~~~~~~~~~~~~~~~ Año XVIII Cagua, Venezuela Nº 287 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 7 de octubre de 2013 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | Fuera de juego, de Laura Estévez. / Candaya presenta | Breves novedades en Caracas. / Diplomado en Gestión Cultural | 2013, en Chile. | | Cerca de 200 autores participaron en festival poético en | Noticias China. / Hensli Rahn Solórzano gana el Concurso de | Cuentos de Sacven. / Bienal Julián Padrón otorgó tres | premios de narrativa. / Yves Bonnefoy gana el Premio FIL | de Literatura 2013. / Premio de la Crítica para Eduardo | Sánchez Rugeles por Liubliana. / Falleció a los 92 años | el poeta venezolano Luis Pastori. / Centro Mario | Benedetti en la Universidad de Alicante tiene nueva | sede. / Cierra la editorial española Libros del | Silencio. / Fallece el escritor español Martín de | Riquer. / España premia la labor editorial de Turner | Libros. / Muere a los 71 años el escritor español Juan | Luis Panero. / Fernando del Paso recibe homenaje en el | Palacio de Bellas Artes. / Murió el escritor colombiano | Álvaro Mutis. / Usamos unas 10.000 palabras árabes, dice | director del Cervantes. / Declaran desierto premio | Letras Nuevas de Novela. / Siruela lanza en español | colección de la brasileña Clarice Lispector. / España | destina 850.000 euros a la promoción de la lectura y las | letras. / Cámara Editorial Mexicana cumple medio siglo. | / Capital de la Cultura 2015 será compartida por Puerto | Rico y Mayagüez. / No se ha practicado prueba de ADN a | restos de Neruda, denuncia abogado. / La RAE celebra sus | tres siglos con una exposición sobre su historia. / | Conceden el Premio de Ensayo “Caballero Bonald” a | Francisco Rico. / 80.000 libros tendrá biblioteca | virtual del Colegio de Abogados de Lima. / Se proponen | convertir al español en segunda lengua internacional. / | Gabriel García Márquez reaparece en público inaugurando | un boliche. / Fabián Martínez Siccardi gana el premio | Clarín de Novela. / Premio Tusquets Editores de Novela | para el español Ginés Sánchez. / Ernesto Cardenal | elevado a “Oficial de la Legión de Honor” de Francia. / | Laura Restrepo preside jurado del premio Alfaguara de | Novela. / Celebran en Maracay 7º Encuentro de Ensayistas | y Narradores. / Conceden el SM de Literatura Infantil y | Juvenil a Jordi Sierra i Fabra. / La Feria del Libro de | Fráncfort analizará el auge del libro electrónico. / La | Paz tendrá en su feria más de 160 actividades. / María | Antonieta Flores presentará en Caracas su madera de | orilla. / Festival de la Palabra de Puerto Rico realizan | en San Juan y Nueva York. / Sevilla será sede del | festival Finos de narración oral. / Azorín será | recordado en un congreso internacional en Alicante. / | Encuentro Bilbaopoesía reunirá a poetas, actores y | músicos. / Publican este mes en español última novela de | Murakami. / Literatura y arte contemporáneo venezolanos | se reúnen en Caracas. / Vargas Llosa y Sergio Ramírez | abrirán IV Congreso de la Lengua Española. / Muñoz | Molina, Haneke y Leibovitz hablarán en los Príncipe de | Asturias. / Realizarán en Zaragoza el V Congreso | Iberoamericano de Cultura. / Tres premios Nobel y más de | 600 autores en la Feria de Guadalajara. | | “Álvaro Mutis”, Manuel Cabesa. / “La obra luminosa de | Especial: Álvaro Mutis a través de Maqroll el viajero, un alter | Adiós a ego del escritor”, Pedro García Cueto. | Álvaro Mutis | “Sobre la Secta del Fénix”, Roberto Alifano. / “El | Artículos y popular son cubano, de la mano de grandes escritores. 85 | reportajes años con sabor a maní”, Jaime de la Hoz Simanca. / | “Meleck Vivanco, iluminada por el fuego”, Nota y | selección de textos: Héctor Rosales. / “Stravaganza, un | poemario en clave plural”, Jorge de Arco. / “El Marqués | Gabriel García”, Dixon Acosta. / “Club La Sorbona, de | Luis Artigue”, José Luis Muñoz. / “La nana de Sebastián | Silva y el cine minimalista latinoamericano”, Luis | Carlos Azuaje. / “A propósito de ‘Asesinato en Pekín’, | de Wilfredo Carrizales”, Francisco Liu. / “El libro | forrado con papel de periódico”, José Ruiz Guirado. | | Juan Gelman: “La poesía viene del fondo de los siglos y | Entrevistas no va a morir”, entrevista por Paura Rodríguez Leytón. | | “La estética del hambre en Mo Yan, Premio Nobel de | Sala de ensayo Literatura 2012”, Jorge Ladino Gaitán Bayona. / “La | rebelión interior del personaje Pío Miranda en la obra | El día que me quieras, de José Ignacio Cabrujas”, Magaly | Guerrero. / “Breve antología de la literatura | universal”, Miguel Díez R. / “Los fantasmas fieles de | Francisco Pérez Perdomo”, Gabriel Jiménez Emán. / | | Dos relatos de Lucas Paulinovich. / “Variaciones de una | Letras certeza” (extractos), Yelenia Cuervo. / Dos cuentos de | María Isabel Briceño Armas. / “El día de hoy” | (extractos), Camila Charry Noriega. / “Venerada | Virginia”, Eduvigis Hernández Cabrera. / Poemas de | Fulgencio Martínez. / “No nos quieren”, Carlos De | Santis. / Poemas de Mariela Puzzo. / “Hasta la próxima”, | Natalia León Amador. / Cinco poemas de René Alonzo | Valdés Morales. / “Contra sentido”, Silvia Hebe Bedini. | / Poemas de Rafael Eduardo D’Armas López. | | Anna Ajmátova. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007, Centro Nacional del Libro http://www.cenal.gob.ve =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Mención de honor en los premios Stockholm Challenge 2010, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.org =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| *** Fuera de juego, de Laura Estévez Publicada en marzo de 2013, la novela Fuera de juego, de la autora española Laura Estévez, se adentra en las bambalinas más indeseadas del deporte rey y lo hace a través de dos personajes muy dispares: una becaria del periodismo cuya única meta en la vida es convertirse en corresponsal de guerra y que denuesta la información deportiva, y el jugador estrella de un Atlético de Madrid que lucha por meterse en puestos Uefa y se convierte en el principal perjudicado de la trama de amaño de partidos que ambos intentan destapar. Clubes a base de talonario, compra de árbitros, representantes sin escrúpulos, bandas criminales organizadas... y también amor. Todo confluye en esta historia narrada desde la inocencia de una universitaria, aprendiz de periodista, que ni siquiera es capaz de distinguir qué es el fuera de juego. El libro puede adquirirse en todo el mundo en formato ebook a través de las diferentes librerías virtuales. http://lauraestevezblog.wordpress.com/fuera-de-juego-en-ebook *** Candaya presenta novedades en Caracas La editorial española Candaya presentará este viernes 18 de octubre en la capital venezolana algunas de sus más recientes novedades: Ceremonias, de Ednodio Quintero; Universo Nooteboom, edición de Ástrid Roig y Erik Haasnoot; Emergencias: doce cuentos iberoamericanos, edición de Jorge Carrión, y La experiencia dramática, de Sergio Chejfec. Asistirán Ednodio Quintero, Luis Moreno Villamediana, Victoria de Stefano, Marina Gasparini, Gabriel Payares (http://www.letralia.com/firmas/payaresgabriel.htm), Olga Martínez y Paco Robles. La actividad tendrá lugar el viernes 18 de octubre a las 6:30 de la tarde en la Librería El Buscón, situada en el Centro Comercial Paseo Las Mercedes, en Caracas. http://www.candaya.com *** Diplomado en Gestión Cultural 2013, en Chile La Universidad del Desarrollo, en la ciudad chilena de Concepción, iniciará el viernes 18 de octubre su Diplomado en Gestión Cultural, a través de la Facultad de Educación y Humanidades. El curso, que termina el 25 de enero de 2014, está dirigido a quienes buscan una especialización para poder gestionar y concretar proyectos en el área cultural con una visión artística y empresarial, tanto en el sector público como el privado. Tendrá como docentes a Óscar Acuña (sobre legislación cultural y patrimonio), María Inés Silva (sociología de la cultura), Catalina Mena (comunicación y difusión), Marcelo Muñoz (marketing cultural) y Norma Muñoz (gestión y management). Las sesiones serán los viernes de 18:30 a 21:30 horas y los sábados de 9 a 13 horas y de 14 a 17:30 horas, y se realizarán en la sede de esta casa de estudios en Ainavillo 456, Concepción. Los interesados pueden solicitar mayor información escribiendo a la dirección electrónica vsalazarg@udd.cl. http://bit.ly/19yeHeL ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Cerca de 200 autores participaron en festival poético en China Iberoamérica estuvo representada por diez poetas, entre los que se contaron los escritores venezolanos Wilfredo Carrizales y Jorge Gómez Jiménez. Del 8 al 12 de agosto se celebró en diversas locaciones de la región de Qinghai, en China, el IV Festival Internacional de Poesía del Lago Qinghai, evento que se lleva a cabo cada dos años bajo el patrocinio del gobierno provincial y de un comité multidisciplinario de organización, y al que en esta edición asistieron 140 autores chinos y 55 internacionales, con una representación de diez poetas de habla hispana. Fundado en 2007 y directamente incentivado por el Festival Internacional de Poesía de Medellín, el evento fue asimismo el marco para la entrega del tercer Premio Internacional de Poesía Antílope Tibetano de Oro al poeta estadounidense Simon Ortiz y al poeta sirio Adonis. La inauguración se realizó la mañana del jueves 8 de agosto en el teatro de la Universidad Pedagógica de Qinghai, en la ciudad de Xining, capital de la provincia de Qinghai, con ponencias de algunos de los más destacados poetas participantes en torno al tema central del evento, las motivaciones sociales de la poesía. El idioma español estuvo representado en la ceremonia por el poeta argentino Roberto Alifano y el español Manuel Gahete. Además de Alifano y Gahete, asistieron por Iberoamérica los poetas Alejandro Vaccaro y Oswaldo Sabino Tamborra; por Colombia, Fernando Rendón (http://www.letralia.com/firmas/rendonfernando.htm), director del Festival Internacional de Poesía de Medellín; por Haití, James Noel; por México, Coral Bracho; por Perú, Denisse Vega Farfán (http://www.letralia.com/firmas/vegafarfandenisse.htm), y por Venezuela, Wilfredo Carrizales (http://www.letralia.com/firmas/carrizaleswilfredo.htm) y Jorge Gómez Jiménez (http://www.letralia.com/firmas/gomezjimenezjorge.htm). Además asistieron reconocidos poetas de Alemania, Arabia Saudita, Argelia, Armenia, Austria, Bosnia Herzegovina, Bulgaria, Canadá, Chad, Corea, Croacia, Egipto, Eslovaquia, Eslovenia, Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, India, Indonesia, Israel, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Malta, República Checa, Rusia, Serbia, Singapur, Siria, Uzbekistán y Vietnam. La actividad central del festival se celebró en el propio lago Qinghai —el lago salado más grande del interior del país, a unas tres horas de la ciudad de Xining—, en un parque que sirvió de escenario para la entrega del galardón al estadounidense Simon Ortiz (Albuquerque, Nuevo México, EUA, 1941), de la etnia Acoma y autor de una veintena de títulos, y al sirio Adonis (Al Qassabin, 1930), varias veces candidato al Nobel de Literatura y autor de más de veinte libros de poesía y ensayo. La poesía en español protagonizó el primer recital poético, celebrado en la Plaza de la Plegaria, a orillas del río Amarillo, el sexto más largo de la Tierra y el segundo de China. También se escenificaron otros recitales en el Parque Geológico del distrito Guide, en el hotel Qinghai y en otros escenarios. La clausura del festival se realizó la noche del domingo 11 en el Gran Teatro Qinghai, durante un acto en el que se leyó poesía de todo el mundo traducida al chino y se representaron obras musicales y dancísticas correspondientes a diversas tradiciones de la cultura china. *** Hensli Rahn Solórzano gana el Concurso de Cuentos de Sacven Su relato “Portento” narra la historia de un músico popular con un “fluido manejo de la prosa”, según los jueces. El escritor caraqueño Hensli Rahn Solórzano es el ganador del IX Concurso de Cuentos de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela (Sacven), según el veredicto al que llegaron los jueces Carlos Sandoval, Fedosy Santaella y John Manuel Silva, anunciado este viernes 6 de septiembre por la organización convocante. El relato “Portento”, que Rahn Solórzano presentó a concurso con el seudónimo “Araya”, se impuso sobre los 530 textos participantes en virtud de “tratarse de una historia sobre un músico popular narrada con fina ironía e incorporando con eficacia y verosimilitud anécdotas de la cultura pop nacional”, dice el veredicto. “Así, la tragedia del músico puede ir leyéndose de igual manera como un proceso de desintegración del país, que culmina con una debacle tanto metafórica como real. El cuento revela, además, un fluido manejo de la prosa y un ágil manejo de los instrumentos narrativos, que se evidencia en el uso de una estructura cronológica que se diferencia de los patrones tradicionales”, agregan los jueces. El veredicto concede dos “menciones muy especiales” a los cuentos “Los 7 mandamientos de la Granja Muck”, de Víctor Mosqueda Allegri, y “Graciela”, de Isabella Saturno. Igualmente, recomendó la publicación de los cuentos finalistas “El porqué de sus peinados”, de Carlos Colmenares Gil; “Hacia la caracterización del caso Lorenzo: notas para el seguimiento de un homicidio aún no clasificado”, de José Terradas; “La rutina aerodinámica de las guacamayas”, de María Julieta Cordero Noguera; “Residencias Building Río”, de Julio César Blanco Rossitto, y “Un bovino semidiós”, de Mardon Arismendi Angulo. Los jueces destacaron, en la conclusión del veredicto, la “acertada decisión” de Sacven de convertir su concurso en una convocatoria estrictamente digital, eliminando así las copias impresas como requisito para participar, lo que redundó en un aumento de participantes en comparación con años anteriores. Fuente: Sacven *** Bienal Julián Padrón otorgó tres premios de narrativa Desierto en la Mención Ensayo y tres ganadores en narrativa fue el resultado de las deliberaciones de los jueces que evaluaron los textos enviados a la II Bienal Literaria “Julián Padrón”, realizada bajo el patrocinio de la Red de Bibliotecas Públicas del Estado Monagas, en Venezuela, según se anunció el 8 de septiembre. Los jueces Ramón Ordaz, Luz Marina Cruz y Noelis Peña decidieron declarar desierto el rubro ensayo de la bienal “en vista de que ninguna de las obras cumple con los mínimos requisitos que confieren a este género su estatus literario”. En cuento, el jurado integrado por Rubi Guerra, Luis Malaver y Gustavo Luis Carrera decidieron otorgar la premiación ex aequo a los libros de relatos Exhumación y El rey de la pista, de Ramelis Velásquez y Miguel Hidalgo Prince, respectivamente. En novela corta resultó ganadora la obra La equivocación de Cortázar, de la escritora Esmeralda Torres. El jurado de este renglón estuvo integrado por Antonio Trujillo, Celso Medina y José Vicente Ramos. Ramelis Velásquez nació en Cumaná (Sucre) en 1968. Estudió letras en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y en la Universidad de Oriente (UDO). Licenciada en educación integral, mención lengua, por la Universidad Nacional Abierta (UNA), es también magíster en educación abierta y a distancia por la misma institución. Narradora, ensayista e investigadora de la literatura infantil y juvenil. Se ha destacado como cuentista, así como ensayista de temas sobre poesía y narrativa para niños y adolescentes. Su labor de investigadora se ha centrado en el proceso de recepción de las obras destinadas a los jóvenes lectores. Forma parte del equipo editor de la revista latinoamericana de poesía Poda (Fondo Editorial del Caribe, Barcelona, estado Anzoátegui). Sus obras publicadas son Cuadros (Caljars-Conac-UDO, 1996), La luna de Aquiles (Fondo Editorial del Caribe, 2003.) Antología: Manuel Felipe Rugeles (Coordinación de Letras de la Zona Educativa de Sucre, 2003), Dani y el sistema solar (Fondo Editorial del Caribe, 2007) y El mundo fantasmal de Laura Beatriz (El perro y la rana, 2010). Esmeralda Torres nació hace 44 años en Ciudad Bolívar (Bolívar) y reside en Cumaná desde hace 26. Es licenciada en educación especializada en castellano y literatura, egresada de la UDO. Labora en la Biblioteca Pública Armando Zuloaga Blanco, en el centro de Cumaná. Dentro de sus obras destaca Un hombre difícil, que obtuvo mención especial en el II Premio Nacional de Literatura Stefania Mosca, convocado por Fundarte. Obtuvo mención especial en la I Bienal Nacional de Literatura Gustavo Pereira con su obra poética Diario para una tormenta. En noviembre de 2011 ganó en mención narrativa por su obra El canto de la Salamandra, durante la IV Bienal Nacional de Literatura Ramón Palomares, en Boconó (Trujillo). Miguel Hidalgo Prince nació en Caracas en 1984. Es licenciado en letras por la UCV. Recibió una mención especial en el VI Concurso Nacional de Cuentos de Sacven en 2009 y Mención en el Premio de Cuento para Autores Jóvenes que, desde 2008, organiza la Policlínica Metropolitana. Trabaja como corrector en el diario Correo del Orinoco. Fuente: Organizadores del certamen *** Yves Bonnefoy gana el Premio FIL de Literatura 2013 Poeta, narrador, ensayista, crítico y traductor francés, Yves Bonnefoy es el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013, según se anunció en México este lunes 9 de septiembre. El jurado, integrado por siete reconocidos críticos literarios y escritores, se refirió al primer autor en lengua francesa que recibe este reconocimiento como un “testigo de las experiencias humanas del siglo XX, a las que se enfrenta con toda la generosidad y agudeza de su producción crítica y poética, dentro de las que es capaz de hermanar la tradición con el presente”. El Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013 está dotado de 150 mil dólares estadounidenses y se entregará el 30 de noviembre, en la inauguración de la 27ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). El jurado estuvo integrado por Horácio Costa, de Brasil; Hugo Gutiérrez Vega, de México; Mariapia Lamberti, ítalo-mexicana; Esperanza López Parada, de España; Simona Sora, de Rumania; Benedetta Craveri, de Italia, y Pascal Gabellone, de Francia, quienes definieron la poética de Bonnefoy como “sofisticada en contraste con una dicción sencilla” y a una obra que “integra la vanguardia a los grandes pilares de la modernidad poética, tales como Baudelaire, Celan o Rimbaud”. Yves Bonnefoy es miembro del Collège de France y se le considera uno de los poetas franceses más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Hijo de un ferrocarrilero y una enfermera, nació en Tours, Francia, en 1923, y se interesó por la filosofía y las matemáticas desde sus primeros estudios. Heredero de los surrealistas, ha publicado colecciones de poesía, libros de cuentos, un extenso diccionario sobre mitología, Dictionnaire des mythologies et des religions (1981), y ensayos fundamentales de las artes como L’improbable (1959), La Seconde simplicité (1967), L’Arrière-Pays (1972), Le Nuage rouge (1977), La Vérité de parole (1988) y Récits en rêve (1987). Gérard de Nerval y Stéphane Mallarmé se citan también entre sus influencias. Conoció a André Breton en 1946 y se unió brevemente a las últimas tertulias que dirigió el poeta surrealista en París. Traductor de Shakespeare y Yeats, entre sus obras publicadas en español se encuentran Del movimiento y de la inmovilidad de Douve, Relatos en sueños, Principio y fin de la nieve y Las tablas curvas. Por parte del jurado, la española Esperanza López Parada se refirió al galardonado como un poeta metafísico que “entiende la poesía como la exploración de otras dimensiones. Para Bonnefoy lo que tiene una presencia real es lo improbable, lo onírico, lo ensoñado, y al mismo tiempo esa es una existencia real, para él entrañada, indudable. Es un poeta paradójico que juega con estas contradicciones”. Fuente: FIL *** Premio de la Crítica para Eduardo Sánchez Rugeles por Liubliana La novela Liubliana (Bruguera, 2012), del escritor venezolano Eduardo Sánchez Rugeles, resultó ganadora del Premio de la Crítica a la Novela de 2012, organizado por Ficción Breve Venezolana (http://ficcionbreve.org) con el apoyo de la Sociedad de Amigos de la Cultura Urbana y la Librería Noctua, según decisión dada a conocer este viernes 13 de septiembre por los académicos Luis Barrera Linares, Laura Febres y Valmore Muñoz Arteaga (http://www.letralia.com/firmas/munozarteagavalmore.htm), jueces del certamen. Liubliana resultó ganadora entre las 15 novelas participantes y luego de emitida, hace quince días, una preselección del jurado compuesta por cinco novelas. El jurado la escogió en virtud de ser “la que mejor representa las exigencias de la narrativa latinoamericana actual”. “A partir de un lenguaje y un estilo totalmente sintonizado con nuestra época, demuestra un manejo impecable para, sin truculencia, mostrar al lector el proceso de decadencia, fracaso y destino incierto de una generación”, continúa el veredicto, en el que el jurado señala además que “fluida, impecable, intensa, humorística, fresca, dramática, son calificativos que pudieran servir para categorizar esta novela”. Nacido en Caracas en 1977, Sánchez Rugeles es narrador, guionista y docente radicado en España. Obtuvo el Premio Arturo Uslar Pietri de Novela con Blue Label. También ha publicado las novelas Transilvania Unplugged y Jezabel, además del libro de relatos Los desterrados. Con Liubliana obtuvo el primer lugar en la mención Novela del Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario, Sor Juana Inés de la Cruz 2011, en México. El acto de premiación se llevará a cabo en octubre, en el marco de la celebración de los 14 años del portal Ficción Breve Venezolana, y la fecha exacta será anunciada próximamente. Fuente: Ficción Breve Venezolana *** Falleció a los 92 años el poeta venezolano Luis Pastori El poeta, ensayista y traductor venezolano Luis Pastori, autor de obras como País del humo, Las canciones de Beatriz, Sonetos intemporales y Tallo sin muerte falleció el domingo 15 de septiembre a los 92 años. Nacido en La Victoria (Aragua), el 25 de agosto de 1921, Pastori estudió economía en la Universidad Central de Venezuela (UCV), de donde egresó en 1949 junto con Domingo Maza Zavala. Dos años antes de su graduación ya trabajaba en el Banco Central de Venezuela (BCV), del cual llegó a ser vicepresidente. A los 14 años empezó a publicar en el diario Brotes, de La Victoria, y a los 20 publicó su primer libro de poemas. De su obra temprana hay que destacar sus Poemas tempranos, Quince poemas para una mujer que tiene quince nombres, Las canciones de Beatriz, País del humo, Herreros de mi sangre, Tallo sin muerte y Toros, santos y flores, que datan de finales de los años cuarenta, y que abordan temas como el desarraigo, el amor por la mujer amada y el amor por el país. Tras un lapso dedicado a sus labores como economista, Pastori retoma la escritura y publica en 1959 Aire de soledad, al que sigue una fructífera etapa en la que publica Elegía sin fin (1962), Hasta la fecha (1964), Trompos y testimonios (1964), Definitivamente enamorado (1965), Caracas y la poesía (antología, 1966) y Tiempo de glosa (1967). Su obra ha sido traducida a más de 12 idiomas, incluido el árabe y el chino. Entre otros galardones, obtuvo el Premio Municipal de Poesía en 1950, el Premio Nacional de Literatura de Venezuela en 1962, y el Premio Hispanoamericano de Poesía León de Greiff en 1984. Fue miembro de número y ex director de la Academia Venezolana de la Lengua. Dirigió, desde 1999 hasta su muerte, la revista BCV Cultural, del Banco Central de Venezuela. Fuente: El Universal *** Centro Mario Benedetti en la Universidad de Alicante tiene nueva sede La Universidad de Alicante (UA) inauguró el lunes 16 de septiembre nuevas instalaciones del Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti (Cemab), un espacio para consultar la biblioteca personal madrileña que el poeta uruguayo donó en 2006 a la institución académica del sureste español. La apertura de este espacio coincide con la finalización del catálogo digital de la citada biblioteca, compuesta por más de 6.000 ejemplares. La apertura de las flamantes instalaciones del Cemab —creado en 1999— “significa simbólicamente un nuevo hogar” del escritor uruguayo en la UA y en Alicante, resaltó la directora del organismo, Eva Valero. Las nuevas instalaciones están dotadas de una sala en la que los usuarios podrán consultar los ejemplares de la biblioteca personal madrileña de Mario Benedetti (el escritor vivió parte de su exilio en la capital de España) y de los correspondientes al incipiente fondo propio del Cemab, conformado por volúmenes en algunos casos donados por escritores, críticos y conferenciantes. Fuente: EFE *** Cierra la editorial española Libros del Silencio La editorial española Libros del Silencio, que fundara en 2009 el editor Gonzalo Canedo, ha cerrado sus puertas, según se anunció el pasado 16 de septiembre. El sello no ha podido sobrevivir a la muerte de su creador, acaecida en enero a causa de un linfoma. En un comunicado, la editorial establecida en Barcelona informó que ha presentado concurso de acreedores debido a “una serie de complicaciones financieras que han terminado resultando insorteables”. Además, agregan, la empresa se ha visto finalmente “perjudicada de un modo fatal por la grave coyuntura económica de España y los cambios y la incertidumbre que afectan a todas las esferas del sector editorial”. El sello tuvo entre sus más importantes títulos La familia Máshber, de Der Níster, obra cumbre de la literatura yiddish, o Las desventuras del príncipe Sternenhoch, de Ladislav Klíma. Aunó el rescate de clásicos (la poesía inédita de Quevedo o artículos de Julio Camba) con el lanzamiento de nuevos autores (Iván Repila o Princesa Inca) y la apuesta por consagrados periféricos poco conocidos (Lois Pereiro o Carlos Casares). En estos cuatro años Libros del Silencio alcanzó a construir un catálogo de 52 títulos —el último, Carmen Amaya 1963, con fotografías de Colita y Julio Ubiña, apareció en mayo— que, según su equipo, “ha hecho honor a su voluntad de independencia y su apuesta por la calidad”. En él coexisten poesía, ensayo y novela. Fuente: El País *** Fallece el escritor español Martín de Riquer Martín de Riquer y Morera (Barcelona, 3 de mayo de 1914), escritor y catedrático emérito de literaturas románicas de la Universidad de Barcelona, falleció este 17 de septiembre en la capital catalana a los 99 años de edad. Grande de España y octavo conde de Casa Dávalos, era el miembro de número más longevo de la Real Academia Española (RAE), en la que ingresó en 1965. Fue presidente de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona y miembro correspondiente de numerosas instituciones extranjeras. Célebre por sus ya clásicas ediciones del Quijote, su trabajo incluye estudios decisivos sobre la literatura y la sociedad medievales. Este estudioso de la literatura en lenguas romances (sobre todo provenzal, francesa, castellana y catalana) fue autor de una abundante obra editorial y crítica en la que, además de las obras cervantinas, trató la épica francesa, la novela medieval, los trovadores y el amor cortés, entre una gran variedad de temas. También es remarcable su Història de la literatura catalana (1964-87), de la cual escribió sus primeros tres volúmenes, que continuaron Antoni Comas y Joaquim Molas. De Riquer abordó la obra cumbre de la literatura en catalán, pues trabajó en las cuatro ediciones de Tirant lo Blanc, dos del texto original (1947, 1969) y dos de la traducción de Valladolid de 1511 (1947, 1974), además de publicar el estudio Aproximació al Tirant lo Blanc (1990), por el que recibió el Premio Nacional de Ensayo que concede el Ministerio de Cultura de España. Entre sus últimas obras destacan Reportajes de la historia, escrito en colaboración con su hijo Borja de Riquer (2010) y publicado por el sello barcelonés Acantilado, que cuenta en su catálogo con numerosos títulos del autor, como Para leer a Cervantes (2003), la edición de las Poesías de Arnaut Daniel (2004), Quinze generacions d’una familia catalana (1998) y Vidas y amores de los trovadores y sus damas (2004), además de su célebre edición de Chanson de Roland (2003). Entre los numerosos reconocimientos que atesoró el escritor se contaron el premio Michel de Montaigne, el de literatura de la Generalitat de Catalunya (1985), la Creu de Sant Jordi de la Generalitat (1992) y el Menéndez Pelayo (1990). En 1997 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y en el año 2000 el Premio Nacional de las Letras Españolas. Fuente: Europa Press *** España premia la labor editorial de Turner Libros La editorial Turner Libros (http://www.turnerlibros.com) obtuvo el 17 de septiembre el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial de 2013. El galardón, otorgado anualmente por el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte de España, reconoce “a aquellas editoriales que se hayan distinguido, a lo largo de toda su trayectoria, por enriquecer la vertiente cultural del libro español, al margen de criterios puramente comerciales”, según reza la propia web del despacho. El sello recibió el premio por “el gran esfuerzo editorial realizado con la publicación de ensayos de gran relevancia, tanto histórica como científica, literaria o económica, manteniendo una alta calidad en la selección de los títulos y un excelente diseño y presentación de los volúmenes”, según destaca una nota del ministerio. El reconocimiento tiene carácter honorífico y por tanto no conlleva ninguna dotación económica. El jurado estaba presidido por Teresa Lizaranzu, directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y Mónica Fernández, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, que actuó como vicepresidenta. Los demás componentes han sido Antonio María Ávila, designado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE); Juan Manuel Cruz, por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal); Andrés Sorel, por la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE); Eugenia Fosalba, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue); Adolfo Robles, por la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones (Fande); Juan Antonio Ledesma, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape); Asunción Bernárdez, por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid; Sergio Vila-Sanjuán, por el ministro de Educación, Cultura y Deporte; Sigrid Kraus, en representación de Ediciones Salamandra, galardonada en 2011; y Xosé Ballesteros, en representación de la Editorial Kalandraka, galardonada en 2012. Fuente: El País *** Muere a los 71 años el escritor español Juan Luis Panero El poeta y editor Juan Luis Panero falleció el miércoles 18 de septiembre a los 71 años en la localidad gerundense de Torroella de Montgrí (Girona, España), donde residía desde 1985. Era hijo del poeta Leopoldo Panero y la escritora Felicidad Blanc, y hermano del poeta Leopoldo María Panero y de Michi Panero. En 1968 publicó su primer libro de poemas, A través del tiempo, y también era autor, entre otras obras, de Juegos para aplazar la muerte, Los viajes sin fin, Los mitos y las máscaras, Sin rumbo cierto, Antes que llegue la noche, con el que obtuvo el Premio Ciudad de Barcelona, y Galería de fantasmas, Premio de Poesía Fundación Loewe y finalista del Premio Nacional de Poesía de 1989. En su obra, el tiempo, la muerte, el destino y la memoria suelen atravesar sus versos y su obra poética, en la que se reconoce la influencia de autores como Borges, Paz, Eliot y Rulfo. En una entrevista de 1999, Panero indicaba que la memoria, testigo de los efectos devastadores del paso del tiempo, “es lo único que salva el pasado, mientras que la muerte es el telón final de todo”. Nacido en Madrid en 1942, comenzó a estudiar derecho y filosofía y letras, pero no acabó ninguna de las dos carreras, trasladándose posteriormente a París y Londres, donde estudió literatura y lenguas francesa e inglesa. Impenitente viajero, especialmente por los países de América, a lo largo de su vida, además de su labor literaria, colaboró con sus poemas y como crítico literario en diferentes revistas españolas y extranjeras, y tradujo varias obras del francés y del inglés. En 1975 intervino junto a su madre y sus hermanos en la película de Jaime Chávarri El desencanto, una obra de culto, símbolo de una época. Posteriormente, con sus hermanos, participó en 1994 en el rodaje de Después de tantos años, el segundo filme en el que la familia Panero era protagonista, dirigido por Ricardo Franco. También es autor de la selección, prólogo y notas de la antología de la obra de su padre, Leopoldo Panero. En septiembre de 1999, con sus memorias Sin rumbo cierto fue el ganador de la 12ª edición del Premio Comillas de biografías, autobiografías y memorias, que concede Tusquets Editores. Fuente: EFE *** Fernando del Paso recibe homenaje en el Palacio de Bellas Artes Ataviado con elegante traje gris, el escritor Fernando del Paso, el célebre autor de Noticias del Imperio, se mostró emocionado durante el homenaje que recibió el domingo 22 de septiembre, por su trayectoria literaria, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en Ciudad de México. A su entrada a la sala del máximo recinto cultural mexicano, y rodeado por infinidad de amigos, familiares y admiradores de su obra, el literato de 78 años fue recibido con una larga ovación. Luego se sentó entre el público, frente a la mesa en la que rindieron tributo a su vida y obra Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta); José de la Colina; Giuliana Dal Piaz; Héctor Iván González; Héctor Orestes, y Hugo Gutiérrez Vega. Al final del homenaje y luego de la lectura dramatizada de un fragmento de Noticias del Imperio, el polifacético escritor subió al escenario y dijo: “Recibir un homenaje en este prestigioso recinto es siempre un acontecimiento que halaga la vanidad y lo sitúa a uno en cierta desventaja. Es por eso que hoy me siento muy emocionado. Expresar mi alegría al llegar a esta edad y poder celebrar toda una vida dedicada a las letras y en compañía de mis amigos, seres queridos y lectores, me doy de santos que esta clase de homenajes se hagan estando aún lúcido y vivo, y que no sean póstumos, porque así seguro que los gozo”. Al iniciar el encuentro, Tovar y de Teresa expresó que “la presencia de Fernando del Paso realza este homenaje a la extensa trayectoria de un autor que ha entregado obras imprescindibles a la literatura en español; un homenaje al escritor, al pintor incesante, al académico puntual, al amigo y diplomático generoso, que ha hecho de la palabra la resonancia que da plenitud y forma a su vida”. Enseguida, el funcionario describió a los presentes aquella época en que conoció a Fernando del Paso, las largas horas de plática que sostuvieron, la amistad que se fortaleció con el paso de los años, las actividades y trabajos que tenía el escritor y la realización de la “novela suprema de las letras mexicanas”. Fernando, prosiguió el presidente del Conaculta, “decidió a principios de los años 70 instalarse en Inglaterra con su familia para escribir una novela sobre Maximiliano y Carlota. La elección de esta ciudad obedecía a su vieja ilusión de vivir en Europa, viajar, conocer toda la pintura posible —su segunda pasión— y tener a su alcance la mayoría de las fuentes que le permitieran la más detallada investigación sobre esos personajes, su época y la geopolítica de entonces, cuyo centro estuvo en el imperio británico”. De hecho, continuó, el autor de Palinuro de México ha incursionado una vez más en una obra titánica que sólo alguien con su capacidad de investigación y talento narrativo ha hecho en nuestra lengua y en toda Iberoamérica: Bajo la sombra de la historia, nada más y nada menos que la historia del islamismo y el judaísmo, de la cual sólo ha aparecido el primer volumen en el FCE. “He tenido el privilegio de leer el manuscrito casi completo, y el único paralelo que encuentro es la obra clásica de Gibbon, Historia de la caída y decadencia del Imperio Romano. Repito: ningún historiador de habla española ha incurrido en una hazaña de esta magnitud, con la fuerza y la calidad narrativa que tendrá la obra terminada”. En su intervención, el poeta Hugo Gutiérrez Vega puntualizó, tras una serie de rememoraciones y alusiones a la obra de Del Paso, en particular a Noticias del Imperio: “Fernando del Paso es el iniciador de una nueva forma de novelar la historia, es un maestro del monólogo interior y un observador que se involucra hasta el fondo con un personaje histórico que vivió por interminables años un delirio parecido al de la reina Juana, víctima de la locura de amor de la que habla Tamayo y Baus”. También, añadió el poeta, Del Paso “inaugura un nuevo género que es producto de la feliz unión de la verdad histórica con la narrativa libérrima que habita en la imaginación”. José de la Colina concluyó que lo hecho por Del Paso “es una gran aventura verbal”, lo cual se demuestra, sobre todo, con el “tríptico de novelas que ha escrito”, entre su “obra monumental”. Fuente: La Jornada *** Murió el escritor colombiano Álvaro Mutis Este domingo 22 de septiembre en horas de la noche falleció por un problema cardiorrespiratorio, en Ciudad de México, a los 90 años de edad, el escritor colombiano Álvaro Mutis, tras una larga enfermedad que lo mantenía recluido en el Instituto Nacional de Cardiología desde el domingo pasado, confirmó su esposa Carmen Miracle al diario mexicano La Jornada. En junio había sufrido una caída que le había afectado física y anímicamente. “Álvaro Mutis ha fallecido”, escribió en su Twitter (@rtovarydeteresa) Rafael Tovar, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta). “Mi pésame a Carmen y sus hijos. Y a Gabriel García Márquez por la muerte de su amigo más entrañable”. En agosto, el Conaculta había definido a Mutis como “uno de los escritores latinoamericanos más importantes de nuestros tiempos”. Mutis, cuyo velatorio se realiza en la funeraria García López de San Jerónimo, vivía en la capital mexicana desde 1956. Había recibido varios de los más importantes galardones de la literatura de habla hispana: el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1997), el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1997) y el Premio Cervantes (2001). En ocasión de su nonagésimo cumpleaños, al que arribó el 25 de agosto, el autor de La muerte del estratega fue objeto del homenaje del Ministerio de Cultura y de la Universidad Nacional de su Colombia natal. Por ello, entre el 26 y el 29 de agosto se realizaron lecturas de sus poemas, una mesa de debate, un ciclo de conferencias sobre su obra, exilio o figura, y se proyectaron los filmes La mansión de Araucaima e Ilona llega con la lluvia, basados en sus novelas. En su obra literaria están títulos como Tríptico de mar y tierra, La nieve del almirante, La última escala del Tramp Steamer, Los emisarios e Ilona llega con la lluvia. Fuentes: CNN México • La Jornada *** Usamos unas 10.000 palabras árabes, dice director del Cervantes El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, destacó que la lengua española contiene cerca de 10.000 palabras árabes, recogidas en el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE). Así lo informó el pasado 24 de septiembre durante la celebración en el Congreso de los Diputados del Foro Interparlamentario Hispano-Marroquí “Relaciones culturales en el marco de una herencia común”. De la Concha señaló que existen miles de palabras árabes en el español, mientras que por el contrario son apenas “centenares” las palabras españolas que quedan en el árabe marroquí. El director del Cervantes destacó la gran influencia del árabe en la literatura española, algo que se puede apreciar en el poeta místico san Juan de la Cruz, cuya madre era de ascendencia marroquí. De la Concha explicó que la primera vez que se habló español en Marruecos fue a finales del siglo XIV, y subrayó que el español es hablado hoy en día “por un número elevado de marroquíes”, debido en parte a la llegada de marroquíes a España. En el curso pasado fueron más de 13.000 marroquíes los que se matricularon para aprender español en alguno de los seis centros del Instituto Cervantes en Marruecos, cifra que está registrando un ligero ascenso curso 2013-2014, indicó. Por parte de Marruecos, el presidente de la Cámara de Consejeros del Reino, Mohamed Cheikh Biadillah, señaló que palabras como aceite, azúcar, tarifa o sardina son árabes, y recalcó las influencias mutuas entre ambas culturas. Fuente: Europa Press *** Declaran desierto premio Letras Nuevas de Novela El premio Letras Nuevas de Novela 2013, dotado con un millón de pesos mexicanos y la publicación de la obra ganadora, fue declarado desierto en su segunda edición debido a que el texto seleccionado, por unanimidad, por el jurado calificador, no acató las bases de la convocatoria. La novela Los perros de la noche, firmada con el seudónimo “Cristóbal del Mundo”, ganó por unanimidad, pero no se ajustó a las reglas del certamen por haber sido escrita por dos autores y no por uno, como lo exige la convocatoria. “Al revisar los datos reales de ‘Cristóbal del Mundo’, adjuntados en un sobre anexo al texto original, el jurado descubrió que los autores son, realmente, Alejandro Hernández y José Luis Gómez”, explicó Patrick Slim Domit, del comité organizador. En la ceremonia de premiación, realizada el 24 de septiembre en el Museo Soumaya Plaza Carso, en Ciudad de México, Slim Domit informó que aunque Los perros de la noche había sido escogida por unanimidad de entre las 191 obras participantes, la infracción de las bases del certamen impedía darle el premio, aunque por “la espléndida estructura literaria, su narrativa excepcional y por otras características líricas de la obra, el jurado decidió otorgar a la dupla de autores una mención honorífica”, agregó Slim Domit. Además, por “el alto valor que la obra tiene en el concierto de las letras en español”, será publicada inmediatamente. Pero en un acto de ética y apego a la legalidad, el millón de pesos no fue entregado a los autores. “Pero como el dinero ya lo tenemos y no lo vamos a adjudicar como parte del premio, hemos decidido entregarlo como donativo a los mexicanos que han sido golpeados por los fenómenos climáticos recientes”, completó el empresario, quien anunció que esa cantidad sería enviada al estado de Guerrero. Antes de iniciar la ceremonia se dejó ver el jurado del Premio Letras Nuevas de Novela, que estuvo conformado por los escritores Carlos Martínez Assad, Sandra Lorenzano y Benito Taibo, junto al editor Gabriel Sandoval y el librero Ernesto Gallegos. El Premio Letras Nuevas tuvo como finalistas las novelas Viajera: la maleta mexicana, de Guillermo Chao Ebergenyi; Mujeres de agua, de Patricia Valladares; En busca de una mañana, de Ignacio Vázquez Gómez; Iris color de río, de José Luis Puertas; Lo que ya no fue, de