~~~~~~~~~~~~~~~ Año XIV Cagua, Venezuela Nº 229 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 5 de abril de 2010 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | Libros para Robinson. / Ocho noveles ocho. / Borges y | Breves Sorrentino en Brasil y EUA. / Nace Fix100. / Sencillo y | único. / Hanami. / Banquete en Cataluña. / Emergiendo en | Venezuela. / Fidel en breve. / Bolívar sin fin. / | Lecturas circulares. / Escribiendo telenovelas. / El 15 | de Letraceluloide. | | Senado mexicano pedirá a Calderón emitir reglamento de | Noticias ley del libro. / Inauguran en Brasilia una exposición | fotográfica de Juan Rulfo. / Ciinoe publica documentos | por “política de estado sobre la oralidad”. / Salas | comunales de lectura crean en Venezuela. / La venezolana | Delia Rengifo recibe en Ibiza el premio Crónica Latina. | / Hernán Rivera Letelier obtiene el premio Alfaguara de | Novela 2010. / BID entregó premios a dramaturgos | hispanoamericanos. / Archivo de Rafael Cansinos Assens | llegará a Sevilla a finales de 2011. / Subastan por | 30.000 libras un poema, una carta y un mechón de | Bolívar. / México prepara programa como Capital | Iberoamericana de la Cultura. / Inauguran en Aracataca | la Casa Museo del Gabo. / Ernesto Cardenal recibió la | medalla de las Artes y Ciencias de Austria. / Autores | venezolanos obtienen Premios Iberoamericanos de | Literatura. / Internautas votan por su palabra favorita | del idioma español. / Develan la primera estatua de | García Lorca en Granada. / Reclusos de Murcia evocan la | obra de Miguel Hernández. / Jorge Edwards ingresa al | Consejo Nacional de la Cultura de Chile. / Falleció el | escritor y publicista colombiano Gonzalo Mallarino | Botero. / Denegada propuesta de bautizar “Miguel | Delibes” a estación de trenes. / Publicarán en México La | huella del peregrino, de Octavio Paz. / Presentan en | Bogotá adaptación teatral de 2666, de Roberto Bolaño. / | Reeditarán la obra completa de Eduardo Galeano. / Carlos | Monsiváis se recupera de problemas respiratorios. / | Reúnen en diccionario biográfico a 1.620 autores | aragoneses. / Poemas de Miguel Hernández se exhiben en | balcones de Córdoba. / Presentan la novela La | contemplación, del venezolano Edgar Borges. / Se inicia | el festival Cosmopoética 2010. / Reeditarán Cinco horas | con Mario con fotos elegidas por Miguel Delibes. / | Anuncian programa de Talleres Escribas 2010. / Ernesto | Kahan ofrecerá conferencia-recital en Caracas. / Carmen | Balcells, Javier Cercas y Sergi López, premios Terenci | Moix. / Antología de literatura colombiana actual | presentarán en Madrid. / Bautizan como Hugo Gutiérrez | Vega una casa de cultura en México. / Novela de Eduardo | García Aguilar en premios de traducción en EUA. | | “El campo en la infancia de Miguel Delibes”, Jorge | Artículos y Urdiales Yuste. / “El Japón en nuestra cotidianidad | reportajes cultural”, Gustavo Rubén Giorgi. / “Dublinesca: parodia | de un crimen público”, Edgar Borges. / “Cartas de | Gabriela Mistral. La banalidad de lo banal”, Miguel de | Loyola. / “Perro del amor, de Oliver Welden, y la agonía | como axioma vital”, Daniel Rojas Pachas. / “El Caribea y | los fantasmas de Puerto Quequén”, Carlos Bonserio. / | “Cosmopolillas”, Alfonso Ramírez Arellano. / “Manuel | González Prada y el anarquismo anacrónico peruano”, Raúl | Allain. / “La letra y el garabato. Un señor que miraba | raro y bello”, Alejandro José López Cáceres. / “La | literatura ecuatoriana en televisión”, Jorge Luis | Cáceres. / “Una despedida da lugar a un regreso”, Loreto | Sepúlveda B.. / “¿Quién mató a mi madre?”, Javier Farto | Graña. / “En la línea del horizonte, de Daisy López”, | Ana-María Nieto del Villar. / “Libro de Juan Ensuncho | Bárcena: La voz desconocida en Bogotá”, Miguel Iriarte. | | Marco Minguillo: “Desde que se mercantiliza la creación | Entrevistas humana damos un salto al vacío”, entrevista por la | Revista Literaria Remolinos. / María Estela Guedes y | Floriano Martins dirigen la Revista TriploV de Artes, | Religiones y Ciencias. “La prensa trata a su público | como mero cliente”, entrevista por Luís Reis. | | “El presente como un punto decisivo en la historia. | Sala de ensayo Reflexiones a partir de un artículo de Barry Buzan”, | Musa Ammar Majad. | | “El último día del último verano”, Alberto Bellido | Letras Esteban. / Poemas de Carlos Ardohain. / “El gallo”, | Delfina Acosta. / Poemas de José Agustín Aguilar | Solórzano. / “La misma, dos veces”, Raquel Rivas Rojas. | / Poemas de Sergio Ortiz. / “Dos personajes”, Sergio | Manganelli. / Poemas de Cristián Basso. / “Epitalamio”, | Montague Kobbe. / Poemas de Manuel López Quiroga. / “Una | tarde cualquiera”, Anitzel Díaz. / Poemas de Ángela | Gentile. / “Auxilio en carretera”, Carlos Manzano. / “La | coronación de Michelle”, Aníbal Bustamante. / “La | espera”, Milly Epstein Jannai. / “Poeta Miguel | (adaptación con cante flamenco con textos de Miguel | Hernández)”, selección de textos y dramatización: Jota | Siroco. | | Gonzalo Arango. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007, Centro Nacional del Libro http://www.cenal.gob.ve =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Libros para Robinson. La biblioteca pública de Juan Fernández —el archipiélago chileno en el que se desarrolla la historia de Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, se perdió completamente a causa del terremoto del 27 de febrero. Por ello, el Centro Cultural Casa.Arte, de Valparaíso, ha iniciado una campaña de recolección de libros en miras de su reconstrucción. Por otro lado, los libros que por distintas razones no califiquen para ser enviados serán destinados al Hospital Salvador, donde también se hace necesaria una dotación bibliográfica. Quienes deseen donar libros para esta causa pueden enviarlos a Casa.Arte, Condell 1356, Valparaíso (Chile), o contactar previamente a Jaime Villanueva Donoso mediante la dirección electrónica jaime.villanueva@uvach.cl. http://pensamientoexperimental.ning.com Ocho noveles ocho. El español Alberto Martínez coordina la web Trastornos a Tinta, en la que brinda una mano a ocho escritores noveles que desean triunfar en el difícil mundo de las letras. Cada autor dispone de una web propia que se enlaza a la principal y a las del resto de los participantes, formando una particular red de difusión de la propia obra. Paula Campeny, Albert Solano, Joan Tort, Jordi Piulachs, Roger Danès, David Navarro, Oleguer Solsona y Pili Romano son los escritores que conforman esta red. “Aspiramos a poder publicar en papel algún día”, dice uno de los cocreadores de la página, “pero de momento Internet nos parece una buenísima opción para darnos a conocer y satisfacer nuestras ansias de ser leídos”. Y prueba de ello es el caudal de lectores que en poco más de un mes han pasado por esta red para disfrutar de sus historias. http://trastornosatinta.blogspot.com Borges y Sorrentino en Brasil y EUA. Fernando Sorrentino (http://www.letralia.com/firmas/sorrentinofernando.htm) publicó en 1975 un libro de entrevistas con el escritor argentino Jorge Luis Borges, “un hombre con una inteligencia sideral”, como lo calificara el mismo Sorrentino. Siete conversaciones con Jorge Luis Borges continúa, a más de treinta años de su primera edición, generando noticias. Con varias reediciones, la más reciente a cargo del sello Losada hace tres años, el libro ahora aparece en sendas ediciones en Brasil y Estados Unidos. La edición en portugués, publicada por la casa brasileña Azougue (http://azougue.com.br), se titula Jorge Luis Borges: sete conversas com Fernando Sorrentino. La edición estadounidense es de Pauldry Books (http://pauldrybooks.com) y mantiene el título original traducido al inglés: Seven conversations with Jorge Luis Borges. Ambas editoriales ofrecen la posibilidad de adquirir el libro a través de Internet. http://azougue.com.br/produto/133/ http://bit.ly/cpUoKO Nace Fix100. Acaba de aparecer, editado por el Centro Peruano de Estudios Culturales (CPEC, http://cpecperu.org), el primer número de Fix100, revista hispanoamericana de ficción breve, una publicación virtual que pretende ser marco de consulta que estimule la investigación y la producción del microrrelato en Hispanoamérica, y en particular el Perú, así como dar a conocer la obra creativa de autores de la región. La revista se publica gratuitamente en formato PDF y en esta primera edición consta de 146 páginas. En este número inaugural se puede leer entrevistas a los escritores Julia Oxtoa y Rogelio Guedea. Participan, además, destacados especialistas en el tema, como Violeta Rojo, David Lagmanovich, Lauro Zavala, Raúl Brasca y Javier Perucho. Asimismo, se incluye reseñas de libros de Carlos Eduardo Zavaleta, Carlos Meneses y Lorenzo Osores, y se rinde homenaje a Julio Ramón Ribeyro y Dolores Koch. Textos de Nilo Espinoza, Carlos López Degregori, Armando Ayala Santos, Maritza Iriarte, Katya Adaui Sicheri y Leonardo Dolores Cerna conforman la sección de creación. http://cpecperu.org/docs/index.php?option=com_wrapper&Itemid=79 Sencillo y único. Fallecido el 12 de marzo, el escritor español Miguel Delibes será recordado en un homenaje que el próximo 13 de abril le realizarán la Institución Literaria Noches del Baratillo (http://www.nochesdelbaratillo.org), la Asociación Apoloybaco (http://www.apoloybaco.com), la Asociación Artística y Literaria Itimad (http://www.itimad.org) y la Asociación Proyecto Fahrenheit 451-Las Personas Libro de Sevilla (http://agendapersonaslibro.blogspot.com). El homenaje, titulado “Un hombre sencillo, un escritor único”, será coordinado por los poetas sevillanos Pedro Luis Ibáñez Lérida y Martín Lucía, y presentado por la poeta y periodista Eva Leal Gil, vicepresidenta de la Asociación de la Prensa de Sevilla (http://www.asociacionprensa.org). Asimismo, intervendrán Nerea Riesco, escritora y periodista, Francisco Basallote, poeta, Tomás del Campo Abón, catedrático de lengua y literatura, y Jesús Palomero Páramo, catedrático de historia del arte, aparte del concertista de guitarra José Sabín. La entrada es libre y gratuita. La actividad se realizará el martes 13 de abril a las 19:30 en el Salón de Actos del Centro Cívico Tejar del Mellizo (calle Santa Fe, Parque de Los Príncipes), en Sevilla (España). http://bit.ly/dCSHxM Hanami. Esta es la palabra que define la tradición japonesa de observar la belleza de las flores, y es a la vez el título del libro de cuentos de la escritora mexicana Cristina Rascón (http://www.letralia.com/firmas/rasconcastrocristina.htm) que será presentado este martes 13 de abril en Ciudad de México, en el marco del Programa Cultural Tierra Adentro impulsado por la Dirección de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de la nación azteca. Ocho historias conforman este libro en el que priva "un trato preciso del lenguaje que se desprende de una fascinación por lo ajeno y que, a partir de este asombro, pone a dialogar la identidad del extranjero con el Japón actual", según indica la contraportada. La presentación estará a cargo de la autora junto con Guillermo Samperio, con moderación de Mónica Nepote. La cita es en el Centro de Lectura Condesa (Nuevo León 91, colonia Condesa, Ciudad de México) el martes 13 de abril a las 19 horas. La entrada es gratuita. http://www.conaculta.gob.mx/tierra Banquete en Cataluña. Con motivo del día de Sant Jordi, Casa Amèrica Catalunya (http://www.americat.net) ofrece un “Banquete de Literatura Latinoamericana”, iniciativa que combina literatura y gastronomía en un mismo escenario. Los comensales podrán disfrutar de la lectura a partir de un variado menú de escritores presentados en una sugerente carta de degustación. Como menú especial, se podrá catar poesía de Chile, Colombia, Argentina y México, países que este año conmemoran el Bicentenario de su Independencia. En esta ocasión, el Banquete tendrá como invitados especiales al escritor peruano Santiago Roncagliolo (día 21), y a la historiadora venezolana Inés Quintero (día 22). La actividad, a realizarse en la sede de la institución (Còrsega 299, Barcelona; España) se iniciará a las 19 horas. Se requiere inscripción previa por el teléfono 932 380 661. http://bit.ly/bZ23lK Emergiendo en Venezuela. Los escritores venezolanos Leo Felipe Campos y Lucas García protagonizarán, el próximo 21 de abril, el evento “Narrativa venezolana emergente”, en el que hablarán de su obra y, en líneas generales, del momento actual en la literatura venezolana. Natural de San Félix (Bolívar), Campos es comunicador social y ha trabajado como actor, asistente de dirección cinematográfica y periodista deportivo para la televisión. Ha creado las revistas plátanoverde (http://www.platanoverde.com) y 2021 Pura Ficción (http://2021pf.blogspot.com). Actualmente es columnista de la revista Exceso y del portal Código Venezuela (http://www.codigodevenezuela.com). Ha publicado la novela Sexo en mi pueblo. Lucas García es comunicador visual y mantuvo la página de humor de la revista Primicia. Ha publicado la novela Rocanrol y el libro de cuentos Payback. Escribe crónicas en el diario El Nacional. El evento “Narrativa venezolana emergente”, que será presentado por el profesor Miguel Marcotrigiano y moderado por el profesor Luis Alfredo Álvarez, se realizará el 21 de abril a partir de las 3 de la tarde en la Sala de Usos Múltiples del Edificio Bicentenario de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab, http://www.ucab.edu.ve). La entrada es libre. Fidel en breve. El próximo viernes 23 de abril será presentado en Buenos Aires el libro Breve historia de Fidel Castro, del periodista, narrador y poeta cubano Juan Carlos Rivera Quintana, quien reside en la capital argentina. Publicada por la editorial española Nowtilus (http://www.nowtilus.com), la obra intenta descubrir el controvertido derrotero de quien durante casi cincuenta años centralizó férreamente el poder político en Cuba, y cuya gestión y accionar político divide opiniones entre devotos y adversarios. Haciendo hincapié en lo que el autor califica de un proyecto unipersonal, nacionalista y populista, y en la conducción estratégica de los destinos de todo un pueblo, el libro recoge los jalones más importantes de la historia cubana, a partir del 1 de enero de 1959, desde el apoyo inicial de la izquierda de América Latina y los sectores académicos europeos, pasando por los sucesos de Bahía de Cochinos, en 1961, que trascendieron como la “primera gran derrota del imperialismo yanqui, en América”; la Crisis de los Mísiles (1962); la ayuda financiera y entrenamiento militar en suelo cubano de muchos integrantes de los movimientos guerrilleros centroamericanos; la alianza del gobierno con la Unión Soviética y el proceso de sovietización de la sociedad cubana, de los 70 y 80, o la desovietización de los 90, hasta llegar al colapso económico, la incompetencia burocrática, la corrupción a gran escala, el racionamiento, la esclerosis asfixiante de la vida cotidiana y la pervivencia de un régimen no democrático en la isla, que restringe libertades tan caras para los seres humanos, como el derecho a entrar y salir del país y a expresarse libremente. El evento será el viernes 23 abril a las 19 horas en la Librería Ateneo (Florida 629, Buenos Aires). Durante la actividad será presentado también el libro Breve historia de Carlomagno y el sacro imperio romano germánico, también de Rivera Quintana, que Nowtilus publicara en 2009. http://www.nowtilus.com/pags.php?d=O59O1169&bsi=0&bso=1 Bolívar sin fin. El próximo 23 de abril, Día del Libro, se realizará en Barcelona (España) una lectura en voz alta y sin pausa de la novela El General en su laberinto, de Gabriel García Márquez, actividad organizada por el GREC Festival de Barcelona (http://www.barcelonafestival.com) y Casa Amèrica Catalunya (http://www.americat.net) en el marco de la celebración de los Bicentenarios de Argentina, Colombia, México, Venezuela y Chile, países que este año celebran los dos siglos de sus respectivas independencias. En la lectura, que se desarrollará desde las 11 hasta las 21 horas en el patio del Museu Frederic Marès (Plaza Sant Iu 5-6, Barcelona), participarán actores, periodistas, escritores, editores y público en general. Un total de 81 lectores irán tomando el relevo de la lectura cada 10 minutos. Para inscribirse como lector es preciso llamar al 932380661. http://www.museumares.bcn.es Lecturas circulares. El Círculo de Lectura de La Lagunita, en Caracas, que se reúne periódicamente con la asesoría del crítico venezolano Roberto Lovera de Sola, ha organizado un programa con autores y obras que sus participantes conocerán y analizarán en los próximos meses y sesiones. El 5 de mayo se reunirá para conversar sobre Desconocidos, de Mónica Montañez; el 2 de junio, Escuela de belleza de Kabul, de Deborah Rodríguez; el 7 de julio, los libros Un hombre de aceite, El doble arte de morir y Pensar a Venezuela, de José Balza; el 4 de agosto, Vida de familia, de Virginia Betancourt; el 1 de septiembre, De parte de la princesa muerta, de Kenize Mourad, y el 6 de octubre, La bastarda de Estambul, de Elif Shafak. Para participar es preciso telefonear a los números (0212) 5517883 y (0416) 6331502. Escribiendo telenovelas. La escritora venezolana Mharía Vázquez Benarroch (http://www.letralia.com/firmas/vazquezbenarrochmharia.htm) dictará en Caracas, a partir del próximo 13 de mayo, el seminario práctico “¿Cómo se escribe una telenovela?”, orientado a especialistas en cine y televisión, estudiantes de comunicación social, artes o letras o, en general, a personas creativas interesadas en este campo. Los participantes aprenderán cómo se escribe una telenovela desde los primeros pasos, cómo se diseña y cuáles son las estructuras de las tramas, hasta integrar un proyecto que puede ser presentado a cualquier televisora. Vázquez Benarroch trabajó con los más reconocidos autores del género en Venezuela: José Ignacio Cabrujas, Julio César Mármol y Kiko Olivieri. Las inscripciones están abiertas y se pueden formalizar a través del teléfono (0212) 9614846. El seminario tendrá una duración de seis semanas y se realizará en sesiones semanales los jueves de 5 de la tarde a 9 de la noche. Los participantes recibirán certificado de asistencia. El 15 de Letraceluloide. Ya está en línea el número 15 de la revista virtual de cine y literatura Letraceluloide, una publicación de acceso libre y gratuito con breves comentarios de distintos profesionales que trabajan en el campo de la cultura, sobre películas basadas en textos literarios. La idea central es que el visitante pueda descubrir o redescubrir algunas versiones fílmicas y textos de diferentes épocas, nacionalidades, valoración crítica o histórica, así como también distintos escritores y cineastas. La revista ya está recibiendo materiales para el próximo número, correspondiente al mes de mayo. Las reseñas (entre 400 y 1.000 palabras) serán recibidas hasta el 15 de mayo. http://letraceluloide.blogspot.com ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Senado mexicano pedirá a Calderón emitir reglamento de ley del libro El Senado de la República de México (http://www.senado.gob.mx) aprobó el pasado 16 de marzo un punto de acuerdo para dirigir un exhorto al presidente de ese país, Felipe Calderón, para que expida el Reglamento de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, después de año y medio de haberse publicado este ordenamiento, para brindar certeza a editores, distribuidores, libreros y lectores. La ley, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de julio de 2008, establece las bases para la definición del Estado en la materia, y especifica los ámbitos de competencia de los involucrados en el sector editorial. Sin embargo, ante la inexistencia del reglamento de la ley, no se han precisado los mecanismos de actuación en la industria editorial. Un aspecto destacado de la ley es el establecimiento de un precio único de venta en México, que sería fijado por los grupos editoriales. Pero, para concretar esa disposición, se necesita la reglamentación que especifique cuál es la autoridad responsable del registro de precios, las fechas de vigencia y cómo actuará la autoridad en caso de incumplimiento. Según una Encuesta Nacional de Lectura, citada en el punto de acuerdo, el precio del libro obstaculiza el acceso a la lectura a 14 por ciento de la población. El punto de acuerdo fue propuesto por la Comisión de Educación del Senado en la sesión plenaria del pasado martes y se aprobó por votación económica. Fuente: La Jornada *** Inauguran en Brasilia una exposición fotográfica de Juan Rulfo El Instituto Cervantes de Brasilia (http://brasilia.cervantes.es) inauguró el pasado 17 de marzo una exposición de fotografías del escritor mexicano Juan Rulfo, a quien ha optado por evocar a través de una de sus facetas artísticas más desconocidas. La exposición consta de 68 fotografías tomadas por el autor de Pedro Páramo y El Llano en llamas entre 1940 y 1950, época en la que trabajaba como agente viajero de la compañía Goodrich-Euzkadi, y que son un melancólico e imponente retrato en blanco y negro del México de entonces. Son imágenes cargadas del realismo mágico que domina en el relato de Pedro Páramo, así como otras que resaltan con algo de nostalgia los paisajes y la exuberante naturaleza de los llanos mexicanos. Entre esas últimas, destaca una fotografía del volcán Paricutín, situado en el estado de Michoacán, al que Rulfo capturó en plena erupción como fondo del templo de Parangaricutin. En otras, en las que parece rendir homenaje a la cinematografía de su país, se ve a María Félix y Pedro Armendáriz durante el rodaje de La escondida, una película de Roberto Gavaldón rodada en 1955 y considerada una de las joyas de la llamada época de oro del cine mexicano. La apertura de la exposición en la sede del Instituto Cervantes de Brasilia fue precedida por una conferencia del director de la Fundación Rulfo, Víctor Jiménez, quien habló sobre la “policromía artística” de un escritor que fue mucho más allá de las letras. Jiménez, arquitecto de profesión, narró incluso anécdotas de su relación personal con Rulfo, a quien llegó a diseñarle una casa. Recordó que, para el escritor, que tenía entonces 15.000 libros en su acervo personal, 700 de ellos de fotografía, lo que era más importante en su hogar era precisamente la biblioteca. “No diseñé una casa con una biblioteca, sino una biblioteca con una casa”, indicó en una gráfica evocación de la inmensa pasión de Rulfo por los libros. En los murales de la exposición figuran opiniones de reconocidos nombres de las letras sobre el “ojo fotográfico” de Juan Rulfo. Entre muchos otros, aparece un comentario del escritor Carlos Fuentes, quien afirma que “en sus fotografías, Juan Rulfo resucita al pueblo entero de Pedro Páramo y El Llano en llamas para darle su actualidad más precisa y más preciosa”. Según Fuentes, “cada uno de los hombres, mujeres y niños de las fotografías de Rulfo posee una riqueza inmediatamente reconocible, que se llama dignidad. No siempre es alegría. Pero dignidad sí”. Fuente: EFE *** Ciinoe publica documentos por “política de estado sobre la oralidad” Ante los 35 años, que se cumplen este año 2010, que lleva el escritor cubano-español Francisco Garzón Céspedes (http://www.letralia.com/firmas/garzoncespedesfrancisco.htm) apoyando y estimulando la narración oral escénica y el arte contemporáneo de contar oralmente, este creador y la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (Ciinoe, http://ciinoe.blogspot.com), han publicado, en forma de “donación a la sociedad”, una serie compuesta de 22 documentos producidos entre 1975 y 2009 bajo el postulado común “Por una política de estado sobre la oralidad”, según se anunció en un comunicado el pasado 18 de marzo. “Esta donación —deudora, como sus donantes, de lo tanto valioso recibido de lo mejor de la humanidad— es prioritariamente un llamado a la sociedad toda y, mucho, a quienes gobiernan a todos los niveles y/u ostentan responsabilidades respecto a la colectividad y respecto al desarrollo de su condición humana, de su sensibilidad, saberes, acciones e interacciones”, explicó Garzón Céspedes. “La oralidad nos hizo humanos y nos completa como humanos: No es sustituible porque es nuestro principal instrumento para la comunicación, la formación y la calidad de vida. La oralidad es la comunicación por excelencia”, agregó el artista. Los materiales incluidos en la donación, continuó Garzón Céspedes, están registrados legalmente y con derechos reservados, pese a lo cual han sido utilizados sin el debido crédito por diversos particulares. Es por ello que ahora el autor y la organización que representa han decidido publicarlos directamente en Internet, donde —espera— encontrarán un mejor destino. Los documentos son en su casi totalidad de la autoría de Garzón Céspedes, salvo el identificado con el número 2, de autoría colectiva institucional de la Ciinoe. La donación comprende los siguientes documentos: 1. Manifiesto universal por los derechos de las niñas y los niños a la oralidad y a los cuentos (2009). 2. De 1975 a 2009: Oralidad, oralidad escénica y comunicación: Sus relaciones con la infancia, con la formación y con la lectura / “La oralidad es el camino natural a la lectura” / F. G. C. Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (Ciinoe, 2009). 3. La oralidad nos hizo humanos y nos completa como humanos (2009). 4. La oralidad y la literatura, o lo que es lo mismo, la comunicación y la expresión y sus presencias en la familia y en el aula (2009). 5. Oralidad y comunicación / Importancia de la narración oral en la formación de la personalidad y en la educación de los hijos / La oralidad y la calidad de vida de todos / La oralidad es el camino natural a la lectura. De la década de los 90 al 2009. 6. De las respuestas del entrevistado. Francisco Garzón Céspedes: La conversación dimensionada en arte (1997). 7. Definición de “oralidad” de Francisco Garzón Céspedes y los esquemas de este investigador referidos a la oralidad y a la oralidad narradora artística (de 1975 a 2007). 8. Llamamiento: Salvaguarda de las tradiciones orales desde la oralidad contemporánea (2008). 9. Manifiesto por el género del cuento de nunca acabar (2008). 10. Decálogo para crear cuentos de nunca acabar (2008). 11. Definiciones de la narración oral (1991). 12. El arte de la conversación escénica (1991). 13. En España, la NOE: El arte oral escénico de contar. Apuntes para la historia (2000). 14. Teoría y técnica del cuento y del cuento hiperbreve / notas y conceptos / del cuento al género del cuento relámpago (década de los 90 a 2006). 15. Reflexiones y apuntes, fragmentos: Hacia una renovación de la poesía oral artística desde la fundación de la poesía oral escénica. 16. Guía de las diferencias entre la narración oral escénica y el teatro en sí (1991). 17. Credo del narrador oral (década de los 80). 18. Credo del actor / credo de la actriz / credo del espejo (década de los 80). 19. Manifiesto de las significaciones de contar / contar cuenta (2006/2007). 20. Cuentos del narrador oral escénico (de 1991 a 1995). 21. La oralidad y la narración oral escénica resumen de propuestas, conceptos, definiciones, acciones, aportes (desde 1975). 22. Llamamiento por una política de estado sobre la oralidad. La primera expresión de la política... (2009). “Esta donación es, además, en sí misma y por sus contenidos, un llamado a todas y todos los narradores orales artísticos a, continuadamente, como han hecho siempre los mejores, dignificar al máximo la profesión: a la oralidad artística; a ser cada vez más rigurosos en todo y mucho en la terminología; a no asumir ni aceptar nada que no respete expresamente las altas responsabilidades y la imagen pública más elevada de quienes son hacedores de la palabra, la voz y el gesto vivo, desde el cuentero comunitario de la tribu hasta hoy: los artistas orales, los narradores orales artísticos, los contadores de cuentos, los artistas contemporáneos de concierto del arte de contar”, explicó Garzón Céspedes. Además de publicar la serie de documentos en la web de la Ciinoe (http://bit.ly/aILAGZ), la organización ha realizado la donación directamente, en la forma de un archivo en formato PDF de 152 páginas, a más de veinte mil direcciones electrónicas de los cinco continentes, muchas de instituciones gubernamentales, culturales, educativas y personalidades de gran prestigio, según acota el escritor. Igualmente, Francisco Garzón Céspedes y la Ciinoe enviarán la donación a quien lo solicite escribiendo a la dirección electrónica ciinoe@hotmail.com. Fuente: Ciinoe *** Salas comunales de lectura crean en Venezuela La Fundación Celarg (http://www.celarg.gob.ve) ha dado inicio al proyecto de creación y dotación de salas de lectura comunales en diversas poblaciones de Venezuela, a fin de estimular el uso de la biblioteca como herramienta de intervención y desarrollo sociocultural, según informó la institución en un comunicado el pasado 18 de marzo. Este proyecto, denominado “Rómulo Gallegos va a las comunidades”, está orientado a fomentar la inclusión, la participación y el ejercicio constitucional del derecho que tienen las comunidades de acceder libremente a la información y el conocimiento. Para llevarlo a cabo se realizó una selección de comunidades populares urbanas del área metropolitana de Caracas, comunidades populares urbanas de la provincia venezolana y comunidades populares rurales. En su primera fase el proyecto atiende a tres sectores populares rurales de tres estados del país, con una población estimada de 6.000 habitantes: el Hato “El Cedral”, en Mantecal (Apure), y las poblaciones de Camaguán (Guárico) y Jadacaquiva (Falcón). Ya se realizaron las charlas iniciales en cada localidad y se firmaron los convenios respectivos. En cada sector se ha ubicado y establecido un local para el funcionamiento de la sala de lectura comunal, conjuntamente con las comunidades organizadas. A finales del mes de marzo se dará inicio a la fase de diseño y ejecución del proceso de adiestramiento de personal de la comunidad responsable de operar la sala y se dotará a cada una del fondo bibliográfico básico. La inauguración de las salas está prevista para la segunda quincena del mes de abril. El proyecto no concluye con la inauguración de las salas, sino que se plantea el acompañamiento de las operaciones de las mismas durante los primeros seis meses de funcionamiento. Fuente: Celarg *** La venezolana Delia Rengifo recibe en Ibiza el premio Crónica Latina El pasado viernes 19 de marzo se realizó en el Club Diario de Ibiza, Islas Baleares (España), la entrega del premio Crónica Latina 2009, en el marco del III Encuentro Internacional de Literatura “Ibiza Puerto Mediterráneo del Libro”, celebrado del 17 al 21 de marzo. El premio recayó sobre la venezolana Delia Rengifo (http://www.letralia.com/firmas/rengifodelia.htm), quien además presentó durante el evento sus poemarios Las manos del tiempo —ganador del galardón— y Cantares de Delita, un poemario infantil ilustrado. Durante el evento, la venezolana alternó con los escritores Joan Margarit, Olvido García y Antonio Colinas, todos ellos premios nacionales de literatura de España, y también con el reconocido poeta chileno Raúl Zurita (http://www.letralia.com/firmas/zuritaraul.htm). Las manos del tiempo es el primer número de la colección de la Asociación Zero’ Publisher de Eivissa, creada con motivo de la celebración del centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, y contó con la presencia de Aitor Larrabide, presidente de la Fundación Cultural Miguel Hernández (http://www.miguelhernandezvirtual.com). Con este evento comenzó el año hernandiano en Ibiza. La asociación Eivissa, Puerto Mediterráneo del Libro (http://puertomediterraneodellibro.blogspot.com), anunció asimismo la elaboración de un video con los poemas de Cantares de Delita grabados por la autora, para ser distribuido en los colegios de Ibiza. En una entrevista realizada por el Diario de Ibiza (http://bit.ly/dz111v), Rengifo explicó que, en su opinión, las campañas de promoción de la lectura se olvidan de la poesía. “Por eso son necesarios eventos de divulgación. En Cantares de Delita hay una invitación a los niños a leer poesía y a visitar Venezuela en un poema que cuenta cómo un caballito va de ciudad en ciudad del país y que es uno de los encantos de este libro”. *** Hernán Rivera Letelier obtiene el premio Alfaguara de Novela 2010 El escritor chileno Hernán Rivera Letelier obtuvo, con El arte de la resurrección, el XIII Premio Alfaguara de Novela (http://www.alfaguara.santillana.es/premioalfaguara), cuyo veredicto se dio a conocer el pasado lunes 22 de marzo en el Salón de Actos de la Editorial Santillana (http://www.alfaguara.santillana.es) en Madrid. Dotado con 175.000 dólares y una escultura de Martín Chirino, el galardón rindió homenaje este año a Tomás Eloy Martínez quien, fallecido en enero, formó parte del primer jurado del premio y ganó el galardón en 2003 por El vuelo de la reina. El jurado, presidido por el escritor Manuel Vicent, estuvo compuesto por el director general de Contenidos de Santillana, Juan González (con voz pero sin voto), el realizador Gerardo Herrero, la académica de la Real Academia Española de la Lengua (RAE, http://www.rae.es) Soledad Puértolas, el escritor Juan Gabriel Vázquez y el librero (por primera vez el jurado cuenta con uno) Juan Miguel Salvador. Vicent leyó el nombre del ganador —que se presentó bajo el seudónimo de Manuel Madero— y destacó algunas de las palabras del jurado en el acta del premio: “Ambientada en el desierto de Chile, en las primeras décadas del siglo XX, la novela narra las andanzas de un iluminado, el Cristo de Elqui”. El jurado valoró “el aliento y la fuerza narrativa de la novela, así como la creación de una geografía personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia”. El arte de la resurrección mezcla la crónica histórica y social con elementos del realismo mágico, con un Cristo que “recuerda a otros de Valle Inclán, García Márquez o Vargas Llosa”, según dijo el periodista Juan Cruz, que presentó el acto. Rivera Letelier (Talca, Chile, 1950) se dio a conocer con su novela La Reina Isabel cantaba rancheras, premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Chile (http://www.consejodelacultura.cl) en 1994. El mismo consejo premió dos años después Himno del ángel parado en una pata, libro al que le siguieron Fatamorgana de amor con banda de música (1998), el libro de cuentos Santa María de las flores negras (2002), Canción para caminar sobre las aguas (2004), Romance del duende que me escribe las novelas (2005), El fantasista (2006), Mi nombre es Malarrosa (2008) y La contadora de películas (2009), con ediciones en Chile, Argentina, México, España y traducciones en Francia, Turquía, Alemania, Italia, Brasil, Portugal y Grecia. En 2001, Rivera Letelier fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y Letras por el Ministerio de Cultura de Francia. En 1942, Domingo Zárate Vera, más conocido como el Cristo de Elqui, un vagabundo que se cree la reencarnación de Cristo y que desde los 33 años predica por las tierras chilenas, se entera de que en una de las oficinas salitreras vive una prostituta que siente veneración por la Virgen del Carmen y a la que sus clientes consideran una verdadera creyente, Magdalena Mercado. Domingo, que ya ha tenido una serie de discípulas-amantes, va en busca de ella para convencerla de que le acompañe en su sagrada misión de advertir a las gentes de la inminente llegada del fin del mundo. Un “incrédulo” y “contento” Rivera Letelier reveló que el personaje ya había aparecido en otras tres novelas suyas y que había llegado el momento de dedicarle un libro. El escritor, que conversó con periodistas de España, Chile, Argentina y México por teléfono tras el fallo del premio, declaró que “no podría escribir otra cosa que no fuera sobre el desierto y el hombre que lo conquista”, puesto que vivió 45 años en ese “territorio tan hostil”, 30 de ellos como obrero. “En el desierto empecé a leer y a escribir, él me enseñó a conocerme”, matizó, añadiendo que “si hay alguien que puede contar el desierto de Chile desde dentro, ese soy yo”. “Intelectual no soy, tengo más cara de boxeador”, bromeó este hijo de predicador (“mi padre apenas sabía leer pero cuando hablaba hasta las piedras lloraban”), quien declaró tener “la cartografía del desierto” marcada en el rostro, además de haber crecido “con la Biblia en la almohada”. Ganadores de otras ediciones, como Clara Sánchez, Santiago Roncagliolo o Andrés Neuman, estaban presentes en el acto y felicitaron al escritor chileno, quien se considera un “hijo del boom latinoamericano”, lector de García Márquez, Julio Cortázar, Borges o Vargas Llosa. A Rivera Letelier no le molestan las comparaciones con el realismo mágico, aunque prefiera la “etiqueta” de “realismo estético”. El presidente del jurado, Manuel Vicent, destacó que la historia le gustó por ser “una literatura no filmable”, “llena de palabras maravillosas que van más allá que las imágenes”. La declaración de Vicent dio inicio a un pequeño debate sobre la calidad de las películas basadas en libros, en el cual el director y productor Gerardo Herrero opinó que la novela de Rivera Letelier “está llena de imágenes y de desierto” y recordó que su anterior obra fue comprada por una productora de cine francesa. Por su parte, Juan González declaró que Buñuel sería el director adecuado para llevar El arte de la resurrección a las grandes pantallas. “Mi novela es una obra literaria, pero si hay ahí un director dispuesto a hacer una película, a lo mejor sale”, contestó el ganador. Fuente: Europa Press *** BID entregó premios a dramaturgos hispanoamericanos Los venezolanos Gustavo Ott y Mariozzi Carmona entre los galardonados. El pasado 22 de marzo fueron entregados en Quintana Roo (México) los premios del Concurso Hispanoamericano de Dramaturgia auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID, http://www.iadb.org), en el que fueron reconocidas 14 obras por un jurado internacional compuesto por 22 expertos en la materia. El vicepresidente de Finanzas y Administración del BID, Manuel Rapoport, quien asistió en representación del presidente Luis Alberto Moreno, subió a escena acompañado por la prestigiosa actriz mexicana Patricia Bernal, en una ceremonia que también contó con la participación de la directora ejecutiva del BID por México y República Dominicana, Cecilia Ramos, y personalidades del mundo artístico y gubernamental. “Los escritores —y por lo tanto los dramaturgos— pueden mostrarnos realidades que muchas veces no queremos ver. La pobreza y la diversidad son algunas de las historias que pueden relatarnos. A través de sus obras teatrales nos narran las vidas de los menos privilegiados en la sociedad... nos dejan memoria”, afirmó Rapoport. Las obras ganadoras de esta edición del concurso en la categoría “Teatro Infantil” fueron El bosque de mis libros, de Ignacio Martínez Maldonado (Uruguay); Navegantes del tiempo, de Carlos Enrique Duering Ostrej (México); El Planeta de los Puguis, de Daniel Salomone González (Uruguay), y Tierras del norte, vientos del sur, de Luis García Matilla (España). En la categoría “Hispanos en USA but sin estereotipos” los premios fueron para las obras No problemo amigo, de Jaime Andrés Espinal Ortiz (Colombia); The Dream of Claudia Jade, de Graciela Berger Wegsman (Argentina); Juanita Claxton, de Gustavo Ott (Venezuela); Girasoles, de Osvaldo Ernesto Mongelli (Argentina), y Preludio en sol, de Mariozzi Carmona (http://www.letralia.com/firmas/carmonamariozzi.htm; Venezuela). Además se concedió una mención especial a Man Jun B’ey (Nunca más), de Emanuel Silvain Loarca (Guatemala). La última categoría, “Gran Comedia Hispanoamericana para un mínimo de 7 personajes”, tuvo como ganadoras las obras Pequeñas traiciones, de Rodrigo Augusto Rodríguez Fajardo (Colombia); La viuda del celador, de Luis Alberto García Jiménez (Colombia); Fuegos artificiales, de Roberto Hugo Ibáñez (Argentina), y Felicidades Punto Com, de María del Carmen Silva Piedras (Costa Rica). Los dramaturgos de esos 17 países recibieron un total de US$17.000 como premios especiales para estimular el crecimiento del género literario en beneficio del teatro hispanoamericano. Estos rubros buscan incentivar la producción de textos en tres ámbitos que actualmente cuentan con demanda del mercado pero que carecen de suficiente producción debido a la falta de estímulos del medio. El paquete de premios especiales tiene como objetivo difundir e incrementar el impacto de los resultados de este concurso a largo plazo, publicando las 14 obras ganadoras en un volumen que estará disponible en 2011 y que será distribuido a productores y directores de los teatros más importantes de Hispanoamérica y de los Estados Unidos. Las obras ganadoras del primer premio en cada categoría serán presentadas en concepto de “estreno mundial” bajo producciones del Teatro Hispano Gala en Washington, el Thalia Spanish Theatre en Nueva York y por el Club de Teatro del BID, grupo teatral compuesto por empleados de la institución. El certamen, organizado por el Club de Teatro de la Asociación de Empleados del BID, tuvo su lanzamiento en 2009, durante la anterior Asamblea Anual de Gobernadores del BID, en Medellín (Colombia), con el propósito de celebrar el 50º aniversario de la institución. Fuente: Web del concurso *** Archivo de Rafael Cansinos Assens llegará a Sevilla a finales de 2011 Miles de poemas, docenas de cuentos, novelas, ensayos y diarios, junto con una voluminosa correspondencia (más de 5.000 cartas) mantenida con Jorge Luis Borges, los hermanos Machado o Ramón Gómez de la Serna, forman parte del valioso archivo que legó Rafael Cansinos Assens (Sevilla, 1882; Madrid, 1964) a sus herederos, y que estará por fin en Sevilla (España) a finales de 2011. Así lo confirmó el lunes 22 de marzo Rafael Cansinos, hijo y heredero universal del escritor, traductor y promotor del ultraísmo, amén de impulsor de la fundación que albergará el Convento de Santa Clara y que quedó constituida ante notario el mismo 22. La nueva entidad, de la que el Ayuntamiento de Sevilla (http://www.sevilla.org) es patrono desde febrero, comenzará sus actividades “antes o inmediatamente después” del verano, explicó Cansinos después de visitar al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, para informarle de sus últimas gestiones. El gobierno municipal ha comprometido 60.000 euros para impulsar la creación de la fundación este año, y 90.000 a partir del siguiente como “asignación anual fija”. La llamada casa del sacristán del antiguo convento del barrio de San Lorenzo será el hogar definitivo de “uno de los principales archivos literarios del primer tercio del siglo XX”, pero mientras se terminan las obras de la segunda fase de la remodelación del complejo, Cansinos hijo trabajará en un despacho provisional en la entrada de Santa Clara. Allí, el heredero del escritor nacido en Sevilla buscará socios de otros ámbitos, en consecuencia a su intención de no depender exclusivamente de los recursos públicos (aspira a que no más del 25% de los fondos proceda de la administración). Según explicó, Cajasol (https://www.cajasol.es) es una de las entidades a las que se dirigirá para obtener su apoyo, aunque de momento no ha habido contactos. Sí los ha tenido, en cambio, con el Ayuntamiento de Madrid (http://www.munimadrid.es), donde el autor de La novela de un literato pasó la mayor parte de su vida. La idea es organizar en la capital española una exposición con motivo del 75º aniversario de la Guerra Civil, entre 2001 y 2014, sobre la que Cansinos escribió en sus Diarios, unas memorias que escribió en inglés, alemán, francés y árabe para practicar tales idiomas. También solicitará financiación al Ministerio de Cultura de España (http://www.mcu.es) para la digitalización de los fondos, un proceso “costoso”, dice el heredero, y que requerirá la participación de numerosos especialistas. Una vez que todo el material esté catalogado, y ya con el archivo físicamente en Andalucía (condición indispensable), Cansinos iniciará los trámites para que sea declarado Bien de Interés Cultural