~~~~~~~~~~~~~~~ Año XIII Cagua, Venezuela Nº 210 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 18 de mayo de 2009 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ ** EDICIÓN ANIVERSARIA ** 13 AÑOS ** ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | “XIII. Experimento de letromancia”. Letralia celebra | Anuncio especial: sus 13 años con libro digital sobre supersticiones. | nuestros 13 años | Breves y bilingües. / Juegos para jóvenes y abuelos. / | Breves Taller en Monagas. / Visitando Graeslinjú. / Benedetti | en Aragua. / De Huidobro a Bolaño. / Los huéspedes. / | Oficio ganador. / El coloquio de Sojo. / De campamento. | | Manuel Iván Urbina Santafé gana en Colombia el Concurso | Noticias de Comfamiliar. / Juzgado resuelve que archivo de | Aleixandre pertenece a Bousoño. / UGR deplora | manifestaciones de Fortes sobre García Lorca. / Desierto | el Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez. | / El libro electrónico incrementará su presencia | comercial. / José Emilio Pacheco obtiene el Premio Reina | Sofía. / Poetas internacionales visitan cárceles de | Costa Rica. / Festival de Granada pide más apoyo para el | futuro. / Europeana recibirá pleno apoyo de la Unión | Europea. / España apoya ante la UE difusión de | contenidos culturales en Internet. / Piden un centro de | memoria histórica en la cárcel de Carabanchel. / Muere | el músico colombiano Rafael Escalona, el juglar del | vallenato. / Recuperan La frente pensativa, de J. R. | Jiménez, hasta ahora inédito. / Colombiano Evelio Rosero | gana premio británico de novela. / Veinte países | organizan celebración del centenario de Miguel | Hernández. / Fina García Marruz recibe el Premio de la | Latinidad. / Chile inaugura museo en honor a Gabriela | Mistral. / Tomás Segovia recibe Premio García Lorca | Ciudad de Granada de poesía. / Claudio Magris recibe | Orden de las Letras de España. / Murió el poeta Mario | Benedetti. / Asociación de Internautas manifestará ante | Ministerio de Cultura. / Universidad de Alicante | homenajeará a Mario Benedetti. / Realizarán en Caracas | jornadas de investigación humanística y educativa. / | Poetas de cuatro continentes se reunirán en el Festival | de Medellín. / Letrarte reunirá a escritores argentinos | e internacionales en Argentina. / Retóricas en la | antigüedad serán analizadas en Rosario. / Escritores y | artistas hispanoamericanos se reunirán en Buenos Aires. | | “Gracias por el fuego de la poesía y de la vida, Mario”, | Especial: Rolando Gabrielli. / “Casa del hombre”, María del Mar | Adiós a Estrella. / “Mario Benedetti”, José Ruiz Guirado. | Mario Benedetti | “La enfermedad del futuro”, Dixon Acosta. / “Asesinos | Artículos y por naturaleza”, Andrés Ugueruaga. / “Yolanda Pantin. | reportajes Transfiguraciones de la imagen”, Manuel Cabesa. / | “Literatura y artiguismo”, Gustavo Esmoris. / “La | Sociedad de los Poetas Muertos”, Gabriel Mantilla | Chaparro. / “Una turista en un mar de arena”, María Paz | Ruiz. / “El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos | Onetti, de Mario Vargas Llosa”, Manuel García Pérez. / | “Las edades del laberinto, de César Cabello. La | filiación como posibilidad estética”, Rodrigo Aravena. / | “El arte de la distorsión en El naufragio del Imperio, | de Juan Esteban Constaín”, Andrés Mauricio Muñoz. / | “Adiós a Enver Cordido. Mayo dieciséis tan lejos de | aquel del 39”, Alberto José Pérez. | | Conversación con Alirio Díaz: “Este es un país lleno de | Entrevistas locos y de artistas”, Alberto Hernández. / Diego Ramírez | Gajardo: “Hay mucha poesía decorativa”, entrevista por | Augusto Rodríguez. | | “Desmitificar el canon de la literatura | Sala de ensayo latinoamericana”, María del Carmen Castañeda Hernández. | / “Consideraciones sobre el Infierno en La Eneida”, | María Alejandra Crespín Argañaraz. / “Arte y sociedad”, | Fulvio Fernández. / “Comentarios sobre el hombre y la | naturaleza en dos cuentos de la selva de Horacio | Quiroga”, Francisco Javier García Hernández. / “El vals | criollo peruano: la identidad colectiva en la diáspora | peruana”, Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara. / “La | constitución del sujeto femenino: diferencias entre la | escritura de Mercedes Valdivieso y María Elena Gertner”, | Claudia Cáceres Ruiz. / | | “Mar abierto”, Mercedes Baldó. / “Como una flor”, | Letras Jennifer Díaz Ruiz. / Poemas de Alba Estrella Gutiérrez. | / “El ocaso vino contigo”, Orlando Mazeyra Guillén. / | “El labio y viceversa” (extractos), Juan Carlos Guardela | Vásquez. / “La fantasía en 100 palabras” (extractos), | Julio Campos Ávila. / “Alas de papel” (extractos), | Argenis Díaz. / “8 horas”, Guillermo Barquero. / Cuatro | poemas de Alma Rosa Tapia. / “Morirse de a poco y sin | testigos o volver...”, Silvia Hebe Bedini. / “Idioma de | amor” (extractos), Luigi Muccitelli. / “De las hojas que | regresan al árbol”, Edgardo Herrera. / Poemas de Ricardo | Martínez-Conde. / Dos relatos de María Elvira González. | / “Uniones mínimas”, Evangelina Arroyo. / “El ruiseñor”, | Melissa C. López Real. | | José Ortega y Gasset. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007, Centro Nacional del Libro http://www.cenal.gob.ve =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||| ANUNCIO ESPECIAL: 13 AÑOS DE LETRALIA ||||||||||||| === XIII. Experimento de letromancia ====================================== === Letralia celebra sus 13 años con libro digital sobre supersticiones === Este 20 de mayo se cumplen 13 años desde la primera edición de Letralia, Tierra de Letras, la revista de los escritores hispanoamericanos en Internet. Para celebrarlo, la primera publicación electrónica venezolana acaba de lanzar el libro conmemorativo XIII. Experimento de letromancia, una colección de textos sobre las supersticiones. “Vilipendiado por llevar la cara de la muerte en el tarot y acusado de traición desde la última cena de Jesús y sus apóstoles, el número trece es el capitán de las supersticiones”, dice el editor Jorge Gómez Jiménez en la presentación del libro. Veintiséis autores —dos veces trece— se han unido para hablar, desde la poesía, el cuento y el ensayo, acerca de las supersticiones, el azar y otros temas relacionados, como la hechicería, la mitología y el anhelo del hombre de predecir el futuro. XIII. Experimento de letromancia presenta textos de los venezolanos María Eugenia Betancourt, María Elvira González, William Guaregua, Alberto José Pérez y Susana Sussmann, así como de los argentinos Lilian Fernández Hall, Silvia Hebe Bedini, Yvette Schryer y Gabriela Urrutibehety, la boliviana Blanca Elena Paz, el chileno Ulises Varsovia, los colombianos Dixon Acosta, Francisco Pinzón-Bedoya y Marco Antonio Valencia Calle, la ecuatoriana Sara Vanegas Coveña, los españoles Estrella Cardona Gamio, José Luis Justes Amador, Juan Planas y José Ruiz Guirado, los mexicanos Ulisses Paniagua y María Celeste Vargas Martínez, la panameña Melanie Taylor Herrera, el peruano Jack Farfán Cedrón, el dominicano Daniel Montoly y los uruguayos Julio César Parissi y Ramiro Sanchiz. El libro puede ser leído directamente en la Web en la dirección www.letralia.com/ed_let/13 o descargarse en formato PDF, siendo gratuitas ambas opciones. Como no podía ser de otra manera, XIII. Experimento de letromancia es el número 7 de la colección “Especiales” y el número 50 del sello Editorial Letralia. ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Breves y bilingües. El investigador mexicano Marco Aurelio Ángel Lara está impulsando actualmente para la Escuela de Literatura y Escritura Creativa de la Universidad de East Anglia, donde trabaja, la producción de una antología de textos breves que será traducida al inglés con vistas a su publicación en papel. Los textos deberán tener una extensión de hasta 500 palabras, y podrán ser inéditos o no. Podrán haber sido escritos en cualquier lengua de la península ibérica, pero deberán ser presentados con una versión en castellano (en caso de que ésta no sea la lengua original). El colaborador deberá enviar los textos en archivo Word a la dirección de correo breverias@yahoo.co.uk, agregando los siguientes datos: autoría, referencias bibliográficas (en caso de que los textos ya hayan sido publicados) y pertenencia genérica de los mismos (en caso de que esta última sea difícil de establecer, entonces se deberá presentar como “género híbrido”. Los géneros considerados hasta este momento son aforismo, máxima, sentencia, adagio, falsos proverbios, pensées, haikús, microcuento, fragmento, apotegma, greguería, crónica, cuento brevísimo, poema en prosa, artículo literario (esta lista es provisional y no exhaustiva). Se agradecerá también el envío de textos de otros escritores (clásicos o no tan conocidos, por supuesto, debidamente adjudicados al autor), así como de ensayos críticos referentes a estos textos genéricos (recomendaciones también son bienvenidas). En una primera etapa del proyecto, los textos aparecerán publicados electrónicamente (a menos que el autor indique lo contrario) como parte de un archivo general en el blog de la antología. En una segunda etapa se seleccionarán textos de este archivo y de otras fuentes pertinentes con base en criterios editoriales tales como, por ejemplo, la posibilidad de una versión inglesa eficiente del texto original. http://brevesiberoamericanos.blogspot.com Juegos para jóvenes y abuelos. Desde el pasado miércoles 13 y hasta el próximo domingo 31 de mayo es posible inscribirse en los Juegos Bonaerenses (Área Artística), organizados por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de General Pueyrredón para jóvenes y abuelos de ambos sexos de toda la provincia de Buenos Aires, Argentina. En el caso de los jóvenes, se incluye a nacidos entre 1991 y 1997, mientras que para los abuelos se comprende a nacidos hasta el año 1949. Los jóvenes podrán participar en artes plásticas (dibujo, pintura, escultura, pintura mural), literatura (poesía y narrativa), teatro libre, danza folklórica tradicional argentina (conjunto), tradicional bonaerense (pareja), argentinas estilizadas (conjunto), malambo (individual masculino); danza tango tradicional (pareja), no tradicional, nuevas tendencias (parejas), danza salsa (parejas); solista de canto (folklórico, tango, libre); agrupación vocal en música rock y en música instrumental (solista, ensamble); conjunto vocal o instrumental. Los abuelos lo harán en artes plásticas (dibujo, pintura y escultura); tejidos y costura (bordado, crochet, macramé, puntilla y encaje, telar, dos y cinco agujas, corte y confección); comidas típicas (entrada, plato principal, postre); literatura (poesía y narrativa); teatro libre, danza folklórica (tradicional argentina); danza tango (tradicional); canto solista (folklore y tango); agrupación vocal; música instrumental (solista, ensamble) y conjunto vocal e instrumental. Por informes e inscripción los interesados podrán hacerlo en el Centro Cultural Osvaldo Soriano (25 de Mayo y Catamarca), de lunes a viernes de 9 a 15, o bien mediante el teléfono 0223 4997877 o el correo electrónico programacion@cultura-mgp.com.ar. http://www.mardelplata.gov.ar Taller en Monagas. Este lunes 18 de mayo el Instituto de Cultura del estado Monagas (Icum), Venezuela, abre el proceso de inscripción para un nuevo taller de creación literaria, en esta oportunidad dirigido a jóvenes y adultos con inquietudes y aptitudes en este importante género literario. El taller se realizará desde el jueves 28 de mayo en las instalaciones del Complejo Cultural de Maturín, según informó el presidente del Icum, el escritor Miguel Mendoza Barreto (http://www.letralia.com/firmas/mendozabarretomiguel.htm). La actividad forma parte del Programa de Formación y Capacitación Artística del Icum, que entre sus componentes incluye la realización de talleres en diferentes áreas, como teatro, danza, cerámica, pintura y dibujo, entre otros, los cuales se imparten en diferentes comunidades de Monagas. El taller tendrá una duración de tres meses y se desarrollará en sesiones de tres horas a la semana, en un horario que será convenido entre el facilitador y los participantes el jueves 28 de mayo a las 4 de la tarde, cuando se realizará la reunión inicial. http://www.monagas.gob.ve/icum Visitando Graeslinjú. La Biblioteca Municipal Gonzalo Torrente Ballester, de Salamanca (España) acoge desde el 19 hasta el 29 de mayo la exposición “El país de Graeslinjú”, que recorre la vida e historias de siete grandes escritores de la literatura infantil y juvenil con el fin de fomentar el interés por la lectura. Mark Twain, Hans Christian Andersen y Arthur Conan Doyle, entre otros, forman parte de este lugar mágico dividido en ocho lugares con diferentes temáticas: el árbol del miedo y la risa, el bosque de los cuentos, el cine de Graeslinjú, las colinas de la fantasía y la aventura, el mar de jugando y aprendiendo, el teatro de Graeslinjú, el río de la rima y la tierra de las historias de hoy en día. El objetivo principal de la muestra es ofrecer un escaparate para trasladar a escolares y adultos, de una manera divertida, la vida y obra de estos grandes escritores, de una manera didáctica y utilizando, como recurso fundamental, el poder de la imaginación con este país creado para el disfrute y al aprendizaje de unos personajes históricos que fueron y son hitos de la literatura infantil y juvenil. La biblioteca está ubicada en el Paseo Los Olivos, 10-22. Para solicitar información, puede telefonear al 923 282069 o escribir a biblio@aytosalamanca.es. http://abbrr.com/Ane Benedetti en Aragua. Los escritores del estado Aragua (Venezuela) rendirán homenaje a la memoria del escritor uruguayo Mario Benedetti, quien falleció en Montevideo el pasado domingo 17 de mayo. La actividad, de entrada libre, es organizada por la Gobernación del estado a través de su Secretaría Sectorial de Cultura, que dirige el poeta Williams Hernández. Los Madrigalistas de Aragua, la Agrupación Literaria Pie de Página y el Teatro Estable de Maracay formarán parte del homenaje, que se realizará a partir de las 6 de la tarde del jueves 21 de mayo en el Teatro de la Ópera de Maracay. De Huidobro a Bolaño. El campus Zapateira de la Universidad de La Coruña (UDC) ofrecerá este viernes 22 de mayo un recorrido por la literatura chilena que, con el título “Un siglo de vanguardia chilena en España”, se extenderá desde la obra y la época de Vicente Huidobro hasta la de Roberto Bolaño. El escritor Carlos Franz estará a cargo de la conferencia inaugural, “De Huidobro a Bolaño: la creación de un animal mitológico: el huibodolabroño”, a las 10:15 de la mañana. Le sigue Eva Valcárcel, de la UDC, a las 11:30, con “Hay palabras que tienen forma de árbol. Vicente Huidobro en España”. A las 12:45, Fernando Moreno (Universidad de Poitiers, http://www.univ-poitiers.fr), pronunciará su conferencia “Roberto Bolaño y la experiencia del abismo”. Será seguido, a las 16, por Raquel Bra (UDC), con “Roberto Bolaño: fragmentarismo y vanguardia”. A las 16:45, Joaquín Lameiro (UDC) hablará sobre la imaginación y el lenguaje en Ecuatorial, de Vicente Huidobro. La conferencia de clausura será “Chile, Bolaño, Barcelona”, a cargo del escritor Pedro Ramos, a las 17:30. El evento se realizará en el Salón de Grados de la Facultad de Filosofía. http://www.udc.es Los huéspedes. Tal es el título de la novela del escritor, guionista y periodista español Rubén Sánchez Trigos que será presentada este jueves 21 en Madrid, con la intervención de los escritores Santiago Eximeno y Juan Aparicio-Belmonte. Thriller de misterio ambientado en el Madrid actual, Los huéspedes —publicada por el sello Drakul— narra la historia de un corrector de novelas de terror que, amargado por su vida de fracasos, es convocado por el misterioso autor de best-sellers al que corrige para entregarle su último manuscrito. A partir de entonces se encontrará inmerso en una trama inquietante de asesinatos en la que peligra su propia vida. Sánchez Trigos ha colaborado con prensa y televisión, y ha escrito diversos artículos sobre cine y literatura de género. Guionista de cortometrajes, con los que ha cosechado innumerables premios, en 2005 coescribió El intruso, protagonizado por José Coronado y nominado al Goya al Mejor Cortometraje de Ficción. Actualmente trabaja en su tesis doctoral sobre el zombie en el cine español de los años 70. La presentación se realizará el jueves 21 de mayo a las 19:30 en la librería Estudio en Escarlata (calle Guzmán El Bueno, 46; esquina Fernández de los Ríos). http://www.drakul.es Oficio ganador. Este jueves 21 de mayo será presentado en Caracas el libro Oficio de lectores; textos de detectivismo literario y especulaciones narrativas, con el que el escritor y psicólogo venezolano Pedro Enrique Rodríguez obtuvo en 2008 el premio único del Concurso Anual Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana siendo Ana Teresa Torres, Ramón Guillermo Aveledo y Miguel Osío los jueces. El libro contiene un “desfile textual” de autores leídos por Rodríguez, temas narrativos de su interés particular, reflexiones bibliográficas e incluso interrogantes sobre el oficio mismo de la lectura, todo esto a manera de pistas, en el mejor sentido policial, para que el lector haga junto al autor las veces de investigador literario, rastreando señales y tópicos, recomponiendo miradas paraliterarias, visiones históricas y visiones ficcionales. Las palabras de presentación estarán a cargo de Ana Teresa Torres. La actividad se realizará el jueves 21 a las 7 de la noche en los espacios abiertos de Econoinvest (avenida Francisco de Miranda, planta baja de la Torre Mene Grande). http://abbrr.com/iPE El coloquio de Sojo. La ciudad de San Juan de los Morros, en Guárico (Venezuela), será el escenario del I Coloquio Afrovenezolano “Juan Pablo Sojo”, que en homenaje al destacado investigador se realizará el próximo 21 de mayo en la Biblioteca Pública Central de la ciudad —ubicada en la avenida Bolívar—, con el auspicio del sello Viento del Sur Editores y del blog Historiografías. La actividad, que se desarrollará de 8 a 11 de la mañana y de 2:15 a 4 de la tarde, contará con la participación del doctor José Marcial Ramos Guédez, el licenciado José Oswaldo Pérez, el profesor Felipe Hernández, el licenciado Ubaldo Ruiz, la profesora Oneida Martínez, el abogado Eduardo López S., el investigador Arturo Álvarez D’Armas (http://www.letralia.com/firmas/alvarezdearmasarturo.htm) y la doctora Irma Mendoza. La moderación estará a cargo del profesor Jeroh Juan Montilla. Los participantes recibirán certificado de asistencia. http://historiografias.blogspot.com De campamento. La editorial puertorriqueña Terranova Editores y su proyecto de formación de talentos literarios están invitando al campamento literario para adultos “Ciudades de palabras”, con el narrador Rey Emmanuel Andújar (http://www.letralia.com/firmas/andujarreyemmanuel.htm) y el poeta Guillermo Rebollo Gil. Los talleres intensivos de cuento y poesía tendrán una duración de cinco semanas e incluirán una sesión de asesoría editorial con el editor Elidio La Torre Lagares y un seminario sobre publicidad e inserción en los medios de comunicación con la publicista Ana Ivelisse Feliciano. Tanto Andújar como Rebollo Gil poseen amplia experiencia ofreciendo talleres de escritura, y sus carreras literarias se encuentran en franco ascenso. Ambos talleres incluyen material didáctico, ejemplares autografiados de los libros Amoricidio y La carencia, una camiseta del taller y 30% de descuento en los libros publicados por la editorial por la duración del taller. La actividad se realizará en la sede de la editorial (Cuartel de Ballajá del Viejo San Juan, Puerto Rico) a partir del próximo sábado 30 de mayo. Para información y matrícula, los interesados pueden comunicarse con Ana Ivelisse Feliciano al 787.668.8071 o por correo electrónico a anaivelisse@gmail.com. http://terranovaeditores.com ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Manuel Iván Urbina Santafé gana en Colombia el Concurso de Comfamiliar El cuento “Una isla llamada Luna”, del escritor colombiano Manuel Iván Urbina Santafé (Pamplona, 1967 http://www.letralia.com/firmas/urbinasantafemanuelivan.htm), resultó ganador del XVII Concurso Nacional de Cuento Infantil organizado en Colombia por Comfamiliar del Atlántico (http://www.comfamiliar.com.co), tras la decisión emitida el pasado 28 de abril por el jurado, compuesto por Claudia Rodríguez, Irene Vasco y Nora Carbonell. Escritor y educador, Urbina Santafé ha publicado con Editorial Panamericana Sören Kierkegaard: la conciencia de un desesperado (2005, colección “100 personajes, 100 autores”) y Donde los ángeles anidan (colección juvenil), así como El libro de los ríos, inicialmente organizado como proyecto de lectura y escritura creativas. En poesía ha publicado Para que tú los entiendas (1998) y Estudio de los seres y las cosas (2005), primera mención en el Concurso Nacional de Poesía auspiciado por la Casa de Poesía Porfirio Barba Jacob. Ha obtenido el Premio Departamental de Novela de Norte de Santander (2000 y 2001) con Donde los ángeles anidan (mención de honor en el Premio Internacional Enka de Literatura Infantil; Medellín, 2000) y con la novela En una plaza vacía (finalista en el Concurso Nacional de Cuento Ciudad de Barrancabermeja). También ganó el Concurso Bienal de Literatura Colombo-Venezolana (San Cristóbal, Táchira, Venezuela; 2003) con el cuento “Soliloquio que Nancy no va a escuchar”. En la actualidad dirige en Cúcuta el taller de la Red Nacional de Talleres Literarios Renata. Para el público infantil ha escrito Don Quijote leído por Alonso el Bueno (2004), De cómo le aparecieron las pecas a Rocío (2003) y El espíritu de los libros (2005), éste último como experiencia colectiva de creación con los bibliotecarios de la Red Departamental de Bibliotecas del Norte de Santander. El cuento ganador aborda el tema del desplazamiento forzado desde la perspectiva de sus principales víctimas: niñas y niños. En medio del dolor por la violencia y el desarraigo, el cuento se ocupa de la vida que florece entre los niños, aun en situaciones extremas. El Concurso de Comfamiliar del Atlántico se convoca desde 1990 y ha sido obtenido por autores como Triunfo Arciniegas (http://www.letralia.com/firmas/arciniegastriunfo.htm), Octavio Escobar Giraldo (http://www.letralia.com/firmas/escobargiraldooctavio.htm), Antonio Orlando Rodríguez, Evelio José Rosero y Gustavo Tatis Guerra (http://www.letralia.com/firmas/tatisguerragustavo.htm), entre otros. *** Juzgado resuelve que archivo de Aleixandre pertenece a Bousoño El Juzgado de Primera Instancia Nº 7 de Majadahonda, Madrid (España) resolvió a favor de Carlos y Ruth Bousoño la demanda interpuesta por la sobrina de Vicente Aleixandre por la propiedad del archivo de su tío, al considerar probado que ambos ostentan la posesión de los bienes que componen ese legado al menos desde el año 1984 y que no hay indicios de mala fe en la apropiación de esos bienes, entre los que hay 1.500 manuscritos, documentos y objetos personales del Nobel sevillano. La sobrina del escritor, Amaya Aleixandre, se declaró heredera de su tío. En diciembre de 2007, en vísperas de que los Bousoño cerraran la venta del archivo a la Junta de Andalucía (http://www.juntadeandalucia.es), les envió un requerimiento para que se abstuvieran de disponer de bienes que pudieran formar parte de la herencia, como informamos en nuestra edición 177 (http://www.letralia.com/177/1123aleixandre.htm). A raíz de ello, el juez decretó medidas cautelares en atención a su demanda. En 2008 interpuso una demanda contra los Bousoño, que ya fue resuelta en septiembre de aquel año a favor del matrimonio. Amaya Aleixandre alegaba que su tío había otorgado testamento, firmado en el año 1940, en favor de su familia, y que sólo de palabra había encomendado a su hermana que donara a Carlos Bousoño su biblioteca y un cuadro de Ulbricht. Desde el inicio de esta polémica, Bousoño y su esposa han mantenido que Aleixandre realizó en vida la donación de su archivo y que, por lo tanto, los bienes que comprende quedan excluidos del testamento del autor. Ahora, el mismo Juzgado de Majadahonda que dictó sentencia a favor de los Bousoño en 2008 se reafirma en su dictamen al considerar, en el nuevo fallo emitido el pasado 4 de mayo, que “al menos desde 1984 los hoy demandados han venido poseyendo los bienes objeto de este procedimiento a título de dueño, al haber realizado actos externos indicadores de tal circunstancia”. En concreto, el magistrado alude al homenaje a Vicente Aleixandre celebrado el 18 de diciembre de 1988 en la ciudad de Barcelona, en el transcurso del que se mencionó la existencia del disputado archivo sin que la sobrina del Nobel, que asistió al acto con su padre, hiciera ninguna objeción sobre su propiedad. Considera que la posesión del archivo por parte del matrimonio Bousoño se desprende también de las numerosas publicaciones que se han sucedido desde el fallecimiento del poeta sevillano, en 1984, en las que les mencionaba explícitamente como dueños del archivo. El tribunal desestima las alegaciones de la sobrina de Aleixandre sobre “la clandestinidad” con la que, según su demanda, Carlos y Ruth Bousoño se apropiaron de los documentos del poeta, ya que considera evidente que el matrimonio ha realizado “actos externos de posesión” de los que ella misma estaba informada. “No puede alegar ahora que los demandados han ocultado los bienes en perjuicio de la demandante”, concluye. Por otra parte, el juez destaca que “en ningún momento se acredita la vulneración del derecho de propiedad intelectual del que es titular” la sobrina del Nobel, ya que los derechos de autor generados por las diversas publicaciones en las que se han utilizado documentos que forman parte del archivo de Vicente Aleixandre han sido entregados a su sobrina y heredera. El archivo de Vicente Aleixandre es uno de los más completos de un miembro de la Generación del 27. Está constituido por una biblioteca de unos 3.000 volúmenes, por manuscritos en verso y en prosa del poeta, entre los que hay numerosos inéditos, y por cartas de Azorín, Baroja, Jorge Guillén, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, José Hierro, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente y Octavio Paz, entre otros muchos escritores. Incluye, además, revistas literarias, documentos bancarios y objetos personales del poeta. De este polémico archivo forman parte un retrato de Vicente Aleixandre firmado por John Ulbricht, expuesto en la Feria Mundial de Nueva York, y un grabado de Joan Miró. Lo que no figura en él es la medalla que se le entregó al otorgarle el premio Nobel ni el expediente completo de la concesión de este galardón. Fuente: La Nueva España *** UGR deplora manifestaciones de Fortes sobre García Lorca Frases referentes a Federico García Lorca (http://www.letralia.com/209/0423garcialorca.htm) según las cuales “no sufrió en su muerte si se compara con otros profesores universitarios que tuvieron que cavar tumbas durante semanas sin saber si ellos sería sus ocupantes”, “siempre fue un señorito procedente de una familia de la nueva burguesía granadina” o “el poeta entró en la Residencia de Estudiantes de Madrid (http://www.residencia.csic.es) pese a tener más suspensos que yo pelos en la cabeza” han podido ser escuchadas por el rector de la Universidad de Granada (UGR, http://www.ugr.es), Francisco González Lodeiro, quien las “deplora en nombre de la UGR” y recuerda que “no es lo mismo lanzar opiniones ofensivas que otras basadas en elementos de juicio académicos”. El autor de estas citas es el profesor de literatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la UGR, José Antonio Fortes, el mismo que sostiene que la obra del poeta de Fuente Vaqueros tiene influencias del pensamiento fascista y quien, además, denunció a su compañero de departamento en la UGR Luis García Montero por llamarle “perturbado” a tenor de estas teorías, en un juicio que ganó en noviembre pasado (http://www.letralia.com/199/1112garciamontero.htm). El vídeo que contiene estas y otras frases, consideradas ofensivas con la figura de García Lorca y pronunciadas por Fortes durante una conferencia a la que fue invitado en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago (http://www.ugr.es/~cmss) el pasado 22 de abril, ya ha sido visionado por el máximo responsable del campus granadino, según se informó el pasado 5 de mayo. El rector se excusó públicamente ante la familia del poeta, que tras conocer las manifestaciones públicas de Fortes, que se realizaron a través de un foro de la UGR llamado Cátedra Federico García Lorca, pidió al campus granadino que retirase de forma inmediata el nombre del poeta de dicha cátedra. La UGR por tanto, da un “tirón de orejas” a su profesor Fortes y reconoce en cierta medida el error al invitarle a participar en una conferencia sobre una de las obras del poeta granadino, El romancero gitano. Fortes, en cualquier caso, no sufrirá ningún tipo de sanción o multa por parte de la institución académica, que considera que la reprobación pública es un castigo de suficiente enjundia para el profesor de literatura, quien durante su conferencia recordó que ha estudiado a García Lorca y su obra “durante 20 años”. La conferencia de Fortes en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago, ante una sala abarrotada de estudiantes y, en menor medida, profesores de la UGR, estuvo plagada de menciones que muchos intelectuales consideraron críticas con la imagen general que se tiene del poeta de Fuente Vaqueros. El profesor, que enseñó papeles para justificar algunas de sus manifestaciones, dudó por ejemplo que los fascistas considerasen a García Lorca un enemigo. “Él ganó mucho dinero con sus representaciones en Argentina, pero ¿alguien sabe qué pasó con esta fortuna? ¿El fascismo la incautó? Puedo asegurar que tras la guerra no se incautó una peseta a la familia Lorca”. Manifestaciones como ésta han sublevado a la élite intelectual de Granada. Fuente: La Opinión de Granada *** Desierto el Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez El jurado del XXIX Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez, que convoca la Diputación Provincial de Huelva (http://www.diphuelva.es), declaró desierta esta edición el pasado 7 de mayo, al considerar que ninguna de las obras presentadas es acreedora del prestigio que tiene este certamen literario. Según explicaron fuentes de la diputación, el diputado provincial de Cultura, Juan Serrato, recordó que éste es “uno de los premios de poesía más importantes de España e Hispanoamérica”. En la presente edición participaron 133 obras, de las que 109 son de poetas españoles, 21 de procedencia internacional y tres de procedencia no identificada. En la misma línea, señaló que el objetivo de este premio es la promoción y edición de obras literarias, así como rendir homenaje a la figura del poeta moguereño y Premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez. En las 29 ediciones que ya tiene este premio, es la sexta vez que queda desierto, siendo las anteriores en el año 2001, 1995, 1993, 1987 y 1981, precisamente cuando se celebró la primera edición. El jurado estuvo compuesto por Amalia Bautista, Felipe Benítez Reyes, Olvido García Valdés, Joaquín Llansó y Ana Rossetti, presidenta del mismo, quien apuntó que la decisión de declarar desierto el premio ha sido muy deliberada, aclarando además que no ha sido tomada por unanimidad, sino por tres votos contra dos. En este sentido, insistió en que “cuesta trabajo dejar este premio desierto, pero es una garantía del rigor del certamen”, al tiempo que indicó que “esto no quiere decir ni que ha decaído el premio ni que ha perdido vigencia”. Por su parte, Juan Serrato señaló que en estas 29 ediciones han concurrido cerca de 9.000 libros de poesía, que han sido leídos por casi 200 poetas, críticos y estudiosos de la comisión de lectura previa, y 29 jurados. Por ello, aseguró que “puede decirse que por el Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez ha pasado lo fundamental de la historia de la poesía española e iberoamericana del último cuarto de siglo”. En estas 29 ediciones, además de los seis premios declarados desiertos, otros 18 han sido obtenidos por poetas españoles y cinco por hispanoamericanos, concretamente dos cubanos, dos chilenos y un mexicano. En la edición del pasado año 2008 el ganador del certamen fue José Agudo, por la obra Esta frágil cadencia. Fuente: Europa Press *** El libro electrónico incrementará su presencia comercial Este 7 de mayo se realizó en Madrid (España) el eForoPublidisa 2009 (http://www.publidisa.com/eforopublidisa/2009), en el que expertos y profesionales del sector estimaron que para 2015 este dispositivo de lectura, que se comercializará en España después del verano, representará el 50 por ciento del negocio editorial. Luis Francisco Rodríguez, director ejecutivo de Publidisa (http://www.publidisa.com), empresa que ofrece servicios integrales a la industria editorial basada en las nuevas tecnologías, destacó que “desde el año pasado el libro electrónico y el comercio electrónico en general han impactado de forma importante en el negocio del libro que va a cambiar los proyectos editoriales, la comercialización y la distribución que hasta ahora venían realizando los editores que van a tener que plantearse un nuevo modelo de negocio”. Entre las principales barreras de implantación que señalaron los profesionales de la industria editorial que acudieron al foro se encuentran la integración del canal de distribución de librerías, la llegada de dispositivos “e-readers” que faciliten la lectura, y los hábitos de lectura de los ciudadanos, todavía acostumbrados a leer en papel así como la digitalización de fondos editoriales y la gestión de sus derechos. En cuanto a la posible evolución del mercado, la mayoría de los expertos destacaron que en 2010 el libro electrónico supondrá un cinco por ciento del negocio, un porcentaje que se duplicará para el año 2013 hasta alcanzar el 50 por ciento en 2015. Los ponentes consideraron que el número de títulos que se ofertará bajo este formato llegará al 5 por ciento el próximo año, aumentará al 50 por ciento en 2013 y alcanzará a convivir con el formato impreso en el 100 por ciento de los títulos en 2015. Por otra parte, señalaron que el papel del editor evolucionará hacia el de “facilitador y habilitador del contenido”. Javier Celaya, fundador de Dosdoce.com, un portal especializado en el uso de las nuevas tecnologías en el sector cultural, y vicepresidente de la Asociación de Revistas Digitales de España (Arde, http://arde.org.es), indicó que “la figura del editor se parecerá más al modelo del siglo XIX donde el librero era editor y existía una relación más directa con el lector”. Manuel López, miembro de la Real Academia de Historia (RAH, http://www.rah.es), indicó que gracias a la digitalización se ha logrado llegar a puntos de negocio en América Latina que de forma convencional no hubiese sido posible. También se barajó la ventaja de rescatar obras antiguas por distribución digital y que de otra forma sería muy difícil disponer de ellas. El director de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com), Enrique Rubio, adelantó que dicha biblioteca se encuentra inmersa en un proceso de digitalización de fondos antiguos de universidades españolas así como de un canon literario que va desde las obras clásicas de la literatura española más señeras del siglo XVI hasta de obras exentas de derechos de autor de la segunda mitad del siglo XIX, lo que supondrá un volumen de unos 1.000 ejemplares digitalizados. Por su parte, el director de la Feria del Libro de Sevilla (http://ferialibrosevilla.blogspot.com), Javier López, dijo que el libro electrónico puede ser una tabla de salvación para un sector que se encuentra en una situación complicada. Ante las críticas recibidas por las reticencias y prohibiciones de diversas ferias del libro, como la de Madrid (http://www.ferialibromadrid.com), a la entrada del eBook, López se defendió argumentando que “los editores son los primeros en poner trabas a un nuevo negocio en el que todavía ven un riesgo enorme”. Sin embargo, para los profesionales el libro electrónico aportará un gran número de ventajas a la industria editorial y a sus consumidores. Entre éstas señalaron el precio, que será mucho más bajo debido a la ausencia del papel y para el que se calculará no por el número de páginas sino por los kilobytes que ocupe. El consultor del mundo editorial José Luis Delgado puntualizó que se trata de un cambio en el paradigma de transmisión de conocimiento ya que el libro electrónico no sólo vale para la lectura sino que también tiene aplicaciones como escuchar música, conexión a Internet y almacenar otros documentos de texto, entre otras. Fuente: Europa Press *** José Emilio Pacheco obtiene el Premio Reina Sofía El escritor mexicano José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 1939) fue distinguido este jueves 7 de mayo con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (http://campus.usal.es/~rrii/reina_sofia/reinasofia.htm), que convocan la Universidad de Salamanca (http://www.usal.es) y Patrimonio Nacional de España (http://www.patrimonionacional.es) y que reconoce la trayectoria de un autor vivo. “El premio es de todos los mexicanos y en especial de los poetas y su poesía”, afirmó Pacheco al enterarse de la noticia, que le fuera transmitida por vía telefónica por el rector de la Universidad de Salamanca, José Ramón Alonso. El autor de Batallas en el desierto subrayó también que la poética que se hace en México es de excelente calidad, aunque no ha sido debidamente reconocida en el resto del mundo. Y este premio, dijo, sirve para proyectarla. Agradeció la distinción en estos momentos “atroces” y “tan terribles que los mexicanos estamos viviendo”. Comentó que “al ver cerrados todos los restaurantes, salas de cines y demás establecimientos parecía que estábamos viviendo inmersos en una película y que vivíamos un apocalipsis”. El escritor dijo recibir el galardón “absoluta y muy gratamente sorprendido, sobre todo en estos terribles momentos aquí en mi tierra. Va a costar volver a la normalidad, pero cuando menos ha pasado el primer momento de psicosis colectiva, que si uno tosía dentro de un taxi lo bajaban sin contemplaciones”. El premio está dotado con 42.100 euros (unos 56 mil dólares) y le será entregado por la Reina Sofía de España en persona el 17 de noviembre, en el Palacio Real de Madrid. El jurado de esta edición estuvo formado por el presidente de Patrimonio Nacional, Yago Pico de Coaña; el rector Alonso; el director de la Real Academia Española (RAE, http://www.rae.es), Víctor García de la Concha; y los escritores Pablo García Baena, José Saramago, Luis Antonio de Villena, Jaime Siles, José Manuel Caballero Bonald, el subdirector de ABC (http://www.abc.es) José Miguel Santiago Castelo y Carmen Posadas. El propio Siles redactó ante la prensa la carta de presentación del mexicano, autor bien conocido y editado en España, no obstante: “Pacheco es el único poeta posterior a Octavio Paz que ha creado un universo auténticamente propio, trabajando prácticamente todos los tonos del lenguaje, el poema confidencial, el irónico, el de lo cotidiano... el premio no lo descubre, simplemente le ratifica”. Luis Antonio de Villena trazaba, poco después, alguna coordenada más del mapa lírico del creador de Los elementos de la noche, la obra de un autor “vitalísimo y creativamente caótico, una poesía que hace vibrar tanto el corazón como el entendimiento”. Pacheco, quien el próximo 30 de junio cumplirá 70 años, es considerado una figura de la Generación del 50 en México. Ha recibido distinciones como el Premio Iberoamericano Pablo Neruda y el José Asunción Silva al mejor libro de poemas en español publicado entre 1990 y 1995. Entre los ganadores del premio Reina Sofía, que este año cumple su XVIII edición, se encuentran el chileno Gonzalo Rojas, el madrileño José Hierro, el uruguayo Mario Benedetti y el argentino Juan Gelman, entre otros. Fuentes: ABC • Europa Press *** Poetas internacionales visitan cárceles de Costa Rica La poesía llegó a diversas cárceles de Costa Rica de la mano de poetas internacionales, en el marco del XVIII Festival Internacional de Lírica de Costa Rica, evento que se desarrolló en diferentes regiones del país centroamericano entre el 8 y el 18 de mayo. El poeta italiano Tomasso Pieragnolo y los costarricenses Pedro Antillón y Norberto Salinas acudieron al centro penitenciario de Buen Pastor, en San José, donde residen mujeres privadas de libertad, en su mayoría, por el delito de tráfico de drogas. Pieragnolo, que se confesó “un enamorado de Costa Rica”, dedicó unos versos a su madre con los que elogió la figura de la mujer. Algunas reclusas aprovecharon el contacto con los artistas para compartir sus propios versos, compuestos durante su tiempo en prisión, y que giran en torno de los problemas diarios de las mujeres. “Soy mujer, yo no soy humana”, fueron las primeras palabras que declamó Hannia Rivera, una de las reclusas que se animaron a leer sus obras en público. “Cuando quiero decir algo a alguien lo plasmo en el papel”, dijo Rivera, quien empezó a escribir poemas a los quince años y afirmó que la mayoría de sus escritos están dedicados a su hijo y a su marido. Por su parte, el poeta Pedro Antillón dijo que para él la poesía “es un juego de palabras para crear belleza y decir la verdad”, y agregó que la tarea de los poetas es “explicar lo que otros no pueden, pues son la voz de los que no tienen voz”. “Esto, al lado de vuestra belleza, es basura”, afirmó el joven poeta costarricense, mientras destrozaba un popular diario local, en el que aparecía una atractiva mujer en ropa interior, pues para Antillón la belleza no es lo que aparece en los medios de comunicación, sino lo que uno se encuentra en el día a día. Norberto Salinas, uno de los poetas más reconocidos del país centroamericano, leyó su composición “Mónica”, un poema dedicado a su hija, el ser “que todo lo descubre” y que es “la parte buena” del escritor. Fuente: EFE *** Festival de Granada pide más apoyo para el futuro Wole Soyinka califica de “líder ridículo” al papa Benedicto XVI, mientras que Gioconda Belli destaca el “hermanamiento” entre la Granada española y la nicaragüense. “Necesitamos un mayor apoyo institucional para mantener el nivel de la programación de este año”, comentó este domingo 17 de mayo Fernando Valverde, director del Festival Internacional de Poesía de Granada (FIP, http://www.festivaldepoesiadegranada.com), que se realizó en la ciudad española entre el lunes 11 y el sábado 16. “Sentimos cierto agravio comparativo respecto a otros festivales, porque con un presupuesto diez veces inferior logramos un programa con el mismo número de premios Nobel y actuaciones musicales de gran nivel, como la de Suzanne Vega”, insistió Valverde. “No tenemos personal y tampoco una oficina fija desde la que organizar el FIP, y si no contamos con más apoyos institucionales tendremos que rebajar las expectativas que ha despertado”. “Suplimos con un enorme esfuerzo humano, dejando nuestros trabajos y pidiendo ayudas voluntarias esas necesidades mínimas de un festival”, añadió. Denunció que el FIP no ha recibido el mismo trato que se da a otros festivales, “pero los ciudadanos y las instituciones sabrán si quieren pagar diez veces más por un acto de un premio Nobel en Granada”. El VI Festival Internacional de Poesía de Granada reunió en torno a las lecturas poéticas a un total de 9.500 personas, que llenaron todos los actos. Según informaron los organizadores, ninguna de las lecturas celebradas en la capital recibió una afluencia de público inferior a las doscientas cincuenta personas. Los poetas mostraron continuamente su sorpresa porque están acostumbrados a que sean cincuenta personas las que acudan a los recitales más exitosos en el resto de Europa, explicaron los directores del festival, Daniel Rodríguez Moya y Fernando Valverde. El acto con mayor afluencia de público fue el concierto de la cantante estadounidense Suzanne Vega, celebrado el 14 de mayo en el Parque García Lorca, en un concierto íntimo en el que la artista neoyorquina repasó sus mayores éxitos. A la lectura del premio Nobel de literatura, el nigeriano Wole Soyinka, acudieron cerca de 600 personas, cifra similar a la que alcanzó la clausura, protagonizada por la nicaragüense Gioconda Belli. Por su parte, el FIP Infantil, que se continúa celebrando a lo largo de esta semana, ha congregado a 1.500 niños de primaria. Durante su intervención, Soyinka, el primer africano en ganar el premio Nobel de Literatura, censuró varios aspectos de la Iglesia Católica y calificó al papa Benedicto XVI de ser un “líder ridículo” por haber mostrado su oposición al uso del preservativo para evitar la propagación del sida en África. “Este tipo de cosas lo que hacen es aportarle un poco de gracia a los asuntos más serios”. El escritor africado señaló, además, que África “ha pasado del colonialismo a la dictadura” y ha instado a los escritores a “movilizar a las masas” y recordar así a los políticos que “no eludan su responsabilidad”. En África, indica, la población ha tenido que “volver a luchar contra personas que son déspotas, pero que han nacido en África, por lo que no es una tiranía impuesta desde fuera”. La inmigración, según Soyinka, es una “consecuencia de la globalización” y se trata de un problema “económico y humanitario”. Indicó que la solución se basa en “decisiones bilaterales” y pidió la inversión de los países de origen de la inmigración para fomentar trabajo y creación de empleo. Amenazado de muerte en su país natal por su apoyo a Salman Rushdie y las críticas al ayatolá Jomeini, Soyinka se exilió en París en 1994. “Ahora hay un dictador que quiere tener entre sus méritos disparar a un premio Nobel de Literatura, pero no le voy a dar ese placer”, señaló. En el acto de clausura del FIP, la poeta y novelista nicaragüense Gioconda Belli dio un recital en la Huerta de San Vicente (http://www.huertadesanvicente.com), oportunidad que aprovechó para repasar más de treinta años de su obra. En una conversación previa con los medios de comunicación, la poeta y narradora nicaragüense insistió en el carácter comprometido de su literatura. “Mis obras están escritas desde el compromiso político y ético, y continúo en esa línea”, señaló. La escritora dijo que en estos momentos está pasando “un tiempo sabático en lo que se refiere a la narrativa, porque siempre escribo poesía, que es algo que no abandono”. La autora de El infinito en la palma de la mano señaló que uno de los mejores elogios que le han hecho como escritora es calificarla como “la Walt Whitman, pero en versión tropical”. Belli, quien participó desde el año 1970 en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza, como miembro del Frente Sandinista, fue muy dura con el régimen de Daniel Ortega, un dirigente del sandinismo histórico. Se manifestó contraria a “un régimen personalista, que está llevando al país por unos derroteros de los que me quiero desvincular”. En otro momento advirtió de que “la gente está empezando a tener miedo a hablar en Nicaragua, donde existe la censura y prácticamente se impone un régimen totalitario”. Belli insistió en sus críticas a Daniel Ortega, de quien dijo que se había alejado de los motivos que le llevaron al sandinismo y a la lucha contra Somoza. Destacó el hermanamiento del FIP con el que se celebra en la Granada nicaragüense, “porque son espacios que sirven de intercambio poético entre las dos Granadas y de foto de encuentro para conocer las diferentes poesías”. Fuentes: EFE • Ideal *** Europeana recibirá pleno apoyo de la Unión Europea Los países de la UE mostraron su apoyo al desarrollo de Europeana (http://www.europeana.eu), la biblioteca virtual europea, frente al rápido avance del portal bibliográfico Google Books (http://books.google.com), creado por el gigante de Internet, según informó este 12 de mayo la comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding. “Con gran placer, he entendido que los ministros europeos apoyan el desarrollo de Europeana”, dijo Reding, al referirse al punto tratado en el Consejo de Cultura y Audiovisual de la UE celebrado en Bruselas. “Por mi parte, desearía que los editores europeos se conviertan en miembros de la fundación Europeana, y que el acceso a la oferta libre de derechos de autor se extienda en la biblioteca virtual europea”, declaró en rueda de prensa. Los Veintisiete y el Ejecutivo comunitario se pronunciaron así sobre “los riesgos y oportunidades” generados por la iniciativa emprendida por Google en 2004, un tema que fue tratado a propuesta de Alemania. Desde ese año, el portal norteamericano ha digitalizado unos 7 millones de libros de las bibliotecas de ese país, entre los que se incluían “numerosas obras de autores europeos”. La “velocidad” con la que Google ha creado sus bases de datos digitales se debe esencialmente a que lo han hecho sin obtener una autorización previa de los propietarios de los derechos de autor, según advirtió la delegación germana, que sugirió que se inicie un “debate en profundidad a nivel europeo”, pues esta forma de actuar permite a Google ganar ventaja ante proyectos de digitalización que se llevan a cabo con otro enfoque. Por su parte, el ministro de Cultura checo, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, Vaclav Riedlbauch, dijo que “nadie quiere evitar la difusión del saber y de la información, pero siempre hay que encontrar equilibrio con respecto a derechos de autor y los intereses de los editores y los usuarios”. Europeana se encuentra aún en fase de pruebas, tras sufrir una sobrecarga de visitas durante su apertura a los internautas el pasado mes de diciembre, y estará plenamente operativa a finales de 2010 con al menos 10 millones de objetos digitales, según la CE. Fuente: EFE *** España apoya ante la UE difusión de contenidos culturales en Internet España apostó este 12 de mayo, ante el Consejo de Ministros de Cultura y Audiovisuales de la Unión Europea (http://europa.eu/index_es.htm) reunido en su sede de Bruselas (Bélgica), por la difusión de contenidos culturales a través de la red a fin de hacer más competitivo este sector, calificado como “estratégico” en la actual crisis económica por el Ministerio de Cultura de la nación ibérica (http://www.mcu.es) y las comunidades autónomas españolas. Los representantes de España en la UE destacaron al resto de socios comunitarios la importancia de Internet como vía para hacer llegar los contenidos a un público más amplio. El sector cultural “tiene un valor enorme y ya está creando muchos puestos de trabajo”, afirmó la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía de Castilla-La Mancha, Soledad Herrero, que intervino en el Consejo en representación de todas las comunidades autónomas españolas. Por su parte, el director general de Políticas e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, Guillermo del Corral, dijo que la adaptación de la cultura “a las enormes posibilidades del entorno digital” puede ampliar el potencial económico del sector y generar muchos más empleo. La industria cultural emplea a unas 17.000 personas en Castilla-La Mancha, y en toda España representa aproximadamente el 5 por ciento del PIB, según datos del Ministerio de Cultura. “Y no olvidemos que hay cerca de mil millones de clientes potenciales (personas en todo el mundo que tienen el castellano como lengua materna o lo entienden)”, subrayó Del Corral. Durante su intervención, la responsable castellanomanchega se centró en “las industrias culturales y su acercamiento a la red, y en la importancia de los contenidos legales y de la protección de la propiedad intelectual”, así como el fomento de la creatividad y la innovación, explicó Herrero. Sobre la protección de los derechos de autor en la red, la consejera dijo que no estaba previsto tratar ninguna medida concreta “en este momento”, aunque señaló que existe “una gran preocupación de todos los Estados miembros y por supuesto de España” al respecto. Fuente: EFE *** Piden un centro de memoria histórica en la cárcel de Carabanchel El poeta español Marcos Ana, quien estuvo recluido 23 años en cárceles franquistas, firmó el pasado miércoles 13 en un mural de recuerdo a todos los presos de la cárcel de Carabanchel, en Madrid (España) como forma de reivindicar la creación de un centro de memoria histórica en los terrenos de la antigua prisión madrileña, “símbolo de la represión franquista”. Ana, quien dedicó unos versos a los fusilados en esta cárcel, recordó que en otros países que pasaron por dictaduras, como Argentina, Chile o Uruguay, existen centros de esta índole, construidos sobre terrenos cedidos y financiados por el gobierno. “En Argentina, el edificio que sirvió de centro de torturas durante la dictadura militar es ahora un lugar de homenaje a los que cayeron”, lo que da “fuerza e impulso” para continuar con la lucha. “Aunque los pies del tiempo pisen cien años la tierra que les cubre, nada ni nadie podrá apagar el fervor de su sangre fusilada”, agregó. En el acto de protesta, que tuvo lugar en el solar de lo que fue la prisión, también participó el candidato de IU a las elecciones europeas del 7 de junio, Willy Meyer, quien puso su firma al poeta en el memorial de 29 metros de longitud donde figuran los nombres de otros 500 presos políticos. Meyer lamentó la “insensibilidad” de la administración madrileña, que, señaló, no ha querido ceder los terrenos para rendir homenaje a “miles de personas que dieron parte de su vida a la lucha por la libertad”. Meyer confesó no reconocerse como europeo ante esta situación, ya que, según dijo, en todos los países de la Unión Europea (UE, http://europa.eu/index_es.htm) que fueron “víctimas del fascismo” hay un lugar donde rendir tributo a los “antifascistas”. “En pleno proceso de las elecciones europeas, tener asignaturas pendientes como ésta me parece insólito e inaceptable, porque sin Marcos Ana y sin la lucha por las libertades, la UE no existiría”, manifestó. Fuente: EFE *** Muere el músico colombiano Rafael Escalona, el juglar del vallenato La muerte lo alcanzó sin que pudiera recuperar los derechos de autor de sus canciones, que había cedido años antes a una disquera. El músico colombiano Rafael Escalona, el célebre compositor de “La casa en el aire” y “El testamento”, quien falleció la tarde de este 13 de mayo en una clínica bogotana unos días antes de llegar a los 82 años, fue el “juglar mayor” del vallenato, ese aire musical de la costa caribeña colombiana. Rafael Calixto Escalona Martínez nació en la localidad de Patillal del norteño departamento del César el 26 de mayo de 1927 y fue el séptimo de nueve hermanos. El maestro Escalona, como era conocido, se consideró en alguna ocasión como el “cronista del vallenato”, desde los lejanos años en que su padre, Clemente Escalona, le leía historias periodísticas y él, entonces, creía que “podía hacer lo mismo pero (no escritas) cantadas”. Su primera canción data de febrero de 1943, a la que siguieron decenas, tras recoger historias cotidianas de su región. Desde entonces, y según algunos de sus biógrafos, su obra creció así como su fama de “músico, parrandero y mujeriego”, en virtud de la cual fuentes familiares han señalado que llegó a tener 36 hijos. “Escalona es un mosaico pintoresco y lleno de gracia que narra las historias, las costumbres y chismes de su tierra, según ocurre en ‘La patillalera’, ‘La custodia de Badillo’, ‘El villanuevero’, ‘El general Dangond’ (...). Pero también deja testimonio de sus amores y dolores, como en ‘La historia’, ‘Honda herida’, ‘La brasilera’, ‘Dina Luz’ (...)”, recuerdan los biógrafos. Agregan