986). Y más adelante: Lo único que ha sentido con cierta nitidez es el miedo, y quisiera desrecordarlo: afirmar que el miedo no existe ahora y que por lo tanto pudo (debió) no existir nunca. No ha sido el trivial miedo a la muerte sino a lo que es peor: miedo a la historia. Ha sufrido pensando que la historia contará a su manera lo que él calló. Que vendrán otros a inventarle una vida. Ha temido que la historia mienta cuando hable de Perón, o que descubra: la vida de Perón le ha mentido a la historia. Tantas veces lo ha dicho: un hombre sólo es lo que recuerda. Debería decir, más bien: un hombre sólo es lo que de él se recuerda (Martínez, 1986). El autor nos muestra que la memoria puede engañarnos y este hecho es manifiestamente difícil de atajar. El miedo a tantas cosas: a recordar bien o recordar mal, a que otros recuerden aquello que se ha olvidado, o a que el tiempo se encargue de hacer olvidar lo que se quiere mantener presente. Pero en ese trayecto es en donde la historia se encarga de colocar su mano que, de una u otra forma, puede resultar azarosa: así como puede culpar puede redimir. Y al parecer Perón sabía bien eso, de allí el miedo a su juicio. En La novela de Perón resulta claro el tire y afloje entre los pliegues de la memoria y el olvido, lo cual le da bastante vida a la narración, ya que es en este juego en donde se comienzan a crear las pistas que llevan al lector a descubrir las diversas verdades de la historia, de los personajes, del tiempo. No existen contradicciones porque la memoria, como casi siempre, recuerda el pasado por partes. Y el autor nos lleva a pensar que en ciertos momentos quizá sea mejor olvidar aquello que ya no puede solucionarse. Y no se trata de dejar de lado a la historia, sino de dejar de lado las atrocidades de la historia para poder vivir en paz con ella. El mismo Perón dice: Haremos con todo eso un buen fardo de olvido. Seamos piadosos con la memoria, López. No la asustemos (Martínez, 1986). Muchos dirán que entonces la historia siempre callaría algo, pero es que allí comienza el oficio de la novela. Fuentes señala que "la novela dice lo que la historia no dijo, olvidó o dejó de imaginar" (Fuentes, 2002), y quizá la novela sea el puente piadoso entre la historia y la ficción, quizá es allí donde Perón puede reconciliarse con sus recuerdos y con sus olvidos. Y es de pronto por eso que pide tranquilamente que no le coloquen esos recuerdos en fila: la memoria no es lineal: Ya no me ponga en fila los recuerdos, López. Cállese. No soy yo el culpable, mi General. Son los blancos que usted quiere dejar en las Memorias (Martínez, 1986). Pero ya esos blancos tienen quien los llene: la novela, y en ese sentido el trabajo que Tomás Eloy Martínez elaboró cobra fuerza y sentido, porque se logra hacer una interpretación acertada de los vacíos dejados por la historia oficial. En dónde, si no en la mente de un novelista genial, puede surgir un entramado más conciliador entre el ser mítico, quizá atemporal, el ser histórico y el ser de carne y hueso, que en esta novela plagada de recuerdos, de memorias y de olvidos que se complementan. Y queda una frase que Perón expone mientras hace el escrutinio de sus memorias, frase melancólica con la que parece querer abrazar a todos sus recuerdos y olvidos en un preciso momento: ¿Por qué la eternidad no sucede completa en un instante? (Martínez, 1986). La novela de Perón nos acerca a otro de los aspectos más característicos de la literatura latinoamericana del siglo XX: la soledad y el desarraigo. ¿De dónde somos? ¿A dónde pertenecemos? ¿Qué es el espacio de tierra al cual llamamos patria? Hay un desgarramiento vital y dramático en la novela, y es el momento en el cual Juan Domingo Perón descubre que su mamá está con otro hombre. En ese momento no deja siquiera que ella le bañe la herida que ha sufrido al caer se un caballo. Luego parte para Buenos Aires. Este pasaje es una metáfora de la soledad latinoamericana, en donde la misma madre patria muchas veces abandona y pareciera que se vende al mejor postor. Octavio Paz señala que "el hombre es nostalgia y búsqueda de comunión. Por eso cada vez que se siente a sí mismo se siente como carencia de otro, como soledad" (Paz, 1986). En este sentido, la soledad inmanente del hombre latinoamericano va de la mano con su necesidad de descubrirse. Tomás Eloy Martínez logra plasmar en su libro esta dialéctica y la presenta de manera que indague el fondo mismo de su esencia. Latinoamérica y, en este caso, Argentina, sufrieron mucho con las dictaduras militares. En ese momento la patria, para muchos, significaba desamparo. Pero a la vez, y paradójicamente, era una madre patria que se amaba. Perón sufrió mucho con la traición de su madre pero no por ello dejó de amarla, lo cual se ve páginas más adelante. Es una ruptura a medias, ya que sigue existiendo ese cordón umbilical que lo ata a un pasado arcádico. Perón vuelve a su patria después de 18 años, quizá sólo para morir en ella, y ese retorno significaría ese re-encontrarse con él mismo. Y aquí viene lo trágico: el encuentro de Perón con su patria no es lo que se esperaría, o por lo menos eso es lo que se percibe en las palabras del narrador. ¿Perón nuevamente pertenece a la Argentina o se ha quedado en Madrid mirando los jardines en donde sus perritas jugueteaban? El sentimiento de soledad, nostalgia de un cuerpo del que fuimos arrancados, es nostalgia de espacio. Según una concepción muy antigua y que se encuentra en casi todos los pueblos, ese espacio no es otro que el centro del mundo, el "ombligo" del universo (Paz, 1986), y en ese sentido es posible que la soledad de Perón residiera en el extrañamiento del cuerpo que él un día fue, de ese que vivió las historias que hoy le parecen de otro. Es la misma soledad de un pueblo que extraña sus raíces, es el padre de Juan Domingo Perón buscando un espacio de tierra para instalarse, es la soledad de Arcángelo Gobbi cuando sabía que Isabelita no se interesaría en él, es la soledad de doña Luisa cuando descubrió que no volverían a ser los mismos, la soledad de "Potota" -primera esposa de Perón- cuando descubrió que ella no era infértil pero calló para no hacer sentir mal a su esposo, es la soledad de todo un pueblo que busca la igualdad y la verdad pero que no la encuentra. La novela de perón es un cúmulo de soledades que se agolpan y que buscan el rostro del lector para que nunca la olvide. Es la desmitificación misma de aquello que se ha presupuestado como real. Es algo así como lo que sintió Zamora cuando estuvo hablando con Perón durante varias horas: Quién sabe qué otras cosas podría ser mañana. Tantos rostros le vi que me decepcioné. De repente, dejó de ser un mito. Finalmente me dije: él es nadie. Apenas es Perón. Y esa es la historia latinoamericana: el derrumbamiento de los mitos y los ídolos, pero a la vez, e inconscientemente, la negación del hecho desmitificador. Tantas paradojas para un solo pueblo: viviendo de un pasado idílico que se niega a regresar pero que se añora con cariño. La novela de Perón logra acercar al lector a ver de manera real y crítica la vida de un hombre que representó tanto para Argentina. El texto le propone al lector de una manera clara un juego en el cual él es también el protagonista de la misma, en cuanto es parte de la historia y resulta casi imposible excluirse de ese "ser parte". La verosimilitud es parte crucial de la narración, ya que a pesar de la gran cantidad de memorias y testimonios a los que se recurre, ninguno anula a otro a pesar de que se confronten. La narración es impecable y la división por capítulos (20 y un epílogo) le da entrada a diversas maneras de ver a la historia. Tomás Eloy Martínez convierte un hecho que podría únicamente terminar siendo una mitificación eterna, en una realidad que desmitifica a un hombre que ha sido visto como un baluarte, y quizá eso es lo más importante del texto, ya que posiblemente le ha quitado de los hombros a la Argentina, y hasta al mismo Perón, un peso que ahora la deja caminar más tranquila, dejando el pasado atrás y mirando hacia un futuro prometedor. Definitivamente, ya no volverían a ser los mismos. Bibliografía - AMORÓS, Andrés. Introducción a la novela hispanoamericana actual. Salamanca: Anaya, 1973. - FUENTES, Carlos. En esto creo. Barcelona, Seix Barral, 2002. - MARTÍNEZ-Richter, Marily. La caja de la escritura. Madrid: Vervuert Iberoamericana, 1997. - MARTÍNEZ, Tomás Eloy. La novela de Perón. Buenos Aires: Legasa, 1986. - PAZ, Octavio, El laberinto de la soledad. México: Fondo de Cultura Económica, 1986. ** John J. Junieles johnjairojunieles@yahoo.com Escritor colombiano (Sincé, Sucre, 1970). Es periodista, guionista e investigador de temas literarios. Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Cartagena, y cursos de Periodismo en la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Ha publicado Hombres solos en la fila del cine (novela); El temblor del kamikaze (cuentos), Canciones de un barrio en la frontera (poesía), Temeré por mí al final de estas líneas (prosa poética) y Papeles para iniciar el fuego (poesía). Nominado al Premio Rolex Mentor de Suiza (2003), Premio Nacional de Literatura Ciudad de Bogotá (2002) y ganador de la Beca Nacional de Novela del Ministerio de Cultura (2002). Textos y reflexiones suyos pueden leerse en su weblog (http://johnjairojunieles.blogspot.com) o en su página web (http://espanol.geocities.com/johnjairojunieles/John_Junieles.htm). === Literatura argentina ================================================== === Esa desconocida Julio Carreras (h.) ============================== Un abismo cultural separa las idiosincrasias de los argentinos de Buenos Aires con los del interior, aunque superficialmente se haya convenido un código general de comportamiento y verbalización que permita entendernos. El muro interior La santiagueñidad o no de Lugones y Ricardo Rojas pertenece a un ámbito de discusión a mi entender inútil. Sólo puede obtenerse algún beneficio de tales disquisiciones si se las aplica a esclarecer sobre la existencia de un tipo de literatura propio de la región. No olvido el ríspido intercambio de notas públicas que se cruzó entre intelectuales una de las veces que Mempo Giardinelli me pidió la selección de algunos textos, para difundir en su famosa revista Puro Cuento. En aquella oportunidad había enviado varios trabajos de Juan Bautista Zalazar, un riojano afincado desde su juventud en Catamarca, y la reacción no se hizo esperar. Con duras palabras -aunque esgrimiendo impecable elocuencia-, cierto escritor porteño, por entonces comentarista de la sección Cultura de La Nación, protestó vivamente contra la inclusión de Zalazar en tan ancho espacio, que según su criterio resultaba así desperdiciado. Quedé sorprendido cuando llegué a un párrafo donde el hombre decía no entender "ni una jota" de los cuentos publicados, admonizando además acerca de la inconveniencia de incluir en tal revista "literatura experimental". Los cuentos de Juan Bautista Zalazar eran breves, perfectas piezas de composición poética, en los cuales cada palabra había sido engarzada en el hilo conductor con la misma sacritud y paciencia con que -imaginaba yo- el mejor orfebre del siglo XVI elegía y engarzaba las perlas en el cordón de oro con el cual fabricaba un collar destinado a la reina. Agregándole a eso el fuego espiritual de un Greco, un Goya o un Zurbarán, condición necesaria para que el trabajo técnico de un artista alcance estatura trascendente. Por otra parte, Zalazar era un individuo ideológicamente conservador, que cultivaba un respeto militarmente estricto por la gramática. ¿Qué había hallado de "experimental" y cuáles habían sido las proposiciones que "no entendía" nuestro porteño lector? Como un rayo me asaltó la explicación casi al instante, y ella me dejó tan asombrado como la afirmación original. Este hombre, este argentino de Buenos Aires, este especialista en cultura, no entendía los cuentos... por la sencilla razón de que los había escrito un hombre del interior. Lenguajes distintos Recién en estas circunstancias se tiene conciencia del abismo cultural que separa nuestras idiosincrasias, aunque superficialmente se haya convenido un código general de comportamiento y verbalización que permita entendernos. Dos universos se han ido desarrollando desde los lejanos tiempos en que el Obispo Vittoria bendijera la primera exportación de productos industriales rioplatenses desde Santiago del Estero, y el puerto decidiera bajo coleto independizarse del resto de América indohispana. Uno, místico, mítico, intemporal, casi indiferente al devenir externo, lanzado obsesivamente a los vuelos abisales de lo inconsciente, cultor del barroquismo en las sensaciones y el lenguaje. Otro eficiente, exterior, agudamente medido por la cronología, melancólico, angustiado, bello en su manejo exacto del lenguaje racional. Un muro más permanente que el de Berlín separa a estos dos grandes grupos de argentinos, muchos de ellos hasta parecidos racialmente, pero cuyos cerebros designan con diferentes sentidos y alcances casi cada aspecto de sí mismos y su alrededor. De ahí entonces que cuando aparece en Buenos Aires un escritor como Juan Bautista Zalazar -por otra parte genial- despierte desconcierto, o visceral repudio como el descrito por el mencionado periodista (en el cual como ingrediente externo podía mencionarse el de que sus propios cuentos hubieran sido previamente rechazados por los editores de Puro Cuento). Establecer puentes Debido a esta realidad casi ignorada hasta hoy, por causa de que la industria editorial ha girado solamente alrededor de la capital, me atrevo a decir que la mayor parte del potencial literario argentino permanece actualmente oculto a los ojos del mundo exterior. Talentos tan grandes como el de Zalazar, o Juan L. Ortiz -"descubierto" por círculos refinadísimos debido a su trascendencia en ámbitos mundiales como París, o hasta en la China-, pasan su vida creando grandes obras en el más absoluto anonimato, muchas veces con grandes dificultades para solventarse económicamente junto a sus familias. Aparte de la injusticia que esto constituye desde el punto de vista moral y económico, se desperdicia también el inmenso caudal de conocimientos novedosos que podrían aportar estos intelectuales al ámbito literario nacional, casi siempre dominado por rimbombantes caretones de quienes nadie se acuerda luego de pasar algunos años. Entonces, una política cultural coherente hoy debería consistir en establecer puentes, sólidos, permanentes, entre la literatura de Buenos Aires y la del interior. A través de encuentros, planes editoriales, intercambio de conferencistas y proyectos en común. Pues una de las mayores causas de esta crisis espantosa por la que hoy atraviesa nuestra nación, no cabe duda, es la existencia de este gigantesco, infranqueable muro metafísico interior, separando abrumadoramente e incomunicando a los pobladores que la habitan, a un lado y otro de la General Paz. ** Julio Carreras (h) julio.carreras@gmail.com Escritor, músico y pintor argentino (Santiago del Estero, 1949). Estudió pintura y música desde pequeño y en su juventud tocó la guitarra eléctrica en conjuntos de rock. Escribió en el diario El Liberal y trabajó como periodista en las revistas Posición (Córdoba) y Nuevo Hombre (Buenos Aires), además de trabajar como corresponsal en Córdoba del diario El Mundo (Buenos Aires). Militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores, en 1976 fue hecho prisionero por la dictadura, junto con su esposa, en San Francisco de Córdoba. Tras siete años de prisión, desempeñó diversas actividades culturales. Editó la revista Quipu de Cultura y fue director del suplemento "Cultura y Educación", y más tarde jefe de editoriales, de El Liberal. Tras una experiencia fallida como impresor dirigió el diario en línea Pantalla de Noticias y fue coordinador general de la Asociación de Periodistas de Internet. Escribe para varias revistas y medios, en papel e Internet. Terminó de escribir 5 novelas, 2 libros de cuentos, uno de poesía y otros textos. Una de sus novelas fue traducida y editada en Italia. Mantiene su blog en http://tinkunaku.blogspot.com y una página personal en http://juliocarreras.galeon.com. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Sobre manipulación psicológica Oswaldo Roses ===================== 1. El dogmatismo El ser humano, una vez que vive en sociedad, no puede ser libre, en cuanto a que está sujeto a leyes y a éstas las protege un Estado o un poder organizativo que, socialmente, siempre existirá. Por eso piénsese: esa supeditación permanecerá porque a toda organización social le es inherente un orden activo que, sin tregua, es ejercido de unos sobre otros y, por representar el poder, de esos primeros sobre ellos mismos -aunque con más libertad, ya que ellos deciden las leyes que salvaguardan sus privilegios. Desde luego, el poder tal como es se engendra así como dogma: en pro de beneficiar "siempre" a los que se encuentran vinculados a las instituciones y, al resto, en la medida en que se pueda. A unos "siempre sí" de una forma incontestable; en cambio, a aquél, a ése, en algo, en la medida que él se deje ver o pueda presionar o pueda escandalizar públicamente a esos que "siempre sí". El dogma es lo que se resiste a presentar cambio o progreso ante la razón; y, en cuanto se trata de algo referente a la costumbre o a la fe más se resiste, más se retuerce obsesivamente hacia un único fin. Con esas premisas, la sociedad se vaticinará -mientras exista- en suma para ser sociedad con leyes; sin embargo, han de modelarse y evolucionar de una manera tan proporcional como la sociedad en sí misma cambia. Si no, heredará o arrastrará sus injusticias; pero, ahora, frente a un portento más evolucionado de la razón, por lo que ésta puede acostumbrarse a justificarlas, a vivir con ellas, a consentirlas, a dogmatizarse o ser seudo-razón. Sí, ya sabemos que un científico en este tiempo descubre racionalmente algo -utilizando por fuerza la razón que otros le han facilitado-; no obstante, sólo es razón escindida si prescinde de una coherencia. La razón que adquiriría un adolescente con el aprendizaje de todas las nuevas técnicas de la manipulación genética entregado en su "torre de marfil" para unos beneficios "inculcados" o dogmatizados porque, del mismo modo que no se comportaban plenamente racionales los médicos que trabajaban para los nazis o para otras causas erróneas -aunque lograsen descubrimientos científicos-, en la actualidad intelectuales hay que se hallan alineados para sobreproteger, para sobrealimentar, para justificar ciertas conveniencias racionales o un adoctrinamiento. Incluso durante la Restauración francesa (1814-1830) por intenciones de Royer-Collard y partidarios (Guizot, Rémusat, etc.) se adoctrinó el liberalismo contra el absolutismo, cuyos resultados convenían en verdad directamente sólo a una parte del pueblo o a la burguesía; pero, sin duda, demuestra eso que es una constancia, que el dogma es y será utilizado con todos sus variantes: para una religión en donde unos se enriquecen desmedidamente con él y para un movimiento social -como el marxismo- en donde se acaba al final disolviendo la posición crítica o la razón (1). Hoy en día lo que ocurre es que la mayoría de los intelectuales -la mayoría que no quiere decir todos- se saturan de información y no la eligen, o no saben elegirla en tanto que el corporativismo o la omnipresente "grupalidad" ya les delibera o les especula todo lo que tiene que ver con "una" línea en concreto, así que sugestionados por tal "linealidad" en su amplia extensión superflua no atienden sólo a la razón -con una exigida independencia- venga de donde venga. Eso es, no asumen un código ético de... reconocer lo que es racional, advirtiéndolo y valorándolo en su justa medida. No es extraño el darse cuenta de que un intelectual o un científico ahora suele decir antes "trabajo en ese proyecto" o "empresa" -lo cual le dará prestigio- que "trabajo para la ciencia" o "por una coherencia". Por ello, en todo caso, lo que se debe evitar -y bien- es cualquier dirigismo en contra de la razón o de la censura. El intelectual -porque sea coherente- tiene el imperativo moral de denunciar los abusos de poder que benefician o engrandecen a unos pocos, las medidas de autoridad inservibles u opresoras, la "unipersonalidad nacional" o un exceso de patriotismo que aúna los odios para el aislamiento social o para la guerra. En claro, el odio de una persona no llega a ninguna parte -no es tan relevante-, empero, un odio social sí escudándose o ayudándose de muchos para desestabilizar un país a favor de la crispación, de la violencia. Aquí, en el mundo, las leyes ejercidas deben ser leyes prácticas, no leyes divinas o sublimadas por el capricho de cuatro iluminados para la alineación o para la manipulación irracional; luego lo supremo será el derecho facilitado o permitido -distribuido-, la dignidad humana -para cualquier poder en el contexto ejecutivo- conforme a que lo íntimo no se impone, como se sobreentiende con el arte o con el ideal político. He ahí la base: el antidogmatismo, la concepción responsable de que existen seres humanos iguales en derechos con la necesidad, sobre todo, de recursos prácticos, no de dogmas. En derredor nuestro, el dogma se nutre de la sinrazón, del "porque sí" irracional, de la justificación injustificable, de la sensiblería útil a la censura y no al sentido crítico, de la hipocresía, de la inculcación del miedo o del amor ficticio -el de moda que responde a unos cánones que incentivan la marginación-, de la mentira. Al dogma, a ultranza, le agrada el quietismo, la optimación manipuladora, el "todo va bien", el "Dios lo ha querido así", la resignación. En lo más íntimo -cuando se impone- provoca la ignorancia puesto que, por definición, significa restringir la razón, acotarla (mientras que el conocimiento -o la razón- descubre, el dogma se paraliza, fija y, así, encubre o tergiversa lo demás). Aposta, el dogmático, después de demostrado un error -o una sinrazón- sigue con él y, encima, sigue con el truco de "tengo la conciencia tranquila" (ningún sinvergüenza poderoso renunció a recurrir a este truco), por lo que infunde mentiras, confunde, porque sin dogma, sin él, pierde imagen o pierde el prestigio adquirido con... seudosantismo. Y es que la razón cuesta mucho el defenderla en detrimento de simpatías o de máscaras (¿cómo responder con conveniencias y no con lo que se debe decir guste o no guste?), pues, al instante que se usa ya choca contra el quietismo de uno, contra el chovinismo de otro, contra el involucionismo religioso de un asceta o contra el ideal de "superhombre" de tal o cual inoportuno sabiondo. En eso, si uno demuestra algo con bastantes pruebas, para el corporativismo de turno aferrado al error no importa nada: servirse de lo más miserable dialécticamente -o con la censura- es su fuerte. Claro, con la imagen y con el prestigio miserable celebran sus fiestas de sinrazón demasiados intelectuales y... ¡a callar! Quienes se esfuerzan sólo y únicamente con la demostración, ¡a callar! Sin tapujos, la coherencia con censuras es nada, así de sencillo; por razón de que sólo le es válida la razón, no la confusión, no el amiguismo, no la sugestión, no la influencia mediática, no la presión del "¿qué dirán?", no el chantaje económico, no el seguir un proyecto doctrinario, no lavándoles caras y caras a maestros al margen de una plena disposición racional. Porque, sí, hablan demasiados ya de ecología, pero se gastará hasta la última reserva de petróleo, hasta la última gota: se gastará; hablan y hablan, sí, demasiados, pero se venderá hasta el último coche que se fabrique, o se buscará hasta el último cliente que pueda encontrarse aún por fabricar un coche más: por fabricarlo. 2. Manipulación en concreto de la religión Antes de la aparición de la escritura el ser humano se expresaba -al igual que cualquier otro animal, pues expresaba vida, su nivel de conciencia de vida- gesticularmente con su cuerpo (2), con unos mínimos símbolos verbales y, además, con unas comunes -o menos comunes frente a los demás- actitudes socializadoras; pero cuando se sirve de la escritura en el milenio IV a.C., entonces, guarda sus expresiones, las exhibe y las recupera mnemotécnicamente de un día para otro. Es decir, cultiva -con un método o a partir de un método, con un sistema- su expresión verbal; es decir, desarrolla su expresión social (3); es decir, se motiva -surge la intención social- al comprobar que trasciende lo que conoce -que ya no es para sí- o que es valorizado más allá de él mismo. La escritura, por eso, supuso el decisivo estímulo intelectivo en su inherente orden social -no individual- porque la evolución aquí comportara una amplitud de conocimientos sobre el medio; conocimientos que "ahora" se complementaban, que se aunaban favoreciendo, sí, una inesquivable capacidad de comunicar expresiones más conscientes: por constituir el conocer en su desarrollo una responsabilidad, pues sólo a través del conocer más sobre algo se adquiere más responsabilidad, más dependencia cognoscitiva sobre ese algo. Sin embargo, si el dolor se encuentra apegado -por consecuencia- a lo más elemental que vive -puesto que sólo en cuanto se destruye le afecta-, el ser humano no puede evitarlo en su ya nueva determinación consciente y, por ello, se duele, siente la soledad y la necesidad de contrarrestarla con la búsqueda del principio demiurgo de su existencia; claro: vinculado a un sentido antrópico de ése. El ser humano, que es el que "se duele", elige primero el remedio para sí, no precisamente para el Universo debido a que, él, necesita una devoción hacia algo que no sea humano -y sí permanente-, hacia algo que sí importa, hacia algo que identifica... humanamente. El hecho es que la religión es connatural a la conciencia y los "dioses" habitan en la misma naturaleza que conoce el ser humano y, por ende, ya desde el principio simbolizaban el cielo, el Sol, el mar, el bosque, etc. No obstante, ocurrió algo que transformó la religión; alrededor del año 1000 a. C. nace en la ciudad persa de Backtriana el profeta Zarathustra, quien crea el mazdeísmo introduciendo un Poder Bueno atribuido a Ahura Mazda y un Poder Malo atribuido a Angra Mainyu; asimismo introduce los conceptos religiosos de Creación, de Primera Pareja Humana, de Santísima Trinidad, de Diluvio Universal, de Cielo e Infierno y de Libre Albedrío posteriormente utilizados por las religiones monoteístas: por el judaísmo, por el cristianismo y por el islamismo. Para Zarathustra la maldad es un error ante la creación de un ser humano perfecto, puro; un error que debe subsanarse por medio de la "luz" que concede Mithra o su culto (Mithra ya es mencionado anteriormente en la India por los vedas). Pero la religión se dirigía desde donde se controlaba el poder: en las primeras ciudades sumerias el templo era el gran centro productor de riquezas, las cuales administraban unos sacerdotes supeditados a un líder religioso o "Señor". Así que, en el origen, religión y explotación fueron sinónimos, desde luego, correspondiendo al más poderoso la condición más divina -a la que había de obedecer- o que por "ley" ante el cual los demás tendrían que ser sumisos. Y los sacerdotes siempre pertenecieron al más alto rango, a la aristocracia o nobleza, "ninguneando" el dolor de los esclavos en pro de una manipulación precisa para que unos vivieran mejor. Al igual en la religión egipcia, el faraón y sus sacerdotes poseían la bendición segura ante el tribunal de Osiris empero, al resto, se les obligaba a obedecer de una forma u otra: con las abnegaciones o con los sufrimientos necesarios -aunque no reconociendo explícitamente que fueran sufrimientos, porque era... malo, en función de que había que estar contento "hacia fuera" en agradecimiento a los dioses y a los que comían un día sí y otro también por medio de ellos. La religión ideó, especuló y garantizó el sistema de privilegios que aún persiste; y, de hecho, tuvo que imponer un "miedo" o represalia tras la muerte para que todos lo consintieran. El que ofrecía el sacrificio a los dioses de seguida, pues, se veneraba. En los vedas lo preparaba el jefe, el padre de familia con la colaboración de un bramin; éste, un sacerdote especializado en la ceremonia del sacrificio, conocía "especialmente" la concepción panteísta del dios Brahma y, así, poseía los secretos de tal ritual al mismo tiempo que concebía perfecto un sistema de castas. En fin, en el budismo se debía por regla ofrecer también sacrificios a los dioses y obsequios a los sacerdotes, aunque desde la pasividad, desde la no-acción para "no sentir" deseos, desde un estado inmunizado o extrapolado a ciertos sentimientos negativos -o a casi todos- para sentir un supersentimiento positivo y grandioso de paz con una forzada sonrisa eterna ante el nirvana. El budismo, después, mediante la reforma del rey Asoka, permitió el "ilusionismo" dirigiendo al ser humano al ascetismo en el cual, tras ese aislamiento que restringe los deseos mundanos, se alcanza la paz: como una misantropía -y de hecho lo es- psicológica vistiendo o inventando la compasión con sueños o con ilusiones de meditación; es decir, negando -por el bien de todos- el que uno sienta su dolor porque se considerará un error el que lo sienta, ya sea de injusticia o de no tener su divina gracia meditabunda (¡ah!, y la que sienta el dolor de un hijo al parirlo está muy equivocada). Como quiera que se defienda lo indefendible, el reformador Thong-Kaba en el siglo XIV le remitió -influido por cristianismo- al budismo una jerarquía semejante al monasticismo cristiano; con esto, esa religión redentora -como todas- ya cuenta con la adoración imprescindible a un jefe, a un hilo directo con la eternidad, a un Dalai-Lama y, a su vez, a todos sus rituales de meditación propios de él. Siguiendo con las diversas religiones: del mismo modo, en Centroamérica, los aztecas -aunque lejanos- también ofrecían sacrificios -humanos- a los dioses en beneficio de una particular condición guerrera de su imperio; y, en Sudamérica, los incas se guiaron por el poder teocrático de los intereses de su inviolable y supremo Inca. En la religión semítica el culto a Moloch en Asiria requería el sacrificio constante de niños y automutilaciones. En Grecia, el sacerdocio era exclusivo de la nobleza lo mismo que en Roma, en donde empezó siendo un privilegio de los patricios. En los celtas, los druidas impartían la justicia, la enseñanza y la curación desde la adivinación y también desde los sacrificios humanos. En China, el confucionismo deificó al Emperador como "Hijo del Cielo", y el taoísmo inducía a todos para beneficio imperial a la pasividad -al monasticismo-, a la no-acción, ya que la acción debería corresponder a los duendes y a los "genios" de la naturaleza. Así que las clases sociales siempre se originaron por los tejemanejes de la religión (4), pero ésta manipuló el dolor y la insatisfacción -negándola- de los que la aguantaban y les aguantaban las injusticias: recurriendo a unos eficaces estados de positividad que siempre celebraba la resignación o el no hacer nada frente al poder. La manipulación psicológica de los sentimientos, sin duda, ha constituido la verdadera base o apoyo de los que se pasaban la vida aconsejando mientras que ellos se reservaban muy bien sus privilegios u honores sociales; y consistía, bien, en inculcar que los otros sufrían por sus propios errores -ellos no tenían errores-, o sea, que ya en adelante no fueran tontos y se adentraran en la buena conducta que ellos les predeterminaban exterminando sentimientos o reconocimiento de hechos. Lo importante, según los ascetas -y según algunos oportunistas psicólogos modernos- es que sigan unos consejos, que vayan para acá o para allá y, claro, con positividad -que significa sentir lo que ellos quieren censurando a quienes les digan lo contrario al margen de ese positivismo de nosequé. Bueno, otras veces se habla de un equilibrio con la prohibición de sentimientos a unos sí y a otros no, según convenga o según la moda; otras veces de un equilibrio exacto al de la naturaleza -que no puede existir, no, en cuanto que el ser humano conlleva intencionalidad ya sea con una religión o con otra, ya sea con una psicología o con otra, o con una cabeza o con otra-. Pero, ¡ah!, el ser humano es diferencia y reconocerlo como tal, individualmente, es reconocer al momento que depara su diferencia y la imprescindible autodirección de sus propios sentimientos, de su vida. En definitiva, la religión ha manipulado con el conformismo el inconformismo que implicaba -en responsabilidad- sus errores, ha jugado con los sentimientos humanos para conseguir, tras tantas guerras que ha provocado, que aún no sean -de hecho- "todos" considerados como personas con los mismos derechos. Mientras se han muerto de hambre en algún lugar del planeta se les ha llevado imprescindiblemente religión, pero nunca se les ha llevado "por una vez por todas justicia" -eso no les produce tanto negocio o relevancia de poder. Cuando con constancia se multiplican las injusticias dan y darán publicidad a sus actos de bondad -sin embargo, de millones que se hicieron a través de la historia nadie los negoció así- y, al final, el fondo, el objetivo fondo es el mismo, pero descubierto ya un buen protocolo de "lavado de conciencia" que se sabe y se sabrá muy bien vender. 3. La credulidad forzada por los medios de comunicación La mayor parte de la gente no piensa, sino cree a pie juntillas lo que se le dice, insiste en creer y, para ello, sólo elige para informarse sus ámbitos de creencia conformados o establecidos éstos desmesuradamente a través de su vinculación y confianza a una patria -ética, cultural o política. Por eso los problemas no se magnifican o se dignifican en su orden humano, no, en cuanto que sí primero se idealizan en un orden corporativo, de "sois de los nuestros", de compañeros de viaje -para tapar sus errores o sus defectos también-, de identificación y a plena confianza en una consideración grupal (no global) de los problemas. Así, con restricción, no se exponen tan imparcial o independientemente los problemas como humanos conforme a que los medios de comunicación ya sobrevaloran los que en proselitismo se han segregado, se han elegido para -de antemano- favorecer siempre a una parcialidad que, en contraprestación, luego se beneficia de un apoyo incondicional o seguro de una precisa "congregación". En tal juego se mueven, cuando ladra un perro arrastra de inmediato a toda la jauría a ladrar igualmente en una sinfonía de automatismo pertinaz donde no entra ni cabe ni se respeta ni se tolera sólo la argumentación, el pensar, el librepensamiento, el discernimiento, la sensatez, la imparcialidad crítica, la priorización del problema humano, la desintoxicación de prejuicios, el "estatut" de la decencia, etc. Digamos que los problemas, desde ahí, no son los que dice "Amnistía Internacional" por ejemplo, sino la enfermedad mental u obsesión editorialista de los medios comunicativos; de tal modo que como auténticas ratas de la noticia montan, sobredimensionan o dan por hechas conclusiones "catastrofistas" a las que únicamente han llegado a partir de la reacción vengativa frente a un gesto molesto, una tontería, algo que no simpatiza con una patria o bien, simplemente, que no se amolda a una manipulada congregación de corte patriótico. Con esa constante capciosidad -juego sucio- por desgastar al otro, por supuesto que no existe el pensar o el razonar, pues consiste todo en que lo más mínimo sea capaz -con manipulación, claro- de poner nerviosos a unos prosélitos y además sea capaz de infravalorar ante eso lo demás; por lo cual, ¡vean!, se logra que giren las atenciones en torno a algo que no es de primera necesidad el resolver y que a veces es fruto de la pura fantasía -como el presentar el miedo a un problema que aún no existe para crear un rechazo a progresar por cualquier lado. Sin embargo, tal resultado, cuyo procedimiento se halla sacralizado por los intereses mediáticos, condiciona con eficacia el reconocimiento y la aclaración de lo que es estrictamente un razonamiento fundado, coherente, un decir racional y libre limitado sólo por lo que es o impone la realidad, no por susodicha creencia ciega o autómata en la representatividad corporativa, gremial o grupal. Así, los negocios que se mueven alrededor de "sobrealimentar" una estética apoyándose en todo lo que conlleva una moda, justifican miserablemente que ellos no tienen la culpa; cuando nunca, nunca una chica -por ejemplo- que naciera y viviera en un lugar aislado de la sociedad -sólo con su familia-, nunca padecería anorexia; luego es algo indudablemente inculcado, luego es algo que una chica padece ya en cuanto es "bombardeada" por unos intereses mediáticos de la moda, en cuanto ya ve a amigas suyas triunfar con un modelo estético. En otro aspecto, muchas cosas ve el niño como ilusión, sí, pero pasan a ser realidad en cuanto él las imita, las sigue, o sea, las intenta o las hace realidad en su propia vida -porque primero les influye y luego les condiciona. Así los negocios que se mueven alrededor del crearles -y venderles a toda costa- juegos electrónicos a los niños justifican miserablemente que ellos no tienen la culpa; cuando sencillamente un niño, para que estén reservados todos sus derechos de niño, debe estar "controlado" -porque al ser niño se le trata con una educación especial- o defendido de las duras reglas del mercado; luego esos juegos inculcados -muchos de violencia- no deben ser elegidos a capricho por el niño lo mismo que otras muchas cosas. Ellos, mientras, dicen que no tienen la culpa, ¡qué van a decir cuando el negocio les va bonito! Es así, pero el prestigio (una virtud que concede la creencia) amansa y manipula por doquier, ora con el truco de conllevar una "imagen" protectora de un grupo por lo que "publicita" su superioridad y un halago unidireccional-sistemático, ora con el truco de conllevar la "provocación placebo" (aprendido en el pandillismo juvenil y que trasciende como síntoma de inmadurez) para así utilizarse como "defensa propia" -ofensivamente- por mantenerse a toda costa esos reinos de taifas, esos "lindos" decires que, sí, convienen en un aspecto de dislocar, destacar y sobre todo de proteger privilegios por medio de una confianza ciega, más que con la aptitud y la actitud de un ceñirse a la virtuosidad racional, de poner cada cosa en un orden de prioridades: según esté en el contexto ético-responsable, según esté en el contexto de salud pública y de preservación humana, según esté en una disertación científica de causas y efectos, según esté en la libertad de opinión o del gusto o del ideal, según esté en la presión democrática que conciertan o indican los deseos de una mayoría, según esté en la mera aplicación de leyes, etc. Notas 1. En China, la doctrina "Cheng-ming" rectificó los nombres o las palabras para unos objetivos político-religiosos. Para Confucio suponía la base de una reforma social: controlar lo que decían sus conciudadanos. En la Europa del siglo XVII, el jansenismo, exagerando las doctrinas de San Agustín, limitó el libre albedrío a los predestinados por leyes divinas. 