~~~~~~~~~~~~~~~ Año XVII Cagua, Venezuela Nº 270 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 9 de julio de 2012 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | Nación Culebra, de Pablo Cingolani. / El oro de | Breves Atahualpa, de Jorge Rendón Vásquez. / Testamento de un | Cíclope Dandy, de Juan Manuel Pérez Álvarez. / Norbania, | revista de literatura y creación, Nº 2. / Narrativas, Nº | 26. / Exilios: poesía latinoamericana del siglo XX, de | Marina Gasparini. / Verano fotográfico digital de | Roberto Mata Taller de Fotografía. / Presentación de A | puro despecho, de Luis Perozo Cervantes. / Taller sobre | el derecho de autor, en Caracas. / Cowboy from Brooklyn, | de Carlos Ortiz de Zárate Denis. | | Recopilan en un libro crónicas de periodistas | Noticias venezolanos. / Falleció la escritora argentina Alicia | Steimberg. / Alfredo Pérez Alencart obtiene el Premio | Jorge Guillén de Poesía. / Falleció a los 78 años el | escritor español Emili Teixidor. / Celebran en la RAE 50 | años de la publicación de La ciudad y los perros. / | Murió la promotora cultural venezolana María Teresa | Castillo. / La RAE actualiza en Internet su Diccionario | de la lengua española. / Legado de Miguel Hernández irá | a Quesada, el pueblo de Josefina Manresa. / Chile pide a | Francia la ficha médica de Pablo Neruda. / Conceden | Premio Libertador al escritor mexicano Jorge Veraza. / | México lanza premio literario internacional en honor a | Carlos Fuentes. / Salamanca crea ruta cultural en | homenaje a Miguel de Unamuno. / Chile presentó programa | como país invitado de la Feria de Guadalajara. / | Michoacán publica un diccionario que recoge a sus | escritores. / Plácido Domingo presenta en Chile la ópera | Il Postino. / Horacio Castillo habla de su poesía en un | libro de Alfredo Jorge Maxit. / Edgar Borges presenta en | Venezuela su más reciente novela. / Poetas aragüeños | recibirán reconocimiento en Maracay. / Círculo de | Escritores de Venezuela juramentará a su nueva | directiva. / 3ª Feria del Libro de Caracas dará especial | importancia al ensayo. / Ortodoxia, heterodoxia y | herejías, tema de un coloquio en México. | | “Julio Cortázar o Las trampas de la Revolución”, Andrés | Artículos y Téllez Parra. / “Literatura y violencia: la paradoja del | reportajes escritor colombiano”, Alejandro José López Cáceres. / | “La grita, confusión de voces. Reescritura de Las | moradas del castillo interior de Teresa de Ávila, de | Gladys Mendía”, Miladis Hernández Acosta. / “La pasión | de escribir”, Alfonso Ramírez de Arellano. / “Los | rostros de Cervantes”, Ángel Castaño Guzmán. / “Dos | escritores y el haschich”, Carlos Barbarito. / “Cuentos | interprovinciales, de Miguel de Loyola”, Ramiro Rivas. / | “Rosa Tezanos-Pinto: El exilio y la palabra: La | trashumancia de un escritor argentino-estadounidense”, | Miryam E. Gover de Nasatsky. / “Concierto para Leah, de | Maira Landa”, Marta Farreras. | | María del Mar Estrella: “Se me dio la palabra de un modo | Entrevistas natural”, entrevista por María Alejandra Crespín | Argañaraz. | | “Las Meninas, de Macedonio Fernández. El realismo | Sala de ensayo rasgado entre espejos y abismos”, Gabriel Martínez | Bucio. / “La piel de la humanidad”, Carlos Schulmaister. | | “Las guerras occidentales”, Álvaro Itzamá. / “Primera | Letras lluvia de mayo”, Antonio Álvarez Gil. / “Ven, que en mi | casa ya no hay fantasmas”, Linda Sjöquist. / “Overland”, | Silvia Hebe Bedini. / Poemas de Daniela Wallffiguer | Belmar. / Cuentos breves de Jorge A. Hernández R. / | Muestra poética del colectivo La Raíz Invertida. / | “Tinga y sus conocidos”, Cristina Zabalaga. / Poemas de | Géyser Daniel López. / “El secreto de Greti Schmidt”, | Flor Aguilera García. / Poemas de Abel Ochoa. / “Bajo la | lluvia”, Jéferson González Gómez. | | Emili Teixidor. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007, Centro Nacional del Libro http://www.cenal.gob.ve =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Mención de honor en los premios Stockholm Challenge 2010, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.org =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| *** Nación Culebra, de Pablo Cingolani “La Amazonía habrá muerto y todo terminará siendo un recuerdo, acaso literatura”, advierte Pablo Cingolani (http://www.letralia.com/firmas/cingolanipablo.htm) en el primer capítulo de su libro Nación Culebra, que acaba de publicar el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade). Cingolani, argentino de nacimiento, reside en Bolivia desde hace más de 25 años. Ha dedicado buena parte de su vida a explorar los territorios amazónicos bolivianos, peruanos y brasileños, producto de lo cual es este libro que reúne poemas, impresiones de viajes, postales, narraciones y crónicas, pero que es sobre todo un testimonio de un investigador consumado ante la amenaza que el progreso vierte sobre los habitantes de la Amazonia. Del libro ha dicho el escritor Claudio Ferrufino: “Libro fundamental el de Pablo Cingolani, expresión obligatoria de lo que no queremos ver, obviamos en incomprensible lógica. Poema en prosa y verso, tejido en maraña vegetal, calor humano y lo misterioso desconocido”. Los interesados pueden descargarlo en formato PDF de http://www.fobomade.org.bo/art-1683 o bien solicitar un ejemplar impreso, sin costo, en las oficinas del Fobomade, ubicadas en la calle Colón, 161 (Editorial Barrosquira, piso 10), en La Paz. http://www.fobomade.org.bo/art-1683 *** El oro de Atahualpa, de Jorge Rendón Vásquez Está próxima a aparecer El oro de Atahualpa, la segunda novela del escritor peruano Jorge Rendón Vásquez, y en la que intenta desterrar algunos mitos de la Conquista del Tahuantinsuyo mediante la narración de hechos ocurridos en la región entre 1528 y 1541, un período que, advierte el autor, “fue relativamente breve, pero bastó para destruir una civilización que era la más importante de Sudamérica”. El abogado y escritor, también autor de El botín de la Buena Muerte (2011), recreó con los recursos de la ficción una historia alejada de las versiones oficiales de cronistas y veedores españoles que, en su opinión, sólo tenían el propósito de “justificar los saqueos y el genocidio”. “Garcilaso fantasea al referir que un soldado español se jugó a los dados la enorme plancha de oro con la efigie del sol que arrancó del templo de Coricancha, y la perdió. La conquista era el objeto de una empresa. El producto del pillaje, rigurosamente inventariado y guardado por los oficiales reales, era en primer término para los empresarios y para el rey de Castilla, y si un mercenario se quedaba con algún objeto podía perder la vida si lo atrapaban”. Además de sus dos novelas, Rendón Vásquez ha publicado los libros de cuentos La Calle Nueva, El cuello de la serpiente y La celebración. jrendon@amauta.rcp.net.pe *** Testamento de un Cíclope Dandy, de Juan Manuel Pérez Álvarez Acaba de aparecer la novela Testamento de un Cíclope Dandy, del escritor español Juan Manuel Pérez Álvarez (http://www.juanmanuelperezalvarez.com; Ourense, 1985), que publicada por Editorial Pelícano narra, alternando el humor y la ironía con la temática social, la historia de dos personajes que recorren Europa en busca de los orígenes del hombre. A lo largo de su viaje rumbo a lo desconocido, se encuentran con personas y lugares que describen la mentalidad histórica de cada región o de cada núcleo de población humana, y que constituyen el verdadero conocimiento científico en torno al cual las culturas y las civilizaciones modelan su forma de vida. El libro, de 305 páginas, tiene un precio de 19,50 dólares. Pérez Álvarez ha publicado los libros de poesía Azul y oro/Diario suspensivo (2005), Vidrieras (2006), Versiones de una vasija (2009), Sangre y agua (2010), El grado de la aurora (2010) y El Caballero Invencible (2011), así como el ensayo El hombre y su palabra (2010). Ha publicado también en numerosas revistas literarias físicas y digitales. http://www.editorialpelicano.com/leer/novela/testamento-de-un-ciclope-dandy *** Norbania, revista de literatura y creación, Nº 2 El pasado 29 de junio fue presentado en el Baluarte de los Pozos, en Cáceres (Extremadura, España), el número 2 de la revista Norbania, que edita la Asociación Cultural Norbanova y que ya se puede adquirir en diversas revistas de esa ciudad española, como Boxoyo, El Buscón y Nobel. Dirigida por Jesús María Gómez y Flores (Cáceres, 1964) y consagrada a la literatura y a la creación artística en general, Norbania viene con materiales de Basilio Sánchez, Pilar Galán, Luis Alberto de Cuenca, Javier Alcaíns, Victoria Pelayo, Vicente Rodríguez, Efi Cubero (http://www.letralia.com/firmas/cuberoefi.htm), Juan Ramón Corvillo, Félix Ortiz Vivas, Alberto Doblado, Mila García, Purificación Claver, Isabel Blanco Ollero, Esteban Cortijo, Marta Sánchez Flores, José María Jurado, Deli Cornejo y Luis Casero. http://www.norbanova.es *** Narrativas, Nº 26 La revista de narrativa contemporánea Narrativas, que coordinan el escritor español Carlos Manzano (http://www.letralia.com/firmas/manzanocarlos.htm) y un consejo editorial compuesto por María Dubón, Emilio Gil, Nerea Marco Reus y Luisa Miñana, acaba de publicar su número 26, correspondiente a julio-septiembre de 2012. Esta edición trae los ensayos “La ‘Caja negra’ de Roberto Bolaño, una literatura sin residuos. Consideraciones críticas sobre el autor y su obra”, por Valeria Bril; “Literatura y mercado: el best-seller. Aproximaciones a su estructura narrativa, comercial e ideológica”, por Francisco Álamo Felices; “El caso Alfredo Gómez Cerdá”, por Pablo Lorente Muñoz (http://www.letralia.com/firmas/lorentemunozpablo.htm), y “Cleansed, o el teatro polémico de Sarah Kane”, por Enrique García Díaz. Además, incluye una entrevista al narrador José María Latorre con una muestra de su trabajo, y reseñas a Ostras para Dimitri, de Juan Bas (por José Luis Muñoz, http://www.letralia.com/firmas/munozjoseluis.htm); Noches en Bib-Rambla, de Carolina Molina (por Francisco Gil Craviotto); Los otros mundos, de Rosana Alonso (por Víctor Lorenzo Cinca y Jesús Esnaola); CSI: Marilyn (caso abierto), de José Cabrera (por José Vaccaro Ruiz), y Vacaciones de invierno, de José Manuel Benítez Ariza (por Herminia Luque Ortiz). Y la sección principal de la revista, la de relatos, ofrece los textos “Zeno”, por Francesca Leita; “De paso”, por Sergio Borao Llop (http://www.letralia.com/firmas/boraollopsergio.htm); “Mis manos también son suaves”, por Paloma Hidalgo Díez; “Por su padre, por su madre, por él mismo”, por Roberto Gutiérrez Alcalá; “La cobardía”, por Fernando García Maroto; “El hijo de mamá”, por Marina Burana (http://www.letralia.com/firmas/garritanomarinaveronica.htm); “Tuberías lentas”, por Ángel Corgo; “Fotografías”, por Noel Pérez; “El lector”, por Ramón Araiza Quiroz; “Dos relatos”, por Mari Carmen Moreno Mozo; “Relatos”, por María Morgade; “Gramática inglesa”, por Antonio de la Fuente; “Sosias”, por Damián Cordones; “Catarsis”, por Carlos Aymí; “Inquilino”, por Luis Topogenario (http://www.letralia.com/firmas/topogenarioluisemel.htm); “Nanorrelatos”, por Víctor Lorenzo Cinca; “Olor a guerra”, por Mariela Loza Nieto; “Los otros ruidos”, por Patricia Nasello; “Microrrelatos”, por Rubén Gozalo; “Comunión Mexica”, por Enrique Martínez Llenas; “Luces, por favor”, por Chema Torrent Santamaría; “El próximo cataclismo”, por David Bombai; cuatro relatos de David Vivancos; “El rumor del mar”, por Jonathan Alexander España Eraso, y una selección de microrrelatos de Elizabeth Pineda G. Como siempre, Narrativas puede descargarse gratuitamente en formatos PDF o ePub. http://www.revistanarrativas.com *** Exilios: poesía latinoamericana del siglo XX, de Marina Gasparini El próximo sábado 21 de julio será presentado en la Librería Kalathos, en Caracas, el libro Exilios: poesía latinoamericana del siglo XX, un importante trabajo de investigación de la venezolana Marina Gasparini Lagrange coeditado por la Sociedad de Amigos de la Cultura Urbana y la Fundación Rosa y Giuseppe Vagnoni. Nacida en Caracas y residenciada en Venecia, Italia, Gasparini Lagrange es licenciada en letras por la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde ejerció la docencia entre 1989 y 2000, año en que marchó a la nación europea. Su obra ensayística ha sido editada en publicaciones periódicas de literatura y psicología analítica en Venezuela, Colombia, Inglaterra e Italia. Ha publicado en Italia Labirinto veneziano (Moretti&Vitali, 2009). La presentación de Exilios, que se realizará a partir de las 11 de la mañana en la Librería Kalathos, ubicada en el Centro de Arte Los Galpones, en Los Chorros (Caracas), correrá por cuenta de Michaelle Ascencio e Igor Barreto. *** Verano fotográfico digital de Roberto Mata Taller de Fotografía Desde el próximo 23 de julio se realizará en Caracas el Verano fotográfico digital de Roberto Mata Taller de Fotografía, ciclo de talleres para niños y adolescentes de entre 10 y 17 años, quienes podrán descubrir las posibilidades infinitas de la fotografía digital y analógica a través del aprendizaje teórico y práctico. Historia de la fotografía (analógica y digital), tipos de lente, velocidad de obturación y profundidad de campo son algunos de los puntos que se tratarán para, luego, pasar a realizar ejercicios de composición, retratos y secuencias a partir de un guión, así como prácticas de revelado de película en blanco y negro, ampliación y realización de contactos. Cada taller tiene una duración de 5 días y las clases se dictarán de 9 de la mañana a 3 de la tarde en la sede de RMTF en La California Sur (Caracas), con grupos de trabajo organizados por edades y para un máximo de doce alumnos por salón. Los aspirantes deben tener una cámara digital de lente intercambiable. El ciclo se extenderá hasta la semana del 3 de septiembre. El costo del taller (Bs. 1.700) incluye material fotográfico, laboratorio y almuerzos y, al finalizar, se entregarán certificados de participación. Las inscripciones están abiertas y pueden formalizarse a través del teléfono (0212) 2579745 o en la web de RMTF. http://www.robertomata.net *** Presentación de A puro despecho, de Luis Perozo Cervantes El próximo miércoles 25 de julio, a las 7 de la noche, será presentado en la Sala Alta del Teatro Bellas Artes de Maracaibo A puro despecho, el tercer poemario del escritor venezolano Luis Perozo Cervantes (http://www.letralia.com/firmas/perozocervantesluis.htm). Publicado por Ediciones Madriguera, que dirige en Falcón el poeta y editor Ennio Tucci, el libro recorre, en sus casi cuarenta poemas, el tema de la desventura amorosa. La presentación será a cargo del estudioso Jesús Ángel Parra y la lectura de los poemas estará acompañada por una puesta en escena del Colectivo Flores del Mal. Nacido en Maracaibo en 1989, Perozo Cervantes es autor de los poemarios Noche electoral (Sevilla, 2010) y Poemas para el nuevo orden mundial (Maracaibo, 2011). Ha resultado ganador del II Certamen La Grapa Literaria 2010, de la Dirección de Cultura y Escuela de Letras de la Universidad del Zulia, en las menciones de ensayo y poesía; también fue merecedor en 2007 de la Orden Estímulo al Mérito Literario Andrés Mariño Palacio, mención narrativa; y finalista en el III Concurso Mundial de Poesía “El mundo lleva alas” de la editorial norteamericana Nuevas Voces. Actualmente se desempeña como coordinador del Festival de Poesía de Maracaibo, que se celebrará en la ciudad zuliana del 7 al 9 de septiembre del presente año. *** Taller sobre el derecho de autor, en Caracas El próximo jueves 26 de julio será dictado en el Servicio Autónomo de la Propiedad Industrial de Venezuela (Sapi), ubicado en el piso 4 del edificio Norte del Centro Simón Bolívar, en El Silencio (Caracas), el taller “Aspectos gerenciales sobre el derecho de autor en Venezuela”, dirigido a músicos, compositores y agrupaciones que deseen conocer tanto el proceso para registrar sus creaciones como la importancia del resguardo de la propiedad intelectual. El Sapi organiza esta actividad en conjunto con el Aula Virtual Interactiva de Educación Musical, Aviedmus (http://www.aviedmus.com), la Universidad Pedagógica Experimental Libertad (Upel) y el Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez. La entrada es gratuita, pero está programada sólo para cincuenta personas por lo que es preciso confirmar previamente asistencia escribiendo a aviedmus@gmail.com con los siguientes datos: nombre y apellido, cédula de identidad, teléfono y correo electrónico. http://www.sapi.gob.ve *** Cowboy from Brooklyn, de Carlos Ortiz de Zárate Denis El próximo 1 de agosto será presentada en el Café de Vicente, en Villaviciosa, Asturias (España), la novela Cowboy from Brooklyn, del escritor español Carlos Ortiz de Zárate Denis, que acaba de ser publicada por la Editorial Círculo Rojo. La obra, de 152 páginas, se inicia en Nueva York en los años 60, cuando Alain de Milly, un adolescente con aspiraciones actorales, viaja a la Gran Manzana con el propósito de ingresar al Actor’s Studio. Su parecido físico con Pat Dunn, el personaje que había representado Ronald Reagan en la película Cowboy from Brooklyn, de Lloyd Bacon (1938), será su perdición, porque Reagan, entonces patrón del sindicato de actores y estrella del General Electric Theatre, intriga para que no sea seleccionado en los castings y para que trabaje, en negro, para él. La pasión de Alain por los métodos del actor resulta muy útil para el estudio y la influencia de las audiencias en las conferencias que imparte su jefe en las sedes de General Electric. Así, el protagonista es poseído por Reagan y después heredado por los sucesivos presidentes, hasta Bush junior quien lo cede a Cecilia Sarkozy. Se queda con el presidente francés, pese al divorcio de Cecilia, hasta que es recuperado por Bill Clinton, para las primarias presidenciales de su esposa. Al final de las mismas, De Milly, ayudado por los Clinton, logra su jubilación y, asqueado de todo, termina encontrando su mundo en Villaviciosa, ciudad donde —a la sazón— reside el autor. http://www.editorialcirculorojo.com ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Recopilan en un libro crónicas de periodistas venezolanos Cada año, desde 2005, la empresa Bigott desarrolla un encuentro con casi una veintena de periodistas que cubren distintas fuentes en diversas regiones de Venezuela. Un intenso trabajo de cinco días queda plasmado en las páginas de un libro. Cuatro de la tarde una hora “interesante” para una sala de redacción. Además del tecleo de las computadoras y el sonido del teléfono, está el murmullo de los periodistas dando forma a las notas del impreso de mañana o de la edición digital que están por publicar. Desde el año 2005, Bigott recrea esta etapa del día en 20 comunicadores, quienes a través de la guiatura de Alfredo Meza y Albor Rodríguez desarrollan la cobertura de un tema, pero esta vez tomando las herramientas del periodismo narrativo, en especial la crónica, para generar historias que se plasman en la obra Desvelos y devociones. En la edición de 2011 Adriana Ortiz, Alirio Leal, Ana Briceño, Ángela Rodríguez, Arnaldo Valero, César Noriega, Dairily Atagua, Elvira Villasmil, Elvis Rodríguez, Francisco Briceño, JJ Peña, Jescenia Dovale, Jessica Carrillo, Loys Leso, Pedro Túa, Víctor Sánchez y Militza Zupan participan en esta obra que fue presentada a mediados de junio por la veterana periodista venezolana Marianela Balbi. Para Balbi en este libro se revelan “la sensibilidad de sus autores por convertirse en los amplificadores de esas voces que claman ser escuchados por el poder”. Y es que los protagonistas de cada página de Desvelos y devociones son voces anónimas. Por ejemplo la de un damnificado caraqueño, la de unos pescadores atribulados por una nueva ley, la de los niños curados en el Cardiológico de Montalbán o la de Agustín Blanco Muñoz. Desvelos y devociones presenta historias de cantantes que envían mensajes en polos orientales, de unos masones que hacen vida en las industrias básicas. También escudriña en la historia de quien habita a oscuras al lado de un estadio que recibe estrellas, en la de los voluntarios del Hogar clínica San Rafael y en la de un hombre que se estrelló con el sueño americano. Este retrato del periodismo venezolano se ve reflejado en la vida de una mujer de la etnia wayuu, en la de coleadores que nunca volvieron o en la de secuestrados que están vivos. Todas estas historias las hemos leído en prensa pero nunca desde este enfoque en el que el uso de la narración y la descripción son las protagonistas. En desvelos y devociones también se cuenta la vida de rescatistas de protección civil, se sabe más sobre la muerte de las toninas en Valencia, se sufre con una madre que murió el mismo día en que perdió a su hijo; se reconoce al látigo Chávez y se llega al diagnóstico que sólo se obtuvo por el empuje de una madre. Para Bigott este reconocimiento solamente busca contribuir a que el periodismo que se produce en Venezuela no sólo haga crecer sus capacidades para darse cuenta de la realidad del país, sino que ese ejercicio profesional ocurra bajo parámetros que gratifiquen al lector. *** Falleció la escritora argentina Alicia Steimberg Autora de más de una decena de libros y ganadora en 1992 del Premio Planeta Biblioteca del Sur, la escritora argentina Alicia Steimberg murió en el Hospital Italiano de Buenos Aires el pasado 16 de junio, a los 78 años, tras sufrir un fallo cardíaco. “Era una gran escritora en todo lo que hacía. Ella constantemente estaba inventando historias. Pensaba todo el tiempo en la literatura como arte, daba muchos talleres y fue maestra de varios escritores”, recordó Ana María Shua, colega y amiga de Steimberg. Steimberg nació en Buenos Aires en 1933. Era egresada del Instituto Nacional del Profesorado en Lenguas Vivas y, además, era traductora de inglés. Era madre de Víctor, Estela y Martín. Su carrera literaria, muy ardua, según su propia confesión, comenzó en 1971 con la publicación de la novela Músicos y relojeros. Posteriormente publicó La loca 101, la colección de cuentos Como todas las mañanas, El árbol del placer, Amatista, El mundo no es de polenta y Una tarde de invierno un submarino, entre otras obras. Steimberg, quien también fue colaboradora de la revista cultural española Turia, ganó el Premio Planeta gracias a su texto Cuando digo Magdalena, y también obtuvo en 1983 un reconocimiento de la Sociedad Argentina de Escritores. Entre 1995 y 1997, durante el gobierno de Carlos Menem, fue directora del Libro en la Secretaría de Cultura argentina. El miércoles 13 de junio, según el diario La Nación de Argentina, Steimberg fue homenajeada por su trayectoria literaria y por su novela emblemática, La loca 101, en la que se inspiró la compañía Contratiempo para el espectáculo Consideraciones acerca del animal doméstico. Fuente: EFE *** Alfredo Pérez Alencart obtiene el Premio Jorge Guillén de Poesía El escritor peruano Alfredo Pérez Alencart (http://www.letralia.com/firmas/perezalencartalfredo.htm) fue distinguido este 18 de junio con el Premio Jorge Guillén de Poesía, por “la excelencia de su trayectoria poética y su marcado arraigo a Castilla y León”, según anunció el jurado en Valladolid, España. Pérez Alencart, quien recibió el premio el viernes 22 de junio en el salón de actos del BBVA de esa ciudad española, es profesor de la Universidad de Salamanca (Usal) y colaborador de diversos diarios salmantinos, además de parte activa de diferentes proyectos culturales del protestantismo español (Asociación George Borrow, Los Poetas y Dios, Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos). Este premio representa para el galardonado “un abrazo afectuoso a mi persona y una muestra de aprecio a la poesía que vengo publicando; también es un estímulo que rompe con la monotonía del desdén o del cainismo que prospera en el mundo de las letras”. Ampliando su parecer sobre el reconocimiento, el autor precisó que lo agradece “dérmicamente, entre otras cosas porque no me lo esperaba. Todo premio es invaluable, especialmente los que no tienen dotación económica y, por ello, exentos de componendas”. Respecto a su valoración de Guillén, Pérez Alencart traza ciertas afinidades temáticas y existenciales: “Hay eslabones que me religan a la trayectoria de Guillén: el transtierro o expatriación (él para mi América; yo para su España), el misterio ante lo divino y lo humano (el deseo de Dios y la realidad de la carne), lo tardío en publicar nuestros primeros libros (él los 35 y yo a los 39); la búsqueda de expresar una vida profunda y de celebrar la existencia a través de la poesía”. El Premio Jorge Guillén es otorgado anualmente por el Grupo Literario “Sarmiento y Juan de Baños”, con el patrocinio de la Obra Cultural del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y con la colaboración de los ayuntamientos de Valladolid y Venta de Baños. Fuente: Protestante Digital *** Falleció a los 78 años el escritor español Emili Teixidor El escritor y pedagogo catalán Emili Teixidor, autor de la novela Pa negre (2003), que tuvo una exitosa versión cinematográfica, murió el pasado martes 19 de junio a los 78 años. Teixidor fue un exponente principal de la literatura catalana de su generación, autor de novelas como L’ocell de foc, uno de los clásicos de la literatura juvenil catalana. Nacido en Roda de Ter en 1933, era escritor y pedagogo, y cofundó la escuela privada barcelonesa Betània-Patmos, de la que fue director, y actualmente era vocal del patronato del centro. Se licenció en derecho, filosofía y letras, periodismo y magisterio, y había colaborado con las revistas Cavall Fort, Tretzevents y Oriflama. Igualmente, había realizado traducciones y guiones para cine y televisión. Se había especializado en narraciones de tipo juvenil como Dídac, Berta i la màquina de lligar boira (1969), El soldat plantat (1967), L’ocell de foc (1972), Sempre em dic Pere (1980) y El nom de cada cosa (1968), éste último en colaboración con Jacint Matas y Maria Dolors Bordas, además de la serie de libros dedicados a la Formiga Piga. Inició su producción literaria a finales de los años sesenta llenando el vacío que existía en la literatura infantil y juvenil y obteniendo el premio Literatura Catalana de la Generalitat por El príncep Alí en 1988, año en que llegó su primera novela para adultos, Retrat d’un assassí d’ocells. En 1992 recibió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat, en 1995 el premio Crítica Serra d’Or de literatura juvenil, en 1977 el Premio Nacional de literatura infantil y juvenil del Ministerio de Cultura de España, y en 2006 el Premio Trayectoria de la Setmana del Llibre en Català. Gran amigo de juventud del poeta Miquel Martí i Pol, con el que compartían ciudad de origen en Roda de Ter, Teixidor fue investido por primera vez doctor honoris causa este año por la Universitat de Vic (UVic). También ejerció durante los años 90 de director y presentador de televisión en el programa de libros Mil paraules, de TV3, así como de maestro, traductor, guionista y colaborador radiofónico. Fuente: Europa Press *** Celebran en la RAE 50 años de la publicación de La ciudad y los perros Con la presencia del escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, la Real Academia Española de la Lengua (RAE) celebró en su salón de actos, el pasado 19 de junio, los cincuenta años de la publicación de La ciudad y los perros, primera novela del autor, en una ceremonia que incluyó la presentación de una edición conmemorativa elaborada por la RAE y la Asociación de Academias, y editada por Alfaguara. De pie, y ante un salón lleno, el escritor evocó los orígenes de la novela, que se mezclan con los suyos como un adolescente quinceañero en el colegio militar Leoncio Prado de Lima, en los años 1950 y 1951, que soñaba con vivir una gran aventura como las que leía de Verne, Stevenson o Salgari y terminó viviendo el micromundo peruano en un internado. Sus palabras, con su voz resaltada por el silencio de los asistentes, contaron la intrahistoria de La ciudad y los perros. Empieza por revivir aquellos años del colegio donde descubrió el valor de la libertad. “No fue una experiencia grata. Sufrí el internado, sufrí la disciplina tan rigurosa, sufrí la violencia que era el estado de la vida cotidiana, y que eran más travesuras, pero que para mí era violencia”. Y aclara que los años han puesto las cosas en su sitio hasta hacerlo sentir agradecido con aquel colegio donde descubrió el país de verdad donde había nacido. La vida sigue y en 1958 llega becado a Madrid, a la Universidad Complutense. Un año de gloria cargado de futuro. Vive en una pensión de la calle Doctor Castelo donde convierte en mesa de escritura un velador enorme, aunque también escribía en una tasca de la calle Menéndez Pelayo. Luego empieza su etapa de París, y en 1959 publica el libro de cuentos Los jefes, todo ello sin dejar de revivir su paso por el colegio militar que sigue cobrando vida en la vida de cadetes conectados con la ciudad de Lima. El Perú entero allí metido en su memoria de veinteañero. Termina la novela y con su amigo José Miguel Oviedo acuerdan el título. Por sugerencia de otro amigo la envía a Carlos Barral, al premio Biblioteca Breve. Hasta que llegó el telegrama que le cambió la vida. “Pero nunca, ni en mis momentos más imaginativos, pensé que el libro tuviera este destino”. Una vez ganado el premio viene el largo proceso de negociación con la censura del franquismo. Al final le pidieron cambiar ocho frases, “entre sorprendentes y cómicas”. Dos ejemplos: no decir que el coronel tenía un vientre de ballena, “entonces sugerí cambiarlo por cetáceo y aceptaron”; y no decir que el único pastor que aparecía en la novela visitaba burdeles, “entonces sugerí cambiarlo por prostíbulos y aceptaron”. Aunque en la siguiente edición, Barral recuperó la versión original. Se cumplía un sueño que además de estar en deuda con la realidad del autor lo estaba, también, con tres libros y escritores: Tirant lo Blanc, en la edición de Martín de Riquer (“Me descubrió el valor de la cantidad de querer contar muchas cosas”), la llamada Generación perdida con autores como Hemingway, Dos Passos pero, sobre todo, William Faulkner (“Faulkner fue el primer autor que leí con lápiz y papel, tratando de descifrar su arquitectura y estructura. Fue un maestro a la hora de escribir”), y, como tercer tema, el descubrimiento de Flaubert en 1959, a través de Madame Bovary, “al enseñarme el tipo de escritor que quería ser”. Leyendo a Flaubert descubre que si un autor no nacía con talento podría encontrarlo a base de esfuerzo. Pero antes, confiesa, sufrió mucho porque al leerlo le parecía que él no tenía talento para escribir la novela que quería. Hasta que venció a la inseguridad. Y ahí entra en juego un elemento clave: “Mi vocación extraordinaria, porque lo defiende a uno de la adversidad. Las malas y peores cosas son las más fructíferas para la literatura. Escribir del sufrimiento es una manera de inmunizarse”. Cincuenta años después, Mario Vargas Llosa ha obtenido los premios más importantes, entre ellos el Nobel, gracias a una obra que incluye títulos esenciales del español como La casa verde, Conversación en La Catedral, Pantaleón y las visitadoras, La tía Julia y el escribidor, La guerra del fin del mundo y La fiesta del Chivo. Una creación literaria que le permite decir que “una sociedad impregnada de buena literatura es más crítica y exigente”. Y de que los tiempos malos son generalmente buenos y fecundos para la literatura: “Surgen de la gran inseguridad del mundo en que vivimos, y eso crea la necesidad de crear mundos alternativos. Eso explica, en parte, el ímpetu de la literatura”. Fuente: El País *** Murió la promotora cultural venezolana María Teresa Castillo A los 103 años de edad murió en Caracas, el pasado viernes 22 de junio, la creadora del Ateneo de esa ciudad, María Teresa Castillo Terán, quien en vida fuera una reconocida periodista, activista, mujer de la cultura y diputada al Congreso. Castillo nació el 15 de octubre de 1908 en Cúa, estado Miranda, en una hacienda familiar dedicada a la producción de café. A los dos años murió su padre y junto a madre y hermana se trasladó a Caracas. Formó parte de la Generación del 28. En la década de los años treinta formó parte del Grupo Cero Teoréticos y de Orbe. Tras vivir en un año en Nueva York trabajando como costurera, en febrero de 1935 regresó a Venezuela. Al morir Juan Vicente Gómez fue detenida con propaganda subversiva y pasó un año en la Jefatura Civil de La Pastora. Desde 1958 ocupó ininterrumpidamente la presidencia del recién creado Ateneo de Caracas. Desde su fundación en 1941 trabajó en Últimas Noticias y al crearse en octubre de 1946 la Escuela de Periodistas se matriculó, graduándose dos años después. En 1946 contrajo matrimonio con el escritor y periodista Miguel Otero Silva, amigo suyo desde 1928, cofundador de El Nacional, con quien tuvo dos hijos, Miguel Henrique y Mariana Otero Castillo. Castillo y Otero se convirtieron en la pareja intelectual más importante del siglo XX venezolano, no sólo por su aporte artístico al país, sino también por la proyección que ambos dieron a la cultura venezolana a través de sus lazos con autores de la talla de Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Miguel Ángel Asturias y Plinio Apuleyo Mendoza, entre otros. Participó en el primer Congreso de Mujeres celebrado en Venezuela, promovió la Federación de Ateneos e integró diferentes organizaciones venezolanas e internacionales dedicadas a la paz y a la defensa de los derechos humanos. Presidió el Comité de Solidaridad con Nicaragua, fue vicepresidenta de Fundanalítica, integró el Comité Internacional para el Premio Mundial de la Cultura de la Unesco entre 1987 y 1988, fue miembro del Comité Asesor para la Celebración del V Centenario del Descubrimiento de América, de la Asociación Venezolana de Periodistas (1988-1989) y vicepresidenta del Comité Venezolano por los Derechos Humanos (1988-1990). En 1989 fue electa diputada del Congreso de la República y se convirtió en la primera presidenta de la Comisión Permanente de Cultura de la Cámara de Diputados hasta 1992, e integró la Comisión de Desarrollo Regional de la Cámara de Diputados hasta la finalización de su mandato en 1994. Fue luego miembro del Consejo Directivo de la Fundación Teresa Carreño hasta 1992, del Consejo Nacional de Teatro y del Consejo Directivo del Museo de Bellas Artes. También fue pilar fundamental en la constitución de Amnistía Internacional en Venezuela en 1978. Entre las múltiples condecoraciones que recibió están el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional Abierta (UNA), las medallas Francisco de Miranda y Andrés Bello en primera clase y la Luisa Cáceres de Arismendi en su única clase, además del Honor al Mérito Teresa Carreño. En España le otorgaron la Orden Lazo Isabel La Católica y en Cuba la medalla Alejo Carpentier; así como la de educación en Chile. El Ministerio de la Cultura y de la Comunicación de Francia le confirió la Orden de las Artes y de las Letras. Fuentes: El Carabobeño • El Nacional *** La RAE actualiza en Internet su Diccionario de la lengua española La Real Academia Española (RAE) ha actualizado en la red, por quinta vez desde su aparición en 2001, la vigésima segunda edición impresa del Diccionario de la lengua española, que es la última publicada hasta ahora. Así lo anunció la corporación en una nota de prensa el pasado viernes 22 de junio. Las 1.697 actualizaciones ya se pueden consultar en el portal de la RAE (http://lema.rae.es/drae). Los cambios, que se suman a los ya realizados en 2004 (2.576), 2005 (9.029), 2007 (4.618) y 2010 (2.996), se aprueban siempre con el beneplácito de las 22 academias. Algunos incluyen nuevas palabras y sus definiciones, mientras que otros sólo agregan nuevas acepciones a palabras que ya habían sido recogidas en el Drae. Todas estas modificaciones se incorporarán a la nueva versión del diccionario, la vigésimo tercera, prevista para 2014. En cuanto a la controversia generada por algunas voces, “la Academia no tiene más remedio que incluir en el Diccionario esas voces molestas, sin que ello suponga prestar aquiescencia a lo que significan ahora o significaron antaño”, indica la nota de la RAE. Algunas de las modificaciones introducidas para la versión en la red serán la inclusión de nuevos vocablos derivados de las nuevas tecnologías y de algunos términos que se encuentran más que incorporados al habla habitual, como chat (“Intercambio de mensajes electrónicos a través de Internet que permite establecer una conversación entre dos o varias personas. Servicio que permite mantener conversaciones mediante chats”). También se han incluido blog (“Sitio web que incluye, a modo de diario personal de su autor o autores, contenidos de su interés, actualizados con frecuencia y a menudo comentados por los lectores”), bloguero (“Perteneciente o relativo a los blogs o a los blogueros. Persona que creó o gestiona un blog”), lápiz y memoria (haciendo referencia a los dispositivos usb) o página (como sitio web). En el esfuerzo de la RAE por incorporar al diccionario palabras y grupos de palabras de uso común en la calle han incluido diferentes acepciones de la palabra riesgo, con connotaciones económicas debido a la actual coyuntura social. Asimismo, se incluyen los términos que identifican a las personas que profesan una determinada ideología política, como cenetista, pepero, sociata y ugetista. Se ha agregado igualmente la acepción de matrimonio como una unión que pueden concertar dos personas del mismo sexo, y espanglish como una modalidad mixta del idioma en la que se mezclan elementos del español y del inglés. El euroescepticismo (desconfianza ante los proyectos de la Unión Europea), lo friki (raro, excéntrico) y lo orgásmico (perteneciente o relativo al orgasmo) también han entrado en el Drae. Fuente: El Mundo *** Legado de Miguel Hernández irá a Quesada, el pueblo de Josefina Manresa El legado del poeta Miguel Hernández, más de 5.000 documentos, manuscritos y objetos personales, volverá a salir a la luz y estará al alcance de la comunidad científica. Pero no será ni en Elche, donde estuvo los últimos 27 años, ni será custodiado por alguna institución valenciana. Se irá a Quesada, pueblo de 5.000 habitantes en Jaén y tierra natal de Josefina Manresa, esposa del poeta. Los herederos de Hernández han alcanzado un principio de acuerdo con la Junta de Andalucía y con el Ayuntamiento de Quesada, presidido por el alcalde socialista Manuel Vallejo, para trasladar íntegramente el legado. “Falta muy poco, está casi a punto, nos queda perfilar unos flecos y tanto el Ayuntamiento como nosotros esperamos que muy pronto se pueda otra vez consultar”, confirmó el pasado sábado 24 de junio Lucía Izquierdo, nuera del poeta y representante de los herederos. El convenio se podría firmar en pocas semanas, y a finales de verano se estima que se podría iniciar el traslado de los documentos. Ahora el legado está custodiado en una caja fuerte de un banco tras la decisión del Gobierno local del PP de revocar el acuerdo firmado con el anterior alcalde socialista, Alejandro Soler, para que los documentos permanecieran veinte años más en Elche. La nueva alcaldesa, Mercedes Alonso, dejó de pagar las retribuciones a la familia y consideró que con la actual coyuntura económica era imposible pagar 3 millones en veinte años. El 17 de octubre de 2011 la nuera del poeta, Lucía Izquierdo, junto con una de sus nietas, María José Hernández, y el abogado Carlos Candela, acudieron al Archivo Municipal para revisar los documentos del legado, que metieron en 250 cajas. Desde entonces descansan en una caja fuerte de un banco. Una decisión que se produjo tras la negativa del nuevo Ayuntamiento del PP a mantener las condiciones del acuerdo suscrito en 2010 entre el Ayuntamiento, entonces en manos socialistas, y la familia. El convenio recogía que los fondos siguieran durante veinte años en Elche a cambio de tres millones de euros, 1,6 para la familia y el resto para el desarrollo de una fundación cultural para promover y difundir la obra. Izquierdo criticó entonces que la alcaldesa, Mercedes Alonso, no haya querido “respetar lo que se firmó” de forma “totalmente legal”, y pretenda trasladar a la opinión pública que la familia del poeta quiere “vivir de los impuestos del pueblo”. Izquierdo aseguró entonces que mantener el legado del poeta en Elche costaba anualmente 84.000 euros, “lo mismo que cobra un asesor de alcaldía”, puntualizó. Pablo Ruz, concejal de Cultura de Elche, restó importancia a que el legado del poeta se vaya a Quesada porque “la dimensión de su obra trasciende lo físico y su legado es universal”. El regidor insiste en que Elche no puede asumir las pretensiones económicas de la familia, y “si hay otro Ayuntamiento que pague un millón de euros tendrá un problema”. Ruz insiste en que siempre han estado dispuestos a “hablar” con los herederos, pero las conversaciones nunca llegaron a buen puerto. Tras este desencuentro algunas instituciones, como la Diputación de Alicante o el Ayuntamiento de Orihuela, se interesaron por el legado, pero las negociaciones no fructificaron. Sin embargo, las instituciones andaluzas se han embarcado en una operación para relanzar la figura del poeta. Lucía Izquierdo se mostró satisfecha porque “vemos la luz al final del túnel, hay buena sintonía y todos queremos lo mejor para la memoria y la obra de Miguel Hernández”. Los abogados de la familia y los técnicos del Ayuntamiento de Quesada ultiman un borrador de estatutos de la Fundación Miguel Hernández-Josefina Manresa, que será la encargada de custodiar el legado y poner en marcha un plan de proyección del poeta. Izquierdo aseguró que los herederos “no vamos a cobrar nada”. Y añadió: “Cuando las actividades que se realicen generen beneficio por derechos de autor, cobraremos lo que nos corresponda”. El Ayuntamiento de Quesada cuenta con el respaldo de la Diputación de Jaén y de la Junta de Andalucía. El alcalde, Manuel Vallejo, se reunió el pasado mes de mayo con Izquierdo y sus abogados. El Ayuntamiento jienense tiene previsto habilitar una sala anexa al museo del pintor Rafael Zabaleta. Sin embargo, el martes 26, la consellera de Educación, Formación y Empleo, María José Català, manifestó que el Gobierno valenciano intentará “todo lo posible” para conservar el legado del poeta y para “reconducir” las negociaciones entre el Ayuntamiento de Elche y la familia Hernández. Català comentó que la “negociación cerrada” entre el Consistorio y la familia del poeta “era difícilmente asumible en los términos en los que se había pactado” dada la situación económica de Elche y del resto de consistorios de la Comunidad Valenciana. Destacó igualmente que se pondrán en contacto con ambas partes y que harán “todo lo posible” por conservar ese “importante” legado, aunque advirtió de que no le pueden “pedir a un ayuntamiento que, en un momento de dificultad como el que están atravesando todos los ayuntamientos de la Comunidad, asuma unos compromisos económicos que son difícilmente asumibles en una época como esta” Añadió igualmente, en este sentido, que “hay que intentar ver las negociaciones con la familia cómo se pueden reconducir para que eso sea posible”, desde el “reconocimiento” al legado de un “valenciano ilustre” como Hernández y a una obra “que es digna de ser considerada y que permanezca en nuestra tierra”. La operación de rescatar el legado del poeta y trasladarlo a Quesada no es un hecho aislado, forma parte de una iniciativa más amplia de las instituciones públicas andaluzas. Prueba de ello es que la Diputación de Jaén también ha alcanzado un acuerdo con la familia del poeta alicantino para la cesión de los derechos del poema “Andaluces de Jaén”, que pasará a convertirse en el himno oficial de la provincia, según aprobó el pleno de la Diputación el pasado 29 de febrero. El himno se producirá con el texto del poema y los arreglos musicales del Conservatorio Superior de Música de Jaén. La intención es estrenarlo en 2013, cuando se conmemora el bicentenario de la creación de la Diputación de Jaén. “Estamos muy orgullosos y eternamente agradecidos de que esta tierra de aceituneros altivos recoja para el himno de la provincia esta letra”, comentó tras el acuerdo la nieta del poeta, María José Hernández. Fuentes: EFE • El País • Europa Press *** Chile pide a Francia la ficha médica de Pablo Neruda La Corte Suprema de Chile autorizó el pasado 27 de junio el envío de un exhorto a Francia, con la finalidad de conocer la ficha médica del afamado poeta Pablo Neruda cuando residió en París como embajador, en el contexto de una investigación judicial sobre la muerte en 1973 del premio Nobel, días después del golpe de Estado en el país sureño. El máximo tribunal chileno autorizó al juez Mario Carrozas a efectuar las consultas, en el contexto de la indagación surgida tras una querella criminal presentada por el Partido Comunista chileno, que planteó la eventual participación de terceros en el deceso de autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada. La indagación arrojaría detalles sobre el cáncer de próstata que afectaba a Neruda, uno de los más grandes poetas en todas las lenguas del siglo XX, en un paso previo para una eventual solicitud de exhumación de su cuerpo, indicaron fuentes judiciales. El documento será enviado por la cancillería chilena al gobierno francés, quien a su vez lo remitirá al Poder Judicial de ese país, que podría gestionar la obtención de la información médica del autor de “Residencia en la Tierra”. El laureado poeta y diplomático murió el 23 de septiembre de 1973, dos semanas después del golpe de Estado (11 de septiembre) encabezado por el general Augusto Pinochet, que derrocó al ex presidente constitucional, el socialista Salvador Allende. La versión oficial es que Neruda murió tras agravarse el cáncer de próstata que padecía. Tal como informáramos en nuestra edición 253 (http://www.letralia.com/253/0508neruda.htm), en mayo del año pasado la revista mexicana Proceso publicó un reportaje en que el asistente y chofer del escritor, Manuel Araya, de 66 años, reafirmó un testimonio entregado a la prensa local en 2004, sosteniendo su convicción de que Neruda fue asesinado por agentes del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990). Tras el golpe de Estado, el Nobel de Literatura 1971 fue internado en la Clínica Santa María, de Santiago de Chile, a raíz de complicaciones médicas derivadas de su tratamiento contra el cáncer. De acuerdo con el relato de Araya, Neruda dijo a él y a su mujer Matilde Urrutia que era intervenido en forma irregular por médicos del centro asistencial, por lo que les pidió apresurar los preparativos para su salida del país al exilio hacia México. El magistrado a cargo de la causa, Mario Carrozas, investiga en la actualidad unas 749 causas por crímenes cometidos por agentes del Estado, violaciones a los derechos humanos no considerados por organismos oficiales, que identifican hasta ahora a unas 3.200 víctimas del régimen de Pinochet. Fuente: Xinhua *** Conceden Premio Libertador al escritor mexicano Jorge Veraza La séptima edición del Premio Libertador al Pensamiento Crítico reconoció el trabajo de Jorge Veraza, de nacionalidad mexicana, por su obra Del reencuentro de Marx con América Latina en la época de la degradación civilizatoria mundial, editada por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. El anuncio del veredicto tuvo lugar el pasado lunes 2 de julio en un acto celebrado en el Hotel Alba Caracas, con la presencia del ministro de Cultura de Venezuela, Pedro Calzadilla. Veraza fue descrito como un gran forjador de conceptos, analista político de la actualidad, además de ser considerado uno de los padres intelectuales del proceso político que se vive en Bolivia. Para la elección de este galardón se postularon 48 obras de 14 países de Europa y América Latina. El jurado calificador estuvo compuesto por Ignacio Ramonet, de España; Germán Yépez Colmenares y Luis Britto, de Venezuela; Mónica Brutman, de Brasil, y Fernando Martínez, de Cuba. Otras cinco obras recibieron menciones: Claves para la industrialización socialista, de Víctor Álvarez Rodríguez; Siembra de concreto, cosecha de ira, de Luis Hernández Navarro; Bajo el imperio del capital, de Claudio Katz; De Cristóbal Colón a Hugo Chávez, de Gerónimo Pérez, y Los inicios de la tradición latinoamericana de derechos humanos, de Alejandro Roscio Martínez. El ministro Calzadilla expresó que durante siete años se han congregado para favorecer lo mejor del pensamiento alternativo en lengua castellana. “Estamos librando la historia, para ello hemos convertido a Venezuela en el epicentro de la renovación y la atención intelectual de muchos de nuestros hermanos intelectuales y pensadores”, precisó el funcionario. Fuentes: El Universal • RNV *** México lanza premio literario internacional en honor a Carlos Fuentes Luego de asegurar que el escritor mexicano Carlos Fuentes fue un hombre de convicciones y un autor que trabajó todos los días sin esperar la inspiración, su viuda Silvia Lemus anunció este 3 de julio el surgimiento del premio internacional a la creación literaria en español que llevará el nombre del fallecido intelectual. En conferencia de prensa en el Palacio de Bellas Artes, en la capital mexicana, se anunció que el galardón estará dotado con un estímulo económico equivalente a 250 mil dólares, una escultura realizada por el artista plástico Vicente Rojo, un diploma y la publicación del discurso de aceptación. La dotación, así, rebasa a las del Cervantes (168 mil dólares), el Rómulo Gallegos (100 mil dólares) y el Fil de Literatura y Lenguas Romances (150 mil dólares). En el acto, encabezado por la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, se destacó que este reconocimiento se otorgará anualmente a un escritor de habla hispana que por el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario de la humanidad. La funcionaria señaló que este premio es un reconocimiento a la vida y obra de Carlos Fuentes, y “al hombre que hizo más grande el tiempo mexicano, al escritor que amplió las fronteras de nuestro idioma, al intelectual irrepetible y al escritor con un pensamiento tan claro como su prosa”. Agregó que el galardón se suma a otros creados con ese mismo fin, como el “Rosario Castellanos” a la trayectoria cultural de la mujer, y el libro animado interactivo en español “Paula Benavides”. El Premio Internacional “Carlos Fuentes” a la creación literaria en idioma español, será entregado cada año el 11 de noviembre, fecha del nacimiento del autor de Aura, La muerte de Artemio Cruz y tantas otras novelas y ensayos. En su primera edición, el premio será recibido por el ganador de manos del presidente de México, Felipe Calderón. Por su parte, Silvia Lemus, viuda de Fuentes, señaló que el escritor se habría sentido honrado de que un premio a la literatura en español llevara su nombre. “Lo aceptaría con gusto y satisfacción, porque para él un premio era una sorpresa feliz y recibió bastantes en su vida”. Sin embargo, dijo que el mejor premio que tuvo Fuentes fue “levantarse diariamente, subir a su oficina, sentarse en su escritorio y cinco horas más tarde levantarse tras haber escrito cinco u ocho páginas. Luego leer, ver películas y las noticias”. “Fuentes fue un hombre que trabajaba todos los días sin esperar a que llegara la inspiración. Un hombre de reflexiones humanas, de gran magnetismo y fascinante”, añadió Lemus, quien leyó un fragmento del texto “La novela y la vida”, eje de la conferencia magistral que dictó en la Feria del Libro de Buenos Aires el 1 de mayo de 2012. El secretario cultural y artístico de Conaculta, Roberto Vázquez, explicó que para el premio podrán ser postulados los escritores que hayan enriquecido las letras en español. Detalló que los aspirantes al galardón deberán ser propuestos por los ministerios, secretarías de estado, academias de la lengua en español y destacadas instituciones educativas públicas o privadas, precisó. Respecto al jurado, añadió, se integrará por siete personas, entre las cuales habrá un miembro de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), otro de la mexicana, uno más de alguna de las academias de América Latina o de Filipinas, y cuatro designados por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), la Unión de Universidades de América Latina (Udual), el Centro Regional para el Fomento de Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc) y el Conaculta. El cierre de la recepción de candidaturas para la primera edición del galardón será el 14 de septiembre próximo y el fallo, definitivo e inapelable, será emitido el 16 de octubre. Fuentes: Crónica • Notimex *** Salamanca crea ruta cultural en homenaje a Miguel de Unamuno La Concejalía de Turismo de la ciudad española de Salamanca presentó el pasado 3 de julio una nueva ruta turística que, en torno a la vida y obra de don Miguel de Unamuno, plantea un recorrido por los espacios patrimoniales relacionados con la vida y obra del escritor en la ciudad. En el marco del Año de Unamuno y bajo la marca “Salamanca en Detalles”, la iniciativa plantea este recorrido a través de la mirada del autor, orientado al turismo familiar, que invita a “recorrer la ciudad descubriendo detalles con el objetivo de acercar la figura del escritor también a los más pequeños y disfrutar de un recorrido más ameno”, según el concejal de Cultura, Julio López. Con un formato “novedoso y original”, un librillo desplegable de 16 páginas, el público tendrá que localizar siete detalles, localizados en cada uno de los espacios de la ruta (la escultura o su casa, en Bordadores, el convento de San Esteban, la Casa-Museo, el Casino de Salamanca, La Plaza Mayor y el Palacio de Anaya). Cada detalle se presenta en una página del desplegable. Elevando ésta, se descubre una escena con la figura de Miguel de Unamuno y un texto que explica la relación del autor con el lugar y un apartado, en el que se destacan curiosidades y anécdotas, “planteando actividades y reflexiones”. El proyecto va acompañado de ilustraciones que ayudan a complementar el texto explicativo y situar visiblemente a Unamuno en alguno de los momentos o vivencias protagonizados por él. Como premio a la realización del recorrido, se invita al participante a elegir uno de los espacios propuestos y buscar en él un rincón en el que disfrutar de la lectura de una de sus obras, su “Oda a Salamanca”, un texto que aparece en la contraportada del desplegable. Igualmente, el mismo 3 de julio fue inaugurada la muestra “Unamuno desde el Museo de Salamanca: 75 años de su muerte” (http://bit.ly/MuS1Ru), que podrá visitarse hasta el 2 de septiembre en la Sala de Temporales del Museo de Salamanca. La exposición trata de reflejar una visión distinta, revisitando la figura de Unamuno pero sin repetir, de manera incansable, un canon fijo de afirmaciones sobre sus tendencias políticas o filosóficas, sobre sus obras o sobre su pensamiento. Incluye obras proporcionadas en calidad de préstamo por entidades como el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, con fondos del Archivo Histórico Provincial de Salamanca (gestionado por la Junta de Castilla y León); la Universidad de Salamanca, y José Ángel Núñez, además de la propia colección del museo, de la que forman parte fondos del Museo del Prado y del Centro de Arte Reina Sofía. Fuentes: Europa Press • MÁSSalamanca *** Chile presentó programa como país invitado de la Feria de Guadalajara La delegación chilena que asistirá a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL, http://www.fil.com.mx), según se anunció este 6 de julio, suma unas doscientas personas entre editores, personalidades de varias disciplinas y escritores, éstos últimos encabezados por Jorge Edwards y Raúl Zurita (http://www.letralia.com/firmas/zuritaraul.htm), ambos ganadores del Premio Nacional de Literatura de su país. Edwards es narrador y periodista chileno. Ganó el Premio Cervantes en 1999. Su obra se integra por títulos como El museo de cera, El anfitrión, El patio, Gente de la ciudad, Las máscaras y La mujer imaginaria. Es contemporáneo de Pablo Neruda, a quien conoció durante su estancia como diplomático en París y cuyo encuentro se relata en Adiós, poeta. Por su parte, Zurita nació en Chile, en 1950. Su obra se ha traducido a varios idiomas como el inglés, francés, alemán, ruso, sueco, griego y árabe. Se le considera uno de los grandes poetas de su generación y ha sido ganador del Premio Pablo Neruda en 1988. En esta fiesta literaria, que se realizará del 24 de noviembre al 2 de diciembre, el país de Gabriela Mistral y Pablo Neruda ofrecerá también mesas redondas, conferencias, talleres, presentaciones literarias, recitales de poesía, exposiciones de arte y eventos musicales que van desde el rock hasta la música experimental. La presencia de Nicanor Parra, considerado por muchos el más grande de los poetas vivos chilenos, se verá plasmada en una exposición que contempla sorprendentes objetos de su autoría, que bautizó como “artefactos”, y que constituyen la más reciente encarnación de su antipoesía. La provocadora muestra se expondrá en el Instituto Cultural Cabañas. Parra, de 97 años, es el creador de la llamada antipoesía, una corriente de la post-vanguardia, cuya finalidad es quitarle lo solemne a la literatura. El autor de Artefactos ha dicho que la antipoesía es “una lucha libre con los elementos”. “La exposición presenta material desarrollado por el artista en los últimos veinte años. Poco a poco la revisión de sus cuadernos, borradores y objetos, fue sacando a la luz antipoemas y video artefactos que hoy, al mostrarse junto a sus trabajos visuales anteriores, dan cuenta de un particular universo creativo. Cada una de las piezas expuestas aquí surge tras la demolición de las fronteras entre escritura y visualidad, constituyendo una obra absolutamente actual”, se explica en el sitio web de la FIL. El epicentro de la participación sudamericana será su pabellón, que se convertirá en una “gran casa abierta”. Su estructura interna permitirá al visitante sumergirse en una multiplicidad de libros, escritores, diálogos interculturales y espacios propicios para las relaciones comerciales. Los más de 20 mil libros que Chile llevará a Guadalajara, correspondientes a títulos de cerca de 80 editoriales, darán forma a las paredes de este edificio, llenándolo de color, textura y volumen. En esta muestra, además de contar con la presencia de las grandes editoriales, participan varias de las independientes. Dentro del pabellón, diversas tablets estarán a disposición de los visitantes, quienes podrán conocer el compromiso de la industria editorial chilena con el nuevo usuario del libro digital. Su contenido dará a conocer una muestra de obras de la literatura nacional. En ese mismo espacio del pabellón estará montada una exposición de caracolas que coleccionó el poeta Pablo Neruda a lo largo de su vida. La participación chilena incluye tanto los programas profesionales como académicos que se desarrollarán durante la FIL Guadalajara. En el caso del programa profesional, la organización contempla ofrecer todas las plataformas adecuadas para impulsar mesas de negocios entre editores, distribuidores y libreros chilenos con sus pares extranjeros, para generar acuerdos comerciales y acercamientos que impulsen la internacionalización del libro chileno. La presencia de Chile como país invitado de honor en la FIL es organizada por el Consejo de la Cultura y las Artes de Chile. Al gobierno chileno le cuesta dos millones de dólares su participación como país invitado, dijo Luciano Cruz-Coke Carvallo, ministro de Cultura de Chile. La FIL tiene un costo de 60 millones de pesos y es la feria del libro más importante del habla española con la presencia de casi dos mil editoriales. Chile asistirá a la FIL con 70 escritores, críticos, ilustradores, guionistas, investigadores y científicos, a quienes se suman autores del extranjero invitados a integrar la delegación. Los nacidos en la tierra de Pablo Neruda son Verónica Abud, Pedro Lemebel, Alfredo Matus, Luis Barrales, Óscar Barrientos, Álvaro Bisama, Roberto Brodsky, Esteban Cabezas, Alejandro Jodorowsky, Guillermo Calderón, Gonzalo Contreras, Alejandra Costamagna, Poli Délano, Ramón Díaz Eterovic, Juan Manuel Egaña, Mauricio Electorat, Santiago Elordi, Diamela Eltit, Arturo Fontaine, Alberto Fuguet, Leila Guerrero, Óscar Hahn, Manuela Infante, Andrea Jeftanovic, Germán Marín, Gonzalo Martínez, Gonzalo Maza, Marcelo Mellado, Lina Meruane, Neva Milicic, Sergio Missana, Sonia Montecino, Alberto Montt, Francisco Mouat, Francisco Ortega, Luis Poirot, Cynthia Rimsky, Marcelo Rioseco, Hernán Rivera Letelier, Pablo Simonetti, Héctor Soto, Alejandro Zambra y Diego Zúñiga. Los autores invitados por Chile, de otros países, son hasta el momento Briceida Cuevas, Christopher Domínguez, Julieta Fierro, Yuri Herrera, Ilan Stavans, Natalia Toledo y Juan Villoro, de México; Ignacio Echevarría y Jorge Wagensberg, de España; Camilo Jiménez, de Colombia, y Julio Ortega, de Perú. En la Explanada de la FIL se presentarán agrupaciones y solistas como el legendario grupo Los Jaivas, con casi medio siglo de existencia; las revelaciones roqueras en clave pop Francisca Valenzuela y Javiera Mena. Asimismo, Los Tres, también muy reconocidos, además de los muy actuales de Los Bunkers, Astro, Gepe y Pedro Piedra, y el dúo Surtek. Para el cierre de las actividades se prepara un homenaje a Violeta Parra realizado por sus nietos Javiera y Ángel Parra y artistas invitados. Fallecida en 1967, la compositora era hermana del poeta Nicanor Parra. El espectáculo se llama “El árbol de la vida”. En el terreno de las artes escénicas se presentará un ciclo de dramaturgia joven, que incluye lo más destacado del país sureño, y contempla las obras Cristo, de la Compañía de Teatro Chile; Niñas araña, de la Compañía Central de Inteligencia Teatral, y Villa+discurso, de la Compañía de Teatro Playa, además de la obra de danza contemporánea Sin testear del otro lado. Entre la oferta destaca un ciclo de cine integrado por nueve películas recientes, que “dará cuenta de la variedad de la producción chilena reciente en esta disciplina”, dice el comunicado del anuncio del programa literario de Chile como invitado de honor. A la muestra de artefactos de Nicanor Parra se suma “Chile, fotografía y convivencia”, que estará en Casa Vallarta. En esta exhibición “destaca el trabajo de fotógrafos emergentes que dan cuenta de la realidad sociopolítica chilena en diversos episodios de la historia”, detalla la FIL en su web. En esta exposición sobresale el trabajo de Paz Errázuriz, Tomás Munita, Rodrigo Gómez Rovira, Jorge Brantmayer, Kena Lorenzini y Helen Hughes. En el Museo Regional de Guadalajara se expondrá “Sueños del Rütrafe”. La muestra se integra por una colección de platería mapuche, la cual está compuesta por 90 piezas originales que datan del siglo XIX. “La colección permite mostrar el patrimonio cultural mapuche, compuesto por atractivas piezas de platería; y la riqueza de Chile como un país multiétnico y pluricultural a través de estos antiguos oficios”, según explica la sinopsis de la obra. Fuente: El Informador *** Michoacán publica un diccionario que recoge a sus escritores La Secretaría de Cultura del estado mexicano de Michoacán (Secum) presentó el pasado viernes 6 de julio el Diccionario de autores michoacanos, un primer tomo de un total de tres proyectados como idea original para rendir un homenaje a los hombres y mujeres de letras que a lo largo de cinco siglos han legado aportaciones al quehacer artístico de la región. El escritor Rafael Calderón Torres, crítico del entorno cultural estatal, realizó los comentarios de la obra al interior del auditorio del Centro Cultural Clavijero. La edición de la Secum a través del Centro de Documentación e Investigación de las Artes, se concretó gracias al convenio establecido con Jitanjáfora Morelia Editorial y el grupo no lucrativo Red Utopía A.C. Su carácter de bibliografía con información básica elemental, testimonial con descripciones de los géneros literarios, hemerográfica y con fichas de contenidos de producción destacada en cada autor originario de todo Michoacán, representa “un primer paso gigantesco para cruzarse en su contenido la literatura culta y popular”, apuntó. Reconoció el diseño, la calidad de la materia prima, su encuadernación cosida en forma artesanal y la labor de manufactura de cada libro que lo coloca “a la altura de los autores y les rinde un merecido homenaje”. El diccionario instituye una fuente de consulta básica, estimó, “y aspira a ser popular como medio de divulgación permanente”. La obra tuvo su origen en un proyecto cultural muy amplio desde inicios de la administración a cargo del ex gobernador Lázaro Cárdenas Batel, y fue arropado por la figura de Luis Jaime Cortez como primer titular de la dependencia a partir de su creación en 2003. Su elaboración se desarrolló durante la administración estatal pasada y en este 2012 finalmente se materializó en un primer tiraje de 500 volúmenes. El primer volumen, de 791 páginas, incluye 161 cédulas-entradas con diversas muestras textuales de cada autor e ilustraciones gráficas alusivas; además, un “Universo de Autores” con alrededor de 700 fichas elementales e información hemerográfica y de múltiples fuentes generales. Aunque “es una obra perfectible, su huella de publicación es fundamental en estos tiempos”, manifestó el escritor después de calificar a la literatura como la fuente de la cultura en la entidad, e insistió en que la primera edición es sólo una muestra del amplio universo de escritores michoacanos destacados. En calidad de moderadora de la presentación, Laura Eugenia Solís Chávez, coordinadora general del proyecto, refirió el proceso de recaudación del material que sustenta los contenidos, iniciado desde 1998 por José Mendoza Lara, director del mismo y apasionado del arte literario. “No es una investigación sino una compilación organizada en un primer corte de 500 años de la literatura del horizonte michoacano”, expresó Mendoza, y urgió la presencia de una versión digital del diccionario en la Internet para que éste sea de libre acceso. “Es el mejor estímulo que puede tener nuestra colectividad y las instituciones para seguir ejerciendo la literatura”. Fuentes: Cambio de Michoacán • MiMorelia.com *** Plácido Domingo presenta en Chile la ópera Il Postino El tenor español Plácido Domingo presentó este 6 de julio en Chile la ópera Il Postino, en la que interpreta al poeta chileno Pablo Neruda, un personaje “profundo” al que lamentó no haber conocido en persona la primera vez que visitó el país, en 1967. “Pablo Neruda es un personaje muy profundo, con sus ideas extremas, pero pensando siempre en una igualdad y en los derechos humanos como pocos escritores y artistas lo han hecho”, dijo Domingo en una conferencia de prensa en el Teatro Municipal de Santiago. Tras un exitoso estreno en Los Ángeles (EUA) en 2010 y después de pasar por Viena y París, Il Postino aterriza en América Latina con cinco funciones, del 9 al 14 de julio, en la capital chilena. Luego la obra será presentada en México. Domingo ofrecerá posteriormente un concierto gratuito, el martes 17, en el Centro de Eventos Movistar Arena del Parque O’Higgins, con capacidad para más de 10 mil personas, quienes ya recibieron sus invitaciones el domingo pasado. La obra, escrita por el compositor y libretista mexicano Daniel Catán, que falleció repentinamente en abril del año pasado, es la versión lírica en español de la novela Ardiente paciencia (1985), del chileno Antonio Skármeta, que también fue llevada al cine como Il Postino en 1994. La trama narra la relación entre Pablo Neruda y un cartero de una isla italiana a quien ayuda a conquistar a su amada y a descubrir la pasión por la poesía. Plácido Domingo destacó la dificultad de interpretar a personajes no ficticios, como Neruda en Il Postino, y lamentó no haber conocido personalmente al Premio Nobel de Literatura cuando visitó Chile por primera vez en 1967. “Una decepción grandísima mía es no haber conocido a Neruda en 1967”, dijo el tenor, quien recordó que en esa época el poeta se encontraba en Chile. Unos años después, durante el gobierno de su amigo Salvador Allende (1970-1973), Neruda fue nombrado embajador en Francia. El poeta falleció pocos días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, aquejado de un cáncer de próstata. Plácido Domingo lamentó también la ausencia del libretista de la obra, el mexicano Daniel Catán, al que elogió por haber creado un trabajo “sin pretensiones pero con gran sinceridad”. “Armónicamente la obra tiene momentos en los que es riquísima y uno se da cuenta de que es una obra del siglo XXI”, apuntó el tenor español. Domingo aseguró que Catán supo plasmar en la partitura la grandeza de la novela de Skármeta, quien tuvo “la ilusión, la esperanza y, por qué no, la ambición de que su obra llegara lejos”. También celebró que el compositor mexicano se inclinara por escribir la ópera en español en lugar del italiano, a pesar de que la mayoría de los personajes de la película Il Postino son italianos. “Hubiera sido más fácil escribirla en italiano, pero la quiso hacer en español y le estoy muy agradecido porque nuestra lengua es muy rica y todo viene de un libro que fue pensado en español”, indicó Domingo. En tres de las cinco funciones que se presentarán en Chile, Domingo estará acompañado por el elenco que estrenó la obra en Estados Unidos hace dos años. El cartel está formado por el tenor Charles Castronovo, como el cartero Mario Ruoppolo, la soprano Amanda Squitieri, como la enamorada Beatrice Russo, y la soprano chilena Cristina Gallardo-Domas, que se pone en la piel de la mujer del poeta, Matilde Urrutia. En las dos funciones restantes, los españoles Vicente Ombuena e Israel Lozano interpretarán a Pablo Neruda y el cartero, respectivamente, mientras que el resto del elenco será el original. Il Postino es una coproducción de Los Angeles Opera con el Theater An Der Wien (Viena) y el Théâtre Du Chatelet (París). Antonio Skármeta, que estuvo presente en la presentación de la obra, consideró que Domingo es la “encarnación perfecta” de Neruda. “Lo es por la fuerza y la ternura que tiene la poesía de Neruda y la voz de Plácido”, dijo Skármeta, quien destacó que el tenor es “inmensamente histriónico y dramático, pero sabe suavizarse con una dulzura muy comunicativa”. El autor, ganador del Premio Planeta en 2003, se mostró sorprendido por la calidad de la música y la interpretación de los artistas. “Yo soy nada más que el autor de una simple novela, pero la proyección que le han dado las personas que han trabajado con ella me hace tremendamente feliz”, apuntó. Fuentes: BioBioChile • EFE *** Horacio Castillo habla de su poesía en un libro de Alfredo Jorge Maxit El 5 de julio se cumplieron dos años de la muerte del reconocido poeta argentino. Este es el 18º título publicado en la colección Poesía de Editorial Letralia y puede leerse en la Web o descargarse como un libro de 58 páginas en formato PDF. El 5 de julio de 2010 fallecía en La Plata, a los 76 años, el escritor argentino Horacio Castillo, autor de una obra vasta y profunda que también se destacó en el ensayo y la traducción. Al cumplirse dos años de su partida, su paisano y amigo Alfredo Jorge Maxit (http://www.letralia.com/firmas/maxitalfredojorge.htm) ha recopilado una serie de textos en los que el autor analiza su propia poesía, y que conforman el libro La poesía de Horacio Castillo por Horacio Castillo, que ahora publica, en la Web y en formato PDF, el sello venezolano Editorial Letralia. Maxit ha recuperado la voz del poeta Castillo valiéndose de sus respuestas a diversas entrevistas en las que habló de su obra poética, de la evolución de la misma y, más en extenso, de su mirada sobre la poesía. También recoge citas de Castillo provenientes de otras fuentes e incluso de conversaciones y correspondencia sostenidas con él. El libro, además, constituye una breve antología que recorre toda la producción poética del autor. “La poesía, la alta poesía nos recuerda o, más bien, nos hace patente, que somos por un instante conciencia del Universo y por esa conciencia el Universo existe”, dice Castillo en uno de los textos citados. Miembro de la Academia Argentina de Letras y un reconocido admirador y difusor de la cultura clásica, fue ganador del Primer Premio Fondo Nacional de las Artes por traducción literaria, en 1988, y Premio Konex-Diploma al Mérito, en 1993. La ciudad de La Plata lo declaró su hijo ilustre en 2001 y textos suyos recorrieron el mundo traducidos al francés, italiano, portugués, inglés, griego y japonés. Nacido en Colón en 1942, Alfredo Jorge Maxit es poeta, dramaturgo y crítico literario. Entre sus poemarios se encuentran Des/habitaciones (2006), Sombras de luz (2007), En tránsito (2008), La poesía desde los poemas (2009) y Cada luz (2011). En 2011 obtuvo el Premio Internacional Federico García Lorca (2011), otorgado por la Cátedra Libre de Cultura Andaluza y Ediciones Hespérides. La poesía de Horacio Castillo por Horacio Castillo es el 18º título en la colección Poesía de Editorial Letralia y, como todos los libros de este sello venezolano, puede ser leído directamente en la web (http://www.letralia.com/ed_let/castillo) o bien descargarse en formato PDF (http://www.letralia.com/ed_let/castillo/pdf.htm) como un volumen de 58 páginas. Creada en 1996 en la ciudad de Cagua, Aragua, Letralia es la primera revista cultural venezolana en Internet y la primera publicación literaria que se difundió por correo electrónico en todo el mundo de habla hispana. Su proyecto Editorial Letralia, que se inició en 1997, lleva a la Web libros digitales en español de acceso gratuito. *** Edgar Borges presenta en Venezuela su más reciente novela Después de cinco años, el escritor venezolano residenciado en España regresa a su país para presentar El hombre no mediático que leía a Peter Handke, en sendos actos en Maracaibo y Caracas. El escritor venezolano Edgar Borges (http://www.letralia.com/firmas/borgesedgar.htm) presentará su más reciente obra, la novela El hombre no mediático que leía a Peter Handke, en dos foros que se celebrarán este sábado 14 de julio en la II Feria del Libro de Maracaibo (Zulia) y el martes 17 en la librería Alejandría, en Caracas. Publicada por Ediciones En Huida (http://www.edicionesenhuida.es), la novela cuenta la historia del escritor Edgar Borges quien, a medio camino entre alter ego y personaje de ficción de su autor, desarrolla una investigación sobre la obra del escritor austríaco Peter Handke, descubriendo que padece un severo problema de comunicación que amenaza con aislarle de la sociedad, y conectando con espacios de ficción relacionados con la realidad de un hombre cuyo único bien comunicacional es la biblioteca de Handke. Ediciones En Huida acaba de concretar un acuerdo para que a partir de este mes Editorial Conejo Blanco (http://www.conejoblanco.com.mx), de México, distribuya la novela en tierras aztecas. La novela, además, será lanzada en Francia el año próximo, en una versión que ya está preparando una traductora francesa de importante trayectoria. Nacido en Caracas en 1966, Borges reside desde hace cinco años en España, donde además ha publicado las novelas ¿Quién mató a mi madre? (finalista del III Premio de Novela Ciudad Ducal de Loeches, Madrid, 2008) y La contemplación (I Premio Internacional de Novela “Albert Camus” 2010); el relato ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe? (edición bilingüe, español-inglés, 2009), y el libro Crónicas de bar (2011). Relatos suyos han sido incluidos en antologías publicadas en México (Microdosis, Ciudad de México, 