~~~~~~~~~~~~~~~ Año XV Cagua, Venezuela Nº 247 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 21 de febrero de 2011 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | Romero y sus tres tríos. / Barrientos social. / | Breves Laberinto fotográfico. / Lo nuevo de Muñoz Rengel. / La | esfera de Alberdi. / Hijo de hombre. / Una noche con | Baricco. / Rajatabla cumple 40. / La versión del sur. / | Talleres en Bogotá. / La poesía sigue girando. / | Derechos. / Criaturas fantásticas. / Revelado digital. / | Manizales poético. / El taller de Campos. / Cultura y | comunicación en un posgrado. / Saramago en Córdoba. / | Paz y poesía. / Anuario 2011. / Suspendido curso en la | UCLM. | | Fondo Iberescena recibirá hasta julio proyectos en artes | Noticias escénicas. / Fallece tras una caída el pintor mexicano | Guillermo Scully Fuentes. / Ingresó a la Academia de la | Historia el poeta Luis Alberto de Cuenca. / Presentaron | el último tomo de las Obras completas de Ortega y | Gasset. / Conceden a Elena Poniatowska el Premio | Biblioteca Breve. / Un libro revive incógnitas sobre el | origen de Cervantes. / Andrés Mauricio Muñoz y Felipe | García Quintero ganan premios de la UIS. / Juan | Gómez-Jurado responde a Alejandro Sanz regalando libros | en la red. / Falleció el escritor colombiano David | Sánchez Juliao. / Reúnen en un libro los cuentos de | Eduardo Lizalde. / Zacatecas publica un calendario en | homenaje a Ramón López Velarde. / Montse de Paz Toldrá | obtiene el 8º Premio Minotauro. / Anunciaron ganadores | del Concurso Letras de Ultramar 2010. / Reestrenan en | Perú una obra teatral de César Vallejo. / Base plural | del español defiende Fernández-Ordóñez al ingresar a la | RAE. / Gobierno de Chile consulta a la ciudadanía sobre | políticas culturales. / La versión fílmica de Pa negre | dispara las ventas de la novela. / Premio Incontinentes | de Novela Erótica para el español Andrés Fornells. / | Anuncian homenajes por los 25 años de la muerte de Jorge | Luis Borges. / Publican compilación de trabajos sobre la | obra de Carlos Fuentes. / Tribunal Supremo español no | revisará sentencia de Miguel Hernández. / Fue presentada | por el Colmex la Nueva historia general de México. / | Barcelona recordó a José Saramago. / Jorge Semprún | recibe en París el Premio Internacional de Periodismo. / | Homenajean a Hugo Gutiérrez Vega bautizando biblioteca | con su nombre. / Polémica en Alemania por la edición de | El sueño del celta, de Vargas Llosa. / Falleció el | escritor mexicano José Ezequiel Iturriaga. / Isaac Esaú | Carrillo Can recibe el Premio Nezahualcóyotl. / Termina | Feria del Libro en La Habana y se traslada a provincias | de Cuba. / Fernández Mallo publica un “remake” de El | hacedor, de Jorge Luis Borges. / Fotografía y música se | integran en Caracas. / México analiza el libro digital. | / Academia Mexicana de la Lengua designa como director a | Jaime Labastida. / Mario Vargas Llosa dará clase | magistral en México. / Ibiza se convierte por cuarta vez | en Puerto Mediterráneo del Libro. / Ensayo y narrativa | premiados en México. / Festival de Poesía “Grito de | Mujer” celebrarán en República Dominicana. / | Coleccionistas venezolanos se reunirán en Caracas. / | Publicarán segunda edición del Mapa poético de México. / | XIV Feria de Santo Domingo tendrá al Vaticano como | Invitado de Honor. / Uruguay recibirá a poetas y | narradores “de las dos orillas”. / Un congreso rendir | homenaje a Antonio Gálvez Ronceros en Lima. / La música | del Caribe se encontrará en Coro. | | “David Sánchez Juliao y el mundillo intelectual”, Naudín | Especial: Gracián Petro. / “El último de mis seres imaginarios”, | David Sánchez Jorge Alonso Cotera. | Juliao | “Barquisimeto: el país encantado de Salvador Garmendia”, | Artículos y Yeo Cruz. / “La casona de El siglo de las luces”, Julio | reportajes Pino Miyar. / “La biblioteca de los libros asesinos”, | Gustavo Rubén Giorgi. / “Lo que la violencia no se pudo | llevar”, Iván Zuluaga Narváez. / “Peter Handke, un | testimonio de la memoria subterránea”, Edgar Borges. / | “El secreto de sus ojos”, Miguel de Loyola. / “Alma | repaso. Anotaciones alrededor de Extrasístoles, de Jochy | Herrera”, Rey Emmanuel Andújar. / “El clon de Borges | (crónica —¿clónica?— borgesiana)”, Dixon Acosta. / | “Olalla García y la novela histórica actual”, Àngel | Brichs. / “Megamente o de la forma como se cambian los | papeles”, John Harold Giraldo Herrera. | | “A favor del periodismo”, Linda Ontiveros. / Luis López | Entrevistas Nieves: “Julian Assange es un personaje literario, un | héroe moderno, un nuevo Robin Hood”, entrevista por | Eduardo Corrales. / “¿Qué hace Eduardo en París? | Conversación con Eduardo García Aguilar”, Triunfo | Arciniegas. / “Francisco Massiani: El día que no conocí | a Cortázar”, Juan Carlos Carrano Henríquez. | | “Miguel Hernández, poeta y mártir, y su sombra luminosa | Sala de ensayo en las letras venezolanas”, Camilo Morón. / “Lenguaje y | metonimia en Cola de lagartija, de Luisa Valenzuela”, | María del Carmen Castañeda Hernández. | | “Habla Gloria”, Rolando Revagliatti. / “Como lagunas | Letras breves” (extractos), Eudes Alexánder Moncada. / “Por el | camino”, Antonio Cerezo Sisniega. / Poemas de Marianela | Medrano. / Relatos de Elisa Alejandra Carreño. / Poemas | de Sergio Omar Otero. / Microrrelatos de María Paz Ruiz. | / “Sino del tránsfuga”, Ulises Varsovia. / “El aprendiz | de chef”, Jairo E. Torín. / Poemas de Jorge Curinao. / | “Sin paz”, María Celeste Vargas Martínez. / Poemas de | Alba Trazar. / “Beber”, Delia Salazar. / Tres poemas de | Jorge Palma. / “Comilona”, César Klauer. / “De los | insolentes fantasmas” (extractos), Ana Romano. | | Rosa Montero. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007, Centro Nacional del Libro http://www.cenal.gob.ve =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Mención de honor en los premios Stockholm Challenge 2010, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.org =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| Romero y sus tres tríos. El escritor colombiano Armando Romero es el ganador del II Concurso de Novela Corta “Concejo de Siero”, que está dotado con 5.000 euros y edición de la novela ganadora, y que concede anualmente el Ayuntamiento de Siero (http://www.ayto-siero.es), en Asturias, España. La decisión, que tomó un jurado compuesto por el alcalde José Antonio Noval Cueto, la responsable de talleres literarios Mariví Díez Álvarez y los escritores Nacho Guirado Blas y Antón García Fernández, fue dada a conocer el pasado lunes 31 de enero en la Casa de Cultura de Pola de Siero. De entre las 98 obras presentadas a concurso, fue escogida la novela Cajambre (o las aventuras de mis tres tríos, que Romero presentó con el seudónimo “Telefrino”. El acto de entrega de premios coincidirá con la presentación de la obra premiada, acto que se anunciará públicamente. Nacido en Cali en 1944 y miembro del grupo inicial del Nadaísmo, Romero es doctor en literatura latinoamericana por la Universidad de Pittsburgh (http://www.pitt.edu), en Estados Unidos. Es autor de varios libros de poesía como Los móviles del sueño (1976); El poeta de vidrio (1976) y A rienda suelta (1991), libros de ensayo como El Nadaísmo o la búsqueda de una vanguardia (1988) y Gente de pluma (1989), libros de cuento como El demonio y su mano (1975) y La esquina del movimiento (1992), y de varias novelas entre las que destacan La piel por la piel (1997) y La rueda de Chicago (2004), con la que fue finalista del concurso Clarín de novela en Buenos Aires y obtuvo el Latin American Books Award de la Feria del Libro de Nueva York. En el 2009 la Universidad de Atenas (http://www.uoa.gr), en Grecia, le otorgó el título de doctor honoris causa. Actualmente es Charles Phelps Taft Professor en el Departamento de Lenguas y Literaturas Romances de la Universidad de Cincinnati (http://www.uc.edu). http://www.ayto-siero.es/index.asp?MP=2&MS=30&MN=2&id=368 Barrientos social. Recientemente fue publicado por la editorial El Fin de la Noche (http://elfindelanoche.com.ar) el libro de cuentos Sociales, de la escritora argentina María Barrientos. Los relatos que componen el libro “podrían ser concebidos como una interrogación sobre la crueldad”, indica una reseña de la editorial. “Los relatos de Barrientos, escritos en primera persona, son historias protagonizadas por personajes con los que quizá no querríamos ni tomar un café: militares trasnochados y nazis, padres hipócritas que niegan a sus hijos, mujeres que sólo pueden amar a su mascota, drogadictos que quedaron descerebrados, y así sucesivamente. En estas subjetividades aflora lo siniestro de la sociedad argentina y su historia, iluminado por la prosa de la autora sin ninguna complacencia y con sabia ironía”. Barrientos nació en Buenos Aires en 1959. Es profesora de literatura y bibliotecaria. Participa desde hace años del taller de producción literaria de Florencia Abbate, y también coordina grupos de escritura creativa. Ha publicado Habitaciones para la vigilia (Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, http://sade.org.ar) y Cross (finalista en el Primer Concurso Hispanoamericano organizado por Diario de Poesía, http://www.diariodepoesia.com). http://elfindelanoche.com.ar/archives/3004 Laberinto fotográfico. El Antiguo Edificio de Tabacalera, ubicado en Embajadores, 53, en Madrid (España), acoge desde el pasado 10 de febrero hasta el próximo 15 de mayo la exposición Laberinto de miradas, un recorrido por la fotografía documental en Iberoamérica. Se trata de un proyecto expositivo y editorial de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid, http://www.aecid.es) y de Casa Amèrica Catalunya (http://www.americat.net), al que se ha sumado el Ministerio de Cultura (http://www.mcu.es) para presentarlo por primera vez en España. La exposición —que observa la realidad social, política y cultural a través de más de quinientas imágenes de 76 artistas y 16 colectivos fotográficos de América Latina, España y Portugal— está organizada bajo tres ejes temáticos: “Identidades y fronteras”, que da cuenta de los flujos migratorios; “Fricciones y conflictos”, que acerca al espectador a la violencia y a la injusticia, y “Colectivos fotográficos”, una selección de los grupos de fotógrafos más destacados en Iberoamérica. Imágenes y grupos han sido seleccionados por el comisario, Claudi Carreras y han viajado durante tres años por dieciocho países de América. http://www.laberintodemiradas.net Lo nuevo de Muñoz Rengel. Acaba de aparecer, publicada por la editorial española Salto de Página (http://www.saltodepagina.com), la segunda edición del libro de cuentos De mecánica y alquimia, del escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel (http://www.letralia.com/firmas/munozrengeljuanjacinto.htm), una obra en la que se dan cita la investigación de un enigma en el Toledo musulmán, la legendaria construcción del reloj de Praga, las visiones apocalípticas de un ayudante de alquimista y las ficciones futuristas de un escritor en el Londres victoriano, entre otras historias que se trenzarán a través del tiempo en inesperadas relaciones hasta desvelar su misterio. Muñoz Rengel, uno de los mayores especialistas del relato en España, muestra con estas ficciones la gran calidad de su escritura y su capacidad para enhebrar once artefactos con la precisión de un maestro relojero. Calificado como “un prodigio de inventiva, equilibrio y control” por el escritor Medardo Fraile, el libro de 160 páginas se puede adquirir por 15,95 euros. http://www.saltodepagina.com/libro/de_mecanica_y_alquimia-20 La esfera de Alberdi. Desde el pasado 15 de febrero está a la venta en librerías de España la novela juvenil Tierras de Esmeralda: La Esfera Mágica, de la escritora y psicóloga española Pilar Alberdi. La obra, publicada en la Serie Joven de la editorial Mundos Épicos, dibuja un mundo de leyenda donde numerosos personajes se enfrentan a Ténebrus y sus secuaces. Mientras que los habitantes de las Tierras de Esmeralda han comprendido que un libro vale tanto como una biblioteca y una persona como todas ellas, en el oscuro mundo colindante la oscuridad acecha a cada paso. ¿Pueden unos adolescentes y un anciano devolver la esperanza a las ciudadelas? ¿Y qué tienen que ver en esta historia esos jóvenes voladores de Tilsmans? Para saberlo, sólo hay que abrir el libro por la primera página y seguir las peripecias de sus más de cincuenta personajes. La ilustración de portada de Tierras de Esmeralda: La Esfera Mágica es de José Gabriel Espinosa, mientras que el mapa y las ilustraciones interiores son de José A. Rando y el diseño gráfico es de Silvia Pou. Con 138 páginas y a un precio de 14 euros, la novela tiene un blog en http://tierrasdeesmeralda.blogspot.com para que sus lectores digan lo que piensan sobre su lectura o se enteren de próximos eventos. El primer capítulo se puede leer en formato PDF en la web de la editorial (http://bit.ly/fPh6y0). La novela será presentada este viernes 25 de febrero a las 20 horas en la Librería En Portada, ubicada en la calle Nosquera, 10, de Málaga. http://www.mundosepicos.es/fondo_editorial/tierrasdeesmeralda.html Hijo de hombre. El peor día de su vida, Rodrigo Castelares recibe la noticia de que su padre, quien lo abandonó de niño, ha muerto dejándole una herencia. Sin embargo, el legado dista mucho de ser lo que él espera y, guiado por una joven, deberá resolver una disyuntiva: ¿somos lo que nuestros padres hacen de nosotros o podemos escoger otro camino?; y, sobre todo, ¿es la fe una charlatanería? Esta es la premisa de la novela Hijo de hombre, del escritor mexicano Miguel Ángel Hernández Acosta (http://www.letralia.com/firmas/hernandezacostamiguelangel.htm), que publicada por Jus (http://www.jus.com.mx) y el Círculo Editorial Azteca (http://www.circuloeditorial.com.mx) relata, de una manera más cercana a nosotros, lo que Juan Rulfo y otros escritores de su generación ya habían escrito en sus cuentos y novelas: la lucha por el alma de los hombres entre la fe y la superstición. El libro de 144 páginas será presentado en el salón Manuel Tolsá de la XXXII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (http://feria.mineria.unam.mx), en el Centro Histórico de Ciudad de México, el próximo 26 de febrero a las 20 horas. Nacido en Pachuca en 1978, Hernández Acosta cursó el diplomado en creación literaria en la escuela de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem, http://www.sogem.org.mx). Ha tomado talleres de narrativa con Daniel Sada. Algunos de sus cuentos han sido publicados en revistas digitales como Ficticia (http://www.ficticia.com) y Revista Espiral (http://www.revistaespiral.org). En 2006 Letralia publicó su relato “La giganta” (http://www.letralia.com/149/letras16.htm). Actualmente colabora comentando libros quincenalmente en la revista en línea Adefesio.com y mantiene la bitácora Caminando (http://mangelacosta.blogspot.com). Una noche con Baricco. El pregrado de Creación Literaria, el Taller de Escritores y la Especialización de Creación Narrativa, de la Universidad Central de Colombia (http://www.ucentral.edu.co), presentan este lunes 28 de febrero, a partir de las 6 de la tarde, una sesión de “Noche de Narradores” que tratará sobre la vida y obra —especialmente sobre las novelas Seda y Novecento— del novelista, dramaturgo y periodista italiano Alessandro Baricco. La actividad se iniciará con una tertulia, a continuación de la cual Andrea Vergara e Ignacio Prieto ofrecerán una presentación audiovisual de Baricco. Luego, el novelista e historiador Juan Esteban Constaín Croce y la ensayista y profesora Nancy Malaver Cruz hablarán sobre la obra del autor, dando paso a un foro coordinado por Isaías Peña Gutiérrez y con participación del público. La actividad, de entrada libre, tendrá lugar en el Teatro de Bogotá (calle 22, Nº 5-66). “Noche de Narradores” es un ciclo que se desarrollará hasta noviembre y que se paseará por la vida y obra, además de Baricco, de Haruki Murakami, Roberto Burgos Cantor, Amos Oz, Ernesto Sábato, J. M. Coetzee, Michel Houellebecq, Ana María Matute y Cormac McCarthy. Para solicitar mayor información, comuníquese por los teléfonos 3423790 o 3239868, extensiones 4302 y 4304. http://www.ucentral.edu.co/humanidades/teuc.htm Rajatabla cumple 40. Celebrando sus 40 años de actividad artística, la Fundación Rajatabla presenta en tres únicas funciones el espectáculo musical Tu país está feliz, original del brasileño Antonio Miranda, el próximo lunes 28 de febrero, martes 1 y miércoles 2 de marzo, a las 8 de la noche en la Sala de Teatro 1 de la Casa de Rómulo Gallegos, en Altamira (Caracas). La pieza se estrenó por primera vez el 28 de febrero de 1971 en el Ateneo de Caracas y ha sobrepasado hasta ahora, en distintos escenarios, las 2.000 representaciones. Ahora vuelve a escena cuarenta años después, con música de Xulio Formoso, en una producción general de Francisco Alfaro, bajo la dirección de José Domínguez y puesta en escena de Carlos Giménez. El espectáculo musical consta de 25 cuadros, 26 poemas de Miranda al estilo juglar y 14 canciones compuestas por Formoso, que revelan la visión de la juventud venezolana de finales de la década de los sesenta, cuando todavía proliferaban las consignas revolucionarias marxistas, las canciones hippies post-Woodstock, la simpatía por las tradiciones venezolanas y la onda de la Revolución de Marzo del 68. La puesta en escena está sostenida por el juego de ocho actores sobre el escenario. El recurso principal son sus propios cuerpos y voces transformándose en hogar, autobús, campo de batalla, canos y río. En esta oportunidad el elenco estará conformado por Indira Jiménez, Rafael Marrero, Rossana Hernández, Gabriel Agüero, Elvis Chaveinte, Jean Carlos Rodríguez, Jean Franco de Marchi, Eliana Terán Scarpati y Sarai Pérez, con Jean Paul Bozo en la guitarra y Roger Ramírez en la batería. La entrada general es de 90 bolívares, y 70 para estudiantes y adultos de la tercera edad. http://www.celarg.gob.ve La versión del sur. El Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” (Celarg) ha abierto la convocatoria a los dos primeros números de la revista SUR/versión: investigación y creación de América Latina y el Caribe, una publicación semestral y arbitrada dedicada a la investigación y la creación latinoamericanas y caribeñas que busca, según un comunicado emitido por sus propulsores, “ser un foro para un debate emancipatorio latinoamericano y caribeño que requiere de una profundización epistemológica y teórica más allá de las pautas de un conveniente credo progresista”. Las diversas secciones de la revista están dedicadas al pensamiento político y cultural, la crítica y el análisis literario, la creación y las artes visuales, así como a otras expresiones. SUR/versión opera con un consejo editorial compuesto por varios investigadores y recibe textos escritos en las principales lenguas de América Latina y el Caribe, con énfasis en castellano y portugués, pero también en inglés y francés. Reflexión e investigación, reseñas y trabajos de creación visual (fotografía, arte visual) y textual (poesía, literatura) constituirán el contenido de la revista. La convocatoria para el primer número finaliza el 1 de marzo y se enfocará en el tema “Los nombres propios de nuestro sur”, mientras que la correspondiente al segundo, que cierra el 1 de junio, será sobre “Vanguardia & revolución: otras dialécticas para la revolución del presente y del futuro”. Los trabajos de investigación y creación se deben enviar a la dirección de correo electrónico sur_version@celarg.org.ve. Los interesados deberán revisar previamente las pautas para colaboradores y normas de presentación (http://www.celarg.org.ve/Espanol/Pautas_normas_Surversion.pdf). http://www.celarg.gob.ve/Espanol/(NOVIEMBRE2010)%20ConvocatoriaSurV.htm Talleres en Bogotá. El Festival de Literatura de Bogotá y la Fundación Fahrenheit 451 (http://www.revistafahrenheit451.com) han abierto las inscripciones para sus talleres de creación de cuento y de crónica y reportaje del 2011. El taller de creación de cuento, que se inicia el 1 de marzo, está dirigido a personas de cualquier disciplina, nivel académico y edad, interesadas en desarrollar sus habilidades como escritores y creadores de cuentos. Dictado por Sergio Gama y Raúl Harper (http://www.letralia.com/firmas/harperraul.htm), el taller busca proporcionar técnicas y herramientas para la creación y el desarrollo de cuentos mediante la exposición de temas fundamentales de la creación literaria, la lectura de textos de diversos autores de la literatura universal y la ejecución de ejercicios prácticos. Por su parte, el taller de crónica y reportaje se inicia el 3 de marzo y está orientado a todas aquellas personas interesadas en el oficio de la escritura del periodismo literario. El taller, que cuenta como profesores con Javier Osuna Sarmiento y Mauricio Díaz Calderón, busca proporcionar las técnicas y herramientas necesarias para crónicas y reportajes, abordando para ello las características básicas del periodismo literario y los límites entre la crónica y el reportaje. Se leerá obra de los mejores cronistas del siglo XIX y XX, manteniendo un espacio constante para lectura y realización de ejercicios. Ambos talleres se desarrollarán en diez sesiones de dos horas cada una; el de cuento entre 4 y 6 de la tarde y el de crónica y reportaje entre 5 de la tarde y 7 de la noche. Los talleres, que se abrirán con un mínimo de 5 y un máximo de 10 personas, tienen un precio de doscientos setenta mil pesos. Se concederá 10% de descuento a quienes se inscriban en ambos talleres. http://bit.ly/ha6o6J La poesía sigue girando. La escritora y publicista chilena Nat Gaete y la comunidad digital de escritores LetrasKiltras anunció la apertura de la convocatoria para su proyecto de intervención cultural GiraPoema 2011, una iniciativa de mail-art enfocada en la edición de un libro colectivo para la celebración del Día Mundial de la Poesía, el próximo 21 de marzo. Nacido en 2006 como “Haz rodar una poesía”, el proyecto pretende fomentar la difusión de la creación poética. Trabaja sobre la base de la colaboración generosa de personas que actúan regalando sus creaciones o siendo tutores de la iniciativa. Los interesados en participar deben enviar a la dirección electrónica girapoema@gmail.com, antes del 3 de marzo, un poema escrito de hasta treinta versos o un poema visual, de tema libre en cualquiera de los dos casos. Se debe anexar el nombre del autor y el país de proveniencia. Una vez recogidos los poemas se editará el libro digital, que no devengará derechos comerciales, y será publicado en una bitácora especial y en diferentes redes sociales. Libros-objetos serán también impresos gracias a la participación y generosidad de los curadores de esta iniciativa, para liberarlos en diferentes ciudades y países. http://letraskiltras.ning.com Derechos. Negocios en Internet, protección en el entorno digital y cláusulas en la industria creativa son los temas que se abordarán en el III Seminario “El derecho de autor en el ámbito editorial” que se realizará en Ciudad de México el próximo 10 de marzo. Organizado por la Dirección de Publicaciones del Conaculta (http://www.conaculta.gob.mx/dgp) y el Instituto Nacional de Derechos de Autor (Indautor, http://www.indautor.sep.gob.mx), el seminario está dirigido a editores, escritores, diseñadores, correctores de estilo, abogados y todas las personas involucradas en los procesos editoriales e interesados. El objetivo principal del seminario es mejorar las funciones profesionales vinculadas a la propiedad intelectual y difundir en México una cultura de la legalidad, en el ámbito del derecho de autor. Las sesiones serán realizadas por especialistas del ramo editorial, legal y jurídico como Ramón Obón, Horacio Rangel, Carmen Arteaga, Agustín Ríos y Luis Schmidt. El seminario se realizará en dos modalidades, la primera será presencial en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes (Cenart, http://www.cenart.gob.mx), del 10 de marzo al 8 de diciembre, y posteriormente, se celebrará una sesión a distancia, a través de la Red Edusat (http://edusat.ilce.edu.mx). Las inscripciones estarán abiertas a partir del 10 de marzo, a través del sitio oficial del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta, http://www.conaculta.gob.mx). http://www.conaculta.gob.mx/seminario Criaturas fantásticas. Del 12 de marzo al 7 de mayo será dictado en Caracas el taller “Criaturas fantásticas”, en el que la docente y escritora venezolana Iliana Gómez Berbesí paseará a los asistentes a través de una extensa gama de seres que han nacido de la imaginación humana y que pueblan la literatura y el cine fantásticos. Dictado en ocho sesiones de tres horas académicas cada una, el taller se inicia ofreciendo una definición de literatura fantástica, para posteriormente detenerse en obras como El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde; Pedro Páramo, de Juan Rulfo; “Casa tomada” y Rayuela, de Julio Cortázar; La guerra de los mundos, de H. G. Wells; “Las ruinas circulares” de Jorge Luis Borges; “El retrato oval”, de Edgar Allan Poe, y otras. Igualmente, serán descritos y analizados seres como el Homunculus de Paracelso, el Golem, Godzilla, el doppelgänger, los robots y los cyborgs, entre otros. El taller tiene un costo de 450 bolívares que pueden pagarse mediante depósito o transferencia. Será dictado los sábados entre 9 y 11:30 de la mañana en la Biblioteca de la Unidad Educativa Carlos Soublette (avenida Santa Ana con Ávila, Bello Campo; Caracas; estacionamiento y vigilancia). Escritora, guionista de cine y de televisión y licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve), Gómez Berbesí fue ganadora del primer premio de narrativa en la IV Bienal José Antonio Ramos Sucre. Ha publicado los libros de relatos Secuencias de un hilo perdido (1982), Confidencias de cartabón (1982), EXtraños viandantes (1991) y la novela ¡Alto, no respire! (1999, reedición en 2009). Su obra ha sido incluida en antologías de narrativa de Venezuela y España. Para solicitar mayor información sobre el taller, los interesados pueden llamar a los teléfonos (0416) 7131956 y (0414) 3045000. http://bit.ly/hOXEZh Revelado digital. Del 12 de marzo al 2 de abril será dictado en Caracas el taller de nivel básico de organización, desarrollo y revelado digital de fotografías con la herramienta Adobe Photoshop Lightroom, cuyo facilitador será el editor y laboratorista fotográfico digital profesional Franklin Pulgar R. Organizado por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), este taller está orientado a todas aquellas personas que deseen mantener un archivo fotográfico de manera organizada y un conocimiento de edición de sus fotografías de una manera mucho más profesional para así sacar el máximo de provecho de su trabajo. La fotografía digital consiste en la obtención de imágenes mediante una cámara oscura, de forma similar a la fotografía analógica; sin embargo, así como en ésta las imágenes quedan grabadas sobre una película fotosensible y se revelan posteriormente mediante un proceso químico, en la fotografía digital las imágenes son capturadas por un sensor electrónico que dispone de múltiples unidades fotosensibles y desde allí se archivan en otro elemento electrónico que constituye la memoria. Básicamente el software Adobe Photoshop Lightroom (http://www.adobe.com/es/products/photoshoplightroom/?promoid=BPBJE) consiste en un procesador de imágenes de gran calidad y un sistema de administración de base de datos enfocado al flujo de trabajo en entornos de la fotografía, que ayuda a resolver desde la organización hasta la edición de todo el archivo fotográfico. El taller será dictado los sábados en sesiones de 2 a 6 de la tarde. Las personas interesadas pueden comunicarse con la Coordinación de Promoción Cultural del Celarg, a través de los teléfonos (0212) 2852721 y 2852990, o mediante la dirección electrónica espaciocelarg@gmail.com. http://www.celarg.gob.ve Manizales poético. La ciudad colombiana de Manizales celebrará el Día Mundial de la Poesía con una semana completa, entre el 15 y el 21 de marzo, organizada por la Fundación Cultural La Nave de Papel con la afiliación de instituciones, la empresa privada y los artistas locales. La programación, orientada a toda la familia, se desarrollará en diversos espacios de la ciudad. Este año ya se han incorporado a la organización la Secretaría de Cultura de Caldas, el Instituto de Cultura y Turismo, la Cámara de Comercio de Manizales, universidades como la de Caldas, la Autónoma y la de Manizales, la Fundación Visión y Gestión, la editorial independiente Ojo con la Gota de TiNta, el Taller Abierto de Olga Lucía Hurtado y algunos bares o tabernas con intereses culturales, entre muchos otros. También se concretan intercambios con entidades culturales de Bogotá, Medellín y Pereira, donde también celebran la fecha. http://diamundialpoesiamanizales.blogspot.com El taller de Campos. El novelista y periodista venezolano Leo Felipe Campos dictará en Caracas, entre el 15 y el 31 de marzo, el Taller de Creación Literaria “Puro cuento”, que a lo largo de seis sesiones de tres horas cada una se dedicará a la formación literaria desde la lectura, el poder de la imaginación, la creación de la ficción y sus posibles temas, los personajes y las acciones, la estructura narrativa, el ritmo y la palabra. Orientado a cualquiera que esté interesado en la narrativa y sus formas de invención, el taller partirá desde dos premisas básicas: primero, cualquier historia debe emerger de nuestra propia experiencia; y segundo, nada es lo que parece. Las sesiones serán los martes y jueves en la sede de Imaginarios de Venezuela, ubicada en el Centro Comercial Galería Los Naranjos. El costo será de 560 bolívares. Para participar se requiere una autobiografía de máximo 450 palabras. Fundador de las revistas plátanoverde (http://www.platanoverde.com) y 2021 Pura Ficción (http://2021pf.blogspot.com), Campos trabaja actualmente en la Unidad de Investigación del diario Últimas Noticias (http://www.ultimasnoticias.com.ve) y escribe para Ediciones Puntocero (http://edicionespuntocero.com) un libro periodístico sobre la realidad de los blogueros en Cuba. Ha publicado cuentos y crónicas en antologías de editoriales venezolanas y extranjeras. Su novela Sexo en mi pueblo ha contado con buenas críticas y está próxima a agotar su primera edición. http://bit.ly/icj90k Cultura y comunicación en un posgrado. El actual proceso de las políticas culturales plantea nuevas exigencias de planificación, gestión, ejecución y financiamiento; al mismo tiempo, el componente comunicacional de las políticas culturales resulta cada vez más estratégico para el buen desempeño de programas y proyectos. Ante la necesidad de articular más estrechamente los campos de la cultura y la comunicación y vincularlos a los demás sectores relacionados con el desarrollo humano, la sede argentina de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso, http://www.flacso.org.ar) ha creado el Posgrado Internacional “Gestión y Política en Cultura y Comunicación”, destinado a capacitar agentes culturales del área pública y privada, así como ofrecer un campo de reflexión y debate a quienes pertenecen al campo académico. El curso, cuyo cupo está limitado a cincuenta participantes, se inicia el 15 de abril, dura 160 horas y sus clases serán los viernes de 17 a 21 horas y los sábados de 9 a 13 horas, con un fin de semana de por medio. La aprobación requiere la participación en el 80% de las clases y la realización de una monografía final sobre alguno de los aspectos teóricos o metodológicos del programa. Procesos culturales, economía de la cultura y la comunicación, patrimonio cultural, derechos culturales, el desafío comunicacional, las políticas culturales y los espacios supranacionales son las áreas cubiertas en las unidades temáticas. Además, los participantes realizarán visitas a instituciones culturales con la presencia de sus responsables. El costo total del curso es de 4.900 pesos. Los interesados deberán completar antes del 31 de marzo el formulario de preinscripción disponible en http://bit.ly/gIqH8e y enviar un currículum vitae actualizado a la dirección electrónica gestioncultural@flacso.org.ar. http://www.flacso.org.ar/formacion_posgrados_contenidos.php?ID=53&I=4 Saramago en Córdoba. La Universidad Católica de Córdoba (UCC, http://www.uccor.edu.ar) dictará la Cátedra Libre José Saramago, al cumplirse veinte años de la novela más polémica de este autor: El evangelio según Jesucristo. Las cinco sesiones de las que se compondrá la cátedra se celebrarán, entre 19:30 y 21 horas, los días 18 de abril, 29 de abril, 13 de mayo, 10 de junio y 1 de julio. La cátedra fue creada por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UCC con el objetivo de estudiar la obra del escritor portugués, ganador del Premio Nobel en 1998, propiciando una reflexión interdisciplinaria que articula preocupaciones de orden social y literario. http://bit.ly/g0HrnJ Paz y poesía. Del 23 al 30 de abril se celebrará en la ciudad colombiana de Medellín el III Encuentro Internacional de Poetas por la Paz “Tras las huellas de la paz, siete días de poesía, cultura y turismo”, bajo la organización de Poesía por la Paz, un colectivo de poetas liderado en la región por Carlos Alberto Valle Sánchez y Ángela Penagos Londoño. Los poetas participantes serán hospedados en el Hotel El Oasis, en pleno centro de la ciudad. Tras un acto de recibimiento el domingo 24 de abril, el lunes 25 se realizará un recorrido turístico por Medellín. A las 3 de la tarde se celebrará una visita al paraninfo de la Universidad de Antioquia (http://www.udea.edu.co) y un recital en la Emisora Cultural UdeA, de la misma casa de estudios. A las 6 habrá otro recital y un encuentro de declamadores, actividades que tendrán lugar en la Biblioteca Pública Piloto IV, cerrando el día con una cena de bienvenida a partir de las 7:30. Recorridos por la región, recitales en diversos sitios de la ciudad y mucha poesía completan el programa. Los participantes recibirán certificado. Los aranceles de participación varían entre los 25 y los 400 dólares, dependiendo de la proveniencia y el tipo de actividad que desarrollará el participante. Estos aranceles incluyen traslados, alojamiento, alimentación completa, memorias, certificados y diplomas. Los poetas deberán enviar un mínimo de tres poemas, una foto digital, biografía y datos personales, para la realización de las memorias. Para solicitar mayor información, los interesados deben comunicarse por vía telefónica con Carlos Valle Sánchez (2549191, 2841411 o 3007907326) o Ángela Penagos Londoño (3003169706). http://www.vallesanchez.name Anuario 2011. Hasta el 1 de mayo está abierto el plazo de recepción de trabajos para el Nº 18 de la revista Anuario de Estudios Bolivarianos, que desde 1990 es publicada por el Instituto de Investigaciones Históricas Bolivarium (http://www.bolivarium.usb.ve) de la Universidad Simón Bolívar (USB, http://www.usb.ve) con el objetivo de publicar y difundir sistemáticamente resultados de las investigaciones relevantes del acontecer histórico hispanoamericano, latinoamericano y venezolano, con particular énfasis en la historia política, intelectual e institucional del período que transita desde el dominio de los dos imperios (España y Portugal) hasta la etapa de formación y consolidación de los distintos estados nacionales. Las colaboraciones no deberán exceder las 35 cuartillas, a espacio y medio, letra Times New Roman o Garamond, tamaño 12. El número de cuartillas incluye las notas a pie de página. Los artículos recibidos serán sometidos a un proceso de arbitraje externo. La redacción dará acuse de recibo antes de un mes después de recibir el manuscrito y el resultado del arbitraje se comunicará al autor en un plazo no mayor a tres meses. Los originales, en español, portugués o inglés, deberán ser enviados a la redacción del Anuario como archivo adjunto a las direcciones de Ángel Almarza (aalmarza@usb.ve) y Ana Vergara (ajvergara@usb.ve). http://www.bolivarium.usb.ve/pub/anuario.html Suspendido curso en la UCLM. En nuestra edición 246 (http://www.letralia.com/246/0705curso.htm) publicamos el programa del curso anual de verano sobre literatura actual de la Universidad de Castilla-La Mancha (http://www.uclm.es), en Toledo (España), que en esta ocasión se realizaría del 5 al 7 de julio con el título “Escritoras en el siglo XXI”. Sin embargo, su coordinadora, la profesora Marina Villalba Álvarez, nos informó en días pasados que el mismo ha sido suspendido. http://www.uclm.es/profesorado/mvillalba ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Fondo Iberescena recibirá hasta julio proyectos en artes escénicas El lunes 17 de enero se llevó a cabo en el Centro Cultural del Bosque (http://www.ccb.bellasartes.gob.mx), en Ciudad de México, la conferencia de prensa para anunciar la apertura de la quinta convocatoria del Fondo Iberoamericano de Ayudas Iberescena (http://www.iberescena.org), correspondiente al periodo 2011-2012. En dicho evento se contó con la presencia de Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general de Bellas Artes; Juan Meliá, coordinador nacional de Teatro, y Guillermo Heras, coordinador de la Unidad Técnica de Iberescena. Ramírez habló del incremento de 20% que México dará a este proyecto, sumando así 120.000 dólares, y enfatizó que ha sido muy exitosa la participación de la nación azteca. A su vez, Meliá resaltó los logros que ha tenido el proyecto en su función de integrar las artes escénicas y ejemplificó con los proyectos mexicanos seleccionados en la anterior convocatoria. Heras habló de la diversidad del teatro iberoamericano y la creatividad de los artistas iberoamericanos que son competitivos a nivel mundial. Resaltó que los programas Iber ponen de manifiesto la necesidad de seguir estando unidos sin perder la identidad de cada país y su forma de expresión. Las líneas de ayuda del Fondo Iberescena contemplan ayudas a la coproducción de espectáculos de teatro y danza iberoamericanos; ayudas a redes, festivales y espacios escénicos para la programación de espectáculos; ayudas a procesos de creación dramatúrgica y coreográfica en residencia, y apoyo a encuentros, talleres, seminarios y congresos relacionados con la gestión y producción de las artes escénicas. Iberescena fue creado en noviembre de 2006 sobre la base de las decisiones adoptadas por la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Montevideo (Uruguay), relativas a la ejecución de un programa de fomento, intercambio e integración de la actividad de las artes escénicas iberoamericanas. Actualmente lo integran once países, que financian el programa: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, España, México, Perú, República Dominicana y Uruguay; y por la Secretaría General Iberoamericana (Segib, http://www.segib.org). Los proyectos pueden ser postulados por entidades o instituciones públicas o privadas, así como grupos y compañías de teatro y de danza profesionales cuyas actividades contribuyan a fortalecer los planes de cooperación e integración mencionados en el Programa Iberescena y que estén registrados legalmente en cualquiera de los países firmantes del acuerdo. El plazo para formalizar las postulaciones se mantendrá abierto hasta el próximo 15 de julio. Los interesados deben revisar las bases de participación (http://www.iberescena.org/es/bases-convocatorias). Fuente: Iberescena *** Fallece tras una caída el pintor mexicano Guillermo Scully Fuentes El pintor Guillermo Scully Fuentes falleció el pasado 4 de febrero a los 49 años tras sufrir una caída. Nacido en 1961 en el DF, Scully estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, de 1980 a 1985. Pintor figurativo, artista riguroso y extrovertido, sus cuadros encierran el ímpetu de la cultura popular abordado desde el punto de vista de la música latina y el baile de salón. En sus lienzos “la energía del sax y las trompetas influyen hacia el centro de una expresión catártica, y el baile deriva los más cálidos escarceos y las miradas comprometidas a la idea fija de un amor posible y arrebatado”, se puede leer en una descripción de la Gouda Gallery. Su obra ha sido calificada de “neorrealismo lúdico”. De Scully también se ha escrito: “En las décadas del ‘camino a Itaca’, ha reflejado su vasta experiencia, aventuras por los salones de baile y admiración por el silencioso lenguaje de los cuerpos danzando, la cadencia que le da la música en la pasión de un tango, con el carácter caribeño de la cumbia o la elegancia del danzón, y desde la musicalidad que corre por las venas de las distintas razas, mostrando rasgos, volúmenes y colorido”. “Sin temer a lestrigones ni a cíclopes nocturnos, hace sus rigurosas visitas a las tres, cuatro o hasta siete casas, desde el café hasta los salones de baile, fuente de su inspiración (...)”. Fuente: La Jornada *** Ingresó a la Academia de la Historia el poeta Luis Alberto de Cuenca La poesía, como la buena historiografía, “trae claridad a un mundo oscuro y confuso”, dijo en su discurso de ingreso a la Real Academia de la Historia de España (RAH, http://www.rah.es), el pasado 5 de febrero, el poeta y editor Luis Alberto de Cuenca, quien fuera elegido el 8 de octubre de 2010 para cubrir la vacante de la medalla número 28, desocupada desde el fallecimiento de Manuel Fernández Álvarez, quien fue recordado de forma emotiva por su sucesor. De Cuenca reconoció en su discurso, titulado “Historia y poesía”, que se aproxima “tembloroso” al “templo de saber histórico” que es la RAH, y citó a su “ilustre” predecesor para señalar que intentará estar, “si no a su altura, sí al menos honrar su memoria con mi dedicación y mi trabajo”. “Un hombre culto debe ser capaz de ordenar cronológicamente los sucesos históricos dentro de su cabeza y ubicarlos adecuadamente en el lugar del mapa que les corresponde”, dijo De Cuenca. “Antes que nada y sobre todo, somos historia y geografía. Una persona culta debe tener memoria histórica, pero no en el detestable sentido en que ciertos políticos han usado ese término últimamente, y memoria geográfica”. Durante su discurso, el autor de La caja de plata recordó que Aristóteles no consideraba enemigas a la poesía y la filosofía, ni siquiera materias contradictorias, ya que la sitúa en el plano superior como conocimiento de lo general por su exigencia a la hora de cumplir categorías como la verosimilitud. “Eso es justamente lo que las vanguardias, desde comienzos del siglo pasado, han negado a la poesía, colocándola en el limbo gratuito de lo absurdo y lo prescindible, y, por si fuera poco, tiñéndola de un tinte metafísico que la aleja de la realidad”, defendió el ex secretario de Estado de Cultura. La candidatura de ingreso en la academia de Luis Alberto de Cuenca fue avalada por los académicos Carmen Iglesias, Luis Suárez y Francisco Rodríguez Adrados, una “elite humana y científica que ha constituido siempre para mí un modelo a imitar”. Entre sus agradecimientos citó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC, http://www.csic.es), en el que creció como investigador y que llegó a dirigir, y en el que ha desarrollado durante casi cuarenta años sus tareas de investigación, centradas siempre en la exégesis de la historia de la literatura universal. De Cuenca es editor, traductor y autor de varios libros de ensayo dedicados a la investigación. Asimismo, ha traducido a numerosos autores clásicos y modernos como Homero, Guillermo de Aquitania o Ramon Llull. “Llego con el firme y decidido propósito de no defraudar expectativas”, indicó. El poeta destacó que fue la historia del francés Marc Bloch, fusilado por los nazis en 1944, la que le condujo a pensar que la historia y la épica tienen un mismo aroma. Gracias a este intelectual comenzó a distinguir “de forma nítida y precisa las fronteras de los reinos de Clío y Calíope”, aunque sin renunciar a pasearse indistintamente por ambos territorios. “La vida es demasiado corta para congraciarse con el caos. La cultura es la respuesta a cuándo y a dónde”, afirmó. Fuentes: ABC • La Razón *** Presentaron el último tomo de las Obras completas de Ortega y Gasset A su muerte, en 1955, Ortega y Gasset dejó una extensa herencia literaria dividida en tres grandes bloques: sus “obras completas”, los textos publicados y no recogidos en las mismas, así como una amplia producción que permanecía inédita. Desde entonces, la constante labor de generaciones de estudiosos ha logrado compilar y reunir los correspondientes a esos dos últimos bloques. Hasta el momento se habían editado nueve tomos con sus escritos: seis que abarcan desde 1902 a 1955 y tres relativos a su obra póstuma. Para el último, que pone el cierre a su pensamiento, se han invertido 2,5 millones de euros solamente en investigación. Finalizada una gran labor de estudio y documentación, este 7 de febrero fue presentado en Madrid, en la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón (http://www.ortegaygasset.edu), el último tomo. Editorial Taurus (http://www.editorialtaurus.com/es) rubrica así la culminación del proyecto más importante en la reciente historia editorial española para la publicación de un clásico contemporáneo: 262 nuevos textos del pensador divididos en 107 inéditos, seis rigurosamente inéditos, a los que se unen 155 nuevas incorporaciones. El volumen recoge los textos que el filósofo escribió entre 1949 y 1955, media docena de ellos rigurosamente inéditos que son partes desechadas del libro que dejó inacabado, El hombre y la gente, en la versión para el curso de 1949-50 que impartió en el Instituto de Humanidades de Madrid. Ortega estuvo ocupado en este ensayo hasta el final de sus días, y la edición da a conocer cómo evolucionó su análisis de lo social desde su primera conferencia sobre el tema, en Valladolid en 1934 (tomo IX). Entre estos inéditos destaca una interesante meditación sobre la oratoria (que le lleva a compararla con la tauromaquia), así como una crítica a Husserl, uno de los filósofos con los que más discute en sus textos. Quedan fijados también otros once escritos, entre los que destacan varias conferencias en el bicentenario del nacimiento de Goethe o la disertación en Berlín de su meditación sobre Europa, que titula “De Europa meditatio quaedam”. La disertación se produce en un momento extremadamente delicado, en 1949, con una Alemania hecha pedazos por los bombardeos que han dejado la metrópoli reducida a cenizas. A pesar de que el ambiente no era el más adecuado y del peligro que entrañaba, Ortega y Gasset logró abarrotar el aforo de la Universidad Libre de Berlín (http://www.fu-berlin.de), a la que llegaron más de 3.000 almas. No quedó un sitio vacío para escuchar al maestro. El revuelo que se formó fue mayúsculo y dio la vuelta a la ciudad, los cristales del edificio se rompieron y los titulares de los diarios de la época escribieron al día siguiente una frase que ya es historia: “La rebelión de las masas”. La otra gran novedad de este volumen son los índices generales, un exhaustivo índice de conceptos, onomástico y toponímico de 551 páginas que alberga 5.128 entradas principales, la cronología de la obra y el índice alfabético de títulos. El director de la fundación, Jesús Sánchez Lambás, explicó en la presentación que “se trata de la primera gran edición que no es española, sino que está escrita en español”, y que “estos volúmenes no sólo tienen vocación española sino también americana, ya que gran parte de los textos fueron encontrados en países como Argentina”. Añadió que con este libro “se culmina una asignatura pendiente” para con su autor, la cual ha supuesto “una inversión muy importante en la que ha trabajado “sin descanso”, un equipo de rigurosos investigadores. Por su parte, el presidente de la fundación, José Varela Ortega, señaló que “se trata de un esfuerzo académico e intelectual de primera magnitud y realizado con rigor, fruto de un trabajo riguroso iniciado en 2003”. La edición en diez volúmenes, de la que el pasado 7 de febrero se presentó el que cierra las obras completas del pensador, abarca 10.672 páginas, de las que 8.712 son texto de Ortega, y de éstas 3.372 seguían inéditas a su muerte. El resto —hasta 1.200 páginas— lo forma el aparato crítico de cada volumen, que supone la mayor fuente de información para estudiar al filósofo español. Los apéndices de los seis primeros —469 páginas— incluyen las variantes entre las diferentes versiones cotejadas electrónicamente. Fuente: La Razón *** Conceden a Elena Poniatowska el Premio Biblioteca Breve La escritora mexicana Elena Poniatowska obtuvo el pasado lunes 7 de febrero el Premio Biblioteca Breve, dotado con 30.000 euros, con la novela Leonora, inspirada en la vida de la escritora y pintora surrealista Leonora Carrington, su turbulenta historia de amor con Max Ernst, y su aventura vital, desde el manicomio en que fue internada hasta su paso por Nueva York y México. La escritora, “muy emocionada” por el premio, explicó en rueda de prensa que conoce personalmente a Carrington —que tiene 94 años—, y que suele cenar con ella a menudo, aunque la artista ya apenas quiere hablar de su vida, y menos de su romance con Ernst. “Ella lo que quiere es fumar, tomar té y pasarlo bien”, dijo divertida la novelista, segura de que tampoco leerá Leonora, la novela que protagoniza, porque nunca lee lo que se escribe sobre ella. “Lo que sí pregunta es cómo será la muerte. Pregunta si nos vamos a evaporar o si nos vamos a ir de la mano”, comentó Poniatowska, que a pesar de su actual contacto con la artista, centra el libro en sus primeros años, sobre todo su infancia entre la aristocracia británica y su juventud en el ambiente vanguardista de París. Allí, de la mano de Ernst, se codeó con Salvador Dalí, Marcel Duchamp, Joan Miró, André Breton y Pablo Picasso, aunque esa época se truncó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y en especial cuando los franceses colaboracionistas con el nazismo internaron a Ernst en un campo de concentración. Carrington enloqueció y acabó en un manicomio de Santander, antes de dar el salto a Nueva York y definitivamente a México. “México fue su refugio, el lugar en el que tuvo a sus hijos y en el que pudo conversar de pintura con alguien con quien compartía mucho, su amiga Remedios Varo”, aseguró Poniatowska. “Allí desarrolló su mundo infantil”, el que aparece en sus pinturas, y huyó de Frida Kahlo porque “por entonces Diego Rivera iba armado con una pistola y quería hacer la revolución, y Leonora venía de una guerra y no quería ni oír hablar de violencia. Había una división entre los pintores que venían de Europa y el gran movimiento revolucionario de México, que era muy agresivo”. “Sí, puede decirse que se trata de un libro moral sobre ella”, admitió. La autora de novelas como La piel del cielo o El tren pasa primero no quiso caer en sentimentalismos al agradecer el premio —”es una forma de cansancio, como decía Carrington”—, aunque no pudo evitar emocionarse al dedicarlo a las mujeres que sufren en México, desde Ciudad Juárez hasta las indígenas de Chiapas, y a su padre, cuya vida también da para una novela. Nacida en París en 1932, Poniatowska es hija del heredero de la corona polaca, Jean Joseph Evremond Sperry Poniatowski (descendiente directo del rey Estanislao II Poniatowski de Polonia), que en la II Guerra Mundial luchó con el ejército francés, participó en el desembarco de Normandía y estuvo encerrado sesenta días en una cárcel de Jaca. Durante la guerra, la madre y sus hijas se instalaron en México, país donde la escritora consolidó una carrera ligada al periodismo literario con obras como Hasta no verte, Jesús mío (1969), y La noche de Tlatelolco (1971), sobre la matanza estudiantil en la plaza de las Tres Culturas de México. Otras obras ligadas al periodismo literario, el género que más cultivó, han sido recopiladas en los siete tomos de Todo México (1991-1999), Domingo siete (1982) y Palabras cruzadas (1961), piezas que se unen a libros de crónicas como Fuerte es el silencio (1980) y obras híbridas entre la crónica, el reportaje y el ensayo como Las siete cabritas (2000), sobre siete mujeres mexicanas que brillaron en el campo artístico y cultural de los años 20 y 30. Para Poniatowska, el Biblioteca Breve se une a una larga lista de reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo de México de 1978, por sus entrevistas, el Premio Internacional de Novela Rómulo Gállegos 2007 por El tren pasa primero y el título de doctora honoris causa por nueve universidades, la última la Sorbona (http://www.sorbonne.fr) de París. Leonora se publica este 22 de febrero y ha sido escogida por unanimidad por un jurado compuesto por José Manuel Caballero Bonald, Pere Gimferrer, Rosa Montero, Elena Ramírez y Darío Villanueva, quienes destacaron los “recursos verbales magistrales” de la escritora para plasmar en una sola mujer todos los sueños y las pesadillas del siglo XX. Fuentes: El Mundo • Europa Press *** Un libro revive incógnitas sobre el origen de Cervantes Un documento con la supuesta caligrafía de Miguel de Cervantes, descubierto en el colegio de los jesuitas de Monterrey y que se conserva en la Real Academia de la Historia (RAH, http://www.rah.es), en Madrid, abre nuevas incógnitas sobre el origen del autor del Quijote, que analiza el investigador español César Brandariz en su nueva obra El hombre que “hablaba difícil”. ¿Quién era realmente Cervantes? El volumen, de Ézaro Ediciones (http://www.ezaroediciones.com), lleva por subtítulo “Primer siglo y cuarto de ignorancia biográfica y tres siguientes de error histórico (1616-2010)”, y en él el autor sostiene que el escritor no nació en Alcalá de Henares, sino que procede de una aldea o lugar denominada Cervantes, en las montañas de León de Sanabria, una zona a caballo entre Galicia, León y Portugal. Igualmente, afirma que Cervantes habría estudiado en el colegio de los jesuitas de Monterrey y que el origen remoto del apellido Cervantes es Lugo. En cuanto al documento de Monterrey, Brandariz asegura que “contiene dos grandísimas sorpresas, la primera que entre los redactores, sean copistas o autores, hay distintas caligrafías, se escribe no sólo en castellano, sino también en portugués y latín y una de esas caligrafías resulta, una vez cotejada, ser la de Miguel de Cervantes Saavedra”. “Se trata de una égloga, del puño y letra de Cervantes, en la que cuenta que está sentado en lo alto de una peña en Monterrey y que ve cómo los portugueses vacían Chaves en peregrinación hacia la ermita de los Remedios”, cuenta Brandariz. “En las partes en latín, el redactor firma Sanabrius y en las escritas en castellano y portugués, Sanabrio. En esta égloga, también habla de sus compañeros de colegio, que son los pastores protagonistas, a quienes denomina por su lugar de origen, como hace con Sanabrio. Cotejé la letra y es la de Cervantes”. Brandariz asegura que, aunque el escrito alude a la juventud del autor, “casi con seguridad fue escrito durante su cautiverio en Argel”, pues tanto la letra como la redacción “son de un hombre maduro. Durante su cautiverio, se entretenía escribiendo canciones a la virgen, entre otros escritos”. En el libro, Brandariz recoge su análisis sobre la gramática, morfología y sintaxis de Cervantes, “que no son las que nos han enseñado ni la de los otros escritores del Siglo de Oro. La colocación de los sufijos, la construcción de los verbos, el hipérbaton, los anacolutos cervantinos, son absolutamente peculiares del dialecto leonés influido por el gallego-portugués”, insiste el autor. “En el siglo XVI, León no existía como concepto y Sanabria formaba parte de los dominios del conde-duque de Benavente, que se consideraba a sí mismo un noble gallego”, dice Brandariz. “A su territorio pertenecía también Viana do Bolo. Sanabria participaba de todo un poco: del dialecto astur-leonés, y del gallego y el portugués, y en este ambiente se cría Cervantes. El origen remoto de su familia es Cervantes, en Lugo. Sus antepasados presumiblemente fueron tratantes que pasaron a Castilla y que se establecieron en Cervantes, en Sanabria, y en Alcalá de Henares”. El autor también habla sobre la razón por la cual se acepta comúnmente Alcalá de Henares como origien de Cervantes. Recuerda que el autor del Quijote murió en 1616, y que “un siglo y cuarto después no se sabe quién ni de dónde es”. “El primer ministro inglés quiere hacer un regalo a la reina Carolina de Inglaterra y manda traducir El Quixote, y se encuentra con que no tiene información de su autor”, relata Brandariz. “Entonces, la pide al rey de España, que encarga a Siscar la recopilación de la vida de Cervantes. Por unos versos de El viaje del Parnaso (1614), mal traducidos, deduce que es natural de Madrid”. “¿Y por qué de Alcalá de Henares?”, continúa. “Porque el benedictino fray Martín Sarmiento dice en Topografía e historia general de Argel que hay entre los cautivos un Miguel de Cervantes, hidalgo principal de Alcalá; un error, porque Cervantes ni siquiera tenía tratamiento de don; eran sus parientes lejanos de Alcalá, cuyo origen remoto es de Lugo”. “Se pide al párroco de Alcalá que se busque la inscripción de bautismo y encuentran un bautizado en 1547, hijo de Rodrigo y Leonor. Al hacer la copia, manuscrita, se le añadió el nombre al margen: Miguel. Más de un siglo después. Ahora hay concurrencias, no datos aislados, para afirmar que no nació en Alcalá”, advierte. Brandariz, que ya publicó en 2005 Cervantes decodificado, basa su teoría también en que el autor no empleaba la jota sino la equis gallega. “El título original de El Quijote es El Quixote, recuerda. Los apellidos citados en sus obras, la flora y fauna, las referencias geográficas y los itinerarios del Quijote son otros elementos de los que se sirve Brandariz para dudar de la creencia más extendida sobre el origen de Cervantes. Así, aprecia costumbres inequívocas del valle de Laza, como la Farrapada o la Danza de las Espadas, que muestra en Pedro de Urdemalas, o supersticiones gallegas que figuran en Persiles y Sigismunda, o las alusiones a la Santa Compaña y a las Ánimas del propio don Quijote. El autor de El hombre que “hablaba difícil” analiza también la comida, instrumentos musicales, vegetación, “en un 75% ajena a La Mancha”, y otros elementos que le llevan a dudar del origen de Cervantes tradicionalmente aceptado. También destaca la referencia a un “lugar”, en el inicio de la novela, que tiene un “contexto muy preciso e inequívoco de hábitat o unidad de población” y que aún hoy en Galicia se emplea para referirse a una entidad inferior a la parroquia, lo que ocurre con el 75% de los núcleos de población de Ourense y “ni en la provincia de Ciudad Real ni en el resto de La Mancha geográfica existió ni existe tal denominación”. Otros aspectos analizados por Brandariz hacen referencia a documentos de la biografía de Cervantes que contienen numerosos elementos para la duda sobre su origen. Y en cuanto al título de su libro, aclara que Cervantes “hablaba difícil” simplemente “porque era tartamudo, hablaba con cedilla, propia del portugués, y probablemente usaba la geada, fenómeno fonético propio de Galicia y de la zona de Sanabria. Seguro que decía Vigho y no Vigo”. Fuentes: EFE • Faro de Vigo *** Andrés Mauricio Muñoz y Felipe García Quintero ganan premios de la UIS Los escritores caucanos Andrés Mauricio Muñoz (http://www.letralia.com/firmas/munozandresmauricio.htm), con el libro de cuentos Desasosiegos menores, y Felipe García Quintero, con el poemario Siega, resultaron ganadores de manera unánime, respectivamente, del VI Concurso Nacional de Libro de Cuentos y del II Concurso Nacional de Libro de Poesía convocados por la Dirección Cultural de la Universidad Industrial de Santander (http://cultural.uis.edu.co), en Colombia, según el veredicto emitido el pasado 8 de febrero. El jurado del Concurso de Poesía, integrado por Andrea Cote, Luis Fernando Macías y Lucía Estrada (http://www.letralia.com/firmas/estradalucia.htm), acordaron otorgar el premio al poemario Siega, de García Quintero, por encontrar en él “la expresión de una experiencia vital, íntimamente unida a la experiencia del lenguaje —esa otra búsqueda del silencio—, logrando escapar de los lugares comunes y afianzándose en el ritmo, la cadencia de las imágenes y la contenida fluidez que abre puertas y empuja el viento que tanto nombra”. Por su parte, Roberto Burgos Cantor, José Zuleta Ortiz y Fernando Cruz Kronfly, integrantes del jurado del VI Concurso de Cuento, decidieron otorgar el premio al libro Desasosiegos menores, de Muñoz, destacando en él “su unidad estilística, una indagación temática que logra construir un mundo narrativo y que explora la vida cotidiana y los dramas de un habitante común de una gran ciudad”. García Quintero nació en Bolívar, Cauca, en 1973. Es autor de los libros de poesía vida de nadie (Madrid, 1999), piedra vacía (Quito, 2001), la herida del comienzo (Granada, 2005) y mirar el aire (Bogotá, 2009), y de las selecciones personales Horizonte de perros (Cali, 2005) y Honduras de paso (Mérida, 2007). Es profesor asociado del Departamento de Comunicación Social de la Universidad del Cauca (http://www.ucauca.edu.co), en Popayán. Ha realizado estudios de literatura, crítica cultural, filología hispánica y antropología. Muñoz nació en Popayán en 1974. Autor de la novela breve Te recordé ayer, Raquel (2004), en 2006 ganó el Concurso Nacional de Cuento de la revista Libros y Letras (http://www.librosyletras.net) y un año después obtuvo el primer lugar en el Premio Literario de Cuento Fundación Gilberto Alzate Avendaño. En 2008 obtuvo el primer lugar en el concurso nacional de cuento de los Premios de Literatura Taller de Escritores Universidad Central (Teuc, http://www.ucentral.edu.co/humanidades/teuc.htm). En 2010 fue incluido en la antología de cuentos El corazón habitado, últimos cuentos de amor en Colombia, publicada en España en la colección Calembé de la editorial Algaida (http://www.algaida.es). Actualmente es uno de los editores de la nueva revista colombiana de cuento de género negro Aceitedeperro (http://aceitedeperro.com). Los ganadores recibirán un estímulo económico de 5 millones de pesos y la publicación de sus libros. La premiación tendrá lugar el 31 de marzo en Bucaramanga, con la presencia de los jurados. Fuente: Dirección Cultural de la UIS *** Juan Gómez-Jurado responde a Alejandro Sanz regalando libros en la red El escritor español Juan Gómez-Jurado ha creado, con la ayuda de algunos de sus numerosos seguidores en Twitter (http://twitter.com/juangomezjurado), la web 1libro1€uro (http://www.1libro1euro.com), desde la cual puede descargarse gratis su novela Espía de Dios o bien otros cuatro libros de distintos autores, a cambio únicamente de que el visitante haga una donación voluntaria “de un euro o más” a la ONG Save the Children (http://www.savethechildren.org). “Lo único que pretendo con esto es demostrar que la gente es buena, que está dispuesta a ayudar a los demás y que los internautas no son piratas, proxenetas o narcotraficantes, como son calificados por determinadas personas”, dijo el escritor. El origen de esta iniciativa se encuentra en el artículo “La piratería no existe” (http://alt1040.com/2011/01/la-pirateria-no-existe), publicado por el escritor y periodista a finales de enero. En él, el autor critica abiertamente la llamada “Ley Sinde”, a la que se refiere como un “horror legislativo, falaz e inútil”, y aboga por que la industria editorial se adecúe a un nuevo mercado. Según escribe, “en lugar de crear modelos de negocio funcionales, nos dedicamos a blindar el status quo con leyes absurdas, e insultar a nuestros mejores clientes. Llamarles piratas, sinvergüenzas y ladrones”. El artículo levantó algunas ampollas, entre ellas las de Alejandro Sanz, que en las últimas semanas se ha convertido en uno de los mayores defensores de la “Ley Sinde” y que el domingo 6 de febrero dirigió un mensaje indignado a Gómez-Jurado en el que le conminaba a regalar sus libros “si tienes huevos”. La respuesta del escritor no se hizo esperar. Esa misma tarde publicó en Twitter enlaces para que los internautas pudieran descargarse gratis su novela Espía de Dios, su primer best-seller, vendido en 42 países y que ha cosechado hasta ahora más de un millón y medio de lectores. El novelista sólo pedía a sus seguidores una cosa a cambio: “Si os mola el libro, donad un euro a Save the Children”, ONG que trabaja a favor de la infancia. El llamamiento encontró enseguida eco entre centenares de usuarios, que comenzaron a realizar sus donaciones a la ONG. Hubo incluso internautas cuyas donaciones superaron los 500 euros. Al día siguiente, lunes, ya eran varios miles de euros los recaudados a través de esta iniciativa. Abrumado por la respuesta obtenida, el escritor decidió el martes 8 crear una web en la que los internautas pudieran descargar su libro y hacer la donación a Save the Children. Según Gómez-Jurado, “todo ha sido gracias a las sinergias que se crean en Twitter. Ayer pedí en esta red la ayuda de diseñadores gráficos, de ilustradores, de desarrolladores web y de gente con los conocimientos técnicos que yo no poseo para poner en marcha una página web. La respuesta me ha dejado sin palabras, porque he recibido decenas de ofrecimientos de gente que quería ayudar sin recibir nada a cambio”. 