~~~~~~~~~~~~~~~ Año XV Cagua, Venezuela Nº 240 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 18 de octubre de 2010 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | El cibercafé de los hermanos Chang. / Narrativas 19. / | Breves Letras de celuloide. / Un libro que parece un periódico. | / Escribir no es aburrido. / Bilingüismo en Caracas. / | Leyendo en Gozón. / Uruguayos de hoy. / Niños actores. / | Fiesta ficticia. / Ebrios de libros. / Banco | cincuentenario. / Bajo la lluvia. / Primavera en Berlín. | / Uruz busca colaboradores. / Creación profesional. | | Apertura del Centro García Lorca se centrará en Poeta en | Noticias Nueva York. / Cinco siglos abarca la Antología Norton de | literatura latina. / Abren juicio oral a Planeta por | presunto plagio de Camilo José Cela. / Escuela de | Talentos de El Salvador publica sus tres primeros | libros. / El mexicano Elías Trabulse recibirá en la FIL | el Homenaje al Bibliófilo. / La hija de José Donoso | publica novela sobre su familia. / Random House | Mondadori adquiere derechos de la obra de Borges. / Más | de 80 ganadores tuvo el VI Premio Nacional del Libro de | Venezuela. / Javier Cercas gana el Premio Nacional de | Narrativa de España. / Instituto Cervantes anuncia una | web para estudiantes de español. / Proyecto Expresiones | se reunió en Cagua. / Presentaron en Frankfurt sello | postal en homenaje a Jorge Luis Borges. / Frankfurt | califica a Argentina como uno de sus invitados más | literarios. / Legado del poeta Miguel Hernández se queda | en Elche hasta 2030. / Luis Alberto de Cuenca ingresa a | la Real Academia de la Historia. / Premio Elena | Poniatowska a la escritora mexicana Mónica Lavín. / | Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile | anunció sus premios. / Humberto López Morales gana el | Premio de Ensayo Isabel Polanco. / José Emilio Pacheco | diserta sobre literatura mexicana hacia 1910. / El | venezolano Miguel Ángel Alonso presentó poemario en | Tenerife. / Se inició en Guanajuato el 38º Festival | Internacional Cervantino. / Publican guía de Ciudad de | México compuesta por textos de Monsiváis. / Premio | Nacional de Ensayo de España para Anjel Lertxundi. / El | español Eduardo Mendoza obtiene el premio Planeta 2010. | / Reeditan la novela La favorita del Señor, de Ana | Teresa Torres. / Falleció el antropólogo e historiador | austríaco Friedrich Katz. / Barcelona recibe a 16 | autores latinoamericanos. / Museo de Arte Contemporáneo | del Zulia celebra sus 12 años. / La Puce inaugura su | Feria Internacional del Libro en Quito. / La FIL | reconocerá al editor catalán Jaume Vallcorba. / Todo | listo para la Feria del Libro de Baruta. / Monte Ávila | presenta libros del Concurso para Autores Inéditos. / | Feria Ricardo Palma se inicia en Lima este viernes. / | Eduardo Lizalde y Luis García Montero obtienen premio | Poetas del Mundo. / Rafael Cadenas recibirá doctorado | honoris causa en Valencia. / Publican libro de discursos | de Gabriel García Márquez. / La puertorriqueña Mairym | Cruz Bernal dictará taller en Venezuela. / Alicante | nombra “Hijo Predilecto” a Miguel Hernández. / Estudios | de maestría en literatura latinoamericana convocan en | Caracas. / Celebrarán en Valencia seminario sobre | periodismo cultural. / Madrid recibe a cien creadores en | su Festival Eñe. / Tres escritoras recibirán doctorado | honoris causa en Puerto Rico. / Le Clézio inaugurará el | Salón Literario de la Feria de Guadalajara. / Documental | sobre García Lorca en Marruecos presentarán en | noviembre. | | “Miguel Hernández: la forja de un poeta”, Ramón | Especial: Fernández Palmeral. / “Miguel Hernández en mínima y | Centenario emotiva flor”, Alfredo Jorge Maxit. / “Dos poemas en | de Miguel homenaje a Miguel Hernández”, Efi Cubero. / “Miguel | Hernández Hernández Gilabert”, Gloria Cepeda Vargas. | | “Vargas Llosa: tres miradas personales”, Alfredo Herrera | Especial: Flores. / “El Nobel de Literatura en tres patas: antes y | Mario después”, Rolando Gabrielli. / “La dictadura perfecta de | Vargas Llosa Vargas Llosa”, Eduardo García Aguilar. / | al claroscuro “Homosexualidad: visión vargasllosiana”, René Flores | Agreda. / “El campeonato mundial de las letras”, Dixon | Acosta. | | “La poesía silenciosa en Tomas Tranströmer”, Abraham | Artículos y Prudencio Sánchez. / “En tierras bajas, de Herta | reportajes Müller”, Georgina Uzcátegui Gómez. / “Cultura política: | ¿miedo o esperanza?”, Carlos Schulmaister. / “El gran | pez”, Rafael Fauquié. / “Galina: una ciudad de puertas | infinitas”, Gregory Zambrano. / “María y la migración | japonesa a Colombia”, Dixon Acosta. / “El eróscopo: el | cuerpo como la medida del tiempo”, María de Lourdes | Javier. / “El viajero del siglo, de Andrés Neuman”, | María Elena del Valle de Villalba. / “Buen viaje, | General, la novela sobre Tulio Varón, de Benhur Sánchez | Suárez”, Carlos Orlando Pardo. | | “Isaac Goldemberg toma por asalto el género policial con | Entrevistas la novela Acuérdate del escorpión”, Eduardo Corrales. | | “Arrimos a un cuento de Eugenio Montejo”, Lesbia | Sala de ensayo Quintero. / “Las verdades del egoísmo. Ensayo sobre la | voz narrativa en El desbarrancadero, de Fernando | Vallejo”, Jorge Mario Sánchez. / “El mito y lo deforme”, | María Alejandra Crespín Argañaraz. | | “Tu nombre es un signo”, Manuel Cabesa. / “Asunto | Letras pecaminoso”, Juan Luis Nutte. / 5 poemas de Leo Lobos. / | “Cuentas pendientes”, Enrique Jorge Martínez Llenas. / | Poemas de Mareva Mayo. / Textos de Verónica Elisa Díaz | Montero. / Tres poemas de C. A. Campos. / “Señales”, | Julián Isaza. / Cuatro poemas de Isaac Varela. / | “Viernes”, Gerardo Antonio. / Poemas de Sergio Ortiz. / | “Variaciones sobre la manzana”, Elena Camacho Rozas. / | Poemas y crónicas de Elizaria Flores. / “Los celajes de | Alá Iddé”, Víctor Manuel Iravedra. / Tres poemas de Juan | Pablo Vázquez Álvarez. / Tres microrrelatos de Marisol | Llano Azcárate. | | “La risa de la hierba, de Juan Pomponio Castiglione”, | El regreso Karina Mariposa Roldán. | del caracol | Mario Vargas Llosa. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007, Centro Nacional del Libro http://www.cenal.gob.ve =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| El cibercafé de los hermanos Chang. La revista Los Hermanos Chang, que editan en Venezuela los escritores Fedosy Santaella (http://www.letralia.com/firmas/santaellakrukfedosy.htm) y José Urriola (http://www.letralia.com/firmas/urriolajose.htm), se caracteriza por sus ediciones temáticas. En su número 36, los hermanos abren un cibercafé, por lo que los textos tienen que ver con el mundo virtual, videojuegos, Internet, chats, asesinatos virtuales, sexo virtual, cyberpunk y otros temas relacionados. El lector se encontrará con estos textos: “La importancia de llamarse Nelesi”, de Nelesi G. Rodríguez T.; “Ésta es la bestia”, de Roberto Echeto (http://www.letralia.com/firmas/echetoroberto.htm); “No subject”, de María Ignacia Alcalá; “Morfologías de caricias RAM”, de Humberto Valdivieso; “Conversación electrónica entre Miguel Hidalgo Prince y Mario Morenza”, de Mario Morenza (http://www.letralia.com/firmas/morenzamario.htm); “SMS”, de Joaquín Ortega; “Es un Grundig”, de Linterna Roja; “Toma mi corazón negro”, de Rolando Peña; “Cartas de su psicoanalista al elector venezolano”, de José Javier Rojas; “Longing”, de Cinzia Ricciuti (http://www.letralia.com/firmas/ricciuticinzia.htm); “Juego colgado”, de Fedosy Santaella; “En el Cyber Café jugando Misión Imposible y enloqueciendo a la computadora con videojuegos Nintendo64”, de Carlos Zerpa; “Avatar”, de Kira Kariakin; “Dos textos escritos en mi iPad”, de Enrique Enríquez, y “Soundtrack”, de José Urriola. http://hermanoschang.blogspot.com Narrativas 19. La semana pasada apareció el número 19 de Narrativas, revista de narrativa contemporánea en castellano, que es coordinada por Carlos Manzano (http://www.letralia.com/firmas/manzanocarlos.htm) y cuenta en su consejo editorial con María Dubón, Emilio Gil, Mónica Gutiérrez Sancho, Nerea Marco Reus y Luisa Miñana. La publicación puede descargarse gratuitamente en formato PDF. En su sección de ensayo, esta edición incluye “Vanos a la memoria y la imaginación”, por Demetrio Anzaldo González; “La chola y el cholaje en La Paz. La fiesta del Señor del Gran Poder como sostén social en el marco de la novela paceña actual”, por Magdalena González Almada; “La novela histórica inglesa en la época victoriana: los seguidores de Walter Scott”, por Enrique García Díaz, y “ ‘Conejo en la luna’ y ‘Matando cabos’, espectáculo de la violencia”, por Guadalupe Pérez-Anzaldo. La sección de relatos incluye “Los surcos de la esquiadora de fondo”, por José Luis Muñoz; “El primer paciente del doctor Emilio Castelao”, por Fernando Aínsa; “Lunacon 71”, por David Bombai; “La plaza infinita”, por Adriana Bañares; “Variantes del laberinto”, por Rosalba Campra; “¿De qué estábamos hablando antes?”, por Roberto Strongman; “Viñeta de niño y pelota”, por Gustavo Made; “Magnetismo”, por Alan Grané; “La rosa azul”, por José Ignacio Alonso; “Descenso al purgatorio”, por Ángeles Prieto Barba; “Yocasta”, por Ramiro Sanchiz (http://www.letralia.com/firmas/sanchizramiro.htm); “Microrrelatos”, por Víctor Lorenzo; “Pide un deseo”, por Noel Pérez; “Irse”, por Lucía Lorenzo; “Correspondencia nicaragüense (VII)”, por Berenice Noir (http://www.letralia.com/firmas/noirberenice.htm); “Esqueleto del monte Irago”, por Diego Chozas; “Por un franco”, por Juan Manuel Candal; “Artritis”, por Topogenario (http://www.letralia.com/firmas/topogenarioluisemel.htm); “El perro de Kafka”, por Daniel Sánchez Pardos; “Último asalto (chupa, chupa más fuerte)”, por José Antonio Lozano; “Aquel día de lluvia”, por Blanca del Cerro (http://www.letralia.com/firmas/delcerroblanca.htm); “El hombre del saco de doble fondo”, por Juan Amancio Rodríguez García; “Rutinas”, por Federico Manuel Rodríguez Sluismans; “La burbuja de cristal”, por Catalina Gómez Parrado; “Mujeres en los árboles”, por María Aixa Sanz; “Un lunes cualquiera”, por José Alejandro Brito Boadas, y “Quinto anaquel”, por Jorge Eliécer Pacheco. La revista publica también el primer capítulo de la novela Tierra de bárbaros, de Norberto Luis Romero, y una selección de relatos de Ángel Olgoso (http://www.letralia.com/firmas/olgosoangel.htm). En la sección de reseñas se puede leer comentarios sobre El menor espectáculo del mundo, de Félix J. Palma, por Luis Borrás; Una heredera de Barcelona, de Sergio Vila-Sanjuán, por José Luis Muñoz; Cuentos vagabundos, de Gisbert Haefs, por Ághata; La perdiz blanca, de Cecilia Bardají, por José Luis Muñoz; Con el pie en el estribo, de Ramón Acín, por Luis Borrás; Carne cruda, de Josecarlos Nazario (http://www.letralia.com/firmas/nazariojose-carlos.htm), por Rey Andújar (http://www.letralia.com/firmas/andujarreyemmanuel.htm); Tarde, mal y nunca, de Carlos Zanón, por José Luis Muñoz; Ojos que no ven, corazón desierto, de Iris García, por Joaquín Guillén Márquez, y Recuerdos de la era analógica: una antología del futuro, de Daniel Tubau, por Ághata. En la sección “Miradas” se publica “Sobre la titulación”, por Jorge Eliécer Pacheco; “Cartas de Emily Dickinson”, por María Aixa Sanz, y “El nacimiento del cine: sueños y realidad”, por Ángeles Prieto Barba. http://www.revistanarrativas.com Letras de celuloide. Ya se encuentra en línea el número 18 de Letraceluloide, revista virtual de cine y literatura. La revista, de acceso libre y gratuito, contiene breves comentarios de distintos profesionales que trabajan en el campo de la cultura, sobre películas basadas en textos literarios. La idea central es que el visitante pueda descubrir o redescubrir algunas versiones fílmicas y textos de diferentes épocas, nacionalidades, valoración crítica o histórica, como, así también, distintos escritores y cineastas. Este número está dedicado al gran director británico Alfred Hitchcock, e incluye dos entrevistas en video realizadas al director, traducidas y subtituladas al español, por primera vez y en exclusiva para Letraceluloide. http://letraceluloide.blogspot.com Un libro que parece un periódico. La Pastilla Rosa, del escritor peruano Rafael R. Valcárcel, es un peculiar libro de relatos concebido en su totalidad como un periódico. De hecho, además de ser editado en este formato, ha sido voceado por su autor en varios puntos de Madrid tras el lanzamiento realizado el 14 y 15 de octubre. Valcárcel (Arequipa, 1970) construyó, a través de una serie de relatos, un periódico con sus clásicas secciones: cartas al director, entrevistas, reportajes, noticias, historietas, poemas y anuncios, entre otros contenidos. El autor desea que sus relatos “vivan en la realidad del transeúnte, durante unos minutos o días”. Para llamar la atención a los viandantes, va voceando la noticia por diferentes lugares de Madrid, como se hacía antiguamente. Las temáticas son diversas y abarcan todos los aspectos de la vida humana: desde política hasta el calentamiento global, pasando por temas como la soledad, la vida y la muerte, la publicidad, la historia, el arte, la religión o el dolor, entre otros. El libro, que tiene un precio de 3 euros, se vende en el quiosco de la Plaza de Lavapiés, en la capital española, aunque también es posible obtenerlo en algunas librerías y a través de su web, donde también se puede acceder a una muestra en formato PDF. http://www.lapastillarosa.com Escribir no es aburrido. Por cuarto año consecutivo la Biblioteca Infantil y Juvenil de Durán Loriga, en A Coruña (España) realizará su taller de escritura creativa para adolescentes “¿Quién dijo que escribir era aburrido?”. La primera parte de este curso estará dedicada a la relación de la poesía y la música. Los participantes en el taller leerán textos de Boris Vian, Francisco Nieva, Federico García Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández, Lois Pereiro, Francisco Umbral y Rosalía de Castro. Estas lecturas serán complementadas con las letras de Antonio Vega, Jim Morrison, Sr. Chinarro, Patti Smith, Deluxe, Nacho Vegas y Enrique Morente entre otros. El taller, que es coordinado por Pedro Ramos, se iniciará el próximo martes 19 a las 18 horas y se extenderá hasta el 28 de diciembre. Los interesados pueden solicitar mayor información en el teléfono 981184388. http://www.myspace.com/pedroaramosgarcia Bilingüismo en Caracas. Este miércoles 20 de octubre se inicia en la capital venezolana el Taller de Actualización Literaria sobre Bilingüismo Cultural, una iniciativa de la escritora Astrid Lander (http://autoresvenezolanos.blogspot.com) que se extenderá hasta el 15 de diciembre a través de ocho sesiones semanales entre las 12:30 y las 2 de la tarde. Traducción, migración y periodismo literario son algunos de los temas que, desde una perspectiva multicultural, serán abarcados en este taller, siempre relacionados con la literatura. Entre los invitados especiales estarán, de manera presencial o a través de videoconferencias, Nidia Hernández, traductora del portugués; Ana María del Re, traductora del italiano y francés; Madeline Millán, escritora puertorriqueña radicada en Nueva York; María Gabriela Madrid, escritora venezolana radicada en Texas, y Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional (http://www.el-nacional.com). La actividad tendrá lugar en el Centro de Estudios Junguianos, ubicado en el apartamento Nº 1 de la planta baja del edificio Las Teresas, en la urbanización Las Mercedes (Caracas). Para solicitar información se puede telefonear de lunes a jueves, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, a los números (0212) 3684654 y 9919773. http://www.centroestudiosjunguianosenvenezuela.com Leyendo en Gozón. La Asociación de Escritores Noveles y la Biblioteca Pública de Gozón, en Asturias (España), ponen en marcha un club de lectura que se llevará a cabo en las instalaciones de la propia biblioteca. El plazo para inscribirse en esta actividad se extenderá del 20 al 30 de octubre. El club está abierto a todas las personas residentes en ese concejo que sean socias de la biblioteca. Para inscribirse es suficiente ponerse en contacto con la propia biblioteca. El club se presentará de manera oficial el próximo 10 de noviembre en la sede de la biblioteca. Entre las lecturas propuestas se encuentran Cuentos imprescindibles, de Antón Chejov; El animal piadoso, de Luis Mateo Díez, o Las luces del puerto, de José Ángel Ordiz, entre otros títulos. http://www.asociacionescritoresnoveles.es Uruguayos de hoy. El próximo jueves 21 de octubre será presentado en Barcelona, España, el libro Los árboles sin bosque, muestra de literatura uruguaya contemporánea, en un evento en el que participarán los coeditores José Membrive, director de Ediciones Carena (http://www.edicionescarena.org) y coordinador general de la edición, y Federico Nogara, director de Revista Malabia (http://www.revistamalabia.com.ar), así como los escritores Cristina Peri Rossi y Héctor Rosales (http://www.letralia.com/firmas/rosaleshector.htm), dos de los 23 autores incluidos. En el acto, que se realizará a las 19:30 en la librería Alibri (Balmes Nº 26, Barcelona), tendrá lugar una tertulia para hablar, entre otros temas, de la situación actual de la literatura uruguaya y de las perspectivas para su mejor proyección. El libro, de 174 páginas, tendrá un precio de 15 euros. Con epílogo de Jorge Rodríguez Padrón, ha sido declarado de Fomento Artístico Cultural por el Ministerio de Cultura de Uruguay (http://www.mec.gub.uy). http://bit.ly/d5Qlg4 Niños actores. Orientado a niños de entre 7 y 13 años de edad, el IV Taller de Teatro Infantil “Aprender, crecer y jugar... actuando” ya abrió inscripciones en Caracas. Una iniciativa de la Fundación Celarg conjuntamente con Abaduno Producciones, el taller será facilitado entre el 22 de octubre de 2010 y el 28 de mayo de 2011 por la actriz Jenny Duno y se desarrollará los días viernes con horario de 2 a 6 de la tarde en la sala C del piso 6 de la Casa de Rómulo Gallegos. El objetivo de la actividad es generar en los pequeños participantes una actitud reflexiva a través del juego, además de propiciar la expresión artística de manera consciente y finalmente crear las condiciones psicológicas para vencer la timidez y el miedo escénico. Duno es egresada de la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo y cuenta con formación actoral en la Academia de Venevisión. Tiene doce años de trayectoria actuando para el teatro venezolano y dando clases a niños y adolescentes. El taller tiene un costo de 350 bolívares mensuales por participante y las inscripciones pueden formalizarse en la caja del Celarg, ubicada en el piso 3. La Casa de Rómulo Gallegos está ubicada en el cruce de la avenida Luis Roche con la 3ª Transversal de Altamira, en Caracas. Para solicitar mayor información los interesados pueden llamar a los teléfonos del Celarg, (0212) 2852721 y 2852990, o directamente a Jenny Duno, (0414) 0167055. http://www.celarg.gob.ve Fiesta ficticia. El próximo sábado 23 de octubre será presentada en Caracas la antología Fiesta de la ficción, que contiene textos breves de veintiún escritores venezolanos que conforman la Peña Literaria “Sine Nomine”, dirigida por el reconocido escritor Sael Ibáñez (http://www.letralia.com/firmas/ibanezsael.htm), quien escribe en el prólogo: “A pesar de los diferentes temas con inevitables diferentes estilos, acá resalta un espléndido apasionamiento a la hora de escribir, con frescura y espontaneidad, capaz de hacer brotar esta antología Fiesta de la ficción y vincular armoniosamente los dispares propósitos ficticios de sus autores”. El libro, que ya está a la venta en las mejores librerías de Venezuela, contiene los siguientes relatos: “Cachivaches y ratones”, de Henrique Albornoz; “Días de humo”, de Rafael Ángel Bello; “Suicidios C.A.”, de Luis Bond; “Feliz aniversario”, “Asesino en serie” y “La danza”, de Yanet Elena Carbonell; “Claro que me atrevo”, de Nelson Cordido Rovati; “Por los ojos” y “El acuario”, de Ghislaine Demombynes; “Pelea en el barrio viejo”, de Luisana Ferrer Ornés; “El maquillador” y “¡De mano en mano!”, de Aurelio García Martínez; “Sigue perdida” y “Cuando surgió la musa”, de Alida Margarita Gramcko; “Las consecuencias” y “Un día más”, de Carlos López Bruzual; “La esponja”, “El cazador de guacharacas” y “Ayer lloverán flores”, de Drago Miskiewicz; “Rio de fuego sobre la nieve” y “Luna creciente en leo”, de Mirna Querecuto Gómez; “En un suspiro” y “Alto por motivos operacionales”, de Néstor Rojas Mavares; “Telemercadeo”, de Iván Rubesa; “La última estación”, de Aura Marina Sánchez; “Mi tiempo, nuestro tiempo”, “Autorretrato” e “Inocencia tributaria”, de Leticia Silva Heredia; “El enigma de la mano rota”, de Lucía Silva Heredia; “El viaje”, de Haydée Solano; “La veo”, de Susana Spada; “Un día de mi vida”, de Esmeralda Tosta Montserrat; “Principio y fin” y “Muñeco de trapo”, de Xagly Vargas Bravo. Publicada por Bid & Co. (http://www.bidandco.net), se trata de la segunda antología del grupo, que ya en 2006 publicó Antología del trasnocho. La presentación se realizará el sábado 23 de octubre a las 11 de la mañana en el Centro Cultural Chacao (http://www.culturachacao.org), detrás del Centro Lido, en la capital venezolana. Ebrios de libros. Este lunes 25 de octubre se celebrará en Madrid el VII Cervezas y Libros, evento que reúne a amantes de los libros alrededor de una barra en la que la cerveza corre libre, a cargo de Blogs con Historia (http://www.blogsconhistoria.com). La actividad, que tendrá lugar en la Cervecería El Caldito de Madrid (calle Tumaco, 22), se realizará a partir de las 19 horas y se tiene programado el debate para las 20. En esta ocasión el tema versará sobre “Libros de viajes. Conocer otros tiempos y otros lugares”. Se procederá también a presentar la nueva colección de Ediciones Evohé (http://www.edicionesevohe.com), “El Periscopio”, que sale a la luz con los títulos Singladuras, de Concha Espina, y Mis andanzas por Europa, de Charles Chaplin. Asistirán Arturo Gonzalo Aizpiri, autor de El heredero de Tartessos; Jaime Alejandre, escritor, secretario del PEN Club de España (http://www.penclub.es) y colaborador en diversos periódicos; y Javier Baonza, editor de Evohé. http://bit.ly/aDo6gT Banco cincuentenario. Creado en 1960, el Banco del Libro de Venezuela es una organización que investiga, experimenta, innova y divulga acciones dirigidas a niños y jóvenes para su formación como lectores. Su trayectoria, de innegable valor en la cultura contemporánea de Venezuela, se ha visto respaldada por reconocimientos como el Premio IBBY para Promoción de la Lectura (1988), el Premio Guust van Wesemael de la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones de Bibliotecas (2003) y el Premio Memorial Astrid Lindgren (2007). El próximo 26 de octubre, a las 6 de la tarde, la institución será el foco de un conversatorio organizado por el Centro de Cultura Chacao (http://www.culturachacao.org) y el Círculo de Escritores de Venezuela (http://www.circulodescritoresvenezuela.org), y en el que participarán María Beatriz Medina, Sara Maneiro, María Francisca Mayobre, Rosario Anzola y Rafael Osío Cabrices. Habrá un interludio al piano con el intérprete Edgar Vidaurre. La actividad se realizará en la Sala Cabrujas, ubicada en la Torre El Parque, 3ª Avenida Los Palos Grandes, Nivel C-1 (entrada lateral), en Caracas. http://www.bancodellibro.org.ve Bajo la lluvia. El próximo 26 de octubre a las 2 de la tarde será presentado en San Sebastián de los Reyes, Aragua (Venezuela), el poemario Quince minutos bajo la lluvia, la obra más reciente de la escritora venezolana Carmen Rojas Larrazábal. La actividad, que tendrá lugar en el Museo Multidisciplinario “Andrés Rodríguez Ramírez”, se iniciará con la bienvenida de parte de la fundación homónima. La escritora Delia Rengifo (http://www.letralia.com/firmas/rengifodelia.htm) será la encargada de pronunciar las palabras de presentación, y la autora hablará sobre su proceso creativo y sus fuentes de inspiración. Será presentado también el poemario El olvido salvador y los recuerdos claros, de Máximo Alberto Rangel. La niña cuentacuentos Mary de La Cruz narrará el relato “Cielo infantil, canción del nuevo día”, y se realizará un conversatorio/lectura de cinco poemas con acompañamiento de guitarra, violín, flauta, piano y orquesta de cámara bajo la dirección del maestro Christian Vásquez. Asimismo, Rojas Larrazábal y Rangel desarrollarán su propuesta de literatura infantil “¿Me dibujas un árbol?”, y se inaugurarán dos exposiciones, una de fotografía artística con temas de los haikús de la autora, y otra de pintura del artista Javier Guerra, alusiva al tema del poemario. Durante la exposición, Rojas Larrazábal consignará algunos ejemplares de su obra para la biblioteca, y hará entrega de tarjetas de presentación con información sobre cómo ordenar el libro, que saldrá a la venta en diciembre, y anunciando la nueva página web de la autora, “Versos de Paz”. Finalmente, serán entregados marcalibros con reproducción de fotografías wabi-sabi sobre los haikús. Una presentación con programa similar será realizada también en Caracas, el 28 de octubre a las 2 de la tarde, en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello (http://www.casabello.gob.ve), ubicada en la Esquina de Salas. Primavera en Berlín. Este es el título de la segunda novela de la escritora venezolana Gisela Cappellin, que será presentada este jueves 28 en Caracas. La edición cuenta con el cuidadoso diseño de María Angélica Barreto. Con la habitual calidez de la escritora, en esta novela se confrontan las incidencias de una mujer con los espacios y reflexiones de un marido que la acompaña y de un joven que, sin saberlo, altera los márgenes de sus destinos. La intimidad de cada uno de los personajes se construye mediante descripciones que le dan al texto un carácter cinematográfico. En la obra se enlaza con placidez la historia de los tres protagonistas, sin que ninguno de ellos sea capaz de escuchar las resonancias que su acción individual tiene sobre la existencia de los otros. Cappellin ya ha publicado el cuaderno de viajes Roraima, el poemario Sicalipsis y la novela La cena. Su segunda incursión en la novela será presentada por el reconocido médico y profesor Ildemaro Torres en la Librería El Buscón (Paseo Las Mercedes, Caracas) el jueves 28 a las 6:30 de la tarde. http://giselacappellin.wordpress.com Uruz busca colaboradores. La revista bilingüe y de periodicidad cuatrimestral Uruz Arts Magazine, que circula en formatos digital e impreso, ha abierto hasta el 31 de octubre el plazo de recepción de materiales para su primera edición. Un espacio de creación, de reflexión y propuesta artística, Uruz publica sus materiales en inglés y español. Los editores desean recibir colaboraciones innovadoras, de calidad y trascendentes, por lo que alientan la participación de artistas —noveles o experimentados— que tengan un amplio dominio técnico en su disciplina artística, y cuya obra tenga como motivante el propiciar la reflexión de nuestro momento histórico y la consciencia social. Se admiten poesía, cuento, ensayo breve, texto dramático, arte y fotografía, en inglés, español o experimentación de ambos. La extensión debe ser de no más de 40 líneas para poesía, no más de 500 palabras para cuentos, y no más de 600 palabras para ensayo y texto dramático. En el caso de arte y fotografía se recibirá un archivo de alta resolución en formato JPEG. Los interesados deberán enviar sus colaboraciones a uruzarts@yahoo.com. http://uruzartsmagazine.webs.com Creación profesional. El pregrado de Creación Literaria de la Universidad Central de Colombia (http://www.ucentral.edu.co), que es el único en ese país y el tercero en Latinoamérica, cierra sus inscripciones el próximo 13 de noviembre. Tal como informamos en nuestra edición 236 (http://www.letralia.com/236/0709pregrado.htm), el programa de Creación Literaria, aprobado por el Ministerio de Educación de Colombia (http://www.mineducacion.gov.co), está concebido para ocho semestres y concederá el título “profesional en Creación Literaria”. Su objetivo es formar escritores y preparar personas que mediante el cultivo de la escritura y la lectura puedan intervenir intelectual, sensible y creativamente en el desarrollo cultural y artístico de la sociedad. El profesional en Creación Literaria podrá desempeñarse en ámbitos como la generación de textos literarios; la docencia en literatura, español y campos afines; la actividad editorial en medios de comunicación como periódicos, revistas y suplementos culturales; la corrección de estilo y preparación de libros y revistas; la gestión y dirección cultural en talleres, centros culturales, semilleros juveniles, casas de la cultura, librerías, entre otros. La iniciativa nace gracias a la experiencia exitosa de más de 30 años en la formación de escritores en espacios como el Taller de Escritores Universidad Central (Teuc), fundado en 1981 por Isaías Peña Gutiérrez (http://www.isaiaspenagutierrez.com), y en la Especialización en Creación Narrativa, aprobada en 2008. Para mayor información, comunicarse al teléfono 3423790, al PBX: 3239868, extensión 4302, o escribir al correo electrónico mireyaucentral@yahoo.es. http://www.ucentral.edu.co/humanidades/teuc.htm ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Apertura del Centro García Lorca se centrará en Poeta en Nueva York Un programa amplio y variado basado en el libro Poeta en Nueva York centrará las actividades de apertura del Centro García Lorca, prevista para inicios de 2011 en la ciudad española de Granada. Al acto asistirá el escritor irlandés Seamus Heaney, ganador del Premio Nobel de Literatura 1995, según adelantó, en una rueda de prensa celebrada en septiembre pasado, la presidenta de la Fundación (http://www.garcia-lorca.org), Laura García-Lorca, quien señaló que la idea no es otra que inaugurar el centro “con un ejemplo de lo que se puede hacer con los fondos de la propia Fundación”. Así, la apertura en torno a Poeta en Nueva York —un libro “con una historia larga y complicada” y que “ha ejercido una influencia enorme en el mundo”— tendrá como eje una exposición con todos los manuscritos que la Fundación ha podido reunir entre los que están en la Biblioteca Morgan (http://www.themorgan.org) de Nueva York, en la Biblioteca Pública de Boston (http://www.bpl.org), y los préstamos particulares que completan el libro, propiedad de la Fundación. Asimismo, algunas “obras importantes de otros autores” relacionadas con el libro, también formarán parte de la muestra. El teatro también tendrá una presencia esencial en la programación del centro. De hecho, ya están en producción las primeras tres obras. La primera de ellas que se estrenará en Granada es La comedia sin título, dirigida por Juan Carlos Coraza. La segunda que verá la luz en el Centro Lorca es una versión teatral, una escenificación de la conferencia de Lorca sobre Poeta en Nueva York bajo la dirección de Pepa Gamboa. “Federico entendía que era un libro difícil en ese momento y por eso escribió una conferencia extraordinaria en la que se refiere al contenido de su libro. En la escenificación habrá un actor narrador y se intercalarán los poemas de Poeta en Nueva York en la conferencia por distintos actores, actrices, músicos, bailarines”, explicó Laura García-Lorca. La tercera obra prevista es Así que pasen cinco años, a cargo de Tolcachir, un joven director, autor y actor argentino que ha trabajado en el Teatro Español de Madrid (http://www.esmadrid.com/teatroespanol) y que, según valoró la sobrina nieta del poeta, “cuenta con mucho talento”. Además, “el sueño de su vida era dirigir esta obra”. El propio Tolcachir dirigirá talleres de teatro para jóvenes actores, si bien también se están programando otros talleres de poesía para niños en torno a Poeta en Nueva York. Además, de forma paralela, la Fundación está cerrando las actividades musicales, aunque no ha concretado en qué consistirán “a la espera de poder definir el calendario exacto de apertura”. “El esquema del programa en un futuro será éste. Demuestra todo lo que han generado las obras de Federico y su relación con todas las disciplinas del arte”, concluyó. Así, junto a la poesía, que será uno de los ejes, el edificio quiere abarcar todas las disciplinas que interesaban al poeta, desde las artes plásticas a la pedagogía y la educación. Fuente: Granada Hoy *** Cinco siglos abarca la Antología Norton de literatura latina A finales de septiembre fue presentada en Nueva York, en un acto encabezado por su editor general, el escritor y traductor mexicano-estadounidense Ilan Stavans, The Norton Anthology of Latino Literature (Antología Norton de literatura latina, http://books.wwnorton.com/books/detail.aspx?ID=17239), un compendio que reúne textos de 201 autores de habla hispana de los últimos cinco siglos. El libro abarca desde las cartas enviadas por los conquistadores del siglo XVI a la Corona Española hasta las más modernas expresiones de vanguardia, incluyendo caricaturistas y artistas de reguetón, dispuestos en seis secciones cronológicas. Autores como José Martí, William Carlos Williams, Julia Álvarez, Óscar Hijuelos, Cristina García, Piri Thomas, Esmeralda Santiago y Junot Díaz aparecen retratados en sus 2.700 páginas, en las que están contenidas 1,4 millones de palabras y 3.271 notas a pie de página. A Stavans lo acompañaron, durante el trabajo de recopilación y edición que se realizó a lo largo de trece años, los editores Edna Acosta-Belén (University at Albany, SUNY, http://www.albany.edu), Harold Augenbraum (National Book Foundation, http://www.nationalbook.org), María Herrera-Sobek (University of California, Santa Barbara, http://www.universityofcalifornia.edu), Rolando Hinojosa (University of Texas, Austin, http://www.utexas.edu) y Gustavo Pérez-Firmat (Columbia University, http://www.columbia.edu). Tres de ellos, Acosta-Belén, Augenbraum y Pérez-Firmat asistieron a la presentación. Según Stavans, profesor de cultura latinoamericana e hispana en el Amherst College (http://www.amherst.edu), los puristas de la lengua han de entender que el spanglish forma parte de la evolución del lenguaje. Es por ello que esta forma dialectal, en la que se inscriben autores como Junot Díaz o Susana Chávez Silverman, ocupan aproximadamente un 15% del libro. “Muchos lectores que no hablan spanglish entran a la novela (de Díaz) y aceptan seguirle el juego al narrador. En lugar de ser un mecanismo de marginación es una plataforma de despegue para muchos autores”, dijo Stavans. “Quizás hace veinte años fue un impedimento, pero ahora no lo es”. Además del spanglish, se incluyen trabajos escritos en “dominicanish”, “cubonics”, “nuyorican” o “tex mex”, de autores como María Teresa “Mariposa” Fernández, Daniel Alarcón, Giannina Braschi o Willie Perdomo, en un libro que también registra textos del misionero fray Bartolomé de las Casas (1484-1566) o del conquistador Álvar Núñez Cabeza de Vaca (1490-1560), que fue traducida al inglés para la antología. “Somos cerca de 50 millones de hispanos en Estados Unidos”, agregó el escritor. “Es el momento de afirmar que hemos estado acá, que tenemos memoria, que formamos parte integral de esta sociedad y que la literatura ha sido una brújula, un espejo, un mapa, de nuestra realidad a largo de estos siglos”, dijo Stavans. “Es fundamental que sepamos de dónde venimos para ver adónde vamos”. Stavans asegura que el proyecto intentó definir un canon de la literatura en español. “Quién entra y quién no. Estas son preguntas explosivas, especialmente porque las líneas de la literatura latina no siempre se cruzan. Estamos hablando de diferentes países, tradiciones, culturas, razas. Nuestra literatura es más como un río con varios ríos tributarios, y nuestro trabajo fue capturarlos a todos para que fluyeran juntos en un mismo espacio”. La antología ha sido publicada por la neoyorquina W. W. Norton & Company (http://books.wwnorton.com/books), editorial que goza de gran prestigio por The Norton Anthology of English Literature (http://books.wwnorton.com/books/978-0-393-92713-9/), trabajo que, relativo al idioma inglés, viene publicando desde 1962, y que en su más reciente edición, la octava —publicada en 2006—, tiene más de 6.000 páginas divididas en 6 tomos, en los que se registra desde el poema Beowulf —el más antiguo que se conoce en lengua inglesa— hasta el presente. The Norton Anthology of Latino Literature ya se encuentra en librerías, aunque en marzo de 2011 se publicará una nueva edición para las universidades. La obra está dividida entre la etapa de la colonización (1537-1810), de la aculturación (1899-1945), de la agitación social y política (1946-1979) y la actualidad (desde 1980 hasta el presente). De la literatura latina contemporánea han sido incluidos autores con presencia en Estados Unidos, entre los que se encuentran firmas tan disímiles como la reciente ganadora del Premio Nacional de Literatura de Chile, Isabel Allende, el cubano Reinaldo Arenas, el estadounidense, descendiente de apaches y chicanos, Jimmy Santiago Baca, la estadounidense descendiente de cubanos Ana Menéndez o el mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990. Pero entre los aportes más interesantes de la antología se encuentra la exploración de la cultura popular latina, que incluye dichos, refranes, chistes y humor gráfico, teatro popular, cuentos, leyendas y canciones populares como “Arroz con leche” o “De colores”, junto con expresiones de la música latina contemporánea como el narcocorrido “Contrabando y traición”, de Ángel González; el bolero “Lamento borincano”, de Rafael Hernández Marín; la salsa “Burundanga”, de Oscar Muñoz Bouffartique; el reguetón “Somos latinos pero no delincuentes”, de Ivy Queen, y hasta la canción de pop latino “Livin’ la vida loca”, que escrita por Desmond Child y Robi Rosa fuera popularizada por el cantante Ricky Martin. “No existe algo llamado ‘baja cultura’ ”, dice Stavans al respecto. “Esa es una categoría inventada por intelectuales esnobistas para señalar el arte hecho por las clases bajas. La mejor música y poesía frecuentemente emergen de los estratos más bajos hacia arriba, no al revés”. El escritor menciona, como un ejemplo, el jazz. “El jazz fue creado por gente que no sabía leer música. Ahora es música para el Carnegie Hall. Vivimos en una sociedad en permanente búsqueda del impacto de la novedad. Una vez que estas nuevas formas de arte alcanzan a la clase media, son secuestradas por Madison Avenue y mercadeadas a una vasta audiencia”. Stavans, nacido en Ciudad de México en 1961, es también columnista y autor de The Hispanic Condition (1995), Spanglish (2003) y Gabriel García Márquez: The Early Years (2010), entre otras obras. Para él, la literatura hispana, “marginada” durante años, ha sido “descubierta” por el mercado literario hispano en ciudades como Nueva York tan sólo en las últimas dos o tres décadas. “Los autores no tienen que escribir sobre ser latinos. El hecho de que vengan de una experiencia cubanoamericana, mexicoamericana, o dominicanoamericana les distingue del resto de la comunidad literaria y les invita a escribir sobre cualquier cosa”, concluyó Stavans. “No tienen que estar siempre mirándose al espejo y diciendo: ‘formo parte de este país’ ”. Fuentes: AlDíaTX • Care2 • The Huffington Post *** Abren juicio oral a Planeta por presunto plagio de Camilo José Cela La juez Eugenia Canal Bedia, de Barcelona, España, dictó el pasado 30 de septiembre la apertura de un juicio oral contra el editor José Manuel Lara Bosch y Editorial Planeta (http://www.planeta.es) en relación con el presunto plagio de una obra de la escritora gallega María del Carmen Formoso Lapido por parte del fallecido Camilo José Cela (1916-2002), Premio Nobel de Literatura 1989, en su novela La Cruz de San Andrés. En el auto, la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona decreta la apertura de juicio por presuntos delitos “contra la propiedad intelectual, estafa y/o apropiación indebida”, y requiere a Lara y a Editorial Planeta una fianza de 533.333 euros. La magistrada, que en el auto se refiere al presidente del Grupo Planeta como “José María Lara Bosch”, decreta también el sobreseimiento y archivo de la causa respecto de los delitos de “injurias, calumnias, amenazas, acusación y denuncia falsa, coacciones y contra los derechos cívicos” que le eran imputados por la acusación particular. La apertura del juicio oral, contra la que no cabe recurso, se produce después de que en noviembre de 2009 la Audiencia de Barcelona desestimara el recurso que presentó la editorial, y al que se adhirió la Fiscalía, contra el auto por el que el Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona acordó concluir la instrucción y continuar con la causa penal abierta contra Lara. La Audiencia consideró entonces que en la causa constan “datos indiciarios suficientes para sostener la imputación” contra el presidente del Grupo Planeta, por el presunto delito que contra la propiedad intelectual habría cometido Cela con su novela La Cruz de San Andrés, ganadora del Premio Planeta de 1994. En opinión del tribunal, de la investigación practicada y del dictamen pericial se desprendían indicios de que La Cruz de San Andrés puede suponer un “plagio parcial de la obra Carmen, Carmela, Carmiña (fluorescencia)”, de María del Carmen Formoso Lapido, “por las coincidencias que presentan ambas obras”. La responsabilidad del editor se centraría, según la Audiencia, en “haber presuntamente facilitado una copia de la obra inédita de la querellante presentada a la Editorial Planeta para concurrir al galardón anual de dicha entidad al citado escritor Camilo José Cela a los efectos de que la plagiara”. La apertura de este juicio es el resultado de una batalla legal emprendida por Formoso Lapido desde hace doce años, cuando introdujo una demanda contra Cela en un juzgado de La Coruña que posteriormente sería trasladada al tribunal barcelonés, como informáramos en nuestra edición 70 (http://www.letralia.com/70/notic070.htm#noti08). Formoso había presentado en 1994 su novela al premio Planeta, pero éste fue obtenido por Cela con La Cruz de San Andrés. La escritora leyó el libro de Cela al año siguiente y constató una serie de coincidencias de temas y argumentos, personajes, escenarios y hasta frases textuales, entre la novela ganadora y la suya. Formoso Lapido publicaría en 2000 la novela con la editorial Punto Crítico, de su hijo y abogado, José María Díaz Formoso. Como respuesta a la querella incoada por la autora, el Grupo Planeta la demandó a su vez por difamación e injuria, pero la Audiencia de Barcelona la absolvió en 2006, como informamos en nuestra edición 140 (http://www.letralia.com/140/0410cela.htm). Fuente: EFE *** Escuela de Talentos de El Salvador publica sus tres primeros libros La Escuela de Jóvenes Talentos en Letras (EJTL) de la Universidad Dr. José Matías Delgado (http://www.ujmd.edu.sv), de El Salvador, presentó el pasado 1 de octubre los tres primeros libros producto de la iniciativa, en una ceremonia presidida por el rector, David Escobar Galindo, y el vicerrector, Carlos Quintanilla Schmidt, El ritmo de los sentidos, de Nidia Sandoval; ¡A viajar!, de Karla Ramírez Hernández, y Bitácora del destierro, de Tania Orantes Girón, conforman el legado de la primera promoción de la EJTL. Los 2.000 ejemplares impresos para cada libro se encuentran a la venta en la Librería Delgado —ubicada en el campus de la universidad— y las principales librerías del país. Las tres obras, dos infantiles y una de temática juvenil, son el producto final de un proceso de formación de cinco años que, con la ayuda de especialistas literarios, las tres jóvenes autoras han logrado crear en su primera producción. “Karla nos regala sus cuentos con sabor a parábola”, comentó el rector Escobar Galindo al referirse a la obra ¡A viajar!, de Ramírez Hernández. Agregó que El ritmo de los sentidos, de Sandoval, “tiene carácter eminentemente didáctico; la autora reproduce, de seguro, muchas imágenes de su propia experiencia”. De Bitácora del destierro, de Orantes Girón, dijo que “es el misterio de la vida lo que asoma a cada instante en estos relatos”. La EJTL fue creada en 2005 por el Centro de Innovación Científica, Tecnológica, Empresarial y Social (C-Innova, http://www.c-innova.net) de la Dirección de Proyección Social de la Universidad Dr. José Matías Delgado. Con la ayuda del Ministerio de Educación de El Salvador (Mined, http://www.mined.gob.sv) se buscó a talentosos estudiantes de letras en los diversos centros educativos públicos del país centroamericano. Fuente: La Prensa Gráfica *** El mexicano Elías Trabulse recibirá en la FIL el Homenaje al Bibliófilo Autor de una de las obras más importantes sobre la historia de la ciencia en México, y poseedor de una biblioteca personal integrada por alrededor de cuarenta mil títulos, el mexicano Elías Trabulse recibirá el 30 de noviembre el décimo Homenaje al Bibliófilo, en el marco de la 24ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx), que se celebrará en la capital del estado mexicano de Jalisco entre el 27 de noviembre y el 5 de diciembre. Según Trabulse, México “ha tenido la mala suerte y la desdicha de perder muchas de sus joyas bibliográficas, que se han ido al extranjero o han sido destruidas”. Sobre el Homenaje al Bibliófilo, afirmó que es un reconocimiento no sólo para él, sino para todos aquellos que “a lo largo de la historia del país se han preocupado por la conservación de los libros”. Nacido en Ciudad de México en 1942, Trabulse se graduó como químico en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx) y es doctor en historia por El Colegio de México (http://www.colmex.mx). Autor de una de las obras más importantes sobre la historia de la ciencia en México y lector atento de sor Juana Inés de la Cruz, a quien ha dedicado algunos de sus trabajos e investigaciones, es poseedor de una biblioteca personal integrada por alrededor de cuarenta mil títulos, entre libros antiguos y contemporáneos. “Ser bibliófilo y gustar de los libros es ya de por sí un placer y un gozo. Y si además de eso obtiene uno un homenaje, es casi una repetición”, comenta Trabulse. La bibliofilia, añade, “es una cosa que crece en forma casi geométrica. Uno no se da cuenta hasta que ya está abrumado por los libros, los intereses y la curiosidad casi insaciable para conocer muchos temas al mismo tiempo”. Para Trabulse, el bibliófilo “se acerca a los libros, antiguos y modernos, con el interés no sólo de leerlos y conocerlos, sino también de conservarlos, rescatarlos y releerlos una y otra vez”. El valor, afirma, lo da la persona: “Un libro antiguo puede ser un trasto sin interés para algunos, y para otros puede ser una fuente importantísima de conocimiento. El bibliófilo ama los libros por sí mismos y cada quien ama de una forma distinta. La bibliofilia es un arte eminentemente subjetivo”. Aunque es un homenaje para él, Trabulse lo dedica “a todos los que estuvieron antes”, como Carlos de Sigüenza y Góngora, José María de Andrade, Joaquín García Icazbalceta o José Fernando Ramírez: “Es importante que los recordemos, porque salvaron muchas de las piezas bibliográficas de este país que, de otra manera, se hubieran perdido”. El Homenaje al Bibliófilo, que este año llega a su décima edición, ha sido otorgado a José Mindlin (2001), José Luis Martínez (2002), Andrés Henestrosa (2003), Jorge Álvarez del Castillo (2004), Eulalio Ferrer Rodríguez (2005), José Rogelio Álvarez (2006), Ernesto de la Torre Villar (2007), Ernesto de la Peña (2008) y Adolfo Castañón (http://www.letralia.com/firmas/castanonadolfo.htm; 2009). Además de recibir el premio el 30 de noviembre, Trabulse participará el jueves 2 de diciembre en el Coloquio Internacional de Cultura Científica, como parte del panel “Historia general de la ciencia en México en el siglo XX”, con Ruy Pérez Tamayo y con moderación a cargo de Roberto Castelán. El acto se realizará en el Salón Enrique González Martínez del área internacional de la feria a las 17:45 horas. Fuente: FIL *** La hija de José Donoso publica novela sobre su familia Pilar Donoso justificó el pasado 5 de octubre en Atenas la creación de su primera novela, Correr el tupido velo (http://www.alfaguara.com/es/libro/correr-el-tupido-velo/), con la necesidad de reencontrarse a sí misma y saltar sobre la personalidad y la sombra de su padre, el escritor chileno José Donoso (Santiago, 1924-1996). Pilar (1967) se atreve, quince años después de la muerte del escritor y al cabo de nueve años de estudio e investigación, a publicar un libro basado en los diarios de su padre y de su madre, María Pilar, y desafía el dicho de que “los trapos sucios se lavan en casa” y la reacción adversa de parte de la familia. La escritora, quien se encontraba en la capital de Grecia por haber asistido a la segunda edición del Festival Iberoamericano Literatura en Atenas (LEA 2010, http://www.lea-festival.com), celebrado del 29 de septiembre al 3 de octubre, Pilar atribuyó el éxito de su libro en Chile, que ya va en segunda edición, a que “es la historia de una familia, de una vida compleja y dolorosa, en la que los lectores se reconocen a sí mismos en unos u otros factores”. “Lo escribí por mí... tras un episodio de un periodista que publicó en Chile parte de las cartas personales, que para mí fue muy duro, pues el estilo fue muy de prensa amarilla”, explicó la escritora sobre la motivación de su obra. “Con el libro fue como reencontrarme a mí misma, porque hasta entonces yo era ‘la hija de’. También logré reconciliarme con mi madre y a nivel personal, me separé como producto de mi libro”, dijo. “Mi padre nunca pensó que yo fuera capaz de escribir, pero a mí siempre me gustó la literatura”, confesó, para agregar: “A mí me gusta y quiero escribir más libros, pero el que pueda es otra cosa”. Pero Pilar Donoso ya se había entrenado en el arte de escribir con la novela inédita de su padre La cola de la lagartija, que quedó inconclusa a su muerte y con la que practicó reescribiendo el último capítulo, del que ya había dos versiones. “El material estaba allí, y el mérito y la voz (del libro) son de mi padre”, afirmó Pilar Donoso, que no obstante reconoció: “Si estuviera vivo, no le hubiera gustado mi libro, porque hubiera querido que yo escribiera lo que él proyectaba de sí mismo”. “Creo que en las biografías no existe la verdad absoluta y que no tienen validez si no muestras también el lado oscuro de la persona y te formas la imagen más completa”, apuntó. Los amigos de su padre, incluyendo al escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, y otros autores y académicos extranjeros, la felicitaron por su obra, contó Pilar. Su novela ha llevado a mucha gente a leer o a volver a leer a Donoso, algo que no esperaba la escritora, que declaró que para ella eso es muy satisfactorio, “porque lo leerán a él por mí”. “No encuentro que haya traicionado nada. Además, todos los documentos están en dos universidades para ser leídos”, precisó, en alusión a la mención del alcoholismo, la homosexualidad velada, la enfermedad, la adopción y la depresión. Habiendo vivido unos años de su infancia en el pueblo español de Calaceite, al que le dedica un capítulo entero en su libro, Pilar explica que su padre se impuso un exilio voluntario a partir de 1967, primero en México. “No por motivos políticos, sino porque estaba convencido de que el escritor debía salir de su país y viajar, y que, de lo contrario, no servía ser escritor”, argumentó la autora chilena. En su juventud y en tiempos de colaboración con la revista Ercilla, José Donoso viajó a Grecia, a la patria del venerado poeta griego Constantino Kavafis, cuyo poema “Ítaca” le había marcado la vida, según Pilar. “Mi padre consideraba ese poema como una guía de un viaje no sólo geográfico, sino de una vida interna”, explicó. Fuente: EFE *** Random House Mondadori adquiere derechos de la obra de Borges El próximo 14 de junio se cumple el 25º aniversario de la muerte del escritor argentino Jorge Luis Borges. Por este motivo, Random House Mondadori (http://www.randomhousemondadori.es) publicará en España y Latinoamérica la obra completa del autor de El Aleph, en todos los formatos, tras adquirir los derechos en la reciente Feria Internacional del Libro de Frankfurt (http://www.buchmesse.de), según se anunció el pasado miércoles 6 de octubre. Según fuentes allegadas a la operación, que involucró cerca de 2 millones de euros, Random House Mondadori publicará los treinta títulos de Borges, entre ficción, poesía y ensayo. Además se incluye una novedad, ya que se publicarán también los diecisiete títulos que el autor argentino escribió en colaboración con otros autores, como Bioy Casares, su gran amigo y del que no se separó desde que se conocieron en 1931. Hasta ahora, la obra completa de Borges estaba publicada en Emecé (http://www.editorialplaneta.com.ar), y en Alianza (http://www.alianzaeditorial.es), la edición de bolsillo. El sábado 9, la viuda del escritor, María Kodama, advirtió que la operación no implica para Emecé la pérdida de los derechos sobre la obra de Borges. “No nos hemos ido”, aseguró Kodama, “porque Planeta (grupo que adquirió a Emecé en 2002) conserva la parte de la obra con notas. Pero tenemos otros proyectos. La parte de la obra con notas es muy, muy importante”. Fuente: EFE *** Más de 80 ganadores tuvo el VI Premio Nacional del Libro de Venezuela El pasado jueves 7 de octubre fue entregado en el auditorio del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.gob.ve), en Caracas, el VI Premio Nacional del Libro de Venezuela, en un acto presidido por las autoridades del Centro Nacional del Libro (Cenal, http://www.cenal.gob.ve) y en el que fue reconocido el trabajo de más de ochenta autores, editores, promotores de lectura y colectivos con una obra de un artista de los llanos venezolanos. En las palabras de apertura al evento, la presidenta del Cenal, Christhian Valles Caraballo, dijo que en esta edición —correspondiente al período 2008-2009— se evidenció, una vez más, el crecimiento de la industria editorial en Venezuela, no solamente en número de títulos editados sino también en la calidad de los textos. “Hubo un crecimiento en la diversificación de los soportes, en la explosión de las publicaciones en las 24 entidades del país, y en la capacidad y el empeño para promover la lectura desde distintos medios y metodologías”, expresó. En el acto también estuvieron presentes el presidente del Celarg, Roberto Hernández Montoya, el director del Gabinete del estado Cojedes, Eduardo Mariño (http://www.letralia.com/firmas/marinoeduardo.htm), y Estela Aganchul y Janeth Paz, integrantes del jurado evaluador. De 760 postulaciones, en esta ocasión se escogieron 83 obras y trabajos realizados durante 2008 y 2009 por personas y colectivos que se desempeñaron en la producción, promoción y difusión del libro y la lectura, reconociéndose en total el trabajo de cerca de mil personas involucradas. En la mención Libro, y dentro de la categoría “Libro como terreno fértil para la inclusión”, se reconoció a El chamán de los cunaguaros: viaje por el mundo indígena venezolano, de Marisa Vannini de Gerulewicz, editado por El Perro y La Rana (http://www.elperroylarana.gob.ve), mientras que en la categoría “Libro de promoción de lectura” se escogió Escritos sobre el monasterio, de Julio Borromé, también editado por El Perro y la Rana. En la categoría “Ilustración e imágenes” y dentro de la mención “Fotografía a color”, obtuvo el galardón el libro Colores de Venezuela, de Jesús Ochoa, editado por el autor y la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv, http://www.cantv.com.ve), entre otros. En “Libro de reflexión y promoción de la lectura” el premio recayó sobre Leer siempre para escribir ahora, compilado por Glenys Pérez, Isaías Medina López (http://www.letralia.com/firmas/medinalopezisaias.htm), Maritza Torres Cedeño (http://www.letralia.com/firmas/torrescedenomaritza.htm) y Duglas Moreno. Medina López también recibió una mención por su prólogo a Nuevos horizontes del llano de siempre, una antología de escritores del llano venezolano. Destacan además las menciones honoríficas en esta categoría “Libro de reflexión y promoción de la lectura”, y que se concedieron a la Colección Altazor de Monte Ávila Editores (http://www.monteavila.gob.ve), al conjunto de publicaciones del Sistema Nacional de Imprentas Regionales de la Fundación Editorial El Perro y la Rana y al libro Miradas desde la diferencia, un conjunto de ensayos de Gregorio Valera-Villegas y Gladys Madriz. En la categoría “Mejor producción editorial alternativa (creada)” el premio fue para El Ojo Errante de El Pez Soluble, una producción editorial de Edda Armas (http://www.letralia.com/firmas/armasedda.htm) y Belkys Arredondo Olivo. En “Revista cultural que reseñe obras de autores venezolanos” la publicación ganadora fue la revista de poesía El Salmón (http://revistadepoesiaelsalmon.blogspot.com), que editan Santiago Acosta (http://www.letralia.com/firmas/acostasantiago.htm) y Willy McKey. En “Sitio electrónico que promocione el libro y la lectura” el premio fue para TVLecturas (http://tvlecturas.wordpress.com), que dirige la periodista venezolana Marialcira Matute (http://www.letralia.com/firmas/matutemarialcira.htm). En cuanto a la mención Lectura, algunos de los reconocidos fueron la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello (http://www.casabello.gob.ve), dentro de la categoría “Institución que promocione el libro y la lectura”, mientras que en la categoría “Promotores de lectura” fueron galardonados Linsabel Noguera como promotora de lectura infantil y juvenil; Ricardo Romero por su trabajo en espacios no convencionales como centros de reclusión penitenciaria, parques, plazas, hospitales y otros; Eucario García como promotor de lectura en comunidades y Jesús Urbina como promotor de literatura oral. Además, se otorgó el III Premio del Libro Regional, que en esta edición destacó al mundo editorial de los estados llaneros y se premió a Yenny Morales como promotor de la lectura infantil; como programa de televisión que promocione la lectura se reconoció a Día a día en armonía, conducido por Yanitza Ramírez, y al libro La revolución de Guanarito, 1836: Guanare, de Raúl Pasquali, editado por La Pupila Insomne. La lista completa de ganadores puede ser visitada en la web del Cenal (http://www.cenal.gob.ve/premio-2007.htm). En el marco de esta sexta edición del Premio Nacional del Libro, se realizó la lectura del veredicto de la décima octava edición del Premio de Poesía Fernando Paz Castillo, que recayó sobre el poemario Las ruinas de la casa, de Isaías Francisco Cañizales. La presidenta del Cenal calificó al premio como una fiesta para celebrar la creatividad, el empeño y la pasión de personas y colectivos al servicio de la cultura y de la humanidad, y dijo que a partir de ahora el galardón se entregará con carácter bienal. Esta premiación fue creada en 1982, con el propósito de honrar la obra del escritor Fernando Paz Castillo, así como promover la escritura de nóveles escritores de nuestro país. Fuentes: AVN • Cenal *** Javier Cercas gana el Premio Nacional de Narrativa de España El escritor Javier Cercas obtuvo el pasado 8 de octubre el Premio Nacional de Narrativa de España por su novela Anatomía de un instante, un libro sobre la transición democrática que, según su autor, busca ser fiel a la verdad “sin ocultar lo que de negativo y positivo hay en todo”. El jurado seleccionó por mayoría este libro “excelente”, por “su gran potencia literaria” y por su “elevada calidad histórica”, señalaron fuentes del jurado. “Es un libro extraordinario, muy valiente; de una gran compasión, en el sentido clásico del término. Y una obra que confirma la trayectoria del gran escritor que es Javier Cercas”. Cuando se publicó la obra, Cercas manifestó que inicialmente pretendía escribir una novela pero terminó haciendo una crónica novelada sobre la fallida intentona golpista que algunos mandos militares perpetraron en España el 23 de febrero de 1981, conocida comúnmente como “el 23-F”. El autor defendió entonces haber escrito esta novela con “la mayor honestidad, pasión y rigor”, aunque consciente de que “es un libro que puede malinterpretarse” pues “hay, en cierto sentido, un homenaje a la gente de la transición, ahora que nosotros, la gente de mi edad, decimos que aquello se hizo mal. Y yo no digo que fuera perfecto, pero que, dadas las circunstancias, salió mucho mejor de lo que cabía esperar”, sostuvo. La obra galardonada parte de una escena histórica, protagonizada por el ex presidente del gobierno, Adolfo Suárez, sentado en su escaño del Congreso de los Diputados de España (http://www.congreso.es) mientras los disparos de los golpistas silban a su alrededor y la gran mayoría de los diputados busca cobijo bajo sus asientos. Además, Cercas se remonta a los meses anteriores al 23-F para describir la “psicosis colectiva” que vivía entonces la nación ibérica, donde, según recordó, “todos pensaban que aquello se iba literalmente al carajo, y había razones para pensarlo: ‘una crisis durísima, un terrorismo salvaje y Suárez que no controlaba el gobierno’ ”. Con este premio, dotado con 20.000 euros, el Ministerio de Cultura de España (http://www.mcu.es) reconoce la mejor obra de narrativa publicada en España en 2009 en castellano o en cualquiera de las otras tres lenguas cooficiales. Cercas (Ibahernando, Cáceres, 1962) es doctor en filología hispánica por la Universidad de Barcelona (http://www.ub.edu) y se reveló como novelista de culto tras el éxito de su novela Soldados de Salamina (2001), llevada al cine por David Trueba dos años después y que cosechó numerosos galardones dentro y fuera de España. Sus primeras obras publicadas fueron el libro de cuentos El móvil (1987) y la novela El inquilino (1989), a los que siguieron, entre otras, las novelas Soldados de Salamina y La velocidad de la luz. El jurado estuvo presidido por el director general del Libro (http://www.mcu.es/libro), Rogelio Blanco, y lo integraron Carmen Iglesias, Francisco Fernández Rei, Felipe Juaristi, David Castillo, Carmen de Mora, Juan Molla, Fernando Valls, Luis Vázquez, Elvira Navarro y los dos últimos autores galardonados, Kirmen Uribe y Juan José Millás. Fuente: EFE *** Instituto Cervantes anuncia una web para estudiantes de español Los internautas que no hablen español y quieran aprender el idioma, podrán hacerlo próximamente en el nuevo portal “Practica español”, cuya creación fue anunciada el pasado viernes 8 de octubre por el Instituto Cervantes (http://www.cervantes.es). En el proyecto también participan la agencia española de noticias EFE (http://www.efe.es) y la Fundación de la Lengua Española (FLE, http://www.fundacionlengua.com), y además de enseñar el español informará también sobre la actualidad. El compromiso fue suscrito por el presidente de la FLE, José Vega, el presidente de EFE, Álex Grijelmo, y la directora del Cervantes, Carmen Cafarell, en un acto celebrado en Madrid en la sede de EFE, la primera agencia de noticias de habla hispana. “La colaboración de las tres entidades facilita el nacimiento de un nuevo portal informativo y, al tiempo, educativo, único en el panorama de los medios hispanohablantes, comprometido con la difusión del idioma y socialmente responsable”, dijo el Cervantes en una nota de prensa. Vega subrayó que el acuerdo se encuentra enmarcado en los objetivos de la FLE, entre los que está la difusión y puesta en valor del español y la respuesta al compromiso de responsabilidad social con nuestra sociedad. El portal “Practica español” estará principalmente dirigido a usuarios de otras lenguas que quieran iniciarse en la comprensión del español o perfeccionar su conocimiento de un idioma que utilizan más de 450 millones de personas. “Debemos tener cada vez más en cuenta las tecnologías de la información y la comunicación para el aprendizaje del español”, dijo Caffarel tras la firma del convenio. Los contenidos del portal, que estará en Internet antes de 2011, serán abiertos y totalmente gratuitos, y su financiación se hará mediante publicidad a través de una formula inédita de interés para el anunciante, unida a nuevas herramientas formativas punteras tecnológicamente, desarrolladas por la FLE. Los responsables ejecutivos de “Practica español” son María José Izquierdo, por EFE; Clemente Sierra, director general de la FLE, y Francisco Moreno, director académico del Cervantes. Fuentes: FLE • IBLNews *** Proyecto Expresiones se reunió en Cagua La Casa de la Cultura de Cagua “Jorge R. Gómez”, en Aragua (Venezuela), fue el escenario para la realización, el pasado 9 de octubre, del primer Encuentro Nacional de Escritores de la red social Proyecto Expresiones (http://proyectoexpresiones.ning.com), evento en el que participaron escritores de Lara, Táchira, Zulia, el Distrito Capital y el estado anfitrión, Aragua, entre otras entidades venezolanas. El coordinador de Proyecto Expresiones, el escritor zuliano José Rafael Hernández Fereira (http://joserafaelhernandezf.blogspot.com), explicó los alcances del proyecto y su objetivo de aglutinar escritores de todos los géneros a través de la Web. La ocasión fue propicia para la lectura de textos literarios y compartir experiencias, así como para el bautizo de libros de varios autores relacionados con el proyecto y la entrega de certificados a los presentes. En el marco de este encuentro de escritores fue bautizado el libro Blanca Amada y otros relatos (2010), del escritor tachirense, residenciado en Turmero, Nesfran González (http://www.letralia.com/firmas/gonzalezsuareznesfranantonio.htm). Técnico superior universitario en tecnología de alimentos, González obtuvo en 2001 el primer premio en la mención Poesía Joven de la Bienal Ciudad de la Juventud, en La Victoria, Aragua, con el poemario Entre huellas y grietas. Textos suyos fueron incluidos en Selección poética (2004), antología del grupo Senderos Literarios. En 2008 publicó su primer poemario, Profecías para Urbano, bajo el sello editorial El Perro y la Rana (http://www.elperroylarana.gob.ve). En esta oportunidad González aborda la narrativa en veinte relatos cortos cargados de vivencias íntimas y cotidianas, dando espacio al sueño y la realidad en concisas narraciones y descripciones. El libro pertenece a la colección “Brevarios del Proyecto Expresiones” y cuenta con prólogo de Hernández Fereira, quien también se ocupó de la edición y diseño de la portada. Texto: Argenis Díaz *** Presentaron en Frankfurt sello postal en homenaje a Jorge Luis Borges Alemania y Argentina presentaron este 10 de octubre una estampilla conjunta con la imagen de Jorge Luis Borges, en homenaje a la participación del país sudamericano como invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt 2010 (http://www.buchmesse.de). La elección del escritor argentino, que fuera anunciada a mediados de septiembre, fue acordada entre los dos países tanto por su trascendencia literaria como por su vínculo especial con Alemania, explicaron los presentadores en un acto al que asistieron la presidenta del comité organizador argentino, Magdalena Faillace, y la viuda de Borges, María Kodama. El diseño del argentino Darío Martín Cánovas, seleccionado entre tres propuestas argentinas y tres alemanas, conjuga la efigie del escritor, la inicial “B” de su apellido y un laberinto, símbolo de su obra. La tirada será de 200.000 ejemplares. “Argentina y Alemania están unidas no sólo por relaciones económicas”, dijo un enviado del Ministerio de Finanzas de Alemania (http://www.bundesfinanzministerium.de) en la presentación, “sino también valores como el reconocimiento de la democracia y los derechos humanos”. “También el reto de revisar y superar de regímenes totalitarios y violentos, que ocupó una cuota importante de la literatura que Argentina trajo a Fráncfort por la feria del libro”, añadió. Faillace comenzó aludiendo a la buena acogida del proyecto argentino en Alemania: “Termino de entender por qué Borges amaba tanto a esta tierra: por la amabilidad de su pueblo”. También la embajadora celebró “todos los puntos de encuentro, todas las consonancias” que existen entre Alemania y Argentina, “un país joven que está celebrando su bicentenario”. Fuente: DPA *** Frankfurt califica a Argentina como uno de sus invitados más literarios Argentina ha sido uno de los países invitados de honor “más literarios” de los últimos años en la Feria del Libro de Frankfurt (http://www.buchmesse.de), aseguró este 9 de octubre el director del evento, Jürgen Boos, quien además calificó de “éxito” el pabellón argentino y subrayó su calidad sobresaliente en una de las principales citas del mundo literario, una opinión que comparten otros expertos. “He hablado esta mañana con Peter Weidhaas, que ocupó durante 35 años mi puesto y se inventó la institución de los países invitados, y me dijo que la presentación argentina ha sido una de las más literarias de los últimos años”, agregó Boos. El director de la muestra destacó a este respecto la reacción del pianista y director argentino Daniel Barenboim, que tocó en el concierto inaugural, y que afirmó que, de no tener compromisos profesionales, se hubiera quedado toda la semana en Frankfurt, porque el pabellón argentino le había “conmovido”. “Si un hombre como Daniel Barenboim, que ha estado en todo el mundo, se conmueve con la presentación (argentina), creo que la podemos calificar de éxito”, señaló Boos. Argentina acudió a la mayor feria editorial del mundo, en la que estuvo representada por un pabellón de 2.500 metros cuadrados, con una delegación de unos setenta escritores, invitados por el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, quien participó en la ceremonia de apertura. Tras la intervención de Boos, Magdalena Faillace, presidenta del comité organizador del Frankfurt argentino, dijo que los elogios recibidos eran la muestra de que se había cumplido un sueño. “Después de tantos debates que trataron de distorsionar el sentido de nuestra presentación, con críticas negativistas y agoreras que decían que íbamos a traer políticos y deportistas y no escritores, que me digan que es la feria más literaria de los últimos años es un sueño cumplido”, agregó. Los debates a los que hizo referencia tenían que ver con la idea original de montar el pabellón alrededor de seis iconos de la cultura argentina de los cuales sólo dos eran escritores, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges. El resto eran Eva Perón, Ernesto “Ché” Guevara, Diego Maradona y Carlos Gardel, pero al final todos los iconos estuvieron presentes de diversas maneras. Borges y Cortázar estaban en el laberinto en que se presentó a 45 figuras históricas de la literatura argentina y en diversos debates que se organizaron durante la semana. Una rayuela, en referencia a la más famosa obra de Cortázar, esperaba a los visitantes en uno de los pasillos. Los otros cuatro fueron situados en unas vitrinas al margen del laberinto y al lado del auditorio donde se han celebrado los actos del pabellón de honor argentino. No obstante, los iconos no literarios acapararon la atención en una mesa redonda sobre fútbol y literatura, en la que Maradona fue el protagonista, y en un homenaje al autor de letras de tango Homero Manzi, considerado uno de los “poetas” del género. Por otra parte, uno de los asuntos presentes en el certamen fue la recuperación de la memoria histórica y la confrontación con el terror que padeció Argentina durante la dictadura militar. También se celebraron homenajes a los escritores desaparecidos Rodolfo Walsh, Haroldo Conti y Héctor Oesterheld. “Queríamos mostrar una Argentina que celebra su bicentenario tratando de saldar sus deudas con la historia”, aseguró Faillace a este respecto. La presidenta del comité argentino destacó también el éxito del programa Sur de apoyo a las traducciones, y que ha permitido la aparición de 300 títulos argentinos en 38 idiomas diferentes. En su evaluación final, Boos ligó el éxito de la presencia de Argentina y la concesión del premio Nobel de Literatura, anunciada el jueves 7, al peruano Mario Vargas Llosa, y apuntó que América Latina entera está resurgiendo en el ámbito literario. Además, pronosticó que ambos acontecimientos generarán un creciente interés por las literaturas de otros autores latinoamericanos. En el cierre de la feria, el 10 de octubre, Argentina pasó el testigo a Islandia, en una ceremonia en la que participaron el poeta Juan Gelman y otras personalidades. Gelman fue entrevistado por los periodistas Patricia Kolesnicov y Osvaldo Quiroga, paisanos suyos, quienes declararon de antemano que “es muy difícil entrevistar a Juan Gelman”, y como encontraron frases cortas, pulidas como diamantes con exquisito humor, declararon su derrota. “La