~~~~~~~~~~~~~~~ Año XIII Cagua, Venezuela Nº 198 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 3 de noviembre de 2008 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ =========================================================================== Mundo Inmundo. Un libro prohibido. Prohibido a los nerviosos, a los timoratos, a los puritanos. Sus relatos trascienden los límites de lo literariamente correcto. Son textos escritos en las cimas de la desesperación: con rabia, con dolor; con amor y sordidez. Fante, Bukowski y Carver se sonrojan en sus tumbas. Disponible en: www.comala.com =========================================================================== === Sumario =============================================================== | Premiados. / La Meganet de Delgado. / Ubikverso. / Todo | Breves Espronceda. / El retorno de Florentino. / La muestra del | concurso Michell. / El cuaderno de Roche. / La misión de | Trujillo. / Cabeza argentina. / Bukowski en un bar. / La | India en Caracas. / Vian cantado. / 1606. / El Club de | Castrillón. / 100 videos 100. / Diecisiete sílabas. / | Antología ecológica. / La creación según Freire. / El | alba según Fausto. / Borges enseña radio. / Discursivos. | | Conferencias sobre lenguaje y autoritarismo dicta | Noticias Ernesto Iancilevich. / Cardenal presenta en México su | poesía completa. / Publican primera “biografía | autorizada” de Gabriel García Márquez. / Premio Gabriel | Sijé para el colombiano Diego Fernando Montoya. / | Romero, Fernández Paz y García de Cortázar, premios | nacionales. / Visto para sentencia el juicio contra el | escritor Luis García Montero. / Entregan Premio José | Hernández al español Luis Alberto de Cuenca. / Hallan la | primera narración publicada en asturiano. / Premio SM de | Literatura para Bartolomeu Campos de Queirós. / Soledad | Fernández de Córdova dirige Biblioteca Nacional de | Ecuador. / Emitido exhorto para apertura de la fosa de | García Lorca. / Llevarán al cine Memoria de mis putas | tristes, de García Márquez. / Presentan en Quito | diccionario de ecuatorianismos. / Maicán, Velásquez y | Plata Ramírez ganan Premio Solar. / Mercedes Calvo gana | Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños. / Raquel | Robles gana el Premio Clarín de Novela. / Chumacero e | Ivo recibieron Premio Víctor Sandoval. / Jotamario | Arbeláez recibió en Caracas el Premio Valera Mora. / | Falleció en Argentina el poeta español José Carlos | Gallardo. / Podrían haber localizado restos de nuera de | Juan Gelman. / Feria de Rosario recuerda a Alfonsina | Storni y a Atahualpa Yupanqui. / Gustavo Valle gana la | Bienal Adriano González León. / María Elvira González y | Glener A. Morales ganan Concurso Fundarte. / Recuerdan | visita de García Lorca a Buenos Aires. / Falleció en | Buenos Aires el poeta y editor José Luis Mangieri. / | Gioconda Belli gana el premio Sor Juana 2008. / Mexicano | Daniel Sada gana el Premio Herralde de Novela. / | Reeditan la última novela de Miguel Delibes. / Paul | Auster estará en la Feria de Oaxaca. / Capítulo Caracas | de la Filven inaugurarán este viernes. / Rosa de dos | aromas, de Emilio Carballido, se presenta en Caracas. / | Narrativa hispánica contemporánea será discutida en | simposio. / Estrenarán en México ópera de Carlos | Fuentes. / Investigadores en literatura se reunirán en | Mérida. | | TVLecturas: Libros a toda hora. / El Concepto de | Literatura Ficción. / Tejados sin Gatos. / Me Gusta Escribir. / Los | en Internet Poetas del Cinco. / Narrativa Puertorriqueña: Lugares | Imaginarios. | | “Miguel Hernández”, Alfonso Ramírez de Arellano. / “El | Artículos y Premio Nobel de Literatura”, Víctor Montoya. / “Más | reportajes vidas que El gatopardo”, Jorge Marchant Lazcano. / | “César Vallejo ha muerto”, Harold Alvarado Tenorio. / | “Grita”, Andrea Cabel. / “Pensar y sentir”, Ernesto | Fernando Iancilevich. / “Un precursor del boom | latinoamericano: Alfredo Pareja Diez-Canseco”, Manuel | Cabesa. / “¿Quién mató a mi madre?, de Édgar Borges. La | novela como metáfora del encierro”, Pedro Antonio Curto. | / “Otras voces, otros espacios. La Biblioteca Nacional | de Santiago de Chile se reencontró con la ciencia | ficción”, Benedicto González Vargas. | | “Paco Ignacio Taibo II: “Es imposible desligar los | Entrevistas factores políticos y sociales de la criminalidad””, | Eduardo Corrales. / “Leonardo Maicán, un escritor a la | antigua, ganador del Premio Solar 2008: “No importa | cuántas páginas escriba, pero que queden bien hechas””, | Jorge Gómez Jiménez. | | “Desposeer el cuerpo. Una representación de lo femenino | Sala de ensayo en La culpa y La mujer de sal”, Clara Quero Flores. / | “Una de las lecturas posibles acerca del cuento “Pierre | Menard, autor del Quijote”, de Jorge Luis Borges”, | Sócrates Tsokonas. / “Relato con un fondo de agua (Final | del juego, 1956), de Julio Cortázar”, Silvia Alcaide | Baena. | | “Las hijas del espino” (extractos), Lucía Estrada. / “El | Letras otro lado del porche”, María Virginia Ocando. / Poemas | de Adalberto Guerra. / “Gabriela”, Susana Arroyo-Furphy. | / Poemas de Rafaela Pinto. / “La primera”, Cristina | Pérez-Cordón. / Poemas de Karla Preciado Mendoza. / | “Gharbanzo”, Lester Giovanni Oliveros Ramírez. / | “Tiempos de guerra” (extractos), Antonio Mora Vélez. / | “El diezmo”, Enrique Vásquez Valladares. / Poemas de Ana | María Veas. / Cuentos de Alejandro Sebastiani Verlezza. | / “En la distancia” (extractos), Miguel Crispín | Sotomayor. / “A cualquier madre podría pasarle”, Jéssica | de la Portilla Montaño. / “Picado contrapicado”, Rolando | Revagliatti. / “El regalo”, José-Carlos Nazario. | | Carta abierta al alcalde del municipio Zamora del estado | El buzón Aragua. | | Vicente Huidobro. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Premiados. El sitio argentino Mis Escritos acaba de publicar el veredicto de su 7º Certamen de Poesía y Cuento Breve y de su 3º de Novela Corta, cuyos premios fueron entregados el pasado 10 de octubre en Buenos Aires. El primer premio en poesía recayó sobre Marisa Aragón Willner por “Pulsa el sol tras los cristales”, el segundo para Alicia del Valle Barbisán de Perrig por “Parir la selva”, el tercero para Víctor Hugo Tissera por “El ojo de la noche” y “Este grito”, el cuarto para Delsio Evar Gamboa por “¡Autoepitafio!” y el quinto para Miguel Azarmendia por “Identidad”. En cuento breve, el primer premio fue para Juan Carlos García por “Otoño del 82”, el segundo para María Silvia Paschetta por “El cambio”, el tercero para Jaime Palacios Chapa por “Fantasmas incomprendidos”, el cuarto para Alejandro Gómez por “El lado oscuro del exilio” y el quinto para María Cristina Maldonado por “Una confesión anhelada”. Además hubo varias menciones especiales. En novela se concedió el primer premio a Juan Carlos García por Afectos profundos, y menciones a Gustavo Albanece por El fin del verano y a Juan Brunetti por El tesoro de Paulo. Los finalistas fueron Diego Eduardo Gualda, Marcelo Pablo Herrera, Ricardo José Montenegro, Beatriz Navés y Mario Capasso. http://www.misescritos.com.ar La Meganet de Delgado. La revista española Alfa Eridiani, de ciencia ficción, acaba de publicar un nuevo Erídano, como llama a sus suplementos especiales, que contiene la obra El despertar de Meganet, del autor venezolano Ronald Delgado. El libro es una recopilación de seis relatos ambientados en el universo de la “Meganet” (Massive Einstein-Giraud Autonomous Network), una inmensa inteligencia artificial que se extiende por todo el Sistema Solar y que modula la historia de la humanidad actuando en los momentos determinantes de su desarrollo, sin que los humanos sospechen de su existencia. Las historias de la “Meganet” son una combinación de los subgéneros cyberpunk con space opera. Los relatos pueden leerse independientemente unos de otros, aunque guardan cierta relación cronológica, y cada uno es una figura que muestra un aspecto de la “Meganet”, de su comportamiento e intromisiones en el quehacer humano sin que por ello el hombre pierda su libre albedrío. Este Erídano, el número 19 de la colección, tiene un costo de 6 euros y se puede adquirir en línea o directamente en la Librería Miraguano, ubicada en el número 104 de la calle Hermosilla, en Madrid (España). http://www.angelfire.com/freak/alfaeridiani/index.html#ERIDANO19 Ubikverso. El número 3 de la publicación digital Ubikverso ya está en línea y puede descargarse en un archivo PDF de 37 páginas y poco más de 1 Mb. La edición abre con “El mejor de los enemigos”, relato en el que Marco Ángel describe la insaciable sed destructora de la humanidad llevada hasta sus últimas consecuencias, haciendo recordar con nostalgia las epopeyas clásicas de la Edad de Oro de la CF. Alexis Brito, en “Future in computer Hell”, retrata un pasaje de novela negra al estilo cyberpunk, trepidante y oscuro, que arrastra al lector a una atmósfera de violencia no exenta de vanidad. Por último, este número se cierra con el relato de Magnus Dagon, “Algunos deben caer”, que describe el drama de la Tierra vista como un destino turístico, una historia sobre la insignificancia humana, pero también sobre personas que tienen sus vidas a pesar del enorme universo que las rodea. La portada de este número se debe a Juan Raffo y la ilustración de entrada es de Ramón Siverio. Editada por la Asociación Venezolana de Ciencia Ficción y Fantasía (AVCFF, http://www.avcff.org), Ubikverso publica relatos fantásticos hispanoamericanos de 1.000 a 7.500 palabras. http://ubikverso.avcff.org/ubikverso.htm Todo Espronceda. El Museo de la Biblioteca Nacional de España alberga desde el 4 de noviembre una exposición en homenaje a José de Espronceda, con motivo del bicentenario de su nacimiento. “José de Espronceda. Poeta y militante (1808-1842)”, en cartel hasta el 2 de febrero de 2009, analiza la figura y la obra del genio romántico. La muestra se divide en los apartados “La figura de Espronceda”, “La obra poética y dramática” y “Las ideas sociales y políticas”, que incluyen pinturas, litografías, fotografías, manuscritos y diversas ediciones de los trabajos del poeta. Entre las piezas expuestas destacan el retrato al óleo firmado por José María Esquivel o la fotografía de Charles Clifford de “El cuadro de los poetas” (en el que aparecen reunidos los más ilustres representantes del movimiento romántico), además de su certificado de estudios en el Colegio de San Mateo (Madrid) y una copia del siglo XIX de su partida de bautismo. http://www.bne.es/esp/actividades/museobiblioteca.htm El retorno de Florentino. Florentino y el Diablo, una de las más celebradas obras del escritor venezolano Alberto Arvelo Torrealba (1905-1971), narra la historia de un llanero que venció a Satanás en un particular y tenebroso contrapunteo, manifestación de canto y poesía improvisada propia del llano venezolano. Este viernes 7 y sábado 8 de noviembre, la Casa de Rómulo Gallegos presentará en su salón principal la obra de teatro y danza Terraplén, basada en el texto original de Arvelo Torrealba. El montaje, a cargo del Grupo Séptimo Piso, cuenta con la actuación de Janset Rojas, Alexánder Rivera, Moisés Berroterán y Oscar Alvarado, bajo la dirección de Luis Vicente González. Las funciones, de entrada gratuita, se inician a las 6:30 de la tarde. http://www.celarg.gob.ve La muestra del concurso Michell. Este 7 de noviembre será inaugurada la exposición de obras del XXVIII Concurso Nacional de Arte Michell & Cia, evento que tendrá lugar en la Sala de Arte de Petroperú, en Lima (avenida Canaval y Moreyra 150, San Isidro). El jurado de esta edición estuvo integrado por Élida Román, Ricardo Córdova, Paolo Cordano y Alberto Casari. Los artistas que obtuvieron los premios de este concurso e integran la exposición son Lucio Arcario Puma, primer premio en acuarela por Blanca Ciudad (La Merced); Víctor Herrera y Johnny Contreras, segundo premio compartido en acuarela por La nueva sábana vieja y Buscando abrigo, respectivamente; José Luis Delgado, mención honrosa en acuarela por Superficie ocular; Nereida Apaza, primer premio en óleo-acrílico con Mi casa de cartón; Gonzalo Fernández y Hugo Salazar, segundo premio en la misma categoría por Para niños, damas y caballeros y Aunque nido es, donde se teje, ellos crecen, respectivamente; Sonia Nina, mención honrosa por Caminos tejidos; Alfonso Sulca y Quintin Huanca, primer premio compartido en telares por Religiosidad prehispánica a la biodiversidad de la pachamama o madre naturaleza y Chacana, respectivamente, y Damián Huamán y Allpa y Lucila Quispe, segundo premio compartido en la misma categoría por Inca pallay y Huila huila, respectivamente. El concurso Michell, que se realiza hace 28 años, es el más antiguo premio de pintura en Perú, y convoca trabajos en las disciplinas de pintura, acuarela y telares. La muestra permanecerá abierta al público hasta el viernes 28 de noviembre y podrá ser visitada de lunes a viernes entre la 1 de la tarde y las 8 de la noche. La entrada es gratuita. http://www.petroperu.com.pe/Main.asp?T=3607&S=0&id=21&idA=9044 El cuaderno de Roche. El próximo domingo 9 de noviembre será presentado, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Venezuela, Filven 2008, el número 8 de la serie “Cuadernos Cineastas Venezolanos”, dedicado a la obra cinematográfica de Luis Armando Roche y escrito por Carolina Lozada (http://www.letralia.com/firmas/lozadacarolina.htm) para la Fundación Cinemateca Nacional. Roche fue el realizador de la primera road movie venezolana: El cine soy yo (1977), película que contó con la participación de la actriz francesa Juliet Berto. También cuenta en su haber con un documental sobre Carlos Cruz Diez, hecho en el taller del artista plástico en Francia, a principios de los setenta: Carlos Cruz Diez en la búsqueda del color. La presentación tendrá lugar en la Sala César Dávila Andrade de la Filven el domingo 9 a las 11 de la mañana. http://www.cinemateca.gob.ve La misión de Trujillo. El próximo domingo 9 de noviembre se presentará en Miami el libro Misión mujer, una recopilación de ensayos de la escritora cubana Myrtha Trujillo en los que glosa la trayectoria de diversas mujeres que lucharon toda su vida para alcanzar su misión y que dejaron, quizás sin saberlo ni buscarlo, una profunda huella. Escritoras, científicas, poetas, astronautas y más, Trujillo se sumerge en la vida de dieciocho mujeres para comprenderlas y acercarlas al lector evitando escribir biografías académicas, si bien es cierto que los textos están muy bien documentados. Trujillo (Cienfuegos, 1937) realizó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal y se doctoró en ciencias físico-químicas en la Universidad de La Habana. Muy joven emigró a Puerto Rico, donde alcanzó un doctorado en química física en la Universidad de Puerto Rico y permaneció como profesora de química durante treinta años en dicha institución. Actualmente está retirada y reside en Miami. Es autora de El Tao, I Ching y el Budismo; precamino (2001); Reflexiones (2003) y Radioquímica: principios básicos y aplicaciones. La presentación del libro se realizará el domingo 9 a las 4 de la tarde en la Librería Books&Books de Coral Gables (Miami, Florida, EUA). http://www.booksandbooks.com Cabeza argentina. Este lunes 10 de noviembre a las 7 de la noche será presentado en Buenos Aires el número 13 de la revista mexicana La Cabeza del Moro, una publicación trimestral de creación literaria editada desde 2005 por el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” y dirigida por Manuel Ramos Montes, quien estará acompañado en el acto por el también mexicano Rafael Toriz (http://www.letralia.com/firmas/torizrafael.htm) y por los argentinos Rodolfo Alonso y Guillermo Piro. Al finalizar la presentación, se obsequiarán ejemplares y será servido un vino de honor. La Cabeza del Moro, cuyo nombre fue tomado de un verso de la poeta Coral Bracho, difunde ideas y creación literaria en todos sus géneros (cuento, novela, ensayo, poesía, dramaturgia, guionismo y entrevista), sin filiaciones generacionales o sectarias en aras de la variedad estilística y como un reconocimiento del mestizaje. Incluye obra plástica como telón de fondo a la escritura. La actividad, cuya entrada será libre y gratuita, se realizará en El Salvador 4996, Esquina Thames. http://www.zacatecas.gob.mx/inscultura.htm http://tinyurl.com/5s3xvx Bukowski en un bar. Este 11 de noviembre será presentada en Madrid la antología Bukowski Club; jam session de poesía 06-08, que publicado bajo el sello de Ediciones Escalera reúne textos de los participantes de las jam sessions del bar Bukowski Club, ubicado en el Barrio de Malasaña de la capital española. La velada, tras una introducción a cargo de los escritores Ana Rosetti y Carlos Salem, así como de la responsable del Bukowski Club, Inés Pradilla, concluirá con una recreación poética de esas sesiones, que se realizan todos los miércoles. En la antología, que reúne material de 74 poetas, se recoge el ritmo y el espíritu de esas lecturas. Incluye textos de autores consagrados como Gonzalo Torrente Malvido, Sara Rosenberg, Jesús Urceloy y Óscar Aguado, entre otros, así como de quienes participan en estas sesiones semanales. El libro tiene un costo de 16,20 euros. http://www.edicionesescalera.com/libro.asp?codart=VER004 La India en Caracas. Como parte del Ciclo de Conciertos de Expresiones Musicales, este martes 11 de noviembre se presentará a las 8 de la noche, en la Sala de Teatro 1 de la Casa de Rómulo Gallegos, el evento “India, mística, artística y sagrada”, un encuentro de tradiciones y expresiones culturales del país asiático con meditación, poesía, danzas sagradas, diwali (Festival de las Luces) y Bollywood. Participarán Daniela de Freitas, Jéssica Cisneros, Nicole Vizcaíno, Yesenia Zambrano, Michelle Pinzón, Kelimar Rojas y María Esmeralda Maguida, bailarinas del Ballet Estable del Centro Cultural de la India en Venezuela. La presidencia está a cargo de María Eugenia Morales (Sahadí), la única profesora de habla hispana escogida en 2007 por la editora canadiense Yonisha para formar parte del libro Stories from inside the mirror, sobre maestras de bellydancing. La entrada general tiene un costo de 50 bolívares, salvo para estudiantes y adultos mayores, quienes pagarán 35. La Casa de Rómulo Gallegos cuenta con estacionamiento propio, café y vigilancia privada y está ubicada en la avenida Luis Roche, a dos cuadras al norte de la estación del Metro Altamira. http://www.celarg.gob.ve Vian cantado. El disco Boris Vian presenta doce textos del escritor francés que han sido traducidas y versionadas por el cantante argentino Andy Chango, con la estrecha colaboración del cantautor español Javier Krahe, en ocho temas, y del poeta español Luis Antonio de Villena en dos de ellos. Las doce canciones, adaptadas musicalmente en tono de jazz, soul, milonga y blues, introducen al espectador en un mundo lúdico lleno de ironía, de nostalgia e incluso, de comedia. Para conocer este nuevo trabajo, el propio Andy ha ideado un espectáculo, a modo de cabaret, llamado “Andy Chango canta a Boris Vian”, que se presentará dentro de la programación del Teatro Alfil desde el martes 12 de noviembre hasta el domingo 23 de noviembre. En esta temporada, Andy estará acompañado por la banda formada por Federico Lechner, Norman Hogue, Patxi Urchegui, Fernando Lupano y Daniel García. http://www.andychango.com 1606. El próximo jueves 13 de noviembre, a las 7 de la noche, será presentado el libro 1606 y otros poemas, de la escritora venezolana María Clara Salas (http://www.letralia.com/firmas/salasmariaclara.htm). Las palabras de presentación estarán a cargo del escritor Armando Rojas Guardia. Nacida en Caracas en 1947, Salas ha publicado antes Dibujos de la sombra (Celarg, 1980), Linos (Fundarte, 1989), Un tiempo más bajo los árboles (Monte Ávila Editores, 1991), Introducción a la hermenéutica (Ediciones de la UNA, 1999) y Cantábrico (Conac-Taller Editorial El Pez Soluble, 2003). Textos suyos, además, aparecen en diversas antologías. Ha obtenido el Premio Bienal de Poesía “José Rafael Pocaterra” (1986), el Premio Municipal de Poesía de la Ciudad de Caracas (1991), el Premio Conac “Francisco Lazo Martí” de Poesía (1992), el Premio del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional Abierta (UNA) al Material de Instrucción Escrito, Área de Humanidades (1992), y la Primera Mención de la Bienal “Mariano Picón Salas” de Poesía (2002), convocada por la Universidad de los Andes. La presentación de su más reciente poemario se realizará en la Librería El Buscón, ubicada en el Trasnocho Cultural del Centro Comercial Paseo Las Mercedes, en Caracas. http://www.trasnochocultural.com/buscon.php El Club de Castrillón. El Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Castrillón (Asturias, España) organiza el Club de la Lectura, una iniciativa que se desarrollará en la sala de adultos de la Biblioteca Pública de Piedras Blancas, capital del concejo. Los encuentros serán un jueves al mes a las siete de la tarde. Las personas interesadas en participar pueden apuntarse del 15 al 30 de noviembre en la secretaria de la biblioteca. La matrícula es gratuita y está dirigida a vecinos mayores de 18 años, amantes de la lectura y que estén dispuestos a compartir la lectura con otros ciudadanos. El número de plazas es limitado. Asimismo, los más pequeños tienen iniciativas de animación a la lectura en la Biblioteca Pública de Salinas, los viernes a partir de las seis de la tarde. Las actividades son gratuitas y están dirigidas a niños y padres. http://www.bibliotecaspublicas.es/piedrasblancas/index.jsp 100 videos 100. Este domingo 16 de noviembre a la 1 de la tarde, en el marco de la IV Feria Internacional del Libro (Filven 2008), el proyecto TVLecturas: libros a toda hora arribará a sus primeros cien videos en línea sobre libros, durante un evento de entrada libre que se realizará en la Sala Manuela Sáenz. En el evento participará el equipo coordinador del proyecto y algunos de los videorealizadores de esta televisora temática que dirigen la periodista venezolana Marialcira Matute (http://www.letralia.com/firmas/matutemarialcira.htm) e Isidoro Duarte, productores independientes de la serie de programas audiovisuales “La Librería Mediática” transmitidos en el canal Venezolana de Televisión (VTV, http://www.vtv.gob.ve) y las radioemisoras Radio Nacional de Venezuela (RNV, http://www.rnv.gob.ve) y Radio Mundial YVKE (http://www.radiomundial.com.ve). TVLecturas agrupa actualmente a unas dos docenas de equipos de lectores, escritores, periodistas, poetas, documentalistas y creadores de Venezuela y otros países, que presentan quincenalmente videos sobre libros y sobre la lectura. http://tvlecturas.wordpress.com Diecisiete sílabas. Hasta el 17 de noviembre es posible inscribirse en el taller de haikú “El mundo de diecisiete sílabas” que dictará el 29 y 30 de este mes la escritora Susana Benet en la Escuela de Escritores Alonso Quijano, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real, España). La iniciativa tiene como objetivo acercar a sus participantes al haikú, la forma poética originada en Japón y consistente en sólo diecisiete sílabas; darles a conocer sus raíces, hacer un breve recorrido por su historia, definir lo que es un haikú clásico frente al haikú actual y facilitar la creación de ambos tipos de composición, teniendo en cuenta la métrica y los diferentes estilos. Benet (Valencia, 1950) es escritora y psicóloga. Ha publicado relatos breves y poemas en las revistas Ultramar (Santander), Papel Elefante (Valencia) y La Siesta del Lobo (Albacete). Combina su vocación literaria con su interés por la acuarela, que cultiva como autodidacta, habiendo publicado sus ilustraciones tanto en portadas de libros y revistas, como en páginas de Internet. Es colaboradora habitual de la página El Rincón del Haikú, dedicada al intercambio y difusión de esta forma poética, por la que ha recibido diversos reconocimientos y ha sido incluida en varias antologías. El taller, cuyo costo es de 110 euros tendrá una duración de siete horas y se dictará el sábado de 4:30 de la tarde a 8:30 de la noche y el domingo de 10 de la mañana a 1 de la tarde. Está previsto un descuento del 10% a los empadronados en Alcázar de San Juan por convenio con el Patronato Municipal de Cultura de Alcázar. http://www.culturalaq.com/agenda/curso_2008_2009.pdf (109 Kb) Antología ecológica. Los poetas Wilma Borchers, de Chile, y Hugo Noblecillas, de Perú, están coordinando la publicación de una antología con poesía sobre temas ecológicos escrita por poetas latinoamericanos. El objetivo es llamar a la reflexión, a través de la poesía, para la conservación del medio ambiente. Una vez publicado el poemario, será distribuido de manera gratuita en colegios y liceos de los diversos países de Latinoamérica, para lo cual se cuenta con el apoyo del doctor Ernesto Kahan, de la Unesco (http://www.unesco.org). Los interesados en participar deben enviar tres poemas con extensión máxima de treinta versos, antes del 1 de diciembre, a cadelpovenezuela@yahoo.es (escritores venezolanos) o a fhugonp@yahoo.com (escritores del Perú y otros países). cadelpovenezuela@yahoo.es fhugonp@yahoo.com La creación según Freire. La escritora española Espido Freire impartirá en Cartagena (España) un curso de creación literaria inicial dentro de las actividades para conmemorar el 8 de marzo el Día de la Mujer. El curso es organizado por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Cartagena, y se desarrollará los días 23, 24 y 25 de marzo de 2009. El plazo de inscripción permanecerá abierto hasta el 15 de diciembre de 2008. El curso se dirigirá a profesores de lengua y literatura, escritores aficionados, periodistas y otras profesiones que necesiten los rudimentos de escribir o contar una historia, de forma que el número de alumnos del curso será de veinte. Las lecturas obligatorias para la realización del curso serán Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, El adversario, de E. Carrere, Las vírgenes suicidas, de J. Eugénides y La lluvia amarilla, de J. Llamazares. Nacida en Bilbao en 1974, Freire debutó en 1998 con Irlanda, novela que recibió el premio francés Millepage. Un año más tarde consiguió el Planeta por su obra Melocotones helados, por lo que se convertía con veinticinco años en la ganadora más joven en la historia del galardón. Actualmente colabora con varios medios de prensa españoles, así como en diversas revistas. http://abbrr.com/z25 El alba según Fausto. El próximo viernes 19 de diciembre será presentado en Tenerife el libro Cuentos para el alba, una colección de trece relatos del escritor español Fausto Antonio Ramírez en los que diferentes personajes interactúan entre sí en una corriente de atracción, posesión, traición y engaño, que termina por conducirles a la destrucción. Todos tienen algo en común, sus vidas se han visto transformadas ante la irrupción del amor, sin importar ni la clase ni el género. Únicamente después de un proceso regenerativo, casi siempre ligado al encuentro con una tercera persona, la herida abierta cicatrizará. Nacido en Málaga en 1965, Ramírez es licenciado en teología bíblica por la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Trabajó durante varios años en el sector editorial como redactor y director de la revista Imágenes de la Fe. Ha traducido varios libros del francés al español para las editoriales Bayard y Edebé. Docente de la Universidad Pontificia de Salamanca, trabajó como profesor de teología. La actividad será en la Sala “Ámbito Cultural” de la planta 7 de El Corte Inglés de Santa Cruz de Tenerife (avenida 3 de Mayo, 7) el 19 de diciembre a las 7:30 de la noche. http://www.lacoctelera.com/ajulipi Borges enseña radio. El escritor venezolano Édgar Borges dictará, a partir del 9 de enero de 2009, un curso en línea de escritura dramática para radio, en los espacios digitales de la Escuela de Letras de Madrid. El microdrama, como concepto novedoso, preciso y efectivo de la comunicación actual, será el vehículo que usarán los alumnos para encauzar la creatividad y la técnica. A través de once ejercicios prácticos, uno semanal, se trabajará la realización del guión de un microdrama de cinco minutos de duración, y se identificarán las posibilidades del medio. Ante cada ejercicio, una frase dada por el docente tomará forma de argumento, otras de acción o simplemente se convertirá en la voz del personaje que cuenta la historia. Al final, gracias al tiempo dinámico de la imaginación y de la radio, cada participante logrará establecer las piezas del guión técnico. El curso tiene un costo de 275 euros y los interesados podrán inscribirse hasta el 5 de enero. http://www.escueladeletras.com/internet/radio_ficcion.php Discursivos. Acaba de abrirse el plazo de recepción de trabajos para el tercer número de la revista Discursiva. Se podrá participar en las secciones reflexión (artículos y ensayos), creación (cuentos y poemas), reseñas de libros publicados en 2007 o 2008 y humor gráfico. Las secciones de reflexión y humor están limitadas al tema Lo rural-urbano en la literatura peruana. La extensión máxima deberá ser de 12 páginas en la sección de reflexión, 5 páginas en creación y 3 páginas en reseñas. En humor gráfico debe utilizarse de 1 a 3 imágenes. Cada trabajo deberá ser enviado en documento Word en formato A4 a espacio y medio, con tipografía Times New Roman a 12 puntos y justificado. Para ensayos y artículos debe seguirse las pautas de presentación de la Real Academia Española (RAE) y/o estilos equivalentes, y debe incluirse un breve resumen de 200 palabras. Los trabajos deben ser enviados como archivos adjuntos en dos mensajes al correo electrónico revistadiscursiva@gmail.com: el primero contendrá el trabajo y, el segundo, los datos del autor (nombres y apellidos, dirección, teléfono, estudios y una reseña de diez líneas de su vida académica) y la modalidad en la que participa. Cada correo debe ser enviado bajo el asunto “Revista Discursiva”. El plazo cierra el 31 de diciembre de 2008. http://abbrr.com/OgI ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. 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Los temas, elegidos y desarrollados por Iancilevich, se enmarcaron en la conmemoración por los 25 años del afianzamiento de la democracia en Argentina, celebrando la llegada del doctor Raúl Ricardo Alfonsín a la presidencia de la Nación luego de diecisiete años de gobiernos de facto. A lo largo de ambas presentaciones, Iancilevich habló de la “anomia intelectual” que sufre en la actualidad la sociedad argentina, estado que consideró “puede ser verificado a través de la devaluación del lenguaje y que al mismo tiempo provoca una situación que data desde hace largo tiempo en nuestro país, y que es la ‘anomia moral’, es decir, la falta de normas en el comportamiento social”. Para Iancilevich, este proceso de decadencia tiene su punto de partida en 1966, cuando la revolución castrense encabezada por el general Juan Carlos Onganía derrocó al presidente Arturo Illia; “su primer acto se produjo el 29 de julio de aquel mismo año, cuando en la Universidad de Buenos Aires clausuraron la autonomía de ocho casas de altos estudios, pero además ingresaron a las aulas y gabinetes de estudios para sacar ‘a machetazos’ a profesores, alumnos e investigadores, iniciando así la fuga de cerebros”. Este “quiebre” de la unidad intelectual en Argentina, tal como lo considera el ensayista, se relaciona con la pérdida de la esencia; “cuando un ente no nos aparece a la vista como tal, se produce un ocultamiento metafísico del ser. Lo mismo pasa en un pueblo que, cuando olvida su origen, extravía su destino como nación”. “Esto es algo que nos ha sucedido principalmente a partir del ‘66, con secuencias cada vez más trágicas para nuestra patria, pero que se inició en el año 1933 con el derrocamiento de Yrigoyen, más tarde con la caída del gobierno de Juan Domingo Perón, y alcanza su punto máximo en el ‘76, con el desarrollo del Proceso de Reorganización Nacional”, señaló. Para Iancilevich, la reversión de este proceso tiene su punto inicial a través de educación para la libertad y una cultura de la identidad popular; “creo que si nosotros miramos a nuestros padres fundadores, San Martín y Belgrano, encontraremos ahí un auténtico espejo retrovisor que no atrasa sino que adelanta, ya que regresar al origen como patria implica un avance hacia el destino que tenemos como nación”. Inmersos en un proceso de organización nacional que, iniciado en 1816, está inconcluso, consideró que “es nuestra responsabilidad pensar la nación argentina, y de esa forma estaremos contribuyendo a que ese desarrollo siga en marcha y no se clausure”. En este sentido, el escritor y ensayista resaltó la importancia que reviste el diálogo sostenido a través de la palabra, que representa el pensamiento; “en una sociedad madura, el Congreso es el ámbito de diálogo por excelencia; por eso es que debemos reforzar las instituciones republicanas, la legislación y la formación conque llega el ciudadano a la mesa de sufragio. Y esto es algo que debería comenzar en la escuela”. “El error nace de la ignorancia y del olvido”, señaló al auditorio. “La realidad es que tenemos que tener presente que para desterrar completamente el autoritarismo o los regímenes autoritarios, hay que desterrar las conductas o comportamientos autoritarios que rigen en nuestra sociedad. Es un proceso arduo que nos incluye a todos por igual”, indicó. Finalmente, Iancilevich resaltó la importancia de la identidad personal y popular, al señalar que cuando una persona o un pueblo se conocen a sí mismos, “es muy difícil que puedan pensarse con amos y con un precio. Porque aquel pueblo que se piensa libre desaloja toda posibilidad de autoritarismo. Y un hombre que se piensa libre, construye nación”. Fuente: La Mañana *** Cardenal presenta en México su poesía completa El nicaragüense Ernesto Cardenal, considerado como uno de los más importantes poetas de habla hispana a escala universal, presentó en México su poesía completa, reunida en tres tomos, el pasado 20 de octubre, en un acto celebrado en la Librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica (FCE, http://www.fondodeculturaeconomica.com), a donde llegó acompañado del rector de la Universidad Veracruzana (http://www.uv.mx), Raúl Arias Lovillo. En el primer volumen se recoge poco más de quince años de la primera etapa de su producción, desde Epigramas y Salmos, hasta El estrecho dudoso, incluyendo, desde luego, su más legendario poemario: Oración por Marilyn Monroe, de enorme contenido ético, que evidencia la maldad y la corrupción humana. En la segunda entrega de la Poesía completa, se encuentra el conjunto denominado Poemas indios, así como los notables que conforman Pasajero de tránsito, recuento evocador de aquellas geografías líricamente trazadas por este peregrino incansable. En la tercera se presenta el Canto cósmico, una de las apuesta estéticas más ambiciosas y extensas del autor nicaragüense. El sacerdote trapense, que fue ministro de Cultura en el primer gobierno sandinista (1979-1990), arribó a la Librería Octavio Paz ataviado con una camisa blanca, a tono con su tupida barba, y tocado con su ya conocida boina negra. Dijo ser un “perseguido político” sobre el cual pesan “una condena de cárcel y un congelamiento de fondos personales, así como de otros destinados a talleres de poesía, que se imparten a niños con cáncer”. “Lo que está pasando conmigo está pasando con muchos otros en Nicaragua”, agregó Cardenal. “Estoy aquí presente porque aún el juez no se ha pronunciado. En vista de que la ley no permite que una persona mayor de 70 años esté recluida, y como tengo ya 83, por ello me encuentro fuera de la cárcel. Ignoro lo que va a pasar, la siguiente sentencia la dictará el juez ahora que regrese a Nicaragua, en los próximos días. Yo estoy muy tranquilo. Sin embargo, yo esperaba pasar mi vejez sin problemas, empero, si mis conflictos pueden servir un poco para que se conozca la realidad de lo que está pasando en Nicaragua, está bien”. Según el poeta, en su país existe una “dictadura familiar” codirigida por Ortega, su mujer y sus hijos. “En Nicaragua se dice que es ella la que manda. No se dice la pareja Ortega-Murillo, sino Murillo-Ortega. Estamos sometidos a la primera dama. Ortega tiene bajo su control los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como las diversas fiscalías. No hace falta detallar más, sería peligroso para mí”. Comentó que sus expectativas al regresar a Nicaragua y negó que pudiera irse al exilio. “No quiero caer en el exilio y por eso voy para allá. Que me pase lo que me pase. Incluso puede servir más. La revolución ha seguido, pero ahora está en la oposición a Daniel Ortega, pues allá se viven momentos de nazismo. La radio y la televisión de Ortega están generando una serie de calumnias contra los que se han atrevido a denunciarlo o nos oponemos a su gobierno”. Fuentes: La Jornada • Notimex *** Publican primera “biografía autorizada” de Gabriel García Márquez La primera biografía autorizada del escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982, fue lanzada en Londres el pasado lunes 20 de octubre por la editorial Bloomsbury (http://www.bloomsbury.com), con el título Gabriel García Márquez, a life. El libro es el resultado de las entrevistas que el británico Gerald Martin mantuvo a lo largo de quince años con el autor de Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y El coronel no tiene quien le escriba, informó el diario colombiano El País (http://www.elpais.com.co). La editorial aseguró que el escritor considera a Martin, profesor de lenguas modernas de la Universidad de Pittsburg (http://www.pitt.edu), como su “biógrafo personal”. Martin sostuvo entrevistas, además, con unas trescientas personas, entre familiares, amigos y allegados a García Márquez, referente del realismo mágico latinoamericano y creador de El general en su laberinto, Del amor y otros demonios y El otoño del patriarca. Entre los consultados se encuentran el escritor colombiano Álvaro Mutis, el mexicano Carlos Fuentes y el peruano Mario Vargas Llosa; el ex presidente cubano Fidel Castro, amigo personal de García Márquez; y ex jefes de Estado colombianos. Esta biografía, aseguró la editorial, explora la tensión en la vida del novelista “entre la fama y la calidad literaria, la política y la literatura; el poder, la soledad y el amor”. Se sumerge, además, en “el contraste” entre el Caribe, donde creció el escritor, con el “autoritarismo mucho más sombrío del altiplano bogotano”, indicó Bloomsbury. Fuente: La Nación *** Premio Gabriel Sijé para el colombiano Diego Fernando Montoya El escritor colombiano Diego Fernando Montoya (http://diegofernandomontoya.blogspot.com) fue galardonado el martes 21 de octubre con el Premio de Novela Corta Gabriel Sijé, dotado con 5.000 euros (6.559 dólares), por Ofelia Bergman murió esta noche, mientras que el argentino Horacio Daniel Convertini resultó finalista por El refuerzo. Al certamen literario, convocado por Caja Mediterráneo (CAM, http://www.cam.es), optaron 170 novelas procedentes de 13 países, según informaron fuentes de la entidad. Montoya, natural de la ciudad colombiana de Cali, es autor de más de una decena de textos teatrales, entre ellos Deformidad y Edipo, y de numerosas adaptaciones y versiones de obras de teatro. También ha dirigido diversos espectáculos, basados tanto en textos suyos como de otros autores, así como montajes infantiles. Ha participado también en varios eventos y festivales nacionales e internacionales, como los celebrados en las ciudades colombianas de Manizales, Medellín, Bogotá, Cali y Armenia (http://www.letralia.com/174/1012armenia.htm), en Dublín (Irlanda) y en San Antonio de los Colorados (Ecuador). A lo largo de su trayectoria ha obtenido, igualmente, numerosos reconocimientos de dramaturgia, dirección y relatos. Autor de novelas, como Introverso, cuentos y poesía, entre las que destaca El sendero de Edipo, Montoya fue coordinador del primer y segundo Festival Nacional de Teatro, realizados en Cali y Medellín, trabajó como editor de la revista Papel Escena y es coordinador del Consejo Vallecaucano de Teatro. Tras dar a conocer el fallo del jurado, el presidente de CAM, Vicente Sala, aseguró que el certamen literario “representa un buen ejemplo del compromiso que Obras Sociales CAM mantiene con el fomento de las expresiones culturales y su voluntad de apoyo a los nuevos narradores”. El Premio de Novela Corta Gabriel Sijé, cuyos textos deben tener una extensión mínima de 50 folios y una máxima de 75, ensalza el recuerdo del escritor Justino Marín Gutiérrez, natural de la localidad española de Orihuela, quien utilizaba como seudónimo el nombre del galardón. A su hermano, José Ramón Marín, conocido como Ramón Sijé, está dedicado el poema “Elegía”, obra universal del poeta español Miguel Hernández. Fuente: EFE *** Romero, Fernández Paz y García de Cortázar, premios nacionales Los Premios Nacionales de España en Literatura Dramática, Literatura Infantil y Juvenil e Historia recayeron sobre el cordobés Miguel Romero “Esteo”, por su obra teatral Pontifical, el gallego Agustín Fernández Paz por O único que queda é o amor, y el bilbaíno Fernando García de Cortázar, por Historia de España desde el arte, según fue anunciado el 21, el 24 y el 27 de octubre, respectivamente. Romero, de 78 años, dijo que la obra con la que obtuvo el Premio Nacional de Literatura Dramática —una demoledora crítica del abuso de poder y del sistema capitalista— se encontraba “dormida, olvidada”. Se trata de un texto de 500 folios, escrito en 1965, con Franco en plenas facultades, y del que sólo se había realizado una fotocopia clandestina del original en el año 1970 y otra en alemán en el año 71. “La edición clandestina-fotocopia, o como usted quiera llamarla, era para repartirla entre la gente”, recalca el galardonado. “Es una obra monstruo por el tamaño. Hay muchos coros. Es un gran espectáculo porque cuando era joven yo era muy ambicioso. Nunca se ha estrenado”, comenta Romero sobre este texto, prohibido por el régimen franquista y rescatado en 2007 por la Editorial Fundamentos (http://www.editorialfundamentos.es), “ahora que ya soy un ancianito”. La obra se desarrolla en un parque zoológico en el que “conviven hombres y animales y donde aquéllos son más salvajes que éstos”, explica el autor. “Se puede definir como una tragicomedia”. Concedido por el Ministerio de Cultura de España (http://www.mcu.es), el Premio Nacional de Literatura Dramática distingue la mejor pieza teatral publicada el año anterior al fallo, tanto en castellano como en cualquiera de las lenguas cooficiales del Estado. El galardón está dotado con 20.000 euros. Licenciado en Ciencias Políticas y doctor en Filología Hispánica, Romero ha ejercido como profesor de historia social de la literatura en la Universidad de Málaga (http://www.uma.es), ciudad donde reside. Su carrera literaria comenzó en 1963 con obras rupturistas que fueron sistemáticamente prohibidas. El estreno de Paraphernalia de la olla podrida, la misericordia y la mucha consolación, en el Festival de Sitges en 1972, le granjeó la etiqueta de autor “maldito”. Este espectáculo fue llevado a París, dentro del marco de la Semana Antifranquista de la Universidad de París. En 1974 escribe Pasodoble, que fue incluida en la programación del Festival de Teatro Nuevo de Madrid. Debido al éxito se mantuvo en cartel durante meses y luego viajó por toda España. En julio de 1995 fue aclamada por el público alemán en la sala Strassenbahndepot de Berlín. En 1979 ve la luz Pizzicato irrisorio y gran pavana de lechuz, que Ediciones Cátedra incluiría en su catálogo de clásicos Letras Hispánicas. En esta época compagina su tarea de profesor universitario con la de autor teatral y director escénico. En 1985 firma Tartessos, una pieza que aborda los orígenes de la civilización hispana en Andalucía y que fue galardonada con el Premio Europa. Agustín Fernández Paz, al conocer el fallo que lo proclamó el pasado 24 de octubre ganador del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, manifestó su alegría ante los reconocimientos que numerosos escritores gallegos están logrando en los últimos tiempos por sus “interesantes” trabajos y su aportación a la literatura. El escritor, que disfruta este año por primera vez de esta profesión tras abandonar el pasado ejercicio la enseñanza secundaria en un instituto de Vigo, se enteró de la noticia cuando volvía en coche a su residencia familiar y recibió una llamada personal del ministro de Cultura, César Antonio Molina. Explicó que se puso “nerviosísimo” cuando oyó la voz de Molina para comunicarle un premio al que otros años ya había optado y nunca había conseguido, y que, según indicó en declaraciones, tiene “su parte de azar”. La obra por la que este ex profesor de lengua gallega ha ganado el premio, O único que queda é o amor, fue editada por Ediciones Xerais (http://www.xerais.es) en gallego y en español por Anaya (http://www.anaya.es) en 2007. El libro es un conjunto de relatos que tienen el amor como eje común, y cuyos finales revisten el encanto y el desencanto con un halo de optimismo al apostar decididamente sus protagonistas por el amor. Diana, Sara, Pablo, Laura, Adrián son personajes de sus relatos que se enamoran y descubren un sentimiento poderoso en el amor, capaz de transformar sus vidas y de cambiarlas por completo, pero también conocen el lado amargo del desamor, de la ausencia y del amor frustrado. La edición incorpora delicadas ilustraciones de Pablo Auladell, premiado en diciembre por la Asociación Gallega de Editores (http://www.editoresgalegos.org) con el Premio Xosé Neira Vilas al Libro Infantil y Juvenil. Por su parte, García de Cortázar se enteró de que había ganado el Premio Nacional de Historia mientras presentaba un libro acompañado por la presidenta de la Comunidad de Madrid (http://www.madrid.org), Esperanza Aguirre. Dijo que el Ministerio de Cultura le concede este galardón “después de cuarenta y cuatro libros de historia” y lo ha hecho con una obra relacionada con el arte. “Es un premio que ya me habían concedido los españoles con la gran difusión que han tenido mis libros y con las traducciones a otros idiomas”, añadió. “Ahora me parece muy bien el reconocimiento institucional del Ministerio de Cultura a una obra que yo creo que es un instrumento de educación ciudadana muy importante porque visualiza la historia de España”. “Me emociona recibir un premio que se llama Premio Nacional de Historia, dado que buena parte de mi obra la he dedicado a que los españoles amen la nación española”, dijo también, antes de aprovechar la ocasión para soltar una andanada de plena actualidad. “Creo que el Consejo del Poder Judicial debería investigar al juez Garzón para ver si efectivamente se dedica a lo que debe dedicarse, es decir, a cuestiones importantes de nuestro presente y no a exhumar cadáveres y a gastar su tiempo y el dinero de todos los españoles en esa función”, sentenció. Jesuita, historiador y catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Deusto (http://www.deusto.es), García de Cortázar nació en Bilbao (Vizcaya) en 1942, y es doctor en historia moderna y contemporánea, doctor en teología y licenciado en derecho y filosofía. Historia de España desde el arte, último libro publicado por el historiador, recorre la historia de la nación ibérica a través de casi 600 reproducciones artísticas y fotografías. Académico correspondiente de la Real Academia de la Historia (RAH, http://www.rah.es), García de Cortázar es director de la Fundación Grupo Correo, ha publicado más de 40 libros y ha trabajado en varias series históricas para televisión, como la serie de treinta capítulos España en guerra, de TVE (http://www.rtve.es), de la que fue coautor, y otra en cuatro capítulos sobre la guerra civil en el País Vasco. Entre sus libros figuran títulos como Historia del mundo actual (1945-95), Breve historia de España, escrita en colaboración con José Manuel González Vesga y publicada en 1994, Los pliegues de la Tiara: la