2011) e Italia (Buena Letra, Roma, 2012), y parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano y al portugués. Tras la presentación este sábado en la II Feria del Libro de Maracaibo, Borges viajará a Caracas para participar en un foro sobre la novela, junto con la filósofa Antonia Cipollone y el escritor Héctor Torres (http://www.letralia.com/firmas/torreshector.htm). La actividad será el martes 17 de julio a las 7 de la noche en la librería Alejandría II del Centro Comercial Paseo Las Mercedes. *** Poetas aragüeños recibirán reconocimiento en Maracay En su aniversario número 38 el Centro Cultural Higuaraya Capanaparo, de Maracay, Aragua (Venezuela), ha preparado el evento “La poesía es un oficio urbano”, en cuyo marco se entregará, por primera vez a la literatura, el acostumbrado reconocimiento “Nuevos valores en el arte”, que en esta oportunidad recaerá sobre Astrid Salazar (http://www.letralia.com/firmas/salazarastrid.htm), Aarón Almeida Holmquist y Gloria Dolande (http://www.letralia.com/firmas/dolandegloria.htm). Las palabras estarán a cargo del poeta Manuel Cabesa (http://www.letralia.com/firmas/cabesamanuel.htm), tras lo cual se realizará una lectura poética en la que participarán Jesús Morín, Yadira Pérez (http://www.letralia.com/firmas/perezyadira.htm), Marianela Cabrera (http://www.letralia.com/firmas/cabrerapinedamarianela.htm), Reynerd Rodríguez y Mary Moreno. Habrá, igualmente, una actuación musical a cargo de Sandino Marín, Francisco Calderón y Miguel “Coco” Rodríguez. Durante el evento se llevará a cabo también la graduación de la 6ª Promoción de Fotografía Digital dictada por Gregorio Alfonso Solano. En las instalaciones del espacio cultural se exhibirán los trabajos de los graduandos, Nazaret Arévalo, Luis Herrera, Oriana Chávez, Jesús Moreno Muñoz, Daniel Vásquez, Maritza Márquez, Atamaika Silva y Luisa Sánchez. La actividad tendrá lugar el viernes 20 de julio a partir de las 7 de la noche en el Centro Cultural Higuaraya Capanaparo, ubicado en la Mezquita Sur de la Maestranza César Girón, en la avenida 19 de Abril de Maracay. Fuente: Centro Cultural Higuaraya Capanaparo *** Círculo de Escritores de Venezuela juramentará a su nueva directiva El próximo 27 de julio se celebrará en el Auditorio de la Universidad Alejandro de Humboldt, en Caracas, la ceremonia de toma de posesión de la nueva directiva del Círculo de Escritores de Venezuela. La organización, que agrupa a varios de los más importantes escritores y poetas venezolanos, escogió el pasado 27 de mayo a quienes se encargarán de sus riendas en este período. La actividad se iniciará con palabras de la presidenta saliente, Carmen Cristina Wolf (http://www.letralia.com/firmas/wolfcarmencristina.htm), tras lo cual se leerá el acta de proclamación y se tomará el juramento a los nuevos directivos. Posteriormente, el doctor Garam Mattar, director de Cultura de la Universidad Alejandro de Humboldt, presentará al presidente entrante, Carlos Alarico Gómez, quien pronunciará asimismo unas palabras. El acto, que contará con el licenciado Víctor Mendoza Coronado —director de Protocolo de la universidad— como maestro de ceremonias, concluirá con una actuación del Orfeón de esa casa de estudios y un brindis cortesía de la empresa Tamayo & Cía. La directiva presidida por Alarico Gómez está compuesta por Jon Aizpúrua (vicepresidente), Luis Beltrán Mago (director general), Álvaro Pérez Capiello (consultor), Ildemaro Torres (director de Cultura), Carmen Cristina Wolf (gerente general y coordinadora de Medios), Lidia Salas (directora de Promoción y Difusión), Carlos Pacheco (director de Crítica Literaria), Magaly Salazar Sanabria (http://www.letralia.com/firmas/salazarsanabriamagaly.htm; directora de Relaciones Institucionales), Enrique Viloria Vera (director de Relaciones Internacionales), Edgar Vidaurre (director editorial), Rosario Anzola (directora de Eventos Especiales) y Anabelle Aguilar (directora de Finanzas), así como Jorge Gómez Jiménez (http://www.letralia.com/firmas/gomezjimenezjorge.htm), Lesbia Quintero (http://www.letralia.com/firmas/quinterolesbia.htm), Frank Ziccarelli, Ligia Colmenares, Jasón Maldonado y Carmen América Oropeza como coordinadores de proyectos. En el Consejo Consultivo, por su parte, están Ana Teresa Torres como presidenta, José Tomás Angola como vicepresidente y los miembros Eduardo Casanova, Helena Sassone, Carolina Jaimes Branger, Roberto Lovera de Sola, Joaquín Marta Sosa, Atanasio Alegre, Nora Bustamante, Carlos Gottberg, Carmen Mannarino, Inés Muñoz Aguirre (http://www.letralia.com/firmas/munozaguirreines.htm), Lupe Rumazo, Edda Armas (http://www.letralia.com/firmas/armasedda.htm), Marisol Marrero, Heberto Gamero Contín, Rogelio Bianco, Miguel García Mackle y Laura Febres. La Universidad Alejandro de Humboldt está ubicada en la avenida Rómulo Gallegos de Los Dos Caminos, en la capital venezolana. El acto se iniciará a las 6 de la tarde. Fuente: Círculo de Escritores de Venezuela *** 3ª Feria del Libro de Caracas dará especial importancia al ensayo Entre el 27 de julio y el 5 de agosto, la plaza de Los Museos, el Eje del Buen Vivir, el Museo de Bellas Artes y el Museo de Ciencias serán los escenarios de la 3ª Feria del Libro de Caracas, evento que organiza la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte) de la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital a propósito del 445º aniversario de la capital venezolana. El presidente de Fundarte, Freddy Ñáñez, informó que participarán 52 editoriales (el año pasado estuvieron 31), entre públicas, privadas, independientes, alternativas y comunitarias. Comentó que éstas estarán divididas en tres grandes áreas: la universitaria, la de literatura general y la de literatura infantil. “Tendremos el Pabellón Infantil y Juvenil Miguel Vicente Pata Caliente, donde concentraremos actividades no sólo recreativas, sino también formativas, para la inclusión de nuevos sujetos a la escritura o a la experiencia creativa dentro de la literatura”, acotó Ñáñez. Agregó que este año la Feria del Libro girará en torno al ensayo. Explicó que escogieron impulsar ese género literario porque consideran que dinamiza y fomenta la reflexión y, por tanto, las posibilidades de seguir construyendo un pensamiento crítico fundamentado en la actualidad. “Es una herramienta plural desde donde se pueden interpretar las artes y el rol del artista dentro de una sociedad que está en cambios estructurales y dentro de un mundo que clama por un nuevo sentido y una nueva razón para vivir, existir y continuar desarrollando espacios sociables”, agregó. Aseguró que para este año el evento creció tanto en cantidad de editoriales participantes como en el espacio que van a ocupar. “La feria se está convirtiendo en una referencia para los creadores, distribuidores y vendedores de libros. Allí convergen distintos modos de ser y de hacer la edición de libros y distintos discursos visibilizados. Es el fortalecimiento de una bibliodiversidad”, sostuvo. “Ya no sólo estaremos en la Plaza de Los Museos. Este año el circuito comienza en la Unearte, pasa por el Eje del Buen Vivir, va hacia la Plaza de Los Museos y termina en la entrada del parque Los Caobos. A eso se le suman dos aulas en los museos de Bellas Artes y de Ciencias, donde se hará el programa académico”, indicó. Ñáñez señaló, también, que en el evento habrá un espacio especial para la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, entidad con la que Fundarte ha convocado, hasta el 21 de septiembre, el Primer Concurso de Narrativa “La paz es lo que cuenta”. Mencionó que una de las actividades especiales previstas para esta tercera feria es un homenaje al pensador y escritor Ramón Losada Aldana (Lara, 1927). “Él ha sido, creo yo, una de las lumbreras en la interpretación marxista de la historia desde nuestra propia realidad, desde nuestra mirada, y ha dado aportes importantísimos para la construcción de un pensamiento crítico latinoamericano”. Ñáñez dijo que para esta tercera edición se realizarán más de 150 actividades formativas. “Habrá presentaciones de libros, foros, conversatorios y discusiones en torno al ensayo, al pensamiento actual, a la crítica y a la necesidad de una reevaluación constante de los procesos sociales que desembocan en crisis y también en las soluciones de sus mismas crisis”. Dentro de la programación del evento está pautada, también, la entrega de los premios nacionales de literatura Stefania Mosca, que incluye narrativa, poesía, ensayo y crónica, y el de dramaturgia César Rengifo, ambos organizados por Fundarte. Anunció que se presentarán veinte nuevos títulos del Fondo Editorial Fundarte, que se suman a los 150 que hay hasta ahora, en dos años de su existencia. Aparte de esto, Ñáñez comentó que una de las novedades es que se realizarán actividades culturales nocturnas para el disfrute de los caraqueños. “De once de la mañana a nueve de la noche tendremos los eventos que tienen que ver con el libro y la difusión del pensamiento; y en la noche, en el Eje del Buen Vivir, tendremos actividades como conciertos, DJs, recitales y performances. Las artes urbanas acompañarán al libro en esta celebración de los espacios recuperados por la Revolución para el encuentro, la convivencia, el disfrute, el goce estético”, dijo el funcionario. Fuente: CiudadCCS *** Ortodoxia, heterodoxia y herejías, tema de un coloquio en México Del 15 al 17 de agosto se realizará en el Centro Cultural Isidro Fabela, en Ciudad de México, el V Coloquio Internacional Religión y Símbolo (http://www.facebook.com/events/331278923623695), evento que bajo el lema “Ortodoxia, heterodoxia y herejías” es organizado por la Sociedad Mexicana para el Estudio de las Religiones, en coordinación con la Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, el Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México y la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). La actividad ya ha sido realizada con éxito en 1999 en Tlaxcala y en 2002, 2005 y 2008 en Taxco de Alarcón, estado de Guerrero. Tiene como propósito dar a conocer entre los especialistas mexicanos las investigaciones que se realizan en otros países iberoamericanos, además de fortalecer los vínculos académicos e institucionales entre los especialistas del fenómeno religioso a nivel internacional en lo general y entre las naciones invitadas en lo particular. María del Mar Marcos Sánchez, de la Universidad de Cantabria, pronunciará el 15 de agosto la conferencia inaugural, titulada “¿Qué es un hereje? Perspectivas desde la antigüedad”. Posteriormente Roberto Sánchez Valencia, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Unam, pronunciará su charla “La construcción de la ortodoxia en los tiempos paleocristianos”. Las actividades de ese día concluirán con la conferencia “La Iglesia de Constantino: católicos, cismáticos y herejes”, a cargo de José Fernández Ubiña, de la Universidad de Granada. “Heresías y heresiarcas en el califato Abbasí” será la conferencia de apertura del 16 de agosto, y estará a cargo de Serafín Fanjuul García, de la Universidad Autónoma de Madrid. Le seguirán Ester Shabot, del diario Excélsior, con su charla “La heterodoxia en el judaísmo como punto de la modernidad”, y Ramón Teja Casuso, de la Universidad de Cantabria, con “La mujer como portadora de herejía: de la Antigüedad a la Historia de los heterodoxos españoles de M. Menéndez Pelayo”. El 17 de agosto, Luis González Reimann, de la Universidad de California, hablará de la ortodoxia y la heterodoxia en India; siendo seguido por Arturo Ponce Guadian, de El Colegio de México, con una conferencia sobre los alawitas, y concluyendo con Yoana Hernández, del Instituto de Historia de Cuba, con su charla “Las iglesias en Cuba entre lo sagrado y lo ‘hereje’. Una visión desde la historia”. El coloquio tiene una cuota de inscripción de 600 pesos, con descuentos a investigadores, académicos y estudiantes. Los interesados pueden solicitar mayor información telefoneando al 4040.5400, extensión 4347, de la Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, o escribiendo a las direcciones electrónicas gtorres_yolotl@yahoo.com.mx, de la doctora Yólotl González Torres, coordinadora del coloquio; Alberto-desingh@gmail.com, de Alberto de León, o lirea_1@hotmail.com, de Diana Zárate. Fuente: Organizadores del evento ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === Julio Cortázar o Las trampas de la Revolución ========================= === Andrés Téllez Parra =================================================== “¿Hablar de Rayuela? No podría, ahora. Todo me parece distinto, distante, absurdo” (1). Es 1975. Doce años después de la publicación de la novela que lo colocaría no sólo como uno de los puntales de la llamada literatura del “boom” latinoamericano, sino como una imagen, un icono más de la Revolución Cubana. Aquel escritor a quien un despistado Carlos Fuentes pidiera, cuando fue a visitarlo a su casa en París, que lo presentara con su papá, ya no existe. Y, a pesar de que cuenta más de 60 años, tiene muy pocas canas y su rostro aún conserva rasgos infantiles. Ya es un escritor que ha atravesado el cenit de la escritura: se encuentra en pleno ocaso. Su última novela, Libro de Manuel, desdibujada, esquemática, trunca, lo ha hecho acreedor a un premio, reconocimiento proveniente de su segunda patria, donde realmente surgió el escritor: el premio Médicis étranger de Francia. La suma recibida es simbólica: apenas 950 dólares, que gustosamente entrega a Rafael Gumucio, representante de la resistencia chilena contra la Junta Militar. Un gesto más para demostrar públicamente su compromiso con las causas de la Revolución. Escribe, aún escribe. Ha asumido como propio el epígrafe a “El perseguidor”: “Sé fiel hasta la muerte”. Y se aferra a su escritura. Lleva más de una década tratando de empatar su amor por la literatura y su compromiso con la Revolución. No lo ha logrado. Se encuentra nadando entre dos aguas. Afirma una y otra vez, como queriendo convencerse a sí mismo, que no pretende emular al Che Guevara: “No soy el Che, no te hablo de meterme en la guerrilla, sino de una operación análoga pero siempre quedándome (y éste es el problema) en la poesía, en la literatura, en las únicas cosas que sé hacer”. Al final termina sintiendo que no es suficiente, que la escritura no basta: “Escribir, sí, pero de manera que el afecto que sienten por mí se traduzca en fuerza, en levadura, en revolución. Y cuando digo revolución quiero decir también la lucha armada, los ‘cuatro o cinco Vietnam’ que pedía el Che. [...] ¿El desenlace de todo esto? Nada urge y todo urge: ya se verá. Por el momento estoy despellejado, enfermo, sin reencontrar esa India donde fui tan feliz hace 12 años” (2). Hay dos rasgos del escritor argentino en los que Ignacio Solares (Imagen de Julio Cortázar, FCE) hace un énfasis particular: su “oscuro sentimiento religioso” y el sentimiento de culpa que lo atravesaban. Estos dos rasgos cobraron una relevancia superlativa en la vida de Cortázar especialmente después de su encuentro con los cubanos, en 1963, momento a partir del que, de manera recurrente, comenzará a aparecer en su correspondencia un conflicto ético (y estético) entre lo que llama su “hedonismo” y su “deber”, y que con el paso del tiempo irá calando más hondo y afectará profunda e irrevocablemente su escritura. En realidad, la famosa frase de que para él Cuba había sido como un “camino de Damasco sin conflicto visible”, está lejos de ser cierta: su relación con Cuba terminará por conflictuarlo precisamente allí donde podrá verse con mayor facilidad: en su propia escritura. Y es en la misma carta a Thiercelin donde se plantea dos preguntas que ya no lo abandonarán: ¿cómo conciliar su compromiso con la revolución con su “negativa total a hacer una literatura ‘revolucionaria’ en el sentido en que lo entiende una parte de los cubanos? E incluso escribiendo con mi independencia de siempre, digamos movido por mi placer o mi ‘vocación’, ¿cómo dar el máximo de fuerza a una obra que hoy es esperada como una suerte de pentecostés?”. En el momento en que se plantea estos interrogantes, 1968, ya está lista 62/Modelo para armar, la novela más experimental y también la que tendría la más fría acogida entre críticos y lectores. En ella trataría de llevar su concepción sobre la novela hasta sus últimas consecuencias. Y aunque la escribe con total libertad, otras voces interiorizadas ya han empezado a acecharlo con sutiles reproches sobre la pertinencia y el papel de la literatura en la Revolución. Las mismas voces ante las que, una y otra vez, parece querer justificar su escritura. Así, Cortázar, el escritor, se enfrentará al Cortázar luchador de las causas sociales, icono de la Revolución, portavoz de las Buenas Nuevas, para intentar hacer una literatura de la cual no tuviera que sentirse culpable. Para ello tendrá que expiar de alguna manera su oscuro pasado pequeñoburgués, anglófilo, francófilo y clasista, ofreciendo a la Revolución, como prueba de su buena voluntad, el sacrificio último que un escritor puede hacer: el de la propia escritura. Dicho sacrificio no consistió únicamente en participar activamente en actividades políticas, como el famoso Tribunal Russel, o en escribir una considerable cantidad de textos sobre las condiciones inhumanas en que muchos países de Latinoamérica vivían; su sacrificio consistió en ceder, cada vez de manera más significativa, su lado de “esteta” o “hedonista” en favor de su “deber”. En la que habría de ser su última novela ya es demasiado evidente la manera en que lo ha afectado su incapacidad de conciliar una literatura “fantástica”, “erudita”, con una literatura “comprometida”. Pero no solamente por la elección de los temas, sino porque en Libro de Manuel, como el propio autor reconocería, lo literario ya había pasado a un lejano segundo nivel. Ante las duras críticas de Ángel Rama a este libro, Cortázar confesaría: “Los múltiples defectos del libro cuentan menos para mí que el propósito para el cual lo escribí, y creo que se está logrando. La primera edición de treinta mil ejemplares está agotada sin haber salido casi de Buenos Aires, y el libro se vende no sólo en librerías sino en los kioscos de diarios. Una de las cosas más conmovedoras para mí ha sido que los vendedores de esos kioscos me reconocían en la calle y me llamaban para hablar conmigo y anunciarme que todo el mundo compraba el libro. Es casi terrible sentir un poder semejante sobre un pueblo, una especie de fantasma bruscamente reencarnado y que la gente busca e interroga” (3). Delirios mesiánicos o no, lo cierto es que con el paso de los años la imagen autoimpuesta de “Che Guevara del lenguaje” —no menos acentuada por ese cambio físico: la barba, la pipa, el cabello largo—, se irá afianzando definitivamente en Cortázar, y el sacrificio de su “amor por cosas que se llaman París, Saignon o Bevinco” le resultará una carga cada día más pesada: “Lamento crear tantos problemas, pero América Latina me los crea a mí, y las rayuelas se van quedando atrás” (4). “Deberás decirle a tus estudiantes que, por desgracia, mis obligaciones políticas ponen a Chile y a la Argentina en un primer plano de trabajo, y que cada vez tengo menos tiempo para sacar la tiza del bolsillo y dibujar una rayuela en la acera...” (5). “Vivo entre dos aviones o dos trenes: Cuba, Argelia, Bruselas, Toulouse... Reuniones, comisiones, mesas redondas destinadas a informar al público europeo de lo que pasa en nuestros países. Comprenderás que en esas condiciones no es fácil escribir (en todos los sentidos del término), y sin embargo procuro seguir adelante, sintiendo a ratos mi edad, que ya es mucha, y a ratos sintiéndome lo que realmente soy, un joven lleno de vida y de deseos de vivir. Ya ves que estoy lleno de ilusiones y de optimismo; en este comienzo de fin de siglo, ¿qué otra actitud valdría la pena de ser vivida?” (6). “Siento que mi deber como escritor muy leído es hacer todo lo que esté en mis manos (y esto significa mis manos frente al teclado de una máquina, sobre todo) para ayudar a ese admirable pueblo. Volveré a Cuba en enero y de ahí pasaré a Nicaragua por segunda vez. Creo que te das cuenta, Jaime, de que la literatura (incluso en su contexto literatura-política tal como se da en las universidades norteamericanas más interesantes) pasa a un momentáneo segundo plano para mí. La Argentina [...], el Uruguay, y ahora los nicaragüenses...” (7). “Carol y yo nos hemos refugiado en una casa que alquilamos a un amigo, cerca de Aix, rodeada de pinares y con todas las condiciones para leer y escribir con la mayor tranquilidad posible. (Digo ‘posible’, pues el correo sigue llegando, desde luego, y me da no poco que hacer: siempre América Latina, ese querido burdel, me está devorando...)” (8). “No creas que planeo trabajar intensamente en lo mío, porque no puedo ni quiero cambiar mis ritmos erráticos de escritura, pero sí quiero crearme un territorio en el que despertar con una idea de cuento o novela no se resuelva en la frustración de no poder llevarla al papel lo antes posible. Me ha ocurrido tantas veces en estos últimos seis o siete años, que ya me resulta imposible soportarlo” (9). “Se me hace cada día más difícil leer literatura como lo hacía antes, dejándome llevar a fondo por cada libro, como si alguien me hablara por encima del hombro, a cada instante vuelve la sensación de amenaza, y a veces paso más tiempo escuchando las ondas cortas en busca de noticias que leyendo o escuchando discos. Tristes tiempos, cada día más” (10). “Aparte de eso [el viaje y las colaboraciones en Nicaragua] consigo trabajosamente escribir uno que otro cuento, que se van acumulando hasta que un día sean otro libro. Lo de trabajoso no lo digo por los cuentos en sí, puesto que cuando me vienen, no son ningún trabajo; el problema es encontrar el momento de escribirlos, con esta vida que me ha tocado vivir desde hace años. No me quejo, ya sabés, pero hay momentos en que es duro no tener la soberana libertad que tenía hace quince años...” (11). “Novela, ni hablar; imposible imaginar ya un mínimo de seis meses de calma para ese trabajo, de modo que he tirado la esponja y me conformo con los cuentos, que nacen en cualquier parte como hijos naturales y no legítimos” (12). “Vivo una vida absurda, aunque necesariamente absurda, viajo a Poitiers en estos días (homenaje a Lezama Lima), y se acerca el momento de volver a Nicaragua. Esta noche tengo que hablar en un acto de solidaridad con los nicas. Una cosa sigue a la otra, y la literatura que se aguante...” (13). Así pues, sólo anteponiendo sus responsabilidades y deberes políticos a la creación literaria se sentía justificado para seguir escribiendo sin cargo de conciencia... aunque ese sentimiento ya nunca lo abandonaría: “Pienso que, para muchos de nuestros lectores, ese trabajo de denuncia y de testimonio les habrá confirmado lo que esperan de un escritor, además de sus libros; en todo caso, sé que puedo seguir mis ficciones más literarias sin que aquéllos que me leen me acusen de escapista; desde luego, esto no acaba ni acabará con mi mala conciencia, porque lo que podemos hacer los escritores es nimio frente al panorama de horror y de opresión que presenta hoy el Cono Sur; y sin embargo debemos hacerlo y buscar infatigablemente nuevos medios de combate intelectual” (14). Si bien es cierto que este conflicto ético repercutiría sobre su escritura y sus múltiples compromisos políticos le impedirían escribir otra novela, tampoco es menos cierto que Cortázar, desde hacía mucho tiempo, ya estaba acabado como escritor de novelas. Después de escribir Rayuela, en una carta a Jean Barnabé confesaría: “Sé que dentro de unos meses pensaré que todavía me quedan otros libros por escribir, pero hoy, en que todavía estoy bajo la atmósfera de Rayuela, tengo la impresión de haber ido hasta el límite de mí mismo, y de que sería incapaz de ir más allá” (15). Sospecha que, a la postre, resultaría ser cierta. En su proyecto más ambicioso, ya aparecía la sombra a la que teme todo escritor más que a cualquier otro tipo de compromiso “extra literario”: la imposibilidad de escribir, el silencio necesario. Mientras batallaba con la escritura de 62/Modelo para armar escribe una carta a Porrúa en la que dice: “Cada vez comprendo más a los escritores que terminan callando; el día en que ya no hay mayores problemas de expresión, todo hombre honesto se plantea el problema de si no estará haciendo trampa, escribiendo profesionalmente. O sea que apenas has ganado la batalla después de 30 años de llenar el papel, la perdés con vos mismo” (16). ¿Sacrificio de la escritura en favor de las causas revolucionarias o justificación, escape, salida ante la sospecha de que ya no se tiene nada más que decir? En una conferencia que Luisa Valenzuela dio a propósito de este autor, en un tono muy nostálgico, recordaba que en noviembre de 1983 ellos dos se encontraron en Nueva York y él, con gran timidez, le confesaba el proyecto de una novela que querría escribir una vez que se diera el tiempo de dejar de lado sus compromisos políticos, una novela perfecta, completa, que se le aparecía en un sueño recurrente; una novela en la que por fin había podido hacer converger su amor por la literatura y su compromiso político. Sin embargo, la novela póstuma, la que jamás llegaría a escribir, estaba compuesta únicamente por figuras geométricas: “El Libro del Sueño, redactado en el territorio de la pura geometría, le resultaba al soñador infinitamente más claro y comprensible que ninguno de los otros nacidos conscientemente de su pluma” (17). Al final de sus días, en la soledad de la escritura, frente a la hoja de papel en blanco, un viejo y agotado Morelli tiembla ante un asombroso descubrimiento: la conclusión de su proyecto son sólo algunas bien delineadas figuras geométricas que lo interpelan silenciosamente desde un territorio ajeno a la palabra escrita. Notas 1. Carta a Jean L. Andreu, París, 21 de abril de 1975, en Cartas 3 (1969-1983), Argentina, Alfaguara, 2000, p. 1.569. 2. Carta a Jean Thiercelin, Nueva Delhi, 2 de febrero de 1968, en Cartas 2 (1964-1968), Argentina, Alfaguara, pp. 1.225-1.226. 3. Carta a Ángel Rama, París, 9 de mayo de 1973, en Cartas 3 (1969-1983), pp. 1.519-1.520. 4. Carta a Jean L. Andreu, París, 3 de abril de 1975, en ibid, p. 1.566. 5. Carta a Raquel Thiercelin, París, 4 de abril de 1975, en ibid., pp. 1.567. 6. Carta a Jaime Alazraki, París, 22 de febrero de 1978, en ibid., p. 1.634. 7. Carta a Jaime Alazraki, París, 18 de noviembre de 1979, en ibid., p. 1.669. 8. Carta a Eric Wolf, Aix-en-Provence, julio-agosto de 1981, en ibid., p. 1.729. 9. Carta a Jaime Alazraki, Aix-en-Provence 6 de julio de 1981, en ibid., p. 1.731. 10. Carta a Saúl Sosnowski, París 9 de noviembre de 1981, en ibid., p. 1.750. 11. Carta a Jean L. Andreu, París, 9 de marzo de 1982, en ibid., pp. 1.763-1.764. 12. Carta a Félix Grande, París, 1 de abril de 1982, en ibid., p. 1.769. 13. Carta a Guillermo Schavelzon, París, 12 de mayo de 1982, en ibid., p. 1.771. 14. “América Latina: exilio y literatura”, en Obra crítica/3, Argentina, Alfaguara, 1994, p. 180. 15. En Cartas 1 (1937-1963), Argentina, Alfaguara, 2000, p. 583. 16. Carta a Francisco Porrúa, París, 19 de enero de 1966 en Cartas 2 (1964/1968), p. 982. 17. Luisa VALENZUELA, “Julio Cortázar más allá de la vigilia” en VARIOS AUTORES, Julio Cortázar desde tres perspectivas, México, Universidad de Guadalajara, Unam, FCE, 2002, pp. 14-15. ** Andrés Téllez Parra http://www.letralia.com/firmas/tellezparraandres.htm Escritor mexicano (Ciudad de México, 1979). Ha hecho estudios en filosofía y letras. Ha publicado ensayos y narrativa en distintas revistas culturales de su país. Actualmente es colaborador de la revista Replicante (http://www.revistareplicante.com). === Literatura y violencia: la paradoja del escritor colombiano =========== === Alejandro José López Cáceres ========================================== 1 Nos abruma la cantidad de hechos violentos que pueblan nuestra vida cotidiana. Y más aun cuando, al asomarnos en el balcón de la historia, descubrimos que los de ahora sólo continúan una interminable saga de acontecimientos atroces. Vivimos en un país que se ha empeñado en mantener vigentes de una década a otra, de un siglo a otro, las prerrogativas a la crueldad. La nuestra es una memoria repleta de cicatrices y nuestro presente, una herida que no para de sangrar. Todos en Colombia hemos vivido de cerca, en una forma u otra, los tormentos que inflige la barbarie. Unos más directamente: las víctimas, cuyo sufrimiento y memoria han de repararse y honrarse. Algunos hemos sido testigos consternados en esta visceral tradición de la infamia y otros han tenido que despedir a los suyos, obnubilados por su propio dolor. En nuestra aciaga historia como nación, el signo de los tiempos ha operado no pocas veces su papel de noria, transmutando a los dolientes en nuevos verdugos ansiosos de revancha. Reconocer esto no exime de su responsabilidad a quienes han ostentado el poder en este país, pero indica su cuota de sangre. Y esto exhorta, precisamente, a subrayar la insensatez del pacto social precario que se han empeñado en mantener, un sistema cuya médula sigue siendo la exclusión de la inmensa mayoría y los privilegios de un puñado de gentes. Sin embargo, este patente y lamentable escenario nacional no nos permite discernir por completo las atrocidades de nuestra violencia, ni los laberintos de nuestra ruina moral. Durante años se han ensayado interpretaciones diversas y se han desplegado análisis profusos, más o menos interesantes, muchas veces interesados. La inequidad y la injusticia son las semillas del odio; pero es verdad que luego éste sabe tener vida propia, sabe expandirse y sofisticar sus artilugios de muerte. La pobreza no explica la sevicia, la ambición no justifica el delito, el interés no implica la vileza, el poder no amerita la maldad. El estremecimiento producido por el salvajismo diario que estalla frente a nosotros nos lleva a buscar explicaciones urgentes. Los colombianos hemos asistido a la entronización del crimen en todos los ámbitos de la vida social y reclamamos respuestas que nos permitan comprender esta realidad, que nos ayuden a salvar ese abismo feroz significado en la violencia. De allí provienen todas aquellas voces que claman por un arte comprometido, por una literatura que se implique, curiosamente, en estos tiempos tan reacios al compromiso. 2 Ha sido frecuente en la historia de nuestras letras que algunos supervivientes de calamidades puntuales funjan como improvisados novelistas. El dolor, la rabia y la consternación han condicionado esta escritura, apremiada por la denuncia de unos hechos atestiguados o padecidos. De allí han surgido relatos de indiscutible valor documental. No obstante, la gran mayoría de las veces, la impericia literaria ha dado al traste con las posibilidades estéticas de dichas obras, incluso cuando fueron asesoradas o coescritas. Así ocurre con el abultado catálogo de quienes han sobrevivido a la ignominia del secuestro o a las masacres perpetradas por los distintos ejércitos que asolan el país. También es cierto que un buen número de obras proviene de autores altamente ilustrados. Para mantenernos en el ámbito de la novela, hemos de señalar el amplio repertorio de narraciones firmadas por eruditos. En estos libros, dichos autores han dejado constancia de sus conceptualizaciones en torno a las diferentes violencias de nuestra historia. Suelen ser ficciones de escritura impecable y tersa, pero lastradas por la demostración de alguna tesis. Dicho de otro modo: los personajes y las situaciones que allí se cuentan viven subordinados a las opiniones previas de quienes los han compuesto, lo cual les impide volar en esa aventura gobernada por la intuición que está en la base de toda gran novela. Sin aquel riesgo imaginativo que es inherente a la creación novelística, estas indagaciones de la condición humana carecen de auténtica perspicacia. En tiempos recientes, la hegemonía de lo comercial ha pretendido circunscribir el arte a los dominios del entretenimiento. Se ha privilegiado, entonces, la edición de novelas ligeras y divertidas. La industria del best-seller ha proscrito las narrativas de mayor densidad al considerarlas poco rentables. De esta suerte, las librerías han terminado inundadas de obras baladíes, incapaces de perdurar en las vitrinas y menos aun en la memoria de los lectores. En este tipo de relatos, la violencia sirve apenas como telón de fondo para el suspenso y, en muchas ocasiones, acaban siendo banalizados los dramas que allí se abordan. Son narraciones cuyos personajes no sobrepasan el estereotipo, cuyos lenguajes alcanzan apenas un valor de uso. El modo en que he abordado estas tres categorías hace que surjan algunas preguntas inmediatas. ¿Resulta indeseable que una novela sea divertida? ¿El hecho de contener una tesis anularía su validez literaria? ¿Debería sustraerse el novelista a cualquier tipo de denuncia? Si echamos un vistazo a las grandes obras maestras de la historia, la respuesta obligada a cada uno de estos interrogantes habría de ser negativa y los ejemplos se revelarían como pruebas irrefutables. El Quijote, la novela que funda el género, es la apología de la carcajada. Grandes novelistas, como Albert Camus o Milan Kundera, han albergado diferentes tesis en sus narraciones. Y una de las más valiosas novelas escritas en nuestro país, La vorágine, puede leerse como una acusación fehaciente al horror que caracterizó las caucherías amazónicas. Todo esto parecería indicar la poca fortuna de los planteamientos sostenidos hasta aquí. 3 Denuncia, demostración y divertimento son objetivos bastante concretos. En ello radica el problema que estoy planteando: el arte no se limita a la ejecución de un propósito. Puede cumplir alguno; pero, por definición, ha de rebasarlo. Una novela puede ser denuncia, a condición de que sea algo más; podría demostrar una tesis, siempre y cuando haga algo más; le convendría generar diversión, mientras sea capaz de producir algo más. Y a la postre, ese “algo más” es lo que le otorga su dimensión estética, su condición de obra artística. Hay un conocimiento esencial sobre la existencia, sobre la naturaleza humana, que sólo se produce en el arte. Sin embargo, éste jamás procede por vías explicativas. Su camino es el de la imaginación, de allí que se ubique en las antípodas del método científico. La crítica puede luego interpretar una obra, puede comentarla, analizarla o evaluarla; pero todo esto sucede con posterioridad al acontecimiento artístico. Por eso resulta tan discutible la idea de un arte comprometido. Siempre que se invoca, la noción del compromiso viene abrumada con requerimientos políticos, ideológicos, cívicos, religiosos; en fin, doctrinales. Estos requerimientos, ajenos a la búsqueda estética propiamente dicha, tienden a restringir la mirada del artista, del escritor, cuyo compromiso se remite a indagar la existencia en su vasto espectro y en su profunda complejidad. En el caso de la novela, toda intención de carácter extra-literario es por lo menos dudosa: un escritor no está para transmitir mensajes ni para divulgar moralejas; por eso, ha de fortalecer su criterio. Sólo de este modo podrá resistirse a cualquier exigencia que pretenda alejarlo de su propia imaginación creadora, sólo así podrá mantenerse fiel a sí mismo. El novelista no es un redentor ni un profeta. Su obra puede iluminar la comprensión de fenómenos tan desconcertantes y dolorosos como la violencia de nuestro país, a condición de que no se proponga explicarlos. Y dado que la nuestra es una realidad abrumadora, todos quisiéramos hallar respuestas urgentes, directas. No obstante, sabemos que desde la perspectiva literaria esto es un contrasentido: allí radica una de las mayores paradojas que puede enfrentar un escritor colombiano. Aquel autor que se pretenda un reformador o un gurú estaría negando con dicha actitud su genuina condición de artista. Hablar de una literatura que se implica no es otra cosa que hablar de una escritura dispuesta a indagar imaginativamente una realidad. Así lo ha hecho el más importante maestro de nuestras letras, Gabriel García Márquez, quien supo entenderlo y sobreponerse a esta paradoja. Un escritor es alguien que vive el lenguaje como un camino para crear obras perdurables, capaces de penetrar en los misterios de la condición humana; en última instancia, obras que puedan trascenderlo. ** Alejandro José López Cáceres http://www.letralia.com/firmas/lopezcaceresalejandrojose.htm Escritor y realizador audiovisual colombiano (Tuluá, 1969). Ha publicado los libros Tierra posible (crónicas, 1999), Entre la pluma y la pantalla: reflexiones sobre literatura, cine y periodismo (ensayos, 2003), y Dalí violeta (cuentos, 2005). Reside en Cali, donde dirige la Escuela de Estudios Literarios (http://estudiosliterarios.univalle.edu.co) de la Universidad del Valle (http://www.univalle.edu.co). === La grita, confusión de voces ========================================== === Reescritura de Las moradas del castillo interior ====================== === de Teresa de Ávila, de Gladys Mendía Miladis Hernández Acosta ==== “No está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho, y así lo que más os despertare a amar, eso haced”. Teresa de Ávila. La poesía puede crear extrañas conexiones, uniones espirituales y concatenación de estados de la conciencia. El pensamiento medieval, por ejemplo, sostiene que al artista se le exige, por lo menos, un estado de pureza interior en el que pueden actuar los dones del Espíritu Santo. Pensemos en los preceptos que se dan a los artistas en Schedula Diversarum Artium del abad Teófilo, y pensemos en Las moradas del castillo interior, libro en prosa que escribió santa Teresa de Ávila en el año 1577, a petición del padre Graciano, escrito en castellano antiguo, con el objetivo de, no