por la Junta, una condición que le negó el gobierno autonómico madrileño y que en cierto modo desencadenó la decisión de trasladar este patrimonio documental a Sevilla. Asimismo, el próximo otoño, de momento sin fecha concreta, se celebrará un ciclo de conferencias acerca de Cansinos Assens. Las ponencias correrán a cargo del escritor y crítico de arte Juan Manuel Bonet —presidente además de la recién creada fundación—, Jacobo Israel Garzón, Marcos Ricardo Barnatán, el profesor sevillano Alberto González Troyano, Isabel Tuda y el propio Cansinos hijo, todos ellos patronos de la fundación junto al Ayuntamiento. Fuente: Diario de Sevilla *** Subastan por 30.000 libras un poema, una carta y un mechón de Bolívar Un comprador anónimo pagó este 24 de marzo 30.000 libras (45.000 dólares ) por un poema, una carta firmada y un mechón de pelo del Libertador Simón Bolívar en una subasta londinense. La colección pertenecía a Mary English, la viuda del general británico James Towers English, quien combatió junto al héroe de la independencia. No ha trascendido el nombre del comprador, aunque un especialista de la casa de subastas Bonhams (http://www.bonhams.com), Simon Roberts, reveló que se trata de una biblioteca británica y que las reliquias serán exhibidas al público. El poema fue escrito probablemente en 1826, en el momento de mayor poder del prócer. En él Bolívar le transmite a English la amargura por la gran carga de responsabilidad que llevaba sobre sus hombros. “Feliz el satisfecho con su humilde fortuna, Libre del yugo soberbio a que yo estoy ligado, Vive en la oscuridad do el cielo lo ha ocultado, Dichoso el que contento con su humilde fortuna”. Simon Roberts, especialista de Bonhams, aseguró que es el único poema escrito por el prócer del que se tiene constancia. “El hecho de que Bolívar le escribiera un poema a English refleja que ambos guardaban una estrecha relación”, explicó. El mechón de cabello es la reliquia que más atención atrajo. “En otras ocasiones hemos subastado mechones de otros personajes históricos de culto como Napoleón o el almirante Nelson”, dijo el experto de Bonhams. “Debido a la distancia histórica, no podemos hacer una prueba de ADN para comprobar su autenticidad, pero en el caso de Bolívar el pelo se adjunta a una hoja con una nota manuscrita de English”. Según la nota, el mechón fue cortado por el coronel Belford Wilson, quien acompañó a Bolívar en sus últimos días y estuvo junto a él en su lecho de muerte, el 17 de diciembre de 1830. “Le adjunto un mechón de su pelo. Es todo lo que tengo para ofrecerle, porque por lo menos será considerado por usted como una reliquia sagrada”, le escribió el coronel Wilson a Mary English, en una carta que también fue subastada. En ella, Wilson asegura que fue él mismo quien le cortó el mechón al Libertador tras su fallecimiento. La carta escrita por Bolívar está fechada en 1821 y en ella el Libertador le transmite a English el pésame por la muerte de su esposo y su pena por las dificultades que ella atravesaba en Venezuela, garantizándole que el gobierno colombiano le ayudaría. “Nada mortifica tanto mi espíritu como no poder aliviar la pena de las víctimas voluntarias que ha hecho nuestra revolución y nuestra guerra”, escribe Bolívar en la carta, firmada en Rosario de Cúcuta el 8 de octubre de 1821. En nombre de Bonhams, David Park destacó que la colección “es un recordatorio fascinante de una época crucial en la historia de Sudamérica. Como muestra su correspondencia, Mary English sentía una gran simpatía por Bolívar y sus relatos detallados (...) ofrecen una luz personal y encantadora sobre este hombre extraordinario”. Fuente: BBC *** México prepara programa como Capital Iberoamericana de la Cultura El Gobierno del Distrito Federal de México (http://www.df.gob.mx) realizará en 2010 unas 20 mil actividades artístico-culturales para enfatizar su nombramiento como Capital Iberoamericana de la Cultura, anunció Elena Cepeda, secretaria de Cultura (http://www.cultura.df.gob.mx), el pasado 24 de marzo. La Ciudad de México albergará arte urbano, exposiciones, conferencias, congresos y otras actividades. En mayo, el Seminario Internacional LGBTTI, realizado con apoyo de España y del Consejo Europeo (http://europa.eu/european-council/index_es.htm), reunirá a especialistas de diversos países para hablar sobre diversidad, derechos sexuales y otros temas. Las rejas del parque de Chapultepec mostrarán en verano fotos de unos 70 sitios de Iberoamérica, designados por la Unesco (http://www.unesco.org) como patrimonio de la humanidad, mientras que en agosto se realizará un rally sobre ciudades patrimonio con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU, http://www.un.org/es). En esa misma época, se llevará a cabo el Encuentro Iberoamericano de Promotores y Gestores Culturales con la participación de expertos de España, Brasil, Argentina y México, entre otros. Según Cepeda, la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México (http://www.feriadellibro.cultura.df.gob.mx), que tendrá lugar en octubre, estará dedicada a la región, pero también a la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), a 100 años de su fundación. Este encuentro literario rendirá homenaje al poeta argentino Juan Gelman, quien estará presente, y al poeta español Luis Cernuda, quien vivió en México, y también se recordará al recién fallecido escritor mexicano Carlos Montemayor. Para el otoño Brasil será el invitado de honor en la Quinta Muestra de Artes Escénicas de la Ciudad de México. Además de conmemorar el bicentenario de la Independencia de México y el centenario de su Revolución, la ciudad será sede de los congresos Iberoamericano de Archivos Históricos y de Ciudades Patrimonio, en agosto y octubre respectivamente. Fuente: DPA *** Inauguran en Aracataca la Casa Museo del Gabo La Casa Museo de Gabriel García Márquez, una réplica del edificio donde el Nobel de Literatura colombiano vivió su infancia, abrió sus puertas al público el pasado jueves 25 de marzo en el pueblo de Aracataca, inspiración del Macondo de Cien años de soledad, ubicado 900 kilómetros al norte de Bogotá. Después de que el inmueble original fue demolido hace más de 40 años, la nueva edificación recrea los espacios donde Gabo creció e imaginó sus historias. Tres años y alrededor de 1.216 millones de pesos (600 millones de dólares) se invirtieron para volver a construir el hogar de los abuelos de García Márquez y permitir que los turistas tuvieran acceso a la “casa lunática”, como la describe el escritor en sus memorias Vivir para contarla (2002). La casa fue abierta en un acto formal de inauguración en el que participaron la ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno, así como economistas, antropólogos y escritores colombianos que disertaron sobre la obra garciamarquiana. El museo cuenta con catorce ambientes característicos de las viviendas caribeñas de la primera mitad del siglo XX y los nombres de cada uno de los espacios fueron autorizados por el escritor. Para la reconstrucción de la vivienda el Ministerio de Cultura de Colombia (http://www.mincultura.gov.co) tuvo en cuenta la descripción que el autor hizo en Vivir para contarla; testimonios de la madre del Nobel, Luisa Santiaga Márquez; exploraciones realizadas en el predio y testimonios de familiares y amigos. “El proyecto permitió recrear características propias de la arquitectura de la región; casas en tabla y bahareque con teja de zinc. En la investigación se buscó recuperar el ámbito cultural y la distribución de los espacios de la casa de acuerdo con lo descrito en la autobiografía del Nobel”, indicó la ministra Moreno. Para la construcción del guión museológico el ministerio escogió un grupo de expertos que se basaron en las memorias del Nobel, investigaciones sobre su obra, la historiografía colombiana y regional y entrevistas con familiares y amigos. Este guión narra la vida y obra del escritor en todos sus ámbitos: familiar, social, económico, político de la región y el país. Fuentes: AFP • Caracol • DPA *** Ernesto Cardenal recibió la medalla de las Artes y Ciencias de Austria El poeta y teólogo nicaragüense Ernesto Cardenal recibió el jueves 25 de marzo, en Viena, la medalla de las Artes y Ciencias, una de las más altas distinciones que otorga Austria, de manos de la ministra de Educación, Arte y Cultura, Claudia Schmied. Luciendo su característica boina, Cardenal manifestó que aceptaba ese honor, no por él, sino “por el pueblo de Nicaragua”. Durante la ceremonia, Schmied dijo que el escritor, “con su poesía, con su arte”, defiende los valores democráticos; ha sido una vida “contra la represión, la sed de poder, la injusticia social y la dictadura”. El galardonado aseguró que “esta condecoración, que me honra muchísimo”, la cederá al pueblo nicaragüense. “Existe alguien que sí la merece, el pueblo de Nicaragua, que hizo la revolución, la cual muchos piensan ha sido la más bella del mundo y, ciertamente, es la que ha tenido más cariño en el mundo”. Cardenal, una de las figuras de la teología de la liberación, fundó en los años 60 del siglo pasado una comunidad monástica en la isla de Solentiname y fue ministro de Cultura en el gobierno sandinista, entre 1979 y 1987. Fuente: La Jornada *** Autores venezolanos obtienen Premios Iberoamericanos de Literatura Los escritores venezolanos Guillermo Morón, Ramón Palomares y Enrique Viloria Vera recibieron el jueves 25 de marzo los Premios Iberoamericanos de Literatura 2010, que concede la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca en colaboración con el Instituto de Estudios de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca (http://americo.usal.es/iberoame), y que están dotados con un euro de premio para “distinguir la rigurosidad de la literatura” frente a los incentivos económicos. Guillermo Morón, que mantiene relación con la Universidad de Salamanca (http://www.usal.es) desde 1952, recibe el premio Miguel de Unamuno por su trayectoria, que incluye el Premio Nacional de Literatura 1990 y el Municipal de Literatura 1997, entre otros. Además, es miembro de la Academia Venezolana de la Lengua. Ramón Palomares ha sido premiado con el Fray Luis de León de Poesía Iberoamericana como reconocimiento a una trayectoria que incluye el Premio Nacional de Literatura en 1974 y el Internacional de Poesía Víctor Valera Mora, en 2006. El premio Alfonso Ortega Carmona fue adjudicado, en la categoría de ensayo iberoamericano, al catedrático de la Universidad Metropolitana de Caracas (http://www.unimet.edu.ve), Enrique Viloria Vera, quien es autor de más de cien libros sobre diversos temas, entre los que destacan los de derecho, ciencias políticas, historia, poesía o crítica literaria. La Sociedad de Estudios Literarios editará y publicará un libro de cada uno de los tres escritores premiados, tal y como ya ocurrió con los galardonados del año pasado, los escritores brasileños Claudio Aguiar, Reynaldo Valinho Álvarez y Caesar Malta Sobreira. El jurado de los Premios Iberoamericanos de Literatura 2010 estuvo compuesto por el poeta de origen peruano y profesor de Derecho en la Universidad de Salamanca Alfredo Pérez Alencart, que ejerció como presidente, y por los profesores Alfonso Ortega Carmona, Carmen Ruiz Barrionuevo, Ángel Infestas y Ángel San Juan, por los poetas Luis Frayle y Verónica Amat, y por el pintor Miguel Elías. Fuente: El Mundo *** Internautas votan por su palabra favorita del idioma español El Instituto Cervantes (http://www.cervantes.es) ha puesto de nuevo en marcha la plataforma interactiva El Día E (http://www.eldiae.es), en la que internautas de todo el mundo pueden votar su palabra favorita del español. La página web se renueva con motivo de la segunda edición del Día del Español, que se celebrará el sábado 19 de junio en 42 países de los cinco continentes, e incluye como novedades una pizarra para elaborar pictogramas que ilustren las palabras y “El juego del español”, que permite medir el grado de conocimiento de la lengua de una manera lúdica y ofrece a los usuarios la posibilidad de jugar de forma individual o frente a un adversario conectado en cualquier parte del globo. La celebración del Día del Español en los 73 centros que el Cervantes posee alrededor del mundo tiene como punto de partida la riqueza de una lengua hablada por más de 450 millones de personas y que es oficial en 21 países. El Cervantes ha invitado, además, a todos los hispanohablantes (tanto a los países hispanoamericanos como a la comunidad residente en países no hispanohablantes a través de las embajadas) a sumarse a la celebración para festejar juntos la pujanza y la buena salud de nuestro idioma. La web superó durante la pasada edición, en apenas mes y medio, el millón de páginas vistas, y atrajo a más de 73.000 usuarios de 123 países, que configuraron un diccionario de palabras favoritas con 3.800 entradas y un ficcionario de vocablos inventados con más de 2.120 términos. Este año, los contadores vuelven a cero para que los internautas puedan seleccionar de nuevo su palabra preferida en nuestra lengua o proponer el vocablo inventado, ya sea de forma escrita, realizando un pictograma o enviando una grabación. En la pasada edición, “malevo” fue la palabra más votada por los usuarios. Esta iniciativa del Cervantes se ve además reflejada en tiempo real en las diferentes redes sociales y plataformas líderes de vídeo en la red. Las voces inventadas que este año van en cabeza son “majoni” (http://www.eldiae.es/ficcionario/2010/majoni) y “almorroide” (http://www.eldiae.es/ficcionario/2010/almorroide). La celebración del sábado 19 de junio comenzará con el lanzamiento de una “Lluvia de palabras” desde los centros del Cervantes a las 11 de la mañana (hora local de cada país), y se prolongará a lo largo de toda la jornada con un completo programa de actividades culturales para todos los públicos. Los términos seleccionados para este lanzamiento de palabras serán algunos de los que fueron elegidos como los favoritos o más votados en 2009. En la primera edición de la celebración, más de 40 ciudades de 30 países se sumaron a esta lluvia de palabras en español. Fuente: El País *** Develan la primera estatua de García Lorca en Granada Este 26 de marzo fue develada la primera estatua del poeta español Federico García Lorca en Granada, casi 70 años después de su muerte, realizada en bronce y junto a las de otros nueve personajes ilustres de la historia y la cultura granadinas. Eugenia de Montijo, San Juan de la Cruz, Elena Martín-Vivaldi, Manuel de Falla, Manuel Benítez Carrasco, Pedro Antonio de Alarcón, Salvador Sánchez “Frascuelo”, María la Canastera, El Gran Capitán y Federico García Lorca ocupan desde ahora el bulevar de la Avenida de la Constitución, en pleno centro de la ciudad. En el descubrimiento, multitudinario, de los bronces, que culminan el proyecto de renovación del bulevar comenzado en 2008, el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, se permitió sentarse junto a García Lorca y saludarlo en presencia de su sobrina. Realizadas por los escultores Miguel Moreno Romero, José Antonio Castro, Miguel Barranco, Juan Corredor y Ramiro Megías, las estatuas permanecerán ya como parte del paisaje urbano de la avenida, con el objetivo de convertirlas en imagen de la ciudad. Los autores han trabajado cada uno según su estilo procurando darle identidad propia a cada una de las estatuas. Así, Miguel Moreno ha convertido a San Juan de la Cruz en una lengua de fuego, una efigie que comienza por llamas que van subiendo hasta conformar el hábito característico de la imagen tradicional del monje. Por su parte, José Antonio Castro trabajó con fotos familiares de María la Canastera que le cedieron los propios hijos de la bailaora, y pudo visitar la cueva del Sacromonte en la que se crió. Y Juan Corredor, autor de la primera efigie de García Lorca que ve Granada, ha puesto en la mano derecha del poeta un Romancero gitano, por ser la primera obra que leyó de éste. Fuente: El Mundo *** Reclusos de Murcia evocan la obra de Miguel Hernández Salpicada por poemas como “Me llamo barro”, “Vientos del pueblo”, “Elegía” o “Nanas de la cebolla”, un grupo de internos de la prisión de Murcia repasó este 27 de marzo la vida de Hernández, desde sus años de pastor en la cercana localidad levantina de Orihuela, hasta su enfermedad de tuberculosis y su muerte en presidio, recordando también sus influencias literarias, el amor que profesaba a su familia y la fuerza con la que luchó por la libertad. Frente a la imagen proyectada de Miguel Hernández, la voz de Diego Herrera, uno de los internos más implicados en la escuela taller, guió este recorrido por la vida y obra del escritor en el que los presos han desafiado la vergüenza, el pánico escénico y, en algunos casos, las barreras del lenguaje para homenajear al poeta en el centenario de su nacimiento. Un centenar de presos y personal de la cárcel presenció el recital, en el que también participó el octogenario actor Ramón Centenero, nacido en Archena pero muy vinculado a Orihuela y a la familia del poeta. Para el recital se escogió obras como El rayo que no cesa o Perito en lunas, que los internos han estudiado durante meses y con las que, además de descubrir al autor, han conocido la España rural de principios de siglo, la dureza de la guerra civil española y la miseria de los años posteriores. Antiguo profesor de arte dramático, Centenero se ha identificado con la pobreza de la infancia del poeta y ha relatado las dificultades que se vivían a principios del siglo XX en el entorno rural. El jefe de servicios de la prisión de Murcia y organizador de esta actividad, Antonio Jávega, se mostraba emocionado por la dedicación con la que los internos participaron en todos los actos, y vinculó este entusiasmo a la figura de Miguel Hernández, pues, para él, el poeta “fue una persona que estuvo presa y que luchó por la libertad. Y eso, dentro de la cárcel, va más allá de lo simbólico, es un significado de vida, de esperanza”. En cuanto al trabajo del grupo de lectura, Jávega ha manifestado: “No veo cómo recitan los poemas los internos, veo los paseos que han tenido que dar en la celda, cuando llega la noche, para memorizarlos, y eso es lo grande”. La pasión por la literatura que los profesores inculcaron a estos alumnos trascendió el homenaje al poeta y dio lugar a Canciones de amores y demonios en la cárcel de Sangonera, un poemario escrito por el interno Diego Herrera en el centro penitenciario, ubicado en esta pedanía murciana. Según relata el propio autor, al “caer preso” hace cuatro meses sintió la necesidad de escribir para “aliviar la pena”. Esta inquietud se vio alentada por el trabajo de los profesores de la escuela, que le descubrieron a autores como Miguel Hernández y Federico García Lorca, y le dieron las pautas para plasmar estos sentimientos y convertirlos en los poemas que conforman el libro. Fuente: EFE *** Jorge Edwards ingresa al Consejo Nacional de la Cultura de Chile El escritor chileno Jorge Edwards, galardonado en 1999 con el Premio Cervantes, se incorporó al directorio del Consejo Nacional de la Cultura de Chile (CNCA, http://www.consejodelacultura.cl), el máximo órgano en la materia, según se informó el pasado 30 de marzo. Junto con Edwards, que se integró en representación del Ministerio de Educación de Chile (http://www.mineduc.cl), también se sumó al Consejo el escritor Roberto Ampuero, en representación del Ministerio de Relaciones Exteriores (http://www.minrel.gov.cl). Ambos apoyaron públicamente la campaña del hoy presidente de Chile, Sebastián Piñera. Pocos días antes de la elección presidencial, los dos novelistas participaron junto con los escritores Mario Vargas Llosa y David Gallagher en un coloquio con Piñera celebrado en la Biblioteca Nacional (http://www.dibam.cl/biblioteca_nacional). El autor de Los convidados de piedra, que durante años simpatizó con la política de la Concertación (coalición de centroizquierda), anunció su viraje político en diciembre del año pasado, cuando manifestó: “Por una vez me siento obligado a cambiar. Lo hago a conciencia, después de meditarlo bien y sin la menor hipocresía”. El Consejo Nacional de la Cultura lo preside a partir de ahora el actor Luciano Cruz-Coke, ministro de Cultura desde el pasado 11 de marzo. En este organismo, que es el único de rango ministerial que cuenta con un directorio, hay representantes de los departamentos de las secretarías de Educación y Relaciones Exteriores, de la sociedad civil y de los galardonados con el Premio Nacional, así como de las universidades públicas y privadas. Entre las atribuciones del directorio del CNCA están aprobar anualmente el plan de trabajo, proponer al presidente de la República proyectos de ley y distribuir los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart, http://www.fondosdecultura.cl). Fuente: EFE *** Falleció el escritor y publicista colombiano Gonzalo Mallarino Botero A los 83 años de edad falleció en Bogotá, el pasado 31 de marzo, el escritor y publicista colombiano Gonzalo Mallarino Botero, uno de los primeros amigos que tuvo el Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, cuando llegó a la capital. Precisamente, una de sus últimas apariciones en público la hizo en octubre de 2009, cuando se presentó la biografía de su condiscípulo universitario, escrita por el inglés Gerald Martin. En esa oportunidad, Mallarino terminó siendo uno de los protagonistas de la velada, pues tanto Martin como su amigo Álvaro Castaño Castillo recordaron, en más de una ocasión, instantes de su vida al lado de Gabo. Mallarino accedió a subir al escenario por invitación de Roberto Pombo, director del diario El Tiempo (http://www.eltiempo.com). “Así como Gerald Martin se pasó veinte años investigando la vida de Gabo, yo podría pasarme veinte años hablando de Gabo y contando mentiras que son verdades. Porque la vida de gente como Gabo es una mentira fantástica y maravillosa”, recordó Mallarino esa noche. Además de dedicarle su vida profesional a la publicidad y al mercadeo, Mallarino fue un destacado promotor cultural, labor que realizó por muchos años desde su columna “Ventana al mundo”, en el diario El Espectador (http://www.elespectador.com), y que combinó con sus comentarios intelectuales en la emisora HJCK (http://www.hjck.com), a la que estuvo vinculado desde su fundación en 1950. “El gran título de Gonzalo frente a la cultura colombiana es haber sido uno de los primeros colombianos que descubrieron al Gabo, pues era un hombre muy culto, un gran conocedor de la novelística del continente”, comenta Castaño Castillo, quien recuerda que fue precisamente Mallarino quien presentó por primera vez a Álvaro Mutis y al autor de Cien años de soledad. Esa estrecha amistad con el Nobel le permitió a Mallarino conocer, de paso, a destacadas personalidades que por entonces comenzaban a sonar en el mundo cultural. Uno de ellos fue el pintor Alejandro Obregón, con quien también cultivó una entrañable hermandad. “El Grupo de Barranquilla lo acogió con calidez por su cultura, su simpatía y por su sentido de amistad”, destaca Castaño. Descendiente de una tradicional familia bogotana, Mallarino Botero se casó con Beatriz Flórez, con quien tuvo cinco hijos: Felipe, Claudia, Gonzalo, Fernando y Camila. Fuentes: El Colombiano • El Tiempo *** Denegada propuesta de bautizar “Miguel Delibes” a estación de trenes El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, el equipo de gobierno municipal y el concejal de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento (http://www.ava.es), Alfonso Sánchez, rechazaron el pasado 31 de marzo la propuesta del PSOE para dar el nombre del escritor y académico de la Lengua Miguel Delibes a la estación de trenes de Campo Grande, pero el primer edil apuntó su intención de ponérselo a la biblioteca que se construirá en el actual depósito de locomotoras. León de la Riva defendió que no es partidario de cambiar el nombre “a las cosas” y recordó que ya hay una calle en la ciudad dedicada al autor fallecido el pasado 12 de marzo en el barrio de Covaresa, y que su nombre se dio también al Centro Cultural Miguel Delibes y al nuevo campus de la Universidad de Valladolid (UVA, http://www.uva.es). El Grupo Municipal Socialista planteó en la Junta de Portavoces municipal una moción, con vocación de acuerdo institucional, para que los tres grupos políticos del Ayuntamiento instaran al Ministerio de Fomento (http://www.fomento.es) a cambiar de nombre la Estación del Norte, conocida actualmente como Estación Campo Grande. Sin embargo, tras el “desacuerdo manifestado”, el PSOE decidió retirarla, ya que entiende que “la propuesta sólo hubiera sido viable de contar con el apoyo del resto de fuerzas políticas, y la unanimidad de todas las voluntades”. El PSOE considera que la estación de trenes, “como puerta de entrada a la ciudad, y actualmente emblemática, gracias a la llegada del AVE”, debería rendir homenaje al “universal” Miguel Delibes. León de la Riva recordó que pretende contar con el consenso de la familia del escritor para tomar decisiones sobre homenajes y actos de recuerdo, e incluso aseveró que ni ellos mismos “estarán de acuerdo” en poner el nombre a la estación. No obstante, apuntó que prevé que la biblioteca que se proyectará en el actual depósito de locomotoras de Renfe (http://www.renfe.es), en desuso, dentro del proyecto urbanístico de la Red Ferroviaria Central, sí que llevará el nombre de Delibes. Incluso, añadió, se planteará que la futura fundación que se creará en la ciudad se ubique en un edificio anejo a dicha infraestructura. Por su parte, el portavoz de IU, Alfonso Sánchez, abogó por contar con “más tiempo” para tomar una decisión de este tipo y consideró que la Estación del Norte ya tiene un nombre “histórico”. En todo caso, señaló, prefiere que el homenaje se lleve a cabo con un edificio de nueva creación. Fuente: Europa Press *** Publicarán en México La huella del peregrino, de Octavio Paz Como parte de los festejos por el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución de México, y en recuerdo del 96º aniversario del natalicio del Premio Nobel de Literatura, el Fondo de Cultura Económica (FCE, http://www.fondodeculturaeconomica.com) publicará el libro La huella del peregrino, del poeta y ensayista Octavio Paz, según se anunció el pasado 31 de marzo. Se trata de la compilación de textos del autor sobre historia de México, en particular del México independiente, volumen que aparecerá bajo el sello del FCE, que tiene los derechos de la mayoría de su obra, durante el presente año. Nacido el 31 de marzo de 1914 y fallecido el 19 de abril de 1998, la figura del poeta, autor de Piedra de sol, una de las piezas claves de la literatura mexicana, crece cada vez más a través de coloquios y encuentros para analizar su obra, así como por un sinfín de publicaciones que aparecen en todo el mundo para arrojar luz sobre aspectos antes inadvertidos para los estudiosos. Así, muchos han sido los enfoques académicos y “hallazgos” que se han dado a la imprenta sobre Paz, entre ellos sus epistolarios con varios intelectuales, como Alfonso Reyes, Arnaldo Orfila, Pere Gimferrer y Tomás Segovia, entre otros. Igualmente, volúmenes de ensayos que analizan aspectos diversos de su vasta obra (poesía, erotismo, política o estética); así como ensayos de corte biográfico que buscan situar algún aspecto o época determinada de la intensa y pródiga vida de Paz. Joaquín Díez-Canedo, director general del FCE, expuso que La huella del peregrino agrupa los escritos de Paz sobre historia de México, en particular en torno al México independiente, con una selección hecha por Adolfo Castañón (http://www.letralia.com/firmas/castanonadolfo.htm) y prólogo del historiador Jean Meyer, y aparecerá en la colección Historia. Dijo que aunque no hay aún un contrato, al FCE le interesa publicar la “biografía intelectual” del Nobel de Literatura 1990 que desde hace décadas redacta el investigador Enrico Mario Santí, titular de Estudios Hispánicos de la Universidad de Kentucky (http://www.uky.edu). También se tiene el proyecto de publicar (todavía sin fecha) la edición facsimilar de la revista Plural, que dirigió Paz en la primera mitad de los años setenta, y que fue un hito en la difusión del pensamiento intelectual de la época. Refirió que el FCE tiene publicado de Paz El laberinto de la soledad, que en la edición conmemorativa del 70º aniversario de la institución incluye Postdata y Vuelta a El laberinto de la soledad, así como Cartas a Tomás Segovia (1957-1985), y la edición facsimilar, conmemorativa de los 50 años de la primera edición, de Piedra de sol, en 2007. Otras joyas de la obra de Paz publicadas por la editorial del Estado mexicano son la edición facsimilar de El arco y la lira (2006); una edición bilingüe al portugués de Águila o sol (2001); y el libro Octavio Paz en España (2007) Cabe destacar que el FCE, a partir de 1999, publicó los volúmenes XIII, XIV y XV de las Obras completas, dedicados en gran parte a recoger sus primeros escritos (1931-1943), es decir el “periodismo literario”, como Paz lo llamaba, y sus entrevistas memorables. Fuente: Notimex *** Presentan en Bogotá adaptación teatral de 2666, de Roberto Bolaño La obra 2666, una adaptación de la novela póstuma del escritor chileno Roberto Bolaño, fue presentada del jueves 1 al domingo 4 de abril en el XII Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (http://www.festivaldeteatro.com.co), por la compañía Teatre Lliure de Barcelona (http://www.teatrelliure.com; España), con aceptación del público. Dividida en cinco partes como la novela que la inspira, y con una duración de casi cinco horas, la obra (http://www.festivaldeteatro.com.co/Details/2666.html?Itemid=) llenó en sus cuatro funciones la sala del Teatro de Bellas Artes de Bogotá. Estrenada por primera vez en 2007, la versión de 2666 que realiza Teatre Lliure ha recibido varios premios en Europa, entre ellos el Terenci Moix de las Artes Escénicas y el Qwerty a la mejor adaptación de una novela a otros medios, ambos en 2008. Esta es la segunda vez que se presenta en América Latina, después de su participación en 2008 en el Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil (http://www.santiagoamil.cl), en Chile. 2666 está ambientada en la ciudad mexicana de Santa Teresa (ciudad ficticia inspirada en Ciudad Juárez), en el desierto muy cerca de la frontera con Estados Unidos. A través de tres personajes, el escritor alemán Benno von Archimboldi, un profesor de filosofía catalán y un periodista de Harlem, avanza la inquietante historia de esa ciudad donde ocurren cientos de asesinatos de mujeres que nadie ve. Con once actores en escena que interpretan a 40 personajes, su director Àlex Rigola explicó que con esta pieza no se planteó “romper el sistema narrativo que proponía la novela”. “La novela está narrada de una forma maravillosa para el arte escénico. Esto, sumado a que el autor fue más un poeta que un novelista, le da una riqueza de palabras invalorable en el teatro”, dijo Rigola. “El montaje tiene que ver con los inicios del teatro, cuando había un juglar que narraba la historia. Aquí hay once actores que narran una historia”, señaló. Para adaptar la obra de Bolaño al teatro, Rigola visitó Ciudad Juárez en 2006. “Lo que se aprende del viaje es que no se trata de un problema de asesinatos de mujeres, sino de violencia generalizada, de un lugar donde el valor de la vida es casi nulo”, dijo el director, quien sin embargo piensa que esta historia es universal e interpela por igual a los públicos de diferentes países. “2666 habla de la capacidad del ser humano para girar la cabeza cuando hay problemas que él mismo ha creado. Los problemas no son de un territorio, son de todo el mundo”, señaló. La novela de más de mil páginas se publicó en 2004, un año después de la muerte en Barcelona de Bolaño, nacido en 1953 en Santiago de Chile y quien vivió su adolescencia y juventud en México. El Festival de Teatro de Bogotá, que se desarrolló del 19 de marzo al 4 de abril, tuvo como invitadas especiales en esta edición a las comunidades autónomas de Cataluña y Baleares (España), y constituyó un homenaje a la actriz, directora y empresaria de teatro colombo-argentina Fanny Mikey, fallecida en 2008. Fuente: AFP *** Reeditarán la obra completa de Eduardo Galeano Con el flamante lanzamiento de Las venas abiertas de América Latina, El libro de los abrazos y Patas arriba, el sello Siglo XXI Editores (http://www.sigloxxieditores.com) pone en marcha el ambicioso proyecto de reeditar la obra completa del escritor y ensayista uruguayo Eduardo Galeano, según se anunció este 4 de abril. Bajo el título “Biblioteca Eduardo Galeno” volverán a aparecer en nuevas versiones un total de 15 títulos, entre ellos El fútbol a sol y sombra, Las palabras andantes, Días y noches de amor y de guerra, Memoria del fuego y Bocas del tiempo. La editorial decidió arrancar con uno de los libros más emblemáticos del autor, Las venas abiertas de América Latina, publicado originalmente en 1971 y sin duda su obra más popular, citada y traducida, y de la que hasta la fecha se contabilizan ediciones en 18 idiomas. “Escribí Las venas... para difundir ideas ajenas y experiencias propias que quizás ayuden un poquito, en su realista medida, a despejar los interrogantes que nos persiguen desde siempre: ¿es América Latina una región del mundo condenada a la humillación y a la pobreza? ¿Condenada por quién? ¿Culpa de Dios, culpa de la naturaleza?”, explica Galeano. El ensayo reúne crónicas y narraciones que describen el constante saqueo de recursos naturales que sufrió el continente latinoamericano a lo largo de su historia desde el siglo XV hasta finales del siglo XX. Con un estilo mordaz y despojado de artificios, Galeano centra su atención en los hechos económicos y recorre desde el comercio del oro y el azúcar de los primeros tiempos de la conquista, hasta las modernas formas de despojo de las materias primas como café, petróleo y cacao en el continente. El ensayo está estructurado en dos partes: “La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra” y “El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes”, además de una introducción y una suerte de conclusión denominada “Siete años después”, escrita justamente al transcurrir ese período desde la primera edición del libro. En El libro de los abrazos, que también forma parte de este primer eslabón en el relanzamiento de la obra de Galeano, el contenido es más sutil y poético, pero no menos certero. “Creo que un autor al escribir abraza a los demás. Y éste es un libro sobre los vínculos con los demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad. Historias verdaderas vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria está llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de ‘muchos’ ”, explica el autor. El libro de los abrazos es una síntesis perfecta del imaginario más inspirado de su autor: una serie de breves narraciones que involucran celebraciones, sucedidos, profecías, crónicas, sueños, memorias y desmemorias, algunas de ellas acompañadas por grabados y dibujos del escritor. “El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer nos conduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia”, reflexiona Galeno. Finalmente, el tercer título que acompaña este relanzamiento es Patas arriba, en el que el uruguayo muestra por qué el mundo está al revés: recuerda a Alicia —la de Alicia a través del espejo— y, así, recorre temas como la impunidad del poder, la sociedad de consumo, la injusticia, el racismo y el machismo. “Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana”, apunta Galeano. El autor se destaca en esta obra por su inconfundible estilo que cruza el ensayo, la poesía, la narración y la crónica para mostrar sin tapujos las miserias de la sociedad contemporánea. Fuente: Télam *** Carlos Monsiváis se recupera de problemas respiratorios El escritor mexicano Carlos Monsiváis, de 71 años de edad, fue internado el pasado fin de semana en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (http://www.innsz.mx) por problemas respiratorios, pero ya se encuentra fuera de peligro. Ya para la noche del sábado 4 de abril el reporte médico era “esperanzador”. No es la primera vez que el autor de A ustedes les consta es ingresado en un centro asistencial: a finales de marzo fue hospitalizado por las mismas causas. Luego, el domingo 28, los amigos del cronista de la capital azteca lo vieron consciente, tranquilo y de buen ánimo, y “lo que se le nota es que está cansado. De hecho trabajó en su colaboración Por mi madre bohemios”. Monsiváis padece de fibrosis pulmonar, y por tal motivo recibe tratamiento desde hace casi un año. En algunas ocasiones, esta situación se le complica, y obliga al escritor a “pasar temporadas en Cuernavaca (Morelos) debido al mejor aire y a la altura de esa ciudad”. No obstante, la enfermedad no le ha impedido participar en presentaciones de libros, como fue el caso de su activa presencia en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx). Igualmente, Monsiváis presentó en marzo su libro más reciente, Apocalipstick, en una rueda de prensa al final de la cual bromeó sobre su salud: “Me siento bien, no estoy moribundo, no se preocupen”. Carlos Monsiváis Aceves es natural de Ciudad de México y nació el 4 de mayo de 1938. Escritor y periodista, es uno de los autores mexicanos más leídos por público de diversas generaciones; y colecciona fotografías, libros, arte y piezas de la cultura popular. Ha sido reconocido con galardones como el Premio Anagrama de Ensayo 2000 y el de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2006. En 2002 recibió la Condecoración Orden Alejo Zuloaga de la Universidad de Carabobo (UC, http://www.uc.edu.ve). Fuente: El Universal *** Reúnen en diccionario biográfico a 1.620 autores aragoneses Cuatro años de trabajo dieron como resultado el Diccionario de autores aragoneses contemporáneos, obra de consulta publicada a instancias de la Asociación Aragonesa de Escritores (http://www.aaescritores.com) y que contó con el apoyo económico del Gobierno de Aragón (http://www.aragon.es) y de la Diputación Provincial de Zaragoza (http://www.dpz.es), en cuya sede se celebró el acto de presentación este 5 de abril. El autor, Javier Barreiro, hizo hincapié en que con esta obra la literatura aragonesa es la mejor y más exhaustivamente catalogada de España, puesto que completa los ocho tomos de la Biblioteca de escritores aragoneses de Félix Latassa elaborados entre 1798 y 1802 y su refuncidión, por parte de Gómez Uriel, en 1885. El nuevo diccionario recoge todos los libros de creación, memorias, viajes y recopilación de artículos, publicados por aragoneses en los últimos 120 años, acompañados de fichas bibliográficas y amplias bibliografías. Muchos de estos autores son desconocidos, olvidados y hasta ahora estaban alejados de la historia oficial de la literatura aragonesa, pero ahora tienen una referencia sea cual sea su calidad y su trascendencia. A decir de su autor, el diccionario “pone voz” a quienes han tratado de expresarse estéticamente a través del lenguaje, e incluye algunos autores “estrambóticos, extravagantes y diferentes” en un tiempo, el actual, que “tiende a la uniformidad”. El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, aseguró que este nuevo diccionario, además de poner de manifiesto la “excelente salud” que tienen las letras aragonesas, da cuenta de todas aquellas personas que, a través de la creación literaria, han sumado, y suman, en la construcción del imaginario colectivo aragonés. El sector del libro, tanto en su faceta creativa como de difusión y promoción de la lectura, merece “la mayor atención” por parte del gobierno aragonés, puesto que sólo una cultura del libro “sólida y articulada” garantiza el desarrollo de una sociedad “madura y democrática”, dijo Iglesias. Para el presidente de la Diputación de Zaragoza, Javier Lambán, la nueva obra de consulta es un “inventario de caudal de talento literario fijado por los aragoneses en los últimos 120 años” y a su juicio prestará desde ahora un “magnífico servicio” a los historiadores y a los críticos. También el presidente de la Asociación Aragonesa de Escritores, José Luis Corral, vaticinó que la trascendencia de esta obra será “extraordinaria”. La asociación, reiteró, quiere ser “parte fundamental” de la cultura aragonesa, y en este sentido “da mucho más de lo que recibe”. Fuente: EFE *** Poemas de Miguel Hernández se exhiben en balcones de Córdoba Los balcones del centro histórico de la ciudad española de Córdoba exhiben desde este 5 de abril fragmentos de poemas del autor alicantino Miguel Hernández que, con motivo del centenario de su nacimiento, han sido colocados por los vecinos e instituciones, que participan así en una de las actividades previas del festival Cosmopoética (http://www.cosmopoetica.es). “Apagado va el hombre sin luz de mujer” o “Entre las flores te fuiste, entre las flores me quedo” son algunas de las citas del genial autor de Orihuela que pueden verse en 325 balcones del casco histórico de Córdoba gracias a la colocación de otras tantas lonas diseñadas para la ocasión y que permanecerán en edificios públicos y casas particulares hasta el 1 de junio. Según el encargado de elaborar estas pancartas, José María García Parody, se exhibe un total de 31 fragmentos del autor coincidiendo con la edad que tenía Miguel Hernández cuando falleció en la enfermería de la prisión de Alicante. Parody indicó que versos como “alrededor de tu piel ato y desato mi vida” tienen la intención de “provocar” una lectura abierta en quien los observe, por lo que habrá tantas interpretaciones como transeúntes recalen en ellos. Por otra parte, diferentes administraciones públicas también lucirán estas lonas que pretenden “sacar a la calle” la poesía, vestir con ella las fachadas y conmemorar el nacimiento de Miguel Hernández. Además, Córdoba también honra la memoria del poeta alicantino con la puesta en escena de una serie de versos “performance” hechos en relieve que pretenden “hacer partícipes” a los ciudadanos cordobeses para que finalicen las frases. Fuente: EFE *** Presentan la novela La contemplación, del venezolano Edgar Borges La obra ganadora del I Premio Internacional de Novela “Albert Camus” inicia su andadura en Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas La contemplación, con la que el venezolano Edgar Borges obtuvo el I Premio Internacional de Novela “Albert Camus”, inicia su andadura este mes con un ciclo de presentaciones en varias ciudades de España, bajo la coordinación del sello Grup Lobher (http://www.gruplobher.es/blog). La primera presentación será el martes 13 de abril en El Corte Inglés (http://www.elcorteingles.es) de Barcelona, donde la periodista catalana María Ripoll entrevistará al autor frente al público. “Dos personas divididas por los paradigmas: masculino o femenino; tren o calle; pintura o fotografía; observación o movimiento; carta o e-mail; McCartney o Lennon; nacional o extranjero”, cuenta la nota de prensa del sello español. “Y por el medio una existencia implosiona. Ella podría ser él y viceversa. Esto es parte de lo que cuenta La contemplación, la obra con la que el escritor venezolano obtuvo el I Premio Internacional de Novela ‘Albert Camus’ ”. El 23 de abril la novela será presentada en el marco del día de Sant Jordi, también en Barcelona. El 27, el periodista Antonio Gómez Rufo entrevistará a Borges ante el público en el Espacio Fuentetaja (http://www.fuentetaja.es/espacio_fuentetaja.asp), en Madrid. La última presentación de abril será el 28 en la Librería Bertrand (http://www.libreriasbertrand.es) de Alcalá de Henares, con entrevista a cargo de Ignacio del Valle. El 10 de mayo La contemplación será presentada en el Ateneo de Málaga (http://www.ateneomalaga.es), con entrevista a cargo del escritor y periodista Salvador Moreno Valencia (http://www.letralia.com/firmas/morenovalenciasalvador.htm). El 11 se realizará una presentación abierta en Fuengirola (Andalucía), y el 12 otra en Sevilla. Hacia finales del mismo mes de mayo le tocará el turno a Asturias, en La Casa del Libro (http://www.casadellibro.com), con Pedro Antonio Curto. Asimismo, Grup