~~~~~~~~~~~~~~~ Año XIII Cagua, Venezuela Nº 197 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 20 de octubre de 2008 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | Textos clitorianos. / (Des)confiado. / Nortesur contra | Breves el olvido. / Plath total. / Padula a distancia. / Poetas | expuestos. / Bolivia danzando. / Traidores o patriotas. | / Marcapáginas creativos. / López secreta. / Zerpa | sagrado. / Peruanas que matan. / Balza y sus socios. / | Celebrando a Alas. / Derechos en curso. / Antología | bilingüe en italiano y español. / Las imposturas de | Eros. | | Presentada en Cartagena novela de Antonio Mora Vélez. / | Noticias Escuela de Arte de Asturias y Biblioteca de Alejandría | firman acuerdo. / Emiten fallo de Premios Nacionales de | Literatura de México. / Anunciados Premios Nacionales de | Literatura de España. Recayeron este año sobre Margarit, | Millás y Beramendi González. / Molina Campos, Yagüe y | Santaella premiados en Valencia. / Biblioteca Ayacucho | publicará audiolibros en Internet. / Academia Sueca | preocupada por posible filtración sobre el Nobel 2008. / | Tomás Segovia obtiene el Premio de Poesía Federico | García Lorca. / Falleció el poeta gallego Ramiro Fonte. | / Carlos Fuentes dicta conferencia magistral en Madrid. | / Inauguran en Madrid exposición en homenaje a Vicente | Huidobro. / España modificará el nombre de su Biblioteca | Nacional. / Juez Garzón ordenó apertura de la fosa de | García Lorca. / Entregados en Caracas los Premios | Municipales de Literatura 2008. / Distinguen a Eduardo | Galeano con el premio Bartolomé Hidalgo. / Fundación | Alberti traduce textos en ruso del escritor. / Murió en | Cartagena el escultor colombiano Héctor Lombana. / Poeta | panameño Ramón Oviero fallece a los 69 años. / | Biblioteca Nacional de Costa Rica celebra 120 años. / | México y Andalucía presentarán recitales poéticos | simultáneos. / Un rompecabezas gigante revelará | actividades de la FIL-Guadalajara. / García Montero será | juzgado por su artículo “Lorca era un fascista”. / Todo | listo para la edición 2008 del encuentro Kosmópolis. / | Literatura de viajes será analizada en simposio en | Bogotá. / Ida Gramcko será homenajeada en Caracas. / | Leerán Cien años de soledad en Feria del Libro de | Santiago de Chile. / El Tercer Reich, novela inédita de | Bolaño, anunciada en Fráncfort. / La literatura infantil | se reencontrará en Venezuela. / VII Jornada de Estética | analizará en Caracas el fenómeno de la moda. / XIX Feria | del Libro Ricardo Palma homenajeará a Ollé y Gálvez | Ronceros. / Publicarán poesía completa de José Antonio | Muñoz Rojas. / El bolero tendrá su congreso en República | Dominicana el año próximo. / III Congreso de Historia | Regional realizarán en Venezuela. | | Reto de los 10.000 libros para Navidad. / Círculo de | Literatura Escritores de Venezuela. / bookAffinity. / Libro a | en Internet Libro. / Oliverio Brausen. / Tonanzi. | | “¿Qué pasará cuando muera García Márquez?”, Jaime de la | Artículos y Hoz Simanca. / “Cualquier cielo, de Micaela Chirif”, | reportajes Andrea Cabel. / “La matriz del pensamiento”, Antonio | Otero García-Tornel. / “Norberto José Olivar: entre la | historia y la oscuridad. A propósito de Un vampiro en | Maracaibo”, Valmore Muñoz Arteaga. / “Sueños de sueños, | de Antonio Tabucchi”, Katia Sandoval Buendía. / “Cuentos | violentos: represión y resistencia en Bolivia”, S. | Sandor John. | | Enrique Vila-Matas: “La literatura es la única | Entrevistas alternativa a las tiranías cotidianas”, entrevista por | Eduardo Corrales. / Jorge Asís: “Nunca volví a sentir la | misma libertad que tuve cuando escribí Flores robadas en | los jardines de Quilmes”, entrevista por Mara Favoretto. | | “Relaciones espacio-temporales en la dramaturgia de José | Sala de ensayo Ignacio Cabrujas”, Magaly Guerrero. / “Marinetti y el | futurismo: el discurso de la antitemporalidad continua”, | Jhoerson Yagmour. / “Los indígenas de Chiapas y el | enmascaramiento como forma de tener un rostro”, Magaly | Acosta Oviedo. | | Poemas de Paula Ramos. / Dos relatos de Omelino | Letras Bermúdez. / “Imagos sobre una mujer desnuda”, Fernando | Vargas Valencia. / “Desde arriba”, Enrique Vásquez | Valladares. / Poemas de Eduardo Pepper. / “Claves para | un descubrimiento”, Gaspar Jover Polo. / “los niños de | japón” (extractos), Alejandra Correa. / “La Dama | Blanca”, Gabriela Ballesteros. / Poemas de Paúl Cevallos | Zambrano. / “No somos impermeables”, Raúl Harper. / | Poemas de Ana Aguilar. / “El secreto”, Olivia Vicente | Sánchez. / Poemas de Susana del Rosal. / “La traición de | Julia”, Alma Rosa Tapia. / “La deriva del hombre” | (extractos), Pedro Sevylla de Juana. / “Los diarios de | Lem. Doctor Paracelso”, Carlos Montuenga. / “El | seleccionado”, Pilar Ana Toloana Artola. | | George Bernard Shaw. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Textos clitorianos. El realizador radial colombiano Gustavo Adolfo Bustamante Mesa está recopilando textos en español, en poesía o prosa, dedicados al clítoris, para difundirlos a través de su programa “JazzEros”, justamente dedicado a textos eróticos con banda sonora de jazz. Bustamante Mesa mantiene su programa radial en la emisora cultural de la Universidad Nacional de Medellín, UN Radio 100.4 FM, donde además produce los programas “Jazz Session: 8 otras miradas al jazz” y “Rizoma”, sobre música contemporánea. Los interesados en participar deberán enviar sus textos a tavojazz62@yahoo.es. Los textos escogidos serán leídos durante una emisión del programa y se hará mención, en cada caso, del autor. http://www.unalmed.edu.co/unRadio.html (Des)confiado. Ya está a la venta el relato La (des)confianza, del escritor novel y periodista venezolano Ángel Díaz (http://www.letralia.com/firmas/diazangel.htm), que acaba de aparecer bajo el sello de Éride Ediciones, editorial española pionera de nuevos escritores hispanoamericanos. Redactado con el estilo de Díaz, profuso en giros idiomáticos y jerga organizacional, el libro denuncia en clave de tragicomedia los chismes, cotilleos, rumores y leyendas urbanas que rodean al ámbito de las corporaciones. El texto se adentra en la psicología organizacional, en especial en los problemas existenciales y de doble moralidad que impregnan de “emanaciones varias” al orbe corporativo. Re(y)naldo, su conjetural protagonista, dice ostentar el trono gerencial proyectándose como un “chiflado/profesional/cuerdo”. En algún momento, Henry, otro personaje, pretenderá amparar la buena voluntad del escritor de la historia. El libro se puede adquirir a un costo de 12 euros en la web de la editorial y por 35 bolívares en las librerías venezolanas VdlBooks (Centro Comercial El Sambil, Centro Comercial Boleíta Center, Centro Comercial La Cascada, Centro Comercial Buenaventura), Atlantis (Centro Comercial Los Altos, San Antonio de Los Altos), Librería del Ateneo de Caracas y Librería El Pasillo (Facultad de Ingeniería, Universidad Central de Venezuela). Natural del estado Miranda, Díaz es periodista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), con estudios de Maestría en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Cuenta con varios años de experiencia profesional en diversos organismos gubernamentales y empresas privadas. http://tinyurl.com/5acxyp Nortesur contra el olvido. Con la publicación de cuatro libros en octubre y cuatro más en noviembre inicia su andadura el sello Nortesur, que con la proyección de publicar unos veinte títulos al año ha sido creado con la intención de recuperar textos considerados clásicos y que han caído unas veces en el olvido (y nunca fueron traducidos al castellano) y otras en el abandono (no siendo reimpresos o reeditados como merecían). Seis colecciones conforman la oferta de Nortesur, dos de ellas especializadas. Las dos primeras tienen un denominador común: la música, dedicada una al flamenco y la otra a todas las músicas, desde la antigua y la clásica hasta la étnica y la pop. En las demás colecciones tendrán cabida la ficción (novelas y cuentos), la no ficción (ensayo de humanidades en general), la literatura testimonial (diarios, memorias, cartas, viajes y biografías) y el “formato pulga” (menor que bolsillo), que se nutrirá de las líneas editoriales abiertas por las otras cinco colecciones. Los libros que se presentan este mes son Menajem Mendel desde Odesa, a su esposa Sheine Sheindel en Kasrilevke, del escritor judío Sholem Aleijem, traducido por Luis Goldman y con postfacio, cronología y bibliografía de Déborah Puig-Pey Stiefel (http://www.letralia.com/firmas/puig-peystiefeldeborah.htm); la novela La gata y la colección de textos testimoniales Prisiones y paraísos, de la francesa Sidonie-Gabrielle Claudine Colette (conocida sólo como Colette), traducidos ambos por Julia Escobar y con postfacio, cronología y bibliografía de Luis Prat Claros, y el relato biográfico Vida de la Duse y D’Annunzio, de la alemana Bertita Harding, con traducción de Virgilio Piñera y postfacio, cronología y bibliografía de Domingo Rodríguez Romero. http://www.editorialnortesur.com Plath total. El sello español Bartleby acaba de publicar la antología Poesía completa, una edición bilingüe (español-inglés) que ofrece, por primera vez en el ámbito hispanoamericano, toda la obra poética de la escritora estadounidense Sylvia Plath (Boston, 1932-Londres, 1963). El libro, de 704 páginas, es una traducción de la edición original de Ted Hughes, hecha por Xoán Abeleira, quien además se encargó del prólogo y las notas. Considerada una de las grandes voces de la poesía del siglo XX, Plath publicó los poemarios The Colossus (1960) y Ariel (1965), la novela The Bell Jar (1963), el libro de relatos Johnny Panic and the Bible of Dreams (1977) y sus diarios The journals of Sylvia Plath (1982). “Al acercarnos a la poesía de Sylvia Plath”, dice Abeleira, “debemos tener muy presente que, si bien el hecho de conocer los detalles de su vida nos ayuda a comprender y a ‘traducir’ sus poemas, ello no explica, en modo alguno, el poderío de éstos. En Plath es fundamental separar sus logros estéticos de su biografía, de la cual no dependen ni en la forma ni en el fondo. Podemos abordar esta Poesía completa como una mera ‘confesión’ de su autora, pero, al hacerlo, estamos prejuzgando lo que leemos y, peor aún, nos estamos perdiendo otros significados mucho más relevantes y reveladores”. Este lunes 20 de octubre, a las 8 de la noche, se realizará una presentación del libro en Fnac Callao (Madrid). Intervendrán, además de Abeleira, la poeta Guadalupe Grande y el director de la colección, Manuel Rico. http://tinyurl.com/6627gg Padula a distancia. El Fondo de Cultura Económica acaba de lanzar una reedición del libro Una introducción a la educación a distancia, del escritor argentino Jorge Padula Perkins, con el que pone a disposición del lector un material que sin abandonar su condición descriptiva ahonda en reflexiones éticas y procedimentales. Así, la caracterización de la metodología, su relación con los medios de comunicación y las bibliotecas, la función de los materiales y la labor tutorial, abordados, entre otras cuestiones, en la edición original, se ven enriquecidos por tópicos de mayor especificidad. La reedición aumentada aborda temáticas tales como la construcción de un referente ético y deontológico para el ejercicio de la educación a distancia, la importancia de priorizar el criterio pedagógico por sobre la presión tecnológica, el análisis del control de calidad en materia de formación no presencial, la sociología de la comunicación humana y las condiciones de educabilidad en este marco de interacción. Asimismo se agrega un capítulo en el que se ofrece un panorama histórico sobre la modalidad no presencial en Argentina. http://www.fce.com.ar/ar/libros/detalleslibro.asp?IDL=2937 Poetas expuestos. El próximo martes 21 a las 7 de la noche será inaugurada, en la Sala Arturo Úslar Pietri de la Casa de Rómulo Gallegos, la muestra de las 152 obras participantes en la II Edición del Premio de Poesía Víctor Valera Mora, galardón que fuera conferido al escritor colombiano Jotamario Arbeláez por su obra Paños menores. Este reconocimiento fue creado en 2005 por el Ministerio de la Cultura de Venezuela para fomentar la creación poética en lengua castellana. El nombre del trujillano Víctor “Chino” Valera Mora fue escogido por considerarse uno de los poetas que mejor expresan lo que constituye la nacionalidad venezolana. Nacido en Cali en 1940, Arbeláez recibió el premio este año “por la fuerza vital de sus imágenes, su propositiva relación con la historia que de lo universal conduce a lo familiar y personal, por su poética contemporánea y por la manera en que renueva el lenguaje coloquial entretejido con ironía y humor, propiciando un sugestivo acercamiento con el lector”, según el veredicto emitido. http://www.celarg.gob.ve Bolivia danzando. Este martes 21 de octubre se presentará en la Casa de Rómulo Gallegos, en Altamira (Caracas), el grupo de danzas folklóricas Bolivia Quyllur Tusuy (Danzas Estrella del Sur), compuesto por jóvenes bailarines que han profundizado en la mística de difundir los bailes típicos de su país, mostrando su identidad, riqueza y belleza, así como las historias contadas a través de cada una de las interpretaciones. En el evento se podrán disfrutar de bailes como la morenada, tinkus, caporales, tobas, huayños y saya. El grupo tiene su sede en Caracas y nació de la inquietud de un grupo de estudiantes y profesionales con trayectoria en otros grupos de danzas bolivianas en Venezuela. Sus integrantes son de diversas nacionalidades. La presentación tendrá lugar a las 7 de la noche en la Sala de Teatro 1 de la Casa de Rómulo Gallegos, con entrada libre. http://www.celarg.gob.ve Traidores o patriotas. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a través del Departamento de Filología Moderna, organiza el I Congreso de Literatura y Cultura Estadounidenses “¿Traidores o patriotas?”, que tendrá lugar del 22 al 24 de octubre en el Salón de Actos del Edificio de Humanidades de la mencionada casa de estudios, ubicado en el número 1 de la calle Pérez del Toro, en el Campus del Obelisco. La actividad, que tendrá una duración de treinta horas, pretende ser un foro de encuentro, discusión y análisis sobre la disidencia en Estados Unidos, fundamentalmente a partir de sus representaciones culturales, con el objeto de entender la realidad estadounidense del siglo XXI y, a su vez, cómo esa realidad ayuda a desvelar las raíces de la historia nacional. Para ello se contará con la participación de profesores de las universidades de Barcelona, La Laguna, León, Oviedo, Politécnica de Madrid, Salamanca, Sevilla y Zaragoza. Las sesiones se impartirán a razón de cuatro ponencias por la mañana, a partir de las 9:30, con una mesa de debate posterior, y cuatro en horario de tarde, a partir de las 4:30, con otra mesa de debate al término de la sesión. Todas las charlas serán impartidas en español, a fin de facilitar la matriculación de aquellas personas interesadas en el tema. https://www.ulpgc.es/index.php?pagina=campusabierto&ver=congreso_lit Marcapáginas creativos. La Concejalía de Educación y Cultura del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo, a través del Servicio de Bibliotecas Municipales, ha convocado el IX Concurso de Marcapáginas-Bibliotecas 2008, con motivo del Día de la Biblioteca que se celebrará el 24 de octubre. Podrán participar todos los niños hasta los 16 años que sean socios de las bibliotecas municipales de la localidad. Se han establecido dos categorías: hasta los 10 años y de 11 a 16 años. Los marcapáginas se presentarán en cartulinas rectangulares de 10 centímetros de ancho por 34 centímetros de alto. El dibujo sólo se deberá realizar por una de las caras y utilizando la técnica que se quiera (lápices de colores, ceras, acuarelas, etcétera). Los participantes también pueden inventar un lema sobre el mismo tema, que se escribirá en la hoja de participación. Los trabajos se podrán entregar en las bibliotecas municipales de las Casas de Cultura de Pinilla y Trobajo del Camino o enviarse por correo a las mismas. El plazo de admisión finalizará el 22 de octubre. En cada categoría habrá un primer premio y un accésit, que consistirán en lotes de libros. Los marcapáginas premiados se reproducirán a tamaño reducido y se obsequiarán a los lectores de las bibliotecas municipales. Cada biblioteca municipal expondrá los trabajos presentados el 24 de octubre. La entrega de premios tendrá lugar el 19 de diciembre a las cinco de la tarde en la Biblioteca de Trobajo del Camino y a las seis de la tarde en la Biblioteca de Pinilla. http://www.aytosanandres.org López secreta. Este jueves 23 de octubre a las 7 de la noche se inaugurará, en el Museo Casa Steinvorth de San Cristóbal (Táchira, Venezuela), la exposición “Aquel lugar secreto...”, de la venezolana Ana Berta López. La muestra, que es la quinta presentada por López en forma individual, estará abierta al público hasta el 24 de noviembre en la sala 2 de la segunda planta del museo, y recoge lo mejor del trabajo de la fotógrafa en materia de lugares y objetos determinados. Una lámpara del Hotel Bella Vista, en Táchira; la Iglesia del Calvario, en Caracas; tomas del Museo del Táchira, y una notaría en la ciudad colombiana de Cúcuta, son algunas de las imágenes que podrá apreciar el visitante, algunas de las cuales fueron intervenidas levemente por López para darles apariencia de obras pictóricas. Nacida en Caracas en 1963, López es además actriz de teatro y televisión, con estudios en el Taller de Actuación Luz Columba y el IFAd, entre otros centros, y participación en algunas telenovelas como Selva María, Señora o Abigaíl. En Ciudad Letralia, el espacio de firmas exclusivas de la Tierra de Letras, mantiene la avenida Anagrafías. http://www.letralia.com/firmas/lopezanaberta.htm Zerpa sagrado. La Embajada de Francia en Venezuela y la Alianza Francesa están invitando a la exposición “Makunaima, tierra sagrada”, una muestra fotográfica de Edgardo Zerpa con paisajes venezolanos que, según reza la invitación, “se unen mientras confluyen las regiones revelando lugares mágicos”. Conocido por la realización de sus mándalas, Zerpa ofrece en esta exposición lo mejor de su talento como fotógrafo, resaltando su habilidad para captar imágenes únicas en el sur de Venezuela, en los estados Bolívar y Amazonas. El espectáculo del Autana —que en lengua indígena significa montaña sagrada— y de Roraima —madre de todas las aguas—invita a penetrar un mundo de belleza y de mitos. La inauguración será el jueves 23 de octubre a las 7 de la noche en la sede de la Alianza Francesa, en la planta baja del edificio Centro Solano (3ª Avenida de Las Delicias cruce con avenida Francisco Solano, Chacaíto; Caracas). La entrada es gratuita. La muestra podrá ser apreciada hasta el 13 de noviembre y estará abierta al público de lunes a viernes entre 8 de la mañana y 8 de la noche, y los sábados de 8 de la mañana a 12 del día. http://www.afcaracas.org/evento.asp?cual=207 Peruanas que matan. El editor Álvaro Lasso, del sello Estruendomudo, presentará este jueves 23 de octubre en el Centro Cultural Peruano de París (17 rue de Picardie) la antología Matadoras; nuevas narradoras peruanas, en una velada en la que estará acompañado por la poeta y socióloga francesa Anouk Guiné (http://www.letralia.com/firmas/guineanouk.htm) y por dos de las autoras incluidas, Grecia Cáceres (con su relato “Las dos orillas”) y Nataly Villena (con “Al frente”). El libro incluye algunas de las autoras más representativas de la prosa femenina peruana, como Alicia Bisso (“Corte a Sofía”), Claudia Ulloa (“Línea”), Rossana Díaz (“La lucha contra el estornino”), Susanne Noltenius (“Mate de coca”), Karina Pacheco (“El aliento”), Katya Adaui (“Casa de estrafalario”), Alina Gadea (“La casa muerta”), Montserrat Álvarez (“Este cuento se autodestruirá en X minutos”), Giselle Klatic (“Las dos orillas”), María Luisa del Río (“Te explico cómo llegar”) y Trouvez Hortense (“Mónica Beleván”). La entrada es libre y los asistentes podrán, además de adquirir el libro, disfrutar de café y mate de coca. http://pagesperso-orange.fr/cecupe/agenda.htm Balza y sus socios. Este viernes 24 de octubre se realizará en el Instituto de Investigaciones Literarias de la Universidad Central de Venezuela el evento “José Balza y asociados: investigaciones literarias al día”, en el cual serán presentados los libros Un hombre de aceite (fábula) y Pensar a Venezuela (ensayo), del escritor venezolano José Balza y publicados por el sello Bid & Co. Un hombre de aceite resume la vida de un empleado de una empresa del petróleo, poco después de su jubilación. Pensar a Venezuela es un ensayo sobre la improvisación y los cambios en el país latinoamericano, donde Balza examina la coherencia intelectual del venezolano. También serán presentados los últimos cuatro números de la revista Investigaciones Literarias, anuario del instituto, correspondientes a los años 2006, 2007 y 2008. El nombre del evento hace referencia al hecho de que, aunque Balza está jubilado de la UCV (como Luis Samán, el protagonista de la novela, lo está de la petrolera), ha sido hasta ahora un miembro esencial del instituto, siendo sus “socios” los profesores y amigos. Intervendrán los profesores Francisco Javier Pérez, Carlos Sandoval y María Eugenia Martínez P. La actividad se desarrollará a partir de las 5 de la tarde en la Sala Francisco de Miranda (Sala “E”) de la UCV. http://abbrr.com/NmO Celebrando a Alas. La Asociación Cultural Leopoldo Alas, creada en Logroño (La Rioja, España) con el objetivo de dar a conocer la vida y obra del poeta, le tributará un homenaje el próximo 1 de noviembre en Arnedo, su ciudad natal. El homenaje, con el que la asociación comienza su plan de actividades, se celebrará en el Teatro Cervantes, donde se proyectará un video sobre la obra del poeta, fallecido en agosto pasado, cuando estaba a punto de cumplir 46 años. El Ayuntamiento local descubrirá una placa en el inmueble número tres de la calle de Libertad, donde nació el escritor, cuya familia donó unos volúmenes de una parte de su obra para que sean utilizados en la Biblioteca Municipal. Al homenaje, organizado por la asociación en colaboración con el Ministerio de Cultura, la Consejería de Cultura, el Ayuntamiento de Arnedo y la Fundación Caja Rioja, han confirmado su asistencia Ajo, Ana Rosseti, Ignacio Elguero, Javier Lostalé, José Infante, Luis Martínez Merlo y Ruth Toledano. Derechos en curso. El Institut de Drets Humans de Catalunya (IDHC) ha abierto una convocatoria de becas para realizar el XXVII Curso de Derechos Humanos que se celebrará del 2 al 19 de marzo de 2009. Las becas se dirigen a residentes en cualquier país de América Latina y tienen una dotación de 1.500 euros para cubrir la matrícula, el viaje y el alojamiento en Barcelona. La convocatoria estará abierta desde el 15 de octubre hasta el 15 de noviembre y los interesados deberán enviar su solicitud con la documentación requerida a formacio@idhc.org. El curso tocará temas como la internacionalización de los derechos humanos y el sistema universal de protección, el refugio, la libertad de expresión, la política exterior española en materia de derechos humanos, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y otros. Esta iniciativa se organiza anualmente desde 1982 con el objetivo de dar una primera formación en la especialización de profesionales que trabajan en el ámbito de los derechos humanos. Está dirigido a estudiantes de ciencias jurídicas, económicas y sociales, funcionarios, cuerpos y fuerzas de seguridad, juristas, asistentes sociales, economistas y todos aquellos profesionales relacionados con los derechos humanos. http://www.idhc.org/esp/141_cursdh.asp Antología bilingüe en italiano y español. El escritor y artista plástico Luigi Muccitelli, del prestigioso sello italiano Edizioni Lo Spazio, está organizando una antología de poesía contemporánea que se publicará el año próximo para celebrar los cuarenta años de creación de su Premio Literario “Julia de Gonzaga”. Los autores interesados en participar pueden enviar hasta 10 poemas, adjuntando una reseña biográfica breve y, opcionalmente, una fotografía. Los propulsores de la antología leerán el material y escogerán a un grupo de autores. Asimismo, de cada autor seleccionado se publicarán 3 poemas en la antología, tanto la versión original en español como su traducción al italiano. Quienes entren a la antología recibirán medallones de plata y otros premios ofrecidos por entidades públicas y privadas. No hay que pagar derecho alguno por participar. El plazo de recepción de poemas vence el 15 de marzo de 2009. Para solicitar mayor información, es preciso comunicarse con Muccitelli en cualquiera de sus correos: lumuccitelli@alice.it o luigimuccitelli@tiscali.it, o llamarlo al teléfono 0771 501053. Para enviar el material, puede hacerse a la dirección siguiente: Edizioni Lo Spazio, Via Toscana 9/B, 04022 Fondi (LT), Italia. http://www.visitaitri.it/luigi_muccitelli.htm Las imposturas de Eros. Tal es el título que el sello canadiense Lugarcomún ha dado a su proyectada antología de relatos, que con el subtítulo “Amor en la postmodernidad” recibirá textos hasta el 31 de enero de 2009. Los autores que deseen participar deberán ser residentes de Canadá o Estados Unidos y tener obra publicada. El libro contará los amores de la era contemporánea a través del cuento. El desencuentro amoroso, las relaciones virtuales, los matrimonios por conveniencia migratoria, los amores patológicos, los enlaces con capitulaciones, estilo star movie, el desfogue erótico de las damas maduras con los amantes jóvenes, las prácticas del swinger y del gang bang, los encuentros homo, hetero y bisexuales, el sexo prepagado y, en líneas generales, la vida afectiva, serán los temas a incluir. Para solicitar mayor información o enviar un cuento a consideración del consejo editorial, es preciso escribir a editorial@lugarcomun.ca. ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Presentada en Cartagena novela de Antonio Mora Vélez El 20 de septiembre, en las instalaciones sociales de la Gran Logia de Cartagena de Indias (http://www.serenisimagranlogia.com), en Colombia, se hizo el lanzamiento de la novela Los nuevos iniciados, del abogado y escritor colombiano Antonio Mora Vélez (http://www.letralia.com/firmas/moravelezantonio.htm). Fue oferente el Gran Maestro de Masones de Cartagena, doctor Hernando Osorio Rico, y presentador de la obra el poeta Reynaldo Bustillo Cuevas. En el ensayo de presentación, el poeta Bustillo afirmó que la tendencia antropológica de los relatos de ciencia ficción de Mora Vélez es una consecuencia del desarrollo vertiginoso de las ciencias naturales que poco espacio para la especulación le deja a los escritores del género. Saludó que lo esotérico sea tema de ciencia ficción y resaltó el enfoque moralista y el lenguaje poético que hay en la novela. Sobre esto último acotó que había que repensar el significado de poesía frente a la ciencia ficción, y decir que en ella “es el manejo diestro de la imaginación, centauro enloquecido que cabalga sobre alfombra de metáforas, tejidas con el hilo áureo de sílabas y letras, para redefinir con simbólicos códices una realidad que se fuga de la cotidianidad del hombre”. Los nuevos iniciados se desarrolla en una era posapocalíptica en la que la humanidad intenta rehacerse partiendo desde los más básicos principios. En sus esfuerzos de reconstrucción son ayudados por los ángeles, seres presumiblemente de origen espacial. Dos personajes, Antuko y Abimael, habitantes de la costa atlántica colombiana y descendientes de los sobrevivientes de la hecatombe, deberán vérselas con los problemas que implica el hecho de estar bajo la potestad de unos seres superiores cuyos propósitos no son del todo claros. Según el crítico Robert Phillip Corpus Sanzo (http://www.quintadimension.com/article362.html), la obra “hace algo que aún es inusual en nuestro medio, como es ubicar la trama sobre las primeras comunidades de la humanidad renacida, y sus mentores espaciales, en un ámbito caribeño, y el curioso juego textual planteado por el hecho de que los personajes de la novela, en varios momentos, suelen leer los cuentos y poemas que en otras épocas ha publicado el mismo Mora Vélez”. Reconocido como uno de los padres de la ciencia ficción en Colombia, Mora Vélez ha escrito cuentos, poemas, artículos y ensayos relacionados con el género. Ha publicado los libros de cuentos Glitza (1979), El juicio de los dioses (1982), Lorna es una mujer (1986; edición en inglés: 1990), y La duda de un ángel (2000), el primer libro electrónico editado en Colombia. Ha publicado también el libro de ensayos Ciencia ficción: el humanismo de hoy (1996) y los poemarios Los caminantes del cielo (1999) y El fuego de los dioses (2001). Aparece en diversas antologías y ha ganado varios premios de literatura. Fuentes: Antonio Mora Vélez • Gran Logia de Cartagena de Indias • Quinta Dimensión *** Escuela de Arte de Asturias y Biblioteca de Alejandría firman acuerdo La Escuela Superior de Arte de Asturias (http://www.esapa.org) suscribirá un acuerdo de colaboración con la Biblioteca de Alejandría (http://www.bibalex.org) en el marco de una línea de cooperación internacional que el centro pondrá en marcha a lo largo de este curso, explicó el director del ente asturiano, Roberto Crespo-Joglar, el pasado 7 de octubre. La labor de cooperación se centrará en los entornos más próximos culturalmente: el Mediterráneo y América Latina. “Hay mucho que aportar, especialmente en restauración. Perseguimos colaboraciones con instituciones como la Biblioteca de Alejandría, una operación que queremos canalizar a través del Centro Niemeyer” (http://www.niemeyercenter.org), explicó. Los contactos con esta institución egipcia comenzaron a raíz del C-8, la reunión de centros culturales auspiciada en 2007 por la Fundación del Niemeyer. “Creemos que se dan las circunstancias adecuadas para poder colaborar”, indicó. La Biblioteca de Alejandría tiene demanda de personal para la restauración de documentos, debido al interés por conservar un patrimonio inmenso, el bibliográfico, no tan conocido como el arqueológico. También en lo que se refiere a colaboración con otros centros, está previsto que una delegación del Flagel College (de San Agustín de La Florida) visite después de Navidad la Escuela Superior de Arte, para consolidar la relación entre ambos centros y concretar los posibles intercambios de estudiantes de diseño. Además, Crespo-Joglar explicó que el objetivo también es que alumnos avilesinos puedan realizar trabajos de conservación sobre el patrimonio de San Agustín de La Florida. Otro proyecto en el que comenzará a trabajar este curso la Escuela Superior de Arte es el programa “Erasmus”, en el que el centro acaba de ser admitido. La búsqueda de socios es la próxima fase, hasta conseguir que se materialicen los intercambios de estudiantes y profesores. “Esperamos poder contactar con instituciones que sean interesantes. No se trata de mandar a los alumnos a estudiar en otros países, sino de buscar centros que aporten algo, y con experiencia cosmopolita”, dijo el director. En este sentido, la importancia de conocer la forma de trabajo en otras escuelas y universidades vinculadas al diseño y restauración viene dada por el plus de competitividad que significará para los alumnos. “La enseñanza ligada al terruño ya no sirve”. La idea es que el próximo año puedan comenzar ya los intercambios, con los que se intenta que los estudiantes pierdan el miedo a la movilidad. El centro se propone ofrecer formación complementaria a los alumnos que participen, en colaboración con la Escuela de Idiomas, para que puedan desenvolverse con soltura en los distintos países de acogida. “Nos gustaría tener socios en cada una de las titulaciones”, apuntó Crespo-Joglar. En lo que se refiere a “vender” la Escuela de Arte, para que otras escuelas europeas la encuentren atractiva como socia, el director afirmó que será una forma de demostrar la importancia del diseño español. “No se tiene una idea clara de lo que se está haciendo en España, sí se sabe del movimiento cultural pero el diseño español está lejos del prestigio que tiene, por ejemplo, Italia”, aseguró. Fuente: La Nueva España *** Emiten fallo de Premios Nacionales de Literatura de México La Coordinación Nacional de Literatura (http://www.literaturainba.com) del Instituto Nacional de Bellas Artes de México (Inba, http://www.bellasartes.gob.mx/INBA/index.jsp) dio a conocer el pasado 7 de octubre los ganadores de los Premios Nacionales de Literatura de ese país, convocados por ese ente en colaboración con diversos estados de la República e instituciones de educación superior. El Premio de Cuento Infantil “Juan de la Cabada”, que se convoca en colaboración con el Instituto de Cultura de Campeche (http://www.institutodecultura.gob.mx), fue para Martín Solares, por el cuento “Monstruos”. Édgar Omar Avilés es el ganador del Premio de Cuento “San Luis Potosí”, con el libro Era etérea la materia, mientras que el Premio de Dramaturgia, que se convoca junto con el Instituto de Cultura de Baja California (http://www.bajacalifornia.gob.mx/icbc/n_ens.htm), correspondió este año a Ignacio Padilla por la obra La teología de los fractales. Eduardo Parra Ramírez fue elegido ganador del Premio “Juan Rulfo” para Primera Novela, otorgado en conjunto con el Instituto Tlaxcalteca de Cultura (http://www.culturatlaxcala.com.mx) y la Secretaría de Cultura de Puebla (http://www.sc.pue.gob.mx). También en narrativa, El Tigre del Nayar, de Queta Navagómez, fue la obra ganadora del Premio de Novela “José Rubén Romero”, que otorga el gobierno de Michoacán (http://www.michoacan.gob.mx), mientras que Héctor Manjarrez, con El bosque en la ciudad, fue el ganador del Premio de Narrativa Colima para Obra Publicada. En Coahuila, el Premio Nacional de Obra de Teatro para Niños, convocado por el Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult, http://www.icocult.gob.mx) y el Patronato del Teatro Isauro Martínez (http://www.teatroisauromartinez.com.mx), se le otorgó a Ignacio Padilla por su obra La maquinota. Finalmente, el Premio Iberoamericano de Poesía “Carlos Pellicer” para Obra Publicada, que convoca el Instituto Estatal de Cultura de Tabasco (IEC, http://iec.tabasco.gob.mx), se le otorgó a Jorge Fernández Granados, por su libro Principio de incertidumbre. Fuente: Vanguardia *** Anunciados Premios Nacionales de Literatura de España Recayeron este año sobre Margarit, Millás y Beramendi González En las últimas dos semanas fueron anunciados los ganadores de los Premios Nacionales de Literatura 2008 de España, concedidos por el Ministerio de Cultura (MCU, http://www.mcu.es) de ese país a los autores más destacados durante el año 2007, y dotados con 20.000 euros. El primer anuncio se produjo el 7 de octubre, cuando el ilerdense Joan Margarit (Sanahuja, 1938) obtuvo el Premio Nacional de Poesía 2008 por Casa de Misericòrdia, editada por Proa. Jon Gerediaga Goita fue distinguido como finalista por Jainkoa harrapatzeko tranpa. Además de poeta, Margarit es arquitecto y catedrático de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Barcelona (http://www.etsab.upc.es). Comenzó su actividad literaria a finales de los 50 publicando su primera obra, Crónica, en 1975. Ha obtenido numerosos premios, como el de la Crítica de Poesía en Catalán, el Carles Riba, el Premio Nacional de Cultura, modalidad literatura de la Generalitat de Cataluña, entre otros. El jurado estuvo compuesto por Pere Gimferrer (Real Academia Española, RAE; http://www.rae.es), Francisco Xavier Carro (Real Academia Gallega, RAG; http://www.realacademiagalega.org), Francisco Javier Rojo (Real Academia de la Lengua Vasca, http://www.euskaltzaindia.net), Carles Miralles (Instituto de Estudios Catalanes, IEC; http://www.iec.cat), Luis García Montero (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, Crue; http://www.crue.org), Luis Alberto de Cuenca (Asociación Española de Críticos Literarios, AECL), Juan Mollá (Asociación Colegial de Escritores, ACE; http://www.acescritores.com), Pedro Miguel Lamet (Federación de Asociaciones de Periodistas de España, Fape; http://www.fape.es), Clara Janés (MCU), José Manuel Caballero Bonald y Olvido García Valdés, autores galardonados en las dos últimas ediciones. Actuó como presidente el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco y, como vicepresidenta, la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Mónica Fernández. El lunes 13, y por su obra El mundo (Planeta), fue escogido Juan José Millás (Valencia, 1946) como ganador del Premio Nacional de Narrativa 2008. La novela ya había recibido el premio Planeta y ha sido definida por su autor como “una obra muy especial”. Escritor, articulista y dramaturgo, Millás está dedicado a la creación literaria, profesión que desarrolla desde la novela o el artículo periodístico, como colaborador habitual del diario El País (http://www.elpais.com) y del grupo Prensa Ibérica (http://www.epi.es). Ha escrito, entre otras, las novelas El desorden de tu nombre, Visión del ahogado, El jardín vacío y La soledad era esto. Ha obtenido entre otros, el Premio Sésamo, el Premio Nadal, el Primavera de novela y el Planeta. Por su labor periodística ha obtenido galardones como el Premio Mariano de Cavia, el de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez o el Francisco Cerecedo. La decisión provino de un jurado en el que participaron José Antonio Pascual Rodríguez (RAE), Euloxio Rodríguez Ruibal (RAG), Arantza Urretabizkaia Bejarano (Real Academia de la Lengua Vasca), Carme Arnau Faidella (IEC), Antonio Gómez Rufo (ACE), Carlos Galán Lorés (AECL), José Lara Garrido (Crue), Tomás Hoyas Díez (Fape), José María Pozuelo Yvancos (MCU) y los dos últimos ganadores, Vicente Molina Foix y Ramiro Pinilla García. Blanco y Fernández actuaron aquí también como presidente y vicepresidenta, respectivamente. Finalmente, el viernes 17 fue anunciado el Premio Nacional de Ensayo 2008, que correspondió al madrileño Justo Beramendi González (1941) por su obra De provincia a nación: historia do galeguismo político, editado por Xerais. Beramendi González es catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela (USC, http://www.usc.es). Fue gerente de la Comisión de Cultura y cofundador del Museo do Pobo Galego (http://www.museodopobo.es). Asimismo, fue cofundador de las revistas Negaciones, A trabe de Ouro y Tempos Novos, miembro de la Fundación Castelao (http://www.terra.es/personal/castelao) y director de la sección de pensamiento político de la Fundación Vicente Risco (http://www.fundacionvicenterisco.com). Entre sus obras destacan Miseria de la economía; O nacionalismo galego; A vida e a obra de Ramón Villar Ponte; A autonomía de Galicia, Vicente Risco no Nacionalismo galego (tomos I y II) y La historia política: algunos conceptos básicos. Asimismo, ha realizado una amplia labor como traductor. El jurado estuvo integrado por Pedro García Barreno (RAE), José Luis Axeitos Agrelo (RAG), Adolfo Arejita Oñarte-Etxebarria (Real Academia de la Lengua Vasca), Josep González-Agapito i Granell (IEC), Paula Izquierdo González de Mendoza (ACE), José María Pozuelo Yvancos (AECL), y José María González García, autor galardonado el año pasado. También en este galardón actuaron Blanco y Fernández como presidente y vicepresidenta, respectivamente. Fuentes: AFP • EFE • Europa Press • MCU *** Molina Campos, Yagüe y Santaella premiados en Valencia Olga Marina Molina Campos, Eloi Yagüe Jarque y Fedosy Santaella (http://www.letralia.com/firmas/santaellakrukfedosy.htm) resultaron los ganadores de las bienales venezolanas de literatura José Rafael Pocaterra, Enrique Bernardo Núñez y Canta Pirulero, respectivamente, en su edición 2006-2008, según se anunció el pasado 7 de octubre. El poemario Un mundo en guerra, de Olga Marina Molina Campos, se alzó con el premio de la Bienal de Literatura José Rafael Pocaterra, que en esta edición corresponde a poesía. De igual manera, el jurado compuesto por Douglas Bohórquez, Luis Alberto Angulo y Enrique Mujica, decidió otorgar menciones honoríficas a los poemarios Ganancia de pescadores, de Eleonora Requena; Chop suey, de Ruth Hernández Boscán; Texturas del tráfico, de Minerva Josefina Reyes; Postal de sequía, de Freddy Náñez Contreras (http://www.letralia.com/firmas/nanezfreddy.htm); Breve esperanza de pájaro, de Luis Ángel Barreto; Estación Petare, de Marissa Arroyal (http://www.letralia.com/firmas/arroyalordeixmarissa.htm); y Como una costumbre, de Azul Urdaneta. Por su parte, el jurado de la Bienal de Ensayo Enrique Bernardo Núñez, compuesto por Cósimo Mandrillo, Pedro Téllez y José Carlos De Nóbrega (http://www.letralia.com/firmas/denobregajosecarlos.htm), otorgó el premio único al libro La sombra del cronista: un acercamiento a la vida y obra de Enrique Bernardo Núñez, del narrador Eloi Yagüe Jarque; otorgando, además, menciones honoríficas para los títulos El hombre concurrido, de Luis Ángel Barreto; y Destino de lo imposible, de Arnaldo Jiménez. En el Premio de Literatura Infantil Canta Pirulero, Niddy Calderón (http://www.letralia.com/firmas/calderonplazaniddy.htm), Coralia López y Armando José Sequera (http://www.letralia.com/firmas/sequeraarmandojose.htm), que conformaron el jurado, otorgaron el premio único al libro Pasapuertas, de Fedosy Santaella. No se informó de menciones honoríficas para este certamen. Fuente: Ficcionbreve *** Biblioteca Ayacucho publicará audiolibros en Internet El presidente de la Biblioteca Ayacucho (http://www.bibliotecayacucho.gob.ve), Humberto Mata, anunció este 9 de octubre la pronta publicación en Internet, como audiolibros en formato MP3, de algunas de las obras que integran las colecciones de esta iniciativa editorial venezolana, de manera que puedan ser descargadas gratuitamente y escuchadas por el interesado en dispositivos compatibles como el iPod o el reproductor portátil de MP3. La publicación de los cerca de 120 audiolibros tiene como objetivo brindar al lector venezolano, y en especial al público joven, una forma distinta de acceder a estas obras. También será de gran ayuda para personas con deficiencias visuales o motrices. Mata definió los audiolibros como “comodísimos”, e indicó que “es muy bueno escucharlos acostado en una hamaca”. Además, la Biblioteca Ayacucho desarrolla el proyecto “Imagen y lectura”, que pretende rescatar a todos los autores vivos de Latinoamérica publicados por esta casa editora. “Los vamos a grabar leyendo su obra, y eso lo vamos a poner en la página, eso viene prontísimo”, adelantó. Informó también que, para complementar las clases de castellano y literatura que se ofrecen en los liceos venezolanos y de Latinoamérica, se adelanta otro proyecto que aspira a presentar en audio a escritores o especialistas comentando las obras literarias que se encuentran en los programas de estudio. “Vamos a invitar a especialistas que no sean fastidiosos, que sean muy frescos, a hablar de una obra literaria que esté en el pénsum de estudio, y que haya publicado Ayacucho, lo que no es difícil porque Ayacucho publicó casi todas las obras que están en el pensum”, destacó. Mata también anunció que a finales de este año la Biblioteca Ayacucho completará la cifra de 200 títulos que podrán descargarse gratuitamente por Internet desde la página de la editorial. Fuente: ABN *** Academia Sueca preocupada por posible filtración sobre el Nobel 2008 La Academia Sueca (http://www.svenskaakademien.se) está preocupada de que su decisión de entregar a Jean-Marie Gustave Le Clézio el Premio Nobel de Literatura pudiera haberse filtrado antes del anuncio, según indicó el viernes 10 de octubre el secretario permanente de la institución, Horace Engdahl, al diario sueco Dagens Nyheter (http://www.dn.se). Engdahl agregó que tiene intenciones de investigar el asunto, aunque no está claro que la información hubiera salido a la luz prematuramente. Otro alto funcionario de la academia advirtió que Engdahl no haría más comentarios sobre el tema más allá de los que ya ofreció a los medios suecos. Las sospechas del secretario permanente de la academia se fundamentan en el comportamiento de las apuestas previas al anuncio oficial del ganador del premio, entre otros supuestos indicios. “Esto no luce bien. Es la primera vez que siento que algo pudo haber pasado, pero también hubo una ola de especulación que comenzó en París. Cuando estuve allá el fin de semana pasado tuve la sensación de que algunos creían fuertemente en Le Clézio”, agregó Engdahl. El jefe de la agencia británica de apuestas Ladbrokes’ Nordic, Lasse Dilschmann, afirmó que las posibilidades a favor de Le Clézio cayeron de 15 a 1 a fines de septiembre. “Estaban muy por debajo de 2 cuando cerramos la apuesta”, dijo. “Es muy inusual para nosotros cerrar una apuesta. Hasta donde sabemos ha ocurrido antes sólo una vez en Suecia”, agregó. Engdahl destacó que la lista de la academia para la entrega del premio se había filtrado sólo una vez en el pasado, cuando el portugués José Saramago recibió el Nobel en 1988. “Si algo anormal ha ocurrido nosotros tendremos que intensificar nuestras rutinas”, declaró. Las sospechas sobre una posible filtración del nombre del ganador se iniciaron cuando un periodista de economía de uno de los mayores diarios de Suecia advirtió que desde el miércoles las apuestas en Ladbrokes sobre Le Clézio, número 6 en la quiniela de esa empresa, se habían incrementado de forma espectacular. Tal circunstancia, además de obligar a la casa de apuestas a clausurar el juego, se convirtió para Engdahl en un indicio firme de que este año, y tal vez en ocasiones anteriores —esta es la tercera vez que Ladbrokes “adivina” el nombre del ganador—, hubo una filtración desde la Academia Sueca sobre la identidad del Nobel. Explicó que “no solamente los miembros de la academia conocen nuestras decisiones respecto a los candidatos Nobel, porque existe un círculo muy reducido de personas que, cuarenta y ocho horas antes del anuncio, están informadas sobre quién será el elegido. Por ejemplo, hay que traducir a varios idiomas la biografía del recién galardonado, la motivación de la academia y demás informes que ofrecemos en nuestra página web inmediatamente después de la proclamación”. Fuentes: ABC • Reuters *** Tomás Segovia obtiene el Premio de Poesía Federico García Lorca El escritor hispano-mexicano Tomás Segovia (Valencia, 1927) fue declarado el pasado 10 de octubre ganador del Premio de Poesía Federico García Lorca Ciudad de Granada (http://www.premiogarcialorca.es), dotado con 50.000 euros, por, entre otras razones, haber sido “un poeta de las dos orillas” que “ha devuelto a España lo que aprendió fuera”, según el jurado. Segovia fue escogido por mayoría tras una deliberación de cerca de una hora y media en el Palacete de Quinta Alegre de Granada. El alcalde de la ciudad y presidente del jurado, José Torres Hurtado, trasmitió en rueda de prensa la “satisfacción” del poeta, a quien se le comunicó la decisión por teléfono. El escritor Francisco Brines, ganador de este certamen el año pasado y miembro del jurado en representación de la Huerta de San Vicente (http://www.huertadesanvicente.com), dijo considerar a Segovia como “un poeta erótico verdaderamente bueno”, y ha asegurado que, con la concesión de este galardón, la poesía española “lo reconoce oficialmente”. Por su parte, la presidenta de la Fundación Federico García Lorca (http://www.garcia-lorca.org), Laura García Lorca, ha subrayado la “riqueza” de la obra del galardonado, quien al ser español y latinoamericano representa una poesía “de ida y vuelta que hace ver a España desde el otro lado”. Sobre este aspecto también incidió la representante de la Casa de América (http://www.casamerica.es), Julia Escobar, quien dijo que Segovia “se formó fuera y lo ha devuelto todo a España”. Segovia es poeta, dramaturgo, novelista y traductor, y entre sus cerca de veinte libros de poesía publicados se encuentran La luz provisional (1950), Apariciones (1978), Cuadernos del nómada (1978), Cantata a solas (1985), Lapso (1986), Noticia natural (1992) y Fiel imagen (1996). Al comienzo de la Guerra Civil emigró con nueve años a Francia, desde donde viajó posteriormente a Marruecos y después a México, su país de adopción y en el que ha vivido la mayor parte de su vida. Ha sido profesor de la Universidad de Princeton (http://www.princeton.edu), director de numerosas revistas literarias americanas y europeas y distinguido con premios como el Octavio Paz, uno de los más importantes de Latinoamérica. El jurado estuvo integrado por el alcalde de Granada, José Torres Hurtado; Arcadio Ortega, de la Academia de Buenas Letras de Granada (http://www.academiadebuenasletrasdegranada.org); el galardonado en la anterior edición, Francisco Brines; el catedrático de la Universidad de Granada (UGR, http://www.ugr.es), Álvaro Salvador; Laura García Lorca, de la Fundación García Lorca; Luis Muñoz, de la Residencia de Estudiantes (http://www.residencia.csic.es); José Antonio Mesa Toré, del Centro Generación del 27; y Julia Escobar, de Casa de América. Hasta este año el premio —el de mayor dotación económica en poesía— había recaído en dos españoles, Ángel González y Francisco Brines, y dos latinoamericanos, José Emilio Pacheco y Blanca Varela. Fuentes: EFE *** Falleció el poeta gallego Ramiro Fonte El poeta e intelectual gallego Ramiro Fonte, de 51 años, falleció durante la medianoche del pasado 11 de octubre en el Hospital Bellvitge de Barcelona, donde se encontraba ingresado desde el 23 de septiembre. Fonte era miembro de la Real Academia Galega (http://www.realacademiagalega.org) y al momento de su muerte dirigía el Instituto Cervantes de Lisboa (http://lisboa.cervantes.es). Licenciado en filosofía y letras y profesor de lengua y literatura gallegas, Fonte fue uno de los fundadores del colectivo poético “Cravo Fondo”, en 1977. Había nacido en Pontedeume (La Coruña) en 1957, y además de la poesía cultivó la narración, el ensayo y la crítica, y fue un estudioso de la literatura gallega. Cuenta con una importante obra narrativa, aunque es más conocido por su producción poética, por la que recibió importantes reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio da Crítica de Galicia, el Premio Losada Diéguez de creación, el Premio de la Crítica Española, el Premio Esquío y el Premio Miguel González Garcés. Entre su obra poética se encuentran As cidades da nada (1983), Designium (1984), Pensar na tempestade (1986), Pasa un segredo (1988), As lúas suburbanas (1991), Adeus norte (1991), Luz do mediodía (1995), Persoas de amor (1995), O cazador de libros (1997), Mínima moralidade (1998), Capitán Inverno (1999) y A rocha dos proscritos (2001). Fuente: Europa Press *** Carlos Fuentes dicta conferencia magistral en Madrid El escritor mexicano Carlos Fuentes (Ciudad de Panamá, 1928) hizo el pasado 15 de octubre un recorrido por la historia de la narrativa hispanoamericana, en una conferencia magistral en la Casa de América (http://www.casamerica.es), en Madrid (España), donde defendió el “universo transatlántico de la lengua”. “Formamos entre todos el universo transatlántico de la lengua”, dijo el prestigioso autor ante un repleto auditorio, donde hizo un llamamiento para que “seamos incluyentes, no excluyentes”, y para que nos reconozcamos “al Sur y al Norte en ambos lados del Atlántico, en la comunidad de la imaginación y la palabra”. Fuentes hizo un exhaustivo repaso de la literatura hispanoamericana, desde que América era un “continente deshabitado”, pasando por las novelas del siglo XIX —a las que definió como “apenas un suspiro en medio del vendaval histórico”—, hasta la narrativa de hoy en día cuando, según él, “no se puede hablar de una sola escuela literaria”, pues existe una enorme “multiplicidad temática y lingüística”. Fuentes reforzó su tema citando a algunos de los autores más destacados de Argentina, México, Chile, Colombia o España. La argentina Sylvia Iparraguirre, el peruano Santiago Roncagliolo, los mexicanos Ignacio Padilla y Jorge Volpi, y los colombianos Juan Gabriel Vásquez y Gabriel García Márquez, a quien “es imposible imitar”, son sólo algunos de los nombres que mencionó en su lección magistral. A todo ellos hay que añadir, dijo, “los escritores latinos