2. De forma especial con las manos; ya que las usaba sobremanera y, con ellas, los instrumentos desarrollaban "per se", para él, todo un lenguaje simbólico de poder o de seguridad. 3. El lenguaje es compartido o ayuda a que se supere la inteligencia por "simbiosis" o entre todos los que la comparten. 4. Los fariseos vivían separados de los impuros o se permitió en la India que unos seres humanos, los parias, prescindieran de una consideración humana, como se hizo con cualquier esclavo durante toda la historia. ** Oswaldo Roses oswaldo_roses@hotmail.com Pensador, poeta, narrador y ensayista español (Cuevas de San Marcos, Málaga, 1965). Ha publicado los libros Cantos de sangre (Ediciones Rondas, Barcelona, 1984), La muerte más difícil (Ediciones Torre Tavira, Cádiz, 1994) y Amada, dulce amada (sumario sideral). Ha ganado los premios Ángel Martínez Baigorri, de Navarra, y Encina de la Cañada, de Madrid. Es asesor literario de la colección Torre Tavira de Cádiz, donde ha publicado los plegables La muerte más difícil, Carne de cañón (1996), Soñada luz (1999) y La caja de cristal (2000). Textos suyos han aparecido en diversas revistas de todo el mundo, como Casa de las Américas (Cuba), Repertorio Americano (Costa Rica), Signo (Bolivia), Trizas de Papel (Venezuela) y Los Papeles de Río Seco (España), entre otras. Mantiene una bitácora personal en http://maspolvoenamorado.blogspot.com. === Asedio a lo inasible ================================================== === Libro sin tapas (1), de Felisberto Hernández Gustavo Lespada ===== Si hundo mi mano extraigo / sombra; / si mi pupila, / noche; / si mi palabra, / sed. José Ángel Valente Lo absurdo nace de esta confrontación entre la demanda humana y el silencio irrazonable del mundo. Albert Camus Sin tapas desde el título, adelantando desde el nombre una identidad signada por la falta. Y más allá de la condición paupérrima de aquellas primeras ediciones plagadas de erratas, ejecutadas en imprentas de mala muerte, hay una propuesta de apertura explícita desde el epígrafe de la primera edición, donde leemos que "se puede escribir antes y después de él". Carencia de lo que serían traje y corbata del libro, anunciándose como impresentable ante la prolijidad académica, como si se tratara de un precario apunte: texto de entre-casa. Pero también desprovisto de los límites que materializan las tapas; incitación a liberarse del marco y de los protocolos literarios. Y otra cosa, además de este típico gesto vanguardista, la carencia es un tópico recurrente porque constituye una de las fuentes en que esta literatura abreva. Encontramos en la escritura de Felisberto un uso intensivo de la ignorancia y otras formas de desposeimiento así como una desconfianza radical respecto de las certezas alcanzadas por el conocimiento. Su piedra filosofal reflexionando sobre los humanos, dice: Se ha hecho para los vivos y no para los muertos el porqué metafísico y las reflexiones sobre la vida y la muerte, pero no les hace falta aclarar todo el misterio, les hace falta distraerse y soñar con aclararlo (2). Ya en Fulano de tal (1925) -a los veintitrés años de edad- manifestaba su atracción por lo que se esconde detrás de la apariencia de las cosas, un descreimiento de orfandad más que irónico hacia los circuitos consagrados del sentido común y una pulsión que lo empuja contra los propios límites del lenguaje. En el "Prólogo de un libro que nunca pude empezar" se propone "decir lo que sabe que no podrá decir". Y en "Drama o comedia en un acto y varios cuadros" (Libro sin tapas) afirma: "lo que más nos encanta de las cosas es lo que ignoramos de ellas conociendo algo" (3). Postulación de una poética que se decide por el riesgo de lo otro, eso que acaso las palabras sólo puedan aludir, merodear, eso desconocido y oscuro, contracara y sustento del mundo luminoso. Y así lo reformulará más adelante, en los comienzos de Por los tiempos de Clemente Colling (1942): (...) tendré que escribir muchas cosas sobre las cuales sé poco; y hasta me parece que la impenetrabilidad es una cualidad intrínseca de ellas; tal vez cuando creemos saberlas, dejamos de saber que las ignoramos; porque la existencia de ellas es, acaso, fatalmente oscura: y esa debe de ser una de sus cualidades. Pero no creo que solamente deba escribir lo que sé, sino también lo otro (OC, I, 138). Esta inquietud por el misterio y lo indecible revela una temprana preocupación por el alcance de las palabras, por el fluir del sentido que nunca concluye, por lo inefable: la invocación de aquello que aún no tiene nombre. Si sólo en lo desconocido canta la poesía -ha dicho Gelman-, Felisberto nunca cae en la servidumbre de proporcionar explicaciones totalizadoras e innecesarias que sólo resbalarían por los agujeros de lo no dicho, sino que esgrime sus pedazos discretos, sus imágenes incompletas, fragmentarias, transidas de incertidumbre y de opacos silencios "reteniendo en la oscuridad lo que sólo puede iluminarse por lo oscuro" (4). La narrativa hernandiana pareciera obedecer a las paradójicas leyes de la lírica que postulan la profana comunión con el universo humano a través de la individualidad más absoluta. Individualidad que diluye los límites del yo, arrojándose sobre lo que aún no es para hacerlo ser, con la morosidad de una escritura que brota de intersticios o incisiones practicadas en el fluir temporal, y que -al expandirlo- promueve una forma diferente de percibir el tiempo. Regodeo ambiguo y perverso que se deleita en materiales humildes, insignificantes casi, instalándonos en otras formas de evaluación y de mensura. Sus protagonistas son seres extraños que no pertenecen a ningún lugar, nunca terminan de comprender y mucho menos de dominar las situaciones en que se ven arrojados, resultan incapaces para la acción y a veces hasta de articular una respuesta racionalmente adecuada. Desde los primeros relatos aparece esta falta constitutiva, este desfase agónico de existencias a la intemperie, esta insatisfacción visceral que a su vez suele provocar la -tantas veces señalada- escisión o desdoblamiento de sus personajes. Felisberto es como un pintor vanguardista renegando de simetrías y concordancias, que en lugar de pincel utiliza al lenguaje para cuestionar la equivalencia entre ese mismo lenguaje y el mundo. Pulsión por un vacío que pareciera prefigurar la muerte, pero que también se comporta como segregación contra la muerte. Despojamiento ante la página en blanco, pero también exploración en el misterio de lo no dicho. Y es aquí, en la caída que implica la imposibilidad de concluir la incierta misión -se evitan los finales catárticos o pedagógicos-, es en ese vacío subterráneo de la escritura de Felisberto donde lo indecible comienza a decirnos algo. La fragmentación es fundamental en esta narrativa, los miembros cercenados por la focalización del relato o la autonomía que cobran ciertos estados de conciencia respecto de la integridad y dirección del yo, como partes del ser que se desplazaran de manera independiente y hasta desafiando la voluntad organizadora del individuo. Blanchot ha caracterizado al fragmento como un sustantivo que conserva fuerza de verbo, en tanto remite a la acción violenta que se ha ejercido sobre alguna integridad previa, como la hoja arrancada remite al libro mutilado. Pero también, dice Blanchot, en el fragmento hay una fuerza incitadora a lo porvenir, hacia lo que aún no es o se encuentra en estado larvario, instigación no sólo hacia la pérdida entonces, sino a una forma más auténtica de residir en el extrañamiento, una manera de habitar sin hábito (5). En varios relatos de Libro sin tapas y La cara de Ana (1930) aparece el misterio como un componente irreductible de lo cotidiano, así como las primeras manifestaciones de la focalización descentrada, la fragmentación del cuerpo y la animación de los objetos. Dicho de otra manera, lo que comienza a consolidarse por aquellos años en el estilo de Felisberto es la imposición subjetiva y ficcional sobre la exterioridad objetiva: el narrador-personaje no exhibe una percepción del mundo real exterior, sino que proyecta su interior (como actividad asociativa, deseante y transformadora) en el afuera, invirtiendo los supuestos expresivos del verosímil realista basados en la concepción de transparencia del lenguaje, al tiempo que persiste en la búsqueda de un yo nunca asimilado totalmente al cuerpo físico ni al pensamiento. Veamos un pasaje de "El vestido blanco", un relato de Libro sin tapas: Los momentos más terribles y violadores de una de las posiciones de placer, ocurrían algunas de las noches al despedirnos. Ella amagaba a cerrar las ventanas y nunca terminaba de cerrarlas. Ignoraba esa violenta necesidad física que tenían las ventanas de estar juntas ya, pronto, cuanto antes. En el espacio oscuro que aún quedaba entre las hojas, calzaba justo la cabeza de Marisa. En la cara había una cosa inconsciente e ingenua que sonreía en la demora de despedirse. Y eso no sabía nada de esa otra cosa dura y amenazantemente imprecisa que había en la demora de cerrarse (O.C., T. 1, 32-33, las itálicas son mías). He resaltado aquellos términos (adjetivos, verbos y construcciones) que considero en desfase respecto de lo narrado; como si fragmentos de un discurso del deseo (y hasta con visos de obscenidad) se intercalaran, impregnando e interfiriendo la descripción de la escena. O como si el relato siguiera la lógica del desplazamiento onírico, donde el episodio soñado siempre remite a otra cosa. Observemos que se habla de "posiciones de placer" y como el calificativo "violadores" recae sobre el momento de la despedida, acto diferido en el tiempo cuya consumación nunca se alcanza. Pareciera que la zozobra por el deseo no satisfecho y las expectativas de la conquista se transfirieran a los objetos -en este caso a las ventanas entreabiertas-, en los que se coloca esa urgencia, "esa violenta necesidad física" de la unión, de juntarse ambas hojas, en tanto que las imágenes visuales con que se registra la percepción de la exterioridad aparecen signadas por adjetivaciones de una profunda subjetividad y encuentran su límite en el "espacio oscuro" de la ventana de Marisa. El extrañamiento que provoca su lectura es el equivalente al que suscitaría un relato de fuerte contenido erótico al que se le hubieran sustituido los actores por objetos inanimados. En "La casa de Irene" -otro relato de Libro sin tapas- el narrador cuenta que la muchacha no es nada extraordinaria, es una de esas personas que podríamos calificar como "simpáticamente normal: es muy sana, franca y expresiva; sobre cualquier cosa dice lo que diría un ejemplar de ser humano". Sin embargo, en su misma espontaneidad reside su misterio. Al avanzar el relato, este misterio será atribuido a esa especial relación de Irene con las cosas, pero nunca resuelto. Cuando toma en sus manos un objeto, lo hace con una espontaneidad tal, que parece que los objetos se entendieran con ella, que ella se entendiera con nosotros, pero que nosotros no nos podríamos entender directamente con los objetos (O.C., T.1, p. 39). Esta percepción distorsionada de los objetos que rodean a Irene, en tanto se les atribuyen propiedades humanas como la intencionalidad, proporciona un camino analógico -como el que proponían los poetas simbolistas- para acceder al intraducible encanto de la joven y una perífrasis sobre los sentimientos del yo-narrador que, durante una sesión de piano, nos cuenta: La silla que tomó para tocar era igual de forma de la que había visto antes pero parecía que de espíritu era distinta: ésta tenía que ver conmigo. Al mismo tiempo que sujetaba a Irene, aprovechaba el momento en que ella se inclinaba un poco sobre el piano y con el respaldo libre me miraba de reojo (p. 41). El protagonismo de los objetos que rodean a la joven produce el "misterio blanco" que se irá diluyendo al consumarse la seducción y, como este misterio era el verdadero motor de la escritura, al desaparecer, el relato se detiene. Estos mecanismos de extrañamiento han sido frecuentemente confundidos con los de la literatura fantástica, pero en tanto que el género fantástico pone de manifiesto un escándalo, una irrupción sobrenatural capaz de provocar espanto en el mundo real. Como lo ha definido Roger Callois en su clásica caracterización del género, lo fantástico es una agresión porque provoca una ruptura de la normalidad, implica un choque de mundos inconciliables (6). En cambio, en estos relatos la otredad se halla levantando las fundas de los muebles, en las manos de una mujer o escondida en el interior de un atado de cigarrillos, es decir, aparece naturalmente sobreimpresa a nuestra realidad cotidiana. Parte de la crítica le ha atribuido, sin embargo, la característica de siniestro o fantástico a estos relatos, basándose en categorías psicoanalíticas referidas a situaciones en que hay "duda de que un ser aparentemente inanimado sea en efecto viviente". Entiendo que esta animación de los objetos en Felisberto no es fantástica porque proviene de la percepción -del personaje- totalmente desprovista de terror o siquiera de asombro, y que parece obedecer a una expansión del sujeto narrador más ligada a una concepción dinámica e interactiva de la realidad que a la de un mundo ajeno y amenazador (7). En un relato breve de La envenenada (1931), que se titula "Hace dos días", enunciado desde el seno de las convenciones sociales, los sucesos y el registro mental que tenemos de ellos, otra vez la carga subjetiva se dispara a partir de una relación amorosa. Concluye así: ...después que estuve en el escritorio y quise escribir, después que sufrí la traición de lo lento y lo medido; entonces, después, al mucho rato, pensé suavemente en ella y en mí: me imaginaba cómo sería cuando nos diéramos el primer beso, cómo sería de ancha su cara cuando yo estuviera hundido en ella, y cómo sería el silencio de alrededor de ese beso (O.C., T.1, 87). Nuevamente la figura disolviéndose en el fondo: el foco de la cámara narrativa busca el margen como si en ese silencio residiera el sentido del beso. Ese silencio es el blanco necesario en tanto soporte del protagonismo de la escritura, una escritura siempre en deuda, siempre insuficiente como todo acto humano. Ese silencio es también el misterio de la existencia que se nos escapa. Ese silencio representa lo que ninguna consumación habrá de colmar ni calmar nunca, ese silencio, en suma, expresa toda la expectación y lo inefable del deseo, porque si pudiera ser dicho dejaría de serlo, ya que el deseo siempre es asedio a lo inasible. Notas 1. Felisberto Hernández, Libro sin tapas (1929), en Primeras invenciones, Montevideo, Arca, 1969. 2. Felisberto Hernández, "La piedra filosofal", obra citada, p. 39. 3. Felisberto Hernández, Ob. cit., p. 59. 4. Maurice Blanchot, El espacio literario [1955], Barcelona, Paidós, 1992, p. 218. 5. Maurice Blanchot: "Palabra de fragmento", en El diálogo inconcluso (1969), Caracas, Monte Avila, 1993 (p. 481). 6. Véase el prólogo de Roger Callois a su Antología del cuento fantástico (1967), Buenos Aires, Sudamericana, 1970, p. 8. 7. Véase, Roberto Echavarren: "La estructura temporal de la experiencia en El caballo perdido", en Revista Escritura, año VII, Nos. 13-14, Caracas, ene-dic, 1982, pp. 95-109. ** Gustavo Lespada gustavo.lespada@osde.com.ar Investigador argentino (1953). Licenciado en letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA, http://www.uba.ar), doctorando sobre la obra de Fesliberto Hernández y docente e investigador de la mencionada casa de estudios. Ha publicado Naufragio (poesía; Buenos Aires, Libros de Tierra Firme, 2005), Esa promiscua escritura (ensayo; Córdoba, Editorial Alción, 2002) e Hilo de Ariadna (poesía; Buenos Aires, Ediciones Último Reino, 1999). Coeditó una antología crítica de Noé Jitrik, Suspender toda certeza, con Gonzalo Aguilar (Buenos Aires, Editorial Biblos, 1997). Textos suyos han sido incluidas en diversas publicaciones colectivas como Violencia y silencio; literatura latinoamericana contemporánea (edición de Celina Manzoni, Buenos Aires, Corregidor, 2005), La fugitiva contemporaneidad; narrativa latinoamericana 1990-2000 (edición de Celina Manzoni, Buenos Aires, Corregidor, 2003) y Las maravillas de lo real (Noé Jitrik, compilador, Instituto de Literatura Hispanoamericana de la UBA, Buenos Aires, 2000), entre otras, además de varios artículos y estudios editados en revistas especializadas de Uruguay, Estados Unidos, México y Argentina. Es miembro del Consejo de Redacción de la revista Enclaves, editada por el Departamento de Docencia del Hospital Borda (Buenos Aires), y de la revista virtual Everba (Berkeley, Estados Unidos, http://www.everba.org) desde diciembre de 2003. Ha participado de numerosos congresos nacionales e internacionales sobre literatura, teoría literaria y de carácter interdisciplinario. Ha recibido el premio Juan Rulfo 2003 en la categoría ensayo literario por su trabajo sobre Las cartas que no llegaron, de Mauricio Rosencof; además fue distinguido por la Honorable Cámara de Diputados de Argentina en reconocimiento a su labor profesional en el campo de la cultura (2004), finalista del Premio Continentes 2004 de Poesía "País de las Nubes" (México, 2004) y premiado por la Academia Nacional de Letras del Uruguay en 1997 por un ensayo sobre Nadie encendía las lámparas de Felisberto Hernández. ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** La creación de Sócrates Ignacio Aragües y Oroz *** Dos poemas Dolan Mor *** Las ventanas María Candel de Puerta *** Poemas Jocelyn Pimentel Rodríguez *** Espejismos Marianela Alegre *** Poemas Álvaro Ancona *** Un día de pesca Antonio Senciales Pastor *** Tres sonetos Gonzalo Luis Torres Hernández *** Cuento de la eternidad María Fernanda Silvente *** Poemas Yvette Guevara-Dedaj *** Dos cuentos Aldo Roque Difilippo *** Con anteojos negros Ángeles Charlyne *** Historias para no ser contadas María de Lourdes Javier Rivera *** Sonetos Beatriz Badaui *** Amor secreto Guillermo Cornejo *** Poemas Rubén Jiménez González === La creación de Sócrates Ignacio Aragües y Oroz =================== Lo oí una sola vez, o dos veces. No habrá pasado mucho tiempo, pero de todas formas mi memoria ya perdió los mejores pasajes del poema. Teníamos en ese momento nuestros talleres privados de lectura y escritura, en los que existía la implícita promesa de que nunca divulgaríamos nuestros textos. Hoy, sin embargo, ese poema es tan irrecuperable como quien lo escribió y yo, con culpa y sin originalidad, quisiera narrarlo. Se titulaba, según creo, Fragmentos del último escrito de Platón. Los detalles que olvidé puedo fingir recordarlos. Hoy, los imagino así: Las primeras líneas sitúan la acción en una casa ateniense; intuitivamente, puede adivinarse que se trata del siglo V o IV antes de Cristo. Uno a uno, se van dibujando los objetos, los muros difusos, los sillones de madera, las tenues antorchas, las figuras de unos veinte hombres silenciosos a los que la noche halla, desoladora, sentados en círculo en la sala. No se hablan, la comida permanece en su lugar, sólo algunos beben vino. Los rostros permanecen en penumbras; las miradas -cargadas de ira, de tristeza, de perplejidad- no se cruzan. Alguien se lamenta en los pasillos. Afuera tal vez llueve. Alguno de los hombres comienza a hablar, los demás están llenos de preocupación. Cada uno, a su manera, recuerda al maestro, al amigo que esta tarde ha perdido. El viejo andrajoso y soberbio de Sócrates, encarcelado en las prisiones atenienses; Sócrates, sucio y humillado, acusado de ateo y de corruptor de los jóvenes. Aquel sabio que les había mostrado una manera nueva de ver el mundo, atrapado por los jueces entre dos terribles opciones: la cicuta o el exilio. Habla alguien -quizás Aristófanes- y otro de los presentes, muy borracho, le replica de mala manera. Comienzan a discutir a los gritos hasta que los demás se levantan para separarlos, lanzando exclamaciones ellos también y apartándose los unos a los otros; pronto todo es un caos de siluetas que no se distinguen, de brazos, de rostros, de ojos. Los esclavos se asoman desde los pasillos sin saber qué hacer, la comida cae al suelo, una vasija se rompe en un estallido. Un viento húmedo y helado llega de afuera apagando las antorchas. Algunos tratan de poner orden, pero ya la confusión es absoluta y no hay quien esté dispuesto a entrar en razones. Sócrates, el viejo infame, había destruido en su elección todo lo que les había enseñado. Entre el veneno y el destierro él había escogido, cobardemente, el destierro. Todas sus enseñanzas se habían convertido en nada, y ellos mismos, sus discípulos, en imbéciles engañados por sus mentiras. Los hombres siguen discutiendo. Peligra el futuro de la sabiduría occidental, pues sus bases parecen esfumarse. Sócrates, el predicador más importante de la historia europea hasta entonces, el padre de la filosofía, enemigo del poder y de los hipócritas, líder de los jóvenes, sabio revolucionario; Sócrates, que parecía prefigurar en la suya mil historias futuras, lo ha arruinado todo por simple cobardía. Entre las dos opciones, tomó justamente la que los jueces esperaban que eligiera, la más egoísta, prefiriendo recorrer desde ahora las inhóspitas ciudades de la Hélade. Esta noche nadie es capaz de comprenderlo. Sócrates acaba de rechazar la leyenda posible. Se ha declarado culpable ante los jueces o se ha declarado inocente, eso ya no importa. Ahora sólo queda la humillación, y la discusión que continúa hasta que los hombres se cansan y vuelven a sentarse, en silencio o murmurando, o hablando en voz muy baja, incapaces de aceptar la inconcebible traición, sabiendo que ya no hay soluciones ni vuelta atrás posible. Súbitamente, uno de los más jóvenes -quizás el mismo Platón-, se incorpora y propone una solución tan desesperada como imposible. Parece tranquilo; tal vez le haya sido dado entrever todo lo que hay en juego esta noche. Los demás lo oyen y, resignados, borrachos, enloquecidos, comienzan a aceptar lo que propone. Desde esta noche ya no mencionarán a Sócrates. Ya no, por lo menos, al Sócrates que conocieron en el ágora y que los embelesó con sus palabras. Desde ahora, sólo se referirán a una figura mítica, a una figura posible. Los hechos podrán imaginarlos. El Sócrates verdadero sólo vivirá algunos años y finalmente morirá, ignoto. El que esta noche han preferido y han creado ya está muerto. Esta tarde ha bebido -pese a los ruegos de sus discípulos- el imposible veneno con dignidad y con valentía. Los hombres pactan. Se ponen de acuerdo sobre las cosas que dirán y sobre las que no, alguno sugiere quemar los escritos que Sócrates ha dejado, y todos están de acuerdo, porque un ser legendario no puede quedar atrapado por las estáticas letras. Fingirán que esos tomos jamás existieron. Otro hombre, y ahora sí sabemos que es Platón -porque se refiere, en tercera persona, a sí mismo- se propone como traductor de las enseñanzas del maestro. Dice que ya tiene escritas algunas ficciones en forma de diálogo y que podrá hacer muchas más, inclusive, tal vez, una sorprendente apología de Sócrates ante sus jueces, o una triste despedida de sus amigos... Los demás lo aceptan. Más por egoísmo que por conciencia de lo importante que es lo que hicieron, acaban de urdir la figura del filósofo. Sócrates ha sido creado. Comienza una larga historia. Platón escribirá, poco antes de morir, una extensa confesión, imaginada, veinticuatro siglos más tarde, por el poema que yo escuché. De esos Fragmentos, mi recuerdo sólo retiene la última parte, que decía: Con el paso del tiempo, espero, ruego, que todo lo que hoy es veraz se haga olvido... como estas páginas, que no has leído, pues ya mi mano las condena al fuego. ** Ignacio Aragües y Oroz ignacio_aragues@yahoo.com.ar Escritor argentino (Buenos Aires, 1987). Estudiante de letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Su producción permanece inédita. === Dos poemas Dolan Mor ============================================= *** San Petersburgo Viajé a San Petersburgo para hacerle el amor al cadáver lampiño de la niña Edith Södergrand. Quería poseerla siendo impúber, antes de que creciera o se hiciera una bestia enferma que escribía sangre de tos y fiebre al vapor tembloroso de las fuentes, en Peterhoff. Pero sólo encontré las cúpulas de oro y unas calles y abrigos que menciona en sus versos y una niebla de fango como una gelatina dormida en los canales, sobre el agua del Neva. Tuve que conformarme con prostíbulos rancios y con la proyección de una peli, en francés. Más tarde, al regresar del cine -en el hotel- me leí una revista de mujeres desnudas. Hasta que terminé dormido en el sofá, después de masturbarme sobre un ramo de orquídeas. *** Arte poética "No hables en tus poemas del ruiseñor de Wilde, ni menciones amor, perfume, labio o rosa" -me dice en los manuales Ariel Rivadeneira- y yo evito poner en cada verso escrito un ala, algún jardín, la luna de Virgilio, y hasta a veces me niego, sentado en el alféizar, a mirar las heladas del invierno en España, porque queman las ramas de los árboles todos y la niebla me invita a escribir con nostalgia "y ese signo, nostalgia -me dicen los manuales-, es señal del pasado, y se debe escribir sin alma, con estilo, igual que si torcieras el cuello de una garza con desprecio en tus dedos". "Habla de cibernética y de física cuántica, menciona blog, pantalla, correos electrónicos" -me aconsejan los críticos. Y yo sumo las cifras o despejo ecuaciones, digo leyes, neones, sistemas invisibles que arman genios, científicos. También menciono genes, vídeos, ordenadores, y hay instantes, incluso, que hablo sin meditar y construyo asonantes al decir aeropuertos, submarinos, aviones y algún laboratorio (...), móviles, cines, clones. Pero aunque logre versos posmodernos siguiendo los consejos de sabios que hablan de poesía como hablar de la historia, de mercados, teoremas que establecen los pliegues en las cuerdas del tiempo, no he logrado escribir el poema perfecto, e incluso cuando leo alguna línea aislada de Wilde entre las sábanas, y todos mis maestros (con diplomas de masters, y perfil de doctores) se divierten en bares o en los pubs de internet, yo lloro como dama sin remedio y me jode el viejo de Quevedo, y me arriesgo, en la cama, a que digan los críticos en los post o en revistas: "¡qué anticuado y qué griego se volvió Dolan Mor leyendo a los antiguos!, si hasta le creció un día, encima de las cejas (en lugar de la gorra ladeada sobre un piercing), un ramo de laurel... Pero logró dos cosas: pasar imperceptible delante de los hombres, como dijo Epicuro, y escribir con la espalda inclinada en la hoja, sin cederle la mano al influjo variable del tiempo y de las modas". ** Dolan Mor dolanmor@yahoo.es Poeta y narrador cubano (1968). Licenciado en literatura y español. Pertenece a la Asociación de Escritores Aragoneses. Autor de los libros El plagio de Bosternag (2004), Las historias de Jonathan Cover (2005) y Seda para tu cuello (2006). Desde el año 1999 vive exiliado en España. === Las ventanas María Candel de Puerta ============================== Abrid ya las ventanas Adentro las ventiscas y el aire se renueve Quiero huir de los ámbitos calientes y tapiados salir sin compañía por el mundo adelante. Carmen Martín Gaite Cuando murió mi abuelo a mí no me dejó nada y a mi hermana la dejó asomada a la ventana. Copla popular Cuando recuerdo la casa familiar, de mi infancia, busco en mi archivo personal de códigos y vivencias y me doy cuenta de que las imágenes que se formaron permanecen inalteradas, como ese polvo fino, obstinado, que se posaba en los muebles, y que mi madre, más obstinada aun, trataba de desaparecerlo siempre. La casa familiar estaba situada a las afueras de un Madrid que crecía sin remedio, al igual que mis hermanos varones. Eran viviendas para funcionarios del Estado, hechas por un gobierno que hacía sentir a diario que habían sido los vencedores de una guerra fratricida y salvaje. De hecho, todos los habitantes del barrio se volvieron apolíticos de la noche a la mañana para poderlas ocupar. Cada familia había guardado en una caja sus inclinaciones y pensamientos políticos y la habían escondido al final del armario junto con otros secretos familiares. La vivienda era lo que se llamaba por entonces exterior; es decir, tenía ventanas que daban a la calle y otras a un patio interior. Los sonidos y las vistas de las unas y las otras eran totalmente diferentes, como diferentes los mundos a los que se asomaban. Las ventanas eran los puntos de enfoque por los que percibíamos otras cotidianidades; por ellas discurría otra vida a la que no teníamos acceso, sólo un mirar calmo y silencioso nos unía a los demás seres con los que compartíamos unos espacios y un tiempo. Hacia adentro estaban los puntos de referencia que nos comparaban a los unos con los otros; costumbres familiares, imaginería, microcosmos. Las ventanas, como las mujeres, pertenecen al género femenino, especie de metáfora del querer ser, querer estar más allá de lo que nos es permitido; punto de partida hacia los extramuros de nosotras mismas. La casa tenía un patio interior sombreado y grande, comunicaba a tres edificios, de cuatro pisos cada uno, de dos viviendas por piso. Los espacios que se asomaban a este patio eran los más emblemáticos de la casa: la cocina, una sala y el baño; suerte de entrañas de la vivienda. Los olores y las conversaciones como denominaciones de origen de cada grupo familiar eran del conocimiento de los vecinos. Por la resonancia del lugar nos enteramos del embarazo prohibido y oculto de Adela, la hija mayor de la muy devota familia González; de las trifulcas conyugales de los del tercero B; de la soledad forzosa de doña Concha, especie de vademécum andante de chismes vecinales. Las ventanas de esa fachada eran de madera destartalada, la pintura hacía tiempo que había huido de ellas, buscando otros horizontes. Por ahí se escapaban los perfumados olores de los días festivos, las paellas de los domingos, el asado de nochebuena; los caldos calientes para las noches frías de invierno, y como un aglutinante inevitable el olor de la olla donde hervían los eucaliptos para los bronquios de mi madre. Las ventanas de la fachada eran otra cosa, otro mundo aparecía ante ellas; tenían un pretil donde nos apoyábamos en las noches de verano buscando lo que todavía no se nos había perdido. Algunas tenían geranios en macetas de barro, otras tenían canarios amarillos que cantaban cuando les daba la gana. Las persianas de madera pintadas de verde filtraban el calor de la tarde proyectando figuras en la pared con las que nosotros, niños aún, fantaseábamos en las obligadas siestas. La ventana era la frontera entre el mundo interior que se desarrollaba en el espacio cuadrado y restringido de la vivienda, y el mundo exterior que no tenía más límites que la imaginación. Era también la mirada sin inhibiciones que condiciona el poder mirar sin ser visto y poder transitar libremente hacia el objeto deseado. Dalí captó esa mirada que se proyecta hacia el infinito sin trabas en la mujer de Cadaqués, apoyada y en una actitud plácida que mira hacia el mar como principio y origen de un todo. Así nosotros también, como un barco que llega alguna parte, fuimos abandonando la casa familiar. Con el tiempo la expropiaron y metieron en cajas numeradas nuestra historia que aún permanece en algún galpón de Madrid. ** María Candel de Puerta puertacandel@cantv.net Escritora venezolana (Madrid, España, 1952). Ha publicado cartas en el diario El Nacional (http://www.el-nacional.com), donde obtuvo mención especial a la mejor carta de 2005. También ha publicado artículos de opinión en el diario El Carabobeño (http://www.el-carabobeno.com). === Poemas Jocelyn Pimentel Rodríguez ================================ *** a b c diario he estado en este lugar antes: enumerándome en alfabetos de otros hombres sin llegar a ser palabra, siendo sólo un inconexo balbuceo de letras, alejándome de la pila de mi nombre y creyendo tener sinónimos que me multipliquen. tendré que aprender a deletrearme, a no ser sólo murmullo, a no graficarme con tu signo ni pronunciarme sola ante la ausencia de tu palabra inanimada. me escribiré con manos propias sin precisar que tu boca me llame, o tejerme a tu vida entre nudo y voz de entrega. otras lenguas tocarán mi boca para traducirme a un dialecto querido y mi despedida llegada -madeja de tantos anhelos- será sólo tu partida, tu comienzo siempre finito. y besarás bocas de cera, al quererme desterrar, mas, justo entonces verás que no te guardaré en otro: te guardaré en mí, pues yo sí te supe nombrar. he estado en este lugar antes: enumerándome en alfabetos de otros hombres. pero contigo es diferente: ahora, apalabro mi garganta mientras huyo de mi voz. Tú comienzo, yo final, final que vuelve a su encuentro. *** :morfología inherente a tu orden, heme aquí :amoldada a tu espalda recogida de muslos encogida de hombros endulzando unos besos recostada en tu boca. :abierta al deseo en la uve dulce de mis miedos, enrollada, arrullándote, sosteniendo mi lengua en tu aliento. y mi vientre -contigo hecho líquido, hecho líquido hierro. :esculpida y con tus dedos hurgando, desdoblada ya cada estría de mi espacio. tú, caminas senderos alargando el olvido separado de ti, cerrándote a ser, dilatando las sombras que te habitan -una a una- apartando mis piernas adentrándote a verme ajustado a los senos que te erijo en mi pecho. oxigenando razones para amar o no amar. pero estas ahí, sigues ahí :abnegado a mi forma [también]. *** poema para los hombres que no se dejan amar "No tocarte es un silencio en el discurso de tocarte pero es una palabra de la frase de estar mirándote" Ulalume González de León no hay silencios más callados que los de no estar amándote ni palabras más oscuras que las que no te tocan. y se callan mis silencios al amarte sin estar y oscurecen mis palabras porque huyen de mí. Inhalo luz exhalo un verso. y tengo miedo -porque te extingues. *** cuarta catarsis a los hombres invisibles que me leen me abandono en palabras para que te toques con ellas y así sentir las manos ásperas de tus ojos en mi cintura abierta. y mis labios, balbuceados en los tuyos serán tardes rotas en la sombra de tu barba. me reescribo en tu mirada para pulsar aliento como si tu sílaba de eco quedara vacía en mi boca que te toca y no te toca que me toca en lo que tocas. no lo sabes pero leo esa distancia de no cruzar tu centro y eso, me enseña a desnudar mis ojos, a desnudarme de ojos a desnudar los tuyos. tócate. así, me tocarás a mi también. *** crux imissa crucificada, como diosa hecha mujer, aquí me tienes: carne en tu carne y tú, procesión en mi vientre. detenido, avanzas en rito desbocado, al altar de mi primera boca. hacia el camino oscuro y primitivo, como si hallaras salvación en mi centro, en esta longitud accidentada y antigótica, que es más larga que la de mis brazos extendidos. y me recorres y te elongas. y haces montículos. llegas en tu jornada a decifrar el morfo de lo divino. pagano: ¿quién te ha dejado entrar a la casa del deseo? *** eyaculada eyaculada yace la espera y te fumas un cigarrillo, como si cerraras con broche de oro un mal cumplido, consumido ahora en la hora de la