poesía militante es muy antigua”, dijo Gelman. “Arquíloco, que era soldado, escribía poemas pacifistas y ese tono ha estado presente en la poesía de todos los tiempos. Yo sigo el postulado de Paul Èluard: se escribe poesía militante cuando la circunstancia exterior corresponde a la circunstancia del corazón. De lo contrario se vuelve panfleto”. Y como la poesía “es palabra calcinada, el único tema de la poesía es la poesía. Y de esa manera puede hablar de todo, desde las medias rotas de mi abuelo, hasta lo que uno quiera. Bueno, yo no conocí a mi abuelo, así que no sé si tenía las medias rotas, pero lo digo como ejemplo”. El humor, la pérdida, el trasterramiento, la memoria, la militancia, la dictadura, la música (“lo que encuentro en el tango es la referencia a la pérdida”), la vida en México, la vida con la palabra. Juan Gelman disertó durante una hora sobre todos esos temas sin dejar de lado su humor característico. Entró al quite el público, pero en realidad el poeta se mostró coherente con la personalidad que sus lectores conocen en las entrevistas. Por ejemplo, cuando el tema era lo que más extraña de Argentina y respondió “el lenguaje porteño”, contó la siguiente anécdota: “Tengo un nieto que hace cuatro años, cuando tenía 10, se paró frente a mí imitando el acento porteño argentino, y me preguntó: ‘Che, abuelo, ¿sabés por qué los argentinos se bañan con agua fría? Para no empañar los espejos’, respondió”. Y coronó las carcajadas de su público de esta forma: “Cría nietos y te sacarán los ojos”. Narró nuevamente su infancia, recitó en ruso un poema de Pushkin, “esa música que contiene la poesía de Pushkin” y que le leía su hermano mayor. En el barrio pobre y multicultural de su infancia tuvo su primer contacto con el tango. Y jugó entonces con la palabra “contacto”: “Como el de mi infancia era un barrio pobre, las bodas se celebraban en el patio de alguna casa. Podía faltar el vino pero nunca el bandoneón. Y la gente bailaba. Ese fue mi primer contacto con el tango, como dirían los electricistas”, y como algunos no entendían el chiste, lo explicó: “Digo electricistas por lo del contacto” (el enchufe) y remató: “sobre todo en la calle Corrientes”. Inventar juegos de palabras, dijo, “también es algo muy antiguo, una vieja tradición en la literatura. El primer libro que me hizo reír a carcajadas fue El Quijote. Recuerdo por ejemplo cuando dice: siempre mañana pero nunca mañaneamos”. Dejó de escribir durante cuatro años, los primeros del exilio. “Los primeros años los viví en Italia, pero el idioma me molestaba porque no tenía nada que ver con lo que sentía: furia, impotencia, dolor. Por eso tardé cuatro años en volver a escribir, y cuando lo hice fueron sonetos en romanesco, porque se parece al lenguaje porteño”. Pero, atajó: “Es un error pensar que el dolor o la alegría es el motor del poema. Hay grandes poetas a quienes nunca les pasó nada y a los que recibieron golpes ya eran grandes poetas antes. Yo no puedo escribir poesía porque quiera. Cuando lo hago entro en un estado que yo llamo obsesivo: todo me molesta, me pongo de mal humor, pero yo aguanto todo lo que puedo para estar seguro de que eso no es falso y entonces escribo. “Pero eso sucede por momentos y se termina y uno deja de escribir, hasta que vuelve a suceder. Porque, insisto, no se puede escribir poesía cuando uno quiere o de lo que uno quiere. La pregunta es ¿qué pasa con la palabra cuando atraviesa el infierno? Paul Celan da la respuesta: sale más enriquecida, es lo único que le pasa a la palabra”. “No puedo escribir poesía porque quiero, sino que porque entro en un estado obsesivo”, explicó. “Siento un zumbido en la oreja, me pongo de malhumor y después escribo. Pero esto me pasa sólo por rachas. Llega un momento en que la obsesión se agota y la racha pasa”. ¿Cuál es la diferencia entre estar exiliado y vivir fuera del país cuando se puede volver?, le preguntaron los periodistas en un momento. “Bueno, estoy trasterrado, que no quiere decir lo mismo que exiliado. Vivo en México por razones personales, es una cuestión personal”. Minutos antes de que la Argentina le pasara la simbólica posta como “invitada de honor” a Islandia, la proyección de un video con un breve fragmento de una entrevista al autor de El Aleph y la lectura de un poema suyo dedicado a ese Estado europeo fueron los motivos elegidos por ambos países para anunciar el traspaso, y prenuncian una significativa presencia de la obra del escritor en el stand nórdico. En el poema “Snorri Sturluson”, llamado así en homenaje a un importante historiador islandés del siglo XI, Borges calificaba a esa isla como “la más remota y la más íntima”, una frase que, sin que su autor se lo propusiera, sirvió de puente para unir el ingreso de aquel país y la despedida de Argentina. De esta manera, Borges que fue mencionado varias veces en la feria como el “primer escritor universal” de la literatura argentina, volvió a ser el centro de la escena, apenas tres días después de que su viuda, María Kodama, consiguiera vender los derechos de sus obras completas al gigante editorial Random House Mondadori (http://www.randomhousemondadori.es). Durante la presentación de Islandia, el presentador alemán Michael Schmidt dejó en claro que la muestra será más pequeña que la de Argentina. Con sólo 40 editoriales en total (la Argentina debió restringir su selección a 113) y una población que no supera los 310.000 habitantes, todo parece indicar que Islandia organizará un stand con un criterio muy diferente al argentino. Sin embargo, como bien ironizó Schmidt, el país se guarda una gran carta, que seguramente se transformará en la figura central de su presentación. “Islandia es el Estado que más premios Nobel tiene por habitante... Y todo gracias al de literatura que ganó el gran Halldór Laxness en 1955”, bromeó. También el escritor Guedeburg Bergsson, que representó a Islandia en ese acto, hizo referencia a las “grandes dificultades” que tienen los escritores para poder ganarse la vida en su tierra, reconociendo incluso que la escritura no es su principal ocupación. “Gano más dinero con mi otro oficio, que es el de traductor de obras literarias al portugués”, señaló en correcto español. Fuentes: Clarín • EFE • La Jornada • La Nación *** Legado del poeta Miguel Hernández se queda en Elche hasta 2030 El gobierno del Ayuntamiento de Elche (http://www.elche.es) aprobó el domingo 10 de octubre un convenio de colaboración con los herederos de Miguel Hernández que garantiza la permanencia de su legado en la ciudad durante los próximos veinte años y que prevé la creación de una fundación cultural para difundir la vida y obra del poeta. El acuerdo supone una inversión anual del consistorio ilicitano de 150.000 euros, que transcurridos los veinte años de vigencia del convenio ascenderá a un total de tres millones de euros. Fue aprobado con el voto en contra de la portavoz de Compromís y concejala de Cultura, Ángeles Candela, que forma parte del equipo de gobierno por su coalición con el PSOE. Candela manifestaba el sábado 9 su desacuerdo al argumentar que la tasación realizada por la Biblioteca Nacional de España (BNE, http://www.bne.es) sobre los documentos da un valor de 2.100.000 euros, un montante inferior al que deberá abonar el Ayuntamiento ilicitano por la permanencia temporal del legado. Por ello, criticó la decisión del alcalde del municipio, el socialista Alejandro Soler, ya que “la valoración que hace un organismo como la BNE debería ser aceptada por todos, pero para la adquisición y no para el alquiler” de los documentos. Según Candela, “los ciudadanos no podrán entender el pago de 150.000 euros al mes para después de 20 años volver a la situación inicial”. Sin embargo, el portavoz del equipo de gobierno, el socialista Alejandro Pérez, afirmó que de los 150.000 euros que pagará anualmente el Ayuntamiento, 66.000 se destinarán a “difusión cultural, a la puesta en marcha de la fundación y al funcionamiento del Centro Hernandiano de Estudios e Investigación”. Aclaró además que “tan sólo” 84.000 euros irán destinados a los herederos por la cesión del legado en concepto de derechos de autor. Una cantidad que, según manifestó, supondrá un 1,37% del presupuesto anual del Instituto Municipal de Cultura (http://www.elche.es/ilive/srv.ayuntamiento.cultura?ISUM_Lang=11), por lo que, a su juicio, “cualquier persona con sentido común puede entender que es muy razonable que una ciudad como Elche, con los vínculos culturales que tiene con Hernández, destine ese dinero a mantener por veinte años el legado”. Para Pérez, la postura de Candela “no es demasiado coherente”, pues, según aseguró, en abril de 2002 “votó a favor” de un convenio de colaboración suscrito entre el entonces alcalde Diego Maciá y los herederos del poeta, por el que el Ayuntamiento se comprometía a aportar 108.000 euros anuales para la puesta en marcha del Centro Hernandiano. Por ello, lamentado las críticas de la concejal y consideró que “puede estar molesta por la gran capacidad de gestión demostrada” por el actual alcalde, Alejandro Soler. “Si hubiéramos seguido la opinión de Candela, hoy el legado de Miguel Hernández estaría en Alicante”, apuntó. En la misma línea de defensa del convenio, Pérez subrayó que “refuerza” la vinculación entre el poeta y la ciudad, “un deseo expreso de la viuda de Miguel Hernández —Josefina Manresa—, que quiso que el legado estuviera depositado y custodiado en Elche”. De este modo, Elche aprueba el tercer convenio de colaboración con los herederos del poeta, tras el firmado en 1986 por Josefina Manresa para la cesión de manuscritos a la Biblioteca Nacional “Pedro Ibarra”, y el rubricado en 2002 entre la nuera de Hernández, Lucía Izquierdo, y el Ayuntamiento, para que se prorrogase la estancia del patrimonio literario del autor de El rayo que no cesa. Además, Elche fue la ciudad que otorgó el único premio poético que recibió en vida el poeta en marzo de 1931, por parte de la asociación cultural “Popular Coro Clavé”, por su poema “Canto a Valencia”. Fuente: EFE *** Luis Alberto de Cuenca ingresa a la Real Academia de la Historia El poeta y filólogo español Luis Alberto de Cuenca y Prado ha sido elegido este 11 de octubre académico de número de la Real Academia de la Historia de España (RAH, http://www.rah.es) para cubrir la vacante de la medalla número 28 producida por el fallecimiento de Manuel Fernández Álvarez. La candidatura ha sido avalada por los académicos Carmen Iglesias, Luis Suárez Fernández y Francisco Rodríguez Adrados. De Cuenca (Madrid, 1950) es doctor en filología clásica por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM, http://www.uam.es) y profesor de investigación en el Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo (http://www.ilc.csic.es) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC, http://www.csic.es). Ha sido director del Instituto de Filología del CSIC entre 1992 y 1993, director del Departamento de Publicaciones del CSIC entre 1995 y 1996, director de la Biblioteca Nacional de España (BNE, http://www.bne.es) entre 1996 y 2000, y secretario de Estado de Cultura entre 2000 y 2004. Entre sus libros de ensayo, erudición y crítica cabe citar Floresta española de varia caballería (1975), Necesidad del mito (1976), Antología de la poesía latina (1981), El héroe y sus máscaras (1991), Las cien mejores poesías de la lengua castellana (1998), Baldosas amarillas (2001), De Gilgamés a Francisco Nieva (2005) y Filología y vida: una antología (2010). Como poeta ha publicado, entre otros, La caja de plata (1985, Premio de la Crítica 1986), El hacha y la rosa (1993), Los mundos y los días: poesía 1972-1998 (1999), La vida en llamas (2006, XXVII Premio Ciudad de Melilla), La mujer y el vampiro (2010), o El reino blanco (2010). Destacan también sus traducciones de diferentes lenguas (griego, latín, francés medieval, provenzal, catalán, francés, inglés, alemán). Fuente: Europa Press *** Premio Elena Poniatowska a la escritora mexicana Mónica Lavín La escritora mexicana Mónica Lavín recibió el pasado lunes 11 de octubre el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2010, que otorgan las autoridades de la capital mexicana y del que ella se ha hecho merecedora por su obra Yo, la peor. El veredicto fue hecho público en rueda de prensa convocada el miércoles 6 por la secretaria de Cultura (http://www.cultura.df.gob.mx) del gobierno capitalino, Elena Cepeda, en una ceremonia realizada en el Museo de la Ciudad de México, y la entrega se realizó en el acto oficial de inauguración de la décima Feria del Libro en el Zócalo (http://www.feriadellibro.cultura.df.gob.mx). El acto inaugural se realiza tres días después de la apertura, de manera que el jefe del gobierno de la capital mexicana, Marcelo Ebrard, tuvo ocasión de manifestar su júbilo por los trescientos mil visitantes que ya habían pasado para entonces por esta feria en la que participan casi doscientas editoriales, entre las afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem, http://www.caniem.com) y 65 independientes. Entregado por Ebrard y Cepeda, el galardón dotado con 500.000 pesos (unos 40.000 dólares) fue constituido en 2008 con el propósito de dar un reconocimiento a los autores de novelas de calidad literaria en español. Yo, la peor (Grijalbo, 2009) es una novela histórica en la cual la autora recrea la vida de la escritora y poeta novohispana sor Juana Inés de la Cruz, calificada como “La décima musa”, a través de la visión de diversos personajes reales y ficticios que presuntamente la conocieron, entre ellos la maestra que le enseñó a leer y escribir a los tres años de edad. La novela de Lavín fue escogida entre más de 40 obras concursantes. La escritora argentina Ana Gloria Moya, miembro del jurado, dijo que esta decisión se tomó por unanimidad por considerar que es un texto “de largo aliento que sorprende por su atrevimiento para escribir sobre una de las figuras más paradigmáticas de nuestra historia cultural con una prosa ligera discreta y enigmática”. Lavín dijo que recibir este reconocimiento, que arriba a su tercera edición y que ya ha sido ganado antes por Hernán Lara Zavala y Álvaro Uribe, le proporcionó una enorme alegría y que significa un gran honor, pues lleva el nombre de una de las más destacadas escritoras de las letras mexicanas. “Es una sensación como recibir un abrazo muy fuerte que te hace sentir que el camino que estás recorriendo vale la pena”. “La novela es una voz, es el artificio que construyen la imaginación y la palabra para mirarnos a nosotros mismos, a nuestra sociedad, al tiempo que habitamos o, como diría Mario Vargas Llosa, para saciar nuestra insatisfacción”, agregó la autora, quien aseguró que con el monto del premio “pienso comprar tiempo, un tiempo Elena Poniatowska, para seguir escribiendo”. “Sor Juana me ha dado muchas satisfacciones, me tiene muy sorprendida, el libro ha sido recibido muy bien por los lectores y por los mismos escritores, quienes me conceden este premio”, indicó, agregando que cada historia tiene un lenguaje especial, es distinta a otras, es un gozo al escribir y encontrar la palabra adecuada, el sustantivo exacto para describir el lenguaje del siglo XVII, que es el que vivió sor Juana. Ebrard también hizo entrega del Reconocimiento al Mérito Cultural de la Ciudad de México “Carlos Monsiváis” a ocho distinguidos artistas y académicos que han enriquecido la cultura de la ciudad: la poeta y crítica Ida Vitale; la crítica de arte Raquel Tibol; el director de orquesta y compositor de música de concierto, Luis Herrera de la Fuente; el promotor de danzón, Simón Jara; el flautista Horacio Franco; el académico e historiador Ariel Rodríguez Kuri; el antropólogo y estudioso de la cultura Néstor García Canclini, y el librero y editor Carlos Noriega. Fuentes: EFE • La Jornada • Secretaría de Cultura del DF *** Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile anunció sus premios Los dramaturgos Flavia y Juan Radrigán, junto al historiador Manuel Vicuña, fueron algunos de los principales galardonados con el Premio a las Mejores Obras Literarias 2010, entregado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile (http://www.consejodelacultura.cl), según se anunció el pasado 12 de octubre. Radrigán presentó junto a su hija el texto En el nombre del padre y de la hija, escogido en el género teatro. En la obra, ambos dramaturgos dialogan generacionalmente acerca de temas comunes, tales como la marginalidad en sus dimensiones sexual y artística. Un juez en los infiernos: Benjamín Vicuña Mackenna, en tanto, fue la obra con que el historiador Manuel Vicuña Urrutia fue premiado por el jurado en el apartado Ensayo. En Poesía, Jorge Velásquez se adjudicó el premio con el título Guaitecas, obra que utiliza como soporte material histórico y documental. En género Cuento, Lilian Elphick Latorre (http://www.letralia.com/firmas/elphicklatorrelilian.htm) fue la ganadora gracias a Bellas de sangre contraria, sobre los mitos clásicos que involucran a la imagen de la mujer en forma paródico-satírica. En la categoría para novelas inéditas, Matías Kuntnstmann resultó ganador con Lo improbable de mí. En poesía inédita, César Cabello hizo lo mismo con su obra Industrias Chile. Finalmente, en cuento inédito Sergio Gómez fue premiado gracias a la obra Cinco escritores, y en ensayo inédito, Rodrigo Gainza fue honrado con la obra titulada Intencionalidad y evolución. Desde el año 1993 el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, entrega este reconocimiento a importantes escritores chilenos en las categorías Obras Publicadas y Obras Inéditas, llevándose cada uno 8.000.000 de pesos. En esta oportunidad postularon 345 títulos (143 publicados y 202 inéditos), donde, por género, resultaron ganadores los siguientes autores en la categoría Obras Publicadas: José Gai en Novela, por su obra Los Lambton, la cual da cuenta del drama social y la lucha de clases entre los mineros del salitre y el hierro. El concurso premia además a la mejor obra literaria publicada para niños y niñas, categoría denominada Marta Brunet. Este año fue distinguido Alberto Rojas M. con La hermandad del viento. El Concurso de Mejores Obras Literarias ha entregado 185 premios, por un monto superior a los $1.236.000.000. A esto se suma anualmente la compra de 300 ejemplares de cada obra ganadora en la categoría de publicada, para distribuir en las bibliotecas públicas de todo Chile. “El reconocimiento a los escritores nacionales consagrados y a los artistas emergentes que se están iniciando en los distintos géneros literarios, es una prioridad para nosotros como Consejo de la Cultura. La buena escritura es garantía de permanencia en el tiempo de la cultura y la idiosincrasia de los países, trascendiendo generaciones y constituyéndose una ventana abierta a quienes se interesen por nuestra historia y su relato”, dijo el ministro chileno de Cultura, Luciano Cruz-Coke. Fuente: La Tercera *** Humberto López Morales gana el Premio de Ensayo Isabel Polanco Por su libro La andadura del español por el mundo, el escritor y lingüista cubano Humberto López Morales obtuvo este 12 de octubre el II Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco, que recibirá el próximo 28 de noviembre en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx). El jurado, presidido por Ricardo Lagos, de Chile, e integrado por Concepción Company Company, de México; José G. Moreno de Alba, de México; Laura Restrepo, de Colombia; Daniel Samper, de España y Colombia, y Gonzalo Celorio, de México, premia a este libro por considerar que “aúna, al rigor conceptual y metodológico que lo impulsa, la amenidad y sencillez de su escritura, lo que permitirá que, una vez editado, el libro pueda ser leído lo mismo por especialistas en la historia y la configuración de la lengua española, que por un público general culto interesado en el tema de nuestro idioma”. La obra, según los jueces, “ofrece una visión completa de la lengua española a lo largo de su historia y a través del vasto territorio en el que se habla, así como de sus variedades diastráticas y de las aportaciones que ha recibido de otras lenguas. Da una imagen espléndida del poderío del español, hoy por hoy la segunda lengua más hablada del mundo y una de las más importantes de comunicación internacional, y de su gran vitalidad, en la que son dignas de mención la unidad, que la fortalece no obstante el alto número de países que la tienen como suya, y la variedad, que tanto la enriquece”. “Es además, un texto bien escrito, bien organizado, bien presentado”, continúa el veredicto, “que sabe contener discretamente la erudición que en él subyace en beneficio de una lectura apasionante y grata a propósito de lo que nos define, nos configura y nos comunica: nuestra lengua”. En conversación telefónica con el autor, quien se encuentra en Nueva York, aseguró que el estado actual de nuestro idioma “es definitivamente bueno, pero el futuro inmediato es insuperable”. El autor explicó que su libro intenta rescatar momentos que le parecen importantes para el desarrollo de la lengua: “Si lo he logrado o no los lectores lo dirán después”. Poco antes, Gonzalo Celorio, secretario general permanente del Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco, destacó la “erudición y sabrosura” de La andadura del español por el mundo, un trabajo que definió como “tan rico, tan útil, que seguramente será un libro de amplia consulta, que además nos va a enriquecer a todos como dueños de la lengua que hablamos”. La conferencia de prensa en la que se anunció el fallo del premio estuvo presidida por Marco Antonio Cortés Guardador, rector general de la Universidad de Guadalajara (UdG, http://www.udg.mx); Ricardo Lagos, presidente del jurado; Raúl Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara, y José G. Moreno de Alba, Laura Restrepo y Daniel Samper, miembros del jurado. En su intervención, Lagos destacó la importancia de que el Premio Isabel Polanco se entregue en Guadalajara: “Aquí donde ustedes, a través de su universidad, a través de la Feria Internacional del Libro, han hecho de Guadalajara un hito cultural en América Latina y también de España. Y en ese contexto creo que aquí en Guadalajara han sido capaces de establecer un punto de referencia de lo que es la literatura, la cultura de nuestra América. Falta que nos hace”. Lagos aprovechó para relacionar la alegría del premio con “la alegría de un pueblo que sabe resistir las adversidades”, refiriéndose al rescate de los 33 mineros que durante meses permanecieron sepultados en su país: “Es un momento de alegría, y lo quiero compartir como ex presidente, porque la fuerza que emerge del fondo de la tierra coincide con la fuerza que ejerce el literato cuando es capaz de crear, desde el fondo de lo que él es. Porque todo acto de creación lleva también un sello, una perspectiva, ya sea el poeta o el novelista, y el ensayista también”. La andadura del español por el mundo, comentó López Morales en su diálogo con los medios, comienza en “el momento en que el español está adquiriendo una importancia sobresaliente por convertirse en la lengua oficial de la cancillería regia de Alfonso X el Sabio, desbancando a otros dialectos paralelos al español”. El libro también hace proyecciones a futuro, situando al español, para 2050, como “la lengua más hablada del mundo, inmediatamente después del chino mandarín”. López Morales también destacó que “gracias a los avances tecnológicos, a la Internet y a la televisión”, los hispanohablantes “estamos aprendiendo más los unos de los otros y no sólo en términos lingüísticos, sino también en términos culturales”. En su primera edición, el Premio Internacional de Ensayo Isabel de Polanco fue para el escritor cubano Rafael Rojas, por su obra Repúblicas de aire: utopía y desencanto en la revolución de Hispanoamérica. Doctor en filología románica por la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es) y doctor honoris causa por universidades de España, Chile, Nicaragua, Argentina y República Dominicana, López Morales (La Habana, 1936) ha sido catedrático de lingüística de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (http://www.uprrp.edu), de la que hoy es profesor emérito, y se desempeña como secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (http://asale.org), con sede en Madrid. Es también presidente de honor de la Asociación de Lingüística y Filología de la América Latina (Alfal, http://www.mundoalfal.org), de la Sociedad Lingüística del Caribe Hispánico y de la Asociación de Historia de la Lengua Española (AHLE, http://ahle.webnode.es), así como miembro de la Comisión Asesora del Departamento de Español Urgente de la agencia EFE (http://www.efe.es), entre otras responsabilidades. Su obra científica, cuyas líneas de investigación son principalmente la sociolingüística y la lexicografía, tanto teórica como aplicada, abarca más de 250 títulos, con más de cincuenta libros. En el año 1992 mereció el reconocimiento de los hispanistas en la monografía Homenaje a Humberto López Morales. Fuente: FIL *** José Emilio Pacheco diserta sobre literatura mexicana hacia 1910 Al iniciar la serie de conferencias “Literatura mexicana hacia 1910”, el pasado martes 12 de octubre, el poeta y cuentista José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 1939) habló de dos textos capitales dentro del género: La majestad caída, de Juan A. Mateos, y Andrés Pérez Maderista, de Mariano Azuela. Organizado por El Colegio de México (http://www.colmex.mx), del que Pacheco es miembro desde 1986, el ciclo se inicio con el tema “La primera novela de la Revolución”. El autor de El viento distante y Tarde o temprano atrajo la atención de los asistentes a la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria (http://www.capillaalfonsina.uanl.mx) de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL, http://www.uanl.mx), “con el primero de cuatro temas que no podía pasar por alto en este año”, según dijo. El segundo tema que abordó el escritor fue el caso “muy interesante”, según él mismo, de Juan de Dios Peza, el jueves 14. Luego, el autor de Las batallas en el desierto hablará, este martes 19, del “redescubrimiento” que en 1910 hizo Amado Nervo de sor Juana Inés de la Cruz, “después de tres siglos de absoluto olvido”. Sobre ese tema, Pacheco explicó que se referirá a la compilación existente, en tres tomos, donde se aborda la existencia de sor Juana Inés de la Cruz, “de lo que se dijo desde su muerte hasta que aparece Amado Nervo, una lección de cómo hay cosas que no podemos dejar de ver”. Con un público conformado en su mayoría por personas adultas amantes de las buenas letras, la historia y el devenir cultural de México, que apenas cupo en el reducido pero acogedor espacio de la Capilla Alfonsina, Pacheco informó que esa charla será “Amado Nervo redescubre a sor Juana”. El último tema que será abordado por Pacheco, durante la conferencia magistral programada para el jueves 21, será sobre el centenario de Cuestiones estéticas, el primer libro de Alfonso Reyes y la generación de 1910. Destacó que todas las conferencias serán de entrada gratuita. El autor de libros de cuentos como La sangre de Medusa, El viento distante y El principio del placer inició su primera conferencia al citar a un periódico de la época porfiriana, que no porfirista, en el que se fustigaban los bajos salarios y el gasto estratosférico que se hizo por la fiesta del Centenario de la Independencia de México. Realizó una analogía entre lo que el periódico publicaba en esos días y los temas abordados por La majestad caída, de Juan A. Mateos, y Andrés Pérez Maderista, de Mariano Azuela, obras líricas que desde tiempo atrás se han mencionado, cada una por su lado, como la primera novela de la Revolución. “Basta esa cita para demostrar la actualidad de estas novelas casi olvidadas, pues hace muchos años que no oigo hablar de La majestad caída ni de Andrés Pérez Maderista; esa es una cosa rara de la literatura mexicana, pues sólo se puede novelar algo que ya concluyó, que ya es asunto cerrado”, dijo. Fuente: Milenio *** El venezolano Miguel Ángel Alonso presentó poemario en Tenerife El filólogo y escritor venezolano Miguel Ángel Alonso presentó el pasado 13 de octubre, en el Espacio Cultural de CajaCanarias (http://www.cajacanarias.org) de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias, España), su poemario Cuerpo habitado, galardonado con el Premio Pedro García Cabrera de Poesía. El libro contiene, según su autor, “54 textos vertebrados por una idea común: la necesidad de construir y reconocer la interdependencia del cuerpo y del poema”. Respecto al lenguaje empleado, afirma que “al igual que el erotismo, la poesía es un estado de excepción en el que la normalidad se rompe en mil pedazos cortantes, de ahí que en el poemario se aprecie una permanente necesidad de estrujamiento y la irrupción de violentas sacudidas lingüísticas”. Alonso (Valera, Trujillo, 1970) estudió letras en la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve) y desde 1998 reside en Tenerife, donde se licenció en filología hispánica por la Universidad de La Laguna (http://www.ull.es) en 2007. Además cursó filología francesa, así como estudios de doctorado en los que investigó sobre la poesía venezolana del siglo XX, dedicando especial atención a la obra de Rafael Cadenas. Poemas, aforismos, microrrelatos y artículos suyos han sido publicados en la revista universitaria Mandala y en la revista Nexo, del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (http://www.iehcan.com). En 2004 obtuvo el I Premio de Poesía Ciudad de Tacoronte y en 2007 ganó el XXI Premio de Poesía Emeterio Gutiérrez Albelo. Entre sus autores más influyentes figuran Góngora, Lezama, María Zambrano, Julio Cortázar y Octavio Paz. Entre sus últimos trabajos destacan la edición del poemario Vestigios meridianos, y la pequeña publicación literaria Tríptico sin intención. Ya en 2007 Alonso había figurado en el Premio García Cabrera como finalista con el poemario Animal perdido. El autor también escribe narrativa y ensayo, además de estar interesado por la plástica. Fuente: La Opinión de Tenerife *** Se inició en Guanajuato el 38º Festival Internacional Cervantino La gran asistencia del público a diversos foros, las aglomeraciones en las calles de Guanajuato (México) y el concierto de jazz “Celebremos América” fueron el agasajo visual y auditivo que convergió este fin de semana en el 38º Festival Internacional Cervantino (FIC, http://www.festivalcervantino.gob.mx), en el año del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. El programa artístico del FIC, que se desarrolla desde el 13 de octubre y se extiende hasta el 7 de noviembre, incluye payasos, guitarristas, dibujantes y estatuas vivientes, entre otros artistas, que ofrecen minifunciones en las plazas o se dejan fotografiar por una propina. También las estudiantinas venden sus boletos con prontitud y reúnen grandes grupos, que para recorrer festivamente los callejones de la Ciudad Cervantina de América deben pagar 100 pesos cada uno. El viernes pasado, una multitud de jóvenes permaneció por más de cuatro horas en el sitio conocido como Los Pastitos, para escuchar y bailar al ritmo de la música electrónica de Mutek. Los chilenos convocaron a los jóvenes desde las cinco de la tarde. El músico Andrés Bucci dijo estar agradecido por haber sido invitado al festival, sobre todo por el bicentenario independentista que también celebran Chile, Argentina y Colombia, invitados de honor del FIC. Por otra parte, la compañía suiza Da Motus! presentó Vie... en ville, en la plaza San Fernando, con nutrida asistencia. Los concurridos espectáculos de la ópera Montezuma, dirigida por Claudio Valdés Kuri, y Agua de luna, de Cloud Gate Dance Theatre, provocaron entusiasmo entre la gente. El sábado, las campanas inundaron con su sincrónico repiqueteo el área central de Guanajuato. Se unieron para ejecutar Por todo lo alto, pieza del compositor Carlos Vidaurri, quien desde hace unos años realiza este singular espectáculo sonoro. También ofrecieron su arte el colombiano Édmar Castañeda, en la ex Hacienda San Gabriel; Tambuco, en el Auditorio de Minas; Tangokinesis, en el Teatro Juárez; la Compañía Nacional de Teatro, con El trueno dorado, y la Compañía Lírica de Zarzuela de Madrid en la Alhóndiga de Granaditas. En los espacios al aire libre participaron otra vez los chilenos de Mutek, así como Versus 8 Cuarteto de Percusión, cuyos integrantes llegaron desde temprano al quiosco del jardín Unión. El domingo destacó el espectáculo infantil de ¡Qué Payasos!, en la Plaza de San Roque; la Compañía Teatral de Marionetas de Shuto, en la Plaza San Fernando; la Orquesta Filarmónica de Querétaro, en la Alhóndiga de Granaditas, y The Dave Young Quartet, en la ex Hacienda San Gabriel. El festival, que por única ocasión se prolongará a 26 días para sumarse a los festejos conmemorativos de las gestas independentistas, se realizará en 49 foros, con 31 países participantes, 3.161 artistas y 92 actividades académicas que comienzan este lunes 18 de octubre con el Coloquio Internacional “Territorios del arte contemporáneo España-México”. El FIC tiene programadas 426 funciones, de las cuales 235 se presentan en Guanajuato y 191 en otros estados de México. Lidia Camacho, directora del festival, anunció junto con representantes de Microsoft la instalación del Pabellón Tecnológico. Asimismo, comentó que la página web, www.festivalcervantino.gob.mx, “se puede consultar de manera gratuita en 29 idiomas, lo cual nos sitúa a escala internacional en beneficio de la cultura”, dijo Camacho. Fuente: La Jornada *** Publican guía de Ciudad de México compuesta por textos de Monsiváis Entre los miles de artículos y crónicas, así como de algunos de sus libros más relevantes en torno a Ciudad de México, escritos por Carlos Monsiváis, se han seleccionado diversos fragmentos para crear el volumen ¿A dónde váis, Monsiváis?: guía del DF de Carlos Monsiváis, un proyecto editorial “sui géneris y gozoso” que va más allá del dato o la información puntual de cualquier otra guía. El libro aproxima al lector a la megaurbe desde la singular óptica de Monsiváis; desde su humor y crítica, desde sus aforismos profundos y a la vez desparpajados. “Monsiváis no hablaba de lugares, hablaba de lo que ocurría en esos lugares”, comenta la editora y escritora Déborah Holtz. “Es una guía de sucesos, de manifestaciones humanas, ya que es la gente la que hace a los lugares. Tiene por un lado un aspecto histórico, pero por otro refleja nuestro presente. Es una guía hecha a partir de las apreciaciones y percepciones presentes, pasadas y futuras de la ciudad, escritas por Monsiváis”. El título del libro —que originalmente estaba pensado como un regalo de cumpleaños al escritor, pero éste murió antes de verlo realizado— hace referencia a la frase “¿a dónde váis, Monsiváis, que más valgáis?”, que hizo alguno de sus amigos cercanos. Añadió que “debido a que la investigación nos llevó más tiempo del que habíamos pensado, no se pudo publicar en el momento preciso”, pues “agarrar los textos de Monsiváis es meterte en una selva impenetrable, en una vorágine, porque escribió millones y millones de páginas; nos enfrentamos a una investigación bastante ardua”. El volumen integra también “un especie de espejo de lo que el propio Monsiváis representaba para la ciudad, mediante disímbolos testimonios”, como los de Eduardo del Río, Rius, José Luis Ibáñez, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Margo Glantz, José María Pérez Gay, Carlos Fuentes, Óscar Chávez, José Luis Cuevas, Hugo Gutiérrez Vega, Martha Lamas y Porfirio Muñoz Ledo, entre otros. Es decir, explicó la editora, la guía se entreteje con la óptica que tiene Monsiváis de la ciudad, con la manera en que él era visto en la urbe. Junto con Juan Carlos Mena, también editor del libro, Holtz considera que Ciudad de México es a Monsiváis lo que Nueva York a Woody Allen: “No se les puede entender fuera de su caldo de cultivo”. Como un servicio más al lector, la guía cuenta con un monsimapa, donde un número, el cual corresponde a la página del libro, remite a la descripción del sitio. El volumen reúne fotografías de sitios emblemáticos de la ciudad de México como Garibaldi, La Lagunilla, Tepito, la Basílica de Guadalupe, Tlatelolco, Tacuba, el tianguis del Chopo, la Zona Rosa, Paseo de la Reforma, Chapultepec, colonia Roma, un apartado sobre el terremoto del 85, las avenidas Insurgentes y Revolución, San Ángel, Coyoacán, Ciudad Universitaria, Estadio Azteca, Xochimilco y, por supuesto, el Centro Histórico y la colonia Portales. Entre los detalles de la edición se intercalan y destacan textos de la Autobiografía (1966) escrita por el ensayista a los 28 años de edad. Recuadros en los que un gato da voz a las palabras de Monsiváis. “Él ponía en el mismo nivel”, concluye Holtz, “lo que se considera la alta y baja cultura. Para Monsiváis no hay diferencia entre El Santo y el poeta T. S. Eliot, entre Pedro Infante y Fellini. Para él ambos tenían similar importancia, por lo que esta guía de cierta manera muestra esa faceta monsivaíta”. Como apunta Fabrizio Mejía Madrid en el prólogo, “Monsiváis es un estratega cultural que valora la cultura popular y populariza lo elitista. Su arma es un tipo de lenguaje arraigado en un apretado código de burlas, sospechas, alusiones, parodias, que mina a cualquier declarante poderoso, sea un obispo, el presidente o un líder guerrillero. El relajo es su ánimo permanente. Monsiváis es la ciudad de México, las líneas de su mano son una Guía Roji”. Producido y publicado por Trilce Ediciones (http://www.trilceediciones.com) en coedición con Random House Mondadori (http://www.rhmx.com.mx), con el auspicio de la Comisión del Bicentenario del Gobierno del Distrito Federal (http://www.bi100.df.gob.mx), ¿A dónde váis, Monsiváis? contó con la colaboración de Laura Emilia Pacheco, Alejandro Toledo, Praxedis Gilberto Razo, Alida Piñón y Eva Calderón, entre otros. Fuente: La Jornada *** Premio Nacional de Ensayo de España para Anjel Lertxundi El escritor en euskera Anjel Lertxundi (Orio, Guipúzcoa, 1948) obtuvo este 14 de octubre el Premio Nacional de Ensayo de España por su obra Eskarmentuaren paperak (Vida y otras dudas), un escrito con notas autobiográficas. El galardón, concedido por el Ministerio de Cultura (http://www.mcu.es) de la nación ibérica, reconoce el mejor libro del género publicado a lo largo de 2009 en español o en cualquiera de las lenguas cooficiales. El jurado estuvo presidido por el director general del Libro (http://www.mcu.es/libro), Rogelio Blanco. El lehendakari Patxi López envió un telegrama al escritor felicitándole por el galardón y destacado que Lertxundi ha renovado la narrativa en euskera para ponerla “a la altura de la que se hace en el resto del mundo”. Lertxundi ha escrito casi toda su obra en euskera y, aunque está especializado en literatura infantil y juvenil, también ha publicado novelas, relatos y ensayos. Considerado uno de los renovadores de la narrativa en lengua vasca, Lertxundi utiliza la literatura para experimentar con ella y ha dedicado buena parte de su obra a las creencias tradicionales. El escritor vasco además ha experimentado con la televisión y el cine, además de ser colaborador de varios periódicos. Entre sus obras de literatura infantil destacan Tristeak Kontsolatzeko makina, de 1981, Portzelanazko irudiak, del mismo año, Artillero dale fuego, de 1986, y Muxubero, mon amour, publicada en 2000. En ensayo, el género por el que ha sido premiado, cuenta con textos como Pío Baroja (1972), Gogoa Zubi (1999) y Mentura dugun artean (2001), y entre su obra traducida al castellano se incluyen Línea de fuga, Las últimas sombras, La felicidad perfecta y Una final para Nora. Lertxundi ha recibido a lo largo de su trayectoria otros galardones como el Premio Euskadi de Literatura (1999), el Premio Nacional de Crítica (1983) y el Premio Rosalía de Castro, en reconocimiento a toda su carrera. Además fue finalista en 1994 del Premio Nacional de Literatura en la modalidad de narrativa con su novela Otto Pette (Las últimas sombras). Fuente: EFE *** El español Eduardo Mendoza obtiene el premio Planeta 2010 El escritor español Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943), con la obra Riña de gatos, Madrid 1936, se alzó sobre más de quinientos participantes del Premio Planeta 2010 (http://www.planeta.es), que con 601.000 euros (y 150.250 para el finalista) es el galardón mejor dotado de las letras españolas, según se anunció el pasado viernes 15 de octubre en el transcurso de una gala celebrada en el Palau dels Congressos de Catalunya (http://www.pcongresos.com). El ganador del Planeta de este año es uno de los autores más vendidos en lengua española, una firma totalmente consagrada que ha publicado obras como El misterio de la cripta embrujada o La ciudad de los prodigios, y que ahora con esta obra cambia de escenario al ambientarla en Madrid y no en Barcelona, como ha hecho siempre. La novela, presentada al premio con el título provisional de La muerte de Acteón, está protagonizada por un joven inglés, especialista en arte clásico, que se traslada a Madrid con el objeto de tasar unas obras de arte, y se ve envuelto, sin pretenderlo, en una peliaguda trama de espionaje y política, todo ello en un clima de preguerra, pues la acción se ambienta en la primavera de 1936, los días previos al estallido de la guerra civil española. El tasador inglés intenta desempeñar su cometido profesional de especialista en pintura antigua española en un Madrid caótico, por el que políticos y prostitutas negocian sus asuntos. Una ciudad en la que se presagia el horror y donde todo el mundo parece conspirar contra la débil República. De hecho, en su minuciosa labor tasadora, va a hallarse con lo que parece ser un cuadro de Velázquez desconocido y cuyo valor económico podría alcanzar cifras astronómicas. Su función le permite acceder a las casas de los acomodados burgueses madrileños, un ambiente en que el autor se recrea. Mendoza publicó en 2009 un libro de relatos, Tres vidas de santos. Algunas de sus obras son La verdad sobre el caso Savolta (1975), El laberinto de las aceitunas (1982), Sin noticias de Gurb (1991), La aventura del tocador de señoras (2001), El último trayecto de Horacio Dos (2002), Mauricio o las elecciones primarias (2006) o El asombroso viaje de Pomponio Flato (2008). La finalista del premio Planeta 2010 resultó ser la periodista y escritora valenciana Carmen Amoraga (Picanya, 1969), con El tiempo mientras tanto, presentada con el título provisional de La primera vez no te conocí, y cuyo argumento gira en torno a una mujer cuya hija ha sufrido un accidente automovilístico y está en coma. A partir de esta situación, la madre recuerda varios momentos de la historia de la complicada relación que ha mantenido con su hija. Amoraga trabaja en la Universidad de Valencia (http://www.uv.es), ganó el premio Ateneo Joven en 1997 y fue finalista del Nadal diez años después. El jurado estuvo compuesto por Alberto Blecua, Ángeles Caso, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Carlos Pujol, en calidad de secretario con voto. Fuente: La Vanguardia *** Reeditan la novela La favorita del Señor, de Ana Teresa Torres Desde el pasado 15 de octubre está en las librerías la reedición de La favorita del Señor, sexto título de la colección “Biblioteca Ana Teresa Torres” de Editorial Alfa (http://www.editorial-alfa.com). Con este libro, finalista del Premio La Sonrisa Vertical (Tusquets Editores, http://www.tusquetseditores.com; España), la escritora venezolana Ana Teresa Torres demuestra su versatilidad literaria y se consolida como una de las voces más destacadas de la literatura latinoamericana contemporánea. La favorita del Señor narra el viaje que emprende Aisa, desde su infancia en la casa de las mujeres del palacio de su padre, hasta el final de sus días en una aldea de mar, que la conducirá a vivir los acontecimientos de un destino inesperado. Concebida como un relato de aventuras eróticas, esta novela conducirá a los lectores a través de la exploración de los caminos del deseo, el amor y la degradación. La presentación de esta nueva edición de La favorita del Señor coincide con el éxito del reciente ensayo de Torres, La herencia de la tribu: del mito de la Independencia a la Revolución Bolivariana (diciembre, 2009), que tras ocho meses de su lanzamiento alcanza ya su tercera edición. Ana Teresa Torres —psicóloga, psicoanalista, novelista y ensayista— es Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua. Entre sus novelas destacan Doña Inés contra el olvido (1992), traducida al inglés y al portugués; Los últimos espectadores del acorazado Potemkin, Premio Municipal de Narrativa 1999; y Nocturama (2006). En el campo psicoanalítico ha publicado Elegir la neurosis (2002) e Historias del continente oscuro (2007), entre otros libros. Fuente: Editorial Alfa *** Falleció el antropólogo e historiador austríaco Friedrich Katz El antropólogo e historiador austriaco Friedrich Katz falleció la madrugada del sábado 16 de octubre a los 83 años de edad, como consecuencia de un cáncer, en la ciudad de Filadelfia (EUA), donde recibía tratamiento médico. Sus restos serán enviados a Viena, donde serán sepultados, de acuerdo con fuentes del Centro de Estudios Mexicanos Friedrich Katz (http://mexicanstudies.uchicago.edu), con sede en la Universidad de Chicago (http://www.uchicago.edu). Katz, uno de los principales estudiosos de la historia de México y de América Latina de los siglos XIX y XX, dejó inconclusos dos libros, uno acerca de Francisco I. Madero y otro con el tema de los científicos y el porfiriato. En los próximos días, Ediciones Era (http://www.edicionesera.com.mx) y El Colegio de México (http://www.colmex.mx) pondrán en circulación el título Revolución y exilio en la historia de México: del amor de un historiador a su patria adoptiva, que reúne una serie de ensayos escritos por colegas y discípulos. Para el próximo 4 de noviembre estaba previsto un homenaje al historiador en la Universidad de Columbia (http://www.columbia.edu), donde se realizaría la presentación del libro, planes que, de acuerdo con el historiador Emilio Kourí, director del Centro Katz de Chicago, siguen en pie. Están invitados Adolfo Gilly, Enrique Semo, Eugenia Meyer, y Kourí, quien junto con el director de El Colegio de México, Javier Garciadiego, fueron los compiladores de los ensayos reunidos en el libro. Katz nació en Viena en 1927; fue hijo del escritor Leo Katz, quien publicó numerosas denuncias contra Adolfo Hitler y el nazismo. Cuando Hitler tomó el poder, Leo Katz debió huir a Francia, donde después se reunió con su esposa y su hijo Friedrich. “Pasé mi niñez en Francia, país poco seguro para los refugiados”, contó Katz al diario mexicano La Jornada (http://www.jornada.unam.mx) en una entrevista de 2007. “Nos expulsaron en 1939. Viajamos a Estados Unidos, pero como no teníamos visa permanente tuvimos que salir. El único país que nos dio asilo permanente, sin problemas, fue el México de Lázaro Cárdenas”. El historiador llegó a tierras mexicanas a la edad de 13 años, sin saber español; por hablar francés su padre lo inscribió en el Liceo Franco-Mexicano (http://www.lfm.edu.mx), “para facilitar mi adaptación al país”. Fue allí donde comenzó su pasión por la literatura, porque, relataba, ahí se enseñaba mucha historia de Francia, pero muy poco de la de México. “Empecé a interesarme y a leer a autores como Luis Chávez Orozco y Martín Luis Guzmán. Me fascinó la historia antigua de México mediante Bernal Díaz del Castillo y después, precisamente por el contacto con el México de Lázaro Cárdenas, la Revolución empezó a tener dimensiones muy vivas dentro de mí”. Tanto, que le dedicó al menos cinco décadas de su vida. Estudió en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (http://www.enah.edu.mx), y comenzó a apasionarse tanto por la historia prehispánica como por la Revolución y dentro de ella por personajes como Emiliano Zapata y Francisco Villa. Obtuvo la licenciatura en 1948 en el Wagner College (http://www.wagner.edu) de Nueva York; después regresó a Viena, donde obtuvo su doctorado con una tesis acerca de los aztecas en 1954 y un posdoctorado en la Universidad Humboldt (http://www.hu-berlin.de), de Berlín. Fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx) y la Universidad de Texas (http://www.utexas.edu). Desde 1971 dio cátedra en la Universidad de Chicago (http://www.uchicago.edu), institución que en 2004 cambio el nombre de su Programa de Estudios Mexicanos a Centro de Estudios Mexicanos Friedrich Katz. Entre sus libros se encuentran Nuevos ensayos mexicanos; La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, Imágenes de Pancho Villa; Revuelta, rebelión y revolución: la lucha rural en México del siglo XVI al siglo XX; De Díaz a Madero: orígenes y estallido de la Revolución Mexicana; La servidumbre agraria en México en la época porfiriana, así como la biografía de Pancho Villa, referencia indiscutible para comprender la vida del revolucionario. Obtuvo numerosos reconocimientos, entre ellos la Orden del Águila Azteca, máxima condecoración del gobierno mexicano para un extranjero; la Orden del Mérito Académico de la Universidad de Guadalajara (UdG, http://www.udg.mx), y en 1995 el Congreso de Chihuahua (http://www.congresochihuahua.gob.mx) lo nombró ciudadano honorario. En 1997 ingresó a la Academia Mexicana de Ciencias (http://www.amc.unam.mx) y también fue miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias (http://www.amacad.org). Entre los doctorados honoris causa que recibió se encuentran los de la Universidad de Viena (http://www.univie.ac.at) y la Universidad Libre de Berlín (http://www.fu-berlin.de). Le sobreviven su esposa Jana Katz, sus hijos Jacqueline y Leo, y cuatro nietos. Fuente: La Jornada *** Barcelona recibe a 16 autores latinoamericanos Desde el lunes 18 y hasta el domingo 24 de octubre se celebra el Festival Internacional de Novela Contemporánea en Lengua Castellana “Fet a Amèrica” (http://fetaamerica.blogspot.com), que tiene como escenarios Casa Amèrica Catalunya (http://www.americat.net) y otros sitios de las ciudades españolas de Barcelona, Girona, Olot, Mataró y Menorca. Un total de 19 autores latinoamericanos, de diversas edades y procedencias, intervienen en este encuentro impulsado por el Colectivo Fu, que lo organiza conjuntamente con Casa Amèrica Catalunya y la Asociación Fringe para la Difusión de las Artes. “Fet a Amèrica”, que tiene como objetivo establecer un diálogo entre escritores y lectores, reúne en Barcelona a 16 de esos 19 autores. Participan en el evento el cubano Antonio José Ponte; los mexicanos Carlos Velázquez, Luis Humberto Crosthwaite y Yuri Herrera; las chilenas Diamela Eltit y Lina Meruane; la boliviana Giovanna Rivero; la uruguaya Inés Bortagaray; los venezolanos Israel Centeno y Slavko Zupcic (http://www.letralia.com/firmas/zupcicslavko.htm); el ecuatoriano Javier Vásconez; el peruano Juan Manuel Robles; la puertorriqueña Marta Aponte Alsina; la argentina Pola Oloixarac; el argentino Sergio Chefjec y el colombiano Tomás González. Los tres autores ausentes en la cita, por motivos laborales, son el peruano Iván Thays, el salvadoreño Horacio Castellanos Moya y el argentino Pablo Ramos. Sin embargo, los tres aparecerán, junto al resto de escritores convocados, en el libro La novela latinoamericana contemporánea según 18 escritores, publicado por la Editorial Barataria (http://www.barataria-ediciones.com), y que reúne las conversaciones sobre el quehacer literario mantenidas entre los autores del “Fet a Amèrica” antes de la realización del festival, y que han sido recogidas por la crítica chilena Paz Balmaceda. En otros países, este libro será publicado por editoriales independientes. La selección de los escritores que intervienen en “Fet a Amèrica” se centró en aquellos que proponen la creación de un universo único y de una voz propia, y no el éxito en el mercado editorial. A través de la lectura de más de 235 autores de 21 países, se seleccionó a los 19 autores mencionados, artífices todos ellos de distintas temáticas y maneras de hacer literatura. Del 18 al 22 de octubre, los 16 novelistas latinoamericanos intervienen en Casa Amèrica Catalunya en diversos coloquios literarios que abordan temáticas como la identidad, el contexto social, la tradición y la modernidad o la manipulación del tiempo, entre otras. El escritor y crítico barcelonés Ignacio Echevarría inaugura este ciclo la tarde del lunes 18 con la charla “En otro orden de cosas”. Estos encuentros son retransmitidos en directo a través de Canal-L (http://www.canal-l.com) a varios centros culturales y educativos de América Latina y Estados Unidos con el propósito de generar un diálogo desde la distancia. En paralelo, los autores de “Fet a Amèrica” intervienen en la actividad “Panorama Narratiu Americà”, que pasa por la Universitat Autònoma de Barcelona (http://www.uab.es), la Universitat de Girona (http://www.udg.edu), la Universitat Pompeu Fabra (http://www.upf.edu) de Barcelona, el Casal Marià de Olot (Girona), la Librería Robafaves (http://www.robafaves.com) de Mataró (Barcelona), los clubs de lectura de Alaior, Ferreries y Ciutadella en Menorca y el Claustre del Seminari Diocessà, también de Menorca. “Fet a Amèrica” es un proyecto del Colectivo Fu, que dirigido por la escritora Lolita Bosch está conformado por lectores interesados en la creación literaria, con los ojos puestos en América Latina y Cataluña y la intención de abrir espacios, tender puentes y crear diálogos. Hace tres años, el Colectivo Fu, con la colaboración de Casa Amèrica Catalunya y otras organizaciones, impulsó “Fet a Mèxic”, festival en el que se dieron cita autores mexicanos que cumplieron las expectativas de autores, editores y lectores, además de tener una excelente acogida en la prensa española e internacional. En base a esta experiencia, el Colectivo ha retomado la responsabilidad, compartida con la Asociación Fringe y Casa Amèrica Catalunya, de llevar a cabo un festival sobre las letras de América Latina. Fuente: Casa Amèrica Catalunya *** Museo de Arte Contemporáneo del Zulia celebra sus 12 años Doce años trabajando con el objetivo primordial de contribuir con el desarrollo y la promoción del arte y la cultura en la comunidad regional y en el occidente venezolano celebra el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maczul, http://museodeartecontemporaneodelzulia.wordpress.com) con una serie de actividades que se realizarán entre el 18 y el 24 de octubre. El programa se iniciará el lunes 18 con el taller “Collage del desierto”, que en el marco de la exposición “Terreno reservado”, de Adham Dalloul, está dirigido a niños y jóvenes de 8 a 14 años. Se realizará a las 9 de la mañana en la Sala de Talleres. El jueves 21 a las 3 de la tarde, y como parte del ciclo de cine español “Tras la línea flotante: narrativas contemporáneas de la cinematografía española”, se proyectará la película En la ciudad de Sylvia (2007), dirigida por José Luis Guerín. El ciclo es presentado por la Embajada de España en Venezuela (http://www.maec.es/embajadas/caracas/es/home) y el Maczul, en el marco del XIV Festival de Cine Español. A las 3 de la tarde del viernes 22, veinticuatro bailarines de la Cátedra de Autodesarrollo de las Facultades de Humanidades, Ciencias e Ingeniería de LUZ, realizarán una demostración de salsa casino en la Sala 1 del museo. La celebración central será el sábado 23 y se iniciará a las 11:30 de la mañana con la inauguración y premiación del 6º Salón Regional de Jóvenes Artistas, donde se mostrarán obras de variadas tendencias seleccionadas por el jurado calificador. Entre los trabajos podrán observarse videos, pintura, instalaciones, escultura, ensamblaje, fotografía e imágenes digitales. A la par se inaugurará la exposición “Cuerpo maquínico”, fundamentada en la indagación de la relación hombre-máquina y compuesta por 22 obras de artistas norteamericanos, franceses y venezolanos que reflexionan sobre distintas aristas del tema, abordando reflexiones sobre las experimentaciones genéticas, la máquina como instrumento para canalizar obsesiones, el cuerpo como máquina sexual o la estética posthumana mirada desde el imaginario latinoamericano. Luego, a la 1 de la tarde, se realizará una Experiencia de Arte de Participación cuyos asistentes compartirán el acto creativo con artistas jóvenes y consagrados de la región, a través de la intervención de algunos objetos. La actividad se efectuará en los jardines del museo y participarán principalmente niños y jóvenes entre los 8 y 14 años. Las actividades cerrarán el domingo 24 con un Recital de Música de Cámara a cargo de la Orquesta Filarmónica de Maracaibo. El concierto se realizará en el auditorio a las 11 de la mañana, con acceso libre para el público general. El Maczul está ubicado en la avenida Universidad prol0ngación Cecilio Acosta, en Maracaibo. Los interesados en solicitar información adicional pueden telefonear a los números (0261) 7595811 y 7594866, o escribir a maczul@gmail.com. Congregando fuerzas “Como museo debemos difundir y sensibilizar a la opinión pública frente al arte contemporáneo”, manifestó la presidenta del museo, Lourdes Molero de Cabeza. “Es muy importante destacar que el proyecto de creación del museo fue exitoso porque reunió el apoyo de diversos y disímiles sectores de la vida regional y nacional: así, al lado del mundo universitario, se congregó el mundo empresarial, el sector gubernamental regional y nacional, el sector artístico de la región y los particulares que también contribuyeron con sus aportes a la construcción de la edificación”, recordó. El Maczul tiene como principal gestora a la Universidad de Zulia (LUZ, http://www.luz.edu.ve). La idea de crear una galería de arte para la máxima casa de estudios de la región se convirtió progresivamente en un proyecto complejo que se ha materializado en los veintiún años de iniciada la Fundación Maczul, y doce años de inaugurado el museo. Para cumplir con los objetivos que se le plantearon como institución museística, desde sus inicios, el Maczul ha diseñado y ejecutado una serie de programas y proyectos que se encaminan en tres ejes fundamentales: lo expositivo, lo educativo y la proyección a la comunidad. En este aniversario destaca del programa expositivo la continuidad que se ha dado al Salón Regional de Jóvenes Artistas, llegando este año a su sexta edición, a inaugurarse el próximo sábado 23. Entre octubre de 2009 y 2010 se han mostrado 23 exposiciones en el edificio sede y 7 itinerantes en otros espacios, permitiéndole de esta manera a la institución una actividad permanente de educación y extensión. Para el equipo del Maczul es prioridad la investigación y difusión de la producción artística nacional y regional, por lo cual en el periodo octubre 2009-2010 ha producido y mostrado exposiciones de artistas como José Nicanor Fajardo, Énder Cepeda, Miguel Acosta Saignes, Rodrigo Benavides, Luis Cuevas, Alberto Asprino, Emilio Narciso, Carlos Eduardo Araujo, Enrique Colina y el caso de Ofelia Soto y Adham Dalloul que son nacidos en el extranjero pero han hecho vida artística en el Zulia. Entre las líneas de investigación del museo se encuentra la dedicada a la investigación de la Colección Maczul, a través de la cual se busca difundir los fondos patrimoniales atesorados en la institución y desarrollar un análisis consecuente de los mismos. Este año la exposición “Huellas del agua en la Colección Maczul” ha dado continuidad a este proyecto que abarca propuestas curatoriales sencillas con intención didáctica, en este caso se presenta una selección de obras en las que el agua revela sus múltiples posibilidades, dejando ver su indisoluble relación con el hombre, el arte y la vida. Además de las líneas de investigación en arte zuliano, venezolano y la Colección Maczul, como museo tutelado por LUZ, se mantiene vigente la línea de arte, ciencia y tecnología que permite exposiciones con un corte más cercano a estas áreas, lo cual ha permitido presentar exposiciones que los zulianos han visitado masivamente y que aún recuerdan, como el caso de la exposición “El mamut y sus parientes de Falcón”, “Petróleo, cultura y sociedad”, “Vida y obra de Humberto Fernández Morán” y las últimas exposiciones con un matiz más etnográfico, como “Etnografías del Zulia” —ya en su tercera edición—, organizada conjuntamente con el programa de Maestría en Antropología de la Facultad Experimental de Ciencias de LUZ. “Esta línea de investigación nos permite mantener proyectos a través de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti), cuyo objetivo fundamental consiste en promover y divulgar las actividades de ciencia, tecnología e innovación y sus aplicaciones realizadas en el país”, explicó la presidenta del Maczul. En cuanto a la extensión comunitaria, durante estos últimos seis años se ha incrementado el vínculo con las comunidades que forman parte de los municipios Maracaibo, Santa Rita, Mara, San Francisco, La Cañada de Urdaneta, Cabimas y Colón, en los cuales se ha establecido una red en diversos municipios del estado: el Programa Resonancia Educativa (Fundacite Zulia), la Red de Bibliotecas Públicas del Estado, diversas fundaciones (Por Amor a los Niños, Amor, Amigos del Niño con Cáncer), Ambulatorios (La Victoria), Hospitales (Especialidades Pediátricas, Universitario), albergues, casas-hogar, escuelas y universidades de la región zuliana. Recalcó su presidenta que el programa educativo del Maczul “es uno de los programas más consolidados y reconocidos de los museos venezolanos”. El programa incluye a todo tipo de público, abarca actividades como talleres y charlas de proyección de las exposiciones, talleres de expresión plástica y creativa, cursos de dibujo y pintura, las Cátedras Maczul de Literatura y de Cine, y las actividades que cada miércoles se realizan en el marco del Seminario de Pensamiento, Arte y Culturas Contemporáneas. El incremento de las exposiciones y de las actividades educativas que desarrolla el museo ha incidido en el aumento sostenido del número de visitantes, que en 2004 era de alrededor de 53.000 personas y para finales de 2009 había sobrepasado las 773.000 personas, lo que representa un aumento de 1.458%. En palabras de la presidenta de la institución, un balance de la gestión durante estos doce años permite mostrar que el Maczul se ha posicionado con estatus y jerarquía entre los museos nacionales al cumplir con unos estándares de calidad expositiva y para el resguardo de obras, que le permite recibir ofertas de exposiciones provenientes de la Fundación de Museos Nacionales, de embajadas de países extranjeros y otras colecciones. Además, como museo legitima trayectorias artísticas, razón por la cual atrae a los creadores a presentarse en sus espacios; a esto se añade el hecho de poseer un valor (social y cultural) agregado, que lo hace atractivo para la realización de toda clase de eventos del mundo científico y cultural. Entre otros logros, Molero destaca la participación de un público que no es el que tradicionalmente hace vida en los museos; la coordinación conjunta con la comunidad de actividades de manera permanente, intentando un espacio creativo y participativo; el intento por promover espacios para la reflexión en torno a las relaciones entre el arte y la ciencia; el aprovechamiento de la capacidad rentable de la edificación; la preservación del edificio y sus áreas verdes como espacios que potencian la creatividad de la comunidad, su propia identidad y la cohesión social (arte como agente para la integración); el incremento sostenido del público y la atención de las nuevas demandas; el ofrecimiento a las empresas de la región para el cumplimiento de la responsabilidad social empresarial y el cumplimiento de la Locti. Fuente: Maczul *** La Puce inaugura su Feria Internacional del Libro en Quito Del 18 al 23 de octubre se realizará la I Feria Internacional del Libro Puce 2010, evento que desarrolla en Quito la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (http://www.puce.edu.ec) a través de su Centro de Publicaciones (http://bit.ly/aPGUTo). En esta cita se expondrá producción bibliográfica tanto nacional, como internacional, con descuentos y promociones. Paralelamente a la actividad editorial, se cumplirá con una agenda cultural que incluye conferencias, talleres, presentación de libros, paneles y actor artísticos. Tras el acto inaugural, se realizará a las 17 horas del lunes 18 la conferencia “El devenir errático del Liberalismo Clásico”, y posteriormente la Asociación de Universidades de América Latina confiadas a la Compañía de Jesús (Ausjal, http://www.ausjal.org) ofrecerá una conferencia. El martes 19 a las 10 de la mañana se dictará un taller de grabado, mientras que a las 11 la ISM School ofrecerá su representación de la leyenda quiteña “El gallo de la Catedral”. De 14 a 20 se realizará el encuentro de la Red de Editoriales Universitarias del Ecuador (Reude). A las 10 del miércoles 20 se iniciarán las actividades con la “batalla de poesía” entre los colectivos “Sexo Idiota” y “Murcielagario”, y a las 11 se escenificará el poema “El desfile de las flores”. A las 12 se celebrará el Festival del Piropo, con participación de colegios de la capital ecuatoriana. A las 17 se presentarán los libros Única vía hacia la igualdad y Vistazo al Manabí profundo. La feria concluirá a las 9 del miércoles con un recital poético a cargo del doctor Gonzalo Aguinaga Zumárraga, con acompañamiento musical del doctor Fernando Rhon Bautista. El evento cuenta con el aval de la Ausjal, la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina (http://www.eulac.org), la Reude, el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (http://www.iepi.gob.ec), la Casa de la Cultura Ecuatoriana (http://cce.org.ec) y el Consejo Nacional de Educación Superior de Ecuador (Conesup, http://www.conesup.net). Fuente: Puce *** La FIL reconocerá al editor catalán Jaume Vallcorba Fundador y director de las editoriales españolas Quaderns Crema (http://www.quadernscrema.com) y Acantilado (http://www.acantilado.es), por cuyas imprentas han desfilado autores como Imre Kertész, Stefan Zweig, Joseph Roth, Fernando Pessoa, Narcís Comadira, Rafael Argullol, Sergi Pàmies y Quim Monzó, entre muchos otros, el escritor, editor y filólogo catalán Jaume Vallcorba (Tarragona, 1949) recibirá el próximo 29 de noviembre el Reconocimiento al Mérito Editorial que otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx), según se anunció este lunes 18 de octubre. Quaderns Crema, editorial con sede en Barcelona que publica en lengua catalana, fue fundada en 1979 y en sus colecciones aparecen trabajos de prosa y de poesía, tanto de autores catalanes como extranjeros. Veinte años después, Vallcorba fundó Acantilado, casa editorial con un amplio catálogo de títulos y autores que fue “concebida como un espacio de reflexión transversal en el tiempo y en los géneros, con la intención de apostar fundamentalmente por la literatura”. “La edición ha contribuido, desde su fundación allá en los scriptoria medievales y en su posterior industrialización, a la construcción del mundo espiritual en el que se ha movido y que le ha dado sustentación. La caja, el libro, los catálogos, han jugado un papel fundamental. Más que distanciar la creación de su origen, habrá contribuido a darle cuerpo”, dijo Vallcorba en el Congreso Internacional del Mundo del Libro, organizado en 2009 por el Fondo de Cultura Económica (FCE, http://www.fondodeculturaeconomica.com). En aquella ocasión, el editor catalán manifestó su creencia en que “se puede trabajar ofreciendo al lector ediciones fiables, ediciones filológicamente serias. Naturalmente, sería una quimera pensar que ninguno acabe sin erratas. Decía don Eugenio d’Ors que ‘quien no quiera polvo de erratas que no vaya a la era de las imprentas’ ”. Vallcorba añadió que, “evidentemente, siempre se cuela alguna errata, pero el trabajo del editor procurará con esmero que no estén, y procurará que el libro se ofrezca al lector de tal modo que se parezca a una pantalla de cine: el lector no deberá verla”. Instituido por la FIL Guadalajara en 1993, en honor del argentino Arnaldo Orfila Reynal —que en México fue director del FCE y fundador de Siglo XXI Editores (http://www.sigloxxieditores.com)—, el Reconocimiento al Mérito Editorial tiene la intención de destacar la visión y el oficio de esta figura fundamental en el mundo de los libros. El homenajeado es designado por un comité internacional, integrado por los editores reconocidos en años anteriores. Además de Orfila, en 1993, han obtenido el reconocimiento Joaquín Díez-Canedo (1994), de México; Neus Espresate (1995), de México; Jack McClelland (1996), de Canadá; Kuki Miller y Daniel Divinsky (1997), de Argentina; Jesús de Polanco (1998), de España; Beatriz de Moura (1999), de Brasil; Antoine Gallimard (2000), de Francia; Alí Chumacero (2001), de México; Jorge Herralde (2002), de España; Francisco Porrúa (2003), de España; Roberto Calasso (2004), de Italia; Morgan Entrekin (2005), de Estados Unidos; Inge Feltrinelli (2006), de Alemania; Christian Bourgois (2007), de Francia; Manuel Borrás (2008), de España, y Michael Krüger (2009), de Alemania. Fuente: FIL *** Todo listo para la Feria del Libro de Baruta Con el propósito de promover el teatro, la danza, la música y la lectura entre propios y visitantes del municipio Baruta, en el estado Miranda (Venezuela), se realizará del 20 al 24 de octubre la Primera Feria del Libro, enmarcada en el Festival de las Artes y Lectura Baruta 2010 (http://bit.ly/9Tb0zq). La Plaza Alfredo Sadel, en horario de 10 de la mañana a 9 de la noche, será el escenario urbano en el que serán presentadas las novedades literarias que expondrán más de 40 casas editoriales y libreros venezolanos e internacionales. Se trata de un salón al aire libre, urbano y público para la literatura, promovido por la Alcaldía de Baruta (http://www.alcaldiadebaruta.gob.ve) en alianza con el diario El Nacional (http://el-nacional.com), para lo cual cuentan con el apoyo editorial de los miembros de la Cámara Venezolana del Libro (Cavelibro, http://www.cavelibro.org) y la experiencia en producción de montaje del Grupo SOB (http://www.gruposob.com). El complejo ferial estará conformado por más de cuarenta stands dispuestos para los visitantes, incluyendo una tarima central para la programación artística y literaria estelar. Además el evento incluirá un salón de foros y conversatorios, un pabellón infantil, un café al aire libre y un centro de transmisión radial del Circuito Éxitos (http://www.exitosfm.com). El alcalde de Baruta, Gerardo Blyde, destacó que actividades como esta siempre son fundamentales para la ciudadanía, “eventos que nos llenen con música, arte, cultura y que nos traigan la lectura”. Por esta razón se buscó que la sexta edición del Festival de las Artes incluyera también el universo de los libros. Por su parte el presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero, comentó que esta actividad se inscribe en la tendencia de aprovechar los espacios públicos para la promoción de la lectura. “En una ciudad en la que se han perdido los espacios plurales, este busca ser precisamente eso, un espacio plural para que todos puedan aprovechar actividades culturales”. Carola Saravia, miembro de la directiva de Cavelibro, destacó el importante papel que tienen los organismos públicos en la promoción de la lectura. “En la media en que se repliquen actividades como ésta en otros municipios, y se multipliquen a lo largo de toda Venezuela, cada día nos acercaremos más a alcanzar el sueño de construir un país de lectores”, dijo. Si bien los stands de libros del complejo ferial estarán abiertos al público a partir de la mañana del miércoles 20 de octubre, el acto inaugural del festival será a las 6:30 de la tarde, con palabras del alcalde Blyde, junto con Otero y directivos de Cavelibro, quienes visitarán el Pabellón Infantil. Seguidamente se realizará la presentación del grupo Los Hermanos Naturales, dando paso posteriormente al sonido electroacústico, a cargo de los DJs Heikt y Duse, invitados especiales de la Embajada de Polonia en Venezuela (http://www.caracas.polemb.net), quienes alternarán con su colega venezolano Mad Pro. En la jornada del jueves 21, los visitantes de la Sadel podrán, además de visitar anaqueles y adquirir títulos con descuento, disfrutar de la cartelera de charlas del Salón de Conversatorios: a las 4 de la tarde, sobre la novela icono de los ochenta, Pim, Pam, Pum (Ediciones Puntocero, http://edicionespuntocero.wordpress.com), a cargo del periodista Boris Felipe y su autor Alejandro Rebolledo. Le seguirá, a las 5, una tertulia sobre la obra de Salvador Garmendia, con