Iglesia y los papas del siglo XX, El nacionalismo Vasco, España 1900 (sobre la España del 98) y Las palabras del Rey. Fuentes: Diario Sur • EFE *** Visto para sentencia el juicio contra el escritor Luis García Montero Tal como informamos en nuestra edición anterior (http://www.letralia.com/197/1022garciamontero.htm), el pasado 22 de octubre se presentó el escritor español Luis García Montero, catedrático de la Universidad de Granada (UGR, http://www.ugr.es), en el Juzgado de lo Penal número 5 de Granada, para declarar que escribió un artículo contra José Antonio Fortes a fin de descalificar sus ideas “sectarias”, como que Federico García Lorca era “un poeta fascista”. El juicio, en el que el también profesor de literatura de la UGR José Antonio Fortes pide 60.000 euros por un supuesto delito de injurias cometido por García Montero, quedó visto para sentencia. García Montero, quien publicó en octubre de 2006 un artículo en el diario El País (http://www.elpais.com), en el que reprobaba al profesor Fortes por decir en clase a sus alumnos que García Lorca “era un fascista” o que Francisco Ayala “había sido un aliado del fascismo”, aseguró ante el juez Miguel Ángel Torres que se sintió obligado a redactar ese artículo “por el dogmatismo y sectarismo” con el que Fortes se dirige a sus alumnos, a la vez que añadió que “lo único que pretendía era contestar a unos planteamientos muy desorientados e injustos”. El poeta, además, negó que su artículo tuviera un “ánimo de ofensa personal” al profesor, sino que se trataba “de contestar unas opiniones que afectaban al alumnado”. García Montero afirmó en su declaración —que como la de todos los testigos fue realizada con la sala a oscuras debido a un corte de luz que duró toda la mañana— que el profesor José Antonio Fortes le ha sometido durante muchos años “a una persecución” a través de artículos en los que “daña” no sólo a él, sino también a muchos de sus familiares y amigos. Antes de la publicación del artículo de García Montero en El País, los dos profesores protagonizaron un enfrentamiento en una reunión celebrada en el Departamento de Literatura de la universidad, en septiembre de 2006, en la que se trataron asuntos relacionados con la propuesta de un candidato al Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca. El poeta reconoció ante el juez que en dicha reunión “estalló” y que llegó a encararse con Fortes. Según la acusación particular, García Montero profirió una serie de insultos. Posteriormente se produjo una segunda reunión, en la que el poeta consideró necesario ofrecer su excusa al departamento por lo ocurrido y una explicación de su comportamiento anterior. Sobre el artículo publicado en El País un mes después de la reunión del departamento, con el título “Lorca era un fascista”, el poeta explicó que tanto alumnos como compañeros le habían animado a interponer demanda contra Fortes, pero García Montero dijo creer “firmemente” en la libertad de expresión a la que, consideró, “me parece peligroso ponerle límites”. Por ese motivo, el Premio Nacional de Poesía entendió que “era mejor contestar en público que buscar un medio legal para limitar las expresiones de Fortes” del que, reiteró García Montero, habló en su artículo en su condición de profesor, no como persona. No pretendió, según dijo, ofenderle personalmente cuando se refirió a él en El País como “profesor perturbado”, sino desde el punto de vista académico. Fortes, que imparte la asignatura “Literatura española desde 1939: dictadura, exilio y democracia”, aseguró en su declaración que García Montero, en la reunión de departamento de septiembre de 2006 en la que se produjeron los incidentes le llamó “hijo de puta” o “cabrón”, y que “a partir de ahí”, ha hecho “menoscabo” de su trabajo. Negó igualmente que en la citada reunión él hiciera comentario alguno que aludiera a García Montero, aunque reconoció que su compañero José Ortega, en referencia a quién podría ser el candidato al Premio Lorca por parte del Departamento de Literatura, dijo que “se lo podrían dar a Curro Albaicín o a la Pantoja”. Fortes también testificó que entre él y García Montero no existían diferencias sensibles en cuestiones académicas y, además, aseguró que “jamás” ha dicho que Federico García Lorca fuera un fascista. “Ni lo he dicho ni lo he escrito”, explicó el profesor, para quien “el problema” es que en su asignatura no nombra a García Montero como poeta, al que dijo no haber investigado jamás. Tras las declaraciones de ambos desfilaron como testigos, delante del juez Torres, varios compañeros de departamento que asistieron a la reunión. Todos reconocieron que García Montero profirió palabras malsonantes hacia Fortes —que se reía y hacía comentarios durante la misma con otros compañeros, según algunos testigos. También algunos de los citados a declarar aseguraron que, en una segunda reunión, el poeta pidió disculpas por lo ocurrido, sin que el profesor querellante manifestara disconformidad alguna. Para la acusación, las manifestaciones verbales y escritas del poeta granadino son “ilegales”, y considera que si García Montero tenía queja del profesor Fortes debería haber acudido a los tribunales. La defensa pidió la libre absolución del poeta e hizo especial hincapié en las circunstancias en las que se produjeron la reunión y la publicación del artículo, y añadió que Fortes “da un paso más que trasciende lo académico”. El letrado del escritor reconoció que hubo un “exceso verbal” de su defendido, algo que, explicó, no implica delito. Las palabras que afirma la acusación que García Montero profirió contra Fortes —“hijo de puta”, “cretino”, “mequetrefe” y “sinvergüenza”— fueron, según la defensa, “malsonantes”, pero no constituyen delito puesto que son “habituales” en el lenguaje “normal”. La sentencia, según fuentes judiciales, se conocerá en las próximas semanas. Fuente: La Opinión de Granada *** Entregan Premio José Hernández al español Luis Alberto de Cuenca El poeta español Luis Alberto de Cuenca y Prado recibió el pasado jueves 23 de octubre, en Buenos Aires (Argentina), el Premio de Honor Internacional José Hernández 2008, y se mostró agradecido de que “un país con la vitalidad literaria de Argentina esté atento a la poesía española”. El poeta, periodista, ensayista e investigador, nacido en Madrid en 1950, dijo sentir “una gran satisfacción” por ser el primero en recibir el premio, creado este año por la Fundación Argentina para la Poesía (http://www.letrasargentinas.com.ar) con el objetivo de reconocer, proteger, estimular y difundir este género literario. “Ha sido una excusa perfecta para regresar a este país que me encanta”, un país que “mantiene perfectamente sus pulsos y está atento a lo que se mueve fuera de sus fronteras”. Aseguró que el galardón le brinda “la posibilidad de pensar que lo que uno hace lleva a alguna parte, a la capacidad de comunicación que es lo que los poetas perseguimos y lo que los premios potencian”. El autor, que ha recibido, entre otros, el premio de la Crítica por La caja de plata, en 1986, y el Premio de Literatura de la Comunidad de Madrid 2006, se hizo en esta ocasión con una pieza escultórica del artista argentino Antonio Pujía como reconocimiento por parte de la Fundación Argentina para la Poesía. Entre sus proyectos futuros, adelantó, están la publicación de un libro en 2009 y de un disco (La rosa del veneno) con el rockero español José María Sanz, “Loquillo”, que ha puesto música a sus poemas. “Ha habido tanta comunión que mis poemas ya son prácticamente letras de ‘Loquillo’, los ha hecho propios”, bromeó. Fuente: EFE *** Hallan la primera narración publicada en asturiano Un ejemplar de la obra “El Viaxe de Tío Pacho el Sordu a Uviedo”, que fue hallado por el conservador municipal del patrimonio de Llanes, José Antonio Anca, en un viejo caserón de Llanes (Asturias, España) ha resultado ser, tras las investigaciones oportunas, la primera narración en asturiano que fue publicada de forma independiente, según se anunció el pasado 23 de octubre. Hay textos más antiguos, pero ninguno es del género narrativo ni tiene dedicada una edición expresa, tal y como le sucedió en 1875 a este pequeño libro surgido de la imaginación de la escritora riosellana Enriqueta Gómez Rubín. El libro es un relato breve en forma de pequeño folleto de 21 centímetros y apenas 24 páginas. Apareció en la biblioteca del que es conocido como Palacio del Cuetu o Palacio Santo Domingo, propiedad de la familia Sánchez Ezquerra. Fueron ellos quienes donaron al Ayuntamiento de Llanes (http://www.ayuntamientodellanes.com) el contenido de su biblioteca, en la que se atesoraban numerosos fondos, tales como periódicos de todo el siglo XX y algunos libros antiguos. Uno de estos libros era un ejemplar de una Historia de España del año 1875. Al hojearlo, Antonio Anca notó “que había un pequeño libro dentro de ese ejemplar”, libro que extrajo cuidadosamente. Su título, en asturiano, le llamó la atención, ya que todo lo que habían encontrado hasta entonces —el hallazgo tuvo lugar en diciembre del año pasado— estaba escrito en castellano. “Tuve un pálpito y lo aparté, para después estudiarlo con detenimiento”, explicó. Y se lo mostró al historiador llanisco Ramón Sordo, quien lo identificó al momento. “Casi se queda blanco del susto, y entonces supe que era algo importante”, recuerda Anca. Después, el ayuntamiento encargó un estudio sobre el ejemplar, en el que se confirmaría que se trata del primer libro de narrativa publicado de forma independiente en lengua asturiana. La misma autora había publicado anteriormente extractos de narrativa en el periódico El Faro de Asturias, en 1864. Se sabía de la existencia de “El Viaxe de Tío Pacho el Sordu a Uviedo”, pero hasta ahora no se había encontrado ningún ejemplar, y el que es propiedad del ayuntamiento es el único que se conserva. Su estado general es bueno, aunque se observa papel debilitado por el tiempo y alguna mancha de humedad, que no imposibilita su lectura. Tan sólo falta alguna letra puntual o parte de palabras sueltas. En la cabecera de la primera página del texto consta que perteneció a Concha Junco y Rico. La obra comienza con una dedicatoria: “A los asturianos de aquí y de l’otra banda del mar”. Más adelante continúa, por boca del protagonista: “Paisaninos del alma: yo non sé cásique como to antamar esta carta de recumendación (...)”. El argumento de la obra es el relato del viaje que realiza Pacho a Oviedo; escrita en asturiano oriental, como lo prueba, entre otros rasgos lingüísticos, la aspiración de todas las ‘f’ iniciales que aparecen con la grafía ‘j’, es una narración de corte costumbrista. Se desarrolla entre Ribadesella y Oviedo, dando descripción de algunos lugares que cruza y dejando una interesante muestra de topónimos de Ribadesella y sus alrededores. También hay alguna mención del protagonista a una posible visita al Concejo de Llanes. Así, este pequeño libro vendrá sumarse a otros títulos como el Fueru Campumanes, que es el primer texto medieval recogido en lengua asturiana, escrito en el año 1247. En cuanto a narrativa, las primeras letras en asturiano aparecen en El Quixote de Cantabria, una sátira sobre el famoso libro de Cervantes en la que el escudero, de nombre Mateo, utiliza esa lengua para expresarse. Otros documentos famosos son las cartas escritas y recibidas por Jovellanos, las obras de teatro del gijonés Napoleón Acebal, que escribió Los trataos en 1835 y El camberu ensin les truches en 1842. También hay múltiples muestras de poemas, textos jurídicos y extractos en otras obras, todos ellos anteriores al pequeño libro hallado en Llanes. Aun así, los estudiosos creen que este libro supone un hallazgo importantísimo para las letras asturianas. Fuente: El Comercio Digital *** Premio SM de Literatura para Bartolomeu Campos de Queirós El brasileño Bartolomeu Campos de Queirós fue designado ganador del IV Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil, cuya bolsa de 30 mil dólares y estatuilla le será entregada el próximo 2 de diciembre en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx), según se informó el pasado 24 de octubre. El escritor, de 64 años, mereció el premio “por la trascendencia de su obra y el carácter poético y filosófico de sus textos, así como por el compromiso con el arte literario sin concesiones”, de acuerdo con el jurado encabezado por Silvia Castrillón, quien dio lectura al acta. Castrillón informó que el Premio Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil SM nació en 2005, Año Iberoamericano de la Lectura, para impulsar ese género literario en toda Iberoamérica, como una iniciativa de Ediciones SM (http://www.ediciones-sm.com), a través del Instituto SM para la Educación (Isme). Explicó que Campos de Queirós, “Barto”, como le llaman sus amigos más cercanos, nació en Brasil hace 64 años, en un pueblo de Minas Gerais, un estado ubicado en el centro del país. A la fecha ha escrito casi medio centenar de libros para el público infantil y juvenil, desde que inició su carrera en 1974. Subrayó la presidenta del jurado que la obra del galardonado destaca, desde su origen, por su altísimo compromiso con la educación, la formación de nuevos lectores y la promoción de la lectura. “Su labor enaltece y dignifica al mundo de la literatura pensada para esos sectores de la población en todo el mundo”, señaló. Durante una conferencia de prensa se subrayó que el evento es organizado con el apoyo de organizaciones internacionales destacadas en el ámbito cultural y educativo de Iberoamérica, como el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc, http://www.cerlalc.org) y el International Board on Books for Young People (Ibby, http://www.ibby.org). También participan la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (http://www.oei.es) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco (http://www.unesco.org). Cada instancia aportó un jurado calificador. Sobre la historia y trascendencia del Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil, recordó que en 2005 se puso en marcha, con carácter anual, dentro del Plan Iberoamericano de Lectura, programa de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica que promueve la lectura en la región. Este premio reconoce año tras año a aquellos autores que han desarrollado su carrera literaria en el ámbito del libro infantil y juvenil, con el objetivo de impulsar en toda Iberoamérica la literatura para niños y jóvenes, y con ello contribuir a la promoción de la lectura, comentó quien este año preside el jurado. Al respecto apuntó que el jurado del premio está constituido por cinco miembros designados por las instituciones convocantes, todos reconocidos expertos en el quehacer literario. Este año, acotó, se recibieron 22 candidatos provenientes de ocho naciones iberoamericanas interesadas en el tema. En su primera edición, el galardón recayó en el español Juan Farías; en la segunda, en la colombiana Gloria Cecilia Díaz; en la tercera ganó Montserrat del Amo, de España, y este año, cuarta edición correspondiente a 2008, el brasileño “Barto”, quien desde hace 10 años ha inspirado a no pocas maestrías y doctorados. Fuente: El Informador *** Soledad Fernández de Córdova dirige Biblioteca Nacional de Ecuador El jueves 24 de octubre fue investida del cargo de directora de la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, de Ecuador, la bibliotecóloga Soledad Fernández de Córdova. Se ha anunciado para esta primera etapa de gestión que se realizará un diagnóstico de la situación actual de la biblioteca, para luego generar redes de apoyo para el desarrollo de un proyecto de renovación. La nueva funcionaria estudió filosofía y bibliotecología en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (Puce, http://www.puce.edu.ec) y Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (http://www.javeriana.edu.co). Su trabajo llena el vacío que dejó la mítica y abnegada ex directora Laura Romo de Crespo, quien trabajó en la Biblioteca Nacional desde su fundación (que fue, junto con la Casa de la Cultura, en 1944) hasta hace pocos meses. Fernández de Córdova ha pertenecido a los talleres literarios de Abdón Ubidia y Diego Velasco. Fue becaria en el Servicio de Referencia de la Biblioteca Nacional de España, y en la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura de España. “Una necesidad inmediata es la refacción de la cubierta del edificio donde funciona la biblioteca, con el fin de evitar filtraciones de humedad, condiciones ambientales perjudiciales y que ponen en riesgo las personas y los libros. Así se logrará la conservación y preservación de los fondos históricos”, explicó la nueva directora. Entre los objetivos más importantes a largo plazo está el completar una catalogación automatizada de todos los bienes documentales de la institución para que el lector tenga acceso a los documentos de todo el país. Fuente: El Comercio *** Emitido exhorto para apertura de la fosa de García Lorca El decanato de Granada recibió el pasado 24 de octubre el exhorto del juez Baltasar Garzón que autoriza el inicio, desarrollo o continuación de la exhumación de los restos humanos de Dióscoro Galindo y Francisco Galadí Melgar, supuestamente enterrados junto al poeta Federico García Lorca entre las localidades de Víznar y Alfacar. Sobre los restos de este último no se hace mención expresa. Tras la recepción del documento se procedió al reparto de estas diligencias y se adjudicó a la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Granada. La exhumación, según el exhorto, “deberá realizarse bajo la supervisión y dirección del juzgado (...), específicamente a la hora de proceder al levantamiento del cadáver, identificación, inhumación y registro de la víctima”, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en un comunicado. No se sabe con precisión, sin embargo, cuándo se procederá a los trabajos. La jueza titular en la que éstos recayeron deberá realizar una serie de diligencias para garantizar los requisitos mínimos para la exhumación recogidos en el auto que dictó el pasado 16 de octubre el Juzgado Central de Instrucción número 5. Éstos se refieren a pruebas documentales que avalen la posible existencia de restos de los dos granadinos citados en el lugar, además de condiciones de intimidad, entre otras. De este modo, antes de comenzar a dirigir los trabajos, debe realizarse una importante tarea de organización: pedir informes, asegurar la colaboración del Instituto de Medicina Legal, nombrar a los expertos que se ocuparán de la investigación, acondicionar el lugar para cumplir con los requisitos y otras actividades. Tal y como se obliga en el exhorto, fechado el pasado 20 de octubre, deberá ser comunicado al Juzgado Central de Instrucción número 5 y al grupo de expertos y equipo de Policía Judicial creado al efecto. El pasado miércoles 29, Manuel Fernández Montesinos, sobrino de García Lorca y portavoz de la Comunidad de Herederos, aseguró que siguen pensando que no se debe remover la fosa del poeta. “No vamos a hacer ningún exabrupto si hay un acto administrativo forzoso, pero nos gustaría que se quede como está”. Montesinos, que acaba de sacar a la calle el libro de memorias Lo que en nosotros vive, finalista del XX premio Comillas, dice que la familia —en total son seis los herederos del poeta— está esperando ver cómo transcurren los acontecimientos “porque, de momento, todo está ‘sub iudice’ y hay varios recursos por medio”. Recalcó que los herederos no han tocado el tema con las autoridades, ni siquiera con el juez Garzón. “Así que todo es una incógnita. Pero, de verdad, nuestra historia es distinta a la de otras víctimas de la guerra civil, que no saben ni dónde están, ni qué fue de ellos, eso hay que averiguarlo, pero nosotros sí lo sabemos”. El portavoz de la familia Lorca, que asegura estar a favor de la recuperación de la memoria histórica, dice que se está “en un punto extraño” porque incluso el escritor Ian Gibson, que era “uno de los defensores de excavar la fosa”, dice ahora que duda de “dónde pueda estar el cadáver” del poeta. Pero Montesinos matiza: “Yo nunca he oído a nadie decir: ¡pobre Federico, hay que sacarlo de allí!; nunca, ni amigos, ni conocidos ni expertos en su obra, que están repartidos por el mundo entero. Lo que hay que hacer es cercar la zona bien cercada y ya, porque allí no hace falta terreno para edificar casas ni chalés”. Fuentes: EFE • Ideal *** Llevarán al cine Memoria de mis putas tristes, de García Márquez El actor mexicano Damián Alcázar informó el pasado 26 de octubre que le ofrecieron el rol protagónico en una película inspirada en Memoria de mis putas tristes, la última novela del Premio Nobel de Literatura 1982, el colombiano Gabriel García Márquez. Según el actor, que ha trabajado en filmes como La ley de Herodes y Crónicas, actualmente se encuentra negociando con los productores y el director los detalles para iniciar próximamente el rodaje. De la película basada en la novela “se ha hablado de que filmaría este año en Francia, pero por supuesto, hay que esperar”, dijo en un aparte con medios luego de una rueda de prensa sobre otro proyecto cinematográfico titulado De la infancia. “Por ahora está la propuesta... leí el guión y es sensacional”, indicó Alcázar. Informes no confirmados señalaban que el rodaje de la cinta sería en Cuba. No mencionó el nombre, pero el actor dijo que el proyecto estaría a cargo de “un formidable director europeo”. Memoria de mis putas tristes es el último libro de ficción escrito por el literato colombiano y cuenta la historia de un hombre que al cumplir 90 años decide regalarse una noche de sexo con una virgen, de la que resulta enamorado. Esta sería la tercera obra de García Márquez que se traslada al cine en los últimos dos años. El año pasado se estrenó El amor en los tiempos del cólera protagonizada por Javier Bardem y dirigida por Mike Newell y se acaba de terminar la filmación de Del amor y otros demonios, bajo la conducción de la costarricense Hilda Hidalgo, y en la que Alcázar también participó. Anteriormente, en 1999, el director mexicano Arturo Ripstein realizó la versión de El coronel no tiene quien le escriba protagonizada por Fernando Luján. Fuente: AP *** Presentan en Quito diccionario de ecuatorianismos El académico ecuatoriano de la lengua Carlos Joaquín Córdova presentó el pasado lunes 27 de octubre su vasta obra El habla del Ecuador; diccionario de ecuatorianismos, en la sala Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE, http://cce.org.ec/ccenew), en una ceremonia en la que intervinieron Marco Antonio Rodríguez, presidente de la CCE; Jorge Salvador Lara, historiador y director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua (http://iech.tripod.com/lengua.htm); Susana Cordero de Espinosa, investigadora y académica, y el autor. La publicación consta de tres tomos en los cuales se ha consignado cerca de 10.000 entradas. De hecho, se trata de una segunda versión, considerablemente aumentada y revisada, de la obra El habla del Ecuador, publicada en 1995 y que constaba de 6.130 entradas. La investigación del académico, varias veces director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, está ampliamente sostenida en fuentes bibliográficas, sobre todo de obras literarias de autores ecuatorianos del siglo XIX y del XX. Bajo esa perspectiva la obra también pretende abarcar, como apunta el mismo autor en la presentación que introduce la obra, “la historia léxica nacional y, por lo tanto, una voz antes viva bien puede constar en las páginas de este libro como testimonio de su empleo en el pasado”. El estudio, por lo demás, enfoca un ámbito poco frecuentado en la academia ecuatoriana, el del análisis de la identidad lingüística mestiza. Las alusiones a la lengua escrita permiten ver, sigue el autor, “la frecuencia con que el ecuatorianismo se acompaña de referencias a su uso, ya sea en obras serias de autores conocidos, ya en el rico acervo periodístico”. De tal suerte, la obra esboza breves análisis de expresiones como: “A pico. fr. fam. Para indicar que se bebe un líquido directamente desde la botella (...). A punte. loc. A la fuerza de hacer o aplicar constantemente (...). Bienecho. adv. vulg. bienechito”. Los nombres de lugares y personajes nacionales también se contextualizan. Fuente: El Comercio *** Maicán, Velásquez y Plata Ramírez ganan Premio Solar El pasado 27 de octubre fue anunciado el veredicto del Premio Nacional de Literatura Solar 2008, que recayó sobre el escritor aragüeño Leonardo Maicán (http://www.letralia.com/firmas/maicanleonardo.htm), en Novela; el poeta neoespartano Luis Aníbal Velásquez, en Poesía, y el narrador, crítico y ensayista zuliano Enrique Plata Ramírez, en Ensayo. El jurado en Novela estuvo integrado por los escritores Amable Fernández, Carolina Lozada y David Figueroa, quienes concedieron el premio a Leonardo Maicán (Maracay, 1967) por su novela S. H. Calatrava y la bifurcación de los mundos. El autor es profesor universitario y ha publicado el libro de cuentos Duelo de ases (La Liebre Libre, 1995). Ya antes había recibido mención honorífica en la I Bienal Interuniversitaria de Literatura “Simón Rodríguez” (Valencia, 2001), entre otros reconocimientos. En Poesía, los jueces Dannybal Reyes Umbría, José Gregorio González Márquez y Ernesto Román Orozco (http://www.letralia.com/firmas/romanorozcoernesto.htm) decidieron otorgar el premio a Luis Aníbal Velásquez (Nueva Esparta, 1952) por su poemario Nosotros y nuestras casas somos efímeros. Presidente del Instituto de Bibliotecas de Nueva Esparta, Velásquez es cofundador de la revista Tropel de Luces y en 2005 recibió el premio de poesía de la II Bienal Nacional de Literatura Ramón Palomares por su libro La ciudad cambió tanto que ya no es mi ciudad. En la mención Ensayo, el jurado integrado por Gabriel Jiménez Emán, Drina Hocevar y Luis Moreno Villamediana escogieron como ganador a Enrique Plata Ramírez (Maracaibo, 1959) por Chumalacatera, Maquinolandera; para una identidad cultural caribeña. El autor es doctor en literatura summa cum laude por la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es) y ha obtenido el Premio de Novela de la Asociación de Profesores de la ULA (2003) por Ya no estás más a mi lado corazón, y el Primer Premio de Ensayo de la misma asociación por Al acecho de la postmodernidad, entre otros reconocimientos. La fecha de la premiación será anunciada posteriormente. Cada uno de los ganadores recibirá 4.000 bolívares y publicación de sus obras bajo el sello de Ediciones Solar. El Premio Nacional de Literatura Solar es convocado por la Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida, Fundecem. *** Mercedes Calvo gana Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños Por ofrecer una profunda reflexión que acerca al lector al misterio poético, a partir de un lenguaje preciso y adecuado, el libro Los espejos de Anaclara, de la escritora uruguaya Mercedes Calvo, fue declarado ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2008. El fallo lo dio a conocer el pasado 28 de octubre el jurado integrado por los escritores María Baranda y Carlos Pellicer López, de México, y Pedro Villar, de España, quienes leyeron de manera cuidadosa un total de 270 postulaciones. Calvo (Salto, 1949), quien participó con el seudónimo “Anaclara”, se hizo merecedora de un premio por 200 mil pesos mexicanos que le serán entregados en fecha próxima en Ciudad de México, donde su libro será publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE, http://www.fondodeculturaeconomica.com). Lectora de poesía desde muy niña, Calvo se hizo maestra desde 1971, y ambas actividades marcaron su vida. En el trabajo docente, dice ella misma, ha dado especial valoración al desarrollo del lenguaje poético, tanto redactando como llevando a cabo proyectos y publicaciones de trabajos de los niños. Ha colaborado con artículos sobre esos temas en revistas de actualización docente. Desde 1997 se desempeñó en educación de adultos, y desde 1999 como correctora del Departamento de Publicaciones e Impresiones del Consejo de Educación Primaria. Amparada a los beneficios jubilatorios desde 2006, dispone de tiempo para incrementar la lectura e incursionar “en lo que antes realicé esporádicamente”, sólo para sus pequeños alumnos: la escritura de poesía para niños. Fuente: Notimex *** Raquel Robles gana el Premio Clarín de Novela El pasado 28 de octubre fue anunciado, en una ceremonia en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba, http://www.malba.org.ar), el veredicto del Premio Clarín de Novela 2008 (http://www.premios.clarin.com/premio_novela), que en su undécima edición recayó sobre la escritora argentina Raquel Robles por su novela Perder. Emocionada hasta el llanto, la autora de 37 años se acercó al escenario donde fue saludada por Ricardo Kirschbaum, editor general del diario Clarín (http://www.clarin.com); Juan Bedoian, editor responsable de la revista de cultura Ñ (http://www.revistaenie.clarin.com) y los miembros del jurado Juan Cruz Ruiz y Alberto Manguel. En el público se encontraban varias personalidades de la cultura argentina, como Quino, Andrés Rivera, Roberto Cossa, Miguel Rep, Renata Schussheim y Daniel Divinsky. La novela ganadora será editada por el sello Clarín-Alfaguara. Robles además recibirá cien mil pesos de premio. La obra narra con delicadeza el duelo de una madre que perdió a su hijo de cinco años y todo el proceso que lleva a su recuperación emocional. En el escenario, Robles tomó el micrófono y dijo: “Dedico este premio a mis familiares y amigos, mis lectores más queridos, los únicos hasta ahora. A mis hijos, porque fue en el terror de perderlos que escribí esta novela y a quien fuera mi compañero, sin el cual no hubiera podido escribir ni una letra”. La nueva ganadora del Premio Clarín saludó especialmente al presidente del jurado, el Nobel portugués José Saramago, quien no pudo asistir a la ceremonia. “Lo primero que quiero agradecer es que José Saramago haya tenido la obra en sus manos. Con eso sólo hubiera alcanzado para volver contenta a mi casa”, manifestó emocionada. Perder narra el duelo de una madre que ha perdido a su pequeño hijo en un accidente automovilístico. “Es una novela que raya con una uña en lo que significa perder para ganar. Hace una excursión sentimental muy honda, es un libro que se adentra en la memoria del dolor y por tanto en lo que es la literatura”, explicó el escritor y periodista Juan Cruz, en representación del jurado que integró junto a Alberto Maguel, Rosa Montero y José Saramago, como presidente honorario. La noche arrancó con la celebración de los cinco años de la revista cultural Ñ de Clarín. “Cumplir años nos interpela sobre lo hecho y lo que vamos a hacer. Ñ llegó para provocar un giro porque el mundo de la creación debe ser profundo pero a la vez ameno para despertar el interés de un lector inquieto pero no erudito. Ñ está pensado para el ciudadano”, sintetizó Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín. Luego, el editor responsable de Ñ, Juan Bedoian, entregó al dibujante Hermenegildo Sábat el premio a la trayectoria. Uno de los jurados, Alberto Manguel, no bromeó al afirmar que todas las novelas finalistas eran de una gran calidad literaria, pero se permitió el chiste al repasar la deliberación del jurado en Madrid. “Fue una lucha terrible, nos obligaron a dejar las pistolas y las navajas en la puerta, pero Saramago logró entrar con una cachiporra”. Federico Romani ganó la segunda mención por su novela Imaginaria. Romani, de 32 años, cuenta en las páginas de la novela la historia de un padre, un músico de tango que pretende convertirse en empresario y fracasa. La primera mención fue para el cordobés Sergio Hernán Gaiteri, autor de Nivel medio. Este año el premio recibió 723 originales. Fuente: Clarín *** Chumacero e Ivo recibieron Premio Víctor Sandoval Los poetas Alí Chumacero, de México, y Ledo Ivo, de Brasil, recibieron el pasado martes 28 de octubre, en reconocimiento a su trayectoria, el Premio de Poesía del Mundo Latino Víctor Sandoval 2008, durante una ceremonia celebrada en el Museo de Arte Contemporáneo de Aguascalientes (México) en la que Juan Pérez Talamantes, secretario de gobierno de la ciudad, entregó los reconocimientos. Al acto asistieron asimismo María Teresa Franco, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes de México (Inba, http://www.bellasartes.gob.mx), así como representantes del gobierno y del Instituto de Cultura de Aguascalientes (http://www.aguascalientes.gob.mx/cultura). Instituido en 2007, el Premio de Poesía del Mundo Latino Víctor Sandoval está dotado con una bolsa conjunta de 250.000 pesos, que reconoce el valor de las obras literarias de ambos autores, su trayectoria y su relación cercana con México. Dicho galardón lo otorga el Gobierno del Estado de Aguascalientes (http://www.aguascalientes.gob.mx) y el Inba. El galardón tiene como finalidad destacar la labor de poetas del mundo latino, difundir el arte y la cultura de México y la obra literaria del poeta aguascalentense Víctor Sandoval. Es conferido anualmente a un poeta mexicano y a otro extranjero que escriba en alguna lengua romance (catalán, español, francés, italiano, portugués, rumano, etc.). Chumacero, tras agradecer el galardón, dijo: “Entre los diversos géneros literarios la poesía alcanza el más alto propósito, profundiza en el hemisferio del hombre y contribuye a integrarlo plenamente; toma aliento del habla y a la vez presta aliento al habla, es la imagen de nuestro discernimiento y, sobre todo, de nuestra personalidad”. Agregó que por esa razón la poesía es “una esencia de lo más íntimo del alma, de ahí que su significado, su valor, se realice dentro de sus propios límites en el espacio y el tiempo que cubren sus sonidos”. Según el autor de Páramo de sueños, “la poesía constituye una actividad del espíritu que se basa a sí misma y en sí misma reconoce su validez, pero a pesar de esa independencia, de esa autonomía, eso no significa que su punto de partida sea ajeno a la realidad, como si se tratara de una antirrealidad, sino que por el contrario su único arranque, su fundamento inicial, son la vida y sus alrededores”. A su vez, Ledo Ivo, autor de Las alianzas y Confesiones de un poeta, agradeció el reconocimiento y manifestó estar “lleno de alegría” y, por lo mismo, calificó a Aguascalientes como una de las capitales culturales de México, además de señalar que con el premio no sólo se vincula con los grandes poetas de este país, sino “con los grandes patriarcas de la poesía en América Latina”. Fuentes: La Jornada • Notimex *** Jotamario Arbeláez recibió en Caracas el Premio Valera Mora El pasado miércoles 29 de octubre se celebró, en la Sala de Teatro 1 de la Casa de Rómulo Gallegos, en Caracas, el acto de entrega de la segunda edición del Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora, que este año recayó sobre el poeta colombiano Jotamario Arbeláez por su obra Paños menores, tal como informáramos en nuestra edición 194 (http://www.letralia.com/194/0829arbelaez.htm). El evento contó con la presencia de Iván Padilla Bravo, viceministro de Cultura para el Desarrollo Humano, Roberto Hernández Montoya, presidente del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.gob.ve), y el poeta venezolano Enrique Hernández D’Jesús, miembro del jurado de esta segunda edición. “Nuestra América se ha especializado en la fabulación, la invención, la figuración, la apropiación del mundo a través de una demiurgia particularmente productiva, es decir, un principio creador, propositivo, inventor”, dijo Hernández Montoya al dar inicio al acto. Por su parte, Padilla Bravo expresó su honor hacia el escritor ganador leyendo “Paño de lágrimas”, uno de los textos del libro ganador. “Me toca enfrentar este reto, que excede mis dotes líricas, porque me ha sido imposible encontrar un amigo a quien encargarle semejante compromiso”, expresó Jotamario Arbeláez luego de haber recibido la premiación y del bautizo de su libro. Arbeláez manifestó que el diez por ciento de los cien mil dólares que comprenden el premio Víctor Valera Mora será donado a Cuba para auxiliar a las víctimas del huracán Eisenhower. “Estoy seguro de que Cuba va a recibir con beneplácito este verde aporte poético. No colaboro con más, porque mis finanzas pasan actualmente por un crack similar al de Wall Street”, dijo el escritor. Hizo referencia, asimismo, a la figura de Víctor “El Chino” Valera Mora, y se atrevió a reconstruir su poema “Oficio puro”. Además, mencionó la importancia de los poetas venezolanos en la literatura de América. “Paños menores es el resultado de 44 años de trasegar, escrutando los pasos de Cardenal, de Rivero, de Palomares y Jaramillo Escobar por el tema de la ciudad, de mi padre y de su oficio, la sastrería, del que desistí por meterme de poeta en el nadaísmo”, afirmó. Arbeláez aprovechó la oportunidad para anunciar la muerte del nadaísmo, después de cincuenta años de operación, alegando que es imposible continuar con ideas encontradas. Concluyó sus palabras de agradecimiento diciendo que ha aceptado para la poesía nadaísta “el homenaje que aquí se le rinde, el diploma de honor que me honra, la medalla de oro que me orea y el generoso cheque bolivariano que se me alarga, y tengo prisa en endosarlo”. El acto culminó con un recital de poemas de Víctor Valera Mora y Ludovico Silva, y la presentación de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho. Fuente: Celarg *** Falleció en Argentina el poeta español José Carlos Gallardo El poeta español José Carlos Gallardo murió a primeras horas del pasado 29 de octubre en su casa de Buenos Aires, según informó su familia. Por expreso deseo del poeta, sus restos serán incinerados. La mitad de los mismos será esparcida en la Alhambra mientras que la otra mitad se quedará en la capital argentina. Nacido en Granada en 1925, Gallardo era autor de más de sesenta libros entre poemarios y novelas. Residía en Argentina desde que en 1957 decidiera abandonar Granada. Pertenece a la generación de Versos al aire libre, la de Rafael Guillén, Ladrón de Guevara y Francisco Izquierdo. Uno de sus últimos libros, Memorias en voz baja, era un recuerdo de Gallardo a su ser granadino. “En este libro quiero ver qué granadino quedó en mí cuando me marché de Granada, qué se iba conmigo de Granada y qué fue con los años reverdeciendo en mí para no perder mis raíces, mi lengua, mis paladares, mi memoria. Hice miles de fichas sobre mis recuerdos e incluso de cosas que con los años he llegado a dudar de que las viviera, como si se tratara de un relato de ciencia ficción”, decía. Aunque Gallardo partió de Granada hace 51 años, siempre dijo sentirse nostálgico de sus calles, amigos y tascas. Contaba en su haber con numerosos premios, como el del Ayuntamiento de Valencia (http://www.valencia.es), en 2001, por su libro Derrame cerebral. A este importante reconocimiento se suman otros como el de la Feria del Libro de Almería, el Ciudad de Granada, el González de Lama y el Ciudad de Jaén, entre otros. Fuente: Ideal *** Podrían haber localizado restos de nuera de Juan Gelman El forense uruguayo Horacio Solla informó el pasado 30 de octubre que cree haber localizado los restos de María Claudia García de Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelman, detenida-desaparecida en Uruguay en 1976, según fuentes judiciales. Solla, antropólogo del Instituto Técnico Forense, comparó un cráneo localizado en 2005 con fotografías de García y mediante su estudio “llegó a la conclusión con 90 por ciento de certeza” de que los restos son de la nuera del poeta. El cráneo y otros restos humanos de diversas personas fueron localizados en un cementerio de la ciudad de Vichadero, Departamento de Rivera, a unos 500 kilómetros al norte de Montevideo y próxima a la frontera con Brasil. El informe del antropólogo fue enviado al juez del caso, Pedro Salazar, y al fiscal Luis Bajac, que podrían ordenar una prueba genética a la hija de María Claudia, Macarena, que reside en Uruguay, para determinar con certeza si se trata de restos de su madre. Solla tuvo en el pasado participación destacada en dos casos con resultados dispares. Un estudio suyo permitió identificar los restos del ex agente secreto de la dictadura chilena, Eugenio Berríos, asesinado y su cadáver localizado en una playa próxima a Montevideo. Sin embargo, tiempo después afirmó que restos encontrados en otra playa pertenecían a un pescador uruguayo desaparecido durante la dictadura, pero los análisis genéticos no confirmaron su afirmación. María Claudia García de Gelman fue detenida a mediados de 1976 en Buenos Aires, por entonces con 19 años y embarazada de siete meses. Fue trasladada clandestinamente a Montevideo, donde dio a luz una niña y luego presuntamente asesinada por agentes de la dictadura que imperaba en esos momentos en Uruguay. Su esposo, Marcelo Gelman, hijo del poeta argentino, fue detenido en la misma fecha y su cadáver apareció tiempo después en Buenos Aires, según todos los datos eliminado en el marco de la Operación Cóndor organizada por gobiernos dictatoriales del Cono Sur para librarse de sus opositores políticos. En 2000, y tras una larga búsqueda que en la parte final tuvo el apoyo del ex presidente uruguayo Jorge Batlle, Gelman localizó a su nieta, que vivía con la familia de un policía uruguayo ya fallecido que la adoptó. Posteriormente Macarena recuperó su identidad. En 2005 el caso de la desaparición de la nuera de Gelman fue archivado por la Justicia, al entender que estaba incluido dentro de la denominada “Ley de Caducidad” que puso punto final a los juicios contra militares y policías presuntamente implicados en violaciones a los derechos humanos. Con la llegada al poder en marzo de 2005 del socialista Tabaré Vázquez, primer presidente de izquierda en la historia del país, la búsqueda de restos de detenidos-desaparecidos durante la dictadura (1973-1985) se incrementó y se realizaron excavaciones incluso en el interior de cuarteles. A partir de información recabada en el Ejército, Vázquez afirmó que “con una certeza del 99 por ciento” los restos de María Claudia García estaban sepultados en el interior de un batallón, e incluso Macarena y el ex jefe del Ejército, Ángel Bertolotti, recorrieron la zona, pero la información resultó ser falsa. El pasado agosto, a petición de Macarena, que aportó nuevas pruebas, el caso fue reabierto por la justicia uruguaya. Fuente: EFE *** Feria de Rosario recuerda a Alfonsina Storni y a Atahualpa Yupanqui Desde el pasado jueves 30 de octubre y hasta el próximo domingo 9 de noviembre se celebra la Feria Latinoamericana del Libro Rosario 2008 (http://www.latinoamericanadelibrorosario.org), evento que este año rinde homenaje a la memoria de la escritora Alfonsina Storni, de cuya muerte se cumplieron 70 años el pasado 25, y del cantautor, músico y escritor Atahualpa Yupanqui, cuyo centenario se celebrará el 31 de enero de 2009. A tal efecto, en la presentación de la feria se contó con la presencia del nieto de Storni, quien pronunció unas palabras recordatorias, y en el cierre habrá un espectáculo musical interpretado por Roberto Chavero, el hijo de Atahualpa Yupanqui. En charlas, presentaciones de libros y otros eventos participarán asimismo Felipe Pigna, Horacio Verbitsky, Horacio González, Rep, Omar Genovese, Oliverio Cohelo y Pedro Mairal. Stands, disertaciones, presentaciones de libros, muestras de arte, espacio lúdico, informática, gastronomía y amplios espacios de circulación conforman este evento en el que se dan cita escritores, editores y representantes de Argentina y otros países. Se concederá un reconocimiento a la producción literaria de Hugo Gola y Hugo Padeletti, poetas distinguidos este año por la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe (http://www.diputadossantafe.gov.ar). La feria, que cuenta con una superficie cubierta de más de 3.000 metros cuadrados, tiene lugar en las instalaciones de los antiguos almacenes Rosental, ubicados en la Bajada Sargento Cabral entre la calle Urquiza y la avenida Belgrano de Rosario (Santa Fe, Argentina). Estará abierta al público de lunes a viernes entre las 2 de la tarde y las 10 de la noche, y los sábados y domingos de 11 de la mañana a 10 de la noche. Fuente: Web de la feria *** Gustavo Valle gana la Bienal Adriano González León El pasado jueves 30 de octubre se dio a conocer, en la sede del Grupo de Empresas Econoinvest (http://www.econoinvest.com), en Caracas, el veredicto de la III Bienal de Novela “Adriano González León”, que este año recayó sobre el ensayista, poeta y cronista venezolano Gustavo Valle, quien actualmente vive en Buenos Aires, por su obra Bajo tierra. Valle se hizo acreedor de un premio en metálico de treinta mil bolívares, patrocinado por Econoinvest, y la publicación inmediata de su novela, por parte de Norma, en su colección “La otra orilla”. El jurado estuvo compuesto por la profesora y escritora venezolana Michaelle Ascencio, el poeta e investigador venezolano Rafael Castillo Zapata, el novelista venezolano Alberto Barrera Tyszka, el escritor colombiano Oscar Collazos y el argentino Ariel Magnus. La lectura del veredicto estuvo a cargo del escritor Oscar Collazos en representación de los escritores del jurado, quienes estuvieron presentes, en compañía de Edda Armas (http://www.letralia.com/firmas/armasedda.htm), Belkys Arredondo y Héctor Torres (http://www.letralia.com/firmas/torreshector.htm), por la directiva del PEN Club; César García y Vladimir Mujica, representantes de Norma, y Herman Sifontes, en representación de Econoinvest. Organizado por el PEN Club de Venezuela (http://www.pendevenezuela.org), en sociedad con Econoinvest y el Grupo Editorial Norma (http://www.librerianorma.com), este concurso literario bienal fue creado en 2004 con el expreso propósito de apoyar y difundir la obra de los novelistas venezolanos y de rendir homenaje al escritor Adriano González León. En las dos ediciones anteriores recayó sobre Milton Quero Arévalo con Corrector de estilo (2004) y sobre Héctor Bujanda con La última vez (2006). Este año participaron treinta ocho autores. Nacido en Caracas en 1967 y residenciado en Buenos Aires, Valle es licenciado en letras por la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve). Su tesis de grado, titulada Viajes y retorno a una escritura: Javier Sologuren (1996), tuvo tutoría del poeta y crítico literario venezolano Guillermo Sucre. Fue profesor del Departamento de Literatura Venezolana y Latinoamericana en la UCV y realizó estudios de doctorado en literatura hispanoamericana en la Universidad Complutense en Madrid (UCM, http://www.ucm.es). Autor del blog The Cuatreros (http://thecuatreros.blogspot.com), Valle es colaborador habitual de diversos medios literarios, como Letras Libres (https://www.letraslibres.com), Cuadernos Hispanoamericanos, Sinalefa (http://www.revistasinalefa.org), Los Hermanos Chang (http://hermanoschang.blogspot.com), Ficción Breve Venezolana (http://www.ficcionbreve.org), Nación Apache (http://www.nacionapache.com.ar) y otras. Ha publicado los poemarios Materia de otro mundo (2003) y Ciudad imaginaria (2006) y el libro de crónicas La paradoja de Ítaca (2005). Fuente: FBV *** María Elvira González y Glener A. Morales ganan Concurso Fundarte Luego de cuatro meses de selección, el Fondo Editorial Fundarte (http://www.fundarte.gob.ve) eligió a los ganadores en el Concurso Literario Fundarte 2008, menciones Dramaturgia Infantil y Dramaturgia para Adultos. La entrega de los premios tuvo lugar el pasado 31 de octubre en la sede de Fundarte, en Caracas. En el concurso resultaron premiados los libros El mundo iluminado o El resplandor de Sor Juana (Dramaturgia para Adultos), de María Elvira González (http://www.letralia.com/firmas/gonzalezmariaelvira.htm) y El mejor de mis viajes, de Glener A. Morales, en la categoría Dramaturgia Infantil. El jurado estuvo constituido por Orlando Rodríguez, Alberto Ravara y Carlos Herrera, dramaturgos venezolanos, quienes expresaron que el veredicto se fundamentó en el adecuado tratamiento temático, armado de situaciones y pertinente tratamiento de personajes, aspectos