Jan Kñakal Cisar; Asesino por religión, de Elik G. Troconis Martínez; Wad-Allid-Jara. El valle de piedra, de Jorge A. Medina; La última página, de Psyque Zenobia, y El vacío de Dios, de Héctor Sevilla Godínez. Se anunció que la presentación de la obra “casi ganadora” será en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2013, el 4 de diciembre. En la primera edición del certamen fue ganador Daniel Krauze con la novela Fallas de origen, mientras que Gerardo Gutiérrez Cham obtuvo mención honorífica por Snapshot, y se tomaron cuatro obras más para su publicación. Fuente: GDA *** Siruela lanza en español colección de la brasileña Clarice Lispector La pasión según G.H. y Cuentos reunidos son los dos primeros títulos con los que la editorial Siruela pone en marcha la Biblioteca Clarice Lispector, dedicada a la escritora brasileña, de origen ucraniano y dueña de una de las voces más singulares de la literatura contemporánea. Estos dos títulos saldrán este mes, según se anunció el pasado 24 de septiembre, y a finales de este año se publicará Agua viva, que se unirá a la publicación de los libros más importantes de esta escritora. Nacida en Ucrania en 1920, se trasladó a los dos meses, junto con su familia, a Brasil, y murió en Río de Janeiro en 1977, después de vivir algún tiempo en Estados Unidos y en algunas ciudades europeas por su condición de esposa de diplomático. Comparada con James Joyce y Virginia Woolf, Lispector renovó la literatura brasileña junto a Joao Guimarães, abriendo fronteras a la indagación filosófica, al retrato psicológico y al problema del ser en el tiempo y en el mundo, como recuerda Miguel Cossio Wooward, editor y compilador de sus Cuentos reunidos. La escritora sorprendió a la intelectualidad brasileña con la publicación en 1944 de su primer libro, Cerca del corazón salvaje, en el que desarrollaba el tema del despertar de una adolescente, y por el que recibió el premio de la Fundación Graça Aranha en 1945. Lo que entonces se consideró una joven promesa de tan sólo 19 años se convirtió en una de las más singulares representantes de las letras brasileñas, a cuya renovación contribuyó con títulos tan significativos como La hora de la estrella, Aprendizaje o el libro de los placeres o su obra póstuma Un soplo de vida. Fuente: EFE *** España destina 850.000 euros a la promoción de la lectura y las letras El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España repartió este año un total de 850.000 euros entre 51 entidades y 63 proyectos para la promoción de la lectura y las letras españolas, según informó el miércoles 25 de septiembre el Boletín Oficial del Estado (BOE). La entidad con mayor subvención ha sido la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Empresarios del Comercio del Libro, con 47.570 euros, repartidos con 21.250 euros para Kiriko Club de Lectores, 13.160 euros para el Premio Librería Cultural y 13.160 euros para el Día de las Librerías. En segundo lugar aparece la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil con 45.378 euros, divididos entre el Premio Andersen, lista de honor y Bratislava (4.800 euros), el Día Internacional del Libro (6.228 euros), el Premio Lazarillo (9.600 euros) y las semanas, salones y demás actividades promocionales (25.750 euros). La Fundación Contemporánea ocupa la tercera posición en esta lista de subvenciones con un total de 41.320 euros, repartidos en los proyectos Festival Eñe Madrid y Festival Eñe América Buenos Aires, ambos con 20.660 euros. Por su parte, la Fundación Santa María (Ediciones SM) recibe 36.370 euros, divididos así: Encuentros con Autor en Centros Escolares 2013, 16.000 euros, y II Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (Cilelij 2013), 20.370 euros. En quinto lugar está la Asociación Española de Amigos del Cómic con 31.140 euros (16.300 euros para Expocómic 2013, Salón Internacional del Tebeo de Madrid, y 14.840 euros para Expomanga 2013, XII Salón Internacional del Manga y la Cultura Oriental de Madrid). Entre las entidades subvencionadas se encuentran también la Asociación Española de Lectura y Escritura (29.920 euros), la Fundación Germán Sánchez Ruipérez (26.190 euros), el Hay Festival de Segovia (22.700 euros), la Fundación Francisco Giner de los Ríos (21.145 euros), y el Círculo de Bellas Artes, que recibió 20.000 euros para la XVII Lectura Continuada de El Quijote. Las cuantías concedidas como subvención para cada proyecto sólo podrán destinarse para las finalidades concedidas, no pudiendo trasvasarse cantidades de una a otro proyecto. Asimismo, deberá constar el patrocinio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en toda la documentación impresa de la actividad subvencionada. Fuente: Europa Press *** Cámara Editorial Mexicana cumple medio siglo Durante todo 2014, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) celebrará sus cincuenta años de existencia con diversas actividades, entre las que destaca la realización, en el World Trade Center de Ciudad de México, de la primera edición de la feria del libro Expo Publica 2014, que tiene como finalidad convertirse en una gran feria del libro, las revistas y la discusión sobre la lectura y el idioma español. Este 26 de septiembre, durante la conferencia de prensa para dar detalles de los festejos que incluirán seminarios, talleres, conferencias magistrales, ediciones especiales, discusiones y encuentros, José Ignacio Echeverría, presidente de la Caniem, dijo que más que un festejo la organización pondrá en el escenario cultural la discusión del lenguaje como ente de cohesión social, y su defensa en un entorno que fomenta poco la lectura como mecanismo de conocimiento del idioma. “Entre otras actividades, pondremos en marcha una campaña de promoción de la lectura, especialmente dirigida al público infantil, a las escuelas, que son el primer contacto con el libro, a través de sus programas de bibliotecas”, señaló. Agregó que el gran evento será la primera edición de la feria del libro denominada Expo Publica 2014, y que se realizará del 25 de abril al 4 de mayo de 2014. Al acto se invitará tanto a editoriales como a empresas relacionadas con la cadena productiva del libro en general, y participarán más de 300 casas editoras con más de 90 mil títulos en exhibición. Entre las actividades celebratorias se encuentra el Seminario de la Lengua Española, que se desarrollará en el marco de Expo Publica, donde se darán cita especialistas de talla internacional y en el que buscan también sacar el análisis de la academia y llevarlo a la cotidianidad. Así, el programa contempla desde el uso del idioma en la publicidad, el manejo del caló en las calles, el habla coloquial, hasta los diferentes usos del idioma en Hispanoamérica. Fuente: El Universal *** Capital de la Cultura 2015 será compartida por Puerto Rico y Mayagüez Puerto Rico será la Capital Americana de la Cultura en 2015, un reconocimiento que compartirá con su localidad costera de Mayagüez, de apenas cien mil habitantes. Así lo anunció este jueves 26 de septiembre el Buró Internacional de Capitales Culturales (Ibocc), un organismo con sede en Barcelona (España), que por primera vez ha decidido que esta designación sea compartida por una ciudad “y por su país”, en este caso Puerto Rico, que tiene el estatus de Estado Libre Asociado a Estados Unidos. “Con esta designación se propone que no sólo Mayagüez celebre la capitalidad cultural, sino que los restantes 77 municipios de Puerto Rico adopten el proyecto y se integren a la gestión de divulgación y promoción de la riqueza cultural e histórica de esta isla del Caribe”, explicó el Ibocc en un comunicado. “Mayagüez-Puerto Rico Capital Americana de la Cultura 2015 se sostiene sobre la base de que el poder de la cultura es una de las variables que más inciden en la capacidad de un pueblo para transformarse colectivamente”, apuntó el Ibocc. En 1955 Puerto Rico creó su Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), dedicado al estudio, la conservación, la divulgación y el enriquecimiento de la cultura nacional puertorriqueña y que formará parte de los trabajos que se realicen de cara a esta designación. Hasta ahora, han sido elegidas como Capital Americana de la Cultura Mérida (México), Iquique (Chile), Maceió (Brasil), Ciudad de Panamá (Panamá), Curitiba (Brasil), Santiago (Chile), Guadalajara (México), Córdoba (Argentina), Cusco (Perú), Brasilia (Brasil), Asunción (Paraguay), Santo Domingo (República Dominicana), Quito (Ecuador) y São Luis (Brasil). Este año ejerce el título Barranquilla (Colombia) y en 2014 lo hará el Estado de Colima (México), para al año siguiente ceder el testigo a Puerto Rico. La Capital Americana de la Cultura, creada en 1998, tiene como objetivo promover la integración interamericana desde el ámbito cultural y contribuir a un mejor conocimiento entre los pueblos del continente americano, respetando su diversidad nacional y regional y poniendo de relieve al mismo tiempo el patrimonio cultural común. Fuente: EFE *** No se ha practicado prueba de ADN a restos de Neruda, denuncia abogado De acuerdo con Eduardo Contreras, abogado querellante en el juicio para el esclarecimiento de la muerte de Pablo Neruda, la prueba de ADN no se ha practicado al cuerpo que fue exhumado el pasado abril y que se asume es del poeta chileno. Contreras, quien asistió en México a las jornadas en homenaje al vate chileno el pasado jueves 26 de septiembre, señaló: “Nosotros estamos examinando el cuerpo supuesto de Neruda, porque rompiendo con los protocolos internacionales, hasta este momento no se le ha hecho el examen de ADN a los restos”. “Eso sería un hecho muy grave contra el Servicio Médico Legal chileno, porque nosotros solicitamos, como primera diligencia, la exhumación y la prueba de ADN”, agregó. “La exhumación fue el pasado abril, pero no se hizo inmediatamente el examen de ADN. Eso está en proceso. Mientras tanto, van a empezar a llegar resultados de las muestras óseas que ya se han enviado al extranjero. La cuestión es que han llevado muy mal el proceso”, dijo el abogado. “Recién la semana pasada, al único sobrino vivo de Neruda se le tomaron muestras de ADN, esas muestras apenas se van a enviar al extranjero y tardarán meses en volver. Quizás para noviembre”, continuó. En estos momentos, dijo Contreras, muestras del tejido óseo de Pablo Neruda se encuentran en los laboratorios de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos, así como en la Universidad de Murcia, Andalucía (España), con el fin de buscar restos toxicológicos que ofrezcan indicios de que el poeta chileno fue asesinado con una inyección de algún tóxico en el estómago. “También hemos solicitado sean enviadas otras muestras a laboratorios de Suiza y Austria, porque tenemos algunas dudas y además se busca no sólo material toxicológico, sino también análisis bacterianos, otras posibilidades de venenos”, informó. “Con todo, podemos asegurar que Neruda sí fue asesinado. Aunque no fuera su cuerpo, el conjunto de hechos ofrece evidencias de que el poeta, antes de su muerte, a pesar de ser víctima de cáncer, estaba en condiciones normales y las contradicciones de su muerte son demasiado grotescas. Quien lea el expediente llegará a la conclusión: Pablo Neruda fue asesinado. Las evidencias sobran”, sentenció. Como parte de las jornadas en homenaje a Pablo Neruda y con motivo de los 40 años del fallecimiento del presidente Salvador Allende, organizadas por el Centro Cultural El Juglar, el miércoles 25 de septiembre se llevó a cabo una serie de actividades en la Antigua Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México. Basado en el libro de memorias Confieso que he vivido, de Neruda, se presentó el monólogo Yo, Neruda, escrito y dirigido por Xavier Robles, con el actor José Carlos Rodríguez. Fuente: La Jornada *** La RAE celebra sus tres siglos con una exposición sobre su historia La Real Academia Española propone “un viaje en el tiempo”, de tres siglos de duración, en la gran exposición que conmemora el tricentenario de esta institución y que recrea la influencia de la historia de España en la labor de los académicos a través de verdaderas joyas bibliográficas y pictóricas. Son más de 300 piezas las que se han reunido para la muestra “La lengua y la palabra. Trescientos años de la Real Academia Española”, inaugurada el 26 de septiembre por la reina Sofía de España. Resumir tres siglos de historia, marcados por guerras, revoluciones y dictaduras, pero también por avances científicos, sociales y tecnológicos, no era fácil, y por eso la exposición ha sido “un reto importante” para sus comisarios, los historiadores Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron. Han trabajado “con el tiempo justo” (apenas un año para reunir el material y preparar el catálogo), pero han logrado contar la historia de la Academia y de los académicos, vinculada en la historia de España. “Los académicos de cada época se vieron afectados por los acontecimientos políticos”, continuó, antes de mostrar algunas de las obras importantes que se exhiben, entre ellas de Goya, Mengs, Luis y Federico de Madrazo, Sorolla, Fortuny, Zuloaga y Vázquez Díaz. Hay muchas joyas bibliográficas, como la Gramática, de Nebrija; el Tesoro de la Lengua Castellana, de Covarrubias; la edición académica de El Quijote, de 1780, y manuscritos y primeras ediciones de obras de Lope de Vega, Quevedo, Rubén Darío, Lorca y Alberti, entre otros. La muestra estará abierta hasta el 26 de enero de 2014 y servirá para que la Academia “se saque la espina” de dos centenarios que “pasaron sin pena ni gloria”. En 1813, España estaba invadida por los franceses “y los académicos estaban divididos”, y, un siglo más tarde, Europa entraba en guerra, destacó el secretario de la RAE, Darío Villanueva. Fuente: EFE *** Conceden el Premio de Ensayo “Caballero Bonald” a Francisco Rico El filólogo y académico de la lengua española Francisco Rico (Barcelona, 1942) ha sido galardonado este 27 de septiembre con el Premio Internacional de Ensayo “Caballero Bonald” por su obra Tiempos del Quijote, publicada por Acantilado. La obra, según José Carlos Mainer, presidente del jurado que concedió el galardón, “es un libro inteligente, ameno y divertido”, aunque también destacó que se ha premiado “la trayectoria ejemplar y la erudición de Rico”. El premio convocado por la Fundación Caballero Bonald, se concede anualmente al libro de ensayo que haya destacado de los publicados el año anterior en cualquiera de las lenguas del Estado español, y está dotado con 20.000 euros. Según el presidente del jurado, el libro premiado es de gran erudición, “pero también es una de las cosas más divertidas, amenas y con más sentido del humor que he leído”, aseguró Mainer. El galardonado explicó cómo ha procurado aprender de lo que dice Cervantes para encontrar la forma de “instruir deleitando”, ya que considera que un ensayo no tiene por qué estar peor escrito ni ser más aburrido que una obra de ficción. Pero, para conseguirlo, es preciso que el que transmite esos conocimientos sepa transmitirlos: “Cuando uno sabe de lo que habla, puede contarlo de forma que todos lo entiendan”, recalcó. Rico ha recibido, emocionado, un premio “muy bonito” que le han otorgado “amigos” y ha destacado el hecho de que lo conceda, no una institución oficial, sino la Fundación Caballero Bonald, que “realiza una labor estupenda por la cultura y por el mundo de la literatura” y que lleva además “el nombre de un gran poeta”. Discípulo de José Manuel Blecua y Martín de Riquer, Rico es catedrático de literaturas hispánicas medievales en la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de la Real Academia Española desde 1987, así como de la Accademia Nazionale dei Lincei y de la British Academy. El premiado ha editado numerosos clásicos medievales y del Siglo de Oro español y ha escrito varias obras sobre literatura e historia medieval y renacentista, con especial hincapié en el humanismo, además de dirigir la colección Biblioteca Clásica. Además ganó en 1998 el XII Premio Internacional Menéndez Pelayo y en 2004 el Premio Nacional de Investigación Menéndez Pidal. Fuente: EFE *** 80.000 libros tendrá biblioteca virtual del Colegio de Abogados de Lima El Colegio de Abogados de Lima (CAL) lanzará próximamente una biblioteca virtual con la versión digital de alrededor de 80 mil libros especializados en diversas ramas del derecho, que estarán a disposición de todos los jurisconsultos de la capital peruana, se informó este 28 de septiembre. El anuncio lo hizo Erasmo Reyna, director de la Biblioteca y Centro de Documentación del CAL, quien destacó que, mediante esta plataforma virtual, los abogados limeños podrán acceder desde la comodidad de su casa o desde su oficina a estos libros vía Internet. A esta plataforma digital se ingresará mediante un código que el CAL proporcionará a cada abogado, según su base de datos, detalló Reyna. “Estamos permanentemente modernizando nuestra biblioteca. A fines de octubre tendremos una biblioteca actualizada, moderna y digitalizada. Esto será muy útil para una mejor capacitación y acceso a la información a favor de todos los abogados de Lima”, anotó. Asimismo, el letrado adelantó que el CAL adquirirá en los próximos días alrededor de 2.000 libros impresos para nutrir su biblioteca con textos especializados de autores peruanos y extranjeros. Los nuevos libros contienen información actualizada sobre derecho constitucional, procesal constitucional, procesal penal, así como los referidos a procesos contenciosos administrativos y procesos de familia, precisó. Fuente: Andina *** Se proponen convertir al español en segunda lengua internacional El Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE) aspiran a llevar al español al segundo lugar entre las lenguas de comunicación internacional, y defienden una unidad de acción para lograrlo, según sus directores Víctor García de la Concha y José Manuel Blecua, respectivamente. En un debate realizado este 29 de septiembre durante el Hay Festival de Segovia, junto con el economista y catedrático José Luis García Delgado y el director del diario ABC, Bieito Rubido, García de la Concha subrayó que “sólo si nos unimos”, se logrará defender el idioma, lo que, a su juicio, en gran parte depende de Estados Unidos. De la Concha, que también fue director de la RAE, cifró en 528 millones el número de personas que hablan castellano, gracias a Hispanoamérica, cifra significativa para ubicar al idioma como segunda lengua franca, unido a la presencia en Internet o a que se la considera lengua de trabajo. Sin embargo, el número de páginas de ámbito científico en la red es mínimo, en opinión del responsable del Instituto Cervantes, y también su reconocimiento internacional, ya que no se encuentra ni como lengua oficial en la Unión Europea. “Estamos en una situación no definitiva para poder consolidarnos como segunda lengua internacional, aspecto que se juega en Estados Unidos, donde habrá 100 millones de hispanohablantes en 2050”, dijo García de la Concha. De ahí que los trabajos del Cervantes se estén centrando, de acuerdo con su director, en la creación de un centro en Harvard y de un Observatorio del Español en Estados Unidos, porque ahora “es una catástrofe lo que ocurre con la enseñanza bilingüe, con profesores sin preparación, y nos falta el apoyo del Gobierno”, matizó. Para García de la Concha, en Brasil se necesitarían 20.000 profesores de español, ya que se ofrece como lengua opcional, cuando hay menos de la mitad, con ocho centros del Cervantes “a rebosar” y más de 30.000 alumnos en el aula virtual. También se considera un problema la solicitud de “soberanía idiomática”, que han reclamado en un manifiesto cien intelectuales de Argentina —quienes argumentan que España quiere imponer su lengua—, u otros movimientos similares, aunque minoritarios, en México. Salvar las dificultades para entrar en China y trabajar para extender el idioma en Estados Unidos, Canadá y Brasil son las claves para que el español se convierta en segunda lengua, sostiene García de la Concha. Por su parte, el director de la RAE, en línea con lo expuesto por el profesor García Delgado, expresó su convencimiento de que la lengua, en sí misma, es un valor y puede ser competitiva a nivel internacional. El trabajo de la RAE tiene dos caras, como el dios Jano, ha dicho Blecua, una que mira al usuario y otra dirigida a las empresas y a los investigadores, entre los que ahora domina el inglés, porque las tecnologías digitales han tardado en llegar a España. Sobre si en Colombia se habla mejor el castellano que en España, Blecua ha sido tajante: “No hay mejor ni peor, sino países donde se pone más cuidado en la enseñanza”. García Delgado abogó por considerar a la lengua como un bien económico preferente y que sea protegida por políticas de Estado, con independencia de quien gobierne, y citó como ejemplo que se ha multiplicado por cuatro el intercambio comercial entre países. Asimismo, según el experto en economía, gracias al español se ha multiplicado por siete la expansión e internacionalización de las empresas nacionales por otros países del mundo, comenzando por Hispanoamérica. Fuente: EFE *** Gabriel García Márquez reaparece en público inaugurando un boliche De buen humor el escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982, participó este 30 de septiembre en la inauguración del Royal Bol, un boliche y sala de juegos en el complejo Garden Santa Fe, al sur de Ciudad de México. Antes de la apertura oficial y acompañado por su esposa, Mercedes Barcha, así como por amigos, colegas y la familia de Daniel Feldman, encargado del proyecto arquitectónico del sitio, el autor de Cien años de soledad degustó de un platillo de espinacas y tomó una copa de vino. El novelista de 85 años de edad posó para las fotografías que le tomaron familiares en la mesa, así como reporteros gráficos. “Me siento bien, la comida estuvo bien”, dijo. Luego de la comida, García Márquez cortó el listón del boliche al lado de los dueños del centro de entretenimiento. La esposa de García Márquez también develó una placa conmemorativa en la que se menciona que el proyecto arquitectónico del espacio estuvo a cargo del propio Daniel Feldman Kazt. Tras cortar el listón el también periodista oriundo de Aracataca, Colombia, regresó a una de las mesas del lugar, acompañado por Jessi Milsteins, director de Royal Bol, y su asistente. Una niña de entre 6 y 8 años de edad se acercó hasta el laureado escritor para que le autografiara una copia de El Coronel no tiene quien le escriba, pero solo estrechó la mano de la pequeña. El escritor permaneció en el lugar unas dos horas. Fuente: Notimex *** Fabián Martínez Siccardi gana el premio Clarín de Novela El premio Clarín de Novela recayó el martes 1 de octubre, en su 16ª edición, sobre el escritor argentino Fabián Martínez Siccardi, de 49 años, y su obra Bestias afuera. Martínez Siccardi nació en la localidad patagónica de Río Gallegos y su novela versa sobre la soledad y los fantasmas interiores. La historia gira alrededor de un joven agrónomo que se dispone a pasar unos días en el campo con la única compañía de su perro. El joven conoce un hombre mayor, sin hijos y enfermo, a quien cuida una mujer. “Empecé a escribir Bestias afuera intentando hacer una novela gótica, como una apropiación de una novela inglesa que pasara en un ambiente rural contemporáneo argentino. Parecía un ejercicio inocuo, divertido. Pero me di cuenta de que el fantasma que se había convocado a la novela no era ni gótico, ni inglés, ni del siglo XIX, sino personal. Así que como ese fantasma ya estaba afuera, había que exorcizarlo”, explicó el ganador. El premio, dotado con 150.000 pesos, conlleva la publicación de la novela en la editorial Alfaguara. El jurado, compuesto por la escritora argentina Claudia Piñeiro, el escritor y periodista español Juan Cruz, y el novelista argentino Eduardo Sacheri, autor de La pregunta de sus ojos, escogió Bestias afuera entre 10 novelas finalistas. La selección previa, entre 630 ejemplares, la hizo otro jurado a quien Claudia Piñeiro tuvo el detalle de mencionar por sus nombres. Piñeiro explicó también que el jurado tenía muy claro cuál era la novela ganadora. Y sólo había un premio. Sin embargo, otra novela de las diez finalistas parecía pedir al menos un reconocimiento especial. “La verdad es que no nos sentíamos conformes con que una novela tan buena se quedara en finalista, y pensamos que había que darle un premio, o al menos, publicarla”, comentó. Y así recayó un premio de 50.000 pesos sobre La pregunta de mi madre, de Luis Mey. Empleado de librería de 34 años, Mey subió visiblemente emocionado al escenario donde se celebró la ceremonia de entrega de los premios. “La novela cuenta la historia de un chico que va juntando dinero en su bolsillo para hacer un viaje a Mar del Plata y poder explicarle a una chica todas las mentiras que le dijo”, explicó. Quienes lo conocen cuentan que Mey se crió en las inmediaciones de una villa miseria, uno de los barrios más marginales de Buenos Aires; que contó desde pequeño con la amistad de un librero que le contagió el gusto por la lectura y que, en cierta forma, los libros le salvaron de un futuro más aciago. Eduardo Sacheri explicó que La pregunta de mi madre habla de lo que somos. “Ese algo que está a medio camino entre lo que ha sucedido y lo que nos decimos que ha sucedido”. Fuente: El País *** Premio Tusquets Editores de Novela para el español Ginés Sánchez El escritor español Ginés Sánchez obtuvo este 1 de octubre el IX Premio Tusquets Editores de Novela por Los gatos pardos, según la decisión tomada por mayoría por el jurado del galardón, presidido por Juan Marsé e integrado por Almudena Grandes, Juan Gabriel Vásquez, Betina González, ganadora en su anterior convocatoria, y, en representación de la editorial, Juan Cerezo. En el acta, el jurado asentó su interés en valorar en el texto de Sánchez —quien concursó con el seudónimo de “Lungri el Cojo”— el vigor narrativo de tres historias contundentes que se entrecruzan en una misma noche de verano, contadas con credibilidad y vértigo crecientes. Una terna de tramas que hablan, en medio de bandas y ajustes de cuentas, de fiestas y apuestas al límite, así como de las ansias de una joven adolescente por dejar de serlo y alejarse del modelo de su madre. La editorial, que ya ha anunciado la convocatoria del premio para 2014, refirió que Ginés Sánchez nació en 1967 en Murcia; es licenciado en derecho y abogado en ejercicio durante 10 años, además de que ha vivido desde 2003 en diversos lugares de Europa y América, donde ha desempeñado los más diversos trabajos. Lo mismo como recepcionista de hotel en las islas Eolias que de camarero en Dublín, repartidor de periódicos o vendedor de cuadros puerta a puerta, guía turístico en La Habana o responsable en un proyecto de protección de tortugas marinas en Costa Rica. Anotó que Los gatos pardos es su segunda novela, después de su debut con Lobisón —una inquietante historia de hombres lobo, niños autistas y personajes de la Galicia actual—, por el que fue destacado como Nuevo Talento FNAC. La novela aparecerá en noviembre en Tusquets y se ha dicho que “llama la atención por su calibre literario y moral”, y también que es poco propicia al compromiso comercial. El jurado la eligió entre 602 manuscritos. Fuente: Notimex *** Ernesto Cardenal elevado a “Oficial de la Legión de Honor” de Francia Francia otorgó el lunes 2 de octubre el grado de “Oficial de la Legión de Honor” al poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, uno de los máximos exponentes de la teología de la liberación y de la lírica latinoamericana. “Estoy con mucha emoción, estoy también con mucho agradecimiento” por esta distinción, expresó Cardenal tras recibir con una gran alegría y sencillez la orden de manos del embajador de Francia en Nicaragua, Antoine Joly, en su residencia, al sur de la capital. “Francia, y probablemente más que todo los franceses, aman a los revolucionarios, aman a los rebeldes, aman a los poetas”, afirmó Joly, quien destacó la obra y vida de Cardenal, durante el acto al que asistieron intelectuales y reconocidos escritores nicaragüenses. “Muchas gracias... ¿qué más puedo decir? (...). Amamos a Francia”, dijo Cardenal, de 88 años, quien llegó apoyado en un bastón. El escritor dijo que Nicaragua heredó el gusto por la lengua y la literatura francesa del gran poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), quien “amaba mucho a Francia”. Cardenal, autor de Epigramas, Cantico cósmico y otras destacadas obras, nació en 1925 en la colonial ciudad de Granada, sur de Nicaragua. “Ernesto Cardenal es una de las figuras centrales de la literatura contemporánea de Nicaragua y yo me alegro mucho de que el gobierno de Francia le otorgue este reconocimiento tan alto que reconoce su obra literaria y perfil cultural”, afirmó el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Internacional Alfaguara 1998 por su novela Margarita, está linda la mar. “Francia se ha distinguido por otorgar reconocimientos a personas que realmente merecen, sin importar si son o no del agrado del gobierno de turno, y eso me llena a mí de mucha admiración”, declaró el escritor, analista y ex embajador nicaragüense ante la OEA, Carlos Tünnermann, después de la ceremonia. Cardenal, quien también es escultor y traductor, fue galardonado en 2012 con el Premio Reina Sofía de Poesía Latinoamericana y en 2009 con el Premio Pablo Neruda. La Legión de Honor, la más conocida e importante de las distinciones francesas, fue establecida por Napoleón I. La orden se concede a hombres y mujeres, ya sean franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios realizados dentro del ámbito civil o militar. Fuente: La Jornada *** Laura Restrepo preside jurado del premio Alfaguara de Novela La escritora colombiana Laura Restrepo, quien hace diez años ganara el premio Alfaguara de Novela con Delirio, ha sido designada este año presidenta del jurado del certamen, que en su 17ª edición coincide con los cincuenta años de la editorial que lo convoca. El anuncio fue hecho este 2 de octubre. Para la escritora colombiana, el premio es un “sólido y necesario estímulo para las letras en español, porque pone a disposición del autor que salga elegido un buen apoyo económico, y sobre todo una plataforma de contacto con miles de lectores a nivel internacional”. En principio son 400 millones de personas en 19 países hispanohablantes donde la novela ganadora se publica de manera simultánea cada primavera. El Alfaguara es el más internacional de los galardones literarios a una obra inédita. Incluso, dice Pilar Reyes, su editora, la noticia del ganador se ha convertido en un hecho cultural en cada país donde la editorial tiene incidencia y con una gran acogida cuando el autor presenta allí el libro. Dos vertientes significativas destaca Pilar Reyes del galardón. El primero, afirma, trasciende el ámbito del castellano: “Hemos logrado que los libros sean traducidos a muchos idiomas y varios hayan sido finalistas o ganadores de premios internacionales”. El segundo tiene que ver con el hecho de ser ya “un referente de calidad basado en la apuesta y la renovación”. Autores desconocidos como Xavier Velasco, que se ha convertido en uno de los más vendidos en México. Autores con libros importantes pero a quienes el premio les ha dado un empujón al darles más visibilidad, como Andrés Neuman, Santiago Roncagliolo o Juan Gabriel Vásquez. Autores consagrados que le han dado más prestigio, como Manuel Vicent, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, Elena Poniatowska o la misma Restrepo. 2014 también será el año de la celebración del medio siglo de Alfaguara. Un sello, según Reyes, que ha sabido conversar con los tiempos: “Desde la Alfaguara luminosa de alguien como Jaime Salinas, en la que se pretendió ofrecer en español la literatura extranjera más exquisita, con gratas implicaciones culturales; la Alfaguara de los años noventa con Juan Cruz, que impuso la marca clara de reforzar el diálogo de la literatura en español y en conversación con América Latina; y la actual, que es un poco de las dos, un proyecto que intenta ser panhispánico pero que incorpora un catálogo que proyecta la literatura internacional, es decir, no de una lengua o un lugar sino de ese tiempo”. Fuente: El País *** Celebran en Maracay 7º Encuentro de Ensayistas y Narradores La Agrupación Cultural Pie de Página celebró el jueves 3 y viernes 4 de octubre el Encuentro Nacional de Ensayistas y Narradores, convocado en homenaje a los escritores venezolanos Miguel Ramón Utrera (1909-1993) y Carlos Noguera (Tinaquillo, Cojedes, 1943), y que en su séptima edición reunió en la Biblioteca Pública Central Agustín Codazzi, de Maracay (Aragua), a autores de diversas regiones de Venezuela. Tras las palabras de apertura del evento a cargo de la coordinadora de Pie de Página, la escritora Carmen Alida Méndez (http://www.letralia.com/firmas/mendezcarmenalida.htm), el jueves fue dedicado a los autores homenajeados, con conferencia sobre la obra de Noguera a cargo del escritor Manuel Cabesa (http://www.letralia.com/firmas/cabesamanuel.htm), y otras dos sobre Utrera pronunciadas por la licenciada Leonor Basalo y el profesor José Gregorio Correa (http://www.letralia.com/firmas/correajosegregorio.htm). La jornada del jueves terminó con una conferencia del escritor Juan Francisco Lara sobre cuento y novela. El viernes, el escritor Antonio González Lira disertó sobre la obra de la poeta Matilde Mármol, siendo seguido por la poeta Gabriela Rosas (http://www.letralia.com/firmas/rosasgabriela.htm), quien en su ponencia realizó un recorrido por las diversas actividades que mantienen viva la poesía en la capital venezolana. En la tarde, la profesora Luz del Alba Inojosa habló sobre una investigación que realiza sobre poesía del estado Aragua. En el marco del encuentro se presentó el número 7 de la revista Pie de Página. El Encuentro Nacional de Ensayistas y Narradores se realiza anualmente desde 2007. Fuente: Pie de Página *** Conceden el SM de Literatura Infantil y Juvenil a Jordi Sierra i Fabra Por la destacada voluntad renovadora, la incansable creatividad y la desbordante versatilidad del conjunto de su obra, este 5 de octubre el jurado escogió por unanimidad como ganador del IX Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil al escritor español Jordi Sierra i Fabra, quien recibirá la suma de 30 mil dólares, a entregarse el martes 3 de diciembre en el salón 2, Expo Guadalajara, de la 27ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Escritor y comentarista musical, Jordi Sierra i Fabra nació en 1947 en Barcelona. Comenzó a escribir a los ocho años y a los doce terminó su primera novela. A partir de 1968 comenzó a publicar artículos en la prensa española y cofundó la revista El Gran Musical. Su primer libro, 1962-72 Historia de la música pop, fue publicado en 1972. A la fecha, sus publicaciones suman más de 400 títulos. En 2004 creó en Barcelona la Fundación Jordi Sierra i Fabra, destinada a promover la creación literaria entre jóvenes de lengua española. El jurado de esta edición del Premio estuvo integrado por Juana Inés Dehesa en representación de la OEI; Barbara Bonardi Valentinotti, en representación de Ibby; Regina Zilberman, en representación del Cerlalc; Pedro Pablo Guerrero en representación de Orealc-Unesco, y Agustín Fernández Paz, representando a la Fundación SM. Destacaron que los libros de Sierra i Fabra se caracterizan por tratar temas sensibles y conflictivos que interesan y preocupan a jóvenes lectores, así como por una defensa de los derechos humanos y de los movimientos transformadores de la sociedad. En su acta, el jurado del Premio SM refirió que el estilo directo, ágil y claro resulta cercano a lectores de los diferentes países hispanohablantes, y que su obra ha trascendido a otras lenguas mediante las múltiples traducciones que se han publicado en América, Europa, Asia y Oceanía. Fundado en 2005 con el objetivo de impulsar la literatura infantil y juvenil en Iberoamérica, el Premio SM es convocado anualmente por la Fundación SM, el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), la International Board on Books for Young People (Ibby), la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco/Orealc), con la colaboración de la FIL Guadalajara. Los ganadores anteriores han sido Juan Farias (2005), Gloria Cecilia Díaz (2006), Montserrat del Amo y Gili (2007), Bartolomeu Campos de Queirós (2008), María Teresa Andruetto (2009), Laura Devetach (2010), Agustín Fernández Paz (2011) y Ana María Machado (2012). Fuente: FIL *** La Feria del Libro de Fráncfort analizará el auge del libro electrónico El auge del libro electrónico y la competencia que afrontan las editoriales tradicionales ante el comercio en Internet será uno de los ejes de la Feria del Libro de Fráncfort (http://www.book-fair.com), que comienza el próximo 9 de octubre y que tiene en esta edición a Brasil como país invitado. El evento, que cuenta con alrededor de 7.400 expositores de cerca de un centenar de países, es el más importante punto de encuentro del mundo editorial. La feria, explicó Boos, no ha querido permanecer ajena a los principales retos del sector, que analizará en Fráncfort la pujanza de empresas como Amazon, el futuro de las bibliotecas actuales o el riesgo de “saturación” de los potenciales lectores ante la masiva oferta de conocimientos. “Es un reto y a la vez una oportunidad”, señaló Boos, quien destacó la “relativa buena evolución” del sector del libro a nivel global. También tendrán un espacio destacado en Fráncfort las innovaciones de las editoriales más jóvenes, el creciente fenómeno de la autoedición y la apuesta de empresas de fuera del sector por los libros como complemento de sus otras actividades. Brasil, como país invitado, estará representado por noventa autores en la feria, a la que asistirá como máxima autoridad política el vicepresidente del país suramericano, Michel Temer. “Un país lleno de voces” es el lema de la presentación brasileña en Fráncfort, en la que se ha querido hacer énfasis en la diversidad, lo que se nota, entre otras cosas, en que se ha invitado a escritores de diversos géneros y de todas las regiones de Brasil. Tras subrayar el esfuerzo realizado para traducir a muchos escritores cuyos libros sólo estaban en portugués, Boos destacó la plataforma que supondrá la feria para crear una red de contactos entre el mundo editorial y la pujante literatura brasileña. El pabellón brasileño, de 2.500 metros cuadrados, ha sido diseñado por la directora de teatro Daniela Thomas y el arquitecto Felipe Tassara. “Nuestra idea no es explicar nuestro país. Lo que queremos es presentar sus energías creativas que se expresan en una mezcla de influencias que cambian permanentemente”, explicó Thomas en declaraciones recogidas en la web de la feria. Entre la lista de escritores que estarán en Fráncfort sobresale por su éxito el de Paolo Coelho, justo 25 años después de la publicación de El alquimista, la novela que lo catapultó a la fama. Sin embargo, si se revisa la lista es claro que la misma no sólo da espacio a escritores de éxito y a géneros que pueden aspirar a llegar al gran público. La lírica, por ejemplo, está representada por autores como Adelia Prado (1936), Affonso Romano de Sant’Anna (1973), Age de Carvalho (1958), o Alice Ruiz (1946). En la inauguración de la feria, además de la ministra de Cultura brasileña, Marta Suplicy, hablarán el novelista Luiz Ruffato y la presidenta de la Academia Brasileña de Letras, Ana María Machado, quien como escritora obtuvo en 2000 el premio de literatura infantil Hans Christian Andersen. Después, desde el miércoles y hasta el domingo, día tras día habrá lecturas y discusiones en el pabellón brasileño y, también, diversas actividades, como actividades y conciertos, fuera del recinto de la Feria. En total, se presentarán 260 títulos relacionados con Brasil, entre ellos 117 libros de literatura brasileña traducida al alemán con ayuda de un fondo especial. La literatura infantil y juvenil y el “libro valioso”, con diseños y materiales exclusivos, volverán también a tener espacio propio y destacado en una feria cada vez más internacional, apuntó su director. Junto a Brasil, recalcó el vigor del mercado editorial en otras potencias emergentes como China o Indonesia, con una importante presencia en la feria, pero también la participación de países como Afganistán y Corea del Norte. Fuente: EFE *** La Paz tendrá en su feria más de 160 actividades Más de 100 autores nacionales, nueve extranjeros y 180 expositores protagonizarán la XVIII Feria Internacional del Libro de La Paz (FIL, http://www.camaralibrolapaz.org.bo/feriadellibro), que después de tres años regresa al Campo Ferial de Bajo Següencoma, ahora bajo el nombre de Chuquiago Marka. Bajo el lema “Cultura sin fronteras” y con el reto de superar las 90 mil visitas registradas el año pasado, la FIL se inaugura este miércoles 9 de octubre a las 19 horas, y permanecerá abierta hasta el 20 de octubre. Entre los más destacados están el escritor argentino Fabián Casas, quien visita Bolivia gracias al apoyo de la editorial El Cuervo, y el uruguayo Nicolás Peruzzo, presidente de la Asociación Uruguaya de Creadores de Historieta (AUCH), que participará en diversas actividades relacionadas con el cómic, su creación y difusión. Además se llevará adelante el tercer Congreso Nacional de Historietistas, y la editorial 3.600 y la Fundación Simón I. Patiño presentarán la adaptación de Periférica Blv., de Adolfo Cárdenas, quien por otra parte también recibirá un homenaje de la Cámara del Libro, que recordará también al desaparecido Jesús Urzagasti. La FIL contará con cuatro salas para el nutrido programa cultural y más de 160 actividades. El primer pabellón del campo ferial Chuquiago Marka, en 6.600 metros cuadrados, será inaugurado por el principal evento literario de la sede de gobierno. Este espacio, ubicado en Bajo Següencoma, permitió que los stands aumenten su tamaño y disminuya el alquiler. La mayor sala del complejo estará dedicada a una exposición fotográfica y audiovisual sobre el poeta chileno Nicanor Parra, compuesta por 25 fotografías y dos producciones audiovisuales, según explicó el curador y autor de la exhibición, el artista Marcelo Porta. Porta tomó fotografías y filmó las clases de literatura que Parra dictó en 1993 en la Universidad de Chile. Los registros representan la mirada del alumno sobre su profesor. La exposición estará abierta a los asistentes a la feria durante once días. Esta muestra fue presentada de forma incompleta en España, en 2012, cuando el poeta chileno recibió el Premio?de Literatura Miguel de Cervantes. Fuentes: La Prensa • La Razón *** María Antonieta Flores presentará en Caracas su madera de orilla El nuevo título de Editorial Eclepsidra, que dirige la poeta Carmen Verde Arocha, será presentado en la librería El Buscón por el escritor José Napoleón Oropeza. madera de orilla, de la poeta y ensayista venezolana María Antonieta Flores (http://www.letralia.com/firmas/floresmariaantonieta.htm), es el nuevo libro que se suma a la colección de poesía “Vitrales de Alejandría”, de la Editorial Eclepsidra (http://www.facebook.com/editorial.eclepsidra), dirigida por la poeta Carmen Verde Arocha. El poemario será presentado el 10 de octubre a las 6:30 pm en la librería El Buscón, ubicada en Trasnocho Cultural, C. C. Paseo Las Mercedes, en Caracas. Las palabras de presentación estarán a cargo del reconocido escritor José Napoleón Oropeza. En madera de orilla hay lazos que hilvanan el viaje, el amor y el contexto social latinoamericano; la voz lírica se desespera ante el silencio de la historia oficial y hace del poema un refugio de voces, donde se reconoce la rutina del oficio (“recoger secar tostar / semillas desgranadas / venirse en los aromas (...) atenuarse / irse borrando”), el canto (“todo es orilla / repito tu nombre para aparecer”), el paso del tiempo. madera de orilla es un viaje por un continente que se desborda en el cuerpo gracias al intercambio con el amor. Esta edición, con foto de la mexicana Kika Arlanzón, es la expresión de una voz poética madura con un discurso osado que busca la orilla como lugar de la escritura. Miguel Gomes, autor de la contratapa, define madera de orilla como “una historia de amor desesperanzado, aunque no desesperado, porque nos depara la serenidad de alguien que anímicamente crece e identifica su ‘abandono’ con una experiencia colectiva”. Escrito en diálogo con la realidad centroamericana, hay una apropiación de la historia, del paisaje y del discurso de una región para expresar la propia realidad; su sugerente título habla de la permanencia de la madera que habita en convivencia con el agua y aun así mantiene su fuerza. Nacida en Caracas en 1960, Flores es poeta y ensayista. Es magister en literatura latinoamericana. Ha publicado los poemarios El señor de la muralla (1991), Canto de cacería (1995), Presente que no en ausencias (1995), Agar (1996), criba de abril (1998), Los trabajos interminables (1998), índigo (2001), limaduras (2005), la voz de mis hermanas (2005) y regresaba a las injurias (2009). En ensayo, Sophia y Mythos de la pasión amorosa (1997). Su poesía ha sido incluida en antologías nacionales e internacionales. Ha participado como poeta invitada en distintos festivales y encuentros internacionales. José Napoleón Oropeza (Barinas, Venezuela, 1950) es novelista, cuentista, poeta y ensayista. Mph/Phd del King’s College de la Universidad de Londres. Una de las voces vivas más sólidas de la narrativa y el ensayo venezolano con numerosos premios y reconocimientos. Obtuvo el Premio de la Crítica a la Novela 2011, con su libro Las puertas ocultas y su libro El habla secreta, editado en 2002, es uno de los aportes más valiosos para la comprensión de la poesía venezolana. Kika Arlanzón (México) es licenciada en teatro de la Universidad de las Américas (UDLA). Es fotógrafa escénica, diseñadora de iluminación, narradora y actriz, y ha realizado diversas exposiciones fotográficas tanto individuales como colectivas en su país. Fuente: Eclepsidra *** Festival de la Palabra de Puerto Rico realizan en San Juan y Nueva York El Festival de la Palabra de Puerto Rico, que se celebrará del 10 al 13 de octubre en San Juan y del 16 al 19 en Nueva York, quiere proyectar la literatura e imagen de la isla caribeña en el mundo. Su directora, la escritora puertorriqueña Mayra Santos Febres, señaló que esta cuarta edición de la cita incide en el objetivo de hacer que la isla sea más visible a nivel internacional. “Queremos además que la literatura de Puerto Rico gane peso internacional”, subrayó Santos Febres, tras reconocer que el estatus del territorio puertorriqueño de Estado Libre Asociado a Estados Unidos no favorece la visibilidad de la isla en el extranjero. En la búsqueda de ese objetivo, la cita literaria concederá por tercera vez el Premio Las Américas a la mejor narrativa hispanoamericana, dotado con 25.000 dólares y seleccionado por un jurado de escritores presidido por el peruano Fernando Iwasaki y el puertorriqueño Ángel Darío Carrero. La cuarta edición del festival se dedica al escritor local Eduardo Lalo, ganador del último Premio Internacional Rómulo Gallegos por su novela Simone, que dijo al recibirlo que “se hacía justicia a las letras de la isla caribeña”, a la que definió como “país invisible”. El esfuerzo por que la cita gane peso internacional traerá a una lista de escritores de todo el mundo, entre los que destaca la portuguesa Lídia Jorge. De España se espera a José Ovejero y Jacinto Antón, de Colombia a Santiago Gamboa y José Franco, mientras que Diego Fonseca y Josefina Licitra representan a Argentina y Roberto Ampuero a Chile. Ana María Goncalves de Brasil, Raúl Aguiar desde Cuba, Edwin Madrid de Ecuador y el mexicano Guillermo Fadanelli son sólo una muestra de la lista de autores que pasarán por la feria literaria de San Juan, que por segundo año consecutivo se celebrará en el Museo de Arte de la capital. La cita de este año presenta un homenaje especial a la editora local Rosario Ferré por su trabajo en la promoción de la literatura puertorriqueña durante décadas. El festival dará un espacio destacado en la presente edición a los lazos que existen entre la literatura y el periodismo, un tema para el que se cuenta con la presencia del periodista del diario español El País Jacinto Antón. Además, la organización quiere incidir en la vocación del festival de que la cita se convierta en punto de encuentro entre la literatura y otras artes. La proyección internacional que busca el festival ha incorporado al proyecto a la Compañía de Turismo y la Corporación de Cine local, que colabora en la programación de debates sobre el séptimo arte y en el taller de guiones con que contará la cita. Finalizada la primera parte en San Juan, el festival se traslada a Nueva York del 16 al 19 de octubre. Fuente: EFE *** Sevilla será sede del festival Finos de narración oral Por sexta vez llega a la ciudad española de Sevilla el Festival Intercultural de Narración Oral (Finos, http://festicuentosintercultural.blogspot.com), cuyas noches centrales serán en el recién estrenado Teatro de la compañía Viento Sur. Allí sonarán las voces de narradores orales o cuentacuentos de diferentes regiones del mundo del 17 al 20 de octubre. Además, habrá funciones para público infantil en librerías y colegios de la ciudad y alrededores, tanto en los días reseñados como desde el día 11 de octubre, fecha de inicio del festival. La organización del festival ha destacado en una nota varias novedades que presenta este año, como su duración, del 11 al 20 de octubre, pasando a ser diez días en lugar de los cuatro habituales. Dentro de las actividades, ha señalado la segunda convocatoria de talleres de formación en la Universidad Pablo de Olavide (UPO), destinados en esta ocasión al ámbito pedagógico y social. En esta edición del Finos llegarán como invitados especiales narradores orales de País Vasco, Galicia y Japón, además de los artistas habituales que mantienen la temporada sevillana de cuentos para adultos. En concreto, por Galicia asistirá Charo Pita, narradora oral, actriz y escritora; por Japón, Yoshi Hioki, narrador oral; y por el País Vasco, Itziar Rekalde, narradora oral. Estos artistas aportarán el ingrediente “esencial” del festival, que es la “interculturalidad” y complementarán sus espectáculos con talleres formativos sobre narración oral. Otra novedad es la ubicación de este evento, que tendrá lugar en las nuevas instalaciones de Viento Sur Teatro, sito en la calle San José de Calasanz, en la zona de El Tardón-Triana, “mejorando así la calidad y capacidad del festival”, aseguró la organización del evento, que señaló que, además, “crece el número de librerías colaboradoras, como espacios destinados a la programación infantil, así como de la oferta para colegios e institutos”. Por último, indicó que se presentará la tesis doctoral Narración oral comunitaria y escénica crítica como herramienta de intervención social, del doctor Jhon Ardila, de origen colombiano, en el Centro Cívico “Las Sirenas”. El festival tiene como objetivos principales generar espacios de diálogos interculturales mediante la oralidad en Sevilla, propiciar un evento intercultural que contribuya al conocimiento de otras culturas, su reconocimiento y respeto mediante la narración de cuentos. Finos está organizado por la Asociación Festival Intercultural de Narración Oral de Sevilla, que está conformada por agrupaciones e individualidades de la narración oral. Fuente: Europa Press *** Azorín será recordado en un congreso internacional en Alicante Del domingo 13 al viernes 19 de octubre se celebrará en Alicante un congreso internacional que abordará la vida y obra del escritor José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo, Azorín. En el encuentro participarán, entre otros, el periodista Marino Gómez Santos, Premio Nacional de Literatura en España, o la académica Soledad Puértolas, miembro de la Real Academia Española. El congreso servirá para conmemorar el homenaje que hace un siglo recibió Azorín en los jardines de Aranjuez a cargo de un grupo de escritores de la época impulsados por José Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Se abordará, por ejemplo, la relación de Azorín con los jóvenes poetas de su época, la Generación del 98, y los jóvenes poetas de la generación del 27. El congreso pretende reflexionar sobre el valor histórico, cultural, literario e ideológico de Azorín. El programa del congreso arrancará con la conferencia de Soledad Puértolas titulada “Azorín, Baroja y el espíritu cervantino”, e incluirá también una visita a la Casa-Museo de Azorín, un recital protagonizado por Manuela Amat, la proyección de un audiovisual sobre el escritor realizado por la Diputación de Alicante y la presentación del libro Ante Baroja, del investigador Francisco Fuster. Por último, para el viernes 18 de octubre está prevista una conferencia sobre Azorín y Saint-Simon a cargo del profesor de la Universidad de Pau, Christian Manso, y una comida-tertulia moderada por el cronista oficial de Aranjuez, José Luis Lindo, en la que se analizarán los aspectos más destacados del homenaje de 1913. Esa misma tarde se procederá también a la entrega de la Medalla Azorín al biógrafo Santiago Riopérez. Fuente: Europa Press *** Encuentro Bilbaopoesía reunirá a poetas, actores y músicos Bajo el título “Poesía y ciudad”, actores, poetas y músicos analizarán en Bilbao (España) la relación entre esta disciplina literaria y la urbe con letras a pie de calle y evocaciones a un mundo urbano, de ciudad, de asfalto, de gente que va y viene pero que también permanece. El evento se realizará del 14 al 23 de octubre. Los poetas Antonio Carvajal, Luis Alberto de Cuenca y María Victoria Atencia; el actor Alberto San Juan; los bertsolaris Andoni Egaña y Uxue Alberdi y el grupo musical Oskorri son algunos de los invitados al encuentro Bilabopoesía, y quienes abordarán la relación entre poesía y ciudad, desde distintas aproximaciones y puntos de vista. El poeta bilbaíno Gabriel Aresti (1933-1975) será el protagonista de la jornada de apertura, el 14 de octubre (coincidiendo con la fecha de su nacimiento), con la actuación especial del grupo Oskorri, que estrenará “Gabriel Aresti bizsitan”, su espectáculo dedicado al poeta, en el que tocarán piezas con letras de Aresti exclusivamente en euskera. Estas letras surgieron de la amistad que unió al miembro de Oskorri, Natxo de Felipe, con el poeta vasco. El actor Alberto San Juan ofrecerá una faceta poco conocida, la de cantante, con un concierto el sábado 19, acompañado por el guitarrista argentino Fernando Egozcue. Una de las grandes veladas poéticas contará con la participación de Antonio Carvajal, Premio Nacional de Poesía 2012, uno de los referentes de la “Generación del 70”, y que estará acompañado del periodista y poeta bilbaíno Pablo Martínez Zarracina. Los amantes de la más pura poesía disfrutarán también del diálogo entre poetas que enfrentará a todo un referente como Luis Alberto de Cuenca con José Fernández de la Sota, un clásico ya de la poesía local y Premio Euskadi de Literatura 2010. La contraposición norte-sur se verá reflejada en el curioso recital “Voces de dos orillas”, que con un estilo alegre y sobrio estará protagonizado por una poeta jerezana, Raquel Lanseros, y uno cántabro, Lorenzo Oliván. Otros cuatro recitales poéticos completan la programación del festival. “Kafkaren aulkia” (la silla de Kafka) será una de las actividades más peculiares de Bilbaopoesía. Se trata de un encuentro desarrollado íntegramente en euskera, con la participación de dos bertsolaris de primer nivel como son Andoni Egaña, cuatro veces ganador del Bertsolari Txapelketa Nagusia, y Uxue Alberdi, entre otros participantes. Además el certamen colabora por primera vez con el Festival de Teatro y Danza Contemporánea de Bilbao (BAD). Para ello la actividad se trasladará al Espacio Consonni, donde se presentará el poemario del actor y poeta Pablo Fidalgo Lareo, presentado por el Premio Euskadi de Literatura 2005 y 2012 Harkaitz Cano. Fuente: ElDiario.es *** Publican este mes en español última novela de Murakami La última novela de Haruki Murakami, Los años de peregrinación del chico sin color, salió en Japón el 12 de abril de este año. En siete días, se habían hecho ocho reimpresiones de la primera edición y las ventas alcanzaban el millón de ejemplares. La editorial española Tusquets lanzará la traducción de la novela el 14 de octubre, antes que la versión en inglés. Se trata de algo extraordinario en el mundo editorial, considerando el carácter global de la fama del autor. La novela se centra en Tsukuru Tazaki, el peregrino del título, quien ve cómo peligra su relación con Sara Kimoto. Ella cree que lo que los separa es una herida de juventud: cuando él era joven, su grupo de amigos del colegio lo abandonó. Tsukuru se dedica a buscarlos en Japón y Finlandia para obtener una explicación. Una vez más, la música juega un papel clave en la novela. El título parece inspirarse en Années de Pèlerinage (Los años de peregrinaje), conjunto de tres suites para piano de Franz Liszt. Como es usual, apenas apareció el libro en Japón, aumentaron las ventas digitales y físicas de las piezas. La novela anterior de Murakami también provocó una sensación de ventas. 1Q84 es la novela más extensa que ha escrito el japonés. Narra el deslizamiento progresivo de dos personajes hacia un mundo paralelo, donde los detalles mínimos provocan un desajuste en la forma en la que perciben el mundo. Fuente: La Nación *** Literatura y arte contemporáneo venezolanos se reúnen en Caracas Del 16 al 18 de octubre se realizará en la capital venezolana el I Encuentro de Literatura y Arte Contemporáneo Venezolano (http://bit.ly/1ajGSQR), actividad que será inaugurada con la conferencia “¿Qué es vivir poéticamente?”, a cargo del poeta Armando Rojas Guardia, y que contará con la participación de varios ponentes del exterior reunidos en una videoconferencia. El evento, que contará con 22 mesas de trabajo y más de cien ponentes entre escritores, artistas y críticos, es organizado por el Departamento de Didáctica y Humanidades de la Universidad Metropolitana (Unimet), con la colaboración de la Dirección de Cultura, la Fundación Sala Mendoza y la Casa de Estudio de la Historia de Venezuela “Lorenzo A. Mendoza Quintero”. Como parte del encuentro se realizará la videoconferencia simultánea “La palabra venezolana en el exilio”, con Israel Centeno (desde Pittsburg, EUA), Juan Carlos Méndez Guédez (http://www.letralia.com/firmas/mendezguedezjuancarlos.htm; desde Madrid, España) y Gustavo Valle (desde Buenos Aires, Argentina). Todos ellos serán entrevistados, desde París (Francia), por la profesora Carmen Victoria Vivas Lacour. Durante el encuentro se presentarán grupos musicales y artistas plásticos. Habrá también un recital poético universitario y se bautizará el libro La mirada femenina desde la diversidad cultural: una muestra de su novelística de los años noventa hasta hoy, compilado por Laura Febres. Las actividades del 16 y 17 de octubre se celebrarán en los espacios de la Unimet mientras destacados artistas realicen intervenciones en los espacios del campus. En el Círculo de Lectores Unimet, se presentará Sonia Chocrón y su novela Las mujeres de Houdini. El 18, el encuentro se muda a la Casa de la Historia Lorenzo Mendoza, el antiguo caserón de Veroes a Jesuitas, en el centro de Caracas, donde Inés Quintero y Edgardo Mondolfi, entre otros, analizarán la nueva novela histórica contemporánea. Para esta jornada habrá transporte desde la universidad a las 8 de la mañana. La matrícula es gratuita para estudiantes, profesores y otros miembros de la comunidad universitaria de la Unimet. Tiene un precio de 45 bolívares para estudiantes externos, 100 para asistentes y 250 para ponentes. Los participantes que requieran certificado de asistencia deberán solicitarlo por correo electrónico enviando nombre, apellido y dependencia al e-mail del evento, encuentrodeliteraturayarte@gmail.com. La Universidad Metropolitana cuenta con feria de comida y barra gourmet, seguridad, estacionamientos y transporte público hasta el Unicentro El Marqués, la Línea Cultura. Fuente: Unimet *** Vargas Llosa y Sergio Ramírez abrirán IV Congreso de la Lengua Española El escritor peruano Mario Vargas Llosa (1936) y el nicaragüense Sergio Ramírez (1942) inaugurarán el IV Congreso de la Lengua Española, que se desarrollará del 20 al 23 de octubre próximo en Panamá. El Premio Nobel de Literatura 2010 aprovechará su estancia en Panamá para presentar su más reciente obra, El héroe discreto, la primera que publica luego de ganar el mayor galardón de las letras. “Es un gran logro que el mismo autor esté aquí, porque él está comprometido en diferentes cátedras de literatura y participaciones en universidades”, indicó Briseida Bloise, representante de Prisa Ediciones en la nación ístmica. La nueva obra del creador de La ciudad y los perros, Pantaleón y las visitadoras y Los jefes, entre otras, será comentada por la escritora española Rosa Montero. Para el conversatorio con Vargas Llosa en un hotel capitalino, el 22 de octubre, tras finalizar el Congreso de la Lengua Española, se espera la asistencia de unas 600 personas, aunque “nos preocupa que se desborde”, comentó. El héroe discreto fue lanzado por Prisa Ediciones el 12 de septiembre y sería la primera vez que el escritor comente su nueva creación en América Latina. Además de Vargas Llosa y Ramírez, en la inauguración del cuarto congreso del español participarán el director de la Real Academia, José Manuel Blecua, y el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha. “El español en el libro: del Atlántico al mar del Sur” será el tema de la reunión académica en Panamá, a celebrarse en el Centro de Convenciones Atlapa de la capital. En el foro disertarán más de 100 autores y académicos de las letras sobre tópicos relacionados con el libro, entre ellos la industria, la propiedad intelectual, el mundo digital, la educación y los canales de distribución, entre otros. El primer congreso de nuestro idioma se celebró en 1997 en Zacatecas, México. Fuente: Notimex *** Muñoz Molina, Haneke y Leibovitz hablarán en los Príncipe de Asturias El escritor español Antonio Muñoz Molina, premio Príncipe de Asturias de las Letras; la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades; la socióloga neerlandesa Saskia Sassen, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, y el director de cine, guionista y dramaturgo austríaco Michael Haneke, premio Príncipe de Asturias de las Artes, serán los galardonados encargados de pronunciar discursos en la solemne ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias en su 33ª edición. Durante la ceremonia, que se celebrará el viernes 25 de octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo, intervendrán también el presidente de la Fundación, Matías Rodríguez Inciarte, y el Príncipe de Asturias. En representación de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), premio Príncipe de Asturias de la Concordia, recogerá el galardón su presidente Miguel Carballeda, que estará acompañado por dos personas más vinculadas a la organización. La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), galardonada con el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica junto a los físicos Peter Higgs y Franois Englert, estará representada en la ceremonia por su director general Rolf Heuer, que será quien recoja el galardón en nombre de la organización. La Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, estará representada en la ceremonia por su presidente Peter Gruss, que estará acompañado por los investigadores Damián Refojo, Soojin Ryu, Ali Shahmoradi y Matthias WeiBenbacher. La ceremonia será accesible para personas con discapacidad auditiva o visual mediante su emisión en lengua de signos a través de la web de la Fundación y con la incorporación, por vez primera, de un servicio de audiodescripción en directo y de bucle magnético en el propio teatro. Fuente: Europa Press *** Realizarán en Zaragoza el V Congreso Iberoamericano de Cultura Unos 150 expertos mundiales en nuevas tecnologías definirán la hoja de ruta de la transición a la cultura digital en el V Congreso Iberoamericano de Cultura (http://www.culturaiberoamerica.org), al que asistirán representantes de los veintidós países de habla hispano-lusa, y que se celebrará en la ciudad española de Zaragoza del 20 al 22 de noviembre. En el marco de este congreso, con el lema “Cultura digital, cultura en red” y cuyo contenido fue presentado el 18 de septiembre, se han programado en la capital aragonesa una decena de exposiciones, un festival de cortometraje y actuaciones de teatro y danza. Participarán ministros y altos funcionarios de los veintidós países quienes, además de asistir a las diferentes actividades generales, contarán con un espacio de discusión propio y abierto al público denominado “Conversatorio”. Un espacio en el que se abordará el camino hacia un espacio iberoamericano de la cultura, así como los retos, pautas y oportunidades del nuevo mundo digital, y el desarrollo de una agenda digital cultural para Iberoamérica. El evento, que ha sido impulsado por el Ministerio de Educación y Cultura de España, tiene como objetivo destacar el potencial cultural como base del crecimiento económico y crear un espacio de debate para afrontar el reto y la oportunidad del tránsito a lo digital, señaló la directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, Teresa Lizaranzu. En él intervendrán unos 150 expertos en nuevas tecnologías y de la información y la cultura digital, unas “mentes digitales” que presentarán las últimas tendencias y su impacto en el sector, explicó el director académico del congreso, Javier Celaya. Entre otros intervendrán Hugh Forrest, director del prestigioso encuentro internacional The South by Southwest (SXSW Interactive) y “gurú” de tendencias tecnológicas, el colombiano Balo Arriea, un referente internacional de la cultura Remix, o la francesa Virgine Rouxel, directora general del “Labo de l’édition”, organización con sede en París orientada a los profesionales de la edición. Estas ponencias tendrán lugar en el apartado “Tendencias”, uno de los grandes ejes del congreso, que incluirá la zona “Abierta”, con unas veintidós mesas redondas, en las que se abordará el papel que va a tener la cultura en la era digital y la transformación que experimentarán los espacios físicos, como museos y bibliotecas. Asimismo, se analizará la manera de compensar a los creadores en esta nueva era y las tendencias en el mundo de los videojuegos, entre otras cuestiones, agregó Celaya. Y en el apartado de “Experiencias”, una veintena de especialistas informarán, en quince minutos cada uno, de experiencias singulares que puedan aportar las claves sobre los cambios en el ámbito de la gestión cultural. La música latina más actual y el teatro iberoamericano también forman parte de la programación de este congreso, en el que se celebrará el festival de cortometrajes “Movilízate” para producciones audiovisuales de ciudadanos de Iberoamérica que se realicen a través de teléfonos móviles. Fuente: EFE *** Tres premios Nobel y más de 600 autores en la Feria de Guadalajara La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en Jalisco (México), pondrá el índice en la lectura y celebrará a la literatura como el vínculo que une a sus más de 700 mil visitantes. Con Israel como País Invitado de Honor, la 27ª edición de la FIL reunirá a tres premios Nobel —Ada Yonath, Shimon Peres y Mario Vargas Llosa— y a más de 600 autores procedentes de Argentina, Austria, Brasil, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Ecuador, Eslovenia, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, México, Polonia, Portugal, Perú, Puerto Rico, Reino Unido, Suecia, Uruguay y Venezuela, en el festival literario más grande del mundo, que se realizará del 30 de noviembre al 8 de diciembre. El diálogo entre el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el escritor israelí David Grossman marcará la apertura del Salón Literario, el domingo 1 de diciembre; y el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances celebrará la poesía del francés Yves Bonnefoy, quien además de participar en la inauguración de la Feria leerá algunos de sus poemas en el Salón de la Poesía. El Festival de las Letras Europeas y los programas Destinaçao Brasil y Latinoamérica Viva conjugan nombres consagrados con voces emergentes, y serán una plataforma para dar a conocer a estos autores al gran público. Iván Thays, Mayra Montero, Ana María Shua, Piedad Bonnett, Edmundo Paz Soldán, Evelio Rosero, Alejandra Costamagna, Selva Almada, Rodrigo Hasbún, Santiago Nazarian, Fernando Bonassi y Lourenço Mutarelli son algunos de los autores que participarán en estos encuentros. También se darán cita en la FIL están Alessandro Baricco, Camilla Läckberg, Etgar Keret, Gonçalo Tavares, Colm Tóibín, Jöel Dicker, Dani Umpi, Paula Parisot, Aleš Šteger, Use Lahoz, Rosa Montero, Javier Cercas, Nicholas Sparks, Ildefonso Falcones, Forrest Gander, Laura Restrepo y Leonardo Padura, entre otros brillantes representantes de las letras contemporáneas. Los escritores mexicanos tienen en la FIL su principal punto de reunión. En esta edición participarán, entre otros autores, Fernando del Paso, Elena Poniatowska, Vicente Leñero, Rosa Beltrán, Francisco Hinojosa, Verónica Murguía, Angelina Muñiz-Huberman, Eduardo Lizalde (http://www.letralia.com/firmas/lizaldeeduardo.htm), Carlos Velázquez, Margo Glantz, Élmer Mendoza, Julián Herbert y Álvaro Enrigue. Además del Premio FIL de Literatura para Yves Bonnefoy, este año se reconocerá la trayectoria de Miguel Ángel Porrúa en el Homenaje al Bibliófilo. El Homenaje al Bibliotecario será para Diana González, mientras que el Homenaje de Caricatura La Catrina será para la historietista argentina Maitena Burundarena. Foro ideal para dar a conocer las novedades editoriales en español, en esta edición de la FIL se presentarán, entre muchos otros, títulos como El héroe discreto, de Mario Vargas Llosa; Espejo retrovisor, de Juan Villoro; Yo recibiría la peor noticia de tus lindos labios, de Marçal Aquino; Las leyes de la frontera, de Javier Cercas; Dimitri Shostakovich; encuentro con un genio, de Carlos Prieto; Flores oscuras, de Sergio Ramírez; Los muertos indóciles, de Cristina Rivera Garza; La fila india, de Antonio Ortuño; Texas, de Carmen Boullosa, y El matrimonio de los peces rojos, de Guadalupe Nettel, premio Ribera del Duero. FIL Niños, espacio dedicado a los lectores en formación, ofrecerá 18 talleres inspirados en obras clásicas y contemporáneas de la literatura fantástica, en los que se enseñará a los niños a contar historias y explorar su creatividad por medio de música, danza, expresión escénica, fotografía, artes plásticas y ciencia. El programa se completa con espectáculos de compañías de Francia, Chile, Brasil y México, como el recital de piano de la joven y talentosa Daniela Liebman y la presentación de los brasileños de Circo da Silva. Otras de las actividades destacadas de esta edición de la FIL son las Galas de El Placer de la Lectura, en las que 17 escritores charlarán con el público sobre sus títulos preferidos. Entre las actividades destinadas al público joven están los encuentros con Fernando Vallejo y Xavier Velasco, así como la premiación del Concurso Cartas al Autor que está dedicado a la joven escritora estadounidense Tahereh Mafi. La convergencia de la modernidad con las tradiciones y el desarrollo científico serán pilares de la participación de Israel, Invitado de Honor, que llegará con una delegación integrada por sus mejores autores, académicos y artistas. Ada Yonath, ganadora del Nobel de Química, entablará un diálogo sobre educación para la ciencia y la tecnología con el profesor Hanoch Gutfreund y Shimon Peres, presidente israelí, quien también participará en una conversación con Felipe González, moderada por Enrique Krauze. David Grossman hablará sobre la imaginación de los niños con José Gordon; la historiadora Anita Shapira abordará con Enrique Krauze y Judit Bokser Liwerant la relación entre México e Israel, Adolfo Roitman hablará de los Rollos del Mar Muerto y la novelista Zeruya Shalev presentará El resto de la vida. El programa de Israel se completa con mesas redondas, conferencias, talleres, recitales de poesía, exposiciones de arte y una serie de conciertos que dan muestra de la innovación, riqueza y vitalidad de la cultura israelí. El epicentro será el Pabellón de Israel, diseñado por el arquitecto mexicano Enrique Norten, quien además recibirá en esta edición de la Feria el Homenaje ArpaFIL. Como parte del programa académico de la FIL Guadalajara, la filósofa húngara Ágnes Heller dictará la conferencia magistral “Un itinerario del pensamiento moderno: la experiencia judía” dentro del Encuentro Internacional de Ciencias Sociales. Entre otras actividades académicas de la Feria también se llevará a cabo un Encuentro Ecuménico, donde participarán Jean Meyer, Alberto Barranco y Adolfo Roitman; el Coloquio de Políticas Culturales, con la presencia de Néstor García Canclini, y el homenaje al historiador Luis González y González, entre otra veintena de foros académicos. Un pilar de la Feria es la presencia de profesionales, estimada este año en 20 mil, entre bibliotecarios, libreros, distribuidores, editores, correctores, traductores, ilustradores, agentes de derechos, quienes asisten a realizar negociaciones, descubrir novedades y participar en actividades como el Encuentro de Promotores de Lectura, el Foro Internacional de Editores (FIE), el Programa para Ilustradores, el Congreso de Traducción e Interpretación San Jerónimo, el Coloquio de Bibliotecarios o el Taller de Derechos. Este año, el FIE abordará el tema “Las mutaciones en el ecosistema del libro”, con el propósito de discutir y entender los nuevos roles de los actores de la cadena editorial. Como parte del programa para profesionales se efectuará, además, un taller cerrado con el editor italiano Franco Maria Ricci, cuya labor ha sido revaluar estéticamente el trabajo editorial hasta transformarlo en un género artístico. La tercera edición de FILustra, por su parte, tendrá como eje los retos y oportunidades en el ámbito de la ilustración, y contará con la presencia de Isol, Jimmy Liao, Asaf Hanuka, Joni B y Luis Royo. El Salón de Derechos, clave para la negociación de contenidos editoriales de Iberoamérica, tendrá 120 mesas con la presencia de empresas de 29 países. A la actividad de derechos se suma el programa FIL Rights Exchange, con la participación de nueve editores de Alemania, Dinamarca, Francia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Suecia, responsables de comprar derechos. En total, se espera la participación de 250 agentes literarios. Entre las novedades de este año destaca el Área de Libro Electrónico, un espacio destinado a la exhibición de productos y servicios de 20 empresas relacionadas con la edición digital. Este pabellón contará también con un foro de presentaciones, así como una zona interactiva para que el público general tenga un acercamiento con los libros electrónicos. Este año se montará, también por primera vez, un stand que ofrecerá contenidos en formato Braille, así como una mesa donde expertos hablarán sobre la edición de estos libros. En sus 26 anteriores ediciones, la FIL ha sumado más de nueve millones 350 mil visitantes, quienes han vivido 234 días de intensas actividades. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara genera una derrama económica anual para la ciudad de más de cuatro mil millones de pesos, que se suman a los 520 millones de pesos que se generan en negocios editoriales. Y es, sobre todo, la fiesta cultural y literaria que hace de Guadalajara la capital del libro durante nueve intensos días. Fuente: FIL |||||||||||||||||||||||||||||| ESPECIAL ||||||||||||||||||||||||||||| |||||||||||||||||||||||| ADIÓS A ÁLVARO MUTIS ||||||||||||||||||||||| La partida de Álvaro Mutis, ocurrida este 22 de septiembre, deja a la literatura latinoamericana sin uno de sus pilares más poderosos. La Tierra de Letras despide al creador de Maqroll el Gaviero con este pequeño especial en el que dos autores escriben sobre su figura y su obra. De un lado, el venezolano Manuel Cabesa pondera las motivaciones literarias de Mutis y su alternancia entre la poesía y la narrativa: “No se trata de que Mutis haya cambiado una forma de expresión más dificultosa, menos popular como la poesía por otra de mayor aceptación entre el público y que evidentemente hizo que su nombre fuera mucho más conocido entre los lectores como la narrativa. Su obra en prosa es prolongación de su obra poética: ambas confluyen sin contradicción en ese espacio de diálogo entre el autor y sus lectores”. Del otro, el español Pedro García Cueto hace un repaso por la obra de Mutis, y se enfoca en ese alter ego que es Maqroll: “Los viajes se suceden, conformando un laberinto donde Maqroll cobra cada vez más protagonismo, mientras los demás personajes secundan su soledad con sus presencias fantasmagóricas, de seres envueltos en una bruma de irrealidad que da lirismo indudable al grupo de novelas. Mutis consigue la inmortalidad con este conjunto de libros, donde todo está tamizado por su hondura de poeta y su fino mirar de novelista”. === Álvaro Mutis Manuel Cabesa ======================================= Con la muerte de Álvaro Mutis, ocurrida el pasado 22 de septiembre, se apaga una de las voces más singulares y de mayor resonancia dentro de la poesía hispanoamericana. Autor de una obra sólida y compacta, de gran rigor y belleza. Ya en 1959, Octavio Paz ponderaba los poemas reunidos en el libro Los elementos del desastre (1953) de la siguiente manera: “Por encima de las influencias y de los ecos, o mejor dicho, por debajo, abriéndose paso entre las aguas suntuosas y espesas de esa retórica que viene del mejor Neruda, no era difícil reconocer la voz de un verdadero poeta. Y agrego: poeta de la estirpe más rara en español: rico sin ostentación y sin despilfarro. Necesidad de decirlo todo y conciencia de que nada se dice. Amor por la palabra, desesperación ante la palabra, odio a la palabra: extremos del poeta. Gusto por el lujo y gusto por lo esencial, pasiones contradictorias pero que no se excluyen y a las que todos los poetas deben sus mejores poemas”. Paulatinamente, sin alarde, apenas transitada la mirada de por unos cuantos lectores, la poesía de Mutis, desde la publicación de La balanza (1948), fue expandiéndose título a título, ganando en profundidad hasta conformar un sólido bloque discursivo cuya coherencia y unidad termina por deslumbrarnos. En Summa de Maqroll el Gaviero (cuya primera edición de 1973 reunía sus tres primeros libros) Mutis fue reuniendo en sucesivas ediciones los poemarios que fueron alimentando la sustancia de este personaje que desde el principio asaltó la voz del poeta para ganar corporeidad en nuestra imaginación. No menos importante son sus relatos La mansión de Araucaíma (1973), La muerte del estratega y El último rostro (ambos de 1978), de donde tomó García Márquez, su gran amigo, la idea para escribir El General en su laberinto (1989); y su gran ciclo compuesto por siete novelas que incluye textos inolvidables como La nieve del Almirante (1986), Ilona llega con la lluvia (1987) o La última escala del Tramp Steamer (1988), reunidas finalmente bajo el sugestivo título de Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero. Pero no se trata de que Mutis haya cambiado una forma de expresión más dificultosa, menos popular como la poesía por otra de mayor aceptación entre el público y que evidentemente hizo que su nombre fuera mucho más conocido entre los lectores como la narrativa. Su obra en prosa es prolongación de su obra poética: ambas confluyen sin contradicción en ese espacio de diálogo entre el autor y sus lectores. El mismo Mutis ha afirmado: “En muchas ocasiones se me ha preguntado por qué dejé, a la altura de mis sesenta años, la poesía para dedicarme a la prosa. No ha sido así... Sigo trabajando mis poemas y jamás he sentido que, al escribir las siete novelas que he publicado en los últimos diez años, haya dejado de lado por un solo instante las obsesiones, los paisajes, las certezas y las perplejidades que constituyen la materia de mis poemas y la más fiel sustancia de mi acendrada existencia”. Toda la escritura de Mutis recorre la geografía de una palabra que nos susurra acerca de la transitoriedad del tiempo, del deterioro de cuanto nos rodea: “lo que más me impresionaba era ese destino de ruina y olvido que toca todas las cosas de la tierra”; construida con la sobriedad de un lenguaje que siempre nos mantendrá en permanente vigilancia, en total deslumbramiento ante “El poema: una fértil miseria”, como definió lúcidamente Guillermo Sucre la obra de don Álvaro Mutis: “...toda la conciencia crítica de Mutis, y su obra por supuesto, se desarrolla en torno a esta antítesis: la fértil miseria. La miseria, por supuesto, no es mera indigencia; es la indigencia acompañada del deseo, del deseo que sólo se reconoce como deseo; es también un comportamiento y una sabiduría: crea la resistencia en medio de la precariedad, percibe el esplendor sin buscar su gratificación: ‘Cala tu miseria, / sondéala, conoce sus más escondidas cavernas’; ‘Cultiva tu miseria, / hazla perdurable, / aliméntate de su savia’; ‘No mezcles tu miseria en los asuntos de cada día. / Aprende a guardarla para las horas de tu solaz / y teje con ella la verdadera, / la sola materia perdurable / de tu episodio sobre la tierra’ ”. Cada poema Álvaro Mutis Cada poema un pájaro que huye del sitio señalado por la plaga. Cada poema un traje de muerte por las calles y plazas inundadas en la cera letal de los vencidos. Cada poema un paso hacia la muerte, una moneda falsa de rescate, un tiro al blanco en medio de la noche horadando los puentes sobre el río, cuyas dormidas aguas viajan de la vieja ciudad hacia los campos donde el día prepara sus hogueras. Cada poema un tacto yerto del que yace en la losa de las clínicas, un ávido anzuelo que recorre el limo blanco de las sepulturas. Cada poema un lento naufragio del deseo, un crujir de mástiles y jarcias que sostienen el peso de la vida. Cada poema un estruendo de lienzos que derrumban sobre el rugir helado de las aguas el albo aparejo del velamen. Cada poema invadiendo y desgarrando la amarga telaraña del hastío. Cada poema nace de un ciego centinela que grita al hondo hueco de la noche el santo y seña de su desventura. Agua de sueño, fuente de ceniza, piedra porosa de los mataderos, madera en sombra de las siempre vivas, metal que dobla por los condenados, aceite funeral de doble filo, cotidiano sudario de poeta, cada poema esparce por el mundo el agrio cereal de la agonía. (de Los trabajos perdidos, 1965). ** Manuel Cabesa http://www.letralia.com/firmas/cabesamanuel.htm Narrador, poeta y ensayista venezolano (Caracas, 1960). Perteneció al Taller de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.org.ve) y ha colaborado con las principales páginas literarias de la región y del país. Ha publicado el poemario Vida en común (1985), la antología El acto y el lugar de la poesía. Una antología de arte poética venezolana (Maracay, 2002), el libro de cuentos Falsificciones (Villa de Cura, 2004) y la antología Un lento deseo de palabras (Monte Ávila Editores, http://www.monteavila.gob.ve; Caracas, 2010), que reúne su obra poética completa. Reside en Maracay, Aragua. === La obra luminosa de Álvaro Mutis ====================================== === a través de Maqroll el viajero, un alter ego del escritor ============= === Pedro García Cueto ==================================================== La obra y la trayectoria humana y literaria de Álvaro Mutis ha sido una de las más importantes para la cultura colombiana, ya que el escritor estuvo muchos años dedicado a la cultura y ha ganado grandes premios como el Premio Reina Sofía, el Premio Nacional de las Letras de Colombia en 1974, el Premio Xavier Villaurrutia en México, en 1989 y como colofón, el más prestigioso de todos, el Premio Cervantes en el año 2001. Ahora que ha fallecido, el domingo 22 de septiembre de este 2013, nos viene a la imaginación su gran obra, su personaje de Maqroll el Gaviero, un marinero que refleja al aventurero que siempre fue Mutis. Mutis ha tenido una vida fascinante, desde su nacimiento en Bogotá el 25 de agosto de 1923, a su llegada a Bélgica con dos años, debido a las necesidades laborales de su padre. Cuando el futuro escritor cumple nueve años fallece su padre a los treinta y tres; el fallecimiento de su progenitor deja una gran huella en la vida y la obra de Mutis. Regresa a Colombia con su madre, donde seguirá los estudios que había empezado en Bruselas, matriculándose en la Universidad de Rosario, en Bogotá. Luego vino su matrimonio con Mireya Durán Solano y el nacimiento de sus tres hijos. Su comienzo como periodista en la emisora de radio Nuevo Mundo y su trabajo en varias empresas como Standard Oil, Panamerican y Columbia Pictures, entre otras, demuestra el espíritu emprendedor del escritor, su gran valía en el mundo de los negocios. El mundo de la poesía ya estaba presente dentro de él, por ello empezó publicando poemas en el periódico El Espectador para llegar, en 1953, a escribir Los elementos del desastre, un poemario donde aparece por primera vez el mítico personaje que queda para siempre en la memoria de los lectores de Mutis, Maqroll, el Gaviero. También sufrió el castigo por no haber administrado bien el dinero, concretamente cuando era jefe de relaciones públicas de la multinacional Esso, lo que le llevó posteriormente a ser denunciado y ser detenido en México por la Interpol, cuando llevaba ya tres años de estancia en este país, donde frecuentó relaciones con Octavio Paz, Carlos Fuentes y Luis Buñuel, entre otros, y se hallaba trabajando en una empresa como ejecutivo de publicidad. La