de Estados Unidos”, los representantes de la literatura chicana, cubano-latinoamericana y puertorriqueña, así como los españoles. Todos juntos, concluyó, “formamos el universo transatlántico” de la lengua. Tras su intervención, el escritor mexicano firmó algunos ejemplares de su nuevo libro, La voluntad y la fortuna, una novela en la que da voz a una cabeza decapitada que aparece en una playa del Pacífico y que, en cierto modo, es profética con respecto a lo que está pasando en su país. Fuente: EFE *** Inauguran en Madrid exposición en homenaje a Vicente Huidobro Diecisiete pinturas de la colección del Museo de Arte Contemporáneo (MAC, http://www.mac.uchile.cl) de Santiago de Chile se están presentando en la Casa de América (http://www.casamerica.es) de Madrid, en el marco de la exposición “Altazor: ilustrando a Huidobro”, con la que se conmemora el 60º aniversario del fallecimiento del poeta chileno Vicente Huidobro (1893-1948). Desde el pasado 15 de octubre y hasta el 6 de enero de 2009, la exposición permite apreciar trabajos de 35 artistas chilenos y españoles que han llevado a la plástica la poesía de Altazor, la obra más laureada del poeta chileno, que se divide en siete cantos ilustrados, en la muestra, con las obras elegidas por Carlos Vásquez, artista chileno afincado en España. Entre las obras expuestas se encuentran pinturas de artistas como Roser Bru, José Balmes, Mario Carreño, Inés Puyó, Sammy Benmayor, Carlos Maturana (Bororo) y Gracia Barrios, entre otros. Algunos de los artistas españoles presentes en la exposición son Antoni Tàpies, Antón Lamazares, Amalia Avia, Juan Genovés y Alfonso Albacete. La primera edición de Altazor se publicó en 1931 en la capital española, donde el poeta chileno, también autor de Mío Cid Campeador, residió en diferentes ocasiones, y donde en 1918 fundó el Creacionismo como su propio movimiento poético. Fuente: EFE *** España modificará el nombre de su Biblioteca Nacional España modificará en los próximos meses el nombre de su Biblioteca Nacional (http://www.bne.es), que pasará a llamarse “Biblioteca Nacional de España”, según consta en el nuevo estatuto de la institución, cuyo proyecto ya está elaborado y en manos de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Cultura (http://www.mcu.es) de la nación ibérica, según anunció la directora de la institución, Milagros del Corral, el pasado jueves 16. Del Corral hizo estas declaraciones durante su comparecencia en la Comisión de Cultura del Senado (http://www.senado.es), donde explicó que el cambio de nombre se produce para evitar confusiones y problemas en el ámbito nacional e internacional. “Cada vez trabajamos más en el plano internacional y tenemos que decir que somos de la Biblioteca Nacional de España para que sepan de dónde venimos”, argumentó la directora de la institución. Junto al cambio de nombre, el nuevo estatuto de la Biblioteca Nacional, que significará tan sólo una actualización, según apuntó la directora, incluirá también algunos cambios en la organización y el aumento del número de patronos natos para conseguir “representación de todas las comunidades autónomas”. Del Corral explicó en el Senado las principales líneas de actuación de la institución desde que asumió la dirección, tras el cese de Rosa Regàs, hace más de un año, y también cuáles eran los principales retos y “carencias” que asolan a la Biblioteca Nacional. “Hemos salido de la catarsis gracias al trabajo”, señaló, al tiempo que reconoció que las relaciones con el Ministerio de Cultura, en la anterior etapa, estaban “muy maltrechas”. Fuente: Europa Press *** Juez Garzón ordenó apertura de la fosa de García Lorca El pasado jueves 16 de octubre el juez Baltasar Garzón, de la Audiencia Nacional de España, decidió ordenar, “a la mayor urgencia”, la apertura de la fosa donde podrían hallarse los restos mortales del poeta español Federico García Lorca junto con dos banderilleros y un maestro. La exhumación, que se llevará a cabo siguiendo indicaciones del auto judicial, podría realizarse en noviembre próximo, y será parte de un proceso en el que se abrirán, en total, 19 fosas diseminadas en toda España, en las que se estima se encuentran restos de desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista (1936-1975), entre ellas la del poeta. Al conocerse la noticia, el antropólogo Miguel Botella, director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada (http://www.ugr.es) y designado para coordinar los trabajos de exhumación, garantizó que “la privacidad y el rigor” marcarán el proceso de identificación y excavación. “Todo está listo y preparado”, dijo Botella, para que un equipo integrado por miembros del Instituto Andaluz de Geofísica (http://www.ugr.es/~iag) y de los departamentos de Arqueología y Antropología de la universidad inicien los trabajos. Si la fosa está “bien delimitada”, la excavación y el análisis antropológico “in situ” podría prolongarse un par de semanas, según Botella, que advierte no obstante de la posibilidad de que en la zona haya más enterramientos, lo que dificultaría las labores. Francisco Galadí, nieto de uno de los banderilleros —de quien heredó, a la sazón, su nombre—, dijo haber esperado toda la vida por la apertura de la fosa. “Hasta que no la vea abierta, no me lo creo. Son muchos años y muchas decepciones”, explica. “Antes de morir, mi padre me pidió que lo siguiera intentando. Ojalá consigamos devolverles la dignidad”. Nieves García, nieta de Dióscoro Galindo, el llamado maestro rojo de Pulianas (Granada), también enterrado con García Lorca, recibió la noticia con euforia: “¿Ha dicho que sí? ¡Llevo 10 años esperando que llegue este momento! Me parece un sueño. Sólo siento que mi padre se lo pierda. Se murió con mucho miedo. Nunca quiso acercarse a la fosa”. A Ian Gibson, el hispanista que señaló hace treinta años el lugar donde está enterrado el poeta, sencillamente le temblaron las piernas. “Me tiembla el cuerpo, tengo escalofríos. Es el día más importante de mi vida”, explicó emocionado. Gibson tenía 27 años el día que Manuel Castilla le llevó donde le habían obligado a enterrar los cuerpos de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, el maestro Galindo y Federico García Lorca. “Fue en 1966, es decir, que todavía era muy peligroso husmear por allí y te podía detener la Guardia Civil. Para mí no, porque tenía pasaporte extranjero, pero para Manuel sí lo era y le estaré eternamente agradecido por llevarme allí. Después, investigué durante años hasta que el puzle encajó. Confirmar que está ahí es toda mi vida”, explicó. Tras la orden de la Audiencia Nacional de abrir la fosa en la que reposan los restos del poeta granadino Federico García Lorca, ahora toca esperar a que se formalice de manera definitiva dicha orden, y después aguardar a que el gobierno termine de redactar el protocolo que establece la Ley de Memoria Histórica. Una vez puesta en marcha la maquinaria de la Audiencia Nacional, el comisario para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Junta, Francisco José Salazar, advirtió que el primer paso debe darlo el gobierno antes de que la Consejería de Justicia aborde la posibilidad de colaborar económicamente en la apertura de la fosa de Lorca. “Desde diciembre del año pasado tenemos una ley estatal de Memoria Histórica que establece la redacción de un protocolo que dirá cómo, cuándo y dónde se actuará. Mis colegas del gobierno me dicen que ya están ultimándolo y que probablemente estará listo a finales de año. Habrá que esperar hasta entonces”, asegura. El responsable explica que las exhumaciones realizadas hasta ahora, como las del cementerio de San Rafael de Málaga, se realizan en base a convenios. En este caso, la universidad, el ayuntamiento malagueño y la junta colaboran a tres bandas. Pero esta labor —según advierte— fue “previa” a la Ley de la Memoria Histórica. Salazar, que aseguró que “aún no hay una cuestión jurídica firme sobre la exhumación de la fosa del poeta”, explicó que “una vez esté hecho el protocolo, habrá que ver cada caso, no sólo el de Víznar, y ver si se cumplen todos los requisitos jurídicos y legales” ya que “hace falta un equipo interdisciplinar muy completo y hay que trabajar en el marco de la ley”, indicó. A partir de ahí, y con el mapa de fosas que está pendiente de los informes preceptivos de las universidades andaluzas, el comisario asegura que analizará “toda la información de cada provincia para ver cada caso individualizado”. La fosa que será abierta próximamente está ubicada en el camino que une Alfacar y Víznar, al lado de un olivo junto a la fuente de Aynadamar, el lugar donde todos coinciden que fueron acribilladas las víctimas. El juez Garzón ha acogido una segunda indicación, provista por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (http://www.memoriahistorica.org), de manera que, de no hallarse los restos en la primera ubicación, se buscarán en el paraje conocido como El Caracolar, ubicado a unos 400 metros en dirección a Víznar. Gibson anunció que no estará durante la exhumación para comprobar si sus conclusiones son ciertas. “Mi corazón no me lo permitiría. Me daría un infarto. Quizá sea difícil de comprender, pero sería algo muy duro para mí. Quiero que se exhumen los restos, que se cumpla la voluntad de las familias, y confirmar que están allí para sentirme en paz. Pero sé que no podría resistir ver cómo extraen el cráneo de Lorca”. Si los restos se encuentran en el lugar señalado por el investigador, hoy convertido en Parque García Lorca, o en el lugar alternativo indicado por los directivos de la ARMH, identificarlos será muy fácil. Dióscoro Galindo había perdido una pierna en un accidente. También era cojo uno de los banderilleros enterrados junto al poeta. La familia del maestro Dióscoro Galindo aún no ha decidido qué hacer con sus restos, si finalmente consigue rescatarle del lugar donde lo arrojaron sus asesinos. “Quizá lo dejemos en el mismo lugar, pero con una placa en la que se lea bien claro su nombre y apellidos. También estamos pensando en enterrarle en el cementerio de Pulianas, el pueblo donde pasó sus últimos días como maestro”, explica Nieves aún muy nerviosa. Galadí tampoco ha decidido qué hará si recupera los restos de su abuelo. “Hasta que no lo vea...”. Sin embargo, este domingo se supo que durante la construcción del parque de Alfacar, en los años 80 del siglo pasado, obreros de la Diputación de Granada (http://www.dipgra.es) se toparon con cadáveres justo al lado del citado olivo, y los trasladaron en sacos a otro lugar. Esta circunstancia podría alterar todas las teorías actuales, pues abre la posibilidad de que la fosa de Lorca esté vacía o, simplemente, que ya no exista. La Diputación, presidida en aquel entonces por José Sánchez Faba, promovió la construcción del parque Federico García Lorca en Alfacar como muestra de homenaje al poeta. Dadas las circunstancias singulares de la muerte del escritor de Fuente Vaqueros, la corporación provincial tomó dos decisiones: de un lado, crear una especie de comisión de expertos para intentar determinar dónde podía yacer Lorca; y de otro, convocar un concurso de ideas sobre el citado proyecto. El criterio adoptado fue el de apostar por un parque sencillo que respetara en lo máximo posible las características del lugar, es decir, una intervención blanda que no supusiera una agresión al paisaje ni a las miles de personas que fueron acribilladas y enterradas en aquella zona. En marzo de 1981 fue dado a conocer el fallo del jurado nombrado al efecto: el proyecto premiado fue el llamado “Ainadamar”, que seguía la orientación que había sido trazada: construir un parque sencillo apoyándose en todo lo posible en la flora y las condiciones naturales del lugar. Cinco años después, en abril de 1986, el parque fue inaugurado y “entregado al pueblo de Granada”, según palabras de entonces. La inauguración corrió a cargo del sucesor de Sánchez Faba, Juan Hurtado. Las obras se habían desarrollado bajo el mandato de éste y duraron aproximadamente un año y medio. El entonces vicepresidente segundo de la Diputación, Ernesto Molina, explicó que “la decisión que se tomó fue la de trasladar los huesos a otro lugar”. Según él, “se sabía que al hacer allí el parque era posible que a lo largo de las obras aparecieran restos, y así ocurrió”. Los huesos fueron llevados a otro lugar, dentro de los límites del mismo parque —de manera que fueran preservados en el interior del recinto—, para poder seguir las obras. José Antonio Rodríguez, actualmente alcalde de Jun y quien durante dieciocho años fuera la mano derecha de Juan de Loxa en el Patronato Provincial Federico García Lorca, confirmó que los huesos “aparecieron junto al olivo donde fue fusilado Federico, por lo que la fosa podría ser la suya, pero eso por ahora no se puede asegurar”, dice. La aparición de los restos fue como consecuencia de la apertura de zanjas para construir el muro perimetral del parque, situado justo al lado del olivo. Rodríguez indica que el hecho movió a los responsables de la obra a replantearse la continuación del muro ante la posibilidad de que se toparan todavía con más restos. Por ese motivo, y así se puede apreciar a simple vista en el lugar de los hechos, se interrumpió la obra del muro y en su lugar se colocó una alambrada. “Hay una orden de Garzón de exhumar la fosa y perfectamente podemos encontrarnos con que ahí no aparezca nadie. Eso me preocupa, porque hay levantada una expectación muy grande con esta exhumación y nos podemos encontrar con que no haya nada”, dice Rodríguez, quien apunta que no obstante los restos están dentro del parque. Pese al inconveniente que esto podría suponer, Molina indicó que la ubicación que se le dio a los restos fue suficientemente documentada, por lo que, llegado el caso, podría exhumarse esa fosa en caso de que los restos de los fusilados con Lorca no aparezcan en alguna de las otras dos. Rodríguez, por su parte, explica que tuvo conocimiento de los hechos, mucho tiempo después de que ocurrieran, precisamente a través de Antonio García, apodado “El Matapelos”, quien vivía muy cerca del lugar y que gustaba de frecuentar la obra para seguir su evolución. Esta misma persona, recientemente fallecida, mantuvo a lo largo de toda su vida que, siendo todavía adolescente, presenció el fusilamiento de Lorca, por lo que estuvo a punto de ser acribillado a balazos él mismo. “El Matapelos” también defendía que Lorca habría sido desenterrado a los pocos días de su muerte por los franquistas y trasladado una fosa cercana, situada en la Avenida de los Mártires, a algo más de cien metros de la fosa original. Este lugar es hoy una parcela privada en la que no se ha edificado. Otro obstáculo que podría hallar el proceso de exhumación e identificación de los restos es el monto del mismo. La excavación costará más de 30.000 euros, aunque la identificación de cada desaparecido asciende aproximadamente a unos 6.000 euros. La recuperación de los cuerpos de Dióscoro Galindo y Francisco Galadí, fusilados y enterrados junto al poeta en una fosa común, sería mucho más costosa por la estructura de privacidad y seguridad que la operación requerirá. Entre tanto, la decisión del juez Garzón produjo una reacción de rechazo en uno de los sobrinos del autor de Poeta en Nueva York, Manuel Fernández-Montesinos, quien calificó la apertura de la fosa como una “profanación” y anunció que estudia utilizar recursos legales para impedirlo, pese a que el 18 de septiembre pasado Laura García Lorca, presidenta de la Fundación García Lorca (http://www.garcia-lorca.org) y portavoz de la familia, asegurara que los Lorca no se opondrían a la decisión ni a las acciones que Garzón emprendiera. Este viernes, aquella posición conjunta, pensada, debatida y acordada por todos los herederos en largas reuniones familiares antes de salir a la luz, quedó resquebrajada por las declaraciones de Fernández-Montesinos, hijo de Concha, la hermana de Federico, y de Manuel Fernández-Montesinos Lustau, que fue el último alcalde socialista de Granada durante la República, y también fue asesinado por los sublevados. “Abrir la fosa sería una profanación”, decía. “No tiene que venir un juez a decirnos que Franco o Queipo de Llano eran unos asesinos”, añadió. “Estudiaremos acciones legales para impedirlo”, anunciaba en la Cadena SER (http://www.cadenaser.com). Esta última afirmación sorprendió a Laura García Lorca, también sobrina carnal del poeta, hija de Francisco y Laura de los Ríos, que mostraba su sorpresa ante las declaraciones de su primo y se ceñía a lo expuesto semanas antes. “No ha cambiado nada mi posición ni la de la familia de no obstaculizar las acciones de Garzón. Acabo de hablar con mi primo Manuel y tengo que decir que las declaraciones que ha hecho son a título personal”, aseguró. El 21 de septiembre, Fernández-Montesinos había declarado a la prensa su disposición a no obstaculizar la exhumación. “Creemos que cada uno puede hacer lo que estime más conveniente. Por supuesto respetaremos todas las decisiones judiciales”. Fernández-Montesinos siempre se mostró preocupado por la repercusión mediática de la supuesta excavación y reclamaba entonces respeto. “Exigimos privacidad absoluta, que no se convierta aquello en un tenderete con cámaras. Para nosotros, aquel lugar es un santuario civil, nos resultará molesto, incluso vejatorio, remover, pero no nos opondremos”, recalcó. La nueva postura del que fuera presidente de la Fundación García Lorca antes de pasar este puesto a Laura pone de manifiesto una división entre sus herederos más directos. Son seis sobrinos carnales del poeta los que fijaron la posición anterior. Tres hijas de Francisco y Laura de los Ríos: Isabel, Gloria y Laura, y otros tres hijos de Concha y Fernández-Montesinos: Manuel, Conchita y Vicenta. Fuentes: Diario de Sevilla • El País • Ideal *** Entregados en Caracas los Premios Municipales de Literatura 2008 Este jueves 16 de octubre fueron entregados los Premios Municipales de Literatura 2008, convocados por la Comisión de Cultura, Patrimonio Histórico y Medios Alternativos del Municipio Libertador (http://www.caracas.gov.ve), en Caracas, durante una ceremonia en la sede de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. El evento estuvo presidido por el presidente del Concejo de Libertador, el concejal Fernando García, acompañado por sus colegas Simón Pereira, Andrea Tavares, Juan José Rodríguez, Carmen Zerpa y el contralor municipal Humberto Pisani. También estuvo presente la secretaria de la Sociedad Bolivariana, Arelis Belmonte. En la categoría Cuento el premio recayó sobre el escritor Ángel Gustavo Infante por su obra Una mujer por siempre jamás, y se otorgó menciones honoríficas a Stefania Mosca, por Mediáticos, y a Armando José Sequera (http://www.letralia.com/firmas/sequeraarmandojose.htm) por La noche de las alcancías. En Poesía, Luis Alberto Crespo fue premiado por su obra El lugar del resplandor; en Dramaturgia, la obra ganadora fue Patria, de Ibrahím Guerra, y recibieron menciones honoríficas José Barrios por El sitio y Franco Quintero por El águila. En Investigación Literaria, se concedió Premio Único a la obra Variar, vida y destino, diario literario 2003, de Alejandro Oliveros, y se otorgó una mención honorífica al escritor Douglas Bohórquez por su obra Del costumbrismo a la vanguardia; la narrativa venezolana entre dos siglos. En Investigación Histórica fue galardonado el trabajo Evolución político-constitucional de Venezuela, período fundacional 1810-1830, de Enrique Azpúrua, y se concedió mención honorífica a la historiadora Elina Lovera. El premio en Investigación Social correspondió a Ciencia vs. técnica y sus modos de producción, del catedrático e investigador venezolano Víctor Morles. Hubo también mención honorífica para Carmen Hernández por Desde el cuerpo: alegorías de lo femenino, una visión de arte contemporáneo. Por su parte, La mujer warao, de recolectora deltana a recolectora urbana, de Cecilia Ayala Lafée y Werner Wilbert, recibió el premio en la categoría Estudio e Investigación de los Pueblos Indígenas en Venezuela. Además, los ganadores del Premio al Patrimonio Histórico “Enrique Bernardo Núñez”, en su primera edición, fueron para Betsy Ceballos, por su trabajo Democracia censurada (premio Investigación Histórica Parroquial de Caracas “Carmen Clemente Travieso”); la vendedora de coco Nelly Madriz, del barrio Anauco (Personaje Típico “Antonio Pacheco”), con mención honorífica para el retratista Willides Pérez, del boulevard Panteón, y Humberto Matos, por Semblanzas de la Candelaria, Santa Rosalía, San Juan y San Agustín (premio Fotografía Patrimonial “Carlos Eduardo Misle, Caremis”). Los Premios Municipales de Literatura tienen el objetivo de estimular el trabajo creativo y el esfuerzo de la investigación de la realidad venezolana en sus distintas dimensiones: literatura, sociedad, historia y dramaturgia. Las obras que se presentan a consideración del jurado pueden ser inéditas o publicadas con un periodo no mayor de un año a su primera edición. Los galardonados en cada categoría reciben 5.000 bolívares y un diploma. Fuente: Encontrarte *** Distinguen a Eduardo Galeano con el premio Bartolomé Hidalgo La Cámara Uruguaya del Libro (http://www.camaradellibro.com.uy) entregó el pasado 18 de octubre, en Montevideo, los premios Bartolomé Hidalgo, que distinguen a las mejores obras del año en el país sureño y que este año, además de las categorías de literatura infantil-juvenil, narrativa, poesía, difusión científica, ensayo político y periodístico, y ensayo histórico y narrativa, incluyeron un premio a la trayectoria para el escritor Eduardo Galeano. El acto, celebrado la noche del sábado en el Salón Azul de la Intendencia Municipal de Montevideo (http://www.montevideo.gub.uy), contó con un público que desbordó la sala. Aplausos, abrazos, emociones, marcaron el final de una feria que contó con una cantidad record de concurrentes. De 68 años, el autor de Las venas abiertas de América Latina está considerado uno de los forjadores del pensamiento crítico contemporáneo de la región, y su obra ha sido traducida a numerosos idiomas. Hace apenas tres meses también fue declarado Ciudadano Ilustre del Mercado Común del Sur (Mercosur, http://www.merco-sur.net). Tras el golpe de Estado de 1973 en Uruguay, que instauró una cruenta dictadura, Galeano vivió exiliado en Argentina y España hasta el advenimiento de la democracia en 1985. Desde sus inicios como periodista en 1954 hasta la publicación de su libro más reciente, Espejos: una historia casi universal, el prestigioso intelectual ha estado comprometido con la realidad latinoamericana. “Percibimos que el Bartolomé Hidalgo se ha convertido en un premio importante, en parte por contar con jurados idóneos que le han dado prestigio y reconocimiento”, explicó Adriana Lucián, gerente de la Cámara Uruguaya del Libro. “Nos hemos propuesto incorporar nuevas categorías para abarcar otras áreas. Así como este año incorporamos difusión científica, queremos abarcar también otro tipo de ensayo, más técnicos y especializados. Porque mientras narrativa, por ejemplo, es un área bien acotada, otras áreas técnicas merecen más atención, como medicina o agropecuaria”. Los premios fueron otorgados durante la 31ª Feria Internacional del Libro del Uruguay, que se extendió del 9 al 19 de octubre. En literatura infantil-juvenil la ganadora fue Lía Schenk por su obra Historias de pueblo chico; en poesía el premiado fue Alfredo Fressia por Senryu o el árbol de las sílabas y, en difusión científica, Cristina Canoura por Los invencibles. En ensayo político y periodístico el galardón fue para Diego Achard, recientemente fallecido, por su libro Se llamaba Wilson, una extensa biografía del ex caudillo del Partido Nacional, Wilson Ferreira Aldunate. La actualidad del pasado, del historiador José Rilla, fue premiada como la mejor obra de investigación histórica, y el premio de narrativa fue adjudicado a Fernando Butazzoni por su novela alegórica El profeta imperfecto. El año pasado, el premio Bartolomé Hidalgo a la trayectoria recayó sobre el poeta Mario Benedetti, en una jornada muy recordada en el ámbito literario uruguayo por la emoción de la jornada. El galardón es el más importante de la nación sureña, y su epónimo es considerado el fundador de la literatura uruguaya. Fuentes: EFE • La Nación *** Fundación Alberti traduce textos en ruso del escritor La Fundación Rafael Alberti (http://www.rafaelalberti.es) anunció este domingo 19 de octubre que se ha abocado a la traducción de una serie de textos en ruso, parte de un contingente de 444 documentos relacionados con escritores españoles y 88 de textos literarios de algunos de ellos, además de un gran número de fotos, pertenecientes a varios archivos del poeta español recuperados por el Ministerio de Cultura de España (http://www.mcu.es). Las labores de traducción han sido posibles gracias al acuerdo de colaboración que la institución mantiene con la Universidad de Cádiz (UCA, http://www.uca.es), mediante el cual la fundación encontró a una estudiante rusa. Así, además de traducir toda la documentación rusa existente en los archivos de la fundación, se ha procedido a catalogar los libros en este idioma. Alberti tuvo con Rusia y el comunismo, como declaró la directora de la fundación, María Asunción Mateo, una relación “compleja” que evolucionó “a lo largo del tiempo, porque tanto la Unión Soviética como el propio Alberti también lo hicieron”. Destacó que, entre la documentación más interesante, se encuentra aquella relativa al propio Alberti: la que relata la acogida que le hicieron, su estancia, sus proyectos editoriales y sus amigos, entre otros aspectos. “Cuando viajó allí encontró una sociedad casi idílica en la que, en contraste con la española de entonces, la utopía de la abolición de la diferencia de clases parecía una realidad, en donde todas las personas tenían acceso a la educación, a la cultura, al respeto de su dignidad humana y laboral”, precisó Mateo. “Con el paso del tiempo, no estuvo de acuerdo con muchas de las drásticas actuaciones políticas que allí se llevaron a cabo, pues aquello no era lo que él había imaginado ni por lo que luchaba con su pluma”. Gran parte del contacto de Alberti con el mundo soviético quedó recogido en estos archivos, pertenecientes originalmente a distintos escritores españoles y al mismo Alberti, y que llegaron a manos de la fundación proporcionados por Rogelio Blanco, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, tras su participación en la clausura de las jornadas Poesía Última 2006. Además de escritos en ruso, entre la documentación también se encontraban textos en español y en francés. “Pero los originales no están en nuestro poder, lo que tenemos son copias digitalizadas”, explicó Mateo. “En cuanto a la obra de Rafael hay una selección de varios poemarios en castellano, preparada por él, de su poesía social o cívica y que agrupó bajo el título de El poeta en la calle, también su obra dramática Fermín Galán y algunos poemas manuscritos. Todo ello con correcciones suyas, con vistas a su futura publicación”. Añadió la directora de la fundación que es posible encontrar, en ese contingente, “desde documentos oficiales hasta cartas escritas por Rafael a personalidades, amigos o traductores, anotaciones sobre homenajes en su honor, recitales suyos o de otros poetas o referencias a actos culturales. También escritos en los que se le cita a él o a María Teresa, siempre con gran admiración, por lo que representaban dentro de la cultura progresista europea”. Advirtió que no se ha encontrado “ningún poema inédito”, y que la mayor parte del material corresponde a la correspondencia mantenida respecto a organización de viajes, congresos, asistencia a actos culturales, comentarios de la situación política en España o temas literarios. “Yo destacaría la cordialidad, el respeto y afecto que se desprende de cada carta escrita, en especial las enviadas a su traductor, el gran hispanista Fedor Kelyn. Respecto a Stalin, no hay una sola cita”, explica Mateo, refiriéndose al encuentro que tuvo lugar con el dictador soviético en 1937. “El interés primordial que nos ha movido a hacer el trabajo es aumentar la documentación de nuestros archivos para que los investigadores tengan acceso a ella de la forma más organizada y cómoda. De momento, los documentos son para el archivo interno de la fundación, sin que se plantee su publicación”, concluyó. Fuente: Diario de Cádiz *** Murió en Cartagena el escultor colombiano Héctor Lombana El escultor colombiano Héctor Lombana Piñeres (http://www.hectorlombana.com), de 78 años, falleció este domingo 19 de octubre, por un paro cardiorrespiratorio, en Santa Marta (Magdalena), ciudad en donde dirigía la restauración de monumentos alusivos a la cultura tayrona. Lombana se encontraba desde la semana pasada en esa ciudad liderando además un proyecto con el alcalde Juan Pablo Díaz Granados, para la recuperación del camellón ubicado frente a la bahía. El restaurador y asistente personal de Lombana, Oscar Noriega, contó que a las 10 de la mañana estaba con el maestro programando lo que serían las actividades a realizar el lunes 20. El escultor canceló entonces unas visitas, porque se sentía mal de salud. “De repente le entró una de las crisis respiratorias que le daban, y cuando lo llevaba a la clínica, murió en el carro”, dijo Noriega. El asistente, quien calificó a Lombana como “un hombre desprendido de todo y un gran defensor del arte”, recordó que en los últimos años el artista sufría de ataques de asma, generados por los mismos químicos y productos que utilizaba en sus trabajos para restaurar, pero que nunca fueron obstáculos para frenar su obra. Quienes lo conocieron lo definen como un auténtico costeño, amable, conversador, amante de las mujeres a quienes consideraba como su musa de inspiración. “Un artista para poder producir debe estar rodeado de amor”, dijo en una entrevista. Lombana dejó obras en todos los rincones de Colombia. Fue un artista prolífico, incansable, quien hasta las últimas horas de su vida estuvo pensado en proyectos artísticos para realizar. Padre de 16 hijos, su último matrimonio fue con la odontóloga bumanguesa Luz Estela López, quien arribó a Santa Marta en busca de sus restos mortales. Había nacido en 1930 en Río Frío (Magdalena), donde desde temprana edad dio muestras de talento e interés en las bellas artes, ya que confecciona tallando en madera sus juguetes y los de sus numerosos hermanos. A los 4 años, elaboró —tallada en madera— “La cabeza de Simón Bolívar”. Doce años más tarde obtuvo su primer premio en la Feria Industrial y Artística, obteniendo una medalla de oro con su obra “La Creación” en el Noveno Salón de Arte Nacional, en Cartagena. Además obtuvo una beca para estudiar en España. Dos años más tarde viajó a estudiar a ese país. Durante cerca de una década se convirtió en un bienandante del arte y realizó periplos por toda Europa. Permaneció en el viejo continente estudiando, paseando, conociendo, visitando museos y monumentos públicos, bibliotecas y lugares históricos. Fue asistente del escultor inglés Henry Moore de 1978 a 1980. Regresó a Cartagena y, a petición de las autoridades, realizó un homenaje al célebre poeta costumbrista Luis Carlos López. Basado en el soneto “A mi ciudad nativa”, el escultor, con novedoso y sorprendente ingenio, le dio vida al que ha de convertirse en su sello personal e ícono de la ciudad dueña de sus afectos: “Los zapatos viejos”. En 1960 realizó la inmortal escultura “La India Catalina”, como trofeo para el primer Festival Internacional de Cine de Cartagena y que después de 10 años se transformó en monumento público. Es uno de los fundadores de la escuela de bellas artes del corralito de piedra. Decenas de obras del artista colombiano —que junto a Fernando Botero y Édgar Negret son considerados los más importantes escultores de su país— se encuentran en numerosas colecciones privadas y museos de Colombia, Europa y Estados Unidos. Su último sueño fue la realización del “Monumento a la Justicia”, como recuerdo a los inmolados en la primera plaza de Colombia. Fuente: El Tiempo *** Poeta panameño Ramón Oviero fallece a los 69 años Considerado un poeta, patriota y luchador revolucionario, el laureado autor panameño José Iván Romero Jaén, más conocido por su seudónimo Ramón Oviero, que publicó muchas de sus obras en México, donde estuvo exiliado, falleció el pasado 19 de octubre a los 69 años, tras una larga enfermedad. Oviero había nacido en la ciudad de Panamá el 29 de octubre de 1938 y ganó, en la categoría Poesía, el Premio Literario Ricardo Miró, el máximo galardón cultural panameño, en 1961 y 1977. Trabajó como consultor de la Unesco (http://www.unesco.org), se desempeñó como periodista en Panamá y México y fue integrante, junto al asesinado Floyd Britton, del Movimiento de Unidad Revolucionaria (MUR) de Panamá. Participó de las acciones armadas contra el golpe militar del general Omar Torrijos (1968) que derrocó al presidente Arnulfo Arias, y fue miembro del Movimiento de Liberación Nacional 29 de Noviembre (MLN-29, izquierda). En 1972 partió al exilio a México, donde compartió el destierro con la poeta Diana Morán y el historiador Herbert Nelson, entre otros intelectuales. A su regreso a Panamá siguió apoyando las luchas populares y se dedicó a fomentar la cultura y promover a los artistas y valores de su país. Trabajó en el diario La Prensa (http://www.prensa.com), fue director de galerías de arte, becario de la Comunidad Latinoamericana de Escritores (México, 1977) y director de la Editorial Mariano Arosemena del Instituto Nacional de Cultura (Inac, http://www.inac.gob.pa). Publicó los poemarios Los golpes y las horas (1963), Tres cantos para la paz (1965 en Panamá y en México en 1971, con Dimas Lidio Pitty y José Manuel Bayard Lerma), Tú en una isla como una brasa ardiendo, (México, 1973); Aquí sobre esta tierra (México, 1973), Contrapartida (México, 1975), Las cartas sobre la mesa (1978), Ese tu candado ahogándose de Naves (1983), Inventariando (1985) y Décimas de viajes y otros del caminar (2002), entre otras. También publicó Panamá: su patrimonio cultural (1993), en colaboración con Héctor Rodríguez, Para sentir la pintura (1994), Hablemos de pintura (entrevistas a pintores, 2000) y Ese tu candado ahogándose en llaves (2005). Fuente: EFE *** Biblioteca Nacional de Costa Rica celebra 120 años La Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano” (http://www.abinia.org/costarica), de Costa Rica, celebra este lunes 20 de octubre el 120º aniversario de su fundación, por lo que se ha puesto en marcha una serie de proyectos entre los que se encuentra la construcción de un módulo especial para preservar sus más antiguas joyas, como una historia del Imperio Romano de 1548 y un periódico costarricense de 1831. Una veintena de personas trabaja a toda velocidad en el sótano del edificio que alberga la biblioteca, en una transitada calle del centro de San José, para tener lista la obra antes de diciembre próximo. “Hay una gran cantidad de libros antiguos y colecciones únicas y valiosas que se estaban deteriorando por el polvo y el humo de los carros, así que decidimos construir este módulo especial en el sótano, que era un espacio desperdiciado”, explicó la directora de bibliotecas del Ministerio de Cultura (http://www.mcjdcr.go.cr), Margarita Rojas. Las ventanas del piso, que cubre buena parte de una cuadra, han sido selladas con vidrios especiales; las paredes reciben una capa de pintura grisácea que rechaza la luz y los pisos se refuerzan con lozas de alta resistencia para soportar el peso de los libros y las estanterías especiales en que serán colocados. En un piso superior, la directora de la Biblioteca Nacional, Yamilette Solano, muestra algunas de las joyas más valiosas que pasarán a este nuevo módulo: una historia en latín del Imperio Romano, impresa en 1548; una edición de la Biblia —también en latín— impresa en París en 1702; una colección de leyes costarricenses de 1858, y varias colecciones de periódicos antiguos. El año del 120º aniversario también marcará la digitalización de esta antigua institución costarricense, fundada oficialmente en 1888. “Nuestro portal en Internet será abierto el 8 de diciembre. Vamos a empezar digitalizando los periódicos oficiales desde el siglo XIX, para poder ponerlos al servicio del público”, explicó Rojas, quien añadió que la labor involucra la digitalización de 6,5 millones de páginas de periódicos. “Con el lanzamiento del portal, se hará una campaña de información para que la gente sepa que existe y que puede usarlo desde su casa”, señaló. La Biblioteca Nacional de Costa Rica fue abierta al público en 1890 en los altos del mercado de San José, dotada apenas de 4.000 volúmenes rescatados de lo que fuera la primera casa de educación superior del país centroamericano, la Universidad de Santo Tomás (http://www.usta.edu.co), que había sido clausurada unos años antes. Actualmente la biblioteca cuenta con 700.000 volúmenes, una cifra que según su directora la coloca en un nivel intermedio entre las mayores del continente, como la chilena, y las más pequeñas con que cuentan, por ejemplo, algunos países centroamericanos. Fuente: AFP *** México y Andalucía presentarán recitales poéticos simultáneos Con el propósito de crear un puente de intercambio e interacción entre las poesías mexicana y andaluza, Ciudad de México se convertirá entre el 20 y el 25 de octubre, por segundo año consecutivo, en sede del Recital Chilango-Andaluz (http://www.chilangoandaluz.com), evento que contará con la participación de veinticinco propuestas que buscan y logran la interacción de la poesía con el video, el arte sonoro, la música, danza y fotografía, entre otras actividades, alcanzando una nueva interpretación del discurso poético. Realizado por vez primera a finales del verano de 2006, cuando un grupo de entusiastas poetas se reunió para organizar una serie de recitales en Sevilla, en 2007 el encuentro convocó a casi treinta poetas jóvenes entre lo más representativo del panorama literario de Andalucía, pero además logró dar el salto y cruzar el Atlántico, dando forma a la versión chilanga del recital. Así, el ahora Recital Chilango-Andaluz llega a su tercera edición con el propósito de consolidarse como un vínculo cultural que afiance el intercambio poético entre Andalucía y la capital mexicana. Este año se contará con la participación de Anuar Zúñiga, Dalí Corona, Adriana Tafoya y Los Poetas del Megáfono, entre otros, quienes a lo largo de los seis días que dura el recital presentarán diversas propuestas en donde la poesía se integrará e interactuará con el video, el performance, la danza y la música. El evento se realizará en seis diferentes sedes de Ciudad de México, entre las que se encuentran el Centro Cultural de España (http://www.ccemx.org), el Centro Cultural Donceles 66 y la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), así como en las ciudades andaluzas de Sevilla, Cádiz y Málaga. Fuente: Notimex *** Un rompecabezas gigante revelará actividades de la FIL-Guadalajara A partir de este 20 de octubre, los interesados en asistir a la 22ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx) podrán enterarse de todas las actividades programadas para la misma, a través de un rompecabezas gigante con piezas que hasta el 23 de noviembre estarán diseminadas por toda la ciudad, y cuya identificación permitirá a los afortunados conocer los avances de programación literaria, cultural y musical de la feria, así como recibir regalos y entradas gratis. Esta campaña de calle de la FIL —que este año recibirá a Italia como país Invitado de honor y se celebrará del 29 de noviembre al 7 de diciembre— busca propiciar que la mayor cantidad posible de personas conozca las actividades del programa. El rompecabezas estará sólo por las tardes en los lugares seleccionados entre semana y el día completo los fines de semana. En total se visitarán 38 lugares, entre escuelas, universidades, centros comerciales y plazas públicas. Las primeras piezas del rompecabezas estarán este lunes 20, de 12:30 de la tarde a 9 de la noche, en la Estación Juárez del Tren Eléctrico, y luego podrán ser revisados en sitios como la Plaza Principal de Tequila, la Plaza Pabellón, el Parque Conjunto Habitacional Belenes y la Plaza México, entre otros. Entre las actividades que disfrutarán los asistentes a la 22ª FIL se encuentra el ciclo literario “Páginas del mundo”, consistente en una recopilación de historias, narradas desde diversas latitudes por testigos de todo el mundo, en la forma de un gran libro cuyas páginas, cada una con su particular estética, constituyen un amplio paisaje literario que refleja y contiene la diversidad, la sabiduría, el presente y el pasado de las culturas del planeta. El encuentro es la ventana que la FIL mantiene abierta hacia la literatura de habla no hispana. El ciclo ofrece la posibilidad de abrir este gran libro para conocer, entender y apreciar la diversidad de las culturas humanas. Este año se podrá apreciar tres realidades distintas a través de los invitados, Kiran Desai (martes 2 de diciembre), escritora que lleva una vida entre Oriente y Occidente, y cuyas historias están llenas de colores, sabores y sonidos de su India natal; Yuri Andrujovich (miércoles 3), autor de novelas y ensayos que conducen a un paseo geopoético por la memoria y la vida cotidiana de Ucrania, y el portugués José Luís Peixoto (jueves 4), quien a través de sus obras invita a los lectores a conocer el fondo del alma humana. Los presentadores serán Cristina Rivera Garza, Jorge F. Hernández y Antonio Ortuño, respectivamente. Las sesiones se realizarán de 5 a 6:50 de la tarde. El antecedente de este programa es “Continentes de la palabra”, lanzado en 2005, que en sus ediciones pasadas convocó a autores como Martin Amis (Reino Unido), Goran Petrovic (Serbia), Jabbar Yassin Hussin (Irak/Francia), Chimamanda Ngozi Adichie (Nigeria), André Brink (Suráfrica), Chenjerai Hove (Zimbabue), Patrick Deville (Francia) y Tahar Bekri (Túnez). En el marco de la FIL se realizará el Homenaje al Bibliotecario, que este año ha recaído sobre la doctora Ana María Magaloni (Ciudad de México, 1941), quien según los organizadores “ha enfocado su vocación en las bibliotecas públicas y desde su posición en servicio público ha asumido un compromiso social”. A su paso por la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Educación Pública (http://www.sep.gob.mx) de México, en 1983 había en el país 350 bibliotecas públicas; a partir de esa fecha, Magaloni coordinó la instalación de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, que en 2000 ya estaba integrada por poco más de seis mil. La doctora Magaloni comenzó su carrera bibliotecológica en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), donde se graduó de la Licenciatura en Bibliotecología en 1969. Seis años más tarde, en 1975, obtuvo el grado de maestría por la Universidad de Denver (http://www.du.edu) y, en 1977, el de maestra en Comunicación por la misma institución. En 1982 terminó el doctorado en Bibliotecología en el Simmons College (http://www.simmons.edu), de Boston. Ha obtenido numerosos galardones, condecoraciones y premios, entre los que se encuentran el Ann Thurman Rogen Award, en 1975, por la Universidad de Denver; el Distinguished Alumnus Award of the Year, en 1983, por la misma institución; en 1987, la Presea al Mérito Bibliotecario y, dos años después, el doctorado honoris causa, ambos por parte del Simmons College. Entre las investigaciones realizadas por Magaloni se encuentran “El ambiente físico de las bibliotecas públicas”, “Factores psicosociales de la conducta lectora infantil”, “Los usuarios de las bibliotecas públicas en el Distrito Federal”, “Conocimiento y uso de la colección de consulta” y “Materiales de lectura en los hogares mexicanos”. El Homenaje al Bibliotecario es entregado por la Coordinación de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara (http://www.udg.mx) y la FIL, dentro del programa del Coloquio de Bibliotecarios que cada año se realiza en el marco de la feria. Este homenaje ha sido otorgado a Roberto Gordillo Gordillo (2002), Rosa María Fernández Esquivel de Zamora (2003), Guadalupe Carrión Rodríguez (2004), Celia Delgado Rodríguez (2005), Ario Garza Mercado (2006) y Estela Morales Campos (2007). Este año el Homenaje se realizará el miércoles 3 de diciembre, a las 12 del día, en el auditorio Juan Rulfo. Fuente: FIL *** García Montero será juzgado por su artículo “Lorca era un fascista” El poeta granadino Luis García Montero irá a juicio este miércoles 22 de octubre por un artículo que escribió el 10 de octubre de 2006 en el diario El País (http://www.elpais.com) contra el profesor de literatura de la Universidad de Granada (http://www.ugr.es) José Antonio Fortes, al que acusó de lanzar “disparates” en sus clases, como la explicación a sus alumnos de que Federico García Lorca “reproducía formas ideológicas fascistas como poeta y como director populista de La Barraca”, según publicó en el diario. El juicio tendrá lugar en el Juzgado de lo Penal 5 de Granada, del que es titular Miguel Ángel Torres. Según indicaron fuentes cercanas al caso, el profesor pide para García Montero, que trabaja en el mismo departamento, una indemnización de 60.000 euros por injurias. En el artículo, de título “Lorca era un fascista”, el poeta señala que “no es raro que aparezcan por mi despacho alumnos compungidos para preguntarme con sigilo y vergüenza si es verdad que García Lorca era un fascista. Los alumnos erasmus, que vienen a Granada desde diferentes países de Europa para estudiar literatura, pueden llevarse la sorpresa de que un profesor les explique, sin ningún tipo de dudas, que García Lorca reproducía formas ideológicas fascistas como poeta y como director populista de La Barraca. Así que a García Lorca lo mataron los suyos, los de su mismo bloque ideológico”. De igual forma, Fortes, según apunta el poeta, analiza el prólogo de Francisco Ayala a La cabeza del cordero como “prueba irrefutable” de que el escritor granadino “fue un aliado del fascismo español franquista”. “Ni la toma de postura de Ayala durante la Guerra Civil, ni sus años de exilio, ni su obra inmensa en favor de la libertad y en contra de la dictadura, evitan que el escritor centenario sea tratado como un pequeño burgués tramposo, cómplice objetivo de la represión”, escribe. “Durante años, en clase y por escrito, ha despreciado a mi padre, a mi mujer y a mis amigos. Supongo que todos seremos deleznables. Pero quizá sea hora de que la Universidad de Granada ponga a este perturbado en su sitio. Sólo así salvaremos, con prudencia y con firmeza, la libertad de expresión”, concluye García Montero en su artículo. Ex alumnos de Fortes confirmaron que el profesor de literatura “humilla” a García Montero en sus clases, “al que ha llegado a acusar del suicidio de Javier Egea o que consiguió la cátedra por sus trapicheos literarios”. Según indicaron, Fortes está “obsesionado” con el escritor y ofrece “otras perlas” a sus alumnos, como que “a Lorca le pegaron un tiro por maricón” o que su mujer, Almudena Grandes, es “la consorte”. Según explicaron, el profesor “lleva 20 años” insultando a García Montero e incluso deja de atenerse a la programación de asignaturas que imparte para centrarse en su “obsesión” contra el poeta. “Es una vergüenza que un profesor así dé clases en una institución como la Universidad de Granada. El rector debería dar una explicación, porque es inadmisible que se tolere que un personaje así dé clases. Eso no es libertad de cátedra”, indicaron. Fuente: Europa Press *** Todo listo para la edición 2008 del encuentro Kosmópolis Del 22 al 26 de octubre se celebrará en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB, http://www.cccb.org/es), España, el evento Kosmópolis 2008 (K08, http://www.cccb.org/kosmopolis/es), definido por sus organizadores como “la Fiesta Internacional de la Literatura”, y en el que durante cinco días se explorarán los cambios recientes en la actividad literaria, los nuevos géneros y formatos y la convergencia entre las diversas vertientes artísticas, todo dentro de un horizonte cosmopolita y dinámico en el que interactúan las artes y las ciencias. Nacido en 2002 a raíz del ciclo de exposiciones “Las ciudades y sus escritores” (iniciado en 1995 en el CCCB), el proyecto se celebra cada dos años, articulándose bajo los principios de concebir, contribuir, abordar, estimular, dar, facilitar, favorecer, potenciar y activar la literatura y la cultura. En ediciones anteriores, sus numerosas actividades se organizaron en torno a la dialéctica entre literatura universal y literaturas nacionales, el fomento de la lectura y los libros o la literatura rusa contemporánea. K08 se centrará en las crisis humanitarias y los conflictos globales más urgentes. Será una edición orientada al compromiso de los escritores con las nuevas causas sociales y ecológicas con autores como Gao Xingjian, Tzvetan Todorov, Jon Lee Anderson, J. M. Coetzee, Hari Kunzru, Dave Eggers, Donna Leon, David Rieff, Russell Banks y Elias Khoury. También se abordará los cambios que está experimentando el periodismo debido al impacto de los nuevos medios, con Dan Gillmor, Francis Pisani, Robert S. Boynton y Amira Hass. Las sesiones de Café Europa intentarán descubrir cuál es la poesía del presente a través de los vasos comunicantes entre tradición moderna y palabra oral, con John Giorno, Pierre Joris, Lydia Lunch, Jorge Riechmann, Eduard Escoffet, Gonzalo Escarpa, Enric Casasses y Perejaume. Una exposición monográfica sobre J. G. Ballard permitirá profundizar en el universo del autor británico, con Toby Litt, Bruce Sterling y V. Vale; y con motivo del centenario del nacimiento de Agustí Bartra, se celebrará un homenaje a este autor con Roger Bartra, Sam Abrams y José María Espinasa. Por último, K08 recuperará el recital que Lou Reed celebrara en Nueva York dentro del programa “Made in CataluNYa”, recitando a Brossa, Espriu, Vinyoli y otros autores. En esta cuarta edición también se presentará por primera vez el Archivo Kosmópolis, una nueva emisión de Canal Alfa y el espacio experimental Kosmòtica, dedicado a las relaciones entre literatura e hipermedia, con autores como Robert Coover, y habrá también performances de cómic, literatura y música, aparte de las habituales sesiones de slam y spoken word, con John Giorno o el Nuyorican Poets Café Team. Las entradas pueden adquirirse en el propio CCCB, en Caixa Catalunya o a través de Tel•Entrada (http://telentrada.com). Fuentes: CCCB • Papel en Blanco *** Literatura de viajes será analizada en simposio en Bogotá La Universidad Central (http://www.ucentral.edu.co), en Colombia, será la sede del IV Simposio Internacional de Literatura “De viajeros y destinos”, que se realizará del 22 al 24 de octubre. Destacados escritores internacionales y colombianos estarán en el marco de este importante encuentro organizado por el Departamento de Humanidades y Letras de la mencionada casa de estudios. Entre los escritores invitados se encuentran el venezolano Luis Britto García, quien estará a cargo de la instalación; el argentino Juan Bautista Duizeide, quien dictará la conferencia inaugural, y los brasileños Daniel Conte, con una ponencia sobre La hora de la estrella, de Clarice Lispector, y Marinés Andrea Kunz, con otra sobre los aspectos cinematográficos en la obra de Rubem Fonseca. Además, se contará con la presencia de veinte ponentes colombianos, como Manuel Hernández, Álvaro Garzón Marthá, Jonás Vergara, Julio Villalba, Javier Fandiño, Dulce María Bautista y Carolina Romero Saavedra, entre otros. Los escenarios dispuestos por la Universidad Central y el comité organizador son el Auditorio Jorge Enrique Molina, la Sala Fundadores (calle 22, Nº 5-91) y la sala del Teatro Libre de Bogotá (calle 62, Nº 10-65). El costo de la inscripción será de 30.000 pesos para estudiantes, 40.000 para profesores y 60.000 para particulares. Estudiantes y profesores de la Universidad Central no pagarán nada, pero deberán inscribirse previamente. Para solicitar mayor información o tramitar la inscripción, es preciso acudir al Departamento de Humanidades y Letras, en la carrera 5, Nº 21-38, Bogotá, o telefonear al 323 98 68 (extensión 312). También se puede escribir al correo electrónico