sólo compartir la excepción de la experiencia espiritual, sino también enrumbar los directrices de la Congregación de las Carmelitas descalzas. Ya se sabe que la poeta sufrió los efectos colaterales; dicho libro fue rastreado y finalmente juzgado por la Inquisición. En él, amén de espejear la experiencia del sujeto lírico, esta “confusión de voces” vino a metamorfosearse en apelación y respuesta, en testimonio y resquiebro para aproximarse a Cristo. Camino que encontró a través de la revelación y en la procacidad del éxtasis como réplica a su dilema esencial: la frontera entre lo vivido, y lo que se quiere escribir o expresar a través de la poesía, dilatado drama para tangibilizar un horizonte escritural en contra de los inefables contrarios. Cinco siglos después, más allá de cierto grado de postergación, la poeta Gladys Mendía (Venezuela, 1975), impregnada por la solvencia estilística y los torbellinos enfáticos, logra establecer un místico código para aproximarse a su adorado ícono; para esto ha vertido sus lágrimas, ha disuelto los fantasmas del cansancio, y ha evocado a la santa para atrapar una zona implosiva de su mundo interior. Con esta nueva propuesta la autora de El alcohol de los estados intermedios, cansada de lo somático del laberinto, anticipa su extraterritorialidad para salirse del abismo, de las profundas caídas, y ambientarse en una contextualización con lo sagrado, con el absoluto. Dicho propiciamiento se enclava en el castillo interior de santa Teresa de Ávila, recorre los “siete peldaños” para esa depuración dolorosa; tránsito para el despojo, prueba dura para doblegar las contradicciones del Ser. Ejercicio para destruir las zozobrantes imperfecciones, y luego darse en ordo amoris, como materia prístina, saneada. Materia de la palabra limpia donde la muerte y la vida cobran el mismo reflejo. ¿Por qué Gladys escoge el número siete para transitar el Castillo teresiano? Primero, supongo, porque sabe que el siete es el rey de los números, porque representa la luna, y los planetas, replantea el dolor, señala un ciclo completo, la cifra predestinada donde Dios descansa y observa plácidamente el resultado de su Creación. Es asimismo el número sagrado de los antiguos egipcios, sobre él pesa de algún modo cierto poder fatal, posee todos los poderes, es el número del Silencio, el número sagrado de Dios; y silencio es lo que Gladys pide, ordena y demanda para espantar las transgresiones humanas. Silencio para morir, caer y resucitar a través del imago, donde su presencia inquiere con mucha fuerza. Acentúa su búsqueda convocando al espíritu teresiano, quizás bajo las fórmulas de Allan Kardec cuando defiende la inmortalidad, el Ser como triple Suma (espíritu, cuerpo, y alma), el ir y venir de muchas almas a través de un tiempo inexorable, un tiempo inexistente, tempo invisible que sólo la poesía respalda, donde Gladys Mendía acierta con franqueable puntería. Resulta propicio recorrer con ella los rocosos peldaños, espantar los murciélagos, sufrir la humedad y el frío, lastimarnos en las noches. Poner el pie en la Barahúnda, primer peldaño, línea del ruido, de los gritos, de las lamentaciones, y de las más espantosas confusiones. Galera espiritual donde sabemos que muy pocos logran sobrepasarla. ...alguien llama no abran no espero a nadie el viento helado de los charcos asesina miren cómo estamos con el agua hasta las rodillas qué haremos con tanta agua cuiden sus oídos de esos charcos de miedo... ...los murciélagos cuelgan del techo ¿escuchan ese sonido? es como en el sueño hermanitas saquen las gotas que me confunden los charcos... Después llegaremos al segundo: período de las Turbaciones, ramificación de esa barahúnda, segundo ensayo lacerante donde hay que resistir los azoramientos. Pasado este trance, arribamos al tercer peldaño: Combates, intersticios de la Trinidad, en esta ofensiva se limpian las malas hierbas del corazón, es la jornada de establecerse de rodillas, de purificación absoluta. De humildad soberana. Seguimos silenciosos y ganamos el cuarto nivel. Peldaño de la Entrega, de la materialización del espíritu, corporeidad con el Uno, estado amorfo de la materia en bruto que se descompone y el espíritu se libera. Luego descansamos y entramos airosos en el quinto recinto. Peldaño de los tesoros y deleites, de los placeres de los sufíes, de los toques, de los regalos, de la música, y el gozo. De modo compasivo ingresamos al sexto: umbral de las heridas, retorno al sacrificio, manera de recordar que el dolor es una asignatura pendiente en nuestras vidas. El dolor nos facilita comprender los designios, ante él se contrasta el resultado de todas las cosas. Actos y consecuencias. Causas y efectos de nuestro inconsecuente devenir. Posteriormente ganamos el último peldaño: franja del Encuentro, de la cercanía, recámara íntima para el amor, para el bien, para gravitar emparejados con nuestros semejantes, Era finisecular para la imitación de Cristo. Temporada para la seguridad y la confianza, para resumirnos en el perdón que el amor enhiesta. Para el perfeccionamiento, y el progreso humano. III un olvido de sí la soledad en compañía el silencio el sosiego IV este deleite hermanas este encandilarse sin mirar. Con este insólito título, publicado por las ediciones de El Barco Ebrio y Editorial Homo Scriptum, México, 2011, Gladys Mendía gana en su lastre místico; resulta paradójico que haya hecho posesión de los postulados ya comentados, y raro, claro está, para nuestros tiempos donde los discursos aparecen agotados por la extrema complacencia de los desatinados referentes culturales. Observo en estos textos la reafirmación de una voz que no teme conferir sus humildes cantinelas, que defiende un discurso conversacional, liso y parco, que ansía estar más cerca de sus lectores. Hay en ella una esencialidad cuasi ecuménica, un prevalecer en lo ignoto, en los misterios, en la llama virgen que oscila entre Dios y los hombres. Recorramos con ella, y sin miedo, esos peldaños que clarifican la conciencia, soportemos las experiencias, identifiquemos en estos versos una voz que se reinicia con un lenguaje desprovisto de complejidades semánticas, resonancias inoportunas, descomunales presunción de las metáforas. En La grita. Confusión de voces. Reescritura de Las moradas del castillo interior de Teresa de Ávila estamos asistiendo a una novísima expresión de Mendía, a un génesis escritural que evidencia cuánto, en grado superlativo, y sin exageraciones, esta poeta ha alcanzado al despojarse de toda concurrencia culterana, al volver a las formas claras, al modo inmaterial de tono límpido, tropo puro-cristalino- que retoma de san Juan de la Cruz, y de su correligionaria santa Teresa. ...hermanas por debajo de la puerta sale un reflejo luminoso no sé si es agua o fuego todo depende de la mano que lo toca... Gladys Mendía, lejos de imitar profundiza, ventila y canaliza una vertiente diáfana —accesible— donde resitúa el lenguaje a una escala superior: progresión semiótica que accede a una comunicabilidad poco transitada por las estéticas contemporáneas, está más allá de lo decible porque huye de las redundancias, porque se singulariza en una atmósfera duradera donde subyace el ego, el sujeto lírico se apuntala bajo los preceptos agustinianos (credo ut intelligam, creo para entender), en su obtenida unidad primigenia. Es por ello que nos dice: ...hermanas no ha sido fácil llegar hasta aquí el aire luce transparente de nuevo hijitas mías no puedo resistirme al vuelo ese vértigo etéreo de la voz Gladys adquiere armonía, sale del averno, se dispara sola, se libera, desde lo alto del castillo se ha echado a volar. Ha alcanzado la gloria, divisa una ranura, un inequívoco espacio para alejarse de las cosas mundanales, con su simple destrucción adquiere el Satori, iluminación súbita. Llega a la raíz, se evapora en la estrella resplandeciente de la mañana. Después, extraña cosa, la imagen se propaga en imagen; decanta su logos. Teresa de Ávila aprueba el libro, asiente, la abraza, y el ángel se la lleva. Vive, pues, hermana poeta, en mística lontananza. ** Miladis Hernández Acosta http://www.letralia.com/firmas/hernandezacostamiladis.htm Poeta, editora, crítica y ensayista cubana (Guantánamo, 1968). Licenciada en historia por la Universidad de Oriente (http://www.uo.edu.cu). Ha publicado los poemarios Diario de una paria (1994), La burla del vacío (1995), Los filos del barro (2000 y 2009), Memorias del abismo (2004), El conjuro de las runas (2004), Salmos para el hastío (2005), La Armada Tristeza Invencible (2009), El libro de los prójimos (2010) y La sombra que pasa (2010), así como las antologías La incierta superficie, antología poética de Francisco Muñoz Soler (compilación, prólogo y edición; 2012), El fuego recobrado, mujeres cubanas contemporáneas (compilación y edición; 2012), y Al sur de los páramos (2012). Textos suyos, además, han sido incluidos en diversas antologías de su país y el extranjero. Ha obtenido los premios Tomás Savignón 1992 y 1993, Regino E. Boti en poesía 1993, 1995 y 2000 y mención en ensayo en 2000, Manuel Navarro Luna 1993, Premio Santiago 1994, José María Heredia (premio 1995 y mención en 2006), primer accésit en el 6º Concurso Internacional La Puerta de los Poetas (Francia, 1998), y premio Ángel Escobar 2002, entre otros. Fundadora del Grupo Hispanoamericano Guantanamera 2006. Preside la Filial de Escritores de Guantánamo de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac, http://www.uneac.org.cu). === La pasión de escribir Alfonso Ramírez de Arellano ================ Algunos discursos de aceptación del Premio Nobel de Literatura ofrecen la posibilidad de asistir a la toma de posición del escritor respecto a su oficio, a su obra y al premio. Resulta impresionante contemplar cómo algunos asumen el reto de preguntarse y contestarse en público sobre cuestiones tan vitales para ellos. Otros, es cierto, las eluden refugiándose en aspectos técnicos y virtuosismos que interesan más a los del gremio que al común de los lectores. Los primeros, mis favoritos, confiesan que escriben porque no pueden hacer otra cosa. Dicen que se trata de una necesidad fisiológica o espiritual, según los casos, pero igual de imperiosa en ambos. Todo parece indicar que no es el éxito o el dinero, ni siquiera su promesa, lo que les mueve. Muchos buenos escritores que no han alcanzado la fama lo confirman diariamente con su trabajo. Lo que sí desean todos es que lean su obra. Lectores anónimos o quizá no tan anónimos. A veces toda una obra no es más que una larga carta de amor o la búsqueda desesperada de una respuesta. Para ellos escribir es una necesidad. Podría decirse que es un afán, un anhelo, un deseo, pero también una compulsión, una manía e incluso una maldición. Se parece a la pasión de leer. No necesita una explicación externa, pero ¿qué decir de la interna? Es un acto de humildad: no puedo hacer otra cosa; pero también de afirmación: lo hago porque puedo. Es una tarea menesterosa y generosa. En ese sentido se parece al amor engendrado por Penia, la precariedad, y Poros, la abundancia, según un antiguo mito griego. La mayoría habla también de una dialéctica entre la soledad y la solidaridad. Se trata de un trabajo solitario, muy solitario, pero tiene como destinatario al otro, a los otros, seguramente mientras más mejor. “De mis soledades vengo y a mis soledades voy”, pero en este ir y venir se está con los demás: reales e imaginados, vivos y muertos. La escritura, la actividad de escribir, es un proceso intermediario, a veces gozoso, a veces doloroso, casi siempre laborioso entre yo y tú, entre tú y yo, entre nosotros y, desgraciadamente también, entre nosotros contra vosotros. Albert Camus, en su discurso de aceptación, nos confesó que acostumbrado como estaba a la soledad de su trabajo y a la intimidad de la amistad, le producía cierto pánico encontrarse, solo, bajo los focos del premio, pero también que a su modo de ver... “el arte no es una diversión solitaria. Es un medio de emocionar al mayor número de hombres ofreciéndoles una imagen privilegiada de dolores y alegrías comunes. Obliga, pues, al artista, a no aislarse... Y aquellos que muchas veces han elegido su destino de artistas porque se sentían distintos, aprenden pronto que no podrán nutrir su arte ni su diferencia sino confesando su semejanza con todos”. El primer acto ineludible parece ser la confrontación con uno mismo. No sólo en términos de desafío técnico sino de verdad, otro de los elementos que mencionan mis autores favoritos. No la verdad con mayúscula que pertenece al reino de la religión, las ideologías o la ciencia, sino la pequeña verdad individual, que cuando se busca con ahínco y valentía dentro de uno, acaba convirtiéndose en verdad universal. Hay cierta retirada del mundo, una inmersión en uno mismo, para finalmente ponerse en contacto con la humanidad, pero también funciona al revés, puede significar entregarse a la naturaleza, maravillarse, sobrecogerse, para después metabolizar la experiencia y devolverla. Neruda habla del particular rito de paso que significó su huida a caballo a través de los Andes, en la frontera entre Chile y Argentina. Aquella aventura fue una constante fuente de inspiración. “Tanto y tanto nos alejamos los chilenos hasta tocar con nuestros límites el Polo Sur, que nos parecemos a la geografía de Suecia, que roza con su cabeza el norte nevado del planeta. Hay que atravesar, tuve que atravesar los Andes buscando la frontera de mi país con Argentina. Grandes bosques cubren como un túnel las regiones inaccesibles... En aquella larga jornada encontré las dosis necesarias a la formación del poema. Allí me fueron dadas las aportaciones de la tierra y del alma. Y pienso que la poesía es una acción pasajera o solemne en que entran por parejas medidas la soledad y la solidaridad, el sentimiento y la acción, la intimidad de uno mismo, la intimidad del hombre y la secreta revelación de la naturaleza”. Y Saramago, de sus años de convivencia con la persona más sabia del mundo, su abuelo pastor y analfabeto, nos cuenta: “Ese fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver”. Miguel Hernández, otro pastor, también era capaz de llegar al alma de las cosas elementales: una piedra, una rama, un latido, y ofrecérnoslas a sus lectores: “Un beso viene rodando desde el principio de los tiempos hasta mi boca”. Escribir es comunicarse. Aunque durante largos periodos de soledad adopte la forma de una actividad onanista, en el fondo no se trata de narcisismo, al menos no exclusivamente, porque está plagada de imágenes eróticas del mundo, no de uno mismo. Esa búsqueda interior de la verdad viene a significar algo así como indagar sobre lo que realmente piensan y sienten sobre aquello que están contando, no para confesarse, sino para no prolongar en la literatura las medias verdades, las mentiras, los disimulos y las justificaciones a que nos tiene acostumbrados la vida. Pero verdad y mentira son términos demasiado solemnes. En el mundo de la ficción lo verosímil es al menos tan importante como la verdad y un buen engaño puede desencadenar enormes fuerzas dramáticas. Los escritores no pueden evitar jugar con las palabras y al hacerlo juegan con los conceptos y con ellos mismos. Escribir puede ser una forma de mantener vivo el espíritu lúdico durante toda la vida. También mencionan el elemento más misterioso de todos: la belleza. Renuncio a intentar definirla, sólo diré, como García Márquez, que la poesía es la única prueba concreta que poseemos de la existencia del hombre, coincidiendo con Carlos Marzal en considerar al hombre como una criatura lírica... “Allí donde hay un hombre, hay un relato sobre lo que los hombres hacen, sobre lo que querrían hacer. La literatura representa una necesidad biológica del ser humano, que es una criatura lírica”. El escritor tiene que enfrentarse con los fantasmas y las imágenes deslumbrantes que él mismo convoca con su narración. Los que convoca, los que lo dominan o con los que convive, da igual. El escritor literario no viene a darnos una lección, a convencernos de nada, ni a mostrarnos ningún camino. Se nos muestra a sí mismo a través de sus personajes que son él y somos nosotros. La pasión de escribir está intrínsecamente ligada a la de leer o escuchar. Cuando la historia es una buena historia y está bien contada podemos vivirla como si de otra vida se tratase. Vivimos otras vidas, otras emociones, otras aventuras que están más allá incluso de las intenciones del autor. De nuevo es como el amor, más concretamente, como el enamoramiento. Nos sentimos irresistiblemente atraídos por el objeto de nuestro amor y si tenemos suerte él también por nosotros. Yo estoy en lo mío, tú en lo tuyo y ambos en este amor que nos ha nacido en forma de cuento o historia. Luego, el enamoramiento dura lo que dura y o bien se transforma en amor, en amistad, afecto... o pasamos a otra historia. Pero una vez probado su veneno: el del amor, el de escribir, el de leer, ya no hay marcha atrás, no concebimos la vida sin él. ** Alfonso Ramírez de Arellano http://www.letralia.com/firmas/ramirezdearellanoalfonso.htm Psicólogo español, especialista en psicología clínica y psicoterapia de familia. Ha trabajado como actor y director de teatro. Actualmente desempeña sus funciones en el ámbito de las drogodependencias, en el que ha recibido el premio Reina Sofía 1989 y Mención de Honor 2008. Además recibió el premio al mejor artículo de 1996 de la revista europea Ítaca por su trabajo “Drogodrama y dramadependencia” y fue finalista del premio periodístico Enrique Ferrán. Compagina la publicación de relatos en revistas literarias con artículos de divulgación científica en prensa diaria. Es autor de los libros Actuar localmente en (drogo)dependencias (GID), Problemas emergentes en jóvenes y adolescentes (CSZ) y Manual de supervivencia del empleado público o cómo defenderse del político de turno (Almuzara), así como de diversos capítulos y colaboraciones en libros y manuales. Colabora habitualmente con los medios del Grupo Joly (Diario de Sevilla, http://www.diariodesevilla.es). También ha publicado relatos y artículos en las revistas El Ciervo (http://www.elciervo.es), Cuadernos para el Diálogo y El Siglo que Viene. === Los rostros de Cervantes Ángel Castaño Guzmán ==================== A la conquista de la escritura artística —en un bello ensayo, Capote la compara con un látigo—, el poeta y novelista barranquillero Jaime Manrique (1949) le suma la compleja tarea de insuflarles aliento a personajes recluidos en los linderos de los manuales escolares; a aquellos nombres a menudo empleados para darles el aplaudido barniz de cultura a autopistas, aeródromos, estadios, coliseos, centros comerciales y demás inmuebles citadinos. El callejón de Cervantes (2011), segunda incursión del costeño en terrenos de la ficción histórica, tal vez la veta más rica de la novelística colombiana contemporánea, explora la figura del manco de Lepanto, tanto en la dimensión de sujeto concreto, echando mano de fechas y situaciones comprobables, como su no menos fascinante faceta de leyenda, quizá la de mayor relevancia hoy. La vida del para muchos padre de la novela moderna es, no hay duda, contada con facilidad por la pluma de los literatos debido a dos cosas: la casi total ausencia de datos fiables sobre él, agujeros sorteados con suficiencia por la destreza de la imaginación, y a su santificación laica. Refiriéndose a la carestía de puntos sólidos en la biografía cervantina, Nahum Montt escribe en Versado en desdichas: “Se desconoce prácticamente todo de su infancia y juventud (...). Ni siquiera se conservan sus restos ni las numerosas casas donde habitó”. Incluso los retratos incluidos en las enciclopedias y en las pancartas de promoción de lectura se pintaron una vez muerto el escritor, basados la mayoría en una descripción que de sí hizo en el prólogo de las Novelas ejemplares. En síntesis, Manrique toma un hombre clavado en el centro de las contradicciones de la celebridad: sin rostro asume miles en la fantasía de los lectores, cada día menos numerosos, que acompañan el itinerario del manchego secundado por un boquisuelto y risueño campesino. Ante la insuficiencia de certezas, ofrece una personalísima versión de los acontecimientos y motivaciones del individuo oculto entre bambalinas. Valiéndose de un procedimiento similar al esgrimido por Saramago en la estupenda El evangelio según Jesucristo, aunque con menores dosis de iconoclastia, enriquece nuestra comprensión sembrando incertidumbres, faltas, virtudes y pasiones en Cervantes, un apellido convertido con el paso de la arena por la cintura de la clepsidra en un cúmulo de información memorizado en los colegios o en el abracadabra de los intelectuales. Perfilando a grandes trazos la mentalidad de la sociedad española del famoso Siglo de Oro, Manrique teje la obra con las voces de un trío unido por las azarosas redes de la tragicomedia humana. Un siempre atribulado Miguel de Cervantes Cortinas —el Saavedra lo adoptará al momento de firmar La Galatea— narra las minucias de su búsqueda de reputación, ocultando las mal vistas gotas de sangre judía de su parentela y los escándalos amatorios de unas hermanas de moral elástica; Luis Lara, antítesis de Miguel y causante de sus padecimientos, matiza las conquistas del joven poeta y soldado de la Corona; y por último, Pascual Paredes, un arribista desprovisto de escrúpulos con tal de ascender en la escala de la burocracia, cierra el recuento de las penalidades de Cervantes y Lara. El callejón de Cervantes relata la esclavitud en Argel, los fallidos intentos de escape, la ruina financiera ni siquiera atenuada por el éxito comercial sin precedentes del Quijote amén de proponer sugestivas variantes. A guisa de ejemplo: un vivaracho Panza sufre cautiverio al lado de quien posteriormente lo hará acompañar las travesías del caballero de la triste figura, héroe inspirado por igual en Rodrigo de Cervantes, barbero en bancarrota, y en un pariente lejano de Catalina de Salazar, esposa de Miguel. No obstante, pasa por alto la rivalidad entre el protagonista de sus páginas y Lope de Vega. Un aporte no menor de la novela es la ingeniosa solución brindada a una pregunta que, junto a la cuestión del huevo y la gallina o el paradero del hijo de Lindbergh, figura en el parnaso de los enigmas: ¿quién diablos era en realidad Fernández de Avellaneda? ** Ángel Castaño Guzmán http://www.letralia.com/firmas/castanoguzmanangel.htm Escritor colombiano (Armenia, Quindío). Editor de la revista universitaria La Avenida. === Dos escritores y el haschich Carlos Barbarito ==================== *** Horacio Quiroga 1900. A su regreso de Europa, en julio de 1900, Horacio Quiroga funda, con otros amigos, el Consistorio del Gay Saber, primer cenáculo modernista en Uruguay. El grupo: Quiroga, Pontífice; Federico Ferrando, inspirador del nombre de la agrupación y, más tarde, en 1902, envuelto en un trágico accidente mortal que dejó profunda huella en el autor de “Anaconda”, Arcediácono; Julio J. Jaureche, Sacristano; Alberto J. Brignole, Campanero; Asdrúbal E. Delgado y José María Fernández Saldaña, Monagos menores. Para que las peripecias del grupo no se perdieran, resuelven registrar por escrito cada acontecimiento, por más pueril que fuese; así, remedos de misas, aventuras amorosas, reuniones para tomar mate o té, concursos literarios internos, son anotados con sumo detalle y cuidado, resultando un archivo que Quiroga resguarda toda su vida, detalle no menor teniendo en cuenta su vida nómada. Emir Rodríguez Monegal, de cuyo libro sobre Quiroga extraigo estas noticias (1), afirma que “Consistorio era un laboratorio poético, el primero y más importante del Modernismo uruguayo, anticipo de la Torre de los Panoramas de Julio Herrera y Reissig”. En la casa de pensión donde funcionaba, situada en 25 de Mayo 118, segundo piso, en Montevideo, prefiguran la escritura automática y juegan con rimas, con aliteraciones, con la semántica; sobre todo dos de ellos, Quiroga y Ferrando, quienes al no tener ocupación fija ni escuela a la que asistir, llevan la cosa lo más lejos posible, a zonas inexploradas del lenguaje, a lo que hay que sumar la elaboración de paraísos artificiales con alcohol y haschich, droga a la que el siempre audaz Quiroga recurre bajo la vigilancia de Brignole, estudiante de medicina. En un cuento titulado “El haschich” (2), Quiroga relata la experiencia no sin exageraciones, como la de aumentar tres veces la dosis (de 0,40 a 1,20 gramos) (3). Extraigo párrafos de tal cuento: ...De golpe los dedos de la mano izquierda se abalanzaron hacia mis ojos, convertidos en dos monstruosas arañas verdes. Eran de una forma falaz, mitad arañas, mitad víboras, qué sé yo; pero terribles. Di un salto ante el ataque y me volví vivamente hacia Brignole, lleno de terror. Fui a hablarle, y su cara se transformó instantáneamente en un monstruo que saltó sobre mí: no una sustitución, sino los rasgos de la cara desvirtuados, la boca agrandada, la cara ensanchada, los ojos, así, la nariz, así, una desmesuración atroz... ...Un calentador encendido, sobre todo, fue el atacante más decidido que tuve toda la noche. A ratos me escapaba al medio del cuarto, desdoblándome, me veía en la cama, acostado y muriéndome a las 11 de la noche, a la luz de la lámpara bien triste... Quiroga llega a pensar que la dosis tomada es mortal. Cuando Brignole se ausenta del cuarto, se dirige solo y desesperado hacia el balcón. La dueña de la pensión le acerca una taza de café —por idea de Brignole, quien para ese menester abandonó su vigilia por un momento—, gesto ante el cual Quiroga duda por un minuto, sumamente confundido (no entiende para quién es el café); luego, otro minuto para agarrar la taza (Monegal sostiene que la tardanza es con la intención de querer hacerse de la taza). Finalmente, bebe el café hirviendo de un solo trago. Incluso, tiene fiebre alta y un médico, que lo atiende a las siete de la tarde, afirma: “No hay nada que hacer”. Durante horas, las cosas lo acechan y lo atacan, desde todas partes, con etapas de sosiego y recrudecimiento —Brignole llega a parecerle un leopardo verde. Por último, las alucinaciones cesan. *** Ricardo Güiraldes 1910. Ricardo Güiraldes no fue una excepción, como tantos jóvenes —y no tan jóvenes— de su clase y generación no resistió el magnetismo de París, por entonces centro cultural de la modernidad. Justo en el año del Centenario, mientras su padre, intendente municipal de Buenos Aires, acompaña a bajar la planchada a la Infanta Isabel de Borbón, embajadora de su sobrino el rey de España, él ya está en pleno viaje. Primero Granada, luego París donde, entre otras peripecias, introdujo el tango en los salones de la burguesía. A los pocos meses, en compañía de Adán Diehl, un amigo con semejantes inquietudes, parte hacia otros países de Europa y de Oriente, lugar que ejercía desde siempre sobre él una fascinación profunda. Cuenta Giovanni Previtali (4): “Una noche en Ceilán, en la fabulosa ciudad de Kandy, Güiraldes tuvo una extraña experiencia. En carta escrita después a un amigo, contó que había entrado con Adán Diehl a un fumadero de haschich”. Al cabo de varias pipas, una visión muy nítida: La Argentina era un gran país en el mapa-mundi, que vino así de pronto. Conjuntamente vi su territorio, su historia y sus hombres. Maravilloso el territorio que iba desde la nieve al trópico en los dos sentidos de latitud y altura. Unos pocos hombres bravos y duros peleaban en pequeños vértices sanguinolentos, perdidos en aquel mundo, y había en el ambiente fuertes gritos de rebeldía y de fe en la propia capacidad. Yo veía muy bien todo esto desde mi conocimiento de civilizaciones completas y ya en retroceso y cuando en la calma de los momentos actuales el país se me presentó liso y aparentemente hecho, vi que todo en él era imitación y aprendizaje y sometimiento, y que carecía de personalidad, salvo en el gaucho que, ya bien de pie, decía una palabra nueva. No era cuestión para mí, en ese momento, argüir nada. El hecho tenía carices de axioma y yo comprendía, no como quien razona, sino como quien constata una “evidencia” (5). Notas 1. RODRÍGUEZ MONEGAL, Emir. Genio y figura de Horacio Quiroga, Eudeba, 1967. 2. Publicado originalmente en El gladiador, Buenos Aires. Asimismo, según el propio Quiroga, la práctica incluía opio, éter y cloroformo. 3. También el grupo indagó en el erotismo, a partir de lecturas como Oda a la desnudez, de Lugones. 4. PREVITALI, Giovanni. Ricardo Güiraldes. Biografía y crítica. México, Ediciones de Andrea, 1965. 5. GÜIRALDES, Ricardo. “Carta a Valery Larbaud, en la Isla de Elba”. En: Sur, 233, marzo-abril, 1955, 110-117. ** Carlos Barbarito http://www.letralia.com/firmas/barbaritocarlos.htm Escritor argentino (Pergamino, 1955). Su obra literaria comprende quince libros de poesía y dos de crítica de artes plásticas. Ganador del Premio Fundación Alejandro González Gattone, Premio Fondo Nacional de las Artes (http://www.fnartes.gov.ar), Premio Dodero de la Fundación Argentina para la Poesía (http://www.letrasargentinas.com.ar), Premio Bienal de Crítica de Arte Jorge Feinsilber, Premio César Tiempo, Premio Raúl Gustavo Aguirre de Sade, Mención de Honor Leopoldo Marechal, Mención de Honor Carlos Alberto Débole, Gran Premio Libertad, Premio Francisco López Merino, Premio Hespérides, Premio Iparragirre Saria, Mención Plural de México y mención honorífica en el Concurso de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires. Figura en el Breve diccionario de autores argentinos desde 1940, en el Inventario Relacional de la Poesía en Lengua Española 1951-2000, de Juan Ruiz de Torres y José Javier Márquez Sánchez, en el ABC de las artes visuales en la Argentina y el Diccionario de autores argentinos. Sus textos sobre arte y literatura y su obra poética están traducidos, en parte, al inglés, al francés, al portugués, al catalán y al holandés. Textos suyos pueden leerse en http://vigabajoelagua.blogpsot.com, http://d-sites.net/barbarito, http://www.writers.net/writers/25829 y http://carlosbarbarito.lalupe.com. === Cuentos interprovinciales, de Miguel de Loyola Ramiro Rivas ====== Miguel de Loyola, con este nuevo libro, Cuentos interprovinciales, de novedoso título, vuelve a demostrar una vieja fijación por los temas rurales. Al igual que sus obras anteriores, Cuentos del Maule y Esa vieja nostalgia, su temática y sus personajes los sitúa en esa región geográfica. Son cuentos breves, de anécdotas sencillas, escritos con una prosa transparente y clara que se adecúa a la objetividad expositiva, a un efectivo poder de visualización que revela sin apostrofar al lector, sin exigirle mayores esfuerzos de deducción. Se podría conjeturar que esta nueva obra es la concreción de una trilogía, en donde los textos no se apartan de una zona específica claramente demarcada, así como los personajes, seres anónimos y carentes de ambiciones, sobreviven en faenas menores y tradicionales del campo o en perdidos pueblos del sur del país. No obstante, estos mismos elementos mediadores logran adquirir una suerte de funcionalidad significante. Las trece narraciones que componen este libro, de una u otra manera, establecen vinculaciones constantes con el pasado, en distintos niveles y planos memoriosos, que van desde los recuerdos de infancia en el pueblo de San Clemente, localizado cerca de Talca, a la mirada y comprensión desamparada del adulto que observa con nostalgia el avance de la modernidad y el fin de las tradiciones. Pareciera que el autor, al redactar estos textos, estuviera de acuerdo con esa formulación que algunos críticos proclaman: el agotamiento de las retóricas. Casi como una forma de retornar a la claridad expresiva, alejarse de esa literatura barroca y conceptista, concentrarse en una realidad menos mediatizada por las corrientes escriturales extranjerizantes. Volver a lo simple, a los personajes comunes. A esos hombres entrevistos como símbolos de un pasado ya extinto o a punto de desaparecer. Seres arraigados a la tierra, estupefactos ante el avance de las nuevas carreteras interurbanas que dejan en el olvido los viejos caminos de tierra y ripio. Todo un mundo en perpetuo cambio y que el autor retrata con lúcida perseverancia y una incontrovertible añoranza. No hay vuelta atrás, parecieran pensar estos protagonistas sumidos en un medio coercitivo y pesaroso. El sobrio tratamiento narrativo no decae a lo largo de las diferentes historias elaboradas con claridad, una prosa convincente y no exenta de breves pinceladas poéticas y una profunda humanidad que corporiza a los ignorados actores. Son textos concisos, cual pantallazos de acciones mínimas, retazos de vidas aparentemente intrascendentes, pero vitales y profundas en el instante del recuerdo. No se teoriza sobre las situaciones de estos individuos predispuestos a no dejar rastros de sus existencias. Todo verdadero artista crea sus propios mitos, leí por ahí, y Miguel de Loyola idealiza esos mitos o esas realidades evanescentes, interpretándolas a su capricho, anhelando arribar a esa realidad impalpable, transfigurando esos fragmentos de sueños y recuerdos extinguidos. Una especie de juego, de encuentro consigo mismo y sus obsesiones, un ajuste de cuentas con su propia memoria. ** Ramiro Rivas http://www.letralia.com/firmas/rivasramiro.htm Narrador y crítico literario chileno (Concepción, 1939). Estudió teatro y literatura. Ha ejercido la crítica literaria en diversos diarios y revistas de su país (La Época, La Nación, Fortín Mapocho, revistas Rocinante, Punto Final, etc.). Ha sido incluido en veinticuatro antologías del género, en Chile y el extranjero. Cuentos suyos han sido traducidos al francés, búlgaro y alemán. Ha sido galardonado con innumerables premios literarios, entre los que destacan el Premio Municipal de Literatura (1994 y 2010) y el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura (1994 y 1997). Es autor de los libros Una noche sin tinieblas, El desaliento, Toque de difuntos, Luciérnaga curiosa, Chopin y los perros y En malos pasos, entre otros. === Rosa Tezanos-Pinto ==================================================== === El exilio y la palabra: =============================================== === La trashumancia de un escritor argentino-estadounidense =============== === Miryam E. Gover de Nasatsky =========================================== El exilio y la palabra: la trashumancia de un escritor argentino-estadounidense Rosa Tezanos-Pinto Vinciguerra Buenos Aires, 2012 269 p. El título alude a elementos claves, exilio, palabra y trashumancia, en la producción de Luis Alberto Ambroggio, notable exponente de la poesía vanguardista. Doctor en filosofía y ciencias sociales, académico, escritor y empresario. Es autor de trece poemarios, entre los que figuran Poemas de amor y de vida, Oda ensimismada, Los habitantes del poeta, El testigo se desnuda y La desnudez del asombro, para citar algunos. Fue traducido a varios idiomas y recibió innumerables distinciones. Integra la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Este libro contiene, además de una antología extraída de los poemarios, ensayos esclarecedores sobre su fecunda obra poética. Todos ellos, escritos por relevantes estudiosos de diferentes países, nos permiten interpretar el sentido de su creación artística al mismo tiempo que refractan la actitud frente a la vida. Rosa Tezanos-Pinto, en la extensa Introducción, encuentra “que su labor literaria une lo estético e ideológico en una demanda inmanente de respuestas” y lo considera una de las voces más audaces de las letras hispanas escritas en los Estados Unidos. El alejamiento del país de origen ocasiona naturalmente un estado de extrañamiento y orfandad que puede proyectarse en la escritura. En el caso de Ambroggio, quien es argentino de nacimiento y está radicado en los Estados Unidos desde 1967, este hecho lo lleva a reflexionar con imaginación crítica acerca del discurso literario y de algunos interrogantes que ponen en crisis el concepto de identidad. El mismo autor, en el ensayo “El exilio como condición poética”, expresa que “el poeta lleva el exilio a cuestas” y en un poema perteneciente al libro Poemas desterrados considera que “todos somos exiliados, venimos de un paraíso perdido”, con lo cual, para el poeta, la sensación de desarraigo forma parte de un inconsciente colectivo universal. Ambroggio también ha estudiado a otros escritores hispanos exiliados en los EEUU, cuyas temáticas son semejantes, incluyendo las numerosas escuelas, generaciones y movimientos literarios. El trabajo de Conny Palacios, “Arte poética y palabra en Los habitantes del poeta”, sostiene que en los Estados Unidos la poesía en español está cambiando el alma de la nación y dibujando a un nuevo hombre. Lo demuestra con el poema “Creación”, en el cual el yo lírico afirma que Dios creó al poeta para que construya mitologías. La poesía, justamente, puede revelar, entre otros, el sentimiento de nostalgia experimentado por quienes extrañan a su patria, ya que los versos nacen del asombro, del alma de los pueblos y de la inconformidad. Aclara Ario Ernesto Salazar en “La revolución del arte y sus revolucionarios” que, como el arte puede imprimir un giro diferente al mundo, considera revolucionarios a quienes cambiaron la forma de expresión como ocurrió con Rubén Darío, Octavio Paz, Jorge Luis Borges o el autor que nos ocupa. Opina Daniel Fernández en “Ambroggio o la consagración del instante” que el poeta atrapa el momento y lo convierte en arquetípico. Ejemplifica esta voluntad consagratoria del instante, la cual es central en su quehacer poético, con la “Oda 39” del libro Oda ensimismada, en la que leemos: “He estado buscando un amanecer / para edificar mi alegría”. Para Ambroggio, la palabra, la lengua, es el anclaje que tiene el escritor latinoamericano que reside en el exterior para afirmar y documentar su identidad. Por tal motivo, escribe en