experiencia de la cárcel le sirve a Mutis para entender al personaje de Maqroll, un marinero que vive la soledad de su profesión, un hombre que se enfrenta a la inmensidad del océano, en busca de sus raíces y de sí mismo. Aunque se inició en la novela en 1978, no será hasta 1986, con la publicación de la primera novela alrededor de Maqroll, cuando triunfa definitivamente; me refiero a La nieve del almirante. Comienza entonces el reconocimiento literario a una obra de gran calado literario y de hondas reflexiones sobre la vida y su transcurrir. Luego vinieron los premios y una vida cada vez más prestigiosa y valorada por la sociedad latinoamericana y española, también un reconocimiento de toda Europa a un escritor de gran talento y gran mundo literario. Maqroll, un personaje inolvidable A través de siete novelas dedicadas al marinero, Mutis consigue ingresar en un puesto de primera línea en las letras hispanas. Las novelas son, en orden cronológico: La nieve del almirante (1986), Ilona llega con la lluvia (1988), Un bel morir (1989), La última escala de Tramp Steamer (1989), Amirbar (1990), Abdul Bashur, soñador de navíos (1991) y Tríptico de mar y tierra (1993). Si la primera es el comienzo de la historia, cuando aparece Maqroll, el cual se adentra en un río imaginario, sin duda, la extensión de la Laguna Estigia, como si fuera Caronte llevando a los muertos a la otra orilla, el Xurandó, mientras recuerda a Flor Estévez, una mujer que lo fascinó. En el viaje, la vida y la muerte se entremezclan en un imborrable recorrido por la fascinante visión de una Colombia imaginada que deja honda huella en el lector apasionado por la profundidad estilística de Mutis en su quehacer narrativo. No excluye el lirismo, muy presente, como si el poeta estuviese dentro del narrador, en una simbiosis fascinante que el lector intuye en cada línea del relato. Seguirá con Ilona llega con la lluvia, la fascinante mirada de Ilona Grabowska, una mujer nacida en Trieste que llega junto a las lluvias ecuatoriales; es amiga y amante de Maqroll, ya que representa la sensualidad y el espíritu en un solo cuerpo; nos recuerda a la bella Maga de Cortázar en su inolvidable obra maestra, Rayuela. Ilona monta un prostíbulo con Maqroll, porque el paisaje de ambos está lleno de sensualidad y de placeres prohibidos, la llegada de Larissa cambiará el rumbo de la vida del marinero. Luego llegan Un bel morir, donde aparecen historias de contrabando y crímenes, en los que se halla envuelto Maqroll; La última escala de Tramp Steamer, Amirbar y una de las más hermosas, Abdul Bashur, soñador de navíos, donde Abdul representa el hombre que busca un sueño, mientras el sonido del mar mece en su monotonía de olas a los marineros desterrados de todo horizonte y futuro. El final de la historia culmina con un tríptico, el de mar y tierra, compuesto por tres novelas: Cita en Bergen, Razón verídica de los encuentros y complicidades de Maqroll el Gaviero con el pintor Alejando Obregón y Jamil, donde Maqroll desnuda su alma en un recorrido por el mundo de los sueños y con la presencia de personajes que dejan al lector fascinado para siempre. Mutis utiliza un estilo narrativo tan cerca de la poesía, tan hondo que el lector siente la fascinación del mar, de las historias que suceden, como si fuesen secuencias de un verso filmado, con la pericia de un narrador único. Como muestra, me detengo en la fascinante Ilona llega con la lluvia, cuando narra el encuentro con Ilona: Con las monedas que había ganado pagó la nota de las bebidas, dejó una propina de rajá y se puso de pie. “Ven —me dijo—, sube a secarte la ropa y a darte un baño. Pareces amante de gitana pobre”. La seguí hasta el ascensor y subimos a su cuarto. Me obligó a entrar en la tina llena de agua caliente y metió mi ropa en una bolsa de lavandería del hotel. Me afeité con el rastrillo con el que se rasuraba las piernas. Por las ventanas abiertas tornaba el calor espléndido después de la lluvia, que otra vez se alejaba manchando el mar con una ceniza sombría. Se acostó a mi lado en la gran cama doble y comenzó a acariciarme, mientras murmuraba a mi oído, con voz profunda imitando la del benedictino que nos guió una vez por la Abadía de Solesmes: “Gaviero loco, Maqroll jodido, Gaviero loco, Maqroll ingrato”, y así hasta que, entrelazados y jadeantes, hicimos el amor entre risas; como los niños que ya han pasado por un grave peligro del que acaban de salvarse milagrosamente. Con el sudor, su piel adquiría un sabor almendrado y vertiginoso. La noche llegó de repente y los grillos iniciaron sus señales nocturnas, su cántico pautado de silencios irregulares que recordaban el ritmo del alguna respiración secreta y generosa del mundo vegetal. Todo es hermoso en ese paisaje vasto y profundo que envuelve a los amantes, en un escenario fascinante, donde conviven la grandeza de la naturaleza, la noche, los grillos con su canto, con la mujer, la piel que cobra tonalidades hermosas y sabores a almendra y a vértigo en el cuerpo. El amor, como sinfonía, abraza a Maqroll y a Ilona y les conduce a un espacio fuera del tiempo, con visos de eternidad, donde pueden ser inmortales, lejos del mundo de los hombres y sus miserias. Los viajes se suceden, conformando un laberinto donde Maqroll cobra cada vez más protagonismo, mientras los demás personajes secundan su soledad con sus presencias fantasmagóricas, de seres envueltos en una bruma de irrealidad que da lirismo indudable al grupo de novelas. Mutis consigue la inmortalidad con este conjunto de libros, donde todo está tamizado por su hondura de poeta y su fino mirar de novelista. En su primer libro, Maqroll relata el viaje, se convierte en un testigo profundo de la Naturaleza cambiante y nos regala páginas como esta, con las que concluyo mi homenaje a Mutis y a su singular mirada a su continente maravilloso: El clima comienza a cambiar paulatinamente. Debemos estar acercándonos ya a las estribaciones de la cordillera. La corriente es más fuerte y el cauce del río se va estrechando. En las mañanas, el canto de los pájaros se oye más cercano y familiar y el aroma de la vegetación es más perceptible. Estamos saliendo de la humedad algodonosa de la selva, que embota los sentidos y distorsiona todo sonido, olor o forma que tratamos de percibir. Sin duda, ese era el mayor propósito de Mutis, conducirnos a un viaje por los sentidos y alejarnos de la realidad donde Maqroll es un alter ego del escritor, para que todo sea color, tacto, olor, la percepción de la vida a través de los sentidos con una prosa brillante, llena de lirismo, para que Maqroll y los otros protagonistas vivan para siempre en nuestro corazón. Todo un logro de un gran escritor colombiano al que rindo homenaje en estas líneas, tan amigo de otro grande de la narrativa de ese país, García Márquez, otro hacedor de un mundo de sombras y luces, de un universo narrativo donde lo fantasmagórico, el sueño de lo real maravilloso, convive con la realidad, para conseguir un mosaico que embellece la literatura y enriquece al lector en cada lectura de sus fascinantes relatos, toda una herencia de la literatura oral que ha enriquecido a tantas generaciones, a través de los cuentos que los padres han contado a sus hijos para que la infancia no pierda el genuino sabor de la mejor etapa de la vida. ** Pedro García Cueto http://www.letralia.com/firmas/garciacuetopedro.htm Ensayista español. Es doctor en filología. Trabaja como docente en Madrid y es crítico de cine y literario. ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === Sobre la Secta del Fénix Roberto Alifano ========================= Escribir un texto enigmático, definitivamente literario, utilizando recursos eruditos que susciten en el lector diversas interpretaciones, es acaso el rasgo de ironía o de fino humorismo al que suelen aspirar los inventores de relatos fantásticos; en especial si la maestría de los recursos estéticos deja flotando el verdadero significado. “La Secta del Fénix” es para los lectores de Borges uno de sus textos más curiosos y no menos autobiográfico, ya que refleja claramente su relación problemática con el sexo, que provenía, según conjeturan quienes han hurgado en su intimidad, desde la infancia. Nuestro escritor empieza mencionando indirectamente a una secta que llama la Gente de la Costumbre o la Gente del Secreto, que tuvo su origen en Heliópolis y deriva de la renovación religiosa que sucedió a la muerte del reformador Amenophis IV. Estos datos se desprenden de escritos de Herodoto y de Tácito, que Borges añade —o saca a la luz hábilmente—, como recurso narrativo, con fragmentos de historiadores como Tito Flavio Josefo y el monje benedictino Hrabano Mauro. “Ya Gregorovius observó, en los conventículos de Ferrara, que la mención del Fénix era rarísima en el lenguaje oral; en Ginebra he tratado con artesanos que no me comprendieron cuando inquirí si eran hombres del Fénix, pero que admitieron, acto continuo, ser hombres del Secreto. Si no me engaño, igual cosa acontece con los budistas; el nombre por el cual los conoce el mundo no es el que ellos pronuncian...”. Una secta, todos sabemos, es un conjunto de personas que comparten en exclusiva un secreto. Al hablar de “la Secta del Fénix”, quizá nos remitimos al ave mitológica que no pasa por el enredo de la relación sexual, ya que se engendra, muere, y luego resurge de sí misma. El texto de Borges sólo tiene tres sabrosas páginas, pero a medida que avanza, entendemos que la secta está en todas partes y en todos los bandos y la integran judíos, nazis, comunistas, fascistas y hasta gitanos. “Miklosich, en una página demasiado famosa, ha equiparado los sectarios del Fénix a los gitanos —conjetura Borges citando al filólogo eslavo; y prosigue—: En Chile y en Hungría hay gitanos y también hay sectarios; fuera de esa especie de ubicuidad, muy poco tienen en común unos y otros. Los gitanos son chalanes, caldereros, herreros y decidores de la buenaventura; los sectarios suelen ejercer felizmente las profesiones liberales. Los gitanos configuran un tipo físico y hablan, o hablaban, un idioma secreto; los sectarios se confunden con los demás y la prueba es que no han sufrido persecuciones. Los gitanos son pintorescos e inspiran a los malos poetas (aquí, suponemos a quién se refiere nuestro escritor), los romances, los cromos y los boleros omiten a los sectarios, los sectarios no tienen bardos que les canten...”. Todos conforman “la gente del secreto”. Y a medida que seguimos leyendo vamos descubriendo que la secta es toda la humanidad, abarca el Universo y que el secreto que comparten sus adeptos es bastante curioso, aunque no desentrañable. Borges nos dice que no está en un libro sagrado ni tampoco es un saber exclusivo. El secreto es, únicamente, un hábito común que a uno repugna hasta pensar que sus padres lo hayan practicado; un rito que se puede ejecutar en zaguanes, y que los seres más bajos (pordioseros, leprosos, esclavos), pueden iniciarnos en él, pero también puede ser un niño quien inicie a otro; un rito que ninguna palabra puede nombrar pero que todas, de alguna manera, lo nombran. “He merecido en tres continentes la amistad de muchos devotos del Fénix —confiesa el autor de “Funes el memorioso”—; me consta que el secreto, al principio, les pareció baladí, penoso, vulgar y (lo que aun es más extraño) increíble. No se avenían a admitir que sus padres se hubieran rebajado a tales manejos. Lo raro es que el Secreto no se haya perdido hace tiempo; a despecho de las vicisitudes del orbe, a despecho de las guerras y de los éxodos, llega, tremendamente, a todos los fieles. Alguien no ha vacilado en afirmar que ya es instintivo”. Así termina el cuento, sin nombrar “el secreto”, que queda librado a la imaginación del lector. Era vox populi que la masturbación no sorprendía a Borges, ya que la consideraba como inherente a la condición humana y que inclusive el acto sexual, más allá de la procreación, es una forma de placer individual compartido (“Una frotación entre dos personas”, me refirió una vez). Por consiguiente “el secreto del Fénix” puede abarcar ambas posibilidades de la relación sexual. Borges mismo parece indicarlo al hacer que el narrador rechace Heliópolis como el origen de la secta. Esa ciudad egipcia fue la cuna de la leyenda del dios Atum, el mito de creación vinculado al pájaro Benu, de donde Herodoto tomó la leyenda del Fénix. Hay una discusión, todavía no aclarada, acerca de si el Benu y el Fénix son el mismo. Al parecer, el griego confundió los detalles, o los mezcló con otras historias similares, por lo que la mención de Herodoto como la fuente inapropiada resulta quizá una broma erudita. Para todos el Fénix es un símbolo de inmortalidad individual. Hay, sin embargo, otras versiones que lo consideran un ave hembra, sin hijos y sin pareja, que muere y renace de las cenizas cada 500 años. Al rechazar la versión de Herodoto, con cierta obviedad, Borges pone en duda la vinculación con ese remoto Fénix; es más, en algún diálogo la rechaza de manera contundente. Otras claves apuntan en la misma dirección. Por ejemplo: “La denominación por el Fénix no es anterior a Hrabano Mauro”, dice Borges. Mauro fue un pensador medieval que escribió De rerum naturis (también conocido como “De universo”). El Fénix griego se convirtió en símbolo de la resurrección cristiana durante la Edad Media gracias a Clemente de Alejandría, uno de los padres de la Iglesia. Aunque Mauro incluye un bestiario, no menciona al Fénix o Phoenix, en latín. “No menos dificultoso sería establecer sus particularidades —aclara Borges—, porque los sectarios, a diferencia de los gitanos, o los judíos, no tienen un idioma que los identifique”. Por otro lado, en un párrafo compromete a Martín Buber, quien declaró que los judíos son esencialmente patéticos; “sugestivamente no todos los sectarios lo son —razona Borges—, y algunos abominan del patetismo, razón por la cual el hecho de que haya judíos en la secta no significa que todos lo sean. Además la secta no ha sufrido persecuciones, en cambio sí los gitanos y los judíos”. Para enmarañar aun más la elucidación, Borges llega a la certeza de que “no hay grupo humano en el que no figuren partidarios del Fénix” (...). En las guerras occidentales y en las remotas guerras del Asia han vertido su sangre secularmente, bajo banderas enemigas (...). Sin un libro sagrado que los congregue como la Escritura a Israel, sin una memoria común, sin esa otra memoria que es un idioma, desparramados por la faz de la tierra, diversos de color y de rasgos, una sola cosa el Secreto los une y los unirá hasta el fin de sus días”. Son demasiadas las particularidades que se pueden inferir de la lectura de “La secta del Fénix” y siempre queda la duda alentada por el maestro del sarcasmo. Cuenta Emir Rodríguez Monegal que, en Nueva York, el profesor Ronald Christ le rogó a Borges que le revelase cuál era el secreto de la “Secta del Fénix”. Borges, en lugar de responderle, le dio a Christ una noche más para que pensara y lo descubriese por su cuenta. Al día siguiente, Christ no había logrado elaborar una respuesta. Borges le respondió finalmente con estas palabras: “Well, the act is what Whitman says ‘the divine husband knows, from the work of fatherhood’. When I first heard about this act, when I was a boy, I was shocked, shocked to think that my mother and my father had performed it. It is an amazing discovery, no? But then too is an act of inmortality, a rite of inmortality, isn’t it?” (“Bueno, el hecho es que Whitman dice: ‘El divino esposo sabe, a partir del trabajo de la paternidad’. Cuando escuché por primera vez acerca de este acto, yo era un niño, estaba sorprendido, sorprendido al pensar que mi madre y mi padre lo había realizado. Es un descubrimiento asombroso, ¿no? Pero también es un acto de inmortalidad, un rito de inmortalidad, ¿no le parece?”). Aunque analizado de maneras antagónicas siempre resulta admirable el sabroso relato. En los primeros párrafos de “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, Borges alude al sexo coincidiendo en cierta forma con la probable clave de la enigmática secta. “Bioy Casares recordó que uno de los heresiarcas de Uqbar había declarado que los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres”. En otra oportunidad, durante un diálogo que mantuvimos sobre Santiago Debove, recordó que su amigo alguna vez le dijo que “el peor pecado que un hombre puede cometer es engendrar un hijo, que es condenar un hombre a la vida”. También en “Las ruinas circulares”, otro de sus magistrales cuentos, Borges hace una referencia onírica al complejo tema de la paternidad, que acaso puede ser interpretado como una metáfora de la procreación, quizá menos relacionado a lo carnal que a lo estético, ya que la paternidad del artista se relaciona con su obra. “En las cosmogonías gnósticas, los demiurgos amasan un rojo Adán que no logra ponerse de pie; tan inhábil y rudo y elemental como ese Adán de polvo era el Adán de sueño que las noches del mago habían fabricado... En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo. O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy”. Quien esto escribe, interpretando el otro sentido, el que remite al onanismo, también lo consultó a Borges de manera directa aunque con no menos suspenso que curiosidad. Hubo un largo silencio. —El Secreto es sagrado —respondió Borges de manera enigmática, con una sonrisa llena de picardía—, pero también sucede que no hay palabras decentes para nombrarlo, porque delata, de manera ridícula, a quien lo admite; por eso yo prefiero no revelarlo y dejarlo librado a la imaginación del lector. —Indudablemente a todos los sectarios los une un rito, que se refiere al Secreto, que por ser secreto nadie conoce y usted prefiere, como dice, no confesarlo —argumenté—. Además en su texto los sectarios no tienen rasgos típicos que los identifiquen; son superficiales y hasta lo han olvidado o lo van olvidando a medida que maduran o envejecen. También se parecen a todos los hombres del mundo y se creen únicos y hasta destinados a la gloria. —¡Bueno! —suspiró Borges—. Algunos, a medida que pasa el tiempo sólo guardan un borroso recuerdo y lo asumen como un castigo, o una culpa, o tal vez como un privilegio en algunos casos; aún el pacto no se ha roto, ni se romperá, le repito, porque si así ocurriera quedarían expuestos al grotesco. —Quizá no se llegue a romper nunca —interrumpí—. ¿Nosotros podemos pertenecer a la secta? —Sin duda. O hemos pertenecido —reconoció—. Lo negamos aunque, sin embargo, algunos lo siguen practicando en soledad de manera simplísima y elemental; también se supone que una especie de horror sagrado impide a algunos fieles llevarlo a cabo. —¿Por un viejo prejuicio o porque puede haber una razón inconfesable o una leyenda de por medio? —volví a preguntar. —O porque simplemente nos daría vergüenza aceptarlo —concluyó Borges con toda su ironía, acentuando la sonrisa y abriendo las manos con gesto de disculpa. ** Roberto Alifano http://www.letralia.com/firmas/alifanoroberto.htm Poeta, narrador, ensayista y periodista argentino (General Pinto, provincia de Buenos Aires, 1943). Vivió en Chile durante el gobierno de Salvador Allende y despidió a Pablo Neruda cuando falleció a los pocos días del golpe militar. Esto hizo que fuera detenido por la dictadura de Augusto Pinochet y expulsado de ese país. Durante esos años también supo ser amigo de Nicanor Parra, de Jorge Edwards y de Volodia Teitelboim, entre otros. Desde 1974 hasta 1985 trabajó con Jorge Luis Borges, de quien se considera amanuense. En colaboración con el gran escritor tradujo las Fábulas de Robert Louis Stevenson, la poesía de Hermann Hesse, relatos de Lewis Carroll y otros autores de poesía y literatura fantástica. Desde 2007 es Académico de Número del Instituto de Cultura de México, que preside el ex presidente de ese país, Miguel de Lamadrid. Ese mismo año colaboró, junto con otros estudiosos de la Divina Comedia, con el actor y director de cine Roberto Benigni, en las representaciones que éste realizara en distintos teatros de Italia durante esa temporada. Es profesor honorario en las universidades de Dusseldorf, de Siracusa y de Tulane de Nueva Orleáns. Entre sus libros destacan, en narrativa, Borges, biografía verbal (Premio de la Crítica Española, 1987), El misterio Shakespeare, Borges y la Divina Comedia, Borges diálogos esenciales, El humor de Borges (1996) y Tirar manteca al techo (2009) y los poemarios De sueños y caminantes (1967), Revoque grueso (1972), Haikús y tankas (1974), El espejo infinito (1977), Sueño que sueña (1981), Los números (1989), Donde olvidé mi sombra (1992), De los amigos (1997), Este río del invierno (1998), Alifano poesías (2004), El guardián de la luna (2005) y Cantos al amor maravilloso (2006). Desde 1988 dirige la revista Proa, fundada en 1922 por Jorge Luis Borges. Se puede leer más información sobre el autor en su página web, http://www.robertoalifano.com. === El popular son cubano, de la mano de grandes escritores =============== === 85 años con sabor a maní Jaime de la Hoz Simanca ================= “El manisero” es una leyenda musical. Aún hoy subyacen distorsiones propias de la imaginería popular que siempre rondan aquello que se convierte en mito: que Moisés Simons compuso “El manisero” para conquistar el amor de Rita Montaner, intérprete de “Siboney” y una de las voces de mayor exquisitez en la canción cubana; que quien primero interpretó “El manisero” no fue Rita Montaner, que lo grabó en 1928, sino el Trío Matamoros, grupo que lo cantaba desde 1926, pero cuya grabación realizaría en 1929; que el mejor “Manisero”, por la voz desgarrada y triste que evoca la nostalgia, es el de Ignacio Villa, “Bola de Nieve”, catalogado como genio cubano de la música y quien sólo se hizo acompañar del piano para entonar los principales versos del popular son; que no, que el verdadero autor fue Antonio Machín, otro cubano, casanova de entonces al que perseguían las mulatas después de ver la sabrosura de sus movimientos y el efluvio de su voz, y quien demoró dos años para grabarlo, pues su versión apareció en 1930; en fin... Si te quieres por el pico divertir cómete un cucuruchito de maní Las investigaciones más serias permiten concluir que en este 2013 se están cumpliendo 85 años del popular pregón-son cubano, pues fue compuesto por Simons en 1928. Desde entonces, el tema inició un vuelo que atravesó fronteras y se clavó en el corazón de la literatura, la pintura, el cine y otras artes. Pese a constituir una canción popular, “El manisero” fue interpretado por orquestas sinfónicas, filarmónicas y bandas afamadas de jazz y de rock, como The Beatles, los encantadores escarabajos británicos que lo grabaron en 1969 —¿no lo sabía?— momentos previos al nacimiento sin cesárea de “Let It Be”, ese canto a la libertad que pide a coro “dejar ser” para evitar la multiplicación de los corazones rotos. Qué calentico y rico está Ya no se puede pedir más Ay, caserita, no me dejes ir Porque después te vas a arrepentir Y va a ser muy tarde ya Contaba con frecuencia el alucinado escritor Reinaldo Arenas, autor de la dramática autobiografía Antes que anochezca, que en sus tiempos de niño se repetía en los tertuliaderos de La Habana que el autor de “El manisero” no había sido Moisés Simons ni Gonzalo de Mello, a quienes se les atribuye la letra, sino un zambo sin nombre ni apellidos que todas las tardes rompía el silencio de la tarde con un vozarrón de trueno que anunciaba a lo largo y ancho de las calles de La Habana la hora de divertirse, pues llegaron, señoras y señores, los cucuruchitos de maní. Según aquella versión, el susodicho zambo era un juglar auténtico que promocionaba su mercancía mediante versos frustrados en la rima; pero ricos en narración y ritmo. Era, según los contertulios de ocasión, la época de mediados de los años 20 del siglo pasado. Así, los cacahuetes, como también se llama a la frutilla, alcanzaron una fama inusitada, pues el empalagoso sabor se acompañaba con un canto que se hizo popular hasta el punto que, años después, apareció envuelto en partituras que originaron el son. Pero los historiadores son más contundentes y, si bien sobresalen las versiones orales del instante mágico de la creación, la verdad verdadera la contó con detalles el cronista cubano Eduardo Robreño, autor de un bello texto en el que describe el debut de Rita Montaner después de haberla visto en el legendario Teatro Payret de La Habana. Robreño afirma que en una de sus tantas noches de bohemia en la esquina donde confluían las calles San José y Amistad, Simons vio a un vendedor ambulante que paseaba con su maní tostado, y lo anunciaba con una especie de enrevesado pregón. “En una servilleta escribió un esbozo de lo que llegaría a ser su obra más popular. Luego la trasladó al piano. Era el año 1928, mismo en el que lo grabó Rita Montaner en La Habana”, remató. El escritor cubano Alejo Carpentier, autor de Los pasos perdidos y El siglo de las luces, es, también, un referente obligado al momento de hablar de “El manisero”, pues asistió a su nacimiento y vivió los primeros momentos de una gloria que atravesó el océano y apareció luego como un huracán rumbero en París. Desde esa capital europea escribió Carpentier, en 1931: ¡Todo el mundo tiene un disco de nuestro “Manisero” nacional! Los pick-up de los boulevards lo repiten sin cesar; Mistinguette lo canta en el Casino de París; ha invadido Berlín, Bélgica, la Costa de Azur... Se escucha en Palestina, junto al Muro de las Lamentaciones; se ejecuta en Constantinopla, en los cabarés de princesas rusas, víctimas de la revolución; sus maracas suenan junto a los puestos de fritura que hacen toser a la gran esfinge de Egipto... El eco de “El manisero” saltó de París a Madrid y llegó hasta los oídos del escritor español Francisco Umbral, quien en su novela Si hubiéramos sabido que el amor era eso pareciera describir, mediante una prosa poética y dulce, una escena romántica protagonizada en una de las esquinas cercanas a La Troja de Barranquilla: En los altavoces de aquel sótano en penumbra sonaba “El manisero” y el camarero que movía las maracas junto a la barra tenía un suave balanceo y una sonrisa indefinida que abarcaba a todos los clientes, y de pronto, ella se encontró con la cabeza apoyada en el hombro de él, y a él se le escapó una frase que no supo si estaba bien o mal... No obstante, en el campo literario, una referencia que no podría soslayarse es la de Jorge Luis Borges, quien menciona “El manisero” de una manera muy particular, pues muestra su aversión al tema de la misma manera como la revelaba contra el fútbol, al que le dedicó frases magistrales. En 1935, el escritor argentino publicó la primera edición de Historia universal de la infamia, siete relatos de intrincados misterios que delatan la magnitud de las atrocidades. Una de las infamias está presente en el relato que abre el libro: “El atroz redentor Lazarus Morell”, traficante y asesino de negros del sur de los Estados Unidos. La historia transcurre en la década del 30 de los años 1800, y la nota introductoria del cuento, escrita también por Borges, dice así: En 1517 el P. Bartolomé de las Casas tuvo mucha lástima de los indios que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, y propuso al emperador Carlos V la importación de negros que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas. A esa curiosa variación de un filántropo debemos infinitos hechos: los blues de Handy (...), la admisión del verbo linchar en la decimotercera edición del Diccionario de la Academia, el impetuoso film Aleluya, la fornida carga a la bayoneta llevada por Soler al frente de sus Pardos y Morenos en el Cerrito, la gracia de la señorita de Tal, el moreno que asesinó Martín Fierro, la deplorable rumba “El manisero”... Cuando la calle sola está Acera de mi corazón Por otro lado, el poeta cubano Orlando González Esteva intentó establecer una relación directa entre “El manisero” y la muerte, ese estado de ausencia y de la nada que también está presente en el cancionero popular latinoamericano mediante disímiles invocaciones, burlas, temores y desafíos. En efecto, “cantar ‘El manisero’ ” es una expresión popular cubana que se refiere al morir, y cuyo equivalente en nuestro caso sería algo así como “estirar la pata”. González señala que el equivalente en el Caribe grande es el de “ponerse la piyama de madera”. Y agrega, sin perder de vista el famoso pregón: Es de lamentar que el pueblo cubano no haya registrado el nombre de la primera persona que advirtió la similitud entre el acto de cantar “El manisero” y morirse, entre la transitoriedad de la vida y la de un vendedor ambulante. Entonces, como un torero de casta frente a su galería invisible, el autor finaliza su artículo con una admirable estocada: “El manisero”, como la vida misma, que no es más que música teatralizada, está hecho de tiempo: llega, propone, urge a no desoír su propuesta, advierte que se va, no cesa de hacerlo, y luego de desdibujarse entonando sus compases finales, con voz cada vez más débil, desaparece”. El maní se le entona a su pregón Y si la noche escucha su cantar Llama desde su balcón Una rumba —como la llamó Borges—, un pregón, un son o un pregón-son. Originalmente “El manisero” fue eso... también más que eso: mambo, como el de Pérez Prado; jazz, como la versión de Duke Ellington y la de Louis Armstrong; descarga, como la de Areíto Orchestra. Pero todo comenzó en 1930, año de la popularización de “El manisero”, gracias a Antonio Machín, un bolerista cubano que lo grabó, acompañado de la orquesta de José Ángel Aspiazu, en los estudios de la internacional RCA Víctor en Nueva York. Después continuaron lloviendo distintos y extraños ritmos, sin olvidar el inolvidable tarareo del pregón, y sin que pasara inadvertido en lo más alejado de nuestro mundo Caribe. Incluso al corazón japonés llegó en 1952, entonado por la voz de Hibari Misora, considerada la mejor cantante de la historia musical de ese país. ¿Por qué la fama de “El manisero”? ¿Cómo explicar que también haya versiones del jazzista estadounidense Stan Kenton, del contrabajista John Kirby, del músico español Xavier Cugat, del trompetista Chocolate Armenteros, y de Gonzalo Rubalcaba, entre miles y miles? ¿De qué manera explicar que hasta la atormentada actriz Judy Garland, la misma que inmortalizara El Mago de Oz, haya entonado “El manisero” en su otro famoso filme Nace una estrella? En fin... Dame de tu maní Dame de tu maní Que esta noche no voy a poder dormir Sin comerme un cucurucho de maní Me voooooooooyyyyy... ** Jaime de la Hoz Simanca http://www.letralia.com/firmas/delahozsimancajaime.htm Periodista y catedrático colombiano. Ha sido tres veces galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. Coautor del libro de crónicas y reportajes Trece claves para soñar y de los textos didácticos Crónica y Reportaje. === Meleck Vivanco, iluminada por el fuego ================================ === Nota y selección de textos: Héctor Rosales ============================ María Meleck Vivanco nació en Valle de San Javier (Córdoba, Argentina) en 1921. Hay muy pocas poetas contemporáneas de aquel país —o de cualquier otro— que hayan desarrollado una obra tan personal y genuina como, al mismo tiempo, tan apartada del gran público y de los cánones oficiales de las letras en castellano. En los escasos textos sobre su obra se suele vincularla al primer grupo argentino de poetas inspirados en el surrealismo, que Aldo Pellegrini reuniera en su Antología de la poesía surrealista a mediados del siglo XX. Desde la perspectiva hispanoamericana, estos autores fueron pioneros en adherirse al movimiento originado en Francia, destacándose nombres como los de Francisco Madariaga, Juan Antonio Vasco, Enrique Molina, Oliverio Girondo, Julio Llinás, Carlos Latorre o Juan José Ceselli. María Meleck Vivanco tuvo su sitio dentro de aquel círculo, aunque, quizás por la personalidad independiente de la autora, su poesía no cobró la difusión de algunos de sus compañeros. Esta personalidad y la fidelidad a sus propias letras se mantuvieron intactas hasta el final, ocurrido el 8 de noviembre de 2010 en Portezuelo (Maldonado, Uruguay), donde la escritora se había refugiado en sus últimos años. No recuerdo ahora con exactitud cuándo recibí por primera vez una carta de María Meleck. Debió ser hacia 1995, me parece. Pero recuerdo con mucha claridad su impetuosa caligrafía, torrencial, cercanísima. En algún rincón indicó como nexos para su iniciativa epistolar dos fuentes muy valiosas. Por un lado nuestra común y querida amiga, la poeta uruguaya Orfila Bardesio, una creadora de la misma raza mística, telúrica y visionaria que la propia María, o de otras autoras como Marosa di Giorgio, Olga Orozco o Concepción Silva Bélinzon, leídas entre sí, cada una dueña de su voz, y con diversos lazos de amistad personal. Orfila aportó los datos de mi domicilio y comentarios sobre mis letras. La otra vía de contacto también vino por la lectura, en este caso la de su amigo Enrique Molina, a quien no traté en vida, y del que me honra su interés como lector. Desde entonces cruzamos cartas y libros, poemas sueltos (impresos, fotocopiados, inéditos), postales y algunas fotos. Siempre por correo tradicional. En aquellas cartas llegaba la poeta entera, transparente, confesional, con esa fuerza tan característica en sus versos, que en los papeles manuscritos se multiplicaba dando muestras de su vehemente manera de vivir. Directa o indirectamente, más adelante sumando la comunicación de su hija Juana Guaraglia (periodista y escritora), el universo Meleck Vivanco ha seguido muy próximo a mis días, pudiendo comprobar cómo se va revalorizando, felizmente, el caudal de una poesía que trasciende las expectativas de su autora. María Meleck solía justificar su proceso creativo como fruto del azar, del destino, de un don de la naturaleza. En este aspecto su descripción coincide —en parte— con los testimonios que escuché de Marosa di Giorgio (principalmente) y Orfila Bardesio para sus trayectorias particulares. Hay en esta clase de autoras una suerte de revelación, unas raíces inspiradoras que suministran imágenes, secuencias, derivaciones, sentimientos y, tantas veces, interrogantes a los poemas. Si bien Breton ponderaba las virtudes de la escritura automática (que no niega para sí nuestra poeta), no estoy tan convencido de que se aplicara sólo este recurso en la mayor parte de los textos de Meleck Vivanco. Se trata de una obra llena de pasión, de pulso romántico al estilo alemán, con una vertiente humanística muy profunda, y la plena convicción de que vida y muerte (dos caras de una misma moneda) ruedan con nosotros bajo leyes que no podemos comprender pero sí aceptar, con gozo y con dolor, hasta sus más remotas consecuencias. La poética de María Meleck mantiene una constancia formal que no es común en una escritura automática, descuidada, inconsciente. Es una escritura vigilada en su expresividad, hay un lenguaje al servicio de los hallazgos metafóricos, del ritmo, de las sensaciones que deben llegar al lector. Aunque María afirmara lo contrario, posiblemente abrazada a la explosividad de sus sentimientos y su obediencia a los designios de la tierra, el hilo de fuego que cose la estructura de su obra está sostenido con firmeza y con indudable voluntad literaria. De ahí parten sus iluminaciones, las búsquedas de su voz, lo que aparece en el intenso tránsito de la mirada de sus versos. “Me he quedado con las apariciones de mi corazón”, dice en uno de estos versos. Y sin escapar a los golpes, añade en otro: “Peso y tamaño de ingratas piedras sobre mi corazón, / marcado por la tempestad y los colmillos de la vida”. La suma de estas y otras heridas no margina su apuesta por la sensualidad, la creencia en un Dios plenamente justo y ausente en las religiones, el amor a todo ser vivo (empezando por las personas más necesitadas), el culto a la libertad y, por supuesto, a la poesía, compañera de todos los viajes. “Únicamente pido calidad, emoción y misterio”, declaraba Meleck Vivanco como lectora en una entrevista de febrero de 2007, publicada en Internet (la recomendamos con un enlace al final de este trabajo). Tres principios que certifican el gusto nada inocente (“ni automático”) de una poeta que supo valorar con fino criterio los numerosos textos que llegaron a sus manos. Desde esos mismos principios partieron sus títulos editados: Taitacha Temblores (1956, poemas quechuas), Hemisferio de la Rosa (1973), Rostros que nadie toca (1978), Los infiernos solares (1988), Balanza de ceremonias (1992), Canciones para Ruanda (1997), que se reeditó póstumamente junto a Mar de Mármara / alucinaciones del azar (2011). En María Meleck Vivanco / Antología poética (Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires 2008), volumen del que seleccionamos varias piezas a continuación de estas líneas, también se incorporan poemas de libros inéditos, que deseamos vean la luz en fechas tempranas. Meleck Vivanco ha recibido las siguientes distinciones: Libro de Oro (Lima, 1956), Segundo Premio de Poesía de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (1978), Premio Fundación Argentina para la Poesía (Colección de Poetas Contemporáneos, Buenos Aires, 1988), Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes (Buenos Aires, 1991), Premio UNICEF (Nueva York, 1996), Premio Universidad de las Letras (La Habana, 1997) y Premio Fundación Sociedad de Los Poetas Vivos (Buenos Aires, 1998). En 1978 fue invitada al Tercer Congreso Latinoamericano de Mujeres Escritoras organizado por la Universidad de Ottawa. Y en 1999 al Congreso Internacional del Surrealismo en el Tercer Milenio, efectuado en Roma. Los últimos años en Portezuelo los pasó en una casita muy cercana —dentro del mismo terreno— a la vivienda de su hija, quien me envió diversas fotos del entorno de la poeta. Una cálida sencillez está presente en la mayoría de las imágenes, y la naturaleza, como en los tramos más significativos de su vida, dominando el paisaje y ya tomando definitivamente las riendas de su espíritu. Fue una etapa muy difícil por los problemas de salud. Aun así los libros y la gente querida le dieron fuerzas para mantener su comunicación y la llama de la poesía. Con letra firme escribe en septiembre de 2009 una afectuosa dedicatoria en la citada Antología. No supe de ella hasta un año y pico después, cuando Juana remitió el volumen junto a otro título de su propia autoría, Cuentos de frontera, aparecido en ese período y ya fallecida su madre. El sobre llegó a mi lugar de trabajo. No lo abrí de inmediato, sino al mediodía, después de entrar en un bar del barrio a tomar un café. Minutos antes imaginaba una carta de Juana contándome los últimos meses de María; lo que encontré fue una breve nota y las dos ediciones. La inefable impresión inicial fue que María Meleck me había escrito esas líneas en su libro desde el más allá, un más allá a mi lado, tangible como el pocillo de café y el frío en la calle y la emoción en los ojos. “...con el testimonio de mi admiración y mi permanente recuerdo”. Leí varias veces esa línea como si yo la estuviera escribiendo para la poeta, y no al revés, mientras reconocía su sincera y generosa afirmación. No había azar en la dedicatoria y sí en mi gesto siguiente, el de leer un verso del libro abriendo una página cualquiera. Como si un pequeño relámpago encendiera la hoja de papel, aparecieron (lo juro) estas palabras: “Y trasponer la muerte / Sólo en tus ojos, intercambio mi espejo”. El mensaje me envolvió hasta casa. Fui observando los detalles del panorama, las calles, un parque, varios transeúntes. ¿Se asomaría en algún momento María Meleck bajo otro signo? ¿Debería interpretar alguna señal más en la piel y en la memoria de ese invierno barcelonés? Tuvieron que pasar meses para releer la Antología, elegir varios fragmentos y evocar a la poeta argentina en estas letras de agosto. Localicé su última imagen en mi haber, esa leve silueta recortada sobre la puerta de su cabaña que, espero, los editores colocarán al principio de esta reseña. Creo que allí María Meleck Vivanco sonríe, transmite todavía su enérgica lección vital que la traspone hasta aquí, cuando de nuevo, eternamente, nos intercambia su espejo iluminada por el fuego. Un solo delfín No sé dónde lo rescató mi sangre Caminaba hacia los álamos, flameados de atardeceres y colibríes magníficos Y no pude hacer pie en mi propio ataúd Así, con los velos chamuscados que no me pertene- cían, alcancé la raíz y me sostuve en su furia Como si de golpe la luna, vaciara su licor en el rugido de mis manos === Reclinatorio donde la Virgen Mi arrobamiento se suma a los conjuros de la sombra A la savia picante y sensual de los paraísos abstraídos Como ala de abanicos angélicos que refrescan la turbulencia de la tierra Mientras la luna exhala su perfume animal, me instalo soberana en los jergones del monte En los remiendos estrellados del viento Llegan los marginados de la procesión Abren el follaje y se reparten los manjares deliciosos y las naranjas profundas El rocío distrae más allá de la fiesta Y obedezco al pulso salvaje de ruidos luminosos Fruto de la compasión, la niña alisa sus cabellos con peine de palo santo Y el ave infiel se despereza entre las flores Amo las chimeneas desoladas Y suspiro la púrpura en el reclinatorio, donde la virgen descansa su cabeza Ahora las máscaras, se prueban corazones alrededor de mi casa === Abandono la expedición Estoy tan indefensa con estas travesuras del alma Los crematorios del espanto La piedra estática Esta cordura Esta maniobra empecinada de la cacería El llanto de los perros que no dejan dormir La exhibición del placer frente a un extraño Y también la inocencia con su gala blanquísima Me confunden las leyes de rotación, como si fueran vientos encontrados de frente Lucifer recoge su cabello y su gota de sombra Por detrás del rezadero de la isla Mientras las bestias domesticadas sueñan Siento el levísimo temblor de sus párpados === Y el valle violento es como un matuasto al sol Galopado de turbulencias Volvía del castigo Y recordé los tártagos Donde enredaba música la luciérnaga triste con instrumentos traídos de la guerra La huida a contraluz Los corredores que sepulta la tierra gris y el viaje de la aurora Cuidan mi corazón Mi vino pálido que noche a noche sorbe la metralla Yo he intentado morir Y no he podido Desciende el viento pero nunca muero Quema lágrima heroica en carne que supura tanta impiedad Tanta neblina ansiosa Dios proteja esta herida dulcemente Y entorne las ventanas del espejo === Con largos bramidos de luna, dibujé animales que habrían de conocer mi nombre Y en el furor del aguacero, olí una doble hilera de perfumes Los duendes del insomnio y el cielo rojo, incendiaban la hierba Extrañamente cruel, refundada en espejos que cortaban el aire, opté por la aventura Por la oropéndola devoradora de su propio capullo Los tiernos cirujanos, desangraban las flores como si fueran mis costillas Entonces, permanecí desnuda sobre la mesa helada del hospicio === Busco la lengua y su santuario