resaltantes que distinguieron las obras ganadoras entre las 21 piezas participantes. De acuerdo con lo expresado por el equipo seleccionador, los libros premiados son “una muestra del esfuerzo creativo de la dramaturgia venezolana”. Los ganadores recibieron un premio único de doce mil bolívares fuertes, para cada categoría, sin menciones especiales, así como la publicación de la obra en los próximos meses. Fuente: Fundarte *** Recuerdan visita de García Lorca a Buenos Aires La Diputación de Granada (http://www.dipgra.es) presentó este jueves 30 de octubre en Buenos Aires la “Ruta de Lorca”, coincidiendo con el 75º aniversario de la visita del poeta español Federico García Lorca a la capital argentina. El autor de Romancero gitano visitó Buenos Aires en 1933 invitado por la Sociedad Amigos del Arte para dar una serie de conferencias sobre literatura durante dos semanas; sin embargo, la ciudad le cautivó y alargó su visita a seis meses. La huella de su paso por la capital argentina está “lejana físicamente, pero muy cercana cultural y sentimentalmente”, apuntó el presidente de la diputación, Antonio Martínez Caler, durante la presentación de la “Ruta de Lorca”, un recorrido turístico que permite seguir los pasos del poeta desde la casa donde nació, en la localidad de Fuente Vaqueros, hasta el barranco en el que fue fusilado en 1936, pasando por los lugares en los que vivió, soñó y escribió, mostrando “esa conexión casi telúrica que Federico tenía con su tierra y su paisaje”, según Alfonso Alcalá, director del Patronato Cultural García Lorca. La presentación se realizó en un icono porteño de la intelectualidad del siglo pasado, el centenario Café Tortoni, un local que Lorca frecuentó durante su estancia en Buenos Aires, “porque le recordaba al ‘Rinconcillo’ de Granada, un café donde se reunía con los intelectuales”, explicó Martínez. En la capital argentina, Lorca dirigió la reposición de Bodas de sangre en el Teatro Avenida y se alojó en el hotel Castelar, en una modesta habitación que fue visitada por la delegación de la diputación para inaugurar una muestra sobre el poeta. El presidente de la diputación se refirió también a la reciente polémica sobre la apertura de la fosa común de víctimas de la Guerra Civil, en la que supuestamente reposan sus restos mortales, y recordó que la postura oficial es “respetar a todas las sensibilidades”. Deseó que haya “suerte por el bien de todos los que desean” que su cadáver se recupere, y aclaró que “lo mejor que puede hacer la diputación por Lorca es esto, promocionarlo y honrarlo allá donde vivió”. Por otra parte, en el mismo acto se rindió homenaje al poeta granadino exiliado en Buenos Aires, José Carlos Gallardo, horas después de su muerte, ya que estaba prevista su presencia en este acto cultural. Dado su repentino fallecimiento, su viuda, Ana María Sepag, fue la encargada de representarlo en el homenaje a Lorca organizado por la Embajada de España en Buenos Aires y la diputación granadina. En el transcurso del mismo, la viuda de Gallardo realizó la intervención que había preparado el poeta para la ocasión. El viernes 31, Martínez Caler entregó al embajador de España en Buenos Aires, el granadino Rafael Estrella, un busto de García Lorca a ser destinado al futuro Centro Cultural de España (http://www.cceba.org.ar) en la capital argentina, ocasión en la que expresó que el poeta es “el mejor embajador” que la provincia andaluza puede tener en el mundo. Martínez Caler consideró “oportuno y necesario” que su figura “esté presente” en el centro español y agradeció a los porteños que “mantengan vivo a Federico”. Estrella, por su parte, agradeció el regalo a su paisano y apuntó que es el primero que recibe la Embajada destinado al Centro Cultural de España que se proyecta en Buenos Aires. “Seguramente lo pondremos en el jardín”, aclaró, “y hasta que se inaugure el nuevo centro lo guardamos aquí”, explicó refiriéndose a las actuales instalaciones ubicadas en Florida 943. Fuente: EFE *** Falleció en Buenos Aires el poeta y editor José Luis Mangieri El poeta José Luis Mangieri, uno de los fundadores de la editorial La Rosa Blindada, y de la revista del mismo nombre, falleció el sábado 1 de noviembre en Buenos Aires, según informó la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA, http://www.lasea.org.ar). Los restos del escritor, quien tenía 83 años, fueron sepultados en el Cementerio de La Chacarita. “La SEA no tiene más que palabras de agradecimiento hacia José Luis por su honesta y desinteresada participación desde la misma creación de la institución", señaló en un comunicado la agrupación gremial, que hizo extensivo el agradecimiento a los “centenares de jóvenes poetas argentinos a quienes Mangieri ayudó con sus buenas artes de editor” desde Ediciones Caldén, Ediciones del 80 y Libros de Tierra Firme, otras de sus iniciativas. El texto, en el que no se indicaron las causas de su muerte, destacó la “lucha de Mangieri por esa justa bandera, irrenunciable, que es la Pensión del Escritor”. Otra organización que expresó su pesar por la desaparición de Mangieri fue la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA, http://www.utpba.com.ar), que en un comunicado valoró la manera como, “con un compromiso militante con la cultura y la difusión de las ideas, Mangieri usó siempre toda su capacidad de trabajo para que la obra de muchos grandes escritores, músicos y plásticos de los años sesenta, muertos o exiliados, no fuera olvidada por las nuevas generaciones y, a la vez, a que las nuevas generaciones encontraran en él un referente y un activo difusor de su labor”. Mangieri llegó a publicar más de ochocientos libros de autores como Antonio Gramsci, Vo Nguyen Giap, Ho Chi Minh, Mao Zedong, Ernesto Guevara, Rodolfo Walsh, John William Cooke, Raúl González Tuñón, Raúl Gustavo Aguirre, Leopoldo Marechal, Juan Gelman, Francisco Madariaga, Raúl Gustavo Aguirre, Joaquín Giannuzzi, Leonidas Lamborghini, Juana Bignozzi, Luisa Futoransky (http://www.letralia.com/firmas/futoranskyluisa.htm), Arnaldo Calveyra, Alberto Szpunberg, Diana Bellessi, Jorge Aulicino, Daniel Freidemberg, Jorge García Sabal, Irene Gruss, Leopoldo Castilla, Víctor Redondo, Jorge Fondebrider, Javier Cófreces, Jonio González y Fabián Casas, entre otros. Nacido en la capital argentina el 14 de diciembre de 1924, Mangieri fue periodista de los diarios Crítica y Democracia. Había publicado el libro de poemas Quince poemas y un títere, y poseía un libro inédito, Poemas del amor y de la guerra. A finales de la década de los 50 fundó la revista Por. Luego de su paso por el periodismo y por la Editorial Eudeba (http://www.eudeba.com.ar), dio su paso inicial como editor cuando, junto con Carlos Alberto Brocatto, creó en 1962 el sello Ediciones Horizonte, que luego tomó el nombre definitivo de La Rosa Blindada, en homenaje al libro homónimo de Raúl González Tuñón. La revista, cuyo comité editorial integraban Juan Gelman, Andrés Rivera, Norma Aleandro, Juan “Tata” Cedrón, Javier Villafañe, Roberto Cossa, Octavio Getino y Estela Canto, ganó la calle en octubre de 1964 y fue clausurada por el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía en septiembre de 1966. Luego de vivir un autoexilio en la Argentina, debido a que fue perseguido por la dictadura militar, Mangieri retomó su labor con la editorial Libros de Tierra Firme, y desde la colección Todos Bailan difundió a grandes poetas de generaciones pasadas y presentes. Durante los últimos años publicó Es rigurosamente cierto, su autobiografía; en 2004 recibió una mención especial en el prestigioso premio Konex (http://www.fundacionkonex.com.ar) y en 2007 fue declarado Ciudadano Ilustre por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (http://www.buenosaires.gov.ar), en reconocimiento a su trayectoria en la cultura. Fuentes: Fundación Konex • La Gaceta • La Nación • Voltaire.net *** Gioconda Belli gana el premio Sor Juana 2008 La escritora nicaragüense Gioconda Belli (http://www.giocondabelli.com) resultó ganadora del Premio Sor Juana 2008 por su novela El infinito en la palma de la mano, que narra la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, según nota de prensa difundida por la FIL Guadalajara (http://www.fil.com.mx), en el marco del cual se concede el galardón, este 3 de noviembre. La entrega del galardón se realizará el miércoles 3 de diciembre a las 7 de la noche en el auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara. El jurado del premio, conformado por Eduardo Antonio Parra, Margarita Valencia y Martha Cerda, consideró que esta obra, publicada por Seix Barral (http://www.seix-barral.es), “es gran literatura: su prosa exquisita, precisa, fluida, rebosa de insinuaciones y resonancias. Belli enfrenta el reto de escribir una historia conocida por todos y hacerlo de manera novedosa e interesante, reafirmando con ello la idea de que las historias son siempre las mismas, y que la literatura crece con la capacidad de los escritores para contarlas de nuevo”. Belli (Managua, 1948) es miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Entre sus publicaciones de poesía destacan Sobre la grama, con la que ganó el Premio Mariano Fiallos Gil en 1974; Línea de fuego, que obtuvo el Premio Casa de las Américas en 1978; Mi íntima multitud, ganadora del Premio Internacional Generación de 27, en 2003; Fuego soy apartado y espada puesta lejos, Premio Internacional Ciudad de Melilla, 2006; Truenos y arco iris (1982), Amor insurrecto (1984), De la costilla de Eva (1986) y El ojo de la mujer (1990). Con su primera novela, La mujer habitada, obtuvo el Premio de la Fundación de Libreros, Bibliotecarios y Editores Alemanes, y el Premio Anna Seghers, de la Academia de las Artes de Alemania, en 1989. También es autora de las novelas Sofía de los presagios, 1990; Waslala, 1996; El pergamino de la seducción, Seix Barral, 2005; el cuento para niños El taller de las mariposas, 1992; y sus memorias durante el periodo sandinista, El país bajo mi piel, 2001. El infinito en la palma de la mano ya obtuvo este año en España el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral. Dotado con diez mil dólares, el premio Sor Juana es patrocinado por la Fundación Cuervo, y entregado por la FIL y la Sociedad General de Escritores de México (Sogem, http://www.sogem.org.mx). Además del monto en efectivo, el galardón da la opción para que la obra ganadora sea traducida al inglés y publicada por la editorial Curbstone Press (http://www.curbstone.org), así como la elaboración crítica por parte de la Editorial de la Universidad Católica de Salta (http://editorial.unsa.edu.ar), en Argentina. Esta distinción fue concebida y bautizada por la escritora nicaragüense Milagros Palma, para premiar una obra escrita por mujeres. Se ideó para ser entregada al término del IV Simposium Internacional de Crítica Literaria y Escritura de Mujeres de América Latina, que se realizó en el marco de la FIL en 1993. Ha sido otorgado cada año, con excepción del 2000, a las escritoras Angelina Muñiz-Huberman (España), Marcela Serrano (Chile), Tatiana Lobo Wiehoff (Costa Rica), Elena Garro (México), Laura Restrepo (Colombia), Silvia Molina (México), Sylvia Iparraguirre (Argentina), Cristina Rivera Garza (México), Ana Gloria Moya (Argentina), Margo Glantz (México), Cristina Sánchez Andrade (España), Paloma Villegas (México), Claudia Amengual (Uruguay) y Tununa Mercado (Argentina). Fuente: FIL *** Mexicano Daniel Sada gana el Premio Herralde de Novela Este 3 de noviembre fue anunciado el veredicto del XXVI Premio Herralde de Novela, que convoca el sello español Anagrama, y que ha recaído sobre el escritor mexicano Daniel Sada (Mexicali, 1953) por Casi nunca, mientras que el peruano Iván Thays resultó finalista con Un lugar llamado Oreja de Perro. Autor de una quincena de títulos y avalado por autores como Álvaro Mutis o Juan Villoro, Sada se embolsó los 18.000 euros de dotación con una novela que rebobina hasta el México de los años 40 para recrear una atípica relación amorosa instalada en un triángulo de pudor, perversión y tragicomedia. Thays, por su parte, presentó un relato introspectivo en el que el protagonista “trata de entender el mundo sin participar en él directamente”. “Quería escribir una novela cercana al pudor exacerbado, donde el deseo creciera y se engrandeciera, con un contrapunto de perversión inaudito. Y manejarme en esos dos extremos, sin que el nivel de intriga decreciera”, apuntó el escritor tras darse a conocer el fallo, unánime, del jurado, conformado por Salvador Clotas, Juan Cueto, Luis Magrinyà, Enrique Vila-Matas y el editor Jorge Herralde. En la obra se narran las relaciones amorosas entre un hombre y dos mujeres: un agrónomo, una prostituta y una ilustre señorita, en un recorrido literario que va de Oaxaca a Coahuila, como parte de un territorio que suele definir la literatura de Sada. De acuerdo con información de los editores, la anécdota de Casi nunca, “que oscila entre la perversión y la santidad, da cuenta del edificio verbal que ha construido Sada: narrador obsesionado por encontrar una voz propia, y lejano, por supuesto, de la mera gimnasia experimental”. “Además de una trama divertida, que no decrece en su nivel de intriga, Sada logra que la atención del lector recaiga en la materia de su tejido, en las complicadas (aunque nada incomprensibles) vueltas del lenguaje, como si éste tuviera a su vez su propia historia que contar, paralela a la de los hechos y elaborada con tesituras, tonos, cimas y valles”. Sada ha publicado Juguete de nadie y otras historias, Registro de causantes, Una de dos —llevada al cine en 2002—, Luces artificiales, Ritmo Delta y La duración de los empeños simples. Para el editor de Anagrama, Jorge Herralde, la presencia del escritor bajacaliforniano supone un “lujo para el prestigioso premio”, en especial al tratarse de “un enamorado del estilo, que ha renovado la narrativa mexicana”. La 26ª edición del Herralde ha alcanzado, en su opinión, tan “alta calidad”, que por primera vez la editorial publicará las otras obras finalistas: Temporada de caza para el león negro, del también mexicano Tryno Maldonado; Bajo este sol tremendo, del argentino Carlos Busqued, y Asuntos propios, del español José Morella. Thays, por su parte, tardó ocho años en escribir Un lugar llamado Oreja de Perro, un relato en el que se cruzan las reflexiones del protagonista, un periodista destinado a una destruida ciudad andina, con los acontecimientos ocurridos en Perú a raíz del gobierno de Alberto Fujimori. El escritor ha publicado las novelas El viaje interior y La disciplina de la vanidad, además de dirigir, en un canal de televisión de Lima, el programa Vano Oficio, y de mantener el blog Moleskine Literario (http://notasmoleskine.blogspot.com), una de las bitácoras más completas que hay en la red sobre literatura hispanoamericana. Fuentes: ABC • Milenio *** Reeditan la última novela de Miguel Delibes El hereje (http://www.edestino.es/FichaLibro.aspx?IdPack=2&IdPildora=387), la última novela del escritor español Miguel Delibes, que recrea la historia de un foco protestante en el Valladolid del siglo XVI, ha sido reeditada por el sello Destino (http://www.edestino.es), con motivo de los diez años de su publicación. Tal fue el impacto de esta novela que el Ayuntamiento de Valladolid (http://www.ava.es) creó una ruta turística para seguir los pasos de Cipriano Salcedo, simpatizante de las ideas de Lutero y eje sobre el que pivota la novela. El escenario, fielmente retratado, es una escrupulosa recreación de la época. El hereje fue una de las más vendidas novelas de Delibes, con cerca de un millón de ejemplares. Con ella, el escritor vallisoletano, de 88 años, se estrenaba en el terreno del relato histórico narrando los avatares de un foco protestante que hubo en Valladolid en el siglo XVI. “Quizá la idea nació de una sorpresa”, dice el autor, al explicar que la novela se gestó en una tertulia celebrada en Valladolid tres años antes de su publicación. Un día de 1995, un tertuliano, abogado penalista, le enseñó un capítulo que Marcelino Menéndez y Pelayo le dedicaba en su Historia de los heterodoxos españoles al foco luterano de Valladolid. Delibes escribió la novela entre la primavera de aquel año y el 29 de septiembre de 1998, cuando se publicó, y la redactó en Sedano (Burgos), donde tiene una casa, y su domicilio de Valladolid. El hereje, una de las novelas más largas, densas y complejas que Delibes ha escrito, supuso de alguna forma el arranque de lo que luego sería una prolífica veta: el relato histórico que, como él mismo dice, “ha criado bien”. La que, según ha asegurado, es su última novela porque “el escritor se acabó hace diez años en el quirófano”, es la única dedicada íntegramente a la ciudad de Valladolid, en la que por primera vez la nombra de forma explícita, en una suerte de pago de cuentas desde el punto de vista afectivo y literario. “De vez en cuando hay que echar un pulso a los deseos” para acometer proyectos literarios de la envergadura de El hereje, afirmó el autor. La novela contiene también alguna de las claves y constantes de su obra, ya que narra la vida de un perdedor, está ambientada en su ciudad natal, la historia no engulle a la ficción y fue escrita entre Valladolid y Sedano, los dos puntos cardinales de su autor. Para su redacción empleó papel pautado de desecho procedente del rotativo El Norte de Castilla (http://www.nortecastilla.es), en el que ingresó como caricaturista en 1941 y donde permaneció de forma activa hasta 1963, en que dimitió como director. El hereje es la última novela de Delibes porque, según él, la operación a la que se sometió hace una década para librarse del cáncer le respetó la vida pero modificó su manera de ser. “Fui sincero cuando dije que entró en el quirófano un hombre inteligente, y salió un lerdo. Esto fue exactamente así. Además de salud física, perdí también capacidad de concentración, orden mental, memoria y voluntad. Aunque intenté luchar, estaba acabado, mis esfuerzos eran inútiles. Tan torpe estoy que no me reconozco”. Fuentes: EFE • El Periódico • La Rioja *** Paul Auster estará en la Feria de Oaxaca Con una inversión aproximada de dos millones de pesos, la XXVIII Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2008 se desarrollará entre el 6 y el 22 de noviembre con la participación de la Unión de Libreros del Estado de Oaxaca —que agrupa a 10 de las 18 librerías de la entidad—, la Proveedora Escolar, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (Uabjo, http://www.uabjo.mx) y autoridades estatales. Según el director general de la feria, Guillermo Quijas-Corzo López, la nueva sede del evento será el jardín “El Pañuelito”, ubicado a un costado de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, donde cerca de 80 stands darán cabida a 60 expositores de diferentes partes de México. En esta emisión se tiene contemplada la participación de representantes de la literatura contemporánea de Europa, Norteamérica y América Latina, que participarán en mesas redondas, presentaciones de libros y charlas con el público sobre el estado actual de los diversos géneros literarios y en particular sobre las relaciones entre el cine y la literatura. “Esta feria tiene particularidades que la hacen diferente a las anteriores, en primer lugar, se presentará el Premio de Literatura Aura Estrada y se realizará, por primera ocasión, la Cátedra Aura Estrada en Oaxaca, con la participación de Paul Auster, Siri Hustvedt y Francisco Goldman”, agregó Quijas-Corzo López. Respecto a la intervención de Auster, el titular de la feria expone que el escritor desea mostrar su apoyo al Premio de Literatura Aura Estrada, que presentará en Oaxaca Francisco Goldman. “Este año Almadía publicará un libro de cuentos de Aura Estrada. Este premio se le otorgará a una escritora mexicana, menor de 35 años, que escriba en español, con un jurado importante y un premio en efectivo, además de residencias en el extranjero”, indicó. El premio se entregará cada 2 años y con él se instaura en Oaxaca la Cátedra Aura Estada, que abre un vínculo entre las ferias de Oaxaca y de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx). La Feria del Libro de Oaxaca tendrá programado también un homenaje al poeta Ludwig Zeller, para lo cual se editará tres mil ejemplares de una antología que se ofrecerá gratuitamente, en busca de que este escritor pueda ser conocido por más personas. Este año se brinda igualmente un mayor apoyo a los escritores locales con obra publicada, quienes alternarán con escritores mexicanos e internacionales, y habrá tres mesas dedicadas a la nueva narrativa oaxaqueña con la participación de jóvenes. Fuente: El Imparcial *** Capítulo Caracas de la Filven inaugurarán este viernes Este viernes 7 de noviembre será inaugurado, en el Parque Los Caobos “Luis Mariano Rivera”, de la capital venezolana, el capítulo Caracas de la IV Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven 2008), evento organizado por el Ministerio de la Cultura (http://www.ministeriodelacultura.gob.ve) y el Centro Nacional del Libro (Cenal, http://www.cenal.gob.ve). El capítulo Caracas representa el acto central de la Filven 2008, que este año tiene como lema central “Por un país de lectores”, y contará con una programación diaria hasta el 16 de noviembre. El evento rinde homenaje a la escritora venezolana Stefania Mosca y cuenta con la presencia de Ecuador como país invitado de honor, lo que se materializará con la asistencia de sus editoriales, escritores y representaciones artísticas. Como parte de las actividades que se realizarán se contempla el foro central “El libro en la construcción del socialismo bolivariano”, así como encuentros dedicados a los medios y editoriales y la literatura de la contrainformación. Se celebrará asimismo el II Encuentro de Literatura Negra, que tendrá lugar este sábado 8 y domingo 9 de noviembre, entre las 5 y las 6:30 de la tarde, y el lunes 10 de 1 a 2:30 de la tarde, en la Sala Antonio José de Sucre (Foro Central). Igualmente, del 11 al 13 de noviembre se realizará el II Encuentro de Literatura Fantástica y Ciencia Ficción, evento que se desarrollará de 1 a 2:30 de la tarde en el mismo escenario. Durante la Filven 2008 participarán más de cuatrocientos escritores y artistas de veinte países, incluyendo una nutrida delegación venezolana, además de editores, promotores y agentes literarios. Los niños y adolescentes también podrán asistir al Pabellón Infantil, que contará con diversas actividades como talleres literarios, cuentacuentos, recitales, títeres y magia, entre otros. Las puertas de la feria estarán abiertas todos los días de 10 de la mañana a 8 de la noche. La entrada es gratuita. Fuente: Cenal *** Rosa de dos aromas, de Emilio Carballido, se presenta en Caracas Desde este 7 de noviembre se presenta en la Sala Experimental Sótano 3 de la Casa de Rómulo Gallegos (http://www.celarg.gob.ve), en Caracas, la conocida comedia Rosa de dos aromas, del dramaturgo mexicano Emilio Carballido (1925-2008), en una producción de la Compañía Teatral Prometeo y con la actuación de Danique Weil, Marianela Oviedo y Mariana Gil. Esta obra, que ha recorrido casi todos los escenarios de habla hispana y es considerada una de las más representativas de Carballido, plasma la vivencia de una mujer en una sociedad donde impera el machismo y es, asimismo, un homenaje a la amistad. El autor, quien perteneció al grupo de artistas de la Generación de los 50, es un icono de la dramaturgia mexicana. Noel de la Cruz, director de la pieza, considera que vivimos en un mundo complejo, en el cual la postmodernidad ha llevado a los seres humanos a generar de manera instantánea respuestas a los conflictos, pero en particular han sido las mujeres las pioneras en este arte y por ello han tomado socialmente un rol determinante. Con formación actoral en La Habana y una trayectoria de años en teatro, radio, televisión y cine, en Cuba, Buenos Aires y Venezuela, De la Cruz se dedica a la dirección y a la formación. En Venezuela ha sido profesor de la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo, y ha dictado talleres en la Fundación Casa del Artista (http://www.casadelartista.gob.ve), el Teatro Teresa Carreño (http://www.teatroteresacarreno.gob.ve), el Laboratorio Teatral Ana Julia Rojas, la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve) y el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.gob.ve). Ha dirigido diversos montajes, entre los cuales destaca El rompimiento, del venezolano Rafael Guinand, y Contigo pan y cebolla, del dramaturgo cubano Héctor Quintero, así como Bodas de sangre, Un tranvía llamado deseo y La boda. La obra se presentará los viernes y sábados a las 8 de la noche y los domingos a las 6 de la tarde con entradas que oscilan entre 25 y 30 bolívares. Fuente: Celarg *** Narrativa hispánica contemporánea será discutida en simposio Los próximos días 13 y 14 de noviembre de 2008 tendrá lugar el XVI Simposio Internacional sobre Narrativa Hispánica Contemporánea, evento organizado conjuntamente por la Fundación Luis Goytisolo y el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María (http://www.elpuertosm.es), y que se realizará en el Auditorio Municipal Monasterio de San Miguel. “Lectura, una educación sentimental” es el lema de la actividad, con la que se pretende propiciar un acercamiento a las lecturas juveniles de personalidades de la vida española e hispanoamericana actual, con las que se han formado como individuos y con las que han creado su propio mundo. En el evento participarán Alfonso Guerra, ex vicepresidente del gobierno español y actual presidente de la Fundación Pablo Iglesias (http://www.fpabloiglesias.es); Margarita Salas, bioquímica y miembro de la Real Academia Española (RAE, http://www.rae.es); Luis-Ángel Rojo, ex gobernador del Banco de España (http://www.bde.es) y miembro de la RAE; Fernando Savater, filósofo y escritor; Federico Trillo, diputado del Congreso; Margo Glantz, escritora, y Luis Goytisolo, escritor. La asistencia es libre y gratuita, salvo para quienes deseen obtener el crédito de libre elección que se ha solicitado a la Universidad de Cádiz (http://www.uca.es). El Centro del Profesorado de Cádiz certificará la asistencia a los profesores y profesoras de enseñanzas no universitarias. Para la inscripción se seguirán los procedimientos habituales. La organización dispondrá de treinta becas de alojamiento y media manutención para estudiantes de doctorado, licenciados y estudiantes universitarios. Serán adjudicadas en función del expediente académico (los interesados deberán enviar fotocopia compulsada del mismo). Fuente: La Voz Digital *** Estrenarán en México ópera de Carlos Fuentes El laureado escritor mexicano Carlos Fuentes se estrenará como libretista el próximo 20 de noviembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, de Ciudad de México, con la ópera Santa Anna, en el marco de los festejos por sus ocho décadas de vida. En conferencia de prensa, la secretaria de Cultura capitalina, Elena Cepeda de León, aseguró que se trata de una obra en la que se cuenta la vida del presidente que gobernó once veces a México, Antonio López de Santa Anna (1794-1876). A la puesta en escena, una coproducción entre la Secretaría de Cultura del Gobierno local (http://www.cultura.df.gob.mx) y la Dirección de Cultura de la Universidad de Guadalajara (http://www.cultura.udg.mx), asistirá el autor de La región más transparente. “Tendremos la fortuna de que este teatro, construido para ópera hace 90 años, se engalane con el estreno mundial de esta obra, una ópera de un acto con cinco solistas principales, un coro de 16 voces, la participación de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, 14 bailarines y la presentación de un grupo folclórico”, dijo. El relato cuenta con la dirección y composición musical del cubano José Mario Vitier (1954), uno de los compositores contemporáneos más talentosos e importantes en el mundo. Presenta igualmente un elenco estelar integrado por el tenor Fernando de la Mora, en el papel de Santa Anna; Hernán de Riego, como la Muerte; la soprano Lourdes Ambriz, como Inés, y las mezzosopranos Grace Echauri, como La Nana, y Verónica Alexanderson, como Tosta. De acuerdo con la titular de cultura, Santa Anna será una ópera muy valiosa para comprender mejor a este personaje que marcó la historia de México. “Quién mejor que Carlos Fuentes que ha estudiado nuestra historia y política, el autor de esta pieza que reflexiona sobre el poder y su decadencia sobre la responsabilidad histórica de nuestros gobernantes. Esperamos que sea un éxito no sólo como espectáculo artístico, sino como una celebración y homenaje que hace justicia a quien ha colaborado con su obra para hacer de esta ciudad, un lugar más cosmopolita”, agregó. Por su parte, Raúl Padilla López, director de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx), dijo estimar que el estreno de Santa Anna será uno de las más relevantes, pues “por primera vez se llevará a escena uno de los sueños de Carlos Fuentes: la escritura de una ópera”. Sostuvo que en el marco del homenaje que le rendirá la XXII Feria Internacional del Libro de Guadalajara al escritor, dicha obra se presentará el 1 de diciembre en el Teatro Diana de esa ciudad. El montaje, dijo Padilla López, es un acercamiento entre el hombre y su relación con el poder. “Se trata de una obra que gira en torno a una de los personajes más polémicos de la historia de México, pues estuvo casi medio siglo gobernando, viviendo los sucesos más difíciles”, agregó. Cabe resaltar que el presupuesto para esta producción es de más de 5 millones de pesos, aportados entre la Secretaría de Cultura capitalina y la Universidad de Guadalajara. Dada la inversión que tiene el proyecto, a decir de sus organizadores, Santa Anna se presentará en 2009 en otras ciudades de México y en otros países. Nina Serratos, coordinadora del Sistema de Teatros del Gobierno capitalino, dijo que el proceso de creación de la obra inició en enero de este año, y que los ensayos arrancaron en agosto. La obra cuenta los últimos días del político y militar mexicano Antonio López de Santa Anna, quien vive su vejez en un retiro solitario donde su mujer, María Dolores Tosta, recluta mendigos de la calle para hacerle honores al Señor Presidente de la República. Santa Anna y su mujer miran al pasado y recuerdan al joven gallero jarocho, al héroe de Tampico, al hombre que rehusaba la banda presidencial y acabó por ocupar la silla del águila once veces. Derrotado en la guerra de Texas, llevado cautivo a la capital norteamericana, derrotado nuevamente en 1848, exiliado, gallero de vuelta en los palenques de Colombia, Santa Anna resume la trágica historia de una nación con independencia, pero sin Estado, y de un hombre que al final de sus días vio cómo Benito Juárez echó las bases de un Estado Mexicano. Fuente: Notimex *** Investigadores en literatura se reunirán en Mérida Jorge Gómez Jiménez, editor de Letralia, y Héctor Torres, de Ficción Breve Venezolana, compartirán una mesa sobre el papel de Internet en el desarrollo de la literatura venezolana contemporánea. Entre el miércoles 3 y el viernes 5 de diciembre se celebrará en la ciudad de Mérida, Venezuela, el VIII Encuentro de Investigadores de la Literatura Venezolana y Latinoamericana, que bajo el lema “Avatares literarios desde un País portátil” es una actividad organizada por el Instituto de Investigaciones Literarias Gonzalo Picón Febres (IILGPF, http://vereda.saber.ula.ve/sitioinstituto) de la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve). El objetivo central del encuentro consiste en realizar un balance de la literatura venezolana desde la aparición de País portátil, así como ofrecer un balance de lo que ha ocurrido en Venezuela desde que Adriano González León ganara con esa novela el premio Seix Barral. En el evento también se honrará la memoria del poeta Eugenio Montejo y de otros escritores venezolanos fallecidos. La conferencia inaugural de estas jornadas será pronunciada la mañana del miércoles 3 por el escritor Oscar Marcano, quien hablará sobre la personalidad y la obra de González León, así como su influencia en la literatura venezolana contemporánea, con especial énfasis en la novela mencionada. En el marco del encuentro se realizará, igualmente, la mesa “En tinta electrónica”, en la que dos de los editores digitales venezolanos de más dilatada trayectoria, Jorge Gómez Jiménez, de Letralia (http://www.letralia.com), y Héctor Torres, de Ficción Breve Venezolana (http://www.ficcionbreve.org), disertarán sobre el panorama contemporáneo de la literatura de Venezuela a partir de la emergencia de Internet. Además de las actividades de orden académico, el encuentro ofrecerá conferencias, presentaciones de libros y recitales en los que los escritores asistentes leerán al público lo mejor de su creación literaria. El IILGPF está ubicado en la Facultad de Humanidades y Educación de la ULA, en la avenida 1 de Hoyada de Milla, Nº 1-40, en Mérida. ||||||||||||||||||||||| LITERATURA EN INTERNET |||||||||||||||||||||| TVLecturas: Libros a toda hora http://tvlecturas.wordpress.com La periodista Marialcira Matute e Isidoro Duarte, productores de la serie de programas La Librería Mediática, han puesto en marcha junto con decenas de colaboradores este proyecto que apunta hacia una futura televisora sobre libros. Actualmente en formato blog, el sitio emite videos breves sobre el libro y la lectura, y se actualiza cada quince días. Para participar como colaborador basta contactar por correo electrónico a sus responsables. El Concepto de Ficción http://elconceptodeficcion.blogspot.com Bitácora del escritor argentino Marcelo Luján. Publica principalmente relatos breves, aunque ocasionalmente incluye también noticias relacionadas con el desarrollo de su trayectoria literaria. También ofrece numerosos enlaces a sitios web de su preferencia, información sobre sus libros y vías para establecer contacto con él. Tejados sin Gatos http://tejadossingatos.blogspot.com Bitácora personal de la escritora venezolana Carolina Lozada, ganadora, entre otros reconocimientos, del I Certamen Internacional de Relato Breve “El País Literario” (Madrid, 2005), del Premio Municipal de Narrativa Oswaldo Trejo (Mérida, 2006) y del Premio Nacional de Narrativa Solar (Mérida, 2007). Aquí la autora publica principalmente relatos y, además, textos sobre cine. Me Gusta Escribir http://www.megustaescribir.com Comunidad literaria en español patrocinada por Random House Mondadori (http://www.rhm.es) y desarrollada para que autores y lectores puedan crear gratuitamente bitácoras o páginas personales, expresar ideas sobre el mundo de los libros, sobre sus títulos y autores favoritos, y sus temáticas predilectas. Para crear un blog o una página personal basta con registrarse. El sitio ofrece noticias sobre el medio editorial y un podcast. Los Poetas del Cinco http://www.lospoetasdelcinco.cl Publicación chilena en cuyas páginas es posible leer poesía, cuento, ensayo, reseñas, entrevistas, y otros materiales. Entre los objetivos de la revista se encuentra el generar espacios a los nuevos valores literarios latinoamericanos, ponderando de ellos su espíritu creador y participativo. Narrativa Puertorriqueña: Lugares Imaginarios http://titivil666.googlepages.com Archivo de literatura y crítica contemporánea puertorriqueña que tiene la intención de promover la discusión de la producción literaria desde la década de 1980 hasta el presente. Contiene recursos apropiados para estudiantes, estudiosos, creadores y lectores. Acepta colaboraciones en cualquiera de los géneros que contiene. Publica reseñas de libros, crítica literaria alternativa, testimonios y una muestra de narrativas del mundo y de Puerto Rico, entre otros materiales. Es dirigido por el crítico y escritor Mario R. Cancel. ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === Miguel Hernández Alfonso Ramírez de Arellano ===================== Cuando Miguel Hernández escribió: “porque donde unas cuencas vacías amanezcan ella (la libertad) pondrá dos piedras de futura mirada...” no lo hizo de forma retórica ni pensando en un futuro remoto, lo hizo en una cárcel franquista, enfermo de tuberculosis y esperando la muerte. Una muerte que sabía inminente y que no podría ser buena habiendo pertenecido al bando de los perdedores. En su caso no se cumplía la distinción orteguiana: “Vida es una cosa, poesía es otra... No las mezclemos”. Podemos imaginar al poeta pensando en su mujer y su hijo pequeño, a los que adoraba; en la libertad que no recuperaría; en el aire y la luz de su Orihuela natal sin las cuales había enfermado sin remisión. Treinta y un años es una edad demasiado temprana para resignarse a morir y mucho más cuando se está enamorado y se es un vitalista empedernido como lo era él. Aun así Miguel fue capaz de escribir esos versos, de confiar en el futuro, no en su futuro personal, respecto al que no albergaba muchas esperanzas, en el futuro de otras generaciones, quizá la de su hijo, en el de la humanidad. Hay algo conmovedor en las ideas de libertad y de revolución de Miguel Hernández, una dramática fe en la posibilidad de superación del género humano que trasciende la política convencional. Hay también valentía, entereza e integridad en la defensa de unos valores hasta el final. Esa cuestión es clave para entender al personaje. Los valores son un elemento de conexión entre el autor, su obra y sus ideas políticas. Lástima que la izquierda tradicional española, a la que perteneció Miguel, nunca haya sabido reivindicar los valores. La izquierda siempre se ha sentido más cómoda en el terreno de las ideas y en el de la acción, manifestando el mismo pudor para hablar de ética y moralidad que las beatas para hablar de sexo. Sin embargo el auténtico frente de batalla en el que militó el poeta fue el de las ideas encarnadas en valores personales asumidos hasta sus últimas consecuencias. Sin esa conexión la política degenera fácilmente en propaganda, adoctrinamiento y manipulación. Josefina Manresa, su mujer, decía en una entrevista que nunca escribía en casa, que siempre lo hacía en el campo o en la sierra. Era pastor —el oficio de los dioses paganos y los héroes bíblicos, le diría en una carta Miguel a Juan Ramón—, acostumbrado a las soledades y al contacto íntimo con la naturaleza. Su poesía está plagada de imágenes animales y vegetales, pero sobre todo telúricas: metáforas de tierra, polvo y piedras; fenómenos atmosféricos; y también huesos, que son la parte más recóndita y mineral de los seres humanos. De haber nacido junto al Misisipi no se habría encarnado en un tahúr ni en un terrateniente, habría trabajado de sol a sol y cantaría blues y espirituales negros. La estructura de su cráneo tenía algo que recuerda a esa raza. Aunque hubiera sido analfabeto resulta fácil imaginarlo inventado letrillas para acompañar las monótonas tareas del campo o para cantar por las noches en el barracón acompañado por la armónica. Habría muerto a tiros encabezando una rebelión antiesclavista, dejando tras de sí a un montón de amigos y familiares doloridos y agradecidos. Miguel no fue un revolucionario desarraigado o desclasado como tantos otros. Miguel era pobre y era de pueblo. Con su comportamiento nos descubre el sentido auténtico de la nobleza, el que nace de la dignidad mantenida más allá del dolor y del castigo, no la que se adquiere por nacimiento junto a un cortijo y un escudo de armas. Esa nobleza es una herencia para todos los seres humanos. Su poesía es honda a fuerza de sencillez y de honestidad. Miguel es capaz de llegar al alma de las cosas elementales: una piedra, una rama, un latido y ofrecérnoslas a sus lectores. Hay algo zen en su comunión con la naturaleza. No trata de sublimarla, sino de profundizar en ella que es como hacerlo sobre sí mismo. “Un beso viene rodando desde el principio de los tiempos hasta mi boca...”. “He prolongado el eco de la sangre a que respondo...”. Como Whitman hizo en su Canto a mí mismo, celebra al hombre como buen producto de la naturaleza, sólo que Miguel era más modesto. Cuando en una ocasión le ofrecieron la posibilidad de elegir un cargo u oficio con el que poder mantenerse en Madrid por mediación de un vizconde amigo de Pablo Neruda, Miguel, después de pensarlo durante toda la tarde, respondió si sería posible disponer de un rebaño de cabras a las que pastorear en los alrededores de Madrid. Miguel no fue un costumbrista, ni un folclorista, ni un poeta de salón, fue un hombre del pueblo que escribía maravillosamente poesía, primero en el campo, después en las trincheras y finalmente en la cárcel. También la amistad, esa forma que adquiere el amor entre los hombres, está muy presente en la vida y en la obra del poeta, y el tremendo dolor por su pérdida. El llanto por Ignacio Sánchez Mejías de García Loca es una obra de precisión, una sinfonía perfecta, pero la elegía a Ramón Sijé es un canto desgarrado y desgarrador que a todos nos conmueve. Ahí están de nuevo la tierra, en este caso la de la sepultura: “Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte, a dentelladas secas y calientes...”, y su rabia, desatada como los elementos de la naturaleza: “En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes, sedienta de catástrofe y hambrienta...”. Si la amistad fue un elemento exaltado por muchos de sus compañeros de generación, hay otro rasgo que es más característico de Miguel: su virilidad. Es un hombre quien nos habla de su mujer, de su amor: “He poblado tu vientre de amor y sementera...”; “Menos tu vientre todo es confuso...”, de su hijo, de la amistad, del dolor, del orgullo, de no doblegarse ante las injusticias. También en este aspecto Miguel Hernández da una lección al afirmar su masculinidad en oposición al machismo imperante. Se puede ser un hombre íntegro, honesto, fuerte, orgulloso y sencillo, sin necesidad de ser violento. No ser machista tampoco implica ser pusilánime, Miguel fue un hombre valiente, pero su valentía no era locura, ni excusa de otra cosa, era la consecuencia natural de un sentido sencillo y profundo de la dignidad. Miguel no huía de nada, fue abiertamente al encuentro de la vida y encontró la muerte. ** Alfonso Ramírez de Arellano aramirez@diphuelva.org Psicólogo español, especialista en psicología clínica y psicoterapia de familia. Ha trabajado como actor y director de teatro. Actualmente desempeña sus funciones en el ámbito de las drogodependencias, en el que ha recibido el premio Reina Sofía 1989 y Mención de Honor 2008. Además recibió el premio al mejor artículo de 1996 de la revista europea Ítaca por su trabajo “Drogodrama y dramadependencia” y fue finalista del premio periodístico Enrique Ferrán. Compagina la publicación de relatos en revistas literarias con artículos de divulgación científica en prensa diaria. Es autor de los libros Actuar localmente en (drogo)dependencias (GID), Problemas emergentes en jóvenes y adolescentes (CSZ) y Manual de supervivencia del empleado público o cómo defenderse del político de turno (Almuzara), así como de diversos capítulos y colaboraciones en libros y manuales. Colabora habitualmente con los medios del Grupo Joly (Diario de Sevilla, http://www.diariodesevilla.es). También ha publicado relatos y artículos en las revistas El Ciervo (http://www.elciervo.es), Cuadernos para el Diálogo y El Siglo que Viene. === El Premio Nobel de Literatura Víctor Montoya ===================== —En los pasados días concedieron el Premio Dinamita de Literatura —dijo el Tío*, apenas entré en el cuarto, donde su mirada parecía un rayo de luz atravesando la oscuridad. —Así es —asistí mientras encendía la lámpara. —Pero de seguro que tú no has leído la obra ni conocías el nombre del galardonado, ¿verdad? Me detuve cerca de la puerta, agaché la cabeza y no contesté ni sí ni no. Mas el Tío, al término de leer mis pensamientos, se alzó un poco en su trono y dijo: —A los miembros de la Academia Sueca, salvo raras excepciones, parece no interesarles la popularidad de un autor ni el prestigio que éste se ganó con su puño y letra. Si no consideran las afinidades políticas del candidato, dependiendo de qué lado soplan los vientos, se guían por el grado de complejidad de su escritura; mientras más compleja, mejor todavía. Por suerte existen quienes, sin haber sido distinguidos con el Premio Dinamita, son queridos y requeridos por los lectores de todo el mundo. Un Kafka y un Borges, por citar a dos de los mastodontes de la literatura universal, no recibieron este prestigioso premio y, sin embargo, gozan de fama y sus libros corren como chispas en un polvorín. —Que yo sepa —precisé—, a Kafka no se lo dieron porque gran parte de su obra permaneció inédita hasta después de su muerte y a Borges porque siendo un genio en literatura era un idiota en política, nada menos que querendón de los dictadores como Augusto Pinochet. —A mí no me consta —repuso el Tío—. Pero si no se lo dieron a Borges ni a muchos otros será porque los miembros de la Academia Sueca leen tanto que ya no saben ni lo que leen. Están como Sócrates, quien, de tanto saber tanto, decía: “Yo sólo sé que no sé nada”. Cerré la boca, pues meterse en discusiones filosóficas con el Tío era como meterse en los laberintos de la mina en Potosí, donde las galerías son profundas y entreveradas como las mismísimas catacumbas del infierno. El Tío pensó un instante y, aun sabiendo que soy un aprendiz de escritor, un pichoncito de cóndor, lanzó una sonrisa afable, barrió mi rostro con su penetrante olor a tabaco y dijo: —No tienes por qué envidiar a los escritores que primero se hacen de fama y luego se echan en cama, ni por qué pensar en el Premio Dinamita de Literatura. Para reconocer tu talento de escribano del diablo, nosotros los cornudos (no porque nos engaña la mujer, sino porque tenemos cuernos), te daremos el premio que te mereces por ateo. Yo mismo, en mi condición de Satanás de los Satanases, colgaré en tu cuello la medalla de los quintos infiernos y te entregaré el pergamino decorado con los fuegos fatuos de los Avernos. Y guarde que este premio es único e inapelable... y nadie lo pondrá en duda, ni Dios ni la Virgen del Socavón. Le escuché perplejo, y él prosiguió: —La única desventaja es que el premio lo recibirás después de la muerte, por cuanto no esperes en vida ni desesperes. Ten un cachito de paciencia, con paciencia y salivita hasta un elefante le hizo el amor a una hormiguita. Ah, eso sí, tampoco tengas muuucha paciencia, porque Cristo dijo: “paciencia”, y lo mataron... De otro lado, el premio del infierno es más importante que el Premio Dinamita, esa sustancia explosiva que, desde cuando Alfred Nobel inventó en su laboratorio, los mineros usan para atronar el vientre de la Pachamama. Por si no lo sabías, los mineros preparan el “armado” pasito a paso: primero meten la cápsula de la guía de pólvora en el cartucho de dinamita, después ajustan la dinamita en el orificio abierto por el taladro en la roca y, al cabo de chispear la pólvora, huyen a un paraje aledaño gritando: “¡Tiro!”, “¡Tiro!”, “¡Tiro!”