español por necesidad de aferrarse a las raíces. Tiende a rescatar la poesía escrita en tal idioma en los Estados Unidos, la afianza, estudia a los grandes clásicos en español y es miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Podemos comprobarlo en algunos epígrafes de Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado o Vicente Huidobro que encabezan sus poemas. También en sus ensayos acerca de la poética de Jorge Luis Borges, César Vallejo o Rubén Darío, además del bilingüismo. Sobre este fenómeno, Edna Pozzi en “Bilingüe, un verdadero desafío”, se plantea si es posible traducir la poesía en su música esencial. Destaca la maestría de Ambroggio para entender lo intraducible. Cita su poesía “Comunión”, perteneciente a Poemas de amor y de vida, en la que dice: “Vida / para entenderme / tienes que saber español / sentirlo en la sangre de tu alma”. El lenguaje define una identidad ya que interactúa con nuestros pensamientos y sentimientos. Por su parte, Manuel Marín Oconitrillo subraya la musicalidad existente en la obra poética del escritor y se detiene en los elementos musicales de algunos poemas pertenecientes a La desnudez del asombro. Adriana Corda, en el ensayo “Disociación del signo poético en el poemario Laberintos de humo”, observa que, desde una perspectiva semiótica, la metáfora parodia en este libro el discurso del poder. De esta manera, Ambroggio transforma en poética la reflexión política y desacraliza la creación canónica con recursos lúdicos que involucran al lector. Corda también estudia “El discurso de la identidad en Los habitantes del poeta”. Opina que, frente a la globalización de los ‘90, el autor vigoriza el discurso de la identidad valiéndose de la ironía como denuncia y creando un universo simbólico. Debra Herrick reseña El cuerpo y la letra. La poética de Luis Alberto Ambroggio, compilación de la Academia Norteamericana de la Lengua Española que reúne artículos sobre su obra, poemas escogidos, además de tres ensayos del autor sobre la creación artística. Tal publicación logra dar una visión coherente de su poética. De la misma antología también se ocupa Vanessa Lago Barros, quien le agrega el subtítulo “El asombro de un poeta ante el mundo”. Allí pasa revista, en su vasta obra, a los temas preferidos como el misterio de la vida, el amor, la creación artística, el compromiso político, la historia universal o la mitología, y examina las etapas de su evolución literaria. El extenso trabajo de Moraima Semprún de Donahue titulado “La obra ambroggiana y Por si amanece (Cantos de guerra), un dualismo existencial”, marca una curva en su creación desde un canto a la vida en Poemas de amor y de vida hasta abordar la muerte inevitable, que el poeta combate legando su labor artística a la posteridad. Nota un cambio radical en Por si amanece, cuya temática gira alrededor de divinidades, religiones y guerras y donde, con fuerza desgarradora, compara antiguas luchas mitológicas egipcias con las contemporáneas. Observa que el acontecimiento bíblico sigue vigente en la existencia humana. Otro abordaje puede leerse en el ensayo “Humanismo y tecnología”, de Juan Liscano, donde expresa que, en una época en que se reduce la condición humana en favor de la producción técnica, de la escritura de Ambroggio emana el humanismo ahuyentado por la tecnología. Mirian Pino, en su estudio “Dos poemas migrantes: ‘Lengua materna’ de Eduardo Espina y ‘Otredad’ de Ambroggio”, al compararlos, observa que ambos fundan un espacio propio con la escritura reflexiva. Los valiosos textos compilados, si bien nos aportan puntos de vista diversos y distintas interpretaciones, “coinciden en indicar que la poética y ensayística ambroggiana esquematiza una seductora mezcla de fuerza, conocimiento, emoción y honda reflexión, particularmente, en los temas de exilio, proceso creativo y cuestionamiento filosófico”, como expresa Rosa Tezanos-Pinto en la Introducción. La antología de poesías del autor, que integra esta edición, nos permite apreciar directamente su obra e interpretarla aplicando los estudios citados. Con criterio didáctico, está dividida en tres secciones según el tema predominante: el exilio, con una concepción amplia del término; la palabra, que nos permite participar de planos intangibles, y la trashumancia, cuyo concepto lo condensa el autor en los siguientes versos de la poesía “El viaje que somos”, perteneciente a El testigo se desnuda: “Yo, piloto de vientos, / viajo el viaje que soy”. En todos sus versos, las sugerentes metáforas se abren a una gran profundidad filosófica ya que son ideas y arquetipos que evocan el concepto. A través de ellas se vislumbra la vida plena, todo lo que no se puede captar por la lógica ni por la metafísica. Otros recursos utilizados son la anáfora, la antítesis al confrontar universos opuestos, y la ironía. Sus estrategias discursivas ahondan la actitud crítica frente al mundo que lo rodea y transparentan su filosofía existencial. Rosa Tezanos-Pinto es doctora en lenguas romances y literatura hispánica por la Universidad de Miami. Colabora con publicaciones periódicas especializadas y es coordinadora de la revista literaria Alba de América. Es coeditora de libros del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California que dirige la doctora Juana Arancibia. Asesora académica de la Casa de los Poetas del Perú. Catedrática en Indiana University y directora del Programa de Estudios Latinos. Ha recibido diversos premios. Es miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Su trabajo El exilio y la palabra: La trashumancia de un escritor argentino-estadounidense, editado cuidadosamente por la Editorial Vinciguerra, es un valioso aporte para captar y bucear en la trayectoria poética de Luis Alberto Ambroggio, en la que el poeta ha proyectado en forma recurrente su asombro ante el mundo y su problemática existencial. Será muy bien recibido por investigadores, docentes y lectores en general, quienes podrán deleitarse con las poesías y escuchar en ellas las diversas voces del universo, a veces contradictorias y paradójicas, que habitan en el poeta. ** Miryam E. Gover de Nasatsky http://www.letralia.com/firmas/goverdenasatskymiryame.htm Escritora argentina (Buenos Aires, 1937). Profesora en letras egresada de la Universidad Nacional del Litoral (UNL, http://www.unl.edu.ar), de Argentina. Becaria del Fondo Nacional de las Artes (http://www.fnartes.gov.ar). Docente e investigadora. Integrante del Instituto Literario y Cultural Hispánico (California, EUA). Colabora en revistas literarias. Ha publicado, entre otros trabajos de investigación, Bibliografía de Alberto Gerchunoff (1976), Poesía argentina del siglo XX (1981), Escritores judeo-argentinos; Bibliografía 1900-1987 (con A. Weinstein; 1994). También ha publicado los poemarios Persistentes vibraciones (1999) y Resonancias de Auschwitz (2011) y las novelas La pasión de un visionario: Theodor Herzl (2004) y Desde la cima: reminiscencias de David Ben Gurión (2008). === Concierto para Leah, de Maira Landa Marta Farreras =============== El nombre que Maira Landa eligió para su protagonista en la novela ha sido Leah, nombre de origen hebreo, yiddish concretamente. Fue justamente ese nombre el de la primera esposa de Jacob, quien sufrió no sólo por ser la esposa que Jacob no amaba sino por otros conflictos que podríamos buscar en la Biblia y que algunos de ellos se asemejan en este relato. La novela nos explica entre otras cosas un hecho que para mí, mujer europea, me era desconocido: la historia del buque St. Louis. La familia de Leah, que vivía en Bremen, viaja en 1939 desde Hamburgo hasta Cuba en un barco lleno de un grupo de judíos huyendo del régimen alemán; fue una operación de propaganda del régimen nazi para hacer creer que los judíos eran libres de emigrar, aun sabiendo que el país de “acogida”, Cuba, les rehusaría la entrada. Concierto para Leah sigue con homenajes a la música suavizando los momentos intensos y duros con piezas como La meditación de Thaís, donde el momento más conocido de la ópera es la que forma parte del repertorio de violín, instrumento que es uno de los protagonistas de esta obra. Leah y su violín son el eje central de la novela. “A Leah se lo quitaron todo y la música la ayudó a resistir”, reflexiona Maira Landa. Maira Landa utiliza una prosa sencilla, muy bien escrita, con un estilo sobrio, adecuado a la historia que nos está relatando, sorprende su trama, sus saltos temporales de ubicación y cambios en la voz narrativa, de primera voz protagonista a tercera omnisciente. Una novela con una estructura circular, el último capítulo redondea con un final que lo dice todo: “Lo robado regresa a su dueño”. Una obra muy ágil, que va directo al grano, muy bien dialogada, en la que se nos va explicando una historia que va in crescendo y cada vez más asfixiante y terrible, utilizando una forma literaria asociada con el tiempo, esta pregunta retórica que hace referencia al destino, el tópico literario ¿dónde están?, ubi sunt, tema de origen bíblico que solo concibe la existencia llena de sufrimientos. Estamos ante una novela altamente recomendable. No cabe duda que de este libro se harán más ediciones. Las páginas van pasando y el lector se siente más enganchado y más atraído. Queda garantizado el interés y el suspense hasta el final. No resulta nada difícil su lectura. En mi opinión, las principales cualidades de Concierto para Leah residen en la estructura de la novela, la trama se desarrolla dentro de un marco histórico real, consigue una obra muy ágil, que va directo al grano, muy bien dialogada, apta para los fans de los finales felices. ** Marta Farreras http://www.letralia.com/firmas/farrerasmarta.htm Periodista cubana. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === María del Mar Estrella ================================================ === “Se me dio la palabra de un modo natural” ============================= === María Alejandra Crespín Argañaraz ===================================== El camarada Voy a morir. Pero será de frente. Mi rebeldía mirará a los ojos. El miedo me dirá que soy un niño amedrentado por su propia sombra. Me acordaré del sueño adolescente, y los amigos que dejé marchando, y de aquel sol cuadrado y pequeñito que se colaba entre las rejas. Ya ningún odio azotará mis lágrimas. Toda luz madrugará conmigo cuando espere, de pie, llegar la noche. A.C. Este es un poema escrito por María del Mar Estrella, escritora y poeta argentina reconocida mundialmente, hija de nuestro querido y siempre bien recordado profesor don Fermín Estrella Gutiérrez. Es un gusto y una alegría para todos los que amamos la literatura y conocimos a través de los libros a don Fermín, tenerte aquí y poder hablar de María del Mar, poeta, mujer y juglar. M.M.E. Primero voy a empezar por aclarar que María del Mar Estrella es mi nombre verdadero, sólo que cuando yo comencé a escribir me saqué el Gutiérrez, medianamente a los 13 años quise salir por mi cuenta, y no por el apellido de papá. Y sí, creo haber nacido poeta, porque cuando te regalan un don va implícito, alguien te lo da para que vos lo uses, y a mí se me dio la palabra de un modo natural. A.C. ¿Crees que las palabras caen a borbotones y así como caen las plasmas en el papel? M.M.E. A veces me pregunto de dónde nace la poesía. Y te digo: a mí no me gusta definir nada, seguro que otros con mucho más sabiduría dirán la definición de la poesía, yo todavía no la sé. Y hace cincuenta y tres años que escribo poesía, mi currículum se puede definir en sesenta y ocho años de vida, cincuenta y tres años de poeta y treinta y siete años de juglar para seguir pagando derecho de piso y luchando en este medio tan competitivo. A.C. Hay que destacar que recibiste los siguientes premios: Premio Nacional Iniciación; Premio Internacional Pablo Neruda; Premio Nacional Roberto Speroni; mención especial Fondo Nacional de las Artes, Segundo Premio Fundación Argentina para la Poesía. M.M.E. Lo que pasa es que esos son los premios en esa época en que yo los he recibido; el primer premio en realidad que marcó mi vida fue en el colegio secundario y me lo entregó Jorge Luis Borges, eran los Juegos Florales de San Miguel en prosa poética, no en poesía, y yo tenía diecisiete años. A veces el currículum es tan engañoso, porque lo que interesa es la obra del poeta. He hecho más de trescientos unipersonales, he actuado desde el Salón Dorado del Teatro Cervantes hasta cualquier café de buenos Aires, he actuado en España, pero siempre hay esas dos Marías, lo que tú preguntaste antes. Una es la María del Mar del poema, la poeta seria, entre comillas, la seudo académica, y la otra es la juglar. A.C. ¿Qué podemos encontrar en la juglar? M.M.E. Me nació la juglaría en el año 1972 cuando vi que tenía treinta y cinco libros inéditos, dos publicados nada más, y no tenía plata para seguir publicando, entonces dije: Salgamos a la calle con los poemas, y me autodenominé juglar, palabra que me encanta. Y mi juglaría es eso, tengo armados unipersonales como “Tango y poema”, que presenté en la Casa de Madrid, sobre qué es Buenos Aires, los barrios, los personajes y el tango; “Amor a América”, que es un canto a los pueblos originarios, homenaje a Atahualpa Yupanqui, César Vallejo, a todo lo americano; “Raíces”, que lo di en el Club Español, en el Salón Alhambra, era como estar en Granada, asistió el embajador de España y fueron aproximadamente cuatrocientas personas. Y “Raíces” habla sobre la mitad americana y la mitad española, quise unir, dejar de lado todas las dudas y reproches entre América y España y unirlas como hermanas, no como madre e hija, de eso habla “Raíces”. A.C. Muchas fueron las generaciones que estudiamos con los libros de don Fermín Estrella Gutiérrez, con su Manual de historia y de literatura española, pero conocimos poco a don Fermín padre, sabemos que egresó de la Escuela Normal de Profesores “Mariano Acosta”, ¿cómo era don Fermín? M.M.E. Bueno, en primer término decirte que yo defino a papá como “un puro de corazón” un hombre profundamente sencillo, humilde, un hombre que ayudó a toda una generación de escritores, que hoy lamentablemente lo han olvidado, soy muy dura en decirlo, pero es así, para mí no es ningún motivo de orgullo ser la única persona en la República Argentina que le ha hecho un homenaje a Estrella Gutiérrez. Mi padre ha sido dos veces presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, en la época en que la Sade era un lujo, fue vicepresidente de la Academia Argentina de Letras, yo te digo que toda una generación de escritores recibió la ayuda de mi padre. Era un hombre muy sencillo, tenía muy buen ojo, sabía calar profundamente, apasionado, muy apasionado. Por ahí se quejaba porque una vez le dijeron: “Don Fermín debe estar contento de que sus hijos escriben”, y él contestó: “Preferiría que mis hijos fueran felices”; claro, yo en eso momento recién me había divorciado y era bastante traumático para papá. Yo a veces reviso los boletines de la Sade y como él no nos contaba todas sus cosas, ahora me sorprendo de las cosas que hacía papá. Papá recibió en la Argentina a Pablo Neruda y a Federico García Lorca, fue amigo y se carteaba con los más grandes escritores que te puedas imaginar. Y era un hombre que hizo mucho por el país y por la enseñanza, amaba profundamente a sus alumnos, tanto que escribió un soneto a sus ex alumnos, y siempre, siempre recordó a la Escuela Normal Mariano Acosta, hasta el último momento de su vida. A.C. ¿De qué forma influyó tu padre, don Fermín, para que naciera en vos la poesía? M.M.E. Primero debo aclarar que la mamá de él escribía poesía, pero aquí quería hacer mi homenaje a mi madre, porque papá influyó después de los 13, 14 años, pero como no lo veíamos nunca, porque tenía alrededor de cuarenta horas de cátedra para mantener la casa de su padre y la nuestra, porque era un señor de principios de siglo, yo no lo veía nunca entonces, mi primer contacto con la poesía fue mi madre que me leía los poemas de Rubén Darío y cantaba y cantaba las canciones recopiladas por Lorca. Mamá tocaba el piano de una manera espectacular. A.C. Aparte de María del Mar qué otros escritores te interesan? M.M.E. Bueno, tengo un libro, Fuegos ceremoniales, que es el que ganó el premio para la poesía y ahí están todos los poetas míos a los cuales yo les quise rendir mi homenaje, a Alfonsina Storni, a Julio Cortázar, homenaje a Vallejo, y en la parte europea comienzo con El Quijote, y las dos pasiones de mi adolescencia fueron Federico García Lorca y Pablo Neruda, recién pasados los cuarenta años me deslumbró Borges, cuando leí el “Soneto del arrepentimiento”, ahí lo pude constatar, Borges es una catedral de transparencia, es un maestro, me deslumbra la buena poesía, venga de donde venga. A.C. ¿Y hay algo de lo que tengas que arrepentirte en la vida? M.M.E. Me arrepiento de haber herido, pero hay un tema mío que te lo regalo hoy que justamente habla de eso, habla de la vida, poema con el cual termino muchos recitales. Carmen Guzmán le puso música y lo cantó Susana Rinaldi. No quiero pasarme la vida detrás de un vidrio, mirando / no quiero morir dormida junto a muñecos de trapo / No quiero llegar un día a la vejez reprochando ni la propia cobardía / ni lo que me fue dado / No quiero tapar heridas ni silenciar mis fracasos / ni consolarme en mentiras ni ser un reloj de tantos / que por dinero se olvidan de cantar como los pájaros / Yo quiero beber la vida sorbo a sorbo, llanto a llanto / que mi dolor la desvista, que la enjoyen mis harapos / gastármela en mil caricias y renacerla en milagros / Yo quiero hacer de mi vida un corazón fecundado / Soledad de mis cenizas, dale una flor al extraño / que nunca nadie te diga, soledad, no has perfumado. / No quiero morir dormida, no pienso vivir callando / yo quiero morirme viva, piel a piel y canto a canto / Yo voy a morirme viva, piel a piel y canto a canto. A.C. Luego de tanta pasión y tanta vida que nos has brindado en esta entrevista, en la cual te agradezco el hecho de haber estado, nos gustaría que nos leyeses alguno de tus poemas escritos en este último libro, Lobo del hombre. Naciendo Madrugarás al sur de la mañana a respirar precoz melancolía aferrada aún contra tus ojos. Madrugarás en la luz de la rompiente. En la espuma solar cada día editarás un radiante vocablo para aprender a reescribir tu nombre en la pizarra azul del universo. Y cuando al fin lo hagas subirás por las gradas de la noche hasta cruzar el límite y allí, en ese espejo turbio, verás tu arquitectura de palabra ese ardiente aletazo de la sombra en la orilla raída. ** María Alejandra Crespín Argañaraz http://www.letralia.com/firmas/crespinarganarazmariaalejandra.htm Investigadora argentina. Es profesora superior, egresada en 1989, del Instituto Nacional de Enseñanza Superior Nº 2 “Mariano Acosta”, en Buenos Aires. También es licenciada en literatura clásica grecolatina. Ha participado en diversos congresos y simposios de literatura comparada en diferentes universidades argentinas. Textos suyos han sido publicados en Hispanista (http://www.hispanista.com.br) y Ariadna-RC (http://www.ariadna-rc.com). ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Las Meninas, de Macedonio Fernández =================================== === El realismo rasgado entre espejos y abismos =========================== === Gabriel Martínez Bucio ================================================ El arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. Jorge Luis Borges, “Arte poética” Alguna vez Roberto Bolaño escribió que existe una extraña circunstancia de que casi nadie, nunca, hace reír a carcajadas a sus personajes. Evidentemente concordaba con aquella noche en Rayuela —entre la una y las cinco de la madrugada— en la que Horacio Oliveira se encuentra leyendo mientras llega a una conclusión desconcertante: El silbido no era un tema sobresaliente en la literatura. Pocos autores hacían silbar a sus personajes. Prácticamente a ninguno. Los condenaban a un repertorio bastante monótono de elocuciones (decir, contestar, cantar, gritar, balbucear, bisbisar, proferir, susurrar, exclamar y declamar) pero ningún héroe o heroína coronaba jamás un gran momento de sus epopeyas con un real silbido de esos que rajan los vidrios (1). La pequeña lista de verbos de los que está harto Oliveira —al igual que Bolaño— son los rasgos básicos que un lector espera encontrar en los personajes de una obra realista y que no son más que funciones, trucos, títeres que simulan vida. La misma actitud de enfado y rechazo a este tipo de novelas la advertimos en Macedonio. Por esa razón, evita las tramas y los personajes realistas con los que se pueda identificar el lector: “No se entretenga el lector con el vigilante mencionado; no es el nuestro; el de la novela está parado en otra esquina de ella” (2). Curiosamente, en Adriana Buenos Aires, se deshace o rechaza al “lector de desenlaces” contando, desde el principio, el final. Es decir, Macedonio no quiere un público pasivo que se pregunta cómo continúa la historia. Allí perdería a un lector. No, quiere lectores activos, que construyan la obra conforme la van leyendo, que participen en la creación (3). Y la forma como lo logra es a través de un mareo provocado en el lector. Así que para desarrollar la idea, cedo la palabra al honorable Macedonio Fernández, ex candidato a la Presidencia de la República Argentina (aplausos por favor): “La tentativa estética presente es una provocación a la escuela realista, un programa total de desacreditamiento de la realidad que cuenta la novela. [...] Yo quiero que el lector sepa siempre que está leyendo una novela y no viendo un vivir” (4). En pocas palabras: un violín no necesita llorar para hacer llorar. Proyecto parecido al de Paul Valéry, contemporáneo de Macedonio Fernández, quien planteaba la destilación de la poesía, quitándole todo sentimiento, todo subjetivismo, el pretexto y dejar solamente la técnica para alcanzar la pureza; de igual forma, encontramos en el teatro alemán de los años treinta la siguiente propuesta: actor que siente no es buen actor, pues ¿qué diferencia puede observar el espectador entre su abuela llorando y un actor que de verdad está llorando?; o pensemos en Flaubert quien —extraordinaria, extraña e interesantemente— expone en una carta a Louise, su amada, un ambicioso proyecto: “Un libro sobre nada, casi sin tema, un libro sin apoyos exteriores, que se sostuviera solamente por la fuerza intrínseca del estilo” (5). Como decíamos anteriormente, Macedonio acentúa aun más su procedimiento. Hace obvio el artificio en frente del lector para que éste se dé cuenta. Le recuerda que está leyendo una ficción, y que la ficción se rige por principios totalmente distintos a la realidad. Hay un cuadro de Magritte que enfatiza esta idea: La condición humana, en el que observamos una ventana, delante de la cual hay un caballete con una pintura donde se prolonga un árbol, un caminito de tierra y el cielo que están detrás, aludiendo a la noción de obra artística que artificiosamente reelabora, completa y tuerce un paisaje natural (6). Al implementar extrañamientos en la obra, el público tiene que tomar distancia y repensar por qué razón se está haciendo ese procedimiento. Interrumpe la lectura o la contemplación para reflexionar sobre el asunto. En cambio, si en la pintura de Magritte no existiera el caballete sino sólo la ventana donde se ve únicamente un paisaje (como un cuadro realista) probablemente la audiencia se sumergiría en un estado de apreciación sin molestarse por meditar la obra artística. Tanto las letras de Macedonio como las pinceladas de Magritte son violentos recordatorios de estar ante una ficción. Pensemos y tengamos en mente por toda la eternidad aquella sentencia de Pessoa: “El poeta es un fingidor” (7). En las páginas de Museo, el argentino dice: “Llamo bellartes únicamente a las técnicas indirectas de suscitación [...] de estados de ánimo que no sean ni lo que siente el autor ni los atribuidos a los personajes en cada momento” (8). En efecto, fuera de la técnica no hay arte; la novela, la obra, es la que debe provocar una emoción, no la identificación del auditorio con el fatal destino de un personaje. A Macedonio le habrá causado gracia los juicios en contra de Flaubert y Baudelaire, en 1857. Incluso le habrá parecido patética la defensa de los abogados tratando de demostrar que las respectivas obras condenan el pecado, exponiendo fragmentos de los textos en el Palacio de Justicia de París. No se daban cuenta de que la ficción tiene su propia realidad; que el mundo estético está sujeto a reglas propias que excluyen al mundo extra-textual. Hubiera bastado gritar: “¡No jodan, esto es literatura!” (9). Lo que está planteando Macedonio, por ejemplo, cuando entorpece el hilo conductor del relato, interrumpiendo la narración para dar paso a una digresión exagerada, es decirnos: ¡recuerden que es un artificio y yo soy el mago!, “en el instante en que dejo de escribir dejan ellos de hacer” (10). O en otras palabras: señores, “ceci n’est pas une pipe!”. De esta manera se desarrolla su teoría: en la obra misma y no aparte. Interrumpe, retarda, obstaculiza, impide y sujeta la acción en una denuncia contra el realismo. Repudia la anécdota. Y prefiere usar incongruencias, olvidar tanto la identidad de los personajes como la ordenación temporal de la historia, incluso prefiere no narrar lo que pasa sino que refiere, simula que algo sucede —“es todo lo que pensó (el personaje) de lo cual algo dijo y nada se oyó” (11)—, para, acto seguido, olvidar la acción y continuar con otros asuntos. Ahora bien, durante la lectura de Museo, el lector entra y sale de la obra constantemente. Es como si estuviera parado frente a Las Meninas (1656) de Velázquez o, aun mejor, frente a las de Picasso. Pero separemos la experiencia de ser un espectador del cuadro del sevillano en dos momentos. En primera instancia, el espejo implica que el lector está siendo leído. Es decir, el espectador encuentra su reflejo en el fondo de la obra y descubre su rostro. (Creo que la metáfora es clara si hacemos un paralelismo con Museo). Descubre el realismo rasgado. Siente una “conmoción conciencial”, se siente personaje, y aunque solamente suceda por un momento, cree él mismo no vivir. Se pierde en la bruma del espejo en el que se observan los reyes (que está pintando Velázquez personaje), asume su lugar geográfico dentro (o fuera) del cuadro. Entonces el mareo viene y lo absorbe en un espacio que se hunde en otro espacio. Casi como el que siente el lector de Hamlet, cuando éste se cree humano al observar una obra de teatro. Puesta en abismo sobre abismo. El lector voltea hacia atrás para confirmar que nadie lo está escribiendo. Quiere asegurarse de que no es Augusto Pérez, el personaje de Niebla de Unamuno, contemporáneo de Macedonio Fernández, que además coincidía con sus ideas estéticas. Planos espaciales que se funden artificiosamente. Existe otra pintura en la que sucede este efecto: El retrato de los esposos Arnolfini (1434), de Jan Van Eyck. En él encontramos a Giovanni de Arrigo Arnolfini, un rico comerciante italiano, afincado en Brujas, y a Giovanna Cenami, quien procedía de una acaudalada familia italiana que vivía en París, tomados de la mano en una habitación decorada con una cama roja, un ventanal, algunos muebles y un candelabro. La escena parecería normal, exceptuando quizá el ridículo sombrero del hombre y el extraño peinado de la mujer. Pero dejémonos de bromas. Lo importante acá es de nuevo el espejo que aparece en el fondo y gracias a su reflejo sabemos la verdadera y secreta historia del cuadro. Entonces, la historia viene a darse a conocer por un reflejo, por un rebote, por un medio indirecto, por una técnica artística o, citando a los formalistas rusos, por un truco. El espejo es el centro de gravedad de la pintura del flamenco. Los personajes que aparecen en él, además de las espaldas de los esposos, son un sacerdote y un testigo, necesarios en todas las bodas. Ahora bien, el testigo no es cualquier persona sino el propio pintor del cuadro vuelto personaje. Esto se sabe por un detalle que aparece arriba del espejo: una firma, que no sólo reclama la autoría del cuadro, sino que testifica la celebración del matrimonio: “Johannes de Eyck fuit hic 1434” (“Jan van Eyck estuvo aquí en 1434”). De esta manera sabemos que la pintura es un documento matrimonial, que no conocemos directamente sino, repito, indirectamente, por un procedimiento artístico que pide la participación del lector para que se dé a conocer. Ahora bien, la posición que ocupan tanto el clérigo como el pintor personaje, es la misma que habitan los reyes en el cuadro de Velázquez. Y dando pie al juego de identidades y el desdoblamiento, son el espacio geográfico en el que se sitúa el público cuando observa las respectivas pinturas. Entonces, todo convive dentro de la obra del español, del flamenco y del escritor argentino. Al incluir al lector en un espacio que simula su existencia (gracias al espejo) dentro del cuadro o libro, se cierra la técnica artística para darle un carácter autorreferencial a su arte. Todo se discute y se reflexiona pero adentro de su obra por el simple hecho de tener varias perspectivas sobre un mismo hecho. Lo curioso es que ambos espejos, tanto el del español como el del flamenco, se encuentran al fondo. Dando la impresión de lejanía respecto al público. Y es que ese es precisamente su lugar, pues si estuviera cerca, el lector lo podría tocar y se empañaría, arruinando la técnica del reflejo extra-pictórico. Metáfora fácil de asimilar con Macedonio, quien introduce el espejo en su obra sutilmente, de una manera efímera. Recordemos que quiere que el lector sea leído, pero no es lo más obvio del libro. Uno tiene que buscar y encontrarlo precisamente en el fondo de sus palabras como si se dijera en el fondo del salón de Las Meninas o de la alcoba de los esposos Arnolfini. Sin embargo, regresemos a la segunda instancia de Las Meninas, momento en el cual el público descubre a Velázquez (personaje) (12), y se pregunta, al igual que en el caso de Van Eyck, cómo es posible que haya entrado a la obra la misma persona que la pintó. Entonces el guiño, la paradoja, la triangulación, los trucos se descubren y el espectador sale de aquel espejo del fondo en el que se encontraba sumergido —dejándole el lugar a los reyes—, y regresa a la silla en la que está sentado, sintiendo sus empíricos huesos y sabiendo que los personajes (las meninas, Velázquez, el perro y el misterioso hombre del fondo) que observa son funciones: meros pretextos para cavilaciones estéticas y metafísicas del autor. De la misma manera Macedonio introduce trucos para que el espectador no pierda la noción de que está ante una ficción: Quien experimenta un momento el estado de creencia de no existir y luego vuelve al estado de creencia de existir, comprenderá para siempre que todo el contenido de la verbalización o noción “no ser” es la creencia de no ser. El “yo no existo” del cual debió partir la metafísica de Descartes en sustitución de su lamentable “yo existo”; no se puede creer que no se existe, sin existir (13). Esta no-existencia que comparte el lector con los personajes es un recurso para poner el dedo sobre el renglón en el rechazo contra el realismo. Pues, para que una novela sea realista el lector debe entrar en complicidad con la historia y creer que existe la amada, el caballero, la muerte, las lágrimas, las venganzas, la belleza, etcétera. Ahora bien, al plantear la no-existencia de nada ni nadie sino siendo tomados los personajes y la trama como pretexto, el público no tiene con quién identificarse y se encuentra a expensas del escritor. Anteriormente proponía que la metáfora pictórica sería aun mejor si tomáramos a Las Meninas (1957) de Picasso, y esto lo decía no como un simple apunte a pie de página o una manera de demostrar mi parca cultura, sino porque la obra del malagueño es cubista, y “qué es el cubismo sino un canto al espejo, pero al espejo que estalla en mil pedazos liberando las formas que antes aprisionaba” (14). Es el Museo de la Novela de la Eterna al cuadrado. Es una radiografía de cómo se está reelaborando una obra que está hablando de cómo se está haciendo la obra; además de decirnos cómo se constituye el libro o la pintura, a partir del autor (de carne y hueso), el lector (personaje), el autor (de tinta y papel), el lector (empírico), y los personajes o funciones o pinceladas o pequeñas letras que forman las palabras “pequeñas letras”. Así que todos estos desdoblamientos, estas metamorfosis, encajan perfectamente en el cubismo de Picasso con mayor fineza que en el barroco de Velázquez. Bibliografía • CORTÁZAR, Julio. Rayuela. Madrid: Ed. Cátedra, 2007. • Diego VELÁZQUEZ. Las Meninas (1656). Museo Nacional del Prado, Madrid. • FERNÁNDEZ, Macedonio. Museo de la Novela de la Eterna. Buenos Aires: Ed. Corregidor, 2010. • Jan VAN EYCK. El retrato de los esposos Arnolfini (1434). National Gallery, Londres. • Mario VARGAS LLOSA. La orgía perpetua. Ciudad de México: Alfaguara, 2008. • Pablo PICASSO. Las Meninas (1957). Museo Picasso, Barcelona. • PEREIRA, Manuel. Biografía de un desayuno. Ciudad de México: Miguel Ángel Porrúa, 2008. • PESSOA, Fernando. “Autopsicografía”. Obra poética. Tomo I. Madrid: Ediciones 29, 1981. • René MAGRITTE. La condición humana (1933). Museo Colección Spaak, Francia. —. La llave de los campos (1936). Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid. • SCOTT, Edgardo (comp). El origen del narrador. Actas completas de los juicios a Flaubert y Baudelaire. Buenos Aires: Mardulce, 2011. Notas 1. Julio Cortázar. Rayuela. Madrid: Ed. Cátedra, 2007. Pág. 389. 2. Macedonio Fernández. Museo de la Novela de la Eterna. Buenos Aires: Ed. Corregidor, 2010. Pág. 35. 3. Una idea similar propone Cortázar en Rayuela: el lector colabora en la construcción de la novela al momento de elegir de qué manera va a leer. 4. Macedonio Fernández, op. cit., pág. 41. 5. Mario Vargas Llosa. La orgía perpetua. Ciudad de México: Alfaguara, 2008. Pág. 48. 6. Se ha tomado como referencia el excelente ensayo de Manuel Pereira en el que desarrolla una teoría de los espejos en la pintura, y en el cual, estudia con magistral detenimiento las obras de Magritte, el Greco, Van Eyck, Klimt, Monet y Velázquez, entre otras. Véase “El vicio de mirar”, en Biografía de un desayuno. Miguel Ángel Porrúa: Ciudad de México, 2008. 7. Fernando Pessoa. “Autopsicografía”. Obra poética. Tomo I. Madrid: Ediciones 29, 1981. Pág. 175. 8. Macedonio Fernández, op. cit., pág. 121. 9. Si a alguien le interesa seguir el registro de los juicios puede consultar el libro: El origen del narrador. Actas completas de los juicios a Flaubert y Baudelaire. Buenos Aires: Mardulce, 2011. 10. Macedonio Fernández, op. cit., pág.77. 11. Ibid., pág. 33. 12. Sería lo mismo afirmar que el lector descubre a Macedonio (personaje). Aclaro los paralelismos para que nadie olvide que el tema principal aquí es el escritor argentino y su obra. Bastante olvidado está ya para concederle otra descortesía. 13. Macedonio Fernández, op. cit., pág. 42. 