que fue un “versificador preciso y compositor sorprendente”, y “en sus mejores cantos aparecen dosis magistralmente medidas de humor y poesía”. Las historias cantadas de Escalona salieron de Valledupar, capital del César, en los años ’50, “pasaron al repertorio internacional y a la televisión en los ’80 y sirvieron en los ’90 para producir impacto en el mercado de discos y conciertos de América y Europa, de la mano de Carlos Vives”. Su nombre fue incluido en Cien años de soledad entre los personajes de Macondo (“...los cantos de Rafael Escalona, el sobrino del obispo”), y el propio Gabriel García Márquez lo consideró siempre uno de sus mejores amigos. El Premio Nobel de Literatura lamentó el fallecimiento del compositor, que le causó una “profunda tristeza”, según el diario colombiano El Tiempo (http://www.eltiempo.com). También fueron grandes amigos del compositor el ya fallecido ex presidente Alfonso López Michelsen, decenas de periodistas, músicos y políticos. Con López Michelsen y con la llamada “Cacica”, Consuelo Araújo Noguera, fundó el Festival de la Leyenda Vallenata (http://www.festivalvallenato.com) en 1967, que desde 1968, y sin interrupción alguna, se celebra anualmente en Valledupar. En la costa caribeña colombiana suenan a diario los conjuntos musicales que, con sus instrumentos básicos, representan el mestizaje racial: el acordeón europeo, la caja africana y la guacharaca (una caña metálica con estrías) que utilizaban los indígenas precolombinos. Esos instrumentos pusieron la música a las decenas de piezas de Escalona. El periodista y escritor Daniel Samper, otro de sus grandes amigos y biógrafos, señalaba hace algunos años que Escalona fue un “coleccionista de navajas y amigo de sus amigos”. Samper anotaba, en un perfil del músico, que en Bogotá, ciudad en la que Escalona vivió los últimos 25 años, “seguía siendo enamoradizo, sentimental y de lágrima floja”. Escalona murió de una insuficiencia cardíaca tras sufrir una recaída en su estado de salud, por la que estuvo internado en la Clínica Santa Fe, en la zona norte de Bogotá, desde el pasado 4 de mayo. La muerte lo alcanzó sin que pudiera recuperar los derechos de autor de todas las canciones que compuso durante su vida. El maestro perdió tales derechos por contratos que firmó en 1999 y otro en 2001 con Discos Fuentes (http://www.discosfuentes.com), estipulando una cesión a la editorial Edimúsica hasta 2024, a cambio de un préstamo, o anticipo de regalías, de 150 millones de pesos, del cual todavía se le debían, al morir, 80 millones. El compositor instauró una tutela en la Corte Constitucional de Colombia (http://www.corteconstitucional.gov.co) en la que exigía a Discos Fuentes liberar sus obras para volverlas a negociar, para que le terminaran de pagar los 80 millones de pesos de regalías que le adeudaban, pero la tutela fue denegada tanto en primera como en segunda instancia. Según la gerente jurídica de Discos Fuentes (Edimúsica), María Victoria Galeano, la firma le ha dado a Escalona 300 millones de pesos en anticipos y durante 2007-2008 él recibió 20 millones. Fuentes: EFE • Wikipedia *** Recuperan La frente pensativa, de J. R. Jiménez, hasta ahora inédito Tras años de investigación en los archivos históricos de Madrid y Puerto Rico, donde existen miles y miles de papeles y documentos “todavía sin digitalizar”, como recordó este 14 de mayo la sobrina nieta del poeta español Juan Ramón Jiménez y heredera de su legado, Carmen Hernández Pinzón, empeñada en sacar a la luz toda la obra del escritor. Aunque La frente pensativa quedó parcialmente inédito, se trata de un texto fundamental para entender la evolución de Jiménez desde la etapa modernista de los borradores silvestres a la época intelectual de la poesía pura. La presentación se realizó el jueves 14 en la Residencia de Estudiantes (http://www.residencia.csic.es), en Madrid, con la presencia del profesor y experto juanramoniano José Antonio Expósito, quien recopiló todos los textos que conforma este libro publicado bajo el sello de Ediciones Linteo (http://www.edicioneslinteo.com). La frente pensativa, un “poemario crucial” de “la poesía pura, meditativa y reflexiva” del premio Nobel, se suma a los también hasta hace poco inéditos Ellos, dedicado a su familia, y Libros de amor, donde el poeta se presentaba carnal y erótico. Poemas sueltos de este libro habían aparecido antes en diferentes antologías, pero nunca se había publicado el volumen completo, como muchos otros del poeta, explicó Expósito. “Juan Ramón era un creador incesante y priorizaba la creación a la publicación, por eso quedaron muchos libros sin publicar”, añadió. “Había días en que escribía hasta treinta poemas”. El libro está compuesto por 113 poemas. Está organizado en tres partes: “La frente pensativa”, “Canciones” y “Ceniza de rosas”. La cuidada edición crítica de Expósito es fruto de un esmerado y riguroso trabajo. “Conocíamos de su existencia, el poeta había hablado de este libro. Lo hemos reconstruido a través de las propias indicaciones que dejó escritas en cartas, referencias, notas..., en el material disperso por Madrid, los archivos de Puerto Rico y la familia”, indicó. El volumen reproduce en la parte inferior de la portada un dibujo pergeñado por el propio Jiménez para su proyecto originario. Además, incluye algunas fotografías y varios textos con la característica caligrafía aljamiada e incisiva —tan arabesca— del poeta andaluz. Para Expósito, este libro es crucial porque permite “entender un cambio en el lirismo del poeta hacia la modernidad. Hacia una poesía más pura y rompedora, más meditativa y reflexiva, desconocida en ese momento en España en esa época, y que culminó en Diario de un poeta recién casado, de 1916. Libro fundamental en la poesía española y que influyó a toda la generación del 27”, explicó. Los versos de La frente pensativa fueron escritos por el autor de Platero y yo entre 1911 y 1912, retirado en Moguer, “con la contemplación de la naturaleza, en encuentro con la naturaleza pura. Buscando en su interior, “porque él iba por dentro, como le dijo Rubén Darío”, recalcó Expósito. Estos poemas también están escritos bajo la influencia de los autores ingleses. “El autor de Canción estaba empezando a dejar la lírica francesa para decantarse por los poetas ingleses, y a ello contribuyó su amistad con la norteamericana Luisa Grimm de Muriedas, una mujer culta, casada y madre de una niña y de quien el poeta estaba enamorado. Ambos mantuvieron una correspondencia entre 1907 y 1912”. “Lo más destacable de La frente pensativa no es la realidad exterior sensible, ni tampoco las imágenes bellas de la naturaleza, sino un lirismo pensativo, metafísico en ocasiones, en definitiva, un hermoso canto meditativo de la existencia. Versos con un tono introspectivo, de confesión, en los que el yo poético muestra una íntima visión de sí mismo”, escribe el editor. Además de estos tres libros inéditos de Juan Ramón Jiménez, que ahora están al alcance del público para conocer “al mejor poeta del siglo XX”, está previsto que se publique un álbum de la biografía del premio Nobel, en colaboración con la Residencia de Estudiantes, y para el 2010 Arte menor, también en Linteo, cuya colección de poesía es dirigida por Antonio Colinas. Carmen Hernández-Pinzón afirma que no se sabe lo que pueden encontrar hasta que no se terminen de digitalizar los archivos completos. “Sigo luchando, junto a mi padre, para sacar adelante a Juan Ramón”. Recordó que los versos de Jiménez fueron en su momento rechazados por diversas editoriales. El propio premio Nobel escribió en una carta fechada en 1909 a Enrique Díez Canedo: “Lo más fuerte de mi obra está en lo inédito”. Fuentes: ABC • EFE • Linteo *** Colombiano Evelio Rosero gana premio británico de novela El escritor colombiano Evelio Rosero obtuvo este 14 de mayo el premio Independent Foreign Fiction Prize del diario británico The Independent (http://www.independent.co.uk) al mejor libro de ficción traducido al inglés durante el último año por su novela Los ejércitos, publicada en Gran Bretaña por la editorial MacLehose bajo el título The Armies. Rosero (Bogotá, 1958) es el primer escritor colombiano en ganar este galardón, dotado con 10.000 libras (15.142 dólares), que viene a sumarse al II Premio Tusquets de novela, que logró en 2006 por la misma obra, y al Nacional de Literatura de su país. Boyd Tonkin, jefe de la sección de literatura de The Independent y presidente del jurado, comentó acerca de Los ejércitos que se trata de “una novela de amor, guerra y dolor elaborada con suma belleza” y “contada con dulzura”. “No sólo lamenta la tragedia del pueblo colombiano”, dijo Tonkin, “sino que celebra al mismo las universales pero siempre frágiles virtudes de la vida cotidiana y habla de sucesos terribles con una precisión y una humanidad que se ganan el afecto y el respeto del lector”. Rosero expresó desde Colombia su satisfacción por el galardón, “sobre todo si se tiene en cuenta que se escogió entre 126 obras, traducidas de veintiséis idiomas”, dijo. “Todo ello me conforta ahora, sobre todo cuando me encuentro metido de lleno en la incertidumbre de otra novela. Me anima a seguir escribiendo”. Preguntado por su próxima obra, explicó que se trata de una “novela de índole histórica: la guerra de la independencia en el sur de Colombia”, y agregó que está “indagando en la vida y el hecho de los llamados ‘próceres’ de la independencia, empezando por el más oscuro de todos: Simón Bolívar”. En relación con la importancia de premios como éste para la difusión de la literatura en español, Rosero dijo que “ayuda a que se considere con otra mirada, en los países de habla inglesa, el trabajo literario en español, cuya calidad puede estar a la altura de los mejores del mundo”, lo que a su juicio “ya lo han demostrado escritores de la talla de Borges, García Márquez y Vargas Llosa, sólo por mencionar algunos”. Pero, aparte de los mencionados, “hay en la actualidad latinoamericana una renovación literaria de mucha fuerza. La colombiana ya lo demuestra el hecho de que no sólo yo sino Juan Gabriel Vásquez hayamos participado con nuestras obras en esta lista exclusiva del Independent Foreign Fiction Prize”. Entre los finalistas de este premio, convocado por el diario The Independent y el Arts Council de Inglaterra (http://www.artscouncil.org.uk), quedó Vásquez con un libro muy elogiado también por la prensa británica: Los informantes. A la pregunta de si la literatura puede contribuir de alguna manera a corregir la violencia en Colombia, Rosero explicó que “la literatura es modificante de conciencias, de actitud. No ofrece un resultado inmediato, pero cuando actúa, lo hace en la médula del alma”. “Una novela que muestre, con auténtico arte literario, la realidad de un pueblo, puede generar respuestas como no las genera el periodismo ni otras disciplinas, llámense ensayo, filosofía o antropología”, afirmó. “La literatura implica una respuesta humana de reflexión y sobre todo del espíritu”, sentenció. Una de las características del premio del diario The Independent es que el autor comparte su importe con el traductor. En este caso se trata de Anne McLean, que ha vertido al inglés a autores españoles y latinoamericanos como Carmen Martín Gaite, Julio Cortázar, Tomás Eloy Martínez, Ignacio Martínez de Pisón y Javier Cercas, cuya obra Soldados de Salamina, le valió al autor y a su traductora ese mismo galardón en 2004. Aparte de la novela premiada y la de Vásquez, las otras novelas finalistas este año eran The Siege, del albanés Ismail Kadaré, Beijing Coma, de Ma Jian (China), Voiceover, de Celine Curiol (Francia) y Friendly Fire, de A. B. Yehoshua (Israel). Fuente: EFE *** Veinte países organizan celebración del centenario de Miguel Hernández El poeta español Miguel Hernández (Orihuela, 30 de octubre de 1910; Alicante, 28 de marzo de 1942) será homenajeado el próximo año, con motivo del centenario de su nacimiento, en cerca de una veintena de países, con especial atención en decenas de ciudades españolas y en los más de cuarenta centros escolares —uno de ellos en Moscú— que llevan su nombre. La Fundación Miguel Hernández (http://www.miguelhernandezvirtual.com), con sede en Orihuela, informó este viernes 15 de mayo que tiene constancia de que el poeta tendrá un recuerdo en Perú, Cuba, Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, Francia, Bélgica, Puerto Rico, República Checa, Chile, Argentina, Paraguay, Colombia, México, Egipto y Filipinas. En España, además de los municipios de Orihuela, Elche y Alicante, habrá actos dedicados al poeta en decenas de localidades, como Albalat dels Sorels, Alcalá de Henares, Baeza, Barcelona, Jaén, Cartagena, Cubas de la Sagra, Puertollano, Rosal de la Frontera, Madrid, Zaragoza, Sevilla, Santander y Burgos, entre otros. Asimismo, un total de cuarenta centros educativos que llevan el nombre de Miguel Hernández en España, más otro de Moscú, se sumarán al centenario del poeta oriolano con diversos actos, como fue confirmado a la fundación desde centros escolares de las provincias de Alicante, Valencia, Murcia, Asturias, Valladolid, Ceuta, Madrid, Albacete, Málaga, Barcelona, Huesca o Zaragoza. Otro aspecto importante de la conmemoración será la publicación de monografías dedicadas al centenario hernandiano en prestigiosas revistas culturales, como Letras de Deusto, Canelobre, Ateneu, El Salt, Nerudiana, Proa, En Rojo y Auca. Asimismo, las revistas Celehis, Alborada e Itimad publicarán dossiers sobre el poeta oriolano. La fundación también informó que el año próximo la dotación del Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández” será llevada a 24.000 euros. El anuncio fue hecho en la Lonja Municipal de Orihuela la noche del pasado domingo 16, durante la ceremonia de entrega de los premios Nacional e Internacional de Poesía e Internacional de Periodismo Miguel Hernández, que recayeron sobre los poetas David Hernández Sevillano y José Luis Morales Robledo, y sobre el periodista Nelson Fredy Padilla, respectivamente. Los tres galardonados expresaron su emoción por encontrarse en la ciudad natal del poeta oriolano y su agradecimiento a la fundación, en un acto en el que estuvo presente la alcaldesa de Orihuela (http://www.aytoorihuela.es), Mónica Lorente. La alcaldesa asistió junto con el secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró, y brindó la clausura del acto a Óscar Tulio Lizcano, ex congresista colombiano secuestrado por las Farc, quien describió las similitudes de su vida de secuestrado con las del preso Miguel Hernández. En este sentido, el premiado Nelson Fredy Padilla reivindicó en su artículo galardonado la figura de Lizcano, quien durante los ocho años que estuvo secuestrado sólo tuvo los versos de Miguel Hernández “como vía de reafirmación de la defensa de valores democráticos y de la importancia de la libertad”. El pasado viernes 8, el diputado del PSOE por Alicante (España) Carlos González anunció que se creará una comisión integrada por diferentes administraciones para coordinar las actividades conmemorativas que se programarán con motivo del primer centenario del nacimiento del poeta español Miguel Hernández (Orihuela, 30 de octubre de 1910; Alicante, 28 de marzo de 1942). “La celebración del centenario debería tener un objetivo común, esencial: la divulgación a nivel nacional e internacional de la obra del poeta”, manifestó González, quien agregó que también tendría que contribuir a que Hernández “sea un poeta todavía más conocido”. Fuente: EFE *** Fina García Marruz recibe el Premio de la Latinidad La ensayista y poeta cubana Fina García Marruz recibió este viernes 15 de mayo el Premio de la Latinidad, que se otorga cada año en todos los países miembros de la Unión Latina (http://www.unilat.org). Al conferirle la distinción de 2009, la Oficina en Cuba de esa organización intergubernamental exaltó “su labor de toda una vida dedicada a fomentar los mejores valores éticos de la identidad y la herencia cultural grecolatina”. La ceremonia de entrega del premio se celebró en la sede de la Unión Latina en Cuba, en la Casa Garibaldi, en La Habana Vieja. La distinción se entrega anualmente como parte de los actos por el Día de la Latinidad, y ya ha sido concedida a otros intelectuales cubanos, como Rosario Novoa, Luisa Campuzano, Graziella Pogolotti, Eusebio Leal, Cintio Vitier, Monseñor Carlos Manuel de Céspedes y Roberto Fernández Retamar. Nacida en La Habana en 1923, García Marruz ha sido calificada por el propio Fernández Retamar como “la más grande poeta viva de nuestra lengua”, García Marruz ha recibido además el Premio Nacional de Literatura de su país (1990) y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2007, http://www.letralia.com/169/0727garciamarruz.htm), de Chile, entre otros lauros. García Marruz perteneció al grupo de poetas de la revista Orígenes (1944-1956) junto a su esposo Cintio Vitier, y ha sido parte del Centro de Estudios Martianos (http://www.josemarti.cu) entre 1977 y 1987, período en que se integró al equipo realizador de la edición crítica de las Obras completas de José Martí. Su poesía ha sido traducida a varios idiomas y figura en diversas antologías. En 1942 publicó en La Habana su primer poemario, simplemente titulado Poemas. Además en su obra se encuentran los libros de poesía Visitaciones (1970), Viejas melodías (Caracas, 1993) y Habana del centro (1997) y de ensayo Estudios críticos (con Cintio Vitier, 1964), Los versos de Martí (1968), Hablar de la poesía (1986; Premio de la Crítica 1987) y La familia de Orígenes (1997), entre otros. La Unión Latina está integrada por unos 40 estados de los distintos continentes, vinculados por el nexo de sus lenguas oficiales neolatinas. Fuentes: Cuba Literaria • Juventud Rebelde • Prensa Latina *** Chile inaugura museo en honor a Gabriela Mistral Con la presencia de las autoridades regionales, encabezadas por el alcalde de La Serena, Raúl Saldívar, el gobierno chileno inauguró este viernes 15 de mayo un museo en la norteña ciudad de La Serena en honor de la poeta Gabriela Mistral (1889-1957), primera latinoamericana y primera mujer en su especialidad en ganar el premio Nobel de Literatura en 1945. El museo, denominado “Las Palmeras”, será parte de un gran proyecto destinado al funcionamiento del Departamento de Cultura de la Municipalidad de esa ciudad (http://www.laserena.cl), situada a 472 kilómetros al norte de la capital chilena. El intendente (gobernador) Ricardo Cifuentes señaló que “había que pagar una deuda histórica, que tenía la región con Gabriela Mistral” y agregó que la poeta merecía un reconocimiento y que “había que darle un valor importante a todo lo que ella hizo”. En tanto, Saldívar afirmó que “la idea es que el museo se convierta en un centro vivo de actividades permanentes”, y explicó que a futuro se espera que en el mismo terreno se pueda instalar la biblioteca regional para consolidar el desarrollo turístico para la ciudad. Como informamos en nuestra edición 185 (http://www.letralia.com/185/0408mistral.htm), en diciembre de 2007 llegó a Chile gran parte del material retenido en Estados Unidos por su primera albacea, Doris Dana, y fue recibido por la ministra de cultura chilena (http://www.consejodelacultura.cl), Paulina Urrutia, junto a Doris Atkinson, la nueva albacea. Fuente: EFE *** Tomás Segovia recibe Premio García Lorca Ciudad de Granada de poesía El poeta hispanomexicano Tomás Segovia recibió este viernes 15 de mayo el V Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca Ciudad de Granada en el Carmen de los Mártires, durante una ceremonia a la que asistieron, entre otros, el ministro de Asuntos Culturales de México, Jaime del Arenal, la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, y el alcalde de Granada, José Torres Hurtado. El galardón, dotado con 50.000 euros, reconoce a Segovia como “un poeta de las dos orillas que ha devuelto a España lo que aprendió fuera”, tal y como valoró en su día el jurado, como informáramos en nuestra edición 197 (http://www.letralia.com/197/1010segovia.htm). Durante la semana pasada Segovia participó en diversas actividades del Festival Internacional de Poesía Ciudad de Granada (FIP, http://www.festivaldepoesiadegranada.com), mientras que varios autores e investigadores como Aurora Luque, Manuel Borrás, Itziar Mínguez o Isel Rivero analizaron su obra en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada (UGR, http://www.ugr.es). En el marco del festival el 12 de mayo se presentó también una antología poética de Segovia, coordinada por la poeta cubana Milena Rodríguez y editada por la colección municipal Granada Literaria. El autor felicitó a Rodríguez por un trabajo que dijo haberle dejado “boquiabierto y asombrado”, y calificó de “heroica” la labor de recopilación realizada por la cubana. La selección, editada por el Ayuntamiento de Granada (http://www.granada.org), recoge sus mejores versos en una obra. La presentación tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UGR, por el propio escritor, el concejal de Cultura, Juan García Montero, y la responsable de la antología, la escritora cubana afincada en Granada Milena Rodríguez, entre otros. “No hay muchas antologías de mi poesía, pero casi siempre siguen cierto patrón”, ha explicado el escritor, quien ha destacado que en esta ocasión la antología resulta “un poco diferente”, ya que Rodríguez “ha buscado su visión personal y ha tratado de que se vea una línea y evolución”. El volumen plasma, así, las “dos voces” que, desde la perspectiva de la autora, contiene la obra del poeta: aquella que encarna el lado del amor y la comunicación y otra relacionada con la meditación sobre el tiempo y el mundo natural. La antología, que incluye algunos poemas inéditos, reúne asimismo fragmentos de los poemas más largos de Segovia —algunos abarcan todo un libro— para que el lector consiga comprender su significado sin alterar demasiado su estructura, una tarea que Segovia definió como “admirable” ya que estos versos “no se pueden desmembrar”. Nacido en Valencia en 1927, Segovia además de poeta es dramaturgo y novelista, y ha sido distinguido con premios como el Octavio Paz, uno de los más importantes de Latinoamérica. Entre sus libros de poesía —ha publicado casi una veintena— se encuentran La luz provisional (1950), Apariciones (1978), Cuadernos del nómada (1978), Cantata a solas (1985), Lapso (1986), Noticia natural (1992) y Fiel imagen (1996). En anteriores ediciones han recibido este galardón Ángel González, Francisco Brines, José Emilio Pacheco y Blanca Varela. Fuente: El País *** Claudio Magris recibe Orden de las Letras de España La ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, entregó este sábado 16 de mayo, en la ciudad de Turín (norte de Italia), la Orden de las Letras y las Artes de España al escritor y ensayista italiano Claudio Magris, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2004. Magris (Trieste, 1939), una de las fuentes de tradición humanista europea más reconocida, recibió esta distinción por los “importantes” vínculos que mantiene con España y con sus lectores, explicó González-Sinde en declaraciones a la prensa una vez concluido el acto de entrega. “La realidad es que se concede esta distinción a Magris no sólo porque se ocupe de revisar la identidad europea y escarbar en la memoria, sino porque particularmente sus vínculos con España son importantes”, explicó la ministra. Doctorado como germanista por la Universidad de Turín (http://www.unito.it) en 1962, Magris, autor de obras como Otro mar, Microcosmos o Utopía y desencanto, alcanzó gran interés entre los lectores españoles a partir de la década de los años ochenta del siglo XX tras la publicación de su novela El Danubio (1986). Precisamente esa obra, que aúna pasado y presente desde el nacimiento hasta la desembocadura del río europeo, es la que Magris, según la ministra, destacó durante su discurso, ya que al escritor le llamó la atención que los lectores españoles hubieran sabido interpretarla sin dar lugar a malentendidos. “En España hay un entendimiento en todos los ámbitos y una gran conexión” con las obras del autor, incidió González-Sinde. En su discurso de agradecimiento por esta distinción, el ensayista, quien también ha trabajado en la traducción de autores en alemán, afirmó que desearía que ojalá se confirmase que el origen de su apellido fuera español, como un día le dijeron a un familiar suyo, porque siente un especial cariño por España. La ministra viajó a Turín exclusivamente para este acto, que se realizó en el marco de la Feria del Libro de esta ciudad italiana. Quiso agradecer a su predecesor en el cargo, César Antonio Molina, la creación de esta distinción el pasado mes de julio, porque gracias a ello ha tenido el “privilegio” de encontrarse a personas “excepcionales”. Esta distinción, de carácter honorífico, reconoce la labor de personas o instituciones que con sus obras o su participación activa en diversos ámbitos de la creación artística o literaria contribuyan sustancialmente a la difusión internacional de la cultura de España. Magris, Premio Juan Carlos I de Periodismo 1989 por su artículo “El titiritero de Madrid”, publicado en el Corriere della Sera (http://www.corriere.it), y doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es) en 2006, recibió en 2001 la Gran Cruz al Mérito de los Caballeros de la Orden de la República Italiana. Fuente: EFE *** Murió el poeta Mario Benedetti por Raúl Bareño (desde Montevideo) El escritor uruguayo Mario Benedetti murió este 17 de mayo en su casa de Montevideo a los 88 años. El velatorio será este lunes desde las 9 horas en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo (http://www.parlamento.gub.uy). El autor falleció en su hogar, once días después de haber sido dado de alta del hospital donde estuvo internado para ser tratado de una enfermedad intestinal crónica. “Nos quedan para siempre sus libros y su conducta. Esa integridad, hoy la literatura universal siente un desgarro por este uruguayo sencillo. Tal vez el mensaje más profundo que nos deja es que el olvido está lleno de memoria”, dijo a los periodistas el director de Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo (http://www.montevideo.gub.uy), Mauricio Rosencof. El velatorio será este lunes desde las nueve horas en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. “Fue un pilar de las instituciones en este país a través de su literatura, su conducta, su energía y su coraje”, explicó Rosencof. El entierro de sus restos será el martes en el Panteón Nacional del Cementerio Central, el más tradicional de Montevideo. Benedetti nació en Paso de los Toros, departamento de Tacuarembó, en 1920, y entre sus obras más destacadas se encuentran Gracias por el fuego (1965), los cuentos de Con y sin nostalgia (1977), los poemas de Viento en el exilio (1981) y piezas teatrales como Pedro y el capitán (1979). “La obra de Benedetti forma parte de la literatura hispana, sin dudas. No hay cantor que no haya interpretado sus poemas. El Estadio Centenario vibró con el canto de sus poemas por parte de Los Olimareños. Él es un poeta uruguayo que dejó reflejado en su literatura la estructura profunda de la identidad nacional”, dijo Rosencof. El escritor había estado internado cuatro veces en los últimos meses por diversos problemas de salud. Su primera hospitalización fue en enero de 2008 a raíz de una enterocolitis que le causó deshidratación. La segunda fue dos meses después por problemas respiratorios y sufrió una tercera internación en mayo por una descompensación general. La última fue desde el pasado 24 de abril hasta el 6 de mayo. Ese día recibió el alta médica y fue trasladado a su domicilio tras casi dos semanas internado por su enfermedad intestinal crónica. Su obra Benedetti, poeta, novelista, cuentista, ensayista, dramaturgo y crítico, fue el más prolífico exponente de la literatura uruguaya con títulos traducidos a varios idiomas. En agosto de 2008 editó Testigo de uno mismo, escrito en verso, un libro más introspectivo y alejado de su habitual compromiso sociopolítico. Actualmente trabajaba en el poemario Biografía para encontrarme, género con el que se sentía “más cómodo”, según confesó en una entrevista con la Asociación de la Prensa Extranjera en Uruguay. Autor de decenas de libros, Benedetti recibió numerosos premios literarios, entre los cuales el Premio Internacional Menéndez Pelayo en 2005, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999 o el Premio Iberoamericano José Martí en 2001. En sus novelas Benedetti exploró la naturaleza humana y retrató a la clase media, en particular a los burócratas, y en muchas ocasiones sin eludir ni disimular su compromiso político con los movimientos de izquierda. Doctor honoris causa de universidades latinoamericanas y europeas, el fallecido escritor estudió en el Colegio Alemán y luego en un liceo público, terminando sus estudios secundarios en forma libre debido a las dificultades económicas de su familia, que le obligaron a trabajar desde los 14 años. Su primer trabajo fue en una casa de repuestos para automóviles donde se desempeñó como cajero, contable y vendedor. En 1939 se trasladó a Buenos Aires y permaneció allí hasta 1941, cuando regresó a Montevideo para obtener un puesto de funcionario público. En 1945, año en que editó su primer libro de poesía, La víspera indeleble, Benedetti se integró al semanario Marcha, del que fue director literario desde 1954 y donde escribió hasta 1974, cuando el periódico fue clausurado por el gobierno de facto de la época. A partir de 1949 codirigió Número, una destacada revista literaria de la época. En 1964, cuando ya había publicado sus célebres Poemas de oficina (1956) y su primera novela, Quién de nosotros (1953), trabaja como crítico de teatro y codirector de una página literaria en un matutino y colaboraba como humorista en la revista Peloduro. En ese entonces fue designado director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República (http://www.universidad.edu.uy), en Montevideo. Casi toda su obra poética está reunida en Inventario, libro publicado por primera vez en 1963 y reeditado en varias oportunidades. Entre sus novelas se destacan La tregua (1960), Gracias por el fuego (1965), El cumpleaños de Juan Ángel (1971, escrita en verso), Primavera con una esquina rota (1982), La borra del café (1992) y Andamios (1996). Además de escritor, Benedetti fue dirigente político del Movimiento 26 de Marzo, que fundó en 1971 junto con el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, y fue representante en la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio, actualmente en el gobierno. Exiliado durante la dictadura uruguaya (1973-1985), el escritor residió en Argentina, Perú, Cuba y España, regresó a Uruguay con la restauración democrática y desde entonces residió alternativamente en Madrid y Montevideo hasta la muerte de su esposa, Luz López Alegre, con quien contrajo matrimonio en 1946. Luz, a quien conocía de niña, fue su gran amor y compañera de vida. “Tardé seis años en decírselo y ella un minuto y medio en aceptarlo”, contó alguna vez Benedetti, quien además explicó que “casarse con alguien que lleva la luz y la alegría en su nombre parece una buena inversión”. Tras el fallecimiento de su esposa en abril de 2006, Benedetti se instaló definitivamente en Montevideo, luego de donar parte de su biblioteca personal al Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti (http://www.ua.es/webs/centrobenedetti) de la Universidad de Alicante (http://www.ua.es, España). Actualización Sepelio de Benedetti es asistido por miles de uruguayos Desde primeras horas de la mañana de este 19 de mayo, ciudadanos anónimos aguardaron pacientemente la larga fila y pasaron incesantes ante el féretro —sin símbolos religiosos ni banderas de ninguna índole— del que fuera una de las figuras más importantes de la literatura hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX, Mario Benedetti. Al pie del féretro se acumularon durante la fría y húmeda jornada de luto, que arrancó a las nueve de la mañana, ramos de flores y pequeños obsequios y escritos que la gente dejó en memoria del poeta. Entre todos ellos destacaron lapiceros que algunos ciudadanos dejaron para cumplir uno de los deseos del escritor, quien en una ocasión pidió “por favor” que cuando muriera no se olvidaran de su bolígrafo. También acudieron personalidades de la cultura y la política del Uruguay, entre ellos el presidente, Tabaré Vázquez, que fue uno de los primeros en rendir homenaje al escritor y dar el pésame a familiares y amigos. “Una persona como Mario nunca muere”, dijo escuetamente el mandatario a los medios al salir del Palacio Legislativo. También acudió el vicepresidente, Rodolfo Nin, y los postulantes presidenciales de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio, de la que Benedetti fue fundador en 1971, Danilo Astori y José “Pepe” Mujica. Los elogios para Benedetti llegaron de todos los estamentos del Uruguay, empezando por sus amigos, como el cantautor Daniel Vigletti, quien destacó que “Mario siempre fue un hombre comprometido, que se jugó por sus ideas, dentro del Uruguay y en el exilio, y defendió los derechos humanos hasta el último día de su vida”. “Hoy al paisito, como tan cariñosamente le decía Mario a Uruguay, se le cae una lágrima de luto”, agregó el músico. El rector de la Universidad de la República, Rodigo Arocena; el coordinador de la principal central obrera del país, Juan Castillo; el viceministro de Educación y Cultura, Felipe Michelini; varios de sus colegas escritores y las embajadoras de España y Cuba, Aurora Díaz-Rato y Marielena Ruiz Capote, entre otros, se mezclaron con ciudadanos de todas las edades para rendir homenaje a quien fue considerado un símbolo comprometido de la literatura iberoamericana. “Vivió y encarnó la identidad igualitaria del Uruguay, pese a ser uno de los más grandes creadores que tuvo el país”, dijo Arocena. “Cuando me enteré de la noticia, me vino a la memoria una reunión que hicimos en Holanda entre uruguayos emigrados en la que Benedetti, ya famoso, nos acompañó durmiendo en el suelo en una casa prestada para hablar como uno más de los esfuerzos por recuperar la libertad y la democracia”, agregó. El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), del que Benedetti fue un severo opositor, afirmó que el poeta fue autor de “una literatura pura” que introdujo “al hombre común” como protagonista de la poesía. Además, subrayó el “mérito” de Benedetti por haber incorporado al gran público a la lectura de la poesía, especialmente a los jóvenes. Otro de los grandes amigos del escritor, el ensayista Eduardo Galeano, condensó su visión de Benedetti en una escueta línea: “Este poeta estaba lleno de gentes. Y ahora continúa en todos sus muchos queridos querientes”. El autor del célebre libro Las venas abiertas de América Latina insistió en no querer “palabrear” el dolor y preferir expresarlo a través del “silencio”. Fuente: EFE *** Asociación de Internautas manifestará ante Ministerio de Cultura La Asociación de Internautas (http://www.internautas.org) convocó una manifestación para el próximo domingo 24 de mayo, a las puertas del Ministerio de Cultura de España (http://www.mcu.es), “por la neutralidad de la red” y para exigir que se respeten “los derechos civiles” de los ciudadanos. Los internautas consideran que la actual ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, está “incapacitada legalmente” para tomar decisiones, dada su anterior vinculación al mundo del cine. Y temen que su nombramiento obedezca al interés del gobierno español en adoptar medidas que recorten “la neutralidad de la red” y “restrinjan los derechos civiles de los internautas”. La organización ha elaborado el manifiesto “Por los derechos civiles, la universalidad y neutralidad de la red” (http://www.internautas.org/acciones/acto24052009/manifiesto.html), que está siendo firmado por miles de internautas y que contiene las exigencias que plantearán durante la manifestación del domingo 24. “La era digital está aquí y está generando una redefinición radical del funcionamiento de la sociedad, basada fundamentalmente en la capacidad de intercambio directo y en la libre”, dice el manifiesto. “Internet ha logrado generar un sistema de información global y compartida, en donde la manipulación es cada vez más difícil y en el que el ciudadano cobra un nuevo protagonismo dejando de ser parte de la masa indiferenciada para convertirse en ciberciudadanía”. Añade la Asociación que se ha creado “un nuevo escenario tecnológico que hace posible un diálogo de los ciudadanos entre sí y con los poderes públicos”, de lo que “la democracia representativa deba ajustarse a los nuevos tiempos y volverse más participativa, más directa y más solidaria y global, en consonancia con la sociedad emergente”. Sostiene la asociación que la lucha por los derechos civiles se libra en el campo de Internet y la tendencia de los poderes públicos a regularla. Los internautas hacen hincapié en el debate que ha suscitado en Europa el llamado paquete Telecom, que debe regular “el nuevo espectro radioeléctrico europeo y la nueva red de banda ancha que se liberará de aquí a 2012, y permitirá que sea utilizada por los distribuidores de Internet mediante una transmisión aun más rápida de la información y más barata”. Mediante “enmiendas de última hora”, grupos políticos del Parlamento Europeo “han intentado torpedear las libertades civiles en la red” imponiendo “a los ISPs la obligación de trabajar conjuntamente con la policía privada de los productores de contenidos y de las gestoras de derechos de autor”. De esta forma, siempre según la citada asociación, “se vaciaba a los jueces y los tribunales de Justicia de sus competencias a favor de actores privados y de las medidas técnicas de vigilancia y filtrado”. La asociación es consciente de que el Estado debe utilizar las tecnologías para combatir la delincuencia. Sin embargo, subraya: “Un Estado democrático exige que el poder sea transparente. Por eso las medidas a utilizar, además de respetuosas con el régimen de garantías, deben ser públicas y conocidas”. Los internautas demandan que se reconsidere “la directiva 2006/24/CE, y la ley 25/2007, de 18 de octubre, de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones”. Otro de los puntos que recoge el manifiesto es la importancia de la red para extender el derecho a una “sanidad y educación” universales. “Por primera vez en la historia de la humanidad”, señala la asociación, “las tecnologías de la información y comunicación están haciendo posible la igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento. Pero para que esa igualdad sea real es preciso que se garantice también la universalidad de la banda ancha para que cualquier persona pueda disponer de una conexión de banda ancha (...) que es el presupuesto tecnológico sin el cual no es posible el disfrute pleno de derechos sociales básicos como la educación y la sanidad”. Pide, pues, que haya una regulación legal, europea y nacional, que garantice ese derecho, y que incluya también “la neutralidad de la red” como “uno de los grandes principios sobre los que se ha construido Internet”. Una neutralidad que se “expresa básicamente en que todo lo que se transmite en la red, se transmita de la misma forma, sin discriminar ni distinguir el contenido de los paquetes”. Desde la perspectiva de los derechos fundamentales, “la neutralidad de la red equivale al principio de igualdad y no discriminación de los usuarios de la red y su defensa es esencial de cara a evitar que, en el futuro, Internet acabe bajo el control de unos pocos”. Respecto al canon digital, la asociación entiende que “resulta ineludible la necesidad de restablecer el equilibrio entre el derecho individual de autor y el derecho colectivo a la cultura” y que por ello es preciso “pactar códigos de conducta” y explorar “nuevos modelos de negocio”. La asociación concluye: “La industria de contenidos debe asumir que los modelos de negocio que no puedan competir en el nuevo escenario tecnológico (...) tienen que desaparecer y no pueden sostenerse artificialmente a costa de restringir las libertades civiles, convertir el erario público en una barra libre accesible a unos pocos para financiar proyectos sin viabilidad económica o instaurando privilegios como el canon, que en tiempos de crisis como el actual, no sólo es insolidario, sino profundamente inmoral”. Fuente: El País *** Universidad de Alicante homenajeará a Mario Benedetti La Universidad de Alicante (http://www.ua.es), en España, celebrará el próximo 26 de mayo un homenaje en recuerdo del poeta y escritor uruguayo, Mario Benedetti, quien tuvo “una presencia continuada” en la mencionada casa de estudios, de la que además es doctor honoris causa desde 1997, en un acto en el que también se proyectará un vídeo inédito, según informaron en un comunicado fuentes de la institución alicantina. Tras conocer el fallecimiento de Benedetti, ocurrido este 17 de mayo, el rector Ignacio Jiménez Raneda decidió organizar un acto de homenaje en la Sede Ciudad de Alicante. La actividad tendrá lugar el próximo martes 26 a las 20:30 horas. Además de la intervención de Raneda, glosarán la figura del poeta los profesores José Carlos Rovira, Carmen Alemany y Remedios Mataix. En el acto se proyectará un vídeo inédito, realizado por el Taller Digital, que pensaba proyectarse en la Biblioteca Nacional de España (BNE, http://www.bne.es), en Madrid, el 9 de julio. La Universidad de Alicante participa así del “dolor” por la pérdida de Benedetti, al que calificó como “emblema cultural de América Latina que, desde 1990, desarrolló una presencia continuada en nuestras aulas en recitales, conferencias y cursos”. En 1998, la institución decidió dar su nombre al Centro de Estudios Iberoamericanos (http://www.ua.es/webs/centrobenedetti) de la misma, y en 1999 participó activamente en la creación y difusión de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com), a la que cedió su biblioteca madrileña en septiembre de 2006. Según la Universidad de Alicante, “la desaparición del escritor, una de las grandes voces literarias de nuestra época, uno de los símbolos principales del compromiso literario con la sociedad, se produce en un momento de reconocimiento universal a su obra y a su significado”. La obra de Benedetti está, según las mismas fuentes, “repleta de sentimiento colectivo, de pensamiento cordial, de voluntad comunicadora, de razón cívica” y “ha despertado la conciencia de nuestro tiempo”. “La Universidad de Alicante, al participar en el dolor de sus amigos, familiares y allegados, ha remitido a toda la comunidad universitaria su pésame y ha querido dejar constancia del convencimiento de que su obra y su ejemplo pervivirán en las generaciones venideras”, añadieron las mismas fuentes. En este sentido, el rector, Ignacio Jiménez Raneda, envió un mensaje de duelo a su familia en Montevideo (Uruguay) en el que dice: “Al transmitirles el dolor de la Universidad de Alicante por la pérdida de Mario Benedetti, les hago llegar nuestro convencimiento de que su obra y su ejemplo pervivirán en el futuro como uno de los grandes ejemplos literarios y humanos de nuestro tiempo”. También expresa el “dolor acompañado por el recuerdo de los grandes momentos que, con él, y gracias a su generosidad, vivió la universidad durante años en repetidos encuentros en sus aulas”. “Su memoria acrecienta nuestro compromiso cultural y social con América Latina, el ‘continente mestizo’ al que dedicó algunas relevantes reflexiones. En su investidura como doctor honoris causa dio una de las grandes lecciones de pensamiento ético y humano”, apostilló. La Universidad de Alicante “ha mostrado siempre una atención especial a Latinoamérica” y, “tanto en el ámbito de la cooperación como en el de la colaboración interuniversitaria, han sido canalizadas por el Centro de Relaciones con América Latina”. Adscrito a dicho centro, funciona desde 1999 el Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti, que coordina desde entonces todas las actividades culturales centradas en Latinoamérica y está dirigido por la profesora Carmen Alemany. Este centro cuenta con 3.500 libros, todos ellos sobre Benedetti, y se encarga de coordinar las actividades culturales sobre temas iberoamericanos desarrolladas en la universidad. Asimismo ha sido el depositario de la donación de parte de la biblioteca personal que Benedetti guardaba en su casa de Madrid, donación que efectuó en septiembre de 2006. Se trata de una colección de más de 2.000 ejemplares entre libros, películas y discos compactos que el autor reunió durante años en la biblioteca de su casa de Madrid. Los fondos cuentan con una “importantísima colección de libros editados en diversos países latinoamericanos, muchos de ellos ya agotados y casi todos referentes esenciales de la literatura iberoamericana”. Fuente: Europa Press *** Realizarán en Caracas jornadas de investigación humanística y educativa Hasta el 29 de mayo es posible presentar resúmenes para participar en las X Jornadas de Investigación Humanística y Educativa (http://www.humanidadesucv.org.ve/jornadasFHE), que bajo el lema “Diálogo entre humanistas en épocas de cambios” organiza la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve) y en las que podrán participar tanto profesores y estudiantes de pre y postgrado de la facultad como profesores, investigadores y profesionales de otras facultades e instituciones, interesados en los temas propuestos y que permitan favorecer el diálogo desde otras disciplinas. El evento, que se realizará del 23 al 27 de noviembre, tiene como objetivos intercambiar desde diversas temáticas los aportes de investigación producidos desde distintas áreas del saber; discutir la problemática de la investigación de las humanidades en la sociedad del conocimiento; reflexionar sobre el humanismo en una sociedad de cambios acelerados; mantener el intercambio científico entre miembros de la comunidad académica haciendo prevalecer la interdisciplinariedad, y socializar y debatir investigaciones en distintos niveles de avance. Entre los ejes temáticos que se desarrollarán en estas jomadas se encuentran la condición humana y naturaleza; disciplinas y discursos; política; cultura, comunidad y sociedad; patrimonio y memoria; estudios clásicos y medioevales; ambiente; democracia; educación y cambio social; gobernabilidad; teoría y crítica de la cultura; construcción de identidades; ética, estética y lenguaje, y las tecnologías de la información y la comunicación y las humanidades. El aspirante deberá enviar el resumen en archivo adjunto al correo electrónico xjornadasfhe@gmail.com, incluyendo una primera página con el título del trabajo y la temática en la que desea inscribirlo conforme a su contenido, el nombre completo del autor o autores, la institución a la que pertenecen y los correos electrónicos de referencia. Los aspirantes seleccionados recibirán la notificación correspondiente antes del 26 de junio. La extensión del resumen, que deberá presentarse en hojas tamaño A4 y con letra Times New Roman a 12 puntos e interlineado 1,5, no podrá exceder las 200 palabras. El mismo deberá incluir el título del trabajo y el eje temático, sin los datos antes mencionados, a fin de conservar el anonimato de los autores al momento de la evaluación. Ambas páginas serán incluidas en un mismo archivo de Word que será titulado con el apellido del autor, un guión y la palabra “Resumen” (por ejemplo, Ávila-Resumen). En el caso de los trabajos colectivos, se incluirán los apellidos de todos los autores, separados por coma y en orden alfabético (Ávila, Casas, Martínez-Resumen). Una vez aceptados, los participantes podrán presentar ponencias libres en forma individual o grupal, de naturaleza teórica, aplicada de producción artística o tecnológica, relacionada con las temáticas y según la naturaleza del evento. La recepción de la ponencia en extenso se extenderá hasta el 2 de octubre. Deberá ser entregada en la Coordinación de Investigación de la Facultad de Humanidades y Educación, ubicada en la avenida Neverí, Centro Comercial Los Chaguaramos, piso 4, oficina 4-10 (Los Chaguaramos, Caracas), o por el correo electrónico xjornadasfhe@humanidadesucv.org.ve. Estas ponencias deberán incluir el título (centrado, en mayúsculas y negritas), un resumen según las especificaciones indicadas, en español e inglés; introducción, marco teórico, metodología; resultados, análisis e interpretación; conclusiones y referencias (de acuerdo a las normas de la American Psychological Association, APA, u otras específicas según el área). No se aceptarán simples revisiones bibliográficas ni propuestas que no contengan sustentación teórica. La extensión de la ponencia debe oscilar entre 10 y 15 páginas máximo, incluyendo las referencias. Deberá estar escrita en Word, en hojas tamaño carta con letra Times New Roman a 12 puntos y a doble espacio, sin justificar. No podrá incluirse más de seis tablas, gráficos o figuras. Se presentarán numeradas correlativamente e integradas en el texto, indicando siempre el título y la fuente. La resolución de estos componentes no debe exceder de 450 x 850 pixeles (ancho x alto) y las imágenes deben ser guardadas en formato JPG. Se debe incluir en hoja aparte y grabar en el soporte digital que contiene la ponencia, un resumen curricular del autor o autores de no más de 45 palabras. Si el autor o autores lo desean, también podrán incluir una foto tamaño carnet en formato JPG de alta resolución (150 megapixeles por pulgada), que será posteriormente presentada junto a la ponencia una vez publicado el trabajo. Los participantes deberán presentar una exposición oral cuya duración será de 15 minutos, seguidos de cinco minutos para las preguntas. En cada mesa habrá un moderador, quien regulará el proceso de presentación de las ponencias. No se permitirá la lectura de trabajos de ponentes que no pueda asistir. Las ponencias serán arbitradas para su posterior publicación. Además de las ponencias, las jornadas prevén otras actividades en las que es posible participar, como intercambios culturales (presentación de obras musicales, de teatro, ponencias audiovisuales y conciertos, entre otras), foros y conferencias. La participación en el evento es requisito para los profesores de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, a los fines de obtener aval de la Coordinación de Investigación para trámites subsiguientes. Las inscripciones podrán formalizarse hasta el 30 de octubre y tendrán un costo de 100 bolívares para los profesores de la facultad, 50 para estudiantes y 120 para profesores de otras facultades e instituciones. Para solicitar mayor información, se puede escribir a xjornadasfhe@humanidadesucv.org.ve. Fuente: Web del evento *** Poetas de cuatro continentes se reunirán en el Festival de Medellín Con la participación de 65 poetas de 43 países de cuatro continentes, del 4 al 11 de julio se celebrará el XIX Festival Internacional de Poesía de Medellín (http://www.festivaldepoesiademedellin.org), considerado el más multitudinario del mundo en la actualidad. Convocado y organizado anualmente por la revista Prometeo (http://abbrr.com/6nl), este año cuenta con el apoyo de la Alcaldía de Medellín (http://www.medellin.gov.co), la Secretaría de Cultura Ciudadana, el Concejo de Medellín (http://www.concejodemedellin.gov.co), el Ministerio de Cultura de Colombia (http://www.mincultura.gov.co), los gobiernos de Suiza y de Alemania y otras entidades públicas y privadas de Colombia y otros países. Además de los colombianos Jotamario Arbeláez, Carlos Vásquez, Eugenia Sánchez Nieto, Joaquín Mattos Omar, Miguel Iriarte, Tallulah Fórez, Nicolás Suescún, Álvaro Miranda, Liana Mejía, Carlos Enrique Sierra, Omar Castillo, Gilma de los Ríos, Víctor Raúl Jaramillo, Luisa Aguilar, Jesús Gómez, Angye Gaona y Luis Galar, participarán poetas de cuatro continentes. Por África asisten Rashidah Ismaili AbuBakr (Benin), Fatma Quandil (Egipto), Lenrie Peters (Gambia), Ifi Amadiume (Nigeria), Amadou Lamine Sall (Senegal), Daniel Kunene, Zindzi Mandela (Suráfrica), Kangni Alem (Togo) y Tahar Bekri (Túnez). Por América participarán Mercedes Roffé (Argentina), Matilde Casazola (Bolivia), Nicole Brossard (Canadá), María Montero (Costa Rica), Graciela Huinao (Chile, Nación Mapuche), Rodrigo Verdugo (Chile); Roberto Fernández Retamar, Luis Yusseff (Cuba), Yvon Gordon Vailakis (Ecuador), Mario Noel Rodríguez (El Salvador); Arthur Sze, Jayne Cortez, Jack Hirschman (Estados Unidos), Rosa Chávez (Guatemala, Nación Maya); Édouard Glissant (Martinica), Francisco de Asís Fernández, Gloria Gabuardi (Nicaragua), Moravia Ochoa (Panamá), José Luis Ayala (Perú, Nación Aymara), Yván Silén (http://www.letralia.com/firmas/silenyvan.htm, Puerto Rico), Antonio Trujillo y William Osuna (Venezuela). Desde Asia llegarán Alice Sun-Cua (Filipinas), Fadhil Al-Azzawi, Anwar Al-Ghassani (Irak), Usha Akella (India), Fathieh Saudi (Jordania), Fuad Rifka (Líbano), Ghassan Zaqtan (Palestina), Hussein Habasch (Siria) y Nguyen Quang Thieu (Vietnam). Por Europa asistirán Jan Wagner (Alemania), Peter Holvoet-Hanssen (Bélgica), Jorge Riechmann (España), Ersi Sotiropoulos (Grecia), Sigurður Pálsson (Islandia), Guido Oldani (Italia), Henk van der Waal (Países Bajos), Agneta Falk (Suecia), Klaus Merz (Suiza) y Aazam Abidov (Uzbekistán). Esta nueva celebración de la poesía comprende 136 actividades en 12 ciudades colombianas y 16 municipios antioqueños, entre ellas 94 lecturas colectivas de poemas (79 de ellas en Medellín), 13 lecturas individuales de poesía en diálogo con el público. Adicionalmente se dictarán 15 talleres de poesía, 5 cursos y 10 conferencias en el contexto de la XIII Escuela Internacional de Poesía de Medellín, que discurre paralela al festival. Todas las actividades son de acceso libre y gratuito al público. Ganador del Premio Nobel Alternativo en 2006 y recientemente declarado Patrimonio Cultural de la Nación, el evento es según sus organizadores “una manifestación de la lucha del espíritu humano contra la guerra, por la libertad de creación, de pensamiento y de reunión, y en esta ruta repudia los ataques contra la libertad de expresión de la ultraderecha colombiana, que pretenden vincularlo torpemente, junto a otras fuerzas de la oposición colombiana, a los actos de la insurgencia”. Fuente: Web del evento *** Letrarte reunirá a escritores argentinos e internacionales en Argentina Del 23 al 27 de julio se celebrará en la ciudad histórica de San Miguel de Tucumán, Argentina, el IV Encuentro Internacional de Escritores “Letrarte”, evento que coordinado por Myriam Leal y Julio Carabelli se enmarca en el XI Julio Cultural Universitario, en el que la ciudad argentina será el centro de reunión de varios escritores de la nación sureña y otros países. La inauguración se realizará en el Rectorado de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT, http://www.unt.edu.ar), donde habrá una suelta de globos con poemas, la Orquesta de la Universidad y un número artístico. En el desarrollo del encuentro, que tendrá lugar en dos salas y en el Centro Cultural Eugenio Flavio Virla, habrá lecturas, conferencias, talleres y seminarios a cargo de reconocidos escritores y pensadores. Además los asistentes podrán disfrutar de exposiciones de artes plásticas y fotografía, mesas de lectura, café literario, presentaciones de libros, ponencias (literatura, teatro y periodismo), módulos de venta de libros y otras publicaciones de los visitantes, así como una peña. Entre otras actividades, un grupo de escritores no videntes y otro de sordomudos e hipoacústicos mostrarán sus obras. Se visitará la Imprenta Braille de la Provincia y el Museo de la Universidad y se enviará escritores a seis