Luis Barrera Linares, José Pulido y Elisa Maggi, y a las 8 de la noche Victoria De Stefano disertará, junto al periodista Luis Yslas, sobre su última novela, Paleografías (Santillana, http://www.santillana.com.ve). Como parte de oferta musical del Festival de las Artes y la Lectura Baruta 2010, se presentarán Venezuela, Juguetes y Tambores, a las 11 de la mañana, y el grupo Mano e Tambor a las 7 de la noche. El viernes 22 a las 6 de la tarde se grabará una emisión del programa Ellos que se conocen tanto, conducido por el periodista César Miguel Rondón (Circuito Éxitos, http://www.exitosfm.com). Seguidamente entrarán en escena Los enredos amorosos de William Shakespeare, a cargo del Grupo Rajatabla. Por su parte, la variada programación del salón se iniciará a las 3 de la tarde con la charla “Ideas para los libros” (Biosfera, http://www.editorialbiosfera.com), dictada por Enosc Sánchez; seguida a las 4 de la tarde por la presentación “Responsabilidad social” (Grupo Planeta), moderada por Víctor Guédez. A las 5, una tertulia a cargo de Rubén Monasterios e Ildemaro Torres evocará el espíritu y la prosa de Miguel Otero Silva, para culminar a las 7 de la noche con un panel conformado por Eduardo Liendo, Carlos Sandoval y Antonio Ecarri, quienes profundizarán sobre la escritura de Arturo Uslar Pietri, a partir de su novela La isla de Robinson. Las actividades del sábado 23 se inician con el taller musical para niños “¡20 puntos!”, recital de Los Hermanos Naturales, a las 11 de la mañana. A las 5:30 de la tarde, un colectivo de bailarines se trasladará desde el Centro Comercial Tolón (http://www.cctolon.com) hasta el corazón de la Plaza Alfredo Sadel con un espectáculo de danza al aire libre. A las 4 de la tarde se hará la sesión de narración oral “Colibrí de la caja de los sueños”, en la que cuentacuentos de La Rana Encantada (http://la-rana-encantada.blogspot.com), Cuentos de la Vaca Azul (http://cuentosdelavacaazul.blogspot.com) y Narrativa UCAB rendirán tributo al maestro colombiano Jairo Aníbal Niño, recientemente fallecido. Los eventos sabatinos del salón inician a las 11 de la mañana con una tertulia sobre la antología narrativa La vasta brevedad, a cargo de sus autores Antonio López Ortega y Carlos Pacheco, contando en la moderación con Willy McKey. Le sigue, a las 2 de la tarde, el diálogo “El lugar del escritor”, entre la escritora Victoria de Stefano y Rodrigo Blanco Calderón, en la que la autora también firmará libros. A las 3 de la tarde tendrá lugar una charla introductoria sobre un diplomado de edición organizado por Cavelibro y la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve), dictada por Blanca Strepponi. A las 4 de la tarde, la presentación de la investigación periodística sobre el auge y caída de Carlos Andrés Pérez, La rebelión de los náufragos, a cargo de la periodista venezolana Mirtha Rivero, con presentación de Argelia Ríos. A las 6:30 de la tarde tendrá lugar la charla “La importancia de los libros”, a cargo de la escritora Ítala Isea de Perli. Finalmente, como cierre de esta jornada, se realizarán dos “Diálogos con Prodavinci”. El primero será “Cómo motivar la lectura entre los jóvenes”, a las 7:30 de la noche, con Lucas García, Willy McKey, Héctor Torres (http://www.letralia.com/firmas/torreshector.htm) y Rodrigo Blanco Calderón; le seguirá a las 8:15 de la noche “Literatura y béisbol”, con Ibsen Martínez, Oscar Marcano y Francisco Suniaga y la moderación de Ángel Alayón, fundador de Prodavinci (http://prodavinci.com). El día de cierre, el domingo 24 de octubre a las 11 de la mañana, se presentará la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Baruta. A las 5 de la tarde el Teatro Ucab ofrecerá su adaptación de “Las hilanderas del tiempo”, un cuento de María del Pilar Quintero, y dos horas más tarde el Grupo Emergente presentará su montaje “Humor y amor”, inspirado en la obra del escritor venezolano Aquiles Nazoa. La jornada de conversatorios inicia a las 11 de la mañana con “La experiencia de la Biblioteca Biográfica Venezolana”, a cargo de Diego Arroyo, Edgardo Mondolfi, Elsa Cardoso, Carlos Hernández Delfino y Manuel Felipe Sierra. Le sigue, a las 2 de la tarde, el lanzamiento de la Colección 2010-2011 de Autores Venezolanos de Alfaguara Infantil y Juvenil, presentado por Adriana Rodríguez R. Una hora más tarde, el periodista Sebastián de la Nuez conversará, junto con Rodrigo Blanco Calderón, sobre su primera novela, Rosalía: el amor que se pospone. A las 5 de la tarde Oscar Yanes hablará sobre “Cosas de Caracas” y a las 6 Juan Carlos Sosa Azpúrua disertará sobre “Venezuela: sexo y poder, obra cicatriz”. Durante los cinco días de feria, el Pabellón Infantil, dispuesto por El Nacional, ofrecerá actividades lúdico-recreativas y formativas para los niños, como “¿Quieres que te lo cuente al revés?”, “Tierra a la vista”, “Soy un ciudadano”, “Había una vez...” y “La palabra encantada”, así como su acostumbrada sala de lecturas, en un horario de 10 de la mañana a 7 de la noche. La Feria del Libro en la Sadel será el corazón literario del Festival de las Artes y Lectura Baruta 2010, que cuenta con una nutrida cartelera de espectáculos y eventos a lo largo de su circuito festivalero, en el que se incluyen el Teatro Escena 8 (http://www.teatroescena8.com), el Teatro Luisela Díaz (http://www.teatroluiseladiaz.com) y el Tolón Fashion Mall. La feria está abierta al público de 10 de la mañana a 9 de la noche, y todos los espectáculos son de entrada libre. Fuentes: Alcaldía de Baruta • Noticiero Cultural *** Monte Ávila presenta libros del Concurso para Autores Inéditos El próximo jueves 21 de octubre serán presentados en Caracas los libros ganadores de las ediciones 2008 y 2009 del Concurso para Autores Inéditos, certamen que organiza anualmente la editorial del Estado venezolano, Monte Ávila Editores (http://www.monteavila.gob.ve), con el propósito de descubrir, apoyar y difundir nuevos valores literarios. En el evento serán presentados los nuevos títulos en la mención Literatura para Niños y Jóvenes de 2008, así como los correspondientes a las menciones Narrativa, Ensayo, Poesía y Dramaturgia de 2009. Las obras que serán presentadas en narrativa son La vida mientras tanto y otros relatos, de Edgar Ferreira Arévalo; Duendes en mi casa de Heberto José Borjas, y Los hijos de Israel, de Geyser López; en ensayo Amor e insurgencia, de Betulio Bravo Arteaga; La caída perenne, de Eduardo Tovar Zamora, y Retórica del trueno, de Rebeca Pineda Burgos; en poesía Incluso cuando nada digo, de Acuarela Martínez, y Poética doméstica, de Linsabel Noguera; finalmente en dramaturgia Breves, de Daniela Jaimes Borges; Cambiemos de vida, de Adolfo Oliveira Otero, y Blushon dorado, de Carlos Carrillo. También serán presentadas las siguientes obras ganadoras en la categoría Literatura para niños y jóvenes, edición 2008: El camino de los pájaros, de Pura Garriguet e ilustrado por Mariana Díaz; El cementerio de las cosas y otros relatos, de Minerva Reyes Rojas e ilustrado por Meylin Saldivia, y El plan increíble de Rit-Ronald-Rat, de Rafael Tomás Centeno Adrián con ilustraciones de Olga López. La presentación tendrá lugar en la Terraza Los Caobos del Teatro Teresa Carreño el jueves 21 a las 6:30 de la tarde. Las palabras de presentación estarán a cargo de Daniela Jaimes Borges y Mariana Libertad Suárez. Fuente: Monte Ávila Editores *** Feria Ricardo Palma se inicia en Lima este viernes La 31ª Feria del Libro Ricardo Palma se llevará a cabo del 22 de octubre al 1 de noviembre en el Parque Kennedy de Miraflores, en Lima (Perú), bajo la organización de la Cámara Peruana del Libro (CPL, http://www.cpl.org.pe), con una renovada presentación del recinto ferial y un variado programa de actividades culturales y de entretenimiento. En el evento editorial, que cuenta con el auspicio de la Municipalidad de Miraflores (http://www.miraflores.gob.pe), participarán a lo largo de los once días de su programación varios escritores extranjeros de reconocida trayectoria, así como narradores, poetas y ensayistas peruanos que presentarán lo más reciente de sus obras. Los visitantes disfrutarán de 1.600 metros cuadrados acondicionados especialmente para la realización de 80 actividades culturales, como presentaciones de libros, mesas redondas, recitales de poesía, homenajes, narraciones orales, teatro y otros espectáculos artísticos. Más de 100.000 nuevos títulos estarán a la mano del público en los 83 stands que conforman la feria. Entre los invitados internacionales de la feria se encuentran el escritor Álvaro Bisama, de Chile; la poeta y cantante María Elcina Valencia Córdoba, el narrador Santiago Martínez y el artista Reinaldo Ruiz Simanca, de Colombia; la narradora y modelo Cielo Latini y el académico Antonio Martino, de Argentina, y el antropólogo Willian Stein, de Estados Unidos. También presentarán sus últimas novedades los autores peruanos Santiago Roncagliolo, Isaac Goldemberg, Carlos Germán Belli, Miguel Gutiérrez, Raúl Vargas, Javier Arévalo, Marcela Robles, Enrique Planas y muchos otros. La CPL rendirá homenaje a uno de los poetas más representativos de la poesía peruana, Enrique Verástegui, fundador del Movimiento Hora Zero y ganador de la prestigiosa beca de la Fundación Guggenheim (http://www.gf.org). Como parte de este homenaje, los pasadizos de la feria tendrán los nombres de algunas de sus obras literarias: En los extramuros del mundo, Monte de goce, Angelus Novus y El motor del deseo. Asimismo, se ofrecerá un merecido reconocimiento como gestores culturales a Rafael García Esquivia, agregado cultural de la Embajada de Colombia (http://www.cancilleria.gov.co/wps/portal/embajada_peru), y a Gabriela Falconí Piedra, agregada cultural de la Embajada de Ecuador (http://www.mecuadorperu.org.pe), por sus contribuciones a las iniciativas de la CPL y sus actividades en pro del fomento del intercambio cultural entre estos países y el Perú. Destaca también la exposición de las mejores portadas de la revista Caretas (http://www.caretas.com.pe), en el marco de la conmemoración de sus sesenta años, y la presentación de la obra ganadora del II Premio Novela Breve 2010, El amante, de la escritora arequipeña Rosario Cardeña Tintaya. La incorporación de un ambiente infantil también es parte de las novedades de la feria, que tendrá como objetivo atraer a la familia lectora, y contará con un auditorio para las actividades dirigidas a los niños, además del anfiteatro Chabuca Granda. Fuentes: CPL • Miraflores Perú *** Eduardo Lizalde y Luis García Montero obtienen premio Poetas del Mundo Los escritores Eduardo Lizalde, de México, y Luis García Montero, de España, fueron galardonados con el “Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval” que otorgan instituciones culturales mexicanas, según informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta, http://www.conaculta.gob.mx) el pasado jueves 14 de octubre. Lizalde (Ciudad de México, 1929) y García Montero (Granada, España, 1958) recibirán el galardón el próximo 26 de octubre en la ciudad de Aguascalientes. El premio es auspiciado por Conaculta, el Instituto Nacional de Bellas Artes (http://www.bellasartes.gob.mx) y el gobierno del estado de Aguascalientes (http://www.aguascalientes.gob.mx). El español García Montero estudió filología hispánica en la Universidad de Granada (http://www.ugr.es), donde actualmente es catedrático de literatura española. Entre sus libros de poemas se encuentran Y ahora ya eres dueño del Puente de Brooklyn (1980), Las flores del frío (1991), La intimidad de la serpiente (2003) y Vista cansada (2008). Como ensayista sus libros más recientes son El sexto día: historia íntima de la poesía española (2000), Gigante y extraño: las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer (2001), Los dueños del vacío: la conciencia poética, entre la identidad y los vínculos (2006). Es también autor del libro de prosa narrativa Luna del sur (1992) y, junto a Felipe Benítez Reyes, de la novela Impares, fila 13 (1996). En tanto el mexicano Lizalde es poeta, ensayista y narrador, estudió filosofía y literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), donde ha sido profesor de literatura española, mexicana y latinoamericana. Además cursó estudios de música en la Escuela Superior de Música (http://www.cenart.gob.mx/html/entradaesm.html). Lizalde ha publicado entre otros los libros de poesía La mala hora (1956), Cada cosa es Babel (1966), El tigre en la casa (1970), Tabernarios y eróticos (1988), y Otros tigres (1995); de cuento La cámara (1960) y de ensayo Luis Buñuel, odisea del demoledor (1962) y Autobiografía de un fracaso: el poeticismo (1981). Fuente: EFE *** Rafael Cadenas recibirá doctorado honoris causa en Valencia La Universidad de Carabobo (UC, http://www.uc.edu.ve) conferirá un doctorado honoris causa en educación al poeta venezolano Rafael Cadenas (Barquisimeto, Lara; 1930), en el marco de la celebración de la Filuc 2010 (http://www.filuc.uc.edu.ve), la 11ª Feria Internacional del Libro de esta casa de estudios, que se llevará a cabo del 30 de octubre al 7 de noviembre en el Centro Comercial Metrópolis de Valencia, como informáramos en nuestra edición anterior (http://www.letralia.com/239/1030filuc.htm). Esa será la gala académica de la Filuc para este año, luego de que así fuera acordado por la rectora Jessy Divo, la Comisión Permanente de la Feria y el decano de Educación, Luis Torres, en reconocimiento a la trayectoria académica y literaria del poeta. El acto de investidura del doctorado honoris causa será el 29 de octubre, a las 5 de la tarde, en el Paraninfo Universitario, y tendrá como presentador del homenajeado al escritor José Napoleón Oropeza. El poeta —quien el 28 de noviembre de 2009 recibiera el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, en Guadalajara (México)— asistirá a la Feria el 30 de octubre para participar en el recital poético “A tres voces”, junto al invitado por Colombia, Darío Jaramillo Agudelo, y el venezolano Alejandro Oliveros, trío que será presentado por el escritor Leonardo Padrón. Fuente: El Carabobeño *** Publican libro de discursos de Gabriel García Márquez Seis años después de la salida de su novela Memoria de mis putas tristes, el próximo 29 de octubre verá la luz en España y Latinoamérica el nuevo libro de Gabriel García Márquez, Yo no vengo a decir un discurso, veintidós textos escritos a lo largo de su vida para ser leídos en público. La editorial Mondadori (http://www.randomhousemondadori.es) informó que ha reunido estos textos del Premio Nobel de Literatura 1982, que fueron escritos para ser leídos por él mismo ante una audiencia y que recorren desde el que escribió, a los 17 años, para despedir a sus compañeros que se graduaban en el Liceo de Zipaquirá, en 1944, hasta el que leyó en 2007 ante las Academias de la Lengua y los Reyes de España al cumplir ochenta años. “Yo no vengo a decir un discurso”, frase que eligió García Márquez como título de este libro, fue la advertencia que hizo a sus compañeros del liceo desde las primeras líneas de aquel texto que ya supera los sesenta años de edad. En “Cómo comencé a escribir”, pronunciado ya como exitoso autor de Cien años de soledad en 1970, previene a sus oyentes de su aversión a hablar en público: “Yo comencé a ser escritor en la misma forma que me subí a este estrado: a la fuerza”. En su tercer intento, al recibir el premio Rómulo Gallegos, en 1972, por Cien años de soledad, afirma el escritor que ha aceptado hacer dos de las cosas que se había prometido “no hacer jamás: recibir un premio y decir un discurso”. Sin embargo, este rechazo cambiará diez años después, al recoger el Nobel de Literatura y tener que escribir el discurso más importante al que puede enfrentarse un autor. El resultado fue “La soledad de América Latina”, considerado una obra maestra, por lo que desde entonces los discursos se vuelven parte de su vida. Estos textos, en su mayoría inéditos, no sólo sintetizan sus obsesiones como escritor, según Mondadori, sino que recogen asuntos que le han preocupado como ciudadano, como los problemas de su Colombia natal, la proliferación nuclear o los desastres ecológicos, incluso el futuro de la juventud y la educación en América Latina, entre otros muchos. La lectura de estos textos, dispersos u olvidados, ha llevado a García Márquez a comentar: “Leyendo estos discursos redescubro cómo he ido cambiando y evolucionando como escritor”. Fuente: EFE *** La puertorriqueña Mairym Cruz Bernal dictará taller en Venezuela La escritora puertorriqueña Mairym Cruz Bernal, presidenta del PEN Club de Puerto Rico (http://penclubpr.blogspot.com), dictará en Caracas, Venezuela, un taller intensivo de literatura confesional, que será inaugurado el sábado 30 de octubre a las 11 de la mañana y se extenderá a lo largo de ocho sesiones entre el 1 y el 22 de noviembre. Una iniciativa conjunta con Autores Venezolanos (http://autoresvenezolanos.blogspot.com), el taller está especialmente diseñado para escritores, con énfasis en el estudio del movimiento confesional en la literatura. “Lo mejor de la literatura viene de lo más íntimo, de la confesión”, ha dicho Cruz Bernal. “Los poemas, las memorias, novelas y cuentos, se escriben desde ese material soterrado más allá de la conciencia”. Literatura confesional y post-confesional; literatura de evidencia; literatura escrita por mujeres; el miedo, el circo y el silencio son algunos de los temas por los que se paseará la escritora, en sesiones que tendrán lugar los lunes y jueves entre 5:30 de la tarde y 7:30 de la noche en la sede del Banco del Libro (http://www.bancodellibro.org.ve), en la avenida Luis Roche de Altamira. Cruz Bernal (San Juan, 1963) es poeta y ensayista. Estudió un B.A. en Psicología en Loyola University, New Orleans (http://www.loyno.edu; 1983), y una Maestría en Escritura Creativa en Vermont College, Norwich University (http://www.norwich.edu/about/nucampus.html; 1994). Sus poemas han sido traducidos al macedonio, árabe, croata, eslovenio, italiano, portugués, inglés, alemán y polaco. Es miembro honorario de Autores Venezolanos y del Círculo de Escritores de Venezuela (http://www.circulodescritoresvenezuela.org), y ha suscrito alianzas de amistad con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac, http://www.uneac.org.cu) y la Sociedad de Escritores de Chile (SECH, http://www.sech.cl). Ha publicado Ballad of The Blood/Balada de la sangre (1995), Poemas para no morir (1995), Cuando él es adiós (1997), On Her Face the Light of La Luna (1997), Ojo de loba (plaquette, 1998), Soy dos mujeres en silencio que te miran (1998), Querida amiga, querido amigo (coautora con el cantante Danny Rivera, 1999), Encajes negros (1999), Alas de islas (2003), Ensayo sobre las cosas simples (2006), Canción de una mujer cualquiera (2008) y Cielopájaro (2010). El taller tiene cupo limitado. Los interesados pueden obtener mayor información escribiendo a la dirección electrónica autoresvenezolanos@gmail.com. Fuente: Autores Venezolanos *** Alicante nombra “Hijo Predilecto” a Miguel Hernández La Diputación de Alicante (http://www.ladipu.com), en España, otorgó a título póstumo la distinción de “Hijo Predilecto de la Provincia” al poeta oriolano Miguel Hernández, con motivo del centenario de su nacimiento el 30 de octubre de 1910, distinción que le será entregada a los herederos del autor de Viento del pueblo en Orihuela el próximo sábado 30. El nombramiento de “Hijo Predilecto de la Provincia”, cuya concesión tuvo lugar en un pleno extraordinario de la Diputación celebrado el jueves 14 de octubre, es el reconocimiento más emblemático que otorga la institución provincial, propuesta que cuenta con el apoyo de numerosas asociaciones y personalidades. En este sentido, a este nombramiento, con el que se reconoce la trayectoria literaria y personal de Miguel Hernández, se adhirieron la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica (http://memoriadealicante.blogspot.com), la Asociación Cultural AUCA de las Letras, el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Alicante (http://www.enredalicante.org/ateneocla), y las universidades de Alicante (UA, http://www.ua.es) y Miguel Hernández (UMH, http://www.umh.es) de Elche (Alicante), así como el Ayuntamiento de Valencia (http://www.valencia.es) y otros quince ayuntamientos, al igual que el profesor de la UA Adolfo Celdrán Mallol y el escritor alicantino Manuel Parra. La ministra de Cultura de España (http://www.mcu.es), Ángeles González-Sinde, la Fundación Cultural Miguel Hernández (http://www.miguelhernandezvirtual.es), el Instituto Cervantes (http://www.cervantes.es), la Fundación Frax (http://www.fundacionfrax.org), el Rotary Club Alicante (http://www.alc.es/rotary), el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ, http://www.marqalicante.com), el Instituto Alicantino de Cultura “Juan Gil-Albert” (http://www.dip-alicante.es/gilalbert/pub/inicio.asp), la Fundación María Zambrano (http://www.fundacionmariazambrano.org) y los herederos de Juan Ramón Jiménez también se han sumado a esta iniciativa, además de la revista Única, la Asociación Cultural Orihuela 2010 (http://www.2m10.com) y la Asociación de Mujeres de Orihuela “Clara Campoamor” (http://claracampoamororihuela.blogspot.com). Fuente: Europa Press *** Estudios de maestría en literatura latinoamericana convocan en Caracas La Universidad Simón Bolívar (USB, http://www.usb.ve), en Caracas (Venezuela), ha abierto hasta el próximo 30 de octubre el plazo de inscripciones para su maestría en literatura latinoamericana, dirigida a profesionales universitarios de todas las áreas del saber, en particular a los egresados de las ciencias humanas que quieren desarrollarse como investigadores de la literatura y cultura latinoamericanas. Las líneas de investigación de la maestría abarcan temas como el cuento venezolano del siglo XIX, problemas y orientaciones de los estudios de género, literatura y postmodernidad, identidad y literatura latinoamericana del siglo XIX, estudios culturales, literatura hispanoamericana, literatura venezolana, narrativa latinoamericana del siglo XIX y literatura del Caribe. Los interesados deberán ser licenciados en letras o profesores de castellano y literatura, con un plan de estudios no inferior a cuatro años, o profesionales con cualquier otro título universitario a nivel de licenciatura —previo estudio de la Coordinación del programa—, otorgado por una institución de educación superior, venezolana o extranjera, de reconocido prestigio. Para inscribirse en la maestría es preciso consignar, en la Coordinación de Postgrado en Literatura de la USB, dos copias del título universitario debidamente registrado y en fondo negro (legalizado y traducido si proviene de universidad extranjera); dos copias de las calificaciones certificadas de los estudios universitarios (legalizado y traducido, al igual que el recaudo anterior); dos copias de la cédula de identidad (venezolana) o de la visa (prorrogable) de transeúnte, otorgada por el Consulado de Venezuela en el país de origen; dos fotografías de frente, tamaño carnet; dos copias del currículum vitae actualizado; dos cartas de recomendación académicas; comprobante de pago del arancel de preinscripción y la planilla de solicitud de ingreso, debidamente llenada, por duplicado. Esta planilla se puede descargar de http://bit.ly/b6uEOa. La maestría tiene como asignaturas obligatorias Pensamiento Latinoamericano I y II, Teoría y Métodos de la Crítica Literaria I y II, Estudios Individuales Dirigidos I y II, Taller de Investigación I y II, y Taller de Diseño del Trabajo de Grado; mientras que como electivas tiene seminarios de Teorías y Métodos de Crítica Literaria y seminarios de Literatura Latinoamericana y/o Venezolana I, II, III, IV y V. Para solicitar mayor información, se puede acudir personalmente al Decanato de Estudios de Postgrado de la USB, que es coordinado por la profesora Eleonora Cróquer y se encuentra en el tercer piso del edificio Ciencias Básicas 1 de la mencionada casa de estudios, en Caracas. También se puede escribir a post-ll@usb.ve o telefonear al (0212) 9063409. Fuente: USB *** Celebrarán en Valencia seminario sobre periodismo cultural El escritor venezolano Jorge Gómez Jiménez, editor de Letralia (http://www.letralia.com), hablará sobre las herramientas que ofrece Internet al periodista cultural. Del 9 al 12 de noviembre se realizará en Valencia, Carabobo (Venezuela), el II Seminario de Periodismo Cultural 2010, una iniciativa del gobierno del estado (http://www.carabobo.gob.ve) a través de la Fundación Festival del Cabriales (http://www.fundacioncabriales.org.ve), según anunció su presidente, Simón García. García resaltó que este el único evento en Venezuela que tiene como objeto la especialización en la fuente de cultura, y agregó que gracias al apoyo del gobernador Henrique Fernando Salas Römer, el seminario es totalmente gratuito y con certificación; asimismo, está dirigido a mejorar la formación de periodistas del estado venezolano de Carabobo y zonas circunvecinas, con el propósito de analizar las nuevas tendencias y estilos de redacción en medios impresos y digitales, en la búsqueda del mejor tratamiento de las manifestaciones artísticas y sus protagonistas. En octubre de 2009, más de ochenta participantes abordaron los cambios y la situación del periodismo cultural contemporáneo en Venezuela, entre otros temas, a cargo de una plantilla de excelentes maestros regionales y nacionales, así como destacados especialistas internacionales, gracias al apoyo de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI, http://www.fnpi.org). Este año, la Fundación Cabriales decidió invitar como facilitadores del seminario a destacadas figuras académicas y literarias, como son Sebastián de la Nuez, periodista, escritor y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab, http://www.ucab.edu.ve); Milagros Socorro, periodista, novelista y docente del doctorado de la Ucab; el escritor Jorge Gómez Jiménez, editor de la revista digital Letralia (http://www.letralia.com); Luis Alonso Hernández, director de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Arturo Michelena (UAM, http://www.uam.edu.ve) y el artista plástico Paco Bugallo. Las conferencias se realizarán en las mañanas y abordarán tópicos como “Importancia de la crítica en el periodismo cultural”, “Internet como herramienta del periodista cultural”, “La entrevista de las páginas generales a las páginas culturales”, “¿Cómo escribo lo que escribo?” y el conversatorio “¿Qué mirar para escribir sobre una obra de arte?”. Fuente: Fundación Festival del Cabriales *** Madrid recibe a cien creadores en su Festival Eñe El Círculo de Bellas Artes de Madrid (http://www.circulobellasartes.com) y el centro cultural La Fábrica (http://www.lafabrica.com) presentaron el lunes 4 de octubre la segunda edición del Festival Eñe (http://www.revistaparaleer.com/festival-ene), que girará en torno a la literatura y reunirá, el 12 y el 13 de noviembre, a unos 100 creadores de toda condición para difundir el arte contemporáneo. En el acto participaron el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas (http://www.mcu.es/libro), Rogelio Blanco; el director del centro La Fábrica, Alberto Anaut, y la escritora Elvira Lindo, entre otros. El festival, que ha recibido el apoyo del Ministerio de Cultura (http://www.mcu.es) y el Ayuntamiento de Madrid (http://www.madrid.es), entre otras instituciones, contará con un programa de medio centenar de actividades para acercar la literatura al gran público por medio de encuentros con autores o conferencias. Asimismo, la segunda edición de este festival gozará de la presencia del director artístico del Teatro Real (http://www.teatro-real.com), Gérard Mortier, y escritores como Fernando Arrabal, Luis García Montero, Almudena Grandes, Espido Freire, Manuel Rivas, Vicente Verdú y Rodrigo Fresán. Según Anaut, la colaboración entre el Círculo de Bellas Artes y La Fábrica —que publica cada trimestre la revista homónima Eñe— define la cultura contemporánea, donde, en su opinión, cada actor “aporta un granito de harina para amasar, juntos, un gran pan”. “Hace seis años, cuando nació la revista Eñe, nos dimos cuenta de que una revista literaria, una revista trimestral, debía tener un punto de encuentro con los lectores, y de ahí surgió el festival, que debía girar en torno a España y América”, explicó. En su opinión, la sede del Círculo de Bellas Artes es el mejor espacio para acoger un proyecto de estas características, ya que, a su parecer, se trata de un entorno cultural “mágico” e innovador por el que han transitado “los mejores artistas” de la capital española. Por su parte, la autora Elvira Lindo, quien conversó sobre su última novela, Lo que me queda por vivir, subrayó la importancia de los “agitadores culturales” en el mundo del arte. “Hay que mostrarle a la gente que la cultura es algo vivo”, precisó. “Creo que es importante para un país que haya gente que acerque la cultura a la gente, no sólo mediante conversaciones pedantes entre escritores. Todos deberíamos exigirnos algo más cuando nos ponemos delante de un público, ofrecer algo más que anécdotas”, dijo. Según la autora gaditana, quien anunció que volverá a trabajar en la radio pública próximamente, “la gente agradece” este tipo de iniciativas culturales, porque, “aunque no van a cambiarle la vida”, van a “dejarle cosas en qué pensar”, nuevas motivaciones. El 11 de noviembre, el autor Fernando Arrabal inaugurará la segunda edición del festival, durante el cual se hará público el nombre del ganador y los finalistas del galardón literario Cosecha Eñe, entregado por la revista y abierto a todo tipo de escritores. A su vez, el festival contará con nuevas actividades, entre las que figuran un programa de entrevistas entre autores y periodistas y sendos torneos de billar y ajedrez, que se unirán así a un completo programa de conciertos, talleres literarios o actividades infantiles. Fuente: Europa Press *** Tres escritoras recibirán doctorado honoris causa en Puerto Rico La escritora española Rosa Montero, quien recibirá la distinción en noviembre próximo junto con la cubano-puertorriqueña Mayra Montero y la mexicana Elena Poniatowska, dijo no sentirse doctora “absolutamente en nada”. Tres mujeres novelistas y periodistas, la española Rosa Montero, la cubanopuertorriqueña Mayra Montero y la mexicana Elena Poniatowska, han sido nombradas doctoras honoris causa en letras humanas por la Universidad de Puerto Rico (UPR, http://www.upr.edu), informó Montero —la española— el pasado 10 de octubre. La escritora española, que recibió en 1980 el Premio Nacional de Periodismo, indicó que era un honor haber recibido, junto a esas dos “buenísimas escritoras”, este título de la UPR, casa de estudios que les comunicó la decisión el sábado 9. La columnista, que dijo no sentirse doctora “absolutamente en nada”, espera que se le haga entrega de ese título durante la participación de las tres, como “invitadas de honor”, en un congreso de hispanistas norteamericanos previsto en Puerto Rico entre el 17 y el 19 de noviembre próximo. Rosa Montero (Madrid, 1951) escribe una columna en la edición dominical del diario español El País (http://www.elpais.com) y recientemente ha publicado Crónica del desamor, Historias de mujeres e Instrucciones para salvar el mundo. De la mexicana Elena Poniatowska (París, 1932), bautizada por su familia paterna —heredera de la corona de Polonia— como “la Princesa Roja”, caben destacar sus novelas Tinísima, La piel del cielo, La Flor de Lis, El tren pasa primero y Querido Diego, te abraza Quiela, entre otras. Poniatowska ya ha sido investida doctora honoris causa por las universidades mexicanas Autónoma de Sinaloa (http://www.uas.edu.mx) y del Valle de Toluca (http://www.uvt.edu.mx), la neoyorquina de Columbia (http://www.columbia.edu) y la miamense de Florida (http://www.ufl.edu). Por último, Mayra Montero (La Habana, 1952), que nació en La Habana y vive en Puerto Rico desde mediados de 1960, trabajó como corresponsal en América Central y el Caribe hasta que abandonó el periodismo para dedicarse a ser escritora. El reconocimiento internacional de esta novelista, que desde hace 15 años escribe una columna semanal en el diario puertorriqueño El Nuevo Día (http://www.elnuevodia.com), llegó tras ser editada en Estados Unidos su obra Tú, la oscuridad (1995). En su carrera cabe destacar Son de almendra (2006) y Púrpura profundo, que recibió el XXII Premio La Sonrisa Vertical. Fuente: EFE *** Le Clézio inaugurará el Salón Literario de la Feria de Guadalajara El autor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio abrirá las actividades del Salón Literario de la 24ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx), donde compartirá parte de la vasta obra y el pensamiento que en 2008 le valieron el Premio Nobel de Literatura, y por los cuales la Academia Sueca (http://www.svenskaakademien.se/web/es.aspx) lo llamó “el escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante”. Autor, entre otros libros, de La cuarentena, Desierto, El pez dorado y La música del hambre (todos publicados en español por Tusquets Editores, http://www.tusquetseditores.com), Le Clézio nació en Niza, Francia, en 1940. Su relación y su interés por México, donde vivió durante el decenio de los setenta, han sido plasmados en libros como El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido, la biografía Diego y Frida, y la novela Urania. Asimismo, cursó un doctorado en la Universidad de Perpignan (http://www.univ-perp.fr) sobre la historia antigua del país latinoamericano. Como parte de su visita a Guadalajara, Le Clézio estará presente en la ceremonia inaugural de la FIL, el 27 de noviembre, donde la autora mexicana Margo Glantz recibirá el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2010. Al día siguiente, a las 12 horas en el Auditorio Juan Rulfo, acompañado por el historiador Jean Meyer, Le Clézio abrirá el Salón Literario con la conferencia magistral “La literatura intercultural”, al término de la cual firmará libros. En su discurso de recepción del Nobel, en diciembre de 2008, Le Clézio dijo que la lengua “es el invento más extraordinario en la historia de la humanidad: está antes de todo y hace posible compartirlo todo. Sin lenguaje no habría ciencia, no habría tecnología, ni ley, ni arte, ni amor”. Los escritores, agregó, “están al servicio del lenguaje: lo celebran, lo perfeccionan y transforman, porque el lenguaje vive a través de ellos y por ellos, y acompaña todas las transformaciones sociales y económicas de su época”. Con su visita, Jean-Marie Gustave Le Clézio se suma a otros premios Nobel de Literatura que han participado en la FIL Guadalajara, como William Golding, Gabriel García Márquez, José Saramago, Toni Morrison, Nadine Gordimer y Günter Grass, quien en 1999 estuvo presente mediante una videoconferencia. Fuente: FIL *** Documental sobre García Lorca en Marruecos presentarán en noviembre A finales de noviembre el Instituto Cervantes de Tetuán (http://tetuan.cervantes.es), en Marruecos, realizaría la primera presentación del documental que se rueda actualmente sobre la visita que en diciembre de 1931 hiciera el poeta español Federico García Lorca a ese país africano, entonces protectorado de España, como parte de una comitiva oficial del Ministerio de Instrucción Pública. El documental —del que también se gestionará su emisión por televisión en España— durará entre 40 y 52 minutos, y servirá para que “la gente conozca este aspecto que viene a completar la biografía del poeta de Fuente Vaqueros”, según afirma el investigador Miguel Caballero Pérez, cronista de Láchar (Granada, España) y autor del libro Lorca en África, quien, por respeto a la productora, no ha querido revelar más detalles sobre su contenido. Como explicamos en nuestra edición 234 (http://www.letralia.com/234/0614garcialorca.htm), el documental revelará datos inéditos sobre la presencia en África del literato de la Generación del 27. El viaje lo llevó por Ceuta, Tetuán, Xauen y Alcazarquivir, como secretario del entonces ministro de Instrucción Pública, Fernando de los Ríos, primera autoridad del gobierno republicano en visitar oficialmente el Protectorado Español en Marruecos. El episodio, hasta ahora desconocido y no del todo claro de la vida pública de García Lorca, está narrado en el libro de Caballero Pérez. Durante el pasado mes de julio, el investigador recorrió Ceuta y Tetuán para realizar el documental. El trabajo ha sido posible gracias a la labor investigadora del granadino, que también contó con la ayuda del director de la Biblioteca Municipal de Ceuta (http://www.ceuta.es/biblioteca), José Antonio Alarcón, y del cronista oficial de la Ciudad Autónoma ceutí, José Luis Gómez Barceló. Fotos antiguas, planos de los edificios de aquel tiempo que aún quedan en pie, y entrevistas a expertos en la materia, son algunas de las referencias documentales que se incluyen en el documental, aunque Caballero Pérez lamenta no haber podido hablar “con algunas autoridades marroquíes para completar el trabajo”. El presupuesto del documental es de unos 10.000 euros y ha sido patrocinado por el Patronato García Lorca (http://www.patronatogarcialorca.org) de la Diputación de Granada (http://www.dipgra.es) y el Instituto Cervantes (http://www.cervantes.es). También permitirá comprobar que el poeta presentaba unas ideas muy adelantadas a su tiempo, “porque los secretarios solían participar en la redacción de los discursos del ministro y en las alocuciones de Fernando de los Ríos están expresas varias ideas de diálogo entre culturas”. El historiador granadino tropezó con esta historia cuando documentaba artículos de prensa en los que se mencionase al poeta. En su investigación apareció una nota de La Vanguardia (http://www.lavanguardia.es) del año 1931 que lo mencionaba en calidad de secretario del ministro. A partir de ahí, comenzó un trabajo de indagación sobre aquel viaje, ya que estaba ampliamente documentado, pero sin mención alguna a García Lorca. El documental incluirá, entre otras muchas imágenes, una foto de portada de ABC (http://www.abc.es) en la que se podría observar a García Lorca en uno de los extremos de una imagen de la comitiva del ministro. También se incorporará la grabación, de apenas un minuto, de la llegada de De los Ríos a Ceuta. Supuestamente, se intuye al escritor granadino en una de las figuras que siguen al político cuando baja la pasarela del barco. Una de las importantes revelaciones que incluye la investigación de Caballero Pérez se refiere a la vinculación de García Lorca con el gobierno de la República al servir de secretario a Fernando de los Ríos. “Este dato contradice a quienes negaban que García Lorca hubiera sido secretario personal de Fernando de los Ríos”, insiste Caballero Pérez. García Lorca ostentó varios cargos más durante la República, como el de director del Teatro Universitario La Barraca o el de vocal de la Junta Nacional de Música y Teatros Líricos, “unos puestos que engrosaron la denuncia que se le hizo ante el Gobierno Civil en Granada y que lo condujeron a su trágico final”, explica. Con la legación republicana al entonces Protectorado, además de los mencionados viajaba Rafael Troyano de los Ríos, un sobrino del ministro que también ejercía como secretario. “El objetivo del viaje institucional consistía en inspeccionar las escuelas para iniciar sus reformas”, comenta el historiador. “Otro de los motivos era reafirmar en su cargo al primer dignatario civil en el Protectorado, que sustituyó al general Sanjurjo, ya que un núcleo importante de la población española se mostró bastante molesto con el nombramiento”, indica Caballero Pérez. Desembarcaron el 26 de diciembre y permanecieron en el Norte de África hasta el 30. García Lorca y Rafael Troyano acompañaron a Fernando de los Ríos por Ceuta, Tetuán, Alcazarquivir y Xauen. “Federico asistía a Fernando de los Ríos y colaboraba en la redacción de los discursos”, relata Miguel Caballero para describir al poeta convertido en un funcionario de lujo de la República. Según el experto, “las paradojas de la vida llevaron a García Lorca a que se alojara en la residencia del general Cabanellas, uno de los militares que posteriormente participaron en el Alzamiento”. El desarrollo de aquel viaje y los contactos que mantuvieron tanto García Lorca como Fernando de los Ríos fueron utilizados en su contra durante la sublevación militar de 1936. Aquella legación republicana al Norte de África en la que se encontraba el poeta invitó “a los representantes de las comunidades judía, musulmana y a los masones”, añade Caballero Pérez. Es conocida a través de la abundante documentación existente la pertenencia de Fernando de los Ríos a la masonería, y también se ha señalado por algunos especialistas la adscripción de García Lorca. “Lo cierto es que en aquel viaje se celebró una reunión de la masonería durante un almuerzo celebrado en Larache, según la documentación existente”, ratifica el especialista. A la acusación de masones se les unió la de próximos al sionismo, al judaísmo, una razón que los responsables del Alzamiento “encontraron en el contenido de los discursos de aquel viaje al Protectorado español”. “El discurso ante la comunidad sefardí de Tetuán y las cartas de las logias masónicas de Fernando de los Ríos fueron determinantes para acusarlo de marxista, masón y judío”. Y en el mismo saco metieron al poeta granadino, cuya denuncia, la que le llevó a su detención, contenía las acusaciones de su vinculación masónica. Fuente: Ideal |||||||||||| ESPECIAL: CENTENARIO DE MIGUEL HERNÁNDEZ ||||||||||| === Miguel Hernández: la forja de un poeta ================================ === Ramón Fernández Palmeral ============================================== Agradecimientos A Gaspar Peral Baeza, por sus correcciones gramaticales, sus indicaciones y permitirme el acceso a su muy completo archivo hernandiano. A Aitor L. Larrabide por el envío de valiosa información y libros hernandianos que me ha facilitado. A “Palmeral”, pintor y dibujante, que son mis manos y mis pies, y quien me anima a salir de casa. A los muchos hernandianos que con sus trabajos e investigaciones anteriores han hecho posible los estudios de este libro. En este primer centenario del nacimiento de Miguel Hernández Gilabert (1910-2010) hemos de acabar con los falsos mitos, la transformación en un “santón mártir”, la de pastor-poeta, cabrero poeta o poeta-campesino (en Viento del pueblo), etiqueta que se colocó el propio Hernández por lo que hoy llamaríamos marketing, y dar a entender que escribiendo versos en el lomo de las cabras sus poemas alcanzarían más reconocimiento y valor ante la dificultad y el humilde origen, buscando causar cierta lástima o asombro entre los grandes de la literatura de la época. Miguel fue pastor pero no fue un cazurro ignorante. Es cierto que Miguel pastoreó y ordeñó cabras, junto a su hermano Vicente y otros cabreros contratados por su padre, que podía tener unas 100 cabezas de ganado cabrío, según vemos por la capacidad de un corral anexo a la casa. Casa situada en la calle de Arriba que compró el padre de Miguel sobre 1914; se distribuye, como hoy podemos ver, en cocina, comedor, tres habitaciones, patio, pozo interior de agua, corral y huerto. Es decir, que don Miguel Hernández Sánchez tenía cierto capital, era tratante de ganado con Barcelona (hermano Francisco), y además contrataba caballos para la suerte de varas en las corridas de toros de la plaza de Orihuela (en aquellos tiempos los caballos no llevaban petos), y, además era uno de los 185 socios del Círculo Radical de Orihuela (partido de la derecha republicana de Lerroux). Y es cierto que Miguel murió en una cárcel franquista sin atención médica; tal vez se hubiera salvado de la muerte si hubiera renunciado a sus ideales, si se hubiera retractado y congraciado con los Nacionales victoriosos, tal y como le propusieron José María Alfaro y José María Cossío, o don Luis Almarcha. Miguel prefirió morir antes que romper su pasado y publicar en la prensa oficial franquista. Porque no olvidemos que Miguel fue sentenciado a muerte por ser “poeta de la revolución”. Es cierto que fue poeta, dramaturgo y corresponsal de guerra, pero también fue político y miembro del PCE, y, sobre todo, hombre y enamoradizo. Primeras andaduras Miguel pudo estudiar más que otros hijos de jornaleros de su época si tenemos en cuenta que fueron 7 hermanos, aunque tres chicas murieron al poco tiempo de nacer. Orihuela tenía un alto índice de analfabetos. De hecho los padres no sabían leer ni escribir (población de 35.000 habitantes, unos 15.000 vivían en Orihuela, el 16% analfabetos). Vicente, el hermano mayor, cuenta a Claude Couffon en abril de 1962, en Orihuela: Cuando abandonamos la calle San Juan, donde habíamos nacido Miguel, Elvira y yo, para instalarnos en la calle Arriba, Miguel comenzó a ayudarme a cuidar las cabras. En los primeros tiempos, como todavía era muy pequeño, se quedaba en el patio con las madres y las crías y yo conducía el grueso del rebaño a la huerta (...). Iba a la escuela de los niños pobres del barrio, era buen alumno pero no podía estudiar nada: apenas de regreso de sus clases, mi padre le obligaba a encerrarse en el patio con las cabras (Ínsula, 544, abril 1992, pág. 28). De párvulo estuvo en el colegio privado “Nuestra Señora de Monserrate”; le daba clases el ex seminarista Jesús Pellús Rodríguez, previo pago de 1,50 pesetas al mes; a los ocho años empezó a asistir a la escuela del “Ave María” bajo la tutela del seglar granadino Ignacio Gutiérrez Tienda. Es decir, el “Ave María” era una más de las escuelas que había en España fundadas por el padre Andrés Manjón. A los trece años pasó a estudiar preparatorio superior o primero de bachiller en el Colegio Santo Domingo de los jesuitas de Orihuela, que se ubicaba a escasos 20 metros de la casa paterna. El “Ave María” estaba situado en el mismo edificio del Colegio de Santo Domingo, el llamado El Escorial de Levante, mandado construir por el arzobispo Fernando de Loazes, ¿el obispo leproso? Hernández fue un estudiante despierto e inteligente, brillante, llegó a ganar dignidades, que recibió con ceremonias: Príncipe en Aritmética y Emperador en Gramática, sobresaliente en las demás asignaturas. De los jesuitas aprendió a tener una alta consideración de sí mismo, y se le inculcó la idea elitista del ser diferente o de pertenecer al grupo social de los elegidos. La Iglesia enseñaba y enseña al pobre, al obrero, a resignarse con su destino, pero a los ricos a gobernar y dar limosnas. Cuenta José A. Juan García (El Eco Hernandiano, Nº 29): Por aquellos años, los barrios de Orihuela estaban perfectamente identificados y diferenciados, y además, mantenían ciertas rivalidades, sobre todo entre los jóvenes. La calle Arriba, La Peña, la calle Acequia, la calle Meca, el Rabaloche, etc... Cada barrio tenía sus propias fiestas y celebraciones y, lógicamente, también tenía a sus personajes de cierta celebridad y empaque. Podríamos afirmar que, después del barrio del Rabaloche, la Calle de Arriba era el más importante de todos. El fútbol era una de las aficiones que hacían estragos en la época. En la calle de Arriba estaba recién formado el equipo de “La Repartiora”, el equipo de Miguel, de José Mª Soto y de otros muchos. Es posible que el escritor Manuel Molina, mentor de semejante actividad, confundiera las reuniones para cenar entre amigos y los bailes que se hacían en la casa de Efrén, en el mismo horno, a los cuales, con toda seguridad, no asistían ni Miguel, ni los que se dedicaban a la literatura. Está por demostrar que la hahona de los Fenoll se dedicase a ese centro cultural de tertulias, donde se leían poemas y se animaban unos a otros para escribir y publicar. De todas formas, creo que el hecho en sí carece de importancia y no merece ser discutido. En verano, la parte alta de la terraza de la tahona, sobre todo la parte de los gallineros, la dedicaban a realizar bailes entre aquellos amigos, a los que invitaban a muchos vecinos del barrio que alababan la simpatía y buen carácter de Efrén. La mala fortuna de Miguel llegó en marzo de 1925 cuando su padre toma la decisión de sacarle del Colegio de Santo Domingo; tenía catorce años y medio, y le envió a trabajar como dependiente a la tienda de tejidos El Globo, se incendió este local y le mandó a cuidar el ganado familiar y repartir leche junto a su hermano mayor Vicente. “De padre cabrero, hijo cabrero”, decía el padre; quiso que sus hijos tuvieran las mismas oportunidades, ¿o acaso necesitaba mano de obra gratis, y el padre le prohibió leer y escribir en casa? Pues si le sorprendía leyendo de noche gastando luz, le golpeaba en la cabeza o le daba con la correa. Vicente, el hermano mayor de Miguel, cuenta que su hermano tenía que leer de noche y a escondidas, otras veces en el huerto bajo la higuera o mientras cuidaba las cabras, sobre el lomo de una de ellas, como la Luná. Su padre, analfabeto, sólo sabía dibujar su firma, le recriminaba a su hijo que estudiar suponía una “pérdida de tiempo”, con todo el trabajo que había en casa. La incomprensión del padre era propia de un hombre de su tiempo, un hombre cuya verdadera religión era el trabajo de supervivencia, y no creía que el arte de la poesía fuera futuro para su hijo. Este humillante hecho de pasar de ser estudiante sobresaliente a pastar cabras, causó en Miguel una profunda decepción, un golpe moral del que no se recuperará jamás; se siente víctima de su autoritario padre, pues había bajado de las altas torres de la dignidad de Santo Domingo a los corrales de las cabras. Para mayor afrenta veía desde su casa y desde la sierra la cúpula azul de la capilla del Colegio de Santo Domingo. Las puertas se le habían cerrado, todo el complejo era ahora un muro alto e inexpugnable. Pero de los jesuitas había aprendido la férrea voluntad de resistir, de ser diferente, de ser terco, de ser rebelde o “cabezonico” como decía su madre Concheta, de origen gitano, como había asegurado posteriormente Josefina Manresa. Con la familia vivía la tía Antonia, hermana de Concheta, gitana declarada; por ello Miguel llamaba a su madre “la gitana oscura y querida”. Consciente de su valía, Miguel ha decidido ser escritor y poeta. Ante esta nueva eventualidad de degradación de su estamento social de estudiante de bachiller elemental a pastor de cabras, Miguel no podía seguir viviendo bajo el mismo techo del padre. Seguro que le odiaba. Pero su férrea voluntad de superación, más sus deseos de abandonar su degradante, para él, oficio de pastor, continuó con su autoeducación, leyendo libros de la Biblioteca Municipal de Orihuela que dirigía Inocencia González Palencia, quien se enfadaba mucho por el mal estado en que le devolvía los libros. Además tuvo a su disposición la biblioteca privada del vicario de la diócesis —desde 1924—, don Luis Almarcha Hernández, vecino suyo de la calle Arriba; éste le deja leer obras de los escritores latinos Virgilio y Ovidio, y además le prestaba su máquina de escribir Adler, hasta que Miguel compró a plazos una máquina de escribir portátil de la marca Corona (máquina que se la echaba a la espalda y se la llevaba al monte, algunas veces escribía oculto en un aprisco o especie de covacha natural que había y se conserva a unos 20 metros de su casa). El tiempo que duró el pastoreo fue de unos seis años. Y al cumplir la mayoría de edad —a los 21 años los varones—, en noviembre de 1931 se marchó a Madrid. La humillación paterna le había fortalecido, porque a veces las personas se fortalecen ante el dolor y la iniquidad, pues tenía que demostrar ante su padre y sus antiguos alumnos su valía como escritor. Estaba convencido de que él era diferente y buen poeta, entendió perfectamente que los fracasos eran el camino al triunfo. Acudía a los antiguos baños de aguas frías mercuriales del Barrio de San Antón (antaño embotelladas y exportadas, “La Q.B.”). Formó parte del equipo de fútbol “La Repartiora”; por su lentitud en el juego le pusieron de mote “El Barbacha”, nombre con el que se conoce a un caracol en la Vega Baja. La afrenta a la que había sido sometido por su padre le obliga moralmente a embarcarse en conseguir grandes logros literarios como única salida, y subir en la escala social de un pueblo caciquil, un pueblo agrícola y clerical, cerrado a las oportunidades literarias. Hernández tenía muy arraigado el sentido del sacrificio y la consideración a sí mismo inculcada por los jesuitas. Forjó su vida en el empeño en ser escritor, empezó a leer a poetas latinos y áureos: Garcilaso, Lope de Vega, Góngora, Cervantes, a actuales como Luis del Val, García Lorca, Gabriel Miró o Vicente Medina y Jorge Guillén. Hará amistad con poetas locales como Carlos Fenoll (trovero, poeta vecino, aficionado a los toros), Jesús Poveda, Augusto Pescador, Jesús Murcia, Ramón Sijé (al que conoció de vista en Santo Domingo, fundador de las revistas Voluntad, Destellos y El Gallo Crisis), José María Ballesteros Meseguer (médico-escritor) y Ramón Pérez Álvarez (años 36 época de Silbo). El vicario de la diócesis (sustituto del obispo) era don Luis Almarcha Hernández (firmaba artículos como A. Hernán), director efectivo del semanario El Pueblo de Orihuela, órgano del Sindicato de Obreros Católicos de Nuestro Padre Jesús, y de la Caja de Ahorros Monserrate. Por mediación de Carlos Fenoll, quien le dedicó “La sonata pastoril”, 3o de diciembre de 1929, en El Pueblo de Orihuela, le publican su primer poema “Pastoril” el 13 de enero de 1930, año III, núm. 99. Don Luis se convertirá en el primer protector de Miguel y director espiritual, además, reconociendo en el joven pastor-poeta sus virtudes virgilianas, le pedirá un poema para que se recitara el 1º de mayo de 1930 por el obrero Andrés Mora, quien lo hizo sin quitarse la gorra y vestido con camisa azul, símbolos del trabajo. Miguel, en un estado de desesperación por publicar un libro, escribirá el poema “A todos los oriolanos”, que se publicará el 2 de febrero del 31 en El Pueblo de Orihuela. Don Luis Almarcha Hernández (obispo de León desde 1944 hasta 1970) se debió sentir halagado ante el verso “Alma de mis oriolanos / ¡digo!... oriolanos de mi alma...”; como apunta Eutimio Martín: “Difícilmente podía pasar desapercibida la asociación alma/Almarcha, en extremo halagador” (El oficio de poeta, 2010, página 120). En El Pueblo de Orihuela publicó unas 17 composiciones. También busca la amistad literaria del médico y escritor José Mª Ballesteros Meseguer, que había escrito Oriolanas: cuadros y costumbres de mi tierra, Alicante, 1930, con estilo mironiano. Hernández lo leyó y le dedicará el poema “Ofrenda”, publicado el 5 de junio del 30 en Actualidad, que dirigía Alejandro Roca de Togores. Meses después Ballesteros publica una semblanza de Miguel en la revista Voluntad titulada “Pastor poeta”, que a Miguel no le importa, pues ya estaba explotando esta condición humilde que le va bien. En realidad, una demostración de falsa modestia. Miguel siente la necesidad de salir de lo local para tomar lo provincial. El primer poema en la revista Voluntad (de Ramón Sijé y Jesús Poveda) se titula “Nazareno”. También colabora en la revista Destellos, dirigida por Ramón Sijé; publica unas 7 composiciones, la primera “Insomnio”, del 30 de noviembre del 30. Aquí se publicará “Canto a Valencia”, poema con el que Miguel había ganado su primer premio de poesía en el Orfeón Ilicitano, bajo el lema “Luz..., pájaros..., sol”, publicado en el Ilicitano el 5 de abril del 31. Todo premio aumenta la autoestima de un poeta, que necesita de la alabanza de los demás. Logrará llamar la atención de Juan Sansano Benisa, oriolano, director y propietario del diario El Día de Alicante, donde Hernández publicará cinco composiciones. Sansano le había prometido editarle una antología poética, pero este proyecto no se llevará a efecto. El Diario de Alicante, que dirigía Emilio Costa, le anuncia el acto de Miguel y Ramón Sijé en el Ateneo de Alicante, del 29 de abril de 1933. En Nuestra Bandera, órgano del partido comunista, publicará varios artículos periodísticos en noviembre de 1937. Es dado como excedente de cupo para hacer el servicio militar. Ante las continuas frustraciones intuye que tiene que salir de una Orihuela que le ahoga, como así se lo hizo saber en carta al “venerado poeta” Juan Ramón Jiménez, carta del 15 de noviembre del 31. Necesita publicar un libro como algo acuciante; con ello, creía, ingenuamente, que cambiaría su posición económica, que podía comprarse un traje para asistir a las tertulias de los señoritos. Escribirá “Me he creído ser poeta...” en febrero del 31 en el poema “A todos los oriolanos”, y es que todo poeta tiene que convencerse para convencer a los demás. Periodos madrileños Se lleva muy mal con su padre, éste le ha tomado por un gandul que no quiere trabajar. Miguel tiene 21 años, hace tiempo que no se deja pegar por el padre, pero los enfrentamientos dialécticos eran continuos, no quiere el bucólico trabajo de pastor. El padre no lo sabe hasta última hora. La llegada de la II República de abril del 31 le da esperanzas de ir a un Madrid republicano más tolerante; prácticamente huye de Orihuela y, con la ayuda económica de su amigo Ramón Sijé y el abogado José Martínez Arenas, consigue dinero para su primer asalto de Madrid. Sale el 30 de noviembre del 31 en tren, le despiden Carlos Fenoll, Poveda y Sijé; llega el 2 de diciembre; el abogado José Martínez Arenas le recomienda a Concha de Albornoz, hija del ministro de Gracia y Justicia don Álvaro de Albornoz y Limiñana, que, a su vez, le recomendará a Ernesto Giménez Caballero (Gecé), impresor y director de La Gaceta Literaria, con un suplemento, El Robinsón Literario, donde el 14 de enero del 32 le publicará una humillante entrevista. Y además deja mal a Concha de Albornoz. A veces hay que dejar a un lado el orgullo para conseguir objetivos de promoción. Se hospeda en una pensión cerca de la plaza de Santo Domingo, calle Costanilla de los Ángeles, 6. Por esas fechas contacta también con el yeclano Francisco Martínez Corbalán en el semanario madrileño Estampa, que le publica en el Nº 215, de fecha 20 de febrero de 1932, un reportaje con fotografía (Miguel con abrigo), con el título “El cabrero poeta y el muchacho dramaturgo”, el muchacho dramaturgo era Virgilio Soler Pérez (http://bit.ly/aMeKaA), alicantino (lo estudió Gaspar Peral Baeza, en revista Perito Literario-Artístico, Nº 2, Alicante, abril de 2005: “El muchacho dramaturgo —Virgilio Soler— que compartió página con el cabrero poeta Miguel Hernández”). Es decir, que el aprendiz de poeta busca todos los recursos para hacerse conocer; ya tiene su marca, su diferencia, cabrero-poeta o pastor poeta, que será su liturgia, pero no tiene libro publicado, por lo tanto no es poeta reconocido; es como el pintor que nunca expone su obra, nunca le reconocerán su obra. Todo poeta tiene la necesidad del reconocimiento, pues de lo contrario su esfuerzo quedará en silencio íntimo, en la voz callada, todo poeta es rapsoda, se cree un Homero. Concha de Albornoz le recomienda a Juan Guerrero Ruiz, secretario del Ayuntamiento de Alicante desde el 4 de octubre de 1931, y que antes fuera secretario de José Bergamín cuando fue director general de Acción Social y Agraria en la República, y además era amigo íntimo de Juan Ramón Jiménez, para que el Ayuntamiento le conceda una beca de estudios. No puede pagar la pensión de Costanillas, encuentra habitación en la Academia Morante, calle Navacerrada 4, a cambio de ejercer de portero. En Navidad del 31, Augusto Pescador desde Orihuela organiza una colecta, donde recaudan 30 duros para enviárselos al joven poeta. Miguel acude casi a diario a la Biblioteca Nacional. Como no puede pagar, la pensión Morante le echa a la calle; acude a la Posada del Peine, que es tan miserable que no puede aguantar allí; pasó hambre, durmió en las bocas del metro y puentes de Madrid. Alfredo Serna, farmacéutico y concejal del Ayuntamiento oriolano que vivía en Madrid, le consigue una pensión de 50 pesetas mensuales por ampliación de estudios (solamente la recibió por dos meses; se anuló la ayuda). Acude a casa de Augusto Pescador, su paisano, que estudiaba en Madrid. Escribe a su padre, y éste le dice que no puede mandarle nada. Fueron muchas las penalidades de Miguel en Madrid. Regreso a Orihuela A mediados de mayo del 32 no puede resistir más miserias, está enfermo en Madrid y regresa a Orihuela, herido pero no vencido; cuando llega a su casa ya no trabajará más como pastor, al padre ni le hablará. En su huerto y bajo su higuera instalará su despacho, estrechará amistad con Ramón Sijé (por eso en la elegía a la muerte de Sijé escribirá: “volverás a mi huerto y a mi higuera”), con Carlos Fenoll, Jesús Poveda, Augusto Pescador, Paco de Díe, Antonio Gilabert (su primo); más tarde, en el 36, se incorpora Ramón Pérez Álvarez a través de la revista Silbo. Casi a diario acudirá a la panadería de Carlos Fenoll, situada en calle Arriba 5, lugar donde “alguien” inventó lo de la tertulia de la Tahona. Ramón Sijé (Pepito Marín) iba a la panadería, no a la tertulia sino a “pelar la pava” con su novia Josefina Fenoll, mujer rubia, bella, de la que seguramente Miguel se había enamorado pero no insistió porque no tenía nada que ofrecerle y enfrente tenía a un fuerte competidor, a Pepito Marín, estudiante de derecho por libre en Murcia e hijo de un comerciante de tejidos, José Marín Garrigós, dueño del establecimiento llamado La Alhambra, en la calle Mayor (dato tomado de una publicación literaria con páginas de anuncios comerciales, de mediados de los años veinte del siglo pasado, obrante en el archivo hernandiano de Gaspar Peral Baeza). Ahora, Miguel trabajará como botones en un banco, el Español de Crédito; también como chico de los recados, por un mes, con el notario José María Quílez, y meses después como mecanógrafo con el notario Luis Maseres Muñoz. Participará en el homenaje al escritor Gabriel Miró —fallecido el 27 de mayo del 30— que se celebrará el 2 de octubre de 1932 con la inauguración de un busto obra del escultor murciano José Seiquer Zanón (fue el mismo que le hizo la mascarilla mortuoria a Ramón Sijé), acto que lo inaugurará Ernesto Giménez (Gecé), amigo de Sijé, ante las renuncias de Marcelino Domingo, Azorín y Pedro Salinas. Hubo un encuentro verbal con Antonio Oliver Belmás, marido de Carmen Conde, que había venido desde Cartagena en una “romería literaria” junto a alumnos de la Universidad Popular. Oliver Belmás llamó mentiroso al falangista Gecé, y acabaron en comisaría. Se publicó El Clamor de la Verdad, un solo número, donde Miguel colabora con dos composiciones: “Limón” y “Yo. La madre mía”, con influencias estilísticas del autor de El obispo leproso. Miguel lee en El Debate de Madrid, que dirigía Herrera Oria, una convocatoria de seis becas para estudiar periodismo; intenta participar a través de la mediación de don Luis Almarcha (carta de fecha 10-10-32) pero no lo consigue, puesto que una de las condiciones era tener estudios de segunda enseñanza o universitarios, y además se prohibían las recomendaciones. Una vez más Miguel siente la impotencia de ser escritor, pero sabe que los fracasos son el camino hacia el triunfo, nunca se dará por vencido. Perito en lunas Sabe que no puede volver a Madrid sin un libro de poemas, está convencido de que no se es poeta si no se publica, debió pensar. Se aferra a la amistad de Ramón Sijé, convertido en su agente literario para conseguir financiación de su primer libro, que saldrá el 20 de enero del 33. Perito en lunas no es sólo un libro sino un periodo donde el poeta escribió décimas y octavas, que no llegaron a publicarse en su ópera prima por falta de espacio, ya que se tenía que sujetar a las condiciones del contrato, que decía que se tenía que ajustar al formato, papel y las 46 páginas de Tiempo cenital de Antonio Oliver, publicado el 15 de abril de 1932 (ver mi trabajo Simbología secreta de Perito en lunas de Miguel Hernández, Palmeral, Alicante, 2005). El 20 de enero del 33 ya tiene en sus manos Perito en lunas con prólogo de Ramón Sijé, publicado en Sudeste, sección que dirigía Raimundo de los Reyes, redactor de La Verdad de Murcia. Aparece como Miguel Hernández Giner. El primer ejemplar se lo dedicará a su amigo el profesor de dibujo Francisco de Díe en su huerto: “A ti Paco D. Pintor que olvidas mis inconveniencias. Yo: M. Hernández Giner”. Miguel se colocó, como segundo apellido, el segundo de su madre, Concepción Gilabert Giner. Ramón Sijé se ha convertido en su agente literario; sin la ayuda de Sijé no se hubiera publicado Perito en lunas. Le ha puesto en contacto con amistades influyentes, caso de Juan Guerrero Ruiz, secretario del Ayuntamiento de Alicante. Sijé y Miguel presentarán Perito en lunas primero en la Universidad Popular de Cartagena el 28 de enero de 1933, donde Ramón Sijé leyó su “Conferencia ridícula”. Miguel lleva un cartelón que le había dibujado Rafael González Sáenz; sobre la mesa dejó un melón, una granada y un limón dentro de una jaula, al que llamaba “chinito coletudo”. Este cartelón se perdió en el tren; por ello, después Paco de Díe le dibujó otro cartel para el Ateneo de Alicante, acto que se celebró el 29 de abril del mismo año, y donde leyó su composición “Elegía media del toro” (el cartel también se perdió). Terminó con versos de Juan Ramón Jiménez, Alberti y García Lorca. Ramón Sijé habló acerca de “El sentido de la danza. Desarrollo de un problema barroco de Perito en lunas”. Debieron asistir José Guerrero Ruiz y José Juan Pérez, vocal del Ateneo. El 28 de julio del mismo año volvió otra vez a la Universidad de Cartagena para recitar “Elegía media del toro”. Ha aprendido que para ser conocido ha de tener amistades que le apoyen, sin duda la trastienda de la forja de todo poeta en ciernes. Más la necesidad de perder su natural timidez. Su primer libro, hermético y gongorino, no obtiene la repercusión necesaria y así se lo hace saber a García Lorca (a quien conoció el 2 de enero del 33 en Murcia), quien le responde: “Tu libro está en silencio, como todos los primeros libros, como mi primer libro, que tanto encanto y tanta fuerza tenía. Escribe, lee, estudia. ¡Lucha! No seas vanidoso de tu obra”. Si Lorca le cogió “alergia” a Miguel, tenía sus motivos, ya que Miguel le insultó en una de sus alocadas y rabiosas cartas cuando le dijo: “...la tarde aquella murciana, que he maldecido las putas horas y malas que di a leer un verso a nadie” (carta de 10 de abril de 1933). Una carta sin educación, arrogante y descarada. Luego en Madrid le perseguía para que le estrenara la obra dramática El torero más valiente, inspirada en la muerte del torero Ignacio Sánchez Mejías. De nuevo en Madrid En su cuarto viaje a Madrid, en la primavera del 34 empezará a trabajar como secretario de José María Cossío, para el último tomo de Los toros, enciclopedia de Espasa Calpe; Miguel creía que trabajaba para la editorial, pero no era así, Cossío lo tenía contratado a su cuenta. Le había conocido en la tertulia de Cruz y Raya de José Bergamín. Al poeta chileno Pablo Neruda le conocerá en una conferencia que dio Pablo en la Universidad de Madrid el 6 de diciembre del 34 (José Carlos Rovira comentó en una conferencia del 4 de mayo de 2010, Fórum 80 Mundos, que este encuentro no está documentado). Pablo conocía su auto sacramental, publicado en Cruz y Raya en 1934; Miguel ya no se separa de él, el chileno es quien le introduce en las tertulias literarias madrileñas. Miguel le dedicó “Oda entre sangre y vino”. Pablo le invita a colaborar en la revista Caballo Verde para la Poesía; en el primer número publica el poema “Vecino de la muerte”. Pero según Eutimio Martín no es Pablo quien indujo a Miguel hacia la poesía revolucionaria, puesto quien le enseña “que la poesía deviene un arma, puede y debe convertirse en arma”, es el poeta argentino Raúl González Tuñón, autor de La rosa blindada, a quien conoció Miguel en la peña de la Cervecería Correos de Madrid y a quien oyó la lectura de dos poemas revolucionarios en el Ateneo madrileño. El día 20 de diciembre del 35, asiste a la comida homenaje a Raúl González. En la fotografía aparece el organizador: Federico García Lorca, Neruda, Norah Borges, Manuel Altolaguirre, León Felipe, Petit de Murat, Gerardo Diego, Enrique Azcoaga, Miguel Hernández... La comunista era Delia del Carril cuando fue alumna y posible amante del pintor cubista francés Fernand Léger en París, y no Neruda, que lo sería a partir de 1945 en Chile. Miguel conocerá a Vicente Aleixandre cuando le pidió un ejemplar de La destrucción o el amor en la primavera de 1935, en plan siempre pedigüeño “No me es posible adquirirlo [...] firmado: Miguel Hernández, pastor de Orihuela”. Vicente adoptará hacia Miguel una actitud paternalista. Es difícil codearse con los poetas del 27, puesto que éstos eran universitarios y de otra clase social, y todos mayores que él. Miguel es de los poetas noveles pesados, tanto es así que García Lorca le huía y Luis Cernuda también; eran de origen “señorito”. El 4 de mayo del 35 asiste a la comida homenaje dedicada a Aleixandre en el restaurante Buenos Aires de Madrid. En la foto existente vemos de izquierda a derecha y de pie a Miguel Hernández, Leopoldo Panero, Luis Rosales, Antonio Espina, Luis Felipe Vivanco, J. F. Montesinos, Arturo Serrano Plaja, Pablo Neruda y Juan Panero. Sentados, Pedro Salinas, María Zambrano, Enrique Diez-Canedo, Concha Albornoz, Vicente Aleixandre, Delia del Carril y José Bergamín. Sentado en el suelo: Gerardo Diego. Días después, el 13 de mayo, Miguel asistirá a la comida homenaje al pintor Hernando Viñes, de la Escuela de Vallecas, en la Hostería Cervantes de Madrid; entre los que acuden, Pablo Neruda, Delia del Carril, Guillermo de Torre, Federico García Lorca, Pepín Bello, Rafael Alberti, María Teresa León, José Caballero, Eduardo Ugarte, E. Thais, Luis Buñuel, Luisa Condoy, J. Vicent, Acario Cotapos, Gustavo y la señora Dorronsoro, Hortelano y Santiago Ontañón. Estas amistades enfrían las relaciones con Ramón Sijé, pues Miguel ha tomado un camino anticlerical; inicia un cambio en su poesía, que se vuelve revolucionaria, son los “brotes verdes” de la poesía social, ya que la poesía hernandiana es el puente entre los del 27 y la posterior poesía social. En junio del 35 escribe una carta poco acertada, a mi entender, a Juan Guerrero Ruiz, teniendo en cuenta que era un hombre muy religioso, en la que le escribe: “Estoy harto y arrepentido de haber hecho cosas al servicio de Dios y de la tontería católica”. ¿Cuáles son estas tonterías al servicio de Dios?, creo que debe referirse a sus poemas en la ahora menospreciada “triste revista de nuestro amigo Sijé”, El Gallo Crisis. Miguel se muestra desagradecido con Ramón Sijé, con todo lo que éste había hecho por aquel lunicultor o pastor de lunas y sueños. Quizás su auto sacramental “Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras”, se convirtió para la conciencia revolucionaria del poeta en una carga moral, puesto que el contenido es en realidad un sermón versado sobre la resignación de los agricultores, y sus penalidades: Dios lo resolverá todo. Dámaso Alonso, que no conoció personalmente a Miguel, cree que Miguel es “un genial epígono del 27”; cuando escribe su Perito en lunas lo que hace es homenajear a Góngora, pero tardíamente, ya que el tercer centenario de la muerte del cordobés se había celebrado en el Ateneo de Sevilla en diciembre de 1927, patrocinado por el torero y mecenas Ignacio Sánchez Mejías, que los alojó en su finca de Pino Montano. Misiones pedagógicas Hernández participará en dos Misiones Pedagógicas, según leemos en su correspondencia, lo cual supuso enriquecer su conocimiento de la realidad rural española. Fue Enrique Azcoaga quien le reclutó; le había conocido por mediación de la filósofa veleña María Zambrano en Madrid, ya que las hermanas Zambrano celebraban semanalmente una tertulia a la que asistía Camilo José Cela. Cobraría diez pesetas diarias. María llevaba ya tiempo recorriendo pueblos con las Misiones. La amistad entre Enrique y Miguel se intensificó en los numerosos viajes que realizaron por Salamanca, La Mancha y Andalucía, con un paquete de actividades de divulgación cultural: música, cine y recitales. Miguel ya tenía un trabajo donde poder demostrar sus cualidades de relaciones públicas, rapsoda y otras actividades lúdicas. Las Misiones Pedagógicas las dirigen Enrique Azcoaga, Juan Antonio Maravall y Eduardo Llosent. El presidente del Patronato de las Misiones Pedagógicas fue Manuel Bartolomé Cossío, quien desde la presidencia no sólo ejerció una labor de dirección intelectual del proyecto. La primera etapa debió ser por tierras de Castilla, en el mes de abril del 35, puesto que el 6 de mayo de ese mismo año escribió