14. Manuel Pereira. “El vicio de mirar”. Biografía de un desayuno. Miguel Ángel Porrúa: Ciudad de México, 2008. Pág. 63. ** Gabriel Martínez Bucio http://www.letralia.com/firmas/martinezbuciogabriel.htm Escritor mexicano (Uruapan, Michoacán, 1989). Estudiante de literatura latinoamericana en la Universidad Iberoamericana (http://www.uia.mx), Ciudad de México. === La piel de la humanidad Carlos Schulmaister ====================== Introducción La realidad no existe sin el género humano ni éste sin aquella. Ambos términos se referencian, definen y concretan mutuamente en los incontables actos de conciencia de los seres humanos. La totalidad de estos actos a lo largo del tiempo constituye la historia, o lo que es lo mismo, la historia de la producción de lo humano, de la humanidad de los hombres, de aquello que demuestra su singularidad frente a todos los demás seres vivientes, de aquello que hace a los hombres humanos. Puesto que lo humano se construye en procesos históricos que tienen causas, fines, ritmos y modalidades históricamente cambiantes se encuentra en un constante ir siendo que otorga provisoriedad a toda definición, a toda afirmación. En consecuencia, la realidad también cambia históricamente, es decir, situadamente, en coordenadas espacio-temporales concretas y en todas las escalas que se consideren. Lo dicho hasta aquí implica (más allá de la obvia nota de diversidad y cambio constante de los hombres y de la condición humana) la necesaria admisión de que la esencia de lo humano nunca puede ser definida de una vez y para siempre. De ahí que en base a lo ya conocido (en tiempo pasado) no pueda determinarse lo humano en el futuro, por más que los hombres lo sueñen, imaginen y deseen a la medida de sus expectativas presentes, puesto que el mundo de la cultura es el mundo de la libertad, no de la necesidad. Lo humano, la cultura lato sensu, aquello de lo cual podemos decir algo, ha sido y es observado, puesto a prueba, interpretado, explicado y conocido, tanto intuitiva como científicamente, para reducir el campo de lo incógnito. Consecuencia de esas actividades y de esa actitud plenamente humanas es la de facilitar las interacciones humanas, es decir, la producción y reproducción de la realidad. A esos efectos el conocimiento es el camino indicado toda vez que permite articular los elementos de la realidad —desde las unidades hasta la totalidad— en nociones, ideas, categorías, teorías, estructuras, sistemas y paradigmas explicativos de crecientes niveles de complejidad e integración, de tal modo que desde ambos extremos de esa serie se puede, por un lado, dar cuenta de la totalidad en las partes y partículas, y a la inversa dar cuenta de éstas por su pertenencia a la totalidad. Del análisis de la realidad se obtiene aquella serie instrumental de significantes y significados, serie que condensa la complejidad de las relaciones entre los infinitos elementos componentes del sistema de signos, significados y sentidos. Remontando esos peldaños se llegará luego a las síntesis explicativas finales. No obstante, cada una de ellas, resultante de la analítica de división y subdivisión cognitiva de los fenómenos de la realidad, es simultáneamente síntesis de elementos concernidos dentro de ella, tanto teórica como aplicadamente. Conocer implica tanto una suerte de fijación y condensación de significados como una producción de otros nuevos. Dicho de otro modo, el pensamiento abate significados tanto como los instala y conserva provisoriamente. De modo que todo cambia, aunque no cambie al mismo tiempo. Una forma de reducir la complejidad cognitiva de lo humano es estudiar en qué moldes se expresa, o lo que es lo mismo, reconocer modelos de comportamiento colectivos, formas en las que se vuelca la complejidad y la magnitud desmesurada de lo humano, tal como si fueran ropajes o vestimentas al uso de carácter general, es decir, comunes a las sociedades de todo el mundo en todos los tiempos, aunque en algunos momentos alguno de ellos haya tenido mayor o menor predominio. En esta ocasión voy a utilizar el término piel en el sentido de vestiduras simbólicas que todos los hombres llevan puestas y de las que no pueden desprenderse una vez puestas sobre su naturaleza, salvo excepcionalmente, tanto así que algunas parecen corsets que comprimen y rigidizan sus concepciones básicas en múltiples fenómenos sociales como la etnia, la cultura de base, las creencias religiosas, la política y eso llamado Patria. La primera piel Si bien la piel que cubre nuestro cuerpo es “la piel”, una piel real, material y visible, de orden biológico, que habitualmente damos en considerar como naturaleza, ella es mucho más que naturaleza pues es también cultura, y por ende sociedad. Dicho así, trasciende el lugar que a primera vista se le atribuye, o sea el de la parte externa de nuestra dotación física. Es decir, esa piel también es el lugar donde nuestro yo (el de cada uno) tiene su hábitat, y donde el complejo naturaleza/cultura se halla situado, representado y referenciado en cada ejemplar particular del género humano. La antropología del comportamiento humano ha mostrado acabadamente las estrechas relaciones entre naturaleza y cultura en el equipaje físico de los humanos, en aspectos como la fonación, la tonada, las formas de caminar, de sentarse, de saludar, de mirar, etc. También la piel aloja y oculta el núcleo de lo íntimo, de lo personal, tanto lo visible como lo invisible de cada uno ante los ojos de los otros que pueden mirarnos o leernos. La piel es la primera frontera, o la frontera por antonomasia de nuestros respectivos yoes porque nos contiene, nos limita y nos expresa, especialmente en tanto conciencia alojada en ese sustrato físico al que a su vez trasciende y es trascendida. En la piel, por encima y por debajo de ella, se inscribe y se referencia lo particular, lo propio de cada uno, por más que en rigor de verdad nada nos sea originariamente propio. Aquí digo propio en tanto construcción consciente e inconsciente del propio ser (lo que deseo ser, lo que soy y lo que aparento ser) alojado en su correspondiente unidad o ejemplar corpóreo. En este sentido, la piel dice y nos dice que somos lo que vivimos. Lo que vivimos socioculturalmente. La conciencia no nace en el cuerpo sino con el cuerpo, a partir de estímulos y reacciones originados dentro y fuera de éste, en contacto con el medio y con los demás humanos, transformándose constantemente en relación con los desarrollos biológico, psíquico, intelectual, moral y espiritual tanto particulares como colectivos. El cuerpo, originariamente soma, será también gradualmente conciencia. Ésta opera con contenidos de ideas y representaciones resultantes de los procesos de interacción del complejo humano de cada individuo, entre el adentro y el afuera de la piel, en orden a los merecimientos, cuidados, deseos y gratificaciones que ellos mismos o los demás conceden o niegan a esas dos dimensiones encarnadas en un individuo para configurar su yo. Algunos individuos crecen en una o ambas direcciones, otros clausuran por sí o por voluntad ajena alguna de ellas, o ambas... como viene sucediendo desde que se convirtieron precisamente en humanos, o sea en animales “inteligentes”. Esta condición, fruto de ese inefable atributo que es la inteligencia, se forjó a través de los intercambios que metafóricamente permearon el reducto corporal y psíquico de los humanos, desde la hominización hasta hoy, suscitados por fenómenos envueltos en términos hoy comunes y hasta con cierta opacidad, pero siempre trascendentales, como son los de necesidad, atracción, incitación, desafío, curiosidad, respuesta, deseo, adaptación, etc., como podrá verse, a título de ejemplo, si intentamos responder sencillamente cómo se originó el perfume. ¿Acaso en una bella flor que estaba fuera de la piel de un circunstancial humano?, ¿o en sus órganos del olfato? Obviamente, en ambas. Lo cierto es que desde la primera vez que ello ocurrió los humanos experimentaron el placer de los aromas agradables y cuidaron y cultivaron las flores aromáticas, sin olvidar el desarrollo consiguiente en el campo cognitivo al ser capaces de crear ideas y palabras, inmateriales, para aludir a ellas, seguidos más tarde por la producción de los perfumes, o sea contenidos y envases materiales, y también por los descubrimientos y transformaciones sensitivas y emocionales que en ellos encarnaban a través de la experiencia. Así, de a poco, a lo largo de su parábola histórica, los humanos se convirtieron en sujetos mientras construían y modificaban su conciencia en punto a sus contenidos, sus implicancias y las consecuencias de su gravitación o peso real en sus vidas. En tanto aumentaba el espesor y la densidad de sus conciencias como equipamiento genérico también aumentaba y se ampliaba la representación de lo externo, descubriendo, concibiendo y conquistando crecientes espacios de acción real y virtual a los que fueron llenando de infinidad de prótesis, consistentes en objetos, designaciones y vínculos, es decir, más contenidos y más envases que a su vez alojaban más significados y más sentidos. Éstos se fueron articulando en redes de significación sencilla, luego en teorías y sistemas, que no son otra cosa que pensamientos y creencias, mezclados en un amasijo nunca separable totalmente, y que constituye la expresión de lo que en nuestro planeta y desde nuestra condición se da en llamar creación inteligente. Resumiendo, la primera piel es nuestra referencia individual material y simbólica en lo corporal, sensorial, intelectual, espiritual, emocional y actitudinal en tanto que individuos y sujetos. Es la referencia que nos devuelve el espejo y la que en conformidad o a despecho de ella nos forjamos en nuestra conciencia respecto de nosotros mismos individualmente considerados, y la que sintéticamente exponen hacia adentro y hacia fuera de cada uno las respectivas denominaciones con las que somos conocidos por los demás, a saber nuestros nombres y apodos particulares. De modo que esa primera piel es, en sentido simbólico, límite o referencia individual del yo en tanto sujeto y objeto de actos inteligentes. Cuerpo, mente y espíritu en una trabazón particular, singular y cambiante, resultante de la conexión dinámica con lo externo, es decir, fruto de toda clase de intercambios con sentido y simultáneamente objeto de ellos. Esta primera piel es la que ciñe el cuerpo de cada ejemplar humano, la que lo acota primariamente como tal. Por tanto, es la menos lábil de todas las pieles que los hombres se calzan en esta etapa de la historia de su especie, o bien es lábil hasta cierto punto y no mucho más allá. Sin embargo, esta piel se muda. Cambia permanentemente sin que lo veamos, al compás de los intercambios que los humanos realizan tanto genérica como particularmente en contextos donde la dinámica del cambio es la regla. No obstante, la percepción del cambio de esa piel es más fácil de realizar desde un punto de vista situado fuera de uno mismo que dentro un sí mismo. La segunda piel Lo de afuera, eso que cada vez se va ampliando más a lo largo de cada existencia humana y, obviamente, de la historia de la humanidad, eso que se llama cultura, constituye la segunda piel: un infinito complejo material y simbólico que habrá de generar nuevos y más refinados objetos y métodos para producir renovados estímulos para la afirmación del yo individual. La cultura produce también la conducta social, que funciona como patrón, molde y modelo de participación a la vez que como disciplinadora y como modo de control social en relación a la distinción, consolidación y definición de lo que es, lo que no es, de lo que debe ser y lo que no debe ser un ser humano en ese infinito espacio de la conciencia individual en interacción no con una conciencia colectiva, inexistente por lo demás, sino con muchas otras conciencias individuales en torno a objetos de toda clase y a consideraciones múltiples, diversas, similares, opuestas, contradictorias. De ahí que, en algún momento, la conciencia y la conducta individuales no sólo se distinguirán de las conductas colectivas por mera comparación. Todo fenómeno expresa lo que denota, pero también lo que connota en las percepciones individuales dinámicas de los integrantes de una sociedad. Individuo y sociedad, que marchan siempre juntos, cada vez más se confrontan a lo largo de la vida individual y de la historia indagando lo que cada uno tiene del otro. Ese mundo humano que es la cultura y que inicialmente está afuera de cada sujeto pero se infiltra en su intimidad, es internalizado en el yo, convirtiendo cada vez más en imprecisos e inestables los límites entre éste y aquélla. Esa internalización simbólica o socialización se realiza básicamente mediante el lenguaje, el cual no es sólo un vehículo de significantes y significados, sino también un procedimiento y una forma particular de producción del pensamiento que caracteriza, distingue, forma e informa la percepción, la comprensión y la expresión del mundo en el espacio de encarnación de lo social y lo particular de cada sujeto. Esta segunda piel representada por lo cultural en sentido amplio marca en el individuo espacios, delimitando un interior y un exterior que lo trascienden en relación a los grupos de pertenencia que integra, lo cual se repite en cada uno configurando lo mío y lo tuyo, lo nuestro y lo vuestro, lo propio y lo ajeno, nosotros y ellos, pero sobre todo, configurando su subjetividad. Así, el lenguaje estaría en una zona fronteriza entre la primera y la segunda piel, estrechamente ajustado entre el psiquismo, la conciencia y el mundo. Esa segunda piel posee muchos elementos en común con los de otras culturas, así como también singularidades o colores locales, que se repiten al interior de grupos de dimensiones variables como el clan, la tribu, la aldea, la nación, la humanidad, etc. En tanto ella representa lo cultural en sentido amplio marca en el individuo espacios simbólicos, delimitando un interior y un exterior que lo trascienden en relación a los grupos de pertenencia que integra, lo cual se repite en cada uno configurando lo mío y lo tuyo, lo nuestro y lo vuestro, lo propio y lo ajeno, nosotros y ellos, pero sobre todo, configurando su subjetividad. En tanto que frontera, la cultura no sólo configura espacios geográficos sino sociales y políticos con formas y colores determinados. A partir de ellos gravitará crecientemente sobre la primera piel el peso de esta segunda piel cada vez más inmanejable desde el lugar de la primera. Y ello debido al creciente peso del complejo normativo heterónomo con su consiguiente poder coercitivo y disciplinador sobre individuos y grupos. Cultura tradicional o moderna, creencias, supersticiones, religiones, usos y costumbres, modas, snobismos, políticas culturales, ideologías, etc., han tenido y tienen un creciente peso en la configuración de la conciencia y los comportamientos individuales a tenor de sus particulares preferencias, inclinaciones, devociones, opciones y determinaciones externas a ellos mismos. Esta piel cada uno la ciñe en forma genérica pero también personalizada, es decir, con adecuación a los alcances y características de su primera piel en lo que de más particular posee. No obstante, puede resultar de ello que la segunda le resulte exigua, o por el contrario demasiado amplia, independientemente de sus vivencias particulares, por lo cual puede sentirla como un ropaje opresivo que lo aprieta, sofoca o asfixia —incluso hasta puede ocasionarle su fin— o por lo contrario, puede ser tan holgado que pudiera parecer que no se lo lleva puesto. Lo que nunca podrá ocurrir es que alguien carezca de ella, pues siendo así tampoco existiría la primera piel con la significación y simbolismo que su desarrollo normal permite alcanzar a cada individuo. Esto último —lo digo rápidamente— se produce cuando existe libertad real en el individuo, lo que equivale a capacidad y libertad de pensamiento y de acción, o sea, cuando la voluntad individual está viva, cuando no es meramente virtual. Finalmente, la diversidad ínsita de la cultura se relaciona con la constante dinámica del cambio. Todo cambia, lo de afuera y lo de adentro, y no es que una parte desaparezca mientras otra se conserva. No sólo lo presente, lo que aparece, es lo que define algo; también se define por lo ausente, por lo que no aparece. De ahí que lo correcto es reconocer que todo se transforma, parcial o totalmente, pero aun en este último caso siempre es posible rastrear los elementos residuales de lo anterior. Tanto en el exterior como en el interior de cada subjetividad. Transitivamente, la encarnación de la segunda piel conlleva también el cambio del individuo, no sólo como reflejo sino como voluntad de cambio subjetiva. Con todo, las mudas de esta piel, para ser estables y auténticas, requieren de contextos socioculturales con esas mismas características. En contextos impropios, las mudas pueden no ser tales sino desvestimientos forzados. La tercera piel Hasta aquí hemos puesto de relieve que todo mundo tiene una segunda piel cuyos contenidos generales y particulares son tanto similares como diferentes a tenor de las particularidades culturales a que se refieran, pero todos la tienen, es decir, nadie escapa a sus influencias de diverso tipo, peso y densidad. Dicho de otro modo, la cultura está en nosotros y nosotros estamos en la cultura. Lo que sí es posible distinguir a lo largo del tiempo y del espacio es la existencia de determinados campos de una cultura concreta ejerciendo una hegemonía destacada sobre otros. Tal el caso de las culturas de fuerte raíz étnica, religioso confesional y político ideológica, entre las más destacadas. En estos casos el peso de cada una de ellas sobre la identidad individual, o la construcción de la subjetividad, suele tener un carácter determinante que puede ir de lo invisible, normal y correcto, hasta resultar opresivo, represivo y asfixiante para los sujetos. Por caso, culturas étnicas tanto paleolíticas como neolíticas, endógamas, cerradas, conservadoras, jerárquicas, uniformizadoras y represivas. Ello así tanto en el pasado como en el presente más actual, tanto en sociedades tribales como nacionales. Ejemplo clásico es el de la mayoría de los pueblos originarios o autóctonos de América, África, Asia y Oceanía; amén de los semitas, los gitanos, los anglosajones y los caucásicos en general. En el aspecto religioso confesional tenemos culturas pasadas y presentes, tanto tribales como civilizaciones, con ciertas características similares a las de las culturas étnicas. Por caso el cristianismo y el catolicismo durante dos mil años —no sólo en la Edad Media— con notas muy conservadoras, rígidas y autoritarias; también los fundamentalismos religiosos islámicos y ciertas comunidades religiosas de base cristiana y no cristiana que bien pueden ser consideradas como ejemplo de fundamentalismo, como es el caso de los menonitas y los mormones. Se incluyen aquí no sólo prácticas populares, o la historia de los aparatos eclesiásticos respectivos sino también consideraciones teológicas del judaísmo, el cristianismo, el catolicismo o el islamismo, el budismo, el hinduismo y otros signados por elementos reacios al cambio e inclusive a la discrepancia individual íntima. También muchas otras concepciones, doctrinas y confesiones de todos los tiempos, aun admitiendo a priori que algunas escapan a esta caracterización, como por ejemplo, la famosa mitología griega y su rol en la sociedad de Grecia antigua. Por último, en lo político ideológico contamos con ciertas experiencias históricas destacadas por lo ominosas, como las de los países comunistas, el nazismo y el fascismo, actualmente ya casi desaparecidas, o en profunda transformación salvo la excepción de Cuba y Corea del Norte, en tanto el omnipresente populismo latinoamericano actual goza de gran vitalidad. Estos tres sistemas culturales dominantes (él étnico, el religioso y el político) se distinguen por su carácter totalizador y totalitario, basado en el peso de dogmas y relatos y de las más sofisticadas modalidades de manipulación, disciplinamiento y control de los comportamientos y las mentalidades de los individuos, buscando destruir su subjetividad para adocenarlos en calidad de masa robotizada. De modo que cada uno de ellos puede constituir una suerte de tercera piel por la preeminencia que ocupa al interior de los condicionamientos culturales en general, es decir, los de la aquí considerada como segunda piel. Vale aclarar que decimos “tercera” en relación con nuestro trayecto de explicación a los lectores, siendo en realidad contemporánea de la anterior en cuanto a su formación, al punto de que cualquiera de ellas puede ser considerada como una subparte de la cultura global correspondiente. No obstante, es frecuente y hasta lógico que los tres subsistemas se presenten conjuntamente, articulados y hasta fusionados en un único complejo hegemónico como ha sido el caso de la sociedad católica medieval y de los actuales países con fundamentalismos islámicos. Los he considerado como una tercera piel, ya sea privilegiando alguno de ellos o bien en su conjunto, en tanto su concreto poder constrictor sobre la configuración de la subjetividad es superior al ejercido por la segunda piel, es decir, por la cultura (lato sensu) que los contiene. Resaltan en esta tercera piel su carácter ideal, su inmaterialidad originaria, especialmente en la religiosa, ya que el principio generador más importante es la idea de Dios, una idea tan poderosa que configurará impresionantes transformaciones históricas en la cultura material y en los comportamientos objetivables, así como en el campo de las ideas y las prácticas individuales y sociales, privadas, públicas e institucionales que le dan sustento. Pero que, sin embargo, lo más poderoso y constrictor que posee es el vínculo personal de subordinación que establece entre Dios y cada uno de los humanos. Vínculo que tradicionalmente suele denominarse como “fe”, desde una lógica legitimista, pero que aun admitiendo este supuesto carácter puede agregársele otro de no menor importancia y presencia real en el fenómeno vincular religioso, como es el temor, el miedo a lo desconocido. Aquí es dable observar el carácter constrictor u opresivo de dicho vínculo y en consecuencia el poder coercitivo de las organizaciones religiosas creadas a su servicio. El vínculo entre la idea de Dios y la conciencia individual generalmente es presentado por los creyentes como de origen autónomo, pero un estudio imparcial revela fácilmente su carácter heterónomo y unidireccional proveniente fundamentalmente de la educación religiosa previa, a lo cual se añade, por el carácter abstracto de la idea de Dios el miedo a lo desconocido, incluyendo el miedo a los relatos míticos acerca del principio y del fin de la humanidad. En tanto que los vínculos generados entre los aparatos religiosos y sus correspondientes feligresías puede ser analizado no sólo desde lo religioso, sino también desde lo sociológico, lo político y hasta lo económico. Otra característica del peso e importancia de la religión sobre las conciencias de los creyentes es su gran perdurabilidad en condiciones de casi ausencia de cambios. Así, todo aquello que originariamente pudo haber sido mito pasó a ser más tarde religión, a tener teología y doctrina y organización social al servicio de ese vínculo personal y social del individuo y de los grupos con el dios de que se trate. De modo que se pasó de las incertezas al dogma, congelándose en este punto. Como ya dije, si bien es posible reconocer actualmente sociedades donde el tradicional peso en la construcción del yo por parte de esta tercera piel se encuentra en retirada, también es posible hallar simultáneamente otras en las que predominan fundamentalismos religiosos que controlan no sólo partes sino la totalidad del poder social en sentido amplio. En consecuencia, es difícil escapar totalmente a los influjos de estas pieles, la étnica, la religiosa y la política. En nombre de alguna de ellas, o de las tres, los humanos matan y ofrendan sus vidas a entelequias de tremenda gravitación como han sido y son la tribu, la nación, la confesión religiosa o el partido político. Y en nombre de ellas transmiten sus amores, sus agravios y sus odios a sus descendientes y a sus prójimos. Liberarse de estas pieles a conciencia es muy difícil. Sólo muy pocos son capaces de hacerlo. Las sensaciones y sentimientos de culpa y temor por dejar de pertenecer, de ser y de parecer a lo que con esas pieles supuestamente se adscribe, se es y se parece pesan mucho en la conciencia de los individuos, sobre todo cuando las características de la segunda piel en general se corresponden con sociedades cerradas, poco proclives al cambio y a las libertades individuales en el más amplio sentido. La cuarta piel Voy a referirme a otra piel, a otra coraza o ropaje simbólico que determina o condiciona fuertemente, según los casos, la constitución de la identidad individual con acentuados rasgos totalizantes y autoritarios, tanto o más —según sean las concepciones al respecto— que las que he desglosado precedentemente y clasificado como tercera piel. El orden en que las he presentado obedece exclusivamente a los fines educativos, y no porque se hallen jerárquicamente ubicadas de esa manera. Por lo tanto, bien vale reiterar que constituyen desgloses de la segunda piel. Se trata de las ideas de patria y patriotismo, tal como se conocen en lo que damos en llamar la concepción metafísica de la patria. Por razones prácticas me refiero a esta concepción escribiendo Patria con mayúscula, como hacen quienes la personifican. Si bien esta idea ya se conocía en la Roma antigua, donde es claramente denunciada como un instrumento de dominación de los ricos y poderosos sobre las clases sometidas, la mejor versión legitimadora de esta concepción es la que proviene de la alianza ideológica entre el acervo teológico del catolicismo, el tradicionalismo monárquico, el nacionalismo, los estados sacerdotal y militar y el Estado-Nación. Alianza que llegó a la cima de su poder de dominación sobre las multitudes durante los siglos XIX y XX. El resultado ha sido una concepción etérea de Patria que se exhibe literariamente como expresión adventicia de Dios en la tierra. De ahí que esta piel particularísima tiene un estrecho vínculo con la piel representada por las creencias y prácticas religiosas, en Occidente las de la Iglesia Católica. Asimismo es causa y efecto del surgimiento y vigencia de las ideas nacionalistas, las cuales hallan de este modo una filiación de procedencia celestial. En este sentido la lucha política del buen cristiano en la tierra es considerada por sus sostenedores como reflejo de la lucha entre Miguel y Satanás, o sea entre los ángeles buenos y los ángeles malos. También puede considerarse como la que mejor representa lo que mencionamos como tercera piel. Pongo como ejemplo las exaltaciones patriotistas (permítaseme el término) llamadas fascismo y falangismo en el mundo español, las de los sectores conservadores de derecha de los EEUU con su exclusivismo racial blanco, sus odios raciales y sus metas de dominación mundial. Asimismo pertenecen a ella el nazismo alemán y sus derivas contemporáneas y posteriores a su caída en la Europa eslava. A mi juicio esta piel constituye la peor de todas al concebir la condigna conducta política del cristiano de esta versión como un patriotismo nacido de un supuesto mandato divino de un Dios que antes de “volverse” universal fue un dios local o nacional. Patriotismo de mandato es vínculo vertical descendente. Sin embargo, puede concebirse —y de hecho así ocurre— otro patriotismo, horizontal, basado no en mandatos ni miedos sino en el amor al prójimo descubierto por los propios hombres. Un patriotismo cotidiano de la convivencia práctica que supere las fronteras territoriales, los ejércitos y todo tipo de exclusas que impidan el objetivo más humanista de tener una patria mundial de paz. En suma, una irracionalidad monumental y monstruosa con una estética que ha llegado a alturas sublimes para justificar las peores aberraciones, como ha sucedido largamente en la historia, y con una parafernalia de ritos y fetiches para extender más su influencia y su gravitación conceptual pero fundamentalmente emocional y sentimental en la constitución del yo de millones de robots despersonalizados, o masas, que en cada experiencia histórica de este tipo fungen de rebaños, de claques o de guardias imperiales del César de turno, siempre con supuesto agrado de un Dios paternal que supuestamente se regocija con esos delirios en realidad simplemente humanos, demasiado humanos. Conclusión Los humanos estamos siempre vestidos aun cuando estemos desnudos. Todo nos viene de afuera —y de arriba según algunos. Pero todo se encarna en la piel primera, y lo hace personalizadamente, no estandarizadamente. Cada individuo es un interior para sí, pero es un exterior para los demás. De modo que la primera piel es primera para uno mismo pero es segunda para los demás. La primera piel representa la piel individual con su capacidad de reflejar lo externo como si fuera un espejo, pero también con la capacidad de rechazarlo. Aceptar y rechazar como ejercicio de la voluntad individual libre, sin coerción ni trampas, pero también aceptar y rechazar por errores de conocimiento, por miedo, por cálculo y por engaños. De alguna manera esa piel evidencia las posibilidades y los obstáculos personales para conocer la verdad y la libertad de obrar en consecuencia, y simultáneamente las características del sistema en que cada individuo vive en sentido humano. La segunda piel es la de la cultura preexistente a la llegada de cada nuevo ser humano al mundo, especialmente la de la cultura contextualizadora de cada existencia individual. Las terceras pieles y aun la cuarta son desgloses analíticos de la segunda que se destacan por su desarrollo histórico y su tremendo poder modelador sobre los individuos en los aspectos antes mencionados. Sin embargo, la condición de individuos en el mundo actual no atribuye ni representa un estado de autonomía y auto soberanía, sino espacios residuales de libertad que todavía no han sido expropiados por la cultura, ni por la vida colectiva, ni por los mitos, las creencias y las supersticiones, ni por el Estado, valiéndose del ejercicio del poder, la fuerza, la violencia, el engaño, la mentira, el temor, etc., ni tampoco concedidos desde el individuo cuando la fuerza, la violencia, la mentira y el engaño han sido internalizados y legitimados por éste en su conciencia o sedimentados en su inconsciente. Para terminar, parece que nada cambia y todo cambia. Lo social es esencialmente cambiante, de ahí que la segunda piel registra los cambios producidos fuera de cada uno y sus encarnaciones en cada uno. Los ritmos de los cambios son particulares y situados, por lo tanto variables y fluctuantes. Pero no todos pueden ver los cambios en la realidad total ni todos los cambios en todos los campos de la realidad total son necesariamente visibles ni perceptibles. Algunas personas pueden disociar los comportamientos correspondientes a las pieles particulares de la cultura o segunda piel, y hasta pueden percibirlas analíticamente posicionándose frente a ellas en forma consciente. Pero no es lo habitual. Lo más frecuente es que todas ellas sean percibidas y vividas como un entramado indisoluble, o al menos de difícil separación. Precisamente los que hemos clasificado como representativos de la tercera y cuarta pieles suelen ser muy notorios y visibles en los momentos y coyunturas que llevan a su aparición, crecimiento e instalación. Cuando se presentan situaciones de interpelación o impugnación de aquéllas, los sistemas sociopolíticos existentes se resienten en muchos niveles y lugares con grados de riesgo y peligros muy diversos. La historia lo demuestra acabadamente. Inexorablemente más tarde o más temprano, en forma imperceptible o evidente, para unos sí y para otros no, lo conocido se vuelve extraño y la verdad deja de serlo. Pero una vez lograda una nueva situación de estabilidad lo novedoso se torna paisaje habitual, se naturaliza, y aquello que pudo haberse percibido como pesado, gravoso, rígido, sofocante y temible puede dejar de ser percibido de esa manera. En estas condiciones todo el campo de la segunda piel como producto y espacio simbólico se torna natural para el sujeto pues la lleva tan adherida a sí mismo que se vuelve una única piel. Y así, la condición de humanidad se define desde las circunstancias particulares vividas, porque ya es imposible la conciencia de sujeto frente al mundo. Ya es imposible abstraer lo humano. Y lo humano sólo puede entenderse completamente, como todas las cosas desde sí mismo y desde afuera, nunca por separado. Por lo tanto, si esto está sucediendo constantemente en la realidad hay que indagar constantemente la misma si se quiere conocer algo que ya no es lo que fue hasta hace un rato atrás. Para eso hay que rescatar una y otra vez el sentido profundo del conocer, consistente en destapar lo tapado, abrir lo que estaba encerrado, nombrar lo innombrado, exhibirlo, desmontarlo, desconectarlo y luego volver a armarlo y contextualizarlo. Al hacerlo estaremos mudando nuestras pieles, perdiendo las viejas y vistiendo las nuevas, aunque puedan ser nuevas sólo para uno mismo. ** Carlos Schulmaister http://www.letralia.com/firmas/schulmaistercarlos.htm Docente y escritor argentino (Saavedra, Provincia de Buenos Aires, 1950). Reside en Villa Regina, Provincia de Río Negro. Es profesor de ciencias sociales y didáctica de las ciencias sociales en institutos de formación del profesorado. Además de diversos textos en Internet, ha publicado De la patria y los actos patrios escolares; Los intelectuales. Entre el mito y el mercado y Gestión cultural municipal. De la trastienda a la vidriera. Es columnista de opinión del diario Río Negro (http://www.rionegro.com.ar), de General Roca. ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Las guerras occidentales Álvaro Itzamá *** Primera lluvia de mayo Antonio Álvarez Gil *** Ven, que en mi casa ya no hay fantasmas Linda Sjöquist *** Overland Silvia Hebe Bedini *** Poemas Daniela Wallffiguer Belmar *** Cuentos breves Jorge A. Hernández R. *** Muestra poética del colectivo La Raíz Invertida *** Tinga y sus conocidos Cristina Zabalaga *** Poemas Géyser Daniel López *** El secreto de Greti Schmidt Flor Aguilera García *** Poemas Abel Ochoa *** Bajo la lluvia Jéferson González Gómez === Las guerras occidentales Álvaro Itzamá =========================== Yo sé que se ha congelado la literatura: es el tiempo del miedo Yaxkin Melchy I Nacimos en un huerto solar y la luna se hundió en mi garganta de montaña para siempre vinimos como células devorando células imaginarias y de esta coalición de minerales llegamos a la tierra como un relámpago. La muerte es la confusa torre de Babel en el valle de las palabras en el valle de la ciencia en los valles donde han crecido todos los héroes mitológicos de mi sangre. Venimos de las cataratas y del lodo y del desierto con una estrella sobre la lengua y los vientos adentro de los ojos llegamos solos como 1 estrella y como el viento. Pero sobre todo nacimos en el temor del universo en el cuerpo agitado del universo en el miedo en el miedo de las partículas en el miedo a la soledad de cada partícula que se adhiere se suma y se devora que muere y renace en su soledad de proteína de grasa y de glucosa en este cuerpo que se une y desintegra en los abrazos sobre la cama sobre las nubes sobre el polvo de otros cuerpos solitarios que renacen cuando muero cada noche en el fuego de los sueños. He reencarnado en este país donde mi corazón se agita como el centro del universo donde el miedo nace en cada flor en cada gota de agua caída desde el cielo. Este país donde los animales temen extinguirse como 1 relámpago donde la selva de las palabras se devora todo mientras los fusiles esperan la mañana mientras mis granadas se fragmentan como los frutos de la muerte en el cielo como en la tierra mientras el plomo de mi alma escupe salmos esperando la mañana mientras el silencio se pudre en la boca de los vivos que esperan la mañana mientras el tiempo se pudre en la boca de los vivos que esperan mientras el miedo se pudre en la boca de los vivos mientras los dioses se nos pudren en la boca mientras la espera nos pudre de miedo con el miedo a la guerra a los cementerios a los perros que pasan por la calle miedo a la burla a la humillación a la sangre a las heridas sobre mi cuerpo a las heridas adentro de mi cuerpo miedo a los entierros a los decapitados a descansar en paz en la oscuridad más plena con el miedo a los truenos a los gatos a caernos de la cama en el abismo del sueño interminable a las brujas afilándose los dientes para comerme los ojos al número 13 al número 7 al número 3 al número cero a la nada y al paso del tiempo miedo al tiempo que se detiene en el fin del mundo a los cataclismos a las catástrofes y a las tragedias a los caballos desbocados a las cirugías a los cuchillos a las alturas miedo al desamparo y al extravío al castigo divino al infierno y a la paz infinita del cielo a la voz de dios a la voz de dios a la perfección al fuego a los relámpagos a los espíritus incendiados y a las almas incendiarias a los extraños miedo a lo invisible y a las luces cegadoras de nuestros nacimientos a la incertidumbre y a la vital contradicción del límite a la ausencia del límite para llenar este espacio y este tiempo con definiciones del miedo miedo a la inmediatez de este poema que no dice nada y a su condición de infinito polvo en la memoria de nadie. Todos los argumentos de mi ciencia son para negar el miedo y destrozar la [angustia de no saber nada. Porque mi cuerpo no da explicaciones sobre la angustia de saberme infinito, [con la tranquilidad de saberme finito. Hace 1 siglo un portugués me susurró: “amo infinitamente lo finito” “deseo imposiblemente lo posible” “porque lo quiero todo” Y hoy, esta noche (aquí va la fecha de hoy) lo repito: amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito para siempre. piel de gallina pelos de punta sudor en las manos Los lobos crecen adentro de mis ideas y no puedo detenerlos no puedo cruzar la frontera del sueño y me convierto en el fantasma de la libertad. piel de gallina pelos de punta sudor en las manos Cuando dejé de soñar con brujas mi cuerpo sobrevoló la ciudad eterno y diurno. Pero la noche de sus bocas las estrellas de sus dientes me observan cada noche. piel de gallina pelos de punta sudor en las manos El miedo de una araña cuando se hunde en las profundidades de mi cabeza y en el escusado de mi memoria. El miedo de las ratas cuando las alcanza la mañana y el veneno del mediodía. El terror de las serpientes cuando encantadas por una hembra en el campo mueren. Los murciélagos huyen de nuestra mirada silenciosa y magnética. (No recuerdo el primer día en que tuve miedo. No sé si fue un día de sol o luna). Todo sigue igual. Todo como la noche de nuestra memoria. Todo como el día de nuestro olvido. Todo como la noche que atrapa el cielo con un guante. Todo sigue igual. todo es como el sueño de los guantes negros Con la furia atrapada detrás de la lengua. Con la agitación de un huracán en las aguas de la nada en el más muerto de los mares muertos azotando las manos en el vacío de las palabras. Tienes miedo a la locura universal y a la bestia de tus manos. Al animal rabioso de tu cuerpo que se agita en el cuerpo del tiempo. en el más muerto de los mares muertos Pero todo sigue su curso hacia la boca del miedo. Porque me quedo solo me quedo solo me quedo solo y qué. No hay manera que quedarse solos todo el tiempo con los otros solos que se quedan solos y entonces el abrazo enorme de los solos el fuego enorme de los solos hasta la extinción. *** hipnofobia Eulogio Bañuelos dijo que la jornada ha sido dura, vamos a tirarnos como palos. Y sí, nos tendieron cobijas y petates para acostarnos... pero el sueño estaba lleno de muertos que no dejaban dormir. Y entonces Guadalupe Cisneros nos dijo que a ése nadie lo sepultó. Con el tiempo se secó y el aire lo hacía sonar como un bule. Y entonces iba yo a morir y les pedía que me desataran que me quitaran la camisa mojada y me extendieran sobre el pasto y me sonreí cuando sentí el cielo en la garganta y miré todo con los ojos como para mirarlo todo. *** zeusofobia en el cine acepto 1 mentira como real en el poema acepto 1 mentira como la realidad en el teatro acepto la realidad como mentira en tu presencia acepto 1 mentira: tu sombra es el verdadero monstruo. *** cronofobia La evolución de nuestros miedos a lo largo de la vida: de 0 a 1 