24 horas después, el miércoles 9, ya estaba operativa la web, diseñada por seguidores del escritor en Twitter. Según reza en la web, “nadie va a controlarte. Si decides donar o no, queda entre tú y tu conciencia. A nosotros nos parece un trato justo”. Según declara Gómez-Jurado, “desde que surgió esta idea sólo he encontrado colaboración y ayuda entre los internautas, así que este proyecto es ya más de ellos que mío. Yo he hecho mi trabajo, ahora prefiero quitarme de en medio y que esto llegue lejos. Creo que el objetivo que me propuse está cumplido, que era demostrar que la gente es buena y que Internet es algo más y mejor que una cueva de ladrones”. Para Gómez-Jurado, “hay gente que opina que la ‘Ley Sinde’ es necesaria, pero yo considero que tal y como está hecha es un absoluto desastre, y habría que reformarla desde el principio, empezando por crear una forma de mercado justa para todos. En el fondo, todo se resume en una sola cosa: no podemos insultar a nuestros clientes. Así que hagamos las cosas bien”. 1libro1€uro ha sido traducida al catalán, euskera, gallego e inglés. La adición de otros títulos, aparte de la novela de Gómez-Jurado, se produjo cuando otros escritores, algunos muy conocidos, los ofrecieron para ser descargados de forma gratuita junto con el del autor. Fuente: Servimedia *** Falleció el escritor colombiano David Sánchez Juliao El escritor y periodista colombiano David Sánchez Juliao (http://www.davidsanchezjuliao.com) murió este miércoles 9 de febrero en Bogotá a los 65 años, a consecuencia de una afección cardíaca, informaron sus allegados. El escritor comenzó a sentirse mal el martes en la noche, por lo que fue llevado a la Clínica Shaio (http://www.shaio.com), de Bogotá, donde dejó de existir. Un médico señaló que después de los primeros exámenes se decidió someterlo a una cirugía de urgencia, pero su muerte se produjo en cuestión de minutos. Sánchez Juliao había nacido el 24 de noviembre de 1945 en la población de Lorica, en el departamento de Córdoba, y en sus obras plasmó el acervo cultural del Caribe colombiano. El autor de obras como El Pachanga, El Flecha, Mi sangre aunque plebeya, Fosforito, Dulce Veneno e Historias de Racamandaca, entre otras, estudió literatura, comunicaciones y sociología, con doctorados en la Universidad Simón Bolívar (http://www.unisimonbolivar.edu.co) y la Universidad de Córdoba (http://www.unicordoba.edu.co). Además, fue profesor en Cuernavaca (México). Su obra Pero sigo siendo el rey recibió el Premio Nacional de Novela Plaza y Janés, y su adaptación a la televisión se convirtió en uno de los principales éxitos en ese medio en Colombia en los años 80. Sus libros El pargo rojo y Luz de enero también fueron convertidos en guiones cinematográficos. Sánchez Juliao también dedicó tiempo para los niños y escribió obras como El país más hermoso del mundo, La muy divertida historia de la Cucarachita Martínez y su goloso marido el señor don Ratón Pérez, Geografía animal y Roberto el terco. Asimismo, fue uno de los pioneros en Colombia de los audiolibros, en colecciones que incluían un libro y un relato grabado con la voz del escritor. Su primera obra en ese formato fue ¿Por qué me llevas al hospital en canoa, papá?, editada en 1975. También escribió y grabó Abraham Al Humor, El Pachanga y El Flecha. Esas historias grabadas le representaron cinco galardones de Disco de Platino y Disco de Oro. Por las adaptaciones de varias de sus novelas a la televisión recibió 17 premios en el Festival Internacional de Cine de Cartagena (http://ficcifestival.com). También recibió el Premio Internacional Dulcinea 2000, otorgado por la Asociación Cervantina de Barcelona y el Premio Nacional de Literatura 2003 por Vida y Obra, entregado por la Fundación Libros y Letras. Sánchez Juliao fue embajador en la India y Egipto entre 1991 y 1995, donde fue profesor universitario, y estaba escribiendo un libro sobre sus impresiones tras visitar cien ciudades de los cinco continentes. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, lamentó el fallecimiento del escritor y periodista, a quien calificó como “un gran colombiano, una persona que le aportó muchísimo a este país”. Según Santos, “su aporte intelectual, su aporte cultural, fue realmente importante, y por eso lamentamos mucho su desaparición” . Fuentes: DPA • El País *** Reúnen en un libro los cuentos de Eduardo Lizalde El sello mexicano Ediciones Era (http://www.edicionesera.com.mx), en conjunto con la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx) publicó recientemente el libro Almanaque de cuentos y ficciones (http://bit.ly/hlsnAV), un compendio de los cuentos escritos entre 1955 y 2005 por Eduardo Lizalde, un escritor más conocido por su poesía gracias a títulos como El tigre en la casa y Cada cosa es Babel. Nacido en Ciudad de México en 1929, Lizalde ha incursionado en el ensayo, el periodismo y la narrativa, géneros en los cuales es riguroso y preciso con la palabra. “No hay diferencia al abordarlos, simplemente son distintos géneros”, dice. Por ello, en cada nueva obra parte de la certeza de que las complicaciones de la prosa y las de la poesía son exactamente las mismas. El escritor y melómano accedió a publicar esta antología, un libro “misceláneo, donde se congregan cincuenta años de cuentos realistas, fantásticos, de ficción, pero en el que suprimí muchas cosas que me parecieron frustradas”, afirma. Aunque su cuento “La cámara”, publicado en 1955, tuvo una buena recepción entre la crítica literaria y fue calificada de obra maestra y digno de figurar en las antologías mexicanas, Lizalde se decantó principalmente por la poesía. El autor recuerda que, como algunos autores no celebraron tanto su trabajo cuentístico, “dejé de escribir cuentos un rato, aunque los seguí publicando en revistas”. A lo largo de cinco décadas siguió cultivando el género; en este tiempo incluso publicó la novela Siglo de un día, considerada una de las mejores épicas de la Revolución Mexicana y reeditada en 2010. El autor explica que no se concibe sólo como poeta, aunque reconoce que ese género le ha dado muchos lectores. Es también un narrador que sabe que la poesía y la gran literatura es obra de la madurez, pues aunque el aliento puede venir de la juventud, sólo la experiencia de la vida puede generar obras de gran calidad. Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (http://www.academia.org.mx) y director de la Biblioteca José Vasconcelos (http://www.bibliotecavasconcelos.gob.mx), niega que haya un Eduardo Lizalde poeta y uno narrador. “La literatura cambia con la edad, con el tiempo, con el mundo, nunca se escribe el mismo poema ni el mismo cuento, pero evidentemente la literatura está marcada por las lecturas que se hacen, por la evolución personal y porque la temática empuja a otros rumbos”, comenta. Para Lizalde, la temática y las lecturas empujan al escritor a distintas aventuras. “Alguien decía que ciertos poetas como Marco Antonio Montes de Oca y Jaime Sabines eran poetas de una sola línea, pero también poetas disímbolos que escriben por muchos caminos; yo he intentado textos metafísicos, amorosos, históricos, sociales, textos sobre la poesía de otros autores, hay muchos registros porque siempre intento nuevas aventuras”, concluyó. Fuente: El Universal *** Zacatecas publica un calendario en homenaje a Ramón López Velarde El gobierno del estado mexicano de Zacatecas (http://www.zacatecas.gob.mx) presentó este 10 de febrero su Calendario Cívico Conmemorativo en homenaje al aniversario de la muerte del poeta jerezano Ramón López Velarde, autor del poema “Suave Patria”. Integrado por 12 láminas dedicadas a personajes y acontecimientos históricos de Zacatecas, además de 365 efemérides de sucesos de nivel estatal, nacional e internacional, el Calendario Cívico Conmemorativo implicó una investigación de veinte años para recopilar la información del estado. El cronista de Zacatecas, Manuel González Ramírez, dijo que el calendario “es una ofrenda al príncipe de los poetas mexicanos, Ramón López Velarde, porque en este 2011 cumple 90 años de su fallecimiento y de su creación, ‘Suave Patria’ ”. La portada del calendario es una fotografía donde aparece el poeta jerezano, tomada del Mural del Palacio de Gobierno del Estado de Aguascalientes. Entre sus hojas están otros personajes históricos como Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Jesús González Ortega, Eulalia Guzmán Barrón, Víctor Rosales y Juan Ignacio María Castorena Urzúa, entre muchos otros. Se editaron 2 mil ejemplares que serán distribuidos gratuitamente a los zacatecanos en dependencias como el Instituto Zacatecano de Cultura (http://www.culturazacatecas.gob.mx) y la Secretaría de Gobierno del Estado. A la presentación acudieron Esaú Hernández Herrera, secretario general de Gobierno, el catedrático de la Universidad Autónoma de Zacatecas (http://www.uaz.edu.mx), José Francisco Román Gutiérrez, y el secretario de Turismo (http://turismo.zacatecas.gob.mx), Carlos Puente Salas. Minutos antes de la presentación fue develada, en los balcones del Palacio de Gobierno, la placa con los 39 nombres de personajes que recibieron la Condecoración Zacatecas Bi-centenario 2010, emitida por el gobernador del Estado, Miguel Alonso Reyes, el pasado 16 de noviembre de 2010, siendo la entrega del reconocimiento el 20 de noviembre en la Plaza de Armas. La condecoración fue para los personajes e instituciones Ramón López Velarde, Beatriz González Ortega, Beto Díaz, Candelario Huízar, Cofradía San Juan Bautista, Rafael Coronel, Pedro Coronel, Manuel M. Ponce, José Enciso Contreras, la Universidad Autónoma de Zacatecas y otros. Fuente: Zacatecas Online *** Montse de Paz Toldrá obtiene el 8º Premio Minotauro Este 10 de febrero se hizo público en Madrid el veredicto de la octava edición del Premio Minotauro de Literatura Fantástica y de Ciencia Ficción, uno de los pocos certámenes ligado a ambos géneros, en donde ha resultado ganadora una mujer, la segunda en la historia del premio: Montse de Paz Toldrá (Lérida, 1970), con el título Ciudad sin estrellas. El jurado ha destacado que la novela, elegida por unanimidad, constituye una historia en donde se dan cita otras muchas historias, con un lenguaje muy atractivo y un ritmo vertiginoso, que mezcla a partes iguales la ciencia ficción y el tiempo presente. Ediciones Minotauro (http://www.edicionesminotauro.com) publicará la obra ganadora de la octava edición del premio durante el mes de marzo de 2011. “En ella hay mucha literatura pero no mal entendida, sino verdaderamente literaria porque utiliza la palabra precisa y un lenguaje sencillo”, apuntó el escritor y miembro del jurado Fernando Delgado. La novela constituye un homenaje a la tradición de la novela clásica y de ciencia ficción, que al mismo tiempo “nos ofrece un relato sobre la pérdida de la inocencia y la búsqueda de la libertad”, como asegura el jurado. Entre los miembros de dicho jurado están los prestigiosos nombres de Víctor Conde (ganador de la anterior edición del premio con su libro Crónicas del multiverso), Laura Falcó, Juan Eslava Galán, Ángela Vallvey, Fernando Delgado y José López Jara actuando como secretario. Además de la novela de De Paz Toldrá, fueron finalistas La última sombra, de Agustín Lozano de la Cruz, Los propios rusos, de Nikolái Kardashov, La isla cribada, de George Gordon Noel (seudónimo), y Llamada en la noche, de Francisco Fernández Corredor (seudónimo). Montse de Paz Toldrá es licenciada en filología inglesa y trabaja y colabora con organizaciones humanitarias desde hace más de veinte años. Su afición literaria arranca de la infancia y se ha nutrido con las experiencias adquiridas en su labor social y profesional. Redactora y directora de dos revistas, ha elaborado guiones para programas de radio sobre valores humanos, e imparte charlas sobre solidaridad y voluntariado. También colabora con algunas publicaciones escribiendo artículos de opinión, y forma parte de la redacción de la revista literaria virtual Prosofagia (http://www.revistaliteraria.prosofagos.com). En la actualidad reside en Barcelona, donde es codirectora de la Fundación Arsis (http://www.arsis.org). Ha escrito varios libros de ficción, poesía, una colección de relatos cortos y dos ensayos. En marzo de 2006 obtuvo el segundo Premio Literario de la Federación Andaluza de Comunidades (Premios FAC), por su escrito en prosa poética Leyendas en un patio andaluz. También ha publicado Estirpe salvaje, Mujeres de Dios y Cómo curar los sentimientos negativos. Al certamen, dotado con 10.000 euros y la publicación de la obra en la prestigiosa editorial Minotauro, se habían presentado 191 manuscritos. Fuentes: Ediciones Minotauro • Suite101.net *** Anunciaron ganadores del Concurso Letras de Ultramar 2010 Los escritores dominicanos residentes fuera de la isla, Rubén Sánchez Féliz, Rey Andújar, y Daniel Baru Espinal Rivera, fueron declarados ganadores del Concurso Literario Letras de Ultramar 2010, según el anuncio hecho el viernes 11 de febrero en la sala de eventos Andrés Francisco Requena del Comisionado Dominicano de Cultura en los Estados Unidos, en Manhattan. Rubén Sánchez Féliz (http://www.letralia.com/firmas/sanchezfelizruben.htm), residente en Nueva York, ganó el premio en el género Novela con Los muertos no sueñan; Rey Andújar (http://www.letralia.com/firmas/andujarreyemmanuel.htm), quien reside en Puerto Rico, ganó en el género de Cuento con Saturnario; y Daniel Baru Espinal Rivera, sacerdote dominicano radicado en México, en el género Poesía, con Roja iconografía de los otoños. El jurado de novela estuvo integrado por los escritores Avelino Stanley, Manuel Salvador Gautier y Jorge Carrigan. El de cuento por Pedro Antonio Valdez (http://www.letralia.com/firmas/valdezpedroantonio.htm), Máximo Vega y Aquiles Julián. Y el de poesía estuvo integrado por Cayo Claudio Espinal, Rhina Espaillat y Leopoldo Minaya. Durante el evento —que por primera vez fue presentado en inglés y español, y para el cual se contó con la colaboración del Upper Manhattan Arts Services Team, UMAST, de la Harlem Arts Alliance (http://www.harlemaa.org)—, el comisionado dominicano de Cultura, Carlos Sánchez, felicitó a los galardonados y dijo que en esta versión se rompió el récord en participaciones, con 76 obras presentadas a concurso, 15 en la categoría de Novela, 20 en Cuento y 41 en Poesía. Letras de Ultramar tiene un premio en metálico de 5.000 dólares y un certificado por género. Los ganadores participarán además en calidad de Invitados de Honor en la XIV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2011 (http://www.ferilibro.com), a celebrarse en el mes de mayo de este año en homenaje a monseñor Francisco J. Arnaiz y al padre José Luis Sáez. El concurso fue creado con el objetivo de incentivar, reconocer y promover la creación literaria de los escritores dominicanos que por diversos motivos han establecido su residencia fuera de su lar nativo. Fue convocado en su primera versión en 2005 para el género Poesía, y el libro ganador de dicha convocatoria fue Saint Domingue, 2044, del escritor Osiris Vallejo (http://www.letralia.com/firmas/vallejoosiris.htm). Reminiscencias, libro de cuentos del escritor Keiselim A. Montás, fue el ganador del concurso en 2006. En 2007, la novela A la sombra del flamboyán, de Dinorah Coronado, fue la ganadora. En 2008, Antonio Méndez obtuvo el premio con su libro de ensayos La mujer dominicana: inmigrante en busca de la igualdad. Y en 2009 ganó la obra de teatro La redonda peña despeñada, de Jimmy Valdez. Las obras ganadoras anunciadas ahora serán publicadas por la Editora Nacional, en la Colección de Ultramar, y presentadas formalmente como parte del programa de la XIV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2011. La entrega de los premios se realizará en marzo. Fuente: Listín Diario *** Reestrenan en Perú una obra teatral de César Vallejo La expresión lock out tal vez no sea tan conocida en nuestros días, pero hace algunas décadas era la temida frase con que se clausuraba una fábrica por tiempo indefinido, tal vez para siempre. Esa es la idea que forma la obra teatral homónima, escrita por el poeta peruano César Vallejo, actualizada con la dirección y producción de Carlos La Rosa, una de las piezas ganadoras del Décimo Festival de Teatro Peruano Norteamericano organizado por el Instituto Cultural Peruano Norteamericano (Icpna, http://www.icpna.edu.pe). Lock out se presenta desde el pasado 12 de febrero y hasta el próximo 13 de marzo en la Alianza Francesa de Lima (http://alianzafrancesa.org.pe), ubicada en Arequipa 4595, Miraflores, mostrando la vigencia de ciertos puntos de vista de Vallejo, pero sobre todo una propuesta estética que hoy sigue estando a la vanguardia del teatro. Desempleo, convulsión, violencia y corrupción son algunos de los elementos que conforman este relato tan verosímil como perturbador, que va desde la realidad hasta la fantasía. Con esta historia, las cuatro partes de la pieza cuentan una serie de hechos ocurridos en una fábrica declarada en cierre, las negociaciones entre patrones y obreros, el inicio de una huelga y el enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los trabajadores. El montaje hace uso del lenguaje cinematográfico y de distintas corrientes teatrales para presentar numerosas secuencias coreográficas, en las que irán apareciendo más de cincuenta personajes. Esto se siente desde la escena inicial, en la que los personajes representan una máquina, cada uno actuando como una pieza, con una función determinada. Carlos La Rosa, director responsable, se maravilla de la actualidad de la obra. “Estrenar por primera vez, y a escala mundial, esta obra de Vallejo es para mí la mejor manera de rendirle un homenaje a este autor tan peruanísimo como universal”, puntualiza. Asimismo, sobre la trascendencia de Vallejo, afirma que “es importante para nosotros como peruanos conocer un poco más sobre nuestros autores; ya sea Vargas Llosa, Arguedas o el mismo Vallejo, pues son ellos, por haber compartido nuestra tierra, quienes mejor nos conocen”. Fuente: Andina *** Base plural del español defiende Fernández-Ordóñez al ingresar a la RAE La filóloga Inés Fernández-Ordóñez (Madrid, 1961) destacó en su ingreso en la Real Academia Española (RAE, http://www.rae.es), el pasado domingo 13 de febrero, la “base plural” del español, que, según explicó ante los académicos, no se sustenta solamente sobre el castellano “sino que es un crisol de rasgos de dispar procedencia”. En su discurso de ingreso a la RAE, en donde ocupa el sillón P sustituyendo al poeta Ángel González, la primera filóloga de la historia de la institución ha precisado que el idioma español “no puede identificarse sin más con el castellano”. “Si bien las dos ideas fueron manejadas simultáneamente en muchas publicaciones, la primera, la del castellano como origen y base de nuestra lengua, fue la que recibió sin duda más atención y datos en su apoyo”, subrayó la nueva académica en su discurso, titulado “La lengua de Castilla y la formación del español”. “Mientras que la segunda”, añadió, “la de la base plural de nuestra lengua, fue sobre todo citada, mencionada, pero rara vez sustentada sobre bases empíricas. El resultado fue la prevalencia general de la primera en detrimento de la segunda”. Recuperando los estudios del erudito Ramón Menéndez Pidal (1869-1968), el fundador de la escuela filológica española, Fernández-Ordóñez explicó el origen y la evolución del español desde el norte hasta el sur de la península, aunque matizó sus conclusiones. Según la filóloga, esta reconstrucción histórica “generalmente” aceptada y repetida “hasta la saciedad” entraña “ciertos problemas que Menéndez Pidal no pudo siquiera vislumbrar en la época que le tocó vivir, en parte por la insuficiencia de datos a su alcance”. En su opinión, los patrones de distribución geográfica de muchas palabras tradicionales revelan que en el reino de Castilla se hablaron variedades diversas, que también eran empleadas en territorios jurisdiccionalmente no castellanos, como León o Navarra. “Castilla y lo castellano se juzgaba esencia de lo hispánico y esa visión condicionó la interpretación de la historia de la lengua y de la literatura. Todo ello pone de manifiesto los márgenes amplios, no sólo castellanos, de nuestra lengua”, dijo Fernández-Ordóñez. En este sentido, indicó que la evolución del español no se explica simplemente por la castellanización, sino por el contacto entre las variedades lingüísticas que se hablaban en el centro peninsular y en el que “no siempre” se impusieron los castellanos. Durante el acto, que contó con la asistencia del ministro de Educación (http://www.mec.es), Ángel Gabilondo, el también académico José Antonio Pascual fue el encargado de contestar el discurso de Fernández-Ordóñez. La filóloga, que fue elegida en diciembre de 2008, trabaja como catedrática de lengua española en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM, http://www.uam.es), y a lo largo de su carrera se ha interesado especialmente por la dialéctica de nuestro idioma. Fuente: IBLNews *** Gobierno de Chile consulta a la ciudadanía sobre políticas culturales El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile (CNCA, http://www.consejodelacultura.cl) abrió en su página web, el pasado lunes 14 de febrero, la Consulta Nacional de Políticas Culturales “Opino por Cultura” (http://www.consejodelacultura.cl/consultaciudadana), iniciativa que busca la participación de la ciudadanía en las nuevas directrices que regirán el quehacer cultural para el período 2011-2016. La encuesta consta de 26 preguntas, que abarcan los tres principales ejes del CNCA: promoción de las artes, patrimonio cultural y participación ciudadana. Debe ser respondida indicando el grado de interés, desde “nulo” hasta “muy alto”, en cada uno de los enunciados. La campaña publicitaria de la iniciativa se centra principalmente en las populares redes sociales Facebook (http://www.facebook.com/cncachile) y Twitter (http://twitter.com/consejocultura). A partir de 2003, la Ley 19.891, que creó el CNCA, estableció la vigencia de políticas culturales por períodos de cinco años, las que son elaboradas por un consejo con representación ciudadana. Sin embargo, ésta es la primera vez que la opinión de los chilenos se consulta de forma masiva y directa. La encuesta estará abierta incluso a los que se encuentran fuera del país. “La participación ciudadana para nosotros no es un eslogan, es una realidad”, afirma el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke. Las respuestas podrán ser enviadas hasta el lunes 28 de febrero; los resultados se darán a conocer a mediados de marzo y las nuevas políticas culturales se presentarán a fines de ese mes. Este es el quinto paso en un proceso que incluyó convenciones zonales, una nacional, jornadas de agentes culturales y la cuenta pública del ministro. Sobre el peso que tendrá la opinión de los ciudadanos, Cruz-Coke dice: “Es un insumo relevante y nos permitirá reconocer qué valoran más en materia cultural”. Fuente: El Mercurio *** La versión fílmica de Pa negre dispara las ventas de la novela “Agustí Villaronga ha trasladado magistralmente en imágenes mi novela”, dijo el pasado lunes 14 de febrero a la prensa el escritor catalán Emili Teixidor, autor de los dos títulos que el cineasta adaptó para su filme: Pa negre y Retrat de l’assassí d’ocells. Desde que apareció publicado en el año 2003, Pa negre ha vendido más de cien mil ejemplares, cifra poco usual para la literatura catalana. Según datos de Columna Edicions (http://www.columnaedicions.cat), en la colección Clàssic se han vendido en torno a los 85.000 ejemplares, a los que hay que sumar los 15.000 de la colección de bolsillo y unos 2.500/3.000 en la edición de lujo. Al mismo tiempo, la versión en castellano de Seix Barral (http://www.planetadelibros.com/editorial-seix-barral-9.html) va por la tercera edición. Desde el estreno de la película de Villaronga en octubre del año pasado, se han vendido unos 20.000 ejemplares. La editorial cita datos que no tienen en cuenta las ventas de enero. Pa negre narra una historia centrada en la infancia y adolescencia de un chico español durante los oscuros años 40. A la vez que descubre la sexualidad, se despertará en él una conciencia moral. La película se presentó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián (http://www.sansebastianfestival.com), donde Nora Navas consiguió el Premio a la Mejor Actriz, y obtuvo nueve premios Goya, entre ellos el de Mejor Director, de un total de 14 nominaciones. “Cuando la productora me dijo que el encargado de llevar al cine mi novela sería Agustí Villaronga, me llevé una gran alegría”, dice Teixidor. “Conocía su mundo, sus películas anteriores y tenía una gran confianza en él como director de cine, estaba seguro de antemano de que sabría adaptar perfectamente la imaginación verbal, que es la base de todo escritor, a la imaginación visual propia de un director de cine”. Emili Teixidor fue viendo por fragmentos la versión cinematográfica de las andanzas de Andreu hasta que, por fin, la pudo ver entera en su estreno en San Sebastián. “Me gustó mucho, y si tuviera que decir qué diferencias veo entre la película y mi libro diría que en aquella época y en aquel lugar la gente después de la guerra no decía ‘te quiero’, eso es algo propio de la colonización de Hollywood. La gente decía ‘¡Porta’t bé, que sinò, et caurà alguna pantuflada’ y con esto se quedaban todos satisfechos”. En general, Teixidor cree que Villaronga ha reflejado bien el espíritu de su novela. “Al incluir Retrat de l’assassí d’ocells ha añadido algunos episodios a Pa negre que le han dado más intensidad y más relieve. Si hubiera tenido que ser fiel a todo el monólogo verbal se hubiera detenido la acción”. “Los dos textos son historias mías que hablan de la misma época y los mismos escenarios”, recuerda Teixidor. “Los dos explican la devastación física y también la devastación moral que provocan las guerras. Era un momento en que el país estaba devastado en lo político, en lo religioso. Había mucha censura y todo parecía dirigido desde lo alto”. El autor no se explica el éxito de su novela y de su versión cinematográfica en función de su temática. “Todas las novelas, excepto las de género, como la ciencia ficción, son recuperación de la memoria histórica. Siempre hay cuestiones olvidadas. La historia es un árbol que tiene raíces muy profundas y extensas”. Fuente: La Vanguardia *** Premio Incontinentes de Novela Erótica para el español Andrés Fornells Los placeres venéreos de la hija del embajador, del escritor español Andrés Fornells, ha resultado ganadora del II Premio Incontinentes de novela erótica, imponiéndose a 170 obras de 26 países, según informó este 15 de febrero un comunicado de Ediciones Irreverentes (http://www.edicionesirreverentes.com), promotora del premio. El autor narra con todo tipo de detalles las prácticas eróticas de la hija adolescente de un diplomático destinado a un país hispanoamericano, que ha crecido “en un hogar estricto y religioso por lo que, en materia sexual su inocencia es inmensa”, continúa el comunicado, que agrega que la obra pone al descubierto “la hipocresía y la represión que sufre una sociedad que presume de abierta, tolerante y vanguardista”. Afincado en la provincia de Málaga, Fornells ha publicado numerosos relatos cortos en Estados Unidos y España, además de las novelas La muerte tenía figura de mujer hermosa y Jazmín significa amor voluptuoso. Los dos finalistas del premio fueron el poeta y crítico literario cubano Andrés Casanova, con Onán en busca de la mujer perfecta, y Manuel Jurado López, reciente ganador del premio de novela corta Gabriel Sijé, con La amante de Calvino. Desde la organización se reseñó el alto nivel de las novelas presentadas de distintos países, entre los que destacan España, con 81 obras; Argentina, con 17, y Cuba y México, con 15 y 16, respectivamente. También ha habido participación, en menor medida, de países como Austria, Bélgica, Puerto Rico, Bolivia y Rumania. Fuente: EFE *** Anuncian homenajes por los 25 años de la muerte de Jorge Luis Borges Reediciones, nuevas publicaciones y diversos homenajes recordarán al escritor argentino Jorge Luis Borges a lo largo de 2011, toda vez que el 14 de junio se cumplirán 25 años de su muerte en Ginebra, víctima de un cáncer de hígado. El Instituto Cervantes (http://www.cervantes.es) de España realizará una docena de actividades en 44 países en homenaje a Borges. Para junio, adelanta su directora Carmen Caffarel, habrá maratones donde los relatos del argentino serán leídos por reconocidos cuentacuentos. Además, se proyectará en España por primera vez la película Invasión, de Hugo Santiago, con guión del propio Borges y Adolfo Bioy Casares. “Su poesía y su sabiduría, siempre han estado a nuestro lado”, dice la directora. Paralelamente, el Centro de Arte Moderno de Madrid (http://www.centrodeartemoderno.net) también rendirá tributo al autor de Ficciones con la presentación de una exposición que incluye primeras ediciones de sus libros, revistas literarias, poemas y periódicos donde Borges publicó por primera vez, además de las pinturas de su hermana Norah. En esa muestra destaca el original de Los Rivero, el único proyecto de novela que inició Borges. Hallado hace poco entre sus papeles custodiados por la Universidad de Texas en Austin (http://www.utexas.edu), fue publicado el año pasado por Del Centro Editores (http://www.delcentroeditores.net) y la Fundación Internacional Jorge Luis Borges (http://www.fundacionborges.com), y este año tendrá difusión hispanoamericana. Texto raro, Los Rivero es una reflexión sobre las fundaciones republicanas. “Es importantísimo este esbozo; Borges dijo muchas veces que no le gustaba la novela. Pienso que quizá responda al compromiso que éste había adquirido con su padre, a quien le había prometido corregir un libro que éste había hecho, El caudillo”, dice Kodama. La reedición de sus Obras completas a cargo de Random House Mondadori (http://www.randomhousemondadori.es) también será parte de los tributos. Reunidas por Borges en 1973, fueron editadas hasta el año pasado por Emecé (http://www.planeta.es/memoriaplaneta/es/editoriales-5440.htm), del Grupo Planeta (http://www.planeta.es). Según editores del nuevo sello, se publicarán en varios años, partiendo en junio —coincidiendo con la fecha de su muerte— con el tomo que recoge su poesía. En adelante, se iniciará la reedición de todo el catálogo de Borges en formato de bolsillo. “Espero que tengamos mejor distribución en Latinoamérica, pero quiero decir que no quedamos en malas relaciones con Planeta. Sucede que cada tanto viene bien cambiar, ¿no? Así sucede también en la vida”, aclara Kodama. A Kodama, la mujer que se enamoró del autor de “El sur” a los 16 años, y que tras convertirse en su secretaria personal en 1975 se casó con él sólo meses antes de su muerte (en abril de 1986), se le ha acusado de cambiar el testamento del poeta o de negarse a que los restos del bonaerense descansen en el cementerio La Recoleta, en lugar de permanecer en Plain-Palais. Según ella, son calumnias de amigos del propio Borges, como Bioy Casares. “Hacen bastante difícil la tarea de custodiar su memoria. Borges está lleno de invenciones perversas. Si él descansa en Ginebra no es mi decisión sino la suya”, señala quien promete desmentir en un texto (sentencias judiciales incluidas) a sus detractores. El futuro libro, dice Kodama, echará por tierra leyendas como las que dicen que el ateo Borges habría recibido la extremaunción de un sacerdote católico o que no habría recibido el Premio Nobel a causa de su simpatía por el gobierno de Pinochet. “Pensar que a Borges no le dieron el Nobel por recibir una condecoración de parte de Pinochet es una idea muy maligna”, dice Kodama. “Si lo saludó es porque es protocolo, son las autoridades de un país”, enfatiza sobre el hombre que, si bien no apreciaba a Neruda, “fue muy amigo de María Luisa Bombal”. Y sigue: “Borges le tenía mucho cariño a Chile. Él decía que los chilenos eran mucho más dulces y discretos que nosotros los argentinos”. Fuente: La Tercera *** Publican compilación de trabajos sobre la obra de Carlos Fuentes Este miércoles 16 de febrero fue presentado en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes (http://www.bellasartes.gob.mx), en Ciudad de México, el libro Carlos Fuentes: La crítica como celebración, en el que el escritor y docente Enrique Flores Durán reúne textos de diversos autores sobre la obra reciente del escritor mexicano. “Carlos Fuentes representa, en su obra, una gran cantidad de formas literarias y de técnicas narrativas”, dijo Flores Durán. “Entre los jóvenes no hay quien no se acerque a este autor, pues ellos son grandes lectores de Aura y creo que no hay uno sólo que diga que no le gustó esa novela breve”. Afirmó que el también autor de La muerte de Artemio Cruz y La región más transparente se mantiene como un gran escritor y quien aún hoy seduce juventudes con sus obras. “Es increíble que un hombre de 82 años escriba con esa capacidad de juventud, como lo muestra en su más reciente libro, Carolina Grau, serie de nueve cuentos de corte fantástico”. El entrevistado compiló en su libro textos que sobre la obra de Fuentes (1928) han escrito José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Julio Ortega, Juan Villoro, Ángeles Mastretta, Sergio Ramírez, Rosa Beltrán, Ignacio Solares, Sealtiel Alatriste, Adolfo Castañón (http://www.letralia.com/firmas/castanonadolfo.htm), Mauricio Molina, Álvaro Enrigue y Sergio Pitol. Flores Durán dijo que vale la pena leer Carlos Fuentes: La crítica como celebración, porque el lector joven que busca entretenimiento va a descubrir la manera de escribir historias inteligentes, con un desparpajo que sólo puede ser posible en un autor muy joven, aunque se trata de un autor ya consagrado. Insistió en el punto de que Fuentes sigue escribiendo y publicando. Sin embargo, reconoció que puede haber quien no aplauda la obra de este autor. “Pero como el mismo Fuentes dice: si Aura es una linda muchacha y Artemio Cruz es un viejo cabrón, pues todos son mis hijos y todos hijos o todos entenados”. En ese sentido, dijo que en una obra tan vasta y tan variada “necesariamente debe haber cosas buenas, mejores y no tan extraordinarias”, por lo que esta obra es una suerte de homenaje “al maestro Fuentes”, aunque reconoció que se trata de un libro tardío porque se editó hacia finales de 2009. “Es un libro homenaje por los 80 años de Carlos Fuentes y por los 50 de su primera novela. También, por el gusto de leer a este autor desde hace muchos años”, advirtió tras informar que la trascendencia de este volumen descansa en los autores que sobre el escritor hablan en sus páginas. La recopilación, dijo, no es algo novedoso, “ya se han hecho otras anteriores, pero ésta se centra en las obras más recientes de Fuentes, de 1994 con Diana o la cazadora solitaria a 2006 con Todas las familias felices. Y digo que éste es un libro tardío porque de 2006 a la fecha ha escrito tres libros más”, apuntó. El compilador anotó que “Fuentes es la gran figura de la literatura mexicana de hoy. La variedad de temas y registros que maneja lo hacen el escritor central desde hace 50 años. Muchos escritores actuales dependen de la novela de Fuentes, ya que les abre brecha temática, técnicas narrativas y nuevos discursos”. La de Ciudad de México no fue la primera presentación que tuvo Carlos Fuentes: La crítica como celebración, pues antes se había presentado en Guanajuato, y Flores Durán acotó que “tendremos nuevas presentaciones en algunos otros estados de la república, pero no hay fechas concretas”. La compilación de Enrique Flores rescata de revistas y periódicos los ensayos, las reseñas y testimonios que permiten estudiar la obra más reciente del autor de Cristóbal Nonato y Cantar de ciegos, a fin de celebrar la continuidad de la obra del escritor. Tras la entrevista, Flores Durán subió al estrado de la sala para hablar ante un nutrido foro de su libro, publicado por la editorial guanajuatense Librosacieloabierto, en cuya portada aparece un Carlos Fuentes en mangas de camisa, desenfadado y con un librero atestado a sus espaldas. Fuente: El Universal *** Tribunal Supremo español no revisará sentencia de Miguel Hernández La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo de España (http://www.poderjudicial.es) denegó este 16 de febrero la revisión de la sentencia del consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández, pena que luego sería conmutada por la de treinta años de reclusión. Hernández falleció en prisión en 1942. El Pleno de la Sala de lo Militar concluyó a primera hora de la tarde del miércoles la deliberación, resolviendo denegar a la familia del poeta la autorización para interponer recurso extraordinario de revisión frente a la sentencia de fecha 18 de enero de 1940, dictada por el Consejo de Guerra Permanente número 5 de Madrid contra Miguel Hernández, como autor de un delito de Adhesión a la Rebelión previsto en el artículo 238.2º del Código de Justicia Militar del año 1890. La Sala acordó denegar la interposición del recurso por inexistencia de los presupuestos del mismo, “según lo dispuesto en la Ley de Memoria Histórica”, dado que dicha condena producida por motivos políticos e ideológicos ha sido reconocida por esta ley como radicalmente injusta, y declarada su ilegitimidad por vicios de fondo y forma, careciendo actualmente de vigencia jurídica. El Supremo ya había rechazado recursos similares, como sucedió con el de la familia de Salvador Puig Antich, el penúltimo ejecutado a garrote vil del franquismo, con el argumento de que los consejos de guerra aplicaban el derecho vigente. Por ello, los descendientes de Miguel Hernández no se ciñeron a la “ilegitimidad” que declara la Ley de Memoria Histórica y presentaron una carta que exculpaba a Hernández, escrita por el jefe de Falange de Valencia, y que no fue tenida en cuenta en el primer proceso contra el poeta. Su estrategia no tuvo resultado. De “terrible, desesperante, decepcionante”, calificó la decisión el escritor, periodista y presidente de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante (http://www.memoriadealicante.org), Enrique Cerdán Tato. “Ya no sabemos qué hacer, aportamos nuevas pruebas y documentos que le exoneraban de su culpa”, admitió el escritor quien considera que es una “evidencia enorme su inocencia”, y lamentó que en la deliberación del Supremo se admita que su condena fue “injusta e ilegítima pero no la anula”. “Es tremendo que Miguel Hernández, en el centenario de su muerte, siga condenado a muerte”, dijo Cerdán Tato, quien achaca esta situación a “la tibieza” de la Ley de Memoria Histórica que permite catalogar la sentencia como injusta, pero no la anula. El letrado Carlos Candela, redactor de la solicitud de anulación de la condena, admite que la sentencia “no es, desde luego, la que todos esperábamos”, lamenta que el Supremo reconozca “la injusticia radical” que se cometió con el poeta pero “no de nulidad de su pena”. “Queríamos que despareciera la condena, pero no ha sido así”, se lamenta el abogado que estudiará en los próximos días si presentan un recurso ante el Tribunal Constitucional. Fuente: El País *** Fue presentada por el Colmex la Nueva historia general de México La Nueva historia general de México, auspiciada por El Colegio de México (Colmex, http://www.colmex.mx), no presenta fábulas moralizantes ni una historia de bronce, “es una apuesta por la renovación, sin tabúes”, dice Ariel Rodríguez Kuri, investigador del Centro de Estudios Históricos del Colmex (http://www.colmex.mx/centros/ceh) y coautor del libro, que fuera presentado el pasado 16 de febrero en el Centro Cultural Bella Época de la capital mexicana. Si bien este proyecto se sustenta en el que hace 35 años preparó Daniel Cosío Villegas, la nueva versión “no sustituye la ya clásica Historia general de México, cuya primera edición apareció en 1976”, dijo Rodríguez Kuri, quien agregó que el volumen del que es coautor pretende ser “un libro de cabecera para el lector maduro y paciente que toma en serio el deseo de cultivar el estudio del pasado mexicano”. Aquel título de hace más de tres décadas se convirtió, sin proponérselo, en libro de texto de los estudiantes universitarios, hasta ahora con más de 250 mil ejemplares vendidos. “No la remplazamos, aunque tampoco nos quedamos con las glorias pasadas”, agrega el especialista. La obra representa, continúa Rodríguez Kuri, “un acto de honestidad académica, porque la anterior ya tendría 35 años, con textos clásicos y nombres claves, sí, pero el Colmex tenía que asumir su responsabilidad y, con motivo del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, la apuesta fue por una renovación histórica”. Había dos peligros al abordar la escritura del volumen, advierte el investigador: “Uno era hacer una historia moralizante o fabulesca, o ir por la de bronce. Nadie en este proyecto lo hizo. El resultado es una historia bien escrita, bien presentada, con los elementos necesarios para que el lector haga su trabajo, pues suponemos que hará un juicio y sacará conclusiones”. “El lector tiene un papel muy activo en la interpretación de la historia, la cual no es patrimonio del historiador ni éste es un pontífice para decir qué está bien y qué está mal”, agrega Rodríguez Kuri. “El historiador tiene obligaciones profesionales y éticas y debe plantear las cosas con objetividad, pero también con pasión”. El investigador detalla que se buscó mantener un equilibro entre los procesos económico, social y político, en relación con el papel de los grandes hombres y mujeres en determinadas circunstancias: “No sé si es posible escribir una historia sin nombres relevantes, porque ese es el otro extremo que tal vez no guarde relación con el devenir histórico, pero en general los autores estimamos al lector y tratamos de los datos necesarios”. Entre los aspectos más relevantes del libro destaca “el siglo XX, el cual cobra plena vigencia, pues ya está historiado completamente; también, se revisan los conceptos fundamentales del México prehispánico, de manera que se discute si es pertinente la noción de Mesoamérica. Otra innovación es que se introducen los fenómenos económicos y demográficos de una manera orgánica al desarrollo de la narrativa”. “No hay tabúes en cuanto a lo que se puede decir. Por ejemplo, el capítulo sobre el Porfiriato indica con mucha claridad y justicia la importancia del desarrollo material en ese periodo, algunos capítulos sobre el mundo novohispano discuten muy bien la idea del imperio español como un imperio universal y no sólo como una Colonia a la manera anglosajona. Está abierta la discusión”, indicó. “Y en la historia política del siglo XX queda muy clara la nueva exploración de momentos que han estado muy estigmatizados por el comentario político contemporáneo”, agrega. “Por ejemplo, tratamos de hacer una aproximación más fría y objetiva de lo que significan Luis Echeverría y José López Portillo en la historia mexicana, igualmente autoritarios, sobre todo el primero, pero importantes para el desarrollo del país”. “Si hace veinte años hubiéramos dicho que Echeverría hizo cosas positivas nadie nos hubiera creído ni nos habría querido oír”, explica. “Y no es que estemos sacando las castañas del fuego del autoritarismo mexicano, es simplemente que hubo grandes obras de infraestructura y un crecimiento importantísimo de la educación superior. Pero al mismo tiempo se señala que es casi segura su participación en el 2 de octubre del 68, muy probable su manipulación del 10 de junio o la guerra sucia contra los disidentes”. “Se desmitifican, pero al mismo tiempo se identifica la importancia de los personajes y se dan los elementos para que el lector saque conclusiones”, aclara. “Sabemos que la obra va a cumplir un papel muy importante en la formación de la idea de historia de los estudiantes de bachillerato y profesional. Las nuevas generaciones de historiadores participan con lo acumulado en estas décadas de debate historiográfico para plantear otra panorámica, desde la aparición del hombre hasta 2010”. “Hay una mezcla de generaciones y perspectivas muy interesantes, en todos los periodos se discuten viejos problemas y se plantean nuevos, se ofrecen interpretaciones, esa es la fuerza y legitimidad del proyecto”, concluye Rodríguez Kuri. En Nueva historia general de México se incluyen textos de Erik Velásquez García, Enrique Nalda, Pablo Escalante Gonzalbo, Bernardo García Martínez (coordinador de la obra), Bernd Hausberger, Óscar Mazín, Dorothy Tanck de Estrada, Carlos Marichal, Alfredo Ávila, Luis Jáuregui, José Antonio Serrano Ortega, Josefina Zoraida Vázquez, Andrés Lira, Anne Staples, Sandra Kuntz Ficker, Elisa Speckman Guerra, Javier Garciadiego, Luis Aboites, Engracia Loyo, Soledad Loaeza, Renato González Mello, Graciela Márquez, Lorenzo Meyer y Rodríguez Kuri. Fuente: La Jornada *** Barcelona recordó a José Saramago La ciudad española de Barcelona homenajeó al Nobel portugués José Saramago el pasado 17 de febrero con diferentes actos, uno de ellos relacionado con su obra póstuma, El último cuaderno, que su compañera, Pilar del Río, ha considerado como “un regalo inesperado”. Del Río, quien remarcó que no quiere ser tachada como la viuda del autor luso, advirtió a futuros críticos que este libro no es de circunstancias, sino que debe verse como la despedida de un “ser humano excepcional”, que abrió los ojos de muchos. “Si alguien dice que es de circunstancias, es que no es honesto”, aseveró Del Río, sobre el libro, que publica en castellano Alfaguara (http://www.alfaguara.com) y en catalán Edicions 62 (http://www.grup62.cat). Con prólogo de Del Río y del italiano Umberto Eco, El último cuaderno recoge los textos que Saramago escribió de forma asidua en su blog personal, entre el 23 de marzo de 2009 y el 2 de junio de 2010, dieciséis días antes de morir en Lanzarote. Reflexiones íntimas, comentarios sobre política, pensamientos o simples opiniones de los temas más diversos conforman este libro, donde la voz del portugués puede volver a escucharse nítidamente. La editora de Edicions 62, Pilar Beltrán, apuntó que el lector encontrará al Saramago de siempre, al hombre “de espíritu crítico y curioso, pero también al filosófico, al fantasioso y al más comprometido”. Del Río también reveló que está trabajando en la edición de una novela inédita, que se titulará Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas, aunque poco ha podido avanzar, porque tiene que conocer exactamente lo que dejó escrito sobre esta obra. A pesar de ello, dijo que escribió unos pocos folios y que, a punto de cumplir los 88 años, se le ocurrió desarrollar una historia relacionada con el “problema ético” de un padre de familia que debe matar a una persona. En su comparecencia, del Río también anunció que a partir del 18 de marzo abrirá al público la casa de Lanzarote (archipiélago español de las Canarias), aunque él nunca había dado su autorización o se había hablado de esta posibilidad. Sin embargo, su mujer entiende que si “se desnudó en sus libros” es posible igualmente abrir su casa y mostrar a sus lectores la mesa en la que escribía, el lugar en el que leía o su biblioteca. Asimismo, adelantó que, como presidenta de la Fundación José Saramago (http://www.josesaramago.org), trasladará su domicilio a Portugal, un lugar que conoce bien, puesto que allí residió con su compañero durante largas temporadas. El acto más importante tuvo lugar la noche del 17 en la Biblioteca Jaume Fuster (http://w110.bcn.cat/portal/site/bibjaumefuster), donde se presentó un recital musical a cargo de Paco Ibáñez, quien interpretó, entre otros temas, la conocida “Grandola Vila Morena”, y una lectura de textos escogidos por Josep Maria Castellet. Sus amigos Carme Riera, Pepa Fernández, Anna Sallés, Rosa Regàs, Xavier Pàmies o Miguel Gonçalves estuvieron entre los lectores. El viernes 18 se proyectó la película documental José y Pilar en la Universidad Autónoma de Barcelona (http://www.uab.es), un filme que apenas se ha visto en las salas comerciales. “Alguien no está haciendo su trabajo, simplemente”, denunció una siempre combativa Pilar del Río. El documental es obra del realizador portugués Miguel Gonçalves, que relata la intensa vida y los viajes a la pareja, a los que siguió durante cuatro años —de 2006 a 2010— y llegó a grabar 240 horas. Fuente: EFE *** Jorge Semprún recibe en París el Premio Internacional de Periodismo El escritor español Jorge Semprún recibió el pasado jueves 17, en la Maison de l’Amérique Latine (http://www.mal217.org), en el corazón de París, el Premio Internacional de Periodismo, concedido por el Club Internacional de la Prensa (http://www.clubinterprensa.org) y que, por razones de salud, no pudo recoger en su día en Madrid. La periodista Carmen Enríquez, presidenta de la asociación, recordó los valores indiscutibles de Semprún, su “valor y coraje para tomar decisiones arriesgadas a lo largo de su vida”, su “denuncia de las atroces experiencias de los campos de concentración” y su “compromiso por mantener viva la memoria”. El embajador de España ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, http://www.unesco.org), Ion de la Riva, le entregó después el premio, una estatuilla de bronce que, le previno, es “bastante pesada”. El escritor recordó que se sentía como en casa en ese palacete presidido por un amigo suyo de siempre —François Vitrani, director de la Maison de l’Amérique Latine—, rememoró sus tiempos de traductor en la Unesco (“la abandoné cuando aceptaron la España de Franco”), se excusó por su mala salud (“Ahora casi todos los días son complicados”), precisó que la actriz Carmen Maura —residente en París, una de las asistentes al acto— era prima suya y luego agradeció a todos el premio. Después se dirigió personalmente a un viejo amigo que también había acudido a la entrega de esa distinción, el pianista y embajador de Argentina ante la Unesco, Miguel Ángel Estrella. Semprún fue de las personas que más lucharon para que liberaran a Estrella cuando éste se encontraba preso durante la dictadura argentina. “Que hayas venido me emociona”, dijo. “Y si yo estoy aquí es gracias a ti”, le respondió Estrella. Semprún cerró el diálogo: “Si luego estoy cansado me ayudas a llevar esta estatuilla tan pesada, ¿vale?”. Semprún nació en Madrid en 1923 y fue ministro de Cultura en el gobierno de Felipe González, entre 1988 y 1991. Cuenta con una prolífica producción literaria. La presidenta del Club Internacional de Prensa, Carmen Enríquez, afirmó de Semprún que es “un referente imprescindible para todas las personas que se plantean afrontar la vida desde un punto de vista ético”. Los otros premiados fueron Almudena Ariza, a la mejor corresponsal española en el exterior, Walter Haubrich, al corresponsal extranjero en España, o Jacobo Zabludovsky, premio a la trayectoria profesional. Fuentes: El País • InfoPeriodistas *** Homenajean a Hugo Gutiérrez Vega bautizando biblioteca con su nombre El Centro Universitario del Sur (CUSur, http://www.cusur.udg.mx) de la Universidad de Guadalajara (http://www.udg.mx), en México, le dará el nombre del escritor y abogado Hugo Gutiérrez Vega a su biblioteca como un homenaje al escritor jalisciense, según informó Sergio López Ruelas, coordinador general de Bibliotecas de esa casa de estudios. López Ruelas calificó de acertada la decisión tomada por las autoridades del CUSur, ya que reconoce el trabajo de Gutiérrez Vega, quien se ha destacado por la calidad de su obra. “Es una oportunidad también para hacerle un homenaje al maestro Gutiérrez Vega y que, a través del hecho de que la biblioteca lleve su nombre, los estudiantes puedan interesarse en lo que ha hecho y conozcan de su obra”, dijo. López Ruelas anunció el pasado 18 de febrero que las autoridades del CUSur convocarán a una ceremonia esta semana en su sede en Ciudad Guzmán para dar formalidad a la denominación de la biblioteca con el nombre del autor jalisciense. “Hugo Gutiérrez Vega es un escritor que ya ha reconocido la Universidad de Guadalajara durante la Feria Internacional del libro, siempre es grato saber que se le reconozca su trabajo”, dijo el funcionario, quien agregó que siempre será preferible que las bibliotecas lleven el nombre de un científico o de un escritor y no de un político. Gutiérrez Vega nació en Guadalajara en 1934. Ensayista, poeta, actor y diplomático, es autor de más de dieciocho libros de poesía. Fuente: Milenio *** Polémica en Alemania por edición de El sueño del celta, de Vargas Llosa La editorial alemana Suhrkamp (http://www.suhrkamp.de) anunció este 18 de febrero que quiere publicar la nueva novela de Mario Vargas Llosa, El sueño del celta, después de que el jueves 17 renunciara a hacerlo Rowohlt (http://www.rowohlt.de), en teoría nuevo sello del escritor peruano en Alemania. “Quisimos el libro en todo momento. No cambió nada”, dijo la portavoz de Suhrkamp, Tanja Postpischil. “Hablaremos con la agencia y con el autor”. Suhrkamp fue durante más de tres décadas la editorial del premio Nobel de Literatura 2010. El año pasado, sin embargo, se anunció que el escritor pasaría a Rowohlt, su primer sello en Alemania. La noticia generó un importante revuelo en el mundo editorial germano, hasta que este jueves Rowohlt anunció sorpresivamente que renunciaba a publicar la nueva novela del peruano, dando como motivo una serie de cartas en las que éste mostraba su compromiso con los editores de Suhrkamp y les explicaba que el cambio de sello era una decisión de su agente que él lamentaba. “Después de ganar el Premio Nobel, parece que Mario Vargas Llosa cambió de parecer”, señaló la editorial en un comunicado. El acuerdo para el cambio de sello se produjo al parecer en agosto y se anunció en noviembre. En octubre, el autor peruano de 74 años fue galardonado con el premio literario más importante del mundo. Suhrkamp es una de las mayores responsables de la difusión literaria latinoamericana en Alemania. Fuente: DPA *** Falleció el escritor mexicano José Ezequiel Iturriaga A los 98 años de edad y mientras era trasladado a Ciudad de México para ser atendido por una complicación propia de la enfermedad que padecía, murió este sábado 19 de febrero en Coatepec, municipio conurbado a la capital del estado, Xalapa, donde radicó los últimos 15 años, el reconocido intelectual, historiador, abogado, diplomático, sociólogo, politólogo y “mexicanólogo” —como él mismo se definía— José Ezequiel Iturriaga Sauco. Los restos del historiador, abogado, sociólogo y politólogo fueron llevados a Ciudad de México para su velatorio. Iturriaga tenía 98 años de edad y fue contemporáneo de escritores como Andrés Henestrosa, fue galardonado con la medalla Belisario Domínguez, además de la medalla Adolfo Ruiz Cortines, que el Congreso del Estado de Veracruz (http://www.legisver.gob.mx) le entregó apenas el pasado 3 de diciembre por las enormes contribuciones que hizo al estado y a México. Iturriaga, quien fuera calificado de “sabio al estilo renacentista” por su hijo, fue autor de obras como La estructura social y cultural de México, México en el Congreso de los Estados Unidos, El tirano de América Latina y Pensamiento político del presidente Juárez. Amigo de políticos, desde presidentes hasta gobernadores, senadores y diputados, así como empresarios, fue embajador en Rusia. José Ezequiel Iturriaga Sauco nació en Ciudad de México el 20 de abril de 1914 y es autor de más de 20.000 artículos periodísticos. Durante su infancia desempeñó varios oficios porque, a pesar de la buena posición de su familia, estudió filosofía, derecho, sociología e historia, y a lo largo de su vida sobresalió en la economía, la literatura, la historia, la crítica de arte y el folclor y la diplomacia. Trabajó durante treinta años en la entidad Nacional Financiera (http://www.nafin.com); sus apreciaciones sobre la economía apuntaban a la necesidad de que el Estado adelgazara su participación para brindar mejores oportunidades de inversión a los empresarios nacionales. Como crítico y analista del México contemporáneo, compendiaba las noticias más importantes que los diarios desplegaban para mantener informados a los presidentes López Mateos y Ruiz Cortines. Otra de sus preocupaciones fue la transparencia en el ejercicio de la administración pública, por lo que, como Jefe de Inspección de la Secretaría de Bienes Nacionales, que estaba a cargo de Alfonso Caso, investigó e hizo pública una denuncia contra algunos funcionarios, y sin que tuviera éxito su demanda, decidió renunciar y buscar otros espacios como activista social. Durante la entrega de la medalla Ruiz Cortines, en diciembre pasado, anunció que al morir donaría al gobierno del estado su biblioteca de más de 30.000 volúmenes, entre los que hay libros y revistas de gran valor pues abarcan hechos históricos de los inicios del siglo XX cruciales para la historia de la nación azteca. Iturriaga fue despedido este lunes 21 de febrero en el vestíbulo principal del Palacio de Bellas Artes (http://www.bellasartes.gob.mx), recinto en el que se dieron cita doña Reina, viuda del escritor, y personajes como Carlos Slim, Bernardo Quintana, Miguel Alemán, Porfirio Muñoz Ledo y Rodolfo Echeverría. “Don Pepe fue uno de esos hombres que desafiaban cualquier clasificación, su legado es tan amplio que pareciera ser obra de muchos hombres distintos; don Pepe fue simultáneamente un hombre de pensamiento y de acción”, dijo Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta, http://www.conaculta.gob.mx). El presidente de México, Felipe Calderón, y su esposa Margarita Zavala, lamentaron profundamente la muerte del escritor. “La obra intelectual de Iturriaga Sauco, distinguido en 2010 con la Medalla Belisario Domínguez, ha contribuido a enriquecer la memoria histórica y social de nuestro país”, señaló la Presidencia en un comunicado. Fuentes: El Universal • La Jornada • Milenio • Notimex • Veracruzanos *** Isaac Esaú Carrillo Can recibe el Premio Nezahualcóyotl Este domingo 20 de febrero fue entregado en el Palacio de Bellas Artes (http://www.bellasartes.gob.mx), de Ciudad de México, el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2010, que recayó sobre el escritor maya Isaac Esaú Carrillo Can, originario del municipio yucateco de Peto, por su obra U yóok’otilo’ob áak’ab (Danzas de la noche), la cual, a decir del jurado, es una trama de la vida comunitaria maya en la que el desamparo y el dolor templan el espíritu de una joven quien halla en la danza el nudo para traer su pasado al presente. A sus 27 años de edad, Carrillo Can ha obtenido varios reconocimientos, como el primer lugar en el concurso Premio Nacional de Literatura en Lengua Maya Peninsular “Waldemar Noh Tzec”, convocado por el Ayuntamiento de Calkiní (http://www.calkini.gob.mx), Campeche, en noviembre de 2007, y el primer lugar de los VII Juegos Literarios Nacionales Universitarios de la Universidad Autónoma de Yucatán (http://www.uady.mx), en la categoría de Narrativa en Lengua Maya “Premio Alfredo Barrera Vázquez”, en diciembre de 2008. En 2009, la Escuela de Creación Literaria en Lengua Maya del Centro Estatal de Bellas Artes (http://bellasartescreacionliterariayucatan.blogspot.com), donde actualmente es estudiante, le otorgó un reconocimiento por haber destacado en certámenes literarios en ese año. En la entrega del premio este domingo participaron Roselia Jiménez, cantante tojolabal, y Edith Ortiz, cantante mixteca, acompañada del ensamble Ecos de México. Se realizó además la lectura dramatizada de un fragmento de la obra ganadora, a cargo del Colectivo Teatral “Aj Xíimbal”. Isaac Esau Carrillo participa en la inauguración de las Tertulias Literarias “Polifonía: Voces de México”, el martes 22 de febrero, en el Museo Nacional de Culturas Populares, como parte de las jornadas culturales y artísticas “Telar de Voces”, organizadas por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta, http://www.conaculta.gob.mx) a través de la Dirección General de Culturas Populares (http://www.culturaspopulareseindigenas.gob.mx), del Programa Nacional Salas de Lectura de la Dirección de Publicaciones (http://www.conaculta.gob.mx/dgp), y Alas y Raíces a los Niños (http://www.a.gob.mx), junto con el Museo Nacional de Antropología (MNA, http://www.mna.inah.gob.mx) y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali, http://www.inali.gob.mx), para celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna. Las jornadas “Telar de voces” finalizan el jueves 24 a las 19 horas, en el mismo recinto coyoacanense, con la presentación del libro Los últimos dioses (Slajibal ajawetik), del autor tseltal Marceal Méndez, una antología de cuentos en tseltal y español que transmiten creencias de viejos conversadores comunitarios de Chiapas y Tabasco. Esta presentación será moderada por Álvaro Enrigue y contará con los comentarios de Héctor Cortés Mandujano y Santiago Cortés Hernández, además de la lectura dramatizada en maya y en español por parte del autor, y de Marcela Romero, respectivamente. Fuente: Conaculta *** Termina Feria del Libro en La Habana y se traslada a provincias de Cuba Este domingo 20 de febrero concluyó la llamada “jornada inicial” de la 20ª Feria Internacional del Libro Cuba 2011 (http://feriadellibro.cubaliteraria.cu), que venía desarrollándose desde el pasado jueves 10 en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y diez instituciones culturales de la capital, y que ahora se traslada a las provincias de la nación caribeña. El acto de clausura, celebrado en la sala Nicolás Guillén, fue presidido por Homero Acosta Álvarez, secretario del Consejo de Estado, Rafael Bernal, viceministro primero de Cultura, y Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro (ICL, http://www.cubaliteraria.cu). La premiación de los mejores stands, cuyo jurado tuvo como presidente al Premio Nacional de Literatura, Reynaldo González, fue el acto inicial de la clausura. Ediciones Unión (http://bit.ly/e7OLIl) obtuvo el primer premio en Stand Modular, por su logrado diseño en un pequeño espacio, que sirvió, además, para el diálogo entre autores y público. Entre tanto, el segundo premio fue para Ediciones Vigía por ser una muestra atípica que simboliza la creatividad artística y artesanal, tanto en el entorno, como en la confección de sus libros, y el tercer premio correspondió a la Editorial Capitán San Luis, por una efectiva representación de su perfil editorial. El Premio de Stand no Modular, por lograr un ambiente participativo, perfectamente acorde con su producción audiovisual, lo obtuvo el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT, http://www.icrt.cu). El Pabellón de los Países del Alba mereció mención honorífica por su sólida y lograda muestra expositiva. En su discurso, la presidenta del ICL destacó que en estas jornadas, de “extraordinaria fiesta cultural”, se realizaron cerca de ochocientas actividades literarias, profesionales, académicas y artísticas en las sedes de la capital cubana y en varios espacios con programación específica, como el Multicine Infanta, la sala Lumière, el Parque Almendares, el Centro Cultural Pablo de la Torrente Brau (http://www.centropablo.cult.cu), el Museo Nacional de Bellas Artes (http://www.museonacional.cult.cu) y el Gran Teatro de La Habana. El respaldo del público —apuntó— se expresó en la asistencia de más de 360.000 personas, de ellas más de 60.000 a las nuevas sedes y al Pabellón Cuba, que adquirieron más de 700.000 ejemplares, pese a que la mayoría de los producidos para esta edición se fueron comercializando en las librerías desde el mes de septiembre de 2010, “una decisión que tomamos para favorecer que los lectores puedan adquirir nuestras novedades editoriales a lo largo del año y no sólo en el momento de la feria o una vez concluida ésta”, agregó Romay. También resaltó la participación protagónica de los alumnos y profesores de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana (http://www.fayl.uh.cu), “cuya labor ha transformado nuestra relación con los lectores, enalteciendo la profesión de librero y mejorando sustancialmente la calidad de la atención al público”. Asimismo valoró de muy positivo lo que cada una de las instituciones, más allá del espacio geográfico de La Cabaña, logró aportarle al evento desde su perfil: el Pabellón Cuba, que se convirtió en la plaza de los jóvenes, y una de las más dinámicas, concurridas y notorias; la Casa del Alba, un foro permanente de solidaridad latinoamericana y caribeña; la Casa de las Américas, exponente de lo mejor de la creación literaria de los pueblos latinoamericanos y espacio para grandes homenajes, o la sede de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac, http://www.uneac.org.cu), con un programa literario de alta calidad y plaza principal del proyecto “Voces contra la guerra nuclear”, donde decenas de poetas cubanos y de otras partes del mundo expresaron un mensaje de paz. Igualmente, la Sociedad Cultural José Martí (http://www.martiano.cu), dedicada a la reflexión sobre la literatura para niños y jóvenes; el Centro Cultural Dulce María Loynaz (http://www.centroloynaz.cult.cu), con un programa diverso y sede del Encuentro de Jóvenes Escritores; el Centro de Estudios Martianos (http://www.josemarti.cu), que reunió a estudiosos de la obra de Martí; la Biblioteca Nacional José Martí (http://www.bnjm.cu), donde se celebró el Encuentro Científico Bibliotecológico; el Memorial José Martí, refugio de los poetas y escenario de diversas actividades, y el Teatro El Ciervo