a Josefina “...que había de estar por tierras de Salamanca: estoy en Madrid desde hace seis o siete días”. Rastreando por las bibliotecas el profesor José Luis Puerto halló que estuvieron en pueblos de Salamanca: Iruelos, Ahigal de Villarino, Brincones, Puertas y Vitigudino. Cuenta Enrique Azcoaga que al entrar Miguel en la Universidad de Salamanca, en el aula donde fray Luis impartiera sus clases, Miguel no pudo reprimirse y, arrojándose al suelo, lo besó frenéticamente. La segunda etapa fue por Sierra Morena en marzo de 1936 (cartas a Josefina). Puertollano, Mestanza (Ciudad Real) donde conoció a la maestra Carmen Pastrana, Tamaral, Valdepeñas y Albadalejo (Jaén); el llamado Tamaral (carta a Josefina en marzo de 1936), no sabemos si se trata del Solanillo del Tamaral (Ciudad Real) o El Tamaral de Jaén. Revista El Gallo Crisis El Gallo Crisis tenía como subtítulo: “Libertad y Tiranía”, antítesis o contraposición de dos conceptos, fue muy del gusto de los poetas del periodo barroco. Y no es más que la libertad del espíritu o sus creencias contra la tiranía de toda forma de poder. La Iglesia contra la República. Se fundó por Ramón Sijé en Orihuela en mayo de 1934 y se publicó durante un año aproximadamente; como bien apuntan Verónica G. Ortiz y María Carmen Rabasco en su artículo sobre la biografía de Ramón Sijé: “...quería demostrar el verdadero catolicismo, promulgar una religión activa, ya que la religiosidad fue la base de todo su quehacer religioso y humano”. Y estas ideas se reafirman si examinamos a los miembros del grupo fundador: Ramón Sijé, Jesús Alda, el notario José María Quílez, el padre Juan Colom, fray Buenaventura de Puzol, Tomás López y Juan Bellod. Si aceptamos que Gallo equivale a Cristo podemos pasar al segundo sustantivo: Crisis, del cual podemos derivar en dos hipótesis: la primera es que si de seis letras que contiene esta palabra, la mitad coinciden con las tres primeras letras de CRIS-to, podemos descubrir y encontrarnos con: “El Gallo Cristo”. Sin embargo, esta denominación, y en aquellos años, no hubiera sido bien aceptada por la censura, los lectores ni el obispado; por ello, creo que Ramón Sijé y los demás fundadores optaron por buscar algunas ideas subliminales que encubrieran la idea religiosa bajo un críptico título. La segunda hipótesis radica en su propia etimología, palabra que deriva del griego krisis, de krinein, juzgar, y su acepción actualizada es la de cambio favorable o desfavorable de un asunto. También, momento decisivo o peligroso en la evolución de las cosas. Hernández publica en todos los números de El Gallo Crisis (seis números, el último doble), una revista que no gustó en Madrid. Pablo Neruda se encargó de ello. Es de destacar su poema religioso dedicado a María Zambrano, “La morada-amarilla” (donde se nombra trece veces a Dios). Maruja Mallo En agosto del 35 fue invitado por la Universidad Popular de Cartagena para participar en un homenaje a Lope de Vega; allí mantendrá conversaciones con la joven María Cegarra Salcedo, poeta y perito químico de la Unión; parece ser que le dedicó tres sonetos publicados en El rayo que no cesa. El grupo estuvo en Cabo de Palos, donde leyeron la estampa “El caracol del faro” de Gabriel Miró. En Madrid su paisano Francisco de Díe le presentará, a mediados del 35, a la pintora gallega surrealista e inhibida Maruja Mallo, con la que tendrá una relación íntima, pero ésta le deja “como el toro burlado, como el toro” (v. 14, poema 23: “Como el toro he nacido”, El rayo que no cesa), quizás porque no era el hombre adecuado para ella, quien había tenido relaciones con Emilio Aladrén, que se lo quitó Lorca con halagos al decirle que tenía aspecto de ruso, y con Rafael Alberti, antes de conocer a María Teresa León. De Díe le presentará además a Benjamín Palencia y a otros artistas de la Escuela de Vallecas. Es la época en que conoce a los artistas de la Escuela de Vallecas, como al escultor toledano Alberto Sánchez, a Víctor González Gil, al albaceteño Benjamín Palencia, a quien pidió que le ilustrase el libro El silbo vulnerado, que no se llegará a publicar entonces; la idea era que lo hiciera José Bergamín en Cruz y Raya como ya lo hiciera con el auto sacramental. El silbo vulnerado lo publicó José María de Cossío, en 1949, Espasa Calpe Argentina, Colección Austral, Nº 908. En cambio, Miguel sí consiguió que la Editorial Héroe de Manuel Altolaguirre y Concha Méndez le publique El rayo que no cesa; salió el 24 de enero del 36. Es la primera de las publicaciones de la generación del 36, que es a la que pertenece Hernández. Un mes antes, en la Revista de Occidente de Ortega y Gasset, aparecieron la “Elegía” a la muerte de Sijé y seis sonetos en su número de diciembre de 1935; merece elogios de Juan Ramón Jiménez. No en vano Jiménez había recibido en el 33, a través de Juan Guerrero Ruiz, la “Elegía a Gabriel Miró”, dedicada por Miguel con las iniciales (J.R.J.), y además motivó dos encuentros personales con Juan Ramón Jiménez. El pastor-poeta sabía qué puertas tocar. En el 36 y en Orihuela funda la revista Silbo (dos números) con Carlos Fenoll, Gabriel Sijé, Jesús Poveda y Ramón Pérez Álvarez. Colaboraron poetas de Madrid con ilustraciones de Maruja Mallo. Periodo de la guerra civil La sublevación militar inicia la guerra civil el 18 de julio del 36. Miguel se entera por Aleixandre del asesinato de García Lorca ocurrido el 19 de agosto del 36 en Víznar (Granada); se dice que fue el detonante que le empujó a ir a Madrid; el 18 de septiembre está en la capital de España, y se afilia, primero, al Partido Comunista, y luego, voluntario al Quinto Regimiento de Milicias Populares, situado en calle Francos Rodríguez, donde pasa un periodo de instrucción; es asignado a la Segunda Compañía de Fortificaciones y será destinado a construir trincheras en Cubas (Cubas de la Sagra, Madrid). Parece ser que empieza a cobrar 10 pesetas diarias como todo soldado. Tras un periodo de enfermedad es rescatado por el poeta malagueño Emilio Prados Such (fundador de la revista Litoral, 1926, con Altolaguirre) para misiones más productivas en El Batallón del Talento, de Valentín González el “Campesino”. Como ya pertenece al PC se codea con Rafael Alberti y María Teresa León (directora de Teatro), con José Herrera Petere, Sánchez Vázquez, Justino Frutos en la Alianza Internacional de Escritores Antifascistas en Madrid. Miguel firma un manifiesto, que apareció publicado en El Sol el 19 de noviembre del 37, titulado “A los intelectuales antifascistas de todo el mundo”, donde aparece junto a José Bergamín, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, Miguel Prieto, Alberto Sánchez, Eugenio Imaza, Vicente Aleixandre, Salvador Bacarisse, Gabriel García Maroto, María Teresa León, Rafael Dieste, Arturo Souto, Arturo Serrano Plaja, Felipe Camarero, Rafael Alberti y Emilio Prados (una copia de este manifiesto fue incluido en el sumario de urgencia 21.001, junto a otros más). En Alcalá de Henares, el 23 de noviembre, el periodista cubano Pablo de la Torriente Brau, brigadista internacional y comisario político, le descubre como poeta. Le nombrará jefe del Departamento de Cultura. Recita poemas para levantar la moral en Valdemoro, Pozuelo de Alarcón, Alcalá de Henares, Ciudad Lineal, Majadahonda, Boadilla del Monte... Y Miguel comienza su gloria poética de escritor publicando en revistas llamadas “de lucha”; habla en la Emisora del Quinto Regimiento de Milicias Populares el 4 de diciembre del 36, por ello en el micrófono leemos E5RM (falta en la foto la P), tal y como aparecen en las fotos a Mario Nicoletti (19-11-36) y a José María Galán (20-11-36). La foto de Miguel la tenía Juvencio Valle y se la mandó a Miguel desde Moscú, por eso se creía que la foto era de una Radio de Moscú; lo descubrió Jesucristo Riquelme. Le destinarán a Andalucía, a Jaén, a las órdenes del comandante Carlos Contreras, dirige el “Altavoz del Frente Sur” situado en calle la Llana 9 (hoy Francisco Coello). El 9 de marzo del 37 se casará por lo civil con su novia oriolana Josefina Manresa Marhuenda, costurera, la “casta y sencilla” que en definitiva fue la que cazó y domó al rayo inagotable. La pareja marchó a Jaén, donde se reencuentra con el poeta de Guadalajara, José Herrera Petere, y su mujer Carmen Soler Llopis. Asiste como agente de propaganda al cerco del Santuario de la Virgen de la Cabeza, de cuyo suceso escribirá un artículo para el “Altavoz del Frente” Nº 15. El 19 de abril Josefina se va a Cox (ya está embarazada), por enfermedad de su madre. No le dice nada porque Miguel no está en casa, le deja encima de la mesa el reloj que Miguel le había regalado por el 6º aniversario de la República. No parece probable que Miguel estuviera a mediados de marzo en Torija (Guadalajara), en la victoria sobre las tropas italianas, según afirmaron Enrique Líster y Santiago Álvarez. II Congreso Internacional En junio acude al frente de Castuera en Extremadura. Estuvo también en Castro del Río (Córdoba), según la versión del Comandante Carlos (Vittorio Vidali), foto recitando encima de un vehículo. La mayoría de las fotografías en Jaén las hicieron Andrés Pérez Balmes y Tréllez. El 2 de julio del 37 asiste al II Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, que se inauguró el domingo 4 por el doctor Juan Negrín y cinco ministros en el Ayuntamiento de Valencia. Oficialmente asisten 110 delegados de 27 países. El cartel anunciador era del pintor murciano Ramón Gaya. Tomó la palabra la figura estelar André Malraux. Ludwig Reen, José Bergamín... Asisten Antonio Machado, Rafael Alberti, Jacinto Benavente, Tomás Navarro Tomás (prologuista de Viento del pueblo, un prólogo de encargo falto de ganas e información). La comitiva viaja a Madrid, continúa el congreso en la Residencia de Estudiantes los días 6 y 7, y regresan otra vez a Valencia; el 10 se reanudan las ponencias, Miguel forma parte de la “Ponencia colectiva”, junto a Sánchez Barbudo, Ángel Gaos, Antonio Aparicio, A. Serrano Plaja, Arturo Souto, Emilio Prados, Eduardo Vicente, Juan Gil-Albert, José Herrera Petere, Lorenzo Varela, Miguel Prieto, Ramón Gaya. Acuden al congreso escritores internacionales como Pablo Neruda, Vicente Huidobro (por Chile); por Cuba, Alejo Carpentier y Nicolás Guillén (le hizo una entrevista a Miguel), César Vallejo (por Perú), Raúl González Tuñón y Cayetano Córdova (por Argentina), Octavio Paz, José Chavás (por México), André Malraux o Louis Aragon (por Francia). Viaje a la Unión Soviética En el verano de 1937 Miguel era ya un consumado poeta popular. Es invitado por el presidente del Ateneo de Alicante, Carlos Carbonell, a dar una conferencia. Fue presentado por José Juan Pérez, vocal del Ateneo, amigo de Miguel. Dicha institución estaba dirigida por la Alianza situada en el edificio del palacio de los marqueses del Bosch de Arés o Condesa de Torrellano, cerca del Ayuntamiento. Miguel disertará sobre sus hazañas bélicas (no homenaje) el sábado 21 de agosto. Lee un relato del acontecimiento sobre el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Habla sobre el asesinato de García Lorca a manos del fascismo. Terminó con estas palabras: “El poeta es el soldado más herido en esta guerra de España. Mi sangre no ha caído todavía en las trincheras, pero cae a diario hacia dentro, se está derramando desde hace más de un año hacia donde nadie le ve ni le escucha, si no gritara en medio de ella”. Fue muy aplaudido y felicitado. Ya es profeta en su tierra. En el periódico alicantino Nuestra Bandera, del PC, publicará el 22 de agosto un artículo sobre su conferencia. En el mismo número se insertará el poema “Fuerza del Manzanares”, precedido de una reseña biográfica. También apareció un comentario de sus palabras y versos en Bandera Roja, el 22 de agosto. El diario El Luchador glosó una nota del acontecimiento el 23 de agosto; con esta fecha Nuestra Bandera publicó su trabajo “El hogar destruido”. Asistieron al acto Vicente Ramos y Manuel Molina; gracias a ellos podemos dar cuenta de estas publicaciones (Miguel Hernández en Alicante, Colección Ifach, Alicante, 1976). En septiembre del 37, y como un premio y reconocimiento a su labor de propaganda en la guerra y su defensa de la República, es invitado a viajar a la Unión Soviética como delegado en el V Festival de Teatro Soviético, al que asisten seis: Miguel Hernández (como dramaturgo), Casal Chapí (músico), Miguel Prieto Anguita (pintor), Francisco Martínez Allende (periodista), Gloria Álvarez Santullano (actriz), y como director de la expedición fue Cipriano Rivas Cherif, cuñado de Azaña, pero se incorporó desde Ginebra donde estaba como cónsul. Por primera vez Miguel viajará en avión desde París, escala en Estocolmo y Moscú. Regreso por Leningrado (hoy San Petersburgo; foto delante de la catedral de San Isaac), Londres y París, donde Alejo Carpentier le grabará la voz; para dicha grabación recitó “Canción del esposo soldado”. La Editorial Nuestra Pueblo de Valencia le publica en 1937 sus dramas Teatro en la guerra (4 obritas urgentes: La cola, El hombrecillo, El refugiado, Los sentados) y El labrador de más aire. A su regreso de la Unión Soviética descansa en Cox, donde escribe dos artículos: “La URSS y España, fuerzas armadas” y “Hay que ascender las artes hacia donde ordena la guerra”, publicado en Nuestra Bandera de Alicante, 10 y 21 de noviembre (Vicente Ramos y Manuel Molina, 1976, págs. 49-54). Es llamado para el duro frente de Teruel, el 19 de diciembre nace su primogénito Manuel Ramón y le dan permiso para ir a Cox. A mediados de diciembre del 37 es llamado por Enrique Líster y su comisario político Santiago Álvarez al frente de Teruel. Hay certezas de que nuestro poeta estuvo pasando frío glaciar en una tienda de campaña en los Altos de Celadas; entró en el pueblo de Concud, que dista 4 kilómetros al norte Teruel, situado a 994 metros de altitud. Posiblemente también en San Blas, dista 6 kilómetros al oeste de Teruel, situado a una altura de 920 metros. Se duda si entró en Teruel capital el 22 de diciembre. Escribió varios poemas, entre ellos “Teruel”, que se publicó en El hombre acecha. Al tener noticias del nacimiento de su primogénito (Manuel Ramón, nacido el 19-12-39), regresa a Cox y llega el día 24. Ha pasado por Valencia y ha recogido 25 ejemplares de Viento del pueblo, publicado en Socorro Rojo Internacional en septiembre de 1937, y 3.000 pesetas que le dan. ¿Qué hizo Miguel con este dinero? Uno de los primeros ejemplares se lo dedicó a Josefina Fenoll, en Cox, 26 de diciembre de 1937, donde le dice que la niña que va a venir va a ser novia de Manolillo. Este libro tiene un muy discutido prólogo del fonetista Tomás Navarro Tomás, con fotografías de Tina Modotti (conocida por María en España), la amiga de Vittorio Vidali. En la revista valenciana Hora de España recibió críticas adversas por Manuel Altolaguirre; Luis Cernuda lo silenció como Juan Gil-Albert, Sánchez Barbudo o Rafael Dieste; Ramón Gaya salió en su defensa con “Divagaciones en torno a un poeta: Miguel Hernández” (mayo del 38), aunque al ser pintor, mejor se hubiera callado. Alberti estaba muy ocupado con sus obras de teatro, y su semanario El Mono Azul se olvida de citar el libro. Sería porque anteriormente El Mono Azul había publicado cuatro composiciones, y Hora de España, tres. Hernández participó con colaboraciones en la mayoría de revistas republicanas, publicaciones que requieren un estudio bibliográfico independiente. Colabora en libros de poesía urgente o de guerra. Miguel se ha forjado poeta en la guerra, además es cronista de guerra y escritor. En abril del 38 gana un accésit de tres mil pesetas en el Concurso Nacional de Literatura por el drama “Pastor de la muerte”. El primer premio había quedado desierto. Parece ser que nunca cobró este dinero. Otros agraciados fueron Manuel Altolaguirre, Luis Rosales... El 1 de marzo del 1938 apareció, en La Vanguardia de Barcelona, un manifiesto tras escuchar al jefe del Gobierno de la República, firmado por numerosos profesores, escritores (entre los que aparece Hernández), artistas y profesiones liberales. Reposo en Benicasim Con el exceso de trabajo en plena guerra civil, más el esfuerzo literario, se le agravan los fuertes dolores de cabeza que ya venía padeciendo. En el verano del 38 le envían a Valencia, aprovecha para entregar el original de El hombre acecha; en septiembre conoce al compositor judío ruso Lan Adomian, Miguel le entrega “Canción de la sexta división”. El gobierno republicano en el exilio quiere sustituir el “Himno de Riego” por uno nuevo, se elige el de Miguel; con arreglos posteriores de Margarita Nelken se compone el “Nuevo Himno a la República Española”, no estrenado hasta 1957 en México. “Con Miguel compuse tres canciones, una de las cuales, ‘Las puertas de Madrid’ ”, escribe Lan Adomian en su libro La voluntad de crear (Antología comentada, II, Prosa, Jesucristo Riquelme, 2002, pág. 355-368). Le enviarán al Hotel de Reposo para combatientes de Benicasim (Castellón de la Plana), donde conocerá a Buero Vallejo, que después sería uno de los mejores dramaturgos de posguerra. El 10 de octubre del 38 muere su primogénito a los diez meses de edad. Recibe un golpe muy duro. Participará en un poemario colectivo, Versos en la guerra, editado en Alicante el 01-12-38; estaba ilustrado por artistas alicantinos; lo publicará Socorro Rojo Internacional, un cuaderno del PCE. Miguel nombrará e invocará a la lucha a los poetas más reconocidos en su poema “Llamo a los poetas”, que aparece en El hombre acecha, sin embargo, esta edición fue destruida por los nacionalistas en la primavera de 1939 en la imprenta de la Tipografía Moderna. Se salvaron dos capillas, gracias a ellas el libro vio la luz primero en Cupsa Editorial, en 1978, con estudio previo y notas de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia, y una segunda editada por la Casona de Tudanca, Fundación de José María Cossío, 1981. Darío Puccini afirma que “es el único poema, ‘Llamo a los poetas’, en el que Miguel Hernández expone en forma casi exegética sus convicciones de escritor ante el mundo, sus ideas sobre la función de la poesía y su religión poética del hombre”. La poética de Hernández adopta la forma de una práctica ideológica, que cuando construye su sentido, quiere ser una forma de acción social, tal y como se tratará de probar en este trabajo. Hablemos, Federico, Vicente, Pablo, Antonio, Luis, Juan Ramón, Emilio, Manolo, Rafael, Arturo, Pedro, Juan, Antonio, León Felipe. Hablemos sobre el vino y la cosecha. El 4 de enero de 1939 nace su segundo hijo, Manuel Miguel. No dejaría de escribirle a Josefina dándole consejos de cómo debía cuidarle y educarle, pues siempre tuvo en la memoria la muerte de su primogénito. Cárceles y muerte Terminada la guerra busca refugio en su tierra natal, no tiene cobijo ni porvenir, huye hacia Andalucía buscando amigos que le escondan o le den trabajo, como no lo encuentra se encamina hacia Lisboa. Circula la leyenda urbana de que Joaquín Romero Murube le tuvo oculto como jardinero en los Reales Alcázares de Sevilla, de donde era director, para quitarlo de la vista de Franco que por esas fechas estaba allí. En esa fecha ni Franco estaba en Sevilla, ni el general conocía a Miguel. Como no encuentra refugio huye a Cádiz, en busca de Pérez Clotet, pero no le encuentra ya que se hallaba en su pueblo de Villaluenga del Rosario; huye a Huelva donde un camión le lleva a Valverde del Camino para buscar a su abogado Diego Romero Pérez; tampoco le encuentra. Después pasa a la frontera de Portugal; será detenido por la policía salazarista cerca del pueblo de Moura, que le pone a disposición de la policía española (Cuerpo de Investigación y Vigilancia de Fronteras) en Rosal de la Frontera (Huelva), según el atestado. Será uno más de los cientos de miles de presos republicanos; pasará por la cárcel de Torrijos. Se le instruye el sumario de urgencia 21.001. Será puesto en libertad el 15 de septiembre de 1939, se supone que por las gestiones de José María Cossío y no por la intercesión de Pablo Neruda y el cardenal francés. En Madrid visita a su abogado Diego Romero, va por segunda vez a la embajada de Chile (ahora está Vergara, a Carlos Morla le habían destinado forzosamente a Alemania). Se viene para Cox. En Orihuela, después de visitar a los padres de Ramón Sijé, es detenido por “El Patagorda” (José María Martínez) y encerrado en los sótanos del seminario de Orihuela. Después Conde de Toreno (donde se reencuentra con Buero Vallejo, que le hace el famoso dibujo el 24 de enero del 40), Palencia, Yesería, Ocaña, donde va escribiendo su diario íntimo poético, y el dolor de la muerte de su primer hijo. En el Reformatorio de Adultos de Alicante (director Manuel Guerrero Blanco) aparece de nuevo su primer protector, don Luis Almarcha, quien le pide un gesto de reconocimiento del Movimiento Nacional, a cambio de ser atendido de su tuberculosis y tifus en un sanatorio de Porta Coeli (Valencia); aun moribundo renunció a este gesto de traición moral, él era el autor de Viento del pueblo, mantenía su dignidad muy alta, simplemente por principios, como cuando era un joven humillado por su padre y se rebeló contra él. Murió a las 5:30 horas de un sábado el 28 de marzo de 1942, víspera de un domingo de Ramos. Sacaron el cadáver al patio Ramón Pérez Álvarez, Luis Fabregat, Antonio Ramón, Ambrosio y Monera. La banda de presos tocó la marcha fúnebre de Chopin (lo confirmó un preso de confianza, Antonio Ramón Cuenca). Sus padres no vinieron al entierro. Sí vino el hermano Vicente. El dibujante José María Torregrosa dibujó su rostro con pañuelo sosteniéndole la mandíbula. Se hicieron dos dibujos de Miguel muerto, el otro dibujo es de Eusebio Oca; su sobrino, Eusebio Pérez Oca, escribe en Alicante Vivo, el 19 de mayo de 2010: Como podemos ver al comienzo de este trabajo, son dos los dibujos de Miguel muerto. Ramón Pérez recogió una bolsa con documentos, dibujos, escritos y el carné del Partido Comunista de Miguel Hernández. Luis Fabregat, otro preso muy vinculado a Miguel, entrega a su hermana Maruja una capaza con doble fondo donde hay escritos y dibujos. Eusebio Oca guarda muchos recuerdos que pronto verán la luz. Se desata recientemente una discusión sobre estos legados [...]. El caso es que los escritos que guarda y entrega a Josefina Manresa, Ramón Pérez, desaparecen. No se sabe nada del carné del Partido. Leyendo y recordando veo unas contradicciones que no deberían serlo. Es posible que ambas sean ciertas, pues ahora vemos más datos y documentos sobre Miguel Hernández. Curiosamente un dato se me hace fuerte de aceptar. Los que amortajan a Miguel son sus compañeros destacados en la enfermería y el más amigo, el que le puso la toalla alrededor de la cara, intentó cerrarle los ojos con dos monedas “como hacían los griegos”, así me lo dijo, fue Eusebio Oca Pérez junto a algunos más como Miguel Signes; es en este momento y tras la negativa a que Melchor Aracil, que no José María Torregrosa, hiciera una máscara mortuoria. Ramón Pérez estuvo por allí, pero no pudo permanecer por no pertenecer al equipo de la enfermería. Ramón era un gran hombre que hacía de correo con peligro de su integridad. Por lo tanto no niego su afirmación pero no del todo. Signes hace una afirmación contraria a Ramón Pérez. Mi tío Eusebio me afirmó haber hecho un dibujo y esto fue lo escrito por Sánchez al dorso de la ficha de Miguel Hernández, una de las muchas pertenecientes a su periodo de fotos de la cárcel. En mis trabajos en Alicante Vivo sólo expongo lo leído en este Archivo Municipal y, como digo más arriba, en la ponencia de mi compañero del Banco de Alicante, Miguel Signes. Hace años, y aún en vida de Ramón Pérez, se publicó un libro en que afirmaba esta autoría. Nota en el blog Alicante Vivo, del 22 de mayo: Lo que es una lástima, querido Palmeral, es que por cuestión de meses Rovira no haya conocido a la viuda de Eusebio Oca. Quizás sea su muerte la que ha movido la aparición de determinados documentos. Con la comparación de alguno de ellos podríamos aproximarnos a la autoría. Pero yo pienso que por encima de todo están Miguel y su obra. Los dibujos son un acta de la muerte de Miguel. El que los hizo es secundario. Lo importante es que alguien, y fueron varios, se compincharon para burlar al carcelero y dar fe. Lo que siempre he dicho, lo que decía mi padre, muerto en 1968, es que hasta dónde habría llegado este genio. Un abrazo. Firmado: Eusebio Pérez Oca. El entierro fue en coche de caballos. Asistieron Josefina (esposa), Elvira (hermana), Consuelo (una vecina), y dos pintores, Miguel Abad Miró y Ricardo Fuente. Josefina Manresa escribe en la página 145 de Recuerdos de la viuda...: “En la casa de su hermana [Elvira, calle Pardo Gimeno, 15] pasamos la noche sin acostarnos, ella y su marido [Francisco Moreno Soriano], Ismael [Terrés Abadía] —marido de Encarnación, y que llegó de Orihuela después del entierro. Al día siguiente, a las 10 de la mañana [29 de marzo, Domingo de Ramos], se le dio sepultura en presencia de Justino Marín [Gabriel Sijé], hermano de Ramón Sijé, que le extrañó que lo metieran en el nicho por la parte de los pies, cosa que él ignoraba: una prima mía, de Cox; mi tío, hermano de mi madre; Elvira, su marido; Vicente, hermano de Miguel; Ismael; Miguel Abad; Ricardo Fuente; mis tíos, los de la calle San Nicolás y dos hombres que vinieron de Orihuela con Justino; y yo...”. Será Cancionero y romancero de ausencias, para mí, su obra maestra, obra de madurez, póstuma, no publicada hasta el 58 en Lautaro, por el uruguayo Elvio Romero. Para remate de su gloria, los exiliados republicanos en México y Cuba le rindieron homenajes que contribuyeron a engrandecer su leyenda. José María Martínez Arenas, a través de las indicaciones de Luis Almarcha, propusieron a Josefina que si firmaba un documento impidiendo la publicación de Viento del pueblo en España y América, su hijo Manolillo entraría en el Colegio Santo Domingo, pero ella no firmó ese documento. Se le pueden achacar muchos asuntos a Josefina, pero gracias a ella y a sus recelos hoy tenemos y se conserva el legado hernandiano. Conclusión En este primer centenario de su nacimiento, hemos creído necesario contar telegráficamente su vida real, sin tópicos, alejados del mito de genial “pastor-poeta” que llega a la gloria por gracia divina sin mover un músculo. Miguel se muestra ambicioso de su obra, seguro de ser un buen poeta, y es un ejemplo de cómo se forja un poeta auténtico desde su humilde condición, con tesón y dignidad, participando en todos los frentes de la guerra civil y de la literatura, y buscando buenas sombras literarias en las que cobijarse. Además de poesía escribió teatro (menos conocido), prosa y reportajes de cronista de guerra, más un gran epistolario. A su muerte Miguel pasó de ser pastor-poeta a pastor de poetas. Sus Obras completas, que a estas fechas del primer centenario son incompletas, se publicaron en Espasa Calpe en 1992, dos tomos que contienen cerca de 2.800 páginas. Este texto es una conferencia impartida por Ramón Fernández Palmeral en el Ateneo de Alicante, el 25 de marzo de 2010. ** Ramón Fernández Palmeral ramon.fernandez@ono.com Artista plástico y escritor español (Piedrabuena, Ciudad Real, 1947). Reside en Alicante, donde tiene su estudio. Es coordinador de la revista Perito (Literario-Artístico) y de varios portales como Las Lunas de Perito y Como el Rayo. Es autor, entre otros títulos, de La cara atroz del Guernica de Picasso, que además se puede consultar en formato .pdf en la red, así como de numerosos artículos sobre arte y ensayos de temas literarios. Seis de sus libros se encuentran publicados en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com). Imparte charlas y conferencias sobre arte, colabora con la Fundación Miguel Hernández (http://www.miguelhernandezvirtual.com), de Orihuela, y con la Casa Museo Azorín (http://www.azorin.org), de Monóvar. Textos suyos pueden leerse en su página personal, http://ramonfernandez.revistaperito.com/ramon.htm. === Miguel Hernández en mínima y emotiva flor Alfredo Jorge Maxit ==== Una mínima selección de la poesía de Miguel Hernández, en el centenario de su nacimiento. Pequeña antología en la que el corazón es figura central; el corazón varonil y poético, hecho palabra emocionada hasta el silencio. Pareciera que Miguel Hernández hubiera nacido hace mucho más que 100 años (30 de octubre de 1910) y que hubiera fallecido hace mucho menos que 68 (28 de marzo de 1942). Su producción literaria también estuvo marcada por la instantánea del rayo, como su vida. La publicación de su poesía apenas supera los 10 años: desde aquel poema “Pastoril”, aparecido en El Pueblo de Orihuela en enero de 1930, a los poemas de 1941, como “Casida del sediento”. Pasemos por el corazón aquellos mojones. Primero, los versos iniciales de “Pastoril”, en los que ya aparece uno de los motivos fundamentales de su poética: el ay de la pena. Junto al río transparente que el astro rubio colora y riza el aura naciente, llora Leda la pastora. De amarga hiel es su llanto. ¿Qué llora la pastorcilla? ¿Qué pena, qué gran quebranto puso blanca su mejilla? El otro extremo, “Casida del sediento”, fechado en la Ocaña del teatro de su amado Lope, aunque el lugar de escritura no fuera ya un escenario. Arena del desierto soy: desierto de sed. Oasis es tu boca donde no he de beber. Boca: oasis abierto a todas las arenas del desierto. Húmedo punto en medio de un mundo abrasador, el de tu cuerpo, el tuyo, que nunca es de los dos. Cuerpo: pozo cerrado a quien la sed y el sol han calcinado. La misma voz. Con la concentración y el despojo propios de la dolorosa experiencia en sus finales, la Casida. Pero en los dos, la mujer. La mitológica Leda, en el primer poema; la sobreentendida Josefina, tan sufrida y lejana para el hombre físicamente encarcelado, en el segundo. Del jardín crecido con gozos y llantos de la poesía hernandiana, unas pocas, escogidas flores, para que los lectores de ayer y de hoy pasen por el corazón ese decir inconfundible, en algunos de sus tantos registros. 20 No me conformo, no: me desespero como si fuera un huracán de lava en el presidio de una almendra esclava o en el penal colgante de un jilguero. Besarte fue besar un avispero que me clava al tormento y me desclava y cava un hoyo fúnebre y lo cava dentro del corazón donde me muero. No me conformo, no: ya es tanto y tanto idolatrar la imagen de tu beso y perseguir el curso de tu aroma. Un enterrado vivo por el llanto, una revolución dentro de un hueso, un rayo soy sujeto a una redoma. (De El rayo que no cesa, 1934-1935). Cierto que existen obstáculos que pueden entorpecer la debida recepción de este poema. Por un lado: la distinta mirada sobre el amor y sobre la expresión del mismo, en estos tiempos posmodernos. Por otro: el alejamiento del retoricismo en la poesía. Además, el uso del soneto, forma de composición que ha perdido la estimación superlativa de que gozó durante siglos. Frente a tales inconvenientes, los catorce versos levantan —al menos— dos timbres propios de la poesía hernandiana: intensidad y originalidad. Y si bien el soneto, como forma, no parece tan adecuado al presente, conserva todavía —cuando es muy logrado— su carácter de estética criatura, de noble artificio. Verdad que ya no se habla del amor en esos términos. Tal cosa ocurre —creo yo— cuando el amor se convierte en tema de conversación. Pero, ¿qué pasa cuando se está totalmente enamorado de una persona concreta, de ésa con nombre y apellido? ¿Al menos no se vive íntimamente —aquella gloria, aquel suceso— con parecida convulsión? También es verdad que la poesía de Hernández, fiel a su tiempo, a veces paga tributo al ademán retórico. Pero ese ademán, ¿no lleva consigo un sello expresivo sorprendente? Repasemos las dos comparaciones del primer cuarteto. ¿Cualquier lector podría manifestar su falta de conformidad —desesperación, más bien, por no poder vivir totalmente lo encendido— con tanta fuerza imaginativa (huracán de lava) y proclamar la inminencia de ruptura ante la debilidad del continente o presidio de fruta o pájaro: almendra, penal colgante? ¿Y —pasando al segundo cuarteto— qué decir de ese mundo de sensaciones de amor y dolor, de irracionalidad inagotable, provocado por el beso, idolatrado en el primer terceto? ¿Acaso no sigue empujando al seguimiento, a la continua evocación, el perfume de una mujer, movediza imagen de tu (su) huella? En el último terceto, después de las hipérboles reveladoras del ánimo (enterrado vivo por el llanto / revolución dentro de un hueso), el poema concluye con la visualización de una incolora redoma, ese recipiente de vidrio de la casa o del laboratorio, que futuriza la metamorfosis en añicos, no bien el rayo de la pasión cumpla consigo. La pasión a punto de romper todo límite. Es el no puedo más, o lo dado es muy poco para el corazón donde me muero, metaforizado. ¿No sucede esto en muchos momentos del enamoramiento? ¿Pero quién es capaz de decirlo así, tan vivamente de otro modo? Me sobra el corazón Hoy estoy sin saber yo no sé cómo hoy estoy para penas solamente, hoy no tengo amistad, hoy sólo tengo ansias de arrancarme de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato. Hoy reverdece aquella espina seca, hoy es día de llantos en mi reino, hoy descarga en mi pecho el desaliento plomo desalentado. No puedo con mi estrella, y me busco la muerte por las manos mirando con cariño las navajas, y recuerdo aquel hacha compañera, y pienso en los más altos campanarios para un salto mortal serenamente. Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué, mi corazón escribiría una postrera carta, una carta que llevo ahí metida, haría un tintero de mi corazón, una fuente de sílabas, de adioses y regalos, y ahí te quedas, al mundo le diría. Yo nací en mala luna. Tengo la pena de una sola pena que vale más que toda la alegría. Un amor me ha dejado con los brazos caídos y no puedo tenderlos hacia más. ¿No veis mi boca qué desengañada, qué inconformes mis ojos? Cuanto más me contemplo más me aflijo: cortar este dolor ¿con qué tijeras? Ayer, mañana, hoy padeciendo por todo mi corazón, pecera melancólica, penal de ruiseñores moribundos. Me sobra el corazón. Hoy descorazonarme, yo el más descorazonado de los hombres, y por el más, también el más amargo. No sé por qué, no sé por qué ni cómo me perdono la vida cada día. (De Otros poemas, 1935-1936). Hasta pudo haber sido contemporáneo del soneto 20, este poema tan distinto en la forma. Hernández encuentra, probablemente por la cercanía de Pablo Neruda y Vicente Aleixandre, el verso libre, ese cauce que convenía a su expresión a veces volcánica y que el continente del soneto o de otras composiciones tradicionales había peligrosamente sostenido, al borde sucesivo del quiebre. Pero el amor o el desamor prosigue como motivo. Más, es el corazón aquel donde me muero, el que ahora continúa en lucha terca consigo mismo, siempre en el filo. El verso libre expande varonilmente su melancolía como en vuelo hacia abajo. La expresión nueva, esa que también incorpora al verso las cosas a priori menos poéticas, sorprende en la primera estrofa con el zapato como soporte del corazón que, porque sobra, ocupa el centro de atención de todo el poema. Y retorna aquel registro oído del soneto: mi corazón, pecera melancólica / penal de ruiseñores moribundos (antes fue penal colgante de un jilguero) porque ha vuelto también la pena, una sola pena / que vale más que toda la alegría. Sencillamente, nombrando objetos del quehacer cotidiano, como tijeras, navajas, hacha —sucedáneos del carnívoro cuchillo del libro anterior— y alzando la pena hasta los campanarios, Hernández se transporta y transporta al lector hasta la posibilidad, finalmente perdonada, de un salto mortal. Nuevamente el uso hiperbólico de la palabra, en el oficio de expresar el ánimo, el desánimo más bien: Un amor me ha dejado con los brazos caídos / y no puedo tenderlos hacia más. A diferencia del soneto, en el que el pensamiento/sentimiento va derecho hacia el verso final, este poema del descorazonamiento procede dando vueltas rasantes, como sucede con el desaliento. Canción del esposo soldado He poblado tu vientre de amor y sementera, he prolongado el eco de sangre a que respondo y espero sobre el surco como el arado espera: he llegado hasta el fondo. Morena de altas torres, alta luz y ojos altos, esposa de mi piel, gran trago de mi vida, tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos de cierva concebida. Ya me parece que eres un cristal delicado, temo que te rompas al más leve tropiezo, y a reforzar tus venas con mi piel de soldado fuera como el cerezo. Espejo de mi carne, sustento de mis alas, te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo. Sobre los ataúdes feroces en acecho, sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho hasta en el polvo, esposa. Cuando junto a los campos de combate te piensa mi frente que no enfría ni aplaca tu figura, te acercas hacia mí como una boca inmensa de hambrienta dentadura. Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo, y defiendo tu vientre de pobre que me espera, y defiendo tu hijo. Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado, envuelto en un clamor de victoria y guitarras, y dejaré a tu puerta mi vida de soldado sin colmillos ni garras. Es preciso matar para seguir viviendo. Un día iré a la sombra de tu pelo lejano, y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo cosida por tu mano. Tus piernas implacables al parto van derechas, y tu implacable boca de labios indomables, y ante mi soledad de explosiones y brechas recorres un camino de besos implacables. Para el hijo será la paz que estoy forjando. Y al fin en un océano de irremediables huesos tu corazón y el mío naufragarán, quedando una mujer y un hombre gastados por los besos. (De Vientos del pueblo, 1937). Canción última Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto adonde fue llevada con su desierta mesa, con su ruinosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su intensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza. (De El hombre acecha, 1937-1939). Estos dos poemas pertenecen a libros escritos durante la guerra civil española (1936-1939). Tal vez ayuden al lector joven los siguientes datos. 1. El 9 de marzo de 1937, Hernández contrajo matrimonio con Josefina Manresa. 2. El 19 de diciembre de 1937 nace su hijo Manuel Ramón. 3. El niño fallece el 19 de octubre de 1938. Una simple comparación entre los dos poemas, además de las diferencias temáticas fácilmente perceptibles, muestra, en principio, también visibles diferencias formales. Versos extensos y rima total, presencia del yo en cada estrofa, en “Canción del esposo soldado”. Versos más despojados y la leve asonancia (a-a), más sólo una marca del yo (me), en “Canción última”. Pero destaquemos otras cosas. Una de ellas, Hernández se dirige a su esposa —espejo de mi carne, sustento de mis alas— con términos semejantes a los que después empleará en el canto a su segundo hijo, Manuel Miguel —nacido el 4 de enero de 1939— en las Nanas de la cebolla. Otra, la que considero fundamental en estas comparaciones: el deseo de volver a la vida en paz. Y dejaré a tu puerta mi vida de soldado / sin colmillos ni garras (poema 1). El odio se amortigua / detrás de la ventana // Será la garra suave (poema 2). Un día iré a la sombra de tu pelo lejano, / y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo / cosida por tu mano (poema 1). Y en torno de los cuerpos / elevará la sábana / su interna enredadera / nocturna, perfumada (poema 2). “Canción última” es como el penúltimo paso de su evolución poética. Hernández presenta el tema del regreso a la casa, a la vida cotidiana, mediante un logrado distanciamiento de sabor tan actual. La casa se hace cargo simbólicamente de las verdaderas grandes / pasiones y desgracias y lo hace mediante un sobrio trueque entre vacía y el escondido “llena”, implicado en pintada. La casa toma el lugar de los protagonistas sin nombres, de sus sufrimientos (desierta mesa, ruinosa cama). Sin embargo, la pareja aparece elípticamente en los versos siguientes, a través de los besos / sobre las almohadas o por la sábana elevada en torno de los cuerpos. Todo esto, proyectado a un anhelado y cercano futuro en el que el hombre retornará al animal humano, que tanto cantó Hernández: Será la garra suave. Después de esta proyección casi fantasmal de la casa de los hombres, resulta para los lectores conmovedor el ruego del poeta, dicho sin patetismo porque el yo asoma, como recién llegado, al final del mencionado distanciamiento expositivo: Dejadme la esperanza. 21 En el fondo del hombre, agua removida. En el agua más clara, quiero ver la vida. En el fondo del hombre, agua removida. En el agua más clara, sombra sin salida. En el fondo del hombre, agua removida. (De Cancionero y romancero de ausencias, 1938-1941). La poesía de Hernández, como su vida, alcanza prematuramente el despojo, la desnudez de la palabra. Este poema, escrito entre los finales de la guerra y su vida-muerte en la cárcel, llega a los oídos como un balbuceo. Las vivencias están por debajo, ocultas en el símbolo del agua removida que la guerra llevó a la superficie. Todos los anhelos, los pájaros que no han podido ser estrangulados sin sentir herida la conciencia, se vuelcan ahí: En el agua más clara / quiero ver la vida. En el agua de plena luz, donde la sombra no tiene salida. La poesía llama a la meditación y al silencio. ** Alfredo Jorge Maxit alfredojorgemaxit@yahoo.com.ar Escritor argentino (Colón, Entre Ríos, 1942). Ha publicado los libros de poesía Entre tierra y canto (con Walter Ocampo, 1981), Luz rala (1992) y Entre luces (1996); de crítica literaria, En tu hermosura. Homenaje a san Juan de la Cruz y a fray Luis de León (1991) y Agua del buen manantial. Homenaje a Antonio Machado (1995); y el ensayo La cartera del padre Lantelme. Escritura y personalidad del primer párroco de Colón (1996). === Dos poemas en homenaje a Miguel Hernández Efi Cubero ============= *** Mesa con cebollas “Todas las casas son ojos que resplandecen y acechan...” M. Hernández. I La usura salda a veces las cuentas con el rito al aflorar del suelo lo enterrado. Mira su rostro familiar de surcos, libre y noble sonríe ofreciéndonos paz de bienvenida. Ya sin las negras huellas sobre el hielo, puertas hacia la luz clara y diurna, con su vaivén de arrullo nos reciben sobrias sobre la mesa las cebollas. Capa a capa desvelan su envoltura de tierra, su desnudez de escarcha. Quebradizas esferas, puras como la nieve en esta hora en que atrapas instantes y recorres con ojos despiertos y esenciales, un libro abierto al tiempo, como un soplo de vida que acunó desventuras. II Traslúcidas preservan esa imagen del sueño transparente que una vez fue trocado en pesadilla. Conmueve, este dolor sin voz de los presagios cuando se sabe que el aire encendido destruyó lo más limpio y lo más noble que arropa al ser humano. Fluyen y están ahí, de un salobre sabor nunca fingido, humilde testimonio casi sacrificial en su palpitación de soliloquio. Tiemblan los ojos, y se enrasan, tiemblan, cuando ojeo estas cebollas, les doy una ojeada: Las hojeo, como se leen los versos que alumbran la intrahistoria al margen de los brazos tibios de la ternura. Como un milagro súbito, desgarrado e hiriente, me hacen sentir físicamente el frío; los estragos del hambre, de las desolaciones... Son páginas que guardan el llanto de la noche sin consuelo, el azufre del viento de los aciagos días mezclado en la cadencia, desesperada y dulce, de una nana que agita los silencios del mundo. *** Patio con higuera “Todas las casas son brazos que se empujan y se estrechan”. M. Hernández. Seduce este volver sin abandonos. Prolonga la mañana sobre esta luz herida la pasión transitada, forjando gota a gota su elegía. Si el cuerpo permanece entre barrotes cruda es la libertad de la palabra, al final vencedora de tanta luminaria, ofuscación perpetua de dogmas y proclamas... (Lo que se sabe derrotado siempre vocifera victorias) Torso del hombre, hoguera de secretos latidos incrustados donde apoyar la frente convictos sobre el aire la sombra y la sospecha. Espacios de la ausencia, un pensamiento guarda lo que ensancha la fuga. Dureza extrema, transparente verbo, augural energía que sostiene este pulso latente de la higuera, reiterativa sombra de lo que no se advierte y alerta permanece tras la corazonada que dispuso el silencio. Sangradura del tacto, volcando sobre el tiempo este desfogue de un pacto con la luna que es perita en lealtades. Tras la amarga raíz premonitoria, trama la savia su paciente anhelo deslizando su luz ennoblecida por la tinta secreta que los frutos esparcen en su ritmo constante, como el perenne ciclo que arrostrara un destino. Una incisión, cumplida la frescura de lo que pese a todo prevalece; el verdor como un cuerpo que retoña en palabras en la ascensión vital de su estatura. Nos herirá el asombro más allá de un adentro estremecido nos herirá el asombro; el frescor de la lluvia deslizándose vivo entre las hojas, o sobre las pasiones, lavando las heridas que lentas cicatrizan sobre los algodones o entre las azucenas. Sobre inútiles rejas por donde el verbo escapa por sus fueros al alba con la vida aguardando, como entonces y ahora, las palabras que cantan: lo que el viento no olvida. ** Efi Cubero Escritora española (Granja de Torrehermosa, Badajoz, 1949). Estudió historia del arte, lengua y literatura en Barcelona, donde reside. Ha publicado los poemarios Fragmentos de exilio (1992), Altano (1995), Borrando márgenes (2004) y La mirada en el limo (2005). Poemas y relatos suyos han formado parte de las antologías Kylix (1992), Estrechando círculos. Antología de escritores extremeños y colombianos (1999), La narración corta en Extremadura. Siglos XIX y XX, T. III (2000), Ficciones ERE (2001), Antología de poetas extremeñas (Mérida, 2002), Compilación de relatos y Cuentos ilustrados (2004), entre otras. Es corresponsal de la revista Frontera en Barcelona y colaboradora habitual de Revistart (Revista de las Artes) y Ventana Abierta, entre otras publicaciones. Ha publicado también numerosos artículos, prólogos y extensas entrevistas (Javier Cercas, J. A. Goytisolo, Joan Brossa, Arnau Puig, José María Valverde, Rafael Moneo, Rufino Mesa y otros). Parte de su obra ha sido traducida al francés —Peut ce vent, por Alain R. Vadillo—, al braille y al inglés —sobre la obra de Doménech, Chiaroscuro y Meditations, editado por Washington Green Fine Art Publishers (Birmingham; http://www.washingtongreen.co.uk). También ha participado en varias exposiciones de arte contemporáneo con la revista objeto Lalata, con poemas visuales: Efigrafías, Strangers in the night, Pinzamientos, Ónfalos, presentes en Estampa, Arco, Euskal Erico Poesía Esperimentalaren i. Jardunaldiak, Sin.Con.Texto (Espacio Contemporáneo Arte Toledo), o ArtistaAlbacete en el Palazzo Magnani (Reggio Emilia, Italia), en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es), entre otras. === Miguel Hernández Gilabert Gloria Cepeda Vargas =================== El 30 de octubre de 2010 se cumplirá el primer centenario del natalicio de uno de los poetas mayores de la España contemporánea. Hablo de Miguel Hernández Gilabert, hijo de Miguel Hernández Sánchez y de Concha Gilabert Giner, el alicantino que, entre rebaños de cabras montaraces y el viento serrano de su Orihuela natal, nos dejó una imborrable lección de honor y valentía. Este poeta singular que según Pablo Neruda tenía “una cara de patata recién sacada de la tierra”, es el mismo muchacho campesino enamorado para siempre de Josefina Manresa: “Una querencia tengo por tu acento / una apetencia por tu compañía / y una dolencia de melancolía / por la ausencia del aire de tu viento” (El rayo que no cesa, 1934). No sé si formó parte de la Generación del Veintisiete. De ser así, habría sido el más joven de todos. Lo que sí nos legó fue una coherencia casi suicida de pensamiento y actitud presente aun en los amargos momentos que empezaban a doblar por su vida en una celda fascista del Reformatorio de Alicante. El paso del tiempo afina su voz. Su palabra poética, nacida entre breñas y aguas duras, floreció sola. Hijo de labradores ocupados en el pastoreo y el desuello de las cabras que representaban el único patrimonio familiar, surgió como un iluminado en esos suelos de injusticia. Mientras cuidaba de las cabras, escribía. Los riscos que lo vieron nacer fueron testigos de cómo fue saqueado hasta la médula por el sentimiento y la palabra. Sus primeras influencias vienen de Virgilio y Garcilaso. Posteriormente leería con avidez a Antonio Machado, Gabriel y Galán y Juan Ramón Jiménez, quien para entonces ejercía magisterio indiscutible entre los jóvenes poetas de la Generación del Veintisiete. Publicó sus primeros poemas en periódicos y revistas oriolanos a los 18 años de edad. En 1931, animado por sus amigos, viajó a Madrid con ánimo de darse a conocer. La ciudad lo aturde y escribe: “Iba mi pie sin tierra ¡qué tormento! / vacilando en la arena y en los pisos / con un temor continuo, un sobresalto / que aumentaban los timbres, los avisos / las alarmas, los hombres y el asfalto / ¡ay! ¡cómo empequeñece / andar metido en esta muchedumbre!”. Después de un año de frustraciones y desencantos, regresó a su tierra y dio comienzo a Perito en lunas, un poemario resuelto en octavas reales, con influencia gongorina, publicado en Murcia en 1933. Son notables aquí el dominio del lenguaje y el uso acertado de recursos lingüísticos. En 1934 ve la luz su auto sacramental “Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras”. En ese año vuelve a Madrid, entabla amistad con García Lorca, Alberti, Altolaguirre y sobre todo con Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. Después vendría El rayo que no cesa, donde incluyó la honda elegía escrita para su amigo y compañero del alma Ramón Sijé: “Yo quiero ser llorando el hortelano / de la tierra que agitas y estercolas / compañero del alma, tan temprano...”. Este libro reúne “El silbo vulnerado” e “Imagen de tu huella”, ambos resueltos en sonetos de maestría notable. Empieza a hacerse visible su compromiso republicano con una poesía combativa y denunciadora. El año de 1936 marca el inicio de la Guerra Civil Española y el asesinato de García Lorca. Se alista entonces en el Quinto Regimiento. Viaja a Rusia para asistir al V Festival de Teatro Soviético. Publica en este contexto Viento del pueblo (1937), una obra social y política. Ya para entonces su compromiso político es evidente. En el mismo año, en un breve paréntesis, entre los fuegos de la guerra, se casa con Josefina Manresa, quien sería única inspiradora de su poesía de amor: “He poblado tu vientre de amor y sementera / he prolongado el eco de sangre a que respondo / y espero sobre el surco como el arado espera / he llegado hasta el fondo”, dice en la “Canción del esposo soldado”. Ve la luz entonces su visceral Teatro en la guerra, que con el drama “Pastor de la muerte”, da fe de la tragedia que se abate sobre los campos españoles. A estas alturas, su poesía escindida entre las experiencias bélica y carcelaria y su aguzada sensibilidad, deviene en las desgarradoras “Nanas de la cebolla”, poemas dedicados a su primer hijo y emblemáticos de su ya madura producción: “Alondra de mi casa / ríete mucho / es tu risa en los ojos / la luz del mundo / ríete tanto / que mi alma al oírte / bata el espacio”. El nacimiento de este niño lo sorprende en el frente de Teruel. Sólo diez meses vivió: “Diez meses en la luz redondeando el cielo / sol muerto, anochecido, sepultado, eclipsado”, le escribió como epitafio de adolorida ternura. Su segundo hijo nace en 1939 y le devuelve la alegría. En ese año, en versos alejandrinos, con El hombre acecha, canta el valor de los soldados en el frente y parece intuir el final de la guerra. Ya reducido a prisión, escribe en la cárcel Cancionero y romancero de ausencias, que no verá publicado. Después vendrían las separaciones del terruño y de los seres amados, la lucha sin cuartel en una patria llena de cicatrices, el choque con el día a día, el paso por distintas cárceles españolas, el abandono de su familia y de muchos de sus amigos. Mediante la intervención de influyentes amigos, sale libre. En Orihuela, su pueblo, es delatado. Nuevamente prisionero, se le condena a muerte y esta pena es conmutada por la de treinta años de prisión que no alcanzó a purgar. Fue amigo de muchos de los integrantes de la Generación del Veintisiete aunque no compartió su vida en la Residencia de Estudiantes de Madrid. De manera especial Vicente Aleixandre estuvo cerca de sus melancolías y alguna vez escribió recordándolo: “Era confiado y no aguardaba daño. Creía en los hombres y esperaba de ellos. No se le apagó nunca, ni en el último momento, esa luz que por encima de todo, trágicamente, le hizo morir con los ojos abiertos” (De Los encuentros, de Vicente Aleixandre). Pablo Neruda publicó en 1933 su Residencia en la tierra y en esa fecha se conocieron en Madrid. Como homenaje al hombre y al poeta, diría evocándolo más allá del eterno silencio: “Y éste fue el hombre que aquel momento de España condenó a la sombra. ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de su corazón purísimo!”. Para entender la importancia que reviste su obra, es necesario conocer las circunstancias históricas que lo vieron nacer y morir. Su corta vida y su muerte, abonadas con toda clase de inconsistencias y crueldades, es ejemplo de cómo ciegan el corazón humano la intolerancia religiosa y política. Fueron los suyos tiempos de barbarie. Como potros chúcaros, falangistas y republicanos se destrozaron a dentelladas en un torpe combate fratricida que arrasó con lo mejor de la juventud española de entonces. Ahí cayeron, engullidos por ese confesionalismo armado, Federico García Lorca y Miguel Hernández, y debieron abandonar sus querencias Rafael Alberti y Luis Cernuda. Como ejemplo de honestidad y valentía, persisten las palabras que pronunció en ese ambiente de intolerancia feroz: “Los poetas somos viento del pueblo. Nacemos para pasar soplando a través de sus poros. El pueblo espera de los poetas con los ojos y las orejas tendidas al pie de cada siglo”. Vino al mundo en un país clerical e ignorante abocado a inesperadas transiciones políticas. Ahí, el forcejeo desatado entre el poder civil y el militarismo desmandado escribió uno de los capítulos más siniestros de su historia. Esas convulsiones que anunciaban el principio de la dictadura de Francisco Franco, influirían poderosamente en su obra literaria haciendo de su poesía la expresión más pura de la época. Murió tuberculoso y abandonado el 28 de marzo de 1942 a los 32 años de edad. Quedan para aprendizaje de todos, su limpia caparazón de acero y su sencillez tan escasa entre las aves del “nuevo gay trinar” a que aludió Machado. A 68 años de silencio, truena su verso combativo como ratificación de compromiso republicano entre las trincheras y la pólvora del Quinto Regimiento: “Sangre, sangre por árboles y suelos / sangre por aguas, sangre por paredes / y un temor de que España se desplome”, y clama su corazón de pájaro prisionero en un mundo que no entendió jamás: “Me quiero distraer de tanta herida / me da cada mañana / con decisión más firme / la desolada gana / de cantar, de llorar y de morirme” (Otros poemas, 1935-1936). ** Gloria Cepeda Vargas gloriacepe@hotmail.com Escritora y periodista colombiana (Cali). Residió en Caracas (Venezuela) durante muchos años. Ha publicado los poemarios Bajo la estrella (1954), Poemas de los hijos (1960), Cantos de agua y viento (1996, ganador del Premio de Poesía Jorge Isaacs 1995, otorgado por la Gobernación del Valle del Cauca), Carta a Manuel (1996), Poemas del exilio (1999) y En Colombia y ahora (2003). Pertenece al Círculo de Escritores de Venezuela. La Cámara de Comercio de Popayán le concedió en 2006 el título de Personaje Cultural del Año. ||||||||||| ESPECIAL: MARIO VARGAS LLOSA AL CLAROSCURO |||||||||| === Vargas Llosa: tres miradas personales Alfredo Herrera Flores ===== 1 Que Mario Vargas Llosa haya obtenido el Premio Nobel de Literatura es una noticia que a todos alegra y por muchas razones. Y no está mal que, ahora que la fama puede salpicar a muchos, todos digan, también por muchas y particulares razones, que son amigos del autor de La ciudad y los perros, como el presidente chileno, el rey de España, los hinchas de Universitario o yo. Sabido es que incluso el propio Vargas Llosa había perdido la esperanza de obtener el premio luego de que estuviera en las listas de favoritos por más de veinte años. Allá por 1993 o 1994, poco después de que se premiara al mexicano Octavio Paz (1990), era inminente que se lo darían a nuestro compatriota, y hasta se habían preparado algunas celebraciones; entonces, mi amigo Hugo Yuén, poeta, abogado, periodista e infatigable peregrino nocturno, y yo, le escribimos una carta a Mario, dos o tres días antes de que se anunciara la noticia del premio, felicitándolo por haberlo ganado. Obviamente no ganó, pero unos días después recibimos la respuesta en fino papel membretado con el nombre de MVLL agradeciéndonos la deferencia y contándonos que le había emocionado nuestra carta. Tal vez esa haya sido la primera felicitación formal que recibió Vargas Llosa por haber ganado, dos décadas después, el esquivo premio. Lo interesante es que a pesar de la fama y sus ocupaciones, Vargas Llosa no descuidaba responder a conocidos y desconocidos. Otro amigo arequipeño llevaba en la billetera una carta, ya descolorida y gastada, que el autor de La casa verde le escribió luego de haber leído un cuento suyo. Luego de conocerse lo del premio, otro amigo recordaba el momento en que, treinta y cinco años después, el intelectual peruano lo reconoció en una conferencia; él había ido a escuchar la conferencia del literato sin imaginar que éste recordaría que en su etapa universitaria habían recorrido juntos bares y prostíbulos de una ciudad del sur. Tal vez fue el año 2000 cuando Vargas Llosa volvió a Arequipa para dictar conferencias y recibir homenajes y yo cumplía labores periodísticas. Siempre vi al escritor como alguien difícil de acceder, pero como tenía que cumplir el encargo reporteril lo seguí en una camioneta repleta de periodistas que tenían el mismo objetivo. Él iba en otro vehículo que, inexplicablemente, lo dejó solo en la puerta de la Facultad de Enfermería de la Universidad San Agustín de Arequipa; todos los demás lo esperarían en una sala de conferencias, lejos de allí. Me acerqué a él, lo saludé y caminamos y conversamos por más de una hora, de todo menos de literatura, hasta llegar a la sala donde lo esperaban, desordenados y apretados como siempre, decenas de periodistas. Entramos juntos, nos fotografiaron, y antes de despedirme saqué de mi maletín un ejemplar de La guerra del fin del mundo para que lo firmase, y yo le firmé ejemplares de mis libros de poesía, y nos dimos un fuerte abrazo. No nos volvimos a ver ni a comunicar. Yo me desencanté de la figura mítica de Vargas Llosa, perdí la emoción de admirarlo, preferí no haber hablado nunca con él. Entonces pensé que esta anécdota la podría contar después de conocer la noticia de su muerte, pero preferí adelantarla para esta vez, en que más bien se deben alzar las copas para celebrarlo, es una inmejorable ocasión, porque además soy su amigo. 2 A Mario Vargas Llosa sólo le faltaba que le den el premio de la policía canina o la medalla de honor de la tienda de la esquina. Ya lo había ganado todo y sólo el escurridizo Premio Nobel parecía esquivo con él. La mayoría dice que esta vez la Academia Sueca, encargada de otorgar este fabuloso premio, ha actuado con justicia, lo que es a su vez injusticia para autores como el novelista Ernesto Sabato o el poeta Juan Gelman y como lo fue para Jorge Luis Borges. El peruano se había convertido, hace ya varios años, en un referente obligatorio en el proceso de la literatura universal gracias a su aporte en la renovación formal de la novela latinoamericana. De acuerdo al escueto comunicado de los organizadores y promotores del Nobel, el premio se le otorga en reconocimiento a la integridad de su obra, “por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual”. Si bien esto es muy cierto, creo que esta mirada se puede apreciar mejor en su labor de periodista, y no precisamente en su obra narrativa, donde la ficción, la estética y el drama humano se han visto envueltos en una revolución artística promovida por él mismo y aprendida de otros genios como Flaubert, Faulkner u Onetti. Paralelamente a la escritura y publicación de sus novelas, en las que recrea los ángulos más oscuros del poder, la violencia y el drama del hombre derrotado pero a la vez aferrado a sus esperanzas, Mario Vargas Llosa ha ejercido el periodismo con una lucidez envidiable. No se ha guardado nada. Se ha enfrentado a quienes tenía que enfrentarse y se ha aliado con quienes creía debería hacerlo. Su errático camino por la política, en el que ha ido del comunismo al liberalismo, y por lo que ha recibido las más fuertes y agrias críticas de sus detractores, ha resultado siendo, más bien, un ejemplo de trabajo ético, de consecuencia con lo que se piensa más allá de anclarse en un dogma, pensando en primer lugar en la condición humana, en las libertades y los derechos humanos. Su trabajo periodístico, en el que se inició antes de cumplir los quince años, le enseñó a saber mirar la realidad, no sólo la peruana, sino la de una sociedad global heterogénea y siempre convulsionada, y al mismo tiempo a plantear ideas de cambio, renovación y transformación social. Probablemente sea el periodismo el oficio intelectual que más se vea beneficiado con la obra del autor de Contra viento y marea y Sables y utopías después de la narrativa. Sea oportunidad para repasar sus artículos periodísticos, sus crónicas respecto a sociedades y países convulsionados, sus entrevistas a escritores y líderes políticos, sus intervenciones en los foros intelectuales y sus discursos por los premios recibidos. Pero sobre todo sea oportunidad para aprender y practicar el buen periodismo. 