silencioso El ave surge cubierta de restos coralinos y los amantes de la sombra, nadan boca arriba entre cristales de hielo No todas las pasiones son solitarias, sino que como sino que como niños expectantes, atrapan las alegrías del donaire Por fin, y aunque nos duela, lo real aparenta la irrealidad Y las formas que atraviesan los ojos, son extrañas recompensas del deseo Asesorada por el viento, retirarme al futuro Cumplir la poesía Entrevista a M. M. V. por Rita Kratsman y Selva Dipasquale, febrero de 2007. Incluye una selección de poemas al final: http://entrevistameleck.blogspot.com.es ** Héctor Rosales http://www.letralia.com/firmas/rosaleshector.htm Poeta uruguayo (Montevideo, 1958). Desde 1979 reside en Barcelona, España. Entre otros libros ha publicado Visiones y agonías (Barcelona, 1979), Espejos de la noche (Madrid, 1981), Desvuelo (Montevideo-Barcelona, 1984), Habitantes del grito incompleto (Montevideo, 1992) y Mientras la lluvia no borre las huellas (Barcelona, 2002). Ha colaborado en numerosas revistas de arte y literatura de distintos países y es autor de las antologías Voces en la piedra iluminada / Diez poetas uruguayos (Toledo, 1988); Chapper, las espinas del verso (Montevideo, 2001), y Nadie dude el lucero / Rolando Faget (México, 2009). === Stravaganza, un poemario en clave plural Jorge de Arco =========== Nacido en Calabozo, Guárico, Venezuela, en 1952, Alberto Hernández lleva varias décadas difundiendo y proclamando su amor por la palabra. Al margen de su tarea docente, ha tenido a bien acercarse a todos los géneros literarios, y la narración, el ensayo, el artículo, la crónica, la crítica... le han acompañado de manera fiel. En la actualidad, reside en Maracay, Aragua, donde dirige el suplemento cultural Contenido del diario El Periodiquito. Pero, por encima de todo lo referido, está la filiación lírica de Alberto Hernández. La poesía ha ocupado —y ocupa— un lugar preferente en su corazón, y así viene demostrándolo desde que en 1980 diera a la luz La mofa del musgo, al que seguirían Amazonia (1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Bestias de superficie (1993), Nortes (1994) Intentos y el exilio (1996), etc. En una entrevista aparecida en el número 27 de la revista BCV Cultural, el escritor venezolano afirmaba, rotundo: “Sin poesía es imposible la vida. La poesía es como el oxígeno. Es uno de los elementos naturales más vitales. Sin poesía no habrá respiración. No habrá polinización de la inteligencia (...). El día que muera la poesía, morirá el hombre”. Y desde esa premisa, ha ido creciendo su quehacer, su hondo caminar por los senderos del verso, los mismos que le han llevado a publicar meses atrás Stravaganza (Eva Edizioni. Colección Estrella Verde. Milan, Italia, diciembre de 2012). Se trata de una edición bilingüe —la versión al italiano ha sido realizada por Teresa Albasini Legaz—, que bien podría calificarse como un íntimo itinerario por las regiones de Italia, y cuyo hilo conductor forman los paisajes, los protagonistas y las expresiones artísticas de este bello país: “Dejaré en este viento anónimo / el jardín, el río y un rostro que siempre olvido. / Italia, / sentada en los escombros de mi memoria. / Oh, regina viarum, / Amore mío”. De ahí que el subtítulo del volumen, “Poemas italianos”, no sea sino el homenaje vívido y emotivo que sobrevuela estas 120 páginas plenas de ausencias, de silencios, de amores, de angustias, de cotidiana verdad. Porque Alberto Hernández sabe modelar con certero verso cada uno de los poemas aquí recogidos y dotarlos de una pulsión ensoñadora y pura: “Mi adolescencia duele, / la soledad del niño que aún era / me alcanza con el rojo sagrado de estos techos”. Son muchos los territorios por donde el vate venezolano pasea su mirada y su verso; y así, Módena, Bari, Roma, Novara, Venecia, Bologna, Milán (“Un viejo mapa me llevó a Lombardía. / Supe de Santa María de Gracia / mientras el mundo destrozaba / la calle que perdí entre las manos”), van desnudando sus encantos, bautizando de madrugada y memoria estos textos. No faltan, por supuesto, grandísimos creadores de esta península itálica, a quienes Hernández convoca con pluma firme y emocionada: Giotto, Boticelli, Da Vinci, Miguel Ángel, Vivaldi, Verdi, Dante, Ungaretti, Saba, Quasimodo, Montale, Pasolini (“Una postal trágica: / el cuerpo de un hombre ensangrentado. / Los ojos abiertos, / puestos en el lugar preciso. / La muerte entonces viajaba entre licores. / Al fondo, / Roma, los turistas, / El frenesí del tiempo, / el silencio”). Y tampoco cae en el olvido la memoria de grandes protagonistas de la historia del país transalpino: Cicerón, Julio César, Francisco de Asís (“Francesco conoce el idioma del bosque, / el siseo de los reptiles, el canto innumerable de los pájaros, / la lengua áspera de los lobos, la fuerza aérea de los insectos, / la múltiple y a la vez dulce generación de los ruidos de la noche”). En suma, un poemario diferente, en clave plural y crepitante y con un fondo de lírica extravagancia: “Toqué la muerte. / Toqué las arrugas del tiempo. / La pared del dolor, / los huesos de tanta carne desnudada”. (Texto publicado en la página de la Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana, Madrid, España, julio de 2013). ** Jorge de Arco http://www.letralia.com/firmas/dearcojorge.htm Escritor español (Madrid, 1967). Licenciado en filología alemana por la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es). Durante el curso 94 / 95 fue profesor de español en Hamburgo (Alemania) y desde entonces es profesor de lengua y literatura española para extranjeros en Madrid. En 1993 el Ministerio de Cultura de España (http://www.educacion.gob.es) una Ayuda a la Creación Literaria en la modalidad de poesía. Ganador de premios como el Isabel de España, el Ciudad de Puebla de Montalbán, el Ciudad de Tomelloso, el Rodrigo Caro, el Ciudad de Alcalá, el Quijote de Plata, el Comunidad de Madrid, el Villa de Aoiz y el Fray Luis de León. Tiene en su haber la Medalla de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (http://www.aeae.es), en el género de narrativa. Ha publicado y traducido al castellano poesía alemana, inglesa e italiana. Ejerce como crítico literario en diversos periódicos y revistas de ámbito nacional e internacional. Ha publicado los poemarios Las imágenes invertidas (Huerga y Fierro Editores, http://www.huergayfierro.com; Madrid, 1996), Lenguaje de la culpa (Alcalá-Poesía, Alcalá de Henares, 1998), De fiebres y desiertos (Visor, http://www.visor-libros.com; Madrid, 1999) y Frontera del silencio (Algorán, Alcalá de Henares, 2001). === El Marqués Gabriel García Dixon Acosta =========================== ¿Se puede decir algo nuevo sobre Gabriel García Márquez, que no hayan expresado anteriormente biógrafos, cronistas, o allegados del escritor? Resulta un grato descubrimiento encontrar un dato que posiblemente el mismo autor desconozca. Como expresarían periodistas y medios de comunicación, cuando lanzan las primicias noticiosas, estoy en capacidad de informar que el Premio Nobel de Literatura del año 1982 pertenece a la nobleza a pesar de sus convicciones ideológicas. Aunque uno no se imaginaría a García Márquez defendiendo a la institución monárquica como lo hacía Álvaro Mutis, puede que su ardiente sangre caribeña tenga tintes azules. La vida del autor colombiano es tan fascinante como su obra, da para muchas anécdotas, incluso indirectas y no provocadas por él mismo, como la que le escuché al escritor y traductor egipcio Ahmad Yamani hace algunas semanas durante el lanzamiento en Abu Dhabi del libro Diez poemas colombianos, selección lírica que tradujo Yamani al idioma árabe, en un esfuerzo editorial para divulgar la literatura colombiana en los países del Golfo Arábigo concretamente. En medio de un ameno diálogo literario concertado en la Embajada de Colombia en los Emiratos Árabes Unidos, entre el poeta y profesor colombiano Juan Felipe Robledo y el mencionado Ahmad Yamani, quien reside en España, este último explicaba que en el mundo árabe no se conoce mucho de la rica literatura colombiana, básicamente a García Márquez por tratarse de clásico universal, cuya obra ha venido ganando terreno incluso en países que la tenían censurada por motivos políticos o religiosos. El detalle simpático es que cuando aparecieron los primeros títulos del escritor colombiano publicados al idioma árabe, quien realizó la traducción tomó el segundo apellido del escritor colombiano como Marqués y no como Márquez, por lo cual algunos lectores de Oriente Medio y posiblemente de otras latitudes del mundo creen que se trata del Marqués Gabriel García, otorgándole al autor colombiano un título adicional a su laureada existencia, esta vez de índole nobiliario. Esto pone de manifiesto varios temas interesantes en un solo caso. Ante todo la importancia de las traducciones y sus riesgos implícitos. Está visto que una buena traducción incluso puede mejorar obras que en su lengua original no son tan afortunadas, mientras que una mala traducción puede cambiar hasta la identidad del escritor original. Así mismo la necesidad de tener siempre presentes las tildes que hacen la diferencia en todas las palabras de nuestra lengua castellana, incluidos los apellidos, algo que antiguamente los profesores de gramática acentuaban en sus clases. Así las cosas, sin proponérselo Gabriel García se incorpora al grupo de escritores que han ganado un título nobiliario, bien sea por su origen como el Conde Tolstoi o por su trabajo como el Marqués Vargas Llosa. Aunque en la historia será difícil encontrar un parangón al caso de un escritor signado tanto por su título, por su obra, sus pasiones personales y su apellido, como ha resultado el Marqués de Sade. Lo mejor del caso es que el título de Marqués se lo ha dado al caribeño Gabo, como le llaman sus amigos, la literatura misma. Un episodio que transcurre en el reino de la imaginación, ese rico patio de juego donde Gabriel García Márquez suele divertirse. Alguien dirá que la vida se encarga de demostrar que es capaz de crear situaciones que sólo se le ocurrirían al rey del realismo mágico. ** Dixon Acosta http://www.letralia.com/firmas/moyadixon.htm Diplomático colombiano aficionado a la literatura. Fue cónsul de Colombia en Ciudad Guayana (Puerto Ordaz, Venezuela) y actualmente desempeña un cargo diplomático en Nicaragua. Ha publicado artículos en revistas de su país. === Club La Sorbona, de Luis Artigue José Luis Muñoz ================= Club La Sorbona Luis Artigue Novela Alianza Editorial 2013 315 páginas ISBN: 9788420675275 Lo he dicho varias veces, pero lo repito: el género humorístico, tanto en cine, teatro o literatura, es uno de los más complejos y delicados que existen, porque hacer reír a un espectador o lector requiere una conexión directa entre el emisor y el receptor que difícilmente se produce, y en eso del humor lo que hace gracia un día puede no hacerlo al día siguiente, o lo que hace gracia a algunos puede no hacerlo a otros. Si la apreciación de las artes, y en especial la literatura, es tremendamente subjetiva, la del humor lo es más todavía. Valga este inciso para recordar que en la literatura española pretérita hay escasos ejemplos de humor como no nos remontemos al Siglo de Oro con los impagables poemas satíricos de Quevedo, o el anónimo Lazarillo de Tormes, o incluso pasajes del Quijote, y que más recientemente hay algunos autores patrios cuyas lecturas nos siguen produciendo francas sonrisas como Wenceslao Fernández Flórez, Enrique Jardiel Poncela o Pedro Muñoz Seca, todos ellos coetáneos, por cierto, y que si nos remitimos al rabioso presente el nombre del bilbaíno Juan Bas, con su humor cruel y descacharrante, es todo un referente muy valioso a tener en cuenta cuando precisemos de una ración de risoterapia. El escritor Luis Artigue (León, 1974), con tres obras anteriores en su haber, El viajero se ha ido, como es lógico (2002), Las perlas del loco Ventura (2007) y La mujer de nadie (2008), nos sorprende con un artefacto literario, Club La Sorbona, que German Gullón define como una novela negra, psicológica y de alterne. Extraordinariamente bien escrita, ingeniosa, juguetona, esta delirante narración que Artigue ubica en Violincia, urbe famosa por sus burdeles, y el Club La Sorbona es el más afamado de ellos, sigue las pesquisas de un investigador británico, Mr. Tatel, que intentará recuperar la flauta pipa que le fue robada al compositor Mozart, pero la intriga le sirve como excusa a Artigue para hacer desfilar ante el lector una variedad de personajes estrambóticos que viven, aman o son asesinados a un ritmo sincopado en Violincia y adentrarle en una laberíntica sucesión de subtramas. ¿Tanto virtuosismo literario para hacer reír? Pues sí, y bienvenido sea. El escritor leonés concibe la literatura como un juego y lo lleva hasta las últimas consecuencias, hasta ese epílogo, añadido sin permiso del autor, que es el broche de oro de esta irreverente novela con la que Luis Artigue ha ganado el premio Miguel Delibes de narrativa. Artigue se ríe de todos y de todo, y de sí mismo, por supuesto, y de Club La Sorbona. Miel sobre hojuelas. ** José Luis Muñoz http://www.letralia.com/firmas/munozjoseluis.htm Escritor español (Salamanca, 1951). Uno de los más destacados en el género negro en su país, ha ganado importantes premios literarios como el Azorín, Tigre Juan, La Sonrisa Vertical, Café Gijón o Camilo José Cela, entre otros. Su último libro publicado es La Frontera Sur (Almuzara, http://www.editorialalmuzara.com; 2010), IV Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. === La nana de Sebastián Silva y el cine minimalista latinoamericano ====== === Luis Carlos Azuaje ==================================================== Salvo contadas excepciones uno puede decir de una película que es muy buena sin parecer esnobista. Pues de esta diría que lo es, a riesgo de un calificativo peor. Intuyo en el cine latinoamericano un síntoma. Éste, nuestro divertido lado del mundo, está zurciendo una estética minimalista muy interesante. He visto cómo, con insistencia, películas de este estilo se van abriendo camino entre la variedad de géneros que hoy circulan por las salas de cine. Muchos de ellos producidos mediante la utilización de complejos dispositivos técnicos y lujosos aparatos de difusión y mercadeo. Así como he advertido —y creo que no precipitadamente— un importante auge de géneros como el thriller o la ciencia ficción en España, también he podido constatar una tendencia hacia lo simple, lo llano, en el cine latinoamericano. Se me dirá que hace mucho que América Latina adoptó esta forma de representación artística como su leitmotiv, pero también es posible afirmar, dadas las características de este último cine, que el proyecto es singular y distinto, pues aquél en realidad era una suerte de naturalismo que privilegiaba el contenido social y político mientras que éste es un cine de lo cotidiano, de lo elemental, único trampolín desde el cual puede emerger una sustancia ética que puede servir de arma social. La apuesta de este nuevo cine es por lo verosímil pero muy especialmente por lo espontáneo (una espontaneidad artificial, claro está). No se trata simplemente de una estética naturalista, puesto que no es mero afán documental. Es eso y mucho más: es el retorno al encuadre estático, a la ausencia de música, a la iluminación natural, a la virtual desaparición del maquillaje, a los decorados muertos, incluso, al uso de los dialectos, jergas y otras variantes discursivas. En este cine no hay pues estridencia. Puedo precisar un antecesor a esta corriente: el director japonés Yasujiro Ozu, del cual he visto Cuentos de Tokio (Tokyo monogatari, 1953). La película no es más que el juego entre miradas, gestos y complicidades de una familia de clase media japonesa. En ella no ocurre nada excepcional: los niños se levantan con pereza, toman el desayuno, mascullan un adiós al entornar la puerta, pero nada más. No hay impulsos narrativos y por tanto se prescinde casi completamente de la expectación. La película es acaso el retrato de una ciudad convulsa en su fachada pero ritualista y mística en su interior. ¿Haría falta más? Para reconocer mejor este síntoma del cine latinoamericano habría que ver, me parece, algunas películas que figuran como manifiestos del género: Mundo Grúa (Argentina, 1999), de Pablo Trapero; Historias mínimas (Argentina, 2002), de Carlos Sorín; Whisky (Uruguay, 2004), de Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella; El baño del papa (Uruguay, 2007), de César Charlone y Enrique Fernández, y La nana (Chile, 2009), de Sebastián Silva. Creo que la última de ellas es la más psicológica de todas y también, probablemente la más divertida. El guion —también de Silva— intenta poner el dedo sobre un aspecto primordial: la complejidad de las relaciones entre el amo y el súbdito, o en términos hegelianos, la relación entre el amo y el esclavo. Esta dialéctica puede verse reflejada, al menos parcialmente, por medio de estas acciones que llevan a la nana a tomar gradualmente el poder en un hogar ya constituido, lo que implica que la sumisión puede llegar a ser, en algún punto, rebeldía (en el esclavo está el germen del sujeto histórico pues es éste quien hace la cultura y no el amo, pasivo y ocioso). Un tema que, por cierto, ya ha sido tratado en una película de Joseph Losey titulada El sirviente (1963). También muy destacable me parece la actuación de Catalina Saavedra (la nana). Esta actriz desarrolla todo el automatismo del personaje de la niñera, a la vez que le da unos matices importantísimos que permiten apreciar el paso entre los distintos estados de ánimo. Esto es algo realmente difícil: mostrar los cambios emocionales de un personaje especialmente inexpresivo y parco. Después de ver un trabajo actoral como éste uno se pregunta: ¿y a Sandra Bullock le dan un Oscar? En general, tenía tiempo que no me divertía tanto con un drama tan doméstico y pedestre. Resulta fascinante ver cómo con pocos recursos materiales, pero con una inventiva ilimitada, el director del film logra una obra estética y conceptualmente sólida. Una historia que se desarrolla entre cuatro paredes (todo sucede en el interior de una casa cualquiera de familia), pero que potencialmente es el relato de la conducta humana y las relaciones sociales en el mundo capitalista. ** Luis Carlos Azuaje http://www.letralia.com/firmas/azuajeluiscarlos.htm Escritor y docente venezolano (Maracay, Aragua, 1983). Es profesor de lengua y literatura en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel, http://www.ipmar.upel.edu.ve; Maracay), magister en filología hispánica del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC-CCHS, http://www.cchs.csic.es; Madrid, España, 2009) y magister en literatura latinoamericana de la Universidad Simón Bolívar (USB, http://www.usb.ve; Caracas, 2012). Ha sido incluido en antologías como Voces nuevas 2005/2006 (Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Celarg, http://www.celarg.gob.ve; Caracas, 2006); Velas al viento, los microrrelatos de la nave de los locos (Cuadernos del Vigía, http://www.facebook.com/cuadernos.delvigia; 2010); y Antología del taller literario Los moradores (El perro y la rana, http://www.elperroylarana.gob.ve; 2012). Es colaborador del suplemento cultural Contenido del diario El Periodiquito (http://www.elperiodiquito.com). Desde 2011 coordina en Maracay el Cine Foro Cinequanon, espacio para promocionar y comentar el cine independiente. === A propósito de “Asesinato en Pekín”, de Wilfredo Carrizales =========== === Francisco Liu ========================================================= Se trata de un cuento policíaco con escenario en Pekín, una metrópoli llena de posibilidades y aventuras. A pesar de la sola mención de la capital como escena de la occisión en el título, una gran parte de la narración tiene lugar en la casa de la víctima, situada en Shangqiu. Se emplean muchos elementos típicos del género detectivesco, de modo que la coartada diseñada con esmero, el sospechoso inocente, la hipótesis, el razonamiento y la singularidad artificial del asesinato entran en juego conformando una gala exquisita del escrito criminal. A comienzos del texto el asesinato ya queda perpetrado dejando numerosos misterios, que conforme avanzan la necropsia y el parte levantado en el sitio del crimen se van nublando de más incógnitas. Las atrocidades inauditas y las anormalidades criminales juntas van tejiendo una curiosidad que invita a seguir con la lectura. Debido a la brevedad espacial del texto, al final, a modo de confesión, el asesino se desahoga aclarando todos los detalles del asesinato resolviendo así todas las dudas anteriormente acumuladas. Leído el cuento, la trama tiene sumo parecido con el juego de tetris, en que se van acumulando los tetraminos dificultando el manejo del jugador y una vez que encaja el último bloque se eliminan todas las filas. Si la aglomeración de misterios sirve para intrigar a los lectores, estas confesiones al final del cuento se llevan de una vez por todas las incertidumbres como una descarga esclarecedora y los motivos de la occisión. En lo que se refiere a la estructura, se puede dividir el cuento en tres partes narrativas. La primera retrata el sitio del crimen provocando una brutalidad sangrienta, con un sospechoso fijado atolondradamente por el subinspector Liu. La segunda trata del proceso de la investigación en Pekín, que contiene la autopsia y otros informes criminales que no sólo desconciertan al protagonista, sino también declaran inocente al bedel imputado. En la tercera, el policía emprende su viaje a Shangqiu, lugar natal de la víctima, a fin de proseguir con la investigación. Por el malentendido del asesino y la listeza y serenidad del subinspector, el delincuente casi de manera voluntaria confiesa su crimen sin rebeldía alguna, ahorrando los esfuerzos policiales por sacarle la verdad. Finalizada la trama, inyectarán novedad la relación incestuosa entre hermanos gemelos, la ferocidad de las puñaladas en igual número que la edad de la hermana embarazada, matando al mismo tiempo a madre e hijo, el camuflaje femenino debido al parecido fisonómico para producir coartada y el suicidio final vestido de mujer. Estas creaciones, dispersadas en el contexto típico de relatos policíacos y ambientados tanto en la abyección de una metrópoli como en la sobriedad de una ciudad millonaria estructuran este cuento lleno de informaciones. Con respecto al lenguaje, debido al tema detectivesco, se engloba como una serie del vocabulario criminal. Sin embargo, en la narración tampoco falta la descripción de belleza estilística que invita a admirar la grandeza de las murallas antiguas. A estas características específicas se suma un escenario lingüístico de extrema asequibilidad, que a la vez de guiarnos por el laberinto del crimen se presume de una plena claridad. Hablando de la focalización, se desarrolla la narración en tercera persona, siendo el narrador omnisciente el que lo ve todo y penetra casi exclusivamente en el pensamiento del subinspector Liu. Debido al estilo policíaco, el narrador, con intención, oculta ciertos detalles, sobre todo los relacionados con el crimen para revelarlos en el último momento. De modo que la cámara se instala casi siempre a las espaldas del subinspector, llevándonos paso a paso al esclarecimiento total y el fuero interior de los personajes involucrados. El caso queda sin excepción omiso con el propósito de mantener el misterio hasta el final como si fuéramos el mismo inspector. En lo que concierne a la temporalización. En rasgos generales el cuento sigue una ruta narrativa lineal, desde la aparición del asesinato, pasando por la investigación hasta la resolución del crimen con el suicidio del delincuente. Sin embargo, casi como regla general de los cuentos detectivescos, en la confesión del asesino entra en escena la reproducción de la muerte que se coloca al final del cuento a modo de analepsis. Por este salto temporal salen a la luz el motivo y el proceso del asesinato. De ahí que se trate de una técnica narrativa condicionada por el tema criminal. El tiempo verbal hace uso del pretérito, con subclases formales de este tiempo narrativo. El pretérito indefinido, imperfecto y pluscuamperfecto, junto con otras formas verbales, sitúa el suceso en el pasado como una historia de cierta credibilidad. Como mencionamos arriba, por la limitación espacial de los cuentos cortos, la investigación intrincada tiene que dar con la salida en poco tiempo. Sin embargo, este texto ostenta una estructuración que alarga el proceso investigativo gracias a una disposición impensada del desenlace. Siguiendo el itinerario estereotipado de cuentos criminales, el subinspector debería interrogar al asesino de antemano y tras una serie de razonamientos lo declara culpable. Empero en este texto nada más ver al asesino, éste procede a la confesión al pie de la letra. Este desahogo, en mi opinión, se debe a un malentendido por parte del delincuente, quien toma la venida del subinspector por una acción de arresto. Por otra parte, el subinspector, ante la pregunta insinuante del asesino, permanece inalterado a pesar de su absoluta ignorancia. Se podría afirmar que merced a las zozobras del delincuente y la inteligencia del subinspector, éste, sin ni siquiera mover la boca, consigue sacar la verdad y acelerar el esclarecimiento del caso. Esta disposición argumental, a la vez que se enmarca en el ámbito de escritos criminales, ofrece una nueva posibilidad a la creación de desenlaces imprevistos, que no sólo ostenten un diseño magistral del crimen, sino también hagan gala de una manera inaudita en que se consigue la confesión. (“Asesinato en Pekín” (http://www.letralia.com/ed_let/17/07.htm), de Wilfredo Carrizales (http://www.letralia.com/firmas/carrizaleswilfredo.htm), forma parte del volumen antológico El extraño caso de los escritos criminales publicado por Editorial Letralia en su décimo séptimo aniversario). ** Francisco Liu http://www.letralia.com/firmas/liufrancisco.htm Ensayista chino (Chongqing). Estudiante de maestría en literatura hispanoamericana en la Universidad de Lenguas y Cultura de Pekín (http://www.blcu.edu.cn). === El libro forrado con papel de periódico José Ruiz Guirado ======== Cae por la cuesta de Moyano un alegre carrito de hortalizas. Los puestos de libros de lance guardan, herméticamente, su botín inmenso de vanas ilusiones que fracasaron, ¡ay!, sin que nadie se enterase. Camilo José Cela, Viaje a la Alcarria (1948). Esta mañana de domingo, llegada ya la primavera, la Cuesta de Moyano está repleta de curiosos que miran y remiran los libros de viejo en sus cajones. Subida la cuesta unos turistas se hacen unas fotografías con la estatua de Pío Baroja detrás. Me he quedado el puente en Madrid. No me apetecía coger el coche, ni coger el tren, el autobús, ni menos el avión para esperar colas allá donde fuere. No he venido por un libro concreto que quisiera tener, o que llevara tiempo buscando. Tenía la sensación de encontrarme con alguna sorpresa. Pero no hubo suerte. Ya, cuando me iba, vi en una caja un libro forrado con papel de periódico. Lo cogí y leí que estaba forrado con una hoja de periódico del día 13 de diciembre de 1938. No puede ver de qué periódico se trataba hasta que llegué a casa. Era un libro de Lengua y Literatura Española, edición cíclica, de segundo curso, Tercer Año Triunfal, publicado en Ávila, en la Imprenta Católica de Sigirano Díaz, en la calle Pedro de la Gasca, número 6. El precio era de cinco pesetas. Y el autor José Rogerio Sánchez, catedrático del Instituto de San Isidro de Madrid. Decidí comprarlo. Una vez en casa, con sumo cuidado, fui quitándole el papel de periódico. La sorpresa fue encontrarme con una nota manuscrita de la dueña del libro, un Reglamento de la Asociación de Mareantes de 1918 y un historial del Servicio Social de los trabajos de la cumplidora, la propietaria del libro, que llevó a cabo en el Departamento Provincial de la Falange Española Tradicionalista de las JONS. Dentro del libro había otra nota, escrita a mano, con lapicero, en el que su padre, antiguo marinero, se dirigía al gobernador civil solicitándole un puesto de trabajo en el Ayuntamiento de la localidad. Además de una nota, ésta escrita con pluma, en la que indicaba el nombre y el día en que nacieron sus hermanos. En la última página del libro, debajo del índice, había unas cuantas sumas hechas por la misma persona. Debajo de éstas, un dibujo perfectamente trazado a lápiz de una talla de San Roque, inconcluso. Junto al dibujo se podía leer: “Perteneció a mi abuela”. Alguien se quedó con la talla. Y dos sellos, perfectamente conservados; uno, de una peseta, de color rojo con la imagen de José Antonio Primo de Rivera, y otro de color gris de dos pesetas del Servicio Social. Se había abierto delante mío toda una época y las páginas de una vida, que me suscitó toda la curiosidad. Como si alguien hubiera esperado durante todos estos años a que me quedara este puente del mes de mayo en Madrid, para visitar la Cuesta de Moyano y encontrara este libro. En él se me habían abierto cada una de sus páginas para que su antigua propietaria quisiera que siguiera sus pasos. Había que leer, primero la página del periódico con el que se había forrado; después, todos y cada uno de los documentos que se conservaban. Y uno, que por deformación profesional no podía pasar por alto tantos datos que se me habían dado: decidí ponerme a investigar. No dudé en que esos hilos que mueve alguien, algo, o que nosotros mismos alguna vez nos ponemos en su camino, me habían proporcionado todos los datos para descubrir una historia de una mujer anónima, que a juzgar por lo visto hasta ahora se había procurado una formación, quizá ejemplar para la época. Quizá no me encontrase con nada de particular. Puede que fuese una existencia más, anodina, gris, en medio de una época convulsa, de opresión, en la que no se dieron héroes sino supervivientes, callados y sumisos. No dudé en ponerme a ello. Algo dentro de mí me decía que aquel encuentro no fue fortuito. Y si realmente lo fuera, nada perdía en el intento. Me sentía excitado, impaciente. Puse todos los documentos sobre mi mesa de trabajo para leerlos y analizarlos. Dentro de la propia Gramática, a medida que iba hojeando sus páginas, me fui encontrado anotaciones hechas al margen que nada tenía ver con la propia disciplina, sino con sucesos puntuales de su propia existencia. La hoja del periódico Olía a moho, a humedad. Hube de poner todo el cuidado, porque la hoja del periódico no admitía un solo descuido. Se trataba de la página tres y cuatro en el reverso del Faro de Vigo, del martes 13 de diciembre de 1938. La página tres estaba dedicada al deporte. Lo encabezaba la noticia de la brillante final de “football” en Balaídos: “El Bella Vista ganó la Copa Regimiento de Mérida”. Aparecían dos fotografías. Debajo de ellas, aparecía este texto: “LA FINAL DEL TORNEO MILITAR DE FOOTBLL EN BALAÍDOS. Arriba: los jugadores del Peñasco (a la izquierda) y del Bella Vista ( a la derecha), brazo en alto saludan a las autoridades y al público antes de iniciarse el juego. Abajo: una fase del emocionante match, que entusiasmó a los espectadores del estadio”. A la parte derecha de la hoja se lee: “Falange Española Tradicionalista y de las JONS. ORGANIZACIONES JUVENILES FEMENINAS. Presentaciones. Deben presentarse en esta Delegación hoy, a las siete de la tarde, las siguientes jefas de grupo...”. En la página cuatro aparece una crónica de “Spectator” (POR RADIO NACIONAL). “Hay que vigilar las fuerzas ocultas que se mueven contra nosotros para desenmascararlas. Nos hemos habituado demasiado fácilmente a la guerra victoriosa y a la guerra de conquista en la retaguardia, con tal seguridad, que después de dos años muy largos de contienda, hay muchas personas que no cuentan para nada con el enemigo, y el enemigo, vencidos tantas veces en el campo de batalla sigue moviéndose, no sólo para preparar los golpes de manos que utilizan para la propaganda que derraman sobre el extranjero, sino que utilizan todos los medios a su alcance para causar el descontento y la alarma en la España Nacional. Es natural que ello así sea. Utilizan esos golpes de manos para conseguir los pequeños triunfos que sigan sirviendo de espejuelos para cazar incautos, y no desperdician resorte alguno para poner en práctica sus planes. Desde el tremendo fracaso del Ebro los marxistas han redoblado sus esfuerzos para llevar a cabo una política de espionaje, que, por qué no decirlo, había sufrido un tremendo fracaso, dada la rapidez de nuestro avance por pueblos y provincias que hacía ineficaces los servicios de los traidores. Ahora el procedimiento que siguen es el siguiente: lanzar mentiras, calumnias que pueden perjudicar a nuestra unión. A este respecto quiero repetiros lo que recientemente le oí al comisario rojo: preguntado cómo era que aún continuaba la resistencia en sus filas, contestó que ello era debido a que se les aseguraba a los milicianos que en un momento dado contarán con la ayuda necesaria para salir del paso, y se les repite con mucha frecuencia el que los nacionales que estaban ganando la guerra por las armas, la perderían por la política. Y se dan consignas secretas para venir a nuestro campo y sembrar el desconcierto. Últimamente para lograr esto se han provisto hasta de uniformes. Por ello quiero recordar a los españoles que no basta con un encogimiento de hombros o con un silencio más o menos discreto, sino que hay que vigilar mucho la demasiada insistencia de algunas personas en saber detalles y noticias. Hay que vigilar las fuerzas ocultas que se mueven contra nosotros y desenmascararlas. No es que puedan triunfar contra nosotros, ni mucho menos, pero es conveniente tener en cuenta que hay entre nosotros elementos que quieren producir malestar. Por las armas ya está vencido el comunismo y sus aliados, pero es preciso el apoyo de todos los españoles para que la victoria en este otro aspecto de la política sea tan rotunda como la de las armas. SPECTATOR”. Más abajo se pueden leer las crónicas sociales: “CUMPLIMENTADO A S.E. EL JEFE DEL ESTADO. Burgos.- S. E. el generalísimo recibió a audiencia al presidente del Tribunal Supremo D. Felipe Clemente de Diego, al fiscal del mismo Tribunal, don Blas Pérez y al consejero nacional y miembro de la Junta Política de Falange Española Tradicionalista y de las Jons, D. Eduardo Aunós. ”EN ASUNTOS EXTERIORES. ”Burgos.- Hoy estuvieron en el Ministerio de Asuntos Exteriores, conferenciando con el subsecretario de dicho Departamento, general Espinosa de los Monteros, el duque del Infantado y el marqués de Magaz. ”EN EL MINISTERIO DEL INTERIOR. ”Burgos.- El Excmo. Sr. Ministro del Interior, señor Serrano Suñer, recibió hoy las visitas del conde de Ibarra, secretario provincial de Falange Española Tradicionalista y de las Jons de Sevilla, del jefe provincial Sr. Arjona y de otras personas. ”EL AUTO SACRAMENTAL ‘LAS BODAS DE ESPAÑA’. ”Burgos.- El Excmo. Sr. Ministro del Interior, señor Serrano Suñer y la hija del caudillo, Carmencita Franco, han asistido a la representación del Auto Sacramental ‘Las Bodas de España’, de autor desconocido del siglo XVIII, que el Teatro Nacional de la Falange ha representado hoy en el Teatro Principal de esta ciudad. ”D. EUGENIO D’Ors ”Doctor ‘Honoris Causa’ de la Facultad de Letras de Coimbra. ”Coimbra.- En la Sala de Campelos de la Universidad de Coimbra se ha verificado la solemne investidura de Doctor ‘Honoris Causa’ de la Facultad de Letras de don Eugenio D’Ors. El embajador de España, don Nicolás Franco, actuó de padrino en el solemne acto”. En el borde sin publicar de la página del periódico encontré una anotación hecha a mano: “Ruiseñor, enséñame a cantar la canción de amor que me hace llorar”. El Barrio de la Moureira “El Barrio de la Moureira se encontraba situado a orillas del Lérez, que es un río que se encuentra con la ría pontevedresa, y cuando la marea sube, y lo hace, sobre todo, en los meses del otoño, toma visos desproporcionados. En él vivían la gente relacionada con el mar, y aún conservaba las típicas casas rematadas en forma de mitra, que recibían en el siglo XV el nombre de casas de Outón, porque acababan en dos aguas. La Moureira era el barrio donde residía el gremio de Mareantes. Este arrabal marinero, dedicado a la pesca y salazón del pescado, estaba ubicado extramuros, se extendía desde la ponte del Burgo, incluso la desembocadura del río Gafos. Se dividía en tres partes: la llamada ‘A Moureira de Arriba’, situada en las cercanías de la ponte; la ‘Moureira de la Barca’, más próxima a Poyo, y la ‘Moureira de Abajo’, el actual barrio de San Roque. ”En él se erigió la Capilla de San Roque, que junto a San Sebastián se les consideraba abogados de la peste. Este templo fue erigido en las Corbaceiras, muy próximo al puerto, para proteger a la ciudad de los efectos mortales de los barcos infectados. Sería allá por 1283, fecha en la que los dominicos construirían el primer convento, junto a la ‘Fuente de los Frailes’. Los cronistas han destacado el carácter de la gente marinera, por su religiosidad sincera, por los antiguos testimonios de los mareantes del arrabal pontevedrés. La edificación de la Basílica de Santa María, costeada enteramente por ellos. Cerca de la baliza el Pau de San Miguel, estaba un santuario de San Francisco, ampliado en el XVIII, con muchas imágenes en los muros del atrio: Los Santos de Mollabao. El Gremio de Mareantes juntóse con la Cofradía del Cuerpo Santo (el del fraile Pedro González Telmo). A más de las grandes fiestas gremiales del Corpus, de San Miguel, de San Telmo y del Viático con privilegio, excepción de llevar el Santísimo. La Moureira era el viejo barrio pontevedrés que encerraba los recuerdos más entrañables de la historia de Pontevedra por la importancia que tuvo en los años pasados por sus cofradías, con sus gremios, con su flota pesquera, y el raigambre de sus tradiciones. La Moureira de Arriba y la Moureira de Abajo, para saber si se hablaba de los pescadores o de las pescantinas (quienes venden el pescado), o de la Moureira, en donde tenían su asiento oficial y controlado las casas y bares de las prostitutas. Un mismo nombre cuyo límite y línea divisoria estaba en las inmediaciones del Puente de la Barca. La Moureira de los pescadores tenía como punto central las Corbaceiras y las viejas rúas y casitas blancas, en las que se respiraba el olor salitroso de las ropas de aguas usadas por los marineros, y que se colgaban en improvisados tendales a las puertas de las casas, de la misma manera que se colgaban las redes y aparejos en el campo de San Roque, en la explanada del muelle y en las inmediaciones de la puerta de sombra de la Plaza de Toros. Popular en el barrio, la taberna de ‘O Canteiro’. Las Corbaceiras despiertan también al latido de hechos tristes, por el recuerdo de algunos ahogados que allí hubo, en los veranos. No podemos salir de las Corbaceiras sin mencionar la fábrica de Pazó, pionera de una actividad industrial que dio nombre a Pontevedra. El nombre de Pazó era popular, pues había un dicho que se repetía cuando no daban crédito a lo que nos decían: ‘Vaillo contar a Pazó que morréu dunha inundación de ferro fundido’ (‘Ve a contarlo a Pazó que murió de una inundación de hierro fundido’). O lejos de la fábrica de Pazó la capilla de San Roque, que atraía la atención por la fiesta del titular con la solemne procesión que salía de Santa María y se recogía en las mencionadas de la capilla. Era la procesión de los ofrecidos, de los niños y niñas y de los jovencitos que estrenaban traje y calzado para ir en la Procesión de San Roque. El barrio marinero se ponía de fiesta y el pan de maíz, que entonces era uso corriente en las casas marineras, dejaba el paso franco al pan de trigo, a las empanadas de carne, al cabrito asado y a los postres caseros que nunca faltaban. Esta alegría se aumentaba con el bullicio de las corridas de toros que encajaban en los días de la Peregrina y en las fiestas de San Roque. El barrio de la Moureira, ocupado por prostitutas, que no faltaban en los enclaves que en todas las ciudades conservan los lugares acotados por las casas, cafetines y bares en donde viven y desarrollan sus actividades de conquista y negocio las mujeres. Separándolas de la convivencia ciudadana, sin pensar en las taras y problemas humanos, que se encierran en la mayoría de estas mujeres, desgraciadamente marginadas y tristemente explotadas por quienes se abandonan de sus necesidades y abandono. Entonces la prostitución estaba autorizada y las mujeres que se dedicaban a esta vida tenían su correspondiente carnet y su ficha constaba en la Comisaría de Policía y en la Clínica de Sanidad, a la que acudían todas las semanas para ser sometidas a un determinado control médico. Nombres de mujeres más o menos populares por la categoría de los queridos a quienes tenían como amigos: La Dominga, con casas en Pontevedra y negocios del ramo en Vigo. La Colitre, que dio su nombre al querido, un conocido pontevedrés al que llamaban ‘El Colitre’. La Platillera, amiga de un timbista que hacía mesa en el bar Carrillo. La Pitisa, a la que ya mayor se encontraría en Pontevedra como recadera de algunas casas que le ayudaban a vivir. Los tiempos cambiaron y la prostitución fue suprimida. Con la supresión de las casas de mujeres libres, los bares del barrio cercano, quedando en el recuerdo el Bar Abanico, Las Tres Columnas, María do Dente, El Tropical”. Esta hoja suelta estaba arrancada de un libro, que he llegado a saber quién es el autor. Se trata de Hipólito de Sá Bravo: Estampas pontevedresas (recuerdos de mi niñez). I REGLAMENTO DE LA ASOCIACIÓN DE MAREANTES Y SOCORRO MUTUOS DE PONTEVEDRA Y PUERTOS AGREGADOS DE LOURIDO, CAMPELO Y COMBARRO. Pontevedra Tp. Antúnez Hermanos. 1918 De la Sociedad y los socios Artículo 1º Esta Sociedad que comprende a los marineros pescadores de Pontevedra, Lourido, Campelo y Combarro, se denomina “Asociación de Mareantes” y tiene por objeto el socorro mútuo de sus socios. Art. 2º Sólo podrán ser socios los individuos que se hallen inscriptos en el libro de matrícula de dichos puertos y sean además, naturales de los mismos. Las personas que se hallen ausentes y quieran disfrutar de los beneficios proporciona la Asociación, pueden inscribirlos sus familias, o de lo contrario al regresar al país, solicitar el ingreso, mediante el pago de dos anualidades o las que lleve de vida la Asociación. El ingreso en ella se efectuará a los diez seis años y mediante reconocimiento facultativo. Puesto en vigor este Reglamento, el plazo para el ingreso en la Asociación será el de seis meses. Art. 3º No podrán pertenecer a esta Asociación lo que no ejerzan el oficio de marinero, pero podrán ser inscriptos como socios, los individuos que ejerzan cuatro años por lo menos el oficio y además ser matriculado. Art. 4º Todo socio, después de inscripto en las listas de la Asociación, abonará una cuota de dos reales mensuales, previa la entrega del recibo firmado y rubricado por el Tesorero y Contador. Art. 5º El socio que deje de pagar la cuota durante tres meses, perderá el carácter de tal. Deberes y derechos Artículo 6º Los socios tienen la obligación de asistir a cuantos actos los convoque el Presidente y de aceptar los cargos para que fuesen elegidos, a no ser que a juicio de la Junta general hubiera motivos justificados para lo contrario. Art. 7º No tendrán derecho a los socorros con que han de ser atendidos los socios enfermos, hasta los diez y ocho meses constituida la Asociación siempre que se hallen al corriente en el pago de las mensualidades. Art. 8º La familia del socio fallecido recibirá un donativo de 25 pesetas. Art. 9º Los socios no tendrán derecho a ningún socorro, en los casos siguientes; 1.