Lobher anunció que iniciará la distribución de la novela en América a través de un acuerdo con Analecta Literaria (http://actaliteraria.blogspot.com) y el editor Luis Alberto Vittor, de Argentina, en virtud del cual la obra podrá adquirirse en Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia y México. Fuente: Grup Lobher Editorial *** Se inicia el festival Cosmopoética 2010 El poeta, novelista y ensayista francés Michel Houellebecq, autor de Plataforma, Las partículas elementales o Ampliación del campo de batalla, será el encargado de inaugurar Cosmopoética 2010 (http://www.cosmopoetica.es), una iniciativa cultural que del 14 al 18 de abril reunirá en Córdoba (España) a destacados escritores. La séptima edición de Cosmopoética: Poetas del Mundo en Córdoba acogerá además a autores de la talla del estadounidense Robert Hass, el italiano Edoardo Sanguineti, el holandés Cees Nooteboom, la costarricense Ana Istarú o los españoles Pere Gimferrer, Antonio Colinas, Marcos Ana, Eduardo García y José Luis Rey, último Premio Loewe de Poesía, según informó la organización. En esta edición, Cosmopoética conmemorará el centenario del nacimiento de Miguel Hernández con una serie de actividades que pretenden poner de manifiesto el carácter popular de su poesía y harán hincapié en la búsqueda de la participación ciudadana y en estimular la relación de la poesía con la música, el teatro y las artes plásticas. Además, la relación que ha existido a lo largo de la historia entre mística y poesía se convertirá en objeto de debate gracias al ciclo Pasión Poética, que este año se dirigirá a Oriente con una muestra musical de las místicas hindú, taoísta y budista. Sostenibilidad y medio ambiente también dialogarán con la poesía en el ciclo organizado bajo el título En-bíciate con la poesía, un apartado coordinado por el poeta y medioambientalista Jorge Riechmann. La mirada a la poesía desde otras disciplinas artísticas formará parte de Cosmoarte, un proyecto que recoge ocho exposiciones, en las que destacan Poet’s Room del artista argentino Horacio Sapere, que cuenta con la colaboración del Institut Ramon Llull (http://www.llull.cat), o Calle 2016 Poemas. Dentro de este apartado también se presta atención al mundo audiovisual con el primer Concurso Internacional de Videopoemas y la primera Muestra Internacional de Poesía Audiovisual, organizados conjuntamente con la Filmoteca de Andalucía. La séptima edición de Cosmopoética pondrá simbólicamente su punto final el domingo 18 de abril con un concierto de Enrique Morente y Luis García Montero. Fuente: EFE *** Reeditarán Cinco horas con Mario con fotos elegidas por Miguel Delibes La novela Cinco horas con Mario, una de las obras más emblemáticas del escritor Miguel Delibes, tanto por su tratamiento narrativo como por su temática, será reeditada en breve por la editorial Destino (http://www.edestino.es) con el añadido de diversos pliegos de material gráfico y fotografías que el autor seleccionó. Los reproches que en forma de monólogo vierte delante del cadáver de su marido Carmen Sotillo, “Menchu”, centran esta novela dedicada al escritor José Jiménez Lozano y publicada por Delibes en 1966, y que se distribuirá a partir del 14 de abril en una nueva edición prevista por Destino antes del fallecimiento del novelista, ocurrido el pasado 12 de marzo. Cinco horas con Mario fue adaptada al teatro por el propio Delibes en 1979 y llevada a las tablas por la directora Josefina Molina, con la actriz Lola Herrera como protagonista del luctuoso monólogo que enfrenta a los personajes de Carmen y Mario. En 1981 también se llevó a las pantallas bajo el control del propio Delibes y con las mismas protagonistas en su ejecución cinematográfica: Josefina Molina en la dirección y Lola Herrera como protagonista. Fuente: El Norte de Castilla *** Anuncian programa de Talleres Escribas 2010 Escribas, Cátedra de Literatura Contemporánea (http://escribas1.wordpress.com), abrió el período de postulaciones para su programa de talleres correspondientes al año 2010, en homenaje a sus fundadores fallecidos, Eugenio Montejo y Adriano González León. El programa de este año comprende los siguientes talleres: “El Siglo de Oro Español”, con María del Pilar Puig; “Los procedimientos narrativos”, con Victoria De Stefano; un taller de crónica con Alberto Barrera Tyzska; “¿Cómo escribían los clásicos?”, con Alejandro Oliveros; “Narrativa, un viaje de la lectura a la escritura”, con Israel Centeno; un taller de dramaturgia con Ibsen Martínez, y “Dostoievsky y la Rebeldía Metafísica”, con Wolfgang Gil. Estos talleres son gratuitos y se accede a ellos por postulación. Un jurado evaluará los recaudos y seleccionará los participantes. Dada la restricción de cupo, los interesados deberán postular a una sola cátedra. Para todos los talleres, los interesados deberán enviar los siguientes recaudos: una síntesis curricular con fotografía, dirección, teléfono y correo electrónico, muestra de uno o dos textos de su autoría y exposición en un folio de la razón de su interés de participar en el taller. Los recaudos se deben enviar a escribas1@gmail.com, colocando en el asunto el curso al que desea aplicar. Se recibirán postulaciones hasta el 15 de abril. Fuente: Ficción Breve Venezolana *** Ernesto Kahan ofrecerá conferencia-recital en Caracas El próximo jueves 15 de abril a las 7 de la noche tendrá lugar la conferencia-recital “Poesía, instrumento para la paz”, del médico y poeta Ernesto Kahan, evento que se realizará en el penthouse de la Torre Corp Banca, en Caracas. Tras las palabras de bienvenida y una presentación-lectura a cargo del poeta Teódulo López Meléndez, el doctor Kahan será presentado por la escritora Delia Rengifo (http://www.letralia.com/firmas/rengifodelia.htm). Acto seguido, el invitado especial pronunciará su conferencia y leerá una selección de su obra poética. Natural de Argentina, Kahan ha ejercido la docencia en diversas universidades del mundo. Fue vicepresidente de Médicos contra la Guerra Nuclear, institución que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1985. Reconocido mundialmente por su visión analítica de los sistemas de atención primaria de salud en Israel y otros países, así como por su concepción de la responsabilidad médica, Kahan fue investigador invitado en la Universidad de Washington (http://www.washington.edu; EUA). Ha publicado siete libros y más de doscientos artículos en revistas de renombre internacional. Actualmente es presidente adjunto de la Unión Hispanoamericana de Escritores (UHE, http://unionhispanoamericana.ning.com). *** Carmen Balcells, Javier Cercas y Sergi López, premios Terenci Moix La agente literaria Carmen Balcells, el escritor Javier Cercas y el actor Sergi López figuran este año entre los galardonados con el VI Premio Internacional Terenci Moix de Literatura, Cinematografía y Artes Escénicas, que se entregará en el Teatro del Liceo de Barcelona (http://www.liceubarcelona.com) durante la Diada de Sant Jordi, el próximo 23 de abril, con la presencia del presidente de la Generalitat, José Montilla. Balcells, que a lo largo de su carrera ha representado a escritores como Camilo José Cela, Gabriel García Márquez y Vicente Aleixandre, ha sido galardonada con el premio especial del jurado. Javier Cercas ha sido reconocido como el autor del libro del año de ensayo por Anatomía de un instante (Mondadori, http://www.randomhousemondadori.es, 2009). En el apartado de ficción, la ganadora ha sido la brasileña Nélida Piñón por la novela Corazón andariego (Alfaguara, http://www.alfaguara.com, 2009), al tiempo que se premia a Jorge Semprún por su trayectoria literaria. En el ámbito cinematográfico, Tomas Alfredson se ha alzado con el premio a la mejor película del año por Déjame entrar y el galardón honorífico ha ido a parar a manos del director griego Costa Gavras. El actor catalán Sergi López recibirá el premio de las Artes Escénicas por el monólogo teatral Non solum y la cantante mallorquina Maria del Mar Bonet será galardonada por su trayectoria. La actriz Rosa Novell y el escritor y showman Boris Izaguirre ejercerán de maestros de ceremonia en la entrega de los premios. Fuente: El País *** Antología de literatura colombiana actual presentarán en Madrid Editada por el poeta Antonio María Flórez, Transmutaciones ofrece una selección de textos de cinco autores colombianos emergentes. El próximo 27 de abril será presentada en la capital española la antología Transmutaciones, mediante la cual el poeta colombo-español Antonio María Flórez (http://www.letralia.com/firmas/florezantoniomaria.htm) dibuja parte del mapa de las letras americanas de hoy, y propicia un acercamiento a la obra de cinco autores colombianos como un anticipo de cinco obras maduras y con proyección, las de Adalberto Agudelo Duque, Triunfo Arciniegas (http://www.letralia.com/firmas/arciniegastriunfo.htm), Octavio Escobar Giraldo (http://www.letralia.com/firmas/escobargiraldooctavio.htm), Orlando Mejía y Andrea Cote Botero. Las obras seleccionadas son Toque de queda, una compilación de cuentos que puede leerse, asimismo, como una única narración de Agudelo Duque, Noticias de la niebla, un libro de relatos de Arciniegas; El álbum de Mónica Pont, una novela corta de Escobar Giraldo; El espíritu de Basho, un ensayo de Mejía Rivera, y A las cosas que odié, un poemario de Cote Botero. Publicada por la Editora Regional de Extremadura (http://www.editoraregextremadura.com) en su serie Letras Americanas, Transmutaciones ofrece una selección de textos, muestras de la novela, el relato, el ensayo y la poesía que se escriben hoy en Colombia. “La nueva generación de escritores colombianos, esos que nacieron después del medio siglo, si bien respetan el legado de García Márquez y su figura ya patriarcal, ha sufrido una sustancial mutación en su manera de enfrentarse al ejercicio creativo y a la realidad nacional, teniendo la gran mayoría de ellos otros referentes más acordes con los tiempos que se viven en un mundo fragmentado pero cada vez más globalizado e intercomunicado, sin que eso necesariamente signifique que no atiendan y reflexionen sobre los asuntos y problemas de su país”, escribe Flórez en el prólogo de la obra. La presentación, organizada por la Embajada de Colombia en España (http://embacol.com) y la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura (http://www.juntaex.es/consejerias/cultura-turismo), tendrá lugar en la Casa América de Madrid (http://www.casamerica.es) el próximo martes 27 de abril a las 19 horas. *** Bautizan como Hugo Gutiérrez Vega una casa de cultura en México Como reconocimiento a su larga trayectoria en la poesía, el ensayo, la traducción, la actuación, el periodismo, la abogacía, la diplomacia y la promoción cultural, una casa de la cultura de la colonia Vallejo, en la delegación Gustavo A. Madero del norte de Ciudad de México, llevará el nombre de Hugo Gutiérrez Vega a partir del jueves 29 de abril. La ceremonia se realizará en el inmueble ubicado en Avenida Sur 100 Metros, entre Norte 15 y Norte 15 A, frente a la Terminal de Autobuses del Norte. “Para mí es un gran y doble honor, por estar en una colonia popular”, ha dicho Gutiérrez Vega, director del suplemento cultural La Jornada Semanal (http://www.jornada.unam.mx/suplementos/semanal.php) y presidente del Consejo de Administración del diario La Jornada (http://www.jornada.unam.mx). “Que sea en una delegación como la Gustavo A. Madero y enfrente de la terminal de autobuses, significa que va a estar mi nombre a la salida y llegada de los ciudadanos que van y vienen del norte del país”, comentó el autor de Buscando amor. Este proyecto promete un importante activismo cultural, pues el poeta asegura que participará en la organización de seminarios, es decir, “hacer un programa cultural de común acuerdo con la Secretaría de Cultura, la de Educación y la delegación; apoyarlos para que no sea sólo un nombramiento simbólico, de puro nombre”. Gutiérrez Vega es autor de varios libros, como la trilogía Los soles griegos, Cantos del Despotado de Morea y Una estación en Amorgós, Bazar de asombros, además de antologías y volúmenes con su obra reunida, como Peregrinaciones (Poesía 1965-2001), editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE, http://www.fondodeculturaeconomica.com). Gran parte de su obra ha sido traducida a varios idiomas. El poeta ha recibido reconocimientos como el de Poesía Aguascalientes, Orden al Mérito 1966 en grado de comendador (Italia), Medalla Alfonso X 1981 de la Universidad de Salamanca (http://www.usal.es), Comendador de la Orden Isabel la Católica 1983 (España), Orden del Delfín 1994 (Grecia), de Letras de Jalisco (1994), Nacional de Periodismo (1999), Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2001) y Xavier Villaurrutia (2002). Fuente: La Jornada *** Novela de Eduardo García Aguilar en premios de traducción en EUA La novela El viaje triunfal, del escritor colombiano Eduardo García Aguilar (http://www.letralia.com/firmas/garciaaguilareduardo.htm), quedó entre las seis obras finalistas que optan al premio a la mejor traducción extranjera de ficción en Estados Unidos en 2010 de la revista Foreword, cuyos premios (Book of the Year Awards) se entregarán en la BookExpo America de Nueva York el próximo 25 de mayo (http://www.bookoftheyearawards.com/books/9780982278413). La obra de García Aguilar, que relata de forma picaresca la vuelta al mundo de un viajero colombiano en la primera mitad del siglo XX hasta el inicio de la violencia en su país, fue traducida por Jay Miskowiec, quien obtuvo en 2008 el I Premio Nacional de Traducción Literaria del Ministerio de Cultura de Colombia y fue publicada en 2009 por la editorial Aliform (http://www.aliformgroup.com). Al lado del colombiano, con su obra The Triumphant Voyage (http://www.aliformgroup.com/display.php?code=triumphant), quedaron finalistas obras de ficción de la sueca Nunni Holmqvist (The Unit), el alemán de origen sirio Rafik Schami (The Dark Side of Love), el brasileño Nelson Rodrigues (Life as It Is), el nicaragüense Sergio Ramírez (A Thousand Deaths Plus One) y el mexicano Ignacio Solares (Yankee Invasion). Los ganadores en esta y otras categorías de los Book of the Year Awards serán escogidos por un jurado nacional de bibliotecarios y libreros estadounidenses y los premios se anunciarán en un acto especial en la BookExpo America en Nueva York, el próximo 25 de mayo. Los Book of the Year Awards de la revista Foreword son otorgados para destacar libros notables de editores independientes de Estados Unidos en varios géneros y contribuir a su difusión y publicidad. García Aguilar, quien reside en París, nació el 7 de septiembre de 1953 en Manizales (Colombia) y ha publicado las novelas Tierra de leones, Bulevar de los héroes, El viaje triunfal y Tequila Coxis, el libro de relatos Urbes luminosas, los poemarios Llanto de la espada y Animal sin tiempo y el ensayo Delirio de San Cristóbal. Manifiesto para una generación desencantada, en su mayoría publicados en México y traducidos al inglés y publicados por Aliform. La primera novela de García Aguilar traducida al inglés por Jay Miskowiec fue Boulevard of Heroes, publicada por Latin American Literary Review Press, con prólogo de Gregory Rabassa. Fuente: Aliformgroup ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === El campo en la infancia de Miguel Delibes Jorge Urdiales Yuste === En Castilla, en España entera, estos días todo se nos vuelve Delibes. Su ciudad de siempre, Valladolid, le llora. Esa ciudad que le vio nacer en la calle de Recoletos Nº 12, esquina con la calle de Colmenares, al lado y frente al Campo Grande, parque-campo de una urbe que tiene alma de campo y, también, cuerpo y modos de ciudad. Valladolid era, entonces, un pueblo grande, de casi 75.000 habitantes, con aires de ciudad en crecimiento. La ciudad del Pisuerga se preciaba en aquel 1920 de ser Archidiócesis, tener Capitanía General Militar, Academia Militar de Caballería, Audien¬cia Territorial en herencia de la histórica Gran Chancillería y Universidad. En Valladolid los Delibes se hacen y terminan siendo castellanos-vallisoletanos plenos, sin merma de sus propias raíces anteriores. La primera infancia de Miguel transcurre en casa de sus padres y en el Campo Grande de Valladolid. Por los caminillos del Campo Grande, entre sus plantas y castaños, de los que le llaman la atención las castañas locas, sabemos que juega infantilmente y toma un primer contacto con la naturaleza. Se le van abriendo los sentidos y la imaginación —la vista y el olfato del suelo mojado, el oído por los conciertos de la banda de música del Regimiento de San Quintín... Su padre, siendo muy pequeño Miguel, se lo lleva fuera de la ciudad en días festivos. Además del Campo Grande, entonces verdadero campo, Miguel toma contacto con la naturaleza cuando va con su padre de caza por los pueblos cercanos a Valladolid. Allí ve las primeras ardillas, los primeros cuervos y otros pájaros. “Yo creo que mi padre me empezó a llevar al monte desde los seis años”. Antes de veranear en Quintanilla, acompaña, con algunos de sus hermanos, a su padre que va de caza, bien a La Mudarra, en la carretera que llevaba a León, al monte de Valdés, a 30 kilómetros al noroeste de Valladolid, bien, a distancia parecida, en el extremo opuesto, al este de Valladolid, a mano izquierda de la carretera de Soria, entre la cuenca del Duero y la cuenca del Esgueva, la del arroyo Jaramiel, a los que llama páramos de Quintanilla y a la Vega de la Sinoba, entre Castrillo Tejeriego y Villavaquerín. Miguel recuerda al mejor perro que tuvo su padre, Boby, precisamente “durante las temporadas de codorniz, en la vega de la Sinoba o en los páramos de Quintanilla”. Veranea en Quintanilla de Onésimo, entonces, Quintanilla de Abajo, quizá un par de años antes de 1932. Se baña en el río Duero, que pasa por el pueblo, puede que junto al puente que inicia la carretera que de Quintanilla sale para Olivares o, poco más arriba, junto al molino cercano al puente. Allí dispara los primeros tiros, balines, sobre los vencejos. “A los 14 años ya cazaba yo avefrías desde el coche, tordos y alguna que otra codorniz con una escopetilla de pólvora de doce milímetros”. Pasó Delibes lo mejor de su infancia en el campo, en el de la provincia de Valladolid. Eso le marcó positivamente para siempre. Conoció como pocos los páramos de Villafuerte, cual era el mejor sitio para pescar cangrejos en el Esgueva, la cuesta de Renedo... La infancia fue uno de los mejores recuerdos de Miguel Delibes y, sin duda, salir al campo una de sus mayores ilusiones. ** Jorge Urdiales Yuste jurdiales@jorgeurdiales.com Investigador español (Madrid, 1969). Licenciado en filología hispánica por la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es; 1992), donde obtuvo también el Certificado de Aptitud Pedagógica (1995) y el doctorado en Ciencias de la Información (2004) con su tesis “El discurso de carácter popular-rural en la narrativa de Delibes”. En 2006 publicó el Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes y en 2007 el Diccionario de expresiones populares en la narrativa de Miguel Delibes, ambos editados por la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (Ilcyl, http://www.ilcyl.com). Ha trabajado como profesor de lengua y literatura de ESO y bachillerato. Desde 2001 es colaborador honorífico del Departamento de Filología III de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM. Artículos suyos han aparecido en diversas publicaciones como Noticias SEK, Galicia en Madrid, Revista de Folclore, Espéculo (http://www.ucm.es/info/especulo), Destiempos (http://www.destiempos.com), Leerescrear y Noticias Alicante. Información sobre su trabajo puede leerse en su página personal, http://www.jorgeurdiales.com. === El Japón en nuestra cotidianidad cultural Gustavo Rubén Giorgi === Hay quienes —con justicia— admiran al Japón por su extraordinario desarrollo tecnológico; por mi parte, confieso que me atraen más de ese país —es decir, de su gente— la cortesía extremada, el coraje fundido con el estoicismo, el pudor recatado. También están los que de esa cultura oriental han incorporado a sus vidas la afición por el sushi, o el cultivo del bonsái; yo, sin pretender menoscabar en modo alguno tales aficiones, me declaro admirador fervoroso de otros aspectos de aquélla, que procuraré referir aquí junto al fenómeno notable de su vigor y vigencia en nuestra cotidianeidad. Suele afirmarse que donde va el imperio, va la lengua, y el aserto es ostensiblemente válido si pensamos en Grecia y en Roma, en España y en Portugal, en Francia, en Inglaterra, en los Estados Unidos, y si consideramos al término lengua como suma expresión de identidad cultural. Pero esta condición no se verifica en el caso del Japón, cuya expansión territorial fue efímera, y que, paradójicamente, gozó de la aceptación de los pueblos con los que había combatido sólo a partir de su descalabro político y militar. Y, aunque resulta evidente que la adscripción forzosa del país al modelo económico y político del denominado “Occidente” desde 1945, le dio una comunicación sin precedentes con las potencias vencedoras, esa circunstancia es insuficiente para explicar el éxito perdurable de la cultura japonesa en nuestros días. Éxito que no comparten —por ejemplo— otras culturas orientales de las que la japonesa es tributaria como la china y la coreana. Se puede afirmar que 1868 determina el ingreso del Japón en la modernidad, cuando el partido del emperador (Mikado) se impuso al partido feudal (Shogún): apoyado por los nobles, el nuevo emperador Mutsu-Hito se hizo dueño absoluto del poder y abrió el camino a una de las transformaciones más impresionantes y dramáticas que la historia recuerde. En 1889, el país ya se había dado una constitución y sesionaban sendas cámaras de pares y representantes, siguiendo el modelo de las naciones coloniales de la época. En 1894 batió a China y le arrebató la Isla de Formosa. En 1905 los derrotados fueron los rusos, y el Japón estableció su protectorado en Corea. En vísperas de la Primera Guerra Mundial, a menos de medio siglo de su salida del feudalismo, el Imperio del Sol Naciente era contado entre las grandes potencias (conf. A. Malet y J. Isaac, La época contemporánea, Lib. Hachette, París, 1913, págs. 118 y ss. ). El fin de esta era de progreso, riqueza y poder tendría abrupto final en el horror nuclear de Hiroshima y Nagasaki, que en la percepción de quienes nacimos promediando la década de 1950 era en nuestra infancia un espectro muy cercano. Fue esa generación de niños occidentales, precisamente, la que consagró mundialmente al animé de manera sorprendente, y le dio un lugar de privilegio al lado de las producciones tradicionales animadas de Walt Disney y la Warner Bros. El responsable de esta consagración fue un pequeño robot llamado Tetsuwan Atom, al que supimos conocer en la Argentina de 1965 con el nombre de Astroboy. Creado por Osamu Tezuka (1928-1989) a partir de un manga (historieta) de gran éxito en el año 1953, Astroboy fue hazañoso por espacio de 193 capítulos televisivos, de los cuales sólo 104 se difundieron en el Occidente. En el desarrollo de este personaje ya estaban presentes casi todos los elementos propios del género que explican las razones de su éxito y de su peculiar modo de ser: animación fundada en la economía de medios, rasgos faciales hibridados, ojos asombrados y enormes, montaje corto y nervioso, partición de la pantalla en acciones paralelas, empleo agresivo de la luz. Muchas de estas características no fueron sino la respuesta ingeniosa de los creadores a la precaria situación de la industria en la posguerra; sin embargo, la expresividad morosa de los animés superaba con mucho y desde el principio a estilos que le son más o menos asimilables, como, por ejemplo, las torpes transcripciones para la pantalla de El Capitán América o Thor. Desde entonces, este tipo de historieta japonesa (cuyos orígenes se remontan al siglo XII según algunos, y según otros, al XVI, y que habría nacido como dibujos sobre tablas con las que las clases bajan satirizaban a los privilegiados de la sociedad), no ha cesado de expandirse y de diversificar su propuesta. Así, a los shonen manga de Astroboy y Mazinger, cabe agregar los shojo manga o comics de chicas, cuyo prototipo es Sailor Moon; y el animé hentai —que en japonés quiere decir “pervertido”, aunque sin connotación de disvalor sino como mofa gastada con quien se tiene confianza—, dirigido al público adulto consumidor de pornografía, y cuyo primer exponente fue, en 1984, OVAs de Cream Lemon. En el medio cabe todo lo que se pueda imaginar: deportes, aventuras, ciencia ficción, terror. Independientemente de cualquier ponderación estética que del animé pueda hacerse, a los efectos de este artículo nos interesa destacar su éxito conseguido haciendo de la necesidad virtud, y nutriéndose con la tristeza de la humillación y la derrota. Todo lo cual se puede resumir en una ecuación sencilla cual es cultivar lo propio con dignidad, aun en las condiciones más desfavorables, y frente a competidores poderosos. También la creación cinematográfica, la teoría del arte cinematográfico, debe mucho a la herencia cultural japonesa. Así, cuando Eisenstein definía el montaje: La representación A y la representación B deben ser escogidas entre todos los posibles aspectos del tema que se desarrolla, y estudiadas de tal manera que la yuxtaposición —la yuxtaposición de esos elementos y no de otros alternados— evoque en la percepción y sentimientos del espectador la más completa imagen del tema (Sergio M. Eisenstein, El sentido del cine, Siglo XXI Editores Argentina, SA, 1974, pág. 57) para ilustrar esta concepción del tratamiento del material plástico, y de su subsecuente comunicación visual, el gran artista ponía como ejemplo los jeroglíficos de la lengua japonesa en la cual el contraste entre dos imágenes-ideas —ideogramas— independientes, producen al combinarse una tercera idea diferente de las otras dos. De modo que un perro y una boca, por ejemplo, significan ladrido, y un ojo más agua denotan el llanto. De esta ingeniosa asociación de imágenes al servicio de la evocación surgió lo mejor del cine soviético de 1925 a 1945, el que, a su vez, influyó grandemente en todo el cine primero, y en el posterior desarrollo y evolución de las artes visuales hasta nuestros días. Si bien el origen chino de los ideogramas es evidente, no lo es menos la adopción y adaptación de los mismos desde comienzos de la era cristiana por los japoneses, según sus propias necesidades de habla y expresión. En lo tocante a las letras japonesas, éstas comenzaron a gozar —aunque tardíamente— del reconocimiento mundial luego del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Yasunari Kawabata, en 1968, y a Kenzaburo Oé, en 1994. Sin embargo, antes de ellos se habían impuesto entre los lectores occidentales Ryonosuke Akutagawa (1892-1927) y, sobre todo, el torturado, contradictorio y magnífico Yukio Mishima (1925-1970). Los dos se suicidaron. El primero fue autor de sorprendentes relatos que subrayan los elementos fantásticos de la vida cotidiana, las tradiciones literarias de su país y los recursos estilísticos asimilados de la narrativa europea de fines del siglo XIX. Cuentos como Rashomon, La nariz y El biombo del infierno se nos ocurren tan originales en cuanto a su desdén por la estructura tradicional de planteo, desarrollo y remate, como increíblemente cercanos a nuestra experiencia. Otro de sus cuentos, En el bosque, hizo famoso en el Occidente no sólo a su autor, sino a toda una cinematografía, gracias a Rashomon (1950), espléndida película de Akira Kurosawa galardonada con el León de Oro en Venecia, cuya estructura acronológica y disociada de la experiencia real palpita en películas tan diferentes como Citizen Kane (1940) de Orson Welles, y Rosaura a las diez, que en 1958 dirigió Mario Soffici basado en la novela homónima de Marco Denevi. Ahora, si el paciente lector lo permite, quisiera permitirme una digresión para testimoniar la extraordinaria popularidad que ha ganado la poesía haiku entre nuestros contemporáneos. Un rasgo que parece propio del género, ya que, según se sabe, fue menester en el siglo XVI prohibir este ejercicio literario, porque los concursos de composición de haikus o hokkus apartaban al pueblo de sus quehaceres, y llevaban a algunos ingenuos a la ruina frente a los poetas profesionales (conf. Will Durant, La civilización del extremo Oriente, Ed. Sudamericana, Bs. As., 1956, pág. 309). Acortamiento de la tanka, forma lírica que alternaba versos de cinco, siete, cinco, siete y siete sílabas, el haiku nace y se consume en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas: más brevedad, todavía, por si hiciera falta, para un modo que es paradigma de una lírica que hizo su estandarte de la delicadeza, la levedad y la contención. Matsuo Basho (1643-1694), es señalado como el más grande compositor de estas pequeñas y sutiles gemas; y en Japón se veneran poemas como éste: La vieja balsa, sí, y el ruido de una rana saltando al agua. Un tallo herboso donde quiso posarse la libélula. Entiendo que ha sido Borges quien supo captar sus esencias, cuando escribió: Algo me ha dicho la tarde y la montaña. Ya lo he perdido Y también: ¿Es un imperio esa luz que se apaga o una luciérnaga? Y, cómo no: Lejos un trino. El ruiseñor no sabe que te consuela. (“Diecisiete haiku”, La cifra, Emecé Editores, Bs. As., 1981, págs. 97-100). Y así, mucho otros, con suerte dispar. Pero, quien ha dejado la impronta más clara de su literatura, ha sido Yukio Mishima, tanto por la calidad de su obra como por su final patético y previsible. Mishima perteneció a esa generación de hombres que estuvo dispuesta a morir por la Patria y el Emperador, pero que resultó impedida de tal renunciamiento por el fin de la guerra. La muerte hubiera sido preferible para este joven guerrero, quien con la difusión de la voz del monarca divinizado vio derrumbarse toda una concepción heroica, aristocrática y autoritaria de la vida. El vacío lo llevó a la literatura, principalmente, y al arte en general, como único camino purificador. Tempranamente, en 1948, escandalizó a sus lectores con la novela autobiográfica Confesiones de una máscara. Si bien la homosexualidad no era extraña a los samuráis (como a ninguna orden militar y religiosa o política, desde la “Cohorte Sagrada” de Pelópidas hasta las SA nazis, pasando por la Orden del Temple) esta descarnada confesión provocó no poco escozor. Era un hombre capaz de llamar la atención de los críticos tanto por sus ensayos en cine, pintura y fotografía, como por la creación de un anacrónico ejército privado (la “Sociedad del Escudo”) con el cual pretendió sublevar un cuartel en 1970. Fracasó, y se quitó la vida mediante el seppuku, y a él, y al camarada que no había podido culminar con el rito, un tercero les cortó la cabeza según manda el Bushido, el código guerrero que profesaba. ¿Buscaba la muerte? ¿Pensó, seriamente, que podría tener éxito, o su muerte teatral no fue más que la salida añorada de un mundo para el que no había sido criado y que no comprendía? En 1968, sus declaradas simpatías fascistas lo habían privado del Premio Nobel, pero también conspiraron contra su inserción en la sociedad su defensa de tradiciones perimidas, su odio a los partidos de izquierda, su conducta sadomasoquista apenas encubierta. No es posible abarcar la personalidad de un hombre tan complejo y genial como Mishima en una nota como ésta, como tampoco resulta fácilmente accesible para nosotros, los occidentales, la médula de una cultura tan rica como la del Japón. Pero el intento no será nunca infructuoso si es que nos disponemos a abordar otra realidad, o a contemplar la misma realidad desde un punto de vista diferente, sin las taras del etnocentrismo y el prejuicio. Porque esa búsqueda nos permitirá apreciar valores que no tenemos o que hemos perdido, o que habitando en nosotros no hemos sabido cultivar. Y, al mismo tiempo, será siempre el extraño quien nos develará nuestra auténtica dimensión humana de miseria, sufrimiento e imperfección. ¿No es verdad, Sensei? Tal vez en aquel cuerpo de gigante se escondía un poeta, pero era crueldad lo que yo adivinaba en sus claros ojos azules. Los occidentales, en su canción de cuna Mother Goose, dicen que los ojos negros esconden malicia y crueldad; en realidad, el vulgar reflejo que resulta de un confrontamiento de las particularidades extranjeras, ¿no se debe de hecho a un descubrimiento de la crueldad? (Yukio Mishima, El pabellón de oro, Ed. Seix Barral Argentina, 2002, pág. 99). ** Gustavo Rubén Giorgi gustavogiorgi@arnet.com.ar Abogado y escritor argentino (Zárate, Provincia de Buenos Aires, 1955). Trabaja como funcionario público en el cargo de jefe del Registro Civil de Zárate. Ha publicado Cuentos de la resignación (Editorial Dunken, http://www.dunken.com.ar; Buenos Aires, 1997), el libro de relatos históricos El profeta y el traidor (Ediciones Proa, Buenos Aires, 2000), los poemarios El último bien (Proa, 2001), El retorno de Hipsipila (Alloni-Proa, Buenos Aires, 2005) y Acechanza de reflejos (Proa, 2009), la colección de ensayos Aunque sean los papeles rotos de las calles (Alloni-Proa, 2005) y un volumen con el relato “El emisoriario” y el soneto “Elección” (colección “Biblioteca Mínima” del diario Opinión; Cochabamba, Bolivia, 2007). Además, textos suyos aparecen, traducidos al italiano, en la Antologia della Poesia Argentina Contemporanea (Edizioni Sentieri Meridiani, http://www.sentierimeridiani.it; traducción de Emilio Coco; Foggia, Italia, 2007). Ha dado conferencias sobre cine, historia y literatura en Buenos Aires, y en el interior y exterior de Argentina. Integra el plantel de colaboradores permanentes de la revista Proa, fundada en 1922 por Jorge Luis Borges y en la que ha publicado cuentos, poemas y ensayos desde 1998. En 2009 fue jurado, en el género Novela, para la Faja de Honor 2009 de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade, http://sade.org.ar). === Dublinesca ============================================================ === Parodia de un crimen público Edgar Borges ======================== “Dublinesca, parodia sobre la estupidez mundial”, “Las mil lecturas de Dublinesca”, “Viaje al centro del individuo”, “Historia abreviada de los funerales” o “Parodia novelada de finales y comienzos”, son algunos de los títulos que giraron alrededor de mi análisis a la hora de pretender finalizar este artículo. Sin embargo, mientras me hipnotizaban las opciones, la imaginación se fugó entre las líneas de la nueva novela de Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948). Y dejé el título definitivo en la parte superior de un documento de Word (Madre Red, 2010). La dificultad para seleccionar el título del artículo dice mucho de la condición camaleónica de Dublinesca, obra de finales pero también de comienzos. La novela aparentemente gira en torno al ocaso de Samuel Riba, editor literario que, tras el cierre de sus funciones, decide celebrar, en Dublín, un funeral por la muerte de la imprenta. Pero entre las líneas se asoman muchas otras lecturas. Riba siente que, junto a él, están muriendo todos los editores cultos del mundo, pero también los autores, los padres, la pareja, los amigos, el libro, los abismos (con sobriedad y locura de la mano), la vida. Y es justamente ahí, en la vida, su vida, donde sospecha se encuentra el único Apocalipsis posible: el suyo. Por ello su necesidad de huir, de pasar del salto inglés al francés, de una nada a otra nada. “Según como se mire, piensa Riba, su propia vida cotidiana de las últimas semanas va pareciendo un reflejo de esa historia de esplendor y decadencia y de súbito quiebro y descenso hacia el muelle opuesto al del esplendor de un tiempo literario ya insuperable”. El narrador, como el observador de los tránsitos ajenos (mientras otro observa el suyo), nos está contando los detalles del Apocalipsis de Riba. “Es como si su biografía de las últimas semanas corriera paralela a la historia de estos últimos años de la literatura: una historia que conoció los grandes años de la existencia de Dios, y después su asesinato y muerte. Es como si, después de la atalaya del divino Joyce, hubiera la literatura descubierto, con Beckett, que el único camino que quedaba era una senda criminal, es decir, la muerte de lo sagrado y quedarse a vivir a ras de suelo o mecedora”. Dublinesca nos habla de la fugacidad y del empeño por pisar una huella (o una esencia) para alcanzar lo que se supone es el siguiente objetivo. Novela sobre la loca carrera de las sociedades que se creen astutas (cuando en realidad se ignoran estúpidas). Entre otro de los rezos que el grupo amigo de Riba lanza en el funeral, destaco el de Ricardo cuando dice: “Me parece que no son necesarias más palabras. Funeralizado Gutenberg, hemos entrado en otras épocas. Habrá que enterrarlas también. Ir quemando etapas, ir haciendo más funerales. Hasta llegar al día del Juicio Final. Y entonces celebrar un funeral por ese día también. Luego perderse en la inmensidad del universo, oír el movimiento eterno de las estrellas. Y organizar unas exequias por las estrellas. Y luego ya no sé”. Hay en ese rezo (“Y luego ya no sé”) una sensación que recorre la novela: algo está muriendo. ¿Será la humanidad o seré yo (Riba, o yo)? Un poco antes de terminar de leer Dublinesca, estaba convencido de que Enrique Vila-Matas había creado una magistral parodia sobre la estupidez mundial. Disfruté mucho jugando a recordar quién había dicho cada una de estas frases: “Un puente es un hombre cruzando un puente” (¿Cortázar?); “Puede que el hombre quiera felicitarle por estar planeando una oración fúnebre por la era Gutenberg, pero también que quiera, además, decirle que no hay que tener una mirada de tan corto alcance y que por tanto habría también que entonar ese canto funeral por la era digital —que algún día también desaparecerá— y no tener miedo, además, de viajar en el tiempo y entonar otro canto fúnebre por todo lo que vendrá después del Apocalipsis de la Red, incluido el fin del mundo que seguirá al primer fin del mundo. Después de todo, la vida es un ameno y grave recorrido por los más diversos funerales” (¿el narrador?); “No queda otra cosa que una gran masa analfabeta creada deliberadamente por el Poder, una especie de muchedumbre amorfa que nos ha hundido a todos en una mediocridad general. Hay un inmenso malentendido. Y un trágico embrollo de historias góticas y editores puercos, culpables de un monumental desaguisado” (¿Riba? ¿Kafka? ¿Vila-Matas?); “Nada importante se hizo sin entusiasmo” (¿Jacobo, el abuelo de Riba?); “Llegará un tiempo en que todo el mundo se habrá convertido en un hombre de negocios y un imbécil (para entonces, gracias a Dios, ya habré muerto). Peor lo pasarán nuestros sobrinos. Las generaciones futuras serán de una tremenda estupidez y grosería” (¿Julia Piera o Flaubert?). Luego, una vez concluida la lectura, me quedó la impresión de que Dublinesca (como dramático testimonio sobre el manicomio global) nos relata el vulgar asesinato que la estupidez, ante la mirada pasiva de todos, está cometiendo contra el pensamiento. El arte siempre ha parodiado la estupidez. Sin embargo, ante la sistemática estupidización que padece el planeta, es posible que en los próximos años parodiar semejante crisis sea el tema necesario (por una cuestión de sobrevivencia) de todos los artistas. Enrique Vila-Matas, con Dublinesca, dibuja (cual arquitecto visionario) el cuadro del virus más potente que amenaza la sociedad del siglo XXI. ** Edgar Borges edgarborges1407@yahoo.es Escritor y periodista venezolano (Caracas, 1966). Autor de la radioserie La fuga de don Quijote, transmitida por Radio Exterior de España (http://www.rtve.es/programas/radioexterior) en el marco del IV Centenario de Don Quijote de La Mancha (2005). Ha publicado los libros de relatos Sueños desencantados, Mis días debajo de tu falda y El vuelo de Caín y otros relatos, las novelas La monstrua, la mujer que jamás invitaron a bailar, ¿Quién mató a mi madre? (finalista del III Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches, 2008) y La contemplación (Premio Albert Camus 2010), y el monólogo Lavoe contra Lavoe, la tragedia del cantante. Sus relatos han sido publicados en diversas antologías. === Cartas de Gabriela Mistral ============================================ === La banalidad de lo banal Miguel de Loyola ======================== Tuve una vez la mala ocurrencia de conocer a un escritor a quien admiro por sus obras. Lo trajo a Chile El Mercurio, y lo presentó en una conferencia tipo entrevista a una platea abierta. Se trata de Héctor Aguilar Camín, el novelista mexicano, casado con la también conocida escritora mexicana Ángeles Mastretta. Había leído sus novelas Morir en el Golfo y La Guerra de Galio, arrobado por las tesis allí tan bien expuestas. A mi entender, Aguilar Camín veía en el periodismo la herramienta indispensable para mantener el orden y el aseo al interior de las cúpulas de poder y de las castas gobernantes. Una tesis fascinante en pro de la eficacia del periodismo investigativo como agente regulador social. Acudí a la conferencia deseoso de conocer a un escritor de carne y hueso capaz de sostener tales ideas en una obra literaria, en medio de la bobada y la estupidez de la novela actual. Sin embargo, mi decepción no pudo ser más grande al encontrarme frente a un escenario donde en lo principal se resaltaba la fama alcanzada por el escritor, dejando en segundo plano el contenido de sus obras, y, concretamente, las tesis planteadas al exterior de la novela misma. Las preguntas apuntaban hacia la exaltación del ego del escritor, quien, para mi total decepción, parecía sentirse muy a gusto y satisfecho de referirse a ese tipo de cosas y no a las dichas tesis planteadas en sus obras. Humano, demasiado humano... Otra vez esa frase de Nietzsche cobraba sentido. Por supuesto, no me dejaron pasar ni una sola de las preguntas que llevaba preparadas de antemano para el escritor, y comprobé lo que alguna vez había oído decir relativo a lo inoficioso que resulta conocer a los escritores de carne y hueso. Es mejor quedarse con la imagen que despiertan en nosotros sus obras a conocerlos personalmente. Recuerdo este episodio con motivo de la reciente divulgación de las cartas íntimas de Gabriela Mistral que ponen al descubierto su vida privada, publicadas no sabemos si para favorecer obra y vida de la poeta chilena más importante del siglo, o más bien la fama del editor de la edición. Sabemos que el conocimiento y lectura de dichas cartas privadas no serán un aporte importante para los verdaderos estudiosos de su obra. No servirán de prueba para certificar ni justificar lo sostenido o dicho en este o en aquel poema. Cualquier alumno primario de literatura sabe que tales documentos no inciden en absoluto en la calidad de la obra artística, y sólo responden al morbo y voracidad mediática de los curiosos por conocer los entretelones de la vida de los artistas. Y en el caso de Gabriela, la publicación de estas cartas privadas constituye más bien otra estocada a su vida y a su obra, como se ha venido haciendo desde un principio. Conocida es la discriminación que padeció en vida por parte de sus pares, por causa de su genio artístico. Sumada a su humilde condición social y al hecho de ser mujer en tiempos en que recién comenzaban las mujeres en América a conquistar su merecido espacio público. La banalidad de lo banal en este caso está en que, aquellos que jamás se interesaron por la poesía de Gabriela Mistral, hoy se interesan por conocer los entretelones de su relación amorosa con su secretaria Doris Dana, como si eso hubiese sido lo medular de su vida. Como si la sexualidad en verdad ocupara el espacio vital de la vida humana, cuando en la mayoría de los casos no supera un diez por ciento real de la existencia. ¿No responderán más bien este tipo de publicaciones a eso que Heidegger denominaba avidez de novedades, como una de las características propias del ser inauténtico? Las masas están cada día más ansiosas por devorar “novedades”, y al no haberlas, es necesario arrancárselas a los muertos para aplacar