simposiodeviajerosydestinos@gmail.com. Fuente: Universidad Central *** Ida Gramcko será homenajeada en Caracas Un homenaje a la poeta venezolana Ida Gramcko se llevará a cabo el próximo miércoles 29 de octubre a las 7:30 de la noche, en el Centro Cultural Chacao de El Rosal (http://www.chacao.gov.ve/fundacioncultural), en el marco del ciclo “Noche de Poesía. Para celebrar a los maestros del asombro”, que se viene realizando bajo la organización de María Teresa Ogliastri (http://www.letralia.com/firmas/ogliastrimariateresa.htm) y Alexis Romero, con el apoyo de Cultura Chacao. Este encuentro contará con la intervención de poetas como Jacqueline Goldberg, María Antonieta Flores, Patricia Guzmán, Belén Ojeda, Sonia González, y Alfredo Chacón, moderados por Alexis Romero. El evento se realizará en la Sala Experimental del Centro Cultural Chacao, ubicado en la avenida Tamanaco, detrás del Centro Lido. Poeta, ensayista y dramaturga venezolana, Gramcko nació en Puerto Cabello en 1924 y falleció en 1994, a la edad de 80 años. A lo largo de su vida desarrolló una importante obra literaria, y un valioso aporte en el campo de las letras de venezolanas, que le fue reconocido a través del Premio Municipal de Poesía (1962), el Premio Municipal de Literatura (1972) y el Premio Nacional de Literatura (1977). Entre sus obras más conocidas figuran Poemas de una psicótica (1964), considerada fundamental en el panorama de la poesía venezolana; Poemas (1952); Salmos (1968) y Sonetos del origen (1972), en la que habla de sí misma como creadora. Su último libro fue el poemario Treno, publicado en 1993. *** Leerán Cien años de soledad en Feria del Libro de Santiago de Chile La historia de la familia Buendía y del pueblo mítico de Macondo tomará la 28ª Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa, http://www.camlibro.cl/filsa), con la lectura pública de Cien años de soledad, del escritor colombiano Gabriel García Márquez, en lo que será uno de los momentos culminantes de la muestra literaria internacional, a celebrarse del 31 de octubre al 16 de noviembre en el Centro Cultural Estación Mapocho (http://www.estacionmapocho.cl), de la capital chilena. Según el programa oficial, el ex presidente colombiano Belisario Betancur será el encargado de iniciar la lectura en la inauguración de la muestra “Gabo del alma”, que forma parte de la presencia de Colombia como invitado de honor de la feria chilena. La exposición “Gabo del alma” rinde homenaje al popular escritor colombiano en los libros que leyó, con los amigos con que compartió y en las reflexiones sobre su quehacer y su patria, además de objetos que relatan su labor literaria y su vida. El embajador Carlos Julio Gaitán invitó a las autoridades locales y al público en general a leer, durante la feria, párrafos del libro de García Márquez, como un homenaje al escritor y como signo de los vínculos culturales y humanos entre ambos países. Colombia se hará presente además en la feria con una delegación de sesenta escritores, cineastas y artistas folklóricos y plásticos, encabezados por la ministra de Cultura de ese país, Marcela Moreno Zapata. La presencia colombiana en la muestra cultural lleva como título “La poesía y la memoria” y entre los temas a desarrollar en exposiciones, conferencias y mesas redondas, figuran “La poesía, un lazo de unión entre Colombia y Chile”, “Los días colombianos de Pablo Neruda” y visiones de la poesía y de la narrativa del país visitante. Entre los autores colombianos que visitarán Santiago de Chile figuran Juan Gustavo Cobo Borda, Álvaro Castillo, Ramón Cote, Rómulo Bustos, Álvaro Rodríguez, Juan Felipe Robledo, Giovanny Gómez, Piedad Bonnet, Gonzalo Mallarino (http://www.letralia.com/firmas/mallarinoflorezgonzalo.htm) y Mario Mendoza. Los ex rehenes Luis Eladio Pérez y John Pinchao, por su parte, presentarán sus libros Siete años secuestrado por las Farc y Mi fuga hacia la libertad, donde narran su cautiverio como prisioneros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Además, la feria presentará un completo y atractivo programa cultural que contempla la realización de más de trescientas actividades. Como invitada especial a nivel local se presentará la Región del Bío-Bío con una muestra representativa de su riqueza y acervo cultural y literario. En la presentación del programa oficial, celebrada el 15 de octubre, Eduardo Castillo, presidente de la Cámara Chilena del Libro (http://www.camlibro.cl), destacó el esfuerzo y dedicación que significa realizar una feria de esta magnitud, calificada como una de las más importantes de América Latina. En este sentido, señaló que “pudimos presenciar con orgullo, hace pocos días, en nuestra visita a Bogotá con motivo de la presentación oficial realizada en Colombia, que la feria chilena es enormemente valorada en el extranjero, lo que habla bien del esfuerzo que hacemos año a año por superarnos”. En el marco del evento se desarrollará la Feria de los Libros, la mayor exposición editorial jamás realizada en Chile, con 800 sellos editoriales, 156 expositores, más de 200 escritores chilenos e internacionales y mil títulos nuevos. Habrá la participación de una variada gama de países y la presencia de expertos de Chile, Colombia, Brasil, Perú, Venezuela, Puerto Rico, México, Cuba, Argentina, Bolivia, Uruguay, Estados Unidos, Marruecos, España, Portugal y Noruega, entre otros. Igualmente, la Feria Profesional, que tendrá lugar durante dos días, y en la que profesionales del mundo del libro chilenos y extranjeros debatirán e intercambiarán experiencias acerca de los problemas y desafíos de la industria, con temas como la biblioteca digital, la distribución de libros y los derechos de autor, entre otros. En forma paralela se realizarán también las Jornadas de Educación, en las que más de trescientos profesores conversarán e interactuarán en relación al desarrollo e implementación de la lectura en el aula, y las Jornadas de Bibliotecarios, donde bibliotecarios analizarán las problemáticas de esta profesión y su importancia en la promoción del libro y el estímulo de la lectura. “Esta feria profesional es muy importante, ya que con los años se ha transformado en una plataforma de negocios que une a los distintos actores del mundo del libro y que posibilita el desarrollo de innumerables iniciativas y proyectos”, afirmó Castillo. El presidente de la organización subrayó también la gran cantidad de actividades que se han preparado para los niños, como el programa de Visitas Programadas, en el cual profesores de distintos colegios acuden a la feria con sus alumnos. Se espera que asistan más de 15.000 escolares. Resaltó asimismo el apoyo de la compañía eléctrica chilena, Chilectra (http://www.chilectra.cl), para contar con dos días especialmente dedicados a la mujer en los que ellas tendrán acceso liberado, y destacó el hecho de que se han mantenido los precios de las entradas con relación a la edición anterior ($1.000 de lunes a jueves, y $2.000 los fines de semana). Fuentes: Filsa • Notimex *** El Tercer Reich, novela inédita de Bolaño, anunciada en Fráncfort Andrew Wylie, director de The Wylie Agencie (http://www.wylieagency.com) y uno de los más importantes agentes literarios del mundo, anunció durante la reciente 60ª Feria del Libro de Fráncfort (http://www.book-fair.com/en) la existencia de El Tercer Reich, una novela de Roberto Bolaño que hasta ahora había permanecido inédita e, incluso, desconocida para Jorge Herralde, editor habitual del escritor chileno. La agencia podrá empezar a contratar el libro a partir del 4 de noviembre, cuando venzan los contratos que vinculaban la obra del autor con la agencia de Carmen Balcells. Se trata de “una novela completa, mecanografiada y meticulosamente corregida a mano”, que habría llegado a manos de Wylie de parte de Carolina López, viuda de Bolaño. “Carolina me dijo que quería hablar conmigo y nos vimos”, explicó Wylie a la prensa. “Lo volveremos a hacer a finales de noviembre; los derechos de Bolaño caducan en Balcells el día 4; será fantástico: es mi cumpleaños y ya habrá ganado Obama”, indicó. Las características del texto sitúan la obra en una fecha anterior a 1996, cuando el escritor empezó a utilizar un PC para redactar Los detectives salvajes, el libro cuya traducción al inglés apareció el año pasado cosechando un gran éxito, que ahora permitirá la aparición en ese idioma de la última novela del autor, 2666. Los nuevos representantes de Bolaño ofrecen el libro como “la historia del descenso de un hombre a una pesadilla”, situado “en las playas encantadas de la Costa Brava”. Según el extracto que facilitaron a los editores internacionales interesados, el protagonista, Udo Berger, es un campeón de wargames alemán que viaja con su novia, Ingeborg —nombre, por lo demás, de uno de los personajes principales de 2666—, a un hotel de la Costa Brava para preparar un torneo de un juego de mesa llamado justamente “El Tercer Reich”. Allí comparten sus vacaciones con otra pareja alemana, Charly y Hanna, hasta que el primero de éstos desaparece tras cruzarse con dos siniestros personajes locales, El Lobo y El Cordero, y Berger, a quien persigue un sombrío detective, acaba llevado al delirio “por el surrealista paisaje de la Costa Brava”, encontrándose finalmente en una partida a muerte con un personaje enigmático y desfigurado, El Quemado. Fuentes: El País • El Periódico *** La literatura infantil se reencontrará en Venezuela Con el patrocinio de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello (http://www.casabello.gob.ve), entre el 6 y el 8 de noviembre se realizará en Valencia (Carabobo) el III Encuentro con la Literatura Infantil en Venezuela, evento que tendrá como escenario la Sala Alterna del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre (CCEAS, http://www.el-carabobeno.com/cceas), en la avenida Valencia de la Urbanización La Granja, en Naguanagua. Este año el programa tendrá como uno de los temas fundamentales lo fantástico en la literatura para niños y jóvenes, la novela de aventuras, la literatura subversiva desde la infancia, la lectura desde la escuela, el teatro como herramienta creativa en la escuela y otros, con la participación de escritores como Gabriel Jiménez Emán, Liliana Bodoc, Mercedes Franco, Armando José Sequera (http://www.letralia.com/firmas/sequeraarmandojose.htm), Wafi Salih, Antonio Trujillo, Ángela Pradelli, Luis Cedeño, Laura Antillano (http://www.letralia.com/firmas/antillanolaura.htm), Eloi Yagüe, Marisa Vannini, Rui Zink, Henrriette Arreaza, Mireya Tabuas, Leonor Bravo y otros, de Venezuela, Argentina, Ecuador y Portugal. Los foros estarán acompañados de la realización de talleres de escritura y promoción a la lectura para niños, adolescentes, jóvenes y adultos, como uno para madres embarazadas, acerca de la promoción a la lectura desde el vientre materno (dictado por la escritora Azul Urdaneta), otro destinado a niños acerca de la literatura de los pueblos originarios venezolanos waraira-repano (dictado por Mercedes Pena), o los talleres de poesía para jóvenes (Enrique Arenas), haikú para niños (Wafi Salih), “Jugando con la poesía” (Luis Alberto Crespo) y otros. Los escritores visitarán escuelas y liceos de la región para conversar con los jóvenes lectores y realizarán lecturas de sus textos. El grupo Valencia Danza Contemporánea presentará su espectáculo Los cuatro elementos y de Aragua se presentará la agrupación de títeres de Luna de Canela. La escritora homenajeada en esta edición del encuentro es Velia Bosch, maestra, poeta, narradora e investigadora de la literatura infantil latinoamericana y del Caribe. En su honor los ilustradores realizarán una exposición alrededor de textos suyos, que será inaugurada el 5 de noviembre en los mismos espacios del evento. La entrada es libre y gratuita y sólo es preciso cumplir con la formalidad de la inscripción y asistencia regular para recibir un certificado de la organización. Para mayor información, se puede escribir a lapalmeraluminosa@gmail.com. Fuente: Organizadores del evento *** VII Jornada de Estética analizará en Caracas el fenómeno de la moda Del 12 al 14 de noviembre se realizará la VII Jornada de Estética, evento que bajo el lema “La moda en el cambio social de los valores estéticos” es convocado por el Instituto Pedagógico de Caracas (IPC, http://www.ipc.upel.edu.ve) y pretende dar a conocer los alcances de la estética al involucrarse con otras áreas del saber, ofrecer nuevos conocimientos sobre las posibilidades investigativas de la estética y propiciar la confrontación en torno a los diversos enfoques que abordan el estudio del intercambio cultural y artístico. La jornada se enfocará en el análisis de la idea de moda desde dos perspectivas: la moda circunscrita y la moda plena. La primera, explican los organizadores, se refiere “a ese complejo sistema de sistemas, desde la fábrica textil al diseñador, aplicado al vestir y los adornos. Desde esta visión, será posible distinguir la moda del vestir, puesto que hay vestires que no son moda (en las sociedades tradicionales). Pero también habrá modas que no sean necesariamente vestires, pues en una segunda perspectiva entenderemos la moda plena en su sentido más amplio, como fenómeno que alude a un sinnúmero de hechos o asuntos que definen diversas dinámicas sociales”. Entre los temas que se incluirán en el debate se encuentran la influencia de la moda en el cambio social de los valores estéticos; las repercusiones positivas y negativas que ejerce individual y colectivamente la moda en las personas; la sociología como disciplina científico social que estudia la moda como modelo de comportamiento colectivo, además de rasgo de distinción de la cultura y la sociedad de masas; la moda como una de las estructuras más comunes y cotidianas de aculturación; como cambio temporal de estilo en la vestimenta, la arquitectura, el diseño de objetos de uso frecuente y otras áreas, y la moda como cambio temporal de los componentes estéticos de la vida. Los participantes, mediante el intercambio de conocimientos y experiencias, discutirán sobre teorías y estrategias de las distintas disciplinas artísticas relacionadas con la mirada, reflexión y sensibilidad hacia el fenómeno moda; los nuevos paradigmas conceptualizadores de la moda y su impacto en la formación artística, y el fenómeno moda como alternativa para la comprensión del hecho cultural contemporáneo; la problemática de la investigación en el campo de la estética, partiendo de reflexiones relacionadas con el fenómeno de la moda, entre otros temas. Dirigido a educadores, artistas, críticos, escritores, sociólogos, antropólogos, psicólogos ambientales, comunicadores sociales, estudiantes y, en líneas generales, a todo profesional sensible a las diversas implicaciones de la moda, el evento recibe resúmenes hasta el jueves 30 de octubre. Los interesados en participar deberán enviar estos resúmenes en formato Word (4 cm de margen superior e izquierdo y 3 de inferior y derecho), con una extensión máxima de trescientas palabras y fuente Times New Roman en 12 puntos, a la dirección electrónica nidiatab@yahoo.com. También se puede presentar directamente en el Departamento de Arte del IPC. Las ponencias admitidas deberán tener una extensión máxima de 12 cuartillas a doble espacio, y los participantes presentarán una versión impresa y un CD que contenga tanto el resumen como la ponencia. La inscripción tiene un costo de 60 bolívares. Los organizadores entregarán certificado de asistencia. Fuente: IPC *** XIX Feria del Libro Ricardo Palma homenajeará a Ollé y Gálvez Ronceros Entre el 29 de noviembre y el 16 de diciembre se celebrará, en el Parque Kennedy de Miraflores, en Lima (Perú), la XIX Feria del Libro Ricardo Palma (http://www.cpl.org.pe/feria), evento organizado por la Cámara Peruana del Libro (CPL, http://www.cpl.org.pe) con el auspicio de la Municipalidad (http://www.miraflores.gob.pe), y que en esta oportunidad cuenta con 70 expositores entre editoriales universitarias e institucionales, casas distribuidoras y sellos con presencia internacional como Norma, SM o Santillana. La feria tendrá como objetivos la difusión del libro, fomentar el hábito de la lectura en la población, estimular la creación literaria, promover la industria editorial peruana, brindar al público asistente la oportunidad de adquirir producciones editoriales peruanas e internacionales y disfrutar de un nutrido programa de actividades culturales relacionadas con el libro. Esta edición rendirá homenaje al reconocido escritor peruano Antonio Gálvez Ronceros (Chincha, 1932), autor, entre otros libros, de Los ermitaños y Monólogos desde las tinieblas. Asimismo, homenajeará a la poeta Carmen Ollé por los veinticinco años de su poemario Noches de adrenalina, y se realizarán actividades especiales dedicadas a los doscientos cincuenta años del natalicio de Wolfgang Amadeus Mozart y a Bertolt Brecht. “La revalidación que ha adquirido la cultura en nuestro país en los últimos años, inclusive de parte de nuestras autoridades gubernamentales con el proyecto de crear un ministerio que la regente, y las nuevas y amenas modalidades de difundir el libro, que han cautivado a los medios de comunicación y la población en general, ha creado el espacio propicio para el desarrollo de eventos culturales que se constituyen como verdaderos centros culturales de provechoso entretenimiento, ya que el libro ya no está más ligado al aburrimiento”, explica un comunicado de la CPL. De las dos semanas de duración de la edición anterior, la feria ha crecido este año a dieciocho días en los que el público podrá adquirir libros a precios reducidos y asistir, además, a interesantes actividades culturales, con un ambiente infantil y un auditorio para las actividades dirigidas a los niños, además del anfiteatro Chabuca Granda. También están programadas la presentación de la revista Martín, dedicada a Carlos Germán Belli, y del libro Cuentos selectos y cuentos breves, de Carlos Eduardo Zavaleta. Como novedad figura Cinco historias de mujeres y otra sobre Tamara Fiol, novela de Miguel Gutiérrez, y El secreto de la trapecista, de Óscar Málaga, cuya presentación estará a cargo de Rafo León. Habrá asimismo talleres, recitales y conferencias. Durante la feria se realizará una campaña orientada básicamente al consumo del libro original con el concepto de que un libro es un buen regalo para esta Navidad. El evento estará abierto al público de lunes a jueves entre 1 de la tarde y 10 de la noche, y de viernes a domingo, así como feriados, de 11 de la mañana a 10 de la noche. Para solicitar mayor información, puede escribir a cp-libro@amauta.rcp.net.pe. Fuentes: CPL • La República *** Publicarán poesía completa de José Antonio Muñoz Rojas El sello español Pre-textos (http://www.pre-textos.com) y la Consejería de Cultura de Andalucía (http://www.juntadeandalucia.es/cultura/web/publico/index.jsp) publicarán la Obra completa en verso de José Antonio Muñoz Rojas, que en virtud de su centenario será nombrado autor del año 2009 en el Día de la Lectura en Andalucía, a celebrarse el 16 de diciembre. La comisión asesora del Centro Andaluz de las Letras (http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras) acordó esta distinción por unanimidad en junio pasado. En la resolución se indica también que se celebrará un homenaje similar al poeta sevillano Antonio Machado por el 70º aniversario de su muerte, indicó el ente en un comunicado. El centro conmemora cada año a uno o varios autores andaluces con el objeto de mantener la memoria literaria de figuras tan importantes como Aleixandre, Bécquer, Cernuda, Alberti, María Zambrano, Manuel Altolaguirre (recordados en pasados años) o la del autor del pasado año 2007, Luis de Góngora. Este año el autor homenajeado es Juan Ramón Jiménez. Para el próximo año, Cultura diseñó un programa de actividades sobre el poeta Muñoz Rojas, entre las que destacan unas jornadas dedicadas a este autor antequerano, en las que los principales especialistas en el poeta analizarán su figura y su obra relacionándola con su época. El Circuito Literario Andaluz, las lecturas monográficas y la convocatoria de ayudas para la realización de actividades para mejorar los hábitos de la lectura en Andalucía, serán otras actividades dedicadas a la figura de este poeta. Muñoz Rojas, poeta “amante del equilibrio y artesano del verso”, como se le califica en el comunicado, fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía (1998) por su obra Objetos perdidos, y con el Reina Sofía de Poesía en 2002 por todo el conjunto de su obra. Además, fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1992. La Obra completa en verso de Muñoz Rojas será distribuida por la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía el año próximo como parte de las actividades del Día Internacional del Libro, el 23 de abril. Fuente: EFE *** El bolero tendrá su congreso en República Dominicana el año próximo Entre el 17 y el 19 de abril de 2009 se realizará en el Centro León (http://www.centroleon.org.do) de Santiago de Los Caballeros, en República Dominicana, el III Congreso Internacional Música, Identidad y Cultura en el Caribe (MIC), que estará dedicado al tema “El bolero en la cultura caribeña y su proyección universal”. Organizado por la Secretaría de Estado de Cultura (http://www.cultura.gob.do), el Centro Cultural Eduardo León Jimenes, mejor conocido como Centro León, y el Instituto de Estudios Caribeños (Inec, http://www.inec.org.do), el evento tiene como finalidad reunir, cada dos años, a los estudiosos, protagonistas e interesados en la música y el baile en el Caribe, para intercambiar conocimientos en torno a estos pilares de la cultura en la región y propiciar políticas de fortalecimiento de la identidad cultural en los ámbitos nacional y regional con un enfoque integral. El evento está concebido como un espacio crítico y multidisciplinario de reflexión, a partir del cual se socialicen las investigaciones, experiencias y hallazgos referentes a las músicas, identidades y culturas en el Caribe. La realización del Congreso se inscribe en una dimensión pedagógica, por lo que se espera una significativa participación de educadores como forma de involucrar el sistema educativo y mejorar la enseñanza artística en República Dominicana y en el Caribe. A través de conferencias, sesiones de ponencias y debates, publicaciones, conciertos, exposiciones y un programa de actividades preparatorias (que comprende investigaciones, acciones de animación sociocultural y encuentros con músicos, estudiosos, educadores y amantes de la música, ciclo de cine y documental), se producirá un ambiente que propicie el desarrollo de nuevas formas de pensar y actuar sobre la música y la identidad cultural del Caribe, dentro y fuera de la región. Los participantes abordarán el papel del bolero en la identidad de los pueblos del Caribe insular y continental, las relaciones entre el bolero, la literatura y otras expresiones artísticas del Caribe y Latinoamérica, las tradiciones musicales en los países del área, la discografía del bolero, sus aspectos ideológicos, sus vinculaciones con la realidad cotidiana en diferentes contextos, sus instrumentos y aspectos organológicos, las influencias externas en la música del Caribe relacionadas con el bolero, las tecnologías de grabación, edición y difusión, y otros temas. Se prevé la presentación de hasta cincuenta disertaciones aprobadas por el Comité Internacional de Lectura, integrado por reconocidos investigadores de la región, aunque el Comité Organizador podrá invitar a músicos y otras personas que considere pertinente, a ofrecer testimonios en el marco del evento. La fecha tope para presentar propuestas de disertaciones es el 30 de noviembre de 2008, y el 15 de febrero de 2009 para enviar los textos. La convocatoria está abierta a participantes de todo el mundo (las Américas, Europa, África, Asia y Australia), enfocando particularmente los países con mayor arraigo de la tradición bolerística: México, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Panamá, Colombia, Perú, Argentina, Chile y otros. Pueden participar los protagonistas del bolero, investigadores, comunicadores sociales, productores musicales y empresarios de la música y personas de instituciones culturales, privadas y estatales involucradas con el diseño, ejecución y gestión de políticas y acciones culturales. Entre las actividades que tendrán lugar en el marco del congreso, está un Encuentro de Coleccionistas de Música del Caribe; la presentación de novedades bibliográficas (libros, revistas, otros), discográficas y audiovisuales; conciertos en los que se mostrará la riqueza y transformaciones del bolero a lo largo de su historia; un recorrido turístico-cultural por la ciudad sede; la publicación de un libro con las actas y memorias del Congreso, y la creación de un sitio en Internet con un foro virtual para la interacción de sus usuarios. Para solicitar información es preciso contactar con el Inec al teléfono-fax 809 685 1355 o al correo electrónico inec97@yahoo.es; con el Centro León al teléfono 809 582 2315 o al correo electrónico mic@centroleon.org.do, o con la Secretaría de Estado de Cultura a los teléfonos 809 682 6873 y 809 221 4141 (extensiones 239 y 240), o al correo electrónico dgbagob@yahoo.com. *** III Congreso de Historia Regional realizarán en Venezuela El 23 y 24 de enero de 2009 se celebrará, en el auditorio “Francisco de Miranda” del Instituto Pedagógico de Miranda “José Manuel Siso Martínez” (IPM, http://www.ipmjmsm.upel.edu.ve), en La Urbina (Miranda, Venezuela), el III Congreso de Historia Regional en Miranda (Conhisremi 2009, http://congresodehistoriaregionalenmiranda.blogspot.com), eje Barlovento-La Guaira-Valles del Tuy, orientado a docentes, investigadores, estudiantes y profesionales interesados en el campo de la historia, la geografía, la geohistoria y la educación. El evento, que se celebrará en homenaje al centenario del historiador venezolano Miguel Acosta Saignes, cuenta con el auspicio del IPM, así como el Instituto Universitario de Tecnología “Tomás Lander” (http://www.iuttol.edu.ve), la Sociedad Mirandina para la Investigación en Educación y Ciencias Sociales y la Escuela Internacional Cooperativa de Estudios Avanzados. La estructura del congreso se regirá por la modalidad de conferencias principales y mesas de trabajo, con la finalidad de crear dinámicas que acerquen al docente y al investigador ante los nuevos enfoques didácticos, así como de dotarle de herramientas teóricas entorno a la relación historia-economía-sociedad. Entre los temas que serán tratados en estas jornadas se encuentran el Trienio y los 60 años del derrocamiento de Rómulo Gallegos; la historia de la política y la política en la historia; la filosofía de la historia y la historia en la filosofía; historia del terrorismo y de las prácticas terroristas; la cartografía histórica, geográfica, ambiental, mental y educomunicacional; la historia de la inmigración; estudios creativos en la enseñanza y la reconstrucción de la historia, la geohistoria, la geografía y otras disciplinas vinculadas a las ciencias sociales, y los preparativos para la celebración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela. María Osorio, José Marcial Ramos Guédez, María Eugenia Talavera, José Agustín Bernal, Iraida Vargas, Coromoto Méndez (cronista de Petare), Jesús Cumare (cronista de La Guaira) y Armando González (Archivo Histórico de Cojedes) son algunos de los más de setenta ponentes e invitados especiales que asistirán este año al congreso. Además de los foros y conferencias programados, se realizará el IV Encuentro de Investigadores, Comunicadores y Educadores de la Red Somiecs-Eicea (eje Barlovento-La Guaira-Valles del Tuy), un simposio sobre el centenario de Miguel Acosta Saignes, y otro sobre la obra historiográfica del doctor Ramón J. Velásquez, a quien se otorgará un reconocimiento especial. Asimismo, se desarrollará el simposio “Participación y gestión ciudadana en el eje Valles del Tuy-La Guaira-Barlovento”, la muestra cinematográfica “Memorias”, la Exposición del Libro Universitario, un concierto de salsa y video, un festival de danza y varias presentaciones de libros. En el marco del evento se entregará la orden “Doctor Miguel Acosta Saignes” a destacados investigadores. Para participar es preciso enviar un resumen, de hasta doscientas palabras, del trabajo a exponer. El plazo de recepción de resúmenes cierra el miércoles 31 de diciembre. Los textos completos de las ponencias aprobadas deberán enviarse para su inclusión en el CD antes del 20 de enero de 2009. No se arbitrará trabajos con más dos autores. El público en general deberá pagar una inscripción de 25 bolívares, mientras que los ponentes quedarán exonerados. El IPM está ubicado en la Avenida Principal de La Urbina, en el edificio UPEL-Mirage. Para mayor información, dirigirse a suzukygomez@gmail.com. ||||||||||||||||||||||| LITERATURA EN INTERNET |||||||||||||||||||||| Reto de los 10.000 libros para Navidad http://retodiezmil.blogspot.com Un proyecto de la venezolana Siury Pulgar, quien cursa un postgrado en políticas de educación internacional en la Universidad de Harvard (EUA), y se ha propuesto recolectar ejemplares para dotar la Biblioteca de Macuto, en el estado venezolano de Vargas, devastada durante una tragedia natural en 1999, contribuyendo así a fomentar la lectura en la localidad. La página indica los procedimientos para realizar las donaciones de libros. Círculo de Escritores de Venezuela http://www.circulodescritoresvenezuela.org Página de esta institución venezolana, con información sobre sus miembros y actividades, entrevistas a escritores, reseñas editoriales, textos de creación literaria, información sobre concursos, talleres y seminarios y encuestas en las que puede participar el público. Incluye también un directorio con las páginas web de los escritores miembros de la organización. bookAffinity http://www.bookaffinity.com Base de datos sobre libros, ordenada según valoraciones de sus usuarios, y con especial atención a la literatura de género (ciencia ficción, misterio, fantasía, novela negra) y al cómic. El criterio de los usuarios permite mantener diversas escalas con puntuaciones, recomendaciones personalizadas y propuestas de lecturas similares. Libro a Libro http://www.libroalibro.org Publicación electrónica de suscripción gratuita y circulación semanal, dedicada al mundo editorial hispanohablante con especial énfasis en la literatura contemporánea puertorriqueña. Incluye noticias, entrevistas, reseñas, autores, premios e información sobre lanzamientos en ficción, no-ficción, best-sellers, autoayuda y espiritualidad, entre otros géneros. Sus lectores pueden comentar, intercambiar impresiones y crear sus propios grupos de lectura, así como participar en la comunidad virtual “Red de Lectores”, donde es posible comentar sobre libros y compartir fotos y videos sobre sus autores predilectos. Oliverio Brausen http://oliveriobrausen.blogspot.com Bitácora del argentino Enrique Catelli, en la que da vida a un personaje, definido como “un rufián sin prontuario, de noble estirpe rioplatense”, con el que crea una serie de historias urbanas que tienen a Buenos Aires como escenario. Tonanzi http://www.tonanzi.com Web de autopublicación. Con sólo realizar el proceso de registro gratuito, el usuario puede publicar aquí sus poemas, cuentos, prosas, ensayos y versos. Los textos recientemente publicados se muestran en portada, y un sistema de calificación permite establecer una escala con los que la comunidad considera los mejores textos en cada género. El objetivo de los creadores del sitio es permitir a los nuevos escritores una vía para dar a conocer sus textos. ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === ¿Qué pasará cuando muera García Márquez? ============================== === Jaime de la Hoz Simanca =============================================== Muchos años después de su muerte, el mundo seguirá recordando a Gabriel García Márquez como el creador del realismo mágico, una expresión literaria que alcanzó su apogeo con la publicación de la novela Cien años de soledad, en 1967. Se seguirán dictando conferencias en universidades de todos los países y en todas ellas se indicará que había recibido el Premio Nobel de Literatura en 1982. En algunos centros académicos de Europa confundirán su nacionalidad: se dirá, por una parte, que era un escritor boliviano que tomó de su natal Aracataca, a doscientos ochenta kilómetros de la ciudad de La Paz, las innumerables leyendas y mitos que más tarde serían la base para la aparición de Macondo. También se afirmará, sin duda alguna, que había nacido en Venezuela, en un año incierto de la década de los veinte. Se destacará, de igual manera, que la magia caribeña de sus novelas fue producto del entorno cubano de la provincia de Santos Suárez, donde Luisa Santiaga lo había parido en una casa grande llena de boleros, vallenatos y guarachas. Sólo en su propio país, Colombia, todos dirán que García Márquez, Gabo, nació en 1927 en la perdida población de Aracataca, departamento del Magdalena; que luego vivió en la capital, Bogotá; más tarde en Cartagena y Barranquilla, al norte del país; y finalmente, había decidido irse de su tierra para encontrar mejores rumbos en el exterior. Se precisará su permanencia en París, golpeado en una ocasión por las fuerzas francesas de seguridad al ser confundido con un terrorista argelino; se evocará su viaje a los países socialistas y muchos coincidirán en que su decisión última de largarse a México, luego de un periplo azaroso por Nueva York y Venezuela, había sido la clave para convertirse —desde mediados de los años ochenta hasta el momento de su muerte— en el escritor vivo más importante del mundo. El primer aniversario de su muerte será todo un acontecimiento. La voz estentórea del escritor, igual que la de José Arcadio Buendía al llegar a la adolescencia, se oirá en muchas emisoras leyendo algunos fragmentos de El otoño del patriarca, y se revivirán las voces de innumerables entrevistas y diálogos con escritores famosos y periodistas cercanos. La televisión lo mostrará una vez más en el instante en que recibe el Premio Nobel en Estocolmo, vestido de liqui liqui blanco, circunspecto, pétreo, como el rostro de Úrsula Iguarán, y con el deseo recóndito de tomar una taza de chocolate para levantarse doce centímetros de aquel piso alfombrado de reyes y reinas cuyo palacio había sido invadido en ese entonces por una delegación de juglares vallenatos que lanzaban al aire miles de mariposas amarillas. La prensa colombiana, por su parte, titulará de diversas maneras: Un año sin Gabo Gabo: a un año de su muerte ¡Qué falta nos haces, Gabito! Hace un año se fue Gabo Un año después, García Márquez sigue vivo... Los titulares anteriores serán acompañados con toda suerte de noticias y anécdotas. Algunos diarios, en efecto, registrarán los testimonios del hombre que de lunes a viernes asiste puntualmente a la tumba del Nobel cargando todos sus libros, leyéndolos uno por uno, y de vez en cuando recostando su cabeza sobre el frontón principal del panteón mítico. Imaginará que descansa junto al castaño de la casa de los Buendía, mientras el clic de las cámaras digitales grabarán su imagen que aparecerá en los periódicos con el siguiente pie de foto: “Un asiduo visitante de la tumba del escritor Gabriel García Márquez, es uno de los símbolos más representativos en este primer aniversario de la muerte del Premio Nobel, que se cumple hoy. El extraño hombre, acompañado de todas las obras del creador de Macondo, se hace llamar Melquíades”. Esa misma prensa, y la de toda Hispanoamérica, reproducirá sus fotos en un despliegue gráfico sin precedentes: García Márquez párvulo, con grandes orejas y ojos desorbitados, tal como aparece en la portada de Vivir para contarla; el escritor a los ocho años, cuando cursaba primero de primaria en la escuela Montessori; reproducción de la partida de bautismo en la cual se lee que nació el 6 de marzo de 1927; Gabo a los trece años, cuando terminó primero de bachillerato en el colegio San José de Barranquilla, en 1940; García Márquez, cigarrillo en boca, cuando era reportero del diario El Espectador; el gran fabulista, en la Plaza Roja de Moscú, en 1957, acompañado de varios amigos; Gabito, en la sede de la revista Momento, de Venezuela; el escritor, embriagado de literatura, sentado en un sillón al lado de su esposa Mercedes Barcha, en la casa de María Luisa Elío —a quien le dedicó Cien años de soledad junto a Jomi García Ascot—, en México, 1966; en Valledupar, en la cocina de Consuelo Araújo Noguera, compartiendo mesa con su inolvidable amigo Álvaro Cepeda Samudio, y de Daniel Samper Pizano; el Premio Nobel caminando por las calles de Madrid junto a Mercedes Barcha y su hijo Gonzalo; Gabo con Vargas Llosa y Cortázar; Gabo con Carlos Fuentes y Neruda; Gabo con Fidel Castro en la cubierta de un yate, el autor de El amor en los tiempos del cólera bailando salsa en una discoteca de Cartagena en medio de los días de fasto de la celebración de sus ochenta años; fotos inéditas de Gabo... El día de su muerte El anuncio será explosivo. Desde México la noticia se regará como pólvora y la televisión invadirá al mundo con las imágenes del fabulador de Macondo. Él, cuyos temas de cuentos y novelas se reducían al amor, la soledad y la muerte, yacía ahora en un ataúd —imaginado por muchos gabólogos— protegido por un cristal que parecía empañado y que, abierto a solicitud de la familia, se comprobó que, en efecto, “estaba húmedo por dentro”. “...Buscando a tientas la causa del vapor en un cajón hermético, hizo una ligera presión con la punta de los dedos en el pecho, y el cadáver emitió un lamento desgarrador. La familia alcanzó a trastornarse con la idea de que estuviera vivo, hasta que el médico explicó que los pulmones habían retenido aire por el fallo respiratorio y lo había expulsado con la presión del pecho”. Continuaba la leyenda. Y no había por qué extrañarse. En vida, García Márquez había contado en una de sus columnas que un buen día, al despertar en su cama en México, leyó en un periódico que había dictado una conferencia el día anterior en Las Palmas de Gran Canaria, al otro lado del océano. ¿Cuál es el asombro, entonces, al escuchar por aquí que el escritor ha muerto de muerte natural; por allá, que el Alzheimer le devoró la memoria y la vida para siempre; y acullá que aún no ha muerto, que agoniza en medio de estertores que se confunden con el llanto de docenas de seguidores aglomerados frente a su residencia de Ciudad de México? La prensa del día siguiente confirmará la noticia. Una foto a cuatro columnas del hermoso féretro con aquel inconfundible rostro de argelino senil revelará al mundo su muerte feliz. Y se revivirán sus fábulas ilustradas: desde Ojos de perro azul hasta fragmentos inéditos del tercer y último tomo de sus memorias. Y sus datos biográficos serán repetidos hasta el cansancio, no exentos, en algunos casos, de fábulas anecdóticas que en vida fueron fuertes rumores que se escucharon en salones y tertulias literarias: que la bofetada de Vargas Llosa se produjo luego de que el escritor peruano se enteró que su mujer Patricia confesaba permanentemente a García Márquez sus desventuras de esposa infeliz; que, según los exiliados cubanos —los más felices y alborozados con la noticia de su muerte—, recibió en vida estipendios en dólares por defender la revolución y, como regalo, una hermosa mansión en La Habana que fue vendida a las volandas por los hijos del escritor, semanas antes de su fallecimiento. En México, la conmoción durará largos días. Carlos Fuentes escribirá una exquisita nota necrológica que culminará con la reproducción de un aparte de su ensayo García Márquez: la segunda lectura, escrito un año después de la aparición de Cien años de soledad: “Contra los crímenes invisibles, contra los criminales anónimos, García Márquez levanta, en nuestro nombre, un verbo y un lugar. Bautiza, como el primer Buendía, como Alejo Carpentier, todas las cosas de un continente sin nombre. Y crea un lugar. Sitio del mito: Macondo”. El presidente de aquel país, donde García Márquez viviera hasta el instante de su muerte, interrumpirá los programas de televisión y radio para decir que México y el mundo de las letras están de luto, pues ha muerto el Cervantes de América. Y dirá que fue un mexicano más, como Paz y Rulfo, “con quienes se unirá en el cielo”. Mario Vargas Llosa, después de haber autorizado, en 2006, a la editorial Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores la reedición del voluminoso texto que escribió sobre Gabo, ordenará una edición especial de ese mismo libro –del que también fue extraído un fragmento para el prólogo de la edición conmemorativa y canónica de Cien Años de Soledad, presentada en Cartagena, Colombia, años atrás– García Márquez: historia de un deicidio, de cuyo contenido un diario vespertino de Lima ha publicado la siguiente parrafada: “Entre todos los rasgos de su personalidad hay uno, sobre todo, que me fascina: el carácter obsesivamente anecdótico con que esta personalidad se manifiesta. Todo en él se traduce en historias, en episodios que recuerda o inventa con una facilidad impresionante. Opiniones políticas o literarias, juicios sobre personas, cosas o países, proyectos y ambiciones: todo se hace anécdota, se expresa a través de anécdotas. Su inteligencia, su cultura, su sensibilidad tienen un curiosísimo sello específico y concreto, hacen gala de anti-intelectualismo, son rabiosamente anti-abstractas. Al contacto con esta personalidad, la vida se transforma en una cascada de anécdotas. Esta personalidad es también imaginativamente audaz y libérrima, y la exageración, en ella, no es una manera de alterar la realidad, sino de verla...”. En Argentina, Tomás Eloy Martínez, gran amigo del extinto escritor y consagrado autor de Santa Evita, será el más asediado por los medios de comunicación. Y recordará, compungido, que de todas las imágenes la que más recuerda es el momento en que García Márquez, acompañado de Mercedes Barcha, meses después de publicada Cien años de soledad, ingresó a un teatro de Buenos Aires y su figura fue iluminada de repente por los reflectores que lo siguieron hasta que tomó asiento en medio de atronadores aplausos. “En ese instante pensé que la gloria descendía en forma de luz sobre su cabeza”, agregará. Los diarios de aquel país recordarán la admiración de García Márquez por Jorge Luis Borges, y la entrañable amistad del colombiano con Julio Cortázar. Alguno de esos periódicos publicará lo que, a juicio del editor, constituía la mejor definición que se hubiera escrito del autor de Rayuela, poco después de su muerte: “Era el hombre más alto que se podía imaginar, con una cara de niño perverso dentro de un interminable abrigo negro que más bien parecía la sotana de un viudo, y tenía los ojos muy separados, como los de un novillo, y tan oblicuos y diáfanos que habrían podido ser los del diablo si no hubieran estado sometidos al dominio del corazón”. El olor de la guayaba En Colombia, la muerte de Gabriel García Márquez será un acontecimiento que removerá los cimientos del país. A partir de entonces se empezará a conocer la verdadera grandeza de un escritor y el profundo afecto que se le profesaba por parte de un pueblo raso que se debatirá aún entre la esperanza y la violencia. Yo recordaré aquel famoso párrafo escrito días después de su ruidoso asilo en la embajada de México un año antes del recibimiento del Premio Nobel: “...Tengo el inmenso honor de haberle dado más prestigio a mi país en el mundo entero que ningún otro colombiano en toda su historia, aun los más ilustres, y sin excluir, uno por uno, a todos los presidentes sucesivos de la República. De modo que cualquier daño que le pueda hacer mi forzosa decisión lo habría derrotado yo mismo de antemano, y también a mucha honra”. Uno de los más reconocidos gabólatras, el periodista colombiano Juan Gossaín, contará en su cadena radial, con pelos y señales, la vida, obra y milagros de Gabo, y recitará de memoria, como lo hacía en sus reuniones privadas, los trozos más inolvidables de Cien años de soledad. Y llorará frente al micrófono. Y en medio del llanto recordará que la imagen más conmovedora de su maestro la vio en Valledupar, en el marco de un festival vallenato: “Junto a Enrique Santos Calderón lo vi cantar con el alma”, dirá. Enseguida tronará la voz de un locutor para complementar la anécdota con la lectura de un fragmento del texto que, a propósito, Gossaín había escrito con esa prosa garciamarquiana de la que en muchas ocasiones hizo gala: “La voz era profunda y grave, como me había dicho Fuenmayor aquella mañana de hacía veinte años, y era bella. Pero, por encima de todo, era tierna y al mismo tiempo varonil. Era la voz de un hombre que amaba cantar y amaba lo que estaba cantando. Ahí, delante de nosotros, el más grande novelista que ha producido la lengua castellana, desde que se murió don Miguel de Cervantes, estaba cantando con un sentimiento que le salía del fondo del corazón, en aquella pequeña oficina envuelta por la penumbra, frente a cuatro amigos que éramos los únicos testigos de su éxtasis. Cuando arrancó con la segunda estrofa, sus cuatro compañeros nos quedamos sin pronuncia, y me pareció que García Márquez estaba en trance, como un profeta iluminado, y que en cualquier momento saldría volando, como Remedios la bella, entre la sopa de calor que cubría la plaza de Valledupar”. Una de las notas que más llamarán la atención será la del escritor Plinio Apuleyo Mendoza, uno de los más grandes amigos del Nobel fallecido y, también, uno de los más polémicos respecto a esa amistad. Apuleyo recordará, con variaciones de la versión original, el episodio alrededor del poeta cubano Heberto Padilla. Escribirá, una vez más, acerca de la firma ausente de su amigo Gabo en la famosa carta de innumerables intelectuales que iniciaban su rompimiento con la revolución cubana. Recordará su amistad con Mario Vargas Llosa, comentará su novela Años de fuga, la invaluable ayuda que brindó para que García Márquez fuera García Márquez, y al final reconocerá una vez más que, contra su voluntad, tuvo que romper con la idea de que el hijo del telegrafista de Aracataca sería “un caso perdido”. La nota tendrá un epígrafe extraído de su libro El olor de la guayaba: “Muchos se sorprenden al oírle decir que El otoño del patriarca es el más autobiográfico de sus libros. Yo pienso que en un cierto nivel muy recóndito lo es, en efecto. Él no ha buscado la fama como su dictador buscó el poder. La fama le cayó de improviso, con sus halagos pero también con sus pesados tributos”. El diario El Espectador, en el que Gabo publicara por entregas su famoso Relato de un náufrago, lanzará una edición especial dedicada al escritor que acaba de morir. El editorial será un reconocimiento más al consagrado fabulista, y otra nota sin firma, acompañada de una extensa crónica, evocará situaciones, escenas, encuentros, entrevistas, anécdotas y momentos inolvidables. Programaciones de lecturas de sus libros, conferencias en todas partes y conversatorios espontáneos en calles y corrillos, mantendrán a Colombia, durante semanas interminables, en una especie de luto inacabable. Al tercer día, las librerías colombianas estarán llenas de las obras de García Márquez y, en las calles, sus libros legales y piratas serán comprados como pan caliente. Los periódicos y revistas continuarán con su despliegue gráfico: una foto del escritor, apoyado en una mecedora de mimbre con su cara de espanto tomada en 1942, en Barranquilla (Colombia); con José Salgar, en la sede de El Espectador, en 1981; recibiendo el Premio Rómulo Gallegos, en Venezuela; escribiendo en su computador, ataviado con una camisola a cuadros rojos y negros; entrevistando a Shakira para la revista Cambio, en septiembre de 1999; Gabo, en un abrazo fraternal con el poeta León de Greiff; Gabo, con la lengua afuera; Gabo, camisa resplandeciente y jean, junto a Pepe Dominguín, Alejandro Obregón y Álvaro Cepeda; Gabo por todas partes: en las ventanas de las casas, en las libretas de escolares imberbes, en los llaveros de contrabando, en los pulóveres y sweaters de cuello alto, en las carteritas de las adolescentes, en el recuerdo de los más viejos, en la memoria de los más jóvenes, en el corazón de la patria, en lo profundo de la tierra del olvido. ** Jaime de la Hoz Simanca delahoz.jaime@gmail.com Periodista y catedrático colombiano. Ha sido tres veces galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. Coautor del libro de crónicas y reportajes Trece claves para soñar y de los textos didácticos Crónica y Reportaje. Se desempeña como asesor y tutor de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (Unad, http://www.unad.edu.co), en La Guajira, Colombia. === Cualquier cielo, de Micaela Chirif Andrea Cabel ================== Cualquier cielo, de Micaela Chirif. Mundo Ajeno Editores. Lima, 2008. Cualquier cielo se reparte en cinco momentos: “Una niña”, “Cualquier cielo”, “La muerte”, “Las mudanzas” y “Lo que queda”, éstos mantienen un hilo narrativo que es un viaje sentimental de dos personajes, de dos compañeros y amantes; porque son dos, sobre todo, los que gobiernan los momentos y la desnudez de los versos: la voz poética, femenina, de versos breves y nutridos de lo cotidiano y el otro personaje, masculino y silencioso que atraviesa los versos silbando por casa, preguntándose, desnudándose con ella, “como cansados / como ancianos / como enfermos / como si nada”. El amor existe en Cualquier cielo, y existe más allá de la muerte. Las palabras se unen a modo de collages, de tejidos que se miran asombrados y se encuentran en un mismo punto: la esperanza. Entre ellos dos, hay esperanza y estos versos de luto y tristeza son, a la vez, un nuevo comienzo, un nuevo acto de apropiación que se sostiene en las imágenes de una vida cotidiana, en una nueva actitud frente a la muerte y a la vida. Cualquier cielo es leído y escrito como un proceso en el que el silencio se hace voz, en el que se subvierte la distancia entre estar vivo o muerto y donde se confía, y ama igualmente. En los fragmentos de la obra, se deja claro que la rutina en esta pareja, por ejemplo, no es un defecto ni un problema, sino por el contrario es una cercanía llena de códigos y rituales felices. La rutina también se percibe en el espacio de movimiento de los personajes, en todo caso, también de los versos; él y ella conviven en un paisaje que no es como el campo o la arena, no es un lugar escrito desde lo extranjero, sino que es un hogar, una casa en donde ambos atraviesan felicidad y también la enfermedad de morir, en donde ambos mueren y sobreviven; de ahí que, a pesar de que la muerte exista y sostenga el cielo de los versos, no sostenga la desesperación ni el desarraigo. La nostalgia estornuda, sofoca su risa, coloca un ceño fruncido, pero también es introspectiva y continúa el camino —o el cielo. La intimidad de este libro convence y envuelve al lector, incluso, con ironía y ternura, “En la puerta del despacho / he visto a la esposa / y a la amante / cruzándose con fastidio / ¿va a pasarnos? / felizmente tú / no tienes despacho”. ** Andrea Cabel andrea-cabel@letralia.zzn.com Escritora peruana (1983). Estudiante de literatura hispánica en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Textos suyos han sido publicados en las revistas La Tortuga Ecuestre, Casa de Citas, Pelícano, Los noveles.net, La siega (Universitat de Barcelona) y Ajos y Zafiros (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). === La matriz del pensamiento Antonio Otero García-Tornel ============ “El poeta es aquel que tiene conciencia de que la lengua, y con ella todas las cosas humanas, está en peligro”. Michel Butor. Nada más recomendable que fotografiar con cámara digital desde el Cerro del Emperador, cuado las primeras sombras del atardecer comienzan a insinuarse en la atmósfera, la bellísima Toledo, la ciudad de los espaderos y los sables (ornamentales hoy, cuando triunfan pistolas y bombas de racimo), un buen sitio para empezar de cero. En estrechas calles cubiertas de toldos poco antes de la procesión del Corpus complacerse imaginando al Greco en el trance de pintar un gran lienzo, o a la bella judía de la leyenda en compañía del rey Alfonso VIII, adoptando la postura de Andrómaca. Es fácil acabar reflexionando, mientras se escucha música antigua en algún patio, sobre la conmovedora supervivencia del ladino, castellano del siglo XVI (con términos hebreos y arameos), símbolo de la cultura de los desperdigados descendientes de unos sefarditas que devoran la Torá pero también, con orgullo y una pastilla para el colesterol, arroz con leche, pisto, torrijas, mazapán o membrillo. Y declararse amigo de Sefarad. En esa ciudad que tanto buscó Rilke se hizo público el fallo del primer Premio Internacional Don Quijote de la Mancha, dotado con un montón de euros y una escultura de Manolo Valdés, destinado a homenajear a quienes defienden y divulgan la lengua y la cultura españolas en el mundo. Los premiados fueron Carlos Fuentes y Lula da Silva, a este último por una flamante Ley del Español puesta en marcha en su país que permitirá a nueve millones de alumnos de secundaria y bachillerato aprender nuestro idioma como segunda lengua. Un idioma que hoy, curiosamente, se coacciona e intenta relegar a una posición subalterna en varios puntos de la península ibérica mediante legislaciones ordenancistas, como Cataluña, por ejemplo. Hay gente que ha cruzado el cambio de rasante biológico, gente anacrónica que ha perdido mucho en las distancias cortas, y que lee con escepticismo los libros de historia pero tiende a admitir la veracidad de que la única lengua borrada del mapa español por decisión política fue el árabe, como comenta Juan Ramón Lodares. Los Austrias querían erradicar todo lo musulmán. Felipe V no prohibió el catalán, que le importaba, como las lenguas en general, una higa. Él sólo hablaba francés. La difusión del castellano, su conversión en lengua franca fue algo espontáneo que se debió a la necesidad de comunicarse y comerciar. “El castellano es probablemente el más complejo y refinado sistema gramatical de entre las restantes lenguas de occidente, el más capaz de diversificar y graduar direcciones de sentido y de disminuir las posibilidades de equívoco”, Sánchez Ferlosio dixit, con semblante agresivo y nariz aguileña. Es el idioma más hablado del mundo tras el chino mandarín, del que se espera que cada vez tenga una mayor capacidad de arraigo en la sociedad estadounidense y del que Carmen Riera lamenta que ya no se use la palabra “gentileza”. “El español”, ha dicho Cees Nooteboom, “es un idioma enorme”. Una lengua romance sobre cuyo origen disputan cántabros y riojanos y a la que se han vertido muchas novelas que pueden leer millones de personas a ambos lados del atlántico rezongando a placer ante los modismos regionales... Recuérdese lo que dijo Neruda: “Se lo llevaron todo y nos dejaron todo: las palabras”. Y recuérdese lo que exclamaba Gabo seguramente con el sol cayéndole a plomo sobre la cabeza: “¡Jubilemos su ortografía!”