º Si se hallase en descubierto de alguna mensualidad o multa que le fuese impuesta. 2.º Si al pasar parte de enfermo, no viniese firmado en regla por el médico de la Asociación. 3.º Cuando la enfermedad que padezca fuese adquirida por vicios notoriamente abusivos, duelos o riñas... Se me ha venido a la memoria este verso de Lorca: “No voy a decir por hombre las palabras que ella me dijo...”. Ya se habrá adivinado que he descubierto de quién se trataba. Pero lo dejo en suspense. ¿De qué valdría revelarlo? Me fue dada al azar esta historia. No digas todo lo que sabes, no hagas todo lo que puedas, no creas todo lo que oyes, no gastes todo lo que tienes. ** José Ruiz Guirado http://www.letralia.com/firmas/ruizguiradojose.htm Escritor español (El Escorial, 1955). Miembro de la Asociación Colegial de Escritores (http://www.acescritores.com). Inicia estudios de periodismo y filología. En 1980 publica su primer libro, Ilusiones del almendro, con el que se inaugura la Casa de Oficios El Escorial. Creador de la revista literaria Acibal y del Premio de Poesía Manuel María. Entre sus obras destacan Intrahistoria de Marín (Caixa de Pontevedra, http://www.caixanova.es), Crónica de Robledondo (Ayuntamiento de Santa María de la Alameda, http://www.sierraoeste.org/santamaria.htm) y Hacia una biografía de Manuel Andújar; actas del Congreso del Exilio Español, sesenta años despois (Ediciós do Castro http://www.sargadelos.com/edicionsocastro/?lg=cas,). Textos suyos han sido publicados en revistas y periódicos. En 1996 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Julio Camba para Galicia, siendo presidente del jurado el escritor Gonzalo Torrente Ballester. Mantiene un blog en http://www.acibal.com. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === Juan Gelman =========================================================== === La poesía viene del fondo de los siglos y no va a morir =============== === Paura Rodríguez Leytón ================================================ (Nota del editor: en junio se celebró en Ecuador la quinta edición del Festival Poesía en Paralelo Cero, una actividad organizada por el poeta Xavier Oquendo Troncoso [http://www.letralia.com/firmas/oquendotroncosoxavier.htm]. Allí, la escritora boliviana Paura Rodríguez Leytón entrevistó al poeta argentino Juan Gelman, figura homenajeada del encuentro). ¿Qué preguntarle a alguien que acaba de decirlo todo? La presencia de Juan Gelman es grande. Está transparentado por la palabra. Leyó con su voz ronroneante y desde su poesía emergió victorioso como un viejo felino que atravesó las eras y se purificó en los inviernos. —Debe ser emocionante para usted que la poesía le retribuya con el cariño de la gente —le digo refiriéndome a los homenajes que recibió de las autoridades de cultura del Ecuador, de la Universidad Central y de los poetas. Además pienso en sus seguidores, que acudieron al teatro Prometeo a pedirle una firma y una foto; y en el muchacho, de quizá 18 años, que poco antes lo escuchaba con el alma en vilo. “Es así, hay grandes escritores que han dicho que escriben para que los quieran, yo escribo porque no tengo más remedio y si además de eso me quieren, todo cumplido”, responde Gelman. Esto ocurrió en Quito, en el Encuentro Poesía en Paralelo Cero 2013, entre el 9 y 15 de junio, que reunió a poetas de distintos países y al que fui invitada en representación de Bolivia. En esta versión se rindió tributo la obra poética del argentino Juan Gelman y del ecuatoriano Euler Granda. La conversación con Gelman continúa: —¿A esta altura de su trayectoria como, ¿cómo se ve y cómo ve su obra? —Yo no tengo capacidad para definir, sé que no puedo dejar de escribir, es una necesidad, pero no tengo la capacidad crítica como para analizar lo que hago, escribir me produce insatisfacción. —¿Por qué? —Porque me parece que no le agarré la cola a la poesía. No es alguien que habla por hablar, sus respuestas son como los designios de un oráculo. —¿Qué es para usted la poesía? —Es una gran señora que entra a mi casa cuando quiere, se va cuando quiere y cuando entra, le tengo que hacer caso. Todavía hay personas que lo esperan, viejos amigos que fueron a verlo. —¿La poesía le ha dado respuestas y comprensión? —Creo que la poesía es palabra calcinada, por eso puede hablar de todo y creo que el único tema de la poesía es la poesía. —¿Qué razón tendrá la poesía? —Alguna razón debe tener la poesía, porque viene del fondo de los siglos y solo se va a terminar cuando se acabe el mundo. Ese es un gran consuelo, porque significa que la poesía no va a morir jamás, porque es un hecho humano. La entrevista termina, afuera la noche quiteña es fría y el acuerdo es volver a encontrarnos en un restaurante de la Plaza Foch. Los poetas de Paralelo Cero cruzamos el parque El Ejido donde hay esculturas de clásicos escritores rusos, pasamos por la puerta del hotel Hilton Colón, doblamos el cuello hacia arriba para imaginar en qué piso se hospedan Gelman y su compañera Mara La Madrid. Ya en la Foch, donde la fiesta es eterna, Mara está de acuerdo en buscar un poco de silencio. Rápidamente se instaura una complicidad, estoy entre Mara y la poeta española Raquel Lanseros, hablamos sin parar. Gelman, que conversa con los otros amigos de la mesa, está atento a lo que decimos y de rato en rato interviene. Desde hace más de 30 años viven en México DF, en la colonia La Condesa. Mara es sicoanalista y cuando se conocieron tenía su consultorio, allí mismo comenzaron a vivir juntos y luego se compraron la parte de arriba con un premio que ganó Juan. “Las mujeres son capaces de pasar tan fácilmente de las recetas de cocina a las adquisiciones inmobiliarias”, observa Gelman. Y seguimos. Les gusta vivir en La Condesa, porque todavía tiene un aire de barrio, hay un zapatero, pero las tiendas desaparecieron suplidas por los minimercados Oxxo que poblaron la cuidad. Juan escucha atento. En México, ella sigue atendiendo en su consultorio y Juan escribe en su estudio; cuando salen a la calle, hay jóvenes que los reconocen y les piden sacarse una foto con el celular. En su casa hay libros por todas partes. Juan relee a Shakespeare y Don Quijote de La Mancha. —¿Y cómo se conocieron? Raquel se emociona como una niña, su mirada brilla, le gustan las historias de amor. Mara cuenta que fue en un café de Buenos Aires, ella vivía en México y llegó por fin de año. Recuerda que estaba con los amigos en el café, lo vio entrar y le gustó. Cuando los demás se percataron de su llegada, lo aplaudieron. Lo veían de hace mucho tiempo, había vuelto a su país. “Entré por casualidad, por una necesidad fisiológica”, aclara Gelman, con picardía. Cuando todos habían dejado el café, ellos seguían juntos, como hasta ahora. La charla entra en pausa, Juan y Mara salen a fumar a la puerta. Gelman tiene una vejez elegante, su melena blanca le da un aire leve, ella camina hacia el centro de la Foch, él la mira a través del humo. Al día siguiente tres grupos de poetas parten hacia Otavalo, Ambato y Portoviejo. Los poetas grandes: Euler Granda, Omar Lara y Miguel Méndez Camacho, Eduardo Langagne y Alejandro Querejeta se integran generosos y amigos. Otro maestro, Raúl Arias, que en los 60 formó parte del movimiento vanguardista Los Tántzicos, sintonizó con sus “bicipoemas”. Comenzaron a tejerse las uniones entrañables. María Ángeles Pérez López, Natasha Salguero, Alfonso Espinosa, Javier Payares, Carlos Aldazábal, Fernando Valverde, Mario Bohorques, María Tabares, Claudio Pozzani, Felipe García Quinteros, Corina Dávalos, Patricia Noriega, Liyanis Gonzáles, Vicente Robalino, Hugo Francisco Rivella y Marco Fonz son nombres que me quedaron marcados, por la calidad de su escritura y por su calor humano. Y mirar el rostro de algunos “cachorros” de la poesía ecuatoriana: Pablo Flores, Abel Ochoa y Sharvelt Kattán, dio frescura. Este encuentro no habría sido posible sin el empeño de Xavier Oquendo, Julia Erazo, un equipo de gente formidable y con la ayuda estatal, que muestra a un país que quiere que la poesía se extienda por su geografía. Furia de pájaros y otras publicaciones Como parte del homenaje a Juan Gelman, el sello El Ángel Editor publicó la antología Furia de pájaros con poemas seleccionados por Xavier Oquendo Troncoso. El libro, delicadamente diseñado por Javier Valencia, lleva un epílogo del mexicano José Ángel Leyva, que en 2008 preparó con editorial La Cabra la edición de Los otros, libro en el que se descubre a los heterónimos de Gelman y su parentesco literario con Fernando Pessoa. El libro publica un testimonio de amistad del fallecido ecuatoriano Jorge Enrique Adoum, que definió a Gelman como “el poeta vivo más grande de la lengua castellana”. Para coronar la publicación, la contratapa tiene un bello texto del mexicano Marco Antonio Campos. En el prólogo, Oquendo da cuenta de una ardua lectura de toda la obra de Gelman para lograr una selección adecuada y también habla sobre el dolor del poeta, provocado por la muerte y desaparición de sus familiares durante la dictadura militar argentina que lo mandó al exilio por 13 años. “Es un Gelman que purifica el dolor en la poesía”, escribe Oquendo. El Ángel Editor también publicó Atajos de otra piel, de Euler Granda, otra selección de poemas reunidos por Julia Erazo. El mismo sello, y en el marco del encuentro, presentó en el auditorio de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Ecuador el título La mañana se llenará de jardineros, del poeta boliviano Gabriel Chávez Casazola y la edición ecuatoriana de Poesía ante la incertidumbre. ** Paura Rodríguez Leytón http://www.letralia.com/firmas/rodriguezleytonpaura.htm Escritora y comunicadora social boliviana (La Paz, 1973). Ha publicado los poemarios Del árbol y la arcilla azul azul (1989) y Ritos de viaje (2003, Premio Municipal de Poesía de la Alcaldía de Sucre en 1999), y mantiene inédito el poemario Espacio diurno. Actualmente es docente de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, de las materias de redacción y estilo y gramática y lenguaje. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === La estética del hambre en Mo Yan, Premio Nobel de Literatura 2012 ===== === Jorge Ladino Gaitán Bayona ============================================ Preámbulo En el discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura 2012, Mo Yan resaltó: “La literatura puede nacer de la realidad e incluso superarla, puede preocuparse de la política pero debe estar por encima de ella” (p. 9). Esta consideración es pertinente a la hora de pensar que la narrativa del galardonado escritor ha sorteado los ataques de defensores y disidentes de la República Popular China. Tal como refiere en el prefacio de Shifui, harías cualquier cosa por divertirte, su primer relato no fue publicado por no ser “suficientemente revolucionario” (2012, p. 18) durante la Revolución Cultural de Mao, en la cual “los temas prohibidos iban desde las historias de amor a los errores del Partido” (p. 18). Tampoco los opositores del gobierno se sienten cómodos con Mo Yan y así lo han expresado artistas e intelectuales como Ai Weiwei y Liao Yiwu. A pesar de haber hecho parte del ejército comunista, en su narrativa lanza duros cuestionamientos a las censuras y crímenes cometidos por la izquierda contra opositores a los que llamaban “derechistas” a fines de la década del cincuenta, situación recreada en la novela Rana o en el cuento “La cura” (perteneciente a Shifui, harías cualquier cosa por divertirte). Además, sus personajes no se reducen a la ejemplificación del bien o del mal; existe en Mo Yan una comprensión de las ambigüedades del ser humano, pues, como dice en Cambios, “los grandes canallas tienen algo de héroes y los grandes héroes tienen algo de canallas” (2012, p. 17). La polémica impulsada por extremistas de un lado o del otro que consideran que la belleza tiene que verse eclipsada por el fervor de una causa política ha desconocido la calidad de una obra donde un alto poder de rememoración logra explorar, con una poética sencillez, las fibras interiores de personajes cuyas historias personales tienen que ver con la historia de China. Mo Yan contextualiza buena parte de sus narraciones en Gaomi (donde nació) y explora los periplos de campesinos y seres de oficios sencillos que buscan formas certeras de derrotar el hambre, bien sea desde el plano de las armas o desde las letras, como se descubre en la novela Rana. Justamente el hambre es un tema fundamental tanto en las creaciones estéticas como en las reflexiones de Mo Yan. Antes del acercamiento a una estética del hambre en Mo Yan, se ofrece al lector una breve mirada a la biografía y bibliografía del autor. “No hables”, el autor Mo Yan (que en mandarín traduce “No hables”) corresponde a un seudónimo del escritor chino Guan Moye, quien nació en Gaomi, en la provincia de Shandong en 1955. Su familia, de precarios recursos, se dedicaba a las labores del campo. Tal como refiere en Cambios (una suerte de libro de memorias), se incorporó al Ejército Popular de Liberación en 1976. A nivel de formación estética fue vital su ingreso en 1984 al Departamento de Literatura del Instituto de Arte del Ejército Popular de Liberación, y el inicio en 1988 de los cursos de posgrado en la Universidad de Pekín y el Instituto de Estudios Literarios Lu Xun. Su primera novela fue Lluvia en una noche de primavera (1981) y de todas las demás publicadas se encuentran en castellano: El rábano transparente (1986), Sorgo rojo (1987), Las baladas del ajo (1988), La república del vino (1992), Grandes pechos, amplias caderas (1996), La vida y la muerte me están desgastando (2006) y Rana (2009). Una selección de sus cuentos circuló con el título Shifui, harías cualquier cosa por divertirte (1999). Justamente el cuento que da título al libro antes mencionado fue llevado al cine en 2000 con el nombre Días felices, bajo la dirección del reconocido cineasta chino Zhang Yimou, quien en 1987 filmó la novela Sorgo rojo (la película homónima ganó el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín). Mo Yan es el segundo autor chino merecedor de Premio Nobel de Literatura; previamente lo había obtenido en 2000 Gao Xingjian, dramaturgo y novelista exiliado en Paris desde 1987. El hambre como musa: miradas diversas Artistas de diferentes épocas han expresado que las guerras y las hambrunas han inspirado grandes creaciones estéticas. Ante los asedios de la muerte y la angustia por la ausencia de alimentos quedan los caminos de la catarsis y de la sublimación. Las precariedades del cuerpo se compensan con los frutos del arte. Este último puede servir tanto para la evasión como también para confrontar las miserias de un pueblo. Cervantes dice que “el año que es abundante en poesía, suele serlo de hambre” (2008, p. 147). Hippolyte Adolphe Taine declaró que “el hambre suele producir poemas inmortales. La abundancia únicamente indigestiones y torpezas” (1954, p. 67). Novelas inmortales estructuran sus argumentos a partir de un asunto de hambre que termina comprometiendo presente y futuro: Jean Valjean robando un pan para alimentar a su familia en Los miserables, de Víctor Hugo. El hambre como inspiradora de belleza ha sido también objeto de reflexión por parte de Mo Yan; no en vano el prefacio de Shifui, harías cualquier cosa por divertirte se titula “Hambre y soledad: mis musas”. Allí recuerda uno de los días de primavera en 1961 cuando, en compañía de varios niños de colegio, no quedó más remedio que devorar trocitos de carbón. Años después, cuando conoció en el campo a un estudiante al que expulsaron de la universidad bajo sospecha de “derechista”, le escuchó que una alternativa para comer dignamente era ser escritor: El estudiante derechista dijo que conocía a alguien que había escrito un libro cuyos derechos de autor habían generado miles, e incluso decenas de miles de yuanes. El tipo comía cada día jiaozi, esas deliciosas bolas de masa cocida, rellenas con carne de cerdo, en el desayuno, la comida y la cena, con el aceite chorreando con cada mordisco. Cuando le dijimos que no nos creíamos que nadie fuera tan rico como para comer jiaozi tres veces al día, el ex estudiante nos contestó con desdén: —¡Es escritor, por el amor de Dios! ¿No lo entendéis? ¡Escritor! Eso era todo lo que necesitaba saber: conviértete en escritor y podrás comer jiaozi tres veces al día. Es lo mejor que puede haber en la vida. Porque, ni los dioses podrían hacerlo mejor. Fue entonces cuando decidí que algún día me convertiría en escritor (2012, p. 16). Mo Yan resalta que mientras muchos comenzaron a escribir relatos porque querían ser “arquitectos del alma” (p. 17), su motivación “era mucho más primitiva: ardía en deseos de comer bien” (p. 17). Otra cosa fue que con el tiempo fue madurando la idea de que más allá del talento para contar historias que redundaran en el bolsillo y el bienestar del propio autor, la literatura también podía explorar las necesidades ajenas. Tenía claro que se acentúa el “sufrimiento del alma” cuando existe la “agonía física que conlleva el hambre”. Un estómago vacío despierta con mayor fuerza tristezas y agudos cuestionamientos a la existencia. Vale recordar el soneto “Diálogo entre Babieca y Rocinante” en Don Quijote de La Mancha; allí el caballo del Mío Cid dice: “metafísico estáis” (2008, p. 25), a lo cual responde Rocinante: “Es que no como” (p. 25). Esta alusión al Quijote en relación al pensamiento de Mo Yan no resulta gratuita, puesto que la obra de Cervantes es aludida en las narraciones del Premio Nobel de Literatura 2012. Relevante es, en este sentido, el personaje trágico de Chen Bi en la novela Rana, quien en el Restaurante Don Quijote mendiga a los clientes hablando y vistiendo como el Hidalgo de La Mancha. Esa necesidad de auscultar el alma cuando está comprometida la supervivencia fue la que llevó a Mo Yan a consolidar relatos nutriéndose de las propias vivencias e historias aprendidas cuando vivió en el campo. Al respecto, señala en el prefacio de Shifui, harías cualquier cosa por divertirte: “Aparentemente puede parecer que cada novela no tiene absolutamente nada que ver con las otras, pero en esencia todas ellas se asemejan bastante: expresan el anhelo de una vida digna de un niño solitario con miedo a pasar hambre” (2012, p. 19). Hambre, memoria y escritura Los tres elementos mencionados anteriormente son ejes de la novela Rana. En ella hay un curioso juego metaficcional donde se entremezclan novela, género epistolar y teatro. El narrador-personaje Wan Zu, cuyo nombre artístico es Renacuajo, escribe 5 cartas (ubicadas al inicio de cada parte de la novela) dirigidas al autor japonés Sugitani Gijin. En dichas cartas le cuenta de su labor como dramaturgo y de su interés de redactar una obra de teatro donde su protagonista es una tía ginecóloga. Con las primeras cuatro cartas viene, junto a las reflexiones sobre su quehacer literario, la historia de la tía que piensa llevar a las tablas (generando entre la primera y la cuarta parte una novela). Tras la quinta carta viene ya no la narración sobre la tía, sino la obra de teatro titulada Rana, donde ella es también protagonista. En las cartas de Rana se rememoran los años de infancia y adultez del anciano narrador, como también de sus familiares. Su protagonista es la tía Wan Xin (nacida el 13 de junio de 1937). La tía, como ginecóloga, había traído al mundo a más de 8.000 niños y practicado 2.800 abortos. Como funcionaria del Partido Comunista atendía en su población las radicales medidas de natalidad proclamadas por el gobierno en torno al hijo único. La férrea disciplina de la tía y sus peligrosas persecuciones a parejas que querían ocultar un segundo embarazo ocupan buena parte de la novela. En su vejez, la anciana tía se casa con un maestro orfebre para ayudarle a crear 2.800 muñecos de barro (perfectos, casi humanos, como si dentro del barro existiera alma) y así tratar de apaciguar las culpas por cada niño que hicieran abortar sus manos. En Rana, lo histórico se cruza con lo fantástico para posibilitar páginas conmovedoras donde sale a relucir la idea de que la belleza aplaca los horrores de la muerte. Además, la novela recrea con nitidez la dura vida de los campesinos en Gaomi y las tensiones entre las políticas de Estado, la medicina y los imaginarios populares. Esto le da un matiz especial a la obra en tanto se narran “las creencias, las supersticiones, las referencias históricas con un cierto tono de picaresca y de leyenda” (Argüello, 2013). La sabiduría popular y los cuentos de los abuelos dan dinamismo a la novela. Ese aprender a escribir captando los mecanismos con que cuentan sus historias los viejos de las provincias es a lo que alude Mo Yan cuando en su discurso del Nobel menciona la influencia de Gabriel García Márquez. También releva que el alimento para sus ficciones son “cuentos sobre fantasmas y duendes, muchas leyendas históricas, anécdotas interesantes que estaban estrechamente vinculadas con la naturaleza local y la historia familiar” (2012, p. 5); fue un largo período donde aprendió a “leer con las orejas” (p. 5). Ese “leer con las orejas” para luego crear ficciones propias entraña un acto de antropofagia literaria: una obra que se alimenta de otras voces, incorporando a un texto las virtudes de otros para crear un todo armónico. La antropofagia de Mo Yan le permitió hacer ficciones a partir de anécdotas, imaginarios populares e historias de su natal Gaomi. Por eso, sus años de infante hambriento viviendo o escuchando historias donde se referían formas anómalas de alimentarse derivarían con el tiempo en relatos con elementos fabulosos: los niños que comen carbón hacen parte de Rana y Cambios; aquellos que masticaron fragmentos de metal figuran en el cuento “Niños de hierro”, incluido en Shifui, harías cualquier cosa por divertirte; incluso los perros hambrientos que devoran los cuerpos recién fusilados de los opositores durante las “purgas políticas” en la década del cincuenta salen en el cuento titulado “La cura”. Esa antropofagia con la cultura oral y con su pasado es resaltada por Mo Yan en el discurso del Nobel: “Lo que hice fue muy sencillo: contar mis cuentos a mi manera. Mi manera es la misma de los cuentacuentos de mercado de mi pueblo, a quienes conocía muy bien; es también la manera de mis abuelos y los ancianos de mi pueblo natal” (2012, p. 6). Mo Yan logró estructurar un universo narrativo a partir del hambre y la memoria; ambas hacen parte del arsenal de sus argumentos pero también de su propia poética. Sin descuidar la verosimilitud, el recurso fantástico y las técnicas narrativas aprendidas de sus lecturas del canon universal, supo alimentarse de los tonos y ritmos de los contadores de historia populares, al igual que de sus más íntimos recuerdos. Éstos, al ser refigurados en la ficción, han permitido que en sus relatos se fundan su memoria individual con la historia de China. Referencias • ARGÜELLO, R. (1 de enero de 2013). “Mo Yan, un premio Nobel para ser leído”. El Tiempo. Recuperado de: http://bit.ly/17KvXRr. • CERVANTES, M. (2008). Don Quijote de La Mancha. Lima: Punto de Lectura, Santillana. • MO YAN (2012). Cambios. Barcelona: Editorial Seix Barral. — (7 de diciembre de 2012). “Mo Yan: cuentacuentos”. Fundación Nobel. Recuperado de: http://bit.ly/18I6dVi. — (2012). Rana. Madrid: Editorial Kailas. — (2012). Shifui, harías cualquier cosa por divertirte. Madrid: Editorial Kailas. • TAINE, H. (1954). Del ideal en el arte. Buenos Aires: Editorial Tor. ** Jorge Ladino Gaitán Bayona http://www.letralia.com/firmas/gaitanbayonajorgeladino.htm Poeta colombiano. Es profesor de literatura de la Universidad del Tolima (http://www.ut.edu.co), en Colombia. Doctor en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile (http://www.uc.cl). Autor de los libros de poemas Manicomio Rock (2009), Buzón de naufragios (2012) y Baladas para el ausente (2013). Coautor de La novela del Tolima 1905-2005, bibliografía y reseñas (2008); Cien años de novela en el Tolima 1905-2005 (2011), y Cuentos del Tolima, antología crítica (2011). === La rebelión interior del personaje Pío Miranda ======================== === en la obra El día que me quieras, de José Ignacio Cabrujas ============ === Magaly Guerrero ======================================================= Señas particulares Yo soy una persona de afectos. A mi vida la mueven los afectos. Yo no soy un intelectual. Durante un tiempo de mi vida pensé que lo era. Y resulta que no. A mí lo único que me mueve en la vida es el sentimiento, el afecto, las pasiones, las rabias. Yo soy llorón, muy llorón. Lloro hasta viendo televisión. La última vez que lloré fue viendo El chico de Chaplin, por enésima vez. Y siempre me hace llorar. Moqueo y todo. (“Soy peludo, llorón y torpe”. En: José Ignacio Cabrujas habla y escribe, tomo II, p. 73) (1). Así concluyó la entrevista efectuada a José Ignacio Cabrujas el 27 de mayo de 1987, con las palabras del autor hablando de sí mismo, realizada por la periodista Elizabeth Fuentes del diario El Nacional, con el título: “Soy peludo, llorón y torpe”, un artículo que esboza desde la perspectiva cabrujeana su autobiografía, tomando diferentes instancias de su vida a partir de la niñez, que lo condujeron hacia el teatro, las telenovelas, los artículos políticos y sus afectos; todo ello con el humor que le era característico, del cual el epígrafe precedente es una muestra. José Ignacio Cabrujas habría cumplido setenta y seis años de vida el 17 de julio. Nació en el año 1937. Desde su fallecimiento el 21 de octubre de 1995 la prensa venezolana ha mantenido vigente su recuerdo a través de reportajes sobre el dramaturgo y entrevistas a muchas personas que le conocieron; diferentes grupos teatrales de Caracas y del interior del país, entre ellos los grupos de la Universidad de Oriente (UDO), han puesto en escena algunas de sus obras. También en distintos espacios culturales del país se han dado homenajes y talleres sobre el autor. Queremos recordar este aniversario de Cabrujas refiriéndonos a su obra El día que me quieras, del año 1979. Es tal vez la obra más recordada, aplaudida, representada dentro y fuera de Venezuela y más vinculada a la propia vida, según las anécdotas que se cuentan, publican y también circulan en la Web. En los últimos años se ha recordado particularmente la admiración que su madre Matilde Lofiego tuvo hacia la figura del ídolo del tango, Carlos Gardel, quien estuvo en Caracas en junio de 1935. La imposibilidad de asistir al evento por la prohibición que le impusiera su celoso marido (2) se convirtió en una anécdota esencial en la obra El día que me quieras, al vincular al cantante argentino con las damas de la familia Ancízar, en un fortuito encuentro que marcaría por siempre la vida de estas damas, al visitarlas en su caraqueña casa de La Pastora. 1. Las obras de José Ignacio Cabrujas son muy ricas en posibilidades argumentales y expresivas, recursos escénicos y simbólicos. Nos referiremos solamente a un aspecto de El día que me quieras, lo que hemos denominado “la rebelión interior del personaje Pío Miranda”, no como un acto subversivo político, sino como un estallido sentimental y de expurgación existencial, de autorreconocimiento de sí mismo y de su propia verdad. El marco temporal de El día que me quieras remite a 1935, en el último año de la dictadura de Juan Vicente Gómez. La obra incorpora anecdóticamente la visita del ídolo popular Carlos Gardel a Venezuela. Está conformada por siete personajes: tres mujeres, las hermanas Ancízar: Elvira, María Luisa y Matilde, y cuatro hombres: el hermano Plácido Ancízar, el novio de María Luisa, Pío Miranda, el cantante Carlos Gardel y su representante Le Pera. La lista de personajes aumenta al incluir los personajes referenciales, que forman parte de la extraescena y de la fantasía de los personajes. Tanto el título general de la obra como los títulos de los actos se relacionan con los tangos interpretados por Carlos Gardel: “Rubias de Nueva York”, para el primer acto o tiempo, y “Tut-Ankh-Amon”, para el segundo acto o tiempo. El autor enfatiza el transcurrir de las horas, ya del mediodía o de la medianoche, y se refiere a los actos como “tiempos” tal como ocurre en las obras musicales. Este tipo de división refuerza la idea de que una obra de teatro presenta su ritmo y tempo escénicos, en el sentido musical de los términos, ya sea por influencia de la ópera, como en el caso de Cabrujas, pero en realidad sí hay un crescendo desde el inicio hasta el final de las obras teatrales, marcado por la progresión del diálogo dramático. Kurt Spang (3) nos aclara que tempo es un concepto que, aunque proceda de la música, puede aplicarse al desenvolvimiento de las escenas porque marca las “variaciones de velocidad” de las mismas: si se acelera la trama a la manera de un movimiento musical como un allegro, un vivace, o también, si se retarda el desenvolvimiento de la trama a manera de un ritardando. De igual manera, las pausas y los silencios, nociones también de procedencia musical, cumplen un papel dentro de la escena y le imprimen a la obra un ritmo particular (4). Cabrujas reveló en una entrevista (5) su atracción por la ópera: (...) Cuando escribo una obra de teatro, lo que tengo dentro de mí es meramente un sonido, no más que eso, no tengo un concepto muy claro, no sé lo que voy a decir, tampoco me importa mucho, lo que me importa es el sonido de lo que voy a decir, yo creo que ese sonido es único, que no hay dos sonidos para la misma obra, o para la misma escena, o para el mismo personaje. Un personaje es un sonido y no más que un sonido, no puede tener dos sonidos, hay que encontrarle entonces su tesitura, la manera como suena, y cuando creo encontrarlo, todo se hace fácil, porque entonces el texto, en vez de ser palabras, se vuelve una curva, como varias ondas, como “suave”, “fuerte”, “piano”, “pianissimo”, “forte”, “fortíssimo”, y la propia organización de ese material dramático, es para mí un canon musical... a una escena lenta, sigue una escena rápida, como si estuviera componiendo aquello, y eso me apasiona (...). Ello justifica, posiblemente, la nominación de los actos y escenas de algunas de sus obras como movimientos musicales. Y produce en las obras un efecto rítmico de aceleración o de retardamiento, según la naturaleza temática del acto o escena, en el “ritmo” y “tempo” escénico. Cabrujas intuye esta manera de ser de la obra teatral, en donde el concepto de “ritmo interior” y tempo se corresponden con una idea de musicalidad en el diálogo teatral, que procede de la estructura de la obra y se relaciona con la línea del tiempo. La imagen de la curva melódica se superpone en la línea temática a medida que avancen las anécdotas. En el caso específico de El día que me quieras el paso del tiempo acompaña las expectativas de la familia Ancízar ante la llegada de Carlos Gardel. 2. La primera parte de la obra transcurre en la vivienda de las hermanas Ancízar, en horas del mediodía. Se relaciona con los antecedentes de la llegada del cantante argentino a la ciudad de Caracas, por lo que la familia Ancízar está expectante ante tal acontecimiento. Esto les lleva a conversar sobre sus planes y proyectos futuros, el país, la revolución rusa, el posible viaje de Pío y María Luisa a los koljosz de Ucrania, motivados por su posible nueva vida de casados; pero también se comenta la llegada de Gardel a Caracas, el recibimiento del pueblo, la llegada de Gardel al hotel Majestic, la “perfección” del cantante, sus aires de gran mundo, la pulcritud, perfección de sus dientes, finura de sus modales, buena educación, superioridad, su permanente aroma. Al inicio de la obra, Elvira Ancízar, la hermana mayor, introduce las referencias sobre Carlos Gardel (6): ELVIRA: ¿Vieron las banderas? (Silencio) Dios mío, uno podría morirse viendo las banderas. Él no. Él va a pasar de largo del puerto al Ferrocarril, del Ferrocarril al Capitolio, del Capitolio al Panteón y del Panteón al escenario. No hay una flor en toda la ciudad. Te enfermas y buscas una flor y preguntas dónde hay una flor antes de caer muerta, y te dicen que no hay. Esta noche el Principal huele a magnolia. Y él viene de negro. ¿Se enteraron? ¿No es increíble que salte por encima de este asunto panameño y que en lugar de blanco nos entregue un invierno? Chaleco marfil, por supuesto. Como sabe. Como es. Ni una gota de sudor en todo el cuerpo. Ni siquiera cuando acarició las palomas en la plaza de las palomas. Aquella frente limpia y todo el mundo comentando: no suda, no suda... En la segunda parte de la obra, en la medianoche, Carlos Gardel llega a la vivienda de la familia Ancízar y comparte con ella una velada, en la que el personaje Pío Miranda revelará sus frustraciones y angustias ante la familia de su novia y el cantante argentino. El personaje Carlos Gardel y su acompañante Le Pera traen al espectáculo teatral el recuerdo y la nostalgia por el ídolo popular. Es la figura que canaliza los sueños y fantasías de los otros personajes de la obra para quienes Gardel forma parte de la gran historia. La vivencia angustiada de Elvira y Pío Miranda también se relaciona con Venezuela. Así como sufren internamente, en lo personal, también sufren al país: sus contradicciones, su política, su apartamiento del mundo. La presencia de Gardel es la señal, el llamado de atención sobre la llegada a Venezuela del avance, de lo nuevo, del mundo. Las palabras de Elvira son ilustradoras, cuando Gardel está en la vivienda de las damas Ancízar y brindan por la alegría del encuentro (7): ELVIRA: (Con repentina alegría) ¡Dios mío de mi vida..! ¡Esta noche! (Enlaza su brazo con el de Gardel) Colgada aquí... del brazo de la historia... Dios mío... mi memoria... ¿Cómo hago para recordarlo todo dentro de mí? A ver... entraste por esa puerta... y yo estaba en la cocina... Salí... Matilde te entregó la espiga que simboliza la fertilidad de nuestro suelo... Y tú besaste la espiga y la devolviste a la tierra donde estará hasta el día de mi muerte... porque ese día, con tu permiso, quiero llevármela en el cajón del horizonte... para oler a poquito de esperanza... a olor tuyo... (Huele a Gardel)... (...) MATILDE: ¿Y a qué huele? ELVIRA: (Inspirada) A universo... a Rey Mago... “A universo... a Rey Mago”, “colgada del brazo de la historia”, son frases que resumen ese afán por encontrarse con el Mundo y moverse a su ritmo. La conciencia de los personajes les hace ver su marginalidad ante la historia y la cultura, la soledad espacial y temporal, la marginalización de la propia vida. La llegada de Carlos Gardel a Caracas, el entusiasmo de la gente y de la familia Ancízar y, posteriormente, la irrupción de Gardel en su vivienda y sus vidas, tanto, que las marcará en un antes y un después, afectarán al personaje Pío Miranda, con lo cual se desencadena la expresión de sus frustraciones en público. Es el momento en que el malestar existencial de Pío irrumpe en esa noche de ensoñación y propicia el reconocimiento de sus propias mentiras y limitaciones. Impulsivamente, decide terminar con la farsa y engaño de su vida y revelar ante los Ancízar y Gardel lo que nunca hará: no se casará con María Luisa, no se irán de viaje, no cultivarán remolachas en ningún koljosz ucraniano... Como acto escénico, negar en público, despojarse de la máscara social y asumir la propia verdad recibe el nombre de denegación o acto denegativo, y según Patrice Pavis (8) es un recurso escénico que actúa como elemento distanciador en el teatro y puede propiciar en el espectador el proceso de identificación, al mostrarle “algo” de su propia realidad; o crear, también, un efecto de distanciamiento si el espectador se percata del juego de lo ilusorio en donde convergen realidad y fantasía. Desde el punto de vista del discurso, la denegación es un parlamento que incorpora marcas lingüísticas relacionadas con la negación: no, nada, nadie, tampoco, de ninguna manera, nunca, jamás, prohibido... Desde el punto de vista psicológico, la denegación forma parte de un proceso interior del individuo y se verbaliza sobre todo en los momentos de crisis. Es una pulsión que procede de las emociones, que busca liberar lo que está reprimido, como dice Sigmund Freud (9), sobre todo cuando la persona logra reconocer su realidad a través de un proceso de revisión interna que le lleva a distinguir entre la realidad y la fantasía. También señala el autor que entra en pugna Eros, como principio de placer y de vida, con su contrario Tánatos, como el principio de autodestrucción y de muerte. En este sentido, Freud considera que la afirmación del yo pertenece al Eros, al instinto de satisfacción, mientras que la negación pertenece “al instinto de destrucción” porque implica una exclusión del sí mismo. Sin embargo, el autor también considera la negación como un símbolo liberador (10). Con Pío Miranda se manifiesta la denegación, a través de la cual expresa de manera alterada y dramática su fracaso personal, la noche que Carlos Gardel visita a la familia Ancízar. A lo largo de la obra salen a relucir los fracasos y frustraciones personales. La denegación del personaje Pío Miranda es tal vez, el acto denegativo más intenso en la dramaturgia de Cabrujas. Como elemento técnico es el punto culminante en la obra El día que me quieras. Como hecho existencial de un personaje es el desbordamiento de la angustia interior. Desde el inicio de la obra vemos crecer la angustia de Pío ante las increpaciones de su cuñada Elvira. A ella le revelará sus mentiras y ambos se entenderán en un momento íntimo, sincero, cuando Elvira pronuncia las frases: “Vivimos tan mal, Pío Miranda, con los helechos y los canarios, y el Ecce Homo detrás de la puerta... vivimos tan mal...” (11). Ecce Homo, frase que se utiliza en la liturgia católica de la Semana Santa, rememora el momento en que Jesús es detenido y entregado a Poncio Pilatos, ya con el manto púrpura y la corona de espinas. Imagen del dolor y del sufrimiento humano, vistos según el cristianismo como una manera estoica de vivir, necesarios para alcanzar el cielo. ¿Decadencia y debilidad como sugiere Nietzsche en los ensayos de Ecce Homo? Simplemente, personajes comunes y corrientes, tal vez antihéroes, semejantes a cualquier persona de la vida real. No obstante, parte del drama está allí: la vida cotidiana es engañosa en su simplicidad. Detrás de ella se sostiene un sistema de valores totalmente alienante: religiosos, sociales, culturales, políticos, económicos. Los personajes de Cabrujas están inmersos en esos valores que identifican al venezolano. Sus problemas existenciales, sus dudas y vacilaciones, sus tristezas y frustraciones se corresponden con el sentir de los venezolanos contemporáneos a Cabrujas (12). Son tan parecidos a la realidad que nos reímos de ellos y, a través de ellos, de nosotros. Pero la rebeldía interior se revela a través de ese malestar y tristeza, del dolor existencial y, en el caso de Pío Miranda, a través de un acto denegativo, de estallido pasional en el mejor sentido del romanticismo. Pío Miranda es un personaje triste, agobiado existencialmente. Trata de inventarse un mundo en donde los sueños sean posibles y así poder sobrellevar la vida. La llegada de Carlos Gardel a la vivienda de las Ancízar precipita su angustia, ya que su brillo y esplendor deja al descubierto las mentiras y fracasos de Pío. La figura de Gardel actúa como antagonista con respecto a Pío Miranda, marca un contraste, sobre todo por el entusiasmo de las Ancízar y la solicitud de ayuda de la novia María Luisa a Gardel para el viaje a Ucrania que emprenderían esa noche, y las ironías de Elvira al insinuar la mentira del viaje. Es cuando Pío exclama (13): PÍO: Está bien, señores... se acabó... vayan a vislumbrar a sus madres... ¡se acabó! Tengo diez años aquí... con el almuerzo al mediodía... Todo esto empieza... porque... digamos... veo un perro, así, con los huesos marcados... un costillar de perro... y me digo: coño... el perro con los huesos... como si la respuesta fuera mía... Excúsenme... no es verdad... no es mía... No es mi culpa... no me cabe el país... No tengo por qué responder... (Desesperado) Soy un príncipe... un boyardo sangrante... Excúsenme... no sé... maldito sea... no fui yo... me lavo las manos... (A María Luisa) No hay nada en Ucrania. No sé dónde queda Ucrania. No hay Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. No Hay Kamenev ni Zinoviev... no sé pronunciarlos. No hay Trotsky... ¡No hay Alliluyeva! ¡No hay Stalin! ¡No hay ventanal de la zarina, ni Bujarín doliente! ¡No hay Lenin! ¡No hay nada..! MARÍA LUISA: (Grita) ¡Pío! PÍO: Pregúntale a Elvira. Ella sabe. Ella es la única que sabe... Yo debo explicarle a un perro el porqué de su costillar... Yo... estoy mal... yo... me voy... y nunca más volveré a esta casa... No me esperes... ¡No hay nada! ¡No pasa nada! Mentí... ¡Esa es la palabra esperada, la palabra profética! ¡Mentí! ¡No hay Román Rolland! ¡Nunca le escribí a Romain Rolland..! ¡Me importa un coño Romain Rolland, y la paz y la amistad de los pueblos..! ¡Se terminó! ¡No hay regreso! ¡Se terminó! Gracias por el almuerzo... el perro me espera... y debo explicar por qué va a amanecer mañana... Adiós. Perdón. Adiós. (Pío sale precipitadamente. Larga pausa. María Luisa se sienta en el sofá) Pío confiesa su mentira, su miseria, de alguna manera su semejanza con el perro, tal como se dice coloquialmente, vivir “la perra vida”, imagen que se repite en Acto cultural en la denegación y soliloquio del personaje Cosme Paraima. Confesar la mentira en público es el punto culminante de la angustia, pero también el acto liberador que puede redimir y salvar o, por el contrario, hundir más. Desde la negación, Pío trata de refundarse en otra fantasía cuando expresa “Soy un príncipe... soy un boyardo sangrante”, pero la conciencia se impone en el reconocimiento de sí mismo y pide excusas. Un malestar que se extiende a la conciencia ante el país: “No me cabe el país”. Ni el país con sus miserias históricas, ni la propia vida. El final de la obra nos deja con expectativas porque es un final abierto: la bandera del Partido Comunista dentro de la maleta de Pío y que su novia María Luisa desplegará esa noche sobre el sofá. Fin de las ilusiones en un solo día: no habrá matrimonio, no habrá viaje, no habrá revolución. Es también un diálogo implícito con el espectador y lector venezolano de 1979: no habrá revolución. Para ese momento el comunismo ya no es una ideología, ni una alternativa: es “algo”, sólo una bandera que reposa en el sofá. Es una dramaturgia que interroga al marxismo, lo ve como salvación, al menos en un momento de la historia, en la primera actitud de Pío Miranda, pero luego lo ve como algo extraño, ajeno y lejano. No sucederá nada. Venezuela continuará su rumbo al margen de la historia (14). Magistralmente Cabrujas concluye la obra sintetizando los ejes temáticos que caracterizan toda su dramaturgia: el individuo y su cotidianidad frente a la historia del país Venezuela, en diálogo permanente. Cuestiona un proceso histórico que ha generado muchos males a la vida venezolana en todos los órdenes de la vida. Presenta la conflictiva relación del Individuo con su Tiempo Histórico a través del humor, la ironía y la parodia, confrontando el tiempo y espacio personal con el tiempo y espacios de la vida pública venezolana. La figura de Pío Miranda encarna ese conflicto que contrasta la realidad con los deseos y los sueños, con la necesidad de transformación interior a través del acto del descubrimiento de sí mismo, de buscar la utopía personal para traer a la existencia la posibilidad de un mundo mejor. Referencias bibliográficas Directas: • CABRUJAS, José Ignacio (1997). El país según Cabrujas. 