Encantado (http://www.cniae.cult.cu/CiervoEncantado_TODO.htm), que hermanó a la literatura y las artes escénicas. Ahora la 20ª Feria Internacional del Libro se desplaza hasta las provincias occidentales: Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus y el municipio especial Isla de la Juventud, del 23 al 27 de febrero. El Pabellón Cuba, sede central del Centro Provincial del Libro y la Literatura de La Habana, la Feria Agropecuaria de Rancho Boyeros y otras librerías de la capital cubana continuarán con las ventas y las actividades, hasta concluir, junto con Occidente, el día 27. Luego se trasladará a las provincias orientales: Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba, del 2 al 6 de marzo, día en que se dará por terminada con el anuncio del País Invitado de Honor de la 21ª Feria Internacional del Libro, Cuba 2012. Fuente: Web del evento *** Fernández Mallo publica un “remake” de El hacedor, de Jorge Luis Borges Jorge Luis Borges solía decir que no creía en la originalidad absoluta de la literatura, sino que todo era una relectura. Con ese mismo espíritu, el escritor español Agustín Fernández Mallo ha revisado el libro El hacedor, del gran escritor argentino, para ofrecer un “remake” sugerente, original y poético de aquel clásico. “Borges hacía ‘remakes’ y reescribía, y eso es lo que he hecho yo con El hacedor, cincuenta años después de su publicación”, explicó Fernández Mallo, uno de los escritores más representativos de esa nueva generación de narradores que ponen al servicio de la literatura todo lo que la sociedad les ofrece, desde Internet y el vídeo hasta el cine, la televisión, el cómic o la publicidad. El nuevo libro de Fernández Mallo (La Coruña, 1967) llega tras la gran repercusión que tuvieron sus tres novelas integradas en el Proyecto Nocilla (Nocilla Dream, Nocilla Experience y Nocilla Lab), galardonadas con diferentes premios y consideradas como algunas de las mejores novelas de los últimos años. Este poeta, novelista y ensayista, que además es físico de profesión, quedó “fascinado” por El hacedor, de Borges. Esta obra, como el resto de la del escritor argentino, ha “influido bastante” en su manera de ver la literatura. Cada vez que releía ese libro le sugería “nuevas historias, ideas paralelas o tangentes”, y un buen día se animó a escribirlas. El resultado es El hacedor (de Borges), Remake (http://www.alfaguara.com/es/libro/el-hacedor-de-borges-remake), que Alfaguara (http://www.alfaguara.com) publica esta semana y que es una muestra más de la estética “apropiacionista” a la que Fernández Mallo tributa. “El ‘apropiacionismo’ está en todos mis libros” afirma este gallego residente en Palma de Mallorca desde hace quince años. “Es muy interesante admitir que no somos tan originales y que, en ocasiones, la originalidad está en saber cómo rehaces un nuevo mundo con un mundo ya existente”. En su particular “remake” de El hacedor, Fernández Mallo respeta en algunas ocasiones lo que Borges escribió y sólo ha “cambiado ciertas palabras”, pero, en general, “son historias muy tangenciales a las originales”, en las que el escritor español se ha quedado “con la idea, con la metáfora final”, y ha reescrito los cuentos a su modo. “Y en la sección de poemas lo que he hecho es reescribirlos, pero según lo que el título del poema original me comunica o me dice, olvidándome del texto de Borges”, aclara el autor de poemarios como Yo siempre regreso a los pezones y al punto 7 del Tractatus, Joan Fontaine odisea y Carne de píxel. El poema titulado “Arte poética” podría servir de ejemplo de lo que hace Fernández Mallo en su “remake” de El hacedor: “Arte poética: “algo así como uno de aquellos barcos / metidos en una botella. / Pero sin botella, / sin barco, / sin aquellos, / sin uno, / sin algo”. En su “remake” el escritor coruñés imagina el tiempo como un palimpsesto de elasticidad extrema, sostiene que los aeropuertos flotan a pocos milímetros del suelo y son “las nuevas catedrales” y asegura que “todo libro es lo contrario de una medicina, todo libro es un virus, una enfermedad sobrevalorada”. “No conozco a nadie a quien escribir o leer haya hecho mejor persona o más feliz, absolutamente a nadie, un Airbus mejora más el mundo que toda la historia de la literatura”, escribe Fernández Mallo en su nuevo libro, que, si se lee en iPad o en cualquier otra tableta, ofrece posibilidades distintas que si sólo se maneja la versión impresa. Y es que en esa versión se pueden ver vídeos y, si “se pincha” en determinadas palabras, se accede a blogs o a páginas web. “Eso expande el libro y amplía sus significados”, asegura. “Me interesa investigar mi poética a través de la imagen y de la palabra escrita. Cuando surge la posibilidad tecnológica de que esto se puede hacer, para mí se abre un campo nuevo, muy excitante”, comenta el escritor, quien, del Proyecto Nocilla hizo “una película de sesenta minutos”, con cámara de vídeo casera o con su móvil, que tiene colgada en su blog. Y en la versión impresa de su “remake” de El hacedor ha incluido mapas, GPS y fotogramas cinematográficos, porque son un buen reflejo del mundo actual. Fernández Mallo asegura, sin embargo, que no ha intentado “actualizar a Borges”, entre otras razones porque “Borges es totalmente actual y su obra no ha envejecido en absoluto”, explica. Fuente: EFE *** Fotografía y música se integran en Caracas Roberto Mata Taller de Fotografía (http://www.robertomata.net) inicia en Caracas un nuevo ciclo de música e imágenes con Los Que Rezan, quienes el jueves 24 de febrero a las 8 de la noche ofrecerán una presentación ideada para que los estudiantes de la escuela realicen una práctica fotográfica, mientras los asistentes disfrutan del concierto. El ciclo de prácticas “en vivo” del taller es una actividad académica concebida especialmente para que, una vez al mes, los estudiantes retraten bandas en tarima, a la vez que éstas ofrecen su presentación a los asistentes, pues la invitación se extiende a los interesados en el hecho fotográfico y al público en general. La entrada al evento es gratuita. El rock de Los Que Rezan se viene escuchando en locales nocturnos de la capital venezolana, sitios web y redes sociales desde mediados de 2009. Sus integrantes, Anecto Paredes en guitarra y voz, Luis Navas en guitarra, Félix Zilinskas en batería y José Antonio Varela en bajo; reconocen la influencia de legendarias bandas de rock n’ roll de los 70 en su música: composiciones sencillas que hablan de su visión del mundo, de la espiritualidad y del amor, en las que las guitarras tienen un papel protagónico. La presentación que ofrecerán en la escuela es el preámbulo al lanzamiento de su primer disco en marzo. En 2006, la escuela organizó el primer ciclo “Música y fotografía” y cada mes recibió en sus espacios a una agrupación venezolana para realizar estas particulares prácticas en vivo. El producto de aquella iniciativa se convirtió en una muestra colectiva de sus alumnos que se presentó en el Centro Cultural Chacao (http://www.culturachacao.org) y en el local Envivo. Los Paranoias, Billy se Fue, Embas, El Gran Torino, Pixel, Wahala y Le Merm fueron algunas de las bandas que participaron. Roberto Mata Taller de Fotografía está ubicada en el cruce de las avenidas Trieste y Madrid, en La California Sur (Caracas). Se trata de una escuela que pretende recrear un ambiente en el cual los alumnos armonicen el reto que supone la concepción de una imagen y el apoyo mismo que implique obtenerla. Asimismo, es un espacio que se dedica a promover e intercambiar ideas sobre todo lo que se refiere al hecho fotográfico. Desde sus inicios —en agosto de 1993— ha atendido más de 2.000 alumnos, muchos de los cuales se mantienen vinculados activamente al Taller y a la fotografía. Fuente: Roberto Mata Taller de Fotografía *** México analiza el libro digital La industria del libro digital en México, todavía en ciernes, representa un reto para el sector editorial, el cual manifiesta interés pero también mucho temor ante la incertidumbre de aspectos como la protección legal de los contenidos, señala Jesús Galera la Madrid, coordinador de la Comisión de Nuevas Tecnologías de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem, http://www.caniem.com), organismo que realizará el próximo 24 y 25 de febrero el segundo Foro de la Edición Digital y del Sistema de Información Normalizado para el Libro. Las estadísticas de los hábitos de usuarios de Internet en México, los dispositivos digitales como el iPad, los formatos de archivos, la propiedad intelectual y el uso de las redes sociales como instrumentos de promoción serán algunos de los temas que convocarán a representantes de editoriales y revistas, autores, libreros, impresores, bibliotecarios y promotores de lectura. “El mundo se está moviendo; por ejemplo, algunos elementos considerados muy modernos hace poco, como el casete, el disquete, el mismo fax, van pasando a la historia”, explica Galera la Madrid, organizador del foro. “Ahora que el mundo está cambiando, sobre todo en cuestión de electrónica, queremos brindar a los editores información sobre la producción y comercialización de libros y revistas en nuevos formatos digitales, las plataformas electrónicas y dispositivos de lectura”. Respecto de la venta del libro digital, aunque aún no hay cifras específicas, Galera la Madrid comenta que la Caniem premia cada año libros y revistas en una serie de clasificaciones. “Por primera vez, este año se abrió el rubro de libro digital y sólo se presentó uno a la convocatoria, premio que además el jurado declaró desierto. Esto refleja el panorama, pues en el resto de los géneros hay 200 o 300 libros”. Especialistas y representantes de los diversos sectores darán conferencias sobre aspectos relacionados con el libro electrónico o e-book. Joaquín Díez-Canedo, director general del Fondo de Cultura Económica (FCE, http://www.fondodeculturaeconomica.com), comentará sobre la recién lanzada plataforma con la cual es posible comprar contenidos digitales desde su portal de Internet. La Asociación Mexicana de Internet (http://www.amipci.org.mx) anunciará las proyecciones tecnológicas, así como las más recientes estadísticas de datos vinculados a los libros y revistas en el comportamiento de los mexicanos que usan la red. La aparición de dispositivos electrónicos de lectura, de los cuales hay varias marcas en el mercado, así como los formatos de los archivos, son nuevos y complejos temas que comienzan a ser familiares para los libreros. “Hay una gran brecha generacional, además de que algunos aparatos son poco amigables o difíciles de manejar, mientras comienzan a aparecer otros muy sofisticados, con agenda, a colores, con micrófono, reproductor de audio y video”. Fuente: La Jornada *** Academia Mexicana de la Lengua designa como director a Jaime Labastida El poeta, ensayista, filósofo, periodista y académico Jaime Labastida Ochoa fue electo como nuevo director de la Academia Mexicana de la Lengua (http://www.academia.org.mx) en sustitución de José G. Moreno de Alba, mientras que el escritor Ignacio Padilla y el literato colombiano Belisario Betancur fueron aceptados como nuevos miembros de esta institución. Todos ellos tomarán posesión de su nuevo cargo este jueves 24 de febrero, de acuerdo con la sesión plenaria efectuada el pasado viernes 11. Labastida, quien ejercerá el cargo durante cuatro años, nació en Los Mochis, Sinaloa, el 15 de junio de 1939, y el 13 de noviembre de 1997 fue elegido académico de número de la Academia Mexicana de la Lengua a propuesta de José G. Moreno de Alba, Ruy Pérez Tamayo y Eulalio Ferrer. Desde entonces ocupa la silla XXVII, en la que le precedieron Alfonso Méndez Plancarte y Antonio Gómez Robledo. Asimismo, en 2004 fue el decimosegundo tesorero de la academia y director adjunto desde el 13 de noviembre de 2008 a la fecha. Doctor en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), Labastida es además académico correspondiente de la Real Academia Española (RAE, http://www.rae.es), de la Cubana de la Lengua (http://www.acul.ohc.cu) y de la Norteamericana de la Lengua Española (http://www.anle.us). Entre sus obras poéticas destacan Animal de silencios (1996), Elogios de la luz y de la sombra (1999) y La sal me sabría a polvo (2009). Fuente: Notimex *** Mario Vargas Llosa dará clase magistral en México El Premio Nobel de Literatura 2010, el peruano-español Mario Vargas Llosa, dictará el próximo 2 de marzo la conferencia “Poder y educación superior” en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM, http://www.uam.mx), en Ciudad de México, un evento organizado por la red de colaboración interuniversitaria Universia (http://www.universia.net), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta, http://www.conaculta.gob.mx), la Alianza Educativa Eureka (http://www.alianzaeducativaeureka.org) y la universidad anfitriona. El autor de El sueño del celta se presentará ese día en la explanada de la UAM ante la comunidad universitaria y la prensa, tras reunirse de manera privada en un desayuno a puerta cerrada, en la Rectoría General de esa casa de estudios, con cerca de cuarenta representantes del ámbito educativo superior de México. Con el claro objetivo de ampliar el espacio del conocimiento y abrir el debate sobre la educación superior a otros sectores, como el intelectual, Universia ha realizado encuentros entre rectores e importantes pensadores contemporáneos para dialogar sobre temas relevantes en materia de educación superior. Estas mesas han contado con la participación de personajes como Edgar Morín (diciembre de 2007), Fernando Savater (octubre de 2008) y Carlos Fuentes (febrero de 2010), entre otros. La conferencia magistral de Mario Vargas Llosa será transmitida en vivo a través de http://mesaderectores.universia.net.mx. Fuente: Universia *** Ibiza se convierte por cuarta vez en Puerto Mediterráneo del Libro La cuarta edición del Encuentro Internacional de Literatura Puerto Mediterráneo del Libro (http://puertomediterraneodellibro.blogspot.com), que organizado por el Ayuntamiento de Eivissa (http://www.eivissa.es) se celebrará del 3 al 13 de marzo y se centrará en dos figuras: el reciente Premio Nobel de Literatura, el escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, y el argentino Jorge Luis Borges, en un homenaje que recuerda que el próximo 14 de junio se cumplen veinticinco años de su muerte. Este año Puerto Mediterráneo del Libro apuesta también por la difusión y producción de literatura en lengua catalana, un hecho que permitirá conocer de primera mano la obra de Llorenç Ponç Pons, nombrado escritor del año 2011 de las Islas Baleares. Por primera vez la declaración de escritor del año ha recaído sobre un poeta menorquín, con una de las trayectorias literarias en lengua catalana más consolidadas. Llorenç Pons dará el pistoletazo de salida al encuentro literario con una conferencia el jueves 3 de marzo, a las 20 horas, en la Biblioteca del Museo Arqueológico. La sesión inaugural del IV Encuentro Internacional de Literatura Puerto Mediterráneo del Libro será en Can Ventosa el martes 8 de marzo a las 20:30 horas. La presentación correrá a cargo de la alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, y del director del encuentro, Gabriel Torres Chalk. Habrá, asimismo, una actuación musical de Projecte Mut. El miércoles 9, a las 11, será inaugurada en el Centro Cultural Ebusus la Exposición Bibliohemerográfica en homenaje a Jorge Luis Borges, organizada por el Centro de Arte Moderno de Madrid (http://www.centrodeartemoderno.net). A las 12, Claudio Pérez pronunciará su conferencia “Jorge Luis Borges en las Islas Baleares” en el mismo centro cultural. A las 18 las actividades se trasladarán a la Sala des Polvorí, donde Maria Antònia Oliver hará una lectura de poesía tras la presentación a cargo de Helena Alvarado. A las 19 será inaugurada la exposición fotográfica “Les portes del port” a cargo de Víctor Prieto, con Gabriel Torres Chalk como comisario. También será proyectado el filme Coagulate, de Mihai Grecu y presentado por Torres Chalk. El jueves 10, a las 12 del día, el historiador y periodista argentino Pablo Cingolani (http://www.letralia.com/firmas/cingolanipablo.htm) presentará, en la Sala des Polvorí, su conferencia “El Amazonas y la literatura”. A las 18, en la Biblioteca de ses Figueretes, Jorge Eduardo Benavides pronunciará una conferencia sobre Mario Vargas Llosa, con presentación de Efraín Espinoza. A las 20, en la Bodega César Winery, Reinhard Huamán presentará su libro Fragmentos de fuego. Habrá una presentación musical del saxofonista Ivan Myslikovjan. El viernes 11 se inician las actividades a las 12 con una conferencia de Nieves Vázquez sobre Jorge Luis Borges y Roberto Bolaño, en la Sala Cultural Ebusus. A las 17:30 se realizará en la Sala des Polvorí la presentación del cortometraje Memoria del Puerto II, un proyecto en colaboración entre Puerto Mediterráneo del Libro, Pauxa y el Ayuntamiento. La actividad contará con la presencia de Vicent Ferrer, teniente de alcalde del Ayuntamiento, Gabriel Torres Chalk, director del encuentro, y Pablo Alcántara, director de Pauxa. A las 18 habrá un recital en la Sala des Polvorí con Francesc Parcerisas, Hilari de Cara, Helena Tur, Toni Roca. Música a cargo de Joan Morenu y Numa Villarreal, presentados por Carles Fabregat. A las 20, Perfecto Cuadrado pronunciará en la Biblioteca del Museo Arqueológico una conferencia sobre Llorenç Ponç Pons, escritor del año 2011 de las Islas Baleares, con presentación de Enric Tur. A las 21 la Cafetería Es Vermell acogerá una actuación de Yolanda Castaño, presentada por Gabriel Torres Chalk. El sábado 12, a las 11, en la Sala Cultural Ebusus, será presentado el libro Imagen de Raúl Zurita: la Vislumbre del Paraíso, de Gabriel Torres Chalk, quinta edición de la colección “Islemas: Palabra de Poeta”, publicado por Del Centro Editores (http://www.delcentroeditores.net), de Madrid. La presentación será a cargo del editor Claudio Pérez Míguez. Intervendrán el autor y el saxofonista Ivan Myslikovjan. A las 17, en la Librería Hipérbole, se celebrará una mesa redonda sobre Mario Vargas Llosa, con Jorge Eduardo Benavides y Nieves Vázquez y moderación de Reinhard Huamán. Luego, a las 19, el Club Diario de Ibiza acogerá una lectura poética de Juan Carlos Mestre, con presentación de Vicente Valero, y a las 20, la conferencia “En defensa del Amazonas”, con Pablo Cingolani. Finalmente, el domingo 13 de marzo a las 18:30 se realizarán en la Sala des Polvorí las actividades “Palabra de dramaturgo”, con Pepita Escandell y Vicent Ferrer, y “Palabra de narrador”, con Fani Tur Riera. A las 20, Biel Mesquida protagonizará una lectura, con presentación de Helena Alvarado y actuación del saxofonista Joaquín Luzón. Luego se realizará el acto de clausura, con la intervención de Gabriel Torres Chalk, director del encuentro, y Vicent Ferrer, teniente de alcalde del ayuntamiento. Fuente: Web del evento *** Ensayo y narrativa premiados en México Los escritores mexicanos José Manuel Mateo y Omar Alejandro Delgado Vázquez obtuvieron, respectivamente, los Premios Internacionales de Ensayo y Narrativa convocados por Siglo XXI Editores (http://www.sigloxxieditores.com) y diversas instituciones de México. La ceremonia de premiación se realizará el jueves 3 de marzo, a las 17 horas, durante la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (http://feria.mineria.unam.mx). El Octavo Premio Internacional de Ensayo, convocado por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS, http://www.uas.edu.mx), El Colegio de Sinaloa (http://www.elcolegiodesinaloa.gob.mx) y Siglo XXI Editores, recibió 31 obras y fue concedido a Mateo por su trabajo En el umbral de Antígona: notas sobre la poética y la narrativa de José Revueltas, según decisión de los jueces Adolfo Castañón (http://www.letralia.com/firmas/castanonadolfo.htm), Gabriel Vargas Lozano y Ambrosio Velasco. En el umbral de Antígona... aborda las fuentes y los antecedentes que permiten señalar cómo en el mito, la tragedia y el personaje de Antígona se localiza un nodo cultural que es reconfigurado por el escritor mexicano José Revueltas (1914-1976) como traducción de su programa estético. Revueltas retoma el motivo del cuerpo insepulto para abordar diversas cuestiones: desde la diferencia que separa lo inmanente de lo trascendente, hasta los mecanismos de las burocracias y del poder, no sólo estatal, sino de cualquier forma de poder que se viste de ortodoxia para procurar su reproducción. Mateo es doctor en letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx). Ha dedicado la mayor parte de sus trabajos escritos a la obra de Revueltas, a la vez que se ocupa de algunas manifestaciones de la lírica tradicional y de la poesía mexicana contemporánea. Hasta 2009 se desempeñó principalmente como editor, campo en el que trabajó para Universum (Museo de las Ciencias de la Unam, http://www.universum.unam.mx), la Secretaría de Educación Pública (SEP, http://www.sep.gob.mx) y diversas editoriales de México, Brasil y España. Entre 2004 y 2007 concibió y coordinó las colecciones de divulgación “La Otra Escalera” y “Esonosé” (Castillo-Grupo Macmillan). Entre 2008 y 2009 colaboró en Libros para Soñar, grupo de editoriales que reúne a Kalandraka (http://www.kalandraka.com), Callis (http://www.callis.com.br), Faktoría K de Libros (http://www.kalandraka.com/libros) y obranegra (http://obranegra.blogspot.com). Desde agosto de 2009 se desempeña como profesor-investigador en el Colegio de San Luis (http://www.colsan.edu.mx). Ha publicado el libro de poemas Cierta voz (México, Ambosmundos, 2001), el cuaderno 13 poemas contra el polvo (México, obranegra, 1998) y los libros ilustrados Todo depende (ilustraciones de Margarita Sada, São Paulo, Brasil; Callis, 2007; traducido al chino) y ¿Por qué la noche es oscura? (ilustraciones de Margarita Sada, México; Ediciones Castillo Esonosé, http://www.edicionescastillo.com; 2007). Desde 1998 ha editado de manera independiente libros y cuadernos de poesía bajo el sello obranegra. Delgado Vázquez, por su parte, se hizo merecedor del Séptimo Premio Internacional de Narrativa, convocado por la Dirección de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural de la Unam, El Colegio de Sinaloa y Siglo XXI, por El Caballero del Desierto, por decisión del jurado compuesto por Élmer Mendoza, Rosa Nissan y Carlos Oliva. El libro se alzó sobre otros 58 participantes. El Caballero del Desierto narra la historia de un misterioso pollero conocido con ese apodo, que la policía fronteriza ha tratado de capturar durante diez años, aunque sin éxito, y que se ve obligado a buscar la ayuda de su principal antagonista, el agente fronterizo Alexander Cohen, cuando un sanguinario personaje, El Tecolote, toma como rehenes a varios de sus indocumentados para internarlos en el desierto de Arizona. Delgado Vázquez es licenciado en creación literaria por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (http://www.uacm.edu.mx). Tiene, además, un diplomado en literatura fantástica por la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ, http://www.ucsj.edu.mx), y cursos de redacción básica y redacción avanzada en el Instituto La Realidad, impartidos por el escritor Sandro Cohen. El también guionista ha participado en diversos talleres literarios, entre los que se incluye los de los escritores Alberto Chimal, Guillermo Samperio y Oscar de la Borbolla. En 2005 publicó su novela Ellos nos cuidan (Editorial Colibrí, http://www.editorialcolibri.com). Textos suyos han sido incluidos en la antología poética Así nacieron (Editorial Geiser&Toshka, 2005), en la antología de ensayos sobre cine Amor al terror (Editorial Shamara, 2007), y en la antología periodística Historias de la Ciudad II (UACM, 2009). Encargado desde noviembre del año pasado de la columna semanal de cultura del Diario de Tantoyuca (http://www.diariodetantoyuca.com.mx), en Poza Rica, Veracruz, Delgado Vázquez fue entre 2008 y 2009 editor adjunto de la revista literaria Intravenosa, de la UACM, y ha publicado en diversos medios, entre los que destacan la revista Cultura Urbana, Gótica y portales especializados de Internet. En septiembre del año pasado fue ganador del segundo lugar del concurso de Ensayo “Carlos Fuentes”, convocado por la Universidad Veracruzana (UV, http://www.uv.mx), por el texto Águilas que caen: la mitificación del vencido en la historia de México. Fuente: Siglo XXI Editores *** Festival de Poesía “Grito de Mujer” celebrarán en República Dominicana Con la participación de quince países invitados se realizará durante todo el mes de marzo el primer Festival Internacional de Poesía “Grito de Mujer” del Movimiento Mujeres Poetas Internacional (MPI, http://mujerespoetasinternacional.blogspot.com), fundado por la escritora dominicana Jael Uribe, el cual tendrá como objetivo hacer un llamado de conciencia en diferentes localidades, mediante poemas alusivos a la mujer y su papel en la sociedad, además de llevar mensajes de No violencia contra ésta. El evento será realizado en conjunto con las embajadoras miembros del MPI y entidades culturales copartícipes en diversos municipios y ciudades, incluyendo Luxemburgo, España (Barcelona, Madrid, Murcia, Granada), México (DF, Nuevo Laredo, Tamaulipas), Colombia (Barranquilla, Bucaramanga, Bogotá), Venezuela, Bolivia, Perú (Trujillo, Lima), Panamá, Argentina (Buenos Aires, Rosario), Ecuador, Cuba (Las Tunas), Puerto Rico, Chile, Uruguay y República Dominicana. Poetas, músicos y actores tendrán cabida en el festival. Según sus organizadores, algunos países estarán elaborando antologías entre otras actividades culturales en beneficio de la mujer con los miembros participantes. Entidades culturales, fundaciones, ministerios y ayuntamientos de los países invitados, además de figuras reconocidas de las letras y el arte, han brindado su apoyo. El cierre del festival se realizará en Santo Domingo, República Dominicana, sede del MPI, el 26 de marzo. La coordinación del festival en los diferentes países estará a cargo de los poetas “embajadores de Buena-voluntad” del MPI: Miriam Kruger, Ivonne Sánchez Barea, Carmen Sanjuán, Pedro Vera, Fernando Sabido, Mónica Gameros, Issa Martínez Longueiras, Anna Lasso Tessier, Laura Medina Murillo, Alfredo Enríquez González Barrios, Ainye Pinilla de la Rosa, Eliana Flores P., María Isbelia Alcalá, Karina Luz Bocanegra, Maricruz Díaz, Xiomara Rodríguez Ávila, Alcria Ross, Graciela Mirolo, Mariana Vacs, Rosse Marie Caballero, Dayra Miranda y Lucía del Carmen Orellana. El movimiento Mujeres Poetas Internacional funciona desde la red en sus diferentes vertientes, con más de tres mil seguidores, y un seguimiento directo a doscientas cincuenta mujeres poetas de diferentes países. Fue fundado con el fin de servir de apoyo en la difusión del trabajo de mujeres poetas hispanohablantes en todo el mundo, así como de brindarles herramientas tecnológicas de promoción. Fuente: MPI *** Coleccionistas venezolanos se reunirán en Caracas Hasta el 28 de febrero se recibirán las colecciones, tanto de personas naturales como de organizaciones públicas o privadas, que deseen participar en el Encuentro Nacional de Coleccionismo, que se llevará a cabo en el Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez (http://www.museocruzdiez.com), ubicado en el Parque Vargas, en la avenida Bolívar entre las calles Sur 11 y calle 8, en Caracas, del 3 al 10 de abril. Este espacio, abierto a los aficionados a agrupar y organizar objetos preciados, emblemáticos, raros o históricos arraigados al sentido de pertenencia del coleccionista, está desarrollado por la Fundación Museos Nacionales (FMN, http://www.fmn.gob.ve) y el Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes, http://www.iartes.gob.ve). Para participar es preciso enviar a la dirección de correo electrónico eventocoleccionismo@gmail.com los siguientes datos: nombre, número de cédula, dirección, teléfono y fotografías de la colección. Luanda Barrios, directora de Integración Comunitaria de la Galería de Arte Nacional de Venezuela, explicó que se ha invitado a instituciones públicas y privadas que por la naturaleza de sus colecciones no podrán faltar a esta cita. Entre ellas destacó el Banco Central de Venezuela (http://www.bcv.org.ve); el Instituto Postal Telegráfico de Venezuela (Ipostel, http://www.ipostel.gob.ve) que guarda el patrimonio de filatelia más importante del país; el Centro de la Diversidad Cultural (http://www.diversidadcultural.gob.ve), como institución patrimonial, y algunas instituciones pertenecientes a la FMN, como el Museo de Ciencias. Así mismo, señaló, al Instituto de Patrimonio Cultural (IPC, http://www.ipc.gob.ve), que tiene la colección arqueológica más importante del país, y la Fundación Boulton (http://www.fundacionboulton.com). “Sabemos la trayectoria que tiene esta fundación en cuanto al acervo patrimonial que preserva en sus salas expositivas, que actualmente es un museo que está cerrado por la remodelación”. Barrios enfatizó que los organizadores garantizan el resguardo de las colecciones durante la duración de la muestra, que brindará un seguro a los coleccionistas participantes. La simiente de este evento fue la Feria Internacional de Coleccionismo y Antigüedades desarrollada por el despacho cultural en 2007. En aquella oportunidad se incluyeron las antigüedades y el evento fue en otro formato, participando unos veinte coleccionistas. Ahora no se trata de una feria sino de una gran exhibición y un encuentro. Por los momentos se han recibido dieciséis colecciones. Fuente: Iartes *** Publicarán segunda edición del Mapa poético de México Hace dos años fue publicada la compilación Del silencio hacia la luz: Mapa poético de México, poetas nacidos en el período 1960-1989, un trabajo que, como informamos en nuestra edición 193 (http://www.letralia.com/193/entrevistas02.htm), fue desarrollado por un equipo en cuya coordinación estuvo el poeta Adán Echeverría (http://www.letralia.com/firmas/echeverriaadan.htm). Ahora, y con la colaboración de la poeta Ileana Garma, se ha abierto la convocatoria para una segunda edición en la que tendrán cabida autores que no pudieron ser incluidos en la primera. Al igual que en su primera edición, el Mapa poético de México tiene el objetivo de reunir en un documento a la mayoría de los poetas contemporáneos de nacionalidad mexicana, y ordenarlos de acuerdo a su lugar de nacimiento, para mirar el desarrollo poético que se presenta en este país. Se dará prioridad a autores que no fueron incluidos en la primera edición. La convocatoria está abierta a poetas mexicanos —o radicados en México por un período mínimo de diez años—, nacidos entre 1960 y 1992 y que vivan en el país o en el extranjero. Los autores deben haber publicado al menos un libro de poesía o una plaquette, o haber ganado un premio de poesía. Ambos requisitos independientemente de que sea a nivel estatal, regional o nacional (aunque no se considerarán premios locales de escuelas de nivel medio superior). Igualmente, los autores deben haber publicado poemas, cuando menos una sola vez, en alguna revista indexada en el Sistema de Información del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (SIC Conaculta, http://sic.conaculta.gob.mx). Los interesados deberán enviar, antes del 30 de abril, hasta seis cuartillas de su trabajo poético, junto con una fotografía del rostro del autor, de preferencia en blanco y negro, con una resolución mínima de 300 dpi. El material debe acompañarse de una ficha biobibliográfica (en formato .doc o .rtf) en la que figuren el nombre completo, el nombre artístico (con el que firma sus trabajos poéticos), lugar y año de nacimiento, estudios realizados, obra publicada (título de obra, editorial y año de publicación), premios recibidos, becas de arte obtenidas, antologías que incluyen su obra, y nombre de las revistas en que ha sido publicado (nombre de revista, lugar donde se edita). Al enviar sus trabajos poéticos y su ficha, los autores dan el consentimiento a los editores para incluir su obra exclusivamente en la compilación, sin perder en ninguna forma los derechos sobre sus propios textos. Además la compilación será alimentada con base en investigación, citándose las fuentes bibliográficas. Tanto las fichas como los trabajos deberán serán enviados a la dirección electrónica garmafilica@gmail.com, de la poeta Ileana Garma, compiladora del proyecto. Se espera que el Mapa poético de México, que cuenta con el apoyo del Centro Yucateco de Escritores (http://www.cyeac.org), esté listo el 1 de agosto. Cada autor recibirá dos ejemplares de un disco compacto contentivo de la publicación y deberán pagar únicamente los costos de envío. Fuente: Organizadores del proyecto *** XIV Feria de Santo Domingo tendrá al Vaticano como Invitado de Honor Las personalidades homenajeadas serán los jesuitas monseñor Francisco J. Arnaiz y el padre José Luis Sáez. La XIV Feria Internacional del Libro de Santo Domingo (http://www.ferilibro.com), que bajo el lema “Leer te lleva lejos” se celebrará en la capital dominicana del 4 al 22 de mayo, tendrá como Invitado de Honor al Vaticano, en conmemoración de los quinientos años de constitución de las diócesis de Santo Domingo y La Vega, y será dedicada a monseñor Francisco J. Arnaiz y al padre José Luis Sáez. Al hacer el anuncio, el ministro dominicano de Cultura (http://www.cultura.gov.do), José Rafael Lantigua, señaló que monseñor Arnaiz “ha sido por varias décadas una de las columnas intelectuales de la Iglesia Católica, con una importante hoja de vida como prelado de grandes luces, estudioso de los fenómenos sociales y escritor de obras donde se refleja una pluma exquisita y un analista de fuste”. Por otra parte, dijo que “el padre José Luis Sáez es, hoy por hoy, el escritor católico más importante en la historia eclesial dominicana, autor de obras diversas, tanto en el campo de la investigación histórica como en el estudio de los aportes a la sociedad de importantes figuras de la Iglesia”. Indicó además que es uno de los introductores del análisis cinematográfico en la República Dominicana, “algo que merece ser resaltado en momentos en que el cine se convierte al fin en una industria de gran futuro en nuestro país”. Lantigua recordó que ambos sacerdotes pertenecen a la Compañía de Jesús, “orden sacerdotal que ha jugado roles importantes en la sociedad dominicana, desde distintos ángulos, por lo que, en alguna medida, el reconocimiento a monseñor Arnaiz y al padre Sáez constituye un homenaje a la congregación fundada por san Ignacio de Loyola”. Monseñor Arnaiz, de 86 años, nació en Bilbao, España. Realizó estudios de filosofía, teología y humanidades clásicas. Ordenado sacerdote en 1955, laboró en Cuba, y llegó a Santo Domingo en 1961. Trabajó apostólicamente en sus primeros años en República Dominicana con sindicalistas, empresarios, campesinos y estudiantes universitarios, fundando el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS). Ha sido rector del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino (http://www.seminariosantotomas.org), secretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED, http://www.ced.org.do) y en 1989 fue ordenado obispo auxiliar del Arzobispado de Santo Domingo (http://www3.arzobispadosantodomingo.org). Antes de establecerse en República Dominicana, hace cincuenta años, laboró y estudió en Salamanca, Santander, La Habana, Puerto Rico y Dublín, Irlanda. Es autor de numerosos libros, entre ellos Datos y análisis para la historia (1981), Más luces que sombras (1989), San Ignacio de Loyola, por dentro (1991), Bitácoras, yelmos y cruces (1992), Jesús de Nazareth, fisonomía, nombres y títulos (1996), Palabras breves y palabras largas (1999), San Ignacio de Loyola, maestro de la vida en el espíritu (2001) y La madurez de los pueblos exige tiempo (2006). Por su parte, el padre José Luis Sáez, de 74 años, nació en Valencia, España. Desde que era adolescente reside en Santo Domingo, adquiriendo la nacionalidad dominicana en 1967. Realizó estudios de humanidades en la Universidad de Fordham (http://www.fordham.edu), en Nueva York; de teología en el Woodstock College, de Maryland; y de televisión y cine en la Universidad de Columbia (http://www.columbia.edu). Fue ordenado sacerdote en 1970, y entre 1967 y 1973 ejerció la crítica de cine en diversos diarios de República Dominicana. Dictó cursos de cine y comunicación social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD, http://uasd.edu.do) y en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (http://www.pucmm.edu.do). Entre sus obras se cuentan Teoría del cine: apuntes sobre el arte de nuestro tiempo (1974), Un mártir brotó del Cabo (1978), Testigos de la esperanza (1979), Historia de un sueño importado: ensayos sobre el cine en Santo Domingo (1982), La Iglesia y el negro esclavo en Santo Domingo (1994), Los hospitales de la ciudad colonial de Santo Domingo (1996), Papeles del padre Fuertes (1989), Apuntes para la historia de la cultura dominicana (1997), La formación sacerdotal en Santo Domingo, desde el Concilio de Trento a la fundación de la República (1999) y El vicario apostólico Santanché (2009), entre otras. Ha biografiado además a importantes hombres de la Iglesia, como monseñor Ricardo Pittini, el arzobispo Portes, el padre Fantino y el arzobispo Mena, entre otros. El homenaje que les rendirá el Ministerio de Cultura de República Dominicana a ambos sacerdotes, incluirá conversatorios sobre su quehacer literario y aportes a la sociedad dominicana, un pabellón en su honor y la publicación de una selección de sus obras. *** Uruguay recibirá a poetas y narradores “de las dos orillas” Del 4 al 8 de mayo se realizará en el Hotel Ámsterdam Punta del Este (http://www.hotelamsterdampunta.com), en Uruguay, la décima edición del Encuentro Internacional “Poetas y Narradores de las Dos Orillas” 2011, evento en cuyo marco se desarrollará una serie de mesas de lectura, conferencias, presentaciones de libros y promoción de obras de literatura infantil, así como un festival de las artes y un coctel de gala. El encuentro, cuyo país homenajeado este año es Chile, concederá a dos escritores, por su trayectoria, las distinciones “De las Dos Orillas 2011” —creadas en memoria de Jorge Teillier Sandoval (Chile) y Florencio Sánchez (Uruguay)—, y a otros dos escritores, por su labor cultural y de promoción de la literatura infantil, sendas distinciones especiales —en memoria de Victoria Ocampo (Argentina) y Marcela Paz (Chile). Para esta edición del evento han confirmado su presencia autores de Argentina, Brasil, Estados Unidos, México, Perú, Puerto Rico y República Dominicana, así como el país homenajeado, Chile, y el país anfitrión, Uruguay. Además, tendrán una participación especial los alumnos de las escuelas Nº 2 y Nº 5 de Punta del Este, y de los colegios Padre Pío (Maldonado), Instituto San Carlos (San Carlos) y Pocitos Day School (Montevideo), quienes leerán trabajos de su autoría. Todos los participantes —narradores y poetas— deberán inscribirse para participar en las mesas de lectura, así como aquellos que propongan una ponencia o la presentación de su libro. Las mesas de lectura estarán integradas por cinco escritores y cada participante dispondrá de diez minutos para la lectura de sus obras. Quienes deseen integrar estas mesas deben inscribirse lo antes posible y suministrar uno o dos de los textos que leerán. Quienes propongan dictar una conferencia deberán enviar al Comité Organizador del Encuentro un resumen de la misma, agregando un breve currículum del expositor. El Comité Organizador seleccionará un máximo de cuatro ponencias, que serán expuestas durante el encuentro, para lo cual se otorgará 45 minutos a cada expositor. Los aranceles, tanto para la inscripción como para la participación con ponencias o presentaciones de libros, tendrán un costo de 100 dólares. Los participantes residentes de Uruguay abonarán 2.000 pesos por el mismo concepto. Aquellos escritores que deseen participar en mesas de poesía y narrativa (los dos géneros) deberán sumar al arancel un costo adicional de 50 dólares, o 1.000 pesos uruguayos si son residentes del país anfitrión. La inscripción se podrá abonar hasta en 3 cuotas: la primera al momento de inscribirse, la segunda el 10 de marzo y la tercera el 10 de abril. Para facilitar el alojamiento de los escritores que así lo requieran, se ha diseñado un paquete que incluye hotelería y comidas y que se pone a disposición de los interesados, quienes podrán solicitar mayor información llamando a los números (00598) 42 480749 (Punta del Este) o (00598) 94 314683, o escribiendo a delasdosorillas@yahoo.com.ar. Fuente: Organizadores del evento *** Un congreso rendirá homenaje a Antonio Gálvez Ronceros en Lima Del 26 al 28 de octubre se realizará en Lima, Perú, el Congreso Internacional sobre Literatura Afroperuana y Afrolatinoamericana Homenaje a Antonio Gálvez Ronceros, evento organizado por la Escuela de Literatura de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional Federico Villarreal (http://www.unfv.edu.pe) y el Grupo de Estudios Literarios Latinoamericanos “Antonio Candido” (Gellac, http://gellac-unfv.blogspot.com). Entre otros objetivos, el congreso pretende analizar la manera como se ha reflexionado desde la literatura en torno a las culturas afrodescendientes ancladas en el Perú y Latinoamérica; cómo se ha representado a estas culturas y a los sujetos que forman parte de ellas, y la contribución de estas representaciones a los proyectos políticos e identitarios de los afrodescendientes. El autor homenajeado, el docente y escritor peruano Antonio Gálvez Ronceros (Chincha, 1932), está considerado como el creador de una nueva vertiente en la literatura peruana, a partir de una fresca interpretación del habla popular de raíz afro de su tierra costeña, Chincha, pueblo de ambiente rural del Sur Chico de la costa peruana. Con sus libros de cuentos, Los ermitaños y Monólogo desde las tinieblas, Gálvez Ronceros ha hecho un indiscutible aporte al cuento peruano, al darle expresión escrita al habla de la población afrodescendiente de ese país. “Gálvez Ronceros no sólo es un buen narrador de historias cortas, sino que, después de Ribeyro, es el más notable cuentista de la Generación del 50”, afirma Miguel Gutiérrez en su libro Generación del 50: un mundo dividido. Ganador del primer y segundo premio del concurso “José María Arguedas” convocado en 1974 por la Asociación Universitaria Nisei del Perú, y del primer premio de cuento y segundo de periodismo en los concursos de la Municipalidad de Lima (http://www.munlima.gob.pe) en 1982, el autor también tiene historias ambientadas en escenarios urbanos, que se encuentran en sus libros Historia para reunir hombres y Cuadernos de agravios y lamentaciones. Visibilidad e invisibilidad de la cultura negra en el Perú y América Latina; narrativa, poesía y teatro afrolatinoamericanos; investigaciones sobre Antonio Gálvez Ronceros; etnicidad y raza e identidad en la literatura negra peruana y latinoamericana; cultura y tradición oral negra en el Perú y el resto de América Latina; escrituras de lo negro y sobre lo negro en el Perú y el resto de América Latina; invenciones del yo negro: crónicas, diarios, memorias, testimonio e historias de vida; subalternidad y poscolonialidad; estudios de género, y estudios de performance son los temas propuestos por los organizadores. Las propuestas de mesas y ponencias deberán ser enviadas vía correo electrónico antes del 10 de setiembre de 2011. Deberán incluir el título, el resumen (máximo 250 palabras, formato Word), la afiliación institucional del ponente, grado académico, y un breve currículum del autor. La extensión de las ponencias completas no deberá ser mayor de 9 cuartillas a doble espacio, lo que equivale a 2.500 palabras y 20 minutos de lectura. Asimismo, se deberá adjuntar la reseña biobibliográfica del ponente. Los ponentes interesados en que sus trabajos formen parte de una publicación sobre el tema, deberán enviar a gellac@gmail.com, hasta el 15 de octubre de 2011, dos documentos adjuntos en formato Word: uno, sin nombre personal, con el título y el texto del artículo (5.000 palabras aproximadamente); otro, con el título del artículo y los datos personales. Las propuestas serán sometidas a la evaluación de un consejo editorial y a un comité ciego. La inscripción y certificación para ponentes y asistentes sin certificado son gratuitas. Para asistentes que requieran certificados, tendrá un costo de cinco soles. Fuente: Organizadores del evento *** La música del Caribe se encontrará en Coro Del 21 al 24 de septiembre se celebrará en la ciudad venezolana de Coro, capital del estado Falcón, el Festival Mundial de Música y Canto del Caribe, Coro 2011 (http://festivalmusicaycantocaribe.blogspot.com), un evento que reunirá a músicos, cantantes, compositores musicales, historiadores, investigadores, críticos de la música, escritores y poetas de los países de la región caribeña. El festival da continuidad a uno similar realizado en 1970 en esta misma ciudad, que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, http://www.unesco.org) en virtud de constituir un patrimonio arquitectónico único por el empleo del barro y la combinación de estilos constructivos tradicionales venezolanos e influencias de los países de las Antillas Neerlandesas. Las actividades se iniciarán el miércoles 21 de septiembre a las 9 de la noche con palabras de bienvenida a cargo del presidente de Venezuela, teniente coronel (r) Hugo Chávez Frías, y del doctor René Rosalía, ministro de Cultura de Curazao. A continuación se desarrollará un programa cultural que incluirá la realización de Las Turas —un ritual indígena para agradecer las cosechas a la naturaleza—, el “Concierto de los mil tambores, de la sierra, el llano y la costa” y diversas dramatizaciones de hechos y personajes históricos ligados a la región, como la insurrección de José Leonardo Chirino y José Caridad González, el desembarco de Miranda en La Vela, Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Josefa Camejo, entre otros. El jueves 22, a las 3 de la tarde, las calles de la ciudad verán pasar el desfile caribeño “Los niños le cantan al Caribe”, que terminará en el Estadio Municipal de Coro, donde se realizará un espectáculo con danzas, música, canto y poesía. El viernes 23, durante todo el día, se celebrará un recorrido por la Ruta Bicentenaria, con recitales de poesía y canto en escuelas, centros de trabajo y demás espacios seleccionados en los municipios del escenario histórico-cultural. Finalmente, el sábado 24 se realizará un nuevo desfile por las calles de la ciudad que terminará en el Estadio Municipal, donde se ofrecerá un acto de clausura. Como parte del evento, del 22 al 24 se estará realizando el Simposio Internacional “Joel James: el Caribe entre el ser y el devenir”, cuyos participantes discutirán sobre los temas que conformaron el área de estudio del investigador cubano Joel James Figarola (La Habana, 1942; Santiago, 2006): procesos históricos del Caribe, la identidad nacional, las herencias que han dado forma al ciudadano contemporáneo del Caribe. También se analizarán la obra literaria y los aportes de James Figarola al estudio de estos temas. Fuente: Organizadores del evento ||||||||||||||||| ESPECIAL: DAVID SÁNCHEZ JULIAO |||||||||||||||| El pasado 9 de febrero murió David Sánchez Juliao, uno de los más destacados escritores colombianos. En este especial de la Tierra de Letras, dos autores dan fe no sólo de la calidad de su trabajo literario y del inmenso valor de su actividad cultural, sino también de su vasta dimensión humana. Desde los predios de la amistad, Naudín Gracián Petro se extraña de que Sánchez Juliao fuera considerado un hombre “creído, de difícil acercamiento”. Por su parte, Jorge Alonso Cotera lo recuerda como un ser imaginario, “un coloso contador de historias que se atrevió a cruzar la línea de la estética, a escribir y narrar en un simpático estilo para muchos y grotesco para otros”. === David Sánchez Juliao y el mundillo intelectual ======================== === Naudín Gracián Petro ================================================== —Y cómo te has sentido con esto de la muerte de David Sánchez Juliao. —La verdad verdad es que no me afecta para nada. Ese tipo para mí no era ni siquiera escritor. Esa respuesta en boca de un aprendiz de narrador, profesional en ciencias del lenguaje, profesor universitario y candidato a magister en literatura del Caribe, me turbó sobremanera. Si la hubiera expresado alguien que no sólo desconociera el tema y al personaje, sino que incluso no le interesara, no tendría importancia alguna y hasta fuera de esperarse. Mientras el país, y sobre todo las personalidades de la cultura del interior reconocen la gran pérdida que es la muerte de David Sánchez Juliao, muchos del mundillo intelectual del departamento de Córdoba se expresan con displicencia sobre este gran personaje. Y no pueden hacerlo sino desde la falta de conocimiento de su obra escrita y grabada, y de su trabajo como conferencista. Si tuviera la oportunidad le comentaría a ese joven que puedo incluso aceptarle que no considere a David un gran escritor, pero decir que “no es ni siquiera escritor”... E incluso puedo aceptar que no lo considere escritor, pero eso no es óbice para que se reconozca su gran aporte cultural y sociológico, su titánica y quijotesca labor, contra viento y marea, dentro y fuera del país, durante más de 30 años, como nadie, para que el mundo valorara la cultura caribe tal y como es, para que los costeños nos aceptáramos, nos reafirmáramos y sintiéramos orgullosos de ser como somos; para que reconociéramos la valía de su portentosa voz, su talento único con la oralidad, su agudeza para el humor, su labor pedagógica en las aulas, en sus conferencias y talleres, en sus grabaciones, en sus entrevistas, en sus apariciones en los medios de comunicación. Porque cada palabra de David Sánchez destilaba amor por la costeñidad, inoculaba razones para la reafirmación de nuestra cultura. Y eso hoy en día es fácil hacerlo entre nosotros, donde con ese tema se cosechan aplausos por el simple hecho de que nos sentimos identificados con lo que se dice. Pero David lo hizo más que todo en el interior del país, en cachacolandia, donde muchos se sentían ofendidos por su ensalzamiento de la costeñidad. Y también alrededor del mundo, porque donde iba, David reafirmaba, antes que su condición de colombiano, su condición de hombre caribe. Lo que casi nadie recuerda es que en los tiempos en que David Sánchez empezó a abrir sendero para la reafirmación de nuestra idiosincrasia, ser costeño era motivo de burla y de vergüenza; tratábamos de que nuestros interlocutores interioranos no se dieran cuenta de que éramos costeños y por eso quien pretendía posar de “civilizado” aprendía a hablar cachaco. Hoy no dimensionamos la magnitud del atrevimiento de David Sánchez Juliao cuando en esos entonces irrumpió en el mundo intelectual del país con sus cuentos escritos y grabados que mostraban con orgullo que ser costeño era valioso para la sociedad y la cultura. Lo más doloroso para mí de que haya intelectuales y personas afines a la cultura que piensen como este muchacho, es que se trata de una persona que ha representado infinitamente más de lo que ellos y yo somos para nuestra región, el país y la humanidad. ¡Cuánto quisiera yo haber hecho un pequeño porcentaje de su aporte! O siquiera haber escrito una de sus obras más ignoradas pero que demuestra no sólo el talento incuestionable de David, sino su coherencia absoluta en su preocupación por lo que somos. Hablo de la canción “El indio sinuano”. El caribeño que no reconozca la obra de David Sánchez Juliao como de peso literario, de todas formas está en el deber de escudriñarla como el gran ensayo propositivo sociológico sobre nuestra cultura que es. David Sánchez Juliao: un tipo difícil Bajo la sorpresa y estupor ante su muerte reciente e inesperada, quiero referirme a algo que normalmente no se menciona vecino el deceso de un personaje reconocido como lo fue David Sánchez Juliao: el aspecto más negativo suyo, aquel en el cual la gente que no lo quería (mucho de nuestro odio es producto de la ignorancia) más hincaba sus dientes cuando estaba vivo, el mismo del que nadie habla luego de que ha muerto. Me refiero a que era vox populi que David era un tipo creído, de difícil acercamiento. Siempre que alguien me lo decía, y me lo dijeron muchas veces, yo sentía cierto orgullo, esperanzado en que fuera verdad, porque eso me daba cierto toque especial, me apartaba un poco del montón: de la mucha gente que supuestamente no alcanzaba a entrar en su círculo de afecto, aunque lo intentaran. Porque sucede que David Sánchez Juliao me ofreció su amistad como si no se diera cuenta, como si nunca hubiéramos estado sin conocernos. Resulta que por el año 2002 o 2003 llegó a Montelíbano a dictar una de sus afamadas y disfrutadas charlas sobre lo importante que es el hecho de que nos sintamos orgullosos de lo que somos. Asistí como un parroquiano más, conocedor, eso sí, de parte de su obra grabada, escrita y televisada. A la salida vencí la timidez para acercármele y pedirle un favor que uno, sabedor de cómo son las cosas con los escritores reconocidos, casi nunca hace: que leyera algo, aunque fuera unas pocas páginas, de Las razones de Teresa, una novela que entonces escribía con cuatro estudiantes de bachillerato, en un experimento que empecé con poca fe pero que ya entonces me tenía entusiasmado. Entre el montón de fanáticos y noveleros que querían untarse de su gloria, tomándose una foto con él o simplemente acercársele para que la gente los viera a su lado, me dijo un “Claro que sí. Ni más faltaba”, que yo, naturalmente, no creí sincero. Para mi sorpresa, a los pocos días se comunicó conmigo para hacerme llegar un respetable texto sobre la novela inédita que le entregué. Para mayor sorpresa, a los pocos días me llamó diciéndome que estaba en Montelíbano y que había ido para que habláramos y le presentara a los jóvenes coautores de la obra. Fuimos a la casa donde se hospedaba, y como tenía inconvenientes para concentrarse en su charla con nosotros, salimos y caminamos por las calles de Montelíbano, nos sentamos en el parque central y hablamos rodeados por los coteros, transeúntes, transportadores y vendedores ambulantes que frecuentan este sitio: parroquianos cualesquiera disfrutando el aire libre. De manera que con David la cosa fue al revés de lo normal: en vez de haber hecho una presentación de mi obra por el hecho de ser amigos, nos hicimos amigos gracias a su sensibilidad hacia una obra mía que le gustó. Luego me llamaba para hablar sobre literatura y sobre nada, algunas veces me decía que porque le sobraban minutos del plan: fue la primera vez que se me calentó la oreja hablando más de 30 o 50 minutos seguidos por celular. Un día me llamó un señor que yo no conocía, para comunicarme que era el dueño de una prestigiosa librería y que le haría el lanzamiento de su reciente novela de entonces: Dulce veneno moreno, publicada por Planeta. Me manifestó que el escritor había pedido que me contactaran porque quería que fuera yo quien presentara su obra. Así tuve uno de mis 15 minutos de gloria porque, ante unas 500 seguidores, más algunas personalidades, los medios y las cámaras, en una región en la que quien cuente con más de 50 personas de público en un acto cultural debe darse por bien servido, presenté su novela. (Recuerdo que, en esa ocasión, una alta autoridad de la cultura departamental pensó que yo me había equivocado sentándome en la mesa principal). Y cuando volvió a Montelíbano me llamó, se salió del asedio de quienes lo habían llevado como una personalidad, para simplemente tomar gaseosa y para que habláramos; y cuando venía a Montería me llamaba para ver si nos veíamos (algunas veces no pude), y me consultó con años de anticipación su idea de lanzarse al Senado, y leía los textos míos que aparecían en la prensa y me escribía sobre ello, y leyó varios libros míos inéditos, y me enviaban ejemplares de sus obras grabadas y escritas, casetes, discos compactos de sus charlas. Y como la gente seguía diciéndome que era un tipo orgulloso, impenetrable, elitista, me preguntaba qué encontraba David en mí para su gesto espontáneo de ser mi amigo, o por qué razón la gente decía lo que decía de él. Recientemente, me había hablado de un pecadillo secreto suyo, que casi le causaba vergüenza: escribía poesía. Me comentó de su interés en publicar un librito de poemas, pero en una edición algo clandestina, en Lealon, para los amigos. Quería una edición personal, pagada por él para que no se supiera mucho. Y, sí señor, hace poco me envió, impreso a computador, su libro de poemas, dizque para que yo se lo corrigiera y le indicara cosas para trabajarlo, pues confiaba en mi buen criterio. Alguien seguramente encontrará ese texto rayado y comentado atrevidamente por mí, bajo el ala protectora de su incentivación a que le encontrara defectos. Y se los encontré, aunque seguramente no existieran. Y ahora que con seguridad no recibirá sino elogios, a su obra y a su persona, vuelvo a sentir la esperanza de que en realidad haya sido orgulloso, elitista, una persona impenetrable, porque eso me convertiría en una persona excepcional, ya que recibí su afecto sin que nunca haya sabido por qué. Tal vez porque en realidad era su forma normal de tratar a la gente. ** Naudín Gracián Petro ngracian@hotmail.com Docente colombiano (Montelíbano, Córdoba, 1967). Es licenciado en educación inglés español de la Universidad de Antioquia (http://www.udea.edu.co), y especialista en pedagogía de la lengua escrita de la Universidad Santo Tomás (http://www.usta.edu.co). Sus textos han aparecido en numerosos periódicos y revistas como El Colombiano (http://www.elcolombiano.com), El Universal (http://www.eluniversal.com.co), El Meridiano (http://www.elmeridianodecordoba.com.co), Universidad Cooperativa de Colombia (http://www.ucc.edu.co), El Túnel (http://www.grupoculturaleltunel.com/html/revista_el_tunel.html), Lingüística y Literatura (http://abbrr.com/g6) de la Universidad de Antioquia, Noventaynueve (http://www.revistanoventaynueve.org) y otros, así como en múltiples páginas de la Web. Ha publicado Los muertos valen lo que pesan sus recuerdos (cuentos, 1991), Con los cuerpos enredados (cuentos, 1992), La realidad de cada día (relatos, 1994), Agar e Ismael (novela, 3 ediciones), Las cosas del profesor Tirado (didáctico, 5 ediciones), Un amor para el olvido (novela, 3 ediciones), La propiedad (novela, 2003), Las razones de Teresa (novela a 10 manos, 2 ediciones) y Cuentos para tener en cuenta (3 ediciones). Ha obtenido, entre otros, el primer lugar en el Concurso de Cuento Fernando González (Medellín), en el Concurso de Cuento Tiempos Nuevos (Sincelejo) y en el Concurso de Obras Literarias Concejo de Medellín. === El último de mis seres imaginarios Jorge Alonso Cotera =========== Era yo un niño de apenas 9 años cuando me sorprendió la muerte de un personaje que a duras penas había reconocido en un texto algo extraño para mí. Uno de mis hermanos conservaba entre sus libros un ejemplar de Editorial Bruguera con el nombre de El libro de los seres imaginarios, y debajo de unas negras letras góticas, el nombre del mayor de esos seres, Jorge Luis Borges, un dios para mí. Hoy rebusco entre sus textos interesantes fragmentos que luego comparto con mis estudiantes y algunos amigos; y en algunas pausas de mi fatigante labor, sigo escuchando sus audios, en su propia voz, que probablemente sea una prolongación pálida de su pluma. Hace poco, el 17 de mayo de 2009, me vuelve a sorprender la despedida de otro de mis seres imaginarios, que quizá tenga con el primero pocas cosas en común, pero que, a mi manera de ver, esas pocas cosas se ven multiplicadas por el gusto por la poesía y el fantástico estilo de conjugar la compleja intelectualidad con la sencilla rutina. Los textos de Mario Benedetti me inundaron la mente justo en el momento en que sexualizaba mi pensamiento, por eso no resultó difícil disfrutar de sus cuentos, de sus dramas y de su poesía. Cómo disfruto compartiendo con mis estudiantes de matemáticas su “Triángulo isósceles”, que a su vez lo compartió conmigo uno de mis maestros; o leyendo en voz alta “Beatriz, la polución”, para mis hijas o para las niñas de mis cursos. A mí me encanta “En primera persona”, lo encuentro parecido a un texto mío; a mi mujer le gusta mucho “Bodas de perlas”. En general, en casa compartimos frecuentemente sus relatos y también sus audios, porque al igual que Borges, Benedetti alcanzó a plasmar su hipnótica voz en el acetato. La muerte de Benedetti me ha hecho sentir más viejo de lo que soy. Y esta mañana la repentina despedida de quizá el último de mis seres imaginarios ha vuelto a revivir en mí ese desagradable pero realista sabor a tumba, y ha hecho que vuelva a pensar en Borges. Y es que más allá de la anfisbena, de la Hidra de Lerna o los ángeles de Swedenborg, más allá, o mejor, más acá, estaba El Flecha, El Pachanga, Abraham Al-humor, Gallito Ramírez, doña Tulia, El Capi y otros seres no tan imaginarios, los que el controvertido David Sánchez Juliao puso en mis oídos un día de septiembre del 85, cuando, por accidente, encontré en una lustrosa maleta de otro de mis hermanos, una carátula color marrón, que contenía 4 casetes blancos en los que festivamente un hombre de voz fuerte contaba historias “bacanas” que se parecían mucho a las que se tejían en mi barrio. Con la muerte de Sánchez Juliao, los cordobeses estamos despidiendo a un coloso contador de historias que se atrevió a cruzar la línea de la estética, a escribir y narrar en un simpático estilo para muchos y grotesco para otros. Tantas veces le reprocharía sus obras la clase literata, que una vez cuando tuve la oportunidad de preguntarle lo que pensaba de El Flecha, me dijo que se trataba de textos que nunca más volvería a escribir. Por eso me sorprendió grata y grandemente cuando publicó El Flecha II. Seguramente, después de su muerte, volverán a circular sus memorables textos como Cachaco, Palomo y Gato; Pero sigo siendo el rey; Mi sangre aunque plebeya, Aquí yace Julián Patrón y otros relatos, algunos de ellos llevados a la televisión. Y para los que nos fue posible, gracias a su obra, hablar de nuestra identidad cultural sin ser sancionados, será razón de orgullo recordar a David Sánchez Juliao, el contador de historias, como uno de esos seres imaginarios que existieron en la realidad. ** Jorge Alonso Cotera academiajc@hotmail.com Docente colombiano (Caucasia, Antioquia, 1977). Licenciado en educación matemática de la Universidad de Antioquia (http://www.udea.edu.co). Se desempeña como asesor en varias instituciones educativas y ofrece el servicio de consultoría en educación. ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === Barquisimeto: el país encantado de Salvador Garmendia ================= === Yeo Cruz ============================================================== 1. La ciudad definida por el escritor “A Salvador Garmendia lo mantenía unido a Barquisimeto el sentimiento profundo de la nostalgia, el cual derivó en la intensidad de una producción textual que le permitió sentarse con absoluta comodidad a la mesa de lo fantástico”. Violeta Villar Liste. “Fantástico Garmendia”. El Impulso, 20/5/2001 Salvador Garmendia dedicó gran parte de su literatura a dos grandes ciudades: Caracas, que pasó de ser la “sucursal del cielo” a la “sucursal del infierno”. En ella vivió y murió el 13 de mayo de 2001. Novelas, cuentos y crónicas están ambientados en la capital, por lo cual es considerado como un precursor y alto exponente de la literatura urbana en Venezuela. Y otra parte de su obra está dedicada a la urbe que fundó Juan de Villegas en 1552, Nueva Segovia de Barquisimeto, la ciudad crepuscular de occidente donde nació el 11 de junio de 1928. Pero ambas ciudades, tal como las recrea en su obra inicial, ya no existen. Por eso Óscar Rodríguez Ortiz dice en una presentación de Salvador: “Ni esta ciudad capital que lo recibió veinteañero para alojarlo en una pensión de pobres, ninguna de las dos, Altagracia o Caracas, existen hoy como se dan en su obra: se las llevó el tiempo, fueron arrasadas por tractores”... (1). Tanto en la obra como en opiniones de entrevistas Garmendia dejó varias definiciones de Barquisimeto. Veamos: Memorias de Altagracia cuenta episodios de un Barquisimeto anarquizado, contrahecho y a ratos fantasmal, que si retiráramos el espejo deformante donde se refleja, veremos que ya no queda ni el polvo deformante donde se refleja, veremos que ya no queda ni el polvo de las viejas casas derribadas un día en nombre del progreso pesetero y brutal... (2). Barquisimeto, la ciudad, capital del estado Lara, debía tener entonces [1938] no más de 30.000 habitantes, alojados en unas pocas calles tiradas a cordel, sobre una altiplanicie perfectamente nivelada. Si ahora colocáramos una bola de plomo en un extremo de esa sabana arcillosa, allí permanecería para siempre esa bola, muda y sin pestañear, como un monumento a la inercia (...). Barquisimeto es hoy varias veces más grande y más poblado que el lugar que íntimamente conocí y rebusqué hasta su último rincón durante dieciocho años. Las calles acababan de golpe en plena sabana, entre cardones y cujíes. Se desvanecían sobre la tierra amarillenta como si les hubieran agotado las fuerzas... (3). Cuando era muchacho, Barquisimeto no tenía nada. Salir de noche era salir a una ciudad desierta. Había un par de cines que a las nueve ya cerraban. No había a dónde ir. La ciudad estaba completamente desierta... (4). —Desde aquí arriba, nuestro pueblo parece más grande de como lo sentimos allá abajo, ¿no te parece? Es como si hubiesen trazado las calles con una escuadra encima de una mesa, como para hacer un tablero de damas. Barquisimeto (...). Tampoco se nota una sola arruga en esta planicie, que debe ser el lugar mejor nivelado de la tierra... (5). De manera pues que Salvador Garmendia, además de considerar los espacios abiertos de Barquisimeto como el cielo y las sabanas, conceptualiza y universaliza a esta ciudad de calles planas y cuadradas, que según él mismo dice, desde el aire, semejan un plano gigante de ajedrez. 