. Al parecer no está interesado en esa parte de la gramática que mantiene presente el recuerdo de la evolución del idioma desde el latín. La ortografía (“terror para el ser humano desde la cuna”) representa con signos gráficos la dimensión histórica, el devenir de una lengua determinada. De hacer lo que él propone con fatuidad de premio Nobel, aparte de suprimir la historia, lo complicaría todo de manera pavorosa. No se ha visto defraudado por la hinchada. Se trata de hacer el juego a la desidia, de caer simpático quizá al analfabeto del Popayán o Badajoz. Y todo porque nunca estuvo seguro de dónde se ponían los acentos. En los manuscritos prescinde (o al menos prescindía) de ellos. (Cervantes tampoco puntuaba sus textos ni ponía puntos y aparte, pero era Cervantes.) Es cierto que también Whitman, Hemingway, Dalí, Scott Fitzgerald cometían faltas, pero al menos no pedían que el mundo se adaptara a su minusvalía. Los signos de puntuación señalizan el curso de las frases, su independencia, subordinación, etc. ¿Se atreverá algún organismo a suprimirlos? Todo es posible. En otras partes cuecen habas. Algún periódico descubría no hace mucho que funcionarios y políticos alemanes preparaban cambios en la ortografía, llevados por la perversión que supone el concepto de adecuar las normas al error para legitimarlo. Son esas reformas auspiciadas por el reduccionismo general de ideólogos de la enseñanza y la cultura a la baja, a quienes no hay que gratificar jamás con una sonrisa. La Real Academia Española, en principio un saludable invento de inspiración francesa, tiene perversos infiltrados que han conseguido que dé el visto bueno a disparates contribuyendo a difuminar la silueta semántica de las palabras. Y acepta “overbuquin” (cuando se puede decir sobreventa, palabra que, al entenderse, quizá provocaría alborotos en los aeropuertos). Su diccionario ya no es una referencia, se ha convertido en un diccionario de uso, y además incoherente, de criterio errante. Pero no olvidando nunca su misión de convertir la falta en regla. Así evolucionan estos maravillosos sistemas de comunicación. El pensamiento es conceptual y lo da la lengua escrita con puntos, comas y acentos. Por eso triunfa lo audiovisual. Uno teme que a este paso se vuelva a la cultura de la Edad Media de las vidrieras y retablos para hacernos menos conscientes, más indefensos ante la propaganda que acomete por todas partes. Una fotografía de Toledo puede ser magnífica. Pero una imagen no vale mil palabras salvo para los ágrafos que nunca recitaron en el colegio aquello de “Qiero fer una prosa en romanz paladino...”. Ahora hay una ministra botarate que ignora e ignorará siempre quién fue Gonzalo de Berceo y no entiende lo que son los nombres epicenos, las palabras cuya terminación en a o en o no indica género. En un rapto de inspiración ha inventado la palabra “miembra”... Pronto se hablará de dentistos, cocodrilas y pelmos, y habrá filólogos que lo justifiquen simplemente porque se da... Enciendes la radio y haces correr lentamente la aguja a lo largo de la banda sintiendo inmediatamente vergüenza ajena. Charlatanería con fonética penosa acerca de un entrenador que mantiene su habitual hermetismo con respecto a la alineación de su equipo, la adicta al bingo que llora con pésima sintaxis, el soniquete de locutores (uno los imagina con corbata anodina) que sin lenguaje propio se imitan los solecismos como lelos: hablar bien supone un tremendo esfuerzo intelectivo, al parecer, a comienzos del siglo XXI. “Toda degradación individual o nacional es anunciada por un empobrecimiento rigurosamente proporcional del lenguaje”, dijo Joseph de Maistre, que pudo equivocarse, pero siempre en un francés impecable. ** Antonio Otero García-Tornel leosaucius@euskalnet.net Escritor español (Barcelona, 1952). Cursó estudios de derecho. Fue uno de los padres fundadores de Ajo Blanco. Cercano a Carlos Barral, desempeñó varios trabajos relacionados con el mundo del libro. Vivió siete años en Venezuela. Ganó en el País Vasco, lugar en el que ahora reside, el primer premio del VI Certamen Geoda de Narrativa (1991). Ha publicado artículos y poemas en revistas de España y América. Ejerce de columnista en el suplemento cultural de un periódico de Bilbao. === Norberto José Olivar: entre la historia y la oscuridad ================ === A propósito de Un vampiro en Maracaibo Valmore Muñoz Arteaga ===== I Norberto José Olivar ostenta una obra narrativa que empieza a ubicarse en el ámbito de la literatura nacional, antecedida por una trayectoria ya conocida en Maracaibo. Su primer libro fue una colección de cuentos llamada Los guerreros (1998), que luego reeditaría con otro nombre y un cuento adicional, El misterioso caso de Agustín Baralt (2000). Desde entonces su narrativa ha estado envuelta entre el discurso histórico, la ficción y, ¿por qué no?, la polémica. En sus escritos aparecen mezclados, con “malsana intención”, personajes históricos de la ciudad y personajes ficticios, lo cual crea en el lector un efecto de duda: ¿será cierto esto que cuenta?, ¿habrá ocurrido así?, ¿dónde comienza y termina la ficción? Su segundo libro fue una novela. El hombre de la Atlántida (2003) aparece avivando aun más la polémica en torno a los temas que trabaja. La novela pretende ser una especie de biografía no-autorizada de Jesús Enrique Losada, el personaje más emblemático de la cultura zuliana. Le sigue su segunda colección de relatos, La ciudad y los herejes (2004); en ellos, Olivar mantiene su perfil de historiador, además de intenso provocador. Cabe destacar que en este libro aparece uno de los mejores cuentos escritos en la región. Un cuento basado en la vida del oscuro poeta zuliano Ismael Urdaneta, y que Antonio López Ortega toma para que integre la importante antología de la nueva narrativa venezolana, Las voces secretas (Alfaguara, 2006). Así lo manifestó la crítica sobre este relato, Monsieur Ismael, calificado por algunos críticos entre los cinco mejores de la antología y que impresionó, de manera especial, a Carlos Pacheco, quien aseguró que se trataba de una elaborada ficción histórica. En el año 2004 también aparece su segunda novela, La conserva negra. Nuevamente la polémica hace presencia en sus narraciones, cuyo tema central es el paro petrolero de 2002. Es la primera novela escrita sobre este escabroso asunto de nuestra historia actual, algunos la han clasificado como una obra inscrita dentro del movimiento de historia inmediata y como un solvente aporte a la novela política. Su tercera novela es Morirse es una fiesta (2005), una narración más bien breve, en la cual Olivar se define como escritor y va más allá, pretende exitosamente establecer su ars narrativa. A partir de ella, si bien el tema histórico no va a desaparecer del todo, pasará a un segundo plano. Los temas comienzan a variar y, quizás su mayor logro, el mundo psicológico de los personajes se vuelve más profundo, intenso y, a veces, oscuro y depresivo. Luego presenta El fantasma de la Caballero (2006). Con esta novela vuelve a tejer y destejer la historia de la ciudad a través de su irreverente e iconoclasta manera de contar el pasado de Maracaibo, oculto bajo el manto de la historia oficial y de los intereses creados, perdón por la redundancia. Y donde da rienda suelta a su neurótico personaje, Ernesto Navarro, un curioso profesor de historia de nuestra ilustre universidad. Luego de La Caballero, escribe una novela que, por razones completamente desconocidas y de las cuales él se niega a comentar mayor cosa, no quiso publicar. Se habría llamado Las aventuras del musiú Papillon en Maracaibo. Sabemos que la novela fue culminada, de hecho tuve la oportunidad de leerla, pero nunca apareció y, probablemente, se encuentre perdida para siempre. Aunque, al parecer, podría estar en ciernes una segunda versión. Ya veremos qué pasa. A estas aventuras inéditas le sigue Un cuento de piratas (2007), una novela corta en la cual Olivar, utilizando el pretexto de los piratas que asolaron las costas maracaiberas, nos habla acerca de historiadores, poetas y escritores que hacen y han hecho vida en la ciudad. Es un relato rápido y bien llevado que ha conseguido cautivar, sobre todo, a los lectores más jóvenes. II En sus últimos trabajos narrativos, digamos, desde la aparición de Morirse es una fiesta, Norberto ha penetrado el terreno de lo que se denomina la autoficción, que se caracteriza por tener una apariencia autobiográfica, ratificada por la identidad nominal, narrador y personaje. O como el propio autor plantea: “Esto significa una operación un tanto inversa a la que tradicionalmente se hace en la literatura de ficción, quiero decir, un relato común intenta convertir en verdad la mentira, la autoficción convierte en mentira la verdad y la hace parecer auténtica, verdadera; además, el autor se involucra en la obra de una manera más directa, se transforma en personaje”. Por supuesto, en el caso que nos reúne, esto puede ser inevitable. En primer lugar porque sus influencias literarias apuntan hacia esa autoficción. Me refiero a Paul Auster, Enrique Vila Matas y Roberto Bolaño. En segundo lugar, ¿cómo no involucrarse cuando el caldo de cultivo de sus temas es la propia ciudad donde el autor deambula entre el amor, el tedio y el odio? Una ciudad que resurge desde la ficción mostrando el rostro que, insistentemente, el mundo oficial ha buscado ocultar por diversas razones. Norberto se vale de las posibilidades que le brinda la ficción para poder ser, como lo explica Rosa Montero: “Para ser, tenemos que narrarnos, y en ese cuento de nosotros mismos hay muchísimo cuento: nos mentimos, nos imaginamos, nos engañamos”. ¿Por qué podría buscar esto Norberto?, pues se dice que escribir ficción es establecer un mundo construido desde el ensueño para ordenar el caos de la realidad. Nos contamos para ordenar el caos que somos y que vamos siendo. Yo no creo que este sea su caso. Norberto escribe “novelas con cuernos” en las cuales siente placer haciendo más caótico el caos. No busca explicar nada, busca —más bien— generar preguntas que terminan por destruirlo todo. Al menos es lo que creo que ha pretendido hacer con esta, su más reciente novela: Un vampiro en Maracaibo. Una novela en donde se debate acerca de los conceptos fundamentales y tradicionales de la fe. Una novela sobre vampiros y demonios, en la que muchos valores considerados centrales en la vida cotidiana de las familias de la ciudad quedan destruidos, avasallados por la reflexión descarnada de un hombre que busca desarticular los hilos de una supuesta concepción —para él— equivocada de la vida. Es, también, una historia del mal en la ciudad. Norberto nos ha recordado el lado maligno, nos lo ha mostrado y nos ha dicho dónde está. Y eso da miedo, causa terror, porque una cosa es que lo sospechemos y otra, muy diferente, que nos lo escupan en cara. Y si, por un lado, sus narraciones apuntan hacia la autoficción, también es importante destacar, por otro lado, que muchas de sus novelas, incluyendo Un vampiro en Maracaibo, se adentran en los territorios de la narrativa policial, llamada también novela negra. Algunos de los cuentos de El misterioso caso de Agustín Baralt y La ciudad y los herejes, así como las novelas La conserva negra, El fantasma de la Caballero y Un cuento de piratas se adscriben dentro de este género narrativo que vuelve a cobrar vida en la nueva narrativa venezolana e hispanoamericana. En las narraciones antes mencionadas, los personajes de Norberto, siendo Ernesto Navarro el más importante de todos, se transforman —a juicio de Antonio Isea— en una suerte de justiciero de lo histórico cultural. Un escritor cuya máxima preocupación es, en cierta forma, establecer “orden y sentido en la escena de la sinrazón histórico cultural que aflige a Maracaibo”. En un momento se busca desentrañar la oscura desaparición física del periodista conservador Agustín Baralt; en otro, mostrar el rostro del asesino de Josefa Caballero y a todos los que lo encubrieron. O develar los turbios motivos que llevan a los gerentes de una compañía petrolera a establecer una conspiración contra un gobierno; luego, parte tras la búsqueda de los tesoros piratas perdidos en Maracaibo durante el siglo XVII. Pero, ¿qué busca desentrañar ahora Ernesto Navarro? ¿Acaso descubrir qué se esconde detrás de una serie de asesinatos atribuidos a un ser fantástico, a un ser inasible que se escurre entre los velos del tiempo como el agua entre las manos? Ernesto va tras las huellas de un vampiro. La búsqueda es emprendida entre entrevistas, reportajes de prensa, documentos antiquísimos, libros, episodios oscuros y caseríos perdidos. En todas partes parecen haber pistas que lo llevan tras la criatura capaz de asesinar sin compasión a hombres, mujeres y niños, en medio de lúgubres y sangrientos ritos. Sin embargo, al adentrarnos en la novela nos damos cuenta de que no sólo se persigue a un ser sobrenatural, no sólo se va en busca del vampiro Zacarías Ortega. Mientras Ernesto avanza en su investigación, al mismo tiempo va andando uno de los caminos más oscuros y misteriosos: el camino que nos lleva hacia nosotros mismos, hacia nuestros miedos más terribles tallados en nuestra mente desde la más tierna infancia. El camino que nos lleva hacia el inconsciente y que suele ser el tránsito más aterrador para el hombre. III Norberto parte de un personaje muy manoseado en la historia de la literatura, el vampiro. Sabemos que esta criatura tiene una larga tradición literaria y cinematográfica. Desde 1819, cuando aparece El vampiro de John Polidori, ¿o Lord Byron?, pasando por el más grande de todos los vampiros, Drácula de Bram Stoker, hasta llegar a los decadentes personajes de Anne Rice, la figura del vampiro, de ese fatídico habitante de la noche, aparece como la encarnación más visceral de lo demoníaco y lo inmortal, o como afirma Víctor Bravo: “la inmortalidad como demonismo”. La personalidad de este demonio de la oscuridad nos enfrenta descarnadamente con dos ideas entre las cuales se ha debatido la humanidad desde que es humanidad, las ideas de la vida y de la muerte. Al hacer una revisión del vampirismo en la literatura, el personaje es presentado como la metáfora de un puente que se erige sobre el abismo que palpita entre la vida y la muerte. Venezuela también tiene su tradición vampírica, no tan espectacular y rimbombante como la que pueden mostrar otras literaturas, pero que, efectivamente, cumple con los cánones establecidos para edificar el perfil del demonio. Carlos Pacheco hizo un recorrido por la literatura fantástica del siglo XIX, en donde nuestro personaje aparece directa o indirectamente en muchos textos de Luis López Méndez, Fermín Toro, Cecilio Acosta, Julio Calcaño, Nicanor Bolet Peraza, entre otros. Así en autores clásicos del siglo XX como Rodolfo Santana (Nuestro padre, Drácula, de 1969) y Salvador Garmendia (Claves, de 1979). En el caso del Zulia, la literatura vampírica es más bien pobre. Los primeros textos que hay sobre este personaje son El espectro vampiro, de Marcial Hernández, en 1907; y El Lechuza, de Elías Sánchez Rubio, publicado en 1921. Andrés Mariño Palacio publica, en su libro de 1946 El límite del hastío, el cuento Abigaíl Pulgar, en el cual se retrata la presencia de otro ser infernal que necesitaba, para vivir, la sangre de los niños. Desde entonces, en la narrativa zuliana no había vuelto a aparecer nuestro personaje. Parecía que la estaca del tiempo había hecho mella en el corazón sin vida del monstruo. Pero el mal nunca muere, tampoco muere la sed de sangre y, desde lo más oscuro de la mente humana, vuelve a batir sus alas pútridas para instalarse en pleno siglo XXI. El vampiro renace en la narrativa de Norberto José Olivar, pero no con las características clásicas del monstruo tradicional. El siniestro personaje no es nuevo en la escritura de Norberto. Está presente desde El misterioso caso de Agustín Baralt. Allí aparece encarnado en un criminal excéntrico radicado en Maracaibo durante la década de los años 30, y que responde al nombre de Ramón Pérez Brenes. Nuevamente aparece en Morirse es una fiesta, pero esta vez encarnado en una deliciosa mujer de 20 años llamada Sylvia, que apareció en la vida del profesor Ernesto Navarro para torcerle el camino y los pensamientos. El vampiro reaparece en la narrativa de Norberto José Olivar, no sólo en su forma más decadente y enigmática, sino de la mano de un escritor ya más maduro y consciente de la oscuridad que puede desprenderse de la literatura. IV El vampiro de esta nueva novela de Norberto rompe con muchas de las características que describían a los vampiros clásicos. Entre las características más sobresalientes en los personajes vampíricos está el de la sexualidad. Una sexualidad desbordada que busca en la más abyecta de las perversiones asegurar la sobrevivencia, ya que el vampiro, al igual que el hombre, está hecho de tiempo. Para garantizar su permanencia necesita poseer a sus víctimas a través de la sangre. Quién no recuerda las escenas del Drácula de la Hammer, cuando éste —sediento de sangre— acude a atragantarse con los cuellos de mujeres voluptuosas, cuyos senos apenas estaban protegidos por la suavidad de un vestido más que insinuante. Ellas caían en un vertiginoso viaje orgásmico cuando eran penetradas por los afilados colmillos de un vampiro insaciable y, no está de más decir, con un gusto excepcional. El vampiro de Norberto no cae en estas urgencias. A este vampiro lo que le interesa es morir, quiere morir, pero no puede. Ha hecho un pacto que no puede romper por más trampas que intenta contra su destino. No es un vampiro erótico ni remotamente sexual; es un vampiro truculento en el cual la inmortalidad es una maldición. George Bataille afirma que el erotismo y la muerte son afines, en vista de que se busca la destrucción del otro. Sin embargo, si el erotismo busca la destrucción del otro, ese otro desea sucumbir ante las fauces de lo erótico, o, en el caso que nos toca, ante la muerte. Hay algo de lo que plantea Bataille en los vampiros de la literatura, pero no en el de esta novela. Las víctimas no desean morir, no quieren participar en el rito sangriento. Son engañados las más de las veces, muchos ni se dan cuenta cuando entran a los dominios de la muerte. Otra característica que rompe el vampiro de Norberto es que, a diferencia de los otros, éste se hace inmortal a través de una especie de “reencarnación” literaria, metafísica, en fin, la concreción de esta idea se deja a la imaginación del lector. Mientras los vampiros tradicionales deambulan por el tiempo en su misma condición física, este otro —efectivamente— muere, pero su alma repara en otro cadáver que le permita salir de la tumba con un notable cambio de identidad. Podríamos decir, un vampiro que utiliza algunas de las triquiñuelas de los jefes de la mafia que, para salvar su pellejo, hacen uso de cirugías plásticas que le sirven de salvoconducto. El vampiro de la novela va de cuerpo en cuerpo rompiendo la cadena de lo temporal. En este punto, Norberto plantea un juego en el que ya había participado con mucho éxito. Entrelazar la ficción con la realidad. En La conserva negra, nuestro autor toma personajes y situaciones de Oficina número 1 para mezclarlo con su historia y hacer “de la mentira una verdad o de la verdad una mentira”, el lector termina decidiendo una vez más. En Un vampiro en Maracaibo, hace uso de los cuentos de El Lechuza y de El espectro vampiro no sólo para condimentar la historia, sino para darle verosimilitud al personaje de los poetas Elías Sánchez Rubio y Marcial Hernández, y lograr también la continuidad de esos universos y conectarlos al de su novela, como si esos relatos y la novela fueron un solo texto. Así, al leer Un vampiro en Maracaibo regresa la duda, qué es cierto y qué es falso. Vemos a este vampiro mezclado entre la ficción y los hechos que realmente sucedieron en la ciudad y que, de alguna manera, nos deja a las claras que Maracaibo podría ser una ciudad al mejor estilo gótico, pero matizada por los fragores de la modernidad. V Lo interesante de Un vampiro en Maracaibo no es que sea una novela de vampiros, sino que el vampiro es un mero pretexto. Escribe Norberto: “Las novelas dejan marcas en la cara que se ven de lejos. Son una especie de granadas fragmentarias que te sajan por todas partes. Y los novelistas, dice el Duque de Rivas, somos seres malvados, que atacamos a la célula básica de la sociedad, enaltecemos el adulterio, la fornicación, agredimos a la religión, la política, azuzamos a los menesterosos contra los ricos y nos ponemos lujuriosos ante la muerte y la sangre”. Detrás del vampiro de la novela se esconden las reflexiones del autor que giran en torno al peor de los miedos, al que más cercena el alma del hombre, miedo que no es otro que verse a sí mismo a través del derrumbe de todo lo que somos, o creemos ser. Detrás de la imaginería del vampiro, detrás de las palabras que edifican la novela, Norberto agrieta la pared de los principios con los cuales hemos crecido y que nos han alejado de la verdadera esencia del hombre. La novela, la ficción, es el arma más efectiva para ello. En las páginas de Un vampiro en Maracaibo, a la que vuelvo a llamar “novela con cuernos”, queda evidenciado que el escritor intenta llegar hasta el fondo de sí mismo, aunque eso implique la autodestrucción, y esto es inevitable. Escribe Norberto: “Podemos construir iglesias, crear fundaciones humanitarias, predicar el amor, la solidaridad, la paz, pero lo que de verdad nos sale de adentro, de las tripas, es la muerte; es lo que nos interesa. Y nuestra mayor felicidad es la muerte del otro, lo cual es una novedad, la nuestra en cambio, es una desgracia”. El novelista —y en este caso Norberto— escudriña debajo de la fachada que es la que se encarga de modelar la cara de buen cristiano, ejemplar padre de familia, esposa devota, hijos amantísimos, hombre honesto, para mostrar el verdadero rostro, la podredumbre que guarda cobijo debajo de esa mentira que cabalga con el nombre de alma, conciencia o como quieran llamarlo. ¿Y entre qué cosas se debate el hombre? Entre la vida y la muerte, entre la “luz” y la “oscuridad”, entre la “verdad” y la “mentira”, entre lo “positivo” y lo “negativo”, entre la “bondad” y la “maldad”, entre Dios y el diablo; es decir, entre palabras, palabras y más palabras. Palabras a las que el hombre se encarga de darle cierto sentido, pero que, en el fondo, no son más que eso, palabras. Escribe Norberto: “Las palabras ordenan el mundo, le dan forma, lo hacen eterno, y eso es tan elemental que pasa desapercibido. La palabra designa la existencia, aunque no lo creamos, aunque nos parezca exagerado”. Desde allí, desde la palabra, se ha construido el mundo tal y como lo conocemos. Desde la antigüedad hasta hoy venimos acarreando con palabras que nos indican hacia dónde hay o no que caminar, qué debemos o no pensar, qué debemos o no hacer. De allí el peligro del escritor: él puede manejar la palabra y no es como muchos orgásmicamente van pregonando que son dominados por la palabra. El escritor es dueño de su palabra y la utiliza para construir mundos paralelos; esos paraísos artificiales de los que habló Baudelaire y que, en los más de los casos, son preferibles al real, al menos hay menos mentiras. La palabra es información y desinformación, y quien la maneja, maneja también la voluntad, los sentimientos, las creencias del hombre. La literatura despierta y aturde, ayuda a abrir los ojos, nos muestra otras posibilidades, otras realidades, otras verdades. La literatura desenmascara al hombre, o lo que nos han dicho que es el hombre, la humanidad, porque al final, ese hombre, esa humanidad, no son más que palabras pronunciadas por alguien o, muy en práctica últimamente, alguien borra. Cuando a Enrique Vila-Matas le solicitaron que escribiera un artículo acerca de por qué hay que leer, terminó escribiendo un artículo en donde, ¿inconscientemente?, recomendaba no hacerlo: “Expliqué que la compañía de un buen libro es muy peligrosa, pues precisamente porque la literatura nos permite nada menos que comprender la vida... Dije que hay días en que no recomendaría leer ni a mis peores enemigos”. Norberto nos recuerda lo peligrosa que puede ser la literatura, pero, sin lugar a dudas, que ese peligro seduce tal y como sedujo la manzana una vez, hace ya algo de tiempo. Por eso, Un vampiro en Maracaibo es una novela peligrosa, seductora, que, como el cuervo maldito de Poe, picotea en el alma hasta hacerla sangrar. VI No es un descubrimiento saber que el hombre, desde que es bicho rastrero, está luchando, batiéndose, hasta alucinar con ángeles y demonios, por inclinar su vida hacia el bien o hacia el mal. Curiosamente, después de tanto rodar por este valle de lágrimas, aún no tenemos claro qué es el bien y qué es el mal. De hecho, la pregunta correcta es —a mi juicio, y a juicio de muchos— ¿existen el bien y el mal? Me pregunto, además, si no serán dos varas invisibles con las cuales nos han venido amaestrando desde que el mismo hombre aprendió a engañar con la palabra. Es difícil no dejarse arrastrar hacia esa discusión bizantina, en especial si tenemos a un vampiro como protagonista de una novela. El vampiro rompe, de raíz, con todos los conceptos con los cuales se le ha dado forma al mundo que conocemos. Así, era inevitable que Norberto cayera en la tentación de debatir acerca del bien y del mal. Lucha constante evidenciada en la participación de los personajes. Por un lado, los “buenos” (que pueden percibirse como una sola voz): Carmelo Guanipa y Jeremías Morales; por el otro lado, las personificaciones del “mal” (unísonos, también, en el hilo narrativo): El Lechuza, Pérez Brenes y Zacarías Ortega, y, en medio de esta línea de fuego, Ernesto Navarro. Su conciencia también entra en conflicto: los principios familiares, su educación religiosa y todas esas cosas que se supone conforman el alma del hombre bueno, se ven transgredidos por lo que significan estas personificaciones del mal. No es tan importante lo que significan o lo que condenan, sino lo que, a través de ellos, Ernesto puede develar de su propia vida. Los demonios de la novela, que son sus mismos demonios, desatan sus miedos y lo confrontan, lo dejan desnudo ante sí mismo. Destejen, con sus manos mugrientas y ensangrentadas, los hilos que lo mantenían unido a un mundo que terminó por no ser. Un mundo que terminó siendo otro, la creación de otro escritor, tan desesperado y neurótico como él. Por ello, apunta Víctor Bravo: “El vampiro es la manifestación del horror íntimo y abismal que vive en el frágil equilibrio de la vida”. El vampiro nos recuerda la debilidad de nuestra condición humana. Norberto desnudó, en estas páginas, sus debilidades. Al leer esta novela, quedamos desnudos también frente a nuestras propias inconsistencias, y verlas esparcidas en una mesa de disección genera el más pasmoso de los miedos. Un vampiro en Maracaibo es una novela maldita. No por lo que ella cuenta, sino por lo que de nosotros hay en sus páginas. No sólo porque trae, de nuevo, viejos demonios agazapados en los rincones de esta ciudad fétida, sino porque devela, descarnadamente, nuestros propios demonios, nuestros vampiros. Porque nos indica que, dentro de cada uno de nosotros, escondido en esa cara oscura del alma, se encuentra El Lechuza, Pérez Brenes o Zacarías Ortega, mostrando sus dientes rojos, su lengua viscosa y sus ojos hinchados de inmortalidad; asustando al pobre ángel de la guarda, recordándonos que el vampiro espera por nosotros: que siempre va a esperar con la paciencia del que sabe que el tiempo es un mero formalismo. VII En la novela Satanás, del escritor colombiano Mario Mendoza, un sacerdote reflexiona de la siguiente manera: “¿No le ha sucedido que una idea empieza a existir sólo cuando la comentamos? Sólo si le decimos a alguien lo que pensamos, salimos de la nada, rompemos los monólogos que nos impiden llegar a la acción”. La novela Un vampiro en Maracaibo resulta un compendio de ideas que ahora han sido liberadas con una intención perversa: la idea de la muerte. La muerte como única alternativa para ser verdaderamente libres, sin ataduras de ningún tipo, sin responsabilidades, sin compromisos. Hacernos nada en el corazón de la oscuridad y mientras lo pienso, tras de mí algo revolotea. El revoloteo grita a destajos “nunca más” y el vampiro ofrece, en su risa, esos malditos dientes manchados con la sangre del tiempo. La muerte siempre, siempre la muerte. La idea persiste y se vuelve novela. La idea no se agota en Un vampiro en Maracaibo. La idea se extiende a través de caminos que conducen a otras ideas, y ellas vuelven, otra vez, a ser novela. Hay otra novela, otra novela que vuelve a explorar el lado oscuro del pensamiento. ¿Será Norberto un explorador del abismo? Otra novela que busca incomodar a los hipócritas. Otra novela que surge para liberarse de ideas y someter al lector a ellas. Una novela que está ahí y espera. Y mientras ella espera su hora, su tiempo, nuestro tiempo es el del vampiro que hoy nace, o debo decir renace, para atormentarnos, para punzarnos las vísceras más humanas, para compartir el caos de vivir, de sobrevivir y compartir, en este festín de la sangre, nuestras más monstruosas debilidades. Sírvase usted mismo. ** Valmore Muñoz Arteaga vajomar@cantv.net Docente y escritor venezolano (Maracaibo, 1973). Profesor de literatura en la Universidad Católica Cecilio Acosta y en el Colegio Alemán de Maracaibo. Ha publicado Epistolario: Mario Briceño-Iragorry-Mariano Picón Salas, Mario Briceño-Iragorry desde la vigilia y otros ensayos, Bajo la caligrafía de la noche y La memoria de la noche. === Sueños de sueños, de Antonio Tabucchi Katia Sandoval Buendía ===== Mucho se sabe de la vida de los genios y artistas de los últimos tiempos, pero pocos dejan legado de esa otra dimensión en la que todo puede suceder de manera involuntaria, de aquel espacio en el que casi nunca sabemos tener control y en el cual las circunstancias extraordinarias pocas veces nos sorprenden, hasta que despertamos y volvemos a la otra realidad, a la que sí tiene una secuencia temporal. Tabucchi se toma la licencia de fantasear con las obsesiones, traumas o deseos que intuye, deduce o sabe por un estudio bien documentado sobre las biografías de los personajes históricos que él admira. Pintores, escritores y artistas en general son víctimas de sus hipótesis oníricas, las cuales se desarrollan en estructura, escenarios y tiempo similares a como se proyectan en un sueño. Son relatos cortos, bien escritos, con toques de elegante y fecunda fantasía que descubren el lado oculto de cada protagonista. No sabemos qué tan cercana a la realidad pueda ser cada una de las teorías inventadas sobre estos personajes, pero no importa porque el lector puede disfrutar de la intención e inclusive, quedarse con un sentimiento de enigma sobre cada uno de los supuestos soñadores, dicho sentimiento sembrado gracias a la originalidad de las narraciones. La escritura de este autor italiano denota un hombre culto y creativo, no sólo en los sueños sino en las pequeñas biografías que los acompañan y guían de manera práctica al lector, sobre algunos de los personajes que no son tan populares. Un buen ejemplo puede ser esta frase que describe a Cecco Angiolieri, poeta y blasfemo: “Mientras la poesía de su tiempo celebraba a la donna angelicata, él urdía el encomio de la zafia hija de un curtidor”. Uno de los grandes méritos de este trabajo es lograr la ambientación perfecta de cada escena, la descripción detallada de los elementos que envuelven una situación emocional manifestada de manera correcta, la similitud de la secuencia de un sueño y la complejidad de símbolos que decoran y a la vez exponen los patrones psicológicos que el autor quiere recalcar en cada protagonista. Goya, Ovidio, Lautrec, Debussy y hasta el mismo Freud, entre otros, son escudriñados desde un supuesto inconsciente que los delata en lo más profundo de su ser. Algunas quimeras son fraguadas sobre el que sería el último sueño de cada uno de ellos, haciendo evidente la manera cómo murieron. Soñar los sueños de otro es un ejercicio que se antoja de verdad interesante. Antonio Tabucchi hizo una gran trayectoria en el arte de la escritura que se ha traducido a varios idiomas, ganó reconocimientos importantes como el “Médicis étranger” por su novela Notturno Indiano y el premio Campiello por Sostiene Pereira, novela que fue llevada al cine (con la actuación de Marcello Mastroianni) como algunos de sus otras producciones literarias. Se enamoró de la obra del escritor portugués Fernando Pessoa y en su trabajo ha incluido varios homenajes a este poeta. ** Katia Sandoval Buendía katia@mandarine.com.mx Narradora mexicana. Es licenciada en diseño gráfico por la Universidad Nuevo Mundo; obtuvo mención honorífica con la tesis: “Amoxcalco, Parque Museo de Geometría Recreativa”. Además de los diplomados de Creación Literaria en Casa Lamm con la maestra Maricruz Patiño, es asistente del taller de narrativa con Gilda Salinas. Tiene varios reconocimientos especiales en concursos literarios y en 2008 publica el relato “10 gritos en una espiral” en la Colección Los Robles de Ediciones Barakah y dos cuentos en Deshojando historias, de la Editorial Solar. === Cuentos violentos: represión y resistencia en Bolivia ================= === S. Sandor John ======================================================== === Traducción del inglés: José Alberto Fonseca Ornelas =================== En los cuentos de Víctor Montoya el pasado no es “otro país” (1). No lo es nunca en ningún lugar, pero mucho menos en Bolivia. En Bolivia, el pasado nunca se encuentra demasiado lejos. Se lo puede tocar en las paredes de La Paz. Se lo puede respirar en el aire polvoriento de Oruro. En el gélido Potosí, se encuentra en el laberíntico interior del Cerro Rico, donde niños trabajadores pasan sus días en túneles cuya plata proveyó buena parte de la riqueza europea durante varios siglos. El pasado no es un país extraño para el boliviano al que, como a muchos otros, la violenta historia de su país obligó a exiliarse en una tierra distante y extraña. Para los exiliados, el recuerdo de la tierra nativa reporta tanto placer como dolor. Para ellos olvidar sería lo mismo que traicionar. Víctor Montoya escribe en Suecia, donde ha vivido desde la época de la dictadura de Hugo Banzer en Bolivia. Sus cuentos no permiten que la celda carcelaria ni la cámara de tortura se desvanezcan en un distante pasado. La Masacre de la Noche de San Juan que presenció siendo niño hace cuarenta años, no se ha ido: sigue siendo parte del presente. Muchos de sus personajes se unen a las filas de los “desaparecidos”, cuya memoria no puede encontrar reposo. Los mineros y la memoria histórica Los mineros pueblan estos cuentos. En las minas de Bolivia, un acre líquido cargado de mineral se escurre por las paredes y corre por los túneles y galerías. Los mineros la llaman copagira, y dicen que también corre por sus venas. En los cuentos de Víctor Montoya, podemos inhalar el penetrante y metálico aroma de la copagira, que corroe todo exhorto a olvidar y perdonar. Muchos de sus personajes son mineros; otros, jóvenes activistas para quienes los mineros representaban la vanguardia de la esperanza revolucionaria. Para generaciones de mineros bolivianos, la identidad ha estado inextricablemente fundida con la memoria colectiva. Sus luchas les dotaron de lo que un historiador boliviano llamó “mejor sentido histórico que todas sus iguales en el continente” (2). En Bolivia, la historia se asoma a través de la superficie del presente. A veces lo derriba. El primer relato de este libro trata de la muerte del último emperador inca a manos de los conquistadores encabezados por Pizarro. No hace mucho, cuando Bolivia se encontraba al borde de la guerra civil por segunda vez en dos años, escuché a un hombre en un barrio de La Paz que daba un discurso sobre los españoles como Pizarro y las revueltas indígenas como la que dirigió en 1781 un insurgente que adoptó el nombre de Túpac en honor a los ancestros incas. Los vecinos expresaron su acuerdo con el orador: sí, decían, tiene razón, debemos aprender de lo que ocurrió en 1781 y apoyar a los insurgentes indios hoy. Al otro lado de la ciudad, el último ocupante del palacio presidencial estaba a punto de renunciar. El palacio de gobierno se llama Palacio Quemado, pues fue incendiado durante las revueltas de 1875. El reloj de la fachada del edificio ha estado parado por décadas. Justo frente al palacio hay un poste con una gran placa que conmemora al presidente nacionalista que fue colgado precisamente ahí en 1946. Siguieron seis décadas repletas de choques y conflictos, puntuadas por los cachorros de dinamita que los mineros hacen estallar cuando empieza una batalla. Hoy en día, la historia de Bolivia sigue haciendo estallar los exhortos a la paz social que se siguen lanzando desde el palacio. Sin memoria no puede haber imaginación histórica; sin imaginación, la historia se convierte en un libro cerrado. Los cuentos de Víctor Montoya emergen de esta tensión. Sus hombres y mujeres —sus niños— emergen de la infinita oscuridad de los socavones y de la indescriptible luz que invade el aire desoxigenado del altiplano; desde sus fríos penetrantes y de su belleza agreste e inquietante. Algunas veces transmitidos de manera abstracta, los extremos del ambiente natural de Bolivia están presentes por doquier en estos cuentos, reflejando los extremos del mundo social de los personajes. Literatura latinoamericana de la represión El título de este libro es Cuentos violentos. ¿En qué se distingue de otras obras que tratan acerca de la represión en América Latina? Los lectores de habla inglesa han tenido acceso, desde hace mucho, a obras acerca de la violencia de las dictaduras latinoamericanas. En décadas recientes, muchos pudieron leer Yo, Rigoberta Menchú (1982), y seguir las controversias acerca de la veracidad de esta ganadora del premio Nobel. ¿Quién, y cómo, puede hacer el relato de la represión? La memoria es en sí misma un campo de batalla. Argentina y Chile son la fuente de varias de las obras más conocidas. Entre ellas se encuentran El beso de la mujer araña (1976) de Manuel Puig, la historia de Jacobo Timerman en Prisionero sin nombre, celda sin número (1981) y la obra de teatro de Ariel Dorfman, La muerte y la doncella (1991). Estas tres obras fueron llevadas al cine, apareciendo como actores, respectivamente, Sonia Braga, William Hurt y Raúl Juliá; Ben Kingsley y Sigourney Weaver; Roy Schneider y Liv Ullman. Otro ejemplo es Missing (1982), estelarizada por Jack Lemmon y Sissy Spacek, basada en un libro acerca de la “desaparición” de un joven periodista norteamericano que cubría el golpe de Pinochet en Chile. La obra de Víctor Montoya es diferente. Es diferente, en primer lugar, porque trata de Bolivia. Este país, el más pobre, el más indígena de América del Sur, es también el más turbulento, con tantos golpes militares en su haber que adquirió el sardónico apodo de Golpilandia. Bolivia tiene, además, una historia de resistencia y combatividad proletarias prácticamente sin parangón en el Hemisferio Occidental. Esto está relacionado con otra diferencia de la obra de Montoya: su perspectiva social y política. Los lectores norteamericanos en particular, están acostumbrados a las apelaciones a la creencia liberal de que los “derechos humanos universales” son “el corazón de la democracia moderna”. En contraste, muchos de los protagonistas de los cuentos de Montoya son jóvenes revolucionarios que ven la represión, la violencia y la despiadada explotación como el corazón de un sistema social inhumano. Muchos buscan el programa (como se titula uno de los cuentos) en virtud del cual los trabajadores puedan tomar al cielo por asalto y conquistar su propia liberación. Los mineros ya viven underground (vocablo inglés que significa “en el subsuelo” y también “en la clandestinidad”). A diferencia de los soldados, los torturadores y los policías, conocen los socavones. En ellos, la muerte los puede sorprender en cualquier momento, incluso en el más normal de los días de trabajo. Su afilado orgullo de clase les viene con el territorio. Desde el principio, todo el mundo en Bolivia lo ha sabido: los mineros son la clave del lugar que ocupa la nación en el mundo; de su identidad; de su historia. Con todo, son la élite de los condenados. Si de alguna manera logran sobrevivir a los derrumbes en las minas y a las masacres militares, sus pulmones estarán de todos modos corroídos por el mal de mina. Se trata de la insidiosa silicosis, que hace que quienes la tienen se ahoguen en su propia sangre. Con un promedio de vida inferior a los 40 años, siempre han sido tratados como gente desechable. Ésta es una manifestación más de la opresión racial inaugurada con la conquista española. La tortura y el Tío Sam La represión tan descarnadamente descrita por Víctor Montoya fue organizada con la asistencia —militar, financiera, técnica y moral— del gobierno de Estados Unidos. El estaño se tornó una materia prima estratégica a principios del siglo XX, pues era esencial para proveer a los ejércitos con alimentos enlatados y munición para la artillería. Esta fue también la época en que EEUU suplantó a Inglaterra como la potencia extranjera dominante en América del Sur. En Bolivia, una élite de terratenientes y de políticos oligarcas se consolidó en torno a tres “barones del estaño” que controlaban esta industria nacional estratégica. Conocidos como la Rosca, excluyeron a la mayoría indígena del poder político, contando con un ejército pertrechado por EEUU para aplastar toda disidencia. En la Revolución Boliviana de 1952, los obreros de las minas y de las fábricas tomaron las armas y aplastaron al viejo ejército, guardia pretoriana del ancien régime que los había convertido en parias en su propia tierra. En su lugar, se establecieron milicias obreras y campesinas. Sin embargo, los nuevos gobernantes de Bolivia, agrupados en el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), temían el poder de los mineros. Conformaron un nuevo ejército con armas, dólares y consejeros enviados por Washington. Reconstituido de esta manera, el ejército recuperó su tarea histórica de ahogar en sangre la rebelión obrera. ¿Cuál fue el origen de la dictadura cuyos torturadores ejercen su “oficio” en las páginas de estos cuentos? Nacieron de dicho ejército. En las elecciones presidenciales de 1964, el fundador del MNR, Víctor Paz Estenssoro, eligió como su compañero de fórmula al general favorito de Lyndon B. Johnson. Este oficial de carrera en la Fuerza Aérea, René Barrientos, era un personaje pintoresco. En noviembre de ese año, dirigió un golpe que inauguró un nuevo y sangriento ciclo de gobiernos militares. Barrientos recibió de la CIA más de un millón de dólares para la realización del golpe. La CIA informó que estos fondos servirían para “alentar... un gobierno estable inclinado a favor de los Estados Unidos” y para “apoyar los planes de la Junta gobernante para pacificar al país” (3). Uno de los relatos reunidos en este volumen describe la Masacre de San Juan, uno de los episodios de represión militar que calaron profundamente en la conciencia histórica de los mineros. Cuando los legendarios dirigentes mineros César Lora e Isaac Camacho organizaron “sindicatos clandestinos” para defender a los obreros en contra de la dictadura, la Junta comenzó su cacería. En junio de 1967, sus tropas abrieron fuego contra los mineros y sus familias cuando celebraban la fiesta de San Juan, que coincide con el inicio del invierno en el Hemisferio Sur. Mientras una junta militar daba lugar a otra, los cuadros que dirigían la tortura salían de la Escuela de las Américas del ejército norteamericano. Entre los más importantes se encontraba el general Hugo Banzer, jefe del golpe de Estado de 1971. La escuela estaba tan orgullosa de este ex alumno, que hizo del general Banzer un miembro de su Hall of Fame (galería de personajes famosos), 17 años después del sangriento golpe que le hizo dictador. Fue bajo su régimen que Víctor Montoya, como muchos de los personajes de sus cuentos, cayó prisionero. En celdas y cámaras de tortura, las técnicas de tortura aprendidas eran practicadas de nuevo, refinadas, perfeccionadas. Otro graduado de la Escuela de las Américas fue el coronel Luis Arce Gómez, codirigente de la “narco-junta” que tomó el poder en 1980. Reduciendo los locales sindicales a escombros, esta junta superó a sus antecesoras en sadismo y corrupción (4). Como verán los lectores de Montoya, los torturadores bolivianos no estaban solos. Trabajaban con especialistas militares y paramilitares provenientes de Argentina y Chile, bajo la égida del Plan Cóndor. Este engendro de Augusto Pinochet, el compinche de Banzer, recibió la aprobación de Henry Kissinger, el padrino estadounidense de la “Guerra Sucia” en América del Sur. El Pinochet de Chile es mejor conocido por los lectores angloparlantes, pero no se debe subestimar el papel de Banzer. Su junta contribuyó a perfilar el “modelo Cono Sur” de los gobiernos “autoritarios” alineados con Estados Unidos tan apreciados por la asesora de Reagan en materia de política extranjera, Jeane Kirkpatrick. El respaldo norteamericano de la represión en Bolivia continuó durante el tiempo en que el fundador del MNR, Víctor Paz Estenssoro, regresó al poder en los años 80 para lanzar un ataque a la Thatcher en contra de la clase obrera. Esta embestida “neoliberal” siguió durante los años en que sus sucesores —entre los que se cuenta el tecnócrata entrenado en EEUU, “Goni” (Gonzalo Sánchez de Losada)— organizaban nuevos ataques y nuevas masacres. Impunidad y batallas por la memoria Cómo “definir el significado de un trauma colectivo” es, en parte, una cuestión de poder en el presente: un historiador norteamericano ha señalado que mucho después de que el régimen de Pinochet en Chile desatara violencia masiva en contra de sus opositores, “las luchas que se libran sobre cuestiones de la memoria siguen siendo un fuerte legado, incluso cuando la persona de Pinochet retrocedía”. Además, en Chile “la historia de batallas por la memoria, por significados y verdades en torno a un violento shock colectivo, forma parte de la historia más amplia de la ‘guerra sucia’ de las dictaduras sudamericanas” (5). En Bolivia, pocos pondrían en duda que el recuerdo de la represión sigue siendo un terreno de lucha. Mucho tiempo después de que su dictadura llegara a término, Banzer siguió simbolizando la impunidad. Después de que se agotara el ciclo de juntas que inauguró, Banzer se reinventó a sí mismo como jefe partidista, socio en bloques de poder y contendiente en las elecciones nacionales. Con el “Nuevo Orden Mundial” proclamado por EEUU en pleno ascenso, logró hacerse elegir como presidente a finales de los 90. El viejo gorila cayó en 2001, pero no por sentencia de sus víctimas, sino por la edad, devastado por el cáncer. De hecho, la norma ha sido “un clima de impunidad generalizado”, como señala Emma Bolshia Bravo en su análisis del papel de la tortura en la “Guerra del Gas” de 2003. Coordinadora del Instituto de Terapia e Investigación sobre las secuelas de la Tortura y la Violencia Estatal, ella escribe: “A pesar de todas las convenciones que ha firmado nuestro país contra la tortura y a pesar de nuestras leyes, que castigan y condenan estas prácticas, la historia de Bolivia está plagada de masacres, torturas y otro tipo de violencia organizada desde el Estado, que ni antes ni después de los regímenes dictatoriales renunció a practicarlas” (6). En esto, sin embargo, Bolivia se parece mucho a sus vecinos. Un historiador norteamericano ha señalado que años después del fin de los gobiernos militares, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay siguen viviendo “bajo una sombra que proyectan los crímenes militares del pasado... la sombra de la impunidad”: “Con pocas excepciones, los responsables de las miles y miles de ejecuciones y desapariciones, del uso sistemático de la tortura que afectó a decenas de miles más, y de los asesinatos internacionales que fueron un aspecto fundamental del sistema Cóndor, han podido evadir la justicia. Leyes de amnistía, aceptadas por gobiernos civiles entrantes como el pago por el retiro de los militares del poder, fueron usadas para impedir hasta la más elemental investigación de los crímenes” (7). En Argentina, los fantasmas de 30.000 “desaparecidos” deambulan por fábricas, universidades, sindicatos, décadas después de las leyes de “Punto Final” y “Obediencia Debida” que lubricaron la “transición democrática”. Medidas similares fueron aprobadas en Uruguay. Muchos años después, estas leyes fueron revocadas, y en 2005 la Corte Suprema argentina las declaró inconstitucionales. Sin embargo, un año más tarde estalló un escándalo debido a que oficiales de la Armada aún espían a civiles argentinos. Esta rama de las fuerzas armadas fue tristemente célebre por el entusiasmo de sus torturadores durante la “Guerra Sucia”. En Brasil, años después de la caída de la dictadura militar que gobernó al país desde 1964 hasta 1985, escuadrones militares demolieron un monumento a los obreros asesinados durante una huelga siderúrgica y planearon la “captura clandestina” y la “neutralización” de sindicalistas (8). En Chile, donde Pinochet seguía encabezando al ejército, la izquierda oficial quería que los ex prisioneros respetaran “la institucionalidad de las Fuerzas Armadas”. En 2003, un grupo de ex prisioneros del campo de detención de Isla