3 A Vargas Llosa lo odia medio mundo. Una estudiante de periodismo me decía que lo odiaba a muerte porque no entendía sus novelas, y esa opinión también vale. Unos intelectuales puneños decían que había que quemar sus libros porque siempre ponía al altiplano como zona de castigo de sus personajes, que mostraba a la sierra como el peor lugar del mundo; claro, era mala propaganda, y otros decían que nunca había revalorado las culturas quechua o aymara. Evo Morales y Hugo Chávez lo odian y hasta lo han expulsado de “sus” países. En Arequipa una estudiante lo odia luego de que no le quiso firmar su libro porque era pirata. Los cubanos lo odian, los chilenos le gritaron de todo cuando se apareció en la campaña presidencial de Piñera. Lo odian los que aman a Arguedas. Y hasta García Márquez lo odió luego de que le puso el ojo morado de un derechazo. La lista podría crecer, pero no se trata de eso. Un intelectual siempre genera odios y fraternidades, y esos odios y esas fraternidades provienen de las ideas. Vargas Llosa fue atrevido desde su temprana juventud, revolucionó la narrativa; defendió las novelas de caballería a riesgo de terminar como el autor y personaje más notables de este género, Cervantes y don Quijote; criticó las dictaduras y el abuso de poder, retratándolos en sus novelas, reprochándolas en sus artículos periodísticos y combatiéndolas en sus ensayos. Se equivocó muchas veces, como en su informe sobre el caso Uchuraccay, que investigó la muerte de ocho periodistas en Ayacucho, como en su floja visión del terrorismo en su novela Historia de Mayta, o como en su mal cálculo político al postular a la presidencia del Perú. Y por eso también lo odian. Precisamente esa relación de amor-odio que generan los artistas e intelectuales en la gente, especialmente en la gente común y corriente y los pobres de espíritu, es la que los termina por valorar. Y ahora estamos celebrando, incluido ese medio mundo que lo odia, el resultado y el valor de las ideas. A seguir celebrando mientras repasamos algunas de las más memorables páginas del autor de Conversación en La Catedral, La tía Julia y el escribidor, Los cachorros, Los cuadernos de Don Rigoberto, El hablador, El paraíso en la otra esquina, La señorita de Tacna, La fiesta del chivo y un largo etcétera. ** Alfredo Herrera Flores lfrd.herrera@gmail.com Escritor y periodista peruano (Lampa, 1965). Estudió periodismo y literatura en Arequipa, donde se publicaron sus primeros artículos y poemas. Ha publicado los libros de poesía Etapas del viento y de las mieses (1986), Recital de Poesía (Flordecactus Editores, Arequipa, 1990), Elogio de la nostalgia (Lluvia Editores, Lima, 1995), Montaña de jade (Ediciones Copé, Lima, 1996), Mares (Lago Sagrado Editores, Lima, 2002) y El Laberinto (Lampa, 2008). Ganador del Premio Copé de Poesía de 1995 con Montaña de jade, y finalista en las ediciones de 1988 y 2001. Mantiene las columnas El barco ebrio y Crónicas urbanas, así como una bitácora literaria en http://lasillaprestada.blogspot.com. === El Nobel de Literatura en tres patas: antes y después ================= === Rolando Gabrielli ===================================================== Dos de estas crónicas fueron escritas antes de que la Academia Sueca oficializara el nombre de su escogido para este año. Hay un antes y un después. En las primeras se deslizan algunas ideas, especulaciones en el premio mayor de la especulación literaria global. Escogí, de antemano, un ganador latinoamericano, el poeta Juan Gelman, antípoda del laureado, el peruano Mario Vargas Llosa. La historia y la vida de ambos escritores es diametralmente opuesta, a pesar que ambos son suramericanos. Políticamente son también el reverso de la moneda latinoamericana. Vargas Llosa es optimista con el futuro de América Latina, hoy con democracia, a excepción de Cuba y Venezuela, enfatiza. Gelman acaba de cerrar la Feria de Frankfurt, diciendo que le parece que empezamos una nueva era de golpes de Estado, con Honduras y Ecuador; hay que estar en estado de vigilia permanente. La poesía, como género, sigue en el limbo editorial y también en la premiación del Nobel, como apuntan mis observaciones. Gelman recoge este guante en Frankfurt: “El problema de la poesía y el arte en general es que está vinculado con fenómenos sociológicos más complejos. La poesía no es una isla de la realidad. Peor que el poeta que vende poco es la situación de la gente que no puede leer; no sólo por el precio del libro, sino por la situación de pobreza, que me parece más grave que lo otro. La poesía siempre estuvo arrinconada en los catálogos de las editoriales; pero la necesidad de escribir poesía siempre va a existir”. Aquí están los textos para que el lector concluya. Vargas Llosa es un novelista de excepción, crítico agudo, y aunque la política es uno de sus oficios esenciales, leamos sus libros de ficciones y realidades convertidos en literatura. I. Azar del Nobel sueco Hace unos días, 18 académicos suecos decidieron quién es el Premio Nobel de Literatura 2010. En paralelo, la casa de las apuestas del Nobel, Ladbrokes, juega con los posibles ganadores. Hace 13 años, toda una cábala, no gana un poeta. ¿La taquilla manda? ¿Los poetas no venden? ¿La novela es la reina del Nobel? ¿Hasta los suecos se hacen los suecos con la poesía? El máximo galardón de la consagración literaria global en la Tierra, saca más preguntas que un N.N. Este año he visto menos emoción y atención sobre el lauro, que es pura dinamita, por lo explosivo que suelen ser a veces sus resultados. En menos de 48 horas se acabará el misterio, pero quedan algunas horas sagradas para que se filtren los posibles candidatos que pudieran alzarse con la premiación. Los académicos sólo votarán por protocolo, de manera ordenada, porque ya tienen el ganador en cada una de sus mangas. Hubo humo blanco. El suspenso para ellos ya pasó. Cada verano sueco se reúnen con los materiales a leer y van sacando sus conclusiones. Tienen una lista probable de antemano. Esa antesala me parece la más interesante. Cómo van descartando autores y por qué. Ese es el submundo real de la literatura con visión sueca. Y cómo se atraviesa el espíritu ganador en las cabezas suecas. Detrás queda la hojarasca de los posibles nobeles, páginas y páginas, horas de lecturas, revisiones, comparaciones, alusiones, devociones, emociones, interpretaciones, discusiones, en una palabra, ser lector. ¿Premian a quien gana al lector? Seríamos ilusos al pensar sólo en la lectura. Existen múltiples factores para que cuadre o no el círculo del Nobel: posición geográfica, política, todos los requisitos del Nobel, la época, y lo que puede significar el impacto del autor galardonado en el mundo actual. Su autor se transforma en una hazaña de múltiples coincidencias y factores. ¿Cuál es el principal ingrediente del Nobel? ¿Una sorpresa anunciada? El 7 de octubre es el gran día. Habrá sólo un ganador. Nadie más será recibido por el rey de Suecia. Sólo él o ella, en la fiesta de la palabra universal. Uno para grandes titulares, la mayoría quedará en posibilidades. En la antesala de la espera, se desespera el más atildado, sereno, indiferente, resignado escritor. Habrá un gran discurso. ¿Se nos contará cómo se inició en la literatura? ¿Se referirá al caótico planeta donde escribe, piensa, vive, hace sus necesidades? Tomas Tranströmer, poeta sueco, es uno de los favoritos que encabezan la lista de los probables con el también bardo africano, Ngugi wa Thiong, quien saltó al tope de la lista de los “más probables”. El surcoreano Ko Un, y el libanés nacido en Siria Adonis, ambos poetas, también son considerados para esta vuelta. Pero, diría, no olvides a los prosistas que tienen carrera dentro del Nobel, años de estar enlistados. Por cábala no vamos a incluir más nombres. Los dejaremos al azar sueco, a la magnífica arbitrariedad de los académicos escandinavos, fríos, seguros, conocedores de su oficio. A su ojo inapelable. II. La hora de Gelman Si, en el azar de los azares, el Premio Nobel se lo concedieran a Juan Gelman, poeta argentino, se haría justicia con Argentina, una nación que ha dado grandes escritores, como Borges, Cortázar, Arlt, Sábato, poetas, artistas singulares, creadores de la plástica, música. La historia nos habla de una Argentina rica, vasta, cosmopolita, multicultural, abierta, espléndida para los inmigrantes de cualquier parte del mundo. También se premiaría a América Latina, subcontinente de poetas, ya que el último reconocimiento recayó en el mexicano Octavio Paz, hace dos décadas. Hace 13 años los académicos suecos no premian a la poesía como género. No es noticia que Borges se perdió en su propio laberinto cuando visitó y se auto homenajeó con Pinochet, lamentablemente. Era un Premio Nobel absoluto. Hoy, Borges y Cortázar son figuras primerísimas en Frankfurt, la Feria del Libro alemana para editores, donde Argentina es el país invitado. Su presentación se basa en sus iconos, Borges, Cortázar, el Che, Gelman y otras figuras míticas de la literatura y arte de la nación trasandina. La memoria, sin embargo, es el protagonista de esta Feria. Un país donde la Triple A cazaba a los escritores como conejos y los convertía en trofeos de la muerte, el olvido, la desaparición. La memoria les rescata del olvido y pone en su lugar la palabra. Juan Gelman, quien vive exiliado en México, representa la diáspora latinoamericana y es un protagonista de esta historia convulsionada de América Latina, que refleja la lucha cotidiana por la propia sobrevivencia. La vida de un poeta es la de la propia poesía, aunque Gelman ha sido consagrado con el premio Cervantes, antesala al Nobel. En unas cuantas horas sabremos si el nuevo Premio Nobel de Literatura año 2010 es africano, asiático, estadounidense, latinoamericano, europeo o sueco, como algunos no cesan de repetir. En esta lotería Gelman ocupa el octavo lugar. Son datos. Nada más. Pequeñas pulsaciones. Juego de dados. Apuestas. En el largo listado, que encabeza el narrador norteamericano Cormac McCarthy, figuran Ernesto Cardenal, Carlos Fuentes, Eduardo Galeano, Mario Vargas Llosa y Néstor Amarilla, todos latinoamericanos con la excepción del hispanolatino VLL. He ilustrado esta nota dispar, de última hora, desde el Sótano de mi escritura y lecturas, con una portada antigua de un libro de colección de Gelman, editado en 1970, época brava en el Cono Sur, por la Editorial Quetzal de Argentina, y comprado en Santiago de Chile en 1971. La edición, advierte su contratapa, reúne en un tomo sus cuatro primeros libros: Violín y otras cuestiones, El juego en que andamos, Velorio del solo y Gotán. Títulos prácticamente inhallables hoy. En Violín y otras cuestiones, editado en 1956, el poemario arranca con un epígrafe que dice: Quién pudiera agarrarte por la cola magiafantasmanieblapoesía Acostarse contigo una vez sola y después enterrar esta manía. ¡Quién pudiera agarrarte por la cola! Una confesión propia de un poeta, pedir todo a la poesía y después abandonarla. La poesía seguirá siendo lo inefable, como la Musa que se viste de silencio o se entrega como una colegiala frente a la página en blanco, como sábanas revueltas. Cero explicación. En Gotán, Gelman nos dice, quizás palabras premonitorias, tal vez palabras. Sólo las próximas horas nos lo dirán: Condecoraron al señor general condecoraron al señor almirante al brigadier, a mi vecino al sargento de policía y alguna vez condecorarán al poeta por usar palabras como fuego como sol como esperanza entre tanta miseria humana tanto dolor sin ir más lejos. La poesía de Gelman se cruza con su vida, como debe ser en un verdadero poeta. Quien ha leído a Gelman conoce su historia, que forma parte de la negra historia del Cono Sur, porque la tragedia no fue privilegio de unos pocos. El poeta tuvo la generosidad de seguir viviendo y escribiendo, aun desde las ruinas del poema. La historia puede salir por la puerta trasera, pero siempre alguien la encuentra. Gelman caminó, vagó, por el espinazo de sus desgracias y ausencia de la propia Argentina, su falta de lengua para su escritura en Italia. Nunca perdió la memoria, se ató a ella y emprendió un largo viaje hacia su propio dolor. Nada ni nadie pudo detener al padre y al abuelo, al poeta, que buscaba los restos de su hijo y nuera, y a su nieta. La realidad superaba la poesía y cualquier ficción, al mismo horror. Gelman supo mantenerse en pie. Finalmente se reencontró con su pasado, siempre en presente, actuó, y no dejó que el delito y la injusticia borraran la memoria como una gran sombra insuperable. Todo quedó atrás y nada se olvidó. La poesía carga la intensidad de su propio lenguaje. Gelman es un cronista de su tiempo, audaz, incisivo, informado, documentado. No me refiero a su poesía, en esta oportunidad, sino a su periodismo. Lo ejerce como una denuncia a su época. Es un aspecto insoslayable de su vida intelectual. Esta es la lista de las apuestas. No oficial. Cormac McCarthy 5/2 Ngugi wa Thiong’o 7/2 Haruki Murakami 6/1 Gerald Murnane 12/1 Ko Un 12/1 Adonis 13/1 Tomas Tranströmer 13/1 Juan Gelman 15/1 Les Murray 15/1 Joyce Carol Oates 16/1 Peter Nadas 15/1 Alice Munro 16/1 E. L. Doctorow 22/1 Thomas Pynchon 22/1 Amos Oz 25/1 Claudio Magris 25/1 John Ashbery 25/1 Mario Vargas Llosa 25/1 Ulrich Holbein 25/1 Adam Zagajewski 33/1 Assia Djebar 33/1 Carlos Fuentes 33/1 Maya Angelou 33/1 Philip Roth 33/1 Vaclav Havel 35/1 Arnot Lustig 40/1 Don DeLillo 40/1 Javier Marías 40/1 Yves Bonnefoy 40/1 Chinua Achebe 45/1 Juan Marsé 45/1 Margaret Atwood 45/1 Peter Handke 45/1 Shlomo Kalo 45/1 A. B. Yehoshua 50/1 Antonio Tabucchi 50/1 David Malouf 50/1 Milan Kundera 50/1 Anne Carson 55/1 António Lobo Antunes 55/1 Cees Nooteboom 55/1 Eeva Kilpi 55/1 Elias Khoury 55/1 Ian McEwan 55/1 Bella Akhmadulina 66/1 Eduardo Galeano 66/1 Ernesto Cardenal 66/1 Gitta Sereny 66/1 Ismail Kadare 66/1 Jonathan Littell 66/1 Luis Goytisolo 66/1 Michael Ondaatje 66/1 Patrick Modiano 66/1 Salman Rushdie 66/1 A. S. Byatt 75/1 Atiq Rahimi 75/1 Bei Dao 75/1 Harry Mulisch 75/1 Jon Fosse 75/1 Michel Tournier 75/1 Paul Auster 75/1 Per Petterson 75/1 Bob Dylan 100/1 F. Sionil Jose 100/1 John le Carré 100/1 Julian Barnes 100/1 Mahasweta Devi 100/1 Marge Piercy 100/1 Mary Gordon 100/1 Umberto Eco 100/1 William Trevor 100/1 John Banville 125/1 Kjell Askildsen 125/1 Peter Carey 125/1 Vassilis Aleksaskis 125/1 Wiliam H. Gass 125/1 Néstor Amarilla 150/1 Yevgeny Yevtushenko 150/1 III. Vargas Llosa sobrevive al Premio Nobel: “Yo soy el Perú” Todos los premios, el premio Hace más de medio siglo que se viene afirmando que la novela está muerta, el tiempo que Mario Vargas Llosa escribe novela. A pesar de estos pronósticos pesimistas, los escritores siguen escribiendo novela y no se ha encontrado una mejor manera para ficcionar la realidad o reinventarla, contar historias paralelas, hacer vivir un mundo de aventuras al lector, aun en el siglo digital, mediático, endiosado por la imagen y el espectáculo. La Academia Sueca, con su innegable poder fáctico del premio global y su extraordinario manejo del suspenso, nos ha dicho una vez más que la novela existe y esta vez es latinoamericana, se escribe en español y sus personajes viven en un subcontinente apedreado por la historia y con una imaginación a prueba del mejor de los sueños posibles. Mario Vargas Llosa, un discípulo de esta realidad, notable narrador, hombre conservador, del establecimiento, que a sus 74 años había recibido todos los premios posibles como los doctorados honoris causa existentes, obtuvo hoy, 7 de octubre de 2010, el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca se las arregló este año para ser lo suficientemente críptica con el contenido de su decisión, porque concedió el premio a la obra del peruano “por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”. Un diseñador de mapas, mundos literarios, que además se refiere a las revueltas, quizás revoluciones y la derrota, porque toda literatura puede llegar a ser una victoria pírrica en la conciencia humana. Vargas Llosa y la Academia Sueca nos han sorprendido, cada uno a su manera, con el anuncio del Nobel y la primera entrevista del flamante ganador, autor de Conversación en La Catedral, La ciudad y los perros, Los cachorros, Los jefes, La casa verde, La fiesta del chivo y una serie de notables ensayos sobre Flaubert, Gabriel García Márquez, Juan Carlos Onetti, José María Arguedas. Dijo, en su primera y extensa entrevista en Nueva York, donde reside y trabaja como profesor invitado en Princeton, Nueva Jersey, que ya se había olvidado del lauro, él que estuvo, agregamos, por mucho más de una década en el congelador de la antesala, el más gélido de los lugares para un escritor de su talla, ambicioso y sin límites, en el justo nivel de las palabras. La tenacidad del futuro Hijo Ilustre de Arequipa, la Ciudad Blanca, donde nació y se piensa levantar una estatua en vida, Vargas Llosa, es proverbial, basta con ver su vasta obra y su vocación frente a la página en blanco que comienza a las 5 de la mañana de cada día, como si estuviera escribiendo la última palabra de su vida. Por ello, no hace recomendaciones explícitas a un principiante de escritor, como le preguntaron en la conferencia de Nueva York, sino que le dice que asuma la condición de este oficio ancho y generoso. Vargas Llosa es un ejemplo de un arquitecto que ha trazado, diseñado, su propio destino como editor, tal y como elabora sus novelas. Arequipa se apresta para una gran fiesta, ciudad histórica, legendaria, vieja capital y que además fue bendita por Miguel de Cervantes Saavedra en su famosa obra La Galatea, con esta frase: “En Arequipa, eterna primavera”. Estaba irreconocible Vargas Llosa, exultante ha dicho la prensa internacional, yo diría humilde, receptivo, abierto, perdonando inclusive a la Academia por sus faltas y olvidos, con Borges principalmente, aunque la lista es más larga. “Pensé que era una broma cuando me llamaron a las 5 de la madrugada y contestó mi mujer, Patricia”, comentó a los periodistas de la Gran Manzana, que en ningún momento hablaron de su literatura, pero sí se refirieron al oficio de escritor, apuntaron también a sus diferencias con García Márquez, al conflicto o las negociaciones del Medio Oriente, a su relación con el Perú, a su estado emocional, qué iba a hacer después del Nobel y al futuro del libro, entre otros temas. Vargas Llosa es un autor indispensable del siglo XX en la narrativa latinoamericana, como Borges, Cortázar, Onetti, Carpentier, Rulfo, García Márquez, Roa Bastos, Fuentes, Donoso y Bolaño, entre otros, que reflejan el rico, complejo, variado, ancho panorama y mundo de la prosa de la América de habla española. En la Babel, a ratos en español, otras veces en inglés, en el Instituto Cervantes, Vargas Llosa se sentía como en casa y ante una atmósfera que tenía mucho que ver con la política y la época en que vivimos, dejó en claro que quería ser recordado como escritor. Advirtió que no dejará de escribir. Ser escritor, subrayó, requiere de trabajo, disciplina, esfuerzo. Sin embargo, su conciencia acusó recibo cuando dijo, espero la Academia no me haya premiado por mi posición política. Casi una confesión, pero de eso se le acusa a los suecos izquierdistas de ayer y conservadores hoy. Vargas Llosa es el más político quizás de los escritores relevantes en la actualidad, sólo comparable con el portugués José Saramago, de reciente desaparición física. Es cierto que las personas cada día leen menos, sobre todo las extensas, complejas novelas, la llamada literatura dura, y prefieren los best-sellers o textos más livianos, superficiales y hasta banales, al tiempo que privilegian otro tipo de entretención desde el celular a las más sofisticadas consolas de los videojuegos. Frente a la evolución del libro, los cambios tecnológicos, que de una y otra manera le están afectando al papel, Vargas Llosa sostuvo que tenía la esperanza que la nueva tecnología no haga más trivial el contenido de la literatura. Es cierto, precisó, existe la posibilidad de que las nuevas tecnologías empobrezcan el libro, pero está en nuestras manos que la literatura no destruya lo que hemos construido a lo largo de la civilización. Hay que promover la literatura, insistió el Premio Nobel 2010, porque no es sólo conocimiento, ideas, sino placer, y su goce es incomparable. La literatura es sinónimo de libertad y la libertad despierta un espíritu crítico. Una sociedad sin literatura tiene menos libertad, enfatizó. Más allá de sus declaraciones en favor de la libertad, democracia, libre mercado, liberalismo per se, Vargas Llosa reiteró su adhesión a Israel, aunque dijo que los palestinos tenían derecho a un Estado independiente y que se mostraba decididamente no partidario de la construcción de viviendas en la Franja de Gaza por parte de los judíos, ya que eso ponía obstáculos a las negociaciones. Siguiendo su trayectoria política en las últimas dos décadas, su tránsito de la izquierda al neoliberalismo, leyendo sus artículos a través de la prensa, surge el político, el hombre del establecimiento conservador, inclaudicable en sus principios, y lo vemos con su ojo polifémico, único, derribar los muros de un solo lado. Pareciera que no existen otros factores de contradicción, conflicto, en el mundo, y que no se viviera una recesión del capitalismo salvaje debido a las salvajadas de sus reglas vulneradas por sus propios mentores. Que las guerras en Irak y Afganistán, fueran pa(i)sajes de un mundo mejor. Surge un gran vacío, como un océano que arrastra las palabras en un solo sentido. Es apenas recoger parte de una atmósfera enrarecida por muchos otros factores y donde las corrientes del sur son meras observadoras de un mundo que aprieta un botón a distancia hacia algún lugar remoto indeseable, un agujero negro, y no todos viajamos en un mismo vagón o hacia un lugar común. Un mundo verdaderamente excluyente a pesar de estar globalizado, porque sólo compartimos las ruinas de los Señores de la Guerra. La mayoría de los participantes de la conferencia eran periodistas norteamericanos, que lanzaban sus primeras preguntas al flamante Premio Nobel y querían saber qué pensaba de los hispanos en Estados Unidos, que en verdad son en su mayoría mexicanos y latinoamericanos. Vargas Llosa es hispanoperuano, por su nacionalización, y respondió: “Los hispánicos deben estar orgullosos de su cultura, historia, de la imaginación de sus escritores”, y citó algunos: Cervantes, Quevedo, Góngora, Octavio Paz y García Márquez. Se sintió deudor del Perú, porque la infancia, la adolescencia y juventud son claves en la experiencia de un escritor. “Yo soy el Perú, el Perú es mi vida”, reafirmó. El autor de Los jefes elogió la literatura brasileña, habló de sus deudas y nombró a Guimarães, entre otros. Reconoció sus deudas también con España, desde el punto de vista de la difusión literaria. Todos sabemos y conocemos de su devoción declarada por Flaubert. No olvidemos que su maestro, Flaubert, ya lo dijo: “Madame Bovary soy yo”. Después de su primera y extensa entrevista como Premio Nobel, con una mesa llena de micrófonos, CNN le hizo una entrevista más corta y reductiva, esencialmente política. Vinieron entonces los temas claves de su universo político: Cuba y Venezuela. Si tuviera la oportunidad de hablar con Fidel Castro y Hugo Chávez, qué les diría, sacó de la manga la periodista colombiana. Que se vayan, respondió casi sin pensar, son un estorbo. Ahí nos encontramos nuevamente con el viejo candidato neoliberal, afincado en las ideas de los chicago boys, el político que “golpea con la derecha democrática y en una sola dirección: hacia la derecha”. Muchos siguen comentando en las redes sociales que su derechización le mantenía alejado de toda chance al Nobel, como a Borges. El autor de Ficciones jugó su suerte con una frase kamikaze: “Prefiero la clara espada a la furtiva dinamita”, aludiendo a Pinochet y Alfred Nobel. La Academia no se pudo hacer la sueca ante el borgeano personaje. El premio premia la condición humana, el humanismo reflejado en la obra del autor, su preocupación y tratamiento de los temas esenciales del hombre y sus relaciones. Los tiempos cambian de dirección. Suecia y sus académicos también. No es un punto a ignorar. La literatura es un negocio lleno de matices y los premios también. Sin duda, la obra literaria de Vargas Llosa supera al político, afortunadamente para él y sus lectores. Él mismo advirtió que la ideología no entraba en su escritura literaria, porque de lo contrario sería propaganda. “Escribo artículos para hablar de política”, refirma el propio Vargas Llosa. Después de todo, ha dicho de alguna manera que escribir es su manera de vivir. Su literatura seguirá siendo potente y su política, casi borgeana. ** Rolando Gabrielli rolandoamadeo22@yahoo.com Periodista y escritor chileno residenciado en Panamá. Poeta, narrador y ensayista. Ha obtenido diversos premios y menciones literarias en Chile, México y Panamá. Ex funcionario internacional, corresponsal extranjero en Colombia y Panamá. Ha dirigido y editado diversas publicaciones y artículos suyos han sido publicados en América Latina y Europa. Es el autor de la avenida “Fechado en Panamá”, en nuestra Ciudad Letralia (http://www.letralia.com/ciudad/gabrielli) y mantiene un blog en http://rolandogabrielli.blogspot.com. === La dictadura perfecta de Vargas Llosa Eduardo García Aguilar ===== El Premio Nobel a Mario Vargas Llosa es un reconocimiento a la literatura latinoamericana de inspiración decimonónica, convencional y previsible, que sigue vigente en el siglo XXI, y al maridaje obsceno y exasperante de nuestros escritores con las fuerzas del poder, el dinero y la apariencia. Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez y Octavio Paz, que lo precedieron en el trono, fueron todos representantes del escritor comprometido con los poderes, que medraron todas sus vidas en las antesalas de los palacios presidenciales y los salones de la plutocracia. Los escritores rebeldes, experimentales y disidentes de América Latina están condenados al ostracismo. Durante años Octavio Paz fue la voz omnipresente y servil de la cadena Televisa, una especie de big brother totalitario al servicio del régimen mexicano del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Cruel con los débiles y los disidentes, y servicial con los poderosos y los ricos, Paz era un megalómano omnívoro de ideas ajenas que se consideraba infalible. El chileno Pablo Neruda fue el típico hombre de letras pro-estalinista al servicio de la tiranía soviética, pero a la vez se arrastraba sobre todos los tapices del dinero y los poderes terrenales de Oriente y Occidente. Poeta inolvidable, el destino lo atrapó sin embargo en las garras de uno de los dictadores de derecha más sanguinarios de la historia y murió en Chile con aires de tragedia en los sombríos aposentos del exilio interior y la enfermedad. Miguel Ángel Asturias a su vez estuvo empantanado al servicio de las peores dictaduras de su Guatemala natal y al final, ya casi como un enorme batracio, engordaba como engordaron Paz y Neruda en las embajadas de sus respectivos países en París. Todos ellos son el arquetipo del escritor embajador, del novelista político, del bardo poderoso y feliz. Gabriel García Márquez, más atípico y astuto, ha sido también un gran servidor de la dictadura de los hermanos Castro en la isla cubana, ajeno al sufrimiento atroz de ese pueblo en manos de una burocracia tropical y totalitaria, lo que no le ha impedido a su vez dejarse manosear por casi todos los presidentes de derecha o izquierda que ha encontrado a su paso, mediando aquí y allá en lo inmediable, llevando razones de un tirano a otro tirano. Mario Vargas Llosa, el alumno perfecto del boom, es el ejemplo máximo de esa connivencia permanente de los hombres de letras latinoamericanos con los poderes y después de su conversión ha repetido sin cesar el sermón en defensa de ricos, empresarios, presidentes de derecha, la señora Margaret Thatcher y todos los magnates que encuentra a su paso. Es el mismo sermón que repetía como candidato presidencial en su natal Perú. El Nobel peruano, como su gran maestro Octavio Paz, ha fustigado sin piedad a esos latinoamericanos “idiotas”, que sin ser totalitarios o serviles del castrismo o los regímenes totalitarios asiáticos o europeos, osan oponerse a los regímenes de esa derecha mundial depredadora que él tanto defiende. Cada semana encontramos en algún periódico el Angelus dominical del papa Vargas Llosa, donde nos habla de un capitalismo feliz, unos empresarios maravillosos y unos ricos que al ser más ricos traerán la felicidad y la abundancia a esa infame turba de las barriadas que sólo existe en la ficción de sus novelas de juventud y en los recuerdos de su mocedad peruana. Vargas Llosa tiene una fuerza proteica y una suerte maravillosa. Apuesto como pocos y según las señoras cada vez más bello a medida que pasan los años y encanece, dotado de una dentadura digna de publicidad para dentífrico, estudiante impecable, este portento cuya única mancha en la vida es haberle dado un puñetazo por celos a García Márquez, saltó a la fama muy pronto con tres novelas costumbristas y desde entonces en la ola del boom ha surfeado publicando varios libros por año, impecables, bien escritos, amenos, comprensibles, vendibles, previsibles y a veces banales como telenovelas. Cada mes reclama desde hace décadas un nuevo doctorado honoris causa. En toda provincia latinoamericana o española alguien crea un nuevo premio para tenerlo unas horas en su salón y él siempre, muy solícito, cobrará el cheque y partirá unas horas después en medio de los aplausos. Es y ha sido una verdadera y feliz industria de premios millonarios que ahora se corona con el premio mayor. Puesto que el éxito atrae el éxito y el aplauso los aplausos y vivimos en una sociedad que se arrodilla ante la fama y el dinero y abomina el fracaso o la rebeldía, ahora viviremos para siempre felices bajo la dictadura perfecta de Vargas Llosa, hipnotizados por su sonrisa Pepsodent. ** Eduardo García Aguilar egarciagui@aol.com Escritor colombiano (Manizales, 1953). Autor de las novelas Tierra de leones, Bulevar de los héroes, El viaje triunfal y Tequila coxis, así como de los poemarios Llanto de la espada y Animal sin tiempo. Varios de sus libros han sido traducidos y publicados en inglés, francés y bengalí. === Homosexualidad: visión vargasllosiana René Flores Agreda ========= La literatura y en general el arte han enriquecido la percepción de la sexualidad humana desde los más variados ángulos, aunque a veces diera la impresión de que creyeran “descubrir”, ingenuamente —amparadas en el oropel de la palabra y el misterio de la subjetividad—, los lugares comunes de la psiquiatría. Pero, en cambio, la sexología científica —los conocimientos alcanzados desde la segunda mitad del siglo pasado—, en particular la médica, pareciera no haber impactado en la ficción literaria. Es el caso del escritor peruano Mario Vargas Llosa, si nos atenemos a su producción literaria y a los artículos en los que explicita su pensamiento sobre la homosexualidad. En esta ocasión vamos a analizar sus ideas al respecto tomando como material algunos de sus artículos, específicamente “Contacto visual” y “Cruzados del arco iris” (del libro Desafíos a la libertad), “El pintor en el burdel”, “El pecado nefando”, “El matrimonio gay” y “Los hombres-mujeres del Pacífico”. Anotaremos también lo que piensa un grupo gay sobre la apreciación del escritor acerca de este trastorno de la orientación sexual, a la que tilda de “pésima oferta grisácea”, y Angvik, crítico literario noruego, que juzga al escritor de “patriarcal, clasista, racista, sexista y machista”. Desafíos al conocimiento En su libro Desafíos a la libertad, 1994, es posible advertir claramente un cierto simplismo para abordar temas de por sí complicados y extremadamente polémicos, incluso para quien esté al tanto de la literatura científica. Específicamente, los vinculados con los problemas de la orientación sexual, frente a los cuales el escritor prefiere seguir las ideas frecuentes en los medios, generalmente sesgadas. Por ejemplo, veamos lo que cuenta que observó en algunas universidades americanas por 1993, respecto a reclamos de algunos grupos gays, por lo que consideraban discriminación en contra suya: Todo esto me parece altamente civilizado, un esfuerzo muy loable para combatir la discriminación de que son víctimas, en todas las sociedades del mundo, las mujeres y quienes no practican la ortodoxia sexual (p. 205). Pero, decimos, ¿no cabría en un intelectual como él la responsabilidad de profundizar en qué consiste realmente la discriminación aludida y las razones de la misma? Continúa MVLl: Como la explotación económica o la discriminación racial, el machismo es fuente de innumerables e insidiosas injusticias, una forma de abuso, legitimada por la cultura, del fuerte contra el débil... (p. 205). ¿No resulta acaso demasiado sencillo equiparar al machismo con la discriminación racial? Por lo menos esperaríamos que explique su concepto de machismo, separando las conductas sustentadas en la propia naturaleza biológica de aquellas determinadas socialmente. Continúa: Pero como, en este caso, el origen del mal está en la urdimbre de la propia cultura, y forma parte de la naturaleza de aquel cuerpo de ideas, usos, maneras, presupuestos éticos, mitos y códigos que dicta nuestras conductas, el verdadero remedio para este problema sólo vendrá de una profunda renovación cultural (p. 206). ¿Con qué argumento el novelista cierra su análisis y unilateralmente pretende explicar la conducta sexual sobre la base sólo de las influencias culturales? No encontramos explicación. Sigue: Sin embargo, dudo mucho que llegue a ser una realidad tan próxima como la de la igualdad jurídica, aquella aspiración que un grupo de lesbianas, con quienes mi mujer y yo conversamos un momento, nos resumió así: “Queremos que la gente nos mire con naturalidad, sin sorprenderse”. Esa es una meta que, para cumplirse, requiere una revolución cultural y moral... (p. 238). Lo afirma atribuyendo a factores culturales, otra vez sin más, la sorpresa de la gente común que tiene una visión intuitiva de la sexualidad normal. Desde luego el escritor no da mayores razones y su dicho carece de fundamento. En otro lado, y realmente con visos de comicidad si no viniera de un intelectual de su calibre, mezcla la ciencia con la rebeldía social de un grupo minoritario y piensa que la mejor sexualidad sería la heterodoxa, en globo, sin matices. Leamos: Los gays y lesbianas pueden llegar a descubrir, al final de sus esfuerzos para ser reconocidos y considerados “normales”, que desaparecido el carácter trasgresor de su elección sexual, ésta ha perdido, si no toda, buena parte de su razón de ser. Totalmente “normalizado”, el sexo deja de ser sexo (p. 240). MVLl imagina, amparado en su teoría de la “trasgresión”, que la homosexualidad dejará de constituir un problema por el singular hecho de su aceptación social. Con una sola frase el escritor deja de lado cientos de indagaciones científicas sobre genética, bioquímica, neurofisiología, epidemiología, etc., que dan pistas para entender la identidad, orientación y conducta sexuales. Picasso perverso Semprún, Ideas, 13/4/01, diverge completamente de la percepción de MVLl respecto al significado sexual de algunas de las obras de la exposición “Picasso erótico”, a quien el escritor acusa de machismo, en su artículo “El pintor en el burdel”, El País, 2/4/01. No le parece a Semprún que esa calificación machista sea justa en base a la figura de la felación, que figura en uno de los dibujos de Picasso, señalando acertadamente: Desde luego, la geometría del espacio erótico es variada y variable pero yo me he encontrado infinidad de veces arrodillado... Ambos de rodillas pueden encontrarse parejas hétero como homosexuales en circunstancias amorosas, sin que ni los unos ni los otros se sientan sometidos o humillados. Agrega que MVLl en su artículo se ha limitado a observaciones sociológicas y no habla del aspecto artístico de la obra, y por eso recuerda que el peruano: ...jamás, que yo sepa, ha acusado a Sade de ser... sádico, lo cual, incluso en los marcos de los reglamentos del actual pensamiento correcto, es algo peor que ser machista. Termina criticando el dogmatismo de Vargas Llosa, que le hace prestar atención a la posible afición que habría tenido Picasso por el “voyeurismo”: ...se burla de los dibujos en los que el artista envejecido se muestra, o finge mostrarse, como un voyeur. Sería ridículo negar que con la edad disminuyen las capacidades físicas y mentales de las personas, pero hay algo infinitamente peor que esas cotidianas miserias, y es el peligro muy real de que el envejecimiento aumente considerablemente el conformismo. MVLl habría deducido la actitud frente a la sexualidad a partir de la expresión erótica que se podía apreciar en el trabajo de un artista, lo que legitima lo que hemos venido haciendo, es decir interpretar las ideas sexuales del escritor a través de sus obras de ficción, pero apoyándonos además en sus declaraciones, entrevistas y ensayos. El pecado de la desinformación En “El pecado nefando”, El País, 10/8/03, el escritor hace una serie de afirmaciones imprecisas y que revelan una clara desinformación. Así, no está de acuerdo con la declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe —con sustento teórico y experimental—, contraria a la adopción de niños por parejas homosexuales, pero se cuida de dar las razones de su divergencia. Podría serle útil, creemos, leer la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 2005, recaída en una solicitud de adopción presentada por un ciudadano francés homosexual. Afirma, en otra parte del artículo citado, que habría un “...alto porcentaje de seres humanos de vocación homosexual”, por lo que sospechamos que el doctor Vargas Llosa no conoce el ilustrativo debate sobre la prevalencia de la homosexualidad, accesible en un número reciente del Journal of Homosexuality. Tampoco resulta apropiado hablar de “vocación” para una condición que sobreviene y no la eligen las personas. Igualmente juzga increíble que “después de Freud y de todo lo que la ciencia ha revelado en materia de sexualidad en el último siglo”, la Iglesia siga en su “doctrina homofóbica”. Primero, parecería ignorar que la ciencia sexual está en sus comienzos y que la magnitud de lo indocumentado supera largamente lo conocido, y lo que es peor, ni siquiera se proyecta las investigaciones que serían necesarias. Segundo, aplica erróneamente el término homofobia; ignorando que es una invención de la comunidad gay con propósitos políticos, para presionar a quienes no están de acuerdo con la pretensión de equiparar homosexualidad con heterosexualidad. Oponerse al propósito de algunos intelectuales de considerar análogas dos condiciones diferentes, hétero y homosexualidad, tiene real sustento teórico y clínico, y no tiene por qué significar rechazo o aversión emocional hacia la desviación y menos a quienes la sufren. Una muestra más de los errores encontrados en el texto que venimos comentando tiene que ver con el fenómeno de la identidad sexual. En este punto MVLl afirma que la “identidad sexual”, sería ahora “menos rígida y unidimensional”. Lo cierto es que uno de los aportes de la sexología moderna es el haber comprobado que la conformación de la identidad sexual —diferente al rol y orientación sexuales— resulta fuertemente arraigada desde los primeros años de vida. Lo que se desconoce es el proceso de su configuración. Sin embargo, la identidad heterosexual y la homosexual una vez definidas son uno de los fenómenos más rígidos de la estructura de la personalidad. Aquí el novelista adhiere a la tesis del construccionismo social —en que se apoyan los “gender studies” muy populares en las universidades americanas— y no distingue entre identidad y orientación sexuales, como tampoco acepta la existencia de las parafilias, de otra parte bien establecidas en la nosografía psiquiátrica. Le extraña, sigue diciendo, no la reafirmación de la doctrina tradicional de la Iglesia Católica sobre la sexualidad, sino la “vehemencia” de la declaración de la Congregación Pontificia. Pero ¿cómo asombrarse de la rotundidad de un pronunciamiento, presente también en la proclama del propio MVLl, sobre un aspecto tan vital de la condición humana? Rechaza luego el modelo heterosexual como núcleo en el entendimiento de la sexualidad humana. Se esperaría entonces que precise una concepción alternativa, que posiblemente tenga pero que no termina presentando. Equipara los conceptos de homosexualidad (trastorno) y homosexual (persona), pasando por alto que son distintos y por eso demandan trato diferente. La sexología médica, y aquí coinciden también varias confesiones religiosas, lo distingue claramente. Encuentra insensato “imponer”, dice el escritor peruano, a las personas una ortodoxia sexual —entendemos que alude a una normatividad. Olvida sin embargo que las regulaciones y parámetros de normalidad son usuales en diversos tipos de conducta, incluso en aquellas de carácter parcialmente instintivo, como la sexual. Asegura en el mismo texto que “millones de homosexuales católicos que hay en el mundo no renunciarán a su sexualidad”, añadiendo que “su preferencia sexual terminará por encontrar unos resquicios”. Esta afirmación va claramente a contrapelo con el avance del conocimiento, de un lado, y con la condición humana, del otro. En el primer caso, basta referirse a la exitosa terapia de la desviación de la orientación sexual, confirmada hace poco por el gurú de la psiquiatría americana Spitzer, 2003. En el segundo, tanto homosexuales como heterosexuales, por su propia condición humana, no están sujetos, si desean cambiar, a un fatalismo biológico, como pareciera augurar el literato. En resumen, encontramos en este texto demasiados errores —no todos repasados en este comentario— en el complejo y denso tema de la sexualidad, ya advertidos en sus conocidas novelas eróticas Elogio de la madrastra y Los cuadernos de Don Rigoberto, sobre las que nos ocupamos en otro capítulo de este libro. Desinformación y equívocos inexcusables en una personalidad de su erudición humanista y relevancia cultural y al mismo tiempo sorprendentes si repasamos sus sensatos comentarios a la autobiografía sexual de la escritora francesa Catherine Millet en “El sexo frío”, 2005. Identidad y confusión Como si todo lo anterior fuera poco, en su artículo “Los hombres-mujeres del Pacífico”, 2002, se ocupa del “mahu” de la Polinesia, con gran atrevimiento. Al narrar la llegada del pintor Gauguin a Tahití el escritor se pierde inútilmente en identificar sexualmente al “mahu”, sujeto con un trastorno de la identidad de género. Los conocimientos más comunes de la sexología sorprenden a MVLl y por eso declara su asombro de que el “mahu” no haya podido ser extirpado. Podemos pensar que nuestro autor cree que una condición sexual, mejor todavía una severa desviación, puede desaparecer por decisión de una sociedad. En otro momento confunde “homosexualismo”, condición clínica bien definida, con el hecho de tener relaciones sexuales entre miembros del mismo sexo, que no implica necesariamente homosexualidad. También persiste en el error de creer que un trastorno de la identidad sexual, diferente del de la orientación, uno de los desórdenes más severos conocidos por la psiquiatría, puede ser motivo de “opción” por la persona. El mahu puede practicar el homosexualismo o ser casto, como una muchacha que hace voto de castidad. Lo que lo define no es cómo ni con quién hace el amor, sino, habiendo nacido con los órganos sexuales del varón, haber optado por la feminidad, generalmente desde la niñez, y, ayudado en ello por su familia y la comunidad, haberse convertido en mujer, en su manera de vestir, de andar, de hablar, de cantar, de trabajar y, a menudo también, claro está, pero no necesariamente, de amar. Ratificando su deficiencia en el conocimiento acerca de la prevalencia de las parafilias asegura: Una de las razones por que, pese a las prohibiciones de las iglesias, el mahu sobrevivió en la sociedad maorí durante el siglo XIX, fue que contó con la disimulada complicidad de los colonos europeos. Es evidente que el escritor no tiene idea del asunto, pero tampoco tendría por qué dedicarse a especular sobre un caso de ambigüedad sexual, asunto que la propia ciencia sexual no ha descifrado con claridad. ¿Matrimonio? En “El matrimonio gay”, El País, 26/VI/2005, MVLl presenta un encendido discurso a favor del matrimonio gay, con más pasión que razón. Resulta un poco cansador enumerar los variados errores de concepto del escritor. Baste señalar que mezcla normalidad con enfermedad, no distingue las variantes en estos diferentes ámbitos, hace afirmaciones sin mayor sustento —como en el caso de la adopción de niños por personas con homosexualidad— y no se da por enterado del uso cuestionable del término “opción”. Detengámonos en algunos párrafos emblemáticos de este breve ensayo de MVLl: “Es un extraordinario paso adelante [se refiere al matrimonio gay] en el campo de los derechos humanos y la cultura de la libertad...” y “Esta medida es un acto de justicia, que reconoce el derecho de los ciudadanos a elegir su opción sexual en ejercicio de su soberanía”. Resulta errado, en especial viniendo de un intelectual, recurrir a los derechos humanos sin distinguir las alternativas propias de la naturaleza de las cosas. Todas las necesidades o apetencias humanas no son pasibles de ser cobijadas en el ámbito de los derechos, tal es el caso de la homosexualidad. Peor todavía si se acompaña del erróneo concepto de “opción sexual”. A continuación declara que “un prejuicio idéntico sostiene que los niños adoptados por parejas homosexuales sufrirán y tendrán una formación deficiente y anómala, ya que un niño para ser ‘normal’ necesita un padre y una madre, no dos padres o dos madres”; también que “...la homosexualidad como una manifestación perfectamente natural y legítima de la diversidad humana”. MVLl en la cumbre del reconocimiento por su talento literario discurre sin ningún conocimiento acerca de las condiciones del desarrollo sano de los niños. El discurso de MVLl con el virtuosismo de la palabra confunde demasiado los términos, pero la ciencia —en sus diferentes vertientes— no ha descartado la anormalidad sexual como pretende el novelista. Es cierto que en el “universo del sexo” planea la diversidad, pero eso no excluye la existencia de patología, como en cualquiera área de la conducta, y la concepción del sexo asentada en la biología y la psicología de la heterosexualidad. El lenguaje de MVLl es bastante impreciso básicamente por asimilar los conceptos de variabilidad con los de patología. Tal vez se trate de un deseo de extender su percepción de la libertad política, social y económica al área de la patología sexual. Dice en otro momento: En verdad, la ciencia —la biología, la antropología, la psicología, la historia, sobre todo— ha puesto las cosas en su sitio ya hace tiempo y establecido que hablar de “anormalidad” en el dominio de la vocación sexual de los seres humanos es riesgoso y alienante. Salvo casos extremos, que entrañan criminalidad [a lo que aludimos líneas arriba], y que de ninguna manera se pueden identificar con una opción sexual específica... Resulta una sorpresa su afirmación de la existencia de “casos extremos [de homosexualidad], que entrañan criminalidad...”. ¿Cuáles son esos “casos”? El peruano no nos dice nada. Igualmente, hablar de anormalidad en el “dominio de la vocación sexual”, como dice el escritor, es demasiado impreciso. Porque si bien las conductas sexuales han cambiado, aunque en márgenes muy estrechos y repitiéndose las mismas a través de la historia, en la actualidad sigue firmemente asentado el concepto de anormalidad. Continúa: ...en el universo del sexo hay variedades, una constelación de vocaciones y predisposiciones de las que de ninguna manera da cuenta cabal la demarcación entre heterosexualidad y homosexualidad, pues se refracta y multiplica en el seno de cada una de estas grandes opciones, como ocurre en tantos otros campos de la personalidad individual: las aptitudes, las preferencias, los gustos, las incompatibilidades, las facultades físicas e intelectuales, etcétera. Este párrafo está especialmente embrollado. Si bien hablar fácilmente de “anormalidad” es ciertamente riesgoso y podría ser alienante, el escritor pivotea con el término “opción” que debería saber que no existe en la articulación de la condición sexual básica: identidad y orientación sexuales. ¿Cabe comparar con la igualdad que establece entre aptitudes, preferencias, gustos, etc.? También su pronóstico de que en el futuro “las familias más estables las descubran las estadísticas entre los matrimonios gay”, como afirma en el artículo que comentamos, no se corresponde con los hechos conocidos a la fecha: en los países en los que esto es posible una insignificante minoría de la población homosexual busca legalizar su unión; la duración promedio de la relación entre parejas homosexuales no pasa de los tres años; y la violencia dentro de la pareja más que duplica la que se da en el caso de heterosexuales. El renombrado intelectual debiera considerar algunas observaciones en relación a lo que asevera. Repetimos que la expresión “el derecho de los ciudadanos a elegir su opción sexual” no es correcta. Homosexuales, bisexuales, transgéneros, transexuales, travestis, parafílicos y también desde luego los heterosexuales, no están en posibilidad de elegir u optar sobre su identidad y orientación sexuales, las que devienen sin intervención del individuo. Asimismo, el efecto sobre la salud de los niños criados en hogares homoparentales no se puede afirmar todavía sobre bases empíricas, aunque muchos estudios y la ciencia sexual advierten que no es el mejor medio para su desarrollo psicosexual por sus dañinas consecuencias. Por otra parte, el debate sobre si la homosexualidad es una enfermedad o una variante de la conducta sexual lleva más de cien años y no está ni de lejos cerrado. Lo “...perfectamente natural...”, como califica nuestro escritor a la homosexualidad, no es sinónimo de ausencia de patología. Más aun cuando el famoso psiquiatra americano Spitzer, que lideró el movimiento de normalización de la homosexualidad en los años 70, ha publicado ahora un estudio que demuestra la modificación exitosa de la orientación homosexual con diversas técnicas terapéuticas. Se contribuye mejor al debate si no confundimos los derechos humanos y la libertad, la autonomía del ciudadano y la defensa de las minorías, valores que todos compartimos, con las restricciones que puedan darse para una determinada conducta, en términos de salud pública. Finalmente, recordemos que en la gran mayoría de países europeos están en proceso o han concluido las regulaciones de nuevos modelos de convivencia entre personas del mismo sexo. Cuentan para ese propósito, según el Consejo de Estado de España, con apoyo de resoluciones del Parlamento Europeo y la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero así mismo recomiendan no identificar las uniones homosexuales con la institución matrimonial. Vargas Llosa, machista y homófobo Pero los mismos homosexuales, en realidad algunos, porque los más vocingleros no representan a la mayoría de ellos, ven, sorprendentemente, a MVLl, como él parece ver a otros, es decir como machista y heterosexista. En un artículo, “Vargas Llosa o el orgullo mal entendido”, Rebelión, 5/II/06, curiosamente dan a conocer lo que piensan de las ideas de nuestro escritor. Declaran: “No sólo demuestra su nulo conocimiento sobre las reivindicaciones del colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros LGTB...”. Añaden que “en su argumentario viene a decir que esta reforma supone un reforzamiento de la institución familiar, acosada por ‘divorcios’, ‘parejas de hecho’...”, además “...y usted no entiende nada si se piensa que lo que queremos es acceder a ella. El movimiento LGTB de siempre ha querido revolucionar las relaciones, romper la familia nuclear, heterosexista, católica, apostólica y romana”. Continúan: “...ni queremos ni vamos a diluirnos en su pésima oferta grisácea. Es terrible ver a estos apestosos intelectuales publicar artículos sin haberse informado...”. Este grupo gay no está solo. Aunque desde posiciones diferentes, los acompaña Angvik, crítico literario noruego, quien en La narración como exorcismo, 2004, al comentar el libro de memorias de MVLl sitúa a éste en el espectro ideológico del conservadurismo sexual. Declara: Bajo las presiones de las circunstancias políticas, el discurso del novelista... se vuelve tradicional: patriarcal, clasista, racista, sexista y machista. Vargas Llosa demuestra ser hijo fiel de la herencia patriarcal que ha dado abono en el sujeto para un cultivo “natural” y “normal” del sexismo, de la misoginia y de la homofobia. En el trabajo político concreto, los hombres se unen para promover los intereses de (ciertos) hombres... (p. 262). Más aun respecto a la crítica hecha por MVLl al enfoque de la creación literaria de Arguedas y su contenido de doctrina social, Angvik señala que el escritor sería contrario a la homosexualidad porque “El argumento de Vargas Llosa derivó, por efecto de una lógica cerrada, hacia la reducción del ‘amor físico’ a una ‘heterosexualidad obligatoria’ y le expuso a Arguedas a una exigencia que no podía obedecer y satisfacer” (p. 281). Resumen En base a unos interesantes artículos en los que MVLl se refiere específicamente a la homosexualidad, hemos repasado las ideas del escritor sobre esta condición. Sus declaraciones sobre este ámbito de la orientación sexual son tan apasionadas como desprovistas de sustento científico. Son llevadas y traídas por pasiones doctrinarias, que lo mueven a hacer afirmaciones y declaraciones por la mera espontaneidad y el deseo. Sigue el ejemplo de muchos cientistas sociales que, encajonados en su formación profesional, desarrollan un pensamiento con anteojeras cuando definen su posición frente a conductas sexuales específicas. (del libro por publicar Vargas Llosa o la sexualidad menoscabada). Bibliografía • ANGVIK, B. La narración como exorcismo. Mario Vargas Llosa, obras (1963-2003), Fondo de Cultura Económica del Perú, Lima, 2004. • GONZÁLEZ, F. “Vargas Llosa o el orgullo mal entendido”, Rebelión, 28 de junio de 2006. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=17074 [Consulta: 19 de febrero de 2006]. • SPITZER, R L. “Can Some Gay Men and Lesbians Change Their Sexual Orientation? 200 Participants Reporting a Change from Homosexual to Heterosexual Orientation”, Arch Sex Behav, 32: 5, October 2003. • SEMPRÚN, Maura, C. “Eros en tranvía”, Ideas, 13 de abril de 2001. • VARGAS LLOSA, M. Desafíos a la libertad, Peisa, 1994, Perú. —. “El sexo frío”, Piedra de Toque, Caretas, Nº 1.506, 5 de marzo de 1998. —. “El pintor en el burdel”, Caretas, Nº 1.664, 5 de abril de 2001. —. “Los hombres-mujeres del Pacífico”, El País, 4 de febrero de 2002. —. “El pecado nefando”, El País, 10 de agosto de 2003. —. “El matrimonio gay”, El País, 26 de junio de 2005. ** René Flores Agreda rflores@terra.com.pe Médico psiquiatra peruano (Lima, 1936). Ha publicado trabajos en las áreas de salud mental, drogas, sexualidad y educación médica. Fue presidente de la Sociedad Peruana de Sexología y de la Sociedad Peruana de Sexología Médica. === El campeonato mundial de las letras Dixon Acosta ================= ¿Acaso puede agregarse una palabra nueva al torrente de tinta y letras que ha producido la designación del escritor peruano Mario Vargas Llosa como Premio Nobel de Literatura 2010? Es claro que no, aunque lo interesante en este caso es constatar que la mayoría de escritos elogiosos, ricos en adjetivos generosos, hablan no sólo de la calidad literaria, sino de la personalidad cálida, franca y humana del galardonado; no han faltado otros discordantes, pero sabemos que obedecen a la distancia ideológica, a la simple envidia o al deseo de llamar la atención. Quizás nada resulte novedoso desde la óptica individual pero puede ensayarse una propuesta desde la perspectiva colectiva. No sólo Mario Vargas Llosa acaba de ganar el Premio Nobel de Literatura, sino todo un país; estoy seguro de que en el Perú desde los altos dirigentes políticos hasta los más humildes ciudadanos reconocen en esta distinción un logro nacional, digno de celebrar como las gestas históricas o deportivas (que en nuestra era son las que han reemplazado a las antiguas victorias militares, lo cual es afortunado desde mi perspectiva). En estos tiempos, un premio Nobel equivale a la obtención de un campeonato mundial de fútbol, el logro de un individuo contagia a toda una nación, de repente todos se convierten en aficionados a la literatura, así no hayan leído al galardonado; en Colombia todavía sacamos pecho con el premio de Gabriel García Márquez. Claro, no todos piensan igual. En la mañana gloriosa en que los académicos suecos anunciaron al mundo el nombre favorecido de don Mario Vargas Llosa, un taxista que me llevaba al destino del trabajo decía no entender cómo le daban tanto dinero a un escritor; en vano intenté hablarle que lo del dinero en alguien como Vargas Llosa era lo de menos, pues seguramente tenía más que suficiente, pero el buen hombre insistía en el tema del dinero, diciendo que comprendía que le dieran ese premio a médicos o científicos que trabajan por el bienestar del ser humano, pero no a “tipos que sólo se dedican a escribir”. En el tono algo peyorativo de la frase del transportador, se denotaba esa tendencia a percibir al creador literario y artístico como una criatura inservible que no aporta mucho al conjunto social, aparte de subrayar el dinero como máximo valor que justifica la distinción, más allá de la condición honorífica. En todo caso, no pude ni quise refutarle al taxista, porque aunque intentara ensayar un discurso sobre la importancia de las letras y cómo estas contribuyen al “estar bien” de las personas gracias al conocimiento y entretenimiento que proporcionan, desde el punto de vista pragmático, algo de razón podía tener el conductor. Sin embargo, si el ganador hubiera sido un autor colombiano, es probable que el taxista hubiera razonado diferente, entonado al unísono como muchos peruanos deben estar diciéndolo en este momento, con gran orgullo, ¡ganamos un premio Nobel! La reciente novela de Mario Vargas Llosa se titula El sueño del celta, en nuestro caso podría decirse que la feliz noticia del galardón cumple la expectativa del “sueño del inca”, si no desde la perspectiva individual, porque el escritor ha declarado que desde hace años ya no pensaba con este premio (lo que indica claramente que durante mucho tiempo sí lo hizo), al menos cumple con una aspiración colectiva, el sueño del pueblo inca, que año tras año veía cómo el anuncio de un nombre diferente al esperado se constituía en frustración comunitaria, sentimiento que hoy afortunadamente se ha trocado en orgullo nacional y por extensión en alegría latinoamericana. ** Dixon Acosta dixonmoya@gmail.com Diplomático colombiano aficionado a la literatura. Fue cónsul de Colombia en Ciudad Guayana (Puerto Ordaz, Venezuela) y actualmente desempeña un cargo diplomático en Nicaragua. Ha publicado artículos en revistas de su país. ||||||||||||||||||||||| LITERATURA EN INTERNET |||||||||||||||||||||| ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === La poesía silenciosa en Tomas Tranströmer ============================= === Abraham Prudencio Sánchez ============================================= Tomas Tranströmer nació el 15 de abril de 1931 en Estocolmo, y como impulsado por una rara inquietud empezó a escribir poesía desde muy temprana edad; a los 13 años ya estaba pergeñando lo que después sería su primer poemario (17 poemas). Desde esa época hasta la fecha no ha dejado la literatura por más que haya recibido golpes tan fuertes como el de 1990, fecha en que sufrió un ataque cerebral el cual afectó su capacidad de hablar pero no la de comunicarse. Su creatividad se ha visto consolidada tanto por su experiencia como por la reflexión. Su labor alterna tanto de traductor y sicólogo en centros penitenciarios y hospitalarios es digna de elogio, y le ha permitido conocer conciencias desconocidas; ello le ha ayudado tener una idea más clara de la humanidad. La característica de su poesía radica en la fuerza y plasticidad de los enigmas, el lenguaje con que aborda sus grandes temas también es diferente en tanto que se apoya en la sencillez, su poesía grafica y captura lo inasible. Hay una intención de tratar de entender el mundo; temas como el dolor, el amor, el tiempo, la muerte, la ausencia son una constante en su poética. Su poesía sencilla y clara está compuesta tanto por un mensaje humanitario como por la maestría con la palabra. Otra de las cualidades extraordinarias en Tranströmer y que grafica la otra etapa de su literatura es el gran interés por los haikús; con esta forma poética, la comunión ha llegado a su experiencia más alta. El lenguaje y sensibilidad van a la búsqueda de la compresión de la existencia. Gracias a sus importantes colaboraciones Tranströmer se ha convertido en uno de los poetas más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Dentro de sus preferencias siente un profundo amor por la música, motivo por el cual recurre a este tema en su obra poética. Por sus trabajos iniciales trataron de vincularlo con el surrealismo; sin embargo, con el pasar del tiempo, ha logrado erigir una obra emblemática apartada de toda corriente. El cielo a medio hacer es una colección de 13 libros que recorre desde mediados de los 50 hasta 2003. En esta colección encontramos lo mejor de la poesía del gran poeta escandinavo. Aquí hallamos libros como 17 poemas (1954), Secretos en el camino (1958), El cielo a medio hacer (1962), Tañidos y huellas (1966), Visión nocturna (1970), Senderos (1973), Bálticos (1974), La barrera de la verdad (1978), La plaza salvaje (1983), Para vivos y muertos (1989), Góndola fúnebre (1996), Haikús y otros poemas (2003), Visión de la memoria (1996). Gracias a la publicación de este texto en nuestro idioma podremos conocer un poco más a este gran poeta que cada día se impone dentro de la literatura mundial. En todo el conjunto de su poética encontramos un profundo deseo de conocer y entender el mundo. Elementos tales como la invención de un lenguaje elegante, buen manejo de la metáfora, exactitud sensorial, sensibilidad, constante referencia hacia la naturaleza... Hacen de la poesía transtromeriana una isla obligada a encallar por todos nosotros. A través de su laborioso trabajo y su compromiso por la vida y el arte encontramos en Tranströmer la labor de un poeta vital y venal. Su poesía es un camino hacia la búsqueda de la esencia, explora el mundo a través de un lenguaje sencillo y sobre circunstancias cotidianas. Se dice que inicialmente había sido juzgado como un poeta superficial y nada interesado por la realidad; sin embargo, con el paso del tiempo, vemos que su poesía trasciende lo común e inmediato, su poesía es un tratar de entender la identidad y esencialidad del ser humano. Visto desde ahora vemos que su trabajo se basa en la experiencia y en la realidad circundante. Bálticos, el poema para conocerse Bálticos es un poema escrito en 1974 donde la esencialidad está en su máxima expresión. En este texto Tranströmer nos remite a un pasado remoto, habla de su abuelo, nos relata la amistad entrañable entre los tripulantes y compañeros de ruta. Se pregunta hasta qué punto una persona puede llegar a conocer a la otra. La maestría en la navegación permite conocer perfectamente esos profundos e inciertos lugares. Se es consciente de un tiempo y un espacio. La anciana cree escuchar los murmullos de los muertos, se da la idea de identidad y parentesco entre los vivos y los muertos. El otro gran tema es la idea de frontera que tiende a limitar y fragmentar todo. Reflexiona sobre la modernidad y la cotidianidad mecanizada, la gente sale a tropel de los edificios, el caos es imperante. El viento es quien hace llegar esas verdades y entre murmullo y murmullo se deja entrever el clima de conflicto en que se está viviendo, la supuesta modernidad a la que hemos llegado, el control imperante y el fuerte deseo de opresión. Es el barco de la vida donde se intenta reflexionar y razonar sobre la propia existencia, las puertas se cierran y las puertas se abren. Se distingue dos tipos de espacio: el interior que representa la paz y el espacio exterior que representa la guerra y la destrucción. La naturaleza es otro de los elementos constantes, las personas pasan pero las olas, años después, retornan nuevamente de su largo viaje. Otro de los grandes temas es la incomunicación, las palabras no llegan a comunicar completamente el deseo personal. Las cosas importantes ya no lo son en otro momento. Prosigue con la historia de un joven, el yo poético revela que el joven desconocido era el encargado de dirigir el conservatorio, luego, por una causa que se desconoce, es encarcelado, una vez pasada la condena le sobreviene un derrame cerebral, parálisis con afasia, pero en él continúa la música. Es una persona que nos suscita a una profunda reflexión. La presencia de la muerte es una constante. Esta parte del texto escrito en 1973 es premonitoria, puesto que años después, Tranströmer sufriría una hemiplejia. La música llega a un ser humano, él es compositor, él la interpreta, hace carrera, llega a ser Jefe del Conservatorio. La coyuntura cambia, las autoridades lo condenan. Como Jefe de la Fiscalía nombran a su alumno K****. Es amenazado, degradado, desterrado. Pasan algunos años y la desgracia se atenúa, es rehabilitado. Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho con afasia, sólo comprende frases cortas, dice palabras inadecuadas. Así, no lo alcanzan ni el ascenso ni la condena. Pero la música permanece, sigue componiendo en su propio estilo, se convierte en un fenómeno de la medicina por todos los años que le quedan por vivir Escribió música para textos que ya no comprendía: del mismo modo expresamos con nuestras vidas algo en el coro que tararea lapsus. El poeta prosigue con la historia de su abuela, relata que los padres de la abuela mueren jóvenes; cuando siente próxima la presencia de la muerte encarga a María, la deja en una familia adinerada, pero María sufre, en ese lugar podían tener dinero pero no amor. María es explotada. El yo poético da a conocer su verdadera identidad, de niño se apretaba a María, su madre. Él tenía 5 años cuando su madre murió. Es por medio de una foto que reconoce la figura de su supuesto padre: La recuerdo. Pero en la siguiente foto sepia está el desconocido: por la ropa, es de mediados del siglo pasado. Un hombre de unos treinta años: las cejas poderosas, el rostro que me mira a los ojos y susurra: “aquí estoy”. Pero quién es ese “yo”; Ya no hay nadie que recuerde. Nadie. Se siente momentos de profunda reflexión, si algo nos deja estos poemas es un ansia profunda de conocernos a nosotros mismos. La idea de recuerdos y conciencia es permanente, si nadie te recuerda es como si no hubieras existido. Tranströmer de esa manera llega a la compresión de la conciencia del ser humano y su problemática. A través del recuerdo el poeta escandinavo reconstruye una realidad cotidiana, el recuerdo de los abuelos, de la madre y las vicisitudes que se encuentra en el camino. El mar Báltico es escenario por el que transcurre el recuerdo desde un pasado lleno de experiencias hasta un presente vital, es el registro necesario que remarca el paso del hombre por este difícil y fugaz mundo. El punto definido como escenario es el mar Báltico pero es un escenario que engloba todos los escenarios posibles, tanto los definidos como los indefinidos, este espacio es como un escenario a recobrar donde el entendimiento y la reflexión son una constante. Plantea problemáticas que permiten preguntarnos hasta qué punto nos llegamos a conocer a nosotros mismos y a las otras personas que nos rodean. Es el pasado que se interpone en el presente como un recurso válido para la reflexión y análisis. Hay una suerte de presencia conflictiva, el darse cuenta de un “yo” y un “aquí” implica ser consciente de una realidad y esa realidad implica guerras, muerte, destrucción, control... Las voces de los muertos nos recuerdan que no estamos muy lejos de ellos; quién nos puede prometer que no estamos dentro de una frontera en la que no sabemos qué es vida y qué es muerte. Es la reconversión de los muertos que iluminan las cosas como la posibilidad del retorno a través de la memoria. En el instante fugaz de la vida sólo un deseo: la felicidad. Bibliografía • Tranströmer, Tomas. Baltiques, oeuvres complètes 1954-2004, traduit du suédois et préfacé par Jacques Outin, éditions Poésie/Gallimard, 2004. —. El cielo a medio hacer. Traducción y selección de Roberto Mascaró. Editorial Nórdica Libros. España, 2010. —. Les souvenirs m’observent (traduit du suédois et postfacé par Jacques Outin). Le Castor Astral, 2004. —. La grande énigme (45 haïkus). Le Castor Astrale, 2004. • Jungle. Poésie internationale. Dossier. Gaston Miron. Le Castor Astrale, Les Auteurs, 1999. ** Abraham Prudencio Sánchez alan1411@hotmail.com Escritor peruano (Ancash, 1979). Es licenciado en literatura peruana y latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM, http://www.unmsm.edu.pe) y magíster en literatura general y comparada por la Universidad de La Sorbona (http://www.sorbonne.fr), en París (Francia). Ha publicado el libro de relatos La vida no vale nada (2005), la novela El día de mi suerte (2006) y la nouvelle Hojas de otoño (2009). Ha traducido y prologado a Maurice Blanchot, Julien Gracq y Marguerite Duras. Ha sido conferencista sobre literatura peruana en las universidades Paul Valéry-Montpellier 3 (http://www.univ-montp3.fr), Complutense de Madrid (http://www.ucm.es) y en la Escuela Normal Superior de París (http://www.ens.fr/?lang=en). Asimismo colabora en diversos medios literarios. Actualmente sigue estudios de doctorado. Ha sido finalista del Premio Internacional Juan Rulfo 2008. === En tierras bajas, de Herta Müller Georgina Uzcátegui Gómez ======= Herta Müller, en su discurso de aceptación del Premio Nobel ante la Academia Sueca, se refirió a una anécdota que parece haber pasado por debajo de mesa; habló de la importancia de los pañuelos como una señal, sin palabras, con la cual su madre le recordaba que ella la protegía, un código secreto entre ambas. La escritora galardonada terminaba su discurso, palabras más, palabras menos, expresando: Me gustaría poder decir una frase para todos aquellos que, en las dictaduras, todos los días, hasta hoy, son despojados de su dignidad, aunque sea una frase con la palabra pañuelo, aunque sea la pregunta: ¿tienes un pañuelo? Este dato anodino y en apariencia un bello pero simple retrato, nos recuerda la recurrencia de esta serie de detalles cotidianos, triviales en apariencia, con los cuales se van engarzando los quince relatos que conforman su libro En tierras bajas, cuya edición en español, publicado por Siruela en 1990, tiene como imagen en la sobrecubierta un cuadro de Edvard Munch, La casa roja en la nieve, quien logra merced a colores neutros y una atmósfera vacía de otros elementos estéticos, que la pintura nos sobrecoja y transmita la soledad de esa vivienda en medio de la nada. En los relatos de Müller, esa nada en la que parecen gravitar terrores infundados la vemos desfilar en lo que pareciera la crónica de una infante sobre el día a día del pueblo en que vive, detalles cotidianos, impresiones oníricas, sabores y olores, objetos y personas inmersos en una rutina de actos y gestos que no parecieran tener trascendencia salvo cuando quien los narra logra trasmitirnos su horror sin estridencias ante lo inhumano y sórdido que esconden esas manifestaciones de la vida. Son personajes de su entorno familiar y comunal, objetos, frutas, hábitos, imágenes que la narradora va llenando de contenido, dándoles una significación que trasciende lo utilitario, en lo que logra trasmitirnos, como en una sucesión de cuadros inconexos, la opresión y la desesperanza de quienes no esperan nada de lo que les rodea; la culpa soterrada y el silencio van acompañadas siempre de unas palabras, pocas, abundan las imágenes poéticas pero lacónicas en su capacidad de evidenciar esos estados emocionales y sensoriales. En el cuento “En tierras bajas”, que da nombre a esta obra, rebosan frases como ésta: Desde que yo existo, los senos de mama son flácidos, desde que yo existo mamá está enferma de las piernas, desde que yo existo mamá tiene el vientre caído, desde que yo existo, mamá tiene hemorroides y las pasa negras y gime en el retrete (Müller, En tierras bajas, pág. 29), en las que la incertidumbre, que parece impregnar las palabras y las acciones de los personajes, también puede contener esperanza que se hace notar en metáforas y símiles que reflejan la naturaleza doble de aquéllas: Mi corazón palpita de alegría. Aguardo la noche. También hay miedo en la alegría, miedo de no poder seguir alegrándome, miedo de que el miedo y la alegría sean la misma cosa. La muerte es el fino hilo que va bordando la trama que se intuye detrás de cada nueva historia, casi siempre en relación con la presencia de animales repulsivos o atemorizantes (búhos, ranas, serpientes) que invaden o se presentan intempestivamente en el espacio, de personas que parecen amenazar con su sola presencia el espacio en donde transcurre la existencia de la niña narradora. Los olores y sonidos nos sirven de referentes de estados anímicos, van marcando el comienzo o el fin de hechos deleznables, medias verdades y actos subrepticios, como en el relato titulado “Peras podridas”. En “Crónica de un pueblo”, que nos es presentado como la relación que se hace de los pormenores de una aldea, podemos evidenciar la invisible maquinaria que parece mover y condicionar la existencia, trabajos y peripecias de sus pobladores. Figuras anodinas como una simple funcionaria parecen esconder un doble propósito en la función que desempeña: La cartera conoce todas las cartas por dentro y por fuera y está al tanto de los pensamientos más secretos de la gente del pueblo; cada individuo parece esperar un suceso inusitado que trastoque una realidad que no da paso a la esperanza, mientras observan cómo su entorno vital se va desdibujando. Después de la expropiación, dicen los campesinos, hasta el mejor terreno no vale ya nada. Vemos que luego todos estos temores, reticencias, emociones contenidas se trasladan a un escenario urbano en donde la protagonista comienza a captar la hostilidad en todo lo que le rodea, en objetos que parecen cobrar vida propia, haciéndole sentir que hay nada que se pueda esperar del mañana, que no hay nada que esperar, Y camino detrás de mí, caigo fuera de mí, por sobre el borde de mis pensamientos; la referencia inevitable a una situación opresiva que va desmantelando todo el mecanismo afectivo de las personas, que abstraídas parecen transitar el día a día sin sobresaltos, como piezas de relojería bien engranadas, Muchacha arrugada de ojos azules. ¿Adónde vas tan de mañana atravesando todo este asfalto? Años y años cruzando el parque... ¿Que puede uno hacer cuando, sea cual sea el tema de conversación, se habla siempre de perder? (“El parque negro”, pág. 178), pero que sólo han renunciado a soñar y a expresar lo que pasa antes sus ojos, lo que se imaginan pero que prefieran evadir. El soliloquio que a ratos discurre en todo el texto en comento, el doble discurso que ensalza lo cotidiano pero no deja paso a la expresión real y externa de las palabras, sentimientos, angustias y temores de los seres que se dibujan en estas historias, tejen una narrativa que en su poética esconde una gama de mecanismos, con los cuales los hombres y mujeres que se ven atrapados en situaciones opresivas, que los anulan en lo intelectual y espiritual, que los convierten en máquinas colectivas eficientes y les roban la individualidad que permite la libertad de ser y hacer; podrían sobreponerse apelando a la no resignación, a saltar sobre su propio silencio y el del colectivo que lo intenta minimizar; es en el ejercicio de la narración, como la que nos ofrece esta autora que se negó a olvidar, que se negó a dejar de soñar, que nunca dejó de hablar a través de su escritura, cuando el pañuelo dio paso a las palabras escritas que ella creía que no podría volver a nombrar. ** Georgina Uzcátegui Gómez georginainesuzcategui@gmail.com Narradora y abogada venezolana (Maracaibo, Zulia). Egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve). Tiene estudios de maestría en comercio internacional y es cursante de la Maestría en Literatura Iberoamericana de la Universidad de los Andes (ULA, http://www.ula.ve), en Mérida (Venezuela). Dedicada, tanto en Mérida como en Caracas, al derecho mercantil y administrativo, y a asesorar a particulares e instituciones. Ha trabajado en la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo (1994-2003), en Despacho de Presidencia, Departamento de Jurisprudencia y Secretaría de la Corte. También se ha desempeñado como asistente a la Coordinación de Actividades de Extensión de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV. Participó en talleres de narrativa, ensayo y poesía con los profesores María Isabel Novillo, Ramón Ordaz, Enrique Plata y Gabriel Mantilla Chaparro, en la ULA (2004-2005). Cuentos suyos aparecen en las antologías Relatos de humor sin extrema-unción (2006) y Entre Eros y Tánatos (2007), publicadas por la Asociación de Escritores de Mérida (http://www.escritoresmerida-ve.com). Es, además, colaboradora regular de la publicación trimestral Valdeoleacolor, del Ayuntamiento de Valdeolea (Cantabria, España; 2004-2006; http://www.ayuntamiento.es/valdeolea). Tiene inéditos el poemario Historias de Mu Bay (Poemas de pleno páramo) y el libro de cuentos Pequeña crónica de la convivencia y otros rencores. === Cultura política: ¿miedo o esperanza? Carlos Schulmaister ======== En este mundo actual, interconectado e interdependiente, cuando un país no tiene cultura política no puede concebir ni construir su propio futuro, su propio futuro mejor. No puede proyectarse pacífica ni armoniosamente en el tiempo por vivir generando nuevos presentes y nuevos futuros a la medida de sus necesidades y anhelos. En tal caso la vida sociopolítica discurre polarmente, mejor dicho, bipolarmente, con un esquema de opciones contradictorias y absolutistas, de extrema oposición, que se excluyen mutuamente, con tremendismo y violencia crecientes. Esta condición obstaculiza el diálogo y las interacciones entre los opuestos extremos e intermedios. Desde las diversas lógicas opuestas el diálogo es concebido como un signo de debilidad intelectual, moral y de fuerzas. De allí que las organizaciones con poder lo consideren un recurso extremo que en lo posible evitarán. Quien tenga mayor fuerza o poder nunca pedirá dialogar (negociar es aquí el término equivalente), a lo sumo se prestará al diálogo pedido por el otro (casi siempre forzosamente) pensando en imponerle el mayor número de condicionamientos, de modo que la solución del conflicto de que se trate sea así su solución. La vida política y social de un país de estas características no puede construir planes, es decir, elaborar proyectos de realización diferida en el tiempo, con objetivos y fines, con tácticas y estrategias coherentemente ensamblados. Y no puede no por desconocimiento de sus ventajas sino por su imposibilidad práctica, ya que está condenada a tener horizontes muy próximos, tan próximos que la vida de las personas y las instituciones se desenvuelve en un constante presente, en el día a día, en la emergencia, en la solución aparente y transitoria de múltiples y renovados conflictos que emergen y son producto de problemas y desajustes de fondo que no se tratan, no se visibilizan y no concitan reflexiones ni propuestas sino miedos. Las sociedades de este tipo no explicitan sus miedos ni sus preocupaciones conscientes respecto del futuro ya lejano, ya cercano. Por el contrario, transcurren, duran, pero no construyen su tiempo histórico. Se recubren de comportamientos y actitudes que se parecen más a los efectos de un narcótico que a la toma de decisiones lúcidas y conscientes. Lo que pudiera llamarse, aun indebidamente, conciencia social, es en gran medida un estado de vacío, una ausencia de diagnósticos, de proyectos, de metas, tanto a nivel individual como colectivo. En ellas no hay lugar para sueños individuales ni compartidos porque es imposible soñar, porque ha muerto la esperanza como motor de la vida. Sociedades con miedo a la vida —a despecho de sus renovadas arrogancias— esconden sus miedos y los encarnan en un enemigo, o en varios. De ahí la guerra, el ataque, la frontera. La guerra no compromete el futuro porque le teme, porque le roba tiempo desde atrás como animal de rapiña pero mira constantemente hacia atrás. Sólo la paz construye el futuro. Pero no cualquier tipo de paz, no una paz “pasiva”, entendida como ausencia de casus belli por un extremo y ausencia de conflictos sociales por el otro, sino una paz activa, basada en la fraternidad humana, en la armonía, el amor y la alegría de la vida. En todo el mundo todavía este tipo de paz es un inédito posible. En estas sociedades desesperanzadas lo normal es la pelea constante y la constante necesidad de un enemigo para poder timonear improvisadamente el rumbo del gobierno y de la sociedad en una dinámica de acción-reacción que no supera el corto plazo de atención de las emergencias, en los cuales la reiteración de los ciclos de entusiasmo/optimismo, por un lado, y de frustración/desesperanza, por el otro, consumen rápidamente las escasas energías socialmente disponibles. En estas condiciones, la prioridad de los investidos y dueños del poder es el mantenimiento y reposición de determinadas asociaciones políticas en el manejo del gobierno y del sistema productivo, al costo del direccionamiento de prebendas y migajas a sectores clientelares, sin consideración a las necesidades de la sociedad y del Estado como entes históricos. Este panorama está cada vez más consolidado en la realidad y cada vez se expande más. Los centros de comunicación lo ocultan, lo disimulan, lo maquillan, lo terminan legitimando ética y estéticamente a medida que avanza desde la periferia del sistema hacia sus centros vitales. Coherente con esta percepción del presente existe una incapacidad creciente de autogestión de estas sociedades cuya gravedad crece exponencialmente a medida que transcurre el tiempo. Cualquier mirada larga y honesta hacia el pasado habrá de ratificar, por más doloroso que sea, este diagnóstico y este intento de prospectiva. Las alternativas a esta cada vez más dura y cruel realidad parecieran ser únicamente la fuga, la evasión, el escape, o bien el atajo astuto y ladino del zorro y la consiguiente ferocidad del lobo. Ver “Rumbo al Bicentenario, en un país así...” (http://www.elansiaperpetua.com.ar/?p=79). ** Carlos Schulmaister cschulmaister@navego.com.ar Docente y escritor argentino (Saavedra, Provincia de Buenos Aires, 1950). Reside en Villa Regina, Provincia de Río Negro. Es profesor de ciencias sociales y didáctica de las ciencias sociales en institutos de formación del profesorado. Además de diversos