. A los dos o tres minutos, ¡bum! ¡bum! ¡bum!, se oye la descarga de la explosión maldita, provocando un traquido y una ventolera con olor a caldo de gallina... —Sólo una pregunta, Tío —le interrumpí en lo mejor de su cháchara—. ¿De qué me va a servir un premio después de la muerte? —¡Vaya, caracho! Cómo no te vas a dar cuenta —contestó molesto—. Si no te lo damos antes, en plena vida y alegría, es para que no se te suban los humos ni te hagas el farsante. Es para evitar que los envidiosos te serruchen el piso con el mismo ímpetu con que tus admiradoras te suben en el pedestal. Oye bien, dije “tus admiradoras”, sabiendo que las mujeres leen más que los hombres, aparte de que devoran los libros con la misma pasión con que devoran al amante. Y si todavía lo dudas, pregúntaselo a tu mujer, quien, junto a los versos de Amado Nervo (y no “amado nervio”, que es otra cosa), lee con los cinco sentidos las burradas que escribes a diario. —Pierde cuidado —le dije—. Con premios o sin premios, jamás se me subirán los humos ni me haré el farsante. Soy más terrenal que la serpiente del Paraíso y más realista que el escudero de don Quijote. —¡Enhorabuena! Siente orgullo de ti mismo, de ser hijo de entrañas mineras y de venir del pobrerío, porque en la vida los cuentos mejor contados tratan de personajes que un día no tuvieron nada y otro día llegan a tener todo. Piensa en “El patito feo” y en “Cenicienta”, y te darás cuenta que estos cuentos no serían igualito de lindos contados a la inversa. Además, recuerda lo que don Quijote le aconsejó a su escudero: “Haz gala Sancho de la humildad de tu linaje y no desprecies decir que vienes de labradores, porque viendo que no te corres, nadie podrá correrte (...). Haz de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey”. Escuché atento las sabias palabras referidas por el Tío, quien, lejos de ser un simple diablo, es un cerebro prodigioso que parió la humanidad. Sus juicios son tan certeros como los de don Quijote, quien, siendo un loco de remate, era cuerdo entre los cuerdos. —Ya sabes —insistió—. Ten orgullo de tu linaje, de tu cultura y de tu raza. No te hagas el rico siendo pobre ni te hagas el gringo siendo indio. No seas como el sapo que quiere ser estrella, un presumido que en lugar de brillar en la altura cae estrellado en el fango. Tampoco creas en el dicho que reza: “tanto vales cuanto tienes”, porque no es cierto. De serlo, cualquier hijo de vecino, cualquier villano y cualquier malevo, se ganaría el respeto de los crédulos sin merecerlo. Tampoco te dejes llevar por las falsas adulaciones de quienes, fingiendo admirar tu obra, desean tu fracaso en el fondo de su alma... —Gracias por los consejos, Tío —agradecí con humildad y reverencia. Luego añadí—: pero ahora dime, ¿cómo lo hacemos con los inmigrantes que, siendo “cabezas negras”, se hacen los suecos? El Tío se agarró la cabeza, pensó un instante y, luego de mirarme de pies a cabeza, dijo: —A ésos hay que tratarlos como a chuecos y no como a suecos, porque no se dan cuenta de que el “cabeza negra” es “cabeza negra”, así tenga el apellido que tenga y así venga de donde venga. Por ejemplo, no importa de qué parte de Bolivia vengas, ni qué apellido tengas. Para los suecos todos somos igual de indios y para los racistas unos “inmigrantes de mierda”. —Guarda tus palabras, Tío —le dije—. Ten pelos en la lengua... —¡¿Cómo?! —frunció las cejas y alzó el tono de la voz—. Desde cuándo está prohibido llamar las cosas por su nombre: al pan, pan, y al vino, vino. —El problema no está en eso —aclaré con la mirada sombría—, sino en que las malas lenguas dicen que soy atrevido y grosero, porque mis textos, en afán de recrear tu lenguaje coloquial, están escritos con garabatos, ajos y pimientas. —Si eso es lo que dicen, ¿qué esperas? ¡Mándalos al carajo y listo! —propuso el Tío con fuerza, procurando arrancarme el temor del cuerpo como mala hierba—. Ya te dije que la literatura se parece a la comida: para que sepa exquisita, necesita una buena porción de condimentos y una pizca de humor con sentimientos, así los sesudos de la Academia Sueca jamás barajen tu nombre entre los candidatos al Premio Dinamita, porque en ese premio, como en muchos otros, Dios puso sus milagrosas manos sin considerar la opinión de los diablos... Apagué la lámpara y, sin recordar a qué entré en el cuarto, me despedí del Tío, cuyo cuerpo de Minotauro se trocó en oscuridad y silencio. * Tío: Deidad de la mitología andina. Los mineros le temen y le rinde pleitesía, ofrendándole hojas de coca, cigarrillos y aguardiente. ** Víctor Montoya montoya@tyreso.mail.telia.com Escritor, periodista cultural y pedagogo boliviano (La Paz, 1958). Perseguido, torturado y encarcelado durante la dictadura militar de Hugo Banzer, fue liberado en 1977, después de haber pasado por las prisiones de mayor seguridad de San Pedro y Viacha, por una campaña de Amnistía Internacional. En prisión escribió su testimonio Huelga y represión. Se exilió en Suecia. Es autor de Días y noches de angustia (1982), Cuentos violentos (1991), El laberinto del pecado (1993), El eco de la conciencia (1994), Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995), Palabra encendida (1996), El niño en el cuento boliviano (1999), Cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002), Fugas y socavones (2002) y Literatura infantil: lenguaje y fantasía (2003) Dirigió las revistas literarias PuertAbierta y Contraluz. Ha recibido premios y becas literarias y tiene textos traducidos y publicados en antologías internacionales. Actualmente escribe para diversas publicaciones en América Latina y Europa. === Más vidas que El gatopardo Jorge Marchant Lazcano ================ El gatopardo bien podría no haber visto nunca la luz. Sin embargo, la célebre novela del príncipe Giuseppe Tomasi di Lampedusa cumple este mes cincuenta años. Es una de las obras póstumas más famosas de la literatura universal. Porque, además, nació a la vida sin padre: su autor había muerto de un tumor al pulmón en julio de 1957 y no tuvo la fortuna de ver cómo su novela se convertiría de inmediato en uno de los mayores best-sellers de la literatura italiana del siglo XX (52 ediciones en los primeros cuatro meses y más de tres millones de copias vendidas). Traducida a casi todas las lenguas, es el equivalente a lo que fue Cien años de soledad en la década siguiente. De seguro, en Italia habrá festejos para celebrar la plena madurez de este hijo póstumo con tan buen destino. En los Estados Unidos ha aparecido una edición conmemorativa, publicada por Pantheon Books, (en España la ha publicado Edhasa) que incluye un prólogo escrito por Gioacchino Lanza Tomasi, en donde aclara algunas controversias en torno a la gestación y publicación de la célebre novela. Lanza no sólo es un notable musicólogo —ex director artístico del Teatro de la Ópera de Roma y del Masimmo de Palermo, así como ex director del Instituto de Cultura Italiano en Nueva Cork— sino, fundamentalmente, el hijo adoptivo del escritor. Una gran humillación Pese a sus privilegios de aristócrata, no le resultó fácil a Giuseppe Tomasi conseguir un editor para su novela. Quizás ese mismo hecho le jugaba en contra, en la Italia post Segunda Guerra Mundial, con un escenario cultural dominado por la izquierda después de largos y duros años de fascismo. La aristocracia terrateniente siciliana había sido finalmente abatida por la reforma agraria, y El gatopardo hablaba precisamente de la decadencia y caída de la familia siciliana de don Fabricio Corbera, Príncipe de Salina. Si alguien era el menos adecuado para leerla y “recomendarla” a la Editorial Mondadori, ese era precisamente el escritor Elio Vittorini, autor de Conversación en Sicilia, una novela neorrealista sobre las agonías del pueblo siciliano durante el fascismo. En su interés por descubrir los secretos en torno a la publicación de la obra de su padre adoptivo, Lanza señala en su prólogo que Vittorini le habría escrito una carta al autor de El gatopardo, diciéndole: “No está muy mal para una evaluación, pero no hay nada acerca de su publicación”. Aun así, Vittorini le habría sugerido a Mondadori que mantuvieran puesto el ojo en Tomasi di Lampedusa. En rigor, el rol de Vittorini en Mondadori era traducir obras inglesas y norteamericanas al italiano. Algo parecido sucedió luego con Einaudi Editore, quien le envió una carta de rechazo a Tomasi unos pocos días antes de su muerte. Apremiado por las circunstancias ya casi fatales, y convencido de los méritos de su obra, dos meses antes de que el tumor lo venciera Giuseppe Tomasi escribió un par de cartas que recién fueron encontradas el año 2000 por un sobrino del escritor, al interior de un libro en su biblioteca. Tanto el príncipe como su mujer tenían el hábito de utilizar libros como escondite para papeles privados. En una de las cartas, dirigida a Lanza, el escritor le suplica en un tono casi desesperado: “Quiero que se den todos los pasos para publicar El gatopardo, no es necesario decirlo, aunque eso no signifique que se publique a costa de mis herederos; consideraría eso una gran humillación”. La historia demuestra que no fue necesario llegar a la denigrante etapa de la autopublicación. Finalmente, Giorgio Basani, el autor que aún no había escrito El jardín de los Finzi-Contini (1962), revisó y editó el texto para Feltrinelli, un editor recién aparecido en el mercado italiano, pero con el mejor ojo del mundo. El año anterior había publicado la edición oficial de Doctor Zhivago, del ruso Boris Pasternak, quien obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1958, un mes antes de que El gatopardo comenzara su vida. Cuestión de leones o chacales Fue, indudablemente, otro aristócrata italiano quien colaboró, a su medida, al gran éxito de El gatopardo. Luchino Visconti y la película que filmó cinco años después. Pese a las cercanías sociales, Visconti militaba en el Partido Comunista, lo que hizo que, en alguna medida, la izquierda comenzara a ver la obra de Giuseppe Tomasi como algo más que un romántico testimonio de un tiempo muerto. Con la misma agudeza crítica y estética con que enfrentaría el neorrealismo (Obsesión y Rocco y sus hermanos) o el nazismo (Los malditos), Visconti logró conferirle a sus glamorosas imágenes, la inteligencia y sensibilidad que constituyen la base de El gatopardo. La concepción de un tiempo histórico, cercano a Stendhal o Balzac, a quienes Tomasi había leído profusamente, y a la vez, el tiempo psicológico de Proust. Es otro italiano, Claudio Magris, quien parece dilucidar la fascinación de El gatopardo para nuestro tiempo: “Quizás la razón principal de su éxito”, escribe, “consiste en la creación de un mundo que, en el acto mismo en que es creado poéticamente y evocado con nostalgia, es mostrado como un moribundo; es más, es algo que ya está muerto y que, acaso desde siempre, ha estado anquilosado en una ficción de existencia”. La novela se inicia hacia 1860, en la etapa final de la unificación italiana, cuando toda la península será por primera vez un único Estado. Giuseppe Tomasi estuvo toda su vida preparándose para escribir su ópera prima y obra maestra. En rigor, fue su única novela. Había nacido en Palermo en 1896 y vivió con su mujer, una aristócrata báltica, entre Londres, París y su palacio de Palermo. No hizo otra cosa que leer y estudiar la literatura francesa, y durante veinticinco años meditó acerca de la novela que finalmente escribiría, y cuya figura central, el Príncipe de Salina, estaría inspirado en la imagen de su bisabuelo, de acuerdo a las cartas finalmente encontradas. Sin descendencia, sería recién en 1956, un año antes de su muerte, cuando el escritor adoptaría a Gioacchino Lanza, quien era un sobrino muy cercano a él y un joven amigo, quizás consciente que sólo en esas condiciones su obra tendría posibilidades de vida. Tal como lo explica don Fabricio en páginas de la novela: “La Iglesia nos ha otorgado una explícita promesa de inmortalidad; nosotros, como clase social, no la tenemos. Cualquier paliativo que nos pueda dar otros cien años de vida es como una eternidad para nosotros...”. “El siempre de los hombres, naturalmente, un siglo, dos siglos, y luego será distinto, pero peor. Nosotros fuimos los gatopardos, los Leones. Quienes nos sustituyan serán chacalitos y hienas, pero todos, gatopardos, chacales y ovejas, continuaremos creyéndonos la sal de la tierra”. Tal como lo dijo Lanza en la Universidad de Nueva York hace algunos meses, el milagro que Lampedusa provoca con su novela es que “cada cual cree que él es el príncipe”. No lo sabremos nosotros, los chilenos, quienes alguna vez nos creímos los jaguares de Latinoamérica. Lunares negros Jorge Marchant Lazcano Como me sucedió con gran parte de mis primeras lecturas, llegué a la novela de Lampedusa a través del cine. En este caso, la deslumbrante película de Luchino Visconti. Corría marzo de 1963 y la popular revista Ecran publicaba nutrida información sobre el filme que había ganado la Palma de Oro en el Festival de Cannes. No sé si la película se estrenó en Chile ese mismo año. Sólo recuerdo que la exhibieron en el cine Ducal, frente al Municipal, hasta donde debieron llegar los acordes de la gloriosa banda sonora de Nino Rota. (Curioso que haya sido el mismo Rota quien diez años más tarde le pusiera música a El Padrino, la continuación histórica de El gatopardo.) Fue, rotundamente, uno de los primeros acontecimientos culturales de mi temprana adolescencia. Una película histórica no estaba centrada necesariamente en un melodrama pasional como sucedía con los clásicos de Hollywood, desde Lo que el viento se llevó a El árbol de la vida. Aunque la relación amorosa la vivieran Alain Delon con Claudia Cardinale, el eje de la narración era un meditabundo príncipe siciliano, interpretado por el norteamericano Burt Lancaster, observando cómo su mundo se venía abajo. Algo de lo que ocurría en El gatopardo estaba sucediendo a nuestro alrededor. Aunque Fidel Castro había iniciado en Cuba una revolución real en donde las cosas nunca más volverían a ser las de antes —y de la cual no nos hablaron absolutamente nada en el colegio—, en Chile inauguraríamos al año siguiente la llamada “revolución en libertad” de Eduardo Frei Montalva que tenía —a nuestra medida— el olor de la célebre máxima de la novela de Lampedusa: “La necesidad de que todo cambie para que todo permanezca igual”. Yo estaba iniciando mi incoherente biblioteca personal, con títulos como Cumbres borrascosas de Emily Bronte o Las llaves del reino de Cronin. La película terminaba precisamente tras el gran baile con un vals inédito de Verdi, pero al leer la novela descubrí que la obra se extendía hasta 1910, unos cuarenta años después, con las hijas del príncipe de Salina convertidas en unas venerables solteronas, y la hermosa Angélica, con várices, en la viuda de Tancredi. El perro Bendicò que corría por los pasillos del palacio en Palermo desde las primeras páginas del libro, terminaba embalsamado como la mascota de Arturo Alessandri Palma que se exponía en un museo de la Quinta Normal de Santiago. Su destino, la basura, porque debía estar completamente apolillado como la misma historia que había quedado atrás. Tal vez creí, al leer el libro, que se había publicado muchos años antes, a modo de Casa Grande de Orrego Luco, retratando la caída de nuestra propia edad de la inocencia social. No supe entonces que El gatopardo estaba recién iniciando su vida, un poco menor que yo mismo. Lampedusa no había hecho otra cosa que mirar hacia atrás y crear una ficción que tras la Segunda Guerra Mundial se había derrumbado por completo y para siempre. Creo que es una lectura imprescindible al momento de escribir novela histórica. ** Jorge Marchant Lazcano jorgemarchant@hotmail.com Escritor chileno (1950). Su novela Sangre como la mía obtuvo en 2007 el Premio Altazor, Premio de las Artes Nacionales de Chile. === César Vallejo ha muerto Harold Alvarado Tenorio ================== Yo no sufro este dolor como César Vallejo. Yo no me duelo ahora como artista, como hombre ni como simple ser vivo siquiera. Yo no sufro este dolor como católico, como mahometano ni como ateo. Hoy sufro solamente. (Voy a hablar de esperanza, fragmento) En su tesis de grado para optar por el título de Bachiller en Letras en la Universidad de Trujillo en 1915, El romanticismo en la poesía castellana (1954), César Vallejo destaca, del romanticismo alemán, “el pensamiento sereno, el vuelo metafísico, las interrogaciones al infinito y el soplo de cristianismo que impregnan esta poesía, junto con el idealismo, las nebulosidades del Norte y el sincero sentimiento de la limitación de la vida”, concluyendo que: “Hoy en el Perú, desgraciadamente, no hay ya el entusiasmo de otros tiempos por el romanticismo; y digo desgraciadamente porque, siendo todo sinceridad en esta escuela, es de lamentar que ahora nuestros poetas olviden esta gran cualidad que debe tener todo buen artista”. Vuelo metafísico, interrogaciones al infinito, soplo de cristianismo, sentimiento de la limitación de la vida, y sinceridad, he aquí algunas de las constantes de su poesía. César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago del Chuco, 1892-1938) nació en una pequeña aldea de los Andes peruanos, a tres mil ciento quince metros sobre el nivel del mar, en el seno de una extensa familia de mestizos descendientes de dos sacerdotes españoles y dos indígenas peruanas. Sus padres quisieron hacerle sacerdote. Durante un tiempo enseñó en el Colegio Nacional de San Juan, publicando sus poemas en periódicos y revistas de Lima y otras partes. Era un joven apasionado e infeliz en el amor e incluso intentó suicidarse. En 1918 regresó a la Universidad de San Marcos para hacer un año de estudios de abogacía, ingresó al grupo vanguardista Colónida y publicó su primera colección de poemas, Los heraldos negros (1918). En 1920, mientras visitaba a su madre en Santiago del Chuco, fue arrestado y puesto en prisión por ciento doce días, acusado de incendiario. En la cárcel escribió constantemente, y esos poemas y otros fueron reunidos en Trilce (1922), cuya publicación fue financiada con el dinero de un premio que había ganado en un concurso de cuento. En 1923, sin dinero alguno, al reabrirse el proceso en su contra, desolado por la muerte de su madre y la fría recepción que se dio a Trilce, partió para Francia. Vallejo ingresó al Partido Comunista, visitó la Unión Soviética en 1928, y regresó un año después con su joven esposa bretona, Henriette Philipard, luego de haber conocido a Maiakovski y otros artistas soviéticos. Expulsado por razones políticas de Francia en 1930, se mudó a Madrid donde escribió Rusia en 1931, reflexiones al pie del Kremlin (1931). Volvió a Francia en 1932, pero con el estallido de la Guerra Civil Española (1936-1939) se sintió obligado a regresar y allí escribió en 1937 los poemas reunidos luego de su muerte bajo la seña de España, aparta de mí este cáliz (1940). Enfermo de gravedad va rápidamente a Francia, donde murió al año siguiente a la edad de cuarenta y seis años, en la Clínica del Boulevard Aragó. La causa de su muerte fue diagnosticada como una mezcla de tuberculosis, infección intestinal y malaria, pero lo cierto es que murió de hambre. Trilce (1922) hizo trizas la tradición e inició una nueva época en la poesía. Con sus setenta y siete poemas llevando apenas como título números romanos, apareció tres años antes de Tentativa del hombre infinito (1925), de Neruda, inventando el surrealismo antes del Surrealismo. Con una riqueza sin fin que pareciera surgir del fondo mismo de la lengua usa arcaísmos, tecnicismos, neologismos, adverbios que se hacen verbos, exclamaciones que se sustantivan para transmitir sus nuevas visiones. Aunque independiente de escuela alguna, es absolutamente contemporáneo en sus expresiones herméticas e irracionales, y desechando la lógica tradicional intenta dar nueva vida a las palabras a través de temas donde busca amor, y otros valores, en un mundo absurdo. Una angustiosa crisis de consciencia que produce la arbitrariedad del mundo y de los signos lingüísticos. La amarga ironía y el humor negro ofrecen un sentido de inmediatez y urgencia, y la sintaxis refleja una violenta lucha interior por aislar, con la ayuda del lenguaje, los últimos recursos espirituales del hombre. Vallejo abandona el simbolismo y los tonos modernistas como rechazo a las supersticiones en boga sobre “lo bello” y la pretensión de una poesía como catarsis. El amor preside Trilce. Unas veces como sexo, otras como sensaciones, sentimientos, refugio ante la soledad, o como expresión de fracaso, de remordimiento, de lo aberrante. La mítica presencia de la madre está en el horizonte inalcanzable del amor filial y del pasado, vivido como una inmediata realidad que no termina; las mujeres amadas en la niñez y adolescencia son presencias inmediatas o sombras simbólicas donde reposa el frustrante deseo de comunión: En el rincón aquel, donde dormimos juntos tantas noches, ahora me he sentado a caminar. La cuja de los novios difuntos fue sacada, o tal vez qué habrá pasado. Has venido temprano a otros asuntos y ya no estás. Es el rincón donde a tu lado, leí una noche, entre tus tiernos puntos un cuento de Daudet. Es el rincón amado. No lo equivoques. Me he puesto a recordar los días de verano idos, tu entrar y salir, poca y harta y pálida por los cuartos. En esta noche pluviosa, ya lejos de ambos dos, salto de pronto... Son dos puertas abriéndose cerrándose, dos puertas que al viento van y vienen sombra a sombra (XV) En Poemas humanos (1939) el hombre aparece visitado por un doble; es un ser que aspira a la unidad pero está condenado a una dualidad que termina en la destrucción y desintegración del ser. En estos poemas, de gran variedad técnica y virtuosismo, estamos sometidos no sólo a múltiples fragmentaciones sino a la multiplicación de ellas; vivimos en el inicio de un proceso que parece no tener fin: aplastados por la vida, obsedidos por el horror a la muerte, la experiencia es apenas una progresiva desmoralización de nuestra personalidad. Dieciséis años separan a Trilce de Poemas humanos. En ese periodo Vallejo vivió en París en condiciones penosas, pobre y enfermo, al tiempo que se fue sumergiendo —con la ayuda de su nada saludable esposa—, en el marxismo y las alucinantes ofertas de amor universal que debieron recordar al poeta los ofrecimientos de hermandad cristiana oídos en la niñez de boca de sus padres y los sacerdotes. Vallejo más que un rebelde de partido fue un escritor subversivo como muchos otros artistas latinoamericanos de hoy, como Cortázar, como Fuentes, como García Márquez. Su lucha frontal fue contra la pobreza de la tradición de la lengua y logró romper sus tejidos anacrónicos. Sus protestas fueron siempre desinteresadas y los viajes que hizo a la Rusia de Stalin los costeó él mismo. La vida en París no fue en vano. El París de Vallejo no fue el de los placeres mundanos y de la frivolidad sino la capital del sufrimiento y el dolor de los hombres de entre guerras. La Guerra Civil Española (1936-1939) sacudió a Vallejo, quien tomó parte en varios comités antifascistas y viajó a España en dos ocasiones durante la contienda. En la última visita decidió redactar un libro de poemas sobre la tragedia, España, aparta de mí este cáliz, publicados inicialmente en la revista Hora de España, en noviembre de 1938 y a raíz del fallecimiento del poeta. Son diecisiete textos, algunos extensos, otros discursivos, los más, breves y alucinados gritando a voz en cuello su dolor por los sucesos. En uno de ellos, (III), traslada al poema el habla de un hombre del pueblo, Pedro Rojas, con las palabras plenas de errores ortográficos y la vida cotidiana dando alma: Pedro Rojas escribía en el aire, con el dedo, su grito y su firma, pero por ser casi analfabeta se equivocaba: ¡Viban los compañeros!, decía y escribía. Afectado por la sospecha del paulatino fracaso de la causa de España Vallejo cayó en cama unas seis semanas antes de morir. Al agonizar deliraba con España. Sus últimas palabras fueron “España, me voy a España”. Fue el más raro e inimitable de los poetas latinoamericanos del siglo XX. ** Harold Alvarado Tenorio alvaradotenorio@telesat.com.co Escritor colombiano nacido en Buga (1945). Doctor en Letras de la Universidad Complutense de Madrid. Dirigió el Departamento de Español y las Latin American and Spanish Writers Series del Marymount Manhattan College (Nueva York, EUA), así como el Comité de Redacción de la revista China Hoy (Beijing, China). Es profesor titular de la Cátedra de Literaturas de América Latina y director del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional de Colombia. Dirige actualmente la editorial y la revista de poesía Arquitrave (http://www.arquitrave.com). Ha publicado Summa del cuerpo (2002); Fragmentos y despojos (2002); Literaturas de América Latina (1995); Ensayos (1994); Poemas chinos de amor (1992); La poesía de T.S. Eliot (1988); Espejo de máscaras (1987); Una generación desencantada: los poetas colombianos de los años setentas (1985); Kavafis (1984) y Cinco poetas españoles de la Generación del Cincuenta (1980). Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y el Internacional de Poesía Arcipreste de Hita. Su obra ha sido publicada en inglés, francés, italiano, griego, chino, alemán y portugués. === Grita Andrea Cabel =============================================== Terrado de cuervos Pablo Salazar Calderón Serie insular / Tranvías Editores Lima, 2008. A primera vista, los cuervos son oscuros como las sombras, como el miedo. Sin duda, un terrado cubierto de sombras no es una imagen que aliente la lectura o a un clima acogedor, capaz de infundir confianza en un lector que se inicia en esta particular poética. El vértigo es la sensación que cubre estos ocho textos reunidos bajo un sugerente epígrafe de Henri Michaux, el vértigo y la impotencia, el “apenas” que reina en todos los versos, y que hace que los poemas cuelguen y dejen al lector desencajado, intentando encontrar otro orden, otra fuerza, nos obligan a retomar la lectura y a no dejarnos llevar por una primera impresión. En el terrado no hay cielo, no hay mar, no hay un espacio para alzar el vuelo, sino que, ciertamente, todos los lugares aparecen reunidos en un mismo punto, uno que puede ser la memoria, el hermético recuerdo de lo que resurge con otros nombres. En este espacio, alguien explora su mente y sus defectos, explora sus tropiezos y esa profunda timidez que se siente al reconocerse como propio. En esta entrega, algo aparece como manchas reptando los tobillos y que por momentos sucede con el nombre de enfermedad. Luego, aparece nuevamente, llamándose “la palabra nadie” e invoca claramente “un mundo con los huesos rotos”, “un silencio lila que se recupera”. La intensidad no fluye a primera vista, sino siguiendo el curso de esta sensibilidad angustiada. Asimismo, la fuerza del desamparo se hace contundente, sobre todo, al notar que existe sólo un personaje en el transcurso de los versos, sólo uno que se enfrenta a sí mismo, y que para ello no utiliza al amor ni a la pasión, sino sus propias alas y su propia imposibilidad. Del amor sólo tenemos un recuerdo sutil de escenas y semillas frías. Así, la lectura nos reencuentra en este “casi” que nos induce hacia la impoluta sensación de estar solos y estancados, atrapados en una resortera oscura, atrapados en una vida propia y enjaulada en una autopista blanca. El sujeto poético palpita a oscuras y no utiliza ninguna máscara para ello, el hermetismo de sus versos no implica distancia de lo que sucede, “jadeo sudo enfebrezco muerdo”, el sujeto poético está vivo y se aferra a un baúl lleno de prendas blancas. Se aferra en un ejercicio preparatorio al vuelo, calcula la caída y se queda quieto, calcula el vértigo y, sin moverse, escucha esa cruz que aparece a modo de noticia fantasma, escucha esa triste melodía de unos huesos sin origen, se cuestiona, y aparecen invisibles, las palabras escondiendo los poemas, el nacimiento propio y ajeno, la maternidad o paternidad sugiriendo semillas y origen se cuelan entre los versos y los poemas van desterrando las palabras para finalmente, alumbre la angustia y sobrevuele lentamente un pensamiento que se extiende como el miedo, como la temperatura en una linterna / encendida. Las criaturas de vuelo y aire, alistan sus alas y miran hacia la distancia que cuelga de su altura, el camino, larguísimo como un poema y brevísimo como el mismo, encaja en una noche nueva, “apenas las altas gotas del sueño // lentas // y gigantes // contra el empeine de mis abismos” despegan. ** Andrea Cabel andrea-cabel@letralia.zzn.com Escritora peruana (1983). Estudiante de literatura hispánica en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Textos suyos han sido publicados en las revistas La Tortuga Ecuestre, Casa de Citas, Pelícano, Los noveles.net, La siega (Universitat de Barcelona) y Ajos y Zafiros (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). === Pensar y sentir Ernesto Fernando Iancilevich ===================== La relación entre pensar y sentir aparece como indiscernible cuando desbordamos el límite de la razón (hacia arriba o hacia abajo). Es bien claro que, para el hombre común, pensar no es muy distinto que sentir; y lo que en él se llama pensar no rebasa el plano de una lógica material o de una psicología formal, lo que, dicho en términos poco académicos, vendría a ser algo así como una fisiología muy básica, ingenua, diríamos, si es que su incumbencia actual no fuera el de una órbita de lo general como lo es la política. A nivel planetario, estamos gobernados por seres tan escasamente dotados para la intelectualidad como para la sensibilidad. Hemos sostenido en algún otro lado que la auténtica intelectualidad abraza y abriga la sensibilidad; de otro modo, no sólo sería inhumana sino, ante todo, antihumana. Aun cuando esto no suene tan riguroso para quienes se enrolan en una ortodoxia tradicional (y en esto, no pretendemos sobrepasar el marco del pensamiento tradicional, al cual adherimos), tenemos presente que el rigor de los límites nunca debiera exceder los alcances de la piedad de las limitaciones (propiamente humanas del hombre encarnado). El rigor intelectual se rinde ante la piedad amorosa. Quien no comprenda esta realidad interior, está, a nuestro entender, muy lejos de llamarse pensador. De esto ha habido mucho, y sigue habiéndolo: intelectuales de libros pero no personas de sabiduría. Occidente ha sacralizado el libro y ha profanado la sabiduría. Desde el advenimiento de la modernidad, se ha acentuado nuestra crepuscularidad. Cuando Descartes recorta de la composición humana la espiritualidad, reduciendo a cuerpo y alma la esencia del hombre, ya se queda afuera del templo y condena a una vida de ilota a sus contemporáneos y a nosotros. Salir de esa condena es como salir de una maldición: fácil si uno conoce el camino; difícil si uno lo ignora. Salir es volver a entrar: la senda interior, el camino espiritual es recogimiento y no dispersión, concentración y no diversión. Un hombre moderno devenido artífice de distracciones y pasatiempos o de practicidades ligeramente travestidas bajo los modos del cientificismo y la tecnocracia, es un esclavo de la existencia y un profano del ser. En tal situación, cada vez que intenta ingresar en el templo, lo hace con el ánimo transaccional del mercader. La senda interior es un pensar desnudo, sin seguridades, en procura de sabiduría. Precisamente, por desnudo, abriga esencialmente. Como el amor: cuanto más desnudo, más ama. Y el pensamiento es eso: el amor más desnudo del ser y el abrigo esencial de la existencia. Un sentido abierto a los sentidos, como donación y ofrenda. ** Ernesto Fernando Iancilevich ernestoiancilevich@yahoo.com.ar Poeta y ensayista argentino nacido en Buenos Aires en la década de 1950. Licenciado en bibliotecología y documentación por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde cursó estudios avanzados de filosofía. Estudió arquitectura en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la misma universidad. Coordinó durante diez años el Taller de Creatividad Literaria Aletheia. Integra el equipo editor de la revista literaria Palabras Diversas (http://www.palabrasdiversas.com), editada en España. Colaborador de prestigiosas publicaciones nacionales e internacionales en los campos del pensamiento y la creación. Ha recibido el 1r. Premio de Poesía de la Fundación El Libro-Edenor (1996), el 1r. Premio de Poesía de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Avellaneda (1999), el 1r. Premio de Poesía del Encuentro de Escritores de Avellaneda-SADE filial Sur (2001-02), y el 1r. Premio de Poesía de la Universidad Nacional de Córdoba (2005), entre otros. Publicó Primeros poemas: antología de poetas argentinos noveles (Buenos Aires: Fundación El Libro, 1996). === Un precursor del boom latinoamericano: Alfredo Pareja Diez-Canseco ==== === Manuel Cabesa ========================================================= (Nota del editor: a principios de octubre, durante la pasada edición del capítulo Aragua de la Feria Internacional del Libro de Venezuela, Filven, el escritor Manuel Cabesa pronunció estas palabras en homenaje al ecuatoriano Alfredo Pareja Diez-Canseco. Hoy, por una gentileza de su autor, las ofrecemos a los ojos de la Tierra de Letras). Comencemos por admitir que nuestro conocimiento de la literatura ecuatoriana es bastante primario. Decía Jorge Enrique Adoum que una de las características de este país es que casi nadie sabe nada de él. Sólo recientemente lo oímos nombrar gracias a las crisis que como todo país ubicado en este lado del hemisferio trata de sobrellevar, esperemos que con mucha entereza y bastante fortuna. Entonces qué decir del ambiente literario, propiamente dicho. Todos sabemos el grado de incomunicación cultural que viven nuestros países; salvando raras excepciones la regla es desconocer por dónde andan los vecinos en materia cultural en general y literaria en particular. Aun así el lector curioso puede, haciendo un gran esfuerzo de memoria, citar el nombre de un par de poetas ecuatorianos; yo por lo menos puedo citar tres: al mencionado Jorge Enrique Adoum, autor de una excelente novela llamada Entre Marx y una mujer desnuda y de varios hermosos poemas nacidos en las búsquedas propias de las vanguardias del medio siglo, a Rubén Astudillo, autor de un impactante poemario titulado La larga noche de los lobos, y a César Dávila Andrade, poeta y místico autor de un texto alucinante llamado Catedral salvaje y que vivió en Venezuela durante algún tiempo hasta que tomó la trágica decisión de quitarse la vida a finales de los sesenta. Sin embargo, quisiera compartir un pequeño descubrimiento que hice hace un par de años. Se trata de Alfredo Pareja Diez-Canseco, quizás uno de los novelistas más vigorosos del siglo XX ecuatoriano, pero también uno de los más desconocidos fuera de su país. Quisiera hablar de él como un homenaje ya que el próximo 12 de octubre cumpliría cien años, e imagino que ante la inminencia de esta conmemoración sería bueno dedicarle al menos un recuerdo. Alfredo Pareja perteneció a esa generación de narradores que comienzan a publicar a partir de 1930. El libro bandera de aquel grupo fue Los que se van, colección de relatos escritos entre Enrique Gil Gilbert, Joaquín Gallegos Lara y Demetrio Aguilera Malta. Lo innovador de estos cuentos es que por primera vez en la literatura ecuatoriana la realidad es descrita sin artificios y con una honda conciencia social. Cada uno de los autores escoge a los sectores de la población que nunca habían tenido presencia en la narrativa, a menos que fuera como algo referencial, un poco de color local en historias que antes de esa fecha pecaban de un romanticismo trasnochado como Cumandá, de Juan León Mera, que es una mera imitación de Atala, de Chateaubriand. Ahora el indio, el cholo, el negro, el mestizo, son mostrados dentro de la crudeza de sus vidas, luchando por conquistar algo de dignidad en una sociedad que simplemente se comporta como si no existieran. A los autores de Los que se van hay que agregar los nombres de Pablo Palacio, recientemente rescatado por la Biblioteca Ayacucho y El Perro y la Rana, autor de Un hombre muerto a puntapiés y de La vida del ahorcado —relatos sorprendentes que ubican a Palacio junto a Felisberto Hernández y nuestro Julio Garmendia entre los iniciadores de la vanguardia narrativa latinoamericana—, y de Alfredo Pareja Diez-Canseco. De Pareja escribe el poeta Adoum en el prólogo a Narradores ecuatorianos del 30 (Biblioteca Ayacucho, Nº 85): “Es el único que puede decir de sí mismo ‘Profesión: novelista’. El único que jamás pasó por la supuesta sala de espera del cuento y el único que puede contar hasta diez novelas (en realidad hasta trece)”. Sacando las tres primeras novelas que el autor terminó por desechar, sus otros títulos serían El muelle, La Beldaca, Baldomero, Don Balón de Baba, Hombres sin tiempo, Las tres ratas y el ciclo novelístico Los años nuevos, compuesto de cuatro textos que abarcan desde la llamada Revolución de 1925 hasta los años sesenta, dando una visión global de la evolución política y social de Ecuador, a través de un sin fin de personajes y situaciones descritos con las más variadas técnicas y puntos de vista. En El muelle, publicada en 1933, conseguimos que dos historias evolucionan paralelamente, una en Nueva York, donde el protagonista Juan Hidrovo, emigrante ecuatoriano, lucha por conseguir mejorar su condición de vida. Martirizado por la honda crisis económica que vive su país, Hidrovo persigue el sueño de un futuro mejor fuera de su tierra, a la que añora y en la que se encuentran sus seres queridos. En los capítulos alternos encontramos a María del Socorro, esposa de Hidrovo, que aún se encuentra en Guayaquil sobreviviendo a las penurias más inclementes y a la espera del reencuentro con su esposo. Como lo hizo posteriormente el puertorriqueño René Marqués en su obra La carreta y Fernando Alegría en su novela Caballo de copas, Pareja hace que su personaje viaje a Estados Unidos buscando una quimera que nunca termina de definirse. Al final ambos relatos se unen en uno sólo con un virtuosismo magistral, sin caer en el melodrama asumiendo la realidad de sus personajes con todas sus contradicciones. Aquí quisiera hacer una acotación importante, que justifica el título de este trabajo: creo ver en El muelle el antecedente más directo del estilo de narrar que caracteriza al Vargas Llosa que escribe novelas como La tía Julia y el escribidor, La fiesta del chivo y El Paraíso en la otra esquina. Es decir, en cada texto conseguimos dos fábulas que son independientes pero complementarias y que corren paralelamente a lo largo del relato, para luego fundirse en una sola historia de manera inevitable. Creo que esta técnica no tiene antecedentes antes de Pareja, que publicó El muelle como dijimos a principio de los treinta. Otro texto interesante de Pareja es la novela Hombres sin tiempo de 1941. Aquí encontramos a Nicolás Ramírez, maestro de escuela detenido por violar a una muchacha de quince años y asesinar al padre de ésta. Esta vez se trata de un relato en primera persona, Nicolás va escribiendo para sí y para nosotros su visión del círculo dantesco donde se encuentra. En la penitenciaria, rodeados de otros delincuentes comunes Nicolás es testigo de la desintegración del alma humana en medio de un ambiente hostil y degradante, donde en vez de redimirse el hombre se hunde cada vez más en un sistema que depende de la crueldad del director del penal. El contexto de esta novela nace de la experiencia que tuvo el propio Pareja como preso político al enfrentarse a la férrea dictadura que sometía a Ecuador por esos años, sin embargo el crítico Ángel Rojas comenta: “Llama la atención que, no obstante ser concebida en la prisión y en plena tormenta, busque desarrollarse en un terreno tan alejado de ella”. El comentario viene porque Pareja, en vez de escoger el territorio político como eje narrativo, lo hizo desde el punto de vista del preso común, lo cual no deja de tener un profundo sentido social. Lo que no tenía por qué saber Rojas cuando publicó su ensayo La novela ecuatoriana, en 1948, es que el venezolano Antonio Arráiz, huésped en las cárceles de Juan Vicente Gómez por sus actividades políticas, ubicó su novela Puros hombres, de 1938, en el ambiente de los presos comunes. Luego, en 1969, el mexicano José Revueltas, detenido por su participación en el movimiento estudiantil de 1968, también desarrolla su relato El apando entre detenidos por actos delictivos sin aparente trasfondo político. Lo que habría que destacar en la obra de Arráiz, Pareja y Revueltas es que aunque no hablen de su experiencia política personal en sus relatos carcelarios, no es menos cierto que éstos poseen un trasfondo de denuncia social que a pesar de los años aún se mantiene vigente; si no lean la prensa y observen la situación de nuestras cárceles, que no creo sea muy diferente de otros países hermanos. Hasta aquí una breve lectura de este precursor de la narrativa de Latinoamérica, hoy injustamente olvidado. Para los interesados les advierto que en el mencionado libro Narradores ecuatorianos del 30 se encuentra la novela Hombres sin tiempo, mientras el volumen 169 de la misma Biblioteca Ayacucho recoge otras dos novelas: Baldomera y Las pequeñas estaturas. En estos textos su manejo de los ambientes, de los diálogos, de los puntos de vista, de las estructuras, anteceden a muchos de los experimentos que años después aplicaron los novelistas del boom, sin que ninguno, que yo sepa, le diera el crédito que merecía. Quizás por eso da un poco de tristeza leer comentarios como este que le escribe Pareja a su amigo Demetrio Aguilera Malta, en una carta el 16 de octubre de 1966: “Mientras tanto, y recogiendo lo que me dices, la mafia internacional que siga con su fama prendida a los fondillos. Quizás a ti y a mí nos lean después de muertos. Quizá no nos lean nunca. ¿Y qué carajo nos importa?”. ** Manuel Cabesa manuelcabesa@gmail.com Narrador, poeta y ensayista venezolano (Caracas, 1960). Perteneció al Taller de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.org.ve) y ha colaborado con las principales páginas literarias de la región y del país. Ha publicado el poemario Vida en común (1985), la antología El acto y el lugar de la poesía. Una antología de arte poética venezolana (Maracay, 2002) y el libro de cuentos Falsificciones (Villa de Cura, 2004). Reside en Maracay, Aragua. === ¿Quién mató a mi madre?, de Édgar Borges ============================== === La novela como metáfora del encierro Pedro Antonio Curto ========= (Nota del editor: en septiembre pasado fue presentada en foro abierto en la Librería Cervantes, de Oviedo, Asturias, la novela ¿Quién mató a mi madre?”, con la que el escritor venezolano Édgar Borges se convirtió en finalista del III Premio de Novela Ciudad Ducal de Loeches. La presentación, que hoy ofrecemos a los lectores de la Tierra de Letras, corrió por cuenta del escritor asturiano Pedro Antonio Curto). Abrir un libro supone algo así como abrir una puerta y entrar en una habitación en la que intuimos algo, una percepción a través de las señales que nos van dando. Abriendo el nuevo libro de Édgar Borges, atendiendo a su título y leyendo las primeras páginas, podemos tener la sensación de que se trata de una novela negra o policíaca. Tenemos los ingredientes clásicos del género: una muerte, dos inspectores de policía que investigan, un escenario donde comienzan a entrevistar a personas relacionadas con el caso. Con un poco de imaginación podríamos recrear una escena fílmica de ese interrogatorio, de dos policías, del salón, de los interrogados. Sin embargo, muy pronto, esta idea, aunque se mantenga, se nos empieza a antojar extraña, pues asistimos a una serie de recovecos que parecen buscar el confundirnos, se diría que el autor juega al despiste. O quizá que atendiendo a una canónica denominación de que hay novelistas de método, que a la hora de escribir lo tienen ya todo perfectamente planificado y la narración consiste en seguir un camino trazado en el mapa, a los que desde luego Édgar Borges no pertenecería, sino más a los segundos, a los que se embarcan en un viaje con la solitaria compañía de una brújula. Así, cuando hemos pasado unas pocas páginas, atravesamos las fronteras de un supuesto género para ir a otro lugar. ¿Hacia dónde? Después de haber leído el libro en dos ocasiones, me es difícil definirlo, sobre todo si se trata de hacer escuetamente, y esto no es una descalificación de la novela, sino al contrario. Existen novelas que necesitan más de una lectura, podría haber dos, tres, cuatro... podría fragmentarse y leerse por partes, y todas (las partes) nos dirían algo, pues estamos ante una obra que, a modo de la Rayuela de Cortázar, podríamos penetrar por una cueva y tendríamos la salida a un lugar diferente. Nos encontramos ante una historia: la muerte o asesinato de una mujer, que sólo es un pretexto para abrir puertas a otras historias, para dar vueltas a la misma, ensimismados, realizándonos preguntas que sirven para abrir más interrogantes. Más que ante una novela negra nos encontramos ante un género que sería el género pretexto (ya varios críticos han definido la novela de Édgar Borges con este calificativo), pues bajo los esquemas de lo negro se nos transporta a una serie de sensaciones, de lecturas, de vivencias, de esa literatura muy difícil de conseguir, que no depende tanto de la trama, del suspense, ni siquiera de verosimilitud de la historia que nos están contando, sino que se trata de un puzzle cuyas piezas encajan un tanto de manera anárquica. Nos encontramos ante una de esas lecturas que no nos son indiferentes, nos provocan, nos perturban, también provocan nuestra sonrisa, aunque no sepamos muy bien la causa de esas reacciones. Tenemos en nuestras manos una novela metaliteraria, en el sentido de que habla de la literatura como ejercicio de creación, de admiración y, ante todo, uniendo vida y literatura. Desde una biblioteca (situada en el apartamento de la familia de la muerta) que tiene mucho de imaginaria, aunque sea real, esa biblioteca de Alejandría de la que hablase Jorge Luis Borges. Así, de esa forma, van cayendo libros, a veces en el sentido más literal del término, nos encontramos con autores más o menos conocidos, vivos o muertos, que, con sus escritos, se convierten en una parte más de la trama y de la vida de los personajes, y cuya presencia no es casual ni complementaria, ni tampoco un ejercicio de erudición, sino que son pequeñas cajas que van componiendo una parte de la trama narrativa. Pero no se queda ahí la presencia metaliteraria, nos la encontramos en la propia muerta y en sus descendientes, que de alguna forma se convierten en autores, que crean la vida y la muerte de su propia madre, como una obra en la participa la propia fallecida, pero no tenemos claro si confundiéndose con las miradas de sus hijos. Porque en un momento dado nos percatamos de que hemos partido de la realidad, pero no tenemos claro si hemos pasado a lo fantástico, a alguna forma de surrealismo, o bien estamos ante una realidad extremada. El cruce de textos nos llega a producir un estado de confusión, de gozosa confusión, pues pienso que en la lectura es a veces bueno perderse, incluso no entender, porque en los ambientes abstractos, enmarañados, vamos más allá de lo que alcanzamos a ver con la altura de nuestros ojos, que suele ser una visión muy limitada. Y en esa mezcla de realidad e irrealidad, tenemos dos ejes que forman parte de la compleja textura de la novela. Una es la forma en que miramos a los demás, cómo cada cual va dibujando a la persona ajena en base a sus propias percepciones, según los contextos vitales que cada uno es capaz de crear, de la alteridad que establecemos con el otro. De esa forma vamos construyendo a la persona sobre la persona realmente existente. Ocurre en la novela cuando hablan de la madre sus dos hijos y descubrimos que existe una distancia de una madre a la otra, aunque ésta sea la misma. A modo de Rashomon, esa película donde diversos personajes nos cuentan una misma pelea, pero con historias bastante diferentes, que parten del tiempo en que la han visto, así como la participación en la misma. La novela, una y otra vez, nos hace plantearnos una pregunta: ¿cuál es la verdad? Porque, si bien es cierto que, ante un crimen, debería existir una sola verdad, en este caso: la madre, una muerte, esa verdad depende de los conocimientos y de la visión que hayamos tenido de la misma. Derivando de esas visiones y engarzada a la misma vamos hacia el otro eje temático, lo que podríamos llamar el conflicto que subyace debajo de la novela, que es la maternidad, la Pacha Mama en cuerpo de mujer. Nos encontramos con que la madre, supuestamente asesinada o muerta, va adquiriendo un carácter globalizador y dominante, porque en definitiva es algo tan sencillo y globalizador como la propia vida. Es una madre heterodoxa, capaz de reunir en un mismo ser múltiples personalidades, tanto que, más que ante un personaje único, nos encontramos con la temática de la madre y todo a lo que ella nos une, ese cordón umbilical que articula y desarticula nuestras conexiones vitales, para el que no siempre tenemos una explicación situada en el campo de la lógica. La madre de nuestra historia se convierte en un envoltorio, como si las paredes del útero materno no desaparecieran en el momento del nacimiento y siguieran existiendo a modo de paredes invisibles que nos protegen del mundo exterior al mismo tiempo que configuramos nuestra visión de ellas. Se diría, incluso, que ese cordón umbilical forma una parte de nuestro ser junto a nuestras ideas, a nuestra moral, configura una parte de nuestra cosmovisión. Así lentamente vamos a llegar al final, un final en el que no encontramos respuestas a la interrogante que lleva la novela por título, pero creo que sinceramente a esas alturas quizá sea lo menos no saber, es si la madre ha sido asesinada, si ha fallecido de muerte natural, si continúa viva o si ha existido realmente. Porque todas las preguntas caben, pues, como dice Andreu Martín en el prólogo: “No se trata de partir de enigmas para encontrar respuestas sino que directamente se parte de las respuestas para perderse entre enigmas”. Una novela a la que invito a entrar en la seguridad, o en la amplia posibilidad, de que es posible perderse, es más, es necesario perderse para recorrer este gozoso laberinto, aunque al final quizá lo que nos volvamos a encontrar sea otro laberinto. ** Pedro Antonio Curto Escritor español (Zumaia, Guipúzcoa). Reside desde niño en Gijón (Asturias). Su primera publicación fue el libro de relatos Crónicas del asfalto. Ha publicado también la novela corta Un grito en la agonía y la novela El tango de la ciudad herida. Ha desarrollado diferentes actividades en los campos social, político y cultural. Colabora y escribe en diversas publicaciones, especialmente en la revista literaria Kalepesia (http://www.netcom.es/puntos). Ha sido director y guionista del cortometraje Maletango, exhibido en el Festival Internacional de Cine de Gijón (http://www.gijonfilmfestival.com). Con Fronteras permeables obtuvo el segundo premio del Concurso de Cuentos Gabriel Miró, que convoca la Caja de Ahorros del Mediterráneo (http://www.cam.es). === Otras voces, otros espacios =========================================== === La Biblioteca Nacional de Santiago de Chile =========================== === se reencontró con la ciencia ficción Benedicto González Vargas === “La ciencia ficción y la fantasía viven hace más de un siglo en nuestras costas. La inmensa mayoría ni siquiera ha ojeado estas sorprendentes novelas chilenas. Por ello, rescatamos del olvido infame, un puñado de hombres y mujeres que enviaron informes desde universos paralelos, donde un mañana posible de enmendar aún guarda nuestra lectura sorprendida. ”Llamar ciencia ficción a este tipo de literatura fantástica es una denominación algo añeja, pero efectiva. Y aunque la mayoría trate de los peligros del futuro o suceda en parajes extraterrestres, estas ficciones especulativas no son, forzosamente, simples divertimentos para adolescentes, sino decentes gritos de alerta para nuestro presente indecoroso. ”Lo fantástico se cuela en lo mejor de nuestra narrativa; pero los críticos de toda época, con su pobre ideología sensata, nos han hecho creer lo contrario. Piensen en ciertos autores canónicos: Prado, Bombal, Emar, Droguett, Donoso, Bolaño y sus obras más potentes: Alsino, La última niebla, Umbral, Patas de Perro, El obsceno pájaro de la noche, 2666, ¿no son obras fantásticas acaso? ¿Por qué seguir negando esta realidad?”