Dawson escribió que “a 30 años desde el golpe militar y 13 años de gobierno democrático post dictatorial”, las “secuelas y secuencias de la represión y las violaciones a que fuimos sometidos siguen y seguirán estando presentes en nuestras vidas”, en tanto que los responsables “siguen inmunes” (9). Una exposición llamada “Los desaparecidos” está actualmente recorriendo una serie de museos en Estados Unidos. Los artistas cuya obra es mostrada intentaron capturar el significado del verbo que se volvió transitivo: desaparecer (a alguien). Una sección ensambla cientos de fotografías de jóvenes que fueron tomadas poco antes de su desaparición. Otra usa videos, fotografías y textos para evocar la memoria de los graduados en un solo colegio argentino, que fueron desaparecidos por la junta. Otra parte de la muestra presenta rostros que son continuamente redibujados, tan sólo para desvanecerse de nuevo. Un artista de Rosario ha representado a 350 de los desaparecidos en dicha ciudad argentina al pintar 350 bicicletas en paredes por toda la localidad. Al final del libro de relatos de Víctor Montoya, nos enteramos de que su protagonista, Pedro, se ha convertido en “un desaparecido más en las mazmorras de la dictadura”. Para Pedro y otros que compartieron sus ideales, la impunidad podrá llegar a su fin únicamente con la victoria de su causa: una revolución de obreros y campesinos, indígenas en su vasta mayoría. Esta revolución, creían, sería encabezada por aquellos que la historia había convertido en líderes de los sucesivos levantamientos de los trabajadores: los mineros. Éstos habían sido, después de todo, el corazón y el alma de la vida nacional desde la Colonia, cuando el Cerro Rico de Potosí constituía la “envidia de los reyes”. Al comenzar un nuevo milenio, Bolivia siguió recordándonos que su pasado nunca está lejos de la superficie del presente. La memoria histórica sigue entrelazándose con la vida diaria. Pareció abrirse paso por la corteza terrestre en las “Jornadas de Octubre” de 2003, cuando obreros, jóvenes y vecinos de los barrios empobrecidos se levantaron contra el nuevo régimen represivo del Goni; y una vez más en mayo de 2005, cuando los mineros encabezaron el derribo del desventurado historiador que fungió como su sucesor. Hoy sigue reverberando, pues los conflictos por el poder, la riqueza y el dominio se rehúsan a quedarse en el pasado. El autor y los cuentos Víctor Montoya nació en 1958, en La Paz, y creció en el campamento minero de Siglo XX en Llallagua. Siglo XX fue un centro de radicalismo minero. Muchos de sus militantes sindicales —que en muchos casos eran militantes “trotskistas” (del Partido Obrero Revolucionario) o “estalinistas” (del Partido Comunista)— jugaron papeles centrales en el movimiento obrero boliviano. Montoya creció entre ellos. Cuando tenía seis años, la junta de Barrientos tomó el poder, ilegalizando a los sindicatos. Cuando tenía nueve, el ejército invadió el campamento minero y perpetró la Masacre de San Juan, para castigar a los obreros por haber aprobado en su asamblea donar dos mitas (la palabra de origen inca que significa jornal) para enviar medicinas a la guerrilla de Che Guevara. Tenía trece cuando Banzer tomó el poder, y tan sólo 18 cuando fue apresado en virtud de sus actividades como dirigente estudiantil, para ser encarcelado en uno de los calabozos más tristemente célebres de Bolivia. Liberado después de una campaña internacional, Montoya encontró asilo en Suecia. Hay mucho más que decir, por supuesto, pero basta recordar que él nos habla en sus obras. Entre éstas se cuentan varias colecciones de relatos, particularmente Cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002) y Cuentos en el exilio (2008), así como la novela El laberinto del pecado (1993). También ha editado la Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995) y la antología El niño en el cuento boliviano (1999). Sería superfluo decir al lector qué es lo que va a leer en este libro. Unos cuantos comentarios y observaciones pueden, no obstante, venir a cuento. Estos Cuentos violentos comienzan con el encarcelamiento, tortura y ejecución de un emperador inca que marcó la Conquista española. Los conquistadores calcularon con razón que al decapitar la jerarquía del imperio inca —que de manera fortuita enfrentaba una crisis dinástica, así como tensiones étnicas y de clase— su empresa podría prosperar. Y así comenzaron los siglos de su tortuoso dominio. ¿Es pura coincidencia que Potosí, la ciudad que hicieron sinónimo de fabulosas riquezas, sea hoy un lugar de pobreza en el segundo país más pobre de América Latina? En el segundo relato, la escuela primaria de un niño es ella misma una suerte de prisión, donde las humillaciones y el abuso físico lanzados por una maestra con una especie de tortura. El cuento nos recuerda que muchas veces, la niñez está lejos de ser “la época más feliz de la vida” proclamada por la ideología sentimental. Tampoco es la vida de los desposeídos una de inevitable solidaridad universal. “El encapuchado” refleja la amarga verdad de que los matones son frecuentemente reclutados entre las filas de los pobres y convertidos en torturadores. Sin embargo, hay héroes que emergen de las profundidades, y Montoya no teme incluirlos en sus cuentos. En “Frente al pelotón de fusilamiento”, Pablo es uno de ellos, dedicado como varios de sus compañeros a la búsqueda de un programa revolucionario. En medio del pichjeo (el tradicional mascado de hojas de coca), “El programa” aparece de una forma surreal. No obstante, debates apasionados acerca de las ideas revolucionarias eran parte de la vida de los mineros bolivianos durante décadas. En las profundidades de los socavones, la deidad con forma de diablo conocida como El Tío permanecía como testigo silencioso mientras los mineros debatían el programa de Trotsky en el cual los autores de la “Tesis de Pulacayo”, la declaración de principios más famosa del movimiento obrero boliviano, dijeron haberse inspirado. Estos Cuentos violentos no tratan de finales felices ni permiten un desapego irónico. Las fantasías en “Confesiones de un fugitivo” tienen que ver con el ajusticiamiento de un presidente dictatorial, e incluso cuando el sueño de una fuga se vuelve realidad, las imágenes que permanecen —como en “Me podrán matar, pero no morir”— son las de las técnicas enseñadas en la Escuela de las Américas. “Masacre minera” retrata la terrible venganza del ejército en contra de los trabajadores de Siglo XX y sus familias por haberse atrevido a desafiar a la dictadura. En la última historia, que es también la más larga, los mineros son una vez más los héroes. Los mineros que están acostumbrados a enfrentar muerte por silicosis, derrumbes o explosiones dentro de las minas, deben ahora encontrar su camino en el subterráneo que constituye la resistencia clandestina. Para ellos, la lealtad a los compañeros —simultáneamente acompañantes y camaradas— es un ideal por el que vale la pena morir. Al ser capturados, son “trabajados” por los torturadores, algunos de los cuales utilizan un argot argentino en referencia a las estrechas relaciones laborales entre las policías secretas boliviana y argentina bajo los auspicios del Plan Cóndor. Pocos lectores habrán experimentado las torturas descritas en el libro. Sin embargo, éstas acechan la memoria de decenas, quizás cientos de miles de obreros, estudiantes y activistas en América Latina. Los cuentos de Víctor Montoya nos hacen vivir el valor, los miedos, la desesperanza y la imbatible humanidad de hombres y mujeres de carne y hueso que lucharon por un mundo en el que los mineros no tengan que escupir sus pulmones y en el que los jóvenes no sean torturados por buscar la verdad. Notas 1. El axioma de que “el pasado es otro país” parece tener su origen en la novela de 1953 de L.P. Harley, The Go-Between, que comienza con las siguientes palabras: “El pasado es un país extranjero: en él se hacen las cosas de un modo distinto”. 2. René Zavaleta Mercado, El poder dual en América Latina (México: Siglo Veintiuno Editores, 1974), 84. 3. Tim Weiner, Legacy of Ashes: The History of the CIA (Nueva York: Doubleday, 2007), 281. 4. Véase Lesley Gill, The School of the Americas: Military Training and Political Violence in the Americas (Durham & London: Duke University Press, 2004). 5. Steve J. Stern, Remembering Pinochet’s Chile (Durham and London: Duke University Press, 2004), ix, xxii. 6. Memoria testimonial de la “Guerra del Gas” (La Paz: Itei, 2004), 156. 7. John Dinges, The Condor Years: How Pinochet and His Allies Brought Terrorism to Three Continents (New York and London: New Press, 2005), 21. 8. Véase “Army Death List Targeted Brazilian Worker Militants”, The Internationalist, June 2000. 9. Declaración de ex prisioneros y perseguidos políticos en Dawson y en Magallanes (http://www.dawson2000.com/declaraciones.htm). ** S. Sandor John Escritor estadounidense. Es catedrático de historia latinoamericana, norteamericana y afroamericana en la City University of New York (Cuny, http://www.cuny.edu). Autor de Revolución permanente en el altiplano, que será publicada próximamente en inglés y castellano. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === Enrique Vila-Matas: =================================================== === “La literatura es la única alternativa a las tiranías cotidianas” ===== === Eduardo Corrales ====================================================== “El espacio literario es hoy el único que muestra mundos y lenguajes distintos de los que se nos imponen. La literatura es la única alternativa a las tiranías cotidianas”, sostiene el narrador y ensayista español Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948). “Uno tiene ante sí el trabajo, la familia, la política, mundos ya definidos, y eso, junto con la televisión, es todo lo que tiende a existir para el conjunto de las gentes. Los únicos mundos alternativos son los que ofrece la literatura”, añade. Con Dietario voluble, una selección de textos desprendidos de sus cuadernos personales, bajo el brazo, ha pasado por Nueva York y presentado en sociedad el volumen en la sede del Instituto Cervantes y en la que la Biblioteca Pública de Nueva York tiene en el Bronx. Las reflexiones previas han surgido al hacerle referencia al discurso de aceptación de la 12ª edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (2001), por la novela El viaje vertical, en el que hablara de: “...ir hacia una literatura acorde con el espíritu del tiempo, una literatura mixta, mestiza, donde los límites se confundan y la realidad pueda bailar en la frontera con lo ficticio, y el ritmo borre esa frontera”. Consultado sobre si percibe algún elemento nuevo que defina el espíritu de este tiempo, el autor de Doctor Pasavento reflexiona: “¿El elemento nuevo? Existe, pero es terrible. Acabo de enterarme de que Doris Lessing pasó lo suyo poco antes de recibir el Nobel. El editor británico le dijo que escribía demasiado. El americano, que no le publicaría más, que no vendía. Como dice Alberto Manguel, ‘La idea más nociva que conozco es la del libro como industria’ ”. De Ribeyro y Bolaño Dietario voluble y los personales y originales apuntes que contiene remiten a las inclasificables Prosas apátridas, de Julio Ramón Ribeyro. (En el artículo “El descarriado por la soledad”, publicado en 2003, el autor catalán ya definió aquel libro como uno de sus favoritos, amén de relatar su fugaz encuentro con el narrador peruano en París: una chispeante colisión de dos timideces). “Náufrago de sí mismo, vivió en el temor a la obra perfecta mientras se preguntaba si tenía valor lo que escribía”, dijo entonces de Ribeyro. “Hace años que escribo sobre él. Forma parte de mi canon personal. Como diarista y cuentista es un genio. Él no tenía mucha confianza en lo que hacía, porque era un ser inseguro. Y sin embargo, hoy es más leído que en vida. Es un clásico. Desde mi punto de vista, claro”, reitera ahora. ¿Y a Vila-Matas le asaltan también incertidumbres semejantes? “Cuanto más sé, más leo, más difícil se vuelve seguir escribiendo. Con esto está dicho todo, creo. Lo que me recuerda, por cierto, a Samuel Beckett: ‘Queda todavía algo por decir’ ”, responde. El chileno Roberto Bolaño es otro escritor hispanoamericano en cuya vida por y para la literatura se halla alguna afinidad con Vila-Matas. Coincidentemente Bolaño le precedió en la obtención del Rómulo Gallegos pues le tocó recibirlo en 1999. Tanto al chileno como al catalán el establishment literario tardó en otorgarles su improbable reconocimiento, por lo demás no solicitado, y cuando lo hizo fue a regañadientes. Acerca del “boom Bolaño” actual (del cual es un extremo insólito el éxito en los Estados Unidos de la versión en inglés de Los detectives salvajes), el autor de Historia abreviada de la literatura portátil comenta: “Me imagino la risa de Bolaño si pudiera comunicárselo. En vida suya, era difícil imaginar que en Estados Unidos sería un autor tan leído como lo es ahora. En vida suya, todo estaba más vivo que ahora y nos habríamos reído de la foto beatnik que le han puesto en la solapa de la edición americana de Los detectives salvajes”. Manteniendo a los clásicos Se atribuye al escritor argentino Rodrigo Fresán haber catalogado provocadoramente a Vila-Matas como el más argentino de los escritores españoles. “Se ha dicho que le he dado mantenimiento a los clásicos de Borges (a Melville y su Bartleby), pero también es cierto que he acompañado los éxitos de librería de Robert Walser (a quien saqué modestamente del invernadero de las solapas y lo convertí, gracias a Doctor Pasavento, en un santo laico), de Georges Perec (uno de los autores que he decidido doblar, duplicar), de Fernando Pessoa (propongo que se multipliquen, como los peces, los heterónimos) y de Witold Gombrowicz, el noble polaco al que algún imbécil debería dejar de manosear”, apunta. “La velocidad de las cosas, que diría Rodrigo Fresán. Parece que haya transcurrido una infinidad de tiempo desde aquel marzo de 2002 en que, en un ordenador ajeno, sentí que había quedado fascinado por Internet, más concretamente, por el narrador de historias que se ocultaba en el buscador de Google. ¿Quién iba a decírmelo a mí, que tanto me había resistido a la red?”, se lee en Dietario voluble. De hecho la concreción de esta entrevista, a continuación del encuentro personal en Nueva York, fue posible gracias a un previo y feliz encuentro entre el escritor y la red de redes. Tras el paréntesis neoyorquino, Vila-Matas ya está nuevamente en Barcelona, enfrentando un nuevo proyecto. “La novela en la que trabajo y que en estos últimos días, a mi vuelta de mi viaje a Nueva York, ha conocido un impulso heroico y parece ya definitivamente encarrilada”. ** Eduardo Corrales corraleseduardo@yahoo.com Periodista y escritor peruano (Lima, 1958). Reside en New Jersey (EUA). Estudió comunicación social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM, http://www.unmsm.edu.pe). Desde mediados de los 80 ha ejercido el periodismo en calidad de reportero, editor, jefe de redacción e informaciones en diarios y revistas. También ha cumplido labores periodísticas en la radio y la televisión, además de tener amplia experiencia en materia de imagen corporativa en empresas privadas y en el sector público. Textos suyos han aparecido en el diario El Nuevo Union (NJ, http://www.nj.com/news/elnuevo/union) y en la revista electrónica Ciberayllu (http://www.ciberayllu.org). === Jorge Asís ============================================================ === Nunca volví a sentir la misma libertad que tuve ======================= === cuando escribí Flores robadas en los jardines de Quilmes ============== === Mara Favoretto ======================================================== Jorge Asís Escritor y periodista argentino. Fue representante argentino frente a la Unesco, secretario de Cultura de la Nación y embajador de la Argentina en el exterior durante el gobierno de Carlos Menem. Autor de numerosos libros entre los que se halla Flores robadas en los jardines de Quilmes, publicada por primera vez en Argentina por Editorial Planeta en 1980, en plena dictadura militar y bajo estricta censura. La novela creció rápidamente en popularidad, llegando a convertirse en best-seller. En 1985, Antonio Ottone dirigió la película basada en la misma, con la participación de Asís como libretista. Aunque de una técnica narrativa sofisticada, el mensaje aparente en la novela de Asís parecía estar en concordancia con la ideología de la dictadura. Consecuentemente, la crítica la leyó con sospecha. Los críticos la consideraron alineada con la ideología del gobierno militar, y argumentaron que a esta misma inclinación política se debió su gran popularidad y la consagración como best-seller. Sin embargo, la interpretación del lenguaje irónico de Asís depende del reconocimiento de su intención al describir la cultura dominante y resaltar la frustrante realidad del país durante la dictadura. —¿En qué condiciones escribió Flores robadas en los jardines de Quilmes? ¿Cómo le afectó la censura a la escritura del libro? —Con muchísima libertad, con una libertad casi insultante hoy, al recordarla. Porque cuando yo me decido a escribir la serie de cuatro novelas que va a ser después, la empiezo en 1975. Al escritor Haroldo Conti, al que está dedicada Flores robadas, en una caminata entre Viamonte y Pueyrredón, donde estaba la revista Crisis y el Once, donde vivía su hermana y donde por entonces vivía yo, le conté prácticamente la base de lo que iba a ser mi novela Flores robadas en los jardines de Quilmes, que era una especie de balance muy precipitado de la generación (yo tenía 29 años) de entonces. Pero percibía que se iba todo absolutamente al demonio. Y me sentía cargado con una historia enorme, que hoy casi la recuerdo con ternura, porque tengo 61 años. Recordar a aquel chico de 29 años que suponía que estaba en condiciones de hacer un balance generacional por todo lo que me había pasado y había experimentado. Me acuerdo que se lo conté: “Ahora viene el golpe militar”. El golpe militar a mí me cambia directamente la vida. —¿Cómo lo sorprende el golpe militar? —Escéptico, con la percepción de que todo se iba al demonio. Desde el 73 yo había dejado la militancia de izquierda pero estaba “enredado” afectiva e ideológicamente en el universo de la izquierda. En el 74 saco mi primer premio, mi primera mención Casa de las Américas por Los reventados. Bueno, estaba en listas, como todos, todo absolutamente ya como vencido, entregado... en el sentido que estaba muy escéptico, veía que todo se iba al demonio. Hay un texto que está en un cuento que se llama Fe de ratas, publicado en 1976 que se llama Las Fac. Ahí, más o menos, refleja esa sensación mía de este fenómeno político, publicado en el 76 pero escrito más o menos en el 74, con todo lo que tiene que ver con esa época, razón por la cual, en mí, todo lo que era represión, lo nuevo... para mí, era como que lo veía venir. Y en esta sociedad bastante hipócrita, en realidad todos lo esperaban. Y una gran mayoría en ese entonces, lo deseaba. —¿Por qué dice que escribió la novela con absolutísima libertad? —Porque en 1976 yo me afeito, me pongo hasta más presentable, viajo a Brasil a presentar la edición del libro Los reventados en portugués. Cuando vuelvo, era casi todo un desastre... sinceramente, me habían ido a buscar, mi ex mujer en otro lugar... todo un lío... y me iba de la Argentina. Me iba a Brasil. Está todo contado en otro libro mío (Diario de la Argentina, episodio autobiográfico), que llego a la Editorial Sudamericana, casi para despedirme. Estaba Fernando Sánchez Orondo como jefe de prensa, pido por él, me dicen que no podía atenderme porque estaban tratando el concurso Clarín-Sudamericana, pero le dicen que estoy yo. Cuando le dicen que está Jorge Asís aparece un hombre diciendo: “¿Dónde está Jorge Asís? Quiero verlo a Jorge Asís”. Ese señor, que en ese momento era el capo máximo del diario Clarín, me dice “Vení a verme que quiero hablar con vos”. Yo voy al día siguiente dispuesto a barrer y me quedo en Clarín. Cambia muy pronto mi vida. Me convierto en otra persona. Empiezo a ser Oberdán Rocamora. Me hago famosísimo como Oberdán Rocamora en esos tiempos, para muchos inmorales, del proceso en el 77. Fui muy famoso porque ¿qué es lo que pasa en el 76? Como no existe la política, empiezan a ganar espacio otras secciones como información general, el deporte. Yo entro como escritor y me dicen directamente: “Tenés que ser el orificio por donde respira el diario, el Clarín”. Casi con claridad, y está contado en otro libro mío, Diario de la Argentina, me dicen: “Nosotros estamos con el proceso militar en lo político pero estamos en contra del equipo económico Martínez de Hoz”. En aquel tiempo estaban los desarrollistas, frigeristas, con el control ideológico de Clarín, todo lo que sea crítica a la cuestión económica era bastante bienvenido porque el desarrollismo aspiraba a quedarse con la parte económica del proceso. Todas estas cosas, que yo las entiendo después, pero en ese momento, para mí era un laburo que me salvaba. —Como periodista... —Sí, como periodista. Yo paso a ser Oberdán Rocamora y durante años Jorge Asís pasa a ser para mí un extraño. Pasa a ser, para mí, un tipo que se quedó en el 76. Que incluso yo me entero en el suplemento cultural del Clarín que querían hacer un encuentro entre un escritor mayor y un escritor joven, y decía el escritor joven más importante, más relevante que tenemos acá en la Argentina es Jorge Asís. Pero alguien muy ubicado, después me entero, dice: “Pero Asís se terminó en el 76”. Cosa que era rigurosamente cierta. Ahora, entonces, ¿por qué digo yo con una enorme libertad? Porque yo me lanzo a escribir esa historia que le había contado a mi amigo Haroldo Conti, que ya había desaparecido, en aquella caminata por la calle Córdoba. Me largo a escribir, con una libertad atroz, porque tenía la certeza y la despreocupación de saber que aquello que escribía no se iba a publicar no sé por cuánto tiempo. Razón por la cual escribía con una enorme coartada y contaba con una enorme libertad; y disfrutaba enormemente al contar no solamente Flores robadas en los jardines de Quilmes. En ese lapsus yo escribo lo que iba a ser después Carne picada; canguros, la última Canguros que va a salir ahora como Cazador de canguros y La calle de los caballos muertos que es un insert de las otras, es una cuarta novela. Esta novela era una de las tres. Yo escribo, desesperadamente diría, entre el 75, 76, 77 y 78. De primera, ¿dónde escribía? Porque yo tampoco tenía un lugar donde escribir. Porque yo tenía un departamentito, que lo había tenido que alquilar... todas las cuestiones. Mi lugar de máxima protección era Clarín, donde me había convertido en un personaje: Rocamora. Oberdán Rocamora era un personaje. En realidad, si dicen “Jorge Asís: un éxito del proceso”, al que tienen que investigar como exitoso del proceso fue a Oberdán Rocamora porque escribía unas notas impertinentes, bien escritas, irreverentes, aguafuertes... que eran consumidas en ese momento. El diario vendía entre 700 y 800 mil ejemplares por día, en los años del mundial llega a más de un millón de ejemplares, una popularidad la de Rocamora, atroz. Y yo, simultáneamente, en el propio diario. A veces me iba a la mañana y escribía estas obras con una libertad que yo no sé si volví a tener para escribir. Yo tenía la despreocupación y ninguna urgencia por terminar absolutamente nada. Porque eso que yo escribía, de ningún modo se podía publicar en esa fecha. —¿No es esa una situación irónica entonces? Casi nadie podía publicar o escribir con libertad... —Sí... y yo escribía con una absolutísima libertad, liberado de todo tipo de cuestionamientos... —Eso es exactamente lo que la ironía le permite decir, es un doble juego, es oscilar entre un extremo y otro... —Por supuesto. Porque, ¿qué es lo que pasa? En 1978 yo corro una carrera de autos como Oberdán Rocamora. Cuarenta días paso en un auto de carrera, en una carrera que es Buenos Aires-Caracas-Ushuaia-Buenos Aires. Yo doy toda la vuelta, aparezco en la tapa del diario con Fangio y con Bordeu, flaco, debe estar en el archivo del diario. Estoy flaco, chupado, después de 40 días; y ahí mucha gente se da cuenta de que Oberdán Rocamora y Asís eran la misma persona. Después de eso me voy veinte días a un departamento que me prestan en Mar del Plata en el mes de octubre. Y solo, en ese departamento en Mar del Plata, termino la primer versión de Flores robadas, casi como para terminarla. Entre 1978 y 1980 la novela pasó por todas las editoriales argentinas en ese momento. —¿La rechazaban? —Con entusiasmo. —¿Por qué? ¿Qué le decían? —Por la temática, porque en ese momento no se podía ir ni siquiera con algo que tuviera que ver algo con la realidad. Pero, ¿qué es lo que pasa? Ya escrita la novela, ya todos sabían que yo tenía una novela. Y viene una cierta lasitud a partir de 1979, después del mundial en la Argentina. El proceso militar ya era distinto, ya hasta había fracasado, ya había que buscar una salida política. Ya se hablaba del cuarto hombre. Esto fue antes de Malvinas. Trascendían cuestiones internas de los militares. Y en 1980, con la apertura del videlismo al violismo, exactamente en ese momento, con la editorial Losada, que tenían una situación pendiente conmigo (porque habían querido publicarme a principio de los 70 pero por distintas cuestiones que sería muy largo de contar, pero que fueron muy pintorescas, no pudieron publicarme, pero que quedaron bien, con onda conmigo), había buenos amigos ahí. Ahí estaban Jorge Laborda, que era un crítico argentino, crítico de la editorial y amigo mío personal, y una mujer que cuando la recuerdo me emociono, que es Beatriz Guido. Beatriz creo que ni siquiera había leído mi novela pero le rompía tanto a Gonzalo Losada: “Hay que publicarlo a Jorgito, porque la novela de Jorge... porque lo que es Jorge...”. A caballo también de la fama que yo tenía en esos momentos por Clarín. Sale la novela y pasa lo que pasó. Hacía tres meses de la primer edición y Hugo Levin, de Galerna Distribuidora y Editora, uno de los editores que rechazaron mi novela, inclusive, cuando vio que salió mi novela compró diez mil ejemplares en firme. Al comprar diez mil ejemplares en firme, Losada no podía distribuirla a su gente y de más, hacen cinco mil ejemplares, que se agotan en dos días. Y después, yo no sé cómo fue. El gran mérito fue vender con Losada como ciento veinte mil ejemplares. Y ahí empieza otra historia: la historia del éxito, que es infinitamente más problemática que la historia de los obstáculos para generar el éxito. Porque el éxito condiciona, de alguna manera, el resto de mi carrera literaria. Porque el éxito viene directamente con la condena, con la sospecha: ¿cómo vas a ser un éxito en esos años inmorales sin ser parte y sin ser colaboracionista?, o sin resultar funcional a la dictadura militar y toda la cantidad de agravios que empezaron a surgir desde el interior de la Argentina, algunos por motivos hasta vascos; y desde el exterior, donde había algunos intelectuales que estaban en el exilio que no podían admitir la existencia de una literatura digna que se escribiera desde el interior de la Argentina. Razón por la cual, yo, con treinta y pico de años, y con una soberbia feroz (sinceramente no me importaba nada todo), se generó todo un malentendido que signó toda mi existencia y mi literatura posterior, porque después del éxito y repercusión vino una fierísima y despiadada global persecución. Todos aquellos incluso, que sabían que yo tenía una novela que no se podía publicar y me utilizaban casi como bandera para hablar de la censura, esos eran los mismos que prácticamente me ponían bajo sospecha. En adelante pasé a ser un escritor sospechoso para todos. —Que lo llevó a retirar sus novelas de circulación durante una época... —Eso fue después, fue una generación de equívocos que arranca desde ahí. También reitero, con las características de mi personalidad provocativa. Pero sinceramente tampoco creo que había que hacer una cosa absolutamente correcta, para hacerlo políticamente correcto, para que toda la cretinada lo aceptara, no, no. Sinceramente, no. Yo seguí con lo mío hasta que me quedé intelectual y políticamente solo, existencial, ontológicamente solo. Hay un libro que se escribió sobre mí, sobre esto, le dedicó ocho años, pobrecita, se llama Nidia Burghos, de la Universidad de Bahía Blanca. Escribió un libro donde cuenta todo esto, sabe más de mí que yo. El éxito también me produce una acotación hasta en el propio diario donde yo estaba. Era el escritor que tenía más lectores pero que no tenía espacio porque empezaban cosas como ésta: “Es que utilizó el diario para subir”. y empiezan todas estas cosas menores que, con un caracterología bastante particular como la mía, fue generando toda una serie de tensiones. Después viene Carne picada, cobro mucho dinero por el contrato de esa novela y todos se enteran y se encargan de contar la cantidad de dinero que yo cobro. Era una editorial que se quería instalar en la Argentina y compra. Gané muchos miles de dólares y me compré una casa, y todo se sabía. Y después de Malvinas, viene prácticamente mi declinación. ¿Por qué? Porque lo mío era muy duro en ese momento: proceso militar en la Argentina pero era blando o tierno para toda la literatura revolucionaria que venía después, toda la prosa reparatoria de tanta... y es como que yo me quedo en el medio, como que siempre me quedo aferrado al proceso que se termina. Así como aquel tipo decía: “Asís se terminó en el 76”, con el advenimiento de la democracia “Asís se terminó en el 83”. En realidad, yo no tengo otra alternativa que la ironía porque vivo terminándome. Terminándome siempre por períodos, razón por la cual, cuando yo doy una charla, no generalmente de política sino a los que se interesan por la cuestión mía literaria, yo clasifico mi obra a partir de los procesos institucionales de la Argentina. Yo tengo mi obra entre el comienzo de 1976, la obra escrita entre el 76 y el 83, la obra escrita en los años del alfonsinismo, que ahí escribo mi novela que es la más litigiosa, por la cual seguramente se me va a recordar, que es el Diario de la Argentina, que es sobre Clarín que ahí ya oficializo y legitimo toda sospecha y toda proscripción. Después vienen horribles momentos que se pueden leer en Cuaderno del acostado, cuando me pasan por arriba, no tenía más nada que hacer en este país. Razón por la cual yo construí conscientemente mi propia epopeya, mi propio mito. En realidad pasé esos momentos hasta el día que, en 1988, yo tomo conciencia de que desafío demasiado al poder, el poder me pasa por encima. Decido crear, por mi propia cuenta, otro polo de poder y tiene que ver con mi adscripción ya diferente, a la política, y al contrario, yo no soy como muchos creen, hoy, un escritor atemperado, condicionado por la política. Si no hubiera sido por la política hubieran terminado conmigo como escritor y me hubieran convertido en un suplicante solicitador de trabajitos. Pero con la política, en muy poco tiempo, otra vez otro gran salto mío, termino como Su Excelencia en París. Pero ahí ya viene todo otro proceso que termina... todas esas cosas que yo sé que al intelectual (y muchos intelectuales extranjeros me tienen como objeto pintoresco de estudio por las cosas que me pasan) porque fundamentalmente a los intelectuales casi no les pasa nada, no les pasan muchas cosas en la vida, de pronto están con los temas... que si aparece tal croniquita, o aparece tal traducción... son honores mínimos y disputas de poder irrisorio diría. Y yo que paso de arriba a abajo y de pronto aparezco trabajando en televisión, es decir, me pasan muchas cosas, y todavía me siguen pasando muchas cosas. Vengo de ser candidato a la vicepresidencia de la nación y mis libros, felizmente, no sé quién los lee, pero se reeditan, se hacen pocket y ya empiezo a ser leído y en algún momento diría ya discutido y valorado por los hijos de aquellos que me obturaron. Razón por la cual todo tiene que ver con una cuestión de ironía. La ironía hay que aceptarla como una manifestación de la inteligencia, que te permite más o menos caricaturizar. —¿La ironía surge como su estilo personal o es una elección para salir airoso de situaciones complicadas? —Se me ocurre. —¿Puede ser una forma de quedar bien o salir bien parado? —Nooo... si yo quisiera quedar bien con todo el mundo, hubiera trabajado de otra forma. La ironía me sirve para interpretar una realidad enormemente irónica, la argentina. —¿La Argentina es irónica? —La Argentina y el mundo. A mí, la novela de Kundera, La broma, me parece una ironía absolutamente desgarradora que tiene que ver con el paso del tiempo, con las mutaciones, cambios de discurso en las mismas personas para sobrevivir. Para mí Internet ha sido la salvación. Internet me permite tener mi propio medio de comunicación, vivo de él, tengo miles de visitantes cotidianos, ya los números son otros. Sale un librito y se puede decir que hay un escritor más o menos de éxito en la Argentina porque vende tres mil ejemplares. Por ejemplo, hoy sale una nota mía que va a tener treinta y cinco mil visitas, va a ser reproducida por catorce portales distintos, va a ser forwardeada por gente desconocida y se va a poder leer en cualquier parte del mundo. Y bueno, eso es poder. Legitimidad propia, peso propio. Cuando yo tengo el portal, cuando yo publico con el portal nadie se mete conmigo. Casi diría que me convierto en una especie de intocable, nadie quiere que me ocupe de él. Y yo puedo decirlo hasta con esta ironía: nadie quiere que yo me ocupe de sus asuntos. Y estas son manifestaciones que tienen que ver con un país en un mundo donde las cuestiones de poder y lo que yo disputo es un liderazgo conceptual. Un liderazgo de concepto que en la práctica es también un liderazgo político. Te convertís en “opinator”, o en líder de opinión, de consulta. Y ya sinceramente el tema de los libros, el publicar o no publicar otra novela no me desespera. Tengo obras, publicaría. Yo hoy tengo un diálogo entre mi palabra, mi inspiración, la realidad y la gente que un escritor como yo hubiera querido ser contemporáneo de Juan Bautista Alberdi, de Sarmiento, la Argentina es un país hecho por escritores. Y si está mal hecho, y si está mal diseñado, también está mal diseñado por culpa de los escritores. En la Argentina, los escritores que me interesan a mí tienen esta visión de la cultura y la política casi de una manera similar. Me hubiera encantado, salvando las distancias, ser contemporáneo de estos tipos. —Cuando se publica Flores robadas, ¿tiene usted algún problema? Algunos críticos dijeron que estaba alineada con la ideología de la dictadura. —Eso es un disparate. —¿Cómo fue que permitieron su publicación si no lo estaba? —Es una cuestión de poder. Yo en ese momento era Rocamora, Asís, de Clarín. Aparte era más complicado ahí censurar. Y además, ¿por qué? Sinceramente si alguien dice que es la novela enrolada con la dictadura significa que uno tiene que ser absolutamente un partidario total de lo que fue la guerrilla en Argentina. Sinceramente, es una cuestión más o menos de distancia. No es casualidad que yo, ya en el 74, veía que se iba al demonio todo. Hubo un intento de autocrítica generacional que tal vez fue precipitado. Hoy lo veo con el tiempo, a ese mocoso impertinente que se cree ya en condiciones de reflexionar de su generación. Pero en realidad lo mío fue todo muy precipitado. Yo era un apasionado pregonador de la juventud. Yo nunca imaginé mi vida para más allá de los cincuenta años en aquel momento. Hay un libro mío que se llama Carne picada. Que ahí se habla de la juventud como lo único importante. Yo no creía que se podía vivir más allá de los treinta y cinco años, razón por la cual yo escribía con desesperación, con ganas de terminar con todo. Entonces, la cuestión es muy elemental: “Si no se prohíbe, entonces se es cómplice”. El regulador estético es entonces el funcionario que te puede prohibir o no prohibir. Ahora, ¿cómo prohíben algo que cuando (y esto sí que es ironía) pasaron cuatro meses que por los problemas internos de Losada no aparecía mi libro, no aparecían las reediciones? Lo que circulaba, se prestaba y seguía figurando en lista de best-sellers... y no había más libros. Hasta que aparece una nueva edición de Flores robadas, como de diez mil ejemplares, de la Librería Clásica y Moderna. Cuando aparece la edición ponen un gran cartel que dice “Recibimos Flores robadas”. Y había porteros que creían que recibían flores y robaban (se ríe). Ahora, si el código es “¿Por qué no la prohibieron? Y si no la prohibieron entonces se es cómplice”, es no entender absolutamente nada porque ese proceso tenía que ver ya con un violismo, con una apertura, con un proceso que estaba en vías de extinción, en la preparación de la aventura de Malvinas y liquidación total. Ya en el 82 se publicaban todas las cosas. Aparece mi libro y aparece el de Piglia. Como el de Piglia es oscuro, alegórico, entonces “ésa tiene que ser la fórmula” y demás. El Falcon verde como emblema de la dictadura militar surge de Flores robadas. El Falcon verde “que lo tomaron unos ciudadanos de pelo corto...”. Si los tipos lo que hubieran necesitado era que yo escribiera una proclama pro-montonera, pro ERP de la Argentina en 1980, golpean la puerta equivocada. Primero, porque no estoy con ellos, no tengo que ver con ellos. Segundo, porque son exactamente los que fomentaron ese golpe militar. Es una cuestión de crítica política que no tiene que ver con la mala fe o con la mala leche. Porque en realidad, la construcción del golpe militar fue una construcción compartida por una izquierda que en ningún momento valoró lo que era el sistema institucional democrático ni tampoco valoró, por supuesto, la defensa de los derechos humanos. Eso viene después. Después de la derrota. Yo no tenía ninguna obligación de ver la realidad como si yo fuera Osvaldo Bayer desde Alemania. Si yo sinceramente no quería, no participaba... salvo que me digan que es pecaminoso no haber apostado. Yo quisiera saber qué hubiese pasado si hubiese ganado el ERP o Montoneros, ¿qué hubiera pasado con la Argentina? No creo que hubiera habido un epílogo superior al que hubo con el triunfo de los otros, y esto no es teoría de los dos demonios. Yo no participaba ideológicamente de la política de la guerrilla. Todas esas cosas heroicas que se cuentan... Si leen mi cuento Las Fac, que es escrito en el 74 o el 75, es mucho peor que Flores robadas, es mucho más irónico, porque ahí me vienen a buscar a mí, al narrador, porque se formaban las Fuerzas Armadas Culturales. Yo ya lo tomaba antes a eso con una dimensión tamizada por un humor desesperado. Aparte desesperado porque mis amigos son los muertos. —Hay una metáfora en Flores robadas que dice “la ola, o ponele, los militares, nos tiraron el castillito a la mierda...”. ¿Es éste el mensaje central de la novela? —Por supuesto que sí. Algunos se enojaron con la mina que decía que tiene ganas de irse, que “se metan el país en el culo”... Claro, por supuesto. ¿qué pensaban? Que rajen. —Rodolfo, en la novela, ¿siente una sana envidia porque Samantha se va? —No. —Hay momentos que pareciera que él también se quiere ir. —No, ese Rodolfo es un sobreviviente, porque la quiere pero no la tomó en serio, y en una forma de distancia le dice “perdoname todas las jodas”, y después se ponen a hablar del Conde de Píndola y esas cosas así que tienen que ver con esa formación... —Es el típico porteño flirteador. —El típico porteño flirteador y que, bueno, si eso lo puede hacer casi como el Woody Allen de Manhattan, casi como si fuese una genialidad, esa cosa, de ese porteño... —Marinelli le dice constantemente que es un mentiroso: “sos un tipito todo hecho de mentiras”. —Pero por supuesto. Se lo dice a cada rato y se ríe. Se le ríe y se ríe de sí mismo todo el tiempo. En ese momento fue una manera... El libro ese se nota que está escrito con una libertad que no sé si volví a tener. —Eso es irónico. No se podía escribir con libertad. —Yo lo pude escribir porque sabía que vivía de Clarín. Escribía como Oberdán Rocamora, estaba en el diario. Cuando venía la hora que venían todos los periodistas inventaba cualquier nota para escaparme, tomarme un café, ir, escribir algo y volver. Y escribía con la libertad de aquél que no tiene nada para terminar ni quiere publicar, sabe que no va a publicar en lo inmediato. Yo me acuerdo estando solo en la mañana en Clarín, escribiendo alguno de estos capítulos y yo solo me mataba de risa, se reían todos “¿Qué estará haciendo el loco éste?”. Porque no solamente fue la base de Flores robadas. Fue Flores robadas, Carne picada, Canguros, todas esas novelas las escribí en esa época. No fue que yo después empecé a sacar libros como chorizos. Ya estaban escritos, porque me pasé años escribiendo. Tenía el verano, y en ese momento no tenía ordenador o laptop. En ese momento tenía que poner una frazadita debajo de la máquina por el ruido que hacía, para que mi hija pudiera dormir. Y para corregir una página tenía que pasar toda la hoja. Con lo que me costaba escribir... si uno no es libre cuando escribe, ¿cuándo va a serlo? Por eso digo, no volví a tener esa libertad porque el éxito generó un condicionamiento, un posicionamiento, una serie de miradas que incluso inexorablemente en la escritura uno tenía que ser una especie de respondedor de críticas que yo sabía que estaban. Hubo algún idiota, que fue Avellaneda, que publicó un libro, o un artículo que dice que mi discurso es el discurso de la dictadura militar. Este hombre está loco. El libro de Nidia Burghos lo recomiendo para leer. Se pasó años escribiéndolo. —Hay bastante gente que a usted no lo quiere... —Ya lo sé, yo reconozco que es así. Pero lo que pasa es que los hijos de esa gente me empiezan a valorar. —Si comparamos el funcionamiento de la alegoría con la ironía, la alegoría presenta diferentes significados mientras que la ironía trabaja con opuestos. —Eso se ve en esos dos tipos del comienzo, desesperados, que lo encuentran a Rodolfo y quieren verlo, y dicen salgamos a tomar un café y quieren recordar todo, es una crueldad. —¿Y el rol de la mujer en la novela? Me parece que la mujer está presentada como objeto sexual, un poco denigrada, pareciera que la mujer es feliz sólo si es feliz sexualmente. —Nooo, es exactamente lo contrario. Quienes supieron verlo a eso fueron los feministas. Yo cuento eso. Cuando el tipo dice que “el amor era un combate en el que tenía que triunfar el macho”. Las minas supieron ver que lo que se contaba directamente ahí era una situación que suponía una discriminación. Después Samantha crece pero con una fuerza... —Samantha sí, pero ¿las otras? —¿Y los tipos? ¿y cómo quedan los tipos? De última el problema del autor es con el género humano. No es con las minas. ¿Cómo queda Marinelli, el propio Rodolfo, los personajes de la novela, el pobre tipo, el verdulerito ése? La que se va es Samantha. —La que triunfa es Samantha. ¿Triunfa porque se va? —No. Se va por que sí. Triunfa, sale. No es por casualidad que fue tomada por heroína. Casi todas las chicas que hoy tienen 25 o 26 años que se llaman Samantha es por Flores robadas en los jardines de Quilmes. Yo me acuerdo cuando se estrenó la película, un día en Mendoza, había no menos de dos o tres minas llorando en el final diciendo: “Usted contó mi historia”. En el fondo, tal vez no es la propia historia. Es la Samantha que hubieran querido ser. Hay gente que tal vez Flores robadas es el único libro que leyó. Después de ese libro, me jodieron. No pude escribir más nada que no fuera comparado con esto. El problema es con el género humano, no es con Samantha, es con los tipos, con el padre de ella, con todos los personajes de la novela, con la tartamuda, con todo. —Salvo Samantha, la mujer está presentada en la casa, con sus hijos, hasta la esposa de Rodolfo es ama de casa. —Sí. —La tartamuda tiene que limpiar, Samantha hace patines con el batón de su madre... “pisotea” el símbolo del ama de casa. —¿Y la que se suicida? —Que le dicen “coqueluche”, que es el nombre de una enfermedad. Todo lo que tiene que ver con la mujer está un poco rebuscado en la novela. —No sé. Tendría que verlo. —Rodolfo dice cosas muy groseras de su propia madre. —Eso lo dice Marinelli. Dice: “Un día de estos voy a tener que cogerme a mi vieja” (se ríe). —Marinelli es el bufón. —Es Marinelli el que le dice a Rodolfo: ¿qué harías si te ofrecieran la reencarnación? —Rodolfo le pregunta eso a Marinelli y Marinelli le contesta “que se la metan en el...”. —Yo no me acuerdo, no la leí más. A la novela ésa no la puedo leer más. —¿Usted está de acuerdo con la idea de que una vez que el autor terminó su novela, de ahí en más ya no puede decir más nada y es labor del lector interpretarla? —Yo conocí escritores insoportables. Tan insoportables que vivían siempre modificando lo que habían escrito y te leían un cambio que habían hecho y te leían un cuento entero. A mí se me puede frecuentar porque no jodo a nadie. Yo no leo más. Yo no puedo leer lo mío anterior. Lo que me interesa es lo que está saliendo ahora. Publico libros que andan muy bien, que son selección de artículos del portal y tengo algunas novelas, pero soy consciente de aquella situación conmigo. El poder cultural es insólito. El poder literario que se puede tener como referente, canónico, como Saramago, Fuentes, viajeros que pontifican donde va, el poder del que yo me aparté. Porque hay un triángulo de poder que pasa por los directores de colecciones de las editoriales, que por lo general escriben, directores de las editoriales que a lo mejor escriben, directores de suplementos, y críticos de suplementos literarios que también seguramente escriben, llevan sus libros a estas colecciones de editoriales y el tercer polo de poder es la universidad, donde también hay escritores que más o menos digitan lo que se publica. Entonces te bendicen o te maldicen y hay una exaltación y una celebración de la literatura de 500 ejemplares, que está hecha para los críticos y deja aparte al lector. Este circuito es lo que otorga prestigio. Yo eso, como no lo tengo, porque yo soy sospechado, condenado, execrado por cuestiones estéticas, si se quiere éticas, por haber sido menemista, embajador de Menem, por no ser de izquierda. Porque si vos no sos de izquierda, aunque no exista la izquierda electoralmente, aunque los tipos no voten a la izquierda, si no pertenecés a la izquierda culturalmente hablando es como si tuvieras un defecto físico. Y sinceramente, muchachos, yo no soy de izquierda. Fui. Y como conozco la izquierda, fui militante de izquierda, di algún cursito de izquierda, es muy difícil que me pongan a mí en una bolsa teórica fácilmente con preceptos. Conozco a la Unión Soviética, conozco a los países socialistas, tengo una cierta cosa... bueno. Todo ese espacio progre de malditos que quieren salir en la tapa del suplemento cultural diciendo que son malditos sé que no lo tengo. Salieron siete libros míos en esta colección y ni un solo suplemento cultural pone una línea, y, si alguno me entrevista, la entrevista es para preguntarme por qué es que no me quieren todos los escritores, un disparate. Razón por la cual gano más plata, la paso mejor, vivo de mi escritura y mi palabra. No puedo publicar mis novelas. Novelas mías se reeditan, pero novelas nuevas... tirar otro libro así para... no, por ahora, por lo menos. —Haber escrito un best-seller durante la dictadura puede ser visto como oportunista. —¿Oportunista? Una novela que se publicó en esa oportunidad... antes hay que escribirla, hay que escribir 300 y pico de ejemplares... después decir que soy oportunista. Ojalá tuviera hoy una novela que tomara directamente la temperatura de la época. ** Mara Favoretto mrog@unimelb.edu.au Investigadora argentina. Es profesora de estudios culturales hispánicos en la Universidad de Melbourne (Australia, http://www.unimelb.edu.au). Licenciada en lengua y doctorándose en filología, ha publicado artículos académicos y diseñado cursos universitarios. Su área de investigación comprende el uso de estrategias retóricas en el discurso de la disidencia bajo condiciones de censura, especialmente la alegoría, la ironía y el simbolismo, durante la dictadura militar (1976-1983) en Argentina. El corpus de su trabajo incluye literatura argentina y las letras del rock nacional, como movimiento de resistencia. Ha recibido becas del gobierno australiano y de la Universidad de Melbourne para estudiar en el extranjero y para cursar sus estudios de doctorado. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Relaciones espacio-temporales ========================================= === en la dramaturgia de José Ignacio Cabrujas Magaly Guerrero ======= (Nota del editor: José Ignacio Cabrujas fue una de las figuras más destacadas del teatro venezolano. Al cumplirse este 21 de octubre trece años de su muerte, la Tierra de Letras ofrece un resumen de la tesis doctoral de la investigadora Magaly Guerrero sobre las relaciones entre el espacio y el tiempo en la obra del escritor. Con este trabajo, Guerrero recibió, el pasado 25 de julio, calificación de sobresaliente cum laude en el Departamento de Filología Española de la Universidad de Oviedo [http://www.uniovi.es]). I. El 21 de octubre José Ignacio Cabrujas cumplirá trece años de haber fallecido. El año 1995 todos los venezolanos quedamos atónitos e impactados por tan lamentable suceso. Noticia muy triste ese domingo en la prensa venezolana. Hasta el día de hoy añoramos esa ausencia, la partida de esa voz crítica que sin duda todavía nos habría hecho reflexionar. Sin embargo, José Ignacio Cabrujas sigue vivo en la memoria de los venezolanos y su arte sigue ofreciendo motivos de reflexión. Desde su primera obra hasta las últimas, la presencia del referente histórico y político es una constante. Para el autor algunas anécdotas de la historia venezolana se tornan emblemáticas de un modo de ser y de concebir el mundo a la manera venezolana. La percepción de ciertos rasgos de pintoresquismo local en la historia, muchas veces desde la cotidianidad, se constituyó en la expresión del dolor, la amargura, el incisivo humor. La ironía y la parodia acuden permanentemente como un necesario exorcismo para desahogar el disgusto, la impotencia, la rabia, el amor por Venezuela. Son dos líneas temáticas integradoras que buscan resaltar algunos aspectos de la identidad sociocultural colectiva e individual del venezolano, aspectos que hemos analizado en la investigación titulada Relaciones espacio-temporales en la dramaturgia de José Ignacio Cabrujas (1). II. En primer lugar, nos centramos en el análisis de la obras comprendidas entre 1965 y 1986, las más publicadas y representadas, a saber: Fiésole (1965), Profundo (1971), El día que me quieras (1976), Acto cultural (1979), El Americano Ilustrado (1981). Con ello nos propusimos establecer unas líneas temáticas y rasgos estilísticos fundamentales que nos permitieran conocer esta dramaturgia más allá de sus implicaciones sociopolíticas o de sus influencias artísticas, que han sido los tópicos más estudiados por la crítica venezolana sobre el autor y su obra. José Ignacio Cabrujas fue un dramaturgo excepcional en el ámbito cultural venezolano. Logró llegar a todo tipo de público a través de la televisión y la prensa, con sus “telenovelas culturales”, programas de opinión y artículos humorísticos en los diarios venezolanos. Fue integrante y fundador de El Nuevo Grupo, conjuntamente con Isaac Chocrón y Román Chalbaud durante veinte años, entre 1968 y 1988, agrupación que significó en la vida cultural venezolana una verdadera escuela de actuación, montaje, producción de obras y creación de un nuevo público para el teatro venezolano. De esa experiencia nacieron las obras que comentaremos en breve. III. Hallar una metodología que nos permitiera analizar las relaciones espaciotemporales desde el texto dramático y el texto espectacular (2) fue uno de los aspectos más difíciles de resolver en esta investigación. Se buscó conciliar la noción semiótica de teatralidad con la de categorías literarias, tomando en consideración la presencia de los elementos ficcionales del texto dramático en los elementos del texto espectacular, referidos a través del diálogo y las didascalias, las matrices textuales de la representatividad o teatralidad según Anne Ubersfeld (3). La noción de teatralidad nos ha permitido revisar algunos aspectos de la posible puesta en escena de las obras analizadas, a través de referencias espaciotemporales como la escenografía, iluminación, vestuario, música, proxémica, gestualidad, en palabras de Tadeusz Kowzan (4), los signos verbales y auditivos presentes en el espectáculo teatral. En otro sentido, a través del estudio de las categorías literarias se analizó el mundo ficcional presente en las obras, esto es, los personajes y sus acciones, en el espaciotiempo en el que están inmersos. Patrice Pavis establece, en su famoso diccionario (5), una diferenciación entre la manifestación de lo dramático y lo escénico, para aludir la complejidad del texto teatral. Esto nos permite simplificar el proceso de análisis en el sentido que engloba dos aspectos esenciales, como la construcción de un mundo ficcional y la referencia a los aspectos escénicos. En este sentido, reflexionar sobre el espacio teatral supuso revisar la compleja red de relaciones terminológicas: el teatro como lugar físico, el teatro como arte de la representación escénica, el espacio teatral, sus categorías de naturaleza distinta: ficcionales, a través del espacio dramático; escénicas, a través de la complejidad del espacio escénico y su tridimensionalidad. Así mismo fue necesario estudiar el tiempo teatral a través de las nociones de tiempo de la representación y el tiempo de lo representado. Ello nos llevó a revisar la vinculación del teatro con la sociedad y el funcionamiento del tiempo teatral dentro de la obra dramática como un ahormante estructural que marca pautas en el espectáculo al regular el fluir de las anécdotas y ritmo del diálogo escénico, entre otros aspectos y puede relacionarse con las vivencias de los personajes, con lo cual se incorporó al análisis la noción de tiempo subjetivo o tiempo interior. La indagación sobre la construcción de mundos ficcionales supuso también revisar aspectos teóricos sobre el personaje teatral y el personaje en la escena, su evolución como máscara (o simulación), sujeto de la acción (Aristóteles), para llegar a ser con el tiempo un carácter, una condición social y moral, hasta constituirse como la representación de una persona con sentimientos y pensamientos. Desde la perspectiva de la lingüística se amplía la visión sobre el personaje teatral al ser considerado como un macrosigno (6) porque en él inciden y se cruzan diferentes referencialidades y funciones. Visualizar al personaje desde el escenario llevó a plantearnos la complejidad del arte de la actuación, a partir de la cual surgen diferentes signos semióticos: voz, gestualidad, proxémica, kinésica, travestimiento, entre otros, puesto que el personaje teatral cobra vida en el escenario a través del comediante. En cuanto a las categorías de las acciones se revisó la acción dramática y la acción desde el punto de vista escénico. Pudo observarse cómo acción y diálogo teatral forman un subsistema de signos que remiten a la tridimensionalidad del espacio escénico y a la corporeidad de los actores, proyectando otro tipo de acción dramática implícita en la representación misma y que en el texto teatral se evidencia en las acotaciones, a través de las referencias sobre la kinésica, gestualidad y proxémica. Los diferentes aspectos enunciados se constituyeron como base para el análisis de las obras de José Ignacio Cabrujas, tomando también en consideración los aspectos contextuales y los pragmáticos: referencias al movimiento teatral venezolano en visión de conjunto y también referencias a la vida y obra del autor. El punto de partida fue analizar la categoría de las acciones para establecer unas primeras observaciones sobre las relaciones espaciotemporales, para lo cual era indispensable conocer el argumento de las obras. En primer lugar, llama la atención la similitud de circunstancias existenciales que viven los personajes de Cabrujas a pesar de las distintas anécdotas de cada obra en particular. Esto nos ha permitido afirmar que la acción básica en las cinco obras analizadas es la ensoñación y la condición de espera de los personajes. Por ello indicamos que son “acciones de estado” en las que los personajes esperan por el gran acontecimiento que cambie sus vidas, en lo material y en lo existencial. Desde el punto de vista de la representación escénica se moviliza el conjunto de acciones y actos propios de la escenificación como las acciones corporales a través del gesto, de la kinésica (7), de la proxémica (8); y las acciones verbales, representadas en el diálogo y modulación de la voz. Puede mencionarse los monólogos del personaje Cosme Paraima en Acto cultural y los recitativos en la obra Fiésole. Otro acto verbal lo constituyen los actos denegativos o denegación (9). Este también es un tipo de discurso característico de la dramaturgia de Cabrujas. Son notables los extravíos de personajes como Pío Miranda en El día que me quieras, de Amadeo Mier en Acto cultural; la renuncia a la vida sacerdotal del personaje Anselmo Lander en la obra El Americano Ilustrado; las quejas de Elvira Ancízar en El día que me quieras, las quejas de Manganzón, en Profundo. Renegar de lo que se es, no querer seguir llevando una vida aburrida y monótona son actos que proponen una toma de conciencia para cambiar y ser honestos consigo mismos. En otro sentido, la incorporación de una gestualidad y proxémica que “dibujan” elementos de identificación con la realidad nacional, proyectan la obra de Cabrujas hacia una visión sobre su país Venezuela con sentido crítico, ironía, humor y sarcasmo. Con respecto a la categoría de los personajes podemos observar un conjunto de personajes característicos que refieren las relaciones espacio-temporales, desde el sujeto individual (morfología) hasta la funcionalidad del personaje, a través de las relaciones actanciales (sintaxis). De esta aproximación inicial surgió un catálogo de treinta y ocho personajes, que permitió observarlos en su condición social primordial y estudiar su variedad, pues no todos tenían la misma funcionalidad y presencia. Encontramos una verdadera gradación de personajes. En primer lugar, los que figuran como representación de la persona, de la subjetividad humana, dando pie para ubicarlos como los personajes en crisis o personajes agónicos por su dolor existencial. Son los personajes asociados al recurso de la denegación y ocuparían, a nuestro parecer, uno de los extremos en un eje que hemos denominado “tensión/distensión dramática”, recurso que permite al autor ir desde la reflexión seria hasta el humor y la parodia. También surgió el grupo de personajes que son representación de una idea o asunto. Aquí se evidenció el grupo de “personajes de referente histórico” y el de los personajes populares que denominamos “iluminados”, aludiendo con ellos su vinculación con la mentalidad mágico-religiosa de los venezolanos. Son los personajes del humor y de la parodia y se ubican en el otro extremo del eje tensión/distensión dramática. A través de este grupo, J. I. Cabrujas ejerce su crítica hacia la historia de Venezuela y prácticas sociales que han aislado al venezolano de un sentido de universalidad y pertenencia al mundo. Con respecto a la teatralidad del personaje se revisó el arte del travestimiento (10) y uso del vestuario. Vestirse-desvestirse no sólo es uno de los recursos escénicos para la caracterización material del personaje, sino que también proyecta, en parte, algunos aspectos de la significación de la obra. Se relaciona con la actitud existencial del personaje, de encubrir su vida, de fingir ante los demás lo que no se es y simular ser otro. Es la gran metáfora: vivir con la máscara puesta. En la estética de Cabrujas, sólo a través de los actos denegativos el personaje recupera su verdad existencial, al despojarse de su máscara social. Al analizar las acciones y los personajes, se impuso también la necesidad de ir estableciendo las primeras relaciones entre categorías. En este sentido, la actitud de los personajes apunta hacia las “acciones de estado”, como indicamos anteriormente. De allí se estableció como acciones básicas en cada tipología de personajes: soñar, desear, esperar. El análisis de las acciones a la luz de la teoría sobre las funciones actanciales (11) reveló la funcionalidad de los personajes. En primer lugar, con respecto a los “personajes en crisis” se detectó que actúan simultáneamente como sujeto y objeto de la acción. Esto se corresponde con las “acciones de estado” en la que los sujetos están en actitud de espera, en actitud contemplativa y las acciones liberadoras ocurren internamente, como una posibilidad, un sueño o deseo. Por su parte, los “personajes de referentes históricos” crean un eje opositivo con respecto a los personajes en crisis. Al ser representativos de una idea o asunto no presentan conflictos ni las características humanas del personaje. Son íconos de las figuras históricas, pero son también la imagen del Estado. Enfatizan la parte conflictiva de los personajes en crisis, esto es, representan los valores del Estado y la sociedad: un juego paródico entre el éxito y el fracaso, evidenciado en la oposición Carlos Gardel/Pío Miranda, personajes de El día que me quieras. La parodia establece también el juego de la ironía en personajes como Guzmán Blanco de El Americano Ilustrado, Marx y Engels de la misma obra; Cristóbal Colón/Amadeo Mier en Acto cultural. En tercer lugar, los personajes populares con vinculación mágico-religiosa, “los iluminados”: en esta función se potencian los roles de ayudantes y oponentes. En la obra Profundo es más notorio el rol de ayudante en la figura de La Franciscana. En el resto de las obras, los personajes religiosos que tradicionalmente son ayudantes, actúan como oponentes, puesto que han perdido la fe. El humor y la parodia surgen del contraste creado por una inversión de valores. El análisis del tiempo se inició determinando los marcos temporales del tiempo de lo representado en las cinco obras analizadas. Remiten a la historia de Venezuela desde la llegada de Cristóbal Colón hasta los años ochenta del siglo XX, en claro diálogo con la historia: represión por la presencia de las guerrillas en Venezuela, evocando los años sesenta con la obra Fiésole, estrenada en 1965. La dictadura perezjimenista, con Profundo (1971) ubicada a finales de los años cincuenta, es el marco externo de la temporalidad de la obra. Luego explora el período del dictador Juan Vicente Gómez a través de dos obras: Acto cultural, que remite el comienzo del período gomecista y la obra El día que me quieras, del año 1979, al final de la dictadura y que coincide con la llegada de Carlos Gardel al país. La obra El Americano Ilustrado (1981) evoca la época del dictador Guzmán Blanco, el iniciador de la modernidad en Venezuela en el siglo XIX. A través de las contradicciones y frustraciones de algunos personajes y las situaciones de enredos, la dramaturgia de Cabrujas cuestiona con humor un proceso histórico, un sistema político y una mentalidad que han amparado el desorden, la corrupción administrativa, el marginamiento del país ante la historia, un estado de frustración permanente en sus habitantes. Tiempo, espacio y personajes se dibujan aquí como esa tríada inevitable, en la que se propicia una manera de ser sólo posible en Venezuela, lugar que perpetúa en el tiempo los errores históricos. En cuanto al tiempo de la representación el análisis arrojó datos sobre la teatralidad de la temporalidad en las obras analizadas. En primer lugar, son notorios los iconos del tiempo, visuales, auditivos y verbales: desde los relojes, en la escenografía, como el reloj Jurghans de la obra El día que me quieras, hasta un “gallo tardío” que “anuncia el extremo de la hora”, en la obra El Americano Ilustrado. A través de ellos podemos ver, escuchar y leer las referencias del tiempo registrado desde el punto de vista de los personajes y de la voz tutorial (12) en las didascalias. También la presencia de íconos verbales que remiten al tiempo: la hora, el día, el momento o minuto, el instante hasta los recuerdos de hace años, datos que acuden permanentemente a la experiencia del diálogo. A nuestro parecer, los íconos del tiempo de naturaleza verbal son semejantes al péndulo de un reloj en el sentido de que por ser tan frecuentes en el discurso de los personajes, en el diálogo, nos indican el avance del tiempo y también el avance de la línea argumental: aniversarios, días especiales, divisiones en el texto, alegorías como Tutankamón, para referirse a todo tipo de anacronismos. Desde el punto de vista de las interrelaciones estructurales de las obras, se observa cómo las acciones quedan configuradas por la temporalidad. La segmentación del argumento atiende un criterio temporal de “avance en el tiempo”. Por ello se visualiza el conjunto de anécdotas básicas a través del recurso de la elipsis, mientras que el resto de la historia será reconstruida por lectores y espectadores de las obras. La división externa en actos y escenas se corresponde con la interrelación acción-tiempo. El concepto temporal de duración también nos llevó a considerar las elipsis o segmentaciones del texto, en función del desarrollo del diálogo teatral y cómo crea un ritmo conversacional semejante a los aires musicales, propiciando el avance de la anécdota con un ritmo y tempo acorde al argumento, progresión del diálogo y la tensión dramática de las distintas obras. Los conceptos de orden, duración y frecuencia, vigentes en la configuración del tiempo y que afectan directamente la estructuración de las acciones marcan en las obras de Cabrujas un estilo muy peculiar al presentar desplazamientos espacio-temporales conocidos como anacronías y heterotopías. Con respecto a las anacronías (13), son frecuentes en las obras analizadas y se corresponden con los personajes en crisis, quienes, por su frustración, viven en una ensoñación y se proyectan imaginativamente fuera del tiempo y del espacio biológico que les es propio, por otro tiempo y lugar con mejores condiciones de vida, ideales. Es el tiempo de la utopía. También es un tiempo intemporal, sin cronologías, subjetivo, psicológico, interior. En otro sentido, cuando revisamos las heterotopías (14) comprobamos que se ratifica el cuestionamiento que hace el autor sobre Venezuela como un lugar donde son posibles las incongruencias y todo lo que es disímil. La heterotopía es un recurso que facilita la visión crítica sobre la historia y la política venezolana. Se corresponde con los personajes de referente histórico, a través de los cuales se muestran los aspectos negativos del país. Entra en consonancia con la parodia, la ironía, el humor cuestionador. Con ello se introduce en las obras los efectos de extrañamiento o distanciamiento (15), lo que propicia una toma de conciencia hacia la historia del país. Finalmente, se revisó el espacio dramático en las obras analizadas, para observar la configuración de los diferentes lugares, ya como espacios privados: el ámbito de la casa, con sus dormitorios, sala, cocina, patio. Espacios públicos como la celda, la calle, la Casa Presidencial, la Casa de la Cultura. La delimitación del espacio ha permitido revisar algunos aspectos simbólicos como, por ejemplo, las oposiciones espaciales de lo “abierto y lo cerrado”; “dentro/fuera”; lo “privado y lo público”, y a través de las vectorizaciones que ocurren en el espacio escénico, la relación “alto/bajo” (16), relaciones de horizontalidad y profundidad, entre otros. Cabe mencionar también que en las obras hay espacios a manera de extraescena como las calles de la ciudad de Caracas, en donde aparecen los personajes de referente histórico. Desde el punto de vista del espacio escénico, los elementos de la tridimensionalidad reconstruyen una puesta en escena cercana al neocostumbrismo debido a la ambientación que remite a distintos períodos históricos, propiciando el proceso de identificación del lector y del espectador. A su vez, prepara el camino para introducir los elementos del extrañamiento tanto en lo escénico como en lo temático, por el contraste creado entre los elementos verosímiles de las obras y los nuevos de la desautomatización, inverosímiles. Con ello se logra la parodia de las figuras históricas y se cuestiona la presencia o ausencia de ideologías como el comunismo a través de figuras históricas, Marx y Engels, identificados como “los alemanes del ferrocarril”, por ejemplo. La presencia de los objetos en el escenario amplifica la significación indicial e icónica por la capacidad de metaforización y simbolización del espacio. En este punto cobran relevancia las distintas relaciones espaciales como la oposición dentro/fuera, muy vinculada con la oposición abierto/cerrado, por la implicación del entrar y del salir a través de lo que está abierto y viceversa. Los objetos ocultos son semejantes a los deseos ocultos. Se corresponde con la actitud de mirarse hacia dentro, y develar la verdad de sí mismo. Esta correlación de instancias espaciales crea en las obras de Cabrujas metáforas del existir como el simbólico viaje interior que supone un develar lo escondido, un acto de desplazamiento de la mirada hacia dentro, como una manera de ilustrar desde la escena la mirada interna, el conocimiento de sí mismo a través de los objetos que los personajes extraen ya de una caja-cueva, como en Fiésole o el sable, bandera barril-hueco en Profundo, la maleta de Pío Miranda con la bandera del comunismo. Hay necesidad de mostrarlos a través de un acto liberador, puesto que los personajes de las obras de Cabrujas, aunque se encuentren en situación de espera, desean salir y cambiar de vida. En otro sentido, se planteó la necesidad de revisar, aparte del conjunto, las obras El Americano Ilustrado y Acto cultural, debido a la particularidad de alternar los espacios: lo abierto y lo cerrado, lo privado y lo público. Así, en El Americano Ilustrado se alterna los íntimos momentos hogareños con la vida pública, con lo cual se crea situaciones caóticas que traen a la obra el recurso del disparate, la ironía, la parodia, el humor sarcástico, en claro cuestionamiento a la historia de Venezuela. Por su parte, la obra Acto cultural actualiza la técnica del teatro dentro del teatro ya que el espacio de la ficción representada es también un escenario. Allí se devela en público la soledad y tristeza de seis personajes que desean realizar un acto cultural. A través de la parodia del descubrimiento de América se muestra al público la frustración de los personajes, su caos interior. Con ello se manifiesta la heterotopía, con elementos históricos que resultan disímiles al unirse la subjetividad de los personajes de la primera obra con los personajes históricos de la segunda obra, representada por los personajes de la primera. El espacio de los dos escenarios, el local real y el ficticio del acto cultural muestra la necesidad de revisarse internamente, de rescatar la identidad personal y cultural. En el conjunto de las cinco obras analizadas, las relaciones espacio-temporales apuntan hacia una exploración del pasado y del presente de los venezolanos y de los latinoamericanos. Adentrarse en la historia para entender las claves de los tiempos presentes signados por el disparate, el desorden, la identidad extraviada. Toda la dramaturgia de José Ignacio Cabrujas aparece en el panorama de la dramática venezolana como una obra que recoge los sueños, las ilusiones, las frustraciones y equívocos de un continente que debe recomenzar por mirar hacia atrás y entender el porqué del hoy, de lo que somos ante la historia y de lo que cada individuo en particular busca, tratando de encajar y de encontrar un lugar digno para sí, como nación y como individuo. Notas 1. Tesis doctoral presentada y discutida el 22 de julio del presente año en el Departamento de Filología Española de la Universidad de Oviedo (España). 2. Conceptos semióticos que remiten a la complejidad del texto teatral, verdadero reto de análisis a los investigadores. 3. Anne Ubersfeld (1993). Semiótica teatral. Madrid:Cátedra, Universidad De Murcia, col. Signo e imagen; p. 16. 4. Tadeusz Kowzan (1966, 1992). “El signo en el teatro. Introducción a la semiología del arte del espectáculo”. En: El teatro y su crisis actual. 3ª ed., Caracas:Monte Ávila. 5. Patrice Pavis (1998). Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. 9ª edición revisada y ampliada. Barcelona:Paidós, Col. Comunicación, 10 [Jaume Melendres, trad.]. 6. Ana Isabel Romero Sire (1998). “El personaje dramático como enunciado y como enunciación”. En: Theatralia II. Revista de Teoría de Teatro. Vigo (España), Facultad de Humanidades, Departamento de Traducción Lingüística y Teoría de la Literatura, Área de Teoría de la Literatura; Capítulo IV, “El Personaje desde la Pragmática de la Literatura”; pp.213-248. 7. Expresión del rostro. 8. Relaciones de cercanía o lejanía entre los personajes. Implica los diferentes desplazamientos a través del escenario como si se tratase de una “coreografía” de la vida cotidiana. 9. Acto verbal de motivación interna compleja en la que se afirma a través de la negación. 10. En el sentido de Gerard Genette en: (1989) Palimpsestos. La literatura en segundo grado. Madrid: Taurus, col.Persiles, 95, serie Teoría y Crítica [Cecilia Fernández Prieto, trad.]. 11. La semiótica teatral estudia al personaje teatral tomando en cuenta las funciones actanciales estudiadas por los formalistas rusos y J. Greimas, en los aspectos morfológicos y sintácticos del mundo ficcional creado con medios escénicos. 12. Término técnico que remite a la presencia textual del autor en la didascalia o acotación del texto teatral. Puede equiparársele a la noción de voz narrativa de los relatos y de las novelas. 13. Gerard Genette (1972,1989). Figuras III. Barcelona:Lumen, Colección dirigida por Antonio Vilanova [Carlos Manzano, trad.]. 14. Michael Foucault (1974). Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas. 6ª ed., México:Siglo Veintiuno [Elsa Cecilia Frost, trad.]. 15. Bertolt Brecht describe dos procesos en la relación obra-público: los procesos de identificación del público con la obra y los procesos de distanciamiento del mismo, debido a una toma de conciencia (hecho ideológico) frente al espectáculo teatral y la realidad representada que bien podría llevarle a una toma de conciencia con respecto al planteamiento implícito en la obra y espectáculo teatral. 16. Mieke Bal (1985). Teoría de la narrativa (una introducción a la narratología). Madrid:Cátedra, Col. Crítica y Estudios Literarios [Javier Franco, trad.]. ** Magaly Guerrero guemagaly@gmail.com Investigadora venezolana (Barquisimeto, Lara; 1954). Licenciada en Letras, mención literatura venezolana e hispanoamericana, en la Universidad de Los Andes (http://www.ula.ve). Magíster en literatura venezolana en la Universidad de Carabobo (2003, http://www.uc.edu.ve). Ha realizado estudios de postgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (http://www.usb.ve; 1987-1989). Doctora en filología española por la Universidad de Oviedo (http://www.uniovi.es, 2008). Es profesora de literatura venezolana e hispanoamericana en el Núcleo Sucre de la Universidad de Oriente (http://www.sucre.udo.edu.ve). Ha impartido clases de literatura del Caribe y un seminario de teatro venezolano. === Marinetti y el futurismo: ============================================= === el discurso de la antitemporalidad continua Jhoerson Yagmour ===== El tiempo, como noúmeno intangible, ha sido, a través de la historia, un elemento que indudablemente ha inquietado al hombre en la búsqueda de su ubicación ontológica dentro del cosmos. El tratamiento filosófico en cuanto a consideraciones temporales se refiere, es tan antiguo como lo es cualquier otra interrogante metafísica. De hecho es posible trazar una línea histórica que nos remontaría a un génesis temático desde la civilización griega con Anaximandro (610 a.C -545 a.C), Platón (c. 428-c. 347 a.C.) y Aristóteles (384-322 a.C.), quienes buscaban establecer una concepción temporal como ordenadora del cosmos, devenir cíclico y propiciatoria del movimiento (medido por la conciencia), respectivamente. Luego, Agustín de Hipona (354-430), con su eterno presente; Newton (1642-1727), con su aplicación al mecanicismo; Kant (1859-1941), con su definición que responde a la intuición pura o trascendental de la sensibilidad y, finalmente, los filósofos modernos como Bergson (1859-1941), Heidegger (1889-1976), que atribuyeron nociones intrasensoriales a la temporalidad; entre otros. Pero lo que interesa a la presente revisión no es un avalúo temático temporal de deliberaciones sobre el tiempo. El interés radica en apreciar cómo las inquietudes universales son resemantizadas en creaciones artísticas; y en este caso cómo las concepciones temporales afectan a la creación de un código estético, en un movimiento literario delimitado. Si llevamos la concepción filosófica del tiempo a un plano de yuxtaposición textual, conseguimos diferenciar dos niveles de aplicabilidad. Por un lado, el tratamiento del tiempo como temática de lo contado, y por otra parte, las disposiciones temporales a nivel discursivo en la configuración del relato. Es en este último nivel, el que corresponde al discurso, el que será nexo entre la visión de temporalidad y el movimiento literario de “vanguardia”. El futurismo, como planteamiento estético, abarcó dentro de sus ramificaciones artísticas a la literatura. F. T. Marinetti (1876-1944) le dio vida al mismo en 1909 con la publicación del primer manifiesto futurista. Posteriormente, en 1912, publicó el Manifiesto técnico de la literatura futurista, el cual establecía ciertos parámetros conceptuales en correlación con la ideología del movimiento. Entre otras cosas, se proponía una reestructuración de los cánones de belleza: “Un automóvil de carreras con su capó adornado de gruesos tubos semejantes a serpientes de aliento explosivo..., un automóvil rugiente que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia”. Además de un “prescindir” ontológico de lo previo, que propone unas nociones de tiempo/espacio desligadas de lo anterior: “El Tiempo y el Espacio murieron Ayer. Nosotros ya vivimos en lo absoluto, pues hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente”. Esta rebelión ante lo clásico, la preferencia por la velocidad y el impulso hacia el anarquismo, tuvo, lógicamente, repercusiones en lo que a construcción literaria se refiere. ¿Cómo estuvieron dadas en términos de estética literaria? Antes de contestar esto, puede señalarse que, si trasladamos las nociones temporales a la escritura, encontramos que en las relaciones sintácticas está expreso un microcosmos de temporalidad, el cual está delimitado, en su mayoría, por la configuración tanto sintagmática como paradigmática del ordenamiento de los tiempos verbales. Es por esta razón que, en el caso de la obra literaria, las voces narrativas y su perpetuación o cambio, dentro de un mismo o varios planos temporales, nos indicará las nociones de temporalidad desde el discurso. En el caso de los futuristas, plantean las siguientes nociones a este respecto: 1. Es necesario destruir la sintaxis, disponiendo los sustantivos al azar, tal como nacen. 2. Se debe usar el verbo en infinitivo para que se adapte elásticamente al sustantivo y no lo someta al yo del escritor que observa o imagina. El verbo en infinitivo puede sólo dar el sentido de la continuidad de la vida y la elasticidad de la intuición que la percibe (extracto del Manifiesto técnico de la literatura futurista). La destrucción de la sintaxis debe ser vista como producto de una refracción temporal intencionada, más que una simple rebelión anticlasicista. Los futuristas encuentran al movimiento y la velocidad como los aspectos aprehensibles del tiempo, pues para ellos el pasado no existe, lo que importa es el futuro tecnológico, al que la máquina dotará de dinamismo y movimiento. Ahora bien, el rompimiento de la sintaxis, junto con la colocación de verbos en infinitivo, demuestran la búsqueda de una antitemporalidad, pues el modo verbal en infinitivo no delimita una temporalidad determinada, sino que más bien expresa una continuidad, un movimiento constante. Es por eso que la no temporalidad propia del infinitivo (que en los casos gramaticales depende del verbo conjugado para la adecuación de un tiempo específico) es idónea ante una proposición textual que desdeña el pasado, y que a su vez busca dinamismo en la prosecución de sus enunciados. Esto guarda estrecha conexión con la noción de continuidad, pues conjugar los tiempos verbales implica desde ese preciso momento enmarcar un plano temporal dentro del discurso, es decir, un tiempo expreso. Esto, desde la perspectiva de la recepción, de la lectura, trae indudables consecuencias, las cuales sólo pueden ser unificadas en relación con los demás aspectos de construcción literaria propuesto por los futuristas con la intención de lograr esa “velocidad”. Es entonces posible afirmar que la ruptura de la sintaxis, más la elisión de preposiciones, conjunciones y signos de puntuación, propician que el texto futurista sea leído como una ráfaga de analogías e imágenes continuas, sin pausa, siendo éstas las consecuencias de la ruptura sintáctico-temporal; lo cual añade cierto dinamismo de imágenes sucesivas, y a la vez acciones infinitivas, imposibles de catalogar dentro de un plano temporal definido. Ejemplo de lo expuesto puede encontrarse en la mayoría de la producción futurista, sin embargo podemos hacerlo notar con mayor especificidad en un texto del mismo Marinetti, llamado “Bombardeo”, el cual se encuentra dentro de la compilación publicada en 1914 denominada Zang Tumb Tumb: Cada 5 segundos cañones de asedio despancijar espacio con un compás tam-tuuumb amotinamiento de 500 ecos para tarascarlo desmenuzarlo desparramarlo sin fin en el centro de esos tam-tuuumb despanzurrados (amplitud 50 kilómetros cuadrados) saltar estallidos cortes puños baterías tiro rápido Violencia fiereza regularidad ese bajo grave pautar los extraños locos alborotadísimos agudos de la batalla Furia agobio. Es la temporalidad nula, o antitemporalidad sintáctica, la gran “marca” estética que posibilita la continuidad del texto, pero más allá de una simple avalancha de imágenes visuales y sonoras, destacamos que la concepción temporal futurista está directamente enlazada con su producción literaria, en tanto que el mecanismo de expresión poética estuvo en concordancia con la visión filosófica del tiempo que propusieron. La antitemporalidad no sólo fue abordada desde el plano temático, sino que además actuó como mecanismo configurador en las disposiciones temporales a nivel léxico, morfosintáctico y hasta fonético. Referencias 1. García, P. (s/f). Bombardamento, F. T. Marinetti [versión digital] disponible en: http://www.saltana.org/1/docar/0419.html [consulta: marzo 2007]. 2. Sarmiento, J. (1912). Manifiesto técnico de la literatura futurista [versión digital] disponible en: http://www.uclm.es/artesonoro/FtMARINETI/html/manitec.html [consulta: marzo 2007]. 3. Yépez, H. (2006). El manifiesto futurista (1909) por Filippo Tommaso Marinetti. [versión digital] disponible en: http://abbrr.com/9ye [consulta: marzo 2007]. ** Jhoerson Yagmour jhoerson50@hotmail.com Escritor venezolano (Caracas, 1987). Reside en La Victoria (Aragua). Perteneció al taller Senderos Literarios (2002-2004). Es estudiante preparador de las cátedras de introducción a la literatura y análisis literario en el Instituto Pedagógico Rafael Alberto Escobar Lara de Maracay (http://www.ipmar.upel.edu.ve), donde cursa estudios de pregrado. y actualmente al Taller Literario José Adames en la Universidad Pedagógica El Libertador (Maracay, http://www.upel.edu.ve). Ha sido ponente en diversos eventos de lingüística y literatura a nivel nacional y regional. En 2007 fue ganador del Concurso Nacional de Minicuentos “Los Desiertos del Ángel” (Maracay) con el texto “Espirales”. Es actualmente organizador de las Jornadas Trivium, evento interdisciplinario que reúne a diversos expertos en literatura, lingüística y filosofía. === Los indígenas de Chiapas y el enmascaramiento ========================= === como forma de tener un rostro Magaly Acosta Oviedo =============== Para caracterizar a los zapatistas, es imprescindible hacer referencia a un elemento que los distingue e identifica plenamente: el pasamontañas. Los integrantes de las comunidades insurgentes cubren su rostro con el pasamontañas a fin de no ser identificados por el ejército, los grupos paramilitares o los latifundistas, logrando, de esta manera, no sólo proteger su identidad sino, además, un efecto mediático. Jung escribe: “El que va hacia sí mismo corre el riesgo de encontrarse consigo mismo. El espejo no favorece, muestra con fidelidad la figura que en él se mira, nos hace ver ese rostro que nunca mostramos al mundo, porque lo cubrimos con la persona, la máscara del actor”. En el caso de los zapatistas, esa misma utilización de la máscara correspondería a la adopción de un registro, de un tono, de un estilo, para justificar, desde dentro, el universo representado por un discurso narrativo, que pretende ser un referente moral. El Subcomandante Marcos construye múltiples máscaras que se encarga de exhibir mediante el corpus de narraciones que crea: posdatas, relatos míticos, ensayos, comunicados o declaraciones de principios. Jean Baudrillard afirma que las máscaras tenían en la antigüedad un poder sacrificial y absorbían la identidad de los actores, pero también la de los espectadores provocando, con ello “una especie de vértigo”. En El laberinto de la soledad, Octavio Paz, al referirse a las máscaras, señala que ellas equivalen a simular, a inventar y aparentar como una forma de eludir la condición del ser mexicano, puesto que quien disimula no representa sino que desea volverse invisible. Mientras, Cirlot dice que “la función de la máscara es servir de aliada de la transformación de la personalidad para lo misterioso o para lo vergonzoso”. Y es que la máscara puede revelar un poder mágico capaz de proteger a quien la porta, pero a su vez, entrañar peligros. La máscara es mediadora entre dos fuerzas, desempeña una función social, catártica, es un espectáculo a través del cual las personas pueden tomar conciencia de su lugar en el universo, ver su vida y su muerte inscritas en un drama colectivo que le otorga sentido. León-Portilla, a propósito del rostro de las cosas, señala que los nahuas describían al hombre como “el dueño de un rostro y de un corazón” y sus maestros tenían la misión de hacer aparecer en los seres humanos una cara, mientras que ponerles un espejo delante era volverlos sabios, que corresponde al concepto náhuatl de educación o neixtlamachiliztli (“la acción de hacer sabios los rostros de la gente”). Este símbolo implicaría que los hombres y las mujeres deben encontrar ese semblante que les dé un lugar, un sentido propio dentro del mundo. Subcomandante Marcos, al adoptar estos registros, está intentando colocar frente a cada uno de los mexicanos y mexicanas un espejo a través del cual puedan encontrar su verdadero rostro, aquel que los vincule a los otros y a sí mismos. Los indígenas, que durante mucho tiempo fueron invisibles para el resto de la sociedad, convertidos en zapatistas, se nombran a través del discurso del Subcomandante Marcos: se construyen a partir de la negación, son “los sin nombre y sin rostro”, se definen a partir de la carencia “los extranjeros en la propia tierra (...), los despojados de la historia, los sin patria y sin mañana” y, definiéndose de esa manera, mirándose en ese espejo que Marcos dice “somos todos”, plantean una alternativa a esa violencia estructural que representa una teoría a la que se pretende erigir en verdad incuestionable y que no es más que una pura ficción, la abstracción de un modelo económico al que los zapatistas definen o identifican como “el poder, ése que hoy se viste mundialmente con el nombre de neoliberalismo” y cuyo orden excluyente los ha empujado a la ruptura de las estructuras imperantes y que los obliga a considerarse a sí mismos como “transgresores de la injusticia”. Así, indígenas y no indígenas se encuentran, pues ese hacerse sabios con un espejo frente al rostro constituye una forma de encontrar algunas de las respuestas a las preguntas que se han planteado con la aparición del zapatismo, aquellas interrogantes que aluden a la viabilidad y construcción de un proyecto que pueda servir para generar una revolución moral al interior de la sociedad mexicana inmersa en un modelo económico que la restringe. Marcos recurre al humor y la ironía, es decir, al “discurso en el cual existe una diferencia entre lo que se dice literalmente y aquello que verdaderamente se quería decir” para elaborar muchos de sus textos, un recurso que emplea con el objetivo de establecer una verdad, a la parodia, a diversos registros y prácticas discursivas, los cruces temporales (tiempo histórico/tiempo mítico) y culturales (mundo indígena/mundo no indígena). Marcos toma todos estos textos, los deconstruye y envía a través de los medios de comunicación, es decir, que son textos multidireccionales, tanto por el punto de recepción, como por la forma en que se organiza el discurso. Y tal como los intercambios materiales se mundializan, ocurre lo mismo con los símbolos, porque si las técnicas de la información progresan y contribuyen a la movilidad de los capitales financieros, por qué no utilizar esas mismas técnicas y colocarlas al servicio de una causa, menos rentable en términos de ganancia económica, pero en todo caso más ética. Es una guerra de símbolos antes que una guerra convencional donde llevan todas las de perder, pero a través de los símbolos, recurriendo a ellos, el zapatismo demuestra una vez más su capacidad para adaptarse y reinventarse; de allí que uno de sus personajes, el escarabajo Durito, sea un símbolo de la renovación. Este es el mecanismo que han descubierto para no desaparecer. Y, finalmente, porque planteando el retorno o, más bien, una búsqueda en el origen, en lo mítico, pero también en su historia, de la cual tienen conciencia y memoria, no hacen sino “avanzar retrocediendo”. El EZLN dice querer desaparecer como organización de lucha armada y no aspirar al poder y, paradojalmente, pone en el tapete de la discusión, la política nacional y el poder, aunque, según Marcos, los zapatistas no desean ser beneficiarios de la revolución sino contribuir a ella; además, es poco usual que los indígenas en cualquier parte de América Latina aspiren al poder político; la aspiración, en todo caso, apunta a que el EZLN contribuya a la autonomía indígena, al reconocimiento de los derechos culturales de los pueblos originarios. Cuando los zapatistas, en la voz de la Comandante Esther, dicen: “Nunca más un México sin nosotros”, están expresando su anhelo, convicción y decisión de constituirse en sujetos partícipes del México contemporáneo. De esta forma, la escritura del Subcomandante Insurgente Marcos, un ejemplo de la cual serían las “Declaraciones de la Selva Lacandona”, se erigiría en una nueva forma de lenguaje político-literario con sustrato occidental e indígena el cual plantea una utopía. Marcos, a través de la forma de elaborar, de construir su discurso, recupera y reivindica la palabra o las palabras, pues a través de “la reminiscencia de lo viejo, de sintagmas nominales ya conocidos, adquieren nuevo valor” con una estética marcada por el carácter poético, en los cuales despliega sus estrategias y mecanismos de resistencia, los que emplea para hacer frente a los discursos hegemónicos. ** Magaly Acosta Oviedo maovalparaiso@yahoo.com Periodista y escritora chilena (Valparaíso, 1966). Reside en Venezuela. Ha trabajado como comunicadora social y actualmente escribe guiones para programas de televisión educativa. Ha publicado el poemario Mare Nostrum (2001) y el ensayo Discursos de poder y antipoder: México y el zapatismo (2008). ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Poemas Paula Ramos *** Dos relatos Omelino Bermúdez *** Imagos sobre una mujer desnuda Fernando Vargas Valencia *** Desde arriba Enrique Vásquez Valladares *** Poemas Eduardo Pepper *** Claves para un descubrimiento Gaspar Jover Polo *** los niños de japón (extractos) Alejandra Correa *** La Dama Blanca Gabriela Ballesteros *** Poemas Paúl Cevallos Zambrano *** No somos impermeables Raúl Harper *** Poemas Ana Aguilar *** El secreto Olivia Vicente Sánchez *** Poemas Susana del Rosal *** La traición de Julia Alma Rosa Tapia *** La deriva del hombre (extractos) Pedro Sevylla de Juana *** Los diarios de Lem. Doctor Paracelso Carlos Montuenga *** El seleccionado Pilar Ana Toloana Artola === Poemas Paula Ramos =============================================== :: 1 son placebos a modo de palabras, deslindes, escondrijos como cambiar el cauce de un signo y derivar la evidencia de lo implícito entre enaguas horadando las piedras a la fugacidad del incendio de un cuerpo entrando en gravedad :: 2 un color más frágil que el secreto de la siesta instituye el espejismo / la hendidura en la escena foránea y perenne libidinal e inamovible en desliz verte y volver modos de andar por los trapecios :: 3 La ventana avanza hasta el decir. Lo purpúreo nos ronda como buitre. Asoma una tiza —paranoias cruzando la frontera— y te dibuja. :: 4 variaciones del estanque rastros del simbólico aparato del turquesa una estridencia: la tormenta cruzando la frontera de la lengua prohibida en la boca la pulpa de un paracaídas que va a abrirse / o no :: 5 A cada paso, lloro. Freno. Sigo. Lloro. Si me preguntan, digo Veo-veo ¿Qué ves? Una cosa ¿Y cómo es? Maravillosa. Siempre igual, desde chiquita: el lagrimal llegando antes que yo a percibir [lo que no alcanzo a descifrar en el lenguaje. No me creas las palabras. Estoy en ese impulso de viento entre los ojos. :: 6 los alguaciles la sobremesa el chorro de agua no pasa más que el día ...entre las tazas una niña descalza dice que no con un gesto silba un tren que va al interior y el otro se va ** Paula Ramos aerofanias@yahoo.com.ar Escritora argentina (Buenos Aires, 1980). Estudió comunicación social en la Universidad de Buenos Aires (UBA, http://www.uba.ar). Actualmente coordina talleres literarios y mantiene una bitácora personal en http://espacioparafumadores.blogspot.com. === Dos relatos Omelino Bermúdez ===================================== *** La diosa del maíz Al entrar a la casa, Raquel, la empleada de la señora que me renta el sótano, me saludo con la cordialidad de su naturaleza y su sonrisa de diosa del maíz. Pero en su sonrisa se escondió una leve burla como de satisfacción cuando me dijo: —Mire, le llego algo en el correo. Esta allí sobre la mesa. —Si no fuera por las compañías de teléfonos, la verdad diría que no existo para nadie —le dije a guisa de broma. Volvió a mostrar sus lindos dientes blancos y parejos que le resaltaban más por el contraste de su piel canela. El sobre que me había llegado tenía la balanza de la justicia y después la inscripción Juzgado Municipal de Fort Lee, Estados Unidos de América. Me eché a reír. —Lo que es la burocracia, vea Raquel. Enviarme un citatorio para presentarme en el juzgado, cuando yo no he cometido ningún delito. A usted le consta que ya sólo me falta vender mole los domingos para sólo pasármela del trabajo a la casa. Raquel se echó una buena carcajada y en verdad creí que ella era la reencarnación de la diosa del maíz. —A propósito, Raquel, ¿leyó el cuento que le di? —al tiempo que guardaba el sobre en la mochila en donde siempre llevo los libros para leer en el tren rumbo al trabajo. —Sí y por poco me encuentra la señora leyéndolo. —¡Ah! No se preocupe, si la echan del trabajo al menos ya ha contribuido para la causa. Además no va a negar usted que yo podría ser un buen escritor. —¿La verdad? —me dijo. —Sí, la verdad —le dije sacando valor para enfrentarme a esa verdad. —Ummm —dijo y se quedó pensando—, se defiende. Ahí más o menos. —Más le vale, porque el último que me dijo que yo no podría ser un buen escritor no vivió para contarlo. Ella se quedó riendo y yo me despedí chiflando la canción que se joda el juez de la corte de Fort Lee. Mientras le gritaba a Raquel desde las escaleras que conducen al sótano, que iría a escribir un cuento que traía en mente. “Bueno”, me contestó sin mucho entusiasmo. Y me atreví a decirle: “Este la va a impresionar más que el primero”. Ya no me respondió. Una vez en el sótano abrí el sobre. Quien lo escribió no gustaba de la retórica o quería ahorrar tinta porque el mensaje era corto: Presentarse tal día, tal fecha, tas, tas, y punto. Se me hizo raro. Pensé contratar un abogado, pero con el mínimo que me pagan no me alcanzaría ni para pagarle quince minutos a estos buenos ladronazos del oficio. Hice lo que tenía que hacer: Tiré el sobre a la basura y me autodeclaré inocente de todo cargo presentado en mi contra, y sentí que la justicia había triunfado de nuevo. Ese día escribí un cuento donde elogiaba a un buen amigo que nunca me lo agradeció y amenazaba a Cervantes en sobrepasarlo. Con ese cuento me pareció que Balzac me quedaba chico y García Márquez no daba la talla. En fin que me sentí el escritor más grande del mundo invencible en su talento y en su clase y a punto estuve de salir a la calle corriendo como un loco y gritando: ¡Vengan a ver a este genio de las letras! ¡Fenómeno de la literatura y azote de los escribidores! Pero me contuve, hay secretos que a veces se inventan y que deben llevarse hasta la tumba. Pasaron los días, y a las dos semanas me llegó otro citatorio del juzgado. Donde el no tan retórico redactor de tales notas parecía que se había enojado conmigo sin conocerme. Amenazando de tan bonita manera que de no presentarme procederían al arresto donde quiera que me encontraran. No tuve más que presentarme ante el juez luciendo mis mejores trapos y mis mejores zapatos carcomidos de la suela. Al fin conocería a quien diablos se le ocurriría demandarme. El juez empezó la sesión con dos o tres martillazos que dio con fuerza sobre un retazo de madera. Pensé que ese mismo día había tenido problemas con su vieja porque se veía mal encarado. Después dijo: “Que empiece la sesión y que pase el demandante” El policía se apresuro a traer a quien me acusaba. Apareció Raquel con su sonrisa de diosa del maíz y que debería pasar a la historia como la sonrisa más bella mostrada en un litigio. —Bien —dijo el juez—. ¿De qué se le acusa al ciudadano Omelino Bermúdez? —ya le iba a corregir al juez y decirle que ni tan siquiera era residente mucho menos ciudadano, pero me contuve, porque nunca he sido fanático de la deportación. Raquel empezó su acusación sin decir agua va y a bocajarro dijo: —Yo acuso al ciudadano Omelino Bermúdez de escribir mal, muy mal su señoría. Hace un mes más o menos me dio a leer uno de sus dichosos cuentos que en vez de reírme como él pretendía me dio coraje, por lo mal redactado y las incongruencias del argumento. Su señoría, este individuo que tiene frente a usted es un farsante, sus ficciones no son ficciones, son burla de la ficción, historias faltas de convicción e increíbles, y de todas estas contrariedades, aparte del coraje que me dio, me derivó un dolor de estómago que me mandó al hospital junto con un dolor de cabeza que hasta este momento no ha cesado. La señora que me emplea me sorprendió leyendo esa “magna obra” —lo dijo con toda la mala intención del mundo, lo intuí— que amenazó con quitarme el trabajo y me hizo trabajar dos horas extra porque no me creyó que sólo había tomado cinco minutos para leerlo. Sé que no viene al caso, su señoría, pero yo soy una persona estudiada, egresada universitaria y sé de lo que hablo. Aparte la humillación a que es sometida una como mujer, porque su cuento aparte de todo apoya el machismo poniendo en desventaja a nosotras las mujeres, es irreverente puesto que este señor cree que uno es una ignorante. Es por su culpa que casi pierdo el trabajo y usted no sabe lo que me ha costado conseguirlo. —Tiene prueba —preguntó el juez. —Sí, aquí está —dijo Raquel dándole al policía dos hojas tamaño carta. El juez empezó a ver el mismo cuento al que yo había hecho referencia a Raquel el primer día que me llegó el citatorio. El juez se acicaló mejor los lentes y se limitó a leer mientras emitía un “ummm”. Después de leerlo el juez le dijo a Raquel que no había necesidad que continuara. Mi nombre en el papel era más que suficiente y se atrevió a emitir su juicio literario, resaltando que aparte del mal argumento que utilizaba en la historia mi forma de escribir no le gustaba porque había pasado de moda hacía no sé cuánto tiempo sin mencionar lo retórico, y se lució con la palabra ripiosidad que no era lo mismo que redundancia según dijo y que tampoco tenía nada que ver con la retórica que era harina de otro costal. Después para hacer más insólito mi caso no me dio derecho a defenderme y emitió su juicio. Libertad bajo palabra —dijo—, seis meses a trabajos comunitarios y la multa de noventa días correspondiente a salario mínimo. Sólo alcancé a decir: —Su señoría (por no decir se enseñoría conmigo viejo rabo verde). Creo que si me manda a la silla eléctrica me iría mejor. —En el estado de New Jersey existe la pena de muerte pero no contamos con la silla eléctrica —dijo de forma sarcástica. —No, pues si con eso que un calorcito y se chinga la luz hasta en New York, para qué correr riesgos con los condenados, la ley debe asegurarse que queden bien muertos no importa que sean inocentes. —¿Qué ha dicho usted, ciudadano? —Absolutamente nada, que continúe usted por favor su señoría que ya veo tiene estilo hasta para condenar. Y así lo hizo: Estará usted libre bajo palabra y bajo fianza y le condeno a continuar escribiendo como se debe, no ridiculeces como éstas, dijo blandiendo lo que consideraba mi mejor cuento en el aire y ante los presentes que esperaban sus respectivos juicios; y lo absolveré hasta cuando usted escriba como Cervantes, Shakespeare, Balzac, Joyce, Ernest Hemingway, etc. —en ese momento volví a pensar que los jueces no son tan brutos como siempre me habían parecido. Y como si hubiera adivinado mis pensamientos dijo: “Porque los magistrados somos hombres instruidos”. Y su condena no finiquita en lo antes enunciado; tendrá usted que presentarse cada semana con una historia nueva y de no haber mejorado con respecto a la semana anterior lo enviaré derecho a la cárcel y si ya se ha instituido la silla eléctrica en nuestro estado, pues me aseguraré que lo incineren. Y allí terminó el juicio y agradeció a Raquel el haberme denunciado. “Porque por ciudadanos como este que se creen la reencarnación de nuestros grandes escritores es por eso que nuestras librerías están llenan de best-sellers”. Mi caso se dio por terminado con un aplauso del público que me mandó a casa como perro apaleado. Días después vi a Raquel y me dijo: —Ya ve, para qué anda de mentiroso, si no escribiera tanta mentira mal contada nada le hubiera pasado. Desde entonces estoy obligado a escribir, y mi colección de cuentos respecto a los halagos que se deben dar a un juez que lo condena a uno por escribir mal, va en aumento. De eso ya han pasado diez años y el juez cada semana sólo se limita a su quejumbroso “ummm” y lo peor es que Cervantes y Shakespeare junto con el Balzac y Hemingway, todos los días se van de pesca y nunca los puedo alcanzar, sólo vislumbro el movimiento de sus manos que se despiden muy allá adentro del mar con una sonrisota de burla que parecen payasos de feria, así que no dejándome otra salida recurro a la vieja costumbre mexicana, termino por recordarles a la autora de sus días con un ademán con el brazo y el antebrazo. *** Historia de tren A Ruby Arvizu, por el sueño Me subí al tren, y la memoria repite y repite como un tango en rockola, los recuerdos. En la calle 125 se subió una señora, llevaba puesto un abrigo de piel. De acuerdo a los parámetros de lo que manejo como estética femenina, la seño en cuestión no era fea ni era linda, era agradable. Yo iba practicando la mano con el lápiz caligráfico: haciendo unas gárgolas y tratando de recordar cómo se hacían esos nudos célticos. La seño me abordó con un elogio a lo que estaba haciendo: —Eres una persona muy talentosa —me lo dijo en