llegada. prefieres que algún humo se escape como anillas de tu boca. en gris se escribe la sentencia: has dejado de creer en imposibles. mejor te conformas, cedes, renuncias, tal vez te antoja insistir pero desistes. has decidido que de orgasmos bucales no se trata la vida: de repente sabe amarga y quizás es espejismo ese cuento de que alguna vez, una palabra seduzca de nombres tu boca. eyaculada yace la espera, emasculada en visceral desencuentro: natimuerto el deseo. *** conteo diez dedos han horadado mis ansias: humanos, divinos, pitagóricos mandamientos. ideales y como el nueve de neptuno van rodando por mi cuerpo: tú, la octava maravilla, apocalíptico, como los siete sellos. prediciendo el sexo sentido de mis cinco sentidos en las cuatro estaciones que factorizas en el trinomio cuadrado perfecto de un par de pieles, caderas y labios. simplificando el producto -tan complicado- de nuestros cuerpos en 1. *** solsticio todo mi abrazo se quedó en un beso en las calles desiertas de mis muslos desandados un diciembre cualquiera, en este trópico de isla que se repite. se quedó en la disolución de trampas, en la absolución de miedos. mas mi miedo se meció en tus brazos y en el cruce del olvido tropezó de lleno, y en la esquina adoquinada de la duda edificó tu nombre. de la mano de mi mano estuve, escalando tu recuerdo, indagando aquel calor que alguna vez no fuera ajeno. pues todo mi beso se quedó en tu abrazo, desandado en mis muslos desiertos. y en mis calles nunca se había prolongado tanto la noche como en las de este invierno. ven, como sol de verano y hazte camino de nuevo. *** ars yo vine a leerme de pie a sobrarme de espaldas ante tus ojos atentos. yo vine desprovista de papel a lengüetearte la entrega en salivadas palabras. siéntate a esperar mientras me lees, mientras te leo con mi voz, que es la tuya, en este arrebato corporal con que me pronuncias a escondidas. muérdete la lengua -a que no puedes. déjame masticarte -a que te trago entero. yo me vine desprovista de papel, afilados mis dientes, con la mordida dispuesta y silábica. rabiosa, como el encuentro que se chupa el lengua a lengua en la asfixia del beso. yo vine a leerme de pie a lengüetearte la entrega y si no te gusta, paja. yo, me vengo. *** apalabrada esta caricia desprendida de mi tacto busca dueño. pido paso a la intermitencia de su rostro y beso el peso de algún rastro ileso. huraña, la encuentro en mí como retazo de algún paréntesis. huraño, lo encuentro en ti como retozo de aquel puto final [saboreando el punto final]. *** primer acto aún palpito. y escala mi mano tu pecho y hago las veces de una mirada ligera, amontonada y temblorosa sobre tu púlpito poblado de vellos. y estrujado y húmedo te consumo, me consumes: 34 24 36. *** segundo acto se aglutinan un par de caderas. entonces ya no hay paréntesis, sólo intersección. presumen saber que después del uno llega el dos, mas ninguno sospecha que la geometría de los cuerpos no entiende de números. que decir dos en realidad es decir uno. que de ahí en adelante, para sumar, las matemáticas que fungen como codicia de manos y verbo, en esas, ya no aplican las mismas reglas de la otra. que las medidas se dan según el eje de x se aproxima al eje de y: casi hasta tocarse en la arista invisible del deseo. casi hasta olvidar que el espacio, la distancia entre uno y otro, se minimiza. casi hasta olvidar que para que todo eso ocurra, no hay fórmula fija ni resultado exacto. que por el contrario, las variables son las que determinan cada caricia. y las coordenadas las dicta algo tan perfectamente imperfecto como lo es la dermis que resbala -ahora sudorosa e inversamente proporcional al amor. *** primera lectura de piel quiero leerme despacio, como el trazo que incide con cautela en la faz del grito, o en su murmullo: apaleando las sombras que se inscriben en la voz de mis voces. quiero leerme despacio, destilar el invierno de la ausencia, saborear el momento en que la lengua toca al labio y cálida, remueve la sílaba, y saliva la palabra al dispensar tu nombre en el mío. quiero leerme despacio con la viscosidad de dos cuerpos enhebrados, tejidos al verbo. quiero leerme, para escribirme y pronunciarte conmigo, a solas. *** grito enmudeció la calma. por instantes se coló alguna pretensión de silencio y escribió con boca cerrada los ojos del hambre. [pero tus manos probaron saber mis coordenadas de voz en su tacto y como un hilo, agudo y tierno, recóndito como mi vientre, concluyó nuestro encuentro]. *** mujer en rojo en esta casa en que todo sobra habito ajena a tocarte y en vilo de entrega me olvido de las paredes: sólo recuerdo mis pasos, que siguen la huella de un rastro de beso. y en ese beso tú y en ese beso yo: los dos, desandados en los pasos que ando andada en el suspiro que respiro en este aire [tan inquieto, tan denso, que pesa pensar en ti]. *** humedad llueve: y se disuelven las sales y como gota de lluvia te derramas en mí. llueve y el final se desvela humedecido en silencio, en aquella carta donde corre la tinta de una palabra que jamás leerás. y llueve. llueve adentro y el día llueve conmigo, sin ti. y las horas lloviznan tu ausencia hasta hacerse mar [y ya tanto mar no basta, mas llueve]. ** Jocelyn Pimentel Rodríguez jocelynpimentel@hotmail.com Poeta puertorriqueña (Santurce, 1980). Posee una maestría en arquitectura de la Universidad de Puerto Rico (UPR, http://www.upr.edu). Figuró como finalista en el Certamen de Poesía Olga Nolla 2005 del periódico El Nuevo Día (http://www.endi.com). Colaboró en la elaboración de numerosas publicaciones y exhibiciones como parte de su trabajo en el Archivo de Arquitectura de la UPR. Su página personal se puede visitar en http://ojitosdemar.blogspot.com. === Espejismos Marianela Alegre ====================================== "Una vez más Daniel". Dijo sin mirarlo. "Lo he repetido una docena de veces". Musitó. Las palabras salieron entrecortadas de sus labios temblorosos. "Una vez más". Insistió el policía y tomó el atado de cigarrillos para ofrecerle uno a Daniel luego de encender otro para él con el que pendía de sus labios y que había consumido hasta el filtro. "Una vez más...", repitió Daniel para sí con los ojos cerrados, expirando la frase "...el calor espejeaba el asfalto. Conducía sintiéndome feliz, absurdamente feliz y llevando una sonrisa bajo los anteojos oscuros. Seguía el ritmo de una melodía de Sting que inundaba el interior del vehículo tamborileando los dedos sobre el volante. Quité la mirada del camino para elevar la intensidad del acondicionador de aire, al alzar los ojos el animal pareció materializarse delante de mí, a unos pocos metros. Giré con brusquedad el volante y el automóvil derrapó en la banquita hasta quedar con las ruedas delanteras hundidas en la cuneta. La música cesó y el acondicionador se detuvo. Al incorporarme vi el caballo frente a mí al otro lado del alambrado. Parecía observarme". "Un caballo". Repitió el policía. "Eso dije". "¿Un caballo que lo observaba, Daniel? Continúe". "Descendí del vehículo y azoté la portezuela". "Descendió del auto y azotó la portezuela". "Si". "Ajá, azotó su Jaguar". "Sí". "Azotó su Jaguar de un cuarto de millón. Continúe". "Bajé del coche y azoté". "Eso ya lo dijo, Daniel". "Tengo sed". "Haré que le traigan algo más tarde, continúe". "¿Ya puedo hacer la llamada?". "Ya le dije que estamos sin servicio por la tormenta. Siempre pasa cuando hay tormenta. Le prometo que cuando lo restablezcan el primero en usar el teléfono será usted Daniel, continúe". "Miré hacia uno y otro lado de la ruta desierta y maldije por lo bajo el verano. Volví al interior, el asiento parecía expeler calor, un calor denso que creaba dentro del habitáculo una atmósfera aun más difícil de soportar que la exterior. Volví a maldecir. Recordé a Nora pidiéndome que me quedara una noche más. Debí hacerlo, debí esperar al día siguiente y salir al amanecer, de ese modo a esas horas habría estado a la sombra de los sauces de la costa o arrojándome al Paraná. La idea del agua del río en mi cuerpo, fresca, viva, me reconfortó; luego la ilusión se desvaneció y el calor pareció intensificarse. Sentí sed, tomé la botella y bebí, la gaseosa se había calentado y su paso por la garganta me produjo una sensación de repulsión que me obligó a dejar de hacerlo. Era la misma sensación que me había producido la sola idea de permanecer hasta el día siguiente junto a Nora. Sin embargo siempre regresaba a ella. Cada mes, desde hacía diez años. Cada mes, ese aroma agrio y esa tibieza pegajosa. Cada mes, Nora y su canturreo áspero, Nora y sus pájaros, Nora y sus amaneceres descalza en medio del patio, Nora y su fiereza en el lecho, Nora hasta dejarme exhausto". "Exhausto, ¿qué es exhausto, Daniel? ¿Harto?, digamos... podrido, la tal Nora lo tenía podrido". "Algo así". "Entonces estaba harto de la mujer con la que pasó los últimos diez años". "No exactamente, yo no dije eso". "¿Y qué dijo, Daniel? Ahí le traen algo de beber, beba, Daniel, beba. Gracias, sargento. ¿Dónde estábamos... ah, sí, usted estaba harto. ¿Otro cigarrillo?". "Sí, no fumo mucho pero usted me pone nervioso". "No veo el motivo, Daniel, estamos conversando, digo, conversamos los dos a solas, sin grabaciones, sin testigos, puede decírmelo todo". "¿Decir qué?". "Todo". "Pero ya se lo he dicho todo, bebí aquellos tragos que me causaron repulsión, después volví a descender del automóvil. Volví a mirar a ambos lados de la ruta. Levanté la cabeza y el sol me cegó por un momento, luego pude verlo incandescente y tembloroso pendiendo arriba, del cielo; también abajo, reflejándose sobre el asfalto, ese cielo a mis pies que ardía y multiplicaba el paisaje. Me sentí mareado, creí escuchar el ruido de la cabalgadura de un jinete, un ruido compacto que no provenía de ningún sitio concreto, que parecía emerger de la tierra. Al rato divisé el polvo que se elevaba en un camino lateral y traté de llamar la atención. Grité. Agité los brazos. Finalmente me lancé a la carrera saltando sobre el alambrado que separaba la ruta del campo, allí el ruido de los cascos golpeando sobre la tierra era más intenso. Corrí tras la nube de polvo que se movía delante de mí hasta sentir un dolor que me quemaba el pecho, que me cortaba la respiración; me detuve. Una bandada de tordos pasó sobre mi cabeza graznando". "¿Graznando?". "Sí". "Tordos graznando, disculpe que me ría, Daniel, continúe". "Ahora el auto era un punto rojo a lo lejos, pensé cómo sería posible que me hubiese alejado tanto, los cascos del caballo seguían retumbando sobre el piso pero no podía ver al animal. Los pájaros giraron y regresaron perseguidos por una tormenta que se avecinaba y pasaron nuevamente sobre mí rozándome con sus alas. Detrás las nubes avanzaban rápidamente tiñendo el celeste en un gris ennegrecido que dejaba escapar aquí y allá rayos lilas, amarillos, rojos; rayos que descendían hasta el campo cambiando el color de los sembradíos. Los cascos del caballo retumbaban con más intensidad haciendo vibrar el suelo bajo mis pies. Ya no distinguía el automóvil ni la ruta. El viento levantaba la tierra reseca de los senderos laterales, un polvo fino y caliente que se me adhería a la piel húmeda, me cubría la boca y los ojos ahogándome. Cegándome. La bandada sobrevolaba una y otra vez mi cabeza. Los graznidos fueron corporizándose en fonemas, en sílabas, en palabras incomprensibles. Creía estar en una caverna con el eco de cientos de voces retumbando y girando. Un intenso dolor en el costado hizo que cayera de rodillas. Otro, más profundo y caliente que el primero, me dejó de bruces sobre suelo, sintiendo cómo el viento me elevaba para dejarme caer, una, otra y otra vez. Intenté abrir los ojos, los sentía hinchados y el esfuerzo hacía temblar mis párpados doloridos, entonces un golpe de puño me hizo rodar por la tierra que olía a excremento y a sal. Las nubes habían devorado la luz del día. La oscuridad junto con el movimiento del viento me daba la sensación de estar cayendo, de encontrarme en un abismo y caer. Otro golpe, esta vez en el rostro; un golpe cuya intensidad no pudo provenir de una mano me partió la nariz, oí los huesos crujir y la sangre brotó y resbaló". "Golpes. Su relato se parece a su prosa, Daniel, irracional; impecable, si me permite el elogio, digo, dadas las circunstancias". "Ya se lo he dicho. ¡Ya se lo he dicho!". "No se altere, Daniel, no hay motivo. Decía usted... golpes, golpes provenientes de manos no humanas, como... en 'Huellas de tigre', digo, si mal no recuerdo, corríjame en todo caso, a veces mezclo las citas, ya estoy viejo, ya ni siquiera disfruto como antes, no me mire así, no me refiero a sus novelas, hablo de todo, en general, ya no disfruto como antes, ni de los yerros o evidencias, como les decimos acá, solían divertirme, hacer que la sangre corriera a mayor velocidad por mis venas, era energizante, como... ya sabe, el sexo, ¿lo sabe?, lo supo, digo, con la tal Nora, la que lo tenía harto". "Yo no dije eso, no exactamente". "¿Y qué dijo, Daniel?". El policía se incorporó y apoyó ambas manos sobre la cabeza sorprendida de Daniel y le golpeó el rostro contra la mesa. Se oyeron los huesos crujir, la sangre brotó y resbaló. "Los tordos, los tordos gi-giraban a mi alrededor parloteando palabras incomprensibles". Daniel lloraba y se enjugaba la sangre que le brotaba de la nariz con el antebrazo. "Estiré los brazos y toqué paredes de tierra que me rodeaban. Oía al animal cabalgar velozmente haciendo que la tierra vibrara y se desprendiera sobre mí, primero en pequeños puñados, luego en una cascada que comenzó a cubrirme. Escuchaba los cascos, primero lejanos, luego repicando alrededor mío, los sentía pasar frente a mi cara. Luego el ruido comenzó a alejarse hasta desaparecer, entonces las voces también cesaron. Estiré los brazos, las paredes de tierra ya no estaban, entonces pude abrir los ojos, ver las nubes que ascendían hasta convertirse en un punto que se perdió en el cielo otra vez azul. Me incorporé algo tembloroso. Desde donde estaba pude divisar el cerco de alambre, la carretera, el automóvil, la figura de Nora arrojando un pellejo negro al costado de la ruta, la figura de Nora mirando al cielo, emitiendo un graznido hacia los tordos que se alejaban silenciosos, la figura de Nora acariciando el morro de un caballo". El policía bajó la vista e hizo una sonrisa ladeada parecida a una mueca, dejando escapar un humo ennegrecido por la nariz y la boca, después arrugó el paquete vacío de cigarrillos y lo guardó en el puño fuertemente cerrado. "¿Qué más, Daniel?". "Subí al auto y conduje hasta la ciudad, ya se lo dije". "Nuevamente Daniel". "Por favor, por favor", suplicó bajando la cabeza. "Si al menos me explicara...". "Nuevamente, Daniel. Nuevamente, hasta que me diga cómo llegó la piel de Nora Flores a un costado de la ruta nueve y dónde está su cuerpo". ** Marianela Alegre lacher_alegre@infovia.com.ar Escritora argentina (1968). Es contadora pública de profesión. === Poemas Álvaro Ancona ============================================= *** Nunca te enamores de un poeta... Si no tienes vocación de musa no bastan dos cucharaditas de luna para desayunar tu destino no es oxímoron ni tus sueños metáfora Huye, corre, estás a tiempo convierte en futuro simple de indicativo tu efímero pospretérito compuesto no puedes comprar ropa con amaneceres ni pagar las letras del auto con ocasos por sublimes que parezcan Nunca te enamores de un poeta busca un arquitecto, un doctor el poeta te amará con silogismos te hará el amor con asonancias orgasmos rimados en dodecasílabos Nunca te enamores de un poeta te bañará con enjuague de estrellas volarás en papalote de adjetivos morirás en hipérbole amorosa Tu espalda no es hoja de papel en blanco para escribir sonetos con rimas alternas necesitas ojos para ver no dejes que los cambien por luceros no eres faro, no eres ángel eres piel y sangre, no espejismo Nunca te enamores de un poeta morirás como Beatriz, Dulcinea, Julieta, de bulimia poética y anorexia lírica los adjetivos son mala medicina No te dejes atrapar que las palabras han sido lanzadas, eres presa te está arrojando estrellas, convoca a las mareas para atarte es amigo de la noche, socio de la luna huye... estás a tiempo *** Todo regresa la ciudad mariposa se vuelve larva basura que se fuga de los botes parvada volando por las calles. Viejos que juegan a ser niños mujeres a ser machos políticos que se sienten pueblo mendigos soñando con un trono Todo vuelve amores enlatados en conserva del pasado duelos viejos espectros de tres generaciones que creíamos sepultados, se levantan de sus tumbas para desafiarnos Recordarnos que todo regresa sangre, polvo, verbo original hora de dar la vuelta de dejar la cobardía atrevernos a escribir el Aleph del epitafio. *** De lo intangible Me disfrazo de lluvia diluyo mi alma en gotas incoloras para empaparte. Me visto de tierra con accesorios vegetales para cautivarte. Me arropo de aire transparente e incoloro para acariciarte. Me convierto en fuego velado en llamas para incendiarte. ** Álvaro Ancona anconasu@prodigy.net.mx Catedrático y conferencista mexicano. Ha publicado artículos en revistas y periódicos como Ventas y Mercadotecnia, Comercio, El Financiero, Excélsior y Novedades, entre otros. Creó y dirigió las revistas Ejecutivos de Finanzas, Eco Fiscal Financiero y ¿Qué Hacer? Novedades de Yucatán. Entre sus libros se encuentran La Isla de los Pelícanos (Edamex, 1993), 10 historias de amor ilegales, inmorales y que engordan (Edamex, 1995) y La última profecía de la cuenta larga (Maldonado, 1998), con el que en 1997 obtuvo el Premio Estatal de Literatura de Yucatán. === Un día de pesca Antonio Senciales Pastor ========================= Mi consuegro Pepe estaba dispuesto a hacerme pescador aficionado de cercanías, de playas vecinas, peatón de orillas de mar. Para conseguirlo me decía que sólo hacía falta una caña de pescar y ganas. Él ponía el material y las lecciones prácticas. Así que un día tempranero de verano casi me tomó de la mano, me metió en su coche como si fuera yo otra de sus cañas y me llevó a una playa de El Portil, a una pequeña cala, donde me decía que se podía pescar bien, tomar el sol tibio de las primeras horas de la mañana y pasar el rato en paz con uno mismo y la naturaleza. Mi consuegro Pepe era muy vehemente y tenaz en sus cosas y cuando se proponía algo no cejaba en su empeño. Así que nada más llegar empezó con sus lecciones. Yo no había cogido una caña de pescar en mi vida. Que si así se coge la caña, que si así se monta el sedal, que si así se pone el cebo -lombrices- en el anzuelo, que si así se lanza la caña desde la orilla, que no tan