. Esta extensa, pero contundente cita, pertenece al folleto que presentaba las “Expocharlas” sobre ciencia ficción chilena que desde el 8 de octubre al 21 de noviembre se presentó en la Biblioteca Nacional y que buscó demostrar una realidad que para algunos de nosotros es una verdad indesmentible, pero que para el grueso público lector no es ni siquiera una sospecha: la ciencia ficción chilena y las obras de corte fantástico, en general, han estado permanentemente presentes en nuestro quehacer literario, aunque la crítica oficial, las reseñas de periódicos y la “opinión pública”, crean o argumenten lo contrario. En efecto, la muestra que la Biblioteca Nacional acogió durante casi un mes y medio, fue una potente demostración de que nuestra ciencia ficción en particular y el género fantástico, de manera más general, no sólo tienen en Chile a notables representantes a nivel internacional como Hugo Correa o Jorge Baradit, sino que siempre ha gozado de buena salud y extraordinarios representantes. La muestra, que en gran parte recogió la historia de nuestra CF, no habría sido posible sin sus organizadores, que son los actuales locos máximos de la promoción de nuestras letras fantásticas: Roberto Pliscoff y Marcelo Novoa. El primero, serio ingeniero vinculado al sector telecomunicaciones, pero que posee la mayor biblioteca personal de ciencia ficción y género fantástico en Chile, con ejemplares únicos, algunos de los cuales ni siquiera están en la Biblioteca Nacional, y es, tal vez, el mayor erudito del tema, especialmente en la llamada paliociencia ficción que abarca hasta finales del siglo XIX y de la que siempre nos ilustra en sus amenos artículos. El segundo, por su parte, impenitente literato de verbo múltiple, que ha posado su interés en este género para honrar y rescatar del olvido a tanto escritor notable y ninguneado por los cánones literarios tradicionales. Autor de la primera historia de la CF en Chile, la que incluye una muestra antológica y es además director-editor de la mejor revista digital que sobre el género se publica actualmente en nuestra república: Puerto de Escape. De tan augusto maridaje intelectual sólo puede derivar un hijo notable y estas “Expocharlas” por cierto que lo fueron. Por otra parte, no menor es el hecho de que nuestro principal edificio literario-cultural como es la Biblioteca Nacional haya acogido esta muestra, porque aportó el marco digno y el contexto histórico-literario que tantas veces se ha escamoteado al género en Chile. En lo particular, tuve el honor de participar del homenaje a Hugo Correa, el extraordinario creador de obras como Los Altísimos, Alguien mora en el viento y otra buena cantidad de obras que recorrieron el mundo acumulando traducciones y ediciones que en Chile no fueron conocidas. Una vez, este escritor que se codeó con los grandes del género, como Bradbury, fue consultado respecto de cómo trató la crítica a su novela Los Altísimos; la respuesta sorprendente desnuda toda la realidad de la ceguera de los críticos: “La crítica me trató bien, porque no hubo ninguna crítica...”. Tiempo después, cuando ya gozaba de reputación su obra, al menos a nivel iberoamericano, presentó sus libros al Ministerio de Educación chileno para que se incorporaran a las lecturas obligatorias de los escolares. La respuesta oficial, que leyó y guardó con la dignidad de los grandes, es oprobiosa, ya que se le indicó que no había nada en sus obras que pudiera ser útil a fines pedagógicos, como si la innovación científica y tecnológica que tanto hace falta por este lado del mundo, no requirieran, como paso ineludible, desatar la creatividad de los niños haciéndolos pensar en proyecciones y desarrollos futuros. La estupidez humana no tiene límites y muchas más veces de las que quisiéramos viene con sellos oficiales. Ojalá que alguna vez se publique esta carta para demostrar hasta qué punto se ha negado en Chile el reconocimiento a un género que en la tradición literaria angloparlante tiene gran desarrollo y reputación. Sin lugar a dudas, para quienes amamos y respetamos la ciencia ficción, creación literaria portentosa y profunda, esta exposición y sus charlas satélites fue una fiesta y, como tal, queremos y esperamos que siga repitiéndose en el futuro, no sólo en Santiago, sino en cada rincón del país, a través de una muestra itinerante. Porque la literatura no posee caminos unívocos y porque el talento narrativo chileno es mucho más amplio que lo que el canon ha sido capaz de reconocer, esta muestra fue, en todo sentido, verdaderamente fantástica. ** Benedicto González Vargas rector@univirne.cl Profesor y escritor chileno (Padre Hurtado, 1965). Ha publicado El ermitaño (Editorial Café Con Leche, 2000) e Índigo, los niños de la Nueva Era (Ediciones de la Univirne, 2002). También participó en el libro 2000, el futuro presente (Editorial Letralia, 1999), con un ensayo sobre ciencia ficción. Actualmente cursa un Magister en Educación en la Universidad Diego Portales e imparte clases de literatura en los colegios Alexander Fleming y San Marcos, de Santiago de Chile. Desde 2001 es miembro de la Sociedad de Escritores de Chile. Mantiene un blog sobre literatura en http://www.atinachile.cl/blog/10092. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === Paco Ignacio Taibo II ================================================= === Es imposible desligar los factores políticos y sociales =============== === de la criminalidad Eduardo Corrales ============================== “Es imposible desligar los factores políticos y sociales de la criminalidad en nuestros países: están tan absoluta e íntimamente vinculados, que el hecho del crimen es un reflejo de los comportamientos, los modelos y los conflictos de cada una de nuestras sociedades”, afirma el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II. A punto de aparecer en las librerías latinoamericanas su biografía de Tony Guiteras —un revolucionario cubano de la década de 1930—, que lleva por título Un hombre guapo, e inmerso en la escritura de una novela, el creador del entrañable detective Héctor Belascoarán Shyne ha pasado por Nueva York. “Cada vez más, en América Latina el neopoliciaco se está volviendo la gran literatura social”, acota y —ante la multiplicidad de los hechos y procesos que identifican la política con la corrupción y el delito en general— parece redundar cuando juzga con exactitud que “no puede hacerse literatura policiaca sin hacer novela social y política por lo tanto”. Por fortuna, en el terreno de la creación artística la infame combinación de crimen y poder —muy a menudo sin castigo— tiene la posibilidad de transformarse en un digno hecho literario. “El neopoliciaco en América Latina es una literatura que tiene un montón de elementos de experimento y búsqueda literaria y formal; de tal manera que compite en términos de calidad con cualquier otra literatura”, comenta el autor de Días de combate (1976). “La novela policiaca estuvo en una especie decadencia a fines del siglo pasado. Había un montón de repetición, una tremenda influencia del best-seller norteamericano, que es una novela sin atmósfera, sin contenido, sólo con trama; muy débil en la construcción del ámbito social y también en los términos del experimento literario”, anota. “El neopoliciaco en América Latina vino a reverdecer eso y a enriquecerlo de una manera inmensa, así como el neopoliciaco en países como Francia o Italia también operó en ese sentido”, agrega. “Yo diría que a fines del siglo pasado se creó lo que podríamos llamar un arco latino en la nueva novela policiaca, con autores que venían de España, Francia y América Latina y revivieron el género”, acota el autor de La bicicleta de Leonardo (1994), quien, además, desde hace dos décadas organiza el certamen que, bajo la denominación de la Semana Negra en Gijón, reúne anualmente a escritores que cultivan el género policial. Si bien la cuasi fusión de la política y el crimen no constituyen patrimonio de ningún país, Paco Ignacio Taibo II observa que el (sub)género se ha ido (con)formando en respuesta a procesos históricos específicos. “Cada país tuvo su historia y todas confluyeron al final: en España el neopoliciaco apareció a partir de la quiebra de franquismo y la necesidad de contar la transición. En México el neopoliciaco surgió después del movimiento del ‘68 y la necesidad de narrar el país otra vez, de otra manera”, afirma. “En Argentina se dio después de la dictadura militar, antes era prácticamente imposible; mientras que en Cuba nació como una literatura laudatoria, de la lucha contra los Estados Unidos y la guerra sucia —en las novelas de contraespionaje— y luego empezó a evolucionar hacia una novela más crítica de la realidad cubana”, reflexiona. “Cada país tiene su historia, pero todos confluyeron en la idea de que la narrativa policiaca podía ser la gran narrativa del fin del milenio en cuanto a la descripción de las sociedades en las que viven”, sintetiza. Lo que queda de 1968, cuarenta años después Paco Ignacio Taibo II (Francisco Ignacio Taibo Mahojo) nació en Gijón (Asturias), el 11 de enero de 1949. Llegó a México llevado por su familia (sus dos abuelos habían participado en la Guerra Civil española resistiendo contra el bando nacional) en 1958. Se considera un hombre de izquierda de toda la vida y en su juventud militó en la Liga Comunista Espartaco, habiendo participado activamente en el movimiento estudiantil de 1968. A cuatro décadas de distancia reflexiona acerca de lo que dejaron esas intensas y dramáticas jornadas: “Creo que quedó un espíritu libertario que sigue corriendo en la sociedad mexicana, que confrontó a las clases medias ilustradas con el autoritarismo del gobierno priista. Eso permanece y pervive”. El autor precisa que “cada ’68 —aunque se le ponga la fecha y se creen identidades— tiene una historia nacional diferente: no es lo mismo el de Praga que el mexicano, el brasileño o el francés”. En cuanto a la vigencia de las iniciativas políticas que se reclaman de izquierda comenta: “El péndulo del neoliberalismo ha llegado a tocar el tope. La gente ya no cree en el proyecto neoliberal en ninguna parte de América Latina y lo está revisando críticamente desde posiciones de izquierda —más suave o más fuerte— en todos lados”. Pero el escritor no abandona su visión crítica y también observa que “hay un proceso de descomposición, burocratización, y pérdida ideológica en toda la izquierda y hay que rescatar el sentido romántico y épico de la propuesta de la izquierda a escala universal; en ese sentido, la cultura es uno de los valores dinamizadores”. En 2005 escribió la novela Muertos incómodos, conjuntamente con el dirigente zapatista que se hace llamar Subcomandante Marcos, y es autor también de los volúmenes biográficos Ernesto Guevara, también conocido como El Che (1996) y Pancho Villa, una biografía narrativa (2006). “Necesitamos saber de dónde venimos para ver hacia dónde vamos. En esa línea se inscriben mis trabajos sobre Pancho Villa, el Che y —el más reciente— una biografía de Tony Guiteras, un personaje prácticamente desconocido”. Paco Ignacio Taibo II opina también acerca de las experiencias de los gobiernos izquierdistas en la región: “En Bolivia, la transformación viene teniendo tremendas dificultades y está en un momento muy crítico pero creo que va a seguir para delante”. En cuanto a la experiencia venezolana aprecia que “hay que verla en toda su riqueza. Ha sido vista muy esquemáticamente desde fuera y muy en torno la figura de Chávez. No es justo medir la transformación venezolana a partir sólo de Chávez; hay que ver las cosas que se han hecho en cultura, en educación y salud en estos últimos años, son muy impresionantes”. Y en relación al proceso cubano apunta: “Hay una crisis postergada que tarde o temprano va estallar. El modelo cubano tuvo la utilidad de desarrollar —en un determinado momento— inmensas fuerzas sociales y productivas, la cultura, el deporte, la educación y la salud, pero frenó el debate ideológico, que es fundamental. Esa crisis está pospuesta y tiene que resolverse tarde o temprano”. ** Eduardo Corrales corraleseduardo@yahoo.com Periodista y escritor peruano (Lima, 1958). Reside en New Jersey (EUA). Estudió comunicación social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM, http://www.unmsm.edu.pe). Desde mediados de los 80 ha ejercido el periodismo en calidad de reportero, editor, jefe de redacción e informaciones en diarios y revistas. También ha cumplido labores periodísticas en la radio y la televisión, además de tener amplia experiencia en materia de imagen corporativa en empresas privadas y en el sector público. Textos suyos han aparecido en el diario El Nuevo Union (NJ, http://www.nj.com/news/elnuevo/union) y en la revista electrónica Ciberayllu (http://www.ciberayllu.org). === Leonardo Maicán, un escritor a la antigua, ============================ === ganador del Premio Solar 2008 ========================================= === No importa cuántas páginas escriba, pero que queden bien hechas ======= === Jorge Gómez Jiménez =================================================== Cuando los organizadores del Premio Nacional de Literatura Solar 2008 llamaron por teléfono a Leonardo Maicán (http://www.letralia.com/firmas/maicanleonardo.htm) para informarle que se había convertido en el ganador de la categoría de novela, el escritor aragüeño pensó que alguno de sus colegas le estaba jugando una broma. Le tomó unos momentos darse cuenta de que el acento andino de quien le hablaba era auténtico y de que el registro de la voz no pertenecía a ninguno de sus amigos. “No te imaginas la emoción. Cuando me llamaron pensé que era un pana que me estaba mamando gallo. Pero no. Ah, la cuestión es verdad, me dije entonces”. Fue el final feliz de un camino de peripecias por el que lo condujo La bifurcación de los mundos, la novela que en poco tiempo será publicada por Ediciones Solar como parte de la dotación del premio, que incluyó también la suma de 4.000 bolívares. Presentada por Maicán con el título original de S. H. de Calatrava y la bifurcación de los mundos, la novela fue declarada ganadora por los jueces Amable Fernández, David Figueroa y Carolina Lozada (http://www.letralia.com/firmas/lozadacarolina.htm). La autora de Historias de mujeres y ciudades no dudó en calificarla de “batacazo” cuando la consultamos al respecto. “Muy buena novela, fue un agradable batacazo”, nos dice Lozada vía correo electrónico. “La leí con gran gusto, con deleite. Maicán tiene muy buen dominio del humor y juega de una manera sabrosa con el lenguaje. No soy aficionada a la temática histórica, pero Maicán la manejó tan bien (juegos con el lenguaje español arcaico, actualizándolo; situaciones históricas enrevesadas de manera burlona; sin queja, sin denuncia, sin panfleto). Su novela me recuerda los divertidos excesos de lo grotesco en Rabelais, Baijtín y Reinaldo Arenas. Leyendo La bifurcación de los mundos supe desde el principio que sería el libro ganador”. La historia como juego Dedicada a las naciones indígenas del orbe y a su abuela, una indígena de la etnia kariña (“de ella proviene mi apellido”, aclara Maicán), la novela narra la historia de Sebastián Hernando de Calatrava, un conquistador español que se adentró en la geografía venezolana buscando, como tantos, el territorio mítico de El Dorado. La empresa, que por supuesto no tuvo éxito, llevó a Calatrava a fundar la Villa Triste de Nuestra Señora Inmaculada de la Tierra Firme del Valle de los Barahuacos, llamada la Tres Veces Heroica, la ciudad donde se desarrolla la novela. Sin embargo, el contexto histórico construido por Maicán es un juego. Tomando elementos de la historia auténtica de América Latina, incluyendo personajes y mezclando hitos, La bifurcación de los mundos tiene la forma de una novela histórica, pero sólo la forma. “Sebastián Hernando de Calatrava es un personaje ficticio”, explica Maicán. “Un capitán que, con sus hombres, llega a América por algún lugar indeterminado entre el Puerto de La Guaira y Cumaná, y funda esta ciudad imaginaria, enclavada en algún lugar recóndito de la Amazonía venezolana, cerquita de donde nace el Orinoco”. Tratando de definir la obra, Maicán concluye en que “es una historia loquísima”, en la que confluyen varios géneros. “La novela es erótica, es de aventuras, es también histórica, entre comillas. Hay personajes históricos que sí existieron, pero lo que hacen en la novela no tiene nada que ver con la realidad. Quien haya leído las crónicas de Indias, reparará en que se trata de una parodia del género histórico y de esas crónicas”. Tomando como base la historia primigenia de Latinoamérica, Maicán relata, con toda su carga de aventuras y obstáculos, el proceso de exploración y conquista por parte de los españoles, el genocidio que en un siglo exterminó a casi ochenta millones de indígenas y los extravagantes episodios fundacionales. Sólo que los hechos concretos, aun teniendo elementos que recuerdan la historia conocida, conforman una ficción que se hiperboliza hasta el delirio. “En algunas crónicas de Indias el indígena americano es representado como un ser deforme, extraordinario. Los españoles de la novela se topan con tribus donde hay indígenas de once piernas o de ocho brazos, gente que vive en colmenas”, explica Maicán. De la misma manera, los personajes lucen esa apariencia de realidad. Es el caso de Justo Leal Marte, “un personaje bien curioso que escribe, obviamente en castellano arcaico, sus propias crónicas de la conquista”, o la indígena barahuaca llamada Yanaruamí, que “cumple una función como de la Malinche y en alguna parte de la novela se la califica como la Malinche sudamericana; una mujer que abraza la religión católica y se casa con Marte, pasando a llamarse Cristiana María, un nombre muy significativo”. Para reforzar el pretendido carácter histórico de la novela, Maicán involucra personajes y hechos reales al lado de los ficticios. “Aparecen Bartolomé Díaz, Hernán Cortés, Lope de Aguirre, Francisco Pizarro, Cristóbal Colón o William Walker, quien supuestamente estuvo en este reino”, todos mezclados en una especie de tiempo sin tiempo. “Hay una parte donde incluso Dios interviene como personaje en muchas cosas. Se muestra hablando con sus ángeles de mayor confianza y llamando hijo de puta a Calatrava”. Los barahuacos, los indígenas con los que tendrá que lidiar el conquistador, son también, por supuesto, ficticios. “En una guerra corta pero intensa, los barahuacos oponen resistencia a Calatrava, pero éste tras fundar la ciudad captura a muchos de ellos y terminan convertidos a la religión católica”, explica Maicán. “Los que pudieron escapar agarran el monte y contraatacan de vez en cuando, pero son muy inferiores en número. Poco a poco habrá un proceso de transculturación, con el correr del tiempo ellos perderán hasta la lengua. Es algo que pertenece a la historia auténtica de América, donde había miles de lenguas y hoy en día sobreviven unas pocas”. Todo parece bifurcado en la novela: la noción de una historia que parece real pero no lo es, la concepción eurocentrista de América como una bifurcación del Viejo Continente, incluso los narradores que conducen al lector a través de sus páginas. “Mundos paralelos, alternos”, agrega el autor. “Mundos que palpitan en un plano físico, en un plano espiritual, cósmico, mental. Verás que allí hay situaciones que de algún modo chocan con nuestra manera de ver la realidad, juego de planos, de visiones, de mundos alternos, paralelos”. De allí, claro, el título. “Tiene que ver con los mundos que entran en juego, Europa y América, pero también es una bifurcación de mundos narrativos. Hago un juego con los narradores, tratando el concepto de narrador como el de cualquier personaje. Es así como de repente nos tropezamos con una suerte de narradores humanizados, pero manteniendo en todo momento la incorporeidad. Este narrador es uno y a la vez son muchos, y tienen nombres como Narrador Absoluto, Narrador Justiciero, Narrador Pluridimensional, Narrador Analítico”. Escritor a la antigua Maicán, quien es profesor egresado summa cum laude del Instituto Pedagógico de Maracay, ha sido conocido hasta ahora por sus cuentos, con los que ya ha obtenido algún reconocimiento, y en los que se pone de manifiesto su ficcionalización delirante. Tiene un libro publicado, Duelo de ases (La Liebre Libre, 1995) y otro inédito, El sueño del Titanic, y varios de sus cuentos han aparecido en medios regionales y en revistas digitales, Letralia incluida. La bifurcación de los mundos es, pues, su primera novela. “Me llevó diez meses escribirla”, cuenta este escritor nacido en la capital de Aragua en 1967. “Yo escribo a la antigua, a lápiz. Había días fructíferos en los que podía escribir dos cuartillas. Pero había otros pésimos, en los que amanecía enratonado y apenas podía escribir cinco líneas. Traté de imponerme un compromiso diario y muy pocas veces la interrumpí. Creo que en esos diez meses, el mayor período sin escribir fueron cinco días o una semana”. Escribir una novela, afirma, “es muy diferente a escribir un cuento. Terminé loco. Yo me imagino esos monstruos como Carlos Fuentes. Actualmente estoy descansando, no estoy escribiendo”. El proceso de escritura fue un trabajo arduo. Organizó su trabajo de manera que cuando se sentó a escribir ya tenía toda la historia prefigurada en su cabeza. “Me había hecho hasta un croquis de la ciudad en la que transcurre la novela”, revela. “Me esmeré en el manejo del lenguaje. El lenguaje es como una etiqueta, es lo que vende. Tuve mucho cuidado con eso. No importa que hoy adelante diez cuartillas o que, por el contrario, avance menos de media cuartilla. Esa era una de mis máximas. No importa cuántas escriba, pero que queden bien hechas. Corregí mucho, reescribí. Pensé mucho cada frase antes de escribirla”. El hombre de las dificultades Los lectores pocas veces imaginan la carrera de obstáculos que significa llevar una idea al papel y presentarla a ojos ajenos. En el caso de La bifurcación de los mundos, el primero de estos obstáculos fue una temprana reescritura cuando ya había alcanzado unas quince páginas. “Vi que llevaba un curso equivocado, así que esas primeras quince cuartillas las eliminé. Las tengo por ahí guardadas, pero no tienen nada que ver con el texto definitivo”. Pero los verdaderos problemas de Maicán empezaron cuando, terminada la novela, se enfrentó a la tarea de transcribirla. Esto le llevó cerca de dos meses de sufrimiento, literalmente hablando. “Yo soy medio vaca en esto de las computadoras”, admite entre risas. “Me metí en la Biblioteca Virtual de Maracay, pero esas máquinas son muy raras. Guardaba en un pendrive las páginas que iba completando. Cuando llevaba ya como veinticinco, la máquina me mostró una pantalla que me preguntaba si deseaba aceptar, y dije que sí”. A partir de ese momento, los párrafos de la novela empezaron a cambiar de color de forma caprichosa. “Un párrafo era amarillo, otro rojo, cada vez me aparecía un color diferente. Pregunté al personal de la biblioteca, pero nadie pudo ayudarme. Creí que me volvería loco. Yo soy miope. Cuando me tocaban las letras rojas, nojoda. Tuve que transcribir casi toda la novela en esa forma”. Luego imprimió una versión para corregir, “porque no es lo mismo corregir en pantalla que en papel”, pero la dejó olvidada, dentro de su mochila, en un bar donde celebraba con amigos. Habría perdido por completo la novela, pues en la mochila estaban la versión impresa y la copia digital que había almacenado en un disco compacto. La versión que conservaba en su pendrive era muy anterior y, por lo tanto, no servía. Al día siguiente lo llamó un amigo que había tenido el buen tino de recuperar la mochila. “Pero este amigo estaba también borracho como una cuba y había vomitado sobre la novela”. Con la copia que quedaba en el disco compacto pudo imprimir una nueva versión, con la ayuda de su amiga, la escritora Gloria Dolande (http://www.letralia.com/firmas/dolandegloria.htm), a quien llama cariñosamente “su secretaria ad-honorem”. Concluido el trabajo de corrección, Maicán empezó a pensar en qué hacer con la historia que tenía entre manos. “Tenía ganas de enviarla a algún concurso en España, pero como no la tenía registrada, me dio miedo. Pueden pasar muchas cosas. Entonces vi en Letralia las bases del Premio Solar y me di cuenta de que tenía tiempo para enviarla allí”. Dolande lo asistió en la preparación del paquete y lo acompañó al correo. Nuevo obstáculo: las oficinas del correo habían sido mudadas y nadie sabía la dirección. Cuando al final descubrieron que se encontraban en el sector de Caña de Azúcar, en Maracay, el sitio estaba cerrado. “La burocracia”, sentencia Maicán. “Nos dijeron simplemente: Véngase otro día. Decidí no enviarla por esa vía. Fui a un servicio privado y cuando me dijeron el precio del envío, me faltaban como quince bolívares. ¿Será que no me va a convenir enviar la novela?, empecé a pensar”. Esa noche, continúa, llegó a su casa bastante decepcionado. “Pero menos mal que no había podido enviarla. Una última revisión de las bases, esa noche, me hizo caer en la cuenta de que la había impreso en un tamaño equivocado de letra. Y, como sé que hay jurados estrictos, tuve que volverla a imprimir. Pero me había quedado completamente sin dinero después de tantas copias. Me endeudé con mi madre, que me prestó el dinero para que pudiera enviarla por un servicio privado. Ahora podré pagarle”, concluye sonriente en medio de su propio final feliz. La bifurcación de los mundos (fragmento) En conmemoración del cuarto centenario de la llegada de Colón a estas tierras, el alcalde de Villa Triste había develado una estatua en honor al Almirante. La estatua colombina representó, entre 1892 y 1924, la edificación de mayor altura de la ciudad: cuarenta y dos metros de mármol y concreto armado. El Navegante, firme e incansable, miraba siempre hacia el norte, atento, solícito, como esperando descubrir nuevas tierras; pero su mirada europea chocaba irremediablemente contra la voluntad inamovible de la montaña grande. Pues bien, a mediados de marzo del año 14, el ejército langostino se acercaba peligrosamente a la desguarnecida Villa Inmaculada. Pero allí estaba Colón, erguido cual santo varón en el centro de la homónima plaza. Se tenía previsto que el manto pardusco de langostas cubriese la ciudad para mañana, bien temprano. Una cosa era cierta: por donde pasaba esta plaga no volvía a crecer la hierba en mucho tiempo; la selva volvíase playa nudista. El viernes llegó la temida langosta, que en pocos minutos devoró el manto verde que bordeaba el lado sur de la ciudad. Diez kilómetros. Colón estaba tranquilo: un enjambre de ortópteros volátiles no lo iba a intimidar, a él, al gran Cristóbal, el Navegante. No podía Colón verlos aún, puesto que los bichos avanzaban desde el sur. Mas, como tenía el Hombre de mar grandes orejas de mármol, podía oír sin dificultad el ronroneo langostino y pesado. Tres kilómetros. Ja, ja, ja, reía el Almirante. ¿Creen ellos que me voy a quedar de brazos cruzados? Que vengan, aquí los espero. Vivo en estas tierras desde el lejano año de 1492. ¡Soy Colón, el Grande! Desde sus cuarenta y dos metros de mármol y concreto podía C. C. mirar la montaña grande y maciza, pero no la parda nube de langostas, que amenazaba incluso con comérselo a él. Menos de un kilómetro. Por primera vez en mucho tiempo sintió el Navegante el frío puñal del miedo recorrer sus huesos y venas. Frío puñal que no sentía precisamente desde aquel año de 1492, en su primer viaje, cuando en mitad del Atlántico pidió al Señor que no lo abandonase. Ahora, cuatrocientos veintidós años después, un sudor maluco y pegajoso volvió a empapar sus rubias patillas, a recorrer su frente, sus rosáceas mejillas. Se orinó el Almirante: intuía que la primera víctima sería él. ¡Y tanto esmero en cuidar su rubia melena de genovés! Sabía que si la nube langostina no se disolvía, en pocos minutos no habría en Villa Inmaculada silbón más grande y esqueletudo que él. Se hizo caca el Usurpador, y la inmaculada Villa Triste se impregnó de un olor pútrido, cadavérico. Ya la Langosta estaba sobre la ciudad, que comenzó a pegar los primeros gritos de dolor y llanto. Fue entonces cuando Colón intervino. Atragantado de pánico, más muerto que vivo, pudo el Almirante girar un poco la cabeza, y mostrarle así su rostro de pajarraco a la plaga invasora. Lo hizo no por valentía, sino por tratar de morir al menos mirando de frente a la Muerte. Inesperadamente la langosta huyó, despavorida: había visto en Colón, en el rostro de Colón, el más feo y espantoso espantapájaros que el Reino animal hubiera creado jamás. Así reza la leyenda que en un cintillo amarillo bordea la parte inferior del escudo de armas de la ciudad. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Desposeer el cuerpo =================================================== === Una representación de lo femenino en La culpa y La mujer de sal ======= === Clara Quero Flores ==================================================== Pretendemos llevar una lectura a las novelas La culpa (1966), de Margarita Aguirre, y La mujer de sal (1965), de María Elena Gertner, a través de la idea de desposesión, es decir, situamos en las protagonistas el problema de la identidad que se construye a través de una limitante que es desposeer el cuerpo. Desposeer entendido como el acto de privar a alguien de lo que poseía. Pensar el problema del cuerpo en los textos nos remite a ideas de Bourdieu desarrolladas en La dominación masculina (2000) donde la división entre los sexos se ha situado en el orden de las cosas y es visto como lo natural, normal e inevitable, de esta manera nos hemos construido en oposiciones donde el principio masculino es la medida de todo y lo femenino ha quedado inscrito como un sujeto minoritario, de no poder a través de estructuras de dominación que son el producto de un trabajo histórico. Y las mismas mujeres aplican a cualquier realidad y en especial, a las relaciones de poder en las que están atrapadas, unos esquemas mentales que son el producto de la asimilación de estas relaciones de poder y que se explican en las oposiciones fundadoras del orden simbólico (Bourdieu, 2000; 49). Simone de Beauvoir, en el texto El segundo sexo (2007), reflexiona en torno a qué significa ser mujer, encontrando en la respuesta el trabajo desarrollado históricamente por el hombre. La mujer se determina y se diferencia con relación al hombre y no éste con relación a ella; la mujer es lo inesencial frente a lo esencial. Él es el Sujeto, él es lo Absoluto; ella es lo Otro (Beauvoir, 2007; 18). En esta situación la mujer ha sido relegada al espacio privado, lo doméstico, el hogar es su palacio, ella es la reina de un lugar que la oprime y que ha imposibilitado su escena en lo público. En este territorio entonces vemos fijado el puesto de la mujer, un puesto asignado que carece de cualquier decisión o cuestionamiento ya que permite el orden de las cosas, que es el orden de la familia, donde el mundo siempre ha pertenecido a los varones (Beauvoir, 2007; 63). El orden simbólico traspasa la lectura, se hace por ello conflictivo leer un texto e intentar situarse en un lugar que permita nuevas interpretaciones. Pedir a una mujer que lea como una mujer es, de hecho, un requerimiento doble o dividido. Atiende a la condición de mujer como algo dado y simultáneamente reclama que esa condición sea creada o alcanzada. Leer como una mujer es una posición teórica, dado que refiere a una identidad sexual definida como esencial y privilegia las experiencias asociadas con esa identidad (Jonathan Culler, 1984; 49). Intento en este ensayo producir sentidos de lectura en torno al cuerpo de las mujeres representadas en los textos y a través de ello reflexionar en torno a las prácticas que movilizan su actuar y que limitan sus posibilidades de tomar una existencia que escape al orden patriarcal. Para José Beriain en el patriarcado y su simbólica, patriarcado significa una estructura psicosocial en la que un imaginario central de carácter arquetípico —nombre del padre— sobredetermina las relaciones sociales a la manera de fundamento o ley (Beriain, 1990; 169). La culpa, de Margarita Aguirre. La genealogía en los cuerpos de Carolina, Melania y Marta Pensar una lectura a través de estos personajes que surgen desde un fundo llamado El Recuerdo me permite movilizar este acto como esencial en la vida de las protagonistas. Tomaremos entonces el recuerdo como la marca que permite identificar la desposesión del cuerpo en la novela. Carolina, la mujer que representa el eterno femenino toma su existencia en el matrimonio, sabemos que el texto nos sitúa en el orden de la hacienda, un lugar que destina a la mujer a criar a los hijos en el espacio privado para que el hombre productor pueda llevar el sustento. Entonces tomaremos el matrimonio y la maternidad como las acciones que delimitan su cuerpo, el que existe y se justifica para los otros y en ningún sentido para ella. Los cuerpos no sólo tienden a indicar un mundo que está más allá de ellos mismos; ese movimiento que supera sus propios límites, un movimiento fronterizo en sí mismo, parece ser imprescindible para establecer lo que los cuerpos son (Butler, Judith, 2002; 11). El matrimonio es el destino social y tradicional de la mujer, Carolina obedece a su destino y en este hecho comienza a presentarse la desposesión de su cuerpo. Esta mujer representada en el texto, abandona cualquier posibilidad de decisión y se entrega de forma pasiva a los requerimientos de la historia. En Carolina Madariaga, ama de casa, todo su ser respondía a funciones que se desarrollan por sí solas, pero movidas por el influjo de su imponente figura. Era todo: el marido, los hijos la servidumbre, la casa. Nada giraba en torno a ella, pero hacia donde iba arrastraba un mundo sólido, definitivo (Aguirre, 1966; 13). Y los veinte años de vida conyugal borraban toda vida anterior. A veces le parecía que siempre había vivido en “El Recuerdo” (Aguirre, 1966; 15). Su verdadera vida comenzó entonces y el recio aprendizaje de las buenas costumbres lo recibió de su suegra... (Aguirre, 1966; 17). Carolina es tomada por su padre y entregada a un nuevo amo, su esposo la posee para los fines de orden y reproducción, no encontramos entonces proyectos o acciones que le permitan discutir estas normas que han sido naturalmente asignadas. Su cuerpo no le pertenece porque está relegado a los otros, ellos justifican su existencia y le permiten pensar su cuerpo desde el recuerdo que es presentado en ella como una añoranza de lo no vivido. El matrimonio es entonces un aprisionamiento normal del cuerpo de la mujer, una exigencia social que permite mantener el orden masculino a través de la descendencia donde, en cuanto a la reproducción, como señala Judith Butler (2000), la mujer aporta la materia y el hombre la forma. El matrimonio entonces es la primera privación de la que Carolina es partícipe. Su cuerpo no exige deseos y se anula para cumplir con el ejemplo de vida cristiana impuesto por la tradición y el espacio social donde ella se desenvuelve. La sexualidad será entonces una pregunta obstruida para ella y se presentará sólo para cumplir con la “bendición” que se ha otorgado a la mujer, su capacidad de reproducción, la maternidad. La familia exige que la madre exista para solventar sus deseos, Carolina puede ser nombrada ya que es madre, sus hijos son la marca necesaria para que su cuerpo pueda significar. Si bien de una mujer no se puede decir lo que es (so pena de abolir su diferencia), tal vez no ocurra lo mismo con la madre, dado que ésta es la única función del “otro sexo” a la que podemos atribuir, con absoluta seguridad, una existencia (Kristeva, 1993; 209). La madre entonces vendrá a apoderarse del cuerpo de Carolina, ella pasará a ser un sujeto universal y tradicionalmente instituido, abandonando sus posibilidades de nombrarse como sujeto particular, su cuerpo entonces le ha sido arrebatado para ser entregado a roles “naturales” que existen pero que no nombran la experiencia. La descendencia de Carolina representada a través de Melania acentúa esta desposesión que afecta al cuerpo de los personajes analizados. La hija de esta familia tradicional no logra descubrir su cuerpo dentro de la narración. Ella se ve arrebatada y su existencia se ve cortada por una culpabilidad inherente a ella. La violación de la que la niña es víctima dificulta el honor del padre, por ello es cortada de raíz. El recuerdo confuso, el dolor de su sexualidad y el hijo huacho no pertenecen a la tradición familiar, representan una falta grave para la reputación de la familia y por esto leemos las marcas de su cuerpo en la violencia que la afecta y de la que es pasivamente protagonista, ella no se posee, no se descubre y es descubierta y castigada por el orden del padre. Le apretaba las piernas por los muslos. Ella iba a gritar. Él puso la mano sobre su boca antes de que el estremecimiento del grito saliera por su garganta. Pesadamente dejó caer sobre ella todo el cuerpo. Pateó sus delgadas piernas. Le desgarró la ropa. Se abandonó Melania vencida. Brutalmente le abrió las piernas y ella sintió la quemadura del dolor, entre la inconsciencia del abatimiento y la mano salvaje que le hundía el rostro a la tierra, a las hierbas, a sus vestidos desarbolados (Aguirre, 1966; 28). —¡Puta de mierda! —dijo Juan Ramón a su hija, derribándola de un golpe. Y completamente enceguecido por una ira volcánica, siguió pateando y golpeando el pequeño e indefenso cuerpo de Melania sobre la estera que cubría las baldosas del escritorio. —¡Puta de mierda! ¡A mí pasarme esto! (Aguirre, 1966; 53). Leemos entonces un cuerpo negado para sí y utilizado y castigado por el poder masculino, la violencia ejercida por los hombres no merece justificaciones, ni recriminaciones puesto que siempre han sido ellos quienes han tenido en sus manos la suerte de la mujer, y nunca han decidido en función de su interés, sino que siempre han tenido en cuenta sus propios proyectos, sus temores y sus necesidades (Beauvoir, 2007; 125). La figura de Marta aparece en el texto para preguntar por su existencia, ella trae y hace presente el recuerdo de Melania. Lo que la tradición ha ocultado es para este personaje un cuestionamiento de su presente. El conflicto nuevamente se presenta en la imposibilidad de producir cambios moviéndose dentro del orden de su clase y de la educación que ha recibido. Nos encontramos con un desconocimiento del cuerpo, Marta es espectadora de las utilidades de su existencia, se entrega con temor a la experiencia erótica donde, en palabras de Beauvoir, hay un carácter imprevisto y brutal y siempre constituye un acontecimiento nuevo que crea una ruptura con el pasado (Beauvoir, 2007; 312). Marta comete una infracción al relacionarse con un hombre que no pertenece a las normas, un personaje que busca ocultarse porque está fuera de la ley, además es un simple profesor y está casado, por ello Marta traerá la marca de su pecado, el embarazo la condena al desprecio de la familia, se unirá a Melania y desde aquí proyecta en el hijo todas sus posibilidades de felicidad. El hijo entonces posee a la madre, transforma su cuerpo y no deja espacio a la pregunta por una existencia propia. Las marcas del pecado en la infracción cometida por Marta, determinan su existencia, si bien podemos observar que ella provoca cambios como los elementos vistos a través de la historia de Santos Pereira, “el huacho”, ella es aprisionada por el recuerdo de Juan González, de esta manera las marcas de su cuerpo irán afectando sus pensamientos. Marta es castigada, la descendencia de Carolina y Melania queda recluida a la locura. La mujer que busca irrumpir un nuevo espacio, destapar la historia que ha sido cortada por el padre, es brutalmente asesinada y desde allí su voz queda silenciada. Las ascendientes de La culpa están marcadas por desposeer su cuerpo. Carolina comienza a existir en el matrimonio y la maternidad. Su vida se estructura en el servicio a los otros y ello mismo limita sus posibilidades de quebrar el orden imperante. Melania viene a reforzar la idea de que la mujer esta situada desde siempre en un lugar minoritario, ella debe asumir la culpa porque es inherente a su sexo y las agresiones de las que es víctima no necesitan justificaciones porque están hechas bajo el orden de la historia. Marta, que intenta quebrar algunas normas, se moverá siempre dentro del orden masculino, su cuerpo en busca de deseo será violentado, el hijo será su proyecto de cambio pero será imposibilitada de vislumbrar cualquier ruptura concreta, llegará al espacio de la locura que sería el único territorio que podría representar un nuevo sitio para que ella se pensara, pero es silenciada obedeciendo al lugar que la historia ha dado a las mujeres. Los golpes del hacha eran certeros, apagados por la monstruosa algarabía. La dulce cabeza de Marta Figueroa rodó separada de su juncal tronco, como flor deshecha en sangre (Aguirre, 1966; 340). La mujer de sal, de María Elena Gertner. El deseo del recuerdo en Amalia Amalia se nos muestra como una lectora, el título de su novela tendrá relación con el relato bíblico de Zara, la esposa de Lot que desobedeciendo al mandato divino mira atrás, ve la destrucción de Sodoma y Gomorra y es castigada siendo convertida en una estatua de sal. Esta imagen se hace interesante para Amalia ya que tiene relación con la idea de no poder olvidar, es decir, Zara mira atrás porque no desea olvidar, ella necesita un pasado. De la misma manera Amalia configura su identidad basándose en este deseo de no querer olvidar, el recuerdo se apodera de ella e intenta traerlo al presente forzosamente a través de sus acciones. El pasado es siempre conflictivo. A él se refieren, en competencia, la memoria y la historia, porque la historia no siempre puede creerle a la memoria, y la memoria desconfía de una reconstrucción que no ponga en su centro los derechos del recuerdo (derechos de vida, de justicia, de subjetividad) (Sarlo, 2005: 9). El conflicto se presenta porque Amalia lo que intenta traer al presente es el recuerdo de sí en relación a otro, su cuerpo cobra existencia bajo la dominación del hombre. La protagonista persigue la idea de la unión perfecta, sus recuerdos están en la idealización del amor y a través de ello configura relaciones pasajeras reconociéndose como objeto de deseo, Amalia admite no sus propios deseos sino más bien busca el deseo de ser deseada. Desde ese día en adelante, hombres jóvenes y viejos se volverían en la calle para mirarme, y yo percibiría un brillo en lo hondo de sus miradas; un brillo que años más tarde iba a adquirir un significado preciso (Gertner, 1965; 26). La desposesión del cuerpo de Amalia surgirá entonces de aceptarse para los otros desde un espacio que debe ser ocultado porque no obedece a la norma familiar. Ella será la amante de varios hombres quienes representarán distintos estratos sociales y distintos lugares en el espacio social, notamos aquí la diferencia entre la situación de Amalia y la de sus amantes porque ella sería denigrada al ser descubierta por sus infracciones, en cambio los amantes refuerzan su lugar de poder al tener una amante que cumple y que se encuentra siempre dispuesta a sus deseos. Amante o marido, es él quien la lleva al lecho en donde ella no tiene más que abandonarse y obedecer (Beauvoir, 2007; 322). Es importante leer los nuevos espacios en los que se desenvuelve Amalia. El matrimonio al que ella se entrega no toma mayor relevancia a diferencia de Carolina, uno de los personajes de La culpa, ella no se vuelve imprescindible ni sustenta un matrimonio ideal. Esto se acentúa en su embarazo, el que no provoca mayor inquietud y que termina por ser perdido con absoluta indiferencia, el esquema se ve modificado ya que no es la madre la que llora la pérdida del hijo, sino que es el padre el que ve arrebatados sus proyectos en esta pérdida. La criatura que llevaba en mí fue siempre una sombra intangible, una pequeña muerte anudada a mis entrañas. Para Juan Carlos, en cambio, la pérdida del hijo fue causa de tristezas y decepciones. Él, igual que la mayoría de los hombres encasillados en un modo de existir heredado de sus antepasados, consideraba su hogar y su destino incompletos si no tenía descendientes que prolongaran su apellido y las añejas tradiciones (Gertner, 1965; 158). Un nuevo espacio es tomado también por Amalia y es el lugar de la escritura, para ella escribir es un esfuerzo constante y necesario. A forma de intertextualidad con el relato bíblico escribe la estatua de sal, novela que dentro de la novela intenta dejar una memoria de las experiencias que han sido silenciadas. Leemos en Amalia intentos de nombrar una existencia pero esto se ve predeterminado por su papel histórico. Para Bourdieu (2000), todo en la génesis femenina y en las condiciones sociales de su actualización contribuye a hacer de la experiencia femenina del cuerpo el límite de la experiencia universal del cuerpo para-otro, expuesto siempre a la mirada y el discurso de los otros. Por esto entonces las infracciones de Amalia serán castigadas, se reitera un trágico final a la mujer que desobedece, ella se suicida porque se ve imposibilitada de crear y revisar una propia existencia ya que la única posibilidad que ha tenido de mirarse es a través del cuerpo del otro, Absoluto. Revisar textos escritos por mujeres y ver en ellos la representación que se hace de la mujer nos invita a preguntarnos por los lugares históricamente construidos y asignados. Lo público y lo privado, la voz y el silencio, son sin duda respuestas al binarismo instaurado y que sitúan siempre a la mujer en el lugar minoritario. Se ha intentado revisar en los textos cómo los espacios son delimitados desde un principio para las mujeres. Matrimonio y maternidad constituidos como la base de la sociedad significando además limitantes para que la mujer pueda ser activamente partícipe de su historia a través de la posesión de su cuerpo. Las representaciones sociales le asignan al cuerpo una posición determinada dentro del simbolismo general de la sociedad. Sirven para nombrar las diferentes partes que la componen y las funciones que cumplen, hacen explícitas sus relaciones, penetran el interior invisible del cuerpo para depositar allí imágenes precisas, le otorgan una ubicación en el cosmos y en la ecología de la comunidad humana. Saber cultural (Le Breton, 1995; 13). Bibliografía • AGUIRRE, Margarita. 