textos en Internet, ha publicado De la patria y los actos patrios escolares; Los intelectuales. Entre el mito y el mercado y Gestión cultural municipal. De la trastienda a la vidriera. Es columnista de opinión del diario Río Negro (http://www.rionegro.com.ar), de General Roca. === El gran pez Rafael Fauquié ======================================= Imaginario del tiempo como superación y conquista; construcción que, a partir de un origen, se va convirtiendo en suma de esfuerzos que tratan de corregir errores; superando medianías, soslayando retos innecesarios, afirmándose en verdades propias, rehuyendo desorientaciones y desvanecimientos. Visión del tiempo, en fin, como un proceso de afirmación en torno a imágenes de logro y conquista. Imágenes sustentadas, por ejemplo, en la imaginación concebida ésta como estímulo y apoyo a la hora de diseñar itinerarios de vida, o de reconciliarnos con nuestras memorias, o de refugiarnos en nuestras versiones de la realidad. Hablo de esto y no puedo dejar de recordar el filme El gran pez de Tim Burton, película realizada por éste como un tributo a su padre fallecido poco tiempo atrás. En el momento presente de la historia, su protagonista, un anciano enfermo de cáncer, agoniza; y el hijo decide compartir con él sus últimos días. La trama dibuja la difícil relación entre un padre que construyó su vida a partir de la constante inspiración de sus fantasías, y su hijo, siempre escéptico ante éstas. La desaparición física o la decadencia de nuestros padres nos golpea con fuerza. Que esas figuras tan íntimamente próximas y que tantos espacios ocuparon en nuestras vidas, desaparezcan o vaya desapareciendo paulatinamente, es algo que nos confronta cruelmente con nosotros mismos. Fueron y serán siempre un punto de partida: un necesario referente. Podremos percibirnos como su reflejo o como su antinomia, pero nunca dejará de ser esencial la relación que establezcamos entre sus figuras y nuestras opciones de vida. En el filme El gran pez, el hijo termina por descubrir que su padre, ese ser del que fue siempre antagonista, logró, a fin de cuentas, conquistar el más extraordinario de los legados: la posibilidad de embellecer la vida gracias a sus propias ilusiones. Vivir es, entre otras cosas, una manera de relacionarnos con la realidad. Podemos acercarnos a ella desde nuestras fantasías y tratar de proyectar sobre ella las diversas tonalidades de nuestro mundo interior; no para confiscarla sino para entenderla, sobrevivirla, disfrutarla, mejorarla... Lo que vemos y lo que nos gustaría ver: a fin de cuentas, posibilidades tanto la una como la otra; algo que, por cierto, nos muestra El gran pez en su escena final, cuando, en el momento del entierro del padre, el espectador ve como muchos de los personajes que parecían pertenecer únicamente al universo de la imaginación de éste, realmente cobran vida. Sustentar el sentido de nuestros días sobre ilusiones surgidas de nuestro mundo interior es un reto fascinante pero también una apuesta muy riesgosa. Es peligroso apartarnos de las firmes y a veces demasiado ásperas ataduras que nos unen a la realidad. Es un propósito que, necesariamente, ha de pasar por el tamiz de una ética individual que reconcilie expectativa con virtud, que afirme nuestros sueños sobre argumentos moralmente legítimos. La imaginación no debería nunca apartarnos de la vida, sino, por el contrario, acercarnos más y más a ella, obligándonos a vivirla con intensidad y firmemente apoyados en ese eterno anhelo humano por llegar a tocar la plenitud. En Ética a Nicómaco, Aristóteles consideró la felicidad como la meta natural de toda vida. El escritor ruso Vladimir Korolenko dijo algo parecido: “El hombre ha nacido para la felicidad como el pájaro para volar”. Cualquier actitud o propósito humano por conquistar la felicidad será una manera de darle un sentido al tiempo vivido. ¿Por qué no utilizar la imaginación como una manera de acceder a ella? ** Rafael Fauquié rafabes@cantv.net Ensayista y poeta venezolano (Caracas, 1954). Licenciado en letras por la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab, http://www.ucab.edu.ve; 1977), postgrado en sociología de la literatura en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (1979) y doctor en ciencias sociales por la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve; 1984). Entre 1979 y 1985 dirigió los seminarios de literatura venezolana en la Universidad Católica Andrés Bello. Desde 1980 es profesor del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Simón Bolívar (USB, http://www.usb.ve), institución de la que es profesor titular y en donde ejerció entre 1989 y 1993 el cargo de director de Extensión Universitaria. Ha publicado Espacio disperso (Caracas, Academia Nacional de la Historia, col. El Libro Menor, 1983), Rómulo Gallegos: la realidad, la ficción, el símbolo (Caracas, Academia Nacional de la Historia, col. Estudios, Monografías, Ensayos, 1985), De la sombra el verso (poesía, Caracas, Epsilon Libros, 1985), El silencio, el ruido, la memoria (Caracas, Alfadil, col. Trópicos, 1991; Premio Conac de Ensayo “Mariano Picón Salas”, 1992), La voz en el espejo (Caracas, Alfadil, col. Trópicos, 1993), La mirada, la palabra (Caracas, Academia Nacional de la Historia, col. El Libro Menor, 1994), Espiral de tiempo (Caracas, Fundarte-Equinoccio, 1996), Arrogante último esplendor (Caracas, Equinoccio, 1998), Puentes y voces (Caracas, Sentido, 1999), El azar de las lecturas (Caracas, Galac, 2001) y Testimonios, espejismos y desconciertos http://www.comala.com (Caracas, Comala, 2007). === Galina: una ciudad de puertas infinitas Gregory Zambrano ========= (Nota del editor: el pasado 30 de septiembre fue presentado en la librería La Ballena Blanca, en la ciudad venezolana de Mérida, Puertas de Galina, el más reciente poemario del escritor venezolano Alberto Hernández. A continuación ofrecemos a nuestros lectores las palabras que en el evento pronunciara Gregory Zambrano, director de la Escuela de Letras de la Universidad de Los Andes). I Alberto Hernández nos visita con sus versos, siempre trae una alforja llena de palabras donde guarda afectos y memorias. Alberto es poeta, narrador y cronista; desde hace muchísimos años ejerce el periodismo. Nacido en Calabozo en octubre de 1952, ha recibido diversos premios por su obra. Ha publicado La mofa del musgo (1980), Amazonía (1980), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Bestias de superficie (1993), Nortes (1994), Intentos y el exilio (1996), Poética y desatino/Aforismos (2001), Eslovenia (2001), El poema de la ciudad (2003); el ensayo Nueva crítica del teatro venezolano (1981), la colección de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994) y el libro de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999), entre otros. En 2008 Ediciones Mucuglifo, de Mérida, publicó su poesía reunida bajo el título El cielo cotidiano: poesía en tránsito. Alberto Hernández fue el entusiasta promotor de una aventura literaria llamada Umbra, y desde hace muchos años los afanes de su escritura desembocan en el suplemento Contenido de El Periodiquito, diario de Aragua, que se edita en Maracay. Otro de sus oficios ha sido promover nuevos talentos poéticos y recuperar del olvido a otros tantos, labor que logró a través de la editorial La Liebre Libre, empresa quijotesca que gestionó junto a los poetas Harry Almela, Rosana Hernández Pasquier y Efrén Barazarte. Recibió el Premio “Juan Beroes” en reconocimiento a la totalidad su obra literaria en el año 2000. Ha visitado la ciudad de Mérida en diversas ocasiones y participado en eventos como la Feria Internacional del Libro Universitario y la Bienal de Literatura “Mariano Picón Salas”. Alberto Hernández es, sin duda, un ferviente promotor cultural y un viajero que lleva como equipaje la palabra poética o más bien ésta es su pasaporte que no tiene fronteras y sí muchas geografías. Y para llevar esa presencia más allá del papel comparte su blog personal Puertas de Galina (http://puertasdegalina.wordpress.com). II Hoy nos convoca su más reciente poemario, Puertas de Galina (2010), que lleva el sello de la editorial caraqueña Memorias de Altagracia, dirigida por los escritores Israel Centeno y Graciela Bonet, en su colección “Celacanto”. A Galina se llega desde el aire, la tierra, el fuego y el mar, a Galina se llega después del diluvio, después de la sed y la centella, a Galina se llega andando o montado sobre un potro brioso, que es la palabra. Y con la palabra ha estado bregando durante muchos años el poeta Alberto Hernández. Uno a uno ha ido entregando sus sueños y quimeras, sus preguntas y respuestas, sus silencios y esa gama de sentidos que decantan una pasión irrefrenable, como lo son las pasiones verdaderas. ¿Qué designios debo enfrentar ante la puerta abierta? —se pregunta la voz que nos invita a franquear el umbral. ¿Son acaso estos designios los que nos llevan a recorrer con sus versos un espacio que no existe pero que está allí, en el sueño y la vigilia, en la certeza y la duda, atravesando el hilo fino que separa la vida de la muerte? “Soy todas esas puertas, ese paisaje invisible”, nos dice. Y por ella entramos a su universo, lleno de dudas, de asombros, de silencios. Escribe el poeta en el pórtico de su libro: “Este silencio, este líquido que corre por mis oídos tiene en mis próximas palabras una sola salida, un agujero de tinieblas por donde algo tiene que emerger”. Puerta de rey, puerta hacia la voz de Arnaldo Acosta Bello, presencia acuática en la memoria, en el sueño, desanda los desvelos del poeta limpiándose el polvo de los caminos llaneros. Puerta de Salamanca donde las sombras corren río abajo devolviendo la eternidad a un hombre que se queda estacionado en los inviernos. Puerta de Alcalá, entrada y salida hacia el misterio. Allí está, frente a ella Madrid, la ciudad cabizbaja. Puerta de Compostela, hecha de silencios, cuya única certeza es el abismo, el paso de rostros sin facciones con gestos de agonía. Puerta de Lavapiés, entrada y salida de la resurrección. Puerta de ceniza, el gran incendio que sólo deja sombras, certeza de muerte envuelta en humareda. III Alberto Hernández nos acompaña con sus palabras incesantes. Viene de Calabozo, viene de Guardatinajas, viene de Maracay. Viene de México y España, viene del desvelo en justo pacto contra el silencio. Vive para la palabra, en sus poemas, en los afectos de tantos amigos dispersos en las más remotas geografías. Con estos versos nos sacudimos el polvo de los caminos, entramos y salimos intactos de los ríos, vemos perros y caballos, husmeamos en las pulperías, limpiamos el sudor y despejamos el polvo que nos recibe en cada pueblo, nos habita la memoria del viajero solitario, recorremos casas de anchos corredores, divisamos en el horizonte ciudades que de pronto se desdibujan. Entramos y salimos de nosotros mismos. Eso es Galina, más que una ciudad imaginaria, una mirada hacia lo que somos, a lo que hemos sido más allá del dolor de la carne y la duda. Existimos en la invocación del paseante llamado por sus misterios. Y como dice Eduardo Casanova: “Lo más importante de Galina no son sus casas ni sus edificios ni sus monumentos ni sus muchas tarjas ni sus museos ni sus catedrales ni sus avenidas arboladas ni sus horizontes infinitos y sus aeropuertos, sino sus puertas” (http://www.analitica.com/va/arte/oya/9247898.asp). Como en el poema “Historia”, la puerta dejó de ser cuando apareció el miedo después de la guerra, pero allí sigue ella, en el hueco de la pared, para que entremos y contemos la historia de nuevo. En ese camino de piedras y hojas secas, seguimos el juego de la palabra que crea y recrea hasta el infinito este manojo de historias. La última puerta siempre será la primera, la que se abre hacia el misterio, la que inflama la llama del nuevo día: Velado por la noche por la brisa que sacude las horas, mi cuerpo retorna al limpio aire del silencio. Quien entra cierra la puerta. El mundo se rompe bajo mis pasos. Bienvenido, poeta, a esta geografía que también guarda tus pasos, el polvo de los caminos dejados atrás, los sueños convertidos en memoria, y el afecto de los amigos que acompañan tu vigilia. ** Gregory Zambrano gzambran@yahoo.com Escritor y editor venezolano (Mérida, 1963). Es licenciado en letras (1987) y magíster en literatura iberoamericana (1994) por la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve), y doctor en letras hispánicas (2002) por El Colegio de México (http://www.colmex.mx). Miembro fundador del Taller Literario Mucuglifo y corresponsable de la página cultural Vértice del diario Frontera (http://www.diariofrontera.com), de Mérida (1984-1999). Se ha desempeñado como locutor y productor de programas radiales, así como promotor de revistas culturales. Se vinculó al equipo académico que preparó el Diccionario Enciclopédico de las Letras de América Latina (Delal, http://www.bibliotecayacucho.gob.ve/fba/index.php?id=93), para el cual redactó numerosas entradas. También participó en la fundación de la Bienal Mariano Picón Salas, que como homenaje al distinguido ensayista venezolano se lleva a cabo en Mérida desde 1991 con una importante proyección internacional. Forma parte de los consejos de redacción de las revistas Actual y Voz y Escritura (http://www.saber.ula.ve/vozyescritura), y perteneció a la redacción de la revista Trasiego. También dirigió la revista Solar (1992-1995). Ha publicado los poemarios Víspera de la ceniza (1990), Dominar el silencio (1993), Ciudad sumergida (1997), Desvelo de Ulises y otros poemas (2000), De historias, héroes y otras metáforas (2000), Memorial del silencio (2003) y Los mapas secretos (2005), que recopila su poesía escrita entre 1990 y 2002. Asimismo, los libros de ensayo Los verbos plurales (1993), La tradición infundada: literatura y representación en la memoria finisecular (1996), El lugar de los fingidores y otros estudios sobre literatura hispánica (1999), De historias, héroes y otras metáforas (2000), Mariano Picón-Salas y el arte de narrar (2003), Cartografías literarias (2008) y la biografía de Mariano Picón Salas (2008) en la Colección Biográfica Venezolana del diario El Nacional (http://www.el-nacional.com). También ha publicado las compilaciones Odiseos sin repos Mariano Picón-Salas y Alfonso Reyes, correspondencia 1927-1959 (2001) y Mariano Picón-Salas y México (2002). Entre 2007 y 2009 vivió en Tokio, Japón, desarrollando una investigación sobre el escritor Kobo Abe, con el patrocinio de la Fundación Japón (http://www.jpf.go.jp/sp), adscrito a la Universidad de Tokio (http://www.u-tokyo.ac.jp/index_e.html). Poemas suyos han sido difundidos en diversas antologías de Venezuela y otros países. Ha sido colaborador en publicaciones venezolanas como la Revista Nacional de Cultura (http://bit.ly/91LUGR; Caracas), la Revista de Literatura Hispanoamericana (Maracaibo), Contextos (San Cristóbal), el Papel Literario del diario http://www.el-nacional.com El Nacional y Verbigracia del diario El Universal (http://www.eluniversal.com), así como en las publicaciones de otros países Casa de las Américas (http://bit.ly/byseGQ; Cuba), Kipus (http://www.uasb.edu.ec/public/rev/kipus.html; Ecuador), Guatapique (Francia), Quaderni-Iberoamericani (Italia), Escritos (México), http://www.milenio.com Milenio (México), Nueva Revista de Filología Hispánica (http://biblioteca.colmex.mx/revistas/index.php/revistas/filologia; México) y Texto Crítico (México), entre otras. Desde 1989 ejerce labores académicas en la ULA, y combina su labor docente con la investigación literaria. Ha sido jefe del Departamento de Literatura Hispanoamericana y Venezolana y coordinador de la Maestría en Literatura Iberoamericana de la ULA. Actualmente es director de la Escuela de Letras en la misma universidad. Mantiene el blog “Los Mapas Secretos” en http://gregoryzambrano.wordpress.com. === María y la migración japonesa a Colombia Dixon Acosta ============ “Pasados seis años, los últimos días de un lujoso agosto me recibieron al regresar al nativo valle. Mi corazón rebosaba de amor patrio... El cielo tenía un tinte azul pálido: hacia el oriente y sobre las crestas altísimas de las montañas, medio enlutadas aún, vagaban algunas nubecillas de oro, como las gasas del turbante de una bailarina esparcidas por un aliento amoroso... Cruzaba planicies de verdes gramales, regadas por riachuelos cuyo paso me obstruían hermosas vacadas... Mis ojos se habían fijado con avidez en aquellos sitios medio ocultos al viajero por las copas de añosos guaduales; en aquellos cortijos donde había dejado gentes virtuosas y amigas”. Fragmentos de María, de Jorge Isaacs La migración japonesa a Colombia se dio gracias al amor. Al amor que rebosaba la novela romántica por excelencia que surgió en Colombia en el siglo XIX y llegó a destinos inimaginables. María, la obra cumbre de Jorge Isaacs, salió desde el Valle del Cauca en el suroccidente colombiano y atravesó el Océano Pacífico hasta llegar al Japón, en donde gracias al trabajo de traductores y amantes de la literatura llegó a los ojos de lectores que no daban crédito a la belleza de los parajes que se describían en las páginas de la novela. Pero el trasiego migratorio también fue posible gracias a una historia de amor real, no sólo en la ficción literaria. El traductor al japonés de María fue el filólogo Yuzo Takeshima, quien al parecer se enamoró de la colombiana Isabel Sarmiento. Cuenta la leyenda que en mayo de 1923, zarparon cuatro jóvenes del puerto de Yokohama y luego de cuarenta días de travesía arribaron al puerto de Buenaventura, dispuestos a conocer, trabajar y vivir en aquella tierra mágica que el novelista Jorge Isaacs había resumido con el nombre de “El Paraíso”. Al llegar al Valle del Cauca, los jóvenes comenzaron a trabajar en ingenios azucareros y en general en labores del campo. Serían los pioneros de las familias japonesas que llegarían posteriormente. Isabel Sarmiento residía en Tokio y su familia pertenecía a la legación diplomática colombiana. Conoce a Yuzo, quien ya había iniciado la traducción de la novela de Jorge Isaacs, y se enamoran, rememorando a la icónica pareja conformada por Efraín y María; Isabel colabora con la traducción, ampliando la información y expectativas de Yuzo sobre el Valle del Cauca. El cineasta colombiano Carlos Palau estrenó en el año 2007 la película El sueño del Paraíso, en la que cuenta la metáfora romántica que explicaría la migración japonesa a Colombia. Para los curiosos, en el siguiente enlace se puede ver el tráiler de la película: http://www.youtube.com/watch?v=BhjCN3WE0m8 La historia oficial menciona que Colombia fue escogida en su momento por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón como un lugar favorable para la emigración de sus connacionales, pues ante los conflictos bélicos y crisis económicas de aquella época, el fomento de la corriente migratoria japonesa a diversos rumbos hacía parte de la política exterior nipona. De esta manera, en 1926 el cónsul de Japón en Panamá y una delegación técnica (en la cual se encontraba Yuzo Takeshima) recorrieron varios departamentos colombianos, escogiendo al Valle del Cauca como lugar de destino para las veinte familias que iniciaron la historia migratoria de Japón en Colombia. Los migrantes japoneses que se dedicaron a labores de agricultura en esas fértiles tierras. Sin embargo la primera hipótesis, la del amor, resulta si no la más pragmática, la más encantadora explicación de cómo unas personas pueden llegar a una tierra extraña y adoptarla como propia. Uno puede imaginarse a un lector situado en cualquier rincón del mundo, que no puede despegar sus ojos de párrafos como el que encabeza el presente texto, decide comprobar si en efecto el “paraíso” existe y enrumba sus pasos sobre mares y montañas, hasta llegar a un generoso valle. Todo aquello, fruto del enamoramiento por una novela o por una mujer, amores que bien valen la pena. ** Dixon Acosta dixonmoya@gmail.com Diplomático colombiano aficionado a la literatura. Fue cónsul de Colombia en Ciudad Guayana (Puerto Ordaz, Venezuela) y actualmente desempeña un cargo diplomático en Nicaragua. Ha publicado artículos en revistas de su país. === El eróscopo: el cuerpo como la medida del tiempo ====================== === María de Lourdes Javier =============================================== (Nota del editor: este 16 de octubre fue presentado en Río Piedras el más reciente poemario de la escritora puertorriqueña Ana María Fuster Lavín, El eróscopo, que discurre a través de temas como la mujer, el tiempo, los calendarios, el amor, la sociedad y un curioso horóscopo erótico. El libro, que hoy comenta la crítica de arte María de Lourdes Javier, puede adquirirse en la web de la Editorial Isla Negra [http://bit.ly/a7eUQP]). “...sometime in your life you will have occasion to say: What is this thing we call time? (...) Where does it go? What does it do? Most of all, is it alive? Is it a thing that you cannot touch and is alive? And then one day you look in the mirror, how old, and you say: Where did the time go?”. Nina Simone (Who knows where the time goes?, 26 de octubre de 1969). Hay quien alega que el tiempo no es más que un concepto y que, por consecuencia, no existe. Aunque bien podría ser ése el caso, basta con mirarse al espejo y ver cómo se acumulan las caricias que el tiempo deposita en la piel. Hemos inventado distintas formas de medir este incesante paso del tiempo, casi como si fuese la única forma de palparlo. En El eróscopo: daños colaterales de la poesía, Ana María Fuster viaja en verso y carne por las cuatro estaciones; se detiene en los días de la semana que luego se acumulan en meses. Así hemos estructurado la vida. Entonces, se abre la pregunta: ¿qué significan estos cambios de temporada para el individuo? ¿Cómo se recibe en el diario vivir el pasar de páginas de los calendarios? La primavera, tradicionalmente asociada con alegría, para Fuster es duelo. Las flores son sangre, la vida es un pájaro que toma vuelo para abandonar su nido. El verano conmemora el nacimiento de nuestra poeta, una “diosa porno” que celebra todo lo que ha sufrido y vivido en sus versos. En otoño experimentamos un recorrido por el oficio de escritor, con alusiones a García Márquez y a Horacio Quiroga. Nos habla de la soledad del escritor y la tristeza que conlleva el oficio, también la agonía que proviene de observar el desgaste paulatino del cuerpo en la medida que vivimos y padecemos. El invierno es un réquiem en el que la voz poética contempla su vida y la muerte de las palabras. Las secciones del poemario dedicadas a los días de la semana y a los meses recuerdan las luchas que el ser humano se enfrenta en la cotidianidad. Los días pesan sobre nuestros hombros, nos cansamos de las rutinas. “Te negaste a morir otro martes” (“Martes”), nos dice Fuster, y es que todo día es un comienzo, una toma de decisiones para seguir luchando. En los doce poemas dedicados a los meses encontramos fuertes críticas sociales, por ejemplo, “Tarjeta para (des)enamorados (febrero”), donde la mujer rechaza el amor rosado de Hallmark y le contrapone la realidad que proviene de su propio sexo. Por otra parte, en el poema “Diciembre at Christmas Parade”, la poeta critica los excesos consumistas del mes y hace referencias concretas a la actualidad de Puerto Rico. Nuestra existencia no está descontextualizada y Ana María Fuster también escribe su poesía desde su realidad como mujer puertorriqueña, haciendo referencias a distintos aspectos del país: desde alusiones al moriviví hasta políticas como el lema muñocista, en el poema “Abriendo el mosaico (enero”). El viaje por los meses representa un encuentro con la soledad (“Octubre en alas de mujer”), las despedidas (“No me esperes por abril”), el vacío (“Las flores de marzo”), la solidaridad femenina (“Junio tiene nombre de mujer”) y hasta un canto a la infancia (“Sonata de mayo”), entre otros tantos temas que la autora trabaja en sus versos. Es entonces que llegamos al eróscopo. El horóscopo tradicional se rige por las constelaciones que nos vieron nacer. Es un vínculo de los cuerpos celestiales con nuestro propio cuerpo. También conlleva una aproximación a lo que va a acontecer. En otras palabras, nos remite al pasado, presente y futuro del ser humano, todo en un continuo diálogo con las estrellas. Ana María Fuster nos habla de cuerpos erotizados. Así nos dice en “Polvo de piscis”: “Eróscopo somos los seres del grito, / jadeando desnudeces bajo la luna / repitiéndonos en el mundo, / sombra sobre sombras, / multiplicándonos, / renacemos una y otra vez / sin vendas en los ojos / labios y lucha / sexos y libertad / en la orgía de los sueños / las verdades en cuerpo de palabra / polvo sobre polvo / polvo enamorado”. Nacimos del polvo y al polvo hemos de volver con la muerte. Entre tanto, viviremos de otro tipo de polvo, gozando de la sexualidad que nos es concedida. Con El eróscopo, Ana María parece sugerirnos que es precisamente esta sexualidad, que socialmente hemos llenado de tapujos, la que nos hace realmente humanos. El sexo es un encuentro con otros cuerpos o puede bien ser un encuentro con el propio cuerpo, como en la autoerótica de “Géminis”. Signo por signo, la poeta explora las distintas formas para vivir el erotismo. El eróscopo se convierte en un incesante canto a la voluptuosidad. Estos poemas están inyectados por una musicalidad asombrosa: “Escorpio dulce veneno / sed salada sal / de lengua negra negrera / noche y maremoto / trapecio y curva / pena, penal / pene penetra / tra tra ra ra a” (“Escorpio dulce veneno”). En este caso la sensualidad se traspasa a la sonoridad de las palabras. Resulta interesante la alusión a los daños colaterales que hace en el título. La poeta califica de esa manera su propia llegada al mundo en el poema “Daños colaterales: verano del ‘67”. La vida es entendida como un daño colateral. Da la sensación de que habitar un cuerpo implica una contingencia inevitable: el cuerpo que toca es a su vez tocado. Pero también encontramos estos versos en el mismo poema: “Pobre mamá, / daños colaterales: una niña”. Una mujer da a luz a otro cuerpo femenino en un dolor de parto compartido. No es coincidencia que la vida de toda mujer está marcada por los calendarios: periodos de ovulación, la menstruación, nueve meses de gestación y luego con la menopausia se abren otros ciclos vitales. En el constante fluir de los días, semanas y meses, la naturaleza nos recuerda que nacimos mujeres. Este cuerpo femenino se enfrenta a una sociedad que todavía hoy en día coloca a la mujer en una posición difícil. Ana María Fuster no teme hacer sentir su crítica: “Un él aspiró a ser presidente, aspiró y expiró; / una ella tan sólo deseó ser libre, desnudarse y poseerse; / finalmente se pretende lo que se puede”. Fuster escribe desde su experiencia ineludiblemente atada a una corporeidad femenina. Encontramos por todo el poemario distintas visiones de la mujer: la madre, la amante, la amiga, la loca, la escritora que a fin de cuentas son todas la misma persona. En el poema “Géminis desde el espejo” la voz femenina recalca que “debajo de ti soy yo”, no una diosa, no una mujer-objeto, no un cuerpo sin cabeza, sino un yo. Es un cuerpo de mujer que reclama ser considerada como una complejidad pensante, deseante, viviente. Un cuerpo de carne y hueso que no quiere “ser Barbie sin pezones ni vulva” (“Tarjeta para [des]enamorados”). Ana María Fuster, como mujer poeta, también dialoga en este poemario con algunos de sus colegas hombres. Ella toma como punto de partida poemas de estos escritores y desarrolla el punto de vista femenino. Y es que, según nos advierte la autora, la poesía es un daño colateral porque abre la posibilidad de intercambio y reciprocidad desde la misma palabra. El poeta plasma su verdad en sus versos y los exterioriza desde su cuerpo hacia el papel, donde se encuentra con futuros ojos que navegarán esas letras. Por tanto, la poesía es también una posibilidad de encuentro, de compartir ideas, pasiones, vivencias. Son daños colaterales en los que un poema puede desembocar en otro, es poesía que cobra vida cada vez que alguien la descubre. Es imposible leer este poemario sin que los versos se instalen en la piel del lector. Cada verso nos remite a nuestro propio cuerpo que también sufre, llora, gime, vive. En el poema “Réquiem de invierno” encontramos una clave del libro: “Siete días para encontrarse / doce meses para definirse / un eróscopo para reafirmarse”. Frente al calendario tradicional, Ana María propone un eróscopo, una reafirmación de vida. Ya no se trata de un tiempo abstracto ni conceptual, sino uno que respira y cuya inmanencia reside en el cuerpo humano. Veo en este poemario el reflejo del gran ser humano que lo escribió: una mujer fuerte, apasionada, quien ha sufrido incontables muertes, algunas literales, otras literarias y, sin embargo, a pesar de las lágrimas, le canta a la vida, a la sensualidad y a la poesía. La poeta hace el siguiente anuncio: “Damas y caballeros, / el poema ha quedado desnudo: / ahora, poetas, podemos nacer” (“Julio de carnaval”). Esto es precisamente lo que ha hecho Ana María Fuster en este poemario: desnudar la poesía, exponernos a la epidermis de la palabra y, así, remitirnos a nuestra propia humanidad. ** María de Lourdes Javier Rivera bealprlibre@yahoo.com Escritora puertorriqueña (San Juan, 1981). Estudiante de doctorado en historia del arte en la Universidad de Salamanca (Usal, http://www.usal.es; España). Su producción permanece inédita. === El viajero del siglo, de Andrés Neuman ================================ === María Elena del Valle de Villalba ===================================== Escuchaba la radio de mi país en una de esas interminables colas con la que se nos tortura a diario, y en la narrativa al principio intrascendente que “oía sin oír” escuché las referencias a esta novela: El viajero del siglo, premio Alfaguara de novela 2009. El locutor tenía allí en la emisora al autor, quien visitaba por primera vez Venezuela y en su conversación recordaba una de las escenas en la que Sophie, la protagonista, encantaba con su abanico en un cortejo mudo a Hans, el coprotagonista. Esa descripción, la verdad, compró mi curiosidad. La novela llegó a mis manos como un regalo de buenas letras. Una historia de amor, hermosa, refrescante que a través de un uso exquisito del lenguaje nos pasea no sólo por las desventuras y pequeñas alegrías de este amor sino por la descripción casi fotográfica del contexto histórico de la Alemania del siglo XX. Hans, el viajero que, como una suerte de promesa a sí mismo, no echaba raíces en ningún lugar, a pesar de sus convicciones queda “pegado” a Sophie, quien con muy sutiles movimientos —como los de su abanico— lo envuelve y enamora. Ella, prometida ya a otro hombre, en un tango perfecto en el que van hacia adelante y hacia atrás, comienza también a entregarse a algo más que un flirteo, un amor en el que no sólo es dueña de sus sentimientos sino uno que le otorga un espacio en el que puede pensar, opinar, disentir, un espacio en el que el amor de Hans la valida, no sólo como mujer sino como intelectual. Una historia donde se entraman complicidades, silencios y concesiones, en la que el amor triunfa a ratos y a ratos negocia con las responsabilidades y demandas de la vida. Como lectora, agradezco la descripción sin naftalinas que hace Neuman del amor, donde el romance y la sensualidad no requieren de elaboradísimas metáforas para estremecer al más escéptico. La descripción de un amor que se consuma en cuatro paredes y que luego se alimenta de miradas y de encuentros en el espejo, de roces bajo la mesa, de notas traviesas que fungen de foreplay para estos amantes y que se mezclan con un paseo riguroso por la buena literatura y los clásicos de la poesía. Se viaja a través de sus páginas, se disfruta el crecimiento de este amor de dos viajeros, Hans que va nómada por el mundo y Sophie quien también emprende la aventura de conocerse a sí misma. Un regalo para los lectores, una caricia a la imaginación, eso es El viajero del siglo. ** María E. del Valle de Villalba manedelvalle@hotmail.com Docente venezolana (Caracas, 1970). Graduada de profesora en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel, http://www.upel.edu.ve; 1992), con especialización en historia económica y social de Venezuela en la Universidad Santa María (http://www.usm.edu.ve), con maestría en historia económica y social de Venezuela, tesis con mención publicación y summa cum laude. Cursa estudios doctorales en el Instituto Pedagógico de Caracas (http://150.187.142.39). Es coordinadora del Núcleo de Investigaciones Geohistóricas Lisandro Alvarado, cuenta con un proyecto en desarrollo financiado por la Upel y con participación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es). Ponente regular en eventos nacionales, adscrita a la línea de investigación, ciencias del lenguaje y con dos años de investigación en el área de análisis del discurso. Profesora ordinaria de la Upel. === Buen viaje, General, la novela sobre Tulio Varón, ===================== === de Benhur Sánchez Suárez Carlos Orlando Pardo ==================== La narrativa sobre las guerras civiles colombianas en el siglo XIX y a comienzos del siglo XX, cuenta bibliográficamente con un no despreciable número de novelas. El inventario nos arroja por lo menos dos docenas, pero al día de hoy parecen inexistentes. Inclusive llevan la firma de autores consagrados en épocas lejanas, digamos Ismael Enrique Arciniegas o Clímaco Soto Borda, con Diana Cazadora, aunque ninguna logró trascender y se convirtieron apenas en punto de referencia. Algunos estudiosos, como Gonzalo España y su excelente equipo de investigadores, lograron rescatarlas, seleccionarlas y ofrecer una interesante antología con ellas en tres amplios volúmenes. Creo que llegaron a cuatro tomos, pero no conozco el último, que fueron publicados por la Universidad Industrial de Santander en el año 2005. Los volúmenes de esa narrativa nos dejan la grata impresión de un testimonio valioso y de un reflejo pálido de lo que sería en términos académicos la novela histórica, puesto que en el fondo son memorias, presencias con diferentes voces sobre un gran conflicto nacional, sobre un espectro que no muere, un eco testimonial de nuestra identidad, aunque siempre retórico, como era lo estilado en la época, y tiene muchas limitantes al no lograr convertirse sino en una constancia histórica sobre aquellos hechos lamentables, muchas veces sesgados por la militancia del autor y no pocas como actos contestatarios, lejanos por supuesto de la verdadera categoría literaria. Son versiones que ellos clasifican como heroico-románticas, a partir de un relator testigo, que pretenden una verdad histórica, pero nada más. Durante el siglo XX, escritores como Osorio Lizarazo con El camino de la sombra, García Márquez en Cien años de soledad, Rojas Erazo con su arzobispo inolvidable y Elisa Mújica en sus relatos, por ejemplo, hicieron su abordaje pero no de fondo, puesto que los sucesos no son protagonistas sino escenas, parte del decorado, puntos de partida, referencias apenas como en Los días en blanco de Hugo Ruiz. Frente a eso surge entonces para hoy un gran vacío en relación al tema de las guerras, que se presentaban en promedio cada ocho años, según especialistas. Los hechos están referidos en la historia, pero no podía ser posible que las dejáramos en un olvido rutilante, como si jamás hubiesen sucedido. En Europa, por ejemplo, las novelas sobre la guerra y la postguerra dieron como fruto grandes obras y grandes autores, que no quiero señalar ahora porque son casos ampliamente conocidos. Qué no decir de la novela de la Revolución Mexicana. Allí pasaron de la historia a la ficción con estas obras que perduran como Los de abajo, de Mariano Azuela o El águila y la serpiente, de Martín Luis Guzmán, protagonistas o testigos de los hechos. Todo lo dicho conduce a concluir cómo ese gran paréntesis aún no había sido llenado y requería de libros como la novela Buen viaje, General, de Benhur Sánchez Suárez. No nos sorprende, porque el escritor ya venía elaborando su camino en hechos y personajes de la historia, como lo hace con el famoso Reynaldo Matiz en Así es la vida, amor mío, su frase final en el conflicto con Arcadio Perdomo y su tropa azul, ubicándose en la Colombia de la Regeneración y la hegemonía conservadora. O el caso de la guerra de Colombia con el Perú, que revisita en El frente inmóvil, una ficcionalización sobre el conflicto acaecido hace ya más de setenta años. Sería como una trilogía suya con el tema histórico. Lejos de la tentación para caer en la truculencia de lo que se ha dado en llamar la literatura sicaresca, Benhur hace una novela que, desde el punto de vista de la técnica y del lenguaje, de la estructura y del manejo de la historia, encuentra un modo de narrar no sólo ágil y en apariencia complejo, por los cuatro planos narrativos en que descansa su edificio, sino porque logra una seductora historia donde se revisan y se reactualizan algunos aspectos de la Guerra de los Mil Días, en este caso ubicada en el escenario del Tolima y con un protagonista que ingresó por sus acciones un poco a la leyenda regional. Objeto de odios y de amores, de canciones y de himnos, de monumentos y de homenajes, de diatribas y de varios libros monográficos, Tulio Varón y la odisea de su periplo hasta lo trágico de su muerte, están aquí de cuerpo entero sin que se glorifique o se señale sino se narre, esencialmente, para dejar al lector el juicio de sus actos. Tanto la historia como la estructura y el lenguaje lo hacen a uno rodar como en un tobogán bajo la delicia de un texto impecable. Desde luego, para nuestra desventura, arropados por el manto de la violencia en que hemos vivido y en que han vivido otras generaciones anteriores a la nuestra. No tenía Colombia en la historia de su novelística una obra de ficción sobre el general Tulio Varón, destacado y legendario personaje del Tolima en las guerras civiles desde finales del siglo XIX hasta los comienzos del siglo XX. De tan contradictorio protagonista, hasta ahora, con Buen viaje, General, apenas se tenían referencias episódicas en Los días en blanco, de Hugo Ruiz, y Los incendios, de Jorge Eliécer Pardo, ambas inéditas. De allí que, para empezar, sea positivo subrayar la originalidad temática en un mundo donde a veces todo parece dicho. Curioso resulta que nadie en el Tolima se hubiese ocupado de un personaje que a lo largo de años, hasta cuando yo recuerde, ocupara hasta hace no mucho tiempo parte de las arengas manejadas por nuestros políticos. En la poesía y en sus estudios biográficos fue más afortunado. Darío Samper y Emilio Rico, en particular, le ofrecen varios de sus versos, al igual que ocurre con diversas canciones de nuestro folclor, particularmente la más escuchada, escrita por Pedro J. Ramos (Soy del Tolima guerrero, cuna de Tulio Varón, de valientes guerrilleros y de las mujeres bellas...). La crónica no le ha sido esquiva en varias épocas y es Camilo Pérez, en Inquilinos del novecientos, como se cita entre el texto, quien de manera reciente se ha ocupado del malogrado combatiente. Es esta la obra más extensa de Benhur Sánchez, a cuya investigación y escritura entregó devoto no menos de tres años para ir hasta las profundidades. De otra parte, la arquitectura de la novela se me hace inteligente y cuidadosa, y por la misma brevedad manejada en sus cuatro y cinco planos, de los expuestos en cada uno de los once capítulos, porta el irresistible sello de escenas, como en las películas o las telenovelas, que quedan en punta para seducir al lector, interesado siempre, como en este caso, en seguir las huellas de los acontecimientos. El paseo, la voz de Tulio Varón, las noticias actuales sobre la guerrilla con su nombre, la voz del investigador, la voz del escritor en segunda persona, encarnan varias caras de la misma moneda. Es la multiplicidad de versiones, de posibilidades para agotar al personaje, por fortuna no al lector. El cambio de tono y de lenguaje en esos planos nos conduce a vivir igualmente experiencias que van desde lo épico y maravillosamente logrado, desde lo lírico inclusive, hasta lo chato mismo de la cotidianidad y un punto importante, la muestra de la preocupación del escritor en el proceso de su obra, sus dudas, sus consultas, sus conflictos y su manera de llegar al tema hasta vencerlo. Tanta pluralidad amena, aparentemente compleja, me deja la impresión de cómo su autor no se queda quieto en la búsqueda y en la experimentación de maneras de narrar, ofreciendo el ejemplo palpable de un escritor siempre evolucionando. Me siento halagado de haber sido primer lector de esta obra que me ofreció no pocas enseñanzas y las muchas revelaciones en relación a Tulio Varón que, realmente, desconocía, a pesar de ser un estudioso de los libros biográficos, inclusive editor como en el caso de Carlos Eduardo Jaramillo con su obra El guerrillero de El Paraíso. No sé si sea la emoción que tengo sobre Buen viaje, General, la que me hace pensar, sinceramente, que esta sea su mejor novela. No por ello dejo de querer sus otros libros, que he seguido fielmente a lo largo de no pocos años. De todos modos no deja uno de conmoverse ante tanta guerra y tanto sacrificio que, para nuestra desgracia, pareciera no terminar nunca. ** Carlos Orlando Pardo carlosorlandopardo@gmail.com Escritor y editor colombiano (Líbano, Tolima, 1947). Ha publicado los libros de cuentos Las primeras palabras (en coautoría con su hermano Jorge Eliécer), Los lugares comunes, La muchacha del violín, El invisible país de los pigmeos y El último sueño, y las novelas Los sueños inútiles o Lolita Golondrinas, Cartas sobre la mesa y La puerta abierta, así como las investigaciones Los últimos días de Armero (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=270), Vida y obra de Eduardo Santa (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=273), Vida y obra de Eutiquio Leal (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=272), Adalberto Carvajal, una vida y muchas luchas (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=274), El proceso creador (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=296), Hazañas tolimenses (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=275) y no menos de doce antologías. Es un periodista, ensayista, editor, historiador, compositor, antologista (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=300) y promotor cultural con abundantes premios y distinciones (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=302). En 1997, con motivo de sus 50 años de vida y 25 de trabajo literario, apareció el compendio Obra literaria: 1972-1997 (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=307), que recoge sus novelas y libros de cuentos, junto a conceptos críticos sobre su obra. Fabio Barragán Cortés escribió un libro analítico sobre su vida y obra, junto a la de su hermano, titulado Dos narradores colombianos. Dirigió la investigación y es autor y coautor de los libros Protagonistas del Tolima: siglo XX (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=289), Pintores del Tolima: siglo XX (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=291), Novelistas del Tolima: siglo XX (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=279), Poetas del Tolima: siglo XX (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=283), Cuentistas del Tolima: siglo XX (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=281), Músicos del Tolima: siglo XX (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=304), Diccionario de autores tolimenses (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=306), Ibagué: sus múltiples rostros (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=294) y, en cuatro tomos, Manual de historia del Tolima (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=295). Está incluido en importantes antologías colombianas y extranjeras (http://www.creadorescolombianos.com/contenido.php?id=305) y su nombre figura en manuales de literatura colombiana, diccionarios de escritores y otros textos. Es licenciado en español de la Universidad Pedagógica Nacional (http://www.pedagogica.edu.co), de la cual fue profesor, y en 1995 la Universidad Simón Bolívar (http://www.unisimonbolivar.edu.co) de Barranquilla le entregó un doctorado honoris causa. Fue codirector del programa cultural Hablemos de..., que fuera transmitido por Señal Colombia (http://www.senalcolombia.tv) durante cuatro años y que hizo en compañía de los escritores y periodistas Alberto Duque López y Germán Santamaría. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === Isaac Goldemberg toma por asalto el género policial =================== === con la novela Acuérdate del escorpión Eduardo Corrales =========== Luego de más de tres décadas de maduración y tras labrarse una sólida reputación en el universo de las letras hispanoamericanas, el narrador y poeta peruano Isaac Goldemberg (Chepén, 1945) ha satisfecho su temprana ambición de escribir una novela policial y la ha plasmado bajo el título de Acuérdate del escorpión. El autor de La vida a plazos de don Jacobo Lerner “se saca el clavo” (dicho en peruano) con una historia que explora —en sus propias palabras— “los rincones oscuros de la naturaleza humana”. De “una obra delirante, paródica, eficaz” que reúne todos los estereotipos del género y rinde homenaje a sus antecesores, tanto en la literatura como en el cine, ha catalogado la escritora mexicana Margo Glantz a la primera novela negra de Goldemberg. Por su parte el narrador y ensayista argentino Mempo Giardinelli habla de la trama de Acuérdate del escorpión como “jugosa y fascinante”. La obra presenta en los roles estelares a dos oficiales de la Policía de Investigaciones del Perú: el capitán Simón Weiss y el teniente Katón Kanashiro. “Elegí que los dos detectives fuesen un judío y un japonés —se trata, además, de un japonés mestizo— porque me interesaba explorar la relación entre dos individuos de minorías étnicas que de alguna manera han sufrido una suerte de prejuicio en el Perú”, revela. En el inicio de la trama, ambos personajes han recibido el encargo de investigar los asesinatos que tienen por víctimas a un japonés en un salón de billar y un anciano judío en una pensión, ambos establecimientos situados en el centro de Lima. Una imagen persistente En el principio, Goldemberg —quien reside en Nueva York desde 1964— realizó en 1977 un viaje a Lima, cuya finalidad era recoger datos para una novela. En el curso de la pesquisa —relata— se topó (tal vez en el diario Última Hora) con la noticia del asesinato del dueño de un restaurante popular. Aunque los detalles y las circunstancias precisas del caso se desvanecieron con el paso del tiempo, “por algún motivo, al leer esa noticia se dibujó en mi mente la imagen de un japonés, en un billar y crucificado sobre una de las mesas; esa imagen, misteriosamente, me persiguió durante todos estos años”, asegura. Pero el almacén de las materias primas de la ficción de Goldemberg atesoraba otra imagen, la cual —una vez rescatada, desempolvada y puesta en valor— le serviría para tejer la trama. Esta imagen era “la de un ahorcado —un anciano judío— en una pensión del centro de Lima, pensión que realmente existió —aunque no con el nombre con que aparece en la novela—, y que yo frecuenté mucho de niño”, anota. “Luego, sin saber cómo, estas dos imágenes pasaron a ser parte de un tiempo y un espacio histórico definido: la Segunda Guerra Mundial, que me serviría para explorar ciertos aspectos relacionados con la conducta de los seres humanos”, acota. La acción transcurre a lo largo de 6 días, iniciándose el 2 de junio de 1970 —fecha en que la selección peruana de fútbol se medía con la de Bulgaria en el Mundial México ‘70. Dos días antes, el 31 de mayo, un letal y destructivo sismo había sacudido dramáticamente Lima y el norte del país. “La paralización sufrida por Lima —a causa del terremoto y por los partidos de fútbol jugados por el equipo peruano— era el escenario ideal, medio fantasmal, para que actuaran los personajes de mi historia”, refiere. Parientes noir en una ciudad gótica La sordidez, el cinismo y la violencia, junto a un cierto toque kitsch, han sido tradicionalmente algunos de los instrumentos útiles para hurgar en los mecanismos del comportamiento individual y en los procesos sociales, principalmente a partir del noir surgido y vigente entre las décadas de los ‘30 y ‘50 del siglo pasado. “Hay un cierto parentesco entre Acuérdate del escorpión y las novelas del género negro escritas en esa época”, admite. “En mi novela, por ejemplo, hay una predilección por los ambientes oscuros, medio sórdidos, y por las situaciones en que imperan la corrupción y la violencia”. En este nivel, el escenario mismo en que se desarrolla la historia se vuelve una especie de protagonista, ya que Lima aparece como una ciudad oscura, llena de sombras, “un poco gótica”. “Al mismo tiempo, la novela presenta personajes —sobre todo el capitán Weiss— como individuos traumados por su pasado; es decir psicológicamente derrotados y debatiéndose entre el bien y el mal”, refiere el autor de Tiempo al tiempo (1984). “También, en la novela —al ser una policial romántica— se entremezclan la pasión y el odio, el amor y el deseo, el perdón y la venganza”, añade. Y dado ese carácter de un melodrama romántico, el autor insertó la música popular —valses y boleros— como parte de la historia narrada. El soundtrack incluye Sueños de opio y El plebeyo (ambos temas clásicos compuestos por el bardo peruano Felipe Pinglo Alva) y los boleros —monumentos de letra y música erigidos para gloria del despecho y el abandono— Amor ciego, Corazón loco y Amor perdido. “En alguna medida la letra de esas canciones sirven como telón de fondo para la trama y explican y complementan lo que sienten los personajes”, ilustra. ¿Género menor? Para el autor de Hombre de paso / Just Passing Through (1981), el hecho de que la novela policial goce de gran popularidad no convierte al género en “menor”. “Basta con mencionar —remontándonos al siglo XIX— a escritores que han practicado este género tan importantes como Edgar Allan Poe, G. K. Chesterton o Arthur Conan Doyle”, apunta. En tiempos y espacios más cercanos cita a Adolfo Bioy Casares, Jorge Luis Borges, Rodolfo Walsh; y entre los contemporáneos menciona a Mempo Giardinelli, Paco Ignacio Taibo II, Ricardo Piglia, James Ellroy y Roberto Saviano. Aunque en las letras latinoamericanas existe una larga tradición de narrativa policial —en sus diferentes vertientes, y desde antes de Borges hasta después de Bolaño—, las muestras en la literatura peruana no igualan las dimensiones de otros países donde el cultivo del género es más extendido. “Por cierto que el número de novelas policiales en el Perú no puede compararse con el de países como México, Argentina o Cuba, mas hay una lista bastante nutrida que va desde autores como Jorge Salazar, pasando por Mario Vargas Llosa y Carlos Calderón Fajardo, hasta Santiago Roncagliolo, por citar a uno de los más nuevos”, precisa. Goldemberg confiesa que salvo ¿Quién mató a Palomino Molero?, de Vargas Llosa, no ha leído —todavía— ninguna otra novela policial peruana. “Es precisamente ahora cuando me voy a dedicar a leerlas. No he querido hacerlo antes para no “contaminarme” ni estilística ni temáticamente, ya que desde hace varios años tenía pensado incursionar en este género”. En Blanco nocturno, la más reciente novela de Ricardo Piglia, uno de los personajes, Croce, lanza: “Las novelas policiales resuelven con elegancia o con brutalidad crímenes para que los lectores se queden tranquilos”. “Respecto a Acuérdate del escorpión, yo diría que la resolución de los crímenes sirve más bien para que los lectores se queden intranquilos, para que reflexionen sobre los prejuicios, los genocidios, los abusos del poder, y la ineficacia, muchas veces, de la ley y la justicia”, comenta. ** Eduardo Corrales corraleseduardo@yahoo.com Periodista independiente. Nacido en Lima (Perú). Reside actualmente en los Estados Unidos. Desarrolla su vida profesional principalmente en el marco de la actividad cultural característica de la ciudad de Nueva York. Sus entrevistas y reportajes sobre manifestaciones artísticas y literarias apuntan a vincular a los creadores con la diversa y dispersa comunidad del idioma con eñe. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Arrimos a un cuento de Eugenio Montejo Lesbia Quintero =========== A Magaly Ramírez de Ripoll y a Felipe Márquez En el marco del Congreso de Filosofía y Literatura 2007 organizado por la Universidad Central de Venezuela, se rindió un homenaje a Eugenio Montejo y al profesor Rafael Cadenas. Durante el brindis me acerqué a Montejo y le dije que estaba realizando un trabajo sobre su cuento “Las velas”; sonriendo, me contestó: —Pero ese cuento no lo escribí yo, eso lo escribió Tomás Linden, uno de los contertulios de Blas Coll. Le respondí que él había escrito el prólogo, y además era amigo del escritor de ese cuento, por tanto, yo intuía que el poeta tenía mucho que ver con la historia de “Las velas”. Eugenio Montejo quiso saber qué había encontrado en ese relato. En aquel momento había enfocado el cuento desde la perspectiva que me ofreció un ensayo de Consuelo Hernández titulado Álvaro Mutis: una estética del deterioro. Con ese primer ensayo sobre “Las velas” dicté un taller literario que se realizó en La Guaira. El poeta Montejo llamó a su esposa para comentarle el trabajo que yo estaba haciendo, y luego me preguntó: —¿Cómo encostraste “Las velas”?, es una edición de ciento cincuenta ejemplares numerados. Aunque no lo dijo, sospecho que intentaba recordar si me había visto antes. Era natural que no me recordara porque no nos conocíamos. La primera vez que lo vi (en persona) fue en el aula 201 de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, cuando él, invitado por el Departamento de Literatura Latinoamericana, dio una charla. Respondiendo a su pregunta le conté que Felipe Márquez, el ilustrador del libro, me lo había regalado. Se mostró muy contento durante esa breve entrevista, luego él y su esposa se alejaron para saludar a otras personas. De Eugenio Montejo guardo el recuerdo de aquella tarde, él sonriendo con una copa en la mano, es la imagen que guardaré siempre de ese orfebre de reminiscencias, portavoz incansable de un mundo oculto por las ruinas del tiempo. En cuanto al taller literario del que le hablé, resultó un fracaso. Desafortunadamente, la audiencia para la cual fue diseñado ese material no respondió a las expectativas que me había creado. Ninguno de los participantes conocía la obra de Eugenio Montejo, y el cuento no les interesó. El desencanto estuvo acompañándome varios días. Sin embargo, la belleza estética y el profundo contenido simbólico que percibí en el cuento desde la primera vez que lo leí, seguían atrayéndome. Decidí realizar otra lectura, sin plantearme nada, sólo por el gusto de disfrutarlo. Ese pequeño cuento, que apenas ocupa cinco páginas en el formato en el que fue publicado, se me apareció con una trama más densa, colmado de imágenes proteicas. Esa segunda lectura me impulsó a indagar el mensaje del poeta imbricado en la imagen, en el símbolo y en la palabra poética. Realicé este trabajo con el deseo de vislumbrar otras zonas de sentido ocultas por la cotidianidad, la rutina brutal y el vértigo del tiempo que nos arrastra en una sociedad donde casi no queda tiempo para leer un poema, donde ni siquiera nos percatamos de nuestra existencia. Me aparté deliberadamente de datos históricos, biográficos y cualquier otro que amenazara con alejarme de la magia que flota en el relato de un viejo, narrado con un lenguaje sencillo, profundo, reflexivo y colmado de entrevisiones, que insta a internalizarse en el misterio de la imagen poética. La claridad, lo más claro, esa luminosidad eso transparente opalescente ¿dónde?, ¿en qué espacio habita? “Lo más claro”, Hanni Ossott. ¿Por qué se recrea un imaginario? Tal vez para espantar la soledad, o para acomodarla en un espacio idóneo donde ella pueda explayarse y germinar interminablemente en los ensueños. Quizá para propiciar un lugar donde la soledad pueda devenir en poema, en recuerdo inacabado, en vida transformándose continuamente. Un imaginario también puede ser una cartografía para acceder hacia regiones que se ocultan en los sótanos de la memoria. En el cuento “Las velas”, Eugenio Montejo retrata a un hombre de setenta años que se alumbra con dos cabos de velas porque el bombillo se ha dañado. A la luz de las llamas nos permite ver la riqueza de su mundo particular, la soledad se infiere a partir de la ausencia de Clara, la luz que alumbraba su existencia, pero el viejo protagonista no hace de esa condición una carga pesarosa, o por lo menos no lo deja ver de esa forma. Él lleva con dignidad su condición de hombre viejo y solo; quizá esa posición ante la vida hace muy difícil especular acerca de la soledad como drama existencial en este ser que nos muestra la historia narrada por Blas Coll. El narrador nos habla de un hombre que se internaliza en sus recuerdos, o en uno en particular y, de esa manera, disuelve las fronteras entre la realidad que lo circunda con su manto inaccesible, manto tieso de la utopía, lleno de paradojas que no resuelven lo contingente. La realidad recreada en “Las velas” es una dimensión en la que el protagonista se bambolea en el vaivén de su memoria. Desde ese recuerdo invocado, nos cuenta su propia historia de amor, la cual se funde con el imaginario al que alumbran “Las velas”. El personaje hilvana algunos retazos de sus evocaciones y relata en dos tiempos su condición ante la contingencia. Lo hace sin afectaciones, recorriendo los bordes de la existencia sin una razón pragmática, sin objetivo concreto, porque nacemos sin saber para qué lo hemos hecho. “Las velas” es un boleto al Olimpo íntimo del viejo profesor jubilado que utiliza la poesía y la mitología como vehículos para espantar la muerte, que no obstante se sospecha en cada rincón, solapada en la historia de una mujer irreal, alguien que desapareció con una blusa azul y los cabellos húmedos. Un pequeño apartamento es el territorio donde habitan diosas, reinas y heroínas de poetas enamorados. La luz y la sombra son dos condiciones opuestas, según nuestra lógica racionalista, pero Eugenio Montejo toma ambos elementos y los va modelando a través de una narración, como si fuera una arcilla suave, que toma formas precisas en las manos del artista. La luz que emanan las velas y la sombra que ellas mismas proyectan sobre las cosas, se conjugan lentamente con el ritmo de una historia de amor, que sirve de motivo para que el poeta nos muestre otras zonas de sentido ocultas en los meandros del ser. Había bajado a comprar pan más tarde que otros días porque, cuando regresó, tras subir jadeante los tres pisos, ya había oscurecido. Buscó la llave en el bolsillo del viejo impermeable y abrió como pudo la puerta. Por fortuna, un movimiento automático como ése no le exigía demasiada vista a sus ya bien corridos setenta años. Una vez dentro, con igual automatismo trató de encender la luz de la pequeña habitación que le servía a un tiempo de cocina y estudio, pero el bombillo se había fundido. Fue entonces cuando murmuró con estupefacción, casi con reproche: vamos, Cintia, no me dejes a oscuras (Montejo, 2005: 11). Cintia es el nombre que el viejo le da a la luz, no a un tipo de luz particular como se le revela cuando las llamas se agotan, sino a todo tipo de iluminación eléctrica. El nombre de Cintia evoca a la amada e infiel musa de Propercio, aunque también es otro apelativo de la diosa Artemis, quien a veces es llamada Cintia por su lugar de nacimiento en el monte Cinto en Delos. De esta manera la Cintia que acompaña y alumbra al viejo narrador de “Las velas” es diosa y mujer mortal, inspiradora de poesía y pasiones que arrastran a Propercio a buscar en la palabra poética un código para expresar la fuerza de su amor, y en el viejo de “Las velas”, para encontrarse a sí mismo acompañado eternamente por Clara. El viejo ruega a Cintia que no lo deje en la oscuridad, perdido en la negrura que le oculta los grabados de Afrodita. Pero Cintia no lo acompañará esa noche, y él se acompañará sólo con dos cabos de velas para encontrarse en medio de la penumbra con un retazo de su pasado, quizá el más importante o el más querido de sus pedazos de tiempo. Su narración se va hilvanando con la invocación a sus dioses familiares, tejiendo un puente que permite adentrarse hacia otra orilla poblada por los recuerdos exiliados en su memoria. La lectura permite inferir que el hombre atrapado en aquella noche sin luz, fue haciéndose un mundo aparte en su apartamento, es allí donde trastoca lo cotidiano y lo vuelve maravilloso al nombrarlo de otra forma. Los hilos conductores que tejen la historia dejan entrever una correspondencia con los románticos. Su presencia se siente como un flujo de otra luz que se filtra, sigilosa, en el imaginario del viejo. Sin embargo, éste no exacerba los poderes de la imaginación, su vida no está regida completamente por “La loca de la casa”, como diría Santa Teresa de Jesús, sino por unas vivencias que él sabe equilibrar con la sofrosine griega, ese legado tan querido por el personaje. Esos instantes le permiten renunciar a la sordina opaca y embrutecedora de la realidad para acceder a otros lugares más ricos en posibilidades, donde lo imposible deja de aparecer como un espectro arrogante. Es un universo donde Cintia se aleja para que surja Clara y disipe la sombra de la habitación con la llama azul que brota del corazón de la vela. El viejo soñador de imaginarios, que conoce el extravío de la noche, invoca a Clara con un ritual cargado de un erotismo sagrado que la recuerda como a una diosa. La condición de soledad que mantiene el profesor jubilado, viviendo en un mundo recreado por él, es un espacio donde sólo caben la evocación y la poesía. Gastón Bachelard, el filósofo de la fenomenología que estudió profundamente los imaginarios, dice en su ensayo La llama de una vela: “La llama de una vela convoca a los sueños de la memoria. Nos brinda, en los lejanos recuerdos, las imágenes de noches solitarias” (Bachelard, 1975: 39). Esta imagen del soñador convocando recuerdos se ajusta a ese solitario personaje que Eugenio Montejo nos describe en “Las velas”. Los recuerdos vuelven por veredas marcadas o ensanchadas por la luz titilante, y las voces de su imaginario se dejan escuchar en el chisporroteo de las llamas danzarinas. Los recuerdos surgen desde un pasado recreado para dar cuenta de las cargas que la memoria guarda en los pliegues de eso que llamamos olvido. Según la narración, por un azar el viejo se quedó sin la luz eléctrica que le proporcionaba el único bombillo de la habitación donde vivía. Llevado por la necesidad de alumbrarse recurrió a las velas. Esto significa, en principio, que no recreó ese contexto romántico intencionalmente. Sin embargo, el cuento revela a un soñador, un artífice de imaginarios que esa noche descubre otra cualidad de la luz. Siguiendo los pasos del personaje, podemos atisbar una conciencia que conmueve, al dejarnos ver el desamparo del ser humano dentro del mundo. No necesitaba hablar en voz alta pues vivía solo en ese pequeño apartamento desde hacía muchos años. O tal vez por eso mismo sentía frecuentes deseos de darles voz a sus pensamientos y a sus secretas invocaciones. A tientas, en la oscuridad, decidió abrir la nevera para que la luz del interior lo ayudase a encontrar las velas. Cuando localizó al fin el asa de la puerta dijo, ya casi al abrirla: dame luz, mi buena Euterpe (Montejo, 2005: 11). Invoca a Euterpe, una de las musas, que según Pierre Grimal tiene por atributo la flauta. La magia de nuestro personaje convierte a la nevera en una musa que puede rasgar el velo oscuro que cubre aquel territorio mítico. El personaje apostó por un universo que él mismo podía nombrar desde la poesía. Con la luz que proyecta “Las velas” vislumbramos otros significados que apuntan hacia la condición del ser humano, que, como señaló Hölderlin, se encuentra en el desamparo: “El hombre es un dios cuando sueña, un mendigo cuando reflexiona, y cuando el entusiasmo desaparece, se queda ahí como un hijo malogrado, cuyo padre lo echó de la casa, contemplando los miserables céntimos que la compasión le dio para el camino” (Hölderlin, 1998: 25). Las correspondencias que se desprenden de “Las velas” demuestran la profundidad del entramado con que ha sido tejido el argumento que, en principio, aparece como una narración de estructura simple y equilibrada, como afirma Eugenio Montejo en el prefacio del cuento. Uno de esos hilos que tejen la trama nos conduce por el imaginario mítico del viejo profesor, y permite ver cómo un hombre es capaz de nombrar su propio mundo a través de la poesía y la mitología, al mismo tiempo que mantiene una conciencia que le proporciona la plenitud y rompe los reducidos espacios de la realidad concreta. En el tercer párrafo del cuento penetramos por primera vez en pasado del viejo profesor. Desde esa voz que atraviesa los tiempos, nos cuenta cómo comenzó a escribir otra vez, y su narración se convierte en un metarrelato cuando nos percatamos de que ese presente donde se queda sin luz, en realidad pertenece a un cuento que él estaba escribiendo hace mucho tiempo atrás. De esta manera el pasado y el presente se conjugan en un solo tiempo. La escritura de este hombre se percibe como una fuga hacia otra parte y, mientras se desliza en una trayectoria de tinta y de papel, va transformando sus escenarios en un movimiento constante. Mediante esta hábil estrategia Montejo demuele la dicotomía entre el pasado inexistente, inapresable, fantasmático, y el presente manifestándose en la incesante actividad de los segundos que se desplazan raudos. En “Las velas” el presente se transforma ante nosotros, se metamorfosea en las sensaciones que se pueden experimentar en un instante. El viejo fija las emociones como una suerte de fotografía y las convierte en recuerdo, en poema, en fórmula mágica que le permite acceder a esa dimensión atemporal, convocar las musas y demostrar que el tiempo es una falacia, un recurso para no volvernos locos, un salvavidas para no naufragar en el absurdo. El viejo profesor, mientras escribe su relato, se vale de la memoria para evocar al amor perdido, y demuestra que la palabra sirve para describir, pero no para sentir. Clara es una enigmática mujer de la que sólo sabemos que asistía a las clases del viejo profesor y entra de manera furtiva en su vida, en forma de música, según la metáfora que usa el narrador para describir ese estado ideal del enamorado. La música es una característica de la poseía de Montejo, aquí el poeta mediante la voz narrataria, la muestra con una fuerza sublime, capaz de arrastrar a un hombre hacia un mundo desconocido. Julia Kristeva afirma: Que la música es el lenguaje del amor, lo saben los poetas desde la noche de los tiempos, para sugerir que el enamoramiento producido por la belleza amada es trascendido —precedido, guiado— por el significante ideal: sonido en límite de mi ser, me transfiere al lugar del Otro, sin sentido, hasta perder el sentido (Kristeva, 2000: 31-32). En un momento fuera del tiempo ocurre la consumación del amor que ata irremediablemente a ese hombre que ahora relata su historia. En un poema titulado “Mi amor”, Montejo escribe: “Mi amor que seguirá cuando yo me vaya, con otra risa y otros ojos, como una llama que dio un salto entre dos velas y se quedó alumbrando el azul de la tierra”. Magnífica analogía entre este fragmento del poema y Clara con su blusa azul, saltando desde el pasado a través de la luz de dos velas para continuar como un acorde inefable en el imaginario del viejo. Esas instancias que acuden al llamado del personaje se integran, fusionando el pasado y el presente. Sin embargo, el narrador nos deja ver que sólo puede apresar fragmentos, pedazos que constituyen sus recuerdos y van apareciendo en una danza interminable e incoherente. Ese mundo atemporal, teñido por el erotismo, va apareciendo lentamente alumbrado por la luz de las velas, por Clara que emerge del baño como una Afrodita moderna con los cabellos húmedos: “Con la hoja dentro de la máquina, apenas llevaba escrito en la página hasta aquí, hasta el nombre de Euterpe, cuando Clara se me acercó, los cabellos empapados aún, recién salida del baño”. La mujer es aquí, según nuestra lectura, otro símbolo para nombrar la nostalgia y la persistencia del erotismo sagrado. La imagen del erotismo que se nos presenta es fragmentada, huidiza, quebrada por la luz del sol que ilumina el rostro de Clara. Ella es una figura que surge poco a poco y se queda para siempre alumbrando con su luz azul al viejo de “Las velas”. Esa musa se vuelve melodía y seduce al viejo sacándolo de la indolente vida que él llevaba, como lo confiesa en su relato. “Cumplía con mis clases mirándome vivir, dejando que los hechos se ordenaran unos a otros por sí solos, con la mínima interferencia posible de mi parte”. La poesía y el amor son irracionales, ambos se expresan con el críptico lenguaje del alma. En el cadencioso relato se intuye un desplazamiento de la razón cartesiana que deja libre a la intuición, y ésta guía la existencia, permitiendo sospechar que a la vuelta de la esquina se puede tropezar con una órbita secreta de su misterio. La nostalgia que se percibe en este cuento revela el deseo de apresar los recuerdos, delata una conciencia ante lo transitorio de la existencia y sus actos. Esta pequeña historia de amor señala al acto amoroso como un instante fracturado, inapresable, mientras la vida se desliza como un momento en el espacio. Según Georges Bataille, el erotismo surge ante la conciencia terrible de la muerte, porque ese instante de supremo gozo, de no razón, de caída en un abismo de ebriedad donde no interviene el pensamiento y somos gobernados por una fuerza que nos rebasa, es análogo a la disolución de la vida. El erotismo no niega la muerte, sino que la reafirma al asumirla en la extinción del Otro y del propio Yo que se disuelven en el frenesí de un instante irrepetible. En esos movimientos del amor, bien sean delirantes o sosegados, se advierte el ritmo de la cadencia erótica y su carácter sublime vinculado con la poesía. El enamorado asume el erotismo como un hecho que pertenece al reino de lo sagrado, lo vive como misterio que se desvela en un instante de arrebato donde se disuelve la presencia y sólo se presiente una instancia enajenada. Esa pequeña muerte no significa la desaparición física, sino la anulación del cuerpo que se disgrega en la turbulencia del éxtasis de los amantes. Octavio Paz, en La llama doble, lo dice de una manera muy hermosa: Nuestra pareja tiene cuerpo, rostro y nombre, pero su realidad real, precisamente en el momento más intenso del abrazo, se dispersa en una cascada de sensaciones que, a su vez, se disipan... Los sentidos son y no son de este mundo. Por ellos, la poesía traza un puente entre el ver y el creer. Por ese puente la imaginación cobra cuerpo y los cuerpos se vuelven imágenes (Paz, 1997: 11). En esta reflexión de Paz volvemos a encontrar la imaginación enlazada al erotismo y la poesía, que remite al inicio del cuento con la invocación a las musas, diosas del canto y de la música. ¿Qué significa esa imagen melódica que Montejo establece como eje de su narración? ¿Quién entona una melodía que hace seguir a su intérprete? ¿Clara o el viejo solitario? Sospechamos que es el protagonista quien nos ha guiado a través de su historia para mostrarnos la vigencia de las musas expresándose en la llama de una vela. Tanto la música como la luz son símbolos muy fuertes que evocan la idea de nacimiento o renacimiento. El viejo narrador nos conduce hasta recintos donde lo sagrado emerge suavemente, conectándonos con una dimensión de nuestro ser. El ritmo se nos aparece no sólo como un elemento estilístico, sino como el medio que usa el poeta para internalizarse en las zonas inéditas de su propio mundo íntimo. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, la literatura u otra... Ese balanceo, ese swing en el que se va informando la materia confusa, es para mí la única certidumbre de su necesidad, porque apenas cesa comprendo que no tengo ya nada que decir” (Cortázar, Rayuela: capítulo 8). El ritmo que el viejo de “Las velas” ha convocado desde el inicio del cuento nos va mostrando cómo su narración parte de un movimiento que se origina en medio de la oscuridad y va tomando forma hasta desvelar el imaginario que ese hombre ha construido. Su mandala, su Centro, es Clara, él lo recorre a través de la escritura y una historia que nos envuelve con el mágico brillo del rito y el culto a las Madres, alumbrado por “Las velas”. Desde esta lectura, el imaginario del viejo profesor se convierte en mandala, dibujo misterioso que encierra respuestas para quien sepa interpretarlo. Eugenio Montejo nos deja en “Las velas” un ritmo que se deja escuchar en la penumbra, una invitación a seguirlo en un viaje hacia el Centro que nos constituye. Según Chevalier y Gheerbrant: En todas las civilizaciones, los actos más intensos de la vida social o personal van acompañados por manifestaciones en las que la música desempeña un papel mediador, para ampliar las comunicaciones hasta el límite de lo divino (Chevalier y Gheerbrant, 1995: 739-740). El deseo de vivir y experimentar nuevamente la plenitud de la existencia surgió en el mundo del viejo porque Clara introdujo desde el comienzo algo parecido a una esperada melodía que, “una vez reconocida, me era inevitable seguir”. Ya había escuchado antes los compases del erotismo, pero evidentemente, también había perdido su equilibrio, o dejó de escuchar ese ritmo que invita a la conexión con lo divino. El viejo sólo nos muestra algunas trazas para esbozar un pequeño retrato de Clara. “En fin, ya he comenzado a borronear algunos papeles como éste, apenas principiado, que ella ojeó al salir de la ducha. Para animarme, sin duda, dijo que Cintia es un nombre hermoso. Creo que lo es, pero tal vez ella no sospeche que, para mí, mucho más hermoso es el tono de voz con que lo dice” (Montejo, 2005: 12-13). Esta conmovedora confesión encierra en sus palabras un canto al amor como rito, al compromiso y respeto hacia el ser amado, un culto que se ofrenda a las deidades en la intimidad de un altar particular, en este caso, un apartamento que Clara prefirió por pequeño y elevado. Hay un dios que no se menciona explícitamente en el cuento: Dionisos, pero que aparece solapado en la forma del erotismo. Su presencia se delinea con más fuerza en la búsqueda de liberación. Alain Daniélou, en su excelente trabajo sobre Shiva y Dionisos, afirma que el culto a este dios griego desencadena las potencias del alma y del cuerpo (Daniélou, 1987: 22). El viejo profesor que nos narra esta historia asilado en su Olimpo particular, lo hace manifestando un gran respeto por los dioses, nos habla desde esa parte irracional que llamamos alma, desde su conexión con lo divino. Hasta ahora hemos hablado de un imaginario poblado por deidades que un viejo recrea, tal vez para espantar la soledad, Pero, tomando en cuenta el aspecto irracional que hemos mencionado, no podemos dejar de preguntarnos, ¿lo imagina realmente o lo experimenta? El poeta y el escritor capaz de tomar las metáforas, analogías y correspondencias que brotan de alguna parte de su ser, participan de la imagen poética y la experimenta como vivencia irracional, en correspondencia con lo mágico-religioso. Es cierto que nuestro protagonista no ha dicho en ningún momento que es poeta, pero ha recreado un imaginario donde la analogía y el carácter mágico-religioso están presentes; mostrando sin ambages su fondo irracional expresado en la metáfora y en la imaginación. Estas instancias poéticas surgen de la profunda oscuridad en la que Cintia ha dejado al viejo. ¿Acaso todo el cuento no es una metáfora que remite a la oscuridad como fase fundamental por la que atraviesa el alma antes de renacer en el mundo de la luz? La historia del viejo remite al mito de Psiquis, quien busca a Eros atravesando la oscuridad del Hades para superar las pruebas que le ha impuesto Afrodita, diosa de la belleza y la sensualidad a quien el viejo rinde un especial tributo y la nombra de distintas formas. “No era extraño que pasara más de una mañana contemplando, por ejemplo, alguna preciosa imagen de Afrodita. Varios años atrás, cuando aún lo retenía la rutina docente, escribió a modo de pasatiempo una larga monografía sobre la diosa de la belleza. Un pasatiempo o tal vez una premonición de sus postreros días” (Montejo, 2005: 13-14). ¿Por qué una premonición de sus días postreros? ¿Qué presentía el viejo profesor? Quizá intuía sus últimos años en la soledad de su modesto apartamento rodeado de la extraordinaria belleza de las diosas, compañeras solidarias del ser que las sabe intactas, diosas eternas, como lo expresa el poema de Montejo: “Vuelve a tus dioses profundos; están intactos, están al fondo con sus llamas esperando; ningún soplo del tiempo los apaga”. El viejo, ayudado por Euterpe, pudo encontrar un cabo de vela en una gaveta, con éste encendido pudo ubicar otro más. Lentamente las tinieblas que envolvían al apartamento ceden un poco ante la luz emanada de las velas que nuestro protagonista pudo encender. El texto nos dibuja un espacio en penumbras porque la luz de las velas no es suficiente para iluminar totalmente el apartamento. De esta forma se da una conjunción de luz y oscuridad y propicia la atmósfera para que Astarté, la sombra del viejo, se presente, más dinámica y más intensa, tanto que el cuarto parecía pequeño para ambos. Octavio Paz dice, en La llama doble, que “Príapo en erección perpetua y Astarté en jadeante y sempiterno celo acompañan a los hombres en todas sus peregrinaciones y aventuras” (Paz, 1997: 18). Aunque este aspecto sexual no es el caso del viejo profesor, insertamos la cita porque él es un conocedor de los mitos, y sabemos que ese componente erótico se nos presenta nuevamente en esta deidad femenina, que según Federico Revilla es: Diosa semita del amor y la fecundidad, pero también de la guerra. Esta ambivalencia, relativamente frecuente, al menos en estadios antiguos de la evolución religiosa, sugiere el sabido paralelismo que los griegos expresarían mediante Eros-Thanatos... Era inevitable su posterior identificación con Afrodita (Revilla, 1999: 52). Federico Revilla nos dice que Astarté fue identificada con Afrodita; más arriba acotamos que el viejo rinde una apología a la diosa griega de la belleza y el amor; tributo doble al nombrarla una vez más en su aspecto semita. ¿Todas estas diosas son luminosas? Evidentemente en uno de sus aspectos sí, pero tienen un lado oscuro; Eduardo Cirlot, en su artículo sobre la sombra, recurre a la tesis de Carl Gustav Jung, y afirma que Jung denomina sombra a la personificación de la parte primitiva e instintiva del individuo (Cirlot, 2005: 424). A la sombra, como figura oscura que proyecta el ser humano, se le ha otorgado un papel fundamental a través de las diferentes culturas, porque representa al alma. En la noción de alma reencontramos el carácter irracional que domina la narración. En este caso ligado a la sombra, que el viejo ha bautizado como Astarté. ¿Es ella la representación de su alma? ¿Otro yo? ¿De qué manera se vincula la sombra con Afrodita y Clara? Astarté, transfigurada en sombra que acompaña perennemente al viejo, también puede ser una forma de recordarle su otra parte clara. La luz y la oscuridad, dos expresiones distintas de una misma condición, y en “Las velas” se convierten en metáfora, mostrándonos una vez más ese fondo irracional que alimenta al poeta con sus analogías y correspondencias. Astarté, su sombra, también es Afrodita, su pasión, y ambas se conjugan en una danza para dar nacimiento a Clara, quien encarna el amor ideal y se transfigura en su musa mientras le hace compañía, luego en la ausencia se torna en luz que lo alumbra en la negrura de la soledad. El viejo trata de contar una experiencia límite que marcó su existencia con la soledad y el amor, pero el lenguaje no le sirve para explicar la profundidad que encierra cada uno de esos universos subjetivos. ¿Cómo podemos describir la soledad? ¿Hay palabras para describir la experiencia amorosa? No. Por eso el poeta, el escritor y el enamorado, recurren a la imagen poética, sólo ella puede tender un puente entre esa instancia abstracta, atomizada, sin rostro ni perfiles, colmada de sensaciones y ritmos ditirámbicos, y nuestra realidad concreta, llena de nombres, colores y palabras que se traicionan en cada acto de habla porque jamás nombra la esencia del amor o la soledad, la médula que produce las emociones y sensaciones es ignota. Quizá, al no poder nombrar al reino del alma, llama a su amada con un nombre tan simbólico como Clara. El mismo protagonista no necesita nombre para presentarse, él es un hombre anónimo enfrentándose al lenguaje monstruoso del mundo para nombrar y nombrarse en una falacia perenne y rutinaria. El viejo es nadie como Odiseo encarado a Polifemo, es un hombre enfrentando la nostalgia, amante insaciable de la belleza. Bibliografía • BACHELARD, Gastón. La llama de una vela. Monte Ávila Editores. Caracas, Venezuela. 1975. • BATAILLE, Georges. Las lágrimas de Eros. Tusquets Editores. Barcelona, España. 2000. • CHEVALIER, Jean, y GHEERBRANT, Alain. Diccionario de los símbolos. Editorial Herder. Barcelona, España. 1995. • CIRLOT, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos. Ediciones Siruela. Barcelona, España. 2005. • CORTÁZAR, Julio. Rayuela. Plaza & Janés Editores, S. A. Barcelona, España. 1999. • DANIÉLOU, Alain. Shiva y Dionisos: la religión de la Naturaleza y del Eros. Kairós. Barcelona, España. 1986. • GRIMAL, Pierre. Diccionario de mitología griega y romana. Paidós. Barcelona, España. 1979. • HÖLDERLIN, Friedrich. Hiperión. La muerte de Empédocles. Fondo Editorial de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela, 1998. • MONTEJO, Eugenio. Poemas selectos. Bid & Co Editor. Caracas, Venezuela. 2004. —. Las velas y cinco poemas. Ejemplar número 21. Editorial Exlibris. Caracas, Venezuela. 2005. • PAZ, Octavio. La llama doble. Amor y erotismo. Galaxia Gutenberg. Barcelona, España. 1997. • REVILLA, Federico. Diccionario de iconografía y simbología. Ediciones Cátedra. Madrid, España. 1999. ** Lesbia Quintero lectorcomplice@gmail.com Escritora y docente universitaria venezolana (Los Teques, Miranda, 1966). Licenciada en letras por la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve). Actualmente realiza una maestría en estudios literarios en esa misma casa de estudios. Ha publicado Trances y ceremonias de la crisálida mayor (2007) y Los umbrales de Rayuela (2009), y ha sido incluida en Dos escritores ante la crítica (2007), títulos todos del Fondo Editorial Ipasme (Caracas). Ha recibido la Medalla de Reconocimiento del Fondo Editorial Ipasme (2006), una mención de honor en el Premio Nacional de Literatura Solar (Mérida, Venezuela, 2007) y otra en el Tercer Concurso Internacional de Minicuentos Dinosaurio (La Habana, Cuba, 2008). === Las verdades del egoísmo ============================================== === Ensayo sobre la voz narrativa en El desbarrancadero, ================== === de Fernando Vallejo Jorge Mario Sánchez ========================== A pesar del tono autobiográfico de las novelas de Fernando Vallejo, el narrador en primera persona presente en todas ellas tiene visos de máscara, de coartada que oculta al autor en vez de revelarlo. En el momento en que Vallejo escribe El desbarrancadero ha publicado ya seis novelas: Los días azules, El fuego secreto, Los caminos a Roma, Años de indulgencia, Entre fantasmas y La virgen de los sicarios. Seis obras cuya lectura nos revela el proceso de construcción por parte del autor de su propia voz narrativa, de su alter-ego, una voz que se ensanche y que rebose los límites, que le permita encontrarse a sí mismo y encontrar su verdad. En este sentido, El desbarrancadero se nos muestra como su novela más lograda, y las características que definen el estilo del autor son aquí especialmente poderosas: el adecuado uso del lenguaje; el tiempo fragmentado de la narración; el humor; la ausencia de un centro, de un hilo narrativo preciso; la individualidad extrema; la entronización del yo por encima de cualquier atadura social, de cualquier restricción cultural, ajeno a todo convencionalismo; las verdades subjetivas que niegan la objetividad... Todas estas particularidades nos desvelan el deseo del autor por aprehender la Nada, esto es, la futilidad de la vida —atrapada en el tiempo que desemboca en la muerte—, por medio de la escritura. La voz narrativa en El desbarrancadero simula ser explosiva, irracional y espontánea. El caos aparente de la obra, de orden cronológico, espacial y temático, refuerza esta sensación. Pero existe un trabajo riguroso que niega esta espontaneidad, y lo encontramos en un aspecto básico de la obra: el lenguaje. La gramática, la sintaxis, la sonoridad, la coherencia de las frases —por nombrar sólo algunos—, son elementos cuidadosamente manejados por el autor y que reflejan el carácter contradictorio del narrador-protagonista. Es a partir de este esmerado trabajo en el lenguaje que la voz narrativa en El desbarrancadero fluye con un ritmo vertiginoso y permite contar de un modo muy personal la tragedia del protagonista, una tragedia que, paradójicamente, es atemperada por un humor negro basado en la desfachatez y que es característico de toda la obra de Vallejo; un humor que le permite al lector mantener un distanciamiento frente a lo que se está contando, frente al dolor que experimenta el narrador: Y acto seguido, en tanto él acababa de armar el cigarrillo de marihuana y se lo empezaba a fumar con la naturalidad de la beata que comulga todos los días, le fui explicando el plan mío que constaba de los siguientes cinco puntos geniales: uno, pararle la diarrea con un remedio para la diarrea de las vacas, la sulfaguanidina, que nunca se había usado en humanos pero que a mí se me ocurrió dado que no es tanta la diferencia entre la humanidad y los bovinos como no sea que las mujeres producen con dos tetas menos leche que las vacas con cinco o seis. Dos, sacarle la próstata. Tres, volverle a dar la fluoximesterona. Cuatro, publicar en El Colombiano, el periódico de Medellín, el consabido anuncio de “Gracias Espíritu Santo por los favores recibidos”. Y quinto, irnos de rumba a la Côte d’Azur (i). La intención inicial de El desbarrancadero es referir el regreso del narrador a su ciudad natal, Medellín, para acompañar a su hermano Darío, enfermo de sida, durante su agonía. El narrador retorna así a un pasado no tan lejano mientras observa impotente cómo su propia casa familiar se derrumba debido al paso del tiempo, a la falta de un orden y a la muerte que se lleva, uno a uno, a sus habitantes. Aquí es interesante notar cómo Fernando (el narrador) no se limita nunca a ser un observador pasivo; por el contrario, tiene una opinión muy personal sobre todas las cosas que ve, la cual no duda en plasmar de la manera más descarnada posible sin importarle que el hilo de la narración se vea afectado. Así, no esconde el odio que siente por el menor de sus hermanos, a quien pone el mote de “Cristoloco” o “El Gran Güevón”, ni por su madre, a quien en todo el relato sólo se le conoce como “La Loca”, y a la que Fernando culpa del descalabro de la casa y del caos que se ha adueñado de ésta. Sin embargo, el narrador extiende igualmente sus críticas a todo tipo de personajes públicos y privados: a los presidentes de Colombia y México, a los colombianos, a los mexicanos, a los políticos en general, a las mujeres embarazadas, a los negros del Central Park, a los pobres, a los niños, a los curas, y a una figura sobre la cual lanza una y otra vez, a lo largo de la novela, sus dardos cargados de odio: el papa Juan Pablo II. De esta forma, el lector se percata de que no tiene ante sí una referencia directa a sucesos novelados, sino principalmente un esbozo de la conciencia (e inconsciencia) del narrador. Estamos ante un mundo complejo y subjetivo, basado en la realidad de una ciudad y de una casa y en unos seres de carne y hueso que hacen parte del pasado del autor y que son transformados literariamente por éste, no sólo para construir un relato, sino para alcanzar una libertad que le permita apartarse de los esquemas y las verdades objetivas, que le permita encontrar su propia voz. En este caso, la voz literaria refleja la búsqueda de sí mismo. El autor, Fernando Vallejo, utiliza a su narrador como un espejo para ver lo evidente y lo oculto. En este espejo que es su libro, Vallejo se quiere enfrentar a dos conceptos, ligados entre sí, y cuya imposibilidad de ser aprehendidos le da forma a la novela: el Tiempo y la Muerte. El paso del tiempo destruye el pasado del narrador, le muestra la futilidad de lo vivido y de la posesión, lo enfrenta con el vacío, con la Nada. El tono de la novela es la nostalgia, y por tanto su estructura temporal intenta emular, no el orden cronológico que el ser humano percibe, sino el caos de la memoria, con las múltiples puertas que se abren y se cierran, con los recuerdos que surgen intempestivamente y buscan destacarse unos sobre otros. Así, la intención inicial del narrador, que es contar la agonía y muerte de su hermano Darío, se transforma en un constante regreso a un pasado mucho más remoto y en un entrelazamiento con otro evento igual de doloroso: la muerte del padre de ambos. Pero aunque la memoria es lo que nos constituye como seres humanos, ésta nunca es fiel a la realidad, existe siempre un falseamiento, una distancia entre lo vivido y lo recordado. Lo efímero del instante nos demuestra que el presente no existe y que habitamos en el pasado, en nuestros recuerdos, y por lo tanto el escritor que intenta plasmar sus memorias con toda la honestidad posible seguirá haciendo, inevitablemente, ficción. El narrador de El desbarrancadero no es ajeno a este falseamiento; por el contrario, la verdad para él es su verdad, no hay términos medios, no hay sentido común o consenso, no existe la objetividad. Los recuerdos que él narra aparecen ya filtrados por su propia mente, por sus puntos de vista. Su madre ya no es Lía, el nombre que tiene en sus novelas anteriores, sino es La Loca, la causante del caos. El narrador la ve como una mujer perversa, insensible, manipuladora, egoísta y perezosa, y nosotros como lectores no podemos verla de otro modo porque Fernando no nos concede otro punto de vista. Puede ser que en realidad la madre de Fernando Vallejo haya sido una mujer maravillosa, pero eso nunca lo sabremos o, en lo que se refiere a El desbarrancadero, no nos interesa. Hay igualmente otro suceso en la novela donde el narrador, desesperado por la agonía de su padre, lo ayuda a morir suministrándole veneno. El lector que llega a este punto y que piensa que está leyendo una autobiografía puede preguntarse: “¿pero es que Vallejo mató en realidad a su padre?”. De nuevo, esto es algo que sólo interesa al interior de la novela, es una verdad dentro de la ficción, y no tiene sentido inquirir la veracidad histórica de este hecho. Nadie va a procesar penalmente a Fernando Vallejo por los asesinatos que su narrador ha confesado en varios de sus libros. El falseamiento en el que incurre toda novela, y al mismo tiempo su veracidad en un sentido más profundo, han sido analizados ya por autores como Vargas Llosa, y al respecto ha dicho también Terry Eagleton en su libro Después de la teoría: “Porque una novela afirme hechos reales éstos no se vuelven en modo alguno más verdaderos. Una vez más, el hecho de que sabemos que es una novela garantiza que no escrutemos estas afirmaciones en busca de su valor de verdad, sino que las entendamos como parte de un diseño retórico general” (ii). Esta dualidad realidad-ficción, que sin duda se presta para confusiones, la encontramos de igual forma en las diatribas de Fernando contra su país y su ciudad natales, las cuales han generado todo tipo de reacciones adversas entre los lectores de El desbarrancadero (sobre todo entre los lectores colombianos). Pero la Colombia y la Medellín del narrador no son reales, no son el espacio físico real en el cual transcurre la vida de millones de personas. Ellas son el espacio en el que transcurren los hechos novelados y las vidas de los personajes, y seguirán siendo fantasías del narrador aunque él nos jure que así son en verdad. “Una vez que pones en el papel un suceso real, se convierte en ficción”, dice un profesor de escritura creativa a sus alumnos en alguna de las sádicas películas de Todd Solonz. Esta búsqueda de una verdad propia por parte del narrador es también la búsqueda de la individualidad, es decir, es una forma de rebelión contra lo establecido, contra las organizaciones, contra la sociedad en general. El arte le permite al narrador rozar el egocentrismo absoluto. Le permite fustigar aquello que odia y aquello que, para él, simboliza el destructivo paso del tiempo, y es de notar cómo en El desbarrancadero este fustigamiento adquiere tonalidades salvajes, desbocadas, implacables. Las continuas injurias contra el papa Juan Pablo II, por ejemplo, no son fortuitas y cumplen una función doble en la novela: por un lado, reafirmar el yo de un narrador que nació en una familia y en una ciudad eminentemente católicas, y por el otro, subrayar su rebelión contra Dios por medio de su representante en la Tierra, contra ese Dios que permite el paso del tiempo, que permite la muerte y la destrucción, y que permanece mudo ante aquel moribundo enfermo de sida y ante aquella Colombia consumida por la violencia. Pero la individualidad extrema genera en el narrador dos estados que son evidentes en la obra: la soledad y una conciencia acrecentada de la muerte. Esta conciencia acrecentada reduce la vida a la Nada, y esta Nada se refleja en El desbarrancadero tanto en su contenido (la muerte de los seres queridos, el caos y la destrucción de la casa) como en su forma, en esa estructura inconclusa, inacabada, que gira sobre sí misma como si bailara alrededor de un abismo (de un vacío). De allí los múltiples saltos temporales y espaciales, que entretejen sucesos en apariencia distantes. De allí la constante intromisión de Fernando con sus opiniones y sus comentarios (con su moral), las repeticiones, los esporádicos cambios en el punto de vista del narrador y la ausencia de un centro y de un hilo narrativo acorde con la estructura clásica del relato (inicio, nudo y desenlace). Como afirma Terry Eagleton: “Existir de forma independiente es ser una especie de cero. Los obstinados tienen la vacuidad de una tautología. Cometen el error de imaginar que actuar de acuerdo con una ley exterior al yo significa no ser el autor del propio ser de uno” (iii). El narrador en todas las novelas de Vallejo rechaza cualquier tipo de ley exterior a sí mismo; sólo su voluntad maneja el hilo de sus obras, y de allí las críticas despiadadas y los insultos a todo aquello que no puede controlar. Sin embargo, en apariencia sigue atado a una ley de la que no es posible escapar, que lo condiciona de forma abrumadora y que, paradójicamente, le permite su intento de rebelión por medio de la literatura: la ley del lenguaje. El narrador sabe que no le es permitido atravesar los límites que las palabras entretejen, porque el hacerlo es encontrarse cara a cara con la parálisis o con la muerte. La búsqueda de la libertad llega entonces hasta este punto: más allá sólo queda un abismo insalvable, el vacío que las palabras intentan ocultar. La literatura nunca podrá expresar la Nada, así como tampoco podrá reflejar por completo la realidad (quizás la Nada y la realidad sean las dos caras de una misma moneda); tan sólo podrá esbozarlas, enmascararlas, mostrar sus contornos resbaladizos. ...no se hagan ilusiones con las palabras que son bien poca cosa: torpes, imprecisas, mendicantes, incapaces de apresar la cambiante realidad que se nos escapa como un río que pretendiéramos agarrar con la mano (iv). El paso del tiempo hace que la vida se disuelva en la Nada, y la literatura no es más que un sucedáneo. Es justamente esto lo que Vallejo nos ha querido decir siempre con sus obras, con esa larga novela que aún no ha terminado de escribir. Notas i. VALLEJO, Fernando. El desbarrancadero. Editorial Alfaguara. 2004. Págs. 15-16. ii. EAGLETON, Terry. Después de la teoría. Págs. 100-101. Editorial Debate. 2005. iii. EAGLETON, Terry. Op. Cit. Págs. 195-196. iv. VALLEJO, Fernando. Op. Cit. Págs. 124-125. ** Jorge Mario Sánchez jeinzu2003@yahoo.com Escritor colombiano (Bucaramanga, 1979). Es ingeniero electrónico de profesión. Estudia la maestría en literatura en la Universidad Javeriana de Bogotá (http://www.javeriana.edu.co). Ha publicado cuentos y ensayos en el suplemento cultural del periódico Vanguardia Liberal (http://www.vanguardia.com) de Bucaramanga y escribe reseñas de cine para la revista virtual ochoymedio.info (http://www.ochoymedio.info). También ha publicado ensayos y otros textos en varios medios electrónicos. Mantiene los blogs literarios El Persa (http://elpersa.blogspot.com) y Espacios Vacíos (http://jeinzu.blogspot.com). === El mito y lo deforme María Alejandra Crespín Argañaraz =========== Los antiguos mitos hablan de la creación del mundo como el paso del caos al cosmos, es a menudo simbolizado por las aguas; también puede serlo por el desierto, donde toda forma parece diluirse. Las aguas del mar, las arenas del desierto son metáforas de la nada, de la ausencia de toda forma. Crear un mundo es, entonces, formarlo, darle coherencia, pasar de lo informe a lo formado. En la versión cristiana del libro de Génesis, Cap. 1º, vers. 1 y 2, puede leerse: “Al principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas cubrían la faz del abismo, pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas”. Abismo, vacío, aguas, confusión y oscuridad son nombres de lo informe, de la ausencia. Dice el Popol Vuh, en su libro que contiene la cosmogonía, la mitología, la relación de las migraciones y la crónica de los reyes del pueblo quiché. Este libro fue encontrado en Guatemala a fines del siglo XIII por un fraile dominico, Francisco Jiménez, quien lo tradujo al español: “No había un hombre, ni un animal. No había aves o pájaros, ni peces, ni cangrejos. No había maderas, ni piedras, ni pantanos, ni barrancos, ni vegetación, ni ciénagas... El rostro de la tierra no podía ser visto. Sólo el tranquilo mar y la extensión del cielo”. Estas historias, sagradas para sus pueblos, muestran a un Dios, que es la plenitud del ser, enfrentado con la nada, nombrada de muchas maneras. El Dios puede llamarse Jehová o Javé Eloim, el Altísimo, o el único, o puede ser Marduk, dios que mata a la antigua diosa Tiamat, la gran serpiente marina de cuyo cuerpo descuartizado saldrá el mundo, o como lo dice el Popol Vuh: “El creador y Hacedor, la Madre, el Padre de la Vida y de la existencia”. Sea uno o múltiple, lo divino está siempre en el origen de las formas. Para los indios de América del Norte, sin embargo, el mundo es creado por el pensamiento y el deseo de un dios. Encontramos que en el Timeo, mito en el que Platón relata la formación del mundo mediante el modelo de formas perfectas, subsistentes por sí mismas, incorruptibles y eternas, cito pág. 765 de las Obras completas, dice: “En cuanto al universo que llamamos cielo o con cualquiera otro nombre, lo primero que debemos averiguar es aquello por lo que, según hemos dicho, debe comenzarse en todos los casos, a saber: si ha existido siempre, no habiendo tenido principio, o si habiendo tenido principio, no ha existido siempre. El mundo ha tenido principio, en efecto, el mundo es visible, tangible, corporal, todo lo que tiene estas cualidades es sensible y está sometido a la opinión acompañada de la sensación, nace y es engendrado”. Pero el demiurgo tiene que contar también con la Torah, libro de la ley de los judíos, especie de materia indócil, cuya dificultad y ambigüedad en las traducciones nos sugiere su parentesco con la nada y lo informe. De esta conjunción resulta que las formas creadas, las que constituyen nuestro mundo sensible, sean imperfectas, limitadas, cambiantes y perecederas. En términos más propios de la filosofía, podría decirse que lo que relatan estos mitos cosmogónicos es que de la conjunción del ser con la nada surge el ente. El ente es la determinación del ser, las formas que adquiere en el tiempo, y que tales formas significan límite, modo especifico, determinación. Para los pueblos arcaicos todas las cosas tienen su arquetipo mítico. También todos los actos importantes del hombre: el nacimiento, la alimentación, el trabajo, el sexo y la muerte. El mito cosmogónico tiene una importancia fundamental en las sociedades primitivas. Está presente en numerosos rituales: todo comienzo, toda fundación debe actualizar el acto primordial de la creación del mundo. El tiempo debe regenerarse para reconquistar su condición primera, también los chamanes utilizan el mito cosmogónico en sus curaciones para hacer retroceder al hombre en el tiempo y conquistar su estado primitivo. Y hasta los poetas lo utilizan para recuperar la inspiración perdida. En la tradición de los mitos mesopotámicos el hombre presenta una condición dual: modelado en arcilla su cuerpo es amasado con la sangre de un Dios sacrificado. En el Enuma Elish se cuenta que Marduk condenó al rebelde dios Kingu a ser sacrificado y prosigue: “Lo ataron teniéndolo asido en presencia del dios Ea, cargaron sobre él el peso de su culpa y le abrieron los vasos de su sangre. De su sangre fabricaron la humanidad”. Este carácter dual de la condición humana según los textos citados, origina inesperadas consecuencias, como por ejemplo rebelión y angustia. Adán y Eva comen el fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal y son arrojados del Paraíso. Por su parte Gilgamesh, el héroe mesopotámico, descubre la muerte con carácter ineluctable de todo lo viviente: al morir su amigo y compañero Enkidu llora la pérdida y al mismo tiempo toma conciencia de su propia finitud. Desde entonces todas sus acciones sólo tienen por objeto conseguir el secreto de la inmortalidad. Lo descubre y lo pierde porque no es un dios. Todo lo que se aleja de la vida cotidiana, en suma, lo deforme. Sin embargo, el soplo divino, los griegos dirían el “tojaion neuma” o la sangre de un dios que está en el hombre, lo convierte en un cocreador del mundo. Aparecen nuevas formas creadas por el hombre, bajo su poder la naturaleza se transforma. Las aguas de los grandes ríos discurren obedientemente por los canales, los barcos surcan el mar, los cereales se siembran, los animales son domesticados, se levantan palacios y templos, cambia el paisaje donde el hombre construye su morada. Imitando su modelo divino el hombre crea nuevas formas donde transcurre su existencia. Es decir, actúa conforme a su modelo. También los mitos le proporcionan paradigmas de conducta, originan normas para actuar conforme a las acciones de los dioses, los héroes civilizadores, los antepasados míticos de sus pueblos. Pero si bien la forma en que el hombre actúa debe ser conforme a sus modelos sagrados, ocurre que esos mismos modelos realizan actos que no coinciden con las costumbres y posibilidades de los seres humanos. En el mito tiene cabida lo maravilloso, lo sobrenatural. Lo incita a superar el curso ordinario de las cosas y buscar lo extraordinario, en suma deformar las formas habituales. En el mito del héroe se nos dice que si el hombre siente ese llamado misterioso y lo asume, comienza una aventura que lo llevará lejos de sus afanes cotidianos. Tendrá que vencer terribles pruebas, encontrará ayuda sobrenatural, penetrará en un mundo de horror y fascinación. Su triunfo será la sabiduría y el deber de enseñarle a su pueblo. El regreso del héroe tiene tantas dificultades como su partida. Él trae lo nuevo y los hombres están apegados a las formas más fáciles, más conocidas. A menudo su mensaje no es comprendido de inmediato y el héroe debe morir, después de su triunfo, a manos de aquellos a los que quiere salvar. “El mito de la caverna,” de Platón, da el ejemplo para una historia semejante. El contacto con lo sagrado produce maravilla y terror, significa penetrar en un mundo cuyas formas no coinciden con las que contemplamos habitualmente con nuestros ojos. Entonces, ¿cómo decir o representar lo que se conoce por esas experiencias extraordinarias? Porque si bien Dios es creador de formas que conocemos, ¿cuál es su forma, si es que la tiene? Y si es que tiene forma igual que todo lo que nos rodea o que nosotros mismos, ¿cómo representarlo?, ¿cómo imaginar sus actos? El hombre, entonces, recurre a lo inaudito, a lo insólito, a lo desmesurado; en suma, a lo deforme. Y así el arte nos muestra imágenes de ángeles, de figuras danzantes sobre cráneos humanos, de una serpiente desplumada en el centro de una cruz, de gigantes con un solo ojo, de monstruos y quimeras, de ángeles y demonios. Joseph Campbell habla de las máscaras de Dios, de un rostro que se oculta y reaparece continuamente en diversas formas, a través del espacio y el tiempo. Conocerlo en su plenitud estaría más allá de las posibilidades humanas. La tradición bíblica dice que aquel que ve a Dios cara a cara, desde aquí abajo, muere instantáneamente. En consecuencia cada cultura sería una perspectiva de lo divino. En ese bosque de símbolos que es el mito aparecen señales, mensajes cifrados. Pero el misterio no termina de desvanecerse. Esta historicidad de las manifestaciones, de lo sagrado, nos hace pensar en cierta relatividad de opciones, tales como deformidad, conformidad, belleza. También los mitos nos muestran costumbres extrañas a nuestra sensibilidad y nos exigen a veces un gran esfuerzo para descubrir su significado. Es cierto que el investigador actual dispone de una serie de aportes metodológicos que ayudan a su tarea, pero además del bagaje teórico los mitos nos reclaman una actitud de apertura espiritual, de simpatía intelectual, del recuerdo de nuestra propia experiencia para tratar de comprender la razón del otro. Pero también los mitos pueden deformarse a través del paso del tiempo. En este caso uso el término “deformarse” en su sentido “peyorativo”, no como una ruptura de las formas en busca de la trascendencia. Un ejemplo lo encontramos en la formación de los aztecas, siendo el dios que instruyó a los hombres en la agricultura y en las artes de gobernar. Guerreros, bárbaros, al conquistar pueblos antiguos de refinada cultura, tergiversan el sentido de la tradición tolteca. La “guerra florida” que significa la lucha del hombre consigo mismo para destruir sus tendencias negativas y quemar sus cobardías y bajezas, se convierte en conquista militar para conseguir prisioneros de guerra y sacrificarlos a sus dioses. De esa manera se degrada el sentido del sacrificio religioso como donación libre y voluntaria del hombre a la divinidad. Perder el sentido de los símbolos puede ser peligroso para una cultura, también lo es el manejarlos en provecho propio. Es lo que ocurre a veces en nuestro tiempo a partir de los ámbitos sociales. De esa manera se degrada, por ejemplo, el mito del héroe, en la búsqueda del poder y las riquezas materiales. El mito, tantas veces olvidado, despreciado o deformado, aún no ha perdido su poder. Bibliografía • CAMPBELL, Joseph. El héroe de las mil caras. FCE, México, 1959. • FRAZER, James George. La rama dorada. FCE, México, 1996. • PLATÓN. Obras completas. Tomo II. Omeba, Argentina, 1967. • La Sagrada Biblia. Nacar Fuster y A. Colunga, Madrid, 1965. ** María Alejandra Crespín Argañaraz alejandracrespyn@hotmail.com Investigadora argentina. Es profesora superior, egresada en 1989, del Instituto Nacional de Enseñanza Superior Nº 2 “Mariano Acosta”, en Buenos Aires. También es licenciada en literatura clásica grecolatina. Ha participado en diversos congresos y simposios de literatura comparada en diferentes universidades argentinas. Textos suyos han sido publicados en Hispanista (http://www.hispanista.com.br) y Ariadna-RC (http://www.ariadna-rc.com). ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Tu nombre es un signo Manuel Cabesa *** Asunto pecaminoso Juan Luis Nutte *** 5 poemas Leo Lobos *** Cuentas pendientes Enrique Jorge Martínez Llenas *** Poemas Mareva Mayo *** Textos Verónica Elisa Díaz Montero *** Tres poemas C. A. Campos *** Señales Julián Isaza *** Cuatro poemas Isaac Varela *** Viernes Gerardo Antonio *** Poemas Sergio Ortiz *** Variaciones sobre la manzana Elena Camacho Rozas *** Poemas y crónicas Elizaria Flores *** Los celajes de Alá Iddé Víctor Manuel Iravedra *** Tres poemas Juan Pablo Vázquez Álvarez *** Tres microrrelatos Marisol Llano Azcárate === Tu nombre es un signo Manuel Cabesa ============================== (Nota del editor: acaba de aparecer, publicada por Monte Ávila Editores, Un lento deseo de palabras [http://bit.ly/98g17O], una antología que reúne la poesía completa del escritor venezolano Manuel Cabesa. Reproducimos hoy uno de sus capítulos, correspondiente a la época transcurrida entre 1982 y 1993). ...yo me iré hacia el alba de tu recuerdo y cruzaré la noche hasta beber en tu origen; en el más suave origen de tu nombre. Salvador Elizondo Tu nombre es un signo... Rosamel del Valle *** I Cómo será ella. Cómo serán los gestos que conforman su rostro apenas entrevisto en el sueño. Cómo serán sus manos esas manos ávidas nacidas para reconocer a los cuerpos y las almas confundidos en el amor. Cómo serán sus ojos. Esos ojos que reflejan los colores de la noche. Esos ojos que contienen lo mejor de ella: la dignidad de su mirada. Cómo será su voz cómo será el sonido de su voz quizás sea cantarina y dulce como la voz de los pájaros. O tal vez sea áspera y furtiva mensajera de sueños posibles de recuerdos inacabados de esperanzas en donde surge la idea del hombre en su dimensión infinita. Cómo será su cuerpo cómo serán los contornos de su cuerpo. Ese espacio que acaricio y deseo en su carne tibia y sacramental. Ese cuerpo como un cofre que guarda el tesoro de los pensamientos fugaces concebidos a ras de la tiniebla que me acompaña. Ese cuerpo que amplía y resume la divina proporción de la luz perfecta que nace antes de la vida. Ese cuerpo que es el cuerpo de todas las mujeres y a la vez su cuerpo inmutable. A cuántas he abandonado por amar la imagen que aún no llega la que sueño en la serenidad de una playa astral. Quién podría reflejarme si no ella que es reflejo de mí mismo que es razón y extensión del desierto donde la muerte es cómplice de la vida. Donde ella es creación del corazón inmortal que da aliento a los hombres y a las cosas. Cuál será su nombre. Cómo llamarla si su imagen se hace luz y ebriedad impregnada de horizontes marítimos. Podría llamarla Ana / Berenice / Carlota / Diótima / Eurídice / Ilona / Josefina / Margarita / Narda / Perséfone / Salamandra / o tal vez podría llamarla María. Ella tiene todos los nombres pero ninguno basta para definirla. Mejor será dejarla sin un nombre determinado y que ella construya su leyenda en cada derroche sobre los signos secretos que sostienen al mundo. Ella pertenece a ese género de mujeres capaces de transformar la duda y el error en una sinfonía de palabras luminosas que el azar inscribe en la piedra de mis sueños más ocultos en donde ella ejerce la magnitud del reino por siempre anhelado. *** II Extranjera, te escribo desde un país donde siempre es de noche y hace frío. Sé que tú no sospechas que mi vida en medio de esta soledad está justificada cuando te imagino por las tardes mirando el mar juntando entre tus manos conchas de caracol que recoges a tu paso por la playa. Y es que el mar y tú guardan cierto parecido a ambos los recuerdos sosegados en perpetuo vaivén de horas y años acostumbrados tanto tú como el mar al paso inexorable del tiempo en la mirada de los marinos. Pero desde aquí desde este pequeño país ocurre que tan sólo cuento con la presencia del mar. Ocurre también que la noche es eterna y en ella permanezco esperando el don de tu sonrisa. Quizás un día despierte entonces sabré que la nostalgia es un largo camino por recorrer antes de hacerme digno de enlazar mis deseos a tu cuerpo de materia luminosa. Tú estás lejos aunque como siempre es de noche para mí es fácil tenerte cerca. Cierro los ojos y el murmullo del mar trae la melodía de tu voz. Por eso te escribo pues concibo tu vida como una relación simétrica de hermosos recuerdos que tienen a la luna como tema. Dejo caer mi rostro sobre el tuyo en la hora íntima de tu sueño más venerado. Así creo que he de descubrir el enigma que oculta el milagro de tu existencia. Te oigo respirar penetrar inconsciente en esa zona vulnerable de lo etéreo. Imagino que sueñas con países florales distintos a éste que habito entonces siento envidia de ese sueño donde mis manos no te alcanzan. Yo que navego la penumbra he tomado como patrimonio la tristeza que es anterior al hallazgo de tu nacimiento Ahora te la entrego para que con ella realices un conjuro convertido en esperanza. Por fidelidad a tu imagen me paso las horas frente al mar sintiendo el aire que lleva tu nombre esperando que de la distancia arribe el barco que ha de traerte hasta mi puerto. Pero aun no es tiempo de que vengas pues a tu vida la recorren las imágenes encarnadas del vértigo. Te escribo para recordarte que no hay marcha atrás que justifique la pérdida de lo que aún no hemos ganado. Tú que eres superior a la melancolía que invade al mundo debes fundar un espacio de luz donde se disipen las sombras y puedas reinar con toda la magia de tu belleza. Yo estoy a tu lado tanto en la poética de tu sueño como en el tránsito cotidiano hacia el lugar donde aguarda tu reino. Mientras vienes sigo soñando contigo y esperando el día en que arribes a este pequeño país donde siempre es de noche y hace frío para besarte por primera vez y estar a tu lado por siempre. *** III De la innombrable sólo se conoce una ascendencia sin memoria. Sólo se sabe que cruzó el océano vestida de presagio y se tornó iluminación en la tierra donde habitan mis soledades. Ella de antemano suponía los designios de azar. Del destino sabemos poco pero nos abruma de visiones. Ella hizo de la noche un piélago atroz de cristales refugio amoroso de la demencia. Niña entre las sombras hasta dónde se extienden tus jardines. Hechicera en la vigilia hacia dónde cabalga tu destello. Princesa del fuego cómo abrazar la lasitud de esta mañana espiritual. Me veo de espaldas a la razón y en mi retiro bodegón de podredumbre humana espero con humildad el don de una sonrisa. Entonces tú compañera de lo inaudito otorgas a mi silencio el estremecimiento de jóvenes esmeraldas el hálito esclarecido del verano. Eras tú a quien esperaba. Que tu mano sea el lugar donde se disipan los errores. Que tu cuerpo reciba candoroso los dones de una vivencia compartida. Tu mirada dibuja una música donde la áspera indolencia no fue más que un fugaz sentimiento. Para mí una constitución de horrores que ella convierte en una fantasía de embriaguez. Ante ti inefable señora de la armonía sólo soy un vil comediante que fabrica gestos para comunicarse contigo. Ella la pasajera de ultramar concede a mis sueños la virtud del olvido esta consagración eterna de la luz. Aquí está escrita la verdad eras tú a quien esperaba. *** IV Tu vida se hizo real en la frontera de mis deseos como una fuente de luz que disipa la tiniebla en una polvareda de pájaros dispersos. Una tarde supe de tu llanto y tus lágrimas eran la materia luminosa que el mar trajo a mi regazo. Llené mis palabras de tu presencia mis besos aceptaron tu desafío de ser la más hermosa. Desde entonces vivo despojado de ausencias estériles atado a la desnudez de tu nombre frente a este paisaje creado por la sombra de tu cuerpo. Eres tú quien habita el bosque de mis caricias. Camino por la noche ciega buscando la flor de tus dedos amando la ternura de tus besos llorando la soledad de tu tristeza. Abro para ti mi corazón y mis brazos hermana sutil de las fábulas. Doy testimonio a los hombres de lo que es real e inefable la transformación del olvido y la nostalgia en tu mirada. Te hago nacer a cada instante penetro la persistencia de tu imagen mi sombra tiene la forma de tus palabras. Para ti construyo una casa de cristal desafiando la penumbra que se antepone a tu tristeza. Con tu amorosa incandescencia vas inventando la fuerza del día a cada paso transitas la memoria encantada del poema. En ti amo el fulgor de lo imposible esta marcha de días y años hacia la eternidad. El destello amoroso que funde mi vida en tu existencia. Secretamente aspiro la perfección de tus senos vivo tu historia de gestos indelebles. En la desnudez de tu cuerpo las separaciones del tiempo huyen como sombras azules en el follaje del alba. Me asomo a la densidad de tu canto. Mi boca descubre caminos en la profundidad de tu cuerpo eres la mujer que amo. Tienes la medida exacta de lo que permanece tu hermosura es la llama frágil que enciende la locura de mi sueño y la ebriedad de las palabras que apenas logran nombrarte. Amo esta herida que soy esta memoria que nace de tus gestos de niña. Ya no temo a la vastedad de la noche mi cuerpo terrestre vuela ligero al compás de tus delirios de infanta cautiva. Eres como la tierra dadora de vida tuyo es el origen de los días. Eres el principio de la esperanza. *** V Barro original donde se funden los cuerpos. Piedra apenas percibida en la blancura de la piel expuesta al deseo. Nada sé de ti y te conozco al menos por las sílabas de tu nombre que sorbo como agua cuando termina el día. Sed natural de mis dedos rozando el temblor de tu piel en esta noche fija en el tiempo. Te conozco y qué sé de tu vida qué verbo me es útil para saberme tuyo para esclavizarme a tu deseo para rozar la felpa de tu sueño y la locura de tus palabras. Aun en sueños regreso a la mañana de mi gran nostalgia primavera en tu piel apenas percibida. Desde entonces soy como un perro atado a tus deseos mi infancia hecha cántico por tu voz. Quiero hablar de ti. Pira nupcial. Nombre abierto al cosmos. Página en claro. Aroma aún no respirado. Presencia perdurable. Hierro e hilo de una misma balanza. Labios traslúcidos. Fragancia del deseo. Inmóvil y danzante en un mismo fulgor. Poema apenas escrito ningún nombre basta para definirte. Sólo conozco los caprichos de tu belleza. Eres así fijeza del instante. Piedra grabada por la lluvia. Espejo insomne que habla de la luz. Tu voz es la del viento tan liviana como el amanecer siempre fresca como la herida aún sangrante fuerte como el grito del lobo en mitad de la noche. Perteneces a una raza de mujeres frágiles que guardan el secreto de la vida. Hospedas en tu piel la longitud de los caminos este diario consumirse en la piedra de los sacrificios. Arranco a tu imagen el resplandor de las monedas y se lo entrego a los moribundos para que sacien su ambición de futuro. Quiero hablar de ti y sólo conozco de tu oquedad. De tu grito monocorde. De tu claridad infinita. De tus pies de arcos relucientes. De tu sangre respirable. De tu silencio de selva oscura. De tu risa de cielo con estrellas. De tus pezones color durazno. Del jardín entre tus piernas tu flor entre dos vertientes. De tu ser y estar en tiempo futuro. De mi extravío ante ti y mi inocencia impregnada de tu nombre. Y sé de tus labios. Y te conozco desconociéndote. Y tu desnudez me devora mientras hablas de pecados efímeros. Este es el mar que conozco. El alimento de los noctámbulos. Mi piel de rara conjetura. Mi parque a la intemperie. Esta es la única verdad que acepto pasado y futuro unidos en la fijeza. Este es mi oficio aprender a nombrarte. Estas son las imágenes queridas. La transparencia del bosque dormido. El viento distante hablando del deseo. La tristeza de la errancia. El final del camino en la luz. Esta eres tú puente tendido entre la realidad y el poema. *** VI Mi mano se posa sobre tu seno un escalofrío tuyo le devuelve su condición de extranjera en el país de tu cuerpo. Mi mano acaricia suavemente tu seno misterioso contacto que transfigura el deseo. Mi mano desciende por los contornos de tu cuerpo tu piel abre sus afluentes dejándola navegar. Mi mano reposa sobre tu vientre un nuevo escalofrío enciende su fuego sobre una fuente de jade. También tu belleza se desnuda ante mis ojos indomable flor de efímera eternidad. Reflejo de luna en la noche incontenible. Lugar de magia ebriedad de horizontes marítimos. Vértigo de tu cuerpo devorando mi cuerpo abrazados en el rito sagrado del instante amoroso. Cómo nombrar la vigilia que dibuja la figura de nuestros cuerpos. No hay memoria que registre la eternidad de cada movimiento. Tú sobre mí y yo sobre ti cada uno al alcance del otro como relámpagos gemelos quebrando la vastedad de la noche. Recorremos palmo a palmo cada instante que el placer nos ofrece. Voy por entre tus piernas abrevando mi sed en el manantial que fluye de tu hendidura Es la gruta húmeda el albergue siempre abrigado donde descansa el hombre en su eterno caminar hacia la muerte. Mientras una mano tuya acaricia mi espalda oigo mi voz hundirse en tu silencio. Lejos de este cuarto está el lugar de la sombra. La comarca que abandonamos para ingresar al reino de la luz. Afuera la noche permanece adentro iniciamos nuevamente la ceremonia de los besos. Y ya no somos dos juntos nos bastamos en una sola presencia. Cada uno la sombra del otro como dos espejos intercambiando el fulgor de nuestros cuerpos. Cada uno habitando dentro del otro. Compartiendo los mismos dones. Como dos relámpagos simultáneos en medio de la noche inmaculada. ** Manuel Cabesa manuelcabesa@gmail.com Narrador, poeta y ensayista venezolano (Caracas, 1960). Perteneció al Taller de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.org.ve) y ha colaborado con las principales páginas literarias de la región y del país. Ha publicado el poemario Vida en común (1985), la antología El acto y el lugar de la poesía. Una antología de arte poética venezolana (Maracay, 2002), el libro de cuentos Falsificciones (Villa de Cura, 2004) y la antología Un lento deseo de palabras (Monte Ávila Editores, http://www.monteavila.gob.ve; Caracas, 2010), que reúne su obra poética completa. Reside en Maracay, Aragua. === Asunto pecaminoso Juan Luis Nutte ================================ Es pecado lo que provoca remordimientos. Y mi primera contrición fue por amor, causa de mi alejamiento de Dios. Renuncié a rezar para agradecer los alimentos y dejé de orar antes de dormir sólo para no invocar al Todopoderoso, al extremo de borrar de mi mente toda plegaria aprendida. Así, al no escuchar Dios mis padrenuestros y avemarías, éste no recordaría mi pecado y, en consecuencia, el infierno no sería para mí. Recuerdo que mi madre pidió al párroco que me aceptara como su ayudante, éste aceptó a condición de que yo asistiera a clases de catecismo. Las lecciones fueron tediosas; lo más agradable era ojear una edición ilustrada y añeja de Historia sagrada que el padre usaba como libro de texto. Y allí en esas largas horas donde nos persuadían de andar por el buen sendero, conocí a Viola, niña por la que me condené al infierno. Era flaca y tímida, tan delgada y pálida que el párroco la comparaba constantemente con no sé qué santa y la ponía como ejemplo a seguir. Su dedicación para aprender plegarias, los modos de persignarse, la genealogía sacra y demás cosas, hicieron que algunas niñas la envidiaran y los niños la usaran para sus burlas: jalaban sus trenzas, ensuciaban sus vestidos, le ponían apodos. Y yo, por un extraño motivo, la defendía retando a golpes a sus agresores, porque ella bien valía unos cardenales en mi rostro: era bonita como la santa que decía el padre. Viola comenzó a tomarme en cuenta, pasé de ser un niño más a uno que buscaba para confiarle cómo se le había ocurrido el nombre para su muñeca y compartir aquellos chicles cuadrados y macizos como rocas, llamados Canguro, peligrosos para la dentadura de leche. Sin embargo, había algo más poderoso que el simple hecho de compartir un nexo que mezclaba el cariño con una congénita vocación materna, pues el juego favorito de Viola era ser madre exigente y cariñosa con sus muñecas y conmigo, muñeco ventrílocuo y dócil. Gracias a este juego aprendí a rezar y a dar rienda suelta a mi sentido de dependencia que con mi madre y Viola era fundamental. Pero aun había algo más. Su rostro de virgen antigua, carita en constante desamparo, su timidez durante las clases y abnegación para soportar las burlas de los demás niños. Y yo, a pesar de gozar privilegios por ser monaguillo, no escapé al veneno de las bocas infantas. Era muy flaco y dueño de una nariz en constante sudoración, además de mis nulas aptitudes para los juegos físicos, como el fútbol, el tochito, el burro dieciséis y sus variaciones que, ahora sé, hacían más salvajes sólo para humillarme. Escasas veces me aceptaron en sus juegos, no les quedaba otra opción mejor; deseaban joderme, verme llorar. Mi cuerpo terminaba devastado, jamás flaquearon mis ojos. Esta clase de sacrificios los toleré para demostrar a Viola que era igual o más rudo que mis compañeros de juego. Pero ella, estoy seguro, los interpretaba como penitencia que yo me imponía para acercarme a Dios. En vísperas de la ceremonia de comunión, mientras repasábamos los rezos y la historia bíblica y tratábamos de memorizar los mandamientos, un niño, el que siempre encabezaba juegos y riñas, comenzó a jalar las coletas de Viola; ella soportó con santa paciencia, lo que sí no toleró fue que el niño arrebatara su Biblia para botarla en el suelo. Su llanto fue afónico, desconsolado, y los pelos de sus trenzas se pegaban a las mejillas húmedas; sorbía su desamparo mientras me veía, implorando auxilio. Yo, niño enclenque, me acobardé ante la implacable gordura y apoyo que tenía de su parte el niño gandalla. Pujando valor, hice disparatadas comparaciones de su obesidad, esto lo enfureció y sin más dejó ir su peso sobre mí, literalmente me hizo una plancha con el más puro estilo alevoso de luchador rudo; lo que resentí y casi me noquea, no fue su peso, sino el choque de mi espalda contra el suelo, que me sacó por algunos segundos el aire. Como pez fuera del agua, traté de jalar todo el oxígeno posible, manoteaba para despegar de mi humanidad al mantecoso gandalla; mientras iba recuperando fuerzas y tomaba conciencia de mi situación, traté de ubicar a Viola, de ver un poco de su agradecimiento por mi martirio, pero ella no estaba... Lo que hice a continuación ya no fue por ella, sino por mi salvación. Debía escabullirme, salir del emparedado en el que yo era principal ingrediente; pataleé, arañé. Mordí, jalé pelos, orejas, trataba de asirme de algo que me salvara, así que comencé por apretar algo con esa furia que sólo se obtiene con la desesperación... lejos de alivianar el peso en mí, éste se hizo más compacto. Sólo escuchaba los resoplidos y entrecortados insultos de mi agresor; el solo verlo, amoratado de coraje, aumentaba mi angustia y la fuerza en mis manos para seguir apretujando aquella cosa gorda y fofa. Todo terminó cuando el sacerdote y algunos niños me quitaron de las manos el cuello del gordo gandalla que, desvanecido, recibía respiración de boca a boca del párroco... Cuando todo estuvo calmado, Viola fue a verme al penitenciario para consolarme y explicar su ausencia durante la pelea: al ver mi desesperación y segura derrota, fue en busca del padre para que me ayudara. Pero gracias a mis extremas soluciones, casi estrangular al gordo, tuve que cumplir penitencia de mil avemarías y padrenuestros con un ladrillo en cada mano y los brazos extendidos para aplacar mi ira. Habiendo cometido varías infracciones a los mandamientos, yo era candidato perfecto para el infierno y todo por Viola, por querer a Viola, por ser novio de Viola, por defenderla. Pero ella me consoló. Dijo que para lograr el absoluto perdón debía cumplir la expiación impuesta por el clérigo y luego confesarme y comulgar como todos los niños el día de la primera comunión, que era al día siguiente. Tuve pesadillas en las que veía imágenes de Doré, como la del desgraciado que lucha por despegar sus miembros del fango mientras se transforma en árbol, o aquella en la que está un hombre descabezado que aferra su propia testa en actitud retadora y donde la cabeza pareciera a punto de amonestar a Virgilio y Dante que, horrorizados, ven el espectáculo... en escenas así y otras más me vi, anticipación de mis castigos por la mala acción del día. Todos olorosos a jabón y loción, bien peinados y con la inmaculada blancura de sus trajes, sentados en la primera fila del templo, aguardaban el inicio de la misa. Llegué retrasado. Como yo era el monaguillo oficial, tuvo que aplazarse la ceremonia unos minutos. A diferencia de los demás niños, yo debía hacer labor: ayudar al padre y hacer lo propio para merecer la comunión. Quizá no estaba bien peinado o vestido con corrección, o mi rostro lucía estragos del desvelo, que era lo más lógico, pero Viola al verme hizo una mueca. Tal vez adivinó mi falta, así que traté de poner el rostro de candidez angelical que exigía la ocasión. A medida que transcurría la misa, la notaba más angustiada, buscando insistente mis ojos; yo fingía abstraerme en mis faenas. Sus ojitos, vidriosos de lloro, en cualquier momento soltarían su agua; tanta era su aflicción que no soporté verla y mucho menos estar a su lado, como prometí: comulgaríamos juntos. Pero las promesas se consuman inevitablemente si la religión está involucrada, una fuerza firme te orilla a hacerlo y por más que eludes, más a punto de cumplir se encuentra uno. Así, cuando la mayoría de los comulgantes pasaron, el clérigo me conminó a hacer lo mismo: tuve que tomar lugar en la única fila de niños y tras de Viola. —¿Te confesaste, verdad, sí te confesaste? —preguntó Viola con un hilo de voz cargada de beatitud, no pude responder más que con un gesto bienhadado. —¿No lo hiciste? —casi gritó y con sollozos e hipando para contener el llanto remató:—. ¡No quiero que vayas al infierno, los demás dicen que no te confesaste, que no te vieron hacerlo..! —¡Lo hice...! —dije no muy convencido. —Yo te creo pero si no lo hiciste, la hostia se pega en el paladar y estás condenado, para siempre... Y fue lo último que escuché de ella. Yo sólo repetía en mi mente y suplicaba a la Virgen y Cristo, a Dios, no por obvias razones, sino para que las hostias se acabaran antes de mi turno. Y estaba seguro de que sucedería, pues yo llevaba en los bolsillos de mi pantalón un considerable hurto de ellas, ya hechas moronas por la angustia de llegar al infierno. Pedí perdón a los santos por hurgar bajo sus túnicas y les prometí hacer miles de penitencias si me concedían esa gracia, además acudiría a misa los domingos y permanecería de monaguillo hasta que el párroco deseara... Pero los santos son de palo cuando quieren ser vengativos. La hostia se aferró como sanguijuela, mi lengua luchó por despegarla; mi terror al averno, a la venganza divina, sacó mis lágrimas. Viola, estoy seguro, notó mi angustia y mis sollozos, pues en cuanto tragué el pan sagrado, buscó mi rostro como para encontrar pureza o tormento. Yo sólo deseaba consuelo y ella me ofreció un mohín que no supe si aprobaba o censuraba, no sabía si acercarme a ella para confesar todo y así quizás obtener el perdón absoluto; sin embargo, jamás percibí en su cara ni escuché de ella algo que invitara a arrimarme. Y entonces sí lloré, sin recato, sin importarme las burlas de los demás. Lloré por ella, por mí, por Viola que me quería y luego ya no... ** Juan Luis Nutte jnutte@yahoo.com Escritor mexicano (México, DF, 1972). Estudió la licenciatura en letras hispánicas en la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (http://www.izt.uam.mx). Es egresado de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem, http://bit.ly/8XSzA4). Fundador y editor de la revista Cuiria. Colaboró en El Búho de Excélsior (http://www.nuevoexcelsior.com.mx). Publicó los libros de cuentos Anécdotas sedientas (UAM-Xochimilco, http://www.xoc.uam.mx) e Imágenes ligeras (Praxis, http://www.editorialpraxis.com). Algunos de sus cuentos están incluidos en las antologías Animalia; bestiario fantástico (Ediciones del Ermitaño, http://www.solareditores.com/catalogo), Sex-teto y otras piezas para cuatro manos (Ediciones del Ermitaño), Los mil y un insomnios (Centro Toluqueño de Escritores, http://www.ctescritores.org.mx) y Cofradía de coyotes (La Coyotera Editores). Beneficiario, en 2007 y 2009, del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico del Fondo Especial para la Cultura y las Artes del Estado de México (Focaem). Segundo lugar en el Premio Estatal de Novela 2009 “Alejandro Ariceaga”, convocado por el Centro Toluqueño de Escritores y el Instituto Mexiquense de Cultura (http://www.edomexico.gob.mx/imc). === 5 poemas Leo Lobos =============================================== “Soy sirio. ¿Qué te asombra, extranjero, si el mundo es la patria en que vivimos todos, paridos por el caos?”. Meleagro de Gádara, 100 antes de Cristo. *** Jazz on the park Leemos el diario en el Jazz on the Park (Jazz on the Park es el hotel donde nos hemos mudado), me siento encerrado. Nos han invitado al concierto de Peter Salett, y es sin duda una buena idea para salir de aquí al paso del estado en el que nos encontramos. Un taxi móvil nos lleva al Club que está prácticamente copado, entramos sin dificultad con la ayuda de los ángeles custodios en medio de luces fotográficas cegadoras, tomamos bebidas blancas, escuchamos con atención mientras hermosas mujeres rubias son mecidas por la música. *** Nieve - uno Para ver Nieve en la noche Debes cerrar tus ojos En su transparencia Radiante Verás entonces Con los ojos cerrados Una Vez más Nieve dentro de ti *** Los vagabundos del karma El cielo es blanco como el suelo blanco Ciegos e invisibles vamos En esta marcha Para no olvidar en nosotros El recuerdo de nosotros que se borra insistente ¿cambiará esta luna? *** Silencioso dentro de la noche “Ser como o rio que deflui silencioso dentro da noite” Manuel Bandeira Fluir, leve andar descalzo inflar lentamente los pulmones pesar cada paso sentir cada instante entrar silencioso dentro de la noche como si ella fueras tú *** Una secreta forma “las palabras como el río en la arena se entierran en la arena”. Roberto Matta El automóvil está poseído por la fuerza de los animales que le habitan como un carruaje tirado por caballos sobre piedras húmedas de un pasado verano Río de Janeiro aparece de repente como la secreta forma que el Atlántico deja entrever desde sus colinas de azúcar: ballenas a la distancia algo comunican a nuestra humanidad sorda y cegadas por el sol preparan su próximo vuelo caen ellas entonces una vez más como lo han hecho desde hace siglos caen ellas en las profundidades entonces caen ellas y crecen en su líquido amniótico. *** Temor “La mejor parte es sentirse vivo pintando y la peor es necesitar hacer pinturas para sentirse vivo”. Geoffrey Lawrence Reverencia emocionada cuando todo deje de importar cuando todo esté oscuro cuando todo esté perdido Que la musa te toque con sus dedos la espalda y te empuje al camino Que la frialdad de las ciudades que la rosa de la nada que el fango inmóvil que la arena movediza del desierto no borre la tristeza de tinta que ha de alcanzar el agua Y sea aire movido por los labios una vez más ** Leo Lobos tallerleolobos@yahoo.com Poeta, ensayista, traductor y artista visual chileno (Santiago, 1966). Laureado Unesco-Aschberg de Literatura 2002. Realizó una residencia creativa en el Centre d’Art Marnay Art Center (Camac, http://www.camac.org) en Marnay-sur-Seine, Francia (2002-2003), con apoyo del Fondo Internacional para la Cultura y la Fundación Frank Ténot. Ha realizado exposiciones de sus dibujos y pinturas, y entre 2003 y 2006 hizo una residencia creativa en el centro de cultura Jardim das Artes en Cerquilho, São Paulo (Brasil). Ha publicado, entre otros, Cartas de más abajo (1992), +Poesía (1995), Perdidos en La Habana y otros poemas (1996), Ángeles eléctricos (1997), Camino a Copa de Oro (1998), Turbosílabas: poesía reunida 1986-2003 (2003), Un sin nombre (2005), Nieve (2006), Vía Regia (2007) y No permitas que el paisaje esté triste (2007). Sus fotografías, ensayos, dibujos y poemas han sido publicados en revistas y antologías en Chile, Argentina, Perú, Brasil, Cuba, Estados Unidos, México, España, Portugal, Francia y Alemania. Como traductor desde el portugués ha realizado versiones en castellano de autores como Roberto Piva, Hilda Hilst, Claudio Willer, Tanussi Cardoso, Helena Ortiz y José Castelo, entre otros. Sus dibujos, poemas visuales y pinturas forman parte de colecciones privadas y públicas en Chile, México, Estados Unidos, Brasil, España y Francia. En 2003 recibe la beca artística del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (http://www.fondosdecultura.cl) del Ministerio de Educación de Chile (http://www.mineduc.cl) y en 2008 la beca de creación para escritores profesionales del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile (http://www.consejodelacultura.cl). Es productor del encuentro internacional de poetas ChilePoesía (http://www.chile-poesia.cl), uno de los más importantes festivales de poesía de Hispanoamérica. En la actualidad trabaja en gestión de proyectos en la Corporación Cultural de Peñalolén. Mantiene un blog literario en http://leolobos.blogspot.com. === Cuentas pendientes Enrique Jorge Martínez Llenas ================= Lo miras con detenimiento. Con minuciosidad. Podría decirse que hasta con interés profesional. Pese a tus muchos años de vida, demasiados quizás, aún te sorprende lo resistente que es la carne ante la acometida de la muerte, que la avasalla con arteros golpes y mordiscos desgarradores. Te mira. Con la recelosa esperanza del poderoso que sabe que está ante su última jugada, y que depende de otros para poder completarla a su antojo. Pero sabe, ni siquiera lo duda, que lo que le queda por delante está en tus manos, vetustas y decrépitas, pero siempre fieles a su deber. —¿Lo harás? —te pregunta. Tú dudas. Pero le respondes. Te lo debes a ti mismo, a tu conciencia profesional, no a él. —Sí —es tu seco comentario. Él suspira. Está al final de sus fuerzas. Su agonía ha sido lenta y dolorosa. Todo el poder acumulado en tantos años, no le ha servido más que para descubrir que sólo te tiene a ti para depositar su fe y su confianza. A ti, su médico desde hace treinta años; no a sus hijos, que hoy se pelean por obtener migajas de lo que él sembró. Tampoco a ninguna de sus esposas ni amantes, que las tuvo a montones. Sólo a ti. —¿Llamarás a mi confesor? No sabes qué responderle. En realidad lo sabes bien, pero hay en tu interior una lucha, que todavía no has resuelto y que, por eso mismo, te ha impedido decidirte. Hasta hoy. No te parece justo que, en el día de su muerte, él obtenga el pasaporte hacia esa otra vida en la que cree. O en la que, al menos, dice creer. Pero ¿acaso hay justicia en este mundo? Él ha matado, por propia mano o por encargo. Ha violado todo, desde la confianza de quienes lo creyeron sincero, hasta los frágiles cuerpos sometidos por la fuerza a su omnímoda voluntad. Ha torturado cuerpos y mentes. Ha condenado a la miseria a tantos, que ya no hay forma de contarlos. Ha mentido, robado, escarnecido, condenado. Y lo peor: ha despreciado a sus víctimas. Indiferente a todo, excepto a sus deseos, él hoy implora tu clemencia. Sabe que siempre intentaste ser recto y cumplir con tu deber. Quizás no siempre pudiste lograrlo, pero ese fue tu camino. De eso mismo se aprovechó para llevarte a su lado. Estaba seguro de que no te negarías a tratarlo y protegerlo de su enfermedad, al igual que a cualquiera de tus pacientes. Tú preguntas: —¿Te arrepientes de algo? Él responde: —¿Debería hacerlo? Sabes que su respuesta es retórica, que es pura fórmula. El poder corrompe, y él apesta, no sólo por sus llagas y efluvios, sino por todo su ser. Te parece indigno que él tenga, sobre sus víctimas, la ventaja que les negó en su momento: presentarse ante su dios limpio de mancha y culpa, absuelto de sus pecados por un ministro de esa religión que se proclama dueña de la verdad. No crees en esa verdad; tampoco en esos dioses salvajes y crueles que los hombres han inventado para justificar lo injustificable y ahogar sus miedos en el alcohol de la fe. No, no es lo tuyo. A ti, el más allá te tiene sin cuidado. Así es entonces: no hay nada de lo que arrepentirse, ni nadie que te juzgue. Has tomado al fin tu decisión, que no afectará nada de lo que deberá ocurrir según lo previsto. Harás lo que has convenido con él: mitigar su sufrimiento y acortar su agonía. Para eso, siguiendo sus estrictas órdenes, los han dejado solos en esta triste habitación. Únicamente para quienes creyeran en esa otra vida, habría consecuencias; para nadie más. —Sí deberías... no; no, si no quieres. Tampoco importa ya —alegas, con tristeza. —¿Entonces...? —te pregunta, comprendiendo resignado, y esperando que actúes. Sabe que tu respuesta lo condena, pero no puede hacer otra cosa. Él te dio el poder. —Entonces... adiós. No nos debemos nada. Cargas la jeringa con ese medicamento mágico para aliviar el cuerpo y el alma, que tanto tú como él saben de sobra que su organismo no resistirá, y lo inyectas por la tubuladura plástica que está conectada a su vena. Cuando deja de respirar, te vas. Sin remordimientos. Sin penas. Sin cuentas pendientes. ** Enrique Jorge Martínez Llenas emartinezllenas@gmail.com Escritor argentino-español (1952). Es médico y vive con su familia en España desde 2002, actualmente en Valencia. Textos suyos han aparecido en publicaciones digitales como Literasur (http://literasur.blogspot.com; página de autores patagónicos), Gibralfaro (http://www.gibralfaro.uma.es; revista digital de la Universidad de Málaga, http://www.uma.es) y Poesíasalvaje.org (http://www.poesiasalvaje.org). Su cuento “Sombras” ha sido publicado en el libro Manos que cuentan, de Editorial Dunken (http://www.dunken.com.ar; Argentina, 2009). Publica sus textos en su blog, “El escribidor diligente” (http://escribidor-diligente.blogspot.com). === Poemas Mareva Mayo =============================================== Que lo callado se vengue en el papel por la condena al silencio. La entraña que muda aprieta que ahogue por dejar en otro verano la raíz de [su llanto. Que sus lágrimas mojen la cara y lleguen a la hoja para hablar del disparo. Que la sangre escriba la letra y perdone a la lírica la infamia del [despedazo. Que lo que queda no traicione al alma a tiras que lo empujó a ser. Así todo lo dicho, regrese a respirar en el pulso que temió nombrarlo. === No se trata de venganza, ni de justicia, Se trata de sacar el cuchillo de mi pecho y clavarlo en tu vientre. No servirá para mi consuelo, ni para mi estima, ni siquiera tiene mucho sentido. Pero saciará la sed, ver tu sangre correr en el suelo. === A mi lado inverna el esqueleto de la alegría, su hígado, su boca, su corazón... están en el otro lado del sueño, donde si te pellizcan gritas. Aquí ya puede caerse el cielo que nosotros anestesiados bordamos con la tierra el abrigo del olvido. No se encierra aquí el aire, sólo pasa en el mes bisiesto, suficiente para [tragar polvo. Tú, que estás allí, pregunta si aún se escucha Imagine y si acaso Déjalo [estar. === Se extiende una mano que sujeta el veneno hacia el claro vacío que deja el llanto no comprende de promesas no respeta los pulmones quiere diluirse junto a la vida en el umbral en que todo termina guarda su esperanza === Qué importancia tiene haber perdido lo importante en el espacio de la nada, él es nadie como yo, como todas las virtudes, como todos los defectos. Los barcos cargados de oro, aquí sólo cargan vacío. la existencia no aprieta, no hay lugar para que lo haga ni la soledad, ni la muerte. Unos llegan desde lo alto y tienen que lanzarse Otros desde lo muerto y tienen que dejarse perecer del todo. Aquí no es bello el amanecer ni es horrible el asesinato. Nadie llora de verdad, ni ríe, ni ama, ni odia de verdad. Aquí no se le da de beber a la verdad, porque sólo ahogada sirve para no servir de nada. === Soy en la mirada un paisaje destrozado, un dibujo de acuarela que gotea y su amanecer está ya sobre los suelos, porque soy una proyección agria de la torpeza del dolor, yo fui la que pinté con los grises el armario que guarda el disfraz y con el negro el vestido de marinero que teme al mar se empolva porque nunca encuentra su carnaval. Sí, hoy soy mi enemiga, aquí todos mis contrarios toman vida para escupir al yo sus ansias de verano. Sí, soy lluvia en un día de picnic, soy el vino del ex alcohólico, soy la que jode el chiste, soy la asesina que me espero cuando cruzo el callejón, y esta noche, tengo cerca la pistola, tengo la coartada, tengo el lugar para tirarme sin dejar huella. === Hoy quiero ir a buscarte, quiero verte venir con tus ojos oscuros y quiero clavarte el cristal del vaso roto que traigo de nuestros recuerdos. === Extraña ante mí, como si hubiera entrado en la noche y pisoteara mi sombra para violar mi nombre, como si viniera de la guerra y hubiera matado niños inocentes, como si hubiera abierto los ojos y visto mi casa quemada. Tan extraña que el espejo en que me miraba vino a romperse a mis pupilas y a arrastrar cuanto quedaba al filo donde todo se