2. Barquisimeto, tema y ambiente para contar La crónica fue una arista muy explotada por Salvador Garmendia. De hecho, mantuvo en el diario El Nacional su columna La vida buena: aparecía los lunes, y en ella, durante los últimos años de su vida, nos dejó una palabra sincera, donde llamaba al diálogo como una alternativa para dirimir nuestros conflictos políticos y solucionar las carencias socioeconómicas de este pueblo. Y desde luego, en esa columna y en diversos periódicos y revistas, dejó múltiples crónicas donde el tema o los personajes son de Altagracia, vale decir, barquisimetanos o larenses. En Así es Barquisimeto. This is Barquisimeto (1994) se incluye “Ayer, hoy y siempre”, una excelente crónica sobre la devoción de la Divina Pastora. En La vida buena (1995) hemos identificado siete crónicas referidas a nuestro contexto. En una de ellas, “Simón en Altagracia”, narra cómo Bolívar, en 1813, pernoctó en la mejor casa de la ciudad, dispuesta para él, luego de perder una batalla y exclamar: “Bien vale una derrota el poder contemplar un crepúsculo”. A propósito de esta crónica, cuenta Salvador que la casa estuvo ubicada donde después se formó el barrio de Altagracia, contigua a la casa de los Garmendia, y que el inmueble pertenecía a un señor de apellido Castillo, y entonces, Hermann Garmendia, con su jocosidad conocida, comentaba: “Sí, está bien, el general Bolívar, El Libertador, durmió en casa de don Castillo, pero orinó aquí”... En la Página Literaria de El Impulso, durante julio de 2001, se publicó la serie Cuentos de espantos, aparecidos y otras yerbas, tomadas de las conversaciones que hizo Salvador Garmendia en La Peña del Museo de Barquisimeto, en noviembre de 1994, grabadas y transcritas por Pedro Pares Freites. Allí dice que Barquisimeto tiene su propio fantasma: el Tirano Lope de Aguirre. Y además, recuerda que fantasmas como El Cojo, espantos como La Mula y personajes como El Pirrango (capador de puercos) y los muertos que regresaban para asustar y reclamar a los parientes vivos, tuvieron su declive, perdieron el espacio del escenario nocturno, con la aparición de la electricidad y la televisión. Según Garmendia, porque ellos tenían una estética del ambiente, que eran los caserones, los solares, la oscuridad... por eso, ahora, se niegan a venir... En la segunda entrega de la citada serie se refiere a los muertos caseros. Dice: “Era rara una casa donde no apareciera o hubiera aparecido alguna vez lo que se llamaba un muerto. Tener un muerto en casa era casi una prenda de orgullo de la familia. ‘En esa casa sale un muerto’, y la gente pasaba con cierta reverencia y con cierto temor”. También hace diferencia entre los muertos, los fantasmas y los encantos. Afirma: “Los encantos, los espíritus congelados, que se congelan en una piedra, en un animal, y en un momento dado, vuelven a ser hombres otra vez... esos son los espíritus de la luz...”. De los cuentos dedicados en contenido expreso sobre Barquisimeto y sus alrededores, con personajes reales de familia o populares, pero envueltos en el velo fantástico, en orden cronológico de publicación en libros o revistas, conocemos: “Difuntos y volátiles” (en Extraños, difuntos y volátiles, 1970, y Entre tías y putas, 2008), “Asuntos de familia” (en Los escondites, 1972; Enmiendas y atropellos, 1979, y Entre tías y putas, 2008), “Joel, el maquinista” y “Un país encantado” (en El Brujo Hípico y otros relatos, 1979), “El Peligro Amarillo” y “Mr. Boland”, tomados de Memorias de Altagracia (en Enmiendas y Atropellos, 1979), “Mr. Boland” (también incluido en Relatos venezolanos del siglo XX, 1989, de Gabriel Jiménez Emán), “La casa” (en El único lugar posible, 1981, y Entre tías y putas, 2008), “No ofendía a Dios, pero lo fastidiaba” (en Grandes firmas, Ediciones EFE, Madrid, 1986, y en Entre tías y putas, 2008), “Esa cal de familia” (en Hace mal tiempo afuera, 1986), “Las muñecas” y “Claudina pone oficio” (en La casa del tiempo, 1995 y en Entre tías y putas, 2008) y “La Chamusquina”, tomada de Memorias de Altagracia (en Entre tías y putas, 2008). “Joel, el maquinista”. Relato fantástico, ambientado en la geografía del Barquisimeto de ayer. Específicamente, los eventos ocurren en la Estación del Ferrocarril Bolívar y sus alrededores, pero que Salvador Garmendia, con su acertado uso de la transposición temporal, ubica los sucesos cuando ya no quedaba nada, sólo la sabana con su carne xerófila convertida en “cecina secada por la intemperie”. —Por aquí pasaba el tren —dijo el viejo—. Por aquí. Asomaba en la curva, ahí, desde atrás de las lomas y pitaba dos veces, porque la estación quedaba un poco más allá, en la mina. De eso no quedaban ni las sombras (6). Nuestro autor establece la ruta del ferrocarril desde Barquisimeto a las minas de Aroa. Sin embargo, vale una precisión histórica: el ferrocarril Tucacas-Aroa (con dos épocas, 1824-1836 y 1870-1890) se encargó inicialmente de transportar el cobre y luego el café. El ferrocarril Bolívar, en cambio, fue inaugurado en 1891 y conectó a Barquisimeto con Tucacas con un recorrido de 191 kilómetros y la distribución de 15 subestaciones, que —como indica Carlos Jiménez L.— vinculaban la ruta del café, que así pudo llegar directamente al mar (7). De estas subestaciones nos consta que se conservan la de Duaca, convertida en una venta de verduras, y la de El Eneal, donde se aprecia la casilla y un tramo de lo que fue el camino de hierro. Ahora bien, el ferrocarril Bolívar no trasportaba sólo el cobre extraído de las minas que fueron propiedad de Simón Bolívar, sino café, productos comestibles y otros enseres. Según la profesora Lucila Mujica de Aguaje (2003), el declive del ferrocarril Bolívar se dio por la desvalorización del cobre, la inclusión de Brasil, Colombia y Java en el negocio mundial del café, así como el auge del transporte automotor y la construcción de carreteras en la geografía nacional (8). En la actualidad, el avance urbano derribó toda la sabana, el espinar y la estación donde se ambienta el cuento que comentamos. El único vestigio es un pequeño espacio convertido en plaza, denominada La Estación, en la avenida Venezuela, frente a la hermosa catedral que ahora recibe a la Divina Pastora. Esta pequeña plaza tiene su historia. Según Romel Escalona (1993), fue fundada en mayo de 1900 con el nombre de Castro en honor del presidente Cipriano Castro. Pero en 1909 se le da el nombre de Independencia, por la dictadura de Juan Vicente Gómez. También se le conoce como Plaza 5 de Julio, porque está cerca de la avenida que tiene ese nombre. Y en 1944 el municipio le asigna el nombre de Domingo Méndez, en honor al primer gobernador del estado soberano de Barquisimeto (9). Hoy día, nadie que se desplace en auto o a pie por esa avenida de diez canales de circulación puede imaginar que ese punto preciso con un farol, dos bancas, una destartalada fuente y tres arbustos es el que unió a Barquisimeto con el resto del mundo. “Joel, el maquinista”, cuento fantástico que rememora el espacio antes descrito, se desarrolla con los siguientes personajes presenciales: • El viejo (de carnes secas, patón, manos arrugadas, voz lejana y aguda, empedernido comedor de chimó) es el dador del relato. Narra desde una vieja silla de cuero donde reposa y mira los cerros y lomas que le recuerdan lo sucedido a Engracita, malograda por el mandinga de Joel. Su casa se estremece y la perrita magnolia se espanta cuando pasa el tren. • Joel, el maquinista (nacido y criado en el ferrocarril, de padres desconocidos) es el hombre que nunca envejece, maneja el tren, muere trágicamente y desaparece de su tumba. • Mr. William, el inglés (aunque no ejecuta muchas acciones), representa el símbolo de la dominación económica, de la penetración extranjera fundamentada en el ferrocarril. • Tulio, el telegrafista (flaco y mal vestido, infectado de paludismo). • Engracita (una niña de 12 años), convertida en mujer de golpe y porrazo pues queda encinta de Joel. • El padre de Engracita (beodo, bilioso y rencoroso). • La madre de Engracita (una colombiana, también beoda), que se ganaba la vida haciendo ensalmos, pero que falleció antes de la tragedia de su hija. En síntesis, el cuento centra el conflicto en las minas de Aroa. El final consiste en lo siguiente: Joel, el maquinista, viola a la niña Engracita, que es encontrada moribunda por su padre. El maquinista huye al monte. El padre lo persigue, lo alcanza, o mejor, lo encuentra, porque Joel lo esperaba sentado en el suelo en un llanito. El viejo arremete y lo descuartiza a machetazos. Ahí mismo lo entierran; años después los ingleses quieren darle cristiana sepultura en un cementerio y se encuentran con la gran sorpresa: un cajón absolutamente vacío. No había cenizas, ni huesos, ni los harapos con que fue enterrado Joel. Se convirtió en nada, como el tren que manejó y rugía como un monstruo que espantaba a Magnolia, la perra cazadora del viejo. “Un país encantado”. Este cuento no tiene la dimensión fantástica de “Joel, el maquinista”. Relata la historia de una personalidad real y muy interesante de la cultura barquisimetana. Se trata de la vida de un hombre que por su oficio encarna la cadena completa del proceso productivo literario: escritor, editor, tipógrafo y librero o vendedor. En el cuento, Salvador no da indicios ni hace menciones de Barquisimeto, pero el personaje se llama Obdulio. Sin embargo, en la crónica “La aventura de narrar” ubica al personaje en Barquisimeto durante el año 1938: Yo nací en un lugar donde nadie, antes, había pretendido escribir, un novelista allí era como un astrónomo o un explorador, un personaje de otro mundo a quien ninguno de mis paisanos había conocido en persona. Hubo alguien, sin embargo, que llegó a resumir en una sola pieza y en un mismo momento al novelista, al editor y al librero. Él escribía las obras, las imprimía en un pequeño taller de su propiedad, designado, muy en el tono del siglo XIX, “Imprenta Alma Libre”, y finalmente salía a venderlas de casa en casa... (10). Y en páginas más adelante, agrega esto: Espiando por las rendijas de una celosía, yo veía pasar por la acera de casa a este robusto personaje, que por su vestimenta irregular y estropeada parecía que se hubiera quedado vestido hacía mucho tiempo, posando para un retrato que seguramente no se hizo; y al mismo tiempo me veía en otro rincón de la casa, el rincón de los libros, contemplando un grabado, en medio del olor a cola rancia que despedían las hileras de encuadernaciones en el pequeño armario... (11). Ningún otro cronista larense —hasta donde sabemos— ha escrito algo de este personaje. No obstante, las pesquisas nos llevaron a confirmar su existencia. Su nombre es Obdulio Pulido. Oriundo de Coro, estado Falcón, llegó a Barquisimeto a los veinte años; vivía en la carrera 19 con calle 21, justo en el barrio Altagracia, y en efecto, fue vecino de la familia Garmendia. Telegrafista y tipógrafo, era, además, poeta y cronista, colaborador de El Impulso y de los semanarios La Tarde y La Nación, fundados por Esteban Rivas Marchena, quien en un editorial en 1961 lo califica de “historiador, novelista y buen escritor”. Publicó los libros de crónicas Impresiones de viajes a Coro (s/d); Ensayos de inmigración (s/d) y Voz alta (1939), referidos a varias ciudades y temas diversos. Voz alta fue impreso en la Editorial Don Quijote en Caracas. Como tipógrafo, se ha comprobado que era dueño de la Imprenta Alma Libre (1940), donde se imprimieron algunos ejemplares de la revista Alas. Como novelista se ha determinado su autoría en dos obras: Terepaima (1948) y El zaguán de doña Luz (1958), ambas reseñadas y comentadas por los críticos en su época: • Terepaima, de personajes realistas, ambientada en Barquisimeto, especialmente en el cerro que debe su nombre al cacique Terepaima. Además, es un recorrido por Coro, San Felipe, Cabudare, Maracaibo y los Puertos de Altagracia, en cuyos episodios se tratan asuntos históricos y culturales del país. La estructura es así: prólogo, tres partes con 22 capítulos breves, epílogo, explicación y un glosario. Fue editada en Caracas en la Editorial Vargas, con 178 páginas. • El zaguán de doña Luz, también realista, sus personajes principales doña Luz y su esposo Aquiles. La acción transcurre en Coro y la Vela de Coro. Estructurada en tres partes con 28 capítulos, para un total de 186 páginas. Impresa en España, en la Editorial Edime. Del contenido de estas novelas hemos precisado que en realidad no son romanticonas, pobladas de doncellas, castillos y faunos, descritas con una redacción ampulosa, como deja ver Salvador en “Un país encantado”. Son realistas, con la presencia de guerras civiles y conflictos amorosos, desarrollados bajo la omnisciencia del narrador. Y la impresión, al contrario del cuento de Garmendia, ninguna fue editada en su tipografía, sino en Caracas y España. Ahora cuando estamos seguros de la existencia del autor y librero, convertido en personaje novelesco, no queremos omitir la mención de otros hombres de carne y hueso, que calzan con el personaje de Garmendia. El escritor Carlos Mujica refiere que en los años 40 venía a Barquisimeto, procedente del llano, un escritor y librero. Se trata de Ramón Sosa Montes de Oca, amigo de Casta J. Riera y quien fuera conocido por Salvador. Por nuestra parte, conocimos a don Fulgencio Orellana (1917-1995), quien además de periodista y cronista, era dueño de la Tipografía Orellana, donde redactaba, componía (en linotipia), imprimía y luego, aunque no vendía, según la costumbre, regalaba sus libros de crónicas barquisimetanas, después de ser bautizadas en el Colegio de Periodistas de Lara. En cuanto a los novelistas, también los hubo. Pocos, la mayoría con una sola obra, pero ahí permanecen, desperdigadas unas, en los sótanos de bibliotecas públicas y privadas, otras. Aunque la valoración no corresponde a este momento, mencionamos algunos nombres: José Gil Fortoul, Silvestre Castellanos, Luís Castillo Amengual, Andrés Delgado, Trino Yépez, Alberto Castillo Arráez, Hedilio Losada, Salvador Jiménez Segura, Santiago Ovalles, Santiago Pérez Gil, Julio Ramos, Cipriano Torrealba Arráez y una única mujer que a principios del siglo XX editó seis novelas: Magdalena Seijas. Fue novelista, ensayista y epistógrafa. Falleció en 1920 y por tanto no debe confundirse con Magdalena Seijas de López, profesora del Instituto Universitario Pedagógico de Barquisimeto, quien publicó trabajos didácticos. En “Un país encantado” intervienen los siguientes personajes: • Obdulio, el viejo tipógrafo, editor y novelista. Su aspecto físico es voluminoso como un tonel, según lo describe el autor, en coincidencia con Rivas Marchena, quien dice que Obdulio era robusto y apuesto. Dueño del taller o tipografía, un espacio, un local, que además de su mesa de trabajo repleta de vericuetos, está lleno de papel regado por el piso, guillotinas, prensa, tienta y grasa. Además, el taller está ubicado al fondo del solar, en un subterráneo, donde se encuentran escombros y otros desechos que pueblan un mundo ya detenido. • Tino y Homero, maquinistas, ayudantes de Obdulio. Ambos eran enanos y Salvador los compara con dos muñecos subterráneos. • Olegario, un chivo viejo y verraco que vivía en el traspatio del taller y no perdía ocasión para atacar al tipógrafo con furia juguetona, dándole cornadas y empujándolo con el hocico. 3. La ciudad en las exploraciones de la niñez Para la reedición del libro Salvador Garmendia y la función del signo lingüístico (2001) anexamos el capítulo “El cuento infantil: exploraciones de la niñez”, donde analizamos siete cuentos. Dos se refieren a Barquisimeto: “El turpial que vivió dos veces” (2000) y “Mi familia de trapo” (2002). El fallecido poeta Aquiles Valero (2000) dejó escrito que: “...sus libros infantiles, que no son chocheras de un escritor de setenta y dos años, sino la comprensión y aceptación de que ‘el niño de hoy es el hombre del mañana’ (con perdón del lugar común) y de que debemos dirigirnos en particular a los muchachos con palabras, mensajes y estilos particulares” (12). Y también, agregamos, con una técnica particular, pues Garmendia, en casi todos los cuentos infantiles que conocemos, explora, viaja y fantasea desde la perspectiva de un niño. Incluso Galileo, porque es un cachorro, es decir, un gato-niño. Por otra parte, desarrolló la mayoría de sus cuentos con personajes humanizados, tomados del reino animal, seguramente convencido del encantamiento que produce en los infantes la historia de un animal, sobre todo si se trata de un cachorro. Así pues, se nota que Galileo es gato. Nicomedes, sapo. Policarpo, un pingüino, y el viejo Turpial. “El turpial que vivió dos veces”. De Playco Editores, Caracas, Venezuela. Reimpreso en 2003, con 42 páginas y siempre bajo el cuidado de María Elena Maggi. El cuento está hermosa y expresivamente ilustrado por Rosana Faría. Garmendia recurre a la condición de narrador omnisciente y comienza con la milenaria técnica tradicional de “Hubo una vez...”, para presentar al viejo Turpial, cuya vida transcurría entre la libertad y la plenitud de vida en las sabanas de Barquisimeto, las mismas que Nicolás de Féderman, en noviembre de 1530, encontró habitadas por los indígenas caquetíos, quienes convivían en paz con tórtolas, cardenalitos, turpiales y demás aves propias del hábitat xerófilo y cuya alimentación es frutícola, insectívora y graminácea. El turpial es un tipo de ave americano. De acuerdo a la clasificación científica, pertenece a los ictéridos, aves canoras de color amarillo y familia de los oropéndolas, nombre común de las Paseritormes, caracterizadas por tener cuatro dedos: uno hacia atrás y tres hacia delante. El turpial, en América, tiene un nombre que proviene de la voz caribe Turpiara. En Venezuela es el ave nacional desde 1958, cuando el cerro El Ávila fue decretado Parque Nacional. Ahora bien, Marisa Vannini de Gerulewicz, en su lectura del cuento, escribió esta observación: ...Digno de un estudio profundo y de mayores reconocimientos, este libro, que no es sólo para niños, plantea en forma amena y comprensible la metáfora de la transmigración del alma humana. El turpial herido, cansado de vivir, no desea cantar. El niño, su carcelero y su liberador, abre la puerta de la jaula, y el ave celebra su libertad definitiva regalando la magia de sus trinos para elevarse luego al infinito, a vivir otra vida, totalmente libre y plena, así como el hombre, turpial cautivo en la red de continuas artimañas, de fútiles rutinas, libera su alma un día, escapa a otros espacios, y comienza una verdadera existencia, en un estadio superior (13). En cuanto al contenido y a la estructura de “El turpial que vivió dos veces”, de acuerdo a nuestra lectura, resaltan los siguientes elementos: 1. Narración omnisciente y carencia de diálogo directo entre los personajes. El turpial y el niño, protagonistas, mantienen una relación casi mágica, de acercamiento y comunión, pero cuando se hablan lo hacen de manera indirecta: “...Pegaba la cara a la jaula, le decía cosas cariñosas con una vocecita chillona, para no asustarlo, y hasta se ponía a silbar como pidiéndole que cantara para él”... “¡Qué mal me imita el pobre!”... “¡Adiós! ¡Gracias! ¡Te espero en la sabana!”... 2. Carencia de nombre propio de los personajes. Aunque los personajes principales están bien definidos, el viejo turpial y el niño que lo derriba con su honda, flecha, cauchera o “china”, como se le denomina, no poseen nombres propios. Tampoco el resto de personajes, como la madre del niño y los demás habitantes de la casa. Desde luego, esta situación no es un demérito literario, pero sí rompe con la característica del resto de cuentos que conocemos de Salvador, donde los personajes están identificados con apelativos. 3. Están presentes la fábula y la humanización. También ese elemento extraordinario de comunicación entre niños y animales que Salvador Garmendia desarrolla en la mayoría de sus cuentos infantiles. Sin embargo, en “El turpial que vivió dos veces” esa comunicación no alcanza la fuerza ni el nivel fantástico que opera, por ejemplo, en “Galileo en su reino” y “Un pingüino en Maracaibo”. Aunque se produce un estado de conciencia y reflexión, tanto del viejo turpial como del niño cazador. El turpial adquiere conciencia de su vida, aplica la psicología para entender la postura de su depredador y del resto de la familia que lo mantiene cautivo. Por su parte, el niño, en gesto de arrepentimiento, no sólo decide salvar al turpial herido, sino que sufre un significativo cambio de conducta y deja ese “pasatiempo” de andar por la sabana matando pájaros, y cuando el turpial canta enjaulado, el niño, inesperadamente, decide dejarlo en libertad. “Mi familia de trapo” (2002). Es una hermosa edición de la Fundación Provincial de Caracas, que contiene ilustraciones especiales de Lilian Maa’Dhoor y Teresa Mulet, con un breve prólogo de la escritora y cantante larense Rosario Anzola. Salvador desarrolla la fantástica historia de un niño, protagonista-narrador, quien tiene dos familias: la de verdad (de carne y hueso), de la cual no dice casi nada, y la de trapo (muñecos hechos con retazos de tela), con la cual convive y juega y posibilitan el desarrollo del cuento. La familia de trapo está constituida por los Fuequinde de Robinsón: doña Felicia, don Idelfonso y tres hijos: Francisco, Paquito, el flaco y larguirucho, y Felicita. Esta familia fue confeccionada por la mamá y las tías del niño-narrador y por tanto carecen de evolución, crecimiento y desarrollo. No obstante mantienen una vida “imprinting” que comparten con el niño dentro de la gran casa donde habitan. El ambiente del cuento tiene como marco el hogar provinciano con animales y todo: gallo, burros, morrocoyes y guacharacas... y un personaje referencial, típico de la época, representado por Tarcisia, la leñatera, una vieja que recorre las calles vendiendo leña seca, y el cual se conjuga con lo que afirma Rosario Anzola: Para Salvador Garmendia, la infancia siempre estuvo a la vuelta de la esquina. La plaza de Altagracia y sus alrededores, donde transcurrió su niñez, lo acompañaron siempre, así como los recuerdos de su familia, de su tropa de hermanos, de sus pantalones cortos, de los raspones en las rodillas y de los juegos con perinolas, trompos y metras. El habla, las costumbres y las historias de los lugares y lugareños de Barquisimeto, para esa época una ciudad absolutamente provinciana, se constituyeron en huellas perennes de su paisaje interior y en substrato de su vasta literatura (14). Constituye este hermoso relato un sueño garmendiano de la niñez. Marisa Vannini de Gerulewicz lo enfatiza de esta manera: Los sueños de trapo de Garmendia nos remiten a la misma infancia campesina, a esa familia plasmada en el tiempo y el espacio, a esa casa luminosa de la niñez, morada de puertas despejadas que a través de la niebla de los años aún esparcía su hálito afectuoso y creador en el alma del autor, cuando urdía las aventuras de estos personajes, larenses, venezolanos, universales (15). En “Mi familia de trapo” se pone en perspectiva la visión garmendiana explorada en otros relatos suyos como “El Capitán Kid”, donde los protagonistas viajan y exploran. Aquí, desde esa casa grande, grandísima, comienza el cosmos. Primero se ve la casa del frente, luego las calles, la ciudad o pueblo. Después el fin del mundo: otros mundos, otros planetas, millones de estrellas y más y más... Una mañana, el niño busca a los Fuenquide y éstos lo invitan a recorrer el mundo sin salir de la casa y es entonces cuando se percata de su fantástica transmutación o conversión y dice: “Fue en ese momento cuando comprendí que me había vuelto pequeñito como ellos y empezamos a caminar juntos con las manos agarradas”. Fueron a conocer los planetas sin salir de la casa. Se cumple así el sorpresivo final con un “fundido de imágenes”, tal como ocurre en algunos cuentos del maestro latinoamericano Julio Cortázar. 4. Altagracia, epicentro de la infancia y la memoria Memoria, sueños, anécdotas y lecturas del autor se unen en las páginas de El parque (novela corta) 1946), Memorias de Altagracia (1974) y El Capitán Kid (1988). El parque (novela corta) (1946). Se trata de una narración, de la cual, el mismo Salvador dice que es “más corta que novela”. Con la aparición de esta publicación, el poeta de Sanare, José Antonio Escalona Escalona, escribe un comentario en la Revista Nacional de Cultura, Nº 58, septiembre-octubre, 1946, convirtiéndose así en el primer comentarista crítico de Salvador Garmendia. De esa nota citamos: La Academia “Mosquera Suárez” ha publicado, en su sexta entrega, El parque, de Salvador Garmendia. Él le ha puesto el subtítulo de “novela corta” a este trabajo suyo. Pero de acuerdo con lo que entienden los modernos tratadistas de la teoría literaria por novela corta y la diferencia que han establecido entre ésta y el cuento, no es posible considerar El parque como una novela corta ni como un cuento largo. Se trata más bien de un relato, un poco extenso y desordenado, donde el autor traza una serie de cuadros sucesivos del mundo psicológico del protagonista, Álvaro Fernández (16). Aunque no hemos leído esta obra, pues está totalmente desaparecida, por confesiones del propio Salvador sabemos que el personaje principal, Álvaro Fernández, es una especie de Robinson Crusoe. Las acciones transcurren en el Parque Ayacucho de Barquisimeto, donde el protagonista se aísla en un intento por encontrar su identidad y dar sentido a su vida. Aduce Garmendia que fue su primer intento de narrar la condición de la soledad del hombre, y por eso sitúa las acciones lejos de Altagracia, allá al oeste de la ciudad. De ahí el título de El parque. También dijo que significa su identificación literaria con el personaje de la novela Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, que lo “marcó” para siempre y, como dijo, “se le pegó como polvo de orín”. Leamos su testimonio, referido a la influencia robinsoniana: A los catorce años leí por primera vez Robinson Crusoe, en una policromada edición de Ramón Sopena, con sus páginas tiradas a dos columnas. Desde ese momento supe que mi personaje novelesco ya había nacido y estaba en circulación desde hacía unos pocos siglos. Era un hombre solo. Un hombre y su memoria. Un Robinson. Una conciencia rodeada de sombras. Este personaje, este mismo pájaro gris con una pedrada en el ala, ha estado revoloteando sin parar por todas las páginas que hoy he escrito (17). Pero hay más. En la revista Sardio, Nº 1 (mayo-junio, 1958), publicó el cuento “Crusoe”. En cuatro páginas y de manera omnisciente presenta al personaje solo en su torre, atormentado por el insomnio y dedicado a reflexionar y escribir. En una visión, a través de la ventana, recuerda la isla, su isla, su vida, y luego retorna a la realidad para releer la última frase escrita: “A nadie puedo hablar y carezco de todo consuelo humano”. En una entrevista concedida a Marianella Vanci, menciona ese cuento, reafirma su impresión infantil por Robinson Crusoe y entonces dice: Más tarde cuando escribí mi primer relato se llamaba “Crusoe”. Cuando yo era niño me ilusionaba mucho estar en una isla desierta y hacer cosas. Hacer una vida, y cuando me vine de Barquisimeto a Caracas y me sumé a la multitud comencé a verme como Robinson Crusoe que había perdido su isla y que si no la volvía a encontrar no volvería a ser feliz, yo creo que en realidad esa isla es mi infancia. Es por eso que escribo sobre ese solitario y creo que seguiré haciéndolo siempre (18). Así pues, esa presencia de Crusoe, en efecto, lo acompañó de por vida. Memorias de Altagracia (1974), cuyo lenguaje poético y su tema reminiscente sorprendió e hizo pensar que ponía punto final a la forma urbanística, está estructurada en 18 relatos con independencia en cuanto a tiempo y espacio. Las aventuras surgen a partir del recuerdo de la lectura de “Los ferrocarriles del mundo”. Los protagonistas son dos niños primos hermanos: el Cachorro y Alí, el Ratón. Narra el Cachorro. Con sus juegos, sueños y fantasías, Salvador vive y nos hace vivir la infancia al tiempo que con personajes populares como Marinferínfero (manco, castrador de chivos que vivía bajo tierra) universaliza a esta ciudad de calles planas y cuadradas. Pero también aparecen allí los célebres Andarines. Esos seres populares y extraños, extraviados mentales que andan de pueblo en pueblo y que Salvador con fino humor define como hermafroditas, “porque nunca se sabe si son hombres o mujeres o las dos cosas a la vez” (Memorias de Altagracia, pág. 61). Pero no debemos olvidar aquí esos personajes realistas legendarios, unos fantásticos o imaginarios, otros. Por ejemplo, el aviador inglés, Mr. Boland, quien realizó un vuelo en una avioneta ante la mirada atónita de los habitantes. Rememora esta hazaña lo ocurrido en Venezuela cuando un avión surcó los aires y desde lo alto del cielo dejó caer papeletas de propaganda electoral y entonces la gente, despavorida, corrió a las iglesias, no sin antes comprar la vela morada del perdón porque pensaban que era el fin del mundo... ¿Y qué decir de las mujeres largas de la lluvia? Fantasmas que eran más altas de lo común, extrañas y volátiles, pues el Cachorro las atravesaba sin esfuerzo como una pared hacia una oscuridad sin fin. Y está la presencia de Fritz, el bombardinero; hacedor de burbujas. Y el misterioso Matagatos, un bobo. Confidente de un ingeniero popular no identificado que durante veinte años diseña la construcción de un auto especial: el peligro amarillo. También destacan las aventuras del mago Eddie, el Garantizado, el que todo lo puede. Aunque más que un mago, Eddie era un malabarista del lenguaje, que iba de casa en casa con su acto espectacular y ofrecía en venta una larga lista de enseres y aparatos “modernos”. Se enamora de la Niña Dolorita (la muñeca de vidrio), se casan y deja de ser mago. Y desde luego, tenemos que hacer referencia obligada a otros personajes y lugares, no menos importantes. Los personajes de familia: el tío Gilberto, boticario, quien fallece. El tío Luis, la madre del Cachorro, las tres tías: Augusta, Rosa y una no identificada. Natalia, una de las sirvientas. De los lugares, están las sabanas de la Ruezga, donde los Andarines aparecían y desaparecían en un solo desparpajo. Se mencionan los cardonales del oeste, pues la ciudad terminaba en el cementerio y, más allá todo era arrabales. Pasó mucho tiempo para que la ciudad extendiera sus límites y fue sólo cuando cumplió 400 años que le construyeron ese icono conocido como El Obelisco. Y por supuesto, en la obra no podía faltar el río Turbio, comparado por Salvador con el legendario Ganges, el río sagrado de la India. Nuestro río, que ahora, según Renato Agagliate (19), nada tiene que ver el nombre Barquisimeto con el agua ceniza sino con un bejuco llamado bariquís dulce, es descrito por Alí, el Ratón, de esta manera: No era un río verdadero del todo, sino un gran camino de arena roto en varios sitios por algunas venas de agua de color ceniza. La arena podía verse azul a distancia, aunque debajo de nosotros tenía un color de hierro. Era el río Turbio... (Memorias de Altagracia, pág. 109). Y entre los personajes novelescos están el padre Azueta, quien se niega a enterrar a los cinco fusilados en la plaza mayor;* el general Raldiriz y su hija Josefita; Abilio, el bodeguero y las Sorondo, tres tías (todos mueren misteriosamente asesinados); Segunda, la Chamusquina, nombrada así porque escapó de un incendio de joven y puta, ya vieja, sola y cansada, sólo podía hacer de bruja; don Abelito, dueño del taller de fotografía, donde los primos encuentran el libro Los ferrocarriles del mundo, con el cual viajan y fantasean, pues al abrir las páginas, los personajes se animan y cobran vida. Y, desde luego, mencionamos esos personajes colectivos, hombres que iban a disfrutar de las aventuras de las películas que se proyectaban en el famoso cine Arenas: Tarzán, Red Ryder, El Llanero Solitario, Santo, el Enmascarado de Plata, Lo que el viento se llevó... y otras tantas películas de la época que hicieron reír y llorar a los barquisimetanos y, por extensión cultural, a todos los venezolanos. Los hombres iban al cine con sus sillas al hombro, mientras Alí y el Cachorro se coleaban y llegaban a las gradas iluminadas y entonaban aquel viejo dicho infantil, recreado con los nombres de las más reconocidas compañías fílmicas de esa época: “Si tú me lo paramaunt picture yo te lo metro goldin mayer”... * Nota del autor: En diciembre de 1835 fueron fusilados nueve revolucionarios en la plaza Altagracia. Entre ellos, dos poetas: José Mármol y Lorenzo Álvarez, “El Rano”, ambos caroreños. Pertenecían a la Revolución de la Reforma, promovida por militares descontentos ante la disolución de la Gran Colombia. El Capitán Kid (1988). Una novela recurrente en forma, tema y ambiente: Altagracia en la niñez del autor, vale aclarar, el barrio Altagracia de Barquisimeto, donde nació y siendo adolescente compartió tertulias y tentativas literarias con Rafael Cadenas, Elio Mujica, Alberto Anzola y otros currinches para ese entonces; la evocación y reminiscencia a través de los mismos personajes de Memorias de Altagracia como si fuera una prolongación. Como “una saga de memorias... una especie de continuación...”, afirmó Salvador. Las aventuras surgen de un modo idéntico que en Memorias de Altagracia, a partir del recuerdo de la lectura de El libro de los mares. Sin embargo, anexo una observación que Salvador me formuló durante una conversación en la Capilla del Museo de Barquisimeto: en El Capitán Kid los muchachos tienen un comportamiento algo diferente, con actitudes propias de un par de adolescentes. En efecto, tal actitud se observa en las aventuras de las páginas 92, 93 y 147 de la novela. Y además, comparten aventuras con el propio Capitán Kid y son presentados y descritos físicamente por el autor. Alí explica por qué su primo se llama Cachorro (pág. 43). Con frecuencia, los primos y sus amigos de aventuras van a pasear por la sabana (págs. 183 y 186). Mencionemos algunos personajes de familia: la tía Hildegardis; Betty, prima de ambos y novia del Cachorro; el abuelo y Ezequiel, padre del Cachorro; el padre de Alí, a quien el hijo llama “el maldito”. El Ratón le confiesa al Cachorro que ha estado reuniendo dinero para escapar del internado y viajar en busca de su padre, el maldito, quien debe estar en algún lugar del mundo. Al final, el padre regresa y se lo lleva en un viaje a Nueva York. Otros personajes son Vincenzo, un italiano, y su joven esposa, Paulita, que llegan al pueblo para instalar una carpintería. Allí iba Cachorro a trabajar, a enderezar clavos, sin que el Ratón lo supiera. Finalmente debemos decir que El Capitán Kid contiene una fiesta verbal preñada de situaciones y aventuras donde el pueblo de Altagracia es sólo un pretexto y soporte memorístico de Salvador Garmendia, pues gracias al magistral uso del tiempo y la acción continua, Altagracia hace esta vez de calle, barrio, ciudad, puerto, mar y carcasa del célebre barco Royal Prince, en cuya proa navegan el Cachorro y su primo Alí, el Ratón, un par de niños (o adolescentes) que sueñan, fantasean, juegan y viajan junto a la figura legendaria del experimentado Capitán Kid. Esa multiplicidad geográfica que adquiere Altagracia permite a los niños realizar una circunvalación por mares y continentes. Y esa dimensión universal de El Capitán Kid quizás sea lo que marca una diferencia respecto a la novela Memorias de Altagracia. Notas 1. RODRÍGUEZ ORTIZ, Oscar. Salvador Garmendia en la Biblioteca Nacional. Serie Premio Nacional de Literatura. Catálogo 7 (1989). Pág. 8. 2. GARMENDIA, Salvador. “Lección inaugural”. Mérida, 1977. En: Revista Albor. Nº 3. Diciembre, 2003. Barquisimeto. Aproupel. Pág. 12. 3. GARMENDIA, Salvador. “La aventura de narrar”. En: A propósito de Salvador Garmendia y su obra. Grupo Editor Norma. Colección Cara y Cruz. Bogotá, Colombia, 1991. Págs. 10-13. 4. GARMENDIA, Salvador. “Cuentos de espantos, aparecidos y otras yerbas” (III). Página Literaria. Cuerpo C. El Impulso, domingo 22 de julio de 2001. 5. GARMENDIA, Salvador. El Capitán Kid (1988). Págs. 41 y 42. 6. GARMENDIA, Salvador. “Joel, el maquinista”. En: El Brujo Hípico y otros relatos. Caracas, Editorial Circa, Libros de Hoy, Nº 23, 1979. Pág. 21. 7. JIMÉNEZ L., Carlos. Duaca en la época del café, 1870-1935. Duaca, Biblioteca de Temas y Autores Duaqueños. Vol. 2. (2001). 8. MUJICA DE ASUAJE, Lucila. El Ferrocarril Bolívar (De Tucacas a Barquisimeto). Fundación Buría/Zona Educativa del Estado Lara. Barquisimeto, 2003. 9. ESCALONA, Romel. Parques, plazas y monumentos de la ciudad de Barquisimeto (1993). Ediciones del Concejo Municipal de Iribarren. Pág. 82. 10. GARMENDIA, Salvador. La aventura de narrar. Ob. cit. Pág. 9. 11. Ídem. Pág. 10. 12. VALERO, Aquiles. “De cara al tercer milenio”. En: “Salvador Garmendia, el niño de oro del siglo XX”. Ideas de Hoy, encartado cultural del diario Hoy. Año 1, mes 5. Nº 15. Octubre 2000. Barquisimeto. Págs. 4-5. 13. VANNINI DE GERULEWICZ, Marisa. “El turpial que vivió para siempre”. En: Revista Nacional de Cultura. Año LXVIII, 2006, número 334. Pág. 36. 14. ANZOLA, Rosario. Prólogo a Mi familia de trapo. Caracas, Ediciones Fundación Provincial, 2002. Pág. 3. 15. VANNINI DE GERULEWICZ, Marisa. Ob. cit. Pág. 37. 16. ESCALONA ESCALONA, José Antonio. Salvador Garmendia. “El parque (novela corta)”. En: Revista Nacional de Cultura. Nº 58. Septiembre-octubre, Caracas, 1946. Págs. 181, 200. 17. GARMENDIA, Salvador. “La aventura de narrar”. En: A propósito de Salvador Garmendia y su obra. Grupo Norma. Bogotá, Colombia, 1991. Pág. 25. 18. VANCI, Marianella. “Salvador Garmendia: Un náufrago de su ciudad natal”. Revista Gala. Año 9. Nº 95. Diario El Impulso, 5 de junio de 1994. Pág. 21. 19. AGAGLIATE, Renato M. Barquisimeto y su bejuco inspirador. Estudio etimológico del hidrotopónimo larense. Barquisimeto, 2002. Pág. 100. ** Yeo Cruz yeocruz@hotmail.com Antólogo, crítico, poeta y narrador venezolano (La Cuchilla, Carache, Trujillo, 1953). Reside en Barquisimeto, Lara. Profesor de castellano y literatura. Docente de aula en Unidad Educativa Estatal “12 de Octubre” de Barquisimeto. Autor de textos didácticos para educación básica. Vicepresidente de la Asociación de Escritores del estado Lara (Asela). Ha recibido la Orden Juan Jacinto Lara en su 3ª Clase, el Premio de Literatura Roberto Montesinos (2005) y el Premio de Investigación y Creación Literaria (2008), entre otros reconocimientos. Incluido en Quienes escriben en Venezuela: diccionario de escritores venezolanos (2006). Ha publicado las antologías Imaginar la distancia: poesía larense del siglo XX (2000) y Canto perenne al río Turbio (2010), los ensayos Salvador Garmendia y la función del signo lingüístico (2001), Antonio Arráiz: política y literatura (2004) y Pío Tamayo: un canto por la libertad (2008), y el poemario Lejana presencia (2007). === La casona de El siglo de las luces Julio Pino Miyar ============== Puedo decir, quizás con rubor, que la primera vez que me dispuse a meditar con relativa fijeza en los temas de la cultura cubana, era ya un hombre de algo más de veinte años. Ese momento, acaso trascendental para la vida de un joven, en el que se apropia por derecho generacional de la lectura de los clásicos nacionales, resultó para mí bastante tardío. Y no es porque viniera de vuelta de los clásicos latinos y griegos. O porque me hallara envuelto en enjundiosas lecturas, dedicadas para mi enorme solaz, a alguna de las grandes islas literarias (Francia, Inglaterra, Italia, Alemania...) que pueblan la civilización de Occidente. No, no era así en modo alguno. Yo venía de la triste imaginación. Había tomado muy en serio aquello que decía, en el siglo XIX, el escritor ginebrino Enrique Federico Amiel, de que era menester inventar “una nueva manera de ser triste”. Fuera de eso, algunos repasos en mi adolescencia, leídos hasta la obstinación, como Las iluminaciones de Rimbaud, traducidas por Cintio Vitier, y Vida de don Quijote y Sancho de don Miguel de Unamuno. Me resulta simpático hacer hoy el inventario, sobre todo cuando recuerdo que una vez ingresé a trabajar en La Habana, a principios de la década memoriosa de los años 80, en la casona del “Centro de Promoción Cultural Alejo Carpentier” merced a no sé qué rara denominación burocrática que me daría algo de sueldo y un horario laboral con el que nunca cumplí, me decidí a estudiar... la obra de José Lezama Lima. Por supuesto, tampoco fui fiel a ese cometido. Prefiriendo divagar entre Lezama y Carpentier bajo el prisma lúdico de las luces y enrejados de la mansión habanera; las arábigas paredes blanco-azules de la casona donde Carpentier situara imaginariamente los primeros capítulos de su novela El siglo de las luces. Disculpándome por ello ante los interlocutores que allí había, con la mención siempre paródica de algún opúsculo pascaliano. El viejo caserón de una antigua condesa, llamada en el siglo XIX “de la Reunión”, fue el lugar escogido por la gestión ministerial para que en ella sesionaran las oficinas de una institución cultural, y cuya localización urbana hacia feliz alusión al No-lugar de la literatura, en la que Carpentier describiera la trama vivida por unos adolescentes que reunidos hacían de las suyas como singulares vástagos de un padre tempranamente ausente, invirtiendo el tiempo e incumpliendo como yo con los horarios rígidos, las calendas históricas y las sacrosantas leyes del buen vivir. Hasta que una noche “de esas que no se olvidan” tocaron a las puertas con sólidos golpes de aldaba los fuertes vientos de una historia propicia: la Revolución Francesa de 1789 en clara sintonía de la novela homónima con el siglo denominado “de las luces”. Existe lo que podríamos llamar una filosofía de la luz. Los pintores tenebristas antepusieron los juegos de luz y sombra a la luz positiva de una modernidad calvinista que se alzaba entre tanto. Una modernidad capitalista donde el nuevo ciudadano, haciendo uso de los nuevos tiempos —la plaza del mercado y la vida de salón— salía convertido en burgués del enrejado espiritual donde fue alojada la subjetividad humana por todos los siglos de la medievalidad cristiana. El siglo XVIII puede llamarse con razón “el siglo de las luces” porque iluminó lo que hasta ese momento en la cultura europea se encontraba a obscuras y en el húmedo subsuelo de una identidad humana acuclillada. Donde las nociones Dios, servidumbre, espanto y devoción componían la inevitable cuaternidad espiritual de una particular concepción del sentido de la existencia fraguada en la catacumba, en la gruta del eremita, en el claustro y en los ojos que miran sin ver. Nuestra cultura nacional posee también su lugar más luminoso. Del mismo modo que coexiste, entre nosotros, una región de sombras al margen de la luz, y, a la vez, en constante rejuego con ella. Lezama y Alejo componen, de algún modo, dos miradas radicales de lo cubano, cada una cargada con sus respectivas sombras, y dominadas también por sus respectivas concepciones de la luz. Recurriendo a los esquemas, podríamos decir que en la región de las sombras habita nuestro gran imaginario; nuestro enorme y lúbrico bestiario —pintado por los tantos jerónimos y favelos que pueblan la pintura nacional—, y que es el subsuelo donde arden las semillas de la época previa a toda gran germinación. A una imantación que llega desde el cielo y fuerza a la semilla a nacer; a verse convertida en vegetal bajo la luz del trópico más verborante. Creo que del mismo modo que hay en la obra de Marcel Proust largas páginas dedicadas a la sexualidad de las flores, si Lezama hubiera escrito El siglo de las luces (permítanme esta paradoja) dos de los tres personajes principales de la novela jamás habrían salido de la casona habanera, se habrían quedado para siempre en ella trasponiendo el tiempo histórico en nombre de los juegos peligrosos de la noche. Luchando noblemente contra las acechanzas de los edipos y otros demonios del imaginario de Occidente, África, América y el Oriente. Dialogando con ellos como sombras inacabadas, en medio de la penumbra y como en los cuadros de un no tan hipotético Zurbarán cubano, condenados al sótano mental donde, para nuestro innombrable regocijo, todos nuestros deseos pueden llegar a verse cumplidos. Tal como si las traducciones del latín del joven Carlos —quizás el más efímero de los personajes de Carpentier— fueran vertidas a un idioma apócrifo e increado. Los que visitan la casa de El siglo de las luces saben que allí domina una luz fuerte, esencialmente blanca, que sólo se va volviendo dorada por la magia bochornosa que crea la caída del sol, y que tiende a golpear con contenida fuerza en el mismo centro del patio rectangular. Y, posada en los aleros, provoca breves y refrescantes espacios de sombras, las cuales son como reflejos que irrumpen gozosos en las salas y en el placer tranquilo de las tardes. Carpentier, en uno de sus ensayos, recomendaba al escritor latinoamericano que tuviera muy en cuenta eso que él llamaba “los contextos de iluminación”. Y decía que cada ciudad americana tiene su luz propia. De este modo, La Casa del Siglo posee la suya; luz que bordea, en su proliferación casi perfecta, a los cuartos contiguos que se encuentran en el piso inferior. En los que una vez —se presume— pudieron existir una cochera y un humilde camastro donde el adolescente Esteban, tirado a horcajadas cual un asceta en posición sufriente, encontraba en las noches, para los espantos de su prima Sofía, y en medio del creciente olor a humus que infectaba las paredes carcomidas, la más profunda de sus crisis de asma. “Respiración sistáltica”, le hubiera dicho el maestro Opiano Licario: “Todavía no podemos empezar”. Alguien me afirmó que una vez al pintor Wilfredo Lam se le ocurrió comenzar a pintarlo todo en blanco y negro, pues al mediodía en La Habana las cosas lucen de ese color, debido a una luz desmedida y sin matices que cae de plano sobre los transeúntes asombrados. No obstante, La Habana en mi opinión es sepia. La Habana es como un daguerrotipo viejo. Y hablaba Alejo de la luz del verano en La Habana tan distinta en la ciudad a la luz de invierno. La luz de invierno —me atrevería a decir, la del otoño— tiende a acercar mucho más los objetos y acentuar los contrastes, ya que la luz entonces es menos líquida. El verano, por su parte, en su excesiva transparencia, le entrega al ambiente mayores distancias por andar y agudiza las verticales. Las puntiagudas geometrías de un cubismo monocromo. Mientras el otoño se recoge en su sensibilidad intranquila de materia grácil, la cual sabe desatar el mejor tono para cada color. La mejor luz para iluminar los ambientes, y devolvérselos, una vez resueltos, al solitario viandante que los mira. Pero, volviendo a Lezama, a Alejo y a la luz, la luz en Carpentier expresa su mejor posibilidad desde un caballete fijo, pues está construida desde el paradigma óptico de una perspectiva que tiene como fundamento la razón intelectual del gran siglo francés —el XVIII— y la gracia centrípeta de los grandes pintores neoclásicos. Por tanto, es una luz histórica, exegética, arqueológica. Como si encontrara su sentido manifiesto en un pasado perfectamente comprobado, como lo pueden ser en Italia las ruinas desnudas de Pompeya y Herculano. Sin embargo, en Lezama la luz aparece solamente al final. Porque tiene la fuerza protoplasmática de lo aún no totalmente expresado y toda la abstracción de la fachada de una alta catedral en sombras. La casa de Lezama es como una gruta por lo obscura, allí la luz se intuye del mismo modo que fue intuida la verdad en el Mito de la Caverna de Platón. Porque adentro lo que está es la cálida luz de san Agustín. Que es como pronunciar, para el artista, la máxima de doña Rialta dicha a Cemí después de que éste volviera jadeante de la gran manifestación política de los años 30: “Hijo, adentro está lo más difícil”. Y es como regresar a la luz, aunque cargado de todo lo maravilloso que se ha dejado entrever en las tinieblas y congojas del alma. Mas, debo decir que hay obscuros grabados del pintor de Núremberg, Alberto Durero, que me recuerdan a Carpentier, del mismo modo que esos mismos grabados me recuerdan también a Lezama. Lo que sucede es que ambos me impactan desde ángulos distintos: los graves paisajes de desolación que abundan en determinadas zonas de la cultura, y el misterio de la encarnación que debe llegar a colmar, con su gracia, lo más desolador. Durero habita en el espacio cismático de la vieja cultura germana que se resiente dolorosa ante el impacto que produce en su alma la nueva modernidad capitalista. Carpentier, por su parte, habita gozoso el espacio del lenguaje de una modernidad muy bien disimulada, porque ha sabido insertar en ella el maduro disfrute por lo arcaico. Lezama, entre tanto, mezcla los olorosos aceites del pasado con el pescado lúbrico del porvenir. Lezama representa, en mi opinión —después de Martí— la apoteosis de la expresión criolla. Carpentier expresa el enorme grado de inserción fecunda de Europa en América. El autor de Concierto barroco opera por yuxtaposiciones y por la germinación que producen los mejores encuentros. Lezama opera por sobredosis. Lezama sabe a natilla con mucha canela y vainilla acabadas de traer del puerto en el último bergantín que ha burlado la tormenta. En Carpentier se degusta un cóctel de champiñones a la sombra surrealista de un tornasolado pavo real criollo. En ambos se realiza por igual la fiesta de la palabra y una exploración muy particular de lo cubano. Lezama es cubano por la palabra expresada. Carpentier lo es, además, por lo que la palabra expresa. En ambos habita la preocupación por un destino nacional puesto a hornear bajo la luz todopoderosa de los trópicos. En ambos, el alma de lo nacional teje para nosotros la mejor cuerda para el abordaje de la nueva época literaria que se prepara. Aunque debo decir que el alma lo que visualiza en su interior son paisajes rotos que la imaginación recompone, haciendo el mejor uso de la memoria fértil en cuanto creadora, y recreando aquello que, en la vida frecuente de los sentidos, ya no se puede ver: allí un castillo. Acá una palma. Por aquí pasan las muchachas en flor camino del agua en sombras de la cisterna. ¿Surge así un nuevo lenguaje? No lo sabemos. Lezama opinaba que del mismo modo tan natural en que la verdad se intuye, la esencia se expresa. Todo radica en saber esperar. Por el momento sabemos que la luz que habita tanto en las sombras como en sus reflejos, son porciones fundamentales de la luz americana. Aquí, sin embargo, la luz no hace otra cosa que crear inmensos paisajes de imposible lejanía; no tiende a unir las figuras ni tampoco abocetarlas para la imagen, sino a segmentar los espacios hasta el cansancio. Tal como si la luz sólo existiera para acentuar la presencia de los límites, de los conos de sombras que te rechazan. Es un lugar de panoramas fijos. Una región de geometrías exactas. De escasos contrastes al margen de las formas. Es también como una gran campana de vacío que algún gran alquimista ha vaciado, y revaciado, con destreza de aire para dejarnos dentro solo el éter metafísico. Donde, único, no cumple la luz su fatigosa labor, es en el paso de aguas y en el puente que bordean el exterior subjetivo de mi casa. Algo humano creo que, por fin, ha aparecido para mi solaz en el interior de ese paisaje. En resumen, creo que estas palabras un tanto caprichosas configuran solamente un pretexto para comunicarle, simbólicamente, al “Centro de Promoción Cultural Alejo Carpentier”, y, en especial a doña Lilia, en el cumpleaños número cien de su esposo don Alejo, mi gratitud y mi afecto desde el polémico lugar en el que hoy me encuentro. “Hoy”, sin embargo, dos patrias tenemos muchos los que en esta “región más trasparente” nos tocara vivir, y donde poco podemos hacer. Dos patrias, dos ciudades, con esas luces y esos ámbitos tan distintos, aunque tan cercanas para mí debido a un extraño destino: La Habana y Miami. ** Julio Pino Miyar isla_59_1999@yahoo.com Poeta, ensayista y narrador cubano (Santa Clara, 1959). Radica en Estados Unidos desde 1987. Colabora en calidad de ensayista con prensa escrita de Cuba, Estados Unidos y América Latina. Ha sido prologuista de varios libros de literatura. Escribió las palabras del catálogo del Primer Premio Internacional de Pintura de la Bienal de La Habana de 2001. En 2003 realizó en Tel Aviv una exposición conjunta de fotos bajo el rótulo “El libro de los árboles desnudas”. En 1995 fundó en Miami la revista cultural Los Conjurados. Tiene en La Habana tres libros en proceso editorial. === La biblioteca de los libros asesinos Gustavo Rubén Giorgi ======== Los procesos biológicos, los procesos políticos, la mecánica de nuestros procederes y el desenvolvimiento de las artes se parecen a un incansable fluir, en el que cada término de la serie reconoce antecedentes y consecuentes. De tal modo, según a qué singularidad se aplique este tipo de análisis, sería posible reconocerse en el pasado y proyectarse hacia el futuro. La relación aparece más nítida según la impronta del núcleo central en examen. En 1980 se publicó Il nome della rosa, que llegó dos años más tarde a nuestro castellano con el título literalmente traducido de El nombre de la rosa, primera novela de Umberto Eco (Alessandria, 1932), un investigador italiano sólo conocido entonces en los círculos universitarios vinculados a la semiótica. El éxito del libro fue inmediato y clamoroso, transformándose en pocos años en un fenómeno de ventas y aceptación sólo parangonable tal vez con otros dos clásicos de la segunda mitad del siglo XX, El retorno de los brujos (Le matin des magiciens), de Louis Pauwels y Jacques Bergier, y Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Esta novela —extraordinariamente bien escrita y extraordinariamente entretenida— ofrece en su compleja estructura revisiones de géneros tan familiares y apreciados como la novela policial, la gótica y la histórica, además de plantear reflexiones filosóficas y políticas valederas para nuestra realidad, la de 1980, y aun la de hoy. El decurso de los años, seguramente, le seguirá otorgando nuevos perfiles de referente para todas las literaturas. Nosotros queremos evocarla a la luz de otros dos libros con los cuales integra una inquietante biblioteca de libros que matan, libros asesinos, por lo que convocamos a su antecedente, El maestro del juicio final, de Leo Perutz, y a su consecuente, Me llamo rojo, de Orhan Pamuk. *** El aficionado a la literatura policial está familiarizado con un término que, equivocadamente, suele atribuirse sólo al arma homicida o a la víctima. Nos referimos al cuerpo del delito. Los formados en derecho saben que el concepto es más complejo, ya que comprende el corpus criminis, que denota al objeto sobre el que el hecho ha recaído; el corpus instrumentorum, o instrumento utilizado para cometer el hecho y el corpus probatorium, que supone la manifestación de los síntomas de la ocurrencia del hecho, recogidos por cualquier medio de prueba (1). Es insólito que todos estos elementos coincidan hasta constituir un corpus delicti, obtenido interpolando sagazmente todos sus elementos constitutivos. Lo hace Leo Perutz (Praga, 1882; Bad Ischi, 1957) en su novela de 1923 El maestro del juicio final (Der Meister des Jüngsten Tages), hasta el punto de oscurecer la noción jurídica misma al contrabandear con maña en el asunto los aspectos psicológicos; poniendo en entredicho la cuestión del libre albedrío en la comisión del hecho, torna borrosa la distinción entre el delito y su cuerpo, que no es más que su materialidad, su manifestación en el mundo exterior (2). Esta maravillosa confusión entre objeto pasivo, agente y cuerpo del delito la consigue con un libro. Quien lo lea, hallará un planteo más o menos común en el género, esto es, unidad de tiempo, acción y lugar como en el teatro clásico, resuelto en una reflexión sombría: todos estamos dispuestos al asesinato, así como todos merecemos ser víctimas de él. El palimpsesto que oculta el libro terrible brinda la solución al enigma supremo y representa un desafío al que ningún ser humano es capaz de resistirse por su innata vocación de saber. *** En 2006 el Premio Nobel de Literatura honró a la lengua turca por primera vez en la persona de Orhan Pamuk (Estambul, 1952), autor, entre otras muchas novelas, de Me llamo rojo (Benim Adim Kirmizi), publicada en 1998. Una vez más, la fórmula de crimen en clave alegórica ambientado en cuidada reconstrucción de época —el Imperio otomano del siglo XVI— le posibilita al autor honrar a un género que ha sido iniciático para muchos, muchísimos escritores, y a la vez reflexionar sobre el conflicto entre lo viejo y lo nuevo, la ambición de poder y la pulsión cainita, rasgos que parecen constituir la matriz de la laya humana en todos los tiempos. En este caso el libro fatal no habla sino por imágenes cuya reproducción de la realidad a través de la perspectiva, descubierta por los pintores occidentales, desata entre gobernantes, iluminadores y fanáticos religiosos espasmos de violencia a la manera que estamos lamentablemente acostumbrados. Parece un juego de palabras, pero la connotación semántica de la causa del conflicto es equivalente a su explicación: el problema es una descripción nueva de la realidad por medio de la (otra) perspectiva. *** En El nombre de la rosa quienes perseguían la lectura del libro prohibido (el segundo de la Poética, de Aristóteles) pagaban con la vida el ansia de traspasar un límite considerado irrebasable por un guardián del orden establecido. Se intoxicaban, simbólicamente, con la verdad. Tanto en El maestro del juicio final como en Me llamo rojo encontramos aquí y allá un aire de familia que atraviesa las tres obras en cuanto a propósitos, idea y ejecución. Veamos si es posible penetrar esta delicada trama de intertextualidades. El libro fatídico de Eco mata con el veneno impregnado en sus hojas, que no es posible pasar sino humedeciendo los dedos en la lengua para vender la resistencia del pegajoso pergamino. Casi como Perutz, quien deposita en su volumen una receta alucinógena que lleva al lector a visiones intolerables sobre sí mismo que conducen al suicidio. En la novela de Pamuk, en cambio, la novedad consiste en una representación nueva de las cosas. Entre los dos primeros libros nombrados damos con la coincidencia del castigo ínsito en la transgresión. (Como dice el refranero, en el pecado está la penitencia). Entre el primero y el tercero el móvil del crimen es la preservación del inmovilismo cultural y, consecuentemente, social y político. En los tres la muerte se cifra en la lectura de un libro prohibido. No parecen casuales tantos contactos. Todos ellos, asimismo, comparten inquietudes filosóficas. Por ejemplo, la noción platónica del arquetipo está tanto en El nombre de la rosa como en Me llamo rojo, referida en ambos casos a los caballos. Así, la descripción de la novela de Eco: —¡Vamos! —dijo Guillermo—. Es evidente que estáis buscando a Brunello, el caballo preferido del abad, el mejor corcel de vuestra cuadra, pelo negro, cinco pies de alzada, cola elegante, cascos pequeños y redondos pero de galope bastante regular, cabeza pequeña, orejas finas, ojos grandes (...) (3). encuentra eco en esta de Pamuk: ...el buen caballo tiene una hermosa cara y ojos de gacela y sus orejas son rectas como cañas y el espacio entre ellas es amplio; el buen caballo tiene dientes pequeños, frente abultada, cejas ligeras, es largo de cuerpo, de largas crines, breve de cintura, de nariz pequeña, hombros estrechos y lomo ancho y liso; de muslos plenos, largo de cuello, amplio de pecho, con la base de la cola ancha y la entrepierna carnosa. Debe ser orgulloso y elegante y caminar como si saludara a ambos lados (4). Las autoridades invocadas son, respectivamente, Isidoro de Sevilla y Fadlan de Bujara, y ejemplifican dos versiones de “lo ideal”; sin que se deba soslayar que en el Islam, el Corán puede ser considerado el arquetipo platónico por excelencia, ya que, increado, estaba en la mente de Dios antes de la creación del mundo. Otros contactos evidentemente deliberados puso el escritor turco en torno a la teoría de la inmanencia, la ceguera, la existencia de una Edad de Oro, la eterna recapitulación de un saber estático y extático. Por su parte, Eco homenajea a Perutz en la elección de un libro homicida, en la ingesta de tóxicos y en la aparición de un palimpsesto. Juguetonamente, alude a su predecesor dándole un lugar en la trama a las trompetas del Apocalipsis-Juicio Final; reflejos de los que participa también Pamuk aceptando el reto de la sinestésica visión del horror planteada por Perutz, a cuyas víctimas se les hace insoportable no el sonido de los instrumentos del Día de la Ira sino su color, nunca visto. Y que es, el lector lo habrá adivinado, el rojo. *** Los tres libros asesinos perecieron: el códice premonitorio destrozado por su última víctima, en algún rincón de la Viena imperial; el Aristóteles perdido, en el incendio de la biblioteca que arrasó la abadía benedictina; el de las pinturas heréticas, desguazado y dispersas sus imágenes como hojas en un bosque de hojas caducas. *** Si bien se mira, el libro es, ha sido y será el vehículo de transmisión del conocimiento y el soporte en el cual adquirirlos por excelencia. Por eso llamamos libro a las tablas de arcilla de los sumerios, a los papiros egipcios, a los pergaminos de la Antigüedad clásica, a “nuestro” libro impreso, a los incipientes libros digitales. ¿Por qué no considerar, entonces, al fruto prohibido del Edén como el libro primigenio, ya que en él se dan todos los elementos que lo configuran? Dios permitió que Adán y su esposa Eva comieran los frutos de todos los árboles de Edén, menos los del Árbol de la Ciencia del Bien y del mal, pues probarlos e inclusive tocarlos implicaría la muerte (...). Cuando hubieron comido, Adán y Eva se miraron, y viendo de pronto que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos cinturones (...). Dios preguntó: “¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?” (...). Dios (...) se dijo: “He ahí al hombre hecho como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; que no vaya ahora a tender su mano al árbol de la vida y, comiendo de él, viva para siempre”. (...) La serpiente empujó rudamente a Eva contra el Árbol de la ciencia y le dijo: (...) “Tú y Adán, creados los últimos de todos, gobernáis el mundo; comed, por consiguiente, y sed sabios, no sea que Dios envíe nuevos seres que usurpen vuestro gobierno” (5). Así narrado el mito de la Caída, hay en él los tres signos de la humanidad: el libre albedrío, la pasión por la sabiduría y nuestra condición de mortales. ¿Es también este un libro asesino? Señalan Robert Graves y Raphael Patai: Los comedores de ambrosía gozan con frecuencia una sensación de sabiduría perfecta, resultado de una estrecha coordinación de sus facultades mentales. Puesto que “conocimiento del bien y del mal” significa en hebreo “conocimiento de todas las cosas, buenas y malas”, y no se refiere al don de la elección moral, el “Árbol de la Vida” puede haber sido en un tiempo el árbol en que se daba un hongo alucinógeno particular. Por ejemplo, en el abedul se da la amanita muscaria, que comen sacramente ciertas tribus paleosiberianas y mongólicas (6). En aparente contradicción con los mitógrafos, pero en el mismo orden de ideas, el relato de la caída y el castigo divino para la mujer de parir con dolor, ha motivado esta aguda observación de Carl Sagan: Que yo sepa, el alumbramiento es normalmente doloroso en una sola de los millones de especies animales que pueblan la tierra: la del ser humano. Posiblemente ello sea consecuencia del reciente e incesante incremento de la capacidad craneal (...). En el libro del Génesis hallamos una insólita explicación del nexo entre la evolución de la inteligencia y el dolor del parto. Como castigo por comer la fruta del conocimiento del bien y del mal, Dios dice a Eva: “Parirás con dolor” (Génesis 3, 16), Es interesante hacer notar que Dios no prohíbe la adquisición de todo conocimiento, sino, de manera específica, el conocimiento de la diferencia entre el bien y el mal, es decir, los juicios abstractos y morales, que de residir en alguna parte del cerebro se ubicarían en el neocórtex (7). Entendemos que la autorizadísima Biblia de Jerusalén comparte, completa y aclara los puntos de vista de los sabios: No es, pues, ni la omnisciencia, que el hombre caído no posee, ni el discernimiento moral, que ya poseía el hombre inocente y que Dios no niega a su criatura racional. Es la facultad de decidir por uno mismo lo que es bueno y lo que es malo, y de obrar en consecuencia: una reclamación de autonomía moral por la que el hombre no se conforma con su condición de criatura (...) (8). Reflexiones finales. Por ejemplo, la evidente relación de la novela de Perutz con el Libro del Génesis, cuya lectura maldita supone una receta alucinógena como enseñan los mitógrafos. O esta otra, que carga con la rémora de pertenecernos. El libro, trátese de volúmenes emblemáticos o no, es siempre un asesino. Precisamente, un asesino de nuestra inocencia. El precio de la sabiduría y la abstracción es anoticiarse de la inevitabilidad de la muerte y, por consiguiente, la adquisición de la angustia; los animales, que no piensan, carecen de la aptitud de abstraer nociones como futuro, finitud o inmortalidad. La sabiduría que hemos sido capaces de adquirir determina nuestra condición y nos entera sin dudas de nuestra contingencia. Perutz, Eco y Pamuk expresan alegóricamente que cuando enfrentamos otras realidades conocemos que no somos los únicos, que no somos los mejores, que no somos buenos, ni perdurables. *** Tentados estuvimos de engrosar el inventario con otros libros que, si bien no nos consta que hayan matado, en cambio sabemos que han sido pródigos en infundir locura y pavor indescriptible: el Necronomicón de Howard P. Lovecraft, El Rey de Amarillo, de Robert W. Chambers y El libro de arena, de Jorge Luis Borges. Pero, prudentemente, preferimos no usurpar jurisdicción ni atropellar competencia, porque más que filosófico-histórico-policiales códices son éstos que parecen propios de la literatura fantástica. Referencias 1. CAFETZOGLUS, Alberto N. Derecho procesal penal. Provincia de Buenos Aires, Capítulo séptimo. 