escuelas de San Miguel. Grupos de diez escritores participarán en tours culturales a lo largo de ocho municipios para ofrecer lecturas, visitas a escuelas e intercambio de ideas con los escritores y la gente de la cultura de cada lugar. En cada grupo se incluirá un escritor tucumano, uno extranjero y uno de literatura infantojuvenil. Se solicitará a los escritores visitantes y a los residentes en la provincia que donen libros para las escuelas o para las bibliotecas de los municipios. Se realizará el concurso “Nuria Villá” de poesía, con un primer premio de $1.000 y un segundo premio compuesto por un MP3 y un libro de la poeta cordobesa Glauce Baldovín, con ilustraciones de Carlos Alonso. A ambos premios se agrega el libro de conmemoración por los 90 años de la UNT, edición de lujo. El cierre preparado para la noche del día 26 de julio será con una gran cacharpaya (empanadas, vino, poesía, música y baile), y el 27 los escritores que lo deseen podrán viajar a la provincia de Salta (La Linda) donde se hará una ronda de lectura. El proceso de inscripción al evento cierra el próximo 28 de junio. Quienes deseen integrar la antología Letrarte 2009 deberán suministrar su currículum, cuatro poemas y una fotografía. Además, todos los escritores serán traducidos al braille y se llevarán una plaqueta de recuerdo. Los participantes extranjeros no pagarán inscripción y tendrán almuerzos y cenas gratuitos, sin bebida. Los tours culturales también serán gratuitos. Quienes necesiten invitación de la UNT pueden solicitarla a marialuisavaldivia@rectorado.unt.edu.ar. Para mayor información, escriba a letrarte_letrarte@yahoo.com.ar. Fuente: UNT *** Retóricas en la antigüedad serán analizadas en Rosario El 28 y 29 de agosto se celebrarán en Rosario (Argentina) las V Jornadas Nacionales “La(s) retórica(s) en la antigüedad y sus proyecciones” (http://jornadascefa2009.blogspot.com), que bajo el lema “Persuasión y comunicación, del mundo antiguo a las prácticas contemporáneas” es organizado por el Centro de Estudios de Filosofía Antigua “Ángel J. Cappelletti” de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (http://www.unr.edu.ar). El encuentro tiene como objetivo analizar el doble movimiento que experimenta la renovación de los estudios sobre retórica antigua hacia, por un lado, las grandes tradiciones de los estudios clásicos y, por otro, la civilización comunicacional contemporánea. Se espera que las temáticas literaria, filosófica, histórica y filológica, más allá de su desarrollo autónomo, iluminen perspectivas inéditas en su entrecruzamiento con los terrenos de las ciencias políticas, sociales y de la comunicación. Ponencias individuales o grupales, conferencias y mesas redondas, exposición de proyectos de investigación y presentaciones de libros serán las actividades que se desarrollarán en el marco de estas jornadas, obligatoriamente en torno a tres ejes temáticos: retórica, argumentación y discurso en la antigüedad; la retórica del Medioevo a la Modernidad, y las proyecciones actuales de la teoría y la práctica argumentativas antiguas. No se aceptarán trabajos sin relación temática con el eje de las jornadas. Los estudiantes expositores deberán contar con el aval de un docente. Los resúmenes, cuya extensión será de hasta 200 palabras, deben ser enviados antes del 15 de junio a la dirección jornadascefa2009@gmail.com, acompañados con la ficha de inscripción. Los trabajos de los aspirantes serán evaluados por un comité académico. Aquellos que sean aceptados deberán entregar, en el momento de la acreditación, una copia en CD de la ponencia, la cual será oportunamente editada en formato electrónico. La misma deberá tener hasta 8 páginas incluidas las notas y la bibliografía, en papel tamaño A4, con márgenes de 3 cm a cada lado, interlineado 1,5, fuente Times New Roman en 12 puntos y fuente griega Sgreek en 11 puntos, con notas en Times New Roman 10 y Sgreek 9. Cada expositor, individual o grupal, contará con un tiempo de exposición de 20 minutos. La inscripción tiene un costo de $15 para estudiantes asistentes, $40 para estudiantes expositores, docentes y graduados asistentes, y de $80 para docentes y graduados expositores. Los estudiantes de la UNR y el público en general pueden asistir a las jornadas en forma libre y gratuita, pero sólo los inscritos podrán obtener certificado de asistencia. La ficha de inscripción deberá incluir el nombre del aspirante, así como su domicilio, teléfono, correo electrónico, modalidad de inscripción, institución, título de la ponencia y área temática. Para solicitar mayor información o formalizar la inscripción, es preciso llamar al (0341) 480-2670, int. 115, o escribir a jornadascefa2009@gmail.com. Fuente: Web del evento *** Escritores y artistas hispanoamericanos se reunirán en Buenos Aires Del 9 al 13 de noviembre se realizará en Buenos Aires (Argentina) el 1r Encuentro Internacional de Escritores y Artistas Hispanoamericanos, evento organizado por la red social La Barca de las Palabras y la Imagen (http://labarcadefreddy.ning.com) y que se enmarca en la Semana de la Tradición y el 175º aniversario del nacimiento del poeta José Hernández. El evento es auspiciado por la Asociación Civil Arlés para la Promoción de las Artes y las Letras, la Fundación C. G. Jung de Psicología Analítica (http://www.fundacion-jung.com.ar) y la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA, http://www.cta.org.ar). Podrán participar escritores y artistas miembros de La Barca de las Palabras y la Imagen, los miembros incluidos en otras redes y escritores y artistas de habla hispana en general. Quienes no escriban en español pero sean miembros de alguna de las redes, deberán enviar sus trabajos traducidos a los fines de su lectura, dado que el evento no contará con traducción simultánea. Además de la lectura de ponencias, entre las actividades que disfrutarán los asistentes al evento se encuentran el recital poético “Otro sueño de amor”, a cargo de Erardo del Prado; una conferencia sobre Jorge Luis Borges y el género fantástico, que pronunciará el doctor Carlos Abraham; la presentación de la obra plástica y literaria del artista venezolano Freddy Ramón Pacheco (http://www.letralia.com/firmas/pachecofredyramon.htm), y las presentaciones de la novela Buscando una luna en fuego, de Graciela R. Tocce, y del poemario Memorias del viento, de Marisa Aragón Willner (http://www.letralia.com/firmas/aragonwillnermarisa.htm), así como la de la antología narrativa de La Barca. La recepción de ponencias y poemas cerrará el 1 de septiembre. Las ponencias deberán tener una duración máxima de 15 minutos, y las lecturas de poemas una duración de 10 minutos. En ambos casos se considera incluida una breve biografía sobre el autor. Las inscripciones oscilan entre los $25 y los $130, y quienes las formalicen antes del 15 de junio gozarán de algunos descuentos. Para inscribirse y obtener información detallada de este evento, los interesados pueden enviar un e-mail a info_evento_labarca@yahoo.com.ar. En todos los casos se entregará certificados de asistencia y participación. Fuente: La Barca de las Palabras y la Imagen ||||||||||||||| ESPECIAL: ADIÓS A MARIO BENEDETTI ||||||||||||||| === Gracias por el fuego de la poesía y de la vida, Mario ================= === Rolando Gabrielli ===================================================== Tengo una soledad tan concurrida que puedo organizarla como una procesión por colores tamaños y promesas por época por tacto y por sabor. Desde un rincón del mundo, República Dominicana. Nunca olvidaré tantas palabras lindas que dejaste y que muchas noches leí. Descanse en paz. Anónimo. Un poeta muere cuando nadie lo lee. Muere por falta de compromiso con la palabra. Deja de vivir, que es morir, si el amor le sopla un ojo y sale por la ventana su memoria y sueños. Un poeta muere si se deja morir. Si su palabra es más oscura que la luz y es fiel a su vida, no puede morir. Un poeta es inmortal cuando se compromete con la verdad, la libertad y la vida que es la poesía. Por eso se me hace difícil creer que el poeta uruguayo Mario Benedetti haya muerto hace un par de horas en su país chiquitito que ha dado tipos como Benedetti, Onetti, Viglietti, Quiroga, para romper la cadencia de la rima italiana, Galeano y ese extraordinario cuentista que es Felisberto Hernández. Mario Benedetti se confundió con la voz sencilla, directa, humilde, susurrante, de los pueblos del Sur, a los que nunca olvidó y en los que seguramente en estos momentos se encuentra de viaje acompañado por amigos y pueblos lejanos tan próximos a su canto. Qué podemos decir ante lo inevitable, qué bueno que existen tipos, hombres, poetas, escritores, como Mario Benedetti, en tiempos en que la palabra huele a flores secas, cuando la farándula saca a bailar al mercado, una época barrancoabajo en bancarrota. Benedetti ha partido con su biografía bajo el brazo: 400 páginas que ha escrito Hortensia Campanella bajo el título Mario Benedetti; un mito discretísimo, y más de 80 libros de poesía, narrativa, teatro, ensayos y miles de crónicas. Fue también un cronista y periodista de su tiempo. Nos deja un legado de hormiga. A Benedetti no se le puede desvincular de escritor comprometido, hombre del Cono Sur, de su condición de exiliado, uruguayo, de su solidaridad con la vida y el amor, ni a su poesía con el canto popular que lo elevó a la calidad de mito: Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Daniel Viglietti, Sandra Mihanovich, Soledad Bravo y Pablo Milanés. Las últimas noticias dicen que falleció en su amado Montevideo, desde donde partió tantas veces para regresar siempre, y que será velado en el Congreso de Uruguay en el Salón de los Pasos Perdidos, título de la novela del cubano Alejo Carpentier. Benedetti fue un hombre en primera fila de las causas latinoamericanas. Nunca cambió un punto ni una coma, ni zigzagueó su acento Sur. Este Mario Benedetti / nació en el Sur / más chiquito / para decirnos / que el Sur también existe. Los miles de mensajes que han escrito sus lectores en el mundo para saludarlo, más que despedirlo, reconocerse en su obra, agradecerle su enorme complicidad, su manera sencilla de ser, vivir, su compromiso ejemplar, irreductible diría, nos hablan no sólo de un hombre querido, sino de que la poesía y el Sur existen. Benedetti pertenece a ese Sur entrañable, al de las primaveras rotas, al de los patios de las viejas casas con sus parrones de uvas negras, el de los amigos que compartían hasta su desesperanza, un Sur secreto lleno de voces susurrantes, al Sur que le faltan manos para abrazar, un Sur con rostro Sur, ese que no pierde la memoria y que tiene una palabra en la boca, un acento inconfundible. La memoria colectiva de Benedetti nos seguirá hablando mientras dure y permanezca nuestra memoria. Epílogo Un epílogo tal vez no para terminar, sino para volver a empezar a contar la historia, mezclarla y darle futuro a las palabras. Leí, miraba las imágenes, revisaba tanto material relacionado con un poeta en el mundo en estos tiempos y pensaba a solas que era como un delicioso momento casi obsceno para la poesía como género olvidado y puesto detrás de la vitrina, a la sombra de un lector ocasional, circunstancial, privado, íntimo y en extinción para algunos que llevan estadísticas. La imagen, los comentarios, la vida y la muerte de Mario Benedetti han vivido en las últimas 48 horas una explosión en los medios de comunicación, escritos, mediáticos, en el ciberespacio única, inimaginable para un poeta en estos tiempos. Desde muchos puntos cardinales se ha comentado la obra de Benedetti y su calidad humana y el compromiso personal. A él parecía que le bastaba Montevideo y que el mundo era historia para una nueva generación. Al ver este fenómeno sobre un escritor emblemático para América Latina y en especial el Cono Sur, aquella generación de los 60 y 70, rota, quebrada, formada por el exilio, sorprende el poder de la memoria que ha formado una obra y de la palabra colectiva. Benedetti, guardadas las proporciones y pensando que toda comparación es arbitraria, a veces odiosa, es para Uruguay lo que Neruda para Chile: un poeta histórico e irrepetible. El tiempo pasa, sucede, la historia cambia, y Benedetti ha tenido la dicha de morir en paz, es velado con los máximos honores del gobierno uruguayo y el martes 19 (que es cuando escribo este Epílogo) será llevado en marcha fúnebre por su pueblo, obreros y estudiantes, a su última morada. Es sabido de todos que la muerte de Neruda ocurrió en circunstancias trágicas para Chile y que el pueblo, su partido, con el puño cerrado y entonando la Internacional Comunista, lo llevó al Cementerio General para ser enterrado en una tumba anónima en medio de la metralla policial. Otros tiempos, pero Benedetti en italiano significa benditos, como bien recordara Eduardo Galeano, así que se salvó de una época dura, mala, torva, oscura, y realizó su obra leída y respetada por sus lectores en el mundo. Queda su obra, un par de libros inéditos y una fundación llamada Mario Benedetti, que atenderá a jóvenes escritores de habla castellana. Esos son sus verdaderos herederos, continuadores de su obra. Nicanor Parra, el antipoeta chileno, seis años mayor que Benedetti, le ha despedido con un Artefacto intitulado: “En la hora de su muerte”, publicado hoy por el diario La Tercera. “A lo más que se puede aspirar / Es a dejar dos o tres frases en órbita / Que yo sepa don Mario dejó al menos una: / La muerte y otras sorpresas // ¡Señor mío, la frasecita!”. Y del Epilogar, desde México el poeta argentino Juan Gelman, otro sobreviviente de la Triple AAA, se despidió de su amigo con una breve carta que dice a la letra: “Querido Mario, te digo adiós pero no te lo digo, te despido pero no te despido, siempre estarás en mí y en el alma y el corazón de centenares de miles de personas que entraron a la poesía por la puerta grande de tus poemas. Hasta luego entonces. Juan Gelman”. ...Murió Mario Benedetti en Montevideo y el planeta se hizo pequeño para albergar la emoción de las personas. De súbito los libros se abrieron y comenzaron a expandirse en versos, versos de despedida, versos de militancia, versos de amor, las constantes de la vida de Benedetti, junto a su patria, sus amigos, el fútbol y algunos boliches de trago largo y noches todavía más largas. Murió Benedetti, ese poeta que supo hacernos revivir nuestros momentos más íntimos y nuestras rabias menos ocultas. Si con sus poemas salimos a la calle —codo a codo somos mucho más que dos—, si leyendo “Geografías”, por ejemplo, aprendimos a amar un país pequeño y un continente grande... José Saramago. Daniel Viglietti dijo, en la despedida, que “ética cabe dentro de la palabra estética (...). Eso nos enseñó Mario”. “Mario es una unidad dialéctica difícil de encontrar”. Benedetti “no necesita que lo idealicemos, porque es un ideal en sí mismo”. ** Rolando Gabrielli rolandoamadeo22@yahoo.com Periodista y escritor chileno residenciado en Panamá. Poeta, narrador y ensayista. Ha obtenido diversos premios y menciones literarias en Chile, México y Panamá. Ex funcionario internacional, corresponsal extranjero en Colombia y Panamá. Ha dirigido y editado diversas publicaciones y artículos suyos han sido publicados en América Latina y Europa. Es el autor de la avenida “Fechado en Panamá”, en nuestra Ciudad Letralia (http://www.letralia.com/ciudad/gabrielli) y mantiene un blog en http://rolandogabrielli.blogspot.com. === Casa del hombre María del Mar Estrella =========================== A Mario Benedetti Todavía hay moradas de fraterno sollozo que comparten La legitimidad de la justicia. Parecen frágiles y sin embargo albergan continentes De libertad inexplorada, Exilios contra la tiranía, estrategia de tácticas. Moradas contundentes con verbo solidario Que abarcan multitudes y ventanas al sol Y lechos para partos y partidas. Cada hombre construye su palabra de manera distinta Desde adentro hacia afuera Pero todos subordinados a la esencia de verdad y fervor Meros testigos de la única luz que no se apaga. Los que habitan en ella nos convocan Desde una esquina rota que duele a primavera Embistiendo fantasmas con pólvora de tinta. Hay casas que atestiguan la prójima esperanza Ser sollozo fraterno Garúa pertinaz de la que es imposible guarecerse. Casas que nos contienen Y sostienen el mandato moral Ética antorcha Fuego que ilumina los destinos humanos. Porque aquel que comparte el hambre de la sed La sed del hambre Puede decir por qué cantamos Para quién cantamos Para parir la libertad de quiénes Cantamos Sí ¡Cantamos! (de Fuegos ceremoniales, 2007) ** María del Mar Estrella mariadelmarestrella@hotmail.com Escritora argentina. Ha publicado Corazón habitado (Ediciones Botella al Mar, 1982) y Los dioses mutilados, con prólogo de Ernesto Sábato. La música ocupa también una parte de su obra. === Mario Benedetti José Ruiz Guirado ================================ Cuando una celebridad se muere, enseguida le aparecen conocidos que revelan anécdotas desconocidas del finado. Claro, como ya no se puede desmentir, pues queda muy bien. Un servidor no ha tenido la fortuna de conocerlo. Y lo siente, porque tiene uno la impresión de haberse perdido la oportunidad de conocer a un hombre cercano, sencillo, humilde y lúcido. Aunque no haya sido así, al menos, como el resto de los mortales, sí ha tenido la fortuna de conocer al autor. Y si siguiendo el mandato de Cervantes, el hombre es hijo de sus obras, pues, en éstas trasluce su honestidad. Hace años, bastantes, conocí a unos emigrantes uruguayos que pretendieron —porque no lo consiguieron— establecerse en España; pero les fue mal y malvendieron todo para volverse a su país. Una tarde, no sé cómo surgió, hablamos de sus recuerdos allá. Y, curiosamente, uno de ellos fue la figura del escritor, aunque no viviera allí. Pero sus poemas, de alguna manera, les hablaba de lo que conocían, de lo que les era cercano y propio. No hay mejor manera de hablar de alguien. Cuando con su obra es capaz de formar parte de la memoria colectiva de un país, sobran los adjetivos, los recordatorios pomposos. Era uno más, y lo fue siempre (taquígrafo, cajero, vendedor, contable...). Alguien con quien podía uno encontrarse en cualquier calle y parar a tomarse unos vinos en la taberna más próxima, sin sentirse incómodo por su autoridad. Porque, no sé si patino —creo que no—, se estaría muy a gusto con alguien que ha entendido la vida como una estancia más, en la que no hay que justificar más que la propia existencia, lo cotidiano, sin petulancia. Voy algo más allá. A Benedetti —continúo con Cervantes, con quien haría muy buenas migas—, le valdría lo que se dijo del personaje al que fueron a enterrar porque murió de desamor de la sin par Marcela (no fue así según explica convincentemente ella): “Grave sin presunción, alegre sin bajeza”. Tiene uno esta impresión a juzgar por lo que ha escrito, para quién ha escrito y qué ha escrito. Porque en esa fabulación están representados quienes no tienen voz ni voto. Esas personas anónimas, grises, anodinas —que somos el común—, que pasan por esta vida como si no lo hicieran. Nacen, crecen, viven, trabajan y mueren. Pero, a la vez sufren, padecen, piensan, opinan y hasta influyen llegado el caso, aunque no fuera más que en el destino de los que les prosiguen. Otros brillantes autores nos han regalado viajes, historias, lujos alcanzables para muchos sólo a través de estas páginas. Benedetti es de los que se han sentado a llorar con los suyos, o se ha arremangado para segar con ellos si llega el caso. O ha comprendido a quien nadie ve, ni oye, ni escucha, porque no pertenecen a las grandes cifras, a las estadísticas, a los números inleíbles. Son los de carne y hueso, los que se hacen viejos sin mirarse un solo día al espejo del baño de su casa. Lo dice el propio autor de una manera clara y concisa: “Ustedes cuando aman Exigen bienestar una cama de cedro y un colchón especial Nosotros cuando amamos es fácil de arreglar con sábanas qué bueno sin sábanas da igual”. ** José Ruiz Guirado jrguirado@gmail.com Escritor español (El Escorial, 1955). Miembro de la Asociación Colegial de Escritores (http://www.acescritores.com). Inicia estudios de periodismo y filología. En 1980 publica su primer libro, Ilusiones del almendro, con el que se inaugura la Casa de Oficios El Escorial. Creador de la revista literaria Acibal y del Premio de Poesía Manuel María. Entre sus obras destacan Intrahistoria de Marín (Caixa de Pontevedra, http://www.caixanova.es), Crónica de Robledondo (Ayuntamiento de Santa María de la Alameda, http://www.sierraoeste.org/santamaria.htm) y Hacia una biografía de Manuel Andújar; actas del Congreso del Exilio Español, sesenta años despois (Ediciós do Castro http://www.sargadelos.com/edicionsocastro/?lg=cas,). Textos suyos han sido publicados en revistas y periódicos. En 1996 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Julio Camba para Galicia, siendo presidente del jurado el escritor Gonzalo Torrente Ballester. Mantiene un blog en http://www.acibal.com. ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === La enfermedad del futuro Dixon Acosta ============================ La enfermedad del futuro ya está entre nosotros, es la enfermedad contra el amor y la amistad. De hecho, habría que decir que las peores enfermedades de alguna manera han atentado contra el mejor sentimiento. Las pandemias, aparte de suministrar dolor al cuerpo, le dan pena al alma. Por ello, resulta propicio el título de aquella gran obra de Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera. En su momento, la sífilis diezmó a ejércitos de amantes en Europa entre los siglos XVI y XVIII, así como el sida, durante el siglo pasado y en lo corrido del presente ha castigado a quienes siguen ciertas directrices papales en sus actividades amatorias. En este preciso momento, estamos en presencia de un brote de gripe porcina, que intenta ser controlado para no llegar a ser pandemia. Esta gripe, de todas formas parece ser un ejemplo de lo que podría ser un mal apocalíptico, como aquellos anticipados en el escenario de la ciencia-ficción. El cine ha sido prolífico en este campo, una larga galería de películas de todo tipo, con zombies y vampiros que han surgido por supuestas pandemias universales. Para destacar algunas obras, Outbreak (1995) dirigida por Wolfgang Petersen con Dustin Hoffman y personajes que actuaban con tapabocas, como ahora caminamos por las calles. Twelve Monkeys (1995), de Terry Gilliam con Bruce Willis y Brad Pitt, La amenaza de Andrómeda (1971), basada en la novela de Michael Crichton, así como las diversas versiones de Soy leyenda, la obra de Richard Matheson (The Last Man on Earth, The Omega Man y I am legend). La gripe porcina, producto de la nociva combinación del virus de la gripe con la polución, malas prácticas de higiene personal y la convivencia entre seres humanos y animales en condiciones no propicias, motivó que una mega urbe como ciudad de México, una de las más populosas de la Tierra, se viera desolada por algunos días. Qué desgraciada una enfermedad que además del dolor personal y familiar, no permite que la gente se pueda besar, ni dar la mano. Un mal que no sólo afecta los órganos internos del individuo, sino el mismo sentido de la amistad y del amor. Esperamos que la actual gripe porcina no se convierta en pandemia, no en vano esta palabra es similar a Pandemónium, la mítica capital del infierno. La enfermedad del futuro, es simplemente el ropaje de la enfermedad del ayer, la de hoy, que se empecina en aislar al hombre en un cuarto, despojándolo de su razón de ser, su naturaleza social. ** Dixon Acosta dixonm@hotmail.com Diplomático colombiano aficionado a la literatura. Fue cónsul de Colombia en Ciudad Guayana (Puerto Ordaz, Venezuela) y actualmente desempeña un cargo diplomático en Nicaragua. Ha publicado artículos en revistas de su país. === Asesinos por naturaleza Andrés Ugueruaga ========================= Estados Unidos. 1929: la crisis bursátil repercute en la economía de ese país. El alcance que ésta tiene es catastrófico. La miseria que se instala en la vida cotidiana de la población hace que muchos habitantes tomen medidas desesperadas. Los documentos de aquella época son varios, entre ellos una gran novela escrita algunos años después de aquellos años. Se supone que cuando uno termina de leer A sangre fría, esa gran obra de Truman Capote, se le puede dar por escribir, por ejemplo, una nota sobre asesinos. En la segunda mitad de esta novela, aparecen algunos nombres que el autor menciona: Alvin “Old Creepy” Karpis, Charles “Pretty Boy” Floyd, y la pareja de asesinos Clyde Barrow y Bonnie Parker. De más está decirlo: la originalidad de Capote se asienta en que cada personaje realmente existió. Este escritor glamoroso, homosexual confeso, adicto a las drogas, frecuentador de la farándula norteamericana de los años sesenta, se anticipó a la estética de muchas películas del cine hollywoodense. En estas dos razones radica la causa del presente artículo. Un motivo de ello, aunque no una justificación, puede ser el que sostiene Joseph Geringer en un extenso artículo llamado “Bonnie and Clyde: un dueto en la época de la depresión”: “Todos ellos [también] fueron chicos en una nación que atravesaba una gran depresión económica, que no era como la que Francia tuvo a fines del siglo XVIII. Que tuvo sus sacudidas, y que hubo quienes trataron de sortearla de alguna manera”. Para darle un contexto más ideológico, citemos a Carolina Barranco en Los crímenes del capitalismo (I): La gran depresión: “Las condiciones de vida de los jornaleros en la California de la Gran Depresión incluían agotadoras jornadas, rechazo social, condiciones infrahumanas y míseros salarios, eso siempre que se tuviera la suerte de ser aceptado como recolector. Lo cual, como explica John Steinbeck en su novela Las uvas de la ira (que fue llevada al cine por John Ford), no era nada fácil una vez que el número de pobres de solemnidad llegó a extremos intolerables, y muchos de ellos buscaron desesperadamente trabajo en la soleada California”. Así y todo, los asesinos mencionados fueron llamados enemigos públicos. Aquellos años eran años difíciles, para Estados Unidos y para el mundo: eran los años treinta. La depresión económica era en aquel entonces una justificación para este tipo de empresas llevada a cabo por esta gente. Revivieron los viejos tiempos del viejo y famoso Far West. Todos ellos sabían que iban a morir, quizás la semana siguiente, el mes siguiente. Puede que a la mañana. Ninguno de ellos fue lo suficientemente iluso como para pensar que el crimen no se paga. Todo lo que estos malvivientes hacían era documentado tanto en las noticias de los diarios como en las revistas del policial negro como por ejemplo The Scartling Detective. La inseguridad era un tema de todos los días en aquel país de los años treinta. Cuatro de aquellos criminales son conocidos aun hoy, aunque se pueden sumar a la lista algunos otros no menos pintorescos: Dillinger, “Baby Face” Nelson, “Machine Gun” Kelly. Representantes culturales del país del norte, pero también de otras latitudes del planeta, han homenajeado a estos personajes como por ejemplo Woodie Guthrie. En un libro llamado Joe Klein y Woodie Guthrie: una vida, dice que “escribió una serie de baladas acerca de bandidos, homenajeándolos como los héroes más populares (...), como gente pobre que robaba a los ricos. Escribió sobre los Dalton, también sobre la audaz Belle Starr”. Se puede agregar algo más sobre lo que despierta en el imaginario colectivo este tipo de personajes, los outlaws. Algunos artistas como Woodie Guthrie le dieron a esta gente un aura de mártires, de chivos expiatorios a toda la desigualdad social que hubo y que hay en el país de la libertad. En una canción llamada “Balada para Pretty Boy” dice: “Pretty Boy tomó los pesados grilletes / y el asistente su arma (...); / cada crimen en Oklahoma fue sumado a su causa. / Pero para muchos campesinos hambrientos / era la misma vieja historia / De cómo el bandido les paga la hipoteca / Y salva sus pobres hogares”. Son muchas las encarnaciones de Robin Hood a lo largo de la historia. El periodista Richard Kudisch nos cuenta en un artículo llamado “La persecución del último enemigo público” que en algún lugar de Nueva Orleans aún se encuentran, entre modernas edificaciones y una playa de estacionamiento, dos monumentos que conmemoran aquellas viejas épocas. En el caso de Alvin “Old Creepy” Karpis (acompañado por “Ma” Barker), fue un asesino que se crió en Topeka, Kansas. Desde muy pequeño frecuentaba gente que iban desde jugadores, falsificadores hasta contrabandistas. “Naturalmente me gustaba la acción”, eso dijo cuando su carrera delictiva terminó, a los treinta y tres años de edad. Fred Hunter, uno de los tantos socios que Karpis tuvo, lo describió como alguien “demasiado inteligente”. La amistad entre Karpis y Barker, que compartía un método organizado y planeado para cada tarea, ayudó a la banda a ser tan prolífica que ganó el suficiente dinero como para perder la cuenta de cuánto era la suma total. En 1932, ellos solos robaron once bancos que Karpis podía recordar, aunque al parecer fueron muchos más. J. Edgar Hoover dice en su libro El FBI en acción: “La señora Barker y sus hijos, y Alvin Karpis y sus secuaces, constituyeron la banda más despiadada de matones a la que el FBI se vio llamado a eliminar. Teniendo el record que estos criminales estaban logrando, yo me sentí en repetidas ocasiones impresionado por la crueldad de sus actos. Asesinato de dos policías, acribillamiento de un ciudadano inocente que encontraron a la salida de un robo de banco, secuestro y extorsión, robos en trenes, en el correo... la protección de altos mandatarios de la policía, incluso la libertad bajo fianza, fue comprada por ellos con dinero sucio”. Comenzó su carrera como criminal cuando tenía tan sólo diez años. Cuando Hoover escribe sobre “Ma” Barker, la ilustra como la raíz misma de esos malvivientes: “Se ha dicho que ‘Ma’ Barker introdujo a sus hijos en el mundo del hampa” y “por cierto, ella se convirtió en un monumento de los problemas que acarrea la indulgencia de los padres”. No obstante, “Ma” Barker murió mientras resistía ser arrestada junto a su hijo. Karpis y su compañero de andanzas Fred Barker (el hijo de “Ma” Barker) se conocieron en la prisión de Kansas. Este sujeto no tenía la apariencia de ser una persona peligrosa. Aunque era letal. Un compañero de la niñez, lo recordaba a Fred como un violento que no sentía la menor compasión. Hacia 1931 habían comenzado a robar desde joyerías hasta tiendas de ropa. Esta actividad era realizada por Karpis y Barker en la noche, pero pronto cayeron en la cuenta de lo que eran capaces, y comenzaron a planear sus robos no sólo a plena luz del día sino que a los mismos bancos. “Mi profesión fue la de robar bancos, secuestrar ricos y gastar el dinero. Fui bueno en esto. Quizás el mejor en Norteamérica entre los años 1931 y 1936. En otras circunstancias podría haber sido el mejor abogado o el empresario más exitoso, o haber conseguido alguna posición que demande inteligencia, estilo y frescura a la hora de manejarse”. Desde 1931 y 1933 saquearon bancos, lo que había pasado a ser una rutina. El dúo Karpis-Barker se aseguró de llevar más armas y municiones que la que la misma policía podía llevar. Esto lo lograban robando en las mismas comisarías, que muchas veces eran rurales. Como así también, jamás se quedaron en un solo lugar para sus operaciones. Solían rondar desde el Cuba pasando por Florida hasta Reno. El cambio de lugar como de alias fue una constante en la vida de estos sujetos. El amor y el crimen Por otra parte están las vidas de Bonnie Parker y Clyde Barrow. Estos dos eran pareja y compartían, entre otras cosas, el amor, el amor por el robo y el asesinato, y que recorrieron la zona central de Estados Unidos en épocas de la depresión, entre 1931 y 1935. Cuando estaba de moda robar bancos, Clyde Barrow prefirió robar estaciones de servicio o pequeñas tiendas perdidas en medio de la nada. Bonnie Elizabeth Parker nació en Rowena, Texas, el 1 de octubre de 1910. Clyde Barrow nació en Ellis County, cerca de Dallas, el 24 de marzo de 1909. Se cree que su esposa, Bonnie Parker, jamás tomó un arma ni disparó contra nadie. Ella se encargaba de administrar la parte logística. El escritor Joseph Geringer, en un artículo llamado “Bonnie & Clyde: Romeo y Julieta a la fuga en un auto”, explicó la atracción que esta pareja ejercía en el publico, especialmente por Bonnie. Acorde a esto, un historiador llamado Jonathan Davis, en un programa Biography de la A&E Mundo, se refirió a estos dos bandidos: “Nadie que haya robado bancos o infligido la ley ha despertado tantas fantasías en el público”. Esta pareja era bien consciente de lo que su imagen producía. Joseph Geringer nos comenta que en su escape en auto, Clyde y Bonnie llevaban una Kodak, y se sacaban fotos empuñando armas. También les gustaba posar abrazados o besándose. Cuando la policía los ultimó, encontraron en su automóvil un rollo aún sin revelar, con imágenes de ellos dos juntos posando muy enamorados. El 23 de mayo de 1934, ambos fueron asesinados en un lugar llamado Bienville Parish, en Louisiana. Seis policías, cuatro de Texas y dos de Louisiana, los ultimaron en un tiroteo que ambos bandos sostuvieron. El comienzo del fin fue en enero de ese mismo año, cuando Clyde quiso vengarse contra el Departamento Correccional de Texas. Clyde Barrow fue acusado de haber ayudado en el escape de muchos reclusos. Esto, sumado al asesinato de un oficial de ese mismo correccional por un sujeto llamado Joe Palmer, dio lugar a que la justicia tejana persiguiera a Bonnie y a Clyde hasta las últimas consecuencias. En mayo de 1934 Clyde y Henry Methvin asesinaron a dos policías que inspeccionaban las rutas. Finalmente este último, al ser apresado nuevamente, admitió haber sido el único autor de este hecho. Pero las cosas se les estaban escapando de las manos a los representantes de la ley. Bonnie Parker y Clyde Barrow son los primeros asesinos célebres en la era moderna. Bonnie Parker en una ocasión llegó a publicar un poema escrito por ella llamado “La historia de Bonnie y Clyde”. Una tesis al respecto: los incentivos de la criminalidad El crimen, uno de los flagelos de la civilización actual, tiene su lógica. Ya en 1843, J. Bentham escribió que “la rentabilidad del crimen es la fuerza que incita al hombre a la delincuencia, y el dolor del castigo es la fuerza que lo inhibe de cometerlo. Si la primera de estas fuerzas domina a la otra, el crimen se cometerá; si la segunda fuerza domina a la otra, el crimen no se realizará”. Carlos Alberto Wilson Pérez, un estudiante de economía de la Universidad de México, es uno de quienes han estudiado la delincuencia y el crimen. Una de las variables que ha considerado fue la automatización de las empresas. Lo cual, de acuerdo a Wilson Pérez, ha generado delincuencia. Otros aspectos interesantes a considerar en su tesis es: a) Aunque el delincuente conoce o cree conocer la posibilidad de ser capturado y la severidad del castigo dependiendo de la infracción, pareciera que no tiene racionalidad, claro que con esto no queremos decir que no la tenga. Pero la racionalidad no quiere decir que un ladrón realiza un análisis elaborado con calculadora y ábaco sobre los costos y beneficios de robar una casa o no. b) Un asaltante a mano armada no hace un análisis preciso sobre la esperanza matemática de cómo el matar a su víctima afecta las probabilidades de ser capturado (si las reduce en un 10 o 20%) pero si le queda claro que matar a su víctima reduce el riesgo de ser capturado sin aumentar el castigo (incluyendo los costos morales) entonces en base a lo anterior es muy probable que el delincuente hale el gatillo. ** Andrés A. Ugueruaga andresugueruaga@hotmail.com Escritor argentino (Santa Fe, 1973). Textos suyos han aparecido en el diario El Litoral (http://www.ellitoral.com.ar), y ha colaborado con páginas como Monografias.com. La mayoría de su producción permanece inédita. === Yolanda Pantin ======================================================== === Transfiguraciones de la imagen Manuel Cabesa ===================== Dentro del conjunto de poetas que dejaron escuchar sus voces a partir de los años ochenta del siglo pasado, la obra de Yolanda Pantin destaca por afianzarse en una búsqueda permanente, y en algunos casos contradictoria, de la imagen poética como lugar de revelación. Su primer libro, Casa o lobo (Monte Ávila, 1981), es una indagación por los terrenos brumosos de la infancia, por el espacio perdido de la memoria. La casa aparece aquí como un elemento catalizador del discurso tal como lo plantea Bachelard: “Gracias a la casa, un gran número de nuestros recuerdos tienen albergue, y si esa casa se complica un poco, si tiene un sótano y buhardilla, nuestros recuerdos hallan refugios más caracterizados”. Se trata, en el caso de estos poemas, de un lugar que cobija en su interior temores no dilucidados propios de la primera edad: En esta casa se amontonan los fantasmas. Uno les cuenta los cabellos y les adivina, sin cristales, los pasos de tanto fantasma que hay por la casa. Como podemos apreciar, este libro no canta la infancia como celebración del paraíso perdido, sino como una especie de viaje expiatorio a una zona que aún permanece en penumbras. La casa también tiene una presencia importante en su siguiente libro: Correo del corazón (Fundarte, 1985); pero ya no se trata de la casa del recuerdo sino del espacio presente, el que habita la mujer en la sociedad actual y que se expresa en un lenguaje definido apartado totalmente de magicismos. Entra en juego un discurso decididamente feminista: la mujer expone su soledad, sus anhelos, su malestar sin metáforas ni ocultamientos, dice simplemente soy, existo, necesito, aunque sabe de antemano que sus requerimientos jamás serán complacidos: esto genera el imaginario poético de estos textos. Previniendo que se vive en una situación que no tiene solución de continuidad, la hablante manifiesta su incomodidad por vivir en una sociedad que no se da cuenta de su existencia, una sociedad donde ella siente que sólo es parte del paisaje urbano. En este sentido el epígrafe de Virginia Woolf es revelador: “¡Dios mío!, he escrito tantas veces la palabra mujer, que estoy harta”. Otra búsqueda plantean los libros posteriores: La canción fría (Angria, 1989), Poemas del escritor (Fundarte, 1989), y El cielo de París (Pequeña Venecia, 1989). Si en Casa o lobo la mirada del poeta se concentraba en el pasado, en el exorcismo por vía de la memoria de los temores infantiles, y si en Correo del corazón se ocupaba del entorno presente, de sus miserias y sus soledades, a partir de La canción fría la búsqueda de la imagen poética se vuelve más intelectual, los referentes literarios se hacen más explícitos, creando una relación intertextual que se abre de cara al lector. Por ejemplo, es inevitable pensar en el relato de Peter Handke, La tarde del escritor, cuando leemos los Poemas del escritor que hasta en el ritornelo del título evoca su antecedente. En ambos el autor se desdobla para mirarse escribir, para reflexionar sobre el acto de la escritura y sus consecuencias; en ambos el escritor es un personaje con problemas del habla, lo cual implica problemas de expresión: en el relato de Handke el escritor pierde el habla por un suceso que lo impresiona, en los poemas de la Pantin: El escritor habla Y las palabras salen de su boca con cierta dificultad —fue un niño tartamudo— Lo que realmente interesa destacar de esta producción es cómo la mirada del poeta se abre al mundo, ya sea éste vivido o imaginado, y en el cuerpo del texto aparecen referencias a autores, libros, ciudades, etc., dando una sensación de cosmopolitismo intelectual que se mantendrá en el resto de su producción. En este sentido Los bajos sentimientos (Monte Ávila, 1993) y La quietud (Pequeña Venecia, 1998) participan de este modelo de discurso aunque, claro está, la búsqueda de la imagen poética se desarrolla de otra forma, haciendo que cada libro sea distinto entre sí y distintos ambos a la producción anterior. Los bajos sentimientos crea su propio mito: el de la nocturnidad, y como emblema de ese discurso mítico aparece el vampiro. Es imposible desarrollar aquí las implicaciones míticas que sugiere la figura del vampiro como tema literario; baste decir que el vampiro produce, al unísono, fascinación y repulsión. Su presencia acapara el tema del discurso para convertirse en el discurso mismo a partir del cual se genera la imagen poética: es la otredad, nuestra visión nocturna, el miedo a la enfermedad y a la muerte; pero también la soledad del amor, el vacío de una existencia de la que no podemos escapar. Al invocar la presencia vampírica dentro de su poética, Yolanda Pantin realiza un viaje hacia las fuentes de cierta literatura gótica donde la noche tiende su velo por encima de las palabras: Aquella noche, al encontrarme con la mujer cuyos ojos no veía en la oscuridad, escuché las alas batir sobre nosotros. En su siguiente poemario encontramos este texto: Esta escritura te resulta extraña No así el poema que una vez leíste Y que visiblemente te conmovió El amigo de tu hermano va a morir pronto Pero anoche recordaste estos versos de Ritsos —Si la poesía no es consuelo entonces No esperes misericordia en ninguna parte. La imposibilidad de la escritura, el sentir que lo que está escrito no es lo que se hubiera querido decir; y sin embargo, en la lectura encontramos esa imagen que nos falta, ésa que no pudimos recrear. Tengo para mí que La quietud de alguna manera resume la búsqueda de esa imagen poética sugerente y reveladora a la vez que la Pantin iniciara desde su primer libro. Aquí volvemos al tema de la memoria, pero desde otro punto de vista: ya no se trata de recuperar la infancia o exorcizar sus fantasmas, sino más bien de hacer el balance que llegados a la madurez realizamos de nuestra vida. Un balance no sólo de experiencias sino también de escritura, de allí la importancia de los versos citados. En la obra de Yolanda Pantin vida y escritura se conjugan con un mismo verbo, sus poemas están llenos de claves secretas y otras bien explícitas acerca de sus vivencias, sus lecturas, sus viajes; en ese sentido su escritura podría emparentarla con la de Alejandro Oliveros quien ha hecho de su poesía un Life studies, para tomar como consigna un título de Robert Lowell. Desde el poema breve a la reflexión de largo aliento, del texto homenaje al déjà vu de la paráfrasis inserta en el texto, de la recuperación de la memoria a la crónica del presente, la poesía de Yolanda Pantin se ha destacado por su búsqueda permanente de una imagen depurada, que se transfigura en cada registro indagándose a sí misma a partir de sus referentes reales o imaginados. Cada libro, todos distintos entre sí, representa el testimonio de esta exploración, aún incesante, siempre abierta... ** Manuel Cabesa manuelcabesa@gmail.com Narrador, poeta y ensayista venezolano (Caracas, 1960). Perteneció al Taller de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.org.ve) y ha colaborado con las principales páginas literarias de la región y del país. Ha publicado el poemario Vida en común (1985), la antología El acto y el lugar de la poesía. Una antología de arte poética venezolana (Maracay, 2002) y el libro de cuentos Falsificciones (Villa de Cura, 2004). Reside en Maracay, Aragua. === Literatura y artiguismo Gustavo Esmoris ========================== Se puede decir que hay dos o tres versiones del artiguismo, pero sólo una forma de ser artiguista. Como sucede con José Martí, Martín Luther King, y con todo aquel cuya imagen sea —para la derecha— imposible o muy difícil de destruir, Artigas es colocado por sus enemigos más allá del bien y del mal. La ideología emergente del sistema de producción capitalista (un conjunto de ideas, valores y creencias que intenta impedir que los hombres perciban la explotación económica de la cual son víctimas) fagocita todo lo que resulte contrario a su reproducción, ya sea demonizándolo, ignorándolo u ocultándolo, o —como en este caso— adulterándolo. La imagen del héroe, imposible de denostar por su fuerte arraigo en la conciencia colectiva de los pueblos, es despojada de todo contenido y desvinculada de cualquier lucha o reivindicación actual o pasada. Se presenta una imagen de bronce, sin ninguna característica humana (nada se sabe de su vida personal, por ejemplo), y absolutamente desprovista de nexo con la posibilidad de cualquier cambio económico, político, social o cultural; es decir, de cualquier cambio histórico. La figura a neutralizar se exhibe como la de un Robin Hood derrotado, del que se desconoce todo proyecto político y al cual se debe reverenciar independientemente de sus ideas y a pesar de ellas. El ideario artiguista, si bien fue elaborado contra un sistema de producción entre feudal y esclavista, era tan avanzado para su época que aún en nuestros días sigue siendo un proyecto revolucionario. El carácter libertario y rebelde allí expuesto es absolutamente incompatible con un modelo de sociedad de clases como en la que vivimos. Aplicar hoy su reglamento de tierras —el cual no fue sólo una linda idea, como pretenden desinformarnos, sino un reparto bien concreto, con títulos de propiedad incluidos— constituiría una verdadera reforma agraria en el Uruguay. Se puede afirmar —a riesgo de escandalizar a más de un “patriota”— que Artigas era un marxista que nunca leyó a Marx. No por casualidad sus cartas —verdadero pensamiento vivo— permanecen totalmente alejadas de los programas educativos y medios de comunicación. Más allá de algunas frases sueltas y descontextualizadas, hay una clara censura contra el contenido social y político de su pensamiento, lo cual no es nuevo, sino que viene de quienes combatieron a Artigas en vida de éste, no ya simplemente apelando al silencio sino con una permanente campaña de difamación y agravios. De hecho, no son casualidad los ochenta años de leyenda negra que pesaron sobre Artigas. Nombres de mucho peso como los de Pueyrredón, Cavia, Mitre, Sarmiento, y Melián Lafinur, entre otros, se dedicaron a escribir diatribas de todo tono y calibre contra el Protector de los Pueblos Libres, lo cual se extendió a los primeros años de vida independiente del Uruguay. Sólo por poner un ejemplo de las atroces mentiras con que pretendía deshonrarse la imagen del Prócer, basta citar a Cavia, quien fuera uno de sus más acérrimos enemigos. Refiriéndose a Artigas, decía Cavia: “En su juventud fue un facineroso; cuando entró al servicio de los españoles y de acuerdo con éstos ‘degollaba o fusilaba hombres en la campaña sin proceso ni formalidad alguna, con sólo la calidad que a él le constase que eran criminales... En los primeros meses de la gloriosa Revolución de América, fue indolente hacia su felicidad o, más propiamente hablando, enemigo implacable de ella’... Después fue ‘un patriota intruso, accidental y por motivos innobles’; inobediente, rebelde, traidor, desertor, turbulento, seductor de los pueblos, anarquista, apóstol de la mentira, impostor, hipócrita, propagandista de máximas erróneas, de teorías falsas, de principios antisociales, destructor de los pueblos, en vez de protector de ellos; (...) principio, medio y fin de la maldad; inmoral, corrompido, libertino, promotor de la guerra civil, renovador y continuador de ella; terrorista furioso; hombre despechado; autor de una nueva política de ignorancia, de prostitución, de trastorno universal; ambicioso sin talento ni virtudes, sin ninguna de esas prendas de espíritu de que jamás carecen los pretendientes grandes; causa de las lágrimas, consternación y miseria de tantas viudas tristes y huérfanos inocentes, que piden al cielo venganza contra el malvado; implacable en sus enconos, inexorable en los accesos de su furor, insensible al grito insinuante de la humanidad afligida; nuevo Atila de las comarcas desgraciadas que ha protegido; lobo devorador y sangriento bajo la piel de cordero; origen de todos los desastres del país; azote de su patria; oprobio del siglo XIX, afrenta del género humano; deshonor de la América; y para decirlo de una vez hablando en otro lenguaje, plaga terrible de aquellas que envía Dios a las naciones cuando quiere visitarlas en su furor” (Eduardo Acevedo. José Artigas, Alegato histórico, Tomo I. Edición oficial, Montevideo, 1950). Si tenemos en cuenta que entre quienes sostenían estas acusaciones se encontraba Mitre, poseedor de un archivo con más de doce mil documentos que probaban exactamente lo contrario de lo que él afirmaba sobre Artigas (los cuales fueron hechos públicos a su muerte), la catadura moral de estos “acusadores” queda más que clara. Como se verá, se trata de la misma táctica desinformadora y difamatoria que hoy se emplea contra todo aquel que se ponga del lado de los pueblos, llámese Fidel Castro o Hugo Chávez, con la palabra terrorista —actualmente tan de moda— cosida en el orillo. Si bien hubo, en ese período infame, voces que se levantaron para defender la verdad, presentando una imagen de Artigas ajustada a los acontecimientos históricos —como fue el caso de Alejandro Dumas, en su libro Montevideo o una nueva Troya—, recién es con la aparición del Alegato histórico de Eduardo Acevedo, cuando la imagen de José Artigas comienza a sacudirse tantas mentiras oficializadas. Por desgracia esa obra, absolutamente esclarecedora del papel histórico de Artigas y del artiguismo, ha corrido la misma suerte de olvido que todo lo que pueda permitir la cabal comprensión de este fenómeno histórico. Contrariamente a lo que podía esperarse, el fin de la leyenda negra derivó, no en la difusión de la verdad, sino en el ocultamiento sistemático y creciente de ésta, deslizando una versión edulcorada y vacía de contenido, útil —exclusivamente— a esos “malos europeos y peores americanos” que aún siguen desangrando el continente. Milton Fontaina, artiguista En la noche del miércoles 9 de agosto de 1961, Ernesto Che Guevara ofreció una conferencia de prensa a periodistas locales e internacionales en el “Playa Hotel” de Punta del Este, donde se hospedaba durante la Reunión Extraordinaria del CIES, dependiente de la Organización de Estados Americanos. En el desarrollo de la citada rueda de prensa se produjo el siguiente diálogo con el empresario Milton Fontaina, dueño de Radio Carve y Saeta TV Canal 10. Fontaina. —¿Qué nos pasa a los artiguistas que podemos disentir de usted y el gobierno cubano? Guevara. —Yo no creo que ningún artiguista verdadero disienta de nosotros. Fontaina. —Supongamos que aún equivocado, estuviese en desacuerdo con el gobierno cubano, ¿qué me pasaría, tendría la oportunidad de disentir con ustedes, de hablar, tendría algún periódico que pudiera hablar por mí o me pasaría como al caso del Diario de la Marina, que fue un look-out, naturalmente, que por eso..? Guevara. —Mire, naturalmente, a lo mejor le pasa como al Diario de la Marina. Fíjese usted que el Diario de la Marina, señor Milton Fontaina, vio morir a Martí y vio morir a Maceo, y levantó la copa, y la estrechó con el imperio español, porque había muerto Martí y porque había muerto Maceo, si usted tiene esa clase de artiguismo, yo creo que a lo mejor le pasa como al Diario de la Marina. (Ernesto Che Guevara, escritos y discursos, Tomo 9. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1977). ** Gustavo Esmoris gustavoesmoris@gmail.com Periodista uruguayo (Montevideo, 1959). Es egresado como animador en el Primer Centro de Animación y Coordinación de Talleres Literarios Quipus, en la Casa Bertolt Brecht (http://www.casabertoltbrecht.org.uy). Es periodista del semanario Voces del Frente (http://www.vocesfa.com.uy), donde tiene una columna cultural, y desde 2001 integra el taller literario Lauro Marauda. Ha publicado los poemarios Detrás de la noche (Banda Oriental, http://www.bandaoriental.com.uy, 1992), Calles vacías (Banda Oriental, 1998) y Adyacencias (Ediciones de Aebu, http://www.aebu.org.uy, 2002), así como la novela Un viejo octubre roto (Rumbo Editorial, 2007; ganadora del primer premio de narrativa del Concurso Municipal de Literatura). Además, textos suyos aparecen en Breve muestra de poesía contemporánea del Río de la Plata, selección dos (Bianchi Editores, 1995), Cuentos para las cuatro estaciones (Ediciones de Aebu, 1996), Pájaros en el espejo (Ediciones Ideas, 2003) y Voces en las manos (Tradinco, 2006). Mantiene una bitácora literaria en http://gustavoesmoris.blogspot.com. === La Sociedad de los Poetas Muertos Gabriel Mantilla Chaparro ====== Es la época de la segunda postguerra, está en su plenitud la hoy extinta Guerra Fría. Nikita Kruschev y Eisenhower se creen el centro de la Tierra y vociferan por los micrófonos para escucharse mutuamente. Año de 1959, Welton Academy (Vermont, EEUU). Un grupo de alumnos de preparatoria, todos varones, se encontrarán con un profesor que escapará a toda norma, cuya personalidad grácil, irreverente y firme les conducirá hasta sí mismos con una seguridad y conturbación que les resulta inevitable. El método de este hombre para llegar al alumno no es precisamente el tradicional, no ve a sus jóvenes como simples archivadores de datos sino como potenciales poetas a quienes se propone a estimularlos en vez de instruirlos. A que cada uno encuentre los signos que le lleven a vivir esa “modesta eternidad” que para los poetas Donne y Borges se posee “cada noche” y que nos permite mirar como “Dios” el pasado y el porvenir cercano. John Keating (Robin Williams) comienza sus clases tratando de pulsar qué es lo que entienden por POESÍA esos jóvenes novatos, provenientes de un sector social acomodado, fruto de la industrialización, el mercantilismo y la modernidad. Descubre que tenía razón: efectivamente no tenían mínima idea de ello y, mucho menos, de para qué sirve o qué significado tiene esta expresión del espíritu humano. En el acto de recibimiento de esos discípulos, las autoridades de la Academia se ufanan de su labor y de su consigna: Tradición, honor, disciplina y excelencia. Saludan a sus padres por la feliz idea de haberlos llevado a formarse allí, en ese meritódromo. En el primer día de clase los jóvenes conocen las advertencias coercitivas de sus profesores y se les encarga una porción de trabajo inconexa y abundosa que de entrada los desestimula. Sólo Keating rompe la norma, convierte su clase en un acto de clandestinidad y rompimiento, les invita a oír en voz baja sobre algo que la educación olvida; el hombre como fin, no como simple medio. Los invita a encontrarse en ese camino de perdición que les depara su estadía en Welton. Su primera clase es un severo ataque contra el formalismo de la apreciación poética, representado en la concepción del ensayo introductorio de la obra de un crítico llamado Evan Pripchard. Un alumno lee y él va elaborando simultáneamente un cuadro estadístico en la pizarra. Todd Anderson (fiel apuntista) copia rápidamente ...y luego, súbitamente les conmina a romper hoja por hoja ese texto que considera un atentado contra el verdadero sentido del quehacer poético. Los alumnos no salen del asombro pero él insiste y en un momento casi orgiástico llegan a sentir el placer de romper el costoso y extenso libro hasta donde Keating lo señala. Al salir de clase intercambian comentarios sobre su profesor: “está loco”, “es diferente”, “me gusta”, “sinceramente me sorprendió”, dicen. Nolan Hager, el director, se entera de los métodos poco ortodoxos del maestro Keating y le recrimina por ello. Un colega profesor de latín hace lo mismo. Establecido pues el enfrentamiento entre dos visiones de la educación moderna en medio de una sociedad fraudulenta, hedonista, mercantilista, consumista, simuladora, ostentosa y tecnologizada, movida por la prosecución de fines poco humanos, centrada en la base de la razón y que se olvida de la parte humana de esa “materia misma con que están hechos los sueños” (Shakespeare) que se expresa a través de la pasión humanística y creativa, en este caso como ejemplo la poesía, el teatro. Los directivos, los padres de Neil Perry y el mismo Todd Anderson (compañero de cuarto de Neil) representan a esa sociedad temerosa del cambio, de la innovación: sociedad que se empantana en la evolución prometida, pasiva, reiterativa, monótono, unidimensional y sofocante, que huye de lo desconocido, de lo mágico, de lo hermoso. Sin embargo, Keating logrará convocar a través de su pasión y su ejemplo al colega de latín, quien terminará dando sus clases fuera del aula (peripatéticamente) y mostrando directamente a sus discípulos los objetos que ese idioma designa, revivifica, a pesar de ser considerada una “lengua muerta”. Y si esto se puede hacer con el latín qué no se hará con la poesía. Esto nos demuestra que, a pesar de luchar contra el mundo, como un ser evidentemente romántico, Peter Weir (el realizador del filme) y su personaje John Keating, logran la expresión de lo que fuera el programa poético de Percy Bysshe Shelley, John Keats y Walt Whitman. Estos poetas son una especie de fantasmas que constituyen las arterias de este filme y su mensaje renovador. Son como la esfinge del marinero Tarocos (de Flebas) de que nos habla Elliot, símbolo de resurrección de lo más substancial de la poesía, que no podrá nunca ser ignorado por nadie que logre acceder o descubrir el universo de la poesía. Welton, llamado infielton por los alumnos, es un centro ortodoxo, anacrónico, al que sólo una “llamada de Dios” podrá removerle los cimientos. Para ello, un miembro de una antigua agrupación Dead Poets Society (La Sociedad de los Poetas Muertos) aparece, casi providencialmente, formando parte del cuerpo de profesores y siembra la semilla de la rebelión, de lo extraño, interpretando en forma asombrosa al espíritu de aquellos grandes poetas que conmovieron al mundo con sus desafíos, con sus visiones, como en efecto lo fueron: Whitman y Shelley. Ante un mundo donde honores, cultura y religión son evidencia de un desprecio por el factor humano, un mundo que se empeña en recordar al hombre su condición de minusválido existencial y que se convierte en la más asombrosa pesadilla para el ser; un mundo absurdo y caótico, fragmentado, donde una sociedad de cómplices ha erigido su propia y particular “verdad”; un mundo que doblega, ordena y subyuga al creador a través de una ética digna de toda duda, cuyo espíritu de justicia se inclina hacia la cantidad de bandidos que lo infestan para modificar la ley a su conveniencia; en un mundo donde el hombre se halla aturdido de tanta Nada y la Realidad muestra un rostro demasiado alambicado y su tara, las proposiciones creedoras de hombres como Keating y los poetas nombrados están condenadas a estrellarse contra el pecho de los jueces. El hombre persiguiendo la inmortalidad pero consciente de su vida efímera, de su regalo inconcluso y cargado de escepticismo (como Borges); plenamente inmortal como Whitman, Shelley o Keats; rompiendo la telaraña de la miserabilidad de lo humano; gritando por un futuro donde el mal sea erradicado y la única tiranía sea la del amor; proponiendo esa lucha esperanzadora en la cual Júpiter sea derrocado por Demorgón (El Espíritu Primitivo) y pueda así ser liberado el sufrido Prometeo por Hércules; el hombre en lucha contra la realidad y la existencia absurda y en pro del sueño y el ideal; enfurecidamente enamorado de la belleza y el amor; el hombre escribiendo con su vida lo que habrá de elevarlo a la categoría de inmortal, lejos de toda idea didáctica, hombre haciendo una obra con la única meta de realzarnos después de tanta caída. Un filme candorosamente dedicado a la vida de John Keats, hasta el mismo protagonista se llama John Keating, lleva la raíz de su nombre. Precisamente —y esto es intención de Weir— el gran Whitman fue expulsado de su trabajo por su Leaves of Grass (Hojas de hierba). Shelley fue expulsado de Oxford por la necesidad del ateísmo y Keating fue expulsado por su estilo de enseñar. A Keats dedicó Shelley a raíz de su muerte una hermosísima composición poética titulada Adonais, an Elegy on the Dead of John Keats, cuyas palabras suscribimos para destinarlas a ese conmovedor acto de suicidio de Neil Perry, el predilecto alumno por quien Keating llorara sobre el libro Five centuries of verses y que se constituye en la Biblia de la Sociedad de los Poetas Muertos. Escribió Shelley: “Paz, paz, no está muerto. No, no duerme, / despertó ya del sueño de la vida, / en tanto que nosotros, extraviados / por sombrías visiones, mantenemos / una contienda inútil con fantasmas / y en trance de locura golpeamos / con el terco puñal de nuestro espíritu / invulnerables nadas...”. ¿Una sociedad de poetas en una sociedad de muertos? ** Gabriel Mantilla Chaparro gabrinadja@yahoo.com Escritor colombiano (Cali, 1954). Reside en Venezuela, país del que se nacionalizó. Licenciado en letras y magíster en literatura latinoamericana por la Pontificia Universidad Javeriana (http://www.javeriana.edu.co). Es profesor asociado y jefe del Departamento de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve), en Mérida. Dicta las cátedras de Taller de Poesía y Cuento y de Literatura Contemporánea. Es autor de los libros de ensayo Hernando Track, el superior de las lámparas (1992), Vivir a pulso (1995), Ser filosófico y ser poético en la obra de Álvaro Mutis (2001), Los hijos de Acteón (2002) y Viaje al poema (2003), y de los poemarios Último bosque (1985), Canción para Mervarid (1985), El velo de Maya (1998-2000), Una tumba en el bosque (2000) y Larga es la noche (2001). === Una turista en un mar de arena María Paz Ruiz ==================== Puede considerarse un destino económico, de cadenas con varias estrellitas que abren las puertas de sus enormes hoteles bajo la golosa frase del todo incluido, y que en todas las guías aparece como la porción de tierra más septentrional de África, quizá por eso la turista puede llegar a sentir que, si bien va a pisar el continente negro, sigue de cara al Mediterráneo. En el aeropuerto ha buscado el mostrador de Tunis Air, ha hecho la fila con buscadores de comodidad que se trasladan con maletita de ruedas, pero también con hombres y mujeres camaleónicos que arden por escapar de su rutina para darse un baño de aventura, y que no dejan de hablar de su excursión en moto a través del salvaje desierto. Delante de ella se encontró a una viuda que hacía parte de los aturdidos, los que anhelan dejar de respirar los vapores de tanta civilización y sueñan con dormir bajo el eco sordo de lo que ellos sospechan que puede ser la verdadera banda sonora de la noche, por eso han pagado por hacerlo dentro de una carpa en la arena, con lo mínimo, sus libros, su cámara y su libreta de apuntes. Es precisamente la búsqueda de referentes lo que distingue a los viajeros. Es extraño, un turista sale de viaje porque necesita cambiar de aire, pero se divierte comparando lo que encuentra con lo que ha fotografiado antes con su inquieta retina. Sin pensarlo abre su álbum de olores para insertar uno nuevo, y se maravilla de encontrar sabores similares a los que come en su casa o en los restaurantes que visita, pero si se topa con un extraño plato de comida de textura blanda, que ni se enteró si era cordero, pollo, o qué otra especie de animal es el que ahora lo espera entre una montaña de cous cous, duda si debe probarlo con el tenedor o con las manos, como ve que lo están haciendo los locales. La turista sigue con su mirada a esas caras extrañas, esos ojos de brea derretida, esas barbas espesas y sucias enmarcadas en atuendos que sólo ha visto en las revistas, porque necesita ver algo intenso, algo feo, algo crudo y algo que sólo ella quiere encontrar, pero su impaciente brújula de turista le recuerda que también está detrás de lo hermoso y cómo no, de lo nuevo, aunque nunca deja de alegrarse cuando encuentra pedacitos de algo que ya conoce. Y en Túnez su álbum de olores se estimula con facilidad, algunas calles huelen a té de menta, otras a cordero recién horneado entre pimientos —porque la turista ya supo que eso que comió era cordero— y cuando dobla las esquinas de las medinas, los barrios antiguos de las ciudades, sembrados de tiendas abarrotadas de colores y cachivaches inútiles que brillan para marearla, su nariz naufraga en un humo con olor a tabaco, el vicio más practicado en este lugar, estampado en el aire con el sabor a salitre, a dulces naranjas jugosas recién cortadas mezclándose con los perfumes que se venden en frascos sin nombres ni etiquetas. No ve ningún perro pero abundan los gatos, que regordetes y confianzudos se le acercan a ver qué será lo siguiente que les piensa echar, y a veces, con su misma intuición y oportunismo, de la nada salta un guía con la dentadura incompleta para intentar adivinar su procedencia, y su oído experto en acentos, con sólo escuchar una palabra de esa inocente boca, empieza a narrar en castellano macarrónico cómo la Unesco decidió proteger las ruinas del puerto púnico de Cartago por allá en el año 1972, y a recordar las gestas de Aníbal mientras corre para que lo escuche. Pero por fortuna, el español no es un idioma frecuente en los tunecinos, quienes entre ellos se entienden en árabe, y con los demás lo hacen en francés por razones históricas, o en italiano por cercanía geográfica. Caótico y sucio en algunos puntos, incandescentemente blanco y pulcro en otros, Túnez se pinta a sí mismo como un cuadro soluble de contrastes. Pero hasta la más escondida y olvidada de sus calles, o ese pedregoso callejón a donde la guió el gato con los ojos más verdes que ha visto la turista, le resulta seguro. No consigue olvidarse de que se mueve por una república islámica, pero una de las más tolerantes, a medio camino entre el velo y el pelo largo, y por eso, aunque pululan las teterías al aire libre, en las que parejas de hombres se sientan a saborear un té de piñón o de canela, no miran mal a la mujer cuando se sienta a pedir uno; otra cosa muy distinta es que se atreviera a utilizar el baño de damas, que llevaba cerrado un tiempo profético. Del color de barro lechoso, cuerpos delgados con aroma salado y pelo oscuro, los tunecinos descienden de los nómadas del Sahara, palabra que en tuareg traduce desierto; y sus ruinas, conservadas más por el tiempo que por los hombres, siguen bordeadas por un mar de preciosos azules, y llegan hasta la misma arena, en la que la turista termina jugando con una pelotita café, compacta y redonda, sin saber que se trata de caca de camello. Por esa misma arena que parece azúcar se mueve un vendedor de fruta con el que termina regateando por un banano. No se puede combatir contra la genética, por sus venas corre RH de comerciantes, y aquel hombre no quiere euros, ni dólares, ni libras. Sólo le valen los dinares, que, entre otras cosas, la turista sólo está autorizada a cambiar en su hotel. La venta sin rebaja no ilumina los dientes blancos del muchacho, y pasa lo mismo con los que comercian las babuchas, los vasos del té, el azafrán, las carteras de cuero, las pipas de vidrio que casi no caben en la maleta, o los ornamentados platos de cerámica pintada a mano, y eso incluye también a los que venden tras un cartel rojísimo de precio fijo en la entrada. Aquí el carro de alquiler se enciende con la reserva y se espera que el conductor lo devuelva igual, no muy limpio y con los frenos más largos de lo debido. Dentro no hay más que un trío de mandarinas y un radio que alterna por ráfagas la música en árabe con alguna cancioncilla en italiano bastante antigua. No hay mapas de carreteras, son imposibles de conseguir en las tiendas, y pareciera que todo está programado para que el que se atreva a manejar por su única autovía o sus intrincadas calles esté destinado a preguntar, a perderse y a entenderse con los peatones que se encuentre a su paso, gente que quiere echar una mano, o dos, y que hasta puede terminar en el asiento trasero para indicar bien cuál es la salida para llegar al museo que alberga una de las mayores colecciones de mosaicos en el mundo, o para recorrer la mítica Cartago, hoy una mezcla de conjunto arqueológico, residencias lujosas y sede del palacio del presidente Ben Ali, ese señor sonriente con la mano en el pecho que aparece en casi todos los restaurantes, hoteles y teterías de cuerpo entero junto a la bandera del país. En el único mapa que consiguió la turista, Túnez aparece dividido por un desierto que lo corta en dos, dejándole al norte el bullicio de las ciudades, el tráfico sucio de los carros, los meteóricos autobuses con cobrador en la parte trasera, y esos zocos multitudinarios en los que le fue imposible relajar la vista por el mar de bagatelas que cuelgan esperando salir de ese circo cromático; del sur, una porción de tierra dibujada en el plano con camellos, hombres cubiertos hasta las cejas por sus tagelmust, unos cuantos oasis verdes, y entre ellos, esparcidas por dunas amarillas, ciudades con nombres sonoros como Medenine o Tataouine, entre las que siguen apareciendo las caras de los camellos para recordar que por más que haya casas y pueblos, aquí sigue predominando la arena. ** María Paz Ruiz mariapaz29@hotmail.com Periodista y escritora colombiana (Bogotá, 1978). Reside desde 2000 en Madrid (España). Su novela Memorias de Soledad, una colombiana en Madrid, está pendiente de ser publicada. === El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti, ================ === de Mario Vargas Llosa Manuel García Pérez ======================== El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti Mario Vargas Llosa Alfaguara Madrid, 2008 248 páginas Seguramente son muchas las palabras que arrastran su horma de tabú, aunque en verdad describan objetivamente fenómenos políticos recurrentes en las actuales sociedades que van erosionando la fe en las instituciones democráticas: demagogia, populismo, apología, por ejemplo. Cuando uno atraviesa el umbral de los significados conceptuales y convencionales, se encuentra con la definitiva semántica de las palabras; precisamente el sinsentido y el retorno a lo atávico como instintivos impulsos hacia la supervivencia. Lo que heredamos no es la memoria de las palabras, sino la pulsión de su malditismo que yugula cualquier defensa moralista del sujeto. La apología de la violencia más visceral y acérrima convierte a los personajes de Onetti en posibilidades conductuales que admiten la irracionalidad congénita como un rasgo humano que ha de sobrevivirnos. De hecho, se intuye que es el único mecanismo de supervivencia mal que pese al filósofo o al pedagogo. En efecto, el ensayo de Vargas Llosa disecciona unas novelas que reflejan la apocalíptica decadencia de los valores culturalmente racionalistas que deberían caracterizar a entelequias occidentales tan politizadas como “posmodernidad”, “igualdad”, “tolerancia”, “interculturalidad” o “globalización”. Sucede en Onetti, como en el caso de la narrativa de Vargas Llosa, que la ligazón entre pericia de los personajes y discurso narrativo está tan cohesionada que difícilmente la obra de ficción deja algún resquicio para la incredulidad, sino que la verosimilitud de las radiografías de los actores es inmanente a la propia realidad sensitiva y contextual, más allá incluso de las páginas. Así la verdad de la novela tiende a ser verdad en el mundo. Lo que existe en realidad es el hombre en su remota indeterminación a pesar del discurso demagógico de las instituciones, leyes y ortodoxias. La construcción del relato de Onetti está arraigada en una trama que se dispersa voluntariamente en multitud de encuentros, delaciones y asesinatos, porque la determinación de la voluntad es el mal, no el paradigma de las bondades sacramentales. Difícilmente es entendible que las epopeyas de Onetti no sean una analogía de las épicas políticas, pseudodemocráticas y dictatoriales de Hispanoamérica; pero, como enfatiza Vargas Llosa, Onetti no es un escritor de juicios universales, sino de costumbres, de short stories tipificadas en su propio universo desarraigado, afín a la novela negra y al versículo folletinesco. No hay necesidad de trasladar los espacios expresionistas, humosos y lúgubres, o las conductas depresivas de los incautos a un paradigma interpretativo nacional o internacional. Lo que Onetti o Vargas Llosa, sin embargo, parecen ocultar es que, para el lector, ese ejercicio es, por desgracia, automático, incluso indispensable para comprender, desde lo particular, las deficiencias estructurales de las presuntas democracias contemporáneas. En los márgenes de este debate político y literario, el ensayo de Vargas Llosa incide además en la hollada lectura y relectura de Faulkner, en quien Onetti atisbó la metodología para superar la normalización de un lenguaje narrativo que sucumbía inconscientemente a la linealidad, a la delimitación de patrones textuales (descriptivos, narrativos y dialógicos) y a estereotipos de conducta a veces excesivamente psicoanalizados. Como en las novelas de Vargas Llosa, la influencia de Faulkner desprende esa especificidad narratológica que El pozo, Juntacadáveres o El astillero representan hacia localismos verdaderamente insustituibles: la alteración temporal, la ruptura de diálogos y la simultaneidad de acciones contribuyen a la arquitectura narrativa de Onetti, que verdaderamente se adapta a las convulsiones y marejadas que representan las voluntades torcidas de sus personajes al margen de su status. Después de los años, todavía sobreviven, en cada uno de mis actos, mi experiencia enfermiza como lector de Onetti: las humeantes carcasas de los prostíbulos y de las tascas portuarias, atrapando hombres cosidos a cicatrices, pero lejos aún de estar acabados. ** Manuel García Pérez mgp1@hispavista.com Investigador español (Orihuela, 1976). Es doctor en filología hispánica por la Universidad de Murcia (http://www.um.es). Es Premio Creación Joven de Poesía del Ayuntamiento de Murcia (http://www.ayto-murcia.es, 1998) y Premio Nacional Fin de Carrera (2001). Sus colaboraciones en diferentes revistas de creación literaria, como Empireuma (http://www.empireuma.com), Cuadernos del Matemático (http://perso.wanadoo.es/daniblanco/cmatematico), Álamo o Calas, se compaginan con la publicación de otros ensayos de investigación crítica y semiótica en Visio, revista de semiótica internacional de Québec, y Tonos (http://www.tonosdigital.com), revista internacional de lingüística. Ha publicado Semiótica de la descripción: cine, publicidad y cómic (Servicios de Publicaciones de la Universidad de Murcia) y dos libros de programaciones didácticas para la enseñanza de lengua y literatura (Editorial MAD). === Las edades del laberinto, de César Cabello ============================ === La filiación como posibilidad estética Rodrigo Aravena =========== César Cabello Salazar comienza a ser reconocido como miembro de un grupo de destacados poetas mapuches chilenos. Su inclusión en esta vanguardia no ha estado, sin embargo, carente de cuestionamientos. El más evidente es qué hace un Cabello Salazar junto a un Jaime Huenún, a un Paulo Huirimilla, a una Maribel Mora Curriao o a un Bernardo Colipán. La respuesta la otorga la biografía del propio Cabello, santiaguino por exilio y mapuche por vocación, cuyos abuelos vivieron en una comunidad rural cercana a Pitrufquén y en los cuales el poeta reconoció tardíamente su origen olvidado. La tarea del poeta en todo tiempo siempre ha sido “llegar a decir”. En el caso de Cabello el “llegar a decirse mapuche” requiere la reconstrucción de su identidad, reinterpretar su biografía desde aquel trauma exquisito cuando pasados los 20 años se reencontró con sus raíces. Su trabajo, por lo mismo, tiene un tono y un lenguaje que lo acercan a los videntes bíblicos, otros exiliados, pero del Espíritu que mediante la súbita revelación conocen que hay un dios. Vivir, a partir de ese momento, en esta incertidumbre, volviendo a interpretar una y otra vez los sucesos a la luz de la experiencia chilena y del ser mapuche es lo que lleva a decir al poeta que “todas las cosas están llenas de dioses”: a cada acto se debe atribuir el valor permanente de un nuevo reconocimiento. Cabello no está en pie de entregar certezas. Su estética se define apenas como la posibilidad de construir una filiación que permita restituir sus relaciones familiares, tomando en cuenta ahora el ascendiente indígena, haciéndose parte así de aquel mundo que percibe como marginal, desplazado y cuya historia, en su propia biografía, ha sido tachada. El poeta puede sentir que incluso en “La confesión”, entendida como sacramento parlante en sí, podría llegar a mentir, porque todas las biografías están falseadas. Puede sentir que la lucha contra su historia vital, al alterarle la voz, sólo acaba en la propia desintegración: Estoy hablando negro / estoy perdiendo los dientes eso me pasa por meterme con los sueños y las tablas El poeta, en un auténtico acto de subversión, se da cuenta de que el hecho de reconocer el silenciamiento o el error que había en el propio relato de su vida, podría llegar a ser una aberración para el ojo del hombre moderno acostumbrado a no mirar jamás hacia atrás: Así se arreglan las cosas —padrecito— perdone que le arruine el mármol de sus fiestas A quienes quieran calibrar el riesgo que existe en una estética de la filiación como esta, quizá les pueda resultar útil el revisar el capítulo de la biblioteca en el Ulises de James Joyce, y pensar en las consecuencias políticas, además de las estéticas, de adscribirse esta Otra identidad. Dice Stephen Dedalus en Ulises: La paternidad, en sentido de engendrar conscientemente, le es desconocida al hombre. Es un estado místico, una sucesión apostólica, del único engendrador al único engendrado. Sobre este misterio (...) está fundada la Iglesia, y fundada irrevocablemente por estar fundada, como el mundo, sobre el vacío. Sobre la incertidumbre, sobre la improbabilidad. La paternidad quizá sea una ficción jurídica. ¿Quién es el padre de cualquier hijo para que cualquier hijo tenga que amarle ni a él ni a sus hijos? (Ulises, Cap. IX). Y bien: esas son las proporciones de la tarea reconstructiva de Cabello. La de crearse una nueva ficción legal y experiencial, dando un nuevo sentido a su poética: La Palabra es un espíritu de aire y justicia un endeble traficante en las camas de la muerte A ella le entregamos estas crías desnutridas A cambio recibimos el Libro de los Hombres. Libro donde hay una religión de lo estrictamente humano y terrenal y donde deberían estar todos los nombres verdaderos de los hombres, no los que legó la genealogía oficial. Es inútil plantearse si Cabello llega a convertirse al final del libro en poeta mapuche, más aun cuando esta nueva generación de poetas a la que él se une rechaza abiertamente los clichés tradicionales con que Chile los ha relatado. Su trayecto poético está coherentemente afincado en su trayecto humano y gracias a esto logra hacer que su lengua, a veces sospechosamente nerudiana, tenga plena actualidad y frescura. Las edades... de César Cabello, concebido incluso como un relato de iniciación al igual que Demian, Retrato del artista adolescente o incluso Una temporada en el infierno (y quizá por esta exigencia formal la estructura circular del libro parezca un poco forzada), rehúye los tópicos tradicionales para centrarse en su propuesta original de crear una filiación propia a la medida de su trauma identitario. Palabras como linaje, sangre, hermano, parir, anciano, confluyen siempre al sentido de la construcción de este laberinto del ser. Sus desplazamientos, su “venir montado” a través de siglos, son viajes más a través de su tiempo vital en un mundo paralelo, proscrito, que de un espacio físico definido. Las alusiones al campo/la ciudad aparecen junto a otras de desiertos, húngaros, bosques, mares, necrópolis, donde el hablante también prueba la medida de su nueva identidad y con ellas trata de cubrir los años que vivió en el silenciamiento de sus orígenes. César Cabello ha intentado aquí una tarea que, según Freud, ya intentó en su protohistoria el pueblo judío: aquella de reescribir su historia a partir del presente para modificar su pasado y elegir así su filiación como el pueblo elegido de Dios. Su adscripción, la del poeta, es en él a un pueblo que nació a la conciencia de Occidente bajo designio poético y que no ha podido ser rescatado por la poesía de la condición de marginalidad y otredad en que el Estado lo ha sumido después de la denominada Pacificación de la Araucanía. No hay aprovechamiento político aquí en ningún caso. Más bien un reconocimiento por parte del poeta de su experiencia de exiliado de su auténtica historia, con la del pueblo mapuche, confinado en su propia patria. Del reconocimiento ambos deberían salir beneficiados: uno porque camina en busca de una voz auténtica, y el otro porque puede contar entre sus miembros con otro gran poeta. ** Rodrigo Aravena raravena@uniacc.cl Periodista, poeta y crítico literario chileno (Santiago, 1976). Realizó sus estudios de periodismo en la Universidad de la Frontera (http://www.ufro.cl), de Temuco, y se graduó con la máxima calificación escribiendo una tesis acerca de la defensa de los derechos humanos ejercida por la crítica literaria de su país durante la dictadura del general Augusto Pinochet. En dicha universidad fue durante tres años profesor ayudante de semiótica y comunicación periodística. Sus textos han sido seleccionados en diversos certámenes críticos y actualmente prepara la publicación de su primer volumen de poesía. Mantiene la bitácora Ojo por ojo en http://opinionesdeunaguafiestas.blogspot.com. === El arte de la distorsión en El naufragio del Imperio, ================= === de Juan Esteban Constaín Andrés Mauricio Muñoz =================== El naufragio del Imperio Juan Esteban Constaín Bogotá, 2007 Seix Barral Biblioteca Breve 212 páginas Hace aproximadamente año y medio, el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez publicó en la revista El Malpensante —edición 76— un artículo llamado “El arte de la distorsión”. En él Juan Gabriel sustenta, de muy buena manera, la forma en que muchos autores han ido fundando, de una manera intuitiva, una nueva aproximación a la novela histórica. Esta aproximación se deriva de una búsqueda constante de la fertilidad literaria en terrenos donde ya no se apostaba mucho. La novela histórica convencional, dice, le interesa poco; la razón, el hecho de que la historiografía escribe la historia de la sociedad y no del hombre. También, porque resulta evidente que a ese género no le interesan los individuos sino el telón de fondo. En el arte de la distorsión el autor pretende entonces hacer uso de su derecho como narrador de crear ficciones, modificar las cronologías y cambiar los escenarios. Unos días después tuve la oportunidad de intercambiar algunos correos con Juan Gabriel; en ellos, yo le manifestaba que desde mi mirada narrativa me llamaba la atención esa propuesta literaria, aunque, desde otra perspectiva, la del lector, tenía mis reparos. Mi preocupación, principalmente, era por aquel lector que esperaba con ansia atesorar conocimientos con cada una de las letras que de manera organizada entraban a su cabeza. Cuando un lector coge un libro entre sus manos sabe que se enfrenta, según la obra, a tres tipos de experiencia: la primera, a gozar de unos momentos de desconexión disfrutando hechos y conociendo personajes que sabe sólo están en el terreno de la ficción, pero que por alguna extraña razón la cercanía con sus vidas le produce placidez; la segunda, a comenzar la lectura sintiéndose ávido de conocimiento sobre algún tema y complacido de saber que, al final de ese ejercicio, habrá logrado su propósito; la tercera, a disfrutar de una historia de ficción que, por capricho del autor, se aloja en una situación real, en un contexto histórico determinado de una sociedad específica. En esta última experiencia es donde el lector, con gran habilidad, identifica el momento exacto cuando debe conmutar el lugar de su cerebro que recibirá las letras que le entran y acomodarlas en aquel espacio reservado para atesorar conocimiento. La historia, por ejemplo, de una pareja homosexual de marineros a bordo del Titanic puede llenarlo de infinito goce; sin embargo, él podría identificar el momento en que el autor le entrega referencias, datos y fechas que debe conservar para enriquecer su mirada de la época, su conocimiento del evento histórico. En esta última parte radicaba mi inquietud. ¿Con el arte de la distorsión, e imaginando una cabeza de un lector con dos embudos (ficción e historiografía) que se intercambian la labor de recepción, cómo puede identificar el lector lo real de lo irreal? Si suponemos un lector, conocedor a fondo de los hechos que se narran, éste podrá disfrutar enormemente su lectura mediante el descubrimiento paulatino de las claves de la parodia con que el narrador se propuso reconstruir la historia; ¿qué pasa, sin embargo, con el lector que ignora de manera total, o incluso parcial, lo que se cuenta y que cree encontrar en la novela las piezas que le hacían falta? La respuesta de Juan Gabriel, después de algunas alusiones relativas al contexto de la teoría, fue contundente, y de inmediato acepté el argumento: Creo que cada novelista que valga la pena crea a su lector; y el lector que quiero crear yo es un lector que comparte conmigo el sentido de la soberanía de la novela, de su autonomía, su independencia, su derecho a dar, como dice Gabriel García Márquez, una transposición poética de la realidad, no una imitación de ella. Hace poco terminé de leer El naufragio del Imperio, del joven escritor colombiano Juan Esteban Constaín. La novela cuenta la historia de tres agradables personajes, dos granadinos y un francés, y de las muchas peripecias a las que tuvieron que enfrentarse luego de enrolarse en la compleja aventura de rescatar al emperador Napoleón Bonaparte de su destierro en la isla de Santa Helena. En ella pude entender mucho de lo que mencionaba Juan Gabriel en su artículo. La de Juan Esteban es una novela histórica que seduce al lector por varios frentes. El primero, y lo menciona la contraportada, porque deslumbra al lector con la precisión en las referencias históricas que destila a lo largo de la trama; el segundo, porque el autor no sólo se ocupa del telón de fondo sino de construir con mucha rigurosidad personajes que, fácilmente, se ganan los afectos del lector; el tercero, porque está cimentada en una prosa exquisita que rescata arcaísmos del lenguaje que no por ello turban al lector común; el cuarto, debido a que el autor muestra sus dotes como agudo narrador y construye una ficción que mantiene los ojos del lector atentos; el quinto, por su estructura, porque además de saltar hacia delante y hacia atrás sobre el eje de la historia, Juan Esteban se vale de diversos recursos para que al final el rompecabezas quede perfectamente armado en la cabeza del lector. Como si atendiera a la preocupación que mencionaba Juan Gabriel, Juan Esteban logra poner su ojo acucioso sobre el hombre que hizo parte de esa sociedad que, en muchos aspectos, resultó tan definitiva en la construcción de la historia de la humanidad. Lo que estaba en juego era mucho más que vastos territorios que pretendían ser dominados a costa de sangre y muchos hombres reventados en las zanjas. En el ejército del imperio se entrevén hombres bravos, corajudos; hombres que con el espíritu exaltado y con mucho fervor entregaban sus vidas en pos de un camino que les señalaba un dedo que creían superior. En una de las cartas que cruzaran Gerardo Bermeo y Antonio Pérez y Cervantes —los dos granadinos—, donde éste le da minuciosa cuenta de la estruendosa derrota de Napoleón en Waterloo y que deriva en su destierro en Santa Helena, encontramos buena evidencia de lo que menciono: “...Y entonces entendí por qué Napoleón Bonaparte había desatado durante años el fervor de tanta humanidad que encontró en su nombre una ruta hacia la salvación. Miles de pobres diablos corrían hacia delante empuñando la bandera del imperio, y todos lo hacían convencidos de que algún día ellos mismos tendrían también su catalejo y su corona, su código civil, su palacio, su derrota”. El autor, además, se presenta poco proclive a perturbarse por lo inverosímil que pueda resultar la historia; es decir, se decide a experimentar y no asoma algún tipo de complejo cuando emprende la tarea. Personajes como el pintoresco Jerónimo Remy Milbert —naturalista e investigador geográfico y geodésico; también, gran inventor en cierta forma incomprendido y malogrado por la humanidad— y el propio Gerardo Bermeo, aventurero granadino y líder de la aventura de rescate, son construidos sin entrar en descripciones prolijas; el autor no lo necesita, pues se apoya para ello, con mucha rigurosidad, en conservar consistencia y coherencia en las acciones que acometen a lo largo del relato, en develarla a través de sus diálogos y sus expresiones. En una reseña publicada —revista El Malpensante, edición 83—, el crítico literario Luis H. Aristizábal se va lanza en ristre contra el capítulo siete de la novela; es correcto, es así, no es contra Juan Esteban ni mucho menos contra la novela, es contra el capítulo siete. ¿Por qué? Porque, explica él, lo inverosímil de la escena en que Napoleón recibe en su tienda de campaña a Gerardo Bermeo, un simple prisionero, lo ha dejado herido de muerte al punto de tener que apelar a su rigor profesional para poder terminar con la lectura. En ella Napoleón, sin inmutarse porque éste lo confronte y movido por haber visto en los ojos de ese hombre algo especial que no había visto jamás en hombre alguno, decide nombrarlo Duque de Fara y encomendarle importantes misiones. Lo que le molesta al crítico es la fabulación que hace el autor cuando pone a sus anodinos personajes a moverse entre las celebridades de la época; es decir, no acepta que, como lo dice Juan Gabriel, el autor haga uso de su legítimo derecho de crear ficción y manipular a su antojo la historiografía. Sin embargo Juan Esteban, gran mérito de él, con gran precisión ha separado muy bien aquellas cosas susceptibles de modificar. Esta separación se da de manera transparente al lector; no es necesario apelar a extensos epílogos para aclarar qué partes hacen parte de la historia, tal como la registró la humanidad, y qué partes han sido iluminadas con el arte de la distorsión. La fabulación resulta evidente. Aristizábal dice: “El gran defecto de esta novela está en el manejo de los encuentros de sus personajes con las celebridades de la época. Se encuentran con ellos a la vuelta de cualquier esquina, se cartean con Bonaparte en Santa Helena y hasta conversan con él. Parece que nadie lo vigilara”. Sé que habrá muchos, me cuento entre ellos, a quienes no nos molesta que el naturalista Jerónimo Remy Milbert termine ciñendo a su cintura el cuerpo de doña Leticia, madre de Napoleón, en un intento por seducirla en una sórdida fonda bajo la mirada vigilante de marineros de la más lisa condición. No me abruma, en lo absoluto, que estos personajes, revestidos con un barniz irreverente, se muevan a su antojo por las vidas de Napoleón, Chateaubriand o Talleyrand. Me interesa haber enriquecido mi mirada de la época. Me entusiasma haberme divertido mientras me aproximé a una realidad que en cierta forma me resultaba ajena. Cada autor escoge su público objetivo y Juan Esteban ha escogido el suyo; otros, están en su derecho, podrán recurrir a las enciclopedias o a la amplia oferta de literatura histórica. No obstante hay algunas aristas que pienso demandaban un mayor esmero por parte del autor. A mí, como lo dije antes, me tiene sin cuidado la verosimilitud desde la perspectiva de la trama que ha urdido el narrador; sin embargo, la verosimilitud de aquello que construye por inverosímil que sea, sí ocupa mi atención. Cuando se empieza a esbozar la figura de Antonio Pérez y Cervantes, se lo presenta como un entusiasta revolucionario de la Nueva Granada; un hombre entregado a sus sueños de patria y pertinaz en su objetivo de atentar contra el imperio. Un corajudo que cuando cae prisionero es señalado como el más peligroso, el más ruin entre los de la turba que camina encadenada. En algún momento de la historia, este hombre declina sus sueños revolucionarios en una inmensa concesión a la lealtad que siente por su entrañable amigo Gerardo Bermeo, duque de Fara. Más adelante, no convencido del todo de su decisión, juega, en una partida de ajedrez contra Napoleón, la claudicación definitiva de sus principios; si gana, podrá matar al corso de un sablazo, si pierde, tendrá que acompañarlo de ahí en adelante. Muchos mecanismos tuvieron que activarse en la cabeza de Antonio antes de zanjar su decisión final. Una violenta puja tuvo que librarse en su interior. Muchas veces tuvo que sentirse Antonio con el ánimo estrujado. Pero Juan Esteban no le concede a esa batalla más que unas cuantas líneas dispersas en no más de tres capítulos. No resulta lo suficientemente creíble el que él haya entendido que sólo un monarca de verdad, como el emperador, podría gobernar la Nueva Granada antes de que las manos criollas terminaran por dilapidar su incipiente libertad. Por otro lado, y aunque pueda parecer pueril, la figura de Catulo, el fiel perro que acompaña a los tres aventureros, pierde consistencia por momentos; es decir, queda la sensación de que el autor, de cuando en cuando, se acordase de él y buscase introducirlo nuevamente a la historia. Me gusta la figura del perro, por eso reclamo por él que su figura no haya ganado solidez. El naufragio del Imperio me resulta, como evaluación final, una gran novela. Es un relato refrescante donde el autor nos espolea, de principio a fin, literatura de muy buena factura. Juan Esteban nos presenta una prosa exquisita que destila humor dosificado a la medida justa. Me he enterado de que esta novela fue catalogada como finalista en uno de los premios más importantes de la Semana Negra de Gijón, en España: el premio Espartaco a la mejor novela histórica en el 2008. Juan Esteban Constaín, un joven que aún no ha cumplido los treinta años, dice la contraportada, nos hace esperar grandes cosas de su futuro literario. En uno de los apartes del libro Gerardo Bermeo se abre paso impetuoso entre los húsares, quienes lo habían humillado, después de recordarles lo terrible que es la juventud en manos de los jóvenes; Juan Esteban, quien comienza a forjarse un lugar de importancia en la literatura colombiana, nos deja una certeza sin fisuras de lo esperanzador que puede resultar la nueva literatura en manos de un joven como él. ** Andrés Mauricio Muñoz andres.munoz@hp.com Escritor colombiano (Popayán, 1974). Ingeniero en electrónica y telecomunicaciones de la Universidad del Cauca (http://www.ucauca.edu.co) y especialista en evaluación y desarrollo de proyectos de la Universidad del Rosario de Bogotá (http://www.urosario.edu.co). Trabaja como consultor de tecnología de una multinacional. Ha publicado la novela breve Te recordé ayer Raquel (Sic Editores, 2004) y tiene un libro de cuentos inédito. Dos cuentos suyos se encuentran publicados en la antología de la revista Dos Islas Dos Mares, de Cuba, en homenaje a Hans Christian Andersen (2005). Actualmente trabaja como director de la edición impresa de la revista La Movida Literaria, de Colombia. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === Conversación con Alirio Díaz ========================================== === “Este es un país lleno de locos y de artistas” ======================== === Alberto Hernández ===================================================== “La guitarra puede llegar a ser el alma de un país. En Venezuela hay una gran raigambre en esto de trabajar con la música de la tierra”. “Mi segunda patria es Italia, pero en Venezuela existe un gran amor por las selecciones populares”. Cercado por el recuerdo de Antonio Lauro y Pedro Oropeza Volcán, Alirio Díaz retorna al lugar en el que por primera vez vio y constató la existencia del desierto. Verificó la presencia de los sonidos, los acordes de la naturaleza. —Soy de La Candelaria, un caserío a unos 30 kilómetros de Carora. Pero también soy de Carora. Una madrugada atendió al llamado del Morere y se dolió de su padre y de la muerte de la corriente amarilla. “Fue un río, ya no queda nada de eso. El color de la tierra y la inmundicia denuncian su extinción”. En la oscuridad de aquella hora decidió abandonar la casa del padre, quien era muy poco afectuoso. Era un padre duro, muy rígido, como cuenta el artista larense. “Nos pegaba con un rejo, pero un día tomé otro camino, el largo camino hacia Carora”. Fueron treinta largos kilómetros, bien caminados por un muchacho de 16 años. Ya los hermanos se habían ido al estado Zulia, “por aquello del petróleo. Yo buscaba otra cosa, la cultura, que estaba en Carora”. —¿Qué se llevó de La Candelaria? —Los recuerdos y las ganas de aprender. En mi caja de viaje llevaba muchos sueños, mapas, y dos libros que conservo: la Divina Comedia de Dante y el Método de guitarra de Fernando Carulli. Recuerdo que recitaba mucho a Dante y a Santillana. Un día de febrero de 2002: la muerte de Héctor Mujica La noche se hizo con los acordes de Lauro. La conversación se realizó en la habitación de Beatriz Guzmán. La cama de la viuda de Ludovico Silva sirvió de escritorio y asiento para quien se entrevistó con el guitarrista y para el poeta Harry Almela. La fundación que lleva el nombre del autor de In vino veritas albergó nuestras palabras y la música de Natalia y el Concierto de Aranjuez. Alirio Díaz ha hecho de ambas piezas una fórmula perfecta. El genio de la guitarra celebró al poeta y filósofo con la maestría de siempre, como si hubiese estado ante el auditorio más exigente. “Es que esta casa es una fiesta siempre”, se le oyó decir en el recibo de la estancia a Beatriz. —Vengo de Carora, de enterrar a mi amigo Héctor Mujica. Es una tragedia para mí y para el país la muerte de Héctor —confió en la intimidad del encuentro. De inmediato, recurrí a las páginas del autor de cómo a nuestro parecer para saber del deseo de Héctor Mujica de quedarse definitivamente en su tierra: “...cuando muera, querría estar con sus huesos calcinados en la misma tierra, la misma que el labriego sin agua hizo de ella cielo, cielo azul, cielo de cosmonautas, el cielo que don Cecilio encontró (...) a treinta años de su hamaca caroreña”. Y entonces, con los huesos de don Chío Zubillaga Perera y Héctor Mujica, sembrados en la misma heredad de Rodrigo Riera, Alirio Díaz habló de don Chío, “el mentor de todos nosotros”. —¿Qué tiene Carora que ha dado tanto talento, tantos artistas? —Mira, Carora fue ciudad colonial. Allí se acentuó la esclavitud, mucho sufrimiento. De eso surgieron muchas manifestaciones. El tamunangue, la zaragoza, por ejemplo, hacen que Lara sea un estado muy musical. Hay como una memoria anclada que hace que aparezcan músicos, escritores, poetas, historiadores... toda una camada de gente que ha dado tanto a este país. Es decir, las tradiciones son capaces de producir todo eso. Ese auge durante la colonia española tuvo que ver con esa multiplicación de artistas y creadores. Fíjate, un clero esclavista. Esa casta eclesiástica produjo muchos dolores, dejó marcas. Hasta grandes obispos caroreños jugaron papel importante durante la historia. Claro, don Chío fue el padre de todos. Él hizo toda una generación. —¿Qué hizo Cecilio Zubillaga Perera por esa generación? —Pasado el cansancio de los 30 kilómetros que separan La Candelaria de Carora, supe de don Chío. Recuerdo que llevaba en mi avío unas alpargatas nuevas y mi ropita. Claro, no tenía un centavo. Mira, hizo mucho. Pregúntale a mucha gente, y tendrás muchas respuestas sobre la maestría, las enseñanzas de don Chío. Sus palabras, sus libros, su manera de ser, de estudiar el mundo. A mí me ayuda mucho. Yo fui portero de un cine, del Salamanca. Él me dijo que debía enseriar mi camino. Que yo era artista. Y me aconsejó irme a Trujillo, a estudiar con Laudelino Mejías. Ese día, lo digo siempre, nací de nuevo. Allá estudié con él mientras trabajaba en una tipografía. Sí, me enseñó teoría, solfeo y armonía. —Maestro, insisto en Carora. En la literatura de muchos caroreños se registran muchas cosas... —Sí, fíjate tú, en Carora la gente se “cruzaba”. Es decir, se casaban familias con familias, primos con primas. Por eso encontramos tantos medio locos y locos. Y tú sabes que de eso al arte hay pocos pasos. Imagino entonces —como en muchos otros pueblos de Venezuela— esto habría pasado. —Eso quiere decir que estamos llenos de locos y artistas. —Bueno, sí, este es un país lleno de locos y artistas. Caracas y la Escuela de Música Luego de la experiencia trujillana con Laudelino Mejías, el futuro guitarrista siente la necesidad de irse a Caracas. Pero don Laudelino no lo dejaba ir, hasta que lo hizo y en el año 1945 arriba a la capital, donde logra inscribirse en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas. Allí estudia con Raúl Borges. —¿Fue en 1950 cuando se marchó a España? —Sí, ese año viajé Madrid y estudié en el Conservatorio de esa ciudad con Regino Sáenz de la Maza. Bueno, después viajé a Siena y se me cumplió un sueño, estudiar con Andrés Segovia, mi maestro. Llegué a ser su asistente. —¿Y ese mismo año fue su primer concierto? —Así es. Los dedos largos, delgados y morenos de Alirio Díaz fueron hechos para tejer las cuerdas de la guitarra. De allí que su instrumento sea lo más cercano a su cuerpo y a su espíritu. “Mi dama”. Con esos dedos el insigne músico ha tocado a Vicente Emilio Sojo, Antonio Lauro e Inocente Carreño, sólo para mencionar a los más relevantes músicos del país. En la habitación de Beatriz, luego de adelantar algunas palabras —ya contenidas en esta entrevista— y de tocar para el público amigo de la fundación, Alirio Díaz, para ilustrar un ejemplo, tomó la guitarra y le dio por tocar como si se tratara de una bandola. También como el cuatro, “el artífice del cambur pintón”, como él mismo dijo de la afinación del noble instrumento nacional. —Entonces, maestro, ¿qué relación existe entre la guitarra y el cuatro? —La guitarra puede imitar el cuatro. Fíjate, te da más matices. La imitación de instrumentos es una tradición que viene desde el Renacimiento. Eso dio origen a otros instrumentos. Por ejemplo, yo hice El diablo suelto y ahora en todos mis conciertos lo piden. Hacer que la guitarra suene como el cuatro es tener una visión de país. Fíjate, lo que se hace en Europa está de capa caída, en lo folklórico. Lo que hicieron los rusos, los españoles... eso se ha venido abajo. No ha habido restauradores de estos hermosos sonidos. —Y ahora que habla de Europa, ¿qué siente hoy desde Venezuela, ahora que está radicado aquí? —Mi segunda patria es Italia. Cuando descubrí Nápoles pensé haber encontrado un filón, porque España dejó mucho en Nápoles. Un poco de melodía. La música napolitana es sencilla, entonces hice una recopilación de cuatro autores napolitanos y sentí los 300 años que España estuvo allí. —¿Y Venezuela? —Bien, positivo. Existe un amor por las selecciones populares. El arpa, la bandola, hay que aprovechar a los buenos cuatristas. Hay mucha calidad. Imagínate un concierto para bandola y orquesta sinfónica. Eso significa que existe más tradición aquí que en Europa. Nada de eso lo ves en Alemania, Inglaterra, Italia. Bueno, Vivaldi estilizó. Por allí quedó algo de Tchaikovski. Y en España, Manuel de Falla, entre otros. Mira, en América, la ópera, como en España, hizo mucho daño. En Italia, no hubo evolución. Bueno, son rasgos muy generales. Podemos decir que en Venezuela hay una gran raigambre en esto de trabajar con la música de la tierra. (Esta conversación ocurrió en Maracay en febrero de 2002. Muchas fueron las cosas que se quedaron en el morral por razones de espacio. Hoy, para celebrar la existencia del maestro larense en sus 86 años, la retomo para disfrute de quienes se sienten cerca de nuestra música, pero sobre todo para muchos, jóvenes y no tan jóvenes, que tendrán la oportunidad de saber un poco más de este hombre nacido en Venezuela el 12 de noviembre de 1923, quien nos ha dado tantas alegrías). ** Alberto Hernández redaccion@elperiodiquito.com Poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano (Calabozo, 1952). Tiene un postgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar y fue fundador de la revista Umbra. Ha publicado los poemarios La mofa del musgo (1980), Amazonia (1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Bestias de superficie (1993), Nortes (1994) e Intentos y el exilio (1996). Además ha publicado el ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981), el libro de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994) y el libro de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999). Reside en Maracay, estado Aragua, Venezuela, donde dirige el suplemento cultural Contenido, que circula en el diario El Periodiquito. === Diego Ramírez Gajardo ================================================= === Hay mucha poesía decorativa Augusto Rodríguez ==================== Diego Ramírez Gajardo (Antofagasta, 1982). Egresado de periodismo y comunicación social de la Universidad Arcis. Publica su primer libro de poesía, El baile de los niños (El Temple Ediciones) a fines de 2005. Además ha publicado de forma colectiva Relamido (2000) y Corazoncito / Noche (2002) en coautoría con Gladys González. Aparece en las antologías de cuento Tras la puerta (Ergo Sum, 2001), Relato virtual (Sudamericana, 2001); también en las antologías de poesía Desencanto personal, reescritura del Canto General de Pablo Neruda (Cuarto Propio, 2003), (Sic) (Valente, 2004), Cantares: nuevas voces de la poesía chilena, selección de Raúl Zurita (LOM, 2004) Cuatro cuartetos: I. Cuatro poetas recientes de Chile (Black & Vermelho, Buenos Aires, 2005) y 18 poetas latinoamericanos, selección de Harold Alva (Editorial Signo, Lima, Perú, 2006). Ha participado en los talleres literarios de Pía Barros, Carmen Berenguer, Pedro Lemebel, Sergio Parra y Malú Urriola, además de la Zona de Contacto de El Mercurio. Ha participado de diversos encuentros de poesía como el Encuentro Latinoamericano de Poesía Joven “Poquita Fe” (Santiago de Chile, 2004-2006), el Encuentro de Poesía de Mujeres del Cono Sur “Con Rimel” (Coquimbo, Chile, 2006) y el Encuentro de Poesía Latinoamericana “Salida al Mar” (Buenos Aires, Argentina, 2005 y 2006, gracias al financiamiento de una beca de la Dirac). Actualmente dirige los Talleres Literarios Moda y Pueblo. A los 17 años obtuvo el Primer Premio en los Juegos Literarios Gabriela Mistral (1999) y en el IV Concurso de Cuentos DuocUC (1999). Ha recibido las becas Gabriel & Mary Mustakis a Jóvenes Talentos (2001 y 2002) para creación poética e instalación de arte; la beca del Consejo del Libro y la Lectura para Escritores Nóveles por la obra poética Tristes bastardos (2003), la beca de la Biblioteca Nacional (2003), la beca de la Fundación Pablo Neruda (2004) y de Creación Literaria del Consejo del Libro y la Lectura para terminar su proyecto poético Mi delito (2005), y recibió una Beca de Fomento para la Creación Literaria del Ministerio de Cultura de Chile, por el libro de poesía inédito Mistrala (2007). —Diego, ¿cuándo y por qué empiezas a escribir poesía? —Empecé muy joven, quizás a los 12 años, pero ya más serio como a los 15 años en talleres literarios, tuve la suerte de formar parte de un centro cultural Balmaceda 1215 que realizaba talleres gratuitos, donde pude relacionarme con una serie de escritores muy importantes para mi proceso de formación, con ellos además de acercarme a la poesía y a ciertos autores también me vinculé con un grupo de poetas jóvenes que eran parte de los mismos talleres. Creo que también un paso importante fueron los concursos literarios que le dieron cierta formalidad a mi trabajo, el haber recibido mi primer premio a los 17 años por un concurso de la Municipalidad de Santiago de Chile me significó valorar más esto y darme cuenta de que tan mal no lo hacía, y de que al menos podía recibir un incentivo económico que me ha permitido durante este tiempo entender que esto, además de una necesidad, puede ser un trabajo, entonces también tomarlo con la seriedad y el oficio que requiere. —¿Qué poetas son tus referentes y cuáles son tus autores de cabecera? —Creo que partí con el recorrido clásico de los malditos, los beat, y termino con cierta escritura chilena de la generación de los ochenta, pero si tuviera que mencionar cierto mapa literario, mencionaría dos obras que me parecen fundamentales para cualquier persona que se inicia en el ejercicio del escribir, pienso en Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud, y Rayuela, de Julio Cortázar, y a eso iría agregando autores de cabecera, esos que nunca he dejado de leer y a los que cada cierto tiempo vuelvo, como Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, Reinaldo Arenas, Néstor Perlongher, Diamela Eltit, Ginsberg, Faulkner y así varios otros. —En una sociedad chilena que todavía sigue siendo “cartucha” y muy regida por la iglesia católica, tu poesía no debe ser bien recibida, ¿es así? ¿Cómo ves el panorama chileno-poético actual? —Sí, puede ser, en realidad hay ciertas segmentaciones que molestan y que son muy chilenas, el decirnos “el poeta marginal”, el del discurso minoritario, lo de la poesía queer y todas esas cosas que uno no entiende porque en realidad están lejos de tu forma de amar, de sentir o de mirar tu país que es lo que al menos a mí me hace escribir. Todas esas categorizaciones tienen que ver con el neoliberalismo patrocinado por la academia y el canon masculino literario en Chile, que necesita clasificarte, relegarte al cajón de las rarezas para respetarte pero de lejos, así como una discriminación vedada, peligrosamente democrática. Entonces se acepta pero de lejos, muy lejos, sin embargo uno trata de moverse en ciertos lugares, hacer alianzas con estrategias de escrituras más cercanas a uno, igual las cosas han cambiado un poco pero peligrosamente, estos discursos de la diferencia se han hecho discursos masivos, vendidos, consumidos por estrategias de mercado, por ejemplo hablo de las estéticas urbanas, las tribus urbanas era un tema que yo quizás trabajaba cuando muy pocos en Chile sabían que existían, ahora ya es un tema televisivo, ahora son parte del mercado, en las grandes tiendas se vende esa ropa y esas estéticas que antes eran huérfanas y perdidas. Personalmente creo que si mi poesía ha sido bien recibida, ha sido siempre desde esa distancia, esa rareza que a veces gusta, es cierto, pero también da mucho miedo. Hasta han aparecido algunos señores que (creen que) escriben, que se atreven a decir que por instalar una escritura de género estás más considerado que ellos, eso es no entender nada de la vida, es no tener lecturas, es casi una falta de respeto a esa noche en que algún neonazi me golpeó en la calle, o me gritan maricón en algún lado, a mí, a mis compañeros de baile, y mis amigos poetas cercanos a estas escrituras. Entonces es como que te invitan pero no, es como que te tienen que mencionar pero sólo un poco, yo creo que lo que pasa con estas escrituras es que no pueden negarlas pero no saben qué hacer con ellas, ojalá las pusieran en la última pieza de la casa nacional, y esa pieza a mí me gusta, no me molesta, porque tiene que ver con tu vida, con lo que te pasa, con la sobrevivencia, con tu manera de querer, con tu biografía, no puedes pedir más que eso, la última pieza oscura