el hambre de la bestia. ¿No habría sido mejor publicar de una vez las Obras completas de Gabriela Mistral, invertir el tiempo y el dinero del Estado en lo que verdaderamente importa de ella? Por si alguien lo ignora, ocurre que todavía no se publican sus obras completas. ** Miguel de Loyola deloyola@hotmail.com Escritor chileno (San Javier, región del Maule). Realizó estudios universitarios en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde se tituló de profesor de estado con mención en castellano en 1981, y obtuvo en 1994 el grado de magister en letras con mención en literatura. En esa misma casa de estudios obtuvo sus primeros premios literarios entre 1978 y 1981. Participó en el Taller Literario de Roque Esteban Scarpa y Alfonso Calderón, y más adelante en el de José Donoso. En 1981 obtuvo un primer lugar compartido en el concurso literario de la revista La Bicicleta. Ha publicado el libro de cuentos Bienvenido sea el día (edición del autor) y la novela Despedida de soltero (Lom Ediciones). Es secretario de redacción de la revista literaria Proa y miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile. También es editor de Ensayo y Crítica Literaria de Letrasdechile.cl. === Perro del amor, de Oliver Welden, y la agonía como axioma vital ======= === Daniel Rojas Pachas =================================================== Perro del amor es un poemario de culto dentro de la literatura chilena. Su lenguaje rudo y desencantado, agónicamente sexual y abierto al desamparo más íntimo del ser, logra en su consecuente “parquedad de epitafio”, como lo caracterizó en su momento Jorge Teillier, una profundidad extrema que con el correr de los años se ha macerado logrando, en su comunión con el dolor, altas cuotas de expresividad. Welden con su perro nos conmina a la soledad más personal sin ignorar el sufrimiento que implican las relaciones sociales. En “Cadáver con fruta” (primera parte del poemario) explora los lindes de la cordura y el abandono priorizando la idea de suicidio y vejez como una muerte lenta y eversiva. En “De un tiempo a estas partes” (sección media del libro) ata nuestras conciencias ante el desasosiego familiar, y finalmente en “La manzana del gusano” (último cuaderno del texto) deposita toda su desesperación y furia ante el fracaso de la comunión última con el otro. Se prioriza de este modo una noción que, a lo largo de todo el libro, gravita en torno al reconocimiento de la orfandad natural del hombre, agotando todas las posibilidades de interacción desde las más solipsistas hasta las que perciben en el clímax sexual una condición previa a la languidez del espíritu que termina por asumir de modo abismal su incomunicación intrínseca. Hay que destacar que el autor en la construcción de esta atmósfera de sincera asfixia y desgarro, gesta una voz peculiar y única para la poética del norte de Chile. Espacio ineludible al referirnos a Welden, pues su obra está íntimamente relacionada con el extremo desértico y fronterizo de esta región del mundo. Esto de ningún modo le resta universalidad al libro y a la voz del poeta, todo lo contrario, su presencia marca un hito aún no superado en la continuidad creativa de estas latitudes. La génesis de Perro del amor es reveladora y digna de ser reseñada. El título se remonta a los setenta en el marco de los años previos al apagón cultural; fenómeno de fisura y supresión que traería la dictadura y que afectó de modo directo al autor y su generación. Social y culturalmente numerosos proyectos fueron abortados, esto marcaría el sino y difusión de la obra y en paralelo el fin de Tebaida Poesía, revista editada entre el 68 y 73 por Welden y Alicia Galaz Vivar, compañera del escritor, fallecida en el 2003 y destacada escritora y académica de la ex Universidad de Chile con sede en Arica. Situados en aquel periodo de fertilidad previo al quiebre de lo que algunos han señalado como la época de oro de la poesía del norte grande y en específico de Arica, podemos captar la edición de importantes libros como GRRRR, del grabador, editor independiente creador de Ediciones Mimbre y poeta visual radicado en Antofagasta, Guillermo Deisler. Otra obra imprescindible de aquella época es Jaula grande para el animal hembra, de Alicia Galaz, y desde luego la que atendemos, Perro del amor, de 1970, y que aparece precedida por la obtención del Premio Nacional Luis Tello y, por ende, con un gran apoyo de la crítica que se prolongará positivamente con los años pese a su desafortunado destino, su desaparición de los anaqueles y bibliotecas. Pese a los avatares, Perro del amor se vuelve un libro intertextualmente consultado por poetas. Así surge el carácter de leyenda del autor, al punto de gozar de una resonancia universal que por medio de la palabra libre y directa ha trascendido los pliegues de la memoria y las fronteras del imaginario. Muchas historias se centran en torno a la obra, peregrinaciones erráticas coma la de Javier Campos y sus compañeros que cruzaron el desierto de Atacama en una odisea en pro de contactarse con el escritor; no hay que ignorar tampoco las señas y referencias de laureadas voces de la literatura latinoamericana contemporánea como Jorge Teillier, Roberto Bolaño y Omar Lara que reconocen en Welden un referente ineludible. Desde impensados rincones del mundo como Panamá, Argentina, España y Norteamérica recibimos noticias del autor. Carlos Marchant, Arturo Volantines y Rolando Gabrielli son algunos de los poetas que remarcan la importancia del autor, siendo Estados Unidos uno de los puntos clave para la difusión de la voz de Welden y Perro del amor en las últimas décadas. Dave Oliphant, el mismo que tradujese a Lihn al inglés, nos entrega una cuidada y preciosa reedición bilingüe del libro la cual mantiene parte de la estética visual del texto primigenio al conservar las ilustraciones de Deisler. Esta versión se conoce con el nombre de Love Hound. También es necesario mencionar en torno al estado del arte de Welden, que durante el incipiente discurrir de este nuevo siglo, la leyenda inubicable y sumida en un silencio de casi cuarenta años, reapareció durante el 2006 a través de Lar Ediciones con el texto Fábulas ocultas. Libro que inicia con una traducción libre hecha por Welden en torno a las ideas de Rainer Maria Rilke y que desde sus primeras páginas nos provee de un faro que nos ilustra al momento de reconstruir esos momentos escamoteados y pasos a ciegas que, ante su voz, muchos lectores dimos. Sin embargo, volviendo a Perro del amor, podemos señalar que aquel libro de alma adolescente, sonido y furia plural, goza de un talante de delirio. Fruta codiciada por poetas jóvenes en busca de iluminación y que hasta hoy preguntan e indagan royendo las páginas de la historia como quien casca un hueso que permita esnifar la huella del legado del poeta. Ejemplar es el caso de los pasillos y cátedras de literatura de lo que hoy es la Universidad de Tarapacá en Arica, en esos edificios un rastro se sobrepone a la fisura y olvido que generó el violento tránsito que tomó de golpe a nuestro país. El mordisco que la palabra de Welden hizo a nuestra realidad se impone y discurre como una imagen mítica que resuena en versos potentes como el que transcribo a continuación y que sirve como introducción para desarrollar un análisis al poemario de modo integral. Las moscas ocultan el corazón porque el corazón es una magnífica bosta (“Axioma vital”) Perro del amor, dividido en tres cuerpos, “Cadáver con fruta”, “De un tiempo a estas partes” y “La manzana del gusano”, cada una con una temática propia, mantiene sin embargo campos semánticos en común que se repiten y fomentan una asociación como estructuras independientes que definen de distintas maneras la agonía vital, biológica y existencial del hombre. El punto que une los tres cuerpos es una concepción de mundo entendida como sufrimiento, agon/lucha. Allí el ser navega en la búsqueda y síntesis de sí mismo. El dolor parece ser en la obra de Welden lo único real y auténtico que queda para nuestra especie. “Cadáver con fruta”, primera parte del libro compuesta por los poemas “Credenciales”, “Advertencia”, “Axioma vital”, “Sobremesa”, “Vaivenes”, “La fiesta” y “Superhombre”, coquetea con la muerte y soledad presentándonos retratos de vidas situadas en un profundo abandono. Estas intrahistorias colapsan colgadas, pendientes como cuadros que delatan el suicidio y desahucio en amas de casa, ancianos y oficinistas. Gente común que libra su desencanto ante la existencia con las únicas armas que su devenir le ha permitido, lo cual no implica que estos cadáveres o enfermos terminales ostenten un mensaje trivial. Su decir perentorio y profundo vislumbra épicas miserias que han sido llevadas con un estoicismo mudo y que ante el agotamiento y el hartazgo del calendario y la superficial cotidianidad, tan dañina, tan punzante, persiguen resolver en la horca. Fulano de Tal, de infeliz memoria, acogido al desencanto y criado en la impostura, (...) Mientras se sube a la silla y al cuello ajusta la soga. Similar a la dupla de Beckett que espera a Godot, todo se vuelve en la vida de estas voces una dilatada pelea contra la nada, un tira y afloja contra algo que se desconoce y anhela y que ante la inminencia de su absurdo e inutilidad, sobreviene la amenaza de poner fin a la espera con la aparente sencillez y carácter categórico de la autoeliminación. La diferencia con la obra del irlandés está en que aquí la rama no se quiebra como un recurso de último segundo, por tanto, la llamada de auxilio no llega jamás acrecentando con desnudez aquel grito dirigido al vacio que Welden irá aumentando en decibeles en sus poemas. Credenciales remata. (...) En alguna parte de la casa el teléfono que llama, brevemente, demasiado tarde. (“Credenciales”) Otro texto de “Cadáver con fruta”, advertencia, denota el cruel desamparo al mostrarnos cómo un hombre dialoga en vida con estériles objetos, seres acompañados en su inercia por sonidos pétreos y notas cargadas de nostalgia. La vida que antaño detentó, un recuerdo y que hoy sólo es una emulación pobre de lo que puede significar para el ser humano la calidez y compañía y su trato con la alteridad. Anticlimáticamente el texto concluye en una mayor ausencia Al cajón le ajustaron las manillas por dentro para que esa mañana se condujera solo al cementerio. (“Advertencia”) El poema “Sobremesa” repite la idea del ser colgado, amarrado entre días oscuros de una rutina preñada de muebles viejos y ruinosos como restos de una guerra; a la manera de Millán y con una economía del lenguaje, Welden edifica un apocalipsis doméstico desde la perspectiva de la mujer sepultada por utensilios y trastes que pusieron precio y determinación a su vida. “La fiesta y el superhombre”, en cambio, llevan el desamparo doméstico a los límites de la vejez, se expone el abandono de las fuerzas y la languidez del cuerpo a través de lo escatológico que juega un rol preponderante: diarreas, incontinencia, falta de control en las extremidades y el deterioro de la memoria, señales que rebanan y emasculan en estos casos al macho. De este lado siempre estamos vivos, con diarreas ocasionales, suaves úlceras abiertas, la arteriosclerosis hasta en los testículos. (“El superhombre”) Un símbolo poderoso que vale la pena destacar es el mar como fondo abisal, como imagen del eterno retorno, las olas y en general el vaivén de los líquidos grafican un proceso tedioso, el regreso a uno mismo al punto de llevar al hablante hasta el contacto con su liquido amniótico y su desplazada biología. Una y otra vez como un ahogo necesario vemos en los versos de esta parte del libro imágenes como: Mi vómito se arrastra remando cama abajo (“La fiesta”) Pero estimo necesario esperar todavía el amaino de la resaca para amarrar mi cuerpo a la roca semisumergida, cerrar los ojos y abrir la boca y esperar, nuevamente, a que suba del todo la marea. (“Vaivenes”) Por último, “Cadáver con fruta” pondera la noción de ocultamiento como parte del axioma vital que determina la generalidad del libro, un corazón podrido que los hombres ostentamos. Motor depredado por moscas que ocultan su real materialidad. A fin de cuentas, estamos ante pura biología, una bosta o pedazo de estiércol que nos mueve y duerme en nuestro interior, y el hombre como proyección de aquel músculo recubre su posibilidad de ser, con una coraza dura e impenetrable, un cáncer solitario hecho de trabajos, objetos y horarios que nos reifican. La segunda sección del libro, titulada “De un tiempo a estas partes”, compuesta por cinco poemas, “Fotografía”, “Statu quo”, “Reincidencia”, “Las presas son” y “La muerte en boca de alguien”, enfrenta la agonía desde otra perspectiva. Se trata del dolor y orfandad de aquel que en compañía se siente en un mayor abandono. De la frustración que este sentimiento provoca emerge la violencia al interior de la familia, en algunos casos ella resulta explosiva y en otros pasiva. Hay dos textos que nos sirven para graficar claramente la crisis en el seno de la civilización y sus gregarias instituciones. En “Fotografía”, Welden juega con la iconicidad de la rabia implosiva albergada en el fuero del hablante, una especie de sino de odio y represión que se carga producto de un pasado de abuso y maltrato generado en el infante por parte de quienes mayor seguridad y cariño le debieron garantizar. Lo que nunca nadie fue en mi familia y todo lo que rechazaron (...) lo tengo aquí en mí protegido con la fuerza esa que tuvo mi padre la noche que golpeó a mi madre embarazada de mi hermana menor (“Fotografía”) El otro texto, “La muerte en boca de alguien”, directamente nos habla de un retrato, un retablo de la familia y el juego de las apariencias. Todo lo que uno espera y no es, pulido ante el filtro que realiza el ojo ajeno, en este caso el del camarógrafo y el de aquellos futuros destinatarios de la imagen. Apreciamos un minuto congelado de pretensiones que el autor satiriza, describiendo con sorna las antípodas de cada miembro, niños en calma, padres unidos, para concluir con una sentencia que recuerda el popular adagio: “No hay muerto malo”. Tuviéramos que reunirnos de nuevo de esa manera Alguna tarde en estos años, nos encontraríamos Con más de un cadáver peinándose para la pose (“La muerte en boca de alguien”) “Reincidencia” en cambio se adentra en otro sentimiento familiar de soledad y abandono el cual podemos entroncar con el eterno retorno que Welden ya dibujó en los primeros poemas del libro. En esta parte, a diferencia de “Cadáver con fruta”, la redundancia y reiteración ineludible se da en torno a las castas, como diría Márquez, como la condena de una estirpe llamada a la extinción y al olvido. Y regreso para conocer a mi abuela: mi abuela tuvo a mi madre, mi madre me tuvo a mí. yo comencé a esperar sentado a que me llamasen, luego me puse de pie, ahora voy hacia allá pero no encuentro a nadie. (“Reincidencia”) El autor además no elude el uso de la ironía en sus trabajos, el poema “Las presas son” muestra un patético caso, la depredación del hombre sobre otras especies que por medio de un cotidiano mural, la cena y preparación de un pollo, nos evidencia la crueldad y separación del cuidado materno, la orfandad como una humorada familiar; síntoma de insensibilización. Se rompe el huevo y sale el pollo dando píos de infinita imbecilidad, tambaleándose por el nido, (...) Mamá, ¿dónde estás? Alguien contó la historia al almuerzo. Se rieron todos, se rieron mucho Me reí yo, con la cazuela en la boca y pregunté: La mamá, ¿dónde está? Por último el inconsciente y la represión infantil que presentara “Fotografía” encuentra su entronización en el poema “Statu quo”, en el cual se promueve la idea de no repetir los errores del pasado, enfrentar el símbolo y lo sagrado de ciertos ídolos e instituciones, en este caso las imágenes paternas de las cuales se rehúye con tal de no regresar a su pasiva genética. Vuelve a mí la terrible angustia de la infancia, esa timidez conocida, y es preciso que no me mueva para no caer, como mi padre y mi madre, como tanto ídolo roto de esos años. (“Statu quo”) Finalmente, el último cuaderno de Perro del amor, “La manzana del gusano”, compuesto por poemas como “Bitácora”, “Autobiografía”, “Sacrificio”, “Aquelarre”, “Justina velocísima”, “La forma más rugosa del amor”, “Los 28 días del árbol”, “El dorso de la mano”, “Las intenciones”, “El apóstata” y “Me hubiera gustado quedarme aquí”, trabaja la noción agónica central pero atendiendo a las relaciones interpersonales. El dolor en estos casos sobreviene no tan sólo producto de la ruptura sino debido al encuentro y lo que implica, la imposibilidad de sintetizarse y hacerse uno con el otro. El autor aquí expande la idea inicial, pues si en “Cadáver con fruta” vemos la degradación del núcleo humano, su corazón y los móviles que finalmente lo encierran y consumen como una suma de insectos carniceros, en la manzana del gusano comprendemos los remanentes de esa fruta, de ese núcleo también intervenido por seres carroñeros, gusanos que se alimentan del amor y sus aspiraciones. Por ende, las relaciones que nos expone Welden nacen con un germen de caducidad, son una forma de proyectar el desasosiego y la compañía en tal medida no soluciona el desarraigo, el ser sigue invadido y domesticado producto de su soledad y al final parearse sólo consigue acrecentar el desazón, suma dos y sucesivas soledades en cada intento de vinculación con el otro. De cualquier modo, esto lejos de ser una visión pesimista y moral, nos demuestra que la ética de Welden es con la palabra, con su propuesta estética y la manera que tiene de detallar los senderos artificiales que han encerrado al hombre en un camino extenso y sin regreso que desemboca por muchos atajos y desvíos que se tomen, en la confrontación misma del abandono al que hemos sido arrojados y el cual alimentamos con nuestra agonía diaria. En “Bitácora” dice: Amo la coronta de la manzana comida por ti, dejada en el cenicero, entre mis colillas, (...) como para que yo simplemente los mire y recuerde que donde ahora estás no es lejos, pero que nunca conoceré el camino. Y en “Autobiografía” remata: Noches de insomnio y las más de locura gravitando en torno a tu presencia siempre viajera pero no eres culpable ni yo lo soy así es que sigamos en lo mismo: huyendo y persiguiéndonos con palabras. Welden muestra en este poema cómo las rutas del hombre siempre rozan desde lo biológico las trampas de lo inmaterial. La abstracción como una cárcel, como un escudo que oculta la esencia real que es tan sólo somática y no desesperadamente metafísica. Por ende usamos aquellos instrumentos de nuestra lógica para la negación y la palabra aparece como una superstición, como un paliativo para el dolor y un amuleto, recordatorio de aquella agonía, una carta del pasado que será leída en otro contexto tal como aparece en los poemas iniciales “Advertencia” o “Credenciales”, lo cual refleja el eterno círculo de perpetrarnos, trascender en nuestras creaciones y conceptos para luego ser guillotinados por la insustancialidad del mecanismo y su incapacidad para explicar, para resumir una vida y sus necesidades. Una canción de boda compuesta de aire inmóvil de tierra seca, para darte una nueva dimensión de amor, deposito en un embudo de papel por la cerradura de la puerta de tu casa, mientras me vuelvo viejo regresando a mi polvo y a mi noche. (“Me hubiera gustado quedarme aquí”) Estas voces además nos presentan formas peculiares de aproximarse a la inmensidad que representa la mente y cuerpo femenino, su calor e incertidumbre. Hay, junto a las formas tradicionales que podemos vincular al lirismo más tradicional y a los ámbitos oníricos de la poesía vanguardista, un elemento propio y característico de la poesía de Welden que llama la atención y que podemos reconocer en la escatología, desgarro y ámbito hedonista que se comunica con los flujos y la carne primariamente. Por ejemplo en “Aquelarre” nos dice: Tu llamamiento es lupino: acudo a la carnada tendida de tus senos y arrojo mi hocico como gubia dislocada en tu blandura feroz. (“Aquelarre”) En “Sacrificio” añade: Ahora que los dioses han desechado la sangre mía por la leche de tus senos. (“Sacrificio”) Y finalmente el onanismo y la autocomplacencia, Welden la vincula a una forma suprema de estimación y nostalgia desafiando las expectativas del lector y las miradas canónicas y limitadas del amor. Esa admiración que se puede tener ante el objeto del deseo. En “La forma más rugosa del amor” dice: Resto soy de una terrible masturbación (...) y quise entonces vaciarme enteramente (...) prolongué mi acto más y más lo más que pude y comencé a recordar tantas cosas de otro tiempo: que no voy a enumerar aquí ni en ninguna otra parte... Welden en definitiva consigue plasmar, en este libro de veintitrés poemas, un compendio de la existencia como lucha, la vida como dolor, y explora en tres dimensiones, diversas pero conectadas, el sufrimiento personal, y desde allí la relación que cada hombre y mujer tiene con los otros, la familia y su pareja, desarrollando las implicancias y efectos con una visceralidad perentoria libre de retóricas no sólo en la elección de los cuadros sino en el manejo del lenguaje, lo cual da un carácter propositivo a la obra y a la relación del texto con su lector, pues más que aleccionarlo o intervenir en su forma de pensar la realidad con la soberbia de grandilocuentes versos, busca la exuberancia en la parquedad dejando las cicatrices de una mordida directa a la sensibilidad. ** Daniel Rojas Pachas carrollera@gmail.com Escritor y docente peruano (Lima, 1983). Reside en Arica (Chile), donde trabaja como profesor de literatura. Está a cargo del área de cultura del diario El Morrocotudo (http://www.elmorrocotudo.cl) y dirige el Colectivo y Taller Literario Clepsidra (http://clepsidra.ohlog.com). Además es miembro y fundador del Grupo Literario MAL y edita la revista literaria virtual Cinosargo (http://www.cinosargo.cl.kz). Ha publicado los poemarios Música histórica (2006) y Delusión (2007) y ha sido beneficiado con el Fondo Nacional de Fomento al Libro 2008 por su trabajo de investigación sobre cinco autores latinoamericanos claves, que aborda la obra de Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante y Roberto Bolaño, entre otros. Actualmente trabaja como gestor cultural y profesor de su área, tanto en colegios como en la Universidad de Tarapacá (http://www.uta.cl). Realiza talleres de literatura para escritores y organizó el primer recital de poesía joven en Arica (2008). Mantiene un blog en http://danielrojaspachas.blogspot.com. === El Caribea y los fantasmas de Puerto Quequén Carlos Bonserio ===== Leyenda conocida por los lugareños. Empezó el día de los santos inocentes, el 28 de diciembre de 1978, cuando asomó por la boca del río Quequén un enorme barco pesquero. Algo inusual pues un presunto navegante había solicitado su ingreso al puerto sin práctico, quien normalmente conduce la entrada de los barcos a los distintos muelles. Los hombres de la Prefectura al ver su desplazamiento sin nadie a bordo al mando del timón pensaron en una nave fantasma. El nombre de la nave figuraba en las dos bandas y una de las chimeneas. Y, para sorpresa de los prefectos, cuando atracó el barco se les presentó el sueco León Noren, quien dijo ser el capitán, aunque jamás presentó documentos probatorios. No se pudo establecer el origen y destino de la nave. Se pudo saber que dicha nave contaba con cinco tripulantes. Según entendidos difícilmente un barco de semejante porte se pudiera manejar con menos de quince hombres. También se averiguó que el “Caribea” había estado amarrado en Recife, donde su tripulación se largó a tierra y desapareció. Noren contrató cuatro tripulantes en Recife y en Montevideo realizó gestiones ante la Embajada de Gran Bretaña para adoptar la bandera de Caimán, protectorado inglés. No pudo culminar con éxito la tarea y el puerto de Montevideo le exigió pagar la estadía. Al no poder cumplimentar se largó al mar. Demasiadas intrigas envolvieron a esta nave: se mencionaban problemas y escaramuzas con drogas, armas y corsarios, abordajes, saqueos y hasta crímenes cometidos en alta mar. La redacción del diario local resaltó la imposibilidad de encontrar un responsable del barco, ya que no tenía país, ni bandera, ni dueños, ni tripulantes. Sus escasos tripulantes reclamaron salarios caídos ante las autoridades del puerto, y al no encontrar eco, y obligados por la necesidad de sobrevivir, se fueron alejando en busca de mejores aires... Así pasó a convertirse en la leyenda del buque fantasma. Se hablaba de piratas modernos, de misteriosas incursiones nocturnas en la cubierta; más de un prefecto creyó ver fantasmas durante su guardia. La gente que visitaba la reserva de lobos marinos escudriñaba la imponente silueta que permanecía amarrada, a la espera del desguace. En mayo de 1980, la danza que trajeron las turbulentas aguas del río Quequén lo arrancó de su amarre y salió perfectamente del puerto rumbo al mar, pasando entre las escolleras, como si un experto piloto lo estuviese timoneando, aunque realmente no había un solo tripulante. Muchos creyeron verlo tomar rumbo a alta mar, retornando a sus andanzas, comandado por infatigables y fantasmagóricos marinos. Ahí la nave desistió volver al mar y giró hacia la playa. Suavemente encalló frente a lo que era la Posada de la Bahía de los Vientos. Ahí descansaba el barco “fantasma”. Al caminar por la playa hoy día se ven restos del enterrado en la arena... Hubo testimonios de varias personas, entre ellos miembros de Prefectura, que cuando el “Caribea” soltó amarras aquella fría noche de mayo, habían visto dos sospechosas sombras de forma humana. Una en tierra soltó las amarras saltando rápidamente al barco y junto con otra sombra más se perdieron en el puente de mando. Otros espectadores que estaban en la Bahía de los Vientos dicen haber visto esas sombras en el puente de mando y luego lanzarse al mar y desaparecer... Aún se sigue hablando en Quequén del “Caribea” y los fantasmas... ** Carlos Bonserio bastianbonserio@hotmail.com Escritor argentino. Es librero de profesión. Autor de las novelas Médano blanco y Camino a Las Vegas, y del libro Hijos de la gloria, en homenaje a Malvinas. Es presidente del Centro Cultural Kemkem, en el cual organizó los certámenes de poesía Pleamar Romántico y de Artes Plásticas, entre otros. Actualmente investiga la historia de la ciudad de Quequén y desarrolla con los dibujantes Higa un cómic con el personaje de Che Tangazo. === Cosmopolillas Alfonso Ramírez Arellano =========================== Caballero Bonald describe la Sevilla de la época de Cervantes como una urbe a la vez preclara y turbulenta, recóndita y extravertida, devota y disoluta, magnánima y codiciosa, lugareña y cosmopolita, calificativos que podríamos seguir aplicando hoy a esta ciudad de contrastes, de contradicciones dramáticas. Tanto es así que el dramatismo barroco se ha convertido en una de sus señas de identidad. Aunque conviene recordar que el dramatismo es un fenómeno subjetivo, pues para que un hecho sea dramático es necesario percibir elementos en conflicto y reaccionar emocionalmente ante ellos. El elemento dramático no está tanto en la ciudad como en el ojo de quien la contempla. Sevilla es y ha sido una ciudad de dualidades, de contrastes, pero la forma de percibirlos y, sobre todo, de reaccionar emocionalmente ante ellos, varía mucho de unos sevillanos a otros, de unos visitantes a otros. Mientras que una legión de poetas canta a Sevilla como a una mujer, Lorca afirma el carácter varonil de la ciudad. Es —nos dice— el hombre y todo su complejo sensual y sentimental. Es la intriga política y el arco del triunfo. Don Pedro y Don Juan. Está llena de elemento humano, y su voz arranca lágrimas, porque todos la entienden (en oposición a Granada). Un elemento clave de la percepción es la proyección. La proyección es un mecanismo psicológico mediante el cual atribuimos al objeto de nuestra atención características o intenciones que no son suyas sino nuestras. Mientras más nos proyectamos más nos alejamos del objeto, más subjetiva es nuestra visión. Quien más se proyecta es quien peor se conoce, con una sola excepción: el artista. El artista desarrolla su obra a través de su proyección, de la profundización subjetiva de la realidad. La diferencia reside en que se trata de un esfuerzo consciente. Sevilla es una ciudad aclamada y denostada por personas necias —en el sentido de que se conocen muy poco a ellos mismos— y celebrada o sufrida por unos pocos buenos artistas. Algunos tan buenos que su obra ha llegado a formar parte inmaterial de la ciudad. Hay en Sevilla un jirón de niebla que el sol más claro no acierta a disipar. Se va de un lado a otro, pero nunca se quita; algo así como esas estrellas que ven ante sí los ojos confusos. Es Bécquer. ¿Es Bécquer? ¡Es Bécquer! (Juan Ramón Jiménez). Otro elemento innegable es su belleza. Ah, pero la belleza confunde a los hombres. La belleza aparece como una promesa de felicidad. Pero en este terreno no se puede prometer nada. Para la belleza y la felicidad no hay más futuro que este presente. Las aceptas como son o las pierdes. Cualquier intento de retenerlas se convierte en un secuestro mortal. Hay quien lo entiende y hay quien no, esto divide a los hombres, y naturalmente a los sevillanos. El problema, nuestro problema, no el de la ciudad, es el impacto que produce su belleza. Qué hacemos con una ciudad tan bella. ¿Venerarla? ¿Devaluarla o negarla? ¿Apropiarnos de ella como si de un objeto se tratase? ¿Idealizarla y conquistarla? ¿Aplazarla para después del trabajo y la vida real? O la peor de las opciones: permanecer inmaduros bajo su manto y, tatuándonos su nombre en el pecho, condenarnos al fracaso amoroso con otras ciudades. Esta última actitud es la más engañosa porque se reviste de un sevillanismo militante y excluyente. Los que la encarnan forman una gran familia de “auténticos sevillanos” que, como los gitanos de la literatura o los negros de las películas, son todos primos o brothers. Con ellos sólo se puede estar dentro o fuera de la familia/territorio, no hay término medio, se entiende en seguida con una simple mirada y si no te enteras es que estás fuera. Su conversación está plagada de sobreentendidos como trampas que al pisarlas provocan sonrisas de complicidad entre los más listos. Claro que más que sentido del humor lo que tienen esos sevillanos es mucha guasa. Me vienen a la mente algunas de esas grandes familias sevillanas, con sus largos veraneos endogámicos en Chipiona o Matalascañas: “las playas de Sevilla, chiquilla. Que la niña se ha echado un novio, pues nada, que se venga también”; con su virgen de Regla o su virgen del Rocío: “¡viva la Blanca Paloma! ¡Por Dios! ¡¿Hay algo más bonito?!”; con sus escudos futbolísticos: “¡viva el Betis manque pierda. Se-vi-lla, pan, pan, pan!”, que lucen el blasón de “somos lo mejor”. Y, claro, si somos lo mejor, ¿para qué cambiar?, ¿para qué conocer cosas nuevas? “Pero, oye, que si hay que viajar se viaja. A ver, ¿a dónde hay que ir? Podemos ir a Roma a ver al Papa con la Hermandad de nuestro barrio, a la boda de la niña de los primos que emigraron a Alemania o acompañar al equipo de nuestros amores por las ciudades de la Champion League”. O sea, viajar para seguir viéndonos a nosotros mismos, movernos para no ir a ninguna parte. Y así darle la vuelta al mundo contando chistes y cantando sevillanas de la noche a la mañana. Esa incapacidad de amar a otras ciudades es la que nos lleva, cuando viajamos, a convertirnos en cosmopolillas sevillanos. Los sevillanos tenemos motivos sobrados para considerarnos ciudadanos del mundo. De “plaza universal” calificaba Lope de Vega a nuestra ciudad. Fuimos la capital del mundo conocido, la Nueva York del siglo XVI. En el mejor de los sentidos, al sevillano fino no le sorprende demasiado lo extranjero porque no lo considera ajeno. Y como todo auténtico conocimiento lleva implícito cierto reconocimiento sabe degustarlo y disfrutarlo. No todo es folclorismo y dramatismo. Hay otros modos de ser sevillano, uno de ellos es el que tan sabiamente ha sabido recoger el profesor Rogelio Reyes trazando una delicada línea que une a Bécquer con Cernuda: finos, introspectivos, delicados, cultos. Y podría añadirse: amables, acogedores, tolerantes (como sólo lo son los que saben perdonarse a sí mismos), con un sentido del humor que no requiere de la procacidad ni el sarcasmo. Un tipo de sevillano que se interesa, como afirma García Montero, por la utilidad no industrial de la belleza, la sensualidad, la lentitud y el amor por la calle y que no renuncia a sus raíces romanas. La Roma andaluza que veía Lorca en la cabeza del sevillano Sánchez Mejías y, éste ya sí, auténticamente cosmopolita. Un modo de ser sevillano quizá un poco exclusivo, no digo que no, pero nunca excluyente. ** Alfonso Ramírez de Arellano aramirez@diphuelva.org Psicólogo español, especialista en psicología clínica y psicoterapia de familia. Ha trabajado como actor y director de teatro. Actualmente desempeña sus funciones en el ámbito de las drogodependencias, en el que ha recibido el premio Reina Sofía 1989 y Mención de Honor 2008. Además recibió el premio al mejor artículo de 1996 de la revista europea Ítaca por su trabajo “Drogodrama y dramadependencia” y fue finalista del premio periodístico Enrique Ferrán. Compagina la publicación de relatos en revistas literarias con artículos de divulgación científica en prensa diaria. Es autor de los libros Actuar localmente en (drogo)dependencias (GID), Problemas emergentes en jóvenes y adolescentes (CSZ) y Manual de supervivencia del empleado público o cómo defenderse del político de turno (Almuzara), así como de diversos capítulos y colaboraciones en libros y manuales. Colabora habitualmente con los medios del Grupo Joly (Diario de Sevilla, http://www.diariodesevilla.es). También ha publicado relatos y artículos en las revistas El Ciervo (http://www.elciervo.es), Cuadernos para el Diálogo y El Siglo que Viene. === Manuel González Prada y el anarquismo anacrónico peruano ============== === Raúl Allain =========================================================== Si es corto, es efectista. Si bien el carácter irreverente del ilustre Manuel González Prada es bien enmarcado dentro del anarquismo, la condición de esta aspiración en la actualidad se metamorfosea de manera tal que llega a convertirse en uno de los ridículos más estólidos. Con pintas (no confundirse con el buen arte del grafiti, como el que promueve Roberto Seminario, “SEF”) que deforman las letras y le roban efectividad comunicativa a la visuografía, los anarco-anacrónicos, constituidos en su mayoría por jóvenes con peinados estrambóticos y ejecutantes de una música que no pasa de ser ruido, contaminante sonoro, se desenvuelven exclusivamente en noches lucífugas y en bandas, para protegerse, para perder la identificación de a uno, indudablemente por temor. Ellos muestran una rebeldía que denominaría incipiente, pues parangonada con el carácter renovador de González Prada, sólo logran —en casi todos los casos— excitar a una turba que vocifera incoherencias; y también son poco efectistas, pues no plasman, en la práctica, ideas reconstructoras como en el Discurso en el politeama, sino letras que hablan de náuseas y las respectivas deposiciones. Muchachos generacionales a mi persona se sumergen en argumentaciones sobre el anarquismo para justificar actitudes que van desde una falta garrafal de ortografía, hasta falsos grafitos (los ininteligibles y procaces) en cualquier fachada pública. Y si nos remitimos al anarquismo de González Prada, mis imberbes compañeros serían los “viejos” que bien sepultados deberían estar —y sin derecho a epitafio, por el peligro a que también sea una pinta—, pues no traen nada nuevo con esa comunicación errónea, que degrada y/u omite las normas de convivencia en cualquier vecindario mundial. Es increíble el afán que tienen por estafar a los receptores de sus “argumentos”, al afirmar que por el sólo hecho de que González Prada escribió con “j”, el término “páginas”, tienen el derecho a excederse y tomarse la libertad de escribir peor que un chimpancé en proceso de amaestramiento. Así se desprestigia el sentido de la labor de nuestro eminente compatriota, que vio en la escritura fonológica ventajas como la de aprender con mayor facilidad otras lenguas. Al hacer de su libertad un vejamen, éste converge indefectiblemente en un libertinaje desenfrenado que los lleva hasta a mimetizarse en francachelas voraces, de las que suelen devenir embarazos no deseados, incrementándose así porcentajes de malnutrición, aborto y consumo de drogas. Es verdaderamente una pena que justifiquen toda su acción, apelando a que todo se constituye en una respuesta en contra de la mala praxis de gobierno, que si bien merece una severa afrenta, es obvio que ésta debe poseer buenas y justificadas argumentaciones. Es por todo esto que diversas instituciones no toman en serio la voz de los jóvenes, y dicho sea de paso, hasta aprovechan estas conductas desacertadas para justificar maltratos de diversa índole, pues suelen hiperbolizar, aun más, los errores. Entiéndase así, hermanos de mi generación, que la culpa es de nosotros mismos, por a veces caer en esa maraña de putridez, en ese sumidero de error y falta de razón. Y si hablamos de aportes humanísticos en general, no hay émulo, no hay símil ante la vasta obra de González Prada. Y remarco, como dejé entrever líneas arriba, que la aplicación del anarquismo, en la actualidad, es anacrónica. Es difícil de asimilarlo y comprenderlo a cabalidad. Tendríamos que transportarnos a épocas atrás para ser certeros y conscientes ante los conceptos del anarquismo, que gracias a las malas exégesis, es una de las corrientes de pensamiento humano más estigmatizadas. ¿Hasta cuándo? ** Raúl Allain raulallave1189@hotmail.com Escritor peruano (Lima, 1989). Es estudiante de sociología. Dirige el blog-revista Suicidas (http://2suicidas.blogspot.com). Textos suyos han sido incluidos en las antologías Abofeteando a un cadáver y Antología Suicidas Sub-21, editada y compilada esta última por el autor. Además ha publicado textos en la Revista Literaria Remolinos (http://revistaremolinos.blogspot.com), en la revista portuguesa Incomunidade (http://incomunidade.blogspot.com), en la revista Almiar-Margencero (http://www.margencero.com), en el portal de humanidades Liceus (http://www.liceus.com) y en otros medios. === La letra y el garabato ================================================ === Un señor que miraba raro y bello Alejandro José López Cáceres ==== Sí, leer por encargo suele fatigar; por eso, quienes vivimos de hacerlo no tenemos por costumbre echarnos una, sino muchas canas al aire. Eso fue lo que me ocurrió con este libro. Andaba entre los anaqueles de una biblioteca pública buscando un mamotreto que debía reseñar y, justo cuando lo hallé, se me ocurrió mirar hacia el lado. Ahí estaba la pequeña golosina: La casa inundada y otros cuentos, de Felisberto Hernández —una selección de siete relatos propuesta por Cristina Peri Rossi, con dibujos de Glauco Capozzoli y prólogo de Julio Cortázar. Entonces pensé: “Primero el gusto y después el susto”, así que solté mi trabajo y agarré aquella edición de 1975. Lo de Felisberto (Montevideo, 1902-1964) es al mismo tiempo raro y bello; quiero decir, su manera de mirar el mundo. Quizá porque sus apreciaciones sobre la vida están regidas por algo muy cercano al desvarío y, no obstante, pleno de verdad. Al recorrer sus páginas, uno se percata de que en estos cuentos aparecen perfectamente fundidos lo cotidiano y lo insólito. Estamos ante una escritura que se regodea en la digresión y se recrea en la ironía. En primer término, los relatos siempre se pausan para acotar esas percepciones inusitadas —de gestos, vestuarios, acciones, objetos—; en segundo, dichas glosas derrumban cualquier asomo de solemnidad para instalarnos en el extrañamiento o en la risa. Nunca esperábamos que las cosas pudieran ser como las cuenta él. Bien lo dijo Italo Calvino en su momento: “Felisberto Hernández es un escritor que no se parece a nadie”. Entre su ingenioso expediente de recursos, hay auténticas ocurrencias. Como aquella de andar buscándole biografía a los objetos. En esa preciosa obra maestra titulada “El balcón”, el narrador se sienta a un comedor que está dispuesto y nos dice: “Estos seres de la vajilla tendrían que servir a toda clase de manos. Cualquiera de ellas echaría los alimentos en las caras lisas y brillosas de los platos; obligaría a las jarras a llenar y a volcar sus caderas; y a los cubiertos, a hundirse en la carne, a deshacerla y a llevar los pedazos a la boca. Por último, los seres de la vajilla eran bañados, secados y conducidos a sus pequeñas habitaciones”. Ahora bien, en la grata desfachatez lúdica de Felisberto, incluso la identidad es algo que está siempre al borde de diluirse o de huir; de manera que, entre los muchos seres extraños que pueblan su mundo, el propio cuerpo es uno más. Así le sucede al protagonista de “Lucrecia”: “No sé por qué pensé que aquel hombre era yo y que yo tenía que seguir en sus asuntos. Pero pronto me sentí caminar”. O al de “El acomodador”: “Me juré no mirar nunca más aquella cara mía y aquellos ojos de otro mundo. Eran de un color amarillo verdoso que brillaba como el triunfo de una enfermedad desconocida”. La mayoría de los cuentos que integran este volumen presenta una estructura similar. Quien cuenta la historia —por lo general un pianista itinerante, como lo fuera Felisberto durante buena parte de su vida— es invitado a una mansión, o casa, o convento. Allí este personaje es atendido con mucha hospitalidad mientras nos va relatando las cosas inauditas con que se topa y los dramas de sus anómalos anfitriones. Esto lo vemos en “La casa inundada”, “Nadie encendía las lámparas”, “El balcón”, “Lucrecia” y “Menos Julia”. En los otros dos cuentos que completan el ejemplar, “El acomodador” y “El cocodrilo”, se nos narran las inusitadas enfermedades que sufren sus respectivos protagonistas. El primero ha desarrollado la destreza de ver en la oscuridad a través de una rara luz que emana de sus ojos, y ahora no puede evitar entregarse a la “lujuria de ver”. Al otro, un concertista de piano devenido a golpes de fracaso en vendedor ambulante de medias femeninas, le sucede algo inexplicable: jugando con un niño, finge llorar —pronto este gesto se le convertirá en una infalible estrategia de ventas—; sin embargo, luego perderá todo control sobre el llanto y éste acabará convirtiéndose en su inexorable destino. Tan pronto como concluyo este exquisito libro, lo regreso a su estante. Me propongo retomar mi trabajo; pero, cuando cojo el volumen que debo reseñar, éste se me zafa de las manos y cae al suelo estrepitosamente. No puedo evitar pensarlo. Se tiró porque está molesto conmigo, por haberlo llamado “mamotreto” sin conocerlo siquiera. Y tiene razón. Lo recojo, lo acaricio con mi pañuelo y le presento excusas. Animismos aparte, esto es lo justo: el mundo se ve de otro modo después de leer a Felisberto. HERNÁNDEZ, Felisberto. “La casa inundada y otros cuentos”. Editorial Lumen. Barcelona, 1975. 