1966. La culpa. Santiago de Chile. Editorial Zig Zag. • BERIAIN, José. 1990. El patriarcado y su simbólica en La interpretación de los símbolos. Barcelona. Editorial Anthropos. • BOURDIEU, Pierre (2000): La dominación masculina. Barcelona: Anagrama. • BUTLER, Judith. 2002. Cuerpos que importan. Argentina. Paidós. • CULLER, Jonathan. 1984. “Leyendo como una mujer” en Sobre la deconstrucción. Teoría y critica después del estructuralismo. Madrid: Cátedra. • DE BEAUVOIR, Simone. 2007. El segundo sexo. Argentina. Sudamericana. • GERTNER, María Elena. 1965. La mujer de sal. Santiago de Chile. Editorial Zig Zag. • KRISTEVA, Julia. 1993. Historias de amor. México: Siglo Veintiuno Editores. • SARLO, Beatriz. 2005. Tiempo pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusión. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores. ** Clara Quero Flores claraqf@hotmail.com linguaquiltra@yahoo.es Docente e investigadora chilena. Es colaboradora permanente del Colectivo Lingua Quiltra (http://colectivolinguaquiltra.blogspot.com). Licenciada en pedagogía en castellano de la Universidad de Santiago de Chile (http://www.usach.cl) y estudiante de magíster en literatura en la misma universidad. === Una de las lecturas posibles acerca del cuento ======================== === “Pierre Menard, autor del Quijote”, de Jorge Luis Borges ============== === Sócrates Tsokonas ===================================================== Una cuestión a considerar en el cuento “Pierre Menard, autor del Quijote” es la autoridad de su narrador. Él dice lo siguiente: “Me consta que es muy fácil recusar mi pobre autoridad”. No obstante, más adelante, en el cuento, revela signos o indicios de su posición social o status. Este narrador nos da pistas acerca de su nivel social. No sabemos cómo él se llama pero sí quién es. El susodicho narrador se apoya en dos testimonios que lo legitiman como miembro de la aristocracia: el primer testimonio es de una condesa y el segundo es de una baronesa. Por ejemplo, este narrador dice en el texto del cuento: “La condesa de Bagnoregio, uno de los espíritus más finos del principado de Mónaco ha sacrificado ‘a la veracidad y a la muerte’ la señoril reserva que la distingue... Me concede asimismo su beneplácito”. Sin embargo, su aparente nobleza habría que ponerla en entredicho. La siguiente cuestión es aclarar un tanto quién es el narrador del cuento. Al menos, demuestra una familiaridad y una confianza ciertamente amplias con Pierre Menard (este último, parece que existió en la realidad, como un personaje histórico de la vida real), por lo que podríamos inferir que se trata de un allegado de Menard. A sabiendas de que Menard ha decidido no dejar rastros sobre sus procedimientos de trabajo, el narrador se toma la libertad de revisar su archivo personal o particular. Dice el narrador y habla acerca de que “Menard... no permitió que fueran examinadas por nadie (miles de páginas manuscritas) y cuidó que no le sobrevivieran. En vano he procurado reconstruirlas”. La idea del narrador de este cuento es clara acerca de Menard. Éste no escribe un Quijote contemporáneo. La idea de Menard es reescribirlo desde las experiencias propias y particulares suyas. Para ello, Menard se plantea dos estrategias: 1) La idea de la total identificación con el autor. 2) La otra estrategia es descontextualizar la obra en el tiempo o en el espacio; según “uno de esos libros parasitarios que sitúan a Cristo en un bulevar... o a don Quijote en Wall Street” (cita directa del cuento). Menard parece alguien un poco antiheroico, ya que “el método inicial que imaginó era relativamente sencillo. Conocer bien el español, recuperar la fe católica, guerrear contra los moros o contra el turco, olvidar la historia de Europa entre los años de 1602 y de 1918, ser Miguel de Cervantes”. Y parece antiheroico porque descarta por fácil este camino... O sea, que el camino de identificación total con Miguel de Cervantes “era de antemano imposible...”. Es decir, el camino del héroe es desechado. Ante esta objeción que hacemos a la persona de Menard, “Madame Bachelier ha visto en ellas (en las sofisterías) una admirable y típica subordinación del autor a la psicología del héroe”. Sin embargo, Menard, al rechazar la vía de conocer el español, recuperar la fe católica, luchar contra los moros, etc., se nos muestra como alguien que no les da importancia, por fácil (¡qué ironía!) a tales cosas, y en el fondo subyace el juicio implícito de que él las considera como indignas de repetirlas. Pero el narrador del cuento nos sigue diciendo, ahora, una frase que cobra mayor importancia para nosotros, que es la siguiente: “Menard declaraba que censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica”. El texto de Borges sobre Pierre Menard no sólo nos habla de crítica sino que habla de apartarnos del texto; separarnos de él así como de saber diferenciar el sentimiento de la razón. El narrador de Jorge Luis Borges nos dice sobre Menard que éste último propone la historia como origen de la realidad. No como lo que creemos que haya sucedido sino como su misma fuente, pues dice en el cuento por medio de una cita del Quijote la siguiente frase: “La verdad, cuya madre es la historia...”. Es decir, la historia que es madre de la verdad en cuanto nos cuenta lo que realmente sucedió, y no lo que recordamos de ella ni lo que a veces convertimos en leyendas que trastocan todo el sentido histórico de la vida. Borges mediante el narrador nos dice todo aquello que necesitamos saber. Su narrador constantemente está abriéndole el entendimiento al lector mediante claves, algunas de ellas implícitas, otras explícitas. Borges nos está hablando en su cuento de la responsabilidad del crítico literario en torno a la veracidad y a la historia. La crítica literaria despojada de sentimientos; no loar al autor literario, ni tampoco señalarle con el dedo. Están por un lado las influencias literarias que tienen lugar en un autor; por el otro, los hechos históricos acaecidos entre el tiempo de la obra y el del crítico. Por lo tanto, para lograr ser crítico es necesario tomar en cuenta estos importantes aspectos y juzgar de acuerdo con ellos. Resulta un cometido dificilísimo hacer esto; vale decir, olvidar un tanto las influencias literarias que impregnan nuestro espíritu así como también situarnos en el propio escenario donde surge la obra literaria. Sin embargo, es lo justo que hay que hacer; ya que como hombres y mujeres de letras sabemos que nosotros somos un Pierre Menard rescribiendo constantemente el Quijote, descontextualizándolo de sus particulares circunstancias e influencias históricas. Es una tarea que nos corresponde a los críticos hacer; es decir, que tomemos conciencia de este hecho. Ya que cada obra literaria está rescribiendo la anterior, y la siguiente será una rescritura de la presente. Tal es el carácter de la literatura. Otra idea que aparece en el cuento sobre Menard es la siguiente. Al parecer, él inventa una nueva técnica de leer. Esta concepción desconocida del acto de la lectura aportada por Menard también es importante. Por medio del “anacronismo deliberado y de las atribuciones erróneas” él nos invita de una manera muy especial a ubicar la obra literaria desde su contexto histórico y sin caer en falsas atribuciones que pervierten un tanto la autoría de obras, sobre todo si éstas son de las mejores de un determinado autor, ya que le niegan a este último los créditos que merece y se le otorgan a otro, que los desmerece. Es decir, lo que denuncia precisamente el narrador es aquello que debiéramos evitar nosotros, los críticos literarios. Este asunto es bastante atractivo como para dejarlo en el aire. La ironía de Menard está en quedar en el olvido por la historia, justamente por tratar de descontextualizar una obra existente de la historia. En resumen, a nuestro criterio, Borges hace crítica a través del narrador de su cuento. Aconseja, estimula y motiva a los lectores y escritores a hacer del mundo literario un mundo justo. ¿Será quizá Jorge Luis Borges víctima o, peor aun, habrá cometido tales yerros como la descontextualización y la atribución errónea de alguna obra, como para que nos enseñe lo que hubiere aprendido por su propia experiencia? ** Sócrates Tsokonas socratestsokonas@hotmail.com Ensayista grecovenezolano (Caracas, 1979). Egresado de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve, 2007). Se dedica a investigar y redactar ensayos con miras a su publicación como libros, en diarios, o revistas. === Relato con un fondo de agua (Final del juego, 1956), ================== === de Julio Cortázar Silvia Alcaide Baena =========================== Cuando uno termina de leer y releer los cuentos de Cortázar, se queda con una sensación que podría denominar, no se me ocurre otro término, como “principio de extrañamiento”; tal como apuntó Víctor Sklovsky; tal principio suele embargarnos al término de la lectura de un texto poético y así, sería considerado como una de las claves identificativas de dichos textos. Por tanto, llegados a este punto deberíamos barajar dos opciones: la primera de ellas, los relatos de Cortázar tendrían, esencialmente, raigambre poética y, en segundo término, dicho “principio de extrañamiento” sería también hallado en aquellos textos pertenecientes a distinta naturaleza de la considerada poética. Tal y como he declarado en las primeras líneas de esta reflexión, me apropio de la primera de las opciones apuntadas, en lo referente a este caso —sin desechar, por supuesto, la segunda, que puede llegar a abarcar diversos campos artísticos tales como las complementarias, entre ellas, artes plásticas. Pensemos en el Relato con un fondo de agua. Es indiscutible que dicho relato rezuma poesía en cada una de las líneas que lo componen, a pesar de su también marcada naturaleza dialógica, o más bien, monológica; y es que el relato comienza con una fórmula directa que hace evidente su carácter oral y, por tanto, podríamos pensar que dramático en tanto que escénico. Todo ello me hace pensar que ese “principio de extrañamiento” del que hablaba el citado formalista ruso inunda toda la literariedad, independientemente del género textual o del carácter, oral o/y escrito, del texto en cuestión. El sabor de boca que deja el Relato del autor —misterioso, desconcertante, inquietante a la par que filosófico, reflexivo e incluso, existencialista— constituye el mejor fondo del mismo, que más que agua, se trata de una cotidianidad que baña el relato cual suave arroyuelo moja la rocosidad de la manera más natural que existe. Es imposible que tal condensación simbólica, lingüística, literaria e intertextual nos deje indiferentes. Sentimos la necesidad de pasar, al menos, de puntillas —para no mojarnos demasiado— por este fantástico —en todas las acepciones del término— regalo de Cortázar. Dejando atrás cuestiones genéricas, lo que es claro es el hecho de que Julio Cortázar meditó, diseñó y construyó un minucioso plan tanto estructural como lingüístico y literario para su bañado relato. La oralidad y la escritura; el lenguaje más sencillo y cotidiano y las formas cultas; el carácter poético, prosístico e incluso, escénico —como apuntábamos anteriormente— constituyen en conjunción el esqueleto del relato. Cortázar se muestra, desde el principio, maestro en el arte de aunar toda una serie de elementos necesarios para reunir —aunque lejos de su pretensión— a cualquier tipo de lector en un breve y —aparentemente— sencillo escrito. El lector no culto se ve encandilado por la ya citada cotidianidad, sencillez y misterio del relato que le aporta una alta dosis de entretenimiento e intriga, sin olvidar el más que probable desconcierto que éste siente al final de la historia —incluso, en el trayecto. Pero, sin duda, es el lector culto el que logra completar todo el universo simbólico y literario que, bajo la forma de aparente simplicidad nombrada anteriormente, el autor lanza a dicho lector. Sólo él podrá descifrar —¿descifrar?— los códigos utilizados por Cortázar para cerrar —¿cerrar?— ese círculo, esa ciclicidad de que está dotado el escrito. Cortázar tenía el esqueleto; ahora, sólo quedaba carnalizarlo. El paraíso perdido y el presente; los libros y las botellas; la escritura y la conversacionalidad; el estancamiento y la vida que pasa; la juventud y la senectud; la vida y la muerte; en definitiva, la vida y la literatura, la realidad y la ficción conforman los binomios que fluyen por el relato, recreando, incluso, reinventando algunos de los tópicos más universales de la literatura hispánica e hispanoamericana. Se ha dicho siempre que las comparaciones son odiosas; no en literatura en tanto que aportan cuerpo y riqueza a los más diversos escritos. ¿Qué sería del Relato de Cortázar sin Edgar Alan Poe, sin José Hierro, sin Borges o, incluso sin Machado —sólo por nombrar unos pocos (muy pocos) afortunados—? Ni idea; probablemente, su escrito sería una simple acuarela diluida en agua o ¿quién sabe?, puede que Julio Cortázar fuera iniciador, en lugar de seguidor o contribuyente a una de las, si no corrientes, formas de hacer literatura de principios-mediados del siglo pasado. A lo largo de la lectura del relato que ocupa nuestras páginas, no pude evitar pensar en el Libro de las alucinaciones de Pepe Hierro, si bien posterior (1964), vinieron a mi mente los versos de la “Alucinación submarina” que dicen: Esto es lo malo; los recuerdos. Los que nacimos allá arriba, recordamos. Algunos aún soñamos y revivimos mitos y fábulas. Las viejas damas, cuando llega la noche, suben ligeras a la superficie a hechizar marineros, a destrenzar para vosotros canciones y prodigios, mientras los jóvenes sonríen. O estos otros de la misma: Un día dije a los jóvenes: “Vamos a rescatar por un momento el paraíso, a revivir la vida que no se ahogó en el mar”. Volví con la emoción y la inquietud de los retornos, como una ruina que visita a un ser viviente. “He aquí mi antiguo reino”, dije. La sensación de pérdida, el recuerdo, la mezcolanza de tradición y modernidad, de lenguaje directo, referencial y conversacional con la imaginación; en definitiva, la pérdida de la juventud entendida como Paraíso: el Paraíso Perdido que hacen explícito ambos autores. Dice Cortázar en el Relato: “[...] nos mirábamos como desde lejos, realmente desde ese otro mundo cada vez más atrás, el pobre paraíso perdido que... él volvía a buscar y yo me obstinaba en defenderle casi sin ganas [...]”. He ahí el quid de la cuestión, el eje temático del relato. Las concomitancias son evidentes entre ambos autores. Es clara la sensación de vacío, de pérdida y de nostalgia. El recuerdo todo lo inunda, es lo único que queda de aquella gloriosa época de juventud, enemiga de la soledad y contraria a la reflexión. Sólo ahora, situado en una nada deseada senectud —ausencia, soledad— pueden apreciarse, eso sí, los más inocentes y triviales detalles como el chapoteo, la zanja, la orilla, los juncos, los naranjales... Dice el protagonista: Además no sé, te habrás fijado que este bungalow invita, basta que uno se instale en la veranda y mire un rato hacia el río y los naranjales, de golpe se está increíblemente lejos de Buenos Aires, perdido en un mundo elemental. Recordemos así: Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero. [...] Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar. Antonio Machado, “Retrato” (1906) en Campos de Castilla (1907-1917). No queda vuelta atrás; todo está perdido; sólo existe un medio que nos transporta al pasado, al recuerdo: el sueño; única vía de conocimiento y de claridad. Todo el relato es un viaje; la vida que pasa; un camino, un paseo, un retorno lento y silencioso: “Voy llegando al lugar donde los juncos raleaban poco a poco... y así me quedé al borde, viendo del otro lado los cañaverales negros donde el agua se perdía secreta mientras aquí, tan cerca, el río manoteaba...”. De nuevo, José Hierro: el aquí y el allí; la vida y la muerte; el antes y el después; la juventud y la senectud. El sujeto actúa como mero observador, situado ya en la otra orilla, pero nunca alejado por completo de la que se opone a ella. Asistimos a un cadencioso vaivén, tanto en el fondo como en la forma, que nos mece embriagador de un mundo a otro, de una vida a otra, a ambos lados de un mismo espejo. La memoria guarda recuerdos dichosos o, al menos, que ahora son considerados dichosos, pero ya pasados, porque como bien apuntaba Borges en el prólogo de esta edición (Buenos Aires, 1985) de los Cuentos de Cortázar, muy sutilmente el narrador nos ha atraído a su terrible mundo, en que la dicha es imposible. La madurez nos abre los ojos a la esencia, a la idea de que la verdadera belleza reside en lo elemental, en lo primigenio. Para apreciar dicha belleza se muestra harto necesario hundir todo lo anecdótico, lo superficial. De nuevo, Hierro: Os enseñé muy pocas cosas. (Se hacen proyectos..., se imagina..., se sueña... La realidad es diferente.) Pocas cosas os enseñé: a adorar el mar; a sentir la alegría de ver vivir a un animal minúsculo; a interpretar las palabras del viento; a conocer los árboles no por sus frutos: por sus hojas y por su rumor; a respetar a los que dejan su soledad en unos versos, unos colores, [unas notas o tantas otras formas de locura admirable; a los que se equivocan con el alma. Os enseñé también a odiar a la crueldad, a la avaricia, a lo que es falso y feo, a las flores de plástico. [...] Tarde se aprende lo sencillo. Tarde se encuentra la hermosura. No aquella de los ojos mortales, la del mundo. No puedo hacer que lo entendáis. Necesario sería que ahora estuvieseis aquí abajo y que vieseis a vuestros hijos llegar entre las tumbas, bajo la lluvia, y dejar su perfume y su presencia en las tibias, alegres, inmortales —más hermosas en vuestras manos que las del bosque— flores de plástico. “Mis hijos me traen flores de plástico” en Libro de las alucinaciones, José Hierro (1964). Aunque posterior, José Hierro se plasma ya, en Tierra sin nosotros (1946), desencantado, desposeído, vacío; su mirada es fantasmal hacia todo lo referente a la identidad y al tiempo. Su desdoblamiento en otro que ve la hierba que encima de mí balancea su fresca verdura (“El muerto”, Alegría, 1947) da paso al desconcertante final del Relato de Cortázar: Tendré que ir, la lengua de tierra y los cañaverales me verán pasar boca arriba, magnífico de luna, y el sueño estará al fin completo, Mauricio, el sueño estará al fin completo. El tan infinitamente tratado tema del doble, de la doble identidad —desde la Biblia, pasando por Miguel de Unamuno hasta Saramago— vive aquí una reactualización poética, al igual que la sufrida por los sentimientos esenciales del ser humano. Tratar de reducir el relato de Cortázar a una síntesis interpretativa supondría, en efecto, un falseamiento de la realidad, una cruel amputación a la riqueza y porosidad de sus letras. No cabe preguntarse, así, por el final del cuento; sólo hay sitio para la reflexión, para el escudriñamiento, para la interrogación y la especulación. El perspectivismo, la pluralidad sabia y sencillamente enmarcada en lo elemental del escrito. Ése es el sentido. Afirmar que el protagonista es el ahogado del sueño y que él mismo se busca para cumplir el mismo es tan válido y tan incompleto como apuntar cualquier otra teoría que se crea definitiva, concluida. Lo que es claro es que la Muerte busca irremediablemente al protagonista a mordiscos, a empujones, con desesperación, inundándolo todo de una triste monocromía; la Nada lo ahoga todo; peor que el odio es el hastío, el tedio. El protagonista posee una clara conciencia de que habla solo —la soledad— y se muestra reacio a entender la naturalidad con que el otro —entendido como anónimo— se toma el pasar de los años y se ancla, sin más, con estoicismo, en el presente. El Tiempo, que inunda el Relato, no el tiempo sucesivo y cronológico, el que se experimenta cada día, sino el Tiempo entero, integral, pleno. Y en ese Todo no hay diferencia ni repetición de los acontecimientos, sino simultaneidad. Todo es concomitante; no hay pasado ni futuro. El Tiempo tal como se experimenta en nuestro mundo actúa como marco, como ley física que nos impide descubrir otras realidades. Cortázar borra los límites de este marco, que encorseta, limita y falsea la realidad. Debemos mirar a nuestro alrededor con los ojos del alma, con la certeza de que esta vida y todas las vidas paralelas y posibles que podíamos haber vivido mueren, porque el tiempo es finito dentro de su infinitud; porque el tiempo es cíclico. Todo lo que justifica la existencia de algo puede contrarrestarse con la misma cantidad de razones que justifican su inexistencia. Si hay infinidad de posibilidades de que el protagonista del Relato exista y esté vivo, también hay infinidad de posibilidades de que no haya existido nunca o de que esté muerto. Desechemos, por tanto, una interpretación definitiva a las letras de Cortázar; la verdadera verdad es siempre inverosímil, ¿lo sabía? Para hacer verosímil la verdad, es imprescindible añadirle un poco de mentira. Es lo que los hombres han hecho siempre (F. Dostoievsky, Los poseídos). Es evidente que Julio Cortázar ha sabido aunar a la perfección toda una serie de motivos que para nada adolecen del misterio y la intriga que, finalmente, rezuma su Relato. Es clara así la simbología del vago sendero, andar descalzo sobre el río, la luna llena y, por supuesto, el gato. Todos ellos, de indiscutible tradición literaria, sin olvidar el tópico que liga la embriaguez del alcohol a la producción literaria —recordemos las alabanzas que realizaban, en este sentido, autores tan dispares como Quevedo, Bryce Echenique o Fernando Arrabal, por nombrar sólo a unos cuantos y salvando las distancias—: después la lancha te trae con un paquete de libros y botellas. Neruda, Borges, Baudelaire, Lewis Carroll, Poe o Alberti son sólo algunos de los autores que han utilizado la sibilina figura del gato en sus escritos con diversos fines. En la actualidad, es protagonista de obras de Stephen King, Clive Barrer o Antonio Burgos, ya en nuestro panorama literario en Gatos sin fronteras y Alegatos de los gatos. Relatos con retratos de los gatos literarios. Los simbolistas y parnasianistas franceses pintaron muchos; lo plasma Federico García Lorca en su “Canción novísima de los gatos” (1986): Francia admira a los gatos. Verlaine fue casi un gato feo y semicatólico, huraño y juguetón, que mayaba celeste a una luna invisible, lamido (?) por las moscas y quemado de alcohol. Francia quiere a los gatos como España al torero. Como Rusia a la noche, como China al dragón. El gato es inquietante, no es de este mundo. Tiene el enorme prestigio de haber sido ya Dios. El gato participa de los rotundos binomios del relato de Cortázar, pues en su figura se conjugan (siguiendo a Lorca en Ídem): [...] languidez femenina y vibrar de varón, un espíritu raro de inocencia y lujuria, vejez y juventud casadas con amor. Sin duda, hasta Cortázar —como hasta Borges, Kafka, Dostoievsky o Baudelaire— ha llegado la impronta de E. A. Poe (1809-1849). Nuestro autor tradujo magistralmente la prosa del estadounidense; hecho que, sin duda, tuvo repercusión en algunas de sus obras posteriores. Dice el protagonista del relato: [...] Nos mirabas desde fuera, y ya entonces aprendí a admirar en vos las cualidades de los gatos [...]. El gato entraña la libertad, el enigma, la elegancia y la cadencia; es encarnación del diablo, del dios, del demiurgo. Sentencia, esta última, factiblemente aplicable al Relato en su conjunto. El empirismo, la clandestinidad, las luces y las sombras, la inmortalidad, la identificación de la última máscara de identidad con la máscara sin rostro, es decir, la Muerte conforman junto a otros elementos un perfecto engranaje, cuyo arquitecto y artista principal —Julio Cortázar— junto con sus escritos merece con creces que les sean devueltas las palabras que él mismo dedicó a Poe, cuando se hallaba traduciendo sus cuentos y narraciones: [...] Un cuento es un organismo, un ser que respira y late [...]. Intentar, así, descifrar de manera absoluta y hermética el Relato de nuestro autor, supondría, sin duda, una cruel defenestración de aquellos elementos que se encuentran más allá de la orilla del río, de los juncos y los cañaverales, más allá de lo que nuestra limitada visión de humanos puede alcanzar a comprender. ** Silvia Alcaide Baena silvana.00@hotmail.com Investigadora española. Es licenciada en filología hispánica por la Universidad de Córdoba (http://www.uco.es). Actualmente imparte clases de lengua castellana y literatura en el IES Mencía López de Haro (http://www.iesmencialopezdeharo.es), en Doña Mencía, Córdoba. Desde que comenzó su actividad docente ha realizado diversas actividades de formación, todas ellas enfocadas a la enseñanza secundaria obligatoria y a la etapa de bachillerato así como a la formación del profesorado. Ha participado en diversos grupos de trabajo, programas y proyectos educativos. Textos suyos han aparecido en la revista Realidad Literal (http://www.realidadliteral.net). ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Las hijas del espino (extractos) Lucía Estrada *** El otro lado del porche María Virginia Ocando *** Poemas Adalberto Guerra *** Gabriela Susana Arroyo-Furphy *** Poemas Rafaela Pinto *** La primera Cristina Pérez-Cordón *** Poemas Karla Preciado Mendoza *** Gharbanzo Lester Giovanni Oliveros Ramírez *** Tiempos de guerra (extractos) Antonio Mora Vélez *** El diezmo Enrique Vásquez Valladares *** Poemas Ana María Veas González *** Cuentos Alejandro Sebastiani Verlezza *** En la distancia (extractos) Miguel Crispín Sotomayor *** A cualquier madre podría pasarle Jéssica de la Portilla Montaño *** Picado contrapicado Rolando Revagliatti *** El regalo José-Carlos Nazario === Las hijas del espino (extractos) Lucía Estrada =================== *** Yocasta Si preguntaras a la Piedra respondería con tu nombre: el propio corazón es el oráculo. *** María Egipciaca I Una piedra guarda los nombres de la piedra tú estás entre los más altos quien mire atento los cristales bajo el musgo no encontraría la noche más larga aparta otra vez el brillo ofrece el negro de los subterráneos el crujir de las retortas enciende un fuego que dure lo que los elementos y ayúdame a comprender de este lado de la llama por qué el pájaro ya es fuego cuando atraviesa el humo tiéndeme al lado de tu espera noche a noche seguiré el recorrido de tu pupila hasta el alba. II Soy en otros cuerpos me diluyo pacientes sus manos me construyen como tejiéndose a sí mismas perpendiculares fabulosas por las que resbala un oro líquido altas torres mis ojos en la oscuridad esperando acontecer entrar en lo desconocido es hilar un poco en la rueca de los acercamientos. *** Djuna Pregunto por el sueño y en respuesta lentos animales de la noche rodean mi casa. *** Luisa Ackermann Dibuja sobre mí un pez cúbrelo de agua hasta que desaparezca siembra en mi lugar un fresno derríbalo con tu hacha instituye bajo mi lengua un alfabeto sagrado que en él se reconozcan los hijos del mar y del aire ordénales después el olvido nunca fui la mano que se abre y muestra las líneas de su destino mi alma es el puño cerrado la aldea desierta el paraíso tras la caída de todos los ángeles escribo para merecerlo. *** Alma Mahler Yo también lo prefiero. Es más bella la mano al pulsar una cuerda invisible. Cuando duermes, reaparecen las tres mil sombras de tus dedos tejiendo filigranas en el oscuro cuello del dragón. Te miro inquieta sin atreverme a respirar. Es la hora más alta del doble vuelo nocturno. Escribo en la seda de tus párpados mi temor de perderle, de que huya como un gato por los techos, de que salte y reviente la cuerda de todas las campanas del mundo, de que se despeñe con el sonido metálico de un arcángel en el centro mismo de la orquesta. Yo también lo prefiero cóncavo y oscuro. La clave blanca y negra de todo cuanto existe se advierte en su sinfonía de agujas. *** Cosima Wagner Ofreceré mis ojos al paso de la yegua nocturna, ofreceré mi fiebre, el arco de la medianoche; porque tú estás al fondo, porque es tu imagen la que se oculta bajo el yelmo. Una danza mortal en el vientre blanco de los sonidos que se cruzan. Somos ángeles enraizados allí donde nadie sueña. La casa está vacía y el oído. Puedes entrar a galope en el reino de los timbales y las flautas. Puedo morir para que la música siga en ascenso. *** Clara Westhoff Qué cercanas y distintas las hojas de un mismo árbol. Crecen silenciosas en la contemplación de sí, de sus bordes, en el trabajo minucioso del insecto que las hiere. Apenas unidas por un hilo de savia a la corteza del mundo, a su naturaleza vegetal. El viento las obliga a inclinarse sobre su propia sombra y en el misterio único de ser Sauce o Avellano, se adhieren, se compenetran sin perturbarse. Así, recibirán a un tiempo su gota de lluvia, el beso ígneo del verano. Caerán también bajo la misma luz, rodearán como sílabas diversas de un mismo alfabeto la profundidad de las raíces, la grieta oscura del tronco que las vio levantarse y permanecer. ** Lucía Estrada lucia_estrada_z@yahoo.com Poeta colombiana (Medellín, 1980). Ha publicado los poemarios Fuegos nocturnos (Medellín, 1997), Noche líquida (Colección del Ministerio de Cultura, http://www.mcjdcr.go.cr; San José de Costa Rica, 2000), Maiastra (El Tambor Arlequín, Medellín, 2004), Las hijas del espino (Premio de Poesía Ciudad de Medellín 2005; Cobalto Ediciones, Medellín, 2006; Hombre Nuevo Editores, http://www.hombrenuevoeditores.com, 2008), El ojo de Circe (antología; Colección Universidad Externado de Colombia, http://portal.uexternado.edu.co, y revista El Malpensante, http://www.elmalpensante.com, 2006) y El círculo de la memoria (antología, Lustra Editores; Lima, Perú, 2008). Textos suyos han aparecido también en varias antologías y publicaciones de Colombia y el exterior como Seis voces celestes; antología de poetas latinoamericanas (España, 2004), Punto de partida; doce poetas colombianos (Universidad Nacional Autónoma de México, Unam, http://www.unam.mx, 2007), Palabras de agua; antología poética (Colombia, 2002) y Ellas escriben en Medellín; antología (Secretaría de Cultura de la Alcaldía de Medellín, http://www.medellin.gov.co, Colombia, 2008), así como en las revistas literarias Luvina (México), Fronteras (Costa Rica), Línea Imaginaria (Ecuador), Alhucema (http://perso.wanadoo.es/emoball/alhucema, España), Eskéletra (Ecuador), Poetry International (http://www.poetryinternational.org), Revista Casa Silva (http://www.casadepoesiasilva.com/revistaindice.htm), Prometeo (http://abbrr.com/6nl), Revista Universidad de Antioquia (http://www.editorialudea.com/revistaudea.html), Luna de Locos (http://www.lunadelocoselfestival.org/revista), Clave (http://www.revistadepoesiaclave.com), Mascaluna, Hojas Sueltas, Luna Nueva, Golpe de Dados, Punto Seguido y El Libro de las Celebraciones (Colombia). Poemas suyos han sido publicados en varias antologías virtuales de México, Argentina, Brasil, España y Estados Unidos, y han sido parcialmente traducidos al inglés, francés, italiano y alemán. Ha participado en diversos encuentros literarios en Colombia y en el exterior, como el Festival de Poesía de Berlín (Alemania), VIII y XVI Festival Internacional de Poesía de Medellín (http://www.festivaldepoesiademedellin.org), Encuentro de Poetas del Mundo Latino (México), IV Festival Internacional de Poesía Eskéletra (Ecuador), III Festival de Poesía de El Salvador y Festival Internacional de Poesía de Costa Rica (http://www.festivaldepoesiacr.com). Durante cinco años fue parte de la organización del Festival de Medellín. Actualmente hace parte del comité editorial de la revista literaria Alhucema (Granada, España). === El otro lado del porche María Virginia Ocando ==================== Hoy sale Charly de la cárcel y yo he venido a buscarlo. Desde las diez y media de la mañana me tienen esperando en esta sala oscura de mala muerte viendo pasar reos que me piropean, que me miran con lujuria, otros con melancolía y otros que simplemente se preguntan qué rayos hace aquí una chica como yo. Resulta que la hora de salida oficial es a las dos de la tarde y como Sabaneta está tan lejos de la ciudad, no pienso devolverme a casa y regresar luego. Además, es Charly quien va a salir hoy. Han pasado exactamente tres años desde que está metido aquí y en esos tres años no he dejado de venir a visitarlo al menos una vez por mes. La última vez que vine, el celador de su ala me quiso entrevistar. Sabe quién soy y que vengo a menudo. Quiso saber, a manera de reafirmación, si yo había notado algún cambio en Charly en todo este tiempo. Naturalmente, le dije que sí. Le conté que en cada visita yo le traía libros especiales; esos libros especiales lo eran tales porque hablaban de espiritualidad y filosofía. “Le traje todo desde Sócrates hasta Charles Manson, Dalai Lama, Nietzsche, Dostoievski, Camus, algo de Bukowski, hey y hasta Paulo Coelho también porque, sabe, uno no es nadie para decir dónde una persona va a ver el camino. Eso sí; la Biblia no. Me contó que aquí tenían montones de personas que venían a evangelizarlos”. El celador asintió; quiso saber quién rayos era Charles Manson pero yo pensé que sería mejor cambiar de tema. Para ser sincera, en todo este tiempo, los cambios que vi en él pudieron haberle pasado igual fuera de la celda que dentro de ella, pero no quise decir nada que comprometiera su salida. El custodio me dijo que era reconfortante oírlo puesto que se acercaba la fecha de partida y un poco de cosas más sobre su mamá que había dejado de venir a verlo y cosas de esas que ya yo sabía y no me tenía que contar. Cuando salí y me fui a casa sentía algo como un hueco en el pecho como siempre que sales de visitar una cárcel, supongo, al ver tanta gente que se equivocó en una cosa o dos y están metidos por más de veinte años. A veces ni siquiera fue su culpa, pero el sistema no funciona de la mejor manera. Siempre piensas un poco en lo mal que está que haya gente allá afuera que cometió los mismos errores y anda en BMWs presumiendo por la calle, porque nadie les dijo que lo que hicieron estaba mal, o porque fueron un poco más listos a la hora de esconder sus fechorías. A pesar de eso, también sentía emoción por la salida de Charly en una semana. De regreso en la ciudad nadie quería saber mucho de él. Tres años fueron suficientes. Habían dicho que jamás podrían olvidarlo pero en tres años se las habían ingeniado para esfumar el recuerdo. Lo que pasa es que toda esta gente en realidad tiene lo que supongo es un buen motivo para no querer verle más la cara a Charles. Les cuento. Él nunca fue lo que diríamos un borracho o un drogadicto ni nada por el estilo; bebía de vez en cuando, fumaba otras veces, incluso podía aparentar ser un tipo bastante normal si lo mirabas desde afuera. Nosotros todos le queríamos muchísimo; era algo parecido a nuestro papá, todos lo admirábamos y respetábamos. Nadie se iba de viaje cuando él predecía lluvia, nadie tocaba a las chicas que le gustaban a pesar de que él diera luz verde y nadie se quedaba hasta más tarde cuando en las madrugadas pateando las calles, Charly decía “creo que ya es hora de irnos, nada bueno pasa después de las cuatro”. Una de las razones de que esto fuera así era su carácter: era fuerte, quiero decir, muy fuerte, severo en sus juicios, ese tipo de hombre. No era del tipo que armaba pleitos en cualquier sitio pero sí de aquel que si sabía que le habías traicionado, estabas muerto para él. Ese tipo de hombre que uno nunca termina de conocer y que se va de una fiesta en la mejor parte porque una canción lo ha puesto sentimental. Pasaba el año fastidiándote como un animalito cínico y en Navidad te decía que te quería. Cuando todos te sacaban una moneda de la oreja, él te sacaba un pedazo de queso. Era impredecible y esa cualidad realmente se hizo sentir una noche. Estábamos en uno de los bares de costumbre, reunidos por el cumpleaños de una amiga a la que no veíamos hacía algo como medio año, hablando y actualizándonos, alrededor de quince de nosotros, esperando aún por él. Lo esperamos algo así como hasta medianoche cuando por fin llegó volando completamente, contándonos sobre un tipo al que había visto en la tele y que le había hecho entender un montón de cosas y qué no. Un rato después de que hubo llegado, hablando y mirando en cualquier dirección, nos dimos cuenta que hacía unos minutos que no lo veíamos. Lo encontramos discutiendo muy fuertemente con un tipo en la otra mesa, un tal Tony al que conocía de hace tiempo, y la escena no se veía bonita. Comenzó a gritar; nos asustamos. Se levantó de la mesa y caminó hacia fuera bruscamente, molesto; regresó y tumbó la mesa de aquel tipo de un golpe. El tipo no hacía NADA. Nadie entendía qué pasaba; la chica del bar no sabía qué hacer y le gritaba que por favor saliera, que se fuera y se calmara en algún otro lugar. Charles gritó que se podía calmar allí dentro y le agarró la cara a la chica dejándole la mandíbula a un paso de dislocada. El novio de nuestra amiga le pidió llevarlo a su casa y entonces le saltó a este tipo también. El resto de mis amigos buscaron instintivamente resguardarlo pero no lo lograron y la pelea fue horrible en un abrir y cerrar de ojos, todo el bar estaba de un lado protegiendo a un tipo que casi ni conocíamos, de Charly, a quien conocíamos desde lo que nosotros llamábamos toda la vida. Claro que no lo lograron porque a esta altura ya el tipo estaba maldiciendo y listo para estallarle la cabeza a Charles y no hubo nada que nadie pudiera hacer para detenerlos porque golpeaban a cualquiera que se le metiera en el camino. Lo único que se podía hacer era cerrar los ojos; cerrarlos y rogar que el golpe seco y certero de muerte que escuchamos no hubiera sido de Charly. Y no lo fue. Entonces olimos la sangre y alguien llamó a la policía. Homicidio involuntario; tres años, ya se saben el resto. Hubo mucho silencio por mucho tiempo, diría unos cinco meses más o menos. Mi ciudad es muy pequeña y los chismes corren como en un pueblo. Todo el mundo se enteró de lo que pasó y no había un alma que no hubiera intentado explicarse a sí misma qué ocurrió esa velada. Pero nadie daba con algún tipo de respuesta, ni siquiera yo, en mis visitas a él —que al principio las hice fugada de casa—, después de un tiempo a nadie le importó más por qué lo hizo, si saldría o no, si yo iba o no, si corríamos peligro estando allá. En sus mentes, el tipo que habían querido tanto ahora era un espectro vicioso que sólo podía venir a hacerles daño. Y yo era, de alguna manera, su cómplice. La verdad, no tienes idea de cuánta gente puede ser así hasta que lo ves pasar. Sé que no te gustará escucharlo pero la mayoría de las personas son vecinas mal pensadas: se sientan en sus porches desde que sale el sol hasta que va cayendo la tarde mirando justo a través de tu ventana, esperando verte llegar más tarde de lo usual, oírte gritar, que te despidan de tu trabajo o que tengas una amante; allí sentados matando el tiempo hasta que tú tropieces y caigas directito en sus lenguas de fuego; se relamen contigo por un rato y luego, poco a poco, como si fueras un chicle, se les desvanece tu sabor. Así también pasó con esto, sólo que el tema revivió ayer por la tarde cuando le pedí al que había sido siempre el mejor amigo de Charles, que me acompañara a buscarlo. “Oye, le encantará verte. Te juro que no le molestará que no hayas ido a verlo en este tiempo”. Obtuve un rotundo no. En realidad no le importaba que le perdonara por no visitarlo. Era sólo una más de las personas que se habían rendido con él; le había afectado de más porque no se explicaba cómo una persona a quien creía conocer tan bien —“mi mejor amigo, ¡coño!”, solía decir— pudo haber resultado ser tan distinta. Uno más, pensé y le odié por un par de segundos. Entonces me preguntó aquello. Que cómo lo hice, preguntó. “¿Cómo hice... qué?”, dije. “Ya sabes, seguir siendo su amiga, ir, mirarlo sabiendo que mató a un tipo, llevarle libros y tortitas para su cumpleaños, ir a buscarlo ahora que no sabemos qué pueda hacer afuera... ¿Cómo lo haces? ¿No te da miedo?”. Torcí un poco los labios. Ya ni siquiera me sorprendía que se comportaran así. Tal vez no valiera la pena responderle, pero igualmente lo hice: “Mira. Mira... cuando... cuando yo estaba en la universidad, yo tenía un profesor a quien, el primer día que entramos a clases, odiamos casi instantáneamente. Resultó que le tocó dar una de mis materias favoritas, que era literatura, así que de una manera u otra le agarré cariño al tipo. Nos veíamos en los pasillos, nos saludábamos y eso. En clases él hacía chistes odiosos y yo me reía; yo los hacía y él se reía. Supongo que él veía que yo no me frenaba de decir lo que pensaba sólo porque él pudiera bajarme la nota. No es que fuéramos íntimos amigos pero había confianza. Pero... cuando la gente salía mal en los exámenes, era lo peor. Nos gritaba a todos —dije. Decía que nadie iba a pasar la materia jamás. Decía cosas como que de todo el salón solamente un par de personas de verdad merecían estar allí y el resto podía irse al diablo. El tipo se portaba como un cretino y la gente salía de la clase malhumorada y decidida a dejar de estudiar por siempre, a no presentar más exámenes y eso. Salían a ensuciarle la reputación con los alumnos menores. Yo no. Jamás lo hice. Cuando me preguntaban qué pensaba de mi querido profe, con todas aquellas pruebas en la mano, yo sólo los miraba y les decía... ‘Yo sólo sé que ninguna parte de ese sermón fue conmigo. Él cuenta chistes conmigo’. Ellos creerían que eso no duraría mucho; yo simplemente asumía ser una de las personas de ese par que él decía valía la pena”. “...Esa ...esa noche que Charly... que se volvió loco —seguí—, no lo hizo conmigo. Es decir, toda esa rabia y esa locura no tenían nada que ver conmigo. Ya lo he pensado mucho y también le di vueltas a lo que debes estar pensando, eso de que fácilmente un día la agarrará conmigo”. “¡Eso!”, interrumpió, “debe darte miedo que un día coja una rabia y la pague contigo. ¡Te puede golpear, no sabes lo que puede pasar!”, dijo, casi feliz. “Pero ves... hmmm... yo... simplemente no lo creo. No concibo que eso suceda. Y no me parece que sea cuestión de ser ingenua tampoco, digo, yo lo conocí por un montón de años antes del incidente y era mi amigo. Y después de eso... jamás vi por qué no debía seguir siéndolo. No sé si me entiendes: de alguna manera, sencillamente sé que si Charles vuelve a reventarle la cabeza a alguien contra una mesa, no será la mía”. Así le dije. Él me miraba con cara de que ni yo misma podía creerme eso que me salía de la boca pero, saben, ahora que lo cuento tiene aun más sentido que cuando lo dije. Lo he estado pensando por un rato mientras espero que sea la hora, dándole vueltas y cada vez estoy más convencida de ello. Ahora faltan sólo unos veinte minutos para las 2 y después de todo este rato acá sentada, estoy pensando que en vez de quedarme aquí, prefiero ir a esperar a Charly a la acera del frente. Sólo para ver qué cara pone al pensar que ha salido y no estoy aquí. Y luego ya le gritaré para que me vea: “¡Hey, Charles!”