de la casa. —Tu poesía se nutre de una gran gama de imaginarios sociales, idiomáticos, políticos, culturales muy diversos, ¿qué me puedes decir al respecto sobre tu propia poética? —Yo creo que tiene que ver con el neoliberalismo salvaje, con estos cuerpos como collage de estéticas, pintadas, tatuadas, miles de referentes, colores, estéticas. Eso es lo que veo en mis calles, en las plazas donde tengo algún romance, o en los lugares donde voy a bailar, desde ahí está mi relación con ese lugar del que soy testigo, esas rebeldías a mí me parecen latentes, esos ruidos, esas extrañas metáforas de rebeldía, dolor, abandono, y hablo de un grupo casi adolescente que me sorprende mucho y que siento que están haciendo cosas hermosas y siniestras en Chile el último tiempo, hay un grupo de jóvenes que ha llevado al límite su cuerpo, su sexualidad, y han matado a sus padres, a las escuelas, se han tomado todos los colegios de Chile, han incendiado el país cuando algo no les gusta, son tantas cosas que a mí me parece imposible no escribir de eso, mi contexto es tan fuerte, tan intenso que siempre está latente en mi poesía, siempre me han gustado los borrones, lo sucio, lo mal hecho, el desborde, las marcas, entonces me interesan esos cruces culturales, esos quiebres sociales, la belleza de esas minorías, esos territorios son los que a mí me interesan. —Sé que tienes inédito el libro Mistrala, ¿qué me puedes decir de este libro? —Es un libro donde trato de experimentar en formato y lenguaje, quise rescatar la cita de lo femenino pero afeminando el apellido Mistral, a partir de eso citarla, pero también en ella, la poeta Nobel, citar también ciertos lugares olvidados y perdidos. También tiene un cruce biográfico que no puedo dejar de escribir. Pero es un trabajo que estoy en proceso de escritura, hay cosas que aún no defino del todo, pero tiene que ver con el trabajo del cuerpo, un cuerpo castigado y lacerado, desde lo biográfico, desde la cita a la escritura de mujeres como lugar de complicidad, y también con el referente político de los jóvenes de hoy que agreden y torturan sus cuerpos con piercings, con tatuajes y con esas hermosas estéticas del dolor que para mí metaforizan lo que pasa en el país, ese abandono que está presente en una nueva generación sin padres, con madres histéricas y con un discurso político huérfano, es decir cuántas calles más vamos a incendiar si ya está muerto el Dictador, entonces cambian las luchas, pero también está la memoria, el recuerdo, la necesidad de seguir incendiando las mismas calles para que no se olvide nada de lo que pasó en Chile con su dictadura criminal, me parece que es un texto muy íntimo por lo corporal, pero también muy político por esas evidencias, esas marcas que nos deja un poco la historia, la estética, lo doméstico, las madres, todo de alguna manera. —Sé que diriges los talleres literarios Moda y Pueblo y El Arte de la Resistencia en el centro cultural Balmaceda 1215, ¿qué me puedes decir al respecto? —El trabajo en talleres literarios es muy importante para mí, ha significado conocer nuevas voces que tienen una potencia maravillosa, es alucinante presentarles por primera vez escrituras con que los chicos tiemblan de amor, de rabia o de rebeldía, es hermoso poder leerles por primera vez El aullido de Ginsberg, o hacerles escribir su propia Cuarto propio citando a la Woolf, o invitarlos a tomarse la ciudad, hacer una acción de arte o acción de amor o como se llame; y verlos que se permiten la posibilidad de ser revolucionarios y frágiles; todo eso es muy lindo, inventamos una editorial que se llama Moda y Pueblo, el nombre es una cita a un disco de Fito Páez, y que sirve para darle a la escritura ese gesto romántico y estético y a la vez independiente, hacemos libros objetos diseñados por nosotros, los fotocopiamos, los armamos todos, y somos absolutamente felices, lejos de todo mercado editorial, esos riesgos son importantes, a mí me han permitido mucho, he aprendido mucho de ellos, me encanta saber que se está formando algo muy potente con adolescentes y jóvenes que traen un discurso impresionante, tiene una fuerza envidiable, y el trabajo de taller es para mí muy serio, yo no creo en los talleres literarios como una instancia para juntarse con amigos a hablar de literatura, y creo que esa seriedad da los resultados que busco, yo en cada clase enseño un autor y una técnica, los hago ejercitar, escribir, corregir, y así se van armando voces hermosas. Hay chicos que me han sorprendido mucho, ahora hay un grupo de alumnos que está armando sus propios libros cada uno, y nuestra colección de poesía se llama Decoración para Dueñas de Casa como una cita de complicidad con lo femenino y con esos lugares donde jamás podría entrar la literatura. —He escuchado en numerosas ocasiones de que supuestamente la poesía sólo la leen y la consumen los mismos poetas, ¿crees que es así? ¿Cómo crear mecanismos para que la poesía llegue a otros sectores de la sociedad, pero sin que pierda su parte radical o subversiva? —Sí, en realidad nos leemos entre nosotros, yo no creo mucho en esa democratización del arte, a veces se vuelve un poco aburrido, un poco mediocre. He visto discursos culturales muy abiertos, muy patrocinados por ese arte para todos que nunca será tan así, no se trata de elite, se trata de sensibilidad, en ese sentido los libros llegan a los lectores que deben llegar. A mí no me aterra que me lea un par de personas y nadie más. Me aterraría mas ser objeto de consumo social, la poesía es subversiva desde siempre porque el acto de escribir lo es, por lo mismo a veces uno cae en panfletos y esas cosas, no sé, quizás estoy equivocado, pero no me gusta mucho el discurso tan abierto, he visto lugares donde se supone que hay mucha poesía, pero toda es muy mala, y es por eso, hay gente que escribe y que no tiene que decir, hay tantos chicos escribiendo para que la mamá se sienta orgullosa, o para enamorar novias, es un acto prefabricado, hay mucha poesía decorativa. —¿Actualmente en qué proyectos literarios estás? —En estos momentos estoy preparando la reedición del libro Brian, el nombre de mi país en llamas, un libro que autoedité el año pasado y que tengo la posibilidad de volver a publicar en una editorial más grande acá en Chile. Esto me permitirá mover un poco más el libro. El gran problema de las autoediciones, que a mí me parecen heroicas, es precisamente la difusión, cuesta mucho mover los libros, y creo que Brian, mi librito, merece leerse un poco más. También armando antologías, unas lecturas, a veces uno necesita juntarse con amigos, leerse, y quererse que es un poco parecido, quizás. De Corazoncito / Noche (2002) *** Yo podría ser tu Frida Yo podría ser tu Frida Porque me dejo el pequeño resto de púber / pelillo todo femenino / barbilla toda de machito / descuidada en mi labio superior Yo podría ser tu Frida Y someterme, toda postergada a tu sonrisa para dejarte instalado el retrato de familia con los hijos que no tendremos Yo podría ser tu Frida Y vestirme con traje de caballero para que puedas unir cada pedacito ceniciento de mi pelo / Y llevarte en el pensamiento / Y dejar tus sueños arriba de la cama, como la muerte / como tu cuerpo Yo podría ser tu Frida Para perforarme las orejas, para sellarme la columna con tu metálica entrecruzada de piernas, y dejarme hambrienta de Rivera, arrebatada de india / híbrida para la noche Yo podría ser tu Frida Y declararme las tristezas en el pelo (me lo borras, anudado, reconvertido, me armo trenza desperdicio) Yo podría ser tu Frida Y llevarte a compartir la oralidad en los lugares públicos donde nos encontramos casi siempre y dejarte aniquilado, perdido/ arrinconado de besos sucios, para escribirte como si no nos conociéramos Yo podría ser tu Frida Porque me tienes esperándote, para atravesarme con lo que me queda de tu cuerpo / metal / sangrando / surcado / como marca. De Cariñoniñomio (2007) *** II Bellos y desamparados en medio del mito inaugural de las masturbaciones afectivas, el desmonte y el acople de la larga separación carnal, y yo soy el único responsable de esa imagen. Y el dolor parecía una película que no vimos, en la felpa rosada y angosta que se cuela por tus manos cremosas y tus bocas cansadas. Ahí estábamos, jugando a ser novios nuevos y lastimar a los otros que quieren bailar con nosotros, y a pesar de lo delicado que te salen los abrazos, a pesar del desencanto y la burla, estás felizmente discriminada, rechazada por la ropa y mi maltrato. Muerto de miedo, despacito, siempre despacito, te llevo a bailar donde alguna vez me dejaron solo. Te llevo a todas las partes de mi vida del antes que te conociera y ese antes de conocerte se vuelve siempre tan terrible de pensarte en el pasado detenido a ese inicio sin mí ahora de lejos te veo crecer y bailar en la rutina mortuoria de otros cuerpos ofreciendo poemas sin terminar Ahora te veo la cicatriz del abuso que te gusta tanto sobre marcar como víctima para que te quieran más, todas estas las abandonadas del continente. ** Augusto Rodríguez elfrancotirador79@hotmail.com Escritor ecuatoriano (Guayaquil, 1979). Ha publicado los poemarios Ausencia (Santiago de Chile, 1999), Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005) y La bestia que me habita (2005). Sus textos aparecen en varias antologías locales y del extranjero. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vásquez (2005), el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005) y Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2005). Es el fundador del grupo cultural guayaquileño Buseta de papel. === Adiós a Enver Cordido ================================================= === Mayo dieciséis tan lejos de aquel del 39 Alberto José Pérez ====== Enver Cordido, el escritor y realizador de Compañero Augusto, película que marca una época en el cine nacional, se marchó el pasado domingo dieciséis de mayo, tan lejos de aquel del 39 del siglo pasado, cuando nació en la ciudad de San Felipe, estado Yaracuy, pero fue en Mérida, lugar de su residencia, desde donde partió, dejando los brazos extendidos de su amada Olga. Vino a Barinas a fundar el capítulo local de la Cinemateca Nacional, logrando establecer una sala digna para el disfrute del cine de autor; hubo de marcharse luego de conseguir su objetivo, obligado por una pesada enfermedad que venía, de a poco, cerrándole los ojos; en mi campamento de Santa Clara vivió largos meses, donde edificamos una amistad, una hermandad, a partir de largas conversaciones que nos llevaron a redescubrir extensos fragmentos de la literatura universal, el siglo de oro español, los poetas románticos ingleses y, por supuesto, el cine y el teatro (el de Cabrujas), así nos gratificábamos ante el desgaste nocturnal para que el nuevo día nos pusiera en el territorio de otra noche y el trago en el horizonte. Coincidíamos en muchos conceptos. Un día Enver me confesó que para un director de cine, un día es como un siglo, cuando comienza el proceso de gestación de una película, porque es la única manera de atrapar la poética de la idea de la misma; odiaba el término “cineasta”, enrojecía cuando lo escuchaba de aquellos que por sostener un micrófono durante una filmación se hacen llamar tales, nunca negó los cimientos que sostienen el cine nacional como ahora lo hacen algunos “cineastas”, con el discurso de la adulancia para acceder a los presupuestos mil millonarios que el Estado o, mejor dicho, el gobierno, dispone para aquellos que lo aplauden, para no hacer nada que valga la pena en el cine formal y menos aun en el cine experimental. —A ver, poeta —decía—, ¿por qué nadie ha intentado llevar al cine Acto cultural y El día que me quieras, de José Ignacio? Porque no podrían hacerlo, no lo conocen, y yo no lo intento porque no tengo paciencia para adular el dinero que se necesitaría. Hay mucha falta de información y en general mis colegas desconocen la literatura nacional y es lamentable que un “cineasta” no se sostenga en un piso construido por las letras de su país o de cualquier lugar del mundo. De todas suertes, el cine nacional cuenta con invalorables obras, entre ellas la filmografía de Enver Cordido, eso lo hablábamos con mucha intensidad y pasión, así como nunca dejamos de admirar la película de Benigni, La vida es bella, que es un canto a la vida a partir de un intenso dolor. Enver Cordido fue un marxista lúcido, un hombre cuyo pensamiento iba con el crecimiento del mundo, del hombre, un creador disciplinado y amigo, no sobra decirlo, de culta conversación, el hombre que pudo ser lo que quiso en la vida y que llegó a mi casa a quedarse para siempre. ** Alberto José Pérez albertoperez802@hotmail.com Poeta, editor y comentarista literario venezolano (El Samán, Apure, 1951). Ha obtenido reconocimientos por su obra poética entre los cuales vale mencionar el Premio Único de Poesía de la Bienal de Literatura de la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve) por su libro Homenajes (1991), y el Premio de Poesía de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (Unellez, http://www.unellez.edu.ve), por el poemario El espejo y la memoria (1987). También ha publicado los poemarios Los gestos tardíos (1975), El libro de Barinía (1985), Marca (1984), Olor de amor (1995), Como si valiera un siglo (1996), Retrato de memoria del corazón de una mujer (1997), Un poeta como yo (2006) y la antología poética El poeta de quien les hablo (1999). ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Desmitificar el canon de la literatura latinoamericana ================ === María del Carmen Castañeda Hernández ================================== Especular sobre el canon de la literatura latinoamericana supone hacer un análisis del contexto histórico y teórico en el que se ha concebido y examinar las relaciones interliterarias mediante las cuales se han constituido. Las pautas que durante mucho tiempo predominaron en la literatura hispanoamericana fueron las europeas, especialmente las españolas. Así como se ha modificado el contenido de la novela en general, también se ha revalorado la manera de hacer crítica literaria, de acuerdo con nuestras necesidades, con nuestras realidades y puntos de vista. La obra literaria se ha convertido en el polisémico concepto de texto, que abarca una multiplicidad de discursos no siempre correspondientes entre sí. El efecto ha sido irreversible: el canon literario latinoamericano se tiene que redefinir, convertirse en un valor cultural privilegiado del dinamismo y carácter cambiante del sistema literario. El concepto de canon, propuesto por intelectuales como Bajtín, Jauss y Lotman, no ha sido contemplado más que como una posibilidad, ya que es evidente la ausencia de reflexiones sistemáticas en torno a la noción de canon, desde la controversial propuesta originada por Harold Bloom en 1994 con El canon occidental, ya que el libro de Bloom se concreta a un intento de reconstruir un canon tradicional y riguroso. El objetivo principal de este trabajo es la desmitificación y el cuestionamiento del canon “clásico” como un sistema exclusivo de obras y de autores que han sido considerados por la crítica literaria como los mejores exponentes de la literatura hispanoamericana convirtiéndolos en modelos de lectura y estudio. Los discursos nacionales, populares y marginales, la afluencia de textos heterogéneos combinados e indefinidos, la “antropología literaria”, el “nuevo periodismo”, los géneros mixtos interdisciplinarios e interculturales, la política de identidad y la cultura de masas han puesto en crisis la estabilidad del canon hispanoamericano que actualmente se caracteriza por dos rasgos fundamentales: la innovación interdisciplinaria y el hibridismo cultural. A pesar de la incorporación de esta diversidad de productos culturales como textos favorecidos dentro del entorno literario, todavía existen prácticas escriturales marginadas, como afirma Víctor Torres Rivas (1992: 145): ...la literatura fantástica o de ciencia ficción, que cuentan con destacados cultivadores en Argentina, Brasil y México, la literatura policial o detectivesca que ha proliferado en Cuba a partir de los años 60, la literatura rosa o sentimental, y la eternamente olvidada literatura para niños. En la actualidad se han efectuado varias propuestas para incluir ejemplos de paraliteratura en el canon literario universitario. Pero no sólo se debe abordar la inclusión o exclusión de obras y autores dentro del canon sino que deben construirse nuevos presupuestos de lectura. Hoy por hoy el canon no debe considerarse como una unidad o estructura inalterable, sino histórica, plural y social que se conforma de elementos particulares, culturales, políticos o ideológicos. Enric Sulla (1998) define al canon como una lista de obras consideradas valiosas, por lo tanto dignas de ser estudiadas y comentadas. Walter Mignolo señala que el canon hispanoamericano se construyó sobre la base de un lenguaje “estándar” y de un conjunto de criterios estéticos sobrentendidos en los conceptos de “poesía” y “literatura” del conquistador. Por lo tanto propone que se haga una reflexión sobre quién o quiénes son los que realizan la valoración de esas obras y bajo qué perspectiva se valoran. Asimismo plantea que: En Latinoamérica (...), la formación oficial del canon se basó en la lengua y en los valores de las culturas colonizadoras más importantes (española y portuguesa) y ocupó el lugar del canon silenciado (pero no suprimido) de las culturas amerindias. El relato testimonial de Rigoberta Menchú y el Popol Vuh maya-quiché atestiguan la formación del canon en las comunidades amerindias, ejemplifican la formación de un canon más allá de las fronteras y revelan la gran lejanía entre culturas “centrales”, que han desarrollado un discurso académico sobre el canon, y culturas “periféricas”, para las que el canon es un elemento de cohesión y no de debate académico (1998:241). El canon “clásico” es el elegido por la institucionalidad literaria, es decir los académicos y los críticos literarios. La universidad se ha convertido en un nuevo espacio para la discusión ya que sistemáticamente el currículo ha sido confundido con el canon. Esto ha limitado la comprensión de su proceso de formación y su crítica, ya que no se han tomado en cuenta factores esenciales como el mercado editorial y el proceso político de identidad. Las obras canónicas se han llegado a relacionar con los grupos sociales dominantes ya que, de alguna forma, representan los valores y la ideología de la hegemonía, y el resto de las obras, las “no canónicas” se identifican con las minorías y los marginados. Víctor Barrera afirma: La industria cultural, elucubrada bajo la hegemonía del neoliberalismo o capitalismo tardío, se ha desarrollado de una manera insólita y muchas veces contradictoria, creando nuevas relaciones al interior del sistema literario. Y por sistema literario entiendo la dinámica establecida entre autor, objeto literario, y la difusión y recepción de éste. Pues, si bien el objeto literario (o texto literario) ha conseguido en los últimos tiempos cierta autonomía (ha pasado de ser objeto sagrado en la premodernidad, a juego y ornato en el desarrollo occidental moderno), ahora corre el riesgo de transformarse en producto de mercado (Barrera Enderle, 2005). Es importante tener en cuenta que el canon de la literatura hispanoamericana se ha regido, desde sus orígenes, por el canon europeo, siguiendo sus criterios de homogeneidad, singularidad, ficcionalidad y mímesis. A partir de las guerras de independencia el canon hispanoamericano se transforma y empieza a interesarse en temas con contenidos americanos. Los estudios más recientes sobre la evolución del canon de la literatura hispanoamericana se han realizado principalmente en relación al discurso narrativo, ya que a mediados de los 60 se inicia una nueva forma de realismo dejando atrás algunos de los postulados del “boom” latinoamericano. Donald Shaw afirma: El boom empezó a agotarse hacia mediados de los años 60 y que desde entonces se advierte un cambio incluso en la narrativa de autores como García Márquez, Donoso y Vargas Llosa (1999:259). Saúl Sosnowski (1996) en el prólogo a los cuatro volúmenes de Lectura crítica de la literatura americana, señala que se puede establecer la década de los sesenta, con la politización provocada en el campo de la crítica por la Revolución cubana, como punto de partida que lleva a una revisión del canon. Del mismo modo, hay que tener en cuenta la importancia de la producción de la literatura testimonial, ya que su recepción crítica ha llevado a otro tipo de posturas más radicales. En 1978, en El cambio en la noción de literatura, Carlos Rincón afirma una serie de planteamientos expuestos por Fernández Retamar en Para una teoría de la literatura hispanoamericana de 1972. Rincón señala el papel transgresor del género testimonial y su importancia como espacio textual que incita al replanteamiento de la tradición latinoamericana y a la necesidad de un cambio de paradigma en los análisis literarios incorporando el estudio de los procesos sociales y culturales como parte del ejercicio crítico. La crítica todavía no ha llegado a un acuerdo sobre la clasificación de la literatura hispanoamericana de las últimas décadas. A finales de los sesenta, en Corriente alterna, Octavio Paz (1990) destacaba un punto clave: la situación del pensamiento crítico en Hispanoamérica. Si bien reconocía la existencia de algunos críticos literarios, indicaba la falta de doctrinas o un “cuerpo de doctrina” que ensanchara el “espacio intelectual” del intercambio de ideas. Lo mismo ocurrió durante los años de la Colonia y de la Independencia. Incluso, puede afirmarse que se trata de un cuadro general del continente. Hispanoamérica ha tenido años de silencio ante la posibilidad de pronunciarse críticamente. La capacidad de autoanalizarnos ha estado prácticamente ausente de nuestra literatura, limitando el espacio de reflexión. Paz (1990:39) asevera lo siguiente: “Ese espacio es el lugar de encuentro con las otras obras, la posibilidad del diálogo entre ellas”. Posteriormente indica: “En este sentido, la crítica tiene una función creadora: inventa una literatura (una perspectiva, un orden) a partir de las obras” (1990:40). Y concluye: “Esto es lo que no ha hecho nuestra crítica. Por tal razón no hay una literatura hispanoamericana aunque exista ya un conjunto de obras importantes” (1990:41). Ezequiel Martínez Estrada advierte la falta de claridad de la lectura a la realidad americana, es decir, la mala lectura. Obstáculo que atribuye, entre diversos factores, al catolicismo. Es una modalidad del catolicismo, insisto: leer y no pensar en lo que se lee, tener delante el mundo y la vida y sacar por conclusión que no se ajustan a la moral del párroco (...). Los países católicos no han sabido leer la historia ni la literatura y se han conformado con versiones de segunda categoría. Todavía muchos leen Facundo y Martín Fierro sin miedo como cuentos divertidos y pintorescos (1964:130 y 131). Las propuestas de Paz y de Martínez Estrada nos llevan a realizar una profunda revisión sobre la manera de leer como hispanoamericanos y de la forma de construir el canon. Como se mencionó anteriormente, cuando en 1994 Harold Bloom publica El canon occidental, el tratado tuvo una entusiasta acogida y con él ganó, más allá de la academia, su popularidad como crítico. El principal objetivo del libro fue reivindicar el valor estético de la literatura, que para el autor debía predominar sobre los aspectos políticos, ideológicos, económicos o sociales. Sin embargo esta lectura estética tuvo poca repercusión en el contexto académico en Hispanoamérica y España, y como señaló Pozuelo Yvancos (2000), no hizo más que complicar el problema de cómo canalizar el canon desde el punto de vista de la tradición literaria, la integración de ideología y estética y el qué enseñar. Pozuelo Yvancos (2000) ha insistido en la importancia de la canonicidad que tienen las antologías y las historias literarias ya que coinciden en un hecho de selección y clasificación que intenta fijarlo; normatizándolo, reduciéndolo y proyectándolo en la historia. Tomando esto en cuenta se puede afirmar que la forma antológica ha pretendido establecerse como paradigma frente a otros modelos ya existentes. Es indudable que hay una estrecha correlación entre la antología y el canon, ya que ambos son el resultado de un proceso de elección cuyos principios selectivos vienen motivados primordialmente, para afirmar o negar aquellos modelos que son regidos por las instituciones literarias. Por lo tanto Pozuelo Yvancos afirma que, si toda antología es un acto fallido o no, de canonización, es porque los conceptos de antología, historia y canon guardan una interdependencia considerable con otro elemento: la instrucción, la paideia (2000:126). En los últimos años se ha convertido en lugar común clasificar tanto a las sociedades como a las manifestaciones artísticas con la etiqueta de posmodernidad, concepto paradójico y complejo que tiene diversas interpretaciones. En 1990 Álvaro Pineda-Botero destacó la posmodernidad como una característica de la novela colombiana de finales de los ochenta, declarando que ve a esos autores “inmersos en el cosmopolitismo, tanto en sus vidas como en su ideología, y al recibir el influjo de las nuevas corrientes, son los que más alejados están de lo tradicional y lo regional, del mito y la oralidad” (Kohut 1996,11). Sin embargo no es necesariamente un concepto cronológico, ya que los textos posmodernos coexisten con obras modernas, “la no simultaneidad de lo simultáneo” que propone Jauss (1993) y retoma Carlos Rincón (1995) para describir la posmodernidad, la globalización y la cultura en América Latina. Maarten Steenmeijer define la posmodernidad como concepto histórico-literario: “La nueva narrativa hispanoamericana es una de las vertientes más prominentes del posmodernismo, según nos sugieren los estudios comparatistas” (Kohut 1995: 11). Karl Kohut (1996) plantea que tal vez tengamos que aceptar la posmodernidad como término histórico que define una cierta época histórica y como término ahistórico que define una postura literaria. Todos los días surgen textos nuevos que intentan desarrollar, alterar o contravenir los modelos de construcción verosímil de la literatura, poniendo en duda si aspiran transformarla en sociología, historia, periodismo, autobiografía, psicología, o fundirse con estas disciplinas para crear nuevos géneros discursivos, como plantea Lisa Block: El estudioso se sitúa entre disciplinas diversas, entre lenguas diferentes, entre tendencias contradictorias, logrando una apropiación de culturas que resuelve por estrategias comparadas tanto de adopción como adecuación. La crítica transita entre textos heterogéneos entreviendo las aperturas de una situación moderna que se radica en ese espacio intervalar reservado, en las circunstancias actuales, a todos por todos los medios (1990:11). Consecuentemente, esta evolución en los textos ha alterado asimismo el modo de leerlos, es decir, las teorías y metodologías de la interpretación. El texto literario no puede considerarse aislado de los demás hechos textuales y no textuales, sino en interrelación con ellos. Este fenómeno no es exclusivo de la literatura contemporánea, pero tal parece que actualmente en Hispanoamérica se ha vuelto más complejo y pluridisciplinario quizá por los antecedentes de la escritura colonial. Es decir, por la necesidad de adoptar modelos hispanos y europeos que se transformaron en contacto con elementos indígenas convirtiéndose en textos heterogéneos, híbridos e interculturales. Esto nos lleva a reflexionar sobre los postulados de la nueva crítica que buscan la reformulación de la identidad latinoamericana desde nuevos parámetros que insisten en cuestionar el papel demasiado relevante que se le asignó a la literatura en tal proceso. El problema es que continuamos considerando a la literatura como si fuera el discurso efectivamente formador de la identidad y posibilidad latinoamericanas. García Márquez, en el discurso de aceptación del Premio Nobel en 1982, afirmó: Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de las Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual este colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad. Asimismo sorprende ver cómo en el ámbito de la literatura hispanoamericana del presente fluyen paralelamente una literatura que busca terminantemente desarticular el discurso identitario de las décadas pasadas y una crítica que se aferra a esa búsqueda desde nuevas perspectivas. Eduardo Subirats, en su ensayo Memoria y exilio (2004) pone en duda el concepto abarcador, el de lo hispanoamericano. Él habla de un término literariamente más sugestivo: de un no lugar, y asevera que el desplazamiento perpetuo y las continuas fisuras de la conciencia intelectual lusohispánica identifican a estas culturas como una negación de sí mismas y un “continente vacío”. Y plantea una idea inquietante: que el mundo latino de los Estados Unidos está llamado a convertirse en un eje espiritual contemporáneo de América Latina. Nueva York es actualmente la más latinoamericana de todas las ciudades de las Américas. En cualquiera de nuestros países, América Latina es una abstracción; allí es una realidad evidente y sobre todo, palpable. Muñoz Molina apunta en su artículo publicado para el Congreso de Cartagena, que en Nueva York se escuchan todos los tonos, todas las variedades del español; inmersa en la corriente viva del idioma, la tradición literaria adquiere un sentido nuevo. Esta expansión de la potencia creativa del lenguaje está estimulada además por el bilingüismo y la extensa literatura escrita en inglés por hispanos, ventana a través de la cual accedemos a un ángulo a veces perturbador pero ineludible de la creciente complejidad de la identidad hispanoamericana. Los profesores y los ideólogos, ha denunciado hace poco Milan Kundera, se obstinan en confinar la creación literaria en la camisa de fuerza de las tradiciones nacionales. Nosotros tenemos la buena fortuna, el valioso antídoto, de un idioma que atraviesa intacto las fronteras más lejanas, y que es a la vez profundamente unitario e inagotable en sus variedades. Por supuesto que ni siquiera ese territorio tan amplio es el único en el que nos movemos: cualquier patrioterismo es dañino, lo mismo el de una aldea que el de un continente, y del mismo modo que Rubén y Borges trajeron al español las prosodias de otros idiomas el impacto de la gran literatura de América Latina ha ido mucho más allá de los lectores y los escritores hispanohablantes. Kafka y William Faulkner están presentes en Gabriel García Márquez en la misma medida en que él influye en Salman Rushdie o Borges en Paul Auster o en Don de Lillo, o Whitman en Lorca, a través de Rubén y de las traducciones de León Felipe (Muñoz Molina, 2007). Concluyendo, en relación entre textos canónicos y no canónicos se trata menos del problema de leer “clásicos” o “textos consagrados”, sino más bien de una actitud literaria, de una forma de concebir la literatura y la cultura. En el mismo sistema del corpus hispanoamericano han surgido diversos textos y manifestaciones textuales que exceden, superan, transgreden o se apartan del canon; en otras palabras, que pretenden desmitificarlo y abrirlo para permitir la incorporación de otras formas textuales. Esta inclusión crea un espacio de inestabilidad, de crisis y de cambio que requiere de nuevas condiciones de lectura. Desde esta perspectiva, el canon hispanoamericano actual se conecta con sus orígenes, cuando se incorporaron textos de carácter referencial: crónicas, cartas de relación, testimonios, memorias, diarios, contrastantes y paradójicamente integrados con los textos de ficción, de filosofía, de retórica y estética propios de los géneros literarios convencionales de la tradición europea. La necesidad de retornar a las literaturas para encontrar allí las formas de leerlas, no es más que el proceso necesario para constituir una identidad y una tradición. Lograr un lugar dentro del canon literario hispanoamericano no solamente tiene que ver con el anhelo de quienes registran las producciones literarias en su dinámica, sino que a la vez forma parte de un definir y fijar la tradición hispanoamericana. La literatura no debe limitarse a la clasificación de literatura nacional o literatura canónica, no deben existir ni cánones mayores ni menores, regidos por un criterio arbitrario de un gusto particular, que no toma en cuenta su justificación estética sino los intereses hegemónicos. El canon debe ser un canon del deseo, como propone Borges, donde el proceso de canonización para un lector curioso, nunca debe terminar y debe rehacerse mil veces. Debe ser un canon como lo plantea Adriana López “del goce” y no “del poder”, jerárquico, autoritario, nacional, rígido y excluyente. Debemos desmitificar el canon, hacerlo transparente y abierto y por lo tanto relativo y mutable. Al respecto, López (2005) sostiene: El mito se da siempre bajo una falsa naturaleza de “virginidad”, confundiendo la utilidad con la naturaleza. El discurso del canon, como el mito, tiende al proverbio, a la universalidad, a la negación de la explicación, a una jerarquía inalterable del mundo. El principio del mito es transformar la historia, lograr que la historia no sea leída como móvil, sino como razón. El sistema jerárquico de una lectura tradicional, lineal como herencia de “padres a hijos” no funciona, la lectura tiene que abrirse a una infinidad de posibilidades de selección, de asociación, de incorporación y de resolución. Concluyo este trabajo con una frase de Borges: “La gloria de un poeta depende, en suma, de la excitación o de la apatía de las generaciones de hombres anónimos que la ponen a prueba, en la soledad de sus bibliotecas” (Borges, 1989:1.773). Bibliografía • BARRERA ENDERLE, Víctor: “Entradas y salidas del fenómeno literario actual o la ‘alfaguarización’ de la literatura hispanoamericana”. En: Sincronía (http://sincronia.cucsh.udg.mx/alfaguar.htm). 2002. Consultada el 13 de agosto de 2008. • BECERRA, Eduardo. “Hacia la descolonización de la colonia. Testimonio, crítica literaria y tradición ancilar latinoamericana”. América sin Nombre (http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=3637), Nº 5-6. En: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://abbrr.com/u48). 2004. Consultada el 27 de mayo de 2008. • BLOCK DE BEHAR, Lisa. Dos medios entre dos medios (sobre la representación y sus dualidades). Siglo Veintiuno Argentina Editores, Buenos Aires, 1990. • BLOOM, Harold: El canon occidental. La escuela y los libros de todas las épocas. Anagrama, Barcelona, 1995. • BORGES, Jorge Luis. Obras completas. Vol. I-III. Emecé, Buenos Aires, 1989. • GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel: “La soledad de América Latina [discurso de aceptación del Premio Nobel 1982. Texto completo]”. En: Ciudad Seva (http://www.ciudadseva.com/textos/otros/ggmnobel.htm). 2005. Consultada el 13 de febrero de 2008. • JAUSS, Hans Robert: “Historia de la literatura como una provocación a la ciencia literaria”. En: D. RALL (comp.): En busca del texto. Teoría de la recepción literaria. Unam, México, D.F., 1987. • JURISICH, Marcelo: “Lo que yace debajo: para qué sirve el canon literario”. En: Espéculo (http://www.ucm.es/info/especulo/numero38/canonlit.html). 2008. Consultada el 4 de septiembre de 2008. • KOHUT, Karl: Literaturas del Río de la Plata hoy. De las utopías al desencanto. Universidad Católica de Eishstatt, Frankfurt, 1996. • MARTÍNEZ ESTRADA, Ezequiel: Antología. FCE, México, 1964. • MUÑOZ MOLINA, Antonio: En: Congresos Internacionales de la Lengua (http://www.congresosdelalengua.es/cartagena/inauguracion/default.htm). 2007. Consultada el 21 de mayo de 2008. • PAZ, Octavio: Corriente alterna. Siglo XXI, decimonovena edición, México, 1990. • PINEDA-BOTERO, Álvaro: “Del mito a la posmodernidad. La novela colombiana de finales del siglo XX” (1990). En Karl KOHUT: Literaturas del Río de la Plata hoy. De las utopías al desencanto. Universidad Católica de Eishstatt, Frankfurt, 1996. • POZUELO YVANCOS, José María y ARADRA SÁNCHEZ, Rosa María: Teoría del canon y literatura española. Cátedra, Madrid, 2000. • RINCÓN, Carlos. El cambio actual de la noción de literatura y otros estudios de teoría y crítica latinoamericana. Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1978. • SHAW, Donald: Nueva narrativa hispanoamericana. Ed. Cátedra, Madrid, 1999. • SOSNOWSKI, Saúl (ed.): Lectura crítica de la literatura americana. Actualidades fundacionales. Tomo IV. Editorial Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1997. • SULLA, Enric (ed.): El canon literario. Arco Libros, Madrid, 1998. • SUBIRATS, Eduardo: Memoria y exilio: revisiones de las culturas hispánicas. Ed. Océano, México, 2004. • TORO, Alfonso de: “Jorge Luis Borges o la literatura del deseo: descentración-simulación del canon y estrategias postmodernas. (Ensayo crítico)”. En: Taller de Letras (http://www.accessmylibrary.com/coms2/summary_0286-32164740_ITM). 2006. Consultada el 26 de septiembre de 2008. • TORRES ORTIZ, Víctor F.: “El canon y la literatura latinoamericana”. En: Mester, ISSN 0160-2764, Nº 21, 2, 1992. ** María del Carmen Castañeda Hernández carmencastaneda@gmail.com Investigadora mexicana (México, D.F., 1951). Es licenciada en lengua y literatura hispánicas por la Universidad Iberoamericana (http://www.uia.mx; 1972-1976). Tiene una maestría en psicología de la salud por el Centro de Estudios Universitarios Xochicalco (http://www.xochicalco.edu.mx), de Tijuana (1997-1998). === Consideraciones sobre el Infierno en La Eneida ======================== === María Alejandra Crespín Argañaraz ===================================== Del rico y complejo contenido religioso, filosófico, histórico, mítico y legendario del Libro VI de La Eneida, elegimos un pasaje para reflexionar: el instante en que Eneas y la Sibila pisan el umbral de la domus Ditis. Allí encuentran un grupo de abstracciones personificadas, “espíritus personificados”, “figuras alegóricas”, que ocupan ambos umbrales de la entrada. En esta comunicación nos planteamos si son creadas o imitadas por Virgilio, por qué y para qué están ubicadas en este sitio. Este locus virgiliano empieza con el verso 268: “Ibant obscuri sola sub nocte per “umbram”, “Iban oscuros bajo la noche sola a través de la sombra”. A partir de este verso hasta el 272 Virgilio crea el clima inquietante, de claridad incierta, sin huella de color, un bosque frondoso, con silbido del viento entre las hojas; un clima que provoca el temblor de lo desconocido a punto de develarse. Siguen nueve versos, del 273 al 281, que contienen el catálogo de personificaciones: el Dolor, las Preocupaciones, las Enfermedades, la Vejez, el Miedo, el Hambre, la Necesidad, la Muerte, la Fatiga, el Sopor y los Malos Goces del alma, ocupan un umbral de las “fauces”; el otro está ocupado por las Euménides, la Guerra y la Discordia. La descripción de esta entrada se completa con otro catálogo, esta vez de monstruos mitológicos: los Centauros, las Escilas, Briareo, la Hidra de Lerna, la Quimera, las Gorgonas, las Harpías y Gerión, nombrados entre los versos 285 a 289. De v. 290 a 294 se da la acción defensiva o conjuradora de Eneas, que opone el filo de su espada a las sombras. Un total de 27 versos, distribuibles en una estructura tripartita: 1) introducción, del verso 268 al 272; 2) desarrollo, del verso 273 al 289 y 3) conclusión, del verso 290 al 294. Las citas latinas seguirán el texto establecido por Goelzer para la edición francesa de Les Belles Lettres. El aparato crítico transcribe, referido al v. 289, los cuatro versos describiendo a la gorgona Medusa, que Servius decía haberlos dejado el poeta para este lugar; pero los editores Vario y Tuca los suprimieron. Los conocidos versos creadores de la atmósfera a la que acceden Eneas y la Sibila han sido muchas veces comentados por su excelencia de forma y contenido; sin embargo he de citarlos y dar una traducción literal de ellos porque inician el pasaje que comento y porque su elocuencia sonora deja percibir, según jueguen las nubes con la luna, la semipenumbra de gris esfumado sin diferencia de lleno y vacío; y a ratos, el soplo de vientos que mecen la fronda y rozan, al pasar, a los ingresantes al Orco: Ibant obscuri sola sub nocte per umbram perque domos Ditis uacuas et inania regna: quale per incertam lunam sub luce maligna est iter in siluis, ubi caeleum condidit umbra Iuppiter, et rebus nox abstulit atra colorem. Iban oscuros bajo la noche sola a través de la sombra y la casa vacía, el desierto reino de Plutón, como se viaja en un bosque bajo la luz maligna de la inconstante luna, cuando Júpiter oculta al cielo con una sombra y una noche negra arrebata el color a las cosas. Virgilio diseña la entrada del Orco como la de una casa rica de su época; no en vano anticipó, con una chispa de humor en el v. 269, “domos Ditis vacuas”, la casa vacía del Rico. Las casas de la antigua Roma tenían un “vestibulum”, el espacio entre la calle y la puerta de la fachada, un “atrium” con su “compluvium” y la habitación principal o “tablinum”. Las casas de la Roma de Augusto tenían agregada, detrás de “tablinum”, una segunda casa, helenística, con peristilo, a la cual se accedía por otro pasillo, un segundo “fauces”. La “domos Ditis” tiene un vestíbulo y un primer pasillo, verso 273: Vestibulum ante ipsum primis in faucibus Orci. En este sitio, ante el mismo vestíbulo en el primer pasillo de Orco, están aposentadas las personificaciones de los males que destruyen la vida humana: el Dolor, las vengadoras Preocupaciones; allí habitan las pálidas Enfermedades, la triste Vejez, el Miedo, el Hambre, mala consejera, la torpe Necesidad; formas terribles de ver, las llama Virgilio; la Muerte y la Fatiga, el Sopor, hermano de la muerte, “consanguineus Leti”, aludiendo al entorpecimiento de todas las facultades del hombre sumido en un sueño profundo como la muerte, aletargado; y en este mismo sitio están los malos Gozos (mala Gaudia) del alma. Y en el umbral del frente, “in limine aduerso”, están la Guerra (Bellum), portadora de la muerte, mortífera, los lechos de hierro de las Furias (Eumenidum) nombradas con su nombre griego tanto por razones de eufonía, métrica y estilo, como porque el poeta refleja la religión de la Roma de Augusto, que él vive como una religión natural, sin distinguir dioses por su origen más o menos indígena. Cerrando este umbral y este primer catálogo se nombra a la Discordia (Discordia) demente, tejida su cabellera viperina con ínfulas sangrientas. “Espíritus personificados” ha llamado a estas criaturas Cyril Bailey, los ha supuesto provenientes de Homero, Hesíodo, sugeridos posiblemente por Lucrecio, III, 65. La diferencia fundamental entre las personificaciones usadas por Homero y las de Virgilio está en la actitud casi inactiva de estas últimas. El Sueño es convocado por Hera para adormecer a Zeus y cumple su mandato. Virgilio las nombra como presencias, por ejemplo en Geórgica III, 552, aparecen las Enfermedades y el Miedo empujados por Tisifone delante de ella; igual en Geórgica IV, 481, las moradas de la Muerte se llenan de estupor ante el descenso de Orfeo. En Eneida IV, 183 y ss., se narra la acción de la Fama pregonera de la unión de Dido con Eneas; pero allí, más que una personificación, la Fama es un monstruo. Hesíodo, en su Teogonía, nombra la segunda generación de dioses, los hijos de la Noche y de Eris; el catálogo da primero los nombres de los hijos de la Noche y Erebo, después los de la Noche sola, hasta el nacimiento de la “astuta Gris”, quien engendra una larga serie de males personificados. El catálogo virgiliano coincide con algunos nombres de este pasaje de la Teogonía; pero siendo más conciso, cubre y sobrepasa en significado al hesiódico, porque el poeta latino no se propone una divinización del mundo como el griego, sino dar otro mensaje a sus lectores. Lucrecio en De Rerum Natura, III, trata la naturaleza y composición del alma y el sentimiento de la muerte. Culpa al terror a la muerte de todos los pecados que el hombre comete contra sus semejantes y contra sí mismo. Los versos 65-67 aducidos como inspiradores de Virgilio son: Turpis enim ferme contemptus et acris egestas semota ab dulci wita stabilique uidetur, et quasi iam leti portas conctarier ante. En efecto, por lo común, el desprecio torpe y la acuciante pobreza parece alejada de una vida dulce y estable y parece vacilar ante las puertas de la muerte. En realidad Lucrecio explica cómo obra en los hombres el terror a la muerte: “la avaricia, la ciega codicia de honores obliga a los hombres dignos de lástima...”; no parece estar nombrando personificaciones; en su forma poética de decirlo la que crea la similitud aparente. Virgilio no comparte el materialismo de Lucrecio sobre la naturaleza del alma, y para liberar al nombre del terror a la muerte busca vías diferentes. Robert Schilling en 1982 da la interpretación más reciente, conocida por nosotros, de las personificaciones de Virgilio, las considera creaciones del poeta romano, que no integran el panteón reconocido, algunas son réplicas infernales de entidades terrestres; considera el nombrar las Euménides “una nota mitológica para enriquecer la lista” y asigna a todo el conjunto el rol esencial de producir una atmósfera lúgubre e inquietante. Acerca del uso del nombre griego de las Euménides ya anticipamos que Virgilio vive en forma natural la religión de su época, síntesis de panteones, conforme lo explica Boyance. La atmósfera adecuada ya estaba creada en los versos 268-272, iniciales del pasaje, y es difícil que se haya pensado en dobletes infernales de divinidades veneradas por los romanos. Sin embargo con Schilling admitimos la libre creación de Virgilio y su libertad al agrupar personificaciones no por su genealogía sino por su significado. En el ordenamiento se diría que le preocupa mostrar la sucesión, en el transcurso de la vida humana, de estas realidades negativas: al dolor o sufrimiento provocado por las pasiones suceden las preocupaciones o remordimientos y las enfermedades, que acompañan al debilitamiento espiritual del hombre. La vejez está a menudo acompañada por el miedo, el hambre y la necesidad o pobreza, precursora de la muerte; los malos gozos del alma o perversas complacencias de la mente provocan la decadencia moral, la fatiga física y anímica y precipitan al hombre en el sopor, consanguíneo de la muerte por la anulación del ser. Parece un pensamiento trivial, por lo contemporáneo; pero en el momento y para la sociedad que fue formulado, tenía la potencia explosiva suficiente para convocar a una reflexión sobre el valor de la vida humana, que se complementa con las imágenes del segundo umbral, nombradas en orden regresivo: la discordia entre los hombres engendra furias asesinas que dan nacimiento al mayor monstruo, la guerra, azote de la Humanidad. Es tal el peso significativo que Virgilio pone en la Guerra, que basta para equilibrar la mayor cantidad de criaturas agrupadas en el primer umbral. El v. 279 completa al anterior con “Gaudia” y luego con dos sinalefas crea un bloque sonoro y contundente para caracterizar a Bellum: Gaudia, mortiferumque aduerso in limite Bellum. Virgilio declara su aversión a la guerra en cada una de sus obras; pero en La Eneida más contundentemente, porque lo hace a través de reflexiones, de imágenes de muerte y destrucción y también lo dice en los adjetivos caracterizadores de la palabra “bellum” en toda la obra; Espinosa Polit hizo el rastreo en su bello libro sobre el poeta romano. “Mortiferum”, formado por “mors” muerte y “fero”, llevar, la que lleva la muerte, la portadora de la muerte, tiene la rapidez de la flecha, que rasga el aire antes de segar una vida; “mortiferum Bellum” es “segadora veloz de miles de vidas humanas”. Hasta aquí llega la parte fundamental del pensamiento virgiliano en el pasaje comentado; lo demás, el encuentro con el olmo cobijador de sueños y el catálogo de monstruos mitológicos es complementario; pudo o no estar en él; sin embargo el significado total del pasaje se alcanza sólo con ellos. El olmo, hogar de los “somnia uana”, es un puente entre ambos conjuntos: los sueños vanos aligeran las cargas de la vida; pero pueden infiltrar las pasiones en el ser; porque los monstruos mitológicos del segundo conjunto representan el triunfo de los instintos sobre el espíritu, lo inferior sobre las facultades superiores, las pasiones sobre la razón, la desmesura sobre la medida. No creemos que los versos 285-289 estén en una nekya griega, o si lo están, Virgilio los ha enriquecido en significado nuevo. Lo innegable es que hay complementariedad entre ambos conjuntos, entre v. 273-281 y v. 285-289, porque el poeta usa el verbo “habitant” frecuentativo de “habeo”, habitar, hallarse habitualmente en, para las personificaciones; y en v. 286, “stabulant”, verbo denominativo derivado de “stabulum”, vivir en un establo; hay dependencia y equilibrio de opuestos entre ambos significados, porque el primero indica acción que cumplen los seres racionales y el segundo, los irracionales. Muchas veces se ha señalado al dolor como una de las mayores preocupaciones de Virgilio. El poeta mantuano, temprano conocedor del dolor, del sufrimiento humano, se ha dicho, busca, sin hallarla, una justificación del mismo. Pese al “fatum”, cuya presencia indestructible guía la acción de los hombres en La Eneida, Virgilio admite, en este pasaje, el dolor junto con las preocupaciones, enfermedades, miedo, vejez, como cargas inevitables en la vida. El hombre puede, en cierto modo, sobrellevar su peso con los sueños, siempre que sepa contener los asaltos de las pasiones, como lo intenta Eneas con su espada. Atravesado el zaguán, Eneas y la Sibila prosiguen su marcha adelante, cruzando los espacios tenebrosos del Infierno, hacia la luz. ** María Alejandra Crespin Argañaraz alejandracrespyn@hotmail.com Investigadora argentina. Es profesora superior, egresada en 1989, del Instituto Nacional de Enseñanza Superior Nº 2 “Mariano Acosta”, en Buenos Aires. También es licenciada en literatura clásica grecolatina. Ha participado en diversos congresos y simposios de literatura comparada en diferentes universidades argentinas. Textos suyos han sido publicados en Hispanista (http://www.hispanista.com.br) y Ariadna-RC (http://www.ariadna-rc.com). === Arte y sociedad (1) Fulvio Fernández ============================= El arte se relaciona con la sociedad en cuanto la observa, analiza y construye para ella unos lenguajes que la muestran en sus aspectos constitutivos relevantes incorporando en este quehacer necesidades funcionales: arquitectura, objetualidad de uso, relaciones con el espacio habitado amalgamables y relacionadas con quienes lo habitan. El trabajo de los artistas en suma ha construido cosmogonías colectivas e individuales que con el correr del tiempo, la información y opciones culturales han trasuntado en obras artísticas (2). La relación arte y sociedad viene dada desde el principio de la vida. Medio ambiente, el entorno, contenedores de la existencia dotan al arte de significados, pero también construyen herramientas, estructuras y eventos que se establecen como relevantes para los grupos humanos presentes (3); del mismo modo, los seres humanos en comunidad generan una pertenencia y representatividades. La sociedad con estas cargas y distribuciones de roles, que muchas veces determinan a los géneros, construye formas de representación (4) a lo largo de la historia, mostrándonos la evolución de la misma (5), posibilitando el observar las identidades que habitan geografías, influenciando a las estéticas y otras manifestaciones que al día de hoy, más estilizadas, siguen y continúan con una gran carga mística (6), en las identidades personales y colectivas. La corporalidad acoge y desplaza a estas identidades, surge en los grupos, casi sin exclusión, la necesidad de diferenciarse, para lo cual los símbolos, colores, diseños y adornos significativos juegan un rol relevante. En casos relevantes, guardan una profunda relación con el entorno (7) y propenden a reunificarse con el medio que los rodea. Dicho proceso origina una parte de la identidad cultural, que estaría constituida por un desarrollo más complejo de la existencia, planteamientos filosóficos y psicológicos, incluso de las mismas que el folclor consignaría de manera más anecdótica adicionándoles elementos que conjugan lo real con lo irreal. Esta mirada conjugada (lo real e irreal), es lo que hace en parte la obra de Marc Chagall, un aporte a la lectura del arte contemporáneo, cuando integra relatos campesinos de su aldea natal a la creación pictórica. El artista ha incorporado el concepto, la idea, el relato, el cuento (que se han mantenido en el lenguaje y ha sido distribuido con el mismo) a su obra, ocupando materiales y soportes que se venían utilizando desde hace siglos, o sea, el aporte radicaría en cómo el artista ha traducido ese lenguaje-relato al construirlo desde su conocimiento y articulación de elementos compositivos que ha considerado pertinentes, a una plástica bidimensional cromáticamente singular con una lectura surreal, del sueño o lo lúdico con formas que pertenecen al mundo de lo real pero habitando el lúdico. Esta propuesta en un ambiente que observaba el arte como una fotografía de lo real y de lo real usualmente lo más conservador, vino en establecer que la sociedad y el arte llevan, trasladan, adicionan e integran a todas las existencias, aun las más estigmatizadas por lo oficial y lo políticamente correcto, demandando que la sociedad sea capaz de observar en la producción de arte una actitud que discierne sobre cómo los fenómenos significativos no se conviertan en modos productivos con fines claramente económicos y de consumo (8); al respecto la postura de los movimientos estudiantiles de los años sesenta y más tarde, de los setenta y ochenta (hippie, punk), han terminado en modas, evolucionando a una estética ecléctica que no habla ni mantiene la idea original, a la inversa, la descompone en un aparataje visual. La capacidad analítica de estos fenómenos estéticos y sociales invertirá la actitud reduccionista del caricaturista-decorador. Es la sociedad quien construye espacios físicos donde establece habitabilidad, recreación, ocio, salud y trabajo, entre otros. El arte proporciona la oportunidad de indagar dichas espacialidades de modo de reconocer qué está ocurriendo con los grupos humanos que allí habitan (9). ¿Cuáles son estas coordenadas significativas para la juventud, los ancianos, los niños? ¿Cómo encontrar una arquitectura que los represente y presente a la sociedad toda? Se observa en este ejercicio lo relevante del arte no sólo en el ámbito creativo, al cual la enseñanza del arte tradicional direcciona casi todos sus esfuerzos sino como diálogo con lo real, lo diario y funcional. La habitabilidad permanente se caracteriza por el uso de objetos para fines y ocasiones. Reconocerlos como parte del acervo cultural, de la influencia y las necesidades, desarrolla el criterio en cuanto a su cantidad y real necesidad. De la misma manera unas formas representativas de quienes las manipulan, en este sentido el análisis estético viene en proveernos de las necesarias normas compositivas para una objetualidad y habitación que mantenga una unidad y retenga, en caso de ser pertinente, nexos con el antecedente originario (étnico, emigrante), constituyéndose en un lugar vitalizado y de resguardo de una historia y unos sucesos relevantes para quienes lo habitan. Los nuevos soportes tecnológicos (TICS) (10) son nuevas posibilidades creativas, el arte acerca a las personas a estos medios desde la mirada