2. Conf. Ibídem. 3. Op. cit., Primer Día, Prima. 4. Op. cit., cap. 42. 5. Génesis, III,; 1, 2, 4, 5. En: GRAVES, Robert, y Raphael PATAI. Los mitos hebreos, cap. 12. 6. GRAVES, Robert, y Raphael PATAI. ibídem. 7. SAGAN, Carl. Los dragones del Edén, cap. 4. 8. Op. cit., Desclée de Brouwer, nota a Génesis, 3, 5, 22. ** Gustavo Rubén Giorgi gustavogiorgi@arnet.com.ar Abogado y escritor argentino (Zárate, Provincia de Buenos Aires, 1955). Trabaja como funcionario público en el cargo de jefe del Registro Civil de Zárate. Ha publicado Cuentos de la resignación (Editorial Dunken, http://www.dunken.com.ar; Buenos Aires, 1997), el libro de relatos históricos El profeta y el traidor (Ediciones Proa, Buenos Aires, 2000), los poemarios El último bien (Proa, 2001), El retorno de Hipsipila (Alloni-Proa, Buenos Aires, 2005) y Acechanza de reflejos (Proa, 2009), la colección de ensayos Aunque sean los papeles rotos de las calles (Alloni-Proa, 2005) y un volumen con el relato “El emisoriario” y el soneto “Elección” (colección “Biblioteca Mínima” del diario Opinión; Cochabamba, Bolivia, 2007). Además, textos suyos aparecen, traducidos al italiano, en la Antologia della Poesia Argentina Contemporanea (Edizioni Sentieri Meridiani, http://www.sentierimeridiani.it; traducción de Emilio Coco; Foggia, Italia, 2007). Ha dado conferencias sobre cine, historia y literatura en Buenos Aires, y en el interior y exterior de Argentina. Integra el plantel de colaboradores permanentes de la revista Proa, fundada en 1922 por Jorge Luis Borges y en la que ha publicado cuentos, poemas y ensayos desde 1998. En 2009 fue jurado, en el género Novela, para la Faja de Honor 2009 de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade, http://sade.org.ar). === Lo que la violencia no se pudo llevar Iván Zuluaga Narváez ======= El sol del mediodía refulge en lo alto y prodiga sus ardientes rayos sobre la población de El Carmelo, localizada al suroriente del departamento del Valle del Cauca, a unos 30 kilómetros de Santiago de Cali, capital de esa comarca. Y en una finca lechera, emplazada en las inmediaciones de este tranquilo pueblo, labora, bajo la sofocante mirada del abrasador astro, Fabio Zuluaga Jaramillo, un campesino caldense que fue desplazado de su terruño por grupos armados irregulares. Tal vez la historia de Fabio parezca un relato común y poco extraordinario, porque, al fin y al cabo, las víctimas de la violencia han sido el pan de cada día que se cocina en los atroces e infernales hornos del conflicto armado interno colombiano. Sin embargo, por la forma en que este hombre arrostró los continuos porrazos que le ha dado el destino, puede ser catalogado como uno de esos seres que sin quererlo dan ejemplo de vida, claro está, sin las pretensiones de un héroe y mucho menos las de un mártir. Y es que una vez los implacables infortunios acometieron, las circunstancias, para Fabio y su familia, se tornaron tan desfavorables que se veía venir la inminente desmembración del hogar, la cual amenazaba con separarlo a él y a su esposa de sus hijos. Pero este hombre optó por no amilanarse y dar la pelea para mantenerse juntos, aun teniendo en contra a esa forzosa miseria a la que habían sido reducidos. Y con la obstinación propia de un papá que protege a los suyos, Fabio no permitió que su familia se disgregara. El campesino con voz melancólica y con el entrecejo fruncido dice que cuando una persona cae en la miseria se vuelve como una hoja al viento, no va para donde quiere sino para donde le toca. Por eso él no puede olvidar que, en aquel entonces, pese a que sus niños imploraban no ser llevados, sus bienhechores del gobierno ya habían anunciado que los enviarían a albergues diferentes, y debían entender que todo era por su bien. No obstante, Fabio conocía casos de otras familias desplazadas a cuyos hijos no volvieron a ver, y él no estaba dispuesto a correr ese riesgo, por eso no se iba a quedar de brazos cruzados mientras perdía a sus muchachos, en tanto el y su mujer aguardaban por un auxilio que probablemente nunca llegaría. Pero hasta aquí, sólo va un exiguo fragmento del relato. Porque para conocer a Fabio y escuchar de su boca las peripecias que ha vivido, primero hay que arribar a El Carmelo. Y Para llegar a esta localidad, partiendo desde Cali, se debe cruzar el puente que se empina sobre el río Cauca y que comunica a la capital valluna con la tradicional zona discotequera de Juanchito. Una vez ahí, el recorrido continúa a través de una carretera flanqueada por un exuberante verdegal del que manan espesas praderas y encantadoras alamedas. Y, aproximadamente, al cabo de 25 minutos de trayecto se arriba al mencionado villorrio, donde el tiempo discurre con parsimonia y en el que los lugareños, si bien son corteses y serviciales, no dejan de observar con extrañeza a los forasteros. Así mismo, las bicicletas y los caballos, como lo fueron en antaño, siguen siendo el medio de transporte más práctico y común, y los escasos vehículos, que se ven aparcados, o circulando por las estrechas vías, pertenecen bien sea a los visitantes, a los propietarios de las fincas aledañas o a algunos habitantes, y otros hacen parte del transporte público. Por otra parte, en el umbral del pueblo hay un letrero que pende de dos cuerdas amarradas a dos postes de luz, levantados en las márgenes opuestas de la calle, y pese a que el aviso se encuentra borroso por el corrosivo paso de los años, aún es posible leer su leyenda que reza: Bienvenidos a El Carmelo. Este pueblo se halla circundado por una zona campestre de tierras feraces y llanas, donde se erigieron numerosas haciendas; entre las que se encuentra la finca La Dolores, cuyo propietario es un comerciante de la zona, y es el lugar donde ahora trabaja Fabio Zuluaga, después de sobrellevar un prolongado periodo de continuas emigraciones en busca de una residencia y un empleo estables. En esta villoría Fabio funge como capataz, ordeñador, mayordomo, pastor, e incluso por cortesía de su experiencia y conocimientos hace las veces de veterinario empírico; obviamente, como es habitual en Colombia, el salario que devenga, más que inversamente proporcional, es irrisoriamente desproporcional a sus numerosos e intensos menesteres. Además, el trabajador, su esposa y sus cuatro hijos menores, quienes todavía lo acompañan, viven en la pequeña y humilde casa de la hacienda, en cuyas erosionadas paredes se evidencia un precario mantenimiento y eso, sumado a la estrechez de las estancias, obliga a Fabio y a su familia a vivir hacinados y bajo condiciones que a él le resultan difíciles de aceptar, puesto que como él mismo lo dice, no se ha jodido tanto en la “hijuemadre” vida como para no volver a darles a su mujer e hijos un bendito techo digno. De otro lado, la faena diaria de Fabio Zuluaga principia mucho antes del alba, momento en que debe empezar a ordeñar las vacas, pues justo a las seis se detiene frente al portón principal de la hacienda el camión que recoge el producido. Por eso a las tres de la mañana, cuando los grillos todavía están de fiesta y el viejo gato deambula en furtiva cacería, Fabio abandona su lecho, silente para no despertar a su familia, y toma su pequeña banqueta y un balde. El ordeñador se detiene primero frente al lavadero que está fuera de la casa, ahí sumerge sus manos en el receptáculo rebosante de agua, y se empapa el rostro y la nuca para ahuyentar la fastidiosa modorra. Al cabo de unos segundos, cuando el frío líquido lo hace espabilar, camina hacia el aprisco y se sienta cerca de la primera vaca. Entonces con ambas manos se aferra a las ubres del animal y las presiona y las hala, en repetidas ocasiones, mientras la leche brota a raudal de las enormes mamas, como si fuesen nubes cargadas de agua lluvia. Luego, a eso de las ocho de la mañana, la jornada de este hombre continúa con el pastoreo del ganado, el cual lleva a pacer a las dehesas cercanas; dicha labor suele tardar varias horas, pues es el responsable de que 60 reses siempre estén bien alimentadas. Entonces, una vez se aproxima la hora meridiana, Fabio sabe que es el momento de cubrirse el rostro con una camiseta raída que porta en su mochila, para resguardarse del implacable flagelo del sol. Si bien la improvisada máscara tiene una estrecha abertura para no tapar los ojos, de todas maneras se nota el sudor que se escurre profusamente por su nariz. Igualmente, el atavío de este hombre, lo complementan un sombrero y una camisa de manga corta, tan ajada como aquella que tiene ahora guareciendo su cabeza. También viste unos jeans viejos y sucios, calza unas botas pantaneras y en su mano derecha ase un zurriago para arrear el ganado. Horas más tarde, Fabio regresa con la cohorte de toros, vacas y terneros para encerrarlos en el establo. Una vez las bestias son confinadas en su recinto, cualquiera podría imaginar que finalmente su cuidador disfrutará de un merecido reposo, pero la realidad es bien diferente, puesto que el mayoral almuerza en un santiamén para reanudar sus tareas, que ahora comprenden ir a fumigar y revisar los cultivos, inspeccionar el estado de las gallinas y estar al corriente de cualquier contingencia que se pueda presentar en la hacienda. De este modo arriba la noche, y en el semblante de Fabio brotan unas marcadas ojeras, producto del fuerte agotamiento que lo domina, entonces a eso de las diez de la noche el hombre se arroja exangüe en el viejo y herrumbrado catre que comparte con su esposa, para intentar recobrar energías y reiniciar en la madrugada del día siguiente sus interminables ocupaciones. Todo tiempo pasado fue mejor La vida de Fabio no siempre fue así; hasta hace unos cuantos años el transcurrir de sus días era muy distinto a como lo es ahora. Este campesino paisa de pura cepa, y con medio siglo de vida a cuestas, nació de la unión entre don Juan Clímaco Zuluaga y doña Edelmira Jaramillo, siendo el menor de seis hermanos. Fabio Zuluaga rememora que en sus buenos tiempos era el típico hombre que portaba con noble orgullo ese legado cultural y de tenacidad que brotaba por doquier en las campiñas del Viejo Caldas. Y eso se patentizaba en su talante y su vestir, pues él andaba muy orondo con el poncho al hombro, el carriel terciado, su sombrero y, eso sí, por ningún motivo le podía faltar el machete en la vaina que cuelga del cinto. Y pese a que después de salir forzado de su predio las adversidades han intentado abatirlo una y otra vez, se necesita más que eso para derrotar a un hombre que mantiene la firmeza de un roble y el ímpetu de un guerrero. Y aunque, evidentemente, Fabio no posee la estampa de un guerrero, como la de aquellos corpulentos que se ven en las películas, tampoco precisa de ella para enfrentar a las dificultades. Él es de mediana estatura y complexión delgada, sobre su cutis curtido por el sol se pintan adustas facciones que discuerdan con un temperamento amable y jovial, pero que puede tornarse volcánico si de proteger a la familia se trata. Su nariz es aquilina y de sus apacibles ojos cafés, sobrevolados por tupidas cejas, rezuman los bríos de aquellos campesinos nacidos en el eje cafetero colombiano. Y fue Marquetalia, municipio del departamento de Caldas, una tierra abarcada por boscajes y por el sinuoso relieve de la cordillera de los Andes, la que en el año 1960 vio nacer a Fabio Zuluaga, y sobre ese mismo suelo, en la iglesia del pueblo, veinte años después, contrajo matrimonio con Martha Lucía Gallego Cárdenas, su gran e incondicional amor y madre de sus nueve hijos. Martha, por su parte, es una mujer de 48 años, procreadora por antonomasia, que a pesar del tiempo y las inclemencias de la vida, aún conserva los vestigios de su belleza de otrora. Su rostro de finas facciones se encuentra ceñido por su negra cabellera, y en él destellan sus ojos verdes, brillantes como esmeraldas recién bruñidas. Y ni siquiera su muy humilde atavío consigue afearla. En aquel entonces, el flamante matrimonio Zuluaga Gallego se proyectaba como una familia prominente, fruto del trabajo de Fabio en su finca cafetera, ubicada en una vereda llamada Guarinó-Guamo de jurisdicción del municipio de Marquetalia. Con casa propia y buen trabajo a la pareja únicamente le faltaba el anhelado advenimiento de los herederos para ser plenamente felices, pues a qué podían temer, si estaban acorazados contra las carencias y gozaban de los medios suficientes para brindarles a sus hijos una vida, quizás no con lujos, pero sí cómoda y decente. Y, en efecto, los hijos no se hicieron esperar y los primeros en ser engendrados fueron Fabián Ricardo, John Freddy, Diana Carolina, Víctor Alfonso y Jazmín Andrea; cuyas edades, hoy por hoy, son, en el orden correspondiente, de 30, 28, 26, 24 y 22 años. Sin embargo, Fabio y Martha resolvieron que con la pequeña Jazmín concluía su nutrida progenie. Pero el destino ya había decidido lo contrario, y seis años después se daría comienzo a un nuevo ciclo de alumbramientos que arrancaría con el nacimiento de Juan Carlos, hoy con 16 años, y proseguiría con la llegada de William Alberto, Diego Alejandro y Franci Daniela de 14, 12 y 10 años, respectivamente, en la actualidad. En aquella época la numerosa familia Zuluaga Gallego vivía en su idílica finca, que fue una heredad que les dejó don Juan Clímaco, quien, con ayuda de sus hermanos, la construyó en los años treinta. La casa era fuerte como una roca, puesto que fue erguida por vigorosas manos, las cuales alzaron cada muro y cada viga empleando madera tan sólida como su esfuerzo. Esta granja se hallaba a los pies de una loma y se encontraba cercada por la frondosa vegetación silvestre. Alrededor de la casa se extendían las ingentes huertas donde había cultivos de plátano y yuca, y en el horizonte se imponían los majestuosos potreros, donde las reses y los caballos podían moverse y pastar a placer. Igualmente, Fabio tenía en su finca un vasto criadero de gallinas y gallos finos, de esos de pecho inflado y arrogante caminar, que son coloridos como un arco iris emplumado. Entre tanto, los árboles frutales, que salpicaban el paisaje, hacían parte de una matizada e imperturbable comitiva que velaba en los contornos de la casa. Fabio recuerda que había palos de mango, guayaba, cañafístula y naranja, en los cuales los muchachos se trepaban para engullir las frutas hasta empacharse. Y el cultivo más representativo e importante, el café, fue plantado desde la base hasta la ladera de la loma, faltando pocos metros al ejército de arbustos para coronar la cima. Cuando Fabio trabajaba en esta finca, que era tan suya como la sangre que corre por sus venas, recibía la colaboración de sus hijos y su esposa, quienes le ayudaban a coger los granos de café, en pocas palabras esta actividad se convertía en un momento perfecto de unión familiar. Luego depositaban los frutos en la tolva para descascararlos, Fabio cuenta que su tolva era pequeña y funcionaba manualmente, dándole manivela, pero que por sencilla que pareciese, bastante útil y resistente sí era. Esta parte del proceso terminaba cuando el grano salía ya sin su cubierta, entonces era arrojado a un tanque donde lo lavaban con una manguera. El siguiente paso consistía en depositar el café sobre unos plásticos que eran extendidos en el zarzo de madera, justo debajo del tejado de zinc de la casa. Por tanto, cuando el sol se encarnizaba calentando aquel techo de zinc, los granos se secaban rápidamente. La familia Zuluaga Gallego llevaba a cabo este trabajo, religiosamente, de lunes a viernes, y el día sábado empacaban el café en costales para que Fabio fuera a venderlo a Marquetalia. El hombre se arreglaba cual Juan Valdez, pues como él lo asegura: para ir a vender los productos uno tenía que emperifollarse y ponerse una buena pinta, así a uno lo respetaban y no le ofrecían chichiguas. Por lo tanto, al despuntar el día, Fabio ensillaba sus dos yeguas, Gitana y Fidelina, las cuales eran sus leales compañeras en la travesía que le esperaba, y encima de las cabalgaduras depositaba dos sendas quilmas atiborradas de granos. Ambas jacas conocían tan bien el camino como su amo, quien iba a pie atrás de ellas. Entonces, durante dos horas, subían por la escabrosa senda que serpenteaba una colina, y la cual los llevaba hasta una planicie, donde había otras fincas. Al remontar la empinada trocha la caminata continuaba por un trecho pedregoso que atravesaba la explanada, y por donde era preciso transitar, puesto que no existía otra ruta con desembocadero en la carretera principal. En tanto a orillas de la calzada se asentaba una modesta tienda, adonde Fabio llegaba sediento en busca de una fría gaseosa, y la absorbía con tal avidez como si el líquido le devolviese el ánima que se le escapó en las pintas de transpiración. Luego descargaba sus yeguas y les daba de beber y comer, y por último las amarraba para que las fieles bestias aguardasen su retorno. De pronto, se avecinaba un jeep Willys que, al ritmo de su estridente motor, se bamboleaba como si en cualquier momento fuese a quedar despatarrado. El rauco sonido emitido por la máquina y el lastimero crujir de sus latas parecían gritos de misericordia, para que no le embutieran más peso, ya que venía atestada de mercancías y personas. Fabio, con el auxilio del acompañante del chofer, abordaba con sus bultos el vehículo, y debido al poco espacio que restaba, al campesino le tocaba treparse en el techo e ir haciendo equilibrio, digno de un malabarista, para que él y su carga llegasen intactos a su destino. Al término de sesenta minutos de incómodo viaje, el carro arribaba a la plaza central de Marquetalia donde la tumultuosa muchedumbre iba de aquí para allá, de un almacén a otro, puesto que era día de negociar con el mejor postor el fruto del trabajo semanal. Fabio, por su parte, descendía del carro, y una vez con sus pies firmes en el suelo estiraba los músculos envarados. Después iba hasta las cooperativas, en las que compraban y distribuían café, para venderles sus géneros. En estos negocios el caficultor hacía gala de su persuasiva retórica de culebrero paisa, para que los cicateros compradores pagaran el precio justo. Concluida la negociación y ya con el billete seguro en sus bolsillos, el agricultor y comerciante se dirigía hacia la plaza de mercado a comprar los víveres para su familia, y antes del anochecer emprendía el camino de retorno a casa, no sin antes haberse tomado dos cervecitas, con sus colegas, en el billar de don Jerónimo Ángel. La aparición de los indeseables Se acercaba a su final el año 1999 y Martha empezaba la gestación de Franci Daniela, la última de sus hijos, la finca iba viento en popa y Fabio ya tenía planeado aumentar la producción de su cafetal. Mas la buena fortuna que había derrochado sus favores en la familia Zuluaga Gallego, les daría la espalda una infausta noche cuando a las dos de la mañana irrumpió en la casa un pelotón de 50 hombres uniformados que se movían entre las sombras como demonios salidos del averno. Uno de ellos, con áspera entonación, se presentó ante la aterrorizada familia como un comandante paramilitar, les dijo que el regimiento estaba conformado por un total de doscientos milicianos, que se habían repartido en el resto de las fincas vecinas. Con actitud amenazante el hombre les conminó a obedecer o de lo contario se llevarían a sus dos hijos mayores, Fabián Ricardo y John Freddy, que en ese entonces tenían 20 y 18 años. Los muchachos, asustados, preguntaban, con voz queda, quiénes eran esos hombres y Fabio para sosegarlos les respondió que eran del ejército y que nada malo iba a suceder. Fabio y su mujer no tuvieron otra salida que aceptar ser anfitriones de los siniestros visitantes, quienes por espacio de una semana se quedaron en la finca alimentándose y pernoctando. Martha se convirtió en su cocinera y Fabio y sus hijos conformaban el resto de la servidumbre, pues había que atender con presteza sus órdenes y lavar diariamente sus ropas, y pese a la atención que les brindaban eran agresivos y soeces con sus hospedadores. Al cabo de siete días, la paz y la tranquilidad retornaron con la partida de los peligrosos huéspedes. Sin embargo, la calma no sería perenne, puesto que se cernía un nuevo mal, que sobrevendría con la invasión a la finca de otros hombres armados. En esta ocasión se identificaron como guerrilleros y acusaron a Fabio de ser un colaborador de los paras y, por lo tanto, tenía que abandonar su hogar, porque si contravenía la advertencia asesinarían a su familia, dejándolo a él de último para que los viera morir. El campesino, indignado por los atropellos de los grupos al margen de la ley, que ejercían su despotismo en la zona, se opuso y prorrumpió que tenían que matarlo porque jamás iba a acceder a abandonar su tierra, pero el llanto y la angustia de su esposa e hijos lo disuadieron de rebelarse contra los sanguinarios insurgentes. Al otro día con pocas pertenencias se marcharon de su hogar. Afortunadamente Fabio había comprado un pequeño terreno al lado de la carretera donde tenía una barraca que sirvió para darles cobijo. De todas maneras, Fabio se resistía a dejar por completo su finca y todos los días bajaba con sus dos hijos mayores para revisar los cultivos y dar de comer a los animales. Quince días después del desalojo, el campesino se levantó más temprano que de costumbre y se fue para la granja sin sus muchachos. Fabián, el mayor, al despertar y notar la ausencia de su padre se fue para la finca como alma que lleva el diablo, puesto que no le gustaba dejar solo a su viejo. Y cuando al joven le faltaban escasos cinco minutos para llegar a la hacienda, escuchó el ronco y atronador ruido de disparos, entonces se encaramó a un árbol desde donde vio como los insurgentes destrozaban con sus ráfagas la casa y aniquilaban a los animales. Fabián, conmocionado y ahogado en llanto, regresó a la caseta donde estaban su madre y sus hermanos para contarles que la guerrilla, no contenta con haberlos expulsado de su morada, también devastó sus posesiones y que probablemente esa cruel avalancha de violencia irracional arrasó con la vida de Fabio. Las contagiosas lágrimas se propagaron entre los pequeños que rogaban por el pronto regreso de su padre; Martha, ya con cuatro meses de embarazo, disimulaba su sobresalto e intentaba calmarlos, sin saber si su marido estaba vivo o muerto. La desesperada mujer llamó a Eduardo, un hermano de Fabio, le contó lo que pasó y le pidió que la ayudara a huir, pues temía que los guerrilleros tomaran represalias contra ella y los niños. Eduardo consiguió veinte mil pesos y con ese dinero despachó a su cuñada y a sus dos sobrinos menores para Cali, a la casa de Aleyda, la hermana de Martha. En tanto, los otros seis niños fueron llevados a las casas de personas vecinas, quienes los acogieron, aun sabiendo que podían meterse en aprietos con los subversivos, por socorrer a los hijos de un traidor. Eduardo, por su parte, que trabajaba como jornalero, se esforzaba para reunir el dinero que le permitiese llevar a sus otros sobrinos a Cali, junto a su madre. Mientras tanto, la pequeña Jazmín que tenía 12 años y su hermano Juan Carlos de 6, fueron prohijados temporalmente por doña Isabelina y su esposo don Fermín. La vivienda de este matrimonio era bastante modesta, los muros eran de esterilla y estaba circundada por una espesa frondosidad y densos cafetales. Entonces, cuatro días después de la partida de Martha, durante una apacible noche, Jazmín se hallaba en el lavadero enjuagando la ropa de su pequeño hermano, cuando de repente fue sorprendida por un hombre desaliñado, sucio y visiblemente demacrado que salió de entre la espesura y le abrazó con todas sus fuerzas. La niña no podía dar crédito a lo que veía y sentía, ese hombre lívido y derrengado era su padre que estaba milagrosamente vivo, aunque por la palidez que reflejaba parecía más un fantasma. Él había sobrevivido gracias a que durante el asalto se encontraba inmerso en el cafetal. Jazmín, con sus pestañas humedecidas, daba gracias a Dios por haber protegido a su papá, y se fue corriendo para la cocina y le trajo una tostada con aguapanela. El famélico fugitivo se zampó esa comida en cuestión de segundos, era evidente que llevaba días sin probar bocado y esa simple manduca era como un manjar del cielo. Antes de internarse nuevamente en el cafetal, Fabio besó con ternura a su hija, la bendijo y la exhortó a tener fortaleza, e igualmente le juró que en pocos días estarían juntos de nuevo. Discurridos tres días, Eduardo reunió a sus sobrinos, y con la ropa que tenían puesta se fue con ellos en autobús para Cali, y al cabo de 9 horas de viaje llegaron a la casa de la tía Aleyda, ubicada en un barrio humilde llamado José Antonio Galán, donde eran ansiosamente esperados por su madre y sus hermanos. A rodar y rodar Transcurrían los días y Fabio no daba señales de vida, y pese a que Jazmín insistía en que su padre estaba vivo y que debían tener fe, no sucedía igual con el resto de la familia, pues las esperanzas de volver a verlo se diluían en un profundo mar de pesimismo. Sin embargo, la pequeña no se dejaba contaminar de la desilusión, y todos los días se acomodaba en la ventana que daba la calle, para atisbar el exterior con la ilusión de ser la primera en dar la bienvenida a su padre. Unos cuantos días después, el exorbitante optimismo de Jazmín hallaría su ansiada respuesta, pues Fabio había escapado una vez más de las garras de la muerte, cumpliéndole la promesa a su hija. El hombre llegó a casa de su cuñada, con el ánimo tan lánguido como su figura, pero al fin de cuentas era consciente de que tenía que despojarse del apocamiento y ungirse de tesón, porque su esposa pronto daría a luz y ese bebé se sumaría a las bocas que debía alimentar. Dicho y hecho, Fabio no tardó en hallar ocupación, puesto que con el apoyo del esposo de su cuñada consiguió frutas a bajo precio y empezó a venderlas en la calle, en tanto sus hijos mayores les ayudaban económicamente a sus padres con un puesto de venta de tintos que pusieron en el barrio. Sin embargo, como el tamaño de la casa de Aleyda era bastante angosto, los Zuluaga Gallego tuvieron que marcharse; entonces el restringido presupuesto sólo les permitió alquilar un aposento que no contaba con dormitorios, puesto que estaba comprendido por una sola estancia, con una cocineta y un baño. Martha, por su parte, ya había cumplido siete meses de embarazo y el parto se adelantó de improviso. Probablemente esto sucedió, según los médicos, a causa de la zozobra inherente a los trances padecidos. Por tanto, como consecuencia de esa prematuridad, la madre y la bebé corrían un elevado riesgo de morir, pero un destello de la buena estrella que antes los cobijaba relumbró aquel día, la niña nació sana y la progenitora tenía licencia de la vida para seguir cuidando de sus hijos. Franci Daniela vino al mundo mediante una cesárea que le practicaron a Martha en el Hospital Departamental de Cali. Después del alumbramiento, los Zuluaga Gallego recibieron la visita de la gente del ICBF, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para proponerles que entregasen a los niños, con el fin de trasladarlos a hogares de paso, mientras la situación económica se restauraba, mediante un generoso auxilio gubernamental, que hasta el sol de hoy brilla por su ausencia. Fabio y Martha rechazaron la oferta, y con el ardor de fieras que protegen a sus cachorros, afirmaron que la familia se mantendría unida, aunque les tocase romperse el lomo para que a sus hijos no les falte comida, vivienda y estudio. Un año más tarde, los ex campesinos estaban más aclimatados a la agitada vida de la ciudad y ya los muchachos no se perdían en el laberinto de avenidas, edificios y direcciones de la intrincada urbe, entonces Fabián y John Freddy empezaron a trabajar como vendedores en almacenes de calzado en el centro de Cali, mientras tanto Carolina se fue a laborar como empleada interna en una casa de familia. Fabio, por su parte, no se acostumbraba a vivir en la ciudad, pues él había dejado el alma en el campo y cada día añoraba con mayor intensidad la labranza y los animales. Por ello aceptó un trabajo como administrador de una finca ganadera, próxima a la represa de la Salvajina, en el municipio de Suárez del departamento del Cauca. A ese lugar se trasladó con su esposa y sus seis hijos menores, no obstante trece meses después se marchó, porque el salario no era el apropiado para cristalizar sus deseos de atesorar recursos que le permitiesen comprar un terreno con cultivos y animales propios. Por consiguiente, el nuevo destino del matrimonio y su prole fue la Vereda Alegrías, en el departamento de Risaralda. Ahí, una vasta finca ganadera y de caballos de paso fino abrió sus puertas a Fabio. Las remembranzas del campesino cuentan que era una hacienda grande y bonita, había corceles hermosos, pesebreras, tres casas y esplendorosos jardines. Lamentablemente el sueño en este paraíso solamente duró un lustro, ya que los patrones vendieron la finca y los nuevos propietarios traían sus trabajadores. Una vez más Fabio quedaba como un náufrago en el mar, y se veía forzado a buscar, adonde fuese, un techo para su familia. Por fortuna sus tres hijos mayores consiguieron estabilizarse económicamente en la capital del Valle, como comerciantes independientes, y de cuando en cuando le giraban unos pesos para ayudarlo. Pero en su afán de hallar morada, Fabio terminó por llevarse a su familia a un caserío que realmente era un asentamiento subnormal, cercano a Pereira, la capital de Risaralda. Y luego de mucho voltear para conseguir un trabajo, tocando puertas que le cerraban en las narices, el campesino logró meterse por una que quedó entreabierta y así engancharse con la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Pereira. Fabio, sin tener conocimientos del tema, se le midió a un proyecto para construir pozos sépticos y, durante un año, esta actividad le proporcionó estipendio para el sustento de su hogar. Sin embargo, una vez consumado el proyecto también se agotó la fuente de trabajo, entonces el nomadismo de los Zuluaga Gallego nuevamente prevaleció y ahora les tocaba buscar refugio y comida en otros parajes. Por consiguiente, el errante Fabio fue a parar a la vereda El Palmar, en el Valle del Cauca, para desempeñarse como agregado en una pequeña finca. Pero como dice el refrán: tras de gordo hinchado. Puesto que el salario que le ofrecieron era tan mezquino como la fertilidad de un desierto. Aunque cueste creerlo, por la módica cifra de cien mil pesos mensuales el curtido trabajador debía hacer de todo y un poco más; por eso no es de extrañar que en ese templo de la roñosería sólo vivieran unos pocos meses. Y fue así como después de este permanente y agotador peregrinaje Fabio y los suyos aterrizaron en la hacienda La Dolores, puesto que el dueño, que estaba a punto de venderla ya que nada más le daba pérdidas, se enteró de que la experiencia y sabiduría de Fabio, en el arte de prosperar fincas, eran un manantial que le ayudaría a reverdecer su marchita hacienda. Hoy por hoy, de la mano de Fabio Zuluaga Jaramillo la finca mejoró ostensiblemente su capacidad de producción láctea y, por ende, su rendimiento económico. Sin embargo, pese a eso, la paga del mayoral no compensa, en lo más mínimo, su ahínco y los resultados obtenidos. No obstante, Fabio, al igual que su hija Jazmín, es optimista y vislumbra el porvenir con buenos ojos, él tiene la certeza de que algún día alguien valorará su sapiencia y veteranía, y lo remunerará como realmente se merece, porque al fin de cuentas lo que le sobra es perseverancia y coraje. Además, ya no recuerda el pasado con rencor, pues aquello que los violentos le quitaron hace diez años eran bienes materiales, pero el amor y la unión familiar, ni las armas ni la pobreza se los pudieron arrebatar. ** Iván Zuluaga Narváez ivanzulu@gmail.com Escritor y periodista colombiano (Valle del Cauca, Cali, 1977). Acaba de terminar su primer libro La daga del dragón, que hace parte de la saga La Batalla de Los Omnipotentes. Estudió comunicación social y periodismo en la Universidad Autónoma de Occidente (UAO, http://www.uao.edu.co) y ha trabajado para periódicos como El Liberal (http://www.elliberal.com.co), de Popayán, y Diario Occidente (http://www.diariooccidente.com.co), de Cali. También ha estado a cargo de la redacción y corrección de estilo de medios impresos de diferentes organizaciones como la revista médica de la Clínica Valle de Lili (http://www.clinicalili.org) y la revista Al Día del Banco WWB (http://www.fwwbcol.org), entre otras. === Peter Handke, un testimonio de la memoria subterránea ================= === Edgar Borges ========================================================== (Nota del editor: la Universidad Diego Portales, de Chile, se agenció el año pasado la primicia de publicar Preguntando entre lágrimas, un libro de crónicas del escritor austríaco Peter Handke, que hoy comenta el venezolano Edgar Borges en este trabajo en el que incluye parte de una conversación que sostuvo con su traductora, la alemana Cecilia Dreymüller. Con una novela ya en prensa, La caída de los grandes —saldrá el 15 de marzo para el mercado alemán—, Handke tendrá este año dos nuevos libros en español: Ayer de camino, colección de apuntes de viaje, publicado por Alianza con traducción de Eustaquio Barjau, y Vivan las ilusiones, un diálogo de Handke con su amigo Peter Hans, publicado por Pre-textos). En el discurso que Peter Handke (Griffen, Austria, 1942) pronunció en el entierro de Slobodan Milosevic, habló de “El mundo, el supuesto mundo”, para referirse a la realidad mediático-política que nos imponen como verdad absoluta. Más allá de las simplezas conservadoras que nos quieren dividir la vida en blanco y negro (buenos y malos de una mediocre película), y sin centrarme en el caso Milosevic, las palabras de Handke apuntan directo al centro de la mentira global. Sirven para mostrar los hilos invisibles que se utilizan para manejar la tierra. El mundo que vemos es una vestimenta ajena a la vida (y por ende a la naturaleza), los muchos mundos que existen (y que sangran a contraluz) andan por los subterráneos del planeta. Peter Handke, alejado de la simpatía que hoy muestra un “gremio literario” empeñado en caer en gracia a la estupidez generalizada, compromete doblemente (en voz y técnica) su palabra. A paso de equilibrista atraviesa el hilo que comunica el borde del precipicio literario con el del precipicio político. Llega, escribe novelas sobre la incomunicación (interior y exterior) del ser humano, y regresa a la crónica para descomponer las piezas del puzzle social (y no detiene su viaje de ida y vuelta). Handke contradice, quizá como ningún otro intelectual (y vaya que reivindica la acción que hay detrás de esa palabra), el dogma capitalista que nos pretende hacer creer que “literatura y compromiso son dos vías que en la supuesta posmodernidad caminan por separado”. A la obra de Handke le llegamos por cinco caminos de alto brillo (y compromiso): la poesía, la novela, la crónica, el teatro y el cine. Y en los cinco senderos la llegada (que nunca es llegada porque siempre es camino) es de las más importantes que ofrece la literatura concebida en tiempos de aislamiento humano. En su escritura el lector deberá aceptar el reto de sentir que la palabra sólo es útil si nos sirve como puerta de acceso a un espacio (muchos espacios). La palabra, más que llegada, es una vía. Handke, como implosionista, dinamita palabras en uno y otro extremo del abismo. Y entre las ruinas del verbo encontramos los pedazos del mensaje que andábamos buscando (que acaso sea una réplica del individuo extraviado). Peter Handke tiene varios libros que le aseguran un lugar en la mejor historia literaria. Desconocer eso, por más que algunos representantes de la cerrazón mental hayan pretendido silenciar su voz (la novelada), sería absurdo. No obstante, es mucho el estudio que merece su otra voz, la que habla en clave de crónica. En ese terreno el escritor enfrenta al individuo a un espejo donde su otro yo es la sociedad (y la nada. Como si todas las observaciones nos llevaran a un mismo punto: la desolación interior). El propio autor explica su tránsito por ambas rutas (la individual y la colectiva). De El peso del mundo (1977), ese libro que pudiera ser el diario íntimo de cualquiera, dice que “No es una narración consciente sino una crónica inmediata de las percepciones, fijada simultáneamente. La crónica de una conciencia individual publicada en forma de libro”. De Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Morava y Drina o Justicia para Serbia (1996) afirma que “Era sobre todo a causa de las guerras por lo que yo quería ir a Serbia, al país de aquellos a los que generalmente se les llama los ‘agresores’. Sin embargo, lo que me tentaba también era simplemente ver el país que, de todos los estados de Yugoslavia, era para mí el menos conocido y, a la vez, debido quizás precisamente a las noticias y opiniones que corrían sobre él, el que en aquel momento más me atraía...”. Y guiado por la inconformidad que le impulsa a no aceptar la realidad mediática que nos cuentan, se convierte en testigo excepcional de las pequeñas (y múltiples) realidades que habitaban (y habitan) tras las puertas visibles de la guerra de los Balcanes (el humo invisible que permanece en el tiempo). Aquel libro de viajes, donde el observador nos contó los detalles hermosos y brutales (el día a día) que su mirada descubrió entre la vida cotidiana y la irrupción del fuego mancomunadamente extranjero (Otan), significó un castigo público para el escritor. Los “grandes especialistas” de la opinión pública lo condenaron, según la historia exclusiva de ellos, a ser “amigo íntimo” de Milosevic y de los “serbios extremistas”. No obstante, la contemplación activa de Peter Handke no se detiene, más allá de la progresiva pretensión de censurar “democráticamente” el pensamiento crítico. Handke es, afortunadamente, un escritor que avanza a contracorriente de la mediocridad internacional. Su sillón de escritura lo usa para armar (el fuego luminoso del verbo) su palabra, nunca para dormir la siesta de la “intelectualidad” que se regocija de los “favores públicos recibidos”. En ese mismo recorrido por los sótanos de la saturación informativa, nos encontramos con la publicación de Preguntando entre lágrimas: apuntes sobre Yugoslavia bajo las bombas y en torno al Tribunal de La Haya (2010), un nuevo libro de crónicas. Gracias a la reiterativa censura editorial (basada en la imposición de una oferta y de una demanda) la obra no ha sido publicada en España. El libro, demostrando que cualquier rincón del planeta sirve para trinchera de la causa humana, ha sido lanzado en Chile por Ediciones Universidad Diego Portales. Cecilia Dreymüller (Eifel, Alemania, 1962), traductora, prologuista y aguda estudiosa de la obra de Handke, me dice que “este libro, tal como está en español, no existe en alemán. Tuve la idea de hacerlo porque sentí que las posiciones de Handke respecto al tema de Yugoslavia necesitaban una presentación conjunta y contrastada. Busqué en vano un editor en España y al recibir negativas de varias grandes editoriales, Ignacio Echevarría me facilitó el contacto con los editores de la Universidad Diego Portales que estuvieron encantados con mi propuesta de libro, así que lo hice con ellos”. Preguntando entre lágrimas es otra puerta que Peter Handke le abre a la realidad escondida (la que aplastan las potencias de tradición imperialista, con botas y con ideas impositivas). “Un anciano, de pie como yo ante el cordón, de repente y en silencio, me da un apretón de manos y se marcha. Pero, al darse la vuelta, percibo, no por primera vez en este viaje por Yugoslavia, que tiene los ojos humedecidos”. La palabra del escritor es un paso (una mirada) que se detiene en los dolores minúsculos que no reseña el tic tac del gran reloj informativo. Como la oncóloga que encuentra en el camino y lo recibe vomitando preguntas en medio de su espacio bombardeado: “¿Realmente somos tan culpables..? Para que haya un sufrimiento así, debe haber antes una culpa. No puede ser de otro modo, debemos ser culpables. ¿Pero de qué? ¿Y por qué?”. Y el observador descubre, otra vez, la lágrima del pueblo: “Y también ella tiene los ojos humedecidos... Pero no aparta los ojos inmediatamente, como antes el anciano en Belgrado; al contrario, nos los muestra frontalmente; los expone a la luz, al sol. Entre lágrimas preguntando, preguntando. Preguntando. Pretexto, tema para un escultor, pero, ¿para cuál?”. Preguntando entre lágrimas reúne dos nuevos viajes que Handke realizó a Yugoslavia en 1999 y los informes que recopiló luego de sus visitas al Tribunal Internacional de La Haya, en 2002 y 2004 (en una de las cuales se entrevistó con el ex presidente serbio Slobodan Milosevic). En el libro el autor advierte sobre la prolongación de la tragedia impuesta: “La aniquilación de Yugoslavia, todavía no del todo evidente para el resto del mundo, es una emboscada que lleva un dispositivo que me parece temporal y no local, y que será desastrosa más adelante. Una emboscada del tiempo. ¡Otro lenguaje, por favor, o simplemente otro tono para Yugoslavia, para todos los países!”. Mi lectura me indica que la observación (activa) de Peter Handke es un testimonio que nos comunica por igual con la memoria de todos los pueblos que han sido ocupados por una fuerza extranjera. Y una ocupación es una bofetada a cada individuo digno del planeta. ** Edgar Borges edgarborges1407@yahoo.es Escritor y periodista venezolano (Caracas, 1966). Autor de la radioserie La fuga de don Quijote, transmitida por Radio Exterior de España (http://www.rtve.es/programas/radioexterior) en el marco del IV Centenario de Don Quijote de La Mancha (2005). Ha publicado los libros de relatos Sueños desencantados, Mis días debajo de tu falda y El vuelo de Caín y otros relatos, las novelas La monstrua, la mujer que jamás invitaron a bailar, ¿Quién mató a mi madre? (finalista del III Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches, 2008) y La contemplación (I Premio Albert Camus 2010), y el monólogo Lavoe contra Lavoe, la tragedia del cantante, así como el relato ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe? (http://www.letralia.com/poe), publicado en 2009 en edición bilingüe, en español e inglés, por Editorial Letralia (http://www.letralia.com/ed_let), de Venezuela, y Grup Lobher (http://www.gruplobher.es/blog), de España. Sus relatos han sido publicados en diversas antologías. === El secreto de sus ojos Miguel de Loyola ========================== El secreto de sus ojos, del cineasta Juan José Campanella, tal vez sea la mejor película no sólo del cine argentino de los últimos tiempos, sino del mundo hispano hablante. Las razones son múltiples. En la composición, el cineasta desarrolla los pasos claves de la tragedia griega, hasta lograr la epifanía. Se trata de una obra cinematográfica donde ninguna escena pierde la tensión de trama artística, capaz de mantener atento al espectador hasta un final propicio para la anhelada catarsis. El magnífico final de la cinta está enmarcado con esa misma sutileza que ha venido desarrollando en su decurso, donde lo no dicho, donde el silencio, dice a veces más que las palabras. El lenguaje gestual de los actores impresiona por lo convincente. Y el lenguaje oral impresiona también por el trasfondo cultural al cual remite. Hay aquí un acierto tras otro, y pone en evidencia el desarrollo cultural del pueblo argentino para conectar cada una de las claves y guiños a los que hace referencia. Técnicamente resulta perfecta. Sonido e imagen, luz y color son manejados con maestría. El uso continuo del primer plano tal vez ayude a esa impresionante intimidad con el espectador que consigue minuto a minuto la cinta. Pero avancemos un poco en el tejido temático, lo cual es sin duda lo mejor de la película. Si bien la trama se articula a partir de un argumento policial, tras la búsqueda del violador y asesino de una joven, el desarrollo de los acontecimientos se alejará poco a poco de la película policial propiamente tal, toda vez que hechos y situaciones vividas por los personajes adquieran el carácter de denuncia social, judicial, política, sentimental, amorosa, transformándose poco a poco en una alegoría perfecta de la vida, capaz de transmitir no sólo dichas denuncias, sino también de indagar y develar sus causas más profundas. La falta de justicia, la falta de moralidad, la corrupción y la prevaricación al interior de los sistemas judiciales, la represión de los sentimientos amorosos por cuestiones de índole social, los eternos problemas políticos de Argentina, manifestados en un populismo peronista no exento de corrupción. Todo eso en contraposición con los valores permanentes, platónicos, idealistas, claramente expuestos a través de la moral de los personajes, como el concepto de amistad y lealtad simbolizado en Sandoval y en el mismo Benjamín Espósito. El amor como sentimiento capaz de permanecer en el tiempo, de cruzar la juventud y sobrevivir todavía cualquier embate posible, como ocurre con el sentimiento que atraviesa el alma de los protagonistas. Esa búsqueda de la verdad para combatir la impunidad, reflejada en el ex policía y el esposo de la víctima. La cinta consigue proyectar así la realidad social completa no sólo de un país en particular, sino del mundo. Cumpliendo con aquella máxima que dice recrea tu pueblo y serás universal. La universalidad de El secreto de sus ojos no puede ser más evidente. La prueba ahora resulta contundente, ha cruzado las fronteras en medio de un éxito rotundo. Siguiendo con el manejo del artificio, hay también aquí un juego, una mezcla de géneros, una novela en la novela, o cine dentro del cine. El espectador está leyendo la novela escrita por Espósito, pero también está enfrentado al presente, a la relación del escritor con la jueza en tanto confidente de su novela recientemente escrita. La figura, el artificio, desde luego, no es ninguna novedad, suelen usarla a menudo cineastas y novelistas para dar mayor verosimilitud a su creación. Lo interesante es cómo se resuelve el nudo que va generando, y aquí es tal vez donde se diferencia una gran película de otra de menor valor. Cuando el artista es capaz de transmitir a través del artificio todos esos valores ya destacados en la cinta. El arte es artificio, no olvidemos. Todo ha sido o debe ser debidamente pensado por el artista, la obra se define por el artista y el artista por la obra, al decir de Heidegger. Se trata de un objeto creado para causar un efecto. Y vaya si no causa efectos El secreto de sus ojos. La obra conmueve al espectador de principio a fin. Sorprende la genialidad de los personajes, su manera de hablar y discurrir cada uno en su tipo, en su espacio, en su orden social y cultural. Desde luego, sorprende también el manejo de las distintas esferas sociales a través del perfil de los personajes. Como cada cual es capaz de mantenerse en su sitio, sin violentar las barreras que ponen en evidencia la cultura o incultura de los pueblos. Se nota aquí la clara influencia de la cultura inglesa en la sociedad argentina descrita, ya por ese humor fino, por la ironía implícita en todo acto comunicativo, como también por la distancia impuesta socialmente entre unos y otros, sin el resentimiento propio de la barbarie. Vemos las jerarquías existentes al interior del palacio de justicia, conviviendo en la armonía correspondiente a las sociedades sofisticadas, a las sociedades reguladas, al decir de Foucault. El tono irónico y sardónico de las denuncias, del sinnúmero de denuncias que a cada momento genera y emite, es un verdadero lujo en estos tiempos donde la chabacanería se ha apoderado de las artes, confundiendo al espectador, adormilándolo o atontándolo con mediocridades de carácter masivo, donde abunda el sexismo y los garabatos sin sentido. El secreto de sus ojos consigue capturar el interés de todo espectador, porque la cinta resulta en todo momento convincente y verosímil. Dos características fundamentales del arte narrativo. Y a pesar de los estereotipos, o mejor dicho gracias a los estereotipos claramente definidos, entrega una profunda visión del hombre actual y de las sociedades que construye, destacando la nobleza sin igual de algunos y la miseria de las almas ruines. No puedo cerrar este comentario sin dedicar unas palabras a los actores. Sin duda, son ellos quienes también, a través de una interpretación impecable, han hecho posible la transfiguración de los sueños del cineasta. ** Miguel de Loyola deloyola@hotmail.com Escritor chileno (San Javier, región del Maule). Realizó estudios universitarios en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde se tituló de profesor de estado con mención en castellano en 1981, y obtuvo en 1994 el grado de magister en letras con mención en literatura. En esa misma casa de estudios obtuvo sus primeros premios literarios entre 1978 y 1981. Participó en el Taller Literario de Roque Esteban Scarpa y Alfonso Calderón, y más adelante en el de José Donoso. En 1981 obtuvo un primer lugar compartido en el concurso literario de la revista La Bicicleta. Ha publicado el libro de cuentos Bienvenido sea el día (edición del autor) y la novela Despedida de soltero (Lom Ediciones). Es secretario de redacción de la revista literaria Proa y miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile. También es editor de Ensayo y Crítica Literaria de Letrasdechile.cl. === Alma repaso =========================================================== === Anotaciones alrededor de Extrasístoles, de Jochy Herrera ============== === Rey Emmanuel Andújar ================================================== Extrasístoles Jochy Herrera Ediciones Vocesueltas Chicago, 2009 Primero debéis abrir el corazón al encuentro de la vida Stanislavski Extrasístoles es la reafirmación del vox populi “recordar es pasar por el corazón de nuevo”. El escritor, fascinado ante el órgano extraordinario que nos habita, compone una fenomenología del motor del cuerpo y de las cosas; el corazón como fuerza y trastorno del lenguaje. Si cada libro es un viaje, el trayecto en éste comienza con la búsqueda de un ritmo interno en donde el bombeo sanguíneo y las pulsiones plantean el movimiento hacia el cuerpo agotando sus significaciones. El principio es el sensorio. “Seducir los sentidos” trata de la universalidad del concepto corazón, deteniéndose en curiosidades del origen del vocablo, “Al parecer, hrid en sánscrito designaba al corazón; y su variante griega krid, posteriormente kirdía, evolucionó a la acepción latina cor”. Herrera se vale de ciertas extrañezas de carácter etimológico, estableciendo con certeza las infinitas posibilidades del lenguaje; destacando cómo una palabra tan cara al ser humano es, estudiada sin distracción, objeto y lugar de múltiples extraconvenciones. El corazón es el escándalo de la ambivalencia entre lo insólito y lo común. El autor resalta de manera acertada las distintas concepciones del término para determinadas culturas. En Oriente, la fuerza se encuentra en la parte media del cuerpo, desde la cabeza del torso hasta el límite del sexo, lo que, según Herrera, propone al corazón como un punto mágico que reúne vida, tiempo y muerte. Para los chinos el corazón es “evidente referencia al ciclo de las estaciones”. A partir de esto decir que el corazón es una caja de tiempo y que los latidos son la marca de la vida; que cada latido es un paso más hacia nuestra muerte, no sería una metáfora. A este punto las intenciones del escritor quedan ya declaradas; Herrera se explaya en las formas del corazón y en las distintas maneras en que el arte ha pretendido imaginar el músculo, alrededor de todas las formas que adquiere a partir de la importancia de sus funciones dentro y fuera del cuerpo. La alusión que se hace a los sentidos en este apartado es la observación de esas formas imaginadas del mismo. Por ejemplo, “París y el estetoscopio”, más que una reflexión crítica-histórica del instrumento, es una visita al corazón desde el sentido auditivo. Un acercamiento para escuchar atentamente el pulso y paso de la vida. El corazón determina cómo vemos y nuestras maneras de percibir los estímulos exteriores del mundo, el sabor de lo que nos rodea. Los textos en Extrasístoles colocan al ejercicio cardíaco como responsable de las funciones del cuerpo y sus (extra)cotidianidades. Lo interesante es que la escritura de Herrera, aunque sustentada en hechos históricamente comprobados, se aleja sobremanera del manual o el tono meramente científico y sin esfuerzo procura cierta sensibilidad que por humilde en ocasiones raya en la belleza de la prosa poética que el autor pretende reprimir. Quien escribe es un testigo de su tiempo. Hacia el final de esta primera parte del texto Herrera combina notas actuales que completan las complejidades recorridas en los escritos anteriores. El capítulo sobre el Viagra y el hombre embarazado hablan de los alcances del cuerpo y de cómo éste llega hasta donde la ciencia y la humanidad le expandan. “Corazón espejo” trata sobre las maneras que tiene el cuerpo de comunicarse; de decir, aun más allá de la muerte. En lo adelante el libro utilizará a manera de códice la descripción etimológica de los vocablos, lo que funciona como hilo conductor; es una manera de recordar al lector que aunque lo presente contiene la validez de lo investigativo, como libro su belleza reside en lo escritural. Inmediatamente después de definir Biopsia, “del griego bios, vida, y opsi, apariencia”, el autor opina, (...) las biopsias acarrean implicaciones que rebasan el campo estrictamente médico (...). Es decir, cada biopsia tiene una significación particular capaz de provocar reacciones diferentes en el sujeto estudiado (...). Quizás someterse a una biopsia le resucite memorias de rasgos freudianos reminiscentes en traumas ocultos. En estas reflexiones filosóficas el cuerpo es el espacio de diferencia. Lo que nos es más común, nuestra propia corporeidad, es un conjunto de contradicciones que a su vez son las responsables de que funcionemos maravillosamente. Herrera se dirige hacia una teoría del cuerpo como espacio temporal y descansa estos postulados en las distintas maneras de detenerse en los estudios sobre la muerte; los procedimientos de disecación y patología constituyen una manera de conversar con lo humano más allá de la vida, de todas las cosas que pude decirnos los órganos ya inertes. Cuando repara en las nuevas posibilidades científicas desarrolladas para la transformación de nuestra materia corporal, el escritor demuestra cómo podemos expandirnos y cambiar a partir de la cosmetología y la cirugía estética; cómo podemos prolongarnos a partir de trasplantes, la donación de órganos; esto es, la traslación del cuerpo. La tercera parte de Extrasístoles trata del corazón como centro y los distintos estudios acerca del mismo en condiciones extremas y disímiles como el corazón de los celos y el de los astronautas. En el capítulo “Herir el ventrículo izquierdo”, Herrera hace una brecha en la intimidad para comentar sobre sus primeras experiencias como médico con el órgano. Para quienes desconocemos los misterios y detalles de la maquinaria humana, la medicina es en más de una ocasión magia y milagro. Hacia el final del libro, en “Corazonadas”, cuarto apartado, se pone sobre la mesa la cuestión de Dios como creador, la religión y los avances científicos que han encontrado la prolongación de la vida. Sorprende en este libro cómo Herrera puede pasar de las posturas posmodernas sobre la tecnología cardiaca, explicando el desarrollo y la funcionalidad de los corazones artificiales, hacia las ofrendas mitológicas en las culturas mesoamericanas. Lo que los conquistadores denominaron como barbarie era para estos habitantes de la primera América un recurso habitual de comunicación celeste y parte integral de su ente cosmogónico. “Soñar el alma, pensar la muerte...” es donde se habla de alma y delirio; remite al estado poético que propone el libro en sus inicios. Si el viaje comienza con una disertación acerca del corazón como palabra; hacia la forma estructural de las lenguas y las maneras de comunicar, las piezas finales son una suerte de reconciliación. Herrera regresa a los autores queridos y los asocia con la condición melancólica. El autor se refugia en la búsqueda de significados para lo triste concluyendo con una cartografía del corazón como fuente del sentimiento; como habitáculo de lágrimas y generador de querencias. Cuando el músculo funciona de esta manera se llama alma. Extrasístoles es la invitación al viaje de regreso, tanto para el que conocía de antemano las anotaciones y erudiciones en el mismo, como para el que emprende el trayecto por vez primera. Ejercitando la humildad como virtud, Jochy Herrera sugiere recordar que la lectura es el viaje mejor; que escribir es también detenerse ante los aciertos. ** Rey Emmanuel Andújar emmanuelandujar@hotmail.com Escritor dominicano (Santo Domingo, 1977). Ha publicado la novela El Hombre Triángulo. Sus cuentos "El Factor Carne" y "Doña Ana, los gallos y el Monstruo de Samaná" han ganado menciones de honor en los certámenes de Casa de Teatro y el Banco Central. Ha estudiado literatura creativa en el Baruch College de Nueva York y ha sido dramaturgo residente para IDStudio en la misma ciudad. === El clon de Borges (crónica —¿clónica?