fuerte no vaya a ser que se rompa el hilo, que si..., que si... A las dos horas cualquiera que hubiese pasado cerca de nosotros y me hubiera visto allí en la orilla con "mi" caña, tan seriecito y tan compuesto, habría pensado naturalmente que era un pescador de peces de toda la vida o incluso un pescador de sueños. Más de una vez me dijo: ¡Joder, no lances la caña tan fuertemente!, después de haber roto varias veces el sedal en diferentes lanzamientos. Voluntad por enseñarme y paciencia tenía evidentemente. Sabía que mi consuegro Pepe era buen pescador por sus hijos y porque él me lo dijo en distintas ocasiones, pero la demostración práctica no la iba a tener yo hasta aquel día. Contra todo pronóstico, quien capturó la primera pieza fui yo: una pequeña baila. Pasaron dos horas y ninguno de los dos pescó más. A nuestro lado, en el suelo, los canastos que utilizan los pescadores para guardar las capturas, vacíos, claro. A la vista del día que se avecinaba al parecer, mi consuegro Pepe empezó a distanciarse disimuladamente de mí hacia terrenos más propicios. Pero nada... Habíamos escogido un mal día... He oído decir esto a veces a los pescadores expertos. Después de un buen rato noté cierta tensión en el sedal de mi caña y empecé a tirar de ella y a recoger el hilo. Mi consuegro Pepe acudió solicito a mi lado a ayudarme y a explicarme lo que hay que hacer en estos casos. Algo había cogido... Lo que había pescado lo había oído antes en un chiste y leído otras veces en los tebeos, pero no lo había presenciado como protagonista: una vieja bota de cuero, encogida y oxidada, correspondiente a un pie derecho. ¡Buen trofeo! Tras mirarnos ambos seriamente, afortunadamente nos dio por reír... Mientras tanto, mi consuegro Pepe continuaba sin estrenarse. Transcurrió otro buen rato, repusimos varias veces el cebo de nuestras cañas -o sea, que peces había- pero los cestos seguían vacíos. Él volvió a ocupar posiciones lejanas a la mía, como dando a entender que era yo el causante de la sequía. Me miraba y yo le miraba y ambos callábamos. Después de otro buen rato me puse a gritar: ¡Pepe!, ¡Pepe!, al advertir una fuerte tensión, bastante fuerte, en el sedal de la caña. Mi consuegro se precipitó hacia mi posición, me arrebató la caña y empezó a tirar hacia fuera, hacia la orilla del mar, tratando de sacar la captura, pero "aquello" se resistía fuertemente. Al no conseguirlo, se desplazó varios metros hacia la derecha por la orilla, explicándome que por allí debía de haber pequeñas rocas bajo el agua donde seguramente el anzuelo había quedado atrapado. Más de media hora estuvimos tratando de liberar el anzuelo y finalmente lo conseguimos. El anzuelo traía algo prendido. Con ansiedad recogimos el sedal y comprobamos con sorpresa que era un pulpo. Un principiante, aprendiz de pescador, había pescado un pulpo con caña. ¡Bien! Es una forma al parecer original de pescar pulpos. La jornada llegó a su fin y regresamos. Nuestras capturas: una pequeña baila, una bota vieja y oxidada y un pulpo por mi parte y nada por parte de mi consuegro Pepe. Así es la vida... Ha sido la única vez que he salido a pescar en mi vida. A pesar de ello, mi consuegro Pepe era un buen pescador y muy buena persona y seguro que está por alguna orilla de alguna escondida cala de alguna playa celestial pescando bailas con las mismas cañas de aquel día. ** Antonio Senciales Pastor asenciales@ono.com Escritor español (Málaga, 1937). Ex profesional de banca, actualmente jubilado. Estudió ciencias empresariales en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned, http://www.uned.es) e idiomas en la Escuela Oficial de Idiomas de Huelva (http://huelva.eeooii.org). === Tres sonetos Gonzalo Luis Torres Hernández ======================= *** Machu Picchu Como un nido de piedra, Machu Picchu levanta su perfil entre crestas de riscos majestuosos. Tuvo el imperio inca, allí, firme la planta, altiva la cabeza y el brazo poderoso. No fue frágil la raza que supo llevar su ansia hasta la enhiesta cumbre, desde lo más profundo. Machu Picchu parece, hundido en la distancia, una inmensa atalaya para observar al mundo. Sus geométricos muros hablan de muchas cosas, de sudores intensos, de guerras portentosas, de cansancio, de gloria, de vehemencia y desvelo, y cuando por poniente el sol se desvanece, su construcción eterna al viajero parece un cáliz de granito llenándose de cielo. *** Arras Cyrano escribe a solas, abatido el plumaje el chambergo descansa en la rústica mesa, está ajeno al estoque y la fiera cabeza se desmaya en los vuelos de sus puños de encaje. Afuera, se oye el bronco tronar de los cañones, rebufan los corceles, rechinan los arneses, y mientras con más brío combaten los gascones, más se llena la noche de arcabuces franceses. Pronto un clarín se eleva sobre el bastión sitiado. Los cadetes le llaman al fragor del combate. Guarda, entonces, la carta de papel perfumado y en pos del vocerío que le azuza y le anima, va el Cyrano poeta a buscar otra rima y el Cyrano soldado a buscar que lo maten. *** Angelus Domini Es la hora del Angelus. A lo lejos, el lerdo eco de las campanas llama desde el olvido, y como una bandada de pájaros heridos en la penumbra baten sus alas los recuerdos. La noche va cayendo, leve como un encaje, y en el salón que empieza a dormitar a oscuras una sombra se arrastra buscando una hendidura y un rumor se desdobla trepando un cortinaje En mi memoria, el Angelus será siempre la hora del rosario pretérito con las tías abuelas y el crepúsculo lleno de campanas que loran, y tal vez algún día el destino me guarde que mi vida se apague cual se apaga una vela con el último rezo de las seis de la tarde. (del libro Tiempo de soledad). ** Gonzalo Luis Torres Hernández tmclima@chavin.rcp.net.pe Abogado y docente peruano (Paita, 1934). Estudios en el Colegio Leoncio Prado, las universidades Católica del Perú (http://www.pucp.edu.pe) y Nacional Mayor de San Marcos (http://www.unmsm.edu.pe), así como en universidades de Estados Unidos y Europa. Entre los premios más recientes que ha recibido se encuentran reconocimientos del Instituto de Cultura Peruana y del Ayuntamiento de Palma de Mallorca (España). === Cuento de la eternidad María Fernanda Silvente =================== "Vini, vidi, vinci". Cayo Julio César Cuando supe que me quedaba apenas un mes de vida, el mundo entero pareció cerrarse como las tapas de un enorme libro aplastándome entre sus páginas, cubriéndose de polvo en la quietud de alguna vieja biblioteca olvidada. Jamás me había sentido tan pequeña en mi vida, tan desconcertada, ni siquiera aquella primera vez frente a la pizarra de la escuela. Aún puedo verme contemplando la blanca lluvia de avioncitos de papel con los ojos empapados en impotencia y hasta me parece oír los ecos de sus voces infantiles escapando de mi memoria para inundar la habitación. Fue, paradójicamente, un espantoso comienzo para la etapa más bella de mi vida. Dios me había negado la posibilidad de engendrar un hijo propio, y la vida la de acunar entre mis brazos a un niño sin amor, por lo que el cariño de mis pequeños alumnos fue un invaluable presente que aún conservo en la eternidad de mi alma. Sin embargo, resultan casi incontables las veces en que la soledad me golpeó con su filosa indiferencia y me llevó a estremecerme ante la sola idea de una existencia efímera, incapaz de dejar el más mínimo vestigio de mi paso por este mundo, y fue esa misma idea la que me asaltó violentamente a plena luz del día mientras salía de aquella vieja clínica. Armándome de valor (o, quizá, temiendo enfrentarme tan pronto al silencio de una casa vacía) tomé la decisión de continuar con mis actividades en la escuela, saboreando cada lunes y cada viernes con el ensueño propio de quien ha comprendido finalmente el auténtico significado de las palabras "único" e "irrepetible". Incluso el café de cada mañana, la brisa helada del camino y las veredas cubiertas de hojas secas orquestaban escenas de inusitada belleza capaces de alejar de mi mente aquella noticia, al punto que casi me tomó por sorpresa la intempestiva llegada de la ambulancia en la tarde del día 27. Nunca volví a abrir los ojos pero recuerdo cada pliegue de esa cama de hospital. Médicos y enfermeras desfilaban por la pequeña habitación hora tras hora, conscientes de que ya no había droga que pudiese oficiar de milagro. Y allí también me visitó la angustia de una muerte ineludible, inaplazable, intrascendente; burlándose de mi resignación hasta que, casi como una aparición divina, once pequeñas personitas se agruparon en la puerta observándome silenciosamente desde la ventana de la habitación. Dos de mis colegas y amigas se abrieron paso lentamente entre ellas y colocaron sobre una pequeña mesita decenas de muestras de afecto expresadas entre lápices, crayones y papeles de colores. "Todos te extrañamos mucho en la escuela", dijo una de ellas. "Jamás te vamos a olvidar". Fue entonces cuando comprendí que no había razón para temer, que el amor sembrado continuaría creciendo más allá de las distancias y las despedidas, que sólo muere quien sucumbe ante el olvido y que había logrado, casi sin darme cuenta, marcar mi paso por este mundo. "Alcancé mi propósito", me dije. Y dejé en libertad mi alma. ** María Fernanda Silvente kukaracha_voladora@yahoo.com Escritora argentina (Córdoba, 1986). Estudiante de letras clásicas. === Poemas Yvette Guevara-Dedaj ====================================== *** Recetas para Eva: fritura de serpiente Se trata de dar vueltas para saquear la estirpe la raza de tu madre en sus primeros bordes hacer girar su candidez por tus manzanas mientras se escucha el repicar de tus tacones como si Dios metiera el dedo en tu sonaja o un novicio en deleite oyera a cascanueces. Se trata de lucir la gema efervescente centella en la penumbra del cosmos más cercano el insignificante transitar con el cuerpo vejado de placeres minúsculos y sin ahogarse franquear el comején del día y vomitar sin escrúpulos la amnesia de las preces. Se trata de erigir un mapa de tus alrededores un Made in tú, Emperatriz, tallado en siete idiomas y allí donde vislumbras los lapsos obsesivos hincar la latitud de tus pezones e inventar la canción que alumbre tu quincalla. Se trata de carrozas de seda debajo de tus garras para resucitar sagaz cada burbuja eclipsar la tradición cagando resplandores promoviendo tu ignorancia y tu perfume e ir lactando como a feto las clausuras enderezando con tu lengua las espadas. *** la sublevación del plancton Mi abstinencia es una ciénaga, Soledad, hace tiempo que observo a través del ombligo, que izo una oreja desde el fango como los paquidermos. marqué con una cruz la procacidad de mi deporte: soy de los venenosos y poco frecuentables ciegos que ven a Narciso levantarse del flanco álter ego del espejo donde sólo lograba masturbarse el paralelo, Soledad, que le secciona. Cabe palpar sus unipersonales sicalípticos, sus álter nadas descomposiciones, para dejar de ser la vulnerable dilatación de la teoría del ojo imperturbable, un animal de feria obligatorio. en el fango no hay que saltarse los renglones. Peor, Soledad, soy de los peores ciegos: creo en su escape tras la abisal aceptación de su frecuencia, la piel que ha levantado una manga de metro sin haberle comprado el boleto a las Hipótesis de la pifia banal como un despojo del cual venimos y al cual pertenecemos. aquí prescindo del retozo lúdico de los equilibristas. el animal es pura alteración. No puede ensimismarse. no tengo que engrasarme los resortes de las exactitudes ni le debo al hambre su sintaxis al bulto de mi especie no gestiono la hogaza: los libré de la culpa de mis manutenciones, en el fango es legal horrorizarse. Ya no me memorizo, Soledad, voy al baile total de los marasmos hacia el blando rubor del climaterio, el ombligo todo abrevia: el tegumento incognoscible de las olas nos rodea como a diestros [personajes. Del si me muevo me hundo rescatamos la Ira que nos viola, Soledad, al descubrir que todo es periferia y vas a resumir tu anímico aparato en un nombre compuesto y neocolonizado, ese animal rabioso y apolíneo clavado en lo más puro de tu molde. Narciso es un azoro irreparable, me le viré como una ficha de su juego Narciso es un veterano que ostenta su propia profecía, maneja su carruaje. Yo renuncié a mi propio caudillismo: soy la abstinencia en la Ciénaga, [Soledad, que no admite paisajes conquistados. nombro mi hiato Ombligo por no tramar un complot que me deshaga, un buen discurso que me autorreproduzca, un vuelco al arquetipo donde lo individual deviene una maroma una parcela de la Gran Infraestructura; del mármol surgirán insurrecciones, Soledad, con el hipo de algún porvenir [vitaminado, pero en el fango no hay que levantarte la tapa de los sesos como a una [biblioteca ni el sol es otro aditamento biológico para las depresiones, ni la noche es un azoro irreparable y el Hombre una tardanza. En los bordes herméticos del légamo, Soledad, sólo la libertad nos [esclaviza. *** Premio Mi poesía es ingenua: le pego y me sonríe. *** Casilandia Para Alex y David Hijo sé ambidiestro ten en los puños un ecuador de nexos dislocados en la anuencia global, totalitaria, un aguijón dejado cual posdata. Guíñame un ojo sin levantar los tuyos hacia el cielo cuando sepas que hay muchos occidentes y ese día seré Isla entre los hielos de Ginebra. ¿Te conté de la cara del Registro ante tus once libras de mundo inexplorado, mi placenta viajera por las Razas del Hombre? ¿Te conté de los jaféticos ojos de la paloma obstetra? Tú eras el símbolo guirigay que en cámara apurada les deshace el tablero donde la reina borda en punto cruz una república y el rey broncea en erizada de ópera la exacción puritana de un diablo indiferente. Hijo sé viceversa y paria de la Eurora cuando agosto rubicundo chantajee la infinita variante del nosotros. *** De un amor en la Habana que no fue por un tilín de milenio Hubiera arañado contigo cualquier cosa: hasta un cartón de huevos, mordido cualquier cosa: el polvo, el cordobán, los ojos de Canelo. Hurtado a la heredad aquella estrella para ponerle melodía a tu bolero me hubiera dado un fly por Hojalata, para sembrar contigo dos helechos, y así plantar el árbol que nos correspondía. Hubiera fraguado mis ovarios en bronce, chillado en catedrales derretidas, traicionado. tatuado un corazón con dos alitas, tomado guafarina. Fuera rehén por ti, sentada en la paciencia reina de las baldeadas de desgracia el sábado y el martes, con aquel famoso aspirador que Silvio prometía. Por fraguar la espuma en tu cerveza y salvar algún aniversario, ¡hasta hubiera soportado dos sin días sin corriente! recitado el Cisne de memoria, gastado las chancletas. Por ti yo pude ser chofer de aplasta vaticinios aquellas bicicletas con caballos humanos, y me hubiera bebido un cocimiento, ripiao' los bolsillos de alguna bata'ecasa Por ti, contigo, chino: pan con pan Regla o Bacuranao, coten de contingencias despeinando discursos soltando siluetas y rolos lugareños despotricando al viento. Y hubiera deportado los bichos de los trastos, dormido en un colchón que no merece nombre brincado el aguacero, el charco, cualquier cosa, (¡recuerdas Cualquier Cosa, aquel terrible [sitio sin grafías!) la estirpe de Lázaros que nunca marcharán, sería leña y comino para tus frijoles, y la verdad, jabón para limpiar pupilas. La vida oliera a sopa en una cuartería, se vestiría un espejo de azogue carcomidos ante un perro del color de un cielo que no existe. *** cuando en Europa uno se tropieza con Sofía, cuando en Sofía uno se tropieza con Europa Le sobrevive, le sobrevive a todo la frialdad. Haiku Sofía es una trampa de Sofía la fábula en su cabeza de aspas rojas, un diseño equilibrado de perfiles cuyo centro vital es la ausencia de centro. Los lunes su gato viene a lamerle el alma. Sofía es gazapo de Sofía, el culto a lo tangible que lega un repertorio mientras maúlla el gato. Plétoras de matronas ahogadas junto al lecho cuando Sofía intenta ser Sofía, la que parió su madre. Es Sofía la meta de Sofía el precio a la emancipación pactada por la imbuida inercia de un reino atormentado. Es Sofía la muestra que Sofía posee la esencia donde colgar sus pieles, las caprichosas raciones de sí misma. Su gato es un designio. Es Sofía la prueba que Sofía busca el humo disgregado en la leyenda de Sofía semejante a Sofía. Es Sofía la gracia de Sofía, fardo de epidermis bautizada emblemas en aliño de excomuniones truncas. Y Sofía va haciéndose Sofía, cuando su gato viene a lamerle el alma. *** Vademécum Y esta adultez sin adulterio cruda y esta asechanza tan estrecha rala Están los días con psicosis rayada de pijama Están los huesos de alegría hipotecada Está la tos del cielo y los arpegios cursis Está el amigo con su favor pulido Están las cajas del tórax bien peinado Está la suerte con su tintineo Y esta adultez sin adulterio cruda y esta asechanza tan estrecha rala Está el Ser Grande prohibido en los relajos el estribillo de la duda, el erotismo servil y sus horarios, están esas desgracias de catar un sentimiento con otro sentimiento están las estaciones de un ave apolillada Y esta adultez sin adulterio cruda y esta asechanza tan estrecha rala Está la paz como una sobredosis y esta promiscuidad de soledades ávidas Están estos zapatos supurando pasos por el camino trabado cual paraguas Están estas tristezas prematuras y esta adultez sin adulterio cruda Y esta asechanza tan estrecha rala *** Cenicienta En la tierra del sueño contó mi abuela sus lentejas más allá de las doce y quedó agachado el sortilegio y los granos desbordaron el arca y cubrieron los días, más allá de las doce. *** Sinfonía Española en Mi desacertado Utensilios para despertar en serenata una sierpe entre las uvas, un cortejo de payasos en los arrozales, a mi niña le dan con el grito que esconden los laúdes, con la voracidad trovada, le dan con mi vejez en sus retinas y el esqueleto de una hija entre chacales, como un memorial se balancea ¿dónde Lorca enterró su bata grana? Tener diez años e ir ya pateando el mundo, la tramoya de la infancia hecha de pesadilla arqueada, de ramas ha sido el calabozo donde iban las faltas que hoy se exhuman como a un fajo de cartas. música encerrada en una lámpara con luz pura esquina con esquina, punta con punta, sumisa o mordaz, mi niña acorralada cuando del oscuro ataúd de mis ayeres, sin esperarlo, tras una eternidad y otras medidas salta la luz de un matorral y canta. *** Trabalenguas para Expatriados transculturados traviesos traficantes, transportando traumáticas tragedias transfigurando torpezas transatlánticas trastornadores traperos de tristezas. *** sílices de