. Hey, Charles, después de toda esta mierda... ¿de verdad creías que no iba a estar? ** María Virginia Ocando mari_condosi@hotmail.com Escritora venezolana (Maracaibo, Zulia, 1987). Estudiante de educación en idiomas modernos en la Universidad del Zulia (LUZ, http://www.luz.edu.ve), paralelamente a periodismo impreso en la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe, http://www.urbe.edu). Publicó el texto “Entiendan, caballeros” en la revista electrónica Rapsoda Magazine (http://www.rapsoda.com.ve/revista_rapsoda.swf, 2008) y obtuvo el 2º lugar en el I Concurso “La Grapa Literaria” de la Escuela de Letras de LUZ, con el cuento “Logramos salvar a todos”. Algunos trabajos de su narrativa corta también están presentados en el blog Cotidianidades (http://ratherunsettling.blogspot.com). === Poemas Adalberto Guerra ========================================== *** En temporada de la muerte de mi madre Yo tenía los ojos en esa foto de niño como los ojos vidriosos de un toro entristecido, como solo en la tierra tenía yo los ojos en esa foto en la que mi madre clavó dos alfileres con la finísima delicadeza de una campesina; que queriendo huir se quedó allí cuidando mi alma tanto tiempo que envejeció sin cambiar sus prendas interiores, como un animal atado a un árbol envejeció mi madre, yo la miraba con los ojos vidriosos de haber llorado mucho, sola como una baliza olvidada en medio de las aguas. Yo le tejí un vestido oscuro para su viudez y lloré con ella sin saber a quién por los muertos de la casa, en la casa donde no había muerto gente alguna, yo le leí Job Treinta y ella tornó su cara hacia la luz y se fue yendo como una niña de regreso a casa con los ojos vidriosos de haber llorado mucho. Yo he llorado a mi madre y ciertamente he llorado al que tuvo un día duro por igual, una vida dura, le he llorado públicamente como un hombre, como un hijo enfermo, mas ella andaba como buscando alguien o algo olvidado en la vasta región de su memoria, no me miró, no me maldijo o dijo nada y entró riendo para siempre en los cuartos interiores de la muerte. *** Volviendo de la guerra Estoy volviendo de la guerra como quien vuelve del polvo a su antigua armadura de hombre, no reconozco la ciudad que me aguarda, si alguna vez fue mi ciudad este laberinto, y cabía en mi bolsillo como una llave el secreto de sus grandes puertas. Yo fui a la guerra y de buen guerrero puse mi rostro mas he vuelto hoy ciego y desnudo a ser quien antes fuera, he vuelto como quien busca dónde acomodar en paz su frente y ya no hay sitio, la ciudad danza en su demencia y yo he olvidado el secreto de sus grandes puertas. Los que no fueron a la guerra hicieron la paz en sus cabezas y enterraron las tablas en que escribían extensos manuscritos, acerca de hambre o acerca de Dios que según las tablas estaba en todas partes. Los que no fueron a la guerra mal inventaron la historia e hicieron muros para que no volvieran las noticias porque era un bochorno la guerra y lo contrario y en pavorosas llamas quemaron los intranquilos ángeles de la mente para no pensar en el mármol y en la sagrada tristeza de la ciudad que habían fundado bajo pretexto. Esta es la ciudad a la que he vuelto como quien busca dónde acomodar su frente y ya no hay sitio, la ciudad danza en su demencia, los que vuelven de la guerra han olvidado el secreto de sus puertas, y yo estoy volviendo del polvo a mi antigua armadura de hombre, no reconozco sus templos convertidos en abrevaderos de bestias, sus vírgenes que vinieron a ser como cántaros al borde de la fuente para apaciguar la sed de los viajeros, no sé si es esta mi ciudad la que ahora como una generosa madre me abre las puertas de su laberinto. *** Mi padre Contadas estaban las caras que le daría Dios para perderse entre la gente, contados los amigos, los días, las mujeres todas que le daría Dios, contado todo tan exacto que vio venir la muerte y se dejó caer sobre el cemento como un pájaro helado. *** Yo que llegué a ver temporada de mi muerte Hay una temporada en que el hombre enmudece y muere y se cava en el pecho para enterrar la lucidez un hueco, hay un tiempo en que los amados tuyos te abandonan en los manicomios y tienden a desconocerte y un tiempo en que se vuelven a la codicia, los hombres pobres codician cosas simple, la lucidez de otros o cosas simples, pero hay un tiempo en que se muere y la lucidez cesa y los amados queman tus fotos con bochorno y te entierran en el patio de sus casas por bochorno. En una temporada así viniste Tú y no te percibió mi ojo enfermo, yo era un extraño en hombros de un extraño que conducía mi cuerpo a parte alguna y no te vi yo no te vi porque los hombres en estas temporadas mueren o fingen estar sordos o se van por los puentes lamentando en un verso la oscuridad ajena. Mi madre me enviaba cartas y panecillos de su indigencia (desde otro tiempo supongo) porque me hablaba de la muerte de alguien que yo sabía muerto hacía tiempo, mi madre residía en el Estado y el Estado era anciano y los ancianos prefieren cosas simples para moldear la mente. Nunca escapó por el corredizo que unía mi casa con su casa, literalmente no había unión alguna porque los ancianos prefieren cosas simples como la soledad, yo le hacía señas, me aprestaba a correr con sus huesos, mas ella nunca abrió, o huyó de SÍ. La casa de los amados míos está en un hueco que cavaron los antepasados de mis antepasados para esconder su lucidez, que murieron y fueron enterrados por desconocidos hombres o por amados suyos en el corredizo que unía mi casa con sus casas. Los amados míos que me hacían muerto cortaron los árboles que había plantado yo hacía tiempo para marcar los límites que me pertenecían de la lucidez; mas estaba severamente enfermo en la temporada en que vino mi madre por el corredizo que unía nuestras casas y yo no abrí, no estaba yo dentro de las habitaciones que había enlucido para el recibimiento de los míos, había desorden y extraños versos que no habría escrito yo en los tiempos de la lucidez, no estoy seguro si fue realmente así porque me he visto recostado a mi madre en una foto de aquella temporada en que Dios me vio flaco y postergó mi muerte. ** Adalberto Guerra comolosojosdeuntoroentristecido@hotmail.com Poeta cubano. Actualmente reside en Estados Unidos. Ha publicado los poemarios El desierto que canta (1994) y Reunión de ausentes (1998). === Gabriela Susana Arroyo-Furphy ==================================== Gabriela y yo íbamos diario a la oficina, siempre juntos. Generalmente yo conducía y ella se encargaba de la navegación, era tan eficaz como precavida. Cuando decidimos vivir juntos ambos teníamos en mente escalar en nuestros respectivos cargos, los cuales por fortuna nunca podrían llegar a competir. Los dos hablábamos de los problemas de trabajo como si no estuviéramos en la misma empresa. La razón era sencilla, Procter & Gamble es un emporio en todo el mundo, así que mis funciones como abogado y las de Gabriela en Marketing han tenido actividades paralelas pero sin llegar a unirse, “como las vías del tren”, solíamos decir. Todo empezó cuando nos casamos tras dos años de vida en común. Decidimos afianzar nuestra unión por dar gusto a familiares y amigos, aunque la familia siempre la formaríamos sólo Gabriela y yo. Hablábamos mucho sobre la posibilidad de tener hijos y congeniamos en la gran cantidad de responsabilidades y tiempo que los hijos requieren, así que preferimos dedicarnos a nosotros mismos, a nuestra superación, a la familia y los amigos y a viajar, actividad que compartíamos con deleite sibarita. Gabriela no es lo que se dice una mujer bonita, es muy atractiva y sabe lucir sus encantos, se conoce muy bien. Alguien dijo alguna vez que era una mujer cautivadora y quizá cuando escuché esa expresión fue que me fijé más en ella; en efecto, cautivaba a hombres y mujeres. Su seguridad, manejo del lenguaje, el suave movimiento de sus manos, sus historias siempre con una suerte de sentencias morales, míticas o a veces inventadas agradaban a quienes la escuchaban. Quizá por eso su éxito en mercadotecnia era rotundo. Todo empezó, decía, cuando nos casamos. Visitábamos tiendas de muebles para decorar nuestro departamento con el gusto de los dos, aunque secretamente yo confiaba en ella por sus ideas radiantes; pero yo no me quedaba atrás, nunca me gustó ser el hombre silente detrás de la exitosa dama, sino un contendiente de batallas, para mí era importante apoyar y respetar a la mujer de mi vida pero también lo era conservar mi gusto y mi espacio. Gabriela y yo decidimos dedicar los jueves a los amigos propios, yo iba a jugar squash con Pablo, Giancarlo y Marco Antonio, y luego cenábamos y terminábamos la reunión en un agradable bar escuchando jazz. A Gabriela casi no le gustaba el jazz, mujer moderna a ultranza, prefería la música que ella misma llamaba “alternativa”, así que tenía álbumes de Korn o Chemical Brothers, Wagner o Mozart, Lola Beltrán o Luz Casal. Esos jueves, Gabriela veía a sus amigas de la infancia con quienes estudiara en el Colegio Santa Sofía, iban al gimnasio, al cine, a cenar y al final pasaban la velada en la casa de una de ellas; algunas veces las encontraba en nuestro departamento al llegar del encuentro jazzístico. Dos meses después de casarnos, Gabriela asistió a un curso de automaquillaje facial, decía que era importante para “sacarse partido” a lo que llamaría sus áreas de oportunidad. Llegó a casa verdaderamente hermosa, parecía actriz de cine, le pregunté si se había hecho una microcirugía o algo así y me respondió con ese gesto que nunca podré olvidar: “Claro que no, soy la misma pero mejorada”. Desde ese día empleaba más tiempo del normal en su cuidado personal, iba y venía del baño varias veces en un breve lapso, cuidaba el contorno de sus labios, la delicada línea oscura en sus párpados, lo hacía aun cuando estábamos solos en casa viendo una película o leyendo. Un día le dije que me parecía un poco exagerado tanto cuidado, que no necesitaba toda esa parafernalia, desde entonces empezó a cambiar realmente. A la semana siguiente apareció con un corte de pelo muy audaz, adujo que no quería pasar horas peinándose y decidió no maquillarse. Yo no sabía qué decirle pues si criticaba este nuevo “look” quizá ella lo tomaría a mal, no lograba manejar un término medio en su apariencia, un balance; así que la aceptaba tal cual, y ella a mí pues siempre decía que estaba orgullosa de su marido. Y con franca modestia puedo decir que mi trabajo era impecable, poco a poco obtuve más y mejores oportunidades, “retos”, como decían en P & G y llegué a ser el abogado “junior” más prominente. Otro día, Gabriela llegó tarde y no era jueves, no quise preguntarle o incomodarla pues sabía que su carácter —indomable de nacimiento— podía revertirse. La noté entonces callada, pensativa. A la mañana siguiente, entre risas y devaneos, le dije que quizá se había adelantado el jueves en su agenda, lo dije riendo, ella sonrió y no dijo nada. En otra ocasión —y he aquí el desastre— miré de reojo que Laura sonreía mientras yo conducía a la oficina; le pregunté: “¿Cómo está el tráfico, copiloto estrella?”, pero ella no contestó, sonrió con cierta malicia y noté que su mirada se dirigía a un Audi rojo que conducía una mujer con gran pericia. Éste fue el principio. Alcanzaba a mirar cómo Gabriela, mi Gabriela, sonreía con gran seducción a los conductores o las conductoras de otros autos mientras nos dirigíamos a Procter. Varias semanas después colocaron un letrero en los aseos de todos los pisos en los que se decía que “cualquier acto de baja calidad moral sería turnado a las autoridades”. Yo me dirigí al departamento que emitió dicho comunicado, pues soy uno de los encargados de las leyes de la empresa. Cuando llegué al departamento de publicaciones internas me di cuenta de que algunos de los que se encontraban ahí se miraron entre sí. El jefe de las publicaciones me llevó a un cubículo, me explicó que “hubo un incidente” en los baños de las mujeres del quinto piso y que a causa de las quejas, les habían pedido a ellos que hicieran público que los empleados debían seguir ciertas normas morales en bien de la empresa. Como parte del aparato legal, pregunté qué tipo de “incidente”. Y entonces el jefe en turno me dijo que alguien de limpieza había encontrado a dos mujeres besándose en el sanitario. Llevé la noticia a casa. Mi mujer observaba su plato lleno de ensalada y poca carne pues seguía una dieta casi estrictamente vegetariana. La miré con cuidado. En realidad amaba su rostro, sus ojos —enormes y oscuros—, la suavidad de su piel, sus manos. Le pregunté si algo le incomodaba y me dijo: “No, nada, pero qué más te dijeron”. Su pregunta fue como una afirmación. No me miraba, miraba el plato y con el tenedor removía las alcachofas y las lechugas. “No hubo nada más, querida”, le dije. Gabriela casi no hablaba. Salíamos de la oficina y me decía que debía regresar pues tenía trabajo pendiente, que pediría un taxi, a veces conducía su propio auto, un Mini azul que usábamos poco. Yo respetaba sus decisiones. La semana siguiente al incidente del quinto piso me preguntó si me incomodaría regresar solo de la oficina el jueves, que había hecho “arreglos” con las amigas para verse más temprano y terminar más tarde. “Por supuesto que no”, le dije. Pero no fui al squash ni al jazz ni a la cena; me quedé en casa, pedí una pizza, vi la TV y esperé a mi esposa. Llegó a las 2 de la mañana, yo estaba dormido con un vaso de bourbon en la mano a punto de derramar al suelo la última gota. Gabriela lo sustrajo de mi mano con suavidad y me susurró al oído: “Es tarde, querido, mañana tenemos que trabajar, vamos a la cama”. Yo, como un niño, me dejé llevar. A la mañana siguiente, ella, con su nuevo “look” de hermafrodita, me miró retadora: “Un día más, cariño”, y peinó mi cabello con su mano en esa forma que solamente ella lo hiciera. Le tomé el antebrazo, la miré con fuerza y le dije: “No juegues con fuego, Gabriela, ¿qué traes entre manos?”. —Nada —dijo ella con temor. —Algo está pasando entre nosotros y no me gusta —le dije directo. —¿De qué hablas, Lorenzo? —Sea lo que sea no me gusta. Es mejor que me hables claro. Recuerda que no hay razón para ocultarnos nada. Días después llegó a casa tarde pues había tenido una junta importante. Al preguntarle los detalles ella cambió el tema, sonrió con esa sonrisa provocativa y me invitó a jugar dominó. Yo sabía que había algunos temas del trabajo que no discutíamos, que finalmente éramos dueños de nuestra propia intimidad. Gabriela ya no se maquillaba, usaba un poco de carmín en los labios y quizá máscara en las densas pestañas, nada más. Dejaba su pelo al descuido, corto, muy corto, sin forma, decía que así se sentía cómoda y libre. Un día antes de que ocurriera la catástrofe, Gabriela, mi Gabriela, mi copiloto, sonreía por el espejo retrovisor cuando nos dirigíamos a la oficina. Pensé que coqueteaba con alguien, solía hacerlo sin darse cuenta. Miré por el espejo, sólo por curiosidad, y era una mujer quien sonreía a mi esposa. No dije nada, la miré y apreté su mano con suavidad, ella me miró displicente y alejó su mano de la mía. Al día siguiente, jueves, intenté reunirme con los amigos del squash. Giancarlo había cancelado las tres últimas semanas y Marco Antonio mandó a su mujer al teléfono para decir que tendrían visitas inesperadas de Chicago. Como sólo quedamos Pablo y yo, le sugerí que cenáramos temprano y fuésemos al jazz, de esa manera nos saltaríamos el squash y podríamos conversar con mayor intimidad. Pablo estaba tenso. Le pregunté si tenía problemas en el trabajo, compartía el departamento de compras con Giancarlo, todos de Procter. Su mirada esquivaba la mía. Salimos del restaurante de los jueves, noté que casi no comió y no quise insistir en mis preguntas sobre su salud o estado de ánimo. En el bar del jazz tomó rápidamente un vodka, y otro, y otro. Finalmente, se armó de coraje y me dijo: —Alguien tiene que decírtelo, Lorenzo. —¿Decirme qué?, ¿de qué hablas Pablo?, no entiendo nada. —Pues es mejor que trates de entender —y respiró profundo—. Gabriela está en problemas. Quieres que te diga yo lo sucedido o prefieres investigarlo por ti mismo. Sentí que algo helado recorría por mis venas. Mi Gabriela en boca de todos. ¿Qué habría pasado? Solamente alcancé a preguntarle a Pablo: —Es el gerente de compras, ¿verdad? —No —dijo mi amigo secamente. No quise saber más. Llegué a casa inmediatamente. Revisé los cajones de mi esposa, su agenda, sus bolsos. Nada. No había ninguna pista. Me preparé un bourbon, encendí el estéreo y puse el relajante jazz con la voz de Billie Holiday. A la tercera pieza, escuché el auto de Gabriela y apagué la música. Creo que me había servido el tercer bourbon. La puerta se abrió con sigilo y alguien canturreando. —Ah, estás aquí, me ganaste. ¿Qué tal..? —No sigas, Gabriela —la interrumpí. Mi esposa notó mi pesada mirada. Vacilante llegó hasta la sala y se sentó. Yo, aún amable, le preparé un vodka tónic, su bebida preferida. —Estoy dispuesto a escucharte —dije en seco. —¿Quién te lo ha contado?, ¿Pablo? —Sí, ¿cómo lo sabes? —Él nos vio alguna vez. Sentí que todo giraba a mi alrededor. Vivíamos en el piso 34. Imaginé que había un terremoto y nuestro edificio se colapsaba. —¿Quién es? —¿No te lo dijo? —me preguntó con asombro. Me quedé callado mirando sus pies, estaba helado—. No había besado a una mujer... —vio mis ojos enormes saturados de angustia. Me quedé sin habla— ...desde hacía muchos años —continuó con la descarga emocional de quien ha estado conteniendo el aliento por mucho tiempo—. Laura siempre me había atraído desde que tomamos el curso de automaquillaje juntas, la invité a las reuniones de los jueves, nos empezamos a volver íntimas... bla, bla, bla... —ya no escuché más. Luego de un silencio, me dijo: —Pensé que tú lo habías notado cuando nos sonreíamos por el espejo al llegar a la oficina. —¿El Audi rojo? —dije tontamente. —Lo siento —asintió. Me sentí como un niño burlado por sus amigos, timado, el único que no sabía la verdad, todo Procter conocía el suceso. Las dos mujeres besándose en el baño. No sabía si reclamarle lo que había pasado, si preguntarle por qué no me lo había dicho antes, o si enfurecerme por haber aceptado hacer el amor conmigo la noche anterior. Me levanté como si mi cuerpo fuera una pesada mole, dejé el bourbon sobre la mesa, tropecé con el tapete y salí a caminar. Me preguntaba si mi mujer era mi mujer o era la mujer de otra mujer, si ya no me amaba, si yo ya no la amaba. Todo Procter sabía lo sucedido menos yo. Recuerdo la sonrisa del gerente de compras. ¿Qué haría yo ahora? Quizá sería bueno pedir mi traslado a otra ciudad o a otro país, ¿qué tal Suecia?, o Siberia, tal vez Macedonia... Empecé a hacer bromas conmigo mismo. Un viaje resolvería nuestros problemas. Invitaría a Gabriela al Ice Hotel, adonde siempre había querido ir y yo no porque prefiero las playas... no, realmente todo estaba terminado. Llegué a casa tras cuatro horas de andar divagando. Me dormí en el sofá con otro bourbon en la mano. Al día siguiente me reporté enfermo, estuve enfermo varios días. Gabriela recogió sus cosas, me dejó una nota de despedida, se mudaba con Laura. Luego, tras varios meses, me pediría el divorcio. De todo esto hace ya un año. Ahora he empezado una vida nueva, ya no trabajo en Procter, empecé mi propio despacho de abogados y hago consultorías. Ya no juego squash ni ceno los jueves con los amigos, ya no escucho jazz, ni tengo discos de Billie Holiday, ya no vivo en un piso tan alto, no sea que aquellas costumbres me den mala suerte. ** Susana Arroyo-Furphy ana@radtronics.com.au Escritora mexicana. Reside en Australia. Es doctora en letras hispánicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx). Fue catedrática durante 15 años del Tecnológico de Monterrey-CEM (http://www.itesm.mx), en México; catedrática en la Facultad de Filosofía y Letras de la Unam por 13 años y profesora de cursos y seminarios de corrección de estilo en la Casa Universitaria del Libro (http://www.humanidades.unam.mx/casul), de la Unam, durante 10 años. Ha sido ponente en más de treinta congresos internacionales. Ha publicado Que nadie sepa mi sufrir. Este (no) es un libro de Semiótica (México, Porrúa, 2004), De lo que está hecha la memoria (México, Porrúa, 2001) y El Primero sueño de Sor Juana: estudio semántico y retórico (México, Unam, 1993), entre otras publicaciones. Textos suyos aparecen en las antologías La magia en tus palabras (Ediciones Andrónico, Buenos Aires, Argentina, 2007) y Escritura sin frontera (Ediciones Raíz Alternativa, Buenos Aires, Argentina, 2007), entre otras. Coordina el Proyecto Apuc (Análisis Panhispánico de los Usos de Cortesía en algunas ciudades, http://apuc-miembros.blogspot.com) con un equipo de 41 investigadores hablantes nativos de español y uno bilingüe, hablante de náhuatl, que viven en 8 países: Argentina, Australia, Bélgica, España, Estados Unidos, Suecia, Holanda y México. Es investigadora en la Universidad de Queensland (Australia). Escribe sobre cine y libros en la revista electrónica Razón y Palabra (http://www.razonypalabra.com.mx), y forma parte del comité editorial de la revista australiana Hontanar (http://www.cervantespublishing.com/hontanar.html). Escribe cuento, novela y poesía. === Poemas Rafaela Pinto ============================================= *** Otro gris Vivías en los grises desayunando gris, grisado hasta los huesos. No estabas muerto, no, pero morías inentendible, desalado, turbio. ¿Qué protocolo indica que la vida no es más, que sólo queda la materia descerebradamente empecinada en ser, soplo de frío insuficiente? ¿Loco? No, no lo sé, sí desgajado en ese yo desértico, viscoso, masticando silencios y clausuras yéndote siempre gris tras tus miserias. Me hablas desde el sótano del tiempo y yo en otro tiempo escalo celosías. *** Ha muerto Ha muerto y hace frío. Hay un silencio verde, cosa extraña. Un eco que se expande, es un cilicio para el oído alerta, temeroso. Es noche y ella ha muerto. ¿Por qué se habrán secado los jazmines? Su rostro acartonado y melancólico reposa impunemente. Resbala en las paredes la luz protocolar de lo infinito. Ha muerto sin querer, sin proponérselo —bebía a diario su ración de vida— giró entre sombras, se volvió distancia quebrándose de luna. Ha muerto sin querer, sin agendarlo. Y el viento no lo sabe... Barre despacio la quietud del día. *** Istmo lunar En un istmo lunar, impredecible, al sur del continente de esta vida y al norte de la otra, la otra vida, te veo como entonces naciendo desde el fondo de los años dramática, lustral, irremediable. Con tu rostro de raso y agua clara (el mío es de metal) sonríes, y por verte te sonrío, y nos miramos larga, largamente, con la complicidad de las mujeres. Olvido tu epitafio (la noche te entrampó con sus deberes). ¿Qué música no fuimos? ¿Qué manchas y colores se nos fueron? ¿Qué juegos no jugamos con esa, la complicidad de las mujeres? Qué lánguido ha de ser ese palacio que habitas en tu espacio de claveles. Ya viene la marea ya te lleva. Y otra vez te enamoras de la muerte. *** Ancestral Voraz y pernicioso, me miras desde el tiempo. Me miras, y no sé cómo mirarte. No pudimos sabernos, abrazarnos, concelebrar la vida y sus misterios. ¿Qué hubo entre nosotros? De a ratos un océano, de a ratos la escalera ancestral hacia el encono. No pudimos sabernos, sopesarnos. ¿Eras tabaco, vino viejo y roble? Yo era talco, jazmín y vino nuevo. Nos fue vedado penetrar el muro que abre la calle del resentimiento. Me pregunto... (no sé si no es locura indagar en la entraña del silencio) Me pregunto si acaso preguntaste por mí, por mis heridas, por mi SUEÑO. Yo anduve a los tropiezos por la vida buscando, buscándote en el viento. Te hubiera regalado en ese entonces sin guardar el secreto, el desorden que alienta mis mañanas la cintura de todos mis infiernos. Me dejaste de herencia la aventura de tus días en Austria, prisionero, engrilladas tus manos y tu alma, con los grillos de sal y de cemento. Y ese instante de lúcida demencia —cien lunas, cien lunas reventando contra el cielo— que cruzara un fusil con tu destino plantándote en el borde del Averno. Y el trueno de tu voz, que en el oído me canta aluvional Torna a Sorrento. Pirata y agorero me miras desde el tiempo. No habré de perdonarte haber vivido provocando al cielo. Cuánta hondura ¡por Dios! cuánto detrito tiene la pena de no conocernos. ** Rafaela Pinto rafaelatrm@hotmail.com Escritora y abogada argentina (Buenos Aires, 1950). Ha publicado poemas de su autoría en Liturgia Cotidiana, mensuario que la Editorial San Pablo (http://www.san-pablo.com.ar) edita y distribuye en toda Argentina y en Montevideo, Uruguay. Finalista del IV Concurso Nacional de Poesía “Macedonio Fernández” 2007 con el poemario Feroz eucaristía. Su obra ha sido difundida en Internet principalmente a través de UltraVersal (http://www.ultraversal.com), foro del que fue coadministradora durante algo más de dos años, y en la actualidad tiene a su cargo Biofragua (http://biofragua.foroactivo.com). === La primera Cristina Pérez-Cordón ================================= Se dice que come ranas, que primero les hace un pequeño corte con los dientes en la parte anterior de la cabeza. Ellas revuelven su cuerpo blandito, piden una última clemencia, aunque saben de antemano lo que les espera. Les hace una raja con los colmillos y después, con la boca rabiosa, tira del pellejo, que sale como si fuera una telilla viscosa y caliente; tira y tira hasta que deja al animal en carne viva. Escupe el tegumento y relame los restos de membrana entre sus dientes. Después, con sus largas uñas, le hace una fisura en medio de la tripa, que se abre en canal como si fuera una esponja reventada, y deja al descubierto las vísceras caldeadas, aún palpitantes entre reflejos acuosos rojos y violáceos. Una última sacudida y el animal se deja vencer por la muerte. Ella entonces descuartiza el cuerpecito baboso, le corta con sumo cuidado las patas y las echa a la piedra candente. Por las noches, antes de ir al aquelarre, danza en su gruta suntuosos bailes, se abandona al trance, deja que su cabeza venza las fuerzas de su cuello y se sacude agitando su pelo pajizo y tosco al tiempo que dice frases soeces. Parece que el organismo entero se le hubiera desencajado a juzgar por sus movimientos bruscos y repentinos. Se ríe, escupe violentas carcajadas entre frases pecaminosas y grita, se desgañita al tiempo que su cuerpo gira con los brazos alzados, sorteando movimientos soberbios e indolentes. Toma un carbón y escribe algunas frases inconexas en unos trozos de madera, deja que el trance guíe su mano y libere su mente. Bebe y bebe y bebe, y toma vete a saber qué, y se vuelve aun más loca, y se ríe, y gira, y gime. Escribe y canta rituales olvidados. Cree ver a sus ancestros, o quizá realmente los ve, y vomita más y más palabras inconscientes a través del carbón. Pierde la noción del tiempo, la estancia da vueltas y más vueltas y oye voces que parecen pegarle tortazos en plena cara que le proporcionan un gusto irremediable. Cae. Se desvanece entre sus notas en la madera, sus animales vivos y muertos, sus botellas, sus plantas, sus polvos. Se levanta por la mañana. Tiene visita. Se trata de Azahara, una niña de apenas ocho años. La pequeña está pálida, con los ojos hundidos, apagados, extinguidos; deja escapar una mirada sofocada. Su madre la sostiene en brazos. “Se muere... por Dios, Sibila, mi niña se me muere...”. Así la llaman en el pueblo, la Sibila. La niña no alcanza a decir palabra, parece que se ha rendido, pues sus labios secos y plagados de grietas ensangrentadas no parecen despedir ningún hálito vital. Sibila la desnuda, la palpa, la mira. Nota que su vientre está duro, rígido, empedrado. Al hundir su dedo venoso en la parte derecha la pequeña se agita bruscamente y lanza una especie de alarido. Un grito apagado pero insufrible, agonizante. La boca se le tuerce en una mueca doliente, los ojos se le reviran y el cuello se le queda dislocado por el dolor. Ya no tiene fuerzas para volver a componer la expresión de su cuerpo. Sibila toma un cuchillo de hierro, unos alfileres de hueso y un pequeño frasco. Ya lo ha hecho más veces. Le da a oler el contenido del frasco y la pequeña entorna los ojos, que se le quedan blancos y fríos. Queda adormecida, se abandona. Pierde su mente, su cuerpo parece muerto, permanece inmóvil, entumecida, ausente, se deja hacer. Un corte pequeño, lento, silencioso y profundo en la barriga. La sangre brota alborotada y encharca su cuerpo a modo de cinturón, desde la barriga pasando por detrás, por los riñones. Su columna vertebral es el punto de unión de los torrentes de sangre de ambos lados, y comienza un goteo de sangre continuo, constante. La madre llora desconsolada, está asustada, pero ya ha hecho lo mismo con otros y se han curado. Sibila maneja las manos venosas con suma agilidad, con potencia, casi con rudeza. Corta una tripa, la mira, la amasa con las manos y se ríe. La lanza contra la pared y se dispone a taponar la herida. La tripa queda pegada por unos instantes en la roca, vacila y por fin cae como una plasta al suelo. Un animal, quizá un zorro, la mira y la olisquea. Le da con la pata y se va. Sibila canta, hace chocar dos piedras mientras toca a la niña, le hunde las manos aquí y allá, bruscamente, con rudeza, parece estar muy segura de lo que está haciendo. Le pone un ungüento en la herida, que ya no sangra, y limpia el cuerpo de la pequeña con sus pelos enredados. Canta y reza. La niña está aún desvanecida, pero su gesto es ahora apacible, tranquilo. De pronto se oyen unos pasos tan cercanos como pesados, vibrantes, ardientes. —Rápido, es por aquí, corre, saca la espada y la cuerda —el más bajito de todos parece ser el jefe. Les hace un gesto con el brazo para que el resto avance. Los cinco hombres avanzan con pisadas fuertes que hacen retumbar los arbustos a su paso. Cada dos pasos miran hacia atrás, temerosos, como si alguien los estuviera siguiendo. El bosque de color ocre empieza a ser púrpura anaranjado por la caída del sol. Uno de ellos levanta el brazo y apunta con su uña negra y rota la entrada de la cueva. —Es ahí —escupe y se limpia la cara con el antebrazo—. Bruja apestosa, ya te tenemos. Lo dice con la boca casi cerrada, apretando sus dientes de oro. Llevan sus espadas en alto, van de dos en dos, con las espaldas pegadas, como siameses diabólicos que se separarán para la lucha. El primero de ellos dirige su pérfida mirada a la entrada de la cueva y dedica al resto una amplia sonrisa. —Es el momento de despertarla —dice Sibila con voz extremadamente apacible pero ronca—, tranquila, todo ha ido bien, está curada. Toma otro frasco de mucho menor tamaño que el que utilizó para dormirla y lo abre. —Tardará unos minutos en volver en sí —tranquiliza Sibila a la madre—, tiene que olerlo un buen rato y después volverá en sí. Tu hija ya no va a morir. Está sana, tan sólo permanece aturdida en estos momentos, pero ya está sana, créeme. De pronto levanta la mirada con gesto enfurecido, se pone a cuatro patas y lanza un espantoso rugido. Con un movimiento rápido, más propio de un animal que de una persona, toma a la niña en brazos y la coloca detrás del camastro. Da el frasco a la madre, que lo guarda dentro de sus ropas. Los cinco hombres entran en la cueva espadas en alto. Sibila rasga sus ropas y aúlla feroz. Se lanza sobre los cinco hombres mientras madre e hija huyen atormentadas. A pesar de los escupitajos, los mordiscos, los insultos, las patadas, a pesar de su putrefacto aliento, logran atarla, no sin antes hacerle algún que otro corte gratuito con las espadas, entre risas y patadas en los costados. La madre, que corría despavorida, se detiene de pronto, oculta a su hija entre unos ramajes y vuelve. No quiere que se lleven a Sibila, ella ha salvado la vida de su hija. Es una mujer rara, es cierto, no es normal, es verdad, es especial, nadie puede negarlo, pero no hace mal a nadie, muy al contrario los cura con su sabiduría, aunque otros consideran que los embruja con sus hechizos, que los hace morir y luego resucitar con sus sortilegios heréticos para poder hurgar en sus cuerpos, para poder robarles el alma. La acusan de desafiar el poder divino con sus cánticos, sus palabras, sus escritos sin sentido, de blasfemar con los movimientos danzantes de su cuerpo, de profanar mentes y de volver a traer a la vida a aquellos que Dios eligió para morir en ese instante. Nadie puede salvar una vida que Dios desea para sí. Nadie. Es una bruja hereje que merece morir quemada, debe abrasarse semejante despojo, semejante animalejo con forma de humana que trabaja para las fuerzas del lado oscuro, que reta el poder divino constantemente con su asqueroso modo de vida. De nada sirven los gritos desaforados de la madre pidiendo que la suelten, ninguno escucha sus explicaciones, nadie la cree cuando dice que Sibila ha salvado la vida de su hija. Se ríen de las dos. Uno de los hombres intenta darle un golpe en la cabeza, pero Sibila lo impide con una fortísima patada en los riñones. La madre logra huir desesperada, convencida de que ya nada puede hacer por ella. —Morirás por siempre maldita, morirás abrasada, sólo Dios decide cuándo salvar una vida. Antes de entregarla se divierten un poco con ella. Sibila ya no tiene fuerzas para impedirlo. Se deja hacer, humillada, dolida, perdida. Oye las risas y siente los golpes, los puñetazos, las patadas, las embestidas. El bajito quiere ser el importante: le da el golpe de gracia, como él dice, un golpe en la cabeza que le hace perder el sentido. La sacan arrastrándola por el pelo y le atan las manos. El otro extremo de la cuerda lo atan a uno de los caballos. Que vaya andando, a ver cuánto tiempo aguanta el ritmo del caballo. ¿Podrá ir a la velocidad del galope con sus pies? Prueban. Parece que no, la idiota no quiere usar su magia. Pues que la arrastre el caballo, peor para ella. El caballo galopa y Sibila va atada a él lijándose el cuerpo contra el suelo, limando con sangre sus pies y sus piernas, rompiéndose las muñecas. La llevan en medio de la plaza. La multitud grita enardecida. Es una bruja y Dios la ha condenado por pactar con el diablo para resucitar a los muertos. De camino al palo de la hoguera recibe escupitajos, golpes, patadas. Le tiran una piedra que le da en la frente. La carne fresca se abre ante el torrente de sangre que vierte la herida desgajada. La gente se anima y una segunda piedra le llega certera al cogote. Ya no siente dolor, pero sí la sangre caliente que le recorre la espalda. Oye los insultos como voces lejanas y por un momento no sabe si el clamor popular son las voces del infierno que la reclaman para sí. Nota las cuerdas que le ciñen las muñecas al palo. Le corta la circulación y eso hace que se le acartonen las manos y parte de los brazos. El verdugo levanta la antorcha y el pueblo desparrama un rugido enardecido. El clérigo da la asiente con la cabeza y el rosario entre las manos. Reza y mira sonriente. Ella también le sonríe. Grita, grita, y llora. El pueblo se escandaliza de su risa. Ella llora y llora. Y el pueblo se santigua porque Sibila se ríe, “mirad, mirad cómo se ríe”, dice el clérigo. Ya no puede llorar más alto. El fuego le llega a la garganta. Se abrasa. Se muere. Un olor extraño pero al que ya se van acostumbrando se va haciendo hueco entre los presentes, es un aroma pesado, espeso, ahogado, que entra mezquino por la nariz y se va quedando pegado al cerebro. Así fue como el dos de febrero del año mil, entre gritos, insultos y golpes, quemaron viva a la primera cocinera de cocina alternativa, a la primera poetisa surrealista, a la primera persona que ejerció la cirugía en una cueva apestosa en medio del bosque. ** Cristina Pérez Cordón perezcordon@un.org Escritora española (Valladolid). Reside en Nueva York. Es licenciada en filología hispánica y doctora en lingüística por la Universidad de Valladolid (UVA, http://www.uva.es). Ha cursado estudios en España, Francia y Canadá. Ha trabajado como profesora y como formadora de profesores en escuelas y universidades de España, Bélgica, Brasil, Argentina y Estados Unidos. Ha publicado cuentos, artículos de divulgación científica y artículos de lingüística y de E/LE en revistas de distintos países. === Poemas Karla Preciado Mendoza ==================================== *** 1. Sé de una roca que tañe en mi cabeza. De un viento nombrándome a pedazos mientras sueño a solas. El manicomio descolocándose entre barullos distendidos. Haciendo columpio de mis neuronas. El tiempo acostándose en mi boca. La saliva escupiendo labios cuando el espasmo se atasca en la garganta. ...Me cuelgo y me destejo a profundidad. *** Fue mi culpa Fue mi culpa por aceptar tu lengua detrás de mis rodillas. Fueron mis senos mitad color leche y mitad horizonte. Por eso te hiciste pequeño En mi burbuja interplanetaria, En mis ríos de saliva opalescente. Porque me atreví a romper mis labios ultramarinos para que padecieras derretido en mi estrechez. Por ello mutilé tu yugular con un mordisco. Por ello tu savia vino a morir sobre mi vientre. *** Mientras tanto Mientras nos amamos tejimos redes comunicantes entre tu espasmo y mi destino: te arrullé en mis formas, te hice un espacio en mi ombligo, horadé con mis labios tu despuntada saliva. Dilapidé mis pasos en tu iris estrábico, en las córneas que volaban hacia mi piel ahí donde tus manos no podían alcanzarme. Me dejé hacer por la pantomima de tus dedos —diez tejidos puntiagudos luchando a traspasarme— Y nuestras mentes, obnubiladas de fertilidad hasta desencajar los gritos. Y luego el juego de la intromisión (Y mi alma tasajeando tus velocidades) y luego el bagazo y la invisibilidad de mis lamentos, mis pesares a tan altos decibeles. Después otras nadas: Desanudar el antifaz ceñido a la comisura de los ojos Aflojar la mordaza a punta de palabras Aprehender nuevas lenguas ...Comenzar a cotejarte en el olvido. ** Karla Preciado Mendoza quimeradevientoysombra@gmail.com Investigadora y escritora mexicana (Guadalajara, Jalisco, 1983). Cursa la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara (UdG, http://www.udg.mx). Actualmente se desempeña como docente y colabora en actividades de promoción de la lectura. Ha participado en lecturas de su producción (inédita) narrativa y poética por dos años consecutivos en un par de museos. === Gharbanzo Lester Giovanni Oliveros Ramírez ======================= Alguna tarde, después de escribir sus cartas, mi abuela tuvo el ánimo de contarme un incidente de su vida, cuando era una niña y no sabía nada de la vida. Me contó con gracia que, aunque era la única mujer entre sus hermanos, siempre fue ella quien se inventaba las travesuras; y no lo dudé, recordando cómo robaba tomates o cebollas sin que los indios del mercado lo notaran. Siempre llegaba riéndose de ellos desde el principio, diciéndoles que cada vez la vida estaba más difícil. Y los marchantes aprendían a quererla y dejarse robar por ella. Tuve la suerte de acompañarla por mercados y lugares lejanos. Siempre me llevaba a sus viajes, y resolvía mis dudas sobre lo que fuera; me ayudó a leer y a escribir con secretos prácticos que ella había aprendido de la vida en los tiempos en que no existían los cuadernos. Me hablaba de lugares y pude aprender tantas cosas de la vida, que cuando llegaba mi madre no quería regresar a casa, para seguir oyendo aquellas historias de la existencia. Esa tarde me habló sobre mamá Munda, como le llamaban a la bisabuela. Me dijo que era mulata, grave y muy sabia, y poseía además un don de Dios: —Todo lo que decía se cumplía de una u otra forma —me dijo, con sus ojos bien abiertos. Siempre imaginé la casa de Mama Munda con un inconcebible patio de tierra en donde se podía ver cómo las gallinas y los patos vagaban bajo el sol. Muchas veces deseé conocer a mamá Munda al oír los recuerdos de mi abuela, y más aun después de oír aquella historia. Me empezó a contar sobre el loro que hablaba perfectamente y también decía palabrotas cuando se enojaba: —¡Munda! ¡Munda! Decía el loro cuando llegaba alguien a comprar a la tienda, hasta le avisaba cuando alguien entraba con malas intenciones —me dijo. —¿Y cómo era la tienda? —pregunté. —Era una tienda donde los mejores clientes eran los niños, porque ella vendía dulces que cocinaba en el patio a fuego de leña. Hacia chilacayotes en rapadura, camotes en miel, coyoles, dulces de coco, que conservaba en grandes frascos de vidrio —me respondió. Mamá Munda conservaba la tradición de los buenos dulces hechos en casa y por aquellos tiempos en que los centavos eran de oro, y las fichas de a cinco eran de plata, los niños podían comprar lo que quisieran. —Teníamos un gato que se llamaba Gharbanzo —me dijo—. Era amarillo, obeso, y yo lo quería mucho, porque en mi inocencia, pensaba que iba a crecer como un león y podría recostarme en su lomo como si fuera de peluche. —¿Y qué pasó con él? —Pues era un gato mañoso, como todos, y se mantenía en el techo, por las láminas de zinc, y nosotros no sabíamos que estaba tan gordo porque se comía la comida de los vecinos, que eran unos viejos que vivían solos. Y siempre bajaba el Gharbanzo muy tranquilo, muy galán, hermoso, y se echaba a mis pies todas las noches. Pero una noche ya no bajó, ni se echó a mis pies como siempre. Y a la otra noche llegó la vecina a devolverle un plato a mi mamá, donde ella le había regalado unas espumillas. —Doña Munda, aquí le traigo su plato con un guisadito. ¡Las espumillas le gustaron tanto a Roque que se las comió él solo! —Le habló tan amable, y hasta le preguntó por el gato, y mi mamá le dijo que andaba en celo, y la vieja se rió. Se despidió y salió elogiando los cuadros del Santísimo que estaban en el corredor. A todos nos pareció tan raro porque la señora era una hiel, y no saludaba a nadie, así que mi mamá nos dijo con toda su autoridad. ¡Esto no me lo tocan! Me contó que al otro día se trepó la estantería donde su mamá había puesto el plato. —¡A nosotros más curiosidad nos dio! —me dijo la abuela, riendo—. Le dije a Clemente que comiéramos, y el tan bueno, me recordó las palabras de mi mamá. Entonces puse unas tortillas al fuego y le dije otra vez, “Clemente, sólo una tortilla”, y saboreó el guisado con temor, y me dijo “está muy rico Graciela”; y luego bañé mi tortilla con el rico recado y una buena porción de carne. Estaba bien sazonado. Y la carne era suave; y ya no nos importó nada más que terminarnos aquel alimento exquisito. Terminamos riéndonos cuando ya no había nada más que el decorado bruñido al fondo del plato. Pero al rato nos empezó una angustia al ver cómo giraban las agujas del reloj, pronto iba a llegar mi mamá del mercado. Y llegó. Nos encontró tan calladitos que al sólo vernos a los ojos supo lo que habíamos hecho. Fue directamente al estante. Bajó el plato y lo vio limpio como si le hubieran pasado hasta la lengua. Entonces nos volvió a ver y nos preguntó quién de los dos había sido. Yo dije que yo, y Genaro dijo que él. Entonces soltó el chicote del perchero y lo mojó en el agua de la pila. El chicote nos dejaba marcadas líneas rosadas en la piel. Me contó que mamá Munda les iba diciendo, en cada riendazo, que doña Rosa y don Roque habían cazado al Gharbanzo y la señora lo había dejado marinando toda la noche y lo había guisado al otro día y, lo sabia porque ella misma se lo había contado con burla camino al mercado. Me cuenta mi abuela que lloraron con Clemente toda la noche, no por los chicotazos, sino porque estaban arrepentidos de haberse comido a su propio gato. ** Lester Giovanni Oliveros Ramírez aidentekerdragon@yahoo.com.mx Escritor guatemalteco (Ciudad de Guatemala, 1976). Maestro y estudiante de letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala (http://www.usac.edu.gt). Textos periodísticos suyos han sido publicados en el boletín UnaSolaHoja. Mantiene un bitácora literaria en http://latinoamericanosunidos.blogspot.com. === Tiempos de guerra (extractos) Antonio Mora Vélez ================= *** Gran capitán de la esperanza A mi profesor Eduardo Pastrana Rodríguez porque me descubrió el verdadero mensaje del Libertador y me enseñó a quererlo. Bolívar tiene mucho que hacer en América dijo Martí y así lo sienten hoy los ríos y los valles la cordillera y las llanuras y el sur moreno de todas las ciudades. Bolívar tiene mucho que hacer en estas tierras flageladas mientras exista un aborigen perseguido una madre sin pan un niño descalzo y un campesino desplazado por la guerra. Bolívar es presente siempre presente mientras haya naciones que lloren su tragedia y un Imperio voraz y prepotente que le arrebata sus riquezas y un grito de paz y libertad efervesciendo en el corazón de los humildes. El viento de los Andes riega hoy las luces de Bolívar sobre todo el continente y su pensamiento es agua buena que hace reverdecer su proclama de unidad mestizo-americana y es voz airada de protesta contra los mezquinos que dividieron y se repartieron la Gran Patria y se la entregaron al enemigo de sus sueños. Una ráfaga de ese viento ha llegado hasta mi rostro y me dice que ya es hora de levantar la voz y de rescatar el huerto con todas sus semillas y de instalar la verdad en los caminos para recobrar el rumbo libertario. Y mis ojos ven a Bolívar al valiente general grancolombiano cabalgando su Palomo y llamando a la batalla por la dignidad latinoamericana y ordenando expulsar a los mantuanos que sepultaron las ilusiones de todos estos pueblos. Y lo ven hojeando sus frases lapidarias advirtiéndole a los halcones imperiales que se les agotó el tiempo, que no podrán plagar más a nuestra América de dolor y de miseria ni de marionetas asesinas. Que la libertad es sinónimo de paz, de techo y miel y que se descubre en las palabras del maestro que nos libera de las sombras y en las manos que curan. Y lo ven mis ojos con visión de patria a Bolívar... al Libertador de cinco cielos, al gran capitán de la esperanza escuchando las voces que le dicen desde el Río Grande hasta la Patagonia ¡Suba, mi General, al caballo alado del futuro! ¡Convoque a su alrededor a todas las banderas! ¡Desenvaine la espada de sus triunfos aplazados! ¡Ordene disparar todas sus ideas! ¡Que ya suenan los clarines de la nueva independencia! *** David de América A Fidel Castro Ruz Certera tu honda atina el rostro del gigante y le arrebatas los frutos y los tallos que se lleva. Él se enfurece, te increpa con su voz de trueno y te ordena que te amoldes, que lo dejes quieto en su soberbia, fiera herida. Pero tú eres un rebelde y le quitas más y más árboles y frutos y se los regalas a tu pueblo. Luego siembras semillas para recuperar los tallos y las hojas perdidas, sueñas, sueñas y el gigante inunda tu suelo de bacterias y relámpagos y mata a tus sembradores y llena todo tu aire de mentiras y de malezas tu huerto. Pero tú eres un rebelde y educas a más y más sembradores y siembras más y más espigas que te dan más y más semillas y le llenas el espacio de canciones de cañas y de flores. El gigante insiste, no se da por vencido, está decidido a arrebatarte tu cosecha y rodea tu parcela de murallas con enredaderas venenosas —gigante ruin— para que no la puedas mostrar con orgullo a tus amigos. Pero tú eres un rebelde y alzas tu voz y tu voz encuentra eco en las rozas vecinas y el gigante tiene que retirar sus muros y gruñir por sus fracasos y encender la hoguera en otra parte. Finalmente, cuando los ríos de la vida empiezan a surcar tu rostro y tus sueños son sueños retoñados, el gigante intenta apagar tu voz con el escándalo de su odio, anticipa tu muerte, dice que ya es hora de recuperar sus cañas y sus rones, decide asaltar tu cosecha con insectos ponzoñosos y animales corpulentos que destruyan tus sueños que empiezan a tocar el cielo. Entonces se da cuenta —¡ah torpeza del gigante!— que tus flamboyanes no se inclinan, que tus palmeras airean orgullosas, que tus cañaverales no se quiebran y que al lado de tu voz resuena una gran voz, una gran coral de ángeles furiosos —suma de todas las voces de la tierra— que le dicen ¡basta! y no le queda más que recoger la piedra y maldecir tu honda. *** La hoja que cae La vi caer suavemente sobre el césped de la alameda de los últimos días, mientras observábamos la soledad del mar en esa playa del pasado que fue sol, amor y alegría Yo leía los versos dolorosos del adiós que le decían al mundo que la vida tendría una segunda oportunidad en otra parte y la vi caer segura de su suerte Tú estabas a mi lado ¿lo recuerdas? te dije entonces que una hoja sin sol era la muerte, como una mujer sin amor, o una cometa sin brisa, y tú me preguntaste por las razones escondidas de la guerra y por la desaparición de las mañanas y yo te contesté que la noche se acercaba para vestir de negro los colores y almacenar las ilusiones de los hombres, que la vida podía reverdecer en otras hojas, en otros tiempos, y que había que grabar en la retina, para no olvidar su brillo y su mensaje, la luz de la última estrella. *** La palabra perdida Al lado de la escalera, los cadáveres y la ruina de enfrente penetrando por la ventana como una pesadilla. La ciudad ha muerto y con ella las luces, la algarabía y la esperanza. Entre los escombros un quejido y más allá del silencio unos ojos tristes que no ven... Todo ha sido consumido, la noche sin tu olor y tu rocío, tus canciones, que me faltan, los sueños, las risas y los árboles y este pensamiento que me duele y que me enfrenta a la realidad diseminada. Ahora estoy solo frente al mar recordando las primeras algas, la primera hoguera, la primera rueda, la primera siembra y el olor a leche y pan de las mañanas y vuelvo otra vez sobre los pasos del Hombre, buscando explicar lo inexplicable, buscando la palabra perdida que nos condujo a este laberinto de piedras y vigas solitarias. *** Clase de dibujo El presidente dibuja en su pizarra salamandras, ratas, serpientes y tarántulas. El ministro de la guerra pinta en el tablero balas escondidas, tropas enemigas abatidas, bombas justicieras, aviones raudos y certeros. El general de charreteras, con gesto adusto, sombrea en su drawing book cruces, calaveras y sepulcros. El profesor aprueba: ¡Very good! —con gusto. La tierra sangra y llora. *** Este mar Este mar que contemplo no es el mar de los poetas. En él no hay caracoles, ni peces de colores, no hay playas con mujeres hermosas ni veleros ni gaviotas. Este mar de ahora es diferente. En él, además de mercantes, de cruceros fantásticos y de cables con fibras submarinas, hay olas negras, aguas muertas, balleneras asesinas y acorazados que siembran el dolor en otras tierras. En este mar sin poesía la ira de los hielos sumerge las orillas, los vertederos acaban con los peces y el plancton, muere la vida sin remedio, como si pintáramos de blanco las células del océano primigenio, como si nosotros nada tuviéramos que ver con ellas. *** Usted Usted: Señor de libras excedidas, de billetera frondosa de condición dudosa y de ambiciones desmedidas. Usted: Señor de votos suficientes, con voz y veto en las alturas y gobernantes complacientes. ¡Qué ricura! Usted: Señor que persigue y que asesina que peca, reza, empata —¡Dios, qué rata! y no pierde una misa matutina. Usted: Señor de porte señorial que pavonea en las ceremonias —¡cuánta zampoña!