— borgesiana) ==================== === Dixon Acosta ========================================================== El clon de Borges Campo Ricardo Burgos López Bogotá, diciembre de 2010 Edición de autor 124 páginas ISBN: 978958447703-3 En la dedicatoria personal del libro sobre el cual me refiero en esta breve reseña, su autor, el inquieto escritor y profesor Campo Ricardo Burgos López, dice que por fortuna o por desdicha me gusta este tipo de literatura. Debo aclarar que por fortuna, sobre todo cuando se trata de una lectura agradable e inteligente. Al profesor Burgos, a quien en confianza suelo llamar Ricardo, tengo la fortuna de conocerlo desde los felices días de estudiantes en la Universidad Nacional de Colombia, cuando coincidimos en un taller de guión cinematográfico dictado por el maestro Carlos Duplat, a quien a propósito están en mora de reconocerle no sólo su trabajo como director de cine y televisión, su labor pedagógica o al menos haber sido actor de reparto junto a Robert de Niro y Jeremy Irons. En aquel espacio académico, compartimos con otras interesantes inteligencias, jugando a ser guionistas, pero aprendiendo el amor por la literatura, el cine, la fantasía y la ciencia-ficción. Han pasado algunos años y los estudiantes de antaño nos hemos revestido con las etiquetas formales del presente, así como construido nuestras historias individuales. Ricardo Burgos es, a pesar de su relativa juventud, un docente y escritor consagrado, con varios premios nacionales y reconocimientos de otras latitudes. El sucesor indiscutible de René Rebetez y Antonio Mora Vélez en el género de la especulación científica, así como de la literatura fantástica. En esta ocasión, unos pocos afortunados hemos gozado con la lectura de El clon de Borges, breve novela de reciente edición, cuyo argumento tiene la ventaja de resumirse en su título, que parodiando otra memorable denominación podría entenderse como las tribulaciones del clon de un escritor argentino en una apacible villa colombiana. El experimento científico de clonar a Borges trasciende las ciento veinticuatro páginas escritas en Bogotá. Realmente el clon es Ricardo Burgos en varios planos. Burgos es el clon del profesor universitario que escapa de su cómoda pero aburrida rutina para darse una vuelta a la aventura. De igual forma, Burgos es el clon de un escritor que es especialista en Borges (autor que estoy seguro le robó a sus estudios de sicología, muchas horas de lectura), así como en la literatura fantástica (en donde insiste —a pesar de mis reclamos— en incluir a la ciencia-ficción), es también clon de otro gran escritor colombiano desaparecido, el magnífico Germán Espinosa, que para muchos sigue siendo el secreto mejor guardado de nuestra literatura. El clon de Borges se me antoja un libro en el mejor estilo de los relatos fantásticos de Espinosa, como el legendario relato de “La noche de la Trapa”, hasta aquella deliciosa novelita titulada Rubén Darío y la sacerdotisa de Amón. Hablando de clones, ¿han notado la extraña semejanza de las palabras Borges, Burgos, Bogotá, bonaerenses, burgueses? En fin, cosas de las “clonerías” literarias. Debo decir que la novela fue destacada en el Premio UPC de Ciencia Ficción, prestigioso concurso organizado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) de Barcelona en el año 2010. Hace rato Ricardo Burgos hace méritos para la difusión de su obra, tanto poética como en prosa. El libro aparece en una edición personal del profesor Burgos, pero ojalá alguna editorial se interesara en publicarlo para beneficio del público en general, porque de lo contrario, los que piensan que la ciencia-ficción colombiana no es más que un círculo cerrado en donde terminamos alabándonos entre nosotros los pequeños grandes logros, no les faltará razón. Al final, hay algo que parece reproducir la ficción, así como en la trama de la novela hay pocos lectores que se benefician de las obras del clon de Borges, quizás seamos pocos los que disfrutemos de la obra del profesor Burgos que, como en la última página de su libro, siempre está dispuesto a sorprendernos gratamente. Esto para orgullo de la minoría diletante y pesar de la masa ilustrada. ** Dixon Acosta dixonmoya@gmail.com Diplomático colombiano aficionado a la literatura. Fue cónsul de Colombia en Ciudad Guayana (Puerto Ordaz, Venezuela) y actualmente desempeña un cargo diplomático en Nicaragua. Ha publicado artículos en revistas de su país. === Olalla García y la novela histórica actual Àngel Brichs ========== Las puertas de Seda Olalla García Novela histórica Editorial Espasa Calpe, S.A. ISBN: 978-84-670-2524-8 531 páginas Precio: 22,90 € Los más deseados Con la aparición de autores como J. G. Atienza o Arturo Pérez-Reverte, el tan ufano y —a su tiempo— deseado género histórico que se cultiva en España ha conseguido dar un vuelco, convirtiéndose en una de las tangentes literarias por excelencia de los lectores. Hace poco más de quince años, esta narrativa, la cual estaba predestinada a un débil —pero sólido— reducto de novelistas y escritores anglófonos que, desde fines de los setenta, habían conseguido implantar esa tendencia (Peter Berling, Noah Gordon, H. Carter, fueron algunos de esos valores), conquistaron el interés del público lector, acuñando todo un fenómeno de masas que, sumándose a esos valiosos y antes expresados nombres “españoles”, trocó —para siempre— un mundo editorial y literario muy dividido, y disgregado en una miasma de géneros narrativos que luchaban por conquistar el corazón del tan ansiado y pocas veces conseguido lector. Frente a todo lo que pudiéramos pensar, la narrativa histórica pertenece a un género —a día de hoy— que poco tiene que ver con la línea que trazó el romanticismo ni la versión ensayística que nos señalaban los romanos. Esta novela, en mayor experimentación —si cabe—, se jacta, a día de hoy, por ser el único género —en prosa— que requiere una mayor búsqueda de contenidos y técnicas que atraigan al lector, para lograr —con todo lujo de detalles— un interés en la lectura, gracias a una mezcla en la que lo veraz se funde con la imaginación del autor, pero con la Historia —en letras mayúsculas— como testimonio y juez de excepción; una historia que puede sernos conocida o no, pero que apura la copa de un argumento central, que evoca tiempos pasados y nos sitúa en etapas históricas que la humanidad ha visto nacer y morir, pero que sabe, ante todo, que han existido. Y es ese hecho lo que añade máxime interés a un hilo conductor que se sumirá a los designios e inspiración individual de cada autor o autora. La novela histórica se sumerge en un mundo donde no todo son anaqueles dorados y glorias caducas sino que también existen mujeres y hombres de carne y hueso que viven y piensan con total libertad, y no como meros fetiches de la mente creativa del escritor. Cuando escribió la escena de la batalla de Montségur, el historiador inglés Peter Berling complementaría, con su gran imaginación, unos hechos que no se relatan más que en algunos códices inaccesibles de alguna biblioteca olvidada, y no con la imparcialidad y rigor necesarios. Pero es entre el velo de la leyenda y —a la vez— lo onírico de sus personajes junto a un tema sugerente, “la cruzada contra los albigenses” —en ese caso—, donde la mente del lector y un buen guión novelado hacen el resto, logrando que hechos ocurridos hace más de siete siglos se sucedan con la misma veracidad y realismo de haberlos vivido en primera persona. Esta narrativa sojuzga los pensamientos del autor, para ver desarrollar una prosa que se instala en lo experimental —acudiendo a una forma de narrar antigua y actual— dotada con un lenguaje culto pero no arcaico, adaptado a nuestra época con amplios matices y estilos diversos, y recreándose en un género literario donde el escritor poco puede poner de su parte salvo aquella cualidad que, al hablar de otros, pocos poseen: escribir bien. Algo que, en comparación con la prosa de García, otros autores, en cambio, prefieren recalar más en el ritmo y en el vigor narrativos que en la rigurosidad de sus argumentos, como es el caso de actuales best-sellers como El brillo de la seda, de la inglesa Anne Perry. Sin embargo, por mucho que se haya hablado acerca del papel comercial que juegan este tipo de novelas, cada día es más común encontrar un tratamiento más elaborado del texto, donde la tarea del narrador antepone la descripción de elementos sociales de la época en la que transcurre el guión; como es en el caso de este fragmento de la de Olalla, en la que se destaca el papel de la mujer en la Persia sasánida: Pero existía una razón más por la que Humay lamentaba la pérdida de aquella mujer desconocida. En los aposentos privados de cada noble persa eran dos las mujeres que debían disputarse el estandarte de la supremacía: la esposa principal y la madre del señor. Mas en aquellas salas la desaparición prematura de la dama Shahrevar había cedido a la joven Morvarid, ya desde el día de su matrimonio, el cetro de la autoridad indiscutible. Entrelazándose cada capítulo como vidas que andan paralelas al argumento central de la obra, vistas en el caso de Las puertas de Seda con dos versiones “objetivas” de civilizaciones que tienen más en común de lo que lo que en la sucesión de escenarios y cuadros de costumbres nos delatan antagónicas, enhebran un hilo argumental rico en diálogos y escenas bélicas trepidantes, donde la meticulosidad en la gestión de los personajes y los hondos conocimientos del período histórico que nos describe la autora, añaden un interés a una lectura que ya es de por sí amena y agradable. La novela histórica de hoy Hasta hace pocos años, la interpretación histórica de las novelas obedecía más bien a una propuesta para un futuro guión cinematográfico, donde los valores documentales del reportaje ahogaban todo trasunto histórico que no interesase al autor, pasando la historia a ser un esbozo muy lejano a la realidad de la época que se retrataba. La novela histórica de hoy exige cambios formales y estilísticos, tanto en su léxico como en la adaptación historiográfica del contenido que en ella se expresa. Por ello, es lógico encontrar —como vemos en el caso de Olalla— todo un correlato de terminologías antiguas que se funden con un vocabulario y expresiones adaptadas a un castellano “moderno” que no busca un lenguaje ampuloso y arcaico para idealizar los ambientes de la época en la que versa la historia, sino que prefiere ahondar en un contenido histórico “veraz” que yace subyacente, pero riguroso, al laberinto de pasiones, violencia y dramatismo que acuña la autora en su prosa, huyendo del ensayismo pedante de autoras como Marguerite Yourcenar y de epopeyas increíbles de cuantos Walter Scott o Emilio Salgari hayan existido, dotando al texto de una narrativa firme y bien conducida, donde el guión busca el equilibrio dentro del período histórico en el que se narra, y no al revés, consiguiendo conquistar a ese lector —cada día— más exigente. A diferencia de otros novelistas, Olalla opta por adentrar al lector —poco a poco— en sus novelas, empezando por un desarrollo y descripción de la acción poco ágil, donde priman las descripciones de los personajes y las bellas escenografías del modo de vida de la época, para ir consiguiendo un interés progresivo, en la medida en que se lee. García utiliza algunos nexos de unión con la narrativa árabe de nuestros días, recreando una historia que se mide en un perfeccionamiento del lenguaje para una mayor interpretación del vocabulario antiguo —como vemos en el glosario que aparece al final—, sin perder autenticidad, y apostando acerca de ello como si de una obra al más puro estilo “Maalouf” se tratara. Curiosidades Entre otros aspectos que cruzan el argumento de la novela —de arriba abajo— aparecen toda una serie de seudohistorias o subtemas que corren paralelos al nudo argumental. Algunas que podemos encontrar en Las puertas de Seda son la relación de los apóstatas (que reniegan de su fe para vivir en libertad), los cristianos renegados (que conservan su fe y viven en la marginalidad) y las rencillas que se derivaron de los primeros concilios cristianos, los teólogos fanáticos como Novaciano, entre otras cuestiones que alimentan la fe en la lectura. Argumentos y más argumentos que discurren paralelos a una etapa histórica poco conocida y aun menos estudiada. Una época que versa sobre las vicisitudes, valores y principios de una de las civilizaciones más interesantes de la antigüedad: el imperio sasánida. En el ocaso de la Persia sasánida, un episodio tan digno de ser contado como efeméride ocurrió ante las dunas de la Meca, ciudad que vería nacer a Mahoma. Cuentan las crónicas que un poderoso ejército en el que había un elefante causó gran desconcierto y devastación en la batalla, hasta que dichas tropas, producto de la climatología y la acérrima voluntad de los defensores, fueron puestas en fuga y huyeron. La dinastía sasánida, heredera del antiguo mito persa y de los cambios históricos que propiciaron la caída de Roma y el inicio de las guerras de religión, en una encrucijada de cultos y civilizaciones diversas, frecuentemente en guerra y profundamente antagónicas, fue un escaparate histórico de quinientos años más interesante de lo que podamos imaginar, algo que, ahora —sin duda alguna— tendremos la oportunidad de descubrirlo. La entrevista A.B.: Construir historias sobre los mismos hechos que la historia nos ha relatado es una tarea ardua que requiere copiosas horas de estudio y dedicación. ¿Cómo definiría la novela histórica que se escribe en la actualidad, de ensayo o de thriller? O.G.: Por definición, no debería ser ninguna de las dos cosas. El problema es que, en ocasiones, las etiquetas con que nos encontramos cuando buscamos en una librería obedecen más a criterios comerciales que a razones literarias. Hoy día se cataloga como “novela histórica” a cualquier thriller ambientado total o parcialmente en el pasado, incluso si su rigor histórico es más que dudoso. A.B.: Muchos son los autores que escriben a merced de dos argumentos paralelos que se encuentran, cosa muy vista en la narrativa anglófona. De hecho, la enorme profusión de personajes que utiliza en sus obras elimina cualquier rasgo de un hilo conductor lineal. ¿Cree que esta técnica es cómoda para el lector? O.G.: La linealidad de una trama no guarda relación con el número de personajes implicados en ella. En mi caso, los diferentes personajes tienen la función de crear conflictos, de abarcar las distintas formas de pensamiento que convivían en la época. Soy de la opinión de que la función del escritor no es tanto la de proporcionar respuestas como la de plantear las preguntas, exponer argumentos y dejar que el lector extraiga sus propias conclusiones. Por esta razón, los diálogos son muy importantes en mis novelas y están tratados con enorme cuidado. Sin embargo, nunca pierdo de vista los elementos narrativos necesarios para conseguir que la trama sea ágil, fluida e interesante, y que mantenga la atención del lector. A.B.: Los que compran sus novelas, ¿han de ser unos apasionados de la historia? O.G.: No necesariamente. Algunos de mis lectores asiduos son, según propia confesión, personas que no acostumbran a leer ni ensayo ni ficción histórica, pero que aprecian la profunda carga humana de los personajes y las aventuras que éstos viven, y que los obligan a tomar decisiones muy difíciles que, en ocasiones, ponen a prueba sus convicciones o su propia humanidad. A.B.: Tras Ardashir, rey de Persia (2005) y Las puertas de Seda (2007) —la novela que reseñamos aquí—, usted se ha convertido en una de las referentes de la novela histórica que se escribe en nuestro país. La aparición de El jardín de Hipatia dio un vuelco con el estreno cinematográfico de Amenábar, Ágora. Hay muchos críticos que opinan que la novela histórica que se produce hoy en día tiene sentido gracias al cine. ¿Está de acuerdo con eso o cree —por contra— que dicho género, del mismo modo que la novela negra o la de corte fantástico, tiene dos tipos de lectores: los que compran porque está de moda y los asiduos? O.G.: El jardín de Hipatia es un proyecto completamente independiente a cualquier producción cinematográfica, y que me llevó tres años entre el proceso de documentación y el de escritura. No es cierto que la novela histórica (ni cualquier otro tipo de creación literaria) “tenga sentido” gracias al cine, ni siquiera en el caso de aquellas novelas que son adaptadas a la pantalla. Estoy pensando, por ejemplo, en Soldados de Salamina, cuyo guión cinematográfico presenta cambios evidentes respecto a la obra original; sin embargo, tanto el autor del libro como el director de la película coinciden en que dichos cambios no sólo fueron necesarios, sino también acertados, puesto que, por su diferente naturaleza, una novela y una película precisan de recursos distintos para expresar un mismo mensaje o una misma emoción. A.B.: Revivir épocas pasadas provoca una búsqueda de la espectacularidad, esplendores caducos y la vuelta a conceptos ancestrales como el honor, la patria y la camaradería, preceptos que se hallan bien conjuntados en sus novelas, al mismo tiempo que se genera una excelente caracterización de las costumbres y la vida de la época en que transcurren sus historias. ¿Qué es aquello sobre lo que ha soñado escribir pero que aún no ha escrito? O.G.: Tengo la inmensa fortuna de haber escrito siempre los libros que he querido escribir. Espero que esto siga siendo así en el futuro. Algunas notas sobre la autora Olalla García nació en Madrid. Estudió historia y realizó cursos de especialización en Salamanca, Bolonia y París. Fue profesora universitaria, ha participado en numerosos congresos y ha publicado artículos de investigación en diversas revistas especializadas. Actualmente se dedica, en exclusiva, a actividades relacionadas con el ámbito literario. Habla cinco idiomas y trabaja como traductora literaria; entre otros, ha traducido textos de Stendhal y Flaubert. Como novelista, ha publicado Ardashir, rey de Persia (2005), Las puertas de Seda (2007) y El jardín de Hipatia (2009). Su obra se caracteriza por un cuidado rigor en lo relativo a la ambientación histórica, la profundidad psicológica de sus personajes y de sus diálogos, sin que lo anterior vaya en detrimento de una trama ágil y fluida. Su página web www.olallagarcia.com incluye, entre otras cosas, información histórica suplementaria sobre cada una de sus novelas. ** Ángel Brichs a.literar@gmail.com Escritor, crítico de arte y crítico literario español (Terrassa, Cataluña, 1979). Creador del movimiento Noumodernisme Literari, es autor de diversos libros de relatos en castellano y catalán como El Porxo de la casa de fusta (2007) o Cuentos del limbo (2006), y de ensayos como El Neomodernismo Literario (http://www.cultivalibros.com/libro-neomodernismo.html; Editorial Cultivalibros, http://www.cultivalibros.com; 2008). Forma parte de varias asociaciones culturales y colabora con organizaciones sin ánimo de lucro, donde ha liderado varios proyectos solidarios durante años. Es el jefe del grupo de acción literaria y filológica del Ateneu Terrassenc (http://ateneuterrassenc.terrassa.net) y miembro de su junta directiva. === Megamente o de la forma como se cambian los papeles =================== === John Harold Giraldo Herrera =========================================== El domingo me dijo mi hijo: Papá, juguemos. No hay mejor opción para un niño. Asentí. Luego, me intimidó: Juguemos a los buenos y a los malos. ¿Quién será de bueno y de malo?, pregunté. Me respondió: Hacen lo mismo los dos. Su respuesta aún me conmueve. Creo que ese domingo, la influencia de haber visto la película Megamente fue determinante. Una tarde de crispetas, divertida, dejó en mi hijo el esplendor de haber descubierto que los villanos, los malos, los que supuestamente nacen para hacer lo peor, pueden ser lo mejor. Sucede que el cine cautiva, atrapa, nos pone a sentir historias ajenas como propias, y desde hace rato corroboro cómo el cine para niños es más para grandes. Están hechas esas películas para que los padres queden más intrigados que nuestros hijos. Mi hijo resolvió el conflicto fácil. Pero yo sigo pensando en cómo los buenos pueden ser malos y viceversa. Sobre todo, cuando me eduqué en un mundo bipolar. La magia del cine es poderosa, tan poderosa son las historias de niños, que además de efectos técnicos, son conmovedoras y seguro las hacen unos genios allá en Disneylandia y tienen productoras tan brillantes como desafiantes. La colonización de la diversión infantil ha augurado películas muy taquilleras como Buscando a Nemo, Cars, El rey león, Toy Story, Monsters, Inc., entre un arsenal muy grande... que además dejan una serie de mensajes y valores, con los cuales seguramente están creciendo muchos niños. Por ejemplo, no deja de sorprenderme la frase de la película La familia del futuro, cuando uno de los hijos comete un error, y la familia celebra, luego dicen: “Con el error aprenderás”. Esa película inquieta mucho, la historia del niño es de éxito, en el mundo sabemos que hay muchos fracasados, pero la idea de convertir en premio lo que siempre castigamos resulta más que llamativa, importante. ¿Qué pasaría si la familia les celebra los errores a los niños y los premian en vez de castigarlos? Lo mismo pasa con una película que me movió el piso: Lluvia de hamburguesas, el niño fracasado sale con las suyas, es un niño científico y genio apesadumbrado, que sabe salir imbatible. Otra película animada de España me sorprendió, se trata de Planet 51, pues aterriza un humano en otro planeta, y cuando uno espera que los nativos lo tomen como invasor, la película nos advierte que no hay que temerle a lo desconocido. El mundo al revés es claro que nace con Alicia en el País de las Maravillas, pero como me gustó y como enganchó a mi hijo la saga de Shrek, me dije: es un espacio para los que no han tenido espacio. Es la venganza de los cuentos. Volviendo a Megamente. La película no deja de ser una manera de exaltar el individuo más allá del colectivo. Es decir, es parte de ese ideario de esperar o estar al garete de alguien que salvará al mundo. Eso es más de lo mismo. No aporta nada y en cambio promueve un estilo de vida en donde buscamos ser héroes. La variante se encuentra en que al antihéroe, el que sabe que nació para ser malo, se le presentó la oportunidad de hacer algo distinto y la aprovechó. Megamente como muchas películas invierte los papeles. Deja la sensación de que un mundo con una serie de valores diferentes puede ser posible, de hecho lo es, cuando hoy estamos gobernados por la generación digital que despegada del mundo real se fascina con lo virtual, quiere la diversión a cambio del sentido, quiere hacer de la vida un hecho divertido y alegre pero sin pensar en la realidad. ¿Qué será de los que vienen? Antes crecimos con los cuentos de los hermanos Grimm, con ellos los valores se inculcaron en nosotros: no decir mentiras, no salirse del camino, respetar la tradición, en fin, hoy el cine deja en los niños otros valores: hay que salirse del camino, provocar una idea de mundo donde los papeles se invierten, hasta pensar en que los buenos y los malos hacen las mismas cosas. Puede ser que el mundo bipolar desaparezca y cada vez que vaya con mi hijo al cine una nueva idea salga a flote para inquietarme. ** John Harold Giraldo Herrera jhonharoldghutp@hotmail.com Docente universitario y periodista cultural colombiano (Colombia- Pereira, 1979). Magister en Literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP, http://www.utp.edu.co), donde es docente auxiliar y, además, cursa estudios de posgrado. Ha escrito diversos artículos y ensayos para la revista Semana (http://www.semana.com), y los diarios El Tiempo (http://www.eltiempo.com), La Tarde (http://www.latarde.com) y El Diario del Otún (http://www.eldiario.com.co), entre otros, así como para revistas literarias. Cinéfilo, participa en la película Los asombrosos días de Guillermino, próxima a estrenarse. En la actualidad dirige el grupo de investigación en periodismo investigativo Enfokados. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === A favor del periodismo Linda Ontiveros =========================== (Nota del editor: el pasado jueves 27 de enero fue presentado en la librería La Central del Museo Reina Sofía, en Madrid, el libro Tan real como la ficción, herramientas narrativas en periodismo, del periodista y escritor peruano-venezolano Doménico Chiappe. La presentación se realizó en el marco de una conversación entre el autor y el periodista, poeta, dramaturgo y ensayista español Alfonso Armada. Hoy ofrecemos a nuestros lectores la versión que de esa velada ha preparado la editora española Linda Ontiveros). Doménico Chiappe: Publicar un ensayo es como desnudarse. En la ficción el autor se puede resguardar detrás de los personajes y sus tramas. Pero con el ensayo, se expone. Se arriesga. Quiero agradecer el apoyo que he recibido estos años a mi mujer, familia, amigos, alumnos y todas aquellas personas con las que comparte día a día, que siempre están allí y de las que se aprende. Agradecer a La Central y a Alfonso Armada, periodista que cree en un periodismo que es el mismo en que yo creo. Siempre recuerdo una anécdota suya que le escuché la primera vez que le vi en una mesa redonda, y si tuviera que novelarlo, la utilizaría para presentarle. Creo que esta historia le pesa como una losa y le lleva a renovar el compromiso con el periodismo día a día. Él estaba en Ruanda, durante el genocidio, y, cuando viajaba con los militares italianos, encontraron una nueva matanza y, en medio de los cuerpos, una mano se movía, pidiendo ayuda. Me gustaría, en vez de hacer una presentación usual del ensayo Tan real como la ficción, tener un conversación con Alfonso sobre cómo estas visiones, estas impresiones, nos llevan a renovar un compromiso que la mayoría de las veces yo siento extraviado. Alfonso Armada: No quiero hablar de mí mismo, sería fatigoso. Prefiero empezar por el final del libro: “El retorno a la investigación y el estilo literario podría salvar al oficio de la mediocridad de los periodistas cada día más acomodados y partícipes del discurso oficial del poder (eco¬nómico, político, cultural) y del auge de la dispersión infor¬mativa que fomenta el ciberespacio”. Y quería preguntarte si esta crítica es generalizable a todo el periodismo contemporáneo o tiene rasgos más inquietantes en España. DCH: Creo que el texto profundo, bien escrito y bien investigado puede salvar al periodismo de la mediocridad que impera y que está generalizada en el mundo. El periodista está en un proceso de embrutecimiento; un proceso compartido por el resto de la sociedad, que se produce por la simplificación del discurso y la búsqueda de comodidad. El periodista avezado se deja vencer por la facilidad y el joven es víctima de este proceso de embrutecimiento, que le deja sin criterios para discernir y pensar y sin herramientas para enfocar lo que tiene que transmitir. Es generalizado y abominable; es dificilísimo encontrar un buen texto incluso en los periódicos que hace años uno admiraba, la televisión es escandalosa en su superficialidad y la radio es una máquina de opinión, que no hace periodismo. AA: ¿En qué medida el ciberespacio influye en el periodismo y la lectura? DCH: Lo más interesante es la pérdida de la autoridad del editor. Twitter, que es el reino de esa superficialidad, sin embargo, tiene de vez en cuando links que te llevan a un desarrollo que es, muchas veces, independiente. Y es el lector el que elige esa independencia. Pero también sucede que ese contenido, en gran parte, ya no es profesional y, si el que lo escribe no puede vivir de aquello que divulga, tampoco puede dedicarle la investigación que merece. Se llega otra vez al exceso de opinión, pero el proceso concluye en restar autoridad y soberbia a los grandes medios, que están viendo que se desmenuzan como monstruos de arena, que es en lo que se han convertido, y que hace que veamos desmoronamientos como la venta del grupo Prisa al capital de Berlusconi. AA: Quería ir al principio del libro. Es un libro hermoso, me gusta. Tiene un color azul, que es mi color favorito, y me encanta la foto de Humberto Mayol, de Cuba, en que un tipo maneja un triciclo en el que transporta un ataúd. ¿Por qué elegiste esa foto?, si la elegiste tú, si pudiste convencer al editor de que la publicara. DCH: Elegí esa fotografía porque, cuando yo dejé de hacer crónicas de viaje y me pasé a lo que se puede llamar periodismo serio, renuncié a mi trabajo y empecé a trabajar freelance para El Nacional, que es uno de los principales diarios de Venezuela. Y el suplemento, Siete Días, me asignó a Humberto Mayol, cubano que vivía en esa época en Venezuela. Trabajamos juntos y nos hicimos muy amigos. Cuando se me ocurre el título, que es lo último que surgió, la única foto que veía acompañándolo era esta. Para mí es un homenaje a esas ideas que tenía al principio de mi carrera, que no creo que hayan sido ingenuas y que no he querido abandonar, aunque ahora no hago periodismo. AA: Este título, Tan real como la ficción, parece paradójico y no lo es. Me gustaría que le explicaras a los lectores por qué no es paradójico, qué esconde ese título. DCH: ¿Podrías explicar esa visión tú mismo? AA: Estás jugando con la mirada del lector. El subtítulo, Herramientas literarias en periodismo, tampoco desvela lo que encierra. Me gusta porque es un juego que se plantea durante todo el libro y es un gran debate, del que en España hay grandes “apóstoles”, por decirlo así, entre comillas, con una pelea constante entre los límites de la ficción y la no-ficción. ¿En qué medida tú también participas en esa fatiga por la ficción y la defensa de la no-ficción? En España es, sin embargo, un género que no se sabe bien dónde publicar, a diferencia de Estados Unidos, donde tiene mucho predicamento. DCH: Este título tiene una doble lectura. La realidad se puede contar con esas herramientas de la ficción, capaces de cautivar al lector, pero respetando los límites y los pactos. El que escribe no-ficción ofrece un pacto de veracidad, nada de lo que hay allí es falso, y eso no se puede romper aunque se puede jugar con la manera de contarlo, con la exposición. Mientras que el que escribe ficción hace un pacto de verosimilitud, le dice al lector que va a pensar que es verdad la historia, aunque no lo es. La veracidad del pacto del periodismo puede estar revestida de verosimilitud, de lectura amena, porque cuando le pides a alguien que lea, le estás pidiendo su tiempo en exclusiva. Es mucho lo que se le pide al lector. AA: ¿Y el papel de la imaginación? Cómo puede ser útil para el periodismo, en qué fase, mientras que en la literatura es casi su razón de ser. DCH: Cuando buscas algo, la imaginación te puede guiar. El periodismo tiene dos fases, la de investigación y la de escritura. Durante la investigación puedes intuir hacia dónde dirigir tus pasos para encontrar tus eslabones para construir tu historia. Eso es el olfato del periodista, que es la visualización de la estructura de la historia del protagonista elegido. A la hora de escribir sólo puedes contar con lo que has averiguado y con aquello que puedes sostener que ha ocurrido. AA: Recientemente Galaxia Gutenberg ha publicado Kapuscinski non-fiction, escrito por el periodista polaco Artur Domoslawski, que era amigo y discípulo de Kapuscinski. Es una biografía muy extensa y trabajada donde cuestiona, a mi forma de ver de manera irrefutable, algunas libertades que se tomó el gran reportero polaco a la hora de redondear sus reportajes. ¿Has seguido el caso y qué opinión te merece la biografía y estas conclusiones? DCH: No he leído el libro, no he seguido el caso. Cualquier cosa que opine sería superficial. Para mí, Kapuscinski es un maestro y creo que, en esa idealización en que lo tengo, leería una biografía de este tenor buscando qué cosa es ficción en los argumentos del autor, que se vende como amigo y discípulo de Kapuscinski, pero que lo conoció a los sesentitantos años, cuando ya había escrito la mayoría de sus obras. Entonces no estuvo con él en esos trabajos. No lo he leído; tú dices que es fehaciente y yo te creo, pero, si lo leyera, sería para hacer un juicio a este juicio. Pero seguro que no voy a leer el libro. AA: ¿Podrías explicar la expresión: “el periodista es un mudo que señala”? DCH: Esa frase podría parecer una contradicción, porque también defiendo que el periodista tenga su propia voz. Cuando digo que es un mudo, no me refiero a que no reivindique su voz, porque critico mucho el rol del periodista transcriptor. Cuando un periodista reúne una cantidad de fuentes, la única manera de darle coherencia es con su propia voz. Lo que quiero decir con la frase, es que, a menos que haya sido un protagonista relevante de la historia, no debe intervenir y, si lo hace, señalar cómo ha sido esa intervención. AA: Me ha sugerido muchas cosas que sostengas que el periodismo es más arte que oficio, cuando aquí las escuelas defienden precisamente lo contrario. DCH: El oficio es algo mecánico, y el periodismo bien hecho no puede serlo. Hay que enfrentarse a un reportaje como si te enfrentaras a una novela. AA: Un fragmento que me creó bastante perplejidad, es este que dice: “El periodista que afirme emprender el oficio como un viaje, largo o veloz, hacia la verdad, se descubrirá como un ingenuo o un impostor. La verdad no es asible. Existe, pero es inhumana, incomprensible. El perio¬dismo permite la intromisión en múltiples vidas y situaciones, pero no arroja sabiduría por sí mismo; detrás de su ejercicio no se esconde ninguna luz. El periodista registra los hechos, los reconstruye, nada más, nada menos. Su máxima aspiración es contar algo por primera vez. Descubrir aunque sea un detalle hasta entonces desapercibido. Lo hace a partir de la investiga¬ción —en ocasiones de la presencia— para visionar, recabar tes¬timonios, sentir. Escribe una historia sin pretensiones, basada en hechos y no en conjeturas. Una historia desacralizada, que se permite hurgar en las fisuras de los grandes personajes para encontrar esos detalles perdidos en las opiniones, las síntesis y las conclusiones. La aplicación de técnicas de novela en el texto periodístico no afecta la calidad del oficio. El mal periodismo surge a partir de la investigación insuficiente, no de la utiliza¬ción de herramientas que enriquecen la factura de la narración”. Y me causó perplejidad porque yo mismo, alguna vez, he caído en esa metáfora del periodista que emprende un viaje en busca de algo y que intenta encontrar la luz. Sí existe el riesgo de caer en cierta mistificación o en cierta sensación de considerar al periodista como una especie de misionero en busca de una verdad. Citando a Arcadi Espada, él dice que, muchas veces, los periodistas se escudan en su pereza para decir que la verdad es inasible. Es cierto que la verdad absoluta es inasible, pero también que el periodista puede esconderse detrás de esa premisa para no trabajar lo suficiente. DCH: La verdad puede estar allí, pero el hombre no tiene capacidad para transmitirla. El periodista lo único que puede hacer, por más que investigue, es dar una versión de un hecho, y ahí está la necesidad de una investigación profunda. Así como se dice que el periodista se escuda en la pereza para no encontrar la verdad, yo podría decir lo contrario: el periodista se escuda en la verdad para esconder su pereza. Una vez que es dueño de la verdad, nunca más vuelve a buscar, a pensar, a investigar. Así como nadie ha encontrado la verdad ni la ha transmitido, puede usar su predicamento como quiera. Y es mejor, entonces, no usarla. Nadie es objetivo. En vez de objetividad hay pluralidad. Puedes intentar encontrar algo que se acerque a la objetividad haciendo una historia plural, polifónica. Pero para ser objetivo tienes que despojarte de todos tus prejuicios, ideología, bagaje cultural y todo lo que te conforma, y eso no lo logra nadie. AA: Precisamente, si estás hablando de la degradación del periodismo contemporáneo, muchos se escudan en este relativismo, de que es imposible llegar a la verdad sobre nada para llegar a un cinismo absoluto, y la prensa española es un ejemplo palmario de esto. En la prensa española es mucho más sangrante la imposibilidad de llegar a un consenso mínimo sobre los hechos básicos que concurren en un suceso, que en Estados Unidos, donde viví siete años, y sí percibí que había un consenso mínimo sobre los hechos, y después cada uno hacía su análisis. Aquí no hay ni la posibilidad remota de que coincidan en la descripción de los hechos El País, El Mundo, ABC y La Vanguardia. Estoy de acuerdo en que la verdad como gran ente metafísico es inasible, pero hago mucho hincapié en el máster de ABC en que creo que es posible que un periodista investigue un hecho y llegue a conclusiones lo más cercanas posibles a la verdad, dejando de lado sus prejuicios y convicciones. Creo que es posible y es una aspiración realmente legítima. De lo contrario, como cada uno tiene su verdad, al final es imposible llegar a ningún consenso sobre nada y todos nos volvemos unos cínicos. DCH: Pero en el ejemplo de la prensa española no hay ningún convencimiento de que se hace un buen trabajo. Cuando cuentas un hecho de tal manera que lo llevas hacia la ideología del medio que lo publica, haces un periodismo deshonesto. Yo creo que, en vez de buscar la verdad, se tiene que hacer un trabajo honesto. Contar lo que encuentra. Porque, si no, con ese concepto de verdad disfrazas la manipulación. Todo lo que se cuenta está manipulado, aunque haya buena intención. Cuando se elige un personaje de un montón, y de ese uno eliges las cualidades que vas a transmitir, tienes que ser honesto porque a cualquiera puedes convertirlo en héroe o villano. Y luego, cuando eliges el punto de vista desde el que contarás, también estás influyendo. Y a partir de esas dos elecciones, ya puedes contar la historia que quieras a partir de cualquier hecho. Entonces, lo único que puede salvar una historia es la honestidad del periodista que se acerque a narrarla. Que no cuente lo que ha prejuzgado. AA: Quizás sea una cuestión de terminología. Evidentemente siempre que eliges una palabra, un enfoque, si hablas de este personaje y no de otro, si hablas desde el piso cuarto y no del bajo, ya estás buscando una caracterización, una mirada de la realidad. Pero a pesar de eso puedes ser honesto con el lector, puedes intentar proporcionarle el mayor número de ángulos sobre un hecho, evidentemente no todos, porque no se tiene la capacidad de estar en varios lugares de forma simultánea. DCH: Claro, esa es la pluralidad de la que yo hablaba antes. Pero no creo que con eso logres contar la verdad. AA: Este tema da mucho de sí, no vamos a aburrir a los lectores. Aquí hablas de herramientas narrativas para periodistas y quisiera que hicieras un pequeño inventario de estas herramientas útiles para periodistas y no periodistas. DCH: Las herramientas las he ordenado de acuerdo a la intensidad con la que influyen en la manera de contar. Empiezo con los personajes y el punto de vista. Y luego con la descripción de lo que rodea a los personajes. Porque en el periodismo son muy importantes las circunstancias. Jugamos con los arquetipos, no con los estereotipos. Las personas son, y reaccionan, de acuerdo a las circunstancias en que se mueve. Después paso a la estructura, porque, en la manera en que ordenas los eslabones de una historia, también se influye. Y después paso a estrategias que hacen del periodismo literario, literario: el diálogo, un principio que cautive, las estrategias temporales, el manejo de la tensión, la dosificación de los ingredientes para atrapar al lector y mantenerlo hasta la última línea. En los capítulos finales, titulados “Cuándo se explica y para quién se narra”, entronca con la introducción y la conclusión, donde está mi visión del oficio. Y luego unos apuntes para la entrevista, en donde intento de alguna manera abordar las claves de la entrevista de personalidad, y no esas entrevistas en que se anula por completo el periodista, para hacer un regalo al patrocinador o quien sea. Y a lo largo de todo el ensayo, cada teorización se acompaña con citas y referencias bibliográficas que sirvan como ejemplo y que incentiven a la lectura completa de esos libros que recomiendo. AA: En ese sentido, el libro es muy interesante, porque propone lecturas. A algunos autores no les conocía y me he animado a comprarlos. Sin embargo, me ha llamado la atención que no estuviera Truman Capote. Porque ha habido mucha controversia sobre A sangre fría. Quería saber tu opinión sobre aportes y carencias de este libro. DCH: A sangre fría es un gran libro escrito con grandes licencias de ficción. Hay un libro que no cito, y debí hacerlo: La canción del verdugo, de Norman Mailer, que es un contrapunto a la obra de Capote. Pero sí cito otros que se adentran en la ficción, porque el narrador afirma lo que siente y piensa el personaje, como hace Woodward con pésimos resultados, hasta el punto que ha tenido que desdecirse de algunos libros con otros siguientes. Hacer textos en tercera persona, desde el narrador omnisciente, es hacer ficción. AA: Aunque de la lectura a mí me parece deducir cuál es para ti el mejor libro o reportaje que se ha escrito nunca, me gustaría que lo dijeras abiertamente. ¿Hay un libro que valores especialmente, porque se ha acercado más a lo que a ti te parece un extraordinario libro de reportaje? DCH: Hiroshima, de John Hersey. AA: Quería hacerte dos últimas preguntas: ¿quién es Doménico Chiappe y quién le gustaría ser? DCH: No sé responder eso. AA: ¿A ninguna de las dos? Biografías Alfonso Armada (Vigo, 1958) es periodista. Durante 14 años trabajó para el diario El País, cinco como corresponsal para África, y desde 1999, para ABC. Ha cubierto el cerco de Sarajevo, el genocidio de Ruanda y el ataque contra las Torres Gemelas. Además de trabajar como reportero desde que regresó de la corresponsalía de ABC en Nueva York, desde septiembre de 2009 dirige el máster de periodismo de este periódico. Es también editor y uno de los promotores de la revista digital fronterad (http://www.fronterad.com). Ha publicado, entre otros, los libros Cuadernos africanos; España, de sol a sol; El rumor de la frontera; Nueva York, el deseo y la quimera; El sueño americano. Cuaderno de viaje a la elección de Obama; Diccionario de Nueva York y, con Gonzalo Sánchez-Terán, El silencio de Dios y otras metáforas. Una correspondencia entre África y Nueva York. Ha publicado también obras de teatro, como La edad de oro de los perros / Sin maldita esperanza, y poemarios como Pita velenosa, porta dos azares, Los temporales y TSC. Diario da noite. Doménico Chiappe (Lima, 1970). Escritor. Autor del ensayo Tan real como la ficción, herramientas narrativas en periodismo (2010). Desde los noventa trabajó como periodista de investigación. Fue miembro fundador de la revista Primicia y del diario TalCual, en Venezuela. Es colaborador de la publicación digital fronterad. Actualmente imparte su taller de periodismo narrativo en Fuentetaja Literaria (Madrid) y en el máster del diario ABC. Es coordinador editorial de La Fábrica. Por una serie de reportajes sobre niños apátridas fue galardonado con la mención de honor en los Premios Iberoamericanos de Unicef y la Agencia EFE. También es autor del libro de cuentos Párrafos sueltos (2003), la novela Entrevista a Mailer Daemon (2007) y la obra multimedia Tierra de extracción, elegida por Electronic Literature Organization para su antología ELC2, como una de las mejores obras de literatura multimedia de habla no inglesa. Se crió en Venezuela y desde el año 2002 vive en Madrid. ** Linda Ontiveros Autora del blog Cosas de niños (http://www.fronterad.es/?q=blog/21) en la revista digital Fronterad (http://www.fronterad.es). Editora y redactora de contenidos para páginas web y colaboradora del suplemento Metrópoli (http://www.elmundo.es/elmundo/ocio.html), del diario español El Mundo (http://www.elmundo.es), y de la revista Hoy Mujer (http://www.hoymujer.com), del diario ABC (http://www.abc.es). === Luis López Nieves ===================================================== === Julian Assange es un personaje literario, ============================= === un héroe moderno, un nuevo Robin Hood Eduardo Corrales =========== El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, señalado como responsable por la divulgación de documentos diplomáticos estadounidenses confidenciales, “ha hecho, en la política, lo que los escritores tenemos la obligación de hacer en el arte: abrir los ojos del mundo”, asegura el escritor puertorriqueño (nacido “accidentalmente” en Washington DC, en 1950) Luis López Nieves. “Lo ha hecho de forma tan irrebatible y contundente que no se me ocurre ningún antecedente que remotamente se le acerque. Es un caso único en la historia”, añade el autor de El silencio de Galileo (2009). A juicio del escritor, Assange —a quien el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, no ha dudado en calificar como un “terrorista de alta tecnología”— es, sin dudas, “un héroe moderno”. “Como ha dicho el presidente de Brasil, a este hombre hay que apoyarlo y felicitarlo. Es evidente que ha optado por inmolarse en nombre de la libertad”, sostiene. Observa que, después de lo que ha hecho, Assange “estará tan fichado como Osama Bin Laden”, y que a partir del comienzo de las revelaciones de WikiLeaks, los gobiernos más poderosos del mundo están buscando la forma de anularlo y “no descansarán hasta lograrlo”. El escritor estima que, de hecho, Assange se ha convertido también en un personaje literario. “No tengo dudas de que ahora empezarán a circular un montón de mitos sobre cómo hizo esto o aquello: es un nuevo Robin Hood”. Afirma también que para quienes leen mucha historia, la información revelada por WikiLeaks no sorprende mucho. “Sólo un ingenuo o un idiota puede creer que los gobiernos realmente obran según las buenas intenciones que anuncian públicamente”, acota. Seguidamente precisa que basta una lectura somera de Maquiavelo (y una observación imparcial de la realidad) para entender que todo país anda en busca de su provecho, y que una cosa es lo que dice un gobernante en público y otra lo que dice en privado. “Para estos ingenuos, que toman al pie de la letra lo que dicen los gobernantes, las revelaciones de WikiLeaks son un abrir de ojos. Lamentablemente, estoy casi seguro de que volverán a cerrarlos de inmediato. Es lo que llamo la ‘enajenación voluntaria’: mucha gente ve y cree sólo lo que quiere ver y creer”, apunta. El autor de El corazón de Voltaire (2005) considera que a partir de las revelaciones de WikiLeaks los gobiernos pasarán más trabajo para manipular y conspirar. “No dejarán de hacerlo, claro, pero a partir de ahora tendrán extremo cuidado al escoger con quién hablan o qué ponen por escrito, aunque esto ya lo sabían los más poderosos del mundo”. “¿Por qué, en la época del correo electrónico, los teléfonos y las videoconferencias, los gobernantes siguen llevando a cabo reuniones cumbre, se visitan en persona y se encierran a hablar solos?”, se interroga. “Pues ahora tenemos la confirmación: para no dejar evidencia”, responde. No obstante, entiende que sería un desprestigio para Assange recibir un Premio Nobel de la Paz —tal y como lo ha sugerido el escritor español Juan Goytisolo— y opina que “ese premio murió hace años”. “Por si hubiera alguna duda, el año pasado se lo dieron al emperador de los Estados Unidos, comandante en jefe de las invasiones de Irak y Afganistán”, dice en referencia al Nobel de la Paz 2009 recibido por el presidente Barack Obama. “Eso equivale más o menos a darle a una puta el Premio Nobel de la Castidad”. Sus críticas al premio que otorga la Academia Sueca le conducen en seguida a arremeter contra el Nobel de Literatura 2010, el novelista y ensayista peruano Mario Vargas Llosa, a quien califica como “un escritor de segunda categoría”. Además de cuestionar los merecimientos literarios del autor de Conversación en la catedral y La guerra del fin del mundo, López Nieves utiliza muy duros términos para acusarle de estar sometido al gobierno de Estados Unidos y a la Otan y de expresar continuamente “su desprecio por todo lo latinoamericano”. El correo electrónico, o e-mail, una de las herramientas de comunicación más populares en la actualidad (forma parte fundamental del kit de WikiLeaks; también es el medio a través del cual canalizamos las preguntas y respuestas para esta entrevista), no permanece por cierto ajeno al quehacer literario de López Nieves. En sus primeras dos novelas echó mano de los correos electrónicos como recursos articuladores y conductores de la narraciones, pero asegura que aquello más que obedecer a un plan se trató de “un accidente”. “Empecé a escribir El corazón de Voltaire como novela epistolar normal porque siempre me ha gustado la literatura por medio de cartas. De hecho, mis primeros tres libros (el cuento Seva [1983] y las colecciones Escribir para Rafa [1987] y La verdadera muerte de Juan Ponce de León [2000]) tienen textos epistolares”. Seguidamente refiere que cuando iba aproximadamente por la página 40 tuvo “una revelación”. “De pronto me pregunté: ¿cuándo fue la última vez que escribí una carta? Estuve pensando un buen rato y me di cuenta de que ya no escribo cartas normales, de esas que se imprimen en papel y se echan en un sobre que se entrega al correo”. El escritor decidió volver a comenzar la novela, pero esta vez por medio de correos electrónicos. “Sin darme cuenta hice un gran descubrimiento literario: el formato influía tremendamente sobre la obra. Cambió el ritmo, la velocidad, la tensión”. Dado que había personajes en Francia, Argentina, México, etc., los mensajes habrían tardado semanas en llegar a su destino, mas al cambiar al correo electrónico, de pronto los mensajes llegaban en segundos. “Empecé a escribir la novela con euforia... era notable cómo la velocidad de la trama se aceleraba. Por tanto, la utilización de correos electrónicos no fue una coincidencia, sino un reflejo de la realidad”, indica. Los protagonistas de El corazón de Voltaire son académicos del siglo XXI, profesores universitarios. “La novela exigía que la forma de comunicación de la trama reflejara esta realidad: hoy día la mayoría de los profesionales se comunican por medio del correo electrónico, especialmente cuando se trata de enviar mensajes a países lejanos”. El escritor puertorriqueño no se deja caer en la tentación de reclamar que su novela se adelantó a su época. “Los autores simplemente reflejan sus épocas, no están adelantados: es que el resto de las personas están atrasadas”, sentencia. Entre las razones que explican su gusto por la literatura epistolar menciona el hecho de que es “directa” y le ahorra las transiciones y los datos excesivos. En las cartas “se va al grano” y las personas normalmente expresan directamente lo que sienten en el momento, apunta. “No dicen ‘era una tarde nublada, el cielo estaba triste y los pajaritos cantaban en las ramas de los cocoteros el día infausto en que golpeé mi esbelta pierna contra aquella pared’. No, no. La gente escribe ‘Coño, me duele la jodida pierna’ ”. Otro motivo que explica esa preferencia se funda en que la correspondencia resulta tentadora, como “una puerta abierta a medias”. “Sentimos que tenemos el privilegio de asomarnos a los secretos de otros. Y a los seres humanos, por naturaleza, se nos hace difícil decirle que no a lo prohibido. Por eso se tuvieron que inventar los famosos Diez Mandamientos”. En cuanto a la interacción entre las nuevas tecnologías y la creación literaria y artística advierte que atravesamos el periodo de transición más importante desde la invención de la imprenta. “La imprenta transformó la literatura de forma radical, pero esa transformación se quedará muy pequeña comparada con la revolución digital que estamos viviendo”, y agrega que habría que ser un poco profeta para prever hacia dónde puede conducir esa transición. A modo de ilustración hace referencia a lo ocurrido con el cuento en el siglo XIX en Europa y anota que, ante la aparición de nuevas tecnologías, empezaron a surgir los periódicos en todas las ciudades. “Como en esa época no había televisión ni radio ni cine, pues se puso de moda publicar cuentos en los periódicos para entretener a los lectores”. Comenta que así fue que autores como Guy de Maupassant se hicieron muy ricos, solamente vendiendo cuentos a los periódicos. “Esto ha cambiado porque yo no conozco a ningún autor que en el siglo XXI se haya hecho rico vendiendo cuentos en periódicos”. Admite que este proceso de gran transformación apenas está comenzando y que es muy difícil vaticinar hacia dónde se dirige. No obstante se anima a predecir que la gente siempre necesitará la literatura y que la literatura se transformará para satisfacer esta necesidad. Entonces, ¿la novela dejará de leerse en papel? ¿Se leerá exclusivamente en pequeñas pantallas digitales como el Kindle? ¿Empezará la gente a comprar cuentos en Amazon con sus celulares para entretenerse unos minutos? ¿Nacerán nuevos formatos, como ocurrió con la novela de folletín en el siglo XIX? “La gente leerá ficción, de eso no tengo ninguna duda, lo que no sé es si la leerán en pergaminos, tabletas de barro, papel, papiro, pantallas electrónicas o sobre algún material que todavía no se ha inventado”. “A mí, personalmente, me gustaría que inventaran una especie de linterna de mano, del tamaño de un dedo, con la que yo pueda proyectar textos sobre una pared. Así podría acostarme en la cama boca arriba, proyectar el texto en el techo de mi cuarto y releer La guerra y la paz o Don Quijote”. Declara que no le interesa experimentar el aspecto gráfico de la creación literaria. Para eso ya existe el cine, que es precisamente la unión de la palabra con la imagen, el sonido, el color, la música, etc. No descarta que en Internet surja algún género nuevo. “Los géneros literarios nacen y mueren, como le pasó a la poesía épica (que murió) y le está pasando al teatro (que en algunos países agoniza). Es posible que nazca algo nuevo en Internet. Me gustaría verlo. No sé si me interese escribirlo. Con mis cuentos y novelas ya tengo demasiado trabajo”, señala. López Nieves manifiesta que enfrenta cada obra nueva con la mente abierta y le da lo que necesita. Algunas veces comienza con un objetivo muy claro, conoce el principio y el final; en otros casos sólo tiene unas nociones vagas de hacia dónde se dirige. “No tengo una fórmula como tal; creo que esas fórmulas sólo las tienen los maníacos compulsivos como Edgar Allan Poe”, acota. En el caso de los cuentos, sin embargo, hay que definir con prontitud la dirección en que vamos; de lo contrario, se te escapa de las manos. Con las novelas se puede esperar más, son más fáciles de redirigir si han perdido el camino. En cuanto a la redacción, asegura que no se detiene en un párrafo hasta sentir que está perfecto. “Es imposible escribir de esta manera, sería un proceso demasiado lento, pero tampoco sigo escribiendo si me siento incómodo con las oraciones anteriores, si siento que están llenas de huecos”. El autor de Seva manifiesta que revisa hasta sentir que el texto no tiene grandes errores y sentirse relativamente cómodo con el tono. “Entonces sigo adelante con el texto hasta terminarlo. Finalizado este primer borrador de la obra, entonces empieza el verdadero proceso de revisión minuciosa, que puede tardar mucho”. López Nieves confiesa no entender a aquellos escritores que hablan sobre lo mucho que sufren cuando escriben. “Si sufren tanto, que se dediquen a vender hamburguesas o a pedir dinero en las esquinas. En muchos casos creo que simplemente quieren proyectar una imagen romántica de sí mismos”, comenta. Claro, hay artistas que realmente sufren al hacer arte, admite. “También hay gente que sufre mentalmente al comer o al caminar o al mirar las estrellas. Pero en estos casos no se trata de arte, sino de patología. Son personas que necesitan un siquiatra”. En cuanto a la cantidad de artistas que se han suicidado se pregunta: ¿lo han hecho porque eran artistas? “Creo que no. Se suicidaron porque, a pesar de ser artistas, estaban mal de la cabeza”, es su respuesta. Para abundar en el tema echa mano al caso del pintor Vincent van Gogh: “Es muy claro: era un genio, pero también estaba bastante loco”, indica, y enseguida expresa que no puede imaginar a Cervantes sufriendo mientras escribía el Quijote. “Todo lo contrario: me lo imagino muerto de la risa y disfrutando muchísimo. Excepto al final, claro, porque la muerte de don Quijote es muy triste. Pero no es para que el autor se masoquee y se corte las venas y llore y diga que vive un infierno porque su personaje murió. No hay que ponerse histérico”. López Nieves concluye que el papel de víctima nunca le ha quedado muy bien. “Escribo porque me place hacerlo. Lo disfruto. No es una maldición nacer escritor: es una suerte”. Explica que hay dos formas principales de escribir literatura histórica: “Una es la que pretende ser fiel a la realidad. Decir, por ejemplo, que escribirás una novela sobre Julio César basada en los hechos reales de la vida de Julio César”. La segunda es la que admite que los personajes son inventados, son producto de la imaginación, pero que estos personajes han sido creados dentro de un espacio histórico real. “Digamos, una novela que transcurre en la Edad Media, fiel a la historia de la Edad Media, pero con protagonistas que no son personajes históricos, sino inventados”. El caso de la “historia trocada” no es ninguno de estos dos, asegura. “Escribo una literatura que parece histórica, que es histórica, y que supuestamente es fiel a la realidad histórica, pero hago unos cambios importantes a la historia. Y los hago de tal manera que sean verosímiles, absolutamente creíbles; es decir, de tal forma que el lector se confunde y ya no sabe cuál es la realidad y cuál es la fantasía”. Refiere, como ejemplo, que en su primer libro, Seva, se inventó una invasión norteamericana que realmente no ocurrió, “pero escribí el libro de tal manera que a los lectores, hasta el día de hoy, se les crea la duda de si esta invasión ocurrió o no ocurrió”. Asimismo anota que en las biografías de Voltaire y Galileo ha hecho cambios importantes, “pero de tal manera que hasta historiadores profesionales se confunden al leer los libros. Por eso utilizo el término ‘historia trocada’: cambio la historia, pero todo se queda igual”. Actualmente trabaja en una novela nueva, pero se resiste a ofrecer un adelanto mayor al respecto por superstición y porque realmente ignora qué será lo que ocurra en la novela. “Normalmente cuando termino una novela el resultado es muy diferente al que inicialmente me había propuesto”. En la obra en curso el autor vuelve “a jugar con la historia”. “Últimamente como que no puedo concebir escribir una novela que no tenga un fuerte componente histórico. Pero esta vez la ‘historia trocada’ tendrá otro giro, la trabajaré en una forma nueva que ya he ido tanteando en textos breves y ha gustado a los lectores”. ** Eduardo Corrales corraleseduardo@yahoo.com Periodista independiente. Nacido en Lima (Perú). Reside actualmente en los Estados Unidos. Desarrolla su vida profesional principalmente en el marco de la actividad cultural característica de la ciudad de Nueva York. Sus entrevistas y reportajes sobre manifestaciones artísticas y literarias apuntan a vincular a los creadores con la diversa y dispersa comunidad del idioma con eñe. === ¿Qué hace Eduardo en París? =========================================== === Conversación con Eduardo García Aguilar Triunfo Arciniegas ======= Nos hemos visto dos o tres veces, fugazmente, en ferias de libro, donde uno va de aquí para allá y se saluda de afán con todo el mundo. Siempre he sabido de Eduardo García Aguilar, ya sea por sus libros, por sus amigos colombianos, por su conexión con México, por París. Alguna vez me solicitó un cuento para una antología y le dije que no porque no quería que perdiera su condición de inédito, razón que nunca comentamos pero que sin duda aceptó y entendió. Como no es raro ahora, nos encontramos mucho más en el ciberespacio. Leo su blog y me fascino con sus textos. Le pido permiso para publicar en el mío su manifiesto de adoración por Charlotte Rampling y su aprecio por Herta Müller, y así empieza la conversadera. Para no preguntarle una cosa hoy y otra mañana, elaboro la lista de mis curiosidades y, a pesar de su otitis y el invierno y los afanes de la vida cotidiana, se apresura a responder. Desde la adolescencia supo que sería escritor. Ganó un concurso de cuento en el colegio y le dieron un libro de cuentos de Hemingway como premio. Tal vez sea la misma edición que atesoro en mi biblioteca en Pamplona desde esos mismos años, pues no sólo de Charlotte Rampling y otras bellezas nos alimentamos. Léase Flaubert, Proust, Stendhal, Nabokov. Después de todas esas vueltas que da la vida, Eduardo García Aguilar publica Cuaderno de sueños (El Tucán de Virginia, 1981), una breve colección de cuentos, en México, siempre tan generoso con los extranjeros. Gana entonces el premio de cuento Los Otros Editores. Con las novelas Tierra de leones (México, Editorial Leega, 1983), Bulevar de los héroes (México, Plaza y Janes, 1986), ya publicada en inglés con prólogo de Gregory Rabassa, y El viaje triunfal (Bogotá, TM Editores, 1993), también traducida al inglés y, además, al bengalí, conforma la trilogía que lo gradúa de escritor ante el mundo. Existe una cuarta novela, Tequila coxis (México, Colibrí, 2003), un homenaje al Distrito Federal, la amada y monstruosa capital donde vivió quince años. Nació en Manizales, Colombia, y ha vivido en un sitio y otro, en Bogotá, en Francia, en Estocolmo, en Estados Unidos, en México y otra vez en Francia, dueño y señor de su estatuto de extranjero. Aunque mantiene la biblioteca repartida en los tres países más cercanos a su corazón de nómada, su vida y sus pasiones en realidad anidan en París, que va y viene en esta conversación. Vamos por el principio. —¿Qué hace Eduardo en París? —Aquí vivo y he vivido. París es el centro, la matriz, el lugar amniótico donde me siento a salvo. Porque soy extranjero, que es el estatuto que más amo, me diluyo en esa increíble variedad de habitantes de todos los orígenes, de todos los rincones del planeta, de todos los mestizajes, pobres, ricos, miserables. Aquí llegué de 20 años, aquí estudié, aquí aprendí a vivir, a conocer el mundo, a relacionarme con gente de todos los colores y tendencias y aquí he vivido los momentos más felices y los más terribles de mi vida. París está marcada en mi piel. Es mi hábitat animal en el más profundo sentido de la palabra, es mi zoológico personal, mi jaula propia. No porque sea bella y esté llena de historia, sino porque en ella he vivido la mayor parte de mi vida para bien o para mal. —¿Cuándo llegó a París y por qué? ¿Cómo fue su primer día en París? ¿Qué esperaba y qué encontró? ¿Tenía la intención de quedarse o se fue quedando? —Llegué a París en abril en 1974 porque la Universidad Nacional de Colombia, donde estudiaba sociología, siempre estaba cerrada por huelgas y disturbios y me sentía asfixiado en ese país arcaico, cerrado y cruel. Además quería conocer el mundo. El primer día decidí guardar las maletas en un locker y caminé todo el día solo. A mediodía me bajé del bus Air France en la explanada de Invalides y vi por primera vez el Sena, el Grand Palais con sus cúpulas verdes de hierro, el Louvre, la emblemática Torre Eiffel, imágenes tan familiares de tanto haberlas visitado en los libros. Comenzaba la primavera. Acababa de morir el presidente Georges Pompidou. Compré Le Monde y Le Nouvel Observateur y empecé a caminar, aunque los amigos franceses que me esperaban estaban preocupados por mi “desaparición”, según me dijeron después. Era un grupo de espléndidos maestros trotskistas, encabezados por Madame Raganaud y su madre, una resistente comunista, que desde entonces fueron los mejores amigos, a quienes he visto envejecer y morir como una familia. Esa misma semana me mostraron los tugurios donde vivían hacinados como bestias los árabes que llegaron después de terminar la guerra de Argelia. Ahí descubrí el lado oculto de este país racista y que los negros y los árabes eran humillados y discriminados. Y las terribles heridas que habían dejado en los franceses tantas guerras perdidas. —Tengo entendido que vivió en Los Ángeles y San Francisco. Qué envidia, carajo. ¿Qué hacía por allá? ¿Qué otras ciudades frecuentó? —Uno de los años más felices de mi vida lo pasé en California, en 1980. Primero en Los Angeles, donde viví con unas amigas en una casa en Loma Drive, cerca del downtown, el San Bonaventure Hotel y la vieja biblioteca municipal. En esta última leí por primera vez en inglés Lolita, de Nabokov. También estuve en un festival de cine en Century City y ahí vi al gran Joseph Losey. Asistíamos a maratones nocturnos de cine, por ejemplo series de películas de gladiadores o de guerras bíblicas y debates con jóvenes y viejos cineastas. De hecho ahí escribí una crónica para la revista Café Literario, que se publicaba entonces en Colombia. En la UCLA asistí a una conferencia de Octavio Paz y tuve una primera visión de la cultura sincrética mexicana, pero lo más importante fue descubrir la soledad de los mexicanos y los chicanos, la miseria de los trabajadores inmigrantes. Había playa y rock and roll, pero esa tristeza de los trabajadores, ese culto al trabajo, los salarios de miseria, el dominio del dios automóvil en las autopistas, me impresionaron. Por eso me fui de ahí a San Francisco, donde primero viví en el Hotel Western de la calle Leavenworth, cerca de Market Street, con sus chicanos y low riders. Era un mundo de película, marginal, terrible y maravilloso a la vez. Inmigrantes chinos, camboyanos, filipinos. Droga y miseria en las calles, pero también mucha cultura alternativa. Después viví en una casa en Berkeley, en Virginia Street, con unos estudiantes y con amigos entrañables como Arturo Escobar, Susana Cabrales y Margarita Restrepo, viví una vida de balneario bronceándonos en Lake Anza y montando en bicicleta por la Bay Area, junto al Golden Gate. Berkeley todavía vivía las remanencias del hippismo y en los bares uno podía de repente ver a Carlos Santana o a su hermano haciendo solos de guitarra o grupos punk como Dead Kennedys... Además trabajé para el censo de Estados Unidos todo el año y ahí tuve oportunidad de conocer a mucha gente interesante. Era cerca del puerto, por Van Ness Street, junto a esas calles hermosas por donde cruzaban los tranvías. San Francisco es inolvidable, el París del Pacífico. Una ciudad sísmica que fue destruida en 1906, anclada en una arquitectura victoriana y en la modernidad de los rascacielos junto al mar. —¿Por qué se fue a vivir a México? —Hubo un momento en que a pesar de vivir en ese extraño paraíso que era San Francisco, sentí la necesidad de volver a un país hispánico que no fuera Colombia y donde pudiera escribir y publicar en revistas y periódicos y emprender la escritura de unos libros. Estados Unidos es muy pragmático, todo el mundo habla de dinero, de ahorrar, trabajar, acumular, y ese no era mi objetivo. Tenía hasta dos cuentas de banco, una en California Savings y otra en Bank of America. Entonces de un día para otro compré el boleto barato en el vuelo de Mexicana llamado Tecolote o La Lechuza, avión nocturno donde regresan los inmigrantes, y me fui al Distrito Federal. La primera semana me presenté en Excélsior con don Edmundo Valadés, el amigo de Juan Rulfo y director de la revista El Cuento, y le dije que quería escribir allí. Me pidió dos artículos de muestra. Desde entonces he sido columnista de Excélsior. Don Edmundo Valadés me dio toda la libertad. Hoy, en el Nuevo Excélsior, sigo escribiendo para la página cultural mi columna “Café París”. En México me abrieron las puertas y publiqué todos mis libros, trabajé en Unomásuno y en el famoso suplemento literario Sábado, donde escribí centenares de artículos y ensayos literarios, que están registrados en el Diccionario de escritores mexicanos de la Unam, participé en muchos congresos y ferias, fui jurado y viví una intensa vida literaria. Pero después de 15 años no quería oficializarme, volverme un escritor oficial, satisfecho de sí mismo, engreído, inflado, tieso como estatua. Quería una nueva aventura en una ciudad hasta donde el más grande genio del mundo es un anónimo en las calles. Y tiene gripe y se deprime. —¿Por qué volvió a París? —Como viví mis años universitarios en París en una década espléndida de cambios y revoluciones, quería volver a vivirlo ya “grande”, adulto, con un trabajo fijo y ver las transformaciones de la ciudad y su gente. Ha sido una experiencia comparativa muy interesante. De hecho tengo un libro inédito de crónicas sobre París en esta primera década del siglo XXI, que no tiene nada que ver con el París de los años 70. Ahora es otra cosa. Antes los edificios estaban cayéndose y no los habían limpiado desde el siglo XIX. Ahora es un museo, todo lo limpian y lo renuevan cada año, cada esquina, monumento, estatua, gárgola, la pulen día a día. Es un inmenso museo o un escenario para los 60 millones de turistas que vienen cada año. Y además volví porque amo la literatura francesa de todos los tiempos y los libros de ocasión son baratos y hay miles de actividades culturales fascinantes. Frecuento los barrios de extranjeros, negros, paquistaníes, chinos, indios, y asisto a sus fiestas multitudinarias como la que se hace en honor del dios elefante Ganesha. —¿De qué vive? —Trabajo en la Agence France-Presse, a donde entré en la oficina de México en 1986. Ahora estoy en la sede, a una cuadra de donde vivió Bolívar en la rue Vivienne en 1804 y 1806 y al lado de donde Stendhal escribió Rojo y negro, mataron a Jean Jaurès y donde estaban los periódicos históricos del siglo XIX, en ese ambiente periodístico tan bien descrito por Maupassant en Bel Ami o por Balzac en Esplendor y miseria de cortesanas. Aquí a dos cuadras estaba el diario La Aurora, donde Zola escribió el famoso Yo acuso. Para mí ha sido una gran experiencia haber trabajado gran parte de mi vida en esta agencia, que es una de las tres más importantes del mundo al lado de Reuters y AP. Aquí he aprendido y sigo aprendiendo mucho. En este momento estamos todos trabajando con la revolución en los países árabes. Es un trabajo agitado y emocionante, colectivo, que mantiene en circulación el cerebro. El resto es literatura y arte. Caminar y tomar vino con los amigos en las barras de los bistrós. Y deprimirse y sufrir terribles gripes y otitis en invierno. —Ya sé que es caro vivir en París. ¿Qué tan caro? —París es una ciudad muy cara, especialmente después de la llegada del euro. Para vivir correctamente aquí hay que tener un trabajo estable y cuidarse mucho de no derrochar el dinero en los bares y restaurantes, que son inmensamente costosos. Hay que ser administrador de sí mismo, siempre pendiente de pagos de facturas, impuestos, y requerimientos de todos los tipos. Francia es un país muy burocrático, lleno de papeleos, hay que estar siempre con carpetas a la mano y no descuidarse un instante porque si se olvida uno de enviar un correo, puede entrar en una verdadera dinámica kafkiana. Cada día aumenta la precariedad, hay mucha pobreza oculta y una soledad impresionante, hay miles de indigentes, personas que pierden el empleo o se divorcian o enviudan y entran en una espiral implacable de marginación, pierden todo, el sistema los tritura, los vuelve marginales. A esos cientos de miles que caen en esa espiral los ayudan muchas instituciones caritativas como los Restaurantes del Corazón o Emmaús, que sirven millones de comidas diarias para dar de comer a pobres, ancianos, jóvenes, niños, inmigrantes