tiempo El tarot de los amantes ha sido siempre el resplandor de una farola, la pulpa de hollín que se prolonga sobre las piedras para ir salvando de cordura sus siluetas. No importa cuánto disolverá la lluvia, si la mano alcanza la fruta en la cima de un sábado y el cariz del enigma cuando se nombra suerte, chispea desatinado por viejos callejones. *** Ciudades Innombrables Cómo vivir en Santa Fe sin ilusiones cómo vivir en Santa Fe rectificando el rebuzno del albor, e ir masticando la soflama servil de los buscones. Cómo vivir en Santa Fe sin oraciones cómo vivir en Santa Fe sin fe ninguna sin la cósmica señal de la quimera ver su luz expirando en la grosera genuflexión en pos de la fortuna de quien soñó con alcanzar la luna. *** Fieras de la remembranza Denme duro, ciegas sombras, ya baldía la madriguera de arcanos sentimientos es un cajón donde cabalga el viento perfumado de usura y lejanía. Ya no hay pecho, sombra, ya no hay día de orgullosos desafíos, ni jactancia, fue de pan mi corazón, hoy de ignorancia, manantial fue mi mano, hoy es la roca donde embiste mi dolor y se trastoca el antiguo carrusel de la distancia. *** El oficio más viejo de este mundo al forjarse con nieves un corpiño no pudo protegerlo el sexo es un tabardo al que no se le exige fraguar sobrevivientes. *** Relámpagos felices A través de kilómetros de ensueño. Gastón Baquero Les persigo en el momento exacto en que residen en las ciegas regiones de estas líneas con la voluble fealdad de mi ternura y el festejo tornasol del melodrama. Viene conmigo el Capitán Capricho, con su salud mestiza, tomamos la ruta segregada por el recto perfil de los normales. Les cuento de mi humor atenazado al rumiar taciturno de gatos escarlatas. He concebido un brindis de medicamentos, evitando los blasones del triunfo, las espinas del germen y la boca soez del testimonio. En los hoyos que añoran mis teces infecundas, tañe la voz de cartas inhumadas por el diablillo de un viejo cementerio, El repique de sílabas espanta la profusión de ausencias. A veces me despierto y les recibo en el momento exacto en que residen, en las ciegas regiones de estas líneas. ** Yvette Guevara-Dedaj paloma1468@yahoo.fr Escritora cubana residenciada en Lyon, Francia. Licenciada en crítica teatral en el Instituto Superior de Arte de La Habana. === Dos cuentos Aldo Roque Difilippo ================================= *** Escribió mamá Saberte huérfana te hubiera resultado cómodo. Una ecuación resuelta, un signo de igual y su final con "sote". Una tumba quizá, algunas flores. Un nombre, el referente de un rostro con sus besos; un algo sin misterio. Lo otro todo lo contrario, lleno de interrogantes. Preguntas, insultos, amores y recriminaciones hacia nadie. La túnica blanca, la moña, una cartera de cuero marrón y con el último toque a las trenzas, el beso de una mujer a quien llamabas mamá, que como tal querías y te quería, con sus manos pequeñas, sus palabras dulces y toques de humor llenando los huecos de tu alma, que aún hoy, con tus cincuenta y tantos encima, aunque ya te convertiste en madre y abuela, continúa con su manía protectora. Lo peor de todo, desde siempre, fue la duda, el misterio que lapidó su ausencia. La búsqueda que iniciaste años después con menos éxito del que tuviste en tus exámenes de química, memorizando tablas periódicas de elementos, tan impersonales, tan abstractas, como el pretendido recuerdo del rostro de tu madre verdadera. Aquella mujer, apenas niña según supiste, te parió en un setiembre hace tanto, y en otro setiembre desapareció como la estela de un barco en el mar plagado de oleaje. Alguien dijo (no a vos, nadie habló de ella en tu presencia) que la vio en quién sabe dónde, que tenía otros hijos y otro marido muy diferente a tu padre, un pobre milico de bigote corto, incorruptible como pocos e igualmente escaso en recursos económicos y alternativas para cambiar su suerte. Le escuchaste decir a otro alguien de un embarazo no deseado como corolario de un apasionado noviazgo juvenil, que pautó tu llegada al mundo. Retazos de una historia que nadie te contó directamente, y si algo se te dijo fue por terceros, comentarios tangenciales, siseos de víbora tan hirientes como sólo vos sabías. Una carta que llega (el cartero siempre sonriente pensando en buenas nuevas), y el corazón palpitando como nunca, y la voz anudada, los ojos fijos en el papel mediocre que hablaba de un pasado que creías superado. ¡Cuarenta y siete años! Una vida entera pensando en alguien sin rostro y ahora la letra despareja habla de ella, la estela en el mar que se perdió sin rastro. Te sentiste niña tras una puerta descifrando un diálogo en Morse que se cortaba con tu presencia. "Querida Estela, aunque no nos conocemos personalmente, sé de ti por mamá". ¿Qué carajos era todo aquello? ¿Se puede querer a quien no se conoce? Posiblemente, si vos lloraste por esas caricias, a pesar de que tu otra madre fue un ejemplo queriéndote, mientras añorabas aquellas que te abandonaron. Urgencias genéticas o estupidez de tu parte, pero llorabas a solas. "Me ha contado varias veces de vos, y mucho me gustaría que nos pudiéramos conocer. En definitiva somos hermanas, y tanto mis otras hermanas como yo nos alegraríamos mucho poder conocerte personalmente. A mamá también. Mejor dicho, a nuestra mamá, le alegraría mucho". Ya tu mente no razonaba. Simplemente se dejaba arrastrar por ese torbellino de recuerdos dormidos. Aquel papel ordinario en tu mano, esa letra escolar, y pretendidamente ampulosa te hablaba con una cordialidad disfrazada. Tu padre se quitaría el gorro, lo colgaría en un perchero, iría hasta el cuarto para dejar el revólver sobre el ropero, y ya sin camisa ni zapatos, preguntaría "¿qué hay de nuevo?". Vos tantas veces ensayaste: "Escribió mamá". Lo dijiste en todos los tonos posibles. "¡Escribió mamá!", exultante de alegría. "Escribió mamá", serena como si no te importara. "Dice que vendrá la semana entrante", pero las semanas se sucedían y ni noticia de ella. "Escribió mamá", indiferente, apática, para buscar la reacción de tu padre, para que pudiera digerirla, pero te quedabas dormida después del beso de tu otra madre y apretabas el llanto bajo las sábanas que te llevaba a un sueño recurrente. Un camino largo, a veces empedrado o terroso, siempre de noche. Algunos árboles a cada costado que juntaban sus copas muy arriba, y la senda que se perdía allá adelante. Nunca apuraste la marcha. Presumías que sería un trecho largo volviéndose inútil apurar el paso. Pero tampoco nunca te detuviste, y si bien la soledad era infinita, nunca tenías miedo. "Escribió mamá", debías decir ahora, pero cuarenta y siete años de silencio te hicieron putear como nunca, querer desgarrar esa carta, y hacer de cuenta que aquel camino de los sueños nunca tuvo fin. Aquel horizonte inalcanzable se parecía tanto a la felicidad perfecta que nunca llega y que siempre se persigue. "Escribió mamá" debías decir pero ya tu padre no estaba. Años atrás la noticia los encontraría abrazados, llorando después de putear a reventar por tantas preguntas borboteando como la polenta que explota en globitos cuando el calor la hincha. Lo ensayaste tantas veces, pero hoy no valía la pena, y te dormiste en el sillón con la carta entre las manos. Saberte huérfana hubiera solucionado tantas cosas. Ahora estrujando la carta caminaste otra vez por aquella senda arbolada, y por primera vez sentiste miedo. Por primera vez, a tus cincuenta y tantos años, pudiste cuantificar la soledad, y por primera vez no lloraste, ni quisiste sacar de tu mente la imagen borrosa de una foto en blanco y negro que salvaste de un montón de recuerdos incinerados por tu padre. Una foto que mantuviste entre cuadernos escolares, y que un día rompiste vengándote por lo que te había hecho. Quisiste provocarle el mismo daño. Desmembraste esa imagen como ella descuartizó tus sentimientos a los cinco años. Nunca pensaste que una simple carta pudiera pesar tanto, un simple papel de cuadernos que te hablaba de alguien que en vano buscaste por el camino de tus sueños. Por los pocos recuerdos que sobrevivían, y por incontables caminos que en vano emprendiste en varias ciudades. Tu raíz parecía estar en ningún lado y en todas partes. Cualquier mujer podría ser ella. La que encontrabas en el mercado, la que subía al ómnibus, la que te miraba con cierto cariño cuando con veinte años golpeaste innumerables puertas tras una dirección imprecisa y esquiva como ella. Ahora debías enfrentar a tu otra madre. Contárselo a tus hijos, a tus amigos, pero escupiste un "¡que se muera!, no quiero saber nada de ella", para terminar llorando por aquella foto que convertiste en nada en un ataque de nervios, de histerias y rencores juveniles. Te descubriste comprando el pasaje rumbo a Montevideo. Te descubriste con las trenzas escolares, y la moña planchada por otras manos, por el beso plantado en plena frente por tu otra madre, y sentiste que la estabas traicionando. Que traicionabas a tu padre, ese hombre al que nunca pudiste arrancarle una palabra. La imaginaste postrada en una cama, temblorosa como en tus noches de preguntas sin respuestas. Pidiendo por vos como tantas veces habías pedido por ella. Tu madre, la estela en el mar turbulento que se fue sin rastro, y vos Estela como ella, que querías increparla por tanto llanto acumulado. Quisiste ser cruel, que el ómnibus te llevara rápido a su encuentro, porque eran muchos años de interrogantes sin sentido, para reprocharle todo lo que se te viniera a la boca, para enfrentarla, por todas las preguntas que te atormentaron; para hacerle tanto daño como el que te había hecho. Pensaste que una madre así no merecía ni siquiera ser nombrada de esa manera, y te llegó la imagen de la gata que una vez tuviste lamiendo sus crías. Sentiste la misma envidia que sentías al ver al animal empeñándose en sus hijos, y llegaste a la conclusión de que una mujer así no merecía -ni por un segundo- ser comparada con ese animalito que lamía sus hijos, y mucho menos con esa anciana ya encorvada, que te tomó de las manos, te besó la mejilla como cuando eras niña para quedarse en silencio cuando le mostraste la carta. Abriste otra vez el papel. Volviste sobre la letra escolar y ampulosa. Te detuviste en cada punto, en cada coma, como te habías detenido en cada rasgo de su rostro en blanco y negro, en su pollera larga, en su blusa de cuello ancho y puntiagudo, y en su sonrisa veinteañera, que se pareció tanto a la tuya; para doblarla despacio. Mirando al vacío te entregaste a lo que pudiera pasar, y dejaste que el ómnibus te llevara a su encuentro. *** Golpecitos de palabras El viejo Samuel se las ingenió para acortar las distancias. Después de él las noticias llegaron más rápido que el galope de un caballo, o nadando por sobre el mar más encrespado, y los marinos ya no se hundían en soledad, quedándoles por lo menos la remotísima esperanza de que alguien les tirara un cabo para llevarlos a puerto seguro. La palabra se hizo golpeteo. Millones de gotitas cloqueando que acercaron a los hombres y comenzaron a acortar las distancias. Dos hombres, muy próximos pero infinitamente aislados por el más brutal de los encierros, reinventaron el sistema. Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro perforaron de golpecitos las paredes de la cárcel. Los habían hecho recorrer medio país, de cárcel en cárcel, maniatados, encapuchados, apaleados y obligados a no hablar. Al silencio más absoluto, pero no pudieron dejar que hablaran. El régimen intentó borrarle las palabras, matarlos en el más inmundo silencio, pero ellos siguieron hablando con pequeños golpecitos en los muros. Pretendieron convertirlos en mudos y se volvieron charlatanes empedernidos con sus golpecitos en la pared. Pretendieron borrarle las palabras de las bocas pero les nacían de los dedos, de los nudillos contra el muro, contándose historias y miedos, amores y olvidos, esperanzas y paisajes amplísimos. Los dos rehenes de la dictadura militar reinventaron el sistema del viejo Morse y se contaron todo. Es que por más órdenes, capuchas o picanas, la palabra sigue naciendo, uniendo soledades y acercando la esperanza. ** Aldo Roque Difilippo aldodifilippo@adinet.com.uy Periodista y escritor uruguayo (Mercedes, 1966). Ha publicado el libro de cuentos Verdades a medias (dos tomos, coautor con Wilson Armas) y una serie de investigaciones literarias e históricas en el suplemento Lecturas de los Domingos del diario La República, y en la revista Posdata (Montevideo). Desde 1991 trabaja como corresponsal en Soriano para el diario La República de Montevideo. === Con anteojos negros Ángeles Charlyne ============================= I Los sapos lustran la oscuridad con el traje del salto. II Para hacerse amiga de la noche hay que abortar a la tristeza en los cementerios o subir a la azotea para vomitar palideces. III Y entonces no habrá más ruido ni gaviotas bostezando estaciones ni gusanos lavando huellas. IV Para volver a ser: Un gran espejo donde fluya la lumbre y la música se haga eco. V Era yo... Ahora me reconozco, pero era rubia y oscura... Un insecto atrapado en las estrellas. Por suerte me he soltado. Hoy anido en una cueva con luz propia. VI El graznido del viento evoca el cuerpo tendido, el esqueleto sin etiqueta. Nadie se detuvo en la tumba para ver cómo latía la arruga del alma. VII Entre seres ficticios y paredes rugosas, algo anuda la lengua. Hay silencios anestesiados, Un combo de exquisiteces sin paladar. La esperanza es el estornudo... La sed de soltar amarras. VIII A veces tengo dudas si el poema ilustra a la oscuridad o si la oscuridad ilustra al poema. Hay márgenes con fríos, como una ventana desnuda. IX Tu nombre plomizo e hiriente, llueve en el recuerdo. Una Serenata en los galpones. X Y es así De campanas rotas esta soledad. Ladran perros embusteros dentro de sí y uno hace que cree, que disfruta, que goza, que come y que bebe, mientras que detrás de los anteojos ahumados llora la siesta. ** Ángeles Charlyne angelescharlyne@hotmail.com Escritora y pintora argentina (Monte Buey, Córdoba, 1956). Reside en Buenos Aires. Ha recibido el primer premio de poesía en el III Certamen Internacional de Poetas y Narradores Contemporáneos 2002, convocado por la Editorial de los Cuatro Vientos, y el primer premio Poema Ilustrado 2000, por la Escuela de Bellas Artes de Lanús. Ha publicado el poemario Vitral (2002) y textos suyos han aparecido en las antologías Poetas y narradores contemporáneos 2002, Homenaje a Julio Cortázar, (2002), Letras en la red (2003), Letras al viento (2003), Homenaje a Oliverio Girando (2003), Nueva literatura argentina (2004), Territorio Sur (2004) y Nueva literatura argentina 2005, todas de la mencionada editorial. Ilustró cuentos del escritor y periodista Carlos Parodiz Márquez (revista Sudestada). Es miembro activo de Surarte Artistas Visuales, con sede en Lomas de Zamora, Buenos Aires, y columnista colaboradora en el sitio web del diario La Unión (http://www.launion.com.ar). === Historias para no ser contadas María de Lourdes Javier Rivera ==== *** Historias para no ser contadas: 1 Él no era más que un pintor frustrado. Llevaba años ejerciendo como artista sin éxito alguno. Su obra nunca fue exhibida y nadie le ha comprado un cuadro. Se gana la vida trabajando a tiempo completo en un supermercado a dos pasos de su estudio. Se consolaba a sí mismo haciendo listas de todos los artistas que fueron reconocidos sólo tras la muerte. Seguramente éste sería su caso... Al regresar del trabajo continuaba con su proyecto. Estaba por acabar un retrato de un rostro inventado. Era un cuadro de un hombre más o menos de su edad, pelo oscuro y piel morada. Esta noche ya lo terminaría. Agarró su pincel y cuando iba a acariciar la superficie de la tela vio que su personaje había desaparecido. Qué raro, pensó perplejo. Escuchó un ruido y miró asustado hacia la ventana. Allí estaba. Él le devolvía la mirada con una expresión complaciente. Te estaba esperando, dijo el hombre mientras se acercaba. La luz del pequeño estudio permitía ver las pinceladas sueltas que componían su rostro inacabado. -Pero, ¿cómo..? -el pintor no lograba formular su pregunta. -¿Me das vida pero esperas contenerme dentro de un lienzo? El artista titubeó algo incomprensible. -No me sorprende que no puedas decirme ni una sola palabra. Te observé silenciosamente mientras intentabas pintarme. Estoy harto de tu falta de destreza. Me diste una existencia mediocre, como tú. Ahora tengo que sobrellevar la torpe fisonomía que me has concedido. -Si quieres intento de nuevo... creo que puedo hacerte mejor... déjame intentar... -No. No hace falta. Ya conozco tus limitaciones. Para ti yo soy tu obra maestra. Vi en tus ojos lo orgulloso que estabas de mí... No. No puedes hacer mejor... -Entonces... ¿qué quieres de mí? -¿De ti?... Nada. Ya no puedes hacer nada. Sólo quiero tu cuerpo. -¿Mi cuerpo? -Sí... me parece justo. Ahí estás tú, desperdiciando tu vida detrás de un talento que nunca tuviste. La vida se te escapa. Yo lo único que quiero es vivir lo que tú nunca has sido capaz. Pero tú no me concediste un cuerpo, sólo capas de pintura de pobre ejecución. Tú quedarás atrapado en tu falso arte, como debería de ser. Tú, para siempre condenado dentro tu mediocridad... El artista miró la convicción en aquel hombre sin nombre y sin cuerpo. No pudo reaccionar. Una gota de sudor frío bajó por su cuello. Ahí estaba él, aceptando inerte la sentencia a la que ahora le condenaba su criatura. Aquel hombre tomó la mano de su creador y la puso sobre el lienzo. Las manos de ambos, artista y creación, quedaron apoyadas sobre el cuadro. El artista vio con horror cómo se iba convirtiendo paulatinamente en pintura. Y así, atrapado en su mundo, observó al hombre recién materializado mientras salía por la puerta del estudio... ... Cierro la puerta y comienzo a vivir. Regocijo de esta nueva topografía de mi cuerpo. Siento el aire entrar por mis pulmones. La sangre corre por mis venas. Escucho el leve palpitar de mi corazón. Mis manos no son más que esclavas de mi voluntad. Mis ojos se abren y veo flujos de colores insospechados. Las flores. Las estrellas. La ropa que me cobija. El árbol que crece desafiando las leyes de la gravedad. Una mariposa. Una hoja que se cae. Tantos destellos de luz. Veo Toco Siento Pulso Palpito Lloro Río Estoy Soy El mundo entero desfila ante mí por primera vez. Mis pies pisan firmes sin saber cuántos pasos más darán sobre la faz de esta tierra. Rechacé la inmortalidad estática y me encanta la incertidumbre que poseo. El sol anuncia la llegada de un nuevo día y yo, sin Dios ni dueño, me asomo a la vida... *** Historias para no ser