años: miedo a todo lo que ocurra de manera intensa y resulte [desconocido, incluidas las personas de 2 a 4 años: catástrofes, tormentas, animales de 4 a 6 años: catástrofes, oscuridad, separación de los padres, fantasmas [y brujas de 6 a 9 años: daño físico y miedo al ridículo de 9 a 12 años: conflictos de los padres, rendimiento escolar, enfermedades [y accidentes el miedo de 12 a 18 años y en adelante: rechazo de mis iguales, rechazo de tus iguales, rechazo universal, relaciones interpersonales, autoestima, mala autoestima, falsa autoestima, ninguna autoestima, no sé cómo comportarme, no sé qué decir, pánico escénico, miedo a que me rechacen, miedo a que los rechace, miedo a seguir creciendo, miedo a quedarme quieto, miedo a la siguiente hora, miedo a que amanezca, miedo a ser inútil, miedo a no saber que soy inútil, miedo a saber que todo esto es muy útil o no, pero me convierto en una bestia fabulosa y ya no pienso, mi autómata interior da las órdenes específicas, las órdenes que necesito para ser igual a los iguales, hasta olvidar que tengo miedo de perderme en el tiempo. *** onirofobia Soñé que estaba muerto y que no moría. Soñé que un amigo construía una ciudad con sus dos manos. Soñé que me soñaba y tu cuerpo se hundía en la cama o en el desierto. Soñé que había claridad en algunas palabras, en algunas estrellas y que un día la gente que habitaba el sueño, tomaba las armas soñadas por otros para destruir una patria que había sido olvidada. La alerta y la reacción son percibidas por la vista y el oído ante algo desconocido o peligroso. Nos cagamos de miedo. Estas respuestas inmediatas que no son una falla, sino una respuesta instintiva, constituyen un sistema de vigilancia y alarma como 1 relámpago el peligro atenta contra la integridad y la preservación de la especie. ** Álvaro Itzamá http://www.letralia.com/firmas/itzamaalvaro.htm Poeta mexicano (Ciudad de México). Ha participado con diseño sonoro y poesía en diversas presentaciones con el colectivo La Sombra sin Miedo (http://lasombrasinmiedo.blogspot.com) en el marco del Recital Chilango Andaluz (http://recitalchilangoandaluz.blogspot.com). También ha editado las plaquettes artesanales son las diez y veinte y Las guerras occidentales, en 2009 y 2010, respectivamente. Publica video, poemas y experimentación sonora en diversos blogs y revistas de México. Ha participado en la producción de cápsulas radiofónicas de literatura en lenguas originarias de México en el proyecto Radio Nómada (http://radionomada.blogspot.com). Actualmente es becario en la disciplina de poesía del programa Jóvenes Creadores 2010-2011 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca, http://fonca.conaculta.gob.mx). === Primera lluvia de mayo Antonio Álvarez Gil ======================= El primer aguacero de mayo llegó de sorpresa la tarde del tercer domingo del mes, justo cuando el cielo parecía mostrar a los habaneros su cara más amable. Fue un vendaval largo y rabioso que rompió la calma de la ciudad y produjo numerosas molestias a vecinos y transeúntes en buena parte de La Habana. A Pietro y María Cristina los sorprendió cuando paseaban juntos por las márgenes del río en el parque Almendares. Entre las muchas cosas que el agua se llevó aquella tarde, la más irreversible fue quizás la ilusión de la muchacha por irse a vivir a otro país. Porque además de atasco en alcantarillas e inundaciones en la zona baja del litoral, el meteórico chaparrón trajo consigo el fin de aquello que Pietro llamó durante varios meses su romance con la chica cubana. Él ya nunca sabrá si sus lágrimas fueron sinceras; pero fueron muchas. Recordará, eso sí, la expresión terriblemente desconsolada de los ojos de María Cristina. En cualquier caso, aquella tarde de lluvia se sintió más ruin y cobarde que en ningún otro momento de su vida. Para ella, habían ido al parque junto al río con el propósito de pasar la tarde cerca de la Naturaleza, caminar un rato bajo la sombra de los grandes árboles y tomarse un helado en alguna de las cafeterías pintadas de colores vivos que existían bajo la arcada del puente. Quizás el parque Almendares sea uno de los sitios más idóneos en La Habana para que un respetable empresario extranjero vaya a solazarse con una joven prostituta cubana sobre la hierba de las márgenes del río, al amparo de una floresta siempre ardiente y acogedora. Pero no aquella tarde, que en realidad era la tarde en que Pietro había decidido poner punto final a una aventura que ya parecía haber durado demasiado. La había invitado a salir para tratar de cortar serenamente, terminar en paz lo que había comenzado en paz un inolvidable día de frustraciones y rencores. Esta vez, a diferencia de otras, caminaron en silencio hasta uno de los sitios más despoblados del parque. Entonces decidieron sentarse. Acababan de ocupar un sitio sobre la hierba hirsuta, junto a un inmenso algarrobo, cuando los pesados goterones comenzaron a desprenderse del cielo y caer furiosamente sobre ellos. Un fuerte vaho a tierra húmeda se levantó en el aire, y Pietro se puso inmediatamente en pie. María Cristina, sin embargo, permaneció sentada, mirándolo sonriente. —Nos vamos a mojar —dijo él. —Eso trae felicidad —replicó tranquilamente la muchacha. —¿Por qué? —preguntó Pietro sorprendido. Entonces ella le contó que en Cuba existía la creencia de que mojarse con la primera lluvia de mayo era beneficioso para la salud. A él aquello le pareció un mal presagio para sus intenciones, pero insistió en que no debían mojarse y, tomándola de la mano, la condujo hacia una garita que se levantaba en los límites del parque. La garita era muy pequeña y parecía estar en desuso desde hacía tiempo. Pietro se sentó en el suelo y María Cristina ocupó un sitio a su lado y quiso iniciar una caricia. Él esbozó un ademán de rechazo que pretendía ser cortés, pero que ella interpretó correctamente como una señal adversa. Pietro no tenía el menor propósito de ofender su amor propio; la respetaba pese a todo, además de que se sentía agradecido por los buenos momentos que habían vivido juntos. De nuevo se reprochó por su torpeza y su falta de carácter. Su intención había sido la de terminar con todo de una forma delicada, charlando amistosamente en este paisaje idílico a la sombra de los grandes algarrobos que crecían en las cercanías del río. Pero había comenzado a llover y todo el mundo se había dispersado corriendo bajo los árboles, metiéndose en cuanto agujero existía en las instalaciones del parque. Ellos, sin que Pietro se lo hubiera propuesto, habían ido a parar a aquel estrecho refugio que se alzaba en los confines del territorio. Ahora estaban allí, replegados el uno sobre el otro, viendo caer el primer aguacero de mayo a través de la alta ventanilla de la caseta. Invadido por una ternura irresistible, Pietro tomó su pañuelo y comenzó a secar el rostro de la muchacha, que se había empapado en la carrera hasta la garita. Entonces ella se lo arrebató de la mano y, con movimientos no exentos de sensualidad, se puso a realizar la misma operación en la cara de su hombre. Mientras lo frotaba suavemente, lo colmaba de mimos y cumplidos. Al sentir los dedos de María Cristina acariciándolo a través de la fina tela del pañuelo, él no pudo evitar que una ola de placer lo arrastrara hacia una rápida y soberbia erección. Ella lo notó al instante, y abriéndole rápidamente la bragueta, introdujo la mano y la sacó acompañada del miembro viril de Pietro. Éste ya había comenzado a ascender por la espiral de la felicidad, cuando de repente recordó por qué había venido a este parque. Entonces experimentó una vergüenza inmensa, un acerbo malestar que lo hizo sentirse súbitamente frío y cansado. Y una caótica madeja de pensamientos enrevesados cubrió como una nube su cerebro, llevándose de nuevo hacia el interior de su bragueta todo lo que se había despertado en él. —¿Qué pasa? —preguntó María Cristina sorprendida. Pietro no contestó inmediatamente. La contempló un instante largo y la vio tan tierna y cercana, quizás tan llena de ilusiones, que sintió un afecto casi paternal por ella. María Cristina, casi una niña allí a su lado, alimentando quién sabía qué sueños de muchacha de pueblo, convencida de que recorría la distancia que la separaba de ellos, ya casi a sus puertas. Pietro estuvo a punto de ceder al impulso de unirse una vez más a ella y decirle allí mismo que sí, se casarían, se la llevaría para Italia y vivirían juntos y felices por los siglos de los siglos. Estuvo a punto, pero supo detenerse a tiempo. —¿Qué sucede, Pietro? —insistió ella—, te has puesto extraño. ¿Te sientes mal? —No, mi amor, disculpa. Es que no puedo. María Cristina intentó reanimarlo con caricias, pero él apartó su mano. Entonces ella se recostó a la pared de la garita y elevó las rodillas hasta la altura de su barbilla. Así quedó, en posición fetal, como esperando el golpe, que no tardó en llegar. —Perdona, María Cristina, pero esto se tiene que acabar. La muchacha no dijo nada. Siguió en la misma posición, la mirada fija en la pared cercana, el rostro sombrío, cada vez más tenso. De pronto comenzó a sollozar. —Perdona, mi amor —repitió Pietro, intentando pasarle el brazo sobre los hombros. Ella se lo quitó con una sacudida brusca y se encogió aun más. Él continuó el monólogo: —Es que tengo que regresar a Italia y no veo cómo arreglar esto. Sabes que soy un hombre casado y nunca te lo he ocultado. La verdad es que siempre me ha preocupado este momento, pero tenía que llegar algún día. Te juro que para mí resulta tan duro como para ti; pero, de veras, no sé. Si tú conoces algún modo, dímelo, por favor. Ella seguía en silencio, había comenzado a llorar y sus lágrimas resbalaban por sus mejillas e iban a perderse en algún lugar sobre la tela de su falda. —Oye —dijo Pietro—, di algo, por favor. Dime algo, cualquier cosa. María Cristina levantó la cabeza y mirándolo directamente a los ojos dijo: —Hijo de puta. Y poniéndose bruscamente en pie, salió disparada de la garita. Pietro la vio alejarse bajo el aguacero y tuvo la intención de partir tras ella. Pero le faltó voluntad. En lugar de hacerlo, permaneció parado en el umbral hasta que la muchacha se perdió de vista tras un recodo del camino. En ese momento sintió un profundo deseo de echarse él también a llorar, aunque en definitiva se contuvo. Entonces se sentó en el suelo y se quedó allí muy quieto, mirando caer la lluvia a través del vano de la puerta. (“Primera lluvia de mayo” forma parte del libro Nunca es tarde, que en 2005 recibió el Premio Internacional de Narrativa Corta Generación del 27, en España). ** Antonio Álvarez Gil http://www.letralia.com/firmas/alvarezgilantonio.htm Escritor cubano-sueco (Melena del Sur, Cuba, 1947). Vive desde 1994 en Estocolmo, Suecia. Su obra discurre de manera paralela a su vida, y refleja los conflictos y avatares de su pueblo, tanto en la Isla como en su ya largo peregrinar por el mundo. Por ella ha merecido varios premios internacionales de cuento y novela. Sus últimos libros publicados son Perdido en Buenos Aires (premio Vargas Llosa de Novela en 2009) y Callejones de Arbat (Terranova Editores, 2012, Puerto Rico). Tiene una página personal en http://alvarezgil.com. === Ven, que en mi casa ya no hay fantasmas Linda Sjöquist =========== * Todo el mundo dice que regrese a mi casa. ¿Pero cómo hago para llevarme mis cosas? Si en tu cabello no caben los muebles, ni en tus brazos cabe toda mi ropa. ** Vivo tan rápido que siento la muerte cerca. Que un día despertaré con las manos arrugadas —y los pechos caídos, que voy a balbucear tanto —y a decir las palabras tan mal, que mi lenguaje se transformará en un eco inentendible, en un maullido de gato desatendido. *** Yo te amo a través de tu idioma, en tus besos escritos y tus palabras divididas. Amo el recuerdo falso de tenerte en mi cuarto, de existir apenas en frase de “buenos días”. Ni siquiera sé cómo pronunciar tu nombre, no te he besado ni me he despedido de prisa. Hay un “hola” que se tumba en mi casa, y un “adiós” que de repente se olvida. **** El 25 es un número de corazones una mitad falsa, un anuncio de llegada un beso suave en la mejilla de tu fotografía algún rastro de intensidad juvenil Es la costa de aguas intranquilas la frialdad del regreso impertinente el sabor de una dulce despedida ojos de miradas ausentes ***** A veces despierto y me doy cuenta de que está lloviendo en mi cuarto, de que las gotas se van dividiendo y las corrientes van filtrándose en las paredes. Los saludos se despiden, saludan los adioses, y a veces siento que es una pesadilla pero no, no lo es. Así es como llega la tristeza, azul y falta de respeto, hermosa e imitativa. ****** Ay, que me duele el ojo, y el dolor me va recordando que estoy triste, y la tristeza me va diciendo que anoche no debí ir a esa fiesta donde tal vez te encontraría, y que la fiesta me recuerde que hablé con mis amigos de cosas que no debí haber dicho, y que esas cosas tal vez hagan que la gente deje de confiar en mí, y que la confianza se me cayó del bolsillo un día mientras me montaba en un bus, y que en un bus hace tiempo me abrazaron como para no soltarme jamás, y que al final me solté yo por andar pendiente de un pintor que se creía poeta, y que al final los poetas solo son un torbellino de palabras, y que las palabras le llegan a uno por tantas bellezas blancas, y que en verdad yo amo tanto que no sé a quién amar primero, y que el amor al final no me importa porque me duele el ojo y no debería seguir escribiendo. ******* Y aquí voy, prendiendo ya el segundo cigarro a pesar de saber que me mareará, y lo espero en una esquina gris donde pasan los autos sin mirar hacia arriba, apoyo el pie en la pared cuando me olvido de ser buena ciudadana y cruzo los brazos porque mis manos son feas —al igual que mis pies—, en realidad no sé qué decirle, ni siquiera sé si saludarle o no, solo sé que se dice te amo para evitar el adiós y cuando eso es al revés ya no tiene sentido. Yo me niego a ser fantasma, a ser la tercera de gatas tristes, yo prefiero que me importe nada para así ser feliz por todo. ******** Decidí ponerme un vestido corto a ver si así enamoro a la soledad. Viajo a Brasil todos los días me dói quando tenho de voltar. ******** Anoche soñé tanto que no recuerdo haber dormido ********* I Camina conmigo, amor, en este viaje de árboles muertos y reencuentros blancos. Asómbrate conmigo mientras nos vamos quedando sin pies y sin manos que tomar. Abre la boca mientras nos consume la muerte, y asómbrate conmigo mientras se nos va cayendo la ropa, sin chance de siquiera mirarnos desnudos. II Me llegó de repente tu muerte, en el segundo que sentí un apagón en los ojos. Eso pasa, eso pasa, se va poniendo vieja la mirada por el cristal que atraviesa la ausencia. Se va rompiendo la ventana en la cabeza, me van rayando el piso y arrancando la piel. La ausencia nos besó en la boca y nos fuimos hundiendo. ** Linda Sjöquist http://www.letralia.com/firmas/sjoquistlinda.htm Cantautora y poeta venezolana (Maracaibo, 1992). Estudiante de letras hispánicas en la Universidad del Zulia (LUZ, http://www.luz.edu.ve). === Overland Silvia Hebe Bedini ====================================== Mariel no sabe cuántas veces más caminará esquivando manchas en las veredas de esas cuadras melancólicas de la avenida Overland, las que la llevan del gimnasio a su casa. Faltan pocos minutos para que deba transitar esos pocos metros que no pertenecen ni a su barrio ni a la ciudad porque huelen a cementerio y mezclan irreverentemente modernos edificios, palmeras tropicales y lúgubres institutos geriátricos para enfermos terminales. Sin nexos ni transiciones, tan sólo el cambio de olor en el ambiente. Mariel cruza la avenida Venice y suspira. No, todavía no. Aún quedan dos cuadras de flores, portones de vidrio espejados y el negocio que vende motos Harley Davidson y autos deportivos de colección. Pero ya las ve, ahí adelante; la esperan. Y no puede evitar enfocar la mente en esos conocidos y odiados dos por dos metros de suelo que huelen a cadáver hecho líquido y que desde hace exactamente ocho años intrigan su curiosidad y despiertan su olfato. Esa mancha viscosa que no deja de ser viscosa ni de ser mancha, saliendo como un río asustado desde la puerta de un garaje aparentemente usado como depósito y cerrado con una cadena y un candado oxidado. ¿Cómo ignorar esa mancha que le grita a sus pies que se corran cada vez que Mariel pisa esas baldosas? La mancha no es roja, no es sangre, no es algo definido, pero claramente significa para Mariel una vieja pero nunca cicatrizada muerte. Nunca nadie le ha dicho que la vida se vuelve roja al tornarse muerte, pero el olor, el olor a ser humano desapareciendo de sus tejidos, es algo que Mariel alguna vez olió y jamás podrá olvidar. Inconfundible, único, exactamente igual al olor de esa mancha. Un envoltorio de un chocolate Snicker ocupando territorio sobre esa mancha la distrae, aunque no tanto como el cercano container de basura de donde ese papel seguramente escapó. Está lleno, rebalsa, se suma a la no pertenencia de un barrio que suele esconder sus restos. Otras malditas dos o tres cuadras y por fin llegará a Ironas Street, en donde abandonará la arteria para meterse por dentro de las venas tranquilas del barrio y perder la vista en las casas costosas y de buen gusto. Mariel tiene una costumbre: tocar las plantas y las flores que se ponen al alcance de sus manos cuando camina por Los Angeles. Las toca a todas, hasta a las rosas, sin dejar de caminar por ello. En su espalda, la mochila pesada con sus zapatillas, ropa para el gimnasio, toalla, shampoo, desenredante, jabón, llaves, candados, botella de agua, MP3 y cuanta cosa hubiese decidido cargar ese día, enlentecen sus pasos a medida que el tiempo pasa. Carga tanto peso en su espalda que de poco o nada le sirven los ejercicios de relajación que religiosamente ejecuta antes de la ducha que la devuelve al mundo y la prepara para volver a su casa. Pareciera, por su actitud resignada cada vez que acomoda su mochila para evitar contracturarse, que no puede deshacerse del hábito de cargar pesos muertos en su espalda. Pero esos pesos muertos no huelen, el olor a cadáver ya ha quedado atrás, pegado a esa mancha de dos por dos metros en una sucia vereda de la avenida Overland. Mariel escribe mientras camina, escribe en un cuaderno de tapas amarillas que le costó 99 centavos; y su letra es ilegible. Nunca nadie le dijo que no se escribe cuando se camina, si bien de todos modos, aun sabiendo que no es aconsejable, de sentirlo así, como pareciera sentirlo ahora, Mariel no dejaría de hacerlo. Y ahora parece que a pesar de no entender su propia letra, desde sus recuerdos de lo escrito, quiere transformar este relato en un cuento. Claro que caminando, cargando una mochila pesada, no encontrándole un conflicto central a todo lo escrito y no reconociéndose en su propia historia, no hay nudo que se le aparezca. Y para colmo las motos y los autos, y los perros ladrando ansiosos al pasar Mariel cerca de las casas, y el sol de California que pica y ella que se rasca. Faltan sólo dos cuadras para llegar a su casa, y allí ya no será Mariel sino Silvia, pero ahora aún lo es y por eso se propone un cuento con firmeza, lo intenta. Un cuento de dos cuadras. Vamos, se dice, algo tiene que salir, algún puto microcuento de esos que sentada en un café perfila en cinco minutos. Piensa, putea, se empecina en lograrlo, y entonces se frena y se da cuenta. Parada en la intersección de las avenidas Palms y Glendon, Mariel se da cuenta. Es ella. Ella es el nudo. Ella es cada una de las letras ilegibles plasmadas en el cuaderno de 99 centavos. Ella es la piel a la que el sol de las tres de la tarde de Los Angeles quema. Ella es la que teme a la muerte que la invade en esos dos por dos metros de vereda en la avenida Overland, la que busca hacer de sus catarsis un cuento, la que escribe cuando camina porque ciertas tardes necesita no ver el mundo que la rodea. De repente sonríe y vuelve a caminar mientras mueve su muñeca derecha dolorida de tanto ser forzada a escribir sobre un cuaderno sin base firme, y trata de relajar su mano izquierda obligada a crear esa base. Una nueva esquina: Woodbine y Glendon. Mira alrededor y el cielo se le mete en los ojos. Hay mucho cielo, está cubierta por un cielo celeste virgen de nubes, un cielo que se deja admirar sin edificios grises invadiendo su influencia pero que admite ser observado desde debajo de un árbol con flores ya secas pero de colores brillantes. Mariel mira al cielo, mira al árbol, pero los mira con arrogancia penetrándolos con su mirada, para descubrir entonces que hay tiernas líneas blancas en el celeste profundo y que aquello que parecía ser flores secas en realidad son frutos asomando. Y allá lejos quedó el olor a muerte, ese espacio eternamente pegajoso de dos por dos porque ahora el cielo con su celeste casi azul y su ternura blanca, y los frutos asomándose a la vida y la colina en donde está apoyada su casa, la casa en donde aún vive pero a la que ya no por mucho tiempo llegará con su mochila cargada de recuerdos del pasado. El ascenso hacia su colina ya no le cuesta, lo disfruta, es parte del camino y de la llegada (por fin), piensa. Y curiosamente, su letra se torna clara... ...al mismo tiempo que decide cambiar su próxima ruta para ir y volver del gimnasio. Y dejar su seudónimo atrás, pegado a esa mancha pegajosa que apesta pero que no se define. ** Silvia Hebe Bedini http://www.letralia.com/firmas/hebebedinisilvia.htm Médica pediatra y neuróloga infantil (Buenos Aires, Argentina, 1967). Reside en Los Ángeles y es escritora. === Poemas Daniela Wallffiguer Belmar ================================ *** ¡Yo me comprometo, y me comprometo! Siempre y cuando Tu soledad duela tanto como la mía Y ya lleves mil noches sin hacer el amor, Y recuerdes amargamente un cariño malo de vez en cuando, ¡Yo me comprometo, Y me comprometo! A aceptar tu madurez que cuelga bajo la ingle, La intolerancia detrás de cada tosecita, El calor violento de una juventud combativa, Esa que con vino y vodka Se aplaca, Pero no se acalla. Que pasan los años, Pero tus ojos lascivos, Miran intensamente Las piernas suaves Que aún me acompañan. Me comprometo, A bailar en las noches de angustia eterna, Para juntar sentido cuando ya no lo exista. ¡Me comprometo! A dar confianza entre una luz de una vida resuelta, A cambio de tangos tristes Cargados de pasión insatisfecha. Quizás cuantas noches seguras despreciaste A cambio de esta incerteza digna, La verdad es que está al alcance, Pero son pocos los que cruzan el río Sin importar la asonada Que viene cuando se sigue el deseo. Se deseó ese instante, Y quedó entre pasillos, La experiencia rica de ser admirado Eternamente Bajo faldas más y más Juveniles. *** Insomnio I y el suelo nocturno sudado de zapatos cansados, testigo de múltiples historias contadas ninguna vez. la naturaleza de una quietud letal, aguantando siempre la exhalación, cuando experimenta sordos pasajes en el alma. uno que otro grito áspero, que es alcanzado por un aullido y otro, mientras, desvelada en mi cama pienso en que Historia amable-furtiva-fugaz se cree mi nena. *** El emperador Te buscaba por eternidades, Entre el glaciar y la pampa ondulante, Refugio de vida itinerante y milagrosamente penetrante. Estabas en lugares comunes entre el plumón y el tinterillo. Mas creía que tu silencio era hidalguía y profunda admiración A la verdadera sabiduría. Tu silencio delataba tus dientes apretados mostrando la diestra que sujeta tu cinto de castidad. Y tu báculo, era el saber entre cuatro paredes Entendidos por mí y solo por mí, Pecado hedonista al saber por saber. Tu trono era el compromiso adquirido por años de años, Y tu juventud no delataba tu paternidad temprana, Tú, misterio y testimonio de tantas vidas Tenías en un instante, el bello regalo de la admiración secreta Y del amor más puro que había sido arrebatado Por aquel que pretende ser salvador de almas nostálgicas. Tú, perro fiel y guardián de un compromiso lacónico Comprendí que tu hidalguía, Es refugio endeble de tentaciones burdas Y un rincón tortuoso para llorar Las veces que el amor se te presenta A modo de tormenta En realidad es la oportunidad bella y milagrosa Que gimes en noches de luna, Para volver a vivir lo que significa la vida. Pero tú eres un emperador Y si la pena te invade, Irás a la torre a llorar Cada tormenta que te trae noticias De una eventual felicidad. ** Daniela Wallffiguer Belmar http://www.letralia.com/firmas/wallffiguerbelmardaniela.htm Escritora chilena. Licenciada y profesora de estado en historia y ciencias sociales, magíster en historia de América de la Universidad de Santiago de Chile (http://www.usach.cl). Ha publicado artículos referentes al género sobre el matriarcado, historia y otros temas en el portal La Revelación (http://www.larevelacion.com). Además escribe ensayos, crítica literaria y cinematográfica, cuentos de ciencia ficción y poesía. Actualmente trabaja como profesora y realiza investigaciones referentes al género y sexualidad. === Cuentos breves Jorge A. Hernández R. ============================= *** Apocalipsis Era el armagedón: acababa de nacer. *** Premonición A medianoche la soñó. Cuando amaneció había muerto. *** Deserción La esperó desde que supo que existía. Cuando llegó no quiso acompañarla. *** Aserto En cuanto les afirmó que el poder envilece, le negaron su apoyo. Cuando los tiranizó, olvidaron a la oposición. *** Hombre de Dios Como ateo compartía sus bienes con el más necesitado. Como seglar, su pan con el hambriento. Como beato, no visitaba iglesia alguna para no dar contribución. *** Sacrificio Despertó con la erección más grande que había tenido en su vida; se volvió hacia el altar para exculpar sus pecados; y se santiguó despacio. Aunque, a decir verdad, no había problema. Dentro de poco llegaría el monaguillo que preparaba el altar para la misa de seis. *** Premio Año a año, mes a mes, y semana tras semana, hurgaba en los periódicos en busca del listado de premios de la lotería. Quería, según dijo, conocer la frecuencia del número ganador para el día en que pudiera comprarse un boleto. *** Hombre de bien Cuando pequeño su madre le inculcó que para ser hombre de bien había de trabajar duro. Cuando adolescente, sus maestros le enseñaron cómo hacerlo. Cuando adulto, sacrificó todo por ello. Y un día, la gloria llegó. Pero entonces apareció la muerte y se lo llevó sin nada. *** Sueño americano Partió hacia el norte a tentar a la suerte para que a su mujer y a sus hijos nunca les faltara nada. Cuando regresó tenían todo. Ella combatía las horas de hastío con amantes furtivos. Y sus hijos, a falta de noray alguno donde atracar, navegaban perdidos en la ciénaga del vicio. *** Honor Una madrugada, en la cima de la gloria, su mujer lo llamó con otro nombre. Tres días después, en la sima del infierno, supo de quién se trataba. Y una noche lo encontró. Pero entonces, en tanto el hombre clamaba su inocencia, se arrodilló frente a él, le entregó su pistola y le suplicó en nombre de Dios que lo matara. *** Ocupación Llegó a la delegación, a las tres de la mañana de una noche de tormentas, a suplicar que la ayudaran. —Me robaron el carro —dijo. Fue el día en que pasó a recogerlo, tres meses después, cuando contó de qué se ocupaba. Desde niña, mediante una bola de cristal y un mazo de cartas, adivinaba el futuro. *** Sangre azul Cuando pequeña, abrazada a sus muñecas y a las pesadillas de la noche, soñó para sí con un príncipe de historia. Cuando adolescente, excitada con los insaciables cambios en su cuerpo, se enamoró de él. Cuando adulta, al par que rechazaba amores persistentes y se derretía en la fría soledad de sus urgencias, lo esperó incontables madrugadas. Y un día llegó. Pero entonces, mientras le abría la puerta, se enteró de que la espera le robó lo que tenía de princesa. *** Indulto Condenado a pagar con su vida por un delito que nunca cometió, echó mano de sus pingües recursos y pregonó a los cuatro vientos su inocencia. Y un día lo logró. Pero entonces, para sorpresa del tirano que lo condenó y de los guardias que lo escoltaban hacia el cadalso, suplicó en Nombre de Dios que lo mataran. No quería, según dijo, vivir con la aprensión de que por su culpa, el día de su ejecución, el verdugo se había acicalado sin motivo. ** Jorge A. Hernández R. http://www.letralia.com/firmas/hernandezrjorgea.htm Escritor salvadoreño (El Triunfo, Usulután). Licenciado en contaduría pública. Es autor de El muerto y otros cuentos (Colección Juegos Florales, Dirección de Publicaciones e Impresos de Concultura, 1998) y La iguana verde y otros relatos (col. Juegos Florales; Concultura; 1998). === Muestra poética del colectivo La Raíz Invertida ======================= El colectivo literario La Raíz Invertida fue fundado el 21 de octubre de 2010. Aparece gracias a la preocupación de cuatro poetas jóvenes colombianos (Jorge Valbuena, Henry Alexander Gómez, Jenny Bernal y Hellman Pardo), por el cuidado del lenguaje y el reconocimiento de la tradición literaria colombiana, latinoamericana y universal. Tiene como objetivo propiciar espacios en los que se genere un continuo diálogo desde la creación literaria y la lectura, donde la memoria sirva como punto de partida en la apropiación y afirmación de la identidad cultural, considerando a la palabra como instrumento, voz, legado y entidad perdurable. Desde el Festival de Poesía y Narrativa Ojo en la Tinta y la Revista Virtual de Poesía La Raíz Invertida se busca el rescate y la promoción del trabajo de escritores de diferentes latitudes y generaciones. *** Jorge Valbuena Escritor colombiano (Facatativá, 1985). Licenciado en humanidades y lengua castellana en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (http://www.udistrital.edu.co). Su primer poemario, Presos, recibió el Premio Departamental de Poesía de Cundinamarca. En 2008, Los arados del parpadeo obtuvo el Premio de Poesía Surgente. Su obra Péndulos obtuvo el Premio Bonaventuriano de Poesía, 2010. Realiza una maestría de literatura latinoamericana en Quito, Ecuador. Rumor del alfarero Buscar la lluvia Bajo piedras remotas Con las gotas que permanecen Aferradas a la orilla Labor de hielo entregarse a los cauces Siendo a la vez sequía y nacimiento El temor que nos despoja Sabemos que bajo las lámparas Duerme la oscuridad encendida Es parte de su arrullo dejarnos respirar El vaho de su alivio Las noches danzan y agonizan El silencio es la música que alcanza nuestro polvo El de los labios enterrados y remotos El de las manos que predicen un rumor de tempestad El de los pies que aprendieron a caminar Aferrados a su sitio La danza del caído El olvido se ha puesto como bandera de cordura en el filo del abismo los que miramos al fondo los que hemos vuelto de él sabemos que en el filo tan solo la certeza de nuestra heredad tiene la capacidad de gobernar sobre el silencio. Lo olvidamos cambiamos de voz y de piel y al anochecer nos aturdimos con nuestras tumbas abiertas. Tarda el hueso en roer su soledad las pisadas ahogadas en el fango el caracol cargando su cueva. Nunca el cordel de la mirada eterna que despliega su cansancio en el filo de los días nunca el ayer tallado en su presencia vuelve a nacer llevando la premura de ser el fondo de la vista la mirada inconclusa al precipicio el tiempo que interrogan las ausencias siendo la honda de nuestro propio vértigo la danza lívida de las caídas. Sahumerio El humo hace su ronda paciente La acostumbrada estela que evoca sus candiles Inunda lo que queda de sombra En el recodo del camino Alfarería remota donde duermen Los candelabros encendidos Toda su arcilla de noche Brotando en el silencio *** Jenny Bernal Poeta colombiana (Bogotá, 1987). Gestora cultural y cofundadora del Festival de Narrativa y Poesía “Ojo en la Tinta” (http://ojoenlatintafest.blogspot.com). Actualmente coordina la sección de literatura de la revista Contestarte (http://contestarterevista.blogspot.com), de la Universidad Nacional de Colombia (http://www.unal.edu.co). Sus poemas han aparecido en diferentes revistas virtuales e impresas de México, Chile y Colombia. En 2011 publicó en la antología Raíces del Viento: cinco poetas jóvenes colombianos, de la editorial Cuadernos Negros. Es miembro del colectivo literario La Raíz Invertida (http://raizinvertida.blogspot.com). Sobre los oficios Incluso para ser mendigo hay que conocer bien el oficio saber cuál es la esencia de su infortunio buscar de los callejones el mejor espacio para resguardarse del frío reconocerse un ser vulnerable; vestir su fragilidad de trapos viejos ver en la mirada del otro un espejo de sus miserias. Incluso para amar hay que conocer bien el oficio saber cuál es la esencia de su infortunio buscar de los callejones el mejor espacio para resguardarse del frío reconocerse un ser vulnerable; vestir su fragilidad de trapos viejos ver en la mirada del otro un espejo de sus miserias. Incluso para olvidar, perdonar... hay que conocer el oficio. La casa Bienvenido a esta casa su casa aquí se respira el frio hiel de ese aliento ausente. Bienvenido a esta casa de enojos y lágrimas siéntese donde sus pasos se agoten donde su piel se seque. La casa ha cambiado un poco —usted perdone— pero he evitado pintarla para que las grietas del tiempo le regalen un poco de ese matiz familiar. Es la misma casa no se asuste esa misma que construimos hace tiempo esperando estar lo suficientemente solos para habitar en ella. Último credo A ver quién baña primero de bálsamo sus manos y extiende sus ojos para abrazar estrellas. ¿Quién canta hasta balancear las caderas del viento? ¿Quién acelera sus pasos hacia senderos de bruma? ¿Quién enciende velas en mitad de la noche? A ver quién aguarda un último suspiro propaga la luz y apacigua de la llama el calor. Oráculo de eros Majestuosas se abren las hojas bajo cada una de sus silentes pisadas. Él es un inmenso instante y sus ojos destello, aire cálido sabe que es la tarde y no la noche su morada por eso extiende sus escamas antes de oscurecer y reviste el fuego con sus manos Es su piel sus labios sus brazos la caligrafía completa del papiro del deseo la llave a la contemplación misteriosa el oráculo de Eros. *** Henry Alexander Gómez Escritor colombiano (Bogotá, 1982). Licenciado en ciencias sociales por la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (http://www.udistrital.edu.co). Gestor cultural, es fundador y director del Festival de Poesía y Narrativa “Ojo en la tinta” (http://ojoenlatintafest.blogspot.com). Obtuvo un accésit del Concurso Nacional de Poesía “Si los leones pudieran hablar” (2008), organizado por la Casa de Poesía Silva (http://www.casadepoesiasilva.com). Sus poemas aparecen en las muestras de poesía Piedras en el trópico (2011) y Raíces del viento (2011). Se desempeña como promotor de lectura y escritura en la Red Capital de Bibliotecas Públicas de Bogotá (BibloRed, http://www.biblored.org.co) y hace parte del colectivo literario La Raíz Invertida (http://raizinvertida.blogspot.com). En 2011 publicó el poemario Memorial del árbol, premiado en el IV Concurso Nacional de Poesía Obra Inédita. EN ALGÚN lugar el asesino se resguarda y aprieta el puñal. Su piel se descompone en un aleteo de pájaros nocturnos. Un cuerpo sin vida es la cicatriz de una calle, la oscura libertad de la noche. *** EN LA LENGUA suelta de la noche el gato, impenetrable, atisba la locura. *** CONTRA LA ventana un pájaro se da un golpe certero. Bebe la sed de su alarido. Aquieta sus alas. Yo me aferro a su recuerdo mientras olvido la transparencia del agua, como una cicatriz que da vueltas por el mundo. *** LA NOCHE ha llegado, por fin, a su estado más sólido. Intentamos descifrar una palabra y sin embargo, todo lo ha ofrendado la herrumbre de las cosas. La escritura pende del hilo de sangre de la tierra: sílaba de viento, luz aniquilada. Ahora, ya nada puede condenarnos. *** Hellman Pardo Poeta colombiano (Bogotá, 1978). Ganador del Premio Nacional de Cuento Corto de la revista Soho (http://www.soho.com.co; 2009), del Premio Nacional de Poesía Eduardo Carranza (2010) y del Premio Nacional de Poesía Casa Silva (2011). En 2011 obtuvo una Beca a la Circulación Internacional de Creadores, concedida por el Ministerio de Cultura de Colombia (http://www.mincultura.gov.co). Ha publicado La tentación inconclusa (Común Presencia Editores, http://comunpresencia.blogspot.com; 2008). Ha sido coordinador adjunto de Creación Literaria en la Red Capital de Bibliotecas Públicas de Bogotá (BibloRed, http://www.biblored.org.co). Actualmente dirige el taller Relata (http://www.mincultura.gov.co/?idcategoria=24793) en la ciudad de Fusagasugá. El falso llanto del granizo I Me enamoré alguna vez de una mujer con los pechos recién ungidos Era el tiempo de la guerra Ella recogía esparto en estaciones violentas y yo veía crecer dos o tres caídos sobre la hondura del agua La noche en que durmió el búho cetrero un estruendo levantó las tapias y la trepadora que ascendía hasta los tejados dejó su rastro a los pies de las bisagras Nuestra casa una pluma en la memoria ¿Con qué adobe está hecha su voz que aún se oye por el derruido cielo raso? II Es la lágrima del ángel que se hunde entre las losas o son los muslos de la muerte trenzando su sudario Hay un latido sordo un galope súbito en los azulejos del alma ¿Bajo qué baldosa ofendida encontrar su eco de ceniza y espanto? III Me enamoré alguna vez de una mujer con los pechos recién ungidos en tiempos [de guerra Su piel de araucaria se vino abajo con los muros que construimos Mientras veía desatarse el indómito fuego y el falso llanto del granizo Elementos del desterrado I Para qué darte el agua si desboca su barbarie entre los bosques y sobre las casas sostenidas de guaduales. Llueve una lluvia y dos lluvias y todo es una desmedida llaga desastre y bruma, congoja y páramo. Todo está quieto. El lodo pesa como un cansancio de lo ya vivido mientras los hombres escalan