— su imaginada condición Real. Usted: Señor que se cree incuestionable, inamovible, indestructible y genéticamente perdurable... Tiene los días contados. *** Los cadáveres del rio Yo vi pasar muchos cadáveres por el río. Los vi como ver pasar las tarullas o los grandes buques río arriba que viajaban con su música de orquestas y sus señoras encopetadas. Eran parte de un paisaje siniestro que restregaba día a día, en mis pupilas de niño, la crueldad de la vida. Yo iba al río a bañarme o a recoger el agua para llenar la tinaja de mi madre. Y ella le echaba alumbre al agua para quitarle los colores de la muerte. Y me decía que los cadáveres del río habían tenido vida en otra parte y que sus deudos no habían tenido dinero para comprar la sepultura. Pero yo escuché muchas veces al gamonal —en las parrandas de Abel Antonio— decir que así tenía que ser, que había que defender al presidente, y que, además, el paso del hedor por frente a la albarrada era cosa de pocos metros y minutos. Después crecí. Y no volví a ver ese río. Ni muertos viajando por sus aguas. Ahora los veo en las páginas y en las calles. Y escucho a los voceros decir que se trata de un error o de un falso positivo o de un ajuste de cuentas o de un terrorista abatido. El río que ahora contemplo ya no es de agua sino de sangre. Un río sin cauce que surca toda la epidermis de la patria. Y no sé qué clase de alumbre echarle para quitarle ese color a muerte que mi madre me ocultaba. *** A mis hijos Estoy iniciando el camino de los últimos días y pienso que todavía estoy a tiempo de decirles estas cosas. Decirles que, a pesar de mis errores como padre, cargo que desempeñé sin experiencia, los amo profundamente y que pensé siempre en dejarles el fruto de mi trabajo honesto y un sendero, el mejor de los senderos posible. Que aplacé varias veces la cita con la muerte para no perderme de las sonrisas de mis nietos. Que he sido feliz con vuestra madre, que ha sido como un ángel. Que me siento realizado con mis escritos y poemas y por haber regado, al menos, inquietudes a mi paso. Y porque ustedes tres son lo que yo hubiera querido ser: músico, científico o periodista. Que también me hubiera gustado ser bailarín, cantante, pelotero de los Dodgers, filósofo o locutor de Radio Nederland. Que no he sido ambicioso, que me he conformado con tener lo necesario para vivir modestamente. Que durante mis primeros años anidó en mi alma la tristeza. Que para mí es más importante una flor que una pistola. Que miré, sin que lo supieran, los programas de televisión que a ustedes les gustaban para saber qué había en sus corazones. Que alguna vez intenté tomarme el cielo por asalto, que fracasé y que terminé de escritor de fantasías. Que jamás me he gastado un peso ajeno. Que soy un enamorado de la vida y que detesto y temo a los heraldos de la muerte. Que lloro con las escenas que exaltan las virtudes que definen al hombre. Que me sacan de casillas las injusticias y las mentiras del poder. Que no me gustan las colas de las oficinas así en ellas haya colas como la de Jennifer López. Que desconfío de los candidatos con asesor de imagen. Que prefiero un desfile de gaviotas a una marcha triunfal de fusileros. Que me gusta la policía... de las películas. Que no cambio el rumor de las olas del mar por otra cosa. Que he sido un hombre bueno en la medida de lo posible Que me gustan el porro, el cha-cha-chá y el bolero. Que le tengo pavor a las obligaciones bancarias. Que soy un soñador empedernido, alguien que cree en un futuro mejor a pesar de todo lo peor ya conocido. Que me aterra la violencia de que ha sido y es capaz la sinrazón humana. Que me revuelven el estómago el entreguismo, el clientelismo, el terrorismo, el dogmatismo y el autoritarismo Que me avergüenza la virgen de los sicarios. Que no creo en la resurrección de la carne. Y que siento que más allá de las galaxias que me inspiran o en una isla de estrellas de mi alcoba, hay un ser inescrutable que me ama. *** ¿Por qué? Que alguien, por favor, me explique: Si Dios es el alma del mundo y su lenguaje vibrátil llena el universo y nos llega a todos por igual. Si los buenos abrumamos el espacio con tantos ruegos y oraciones al Dios-Amor que nos agrada. Y si los buenos somos más. ¿por qué los egoístas triunfan? ¿por qué los ambiciosos se imponen? ¿por qué los intolerantes mandan? ¿por qué el odio vence? ¿por qué los malos tienen la sartén por el mango? ¿por qué? ** Antonio Mora Vélez antonio_moravelez@yahoo.com.ar Abogado y escritor colombiano (Barranquilla, 1942), reside en Sincelejo desde 1993. Es escritor de ciencia ficción, poeta, ensayista y catedrático. Es el vicerrector de Bienestar Universitario, director de la revista institucional y miembro de la junta directiva de la Corporación Universitaria del Caribe (Cecar), de la cual es miembro fundador. Ha publicado los libros de cuentos Glitza (Ediciones Alcaraván, Bogotá, 1979), El juicio de los dioses (Casa de la Cultura, Montería, 1982), Lorna es una mujer (Centro Colombo Americano, Bogotá, 1986), Lorna is a woman (Colombian Cultural Center, New Delhi, 1990) y La duda de un ángel (Ediciones E-Books de Cecar, 2000), el primer libro electrónico editado en Colombia. Ha publicado también el libro de ensayos Ciencia ficción: el humanismo de hoy (Cecar, Sincelejo, 1996) y los poemarios Los caminantes del cielo (Cecar, Sincelejo, 1999) y El fuego de los dioses (Cecar, Sincelejo, 2001). Aparece en las antologías Joyas de la ciencia ficción (La Habana, 1989) y Contemporáneos del porvenir: primera antología de la ciencia ficción colombiana (Bogotá, 2000). Ha ganado varios premios de literatura y su nombre figura en The encyclopedia of science fiction de John Clute y Peter Nicholls (New York, 1995, página 696). === El diezmo Enrique Vásquez Valladares ============================= Selene exhibía los muslos con casquivano desdén. Retó con su cuerpo al forastero, le mostró la espalda al barman y dio inicio, sin mucho interés, a su acostumbrado ritual. Levantó la pierna izquierda, fuerte y grosera, y, permitiendo que el helado aire de agosto se colara por el más rentable de sus rincones, la dejó caer suavemente sobre la derecha. —¿Cuánto cobras? —el desconocido tomó entre sus dedos una maltrecha billetera azul. Selene mencionó una cifra, algo alta quizás, a la que el muchacho respondió con apesadumbrado guiño. La morena sonrió. No solía ceder ante los gestos de sus clientes. Viéndolo alejarse y acostumbrada a las reacciones que provocaba su tarifa, regresó su cuerpo hacia la barra. No había por qué desesperarse, el bar recién abría y quedaba una noche por delante. Se dejó encender un cigarrillo por el mesero, y tras sacar un espejo de su cartera exigió su trago preferido, un martini. No era bueno empezar la noche sin un martini. Una vieja costumbre aprendida del padre José, quien religiosamente bebía dos copas entre confesión y confesión. Y fue justamente con él con quien tomó su primer martini. Lo hizo en la sacristía, cuando, invirtiendo roles, el clérigo decidió revelarle sus secretos; un vaso descartable fue su cáliz y sus avinagradas sábanas el confesionario. El labial de Selene aún no marcaba la copa cuando la figura del muchacho, un rubio melenudo con ojos de trozos de hielo, reapareció frente a ella. Vestía unos jeans que barrían el parqué y una camisa amarilla con dos manchas de grasa, una por botón. —¿No me podría hacer un descuento? —la ceja derecha se inclinó en triste mohín de súplica. Sin mirarlo, Selene buscó en su memoria el antecedente de algún descuento por sus servicios. Existía uno, en el verano del 2003 y precisamente con el padre José. —Nuestra feligresía es humilde —recordó el argumento del prelado—, apenas si dejan unas monedas los domingos. Esa tarde tampoco se había dejado llevar por la sorpresa. Con serena frialdad sopesó las circunstancias y considerándolas apropiadas asintió. Siempre pensó que el Señor guiaba por extraños senderos a sus feligreses; Selene, católica confesa, asumió que no existía camino más directo a Dios que a través de uno de sus embajadores terrenales. Se persignó, levantó sus faldas y por vez primera entregó su óbolo. —Padrecito, no sólo le acepto el descuento —dijo Selene—, sino que a partir de hoy, éste será mi diezmo. Y desde entonces cumplió su promesa a cabalidad. Religiosamente, cada nueve clientes, Selene visitaba la parroquia del padre José, y reafirmaba, con la noble entrega de su óbolo, sus firmes principios cristianos. Al despedirse y tras sosegada confesión, quedaba liberada de sus culpas, cuando el sacerdote, dibujándole sobre el rostro la señal de la cruz, susurraba con un guiño sus sacras palabras: “Podéis ir en paz”. Selene, ahora frente al muchacho, ni se inquietó al despedirlo con un ademán. Él en cambio permaneció de pie; los surcos trazados sobre su rostro evidenciaban contrariedad; su mirada, que recorría ansiosa la espalda lisa de la morena, terminó acoderada sobre las pequeñas líneas paralelas que marcaban su cintura. Selene de pronto sintió los ojos helados del muchacho rasgando sus incipientes estrías. Volteó pero apenas si alcanzó a distinguir unos ajados jeans alejándose del bar. Sintió frío cuando, en su retirada, la magra figura del forastero arrancó un chirrido a las batientes puertas de madera. En el alejado pueblo de Tres Cruces no se presagiaba un buen día. Selene levantó la mirada y divisó el campanario de la iglesia. Recordó entonces que estaba próximo el pago de su diezmo. Enumeró con los dedos la relación de sus últimos clientes… dos turistas, el juez, el comisario… el doctor Martín… mmm… sí, con el doctor del pueblo ya andaba por los ocho. Ocho en las últimas once semanas. Algo anda mal —pensó—, antes me confesaba más seguido. Se preguntó si estaría incumpliendo con algún mandamiento y se tranquilizó al recordar la definición de la palabra “diezmo”: décima parte que como ofrenda es entregada a la Iglesia. El tiempo no tenía nada que ver en esto. En fin, uno más y tocaría visitar al padre José. Miró a su alrededor. No había clientes; tan sólo un espejo en el que vio reflejada su figura. Tenía buen talla, su cuerpo aún trazaba curvas y sus piernas, aunque regordetas, solían despertar lascivia. El problema no soy yo; el problema es que en este pueblo miserable los únicos que tienen dinero son los que están de pasada —se consoló. De pronto, un hálito frío recorrió su espalda. —¿Podría deberle lo que me falta? —la gélida mirada del muchacho era más celeste que nunca—. Por favor, quiero acostarme con usted —en la súplica exhibía ansioso un puñado de billetes. Selene, más por curiosidad que por interés, echó un vistazo por el rabillo del ojo. Los colores percibidos alejaron de golpe su mirada: los billetes, de baja denominación y descoloridos, no la convencerían. Una vez más se dio media vuelta; esta vez sin embargo soltó un murmullo que sonó a desprecio. Ignorando al forastero volvió a pensar en el padre José. Venía reclamándole sus prolongadas ausencias a la parroquia. La última vez que recordaba haberse hincado ante al sacerdote había sido a fines de mayo, un mes después de su anterior confesión. Por aquellos días, más por insistencia del prelado que por vocación cristiana, tuvo que redoblar sus horas en el bar hasta conseguir que un ganadero de la capital se convirtiera en su noveno cliente. Sólo así consiguió aliviar su conciencia, sólo así cumplió con su diezmo. Tres meses habían transcurrido desde entonces. Por eso no le parecieron casuales las visitas que desde hace unos días venía haciendo el sacerdote al bar. Se le veía irritado. Un par de veces, incluso, al no encontrarla, había expresado su malestar con fuertes reprimendas a los parroquianos. ¡Impíos reprimidos, paganos cohibidos, falsos traficantes de la carne… el Señor castiga la hipocresía y la mezquindad! Hasta le dejó una nota con el mesero recordándole el compromiso cristiano de su diezmo; la esperaba a cambio el pío sacramento de la comunión. Sintió soledad frente a la barra. La temperatura era inusualmente baja, el bar recién abría y las mesas formaban desalineadas torres en el salón. El mesero, en la cocina, enjuagaba una pila de vasos sucios. Sin voltear e incómoda por la presencia del único cliente, deseó que el muchacho se retirara y poder por fin bostezar con libertad. —Por favor… acuéstese conmigo. Le prometo que completaré la paga. A más tardar mañana —la voz del forastero perdía fuerza, sus manos temblaban. Esta vez sí lo miró. Sabía, su experiencia se lo decía, que lo mejor era deshacerse con rapidez de esa clase de tipos. Estuvo a punto de soltar una expresión vulgar, una de esas que reservaba para los momentos indeseables. La mirada del muchacho la detuvo. Sintió frío, luego prosiguió. —En el bar de al lado está la Julie, ella aceptará tus monedas. No insistas conmigo. —No lo has entendido —sus palabras aporreaban la noche—, es a ti a quien deseo. —O completas la tarifa o me dejas en paz —con falso valor su mano hizo un ademán de desprecio. —¡Perra! —fue lo único que alcanzó a decir el forastero. Sin darle la espalda y con nerviosa lentitud caminó hacia la calle. Su mirada jamás se desprendió de la de Selene. Cuando las puertas del bar dejaron de batir, la morena soltó un suspiro de alivio. En la cocina seguían lavando vasos y el ruido del agua, deslizándose por el lavadero, recorría solitario el salón. Aburrida empezó a tararear una canción de moda. Sólo calló cuando en un instinto de protección llevó sus manos hacia el cuello. De todos los asesinatos que se cometen, el más silencioso es el del estrangulamiento. Casi no se emiten sonidos y de no ser por algunas marcas sobre la piel, sólo se deja una mueca triste y grosera en el rostro de la víctima. Cuando el mesero regresó a la barra se encontró con el cuerpo de Selene sobre el piso. Su mirada expresaba lo que sus palabras no pudieron; su traje, desordenado y colorido, le daba el aspecto de una flor arrancada con violencia. Al verla agonizar, el mesero corrió hacia la calle a pedir ayuda. En segundos, Julie, el forastero de ojos helados y un par de borrachines rodearon el cuerpo de Selene. Se miraron las caras y coincidieron. No se requería de un médico para saber que la mujer agonizaba. Entre llamar al doctor Martín y al padre José, eligieron al segundo. Fue inútil, no lo encontraron. Había abandonado apresuradamente el pueblo. ** Enrique Vásquez Valladares e.vasquez@melbat.com Escritor peruano (1959). Reside en Surco. Se dedica a los negocios en la industria eléctrica. Ha publicado el libro de relatos El narrador y la mujer más feliz del mundo (Edit. San Marcos, Lima, 2003) y la novela Atardeceres perros y veranos sin ti (Edit. San Marcos, Lima, 2004). === Poemas Ana María Veas González =================================== *** Aprender... Aprender de las aves risueñas que no siembran ni cosechan y el Padre llena sus alas de alados vuelos de sangre. Instruirse de los perros mahatmas que siempre duermen bien replegando sus velas. Hasta del cielo con su gema encima que sólo puede mirarnos nos enseña la absoluta y cósmica confianza, ensimismándose y aceptándose. El arco entregado del pecíolo nos dicta una cátedra de belleza bullente. El desierto florece y abre sus manos con sus sibilinas joyas encima. Y [nadie sabe cómo pudo ser el prodigio, es el docto mensaje que hemos [de colgar en las perchas del espíritu. Por los gorjeos, saber. Las montañas maestras emiten sus palabras de piedras azules donde el ocaso vierte sus semillas bellas. Si no hay nadie, pero está el collar de los trinos en la ventana vetusta y qué dice sino del resucitante amor. Y el agua. Qué dice el agua ondulante dándose siempre mientras se deshace en nuestras manos como la mejor hermana que tiene la tierra. Oíd al planeta lleno de mansedumbre que se deja hollar por nuestros pies [más frágiles que un ramo de aire. Todo ora. Todo nos envuelve en su evangelio perenne. Sea coronado el universo con nuestros himnos o latidos. El alma de hinojos se alimente de estos signos, de estos símbolos. *** El sonido del otoño Entre tus dedos yazgo. Soy tu hoja de otoño. Mírame. La más pequeña brisa [me hiere. A tu aliento voy mientras me aduermo. A tu mar entro como otra gota [sencilla y mansa. Me han dejado así los días y las lluvias. Mi pecíolo se arrastra sobre la [arena del mundo. Estuve en la cumbre y me bañaba la luz y sonreía. Brillaban mis mejillas en el dorado beso transestrellas. Hoy vivo en Tu respiro y por tu amor [existo todavía. Si no me besas me deshago como la ola que se vuelve al horizonte. Como la aurora tímida de los planetas obscuros. No hago mi palacio [sonrosante, mi arco triunfal. Sólo puedo ir hacia Tu Pecho. En Tu Abrazo existo y soy y tu susurro [respondo. Hago los giros que me dictas. No puedo más. Porque escribes en tu palma [conmigo tu poema. Creas la Belleza con mi cáscara herida y con mi sombra. Bajo tu mirada me acomodo y Tú haces de mí tu poesía. Como bordas el [desierto. Decoro Tu universo. Y así me amas. *** En tus manos... En Tus manos se disgrega el otoño. Cierra lentamente sus ojos sobre Tu Corazón. Sólo yo veo los párpados cerrados de las hojas. Siento el musitar de despedida de ellas, en las ramas como signos escritos por Tus manos. Porque me envuelvo en la inmensa capa de silencio que tiene el universo bullendo luz. El mundo no sabe que pisa un templo y que tiemblan las hierbas sacrosantas. Bala la cabra montaraz entre las [ráfagas rojas perdida en los túneles de la guerra. No sabe el mundo que es sagrado el suelo que pisa, de esta tierra encinta. Oh cómo doblan el cuello del [bosque y de los pecíolos infantiles a sus pies. El sol eucarístico posa sus hostias de luz sobre los pétalos. Pero sólo yo celebro esta liturgia. Alrededor los ritos del infierno donde todo tiembla. Tiembla todo como un ángel cazado. ** Ana María Veas González anamariveas@gmail.com Escritora chilena (Viña del Mar, 1947). Estudió filosofía. Ha publicado virtualmente poesía y textos en prosa. Mantiene una bitácora personal en http://anamar-poesiadeanamariaveas.blogspot.com. === Cuentos Alejandro Sebastiani Verlezza ============================ *** El hombre que viajó al centro de la tierra Su deseo, desde que era un niño, era viajar hacia el centro de la tierra. Un día, asqueado de leer trabajos científicos y ficciones sobre el tema, compró una pala y comenzó a cavar en el jardín de su casa. Entrada la noche decidió descansar un poco. Ya acostado en su cama, se soñó continuando el trabajo e internándose en el fondo del rojizo y desolado paraje. El calor lo arropaba, el fuego lo estaba derritiendo. Mientras tanto, en la cama, el cuerpo se hacía cenizas. *** El rito invariable A Julián Márquez Acomodado ante su máquina de escribir, enroló una hoja de papel y comenzó a teclear frenéticamente, haciendo brevísimas pausas, solamente para aspirar su tabaco o llenar su vaso con ron. Terminada la página que cada día se dedicaba a escribir resolvió leerla detenidamente. Con su lápiz hizo tachaduras, enmiendas y algunas anotaciones al margen con letra pequeña, mezquina y hormiguera. Finalizó la corrección, dio un sorbo a su trago y se fue a dar un paseo. Al volver, levantó la piedra que había puesto sobre la página para que no se fuera volando. Siguió examinándola minuciosamente, aunque con suma extrañeza: la vio como si no le perteneciera, con cierto asco. Aspiró profundamente su tabaco, exhaló con lentitud, secó el sudor que chorreaba de su frente y la leyó nuevamente. El asco que sintió segundos antes llegó renovado, esta vez bajo la forma de una náusea abrumadora. Tensó la página fuertemente. La amarró entre sus nerviosos dedos. Tenía ganas de romperla pero no lo hizo. Cerró los ojos, respiró profundo y lanzó un espeso escupitajo sobre ella. Se formó una especie de piscina donde nadaban con soltura algunos trozos de tabaco. Puso otra vez la hoja sobre la mesa, lentamente. Pasó toda la mañana observándola, estudiando el comportamiento de la saliva y de los trozos flotantes, viendo cómo su propia letra y los caracteres estampados por la máquina de escribir se hacían cada vez más difusos. De pronto se le ocurrió que podría darse un baño en aquella amarillenta piscina. Si él fuera un pequeño ser no dudaría en hacerlo. Y, sonriente, en voz alta, farfulló: ¡aquí está la historia, coño! *** Instante Comenzó a llover y las sillas del Café reflexionaron sobre su insoportable levedad. *** Los espejos de Narciso Máscara y río, grifo de los sueños José Lezama Lima La casa de Narciso estaba repleta de espejos. Podía reflejarse en uno de ellos y simultáneamente observar el que a sus espaldas lo retrataba; el resplandoroso filo de sus hombros y el cristal que cubría el techo del recinto lo deleitaban. Un día emergió de uno de los espejos su gemela. Las imágenes se fundieron en un hondo abrazo. Luego de la efusión sintieron una gran furia. “No es posible que existan dos seres iguales”, fue el tormentoso lamento que lanzaron al unísono. Los espejos temblaron y Narciso enfureció aun más: sabía secretamente que su hermana era aun más luminosa. Quisieron decidir su destino en un duelo; pasaron días planeando los términos y de tanto espejear recapacitaron: era abominable que uno de ellos desapareciera. Entonces acordaron sumergirse en la inconsciencia oceánica y nadar en direcciones opuestas para jamás volver a encontrarse. ** Alejandro Sebastiani Verlezza alejandrosebastiani@gmail.com Periodista venezolano (Caracas, 1982). Es egresado de la Universidad Santa María (2005). Actualmente estudia en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve). Ha publicado en medios como La Razón (http://www.larazon.net), El Universal (http://www.eluniversal.com), Pico Bolívar (http://www.picobolivar.com.ve), Ateneo, Guayoyo Impreso, Revista Nacional de Cultura, Argumentos Literarios y Corriente Alterna (http://www.corriente-alterna.net). En el campo editorial ha colaborado con el Fondo Editorial Ambrosía y Santillana de Venezuela (http://www.santillana.com.ve). También ha cursado los talleres “Técnicas de estimulación para la narrativa y poética”, con Marie Bahnik (2003); “Guión para jóvenes cineastas”, con el realizador argentino Nicolás Batlle (2003); “Las mejores prácticas en los medios de comunicación social británicos” (British Council y BBC World Service Trust, Caracas, 2005); “De la imagen literaria a la expresión en el papel”, con Julián Márquez (Biblioteca Simón Rodríguez, 2005); “Taller de Narrativa”, con Humberto Mata (Celarg, 2005-06), y “Ensayo literario” con Judit Gerendas (Celarg, 2006-07) y Roberto Pérez León (Casa de Bello, 2008). === En la distancia (extractos) Miguel Crispín Sotomayor ============= “...Sueña lo que hago y no digo...” Silvio Rodríguez. *** Hay cosas... Hay cosas que nunca hablo. Hay cosas que nunca pienso. Hay cosas que aunque las pienso al nacer se van muriendo. Hay otras que aunque las hablo ni siquiera me doy cuenta de que las estoy diciendo. *** El juicio He declarado el cerebro en rebeldía lo declaro culpable y lo condeno a la pena capital. Delitos: Incitación a la rebelión del pensamiento brutalidad en el trato a otros órganos —el hígado, la vesícula— y al sistema nervioso en general. ¿Defensa? No tiene, se juzga en corte marcial. Hay estado de sitio. *** El tiempo No es la distancia la que aleja es el tiempo. No es la distancia la que mata es el tiempo. Ciego, mudo y viejo, con andar de camello abochornado llega el tiempo hasta mis manos. *** Corre el amor Corre el amor entre mis dedos, salta a mis ojos. Muere en el corazón, todas las noches. Corre el amor por mujeres descalzas y el futuro en la espalda. En el color del negro amarillento y en la tos perenne que lo ahoga. Corre el amor en la cabeza que se prepara para el vuelo del yugo, en el “milho” que hierve y la mandioca. *** Siempre En todas las calles las casas los puentes los ríos. En cada niño y cada mujer que pasa. En cada risa y cada palabra que oigo. En cada café. Me persigue tu voz y me miran tus ojos. ** Miguel Crispín Sotomayor arcomar@cubarte.cult.cu Poeta cubano (1948). Es ingeniero agrónomo pecuario egresado de la Universidad de La Habana (http://www.uh.cu, 1970). Ha escrito los poemarios En la distancia y Fantasmas de Quijote, publicados en la revista argentina Inventiva Social (http://inventivasocial.wordpress.com). Este último también fue publicado en Poesía.org (http://www.poiesologia.com, Venezuela) y, ambos, además, han sido reproducidos por revistas de otros países. Colabora con publicaciones digitales como Poemas en Añil (http://poemasenanil.zoomblog.com), Misioletras (http://www.misioletras.com), La Buhardilla, Territorio de Encuentros (http://alejandraoviedo.com.ar), Con Voz Propia (http://convozpropiaenlared.blogspot.com), La Máquina de Escribir (http://lamaqdeescribir.blogspot.com), La Iguana (http://laiguanarevistadepoesia.blogspot.com), Mapuche (http://revistaliterariamapuche.blogspot.com) y otras, editadas desde Argentina; en las revistas Artesanía Literaria (Israel) e Isla Negra (http://isla_negra.zoomblog.com, Italia), así como en Rincón de Poesía (http://www.rincondepoesia.com), en la página web del poeta Sergio Borao Llop (http://www.aragonesasi.com/sergio, España), y en La Jiribilla (http://www.lajiribilla.cu, Cuba). Poemas suyos han sido publicados en otras de Brasil, México, España y Estados Unidos, y traducidos al italiano y al portugués. También han sido leídos en emisoras radiales de Argentina, Perú, Estados Unidos y Francia. Poeta fundador del Primer Museo de la Poesía Manuscrita (San Luis, Argentina) y director del Movimiento Cultural del Proyecto de Contrainformación ArgosIs-Internacional en la Red. === A cualquier madre podría pasarle Jéssica de la Portilla Montaño == No, señor. Si usted quiere, se lo repito todo desde el principio. Mire: cuando yo llegué a verlo, mi niño ya estaba muerto. Sí. En su camita. No. Pues no sé. Yo estaba acostada junto a mi marido, tratando de dormirme aunque fuera un rato, pero se me hizo bien raro que el nene no llorara, para variar. Me levanté nomás a ver si el monitor estaba encendido... Aún no lo entiendo. El pediatra alguna vez me lo advirtió, dijo que estas cosas suceden así, nomás, sin motivo alguno; por eso corrí al otro cuarto y escuché que no había ni un solo ruido... Sí, señor. Mi marido es testigo. Bueno, Sebastián ya estaba dormido, pero mis gritos lo despertaron cuando vi que mi hijito no respiraba. No. No respiraba. Ay. Estaba todo blanco. El lunes iba a cumplir su primer añito... ¿Disculpe? ¡Pero cómo se le ocurre, señor! Me ofende que se me acuse de algo tan sucio. Puede usted estar seguro de que yo amaba a mi niño. Todavía era un bebé. Mi bebé. Siempre lo dormía bocabajo... ¿Los moretones? ¡Pues intenté darle respiración! Estaba desesperada, simplemente lo jalé, y ya, no lo pensé, señor, póngase en mi lugar, por favor... ¿Sebastián? Ash. Él seguía dormido. No: creo que ya se había levantado. O algo así, carajo, no sé, no recuerdo bien, yo sólo pensaba en revivir a mi nene... ¿Qué?, ¿mi psiquiatra declaró? ¡Por favor, señor!, ¿mitómana yo?, ¡por Dios! ¿Rasguños?, ¿cuáles..? ¡Ah!, ésos... Pues... nada. Sebastián llegó muy borracho el sábado. Como siempre. O creo que fue el viernes. ¿Fue el viernes? Sí, señor. Se lo juro. Fue mi marido. Ay. Pues que mi niño estaba llorando, y Sebastián llegó bien borracho. Yo ya no sabía cómo callar al mocoso antes de que nos madrearan a los dos... No, señor. Fue Sebastián. Sí. El fin de semana pasado... ¿Qué?, ¿cicatrices de hace un mes? No, no, no; ya le dije que Sebastián llegó borracho el sábado. Sí, este sábado... ¡Ah! ¿No me cree? ¡Mire! ¡Mire cómo me dejó el cabrón! ¿Ve esta quemada? ¡Mírela bien, señor! ¡Mire! Mh. Pues por defender a mi hijo... ¡Porque es mi marido! ¡Por eso! Cómo iba yo a denunciarlo... ¡Ah!, ¡eso! Nada grave, señor. Lo senté en el carrito del súper, y de pronto el escuincle ya estaba en el piso. Ay. Sí. Y otra vez a correr con el médico... Digo, a cualquier madre podría pasarle, ¿o no? No, señor. ¿Qué dice? ¡Que no, señor! ¿Por qué insiste tanto? ¡No le haga caso! Mi psiquiatra está loco. Yo jamás me haría daño. Que me la hizo mi marido; mire esta otra. Que yo ya no fumo, señor, ¿o qué no me ve? Otra vez tuve que dejar el cigarro. No. Que no. Que yo no dañaría a nadie. No. A nadie. Y mucho menos a mis hijos... ¿Munchausen?, ¿qué es eso? No, no, no, a ver, a ver, espéreme tantito. Yo no lo asfixié. Ese niño ya estaba muerto cuando yo llegué a verlo. Pero, ¡señor!, ¡cómo se le ocurre que una madre..! Ay. Por favor. Ya déjeme ir, ¿sí? Se lo suplico. Me siento muy mal. Me mandaron reposo absoluto. Pues porque es de alto riesgo. Sí. Queremos tener tres. Ésta va ser niña... ** Jéssica de la Portilla Montaño gina@ginahalliwell.com Escritora mexicana (México, D.F., 1979). Textos suyos aparecen en la antología Brotes de luna, de Teresa Dey (1999). Cursó los talleres de teoría y práctica del cuento con Alberto Chimal, creación literaria con Teresa Dey y novela con Gerardo de la Torre. Trabaja como correctora de estilo y traductora. Mantiene una página personal en http://www.ginahalliwell.com. === Picado contrapicado Rolando Revagliatti ========================== *** The adventures of Baron Munchausen Airearse de Quijote mecerse con arañas telón que decapitas después pero también durante el tic-tac de la arena de nuestros relojes (y en trance de sultán tanta pasión el oro) aletargados por la Infausta y su Tradición de consistencia incuestionable ¡Mi reino por mis funciones! Bucéfalo, ¿me hallas acaso abandonándote? The adventures of Baron Munchausen (Las aventuras del Barón Munchausen), filme dirigido por Terry Gilliam. *** Divina Divina Para el gran público fue un éxito Divina Para los críticos el filme abusaba Divina En la trama el Maldito se consumía odiándola Divina Ese Maldito la odiaba y la odiaba Divina Y apuraba el vino añejo de su odio Divina No sería suya Divina. *** Down by law Apuntan muertos desde encierros y repugnantes encerronas Apuntan fugados al halo de la justicia Apuntan canes a parias naden y fuguen o no naden. Down by law (Bajo el peso de la ley), filme dirigido por Jim Jarmusch. *** Amantes Rompan filas rompan cirios rompan trenzas rompan Victorias rompan derrotas rompan guarradas rompan Arbolitos de la Navidad rompan Trinis rompan Nochebuenas rompan frentes rompan Santas Pascuas rompan El Cuento del Novio. Amantes, filme dirigido por Vicente Aranda. *** Gothic Realizo al poeta sobre la agitación de las alas del pajarraco que se lanza a los relámpagos Realizo al poeta en el pajarraco de los fogonazos Realizo al relámpago. Gothic, filme dirigido por Ken Russell. *** Naked tango Guapo túnel de contraluces colorados consuma el florilegio Guarda la debida memoria y el Cholo no la mata Vendas para el artificio: mis testículos. Naked Tango (Tango desnudo), filme dirigido por Leonard Schrader. *** Roseland No te duermas en los espejos Confluye Huérfanos los zapatos en la pista En el cielo los pies danzaban como números. Roseland, filme dirigido por James Ivory. *** Mr. and Mrs. Bridge La vida sirve La vida sirve aun cuando cimbra La vida sirve a fines desproporcionados Se nos queda desproporcionándonos. Mr. and Mrs. Bridge (Señor y señora Bridge), filme dirigido por James Ivory. *** Let him have it Ahora mismo es ahora cuando lo hacen con nuestro hijo y hermano Ahora mismo mientras nos abrazamos Es también ahora cuando ellos son eficaces Funcionarios deciden y lo hacen Ahora mismo ratifican: lo están ahorcando. Let him have it (La muerte cumple condena), filme dirigido por Peter Medak. *** Zabriskie Point A la parrilla modernista las cadenas de mandos En las parrillas modernistas ni horizonte Los bronces de la inmortalidad A la parrilla le han explotado los desiertos Y mañana serán restos los hombres Vuelan los explotados y alucina (dinamita) una chica. Zabriskie point, filme dirigido por Michelangelo Antonioni. *** Passion fish Usted baila, ríe, llora eso sí a riesgo del mundo real Yo revelo mis fotos, perduro sobre las ruedas de mi silla al fin apasionadas ¿Logrará usted que vuelva yo a lograr? ¿Cómo es así lograr? ¿Lograré yo que usted me necesite? Passion fish (Escrito en el agua), filme dirigido por John Sayles. *** La double vie de Veronique El anillo y el ojo y las coordenadas Primera persona del remolino que desfallece Segunda persona de la culminación de las campanas Se corta por la voluptuosidad su electrocardiograma y por lo más delgado A mí recurren los reflejos La otra es ardua cuando río en mi madera. La double vie de Veronique (La doble vida de Verónika), filme dirigido por Krzysztof Kieslowski. *** The last tycoon Desde nuestras butacas, en colores te juzgamos en tu butaca de productor juzgándonos en blanco y negro Bailábamos en el baile de los guionistas cuando en el baile de los guionistas también bailabas Nos abríamos a tu requisa mientras te abrías a la nuestra A La Huyente Aparecida nos proyectaste en su más controvertida aparición Rumbos del filme: tampoco nosotros optaríamos por cesar de aparecernos en tu proyector. The last tycoon (El último magnate), filme dirigido por Elia Kazan. *** Rear window Pajarracos y pajaritas los veo desde aquí reciben y agasajan hasta desmoronarse en la realidad Maltratantes y maltratadas se satisfacen y aunque no lo sepan: para mí Acotado me recreo en mi yeso con binoculares, con un ojo en la cámara generando cómplices El simpatiquísimo pichicho indiscreto ya ni indiscreto ni simpatiquísimo se fue al cielo de los pichichos matado sólo por su condición indiscreta Setenta ventanas y ninguna ventana como ésta. Rear Window (La ventana indiscreta), filme dirigido por Alfred Hitchcock. *** Un complicato intrigo di donne, vicolo e delitti La llaga en el dedo tórnase llaga dilecta pilar de tanto vecindario que canta Escupen jeringas las lúcidas enérgicas hombres declinan el honor del paisaje Esfúmanse con burilada decadencia ciegos pero no sordos traspasan tufos y rutinas. Un complicato intrigo di donne, vicolo e delitti (Camorra), filme dirigido por Lina Wertmuller. *** Sotto, sotto Libidinal amigo: duele Duele donde crispa después de doler donde petrifica o aterra Duele donde consiste y estremece nuestro descuidado candor viril en los cuerpos cavernosos y en la estirpe (A mí me sucedió —y la mía no era toda una esposa—) Duele sin pausa duele con o sin despliegue sobrio o mamado surcando mares plantando un abedul completando en sánscrito los pliegos de una licitación (lícito... ilícito...) concibiendo a un genio recitando en hindi asoneteada sinrazón o extravagancia (vagar tu propia legítima cónyuge archiamada en la escandalosamente besable acariciable oprimible alarmante cónyuge de otro libidinal amigo también magníficamente derrotado). Sotto, Sotto, filme dirigido por Lina Wertmuller. *** Una sombra ya pronto serás Es la carta es el pezón embocando en el buzón ¿Hay alguien en la carta? ¿Y en el buzón? En el pezón hay Al truco me desentiendo de mis deudas me desentiendo de mis compañeros de detenimiento detengo con intercambiables cábalas e interminables señas Nos perseguimos y abandonamos Abandonándonos ya pronto —y para que en nosotros, sus conciudadanos tomen ejemplo y se miren las nuevas juventudes— seremos. Una sombra ya pronto serás, filme dirigido por Héctor Olivera. *** Passover fever Irrumpió nuestro hijo el segundo día cuando atardecía apareció nuestro hermano vivo cantando en el casete. Passover fever (Fiebre de Passover), filme dirigido por Shemi Zarhin. *** Peggy Sue got married Primavera del sesenta ya me dirás lo tuyo ¿Qué me está primavera del sesenta ocurriendo? ¿Qué esencia capto y casi trueco por unos anticipos de mi libertad? Es que me acuerdo de mi futuro demasiado perfectamente No era por completo yo definitiva cuando todavía atesoraba mi primera vida por delante Les advierto: nadie trata a la que voy a ser de ese modo ¿Seré apenas reclamada por el definitivo Charlie? Peggy Sue got married (Peggy Sue, su pasado la espera), filme dirigido por Francis Ford Coppola. *** Groundhog day En un día no cabe la repetitiva nieve del fotoduplicado dos de este febrero En un día no cabe la sonriente marmota En un día no cabe más que hacerme gente una persona En un día no cabe ni toda la poesía francesa del siglo diecinueve ni toda mi versatilidad y los asuntos pendientes En un día no cabe más que el hoy que es mañana En un día no cabe más que enamorarte. Groundhog day (Atrapado en el tiempo), filme dirigido por Harold Ramis. ** Rolando Revagliatti revadans@yahoo.com.ar Docente y escritor argentino (Buenos Aires, 1945). Ha hecho estudios de realización cinematográfica, formación actoral, psicodrama psicoanalítico y psicoanálisis, entre otros. Entre 1988 y 2004 ha publicado los poemarios Obras completas en verso hasta acá, De mi mayor estigma (si mal no me equivoco), Trompifai, Fundido encadenado, Tomavistas, Picado contrapicado, Leo y escribo, Ripio, Desecho e izquierdo, Propaga, Ardua, Pictórica, Sopita y Corona de calor; los libros de cuentos Historietas del amor y Muestra en prosa, y la obra de teatro Las piezas de un teatro. Doce de estos libros se encuentran en distintas bibliotecas virtuales de varios países. Ha sido traducido y difundido a diez idiomas en medios gráficos y electrónicos. Ha coordinado cafés literarios y ha dirigido espectáculos teatrales. Textos suyos pueden leerse en diversos medios latinoamericanos y en su página, http://www.revagliatti.com.ar. === El regalo José-Carlos Nazario ==================================== “La violencia engendra violencia” Mohandas Gandhi La pálida imagen de aquel escenario se dibujaba padeciente, sufrida. Arbustos lánguidos, casitas victorianas camino a la ruina y apenadas melodías de juegos infantiles testificaban aquel drama. Hija del salitre, de la soledad de aquel pueblo tranquilo y triste, creció la mujer más bella del mundo. Se mantuvo ágil y hermosa, preparada para la deprimente tarea de ser esposa infeliz. A los quince años su padre arregló el matrimonio con un emprendedor comerciante de Barcelona que cruzaba ante la casa azul. Al mirarla, deslumbrado, el catalán dejó caer una bolsa con cientos de monedas a los pies del que juntaba la paja en la esquina del potrero, el padre. Una lágrima brotó del ojo izquierdo (por el que lloran los indigentes) de ese viejo barbudo y entregó sin pensarlo a su única hija. Templada por las artes del bordado, ella pacientemente aceptó el designio de su heredada miseria y toleró cada instante de la agonía de su virginidad. Sentada en una mecedora de pino vio crecer su panza unas tres veces sin producir fruto alguno, mientras tejía. En la casa nunca faltó nada, sólo amor. El servicio era cubierto con impecable diligencia por Tomasa, la negra isleña que había amaestrado la madre del soberbio catalán. La joven asistía a su marido con abnegación escolástica; mas nunca la ternura medió entre la mirada de ambos, jamás conoció el deseo por la piel de quien le amaba más por su apariencia que por su ser, o incluso, por la pertenencia. El marido continuaba sus andanzas comerciales fiel a la belleza de su esposa que residía en un palacio gigante, de enormes paredes y candelabros lujosos. Nunca demostró el amor que sentía por ella, era cosa de débiles. Temeroso de que algún extraño cayera hechizado por su belleza, le condenó al encierro diurno, reduciendo sus distracciones al bordado cotidiano y a breves paseos nocturnos en el único vehículo de motor que rondaba aquella aldea perdida en el tiempo y la lejanía. Una noche como esta, en su cumpleaños, el marido entró a la casa con sigilo, pretendiendo dar una sorpresa cariñosa: le había escrito un poema. Caminó de puntillas por el silencioso salón. Cuántos bailes sin hacerse, cuántas recepciones de amigos que nunca pudieron ser, gracias a su recelosa cautela. El esposo, miserablemente herido por su propia actitud, se lamentaba por la clausura a la que había sometido a su amada. Miró los asientos como esquivándoles la vista, como si los muebles tuvieran ojos y fueran a delatar su agasajo secreto. Avanzó veinte pasos por aquella terraza de yeso y madera. Abanicos inservibles batían un aire tibio y seco, como el de todo el pueblo. Entró al pasillo y divisó el retrato encantado de la compañera infortunada de sus noches. La imagen de la menor, emancipada de sus sueños de señorita, cual pieza de coleccionista, lucía altiva en su lujosa residencia convertida en cárcel. Pensó en ella. Cuán triste debía ser. Condenada a un encierro de largas soledades, sin más compañía que la de un gato y los servicios molestos y empalagosos de una esclava, cuya ignorancia no le permitía articular conversaciones para entretenerla. Se sintió culpable, no sospechaba la magnitud de su yerro. Compadeció a aquella mujer y su destino y soltó una lágrima que se deslizó por el párpado inferior del ojo derecho (por el que lloran los adinerados). Traspasó el cuarto de visitas, cerrado con una puerta de caoba y un llavín dorado. Continuó su paso por aquel angosto pasillo, sus pies no le pesaban, pero no tenían ya la agilidad de hacía diez años cuando soltó, como sin querer queriendo, aquel saco de monedas sobre el pie neurítico del suegro difunto. Pensó en aquel día, en la lágrima del padre esclavista: “Estoy viejo”, dijo. Viejo y ablandado por los años, caminaba en la penumbra del pasillo sobre la planta de sus enlanados pies. La edad le había reblandecido el corazón, y tarde vio la pena de su futura viuda. Al pie de la escalera sintió una presencia misteriosa. Allí, en la penumbra, no lograba divisar la silueta. Tuvo miedo. Pero el temor fue interrumpido por el estallido irreverente de un maullido en el silencio. Acaricio la cabeza del felino y siguió su paso. Subió peldaño tras peldaño la empinada escalera y se sintió cansado. Empuñó la baranda en el último escalón para tomar aire, amilanando el jadeo del ejercicio sofocante. “Andando”, se dijo, y prosiguió su vía crucis por la mansión polvorienta. El empaque lustroso no delataba el interior de aquel regalo. El papel era rojo y la notita con el poema, cursi y mal copiado, estaba escrita en tinta china, aún de firme trazo. Lo sostenía mientras caminaba hacia la recámara donde esperaba encontrar a su esposa recluida, tejiendo a mansalva, como suponía que sucediera todas las noches antes de su llegada puntual a las siete y treinta. Antes de llegar a la casa el consorte acostumbraba hacer algunos pagos a sus colaboradores y abastecía el coche de combustible. Aquella noche era distinta, era el cumpleaños de su presa, que a partir de hoy no lo sería más. Su mujer iba a ser como las demás del pueblo: libre. “Irá al mercado, al club de bridge, a comprar revistas y a disfrutar las flores. Ya no seré más su carcelero”, decía para sus adentros. Eran las siete en punto. Con la cautela inicial dio el último paso antes de presionar la cerradura. Abrió la boca, antes que la puerta, para desentonar las notas: Celebrotucumpleañostanprontoviasomarelsolyenestedíagloriosopidotu dichaalseñor... Un destello de asombro le hizo tirar el regalo. Detuvo el canto. La piel de leche de su amada se batía con cadencia en una danza extraña, diabólica. Enfrentándole, contrapuesto, el café de los cueros de Tomasa, se sacudía en el baile que, demencial, constante, llevaba aquel macabro paisaje. El aire, el pudor arañaban las paredes huyendo de la imagen desgarradora, como huyen los insectos de su exterminador. La pintura del techo se desprendía de aversión y él, marido traicionado, paralizado, inerte, no pudo reaccionar al instante ante aquellas miradas cómplices que le invitaban al banquete. Liberado de su asombro pudo avanzar tres pasos y mover su mano derecha (la que mueven los magnates) y extraer con violencia un revólver de su bolsillo. Y como sentenciándolo, probándole la vieja frase de Gandhi, apareció a sus espaldas, desnudo, con tres brazos, el esposo de Tomasa con su negra musculatura y brillante de sudor, con un puñal en la mano izquierda (...). ** José-Carlos Nazario jnazariobaez@gmail.com Escritor dominicano (Santo Domingo, 1985). Ha cursado estudios de derecho y política y ha participado en diversas agrupaciones sociales, estudiantiles y culturales. Redacta la columna “Dimensión Ética” del diario Clave Digital (http://www.clavedigital.com), donde difunde ideas reflejando su compromiso crítico con una nueva visión de ciudadanía. Ganador del premio Estrella de la Juventud Dominicana. Obtuvo el Primer Lugar en el Concurso de Ensayo Histórico sobre la Constitución Dominicana, organizado por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (http://www.pucmm.edu.do; 2003). Ha publicado de manera alternativa Morada de locos, una selección de microrrelatos. |||||||||||||||||||||||||||||| EL BUZÓN ||||||||||||||||||||||||||||| === Carta abierta al alcalde del municipio Zamora del estado Aragua ======= (Nota del editor: un museo en la población venezolana de Villa de Cura, en el estado Aragua, que hasta hace poco tiempo llevó el nombre de don Inocencio Utrera, acaba de ser rebautizado como Museo Giuseppe Girlando, lo que motivó esta carta abierta del licenciado Johnny Hernández Calvo, ex cronista oficial del municipio Zamora, del que Villa de Cura es capital. Nacido en 1900 y fallecido en 1976, Utrera fue un pedagogo espontáneo, inventor y autodidacta, carpintero, poeta, músico, barbero de gran trayectoria y con un especial don de gente que se granjeó el cariño del pueblo aragüeño). Villa de Cura, octubre 20 de 2008. Ciudadano: Abogado Estéfano Mangione Calónico Alcalde del Municipio Zamora Su Despacho.— Reciba mi más cordial saludo a la vez que auspiciosos deseos por el éxito de su gestión. Acuso recibo formal de la invitación que me hiciera llegar esa Alcaldía, junto con la Red de Bibliotecas Públicas del estado Aragua, para el acto de “inauguración” del Museo Giuseppe Girlando y la Biblioteca Pública Ezequiel Zamora. Mil gracias. Infortunadamente, mi estado de salud actual perturba toda posibilidad de acompañarles. Es por ello que les hago llegar disculpas. No obstante, me permito expresarle, reiterándole mis respetos, lo que de seguidas paso a exponer: 1. La Biblioteca Pública “Ezequiel Zamora” fue creada en 1975 e inaugurada el 23 de junio de ese año, con las formalidades que son de rigor, efecto de un esfuerzo conjunto de la Gobernación del estado Aragua y el Concejo Municipal del Municipio Zamora. De donde tenemos que el acto de hoy contempla su reinauguración. Dejar registro de algo distinto constituiría una inexactitud cometida a lo menos 33 años después. 2. Sin desestimar un ápice las virtudes de mi añejo amigo Girlando, quien ha sabido ganar para sí el respeto, el reconocimiento y la estima colectiva de manera inobjetable, obligado estoy a formular algunas interrogantes: ¿Qué hizo don Inocencio Utrera para que su nombre sea hecho desaparecer de la Red de Museos de Venezuela? ¿Cuál fue el delito por él cometido? ¿Quién le juzgó? ¿Quién fue el fiscal? ¿Tuvo abogado defensor? ¿Decidió él, en ejercicio de plena y libre voluntad, asumir su autodefensa? ¿Cuáles argumentos esgrimió en su favor? ¿Fue un juicio sumario? ¿Fueron evacuadas las pruebas contundentes del delito cometido? ¿Quiénes fueron los testigos presentados? ¿Quiénes los miembros del jurado?, etc. Señor alcalde, en mi llana condición de villacurano entre villacuranos, hemos de recordar que quienes a menudo se ejercitan en el juicio moral y ético de los actores del pasado, con ademán de jueces, absolviendo aquí y condenando allá, terminan dejando tras de sí la estela envolvente e imperecedera de un precario sentido histórico. Con todo, hay interrogantes por responder. Sin más, quedo de usted a sus gratas órdenes. Atte., Lic. Johnny Hernández Calvo Ex cronista oficial del municipio Zamora ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas! / Hacedla florecer en el poema; / Sólo para nosotros / Viven todas las cosas bajo el Sol. / El Poeta es un pequeño Dios”. Vicente Huidobro, “Arte poética”. En: El espejo de agua (1916). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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