contadas: 2 Abrió los ojos de cantazo. Sintió el sudor frío bajando por su espalda. Miró el reloj y se dio cuenta de que ya había llegado la hora. Se dirigió al lavabo para quitarse la mezcla de sudor y sueño que poblaban su rostro. Y allí contempló sorprendida la imagen que se reflejaba en el espejo. El cabello marrón que enmarcaba su rostro había desaparecido. Sólo quedaba una calva resplandeciente. Justo lo que faltaba. Hoy me tocaba escuchar las mil quejas de mi director de tesis y ahora pá colmo estoy sin pelo. Regresó a su cuarto y vio el nido de cabellos que ahora poblaban su almohada. ¡Qué diablos habré soñado! Trató de recordar los pensamientos que la acompañaron por la noche. Lo único que retuvo fue la ansiedad y el susto que la despertaron repentinamente. Ni modo, pensó mientras terminó de prepararse. Salió del apartamento sin la preocupación cotidiana de peinarse. Ocultó su piel debajo de un sombrero por aquello de protegerse del frío. El profesor abrió la puerta y se quedó mudo. Después de un tiempo logró saludarla e invitarla a la silla más cercana a su escritorio. La miró atentamente mientras ella defendía su tesis. Él sólo le sonreía. Seguro que éste piensa que tengo cáncer, pensó ella mientras debatía si aclarar lo que había ocurrido. Pero ¿cómo ella iba a explicarle lo sucedido si se escapaba de su propia compresión? Así que permitió su condescendencia a fin de irse lo más pronto posible de esa pequeña oficina. Cerró la puerta y se dirigió nuevamente a las calles. No podía escapar las miradas invasivas de rostros desconocidos. Se rió un poco de toda la escena y entró a un café con la esperanza secreta de que el líquido amargo la despertara de una vez de esta pesadilla... *** Historias para no ser contadas: 3 Él salió a tomarse una cerveza para relajarse un poco. Claro, también iba a ver si alguna mujer caía en su cama. Pidió su trago y miró curiosamente el público que habitaba ese lugar de mala muerte. Sus ojos se fijaron en una mujer solitaria que bebía un whiskey. Era bastante guapa... sólo que calva. Había algo en ese rostro que le parecía familiar. Él se sonrió mientras pensó en lo fácil que sería esta conquista. Seguramente nadie se le acerca porque estará enferma. Otros tendrán escrúpulos, pero para él estas cosas importaban muy poco. Él es así de simple. Se aproximó a ella. Le soltó la labia rutinaria. Ella estaba ya tan aburrida que permitió toda la parafernalia tonta de este hombre. Un trago llevó al otro y sin saberlo ahí estaba ella en su cuarto. Besos. Caricias. Gritos. Sudor. Saliva. Todo fue tan rápido que ella no tuvo tiempo de registrar lo que había pasado. Se sintió avergonzada y sintió la necesidad de escaparse. Cerró la puerta sin mirar atrás. Él quedó tirado en la cama sintiéndose completamente satisfecho. Un ardor desconocido fue invadiendo su cuerpo. Ninguna mujer había logrado dejarlo en este estado. Cuando abrió los ojos se dio cuenta que aquel amor casual le había robado la piel. Puñeta, pensó él, justo lo que faltaba... ** María de Lourdes Javier Rivera bealprlibre@yahoo.com Escritora puertorriqueña (San Juan, 1981). Estudiante de doctorado en historia del arte en la Universidad de Salamanca (Usal, http://www.usal.es, España). Su producción permanece inédita. === Sonetos Beatriz Badaui =========================================== *** Meditación Cuánto madura el alma en una noche si es la noche del duende y el misterio la que recorre, plena y con criterio el recuerdo que salva sin reproche. Andar la vida sin hacer derroche de pena y gesto perturbante y serio es el afán voraz de planisferio de quienes viajan en un raudo coche. Mas la vida es cambiante, aunque sencilla, y la vestimos de sayal o seda según los ciclos y el fugaz antojo de cada uno y la sutil semilla de cada uno y su revés que veda el andar liberado... y sin cerrojo. *** Alquimia Espíritu y materia combinados suceso substancial del universo; no sé cuál de los dos es el anverso ni qué logros consiguen separados. Se repiten en los hechos cimentados en el bien, en el mal, en el esfuerzo; no sé cuál de los dos es el reverso pero siempre estarán amalgamados Bello enigma de siglos recorridos... cíclicos son, espíritu y materia y aun así, en el cosmos se eternizan. Lo tangible y lo etéreo suspendidos en la luz y en la sombra de una arteria por la vida y la muerte se deslizan. *** A mi madre Recordar el cerezo que tenía la casa de la abuela imaginada es sentir tu franqueza amurallada en la noche: tenaz melancolía. Cuántos sueños hablados en vigilia... Recorriste tu tiempo resignada como un ave sin alas, aquietada con un canto coral en tu utopía. Mi castillo de naipes, desplomado, se confunde en el duelo transcurrido y en viajero rebelde se convierte cuando acerca a mis manos el pasado con olor a cerezas que me advierte: "no está muerto el lucero que se ha ido". *** Desde siempre Hoy una pena me contó su historia sin consultarme si deseaba oírla historia vaga de una cruel esquirla que fustigó la pertinaz memoria. Hechos tangentes de dolor y gloria que no pudieron a la fe vivirla reafirmarla y a la vez nutrirla con la esforzada y fontanal victoria. Si una pena me cuenta yo le cuento que de luces y sombras se hizo el mundo que de amor y de instinto son los seres que viajamos a remo y barlovento que si se hunden los otros, yo me hundo y si vuelvo a surgir me apoyo en Ceres. *** Confesión (a Julián) Gira la ronda de las horas mías fiel atalaya que me juzga alerta que no descubra mi comarca abierta pues encierra, sutil, mis fantasías. Pintada de ternura está mi ronda: un niño con su luz me desafía a extraviarme en el cielo, a que sonría con su misma ilusión, carirredonda Surcan mis horas música, papeles aromas tenues -corazón de menta- libros y amigas que al pasar varían sueños platónicos que son vergeles capaces de vestir la Cenicienta capaces de lograr que otros se rían. ** Beatriz Badaui bbadaui@steel.com.ar Escritora argentina (Rosario). Ha publicado textos en antologías, diarios y revistas de Argentina y otros países. Además es coautora del libro Los oficios del milagro, con Alicia Cámpora, Armando del Fabro y Carmen Landaburu, y autora de los libros Entre las cinco y las seis tiene que salir el sol (cuento y poesía, Ediciones Eneybe) e Ivo (cuentos, Editorial de la Universidad de Rosario). === Amor secreto Guillermo Cornejo =================================== Desde la ventana de la oficina podía ver la esquina de la calle, sentía los nervios a flor de piel; faltaban pocos minutos para que apareciera ella, la peluquera del salón de belleza del frente. No se trataba de una mujer despampanante: de estatura promedio, ligeramente rellenita; su cabello corto de color castaño enmarcaba un rostro redondeado, con escaso maquillaje en el que sobresalían unos labios carnosos, que prometían el más dulce besar. Quizás lo destacado de mi adorada anidaba en sus ojos: grandes, de un tono color miel con pequeñas chispitas de amarillo que le agregaban una suerte de alegría interior que trascendía y se exteriorizaba a través de su límpida mirada. Lucía además una nariz corta y ligeramente respingada lo que la hacía parecer un poco ancha. El conjunto daba la impresión de picardía y sensualidad, la que se acentuaba al verla caminar. Lo hacía con infinita gracia y galanura, de porte erguido y mirar franco, se movía con elegancia felina haciendo que su ropa destacara sus caderas redondas y bien formadas; al punto que la mayoría de quienes se cruzaban con ella se volviesen a mirarla, ya sea descarada o sutilmente, para admirarla o para envidiarla, pero nunca indiferentes. La vi por primera vez hace cuatro meses, y desde entonces no la pude apartar de mi mente; esperaba, como hoy, el momento sublime en que aparecía en la esquina; con su andar sensual y atrevido, departiendo sonrisas a todos quienes tenían el privilegio de saludarla. Desde mi puesto de observación detrás de las pesadas cortinas podía seguirla con la vista durante los casi cuarenta metros que mediaban entre la esquina y la entrada de la peluquería. Esos treinta o cuarenta segundos se habían transformado en los más importantes para mí. Literalmente vivía para contemplarla a su llegada y cuando se retiraba pasadas las siete de la tarde. Nunca tuve el valor de acercarme o menos hablarle, el mágico instante en que aparecía llenaba mi corazón de gozo y felicidad hasta el momento siguiente en el cual pudiera disfrutar de su andar y su figura. Mirando entre los barrotes de la ventana y las cortinas cómplices que me hacían invisible, la vi aparecer: vestía un sencillo peto color rosa viejo que destacaba sus pechos pequeños y firmes, el escote moderado mostraba la deliciosa curvatura coronada con los pequeños pezones apenas insinuados. Calzaba unas sandalias bajas con tiras de cuero hasta el tobillo. Su falda larga a la cadera estaba adornada con un tajo lateral que dejaba vislumbrar su muslo suave al caminar. Con el pulso acelerado por la visión de mi amada, y en parte por la excitación causada por lo clandestino de mi acción, imaginaba la textura y suavidad de sus senos, soñaba con poder besarlos y acariciarlos; cerré los ojos con el anhelo de sentir sus muslos entregados a la caricia y al beso, casi podía saborear su adorable piel. Sentí gotas de sudor bajando por mi frente, notaba mis nudillos blancos de apretar inútilmente los barrotes de la ventana. Me estremecí en un profundo suspiro y entonces sucedió el accidente: al tratar de esquivar a un pequeño que pasaba en su bicicleta, perdió el equilibrio y cayó pesadamente sobre la acera. Sin pensarlo corrí con desesperación y le ofrecí mi brazo para ayudarla a levantarse, al contacto con esa pequeña mano sentí una descarga de energía que casi paralizó mi corazón; miré su amado rostro que con las lágrimas brillando en sus ojos parecía aun más bello. Levantó su mirada hacia mí y me sonrió con agradecimiento. Esos momentos fueron los más felices que había experimentado, la ayudé a sentarse en los peldaños de una tienda cerrada y atrevidamente tomé su pié descalzándola, y con toda la suavidad de la que fui capaz le acaricié su inflamado tobillo. En una fugaz visión vislumbré su delicado muslo y fugazmente la blancura de su calzón. Sentía oleadas de deseo y bajé la vista para que la magia de ese instante de intimidad no se viese alterada y poder sentir impunemente su piel entre mis manos. Pasó su brazo sobre mis hombros y me susurró con la más dulce de las voces: ¡Gracias, me siento mucho mejor! Volví a poner su sandalia y con resignación me dispuse a alejarme de ella cuando tomando mi rostro entre sus manos me besó en ambas mejillas y reiteró su agradecimiento. La vi entrar en la peluquería y me retiré lentamente hacia el anonimato de mi ventana para esperar la hora de su salida, quizás más adelante me atrevería a hablarle o preguntar su nombre. Cerré los ojos y recordé la tibieza y suavidad de su piel, el roce de sus labios en mi rostro y pensé que cuando se ama la vida es bella. Irradiando esa especial luz que otorga el amor me adentré en el vetusto patio y me senté bajo un añoso ciruelo a reflexionar. ¿Es esto realmente el Amor? ¿O se trata de un oscuro y pecaminoso deseo? Escuché con tristeza las campanadas, sin volverme escuché la voz de la Novicia que decía: -Madre, la esperan para la oración. Con las manos entre los pliegues del hábito caminé cabizbaja al encuentro de mi deber... ** Guillermo Cornejo corguill@gmail.com Escritor chileno (Santiago, 1951). Es mecánico de aviones, retirado de la Fuerza Aérea de Chile (FACH, http://www.fach.cl). Estudió en la Escuela de Especialidades de la FACH y en la Inter American Air Forces Academy de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Recorrió su país como aviador y sirvió en el exterior como adjunto del Agregado Aéreo de Chile en Israel. Durante los últimos años de su carrera militar trabajó como analista de seguridad en el Estado Mayor. === Poemas Rubén Jiménez González ==================================== *** Acaso en vez de a luz fui dado al suelo Acaso en vez de a luz fui dado al suelo, y el suelo, maternal y educador, patada tras patada con fervor me levanta amoroso en cada vuelo. Y tanta es mi querencia que en el cielo, desque vuelo un instante triunfador, al punto, recordando su calor, me vuelvo a su regazo con anhelo. Inquilino en su abrazo horizontal voy soñando con alas de reptil sin despegarme un palmo del cuartel, y a puntapiés, el suelo maternal, me acerca poco a poco a ese cubil que yace involucrado entre su piel. *** Igual verdad quemarse solo, entero Mentira por mentira yo prefiero aquélla que respiro en propia espira al aire confortable que respira quien pace sólo pasto de cordero. Igual verdad quemarse solo, entero, combustiendo la vida en una pira, que apagarse despierto en la mentira que inocula oficiante un embustero. Ni es cierta la verdad ni el mundo es plano, de una cesta sacaron los más serios preceptos que al azar tomó una mano pastora de doctrinas y misterios. ¿¡Y dudas tú de hallar verdad y arcano escarbando en tu saco de criterios!? *** No quedará mi duende apaciguado Tan sólo sal admito por comida, de todas las pasiones soy buen reo, al fuego y los placeres busco empleo y acudo a su llamada sin medida. Que nunca pudo el sayo de mi vida domesticar el cauce del deseo, ni a desorden entré como Teseo dejando ya dispuesta una salida. No quedará mi duende apaciguado por más que lo encarcele en un castillo y ponga la razón a su cuidado. Alumbra a mi apetito sólo el brillo de ver de Dios la cara en el pecado como en un pan la viera el Lazarillo. *** No hay doblez en estar muerto y levantarse No hay doblez en estar muerto y levantarse a un toque de entusiasmo, desperezarse, andar, caminar sin plan y sin propósito, abandonarse a la ventura de los pasos, abrazar la incertidumbre, aceptar el señorío de la magia de la duda de estar muerto, y soñar. Sólo soñar, soñar los caminos más amables del parto de la duda, de la duda del muerto de estar muerto. Y soñar una vida inagotable, un nutriente de mil muertes sentenciadas al retorno pertinaz de mil toques traicioneros de entusiasmo. Olvidar, soñar la venida caprichosa de la magia de la duda, y soñar. Dudar, otra vez dudar de este mundo ciertamente poblado de difuntos. ** Rubén Jiménez González julianru@wanadoo.es Escritor e investigador español (Madrid, 1959). Recibió el premio Menéndez Pidal de la Real Academia Española (http://www.rae.es) (2002) a la investigación filológico-histórica. Es autor del Diccionario toponímico y etnográfico de Hispania Antigua (Minor Network, 2004) y de la novela En Asdrubal clavarás tu lengua (Ed. Almuzara, en edición). Fue director literario de Poesiapura.com y de la revista Atanor, y colaborador habitual de relato y poesía en publicaciones literarias españolas e iberoamericanas, entre ellas El Hablador (http://www.elhablador.com), de Lima; Isla Negra (http://isla_negra.zoomblog.com), de Buenos Aires; Ficticia (http://www.ficticia.com), de México, y Grieta, de la Universidad de Guadalajara (http://www.udg.mx), en México. ||||||||||||||||||||||| EL REGRESO DEL CARACOL |||||||||||||||||||||| === Poème à une étrangère Porfirio Mamani Macedo ===================== Traducido del español al francés por Elisabeth Passedat Poesía Éditions Éditinter París, 2005 ISBN: 2-9145228-70-1 86 páginas Extranjero como ha venido siendo desde que salió de su país a principios de la década de los 90, el escritor peruano Porfirio Mamani Macedo mantiene la extranjería como tema recurrente en su dilatada obra. Por ello, para el lector que ya ha leído trabajos anteriores de Mamani, no es extraño encontrar que en el registro de su obra aparezca un nuevo poemario, precisamente titulado Poème à une étrangère. Se trata de un largo poema de amor dividido en 32 partes, todas numeradas y cada una llamada, también, "Extranjera", en el que Mamani juega de mil maneras con el concepto, siempre evidenciándose a través de sustantivos que sugieren la distancia respecto al lugar de nacimiento y, por ende, a todo lo que podamos identificar como nuestro territorio; por ende, al amor. Así, la mujer amada se convierte en símbolo, a la vez, de la lejanía y del esfuerzo por reducir esta lejanía con los ojos de la mujer amada que mañana se enfrentará "desnuda para alcanzar tu prometido / valle donde han de dormir tus ojos". La amada que Mamani plasma en este libro está lejos, de su patria y del hombre que canta su amor por ella, que anuncia una próxima partida en su busca, en la que espera que haya un faro "para guiar / nuestros olvidados amores / por los ruidosos mares que cruzamos". "No encerraré tu rostro en los límites / del mar ni en la oscura / suerte que nos depara el destino", dice Mamani en uno de sus poemas. "Dime qué nubes envolverán / todavía nuestros caminos en la lluvia. / Qué vientos soplarán el vigor de nuestros pelos / y qué montañas hemos de cruzar para encontrarnos", dice en otro. "Siendo yo el que vino a ti, tierra lejana, / ¿cómo haberme señalado la frontera? / Siendo Ella, la historia de mi canto, / ¿cómo haberle señalado la frontera?", se pregunta en el poema final. Carmen Ruiz Barrionuevo, autora del prólogo, advierte los puntos en común que unen a este libro con un título anterior de Mamani Macedo, Voz más allá de las fronteras, de 2003: "La frontera aparece en los dos libros como esos límites que son inventos humanos, que coartan la libertad y se imponen a los caminantes impidiendo su tránsito al más allá; pero no se puede olvidar que, a la vez, la frontera es lo que une, lo que llama, pues detrás de su línea invisible se percibe la otra tierra, la deseada, la adivinada, o la temida". Nacido en Arequipa en 1963, Mamani obtuvo el grado de abogado en la Universidad Católica de Santa María, y ha hecho también estudios de literatura en la Universidad de San Agustín (Arequipa) y La Sorbona (Francia). Posee una vasta bibliografía, en francés y en español, en la que destacan títulos como Ecos de la memoria (poesía, Editions Haravi, Lima, Perú, 1988), Les vigies (cuentos, Editions L'Harmattan, París, 1997), Voz a orillas de un río / Voix sur les rives d'un fleuve (poesía, Editiones Editinter, 2002), Le jardin el l'oubli (novela, Ediciones L'Harmattan, 2002), Más allá del día / Au-delà du jour (poemas en prosa, Editiones Editinter, 2000) y Flora Tristan: La paria et la femme étrangère dans son oeuvre (ensayo, Ed. L'Harmattan, 2003). ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| "El mundo podría existir muy bien sin la literatura, e incluso mejor sin el hombre". Jean-Paul Sartre. === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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