147 páginas. ** Alejandro José López Cáceres alejolopz@hotmail.com Escritor y realizador audiovisual colombiano (Tuluá, 1969). Ha publicado los libros Tierra posible (crónicas, 1999), Entre la pluma y la pantalla: reflexiones sobre literatura, cine y periodismo (ensayos, 2003), y Dalí violeta (cuentos, 2005). Reside en Cali, donde dirige la Escuela de Estudios Literarios (http://estudiosliterarios.univalle.edu.co) de la Universidad del Valle (http://www.univalle.edu.co). === La literatura ecuatoriana en televisión Jorge Luis Cáceres ======= El proyecto televisivo La Belleza de Sentir, escrito, dirigido y producido por Cristian Londoño Proaño, es posiblemente el espacio cultural más destacado en los últimos años dentro de las producciones ecuatorianas. Este espacio documenta el pensamiento, la sensibilidad y la obra de los autores ecuatorianos más consagrados. Esta serie de programas, que lleva hasta el momento tres temporadas al aire y que se transmite por Ecuador TV, el canal estatal, ha creado un registro único e histórico de las distintas generaciones de escritores que han dejado huella en la literatura ecuatoriana. El programa inició sus emisiones en el año 2008, gracias al apoyo brindado por el Ministerio de Educación del Ecuador, el Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador y la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Durante treinta minutos, los narradores y poetas cuentan abiertamente al público su experiencia, inspiración, encanto y desencanto al momento de escribir. Según el realizador del programa, uno de los fines a conseguir es que los programas sirvan como documento pedagógico para incentivar la lectura dentro de los planteles educativos. Calificado como un hito dentro de las producciones nacionales, La Belleza de Sentir se muestra como un programa estético, profundo y reflexivo. Un programa que busca reivindicar la valiosa obra de la literatura ecuatoriana. Un hecho a destacar es que el programa, en su primera temporada, tuvo el acierto de mostrar al poeta Jorge Enrique Adoum antes de su muerte. Quizás esta aparición sea el último registro dejado por el poeta. Escritores que han aparecido en el programa: Primera temporada: • Jorge Enrique Adoum • Santiago Páez • Iván Oñate • Edna Iturralde • Raúl Pérez Torres • Raúl Arias • Jorge Velasco Mackenzie • Abdón Ubidia • Alicia Yánez Cossío Segunda temporada: • Carlos Martínez • Carlos Carrión • Jacinto Cordero • Ana María Iza • Carlos Eduardo Jaramillo • Leonor Bravo • Lucrecia Maldonado • Bruno Sáenz • Catalina Sojos • Eliécer Cárdenas • Fernando Cazón Tercera temporada • Xaxier Oquendo Troncoso • Sara Vanegas • Simón Zavala Guzmán • Oswaldo Encalada • Nelly Córdova Aguirre • Elsy Santillán Flor • María Fernanda Espinoza Para acceder a mirar los programas en Ecuador TV: http://www.ecuadortv.ec/ecutop.php?c=1447 ** Jorge Luis Cáceres jlccaceres_quit@hotmail.com Escritor ecuatoriano (Quito, 1982). Fue escogido en abril de 2009 para el encuentro “Fiesta por el Libro: los nuevos escritores ecuatorianos”, organizado por el Ministerio de Cultura del Ecuador (http://www.ministeriodecultura.gov.ec), como uno de los veinte autores menores de 35 años con mayor proyección de su país. Es graduado en leyes por la Universidad Internacional del Ecuador (http://www.internacional.edu.ec). Ha participado en los talleres literarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión (http://cce.org.ec) y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Ecuador, http://www.flacso.org.ec). Ha publicado los libros de cuentos Desde las sombras (Editorial El Conejo, http://www.editorialelconejo.com; Quito, 2007) y La flor del frío (El Conejo, Quito, 2009). Cuentos suyos aparecen en la antología Línea del Ecuador (Yerba Mala Cartonera, http://yerbamalacartonera.blogspot.com; Bolivia, 2009) y en publicaciones de revistas y suplementos culturales impresos y virtuales de Ecuador, Perú y Estados Unidos. Conduce el segmento cultural “El circulo imperfecto” dentro del programa de radio El Poder de Uno, que se retransmite a través de radio La Luna de Ecuador (http://www.radiolaluna.com). Mantiene una bitácora personal en http://jorgeluiscaceresa.blogspot.com. === Una despedida da lugar a un regreso Loreto Sepúlveda B. ========== Deben ser pocas las personas a las cuales las despedidas no les causan ningún efecto, pues a diario nos estamos alejando de lugares, personas y situaciones. Generalmente las despedidas se asocian al distanciamiento de una experiencia agradable vivida, a la separación temporal con personas que se estiman o al alejamiento de lugares especiales en que se ha estado, en definitiva, cualquier vivencia que tenga una connotación de inolvidable marcará un antes y un después en nuestra vida. En esta experiencia que resulta tan cotidiana y que forma parte del diario vivir, tiene una participación especial el grado de sensibilidad con la cual nuestros sentidos perciben el entorno de manera minuciosa y detalladamente, similar a un lente de aumento en el que se agigantan los ambientes, aromas, temperaturas, luminosidad, sonidos, sabores, entregando con ello una visión más acabada, íntima y personal, la que a su término provocará un sentimiento de nostalgia que marcará ese instante. El tiempo en su vertiginoso y cíclico movimiento nos está legando un pasado que imperativamente tenemos que despedir y de manera simultánea invitando a construir un futuro de sueños, que nos motivan, sacuden, refrescan e incentivan a hacer cosas nuevas. Lo importante de las despedidas es reconocer la existencia de un tiempo vivido y compartido que deja experiencias únicas e indelebles, las que, de no haberlas tenido, habrían hecho de nuestra existencia una vida sin recuerdos, y las añoranzas se generan a partir de los recuerdos. La nostalgia de una despedida trae consigo la esperanza de un anhelado regreso. Es preciso despedir el atardecer para ver llegar el alba. ** Loreto Sepúlveda B. losepulv@mail.udec.cl Escritora chilena (Chillán, 1961). Es secretaria ejecutiva en el Decanato de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (http://www.udec.cl). Ha publicado Girasoles para ti (2002) y es columnista del diario La Discusión, de Chillán, y del Boletín Interamericano de Contabilidad, de la Asociación Interamericana de Contabilidad AIC (Miami, EUA). === ¿Quién mató a mi madre? Javier Farto Graña ======================= Con cierta frecuencia Edgar Borges es catalogado como un autor de novela negra. No diremos nosotros que no utiliza ciertos elementos del género, pero lo cierto es que tiende a su transgresión. Podríamos decir que todo comenzó en la Grecia clásica, pero eso sería aventurarnos demasiado (sí es cierto que el drama de Sófocles Edipo Rey contiene un asesinato, pero también lo es que carece completamente de misterio). Por lo tanto, la consideraremos un elemento precursor, de la misma forma que, ya más cercanas, consideramos a las novelas de aventuras del siglo XIX. Lo cierto es que las habilidades físicas de los protagonistas comienzan a ser sustituidas por capacidades intelectuales. Diremos que Edgar Allan Poe fue el primero. Está aceptado que su obra “Los crímenes de la calle Morgue” constituye el nacimiento del género. Por primera vez, la narración sigue, no la secuencia temporal de los hechos, sino la de su descubrimiento. En este proceso de “resolución”, el lector va a ir poco a poco uniendo elementos, juntando los cabos sueltos que le proporciona el detective protagonista (Dupin en Edgar Allan Poe, Holmes en Arthur Conan Doyle, Poirot o Miss Marple en Agatha Christie), sin cuya extraordinaria y racional ayuda el descubrimiento se antoja imposible. Tenemos ya un misterio, y un detective para desentrañarlo. De este detective podríamos decir que vive fuera del mundo, ya que en la mayor parte de los casos utiliza puramente su intelecto para resolver el crimen (rara vez baja al terreno de lo puramente físico, de la violencia contra el criminal). A la manera de Mann (que tan bien plantea el conflicto entre vida y arte) el detective es un artista. Para tareas mundanas ya tenemos a sus acompañantes: un ayudante, incapaz y que constituye una especie de nexo con el lector. El ayudante establece con éste una dialéctica, a veces casi platónica (ya que es el detective el que en todo momento guía el diálogo y sus conclusiones, conclusiones que llegarán al lector a través de este ayudante). No podía faltar la policía, también inoperante en lo que a la resolución del problema se refiere y reducida a actividades puramente físicas: se encargará de ir al lugar del crimen, indagar inicialmente en el problema (demostrando su incapacidad) y en muchas ocasiones, se encargará de la detención final, reafirmando la idea de que el detective está alejado de lo físico. Con el tiempo se fue produciendo un acercamiento de este personaje al mundo, así como un cierto descreimiento en cuanto a la resolución del misterio únicamente por habilidades puramente deductivas (herencia de un positivismo que todo lo cifraba en la razón). El detective se hace humano; une a sus capacidades deductivas (no siempre gigantescas) sus propias virtudes y defectos, y cierto elemento emocional comienza a tomar forma. El interés ya empieza a desplazarse; no está sólo en descubrir el misterio que rodea a un crimen; está también en comprobar cómo son las gentes que viven en ese mundo criminal. Ahora el ambiente comienza a cobrar importancia: un ambiente que en la mayor parte de los casos es duro y así deforma al detective, al que vuelve violento en muchas ocasiones. Además de descubrir al criminal, hay que superarlo, no verse arrastrado por su modus vivendi. Tanta victoria es la detención como conseguir conservar un atisbo de ética (aunque sea muy personal, muy propia) en un entorno hostil. El detective no puede estar ya ajeno al mundo, pero no puede rebasar tampoco una línea (necesita seguir un límite). En ¿Quién mató a mi madre? Edgar Borges explora a una persona, ya muerta, indaga sobre su identidad. Van a ser un libro y entrevistas con los dos hijos de la víctima los que usarán los detectives para tratar de echar luz sobre el asunto. La resolución del misterio se mezclará con una indagación de la identidad en la víctima (problema casi obsesivo en la literatura de Edgar Borges). El autor plasma aquí una serie de tesis casi estructuralistas (recordamos al recientemente fallecido Claude Lévi-Strauss): sólo podremos conocer a la Madre muerta a través de las relaciones con el resto de su familia, ella forma parte de esa estructura y sólo en ella la podemos conocer. El problema será que la visión individual de cada hijo no podrá ser más diferente (debido a la diferencia existente en el “ideal” de persona entre ambos). Así veremos a la madre como un ser excelso que odia lo vulgar, lo cotidiano, o bien como un ser odioso, precisamente por esa pretensión continuada de ser genial, de amar lo extraño, lo inverosímil. El contraste con la figura del padre, en este caso una persona muy convencional, se muestra entonces muy claro, e inundará toda la obra como una clásica lucha gnóstica entre bien y mal (pero la identificación variará según el hijo que hable). La madre y el padre serán personajes que nunca se harán presentes. Serán conocidos estrictamente por el testimonio de otros. Especialmente interesantes se presentan las entrevistas y la presentación de escenarios. Como en la obra posterior del mismo autor (recordemos ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe?) se presenta aquí un escenario que recuerda al teatro: es mínimo y por ello, vital. La acción transcurre en una casa, y diríamos mejor que en la mayor parte de la historia, en una parte de la misma, una parte mínima y donde Edgar Borges presenta una serie muy escasa (e imprescindible a mi juicio) de elementos, que son altamente significativos y simbólicos. Entre todos ellos se destaca una pequeña biblioteca, que resultará fundamental para el desarrollo de la trama. En torno a la misma crece la figura de la madre, del padre, de los hijos, de los libros escritos por la familia, de los detectives. Aquella biblioteca (apenas una estantería) es un espacio generador de esta narración, casi (simbólicamente) de la literatura en sí. Gran parte de lo demás es espacio vacío. De vez en cuando sabemos que algo está ocurriendo fuera de nuestro alcance (escuchamos sonidos) como si estuviésemos en una obra de teatro que pretendiese romper la cuarta pared, la del público, sugiriendo que hay una historia que discurre más allá de la historia misma, una especie de metahistoria. Como hay espacio vacío, también hay espera, un tiempo vacío que se sugiere al hablar de la cantidad de entrevistas que los detectives van a realizar, la idea de que todas ellas son necesarias para la resolución. Mientras no se finalice, toda acción ajena a la historia va a ser suspendida, eliminando cualquier atisbo de vida normal fuera de la resolución del problema: los personajes no viven, sólo tratan de resolver el misterio. Lo intentarán, y verán que no podrán. Jorge Luis Borges habló de la historia como creación literaria y, por tanto, de una cierta creación de la vida en sí. Edgar Borges sigue la línea: aquí los derroteros vitales están indisolublemente unidos a la literatura (ésta es, por tanto, un ente creador). Y si la literatura es fuente de vida, también lo es de locura; la locura que se manifiesta en esos personajes beckettianos que siempre parecen resueltos a esperar un poco más; esperar por el fin de un proceso que, como el de Kafka, no lo tiene; esperar, en definitiva, condenados a ser siempre unos observadores del pasado de su madre muerta: ¿conseguirán algún día la redención? ** Javier Farto Graña jfartogra@gmail.com Escritor español (A Coruña, 1976). Es ingeniero en informática y tiene un diploma de estudios avanzados en matemática aplicada para finanzas. En la actualidad trabaja como desarrollador de software. Ha publicado textos en medios como Revista Almiar - Margen Cero (http://www.margencero.com), Liceus (http://www.liceus.com), Palabras Diversas (http://www.palabrasdiversas.com), ArteComunicarte (http://www.artecomunicarte.com) y Yareah Magazine (http://www.yareah.com). Además, ha sido seleccionado para integrar antologías de la revista La Barca de la Cultura (http://www.labarcadelacultura.com) y Yareah Magazine. === En la línea del horizonte, de Daisy López ============================= === Ana-María Nieto del Villar ============================================ En la línea del horizonte (http://www.arcibel.es/infotitulo.php?idlibro=74&) Daisy López Arcibel Editores Sevilla (España), 2009 91 páginas El poemario En la línea del horizonte es la primera obra poética en castellano de la académica filipina Daisy López, y abre una nueva iniciativa de la editorial sevillana ArCiBel (http://www.arcibel.es): se trata de la recién nacida colección “Oriente”, una serie cuya finalidad —en la intención declarada por su director, el italiano Andrea Gallo— es editar la literatura hispanofilipina contemporánea. A pesar de que el castellano en Filipinas haya decaído desde hace lustros, sin embargo sigue siendo la lengua materna de una reducida minoría que en ella reconoce su origen cultural, visión ésta compartida también por los que, habiéndolo estudiado, se expresan literariamente en español, como en el caso de López. En la línea del horizonte recoge unos treinta poemas escritos en verso libre, y divididos en cuatro secciones no homogéneas por número de versos. Cada sección (“Incipit”, “Fluir del tiempo”, “Salir del anonimato” y “Epílogo”) está introducida por una cita poética significativa para la autora. Tema de la colección poética es un hondo e íntimo sentimiento religioso. López poetiza su vínculo amoroso con un Dios que declara ser entrañablemente parte y centro de su vida. El libro tiene el privilegio de un precioso prólogo escrito por la fina poetisa salvadoreña y eminente académica de la lengua Irma Lanzas, la cual observa que: “Sin darle importancia al viento huracanado de un milenio que despunta lleno de zozobra, pesimismo y ansiedad” desde Filipinas “emerge una voz con una resonancia clara y luminosa. Es la voz de Daisy López”. Completa el libro una Nota crítica, escrita por el académico mexicano Mario Roger Quijano Axle, en donde pormenorizadamente se analiza la escritura poética de López. En la línea del horizonte es un poemario interesante y original, que nos brinda una nueva y talentosa voz poética rica de sensibilidad humana y artística. Expresamos también nuestros mejores deseos para que esta colección Oriente pueda ser una oportunidad para todo filipino, hispanohablante e “hispanoescribiente” de dar a conocer su tradición, su cultura y su propia interior visión del mundo y de la vida. ** Ana-María Nieto del Villar nietoth@yahoo.es Historiadora española. Es licenciada en historia y geografía por la Universidad de La Laguna de Tenerife (http://www.ull.es) y tiene un doctorado en letras en la Università degli Studi “La Sapienza” de Roma (http://www.uniroma1.it) con una tesis sobre la traducción poética. Ha trabajado como profesora enseñando lengua, literatura y cultura españolas en la Ramkhamhaeng University (http://www.ru.ac.th/english/index.html; Bangkok, Tailandia) y en la Universidad de Filipinas de Manila-Diliman (http://www.upd.edu.ph). Actualmente trabaja en la modalidad a distancia para la Universidad Técnica Particular de Loja (http://www.utpl.edu.ec; Ecuador). === Libro de Juan Ensuncho Bárcena ======================================== === La voz desconocida en Bogotá Miguel Iriarte ====================== Este jueves 25 de marzo, a las 7 de la noche, tuvo lugar el lanzamiento de un libro de Juan Ensuncho Bárcena, escritor y cineasta del Caribe colombiano. Nacido en San Marcos (Sucre), Ensuncho Bárcena ha repartido su residencia en los últimos 15 años entre Barranquilla, Cartagena y Bogotá. En 2004 publicó su poemario El poeta en el hotel, es autor de varios documentales y cortos y en la actualidad es el director del Festival de Cine Independiente de Mompox. Desde 2005 ha estado publicando de forma sistemática textos periodísticos, críticos y creativos en su blog La voz desconocida, que ahora le da título al volumen que recoge una selección de sus textos dedicados a varios de sus intereses más sentidos: la música, la literatura, el cine y la visión crítica de la vida cultural del país. Precisamente parcelado en secciones: opinión, periodismo, música, literatura y cine, el libro de Ensuncho es un ardiente testimonio de alguien inscrito en su tiempo con la intención de marcar la memoria de sus días con el humor (que transita casi siempre desde distintas estaciones del gris al negro), la agudeza, la sorna, la crítica, la visión zurda de las cosas, la polémica y una sensible adhesión a la belleza, todo ello casi siempre interpretado en un tono muy confesional, referido a todo aquello que interpela y se mueve delante y adentro del poeta. Cierra el libro una página en rojo de franca valentía autocrítica en la que el autor registra algunas opiniones de los lectores de su blog desde donde le llueven improperios muy diversos y que le dan al libro, claro está, una incuestionable noción de coherencia, si se tiene en cuenta el espíritu que anima el libro y la procedencia original de sus textos. Además de Cartagena, Bogotá, San Marcos del Carate, la poesía, el porro, los zenúes, las mujeres, la política, la cultura, la noche, los personajes del país, Ensuncho mismo, los conciertos de Cerati o Sabina, Maqroll el Gaviero, Meira Delmar, el vallenato y el fútbol, por ejemplo, La voz desconocida nos presenta una serie de interesantes entrevistas (especie de cuestionario Proust recargado) con personajes como el bailarín Álvaro Restrepo, el periodista Antonio Caballero, los cineastas mexicanos Carlos Reygadas y Carlos Marcovich, el escritor español Antonio Muñoz Molina, la cantadora Etelvina Maldonado, el escritor Jorge Franco, los cineastas colombianos Pacho Bottia, Ciro Guerra, Luis Ospina, Felipe Aljure, Andi Báiz, entre otros, que nos permiten redondear la variopinta experiencia que resulta al leer la literatura de un blog pasado al papel. A lo mejor estamos frente a una nueva manera de leer la historia de estos días. Textos que a lo mejor, cansados de girar en el ciberespacio, cogen juicio en el papel. ** Miguel Iriarte Escritor colombiano (Sincé, Sucre, 1957). Poeta, ensayista, gestor cultural, investigador cultural, ex catedrático de teoría y crítica literaria de la Universidad del Atlántico (http://www.uniatlantico.edu.co) y catedrático de semiología y lingüística de la Universidad del Norte (http://www.uninorte.edu.co). Ha publicado los libros de poesía Doy mi palabra (1985), Segundas intenciones (1996) y Cámara de jazz (1997). Sus poemas aparecen antologados en diferentes publicaciones, entre ellas Panorama inédito de la poesía colombiana (1986), Antología de poetas de Sucre (1997), Cinco poetas de Sucre (1998) y Antología de la poesía colombiana (1997). Textos suyos sobre literatura, cine, música y entrevistas a distintos personajes de la cultura, así como sus poemas, han sido publicados en diarios, suplementos literarios y revistas de Colombia y otros países. Ha participado en recitales individuales y colectivos en diversas ciudades de América y Europa. Actualmente es director de la Biblioteca Piloto del Caribe, director y editor de la revista de investigación, arte y cultura víacuarenta y director de la Revista Oral Astrolabios. Hace parte también del comité editorial de la revista internacional Berlín 26º. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === Marco Minguillo ======================================================= === Desde que se mercantiliza la creación humana damos un salto al vacío == === Revista Literaria Remolinos (http://revistaremolinos.blogspot.com) ==== —¿Desde cuándo comenzó a escribir? —Empecé a escribir en la adolescencia, cuando estudiaba la secundaria. Era la etapa de exploración personal y colectiva del amor, la música, el fútbol, la política y la búsqueda de una identidad individual y generacional. En ese periodo existencial formé parte de una agrupación cultural denominada “Javier Heraud”, en donde publicamos un periódico, junto a los muchachos de la ciudad en donde vivía, y donde escribimos artículos de actualidad y crítica político-social. Luego, en la universidad, absorbido por los estudios y no ajeno a la realidad convulsa del Perú de los años ochenta, la escritura pasó a ser una actividad fantasma para mí. Eso no significó estar alejado de las lecturas, ni de la vida cultural y literaria de mi patria. Con el transcurrir de los años, ya en el exilio, en Suecia, empiezo a escribir de manera sistemática, incursionando en narrativa y posteriormente en poesía. —¿Qué es para usted la poesía? —La poesía es para mí la vida misma. La poesía es respirar, contemplar, caminar, luchar, amar, reflexionar, charlar (con los vivos y con los muertos), reír, llorar, soñar, sembrar esperanza, seguir apostando por un mundo nuevo. —Cuéntenos sobre su vida, sus obras, sus proyectos, su actividad literaria. —Recuerdo que desde niño me gustó siempre escuchar, palpar y observar el mundo que me circundaba. Tal vez por ese motivo, a veces, me basta el sonido de una voz, una melodía musical, el trinar de algún pájaro, o contemplar el reflejo de un rayo de luz sobre el agua o la sombra acogedora bajo el árbol, para despertar intensamente y acabar escribiendo algún poema o alguna historia. Las historias que contaban mis abuelas o mi abuelo, las historias de mis tíos y tías, las historias de los obreros sindicalistas que visitaban a mi padre, los estudiantes universitarios que frecuentaban nuestra casa, las anécdotas de los vecinos, las luchas de los hombres y mujeres del campo, son parte de mi niñez. La vida intensa en la escuela y en la universidad, la pasión por el fútbol, la actividad político-social, los amores y desamores, la amistad, la solidaridad, fueron ingredientes claves en la etapa posterior de mi vida. Como también lo fueron las dictaduras (de botas y corbatas) que marcaron toda mi existencia en el Perú, desde la infancia hasta la salida al extranjero. En cuanto a mis escritos, tengo publicados tres libros de cuentos (en uno de ellos soy coautor) y un poemario editado recientemente cuyo título es Diario de estaciones, además de cuentos, poemas y crónicas publicados en revistas literarias de varios países. Como trabajo inédito tengo un libro de cuentos y un poemario, ambos culminados hace algunos años atrás. Actualmente estoy trabajando un nuevo poemario y sigo escribiendo cuentos. —¿Cómo define su poesía? —Pienso que el lector, aquella persona común y corriente como usted y como yo, es la más adecuada para tratar de interpretar lo que escribo. Lo que sí busco expresar a través de la escritura es, entre otras cosas, el amor a la vida, el reto a la muerte, el discurrir del tiempo en nuestras miradas y en nuestras manos, la perseverancia del hombre y la mujer en plasmar los sueños y en contribuir a la construcción de un mundo diferente. Por otro lado, tengo una formación literaria de carácter autodidacta y nunca me han atraído los textos librescos con ínfulas medievales. Todo lo contrario. Trato, con acierto o desacierto, de escribir de modo sencillo buscando reflejar mi época y mi tiempo, desplazándome entre los umbrales de la realidad y la fantasía, y al margen de los intereses mezquinos del mercado editorial. Pienso que hay que ser honestos con la vida, con los ideales y con la realidad que nos rodea. —¿Cree que el escritor es un ser obsesivo? —Más que obsesivo diría que el escritor o escritora es una persona apasionada, es un ser que no puede estar indiferente al modus vivendi y dedica su tiempo, su energía, su existencia, para tratar de engendrar y decir su palabra, para tratar de plasmar sus sueños y tal vez, los de otros. —¿Cómo ve la nueva poesía de estos últimos tiempos? —La poesía sigue existiendo, sigue sobreviviendo al paso del tiempo. A pesar de las dificultades (más aun en este dizque mundo moderno), los poetas, como todos los artistas y creadores, siguen perseverando, apostando por la vida y por los sueños. Eso me entusiasma, me llena de alegría. Al mismo tiempo, me parece bien que se democratice la literatura y que se expresen diversas perspectivas, diversos estilos. El Internet permite, en parte, contribuir a esta democratización de la literatura y el arte. —¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido? —Bueno, lo de si es necesario o no, es una opción personal que la respeto. En mi opinión sí considero que el escritor o escritora debe ser una persona comprometida no sólo con su obra, sino también con su realidad y con el tiempo que le corresponde vivir. No se puede dar la espalda ni se puede estar al margen de los sufrimientos, luchas y conquistas de los pueblos. El arte, la creatividad deben ir de la mano con el desarrollo humano. —¿Cuál es el fin de su poética? —Derrotar a las sombras, abrir las ventanas y dejar entrar la luz, la vida, los sueños, la esperanza. —¿Cuáles son los autores que influyen en su obra? —Los escritores que tienen un gran significado para mí tanto en prosa como en poesía son César Vallejo, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Mario Benedetti, Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Gioconda Belli, Javier Heraud, Bertolt Brecht, José Carlos Mariátegui, José María Arguedas, Edith Lagos, Roque Dalton, Francisco Umbral y José Hierro. —¿Qué libro nos recomendaría leer? —Recomendaría que lean todos los libros y textos que puedan y con los que se sientan realmente cómodos, es una opción individual. Al mismo tiempo hay que desarrollar e intensificar el hábito de la lectura. Pero no olvidar en hacer una lectura crítica de lo que se lee, es el modo de avanzar y seguir caminando. —¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a través de los años? —Siempre he pensado que el aprendizaje de cualquier conocimiento implica cometer errores y tratar de aprender de ellos. Eso significa que mi lenguaje narrativo y poético, con el transcurrir de la vida y el tiempo, va madurando poco a poco, en la búsqueda constante de mi propia voz. Tal vez nunca lo logre, pero lo importante está en intentarlo. Siempre hay que intentarlo. Mis poemas iniciales, por ejemplo en La soledad de las cigarras (libro inédito), tenían una carga de crítica social más notoria, me era más urgente el poema como instrumento de denuncia, de testimonio, de lucha, de ideal. En cambio los poemas posteriores condensados en Diario de estaciones muestran versos de carácter existencial y empleo metáforas de mayor carga íntima y emotiva. Vuelco la mirada a mi vida, la familia, los amigos, el paso del tiempo y los recuerdos. Pero pienso que hay siempre una constante en mi escritura, y es la de mostrar el drama humano apostando por los sueños y la esperanza. —¿Qué hace antes de escribir? —Lo que siempre hago antes, durante y después de escribir es escuchar música. Y ella varía dependiendo de mi estado de ánimo y de lo que voy a escribir o estoy escribiendo. Si estoy fuera de casa, me gusta mucho caminar, pasear, observar a la gente, sentir el pulso de la vida. Luego, al retornar, la noche, la música y la soledad son mis acompañantes indispensables en este viaje súper placentero que es la escritura. —¿Cómo ve usted hoy por hoy la industria editorial? Como autor, ¿qué soluciones le daría a este problema? —La industria editorial refleja el tipo de sociedad en que vivimos, es decir, todo se concibe como mercancía que se compra, se vende y brinda utilidades. Y el arte, la escritura, es más que eso. Desde que se mercantiliza la creación humana damos un salto al vacío, un alarido hacia los acantilados de la muerte. Pienso que la industria editorial debe ser parte de una sociedad que valore, estimule, respete y dignifique el arte, la cultura y la identidad de los pueblos. El Estado y los municipios deberían ser los responsables principales de la política cultural y editorial, implementando bibliotecas, estimulando la escritura, movilizando y acercando a las escuelas y a las familias, combatiendo el analfabetismo, sembrando esperanza en los niños y jóvenes. —¿Cree en los concursos o certámenes literarios? —Pienso que los concursos literarios son juicios subjetivos, por lo tanto, hay que tomarlos con mucha cautela. El tener un reconocimiento en algún concurso no significa ser el mejor. Hay que alegrarse, asumirlo con serenidad y sólo como una referencia, lo importante es seguir produciendo, seguir caminando. —¿Qué opina de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre literatura? —Pienso que el Internet, tal como comenté anteriormente, permite democratizar, en parte, la difusión literaria. Que cada quien exprese su palabra, me parece sumamente importante. Pero no debemos olvidar que no todas las personas tienen acceso a este avance de la comunicación. Muchos pueblos en el mundo viven silenciados, en donde ni siquiera tienen el derecho a satisfacer sus necesidades elementales. Para ellos, el Internet es un lujo o un fantasma. === María Estela Guedes y Floriano Martins ================================ === dirigen la Revista TriploV de Artes, Religiones y Ciencias ============ === “La prensa trata a su público como mero cliente” ====================== === Luís Reis ============================================================= Traducción: Gladys Mendía (http://www.letralia.com/firmas/mendiagladys.htm) (Nota del editor: dos de los más importantes editores digitales de habla portuguesa han echado todas sus cartas en un nuevo proyecto que reúne a los ensayistas de las dos orillas. En esta entrevista, realizada por Luís Reis, el gestor de contenidos de TriploG [http://www.triplov.com/blog], el blog de TriploV, y traducida para la Tierra de Letras por la escritora venezolana Gladys Mendía, ambos editores describen los alcances de la nueva publicación). LR: ¿De qué manera pretende la Revista TriploV de Artes, Religiones y Ciencias convivir con la versión ya existente de TriploV? MEG: Pretendo librarme de exceso de trabajo con los otros para quedar con tiempo para lo mío, Luís. Ya tú viniste a dar una ayuda, tomando cuenta de TriploG, el blog de TriploV. Una vez que te encargas de publicar las crónicas regulares y noticias que interesan al mundo triplóvico, quedo sólo con la creación de ensayo, y con ellos podemos crear una revista. Seis números por año dan una buena muestra, todavía quedo con trabajos extraordinarios que siempre aparecen y es necesario poner en línea, fuera de la revista. Vamos a ver cuántos años aguantamos en este altruista oficio, sin remuneración, teniendo a veces que convivir con personas que, en vez de mandar sus propios textos, nos estresan con anécdotas, falsos SOSs y verdaderos PPSs, bromas, linduras, todo aquello queda más allá de nuestra capacidad de prestar atención y por eso de dar respuesta. Por todo esto no te animo a favorecer medios de contacto, eso es muy gratificante ahora, por ser novedad y reconfortar el corazón, pero, cuando tu buzón de e-mail quede empapado con unas centenas o un millar de e-mails por día, vas a reaccionar borrando todo sin leer nada, o entonces vas a cerrar la puerta sin pedir el divorcio. No somos el Mesías, Luís. Si las personas quieren interactuar, no siendo creadores ni ensayistas, mandan un beso. Un beso es bueno, incentiva y no puede considerarse spam. Otras cosas causan depresión. Quien precisa de ayuda somos nosotros, vamos a ver si los cibernautas entienden, enviando sólo lo que les pedimos: colaboraciones por ellos firmadas, en formato .txt o .doc e imágenes, aparte, hasta 500 pixeles de alto, en formato .jpg. FM: No hay conflicto sin expansión. Todo material que circula en el ciberespacio permanecerá en su lugar de origen, a través de TriploV y de Agulha, como minas de visitación. Los lectores seguirán teniendo acceso al índice general de las dos publicaciones. Revista TriploV de Artes, Religiones y Ciencias posee un carácter un tanto distinto como alcance y con sus particulares editoriales, de orden estructural y de contenido. LR: Qué llevó esta nueva revista a lanzar su número inicial como un calco-homenaje a la edición especial Agulha 70? MEG: ¡Esa es una pregunta inquietante, Luís! Hay abismos insondables en el corazón de los secretos y viceversa. Digamos que me facilita la vida iniciar la revista con la papilla hecha, pues quedo con la estructura de Agulha, que es muy simple. Al mismo tiempo, homenajeo, sí, porque es bonito repetirla en este día, mes o año de su décimo aniversario, y con un número tan mágico como es el 7, si nos olvidamos del cero. Agulha es la revista en portugués de mayor audiencia en el planeta. Merece más de este homenaje, merece que la asalten y le quiten alguna sustancia cenicienta, es por eso que TriploV fue allá a raptar a Floriano Martins. Entonces nuestro número 1 va a ser el número 70 de ella, nada más original de lo que nosotros comenzamos en el medio o en el finalcito, ¿no es verdad? Por el principio, cualquiera comienza, pero nosotros somos artistas y no cualquiera. Y como ya obtuvimos sin esfuerzo el número 1, solicitamos colaboración para el número 2 y siguientes. Estamos abiertos a la participación de jóvenes, estimulamos la novedad, la extravagancia, la sustancia, la irreverencia. No aceptaremos propuestas de reproducción de valores, claro. Los trabajos, en Arial 12, negro, simple, deben venir acompañados por foto y nota biobibliográfica del autor. FM: Fue inicialmente una grata sorpresa para mí la idea de María Estela Guedes. Es verdad que tenemos, a lo largo de la última década, una bonita historia de complicidades, tanto en el plano virtual como en el mundo impreso, con la publicación de libros nuestros, en Brasil y en Portugal, participaciones en eventos, etc. Practicamos una saludable fraternidad que mejor alimentaría nuestra época si fuese más frecuente entre poetas y artistas. Este calco-homenaje, por lo tanto, es una afirmación valiosa de lo que podemos alcanzar en nombre de la fraternidad. LR: Dos ya conocidos y reconocidos editores se reúnen en esta nueva compañía editorial. Eso significa también la unión de dos países, dos culturas y la posibilidad de crearse una mesa de encuentro de toda la comunidad lingüística portuguesa. ¿Hay planes en este sentido? MEG: TriploV sin Brasil no es TriploV. Comencé con Magno Urbano, ingeniero de sistemas, que ahora es portugués, con quien me fui habituando al habla, escritura y cultura brasileñas. Nuestra mayor audiencia está en Brasil. La mayor parte de nuestros colaboradores está formada por brasileños, brasileños que viven en Brasil o hacen maestría o doctorado en universidades europeas y de la América del Norte. Mis libros comienzan a ser publicados en Brasil, esto en directa influencia del casamiento Agulha-TriploV y mis trabajos en la Apenas Libros y CICTSUL. Yo misma ya escribía un portugués medio carioca o curitibano, antes de la discusión del Acuerdo Ortográfico. Ya conozco bien a Floriano, él siempre apoyó a TriploV y se movió dentro de él como en su casa. No siento que las dos culturas tengan aspectos oponibles o irreconciliables. Se enriquecen una a otra y, en mi opinión, el muro de las diferencias culturales a saltar es, sobre todo, el lingüístico, a pesar de que hablamos la misma lengua. De resto, somos perfectamente casables. Cuando yo fui aceptada como colaboradora de Agulha, mi nombre apareció allá como Estela Guedes Martins, por eso, sin escribirlo, Floriano Martins, para nosotros, fue siempre Flor Martins Guedes. Nuestro trabajo es a veces tan aburrido que sólo en una de gozo y seducción lo vamos ultrapasando. Es una alegría ver todo listo, en el aire. Pero lo que pasa tras bastidores a veces da dolor de dientes. En cuanto a la creación de una mesa de encuentro de toda la comunidad lingüística portuguesa, eso es fácil, técnicamente, si estás pensando en Internet. Tenemos chat, foro y podemos instalar cualquier otro dispositivo interactivo o crear una lista de discusión. TriploV es un pequeño servidor, aguanta una cantidad de cosas, imposibles en los blogs. Es cosa de hablar con Magno. Si piensas en mesa presencial, Floriano ya es curador de un gran encuentro internacional con esas características, la Bienal del Libro de Ceará. FM: Evidentemente que se trata de una oportunidad inaceptable de ser olvidada. Hay una inmensa retórica revistiendo el tema, en que la llamada reforma ortográfica más nos aleja de lo que nos aproxima. Orientar y ampliar el debate sobre la diversidad cultural de los países de lengua portuguesa será una de las tónicas de la Revista TriploV de Artes, Religiones y Ciencias. Así como ya estamos haciendo en Brasil, a través de la colección Ponte Velha, de la Escritura Editora, donde tenemos ya autores de Portugal, San Tomé y Príncipe, Cabo Verde y Mozambique, trataremos de sistematizar, en esta compañía editorial, la presencia múltiple y riquísima de la cultura —no sólo de la literatura— de todos estos países. Sin embargo, la revista no se limitará a este ambiente cultural. Tratará oportunamente de temas ligados al que propone su título, con la singularidad que tales temas exigen. LR: ¿Cómo pretender lidiar con lo que supongo sea una nueva configuración de pauta, nueva estructura editorial, considerando que no se va a repetir el mismo patrón de TriploV y Agulha? Pienso en esto inclusive por el alcance insólito de reunir en una misma publicación las artes, las religiones y las ciencias. MEG: Artes, religiones y ciencias, todo plural, sí. Cuento con los cibernautas, claro. El TriploV tiene ocho años, casi dos gigas ocupados con contenidos —documentos html e imágenes. Nunca hice pauta, conté siempre con la suerte, raramente pedí esto o aquello, y la verdad es que los colaboradores, si fallaron, fue por exceso y no por defecto. Ya aquí dejé expresado el deseo de que colaboren cuantos sean, plis, o allá tendremos un ataque de nervios: no manden nada anónimo, escrito por el amigo, no manden nada que no sea para publicar, no manden textos que no fueron revisados porque AVISO A LA NAVEGACIÓN: No corregimos textos después de puestos en el aire. Claro que Floriano va a querer pauta, va a querer temas, va a querer pedir textos sobre el tema al autor A, B y C. Eso es posible hacerse con brasileños, que son diligentes, rápidos, conocen Internet, saben lo que vale ser publicados en TriploV y en Agulha y hasta lo mencionan de hecho en los currículos académicos. Saben que de TriploV pueden saltar para ediciones en libro, ir a coloquios, tertulias, ferias y congresos. Con portugueses, no. Los portugueses son dotados de extraordinaria imaginación y sentido crítico pero, en términos tecnológicos, todavía viven en la era de la Bic EsferaFina, algunos en la de Bic Lascada. FM: Es verdad, no es fácil librarse de la lagartija de Agulha o del huevo del TriploV (risas). Son símbolos ya presentes en nuestro inconsciente. Curiosamente veo que el compañerismo es una ocurrencia natural de nuestra amistad, de la afinidad que siempre tuve con María Estela Guedes, y que el gran desafío que tenemos será el de la creación de una nueva logomarca para la Revista TriploV de Artes, Religiones y Ciencias. En cuanto a la configuración en sí, la estructura de la revista debe seguir un libreto de galerías (o sesiones, si quieren) que respondan por esta triple vertiente —este es nuestro TriploV— que abrigará las artes, las religiones y las ciencias. Y lo hará en la forma de textos, imágenes, sonidos, videos, cubriendo toda la esfera de posibilidades que la Internet nos permite. Se trata de un proyecto ambicioso que recogerá, además de la propia publicación en sí, todo un conjunto de acciones que seguimos articulando María Estela Guedes y yo. LR: ¿Pueden hacer un balance de la consistente aventura editorial que llevaron a término en Agulha y TriploV? MEG: Agulha, ya lo dije, es en este momento la más importante publicación electrónica en lengua portuguesa. Su importancia es intrínseca, como repositorio de información y cultura literaria, y extrínseca, por esto si entiendo que su esfera de influencia ultrapasa las fronteras de lo virtual para interactuar con lo presencial. Claudio Willer y Floriano Martins, editores de Agulha, establecieron contacto con innumerables escritores brasileños y de otros países y promovieron el contacto entre ellos. Son embajadores de Brasil en el mundo. TriploV es más joven dos años, siempre fue más pluridisciplinar y por eso puede parecer caótico, mis criterios de publicación han sido más estratégicos que estéticos, y además de eso se me hace difícil hablar de mí. De cualquier modo, los resultados y la esfera de acción de ambos es similar. TriploV también es un vehículo poderoso, en términos de audiencia. FM: Agulha me parece que cumplió, en sus 10 años de aventura editorial, el papel que motivó su existencia: el de transformarse en una mesa de debate de los principales temas que envuelven la cultura y las artes en nuestro tiempo. Cuando surgimos no había este espacio en la prensa de Brasil. Virtual o impresa, esta área permanece aún con enorme carencia, ya casi del todo naufragada en las aguas del entretenimiento, sin ofrecer al público un espacio de reflexión, conocimiento, multiplicidad de oportunidades, y no apenas la información con carácter comercial. En general, la prensa trata a su público como mero cliente, lo que es una lástima, y el área del llamado periodismo cultural acabó adoptando una fórmula. Agulha fue un espacio prácticamente solitario, a lo largo de una década y con 70 números publicados, una mesa llena que tiene en su acervo —su madera de ley— una media de 1.800 ensayos y entrevistas, de los más diversos temas, verdadera práctica de política cultural en un país más afecto a la intriga cultural. Y fue más allá de la simple edición de sus números: sus editores fueron invitados para eventos literarios en diversos países; definió contratos editoriales también en el ámbito internacional; amplió el espacio de difusión de innumerables revistas, inclusive con un intercambio de ediciones especiales dedicadas a algunos países; y claro: ahora estamos aquí, dando a este carácter cultural una nueva configuración, a través de la creación de la Revista TriploV de Artes, Religiones y Ciencias. Evidente que Agulha se tornó un consistente vehículo de reflexión y circulación de ideas. Sin duda que sus lectores se reconocen en ella. ** Luís Reis luisreis@triplov.com Historiador portugués (Tavira, Algarve, 1971). Es licenciado en historia, mención patrimonio cultural, con un posgrado en ciencias documentales y de la información, mención archivos. Gestiona los contenidos de TriploG (http://triplov.com/blog), el blog de la revista digital TriploV (http://triplov.com). ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === El presente como un punto decisivo en la historia ===================== === Reflexiones a partir de un artículo de Barry Buzan ==================== === Musa Ammar Majad ====================================================== Barry Buzan, profesor de estudios internacionales en la Universidad de Westminster y director de proyectos del Instituto de Investigación por la Paz de Copenhague, nos presenta, en su artículo “The present as a historic turning point” (1995), un resumen de acontecimientos diversos sucedidos a lo largo del siglo XX para señalar, palabras más, palabras menos, nuestro carácter como “punto decisivo en la historia”. Podemos preguntar: ¿qué historia? ¿Qué punto decisivo? ¿Por qué nosotros? Las respuestas no son menos interesantes. Desglosemos. Desde 1914 a 1989 tenemos acontecimientos e inclinaciones ideológicas como la Primera Guerra Mundial, el comunismo, la Revolución Rusa, el fascismo militarista en Italia, Alemania y Japón, la gran depresión económica en el mundo, la conflagración de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Sabemos que la Guerra Fría fue el “enfrentamiento” que tuvo lugar durante el siglo XX, desde 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta el fin de la URSS y la caída del comunismo que se dio entre 1989 (Caída del Muro de Berlín) y 1991 (golpe de estado en la URSS), entre los bloques occidental-capitalista, liderado por Estados Unidos, y oriental-comunista, liderado por la Unión Soviética. Este enfrentamiento tuvo lugar en todos los niveles: político, ideológico, económico, tecnológico, militar e informativo. Ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al conflicto “Guerra Fría”. Estas dos potencias se limitaron a actuar como “ejes” influyentes de poder en el contexto internacional y a la cooperación económica y militar con los países aliados o satélites de uno de los bloques contra los del otro. Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos comprometidos, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. ¿La razón? No otra que implantar su modelo de gobierno en todo el planeta. Por ello es que Buzan enfatiza que la “manera más fácil de entender esta era, y particularmente su final, es verla como una tercera guerra mundial”, aunque, aclara, “la Guerra Fría no implica largas escalas peleando entre sus principales antagonistas” (1995). “Seguridad” es, por ende, la palabra clave. Así, y en otra parte, Buzan señala que el concepto de seguridad fue adquiriendo mayor complejidad y tiene principalmente las características de multidimensionalidad y de globalidad. Es por ello que se pueden distinguir cinco dimensiones para definir a la seguridad; ellas son la militar, la política, la económica, la social y la medioambiental. Ninguna de éstas opera de manera aislada con respecto a las otras. Por ello se puede considerar que “en lo militar, seguridad se refiere a las capacidades ofensivas y defensivas de los estados y a las percepciones de los estados sobre las intenciones de otros. Seguridad política se refiere a la organización de los estados, sistemas de gobierno e ideologías que dan legitimidad a otros estados. Seguridad económica tiene que ver con el acceso a recursos, finanzas y mercados necesarios para sostener niveles de bienestar a la población y estabilidad de los estados. Seguridad del sistema social se refiere a la capacidad de la sociedad de mantener los elementos de identidad cultural, de lenguaje, religiosas y de identidad nacional, adecuados a patrones socialmente aceptados. Y seguridad ambiental es entendida como aquella que permite que los otros sistemas se apoyen” (Pardo, 1999, p. 10). Estas distinciones son relevantes pues se concatenan, siempre según Buzan, con distintas eras de dominación occidental, tales como: • Siglo XVI: la destrucción de las civilizaciones inca y azteca en América. • Siglo XVII: la consolidación del control europeo sobre el comercio de transporte asiático, la colonización de América, la ocupación de Siberia por los rusos, y el triunfo territorial del estado soberano como la forma básica de organización política europea. • Siglo XVIII: el envío de masas de esclavos de África a América y los principios de las revoluciones nacionalistas e industriales. • Siglo XIX: la apertura de Japón y China por fuerzas militares, las migraciones de masas de europeos a América, África, Siberia y Australia, la conquista de África y la penetración del Oriente Medio, el florecimiento de diversos nacionalismos, la revolución industrial y el comienzo del uso de principios de comercio libre en las relaciones internacionales y económicas. Entonces, siglo XX: las guerras mundiales y esa “tercera” guerra mundial que fue la Guerra Fría. A todas luces aparece un hecho evidente, el cual no es otro que la batalla de las ideas, de las ideologías, de las tendencias. Esta confrontación centenaria entre distintos actores e inclinaciones del pensamiento arroja, para Buzan, ganadores y perdedores. Resulta bastante interesante simplificarlos. Los perdedores son el monarquismo absolutista, los Imperios, el fascismo, el comunismo. Los ganadores son la prevención de la guerra entre los grandes poderes, lo económico, la determinación nacional, la ciencia y la tecnología como valores sociales, el estado territorial. Particularmente, y ya asumiendo una postura crítica respecto a Buzan, podemos afirmar que, si bien la desintegración de la Unión Soviética implicó el fin de la estructura bipolar del sistema internacional (alterando las dinámicas regionales en el noreste de Asia, por ejemplo), unido a la apertura de China, lo anterior significó la supresión de la amenaza comunista y su reemplazo por un deseo compartido de mantener la estabilidad regional. No obstante, hoy en día, según lo podemos ver a diario en los medios de comunicación, noticias locales y/o internacionales, ya tan acostumbrados por las guerras en Kuwait, Irak, Afganistán, Yugoslavia, el Norte de África, entre otras, asistimos día a día a la participación protagónica de uno de esos “triunfadores” descritos por Buzan: la prevención de la guerra. Es curioso que en un mundo donde las relaciones internacionales exigen como dinámica la prevención de los conflictos armados, éstos estén a la orden del día y en cualquier parte. Pensemos. La prevención del conflicto armado o violento se ha constituido en una creciente preocupación de la comunidad internacional, dando lugar, en años recientes, a una serie de iniciativas y acciones por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organizaciones regionales, estados y organismos internacionales, y redes y organizaciones de la sociedad civil. Aunque la prevención de conflictos armados en el mundo remite a la existencia misma de la ONU, el desarrollo del conflicto de la Guerra Fría, en el marco de la división del mundo en bloques ideológicos encolumnados detrás de potencias con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, la competencia política, económica y militar imperante y los enfrentamientos a través de estados-clientes, dificultaron el despliegue de acciones tendientes a su implementación. Sin embargo, la finalización del conflicto de la Guerra Fría dio oportunidad a la ONU para su creciente involucramiento en la prevención y resolución de conflictos armados o violentos, en un ámbito no restringido a los conflictos entre estados. La erupción del conflicto armado en la ex Yugoslavia, con las dramáticas consecuencias desencadenadas en Bosnia (1992-1995), y especialmente el genocidio producido en Ruanda, donde un número de entre 500.000 y 800.000 seres humanos fue exterminado en el lapso de tres meses, puso ante la conciencia moral de la humanidad y ante la ONU la necesidad de profundizar la capacidad de impulsar acciones orientadas a prevenir el conflicto armado o violento. En este contexto, tuvieron lugar una profundización de la acción y, al mismo tiempo, un desarrollo conceptual en materia de prevención del conflicto armado o violento. Este desarrollo, inicialmente promovido por la ONU, se extendió a organizaciones regionales, y a los estados, y progresivamente fue involucrando a otros actores, como la sociedad civil y el sector privado. Ante este panorama y este juego de actores y de acciones podemos preguntarnos entonces si de verdad se está previniendo el desarrollo de conflictos armados, de pequeñas o grandes guerras, de masacres y exterminios. Ante tantas conceptualizaciones sólo una cosa es segura: sólo el tiempo lo dirá. Referencias bibliohemerográficas • BUZAN, Barry (1995). “The present as a historic turning point”, en Journal of Peace Research, vol. 30, Nº 4, pp. 385-390, Londres. • PARDO, Rafael. “Los nuevos elementos de seguridad para América Latina”, ponencia presentada en el Foro sobre Seguridad Hemisférica convocado por la Comisión de Seguridad Hemisférica de la Organización de Estados Americanos en Washington, DC, 19 y 29 de abril de 1999. La definición de seguridad que utiliza el autor proviene de Barry Buzan: “New patterns of Global Security” in International Affairs, Vol. 67, Nº 3, pp. 431-451. • SERBIN, Andrés (coord.) (2007). Paz, conflicto y sociedad civil en América Latina y el Caribe. Buenos Aires: Icaria. ** Musa Ammar Majad musamajad@hotmail.com Investigador venezolano (Táriba, Táchira; 1977). Licenciado en letras por la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve). Dirige la Coordinación de Eventos Educativos del Museo de Artes Visuales y del Espacio (San Cristóbal, Táchira), donde ha llevado adelante el Centro de Investigaciones Históricas, Artísticas y Culturales y el proyecto de registro y catalogación de la colección permanente, entre otras actividades. En 2004 recibió la orden Luis María Rivas Dávila, de la ULA, por su alto desempeño académico. ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** El último día del último verano Alberto Bellido Esteban *** Poemas Carlos Ardohain *** El gallo Delfina Acosta *** Poemas José Agustín Aguilar Solórzano *** La misma, dos veces Raquel Rivas Rojas *** Poemas Sergio Ortiz *** Dos personajes Sergio Manganelli *** Poemas Cristián Basso *** Epitalamio Montague Kobbe *** Poemas Manuel López Quiroga *** Una tarde cualquiera Anitzel Díaz *** Poemas Ángela Gentile *** Auxilio en carretera Carlos Manzano *** La coronación de Michelle Aníbal Bustamante *** La espera Milly Epstein Jannai *** Poeta Miguel (adaptación con cante flamenco con textos de Miguel Hernández) Selección de textos y dramatización: Jota Siroco === El último día del último verano Alberto Bellido Esteban ========== Siempre era así: cada tarde, después de la obligatoria siesta veraniega, nos bajábamos al río en nuestras bicicletas. En el pueblo no había gran cosa que hacer, y preferíamos un baño refrescante antes que abrasarnos en las calles incendiadas por el sol de julio o agosto. Aunque a veces bajábamos solos, también había días en los que nos acompañaban las chicas, y esos días eran los mejores. El río, la verdad, era poco más que un humilde arroyo cuyo cauce serpenteaba encajado entre rocas y altos árboles, y que en algunos puntos se remansaba formando piscinas naturales de agua turbia y muy fría. Era en estos lugares donde la gente se bañaba, y nosotros solíamos ir a uno que llamaban “el merendero”. Se trataba de una zona sombreada en la que habían instalado varias mesas que siempre parecían ocupadas por las mismas familias; formaban parte del paisaje habitual de aquel sitio el transistor a todo volumen, la bolsa nevera en la que parecían caber alimentos suficientes para alimentar a una familia durante todo un año, y el inevitable grupo de mocosos que no paraban de alborotar ni un solo minuto. Era un lugar agitado y ruidoso, pero a nosotros no nos importaba, porque aparte de poder bañarnos también había un kiosko en el que servían bebidas y que tenía una máquina de pinball a la que dedicábamos una parte considerable de nuestra paga semanal. Verano tras verano, Alfonso batía el record de la máquina, y sus hazañas con los dos botones que controlaban la bola le convirtieron en un héroe al que todos pretendíamos emular sin demasiada fortuna. El verano en el que descubrimos que la habían sustituido por una más moderna máquina de naves espaciales, supuso algo así como el trauma inaugural del fin de nuestra infancia, aunque pronto nos rendiríamos al nuevo ingenio electrónico, mucho más entretenido y sencillo de manejar, y olvidamos a la vieja máquina de pinball. Todos, menos Alfonso, cuya destreza aniquilando marcianos nunca sobresalió de la del resto. Cuando bajaban las chicas con nosotros, sacrificábamos encantados las horas de juego con la máquina recreativa. Entonces eran otros entretenimientos los que nos mantenían ocupados. En esas tardes apenas salíamos del agua, y el tiempo pasaba tan veloz que siempre nos quedaba un regusto amargo al final del día, cuando regresábamos al pueblo en nuestras bicicletas y el sol se empezaba a ocultar. Hubiésemos deseado que esas tardes no se acabaran nunca. Las chicas eran el centro de la diversión, y todo lo que hacíamos tenía como única finalidad llamar su atención: nos zambullíamos acrobáticamente en el agua saltando desde lo alto de una roca, las perseguíamos para hacerles aguadillas, las subíamos en nuestros hombros para que lucharan entre ellas... Cuando no estábamos en el agua, nos sentábamos en círculo sobre las toallas y jugábamos a las cartas. Las chicas eran Carla, Mónica, Laura, Patri y las gemelas, Noelia y Sara. Nosotros éramos Alfonso, Raúl, Mario y yo. Había días en los que se nos sumaba también Jorge, pero para su desgracia era un pésimo estudiante, por lo que se pasaba las tardes de verano castigado, repasando los libros y haciendo los deberes para recuperar las asignaturas que, siempre en número superior a cuatro, le quedaban curso tras curso. Y sin embargo, a pesar de su aparente infortunio, era el único de nosotros que podía presumir de tener pareja. La chica era Patri, y su relación, hasta donde nosotros habíamos sido testigos, no iba más allá de algunos gestos ingenuos, como caminar cogidos de la mano cuando por las noches salíamos del pueblo y recorríamos los caminos que lo rodeaban bajo la luz de la luna y las estrellas, o darse un rápido beso en los labios al despedirse, siempre angustiados por si los veían sus padres o algún familiar. A pesar de la aparente inocencia de su relación, el resto de la parte masculina del grupo nos moríamos de envidia, y cada vez que nos quedábamos a solas con Jorge le bombardeábamos con preguntas del tipo “¿Le has besado con lengua?”, “¿le has metido mano por debajo de la camiseta?”, “¿y de la falda?”. Nuestra curiosidad no tenía límites, y tampoco nuestra sobrehormonada imaginación de adolescentes. A nuestras preguntas él invariablemente contestaba encogiéndose de hombros mientras nos mostraba una amplia sonrisa satisfecha que sembraba en nuestros corazones la duda de hasta dónde había sido capaz de llegar con ella. Aunque intentara disimularlo, se le notaba lo mucho que disfrutaba con nuestros interrogatorios. En cuanto al resto, lamento decir que no éramos tan afortunados. En mi caso, la chica que a mí me gustaba era Laura. Pero Laura era la chica más seria del grupo y parecía siempre molesta conmigo, seguramente porque lo sabía y disfrutaba con la sádica inclinación femenina de hacer sufrir a quien se interesa por ellas, por lo que a veces me cansaba de su indiferencia y me sentía atraído por Mónica, mucho más simpática y dispuesta a reír con mis bromas, aunque a mí me pareciese menos guapa. Indudablemente, Carla también me gustaba (qué tontería, a todos nos gustaba Carla), y por supuesto Noelia y Sara, que eran idénticas y tenían unos ojos azules tan claros que cuando te miraban parecían capaces de hipnotizarte. Supongo que lo que me pasaba era que, en mayor o menor medida, me gustaban todas. La única en la que no me hubiese permitido pensar de esta forma era en Patri... y era normal, porque ella era la chica de mi amigo. Con eso, creía, estaba dicho todo. Aquel verano acababa de cumplir los quince años y estaba convencido de que había atravesado la línea que separa la infancia de la edad adulta. Fumaba cigarrillos a escondidas de mis padres, había probado en varias ocasiones la cerveza y otras bebidas alcohólicas, y presumía de las chicas con las que había estado y lo que había hecho con ellas. Era falso. Todo lo que sabía acerca del amor lo había visto en la televisión o se lo había escuchado a algún amigo más experimentado que yo. Pensaba constantemente en las chicas pero, por lo visto, ellas tenían cosas más interesantes en las que preocuparse que pensar en mí. Fui al pueblo en julio y las cosas parecían no haber cambiado nada desde el año anterior. Siempre era así: aunque no nos veíamos más que un par de meses durante el verano, nunca nos sentíamos incómodos al reencontrarnos, ni jamás tuvimos problemas para retomar nuestra amistad en el mismo punto en el que la habíamos dejado. Por algún motivo que se me escapa, siempre los sentí más cercanos que al resto de mis amigos que dejaba en la ciudad, con los que pasaba la mayor parte del año. Era como si el tiempo que pasábamos separados no tuviese peso en nuestras vidas, y tenía la impresión de que eran esos dos meses que compartíamos en el pueblo los únicos que importaban. No había transcurrido ni un solo minuto desde nuestro reencuentro, y ya estábamos gastándonos las mismas bromas de siempre, planificando las excursiones en bicicleta que haríamos ese año, preguntando por las chicas con ansiedad... como si nos hubiésemos separado la noche anterior y el tiempo entre medias —casi un año— no hubiese existido. Ese verano descubrimos que las chicas podían ser aun más maravillosas de lo que siempre nos había parecido. Sus cuerpos empezaban a despojarse del candor y la falta de sensualidad propia de la infancia, y se insinuaban ya las formas que a partir de esa edad, literalmente, nos harían perder la cabeza. Muchas de ellas empezaban a usar sujetador, y se convirtió en nuestra diversión favorita el contemplar admirados la maravillosa irrupción de aquellas formas que desafiaban la gravedad con gracia y firmeza debajo de sus camisetas. Verlas en bañador era un espectáculo que por sí solo justificaba nuestra existencia, y los días que ellas no bajaban al río empezaron a parecernos tristes y aburridos. Sólo nos divertíamos si ellas estaban con nosotros, y esto sí que suponía toda una novedad. Patri y Jorge siguieron adelante con su relación, y enseguida comprobamos que ese año el periodo que habían pasado separados parecía haber intensificado la fuerza de su amor. O quizá lo que pasaba era que habían dejado de ser unos niños y las necesidades no eran las mismas que las de antes. Ahora ya no se separaban ni un solo momento. Aunque íbamos siempre en grupo, parecían vivir en una dimensión en la que sólo estuviesen ellos dos. Aprovechaban cualquier ocasión para quedarse rezagados del resto, y al final uno tenía la impresión de que se pasaban el día besuqueándose. Y ya no eran esos superficiales y breves besos de antes, sino que nos obsequiaban con largos y nada inocentes besos con lengua incluida. “Es un baboso”, comentábamos el resto de los chicos cuando ellos no nos escuchaban, fingiéndonos escandalizados, “le va a pegar todos sus microbios”. En realidad, lo que nos sucedía era que apenas lográbamos reprimir nuestra envidia, máxime cuando nuestros intentos por emularle con las demás chicas acababan inevitablemente en sonados fracasos. Al parecer, éstas eran mucho menos complacientes que Patri, o quizá fuera simplemente que no les gustábamos lo suficiente. Lo máximo que conseguimos fue que en una velada en la que jugamos a la botella, Noelia y Sara accedieran a besar a un afortunado Alfonso, pero sólo como parte del juego y más bien a regañadientes. Para mi desgracia, también esa noche yo me quedé sin beso. —¿Qué se siente? —le pregunté en una ocasión a Jorge. Estábamos los dos solos, no recuerdo dónde se habían metido el resto, y jugábamos a tirar piedras a una botella de vidrio que habíamos colocado sobre un peñasco—. Quiero decir... cuando besas a Patri. Una piedra lanzada por Jorge rozó la botella y la desplazó unos centímetros sin romperla. —Eso no se puede explicar —contestó sin mirarme, la mirada fija en la botella mientras se preparaba para un nuevo lanzamiento—. Es algo muy húmedo y suave. Después de besarla, durante unos minutos tienes la sensación de estar caminando sobre un colchón de agua, o flotando sobre una nube. No entendí demasiado de aquella explicación excesivamente poética y, según me pareció entonces, exagerada, pero al parecer tendría que conformarme con esa descripción por el momento. Me resigné a pensar que eso es todo lo que aprendería acerca de los besos ese verano. Sucedió el último día de mis vacaciones en el pueblo. Al día siguiente volvería a Madrid, y el horizonte del instituto y los meses de otoño e invierno que se avecinaban se abatían sobre mi futuro como una condena a muerte. Las despedidas habían comenzado unos días antes con la marcha de Jorge, a la que habían seguido la de las gemelas, Mario y Laura. Detrás de cada adiós estaba la promesa de que nos volveríamos a ver al año siguiente. Siempre había sido así, y nadie podía pensar que esto cambiaría algún día. Aparte de los que ya se habían ido, esa tarde tampoco bajó al río Carla. Según dijo, tenía que preparar la maleta porque al día siguiente también se marchaba. Pero los demás no estábamos dispuestos a sacrificar nuestra última tarde de verano en el río, aunque los días eran más cortos, el sol no calentaba como antes (eran los primeros días de septiembre) y no apetecía demasiado darse un baño. Una de las cosas que más echaba de menos durante los meses de mi exilio en la ciudad era mi bicicleta. Ella había sido mi inseparable compañera durante el verano, y se había convertido en casi una prolongación de mi cuerpo. Pero ahora que se acababan las vacaciones, tenía que dejarla aparcada en el garaje de la casa de los abuelos, donde nadie la movía y acumulaba polvo y telarañas durante los siguientes diez meses. Así que esa tarde la cogí sabiendo que era la última excursión del año. Pedaleamos tristes mientras bajábamos por la pendiente que conducía al río, todos en silencio y concentrados en nuestros pensamientos. Nunca la tristeza era tan intensa e infinita como en aquellos días del fin del verano de nuestra adolescencia. Dejamos las bicicletas en el lugar en el que arrancaba la pista de tierra que nos llevaba al río. Por allí era imposible seguir con las bicicletas y había que continuar a pie, atravesando la abundante y seca maleza que crecía con abundancia y en desorden a ambas orillas del riachuelo. Al final de ese camino estaba la zona del merendero y el kiosko, así como la pequeña playa de guijarros en la que extendíamos nuestras toallas. A pesar de que aún era pronto y quedaban algunas horas de sol por delante, esa tarde los merenderos estaban vacíos. En ese momento supimos que las tardes de baño y gozosa indolencia al sol se habían acabado. La mayoría de las perennes familias que acostumbraban a pasar el día en el río habían emigrado a sus lugares de residencia durante el resto del año, y pronto en el pueblo ya no quedarían más que unos pocos ancianos inmortales encerrados en sus casas y el silencio que se adueñaría de las calles vacías. En la barra del kiosko, dos conocidos borrachos del pueblo apuraban sus cervezas, mientras los altavoces emitían el ritmo machacón de una canción que había sonado mucho durante el verano. Escucharla en ese ambiente alicaído y prematuramente otoñal resultaba extraño, como también era extraño llegar al sitio en el que solíamos sentarnos entre tanta gente y ver que estábamos solos. Nadie tenía demasiadas ganas de bañarse esa tarde. Yo me tumbé en mi toalla mientras el resto jugaban a las cartas. No me apetecía participar en el juego y prefería quedarme al margen. Durante un buen rato estuve contemplando la oscilación de las ramas de los árboles encima de mí, y cómo algunos débiles rayos de sol las traspasaban y fluctuaban entre el suelo y mi cuerpo. Las voces de mis amigos parecían venir de muy lejos, y tuve la impresión de que mi cuerpo ya no estaba allí completamente, que había empezado a desvanecerme y muy pronto no quedaría nada de mí en aquel lugar. Imaginé que en ese momento en Madrid, entre las cuatro paredes de mi habitación en las que colgaban los posters de mis futbolistas preferidos y varios carteles de películas de terror, entre mis libros y mis discos, empezaba a materializarme. —Voy a bañarme —anuncié de repente. Los demás me miraron como si me hubiera vuelto loco. No creo que a ninguno se le hubiera pasado por la cabeza la idea de meterse en el agua esa tarde. Tampoco pareció interesarles demasiado mi iniciativa, y enseguida volvieron a centrarse en la partida de cartas. Miré la superficie quieta y oscura del agua y por un momento dudé. Realmente no me apetecía bañarme a mí tampoco; simplemente quería sentir el contacto gélido del agua en mi piel para ver si así conseguía aparcar la tristeza, aunque fuera momentáneamente. Me despojé de la camiseta y sin mirar atrás ni pensarlo más me adentré en el agua. Sentí un latigazo en los tobillos, un impulso eléctrico que subió por las piernas y me erizó la piel de la espalda. Aun así, no me detuve, y cuando el agua me llegó a la altura de los hombros —sabía por experiencia que no me cubriría mucho más en ningún otro punto— me zambullí por completo y para entrar en calor empecé a nadar con vigorosas brazadas hacia las cañas que bordeaban la orilla contraria. Dentro del agua, una vez superada la impresión inicial, me empecé a sentir algo mejor. Dejé atrás el sitio donde se sentaban mis amigos y fui nadando hasta un islote muy pequeño cubierto de arbustos que cortaba el curso del riachuelo en dos. En ese lugar la vegetación de las orillas era más frondosa y me permitía permanecer oculto de la vista de mis amigos, protegido por una barrera de sauces que hundían sus ramas en el agua. Hasta allí me llegaban sus voces, les escuchaba discutir sobre algún lance de la partida de cartas, pero ni yo podía verlos a ellos, ni ellos a mí. Seguí nadando en esa misma dirección hasta llegar a un punto en el que el río se ensanchaba y formaba una piscina natural algo más pequeña que la que había en el merendero, y una vez allí dejé de nadar y me tendí de espaldas para quedar flotando boca arriba, haciéndome el muerto. No recuerdo el tiempo que estuve en esa posición, sin hacer movimiento ninguno, respirando pausadamente, sintiéndome ingrávido y tranquilo. Al rato escuché el chapoteo de alguien que se aproximaba nadando. Pensé que tal vez Alfonso o Raúl se habían animado a imitarme y darse un baño. Sin embargo, me sorprendí al ver que la que nadaba en mi dirección era Patri. Dejé de flotar y me incorporé. En el lugar en el que me encontraba, el agua me llegaba un poco por debajo del pecho. —¿Qué haces? —dijo al llegar a mi altura. Sin detenerse, siguió nadando a braza con la cabeza fuera del agua, e hizo algunos círculos alrededor mío. —Nada —dije yo. No tenía ganas de dar demasiadas explicaciones—. Me apetecía nadar un poco. —¿Te importa que me quede aquí contigo? —preguntó—. No quiero jugar más a las cartas. ¡Es tan aburrido! No esperó a que yo le contestara. Dando por hecho que no me importaba, cambió de estilo y siguió nadando de espaldas, adueñándose del oasis de tranquilidad que yo había descubierto con sus refinadas brazadas de nadadora experimentada. Reconozco que al principio me sentí algo irritado por su intromisión, como si hubiera algo importante que yo quisiera ocultar en ese lugar, pero enseguida se me pasó y agradecí que se quedara conmigo. No solía fijarme demasiado en Patri, la verdad. Era más o menos de mi misma estatura y tenía el pelo castaño muy largo que siempre llevaba recogido en una cola de caballo y los ojos marrones. Mi interés nunca había ido más allá de esta observación superficial de su apariencia externa, sin entrar en más detalles ni consideraciones. Esa tarde pude observarla con detenimiento. Descubrí con sorpresa que había algo en ella que nunca antes había observado, algo indescriptible y potente que me agradaba. Me gustó la manera ágil y estética que tenía de nadar, la forma en la que su espalda y sus brazos cortaban el agua sin apenas salpicar y la hacían progresar a una velocidad considerable, nada que ver con mi torpe bracear, que apenas me servía para mantenerme a flote. Avergonzado por mi poca destreza natatoria, prefería flotar a cierta distancia de ella, aguardando con impaciencia el momento en el que emergía del agua y me mostraba su torso bien proporcionado, sus curvas delicadamente modeladas por la tela elástica de un bañador azul oscuro que parecía resplandecer con la luz del sol que nos iluminaba. De haberse tratado de Mónica o de cualquier otra chica del grupo, no hubiera habido nada de extraño en esa situación. Con ellas era habitual esa sensación agradable y cálida que me llevaba a contemplarlas incansablemente, a querer estar cerca de ellas. Pero con Patri era algo completamente nuevo. Algo me decía que no debía estar allí, mirándola de aquella manera. Que no era una manera normal de mirar a la novia de un amigo. Comprendí que me encontraba en una situación peligrosa de la que más me valdría escapar si no quería meterme en problemas. Pero no lo hice; lejos de huir, permanecí en el mismo lugar, sintiéndome culpable pero sin dejar de mirarla. Después de un rato nadando, pareció cansarse de dar vueltas en aquel espacio tan reducido y se colocó a mi lado, por primera vez quieta desde que había llegado, mirándome muy seria a los ojos. Estaba a una distancia en la que, de haberlo querido, hubiese podido tocarla fácilmente sin necesidad de estirar demasiado el brazo. Sólo tendría que alargar un poco mi mano y mis yemas arrugadas por el agua sabrían cómo era el tacto de su piel. De repente, me invadió un temor intenso a que apareciera alguien en aquel lugar. Mis amigos se encontraban a apenas unos metros y podría aparecer cualquiera de ellos en cualquier momento. Giré la cabeza varias veces para cerciorarme de que no había nadie más. Todo parecía quieto y tranquilo. Resultaba extraño, pero lo único que deseaba era estar allí a solas con Patri, que nadie nos interrumpiera, poder prolongar ese instante y no dejar que se escapara como se habían escapado ya tantos otros momentos especiales de aquel verano. Podía haberlo hecho, pero una vez más no pude evitar abrir mi bocaza para hablar: —Es una pena que se haya ido Jorge y que no le vayas a ver hasta el año que viene. Le echarás mucho de menos, ¿no? Patri me miró con gesto de no comprender lo que le acababa de decir. Después, apartándose un mechón de pelo mojado que le caía sobre los ojos, respondió con vaguedad: —Oh, sí, claro. Es un buen chico. Pero no hablemos de Jorge, por favor. Oye, el agua está buenísima, ¿por qué no nadamos un rato? No nadamos. En vez de eso, avancé un paso más hacia ella. Pensé que retrocedería y se marcharía. Podía ver sin dificultad las gotas de agua que resbalaban por su frente, las arrugas que se formaban en torno a sus ojos al fruncir el ceño, la delicada textura rosada de sus labios carnosos. Podía sentir la sangre que palpitaba debajo de su piel. Una oleada de calor me sacudió el rostro. Lo siguiente que recuerdo es que nos estábamos besando. Fue tan rápido y sencillo que todos mis esfuerzos anteriores para conseguir besar a una chica me parecieron ridículos. No había hecho falta ninguna estrategia preconcebida, ni necesité decir nada ni actuar de manera ocurrente o graciosa. Ni siquiera se me había pasado por la cabeza que acabaríamos besándonos. Simplemente me callé —por primera vez en mi vida en el momento justo—, di un pequeño paso más hacia ella, y enseguida noté que sus labios se posaban en los míos y los apretaban con fuerza. Así de simple. No sería capaz de decir si la iniciativa fue mía o suya. En ese sentido, ni ella ni yo fuimos culpables, o lo fuimos en igual medida. Estaba tan sorprendido y asustado que me costaba respirar. Pasaron unos segundos —eternos mientras duró el beso, ridículamente breves al recordarlo después— hasta que ella se separó y me miró muy seria. Yo estaba temblando de arriba abajo. Patri no dijo nada. Se giró y la vi marcharse nadando en la misma dirección por la que había venido. No hice ningún gesto para detenerla ni añadí nada. No podía pedirle que se quedara conmigo. Además, hubiese sido incapaz de articular palabra alguna. Estaba demasiado ocupado tratando de averiguar qué era aquella sensación extraña que recorría mi cuerpo. Había besado por primera vez en mi vida a una chica. Se suponía que era el momento más importante de mi existencia y que debía correr a subrayarlo con rotulador rojo en el calendario. Pero no sentía la clase de exaltación que había imaginado que sentiría cuando fantaseaba con la idea de besar a una chica. Tampoco estaba arrepentido. Eso vendría más tarde. En ese momento sólo sentía frío, un frío intenso que se adhería a mi piel mojada y del que, lo supe desde el primer momento, me costaría mucho tiempo desprenderme. Regresamos al pueblo con el sol cayendo a nuestras espaldas, poco a poco ocultándose tras la ondulante línea del horizonte. Yo, acostumbrado a pedalear siempre en cabeza, a imitación de los esforzados ciclistas del Tour de Francia que veía durante las siestas del mes de julio, en cambio esa tarde me había quedado rezagado en último lugar y pedaleaba varios metros por detrás del resto del grupo. En cambio, Patri iba en cabeza, riéndose alegremente de un comentario que acababa de hacer Raúl, en apariencia feliz y relajada. Si le preocupaba lo que acababa de suceder entre nosotros, no lo demostraba. Yo, sin embargo, empezaba a no poder quitarme de la cabeza a Jorge. Fantaseaba, estremeciéndome, con lo que sucedería si algún día se enteraba. Y la idea de que no se enterase tampoco me tranquilizaba. El simple hecho de haber sido capaz de besar a su chica me parecía cobarde, ruin, algo que no sería capaz de perdonarme a mí mismo jamás: sabía que tendría que acostumbrarme a vivir con esta idea, y que no iba a ser sencillo. Pero por otro lado, compitiendo con estos pensamientos, estaba la sensación que me había dejado el beso una vez superada la impresión inicial que me había impedido reaccionar. No flotaba, no caminaba sobre las nubes, no escuchaba música de violines ni la primavera volvía a florecer, pero aún podía cerrar los ojos y era como si acabasen de separarse nuestros labios. Pensar en el rostro de Patri en el instante previo a que sus labios y los míos se encontraran me producía un estremecimiento imposible de dominar. Ese recuerdo también me acompañaría siempre. Y era un buen recuerdo, algo que no querría olvidar jamás. Nuestros caminos se bifurcaban antes de entrar en el pueblo. Yo tenía que coger un camino que lo bordeaba para dirigirme a la zona de chalets de las afueras donde estaba la casa en la que veraneaba junto a mis padres, separándome del resto del grupo, ya que todos los demás vivían en el mismo pueblo. Me despedí uno a uno de mis amigos, prometí que escribiría cartas durante el invierno a sabiendas de que era la promesa que hacía siempre y que casi nunca cumplía, les aseguré que no me olvidaría de ellos y que nos volveríamos a ver al verano siguiente. Nos esforzamos por no parecer tristes, pero yo, por lo menos, no lo conseguí. La última en acercarse fue Patri. Me dio un beso en la mejilla, y ese gesto me pareció ridículo en comparación con lo que había pasado entre los dos hacía unos momentos. Antes de separarse, me susurró en voz muy baja al oído: —No le des más importancia de la que tiene. Es sólo un beso —me aseguró—. Jorge no se enterará nunca por mi parte. Será nuestro secreto. Hasta el año que viene... —Hasta el año que viene... —musité tristemente antes de verla alejarse con los demás. Sólo un beso, me repetí mentalmente. Según ella, eso había sido todo. Sólo un beso... Como si fuera algo que sucediera todos los días. Me di la vuelta y empecé a pedalear en mi dirección. Antes de doblar una curva tras la cual se perdía de vista el pueblo, me giré y miré hacia donde ellos se habían dirigido con la esperanza de ver a Patri por última vez. Pero ya se habían perdido en el entramado de las primeras casas blancas del pueblo. Tendría que esperar un año para volver a verla, a ella y a todos los demás. Sonaron las campanadas del reloj del ayuntamiento dando las ocho. Me bajé de la bicicleta y empecé a caminar llevándola cogida del manillar. No tenía ninguna prisa por llegar a casa. Mi madre estaría terminando de hacer las maletas y mi padre le ayudaría a regañadientes, haciendo gala del mal humor que se le ponía siempre que íbamos a iniciar un viaje. Me estremecí súbitamente. Volvía a pensar en el beso de Patri en el río. Se había levantado algo de viento que soplaba desde los campos de cultivo situados a mi izquierda, golpeándome en el rostro y revolviéndome el pelo, y en él no encontré ni rastro de la bochornosa sensación que se adensaba en el aire cuando a última hora de las tardes de julio o agosto regresaba a casa después de haber pasado la tarde en el río. Hacía fresco y pronto anochecería. Definitivamente, el verano había terminado. ** Alberto Bellido Esteban alberbelli@yahoo.com Escritor español (Madrid, 1976). Textos suyos han aparecido en las revistas Macondo (Aranjuez, España) y Metamorfosis (de la escuela de escritores Hotel Kafka, http://www.hotelkafka.com; Madrid, España). === Poemas Carlos Ardohain =========================================== *** llueve sobre el mundo Está lloviendo sobre Magritte el tiempo hace una cabriola en el aire, retrocede un poco, da una curva cerrada y vuelve a pasar por el mismo lugar la culpa no la tiene el pintor mental pero el aire está muy liviano hay mesas puestas para la cena que flotan mansamente en medio de la sala el asesino contempla su crimen por la ventana con el rostro semicubierto por el humo de la pipa sería bueno tener la precaución de cubrir la luna de todos los espejos con un lienzo sería bueno rasgar el cielo para ver qué se oculta detrás de tanto azul sería bueno apuñalar al torturador con la llama de la vela. Está lloviendo sobre Magritte los pájaros echan raíces pero no dejan por eso de cantar las palabras se divorciaron de las cosas y se fueron a vivir solas ellas también quieren posar para un retrato imaginario ellas también quieren tener algo que decir en estos tiempos hay que caminar mucho para permanecer en el mismo lugar pero eso no es culpa del pintor paradójico sucede que él ve lo que sucede debajo de su paraguas debajo de su bombín más allá de su pipa en la punta de su pincel el paisaje se desdobla en los vidrios de las ventanas en las telas en blanco en las mesas de trabajo en este día en que el mundo es un relato y una mujer es el mundo en este minuto conjetural en que el día y la noche transcurren al mismo tiempo y el significado oculto de la vida está en la punta de los dedos y de la lengua de cualquiera que desee verdaderamente conocerlo. *** ahora esa mujer Ahora esa mujer no habla para qué si ya lo dijo todo en una noche en la que descolgó sus lamentos como cortinas de lluvia ahora esa mujer se abre como un libro se deja leer escribir en el margen en el fondo no le importa su alma está volando persiguiendo un misterio que siempre se le escapa ahora esa mujer me lleva en la tristeza de su mirada hacia el confín del aire su silencio entibia el espacio que nos contiene como a dos ejemplares en extinción mamíferos errantes y desnudos en la vitrina de la existencia. *** dinero El dinero es una clase de poesía. Wallace Stevens Si el dinero es una clase de poesía no está todo perdido para mí podré pagar en palabras el precio que no se puede comprar cuando entienda la poesía de esa clase dejaré de pensar en él, lo pondré debajo de mi sombra como quien guarda la llave bajo un tapete construiré una casa con palabras y un jardín y un árbol y arriba del árbol otra casa y en el jardín estará mi padre y en la casa del árbol mi hijo y en las palabras estaré yo *** Aéreo Clavar en el aire una mirada vaga algo que haga irse la tarde en silencio besando apenas la huella del sol. *** Rastro Nunca pensé ni lo pienso ahora que caminar borrando las huellas sirva de antídoto al perseguidor en especial si es el mismo que arrastra su sombra en el aire como una bandera borrada. Hay quien trata su destino como un descuartizador elegante que va dejando las partes seccionadas a modo de rastro en su viaje hacia sí mismo. Todo camino se desanda en memoria. *** Arquitextura Hay casas que parecen vestidos holgados o estrechos o de la clase que pican en la piel, hay casas que son como un árbol lleno de ramas y hojas y animales rondando esas casas suelen oler siempre bien hay casas que sientes como tu lugar y otras donde no puedes encontrarte nunca hay casas que actúan a modo de espejo de un lado están ellas, del otro el mundo hay casas con mal carácter que crujen murmuran y refunfuñan de noche hay casas que no saben contener a nadie y otras que casi no te dejan salir, hay hombres y mujeres que parecen casas y están siempre habitados por propios o extraños y llenos de cuartos y pasillos y aberturas por donde entra el frío viento del invierno y luces demasiado pequeñas y diálogos interminables y ganas permanentes de estar en otro lado. *** In fusión El humo sagrado del té que sube por mi rostro presiente que algo pasa, que algo no está bien mis ojos cerrados no dan ninguna pista y debajo la taza con el líquido caliente me tienta a la disolución pienso si esta angustia no será también milenaria si en algún lejano país en otro tiempo remoto tantos hombres como yo habrán pensado en el dolor y el miedo de otros hombres para aliviarse del propio pero todo esto dura lo que vive el té en la taza la mañana refulge y me reclama y yo repliego mis voces y doy el primer paso del día. *** La mirada Poner juntos el silencio el misterio el secreto un trípode donde apoyar la mirada que proyecte una línea tan recta como el horizonte tan perfecta como la línea que se busca a sí misma y se encuentra y engendra el círculo la mirada que produzca una apariencia transparente donde se reflejen todos los nombres menos el tuyo la mirada que provoque un trasfondo de hondura profunda donde se sumerjan todos los hombres menos yo. *** Parental Hay un momento en que padre e hijo crecen midiéndose uno en los ojos del otro llega un momento en que todo padre es pared que es preciso saltar eludir atravesar hay un momento en que el hijo quiere ser el padre para calzarse sus zapatos y correr con tranco largo llega un momento en que todo padre es niño y se monta sobre los hombros del hijo para caminar en los pies de él hay un momento en que el padre es un buey que toca todo lo que ve y devora todo lo que toca llega un momento en que el hijo se vuelve voraz y se alimenta con la carne de cualquier buey de todo buey hay un momento en que la espalda del hijo adquiere la forma de la espalda del padre y ya no soporta más el mundo ** Carlos Ardohain carlosardohain@ciudad.com.ar Poeta, actor y artista argentino (Mar del Plata, 1953). Reside en Avellaneda. Cursó estudios de artes plásticas en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP, http://www.unlp.edu.ar). Trabajó como actor en la La Plata formando parte del grupo Tal (1974-77), participando de las puestas en escena de Homo Dramáticus (A. Adelach) y A través del espejo y lo que Alicia descubrió allí (L. Carroll). Cursó estudios de cine y video con Rodolfo Hermida. Hizo talleres de poesía con Elizabeth Azcona Cranwell (1989) y con Arturo Carrera (2000). Trabaja como diseñador gráfico y redactor. Ha publicado las plaquetas El ojo secreto (1998), La hoja bífida (1999) y Ojo x ojo (2000). Su poemario 13 fue distinguido en 2004 con un accésit en el Concurso Poesía en Tierra, organizado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires (http://www.cceba.org.ar). En noviembre de 2005 realizó la curaduría de la muestra fotográfica de Robert Doisneau, “Renault por Doisneau”, que se exhibió en el Museo Renault de Buenos Aires (http://www.mrenault.com.ar). Mantiene un blog en http://tancarloscomoyo.blogia.com. === El gallo Delfina Acosta ========================================== El gallo, de carúnculas muy rojas y espolones curtidos, se largó a cantar a las cuatro y media de la madrugada. Miles de hormigas laboriosas cargaban sobre sus lomos aquellas pequeñas mudanzas de los árboles que empezaban a corromperse en el cementerio levantado con ambición de necrópolis. Don Manuel ordenó su cabeza frente a la tabla de cristal y se fue a caminar, buscando el pueblo. Sentado sobre un tronco, en la vereda de polvo amarillento, Francisco tocaba el violín; y era el sonido el sueño, la iluminación de una música que parecía llegar llorando de un pueblo muy lejano. Con los ojos cerrados el artista ejecutaba el instrumento musical mientras una claridad rojiza, la primera claridad de la mañana, caminaba por las calles de polvo, como otra gente más, parlanchina y ansiosa por saber qué ocurría, quién se había muerto, quién se había casado. Depositó dos metales lamidos por el óxido en el platillo de lata y caminó tres cuadras hasta llegar a la casa número veinte, frente a la que estaba sentado en su banquillo Don José. Y le dijo Don José lo que se dice en un pueblo tranquilo, bien dormido, siempre soleado, acarreando a su gente ya por la pastura o por los caminos polvorientos: “¿Qué hay de nuevo?”