que medran en todo el país escondidos en sus precarios alojamientos o en la calle y debajo de los puentes, entre el frío y la soledad. Pero hay mercados y lugares donde se consiguen cosas muy baratas y supermercados como Leader Price, donde compran los pobres, los desempleados y la clase media a bajos precios. —Una pregunta obvia, Eduardo: ¿va al cine? ¿A conciertos de rock? ¿A qué otros espectáculos? ¿Algo curioso ha sucedido entonces? ¿Ha conocido a alguien famoso o especial? —Sí hay temporadas en que voy mucho al cine. No a ver novedades de Hollywood, que me interesan poco, sino cine de arte asiático, europeo o latinoamericano. También desde que tenía 20 años voy a los cines de la rue des Écoles, en el barrio latino, cerca de la Sorbona, que se dedican sólo a los clásicos de la cinematografía. Ciclos de los años 30, 40, 50 y 60. Ciclos de los grandes directores. La esquina del cine Champolion es una delicia. Ahí una noche se me sentó en la butaca de al lado Claude Chabrol durante la proyección de una película de Hitchcock. Siempre hay alguna sorpresa que uno no ha visto hace tiempo o nunca ha visto. En lo que respecta a conciertos de rock, voy poco, pero en cambio voy a jams de jazz en la rue des Lombards, en el bar Baiser Salé, o al Caveau de la Huchette, que existe desde los tiempos de Miles Davis, y a escuchar música popular francesa en Pigalle en Les Noctambules. Y voy a conciertos de mitos o leyendas como la gran Juliette Gréco, la existencialista, que todavía está viva y bella. Por estos días hay conciertos de viejas rockeras como Marianne Faithfull o Pat Smith, por ejemplo. Pero se necesita mucha plata y mucho tiempo para ir a todo. —Todos los grandes van o han pasado por París. ¿A quiénes ha visto? ¿Espió alguna vez a Cortázar, como él mismo hizo con Sartre? ¿Ha hecho los recorridos de la Maga por París? García Márquez en sus tiempos de pobre vio pasar a Hemingway por la otra acera y le dijo: “Adiós, maestro”. ¿A quién ha visto en las calles en París? —De famosos, lo increíble es que uno se los cruza por la calle a todos. Por ejemplo, me he encontrado con Catherine Deneuve en alguna barra en la rue Saint Honoré, donde toma un café con su novio, cubierta por un gran abrigo de piel. Otra vez me crucé con Dennis Hopper, al lado de una modelo que doblaba su estatura por Palais Royal. En mis tiempos de estudiante vi una vez en Saint Sulpice al mítico Papillon y en un café de Saint Michel vi cómo nos miraba con lascivia a mí y a mi amiguita de entonces el poeta Louis Aragon, cuando, ya anciano y viudo, tras la muerte de Elsa Triolet, tenía el pelo largo y estaba a la deriva desatado en sus años finales. Decían incluso que se había vuelto homosexual. Por supuesto, en 1979 vi babeante a Jean-Paul Sartre llevado del brazo por Simone de Beauvoir en el cementerio Père Lachaise, en el entierro de Pierre Goldmann, mientras tocaba congas Azuquita. Y era fácil ir a cursos y ver por ahí a Roland Barthes, Louis Althusser, Jacques Lacan, Michel Foucault, en esos inolvidables años 70. También cuando trabajaba en L’Express en 1975, entregando las prendas a las modelos para las sesiones fotográficas, en la sección Madame Express, vi llegar a Alain Delon joven, en pleno apogeo, ante la histeria de todas las empleadas de esa revista que casi se desmayaban a su paso. También tuve la fortuna de conocer y hablar con Julio Cortázar en Toulouse y perseguirlo y escrutarlo durante tres días, en 1978, cuando sólo salía con la cantante de protesta y novelista colombiana Alba Lucía Ángel. Y recientemente estuve en casa de Edgar Morin, que es el lúcido patriarca nacional de la filosofía y el pensamiento en estos momentos en Francia. Me llevó en su carro por Normandía. Me ofreció tequila. Nos tomamos fotos. Me contó su vida y su amistad con Breton. Tiene 87 años y parece de 30. Es un tipo espléndido. —¿Tiene perro? ¿Tiene gato? ¿Tiene canarios? ¿Tiene pulgas? ¿Con qué animal vive? —Tengo a la adorable gata que se llama Tequila y la amo. Creo que es el animal perfecto para convivir con escritores y poetas. Es una delicia cuando se sientan a tu lado mientras lees o escribes. Su mirada, su calma eterna de esfinges. No hay nada como un gato. Son curativos y nos hacen sabios y serenos. —¿Qué hace un domingo en París? —Los domingos, cuando no trabajo, porque la France-Presse nunca para, mi mayor placer en la mañana es ir a un típico mercado sobre ruedas donde hay productos y cosas traídas de todas las regiones del campo. La gente se agita para comprar quesos, productos marinos, verduras, carnes, platillos y objetos domésticos, flores, especias, pan y ropa barata de muy buena calidad. Es el campo que se desborda en todas las ciudades y pueblos los domingos, un campo que tiende a desaparecer por la industrialización agraria en el marco de la Comunidad Europea. Ahí uno se libera del odioso supermercado. Es una feria, una alegría, hay música, militantes que reparten hojas, vendedores de periódicos, loquitos, humoristas, todo puede ocurrir ahí. En la tarde me gusta ir a un mercado de pulgas, llamado Brocante, donde chécheres viejos, ropa, objetos, muebles, libros, se extienden por cuadras y cuadras donde uno puede encontrar cualquier sorpresa, incluso, por qué no, un Rembrandt por un euro. Cartas viejas, postales, bibelots, libros. Eso es lo que más me gusta. A veces sueño que en uno de esos mercados de chucherías encuentro todas mis cosas personales y objetos que tenía en mi estudio de Buttes-Chaumont, cuando era un muchacho en mis 20 años. Es un sueño cíclico. Por fortuna guardo muchas cosas de esa casa, como una máquina Underwood de 1909. —¿Cómo es su casa? ¿Qué tan cerca o tan lejos del centro de París? ¿Qué edificios, monumentos o calles o personajes ve todos los días cuando va al trabajo? —Vivo en la Place d’Italie desde hace 12 años. Cuando empecé el curso de francés de la Alianza Francesa, a los 15 años, lo primero que aprendí era que Monsieur Thibault vivía en el número 13 de la Place d’Italie. Y bueno, aquí estoy en la Place d’Italie, cerrando el ciclo de lo que aprendí en el primer curso de francés. Me gusta mucho el lugar porque está muy cerca de la calle más bella de París, que es la medieval rue Moufettard y del barrio latino, a donde voy caminando. También está cerca de un nuevo polo moderno y universitario creado alrededor de la Biblioteca Nacional de Francia. Bajando por un lado, a cinco cuadras, están el río, los muelles, los barcos-peniches donde hay espectáculos, bares y conciertos. Por el otro lado está el maravilloso Jardin de Plantes, donde se sitúa el cuento “Axolotl”, de Julio Cortázar. Y al frente está la entrada al gran hospital La Salpetrière, donde trabajó Charcot y murió Lady Di. Por ahí transcurre gran parte de Los miserables, de Víctor Hugo. También por aquí está el barrio chino. A tres cuadras vivieron Chou En Lai y Ho Chi Minh. Más abajo, en Avenue d’Italie, Günter Grass escribió El tambor de hojalata, y a dos cuadras murió Jean Genet. Es mi barrio. En todos los cafés y bistrós me conocen. Desde las ventanas veo toda la ciudad en panorámica, porque vivo en un piso 12 de un sólido edificio moderno construido en 1969. A veces regreso a pie del trabajo: cruzo el Palais Royal y Pont des Arts, tomo la vieja rue de Seine, llego a Odeon, subo por Saint Michel hasta Panteón y de ahí bajo luego por Moufettard hasta llegar a la Place d’Italie. —¿Qué es lo más raro que le ha sucedido en París? O lo más triste. O lo más feliz. —Lo más raro es haber sobrevivido en el intento. Lo más triste lo llevo en mi corazón. Lo más feliz, haber vuelto de nuevo después de 15 años de exilio, cuando todo parecía indicar que no regresaría nunca más a vivir aquí. —¿Dónde tiene sus libros? ¿Cómo es su biblioteca? ¿Ahí está el libro de Hemingway que le dieron de premio cuando era un muchacho? —Tengo los libros esparcidos entre Colombia, México y París. Los de la adolescencia están en Colombia, en casa de mi hermano. En México tengo todos los libros que conseguí en las librerías de viejo de la capital y están muy bien en una casa no lejos de Coyoacán. Y aquí tengo los que he acumulado en París. Cada día llego a casa con uno o dos libros nuevos o viejos que me encuentro en una librería en el camino. El libro de Hemingway, Las nieves del Kilimanjaro, está en México. —¿Volvería a vivir alguna vez en Colombia? —Nunca digas de esta agua no beberé. —¿Quiénes son sus amigos en París? —Son tantos que no podría mencionarlos aquí y alguno se quedaría por fuera. Tengo amigos como en capas geológicas. Amigos que me conocieron aquí cuando yo tenía 20 años y están ahí siempre. Luego amigos conocidos en otros lugares del mundo que llegan aquí por las vueltas de la vida. Muchos nuevos amigos y amigas conocidas en este nuevo periodo de París. También hay amigos por grupos, los latinoamericanos de diversas nacionalidades, peruanos, mexicanos, argentinos, así como franceses de distintas regiones, gente de otros lugares del mundo que uno se cruza por ahí. Vecinos. Colegas. Escritores. Poetas. Es una ciudad manuable y si uno la ama es muy vivible. Es una terrible jaula de oro. Todo mundo se queja de vivir aquí y hace todo lo posible por ser infeliz. Yo no. —¿Cómo son las parisienses? ¿Locas? ¿Descaradas? —Bueno, primero que todo París es una ciudad cosmopolita. Entonces los parisienses y las parisienses son de todos los orígenes, etnias y clases y se dan unas bellezas escalofriantes, desde blancuras prerrafaelitas hasta mestizajes exóticos de todos los matices. Se es parisiense cuando poco a poco la gente va adquiriendo ese glamour tan especial, que hace que con un simple jean y una camiseta, un foulard y una chaqueta de cuero, o un saco simple, la persona se vea espléndida. Hay un arte en la mezcla de los colores, que es muy especial, además del perfume, que también es muy preciso y tiene significados profundamente eróticos. Ahora, el parisino o la parisina, negro, asiático, árabe, eslavo, es discreto, no es bullicioso, la gente deja la efusividad para la intimidad. Hay un gran sentido de la individualidad y la discreción. Un temor de invadir y violentar al otro. No es bien visto abordar o dejarse abordar por desconocidos como sí ocurre en otros lugares del mundo. Los parisinos son depresivos en invierno y hedonistas en verano. La gente suele vivir sola y muchas parejas viven cada quien respectivamente en sus lugares. Como en todas partes del mundo viven aventuras secretas en hoteles anónimos. Pero el parisino también es el clochard, que ahora se llama SDF (sin domicilio fijo), los marginales, los ancianos solitarios, la gente abandonada que duerme en la calle, huele mal y está cubierta de llagas. Muchos están deprimidos y no pueden amar ni besar. La soledad es la reina. El amor, el deseo, milagros súbitos. Las parisienses son bellas y terribles. —¿Qué otra parte del mundo conoce y qué ha significado en su vida? —El viaje que más me ha marcado y significó un antes y un después en mi vida, fue el que hice a la India, a las ciudades que baña el río Ganges: Nueva Delhi, Benarés, Agra y Calcuta. Ese viaje me dejó muchas incógnitas, la primera de ellas que me hubieran traducido El viaje triunfal en bengalí y que lo publicaran ahí mis amigos de Calcuta, o Kolkata como se le dice ahora. Allí estuve en la Feria del Libro. Es gente espléndida. Los bengalíes parecen latinoamericanos. Son rebeldes y literarios. De ahí era Rabindranath Tagore. —¿En qué otra ciudad del mundo le gustaría vivir? ¿O París no se cambia por nada? —París es mi punto central por haber vivido aquí siempre desde los 20 años, con un largo período de exilio de 15 años en México. Sin embargo, me encanta Nueva York y algunos pueblos indígenas de México como Tepoztlán, Oaxaca o San Cristóbal de las Casas. Y por supuesto, la Costa Azul, en el Mediterráneo. Me gustaría vivir entre Niza y Menton, cerca de la frontera con Italia. Es una zona romana que fue dominada por España en los tiempos de Cervantes. Claro que París se puede cambiar cuando termina una etapa, se vuelve rutinaria o por razones económicas. —¿Es cierto eso de “Siempre nos quedará París”? —Hasta ahora es una de las ciudades más conservadas y cuidadas del mundo. Pero como toda ciudad está llamada a desaparecer y ser una ruina hundida en un desierto como Nínive y Babilonia, Atenas, Troya, Karnak o Tebas. París-Pamplona, 3 de febrero de 2011 ** Triunfo Arciniegas triunfoarciniegas@yahoo.com Escritor nacido en Málaga (Colombia) y residente en Monteadentro, en las afueras de Pamplona. Ha publicado El cadáver de sol, En concierto, La silla que perdió una pata y otras historias, El león que escribía cartas de amor, La media perdida, La lagartija y el sol, Los casibandidos que casi roban el sol, La pluma más bonita, Serafín es un diablo, El Superburro y otros héroes, El vampiro y otras visitas y las obras de teatro El pirata de la pata de palo, La vaca de Octavio, La araña sube al monte, Lucy es pecosa, Después de la lluvia y Mambrú se fue a la guerra. Con Las batallas de Rosalino obtuvo el VII Premio Enka de Literatura Infantil, con Caperucita Roja y otras historias el premio Comfamiliar del Atlántico, con La muchacha de Transilvania y otras historias de amor el Premio Nacional de Literatura de Colcultura y con Torcuato es un león viejo el Premio Nacional de Dramaturgia. === Francisco Massiani ==================================================== === El día que no conocí a Cortázar Juan Carlos Carrano Henríquez ==== Uno de los mitos vivientes de la literatura venezolana contemporánea es el escritor caraqueño Francisco Massiani. Su irrupción en los predios editoriales, la novela Piedra de mar —publicada en 1968—, lo convirtió en un best-seller; sus libros posteriores, sin ser numerosos, le granjearon un lugar de honor en las letras del país. Con frecuencia, Massiani recibe a jóvenes escritores y lectores que desean conocerlo y escuchar sus anécdotas. Es así como llega hasta nosotros “El día que no conocí a Cortázar”, un documental-monólogo dirigido por Juan Carlos Carrano Henríquez, quien también compartió labores de cámara y montaje con Claudio Medina. Usted puede ver el video en esta dirección: http://www.letralia.com/247/entrevistas04.htm. ** Juan Carlos Carrano Henríquez carrano88@hotmail.com Estudiante venezolano (Caracas, 1988). Cursa la carrera de comunicación social, mención artes audiovisuales, en la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab, http://www.ucab.edu.ve). ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Miguel Hernández, poeta y mártir, ===================================== === y su sombra luminosa en las letras venezolanas Camilo Morón ====== (Nota del editor: el pasado 10 de febrero se celebró el acto de entrega del Premio de Ensayo “Centenario de Miguel Hernández”, que, convocado en Venezuela por la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy [Uney[ y la Embajada de España, fue obtenido por el historiador venezolano Camilo Morón con el libro Miguel Hernández, poeta y mártir: presencia luminosa, tras la decisión del jurado compuesto por los escritores Gustavo Fernández Colón, Dannybal Reyes y Laura Antillano, como informáramos en nuestra edición 242 [http://www.letralia.com/242/1022hernandez.htm]. El siguiente texto es una versión del ensayo ganador, resumida por el propio Morón y leída en el acto celebrado en el estado venezolano de Yaracuy). La experiencia vital de Miguel Hernández (1910-1942) está inexorablemente encadenada a la Guerra Civil Española (1936-1939). Esta guerra fratricida fue un holocausto y una diáspora. Nosotros conocimos en Santa Ana de Coro, al noroccidente de Venezuela, una tarde calurosa de 2000, un girón viviente de aquella confrontación: J. M. Cruxent, padre de la arqueología científica en Venezuela, de quien celebraremos el centenario de su nacimiento en 2011. El centenario de J. M. Cruxent podemos llamarlo el centenario del exilio: Cruxent llega a Venezuela al terminar la Guerra Civil; como los exilios de Alberti y Cernuda, es el suyo el exilio americano, porque el destino se bifurcaba tajante: salir de la madre España o salar con los minerales de sus huesos los camposantos o pintar con palabras encadenadas las sombras de olvido en las cárceles. Cruxent combatió en las filas republicanas en el frente de Teruel, donde fue soldado, mensajero, dibujante, enfermero. Miguel Hernández fue soldado, político, maestro de sus compañeros campesinos, redactor de periódicos del frente, “y lee sus poemas en las trincheras, a veces por los altavoces”. Con la caída de la República y la implantación de la dictadura del general Franco, la poesía de Miguel Hernández se leyó y floreció en su exilio americano. “De los grandes poetas españoles de este siglo —siglo incomparable en cantidad y calidad, en la historia de la poesía en lengua castellana—, Miguel Hernández es el más arbitrariamente difundido, el más silenciado en España, el que murió más joven”, escribe Alberto Cousté en la introducción a las Obras selectas. Y más adelante precisa, con corte quirúrgico en la idea y en el tiempo: “Entre sus poemas de adolescencia y los últimos esplendores que concibió pese a su enfermedad y sus prisiones, no median más que catorce años. Menos longevo que Juan Ramón Jiménez o Jorge Guillén, pero también menos espectacular que Federico García Lorca, Miguel era la víctima ideal para la condena del silencio; la situación política de España, su muerte en los albores del franquismo (y el rigor y la duración inusitada del régimen), remataron con éxito, a escala nacional, ese operativo tenebroso”. Advierte Cousté que como tesoro largamente oculto, la vida y la obra de Miguel Hernández corren el riesgo de manipulaciones excesivas en esta hora suntuosa de su exhumación: “Ni la negación de Perito en lunas (como mero ejercicio gongorino) en beneficio de la rotunda poesía de combate de El hombre acecha, ni el acento puesto sobre ciertos sonetos a la Virgen (o sobre su notable auto sacramental, en tiempos de la influencia de Ramón Sijé sobre el poeta) para demostrar le extracción religiosa de su inspiración; ni una cosa ni otra: el tironeo entre izquierdas y derechas, en definitiva, para entronizar a Hernández a su lado, no ayudará a clarificar la figura y la obra de uno de los poetas más vastos y profundos que ha dado la literatura española”. La “vastedad y profundidad” de la obra hernandiana a la que alude Cousté acrecienta la dificultad a la hora de seguir el rastro de la influencia del poeta-mártir en la poesía venezolana de la segunda mitad del siglo XX y la primera década de la centuria presente. Con aquellos poetas venezolanos con los que Miguel Hernández compartió estancia en este mundo, más conviene hablar de correspondencias, correspondencias temáticas y las mismas influencias que como escritores compartieron en el período entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial: el modernismo (Rubén Darío) —y la reacción contra el modernismo—, las vanguardias literarias europeas de finales del siglo XIX (Rimbaud, Mallarmé, Baudelaire, Verlaine), la generación literaria del 27 español, la influencia universal del Canto a mí mismo y Hojas de hierba de Walt Whitman, las ideas sobre el “compromiso” y la responsabilidad del intelectual y del poeta, encarnadas en Neruda. Es en la poesía de combate de Miguel Otero Silva de Agua y cauce (1937), donde encontramos las correspondencias más acusadas entre un escritor venezolano con la poética de Miguel Hernández. Consideremos los poemas “Bombardeo” de Otero Silva y la “Canción del antiavionista” de Miguel Hernández, recogida en el volumen Otros poemas (1938-1939). En el poema de Otero Silva los bombarderos son mensajeros que traen la muerte mecanizada, lúgubres augures de la carnicería tecnológica: ¡Más grandes! ¡Más cerca! ¡Más anchos! ¡Más negros! ¡Ya están los aviones rozando los techos! Ya caen las bombas cual frutos siniestros y tiemblan las madres cual leves espigas y cierran los puños de terror los padres. En maguey de llamas y hondones de estruendo estalla la muerte sobre los techados. Árboles de fuego nacen bajo el sol. Humo denso, oscuro, sube hacia los cielos. En Miguel Hernández esos mismos bombarderos anuncian la muerte desde lo alto, su vuelo tenebroso es la negación de los dones de la naturaleza, son fúnebres carniceros mecánicos: Que vienen, vienen, vienen, los lentos, lentos, lentos, los ávidos, los fúnebres, los aéreos carniceros. Que nunca, nunca, nunca su tenebroso vuelo podrá ser confundido con el de los jilgueros. Que asaltan las palomas sin hiel. Que van sedientos de sangre, sangre, sangre. de cuerpos, cuerpos, cuerpos. Que el mundo no es el mundo. Que el cielo no es el cielo, Sino el rincón del crimen más negro, negro, negro. En estos versos el poeta no se limita a ser testigo de su tiempo, asume el protagonismo de primera línea como una voz que llama a la conciencia, un reclamo enérgico contra la violencia y la tiranía. Los versos de Hernández y Otero Silva convocan la estampa de Guernica de Picasso, pintada en 1937, contemporánea no sólo en el tiempo sino en las ideas. Los poetas fuertes persisten en luchar con sus grandes precursores, incluso hasta la muerte. De la escena literaria venezolana de los años 60 y 70 espigamos los nombres de Víctor Valera Mora y Lydda Franco Farías como representantes de una generación que quiso tomar el cielo por asalto. El libro de aire más hernandiano de los de Víctor Valera Mora es Canción del soldado justo (1961). El tratamiento de los héroes tiene en el Hernández de los años de la Guerra Civil y el Valera Mora de los años de la guerrilla una correspondencia fatal. El personaje del poema “Livia incendia la pradera” —“Livia Margarita Gouverneur, héroe del pueblo de Venezuela, muerta en combate contra los gusanos batisteros”– es pintada con trazo emocionalmente preciso sobre el fondo de la lucha social: Entonces muchacha combatiente camarada solar, rosa del pueblo, novia y hermana de lo que esperamos: con tus puños tus uñas tus zapatos tu libreta de apuntes tus canciones el vestido que no estrenaste tu digna bandera tu pistola y tu corazón que no aguantaba más, te despeñaste a rabia y fuego sobre toda su playa de traidores. Ahora, fue duro golpe tu caída. Sobre el lienzo de horror y heroísmo, de sangre amarga, coagulada y esperanzas desgarradas, de la Guerra Civil, Miguel Hernández dibuja con palabra rápida y musical la estampa de su heroína en los versos de Rosario, dinamitera. El parecido les viene de familiaridad histórica y poética: Rosario, dinamitera, sobre tu mano bonita celaba la dinamita sus tributos de fiera. Nadie al mirarla creyera que había en su corazón una desesperación de cristales, de metralla ansiosa de una batalla, sedienta de una explosión. Lydda Franco Farías es un relámpago. La solidaridad con los oprimidos la hermana con el “Chino” Víctor Valera Mora y el poeta-pastor, el poeta-soldado, el poeta-mártir que fue y es Miguel Hernández. Queremos destacar el sentido del cuerpo, de la sensación hecha carne, que en la poetisa venezolana, nacida en Falcón, tierra de pastores, la ata entrañable, poéticamente al poeta nacido en Orihuela, tierra de pastores. En ambos hay una confesa religión de la sensualidad. Sensualidad transparentada en los Poemas circunstanciales (1965) de Lydda: La mujer que soy, canta. Mi génesis: la escoria, la ceniza, los agrios sudores. Mi elemento: la palabra, piedra del camino para ser lanzada, vínculo secreto que madura sus claros volúmenes, cópula exacta para que el amor germine. Hablo de la mujer que soy e intuyo que mi presencia trenzará la llegada de minutos fluviales. Creo en el privilegio de la sangre nueva, en la voz que no se escurre, en la dialéctica orgánica de mi estructura viva. Creo en la síntesis del hueso, en el axioma de mi futura desintegración. En la poesía de Miguel Hernández el cuerpo es el camino al mundo: un cuerpo en tumulto, en sensación, en crispación, sensación de instante con sed de eternidad. Esta conciencia de la corporalidad en la poética de Miguel Hernández puede ser vehementísima, dolorosamente exuberante; o, cuando la sensación y la idea lo precisan, asumir una cálida economía de palabras: Me llamo barro aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino que mancha con su lengua cuanto lame. Nosotros, y cuando digo nosotros nombro a quienes comenzamos a publicar a finales del siglo pasado, conocíamos la obra de Miguel Hernández mucho antes de haberla leído. Conocimos a Miguel Hernández en las canciones de Joan Manuel Serrat; pero tempranamente no podíamos y no sabíamos distinguirlo de “Penélope”, de “Tu nombre me sabe a yerba”, de “Las malas compañías”. Nosotros, y cuando digo nosotros nombro a quienes vivimos y soñamos en Mérida por aquellos años cuando cayó el muro de Berlín, dejando a más de uno viendo sin mirar y sin entender, descubrimos a Miguel Hernández en los espacios universitarios, pero bien pronto se alejó de las bibliotecas para acompañarnos a la noche, a la bohemia, a la vida como poesía (“Señora, si usted conoce a Mérida dirá que Sodoma es virgen”, el “Chino” Víctor Valera Mora). Hicimos nuestros estos versos suyos: “Dejemos el museo, la biblioteca, el aula / sin emoción, sin tierra, glacial, para otro tiempo. / Yo sé que en esos sitios tiritará mañana / mi corazón helado en varios tomos”. Para nosotros Miguel Hernández es una fuerza moral. Y como bien dice Miguel —le llamo familiar, cercanamente, como seguramente él quisiera— en aquella clarinada que es “Llamo a los poetas”: Veremos si hablamos luego con la verdad del agua, que aclara el labio de los que han mentido. Referencias bibliográficas • FRANCO FARÍAS, Lydda: Antología poética. Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, Coro, 2002. • HERNÁNDEZ, Miguel: Obras selectas. Círculo de Lectores, Barcelona, 1981. • MORÓN, Camilo, et all: J. M. Cruxent, arqueólogo de la Tierra de Gracia. Volumen de ensayos sobre la vida y la obra de J. M. Cruxent, colaboran Jacqueline Clarac de Briceño, Alex Lhermillier, Adrián Lucena Goyo, Alvira Mercader, Leonardo Páez y otros. En imprenta. • OTERO SILVA, Miguel: Poesía completa. Monte Ávila Editores, Caracas, 1972. • VALERA MORA, Víctor: Nueva antología. Monte Ávila Editores, Caracas, 2004. ** Camilo Morón camilomoron@gmail.com Historiador venezolano. Licenciado en historia, en letras y en educación. Magister scientiae en etnología y en museología. Es egresado de la Universidad de los Andes (ULA, http://www.ula.ve). Es profesor de la cátedra de Patrimonio de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM, http://unefm.edu.ve) e investigador del Centro de Investigaciones Antropológicas, Paleontológicas y Arqueológicas (CIAAP). En 2010 obtuvo el Premio de Ensayo “Centenario de Miguel Hernández”, convocado por la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (Uney, http://www.uney.edu.ve) y la Embajada de España en Venezuela (http://www.maec.es/embajadas/caracas/es/home), con el trabajo Miguel Hernández, poeta y mártir: presencia luminosa. === Lenguaje y metonimia en Cola de lagartija, de Luisa Valenzuela ======== === María del Carmen Castañeda Hernández ================================== Hoy la novela es mito, lenguaje y estructura. Y al ser cada uno de estos términos es, simultáneamente, los otros dos. Carlos Fuentes La cultura occidental se ha caracterizado por clasificar, ordenar y encasillar a la “realidad”, lo que ha permitido no sólo construir sino también reconstruir el pasado en “ideales universales”, irrebatibles, sustentados por una lógica racional que es la Historia. Esta Historia que se ha fundado sobre la base de la exclusión, en donde las voces de los desprotegidos han sido apagadas por las estructuras ideológicas y los sistemas hegemónicos dominantes. Por consiguiente la “realidad auténtica” es exhibida y denunciada en esos discursos de resistencia que recrean y traspasan la Historia, discursos que han esquivado la ideología del sistema, discursos que se han filtrado a través de los intersticios, de las contradicciones, donde sus fracturas son más evidentes, y donde la verdad es desenmascarada por la sutileza del lenguaje. Como dice Luisa Valenzuela, escribir es un ejercicio de “(...) desarticular las apariencias, desenmascarar los discursos, empezando por el discurso de los dominadores, que es presentado como la única verdad y suele ser falso” (Russo 2000, 1). Podemos considerar que la obra de Luisa Valenzuela se define por las relaciones entre lenguaje, metáfora y símbolo como superación de la crisis del lenguaje. Esta crisis, característica del lenguaje, se traduce en el concepto de inefabilidad: el lenguaje, tradicionalmente expresado en su función comunicativa-denotativa, no logra expresar lo que se entiende como “inexpresable”, que en el caso de Luisa Valenzuela podríamos precisar como lo “inexplicable femenino”, y que tiene que ver con el conocimiento intuitivo y no sistemático del “yo” y del mundo desde una perspectiva femenina. La autora explica: Detectar lo que llamamos lenguaje femenino, en realidad una voz que utiliza las mismas palabras para decir lo otro, una combinatoria de signo cambiado, un valor connotativo que invierte jerarquías (2001). En la literatura de Valenzuela esta “combinatoria de signo cambiado” o arbitrariedad del signo, ha sido su estrategia narrativa para escribir sobre los años oscuros de la dictadura y develar las verdades ocultas detrás de las máscaras del lenguaje oficial. Por lo tanto, lo inefable quedaría fuera del ámbito de lo lingüístico, por cuanto ese objeto abstracto no es susceptible de “ser comunicado”, sino que debe ser producido en cada acto comunicativo. Valenzuela reflexiona sobre la existencia de una escritura femenina, que no es “para nada novela rosa moñitos todos del mismo color como añora el tango”. Explica más bien que: Lo que estamos efectuando en realidad, aun sin proponérnoslo, es un cambio radical en la carga eléctrica de las palabras. Les invertimos los polos, las hacemos positivas o negativas según nuestras propias necesidades y no siguiendo las imposiciones del lenguaje heredado, el falócrata (2001). Luisa Valenzuela escribió Cola de lagartija en 1983. La novela, que inicialmente iba a llamarse El brujo hormiga roja, Señor del Tacurú, Amo de tambores, Ministro de Bienestar, Serruchero Mayor, Alto sacerdote del Dedo, Patrón de los desamparados, Dueño de La voz, y su hermana Estrella, denuncia los abusos de poder de José López Rega, alias “El brujo”, ministro de Bienestar Social, director de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) y secretario personal de Perón. La novela se inicia con la descripción de la deformación física del personaje principal “El brujo”, y culmina con la aproximación del nefasto personaje a la propia conciencia de la narradora. Desde el lenguaje transgresor de la autora (Valenzuela o “Rulitos”, en la obra), la compleja personalidad de López Rega se vuelve más real mientras más se aproxima a la ficción. Ubicada en el tercer gobierno de Perón, que estuvo marcado por la crueldad y la violencia, la autora utiliza malabarismos del lenguaje para describir el horror, la impunidad y el abuso de poder. Valenzuela muestra que es imposible transmitir la inconmensurabilidad de la violencia descarnada y la opresión de la dictadura sin hacer uso de la alegoría y la metonimia. En primer lugar, debemos tener en cuenta que el concepto de metonimia se trata de un fenómeno basado en la disociación entre una expresión y un contenido y, por lo tanto, explicable como una función estructuradora del conocimiento. En segundo lugar, es un fenómeno lingüístico ya que el lenguaje es una herramienta intrínsecamente humana que sirve para comunicarse con otros miembros de una misma comunidad a través de una denotación referencial. El diccionario de la Real Academia define: Metonimia: (Del lat. metonymia, y este del gr. µet???µ?a). f. Ret. Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada. Podemos considerar a la metonimia como un proceso desanudado ya que existe una relación de incompatibilidad entre la expresión y el contenido que expresa. Valenzuela plantea que: Cola de lagartija es el drama de querer tapar la parte oscura. A mí me interesa mirarla de frente, en lo posible, aunque siempre da miedo. Son locuras de cada uno de nosotros, y ese Brujo está en mí. Es el reconocimiento de que hay algo en todos nosotros y por eso permitimos que suceda (...). Con Cola de lagartija me di cuenta de que respondía a la profecía con el cuerpo. Puede ser catártico a la larga, pero en ese momento hay que poner el cuerpo, el alma, y quemarse. Es mucha suerte cuando tenés esa oportunidad. No me ha sucedido muchas veces. Ojalá me volviera a suceder, porque estoy dispuesta a jugarme entera por un libro, pero a veces los cuidados están ahí, a pesar de uno (Cavallin Calanche, 2008). En Cola de lagartija el lenguaje femenino es articulado por medio de la técnica de la subversión, de invertir jerarquías, o bien seleccionando palabras que alteran el signo para enunciar algo más. Es decir, Valenzuela se vale de la trasnominación. En la literatura hispanoamericana la escritura femenina presenta rasgos metonímicos que responden a la necesidad de expresar su realidad de una perspectiva diferente al código masculino. El discurso femenino busca la forma más apropiada para lograr una visión que represente su imaginario. María Teresa Medeiros propone: En la vasta producción artística de Luisa Valenzuela se puede trazar una preocupación constante por elaborar estrategias discursivas que textualicen la diferencia genérica y por crear un discurso propio que cuestione el Sujeto Fundador como fuente de Significado. Una contribución fundamental de la obra de Valenzuela a la discusión de la especificidad de un lenguaje femenino es su reflexión sobre la relación entre lenguaje y poder. En su esfuerzo por descifrar los artificios de los abusos de poder (2008). Cola de lagartija puede leerse como un discurso a doble-voz desde la perspectiva bajtiniana: la del protagonista, “El brujo”, y la de la antagonista, Luisa Valenzuela o “Rulitos”. Estas voces compiten dialógicamente por la hegemonía. Es decir la escritura de Valenzuela estratifica el discurso del poder y el de la resistencia, mediante la metonimia. A pesar de que el término “lenguaje femenino” puede parecer excluyente, los textos de Luisa Valenzuela se incorporan al debate sobre la existencia de “un lenguaje femenino con ensayos teóricos y artificios de ficción que textualizan la diferencia genérica” (Valenzuela 2001:62). El lenguaje es la manifestación sensible del poder que tiene el ser humano de desentrañar la realidad más allá de la infinidad de estímulos, para crear un sinnúmero de enunciados nuevos a partir de un conjunto finito de objetos lingüísticos y de reglas de generación y transformación. Una de las características más importantes del lenguaje literario es su capacidad polisémica, es decir, la virtud que tienen las palabras de, a través de un único significante, presentar una variedad de significados. Según Aguiar e Silva, se da lenguaje polisémico o plurisignificativo cuando los signos lingüísticos son portadores de infinidad de dimensiones semánticas que tienden hacia una pluralidad significativa, apartándose de la univocidad propia del discurso científico y didáctico (1996). En la novela, Luisa Valenzuela crea un personaje monstruoso cuyo referente histórico es López Rega, “El brujo”, el cual se inscribe en la tradición hispanoamericana del esperpento como discurso cultural. Pero como se mencionó anteriormente, si bien la construcción de “El brujo” tiene su claro referente en López Rega, es obvio que lo que logra Valenzuela es la alegorización de la dictadura y del poder totalitario. Bourdieu expone: La domination même lorsqu’elle repose sur la force nue, celles des armes ou celle de l’argent, a toujours une dimension symbolique perceptible dans les discours de légitimation à travers lesquels les dominants tentent d’obtenir l’adhésion des dominés (2003: 248). Para Bourdieu esta dimensión simbólica del discurso oficial no se trata de una sumisión consciente, sino interiorizada en la percepción de los dominados y se convierte en una fusión transformadora que se transmuta en símbolo ya que fusiona dos realidades irreductibles en una misma expresión. De aquí se deduce que el lenguaje es el portador de la ideología del que controla el discurso, de los que poseen el poder. La capacidad de designar otorga al sujeto la facultad de ordenar la realidad de acuerdo a una jerarquía que responde a sus propios intereses, estructura que ha marginado a los sometidos. En Cola de lagartija Valenzuela reproduce el imaginario social masculino y evidencia los patrones dominantes de la cultura androcéntrica. En esta novela la alegoría y el símbolo se convierten en un acto de sedición, ironizando el discurso dominante, carnavalizándolo y parodiándolo para quebrantar la estructura del poder y su irracionalidad. En el caso de Cola de lagartija el símbolo adquiere una idiosincrasia muy particular al formularse en términos metonímicos: frente al componente variable provocado por la metáfora, la metonimia se establece con una función simbólica muy compleja. Como ejemplo tenemos la Advertencia: —Eso no puede escribirse. —Se escribirá a pesar nuestro. El Brujo dijo alguna vez que él hablaba con el pensamiento. Habría que intentar darle la palabra, a ver si logramos entender algo de todo este horror. —Es una historia demasiado dolorosa y reciente. Incomprensible. Incontable. —Se echará mano a todos los recursos: el humor negro, el sarcasmo, el grotesco. Se mitificará en grande, como corresponde. —Podría ser peligroso. —Peligrosísimo. Se usará la sangre. —La sangre la usan ellos. —Claro. Le daremos un papel protagónico. Nuestra arma es la letra (1998:7). Si además consideramos con que el personaje y el narrador son simultáneos, la función de la metonimia se hace todavía más evidente. Valenzuela utiliza la Advertencia como admonición: es una forma de embestida y denuncia que puede ser peligrosa para el autor y para el lector, ya que tiene el poder de despertar conciencias y proporcionarle herramientas para desarticular la manipulación del poder totalitario. Otro ejemplo del uso de la metonimia lo tenemos en la profecía: Correrá un (quién pudiera alcanzarlo) Correrá un río de sangre (seré yo quien abra las compuertas) río de sangre (fluir constante de mi permanencia en ésta) de sangre (¡eso sí que me gusta!) (sangre, rojo color de lo suntuoso, acompañándome siempre, siempre para ador(n)arme) y ¡basta! La conjunción copulativa me da asco y Vendrán Veinte Años de Paz veinte años no es nada lo que vendrá puede ser postergado para siempre la paz ni la menciono, es el estatismo, es lo que congela, lo que no me concierne y no me considera. Voy a cercenar la vieja profecía y el río seguirá corriendo para siempre por mi obra y mi gracia. Correrá un río de sangre al compás de mis propios instrumentos (1998:9). La metáfora se establece como una función simbólica, una referencia metalingüística a la que se llega mediante la aproximación directa, es decir, la metonimia. En “Eros/porno, cara y ceca”, Valenzuela dice: Las dicotomías pueden ser traicioneras, y también traicioneras las definiciones. Se trata en verdad de elegir la connotación, es decir la luz bajo la cual enfocamos cada palabra. Muchas veces la intención se nos derrapa y entonces se hace más evidente el célebre deslizamiento del significado por debajo del significante del que tanto se habló in illo tempore. No hay tránsito seguro por la senda del lenguaje (2001). Dado que el lenguaje configura simbólica y materialmente al ser humano, Valenzuela altera el lenguaje hegemónico y falocéntrico. Desde una postura aparentemente biográfica el personaje de “El brujo” es resaltado y mitificado en una ambiente de brujería, magia y humor negro. Por otro lado, Valenzuela recurre a una perspectiva autobiográfica, que se convierte en la conciencia en los momentos más terribles de la historia: “Yo, Luisa Valenzuela, juro por la presente intentar hacer algo, meterme en lo posible, entrar de cabeza consciente de lo poco que se puede hacer en todo esto pero con ganas de manejar al menos un hilito y asumir la responsabilidad de la historia” (1998:123). La autora señala que se trata de: ...ponerse a escribir cuando por ahí, quizás a un paso no más, están torturando, matando, y un apenas escribiendo como única posibilidad de contraataque, qué ironía, qué inutilidad. Qué dolor, sobre todo. Si al detener mi mano pudiera detener otras manos. Si mi parálisis fuese, al menos, un poco contagiosa, pero no, yo me detengo y los otros siguen implacables, hurgando en los rincones, haciendo desaparecer a la gente, sin descanso ni justificación alguna, porque de eso se trata, de mantener el terror y la opresión para que nadie se anime a levantar la cabeza (1998: 210). La escritura representa la única forma de darle voz a lo que la represión y la censura encubrieron. Lotman expone que la existencia de un hecho, como “hecho literario”, va de acuerdo a su función, ya que lo que es un “hecho lite¬rario” en una época puede convertirse en un fenómeno lingüístico para otra, e inversamente. Valenzuela utiliza la descripción física de “El brujo” para simbolizar el horror y sus depravaciones. La autora exhibe a un ser hermafrodita, que posee tres testículos, megalómano y trastornado que desea procrear él solo un hijo: —Manuel tiene tres pelotas, Manuel tiene tres pelotas, chilló en cierta oportunidad el opa Eulogio y fue lo único que chilló en su vida. Enseguida volvió a perder el habla y recuperó su mirada perdida de tarado. Como en aquel entonces yo todavía no me llamaba Manuel no me importó mucho. Más bien lo viví como un elogio. Lo que ahora denomino el elogio de Eulogio. El homenaje a Estrella hecho por un opa mudo que sólo habló para señalarla. Mi primer milagro. Se lo conté muchas veces al Generalísimo, variando eso sí algo el texto. Los milagros pueden ser elásticos y el Generalís comprendía esas cosas aunque para otras hay que reconocer que era un poco obtuso (por eso fallé en mi último intento con él y no pude devolverlo a la vida: por su pertinaz obcecación) (Toda la luz que quise brindarle y él sólo la recibió en vagos resplandores...) Pero el Generalísimo es secundario, ya hablaré de él cuando le llegue el turno. Por ahora y siempre el turno es mío, le cederé una pizquita cuando a mí se me antoje o quizá cuando Estrella lo reclame con fuerza. Ella lo amó, creo, aunque siempre tuvo la delicadeza de tratar de ocultarlo (1998: 15). La metonimia se logra cuando la descripción cruda y brutal de este personaje aberrante en la ficción, se aproxima más a la supuesta objetividad de los documentos históricos que describen la vida y obra del monstruoso ministro de Bienestar Social. Esta sensación de estupefacción y aturdimiento que tiene el lector al leer la descripción de “El brujo” aumenta cuando la autora lo confronta con la perversidad y se jacta de esto, a través de un discurso ambiguo y transgresor. Valenzuela satiriza, por un lado, a la familia como mito fundador del país, y por otro, el deseo imposible del hombre, del tirano, de dar a luz. Julio Cortázar expresa que: ...una literatura que busca internarse en territorios nuevos y por ello más fecundos, no puede ya acantonarse en la vieja fórmula novelesca de narrar una historia, sino que necesita tramar su estructura y su desarrollo de tal manera que el texto de lo así tramado alcance su máxima potencia gracias a ese tratamiento de implacable exigencia (1994: 377). Lo que aplica a Cola de lagartija. El discurso de Valenzuela denuncia “lo otro”, lo inefable, que se plasma en una función metonímica que relaciona la estructura narrativa al objeto abstracto que quiere verbalizar. Esta escritura de la otredad se manifiesta, ya en otros textos de Luisa Valenzuela, pero es principalmente en Cola de lagartija, que uno de los narradores, “Rulitos”, consigue desligarse de un protagonismo egocéntrico para dar un salto a la otredad y se convierte en narrador-testigo de la historia. El quehacer del lector consiste en transponer la frontera de lo denotativo-anecdótico de lo grotesco y de lo esperpéntico para llegar hasta ese elemento inefable, a la realidad incuestionable de lo que se intenta expresar, a través de la ambigüedad de la anécdota. Se cumple así lo que, para Foucault, es una de las principales funciones del autor: producir otros discursos a partir del propio. Valenzuela no es solamente la autora de su obra, de sus libros; ha producido algo más: la posibilidad de otros textos y discusiones a partir de las interrogantes que su escritura plantea. El discurso de la obra de Valenzuela admite una ruptura con el tiempo y el espacio reales. Al quedar en el aire espacio y tiempo, ficción y realidad, lo narrado se aproxima cada vez más a lo posible. De ahí la necesidad de la autora de crear mundos de ficción que posibiliten la verosimilitud de los hechos, de asumir un punto de vista en la escritura que establece, por medio de la metonimia, un particular interés expresivo, en la originalidad de la forma, en la intensidad de la denuncia; pero, sobre todo, en eludir la fuerza de la censura. Bibliografía • AGUIAR E SILVA, Teoría de la literatura, Ed. Gredos, 1996. • BAJTIN, M. Problemas de la poética de Dostoievski. México: FCE, 1986. • BOURDIEU, Pierre, Méditations pascaliennes, Paris Seuil, Coll. Essais, 2003 [1997]. • CAVALLIN CALANCHE, C. “La escritura de la rabia: Luisa Valenzuela y la mirada de la dictadura” (http://bit.ly/emXtX9). Acta Literaria. 2008, Nº 36:109-115. • CORTÁZAR, Julio. “Aspectos del cuento” en Obra crítica/2, Madrid, Alfaguara, 1994 [1963]:365-385. • Diccionario de la Real Academia. Ed. 2001. • FOUCAULT, M. “¿Qué es un autor?” en Entre filosofía y literatura, Vol. 1. Madrid: Paidós, 1999: 329-360. • LOTMAN, Yuri M. “El problema de una tipología de la cultura”, en revista Casa de las Américas. Nº 71, La Habana, Marzo-abril 1972: 43-48. • MEDEIROS-LICHEM, María Teresa, “Nuevos derroteros del lenguaje: la travesía de la escritura de Luisa Valenzuela” (http://bit.ly/iaRHw3) (2002). • RUSSO, Roxana, Evelyn PICON GARFIELD, Sandra BIANCHI, et. al. (2000), “La entrevista virtual” (http://bit.ly/gyRoQb). • VALENZUELA, Luisa. “Eros/porno, cara y ceca” (http://bit.ly/gasrXz) (2001). —. Cola de lagartija. México: Editorial Planeta, 1998. —. Peligrosas palabras. Ensayos. México: Editorial Océano, 2002. ** María del Carmen Castañeda Hernández carmencastaneda@gmail.com Investigadora mexicana (México, D.F., 1951). Es licenciada en lengua y literatura hispánicas por la Universidad Iberoamericana (http://www.uia.mx; 1972-1976). Tiene una maestría en psicología de la salud por el Centro de Estudios Universitarios Xochicalco (http://www.xochicalco.edu.mx), de Tijuana (1997-1998). ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Habla Gloria Rolando Revagliatti *** Como lagunas breves (extractos) Eudes Alexánder Moncada *** Por el camino Antonio Cerezo Sisniega *** Poemas Marianela Medrano *** Relatos Elisa Alejandra Carreño *** Poemas Sergio Omar Otero *** Microrrelatos María Paz Ruiz *** Sino del tránsfuga Ulises Varsovia *** El aprendiz de chef Jairo E. Torín *** Poemas Jorge Curinao *** Sin paz María Celeste Vargas Martínez *** Poemas Alba Trazar *** Beber Delia Salazar *** Tres poemas Jorge Palma *** Comilona César Klauer *** De los insolentes fantasmas (extractos) Ana Romano === Habla Gloria Rolando Revagliatti ================================= En bombacha hace flexiones en la barra (un metro y setenta y siete centímetros de muy buena madera) engrampada en la pared lila. Hoy es viernes feriado nacional y nuestra kinesióloga no trabaja ni concurre al seminario de posgrado. Pudo haber ido a un picnic con gente del hospital, en Virreyes. No se suspendía por lluvia y garúa desde el amanecer. Pudo haber presenciado el ensayo de “Los Húsares” en el Centro Dramático Buenos Aires. Hoy es viernes y Ernesto no apareció a las diez de la mañana, feriado el día completo desaprovechándose. Hace flexiones con ímpetu admirable. Nuestra tromba se llama Gloria y desde el martes el zócalo de frente a la puerta del baño, ha quedado salpicado con gotas de su sangre menstrual. ¡Gozó tanto con Ernesto durante las escandalosas cuatro horas en que la sangre parecía no importar!... Había sido desnudada a manotazos, todo convenido, sólo “por las malas”. La alfombrita añil también quedó manchada. La primera embestida incluyó a esa alfombra. Fantástico fue cuando él le rescató bucalmente el clítoris con tamaña dulzura. Si no recordaba mal, Ernesto fue el único que tras merodear en la zona en esas condiciones, además se instaló. ¡La pucha! Así le gustaba a Gloria, la ráfaga del Cono Sur. Será por tanta emoción y gratitud que otro “clinch”, meduloso y vehemente, culminó con la felatio más exhaustiva de su trayectoria, tolerando con naturalidad aquel precioso semen en su boca. Lo escupió en el inodoro, un par de buches con la pasta dental y retornó a Ernesto. Él prometía “redactar un poema que le haga justicia a tus labios”. Labios. Todos reparaban en sus labios. Tomaron whisky en la cama (él, con hielo) antes de renovar el frenesí. Ella encima de él acababa como una locomotora, el vapor (de la locomotora) los aureolaba, lo estaba haciendo bolsa al flaco, ¬¡ay! si se pudiera circular con este pedazo hirviente, con este irredento entre las piernas, así aferradas las tetas, insistentes y malévolas las yemas de bibliotecario hundiéndome los febricitantes pezones, pensaba huija pero no lo exclamaba, y Ernesto sucumbió en la cumbre, aunque siguieron, había con qué, un rato. Concluye la sesión de flexiones, al tiempo que un largo tema del Gato Barbieri, del que abundan pequeñas láminas y pósters en su bulín, aun en los armaritos de la cocina. Suena el teléfono, baja el volumen del equipo, se arroja al tubo. Oye y especifica: —Habla Gloria. Su prima tienta: hay dos tipos bárbaros y a uno de ellos la prima se lo quiere presentar. Gloria se juega por Ernesto, renuncia, se abstiene de conocer hombres nuevos por ahora, que no le enturbien el sortilegio del martes, ya sin menstruación lo aguarda, si no fue a las diez será a las veinte, pero será, será, ella lo sabe, gracias, que los disfrutes y chau. A todo Gato otra vez, fundas y cubiertas de discos por aquí y por allá y los auriculares sobre un bafle. También Beatles y Rolling Stones y Kiss. And Joe Cocker and James Taylor and Bee Gees. Discos en las estanterías junto a los libros de la profesión, apuntes y agendas de los últimos años y un retrato de Gloria adolescente, óptima potra incabalgada. Tiempos de resaltar las pestañas y pronunciar el escote para fastidio de su papá (atemorizado): toda esta potra, digo, esta hija para mí; digo, no es para mí: es mi hija. Tiempos de vigilar la expansión de las pantorrillas, la tersura del abdomen, la consistencia de los muslos. Tiempos de evaluar apetencias a la salida del Normal, de dejar con las ganas, tiempos de acalorada soledad. Nunca hacía frío en su alma. En otro retrato, Gloria miraría a cámara, inmarcesible, mordisqueándole una oreja a un felino bicolor. Y en otro, en una toma posterior, una Gloria baqueteada durante su tránsito por la facultad: orgías al paso con compañeros o auxiliares de cátedra. El teléfono, sobre una mesita rodante conseguida en Emaús, al lado de la cama de una plaza, de caña, descuarejingada, con la almohada sin funda, suena. —Habla Gloria. ...al muchacho supuestamente bárbaro. Y lo cita para el lunes. Cuenta las chinches que en la pared coral sujetan su espléndido vestido bahiano, cual si fuera un tapiz. De su estadía en San Pablo viene memorando con insidiosa frecuencia los dólares que se agenciara sin proponérselo, devenidos de una desleída cogida con un hotelero. Recién en vuelo al norte descubrió en el estuche de cosméticos los billetes que le posibilitaron alquilar automóvil, comer langosta a la termidor y adquirir alguna pilcha cara. Posponía encarar ese episodio, maremágnum de sensaciones displacenteras al principio, en su análisis. Al dorso de una tarjeta de su depiladora, asienta con un marcador: “Estoy Lavándome El Pelo”. La incrusta en la mirilla de la puerta del departamento. Lava su violenta cabellera con champú de huevo en la pileta del lavadero. Se enjuaga, se seca, y se mira en el espejo circular y estropeado que aprisiona un fierrito sobre la pileta. Retira la tarjeta de la mirilla. La guarda en una cigarrera. Teclea en plena siesta, a doble espacio en papel tamaño oficio y con dos copias, la versión nunca se sabe si definitiva de “La Demanda de Atención Kinésica en un Instituto de Día Geriátrico”, que urdiera con Carmelita Pizzurno, terapista ocupacional. La presentarán en el congreso de paramédicos de la ciudad de Córdoba. Irá con Carmela. Ernesto examinará la versión por si hubiera incorrecciones de estilo. Estilo el suyo de mecanógrafa. Mucha Pitman y Academias Orbe, pero ataca el maquinón con fogosidad digna de causas menos preciosistas. La Underwood negra salió a prueba de Glorias desmañadas. El escritorio en el que está, herencia de un abuelo abogado y ex senador, ya temblequea. Rodolfo Mederos se desgrana desde un casete que Gloria grabara en vivo, cuando ella llama a casa de Ernesto: —Habla Gloria. Atiende el amigo de Ernesto, a quien ella conociera también el martes. No había llegado, le dice; él creía que Ernesto estaría con ella. Escueto y amable. Manduca en la cocina un racimo exuberante de uvas rosadas: una mordida y glup, una mordida y glup. Efectúa insignificantes enmiendas en el trabajo de investigación. Larguito. Y no meramente descriptivo. Ernesto se olvidó los Parisiennes. Enciende con el Magiclic una hornalla y con la hornalla un cigarrillo. De la mesa de luz extrae el pote (dado vuelta) de quitaesmalte Miss Blue, el quitacutículas, dos limas y un neceser de plástico rosa Dior. Introduce el meñique de la mano izquierda en la abertura de la inflamable esponjita y gira el pote. Y así con los siguientes nueve largos dedos. Lava sus manos con agua fría y sin jabón. Se seca. Empuja las cutículas con el aplicador del quitacutículas y las recorta con el alicate. Da forma a las uñas con la lima de acero y luego con la de esmeril, y además, suprime los rebordes. Se lava ahora las manos con agua tibia y jabón La Toja. Esmalta sus uñas, agita las manos y sopla. Abraza a la almohada, transversal en el lecho, durante media hora se permite el desfile de buenos mozos y... ¿qué hace en la pasarela el amigo de Ernesto? Errabunda, considera: La ranura del pote me mambea, me deja... ¿así serán las de las muñecas inflables?... Y luego: No lavé los corpiños, ni el toallón, ni el vaquero, ni cosí la blusa. Y hasta yo me doy cuenta de que el placard está hecho un quilombo. Ernesto no llama. Ya me veo a la medianoche: lavar, coser, ordenar y meta sublimar. Y se nos queda dormida la que sueña con teléfonos tornasoles afirmados al cielorraso: —Habla Gloria. Susurra: —Habla Gloria. Canturrea: —Habla Gloriaaa... Grita: ¬—¡Habla Gloria! Ni aunque vocifere. Verdes ojos abiertos. Ha ido demasiado lejos. Transida saca, saca, saca pulóveres, camisolas, medias, pañuelos de seda, saca del placard bolsas de celofán, remeras, un mantón de Manila, cinturones, cuatro polleras y dos túnicas saca y apila, perchas, carteras en el piso, y la dormidera se va, se va, viene lo tangible, con humor ya que no con pasión, música, falta música. Percibe la inefabilidad melodiosa del timbre del departamento, oprimido varias veces: Gloria se entera de que Ernesto llegó. Abre la puerta, ríen y se le cuelga haciendo pinzas con las piernas. Festeja, besándolo. Él patea la puerta, la cierra y traslada a Gloria, la pasea, la acaricia, la zarandea. Todo es confuso y divertido y ella no inquiere ni reprocha. Son las veinte. ** Rolando Revagliatti revadans@yahoo.com.ar Docente y escritor argentino (Buenos Aires, 1945). Ha hecho estudios de realización cinematográfica, formación actoral, psicodrama psicoanalítico y psicoanálisis, entre otros. Entre 1988 y 2004 ha publicado los poemarios Obras completas en verso hasta acá, De mi mayor estigma (si mal no me equivoco), Trompifai, Fundido encadenado, Tomavistas, Picado contrapicado, Leo y escribo, Ripio, Desecho e izquierdo, Propaga, Ardua, Pictórica, Sopita y Corona de calor; los libros de cuentos Historietas del amor y Muestra en prosa, y la obra de teatro Las piezas de un teatro. Doce de estos libros se encuentran en distintas bibliotecas virtuales de varios países. Ha sido traducido y difundido a diez idiomas en medios gráficos y electrónicos. Ha coordinado cafés literarios y ha dirigido espectáculos teatrales. Textos suyos pueden leerse en diversos medios latinoamericanos y en su página, http://www.revagliatti.com.ar. === Como lagunas breves (extractos) Eudes Alexánder Moncada ========== Siempre tan llena de recuerdos, Sólo atino a mirarte en las aguas caídas de la plaza, como lagunas breves... === Cuento leyendas que al fin se unen a las proezas de tu infierno. Por cada una de ellas marco tu corazón de Eros De azufre y de mastranto. === ¿Cuán lejos pueda estar el mar De las luciérnagas que baten sus alas todas las mañanas en el fondo [de mi estómago? Eso aún no lo sé Además sólo me importa la borrasca que veo al fondo de tus ojos. === Entonces la mujer que habita en la esquina del infierno Bebe de un solo trago la lluvia de maldiciones que el borracho le profiere Al poste en su tropiezo, faro callejero que guía las sombras [en la urbana noche. === Laberinto de la jungla urbana que se me hace inhóspito de día para mis pasos de noche se me antoja un monstruo que devora mi palidez y mis sudores tengo el miedo esculpido en la lengua por eso no encuentro las palabras. === El Arlequín Bohemio se vistió con la neblina y se colgó la neblina al cuello Lanzó algunos gritos al eco para que no soñase solo Y luego se hundió en las inmediaciones de la noche. === Hoy se me ocurre cantarte unas cuantas frases de silencio, y, bien amado, por los últimos pálpitos del viento, te recuerdo como mi primera piel. === Entonces me duele el metacarpo izquierdo cuando me bebo mis temblores. === Al lado izquierdo de la razón se vierten las osamentas de mis locuras, Y las palabras no tienen sentido Y sólo los ecos hablan. === Cansado de dibujarte siempre en madrugada, Dejo a la aurora de tus pasos la verdad de mis huellas. === ¿Y qué decir entonces de la noche que ya no se haya dicho?, mejor veámonos camino de su aliento para oírnos en su eco y amarnos en su oscuridad. === Entonces. Llegada la hora del adiós permanecieron impávidas el alba y la noche. === Así como ayer quise moldear las nubes en infantil imaginación Te dibujo hoy con letras en los papiros de mis poemas. === Entonces amarte era más que tenerte cada noche en el vientre de mil almohadas. Suspirarte en el mismo horizonte del tálamo. Olerte justo al borde de la madrugada. === Amarte es a veces y se hace más tolerable A pesar de la soledad de tu sombra. === Llamó sin que la penumbra oyera Sació mi sed de pétalos Permitió saborear las mieles De su sonrisa vertical. === Descanso las huertas de mis huesos Sin embargo les doy cien playas para el invierno Tal vez sean nidos de candelabros y ebrios dioses al pie del aquelarre. === Aquellos seres diminutos que por abril se bebieron la noche salieron del quinto Cristal cabalgaron las doncellas con alas y fumaron otra vez el opio del tiempo. Acompasaron sus versos con brindis de miel y ron. Y se esfumaron por la esquina que la neblina abraza. === Se me hacen oblicuas las ganas de verte te compro la magia del llanto y desvisto la salvaje sed que amordaza el verso. No te pienso, sólo te siento desde el crepúsculo y vuelvo a amarte en el silencio de una estatua de hiel. === ¡Cuántos cristales rotos y “ojos de perro azul”!, en noches de coloquio y madrugada. === ¡Alcoba de cien luces, cocuyos que enarbolan telas de araña. Gnomos que adivinan hojas secas más allá del clamor... de orgasmos y temblores en la casa de mieles viejas! === Te recuerdo entre calles empedradas Y un martini seco... ...vivirte siempre en sueños de espuma es una ilusión mediterránea. Pintarte en óleos de tela austral... ...es como querer desconocer el cansancio de la piel, que hoy me es infinita y próxima. De la espiral del tiempo me hago señor y dueño. Entonces recito todos los cuentos a cuatro tiempos. === Entonces las sombras del galeón, los cuadros de botellas vacías, los marinos en la cantina, ¡perdimos la muerte temprana de los cinco mares, buscamos el horizonte del papel! Puerto para el esqueleto de las letras y hacernos del epitafio, en medio de la tormenta ajena. === La primera vez que oí llorar el samán, Me estremeció la locura de las palmeras y La borrachera del Morrachón enamorado de la luna. === Aquella noche perfumada de septiembre, Brindé con las luciérnagas, Las conté para sumergirme en la oscuridad Y besarte las alas. === Nocturnidad erizada de pensamientos obscenos, Traga los deseos, Y preña los silencios, De sudores y ecos. === He tenido que beber de las entrañas del abismo, al pie del silencio y aunque eran sólo sueños, siempre sueños, alcancé a oír en la distancia el relincho de los caballos de fieltro. === No sabría cómo explicarlo, Es como reunir las entrañas de la soledad Diseminadas por las cantinas vacías. === Para contar leyendas urbanas de la noche, Me hice trovador Y alardeé de las proezas Que ya nadie recuerda. === Al filo de la medianoche, Hurto las campanadas del relojero maldito, Para recordarte como miel vertida, En los escombros de mi costado. ** Eudes Alexánder Moncada arlekinbohemio@hotmail.com Poeta venezolano (San Juan de Colón, Táchira, 1962). Ha realizado el taller “Una aproximación a la creación poética”, dictado en 1996 por los escritores Homero Vivas y Pedro José Pisanu y bajo el auspicio del Consejo Nacional de la Cultura (Conac). Es miembro fundador del Taller Literario La Trilla (San Juan de Colón, 1996-1998). Organizó en 1998 y 1999 el I y II Recital Poético Ferias y Fiestas de San Juan de Colón y actualmente es el organizador de las Jornadas de Literatura del Municipio Ayacucho, que se celebran en San Juan de Colón con periodicidad anual. Ha participado en varias ediciones del Encuentro Binacional Colombo-Venezolano de Escritores en las ciudades de San Cristóbal y San José de Cúcuta, destacándose su colaboración en la organización de recitales en San Juan de Colón como subsede de dichos eventos, cuando ha correspondido sus ediciones en el estado Táchira. Tiene inéditos los poemarios Siembra de poda, Arlequín bohemio, Crónicas mundanas y El diario de la lechuza. Ha publicado Bitácora noche adentro (Sinopsis, 2006) y El Quinto Cristal (Galería de Arte El Punto, 2008). Textos suyos han aparecido en las revistas El Lápiz, Visor Cultural, Sinopsis y La Palabra Poesía Adentro, así como en Antología del poemario perdido en la geografía venezolana, compilada por Isaías Medina López (Fondo Editorial Teatro de Venezuela, San Carlos, Cojedes, 2007). Se puede revisar también parte de su obra poética en el blog Sinopsis (http://sinopsiscolon.blogspot.com), boletín de la Galería El Punto, de San Juan de Colón. === Por el camino Antonio Cerezo Sisniega ============================ Estaba cansado. Llevaba ya casi tres horas de ascenso por aquella pendiente en lucha constante con el lodo y las piedras. El sol aún no había comenzado a desplegar sus rayos, pero se encontraba empapado de sudor; de ese sudor hediondo que se impregna en las ropas volviéndolas pegajosas y picantes; pestilentes, asqueantes. Pese a todo conservaba el paso. Iba rápido pues sentía a sus espaldas el andar presuroso de sus perseguidores. Lo que menos deseaba era ser atrapado. La experiencia anterior había sido terrible: nueve meses de cárcel. ¡Ah! cómo había sufrido. Ese día en que los atraparon a él y a Mario pensó que sus vidas se apagaban: la carrera desesperada, los disparos al aire, la caída. Después llegaron los golpes; cómo dolían aquellos culatazos, las patadas de los gendarmes y los tirones de pelo. El interrogatorio: las cachetadas, los golpes, el hambre, la sed. Cuando logró la cima se encontró de pronto frente a un paisaje impresionante: pinos inmensos que resaltaban su esplendor al contrastar con el cielo azul y el brillo de un sol incipiente; la verdura del pasto y las rocas inmensas bañadas de rocío que despedían luces multicolores, y los pájaros que esparcían en el ambiente el dulce trinar de la alegría de sus corazones por el enorme placer de vivir. ¡Qué carrera aquella! Cuando se vieron descubiertos salieron despavoridos y trataron a toda costa de escapar de sus perseguidores. Estaban a punto de lograrlo cuando aparecieron frente a ellos dos policías e inmediatamente los atraparon. Los llevaron a empellones hacia la residencia del afectado y allí comenzaron los golpes, los tirones de pelo, las patadas. Suplicaron, dieron razones, hicieron promesas, pero todo fue en vano. Media hora más tarde salían escoltados hacia el cuartel de policía más próximo. Perdió valiosos minutos en la contemplación de aquel paisaje. Se sintió elevado a un lugar de ensueño, donde olvidó por un momento el problema. Volvió a la realidad y, como impulsado por un resorte, comenzó de nuevo a caminar. Esta vez con más prisa tratando de recuperar el terreno perdido. Se sumergió en la vereda de la izquierda y entre resbalones, tropezones, rayones de espinas, siguió adentrándose en el bosque procurando alejarse de quienes lo seguían. En el cuartel de policía fueron encerrados en una celda oscura. Perdieron la noción del