crítica y abierta que brinda el poner en duda el pragmatismo de un solo uso, una sola posibilidad. Tales reconocimientos facilitarán que los futuros integrantes y actores sociales accedan de mejor forma a las fuentes de información de todo orden con la posibilidad de saber que aquéllas albergan el arte (Gobierno de Chile, Mineduc, 2000). En la sociedad de la información usualmente se encuentra a los estudiantes, en calidad de receptores pasivos, las posibilidades de respuesta son menores cuando se desconocen las herramientas tecnológicas y, aun más, cuando las respuestas carecen de originalidad; sin embargo, no se debe desconocer que la creación de mensajes multimediales facilita, por otra parte, el trabajo colectivo (Gobierno de Chile, Mineduc, 2000). El proceso educativo, por su carácter procesual, facilita llegar a este lugar de manera dinámica, transversal y experimental, pese a esto se observa cómo los establecimientos aún no generan una cultura al respecto, pese a los mismos intereses planteados por los estudiantes, continuando una formación escolar que se relaciona más bien con el planteamiento ilustrado y conductista del siglo XIX. El arte está profundamente ligado al estudiante como medio comprensivo y creativo, y del mismo modo lo acerca a la comprensión de la sociedad de una manera sensible, transformadora, innovadora y crítica, que potencia otras áreas del conocimiento y desarrolla aspectos sensibles de su personalidad determinando una visión del mundo como arte (Eisner, 1998). No obstante, se debe reconocer que la escuela es el espacio socializante por excelencia, asegurando aprendizajes selectivos que propenden al crecimiento y la posterior inserción social del individuo (Gobierno de Chile. Mineduc, 2000). La atención se ha concentrado entonces en el individuo estudiante y el constructo guiador, escuela, que presenta una guía abierta y transversal, de participación y colaboración. ¿Qué puede hacer el arte en general, y las artes visuales en particular, para aumentar la calidad de vida individual y social? ¿Cómo aporta a la existencia? La relevancia que posee el arte como disciplina escolar está dada por el aporte que hace al abrir nuevos espacios revitalizando la existencia en una sociedad que tiende a la uniformidad. El acto creativo adiciona nuevas posibilidades, en la mirada de Eisner (1998): “Si el arte es algo, es una calidad de vida que se disfruta por sí misma. En un orden social, que tiende a incentivar el que las personas traten los objetos y a las demás personas no como instrumentos, las artes llaman la atención sobre los aspectos no instrumentales de la vida. La obra de arte visual es una forma a explorar visualmente, los ritmos de la obra, su forma, su entorno, su color, hacen que se avance por un camino cualitativo. La experiencia estética es un proceso que emerge del propio arte. A diferencia de tantos otros tipos de actividades humanas, la experiencia que constituye el arte no empieza cuando ha acabado la indagación; no es algo que se encuentra al final de un trayecto, es parte del propio trayecto (Eisner, 1998:255). En relación a los diferentes estadios de la enseñanza media en Chile en la especialidad de artes visuales... A saber, cuando el autor plantea “explorar visualmente”, esta percepción, no sólo es factible de contenerla en la observación de obra sino vista como una idea, promueve la capacidad de entender el estar y habitar un lugar. Se puede asociar al primer nivel de enseñanza media (arte, naturaleza y creación), donde el “explorar y registrar, apreciar, profundizar y expresar ideas”, son parte fundamental de los contenidos relacionados con el medio ambiente, de la misma forma, promover el cuidado y responsabilidad frente al mismo. El arte viene a profundizar las posibilidades de comprensión de la sociedad que el estudiante habita desde una mirada medioambientalmente amigable. En el segundo nivel (arte, persona y sociedad), la idea de que el arte emerge de su propia experiencia, factibiliza el reconocerse como género (femenino y masculino), y éstos a lo largo de la historia, más tarde, en funciones y acciones; luego, cómo los seres humanos se han dado diversos puntos de encuentro y desencuentro. El análisis de obras, su creación e investigación, posibilitan aprender de la historia reconociendo que estos hechos, ritos y reuniones humanas son una resultante de voluntades, coincidencias y desacuerdos que involucran a la sociedad en escalas diversas de participación y responsabilidad. Se reafirman así las identidades colectivas y personales. El arte valora los aportes que hace la vida en sociedad, haciendo de esta práctica una situación inclusiva debido a la importancia que da a los grupos específicos (11). Eisner (1998), en su lúcida percepción del arte, facilita el arribo al tercer nivel de la enseñanza media (arte, entorno y cotidianeidad). En este estadio comprende el universo juvenil y sus características como la del valorar y reflexionar acerca de los procesos y productos artísticos. El trayecto sin fin que Eisner plantea se encuentra concatenado con la sociedad y las personas. Al observar el siglo XX podemos ver con claridad que las juventudes se han manifestado, encontrado y desarrollado diversas modalidades expresivas interviniendo el mundo medial y social. El arte y, en específico, la arquitectura, concede una visión de la sociedad, aun sin que estos constructos sean de importancia y sólo reflejen grupos fácticos de interés reducido. La experiencia que brinda el reconocer este fenómeno posibilitará la construcción de espacios que contengan una mirada diversa y trascendente basada en la percepción colectiva. En el cuarto nivel, Eisner (1998) nos acerca al último estadio de la enseñanza media: arte, cultura y tecnología, debido a la conexión con los diversos lenguajes, especialmente los contemporáneos, caracterizados por una fuerte carga tecnológica provocando una relación fundamental en las áreas de relaciones humanas tales como laborales, familiares y sociales. Toma entre otros aspectos la fragilidad a que nos lleva la falta de comunicación e intercambio. Dicho de otra manera, disfrutar del proceso creativo como un logro, lo que produce una recompensa cualitativa en el proceso y desarrollo de la vida con los demás, con los otros. Pese a los argumentos anteriores, Eisner (1998), con la misma lucidez, nos revuelve... “En una época en que nunca había sido mayor la necesidad de personas sensibles, resulta paradójico que se preste tan poca atención al desarrollo de la sensibilidad en las escuelas. Pero se podría especular que, en la medida en que los hombres están encallecidos entre sí y frente al entorno en el que viven, la probabilidad de aumentar la calidad de vida es, sin duda, pequeña. Sería una exageración decir que basta con la educación en las artes; sin embargo, sin ella, las perspectivas parecen desoladoras” (pág. 257). ¿Cuáles podrían ser los aportes que el arte brinda desde la mirada de los tiempos modernos?... La experiencia del arte es transversal pues, como la existencia, no tiene un comienzo ni un fin determinado, desde el postulado teórico como desde el estético, es un trayecto, y este trayecto es lo importante más que la necesidad de llegar a un resultado determinado por exigencias de índole diversa, en palabras de Eisner (1998), “Así, una importante aportación de las artes a la sociedad contemporánea es la de servir tanto como la experiencia como de recordatorio de que no se debe considerar que la vida sea una serie de medios para alcanzar un fin deseado. El arte nos recuerda que el acto de observar intensamente, de abrir la sensibilidad al entorno produce una recompensa cualitativa en el proceso de vivir” (págs. 255 y 256). De lo anterior se desprende que el arte construye en gran medida el estar y habitar un lugar. La experiencia del arte y quienes se relacionan con él y, más aun, quienes la reconocen en su accionar cotidiano, establecen más rápidamente los ámbitos de la selección y lo específico. Eisner (1998) propone que las artes dan a los hombres la posibilidad de iniciar, continuar y concluir lo que empiezan, quien lo realiza se identifica y responsabiliza del mismo, es decir, el hombre vuelve a ser homo faber. Promueve la capacidad de apreciar o desarrollar la visión microcósmica; se aleja de lo monumental, se acerca a los aspectos internos de la vida en sociedad y personal que, por cierto, guardan una relación con la colectiva, desde su aceptación y el rechazo. La escala humana, según Eisner (1998), “nos permite dar sentido al mundo”. El arte provee, como hemos visto, de sentido y también de sensibilidad. ¿Cuáles son las exigencias de lo que significa trabajar con el arte? Algunas de ellas son “perfección, selección y organización de cualidades, ellas se deben desarrollar para alcanzar una sensibilidad hacia los fenómenos a los cuales son enfrentados. Por tanto, el trabajo en las artes plantea exigencias especiales a quien lo realiza” (pág. 257). Esto explica, en gran medida, que el siglo XX sea una explosión de tendencias y escuelas que han sabido leer su historia... En miradas sociocríticas (expresionismo alemán), las nuevas posibilidades tecnológicas (futurismo), el rechazo a la materialidad y lenguaje visual del conservadurismo neoclásico (suprematismo ruso), el mundo interno del ser humano (surrealismo), los fenómenos existencialistas (abstracción y conceptualismo), la crítica al consumismo (pop art), la vida como obra de arte y su relación con la despersonalización generada por la meta comunicación (instalaciones multimediales). Estas propuestas ratifican también el carácter documental de las artes. ¿Es acaso este carácter el que molesta a los criterios tecnocráticos de la educación?, o ¿la posibilidad que el arte ofrece a los estudiantes y la sociedad de reconocerse libremente? Algunas de las resultantes de este desconocimiento o negación a las artes y su natural significado para la vida en sociedad, es factible observarlo ya en los inicios de los diferentes estadios de la educación y, luego, en la vida futura en sociedad. En la voz de Eisner, “Cuando un orden social... asigna valores a los campos denominados cognitivos en detrimento de las artes, probablemente no se desarrollará en los jóvenes, la capacidad para responder a las dimensiones sutiles de la vida cualitativa” (1998, p. 257). Respecto a lo anterior, Dewey (1998) señala que “la eficacia social” implica el gozo de las actividades comunes. Plantea que esto es imposible sin cultura. En la misma línea Eisner (1998) aclara que: “no se puede participar en el intercambio con los demás sin aprender, sin obtener un punto de vista más amplio y sin percibir cosas que, de otro modo, se ignorarían. Y no hay, quizá, mejor definición de la cultura que la de considerarla como la capacidad para ampliar constantemente el radio de acción y la precisión de la propia percepción de significados” (pág. 111). La importancia de valorar el arte en la educación como un antecedente o forma de comprender y relacionarse con la sociedad, tiene su origen en que sucede precisamente lo contrario: el consumismo (supuesta clave para el bienestar), la estabilidad laboral y la educación como camino hacia la clave antes mencionada. Establecidas ya algunas relaciones que posee la dualidad arte y sociedad, es importante exponer de manera más concreta qué hace que la enseñanza del arte pierda cada vez más terreno y, en el mejor de los casos, se la observe como un acto recreativo-terapéutico por muchos estudiantes y padres. Cuando el estudiante es visto como un adulto, sin posibilidad de modificación, se transforma en una percepción asfixiante, por lo que pretender ser sensible es casi imposible. Gimeno (1997) comenta acerca del ser humano y su papel en la sociedad, señala que esta “orientación educativa” proporciona una ideología del sometimiento y homogenización de la educación, donde se potencia el almacenaje de información, parcelando el acto mismo, señala que “es una pedagogía coherente con una sociedad que obliga a dividir la propia personalidad, fomentando la falta de proyección personal en lo que se hace y en las relaciones sociales” (pág. 163). Como lo señala Gimeno, la pedagogía por objetivos, al contrario del espíritu que anima a las artes y su relación con la sociedad, promueve la homogeneización, “¿qué sería del arte con esta situación en forma permanente?, en este sentido, los contenidos que se imparten se encuentran al margen de la experiencia personal y social” (Gimeno, 1997:163). Incluso, los conocimientos adquieren un carácter utilitario, casi de comprobación, y su importancia se basa en la adquisición de destrezas, alejadas de modelos de pensamiento, los cuales “ayudan al hombre a comprenderse a sí mismo y al mundo que lo rodea. La utilidad dentro del modelo eficientista es un rendimiento conductual y material”. Se ha visto que, a pesar de los profundos nexos entre arte y sociedad, hoy se evidencia cómo el currículum en forma agresiva traslada al ser humano a una función, eliminando todas sus posibilidades creativas, sensibles y transformadoras, peor aun, esta actitud viene más clara para los sectores a los que la distribución desigual del ingreso golpea más nítidamente. Finalmente, desarrollar la creatividad en los estudiantes, así como generar espacios para potenciar las particularidades de los mismos, es posible a través del desarrollo de las artes visuales, sensibilizándolos ante la complejidad del entorno familiar, escolar y societal (12). Notas 1. Capítulo Segundo: Arte y educación. Educación Artística en la actual Política Curricular Chilena. Una expresión en el currículum prescrito de enseñanza media. Trabajo de graduación para optar al grado de magíster en política y gestión educacional. Universidad de Talca, Chile. 2. Gobierno de Chile. Mineduc, 2000. 3. El nacimiento, la muerte, la guerra, la paz, la caza. 4. Plásticas, gráficas, escultóricas, audiovisuales, entre otras. 5. Gobierno de Chile. Mineduc, 2000. 6. Flora y fauna, fechas y cambios asociados a lo climático. 7. El textil mapuche contiene una importante visualización del medio ambiente natural, la vestimenta típica del sur de Alemania, del mismo modo, incorpora la flora del lugar en bordados de gran oficio. 8. Gobierno de Chile. Mineduc, 2000. 9. Aclara si los espacios construidos, generan la capacidad de reconocerse, cómo lograr establecer coordenadas de satisfacción o insatisfacción, intervención y cambio en o los espacios habitados colectivamente. 10. Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. 11. Étnicos, urbanos, campesinos, entre otros. 12. Tras lo presentado en las líneas precedentes, se pretende esbozar algunas propuestas para el desarrollo de la Educación Artística en las instituciones educacionales. Bibliografía • CHILE: Ministerio de Educación. Decreto Supremo de Educación, Nº 220. En: MINISTERIO DE EDUCACIÓN. Currículum de la Educación Media: Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios. Santiago de Chile: Ministerio de Educación, 1998. • EISNER, Elliot, Educar la visión artística, Barcelona, España. Editorial Paidós. 1998. • DEWEY, John, Democracia y educación, una introducción a la filosofía de la educación, Madrid. Ediciones Morata. 1998. • GIMENO, José. La pedagogía por objetivos: obsesión por la eficiencia. Madrid: Morata. 1997. ** Fulvio Fernández programahabitante@yahoo.es Docente y artista visual chileno (Concepción, 1965). Es profesor de artes plásticas y licenciado en educación por la Universidad de Concepción (http://www.udec.cl), con magíster en política y gestión educacional por la Universidad de Talca (http://www.utalca.cl). Ha realizado exposiciones colectivas e individuales de pintura, grabado y audiovisual en Europa y Chile. Ha publicado numerosos artículos sobre educación y arte, así como trabajos de investigación artístico-académica. Ha recibido reconocimientos y distinciones del Ministerio de Educación y Cultura de Chile (http://www.mineduc.cl). Algunas de sus obras se encuentran en colecciones chilenas y europeas. === Comentarios sobre el hombre y la naturaleza =========================== === en dos cuentos de la selva de Horacio Quiroga ========================= === Francisco Javier García Hernández ===================================== Las relaciones humanas son un tema muy habitual en la literatura universal del siglo XX, fundamentalmente desde que tomaron cuerpo los movimientos sociales de origen marxista y mientras se va integrando en la literatura la filosofía existencialista. Ambos fenómenos señalan como objeto principal de sus estudios, o de sus creaciones literarias, la figura del ser humano. Por otro lado la presencia del entorno natural como factor agente cobra también en la literatura universal, y muy especialmente en la hispanoamericana, una preponderancia que ha de tenerse muy en cuenta por lo que llega a afectar al hombre que se mueve dentro de ella. Da ahí que hayamos escogido como puntos fundamentales de nuestro estudio el contacto entre los seres humanos y del medio ambiente para con ellos. Uno de los primeros aspectos que nos llama la atención en los dos cuentos de Horacio Quiroga que hemos escogido, “Los mensú” y “Los desterrados”, es la sensibilización que presenta el autor ante las injusticias sociales, la denuncia ante la explotación del hombre por el hombre. Si bien, en un primer acercamiento a Quiroga, el lector podría tacharlo de autor esteticista ya que uno de sus textos más conocidos, “El hombre muerto”, ofrece un enfoque narrativo bien distinto. Como afirma el profesor Seymour Menton: ...el protagonista de “El hombre muerto” no es un peón mestizo ni muere como consecuencia de haber sido mordido por una víbora o de haber sido explotado por empresarios extranjeros. Lo inesperado está en que después de luchar y triunfar durante unos diez años contra las fuerzas de la naturaleza, el hombre, tal vez colono extranjero, dueño de su propia tierra, muere por casualidad, por un accidente sumamente improbable (225). Esta afirmación nos podría hacer caer en un desavisado juicio inicial, que Quiroga actuaría ante la creación literaria de un modo ajeno al dolor humano. Sin embargo la impresión que nos llevamos en la serie de cuentos de la selva es muy diferente. En concreto, en “Los mensú” y “Los desterrados” encontramos a peones que trabajan en un sistema casi de esclavitud, en una tierra que no es la suya, hostigados por unos patrones ajenos y despiadados: ...la vida de los peones en la selva. La desgracia de estos hombres es señalada en toda su desesperación. Los patrones, viles explotadores del trabajo humano, que engañan y roban a los mensú, son retratados con intención de atacar su crueldad y barbarie (Carrera, 21). Tanto en “Los mensú” como en “Los desterrados” los patrones actúan a sus anchas sin expresar sentimiento de solidaridad alguno con los trabajadores, llegando a crearse en el corazón de éstos un resquemor que clama venganza, fundamentalmente en el caso de “Los desterrados”, o de acabar, de modo personal, con esa situación de injusticia y desgracia, por medio de la fuga, como sucede con los protagonistas de “Los mensú”. A tal punto llega la comprensión de Quiroga hacia los peones que, incluso cuando actúan de manera salvaje dando la muerte a sus superiores, no emite juicio negativo alguno respecto a ellos: Ante la pasividad o complicidad de las autoridades civiles, los peones humillados y atacados se ven obligados a hacerse justicia con sus propias manos. Esta venganza, natural dadas las desastrosas condiciones de vida de la región, no es vista por el autor con mirada condenatoria. Por el contrario la comprende y la explica... de manera directa y enérgica se condenan todos los aspectos de la explotación inhumana de que son objeto los mensú (Carrera, 21). Así podemos verlo en el cuento “Los desterrados” en cuya primera mitad el autor nos presenta el ambiente duro y pendenciero de los obrajes, donde revólveres y machetes ajustan, entre los hombres, las cuentas que resultan invisibles a la ciega justicia. Así Joao Pedro en cuyo haber se cuentan tres muertes violentas de señores a quienes sirvió, y Tirafogo, del cual no se narra explícitamente que hubiera acabado con nadie, aunque del texto de Quiroga puede deducirse que sí. De esta presentación de los personajes puede derivarse en el lector un cierto desprecio hacia ellos. No obstante, una vez que nos introducimos en la segunda mitad, se advierte que el punto de vista da un viraje significativo centrando la atención en la vejez y la añoranza de los mencionados protagonistas del cuento. Habitantes de una tierra extraña a su lugar natal que ha ido deviniendo, con el paso del tiempo, en un territorio más ajeno si cabe: Tirafogo... no se vanagloriaba ya de ser un antiguo en un país totalmente transformado. Las costumbres, en efecto; la población y el aspecto del país, distaban, como la realidad de un sueño, de los primeros tiempos vírgenes, cuando no había límite para la extensión de los rozados, y éstos se efectuaban entre todos y para todos, por el sistema cooperativo. No se conocía la moneda, ni el Código Rural, ni las tranqueras con candado, ni los breeches. Desde el Pequirí hasta el Paraná, todo era Brasil y la lengua materna, hasta con los francéis de Posadas (Quiroga, II, 157). De este modo, los dos viejos pasan de ser figuras dominantes a figuras dominadas y carcomidas por la ancianidad, lo ajeno y el progreso. Poseen en su fuero interno una inocencia, dentro de la inocencia general de los peones, que hace enternecer al lector y mostrarse propicio para con ellos. Un claro ejemplo de esta sensación puede verse cuando llegan a Misiones, lugar en el que habitan, los movimientos socialistas irrumpiendo en un terreno baldío de ideas y de conciencia reivindicadora: Joao Pedro, vecino del pueblo, comprendió de todo esto menos aun que el bolichero del trapo rojo, y aterido por el otoño ya avanzado, se encaminó a la costa del Paraná. También Tirafogo había sacudido la cabeza ante los nuevos acontecimientos. Y bajo su influjo, y el del viento frío que rechazaba el humo, los dos proscriptos sintieron por fin concretarse los recuerdos natales que acudían a sus mentes con la facilidad y transparencia de los de una criatura (Quiroga, II, 159). Siguiendo con este tema, el segundo cuento que queremos comentar, “Los mensú”, nos trae muchas remembranzas de La vorágine, de José Eustasio Rivera (1924). Si en la novela del colombiano el ambiente de explotación se da en el trabajo de la obtención del caucho, en el cuento de Quiroga se produce en el obraje. Ámbitos distintos pero condiciones muy semejantes, cercanas a la esclavitud, pues los obreros han de liquidar, con el compromiso de su trabajo, una cuenta pendiente con la empresa y, en caso de fuga, la persecución a muerte es la ley que reina. A diferencia del anterior relato, la pareja protagonista de “Los mensú” no trama el ajuste de cuentas contra los patronos o capataces sino la manera de desprenderse del ingrato modo de vida de los obrajes. Tras un prolongado tiempo de trabajo en duras condiciones, con leves pausas de solaz en las que malgastan el dinero ganado, Podeley, uno de los protagonistas del cuento, cae enfermo de fiebres y ante su empeoramiento plantea al mayordomo dejar el lugar hasta curarse, pero éste se niega tratando y observando al trabajador con desprecio: “El mayordomo contempló aquella ruina y no estimó en gran cosa la vida que quedaba a su peón... prefería hombre muerto a deudor lejano” (Quiroga, I, 78). El segundo tema que destacamos y que se hace patente en los dos cuentos es el de la naturaleza como ente hostigador y destructor. Aún tratándose de narraciones cortas en las que no cabe la digresión de las descripciones, es fácil sentir la presencia del entorno natural, concretizado aquí en los ámbitos de la selva y el monte, lugares que el autor conoció en determinados momentos de su vida. El cuentista presenta la lucha entre el hombre y la selva, entre la voluntad humana y los elementos naturales. El medio con sus efectos es uno de los principales personajes, y se encuentra en la base de todas las situaciones y cambios de mentalidades. La selva, impenetrable, despiadada, rige el pensamiento y la acción de los hombres. En “Los mensú” un peón vence a la selva. Pero en “Los desterrados” la selva devora a los que intentan atravesarla (Carrera, 20). Efectivamente encontramos el caso de la muerte de los dos ancianos de “Los desterrados” que, dispuestos a regresar a morir a su tierra natal se internan en la selva, lugar otrora conocido para ellos y que, en este momento, se vuelve hostil y homicida. La humedad de la estación en la que atraviesan el boscaje los enferma y los consume antes de llegar a la tierra de promisión, a la cual se sienten arribados, por medio del ensueño o del delirio, instantes antes a su expiración. En “Los mensú” se da la mencionada victoria de uno de los peones fugitivos del obraje, Cayé, ya que su compañero Podeley no consigue sobrevivir. Empeora en el pajonal y en las frías aguas del Paraná mientras ambos permanecen sitiados por la crecida del río y la selva, que se interpreta en dichas circunstancias como un muro impenetrable. En este punto final de la narración podemos destacar la confluencia de los dos temas que tratamos. Por un lado acabamos de ver el acoso del medio ambiente hacia los mensú, pero se subrayan, a continuación, los efectos retroactivos de la explotación humana a la que sido sometido Cayé. Aunque salga victorioso de la difícil travesía efectuada durante la huida, fracasa en lo que al aprendizaje personal se refiere. Rescatado del pajonal en el que se guardaron del Paraná él y Podeley, vuelve a puerto más para reincidir en las habituales andanzas que realizaba en sus semanas de descanso. El hecho de ser un obrero alienado lo conduce a caer de nuevo en manos de patronos y capataces. Quiroga lo expresa de un modo implacable al final del cuento: El Silex, que pasó por allí al atardecer, recogió al mensú ya casi moribundo. Su felicidad transformóse en terror al darse cuenta al día siguiente de que el vapor remontaba el río. —¡Por favor te pido! —lloriqueó ante el capitán—. ¡No me bajen en Puerto X! ¡Me van a matar!... ¡Te lo pido de veras!... El Silex volvió a Posadas, llevando con él al mensú, empapado aún. Pero a los diez minutos de bajar a tierra estaba ya borracho con nueva contrata y se encaminaba tambaleando a comprar extractos (Quiroga, 82-83). De todo lo dicho anteriormente y como colofón a nuestro trabajo, podemos expresar la cercanía de los dos cuentos, y de los temas que de ambos hemos extraído, a la temática de civilización versus barbarie, tan presente en algunos periodos de la literatura hispanoamericana. La solución no sería tan sencilla como encuadrar a los propietarios, algunos de ellos europeos, como se puede hallar en “Los desterrados”, como representantes de la civilización, en todo caso del progreso, y a los nativos como los bárbaros. Haciéndonos eco de un ensayo de Mario Vargas Llosa sobre Heart of Darkness (1899) de Joseph Conrad podemos afirmar que la verdadera barbarie se encarna en los patronos y compañías que explotan el medio natural y a los hombres originarios, y no en el medio ambiente en sí ni en las personas que lo habitan (Llosa, 42). Textos citados • CARRERA, Gustavo Luis. “Aspectos del tema de la selva en Rómulo Gallegos y Horacio Quiroga”. En: Revista Nacional de Cultura, 127. 1958: 12-22. • MENTON, Seymour. “El cuento hispanoamericano”. México: Fondo de Cultura Económica, 1964. • QUIROGA, Horacio. Nuevos cuentos de la selva. 3 volúmenes. Buenos Aires: Solaris, 1997. • VARGAS LLOSA, Mario. La verdad de las mentiras. Madrid: Alfaguara, 2003. ** Francisco Javier García Hernández javitartu@gmail.com Investigador y docente español (Guadix, 1969). Licenciado en filología hispánica, con diploma de estudios avanzados en estudios superiores de filología española por la Universidad de Granada (UGR, http://www.ugr.es) y Master of Arts por New Mexico State University (NMSU, http://www.nmsu.edu; Las Cruces, Nuevo México, EUA). Ha ejercido como profesor de lengua y literatura españolas en el Centro de Lenguas Modernas de la UGR (http://www.ugr.es/~clm) y en las universidades de Tartu (Estonia, http://www.ut.ee/en) y en la NMSU, donde fue también editor de la revista literaria Arenas Blancas (http://www.nmsu.edu/~arenas). Especializado en la narrativa de Juan José Arreola, realiza su tesis doctoral sobre este autor. Colabora habitualmente como crítico en revistas y publicaciones de literatura. Actualmente reside en Bruselas (Bélgica). === El vals criollo peruano: ============================================== === la identidad colectiva en la diáspora peruana ========================= === Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara ========================================= El vals es la expresión de la identidad urbana costeña en nuestro país, por lo tanto representa a un gran número de peruanos que sentimos que la costa es nuestro espacio de creación, señala la lingüista Myriam Yataco. El vals, a veces malentendido, es sin duda un importante elemento de identidad cultural para las diásporas peruanas en el exterior. Entonces por qué no presentarlo en su complejidad y exportarlo como símbolo de identidad cultural musical del Perú. El escritor trilingüe (castellano-quechua-inglés) Fredy Roncalla dijo un claro ejemplo, es Manuel Donayre, el Diamante Negro, quien ha contribuido a la visión moderna de vals criollo, la música andina y la música afroperuana, en ese entronque identitario. La convivencia de ambas músicas le da ese sabor criollo-andino. Los peruanos pueden decir con orgullo que el huayno representa y significa la música andina, y lo costeño, lo urbano, es la música criolla, y que el folclore nativo, de modo particular de expresión, es el vals peruano, y puede proclamarse que así como la Argentina tiene el tango, que exportó al mundo, y el Brasil exportó la samba, y Colombia exportó la cumbia, y la República Dominicana exportó el merengue, y Cuba su melodioso ritmo en son caribeño, el Perú tiene el vals criollo. Trascendiendo fronteras trasnacionales, la música criolla ha sido favorecida por el público peruano, independientemente de la raza, etnia, clase social. Representado por géneros tales como el vals peruano y la marinera (limeña y norteña). La música criolla suele invocar sentimientos de seguridad a la audiencia con temas vinculados al pueblo, la tierra, el barrio, los encantos y desencantos de la vida cotidiana. En esta esfera musical evoca un pasado que es cambiantemente real, e imaginado enmarcando con una ansiosa nostalgia, los recuerdos de un lugar histórico que, en toda probabilidad, son transfigurados e idealizados. Géneros tales como el vals, el tonderito y la música afroperuana, invariablemente invitan la participación espontánea de la audiencia a través de palmadas y peticiones de los ejecutantes por las “las palmas”, “las cucharas”. Estos géneros proporcionan un sentido de familiaridad a la diáspora peruana en los Estados Unidos a través de un instante sensorio para configurar la memoria colectiva de los recuerdos que dejaron atrás. La música criolla peruana es consecuencia de un proceso de influencias sociales, políticas, económicas y geográficas sobre los habitantes de sus tres zonas naturales clásicas: costa, sierra y selva. De entre ellas, costa y sierra recibieron los aportes más significativos de la música y bailes de España a través de los soldados y de las elites dominantes durante la Colonia. En la costa, es la zona donde la riqueza de la música española acentuó su presencia durante los tiempos de la Colonia hasta establecerse definitivamente en los aires musicales populares durante la República, dando lugar al nacimiento de lo que se conoce como música criolla del Perú. El criollismo, una identidad propia La cultura musical criolla y afroperuana se inicia con la llegada de los españoles y los esclavos africanos que fueron traídos con ellos. La cultura musical criolla en Lima construye de manera constante una identidad propia, transformando los géneros musicales y patrones estéticos importados. Desde la presencia de valses de origen vienés, mazurcas, jotas españolas, continuando con la influencia de la música francesa e italiana, la cultura popular limeña se fue perfilando a través de la transformación y decantación de géneros de tal manera que, aun asumiendo las modas correspondientes a cada época, se gestaron y desarrollaron algunas formas musicales que llegan hasta fines del siglo XX y que se identifican con lo limeño. El criollismo mantiene su propia identidad, la que se forjó en los barrios populares al son de la guitarra y el cajón; tocando y bailando marineras, festejos, tonderos, polcas y valses. Este criollismo atraviesa fronteras y en el proceso trasmigracional de la diáspora peruana se reproduce constantemente como un sentimiento que evoca recuerdos, que evoca penas y alegrías de un pasado que es constantemente cambiante e imaginado, porque la música criolla es consecuencia de un proceso de influencias sociales vinculadas al barrio, a la vida urbana, a la migración del mundo andino a la ciudad urbana, a la jarana del barrio y los vecinos. Hoy en el contexto de las migraciones transnacionales el criollismo constituye parte de la peruanidad colectiva y símbolo de identidad, independientemente de la raza étnica y clase social. La canción criolla peruana y sus representantes En la historia de la canción criolla peruana tienen importancia fundamental los intérpretes, cantantes y guitarristas, cuyo trabajo permitió la difusión y la fama de muchas piezas que son parte del patrimonio cultural del Perú. El vals peruano es un género de música popular originario del Perú, también denominado un género de la música criolla y afroperuana. El canto solista o en dúo, acompañado al inicio por guitarras y luego también por el cajón, las cucharas, era parte fundamental de toda reunión o jarana en casas, solares y callejones, instancias en las que se desarrolló la música criolla. Los valses más antiguos, de fines del siglo XIX y principios del XX, se reconocen como valses de la guardia vieja. Entre los más importantes compositores tenemos a José Sabas Liborio-Ibarra, autor de la mazurca “Flor de pasión”; Julio Flórez y Juan Pena Lobaron, autores de “El guardián”; Oscar Molina, autor de “Idolatría”; Rosa Mercedes Ayarza de Morales, pianista, compositora y recopiladora de diversos géneros como pregones, danza habanera, marineras y tonderos. Entre sus obras están “La picaronera”, “Frutero congo”, “La jarra de oro”, “Congorito”, “Moreno pintan a Cristo”. Entre otros, Alejandro Ayarza, conocido como Karamanduka, autor de “La palizada”, y Pedro Augusto Bocanegra, autor de “Alondra”. Los representantes históricos del criollismo son Felipe Pinglo Alva “El Bardo” (1899-1936), Jorge Pérez “El Carreta”, Oscar Avilés, Arturo Cavero “El Zambo”, Isabel Granda “Chabuca” (1920-1983), Lucha Reyes, Alicia Maguiña, Eva Ayllon, Lucía de la Cruz, Bartola, Eloísa Angulo, Delia Vallejos, Jesús Vásquez, Teresa Velásquez, Esther Granados, Cecilia Barraza, Luis Abanto Morales, Cecilia Bracamonte, Edith Barr, Rafael Matallana, Pepe Vásquez, Manuel Acosta Ojeda, Lucho Barrios, Roberto Tello, Paco Maceda, Manuel Donayre, Susana Baca. Así como también dúos y tríos: La Limeñita y Ascoy, Las Criollitas, Las Limeñitas, Los Chamas, Los Romanceros Criollos, Los Embajadores Criollos, Los Trovadores del Perú, Fiesta Criolla, Los Kipus, Los Chamacos, Los Dávalos, Los Morochucos, Los Virreyes de Lima, Irma & Oswaldo, Los Pallas, Perú Negro, Los Caciques, Los Cholos, Los Dos Compadres, Los Trovadores del Norte, Los Ases del Perú, Los Ardiles, Los Bohemios, Los Zañartu, Los Soles del Perú, Cuarteto Perú, Leturia & Velásquez, Alma Criolla, Montes y Manrique, Los Trigos. La importancia fundamental de los intérpretes, cantantes, dúos, tríos y guitarristas, cuyo trabajo permitió la difusión de muchas piezas que son parte del patrimonio cultural del Perú y la identidad músico-cultural colectiva, en la memoria colectiva de los peruanos que viven en la diáspora se refleja en el espacio ambivalente que ocupan los inmigrantes peruanos como minoría cultural y cuya lealtad nacional hacia la música criolla está dividida entre el Perú y el país de residencia. Esta lealtad nacional a la música se expresa como la nostalgia, el barrio y las jaranas de la Lima de antaño. La identidad colectiva de la diáspora peruana: de El Bardo a Chabuca Felipe Pinglo Alva, “El Bardo”, es el paradigma del criollismo de todos los tiempos, con sus letras plagadas de crónicas políticas de la crisis de la época. Produjo aproximadamente 300 canciones, muchas de ellas perdidas o conocidas solamente en forma fragmentada. Las difundidas fueron “El plebeyo”, “El huerto de mi amada”, “El espejo de mi vida”, “Mendicidad”, “La oración del labriego”, “Sueños de opio”, “El canillita”, “Pobre obrerita”, “Pasión y odio”, “Rosa Luz”, “Hermelinda”, “El tísico”, “Bouquet”, “Amor traidor”, “Melodías del corazón”, “Celos”, son algunas de sus más famosas composiciones. La música criolla adquiere jerarquía, dándole interpretación al proceso de transculturización. Con el advenimiento de la radio se populariza la música criolla, las emisoras radiales convocaban con fines de promoción a los más renombrados intérpretes del criollismo para que actúen en vivo. Serafina Quinteras, la primera poetisa de la canción criolla con su “Muñeca rota”, Lorenzo Humberto Sotomayor y su vals “Corazón”, y Cesar Miro con “Todos vuelven”, eran los más sonados del criollismo de la época. Isabel Granda Larco, “Chabuca”, abre una nueva brecha en la música criolla con sus melodías y mensajes de hondo sentimiento nacional. “La flor de la canela” no era una creación imaginaria, un personaje de su fantasía, un hada misteriosa, zambita ella, un mito de la ciudad. Esta famosa canción fue inspirada en un personaje real, de una joven morena del Abajo del Puente a la que conoció cuando era niña, el nombre de la mujer era Victoria Angulo y había sido, con los suyos, antiguos amigos de los Granda-Larco. La primera etapa de su creación corresponde al canto a Lima, de sus hábitos y costumbres, de su barroca geografía, de sus empolvados balcones y sus patios floridos. Su segunda etapa es el intento de hacer teatro musical, zarzuela, ópera limeña, y la tercera etapa es la de poetisa que se adhiere al canto de un pueblo en proceso de angustia y búsqueda. Culminando con la aproximación al arte negro, creando una nueva manera de decir pregones y cantar landós y zamacuecas. Entre los clásicos de Chabuca están “La flor de la canela”, “José Antonio”, “Cardo y ceniza”, “Fina estampa”, entre otras. El criollismo mantiene su propia identidad colectiva, la que se forjó en los barrios populares al son de la guitarra y el cajón; tocando y bailando marineras, festejos, tonderos, polcas y vals criollo, Felipe Pinglo Alva y Chabuca Granda son los representantes históricos en la memoria colectiva de los peruanos. Existen 241 organizaciones o enclaves socioculturales en los Estados Unidos y en especial en la ciudad de New York y Florida, estas organizaciones preservan la peruanidad étnica y cultural en sus expresiones artísticas y en especial a música criolla. Estos enclaves socioculturales tienen la función de evocar la identidad colectiva. La diáspora peruana es una forma de construcción de espacio social trasnacional, que refleja el espacio ambivalente que ocupan los inmigrantes peruanos como minoría cultural y cuyas lealtades nacionales están divididas entre el Perú y el país de residencia. La diáspora peruana surge en un mundo de las migraciones globales, entre otros tiene como principales sujetos a personas que se desplazan por el mundo; y vinculadas con el desarrollo de la música criolla están las expresiones del vals peruano formando una tradición mayormente reconstruida desde Felipe Pinglo Alva a Chabuca Granda, en esta esfera musical evoca un pasado que es imaginado enmarcando con una ansiosa nostalgia. Es a través de las expresiones músico-culturales que se elabora la identidad colectiva, y en este repertorio se enmarcan los géneros que reflejan los valores culturales. La música criolla ha sido favorecida por la inmigración peruana, independientemente de la raza o clase social, así como por otros grupos de inmigrantes. Así como la Argentina tiene el tango y el Brasil la samba, y Colombia la cumbia, y la República Dominica el merengue, el Perú exporta la música criolla y establece una anclada en la tradición proporcionando opciones musicales conducidas por una mezcla de recuerdos y nostalgia por una patria idealizada. Porque la memoria colectiva está constantemente recreada a través de de la música criolla y afroperuana. La música de estas dos esferas permanece firmemente anclada en la tradición y el sentimiento de peruanidad entre los inmigrantes peruanos al escuchar un vals peruano, una marinera norteña, una polca, un festejo, un tonderito o reconocer un vals de la guardia vieja o una zamacueca de Chabuca Granda, evoca un sentido de familiaridad. Es el producto de una construcción con hondo contenido emocional, y juegan un rol preponderante las determinaciones estructurales, la percepción que se tiene de las mismas, y la atribución de una identidad por parte de los demás. La música peruana se convierte en el elemento más importante en el proceso de la memoria colectiva e identidad de la diáspora. Entre los factores que facilitan forjar una comunidad musical-cultural está la formación de las instituciones, asociaciones, exponentes de la música criolla y la confraternidad; se afirma la percepción de peruanidad en un contexto social híbrido trascendiendo fronteras: el Perú tiene el vals criollo. Bibliografía • REY, Mario. La música afroperuana en Miami y la construcción de memoria e identidad. East Carolina University. • Música criolla y afroperuana (http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_criolla). • Cantantes de música criolla (http://abbrr.com/tZH). • GONZALES-LARA, Jorge Yeshayahu. “La peruanidad en la diáspora. El ser peruano en la diáspora” (http://abbrr.com/u7H). • GONZALES-LARA, Jorge Yeshayahu. “La diáspora peruana” (http://abbrr.com/CJH). • “Encuentros y desencuentros: construyendo nuestra interculturalidad”, 4 (http://interculturalidad.org/numero04/03a02_eyd.htm). • GONZALES-LARA, Jorge Yeshayahu. “La diáspora peruana en los Estados Unidos” (http://abbrr.com/941). ** Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara yeshayahu17@hotmail.com Escritor e investigador peruano (1955). Bachiller en sociología egresado de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV, http://www.uigv.edu.pe, 1979) y agente de aduanas egresado de la Escuela de Aduana del Perú (1980). Fue miembro fundador del Taller de Investigaciones Socioeconómicas. En 1982 viajó a Estados Unidos a continuar sus estudios de especialización en Estudios Latinoamericanos y del Caribe en Hunter College (CUNY, Nueva York, http://www.hunter.cuny.edu). Fue fundador del Grupo de Apoyo al Perú y director de la revista El Informativo. Realizó su internado profesional en Central American Refugee Center (Carecen, http://www.carecen-la.org), organización legal que ofrece servicios de inmigración a los refugiados y comunidad centroamericana. Publicó el “master for exhibit” A Decade of Violence in Peru (1996, con la colaboración de Patrick Young, abogado y director legal de Carecen; publicado por el Centro de Documentación del Servicio de Inmigración y Naturalización, INS). Ha colaborado con los semanarios Hispanoamérica y Nueva América, en Long Island, e Impacto, en Nueva York. En 1997 trabajó para Safe Horizon (http://www.safehorizon.org), una organización sin fines de lucro, como consejero de inmigración. Fue admitido por el Comité de Apelaciones de Nueva York como representante legal (BIA Accredited). En junio de 2001 ingresó a Inmigration Academy, Glenco, Georgia, de la que egresó como oficial de inmigración, ejerciendo después para el Departamento de Inmigración y Naturalización (http://www.uscis.gov) y para el Departamento de Seguridad Interior (DHS, http://www.dhs.gov). === La constitución del sujeto femenino: ================================== === Diferencias entre la escritura ======================================== === de Mercedes Valdivieso y María Elena Gertner ========================== === Claudia Cáceres Ruiz ================================================== “El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres”. Simone de Beauvoir. Situados en el espacio de la narrativa chilena a finales del siglo XIX y mayormente el XX, específicamente en la escritura de mujeres, sabemos que un factor que repercutió en su desarrollo y conformación ha sido sin duda el contexto histórico que debió enfrentar. Pues la escritora como mujer perteneciente a ese contexto tuvo que lidiar con un sistema político, social y cultural recargado de ideologías conservadoras que limitaron su rol tanto como ciudadana, mujer e intelectual (J. Kirkwood, 1986). No obstante y paralelo a ello, logra desarrollarse un proceso de cuestionamiento y de búsqueda por parte de algunas intelectuales. Toman conciencia de que el hombre ha sido exclusivamente quien manipula el lenguaje, por lo tanto desean ir más allá del conocimiento y de los patrones heredados del sistema falocéntrico, logrando transgredir de cierta forma los límites asignados a su género. Depositarias de esta conciencia como tantas otras se hacen las escritoras Mercedes Valdivieso y María Elena Gertner, y de las cuales precisamente he querido tomar las siguientes novelas para analizar: de Valdivieso, La brecha (1991); de Gertner, La mujer de sal (1964). A partir de una visión reformista que cada escritora tiene desde la literatura, fundamentalmente la emancipación de la mujer, es de donde me interesa abordar la diferencia de cómo cada una trabaja de diferentes formas en su escritura la constitución de un sujeto femenino, entiéndase éste como aquel que está consciente de su situación de desventaja y opresión y de los elementos que actúan en la construcción de su subjetividad. Brevemente explicaré estas diferencias. Mercedes Valdivieso, en La brecha, elabora un personaje contestatario que no se configura como sujeto en el acto de escribir o escribir-se, sino que lo hace transgrediendo las normas convencionales de su entorno conservador de una manera concreta. La protagonista sin nombre se separa de su esposo; desprecia la imagen masculina que éste representa, se realiza un aborto, etc., pues la protagonista piensa y ejecuta sus actos dando paso a una liberación. En cambio, en La mujer de sal, M. E. Gertner configura este sujeto en un personaje que sí se escribe, lo hace desde lo íntimo, desde su cuerpo en términos de Hélène Cixous. Se libera de su silencio a través de la escritura pero de una forma abstracta, pues piensa a través de ella pero no ejecuta, sólo queda prendida al recuerdo de un amor no aventurado. Ahora bien, ambas escritoras además de tener en común el querer constituir un sujeto por medio de la escritura, se basan en la filosofía del existencialismo, particularmente las ideas propuestas por el filósofo Jean-Paul Sartre. Sus personajes son afectados por problemáticas conformes a éste. Sin embargo, en este último punto también se aprecia un contraste, puesto que el sentimiento de culpa y la libertad de elegir son vividas y ejecutadas de forma distinta por estas personajes, teniendo como consecuencia de ello cada una, un destino y final totalmente opuestos. Dadas estas breves diferencias, que sólo conforman un conjunto de ideas acerca de la manera en como las autoras constituyen un sujeto femenino a través de estos personajes en un afán por integrar un discurso que desafía a los patrones culturales de dominación a modo de resistencia, es desde donde me he planteado preguntas como: si ambas escritoras trabajan conceptos existencialistas como la culpa, entendida ésta como un carácter inherente del ser humano, ¿cuál es el motivo que influye en que la protagonista de La brecha y la de La mujer de sal, en sus respectivas emancipaciones, lleven a la primera a sentir la culpa como adquirida y por consiguiente no conducente a un castigo, y la segunda en cambio, vea en ella sí el detonante de su castigo y en efecto, de su destino?, si bien en La mujer de sal la constitución de un sujeto femenino a través del personaje Amalia se efectúa a través de la resignificación de su cuerpo por medio del escribir-se, ¿qué elemento es el que hace retrotraer a este tipo de discurso hacia el mismo modelo patriarcal que se critica y en cambio en La brecha no? Señaladas estas preguntas previas, entonces es pertinente afirmar que Mercedes Valdivieso a través de su personaje protagonista sí logra una trasgresión al modelo dominante que critica, debido a que es una escritura que manifiesta una liberación concreta llevada a cabo por la protagonista, pues ésta conoce su condición y por consiguiente, revierte esa situación basándose en los principios del existencialismo y rechazando las normas de un modelo patriarcal que sabe como establecido. Por lo tanto, su efectiva liberación se da a partir del hecho de evitar la culpa, de no depender de nadie, de transgredir pero sin autodestruirse. Por su parte, María Elena Gertner, a través de Amalia, si bien logra que ésta se constituya a través de la escritura y corporalmente en sujeto femenino que transgrede estructuras sociales y culturales dominadas por el hombre, se puede decir que sólo hay en aquella ficción sólo una suerte de abstracción, puesto que es por medio de la emotividad, específicamente en el amor a un hombre, donde se genera ese volver hacia atrás, a esas estructuras de las que se busca escapar. Desde el punto de vista del existencialismo es en ese volver donde se genera ese sentimiento de culpa que para Amalia, en este caso, se vincula al hecho de depender de alguien; la religión católica, desobedecer, teniendo como resultado que esta culpa la lleve a su propia autodestrucción. La sexualidad de la mujer ha sido un tema ampliamente debatido a través de muchos estudios feministas. En específico, la teoría feminista francesa se ha caracterizado por su enfoque en torno a la escritura, el deseo y el cuerpo de la mujer. En ella se relaciona el cuerpo con el texto, este discurso rebasaría las estructuras masculinas de la cultura y la ideología hegemónicas. Dentro de esta teoría se adscribe Hélène Cixous (1975) para quien ese rebasar la estructura dominante es tomar en cuenta, en primer lugar, que la mujer nunca ha tenido la palabra y que sólo la posibilidad de ese cambio se generaría a través de la escritura, siendo en ésta donde se eleva un pensamiento subversivo que lleva en sí la innovación de la estructura social y cultural imperante. Esa escritura es la que efectúa Amalia, la protagonista de La mujer de sal, pues en ella se refugia producto de la soledad en la que vive, al escribir cuenta lo que no ha contado a su familia ni a nadie, sólo a través de ella rompe con aquel silencio, comienza por escribir sus primeras experiencias en relación a su cuerpo y el placer que le ocasiona el encuentro prohibido con su primo: “No, no he olvidado al mayor de mis primos. Tengo viva la sensación provocada por sus manos cuando atrapaba las mías bajo el mantel... (...) Percibo aún el aroma de sus camisas, del cuello de almidonada batista que debía herirle la piel morena y tibia; percibo el contacto de sus ropas toscas al apegar mi cuerpo contra el suyo... (...) Y en esas tardes... las manos y boca de Andrés se multiplicaban, asaltándome en los rincones de la casa solitaria... (...). Me atraían sus ojos renegridos y su acelerada respiración... sus gruesos pantalones rasmillando mis piernas desnudas.... (....) Distinguía, además, esa habitada soledad que olía irresistiblemente a pecado” (1). Este primer encuentro se realiza durante la etapa de su infancia, es previo a conocer a quien según Amalia sería el hombre de su vida. Su primo le ha llevado a probar el sabor de lo prohibido, él ha sido quien la ha incitado por vez primera a causar placer en un hombre y descubrirse en su propio placer. Después de este encuentro, conoce al hombre de quien se enamora y con el cual vive una relación poco afortunada, la cual deja en ella sólo un recuerdo vivido de aquel intenso amor y pasión. No logra desprenderse a pesar de las numerosas relaciones posteriores que ha tenido. Uno de los muchos encuentros íntimos con aquel personaje que ama y que no tiene nombre, se sintetiza así cuando escribe en su diario: “Te desvistes en mi habitación, y te contemplo tal cual te veré tantas veces. Mis manos comienzan ahora en el nacimiento de tus dedos, mis huesos son ramas de tus huesos, mi sangre es un chorro de tu sangre. Necesito pasear mi lengua por tu cuerpo, beberte, tragarte, regresar a una forma primaria, ser tú mismo, partícula tuya enquistada aún a tu costado; y luego surco abierto a tu deseo, y el hallazgo de mi propio placer en aquel estremecimiento hondo, íntimo, terrible, que me arrastra fuera de los límites de la conciencia. Nos miramos de nuevo, y palpo en mí el milagro, la metamorfosis: de aquí y hasta el fin soy y seré nosotros. Y existiré sin piel, desollada, marcada por ti en la carne viva” (2). El relato que hace Amalia de este encuentro, sin duda, deja entrever la actitud de una mujer que, desgarrada por la ausencia de este hombre, deja fluir de sus más recónditos anhelos y sentimientos, sus pulsiones y deseos, logrando revivir con ello lo que ha perdido. En relación a esta manera de expresar aquellos deseos, Cixous señala en relación a la mujer que: “Lo que es nuestro se desprende de nosotras sin que temamos debilitarnos: nuestras miradas se van, nuestras sonrisas vuelan, las risas de todas nuestras bocas, nuestras sangres fluyen y nos derramamos sin agotarnos, nuestros pensamientos, nuestros signos, nuestros escritos, no los retenemos y no tememos que nos falte” (3). Amalia no retiene ese sentir prolongado, materializa éste a través de su cuerpo, vuelve a sentir nuevamente que no está sola, su cuerpo es el que habla, éste es su voz, o como Cixous entiende: “Su obra escrita no es más que una extensión del acto de hablar, reflejo de su propia identidad” (4). Identidad que se entiende ha estado marcada por la limitación que la mujer ha tenido a la hora de expresarse, pero esta limitación no sólo se hace consciente en la elaboración que representa el discurso de Amalia, sino que ésta misma asume, cuando escribe, aquella condición en la que la mujer le ha correspondido estar desde siempre ligada al hombre desde los inicios de la humanidad, tal como lo indica el mito de Adán y Eva, ella dice Necesito... ser partícula tuya enquistada aún a tu costado. Esta desventaja de la mujer respecto al hombre, es la que en definitiva Amalia entiende al escribir, como aquello que en palabras de Cixous sería que “En la mujer coinciden la historia de todas las mujeres, su historia personal, la historia nacional e internacional” (5). Ahora bien, esta manera de crear una escritura paralela a la del hombre a partir de las ideas expuestas por Cixous, dije que anteriormente sí constituye una característica en la configuración de un sujeto femenino abordada por Gertner, pero que, sin embargo, retrocede a la vez al espacio patriarcal, en la medida en que Amalia junto a su ferviente deseo de pasión manifiesta a partir del amor su dependencia al hombre que ama: “¡No te rías! Sólo camino si voy aferrada a ti. Soy un volantín que vuela por encima de las techumbres y del humo de las chimeneas. Que te ame tu mujer y te amen tus niños, que te ame tu madre, y tus hermanos, y tus amigos, que te den sombra los muros de tu casa; no me importa, pues nadie