2ª Ed., Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana, Perspectiva Actual. — (1965, 1971). Fiésole. En: SUÁREZ RADILLO, Carlos (1971). 13(sic) Autores del Nuevo Teatro Venezolano. Caracas: Monte Ávila, Col. Temas Venezolanos. — (1991). El teatro de Cabrujas. Caracas: Pomaire-Fuentes. — (1995). La viveza criolla. Destreza, mínimo esfuerzo o sentido del humor. Conferencia dictada el 12 de enero de 1995 en el ciclo “La cultura del trabajo”. Fundación Sivensa, Ateneo de Caracas (documento en línea). Disponible: http://bit.ly/1a42yPu. (Consulta: 11/03/02). — (2002; obra póstuma). Y Latinoamérica inventó la telenovela. Caracas: Alfa Grupo Editorial, Instituto de Creatividad y Comunicación Icrea, 15 (revisión de textos y prologuista, Leonardo Padrón). Indirectas: • AHUMADA, Yoyiana (2000). La obra inconclusa de José Ignacio Cabrujas (sobre los imaginarios de identidad cultural en la obra teatral de J. I. Cabrujas). Tesis de maestría. Teatroenlínea, Nº 4 (enero, 2006) (documento en línea). Disponible: http://teatroenlinea.150m.com/4ene06/yahumada.pdf (Consulta: 8 de julio de 2006). — (2010). “La visita de Carlos Gardel en 1935”. En: infoCIUDADANO, Caracas, 24 de junio de 2010. Disponible: http://bit.ly/17aQj2G (consulta: 10 de octubre de 2012). • BRECHT, Bertolt (1978). “Una nueva actitud ante el teatro: de la identificación al distanciamiento”. En: Adolfo SÁNCHEZ VÁZQUEZ. Lecturas universitarias. Antología. Textos de estética y teoría del arte. México: Unam, Coordinación de Humanidades, Dirección General de Publicaciones, 14. • FUENTES, Elizabeth (1987, 2012). “Soy peludo, llorón y torpe”. En: José Ignacio Cabrujas habla y escribe. Tomo II. Caracas: Equinoccio, Col. Papiros; pp. 65-73. • MANNARINO, Carmen (1977). “Una dramaturgia de búsquedas. Experimentación y crecimiento (1950-1969)”. En: Dramaturgia venezolana del siglo XX (panorama en tres ensayos). Caracas: Centro Venezolano del ITI, Unesco. • MONASTERIOS, Rubén (1990). Un enfoque crítico del teatro venezolano. 23ª ed., Caracas: Monte Ávila. • PAVIS, Patrice (1998). Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. 9ª edición revisada y ampliada. Barcelona: Paidós, Col. Comunicación, 10. • ROJAS POZO, Francisco (1981). “Cabrujas y el teatro como una ilustración de la historia”. En: Nueva crítica de teatro venezolano. Caracas: Fundarte. Pp. 45-56. — (1995) Cabrujerías. Un estudio sobre la dramática de José Ignacio Cabrujas. Maracay: Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel). • TERRERO, Lidia (1982). “Un día, cuando yo era niño, mi padre me llevó a ver un mago...” (entrevista). En: Revista Tinta Libre, Caracas, febrero, Año I, Nº 7. • VARIOS AUTORES (2012). José Ignacio Cabrujas habla y escribe. Tomo II. Caracas: Equinoccio, Col. Papiros. Notas 1. Elizabeth FUENTES (1987, 2012): “Soy peludo, llorón y torpe”. En: José Ignacio Cabrujas habla y escribe. Tomo II. Caracas: Equinoccio, Col. Papiros; p. 73. 2. C. f. Yoyiana AHUMADA (2010): “La visita de Carlos Gardel en 1935”. En: infoCIUDADANO, Caracas; 24 de junio de 2010. Disponible: http://bit.ly/17aQj2G (consulta: 10 de octubre de 2012). 3. C. f. Kurt SPANG (1981). Teoría del drama. Lectura y análisis de la obra teatral. Pamplona (España), Ediciones de la Universidad de Navarra; pp. 242-243. 4. Kurt Spang señala que “(...) la pausa de los entreactos constituye casi siempre un salto, es una especie de puente entre dos segmentos temporales más o menos distantes, el espectador está llamado a ‘reconstruir’ a ‘llenar’ el hueco temporal que se abre entre acto y acto (...)”. En: Ob. cit., p. 243. 5. C. f. Lidia TERRERO (1982): “Un día, cuando yo era niño, mi padre me llevó a ver un mago...” (entrevista a José Ignacio Cabrujas). En: Tinta Libre (Revista), Caracas, Nº 7, febrero, año I; pp. 28-29. 6. José Ignacio CABRUJAS (1997). El día que me quieras. En: El país según Cabrujas. 2ª Ed., Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana, Perspectiva Actual; p. 72. 7. Ibíd., pp. 101-102. Subrayado y signos suspensivos en el original. 8. Patrice PAVIS (1998). Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. 9ª edición revisada y ampliada. Barcelona: Paidós, Col. Comunicación, 10; pp. 121-122. 9. Cf. Sigmund FREUD: “La negación” (1925), apéndice del capítulo VI: “El No y la posición del Objeto”. En: Jean Francois LYOTARD (1979). Discurso, Figura. Barcelona: Gustavo Gili, Comunicación Visual (José Elías y Carlota Hesse, Trad.); p. 140-143. 10. Ibíd., p. 141. 11. José Ignacio CABRUJAS, Loc. cit., p. 85. 12. Las obras de Cabrujas siguen vigentes en sus planteamientos. Se trata del Ser Venezolano, cultural y existencialmente. 13. Ibíd., p. 106. Puntos suspensivos en el original. 14. Hoy vivimos en Venezuela un proceso histórico que ha traído al debate el replanteamiento del socialismo, el socialismo del siglo XXI. Los elementos culturales de signo negativo como “la viveza criolla” y corrupción administrativa, entre otros, que señala Cabrujas en su dramaturgia, siguen vigentes. ** Magaly Guerrero http://www.letralia.com/firmas/guerreromagaly.htm Investigadora venezolana (Barquisimeto, Lara; 1954). Licenciada en Letras, mención literatura venezolana e hispanoamericana, en la Universidad de Los Andes (http://www.ula.ve). Magíster en literatura venezolana en la Universidad de Carabobo (2003, http://www.uc.edu.ve). Ha realizado estudios de postgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (http://www.usb.ve; 1987-1989). Doctora en filología española por la Universidad de Oviedo (http://www.uniovi.es, 2008). Es profesora de literatura venezolana e hispanoamericana en el Núcleo Sucre de la Universidad de Oriente (http://www.sucre.udo.edu.ve). Ha impartido clases de literatura del Caribe y un seminario de teatro venezolano. === “Breve antología de la literatura universal” Miguel Díez R. ====== Faroni es un personaje de ficción creado por el escritor Luis Landero (España, 1948) en su primera novela Juegos de la edad tardía (1989), Premio de la Crítica y el Nacional de Literatura. Un grupo de entusiastas admiradores de la obra de Landero crearon en 1992 el “Círculo Cultural Faroni”, un club literario impulsado y dirigido por J. Ignacio Fernández Vázquez, que instituyó el “Premio Internacional de Relato Hiperbreve Círculo Cultural Faroni”, cuya última convocatoria ha sido la XX, correspondiente al año 2012. La editorial Tusquets de Barcelona publicó, en 1996, Quince líneas. Relatos hiperbreves, una selección de 78 cuentos provenientes de las tres primeras convocatorias de dicho premio, y en esta edición se encuentra —pág. 51— el texto que presento a continuación, firmado por Faroni, pseudónimo del escritor arriba mencionado, Luis Landero. Canta, oh diosa, no sólo la cólera de Aquiles sino cómo al principio creó Dios los cielos y la tierra y cómo luego, durante más de mil noches, alguien contó la historia abreviada del hombre, y así supimos que a mitad del andar de la vida uno despertó una mañana convertido en un enorme insecto, otro probó una magdalena y recuperó de golpe el paraíso de la infancia, otro dudó ante la calavera, otro se proclamó melibeo, otro lloró las prendas mal halladas, otro quedó ciego tras las nupcias, otro soñó despierto y otro nació y murió en un lugar de cuyo nombre no me acuerdo. Y canta, oh diosa, con tu canto general, a la ballena blanca, a la noche oscura, al arpa en el rincón, a los cráneos privilegiados, al olmo seco, a la dulce Rita de los Andes, a las ilusiones perdidas, y al verde viento y las sirenas y a mí mismo. Este texto —con frecuencia reproducido en numerosas antologías de minicuentos— es realmente un ejercicio de intertextualidad creado mediante un lúdico, sugerente y original ensamblaje de diversas citas o referencias muy breves, pertenecientes a veinticuatro grandes obras de la literatura universal, obras que comento a continuación, tal como las enumero en la siguiente repetición del texto: (1) Canta, oh diosa, no sólo la cólera de Aquiles (2) sino cómo al principio creó Dios los cielos y la tierra y (3) cómo luego, durante más de mil noches (4) alguien contó la historia abreviada del hombre, (5) y así supimos que a mitad del andar de la vida, (6) uno despertó una mañana convertido en un enorme insecto (7) otro probó una magdalena, (8) otro dudó ante la calavera (9) otro se proclamó melibeo, (10)otro lloró las prendas mal halladas, (11) otro quedó ciego tras las nupcias, (12) otro soñó despierto (13) y otro nació y murió en un lugar de cuyo nombre no me acuerdo. (14) Y canta, oh diosa, con tu canto general, (15) a la ballena blanca, (16) a la noche oscura, (17) al arpa en el rincón, (18) a los cráneos privilegiados, (19) al olmo seco (20) a la dulce Rita de los Andes, (21) a las ilusiones perdidas, (22) y al verde viento (23) y a las sirenas (24) y a mí mismo. 1. “Canta, oh diosa, no sólo la cólera de Aquiles” Comienzo del canto I de La Ilíada. La Ilíada es una epopeya griega considerada el poema escrito más antiguo de la literatura occidental. Atribuido a Homero (siglo VIII a. C.) consta de 15.693 versos divididos en 24 cantos o rapsodias y el tema central gira en torno a la cólera de Aquiles y los acontecimientos ocurridos durante unos pocos días en el décimo y último año de la guerra de Troya entre griegos y troyanos. La muerte de Aquiles y la toma de Troya no se narran en la Ilíada, aunque son anunciadas varias veces. Los dioses y los héroes se codean en este poema de la fuerza y del ardor bélico en constante exaltación de la ira, el orgullo, la amistad, la audacia, a veces de la crueldad y a menudo también de la magnanimidad y la generosidad. En La Ilíada, como apunta Emilio Crespo, hay un interés por lo humano y lo ético que emergen sobre el fondo de una sociedad bélica primitiva. Esa preocupación por lo humano se manifiesta en el desapego de lo grotesco, lo hiperbólico y lo brutal, de lo mágico y lo maravilloso, en las valoraciones morales implícitas y, sobre todo, en la compasión por el sufrimiento y la muerte, que unen a todos los hombres. Interés por lo humano que preludia la tragedia clásica y es una característica primordial de toda la cultura griega antigua. El título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Ilión. Canta, oh musa, la cólera del pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves... 2. “sino cómo al principio creó Dios los cielos y la tierra” Versículo I del Génesis, el primero de los libros de la Biblia. Biblia es una palabra de origen griego que significa literalmente “los Libros”. Este término pasó del griego al latín, y a través de él a las lenguas occidentales, no ya como nombre plural, sino como singular femenino: la Biblia, es decir, el Libro por excelencia. Con este término se designa la colección de escritos reconocidos como sagrados o canónicos —transmisores de la palabra de Dios— por el pueblo judío y por las iglesias cristianas —la católica y las protestantes. La primera biblia hebrea —según el llamado Canon de Palestina o de Jerusalén— se conoce con el nombre de Tanaj y fue escrita originalmente en hebreo y arameo antiguos, a lo largo de aproximadamente 1.000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d. C.). Constaba de 39 libros, condensados en 24, divididos en tres secciones: la Ley (Torá), los Profetas y los Escritos. Para los cristianos la Biblia se divide en Antiguo Testamento —los católicos y las iglesias protestantes no coinciden en el mismo número de libros— y Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento cristiano, escrito en lengua griega koiné, se compone de los cuatro Evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las cartas de San Pablo, Santiago, San Pedro, San Juan y San Judas, y el Apocalipsis. Se narra la vida, muerte y resurrección de Jesús, su mensaje, la historia de los primeros cristianos y las epístolas dirigidas a diversas congregaciones cristianas por algunos apóstoles y San Pablo. Si quisiéramos seleccionar uno de los textos bíblicos más conocidos y degustados, tanto por la tradición judía como por la cristiana, seguramente nos quedaríamos con el Salmo 23, un hermoso y poético texto que nos habla de la ternura de Dios y de los sentimientos que experimenta quien se encuentra con Él: alegría, paz, seguridad, confianza, plenitud de vida: “El Señor es mi pastor, nada me falta; / en verdes praderas me hace reposar, / me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; / me guía por el sendero justo, haciendo honor a su nombre; / aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan. / Me preparas una mesa frente a los enemigos, me unges la cabeza con perfume, mi copa rebosa. / Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término”. Al principio creó Dios el cielo y la tierra. / La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. / Dijo Dios: —Que exista la luz-. Y la luz existió. Vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas: / llamó Dios a la luz “día” y a la tiniebla “noche”... 3. “y cómo luego durante más de mil noches” Las mil y una noches (en árabe Alf Laila Wa-Laila) es la más amplia y hermosa colección de cuentos populares de todos los tiempos: más de doscientos cincuenta, agrupados en tomo a un relato —de origen hindú, probablemente— que sirve de marco y que estructura todo el variopinto conjunto. El rey persa Sahriyar, al enterarse de la infidelidad de su esposa, la manda matar y, convencido de las supuestas astucias y perfidias femeninas, dispone que en adelante se acostará todas las noches con una joven distinta, hija de alguno de sus súbditos, a la que mandará matar a la mañana siguiente. Así lo hace, hasta que Sherezade, la bella y prudente hija del visir, logra que el rey vaya aplazando su muerte, intrigado por los cuentos que la muchacha le cuenta cada noche y que, invariablemente, al apuntar el alba quedan interrumpidos en el punto culminante de la acción. El rey, para enterarse del final, retrasa la ejecución y lo mismo sucede las siguientes jornadas, quedando pendiente el interés del rey por el desenlace de los diversos cuentos durante mil y una noches. Al cabo de ellas, Sherezade, con la que el rey ha tenido ya tres hijos, se convierte en esposa feliz de Sahriyar, curado así de su cruel misoginia, gracias a la atractiva e inteligente hija del visir y a las historias que ella le cuenta. Las mil y una noches es una colección formada por tres grupos de narraciones, además de otras independientes como el ciclo autónomo de los fantásticos viajes de “Sindbad el marino”, de procedencia egipcia. El primer grupo parece que tuvo como origen un libro de cuentos persas que, a su vez, procedían de la India. El segundo se compuso en el ambiente musulmán de la alta Edad Media y retrata, aunque ya con colores más fantásticos que históricos, la sociedad islámica bajo la dinastía de los Abasidas o Abasíes de Bagdad. El tercer grupo, el más reciente, está formado por un conjunto de relatos populares que reproducen con viveza y espontaneidad la vida del pueblo llano de Egipto bajo los Mamelucos —siglos XIV y XV. En esta compleja composición entraron a formar parte, además de los cuentos indios, persas y egipcios, otros provenientes de Grecia, Arabia e, incluso, de China y Japón. Se trata, en resumen, de una inmensa obra colectiva e impersonal por excelencia: una verdadera memoria universal de cuentos. La mayor parte de estos cuentos fueron primitivamente relatados por narradores ambulantes —transmitidos oralmente, por tanto— y, aunque parece ser que ya en el siglo X circulaban manuscritos de esta obra, la colección alcanzó la estructura general que hoy conocemos y recibió un unificador aspecto islámico en una recopilación y transcripción realizada en Egipto, tal vez a mediados del siglo XV. Pero, realmente, este maravilloso libro no fue conocido, valorado y difundido hasta el siglo XVIII, cuando un arabista francés, Antoine Galland, tradujo el citado manuscrito egipcio y publicó los doce volúmenes de Les mille et une nuits. Contes arabes, traduits en français (1704-1717). El estudioso francés expurgó sin contención los pasajes más violentos y eróticos y añadió relatos procedentes de otras fuentes escritas bien distintas, además de narraciones orales recogidas directamente por él, como las historias que le contó Hanna, un sirio de Alepo, que eran cuentos del mismo tipo, pero que no figuraban en el aludido manuscrito egipcio. La versión de Galland dio a conocer Las mil y una noches, unitariamente, incluso en el mundo oriental: de hecho, la primera edición en árabe fue publicada en El Cairo en 1835 y, en un curioso efecto boomerang, este texto retorna a Occidente como base de las versiones sucesivas. Las dudas y polémicas sobre el libro no han cesado. Galland fue acusado de haber inventado —contagiado o imbuido por aquel fabuloso universo narrativo— algunas de las historias más célebres, como la de “Aladino y la lámpara maravillosa”, considerado el cuento maravilloso más célebre del mundo, o la de “Alí Babá y los cuarenta ladrones”; si así hubiera sido, habría que considerar al arabista francés, como muy bien afirma Borges, el último eslabón de una extensa y excelente dinastía de narradores. Pero parece ser que, al menos los cuentos más importantes, no fueron fruto de la inventiva de Galland, sino que algunos de ellos, procedentes de fuentes ajenas —como ya hemos indicado—, los incluyó él en la colección, en donde han adquirido carta de naturaleza por su belleza literaria y por el unificador sedimento del paso del tiempo. Por no faltarle de nada, a este libro fantástico tampoco le falta su maldición y su misterio. Según una tradición árabe, el que lo lea todo seguido, desde el principio hasta el final, morirá. Parece ser que en un principio el título original era “Mil noches”, y para evitar el temor supersticioso oriental a las cifras pares, los compiladores agregaron una noche más, con lo que, aparte de conjurar la superstición, su título sugiere la temporalidad innumerable. La gama de cuentos es sumamente variada: apólogos o fábulas de animales; historias de magia y narraciones maravillosas con reyes y princesas, talismanes, genios, gigantes y duendes; increíbles aventuras de navegantes, cuentos de bandidos, de amores idealizados o de torpe concupiscencia. En fin, un mundo heterogéneo, fantástico o crudamente realista, apicarado o cortesano, en el que se refleja el esplendor y la fastuosidad oriental; pero también, y de una manera más intensa, los hábitos y costumbres de las clases medias y bajas del medievo islámico. Sin embargo, conviene dejar claro que todo está narrado con el único propósito de contar por el gusto de hacerlo; es decir, de “atrapar” o “encandilar” al oyente o lector, llevarlo y traerlo, encantarlo y divertirlo, hechizarlo, como hacen todavía hoy los contadores de cuentos en los zocos y plazas de Oriente. Muchos de los relatos de estas impresionantes Mil y una noches pertenecen a la memoria colectiva universal, por la ya indicada diversidad de procedencia y por haberse incorporado al tesoro de lecturas imprescindibles que desde su infancia posee un hombre culto, aunque haya que lamentar que, con demasiada frecuencia, esas historias hayan circulado en malas adaptaciones y peores versiones. El halcón del rey Sindabad Dicen que entre los reyes de Fars hubo uno muy aficionado a diversiones, a paseos por los jardines y a toda especie de cacerías. Tenía un halcón adiestrado por él mismo, y no lo dejaba de día ni de noche, pues hasta por la noche lo tenía sujeto al puño. Cuando iba de caza lo llevaba consigo, y le había colgado del cuello un vasito de oro, en el cual le daba de beber. Un día estaba el rey sentado en su palacio y vio de pronto venir al wekil que estaba encargado de las aves de caza, y le dijo: “¡Oh rey de los siglos! Llegó la época de ir de caza”. Entonces el rey hizo sus preparativos y se puso el halcón en el puño. Salieron después y llegaron a un valle, donde armaron las redes de caza. Y de pronto cayó una gacela en las redes. Entonces dijo el rey: “Mataré a aquel por cuyo lado pase la gacela”. Empezaron a estrechar la red en torno de la gacela, que se aproximó al rey y se enderezó sobre las patas como si quisiera besar la tierra delante del rey. Entonces el rey comenzó a dar palmadas para hacer huir a la gacela, pero ésta brincó y pasó por encima de su cabeza y se internó tierra adentro. El rey se volvió hacia los guardas y, al ver que guiñaban los ojos maliciosamente, le dijo al visir: “¿Por qué se hacen esas señas mis soldados?”. Y el visir contestó: “Dicen que has jurado matar a aquel por cuya proximidad pasase la gacela”. Y el rey exclamó: “¡Por mi vida! ¡Hay que perseguir y alcanzar a esa gacela!”. Y se puso a galopar, siguiendo el rastro, y, al alcanzarla, el halcón le dio con el pico en los ojos de tal manera que la cegó. Entonces el rey empuñó su maza, golpeando con ella a la gacela hasta hacerla caer desplomada. Enseguida descabalgó, degollándola y desollándola, y colgó del arzón de la silla los despojos. Hacía bastante calor y aquel lugar era desierto, árido, y carecía de agua. El rey tenía sed y también el caballo. Y el rey se volvió y vio un árbol del cual brotaba agua como manteca. El rey llevaba la mano cubierta con un guante de piel; cogió el vasito del cuello del halcón, lo llenó de aquella agua, y lo colocó delante del ave, pero ésta dio con la pata al vaso y lo volcó. El rey cogió el vaso por segunda vez, lo llenó, y como seguía creyendo que el halcón tenía sed, se lo puso delante, pero el halcón le dio con la pata por segunda vez y lo volcó. Y el rey encolerizado cogió por tercera vez el vaso, pero esta vez se la presentó al caballo, y el halcón también derribó el vaso con el ala. Entonces dijo el rey: “¡Alah te sepulte, oh la más nefasta de las aves de mal agüero! No me has dejado beber, ni has bebido tú, ni has dejado que beba el caballo”. Y dio con su espada al halcón y le cortó las alas. Entonces el halcón, irguiendo la cabeza; le dijo por señas. “Mira lo que hay en el árbol”. Y el rey levantó los ojos y vio en el árbol una serpiente, y el líquido que corría era su veneno. Entonces el rey se arrepintió de haberle cortado las alas al halcón. Después se levantó, montó a caballo y se fue, llevándose la gacela. Al llegar a su palacio, le dio la gacela al cocinero, y le dijo: “Tómala y guísala”. Luego se sentó en su trono, sin soltar al halcón. Pero el halcón, tras una especie de estertor, murió. El rey, al ver esto, prorrumpió en gritos de dolor y de amargura por haber matado al halcón que le había salvado de la muerte. 4. “alguien contó la historia abreviada del hombre” Del Libro Quinto De brevitate vitae, de los Tratados morales del filósofo hispano-romano Lucio Anneo Séneca, escrito en el año 55 d. C. Los Tratados morales son siete pequeños ensayos sobre problemas morales. Los temas tratados son muy variados, desde cómo debe ser la clemencia de los gobernantes, hasta cómo debe el sabio aprovechar su tiempo de ocio: De la Divina Providencia, De la vida bienaventurada, De la tranquilidad del ánimo, De la constancia del sabio, De la brevedad de la vida, De la consolación y De la pobreza. No cabe dudar de la verdad de aquello que, como un oráculo, dejó dicho el mayor de los poetas: “La parte de la vida que vivimos es muy escasa”. Porque todo el espacio restante no es vida, es mero tiempo... ¿Qué va a pasar? Tú no tienes tiempo para nada y la vida corre; entretanto llega la muerte y para ella, quieras o no, vas a tener todo el tiempo del mundo... En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto... 5. “y así supimos que a mitad del andar de la vida” Comienzo de La Divina Comedia, una de las obras de arte más destacadas de la literatura universal. Se trata de un poema épico-alegórico, escrito en tercetos por el italiano Dante Alighieri, comenzado a escribir a principios del siglo XIV y terminado poco antes de su muerte en 1321. Relata el viaje de Dante por los tres reinos de ultratumba: el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, acompañado por el poeta latino Virgilio en su viaje por el Infierno y el Purgatorio; y por Beatriz, que lo guía en el paraíso hasta contemplar la Divina Trinidad. Dante conoció a Beatrice Portinari cuando él tenía sólo 9 años y ella 8 y, aunque apenas se vieron ni se dirigieron la palabra, Dante nunca la olvidó; fue su gran amor platónico y significó en su vida y en su obra la plenitud de la Belleza y de la expresión del Amor. El largo viaje comienza en el Infierno, el mundo subterráneo de la desesperación, el reino de la morta gente. En la inscripción que en trazos oscuros hay pintada en su puerta, se anuncia que los que allí penetren deben abandonar toda esperanza: Lasciate ogni speranza, voi che intrate. En contraste con el mundo del Infierno, el abrupto monte del Purgatorio simboliza el esfuerzo que el alma cristiana ha de realizar con la ayuda de la Gracia para conseguir la paz, cuando, ya en el Paraíso Terrenal, sus pecados hayan sido borrados con las aguas del río Leteo. Cuando llegan al Paraíso, el reino de Dios gozado por la festinata gente, Virgilio no puede acompañar a Dante por ser pagano. Beatriz, más bella que nunca, purificada por el Amor y símbolo de la ciencia divina, la Teología, le sirve de guía en esta incursión mística: una ascensión en nueve círculos hasta el vértice, donde se encuentra la Eterna Divinidad. Antes de llegar al trono del Señor, Beatriz se queda entre los santos y ángeles y Dante, más allá de la Teología, será ahora guiado por San Bernardo, místico contemplativo, para contemplar directamente a Dios. La Divina Comedia es considerada como una de las obras maestras de la literatura italiana y mundial por sus altos valores estéticos (entre los que destacan su estructura matemáticamente trazada y el carácter simbólico y alegórico de la obra), por presentar una visión del mundo y del trasmundo que conjuga la visión clásica y la medieval, y porque sirvió para convertir el dialecto toscano en que Dante la escribió en una lengua de cultura, que se impondría en toda Italia. A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado. ¡Cuán dura cosa es decir cuál era esta salvaje selva, áspera y fuerte que me vuelve el temor al pensamiento! (...). 6. “uno despertó una mañana convertido en un enorme insecto” La metamorfosis, novela corta del escritor judío Frank Kafka (Praga, Imperio Austrohúngaro, 1883-1924), escrita en alemán en 1915. Gregorio Samsa, un viajante de comercio que vive con su familia a la que mantiene con su sueldo, despedido de su trabajo, aparece una mañana convertido en monstruoso insecto sin que esa transformación haya modificado sus sentimientos humanos, la necesidad de bondad y de afecto y su razonamiento lúcido; sin embargo sí cambian sus costumbres y sus relaciones con el resto de la familia: sus padres y su hermana. Aparte de lo mucho que haya de autobiográfico, La metamorfosis es una estremecedora y terrorífica historia, una terrible fábula, una profunda metáfora sobre la existencia, la deshumanización, la amargura, la soledad y la incomunicación humana. En palabras del profesor Ignacio Arellano, Samsa, expulsado del trabajo y de la familia, arrojado entre desperdicios al interior de su cuarto, aislado y atacado, víctima del horror, el asco y el desprecio, herido gravemente por una manzana que su padre le ha incrustado en el caparazón, muere asumiendo su misteriosa culpabilidad, derrotado, “firmemente convencido de que tenía que desaparecer”. El relato de Kafka encierra en tan sencillo diseño muchas lecturas posibles, además de las referencias personales-familiares ya aludidas. Entre las muchas interpretaciones se encuentra la que apunta a una sociedad autoritaria y totalitaria que con su maquinaria institucional aplasta al individuo hasta convertirlo en un insecto despreciable. Hay, seguramente, en La metamorfosis de Kafka, una visión premonitoria de lo que va a ser el valor del hombre en los ya muy cercanos totalitarismos, nazismo y comunismo soviético. No se olvide que Ottla, la hermana menor y preferida de Kafka, fue asesinada —como un insecto eliminado con un insecticida— en las cámaras de gas del campo de concentración de Auschwitz. Al despertar Gregorio Samsa una mañana tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto. Se hallaba echado sobre el duro caparazón de su espalda, y, al alzar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas callosidades. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia. 7. “otro probó una magdalena y recuperó de golpe el paraíso de la infancia” Por el camino de Swann, el primer volumen, publicado en 1913, de los siete que componen la novela En busca del tiempo perdido (À la recherche du temps perdu) del autor Marcel Proust (Francia, 1871-1892). Se trata de una larga novela sobre el tiempo: sobre el olvido y el recuerdo, y sobre la cuestión de cómo evadirse del imparable desvanecimiento del tiempo y, con ello, de la transitoriedad y de la costumbre. La respuesta es a través de la memoria (Christiane Zschirnt). Uno de los fragmentos más conocidos del primer volumen rememora el célebre episodio al comer una magdalena mojada en una taza de té cuyo gusto le hace recuperar un recuerdo hasta entonces perdido, pues asocia el sabor, la textura y el aroma de la magdalena con esa misma situación vivida años atrás, en la niñez, cuando durante sus vacaciones, por la mañana, su tía abuela le daba pedacitos de magdalena humedecidos en la misma infusión. De esta manera, como se ha dicho, una vulgar magdalena se convierte en el símbolo proustiano del poder evocador de los sentidos y de la capacidad que pueden tener un sabor o un aroma de llevarnos al pasado, todo ello expresado en ocho intensas páginas convertidas en uno de los lugares comunes de la historia de la literatura europea. Hacía ya muchos años que no existía para mí de Combray más que el escenario y el drama del momento de acostarme, cuando un día de invierno, al volver a casa, mi madre, viendo que yo tenía frío, me propuso que tomara, en contra de mi costumbre, una taza de té. Primero dije que no, pero luego, sin saber por qué, volví de mi acuerdo. Mandó mi madre por uno de esos bollos, cortos y abultados, que llama magdalenas, que parece que tienen por molde una valva de concha de peregrino. Y muy pronto, abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios una cucharada de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraordinario que ocurría en mi interior. Un placer delicioso me invadió, me aisló, sin noción de lo que lo causaba. Y él me convirtió las vicisitudes de la vida en indiferentes, sus desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, todo del mismo modo que opera el amor, llenándose de una esencia preciosa; pero, mejor dicho, esa esencia no es que estuviera en mí, es que era yo mismo. Dejé de sentirme mediocre, contingente y mortal. ¿De dónde podría venirme aquella alegría tan fuerte? Me daba cuenta de que iba unida al sabor del té y del bollo, pero lo excedía en mucho, y no debía de ser de la misma naturaleza. ¿De dónde venía y qué significaba?” (...). Y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojado en su infusión de té o de tila, los domingos por la mañana en Combray... 8. “otro dudó ante la calavera” Hamlet (cir. 1600-1601), una de las más importantes tragedias de William Shakespeare (Reino Unido, 1564-1610). Parece evidente que Landero se refiere al famoso monólogo de la duda de Hamlet (escena primera del tercer acto), aunque en la obra el protagonista no está en ese momento meditando ante una calavera. Realmente el pasaje de la calavera se desarrolla en la escena primera del quinto acto, cuando, al regresar el príncipe del destierro en Inglaterra, un sepulturero le informa en el cementerio de la muerte de Yorick, bufón de la corte y amigo de la infancia de Hamlet. Entonces éste sujeta su calavera en la mano mientras recuerda sus virtudes y reflexiona sobre la muerte y el paso del tiempo: “¡Ay! ¡Pobre Yorick! ¿Qué se hicieron de tus burlas, tus brincos, tus cantares y aquellos chistes que animaban la mesa con alegre estrépito? Ahora, falto ya de músculos, ni puedes reírte de tu propia deformidad...”. Esta imagen del protagonista con la calavera, por su fuerza, ha sido asociada con frecuencia al monólogo de la duda hamletiana, el del “ser o no ser” al que se refiere Landero, el texto más célebre y conocido de la obra. Ser o no ser: esta es la cuestión: si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante Fortuna o alzarse en armas contra un mar de agitaciones, y, enfrentándose con ellas, acabarlas: morir, dormir, nada más, y, con un sueño, decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son herencia de la carne. Esa es una consumación piadosamente deseable: morir, dormir; dormir, quizá soñar... 9. “otro se proclamó melibeo” En el acto I de La Celestina (1499, 1502) de Fernando de Rojas (España, c. 1470-1541) La Celestina, dice Lida de Malkiel, es obra “primera y única en cuanto a la creación de caracteres”. Aunque Calisto y Melibea aparecen como protagonistas, es Celestina la que señorea la obra entera y muy pronto su figura oculta la de los amantes hasta incluso poner título a la obra —de Comedia de Calisto y Melibea, en la primera versión, y Tragicomedia de Calisto y Melibea, en la segunda, a La Celestina, con la que se ha conocido definitivamente. Aunque como tipo literario la figura de Celestina tiene muchos precedentes literarios, supera a todos por su entidad humana, por su capacidad de seducción y sus poderes en asuntos de amor. Conocedora de la naturaleza humana y con una inmensa experiencia, todo lo subordina a su medro; y así como sirve al mal, serviría igual al bien si esto le reportara utilidad. Con rasgos rotundamente medievales, Celestina encarna, pues, la nueva y eterna moral utilitaria. Calisto: Yo Melibeo soy, y a Melibea adoro, y en Melibea creo. Y a Melibea amo. 10. “otro lloró las prendas mal halladas” Soneto X de Garcilaso de la Vega (España, 1501-1536). Tras la muerte de Elisa (Isabel Freyre), la amada imposible de Garcilaso, los buenos recuerdos que de ella poseía son ahora para él motivos de dolor y llanto, y desea que aquel bien pasado se lleve también el mal que le han dejado, porque, si no, pensará que le dieron tanto bien para hacerle morir de tristeza con el recuerdo de aquel tiempo feliz pasado. ¡Oh dulces prendas por mi mal halladas, / dulces y alegres cuando Dios quería, / juntas estáis en la memoria mía / y con ella en mi muerte conjuradas! // ¿Quién me dijera, cuando las pasadas / horas que tanto bien por Dios me veía, / que me habíais de ser en algún día / con tan grave dolor representadas? // Pues por un hora junto me llevastes / todo el bien que por términos me distes, / llevadme junto el mal que me dejastes; // si no, sospecharé que me pusistes / en tantos bienes porque deseastes / verme morir entre memorias tristes. 11. “otro quedó ciego tras las nupcias” Edipo rey (430? a. de C.), del autor griego Sófocles, la más grande tragedia de la literatura universal. Edipo, rey de Tebas y esposo de Yocasta, al investigar la muerte de Layo, el rey anterior, poco a poco descubre la terrible verdad: el propio Edipo es el asesino que busca, Layo era su padre y Yocasta, su actual esposa, era su madre. Yocasta, al enterarse, se ahorcó y Edipo, horrorizado, se cegó los ojos con un broche. Edipo: ¡Ay, ay! Todo se cumple con certeza. ¡Oh luz del día, que te vea ahora por última vez! ¡Yo que he resultado nacido de los que no debía, teniendo relaciones con los que no podía y habiendo dado muerte a quienes no tenía que hacerlo! (Entra en palacio.) *** Mensajero: ...Ha muerto la divina Yocasta. Corifeo: ¡Oh desventurada! ¿Por qué causa? Mensajero: Ella, por sí misma... Cuando, dejándose llevar por la pasión atravesó el vestíbulo, se lanzó derechamente hacia la cámara nupcial mesándose los cabellos con ambas manos.... Deploraba el lecho donde, desdichada, había engendrado una doble descendencia: un esposo de un esposo y unos hijos de hijos. Edipo, dando gritos... de horrible modo, como si alguien lo guiara,... se precipita en la habitación en la que contemplamos a la mujer colgada, suspendida del cuello por retorcidos lazos. Cuando él la ve, el infeliz, lanzando un espantoso alarido, afloja el nudo corredizo que la sostenía. Una vez que estuvo tendida, la infortunada, en tierra, fue terrible de ver lo que siguió: arrancó los dorados broches de su vestido con los que se adornaba y, alzándolos, se golpeó con ellos las cuencas de los ojos.... Las pupilas ensangrentadas teñían las mejillas y no destilaban gotas chorreantes de sangre, sino que todo se mojaba con una negra lluvia y granizada de sangre. 12. “otro soñó despierto” La vida es sueño (1635), de Calderón de la Barca (España, 1600-1681). Este soliloquio, uno de los más famosos del teatro universal, pertenece a la última escena de la jornada II de La vida es sueño. El príncipe Segismundo, desde su infancia, ha sido encerrado en una torre por su padre el rey Basilio para evitar que se cumplan los malos augurios de una profecía. El rey, para probar la veracidad del vaticinio, lleva narcotizado al palacio a su hijo que, al despertar, se muestra orgulloso y cruel y, entre otros desafueros, arroja a un cortesano por una ventana. Segismundo es devuelto de nuevo narcotizado a la torre y, al despertar, se pregunta si la experiencia del palacio ha sido un sueño o ha sido realidad y declama entonces su famoso monólogo, en el que compara la vida con un permanente sueño. El final constituye la más abierta expresión del sentimiento barroco del desengaño. Segismundo: Es verdad, pues: reprimamos / esta fiera condición, / esta furia, esta ambición, / por si alguna vez soñamos. / Y sí haremos, pues estamos / en mundo tan singular, / que el vivir sólo es soñar; / y la experiencia me enseña, / que el hombre que vive, sueña / lo que es, hasta despertar. // Sueña el rey que es rey, y vive / con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; / y este aplauso, que recibe / prestado, en el viento escribe, / y en cenizas le convierte / la muerte, ¡desdicha fuerte! / ¿Que hay quien intente reinar, / viendo que ha de despertar / en el sueño de la muerte? // Sueña el rico en su riqueza, / que más cuidados le ofrece; / sueña el pobre que padece / su miseria y su pobreza; / sueña el que a medrar empieza, / sueña el que afana y pretende, / sueña el que agravia y ofende, / y en el mundo, en conclusión, / todos sueñan lo que son, / aunque ninguno lo entiende. // Yo sueño que estoy aquí / destas prisiones cargado, / y soñé que en otro estado / más lisonjero me vi. / ¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño: / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son. 13. “otro nació y murió en un lugar de cuyo nombre no me acuerdo” Don Quijote de La Mancha (1605, 1615) de Miguel de Cervantes (España, 1547-1616). Es el comienzo de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha, la primera parte de El Quijote (1605), considerada la primera obra literaria que se puede denominar, en verdad, novela moderna, y también la primera novela polifónica, que interpreta la realidad, no según un solo punto de vista, sino desde varios puntos de vista superpuestos al mismo tiempo. Tal como afirma el propio autor por boca del cura, es una “escritura desatada” donde caben: géneros épicos, líricos, trágicos, cómicos, prosa, verso, diálogo, discursos, chistes, fábulas, filosofía, leyendas... y la parodia de todo ello. Nadie discute el influjo abrumador que ejerció en toda la narrativa europea posterior. En el año 2002, y a petición del Norwegian Book Club, se realizó una lista con las mejores obras literarias de la historia, mediante las votaciones de 100 grandes escritores de 54 nacionalidades distintas, apareciendo las obras en estricto orden alfabético, para que no prevaleciese ninguna obra sobre otra, pero por unanimidad se hizo una excepción con “Don Quijote”, que encabezó la lista siendo citada como “el mejor trabajo literario jamás escrito”. En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda... 14. “Y canta, oh diosa, con tu canto general” Canto general (1950), de Pablo Neruda (Chile, 1904-1973). El Canto general consta de quince secciones, 231 poemas y más de quince mil versos. Obra tremendamente ambiciosa, es el gran poema épico de toda Hispanoamérica en el que se describe el origen cosmogónico del continente, la riqueza de las culturas precolombinas, la llegada de los conquistadores y la lucha por la independencia. Pero es también la biografía de un hombre, el propio Neruda, y un canto a sus compatriotas anónimos, a la fraternidad con los oprimidos y humildes y a la vastedad silenciosa y solemne del gran océano inmemorial que lo circunda todo. Se trata, en palabras de Mario Ferrero, de una obra “densa y monumental, la de mayor amplitud temática y síntesis americanista que se haya realizado en el continente”. A través de la tierra juntad todos / los silenciosos labios derramados / y desde el fondo habladme toda esta larga noche / como si yo estuviera con vosotros anclado, / contadme todo, cadena a cadena, / eslabón a eslabón, y paso a paso, / afilad los cuchillos que guardasteis, / ponedlos en mi pecho y en mi mano, / como un río de rayos amarillos, / como un río de tigres enterrados, / y dejadme llorar, horas, días, años, / edades ciegas, siglos estelares. / Dadme el silencio, el agua, la esperanza. / Dadme la lucha, el hierro, los volcanes. / Apegadme los cuerpos como imanes. / Acudid a mis venas y a mi boca. / Hablad por mis palabras y mi sangre. (“Alturas de Machu Picchu”, XII). 