tiempo. Sentían hambre, frío, sed, flato. Entonces comenzaron los interrogatorios: que quiénes eran sus cómplices, que dónde estaban los objetos robados, que dónde vivían, cuál era el nombre de sus padres, direcciones, etc. se sentían desfallecer, atosigados por tantos problemas, tantas preguntas. Sus cuerpos necesitaban agua, comida, y sus almas calor, comprensión. Pasaron dos, tres, quién sabe cuántos días. El próximo pueblo debía estar ya como a ocho kilómetros. Allí tenía amigos que podrían ayudarlo. Ellos comprenderían. El cielo se tornó gris, el aire húmedo y la tormenta se desencadenó. El barro parecía jabón; le costaba un triunfo avanzar pero su voluntad crecía con cada resbalón, con cada segundo que transcurría. Estaba cansado pero su única alternativa era avanzar y avanzar; poner más tierra de por medio entre él y los de atrás. Un aire puro, impregnado de olores de vida, se le metía por la nariz y por la boca e hinchaba sus pulmones purificándolos; caminaba e inhalaba vida. ¡Qué diferencia!, este aire robustecía su cuerpo. Por fin el aire viciado de aquella celdita pasó al olvido: los trasladaron a la granja penal. Entonces pudieron ver a sus padres. Consultaron abogados, a gente con experiencia, e iniciaron la lucha por su libertad. La granja era amplia: con dormitorios bien equipados, un comedor, una capilla, y áreas verdes rodeando el penal. Por lo menos eso tenían: aire puro, aunque lo respiraran encerrados dentro de aquel círculo de alambre de púas que electrizaban por las noches. Ante sus ojos apareció aquel riachuelo de agua cristalina. Tal parecía que Dios lo protegiera del invierno, conservándolo limpio. En él jugueteaban los pececillos de colores disfrutando de una sencilla libertad, de la pureza del ambiente, del colorido de la vida. Se zambulló como queriendo arrancar de aquel remanso algunos trozos de felicidad; como queriendo lavar su alma con el agua cristalina que corría libre, sin problema, sobre su cauce largo forjado con arena fina cual si fuera un listón de seda. Vio hacia el cielo que seguía derramando agua, cual si quisiera desahogar sus penas y sus preocupaciones. Afortunadamente les asignaron el mismo cuarto. Pese a todo, ahora comían bien, respiraban aire sano, podían ver a sus familias de vez en cuando, y lo más importante, podían luchar por su libertad. Sus padres comenzaron a hacer lo necesario para su defensa: relaciones, abogados, dinero. Iniciaron su convivencia con los demás reclusos e hicieron algunas amistades; recibían consejos: no se junten con ese, cuidado con aquel, el de aquella celda es asesino. La tristeza de sus corazones se hizo blanda; por lo menos ya no los golpeaban ni tenían que soportar aquellos largos interrogatorios y surgía la esperanza de recobrar la libertad. ¡Por fin! allá a lo lejos divisó el pequeño poblado. Parecía que iba a lograrlo. Tuvo el impulso de correr pero las condiciones del terreno no se lo permitieron; resbaló una, dos veces; cayó, se levantó y continuó. Quería llegar, ansiaba llegar, necesitaba llegar. Pasaron dos pájaros volando. Admiró en ellos la facilidad para surcar los aires; los vio planear, descender en picada y posarse en una rama del árbol frondoso que tenían enfrente. Eran libres; no necesitaban esconderse de perseguidores, no sabían huir; aún no los había molestado el hombre. Se detuvo un momento; ya el sol había vuelto a brillar y los destellos que producía su luz al posarse sobre las gotas de agua eran impresionantes. Sintió deseos de sentarse, de acariciar, de palpar aquella felicidad, aquella tranquilidad del ambiente, de la naturaleza. El tiempo transcurrió, los trámites se volvieron engorrosos. Cada vez veía más lejos el día de la libertad. Desapareció casi por completo la posibilidad de una rápida liberación. Tenían ya tres meses de estar detenidos; el ambiente del penal se hizo sentir: luchas entre los reos, homosexualidad, juegos de azar que provocaron atentados, varios de ellos mortales. Se respiraba angustia, desesperación, incertidumbre. Sus familias llegaban a verlos regularmente. Les daban dinero, les llevaban comida, ropa, pero no recibían las buenas noticias que esperaban: la ansiada libertad no llegaba. Sabía que no podía detenerse: sus perseguidores lo alcanzarían y lo llevarían a golpes al encierro. ¡No! deseaba ser libre. Si tan sólo tuviera fuerzas para llegar al poblado. Ahí encontraría quien lo ayudara; tenía amigos, conocidos, familia. Una vaca con su ternero pacían con toda tranquilidad; a un ruido suyo volvieron a ver con lentitud, con indolencia, y siguieron comiendo como si nada. Lo vieron sin importancia; tal parecía que supieran que era un fugitivo; que no podía detenerse, que estaba preocupado por correr, por huir. Ya el poblado estaba a su alcance; sabía que lo lograría; lo sentía. Sus piernas desfallecían pero su voluntad era grande. Un compañero amaneció muerto en su cama; lo acuchillaron. Nadie supo quién fue. La tensión aumentaba: iban al baño los dos juntos, se cuidaban el uno al otro, se mantenían alerta. Por más que trataron de evitarlo, la pelea se suscitó: se enfrascaron en lucha cerrada con otros dos reclusos; se metieron otros, se formó un alboroto. La batalla campal se desencadenó con furia. Se escucharon silbatos, gritos, carreras. Apareció el director del presidio, los guardias, la policía especial, y disolvieron el tumulto de gente a bastonazos, empujones, jalones. Las bombas lacrimógenas comenzaron a escupir el humo asfixiante, irritante, inaguantable. Los árboles de la plaza central le parecieron pilares de alegría que surgían de la tierra como hileras de esperanza. La gente se cruzaba ante él. Algunos lo veían con curiosidad; otros lo ignoraban. Él veía al frente; había llegado al pueblo y ahora debía encontrar a su familia, a sus amigos. Sabía que sus perseguidores llegarían de un momento a otro. El calor lo asfixiaba. El sudor le chorreaba por el cuerpo convertido en ríos de angustia que desembocaban en un mar de esperanza. Casi lo había logrado; lo más difícil había sido vencido. Las represalias no se hicieron esperar: los encerraron en celdas estrechas, la comida disminuyó, los castigos llovieron. Sus familiares llegaron angustiados: indagaron, observaron, opinaron. Los días transcurrieron y por fin los llamaron para ir al juzgado. Viajaron en autobús y en sus mentes llovía un cúmulo de ideas, de esperanzas, de ilusiones. Se presentaron ante el juez: los indagó, estudió sus expedientes y los condenó. Salieron de ahí cabizbajos, arrepentidos, llorosos. Tocó a la puerta y salió ella: la abrazó y lloró. ¿Cómo estás? Preguntas: que por qué vienes así, que por qué no avisaste, que a qué se debe la angustia. Explicaciones, reproches, consejos. La prisa por esconderse no le permitió saborear bien la comida; tragó sin masticar, bebió agua de prisa. ¡No podía ser! Nueve años era toda una vida. Ese juez estaba loco; sus familiares tendrían que apelar aunque las esperanzas estuvieran casi perdidas. Recordaron y comentaron su aventura: el dinero ganado, los viajes, las diversiones; su captura, los interrogatorios, las torturas. Se oyeron carreras en la calle, gritos, bulla. Ellos habían llegado... Su cuerpo sacudido por violentos movimientos que lo sacan de su ensimismamiento; la voz de su compañero de celda que lo invita a formar en la fila para recibir el rancho de los presos... ** Antonio Cerezo Sisniega acerezo@mineco.gob.gt Escritor guatemalteco (Ciudad de Guatemala, 1949). Graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala (http://www.usac.edu.gt) como administrador de empresas en 1979. Es autor de los libros de cuentos Apuntes y algo más... y Círculo, publicados por la Cooperativa de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca, http://www.sieca.int), y La realidad Irreal, Cuentos de burócrata y La jaula de los animales, publicados en ediciones de autor. Tiene además los libros inéditos de poesía Veintiuno, Instantes y Pocas páginas para una bella dama. Poemas suyos han sido publicados en el diario La Hora (http://www.lahora.com.gt). Ha participado en certámenes literarios de narrativa y poesía, obteniendo algunos premios. === Poemas Marianela Medrano ========================================= *** La palabra La cama se mece en movimiento rítmico liberada en los consejos del tambor ¡Baila la muerte en el cuero baila no le temas! El vientre comienza a hincharse —Las piernas dobladas en un ángulo de fuerza— En la hendidura —la misma que mandaron a cuidar como tesoro— una mano Como bola de algodón crece el vientre se aplasta contra la cara pega la nariz a las mejillas Los ojos se cierran —semejando una muñeca de esas que al inclinarse se duermen— Amorfo el cuerpo sin divisiones entre los senos el pubis la cabeza las estructuras de los brazos y pies —parece descansar— Un dedo ha de venir a penetrar la suavidad ¡Oh pronto vendrá un dedo a penetrar la suavidad! Dará vueltas como caja de bola en los ejes embestirá con golpes húmedos que llegarán a la garganta Saldrán como flechas extraños jeroglíficos El cuerpo es una cueva a la que se entra con la llave de la locura y la magia de lo imposible —combinación secreta que sólo algunos conocen— Los libros juntan la policromía de sus letras Freud viene a fundirse entre las piernas —se siente culpable de sus sueños— Atrapado en un ángulo de olores indica las posiciones despierta al Eureka del júbilo Sopla caricias sobre el punto clave Acostado encima —dominando lo indomable— sabe que se le está haciendo tarde y no recuerda para qué Desde la esquina veo crecer la bola Me nazco en la noche Comienzo a llamar por turno a los amantes poetas jardineros excavadores en fin Todos levantan la bandera torturada del aliento los ojos desorbitados en las cuencas ¿A esta mujer quién le despierta? Le gustan las lanzas porque le llenan de sonidos el cuerpo El vientre se describe el espíritu habla con las lanzas —palpa el peso y la forma— persigue el murmullo de las ganas el parpadeo coqueto de los cuerpos Acabado el sueño se levanta La cama aún tiembla con ritmo —lo juro— Una serpiente cae a sus pies viene limpiecita —lavada de placer— Se describe en el espejo la madre la hermana la mujer de al lado —las estructuras del pensamiento ya tienen formas— Los barrotes rotos no sujetan más suelta el pelo o los gritos... yo no sé Encendida fluorescente reina en su propio trono. (del libro inédito Encuentro de los cuerpos). *** Aprendiendo a ver Al principio No sabía que frente a mí siempre había paisaje (el lugar donde nacemos no es sólo un punto de partida) No sabía por qué en tardes ardientes de verano eterno vine a florecer El cielo siempre azul (si no contamos los días embarrados de gris) El aire insinuante en la lozana piel de los caballos Y yo galopando sobre la arena blanca hacia el turquesa ondulado de la mar Sin nombrar el adiós comencé a vestirme de despedidas Las gentes caminando como momias Por esa manía de no acostumbrarme a los lugares comencé a soñarme lejos Sólo fue salir y todo se convirtió en paisaje La cama embarrada de verde y azul brilla en la noche oscura del exilio Otro paisaje llora el ocre dorado de los atardeceres el sepia del recuerdo Abro los brazos al cielo cuando las olas se congelan en la nieve La piel se ha vuelto grietas en los inviernos Los días también en la aridez del alma Grama seca y desnudez de árboles en cuerpo humano Intento abrir las piernas para soplar la humedad convincente de los montes y me descubro tiesa muñeca rota ¿Será que todo paisaje comienza en soledad? ¿Que toda pertenencia viene después del destaje? Ahora puedo ver el paisaje Entiendo finalmente para qué sirven los ojos Los oídos la magia de escuchar En cada paisaje brotan gentes como fantasmas coloridos En cada imagen se acomodan nuevos cuerpos Como si supieran que el lugar donde nacemos no es sólo un punto de partida que siempre estamos regresando al ombligo misterioso del origen. (del libro inédito Diosas de la yuca). *** Voy a tender puentes Voy a tender puentes orgánicos disueltos entre cuerpos Puentes sin nombres porque todos los nombres se le han acostado en sus lomos Indecibles voces me tenderán a cielo abierto Voces mías al irse mías al regresar Voy a tender puentes que desemboquen en otros y en otros y en otros orgánicos de quejidos hondos Puentes que me despertarán de un sueño no dormido al final del viaje —que no es viaje porque no me he movido porque al moverme me quedo quieta Orgánica voy a extenderme larga lejos Al final estaré yo —la bella muerta muchacha espantada Yo la reencarnada en fibras y metales que vuelve a la carne de donde nunca se fue para unificar —con el lomo henchido de nombres— Me naceré aliento ancestral aliento de niñas dormidas en el maní ¡Un puente de niñas de maní! suaves como la mambá mezcladas en la pasión arrolladora del Caribe Voy a construir puentes que me lleven a las otras en las que planeo perderme para encontrarme Encontrarme puente reencarnada en las carnes vivas de las que se han muerto Puentes de cañas que abren la envoltura de las almas Puentes orgánicos que respiran tiznados por el arrebatado gesto de las niñas —no tan niñas en la vejez— Un puente que se abre y se cierra por el que viajamos sorprendidas de nuestra tinta tiznadas mujeres de pulso ágil escribiéndonos y reescribiéndonos en el puente donde se han acostado todos los nombres ¡Que entre la vida a puro aliento de la vida a la muerte en un puente de dos vías! Tiznadas de la tinta imborrable (la que baja por la lengua de las sabias) Tinta que nos viste nos desviste Tiznadas al desnudo mujeres puentes vestidas de palabras fibras orgánicas estas que nos hacen humanas respirando en el maní en la mambá en la caña o en el amarillo tímido del cazabe Una insinuación de gloria lo que se creía perdido lo que nunca se había ido pendiendo del puente este que tiendo —desde ahora y para siempre el poema— Un puente que nos mire y al mirarnos nos cobije Defina que hay más allá Si hay más allá hay que seguir tendiendo puentes de caña de mambá y cazabe puentes de agua puentes de tinta puentes de lenguas. (del libro inédito Diosas de la yuca). ** Marianela Medrano marianelamed@aol.com Escritora dominicana (Copey, Guayubín, provincia Monte Cristi, 1964). Reside en Connecticut, Estados Unidos, desde 1990. Ha publicado poesía, narrativa y ensayos. Tiene un doctorado en psicología. Ha publicado los libros Oficio de vivir (1986), Los alegres ojos de la tristeza (1987), Regando esencias/The Scent of Waiting (1998) y Curada de espantos (2002). === Relatos Elisa Alejandra Carreño ================================== *** Micro y Film El primer hombre que fue galardonado con el Oscar, anotó en su mano derecha el nombre de la estatuilla previniendo un olvido al momento de pronunciar su discurso. Cuando subió al escenario saludó entusiasta a la damita que le entregó la figurilla. No obstante, el dato de su mano se difuminó con el sudor. Afortunadamente la misma confusión se propagó entre los consiguientes ganadores, quienes al igual que él lo llamaron de igual modo. Se dice que tan importante premio originalmente llevaba el mote de Osvaldo. *** Sentencia divina La corte de la santa inquisición se vio en la dificultad de encontrar otra forma un tanto más discreta para eliminar a sus acusados. Después de reflexionar a puerta cerrada, resolvieron que la rueca era la solución. Al llegar a su hogar Copérnico la halló a mitad de su sala con un enorme moño rojo; quedó profundamente halagado, finalmente la iglesia había reconocido sus descubrimientos. Se acercó para tocarla pero antes de pinchar su dedo, el príncipe valiente apareció para advertirle que estaba envenenada. Agradecido, Copérnico le regaló un mapa en el que se ilustraban sus hallazgos astrales y las llaves de su departamento. *** La divina —¡Por fin Dante!, hemos llegado al infierno —asegura Virgilio a su preocupado discípulo. El joven contempla con aturdimiento la inmensa mansión de bronce rodeada por murallas. Cruza inmediatamente entre las enormes puertas de hierro. Dentro encuentra bañándose de espaldas a una hermosa mujer de largos cabellos rojos y piel tan blanca como las perlas del mar. —¡Beatriz, Beatriz! —grita emocionado al creer reconocido el sublime cuerpo de su amada. La joven un tanto sobrecogida responde al anhelante llamado del visitante. —Soy Perséfone, esposa de Hades. Dante, apenado por su tempestuosa intromisión, se disculpa y sale nuevamente. Afuera Virgilio lo espera expectante, pero antes de expresar más nada, Dante le informa que tampoco es allí, aunque la mujer que ha visto, bien vale una temporada en ese infierno. *** Cuestión de principios Xantipa, la mujer de Sócrates, descubre que su esposo será dictado a morir bebiendo la cicuta. Al descuidarse el verdugo, Xantipa intercambia dicha poción por “El soma”, brebaje divino que confiere la eternidad. Más tranquila vuelve a su asiento a esperar que se cumpla la sentencia. Está por acomodarse cuando escucha a Sócrates anunciar a sus inquisidores que cambiará el dictamen por una muerte mucho más honrosa y pide la decapitación. *** Guerra Púnica Quetzalcóatl se desliza sigiloso entre los arbustos intentando no espantar a su nueva víctima. Se ha hecho viejo otra vez y sólo la sangre humana podrá regresarle su preciada juventud. Está por morder el cuello del hombre que yace recostado sobre los matorrales cuando siente sobre su cabeza el pie inmaculado de María. Muere asfixiado en tanto que Adán, que dormía plácidamente, despierta sobresaltado. —¿Qué ha sucedido, dónde está Eva? —Nada, vuelve a dormir hijo mío, Eva se encuentra bajo el árbol justo allá —y la madre del salvador señala hacia otro lugar del paraíso. De lejos se alcanza a distinguir un ligero movimiento entre las ramas de un manzano. *** Gas Al sexto día Dios creó al hombre de arcilla, lo formó a imagen y semejanza suya. Al terminar su nueva creación, la contempló un momento y notó que tenía el rostro deforme. Llamó a Prometeo quien trabajaba el barro de forma exquisita y éste concluyó la obra. Al séptimo día, cuando Dios padre descansó, llegó a puerta del cielo un aviso de Prometeo y una cajita de madera con el primer hombre todavía crudo y sin vida: Su ilustrísima, el mortal quedó terminado, pero en casa no tengo fuego para encender el horno. Le ruego que me disculpe. *** Si Enrique se hubiera enterado La cabeza de Ana Bolena contempló por última vez la ventana de su cuarto en el castillo. Luego el sonido de la guillotina le traspasó los oídos y el filo de la navaja cercenó su cuello. Rodó ensangrentada hasta la tierra. Desde otra habitación en palacio, la nana de Elizabeth pequeña, cubrió la cortina antes de que la niña advirtiera el cuerpo roto de su madre. Le prometió a la infanta que ella le enseñaría a gobernar Inglaterra y le mostraría cómo deben ser tratados los hombres. Entonces Elena abrió un libro de guerra que en la portada se leía claramente el nombre Troya y comenzó a leer. ** Elisa Alejandra Carreño borpolenta-lizcarr@yahoo.com Escritora mexicana (León, Guanajuato, 1980). Estudió el diplomado en la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México, Sogem (http://bit.ly/h27mFD). Realizó su licenciatura en la Universidad Autónoma de Querétaro (http://www.uaq.mx) e inició estudios de postgrado en la Universidad de Texas en El Paso (http://www.utep.edu). Escribe cuento, novela y poesía. === Poemas Sergio Omar Otero ========================================= *** Migrante Quieta y estática, se percibe su silueta, dibujada en el trasluz, de un portillo detenido en el tiempo. Por manos, añosos sarmientos, que culminan en ese bastón sobre el que golpetea el dedo cordial. La vitela de su rostro, hoy ya mustio, guarda una envidiosa serenidad, que lo sostiene por sobre este presente. En el dúo de sus ojos, como gran fanal, como fulgores, todavía se destacan, picardías que sólo son recuerdo. Segada la sonrisa en los vallados labios, apenas se percibe, insinuante, por debajo del cano pelambre de su bozo. Enteras y quietas tardes gasta, en invocar idas vivencias de su asturiana juventud. Aún, la mar salobre le aroma, Y “Campanines de mi aldea” le endulza Triste, en su oído, la añoranza. Descansa sus cansadas piernas en esta plaza que hoy le deja con migas de pan, engordar palomas. En la dormitada somnolencia, cada vez más cerca de ella, la so muyer de la mano le lleva. Volver a Asturias una vez quiso, retornar a la sidra y al carbón, y nunca más tierra asturiana pisó. Constructor importante de este paisaje Simboliza su figura señera El añoso migrante que encarna. *** Calle Azul Calle Azul, que se esconde de la luna en la sólida bruma de tus ojos de fuego mientras mi silbido lerdo rebota en las paredes viejas de ese barrio que me vio esperarte, solo, en la esquina tenue de la calle Azul. Calle Azul, donde la esperanza se desnuda aguardando tu llegada, en pasos que se pierden, sobre pisados adoquines, que prolongan en un eco los latidos presurosos de mi corazón que aguarda en la calle Azul. Calle Azul que se termina suave en el borde de tu falda y se ilumina roja en tus labios húmedos llamándome a transitarte de norte a sur, noctámbulo y embriagado de tu talle Azul. *** Mínima importancia Cuando los tiempos eran suaves, Los soles amanecían danzando, Y las estrellas dormían despiertas, Mi mundo era un continuo sonreír. La mar semejaba una fresca caricia, Las brisas jugaban escondidas, Y las arenas bruñían mi piel En un festival de placeres. Eran buenos tiempos los tiempos suaves. Y aquello duró lo que dura La bellota en germinar y crecer, En ser fronda y dar sombra, Que siempre resulta poco, Para los que deseamos su eternidad. Pero luego vinieron fecundos tiempos, De algarabía, de quehaceres, De armar y desarmar destinos, Estos nuevos tiempos duran más, Aún están durando, porque nunca, Esto de estar ocupándose De la cotidiana tarea del vivir Parece alcanzar su final. Pero mi piel ahora se brilla, Sólo con el roce permanente De apiñados transeúntes. Esconderme es imposible De diarios problemas a resolver. El mar es una fotografía, De alguna playa donde no me llevarán Nunca los vientos de la monotonía. No veo estrellas en el cielorraso, El smog no se deja vencer por el sol. Y lo detiene antes de que llegue a mí. Ya no puedo decir que los tiempos, Como aquellos viejos tiempos, son suaves. Pero qué importa todo eso, Qué mínima importancia puede tener, Si durante todo ese tiempo, Y durante todo este tiempo, Siempre vuelvo a renacer. ** Sergio Omar Otero sergiootero@mail.com Escritor, politólogo y abogado argentino (Comodoro Rivadavia, Chubut, 1951). Su obra permanece mayoritariamente inédita, aunque textos suyos han sido publicados en medios de comunicación de circulación regional. Mantiene una bitácora personal en http://cerroaislado.blogspot.com. === Microrrelatos María Paz Ruiz ===================================== *** Doloroso caimito Nunca imaginó que todo fuera a ocurrir en una playa. Bebió alcohol, conoció a un camarero de terrible sonrisa, aprendió a pronunciar conejo en alemán, se dio unos besos y unos toqueteos divertidos; pero cuando tiró al hombre contra el suelo para hacerle el amor, terminó abrazando a un moribundo. Jamás debió darle ese golpe amoroso contra un kayak. *** El hombre del color nunca visto Un amigo le habló de la propensión a contraer el cáncer por usar pasta dental, así que empezó a lavarse los dientes con limón y sal. Al cabo de un tiempo se le cayeron los dientes y tuvo que mandarse hacer una caja falsa que se le salía a menudo. No comía carne ni pollo congelado, luego se supo que ese fue el inicio de su inconfesable temor a llenarse de metástasis. No bebía, nunca fumó, dejó de comer polvorones a los cuarenta y a los cincuenta dejó la Coca Cola, las grasas vegetales, el arroz blanco, la soja, el queso francés, la leche de vaca, la de cabra, la de de oveja, las frutas sin certificado ecológico y pronto tuvo que declinar las invitaciones a restaurantes porque no encontraba qué comer ni qué beber. Se decantó por alimentarse con puré de zanahoria recién hecho porque los dientes le molestaban y le decían que lo mejor para ellos eran las comidas calientes. Un día se quejó de un dolor de estómago, no se tomó ningún medicamento, se hizo el loco para no ir al hospital, siguió comiendo puré de zanahoria hasta que un maldito cáncer de estómago se cebó con él y con sus dientes falsos. Murió en un ataúd ecológico y con un color de piel nunca visto por ningún médico; pues parece que las zanahorias, a las que era alérgico desde la niñez, le intentaron hablar de la única forma que sabían. *** El obrador de palabras Buscar palabras con C se convirtió en su obsesión desde que Carmen lo había abandonado. La comida le sabía a caca, se movía en un coche caduco, y hablaba de su vida como una calamidad. Adoraba los calmantes, bebía cava, compraba cuadros de Camacho y reprografías de Chagall, y hasta se apuntó a una compañía de teatro cómico que encontró en la calle, y que le sorprendió por su fantástico nombre: Compañía de teatro El cogollo cojo. Resultó ser un cuentista curioso y cumplido. Convenció a su director por su capacidad para aprenderse los diálogos en cinco minutos, pero sus compañeros se preguntaban por qué gritaba descompuesto al recitar ciertas palabras. —Todo se debe a que aquel ¡Camorrista!, después de sufrir un ¡Calambre! en el alma perdió para siempre la ¡Cabeza!, porque la vida es ¡Cruel!, pero eso, usted ya lo sabe —recitaba intercambiando gritos con palabras casi inaudibles. Los diálogos perdieron su sentido original, la obra resultaba confusa, pero salió a escena, y el día del estreno cuarenta personas rieron sin parar al escuchar al hombre padecer cada C como si le fuesen a cortar la lengua, o a estrujarle el cuello hasta acabar con su vida. Él disfrutó, volvió a reír a carcajadas como meses atrás lo había hecho; comió caviar y crema de calabaza en un corrillo de cuatro que vinieron a conocerlo, y se quedó despierto hasta las seis de la mañana, hora en la que automáticamente se fue a dormir después de despedirse de una chica que lo había maravillado: una morena sonriente llamada Susana. *** Error El profesor se rió al ver al niño pasando con fuerza el borrador por la pantalla de su nuevo portátil. Ahora el niño se lamenta porque ya sus errores no vienen con olor a nata. ** María Paz Ruiz mariapaz29@hotmail.com Periodista y escritora colombiana (Bogotá, 1978). Reside desde 2000 en Madrid (España). Su novela Memorias de Soledad, una colombiana en Madrid, está pendiente de ser publicada. === Sino del tránsfuga Ulises Varsovia =============================== *** Sitio Mientras mis soldados de plomo asedien tu torre inexpugnable, y ya no levanten el sitio así pasen cientos de inviernos, o tú misma ante mí de rodillas, y te nieguen el agua y la sal, y pongan fuego a tus vituallas, y asaeten a tus palomas con sus cerbatanas venenosas... (Pero tu torre inexpugnable, y mis soldaditos tácitos desesperando de frustración, desertando en masa de filas, suicidándose al pie del muro). *** Dialecto Quien hable por ti desde ti mismo, y diga las cosas en el dialecto de tus criaturas, quien asome sus lenguas de azar y misterio, e imponga sobre ti su turbio alfabeto, y diga y cante, y hable y pronuncie en el dialecto de tus criaturas, desde dentro de ti, desde tan lejos... *** Condición No te escribiré, poema, hasta que me prometas que defenderás a brazo partido mi nombre agredido por bífidas lenguas, no emergerás a la luz, hasta que me jures lealtad y obediencia, y seas más mío que todas las letras de que estoy hecho. *** Abril Quizás polen que amada difusión de los genes por el aire y la brisa, o ramas que florecidas en ampulosa progenie de pétalos y estambres. O que abril su solemne final con despedidas, pujantes los retoños por su propio carril, y habilidosas abejas que en su celda real ya la excelsa ambrosía, jubilosas de parto. O que tal vez las lluvias desde barlovento, preñando los arroyos de sus linfas vitales, derramada en ofrendas por los trigales. O nada más que el peso de la jocunda estación, pasando por las cuerdas tendidas del corazón... O todo confabulado, todo empujando mi barca hacia las lágrimas. *** A la hora del vino Lo mismo me devuelva el vino que dejé allí, olvidado, cuando alguna vez mis pasos en ella se detuvieron, en ella, tarde, se buscaron olfateando con fruición su cuerpo. Pudo o no pudo ser, pudo o no pudo representarla, tarde, a la hora del vino, hambrientos los dos de besos en la edad de la carencia, solemnes, como entrando al rito de la renovación del fuego. De aquello ya nadie informe, ni nadie cubra los rastros, solos nosotros ante nosotros en la encrucijada de la urgencia, ni nadie diga cómo fue, y si sus besos sobreviven, tan ardiente ella y generosa, sino que el vino me devuelva lo que dejé allí, olvidado, y pudo o no pudo haber sido en la urgente encrucijada de la edad de la carencia. *** Balada Balada de la mala muerte, en camino por los puebleríos de una región sin sustento en mapas, ni en consejas, ni en documentos, sola aquí ni en ninguna parte. No existes y no no existes, pueblo, en cuya posada mi caballo de súbito conmocionado por crueles alucinaciones, relinchando toda la noche. Saldremos de aquí con el alba, pero antes de abandonaros, ¿dónde se encuentra el camposanto, dónde están, decid, vuestros muertos, los únicos testigos fidedignos? Camino de otro pueblo fantasma, cruzaremos el río de aguas envenenadas de la comarca, y no beberemos ni detendré mi marcha en su orilla maligna. Os moriréis todos de ausencia, de no enseñarme vuestros muertos, y cuando no llegue a destino no volveré la mirada atrás, ni adelante, perdido en el mundo. *** Estupefacto Estupefacto ante mí mismo, pasmado de estupor delante de mi presencia escindida en numerosas presencias, girando en torno al meollo de mi dispersa mismidad. Alguno de todos vosotros el que mi domicilio óntico interrogando las sombras diferentes de mi persona, alguno de vosotros, dobles de mi yo perdido en el tiempo, el que tactando las figuras ocultas bajo las máscaras. O todos vosotros yo mismo el que disperso y reunido en sus ónticas entidades, armando mi vaga persona de indicios y afinidades. O ninguno de vosotros, ni de las sombras llorosas acercándose a mi meollo, y aun mi meollo mismo ajeno a mi óntica mismidad, pues mi mismidad un otro que extraviado en sus edades, y todas mis edades huérfanas estupefactas ante mí. ** Ulises Varsovia rommel.krieger@unisg.ch Escritor chileno (Valparaíso, 1949). Es docente de español en la Universidad de St. Gallen (Suiza). Ha publicado más de veinte títulos de poesía desde 1974, en forma artesanal, y sus poemas han aparecido en más de sesenta revistas literarias de Latinoamérica y Europa, en español y en otros idiomas. Textos suyos pueden leerse en su página personal, http://varsovia.tripod.cl. === El aprendiz de chef Jairo E. Torín =============================== Con puntualidad inglesa, justo a las diez menos treinta, irrumpes en la cocina inundándola con tu figura imponente. Ataviada con tu impecable bata blanca pareces un espíritu angelical que flota por los pasillos mientras repartes órdenes que parecen caricias viajando sobre la suavidad de tu voz. Todos te respetan, algunos incluso te temen, pero yo saboreo el momento embriagándome de la dicha de tenerte cerca, dando gracias a Dios porque eres tú y estás aquí conmigo. Bendiciendo tu presencia, quizá la más relevante razón por la que me levanto cada mañana. Me invade la alegría cuando mencionas mi nombre, halas suavemente la manga de mi traje y me arrastras contigo, pidiéndome que me mantenga a tu sombra para que pueda aprender de tu inigualable técnica. Mientras pasas frente a mí percibo el olor a mostaza dulce adherido a tu piel. Casi puedo morderlo, casi puedo sentirlo inundando mis papilas y salpicando el ambiente. Lo degusto, lo dejo macerar en mi boca y lo convierto en sabor, para luego permitirle deslizarse por mi garganta, sedienta de ti desde hace mucho tiempo. Segundos después estamos frente a frente, en ambas caras del inmenso mesón blanco, a escasos centímetros de un abrazo. Tus ojos castaños inspeccionan mis manos con detenimiento... tiemblo. Mis ojos embelesados disfrutan acurrucándose en tus manos perfectas, en tus uñas de niña inocente, cortas y carentes de pintura pero cargadas de magia. Con una extraña mezcla de suavidad y precisión tomas una lechuga para desarmarla. Mientras lo haces, te detallo en cámara lenta desnudando las hojas y veo caer gotas de agua que finalmente estallan sobre la tabla. Te deshaces de las partes marchitas para dar paso a un hermoso y vivo color verde que comienza a germinar entre tus dedos. Me contagio de tu arte, y sin que me lo pidas comienzo a desvestir una inmensa zanahoria. Torpe, apresurado, arranco trozos de su piel naranja y raspo con el cuchillo los pliegues de la superficie. El filo del metal penetra en su carne sin resistencia alguna y algunos tajos jugosos se esparcen desordenados. Allí te involucras, y en silencio pones tu mano sobre las mías, tomando el control mientras domas mis cuchilladas para convertirlas en un placentero recorrido sobre la superficie, que se despoja sutilmente de la cáscara delgada. Mis músculos se tensan, se endurecen casi dolorosamente en lo que percibo como una erección total del cuerpo. El alma de mis ojos se cierra sin que lo notes, y me entrego al contacto contigo, tratando de eternizar ese pequeño instante que culmina con el susurro de tu sonrisa mientras instruyes con cariño a este cuerpo vacío... Porque tu roce me ha hervido el alma, que evaporada asciende hasta tu frente, para mezclarse con tu sudor y deslizarse piel abajo hasta tus más secretos espacios. Minúsculas gotas de mí se enredan en tu cabello de ángel, espeso y dulce, y se pasean por los rizos traviesos que escapan de tu bandana. Otras tantas se agolpan en tus cejas, desde donde resbalan bordeando los párpados poblados de enormes pestañas que protegen esos ojos tuyos, castaños como almendras tostadas. De cerca puedo notar cómo derraman miradas de leche tibia que me abrazan desde adentro. Me dejo correr por tus mejillas redondeadas, sembradas de vellos minúsculos y transparentes como piel de durazno, voy bajando rápidamente bordeando tu nariz pequeña, y trato de asirme a tus poros para frenarme de repente justo en el límite de tus labios... Ni siquiera convertido en gota me atrevo a tocarlos, pero los miro de cerca, esponjosos y suaves, semejando bollos de pan recién horneado. Tus exhalaciones llegan hasta mí y explotan en mi rostro como un cálido tornado que asoma en su centro un minúsculo espacio, desde donde se observa el rico relleno escondido en tu boca. Dientes perfectos y blancos como el azúcar, la lengua húmeda y rosada ofreciéndose como un trozo de lechosa tierna... ¡Cuánto quisiera saborear ese almíbar transparente que la cubre!, ¡cuánto deseo esparcir mi saliva en tus papilas en una mezcla de roces y contactos! La gravedad hace de las suyas y me obliga a despegarme de tu rostro, bajando por el cuello alargado que esconde ese olor a mostaza dulce que almaceno con gula, como queriendo guardarlo para toda la vida. Tú continúas en lo tuyo, ajena a mi recorrido, pendiente de mi cuerpo inerte que destaja en julianas un pimiento morrón. Desciendo apresurado hasta tu pecho, valle sembrado de trigo que nace en tus hombros y se extiende claro y hermoso. En la oscuridad de la blusa adivino la redondez de tus senos, bailando cadenciosos al compás que marca tu mano mientras rebana un tomate con destreza. Tus pezones erguidos semejan los tallos recién nacidos de un fruto que apenas germina. Creo que mi humedad se incrementa, quisiera ser un mar para empaparlos y sentir cómo explotan sus sabores en mi boca, memorizando tus formas como imágenes adheridas a mi paladar. El contoneo de tu cintura mientras bates la clara de un huevo me balancea y me arroja por el camino de vellos que lleva a tu vientre. Más allá de los botones de tu ropa, un minúsculo espacio de luz me permite ver cómo viertes aceite de oliva y dejas caer partículas de pimienta sobre un extraño aderezo de tu invención. Luego mezclas tus verduras y las mías, fundes tus tomates con mis pimientos, dejas que mi zanahoria se aloje en tu lechuga y permites que nuestras legumbres se entremezclen en una orgía de sabores que recorre todo el plato. Al final, un carnaval de vegetales exhaustos reposa sobre la fuente, recibiendo el líquido blanquecino y espeso que viertes sobre ellos inundándolos, fecundando sabores que afloran maravillosos, como un milagro de vida. El plato presentado elegantemente anuncia el final de nuestro encuentro. Tu rostro simpático le regala una sonrisa al envase de mi alma, que responde autómata con un gesto amable. Limpias tus manos con una toalla húmeda, te despojas de la bata y abandonas el salón, dejando ver tus lindas caderas moviéndose con gracia. Mi cuerpo queda allí absorto, detallándote mientras te pierdes tras la puerta que se cierra. Pero yo, el verdadero, ese que se traslada adherido a tus poros, viajo acurrucado en tu ombligo esperando el momento perfecto para lanzarme vientre abajo, ansioso por disfrutar de ese abanico de sabores que imagino mágicos, escondidos en la espesura de tu sexo... ** Jairo E. Torín torinmorgado@gmail.com Escritor venezolano (Caracas, 1972). Reside en Maracay, Aragua. Es técnico superior en mercadotecnia. Trabaja como gerente de Ventas en una fábrica y al mismo tiempo mantiene una firma de comercialización de UPS y equipos de protección eléctrica. Publica historias en La Página de los Cuentos (http://www.loscuentos.net) bajo el seudónimo Yomismosoy (http://www4.loscuentos.net/cuentos/local/yomismosoy). Forma parte del Proyecto Expresiones (http://proyectoexpresiones.ning.com). === Poemas Jorge Curinao ============================================= *** Nacimiento Entrar al mundo por la puerta más pequeña: cuestión de todas las noches. *** Señales de humo Quien cruza esta plaza espera versos que jamás llegarán. Por eso San Martín señala el horizonte. *** Exilios Arrástrame hasta el umbral de tus pasos. Protégeme hasta el silencio que dejan mis lágrimas. Bendíceme hasta el próximo encuentro. La distancia entre nosotros sigue siendo el hombre del traje gris. *** Abandono Un perro cruza el puente a las 3 de la mañana. El último gesto de la noche quiere huesos. *** Fin del invierno Y si uso camisa. Y me pongo corbata. Y me descubren. *** Nada Todo y nada es Historia: el sol partido, la triste crónica del pájaro atropellado, el mozo sin idioma, las piedras del sueño, el oleaje del vaso lavado, las nubes sobre los muros, las sombras que pueblan los días, el zumbido del cansancio, el mudo enojado con el mundo, el azar del sepulturero, el testimonio desamparado de las madres sin techo, el florista de las mañanas, el recolector de vestigios, los mensajes para nadie. Sin embargo, en la piel de las estatuas todo es mentira: gloria perversa que corre sobre los calendarios ciegos del tiempo. *** Naufragio De tanto estar solo setenta veces dije tu nombre. Ya no estoy solo setenta preguntas me acompañan. *** El pozo Algo lejano es mi rostro cuando quisiera no tener que despertar y avanzo entre los verdugos que mueven el aire avanzo sin lograr entender que el sufrir en el sufrir no tiene sentido en ocasiones me confundo con el asesino frente al espejo me repito: no sentir no sentir no sentir. *** Playa Mi voluntad de ser traiciona al día. Estoy parado al fondo de la noche. Hay pobres atando sogas. *** Paisaje A veces a mí también me quisieron. Era verano y un pájaro golpeaba desde afuera. ** Jorge Curinao jorgecurinao06@yahoo.com.ar Escritor argentino (Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, 1979). En 2006 su obra Sábanas de viento (poesía) fue elegida para ser publicada en la selección “Mi Primer Libro”, evento organizado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Río Gallegos (http://bit.ly/eOOJNe). En 2007 representó a la provincia de Santa Cruz en la XXXIII Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (http://www.el-libro.org.ar). En 2009 publicó Plegarias del humo y en 2010 Cactus. Ha sido incluido en el proyecto Peces del desierto, plaqueta literaria que reúne a artistas y poetas de la Patagonia argentina. Algunos de sus poemas han sido publicados en diarios, revistas, antologías y sitios de Internet. Mantiene una bitácora literaria en http://jorgecurinao.blogspot.com. === Sin paz María Celeste Vargas Martínez ============================ Gruesas gotas de sudor bajan de su rostro enrojecido por el insoportable calor de la tarde. La voz del locutor de la radio habla de 38 grados a la sombra: en el interior del auto es mayor. El tráfico es ligero. Una tienda comercial se observa del lado derecho. Él busca la calle que lo lleve a su hotel, pero no ve ninguna placa que lo oriente. No conoce la ciudad y parece estar perdido. Un par de automóviles se detienen para dejar cruzar a una familia que lleva algunas bolsas de plástico con la despensa del hogar. La música del auto contiguo inunda el de él y cubre por completo el sonido de la radio. Hace una mueca. Avanza, pero poco después los autos se detienen. Un ligero silencio se hace de pronto: sus oídos parecen sordos y siente el cuerpo tan ligero como si flotara. Observa a su alrededor: la familia que antes pasara corre aprisa en sentido contrario a la circulación; algunas personas huyen asustadas; los vehículos delante de él retroceden. El sonido vuelve: gritos, llanto, una voz altisonante y una ráfaga de metralla se dejan escuchar. Sin pensarlo, mete la reversa. Por el espejo contempla a los automovilistas tras de él. Algunos se pierden a lo largo de la calle, otros, como él, deciden refugiarse en el centro comercial por temor a ser alcanzados por una bala. Pero antes de entrar al estacionamiento observa a un joven, no mayor de veinte años, sosteniendo entre sus manos una cuerno de chivo y disparando hacia todas direcciones. Dos más se unen a él: también están armados. Se estaciona. “¡Agáchense!”, se escucha que alguien grita. Él permanece un momento dentro del auto... agazapado en el asiento. Los otros automovilistas hacen lo mismo. El joven sigue disparando. Se escuchan los cristales de los parabrisas caer. Sus compañeros corren por la calle. Sale de su escondite, levanta un poco el rostro y mira la entrada del centro comercial. Algunos descienden de sus autos y corren al interior del lugar. Él hace lo mismo. Adentro, el llanto de los niños y las mujeres se expande por las paredes de cemento. Algunos empleados corren hacia la entrada y con cuidado, miran que nadie más se acerque: a lo lejos los hombres continúan disparando. Cierran la puerta y bajan la cortina metálica. Dos pequeños se abrazan a su madre embarazada mientras escuchan el ruido de las balas. Son las diez de la noche. Todos llevan más de cuatro horas en ese lugar. Los empleados, consumidores y los automovilistas, ya han comprado algunos alimentos para mitigar el hambre y la ansiedad. Los celulares suenan insistentemente. Cerca de las cajas una familia prepara algunos emparedados: en los ojos del padre se deja ver el temor. La madre trata de tranquilizar a los niños con algunos cantos escolares. Las balas cesaron hace ya algún rato, pero ninguno de ellos se atreve a salir. No se escucha el pulular de las sirenas de las patrullas ni los carros del ejército que desde hace algún tiempo deambulan las calles de las principales ciudades del Norte del país. Parece que han decidido no salir a proteger a la población. Son las once y media de la noche. —Si alguien desea quedarse aquí, por nosotros no hay problema... acondicionaremos un lugar para dormir... Es una situación extrema —señala el gentil gerente del establecimiento. Todos se observan preocupados. Al no recibir respuesta el hombre camina hacia sus empleados y da algunas indicaciones. —¿Es usted de aquí? —pregunta el padre de familia que horas antes preparara alimento para sus hijos. —No, vengo del Distrito Federal. Soy vendedor y vine a traer un pedido a un cliente... iba para mi hotel... —dijo el hombre alto, de cabello rizado y cuya piel morena ya no está enrojecida por el sol. —¿En dónde se hospeda? —interroga el padre. —En el Hotel Imperial —dice el hombre. —¿Sabe usted llegar? —No, apenas lo estaba buscando —afirma él. —Está no muy lejos de aquí. Mi esposa y yo vamos a irnos a casa, es probable que ellos regresen y si ven movimiento habrá problemas... si usted quiere puede irse con nosotros, pasamos cerca de su hotel —asegura el padre que toma la mano de su hijo que se aproxima. —Se lo agradecería mucho. Me llamo Omar —señala y alarga la mano. —Miguel. Minutos después las puertas del establecimiento se abren. Todo es silencio: no hay autos circulando, no hay gente. Omar camina aprisa hacia su auto y saca de la cajuela una pequeña maleta: mañana regresará por él. Se sube al auto de la familia. La mujer observaba en todas direcciones con ojos temerosos. El resto de las personas que se refugiaron en el lugar empiezan a salir. El auto regresa a la calle en la que horas antes comenzaran los disparos. Cruza el semáforo y entra a una calle estrecha. Los vehículos tienen los vidrios rotos y muchas balas incrustadas en los costados. Los niños se esconden en el asiento de atrás, siempre abrazados a su madre. Continúan por un par de calles oscuras: no hay nadie en ellas. Salen a la avenida donde un auto con el logotipo de un periódico se encuentra con las puertas abiertas. De reojo, Omar identifica manchas de sangre en el asiento del piloto. “De seguro se lo llevaron”, dice en voz baja Miguel, para que no lo escuchen sus hijos. “Siempre se llevan a los periodistas”, susurra. Omar fija la vista en la carretera, no quiere pensar en la sangre, los vidrios rotos y en el portafolio abierto en el asiento del copiloto de ese auto. No desea imaginar lo que le pasará a ese hombre, pues en el país el periodismo se ha convertido en la actividad más peligrosa de ejercer. Duda que lo encuentren con vida. —La situación se ha puesto muy difícil, joven. El hijo de mi compadre era periodista, lo mataron y balearon el periódico donde trabajaba. Hace un mes unos vecinos iban de vacaciones a la playa y en un retén el ejército les baleó la camioneta, mataron a dos de sus hijos... no tenían ni diez años. De quién se tiene que cuidar uno: ¿de los narcos o del ejército? —señala Miguel siempre viendo al frente. —El país se está cayendo a pedazos —asegura Omar. —Nosotros ya no vamos a durar mucho aquí. Ya no podemos ni salir a la calle en las noches. Nuevamente el silencio. Durante veinte minutos recorren calles solitarias sin toparse con una sola patrulla o un soldado. Un letrero luminoso se ve a lo lejos: “Hotel Imperial”. Omar se tranquiliza. “Lo dejaremos enfrente. Sólo baje rápido. Mañana, si usted ve que es seguro, recoja su auto y váyase”, señala Miguel. —Les agradezco mucho —dice Omar, mientras mira por el espejo el rostro intranquilo de la mujer que abrazaba a sus hijos dormidos—. Si algún día van al DF y en algo puedo servirles háganmelo saber, aquí está mi tarjeta. —Gracias —agrega Miguel tomando el trozo de papel. El hombre desciende del auto, llevando su maleta bajo el brazo, y entra rápido al hotel. Ya en su habitación comprende por qué la empresa a la cual recién ha ingresado, cancelará sus relaciones con los diversos clientes ubicados en los estados de Chihuahua, Sinaloa, Nuevo León y Tamaulipas: meses atrás dos de sus vendedores fueron secuestrados, aún no sabían nada de ellos; algunos de sus vehículos han sido asaltados, perdiendo totalmente la mercancía. Omar se tira sobre la cama mirando el techo. Cierra los ojos y piensa en ese México de hace algunos años donde la vida era más tranquila. Ahora, los grupos delictivos se han apoderado de las calles en todo el territorio nacional, principalmente de las ciudades más importantes del Norte, donde los pueblos están abandonados, pues su gente se ha marchado “al otro lado” donde afirman que aún existe la esperanza. Los empresarios y sus negocios también emigran con beneplácito al vecino país del Norte dejando estas tierras mexicanas donde la paz se ha ido para difícilmente regresar. ** María Celeste Vargas Martínez mcelestevargasm@yahoo.com.mx Escritora y periodista mexicana (México, DF, 1976). Es licenciada en periodismo y comunicación colectiva por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), Campus Acatlán. Actualmente es especialista en estudios sobre animación. Tiene inéditos los libros Animando un siglo... Historia mundial del dibujo animado y Hecho en México, historia de la animación mexicana. Ha impartido conferencias sobre animación, cómic y literatura en diversas universidades. Textos suyos han sido publicados en Ciberayllu (http://www.ciberayllu.org), Ariadna (http://www.ariadna-rc.com), Destiempos (http://www.destiempos.com), Remolinos (http://revistaremolinos.blogspot.com) y Caminos Abiertos (http://revistacaminosabiertos.blogspot.com), así como en la revista Visión Universitaria (México, 2006), entre otras. Además, mantiene el blog Animación Mexicana en http://animacionenmexico.blogspot.com. === Poemas Alba Trazar =============================================== *** Plegaria Estos ojos míos no ven sino angustia. Esta boca mía se olvidó del ruego; es una flor de mortecinos pétalos. ¡Oh, Señor! Torna a mis pupilas los pájaros que huyeron con mi risa. Aventa “Las escamas de Samuel” ¡Estoy ciega! ¡Sin trinos! Dios mío... Vuelve a mí, tu mirada, deja que el rocío de tu infinita bondad bese en la aurora de cada mañana mi corazón. Señor de todas las misericordias, mi vida es un jardín de sombras. Los pájaros, mis amados y temerosos pájaros, buscan la luz. Las tinieblas, inmensas alas de cenizas, los aprisionaron en el vientre de un abismo. Yacen con el canto quebrado. Escucha mi plegaria ¡Oh Dios! Una sed de ti abraza mi ser. ¡Purifica la sangre en el retorcido cauce de mis venas! Torna la amargura de hoy en paloma de esperanza. Mi alma es una fuente donde pasó el verano y agostó el cristal de su seno. Teje Señor en mis manos un nido de dulzuras. En mi boca, palabras de amor que restañen heridas. La luz de tu ciencia, encienda la llama del saber; que ignorante mi alma se perturba. Deja que tu piedad me guíe por el camino más abrupto. Allí donde un Ser gime. Allí, donde me aguarden todos los conciertos de espíritus dolientes ¡Y un Himno a Ti, mi corazón agradecido, Eleve! *** Advenimiento Me duelen los costados y entre los lirios de mis dedos escapa el filo de mi sangre. Contempla mi Señor rosas de senos y de vientres en el altar del miedo. Las pupilas del viento abren los caminos. El reloj de los siglos corta los hilos y las horas del hombre. Campesinas estrellas escogen nuevo trigo. Bajarás mi Señor al suelo de los pobres que tocarán tus llagas y besarán tus carnes. Postrarás redimidos con el óleo de tu sangre. Y amaneciendo auroras la Señal de la Cruz en la frente de las madres. *** Cantares I Quien no conoce la tierra que yo conocí no sabe dónde comienza la vida cuando las estrellas nacen. II Yo tengo sólo tristeza más tristeza que alegría soy como agüita clara de lágrimas cristalinas. III Cantares de mi esperanza, cantares del alma mía cuando yo nací cantaban las estrellas, letanías. IV Nací para amar el cielo en una noche estrellada. Me dio dolores la vida y una aurora desvelada. V En el destino del hombre existe un pájaro herido porque en las sombras de su alma ha quedado sólo un niño. VI Nace la rosa fragante en el borde del camino y al pasar el viento canta el alma del peregrino. *** Infancia Las risas infantiles que pasan por mi casa, se enlazan en la brisa y cantan en el alma. Pasan como pájaros risueños, volanderos, tomados de la mano ¡pañuelitos del cielo! Risas de luz, infancia que al mundo da su vida, miro por los cristales una lejana niña... ¡Juego con la alegría del niño entre la fronda! ¡Vuelo como ellos vuelan en los giros de la ronda! Cantan la nueva aurora de un mundo prometido, ellos van hacia el hombre, ¡luceros encendidos! A forjar el misterio sagrado de los siglos. ** Alba Trazar claudiamartintrazar@yahoo.com.ar Escritora argentina (Morón, Argentina, 1925-2008). Fue miembro de la Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires (http://sepescritores.zoomblog.com), con la que participó en numerosos actos con sus poemas y audiovisuales. Publicó los poemarios Luz de estrellas (1976), Paisajes de luz y cielo (2004) y Río de amor (2007). Dejó la obra póstuma El cántaro (2008) y materiales inéditos. === Beber Delia Salazar ============================================== El sol abrasaba con fuerza mi piel. El aire estaba viciado, pesado. La tierra hervía bajo mis pies. La aridez, la sequía, el calor. Y lo que me quema por dentro. Mis fuerzas flaquean; mi cuerpo tiembla. Caí de rodillas sobre la tierra, agrietada y sedienta —la tierra o yo. Frente a mí está la puerta abierta de par en par, tendiéndome sus brazos. Del otro lado todo es negro. Siento la frescura que su oscuridad emana; su profundidad me abruma. Y me fascina. Pero las fuerzas me fallan. Las rodillas me traicionan. La tierra las llama y ellas obedecen. Se pegan al piso que hierve, tan sólido. Las siento sangrar. La tierra sedienta se bebe mi sangre pero no se sacia. ¡Llora!, pero no puedo. Ni siquiera eso. Ni cruzar la puerta, ni levantarme, ni mirar atrás, ni limpiarme la sangre. Llora. Por favor. Llora. ¡Grita! ¡Revuélcate en la arena! ¡Lo que sea! Pero mis rodillas siguen contra el piso, espalda erguida, cabeza baja y ojos vacíos. El otro lado huele a lluvia, el viento que sale de la puerta abierta me acaricia la cara. Fluye. Y como el viento fluyó una lágrima. Nació en el vientre, subió hasta el pecho, se cargó de odio y llegó a mi rostro. Salió roja de la punta interna de mi ojo izquierdo. Y quemó todo el camino. Recorrió lentamente la línea que siempre siguen mis lágrimas: bajando onduladas por mi mejilla. Y la tierra dejó de beberse mi sangre. Sentí mis fuerzas volver. Sentí la brisa del otro lado de la puerta más fuerte, llamándome en susurros. Sonreí. Y llegó una sombra. Se arrodilló a mi lado, no llores. Abrí la boca y no emití sonido. No tuve nada que decir. No dije nada. Con su dedo índice detuvo la lágrima roja, a medio camino en la mejilla, y con cuidado la deslizó hasta mi ojo izquierdo. No tienes por qué llorar. La lágrima volvió por donde vino: entró en mi ojo, bajó hasta el pecho, soltó todo el odio y llegó a mi vientre. La tierra bebe mi sangre de nuevo. Ven, hagamos que llueva. Se levantó y me tendió la mano. Lo miré, miré al sol. Miré la tierra, miré la fría oscuridad del otro lado. Bajé la mirada, cerré los ojos y sangré. ** Delia Salazar deli.caro86@gmail.com Escritora venezolana (Maracaibo, Zulia, 1986). Es estudiante de derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab, http://www.ucab.edu.ve). Se ha desempeñado como profesora de inglés y francés en diversas instituciones y como pasante en varias firmas de abogados. Mantiene el blog Crónicamente de Todo (http://delia-relicario.blogspot.com) y además escribe en el blog N/T (http://deliavicky-nt.blogspot.com), en coautoría con Victoria Guerra. === Tres poemas Jorge Palma ========================================== *** El hombre restaurado Soy el hombre restaurado el hombre puzzle el nuevo Frankenstein del siglo XXI y lo que resta por venir. Soy la resurrección del polvo la restauración del cielo. Soy el hombre destruido. Soy el hombre restaurado. Soy el hombre con piernas de palo veneciano el hombre con ojos de vidrio cósmico el hombre con falanges de nácar el hombre con corazón trasplantado, con recuerdos en mi cerebro de bombas atómicas de napalm de hambre polución inundaciones y cataclismos. Soy el hombre nuevo. El hombre con lengua de diamante el hombre con vísceras de pollo el hombre con muslos de acero dulce el hombre con sangre donada. Soy el hombre restaurado. El hombre con pestañas de alambre el hombre con pantorrillas de goma el hombre con pectorales rabiosos de aceite de ballena, y mandíbulas de tiburón y cabello de foca y cintura de avispa y nueve bypass gástricos y un clavo en la carótida y tres costillas menos de cada lado para moverse mejor y talones de plástico para elevar la visión, y espalda escamada para ocultar bien las atrofiadas alas vestigiales, y 27.332 tatuajes tribales de Sumatra, Samoa, Sri Lanka, Madagascar, Isla de Pascua, y sin alma. ¿Para qué quiero un alma en un mundo sin alma? Soy el hombre restaurado, el nuevo Frankenstein del siglo XXI. *** El domador de huesos (evocación del contorsionista) “El domador de huesos puso su bolsa de tela colorada en el suelo, y mandó callar a su clavícula que estaba fuera de lugar”. “Con todos estos huesos tengo que vivir” dijo para sí el domador de huesos. Para vivir entero, de la cabeza a los pies, tengo que domar estos huesos, colocarlos a como dé lugar, porque mañana, o acaso esta noche tenga que volver a la intemperie mojarme como otra vez y colocar con cuidado cada hueso en la cajita. “Con todos estos huesos tengo que comer” dijo para sí el domador de huesos. ¿Habrá alguna vez una noche dada? ¿Cuándo tendré calor, medio plato en la mesa, un tercio de cuchara? Y agua que no caiga del cielo. Y sed que no la repare el agua de la lluvia. No quiero para mí agua de lluvia, viento de temporal calor de fogata. El fémur derecho afectado por la humedad. De tibia y peroné, ni hablar; falanges entumecidas omóplatos que ya no están en su lugar mientras se detiene de a ratos la lluvia y los huesos vuelven a girar: el brazo que se pliega, la pierna izquierda... Un acordeón de hombre, un fuelle humano entrando en la cajita; un cubo loco y transparente, un dado eterno girando al azar por dos monedas. *** Mecanismos a Peter Boyle ¿Has visto alguna vez un cuerpo humano por dentro? Fuera de toda elegancia, al descubierto el sistema que nos sostiene: vísceras, tendones, grasa que amortigua los sacudones del día y la desilusión, tendidos de cables, usinas, alarmas, inmensas redes de circulación, controladores de temperatura, etc., etc., etc... Materia prima perecedera, que debemos, con esmero, cuidar. ¿Has visto alguna vez qué poco elegante es un cuerpo humano por dentro? Y frente a lo hermoso por fuera, qué precario resulta todo. ¡Qué frágil! ¡Qué elemental! Es como ver un mecanismo de relojería, como levantar la tapa de un auto y ver el motor, las poleas, la bomba de agua. Materia prima perecedera, que debemos, con esmero, cuidar. ¿Alguna vez has visto cómo funciona un cuerpo humano por dentro? Igual que una máquina para volar. Igual que una máquina para matar. También igual que un reloj. Un reloj al que alguien hace tiempo le dio cuerda, o lo activó en medio de la noche sin que lo supiéramos... Hasta que ese misterioso tic-tac se detenga para siempre (incluso en medio de un bellísimo día de sol) y el silencio que emana del complejo sistema de vísceras, nervios y tendones, se apague de golpe y para siempre bajo la mirada impasible del cielo. ¿Has visto alguna vez un cuerpo muerto por dentro? Es como un pájaro indefenso, como una rama seca que nos dice desde su infinita muerte, que es materia prima perecedera, finita, acuñada en el misterio de una noche primordial, en un remoto tiempo lejano muy lejano. ** Jorge Palma jpalma@adinet.com.uy Escritor uruguayo (Montevideo, 1961). Ha publicado los poemarios Entre el viento y la sombra (Ediciones de la Banda Oriental, http://www.bandaoriental.com.uy; 1989), El olvido (Ediciones Trilce, http://www.trilce.com.uy; 1990), La vía láctea (Trilce, 2006), Diarios del cielo (Trilce, 2006) y Lugar de las utopías (2007), así como el libro de cuentos Paraísos artificiales (Trilce, 1990). “La destrucción de la sangre” fue incluida en la antología Aldea Poética (selección de poesía inédita de 29 países, Editorial Opera Prima, http://www.operaprima.es; Madrid, 1997), y “Alguien respira en la sombra” integró la antología La cara oculta de la luna; narradores jóvenes del Uruguay (Linardi Risso, http://www.linardiyrisso.com.uy; 1996). === Comilona César Klauer ============================================ Hace unas semanas llegaron unos tipos bien extraños. Todos vestidos de negro, el pelo en la cara tan largo que les llegaba a cubrir el pecho. Surgieron de entre el verdor de la selva, avanzaron sin temor en medio de los perros ladrándoles, los niños calatos rodeándolos, las miradas hambrientas de la población. Llevaban un palo de madera en alto que los arrastraba hacia el centro de la aldea. El jefe cortó su paso, los saludó a prudente distancia, sin quitar los ojos del palo en el que llevaban a alguien que parecía muerto, sangraba sin sangrar, tenía cara de sufrir mucho, pero no se quejaba. Uno de los de negro abrió una bolsa que llevaba al hombro, metió la mano y sacó un animal inmóvil con piel de serpiente, pero completamente negro, un destello dorado le iluminó el rostro. El bicho parecía una caja, pero no tardamos en darnos cuenta de que no tenía la rigidez de la madera sino el movimiento de las plantas al viento: ondulante, sinuoso. El de la bolsa le pasó la alimaña al más viejo, se acercó al jefe. Nuestro líder dio un par de pasos hacia atrás, todas las respiraciones quedaron suspendidas en el aire, sólo se oían los gritos lejanos de las aves y los monos. El viejo se alejaba del barbudo, quien azuzaba a su bicho a morder a nuestro líder. Entonces su boca se movió, pero no entendimos lo que dijo. El viejo agitó el bicho en su mano, o quizás fue el bicho el que agitó su mano; volvió la cara hacia el muerto y dijo algo incomprensible otra vez, señaló al sangrante, volvió a agitar al animal, o el animal quería escapar, no lo sé. El bicho de piel de culebra tenía miles de patas que se movían desesperadamente, luchaban con fuerza por soltarse, correr hacia nuestro jefe, atacarlo, morderlo. El viejo acercó al animal de mil patas hacia su pecho, lo besó en el lomo: el bicho se aquietó, satisfecho con las caricias de aquel brujo. Miró alrededor, suspiró y habló de nuevo. El dueño del animal se acercó, lo cogió con cuidado, lo acarició y besó, lo guardó en la bolsa, retornó a su lugar en el grupo de extranjeros. A una señal del viejo, todos los visitantes se arrodillaron alrededor del muerto, juntaron las manos, entonaron lo que, lo supimos de inmediato, eran sus cánticos de guerra. El jefe cayó en cuenta del peligro y ordenó el ataque. Les caímos encima con todo lo que teníamos a la mano. Lo extraño fue que no se resistieron, más bien siguieron con sus cantos, ¿para qué se preparan a pelear si no van a mover un dedo? Al cabo de unos minutos, los invasores estaban todos muertos. El jefe se acercó: era un hombre de madera ensangrentado, coronado con plantas espinosas, clavado por las manos y pies en un par de palos cruzados. Extraño, ¿se lo habrían comido? ¿Sería una forma de cocinarlo? ¿Pensaban hacer eso con nosotros? El jefe se lo llevó como trofeo. Yo, que no puedo con mi curiosidad, busqué al dueño del animal de piel de culebra. Con mucho cuidado abrí la bolsa, no fuera a saltarme a la cara. No se sentía movimiento, tal vez también habría muerto. Al fin lo encontré, asustado, al fondo de la bolsa. No te voy a matar, lo acaricié. Su piel era efectivamente como la de los reptiles pero más dura. El bicho no respiraba, estaba muerto. La gente del pueblo escudriñaba entre los cadáveres de los invasores buscando algo útil, pero sólo encontraron más bichos de piel de serpiente, todos muertos. Al rato, el jefe mandó silencio, anunció una gran comilona de invasores muertos. La alegría fue total. ** César Klauer cesar.klauer.hidalgo@gmail.com Escritor y profesor universitario peruano (Lima, 1961). Trabaja en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC, http://www.upc.edu.pe), donde ha sido premiado con Mención Honrosa en Cuento en los Juegos Florales 2007 y con el Primer Puesto en la misma categoría en los Juegos de 2009. Ha publicado crónicas en la Revista de Magdalena acerca de la vida en el distrito en los años de su juventud. Además sus crónicas y viñetas de viajes y gastronomía han aparecido en Generaccion.com. Varias de éstas han sido traducidas y publicadas en Living in Peru (http://www.livinginperu.com), publicación digital que promociona al Perú entre hablantes del inglés. En 2009 presentó su primer libro de relatos, Pura suerte (Altazor, http://www.edicionesaltazor.com). Publica sus crónicas en un blog que mantiene en http://cesarklauerblog.blogspot.com. === De los insolentes fantasmas (extractos) Ana Romano =============== *** Secuencia Desnudos ante el viento los cuerpos Desnudos flamean en el fuego Desnudos junto al río encandilado Desnudos frente al espejo estallan Desnudos se detienen al llegar a la cima. *** Transmutación El cuerpo ajado que acaricias por los bordes de la rutina Encallas Centro terso imponente Y absorbes útero. *** Zozobra Trepa astuta la imagen (y es como espía) Estacionada en la hendidura deposita La madre aúlla en un rincón ** Ana Romano aleben03@yahoo.com Escritora y docente argentina. Es profesora de francés. Ha obtenido premios y menciones en certámenes literarios e integrado varias antologías. Ha participado en talleres de poesía coordinados por Fernando Molle, Walter Cassara, Hernán A. Isnardi y Rolando Revagliatti (http://www.letralia.com/firmas/revagliattirolando.htm). ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “El sentido de escribir es buscar el sentido de la existencia”. Rosa Montero, en entrevista (http://www.premura.com/archivos/rosa_montero.htm) con Anna Serra i Vidal y JMLarumbe para la web Premura.com (2007). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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