. Doña Dolores apareció por la esquina cuando entró Don Manuel al almacén; entonces se acordó de todo: la cajetilla de fósforos, la bolsa de legumbres, el frasco de azul de metileno, el kilo y medio de maíz para las gallinas, las velas para sacarse de encima los sustos desde que la luz se fue de la casa. Una vez hechas las compras y salido a la vereda miró hacia el río. El olor del pueblo era igual. Eso quería decir que el planeta seguía su curso y que no había descompostura de astros y demás cuerpos celestes. Doña Rosa, la mujer más vieja del sitio, había amanecido nuevamente, y con ella habían amanecido las mujeres que le limpiaban las escaras del cuerpo y que hablaban en voz alta sobre el sentido de sus desvaríos, total la enferma ya no escuchaba nada. Don Manuel quería saber no sé qué cosa, y vino para su casa. Su mujer, Rosa, se hallaba hablando para sí. Como no sabía qué cosa quería saber se sintió indefenso frente a ella quien lo confundía hablando tan larga y rápidamente como hablaba. —¿No te estarás volviendo loca? —preguntó. —No estoy para bromas; el carbón está húmedo y ya son las diez —respondió Rosa. Y el día dio vueltas en torno a él que quería saber no sé qué cosa. A veces eso le pasaba y el mal humor le cortaba la mirada. Entonces no prestaba atención a Doña Magdalena que pasaba, caída ya la tarde, con su hato de marranos, cantando la canción que los domingueros entonaban en la iglesia. Tres días pasaron y él seguía queriendo saber no sé qué cosa. La costumbre es la costumbre. Cuando el gallo se largaba a cantar a las cuatro y medio de la madrugada, ya estaba ordenando su cara frente al espejo. Y bajaba al pueblo. Y al encontrarse con Francisco, el violinista, escuchaba la música venida de un pueblo muy lejano. Y respondía a Don José, cuando le preguntaba qué había de nuevo, que no ocurría nada, con lo que ambos pensaban que todo marchaba bien. Al día siguiente el gallo no cantó. Sintió que el corazón le salía por la boca y que un relámpago le cruzaba el pecho. A las ocho de la mañana se supo en el pueblo que Don Manuel murió. ** Delfina Acosta delfina@abc.com.py Poeta paraguaya (Asunción, Paraguay, 1956). Su primer poemario, Todas las voces, mujer..., obtuvo el Primer Premio “Amigos del Arte”. Integró el Taller de Poesía “Manuel Ortiz Guerrero”, dando a conocer algunas obras en publicaciones colectivas. Publicó el poemario La cruz del colibrí, con prólogo de la poeta Gladys Carmagnola; reunió en el libro El viaje sus cuentos que obtuvieron premios y menciones en concursos literarios. Su obra Romancero de mi pueblo mereció el segundo premio “Federico García Lorca” y su poemario Versos esenciales, dedicado a Pablo Neruda, obtuvo el Premio Pen Club del Paraguay. Su libro Querido mío obtuvo el premio “Roque Gaona” (2004). También ha publicado Versos de amor y de locura en 2007. Sus obras (cuentos y poemas) están incluidas dentro de numerosas antologías nacionales y extranjeras. Es columnista del diario ABC Color (http://www.abc.com.py). Dirige el Taller de Poesía de la Manzana de la Rivera. === Poemas José Agustín Aguilar Solórzano ============================ *** Advertencia Un poema, vaya usté a saber qué cosa sea, qué maleficio qué aliento mal habido, qué tufo cuídese amigo del poema sobre todo si es usted muchacho triste hombre que llora, mujer suicida un poema, vaya usté a saber de dónde venga, qué boca qué saliva le humedezca el verso tenga cuidado con la música con el ritmo, con las asonancias renuncie a cantar bajo la ducha es peligroso, de cualquier manera el poema, ese animalillo rastrero que vive en las bocas de los amanerados en los ojos de las prostitutas en el intermedio del cinema en la mañana amarilla de los resacosos en el silbido eterno del silencio en el breve aullido de la eternidad el poema, vaya usté a saber qué cosa, qué antibiótico lo cure o le entretenga mejor huir cuando se le tenga cerca ni una ojeada, ni un suspiro siquiera hay que ser extremadamente cuidadosos y no dejarse morder, los dedos o la lengua o la alegre sonrisa, la mirada ociosa si eso pasa, está usted definitivamente perdido y pasará los últimos años de su vida haciendo cosas inútiles, como mirar o estarse quieto, mientras balbucea muy bajito, vaya usté a saber qué cosas *** Po (p) ema Lo inn hoy es el poema breve el verso la- có- ni- co decir ahora es no haber dicho escribir es una simple excusa que tenemos los güevones para no afeitarnos y procurar —cada vez menos— nuestro otro Yo metrosexual los poetas /escuché alguna vez/ no pensamos en esas cursilerías, sensiblerías banalidades, pendejadas somos más inteligentes por no decir in- legibles padecemos un hamor venéreo y a veces vamos al super compramos panes y peces (bimbo y tuni) —buscamos patrocinadores— chateamos descongelamos unos bisteces... escribir hoy es puro andar huyendo /despacito despacito/ pura cochinada como rezar o cantar música duranguense o perrear —como dice Dadi Yanki— escribir es un bombazo en medio de la plaza pública (vacía) lo inn hoy es el poema chiquito que no pretende nada que se conforma con su poeta mediocre pordiosero y lambiscón el poema hoy nomás es la caspa en el cabello head and shoulders de la poesía *** el poema debe matar despellejar la hoja escribir, al contrario de las buenas costumbres de los amanerados, es un acto salvaje un asesinato premeditado un campo minado de sogas en los techos el poema, ese suicida, nombre de pila de la poesía debe ahuyentar el hambre matar el anonimato de la muerte y desmembrar al pequeño verdugo el poema debe romper romperlo todo tirar la rima y los gatos de los tejados echar las rosas a la basura y esperar ver llegar a las moscas bailando /como si volaran/ su propio canto de susurros y miserias *** (Escribir en un baño público cualquiera) ¿Acaso podría hacerse un poema en el que el protagonista no hiciera otra cosa más que repetir interminables veces la palabra caca? —no lo sé— si yo digo caca, querido lector ¿qué digo? ¿un bisílabo maloliente? ¿un producto fecal de mi imaginación? no digo que esto es o debería ser un poema digo que ese organismo autosuficiente recién salido del vientre materno arrojado al infinito torbellino del destino tiene el derecho de ser observado como se aprecia una pintura de Van Gogh una rosa... si yo digo caca, mi estimado amigo no quise decir nada, si así lo desea sustituya esta palabra por otra que sea de su agrado por ejemplo: Sol, pipí, vagina o cartílago (1). no importa, porque si yo digo caca estoy diciendo caca y sólo caca caca, caca... ca- ca disculpe la molestia que le he ocasionado si es usted de los que padecen la buena lectura y la afición por las palabras esdrújulas y baji- sonantes si digo caca, lector ingenuo no es por ser caco fónico ...mucho menos por no decir mierda (ya dedicaremos un estudio más profundo a esta otra palabra tan necesaria) y ahora con su permiso debo seguir practicando... ca... caa *** Hace frío allá afuera luego del mundo hace frío después del viento y de los árboles y de Dios que primero ya se había hecho sombra hoja de rocío, animal sagrado este es el último suspiro del mar la última ola que se va volando (2) esta es la última caricia humana el último beso, la última ventana allá afuera tiembla el tiempo y se cae de todos lados: de mis manos de mis ojos del viento y de los árboles y de Dios que deja en cueros al cielo orinándose a cada rato ______ 1. hace frío 2. estrellas y universos ** José Agustín Aguilar Solórzano ppin_87@hotmail.com Escritor mexicano (Valle de Santiago, Guanajuato, 1987). Estudiante de la Escuela de Lengua y Literaturas Hispánicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH, http://www.umich.mx). Ha publicado el poemario Versos, moscas y poetas (Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán, http://cultura.michoacan.gob.mx), ganador del III concurso de ópera prima. === La misma, dos veces Raquel Rivas Rojas =========================== Regresaba a casa en el autobús de las nueve. Me había empapado durante media hora caminando hasta la parada y durante los diez minutos que esperé en George Street un autobús que parecía negarse a llegar. Había saludado al chofer que ya me conocía de tanto verme en la misma parada a la misma hora. Me había acomodado en mi puesto, siempre en la fila de la izquierda, y llevaba ya un rato escuchando en el iPod una vieja canción que me recordaba las fiestas de una tierra lejana y tibia en la que había vivido, mucho tiempo atrás, como en un sueño, cuando una mujer vestida toda de negro y cargada de paquetes subió al bus con un niño. La mujer pagó al entrar con cierto revuelo de manos y carteras —llevaba dos bolsos, uno pequeño, el otro enorme. Caminó por el pasillo con una cojera a la que no parecía estar acostumbrada y después de hacer extraordinarios esfuerzos para acomodar al niño y los paquetes al lado de la ventana, se sentó en el asiento del pasillo derecho que estaba justo a la misma altura de la fila en la que yo me había sentado. Medio minuto después, cuando yo ya me ensimismaba de nuevo en mi música, la mujer saltó del asiento como si le hubieran escupido un insulto. Tocó el cojín azul con un dedo precavido y determinó, en alta voz, que alguien se había orinado en él. Nadie pareció hacerle mucho caso. A esa hora la gente que regresa a su casa, cansada y hambrienta, no quiere ya saber nada de nada. La mayoría cabecea de sueño o aburrimiento y los que se mantienen despiertos miran pasar el mundo por las ventanas con la más absoluta indiferencia o revisan sus mensajes en el celular o responden mensajes o hablan de manera desganada con quienes están ya en sus casas, tibios y satisfechos. Nadie quiere saber que hay un asiento sucio justo en la fila de atrás y todos piensan que la solución es tan simple que no vale la pena ni mencionarlo. Hay que sentarse en otro puesto. Asunto resuelto. La mancha era claramente visible y la humedad parecía reciente y fresca. Un incidente así podía sucederle a cualquiera. Sentarse en un asiento mojado. Sobre todo en estos mullidos asientos forrados de tela, que son imposibles de limpiar y retienen los más insospechados fluidos corporales. Pero la mujer no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad de indagar en el asunto. Tal vez tenía alma de vengadora errante, o espíritu inquisitivo. O tal vez simplemente no podía soportar ver nada sucio en el mundo o le resultaba del todo incomprensible la indiferencia ajena ante una afrenta tan evidente. El caso es que para ella el asunto no era simple, no podía ser simple. Tal vez por eso se dedicó a preguntar a todos los que estábamos cerca del lugar del delito si habíamos visto quién se había sentado antes ahí. La vi acercarse a los pasajeros de enfrente y hablar con ellos señalando el asiento con asco y ánimo justiciero. Sabía que tarde o temprano me tocaría ser interrogada como testigo. Miré hacia afuera y traté de desentenderme del drama del asiento mojado observando las calles abiertas en zanjas. Princess Street parecía recién salida de una guerra implacable. Después de medio siglo de haber abandonado el tranvía, por considerarlo obsoleto, lento, pasado de moda, las autoridades habían decidido que en el nuevo siglo el mejor medio de transporte volvía a ser ese maravilloso invento del siglo viejo. Y ahora la ciudad tendría que soportar por años los trabajos que era necesario hacer para convertir en realidad ese sueño nostálgico. Diciembre se acercaba, las fiestas navideñas estaban a la vuelta de la esquina y los trabajos del tranvía no avanzaban como debían. Por eso se habían redoblado los turnos, según anunciaron en la prensa, y ahora se trabajaba las 24 horas del día. Unas enormes torres de luces blancas, más claras que la luz del sol, convertían los espacios de trabajo en teatros de operaciones. Parecía que la ciudad estaba siendo operada del apéndice, o tal vez de algo mucho más grave. Difícil saberlo con toda esa gente alrededor, rompiendo y cavando, extrayendo tubos y cables, para volver a ponerlos más allá. No era fácil entender la urgencia si se miraba desde las ventanas de un autobús en marcha, apenas pasadas las nueve de la noche, con el cansancio del día acumulado en la mirada. Como no era fácil dejar de notar la urgencia inquisitiva de la mujer que seguía parada en el medio del pasillo, casi pegada a mi asiento, preguntando ya en voz más alta quién se había orinado en su silla. Saqué el audífono de mi oreja derecha y la miré un rato, resignada a enfrentar el interrogatorio que ya me tocaba. Cuando se fijó en mí, después de murmurar un rato una especie de queja larga que no entendí, me adelanté y le pregunté si no prefería sentarse en el asiento que estaba justo a mi lado. Le hice señas golpeando suavemente con la mano el seco y mullido cojín, como se hace con los niños cuando han estado peleando o quejándose y uno quiere calmarlos, sentarlos al lado para contarles un cuento, cualquier otra historia que no sea la que están empeñados en perpetuar. Pero la mujer hizo como que no había escuchado la simple solución que intenté ofrecerle y volvió a insistir en el mismo interrogatorio al que había sometido a los demás pasajeros antes que a mí. —¿Cuánto tiempo llevas sentada aquí? —me dijo. —Como diez minutos —le respondí. Sabía que esta era la primera pregunta porque la había escuchado antes y ya tenía mi respuesta preparada. También sabía que a continuación me preguntaría si había visto a la persona que estaba sentada ahí antes de que ella llegara. Mi respuesta sería simple, sólo iba a responderle que no y volvería a meter en mi oreja el audífono y me desentendería del asunto para siempre. En lugar de eso, me sorprendí a mí misma dándole una larga explicación que incluía el cálculo de cuánto tiempo podía haber estado mojado el asiento, la posibilidad de que a alguien, horas atrás se le hubiera botado algún refresco o una inocente botella de agua. Fue una larga explicación que ya no puedo recordar y que expresé con mi fuerte acento latino y muchos gestos de las manos y la cara que yo veía reflejados en los ojos de aquella mujer que de pronto encontraba una interlocutora totalmente inesperada. La mujer me miraba alternativamente las manos y los labios y los ojos. Ahora me imagino que estaba tratando de ajustar sus oídos a mi acento, que estaba tratando de entender si yo hablaba en serio o me estaba burlando, que estaba tratando de descifrar mi procedencia, mis motivos para hablarle largo y alto y lento en un mundo de gente que sólo respondía con monosílabos a los extraños que se empeñaban en hablar con ellos en un autobús que atravesaba la ciudad en medio de la noche. Ahora que lo recuerdo me doy cuenta del impacto que debe haber sentido esa mujer acostumbrada a la indiferencia. Pero en ese momento yo sólo quería responderle, actuar como si en realidad importara, ayudarla a resolver un enigma que podía considerarse genuino pero sobre el que sólo era posible especular. Así que yo la estaba ayudando a considerar todas las posibilidades, que eran muchas pero que al mismo tiempo sólo conducían al entretenimiento de la especulación y luego a la simple solución de que era mejor dejar de preocuparse, dejar de incordiar a todos los pasajeros y sentarse en otro asiento. Después de mi larga explicación, que también incluyó la posibilidad de presentar una queja formal por escrito y pedirle al chofer que la consignara ante la empresa de transporte para que revisaran —en un futuro, no ahora— las cámaras instaladas en el autobús, donde seguramente aparecería el incidente y el responsable del incidente, le reiteré la invitación a sentarse a mi lado y olvidar todo el asunto. Cuando finalmente me callé, la mujer me seguía mirando palmo a palmo, como se dice. Miraba mis cejas gruesas y los cuatro zarcillos que he ido acumulando en una sola oreja, el gorro de lana cruda y la bufanda anaranjada, los guantes de piel azul que revoloteaban en una de mis manos y los anillos multicolores que brillaban en la otra, el borde mullido y acolchado de mi inmenso abrigo de invierno. Hubo un silencio en el que también entraron las miradas de los otros pasajeros que con seguridad se preguntaban lo mismo que la mujer. Cuando los demás pasajeros dejaron de mirarnos, la mujer pareció tomar una decisión acerca de lo que debía hacer conmigo. Su cara se iluminó en un gesto que no supe descifrar. Dio media vuelta y se fue a instalar en los asientos de adelante, donde su hijo se había sentado desde el principio mismo del drama. Yo volví a mi música pensando que todo estaba por fin donde debía estar. Cada quien en su puesto, en silencio, soñando con llegar a casa. El autobús estaba ya en las afueras de la ciudad cuando la mujer y el niño se levantaron para irse. Era uno de esos suburbios que están lo suficientemente lejos de la ciudad para no avergonzar a las autoridades y a una distancia no tan remota como para ser confundidos con las elegantes urbanizaciones en las que vivían quienes podían comprar no sólo una casa sino también el terreno que las rodeaba. La parada estaba al lado de una gasolinera y las luces anaranjadas de sus anuncios iluminaban un pedazo de acera en una calle que de resto estaba del todo a oscuras. Al bajar, de la misma manera aparatosa en la que subieron, la mujer y el niño se quedaron parados bajo la luz naranja que venía de los inmensos letreros de la gasolinera. Parecían esperar a que el bus arrancara para poder moverse. Mientras otros pasajeros subían yo me quedé absorta mirándolos, tratando de entender una especie de misterio que se me escapaba. La mujer levantó la cabeza un momento para mirarme, pero de inmediato se distrajo con el ruido del bus que arrancaba. El niño, sin embargo, me miró fijamente durante todo el tiempo que el autobús estuvo en la parada. Cuando ya nos movíamos hacia adelante, el niño levantó la mano en un gesto decidido y me mostró dos largos dedos oscilantes. Una semana después, a la misma hora y en el mismo autobús, la misma mujer y el mismo niño subían y se sentaban en los mismos dos asientos. Esta vez yo me había sentado al fondo y ellos no podían verme. La pantomima completa del asiento mojado se repitió íntegra. Asistí a aquella representación como se mira una obra ya vista o se lee un libro ya leído. Antes de que la obra terminara, subí el volumen de mi iPod y miré por la ventana. Las luces inmensas seguían encendidas y los obreros seguían tratando de curar a la ciudad de un mal desconocido con un remedio antiguo. ** Raquel Rivas Rojas raquelirivas@gmail.com Escritora venezolana. Fue profesora titular del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Simón Bolívar (USB, http://www.usb.ve) hasta septiembre de 2008. Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve; 1985), Magíster en Literatura Latinoamericana por USB (1992) y PhD en Estudios Culturales Latinoamericanos (King’s College, http://www.kings.edu; University of London, http://www.lon.ac.uk; 2001). Entre 1995 y 1997 fue investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.gob.ve), y entre 2002 y 2004 coordinó el Postgrado en Literatura de la USB. Ha publicado Sujetos, actos y textos de una identidad (Caracas: Celarg, 1998) y Bulla y buchiplumeo. Masificación cultural y recepción letrada en la Venezuela gomecista (Caracas: La Nave Va, 2002), además de artículos en revistas arbitradas como Estudios, Journal of Latin American Cultural Studies y Latin American Research Review (http://lasa.international.pitt.edu/esp/LARR). Su libro Narrar en dictadura obtuvo el Premio de Ensayo de la Bienal José Antonio Ramos Sucre 2009. Actualmente vive en Edimburgo (Escocia) y se dedica a escribir. Mantiene un blog sobre literatura en http://notasparaeliza.blogspot.com. === Poemas Sergio Ortiz ============================================== *** cuando el otoño no se acuerda su nombre el timbre tiene que cambiar y así se ha hecho todos los timbres suenan para querer, devolver la movilidad de tu conciencia, la que no te vale nada como el kayak que usas cuando nadas por las nubes tocando tu tendón de Aquiles un poco envejecido bombón envejecido y embustero a ti te mueve el dinero las conchas secas la cintura estrecha pero envejecida tu zapato derecho la máscara que usas al correr diez millas de grama linda *** putos zapatos mi pobre pueblo decenas de ranas y reptiles políticos invadieron su pozo ahora todos nos odiamos virus de zapos con “putos zapatos” de cocodrilo *** La seducción Para aquellos días íbamos a la playa a practicar el tiro al blanco: la seducción. Aprendimos inglés, o francés. Leer quitaba un poco la mancha de plátano así es que no faltaba el bestseller. Se usaba la palabra tersa, voz sobre modulada, mirada acaramelada. Éramos los afortunados nacidos después de la última guerra, los que desechamos la zafra. Los que no aprendimos a matar y desplumar una gallina vieja. La turba de futuros empleados públicos, con palancas políticas, desempleados. *** Duelo dedicado a mi tía El día de tu partida te soñaré perfumando albas vestida de orquídeas híbridas frente a la casa vieja, a corta vista de la abuela Gacela que por las venas recorres el mapa de mi escuela sentiré furia de olas batiendo la arena capital de mi memoria *** Esto quiere ser La Imaginación Este masticado agri-dulce ajo / esta asimétrica pierna de Greta Garbo / esta gruta de silencio involuntario / este inédito presagio de beso rígido / este anticiclón en la topografía de un suspiro / este gentil lubricante de orgasmos bovinos / esta obsesión kyriopascha de convertir lo abstracto en lo concreto. Las Palabras Estas cartografías oblicuas /estas canciones corales con esos destellos lejanos / estos guantes de cesti del Foro de Augusto / estos pequeños momentos de nuestras “visiones del paraíso”. Lo Imposible Esta bolsa de lona desnutrida / este pintor de dientes relleno de cemento / este gato algebraico resuelto / esta tarjeta postal invisible para el hombre invisible / este retumbe que aterroriza la boca de un niño. ** Sergio Ortiz sergiortiz211@aol.com Escritor puertorriqueño (San Juan). Tiene una licenciatura en literatura inglesa por la Universidad Interamericana de Puerto Rico (http://www.inter.edu) y una maestría en filosofía por la Universidad Mundial (http://www.unimundo.edu.mx). Fue profesor de inglés durante casi toda su vida. Actualmente está retirado y se dedica a escribir. Poemas suyos han sido publicados en revistas literarias como The Battered Suitcase (http://www.vagabondagepress.com), Zygote (http://www.zygoteinmycoffee.com) in my Coffee, Right Hand Pointing (http://www.righthandpointing.com), Origami Condom (http://www.origamicondom.org), Poets Ink Review (http://poetsink.com/poetsinkreview/poetsinkreview.htm), Poui, the Cave Hill Literary Annual (http://www.cavehill.uwi.edu/fhe/hum/publications/JournalsPoui.htm), Flutter, Silenced Press (http://silencedpress.com), Cause & Effect (http://www.cemagazine.net), The Cherry Blossom Review, The Linnet's Wing Ink Sweat & Tears y Ascent Aspirations Magazine (http://www.ascentaspirations.ca). Flutter Press (http://www.flutterpress.webs.com) publicó su primera colección de poesía, At the Tail End of Dusk (2009). === Dos personajes Sergio Manganelli ================================= *** Pancho y la patria Pancho es negro, mestizo y melancólico. Cada noche me mira pasar y a veces dedica un tímido menear de cola, sin emoción, como quien levanta la mano para corresponder un saludo de buena vecindad. Está allí hace tiempo, con su tierna anatomía peluda ocupando cada noche una misma parcela de vereda. No es callejero, ni extraviado, él tiene su pequeña comarca de baldosas y resiste a los embates del clima, el transitar humano, las escobas odiosas. De tanto observarlo en la misma actitud, en el mismo lugar, día tras día, siempre limpio de pelaje y mirada, con su callado reclamo, en su digna protesta, descubrí que no está allí por casualidad ni capricho. Detrás de lo que hace meses es el imponente local de una ferretería, estaba su casa. Lo que hoy es hormigón y hierros entramados era —seguramente— su patio de cachorro, la tierra de sus juegos y sus huesos. Algunas tardes, si el calor agobia, se mete en el local y toma posesión de un rincón que sabe le pertenece, por derecho natural o animal, por lealtad o por simple dulzura. Alguien le acerca un balde con agua y vaya a saber dónde consigue su alimento, pero ahí está, intransigente y manso, esperando que alguna vez demuelan esa mole que le quitó el ladrido. Pancho no sabe de exilios económicos ni disoluciones conyugales, no entiende de departamentos más chicos y fáciles de limpiar, ni de vender antes que rematen. No le interesa cómo serán los perros en Barcelona, ni su ascenso social al balanceado Premium. Poco le importan las buenas condiciones de venta por la ubicación comercial del lote, que el pago es al contado y para qué tanto parque. Él quiere su tierra, con un empecinado patriotismo que bien le vendría a mucho malparido de dos patas. Por la noche lo cruzo y me jode mirarlo, porque no me da el estómago para ofrecerle la estúpida caridad de mi asilo. Él no quiere irse, ni siquiera se incorpora cuando se le acercan, sigue pegado al piso y le cambia la mirada si uno intenta tocarlo. No es un perro que busca un hogar, sino que le devuelvan el que le corresponde. Quizás en la inocencia de hallar aún a sus amos, que muertos o atareados se marcharon. Si uno pudiera explicarle, sería difícil convencerlo, porque la lógica humana es casi siempre reñida con la nobleza del instinto. Espera una mañana, en que en lugar del Blindex vuelva a estar el viejo portoncito, el cerco de ligustros, los árboles del fondo y la mordida lata sobre la cual goteaba la canilla. Su revuelo de hormigas y jazmines, en vez de la pulcra cerámica del suelo. Su excremento y orín antes que cloro de piscina y kerosén por litro. La marca de sus patas donde hoy ocupan esas espantosas bestias de acunar mampostería. La cueva de sus osobucos, la pelota de goma y la ropa tendida. El chico que vuelve de la escuela y destapa las ollas, impregnando la vida de aroma a lugar propio. Espera las pantuflas del atardecer y la lealtad de acompañar hasta en la muerte. El romero donde se apilan las palas y los picos. Las glicinas trepando aun más que la maldita estantería. Las voces entrañables del susurro, en vez de este tumulto de urgencia consumista. La caricia genuina antes que la piadosa palmada. Espera sin resignación, con una esperanza tan viva como la vida misma. Pancho no gime, ni gruñe, espera. Confiado en que algún día, vaya uno a saber por qué motivo, las cosas vuelvan a estar en su lugar y a cada cual lo suyo, incluso a aquella avispa que alguna vez le aguijoneó el hocico. *** María, de Trujui o Matera Viajaba en el furgón, acurrucada en el suelo empastado de mugre, mientras la tormenta entraba a cachetazos por la ventana rota. Acomodaba el nudo de unas sandalias atadas con piolín, sobre los pies sin medias o estrujaba el cabello enredado de olvido. Al costado dormía un nene —puede que su hermanito— sobre el colchón helado de unas cajas deshechas y un pilón de tarjetas apretado en la mano. De pronto alguien grita: “¡María, dónde carajo estás, pendeja de mierda!”, y ella vuela al extremo del vagón, sujetando el bolsillo repleto de monedas. A poco regresó, se apoyó en la ventana sin importar que la lluvia le golpeaba la cara y se quedó mirando, en la expresión tremenda de los desamparados, el paredón que huía en sentido contrario. Se volvió a sentar, con los ojos velados y lloró sin una mueca, sin esperar que nada sucediera a cambio. Destilando gota a gota su dolor por la vida. María sin amor. María sin escuela. María empapada y ni un mate cocido. María sin jugar. María sin amparo. María adolescente. María sin destino. María, no hay empleo. María llena de hijos. María, la injusticia arrastrada por siglos. María y la vida que pasó como un tren. María polvo que se tragó el camino. Se llamaba María, de Trujui o Matera, o cualquier arrabal muy lejos de Magdala y lloró sin consuelo, junto a los pies de la humanidad escarnecida, de la niñez crucificada por nuestra sociedad, que a lo Pilatos, se enjuaga la conciencia. ** Sergio Manganelli smanganelli@hotmail.com Escritor argentino (Haedo, Provincia de Buenos Aires, 1967). Sus trabajos han sido publicados en una docena de diarios argentinos, así como diarios de México. Ha colaborado con revistas literarias de Argentina, España, México, EUA y Puerto Rico. Entre 1991 y 1998 ha obtenido una treintena de premios literarios. === Poemas Cristián Basso ============================================ *** De ayer a hoy Sin agredirme, entra la luz a los pies de tu cama. Las paredes enaltan los años 40, suben en su color la hiedra de los musgos. El polvo y la madera aquí siempre se besaron. Yo duermo. Y tras la noche reída y ocultada de innumerables confesiones, sin la urgencia de ser dichas, pero dichas, caí a soñar entre tus sábanas, caí a lo irrisorio de la fe, supe soñar sin recordarlo todo como el reflejo de quererme. Sin agredirme, estabas tú, serenamente verde en tus ojos, durando en la sangre del respiro. Tu cuerpo que durmió lo ajeno yace viviendo la ilusión de niños perdidos en su propia edad. Abro la lentitud de la mirada y te veo de espaldas, y veo el recorte de tu espalda, el contraluz de tus años, tantas mañanas como ésta en que partió de aquí un amante tuyo, pasajero para amar la luz perdida, y tantas bestias velando mis brazos, apenas dichos por el amanecer, leves susurros de puertas cerrándose. Quiero que sea de lluvia lo eterno; grisácea frescura, el cobijo. Quiero volver al embrión de mi suerte, empañarme en los vidrios de tu vista; renacer pequeño, feliz de tenerte, de haberte, de serte, de escapar al cierre del futuro, de envejecer contigo como tantas palabras que entre el humo se vuelven figuras. Oírte una vez más a los pies de tu cama: “Mientras dormías, parecías un ángel”. *** Vuelta del temerario Cómo estarás ahora luego de roncarle al desafío de la sangre muerta que quieres morirte a como dé lugar, y otear el doblez del riesgo, beber el interés y seducirlo y de perderte en las gasas del arrepentimiento, de todo cuanto tuve en ti perdido, incluso el vuelo de las promesas. Cómo estarán de muertos los objetos: la cafetera podrida, los vasos opacos, la alfombra en su peste de alquitrán; el suelo sin historia como si nunca hubiésemos andado esa Babel derrumbada de tres dormitorios, vellosa en la humedad. Cómo estarás después de cada infame que te mintió con besos, haciéndote creer que tú engañabas. Oye, engaña el paisaje al ojo, la lluvia de verano, el calendario a los números, el mar doliéndose de orillas y hasta la vida engaña. Oye, el único engaño lo sabe la muerte. *** Las tazas llenas de besos Las tazas son los seres más llenos de besos. Llevan sus costados y sus bordes llenos de besos guardados, aunque sus muros de loza no se abran amorosamente para recibir mis labios. Yo he besado más las tazas que las mejillas transparentes de los vasos. Al poner mis labios en ellas, recojo besos enterrados, y me sumerjo, idilio adentro, en los rincones de los jarros para tocar a diario sus enlozados bordes. Últimamente estoy besando sus figuras, y veo con los ojos cerrados de otro mundo... ¡Las tazas llenas de besos! *** La lírica de la noche Y se acaba en esta noche la lírica de la noche: un ventanal es todo lo que miro. Las manos sosegadas de barrancos. La radio, sin andar; yo, frente a un cerro. El mundo de esta parte está dormido. Me quiero en el latido de la bruma. Está la noche entrando en su noche. Me quiero aquí desnudo en la terraza, mirándome estos pies que no son míos. Adentro, ni llamadas ni ropas repartidas, ni sábanas luciendo los restos de unos besos. El mundo de esta parte está dormido. ** Cristián Basso cristian_basso@hotmail.com Escritor chileno (Santiago, 1976). Su poesía ha sido reconocida con diversos galardones, entre los que se cuentan el Premio Gabriela Mistral de Poesía (Santiago, 1992), el Premio Iberoamericano de Poesía Paz y Cooperación (Madrid, 1992). En 1992 formó parte del Taller de Poesía de la Fundación Pablo Neruda y en 1993 estrenó su obra teatral Muebles de carne y hueso. Su primer poemario, Alalia, se editó en 1994 y, junto al poeta C. E. Baier, la antología 22 voces de la novísima poesía chilena. En 2003 publicó El amor insecto, obra que reunió poemas escritos entre 1997 y 2000. En 2009 editó Manía de hojas. Figura en varias muestras de poesía. Entre 2007 y 2008 fue presidente de la Asociación de Escritores Italochilenos del Instituto Italiano de Cultura de Santiago. Participó en encuentros y congresos de literatura en Chile, España y Uruguay. Su poesía ha sido traducida parcialmente al inglés y al italiano. Mantiene un blog literario en http://cristianbasso.blogspot.com. === Epitalamio Montague Kobbe ======================================== ¡Pam! El impacto del anticuado cronómetro de vidrio macizo contra la sucia superficie de madera del largo mesón decreta estruendosamente el inicio de una nueva ronda. Ocho días de festejos se veían reducidos a este pulso etílico. La afición enardecida se agrupa, perniciosa, de lado y lado de la mesa, montando apuesta nueva sobre apuesta vieja, aumentando los decibeles que atormentan el interior de la tasca con cada minuto que pasa, llenándose la boca de ron o aguardiente que luego escapa incauto de los labios torpes que proclaman con orgullo la “calidad extraordinaria” de este, el único torneo del mundo en el que competidores y espectadores comparten un mismo espacio, una misma actividad. El fino embudo doble, sellado en su envase de vidrio, deja colar con paciencia racional un solo grano de arena a la vez, produciendo una delgada línea de tiempo, innumerable pero finito. El susurro de grano sobre grano hace ya rato que se ha perdido en la algarabía de sombras ebrias y profanas, haciendo del tiempo contabilizado, tiempo mudo. Es este el único bolsillo de silencio que puede escucharse hoy en La Tasca de Vadier, donde Trismegisto Sánchez se enfrenta en duelo a empinaduras a Genaro Espinoza. Todos saben que, a pesar de las fiestas en honor al compromiso entre Torcuato López y Eugenia Avril Trejo, no hay nada de cordial en esta justa, en la que ambos se juegan su honor de buen borracho a costa del entretenimiento popular. Todo había empezado en la otra tasca, Las Antillas, cuando a la salida Genaro había soltado un comentario inocuo y una carcajada desafiante en dirección de Trismegisto, quien había dejado un fondito de ron blanco en su vaso antes de partir. Trismegisto sostenía que no había sido ron, sino un escupitajo que había soltado en el recipiente, y no en el suelo del lugar, por respeto a su dueño, un influyente exiliado de quién sabe dónde que llevaba por nombre Don Tristán Calero. Trismegisto era capataz de la hacienda de los Trejo. Secretamente, él siempre había estado enamorado de Doña Eugenia (a quien él se refería simplemente por Avril). Ahora, un pobre campesino de la hacienda de los López, el heredero de la cual se atrevía a arrebatarle a su señora y a llevarse con ella la esperanza silente que guardaba en su pecho, lo insultaba con su insulsa risa y su afrenta implícita. En la próxima tasca nos caemos a aguardientes y de allí no salimos hasta que uno de los dos caiga inconsciente. Esto había ocurrido hacía tanto tiempo que la octavita del anuncio del matrimonio ya venía a convertirse en novenario. Pocos de los que habían entrado en La Tasca de Vadier con Genaro y Trismegisto quedaban despiertos. Después de la quinta botella de aguardiente, y a falta de cualquier indicio de abatimiento, en el lugar sobrevino un pavor por que faltara alcohol para poder poner fin definitivo al duelo. Aquel rumor no tardó en llegar a los oídos de Vadier Terencio, el dueño del lugar. ¡Que no se amaine el paso, que esta tasca está bien dotada! Vadier Terencio había prometido que si el conflicto acababa indeciso después de ingerirse las doce botellas de aguardiente que tenía en su inventario, entonces él mismo aportaría —libre de todo costo— el anís que fuese necesario para dilucidar el vencedor. Apenas se oyó el anuncio de Vadier Terencio, las apuestas, que habían cedido un poco a causa de la angustia producida por la posible escasez de bebida, se reanudaron de inmediato con renovada astucia. Queda poca arena en el reloj y el vaso alto de Genaro aún está intacto. Trismegisto ya ha acabado el suyo y se dedica simplemente a mirar fijamente a los ojos a Genaro. Siete botellas apareadas en el centro de la mesa esperan una octava que devuelva la simetría al conjunto. Genaro bebe con certeza. Se pasa el buche agrio por los dientes, rebotándolo de izquierda a derecha, limpiando los restos de vómito que le quedaban en las encías. El último trago lo había regresado completico desde la boca del estómago, acompañado por un torrente de líquido que buscaba escapar de su cuerpo por donde lo había penetrado. Genaro había logrado cerrar las compuertas de su laringe a tiempo, aplacando la revuelta antes de que fuera demasiado tarde. De cualquier manera, una pequeña porción (la líder) de aquel brebaje gástrico le había llenado la boca hasta los dientes de conejo. Nada había pasado más allá de sus labios pero el esfuerzo por ingerir lo que su estómago ya había comenzado a procesar lo había dejado agotado. El pequeño receso le había sentado bien pero ahora se encontraba con el precio que debía pagar por diez minutos de flaqueza. La mirada de Trismegisto sigue impávida, solemne, sobre los ojos de Genaro. Su conato de vómito había pasado casi desapercibido, disfrazado de eructo reprimido. La afrenta ya olvidada, el odio en el gesto de Trismegisto (el cual crece con cada trago), obedece un ansia incontenible por renegar de su linaje y, tal Paris, apoderarse de su Elena y largarse a donde fuera —bien a Atenas, bien a Troya—, lejos de los demás López, de los demás Trejo. Pero Trismegisto sabe bien que aquello constituiría una traición y que, por aquellos confines del mundo, una traición es mucho más que un delito: es una deuda. Una deuda como la que su madre y, por herencia, él, tenían con Don Alemano Trejo, padre de Eugenia Avril pronto a ser de López (la mera idea de aquel nombre encaramado sobre las espaldas de la belleza de Eugenia Avril, escondiendo tras de sí la superioridad innata del Trejo, le revolcaba el estómago, haciéndole estallar la úlcera mal curada). Una deuda como la que, hoy mismo, Genaro había contraído con él. La frustración y la úlcera hacían, pues, que Trismegisto desbocara todo su rencor en aquel festín de aguardiente, ahogando el alcohol en una caldera de rabia que esfumaba el efecto intoxicante del elixir y que le llenaba la vista con un fulgor sulfuroso. Un bicho camina lentamente sobre el pie descalzo de Trisgemisto. Sus múltiples extremidades laboran por penetrar la mugre arcillosa que recubre las piernas del capataz hasta encima de los tobillos. Trismegisto, extraviado en su ciega cólera, no se percata de la presencia del pequeño invasor. Su paso vacilante traza un rastro delator a lo ancho del pie de Trismegisto. La caída del tiempo sobre el montón de arena se hace más pronunciada. La concavidad en la capa que apenas logra recubrir la parte superior del doble embudo se hace progresivamente más ancha, más intensa. Juan, el zapatero, había sido decretado (por ser “el más justo e ignorante hombre” de aquel pueblo) árbitro del enfrentamiento. Juan se acerca a la mesa, contempla el reloj. Dirige la mirada hacia un lado, hacia el otro. Trismegisto sigue enfocado en el espacio entre las orejas de Genaro. El bicho se zafa de la maza que envuelve sus pies, camina apresurado sobre el suelo húmedo y polvoriento. Genaro bebe. El ardor permanece intacto en sus papilas gustativas, mientras viaja por su tracto alimenticio hasta llegar a su estómago. Generalmente, cuando Genaro bebía aguardiente, sentía un plácido y ligero retorcer en su tráquea, primero, luego a lo largo de la laringe, la faringe y, finalmente, en la boca del estómago. Sin embargo, esta vez el calor que siente con el paso del líquido lo atormenta: es el corrosivo empalme de la sal con una herida fresca; es el abrasivo dolor del yodo en carne viva; es la malicia de la hiel sobre llagas recién abiertas. Bebe, Genaro. Conoces la penitencia por no beber en el tiempo reglamentario. Juan, de pie, sostiene el reloj de arena en sus manos. El bicho, arrastrándose por los suelos, se detiene al encontrar la delgada sandalia negra de Genaro. Juan increpa. Trismegisto permanece impávido. El bicho alza la mirada, abre y cierra las tenazas que le sirven de labios. Genaro eructa. Un dejo de sabor a sangre perfuma el aire. Bebe, Genaro. El último grano de arena cae. Genaro se levanta violentamente de la mesa, haciendo que su silla vuele detrás de él. El bullicio le pasa por encima, por los lados, por el frente a Trismegisto, sin perturbarlo. Vadier Terencio, más allá de la barra, abre la novena botella. Juan, con majestuosa destreza, gira el reloj entre los dedos de su mano derecha y se dispone a abalanzarlo contra el mesón al tiempo que Genaro, con un movimiento simétricamente opuesto, empina el codo y la cabeza, engullendo de un golpe todo el contenido de su vaso de aguardiente. ¡Pam! Dos delgados hilos de sangre escapan de su boca y de su oído aplastado contra el suelo, revelando la magnitud del problema. Los ojos entreabiertos lloran una lágrima rosada. La retina nebulosa se ve invadida por un ocre vegetal. Trismegisto embucha un nuevo trago. Lo paladea, se deleita, lo consume sin prisa. Según se puede inferir por el nivel de arena caída en el embudo inferior, han transcurrido unos diez minutos desde el colapso de Genaro. Entre la confusión y el alboroto, se ha perdido el luto y el respeto por el muerto. Hubo inclusive quien apostara a éste convirtiéndose en un duelo a muerte; sin embargo —tal era el curso de la discusión—, por no haber apuntado quién quedaría con vida, no había sido aquella una apuesta válida. Trismegisto se levanta delicadamente de su silla y camina lentamente hacia el cadáver. A éste le explotó el hígado. La palabra del capataz reinó en la tasca. Alzándose el pantalón por las agarraderas de los costados, dirige una mirada a su alrededor, reclutando a sus campesinos perdidos. Se voltea y camina hacia la puerta. ¡Aquí terminó esta parranda! Vadier Terencio manda la cuenta a la finca de los López. Saliendo de la tasca, su pie derecho se topó con el cascarón, un poco henchido tras alimentarse de la sangre de Genaro, de un bicho de provincia. El crujir que delató la explosiva unión de su espalda con su vientre pasó tan desapercibido como el pastoso caminar de la suela escamada de Trismegisto sobre el jugo de sangre, entraña y veneno que rodeaba los restos de aquel insecto. ** Montague Kobbe montycobbe@hotmail.com Escritor venezolano (Caracas, 1980). Ingresa a la Escuela de Letras de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab, http://www.ucab.edu.ve) en 1998; en 2000 parte a la Universidad de Bristol (http://www.bristol.ac.uk, Reino Unido) para completar su licenciatura en literatura inglesa y filosofía (2003). Posteriormente completa una maestría en la Universidad de Leeds (http://www.leeds.ac.uk, Reino Unido) en literatura y cultura norteamericana (2004). Entre 2005 y 2008 escribe una novela y una colección de cuentos en inglés al igual que una colección de cuentos en castellano. Repetidos fracasos en su intento por publicar la novela en el Reino