hunde. === Propiedad desbandada de la quimérica memoria. Antaño con semen verde. Gourmet del desierto. Serviros de mi voluntad que hay falta de hambre y las polillas de anoche aún buscan la muerte. === Censura porque el rojo de tu cara no soportaría los culos y orificios del asesino Censura porque los hierros de tu oído no soportarían los gemidos de placer del loco [y la ramera Censura la verdad porque tu cuerpo burgués no entendería el hambre Censura la palabra porque tus justas lenguas no nombrarían al verso ni a la carne ni a la [bandera quemada Censura la muerte porque tu dios ciego promete vida eterna. === un tiro atraviesa la boca la palabra muerta ya no nombra ya no pide la sangre patrimonio que nadie quiere legado de ausencias que fueron sólo tuyas hasta el final === Disecado el amor sobre la mesita lo veo con recelo apuntarme a los ojos irónico final el mío y el suyo él como adorno reciclado yo como infame sentencia del olvido. === Tu lluvia no me convence. Tu puerta no se abrirá para mí. Ya probé el descafeinado de tu saliva. Tus principios enredados en la pared no debieron llegar a mi ventana. Siento la lejía. Pero era más acertado que matarte. === Quién habrá olvidado tu nombre... sólo nombran fechas descuartizadas. En mitad de la noche, dijiste sí a la muerte y el frente del olvido te [creyó. Las migajas que eran para los pájaros las come hoy el alma ebria. Lo que haya tras la luna nunca alcanzaré a verlo. Sin embargo tose la luz [por llenar de esputos lo que guardas. Tira ya la llave. Nadie irá en busca de los sueños de un loco. === Cultivo al dolor para que se enraíce profundo en la tierra y broten tallos de decadencia en la impoluta labranza. Vengan cuervos y jabalíes a recoger su cosecha. Yo no espero entrar en comercio sino dejar el legado del llanto a cualquier plaga. === En el círculo de fuego bailan los que me negaron el nombre en el rincón del exilio el tormento de quien ha dejado de ser pasaron los taxis, se cerraron cortinas, la casa del amigo quedó en otro [plano del tiempo mi sangre, mi paraguas y el libro del Pesa-Nervios olvidaron darse la [vuelta en la fatiga del preso guardo la llave para sellar el candado y quedar irremediablemente dentro. ** Mareva Mayo hogueradeideas@hotmail.com Escritora mexicana (León, 1986). Textos suyos han aparecido en diversas publicaciones digitales. === Textos Verónica Elisa Díaz Montero =============================== *** Sucinta Finos hilos entrelazados mordiendo la brevedad de un suspiro; sucintas cadenas que simulan la eternidad. Sucesión azarosa, irrepetible, única. Colección, collage, conjunto; yo también me incluyo, me excluyo, soy. Etéreo halo que se entreteje sin pausa salmodiando libertades, enlazando incertidumbres, hilvanando fragilidad. Vago y divago en las callejuelas estrechas de una expiración constante, un ir y venir al oscuro fondo de mí misma para salir con la cara limpia y la espalda expuesta. Pido permiso para permanecer. *** Declaración Aquí estoy, resumida, contenida, breve, que no exacta; imprecisa, rodeándome ampulosa e inútilmente con madejas vencidas de cabello humedecido en tinta indeleble, envuelta en disertaciones bizcas, huida en alientos fríos de sentires congelados. Me rodean lánguidos escalofríos, espantapájaros que asustan leves presunciones de musas indulgentes. Habito un conciliábulo errante, carpa desgastada que alberga veredictos postergados en burocracias íntimas, juicios demorados por cambios de jurisdicción, cual dóciles médanos a voluntad del viento. Eludo y olvido. Amago con desaparecer pero no sé cómo. Levito en hipótesis perecederas que me hacen ver estrellas arriba y abajo al despertarme el frío cemento; si alguna vez lo consiguiera fresco y la amnesia viniera más tarde... podría dejar testimonio formal de mis experimentos en lengua materna, estampar el llanto fugaz de una estrella igual de breve, traducir lo que me dijo Orión, apoyó Neptuno y rebatió la Luna, mujer al fin; pintar la sonrisa disimulada de Marte cuando algún artefacto le hace cosquillas al recorrer su vasto territorio escarpado esperando ver con ojos inapropiados lo que sólo se puede ver con el tercero, reproducir la nota exacta que se produce cuando un abrazo se aferra a una espalda, graficar el beso urgente, ya de bienvenida, ya de despedida, paso de testigo que se dan las estaciones en los equinoccios, señores del clima puntual; grabar el sonido satisfecho de una barriguita cuando se sacia el hambre injusta, documentar el legendario escarceo de la Mar camaleona con el tácito Cielo cual asíntotas castigadas que irán a juntarse sólo en la eternidad. Un cornetazo grosero extingue el devaneo profundo en el que me sumerjo cual éxtasis religioso, ya sea improvisado o a mi antojo, que más sabe el diablo por viejo... Un sorprendido fiscal de tránsito hace el levantamiento de una accidentada mujer que esta vez cayó sobre un carro del año, nunca se ha procurado seguro, y siempre, redondeando a mayor, sale perdiendo. *** Barrer el desierto Hay un desierto que me visita de noche, un lugar abierto que encierra fobias dementes recién embarcadas en camellos insomnes. Provoca constreñir la luna llena para menguar tanta noche, barrer de madrugada los restos arenosos del vacío, limpiar los grumos del silencio infiltrado que murmura maldiciones en el bautizo de una esperanza, y servir la mañana de aperitivo para que dos cuerpos enteros se hablen al tacto. *** Groseras ansias Se me despuebla la boca de sabores banales, mi lengua es un rotundo fuego en arrebol esgrimiendo expresiones que apuñalan la comedida tranquilidad de las buenas costumbres. Hay una saña traviesa rondando mis huellas neonatas, una esquirla incómoda en mis dedos, que tanto contuvieron el calor de tu cuerpo en el fragor de batallas perdidas, solemne claudicación a un poder innegable e intangible. Me disuelvo en insomnios repetidos. Un arrebato pertinaz envuelve la límpida penumbra en que se resbalan los restos de días exhaustos, abandonados a su suerte; escombros incómodos para un presente incierto, un tiempo demorado en dudas desteñidas de tanto habitar terrenos baldíos. Y las noches son un caldero profundo cocinando a fuego alto un maridaje de gestos obscenos, un caldo de cultivo de bajos instintos. Cada noche una intoxicación, un diagnóstico fallido, un desierto infinito labrado en la ironía, una pesadilla tridimensional donde no salen las palabras de auxilio. La rabia en torbellino lanza muecas de espanto en exhibición indecente, exige, como espíritu en trance, alcohol para el cuerpo, que le queme las groseras ansias de reclamarle al mundo, por qué carajo es que no estás. *** Lugar común Concurrir a la cita que tiene dispuesta la tarde pensativa es un hecho obligado. Me manda traer el macerado; eso que queda de mí después de mi religioso entierro nocturno en líquidos espirituosos. Y yo voy, sumisa, entregada al encuentro inevitable con extractos de mí, con una esencia que se resbala pesadamente como la savia de un tronco herido, a reconocerme en olores íntimos, en sabores instintivos, como cuando salgo a tu encuentro con un beso de bienvenida y desde tu vientre mi olor empecinado me saluda de vuelta o cuando me besas y tu lengua sabe a una estancia previa en mi pezón; pero si yo te beso primero inesperadamente una parte del cuerpo sin haberme antes tocado ni un pensamiento tuyo, te juro que también sabes a mí y esa confusión me invita cada vez a concebir hipótesis dementes y realizar experimentos no autorizados en tu anatomía. Y cómo me dejas desahogar el delirio de estar viviendo, recorrer a mi inusual ritmo un camino prestado con unas zapatillas incómodas, recostar el cansancio oblicuo en tus noches sensatas, seguirle el juego antojado a mi imaginación, mirar atónita una brújula atorada en un único destino posible, tú; y tú queriéndome enseñar otros mundos; mientras me desviste tu boca cálida y gentil, vas repitiéndome con paciencia de santo; norte, sur, ¿este? ¿o... este?, y no hay forma de rehuir este alud adjudicado al único filántropo postor, voy a ti inequívocamente; el bastón es sólo un apoyo... Nuestro destino, amor, es un lugar común... *** Lluvia La lluvia huele a limón, a brote de sonrisas, a pancita de bebé. Se cuela por todos lados una brisa íntima que juega con los sentidos, pule esquinas olvidadas, enciende viejas ilusiones, cosquillea suspiros adormecidos y provoca terribles ganas de apretar con los pies desnudos, las gordas nubes cual racimos generosos de uvas de vendimia. La lluvia sabe a juvenil nostalgia, a café recién colado, a beso robado, a cuento de hadas, a carcajada imprevista, a sinfonía del cielo, al orgasmo primero. Esta lluvia que no sale de mis ojos, baja por la nariz y se detiene en los senos —que se quede un poco, no hay apuro, lo presiento—, si el reloj se detuvo hace rato porque con un relámpago se escapó el tiempo. Agradece el vientre reseco la humedad, las caricias y los besos; convulsas carcajadas coreografían un baile nuevo; más abajo hay colapso, desborde y renacimiento. Los muslos, esmerados anfitriones, planifican horas locas, desvisten viejos pudores, inventan dialectos. Escucho a cada gota de agua decir su nombre al caer al suelo, escucho los loros que se refugiaban en mi cabeza partir a un sitio más seco —lo sentimos, dicen—, y yo me alegro. Escucho al sol roncar como trombón sin mucho esfuerzo, los romances en el gallinero, a los empapados niños girar siguiendo los pasos invisibles que marca el cielo, a las hojas de los árboles susurrar las inclemencias del tiempo, a la tarde caer rendida a los pies del sueño, a un grillo barítono, nuevo talento. Escucho a lo lejos la voz queda de un pequeño trueno avisando que no hay más lluvia hasta febrero. ¡Ay, Dios mío! ¡Sálvame! ¡Llévame! ¡No me dejes reseca, sin sueños! Yo me inmolo gustosa porque sé que cuando caiga la próxima lluvia, Tláloc, néctar de la Tierra, renaceré, sin más remedio. ** Verónica Elisa Díaz Montero veronicadiazm@gmail.com Escritora venezolana (Barquisimeto, Lara, 1971). Ingeniera informática egresada de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA, http://www.ucla.edu.ve). Trabaja como consultora de sistemas en Caracas. Mantiene el blog El Diario de Verónika (http://eldiariodeveronika.blogspot.com). === Tres poemas C. A. Campos ========================================= *** ampollas empero, para ganar tiempo, me digo en 2ª persona que si sigues adelante vas a defraudar o van a defraudarte, vas a majarte un dedo o van a empezar a hablar mal de lo bueno, de lo ajeno y no necesariamente mal de tu persona me digo obsecuente que el deber de uno consta en no necesariamente ganar, vaya justificación, en no necesariamente tomar al pie de la letra la palabra oculta, oscura, o, más bien, la palabra escrita, la no necesariamente amordazada por las visitas que nos hacen o que hacemos me digo que no hay que dejar de hacerse preguntas, de chocarse contra la pared, la naturaleza, contra el código genético, lingüístico o civil un punto y no necesariamente aparte más o menos a mi favor, a mi campaña o huelga, a mi insolencia o resistencia no de paz ni de guerra, no de pasado ni futuro, no de hambre ni de causa digna o perdida, mas sí de cosecha propia me digo de golpe y de porrazo que sí, afirmativo, mi comandante, lo que importa no tiene un céntimo que ver conmigo, ni con usted me digo o se lo reitero a una distancia prudente y sin tocar madera, sin poner el grito en el cielo me digo que has dejado de hacerte el loco, de cantar o hablar contigo a solas, lo cual no es convincente, no es la mejor forma de perder el tiempo perdido, el que se ha ganado me digo que la esperanza sabe demasiado a mañana, y que el presente es una ramera, se acuesta hoy con el pretérito, mañana con el futuro: según a él le parezca, le convenga que ahora no se habla de la salvación del alma sino más bien de la salvación del planeta, que el dolor ajeno no es para sentirse mejor, no es para empequeñecer el de uno me digo que no basta con trasnocharse ni madrugar, ni con el diccionario para atribuir sentido, significado a las cosas que debería decir pasaje y no paisaje, intemperie, y que el placer se parece al atardecer, preguntándome a la vez desde cuándo te ocupas tú, te preocupas de rimar me digo que hay que volver a la carga, a las notas al margen antes de que el ebook las mande a la porra me digo que está bien, que basta ya *** siglas se trata de patentar un modo propio de contar, descontar, de reír y llorar a solas, con toda confianza de patentar una o dos páginas en blanco, una que otra aspiración en peligro de extinción se trata de encontrar una manera favorable de perder, cometer errores, de soñar con ella sin que la que está despierta vaya a darse cuenta de hacer viajes al pasado y al futuro, hacer piruetas en el presente y vomitar, perder el conocimiento, la vergüenza, mas nunca la concentración se trata de patentar un modo particular de escanciar el vacío, la botella, de probarse los zapatos y una que otra frasecilla o palabra de patentar una manera discreta de dar y pedir, de esperar, desesperar y levantar la mano o la voz se trata de hacer un esfuerzo y disimular, llegar al bar de la esquina y transcribirse, gritar a pleno pulmón su nombre, su perseverancia de alfabetizar los números, lo que sobra, lo que falta, lo que no parece que cuadra de denunciar a la esperanza y ponerle una demanda a la vida se trata de ponerse a prueba, a quemarropa, de tomar el bisturí y la panza abrirle a la alegría, al gato encerrado *** por si las moscas para que me creas, te diré que tomo el ascensor para descender y no la escalera, que sumo para restar y no necesariamente para multiplicar que tomo no para saciar la sed sino para darla a conocer, sin pelos en la lengua para ver si contagio a otros que leo y pongo música para deshacerme de la compañía, la monotonía, para abrirme un paraguas entre las condiciones meteorológicas de mi empresa, mi estado de ánimo te diré que soy un embustero de lance o de segunda mano, que no tengo los ahorros para meterme en bienes raíces ni mucho menos para comprarme un poco de la verdad, de tu alegría que tomo la escalera y no el ascensor de carga para ascender, calcular o considerar la caída, el vacío para que me creas y te alejes a tiempo o con tiempo de mi persona, sin más fracturas te diré que no me interesa, que no quiero ser feliz ** C. A. Campos l_tmartin@hotmail.com Escritor dominicano nacido en Santiago. Desde 1984 reside en Nueva York, EUA. Escribe tanto en inglés como en castellano. === Señales Julián Isaza ============================================= (Nota del editor: a principios de este año, la editorial argentina El Fin de la Noche [http://elfindelanoche.com.ar] publicó Ondas expansivas, del escritor colombiano Julián Isaza, del que forma parte el cuento que hoy presentamos a los ojos de la Tierra de Letras. Del libro ha dicho el reconocido escritor y periodista Daniel Samper Pizano: “Con pocas palabras el autor logra trasladarnos allí como si nos encerrara en un cuarto frío rodeado de carne en canal. Sus cuentos son hijos del cine de Tarantino y Spielberg, de la televisión, de los cómics, de Internet, pero también de las estructuras literarias clásicas”. Los lectores pueden adquirir el libro en Amazon [http://amzn.to/aFllwP]). Zoom in. Las señales comenzaron hace poco, aunque todo estaba establecido para que llegaran desde hace mucho. El señor Kindred está sentado frente al televisor como había hecho cada día después de la primera revelación a esa hora y en ese canal. ¿Qué ve? No importa, ni a él mismo le importa demasiado, pues lo suyo parece más cercano al decidido acto de contemplar con fijeza la nada, de ver la serie de píxeles que conforman imágenes en movimiento y que ya no tienen ningún interés. Pero esa noche fue distinta. Esa noche, Kindred, por supuesto, recibe otro mensaje, pero esta vez más claro. Un nuevo mensaje extraterrestre. Los flashes de imágenes confusas interrumpen en el noticiero entre chasquidos. Ve en su mente lo que le pareció una figura humana y, más tarde, escucha una distorsionada voz que dice “ahora-días-fin-esperando-confirmación”. Pero, a decir verdad, el asunto comenzó desde mucho antes. Para el momento en que todo inició, el señor Kindred había sufrido un accidente laboral. Él, con el tiempo, decidiría que fue una auténtica fortuna que ese martes, a las 14:07, atravesara la recepción de la empresa a la que iba de lunes a viernes, justo cuando un obrero que hacía reparaciones en el tercer piso dejaba caer un destornillador que terminaría traspasando su cráneo y acomodándose en el interior de su cerebro. El destornillador se abrió paso por el pelo, luego por el cuero cabelludo, para perforar el hueso y finalmente acomodarse en su suave masa encefálica. Se detuvo en la empuñadura. Kindred continuó allí parado, mientras una línea gruesa de sangre se deslizaba recta y escarlata, comenzando en lo más alto de su frente y finalizando en una gota gorda que caía de su nariz. Del resto de ese día no recordaría mucho, pero lo que sí supo es que desde entonces se le revelaría su verdadera misión: salvar el mundo. A medio camino entre el trance y la realidad y tumbado en la sala de operaciones, Kindred parecía una especie de radio, con aquella antena formada por el destornillador y sintonizada en una frecuencia desconocida. K (como él mismo se presentaría después a quien interesara) tenía los ojos muy abiertos y rojos y decía cosas que difícilmente encajarían en cualquier idioma, pues la única palabra distinguible que, de cuando en cuando, repetía con premura de psicótico, era: “héroe”. Ni los médicos ni los demás hicieron mucho caso y el silencio llegaría con los sedantes y la cirugía. Kindred fuera. Y luego, allí, despertando del estado comatoso, regresando a la playa de lo real como botella de náufrago, tuvo las primeras pistas conscientes sobre su misión. Las revelaciones empezarían a surgir, pero la información era fragmentaria, inconexa, como una señal de cable robada. Algunos “erp-dap-esp”. Interferencia, ruido que se esparcía con cada impulso eléctrico de sus neuronas. Nada lo suficientemente claro para darle nombre, pero K tuvo pronto la certeza de que algo muy grande venía en camino y que él era el único que podía evitarlo. Él y sus recién adquiridos poderes mentales, pensó. K se dijo a sí mismo que él era el elegido y sonrió y luego durmió. Para definir a K habría que usar repetidamente la palabra promedio. Con 42 años y una colección de corbatas demasiado delgadas y pasadas de moda, K no era un hombre triste ni feliz. Hacía lo posible para ser lo segundo, aunque los grandes objetivos de su vida se los había llevado el tiempo. A veces salía a tomar una copa o de vez en cuando lo lograba con una mujer. Jamás había peleado ni se había insubordinado. Muy pocos podrían decir que era un mal tipo, pero tampoco muchos podrían asegurar que era estupendo. De vez en cuando despertaba en las mañanas y por un momento creía que era otra persona, que vivía otra vida, quizás la de un millonario, la de un seductor o la de un aventurero, pero luego de frotarse los ojos regresaba a la realidad, a su cama extra small, a su habitación amarilla y a sus babas secas en una de sus mejillas. La criatura de Dios veía un nuevo día, uno más, la repetición de todos los anteriores, la premonición de los siguientes. Otro desayuno de campeones y a lo de siempre. Ahora, con un vendaje en la cabeza, el mundo le parecía muy distinto. K era otro, finalmente. Su expresión no decía mucho, excepto por sus dos ojos demasiado chicos que miraban de derecha a izquierda, como dos pequeños insectos que chocan una y otra vez contra el cristal. K tenía que verlo todo. En todas partes parecían surgir indicios de lo venidero. La sospecha era continua y el mundo era sospechoso. Todo lucía demasiado bien acomodado, pero el resto de la humanidad aparentemente lo ignoraba. Su especie desconocía lo que él creía comprender: las condiciones eran perfectas para la invasión. Los enemigos se acercaban. La trampa, pensó y se convenció, estaba milimétricamente planeada. K supuso que el metal que los médicos decidieron no extraer de su cabeza tenía algo que ver, que había alterado su cerebro, que lo había modificado y, sí, mejorado. Recordó que alguna vez leyó sobre cómo ciertos orates demasiado activos fueron pacificados con una lobotomía o cómo aquel tipo tranquilo tuvo un accidente en la construcción de una carrilera que le dejó como legado un trozo de fierro encajado en su frente y una renovada vida de criminal. Esas cosas pasan, y ahora le pasaban a él, concluyó. Sólo que a él le sucedió como en los comics. Si a Peter Parker lo mordió una araña o el buen doctor Bruce Banner tuvo un accidente radiactivo que lo convirtió en Hulk, él tuvo lo propio en la entrada de su trabajo y un destornillador era la clave. Un hombre promedio y solitario es material para superhéroe. La idea le sedujo y se convenció de que se gestaba el nuevo paladín de la justicia. Pero quien viera a K sonreiría y luego se desternillaría de la risa hasta el dolor abdominal, de sólo escuchar lo que él pensaba de sí mismo y K lo sabía, aunque también sabía que los verdaderos héroes se encubren tras la aparente debilidad. Pero, claro, en su caso era demasiada. Era cosa de locos, por no decir menos. Una alopecia casi anárquica, la delgadez de un rifle, la espalda encorvada y los dientes muy picados, no le ayudaban. La verdad sea dicha, su estampa encajaba tanto en la de superhombre como lo puede hacer un trozo de chorizo en un helado de vainilla. Pero K se tenía una recién adquirida confianza que pondría a temblar a cualquiera, sobre todo si ese cualquiera supiera lo que este escuálido ser iba a cometer. Frente al espejo, mientras analizaba cada pliegue de ese rostro afilado como el de un pájaro y al que comenzaba a creer ajeno, K fue atravesado por otro espasmo luminoso. En su cabeza sentía el destornillador vibrar, y de repente cobrar vida propia, luego la luz irrumpía en sus córneas y comenzaban esos susurros que iban en ascenso hasta alcanzar la potencia de una algarabía de estadio. K se retorcía de dolor. Nadie dijo que sería fácil. Siempre hay sacrificios. Y tirado sobre el piso alcanzó a escuchar y ver la silueta de lo que parecía un niño con una cabeza de dimensiones anormales. K soltó una carcajada convulsiva apenas terminó el episodio, se puso de pie y continuó riendo por varios minutos. K empezaba a darle voz y cuerpo a su enemigo y eso lo hacía sentir bastante bien. Antes no tenía a nadie y ahora, así como así, tenía un adversario que comenzaba a conocer. Su desolado mundo finalmente ya no estaba tan desolado. Estos episodios se harían cada vez más frecuentes. Sólo que él no les llamaba episodios, sino señales. Señales que terminaban de darles sentido a esas otras señales: los extraños símbolos en los cultivos de trigo o las predicciones de pequeñas catástrofes que anuncian el Armagedón. Pensaba en ello a menudo, lo pensaba mientras veía a aquel tipo que salía en la TV anunciando muertes de hombres y celebridades en llamas. Un falso profeta en el prime time como novedad y luego como flash informativo que habla de un asesino en serie que se suicida no sin antes dar su último golpe. Todo hablaba por sí solo. El final se acerca. Su mente ataba los cabos. Un simpático presidente llamado Obama, un archienemigo llamado Osama. Torres ardientes, raelianos, los cuatro jinetes, los mayas, las luces en el cielo, las píldoras que debía tomar cada día pero que nublaban su mente, las conspiraciones, el anciano de pelos revueltos y mirada feroz que aúlla que el momento se acerca. El mundo lo necesitaba, se decía. Entonces nuevas descargas de su cerebro. K las esperaba con ansias. Por eso pasaba las horas mirando el televisor sin salir de su cama, en el sauna de sus sábanas, resguardado en su pequeña trinchera con aquel casco de papel aluminio que se fabricó para que no leyeran sus pensamientos, pues si él podía saber de ellos, no era ilógico que supusiera que ellos pudieran saber de él. La idea la sacó de un programa de TV y desde entonces se sintió un poco menos inseguro. Se había vuelto demasiado astuto, concluía. Los “erp-dap-esp”, se habían convertido en palabras, en “cuerpo-adaptación-espera”. Luego escucharía las palabras “invasión, señal y confirmación”. Transmisión interrumpida. Transmisiones interrumpidas. Nada del todo concluyente. Y fue ese día, el día con el que comienza este relato, el decisivo. K había despertado sintiendo que lo observaban, que de alguna manera era espiado, que finalmente había sido descubierto y que el desenlace se acercaba. K, primero, se sumergió en sus sábanas que olían demasiado a él y que por poco habrían hecho parte de él, pero luego pensó que un par de tejidos superpuestos no eran refugio confiable. Su corazón galopaba y las gotas de sudor frío resbalaban por su espalda. K bajó saliva en estado casi sólido, saltó de la cama y con la velocidad que le permitieron sus músculos magros y blandengues se metió debajo de la cama. Todo K se resumía en un par de ojos intermitentes en la oscuridad, justo bajo el brillo metálico de su casco. K se estremecía. ¿Quién era?, ¿quiénes eran esos que hablaban en su cabeza, esos que lo observaban?, ¿qué querían? Nada bueno, de seguro. Eran Ellos, sí, con mayúscula. Los que vienen, los que se avecinan. Están cerca, demasiado cerca. El final es aquí y ahora. El destornillador vibra. Peligro inminente. K lo decide. No tendrá miedo, ya no es un hombre solitario y promedio. Se rasca la cabeza, mete los dedos en su pelo enmarañado, siente su cicatriz, se aprieta el casco con furia. Ya no es lo que fue. Ve las pastillas que nunca tomó y las manda, una vez más, al diablo. Él es el elegido, el héroe, y los héroes se superan a sí mismos. Emerge de debajo de la cama convertido en Súper K, pero luego se dice que es mejor llamarse Capitán K, aunque es mucho mejor K-pitán. El sol brilla allá afuera. El planeta lo espera, hoy será un gran día para la humanidad y uno pésimo para los extraterrestres. Ya verán, se dice. El hombre ascendido a héroe ríe. El recién nacido paladín de la humanidad no llora como neonato, se carcajea incontenible y luego calla y se queda muy quieto, tan estático como cuando el metal se asentó en su cerebro. La radiación del televisor ilumina su rostro y él ve con atención nada en especial. Llega el mensaje: “ahora-días-fin-esperando-confirmación”. Las pupilas se expanden, la epifanía le invade, las neuronas transportan demasiada electricidad. K-pitán abre la boca el tiempo suficiente para que caiga una gota espesa. La criatura de Dios ha resuelto su papel en este mundo, ha decidido que esa confirmación para la invasión no debe transmitirse, que debe ubicar la fuente, que debe encontrar la avanzada alienígena y exterminarla. No debe estar lejos. Si lo estuviera, no habría podido interceptar su señal, concluye. Entonces se asoma a la ventana y sus ojos se resienten con la claridad, pero alcanza a ver aquella silueta pequeña y delgada en la calle de en frente. Es Él, el de sus visiones. Su enemigo encarnado en la anatomía de un niño con cabeza de dimensiones anormales, que mira el cielo y luego lo ve a él y levanta la mano, le hace la señal de hola y K-pitán quiere devolverle el saludo, pero reacciona al instante y la turbación se adueña de su ser y se esconde al instante, como adolescente sorprendido en actividades impúdicas. El destornillador se retuerce como si quisiera salir de su cabeza. Se asoma una vez más y ve al chiquillo entrar en la casa vecina. K-pitán está confundido. Recorre el mínimo espacio de su residencia con pasos cortos y veloces. Piensa qué debe hacer, cuál es el plan a seguir, cómo salvar el planeta. K-pitán lo decide, la mejor defensa es el ataque, es un hombre obligado a hacer lo que tiene que hacer, se trata de la vida de su especie o la de su adversario. No hay tiempo para dudas. El tiempo se agota. Pronto su pequeño oponente confirmará que la invasión es posible y ya no quedará nada. Será el fin. K-pitán se horroriza con sus deducciones y recuerda el cuchillo de la cocina, pero mientras va en su búsqueda encuentra un viejo martillo que guarda en la estantería. Escoge el martillo como su arma, porque el cuchillo es para los villanos. Lo aprieta y se siente reconfortado. Es un hombre dispuesto a enfrentar su destino. Se yergue tanto como puede, levanta la cabeza y comprime sus mandíbulas hasta que le duelen. El destornillador se sacude, epiléptico, en su cráneo. Es ahora o nunca. Agarra la sábana que huele tanto a él y la amarra en su cuello. K-pitán está listo para luchar. Escaleras abajo aúlla su grito de batalla, que no es otra cosa que un alarido prehistórico, ríe con la lengua afuera y su capa ondea, mientras cubre de a tres o cuatro escalones con sus zancadas, con sus desecadas piernas blancas, peludas y desnudas. Alguien ve al escuálido y vertiginoso vecino bajar en calzoncillos, con una manta al cuello y con aquel casco de papel aluminio, pero no se atreve a detenerlo. Es un relámpago que se cuela en la casa de su adversario por una ventana abierta. Es una máquina con una misión. K-pitán primero encuentra a la supuesta madre del pequeño de cabeza anormal. La ve directo a los ojos y en un microsegundo concluye que es parte de su coartada, se abalanza sobre ella y la golpea hasta que ese extraño líquido rojo comienza a fluir de su cabeza. Mira alrededor y ubica a su objetivo principal que intenta la huida, pero el hombre del casco es demasiado rápido y con algunos movimientos lo intercepta. Su enemigo frena en seco y se queda petrificado. El aspirante a héroe le lanza un certero golpe de su martillo y el infantil adversario se desploma. Pero el hombre debe estar seguro y lo golpea varias veces más, hasta que todo queda reducido a trozos de carne aplastada y luego, exhausto, simplemente mira su obra con orgullo. La policía rompe la puerta y un oficial entra. K-pitán salta y se para rígido y se lleva la mano derecha a la frente en saludo militar, muestra sus dientes picados y suelta un contundente: misión cumplida, el mundo está a salvo. El policía horrorizado con la escena le grita que se tire al suelo, pero el escuálido héroe continúa allí, de pie. El oficial le dispara su táser y la descarga eléctrica hace que K-pitán se retuerza como lombriz en la sal. Los oficiales le caen encima con sus macanas y lo golpean hasta que el miedo y la rabia le ceden el camino al cansancio. K (sí, sólo K) alcanza a ver su casco sobre el piso y su sábana ensangrentada y, con el dolor de sus huesos fragmentados, con su cuerpo a punto de colapsar, logra preguntarse por qué no le agradecen, si realmente lo merece. Alcanza a decir “yo soy el héroe”, pero al instante un garrotazo seco hace que sus dientes vuelen. Zoom out. Y mientras todo esto sucede en ese pequeño planeta, a varios cientos de años luz, el operador de colonizaciones interestelares de Sivaubick-1564, monitorea las señales de confirmación de varios mundos que pueden ser viables para la invasión. Esto quiere decir, que contienen criaturas lo suficientemente inteligentes para convertirse en esclavos, pero no tan listas como para ser consideradas un riesgo. El operador dirige su hendidura visual hacia la pantalla que recibe información de la Tierra y ve cómo la señal de su vigía desaparece. La criatura contrae sus tentáculos (que en términos terrestres sería como encoger los hombros) y se dispone a levantar un breve informe en el que se descartará ese planeta como objetivo de ataque. Al parecer, es un planeta demasiado peligroso. ** Julián Isaza isazajulian@hotmail.com Escritor colombiano (1979). Graduado de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Javeriana (http://www.javeriana.edu.co) en 2004. En 2009 ganó el Premio Internacional de Periodismo Rey de España por su crónica “Atlas es chocoano”. A finales de ese mismo año terminó la Maestría en Escrituras Creativas. Ha publicado el libro de cuentos Ondas expansivas (El Fin de la Noche, http://elfindelanoche.com.ar; 2010). === Cuatro poemas Isaac Varela ======================================= *** Ensayo sobre distancia y otros demonios Bendita diademita de García, 3 vascos puentes de hasta luego, 5 países en el medio, 40 noches de recelo, 16 cartitas a papá, 22 miedos en los huesos, maletas con mentiras y hasta luego. Colores con banderas diferentes, café con medialunas y septiembre, Trincheritas que se manchan de alcanfor, helados, diez de enero, una por el burrito cantor, don Rubén Darío, con Priscilla como hermana, no se crean el adiós. Ensayo sobre miedos y quebrantos, aviones que no huelen a milagro, dice el papa Don Eduardo que se metan las costumbres en armarios sotanas y coturnos, viajemos al sur, bailemos juntos hagan 3 tareas, no se duerman sin sueño, inventen un abecedario no se traigan el ejército, aquí hay suficientes diablos. Doctrinas que se venden por un peso, lagrimitas de canción por estar lejos, muñequitos con disfraz, muelles de altamar, cobardes con valor en los [espejos, nadie está lejos si cerrás los ojos, nadie viene y te saca los demonios meses sagitario, ventanas amarillas, Tucumán y más vajillas Ensayo sobre aviones y quimeras, yo perdí el tiempo cuando empezó el [partido remojos matutinos de certeza, es la edad perfecta para estar vivo ensayo sobre distancia y más demonios, queques por festejos de confianza vení a quitarte los antojos que aquí tenemos barquitos de esperanza. *** 14 memorias Te esperé en la esquina de Mayo estaba de pie, transeúnte, transparente era un peatón con el jean gris, la campera café, los zapatos bourdie como si fuera un “yo” auspiciado por el entorno como si no existiera la felicidad en el descontento como si no hubiera aviones más allá de ese aeropuerto Esperé en el banco, caminé 3 cuadras, 4 pasos, 9 retrasos, 14 memorias te esperé en el parque, al lado de la banca donde te asomabas a verme desprevenido a saciarme la mente de espantos, a jugarme el vals del fugitivo Y ahora quiero contarte cómo es todo acá del sur al norte, del polo al horizonte cómo hay calor en el frio, cómo pasan los meses ...cómo pierdo sentido. Y ahora que quiero decirte al oído lo que no sabes encontrar en palabras ahora que quiero gritarte a los ojos las cursilerías de mis adjetivos mi pobre tren empedernido mis estatuillas de verso camufladas en trenes ahora que quiero que cuentes mis letras y hagas trencitos de manzanilla con ellas ahora que quiero verte a los ojos. ¿Dónde se encuentran tus manos entre tanta ciudad, entre tanta maleza, entre tanta pereza? ¿Dónde estás si no es para decirte princesa? *** Nadie está en casa Nadie está lejos, y nadie está cerca nadie está en casa todos corren desprevenidos, todos buscan el vals del bienvenido Nadie está en casa, o al menos en casas remotas será porque la casa ahoga penurias y se hacen duendecitos blancos en la ducha y camas maulladas, y soledades nocturnas y sabanas frías y alforjas varadas, y cuerpos con miedo, y almas vacías. Nadie duerme y nadie llora todos sonríen con prisa nadie bebe las memorias de San José todos caminan, todos emigran todos tienen la distancia en botellitas de jerez Nadie vende sus doctrinas por un peso todos hablan en la hora del silencio nadie dice que hace mal estar lejos yo veo las miradas a lo lejos, yo veo a mi madre en los espejos. Nadie está en casa. *** Es preciso Es preciso que estés para cuando enciendo el cigarro y hago círculos con el día, y humo con las horas y miro la hora y me arrepiento del aire y enciendo la radio y escucho disparos cómo se van acabando las horas de paz ¿Por qué tienen silencio los que antes hablaban y callaban la guerra? Para cuando acabe mi turno ya no estarás más y por más tiempo que tengas ya no será nuestro tiempo, ya no seremos eternos y por cuanta vida que sobre nos habrá pasado la ficha vení antes que sean las 3 y nos comemos el ocio para cuando acaben mis horas ya no tendremos silencio ya no serás vos, ya no seremos, ya no huiremos, no hará falta correr. Es preciso tenerte para estar más solos me encantaría saberte para cuando ando descalzo y viajo a La Habana y me siento al Malecón y miro piratas partir en balsas de arena y trepo los muros de Berlín, y mojo la tinta en la pena. ¿A dónde estás para cuando zarpan los barcos y muere la luz? Es preciso que estés presente para cuando son las 3 y me voy al oeste a cantarle milagros al mar, a rogarle la paz a mi tierra. Es preciso que vengas para cuando muera mi tinta y se nuble mi lápiz, y se tiña mi verso, y se caigan distancias y se vengan quijotes, es preciso que vengas para llevarte al sur. ** Isaac Varela varelosqui@gmail.com Escritor costarricense (1988). Reside en Argentina, donde estudia comunicación social. Empezó a escribir a los 10 años, tras un curso de literatura del Museo de los Niños (http://www.museocr.org) de su país. Ha publicado poemas en revistas escolares y, posteriormente, en periódicos universitarios. === Viernes Gerardo Antonio ========================================== Alzo la vista y sólo veo la sangre manchando los azulejos de la cocina. ¿Quién mierda puede decirme lo que significa? Si es que significa algo, por supuesto. Ayer era un hombre normal. Hoy soy una mancha de sangre sobre los azulejos de la cocina. Soy una mancha roja que crece más y más. Yo tenía un trabajo, una familia, una vida. Ahora soy una mancha de sangre. Y cada gota que escapa de mi cuerpo me reconfirma que estaba en lo correcto. Pero yo no maté a nadie, no al menos en el sentido usual de la palabra. Yo no soy el responsable de una gran masacre. Yo no soy tampoco un héroe, ni un miembro productivo de la sociedad. No soy nada de eso. Yo soy la sangre que se derrama en el suelo. Yo soy mi propia muerte. En un sentido más amplio, yo soy la muerte de toda la raza humana. Un proverbio árabe dice “salva a una persona y salvarás a toda la humanidad”. Supongo funciona al revés también. Conmigo se mueren todos. Mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis vecinos, todos. Y tal vez sea mejor que sea así. ¿Quién sabe si la raza humana no está mejor muerta? La semana pasada en el trabajo tuvimos una de esas reuniones informales, de esas en las que nos decimos cosas lindas y reforzamos el espíritu de equipo. Yo miro a los ojos a mis compañeros y les digo que me siento orgulloso de ellos y eso refuerza los lazos de camaradería. Ellos me devuelven el cumplido y el círculo se cierra. Y todos somos mejores, más productivos y felices en nuestros puestos de trabajo. Con la única excepción de que no funciona para mí. Miro a los ojos a mis compañeros y siento enojo. No, enojo no. Siento rabia, bronca, impotencia, envidia. Siento que no debería estar perdiendo el tiempo haciendo esto. Siento que ninguno de nosotros debería perder el tiempo. Pero lo pienso mejor. Lo pienso dos veces, tres, seis, dieciocho. Las veces que sea necesario. ¿Qué sentido tiene? ¿Y qué podríamos llegar a hacer con el tiempo ahorrado? Mi mente se ve transportada a una propaganda de electrodomésticos. “Ahorra tiempo”, ese es el slogan. Pero nadie te dice para qué necesitás ahorrar ese tiempo. Si el tiempo es dinero, entonces los desempleados son los nuevos ricos. Disponen de todo el tiempo del mundo. Siento envidia de sólo pensar en la fortuna de la que disponen. Mi compañera me mira a los ojos. Me dice que le gusta cómo soy tan prolijo, cómo mi organización le facilita sus tareas, y que está feliz de ser mi compañera de trabajo. Yo le devuelvo la mirada, y bostezo. Tanta hipocresía me aburre. Y no es que me moleste que tengamos que mentirnos los unos a los otros, ya no. Por el contrario, la mentira es tal vez lo único interesante sobre mi trabajo. Todos nos mentimos. Vivimos un mundo tan falso como el de las muñecas Barbie, donde todos tienen la sonrisa pintada sobre sus caras, aunque no les guste. Miro a mi compañera a los ojos y le pido disculpas. Soy la muerte de mi compañera. Mi compañera es una mancha roja en el suelo de la cocina. Hubo un tiempo en el que estaba muy enojado con todos en mi trabajo. Creía que la falsedad que me rodeaba era repugnante, que no tenía por qué aguantarla. Era joven e ingenuo. Mi trabajo era un peso que tenía que soportar todos los días. Mi trabajo era el mundo sobre mis hombros. Todos los días llegaba, listo para atender llamados de auxilio. Yo, manual en mano, respondía a todas las preguntas de gente para quienes no darse cuenta de que el módem estaba desenchufado era lo peor que podía ocurrirle al mundo. Atender llamadas, responder preguntas. Ocho horas al día, veintisiete días al mes, durante el resto de mi vida. El poco tiempo que tenía de sobra lo ocupaba con mi familia. Un trabajo igual de entretenido pero por el cual no me pagaban. Es curioso. Trabajamos para vivir, y vivimos para trabajar. El trabajo nos mantiene alejados de nuestra familia, y cuando tenemos que alejarnos del trabajo vamos con nuestra familia. Mi mujer me mira a los ojos y me dice que me ama. Yo le devuelvo la mirada y bostezo. Yo soy la muerte de mi mujer. Mi mujer es una mancha roja en el suelo de la cocina. Mi hijo duerme en su cuna. Sólo tiene seis meses. Se pasa la mitad del día durmiendo, un cuarto comiendo y el otro cuarto llorando. Lo envidio. Ya llegará el momento en el que él repita la historia. Va a ver a su propio hijo y sentir envidia de él. Y yo me pregunto para qué me casé y tuve un hijo. ¿Será para que en el futuro él haga lo mismo y se pregunte para qué se casó y tuvo hijos? Mi mente se hace todo tipo de preguntas. Y el mundo tiene todas las respuestas. Mis respuestas son un programa de cocina gourmet. Aprendo a cocinar alimentos sabrosos y nutritivos. Ahora soy más sano gracias a eso. También pago un gimnasio que me mantiene fuerte y aun más saludable. El teléfono y la Internet me mantienen en contacto con mis compañeros de la secundaria. Ahora soy una mejor persona gracias a eso. La Iglesia me mantiene ocupado los domingos, llenando mi vida de fe y obras de caridad. Soy un mejor samaritano gracias a eso. El padre dice: “Verás a Dios en los ojos de sus fieles”. Y yo miro a Dios a los ojos y bostezo. A esta altura de mi vida lo tengo todo. Y quisiera no tener nada. Quisiera ser un bebé indefenso e inútil, que sólo vive para dormir, comer y llorar. Comienzo a llegar a casa más cansado de lo habitual. Ejercitarme tres veces por semana y comer comida gourmet ya no me mantiene en niveles óptimos de energía. O al menos eso es lo que siento. Tarde por la noche, mi esposa, acostada a mi lado, me mira a los ojos y me dice que me ama. Yo le devuelvo la mirada y bostezo. Y me quedo dormido. Por primera vez en mi vida tengo un sueño. Sueño que estoy volando por un atardecer rojizo, en dirección al horizonte. Pero mientras más rápido vuelo, más se aleja de mí. Despierto. El reloj marca las seis y media. Es hora de levantarse. Es hora de ir a trabajar. Otro día comienza. Hoy es viernes. Hoy tenemos otra reunión informal. Mis compañeros me abrazan. Yo les devuelvo el abrazo y me quedo dormido durante los pocos segundos que eso dura. Mi compañera me mira a los ojos y me dice que todo está bien. Yo la miro y no le digo nada. En el viaje de vuelta, en el tren, me quedo dormido de pie. Apenas me queda energía para cenar. Después, voy derecho a la cama. Me despierto después de mi sueño recurrente. Son las seis y media nuevamente. En el trabajo, mi cansancio crónico empieza a hacer mella en el orden que mi compañera tanto admira. Vuelvo a dormirme en el tren. Cenar para poder ir a la cama. Soñar con el horizonte inalcanzable. Despertar. Trabajar ineficientemente. Dormirme en el tren de vuelta. Para llegar a casa a cenar e ir a la cama. Para descansar para poder ir a trabajar al día siguiente. Una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez. Seis y media. Me despierto para poder ir al trabajo. Cepillándome los dientes me doy cuenta de que hace semanas que no hablo con nadie. Al menos no de verdad. Los viernes no cuentan, son parte del mundo Barbie. Y al final de cuentas, toda mi vida es así. Es muy temprano. Antes de irme de casa, me acercó a la cuna de mi hijo. Me inclino levemente para besarle la frente y susurrarle al oído. Le digo “te odio”, aunque en realidad lo envidio. En el trabajo, todo marcha como de costumbre. Llamadas y más llamadas, coffee breaks y sonrisas de plástico pintado. Charlas sobre reality shows. Café y más café. Más charla, ahora sobre telenovelas. Un poco más de café y un monólogo de mi compañera sobre un video gracioso de Internet. En sus ojos veo a Dios. Y bostezo. Despierto. Son las seis y media. Pero hoy no es día laborable. Hoy es día de Iglesia. Hoy toca que sea el padre quien me mire a los ojos, me diga un cumplido y me dé un abrazo. ¿O será una bendición? Da igual, un abrazo es tan efectivo como una bendición o como una mirada indiferente. Domingo por la tarde es día familiar. Toca almuerzo y sobremesa. Luego paseo. Todo está planeado. No vaya a ser cosa que se vuelva interesante. Vuelvo a casa para cenar e ir a la cama. Sueño recurrente con el horizonte inalcanzable. Despierto seis y media para ir al trabajo. Odio mi vida. Mi compañera me mira a los ojos y me pregunta si estoy bien. Yo bostezo y no le respondo. Sorbo mi taza de café y sigo escuchando la conversación supuestamente graciosa sobre la música que escuchábamos cuando éramos adolescentes. Vuelvo a dormirme en el tren. Ya no voy más al gimnasio, no cocino comida gourmet. Apenas ceno me voy a la cama. Aunque no tenga sueño, lo que suele ser más bien raro por estos días. Mientras más duermo más cansado estoy. Así y todo, no fallo en despertarme a las seis y media. Todos los días. En el trabajo ya no es todo abrazos y cumplidos. Mi jefe se queja de mi falta de atención en mis labores. Por ahora no sabe que me paga por dormir sobre el teclado. El vaivén del tren sigue induciéndome el sueño. Vuelvo a casa a cenar. En la cama mi mujer me pregunta si aún la amo. Yo la miro a los ojos y bostezo. Ella comienza a llorar y yo sólo la miro. En sus ojos veo a Dios, y no puedo dejar de bostezar. Una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez. Despierto a las seis y media después mi recurrente vuelo onírico. En el trabajo mi jefe se queja de mi desempeño y me advierte. Hoy es viernes. Mi compañera me abraza pero ya no me dice nada. Es mejor así. Se siente más auténtico. Me duermo en tren de vuelta. Llego a casa para cenar, firmar los papeles del divorcio e irme a la cama. Despierto a las seis y media. Mi jefe me dice que ya no me moleste en volver mañana. Me da un abrazo y me desea suerte, aunque hoy no sea viernes. Ahora soy rico. Tengo todo el tiempo libre. No tengo trabajo ni familia. Vuelvo a dormirme en el tren de vuelta. Llego a casa. Directo a la cama. Ya no tengo por qué seguir despertándome a las seis y media. Y sin embargo lo hago. Los días se suceden. Llega el domingo. El padre me da un abrazo, una palabra de aliento, una bendición. Todo por el mismo precio. Me dice que en la adversidad surge el verdadero coraje. Dice un montón de cosas más. Yo sólo lo miro y bostezo. Vuelvo a casa para cenar e ir a la cama. Despierto a las seis y media. Llamo a mi mujer para decirle que quiero verla a ella y a nuestro hijo. Parece que quiere responder algo, pero no me detengo a escuchar qué. Cuelgo el teléfono mientras aún se escucha “¿Quién es?” del otro lado. Me dirijo a casa de mi suegra. Aún tengo la llave que guarda mi mujer en el cajón de los cubiertos. Son las siete de la mañana y entro por la puerta de atrás, la puerta de la cocina. Mi mujer se sorprende al verme entrar, al igual que mi suegra. Son las siete y media de la mañana, me encuentro en el tren, rumbo al trabajo. Pero esta vez, el vaivén del vagón no me provoca sueño. Todo lo contrario, estoy demasiado emocionado como para sentir cansancio. Son las ocho de la mañana. Hora de entrar al trabajo. Todos me miran con cara rara, empezando por la chica de la recepción. Hoy es viernes. ¿Qué pasa? ¿No hay abrazos? Doy los dieciocho pasos que hay desde la salida del ascensor hasta la cocina. Todos están charlando animadamente mientras disfrutan del primer café de la mañana. Su jovial conversación se ve interrumpida por mi presencia. Todos se sobresaltan. Algunos gritan. Mi compañera me mira a los ojos y no dice nada. Le disparo en pecho y no dice nada. Les disparo a todos los demás, derramo su sangre por todo el lugar, bañando los azulejos de la cocina. Luego cruzo el pasillo, entre gritos e histeria, llego hasta la oficina de mi jefe. Le disparo antes de que se ponga de pie o reaccione de modo alguno. Muere con el teléfono en la mano. Si no me equivoco, como todas las mañanas, estaba hablando con su esposa. Vuelvo a la cocina, el piso está desierto ahora. Los que no maté huyeron. Estoy solo. Me sirvo una taza de café. Se siente bien, muy bien estar de vuelta en el trabajo. Al terminar mi café, lavo la taza y la dejo boca abajo sobre la mesada, para que se escurra el agua. Luego me apoyo el cañón de mi arma contra el pecho y aprieto el gatillo. Soy la muerte de mi mujer. Soy la muerte de mi jefe. Soy la muerte de mi compañera. Soy una mancha roja en el suelo de la cocina. ** Gerardo Antonio gerardoantonio85@hotmail.com Narrador argentino (Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, 1985). Es profesor de lengua inglesa. Su obra permanece mayoritariamente inédita. === Poemas Sergio Ortiz ============================================== *** Sanguijuelan Ángeles Clementes contra los actos criminales de los israelís Pronto las sonrisas fijas de payasos se sentirán a gusto en mí. Esas señales de favores terminan infectando a ladrones con fe. Sanguijuelan ángeles clementes, se baten a duelo con sus propias mentiras hasta que la zarza ardiente habla en lengua furiosa. Entonces se hunden en el río, el sueño del agua, [cuello-a-cuello] en la maratónica carrera con devotos de Pan. *** Esperé esperé al amanecer como se espera al enfermo que baja del monte cargado en hamaca. me sentí viejo y contagiado pero el viejo aquejado no era yo sino el que suplantó las manos por ruedas, el que menguó a la madrugada, a la zafra y al ingenio. me opuse a su dictadura a sabiendas de que yo no salvaría a nadie. vigilaron lo que escribo, arrestaron mis palabras, balearon mis poesías y me consumió la soledad de las piedras. el musgo del silencio las cubría lentamente con estiércol del verdadero enfermo. el faisán del corazón desertó la escuela de esta dictadura. día a día se metía más en la embrolla del consumo para ocultar la humillación de los gases lacrimógenos. y preguntó: ¿dónde esconderán su casa de torturas, su gulag? ¿qué me dejaran llevar conmigo? *** noches de tormentas sin saber de ti clava duro mi incomodidad clava duro la separación lo duro de querer mas no saber clava duro el consuelo de estar a tu lado sin el llanto sólo la risa tus ojos claros clávame duro *** después de los laureles... el beso negro empató la carrera allá, en el cuarto oscuro de tu ojo sin salida. córrete, amor, córrete que me lo he ganado córrete las cortinas si me vas a jinetear así de duro *** Acolchonada No te bastó con ponerme a pastar mientras tus diosas rechiflaban en la cola frente a la imagen clavada en la puerta de mi dormitorio acolchonado. “Te observo sé entonces que estoy solo”. Eres como el prócer que llega tarde al trabajo sin escases de excusas: las gallinas se enfermaron, el león se embuchó, la chita no se pudo acomodar otro punto. Y yo, el hermafrodita con el coño hinchado y la verga echa en piedra no pude flotar. Para ti eso significa que no sé amar. Para mí significa que él me tomará la mano y cantará Il Mare Calmo Della Sera. ** Sergio Ortiz sergiortiz211@aol.com Escritor puertorriqueño (San Juan). Tiene una licenciatura en literatura inglesa por la Universidad Interamericana de Puerto Rico (http://www.inter.edu) y una maestría en filosofía por la Universidad Mundial (http://www.unimundo.edu.mx). Fue profesor de inglés durante casi toda su vida. Actualmente está retirado y se dedica a escribir. Poemas suyos han sido publicados en revistas literarias como The Battered Suitcase (http://www.vagabondagepress.com), Zygote (http://www.zygoteinmycoffee.com) in my Coffee, Right Hand Pointing (http://www.righthandpointing.com), Origami Condom (http://www.origamicondom.org), Poets Ink Review (http://poetsink.com/poetsinkreview/poetsinkreview.htm), Poui, the Cave Hill Literary Annual (http://www.cavehill.uwi.edu/fhe/hum/publications/JournalsPoui.htm), Flutter, Silenced Press (http://silencedpress.com), Cause & Effect (http://www.cemagazine.net), The Cherry Blossom Review, The Linnet's Wing Ink Sweat & Tears y Ascent Aspirations Magazine (http://www.ascentaspirations.ca). Flutter Press (http://www.flutterpress.webs.com) publicó su primera colección de poesía, At the Tail End of Dusk (2009). === Variaciones sobre la manzana Elena Camacho Rozas ================= I. Escena mitológica Primero llegó la manzana de la discordia. Del mismo modo que Adán decidió dejarse engatusar por su parienta y aquella fruta bíblica que Durero pintó con forma de manzana y viejos traductores confundieron; aquel trío soberbio formado por Hera, Atenea y Afrodita, la triada maldita, insistió en persuadir a Paris del bien que le prometía. Después llegó la serpiente pirómana o la envidia de Hera y la displicencia de Atenea. Y con ellas vino el pecado original, el rencor y las disputas. Y ardió Troya como sólo sabe arder la maleza bajo la yesca. Desde entonces revive la semilla del mal en la naturaleza muerta de los bodegones. Y la inocente Blancanieves se afana en hacer perdurar su asfixia y su letargo en los hombres en ciernes que aún están a tiempo. II. Escena cotidiana Esta mañana cojo una Granny Smith del frutero por despecho hacia una Golden y una Reineta que, retozonas, parecen poner en entredicho el vistoso, untuoso y acerado color verde triscón de la primera. No le pelo su piel vistosa y engalanada, como si un hule de brillo la blandiese, y sacio la sed y la calentura en la fruta prohibida que —siempre inocente de sí misma, ajena y resbaladiza como las culpas compartidas que solemos sacudirnos cual polvo indeseable— se siente involucrada a duras penas en peleas y en pecados sin ser arte ni parte del problema. Y me la como como como todo lo que engullo, con deleitación y entrega, para que mis jugos gástricos no tengan que esforzarse tanto en eliminar las partes inútiles de los alimentos, y para no gastar energía en balde. ¿Quién sabe cuándo podré necesitarla, si algún día salgo por fin del ahorro de esta cárcel? III. Escena familiar El problema se hace diario en la cesta de la compra del ama de casa. De este modo se renueva sin solución. Indecisa, se deja tomar por la mano del frutero, meter en una bolsita, pesar y sopesar, y acaba acompañando —en otra bolsa con asas y mayor— a otras frutas y verduras que nunca fueron acusadas de nada, inocentes. Éstas, con esa inocencia afilada de quien se sabe inmune a las preguntas, a las censuras y a los reproches, la miran insistentemente. Las miradas no cesan, fiscales y delatoras, no cesan los murmullos de reprobación y de inquina. Si las pepitas hablasen, si los tronchos se impusieran, si los rabitos fueran índices y sus pieles, lenguas mordaces... Y acaba el viaje en una cesta de mimbre o en una barquichuela de metal brillante por cuyas rendijas se cuelan las uvas y las ciruelas. ¡Menudo viaje a ninguna parte! Si supiera... Si adivinara siquiera que aún queda lo peor... Y una mano la coge acariciadora y la frota en un trapo o la lava con la saña que emplea el cazador. De repente siente en sus carnes prietas el mordisco y se cierne sobre ella la devoración. ** Elena Camacho Rozas camachoe@gmail.com Escritora española (Santander, 1964). Es doctora en filología hispánica y trabaja como profesora de lengua y literatura en un instituto de su región. Ha quedado finalista en los premios José Hierro y Alegría, entre otros. Ha publicado los poemarios Versatilidad de la emoción y Ars adivinatoria / Trizas y trazos, así como el pliego de poesía La escala de Jacob, número 10 en la colección “Son de Sirena”. Textos suyos han sido recogidos en varias antologías poéticas de Cantabria. === Poemas y crónicas Elizaria Flores ================================ *** Poemas 1. El rostro ajeno en el espejo Reflejo incompatible, hostil y discrepante Ajeno de sí mismo el que se mira 2. Se quiere leve la distancia, inofensiva, tenue Pero es pesada, piedra y hostigante Aire que ahoga Agua que envenena Tierra que sepulta 3. La enajenada vuelta y la pirueta El movimiento deslucido fatuo Soy el que danza, torpe, sobre su propio abismo *** Crónicas 1. Entristecer es fácil. Basta un aire húmedo, un eco de lluvia o frío, una penumbra. Basta una campanada, lejos, dando la hora de la tarde, o un vestido azul o un párrafo. Como la muerte, la tristeza es un lugar común, una rutina. A quién le importa. 2. Dentro de mi cuerpo crece una rama envenenada. Una rama espinosa, lacerante, aguda ocupando lentamente mis venas, mi corazón, mis huesos. Mi sangre es un veneno espeso, savia amarga y perfumada, ponzoña fluyendo lenta silenciosa. Mi corazón se agrieta, se deforma, se hiende. Debajo de los párpados una muerte ocupa lo mirado como un paisaje retorcido. 3. Figuras furtivas que pasan como un río oscuro. Paraguas que se abren en mitad de la noche, bajo techo, sombras. Sombras que atraviesan las paredes y convierten en sombra todo lo que tocan. Sombras que vagan sin prisas ni zozobras, tocando el miedo de los niños, ecos. Ecos que no llegan a palabras, cáscaras vacías. Pesadillas. 4. Algo quiere arrancar esta tarde del mundo y arrancarnos. Caen filos, hojillas, largas agujas de hielo, uñas largas de rojo buscándole los ojos a la gente. Llueve un agua voraz, desaforada, enloquecida. Los paraguas se agitan asustados como pequeños murciélagos expuestos a la luz. La lluvia es sempiterna y omnisciente. Demoledora, borra cualquier indicio, anula todo. ** Elizaria Flores elizaria@gmail.com Poeta venezolana (Caracas, 1961). Reside en Mérida. Es licenciada en letras por la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve), donde cursa actualmente una maestría en lingüística. Textos suyos han aparecido en las revistas literarias El Salmón (http://revistadepoesiaelsalmon.blogspot.com) y Actual. === Los celajes de Alá Iddé Víctor Manuel Iravedra =================== Para poner al pie de Ochún, si lo permite, y para Carmen, mi Ochún en la tierra. Alá: del Yoruba velo, manto blanco Alá Iddé tiembla. Baja descalza al río con una calabaza vacía, balanceándose sobre su cabeza. Ella es Ibú Aña, no puede escuchar el tambor, porque sabe dónde encontrarlo. Siempre tiembla; tiembla como los peces trastornados que se amontonan, a mitad del agua en las redes que teje. Alá Iddé prefiere llorar en su telar por las noches, llora por el mundo, por ella —que es el mundo, o el mundo que es ella— con frecuencia lía lágrimas y juncos antes del amanecer. A los peces les atraen esas trémulas mallas, tan parecidas a ofrendas impregnadas de sollozos, la muerte les sorprende conmovidos. Los caracoles ya no recuerdan si Alá Iddé es el río, o lo son sus lágrimas, o si el río es el que tiembla, o si sólo tiembla dentro de Alá Iddé y éste es su tambor que no escucha, pero que encuentra. Alá Iddé tiembla. Sabe cabalgar sobre los caballos, los hombres y las olas, pero prefiere quitarse la corona y andar a pie erigiendo pueblos o reinos jóvenes, refugios de menesterosos salvados del Miedo. Vaga por los trechos, las cuencas, los meandros y las desembocaduras. En cada suburbio teje con los pescadores, conforta a las mujeres y acaricia con bendiciones a los niños. Alá Iddé ha salvado la virginidad de sus hermanas, a cambio de la suya propia. A veces, está desnuda y su corazón tintinea, como campanas de sol, fornica con los cazadores, seduce al volcán y al trueno, fornica una y otra vez... calla, profetiza, huye y no para de temblar. En las madrugadas se viste de blanco y esparce, para los desvelados, cáscaras de huevos tostadas y flores blancas trituradas en miel con aguardiente —¿o es polvo de estrellas? Sabe viajar en la noche y se infiltra en los sueños, dibuja rostros amables, montes dorados, brazaletes de ámbar y remos que conquistan la libertad. Alá Iddé es la madrina de los flamencos, las garzas, los pavos reales, de todos los ensimismados y de la Melancolía. Cuando ella une sus manos para bendecir, un abanico de cien lirios cae sobre las frentes de sus ahijados, pues diez lirios conforman cada uno de sus dedos, su risa suena como pulseras de oro, que se besan y saludan al danzar. Su boca es un gajo de pomarrosas bautizadas de rocío, se envuelve el cuerpo en gasas de yerba buena y albahaca para espantar a los tribunales y escribas que registran las penas y los errores. Salva las cabezas con algodón de ceibas, natillas y merengues. Esconde en su talle, pizcas de entrañas de Luna con las que inventa ensalmos, rezos y discursos que la escoltan a desmayarse en el mar. Alá Iddé vibra: es espasmo. Alá Iddé palpita: es cuajo de vida. Ala Iddé tiembla: es vientre. Alá Iddé es un celaje, es el velo de todas las reinas-diosas. Se despide, pero jamás se marcha. De su corona penden todos y cada uno de los ombligos. Alá Iddé titila: es planeta. Alá Iddé persiste: es corazón. ** Víctor Manuel Iravedra nacidodelmar@gmail.com Escritor cubano (1976). Reside en Nueva York (EUA). Es licenciado en historia del arte, literatura hispanoamericana y teatrología de la Universidad de La Habana (http://www.uh.cu). A finales de los noventa trabajó como crítico teatral para la directiva del Gran Teatro de La Habana y como director asociado del Museo Nacional de Bellas Artes (http://www.museonacional.cult.cu). Ha presentado tres monólogos de teatro experimental en el Festival Internacional de Teatro de La Habana (http://www.fth.cult.cu). A sazón del conflicto castrista abandona el país en 2003 y marcha a Estados Unidos. Ingresa en la Escuela de Artes Visuales (SVA, http://www.schoolofvisualarts.edu) de Nueva York y obtiene un título asociado en fotografía de moda e iluminación en estudio. La mayoría de sus textos son inéditos. Trabaja como encargado de un estudio de fotografía comercial y de modas en el barrio de Chelsea, Nueva York. === Tres poemas Juan Pablo Vázquez Álvarez =========================== *** Lumpen Te sientas en una de esas bancas verdes que han nacido de entre tus senos, Donde los policías anacrónicos montan a caballo. /Prietopanzónybigotón/ Y la gente hurga y busca comida en los desperdicios. Lumpen. Todo esto, lo sientes desde tu lugar, y así recostada leyendo Siddhartha, Con una paz orgánica suspiras de-masiado, Aquel errante a quien no quisiste darle dinero para comer, se sienta al [lado tuyo, Con aliento a licor barato y ceguera*, Regurgitando restos de comida mal masticada, se acerca a ti, Sus manos tímidas discuten el tocar o no tu cara. Ya sin dientes, encías carmín, supurando. De-bajo De su pantalón un manantial de pus, simiente corrupción. La batalla ha sido ganada. Restos de pan embriagados en su baba espesa, amarillenta nadan en tu boca. Un beso podrido. Un beso marginado. *** Duérmete mi niño Voy a sacudir tu cama: que no tenga calentura ni dolor de barriga ni pulgas. Sabines Duérmete mi niño con poesía de agua, con cuentos de Quiroga y tres pesos de inspiración, con las trenzas de tu niña ciega, con sus pies de lodo, con dos miligramos de poesía, de Urgencia. Duérmete mi niño en un ocaso de prejuicios, de seniles sensaciones y contracciones y apretones y sentones; con dos dedos que no es poco lo que convulsionan, ordeña sueños con tu lengua adormecida y tres kilos de más, comiendo el rayo ahumado de mi nuevo aroma, en una atmosfera de jitanjáforas, con estrellas apagadas que no son maternas, diciendo siempre adiós y quedándote, con abejas haraganas o gallinas degolladas, te presto mis muslos antropófagos para que te azoten el rostro y te llenen de ambrosia. Duérmete mi niño de luz de luna que espera el bautismo, que no escribe un poema que llene los espacios, acariciando los latidos de la gripe, duérmete en la hoguera del tiempo, que el egoísmo te convierta en un hombre honrado, y mantengas la virginidad de tus metáforas amargas. *** Dormir juntos La verdad sobre dormir juntos no es por mucho la que prefieren los poetas. Diego Villaseñor Es abrir una zanja con las pestañas, un nido de sal, de metáforas maravillosas y telarañas desvergonzadas de gozar su libertad. Es admirar la noche del día, colgar tu cuerpo de sapo regordete entre un peine y una lámpara, es bordar lágrimas en sueños desiertos, beber las gotas de tu cabello, empujón incontestable, ignorando la inutilidad de mis esfuerzos. Es un orgasmo marchitado, como un hueco en el vacío, Como un ombligo, sin mancha de tinta humana. Mi dulce sodomita. Es necesidad de dormir, mira mis cabellos, los he lavado para ti, huérfano de recuerdos, oyendo los martillos de tus dientes taladrados, de estrella de humo de llanto. ** Juan Pablo Vázquez Álvarez dread.de-shh@hotmail.com Poeta mexicano (Estado de México, 1993). Ha publicado el libro Poemas amorbosos (Editorial Tlahtolli). === Tres microrrelatos Marisol Llano Azcárate ======================== *** Árboles En aquella remota aldea cada vez había más árboles y menos habitantes. Con frecuencia las personas desaparecían y en sus jardines, huertos o patios crecía un nuevo árbol. Los restantes vecinos siempre buscaban alguna explicación. —Se ha marchado de vacaciones. —Fue a casa de su hermana a pasar una temporada. —Se ha casado con una vecina de la aldea de enfrente, ¿no te acuerdas de la Evarista, hombre? —Se lo llevaron sus hijos al asilo. Y así, siempre. Hasta que la ausencia injustificada de Juan Gómez y el crecimiento prodigioso de un frondoso castaño en su huerta despertaron las sospechas de la jueza recién llegada a su nuevo destino en el juzgado de la villa. Temiendo que algún suceso extraño estuviese detrás de aquella desaparición, abrió una investigación y lo primero que ordenó fue que excavasen en la finca del ausente. Envió allí a tres agentes, que nunca regresaron a rendirle cuentas de sus pesquisas. La jueza descubrió, sorprendida, durante su visita a la misteriosa finca, que allí crecían tres fuertes y altos abetos en los que ella no había reparado en la ocasión anterior. A pesar de la creciente inquietud que la embargaba, continuó merodeando entre los árboles. Finalmente, enviaron un juez sustituto, ante la inexplicable y repentina marcha de la titular. En el jardín del desaparecido Juan Gómez, junto a los otros árboles, el quercus robur, o sea roble, sentía unos deseos irrefrenables de impartir a sus congéneres una clase de Derecho Romano. *** Gema En el cementerio Gema se sentía muy sola. Quizá debería hacerse amiga de otros espíritus, pensó. Pero las almas con las que trabó conocimiento eran demasiado mediocres... En aquella situación, la llegada del rubio y hermoso Enrico fue como un regalo del cielo. Poco después, Giulio se le acercó y también comenzó a hacerle compañía. Unos meses más tarde, hizo un nuevo amigo, Ettore, y a éste lo siguió Brunello, casi un año después. Gema ya se sentía mejor. Paseaban juntos por el camposanto, observando el verdor del césped y jugueteando con las florecillas silvestres que crecían aquí y allá. Entonces aparecieron Otelo, Alfredo y Leonardo, correteando y mordiéndose la cola unos a otros. Totalmente feliz, Gema se deleitaba cada atardecer contemplando la puesta de sol con sus siete gatos. Otelo, Alfredo y Leonardo, las tres crías atigradas que un desaprensivo abandonó en la calzada y fueron arrolladas por una furgoneta, se acurrucaban juntos en el regazo de su nueva ama incorpórea. *** Luces de Navidad Mientras paseaba por la calle peatonal profusamente adornada para las fiestas navideñas, Olga observaba las luces que iluminaban las fachadas, luces que titilaban, huían, se perseguían entre los numerosos clones de Santa Claus que escalaban hasta alcanzar ventanas y balcones. Había bastantes personas que paseaban, miraban escaparates, realizaban las compras apresuradas de esas fechas. Olga sentía el bullicio de los demás como una alegría artificial. Poco a poco se fue dando cuenta de que en realidad todo aquello le era totalmente ajeno. En su corazón no había espacio libre para aquellas luminarias. En su corazón sólo había espacio para la oscuridad. Y cuando se halló con aquella terrible verdad, sólo se vio capaz de refugiarse en un banco alejado de las luces, un banco protegido por la sombra de un árbol frondoso. Allí permitió que fluyesen libremente las lágrimas que pugnaban por brotar de sus ojos. ** Marisol Llano Azcárate marisol.llano.azcarate@hotmail.com Escritora española (Asturias, 1964). Estudió filología hispánica (literatura) en la Universidad de Oviedo (http://www.uniovi.es) y trabaja como profesora de lengua castellana y literatura en Las Palmas de Gran Canaria desde 1989. Ha publicado las novelas Génesis de un crimen, Ella no hace daño a nadie, ¿Quién mueve los hilos?, La muerte acecha en Luna Europa, Mosaico ensangrentado y Tarda tanto la muerte...; la novela juvenil Alerta en la estación espacial; los libros de cuentos Siete relatos con Roberta; Víctimas, fugitivas, asesinas..., y Palabras para un asesino y otros relatos de perdedores, además de relatos diversos en publicaciones periódicas impresas y revistas literarias digitales. Obtuvo el Premio Literario de Cuentos “Maresía” 2002 con “La esposa del noctámbulo”. Ha participado en los libros colectivos Ínsulas encantadas, Encuentro de Arte y Género de Médicos del Mundo (Canarias; reeditado con el título Mujeres de palabra), Rojo sobre negro, Por la isleta y Voluntad y palabra. Ha impartido el Taller de Escritura de Ámbito Cultural de El Corte Inglés (http://www.ambitocultural.es), en Las Palmas de Gran Canaria, en 2008 y 2009. ||||||||||||||||||||||| EL REGRESO DEL CARACOL |||||||||||||||||||||| === La risa de la hierba, de Juan Pomponio Castiglione ==================== === Karina Mariposa Roldán ================================================ Lunes 11 de octubre, feriado nacional en Argentina. Berazategui, capital nacional del vidrio, celebra la gala de clausura de su 5ª Feria del Libro y Artes “Librarte 2010”. En el interior de la Sala I situada en el Centro de Actividades Roberto De Vicenzo, un libro de poesía sale a la luz de la mano y boca de su autor. Una multitud se reunió para recibir el nuevo poemario del escritor y poeta Juan Pomponio Castiglione (http://www.letralia.com/firmas/pomponiojuan.htm), editado por la Secretaría de Cultura de Berazategui, a través de Ediber. Las cálidas palabras de bienvenida del secretario de Cultura y Educación, Ariel López, junto al intendente municipal, doctor Juan José Mussi, fueron el marco para que los presentes escucharan atentos el recital en vivo de Pomponio Castiglione, quien emocionado hizo un breve pasaje recordatorio de su dilatado trabajo en las letras; además mencionó el prolongado viaje en bus por Sudamérica que lo llevó a rodar y vivir en varios países durante dos años, trasladando sus metáforas cargadas de luz y amor universal en el morral de ensueños. La risa de la hierba luce el diseño y arte de tapa creado por Julián Chappa y en su contenido se aprecian las ilustraciones del dibujante Raúl Echeveste. En la contratapa, el comentario de la escritora ecuatoriana Ana C. Blum nos arrima sensiblemente al contexto donde vibran las cuerdas del poeta. Y el prólogo, de mi autoría, me permite llevarlos a la orilla de un hombre que no tiene herencias ni semejanzas en su sangre literaria. El exquisito poemario inventa y sugiere, de principio a fin, un recorrido con los sentidos dispuestos a embeberse de sus fragancias milenarias. Una poesía indisoluble e incomparable. Al dar vuelta a cada una de las hojas del libro, la senda trazada por la pluma de Juan Pomponio Castiglione sirve de puente para que el hecho místico suceda y nuestro corazón cautivo atesore aquellas palabras como un bálsamo, para no perder el rumbo dictado por la sabia voz de un alma que sostiene el ritmo sincrónico de nuestra naturaleza enlazada con el universo. ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “Trabajo de lunes a sábado en el libro que estoy escribiendo y los artículos los escribo el domingo. En realidad no dejo nunca de escribir, esté viajando o de vacaciones. Pero eso no tiene ningún mérito. Lo hago porque es lo que me gusta hacer, lo necesito. La verdadera tragedia para mí sería no escribir o no leer. Eso sería una catástrofe. Escribo con mucho placer aunque a veces me dé dolores de cabeza. Escribir no es fácil, es muy difícil pero la compensación es tal que el esfuerzo se justifica largamente. Pienso escribir hasta el día que me muera”. Mario Vargas Llosa, en entrevista con el periodista Eduardo Lago para el diario El País (8 de octubre de 2010). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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