inglés con acento de Brooklyn. Cosa poco usual en New York. Nadie habla en el tren y menos para decirle lo talentoso que uno es. No tenía ganas de hablar para esas horas, tenía ganas de llorar. Como dice Jaime Sabines, cuando uno tiene ganas de llorar llora sólo con mencionar la palabra “excusado”. Y yo quería decir excusado y ponerme a llorar. Después me preguntó dónde había aprendido, y le dije que era un autodidacta. No dije más, sin embargo insistía en hablar. Para no hacer el cuento largo al final me dijo: —Quiero que me hagas un favor. ¿Te gustaría venir conmigo a casa? —se le dibujó en el rostro esa sonrisa candorosa con que las mujeres podrían abrir hasta las piedras (existe una estadística que casi en un 99% siempre lo logran). Me sentí tentado a ir con ella, empujado por mi instinto de macho. Quise levantarme pero no me sentía seguro de mis piernas, el alcohol había empezado a hacer su efecto en el semi abstemio que soy y la tristeza de no ver a mi familia y haber cumplido doce años, el 28 de noviembre, en otro país que no era el mío, me punzaba el corazón. La vi, sonreí con cierta sorna. Me preguntaba cómo aquella mujer estaba invitando a un hombre desconocido a su casa, y sobre todo a un hombre que no es un Adonis ni tiene los argumentos suficientes para creerse ser un objeto sexual en cualquier circunstancia, y menos a las 12 de la noche cuando vas cansado del trabajo y acabas de salir de la cocina con olor a aceite rancio, llevas unas copas encima y vas despeinado y lo único que te representa como persona decente es un par de zapatos desgastados de tanto usarlos, que te regaló un amigo que cumplió el sueño de regresarse a México. —Entonces, ¿vamos? —me volvió a decir. No pude contestar porque dos lagrimones me traicionaron en el momento preciso. Ella había tomado la confianza para llamarme baby (What’s going on baby, me dijo). Y yo estaba en ese estado confuso en que te estás reponiendo del golpe que te propina la realidad, la realidad acompañada de incredulidad porque crees que nunca te pudo haber sucedido algo así y no sabes ni cómo debes actuar. Porque la verdad nunca estás preparado para enfrentarte a la realidad de New York cuando te asalta a quemarropa. Los pensamientos se han de haber ahogado en el alcohol. No me paré, no dije nada. Hasta que pasados unos minutos me vino a la mente la historia esa del hombre que se despertó con una cuchillada en el costado, metido en la tina de baño llena de hielo y sin sus intestinos. No era mi deseo obtener 15 minutos de fama que otorgan los tabloides de la ciudad al día siguiente en casos como esos. Quería ir al trabajo al día siguiente antes que estar en una tina de baño llena de hielo. Desistí. —No sabes lo que te pierdes —me dijo—, pero por si te arrepientes aquí está mi tarjeta de presentación por si te decides a llamarme. Es de notar que a la una de la madrugada son pocos los usuarios de trenes que se suben después de la calle 125. Es la primera vez que siento miedo de estar a solas con una mujer. No sé dónde se bajó, lo que sí me acuerdo es que cuando salió del tren se paró en el andén y pude verla por la ventanilla. Se abrió el abrigo y entonces vi que no llevaba absolutamente nada. Todo al descubierto como he pensado que deberían andar todas las mujeres en la calle cuando no hace frío. Era demasiado tarde para ir tras ella. El subterráneo ya arrancaba. La seguí viendo a través de la ventanilla hasta que ya no fue posible y sentí el temor que la canica del ojo se me fuera a voltear cual si fuera un bizco. Y aquí estoy hoy sentado en la mesa donde escribo todas las noches, tratando de paliar el frío del sótano donde vivo y enfundado en ese chaquetón que usaba anoche, tratando de rearmar toda esa historia que dudo haya sido verdad, acariciando a intervalos la tarjeta de presentación que guardo en el bolsillo y tamborileando los dedos sobre el papel esperando que den las once... ** Omelino Bermúdez becao@aol.com Escritor mexicano (1975). Reside en New York (EUA). === Imagos sobre una mujer desnuda Fernando Vargas Valencia ========== (A Lorena desnuda, tempestad de fuego) I. No soy hijo de los dioses. No he sido el héroe que soñó la tempestad. Sólo he sido testigo de los silencios desprendidos del lamento. Aprendí a descifrar los interregnos del grito. Soy criatura de fuego, síntesis de glaciares soñados por Agamenón. Cuando los dánaos robaban el sueño a los héroes, yo te soñaba en silencio. La imagen penetrante de tus músicas circulares despertaba en mis miembros la paz que la historia me ha negado. Supuse que eras una diosa y lloré por la precariedad y el insomnio. Recorrí los laberintos de la Era, buscándote en la mirada de los hombres, en los juegos de las mujeres y sus hijos. Estabas en lo más profundo de mi yo solitario. Me acompañabas con un Eros que sólo podía explicarme en soledad. Luego me dijeron que estabas más cerca de lo que había soñado. Surqué el infierno en todas sus versiones, posibilidad imposible de encontrarte. Dante y Virgilio me ofrecían su extrañeza a cada paso. Tú eras la poesía y la amada. Eras la negación del tiempo. El poeta me decía que al infierno se llega cuando se ama. Te fui buscando en caminos torpes, Los cuerpos de los fantasmas eran mi más humana pesquisa. Tú seguías bailando a la espera de mis tambores órficos. Luego vinieron los tiempos en los que un tal Sancho Panza fue nombrado gobernador de la aldea donde quise pernoctar el insomnio de tu ausencia. Sus juicios me anticiparon la ruptura con las geometrías y la posibilidad infinita de tenerte a mi lado. Yo te soñé desde antes de mi nacimiento, bailarina del silencio. Yo te busqué en los fantasmas de un pasado que insistía en disiparte. He aprendido la felicidad en tus vuelos. Eres ajena a la esclavitud de la lógica. Estás en la urdimbre sencilla de la imagen y en la era imaginaria en la que seremos libres. La libertad está en tus gestos de mujer que se estremece con el tambor, con la percusión de los dioses redentores. Estás en el delirio de Simón y en la gota de tinta de Martí. Fuiste soñada en las rebeldías de los comuneros. Los campesinos me hablaron de ti al paso galopante del futuro. Te he presentido desde el recuerdo del mañana que me sostiene testarudo y admirado, gozoso porque esta tempestad al fin es nuestra. II. Totalidad transparente, negación del insomnio, llegaste transportada por una imagen que prometía la claridad. Anulaste el tiempo con tu mestizaje revelador. Mis aguijones te elevaron a la más alta cumbre de la sangre, y victoriosa, enredaste tus movimientos de mariposa herida al calor irradiante de los cielos protectores. Cada cual lleva en su memoria Una versión del cielo que le ofrece la convicción íntima de estar en casa. Mi errancia me llevó a creer que la orfandad era mi signo y mi destino. Pero mi hogar está en tu cuerpo. En tus movimientos de tempestad simultánea y sucesiva, discontinua y desgarrada. Violencia emancipadora, tus gestos atacaron las fauces inconclusas de mi misterio, de mi contradicción más pura. La soledad siempre fue tu única rival. Supiste jugar con ella, amarrarla a puertos incendiados por la derrota inconmensurable de nuestro cansancio. Estar cansado del mundo es herirte con mi desesperada ansiedad de lograr compartirte mis claridades difusas, mis más íntimos secretos. Unidad silenciosa que en su sencillez irradiante jugaba a presentárseme en fragmentos, eras el sueño y la promesa, eras la muerte del tiempo. Sólo tú supiste descifrar los signos de la carne del espejo. No hay sombra que te disipe. Mi cuerpo es ahora territorio de emancipaciones. Juego a tatuar el agua en las aristas de tu ceremonia y en la pureza de tu sueño, duermo el insomnio que dejamos olvidados en fragmentaciones que ya no nos pertenecen. III. Hay horas en las que también eres nostalgia. Nostalgia de tu cuerpo recién entregado. Ruptura con los principios torpes del tiempo que se disipa en los espasmos de tierra y polvo que juguetean en tu vientre. Observo la desnudez de tu silencio y desearía ser apenas un espectador de tu aliento, un testigo torturado de tus escapatorias. No me lo permites. Siempre estás queriendo que sea comandante de ejércitos que te van poblando con el signo del sudor y la lágrima. Te dejas desgarrar con la violencia desbordada de quien ha visto la muerte y en su trance desea estar vivo. No me das tiempo para averiar mi condición de solitario, te cuelgas de mi soledad con la agilidad de la serpiente y ya me tienes sostenido por la claridad de tu noche. Estamos en alguna esquina y ya deseas despertar mis bríos, a pesar de los señores oscuros, de los asesinos y los farsantes. Toda tú eres un rito convocante. Soy un iniciado de tu magia. Después de ti, la nada incapaz del conjuro y de los giros libertarios de tu nostalgia. IV. El incendio sin ceniza. El recuerdo que se sostiene de la imagen en la que el fuego sigue vigente. Atraviésame el polvo en las arterias averiadas. Cura las heridas que el tiempo ha trazado en círculos animales de inútil clarividencia. Hazme saber la barbarie en la que mis palabras holgazanas han servido para el proyecto de la nada. Recuérdame que mi carne no es más que el presagio del cadáver y del fósil cuando está alejada de tu carne. Incéndiame la sangre con tus bailes inoportunos. Desgárrame en tu orgasmo. No permitas que deje de atravesarte el cuerpo con mis tedios saboreados desde la breve proporción de ritmos que me ha concedido la eternidad. No vayas a creer que mi silencio es un canto. Tú eres el canto y la historia. Mi silencio es la cobardía que me invade de momento. No dejes nunca de ser mi extravío, la imagen de una edad en la que la libertad consiste en ser calcinado por el otro, en sostener la delicia y el éxtasis en el diálogo, utopía cruel que se debate entre la emanación y la sorpresa. El fuego es también la conciencia de la precariedad. No dejes de atizar mis hogueras diminutas con el golpe de claridad que son tus miembros derrotando con sus teas furiosas la oscuridad de mis miembros. Habré de ser la conciencia del fuego que me ofreces en la desnudez urgente de tu cuerpo. Habremos de ser más impuros que la tempestad que presagiamos. El incendio de nuestro amor habrá de sobrevivir a la ceniza que somos. Por él, es que seremos eternos. Aunque estemos hechos de mortalidad, habremos de desafiarnos en nuestra entrega, aunque seamos polvo y olvido, algo, íntimo y apenas nuestro, dejará el incendiado rastro de nuestra desnudez inextinguible. ** Fernando Vargas Valencia fvarva@yahoo.com Poeta colombiano (Bogotá, 1984). Abogado egresado de la Universidad Externado de Colombia (http://www.uexternado.edu.co). Auxiliar de investigación en sociología jurídica en el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de dicha universidad (http://www.uexternado.edu.co/derecho/e-interdisciplinarios). Tiene estudios en literatura y sociología. Es tutor en programas de formación docente en el área de cultura de la palabra y creación literaria. Ganador de varios concursos. Director de la revista poética Fata Morgana. Incluido en varias antologías de nueva poesía hispanoamericana en Perú, España y Cuba. Invitado a varios encuentros nacionales e internacionales de poesía en Colombia, Brasil y México. Mantiene una bitácora personal en http://almiprieto.blogspot.com. === Desde arriba Enrique Vásquez Valladares ========================== No hagas eso, me da pena, le dije. Ulises sonrió. Nunca había tenido problemas para deshacerse de las cosas viejas. Para mí, sin embargo, no resultó tan fácil. Debe ser ese tonto afecto que uno va tomándole a lo inservible, a tanta cosa inútil a las que sin querer nos acostumbramos. Ulises es mi hermano. Ulises y yo fuimos criados por nuestros abuelos. Un buen día papá y mamá se fueron a Europa, de segunda luna de miel dijeron, y nunca más supimos de ellos. Supongo que a estas alturas ya deben tener residencia selenita. Por esa razón crecimos con Zoraida y Enrique, mis abuelos. Mi abuelo Enrique era un tipo muy agrio, un árbol viejo, cansado, de esos que no dan flores ni echan sombra; mi abuela Zoraida, una viejita llena de arrugas, de huesos contrahechos y manchas en la piel, sin encantos. Nunca nos engrieron, por lo menos a mí jamás me regalaron una caricia. Con Ulises en cambio demostraron alguna debilidad. Una vez incluso, el abuelo le hizo un regalo. Ahí creo que empezó todo. Se trató de un camión de bomberos, de esos con sirena y escaleras, de los que funcionan a pilas y cuando chocan retroceden para enmendar su rumbo. Supongo que Ulises, niño aún, apenas de cuatro años, se sorprendió al ver el regalo. Recuerdo que lo miró, deshizo fundas y cajas y lo tomó inmutable entre sus manos. Fue la primera vez que vi sonreír al abuelo, la última también. Ulises tomó el auto en sus manitos y asomando por el balcón de la terraza (vivíamos en el piso catorce de un edificio de Miraflores) lo dejó caer. Un sol rojo en caída libre, certero, vertiginoso, radiante. El abuelo no lo entendió. En un inicio yo tampoco. Supuse que se había tratado de un accidente, un resbalón, un mal movimiento entre sus manos. No fue así. Su rostro, ajeno y satisfecho, negó esa posibilidad. Había sido adrede. Sintió placer, lo noté, y confieso que yo también lo sentí. Un desconocido e inevitable placer que acompañó al camioncito de bomberos en su primera y última travesía. Ya destrozado, en mil pedazos, puntitos rojos sobre la acera, poco nos importó su destino. Los dos, sin embargo, disfrutamos de esa caída libre. Ulises dibujó una risa laxa, de éxito, de paz interior. Supongo que yo practiqué una igual. Nunca más mi abuelo nos regaló nada. Desde esa vez, por no contrariarlo, evitamos soltar cosas desde la terraza. Por lo menos cosas nuevas. La verdad es que queríamos al viejo. De no ser por eso, Ulises y yo hubiésemos dejado caer tantas cosas... Eran deseos incontrolables. A veces nos mirábamos a escondidas y con señas muy nuestras, movimientos de cejas, de labios, señalábamos los ceniceros o las vajillas recién compradas. Pero no cedíamos a la tentación. ¡Es tan cruel vivir reprimido! Y no lo hacíamos por el abuelo. Desde que sucedió lo del camioncito de bomberos, nos quedó claro que no podíamos deshacernos de los objetos nuevos sin razón alguna; como si no tuvieran sentido, como si no costaran dinero. Un día, Ulises y yo decidimos empezar a lanzar objetos a espaldas del abuelo. Cosas viejas, inútiles, esas que nadie extraña. Soltábamos mamilas olvidadas, frascos usados de colonia, zapatos inservibles. Nadie lo notaba. Era placentero dejar caer algo desde esa altura, la verticalidad imperfecta, esa extraña línea tergiversada por el viento, el destello multicolor del impacto seco contra el cemento. Fue así que empezamos a deshacernos de un sinfín de vejestorios de la casa. Un domingo el abuelo murió. Ya sufría mucho y se le veía permanentemente malhumorado. Su ausencia nos dio mayor libertad. Ulises y yo éramos adolescentes y ya dejábamos caer desde la terraza cosas de mayor volumen. Como en todo arte, la perfección se alcanza progresivamente. Primero sartenes, planchas, el extractor de jugos, luego sillas, equipos de radio, un televisor en blanco y negro, viejo, viejo, viejo. Ulises dejaba caer lo más pesado, yo por mi contextura, me encargaba de las cosas ligeras. Memorables tardes en el balcón, los objetos empequeñeciendo, silbando en su lejanía, fuegos artificiales al contacto con la acera. Algunos vecinos no supieron entendernos. Cierta vez un policía se apareció en la casa. Venía acompañado de un anciano que aseguraba haber visto caer a menos de un metro suyo un colchón de dos plazas y una descolorida mesa de noche. Incluso presentó una denuncia en la comisaría. No le hicieron caso. Viejo loco, pensaron. Y es que nosotros, por supuesto, negamos todo. Y no sólo nosotros, la abuela también lo negó todo. Pobre abuela. Ya estaba ciega y sorda y no se enteraba de nada. Aun así siempre estuvo de nuestro lado. Creía firmemente en sus nietos, en especial en Ulises, su preferido. En ese sentido tuvimos suerte. Quizá por eso me encariñé tanto con la vieja. Siempre confió en nosotros. Siempre. Incluso cuando Ulises la llevó cargada a la terraza. A tomar sol, le alcanzó a decir. ** Enrique Vásquez Valladares e.vasquez@melbat.com Escritor peruano (1959). Reside en Surco. Se dedica a los negocios en la industria eléctrica. Ha publicado el libro de relatos El narrador y la mujer más feliz del mundo (Edit. San Marcos, Lima, 2003) y la novela Atardeceres perros y veranos sin ti (Edit. San Marcos, Lima, 2004). === Poemas Eduardo Pepper ============================================ Tú, la hacedora Habrás de construir un velero Que vaya hacia el último equinoccio Verás nuevas tribus, otros rostros, otros reinos (Pero también ellos allá morirán por las servidumbres) Danzarás una elegía venida de los infiernos Encontrarás el cielo Mi última desdicha === Perfección del asco Anatomía de una pesadilla que terminó en algún vientre Lobo que aulló mi nombre regresando del infierno Nadie escuchó mis pasos Y eliminé a todos mis enemigos con mi sonrisa envenenada Era yo el que poseía la droga La última canción compuesta en una escala turbia de silencios y aruños [acompasados Todos estábamos hechos para el culto a los fantasmas Fue culpa de sus manos Que alguna vez estremecieron mis entrañas en un cuarto sucio de hotel Ahora tan sólo es el vestigio de un deseo próximo al odio y la venganza Ella moría por mi angustia Ella morirá algún día en mis terrores === Un relámpago de carne en todo el espanto Esta maldición de antaño que supura Este sucio destino que han escrito los dioses. === Todo se llena de presencias Pájaros nadando en el frío oscuro de la muerte Mi grito que sobrevuela el mar Infecto Irredimible === Voy camino a la luz En manos de un mendigo ciego Allá estará mi padre revolcándose en su último rencor Al verme hará un silencio una mueca de desprecio —Te he visto llegar derrotado— me dice Y un puñal sin memoria atravesará mi historia ** Eduardo Pepper edpepper_9@hotmail.com Escritor venezolano (Isnotú, Trujillo, 1983). Reside desde niño en el estado Zulia. Cursa el noveno semestre de letras hispanoamericanas en la Universidad del Zulia (LUZ, http://www.luz.edu.ve) y trabaja como profesor de literatura en el Liceo Nacional “Dr. Raúl Cuenca” de Ciudad Ojeda (Zulia). En 2006 obtuvo el primer lugar en el género cuento del I Concurso “La Grapa Literaria”, auspiciado por la Escuela de Letras y Ediluz. En 2007 recibió la mención honorífica “Andrés Mariño Palacios” en el género poesía en el V Premio Regional de Literatura del Estado Zulia. === Claves para un descubrimiento Gaspar Jover Polo ================== —En la tienda hay un forastero —dijo el doctor Almore a sus parroquianos con el tono severo que le caracterizaba dentro y fuera de la consulta. Y era verdad que, aunque nuestro pequeño pueblo no es un camino de paso, había entrado un desconocido, un hombre extraño sin que se supiera por dónde o de dónde. Llamaba la atención porque su color de su piel y su físico parecían corrientes, pero resultaba todo lo contrario el atuendo con el que se cubría. El curioso forastero venía vestido como de carnaval: iba cubierto por un sombrero de ala ancha y un traje de vivo color añil que no le llegaba hasta los tobillos, por donde asomaban dos alas pequeñas de cartón, dos alitas como de juguete. Y era también verdad que, como un mercurio de broma, andaba sin elevarse —uno más entre nosotros— por el centro de la tienda y que observaba con morosidad las mercancías puestas a su disposición. Fuimos varios vecinos a ver la novedad hasta que, de pronto, cuando estuvo fuera del edificio, el forastero flotó levemente y se posó en el centro de la calle; a continuación, voló un poco más alto en dirección al centro del descampado. Nuestra aldea es pequeña, muy pequeña, y, como, aparte de unas cuantas casas de planta baja agrupadas en torno a la plaza, todo es campo —todo lo que se puede ver por los alrededores—, el corto vuelo había alejado a la criatura. El doctor Almore también fue un forastero que despertó nuestra curiosidad el día en que apareció por primera vez. Fue hace diez o doce años que vino para establecerse como médico del pueblo, como el único médico que hemos tenido y que posiblemente tendremos. Los dos casos tenían en común lo inesperado de su llegada y el misterio de su repentino interés por nuestra localidad. La criatura volaba y, a pesar de la velocidad, las alas anchas de su sombrero seguían rígidas en la misma postura y, por debajo del pantalón, asomaban de la misma manera las pequeñas alitas pero en pleno movimiento. El traje añil, ligeramente ondulado por la brisa, aterrizó igualmente impecable cuando puso los dos pies en la tierra. Sólo el doctor lo siguió corriendo con gran interés; mientras un grupo de niños que jugaba por allí a comerse la fruta y a subirse a los árboles frutales se ponía a hablar con el desconocido. El hombre extraño se inclinó y dejó varios objetos relucientes sobre el suelo húmedo. Luego, desapareció con un nuevo salto que lo trasladó al otro lado de una loma. Al parecer, no podía dar más que vuelos cortos. Nadie se asomó a la calle en esos precisos instantes en los que el doctor salía muy ligero de la tienda, subía al auto y se desplazaba dando graves bocinazos para alertar a la población. Los niños pudieron repartirse una sortija para cada uno. Fue el doctor el primero que llegó e intentó apartarlos de los brillantes objetos, pero todos a la vez se alejaron a la carrera hasta quedar fuera de su alcance. Saltaron la zanja y doblaron la esquina de los cobertizos hasta el campo que queda a la espalda de las casas, y ese mismo trozo de tierra se puso de color morado, y toda la hierba crecida como consecuencia de las últimas lluvias y también los árboles cambiaron de aspecto inmediatamente. El grupo infantil se quedó quieto, muy quieto; ya no se les oía reír. Sus pequeños dedos siguieron brillando con el intenso resplandor de la sorpresa y, entonces, los pájaros bajaron para posarse sobre las frentes inmaculadas y también pálidas; y aunque quisieron desentumecerlos, sus cuerpos se quedaron para siempre ateridos, rígidos, tan en silencio como si se tratase de estatuas. Nadie quería creer en el fabuloso fenómeno que nos había traído el infortunio. Los niños jugaban por casualidad a la salida de clase y, de repente... Todos los pájaros se detenían por allí, sobre las copas bajas de los árboles frutales y miraban codiciosos los destellos y las lágrimas congeladas en los rostros petrificados. Sin duda que el doctor Almore había llegado hasta nosotros buscando algo muy especial, una creencia, un norte, tal vez algo así como una razón de ser; había asimilado nuestras costumbres pero seguía buscando. Así que, por la noche, se acercó hasta el cerro por donde había traspuesto la aparición que tanto mal nos había hecho. Subió unos metros deprisa hasta que sintió que perdía fuelle. Se abrió paso con ímpetu por entre la espesa maraña sin querer que lo acompañaran otros vecinos. A un lado y otro, oyó ruidos que lo desasosegaban pues la agitación de los animales silvestres crece al anochecer. Es ese un espacio con gran densidad de roedores, de conejos y liebres y con numerosas zarzas, y tuvo que salvar además una especie de gavilla que cruzaba el camino, más bien el estrecho sendero, la trocha algo más accesible que el resto de la ladera. Y cuando creyó estar en lo alto, no era tal, sino que, a la derecha, se elevaba una nueva pendiente de parecidas dificultades. El doctor Almore esperaba encontrar al otro lado algún nuevo milagro; pero al otro lado de ¿qué? Él era el único doctor en muchos kilómetros y tenía en este caserío su residencia habitual. Puede que fuese el elegido pues nadie más había observado el prodigio en toda su secuencia; tampoco el último salto mágico por encima de la loma. Desde la aldea, la colina no parece una altura demasiado importante pero, más lejos, incluso más arriba, otra zona de fuerte pendiente se elevaba sobre su cabeza y le ponía la ascensión imposible: una sobre la otra, las sucesivas elevaciones del terreno parecían dirigirse hacia la máxima altura del cielo. Los árboles y los arbustos se interponían hasta que la densidad de formas le resultó desesperante. Almore se paró; pareció recapacitar. Más tarde nos contó que, en la oscuridad de la noche, había creído encontrar el lugar donde se esconde el Altísimo o, por lo menos, la auténtica imagen de Dios. Se sentía pletórico porque estaba afrontando la aventura con éxito, pero la noche era ya tan cerrada que decidió volver sobre sus pasos para que el descenso le resultara menos difícil. Tomó impulso, retrocedió. Las piedras sueltas eran lo más peligroso ya que se desprendían continuamente. Comenzó a bajar como si deseara alcanzar cuanto antes la base del montículo, corriendo de un modo frenético, sin causa justificada, como si el miedo le hubiera afectado alguna de sus facultades mentales. Se movía poseído por el afán de llegar cuanto antes al mismo tiempo que exclamaba “Hay un extraño en la tienda” con grandes voces. Hablaba solo mientras saltaba las zarazas y salvaba los pronunciados desniveles. Estaba realmente emocionado cuando llegó a la aldea y nos contó que Dios tenía sin duda el aspecto de las pendientes que se superponían por encima de la primera ladera, que tenía también la imagen de la noche estrellada con todas sus constelaciones; la del arroyo que corre en dirección al prado e incluso la de las casas del pueblo agrupadas en forma de cucurucho. Había comprendido que todo, todo lo que se puede observar desde nuestra modesta aldea y desde mucho más lejos, desde cualquier superficie planetaria, tiene una luz especial porque es la luz de la cara de Dios. Que ese era su rostro concreto y que ya era hora de que cesaran todas las especulaciones y las averiguaciones. Nos dijo que debían cesar todas las especulaciones de los hombres, de las mujeres y de los niños sobre esta cuestión básica pues la aparición de la criatura voladora le había enseñado el camino. Hablaba con gran entusiasmo, sin pausas, de las circunstancias extraordinarias que habían rodeado ese día y esa noche. No podía parar de explicar cómo había llegado a ese fundamental descubrimiento. ** Gaspar Jover Polo joverpolo@hotmail.com Escritor español (Alicante, 1961). Profesor de lengua y literatura. Cuentos suyos han aparecido en revistas digitales y en publicaciones impresas de su provincia. Tiene inéditas, también, varias novelas. === los niños de japón (extractos) Alejandra Correa ================== 1. En japón los niños fingimos infancia un largo acto escolar para quienes nos piden que juguemos en la ladera de una montaña nevada donde los perros nos acechan con sus ojos de muerto ¡jueguen! —ordenan ¡canten sus canciones! quieren que soñemos una ciudad de huesos entre los cuerpos podridos de una enorme fosa 2. Volaré esta noche sobre mi pueblo en busca de indicios o señales como lo hice entonces cabalgando corrientes de aire tibio y sin nudos seré la brisa blanca piel de garza en la última lluvia en ese tejido inocente de nabos y de orquídeas lanzaré sortilegios sobre invisibles destinos escritos en la nada para volver atrás las horas y las muertes hasta que tus brazos me acunen para siempre sin tortura 3. De los niños de japón la que se arrodilla entre los cristales del último estallido vean ahora mi carne florecida azaleas entre los pliegues de mi vestido soy una digna dama desangrándome como una virgen rota ** Alejandra Correa alejandracorrea@yahoo.com.ar Escritora argentino-uruguaya (1965). Ha publicado los poemarios Río Partido, El grito y Donde olvido mi nombre. === La Dama Blanca Gabriela Ballesteros ============================== Vivir con miedo de salir a la calle, sin ganas de ver a la gente, con el recelo de ser vista, perseguida, hallada. Vivir encerrada y al mismo tiempo libre, sin hogar ni patria, pero atada, ceñida a las labores absurdas e infinitas de la existencia mundana. Vivir elevada, al máximo posible, a cualidad de ser abstracto, deforme, quimérico. Ser y no ser nada. O serlo todo: vacío, desesperación, soledad, ignominia, desvelo, pasión, miseria y desdén. Estar y no estar, ser ave y ser paja, aguja, nido, huevo, semilla, rama. Pesadez. Una lápida. Tenderse sobre la cama en soledad y soñar con compañía. Escapar de la rutina con alaridos de placer, estar mirando el techo en busca de un rincón más placentero, dudar a veces de que uno es el que fornica y sin embargo serlo en el instante mismo en que lo penetran. Puta. Divina. Puta. Mierda. Amable. Azúcar. Zalamera. Cruel. Puta. Mórbida puta... Recorrer los caminos de ida y vuelta siempre vistos, nunca aprendidos, huidos y sin embargo hallados todo el tiempo, como si las piedras se pusieran prestas ante nuestro camino, para hacernos tropezar. Estoy de nuevo sobre la carretera que me trajo a tus desvelos, espiando cada rincón de tu añoranza, buscando el ritmo de tus pasos para ponerme frente a ellos. Me detengo a la sombra de un árbol inmenso, me confundo con sus ramas, con sus huecos retorcidos y quemados por un rayo que hace años lo dejó medio muerto. Mi cara, mitad rosa y mitad espanto, se desnuda ante los ojos de los perros, y se muestra tal cual es. Bienvenida, parecen decir sus lomos encrespados; maldita, lárgate, me aúllan, me ladran, me persiguen. Me divierte verlos morderse el rabo que solaces tocan mis manos inexistentes. Vuelo por los tejados, me deslizo entre las sombras y por debajo de las camas, buscando, hurgando, robando, manipulando. Me atrae la idea que tienen los infantes de mi vida, y por eso les hago compañía en las noches de lluvia. Aparezco en la neblina, con las gotas del rocío, en el reflejo de los charcos. Huele a tierra húmeda, y mi cabellera recorre las mejillas, entumeciéndolas hasta los huesos, que se quiebran y crepitan hasta disolverse en un punzar de oídos. Canto. Te canto. A ti, que humedeces tus labios en actitud circunspecta, como esperando que no te haga daño. No ves que no puedo hacerte más del que tú te haces. Amaneciendo, entre las once y las tres de la madrugada, mis pies livianos e inexistentes recorren las calles de tu colonia. He visto naufragar las pesadillas de los niños en los rincones más prohibidos, ahí donde ni las aves de mal agüero se atreven a poner sus nidos, donde ni los reptiles más nefastos se dignan a poner su rastro. Ahí donde tú, cuando llegas a pasar, pasas rápido y sin mirar, ahí donde va a parar todo lo que no les sirve a los humanos. A veces también llegan a caer deseos, sueños vagos de añoranza y felicidad. Esos, que son los más loables que pudieran tener los niños, son alimento para aves carroñeras. Halcones, fénix, tecolotes, harpías, cuervos, grifos, se sacan los ojos por bebérselos, los desgarran hasta hacerlos jirones, y se van, en el cielo de la noche, a devorarlos a lado de las estrellas. Yo, que los acompaño a veces, me puedo robar de vez en cuando tus recuerdos. Vivo de ti, de tu miedo, de tu soledad, de tu nostalgia, que me hace cada vez más presente y fuerte, más dulce y cruel. Más Muerte. ** Gabriela Ballesteros sahumeri@hotmail.com Escritora mexicana (México, DF, 1977). Estudió letras latinoamericanas en la Universidad Autónoma del Estado de México (http://www.uaemex.mx). Es egresada de la Primera Generación de la Escuela de Escritores de Metepec de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem, http://www.sogem.org.mx). Ha colaborado en diversas publicaciones periódicas, entre las que destacan La Colmena (http://www.uaemex.mx/plin/colmena), Castálida, El espejo de la Tinta, Cambio, El Águila y Portal. El Instituto Mexiquense de Cultura (IMC, http://www.edomexico.gob.mx/imc) editó su novela Historias de entrecasa y caza, escrita bajo el auspicio del Fondo para la Cultura y las Artes del Estado de México en su emisión 1998-1999. Posteriormente fue becaria en tres ocasiones más de la mencionada institución: 2003, con el proyecto Mi casa soy yo: Cotidiano femenino en el hogar (novela); 2004, con Yo veo, yo leo, yo cuento lo que veo: Iniciación infantil a la narrativa (cuento ilustrado), y 2005, con A cuatro paredes: cuentos y obras de teatro para hacer en casa (cuento y teatro infantil). Actualmente se dedica a la docencia y a la promoción independiente de la literatura y la lectura. === Poemas Paúl Cevallos Zambrano ==================================== *** Jardín A la orilla de un grito amanece la flor última devorando el cielo mis dioses mis estrellas. En el rocío permanece apenas un principio: la cola diminuta del tiempo escurriéndose en los dedos un viejo perfume en busca de piel. === Tanteo en mi almohada un aliento pero sólo quedan huellas de mi sueño —o el nuestro. Y cuando al fin creo tenerte cerca, a punto de tomarte entre mis párpados amanece un sol ciego y vuelvo a dormir, como siempre entre ojos abiertos. === *** Etát second La lámpara gotea imperceptible mariposas que se detienen a beber la delatan. La noche callada tras la ventana guardándose toda en una sola estrella Los astros son playas y mi cara la orilla en que despierto entre paredes con sabor a luz El único testimonio es el sueño La única historia ** Paúl Cevallos Zambrano paulcez18@gmail.com Escritor venezolano (Caracas, 1984). Cursa estudios en el Instituto Pedagógico de Caracas (http://www.ipc.upel.edu.ve). === No somos impermeables Raúl Harper ================================ Una noche andando por la ciudad, las luces atravesadas por la lluvia y mi mente distorsionada por una mirada... —Todo lo que tengo en el bolsillo son cinco mil pesos —le digo al taxista. —Yo lo acerco lo que más pueda —responde secamente—. Después permanece un largo rato en silencio. Lo primero que vi fueron sus ojos. Yo sabía que la iba a reconocer por ellos y no por otra cosa. Estaba seguro que eran hermosos por sus fotografías, pero si te digo la verdad, no había belleza comparable a ver esa mirada en un ambiente real. Eran de esos ojos verdes que nunca dejas de ver ni cuando duermes. —Es usted actor, ¿no es cierto? —pregunta el hombre. —Antes. Ahora soy comerciante —respondo. —Es que a mí esposa usted le gustaba. —¿Quiere un autógrafo? El hombre me observa con seriedad a través del retrovisor y añade: —Le gustaba como hombre, no como actor, ¿entiende? Eso cabrea a cualquier esposo. —Es sólo eso que llaman sex appeal de la fama. Como ve soy un tipo bastante normal. Sonríe sarcásticamente, con desprecio, casi como si me odiara. Expele maldad por cada uno de sus poros. —Siempre quise encontrármelo. A solas. Decirle que toda la vida me he sentido jodido por gente como usted —continúa. —Si quiere me bajo en esta misma esquina —le digo nerviosamente. Me muestra sus dientes inmundos y vuelve a callar. Tiene un aspecto grasoso, rechoncho y repulsivo. Sus feromonas deben ser usadas como repelente para insectos. Las personas son elementos de nuestra soledad. No quería incomodarla mirándola muy fijamente, sólo deseaba guardar esa perfección con claridad en mi memoria, porque por mucho tenía una hora. Sólo ese tiempo podía darme. Después vendría su olvido y mi eternidad. Nos saludamos y me presenté con el nombre de uno de los personajes que había interpretado en una novela. Quise no ser yo para permanecer siempre en ella. No sé cómo más explicarlo; yo mismo no lo comprendo muy bien. La invité a un café. El hombre conduce por la avenida del río. Alrededor, calles solitarias y empantanadas por una lluvia pretenciosa. El susurro de una melodía conocida suena en la radio del taxi y el chofer comienza a tatarearla. Sé que me lleva hacia la muerte, pero aun así, no puedo dejar de pensar en Amanda. Siento una total falta de determinación, y hasta el acto de defenderme me parece vano en este instante. A un sorbo de finalizar nuestras tazas, acerqué mis ojos tímidamente a los suyos, deseando que ese instante jamás terminara. Le dije, sin pronunciar palabra, que creía en el amor aunque ya nunca nos encontráramos, y a pesar de no haberme preguntado si lo creía. Una intensa lluvia caía, así que tomamos un taxi hacia su casa. Permanecimos mudos casi todo el trayecto, tan sólo abriendo nuestros labios para agradecernos mutuamente el gusto de habernos conocido. El taxi se detuvo, me dio un fugaz beso en la mejilla, y dijo que algún día nos hablaríamos. Yo tenía la seguridad que lo decía por cortesía. Y yo sabía que era ella desde que vi sus ojos. Ella no me reconoció, pero era yo. Vi que en el bolsillo me quedaba poco dinero. Siento que llevo en este taxi horas interminables cuando veo casas, aceras y edificios conocidos. Entonces el chofer detiene la marcha a sólo dos cuadras de mi destino. —Puedo traerlo hasta aquí por el dinero que tiene. Le entrego el billete, pero cuando voy a descender me agarra bruscamente del brazo derecho. Me mira fijamente y sentencia: —Pero al fin y al cabo hasta un hombre como usted está jodido. Esa mujer no le corresponde. Al finalizar la frase me suelta el brazo y arranca. Quedo solitario empapándome bajo la suavidad del agua. Doy media vuelta y camino a casa. ** Raúl Harper raulharper@hotmail.com Escritor y guionista colombiano (Cali, 1977). En 2007 publicó su primer libro de cuentos, Vagabundos VIP. Ha realizado estudios en creación literaria en el Taller de Escritores Universidad Central (http://www.ucentral.edu.co/humanidades/teuc.htm, 2008) y en el Taller de Cuento Ciudad de Bogotá (http://tcuentobogota2008.blogspot.com, 2008). Hace parte del grupo literario “Seis Escritores en 87 Calles”. Actualmente se encuentra trabajando en su segundo libro de cuentos a publicarse en 2009. === Poemas Ana Aguilar =============================================== El otoño huele a ti, a tu dulce silencio al residuo de las lluvias, a tabaco. Huele a nostalgia, a triste alegría Recuerdo tu sonrisa, tus ojos amaderados, cabellos arándano, y el ritmo de tu andar; el viento y la brisa tomados de la mano irrumpiendo en nuestro pisar El otoño tiene tu forma y abraza mis pensamientos se filtra por las ventanas y me da sosiego A media tarde los matices celestes deleitan mis pupilas imagino la ciudad en que habitas siento tu soledad momentáneamente y suspiro constante. El otoño es la hoja seca que el viento pasea por paisajes inimaginables allí, donde reposa el alma donde tu recuerdo busca incesante mi olvido pero el miedo a perder tu rastro susurra aterrado en mi oído. La quietud de las estrellas me hace sentir tranquilidad; murmuran los libros viejos poemas que antaño fueron escritos en noches como esta: teñidas de quietud añoranza y olvido... el otoño son tus ojos que fijabas en los míos... tu nostalgia que arrastras por años y por siglos tu ilusión escondida tu amor nunca muerto recuerdos tu historia vivida que entre líneas contabas... y tus besos... === Buscándote entre escaleras y pasillos sólo tu memoria me hace volver a las ruinas de lo que ayer construí aun sabiendo que para mí querías morir eres un fantasma invisible etéreo sólo escucho sonidos semejantes a tu voz encuadernadas están tus palabras tu adiós aferrada, de tu mirada presa estoy de tus pasos del viento que has generado de tu caos atraviesas paredes para esconderte te camuflas y me confundes no sé si eres real o de mi creación eres realismo crudo y meta ficción Hasta nunca, hasta siempre causa y efecto de la demencia amante mía que constante me ha de acompañar === Autopsia de este amor: Cianosis de besos Contractura de mentiras laceraciones al ego contusiones agudas Al cortejo y al deseo Asfixia de miedo Triple infarto de soledad === Tus ojos el arco es la flecha tu mirar mi corazón, el blanco; agonizante estoy (muero de felicidad) mientras, finjo a lo lejos Indignación === Cuando queremos pertenecer, nos disipamos Nos adentramos en atmósferas ignotas En referentes artificiales Vigilados Castigados La otredad nos mira Mientras agachamos la cabeza Acatamos ideas, sin cuestionar Si acaso existe O es mero espejismo oscilante Entre bien y mal Perdernos entre la multitud Mientras fluye nuestro Ser Extraviado En las paredes del alma Permeadas de mimetismo masivo ** Ana Aguilar fridathamon@hotmail.com Poeta mexicana (Ciudad de México). Estudia ciencias de la comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx). Su producción permanece mayoritariamente inédita. Mantiene el blog poético Exilio hacia la Luna (http://exiliohacialaluna.blogspot.com). === El secreto Olivia Vicente Sánchez ================================ Había una vez... No, mejor Érase que se era... ¿Y si Hace mucho tiempo en un lugar..? Bueno, eso da igual. Tampoco nos pongamos estrictos con esto. A un crío le da lo mismo el comienzo. Lo verdaderamente relevante es el contenido. EL CONTENIDO. Porque si te pones a contarle algo que carezca de interés, estás perdido. Tan perdido como un pulpo en un garaje... ¿Y qué coños hace un pulpo en un garaje? ¿A quién se le habrá ocurrido esa estupidez? ¡Tú verás! En fin... Eso ahora no viene a cuento. Lo que me interesa es fijar el comienzo y el tema del cuento. Siempre me pasa igual: me lío y me lío y luego me dan las uvas con el dichoso trabajito. Ayer no resolví nada y, por lo que veo, hoy tampoco. Se me va a echar la editorial encima, sobre todo porque el suplemento de esta semana versa sobre la literatura infantil. Yo... A mí, que soy un reputado escritor de narrativa infantil y juvenil, me faltan empezares y temas. Si es que en la vida todo son sorpresas. Aunque esta sorpresa no es tan atronadora como la de Ramiro. Eso sí que sí. Te puedes imaginar un montón de cosas sobre los compañeros de trabajo, pero eso... ¡De Ramiro! Vamos, que no, que no y que no. Yo, cuando me lo dijo Charo, me quedé helado. No me lo creía. Vamos, que a estas alturas de nuestro trabajo en común... En fin... Los secretos son secretos y ¿quién no tiene uno? Pues todo el mundo tiene, quien más y quien menos, una historia inexplicable, por pudor, por prudencia, por miedo. Pero el pobre Ramiro... Sí, todos pensábamos que era un pusilánime, sin sangre en el cuerpo, de esos que se cruzan con la suerte y se espantan. Ahora resulta que nosotros no vemos ni lo que tenemos delante de los ojos. La cara que ponía Charo al contármelo era un poema. Sí, qué risa. Me hizo más gracia su cara que otra cosa, porque las infidelidades están al orden del día. Yo, por eso, ni quiero pareja estable ni rollos de esos, porque atarte a una persona no es óbice para otra relación, ¡qué va!, dan más ganas. La última vez que fui en serio con alguien fue con Luisa y, al final, la relación me ahogó. No por ella, es una chica estupenda y más joven que yo, por lo que el tema del sexo estaba mejor cubierto por ella que por mí. Si es que uno lo deja porque se aburre. Todo es monotonía, hasta ver a un cuerpazo de veintiocho años desnudo por la casa. Recuerdo que una tarde se me acercó cariñosa, con un camisón de quitarte el hipo y yo solamente le dije “Guapa, cúbrete, que te vas a resfriar. ¿No ves que ya hace fresco en casa?”. Y se lo dije sin apenas levantar la mirada del periódico. Como es lógico, se pilló un cabreo monumental. Sí, de los que hacen historia. Me contestó algo así como que era un viejo cuarentón sin sal, desganado de la vida, carente de deseos sexuales y afectivos. A raíz de eso, a pesar de que los conflictos se habían manifestado anteriormente, la relación decayó y Luisa me dejó (o yo la dejé a ella, según se mire). Bueno, bueno... Ya me he desconcentrado de lo que estaba haciendo. El inicio... EL INICIO. Pues he pensado ahora que quizás, aunque sea convencionalmente tedioso, prefiero Érase una vez. Además, se lo puedo leer a Daniel. Mi hijo sí que tiene paciencia. Con esos cinco añitos como cinco soles. Se parece a su madre, porque es paciente, tranquilo, agradable... Es un chico estupendo. Ayer, cuando le telefoneé, me soltó una cosa. ¡Los críos son la leche! Yo creo que por eso me decanté aun más por la literatura infantil. Sus ideas me apasionan. Ayer me comentó que en el cole hay un niño negro, que se pinta la piel todos los días con un rotulador negro que mezcla con otro marrón, para no estar tan oscuro. Este chaval... Bien mirado, además de gracioso, tiene su razonamiento, un razonamiento pueril, pero exento de maldad. Cuando le leo los cuentos, ya desde bebé, me siento terriblemente responsable de mi labor literaria. Entorna los ojos de una forma sensible, admirándose de los hechos que protagonizan animales, seres extraños o personitas de su edad. Yo me vuelvo loco mirando sus ojos, esos ojos que me recuerdan a Carmen, a la Carmen que conocí hace siete años en una cafetería de la Plaza Mayor. Me choqué con ella de sopetón. Había surgido de la nada... Bueno, no, ella me dijo que se había chocado conmigo adrede, que me había reconocido por una entrevista en el periódico, ya que de mí apenas publican fotos. Se había leído varios libros míos, sobre todo los que escribí en mi juventud. ¡Qué hermosa es la soberbia del literato mediocre! Vamos, que, al rato, la estaba invitando a tomar otro café. Ese es uno de mis defectos: me adulan y pierdo el norte. Dos meses después y casi sesenta cafés (es una exageración, vamos, pero para que me entiendas) me encontraba encima de ella disfrutando sus múltiples cualidades físicas. Fue un período estupendo de mi vida. La pena fue el embarazo, justo cuando las cosas ya no iban demasiado bien. Yo se lo había avisado: “Mira, Carmen, yo no soy de compromisos largos, ¿sabes? Tú eres joven, no pierdas el tiempo con un vejestorio. Que no, bonita”. Y, al poco, zas, que si no le venía la menstruación. Me sentí como un adolescente. Trajo de la farmacia un aparato de esos. La verdad es que me daba igual. Me daba igual por dos motivos: porque tenía dinero para mantenerlos y porque me apetecía, en el fondo, tener un hijo. Así nació Daniel. Nació para atarme más a la vida, la vida de alguien concreto, de un ser con cinco deditos en cada mano, con unos ojos preciosos, que nada envidian al cielo, al mar y a las montañas. Con esa grandiosidad que poseen los inocentes, los que todavía no han descubierto la crueldad de la soledad y de la convivencia. Con esa curiosidad que tienen los que se aproximan a la existencia despacio, con el temor de despertar al hado tétrico y tenebroso. ¡Ay, madre mía! En estos momentos me apetece hablar con el peque. Me alegra el día y la noche. Pues una cosa es cierta: la noche, cuando despliega los mantos de la soledad, me divierte hermosa, pero me hunde en el abismo de la melancolía. Sí, en la melancolía del mar Cantábrico, salvaje... ¿Quién llamará al teléfono? Voy a ver. No es un número conocido. No sé si cogerlo... ¿No será Charo? Se había cambiado de número y no lo he introducido en la agenda. Vamos a ver. Descuelgo y ya está. Vaya, han colgado antes de que me diera tiempo a... Esperaré a que vuelvan a llamar. Yo, desde luego, no marco para contactar con un desconocido. Después te arrepientes, pues oyes una voz desconcertante al otro lado que te trae a las mientes lo estúpido que puedes hallarte diciendo “Oye, mira, no te digo mi nombre, porque no sé quién eres tú. Tú me has llamado hace un momentito. ¿Quién eres? ¿Qué quieres?” y, después, abierta la veda al diálogo de besugos. I N S O P O R T A B L E. Digno de la compleja evolución del homo sapiens sapiens. Casi igual de complejo que mi cuento, que no hay manera de pensar en él. Hace tiempo que estoy sin ganas de escribir sus pedidos o peticiones, como desees. El otro día me comunicó mi representante que a la editorial le gustaría que participase en un concurso literario para colegiales. Y es que ya no me apetece. Das una charla acerca de tus novelas, de tus cuentos, de tu inmejorable carrera. Y oyes un montón de majaderías que, en el fondo, nunca te has creído. Porque cuando Carmen me las dijo yo no le creí: nunca he querido creerlas. Me gustan, pero no me las creo. Es una cuestión cuasiteológica, si lo miras bien. Jamás he considerado que mi literatura sirva para enaltecer las letras en castellano. Ni siquiera cuando algunos de mis cuentos han sido traducidos al inglés, al francés y al alemán. Hay uno que, encima, ha sido traducido curiosamente al japonés. Cosas extrañas. Y la última reseña que salió en uno de los periódicos nacionales me resultó hasta graciosa, pues me comparaban con algunos autores imprescindibles para la biblioteca de un lector cultivado. ¡Son bobadas! Auténticas bobadas. Lo único que he hecho es satisfacer las necesidades de divertimento del público medio. O de medio público. Le pones sensiblería y pamplinas de esas y los tienes comiendo en tu mano. Porque luego haces un buen relato y no hay manera de que te lo publiquen, ni siquiera cuando eres alguien en este mundillo repugnante. Aunque casi los prefiero, esos se los dejo a Daniel, a su imaginación. ¡Y que no me vengan con que el último Príncipe de Asturias se lo merecía! De risa, como todo en este mundo. Todo es poder. Todo es dinero. DINERO. El maldito caballero. Te vendes hasta por un par de euros, o por salir de vez en cuando en una revista de culto. Es así, abandonas el Surrealismo, el Decadentismo y todos los ismos. Te sumerges en la globalización de las letras, sin el apoyo de las armas. La palabra pierde sentido y valor para reducirse a una amalgama de balbuceos. En resumen: que el señor Lobo acepta que es una escoria de la sociedad, que es mejor ser bueno, y se adapta a la vida que él mismo representa; a continuación, Caperucita se enamora de él, pues reconoce su conversión al lado claro; finalmente, se casan y no comen perdices, porque se han vuelto vegetarianos para que no sufran los animalitos en el proceso de elaboración de la comida rápida. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Punto y final... Para, para ya, que te estás cabreando y esto no te beneficia a la hora de escribir. Vale, vamos a concentrarnos... Respira hondo... Suave... Más despacio, Miguel, más despacio, que así no hay manera... Bueno, parece que se me pasa el malestar. Se me dispara el corazón. Este viejo corazón. Y luego de vuelta a urgencias, a por otra sesión de pruebas y de observaciones. Lo cierto es que casi no tengo taquicardias desde que voy a correr por las mañanas. A correr... Correr es de cobardes, me decía un colega de la adolescencia. Alguien ha de asumir ese papel y ese soy yo. Cobarde hasta los tuétanos. Porque digo de Ramiro, pero él le ha echado cojones al tema y le ha pedido el divorcio a Miriam, a su Miriancita de los últimos quince años. Sí que le ha echado un par. Se ha desatado de esa vida convencional, agotadora por el hastío que le producía, y se ha ido a convivir con Lola. Nada más y nada menos que con Lola, con esa tía. Yo la miraba hasta con pavor. Es de las personas que te taladran con la mirada y saben en cualquier instante lo que piensas, los secretos que guardas, si la deseas o no. A veces, yo la deseaba. La deseaba porque me parece una mujer de la que nunca te cansas. Siempre te cuenta historias interesantes, nuevas, frescas, en las que ella desempeña el papel de protagonista, pues con su simple punto de vista cambia el mundo que nos rodea, lo hace soportable, atractivo, demoledoramente atractivo. Una noche, en la fiesta del pasado curso laboral —ya por entonces debía de tener algo con Ramiro—, me acerqué a ella con el propósito de tirarme a la piscina. Me impresionaba desde lejos por su sonrisa. Los labios de carmesí. Los ojos llenos de olvido. Me acerqué para verme en su mirada. Deseé sorber el líquido de su vaso a través de sus labios. Ella me ignoró durante un rato y, luego, me pasó su brazo derecho por el hombro y me dijo “¿Qué te pasa, chico? ¿Estás triste? Parece que te apetece compañía, pero de esa que no puedo ofrecerte. Sabes que, de lo contrario, me iría contigo a esos mundos imaginarios llenos de niños que salvan su vida de la mano de seres peculiares, tan peculiares como deseas ser tú”. La literatura está en ella más que en mí, porque ella vive arraigada a sus sentimientos, no a la racionalidad. Y está con Ramiro. ¡Con Ramiro! Pues ella aprecia lo que nosotros no apreciamos. Ella se adhiere a la valía. Yo me quedé a su lado un rato. Cogí otro vodka y la estuve escuchando un buen rato, junto con Ramiro, Charo y la tropa. Estuvo en un viaje a China y nos contó sus vicisitudes. Se acariciaba el pelo. Yo sólo pensaba en la sensación de percibir sus cabellos sobre mis mejillas durante el acto sexual. ¡Qué suerte, Ramiro! Hacer el amor con ella... No sé. Eso sí que es un viaje literario a las profundidades de la plenitud. Y no lo digo por el placer, lo digo por la complicidad. Ella seguro que te guía a través de ti mismo, no solo con su mirada, sino con su tacto, con su olor. El olor... EL OLOR. Carmen olía también de forma peculiar. No solía rociarse con perfumes. Le encantaba emanar su propio perfume. Yo la olía detrás de las orejas y bajaba paulatinamente por todo su cuerpo. Despacio. Asiendo el fin de los tiempos en su piel. Me perdía... Ay, bien sabe Dios que me perdía en ella para encontrarme a mí mismo en su olor, en su saliva, en su cuerpo sudoroso, en su cuerpo seco, en su cuerpo. ¿Y qué ha quedado de todo eso, de esos días perfectos en los que tomábamos un vino en el bar donde nos conocimos? No ha quedado nada. Ni siquiera yo soy el mismo. Porque ella fue para mí como Lola para Ramiro y la dejé escapar como con todo lo bueno de mi mundo. Ya no encuentro la respuesta a las preguntas que llevo haciéndome los últimos años de mi vida. Dicen que es la crisis de los cuarenta. Aunque ya he andado gran parte de esa década. No sé... Es absurdo todo. Todo. Desde el comienzo. Desde los orígenes. Da igual. A fin de cuentas la existencia es así, de rara, de estúpida, de yerma. La esterilidad del espíritu. Venga, Miguel, para ya. Esto no te va a llevar a ningún sitio: únicamente al principio. Vamos a ver... Vaya, menuda hora es ya. Casi tengo que dejarlo ya. Empiezo un poco y sigo después de comer. Es hora de llamar a Daniel. A ver qué tal la escuela. Seguro que me cuenta alguna anécdota. Como la del negro, si es que se puede pronunciar esa palabra. Bueno, vamos a ver, si Érase una vez un coyote que vivía en un lugar variopinto, pues habitaba en una selva de vegetación exuberante. El pobre coyote... ¡Demonios! ¡El dichoso telefonito! Vamos a ver... Si es que no conozco el número, qué empeño. Voy a descolgar. Sí. ¿Quién es? Ah, anda, Charo. Sí... Lo sé, pero como no tenía el número metido en la agenda, pues... Vale, vale, ahora te lo mando por correo electrónico y le echas un vistazo. Casi lo tengo terminado... De acuerdo. Chao, maja. Adiós, adiós. Ahora tenemos un problema: mentir sólo trae problemas. Pero yo creo que si me pongo... Total, ya casi tengo la idea. El comienzo me gusta. El comienzo. Sí. EL COMIENZO. Érase una vez... ** Olivia Vicente Sánchez ladulcemelibea@hotmail.com Escritora española (Zamora, 1979). Ejerce la docencia en un instituto de enseñanza secundaria. Mantiene una bitácora literaria en http://melibea-misletras.blogspot.com. === Poemas Susana del Rosal ========================================== *** Un beso que se va Se me ha roto el espacio donde tenía guardada la ilusión de mirarte. se evaporó la nube que sostenía la dicha de tu proximidad; como el río de mi infancia arrastrando a su paso las piedrecitas frías, se llevó la corriente tu mirada sonriente y me dejó esperando, sabe Dios hasta cuándo otra tarde de lluvia y un beso que se va. *** Soñando Amanecí, soñando con tu boca, y se me antoja en ella naufragar, sin luchar con las olas tempestuosas que llevan mi velero a tu altamar; abandonarme, así, bajo tu cielo, el viento sacudiendo mi pudor, y estrellarme contigo en esas playas de miel, que hay en tus ojos... sin pensar. Soñando con tus besos sigo estando cariño. Yo no quiero despertar. *** Añoranzas Era pequeño el nido, eran tiernos los besos, eran las manos cálidas y grande el corazón, y se sentía en el lecho tu armonía de caricias; era mi mundo estrecho y bastaba tu amor. Luego... con el tiempo, crecieron las estancias, las ventanas más amplias, más grande la razón, y se agotó en mi pecho la ternura del tuyo, escasearon las risas y me llegó el dolor. Recuerdo ahora, el aire de aquella casa ajena donde sobraban rosas, donde llegaba el sol, y añoro... ¡cómo añoro aquel nido pequeño, aquellas manos cálidas y aquel beso de amor! ** Susana del Rosal susanadelrosal@gmail.com Escritora venezolana (Altagracia de Orituco, Guárico). Textos para niños, artículos de opinión, poemas y cuentos suyos han sido publicados en diarios regionales y en la revista para niños Tricolor. Ha publicado además el poemario Gritos de un amor improvisado y el cuento infantil Roberto el sapo. Autora durante varios años de páginas infantiles regionales (Arroyito, Domingo Infantil, Prensita). Ha obtenido el segundo lugar de poesía infantil en el Primer Concurso de Poesía Infantil La Prensa del Llano (1987) y una mención especial en narrativa infantil en el certamen Netzahualcóyotl (México, 1988). Es retratista por hobby y locutora eventual en programas de corte ecológico. === La traición de Julia Alma Rosa Tapia ============================= Mis puños temblorosos aprisionaban la ira. Lamenté no haber sido capaz de estrellar mi puño corajudo en su cara raquítica y morena. Fue mejor romper todas las imágenes de nuestro paseo a Veracruz, donde realizamos la consumación de nuestro amor. Sólo un montículo de papelitos hechos pedazos quedó a un lado de su librero henchido de literatura contemporánea, y ella sollozando en desaforado llanto de arrepentimiento. —Perdóname, perdóname, eso ya pasó; no te lo dije antes porque creí que te enojarías conmigo. Cómo me dañaba la dignidad y el orgullo su súplica desvergonzada. Un indigesto de asco me dejaba ahíto de repulsa a su persona. Mi pensamiento estaba inundado con la representación viviente del par de cuerpos desnudos, trenzados en acuerdo urdido por la traición. La convergencia había sido el lecho de atasco en obscena calidez. Los zombipasos de mi aturdimiento me impelieron a casa de mi madre. La carta aún descansaba culpable en la palma de mi mano. La observé como la prueba más contundente de su adulterio; me quemaba la piel, la sentí como ardiente excremento entre los dedos. La impureza del contenido era propia de ser publicada en una revista pornográfica. El papel estaba compuesto de suciedad, copia exacta de su felonía. —No fuimos novios... —me decía con su carita de ángel cobrizo. De verdad la amaba. Azoté mi cabeza como el martillo sobre la pared, una y otra vez en constante agonía. ¡Ay de mí!, me sobrecogió la seguridad de que ese rufián había escuchado las mismas palabras que yo saboreaba en mi tálamo de amor. Visualicé a la hipócrita susurrando al oído de todos aquellos con los que se acostaba, las frases que yo consideraba sólo para mí. ¡Qué candidez la mía! La cabeza comenzó a hervirme, la sentí nadar en una enorme hoya con agua candente y bulliciosa. Tenía que llamarla y decirle lo que se merecía. ¡Aaaah!, cómo odié escuchar su voz por el auricular, tranquila y paciente. De mis labios afloraron, como lluvia de navajas, las palabras que venían haciéndome eco desde que encontré la carta: —Julia, sólo te llamé para decirte que eres una perra y una maldita puta. Hice gala de mi más coloquial vocabulario. La descarada se limitó a colgar, sin responder palabra alguna. Presentí que me engañaba desde que se negaba a que hiciéramos el amor. Aunque la asquerosa carta tuviera fecha de tres meses atrás, era de imaginarse que lo seguiría viendo y emitiendo las mismas palabras que me decía en la cama. ¿Cómo tragarme tan amargo dolor? Yo que le di mi amor desde que éramos unos púberes. La desesperanza parloteó en mi tasajeado espíritu; me tambaleé de pesadez. La vida perdió sentido. El amor se trastocó en tristeza. La solución a todo ese lastre de angustia me llegó como agua para mi sedienta alma. Tenía sed de paz, de tranquilidad, de aliviante olvido. Pronto pisé camino a la farmacia. Lo primero: adquirir una jeringa, lo otro, comprar veneno para ratas y por último un cúter de $3.00. Cuán barato podría resultar el escabullirse de este mundo, y más que del mundo, diría de este padecimiento intolerable para mí. El control envolvió mis andares y con estos caminados pies que me soportaban el peso del bulto que únicamente soy, me introduje con parsimoniosos movimientos al establecimiento: —Buenas tardes, amigo. El chico me miró con el ceño fruncido. —¡Hola!, ¿por qué esa cara?, está nublado, Mario, pero no es para tanto, ¿qué te vamos a dar? —¿Tienes veneno para ratas? —Sí: hay líquido, en pasta y en polvo; ¿cuál prefieres? —¿Cuál es el más efectivo? —Este, el de polvo; no falla, échale una mirada al instructivo y las precauciones... —¿Cuánto cuesta?... —$14.00. —Sí, está bien, dámelo. La tarde teñida de oscuridad cubría los rostros de los transeúntes, eran como frágiles sombras inanimadas. Todos los seres presurosos con grasientas narices, de ojos malicientos y agresivos, apresurando sus interminables pasos de zapatos roídos. El viento silbador azotó mi rostro, me volaba el cabello hacia atrás. Sentí cómo el aire con soplo vehemencial me hurtó la calidez del cuerpo vacío de espíritu, mientras me dirigía a la penumbra de un rincón en la casa de mi madre. —¡Hijo, qué sorpresa! ¿Cómo está Julia?, hace ya dos fines de semana que no vienen a visitarme. —Está bien madre, se quedó en el departamento; discúlpame, me duele la cabeza, permite que me recueste un rato. —Sí, hijo, descansa para que bajes a comer; tengo tantas cosas qué platicarte. La plática de mi madre era ya historia para mí, nunca recordaba que ya me había dicho las cosas y así, cada fin de semana que la veía, tenía que verme sometido al sacrilegio de escuchar varias veces la misma historia. Era mi madre, lo sé, pero algo en lo más profundo de mi ser me decía que tenía derecho a experimentar el más puro odio hacía ella. Nunca se lo dije, pero yo sabía que era capaz de amarla tanto como odiarla, tal como ese extraño sentimiento que sentía por Julia. ¿Julia?... Julia era una perdida; pero aun así la amaba. Por aquellos días no pude andar, comer, hablar, ni mucho menos dormir sin ella. Y como quien participa de un evento ceremonial, tomé la lata con la etiqueta del veneno para ratas, mis ojos vacíos de vida recorrieron el instructivo: ÚSESE PARA LA ELABORACIÓN DE CEBOS RATICIDAS FÓSFORO DE ZINC TÉCNICO CUIDADO VENENO ALTAMENTE TÓXICO INSTRUCCIONES DE USO: ¡SIEMPRE CALIBRE SU EQUIPO DE APLICACIÓN! FOSFORO DE ZINC TÉCNICO es un producto plaguicida, destinado para ser utilizado en la preparación de cebos envenenados para el combate de roedores. MEDIDAS PARA PROTEGER A LA POBLACIÓN Y LOS TRABAJADORES No permitir la contaminación de drenaje público, agua superficial o subterránea. En caso de contingencia tener implementado un plan de emergencia. El producto no debe ser ingerido, inhalado, ni permitir su contacto con la piel y ojos. Usar equipo personal de protección (overol, impermeable, guantes PVC, gogles, mascarilla contra polvos o mascarilla completa con cartucho respiratorio). Capacitar adecuadamente al personal sobre el uso y manejo del producto. Quedé convencido de su eficacia. Mi madre había decidido donar sus horas libres (que por cierto eran casi todas) a una siesta después de ver su telenovela. Era vieja y la mayor parte del tiempo estaba rodeada por una sobrada soledad que la mantenía mucho tiempo dormida. Me bañé y dejé caer sobre mi cuerpo el mejor de mis trajes, rocié gotitas transparentes de loción sobre mi quijada rasurada, el toque final era encomendado a los dientes del peine. Tomé una taza; mentiría, amigo lector, si te dijera que mis manos temblaban y mis ojos lloraban. ¡No!, nada de eso... vacíe un poco de agua en la taza. Cogí el abrelatas que momentos antes trajera de la cocina y procedí a destapar el bote de lámina cilíndrica que contenía el veneno. El color azul plomo del polvo me sonrió, penetró mi nariz, y tú, estimado lector que me toleras estas confesiones, podrías imaginar que olía feo. Pues sinceramente aclaro que no tenía olor desagradable, sentí que el aroma a azufre me cautivó, siempre relacioné esta sustancia con Mefistófeles y su bullicioso infierno. Este colorado personaje para mí, lejos de ser temido, era divertido y tentador, por lo que empujado por una extraña fuerza que me permitía mantener absoluta calma, introduje la cuchara para mover una y otra vez la sustancia hasta verla totalmente disuelta. Sin reparo y en total ausencia de razonamiento alguno, tomé con fuerza la jeringa. La aguja lenta tragó el líquido verdoso hasta llenar los cinco centímetros. La transparencia de plástico dejó mis pupilas dilatadas en hipnóticas imágenes celestiales. Era válido esperar que una persona que sufre en vida descansara con la muerte, por eso yo veía que las representaciones celestiales me llamaban con agrado, lo raro era que éstos ángeles escarlata no mostraban sus mantos blancos como los pintan en las iglesias y en cualquier cuadro. La sustancia liquidoverdosa había sido encarcelada en el tubo sin otra salida que no fuera la aguja clavada en mis venas. Mis manos actuaban por sí mismas; nada hubo que las detuviera. Extendí el brazo, “tiene buenas venas”, me habían dicho con anterioridad algunos doctores. Con un piquete como ligero pellizco, comprobé con exitosa satisfacción que así era. Nada difícil fue hacer penetrar con pasividad la punta plateada en los gusanos azulados que temerosos trataron de esconderse bajo mi piel. Un hilo delgado y granate chorreó las llanuras de mi brazo. El dolor no era poco; pero mi pulgar inquisidor hizo presión en la jeringa hasta introducir los cinco centímetros del tóxico y luego otros tres más. Cuando la jeringa hubo actuado por segunda vez, la saqué cual daga que ha sido enterrada en el centro del corazón. Al momento nada sentí, así es que tan pronto pude sentarme en la calidez de mi cama y con la taza casi llena del veneno azulado, sin arrepentimiento lo llevé directo a mi boca. Lo tragué y sorbo a sorbo lo vertí en mis entrañas. La línea de la vida había sido traspasada y mi destino por ella había sido marcado. El sabor no era amargo, ni desabrido; más bien paladeaba el gusto a tierra mojada con un ligero olor azufrado. ¡Cómo disfruté pensando que el tóxico sería mi salvador! Al hacer contacto el veneno con mis muelas, éste como clavos largos perforaron las cavidades de mis dientes y un agudo dolor martirizó las encías; fue como sentir una gruesa astilla enterrada en cada muela. Miré el reloj, exactamente las cuatro de la tarde. Media hora después, los estragos con una entrada triunfal se desquitaron en mis vísceras. ¡Qué desgracia! Uno siempre desea morir sin sufrimiento, ni dolor, dormir y no despertar, o caerte y ya no levantarte, pero el destino me atestaba una mala jugada. Mi plan fracasó, el efecto que creí produciría el inyectar veneno en las arterias, de pronto no resultó. No tenía provista esa falla; así es que tomé el cúter, me puse hielo para entumir la piel y titubeante corté en forma vertical las venas. Pero el grito de mi madre para avisarme que fuera a comer interrumpió mi práctica, apenas me hice una ligera cortada que no alcanzó la savia de mis gruesas venas. Le dije que no tenía hambre y que no comería, pero su interrupción trajo consigo la pusilanimidad de mi siguiente acto. Decidí acostarme y esperar a que lo que ya había hecho me produjera el efecto. Las ocho de la noche: mi pantalón de lana yacía atascado de heces con color y olor al veneno; mi boca arrojaba agua apestosa al tóxico, hasta por la nariz echaba la revoltura. Las tres de la mañana y mi vientre tembloroso, azotado por paroxismos de intenso dolor. La muerte se me negaba, no se compadecía de mí, ni de mi merecido malestar. Ya no llegaba al baño ni siquiera arrastrándome como momentos antes lo hiciera. Toda mi carne era una intensa llamarada de fuego erupcionando como un salvaje y hambriento volcán y un ardor de muerte recorría mi piel. El olor azufrado estaba impregnado en mi ropa, en mi cama, y emanaba de los diminutos poros de mi propio cuerpo. El químico oloroso pululaba en toda la habitación. Tragar agua fue un alivio efímero, la misma que instantes después era devuelta en la cubeta, que momentos antes hube traído del baño prediciendo que no podría llegar a él. Las cinco de la mañana y no había logrado irme de este mundo. Una gruesa chamarra cayó en mi espalda desnuda. Un pantalón de deportes cubrió mis piernas. Era mi madre que había hecho su aparición por el escándalo del vómito, quien me vestía. —¡Hijo!, ¿qué has hecho?... vamos, te llevaré al hospital. ¿Puedes caminar? La explicación me la ahorré, pues sus ojos tragaron con desesperación la imagen del veneno en la cubeta y mi brazo inerme y piqueteado al lado de la jeringa. La más grande vergüenza de un suicida es ver frustrados sus planes e ir a parar a un hospital. Aún sin voluntad seguí el movimiento del chal de mi madre que aparecía como una visión fantasmal, cubriendo su espalda de mujer añosa. Tomamos un taxi y en quince minutos estábamos detrás del estrado de urgencias en un hospital... —¿Qué le pasa, señora? —preguntó con desgano la recepcionista. —A mí nada, el que está mal es mijo. Ella volteó a verme interesada y esperó mi respuesta. Como el silencio sustituyó las palabras, continuó mi madre: —Este muchacho se inyectó veneno para ratas en las venas, además de haberlo tragado. La cara rugosa de la mujer de blanco tomó una expresión desencajada. Yo no quise escuchar más y débil me dejé caer en las frías sillas de plástico y metal. Pronto mi madre me hizo señas para que pasara. Tenía idea de lo que me iban a hacer, pero no la tenía del procedimiento que se llevaba a cabo. Primero, el debido interrogatorio: —¿Cuántos años tienes? —Veinticinco. —¿Qué tomaste? ¿por qué lo tomaste?... Mírate, eres tan simpático y joven como para andar haciendo esas cosas —me decía, con fingido enojo, la doctora—. Piensa en lo que podrías haber causado si no llegas a tiempo. A todo ello le siguió una inacabable letanía de llamamientos de atención y regaños. Finalizó mencionando que me harían un lavado gástrico y algunos estudios de sangre. Me tomó del brazo y me dejó a la buena de los practicantes del hospital. Muchachas y muchachos, quizás de mi misma edad; me aventuro a decir que algunos más jóvenes aun. Dos chicas de manos bonitas se acercaron a mí, amenazantes con una manguerilla larga y transparente. Me imaginé que eran brujas disfrazadas de hadas. Pensé que por la longitud del instrumento podrían introducirlo por cualquier orificio de mi cuerpo: la boca, las orejas, el ano, la nariz, cualquier parte en la que cupiera. La voz ronca de una de ellas interrumpió mis pensamientos: —Es una sonda, la introduciremos por la nariz hasta llegar a tu estómago, te molestará un poco, pero más vale que cooperes con nosotras y pongas de tu parte para no complicar más las cosas. El largo hilillo de plástico transparente entró por el orificio de mi nariz, yo creí asfixiarme. Lo sentí correr por mi garganta y explorar mi organismo. Mis ojos arrojaban lágrimas por el dolor y mis pupilas querían salirse de su sitio y perforar los rostros de las enfermeras para que pararan el suplicio. Eso fue el comienzo del sinuoso camino que tenía que recorrer. Tres veces más introdujeron la sonda, la solución del líquido no pasaba y no sabían por qué, hasta que un doctor de mayor edad se acercó y advirtió que la estaban metiendo al revés. Piquetes por todos lados me asaltaron en desprevenido descuido. —Le vamos a sacar un poco de sangre para el análisis —al extraer la sangre inmediatamente se coagulaba en espeso líquido que se tornaba entre color mostaza y café. —Así no puede realizarse el estudio, esperaremos otro rato —y esperar otro rato no sirvió de mucho; una vez extraída la manguerilla, mi estómago encontró la forma de parar la inmolación propinada y aplicó justicia al rociar sobre las enfermeras y aun sobre los pacientes una gran cantidad de vómito negro, manchando las inmaculadas batas blancas de los verdugos de mi organismo. Quejas y reprimendas llovieron sobre mí como volátiles agujas para mi engorde de vergüenza. Yo sólo incliné el rostro molido en señal de solicitar un perdón inexpresado con palabras. Y de nuevo dispuse mi materia para permitirles de forma sumisa que continuaran con su trabajo. Una vez en el área de urgencias y lleno de extraños cables en el pecho con parches blancos adheridos a la piel, me pusieron el llamado “catete”. —¿Qué es eso de catete, enfermera? —Es una aguja precedida por una manguera delgada que penetra por las arterias, por medio de ella le aplicaremos medicamentos. El dolor es indescriptible, calambres y temblores sacudían mi cuerpo. Dos días después, yacía mi carne descolorida en un aislado cuarto de terapia intensiva. Un aparato que contenía oxigeno pendiente de un grueso tubo, equipado con una mascarilla, cubría la mitad de mi rostro y químicos oscuros llenaban los frascos de vidrio trasparente, el cual gota a gota tragaban mis venas. Sabe Dios qué extraños estudios y análisis hicieron los doctores para salvarme. Decían que nunca habían tenido un caso similar, que a nadie se le había ocurrido envenenarse directamente las venas. Seis días de encierro total y de experimentos aplicados a mis arterias para encontrar la solución y por fin lo habían logrado, sin asegurar que los efectos resultaran ulteriormente. Aún no tenía ganas de vivir y a ello se adherían las ansias de escapar de ahí. Era algo inevitable ver el desfile de batas blancas a todas horas y oler el medicamento que exhalaban los cuerpos enfermos y desvelados de ese lúgubre lugar. Después de permanecer dos meses internado, ya podía levantarme e irme a bañar con la ayuda de alguna enfermera, pero les espantaba ver los huecos llagosos en mi cabeza descabellada, pues uno a uno se me desprendió el cabello, como si sólo estuviera puesto por encima. Un manojo en la almohada, otro tanto en el baño y unos más en el peine. Mi rostro no mostraba más que pellejo verdoso albergado por un cadáver viviente. La piel dejaba partículas secas por donde caminaba o me acostaba. Cacho a cacho perdía los dientes, ya se me habían desprendido tres y no tenía esperanzas de conservar los otros, ya podrán ustedes imaginarme chimuelo y con la calva infectada y cacariza. Tal vez y finalmente llegaría a cumplirse mi deseo de desaparecer de este mundo. Nada más que a cambio de ello tenía que vivir tan vergonzosa y lenta vejación. El espanto del rostro de mi madre al ver las llagas, algunas costrosas supurando pus de mi cabeza, me empequeñecía. Hasta ese momento Julia no había ido a verme al hospital, pero ese día llegó con mi madre. —¡Hijo!, tu hermana Julia vino a verte, además te trae una buena noticia para que te animes. Pronto va a casarse, está esperando bebé... ¿verdad, Julia? Mi hermana Julia, aterrada por mi aspecto, sin disimulo se apresuró a llevarse las manos al vientre como queriendo protegerlo de mí. ** Alma Rosa Tapia aspacia1968@yahoo.com.mx Escritora mexicana (México, DF, 1968). Es psicóloga educativa integrante en la Secretaría de Protección Civil (http://www.proteccioncivil.df.gob.mx) y, también, psicoterapeuta. Sus textos poéticos y narrativos han sido publicados en diferentes revistas tanto impresas como digitales. Ha publicado Los hijos del País Jorobado (Universidad Pedagógica Nacional, UPN, http://www.upn.mx; 2003) y el poemario Perfiles (Fridaura, http://fridaura.blogspot.com; 2006), ilustrado con obras del artista plástico Heteo Pérez Rojas. Es miembro del grupo Arte-Norte, con el cual próximamente publicará su poemario Jirones y arena (Fondo de Cultura Económica, http://www.fondodeculturaeconomica.com), ilustrado con 25 obras plásticas y dedicado a las más de 400 mujeres muertas y 500 desaparecidas en Ciudad Juárez, Chihuahua. === La deriva del hombre (extractos) Pedro Sevylla de Juana ========== *** Veintiséis En los remotos tiempos del Dios de las Cosechas, cuando no existía aún la especie humana, cada región deshabitada de la Tierra aportó el grano cereal que cultivaba. Se sumó el arroz al trigo y a la avena, el maíz y el mijo se unieron al centeno, semillas de todas procedencias llegaron al molino más de ciento; harina tamizada en uniforme mezcla, bregada y sometida a vivo fuego, hasta tostar por completo la corteza. Del resultante pan recién cocido, un pedazo retornó a cada comarca, del que proviene el hombre primitivo: igual composición, distinta traza. Sea faz el hombre o sea espalda, rígido cuscurro o blanda miga, el color es lo único que cambia, la sustancia humana no varía. *** Cuarenta y dos Sabrá de espinas en la piel, corazón tierno, después de tantos años, en mí mismo inquiero. Cuando hablamos de nuestra patria milenaria, ¿de qué país hablamos?, ashkenazim, sefaradim, yemenitas, iraquíes, kurdos, persas, bújaros, afganos; si los múltiples orígenes suman en total setenta y cuatro. ¿De qué idioma hablamos cuando hablamos del nuestro: árabe, ladino, yiddish o hebreo?; ¿cuando hablamos del nuestro de qué dios hablamos: de Yavé, de Alá o del Dios de los Cristianos?; y su palabra, su verbo, ¿es el Talmud, el Corán o el Evangelio? El odio es la memoria amarga de una herida, y el amor —último sorbo de agua cedido en el desierto a quien desea arrebatarnos la vida— es donación sin condiciones, habitantes diversos de Israel con las gentes vecinas. El amor exige hechos, pide obras, abiertas voluntades; fuentes de aguas límpidas, Jordán y Tiberiades. Del Odio hasta el Amor hay un abismo que se nivela arrojando los prejuicios. Me pregunto en los días sombríos, si del fusil o de la honda no hacemos herramienta, profesión, oficio; imprescindible dogma y heroísmo. Si no transformamos la guerra, después de tantos siglos, cristianos, musulmanes y judíos, en fin que lleva a los demás hacia el olvido. *** Cincuenta y nueve Un verano alto, cuajado de cosecha, la cesta de la merienda traías bajo el brazo, cuando agonizaba el sol en la era. Te creí el verso que faltaba al poema, la nota musical cierre del canto, la pincelada resuelta que daba fin al cuadro. Yo era el labrador, el filósofo, el esteta, el músico, el pintor, y buscaba sin tregua. Campanas, trompetas, sonajeros; venías del Norte, mujer, y llenaste todos los huecos. *** Setenta y tres Todo tiende al orden, todo tiende al caos; y el leve peso de un grano de trigo lleva la indecisa balanza al súbito desequilibrio. Es pronto hasta que es tarde. Existe un punto idóneo de límite impreciso para llevar a término feliz quehaceres muy variados, tan fugaz y pasajero, que cuando llega a ser deja de serlo. Qué se hizo de las intenciones buenas y de las dádivas que llenaban mis bolsillos, dónde están el arca de la ofrenda y aquellos que se decían mis amigos, dónde la sonrisa abierta y mi buena voluntad en los conflictos. Yo soy el que labra la tierra y la vacía de minerales, el que se sumerge hasta las perlas y los arrecifes coralinos; quien transforma las materias primas en productos elaborados y el servidor de sus vecinos. Cuido el sembrado hasta la siega, bajo a la mina, pesco barbos en el río, trabajo de sol a sol en la tejera; paso hambre, sed y frío y mi cuerpo ha de enfrentarse solo a las dolencias: soy el bracero desconocido, el nuevo atlante que porta el mundo sobre su cabeza. Estoy cansado de ser el héroe esforzado que hasta la noche eleva la mañana, y la deja deslizar pendiente abajo buscando el alba; un animal que adiestra su criterio y marca veredas con la sangre, empeñado en actuar como testigo, juez y parte. Si al menos tuviera al mar por compañero, peces, veleros y gaviotas, pero he nacido tierra adentro. (Del libro La deriva del hombre, de Pedro Sevylla de Juana, editado por Devenir Poesía. Madrid, 2006. ISBN: 84-96313-35-2). ** Pedro Sevylla de Juana valdepero@hotmail.com Escritor español (Valdepero, Palencia; 1946). Reside en El Escorial (Madrid). Es publicista, conferencista, articulista, poeta y narrador. Ha obtenido el premio Relatos de la Mar (1997), Ciudad de Toledo de Novela (1999), Internacional de Novela “Vargas Llosa” (2000) y Paradores de Turismo de Relatos (2001), y fue finalista del premio de novela Ateneo-Ciudad de Valladolid (2005). En narrativa ha publicado los libros Los increíbles sucesos ocurridos en el Principado (1982), Pedro Demonio y otros relatos (1990), En defensa de Paulino (1999), El dulce calvario de la señorita Salus (2001), En torno a Valdepero (2003) y La musa de Picasso (2007). En poesía, El hombre en el camino (1978), Relatos de piel y de palabra (1979), Poemas de ida y vuelta (1981), Mil versos de amor a Aipa (1982), Somera investigación sobre una enfermedad muy extendida (1988), El hombre fue primero la soledad vino después (1989), Madrid, 1985 (1989), Aiñara (1993) y La deriva del hombre (2006). Además ha publicado el libro de ensayo Ad memoriam (2007). Textos suyos han aparecido en diversas publicaciones colectivas. Mantiene una página personal en http://www.sevylla.com. === Los diarios de Lem ==================================================== === Doctor Paracelso Carlos Montuenga ================================ Ha pasado ya algún tiempo desde que perdí el contacto con los demás. Tengo que encontrarles como sea. A veces, lo ocurrido me parece un mal sueño del que voy a despertar en cualquier momento. Recuerdo los tejados de París recortándose contra el cielo sereno de la tarde. En la lejanía, las campanas de Notre Dame elevaban su voz severa sobre el bullicio de calles y plazas. Yo paseaba despreocupado, observando las travesuras de unos pilluelos que corrían entre la gente. Luego las cosas tomaron mal cariz. Recibimos orden de trasladarnos con urgencia y muchos creímos que se iba a iniciar una gran ofensiva. Cuando llegó el momento señalado, fijé las coordenadas y me preparé para la partida. Pronto, aquella ciudad tan fascinante no sería para mí más que un lejano recuerdo. Durante el tránsito no percibí nada anómalo. Como ya había ocurrido en otras ocasiones, los contornos de todo cuanto me rodeaba empezaron a borrarse y me fue invadiendo una intensa sensación de ingravidez. Procuré no pensar en nada y me abandoné al placer de sumergirme en un torbellino luminoso en el que todo desaparecía estallando en mil destellos fugaces. Sé que aquello sólo duró un instante, pero cuando las luces se extinguieron y pude palpar otra vez mi cuerpo, habría jurado que regresaba de cruzar un océano sin límites. Pronto comprendí que algo iba mal. En el lugar donde me encontraba, no había ni rastro de los míos, nada familiar, ninguna referencia; he de admitir que algún fallo inexplicable me desvió de la ruta prevista. Ahora sólo puedo confiar en que consiga comunicarme con ellos. Mientras tanto, dependo de mis fuerzas para sobrevivir en un mundo que apenas conozco. He tomado la decisión de dirigirme hacia alguna población importante. Tal vez allí tenga más posibilidades de ganarme la vida, mientras sigo intentando establecer contacto. Ayer tuve que emplear la mayor parte del día en atravesar un bosque solitario. Al fin, se fue aclarando la espesura y apareció ante mí un territorio llano con abundantes pastos y tierras de labor. Ya avanzada la tarde, entré en una pequeña aldea rodeada de prados. No había probado bocado desde el día anterior y mis tripas no dejaban de protestar. Me acerqué a una choza y di unos golpes en la puerta. En el umbral apareció una mujer muy delgada, con dos niños agarrados a sus faldas, y me invitó a pasar. El suelo de la estancia estaba cubierto de paja y se oía el gruñido de cerdos tras una estacada. Flotaba en el aire un olor nauseabundo. La mujer me ofreció una escudilla con coles hervidas y algunos trozos de tocino, que devoré en un santiamén sentado junto al hogar. Tras terminar el refrigerio, conseguí que me entregara unas libras de carne en salazón y medio queso, a cambio de una hebilla de plata. Las últimas luces del día se apagaban cuando salí de la choza para proseguir mi camino. Parecía como si la aldea hubiera quedado sumida en un profundo letargo; sólo el silbido de los vencejos y el eco de alguna voz lejana turbaban el silencio. Cuando noté que el cansancio se adueñaba de mí, dejé el camino y me tendí bajo los árboles, dispuesto a descansar unas horas. El verano derramaba su aliento tibio sobre la tierra y las hojas plateadas de los abedules brillaban en la oscuridad; en seguida, me venció el sueño. Apenas rompía el alba cuando sentí que alguien me sacudía el brazo. Un hombre alto, embutido en faldones negros, estaba junto a mí observándome con atención. —La paz del Señor esté contigo —dijo. Respondí a su saludo asintiendo con la cabeza; luego le expliqué, tan bien como pude, que el azar me había llevado lejos de casa y necesitaba encontrar algún modo de ganarme la vida. —Por tu forma de hablar, veo que eres extranjero y desconoces nuestras costumbres —dijo él—, pero pareces un joven decidido, y tal vez encontremos para ti alguna ocupación en el monasterio. Acompáñame, si ese es tu deseo. Con la ayuda del Señor, llegaremos allí antes de la hora Sexta. El monasterio está asentado sobre un promontorio desde donde se divisan extensos campos de cebada, salpicados por algunos viñedos. El abad ha dispuesto que mientras permanezca con la comunidad, he de ayudar a los hermanos que cuidan del huerto. Hay un monje muy enfermo que ocupa una celda contigua a la mía; es el hermano Wenceslav, un anciano que antes estaba encargado de dirigir la cocina. Respira con mucha dificultad y apenas tiene fuerzas para levantarse del catre. Siempre que puedo, me acerco a verle por si necesita algo. Ayer estaba ayudándole a tomar un poco de caldo, cuando se presentó el abad acompañado de un hombre de semblante adusto que, tras reconocer al enfermo, sacó algunos frascos de un pequeño cofre forrado en cuero. Luego empezó a extender un ungüento amarillo sobre el pecho del anciano. —Señor, este hombre está muy enfermo —le dije—. Temo que su vida se apague en cualquier momento. —¡Nadie ha pedido tu opinión! —bramó él—. ¿Con quién crees que hablas? Soy el doctor Teophrastus Bombastus von Hohenheim, muchos me llaman Paracelso. He viajado por todas partes y estudiado en varias universidades, pero mi saber no procede de los libros. Luego, mirando con malicia al abad, prosiguió: —Tal vez por eso, algunos me toman por brujo y hasta se ha llegado a decir que hago pactos con el demonio. —¿Los brujos pactan con el demonio para auxiliar a los enfermos? —pregunté intrigado. —Verdaderamente, ni el asno que transporta mis medicinas es tan necio como tú —dijo Paracelso escupiendo al suelo—. ¿Cómo te llamas? —Señor, mi nombre es Lem. —¿Lem? ¿Eso es todo? Más parece el nombre de un perro. Créeme, muchacho, nunca llegarás a nada con un nombre así. ¿Acaso no sabes que los nombres definen la esencia misma de lo que somos? Fíjate en el mío, yo no podría ser quien soy si me llamara, digamos... Teo. En fin, no sé por qué pierdo el tiempo contigo. Ya veo, por tu forma de mirarme, que no entiendes nada. Por cierto, tus ojos son oblicuos y hablas el alemán con un acento extraño. ¿Has nacido en las tierras del norte? —Pues... sí, maestro, de muy al norte. —Bueno, muchacho, dejémonos de charla. Si quieres hacer algo por el enfermo, asegúrate de que ingiera una pizca de este polvo negro una vez al día. En medio de la noche me despertó el tañido de una campana que llamaba a los monjes a la oración. Estaba a punto de volver a dormirme cuando oí toser al enfermo. Me levanté con sigilo de mi jergón y entré en su celda. El anciano ardía de fiebre y respiraba con gran dificultad; sufría continuos accesos de una tos convulsa que le sacudía de los pies a la cabeza. Consideré la situación: tenía serias dudas de que los remedios del eminente doctor fueran de alguna utilidad; aquel pobre hombre podía morir, a menos que yo hiciera algo... pero eso significaba contravenir el reglamento del Consejo Supremo. Me aproximé al enfermo y enfoqué sobre él mi campo de visión. En seguida, pude apreciar una zona oscura que se extendía por su pulmón derecho. El proceso infeccioso estaba muy avanzado y tomé la decisión de actuar con rapidez. Coloqué ambas manos sobre la zona enferma, y pronto empecé a sentir un cosquilleo característico que circulaba por todo mi cuerpo. Al cabo de un buen rato, la mancha casi había desaparecido y el monje comenzaba a respirar con más facilidad. Me senté junto a él para recuperarme del esfuerzo; en la penumbra de la celda, las corrientes de luz que escapaban de mis manos ascendían hacia el techo, envolviéndome en un resplandor rojizo que, al iluminar débilmente la estancia, proyectaba sombras vacilantes sobre los muros. El monje carraspeó y miró en torno suyo con expresión aturdida. Me miró sin reconocerme y, abriendo unos ojos como platos, exclamó: —¡Que Dios se apiade de mí! ¿Acaso te envía el maligno para arrastrarme a los infiernos? Le aseguré que no tenía intención de arrastrarle a parte alguna, pero él estaba fuera de sí y agitaba los brazos como un loco. A pesar de mis esfuerzos, se las arregló para saltar fuera del catre y, al pisar descalzo las frías baldosas, resbaló y se dio de narices contra el muro. Al poco rato, oí girar los goznes de la puerta y apareció el abad acompañado de dos monjes que portaban antorchas. El enfermo yacía en el suelo atontado por el golpe, pero yo había tenido tiempo de comprobar que sólo sufría una ligera contusión. —¿Pero qué es esto? —exclamó sorprendido el abad—. ¿Qué ocurre aquí? La situación era comprometida. Tragué saliva y me dispuse a improvisar una explicación convincente. El ambiente se distendió cuando le dije al abad que sin duda el hermano Wenceslav se había caído del lecho, tras de lo cual yo acudí al oír el golpe y le encontré tendido en el suelo. Por suerte, mi apariencia humana era ya completamente normal y los monjes no sospecharon nada. Reina una gran inquietud en el monasterio. Por lo que he creído entender, han llegado noticias de cierto edicto promulgado en Worms, que condena a un monje agustino por defender ideas contrarias a las enseñanzas de la iglesia romana. El acusado, un tal Lufer o Luther, es un profesor de la Universidad de Wittemberg. Según dicen, hace unos años protagonizó un gran escándalo al publicar numerosas tesis contrarias a algunas prácticas habituales de la Iglesia. Eso último me resulta confuso, pero por lo que me han explicado los monjes, las autoridades eclesiásticas venden unos documentos muy particulares; por medio de ellos, el comprador consigue una reducción de la condena que le corresponde cumplir en un lugar llamado purgatorio, cuyo emplazamiento exacto nadie es capaz de aclararme. El abad dice que todo esto puede traer consecuencias nefastas, pues algunos príncipes alemanes apoyan las tesis del monje rebelde y no vacilarían en enfrentarse al mismísimo Emperador. Hace unos días que abandoné el monasterio para seguir mi camino. Me disponía a buscar algún lugar donde pasar la noche, cuando divisé a lo lejos el humo de una fogata que se elevaba junto a un carro. Al acercarme, pude ver al doctor Paracelso, abstraído en la contemplación de las llamas. No me había visto y se puso en pie de un brinco cuando llegué junto a él. —Maestro, espero que os encontréis bien —dije, haciendo una inclinación de cabeza. —¿Eh? ¿Quién eres tú? ¿Qué quieres? —Soy Lem, maestro, he dejado el monasterio y me dirijo a la ciudad de Marburg. Al reconocerme, se tranquilizó e hizo un gesto para que me sentara junto a él. Sobre el fuego se hallaba suspendido un caldero del que escapaban efluvios capaces de resucitar a una legión de muertos. Permanecimos un rato en silencio. Luego, él clavo en mí su mirada y dijo: —Muchacho, tal vez te sorprenda el que un eminente doctor viaje de un lado para otro como un vulgar buhonero, cuando podría llevar una vida opulenta al servicio de algún príncipe. Pero nada aprecio tanto como la libertad. Todas las riquezas del mundo carecen de valor si se comparan con el placer de tenderse sobre la hierba y contemplar la belleza del cielo estrellado. Pero dime, ¿cómo se encontraba el hermano enfermo cuando dejaste el monasterio? —Maestro, cuando me despedí de él, se sentía aún muy débil, pero respiraba con bastante normalidad y su fiebre había desaparecido. —¡Rara vez he fallado al tratar un caso como el suyo! —exclamó él con gesto triunfal—. Has de saber que mis remedios superan todo lo conocido. Mientras muchos se obstinan en seguir utilizando purgas y sangrías, yo he descubierto que la Naturaleza oculta sustancias capaces de destruir el núcleo mismo de la enfermedad. —¿Y sería posible encontrar agentes específicos para tratar cada dolencia? —pregunté interesado. —Vaya, parece que no eres tan necio como me figuraba —respondió él—. Así es, tal como supones. Algunas de esas sustancias son de naturaleza mineral, como la sal Tartari y el sulfuro de antimonio; otras, esencias volátiles, tal el alcohol vini y los espíritus que pueden extraerse de las plantas por destilación. Sin embargo, Lem, hay algo que debes tener siempre presente: sólo un hombre virtuoso puede practicar con éxito el arte de curar; todo en el cosmos forma parte de una trama que la voluntad suprema teje en secreto. He cambiado de planes. Por el momento, no iré a Marburg. El doctor Paracelso me ha ofrecido una pequeña paga con la que puedo cubrir mis necesidades básicas. A cambio, le ayudo a realizar sus curas y me ocupo de recoger las plantas que precisa. Cada día que pasa, acuden a nosotros más enfermos y la bolsa del maestro engorda sin cesar. Poco se imagina él que a veces yo intervengo en secreto para acelerar las curaciones. ¡Al fin he conseguido establecer contacto! La señal se mantuvo estable tan sólo unos segundos, pero bastó para notificar mi posición y pedir instrucciones. Poco después llegó la respuesta. Se hacen cargo de la difícil situación en que me encuentro y han calculado las trayectorias de regreso que les parecen menos arriesgadas. Pero me dejan a mí la decisión final. Esta vez no puedo fallar... ** Carlos Montuenga cmrbarreira@hotmail.com Escritor español (Madrid, 1947). Doctor en ciencias. Colabora con artículos y relatos en publicaciones de comunicación social, tales como ETC Magazine (Buenos Aires) en espacios literarios como Vorem, Margen Cero, Ariadna (Asociación de Revistas Electrónicas de España), Revista Amalgama, Revista Voces y en portales de la red dedicados a la difusión de la filosofía y el humanismo como La Caverna de Platón y Liceus. === El seleccionado Pilar Ana Toloana Artola ========================= Era una tarde de verano, de aquéllas tan preciosas y apabullantemente calurosas, que la mente era como si se me hubiera escapado; un viaje astral digo yo que estaría haciendo. Busqué en el bar de al lado de casa, por si allí había algún conocido que pudiera sacarme de ese estado vegetativo en el que me encontraba. Me explicó el camarero que todos habían desertado a las playas de los alrededores... Allí estábamos los dos mirándonos fijamente, mientras yo a sorbitos controlados iba acabando con aquel granizado de café, que esperaba que me devolviese a la órbita espacial. El chico, que más que acompañarme me desacompañaba, mentó algo sobre el Campeonato de Golf que televisaban, y tras personalizar el canal de la tele cutre que tenía en un estante, se giró hacia la pantalla, y se quedó expectante y atónito viendo esforzarse a un hombre con un palo, que trataba de darle con fuerza a una pelota. Me escabullí en cuanto pude. El granizado lo único que hizo fue engañar al cuerpo; de repente estuve tan fresco como una lechuga y de repente tan cocido como un pollo. Por la calle, donde daba el sol, la impresión de que el cemento se derretía era perpetua. Yo buscaba la sombra, pero no quería parar porque luego no iba a poder continuar. Muchos cobijos oscuros me tentaban a quedarme allí, no obstante esto era una trampa para que yo no llegara a casa. Y al dar la vuelta a la esquina, tropecé con ella, con Fabiola, la cual me descubrió, mientras se agachaba a recoger los peluches que se le habían caído por toda la acera. —¿Estás esperando por si son malos y saltan? ¡Pero, ayúdame! —declaró. No me negué a ayudarla, y en un abrir de ojos los mantenía a todos. Dudé que llegara muy lejos con todos esos muñecos peludos, así que me decidí a acompañarla llevando yo unos cuantos encima: un tigre con unos bigotes exagerados, un cervatillo con ojos diabólicos, un reno que cantaba una canción de Bustamante si le tirabas de una pata, y una rana con gafas de sol. —¿No creerás que por acompañarme tienes derecho a alguna recompensa? —No voy a ser tan gentil como para conseguirla —contesté. —Pues eres tonto, alma de pedernal. —Lo mismo de tonto que para llevar estos ridículos animaluchos. Entonces se puso muy seria, como si la hubiera insultado. —A lo mejor la idiota soy yo por ir con gentuza como tú —comentó airada. A tirones me quitó los peluches que yo transportaba, y huyó por el pavimento cargada con ellos. Con las prisas, a la rana se le cayeron las gafas, sin embargo Fabiola no se agachó a recuperarlas. Yo me encargué de recobrarlas, y le grité para que se parara. Llevaba zapatos de tacón alto, así que era obvio que iba a alcanzarla. Hasta que en el último momento, hizo un par de movimientos con los pies, y dejó los zapatos tras de sí... Parecía haberse puesto propulsores a chorro, de lo rápido que marchaba. Vi poco después a Fabiola en un portal próximo, que entraba con toda su comitiva animal. Sólo quería entregarle las gafas de su sapillo, así que me acerqué para ver si podía adivinar su piso. Eran once pisos de tres manos cada uno. Era prácticamente imposible que diera con Fabiola, aunque por azar, me decidí a probar con el timbre del segundo izquierda. Por suerte o por desgracia, no respondió nadie a mi escueta llamada. Me alejé del portal, y miré a las terrazas por si distinguía a Fabiola en alguna de ellas. Lo único que advertí en el cuarto derecha, fue a un hombre gordo que, con un cigarrillo en la mano, me examinaba suspicazmente desde su ventana. No obstante, ni rastro de la dama de los peluches. Ya me iba a ir cuando Fabiola, casi desconocida sin peluches, salió del portal, y de un salto se plantó delante de mí. Nos quedamos durante unos segundos mirándonos a los ojos como si fuéramos dos desconocidos, que en realidad era lo que éramos, y ella exclamó de pronto: —¡Ya está! ¡Eres un obsesivo psicópata acosador de éstos que salen en las noticias todos los días! —No, yo sólo... Quería devolverte esto. Se le cayó a uno de tus muñecos —dije, alargándole las gafas de sol de la rana. —No es un muñeco, es una mascota, y tiene nombre. Se llama Woody —sentenció ella. —Bueno... Pues toma las gafas de Woody. No me dio ni las gracias, sin embargo no me importó. Se metió las gafas al bolsillo, y se observó los pies descalzos. —Podías haber recogido también los zapatos que perdí por darte esquinazo —escrutó. Anduvimos sobre los pasos que habíamos dado antes, y en un abrir y cerrar de ojos, dimos con los zapatos de tacón de Fabiola. Volvió a calzárselos y su figura, por ese nimio detalle, adoptó una forma como más estilizada y espigada. Declaró, después, que estaba de mudanza, y tenía que bajar hasta su antiguo domicilio para coger unas cajas, y llevarlas al bloque de pisos donde habíamos estado previamente. Insistió en que la escoltara para que la echara una mano allí. —Está muy cerca. —Hasta me he olvidado del calor... Iré contigo. —Cuando lleguemos allí, te puedo invitar a algo de beber. Acepté sin más divagaciones. No caminamos mucho, y paramos en el Asilo de Salud Mental, en el manicomio. Me quedé un poco desconcertado al ver entrar, pletórica, a Fabiola. —Es aquí. Me han dado el alta —confirmó. La seguí sin hacer preguntas, pero dudaba si hacía lo correcto. —Me encerraron en mi adolescencia, ¿sabes? Un brote de esquizofrenia, decían los médicos... Ya estoy bien, y me voy a vivir a otro lugar —explicó sonriente. Yo seguía sin articular palabra. Todos los que había en el jardín me observaban minuciosamente, aunque cuando entré al caserón me sentí peor, como si me acobardara una claustrofobia crítica. Una chica con una bata blanca se acercó a Fabiola. Le susurró algo al oído, y Fabiola le rebatió: —No, no, es inofensivo... Viene para ayudarme con mis peluches y mis cajas. Observé con detenimiento a la chica que parecía que llevaba el cotarro de todo aquello. Su pelo era largo y rubio, y un poco deshilachado; además, olía como si se lo hubiera quemado. No era muy alta, y no sé por qué comencé a diseñar cómo serían sus zapatos, que posiblemente no tendrían los taconazos de los de Fabiola. Me perturbé cuando, al bajar la vista, me di cuenta que tenía los pies embutidos en bolsas. Al asentarme y contemplar su bata más paradamente, concluí que la bata no era suya; la bata era dos tallas más grande, y en la pechera podía leerse Dr. Jaime Dorronsoro Quintana, bordado en letras azules. A no ser que se hubiera hecho transexual... Ni era su bata, ni la responsable de aquel sitio. Se pusieron a discutir entre ellas. La jerga era incomprensible. Fabiola vociferaba más fuerte que la otra que no estaba de acuerdo con lo que la otra añadía. Pensé abandonar el lugar lo más callado posible, y así, casi como una culebra, repté por el pasillo que conducía al vestíbulo. Un hombre de unos sesenta años me cortó el paso, y a empujones me llevó hasta un cuadro, una imagen de un rey holandés o francés del siglo XVI o XVII. —¿Qué opina de él? —inquirió el hombre. No sabía si amonestar la imagen o venerarla. La pasión por salir de allí había liquidado íntegramente mis gustos y apetencias pintorescas. En ese momento, estaba demasiado fatigado para preocuparme de otra cosa que no fuera de encontrar la salida. —¿Qué opino de cómo está el cuadro, o del personaje personalmente? —tanteé. —¿Qué clase de pregunta tendenciosa es esa, niñato? De tendenciosa no tenía nada, pero me callé ante la ira que parecía haber despertado en ese hombre. Me retorció el brazo, y me admiré de su fuerza. Iba a gritar de dolor. Buscaba con impaciencia a alguien que pudiera ayudarme, y de pronto reconocí a Fabiola que forcejeaba con el hombre para que me soltara. La chica de la bata me sostuvo. También había llegado y todavía tenía la respiración agitada. No podía creerlo, ellas habían sido mis salvadoras; habían impedido que ese hombre me rompiera el brazo. Debía mostrarme agradecido. Ahora las dos, cada una sujetando uno de mis brazos, me llevaban por otro pasillo; éste, más ancho que el que llevaba al vestíbulo. —Yo os agradezco, pero... —No agradezcas, sin saber —añadió Fabiola, como robotizada, sin expresión. —Esta situación me está resultando rara. La de la bata reía en silencio, como orgullosa de que se iba a hacer lo que ella decía. Evitaba el contacto visual, pero yo sabía que me observaba por el rabillo del ojo. —¿Estáis todos locos? —quise examinar. Parece ser que les incomodó mi pregunta. No hubo respuesta. Sólo, silencio. Muy seguras de lo que hacían, y sobre todo, conformes la una con la otra, abrieron una puerta sita a la izquierda, y totalmente sincronizadas me dejaron sentado en un gran sillón granate de una habitación ribeteada en tonos pastel. Confirmé que era un infeliz al esperar una explicación por lo menos de Fabiola, sin embargo me fijé que sus labios se curvaban como pronunciando algo, y me ilusioné imaginando que me estaba reproduciendo un mensaje secreto sobre cómo escapar de allí, o alertándome de que luego vendrá a buscarme. Mi equivocación fue colosal. Solamente estaba canturreando una canción de Mónica Naranjo. Y la otra, la rubia enana de la bata, le hacía los coros. El audio fue interrumpido un instante: —Te llamamos cuando te necesitemos —insertó Fabiola justo antes de cerrar con llave desde fuera. Nervioso, busqué las ventanas; salté hacia ellas, pero todas ellas estaban forjadas con verjas. Eran como las rejas de una cárcel, y me sentí impotente queriendo doblarlas sin conseguirlo. Quizá debiera sentirme prisionero ya, pero, ante todo, me sentía abatido por no haber presentido que todo había sido un anzuelo. Allí estaba yo agazapado, esperando a los deseos explícitos de los habitantes de aquella casa de locos. Por primera vez en mi vida había salido extrañamente agraciado, el gran elegido; el seleccionado de entre tantos y tantos... ** Pilar Ana Toloana Artola pilar_anat@hotmail.com Escritora española (Vitoria, Álava, 1978). Cursa su último año de filología hispánica, y en breve opositará para trabajar en la Universidad del País Vasco (http://www.ehu.es). Textos suyos han sido publicados en revistas digitales como Soleado (http://www.soleado.org) y Al Margen (http://www.almargen.net), la sección literaria de Alegsa.com.ar y en los sitios de autopublicación e-Stories (http://es.e-stories.org) y TusRelatos.com. ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “La literatura es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los escritores son vampiros”. George Bernard Shaw. === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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