Unido lo llevan a emigrar al Caribe en 2008. Durante 2009 ha publicado crónicas, artículos y perfiles en periódicos y revistas de Anguilla, Sint Maarten y Antigua, como Anguilla Life, Daily Herald (Sint Maarten), The Anguillian y Lime (Antigua). Actualmente trabaja en un nuevo proyecto literario. Mantiene una bitácora literaria en http://mkobbe.blogspot.com. === Poemas Manuel López Quiroga ====================================== *** Recuento matinal Es limpio el aire de la mañana sabatina. En el anfiteatro de San Pedro de Atacama los corazones de diversas latitudes se abrigan en torno al fuego. Unos metros más allá la señora Elvira y otros habitantes preparan el ritual de los ancestros mientras el sol irradia su tibieza. Nos agrupamos en silencio y con respeto para la ceremonia de pago a la tierra. Se agradece a la tierra madre lo que nos da. Aunque herida por la voracidad transnacional y lastimada por la debilidad gubernamental y sufriente ante la indiferencia ciudadana ella todavía se reparte en semillas, frutos y alimento. Desde lo alto nos llega un guiño alegre: una brisa repentina hace llover sobre nosotros ramitas de árbol nortino como suave maná. Luego, Marcelo y sus instrumentos mapuches nos hermanan en torno a la música pura cual hermoso latir de la madre tierra. Guiando la meditación Jorge nos lleva desde el corazón uno al alma toda, transformándonos en vasos comunicantes de energía y luz fundidos en un abrazo humano y trascendente. *** Siete del siete del siete (Un pequeño canto a San Pedro de Atacama) Refrené el impulso, la avidez del turista que busca trofeos en cada lugar visitado. No traje sal ni piedras del Valle de la Luna, ni trozos de adobe tibio saqué de San Pedro de Atacama. Sólo tuve ojos, oídos, piel y corazón para atesorar la maravilla de la luz solar y el cielo diáfano, el intenso azul de la montaña, el frío nocturno y su lección del rigor, la sencillez y mansedumbre de los habitantes de esta tierra mágica. Sólo tuve alma para sentirme cósmico y astral, telúrico y alado, humilde parte del todo, pequeño aprendiz en el camino de vivir para servir. *** Flamencos del Salar Ahora sé el origen Del tono rosáceo al atardecer En la salitrera Vergara de mi infancia Ahora sé la génesis Del rosado crepúsculo En la Antofagasta puerto de mi adolescencia El sol pidió prestado ese color Al suave plumaje de los flamencos Del Salar de Atacama. *** Bienvenidos al “Pueblo del Salar Grande” Bienvenidos a Antofagasta Acunada entre cerros y mar Gracias hermanas y hermanos caravaneros Por tanta amorosa energía entregada Al servicio del prójimo Más allá del contaminante tráfico vehicular Y la indiferente prisa peatonal Aquí también hay corazones irradiando amor Más allá de los centros comerciales Y el maquillaje tecnológico Aquí no olvidamos del terruño su origen De sangre sudor y lágrimas Esta ciudad-puerto aunó voluntades Costeras pampinas sureñas inmigrantes Para forjar ternura en su rostro árido Cuando ustedes retomen la senda de la Caravana (Aunque bien sabemos que partir o quedarse Son sólo formas de decir) Ojalá se lleven la raíz mineral de nuestro día a día Transmutada en gaviota libertaria Rumbo al porvenir de un mundo más humano ** Manuel López Quiroga mlopezq@gmail.com Escritor chileno (María Elena, Región de Antofagasta, 1956). Es contador auditor de profesión. Ha publicado los poemarios (Libre)Plática (autoedición, 1994; Antofagasta) y Canto de amoranza (El Taller del Poeta, http://www.eltallerdelpoeta.com; Pontevedra, España, 2005). === Una tarde cualquiera Anitzel Díaz ================================ Hace una tarde preciosa, estamos algunos primos y yo tomando el fresco bajo la bugambilia. Cómo me gusta este rinconcito, los olores, sabores y colores que me transportan a mi infancia. Entra la abuela, una anciana de pelo blanco, mirada azul perdida, entra cantando, siempre sonriendo, siempre haciendo algo. Me monta un beso en el cachete. —Mi niña, pues, mira nomás cómo has crecido. Se ladea con el peso de las bolsas. —Deja, te ayudo, abuela. —No, deja, quédense platicando, te voy a hacer tus frijolitos en olla de barro y tus tortillitas hechas a mano. —Ay, abuela, por eso me gusta venir para acá, ¿y el abuelo? —Ni sé... —dizque se va al cerro, desde que lo conozco se va al cerro a las ocho de la mañana y no lo veo hasta bien entrada la nochecita. Yo lo vi temprano tomándose su coca y fumándose sus Alas en la tienda de la entrada del pueblo, pero para qué le echo leña al fuego. —Está bien, abuela, la ayudo, a ver, déme esas bolsas. —Mi niña, cómo pasa el tiempo —me repite esto cada que me mira. Me parezco a ella, eso dicen, pero más oscurita, como dicen de cariño, más morena sé yo. Las facciones al menos son las mismas. La mirada es otra. Yo la tengo ya viciada por la capital, no sé por qué les dio por irse a la capital, está bien, este es un pueblo seco olvidado de Dios, pero se siente familia aquí. Allá estamos solos, y los dos se van temprano a las bodegas y no llegan hasta tarde, aquí siento mi pasado. —Niña, pues, ¿no me ibas a ayudar? —Voy, estaba escuchando a tu cenzontle, abuela, ¿es el mismo del año pasado? —Mira pues no... el otro tuvo un fin un poco, ya sabes cómo es el Santia, que lo agarra y lo lanza a la pared, lo encontré en la cama muerto. —Ese niño hay que ponerlo en paz, abuela, te acuerdas cuando se le escapó el burro, corretiza que le puso el abuelo, lo fueron a encontrar allá por la presa. Me sonríe, una lágrima se le sale —sigue mal tu abuelo, ¿sabes?, yo creo que se me muere—, miro sus manos pecosas, huesudas y llenas de venas como las mías, le tomo una, se la acaricio, no sé qué decir, ¿qué le dices a alguien que va a perder a su compañero de más de sesenta años? Nos miramos y por un momento suspiramos juntas. —Ay, mira nomás, se queman las tortillas, ya sabes que al abuelo le gustan bien tiernitas. Mira, ve a la huerta y alcánzame unos limones. Voy a la huerta y me encuentro al abuelo sentado a la sombra del limonero. —¿Qué pasa, abuelo, otra vez fantaseando? —No le digas que estoy aquí, me cree en el cerro, pero ya no puedo ir, me canso, mija. —Sí, abuelo, no le digo. —Se va a quedar sola, ¿sabes? —¿Cómo sola? Con tanto hijo, nieto y familia, casi todo el pueblo es pariente. —No creas, mija, uno se acostumbra a ese peso en la cama, le voy a hacer falta. Me siento con él y nos quedamos en silencio mirando el huerto. —Cómo me molió la remolona con este huerto. Pero si aquí no crecen más que piedras viejas, ¿no ves? Quiero mi huerto, quiero verde, extraño mi tierra, dijo ella. No es de por aquí ¿sabes? Asiento, sigue... —Le puse unas guayabitas, su limón, el ciruelo y el naranjito. Ni huerto es, cuatro árboles nomás, pero cómo los cuida, todas las noches viene y riega sus arbolitos, fue lo único que le di a mi vieja... Lo único que le voy a dejar. —Eso y quince hijos, abuelo. Suspira y no responde. —Ve, anda que te debe estar esperando con esos limones. ¿Y tu papá? —me pregunta cuando me voy—. No lo he visto, niña, ¿qué será de él? —Sí lo viste, abuelo, estuvo aquí hace poco, ¿no te acuerdas, Chago..? No me responde, me voy y dejo una pequeña figura enjuta a la sombra de un limón. ** Anitzel Díaz anitzeld@yahoo.com Escritora mexicana (1974). Textos suyos han sido publicados en las revistas etcétera y Letras Libres (http://www.letraslibres.com). === Poemas Ángela Gentile ============================================ *** Los pies de Ulises Fui devorado por el mar, pero mis pies memorizaron Ítaca, su hierba y el misterio condenado a mí. Por ellos regresé multiforme y primitivo de sandalias. Allí, velaron mi nombre una y mil noches, bajo las estrellas y cerca del [Egeo. Alguien rozó la sagrada marca en mi piel y preguntó: ¿Quién eres? Sólo mis huellas, arquitectas de infamias, reposaron en paz en salinas [aguas, olvidaron la resina de las zateras y dejaron de oler a maderos. A expensas del mundo mis plantas buscaron las sombras y otra voz delató: ¿Dónde irán tus pies? Y vinieron hacia mí los naufragios y los vientos. Yo, soberano en intrigas, no pude contra mí y me pregunté: ¿Quién me recuerda? Y el mar rugió memorioso desde la alta orilla. *** Hablan las sacerdotisas Nos urge el sol que reposa en los techos y también el aire que en este lugar es ardiente. Las hijas de los dioses cantan sentadas en la roca la vigilia de las palabras. Descienden las miradas coronada de mirtos, toman al dios en lo bello de su arte y adviene lo divino. Una de ellas, la de áurea melena, no pertenece al linaje, aspira y su lenguaje deudor impulsa las sombras en nombre de madre inmortal y padre comedor de peces. Consagrada a la oscuridad, presiente las aguas y escribe decididamente muda. *** Detrás del jabalí Quitamos el hacha de dos filos hiriendo la noche. Mientras, en el salón los hilados tejían nuestra vigilia y la mirada apergaminada del jabalí de Tracia era rociada con el agua sagrada de primavera. Nos habíamos detenido en las tiendas, alentábamos la voz de los sirvientes luego del baño de nueces y antes de la espalda del bárbaro. Lejos, el mar volvía a su lecho desde la torre de los vientos y el Borea desgranaba nuestro perfil mientras marchábamos. La veleta de los vientos honraba a los dioses indicándonos el buen rumbo. ** Ángela Gentile angelagentile2000@yahoo.com.ar Escritora y docente argentina (Berisso, Provincia de Buenos Aires, 1952). Ha publicado los poemarios Escenografías (Premio Nacional Iniciación) y Cantos de la Etruria, así como el ensayo La Divina Comedia, poema que atravesó océanos (revista Etruria [http://www.everyoneweb.es/etruria] de literatura juvenil, crítica y teoría). === Auxilio en carretera Carlos Manzano ============================== Este coche tira que es la hostia. Nada, no se nota ni un solo temblor, parece que te vas deslizando, que flotas en el aire, y eso que las carreteras de este puto país dan asco de lo plagadas de baches que están... Le pisas un poco y se pone a ciento sesenta en un plis plas, como si nada. ¡Uff, y cómo se agarra en las curvas el hijoputa...! Conducir este coche y sentirte dios es todo uno. ¡Y que todavía haya al¬gún cretino que pida limitar de fábrica la velocidad máxima de los automóviles..! Me gusta regresar por esta carretera: apenas hay tráfico, no te cruzas con casi nadie y probablemente ni la Guardia Civil sabe que existe. Alguna vez que otra te sale algún garrulo con su tractor o surge de no se sabe dónde un rebaño piojoso —que, por cierto, no sé adónde cojones vienen a pastar, si aquí todo es puro secarral—, pero lo que son coches, hay veces que no llegan ni a la media docena, aun¬que lo mejor es que no atraviesa más que un par de pueblos inhóspitos cuyas cuatro casas apenas se sostienen ya en pie. Con un poco de suerte, en todo el trayecto no ves ni un alma. No entiendo cómo todavía hay quien alaba la vida en el campo, ro¬deado de viejos, zarzales y cagarrutas de oveja. ¡La tranquilidad de vivir en plena naturaleza!, dice el cretino de Pedrosa. Eso es porque no ha pasado por aquí ni piensa venir en su puta vida, porque si no, no aguantaba ni dos días, con lo como¬dón y lo sibarita que es el cabrón. Eso es una de las cosas que más me jode, esa manera que tiene la gente de idealizar la vida y de simplificar la realidad escogiendo una sola de sus partes y olvidando el resto, como si con eso sólo pudieran evitar su existencia. Tranquilo sí que es esto, de eso no hay duda. Pero uno se viene aquí una semana y a las dos horas ya está harto de no hacer nada, de dejar pasar el tiempo como si todo diera igual, de regodearse en la monotonía, en el canto de los pajaritos y en el zumbido insoportable de los insectos. Y al día siguiente se despierta alar¬mado ante la perspectiva de que, por mucho ingenio que le eche al asunto, real¬mente no hay nada que hacer, no es posible llevar a cabo ninguna actividad con la que entretenerse. Esto es lo real, la vida pura y dura. Lo demás es engañarse como pánfilos, no querer asumir nuestra verdadera naturaleza de “urbanitas”. Esta recta es formidable: se puede llegar a coger perfectamente los ciento ochenta, incluso los doscientos por hora. Es como volar. La carretera se estrecha como si caminases a toda pastilla por un hilo de alambre. Alucinante. Y luego está como suena el motor. Esto sí que es música, y no esa mierda que se empeña en ponerme Olga para dárselas de intelectual. Y lo peor es que encima me deja el sal-picadero lleno de cedés, como si yo los fuera a poner alguna vez. Eso es algo que quitaría de los coches: el puto cedé, como si no bastara con la música celestial de los ciento setenta caballos... Joder, no sé por qué me pongo a pensar ahora en Olga, con lo a gusto que estaba yo aquí solo con mi Audi, dueños él y yo del mundo... También son ganas de amargarse. Si es que no aprendo. De todos modos, ayer lo pensaba seriamente, y creo que va a ser lo mejor: voy a dejar de verla. Me tiene ya un poquito harto, no sé qué idea se ha hecho de lo nuestro, pero ya es hora de pararle los pies. Una cosa es follar, quedar juntos, irnos de viaje por ahí, en fin, pasárnoslo bien, y otra que se crea con derecho a inmiscuirse en mi vida. Es lo que me faltaba. Aún no me lo he podido quitar de la cabeza; todavía me parece estar escuchándola. ¡Pero cómo se le ocurre sugerirme siquiera que nos vayamos de vacaciones a casa de sus padres! ¡Pero cómo se puede ser tan imbécil! No te jode, ni que fuéramos novios. Es que esa tía es tonta. Y mira que lo hemos hablado veces, que no acepto ninguna clase de compromisos, que si algo va bien como va, para qué cambiar, etcétera. Tenía que haberla mandado a la mierda en ese mismo momento, se lo merecía por mema. ¿Qué cojones pinto yo en casa de sus padres, a ver? ¡Por Dios, si sólo de imagi¬nármelo se me revuelven las tripas! Sólo los he visto una vez, un día que nos los encontramos de sopetón en plena calle, al doblar una esquina. No recuerdo haber visto en mi vida dos tipos tan ramplones y tan vulgares como ellos. Y encima quiere que nos vayamos una semana entera a su casa de Salou, el paraíso de los paletos, a hacerles compañía. ¿Pero por quién me ha tomado? Esta tía se está confundiendo conmigo, se está confundiendo y mucho, y ya es hora de que la ponga en su sitio. Conmigo no se juega. Si no es capaz de comprender quién soy yo y lo que quiero, lo mejor es que la mande de una vez por todas a tomar por el culo. Sin más preámbu¬los. A ver si espabila de una vez, que ya tiene añitos. Esta parte de la carretera es la que más me gusta: curvas sinuosas, firme en buen estado, pronunciados cambios de rasante... Es como danzar bajo la melodía vibrante de la orquesta mejor acompasada del planeta: los cuatro cilindros de mi Audi A6. Pura energía. Esto no lo cambio por nada del mundo. Ya se lo dije a Pedrosa; como los Audi hay pocos: estables, fiables, poten¬tes... Pero luego va el cretino y se compra un Mercedes, como los de pueblo, para presumir de lo cateto que es. Casi mejor, así nadie se confundirá con él. Porque lo que salta a la vista nada más verlo es que es un cretino de tomo y lomo. Yo todavía no sé de qué va, pero desde luego a gilipollas no le gana nadie. Y a incompetente menos aun. Con la cartera de clientes que tenía, y hay que ver cómo ha caído en los últimos meses... Y no me sirve que ponga de excusa la separación de su mujer, como si con eso quisiera justificar sus meteduras de pata. Si se le van los clientes será porque no sabe llevarlos. Tendrá mucha labia y todo lo que quieras, pero eso hoy en día ya no funciona. Y con la cara de pánfilo que luce, lo único que transmite es tristeza. Que ponga de excusa su “penosa” situación personal sólo esconde su torpeza y su insolvencia como comercial, y sobre todo su incapacidad para asumir responsabilidades. Un inútil. No sé quién dijo que la pobreza es el justo castigo a la incompetencia —y si no lo dijo nadie me lo atribuyo yo y ya está—, pero no le faltaba el más mínimo de razón. Los americanos, que por algo son la primera potencia, lo tienen claro. Por eso, si Pedrosa se va a la calle, bien merecido se lo tendrá. No sé por qué Velasco le tiene en tanta estima. Me da igual que en otro tiempo llevara la cartera más amplia y más rentable; ahora va de mal en peor, y eso es lo que a fin de cuentas debería importar. Ya le dije a Velasco que no me sería muy difícil gestionar su red de clien¬tes, que por eso no tenía por qué preocuparse. Si fuera algo más inteligente, actua¬ría sin contemplaciones. Se empieza protegiendo inútiles porque nos dan pena, po¬brecillos, con la que les ha caído encima, y al final se acaba llevando la empresa a la ruina. Es la ley del mercado, cualquier estudiante de primero de economía lo sabe. Si de mí dependiera, no me temblaría el pulso. A ver si así además aprendía a no llorar como una maricona porque lo ha dejado su mujer. ¡Hostias! ¿Qué es eso de ahí en la cuneta? ¡Joder, si es un coche! ¡Menuda hostia se ha debido de meter! ¡Uff, vaya golpe! Por lo menos ha dado cinco o seis vueltas de campana. Y encima en esta carretera, donde no pasa ni un alma ni por equivocación. Seguro que se ha salido en una curva. Es que hay gente que no sabe conducir, vete a saber a qué velocidad iría... Ha debido de ser hace unos pocos mi¬nutos, las huellas y los estragos son muy recientes. No sé si habrá alguien con vida adentro. Y aun así lo tienen crudo, aquí en medio de la nada, si no se han muerto del golpe les va a tocar morirse de asco, que casi es peor. Seguro que ni siquiera hay cobertura para avisar. ¡Vaya, pues sí, mira por dónde! Parece mentira, hasta en lo más perdido del mundo a alguien le ha dado por colocar un repetidor de telefonía. Luego vendrán los ecologistas de los huevos a darnos la tabarra con las radiaciones electromagnéticas y todo eso. Pero de los avances de la técnica no dicen nada, se callan como putas. El caso es tocar los cojones porque sí, por afición, para amargar¬nos la vida a los demás. Bueno, parece que sólo hay una persona dentro. No sé si está viva, aunque lo cierto es que no se mueve. Es un gordo. Un gordo calvo. Y vaya mierda de coche que lleva, un Renault 12 que igual tiene veinte años por lo menos... No me extraña que se haya salido de la carretera. Demasiado tiempo ha estado circulando por ahí, poniendo en peligro la vida de los demás. Esto es lo menos que le podía pasar. Por suerte, a éste ya no hay dios que lo haga funcionar de nuevo. Un cacharro menos. No hay mal que por bien no venga. Hay un muñeco de peluche tirado por ahí. A lo mejor es de alguno de sus hijos. La verdad es que no lo conozco de nada, pero no me extrañaría lo más mí¬nimo. Tiene toda la pinta de tener dos o tres hijos por lo menos. Y no parece muy mayor, yo no le echaría más de cuarenta. Aunque claro, después del golpe, sacar ese tipo de conclusiones es un poco arriesgado: tiene la cara destrozada y está lleno de sangre por todo el cuerpo. Y eso que llevaba puesto el cinturón. Pues mira para lo que le ha servido. Aquí querría ver yo a los gilipollas de tráfico, a ver qué justifica¬ción se les ocurría ahora. El motor todavía no se ha enfriado del todo. Lo que parece mentira es que no haya echado a arder de inmediato. Hay gente con suerte. Bueno, con suerte relativa, claro está. Porque una vez muerto, ¿qué más te da calcinarte como una salchicha? ¡Joder, que no está muerto! ¡Ha abierto los ojos! ¡Acabo de verle mover los párpados! Creo que me ha visto, ha abierto un segundo los ojos y me ha visto. ¡Jo¬der, si parecía que estaba más muerto que mi abuelo! Ahora ha movido un poco una mano, la derecha. Parece que quiere hacerme alguna indicación. No puede ni hablar, le debe doler todo el cuerpo, no creo que le queden muchos huesos sanos. Está hecho polvo, pero no está muerto. Ahora que me fijo bien se nota que aún puede respirar. ¡Joder, y yo aquí mirándolo como quien contempla una obra de arte! ¿Pero se puede saber qué coño estoy haciendo? ¡No me jodas, hombre! Yo me largo de aquí cuanto antes, a ver si me la van a liar. ¡Joder, qué susto me he llevado! Menos mal que mi Audi se pone a cien en un abrir y cerrar de ojos. Espero no cruzarme con nadie en lo que me queda de camino, sería lo que me faltaba. ¡Como si no tuviera ya suficientes problemas en mi vida! ¡Joder, qué mierda! Que mañana a primera hora tengo reunión y no puedo faltar. De todas formas, si me paran siempre puedo decir que cuando pasé por aquí no vi ningún coche en la cuneta. O aun me¬jor: que lo había adelantado unos kilómetros antes y que por tanto debió de salirse después de que lo rebasara. Lo importante es actuar como si no hubiera visto nada. Con tranquilidad. Con tranquilidad y mucha calma. Hay que ver por qué tonterías puede uno complicarse la vida. En realidad, si lo miras fríamente, no ha pasado nada. Un accidente más. Un número. Una cifra. Meto quinta y en unos minutos me planto en casa. ¡La hostia cómo tira el coche! ¡Cómo se notan los ciento setenta ca-ballos! ¡Qué maravilla de técnica..! (Incluido en el libro Relatos para el número 100, publicado en 2009, y con el que Mira Editores celebró el número 100 de su colección de narrativa). ** Carlos Manzano carlosmanzano65@hotmail.com Escritor español (Zaragoza, 1965). Ha publicado las novelas Fósforos en manos de unos niños (Septem Ediciones, http://www.septemediciones.com; 2005), Vivir para nada (Mira Editores, http://www.miraeditores.com; 2007) y Sombras de lo cotidiano (Mira Editores, 2008). Es editor de la revista electrónica de literatura Narrativas (http://www.revistanarrativas.com). Mantiene una página personal en http://www.carlosmanzano.net. === La coronación de Michelle Aníbal Bustamante ====================== “Nunca fue tan claro el amor como cuando Hans Christian Andersen amó a Jenny Lind, el Ruiseñor de Suecia”. (“Balada de Hans y Jenny”, Aquiles Nazoa). Lugar: Dinamarca Escenario: El Tivoli. Copenhagen Época: siglo XX Y erase una vez en Dinamarca... Y dijo el rey de los gnomos A los demás congregados, Hay que raptar a Michelle Para ponerla en el trono. En las cuevas bajo el Tívoli La fiesta ya comenzaba, Bebían snap con cerveza Que en barriles calentaban. Las gaitas y las trompetas De los duendes se escuchaban Y contentos los enanos A bailar se levantaban. Arriba radiantes luces De Copenhagen brillaban La sirenita del puerto También estaba invitada. Sólo faltaba Hans Christian Que en su casa se bañaba Para asistir al sarao Que el rey gnomo preparaba. Por el camino de Aarhus Venía la bruja malvada, En su corcel de pajilla Montaba su escoba alada: Dos ojos, dos llamaradas En la boca un solo diente En la mano una manzana Que como todos recuerdan La tenía envenenada. Venía luego Blanca Nieves De sus enanos rodeada Con un cantar contagioso, Su blanca blusa ajustada Iba contenta al jolgorio A ver lo que pasaba. Ya desde Skyve asomaba Un polvero que asustaba La calabaza dorada Con ratones por caballos Que el hada los transformaba, El postillón de librea El látigo propinaba Era la cenicienta Que en su carroza llegaba. De la corte de palacio Sale temblando la reina Fúrica y agitada, Con príncipes, mariscales, Con soldaditos de plomo Y de leche condensada, Cañones de chocolate Y caballitos de nuez moscada. Entonces era que el reino En mucho peligro estaba Pues los duendes muy traviesos A Michelle la coronaban. En el castillo paterno El mismo Hamlet dudaba, Y su duda verdadera No era el ir o no ir Sino qué ropa ponerse Para poder asistir A la fiesta de Michelle Que en el Tívoli se daba. En su caballo montado El príncipe se aprestaba Lujosamente trajeado A cabalgar la comarca Diciendo a todos al paso: Llevo a Michelle la corona Que ya el pueblo le ha otorgado. Y la gente recelosa Que al pasar lo contemplaba No dudaban al hablar Y entre ellos comentaban De verdad que huele mal Huele mal en Dinamarca. Si es la duda existencial Del ser o del parecer Su dilema resolvió De una muy noble manera: Tomó capa, espada y calavera Y hacia Aalborg se largó. De Suecia una comitiva En el puerto ya distingo Es una tropa bullera Y aguardientosa, Harta de gin y cerveza, Es un tropel de vikingos De amarilla cabellera. Entre ellos custodiada Viene una linda rosa Que se ve lánguida y callada Porque el temporal arrecia Y la mar está picada. Cruje la mesana Y el remo que se volteaba Hasta los peces se espantan De aquella furia sin par Mas de repente Queda quieta y serenada, Canta la niña angelical Canta la novia de Hans Canta Jenny Lind El Ruiseñor de Suecia. Así a la hora puntual Incluyendo a Gôsta Berling De Noruega señorial Acudieron a la cita De los gnomos del lugar. Sin faltar todos los niños Que a Michelle querían mirar, Los amigos y enemigos, Los nobles y los villanos Partidarios y adversarios Seguidores y demás. Pudieron ver a la reina Inclinarse ante el altar Para ofrecer la corona A esta niña encantadora De este cuento medieval. Esta es la historia final Que quedó para el arcano Y los viejos en sus diarios Le pondrán mucha atención Pues, gracias a la ficción El reino de Dinamarca Se volvió republicano. ** Aníbal Bustamante bustamante7@gmail.com Escritor venezolano. Médico cirujano de profesión, graduado en 1971. Ha sido médico residente en el Hospital Ángel Larralde de Valencia, Carabobo, y en clínicas privadas. Textos suyos han sido publicados en revistas de su especialidad, así como en el diario Notitarde (http://www.notitarde.com). Su producción literaria permanece mayoritariamente inédita. === La espera Milly Epstein Jannai =================================== Los estamos esperando. Hace ya mucho tiempo que los estamos esperando. Ellos todavía se demoran. Pero nosotros estamos aquí. Esperamos. Estamos atentos al más mínimo cambio de luz en el paisaje acostumbrado de la tarde; acechamos todo temblar imprevisto de las hojas de parra y de los racimos de glicinas. Esperamos. Se están acercando. Es casi seguro, aunque todavía ningún rumor, ningún algodonado murmullo ha anticipado su incipiente llegada. Ecos lejanos e indefinidos, quizás los gritos ya diluidos de invasiones anteriores, nos llegan en ondas intermitentes a través del aire azulado, como las reverberaciones de una estrella ya apagada. Suponemos que son salvajes: hombres desnudos guiados por instintos de olor ácido, quizás, incluso son devoradores de carne humana. Esto nos lo imaginamos porque los suponemos poseedores de una piel lustrosa, unos brazos hábiles para la caza, una organización social incipiente, y esa mirada vaga y apagada que sólo puede encenderse cuando los cuerpos descuartizados de sus enemigos crujen al asarse sobre el fuego perfumado que crepita y chisporrotea cuando la grasa que envuelve los dulces tejidos, cae convertida en espesas, turbias gotas doradas. Al comer, sentados, con la mirada extraviada y el cuerpo levemente arqueado hacia adelante, roen los huesos hasta dejarlos blancos y suaves. Son hombres inmaculados, mudos, siempre elegantes testigos de una gloria ya pasada, pretérita, anterior a toda memoria. El prestigio de esta cena comunitaria se hunde en la amnesia grupal: cumplen con un ritual cuya lógica escapa a la turbia comprensión de sus inteligencias alucinadas, un ritual que instituye un orden sagrado en el fluir espasmódico del deseo. Los suponemos vigorosos, astutos, incapaces de todo pensamiento verbalmente organizado, predispuestos a sorprenderse de su propia violencia, poseedores de un accionar sin fracturas, no dividido por una elucubración simbólica. Son nuestras suposiciones, por supuesto, las que cimientan su poderío. Ellos deben intuirla existencia de este repliegue de temor y de inestabilidad en nuestra manera de hablar, o quizás en nuestros estudiados modales, o tal vez en nuestro pastoso silencio. Eso les permite demorarse hedonísticamente, dedicarse a cosas cotidianas como el trance hierático, el apareamiento o la recolección de los frutos silvestres y de las raíces que constituyen su frugal alimentación (porque, suponemos, la ingestión de carne humana no debe ser la dieta ordinaria de estos hombres de cuerpo atlético y de costumbres austeras, sino la señal de su intrusión en un espacio ajeno, regido por lavas y vientos y volcanes, y habitado por fuerzas larvadas y de poderes desconocidos, espacio desarraigado cuyas leyes hacen peligrar la impermeabilidad de los umbrales establecidos). A estos y otros menesteres se dedicarán antes de llegar, anunciados por el polvo de sus caballos en el horizonte. Posponen el ataque. Relegan un poco más el momento gozoso en el que el placer de hundir sus dientes en nuestra carne obnubilará sus miradas y crispará sus rostros en una mueca de extravío. Ellos deben de saber estas cosas. Por eso, se siguen demorando. Nosotros, sin embargo, los esperamos sin pausas. El comienzo de nuestra espera se gestó en los bordes nunca del todo esclarecidos del territorio. Fue más bien un temblor, un algo tangencial cuyas vibraciones dejaban percibir un como tum-tum lejano que se iba acercando. Con la cara pegada a la inmensa llanura, para oír mejor el oleaje del zumbido que llegaba desde más allá de los campos de girasol y de los bosques de largas lluvias, aun más allá del desierto de piedras y de iguanas, los habitantes de los bordes afirmaron con sequedad que había que estar preparados. Que los del otro lado de nuestros límites se habían puesto en marcha y que llegarían, con sus mujeres, sus hijos, sus carpas, sus muchos tesoros y sus interminables historias. Sin duda llegarían. Venían hacia nosotros. Ellos así lo advertían. Como el viento y la lluvia, llegarían. Sin aclaraciones. No querían ser responsables. Esta advertencia, pronunciada en el dialecto gutural y arcaico de los hombrecitos de pie amarilla que habitan los bordes porosos de nuestro territorio, debería haber sido recibida con indiferencia, con una estéril simpatía, con media sospecha, quizás con una cierta curiosidad folklórica. Nada más. Pero cauces subterráneos, vermíneos, invisibles, vinculan lo que se manifiesta con aquello que está oculto porque todavía no nació, pero sin embargo está ya latiendo como augurio de lo que será. Sea como fuere, nuestras vidas opacas y predecibles se vieron sacudidas por la tiranía de una advertencia carente de todo contenido específico y de mensaje transmisible, que sin embargo exigía, con una retórica muda, estar alertas y despiertos y preparados, porque los otros se estaban acercando. Debo confesar que esta espera tan larga, tan indefinida, ha desmoralizado a los nuestros. Las consecuencias de esta situación son el relajamiento de la disciplina y de la aceptación incuestionable del ideal comunitario. Como era de suponerse, se trata de una situación devastadora. Y así es como las campañas de purificación, los transplantes y las extirpaciones se han iniciado. Hay que protegernos de todo aquello que pueda dañarnos. Cirujanos capacitados especialmente detectan las células enfermas en el cuerpo de nuestros hombres, y mediante refinados y cáusticos procedimientos aprendidos en remotos países de impronunciables ciudades, cortan, drenan y cauterizan pulcra y amorosamente los miembros infectados. Porque está probado que el cuerpo y la mente, uno son. Por ello es que los tubérculos de la duda que se extienden y multiplican y atacan glándulas y órganos enteros, deben ser extirpados en complicadas operaciones que ponen al descubierto los mismos rojos tejidos que nuestros enemigos querrían adobar y perfumar con hierbas exóticas antes de ser insertados en el asador. Los cuerpos de los nuestros se cubren de cicatrices, de señales, de increíbles costuras. Estas son las marcas que ponen al descubierto el paternal afán de nuestros médicos y artesanos, servidores obedientes de nuestros mayores. Además, debo mencionar el hecho de que los períodos de convalecencia y recuperación son un medio de aliviar la tensión de la espera, y mitigar así los indeseados efectos de la negra melancolía y de la meandrosa imaginación es salvaje, oscura, poderosa, palpitante, sensual, capaz de convertir nuestro esperar heroico y ejemplar en algo sin contornos, amorfo, destinado al olvido o al oprobio. Ahora nuestros cuerpos se fortifican. Las cicatrices toman un color rosa pálido y esconden, pudorosas, los secretos de la carne; los muñones de redondeados perfiles dejan ya de recordarnos la presencia de otra cosa. Es así, pues, como los estamos esperando. Sin ilusiones, con una vaga sensación de fastidio y de cansancio, y también con una cierta inútil abnegación. Suponemos —aunque no todos los sectores comparten esta idea— que la llegada de nuestros enemigos nos salvará de la nostalgia viscosa y triste que comienza a corroer nuestro desalentado esperar. Supongo —y el privilegio de expresar esta suposición me señalará como la meta de un próximo e inevitable cercenamiento— que los nuestros, agradecidos, no se opondrán. Pero ellos, nuestros salvadores, no llegan. ** Milly Epstein Jannai milly@etnahta.co.il Escritora argentina. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA, http://www.uba.ar) y luego finalizó un doctorado interdisciplinario en teoría literaria y educación en la Universidad Hebrea de Jerusalem (http://www.huji.ac.il/huji/eng). Actualmente se desempeña como jefa de la Comisión para la Enseñanza del Español en el Ministerio de Educación de Israel (http://www.education.gov.il/moe/english/ind.htm). Además, enseña en un programa de M.A. de enseñanza de la lengua, es editora científica de libros y conduce talleres de escritura. Publica artículos teóricos en hebreo y en inglés sobre temas vinculados con la escritura, la lectura y la educación. Ganadora del Primer Premio para Autores Inéditos en Argentina. Cuentos suyos han sido publicados en revistas y antologías. Tiene una página personal en http://www.etnahta.co.il. === Poeta Miguel ========================================================== === (Adaptación con cante flamenco con textos de Miguel Hernández) ======== === Selección de textos y dramatización: Jota Siroco ====================== *** Introducción Cante por toná Las cárceles se arrastran por la humedad del mundo, van por la tenebrosa senda de los juzgados, buscan a un hombre... lo absorben... se lo tragan. Cierra la puerta, echa la aldaba carcelero, ata duro a ese hombre, no le atarás el alma. *** Escena I Esposa, si no me sacáis de aquí me muero. Cossío, Sánchez Mazas, Ridruejo, me ayudan, pero a cambio quieren que abjure de mis creencias. ¡Creen que Miguel Hernández es una puta barata! Hombres veo que de hombres solo tienen, sólo gastan el parecer, el cigarro, el pantalón y la barba. En el corazón son liebres, gallinas en las entrañas, galgos de rápido vientre que en épocas de paz ladran y en épocas de fusiles desaparecen del mapa. Estos hombres, estas liebres, comisarios de la alarma, cuando escuchan a cien leguas el estruendo de las balas con singular heroísmo a la carrera se lanzan, se les alborota el ano y el pelo se les espanta, valientemente se esconden, gallardamente se escapan del campo de los peligros estas fugitivas cacas que me duelen hace tiempo en los cojones del alma. ...Si me muero, que me muera con la cabeza muy alta. Muerto, y veinte veces muerto, la boca contra la grama, tendré apretados los dientes y decidida la barba. Cantando espero a la muerte que hay ruiseñores que cantan encima de los fusiles y en medio de las batallas. Esposa, me dio mucha pena lo que me contaste sobre nuestro hijo, espero ansioso la libertad para poder abrazarle, abrázale por mí, que no eche en falta a su padre. Cante por nanas En la cuna del hambre mi niño estaba con sangre de cebolla se amamantaba. Una mujer morena resuelta en luna, se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Tu risa me hace libre, me pone alas, soledades me quita, cárcel me arranca. Desperté de ser niño, ¡nunca despiertes!, Triste llevo la boca, ríete siempre. *** Escena II. La infancia Todo empezó muchos años antes, en Orihuela, en la Calle de Arriba 73. Tendría yo quince años cuando... “Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos”... ¿Cómo, Miguel? ¿Que dice tu padre que a lo mejor no hay cielo?... Dile a tu padre que venga a hablar conmigo”. Así acabó el Colegio. Así acabaron para mí las Escuelas del Ave María. Ya en el campo comencé a leer todo lo que caía en mis manos: Gabriel y Galán, Vicente Medina, Fray Luis de León... Con todos ellos comencé a escribir mis primeros poemas... Uno tras otro los iba después desgranando en nuestra pobre tertulia en casa de los Fenoll. Allí Ramón Sijé, con su voz espesa, grave, conocedora de todos los registros, me decía entre padre y amigo: “Miguel. Los nuevos poetas de la nueva España, han encontrado en Góngora la fórmula para dejar de parecer ser poetas y serlo realmente. Si de verdad quieres dedicar tu vida a la poesía vete a Madrid, aquí en Orihuela sólo irías agonizando lentamente”. Le hice caso, cogí mi pobre maleta de cartón y me fui del pueblo. Era un 7 de diciembre de 1931. Cante por Seguiriya Carne de yugo ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido por el yugo para el cuello. Contar sus años no sabe y ya sabe que el sudor es una corona grave de sal para el labrador. ¡Quién salvará a este chiquillo, menor que un grano de avena, de donde saldrá el martillo verdugo de esta cadena? *** Escena III. Madrid Llegué a Madrid cargado aún de huertas y naranjas. De campo y sol entre mis manos. Llegué a Madrid y conocí el mundo e la incomprensión del que me había hablado Sijé. Buscaba trabajo como un loco. Me pateé todo Madrid, pero la escena parecía repetirse: ¡No hay trabajo, joven, márchese! ¡No hay trabajo, márchese! ¡Márchese, márchese, márchese! ¡Qué confusión, Babel de los babeles, gran ciudad, gran demontre, gran puñeta y su desequilibrio en bicicleta! ¡Rascacielos, qué risa, rascaleches! Lo que haya de venir aquí lo espero cultivando el romero y la pobreza... Volví a Orihuela tras una breve estancia en la capital. Allí pude por fin en 1933 editar mi primer libro, Perito en lunas. “No se merece Perito en lunas —escribió Lorca— un silencio estúpido, no. Se merece la atención y el amor de los buenos”. Animado por estas palabras, volví de nuevo a Madrid. Allí todo había cambiado. Imparable había crecido el movimiento fascista, frente a él se alzaba la voz del pueblo: sindicatos y partidos de izquierda se unían frente al ruido sordo de tan amenazantes cadenas. Cante por romance Vientos del pueblo me llevan. Vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me aventan la garganta. Los bueyes doblan la frente impotentemente mansa delante de los castigos, los leones la levantan y al mismo tiempo castigan con su pavorosa zarpa. ¡Nunca medraron los bueyes en los páramos de España! *** Escena IV. La guerra Como preludiando futuros sufrimientos, mi querido amigo, mi compañero del alma Ramón Sijé, con quien tanto quería, cerraba sus ojos definitivamente en la nochebuena del año 33... Pero, amigo, yo sé que... Volverás a mi huerto y a mi higuera. Por los altos andamios de las flores pajareará tu alma, colmenera de angelicales sedas y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores. Alegrarás la sombra de mis cejas y tu sangre se irán a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas compañero del alma, compañero. Cante por Peteneras Quiero arrancar la tierra con mis dientes, Quiero escarbar la tierra parte a parte A dentelladas secas y calientes. Quiero minar la tierra hasta encontrarte Y besarte la noble calavera Y desamordazarte y regresarte. *** Escena V. En el frente Lorca fue asesinado poco después de iniciada la sublevación militar en Marruecos... “Federico García hasta ayer se llamó, polvo hoy se llama”. Y es su sangre bestialmente vertida la que me hace escribir a Valentín González, “El Campesino”, para decirle: “Yo seré el poeta dispuesto a empuñar el fusil y a empuñar el romance cuando lo creas oportuno”. Ingreso en el 5º Regimiento y recorro el frente dando mítines: “Compañeros, vivimos una gran época de sangre. En el territorio de España hay más ríos de sangre que de agua y más sementeras de sangre que de trigo. ”La España joven y jornalera, la del trabajo excesivo y el pan menguado, tiene la suerte, que no la desgracia de vivir estos momentos de duro encuentro entre dos mundos: el del explotador y el del explotado. ”Campesinos, jornaleros que hoy empuñáis el fusil, sabéis poco o sabéis nada de lo que significa derrotar a las clases adineradas, que están frente a nuestras trincheras bajo el nombre de fascismo. ”¡Compañeros! ¡Que en vuestros corazones no haya otro sentimiento que este: hacer la Revolución! ”¡Que en vuestras frentes no haya otro pensamiento que este: ganar la guerra! ”¡Campesinos, trabajadores, jornaleros, viva la República, viva el Frente Popular, abajo el fascismo!”. Cante por romance Que mi voz suba a los montes, que baje a la tierra y truene, eso pide mi garganta desde ahora y desde siempre. Si yo salí de la tierra, si yo he nacido de un vientre desdichado y con pobreza no fue sino para hacerme ruiseñor de las desdichas y eco de la mala suerte. No desfallezcan tus huesos, castiga a quien te malhiere mientras que te queden puños, uñas, saliva y te quede corazón, entrañas, tripas, cosas de varón y dientes. Asesina al que asesina, aborrece al que aborrece la paz de tu corazón y el vientre de tus mujeres. Varios tragos es la vida y un solo trago la muerte. *** Escena VI. Amor en las trincheras Avanzaba la guerra. También desde las trincheras escribía cartas a Josefina, mi novia: Eres la noche, esposa. La noche en el instante de su potencia lunar y femenina. Eres la medianoche, la sombra culminante, donde culmina el sueño, donde el amor culmina Daré sobre tu cuerpo, cuando la sombra arroje su avaricioso anhelo de imán y poderío. Un astral sentimiento febril me sobrecoge, incendia mi osamenta como un escalofrío. La sombra pide, exige, seres que se entrelacen, bocas que la constelen de relámpagos largos, bocas embravecidas, batidas, que atenacen, silencios que hagan música de sus mudos letargos. Pide que nos echemos tu y yo sobre una manta, tu y yo sobre la luna, tu y yo sobre la vida. Tu eres el alba, esposa. Tu eres la noche, esposa, Yo soy el mediodía. Cante por romance El palomar de las cartas abre su imposible vuelo desde las trémulas mesas donde se apoya el recuerdo, la gravedad de la ausencia, el corazón, el silencio. Aunque bajo la tierra mi amante cuerpo esté escríbeme a la tierra que yo te escribiré. *** Escena VII. La cárcel De nada sirvió. Al terminar la guerra intenté cruzar a Portugal con mi mujer y mi segundo hijo, Manuel Miguel. Pero fui detenido por la policía política de Salazar y entregado a la Guardia Civil. Comenzó para mí un largo recorrido de cárceles, Madrid, Valencia, Ocaña, Alicante... OFF Nombre del fallecido: Miguel Hernández Gilabert. Profesión: poeta. Hora de la muerte: 5:30 Fecha de la muerte: 28 de marzo de 1942. Lugar de entierro: Cementerio Nuestra Señora de la Almudena, Nicho 1009. Jornaleros que habeis cobrado en plomo Sufrimientos, trabajos y dinero, Cuerpos de sometido y alto lomo, Jornaleros. Españoles que España habeis ganado, Labrándola entre lluvias y entre soles, Rabadanes del hambre y del arado. Españoles. ¿Dejaremos robar cobardemente riquezas que han forjado nuestros remos, campos que humedecieron nuestras frentes, dejaremos? Cante por fandangos Fuera, fuera ladrones de naciones, Guardianes de la cúpula banquera, Cluecas del capital y sus doblones. ¡Fuera, fuera! Arrojados seréis como basura De todas partes y de todos lados, No habrá para vosotros sepultura, Arrojados. Jornaleros, que España loma a loma, Es de gañanes, pobres y braceros, No permitáis que el rico se la coma. Jornaleros. Telón ** Jota Siroco malandar@msn.com Escritor español (Guadalajara, 1949). Licenciado en filología hispánica, es además profesor de lengua y literatura españolas, actor y autor teatral. Ha publicado Charladramas (Ediciones del Callejón del Gato, Sanlúcar de Barrameda, 1993), Cuentos de Sanlúcar (Forum Libros, Sanlúcar, 2002), Cuentos de Sevilla (Padilla Editores, Sevilla, 2002) y la antología de poesía erótica ¡Joder con los poetas! (Padilla Editores, 2003). ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “El ejercicio poético carece de función social o moralizadora. Es un acto que se agota en sí mismo, el más inútil del espíritu creador”. Gonzalo Arango, “Primer Manifiesto Nadaísta”. En: Obra negra (1993). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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