te amará como yo y nada te pertenecerá tan ilimitadamente” (6). Este llegar a olvidarse de sí misma por el otro, el querer pertenecer y ser parte de él, es una razón que le concede a Amalia un sentido a su existencia, puesto que no concibe la vida sin él, en definitiva se somete a la imagen que resguarda el dominio masculino de una mujer pasiva, que comúnmente se idealiza en los mitos en torno al amor, donde en la mayoría de las veces éste es visto como soporte fundamental en instituciones sociales regidas bajo el orden patriarcal. Según Simone de Beauvoir esta pasividad (2007) sería el esperar siempre más del amor, adquirir la gratitud del hombre, ser elogiada por él y esperar finalmente de él su razón de existir, su valor y su ser mismo. Otro ejemplo de aquel sometimiento de entrega se expresa cuando este hombre, ya aburrido de los descontroles de Amalia en torno a lo que él sólo le puede entregar como amante, comienza a afectar en el equilibrio de esta mujer, pues Amalia comienza a ver la vida desde una manera pesimista: “Estás harto de escenas desagradables, te repugna y aflige el caos en el que habito, pero te falta valor para reconocer que mis obsesiones provienen de la inseguridad, y que solamente tú eres el llamado a ordenar mi existencia o a acabar con ella” (7). La protagonista se sabe en un estado de descontrol, de a poco va perdiendo eso que comúnmente se llama “tenerse amor propio”, es un sujeto que si bien deja escuchar su grito de desgarro a través de la escritura, constituyéndose en un yo para instalarse en un espacio público, solo lo hace a través de la escritura, no logra emanciparse concretamente. El amor en definitiva es quien la lleva a estar sometida bajo la violencia simbólica, concepto empleado por Bourdieu (2005) quien señala que es la adhesión de un dominado a un dominador por la falta de una forma de percibir la realidad que sea desigual a la del dominador, lo que provoca que esta relación de dominación parezca como algo natural. Caso distinto es la manera en como Mercedes Valdivieso construye un sujeto femenino en La brecha. Aquí el personaje no escribe o mejor dicho no se escribe, sino que se libera al pensar-se y luego actuar. Aquí la construcción de subjetividad en el personaje se inicia cuando logra darse cuenta de que ya no ama a su esposo Gastón. Desde aquí escucha sus propios sentimientos cuando se da cuenta de que su esposo le aburre, cuando le fastidia su embarazo que limita su libertad y cuando anhela su propia realización como mujer. Se hace consciente de su falta de libertad y de dependencia cuando sabe que está embarazada: “No podía resignarme... (...) Todo estaba oscuro dentro de mí... adivinaba la risa de Gastón... (Una forma de asegurarme mi dependencia. ¿Cómo no lo pensé antes?” (8). Esta experiencia de la maternidad le provoca angustia y un fuerte resentimiento hacia su marido, no obstante esta relación con la maternidad logra cambiar después que su hijo nace, éste pasa a constituir un apoyo para ella. Escuchar sus impulsos interiores y actuar de acuerdo con ellos es el primer paso a su autorrealización. Su interacción con otros personajes le ayuda a crecer interiormente. Para poder anular su matrimonio en el Chile de los 60, donde el divorcio es ilegal, la protagonista tiene que luchar con su entorno familiar. Gastón y su madre temen el escándalo y defienden violentamente el honor de la familia. A pesar de la censura, la protagonista se atiene a su decisión y encuentra un apoyo en la solidaridad de sus amigos, Nicolás y Marta, los cuales por cierto no son en nada convencionales. Cuando ella se separa y se traslada a su propio departamento, frente a esta situación Nicolás le dice: “¡Ay del que retrocede! Te arrancarán los ojos y te pondrán la rueda del molino. Cuesta sangre romper, levantar la cabeza; la compensación comienza con la soledad, pero ya se ha abierto una brecha” (9). Lograda ya su independencia de este modelo patriarcal, la protagonista tiene que buscar medios para sustentarse ella y su hijo. Su poca educación sólo le permite desempeñarse en oficios comunes y vivir modestamente a diferencia de la estabilidad económica que poseía antes. En definitiva, es una protagonista que ha resistido la restricción del matrimonio y de la sociedad, pagando incluso por ello el renunciar al mundo burgués y su comodidad. Por lo tanto, esta mujer, al desafiar las jerarquías dominantes, se convierte en un sujeto femenino que piensa, habla y actúa como individuo. Gracias a su experiencia se ha aprendido un nuevo lenguaje y se ha convertido a la vez en causante de su nuevo nacimiento como mujer. La novela tiene un final abierto donde la protagonista que se sentía como un “recluso que hizo saltar la cerradura de su calabozo” (10) sale llena de vitalidad en busca de su verdad y libertad. Finalmente, estos dos últimos elementos son los que nos conducen a otro que se planteó en las preguntas y en la hipótesis al comienzo, y que es la culpa, básicamente la manera de cómo es llevada a cabo por cada protagonista. Sin embargo, antes de adentrarnos en ese tema, es necesario conocer algunos postulados que se sostienen acerca de esta doctrina filosófica. Para ello hacemos referencia a las ideas que expone el filósofo francés Jean-Paul Sartre en su ensayo El existencialismo es un humanismo (1984). Sartre plantea que esta doctrina concibe de manera atea que Dios no existe. Por lo tanto, hay un ser en que la existencia precede a la esencia, es decir un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, este ser en consecuencia es el hombre. Primero existe, surge en el mundo y luego se define, él no es otra cosa que lo que él elige ser, esto se llama subjetividad. Al tener esta responsabilidad de elegirse es responsable de sí y de todos los demás, puesto que cuando lo hace, elige a la vez por todos los hombres. Este hecho lleva a declarar que el hombre es angustia, puesto que se sabe no como único responsable de su elección, sino de toda la humanidad. Unos de los principios fundamentales es que si Dios no existiera todo estaría permitido, en consecuencia el hombre está abandonado, porque no encuentra ni en sí ni fuera de sí una posibilidad de aferrarse, no se refugia detrás de sus excusas o pasiones, tampoco de determinismos, puesto que si lo hace actúa de mala fe. Ahora bien, tanto en Valdivieso como en Gertner dijimos anteriormente que la culpa, concepto fundamental del existencialismo, es llevada a cabo por estos dos personajes de una manera distinta, y que esto se debía principalmente a un factor que influye a que esto sea así. En el caso de La brecha, Valdivieso organiza un personaje que está más arraigado a los principios de cómo tiene que actuar fundamentalmente un ser humano, según la filosofía existencialista. Pues el punto de partida que asume el sujeto de esta novela se vincula al ateísmo, esta es una razón que articula su manera de actuar y de concretar lo que piensa o en este caso elige. Para la protagonista, en efecto, todo le está permitido, no existe algo exterior en lo que se aferre, ella sabe que está sola y que es la única responsable de cómo querer llevar su vida: “Luces aparecían en trechos, entre los árboles. Pensaba: Y estoy sola, absolutamente sola. Nadie se salva sublimándose en algo exterior, por muy amado que sea, sin haber abierto su propia verdad” (11). En definitiva, ser consciente de su propia verdad es lo que la lleva a determinar la decisión de querer salir del espacio matrimonial para armarse su propio destino. Ella sabe que no depende de Dios ni de nadie más el camino que debe llevar su vida, pues ella es la única responsable, elige ser libre. Esta toma de decisiones no le trae a ella remordimientos, debido a que se libera de toda culpa, que por cierto entiende que es impuesta por algo exterior, en este caso la religión. Cuando Gastón le atribuye que el fracaso del matrimonio de ambos se debe a la culpa de ella: “—¿No te das cuenta de que si nuestro matrimonio anda mal es por tu culpa? —La culpa la podríamos remontar hacia mil años —añadí para mí— pero siempre seguiría siendo culpa” (12). Se libera de culpas y de temor, no se deja destruir por comentarios y lo que dicen a su alrededor, supera el miedo al pecado original de su sexualidad, pues ésta la comienza a vivir libremente con su amante: “Días felices no sentía remordimientos; a veces cierto temor de que Gastón me descubriese... (...). Aquel departamento de dos piezas era mi hogar, si hogar significa alegría, descanso, paz. No tuve con él reservas. Me parecía que a su lado comenzaba a estirar músculos adormecidos. Olvidaba que la otra vida corría paralela a ésta” (13). En el caso de Amalia de La mujer de sal, ella sí se hace cargo de una culpa, pero el sentir de esta culpa sólo se debe a la razón de creer en Dios, desde ahí parte todo, puesto que el hecho de vivir aferrada al recuerdo del hombre que ella siente que es el único que ha amado, es el hecho que desencadena su final. Sabemos que en la religión católica siempre la culpa está asociada al pecado y todo pecado en efecto, es castigado. La falta que Amalia comete es desobedecer, puesto que ella vive obstinada en no querer olvidar a este hombre. Ella asimila su desobediencia, de mirar hacia atrás, de quedar prendida a un recuerdo, a la historia que ocurrió con la mujer de Lot, quien por desobedecer y volver a mirar hacia atrás, quedó convertida en estatua de sal, según lo que relata el pasaje del Génesis en la Biblia, y que Amalia por cierto siempre relee. Dice: “Pero yo, igual que Sara, no puedo dejar de mirar hacia atrás. Soy incapaz de echar llave a las puertas del pasado. Vivo desobedeciendo” (14). Amalia es consciente de esta desobediencia, sin embargo, continúa elegir mirando hacia atrás: “No, no estaba dispuesta a olvidar, combatiría hasta el fin por no hacerlo, a pesar de que no columbraba aún a qué distancia exacta del fin me encontraba” (15). A diferencia de la protagonista de Mercedes Valdivieso, ésta opta por no elegir, lo que, en efecto, también implica una decisión de la cual tiene que hacerse responsable, pero ella actúa de manera cobarde según la perspectiva del existencialismo. La cobardía implica el acto de ceder o renunciar, y en este caso, Amalia elige no liberarse, de caminar y seguir adelante con algún proyecto de vida. Siempre se justifica en el amor hacia ese hombre, no se hace cargo de sus decisiones, su elegir se fundamenta sólo en esa razón, que en términos del existencialismo sería actuar de mala fe, no reconocer que si se está mal es porque así uno lo quiere. Este querer estar así es lo que lleva a Amalia a construir un destino solitario y lleno de interrogaciones en donde comúnmente cae en estados de vacío: “Quiero permanecer sin voz, sin reflexiones, ausente de la angustia que crece en los atardeceres, con mi vaso bien apretado, contemplando el derrumbe del jardín maltratado por el sol, desintegrándome en el calor achicharrante del verano que ya vuelve” (16). Amalia, refugiada en el alcohol de manera pasiva, ve venir su final, y si cada ser humano es responsable de elegir sobre sí y sobre todos los demás, en este caso ella elige no un buen destino para las mujeres. Pues la opción de no querer hablar más y esperar lo que se venga no da salida a una auténtica liberación de la mujer, independientemente de que se constituya como sujeto femenino en el hecho de escribir-se, en términos de Cixous. En cambio, la protagonista de La brecha al elegir la independencia de su vida, elige bien a la vez para las demás mujeres, el acto de pensar y actuar, concretamente, lleva a que esta novela se convierta en auténtica liberación tanto de la forma en como se constituye este sujeto en el texto como el contenido que expresa. Si bien estas dos autoras en sus respectivos discursos construyen un sujeto femenino con distintas estrategias discursivas, comparten en común el cuestionamiento del significado que tiene el sistema patriarcal con sus instituciones y mitos. Siendo el lenguaje una herramienta que les permite articular la voz individual y un vehículo de autodefinición que genera una subjetividad en la formación de este sujeto femenino, que se presenta a través de actos de resistencia; trasgresión en La brecha, infracción en el actuar y trasgresión en el acto intelectual de escribir-se en La mujer de sal. Notas 1. GERTNER, María Elena. La mujer de sal. Editorial Zig-Zag. Santiago de Chile, 1964. pp. 18-19. 2. Ibíd. p. 187. 3. CIXOUS, Hélène. La risa de la medusa. Editorial del Hombre. Barcelona, 1975. 4. Ibíd. 22. 5. Ibíd. 29. 6. Ibíd. p. 246. 7. Ibíd. p. 272. 8. VALDIVIESO, Mercedes. La brecha. Editorial Planeta. Chile, 1991. pág. 23. 9. Ibíd. p. 76. 10. Ibíd. p. 142. 11. Ibíd. p. 54. 12. Ibíd. p. 53. 13. Ibíd. p. 48. 14. Ibíd. p. 15. 15. Ibíd. p. 289. 16. Ibíd. p. 262. Bibliografía • BOURDIEU, Pierre. La dominación masculina. Editorial Anagrama. Barcelona, 2005. • CIXOUS, Hélène. La risa de la medusa. Editorial Del Hombre. Barcelona, 1975. • DE BEAUVOIR, Simone. El segundo sexo. Editorial De bolsillo. Buenos Aires, 2007. • KIRKWOOD, Julieta. Ser política en Chile: Las feministas y los partidos. Flacso. Santiago de Chile, 1986. • SARTRE, Jean-Paul. El existencialismo es un humanismo. Editorial Sur. Buenos Aires, 1957. ** Claudia Cáceres Ruiz clancr@gmail.com Docente chilena. Es profesora de lengua castellana y comunicación. Estudiante de magíster en literatura latinoamericana y chilena en la Universidad de Santiago de Chile (http://www.usach.cl). ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Mar abierto Mercedes Baldó *** Como una flor Jennifer Díaz Ruiz *** Poemas Alba Estrella Gutiérrez *** El ocaso vino contigo Orlando Mazeyra Guillén *** El labio y viceversa (extractos) Juan Carlos Guardela Vásquez *** La fantasía en 100 palabras (extractos) Julio Campos Ávila *** Alas de papel (extractos) Argenis Díaz *** 8 horas Guillermo Barquero *** Cuatro poemas Alma Rosa Tapia *** Morirse de a poco y sin testigos o volver... Silvia Hebe Bedini *** Idioma de amor (extractos) Luigi Muccitelli *** De las hojas que regresan al árbol Edgardo Herrera *** Poemas Ricardo Martínez-Conde *** Dos relatos María Elvira González *** Uniones mínimas Evangelina Arroyo *** El ruiseñor Melissa C. López Real === Mar abierto Mercedes Baldó ======================================= Los cuerpos lloran el agua de su tierra un aire para ser fuego inflamado, el éter presiente otra vivencia un cuerpo extraño lejos de un orden encadenado. === Hay un hueco profundo en el centro de mar en el que me pierdo no hay unión fusión todos los pájaros estamos sólo ahora para rasgar en la lejanía la mirada y el ala sólo rozar. === Inundación del comienzo algo que me acerca a tu verbo fraseo para no ser ni espuma ni alga ni liquen siquiera sostenida únicamente por la errancia. === A José Balza Como río que fuera correría cual ojo del firmamento estrella disuelta en la tierra === Mar abierto cual llaga entera del universo décima de los poetas hambre del cuerpo y en el espíritu. Tiempo éste de nada de errancia y desatino quemando todos nuestros mapas súbitos en nuestras ciudades tersas tensas llenas de almidón y luces en que nos hundimos poco a poco luego que fuimos buenos === de santos y conciencias terminamos cortándole las alas a los pájaros y soñando el asfalto duro. Caídos como estamos roídos levántanos en tu ola déjanos pensar si es posible en el desaliento el de subir tu cresta tocar tu cielo chupar tu espuma deja recobrarnos revolvernos ser mar azul vacío. ** Mercedes Baldó mercedesbaldo@gmail.com Escritora venezolana. Investigadora docente de la danza teatro, sobre la cual viene desarrollando desde los años 80 su propia metodología, dictando talleres y conferencias para la formación del actor, el bailarín y el público en toda Venezuela. En 1982 fundó en París el grupo Bohemio Danza Teatro, que ha dirigido y gerenciado desarrollando propuestas a nivel nacional e internacional. Además es autora, intérprete y directora artística de los montajes, coreografías, músicas y textos de las obras presentadas por el grupo. Ha publicado en diversos medios ensayos, poemas, artículos y reflexiones sobre el arte de la danza teatro en Venezuela. Realizó el Taller de Expresión Literaria mención Poesía en el Centro de Estudios Latinoamericano Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.gob.ve) y otros cursos. === Como una flor Jennifer Díaz Ruiz ================================= Se le arrugaba el labio de arriba cuando me hacía ese gesto. Parecía una flor su boca. Se le ondulaba toda la línea que la perfilaba de una manera muy graciosa. La primera vez que me lo hizo pensé que iba a lanzarme un beso, vi que levantaba su mano y el corazón empezó a latirme muy fuerte. Era la primera vez que alguien se fijaba en mí y era ella. Pero entonces alzó el dedo índice y selló así un secreto que nos unió para el resto de nuestras vidas. Cogió como costumbre aquella despedida. Volvía la cabeza, ponía la boca como una flor y, justo cuando me iba a lanzar el beso, se frenaba con aquel dedo con el que me pedía silencio. No había nada de súplica en su gesto, era más bien complicidad y, cuando se volvía, me sonreía con los ojos. Mientras ella lo hacía con mucha parsimonia, yo contenía la respiración, alguna vez le había entrado la risa, imagino que porque me ponía un poco rojo, yo me notaba arder la cara, no sabía si de vergüenza o de ahogarme. Siempre había pensado que era invisible para todos, pero ella, cuando se dirigía a mí, decía mi nombre y me hablaba de cosas que entendíamos nosotros dos, no cabía duda de que Luci sí me veía, y de que el silencio me lo pedía a mí, porque no había nadie más a nuestro alrededor. Podría haberme dicho que no se lo dijera a nadie, pedírmelo por favor, con palabras, pero eligió aquel gesto con el que se le arrugaba toda la boca y parecía que iba a darme un beso. Nunca se le escapó ninguno. Cuando volvía a casa muy seguro de mi visibilidad, me daba cuenta de que yo sólo existía para Lucía. En el recibidor solían estar todas las vecinas con mi madre. Yo tardé bastante en dar el estirón y les llegaba a todas por debajo del sobaco. Mi madre, cuando pasaba por su lado, me acariciaba la cabeza como si fuera un perro, sin mirarme y sin dirigirme ninguna palabra, sólo la caricia en la cabeza, como un pasamanos, sin cariño ni ningún revoloteo que me despeinara, una caricia vacía. Bastaba con eso para que me considerara atendido. Las vecinas ni siquiera me hablaban, no me preguntaban nada, no se giraban ni para decirme, como al resto de los vecinos de la calle, que estaba más grande, aunque fuera mentira. En el comedor estaba mi padre escuchando la radio. Yo paso todo el día con él porque trabajamos juntos y me habla entonces, cuando soy el chico de los recados, cuando estamos en casa y soy Mario, el hijo mediano, no existo. No repara siquiera en mi presencia. Paso por delante de él y no le tiemblan los ojos de forma involuntaria siguiéndome el rastro, no le turbo en absoluto, sigue escuchando las noticias como si no pasara nada. Me pregunto si siendo de verdad un perro me miraría, aunque fuera con desprecio, porque a papá no le gustan nada los chuchos, así les llama él. De mi hermana Raquel no suelo esperar nada, podría hacerlo si fuera un perrito de esos que le suplica a mis padres, entonces sí, pero vestido de hermano, nada. Se pasa el día vistiéndose con la ropa de mi hermana Alicia, con las mantas de cuando estaba enferma siempre a cuestas, de su habitación a la de Ali y de la de Ali a la suya. Así todo el día, intentando ser ella. Aquí todo está demasiado raro desde que se murió, andan como locos, y yo apenas he notado su ausencia. Mi madre llora a escondidas de mi padre, aunque no sé demasiado bien por qué, mi padre intenta hablar con Raquel para hacerle entender que no puede seguir así y Raquel se inventa enfermedades para llamar la atención. Yo una vez me alegré de que mi hermana mayor estuviera enferma, me pasé muchas noches rezando para que Dios se la llevara pronto. Estaba totalmente convencido de que, habiendo uno menos en casa, yo dejaría de pasar desapercibido, no les quedaría otra que verme y mirarme. Cuando iba al colegio tampoco nadie me decía nada, pero eso fue poco tiempo porque pronto necesitaron que entrara otro sueldo a casa, y en el trabajo sólo me utilizan de loro, si no vieran al chico de los recados qué sería de este oficio, pero me miran de una forma que no es mirar, tampoco eso hace que yo me sienta parte de este mundo. Pero ahí está Lucía para recordarme siempre que existo, aunque sólo sea para ella. No fui el más listo de clase, ni el más tonto. No doy tantos problemas como Raquel ni he necesitado tantas atenciones como Ali. Tengo un carácter bastante regular, más bien aburrido, intento siempre acordarme de cuándo fue la última vez que me enfadé con alguien, pero nunca lo recuerdo, quizá nunca lo he hecho porque no tengo con quién. No soy el más gracioso de mis amigos ni tampoco el más callado, ése es David. No soy guapo, pero tampoco feo. Siempre estoy ahí, causando indiferencia por mi neutralidad, no destaco en nada, no soy el primero ni el último. Y tenía una firme teoría sobre mi invisibilidad. Dudé de mi existencia hasta que Lucía fue mi vecina y mi vida cobró sentido. Se vino a vivir con su marido dos casas más para allá de la mía. Pero no la conocí por ser mi vecina, no. En el trabajo me mandaron un día a dejarle un recado a su marido, que es uno de los más ricos del pueblo, y entonces la conocí. Él no estaba y ella me invitó a pasar. Me dijo que se pasaba el día sola y que tenía ganas de hablar con alguien, que yo siempre le había parecido un chico muy especial y que aquélla era una buena excusa para poder conocernos. Yo me sorprendí muchísimo, hablaba como si ya se hubiera fijado antes en mí. No me he atrevido aún a preguntarle que cuándo fue cuando pensó que yo era especial, me daba miedo que se lo inventara sólo para ser amable. Me enteré aquel día de que se había casado con Fernando y de que no era feliz, que alguna vez le había pegado y que sabía que le era infiel, me preguntó que si le habíamos escuchado en casa llorar o gritar, pero le dije que no y era verdad, le expliqué que mi hermana había estado enferma mucho tiempo y que a lo mejor se mezclaron sus llantos con los de mi madre. Me dijo que lo sentía y yo no dije nada, era totalmente virgen en aquellos terrenos. Me sirvió una taza de té y fue muy simpática conmigo, más de lo que yo jamás hubiera soñado que alguien fuera. Me lo acabé escuchándola muy interesado en lo que me contaba, casi todo eran desgracias, yo apenas le había hecho preguntas, pero no me hacían falta, ella se movía por sus explicaciones con mucha soltura, quizá sí tenía ganas de hablar con alguien y yo era el más indicado para escuchar sin interrumpirle. Me dio las gracias muchas veces y me dijo que le había gustado mucho conocerme, que le gustaba que no la compadeciera ni sintiera lástima por ella, porque era fuerte y lo único que necesitaba era un amigo. Ésa fue la primera vez que me hizo aquel gesto de flor con la boca. Yo la había escuchado con mucha atención, sabía que su marido le pegaba y todas aquellas cosas, entendí que no era feliz, pero hasta muchos días después no supe por qué me pedía silencio. Cuando salí de su casa estaba tan aturdido que, al pasar por la mía, dos números pares más para allá, me metí dentro y no volví al trabajo. Al día siguiente tuve que volver a casa de Lucía porque escuchándola se me había olvidado darle el recado. Ella interpretó aquello como algo muy íntimo, creyó que lo había hecho a propósito, y hablaba de ello constantemente como el más bonito detalle que nadie había tenido con ella, yo nunca le confesé lo que de verdad había pasado, jamás me atreví a decirle que, hasta que aquella tarde me habló, yo pensaba que era invisible y confundido como estuve, no me acordé de verdad de darle el recado. Me decía siempre que le gustaba mi silencio, que no era nada incómodo y que nunca le había pasado con nadie. Yo le dije que a mí tampoco me había pasado con nadie nada de lo que me pasaba con ella, se lo dije sin timidez porque no sabía que aquello era una declaración de amor, yo no sabía siquiera lo que era el amor, y ella se puso muy colorada. Entonces me hizo otra vez el gesto del secreto, pero lo acompañó de un shhhh entrecortado por la risa que se le escapaba. Yo me empecé a reír un poco también, no de lo que ella se reía, porque aún no lo tengo demasiado claro, sino de la cara que ponía cuando reía, parecía una niña pequeña. Empecé a hacerle visitas poniendo siempre de excusa los recados. Me gustaba hacerle compañía y que ella me contara sus cosas, sentía que le hacían mucho bien nuestros momentos. Yo quería guardarle todos sus secretos, quería que me hiciera aquel gesto todos los días que me quedaran por vivir. Luci, que así me pidió que la llamara, me daba notitas donde me decía cosas preciosas. Me dijo que las guardara bien, que nadie debía verlas, y en ellas me hablaba de cuando le parecía un chico especial y aún no me conocía, lo que pasa es que la mayoría de veces me daba la sensación de que no hablaba de mí, y por miedo a que se diera cuenta no se lo dije. Encontró un pintalabios en la chaqueta de Fernando y se lo quedó, con el carmín me dejaba besos en las cartas que yo besaba todas las noches antes de irme a dormir, dibujaba corazones alrededor de nuestros nombres. Mario corazón Lucía. Lucía corazón Mario. Una de esas tardes en que pasábamos ahogando las risas, normalmente porque ella pensaba que había dicho algo gracioso y yo me reía de su gesto de risa, paró en seco y me miró muy fijamente a los ojos. Me preguntó que si yo haría cualquier cosa por ella. Yo no dudé ni un segundo, le dije que sí, que cómo no iba a hacer cualquier cosa por ella si era lo único que yo quería de verdad en el mundo. Me preguntó, antes de que yo pudiera seguir, que si quería pasar el resto de mi vida con ella. Se me puso un nudo en la garganta, no entendía muy bien lo que quería decir con eso, ella estaba casada y comprendía que era un atrevimiento, pero asentí. Entonces me dio una notita, me dijo que si seguía pensando eso al salir de allí, la leyera, y me hizo el gesto de la flor. Al llegar a casa y abrirla, no vi corazones ni besos. Me pedía ayuda casi a la desesperada. Quería que le ayudara a matar a su marido y que escapáramos juntos, que no aguantaba más aquella situación. Entonces supe que de verdad haría cualquier cosa por ella. Cualquier cosa. ** Jennifer Díaz Ruiz jenndiru@hotmail.es Escritora española (Barcelona, 1988). Es estudiante de filología hispánica. Publica sus cuentos en el blog El Show de Fusa (http://elshowdefusa.wordpress.com). === Poemas Alba Estrella Gutiérrez =================================== y me callo los ojos y la boca me observa con sus frágiles besos y me callo de infancia y se quiebran los miedos y los pájaros mueren de inocencia en mi cuerpo y me callo los ojos y me olvido de ausencia y me absuelvo en rincones y el abrazo lo pierdo y me callo los ojos y me guardo la pena mientras el corazón de pie muere de a ratos y los ojos se callan === hay tanta soledad partida al medio tanto olvido de ausencia en el abismo si te murieras amor si me faltaras de este intacto lugar del desencuentro donde mis manos son apenas vulnerables mar sin orilla ni llegada si me faltaras amor si te murieras qué haría con este rostro puño cerrado de mi pena cuando a veces lo pienso o a solas lo imagino en este otoño de muro que me duele este implacable y tenaz verdugo del destiempo me olvida en la memoria del espejo y mi infancia es apenas cristal frente a la muerte === a Julián E. Echevarría fue un duende que caminaba buenos aires el viento anudaba zapatos crecía en malvones y en rayuelas de infancia te contaba historias remendaba sueños armaba barriletes para olvidar el miedo era un niño descalzo un asombro de luz perdido entre la gente restauraba silencios con paciencia de orfebre escondía soledades antiguas abría ventas en los cerrojos guardaba su pena en los armarios para no preocuparte después vino la noche con su traje de ausencia lo vistió de sudario y fue un duende de menos en buenos aires ** Alba Estrella Gutiérrez alba.estrella@gmail.com Poeta argentina (Buenos Aires). Ha publicado Los vulnerables cipreses del otoño (2005), Nanas para Lucía (2006), Los pasos de la memoria (2007) e Hilandera del viento (2008). Ha participado en recitales de música y poesía con la cantante y compositora Andrea Spinadel. Ofreció también recitales en varios lugares de Buenos Aires y del interior de Argentina con la cantante y compositora Julia Lascano, como Bartolomeo, La Biblioteca Café, Tuñón, Mendieta y otros. Actuó en varias radios de su país. === El ocaso vino contigo Orlando Mazeyra Guillén ==================== A Pedro Almodóvar “Escribir que no se puede escribir, también es escribir”. Robert Walser El inicio del verano no se había mostrado alentador: muchos problemas en la oficina y un dolor de espalda me agobiaban decididamente. Siempre que el estrés laboral se ensaña con mi salud, sigo la misma receta liberadora: indago sobre algún hotel con vista al mar que pueda convertirse en mi morada itinerante por un buen fin de semana. Un compañero del trabajo me habló mucho acerca de un acogedor establecimiento de hostelería a punto de cerrar luego de más de medio siglo de actividad. Estaba ubicado en Mejía. Para convencerme me envió, vía correo electrónico, algunas fotos de su espaciosa terraza que él mismo las había tomado, durante su estancia, el año pasado. Luego de revisarlas, alisté un pequeño equipaje de mano y decidí conocer ese ignoto paraje enclavado en las costas de Islay. Siempre que entro a la habitación vacía de un hotel pienso que ya no vive nadie en esa alcoba. Mucha gente ignora que los hoteles son, para los buenos viajeros, como las casas en donde crecieron (y a veces están por encima de ellas en los estamentos afectivos). Por eso, cuando me encuentro en un dormitorio que yace despoblado, siento una extraña nostalgia que evoca —aun sin haberlos conocido en absoluto— a todos los viajantes que ya han partido. Es en ese momento que entiendo con insondable nitidez lo que quiso decir aquel bardo peregrino: cuando alguien se va de un hotel, alguien queda. El punto por donde pasó un hombre, ya no está solo. Únicamente está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún hombre ha pasado. Dejé mis cosas encima de la cama, puse las llaves de la habitación en mi bolsillo y, luego de solicitarle información al amable conserje, salí a conocer los alrededores. Llegué a un pub de seductora barra que estaba atestado de gente vocinglera que parecía pasarla muy bien. Su nombre jugaba con un lugar casi sagrado, en términos históricos: La Rocka del Moro. Uno de los dueños —un extranjero que debía ser catalán porque vestía un polo del Fútbol Club Barcelona— me despachó diligentemente un cubalibre con hielo y me recomendó visitar la playa cuando cayera la tarde: —Lo mejor de acá son los crepúsculos —me informó convencido, entregándome una servilleta con el logo del local—. Se lo digo yo que ya llevo acá más de veinte años. No se pierda el de esta tarde: todos son distintos, cada uno tiene una tonalidad peculiar, sorprendente. —He visto tantos atardeceres que esas cosas me dejaron de llamar la atención hace una punta de años —le confesé, y apuré el vaso de trago recordando mi maldita escoliosis. Me puse de pie y alargué la mano para entregarle un billete. Hice una venia de despedida y regresé al hotel. Estaba muy cansado por el viaje: quería echar una larga siesta. Cosa que hice apenas llegué a la habitación 107. Luego de algunas horas, desperté. Y, al mirar hacia la terraza, lo primero que hice fue recordar las palabras del sujeto del bar: moroso, entraba por mi ventana, el crepúsculo del atardecer con el tibio aliento de esa lejana esfera flotante y cortada por la mitad, que ardía cada vez menos anunciando el arribo de la noche más triste de la temporada. La postal que tuve ante mí se insinuó en mis entrañas, rotulando un mensaje invisible que sólo podía entenderse como un mandato a volver a escribir: lo que fuera, cualquier cosa, inclusive garabatos, cifras, rúbricas, malas palabras, adagios, títulos de novelas, aniversarios de cumpleaños, números romanos, capitales de países, direcciones de correos electrónicos, equipos de fútbol o nombres de personajes famosos... pero escribir... hasta que, ¡por fin!, se fatigue el sol. Recordé que llevaba años sin hacerlo, prácticamente desde que me fui de Lima para convertirme en un autómata embrutecido por la rutina de una ciudad pequeña y aburrida. Al notar cómo la fuerza del sol se desprendía por el firmamento como jugo de naranja derramado con exquisita simetría, sentí que yo mismo estaba derramando mis fuerzas en raciones imperdonables y absurdas: me encontraba en una fase declinante de mi existencia. ¿El crepúsculo de mi juventud? ¿O se me estaba dando una última oportunidad para corregir mi vida y llevarla por el sendero que siempre quise? Ahí estaba otra vez ese estremecimiento interno del impulso creativo que se presenta cuando menos lo esperas —y que yo creí haber perdido para siempre—, pero que no te deja tranquilo hasta que lo acojas echando a andar el lapicero sobre la hoja o, en todo caso, haciendo danzar los dedos sobre el teclado del computador. Cogí el primer papel que encontré a la mano: se trataba de una servilleta de La Rocka del Moro. Empecé a desdoblarla y la estiré pacientemente sobre la cama, aplastándola con las manos, antes de escribir la fecha con letras mayúsculas: 30 DE ENERO Traté profundamente de dilucidar cuál era la motivación de esta nueva empresa. Habré estado sumido en esa cuestión alrededor de treinta minutos. Luego empecé a echar cabeceadas hasta quedarme otra vez dormido. Fue cuando me encontré con él: vestía un traje modesto, como siempre. Un raído pantalón de corduroy del mismo color nuez de sus ojos, una camisa blanca de manga corta como las que alguna vez usé para ir a la escuela y unos zapatos mocasines a los que parecía haber acabado de embetunar. Estaba erguido, como perdiendo en el ocaso su mirada de mascota aburrida, con esa palidez tan suya que resaltaba la tonalidad lechosa de su tez de oso polar. Después de un rato me volvió la mirada, sin amor: parecía tragar su propia saliva porque su manzana de Adán ascendía y descendía frenéticamente como ascensor malogrado. Me miraba ansioso, tratando de reconocerse en mí como si yo fuese un espejo. Juntó el entrecejo y sus cejas oscuras parecieron formar olas sincronizadas que chocaron formando un par de arrugas que atravesaron su frente, verticalmente, hasta perderse en su pelo. —¿Cómo estás, Alonso? —preguntó sin abrir mucho los labios, con un semblante distraído pero al mismo tiempo inquisitivo. —¿Papá? —reclamé en forma de pregunta. —Me siento como agarrotado —confesó frotándose los hombros—. Es raro: estoy como cansado de dormir, de no hacer nada. ¿Te imaginas? ¿Alguien se puede cansar de dormir? —No sé —respondí sin saber de lo que hablaba—. Todo cansa, dicen... hasta la belleza cansa. Se apartó con una impresión tristona, comenzando a caminar en círculos como si estuviera esperando que algo sucediera. —Ya lo peor ha pasado —sentenció como tratando de esclarecer un asunto de enrevesada naturaleza—. Esto de no verlos es un suplicio que se hace costumbre y la costumbre está hecha de tiempo... y el tiempo destruye... —¿Qué destruye? —inquirí sorprendido. —El tiempo lo destruye todo —dijo sin mirarme y sentí sus palabras como una estocada a mis sueños de reencontrarme con él en otra vida. —¿Qué se siente, papá? —Eso es lo extraño. —¿Por qué? —Porque yo siempre me pregunto eso: ¿qué se siente? Pero, aparte de esa rara sensación de cansancio, nunca siento nada. —¿Y acaso sabes en dónde estás? —Al final no importa, hijo —me dijo, derrotado por una penosa resignación. —¿Por qué? —Porque no estoy con ustedes. Nuestro diálogo fue preciso y rápido. Cargado de confesiones de su parte, y de escepticismo de la mía. Había una ineluctable carga onírica que nos apresaba y le restaba realismo a nuestro encuentro. —¿Cuándo volverás a casa con tu madre? —reinició él, tratando de robarme alguna confesión reveladora. —No lo sé. —¿Te acuerdas de lo que me decías? Y lo recordé: sabía muy bien de lo que hablaba, pero negué en silencio moviendo la cabeza. Él insistió: —Lima es el Perú... —Y el Perú es Lima —completé avergonzado. Durante unos instantes nos miramos consternados. —Es que no encontré trabajo, papá —le informé—. Se me presentó la oportunidad de venir a Arequipa y me vine sin dudarlo, ¿hice mal? —¿Por qué me lo preguntas a mí? ¿O acaso soy el dueño de la verdad? —No es eso —repuse—. Sino que debes estar más cerca de ella, papá. —Si de algo estoy seguro, Alonso, es de que la verdad no existe. La verdad es un mal necesario que nos ayuda a tratar de entender lo que nos pasa, pero siempre nos pasarán cosas nuevas, cosas que nadie entiende... como lo de ahora, como lo que estamos haciendo en este mismo momento. —Pero todos tenemos una verdad personal, papá. —Otros no somos capaces de conservarla y la perdemos: yo la perdí en Jauja, la dejé ahí, la abandoné y nunca me lo voy a perdonar. —Y yo la dejé en Lima, ¿eso me tratas de decir? —Hijo, ni tu madre ni yo tenemos respuestas para tus tribulaciones: tú eres el único que sabe cuál es su verdad. No trates de buscarlas en hoteles sino en ti mismo, no lo olvides. —Si tu intención es ayudarme, no lo estás logrando —le confesé abiertamente. —¿Vas a ponerte a escribir? —preguntó, y no tuve tiempo para ensayar una respuesta porque en ese preciso momento desperté. El rumor de la noche ya se colaba por la entrada de la terraza. En la cama del hotel descansaba la servilleta que, sin darme cuenta, había llenado en ambas caras. ¿En qué momento? ¿Cuando dormía? La empecé a leer, estupefacto: 30 DE ENERO El crepúsculo nunca viene solo: esta tarde vino con papá. Al parecer, él decidió volver de la muerte sin avisarlo con antelación. Fue una visita repentina y edificante. Habló conmigo de muchas cosas en tan poco tiempo. Lo vi bien: entero y saludable. Aunque un poco aburrido. No sé si después de morir uno puede volver a estar así: cansado de no hacer nada, decía él. Me dijo, siempre entrelíneas, que si quería escribir lo hiciera. Que era normal sentirle miedo al fracaso. Pero que sólo el tiempo y la escritura me ayudarían a deshacerme de ese temor que, como la luz del crepúsculo, irá desapareciendo de a pocos. Me advirtió, también, que lo más probable es que yo fracase muchas veces; pero que, si persisto y sigo escribiendo, nada catastrófico pasará. Es decir, que debo escribir sin prever terribles consecuencias ni tampoco aplausos atronadores. Vivir, para algunos, no consiste en esperar la muerte con actos que la despisten, sino en combatirla simbólicamente con palabras. Creo que lo primero que haré es escribir sobre papá. Sé, desde ya, que no será nada magnífico ni tampoco horrible: simplemente una historia hecha de palabras, nada más. ¿No estará hecha de sólo eso la literatura? No lo sé, pero no quiero irme de acá. Tal vez me atreva a hablar con el dueño del hotel y pedirle que no lo cierre, que me lo venda o alquile durante el verano, cualquier excusa será válida... Me creerá loco si le digo que a su hotel le estoy infinitamente agradecido, porque el crepúsculo no vino solo: trajo consigo a mi padre. Papá ya ha partido del hotel, pero en el fondo se ha quedado conmigo. Y no es el recuerdo de mi padre lo que queda, sino él mismo. Y no es, tampoco, que él se quede en este recinto, sino que continúa por estas paredes que tienen el sabor de esa verdad que todos los viajeros encontramos en los hoteles que nos saben arropar. ** Orlando Mazeyra Guillén mazeyra@gmail.com Escritor peruano (Arequipa, 1980). Estudió en el colegio De La Salle y, posteriormente, en la Universidad Católica de Santa María (UCSM, http://www.ucsm.edu.pe), de Arequipa. Ganador del primer Concurso Nacional Universitario Nicanor de la Fuente (Nixa) 2003, organizado por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo (UNPRG, http://www.unprg.edu.pe), de Lambayeque, con su novela corta Todo comenzó en la Universidad. Artículos suyos han aparecido en el diario El Pueblo (http://www.elpueblo.com.pe), de Arequipa, en la revista de política y cultura Espergesia (http://www.unsa.edu.pe/publicaciones/espergesia), en el diario Liberación (http://www.dialiberacion.com), de Lima, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://cervantesvirtual.com), de España, y las revistas El Hablador (http://www.elhablador.com, Lima, Perú), Voces (http://www.revistavoces.com, Madrid, España) y El Parnaso (http://www.revistavoces.com, Granada, España), así como en el Proyecto Quipu: Literatura descentralizada (http://quipucuentos.blogspot.com), que promueve Gustavo Faverón Patriau y en el Proyecto Sherezade (http://quipucuentos.blogspot.com). Mantiene una bitácora personal en http://orlandomazeyra.blogspot.com. === El labio y viceversa (extractos) Juan Carlos Guardela Vásquez ==== *** Noctumbria DURA ES LA noche y la muerte nos zarandea uno a uno los cabellos, pero el viento siempre está bordeando las esquinas de unos labios maravillosos. Los niños aspiraron pegantes hasta el amanecer de las terrazas. En el muelle lleno de cáscaras de arroz por fin la luna soltó su piedra vacía y silbó su silbo la loca preñada. El sueño y la vigilia nos levantan con una mano mutua y en la muerte nos hallamos baldíos como espejos. ¿Qué destierro es este para adamar tanto humo en las calles? ¿Qué es esto de ir anotando cada detalle del temblor que troncha árboles, relojes y niños? Siempre, siempre se eleva la noctumbria: el ruidoso desplome de los barcos en los astilleros, el quejido de los árboles en los aserraderos oscurecidos, el ronroneo de los velámenes en las playas solitarias, la estraza de los fantasmas por encima del hombro, El ritual de los gatos amándose en los tejados, los tiros a lo lejos en la noche, el hervor de las urgencias en los hospitales, el violincito de un grillo en un estadio solo, el tamtan de muchachos y muchachas metiendo perico en las esquinas, La rápida inundación de barrios y alacenas, el pus de leprosos cayendo como miel inválida, el silbo de los muertos abandonados en las lomas, el grito del loco correteado por los perros. Semejante algarabía hace que ya no se desvelen arduamente los poetas. Es como si cada pez boca arriba, manoseado por la muerte, hurgado por tantos leviatanes, entrara a las casas de este barrio oscurecido. Es como si el caño engrosara y trajera lo mejor de nuestro pálpito. Es como si no hubiera otro horizonte sino esta nata espesa en la que circundamos. Como si en definitiva la razón del mundo fuera esta larga playa de ceniza mientras se extiende un mapa de música... Entre tanto nos dedicamos a saber la forma en que las tapias iluminadas por la luna traen la quejumbre a los locos. *** La noción de ángel da pavor AHÍ ESTABA ENCARAMADO el bendito pelado ese. No mires al fondo del pueblo, le gritó el padre desde el alero. No hurgue en esa nube, le gritó el tío. Entonces llega la noche, la sombra a los patios. Cantó el gallo ciego. Te va a coger el Diablo. El peladito se reía montado en el travesaño del año 61 sobre el tamarindo. Montado, digo, nimalejeando, minimizando el mundo. Silba como si nada este hijo de menos madre. Abájate, ve. Pelado, no lo azuces al Diablo Desde aquí arriba se ve el cementerio, oye. Desde aquí puedo hablarle a los árboles, a las gallinas, a las culebras, a [las tapias. No lo empujes al Diablo, oye. Deberían poner acá mi cama para dormirme, oye. Desde aquí arriba se ve el cementerio. Y así, hasta que fue pájaro por un instante, sólo por un instante. La noción de ángel da pavor cuando tiene al lado el Ave María Purísima. Mis hermanas oyeron el golpe en la tapa del aljibe. Hablan de ese ruido que ha demorado cuarenta años. Ya lo oíste, pelado bendito, que no le juzgues al Diablo. Te estás creyendo un ánima, bendito pelado ese, dice el padre ahora y mira las ramas del tamarindo reseco. *** Escatole Están en la plaza. Los habitantes miran a los advenedizos. Es como si hubieran sido signados por un tatuaje atroz o si sus pieles se [hubieran tornado, de repente, en laberintos de leopardos. Entre tanto ellos hablan de la yuca que se seca, del merengue en la puerta [de un colegio, del cielo de traquetos. Mueven sus varas de mimbre en el aire. Lo tocan todo. Traen varillas de techos que se han caído. Como caudal traen la cerca [escasa. Traen lápidas. Piden sábanas, anafes. Si no es el río será un ala oscura, [pero siempre la muerte lo que los busca. En la mitad de la ronda hay una olla hirviente con postas de gallinas, la [atizan con mangles que aúllan, la consienten. Vienen de El Salao, de Corralito. De cuatro costados sangrantes. Traen bastimento. Ya no lloran. Ahora cantan. Toda esta saladera, todo el contubernio que los malogra en todos lados hizo [que no creyeran ya en la bruja. Así que la han puesto a cocinar la sopa. Ella bate las presas y los tostones de vituallas tratando de consultar el [oráculo en el cocido estrecha. Los hombres miran los pavimentos, los pretiles, los escasos solares, los patios mezquinos y tratan de hallar la explicación a la beligerancia de los zócalos. Se restriegan los ojos como si despertaran, pero no despiertan, se meten más en esos salones de escuela de interminables hileras de [colchonetas. Son los mismos. Los persigue la lengua filuda del acoso. Si siquiera se cambiaran de ropa, de rostro. Ninguna casa les volverá a ofrecer el aroma saleroso de su remota cocina ni el cielo que soñaron ni las huellas de los espantos de la infancia. Ni los ruidos de la puerta. Ni ese chasquido que dejaba en el quicio el hombro del sol cuando amanecía. Hablan de la yuca que se seca del muerto aquel que encontraron en el camino [al que, como advertencia, como un ex voto, oscuros seres colocaron sus muñecas a ras de tierra, amarradas con hiedra, como dos palomas cenicientas. Demoraron medio año viendo las dos manitos hasta que se deshicieron en el [aire. No volverán a ver la vaca que en su dentro portaba el fardo donoso del año, el queso redondo de la luna. No volverán a buscar a la mapaná anciana que, con voz seseante y desde la [espesura, les anunció la llegada una boira fangosa. *** El labio y viceversa SE CANSAN LAS piernas, La mano, la palma invisible del ala, el labio nunca. Siempre está por hacerse menos carne y más aire. No sabemos si hay una rauda paz en las comisuras o si es una guerra de anfibios. Cualquier motivo para el labio es dulce con tal de que sea a su medida. Al pronunciar las cosas alcanza sus tamaños. Algo muy raro tuvo que haber pasado en el momento de su hechura Para que tenga tanto aire transeúnte, tanta alma entrando y saliendo Y esas migas de suntuosa saliva. Y es posible que otros labios al buscarle Como bigornias dejen leves ranuras, huellas que luego son limpiadas con la punta de una lengua preciada. Atendido sea este tema del cuerpo que crece en soplos y madrazos y que es habitado por misterios... Y que tiembla. Es el límite entre el mundo y el cuerpo —en él ambos empiezan sus honduras. Todo cambia si se enamora del porte de los nombres. Y nada es llevado por el tiempo. El dedo erguido sobre el labio es la muerte o puede ser duro y dolido el [beso. También es gimnasia hacia adentro, Y pueden apreciarse sus rosas sucesivas desde afuera. Nacer es la mejor de las retóricas. El verbo se mueve a la inversa del tiempo. (Quien habla suelta su gesto de criatura que lucha por no caer al abismo). Dichoso quien hasta por los codos hace mover su corazón, Su vida será suave plática. Si fuera otra cosa bastaría con escuchar a los gramófonos Para que todo estuviera vivo. Los muertos suspiran mas no hablan, pero morir es un largo discurso. Amar es una sílaba intensa... Porque además del beso, es el labio... Porque además del molino, es el viento... Porque además del corazón, es el incendio. Cuando ama el labio es danza de saliva, Pez en lucha, tacto que piensa. Hay cosas viejas acabadas de nacer, Y cosas recientes que a los corazones hace longevos. No toda palabra es potable, a veces sale la chispa hacia la paja. Cuando no hay quien vindique las cosas caídas Ni quien levante el beso que dejó el novio muerto, Cualquier cosa puede herirnos, callados venimos y sin labio. Mírenle siempre profiriendo y mírenle esa paloma de risa. Su fibra se estira hasta el sitio del ángel. Quien calla caduca. *** Aprendices de música En la punta del saxo ambas bocas se unen *** Alabanza de la mujer madura POR UNA MUJER madura ha pasado todo y ha vuelto a pasar. Ella tiene sus dominios detrás de la caricia con una diligencia de carne y hebras abiertas. Le fueron poseídas distintas cinturas que ha tenido. Aprendió a medir su sed para alargar las noches. Su hendija tiene relámpagos viejos, vinos y late con un aroma medieval. Su hendija tiene una experta suavidad sin fondo, una pieza de sal caliente, para ir saboreando frutos ácidos en un bautismo de piel. En ella está todo el tiempo del gozo, ese péndulo que crea y desampara. Allí no hay nada que ella no haya hecho antes. No se desperdicia un pliegue de amor. Todo es paciente y seguro. Hay innumerables bienes. En su piel uno puede ver las pequeñas señales. Las várices que apenas están naciendo riegan el gesto de una regia ternura y anuncian la llegada del deseo, y el nacimiento de unas ondas hertzianas en sus muslos donde su garbo da el todo por el todo. Sabe lo puro y lo impuro y usa esas anchuras en el cuerpo. No es frágil, pero en su dentro, debajo de su temple y tibieza, hay una niña coronada de helechos eléctricos. Se toca los pechos crecidos un día entre arrozales como un par de bornes y sueña con el amor. En la boca de la mujer madura, el desamor pudo haber dejado un volumen de aire triste, el beso mal dado, pero abre sus alas hacia un vuelo que conoce. Sus comisuras siembran el temblor y su lengua de tránsito sabio hace crecer la sangre. *** Balada medieval A LA MAÑANA la niña sube al árbol. Empieza a comer sus frutos mojados. A sentir el goteo del sereno. En el trazo de la luz y del viento La niña tiene sus vestiduras aún pequeñas. Cierra los ojos y se deja llevar. Se frota los vellos de su brazo Y siente una nueva piel que está dejándola desnuda, Y es una muchacha cuyos pechos Quieren saltar al aire azul, Cuyos aceites empiezan a moverse. Descubre un latido más denso entre sus muslos, Un olor maduro. Se abre sobre el musgo del árbol Y es el día su primer varón. ** Juan Carlos Guardela Vásquez jcguardela@hotmail.com Periodista colombiano (San Juan Nepomuceno, Bolívar; 1964). Ha hecho radio, prensa y televisión. Colaborador de las revistas Semana (http://www.semana.com) y El Malpensante (http://www.elmalpensante.com). Ha dirigido varios documentales transmitidos por el canal regional TeleCaribe. Ha sido periodista para los diarios El Universal (http://www.eluniversal.com.co) y El Periódico, de Cartagena, jefe de prensa del Observatorio del Caribe Colombiano (http://www.ocaribe.org), coordinador de la revista Aguaita, asistente de la oficina de Prensa del Festival Internacional de Cine de Cartagena (http://www.festicinecartagena.org), jefe de prensa del Instituto Distrital de Cultura de Cartagena y coordinador del programa de TV Magazín cultural, de Telecaribe. Ha recibido la beca de creación del Ministerio de Cultura de Colombia (http://www.mincultura.gov.co) para escribir la novela Acabose (2007); la beca de periodismo investigativo del Proyecto Antonio Nariño (http://www.fnpi.org/pan/becas.asp) con el reportaje El edén vencido, éxodo, minería y conflicto armado en el sur de Bolívar, publicado en Semana; el Premio Regional de Crónica y Reportaje Álvaro Cepeda Samudio, el premio de periodismo Pegaso de Oro en Televisión con la serie Champeta, bacile y muerte, transmitido por TeleCaribe (1997), y la Beca Nacional del Instituto Nacional de Cultura con el poemario Las tres heridas (1993), entre otros reconocimientos. Ha asistido a talleres y seminarios de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI, http://www.fnpi.org) con los maestros Jon Lee Anderson, “Paco” Goldman, Javier Darío Restrepo y Alma Guillermoprieto. === La fantasía en 100 palabras (extractos) Julio Campos Ávila ======= *** Arquitectura Hemos creado, sin duda, una arquitectura de soledad que solamente nosotros podemos entender. Te lo dije, ¿no? Sí, lo intenté múltiples veces, pero cada vez que lo hice, tú mirabas otra cosa: el atardecer, el vuelo de un ave, la cara de un niño o el viento golpeando suavemente a las hojas de aquel árbol. Así la fuimos construyendo, de silencio en silencio, de demora en demora, como en un cuento, una breve narración donde tú y yo éramos el comienzo, pero sin que hubiera un final y sin que supiéramos entonces, quién fue el primero que comenzó a olvidar. *** Halos Percibí halos, sobre la mantilla negra que cubría tu cabeza y te convertía en una madona mágica, en el amanecer iluminado por la nieve que caía silenciosamente, mientras me alejaba en el autobús en dirección a una meta no conocida. En ese momento eras la claridad y a la vez el dolor que me causaba verte desaparecer, poco a poco, en una extraña inmovilidad, mientras te reconstruía en mi memoria y mi nombre, que hasta hace un instante te rodeaba, comenzaba a desaparecer como un copo de nieve en tierra congelada. Te lo repito, así quedaste, como una imagen grabada. *** Nieve Nevaba en pequeños copos. Igual que si fueran plumas de cisnes, caían dando vueltas, tan heridas, a modo de aves desplomándose en giros milagrosos, desde un punto imaginario hasta nosotros. ¿Te acuerdas? Éramos, entonces, forasteros del día, tú tenías la facultad de iluminar la mañana con tu risa, mientras yo me aferraba a tus manos tibias, para que no desaparecieras o no te diluyeras en el aire y trataba de alcanzarte con todas mis palabras y no fuera preciso decirlas en voz alta. Nevaba en la ciudad. La tuya, la mía, acumulándose su capa en las calles y en nosotros. ** Julio Campos Ávila jcavila2003@gmail.com Escritor chileno (Santiago, 1939). Profesor jubilado de educación básica. Ha publicado los libros de cuentos Raigambre (1962) y El regreso de Lázaro (Caracas, 1999), y aparece en la antología poética Poesía joven de Colchagua (1961). Es miembro de la Sociedad de Escritores de Chile (Sech, http://www.sech.cl) desde 1962, por haber ganado ese año el primer premio de poesía en el Canto a la Reina. Fue electo diputado por el período 1973-1977. Salió al exilio en 1973 durante 14 años. Ha obtenido premios de poesía, cuento, mención honrosa en novela infantil y ha sido publicado en diversos diarios y revistas. === Alas de papel (extractos) Argenis Díaz =========================== Busco la palabra viva que me fragmente recoja mis pedazos me haga ser, después de ser Hombre. === Descreo de concilios mañana será lo mismo hablaremos otras lenguas seremos pájaro ángel con seis alas de papel para alzar el vuelo cuando todo sea inútil y nos busquen en los avisos clasificados y en los envíos contra reembolso === Aproveche la luz no ve que todo está rojo y por estas calles ya nadie suele decir verdades que el toque de queda hacia el amor ya no funciona que la vida pende de un hilo de sangre que me estoy cansando de ir y venir, como quien dice que herido de bala por tu ausencia sólo atino a decir la misma oración aprendida de memoria en un libro de primaria. === No logró entender que soy aire y no tierra que todavía cabalgo caballo de mar indómito sobre compañas de fuego que giro en círculos buscando el sustantivo la palabra precisa otra mirada otra lluvia bajo el mismo cielo espejo que me devuelve tu imagen === Una gota de agua es similar a otra amo la soledad que te rodea estas calles no son las de Venecia pero