los tejados. Del álamo caen las cepas más bajas y son los brazos empotrados sobre el pueblo. Calle abajo fluye un río. II Para qué darte la tierra si se desliza como un oscuro nacimiento y todo es un desbarrancadero entre las chozas. A qué nombrar los pies andrajosos después del temblor, la sangre y las cenizas. Para qué ese largo galope, ese estremecimiento si todo es más pesado en las suturas de sus manos. Ciudad abajo emerge la zozobra. III Para qué darte el fuego si es una herida abierta en medio de la nada que consume la vereda fértil, la cordillera. Traspasa el follaje desollando con su hambre los pastos solitarios. No preguntes por su fulgor, por su luz de extraña ira si es tan sólo un desarraigo del olvido. Oscura brasa a la espera de los olmos, se dispersa y todo calla, todo se enarbola. Por el sol apenas se difuminan los pájaros. Selva abajo se calcinan las catalpas. IV Para qué darte el aire, el viento, si es una fragua que redobla las cosechas. Para qué esa fuerza de grises y despojos si también de amor se caen los membrillos. Higuera abajo se desploman las hojas. V ¿Y el amor? Esa muerte que flaquea sobre un cuerpo desnudo más allá del pudor y la reserva. Noche aciaga que recuerda su plumaje entre mis manos, su breve silencio de hojarasca. El amor es un relámpago cansado la gran boca que devasta las estaciones. Los hombres son sus aguas su cauce y su diluvio. Viento de abril A Amparo Osorio El viento, ese antílope que rumia corazones Camina por el estribor de nuestras pieles Y deja con su voz aplacados los cedros, La vereda fértil, la cordillera. Se deshojan sus tibias manos Alcanzando las últimas horas de los días En que dejamos de ser este pedazo de hombre Y nos volvemos suyos, desamparados. Cuando vamos de un lugar a otro, cuando somos Solo la herrumbre de la vida Y sentimos cómo nos limpia el cuerpo Y abandona su mundo para poder lograrnos El viento, ese fuego que consume nuestros rostros Nos hace saber que estamos vivos Y que nunca abandonará la faz de la tierra. El viento, blanca sombra del día y de la noche. Oleaje Para qué callar Tanto silencio arrepentido, Tanto amor a la deriva. Bajo qué movimiento esa pálida muerte Llegará con sus arcabuces A deshacernos el mundo. Estas manos que aún esperan Caminar ilesas por algún lejano cuerpo, Quizá ese cuerpo, Dónde irán a reposar de tajo. Sombra, Río que fluye desvelado, Océano y lágrima, Árbol de hojas blancas sobre un viejo páramo, Ese oleaje es el amor de los hombres. Para qué callar entonces Tanto amor a la deriva, Tanto río. === Tinga y sus conocidos Cristina Zabalaga ========================== Tinga es un escritor. Aunque tenga nombre de cantante de cumbia, es una persona muy seria y algo tímida. Es tímido comparado con un cantante de cumbia, pero no es tímido comparado con otros escritores. Al final todo es cuestión de con quién te comparas. Lo cierto es que Tinga para algunos puede verse como una persona tímida. Para Laura, Tinga es un desgraciado, un torpe que no sabe controlarse de la cintura para abajo. Todo depende de la perspectiva. Laura está equivocada y no conoce lo suficiente a Tinga como para saber que Tinga es tímido cuando está a solas con una mujer, tímido de veras. La perspectiva de esta historia es la perspectiva de Tinga. Es una historia parcial que favorece lo que Tinga piensa, siente y quiere. El resto es importante si Tinga así lo cree. A pesar de que Laura ahora esté llorando porque acaba de perder a su hermana gemela en un accidente, y como consecuencia Laura se enferma porque deja de comer, de reír, de sentir y casi se muere. En fin, a pesar de que la situación de Laura es desesperada y terrible, no hay nada que se pueda hacer al respecto, ella ya no está con Tinga, entonces esto será lo último que sabremos de Laura. Tina entra en escena. A pesar de que Tina todavía no conoce a Tinga, en unos días Tinga encontrará trabajo en la librería donde trabajan Tina y Leonel. Al poco tiempo de conocer a Tina, Tinga se enamorará perdidamente de ella, tan rápido como se enamoró de Laura. Ahora, resta saber ¿qué hará Tina? Tinga y Tina, como para morirse de risa, opina Leonel. Leonel trabaja con Tina y ahora los dos trabajan con Tinga. Los tres trabajan en la librería. Lo que les pagan es una miseria. Tina trabaja por las noches en una línea erótica, Leonel como instructor de gimnasio y Tinga los fines de semana en el aeropuerto. Durante veinticuatro horas seguidas Tinga carga y descarga maletas. Maletas pequeñas, bolsones grandes, de color negro la mayoría, maletas con flores, otras de cuero de mala calidad, algunas tan pesadas que apenas alcanza a levantar. Tinga nunca ha viajado en avión, tampoco está seguro de querer hacerlo. El sonido de los aviones es infernal, insoportable y de sólo verse encerrado dentro de uno horas de horas y a no sé cuántos metros de altura le entran ataques de pánico. Respira con dificultad y se siente mareado, esto es lo más parecido a un ataque de pánico que Tinga ha experimentado hasta ahora. A veces Tinga también se equivoca. Generalmente sucede después de quince horas de trabajo, un sándwich de mortadela con pepinillo y mayonesa, cinco tazas de café y una Coca-Cola. Resultado, una persona en cualquier lugar del mundo se verá obligada a lavar su ropa interior en el baño de un hotel hasta que encuentren su maleta y se la envíen en el próximo avión, porque un desgraciado-hijo-de-puta mandó su maleta al lugar equivocado. Por lo general Tinga está tan cansado que ni siquiera tiene ánimos de sentirse culpable. En realidad no le importa y la mayoría de las veces ni siquiera se entera. Tinga trabaja en el aeropuerto para poder trabajar en la librería para leer libros gratis. O lo que es lo mismo, es un cojudo porque pierde su tiempo en trabajos de tres al cuarto porque no es capaz de comprometerse con la vida, consigo mismo o con ninguna mujer. Es lo que pensó Laura antes de dejar a Tinga. Tina nunca pensará eso de Tinga, porque a Tina no le importa su futuro con Tinga, y menos aun el futuro de Tinga. Aún no lo conoce, como tampoco conoce al gato de la abuela de Tinga, ni a la abuela de Tinga, los tres igual de insoportables. Por ahora Tina está abriendo una caja de libros que tiene que clasificar y colocar en las estanterías antes de que lleguen los clientes mientras bosteza sin parar. Tina está cansada, anoche durmió mal, pésimo, todo por culpa de Danielle y su noche apasionada con el inglés. Tina tiene treinta años y un par de canas. Lleva la cuenta, siete para ser exactos. A Tina le gusta trabajar en la librería porque se siente más inteligente, y ser inteligente es sexy, sobre todo si tienes las piernas firmes y los senos grandes como los que tiene Tina. Lo único que le falta a Tina es un tatuaje. Danielle es la mujer más atractiva que Tina conoce y Danielle tiene dos tatuajes. Una rosa por detrás de la oreja y una araña en el tobillo. A Tina los tatuajes la fascinan. Tiene una lista de todos los tatuajes que quiere tener, sólo que todavía no se decide. La lista incluye una araña y una rosa, como las de Danielle, pero a colores. También una mariposa, la letra T de Tina y un arco iris. Al poco tiempo de nacer Samuel, así se llamará el hijo de Tina y Leonel, Tina se hará un tatuaje, pero no será una araña, la letra T, o una mariposa, serán cuatro letras inscritas en su bajo vientre. Tina se tatuará M-A-M-A con guiones y todo, pero sin acento porque según Tina queda feo ponerle acento a una letra mayúscula. Tina no es como Tinga, los libros no le interesan en lo más mínimo, pero en una librería también venden revistas y a ella le gusta leer revistas de todo, moda, telenovelas y películas. Y en la librería también trabaja Leonel, y a Tina le gusta Leonel. Es más, Tina ha elegido a Leonel porque Leonel es guapo y alto. Por el contrario, Tinga tiene caspa y los pectorales flácidos que parecen senos de mujer. Tina todavía no sabe que Leonel tendrá pectorales más flácidos que los que ahora tiene Tinga, quizás no lo sabrá nunca, para entonces Tina ya no sabrá nada de Leonel, y se inventará una historia fantástica que contará al hijo de ambos. En la historia describirá las habilidades de Leonel como astronauta o soldado, y luego seguirá el trágico final y su consiguiente subida al cielo, junto a los abuelos de Samuel que en-paz-descansen. Tina elije a Leonel porque es fuerte y tiene los ojos claros. Para Tina, Tinga es sólo un instrumento para llegar a Leonel. Su historia con Tinga empieza un miércoles y acaba seis semanas más tarde. Lo suficiente como para que Leonel aparezca en la casa de Tina y se acueste con ella. Es Lidia quien le abre la puerta a Tinga y se disculpa por Tina. Así, ¿sin una carta de despedida ni nada? Pregunta Tinga. Lidia mira a Tinga y le da pena, pero no piensa acostarse con él. Además Tina y Leonel están por empezar otro round de gemidos escandalosos y Lidia se apresura a despedir a Tinga lo más rápido que puede. Leonel ignora que está inseminando a Tina, sólo está preocupado en su performance desde el espejo del dormitorio de Tina. Le gustan todos sus ángulos, de frente, de espaldas, de perfil. Leonel pasa muchas horas al día viéndose en el espejo. Es la mejor parte de ser instructor de gimnasio, a veces se mira de reojo, otras se para de frente y se observa detenidamente. Empieza por sus pectorales, sigue con sus bíceps, abdominales, cuádriceps y termina en sus glúteos. También le gusta verse de espaldas, mueve sus brazos arriba y abajo, pero lo que más disfruta es tocarse los músculos mientras se tensan y relajan. Leonel está enamorado de sí mismo. El resto no le importa gran cosa. Mientras tenga un espejo cerca donde mirarse está satisfecho. A Leonel le gusta que Tina tenga un espejo en su cuarto, verse desnudo lo vuelve loco, sólo de pensarlo se pone caliente y empieza a sudar. Es un espejo grande y ovalado, el cuerpo de Leonel, más la espalda y las piernas de Tina entran perfectamente. Seis meses más tarde el espejo que tanto le gusta a Leonel se romperá durante el traslado de Tina, Lidia será la encargada de botar los pedazos a la basura porque Tina está embarazada y hacerlo sería peligroso. Al final quizás Tina sea un personaje más interesante que Tinga, porque Tina se vuelve famosa con las fotos que vende de su embarazo en un periódico semiporno. Un periódico semanal que se vende los sábados con noticias de deportes, fotos de futbolistas y de mujeres semidesnudas. Definitivamente Tina es mucho más interesante que Tinga porque antes de nacer Samuel, Tina se casará con un millonario llamado Ted, que se la llevará a vivir a Los Ángeles. A Ted Tina lo conoce a través de la línea erótica en la que decide trabajar a tiempo completo durante su embarazo. Esta historia es sobre Tinga y no sobre Ted, Tina o Samuel, y si Tina se va de la vida de Tinga por voluntad propia también se desvanece de la historia. Por ahora Tina no existe como tampoco existe Danielle, la amiga francesa de Tina o Jacob, el amigo alemán de Tina, y Leonel todavía no le ha dicho a Tinga que Tina es una alienada porque sólo se mete con extranjeros. Tinga todavía no conoce a Leonel. Tinga sabe que Tina está loca por Leonel pero se hace al loco y le sigue la corriente a Tina, que en realidad se acuesta con él no porque lo quiera o porque Tinga le diga al oído está colita está como para comerla, y otras vulgaridades mientras se la tira por detrás. Está claro que Tina procura llamar la atención de Leonel acostándose con Tinga. Danielle opina que es un buen plan, a Jacob Tinga no le importa gran cosa porque Jacob es hombre y además alemán, lo único que le interesa es que Tina esté disponible para acostarse con ella cuando está deprimido. Luego Danielle vuelve a Francia, con el tiempo las cartas son menos frecuentes y más telegráficas, como está lejos de Tina desaparece, igual que Jacob porque Jacob, ahora tiene novia y ya no está interesado en acostarse con Tina. Cuando Danielle se va de la casa de Tina llega Lidia. Lidia no es tan linda como Danielle y además tiene mal aliento, pero Lidia se vuelve la mejor amiga de Tina y es la que soporta los golpes en la pared de los vecinos cuando los gemidos de Tina se escuchan en todo el edificio. Lidia no le reprocha nada a Tina porque Lidia es una buena amiga, la mejor amiga de Tina, y es lo que las amigas hacen. Lidia desayuna con Tinga mientras Tina duerme un sábado por la mañana. Lidia le hace el café a Tinga y lo escucha hablar de la nueva biografía de un tal Mark Twain o de una edición inédita de un autor portugués que Lidia ya no recuerda. Y es que a Tinga le da por hablar como un desaforado mientras toma desayuno en casa de Tina. Lidia es fea y Tinga se siente menos intimidado por ella que por todas las mujeres que le gustan, incluida Tina. Lidia se siente obligada a prepararle el desayuno, un café y dos tostadas con mantequilla con el pan viejo de anteayer. Lidia es la amiga de Tina y es lo que las amigas hacen. Unos meses después, mientras Lidia prepara el desayuno un sábado por la mañana, Lidia se acordará de Tinga y de las migas de pan en el café de Tinga y de las uñas sucias de Tinga que levantan la taza de café que Lidia ha preparado. Para entonces Lidia le prepara el desayuno a Leonel mientras Tina duerme exhausta después de haber despertado a todo el edificio, Lidia incluida, porque ahora las noches con Leonel son mucho más intensas que con Tinga. Ni se comparan. Lidia está convencida de que esto se debe a que Leonel es instructor de gimnasio y tiene todo el aguante para Tina que a Tinga le faltaba. Para entonces Lidia ya no lava cabellos, ni pone toallas y tampoco barre restos de cabello. Lidia ahora corta cabellos en la peluquería donde trabaja y punto. Ahora Lidia tiene el cabello rubio platinado y no negro como antes, como cuando le preparaba el desayuno a Tinga. Pero para entonces ya no sabremos nada de Tina, Leonel o Lidia porque Tinga habrá renunciado a su trabajo en la librería, al igual que Leonel y Tina. Cada uno tiene sus razones. Tinga se siente traicionado. Leonel encuentra trabajo a tiempo completo en el gimnasio de la esquina y Tina está embarazada. Pero esto Tinga no lo sabrá porque ya no ve a Tina ni a Leonel, así como tampoco ve a Lidia. Lidia es sólo un recuerdo, y sólo eso, entre tantos recuerdos en la cabeza de Tinga, que ahora odia a Tina tanto como odia a Leonel. Curiosamente será a Lidia a quien Tinga recuerde con más afecto porque Lidia le preparaba el desayuno. Ahora nadie le prepara el desayuno los sábados por la mañana. Tinga recordará el olor a tabaco de Lidia. Antes le daba asco, cuando comparaba a Lidia con Danielle. Ahora le trae buenos recuerdos. Por ahora, Tinga trabaja en el aeropuerto a tiempo completo. Tiene turnos de doce horas seguidas y un día de descanso a la semana. No está mal, aunque no tenga tiempo de pensar con claridad, duerma poco y mal, y coma comida con sabor a plástico, es el mejor remedio para olvidar a Tina. Después de todo el aeropuerto es un lugar neutral, como los personajes de los libros. Quizás si esta historia se hubiese tratado de Leonel, Tina, Lidia o Danielle sería menos deprimente y más reconfortante, pero ahora le tocó el turno a Tinga. Un tipo poco atractivo, más bien feo, y a quien tampoco le importa ser simpático y buena gente para compensar. En realidad Tinga es una persona normal y ordinaria. Un tipo condenado al fracaso. Nunca tendrá dinero para comprarse un auto, menos una casa, no viaja porque no le alcanza el dinero ni para contribuir con la luz en casa de su abuela y hace mucho tiempo que dejó de leer porque no tiene dinero para comprarse libros y la biblioteca pública está lejos de su casa. Lejos es un decir, está a veinte minutos a pie, pero para Tinga es lejísimos. Y es que Tinga en el fondo es un vago. Tinga es un escritor tímido. Tinga es un escritor porque es el autor de un poema, un solo poema que empezó hace diez años y no ha concluido hasta ahora. Tinga ni siquiera es un escritor en serio, no ha publicado nada y nadie lo ha leído. Es un escritor a medias. Tinga es sólo el autor de un poema inconcluso. Más que un poema es un conjunto de líneas en verso que Tinga llama un poema y que Tinga borra y reescribe y corrige a lápiz sobre una libreta de hojas amarillas. Todas las palabras, artículos y tiempos Tinga los ha usado ya. ¿Cómo seguir escribiendo el poema sin repetirse? Tinga no acaba el poema porque lo aterra usar la misma palabra dos veces, y por más que Tinga se siente a escribir el poema con el lápiz en la mano y se concentre, las palabras que le vienen a la cabeza son las mismas. Quizás la solución sería emplear un diccionario, pero esto sería lo mismo que hacer trampa, y ser un escritor tramposo a Tinga no le interesa, en todo caso prefiere ser un escritor a medias. Su poema todavía no tiene título. Tinga ha dejado el título para el final, para cuando lo acabe, si es que algún día lo acaba. Tinga también desaparece de la historia como Laura, Tina, Leonel, Lidia, Danielle, Jacob, Samuel y Ted porque ya nadie lo necesita y pocos lo recuerdan. Últimamente, Tinga tiene la tendencia de ver televisión, comer, dormir y hablar poco. Tinga es el autor de un poema inacabado, es tímido con las mujeres lindas, vive con su abuela y el gato de su abuela, y ya nadie le prepara el desayuno los sábados por la mañana. ** Cristina Zabalaga http://www.letralia.com/firmas/zabalagacristina.htm Escritora y periodista boliviana (1980). Creció entre Bolivia y Lisboa. Estudió periodismo en Madrid y trabajó en la agencia EFE (http://www.efe.es) y en otros grupos de comunicación. Luego se trasladó a Bruselas, donde trabajó en la Comisión Europea (http://ec.europa.eu/index_es.htm), entre otras instituciones europeas. Se especializó en comunicación intercultural en Lovaina, y en literatura comparada en Kiel. Colabora regularmente con el blog de viajes de la Casa de América en Madrid (http://www.casamerica.es/casamerica-blog/la-amazonia-boliviana) y mantiene un fotoblog viajero en http://imaginationencirclestheworld.wordpress.com. === Poemas Géyser Daniel López ======================================= *** Posesión Yo pude haber nacido en ti. Y en el espejo encontrar la forma tuya de mirarme. Y sentir en los espacios claros La intensa luz bramando mi piel, Y cargar, en la cima de todo, un imperio de lianas gruesas, Descansando sobre hombros míos tus cabellos extrañamente negros, Y tocar en mi vientre ancho una maraña de huesos formándose, Y conjurar la dicha firmando al inconcluso con nuestra sangre. *** Paginante arriva onde to se qae arriva suena pradera si el sol avita el canpo arriva onde el sielo vive tan de espalda sulla y asquea con los lavios aviertos esta vida arriba qiero irme con la ciudad donde me hespera lo que es manzana, y manzana es ella que se fue uyendo al galope de una bestia sobre un rio que mostraba los dientes de piedra, tú mardita mardita mardita. Arriba un día cuando yo sea más grande. Y te mire sin empinar el cuerpo. Y seas mínima como Wolffia Arrhiza, O acaso prefieres: Grano de lenteja. Ya no serás mujer de nadie, Ni siquiera mía, bendita, Bendita. *** Parto Mano sostiene un frío tiempo que deshidrata. Desnuda y encorvada cual árbol de invierno. Mano se abre y la ceniza posa como si lloviese lejos apellidos coagulados, polvo hecho de patria. Agua. Escamas siente parir al hombro su vértice más perenne. Tierra blanca y tiza. Vientre. Mano y pólvora. Los granos queman dentro, mientras los dedos se matan. *** Negra La espuma desvanece estos pesares: Un árbol se inclina ante una iglesia, Los blancos deshojan espaldas, Y una puérpera cansada abanica, tirada, sus piernas. Allí desnudo me presentan. Y los eternos dueños de estas cicatrices me cotizan con los brazos abiertos. Todo es inmenso como una silla. Y recuerdo una queja como de mar volviendo a la espuma. Y entonces todo es pequeño como esta silla que mece una boca de pura encía, débil, urgente de olvidarlo todo. *** Todo suena La noche suprimiendo el quejido. Su paréntesis el viento abre, las nubes quietas, agua lisa es caminar. Renace en el abismo una luna amargada como despreciable murmullo. Aburrida en su silla de algodón, La Señora observa el juego cansado de la neblina contando hasta el amanecer, y se sopla los párpados llorando poder también cubrirlo todo. Silba el aire en la pluma dignificada, adentro ya el puñal, el día quemando, y la sal bendiciendo mi herida. Suena el polvo que arrastra al tiempo, arrastra todo lentamente, demasiado len-ta-men-te. Lo no dicho tendrá su nombre, y aunque nadie lo mencione, ya lo dijeron. Hasta en el absoluto moho amanecerá siempre en los rincones de la cara el leve pálpito del que todo lo habita: Preciso será inventar el silencio. ** Geyser Daniel López http://www.letralia.com/firmas/lopezgeyserdaniel.htm Escritor venezolano (Caracas, 1980). Reside actualmente en Montreal, Canadá. Finalista del Certamen Poético Alfonsina Storni (Calgary, 2009). Tiene un poemario: Hembra (Montreal, 2011). Como narrador, resultó Premio de Autores Inéditos Monte Ávila Editores por su libro Los hijos de Israel (Venezuela, 2009). Actualmente vive en Montreal. === El secreto de Greti Schmidt Flor Aguilera García ================= Greti Schmidt entró a su casa. Otto, un viejo gato siamés, estaba, como siempre, postrado sobre el desteñido sillón de piel café oscuro y apenas se inmutó al ver entrar a su ama. Se limitó a girar la vista hacia el recibidor y regresar los ojos hacia la chimenea. Al verlo así, tan reflexivo, mirando hacia el infinito, Greti fantaseaba con que su gato era un genio, un filósofo de los grandes. Mientras se quitaba la mascada y el abrigo de lana beige, y los colgaba junto con su bolso en el closet de visitas, ella dijo en tono amable y sereno: —Buenas tardes, amigo mío. Sin duda tendrás hambre tras todo un día de tanto pensar. Al llegar a la cocina, con su plancha de acero reluciente bajo la fuerte luz amarilla y los vidrios empañados por el frío y la humedad, Greti se arremangó la blusa y sacó del refrigerador un envase de plástico del que sustrajo con las manos algunos pequeños pedazos de hígado y los colocó sobre un plato de cerámica francesa. Era el único del que Otto aceptaba probar bocado. Sólo después de cerciorarse de que Otto se hubiera acercado al plato, olfateado su cena y empezado a comer, sacó de la alacena una bolsa de pasta y un frasco de aceitunas. Las colocó sobre la tosca mesa de madera que funcionaba a la vez como comedor y escritorio. Del refrigerador cogió una cebolla roja, un jitomate y dos pequeños pimientos —uno rojo y uno verde— que había comprado el sábado, su día de compras, en la tienda del señor Pandit. Mientras ponía a hervir el agua para la pasta y cortaba finamente los pimientos, la cebolla y el jitomate, se sirvió medio vaso de vino tinto y le agregó un poco de agua del garrafón de plástico. Dio un trago largo que hizo que su rostro se tornara de pronto de un beige pálido a un leve color carmesí. Miró su reloj de mano y colocó exactamente una cuarta parte de la bolsa de fusilli dentro del agua. Metió los trozos de jitomate y pimiento en la licuadora con un poco de agua. Cuando estaba ya lista, vació la mezcla en el sartén con un poco de aceite. Lavó la licuadora y esperó. Se deleitaba en la espera. Se sentó en la mesa y al mirar nuevamente el pequeño paisaje que colgaba encima de la estufa, silbó una canción que le recordaba a su abuela materna Wilhemina y a su infancia en el campo. En su mente saboreaba ya la noche de lectura que la esperaba frente a la chimenea. Primero, como aperitivo, leería algunos poemas de Los Alpes de Albrecht von Haller en voz alta, seguido por algunos fragmentos de Insauratio Magna de Bacon y de postre: retomaría Waverly de Walter Scott desde el primer capítulo, ya que la noche anterior se había quedado dormida a la mitad de la tercera página. Muchos de los libros que ella ahora atesoraba habían sido recomendaciones de D. No directamente, claro está, sino que ella había tomado nota cuando él los había mencionado en alguno de sus largos monólogos frente a los alumnos. Ya en su cama, antes de dormir, Greti rezaría un rato, otro ritual que anhelaba desde el momento en que empezaba a preparar la cena. Era el momento de mayor quietud de todo el día. Sin embargo Greti no rezaba oraciones impuestas por otros. A esas oraciones hipnóticas les faltaba el toque personal. Ella prefería rezar con los recuerdos. Repasaba los momentos de mayor felicidad de su vida, desde su infancia hasta ese día en el laboratorio de D. De esa forma, ella agradecía a Dios por la vida que le había dado, por sus padres y sus hermanos, todos ahora en el paraíso. Mientras servía la pasta, pensaba en D. Seguramente él estaría ya en su casa, cenando sólo en ese comedor tan grande. Pensó en cómo la saludaría al día siguiente y en cómo le diría algo gracioso y burlón, que la haría sonrojarse como siempre lo hacía. Ese hombre brillante, loco, imposible. A veces ella fantaseaba durante esos momentos —al prepararse ella la cena— que la estaba preparando para los dos. Después de la cena regresó a la sala, donde a un lado de la chimenea tenía un atado de leña listo para ser utilizado. De pronto al agacharse para desatar la madera sintió un fuerte jalón en el pecho, seguido por un dolor agudo en el brazo izquierdo. Ardor y falta de aliento. El dolor se intensificó. Greti cayó al piso y cerró los ojos. Otto se acercó y le lamió el rostro —el primer cariño que le hacía a su ama desde hacía varios años. Se quedó con ella varias horas. Primero sentado sobre su pecho. Luego jugando aburrido con un hilo rebelde del suéter de Greti. Después de haber echado un vistazo a su plato de cerámica, lentamente regresó y se acurrucó de nuevo al lado del cuerpo. Pasaron muchas horas y con la luz de la mañana Otto empezó a rezar. Rezar con un violento maullido. O tal vez a filosofar desesperadamente. Cantó sobre la muerte de Dios, sobre la resurrección, sobre los condenados a muerte, sobre Isaac, sobre Tánatos y la oposición al “divino Eros”, sobre la pulsión, sobre el divino juego de dados, sobre la hermenéutica, sobre “la empresa limitada”, sobre animales inconscientes y mortales, sobre dioses conscientes e inmortales, sobre los humanos conscientes pero mortales —aquellos que nacieron con una absurda sabiduría. Y algo sucedió. Habiendo escuchando el llamado, llegaron los alumnos a la puerta del maestro. Gatos y más gatos. Del vecindario, del pueblo. El gato sin ama, el gato gordo, el gato hambriento, el gato de la iglesia, el gato del alcalde, el gato trotskista, el gato neonazi, el gato estructuralista, el gato estoico, el gato anarquista, el gato humanista. Todos sentados. Olfateando la sabiduría por debajo de la puerta. Primero se acercó el cartero con su cara de luna llena, sospechando. Vio a un grupo de gatos frente a la casa. “Qué raro, ¿estaría regalando Greti sus deliciosos wienerschnitzels a todos esos animales hambrientos?”. “Estos viejos locos, con tanta falta de amor les dan todo a las bestias domesticadas: la mejor carne, la cama, les permiten sentarse a la mesa y a algunos hasta les dan habitación propia”. El cartero Jürgen tenía tres hijos, una habitación y mucha hambre. Poco después lo alcanzó una vecina, llamando a otras. Se quedaron todos atónitos mirando a los gatos maullando ya más enérgicamente, con el acaudillamiento de Otto desde el interior de la casa. —Creo que algo está pasando. —Los gatos presienten el peligro. —Los gatos tienen un séptimo sentido. Con los comentarios pesimistas de las vecinas, y como único hombre del grupo, Jürgen se sintió obligado a tocar la gran puerta de madera. ** Flor Aguilera García http://www.letralia.com/firmas/aguileragarciaflor.htm Escritora mexicana (Ciudad de México, 1970). Egresada de la Escuela Dinámica de Escritores (EDDE) dirigida por Mario Bellatin. Tiene cinco poemarios publicados en México y Estados Unidos y tres novelas publicadas por Alfaguara en su Serie Roja (juvenil): Diario de un ostión (2005), Mi vida de rubia (2008) y El hombre lobo es alérgico a la luna (2011). === Poemas Abel Ochoa ================================================ *** Un verso vagabundo en el ataúd La vida es un suspiro pero la muerte queda en medio de cabellos que se tiñen por guiones, envuelta por gemidos de falsas ilusiones, nombrando amores que costaron una moneda. Los egoístas quieren ser eternos y el mundo conspira con los vientres y alza el vuelo la luna, preñando, dando vida, en ubérrimas comunas. Espera el ataúd con un verso vagabundo... Bebemos suavemente tu jugo de cicuta, no somos tan herméticos, pululas la masa, deshojas los sentidos. Seremos tus reclutas... La muerte está más viva que nunca... Te musita melodías de cuna al oído y en su casa hastiada de negrura aguarda ya tu visita. *** Sin cordura ni factura Tu boca, cementerio de mis hijos, anda noctámbula en mi desvarío. La fulana —resuena algún jipío— me susurra eufemismos sin cortijos. Tus uñas me tatúan dos letijos, serás mi cárcel dentro del hastío de un catre estriado por el amorío. Entro sin descifrar tus acertijos. Nos escupimos hieles esplendentes, mientras tiemblan los ávidos torrentes, encarnamos en fieras sin cordura, ardiendo en el infierno de mancebos. Todo quedo, las lunas duran evos, las ventanas confirman: no hay factura. *** Una noche Cubre con pinceladas de tu boca este lienzo encarnado en el pecado, invocando tormentas en el prado con hechizos maléficos de coca. Deshojando el capullo que me toca tu verdugo alumbró el rincón crinado y dejó la nostalgia de costado. Tú, aferrada al oficio de masoca, mis manos te despojan impacientes de tus prendas, de tu alma, de tus credos bebiendo los hedores de tu noche. Y navego por todos tus torrentes mordisqueando recónditos molledos mientras nos pesca el alba, qué fantoche. *** Escapando de la sombra Se escapó del acecho de su sombra, de las parafernalias de la vida, —mientras el conticinio era guarida— se tragó sus palabras en la alfombra. *** Cazador de sonrisas Se respira en el aire circunstante, mejor sabe vestida de recato, aunque de todas formas siempre es grato cuando susurra y mueve mi volante en esquinas gozosas de jolgorio, en lobbies aburridos y despachos, en abuelos que llevan dos pistachos, en la banca de afuera del velorio, en la carta después de la odisea, en pueblos en sus fiestas patronales, en el pan que lo trae una galea, en todos los placeres más banales. Bendita tradición del que jalea a su amigo para olvidar vivales y arrebatarlas de una vez de su alma, y brindar hoy por la desesperanza que se esconde al costado de la panza. ¡Alcen las velas, corazón en calma!, no se ve todavía el acantilado, qué impotencia remar sobre la arena cuando ves a lo lejos la sirena que te invoca con gritos a su lado. Se esconde en bocas tétricas, calladas, brotan en cuerpos que parecen yertos, o en lunas de románticas veladas. que engendren diez barrotes diez puertos, que rebose su encanto en las quijadas, que resucite consternados muertos. *** Pausa Dame una pausa, // te quiero amar pero no puedo, // me falta el sueño de nacer hoy, // de blasfemar cualquier altar // con el desgreño de mi caricia // bajo tu espalda, mientras nos miran // dos pecadoras con velo negro, // en minifalda, cuando olvidaron // su vida en mora. Quiero tu boca // en los rincones de mis fronteras // y algo me ata a mis angustias, // a mis guiones a mis temores; // de a poco mata, quemando amores, // borrando mapas sobre las manos, // pinchando llantas de taxis viejos, // cerrando chapas a enamorados, // mientras las santas se desesperan // en las esquinas... Y las quimeras // no están en boga, en restaurantes // no dan propina, y en tus fiestas // no das más droga. Siente mi cuerpo // por un momento; tiembla en silencio, // cuenta las horas para el reencuentro // de este lamento de mi osamenta, // y sin demoras, a la perpetua // luz de la nada. *** Matarte Hoy que tengo la rabia de corbata, hoy que anhelo tu dulce descabello, y mis manos posándose en tu cuello, y tu rostro metido en mi zapata Me apetecen tus tripas de medalla y sea tu sangre mi reloj de arena. Hoy que me adhiero a ti como gangrena. Soy tu vil, tu granuja, tu canalla. Restregaré tu piel con una hoguera, sacaré de la mina tu rubí. Proclamaré arraigo sin espera. El pesar al final lega un merci. Mi quinto mandamiento es que se muera mi antojo de matar con frenesí. *** Crónica de una ninfómana Soy ninfómana, quítame las bragas. Desdeño las auroras de mi vida. Libia la herida de tus crueles dagas que entraron en mi masa no ceñida. Olvidé mi inocencia un día oscuro en el rincón del mísero priorato, se me acercó un hidalgo burdo e impuro y como un vil glotón comió su plato. Persigo al río, hoy, de madrugada, para escapar de sueños. Voy buscando a un hombre que me crisme a su criada y que me salve del beato y su atroz mando. Soy yo desde la cita con el Diablo que con un beso cautivó mi sexo, ahora me entrego entera sobre establos, catres, zaguanes; todo por tu nexo. Siento tus fríos ojos como muerto, tómate la pastilla; no seas pijo. Aquí está, jardinero, es tu huerto: pico, pala, rastrillo; todo es rijo. Allá va la cigarra como un ángel que humedece con pánico sus alas. Quiero ver el crepúsculo, mi cárcel, anhelo debutar rayas de galas. Mi lena sólo pinta en acuarelas tu retrato sumiso, noche y día. Como un bourbon que difumina telas, prendo la estufa, tómame —¡ya!— fría. ** Abel Ochoa http://www.letralia.com/firmas/ochoaabel.htm Escritor ecuatoriano (Guayaquil, 1986). Escribe para GKill City (http://gkillcity.com). Poemas suyos han sido publicados en la revista internacional de poesía Poesía de Rosario (http://www.bibliele.com/interpoe) y varios sitios web de poesía. === Bajo la lluvia Jéferson González Gómez =========================== Empezaba a llover. Era una noche de luna llena que iluminaba por completo la calle. El viento se encargaba de portar de niebla y frío a la familiar escena. Como si se tratara de una persecución se escuchaban pasos rápidos y ligeros de una persona que corría desesperadamente bajo la lluvia. Miraba hacia todos los edificios que se encontraban a la orilla de la calle, tratando de identificarlo. Todos los establecimientos estaban cerrados, parecía que se acercaba una tormenta y ya era bastante tarde. Por fin lo divisó, entre una vieja panadería y una maltratada casa de adobe se encontraba lo que estaba buscando: un antiguo edificio de dos pisos con una gran puerta de un café muy oscuro. Se detuvo ante ella mientras las lágrimas invadían su rostro. Se trataba de una hermosa joven de pelo negro y largo, que indudablemente se encontraba en una gran tristeza. La muchacha tocó la puerta, y esperó por una respuesta. Sin embargo aquel edificio no ofreció ninguna. Su corazón se aceleraba, en su mente comenzaron a brotar los miles de recuerdos que no hacían más que atravesar su ánimo como una espada. Recordó una vez más escuchar su voz. Se concentró en este su último recuerdo mientras tocaba la puerta por última vez. La tormenta había llegado, en su rostro ya no se podían distinguir las lágrimas y las cataratas de agua del cielo que la atravesaban, con la cabeza baja y un hueco en su alma caminó unos cuantos pasos. Llegó hasta donde sus pies lo permitieron, ya no tenía fuerzas para continuar y cayó. ... Desperté sudando frío. Todo aquello había sido un sueño, la mujer, los edificios, aquella calle tan familiar. Casi involuntariamente me asomé por entre las cortinas de mi ventana. Era de noche, llovía. Aunque mi apartamento estaba justo enfrente de la calle, no había ningún ruido, probablemente por la hora. Sin embargo algo me había despertado. La lluvia golpeaba con fuerza el asfalto, el viento arrasaba contra el techo de la casa del al lado. Una verdadera tormenta. Miré hacia los lados de la cuadra, justo en la esquina estaba una joven sentada debajo de una lámpara, con las manos en su rostro húmedo y pálido. Me asusté; aquella mujer con su delicado cabello marchito por el frío de la lluvia, que se iluminaba de forma intermitente por el brillo de los relámpagos de aquella tormenta, era la misma que había visto en mi sueño. Sentía una enorme curiosidad, solamente comparada con la sensación de miedo que me producía esa escena. No podía creerlo. Me levanté de mi cama, atravesé rápidamente mi cuarto hasta llegar al baño. Lavé mi cara con el pensamiento de que mi mente sólo estaba completando el sueño que acababa de tener, imaginando cosas. Volví a asomarme por la ventana y... ¡Ahí estaba, era real! Entonces lo comprendí todo, baje las escaleras, corrí desesperadamente hacia la puerta de mi apartamento. Una vez afuera, la tormenta desapareció para mí. Lo único que mis sentidos percibían en ese momento era la joven sentada, que al verme dirigirme hacia ella se puso de pie. Aquellos 100 metros se me hicieron eternos, el tiempo parecía detenerse con cada paso que daba. Por fin la tuve de frente, al verme sus grandes ojos dejaron entonces de emanar lágrimas. Me miraba fijamente, me tomó de la mano mientras una gran sonrisa aparecía en su rostro. —Te estaba esperando —dijo—. Pensé que nunca despertarías. ** Jéferson González Gómez http://www.letralia.com/firmas/gonzalezgomezjeferson.htm Escritor costarricense (Grecia, Alajuela, 1989). Cursa la carrera de ingeniería electrónica en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (http://www.tec.ac.cr). Participa, como poeta y cuentista, en el Colectivo Carbunco Poesía y Arte Comunitario (http://tallercarbunco.blogspot.com) de la ciudad de Grecia. ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “Leer por leer es fantástico. No hay que olvidar que la literatura debe tener un punto de inutilidad, como todas las cosas bellas. No siempre hay que buscarle una función a las cosas y la lectura es una de ellas. Y eso los niños o los jóvenes aún no lo perciben, pero lo harán”. Emili Teixidor, entrevistado por María R. Sahuquillo para el diario El País (14/1/2008). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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