el llanto corre igual en cualquier lugar del mundo. === Aprendí que el amor redime de sufrimientos mientas sigues atado al árbol de la vida. === Vuelvo al silencio de las horas. A la fría calma de los aciagos días en que vi de cerca tu rostro cuando hundías tu daga en mi memoria. Marchita de siglos de ausencia tu malvada risa me persigue cuando menos lo espero. Tal vez no llegues nunca a vencerme pero el miedo sigue oculto al asecho del perdón por no ser quien quiero ser El hombre más valiente de esta historia. ** Argenis Díaz jargenisd@yahoo.com Escritor, ensayista, articulista y poeta venezolano (Villa de Cura, Aragua, 1954). Es miembro activo y directivo del Grupo Senderos Literarios (La Victoria, Aragua) y de la Fundación Villa Literaria (Villa de Cura). Es redactor cultural en los diarios La Antena (http://www.diariolaantena.com.ve; San Juan de los Morros, Guárico), donde coordinó por más de tres años la página cultural Raíces (1993-96); y Hoy Diario del Sur (Aragua), en el cual mantuvo la Hoja Cultural Laberinto (1997-98). Ha publicado trabajos poéticos, ensayos y artículos de opinión en diversos diarios y revistas de Aragua. Editor de la revista Laberinto, primera edición (2004), también forma parte del equipo editorial de la revista Huellas del Sendero del grupo Senderos Literarios (2004-2008). Desde enero de 2007 forma parte del equipo de producción del programa “Tu Café Literario”, que transmite Zamoranos 94.7 FM (Villa de Cura) los sábados de 7 a 8:30 de la mañana. Ha publicado los poemarios De espaldas al silencio (Senderos Literarios, 1992) y Alas de papel (Senderos Literarios, 1997). Textos suyos han aparecido en diversas antologías. Ha trabajado como docente de aula, instructor y facilitador de diversos talleres y cursos de formación en castellano y literatura, creatividad literaria, oratoria, redacción y periodismo comunitario. Participó como organizador en los encuentros de articulistas de opinión realizados desde 1996 hasta 2000 por Senderos Literarios. Ha recibido numerosos reconocimientos, como el “Zamora de Oro” como el poeta más destacado del año 1994; como articulista del diario La Antena (1996, Alcaldía del municipio Zamora; Villa de Cura) y la Medalla de Honor al Mérito por la Dirección de Cultura del estado Guárico (Fundaculgua, 1997). === 8 horas Guillermo Barquero ======================================= —No se puede poner más caliente, no puedo apagar el aire acondicionado, afuera está insoportable y aquí dentro nos vamos a hacer que pase lo mismo, ¿no ves que estamos en pleno verano? La verdad es que no me di cuenta hasta... bueno, hasta que todo cambió, todos los efectos del verano, y se puso cada cosa con un peso del que no puedo contarte nada... Quizá no hayan inventado las palabras para ese tipo de sorpresas. —¿Para eso me pediste el carro, imbécil? —Nada de insultos. Lo del carro fue por pura amistad, es que uno no se da cuenta de que las cosas existen, hasta que las necesita... ¿Hoy es domingo o sábado? —Domingo, lo sabés, ¿cómo no vas a saberlo? —Qué sé yo por qué no iba a saberlo. Como en un libro de Dostoievski, en el que entra el diablo y le habla a alguien, que no recuerda la fecha... ¿O era uno de Tolstoi?, no sé, estoy perdiendo la memoria, tal vez sea el calor de afuera o el frío de aquí que no se quita. Bueno, pero te voy a contar cómo fue la cosa, cómo llegamos aquí... Gracias por el carro, de verdad que lo necesitaba... Hubo un breve silencio. A los dos les pareció ridículo el espectáculo del aire acondicionado dentro de las ventanas del automóvil, el disco del sol alumbraba incansable en medio del cielo, haciendo arder la calle, los animales, los ánimos, pero dentro del carro todo estaba frío, quizá lóbrego, dejado al arbitrio del silencio de los dos, imposible de mantener. —No, en serio, mirá, la cosa es que me desperté un día, creo que fue este martes que pasó. Martes si hoy es domingo y no sábado, para aclararte todo como te lo merecés. La cosa es que Estela estaba despierta, llevaba sus mismas ojeras de todo el tiempo, sus limpias admoniciones de todos los días, el mismo saludo entre dormida y despierta. Me vio, me sonrió y me mostró el cansancio del día que comenzaba, tan igual al resto, tan lento como todos los demás, antes y después... Y apenas era martes; ya para el jueves de nuevo me levantaba y estaba su misma cara, sus mismos ojos azules. Pero no es de ella de lo que se trata, aunque tal vez ella haga todo más llevadero y entonces soy injusto y la meto en toda esta cosa de la costumbre, en esto de las mismas comidas, el mismo par de zapatos, el pantalón y la camisa que se repiten en ciclos... No sé, ese martes me di cuenta de todo, de golpe, mientras Estela bostezaba, mientras llenaba la cocina de su aliento amargo de la mañana. Abrí la ventana que está a la par de la puerta de la entrada, aquella decorada con los vidrios que dejan que el mismo árbol luzca el movimiento del aire en las ramas que no dejan de moverse... ¿Estoy hablando de algo que no sepás? La cosa no es el árbol ni la puerta, sino la sensación de que nada ha mudado entre los días que pasan. Abrí la ventana y la misma sombra. Luego la puerta y la misma voz de aquel señor del que te conté, aquel asistente del ministro, que siempre saluda con el mismo respeto, la misma deferencia. El hombre levantó ese martes la misma mano derecha, como si no fuera suya, como si hubiera tenido que levantarla para mantener la rotación del mundo o algo así... De pronto uno se da cuenta de las cosas y no hay vuelta atrás, todo parece estúpido, repetitivo, los mismos buenos días, las mismas caricias en la misma parte de la cara, el mismo frío del agua cuando me estaba bañando, el mismo jabón y las mismas canciones en la radio... Que conste que no me quejo, sólo argumento, aunque a ti te dé lo mismo. Y no sé por qué precisamente ese día, un lunes o martes, pero fue de pronto, como un balazo en la columna vertebral, fueron los mismos botones de la camisa, la misma animal costumbre de lavarme los dientes y enjuagarme la boca con aquel brebaje asqueroso que la mamá de Estela le compró... No, si no tengo que explicarte todo tanto, ya sé que me entendés, aunque no te des cuenta en profundidad y no sepás por qué te cuento todas estas cosas tan fútiles, tan insustanciales... A lo que voy es a esto: salí por la misma calle, aplastando con la misma fuerza las mismas piedras que sentí con la calcada incomodidad en las plantas de los pies, ¿entendés? Imaginate lo que fue sentir el mismo dolor por una piedra llena de picos, de aristas que eran la copia de otras miles de piedrecitas de otros miles de días, y no te he contado lo del andén, el que se usaba antes cuando el tren aún andaba por ahí haciendo bulla, vi a las tres mismas personas, saludándome a la distancia de la misma manera, con la misma expresión en las caras... Y después me decís que por qué digo que no quiero ser un animal, a pesar de que sé que lo soy, que estoy condenado a la mentira de esta mugrosa costumbre. No, si no estoy exagerando, inclusive escuché el mismo grito de una mujer que siempre llama a su hijo a la misma hora, a las 6 y 55 de la mañana... ¿Te imaginás lo que es darse cuenta de una cosa así, de una hora que no cambia, que nos tiene atrapados en un fango que no cesa? Bueno, sí, demasiada cursilería, pero no me vas a negar que es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, como dicen los jueces. —¿Le podemos bajar el frío a esta cosa? —¿Estás loco? Le bajamos el frío y nos lleva puta. Con el calor que hace afuera. El silencio se instaló de nuevo; la pesantez de la falsa atmósfera del carro era inamovible, mientras avanzaban hacia lugares de los que no tenían más señas que las horas y la gasolina que les quedaba. El hombre no pudo contener las palabras. —Pero es que no me has entendido, a lo que me refiero no es ni a Estela, ni al viejo andén, en el que ahora vive gente muy pobre, ni a la sombra de los árboles. De lo que me di cuenta el martes (si es que era martes) es de las ocho horas, desde que llego al trabajo hasta que salgo. Todos quizá nos hemos preguntado lo mismo: ¿por qué aguantar el horario aplastante que enceguece, aparte de por la plata? Sí, sí, hay que comer y punto, pero uno come tranquilo hasta que entra por la misma puerta y recibe el mismo apretón de manos del mismo hombre, en la entrada. No sé, de pronto lo vi directamente a los ojos y me clavaba la misma risita de cretino decente, la misma mirada de hartazgo porque yo creo que él está ahí desde las tres o cuatro de la mañana. Las mismas manchas en los dientes, los mismos labios partidos por el calor, por la pobreza que se le nota hasta en cómo saluda. Pero sobre todo las manchas en forma de mapa, pardas, negras en los dientes del medio, cuando sonríe sin quererlo... No me importa hablarte de él, sino de “eso”, así, entre comillas, de las ocho horas iguales, las de todos los días. Es que el martes estaba como con un radar que siempre había tenido apagado, si me entiendes... ¿Puedo fumar? —No, nos ahogamos con este frío del diablo y con ese humo de mierda. —No era en serio. Se callaron por algunos minutos de eternidad, sintiendo un asco que venía del frío o de la pesadez o del sol de afuera, que para ellos estaba extinto. Preguntó que cuánto faltaba y el otro respondió que no sabía, que tenían que esperar que se hiciera de noche, que estuvieran cerca de aquella zona que ninguno de los dos tenía idea de cuál podía ser, la de grandes árboles a la orilla de la carretera. El sol dejaba el cenit, el calor incólume que enfermaba, la plenitud del verano. Alguno de los dos sintió un sudor frío en la espalda, como cuando se tiene miedo. —Ah, sí, te estaba hablando del hombre, pero él es apenas la primera parte del recorrido, antes de darme cuenta de que doña Clara llenaba el aparato de hacer café con las mismas manos, con la misma ponderación de las cucharaditas que se le iban así, así... Todo fue lo mismo, sus ojos verdes, sus mismas arrugas, el mismo sabor del café antes de ponernos a trabajar en serio. No, te digo otra vez que no me quejo, es más, no me importa que todo sea lo mismo en todos lados, pero no me creo el cuento ese de que seamos unos animales, porque Aristóteles tendría razón, y estaríamos condenados a la misma mierda cotidiana. No quiero ser un maldito animal de costumbres. ¿Te acordás de su Política, de aquella cosa rara del hombre como un animal político? No se equivocaba quizás; somos animales de carga, animales lúdicos, animales de sexo como las verdaderas bestias, y animales de la costumbre, aunque no puedo creer que lo seamos —la peroración carecía de orden, de sentido, a menos que se tratase del zigzagueante discurso de un demente; su rostro al hablar era de completa impasibilidad. —No pongás esa cara, porque sabes de lo que te hablo. Ahora no sólo hay que aguantarse el mismo cielo y el mismo sol, los mismos árboles, lo mismo de todo, sino que además hay que acostumbrarse a las mismas letras, los mismos saludos, la misma máquina de escribir. El mismo tictac del reloj, incluso. Bueno, qué voy a saber yo de filosofías, a mí lo que me importa es lo que vi en esas ocho malditas horas que se me hicieron elásticas, eternas. Carta para el señor López, encabezado para el asistente del alcalde, las mismas teclas en la misma máquina de escribir vieja, más vieja que tú y yo, el mismo dedo que se me queda pegado entre esas teclas, el mismo dolor... Como a las diez de la mañana traté de adivinar, no, más bien tuve la vana esperanza de que todo iba a ser diferente. Apunté en un papel: tres sobres siempre —ahora serán cuatro. O algo así. Redactaba los mismos mensajes con los mismos saludos de respeto para tal o cual persona, y las cartas fueron llegando, las del jefe. Una, dos, tres, y... eso fue todo, en la tarde estaban las mismas tres, a nadie se le ocurrió mandarme nada más, quebrar eso de lo que te hablo, las cotidianidad, las mismas cosas de todos los días. Ocho horas largas, malgastadas, transparentes y huidizas. Y no sé por qué me di cuenta hasta ese martes, no sé por qué vi claramente la hora de salida, el mismo vaho de la ciudad, los pasos de siempre, repetidos hasta el cansancio. Pero lo peor no era eso, sino los minutos de descanso, cuando me puse a escribir cosas, fragmentos para aquella novela que creo que nunca voy a terminar. Así se da uno cuenta de que Kafka ni era escritor ni era fantástico, sino un simple periodista, un adelantado en hablar del sinsentido de la costumbre, de las cartas que me toca escribir anestesiado por los años que llevo allí... Escribí las mismas frases, los mismos personajes que dicen sus líneas una y otra vez, sin que se me ocurriera nada, como autómatas sin nada nuevo que agregar, como en aquella película de Kubrick, aquella del escritor inepto que escribe la misma frase todos los días para no matarse o matar a todos... Pero si pudiera ser escritor a tiempo completo, sería lo mismo, te lo apuesto, sería levantarme y ver la cara de Estela, ver la misma blancura de su bata, su mismo cabello rojo que le baja de la misma forma por los hombros, el café siempre igual y la mesa de trabajo y el mismo aburrimiento. Todo es por el aburrimiento. La madre de todas las desgracias, como dicen. Como el otro no dijo nada, se justificó. —No, no me estoy justificando con lo del aburrimiento, sólo te lo digo así a secas... Uno que otro carro pasaba al lado, casi todos conducidos con la velocidad que permitía una carretera recta, sombría, muy alejada de la ciudad, de la que salieron por la mañana. —¿Cómo se llamaba la película esa, la del loco que escribe mil páginas con la misma frase? —El resplandor. —Ah, sí, El resplandor... Sonrió sin querer, aunque no lo ameritase en lo más mínimo, como un reflejo al ver el resplandor extinto de afuera del auto. Pensaba las cosas que había visto ese martes, sin decirlas en voz alta, o diciendo sólo la mitad de ellas. —Creo que ya me entendiste. En la tarde le di la mano al jefe, que me hizo la broma de todos los días, y vi todo claro, como magnificado, como lento y sin sentido. No quiero ser un animal de costumbres, eso por nada del mundo. Le pidió al otro que detuviera el automóvil. Estaba oscuro, quizá tan frío afuera como adentro, en la pesadilla álgida de un aire como de morgue. —¿Ya llegamos? —...Creo que todavía no, aquí no se puede, no son las seis de la tarde. Seguí, falta una media hora. El otro no respondió, solamente tomó el volante con más fuerza, presintiendo el alivio que sería la noche cuando todo hubiese terminado. Él, mientras tanto, habló del martes, de Clara, aquella mujer joven y bonita que tenía poco de trabajar en la oficina, pero que ya era el trasunto de todas las Claras, de todos los días. Habló de los adioses, del camino de regreso a casa, de las sombras, del mismo café y el mismo cigarro de la noche; en fin, esgrimió todos sus argumentos lo mejor que pudo, alargando las cosas innecesariamente. —Ahora, no te imaginés que yo no estoy nervioso, porque lo estoy, y mucho. Nunca creí que pudiera llegar a tanto. Es que no quiero ni voy a ser el animal de la costumbre del que te hablé, no voy a transigir en el patetismo de todos los días... Seguí, seguí, falta poco —un silencio duro se irguió por unos diez minutos. —Otro, en mi lugar, podría llevar un cuerpo por días enteros, descomponiéndose con el calor, con moscas, abotagado y sucio. Nada pasaría. Después de todo, no soy un profesional ni quiero serlo; fue un mero impulso, junto al andén, en la noche, de regreso, con la casualidad de que viviera allí. Vi como un pedazo de hierro colado, un bastón sólido, tirado en la oscuridad. Le adiviné la cara, pero era muy tarde, demasiado, diría yo... Aquí, aquí, a la derecha —nadie habló, ninguna luz de ningún carro alumbró la pequeña vía alterna. El auto se detuvo sin hacer ruido alguno. —¿No me vas a ayudar a tirarlo? El otro se negó, entonces él levantó el cuerpo como pudo. Intuyó la cara de todos los días, las manchas en forma de mapa en los dientes. Supo que no dejaría de ser el animal que detestaba. Seguía la otra costumbre, la del asesino que se que se siente eternamente perseguido. ** Guillermo Barquero gbarquero@pipasa.net Escritor costarricense (San José, 1979). Ha publicado La corona de espinas (cuento, 2005) y El diluvio universal (novela, 2009). Mantiene el blog Sentencias inútiles (http://sentenciasinutiles.blogspot.com), de reseña literaria de autores hispanoamericanos, y colabora habitualmente con artículos de temas literarios en el periódico independiente Ojo. === Cuatro poemas Alma Rosa Tapia ==================================== *** Máscaras Los coyotes huelen a una hembra que baila con fantasmas errabundos. Llegó en la madrugada, justo cuando nadie le aulló. Experiencia lobuna con amoroso disfraz. Presa conquistada, sin luz, ni huecos. Cinco lunas llenas fallecen en el calendario. Ella finge dormir mientras desgrana esperanzas en los rincones de la habitación, Con débil suspiro domestica cabellos desteñidos en la almohada. A veces hiena feroz y otras, dócil muñeca de robóticos teclados. Él, atento coyote a negros boxeadores de pantalla, en medio de fúnebres eructos de coca-cola. A veces, noctámbulo televidente evasor del oscuro pasado. Otras, perro viejo, indiferente y enfermo. No es tedio, sólo tristeza Insatisfacción de falsedad. Monstruos sin máscara bajo la luna. Irremediables bestias que entre mordidas y rasguños culminan el acto. (de Surcos en la mirada). *** Estallido cerebral Un puntapié sin freno se impacta en un portón de madera comprimida. En el pecho retumba un proyectil cargado con dolores que en cruel bombazo [desploma la existencia. Un bulto repleto de cucarachas hambrientas rasca la cabeza en busca de una [salida. Sonríe para todos, menos para él mismo. Vive la mirada como el frío de un metal filoso en la garganta. Mientras el cuerpo yerto olvida dar cuerda a los latidos de tiempo atrás [cansados. (de Surcos en la mirada). *** Miedo Con dilatadas pupilas la observo, me asusta, me alejo. Ella a su vez me mira, sonríe quizás se burla. Espalda que no tiene frente, que por su revés me mira. Estoy arrinconada en este espanto. Confundo su mirada con la mía. ¿Me atrapa o la atrapo? No sé si soy de ella o ella mía ¡Qué turba de imágenes! ¿Es una rata o es mi madre? ¿Es la cruz o es la rabia? Salta, me muerde, escapa. Pero estoy sola, encogida Apenas nada. (de Surcos en la mirada). *** Veneno a mi medida Ella se acomoda en mis manos como hecha a la medida, en estas manos, secas de años, teñidas con manchas. Derrama dulce veneno de amargo sabor nocturno, sin reparo vertido a mi agónico insomnio, hambreado siempre de café. Ella a veces fría, de frío material Templado al contacto de la piel. Ella en quien mis ojos perdidos descansan cuando mi letanía llega. En ella mil besos pintados de carmín se alojan. Incautos besos desterrados de parcas bocas. Ella mi taza de cerámica, taza envenenada, de amargoso café. Ella, pobre sin salida, atrapada por negras manos en un ataque dolorido de cabeza, contra la pared en cien pedazos estalla. (de Poesía del absurdo cotidiano). ** Alma Rosa Tapia aspacia1968@yahoo.com.mx Escritora mexicana (México, DF, 1968). Es psicóloga educativa integrante en la Secretaría de Protección Civil (http://www.proteccioncivil.df.gob.mx) y, también, psicoterapeuta. Sus textos poéticos y narrativos han sido publicados en diferentes revistas tanto impresas como digitales. Ha publicado Los hijos del País Jorobado (Universidad Pedagógica Nacional, UPN, http://www.upn.mx; 2003) y el poemario Perfiles (Fridaura, http://fridaura.blogspot.com; 2006), ilustrado con obras del artista plástico Heteo Pérez Rojas. Es miembro del grupo Arte-Norte, con el cual próximamente publicará su poemario Jirones y arena (Fondo de Cultura Económica, http://www.fondodeculturaeconomica.com), ilustrado con 25 obras plásticas y dedicado a las más de 400 mujeres muertas y 500 desaparecidas en Ciudad Juárez, Chihuahua. === Morirse de a poco y sin testigos o volver... Silvia Hebe Bedini == Las decisiones se toman así, con insomnio en el alma y sangre en las uñas, de tanto morderlas. Me voy. No quiero mirar hacia atrás pero sé que en cualquier momento mi cabeza se dará vuelta para llorar una última lágrima. Ya está. No funcionó. Y de más estaría decir que existieron muchos intentos. Fallidos. Fallé. O la vida aquella que planeé fue simplemente una utopía destinada al fracaso desde su primer respiro. Las memorias lastiman, arañan, se burlan de todo esfuerzo por cremarlas y reducirlas a polvo o astillas. Tal vez alguna persista como astilla, sin embargo. Quise hacerle frente al desarraigo, lo subestimé y lo pateé al costado del camino pensando que podría desterrarlo de cada uno de mis proyectos. Me convencí de que podría reducirlo a una simple variable insignificante en el experimento de llevar adelante mi vida en otro escenario y con otros personajes. Estudié las chances de transformar la experiencia total en un eslabón más de la interminable cadena de mi crecimiento y de mi orgullo, y acepté con firmeza que así sería. Sería obligatorio crecer desde las emociones nacidas en la distancia y el destierro. Por haber sido voluntarias, simplemente por eso. Uno se obliga. Uno se miente. Uno se pierde tratando de adaptarse a un ambiente que no es el de uno, tratando de demostrar que uno es lo que es. Uno cree que aquí o allá todos podemos llegar a ser potencialmente los mejores. Pero uno a veces se cae sin tocar el piso y el golpe no se cura como se curaría en el país de uno. Uno se lamenta de lo cotidiano y lejano pero mastica sin poder tragar lo fabuloso y ajeno. No me malentiendan, no hablo con sarcasmo ni con resentimiento. Hablo desde el dolor, desde ese tipo de dolor que regala sabiduría. Es haber vivido y aprendido, es no querer volverlo a hacer. Es haber ganado en fuerza y en inteligencia, pero es haber perdido en ser amado y en creer. Es haber violado a mi propia ilusión, y haber empujado a una excruciante agonía a mi capacidad de espera. Si alguien aún no entiende de qué estoy hablando, les confirmo mi herida: la distancia. De ella hablo. En todo su sentido, profundidad y malos usos. De alejarse de un suelo que pica y arde pero que da una base para encaminar los pasos. De alejarse de aquellos abrazos que crean calor en medio de una tormenta de nieve o en una noche de abandono de las más viejas ilusiones. De la amistad que sufre al no ser vista, olida y tocada. De los amores que sufren cuando la distancia los obliga a hacerse únicos y cercanos. Hablo de dejar lo que uno olió como leche materna. De alejarse de la comida hecha en casa para quienes hacen de esa casa mi casa, y de los padres aún vivos, de las calles caminadas eternamente y de la lluvia que moja el alma pero también la refresca. Hablo de la distancia como daga que acorrala los sentidos. De la imposibilidad del olvido. No vale la pena. Lo repito: no vale la pena. Irse no deja de ser un querer volver que no acaba. Un extrañar que no se calma. Y quien logra adaptarse a ese dejarse ir, es porque creó alguna otra —y mayor distancia consigo mismo. O porque nunca ha podido abrirse y entregarse plenamente a su propio mundo. No es el insomnio el que habla, ni la distancia que en poco se acorta. Tampoco es el aprendizaje que podría haber ganado en todos estos años de explorarme a mí mismo desde este físico y personal desarraigo. Es el haber fallado mientras mi corazón me dice lo contrario. Es sentirme feliz de haber fallado. Es sentirme y es ser distinto pese a todas las diferencias contempladas. Es querer volver a sentirme niño, virgen e ilusionado. Quizás fue tan sólo un mal paso, quizás estos veinte años de estar lejos han sido sólo un gran y errado paso. Quizás ni siquiera han pasado esos veinte años y mis arrugas son sólo una nueva ilusión pujando por desfigurar mi rostro. Cuando río es cuando tengo más arrugas. Pero mi sonrisa se ha vuelto tan disonante como la oración que alude a ella. Me voy. Me voy por fin, y esta vez irme no es irme sino volver. Volver a los abrazos, a las manos que se tocan cuando hablan, a los errores comunes, a las calles que ya nadie transita por la noche, y a las caras arrugadas por naturaleza. Vuelvo a mi suelo, mi cielo, a mis voces, a mi infancia reflejada en los ojos de mi madre; a mi infierno, al de todos los que conozco y me han conocido. Pero vuelvo. No soy eterno, lo sé, y quizás ni siquiera resista el viaje. Pero vuelvo. Y ya eso me hace sentir el hombre más feliz, el más sabio. Yo mismo. Ahí vuelvo. Y sé que me esperan con los libros abiertos. Ya está. Fue un largo viaje, casi no lo logro, lo sé, pero finalmente creo que he ganado lo aprendido. Créanme, es verdad, y no sólo yo lo digo, adaptarse a no ser uno, es morirse de a poco y sin testigos. Volver, volver es el camino. ** Silvia Hebe Bedini silbedini@yahoo.com.ar Médica pediatra y neuróloga infantil (Buenos Aires, Argentina, 1967). Reside en Los Ángeles y es escritora. === Idioma de amor (extractos) Luigi Muccitelli ====================== (Nota del editor: publicado en italiano y español, Idioma de amor es el testimonio poético del escritor italiano Luigi Muccitelli, cuya trayectoria lo ha conducido siempre sobre dos aguas, las de ambas lenguas. El libro hace un recorrido por toda la obra del autor, cuyos poemas están dedicados a temas como la guerra, la madre, el terruño, la familia y el amor, entre otros). *** El sepulturero de 1943 (para mi abuelo Raffaele Aresti, quien excavó tierra y rocas con manos de pastor de Cerdeña) Sobre las vísceras oscuras del sendero tu volvías, abuelo, a reversar todo el perfume de tu muda casa a nuestra mesa adornada de miedo. Tu mirada de acero desafiaba al cazurro buitre que de una nube cobarde te tendió la emboscada. En tu pierna estrechada por la garra se reflejó el lívido cielo y lloró copioso tu corazón. Ahora entre viejos cacharros duermes en tu muda casa. *** Il becchino del 1943 (a mio nonno Raffaele Aresti che scavó terra e rocce con mani di pastore sardo) Sulle viscere scure del sentiero tu ritornavi Nonno a riversare tutto il profumo delta muta tua casa al nostro deseo ornato di paura. II tuo sguardo d’acciaio sfídava il sornione avvoltoio che da una nube codarda ti tese l’agguato. Nella tua gamba ghermita dall’artiglio si rispecchió il lívido cielo e pianse a dirotto il tuo cuore. Ora fra le vecchie stoviglie dormi nella muta tua casa. *** Congoja Un crujido de fusta percute mi sueño. Una gélida nube envuelve el temblor de mi alma y moja mi piel de átomos helados. Mis ojos se pierden en la noche oscura y más amarga es mi tristeza. *** Angoscia Uno schiocco di frusta percuote il mio sonno. Una gelida nube avvolge la mia anima tremante e bagna la mia pelle di atomi ghiacciati. I miei occhi si perdono nel buio della notte e piú amara è la mia tristezza. *** El dulce sonido de tu voz El pulsar sonoro de tu sangre es ritmo incesante en el mío y lo calientas con el amor que me das más allá de la vida. El dulce sonido de tu voz sacude mi duermevela y me realegra en cada aurora. *** Il suono dolce della tua voce Il pulsare sonoro del tuo sangue è ritmo incesante nel mio e lo riscaldi con l’amore che mi dài oltre la vita. Il dolce suonno della tua voce scuote il mio dormiveglia e mi rallegra además ogni aurora. *** Impalpable azul No he tenido nunca un pájaro un perro o un gato porque mi casa ha sido siempre angosta para contener todo de mí y no había rejas ni cuerdas que pudieran impedir mis vuelos hacia el impalpable azul. *** Impalpable azzurro Non ho mai avuto un Uccello un cane o un gatto perché la mia casa è stata sempre stretta da non contenere tutto di me e non aveva sbarre né corde che potessero impediré i miei voli verso l’impalpable azzurro. *** Falsa alegre muchacha Tu cuerpo de mariposa mortifica mi deseo cuando corres de brazos al viento en el vestido de mandrágora para trocar tu pudor con obtusos tramperos de amor. Amarte como mereces es amar el perfume del alba y no la embriaguez sabrosa de tu holocausta juventud. Yo sé que en tus locas pupilas hay profundas cicatrices. *** Falsa allegra ragazza Il tuo corpo di farfalla mortifica il mio Desiderio quando corri con le braccia al vento nel vestito di mandrágora a barattare las tua pudicicia con ottusi trappolai d’amore. Amarti come meriti é amare il profumo dell’alba e non l’ebbro sapore della tua olicausta giovinezza. Io so che nelle tue pazze pupille hai profonde cicatrici. ** Luigi Muccitelli lumuccitelli@alice.it Escritor italiano (Fondi, Latina, 1933). Hizo estudios agrícolas hasta 1948 y fue obrero electricista hasta los veinte años, pero no pudo seguir los estudios formales. Enrolado en la Marina Militar de su país, residió entre 1957 y 1962 en Venezuela, donde se desempeñó como agente de seguros y vendedor de autos, entre otros oficios. En Barquisimeto (Lara) hizo estudios de artes plásticas, se dedicó al periodismo y a la literatura. Después de vivir dos años en Alemania regresa a su tierra, donde funda en 1969 la Galería de Arte “Julia de Gonzaga” y el Premio de Pintura y Gráfica “Ciudad de Fondi”. Es fundador, también, de la revista de arte y literatura Lo Spazio. Ha participado en importantes actividades artísticas, literarias y periodísticas y recibido numerosos reconocimientos en Roma, Milán, Bérgamo, Venecia, Pisa, La Spezia y otras ciudades italianas, así como en Suiza y Australia. Ha publicado los ensayos históricos Julia de Gonzaga, la condesa de Fondi; Vespasiano Gonzaga; El asesinato del cardenal Ippolito de Medici; Gente de Fondi y El Templo de la Tierra; así como los poemarios Una dulce pitada, A la sombra del Castillo de Fondi e Idioma de amor, entre otros. === De las hojas que regresan al árbol Edgardo Herrera =============== Otro cielo no esperes, ni otro infierno. Jorge Luis Borges “Dijo una hoja de hierba: Oh, estas hojas de otoño hacen tanto ruido al caer, que espantan todos mis sueños de invierno”. Ha dejado de llover, es la hora de la semilla y del hombre, es el tiempo. La brisa agazapada bajo la mesa sube por tus pies y hace que mires afuera, te hace buscar señales. Olor de pintura fresca, el sol en la mitad del cielo y ese algo en la boca del estomago, una certeza que luego se trueca en ansiedad. Las piernas se mueven por instinto, te llevan hacia un lugar convenido. Tu cabeza está en blanco, los oídos inertes, caminas y es imposible percibir la superficie bajo tus pies. —¿Qué me sucede? —te preguntas. La plaza está desierta, ha pasado la hora del almuerzo por lo que el pueblo duerme. Tu cuerpo cede, aflojas lentamente y caminas sin prisa hacia la banca más alejada. Además de ti, están en la plaza el vendedor de raspao, el lotero, y dos gamines que duermen en las bancas adyacentes a la tuya, te sientas y extiendes los brazos sobre el escaño de nogal. Para ese entonces la ansiedad ya no existe, estás preparado, lo has estado durante mucho tiempo, sólo que reprimías las sensaciones tratando de acomodarte a tu vida y a tu cuerpo; Era lo más sencillo, tratabas de no poner atención a las señales, a los recuerdos que de pronto aparecían, y a ese sabor extraño, recurrente, al aparecer en tu cabeza la imagen de esa mujer. Y ahora cuando todo tu cuerpo grita que es el momento, cuando alguien dentro de ti habla y la lluvia acaba, simplemente decides escuchar. Decides hacerte a un lado y guardar silencio. Lentamente, como si estuvieras bajo el influjo de algún narcótico, cierras los ojos y aguardas. El sol golpea de frente por lo que parece que estoy en un cuarto rojo, mis párpados tiemblan, escucho al lotero anunciar el número ganador y cómo los gamines de la banca de al lado planean robar mis zapatos. Trato de no pensar en ello, de improviso sucede algo, mis ojos se abren pero miran diferente, observan un paisaje extraño, ya no estoy en la banca, ni siquiera estoy en el pueblo, bueno, sí estoy, al menos aún puedo sentir el trasero pegado a la banca y mis ojos aún los siento cerrados, sin embargo miran y camino en otro lugar, es como un recuerdo, un recuerdo muy lejano. No estoy seguro del año pero reconozco las modas. El idioma es extraño y mi piel no es la misma. La calle esta húmeda, me detengo frente a una vitrina y observo la figura reflejada en el vidrio. Frac y reloj de leontina, la gabardina es algo grande pero me va bien. Cielos, soy todo un señor, 1,70, caucásico, y algunos setenta kilos, tal parece que he comido bien. Sin oponer mucha resistencia me dejo llevar por mis pies, ellos caminan, yo no, yo estoy sentado en la banca del parque y escucho dormir al pueblo. Sin embargo camino por las calles de una gran ciudad, una ciudad de luces blancas y enormes edificios; tropiezan conmigo damas elegantes y hombres de sombrero. Hay una llovizna pertinaz que sólo se advierte por las luces de los autos, autos grandes, largos y oscuros, con sonidos de cláxones secos y breves; algunas de las personas que caminan por la calle me hacen gestos y sonríen, otras tocan mi hombro, me siento bien, a gusto, sin embargo mis pies, los pies que me guían, deciden entrar en un gran local iluminado por luces rojas y amarillas, la puerta de vaivén que da acceso al lugar se abre sin mucho ruido, me detengo ante el umbral y doy vuelta sobre mis pasos, hay en la entrada una estatua de madera, es la figura de un indio apache de apacible sonrisa, la figura se me hace tan familiar, la observo con nostalgia. El lugar está lleno, mis oídos escuchan Mister Goodman y mi rostro sonríe al escuchar el nombre, el camarero me hace un lugar en la barra, y el barman al verme me alarga un vaso de whisky. —¡Creo que esta noche soy una enorme cucaracha, señor Goodman! —le oí decir al barman, mientras encendía el cigarrillo que de improviso mis manos han sacado del bolsillo del frac. El idioma es extraño pero mis oídos lo entienden, yo lo entiendo, aunque siga sentado en la banca del parque y mis labios jamás hallan oprimido el trasero de un cigarrillo. Mister Goodman, o sea yo, o no sé quién, examina el lugar de arriba abajo como buscando a alguien. Sí, espera a alguien, pues en su mente sólo habita una imagen y en su pecho la angustia reina, puedo sentirlo, soy él. En las mesas los hombres juegan naipes, en el piano un negro enorme toca alegres melodías, el humo de los cigarrillos forma nubes en el techo, Goodman espera, yo también, y sus ojos impacientes buscan la puerta oscilante que parece detenida en el tiempo. El barman sirve otro igual, la puerta de vaivén se abre y con ella entran los murmullos. Casi inaudibles pero es el sonido de voces diversas, todas dicen lo mismo: “el enano, el enano”. La brisa que se percibe en la banca aún guarda el olor de la lluvia, estoy a oscuras, el enano, tantas veces he creído escuchar esas palabras, estoy cayendo, lentamente. Y ahí estaban, Thomas Hess y su esposa Laura, el contraste entre los dos era evidente, la mujer lucía enorme a su lado, a pesar de que él llevaba zapatos de plataforma y sombrero de copa alta. Un grupo de cuatro hombres rodea a la pareja, Goodman bebe de un sorbo el whisky, el pianista suspende la canción, las manos del póker aguardan intactas sobre la mesa. Los hombres de Hess se dispersan alrededor. —Se acabo la fiesta, muchachos, todo el mundo a su casa. Hay jaleo en las mesas del póker, el dinero está en el suelo y los jugadores molidos a palos, el enano se dirige sin prisa hacia la barra. El impecable traje de corte italiano lucía ridículo en su persona, el diamante en el meñique relucía a cada paso. —James Goodman, de haber sabido que ibas a estar aquí, habría traído mi propio coñac —dice, al detenerse junto al único hombre dentro del bar. —El whisky no está nada mal, Tom. —Ya lo sé, mis muchachos lo traen sin falta de Canadá, exclusivamente para personas como tú. Dime, Jim, ¿conoces a Laura, mi esposa? —No he tenido el gusto, ni siquiera sabía que fueras casado. La carcajada retumba en el lugar, el enano pide champaña a sus hombres, enciende un puro y hace un gesto a su esposa para que se acerque, la mujer ha permanecido de pie, inmóvil junto al piano desde su llegada. —Sabes, Jimmy, esta es la persona por la cual he pensado muchas veces en dejarlo todo, por ella, hasta llegaría a convertirme en alguien como tú. Laura no podía mirarme, había en sus labios una sonrisa ridícula, como una máscara; era como si no la hubiera visto durante mucho tiempo, todo había sido calculado, cada detalle, sin embargo él lo sabía todo. —Oh, Jimmy, Jimmy, aún recuerdo cuando llegaste a este lugar, con tus pantalones gastados y el cabello sobre los hombros, parecías un muerto, le hablabas a todo el mundo de los insectos y de la posibilidad de reencarnar en uno de ellos, me divertía con tus historias e incluso a veces llegué a creer en ellas, sin embargo, jamás imaginé que fueras tan estúpido como para mirar tan alto. Los hombres del enano rodean la barra, uno de ellos toma a Laura del brazo y la lleva consigo a otra habitación, aún recuerdo sus ojos, fue esa la imagen que se vino conmigo, la imagen recurrente, acompañada de ese sabor fuerte y fragante que aparecía de improviso en mi boca cada vez que acababa de llover. Thomas esperaba una respuesta. —Qué puedo decirte, Tom, siempre fui un gran alpinista, he subido mis cumbres, sin embargo en este caso es imposible para mí mirar hacia arriba, ya que siempre he estado ahí. —Basta de estupideces, no eres más que un charlatán, termina tu whisky, James, te aseguro que es el último. La imagen restante es la estatua de madera, el indio sonriente observándome bajo la lluvia, mi cuerpo yace a escasos metros de su pedestal, puedo notar cada error en la talla, las vetas de la madera y la pintura escurriéndose al caer la lluvia. No hay dolor, no hay miedo, estoy tirado sangrante sobre el pavimento cuando llega de improviso esa certeza, la lluvia acaba, mis ojos caen y me veo de repente en la banca. Envuelto en el pregón insoportable del vendedor de raspao y el lotero, con unas ansias raras por tomarme un whisky, y la sensación tan conocida de permanecer en un cuerpo equivocado. ** Edgardo Herrera edgardo1925@yahoo.es Escritor colombiano (Barranquilla, 1974). Asiste con regularidad a los talleres literarios de Cartagena, donde reside. Administrador de profesión, egresado de la Universidad del Atlántico (http://www.uniatlantico.edu.co). Trabaja como docente y ha fundado cine clubs en Cartagena. === Poemas Ricardo Martínez-Conde ==================================== La canción del espacio de tu edad penetra la frescura de la noche. Wallace Stevens Todo el tiempo estuvieron los árboles escuchándome mientras, serio, dudaba si amarla o no al dictado de los libros antiguos, hechos con precisa lentitud. Se recogió la hormiga. Se durmió el sol. Ahora yo les escucho. === *** La veleta La veleta es indiferente al lugar donde ha sido colocada. Su función es la duda; su esencia la sonrisa de quien ha adquirido la ironía de la inseguridad. El propietario ha pretendido distinguir el hogar como un acto voluntario de entrega a la incertidumbre, pero es sólo un decoro, una mentira reducida a modo de reclamo. Por eso la veleta, al dictar los principios del cielo al que se mira, sonríe —no señala— la imprecisión que habrá de ser destino Y el resto es silencio. === *** El pájaro Su canto es quien abre el día. Solo, a todos convoca su libertad tan seria. ¿Hasta cuándo vivirá la rama en que se apoya? De rama en rama vigila, reflexiona, agita el aire para desperezarse. Y canta. Siempre el canto: sus alas, su color infantil. No ha habido hasta ahora lluvia o sol que amaine su fe; su entrega es humana desde este lado del cristal. === El miedo actúa como una perfección. No cabe eludir, sino aludir. También la Mitología, que ha amparado siempre la libertad, pudiera sufrir herida. El miedo que no llama nunca desaparecerá. === En el dormir se acomoda lo grave de la vida, más a expensas de la melancolía... (Así apremia ese hueco sin cubrir cuando ya se hace tarde) En el dormir están la calma de la hoja y la gravidez de la dovela; ahí se guardan los altos equilibrios inalcanzables... === Al amor todo le pareció vacío, carente del secreto que anuda sobriedad y gozo. Continuaron otorgando nombres de apariencia triste, pero inútiles, muertos para el que siente. === ¿Querrá cesar el invierno la interpretación de esta marcha doliente, extensa y reiterada, revestida de una pesada eternidad impositiva? ¿Hasta cuándo escuchar? (No oír; escuchar: libre a expensas del acoso) A buen seguro no tendrá un hogar, ni en él un fin en quien vivir su soledad. === El que ama lo hace sobre la sospecha y la armonía. Incluso el azar toma su parte. Su voluntad no del todo asumida pretende a escondidas reclamar la bondad del otro como un gesto iniciático. Procura una confianza que le confirme y espera la noche para escuchar el ritmo, para seguir la representación. === *** Aldariz He venido a una herencia humilde donde el tiempo dormita o despierta al uso de mi paso, de mi capricho o sueño. Una casa donde cada adjetivo está en su sitio a la vez que, en desasido juego, pueden cambiar de origen para mi triunfo o pena. Por eso desde ahora éste será mi nombre. ** Ricardo Martínez-Conde csbgfrf@cesga.es Escritor español (Sanxenxo, 1949). Cursó los estudios de filosofía y letras y el doctorado en la Universidad Complutense de Madrid (http://www.ucm.es). Textos suyos han aparecido en la Revista de Occidente, el Boletín Galego de Literatura y las revistas Clarín, Claves y Extramundi. Además ha sido colaborador en diversos periódicos. Ha publicado los poemarios en gallego Lento esvaece o tempo (Milladoiro, 1990), Orballo nas camelias (Sotelo Blanco, 1993), O silencio das árbores (Espiral Maior, 1995), A núa lentitude (Follas Novas, 2001) y Compostela, vella memoria (3C3, 2003); y, en castellano, Los argumentos de la tarde (A.G., 1991), Sombras del agua (Endymión, 1993), Evoë (Calambur, 1997) y Los días sin nombre (Calima, 2000, premio Benasque de Poesía). En prosa ha publicado, en gallego, Os simbolos de Galicia (Cª Cultura, 1993) y Debullar (Galaxia, 1998) y, en castellano, Cuentas del tiempo (Pre-textos, 1994), La figura del Rey según Quevedo (Una lectura de la "Política de Dios") Ed. Endymión-Mº Cultura, Madrid, 1996, Alusión al paisaje (Calima, 2002). Ha recibido diploma de honor en el Concurso Internacional de Relatos Breves "Jorge Luis Borges" (California, 1992) y el premio Reimóndez Portela de Xornalismo (A Estrada, 1997). === Dos relatos María Elvira González ================================ *** Por un lunar Mi compadre Eustoquio y yo vimos pasar muy apurada a Doña Eufrasia con la enorme camándula de paraparas en la mano. Usaba ese rosario negro, con cruz de madera blanca para ánimas y novenarios. Y en efecto, al rato pasó rezando detrás de un difunto que llevaban enchinchorrado y con la cobija encima, dos peones a pie. Nos persignamos y preguntamos de qué había muerto. Respondió uno de los peones que de tabardillo, por llevar mucho sol en las sabanas de Apure; el otro rezongó bajito que por un lunar. Mi compadre comentó en voz alta que si sería como el de cielito lindo junto a la boca, y el peón respondió entre dientes que los lunares como las sombras atraen la muerte. Se enteró mi compadre que venían arreando un ganado para venderlo en una finca en la frontera colombiana, cuando un maute que llamaban Nubarrón salió de la vacada, embistió una mata oscura y se perdió en la sabana. El ahora difunto salió a buscar al maute cuando todavía no clareaba, agarró sereno y después se asoleó todo el día. No hay sombra entre esos chirivitales. El hombre se empecinó en traer el maute, que era buen torete fino, pero no lo halló. Sin comer siquiera siguió buscando entre las matas, iba y venía en pleno sol. El maute no aparecía. Los peones le gritaban que lo dejara, uno de ellos salió a caballo a buscarlo, pero el hombre no cejaba en su empeño, hasta que se apareció boqueando a las seis de la tarde en el rucio que babeaba sangre. Nubarrón apareció después, reventado entre las alambradas de la quesera. Dicen que pataleaba y se le veían los ojos bizcos, como señalando la mancha negra entre los tucungos de cachos que le principiaban. Nos quedamos en la puerta mirándolos pasar. Todos los peones y sus mujeres iban detrás del muerto. Al final venía un manganzón esmirriado y tristón en un caballo viejo, Eustoquio le preguntó si era pariente del difunto y el muchacho respondió: —No señor, soy peón nuevo, es mi primer viaje de ganado. Yo venía cerca del maute que se malogró, era ya nochecita, pero había luna llena y pude verlo cuando barajustó —hizo una pausa, se echó el sombrero hacia atrás, se rascó la cabeza y entonces le vi el lunar redondo y negro entre las cejas, cuando preguntó volteando hacia mí sus ojos aguarapados y confundidos:—. ¿Qué lo espantaría? *** Como un clavel No señor, no sé. Doña Erlinda dijo que allá arriba en La Mesa sembraban flores y necesitaban un muchacho para trabajar. Me gustaban la geografía y la literatura, pero la escuela estaba cerrada, el maestro enfermo en Barinas y hacían falta los cobres. Mi padrino dijo que letras y flores se parecen y me dio su bendición. No señor, botánica no estudiamos. Sí señor le conté a mi mamá. Ella pareció alegrarse, aunque de cuando en cuando suspiraba como con dolor. De madrugada me despertó, me dio un pocillo de café y me explicó cómo conseguir el díctamo en el páramo. ¿Yo qué iba a saber? Sí señor, de mañanita, llegué a La Mesa y la niebla no se había levantado. La hierba estaba húmeda cuando la neblina comenzó a desmigajarse como algodón de azúcar. Pude ver entre las piedras las gotas de agua iluminadas, entonces supe que era el díctamo real, recogí bastante y lo envolví en este pañito. Sí señor, como no, aquí lo tiene. ¿Después? Al clarear divisé hileras de colores, sí, señor, claveles eran. Sí, ahí estaba el patrón. Agachado estaba esculcando las flores como si las despiojara. Pues sí, claveles eran. No sé si me reconocerá señor, porque ni me miró cuando le dije que venía a trabajar. Dijo que por un tiempo, mientras aprendía el oficio no habría paga. No, señor, no sabría decirle cuánto tiempo sería, pues unos aprenden rápido y otros no tanto, ¿no? Para decirle la verdad, señor, no supe si quedarme o regresar. El peón que apilaba los claveles como que me entendió en la duda y me explicó que las flores se cortan por la mañana y en la tarde brotan otras nuevas. Me quedé a ver si era verdad. No, señor, ahí no. Trabajé con otros tres peones sacando piedras y emparejando el terreno que está del otro lado. Sí señor, ahí mismo dormíamos arrinconados todos juntos en el rancho de bahareque. ¿Amapola? ¿Roja? No sé, señor. Nunca la he visto. Más allá del pedregal hay un sembradío de lino, pero las flores son azules. Sí, señor, azulitas son. No señor, no me pagaron porque no he aprendido todavía, pero me dieron libre el domingo y por la mañana bajé la montaña con el díctamo real, una cuajada que me regaló la señora del patrón, y una bolsa de semillas de linaza. No, ningún problema, señor. Pasamos el día contentos: mi mamá estuvo tomando ese calentado de díctamo con alhucema y aguardiente todo el día. No señor, nada especial, cuentos de cuando era niña. En la noche tomó agua de linaza. Que por un empacho, señor. A media noche me despertaron unos quejidos roncos, todavía medio dormido me asomé a su cuarto. Estaba agachada y algo se escurría entre sus piernas. No pude ver. Estaba oscuro. Sí dijo algo: No te quedes ahí parado, me dijo, andá a llamar a tu padrino. Fui corriendo, llegamos y él prendió la luz. Ella estaba en la cama, quieta y con los ojos abiertos. Entre sus piernas, pataleando y chispeado de sangre como un clavel, estaba el niño. ** María Elvira González mariaelviragonzalez@cantv.net Escritora venezolana (Caracas). Reside en El Limón, Maracay (Aragua). Fue docente en Maracay y en el Instituto de Lenguas Extranjeras de Beijing (China). Ha sido traductora en la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve) y en forma independiente para diversas publicaciones. Fundó y dirigió durante varios años la revista Libros de Venezuela, que circuló en el país y en bibliotecas del extranjero. La mayoría de sus trabajos están inéditos, aunque dos cuentos breves se publicaron en el diario El Periodiquito (http://www.elperiodiquito.com), de Maracay, y su cuento “Ojos verdes” fue publicado en la página web Escuela de Escritores (http://www.escueladeescritores.com) como finalista del concurso Relatos Breves con Banda Sonora. === Uniones mínimas Evangelina Arroyo ================================ “Esta noche apoyaré mi cabeza sobre su corazón y escucharé el mar”. (Alberto Szpunberg) I el café a media mañana —recuerdo— para envenenar la derrota que nos l l u e v e cada siglo II esta noche un solo m a r en tu corazón como en tus manos como en la inacabada presencia de tus manos cuando lloro III un día fui ave de estrellas sobre el balcón que daba a la calle amarga no quise no pude saber si era verdad eso de que los años apagan el canto IV inconsciente de mí malherida de mí agotada de mí V hijos de la oquedad que perece en cada paraíso invisible un día quisimos fe y tuvimos carnaval sediento ** Evangelina Arroyo poetica003@yahoo.com.ar Escritora argentina (San Nicolás de los Arroyos, Provincia de Buenos Aires, 1983). Poemas suyos han aparecido en revistas, diarios y folletos. Coordina en su ciudad el Taller Literario Nuevas Voces (http://nuevas-voces-taller.blogspot.com) y es editora y responsable de la revista Buracos Quentes (http://buracos-quentes-literarios.blogspot.com). Mantiene una bitácora personal en http://evangearroyopoesia.blogspot.com. === El ruiseñor Melissa C. López Real ================================ Había abordado el tren con dirección al domicilio de la señora Barbier tan pronto tuvo la carta en manos, empujada por la curiosidad y la nostalgia de los viejos tiempos. A su paso por el iluminado y acogedor poblado se vio obligada a desplegar la sombrilla negra en un par de ocasiones dado que la lluvia continuaba cayendo, y así, tambaleándose por el gris empedrado, fue que llegó a la apretujada calle en donde le citara el abogado. Se trataba de una impecable casita blanca de tejas mohosas y enrejado negro, lámparas rústicas y macetas a los costados de los balcones. La curiosa vivienda se hallaba situada en un rincón tan pequeño que no existían dos metros de diámetro entre los edificios de esa calle y la de enfrente. Después de mucho buscar sus gafas en el interior del enorme bolso que llevaba al hombro, extrajo un sobre amarillo del que resbaló una desgastada llave, y antes de cruzar por la puerta se detuvo a agitar la palma en señal de saludo al par de mujeres que le vigilaban, pero la única respuesta que obtuvo de ellas fue el desagradable cuchicheo de la conversación que sostenían con aire de desconfianza. Indignada por el incidente, insertó la llave refunfuñando e ingresó a la casita. Tan pronto percibió la calidez del interior se deshizo de su abrigo de lana y la sombrilla, se acomodó en el sillón marrón con más calma y observó a su alrededor. El lugar era frío, oscuro, húmedo y pequeño, tal como lo recordaba, sin embargo esa grata sensación de familiaridad se había esfumado dado que su vieja amiga no se hallaba ya presente para dar vida al lugar. ¡Parecía simple y era tan complejo! Veinte años habían pasado desde la última ocasión que se habían reunido, cuando el quincuagésimo cumpleaños de Gigi, en donde discutieron por demostrar quién horneaba la mejor torta de manzana y terminaron por retirarse indignadas a sus respectivos trenes sin dirigirse la palabra. Sin embargo, a pesar de la tonta disputa, la señora Barbier había encontrado un rincón para ella en su testamento. La carta que había hecho llegar el abogado decía: La Sra. Eloise Barbier le cede veinticuatro horas en su casa para que tome usted su más preciada pertenencia y la lleve a casa. Hecho esto, el objeto pasará a sus manos y deberá retornar la llave adjunta en el sobre y partir de inmediato. Le desea suerte: Émile Laurent. La mujer suspiró mientras las sombras se hundían en las múltiples arrugas del rostro al gesticular, marcándose el gancho hostil de la nariz, quejándose de los achaques de la edad y la artritis. Se levantó y comenzó la búsqueda con simple desgana. ¿Cómo se suponía que iba a saber cuál era el objeto más valioso para Eloise, siendo que hacía veinte años que no se frecuentaban? —¡Tal vez se trate de su collar de perlas! ¡O el vestido que usó en su boda! Quizá un colgante... o la receta familiar de la torta de manzana —exclamó. La mujer encontró cada uno de los objetos mencionados, uno detrás del otro; algunos en el interior de un baúl al pie de la cama, el vestido en el ropero de madera, otros entre unos pañuelos de seda, pero nada le satisfizo. Sabía que de sólo verlo, de poner la vista sobre cualquiera que fuere el objeto que Eloise más valuaba, lo sabría al momento. ¡Sólo necesitaba verlo! Pasó horas mirando fotografía tras fotografía, registrando cajón tras cajón en la recámara principal y en la cocina hasta que al fondo de una alacena, de un enorme frasco repleto de botones, broches y algunos francos, resbaló una llave de cabeza redonda, cuerpo cilíndrico y surcos en el extremo terminal. Indecisa pero con un fuerte presentimiento de su cercano triunfo, recorrió la casa hasta que se topó con una puerta negra cubierta de telarañas. La llave embonó a la perfección en la cerradura y la mujer accedió al interior del jardincito. Rosas amarillas y hortensias lila rodeaban un pequeño camino de mosaicos que conducía a una jaulita que pendía de lo alto del alambrado que cubría de pared a pared. La mujer cubrió la boca con el par de manos nudosas, delgadas y arrugadas y lo supo. ¡Ahí estaba! Un pequeño ruiseñor de pecho azul y plumaje pajizo, pico elegante y una vivacidad insuperable. Se aproximó a él, tomó la jaula en manos y le llevó al interior de la casa. —Eloise siempre fue una mujer cuerda —dijo para sí—, ¿no lo crees? —consultó con el ave, que respondió trinando y revoloteando animadamente por la jaula, cual si sostuviera una conversación de interés mutuo con la dama. La mujer se metió en el abrigo, colocó sobre la mesita del vestíbulo el collar de perlas que había ocultado en el vestido, aseguró la puerta con la llave y salió a la minúscula calle en donde los trinos y gorgoritos del ruiseñor resonaron al compás de la lluvia que caía sobre la sombrilla negra. ** Melissa C. López Real franchescahanss@hotmail.com Escritora mexicana (Guadalajara, Jalisco, 1990). Estudia bachillerato medio superior. Textos suyos han aparecido en la revista de cuentos ilustrados Macatextos. ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “Lo mejor, lo más propio e individual de nuestra persona lo damos al público, a los seres innominados que leen nuestros escritos, aplauden nuestros versos, nos votan en las elecciones o compran nuestras mercancías. El escritor representa la forma extrema de esta impudorosidad al ser más íntimo con el público anónimo que con su más íntimo amigo”. José Ortega y Gasset, “Divagación ante el retrato de la marquesa de Santillana”. En: El Espectador (1970). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. Si lo prefiere, puede recibirlas por correo electrónico escribiendo un mensaje a info@letralia.com, con la palabra "Condiciones" en el subject, o simplemente dando un doble click de ratón en el enlace siguiente: mailto:info@letralia.com?subject=Condiciones. ########################################################################### El alojamiento de nuestra página web en http://www.letralia.com es cortesía de Abracaadabra Network (http://www.abracaadabra.net) Letralia, Tierra de Letras, es una producción de JGJ Binaria (http://www.letralia.com/binaria) y circula para el mundo de habla hispana desde Cagua, Venezuela ########################################################################### Atentos: nuestra próxima edición circula el lunes 1 de junio de 2009