15. “a la ballena blanca” Moby Dick o la ballena blanca (1851), de Herman Melville (Estados Unidos, 1819-1891). El tema central de la novela es el conflicto entre el capitán Ahab y la gran ballena blanca que le había arrancado la pierna a la altura de la rodilla. Ahab, ávido de venganza, se lanza con toda su tripulación a una desesperada búsqueda de su enemigo. La obra sobrepasa en mucho la aventura y se convierte en una alegoría sobre el mal incomprensible representado por la ballena, un monstruo de las profundidades, que ataca y destruye lo que se pone en su camino, y también por el capitán Ahab, que representa la maldad absurda y obstinada, que sostiene una venganza personal y arrastra a la muerte inútil a muchos inocentes. Como se ha dicho, Moby Dick es una obra con tal entusiasmo en palabras e imágenes, que en el curso de la lectura el sobrecogido lector cree estar en una cáscara de nuez zarandeada por el inmenso océano y amenazado por el más terrorífico monstruo marino. El estilo narrativo varía entre bíblico y épico, científico y cotidiano, filosófico, lírico y dramático. Las aguas que le rodeaban se iban hinchando en amplios círculos; luego se levantaron raudas, como si se deslizaran de una montaña de hielo sumergida que emergiera rápidamente a la superficie. Se intuía un rumor sordo, un zumbido subterráneo... Todos contuvieron el aliento al surgir oblicuamente de las aguas una mole enorme, que llevaba encima cabos enmarañados, arpones y lanzas. Se elevó un instante en la atmósfera irisada, como envuelta en una grasa de finísima textura, y volvió a sumergirse en el océano. Las aguas, lanzadas a treinta pies de altura, fulgieron como enjambres de surtidores, para caer luego en una vorágine que circuía el cuerpo marmóreo de la ballena. 16. “a la noche oscura” Noche oscura de San Juan de la Cruz (España, 1542-1591). Este poema, una de las cumbres de la literatura mística universal, expone, bajo la forma de una alegoría, el caminar del alma hasta su unión con Dios. El fundamento alegórico es una situación amorosa humana revestida de expresiones eróticas: la amada que sale “a oscuras y segura” a encontrarse con el amado. Se trata literalmente de un canto de amor, pero en el que la amada simboliza al alma y el amado, a Dios. Al final del poema se encuentran los enamorados y su amor se consuma en la más dichosa plenitud, que en este caso es la fusión del alma con la divinidad. Como apuntó Jorge Guillén, “pocas, muy pocas veces se habrá cantado la consumación del amor como en la última estrofa, tan densa, con laxitud que es plenitud”. En una noche oscura, / con ansias en amores inflamada, / ¡oh dichosa ventura! / salí sin ser notada, / estando ya mi casa sosegada. // A oscuras y segura, / por la secreta escala disfrazada, / ¡oh dichosa ventura! / a oscuras y en celada, / estando ya mi casa sosegada. (...) El aire de la almena, / cuando yo sus cabellos esparcía, / con su mano serena / en mi cuello hería, / y todos mis sentidos suspendía. // Quedéme y olvidéme, / el rostro recliné sobre el amado, / cesó todo, y dejéme, / dejando mi cuidado / entre las azucenas olvidado. 17. “al arpa en el rincón” Rima VII de Gustavo Adolfo Bécquer (España, 1836-1870). “Ha pasado ya la obra de Bécquer por los tres estados que acaso deba atravesar un escritor para convertirse en un clásico. Al desconocimiento inicial, excepto por un grupo de amigos, sucede inmediatamente después de su muerte la atención ignorante del público, que lo mismo acepta sin saber lo que acepta como rechaza sin saber lo que rechaza; luego, en la época modernista, el olvido; ahora, en años recientes, el interés hacia su obra ha vuelto a surgir, pero ya es perceptible la trascendencia evidente que su obra tiene. Es decir: como un clásico. En efecto, Bécquer desempeña en nuestra poesía moderna un papel equivalente al de Garcilaso en nuestra poesía clásica: el de crear una nueva tradición, que lega a sus descendientes. Y si de Garcilaso se nutrieron dos siglos de poesía española, estando su sombra detrás de cualquiera de nuestros poetas de los siglos XVI y XVII, lo mismo se puede decir de Bécquer con respecto a su tiempo. Él es quien dota a la poesía moderna española de una tradición nueva, y el eco de ella se encuentra en nuestros contemporáneos mejores” (Luis Cernuda). Las Rimas de Bécquer son en su mayoría breves poemas de una, dos o tres estrofas en las que predominan las de cuatro versos, endecasílabos y heptasílabos combinados, en asonancia alternante en los pares y de “pie quebrado”. Tienen en cuanto a la métrica un carácter indiscutible de poesía culta, pero siguen los cauces de las formas líricas tradicionales, en cuanto a rima y brevedad. El secreto de la profunda impresión que causa la poesía de Bécquer es ese saber decir, íntimo y confidencial, sin retóricas huecas ni pretensiones de brillantez, intentando expresar su sentir clara y exactamente, con los mínimos elementos necesarios. Pertenece a esa poesía de la que él hablaba, “natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y, desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía”. En la Rima VII, una de las más conocidas, se describe la imagen de un arpa olvidada y polvorienta en el rincón de un salón, así como los sentimientos que despiertan en el poeta al contemplarla. El tema es el proceso creador artístico, concretamente la inspiración en espera de su creador. Casi como en un acto religioso, la musa espera ser despertada por el genio del poeta. Del salón en el ángulo oscuro, / de su dueña tal vez olvidada, / silenciosa y cubierta de polvo / veíase el arpa. // ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas / como el pájaro duerme en las ramas, / esperando la mano de nieve / que sabe arrancarlas! // —¡Ay! —pensé—; ¡cuántas veces el genio / así duerme en el fondo del alma, / y una voz, como Lázaro, espera / que le diga: “¡Levántate y anda!”. 18. “a los cráneos privilegiados” Luces de bohemia (1920, 1924), de Ramón del Valle Inclán (España, 1866-1936). La primera vez que Valle utiliza el calificativo de “esperpento” es en la escena XII de Luces de Bohemia, por boca del protagonista Max Estrella: “El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato... Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada... España es una deformación grotesca de la civilización europea... Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas... Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España”. En Luces de Bohemia se dramatiza el recorrido nocturno de un poeta ciego, pobre y bohemio, Max Estrella, acompañado por su amigo Latino de Hispalis, por diversos lugares y ambientes madrileños —un Madrid absurdo, brillante y hambriento. Este alucinante “vía crucis” o “bajada a los infiernos” concluye con la muerte de Max a la puerta de su casa, al rayar el alba. Los escenarios recorridos —librería, tabernas, calles, comisaría, calabozos, redacción de un periódico ministerio, etc.— evidencian toda una sociedad miserable y corrupta, a la que el autor critica, parodiándola y caricaturizándola grotescamente. Nada se escapa al ojo penetrante, crítico y satírico de Valle y, además, con la inmediatez y la concreción del Madrid y la España de su tiempo. Todos los estratos sociales están presentes, la historia contemporánea y la pasada, las instituciones oficiales periodísticas y académicas, las huelgas y algaradas, la ley de fugas, el modernismo trasnochado, la falsedad de las primeras vanguardias ultraístas, y, en fin, la manera en que “este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras”. PICA LAGARTOS: ¡El mundo es una controversia! DON LATINO: ¡Un esperpento! EL BORRACHO: ¡Cráneo privilegiado! (Escena XV, final de la obra). 19. “al olmo seco” “A un olmo seco” (1912), de Antonio Machado (España, 1875-1939). Antonio Machado fue un hombre serio, introvertido y solitario, profundo y bueno, cuyas principales actividades fueron meditar, leer, asistir a las tertulias con sus amigos y escribir. Pensaba que la poesía no debía ser sólo un puro juego decorativo, sino expresión de la auténtica emoción humana —“una honda palpitación del espíritu”. Como Unamuno, creía que la función de la poesía era la de eternizar lo momentáneo —“palabra esencial en el tiempo”—, expresión no de abstracciones conceptuales sino de reales y sentidas vivencias personales. Los principales temas machadianos fueron la angustia del tiempo, la melancolía de los sueños y los recuerdos, el problema del ser y de la muerte y la búsqueda de Dios —“siempre buscando a Dios entre la niebla”—: los recuerdos y evocaciones de su propia vida: infancia, juventud, amor, muerte y nostalgia de su mujer, y la preocupación por España y su destino, Castilla y su paisaje, especialmente Soria. La poesía de Machado es el resultado de la conjunción de una extrema sobriedad y sencillez formal con la sincera emoción humana. “Desdeñoso de complacencias fáciles y de vanidades de los sentidos”, como escribió Pedro Salinas, elimina toda retórica excesiva —metáforas brillantes, vocabulario rebuscado, elementos decorativos y virtuosismos técnicos—, quedando el poema convertido en la expresión sobria del más auténtico lirismo. El mundo poético de Machado fue siempre coherente y unitario, pero se puede observar una evolución que, manteniendo esa línea fundamental, comienza con una poesía modernista, dentro de un tono intimista muy sobrio y personal, para abrirse después a las preocupaciones propias del 98: España, los demás, el nuevo sentimiento ante el paisaje, etc. Su trayectoria termina en una poesía de carácter sentencioso y epigramático (composiciones breves, concisas y agudas que expresan un pensamiento festivo, irónico o satírico). En “A un olmo seco” el poeta observa con asombro cómo, con la primavera, a un olmo viejo y podrido le han brotado algunas hojas verdes; y, con urgencia, antes de que el centenario árbol desaparezca definitivamente, quiere cantar “la gracia” de la “rama verdecida”, es decir, el milagro de la renovación de la vida en un ser que, como el olmo del Duero, había sido herido de muerte. Los tres versos finales, que funcionan como un epifonema, añaden una dimensión nueva, más profunda y personal, lo que obliga a otra interpretación al condensarse en ellos el verdadero significado. El poema fue escrito y fechado en Soria el 4 de mayo de 1912, cuando Leonor Izquierdo, la joven esposa del poeta, estaba ya muy gravemente enferma de tuberculosis. Así pues, ese “otro milagro de la primavera” que esperaba Machado era, precisamente, la curación de su mujer; y de la sorpresa de ver reverdecer aquel viejo árbol partido por un rayo, surgió la esperanza de que Leonor también pudiera vencer a la muerte que la amenazaba; esperanza que no se cumplió, porque ella murió unos meses después, el 1 de agosto de ese mismo año. Nos encontramos, pues, ante una estructura muy propia de la poesía simbolista: primero, el desarrollo del símbolo del olmo amenazado por la muerte y de la rama verde que simboliza la vida; luego, ya al final, se produce la revelación súbita de tal símbolo que nos ilumina el sentido verdadero del poema. Al olmo viejo, hendido por el rayo / y en su mitad podrido, / con las lluvias de abril y el sol de mayo / algunas hojas verdes le han salido. (...) Antes que te derribe, olmo del Duero, / con su hacha el leñador, y el carpintero / te convierta en melena de campana, / lanza de carro o yugo de carreta; / antes que rojo en el hogar, mañana, / ardas en alguna mísera caseta, / al borde de un camino; / antes que te descuaje un torbellino / y tronche el soplo de las sierras blancas; / antes que el río hasta la mar te empuje / por valles y barrancas, / olmo, quiero anotar en mi cartera / la gracia de tu rama verdecida. / Mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera. 20. “a la dulce Rita de los Andes” “Idilio muerto” (1918), César Vallejo (Perú, 1892-1938). “Idilio muerto” es un poema perteneciente a Los heraldos negros en el que el poeta peruano recuerda con añoranza un amor provinciano juvenil de su región andina —Santiago de Chuco— al que describe como una flor hermosa y a la vez grácil y flexible, de junco y capulí. Vallejo se encuentra en París, a la que llama Bizancio, pero nunca se sentiría a gusto en esta ciudad de la cual piensa que hasta su lluvia le quita las ganas de vivir y su sangre dormita como flojo coñac. El poeta se pregunta —en un ubi sunt? nostálgico— dónde estarán las manos, la falda, el andar, el sabor a cañas de mayo de aquella muchacha tan pura y ¡ay! tan lejana. Qué estará haciendo a esta hora / mi andina y dulce Rita de junco y capulí; / ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita / la sangre, como flojo cognac, dentro de mí. // Dónde estarán sus manos que en actitud contrita / planchaban en las tardes blancuras por venir; / ahora, en esta lluvia que me quita / las ganas de vivir. // Qué será de su falda de franela; de sus / afanes; de su andar; / de su sabor a cañas de mayo del lugar. // Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje, / y al fin dirá temblando: “¡Qué frío hay... Jesús!” / y llorará en las tejas un pájaro salvaje. 21. “a las ilusiones perdidas” Las ilusiones perdidas (1835-1843), de Honoré de Balzac (Francia, 1799-1850) “Es la más larga y posiblemente la mejor de las novelas de Balzac. Las ilusiones perdidas, que en un principio estaba pensada como una novela corta, acabó convirtiéndose en una trilogía: Los dos poetas, Un gran hombre de provincias en París y Los sufrimientos del inventor. Balzac las escribe entre 1835 y 1843, sus años más creativos, los años en los que decide la integración de estas novelas en una serie, La comedia humana, que completaría febrilmente en los siete años posteriores, asediado por las deudas. En total noventa novelas hasta su muerte en 1850. ”Lo que se cuenta aquí es la historia del triunfo público y el fracaso personal de Lucien de Rubempré, un joven que llega desde Angulema a París con la ambición idealista de hacer carrera como poeta. La historia de la degradación del idealismo y de la voluntad de Schopenhauer en una novela que anticipa las de Baroja. El choque de la realidad y el deseo, de la sociedad y el individuo acaba rubricando esta historia de un desengaño en el que la realidad social constituye el paisaje humano que es no sólo el telón de fondo de esta trilogía, sino el vivo retrato de una época” (Santos Domínguez). El periodismo, en vez de ser un sacerdocio, se ha convertido en un instrumento para los partidos; de instrumento ha pasado a ser comercio, y como todos los comercios, carece de fe y de ley. Todo periódico es una tienda donde se venden al público palabras del color que busca. Un periódico no está para esclarecer sino para halagar las opiniones. Así todos los periódicos serán, en un tiempo dado, cobardes, hipócritas, infames, mentirosos, asesinos; matarán las ideas, los sistemas, los hombres y, por eso mismo, florecerán. 22. “y al verde viento” “Romance sonámbulo”, de Federico García Lorca (España, 1898-1936). Es el romance más conocido del Romancero gitano (1928), definido por Alberti como “un romance lleno de misterioso dramatismo”. Una historia de amor y muerte, de no fácil comprensión, en el que el tono lírico domina todo el poema por la repetición obsesiva de “Verde que te quiero verde. / Verde viento. Verdes ramas”; y, como afirma Miguel García-Posada, la grandeza cósmica de las imágenes (“Un carámbano de luna / la sostiene sobre el agua”), la sugerencia inesperada (“La noche se puso íntima / como una pequeña plaza”), el ritmo vario y perfecto, todo bajo la magia de lo verde que tiñe el poema desde el principio al fin, y la luna, siempre unida a la muerte en la obra de Lorca, conforman el fondo sonambular de esta maravilla poética. Verde que te quiero verde. / Verde viento. Verdes ramas. / El barco sobre la mar / y el caballo en la montaña. / Con la sombra en la cintura / ella sueña en su baranda, / verde carne, pelo verde, / con ojos de fría plata. / Verde que te quiero verde. / Bajo la luna gitana, / las cosas la están mirando / y ella no puede mirarlas... 23. “y a las sirenas” Canto XII de La Odisea de Homero (siglo VIII a. de C.). La figura de Homero, sobre la que se ha desatado toda una tempestad de discusiones, dudas y negaciones —la llamada “cuestión homérica”—, se sitúa a finales del siglo VIII a. C., bajo la apariencia, un tanto desvaída, de un aeda o rapsoda griego, o sea, un poeta errabundo y tal vez ciego, que recorrió los caminos de Grecia recogiendo y recitando las tradiciones orales sobre la Guerra de Troya; las cuales, reunidas y recreadas por él, constituyen la más grande de las epopeyas occidentales, La Ilíada, a la que arriba nos hemos referido. Pero, además, a Homero se le atribuye también, aunque la duda sea en este caso aun más insistente, la paternidad de La Odisea, obra que ha tenido una fecunda proyección posterior e ininterrumpida hasta nuestros días. Si en La Ilíada —como decíamos en su momento— todo se desarrolla en torno a los héroes y a la guerra y todo se inflama de ardor bélico y de combates ante los muros de Ilion (Troya), en constante exaltación de la audacia, a veces de la crueldad y a menudo también de la magnanimidad; La Odisea, en cambio, tiene más de novela maravillosa que de epopeya. Es el hombre y sus aventuras lo que la definen: Odiseo (Ulises), rey de la isla de Ítaca y uno de los héroes griegos de La Ilíada, es ahora el protagonista aventurero que, acosado por peligros cada cual más sorprendente, siempre los supera gracias, no a la fuerza, sino a su ingenio y prudencia. Y es el mismo Ulises el que, al llegar náufrago y desnudo a las tierras de los feacios, les cuenta a sus anfitriones sus propias aventuras, porque, como dice Savater, “el narrador de historias siempre acaba de llegar de un largo viaje en el que ha conocido las maravillas y el terror”. El paisaje ya no es la llanura que se extiende entre las cóncavas naves griegas y las murallas de la ciudad de Troya, sino un Mediterráneo, enorme y proceloso, al que más que Mare Nostrum habría que denominar Mare Tenebrosum. En este mar y sus islas se encuentran todo tipo de personajes y se suceden toda clase de situaciones fantásticas, pero tan humanizadas que es difícil trazar la línea entre lo real y lo ficticio. Las aventuras de Ulises —como esta de las sirenas— no son nada más que un conglomerado de cuentos populares, de procedencia muy dispersa y antigua, que el autor de la Odisea —quienquiera que fuese— supo formalizar prodigiosamente en torno al protagonista, consiguiendo así una obra definitiva sobre el hombre y sobre el viaje como simbólica aventura de su vivir y de su destino. El héroe, después de pasar esta “odisea”, regresa a su patria, lo que ha sido su continua obsesión: a Ítaca, una pequeña y montañosa isla del mar Jónico, pero “tan hermosa al atardecer”. Tras vencer a sus enemigos recobra a su esposa, la fiel Penélope, y a su hijo Telémaco y, desde luego, su casa y su reino. La Odisea, como bien se ha dicho, es en realidad el “poema de la nostalgia”, entendido este término en su sentido etimológico: nostos, que en griego significa ‘retormo’, y algos, que quiere decir ‘dolor’; o sea, que es este el poema del deseo y la ansiedad obsesiva por el retomo a la patria. Cuando la nave, en nuestra veloz marcha, estaba a una distancia en que se oye a un hombre al gritar, no se les ocultó a las Sirenas que se acercaba y entonaron su sonoro canto: —Vamos, famoso Odiseo, gran honra de los aqueos, ven aquí y haz detener tu nave para que puedas oír nuestra voz. Que nadie ha pasado de largo con su negra nave sin escuchar la dulce voz de nuestras bocas, sino que ha regresado después de gozar con ella y saber más cosas. Pues sabemos todo cuanto los argivos y troyanos trajinaron en la vasta Troya por voluntad de los dioses. Sabemos todo lo que sucede sobre la tierra fecunda. Así decían lanzando su hermosa voz. Entonces mi corazón deseó escucharlas y ordené a mis compañeros que me soltaran haciéndoles señas con mis cejas, pero ellos se echaron hacia adelante y remaban, y luego se levantaron Perimedes y Euríloco y me ataron con más cuerdas, apretándome todavía más. Cuando por fin las habían pasado de largo y ya no se oía más la voz de las Sirenas ni su canto, se quitaron la cera mis fieles compañeros, la que yo había untado en sus oídos, y a mí me soltaron de las amarras. 24. “y a mí mismo” “Canto a mí mismo” (1855) es el título de uno de los fragmentos de los 52 que componen Hojas de hierba, de Walt Whitman (Estados Unidos, 1819-1892). “No existe en la poesía contemporánea de América un proyecto lírico que pueda equipararse en intuición e idealismo a Hojas de hierba. Es la culminación de la gran epopeya americana, la que inaugura el tiempo nuevo de la poesía moderna. Y es que en Walt Whitman converge la experimentación con la mesura del Nuevo Testamento, el árido perfume del Oeste con la sensualidad que arremete contra la vieja concepción moral del alma. Llega con Whitman la festividad de la carne, el camino del cuerpo. “Canto a mí mismo”, dice, pero desdoblándose en los otros. Ahí radica la intensidad de su escritura, en su honda filantropía. Enfrentarse a Hojas de hierba, someterse a su verso torrencial, orgánico, humanísimo, es abrazar el ansia de construcción de un Mundo Nuevo, sin dogmas ni sistemas, donde el poeta asume la voz del pueblo. Esta es su gran aspiración, como toda poesía verdadera” (Antonio Lucas). Me celebro y me canto a mí mismo. / Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, / porque lo que yo tengo lo tienes tú / y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también. // Vago... e invito a vagar a mi alma. / Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra / para ver cómo crece la hierba del estío. / Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí, / de esta tierra y de estos vientos. / Me engendraron padres que nacieron aquí, / de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí, / de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también... ** Miguel Díez R. http://www.letralia.com/firmas/diezrmiguel.htm Docente e investigador español (León, 1937). Profesor de lengua y literatura españolas de enseñanza secundaria. Además de manuales de literatura española y de comentarios de textos literarios, ha publicado la edición de Jardín umbrío, de Ramón del Valle-Inclán (Madrid, Espasa-Calpe, http://www.espasa.es; 1993), Antología del cuento literario (1985; Madrid, Alhambra-Longman, 2005) y Antología de cuentos e historias mínimas (2002; Madrid, Espasa-Calpe, 2008). En colaboración con su mujer, Paz Díez Taboada (http://www.letralia.com/firmas/dieztaboadapaz.htm), ha publicado Antología de la poesía española del siglo XX (1991; Madrid, Istmo, 2005), La memoria de los cuentos (Madrid, Espasa-Calpe, 1998, reeditado recientemente en la misma editorial y colección con el título de Relatos populares del mundo) y Antología comentada de la poesía lírica española (2005; Madrid, Cátedra, http://www.catedra.com; 2006). === Los fantasmas fieles de Francisco Pérez Perdomo ======================= === Gabriel Jiménez Emán ================================================== En alguno de los años de la década de los sesenta, anduve varios días acompañado de un delgado libro ilustrado con unos grabados del año 1500 que representaban a una hermosa ballena furiosa acompañada de pequeños descendientes suyos, y en la portada se ve en diapo a otra ballena atacando y hundiendo a un barco. Se trataba de una de las famosas ediciones de El Techo de la Ballena en un agresivo y hermoso color morado. Los títulos de los poemas correspondían a la letra inicial de cada texto, el cual además estaba escrito en prosa. Su autor: Francisco Pérez Perdomo. Advertí allí un lenguaje nuevo, donde Rafael Cadenas nos decía en un prólogo que éste era “un libro para paladares fuertes”. En efecto, algo de aquello necesitaba yo a mis veinte años: sensaciones fuertes que me sacaran de las rutinas líricas y de las disertaciones académicas. No podré olvidar versos como “Mi mujer y yo nos estiramos / y sacamos la cabeza de la urna del sueño / sin recursos de magia / Y puestos ya en la superficie / seguimos aquella larga conversación sin causa”. O: “Echa espuma en mi boca / Una suprema nostalgia lo hace babear entre mis labios / Cae al suelo abrazado conmigo / acaso víctima también de mis propias veleidades”. Aquella poesía me hacía pensar, me dejaba instalado en medio de estados mentales producidos por la ofuscación, la soledad o la separación. Las costumbres obsesionantes, objetos viscosos asomados a ciertas superficies, la piel y los huesos jugando roles reales en la cotidianidad, los deseos ladrando a la luna y otras desacostumbradas visiones estuvieron formando parte de las mías. Le di al texto, no al cuento o al poema, preeminencia, y con él, a la escritura, por encima de las clasificaciones genéricas. Incluso Pérez Perdomo se toma la licencia de incluir un Cuento en su libro, cuyo comienzo me parece uno de los más hermosos de toda la literatura: “Saliendo de la melodía tibia de la almohada, cuando apenas frisaba los treinta y dos años de edad, el hombre bajó por el cordón umbilical y siguió en las callejuelas astrosas los pasos de su amada”. Pocas veces había visto yo en poesía a una mujer tan involucrada en la angustia de un hombre. El título del libro: Los venenos fieles, editado en 1963. En su segundo libro, La depravación de los astros, publicado en 1965, las situaciones no son menos tensas y desgarradoras, aunque tratadas con más recursos: el diálogo, más uso del verso (el verso, que no es sino una convención rítmica, se siente en este libro como una necesidad, y no una manera de “ser poético”). Precisamente, en uno de estos textos en verso se alude a una de las imágenes dilectas del poeta, los fantasmas: “Una calle blanca o, mejor aun, neutra; / una calle sola y a la vez recorrida / por transeúntes si no enteramente extraños / en todo caso con algo de fantasmas: una mueca, una señal o una fatalidad...”. Podría señalarse en este libro una apertura hacia los espacios sombríos y brumosos, o hacia la noche como espacio de reclusión: “Hacia la alta noche desperté confinado dentro de mí, circuido por un ritual sombrío”. Este ritual de sombras será luego ceremonia o rito secreto, vocablos que en plural servirán para dar título a dos de sus libros. Sería pretencioso exponer aquí cómo se ha cumplido este proceso ritual en la palabra del poeta. En el libro Ceremonias (1976) el poema “Tiempo muerto” expresa de modo sintético todo el tiempo del libro. Aparecen en él una serie de elementos y personajes que son dominantes en esta fase de la poesía de Pérez Perdomo: las aves, las presencias afantasmadas, las luces y las sombras, los árboles y la vegetación. Este texto es como una llave para penetrar en “Aquel tiempo muerto / resucitaba inmortal / y por las colinas crepusculares / se tendía el arco iris...”. El ahorcado, las ánimas, la dientona, el jinete de la medianoche y los aleteos pavorizantes son sólo algunos de los elementos que componen el poema y que aparecen a lo largo del libro desdoblados en damas misteriosas, caballeros de negro, difuntos, hombres solitarios o cejijuntos, errabundos y otros que ayudan a restaurar la identidad por la memoria, llamando a “seres desaparecidos / que al evocarlos al azar / se reconstruyen en sus antiguas trazas”; éstos al principio “viven sobre la superficie de la vida” y luego al final “se incorporan, suben a la tierra / y restauran su borrosa identidad”. A partir de Ceremonias Pérez Perdomo insiste en un gran ejercicio memorioso, tanto en Círculo de sombras (1980), como en Los ritos secretos (1988). En este último libro, el poeta confiesa su “gracia” en una especie de autobiografía donde se entreteje lo real a lo fantástico en una proporción verdaderamente equilibrada. El poeta viene dando algunos “datos” de las circunstancias de su nacimiento: fechas y lugares exactos, hasta que días después de su llegada al mundo unas lechuzas y unas serpientes lo secuestraron y lo ocultaron en un recodo de los campos. Así continúa el texto inicial de este libro (“Ese es mi nombre”), alternando estos datos reales con los de la realidad poética. Una de las constantes en este libro es ese trayecto desde lo profundo hasta la superficie en un intento por hacer regresar el tiempo, para detener ese círculo que desea cerrarse para cumplir su ciclo necesario. El poeta interviene aquí como un demiurgo que intenta recuperar estos espacios antiguos y estos personajes que parecen ser visitantes permanentes de su recordar y de sus sueños. Sería interminable la lista de ejemplos donde estas apariciones tienen efecto, esos “Huéspedes nocturnos” (así tituló Pérez Perdomo una antología suya) que merodean constantemente en torno de su ser y su palabra. Podría llegar a afirmarse que buena parte de estos personajes no son sino versiones anímicas de la propia personalidad del poeta desdoblada en diversas voces existenciales, en variables del inquirir matizadas por la sugerencia de la fábula. Uno de los mejores retos para un estudio sistemático de la poesía de Pérez Perdomo consistiría en ir haciendo un inventario analítico de estos seres para asociarlos con los mitos y leyendas populares de los Andes, pues es evidente que en esa tierra trujillana, en esa “tierra de nubes” hay un substrato muy rico de interpretaciones mágicas donde pueden hallarse claves importantes de acercamiento no sólo en la poética de este autor, sino en todo el inconsciente colectivo andino que se traduce de modo tan variado en la literatura. Para citar sólo un ejemplo paradigmático, la obra de Ramón Palomares ha alcanzado trascendencia precisamente porque expresa un conjunto de valores míticos en la lengua oral, la cual es manejada en toda su musicalidad y poder encantatorio. Ese “Paisano” trujillano de Palomares habla desde la esencia profunda del imaginario andino, y lo resuelve en códigos fantásticos que muchos han emparentado con los procedimientos del realismo mágico. Palomares va directo al meollo del lenguaje del campo para recrearlo en sus mitos, y encuentra en éste brillos inusuales. El procedimiento verbal en la poesía de Pérez Perdomo es, por lo contrario, de ceñimiento y contención. El método es más bien narrativo y descriptivo. Se sitúan al tiempo y al personaje en un registro escueto, más dominado por presencias que vigilan desde afuera y van volcándose progresivamente en el discurso. En este sentido, Pérez Perdomo ha sabido evadir una probable influencia de Palomares, para mirarse en el espejo de un lenguaje moroso y casi argumental, ese que de algún modo había estado presente desde el comienzo en los textos escatológicos sobre la ciudad. Es una lástima que Pérez Perdomo no haya insistido un poco más en esta veta ontológica, que no le haya sacado partido a través de recursos como los del humor negro y el absurdo, con lo cual probablemente hubiese realizado grandes aportes a la lírica de tema óntico metropolitano. Sobre todo en los textos en prosa, el poeta había encontrado un mundo muy propio, distinto y tan renovador como las prosas de Rafael Cadenas. El autor se decidió por la narración en verso, la cual ha continuado trabajando en su volumen El sonido de otro tiempo (1991), donde es precisamente el decurso temporal el que se impone sobre cualquier otra tentativa y hasta “El coloquio de los muertos / se oye confuso alrededor de un árbol”. Otra vez aquí las presencias y latencias de antes regresan en un discurso similar al de los libros anteriores. Lo más peligroso de esta reiteración no es sólo su insistencia temática, sino su insistencia lingüística, ese tiempo verbal del pretérito imperfecto que a veces se hace cacofónico y termina por agotar las posibilidades verbales. No conozco los libros recientes o inéditos de Pérez Perdomo (El límite infinito), pero es posible que a partir de sus innegables posibilidades escriturales podamos asistir a la construcción de una nueva fase lírica en este poeta, que ha alcanzado ya más que una fidelidad a su mundo fantasmal de la infancia. Yo creo posible un retorno a sus viejas obsesiones existencia-les, donde no se descartaba el cortejo de sus espectros familiares. En el texto 18 de La depravación de los astros dice en tono ramosucreano: “Mi origen rural encendió en mí una devoción ciega por los magos. Me inquietaba el futuro. Una noche de marzo un nigromante me vaticinaba infortunios”. Y en otro se cansa de su memoria y dice “Carezco de recuerdos. / A nada me debo en este mundo. Ahora, en este instante”. Preveo en él una posibilidad de encontrar nuevos mundos en ese poder de construcción oblicua donde se depende menos de la evocación y más de la recreación de los mundos sensibles, merced a la inteligencia y, sobre todo, a la gran sensibilidad lectora de la que es dueño Pérez Perdomo (presente en su libro Lecturas, 1995), observador exigente de Beckett, Kafka y de otros grandes prosistas contemporáneos. Su mundo sombrío y agotado expresamente en el tiempo puede experimentar, lo sé, nuevos brillos, es capaz de adentrarnos en un universo de sugerencias mayores. Yo soy su lector fiel, desde aquel primer libro de venenos morados. ** Gabriel Jiménez Emán http://www.letralia.com/firmas/jimenezemangabriel.htm Escritor venezolano (Caracas, 1950). Su obra narrativa y poética ha sido traducida a varios idiomas y recogida en antologías latinoamericanas y europeas. Vivió cinco años en España y ha representado a Venezuela en eventos internacionales en Atenas, París, Nueva York, México, Sevilla, Salamanca, Buenos Aires, Santo Domingo, Ginebra y Quito. Ha publicado los libros de cuentos Los dientes de Raquel (La Draga y el Dragón, 1973), Saltos sobre la soga (Monte Ávila, http://www.monteavila.gob.ve, 1975), Los 1.001 cuentos de 1 línea (Fundarte, http://www.fundarte.gob.ve, 1980), Relatos de otro mundo (1988), Tramas imaginarias (Monte Ávila, 1990), Biografías grotescas (Memorias de Altagracia, http://edimemorias.blogspot.com, 1997), La gran jaqueca y otros cuentos crueles (Imaginaria, 2002), El hombre de los pies perdidos (Thule Ediciones, http://www.thuleediciones.com, España, 2005), La taberna de Vermeer y otras ficciones (Alfaguara, http://www.santillana.com.ve, Caracas, 2005) y Había una vez... 101 fábulas posmodernas (Alfaguara, 2009), entre otros, así como las novelas La isla del otro (Monte Ávila, 1979), Una fiesta memorable (Planeta, http://www.planetadelibros.com/editorial-editorial-planeta-8.html, 1991), Mercurial (Planeta, 1994), Sueños y guerras del Mariscal (Comala, http://www.comala.com, 2001; Ediciones B, http://www.edicionesb.com, Bruguera, 2007), Paisaje con ángel caído (Imaginaria, Yaracuy, 2004) y Averno (El Perro y la Rana, http://www.elperroylarana.gob.ve, 2007); los libros de ensayo literario Diálogos con la página (Academia Nacional de la Historia, http://www.anhvenezuela.org, Caracas, 1984), Provincias de la palabra (Planeta, Caracas, 1995), El espejo de tinta (Fondo Editorial Ambrosía, Caracas, 2008), Una luz en el camino: fundamentos de ética para adolescentes (Biblioteca Básica Temática, Caracas, 2004), Espectros del cine (Cinemateca Nacional, http://www.cinemateca.gob.ve, Caracas, 1998) y El contraescritor (El Perro y la Rana, Caracas, 2008); los poemarios Materias de sombra (Premio Monte Ávila de Poesía, 1983), Narración del doble (Fundarte, 1978), Baladas profanas (La Oruga Luminosa, 1993) y Proso estos versos (Círculo de Escritores de Cojedes, 1998), Historias de Nairamá (Fondo Editorial del Caribe, Anzoátegui, 2007), y las antologías y trabajos de investigación Relatos venezolanos del siglo XX (Biblioteca Ayacucho, http://www.bibliotecayacucho.gob.ve, 1989), El ensayo literario en Venezuela (La Casa de Bello, http://www.casabello.gob.ve, Caracas, 1988), Mares: el mar como tema en la poesía venezolana (Banco Unión-Ateneo de Caracas, Premio Anda, 1990) y Ficción mínima: muestra del cuento breve en América (Fundarte, Caracas, 1996), entre otros, así como antologías literarias con estudios sobre Víctor Valera Mora, Luis Fernando Álvarez, John Lennon y Bob Dylan, Brian Patten, Baica Dávalos, José Lezama Lima, Vicente Huidobro, Ludovico Silva, Salvador Garmendia y Adriano González León. Ha recibido diversos reconocimientos, como el Premio Municipal de Narrativa del Distrito Federal, el Premio Romero García de Narrativa del Consejo Nacional de la Cultura, el Premio Nacional de Narrativa Orlando Araujo y el Premio Solar de Ensayo de la Fundación de Cultura del Estado Mérida (Mérida, 2007) por el libro El espejo lúcido. Es traductor de poesía de lengua inglesa y editor independiente. Dirige la revista y las ediciones Imaginaria, dedicadas a lo inquietante y lo fantástico, y es coordinador general de la Fundación “Elisio Jiménez Sierra”. Ha sido coordinador de la Plataforma del Libro y la Lectura (Ministerio del Poder Popular para la Cultura, http://www.ministeriodelacultura.gob.ve), director general del Gabinete Ministerial de Cultura en el estado Yaracuy y miembro de la Junta Directiva Nacional de la Red de Escritores de Venezuela (http://rednacionaldeescritoresdevenezuela.blogspot.com). ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Dos relatos Lucas Paulinovich *** Variaciones de una certeza (extractos) Yelenia Cuervo *** Dos cuentos María Isabel Briceño Armas *** El día de hoy (extractos) Camila Charry Noriega *** Venerada Virginia Eduvigis Hernández Cabrera *** Poemas Fulgencio Martínez *** No nos quieren Carlos De Santis *** Poemas Mariela Puzzo *** Hasta la próxima Natalia León Amador *** Cinco poemas René Alonzo Valdés Morales *** Contra sentido Silvia Hebe Bedini *** Poemas Rafael Eduardo D’Armas López === Dos relatos Lucas Paulinovich ==================================== *** La huelga de los delincuentes Todo comenzó con la sangrienta represión a Marcel Douvall, un célebre ladrón de joyerías llegado de Francia algún tiempo atrás. Luego de perpetrar uno más de sus atracos, el francés se dio a la fuga, perseguido por una ristra de oficiales que habían tendido una infructuosa emboscada: con sagacidad, el ladrón dilucidó las trampas y escapó por una puerta trasera. Parecía escaparse una vez más de las manos de la ley. Pero falló. Cuando intentaba subirse a un taxi y acelerar su escapatoria, el taxista reconoció su rostro —popularísimo en revistas y periódicos— y trabó las puertas del coche. El tiempo consumido en esta acción facilitó la operación de los oficiales que mantuvieron su velocidad y lograron alcanzar a Douvall, que retomaba su carrera. La prensa cubrió los hechos con monumental algarabía. “Se acabó el terror”, “Cayó Douvall, retorna la paz” y cosas por el estilo eran las que salían en las tapas de los periódicos. Incluso una revista de resonada fama se apresuró a aventurar cómo sería la vida cotidiana, plácida y bucólica, de aquella comunidad, con el temido ladrón entre rejas. Decían, en aquellas funestas líneas, que las personas ahora podían volver a caminar por las calles a altas horas de la noche sin necesidad de andar mirando intranquilamente a sus costados; que los adultos mayores podrían recuperar el viejo hábito de matear en la vereda; que los niños, fervorosos, harían su retorno a las calles y volverían a verse las pelotas y las bolitas, hasta conmovían con tono emocionado rememorando los cuidados que los automovilistas debían tener al pasar por el barrio para “no pisar las pelotas y pincharle el juego a los infantes”. Tal fue el entusiasmo generado por la captura de Douvall —largamente buscado por las fuerzas de seguridad— que los agentes policiales confundieron sus bríos. Envalentonados por los festejos masivos, descargaron todos sus odios y resquemores sobre aquel escurridizo malhechor: lo golpeaban asiduamente y lo torturaban con sádico fanatismo. Los oficiales habían organizado “grupos de trabajo”, dedicados a planificar los azotes y vejámenes, y distribuirlos entre los equipos, como si se tratara de una competencia de kermese. Douvall fue golpeado con látigos; sometido a fierros calientes en las plantas de sus pies, en sus manos y en su lengua; se le arrancaron las uñas con tenazas; se lo electrocutó con picanas; le practicaron el tortuoso ejercicio del “submarino”, consistente en sumergirlo en el agua justo hasta el momento antes de la asfixia, cuando el aire es tan escaso que comienzan a asomarse los síntomas del desfallecimiento. En un primer momento, quizás intuyendo que la población recibiría alegremente esos vejámenes sobre el pérfido criminal, los oficiales publicaron algunas fotografías de los episodios. Sin embargo, al ver que la recepción despertaba algunas voces críticas que hablaban de derechos del hombre a cumplir su pena sin ser sometido a torturas ni humillaciones, dejaron de filtrar las imágenes a la prensa, pero no abandonaron sus hábitos mórbidos. Esta situación era conocida por ciertos grupos de activistas que no tardaron en salir en defensa del presidiario. Reclamaban un mejor trato y condiciones dignas de existencia. Los delitos cometidos por Douvall no lo hacían merecedor de un trato inhumano. La justicia debía aleccionar y no castigar con instrumentos aun peores a los utilizados por los delincuentes. Los oficiales y el poder público se mofaban de este minúsculo grupo de extraviados que no encarnaba ningún riesgo para el confort de sus posiciones. Todo cambió cuando a estos activistas del humanismo se les acoplaron los ahora organizados delincuentes. Éstos, producto de la situación vivida por Douvall, habían conformado una suerte de sindicato, a partir del cual estipulaban acciones colectivas con el objetivo de garantizar ciertos derechos que consideraban elementales, como, por ejemplo, el derecho a cumplir las penas con las garantías de la ley. Los activistas humanistas recibieron dispuestos la contribución del sindicato de delincuentes y los invitaron a participar de sus reuniones. Fue en una de éstas, precisamente, que se decidió la acción fundamental: los delincuentes entrarían en huelga general. Ya no harían atracos, ni se introducirían en hogares, ni asaltarían bancos, ni realizarían secuestros extorsivos, ni ninguna de las actividades que su profesión imponía. Se llamarían a silencio e inacción. Dejarían que todo funcione sin su participación hasta que se le reconozcan los derechos a Douvall. En un principio, tras conocerse públicamente el comunicado de la organización, la población y las fuerzas de seguridad festejaron burlonamente, como dando por ganada la batalla contra el delito. Comenzaron a llevar adelante libre y relajadamente todas esas acciones que antes sólo podían hacer con la atención encendida: finalmente los viejos se sentaban a tomar mates en las veredas; los niños jugaban en la calle hasta ya entrada la noche; los adolescentes deambulaban desprejuiciadamente y sin temores a altas horas de la madrugada. Pero el transcurso del tiempo confirmó lo que algunos referentes policiales advirtieron apenas leído el comunicado: si los delincuentes dejaban de actuar, ¿para qué continuarían ellos con su función? Tarde o temprano, la policía sería un gasto inútil y el poder público no tardaría en borrarla de su presupuesto. Si los delincuentes no actuaban y prometían no hacerlo, ellos carecían de utilidad social y se quedarían sin trabajo. La estrategia de los delincuentes comenzaba a dar sus frutos: el Estado primero realizó algunos recortes en la fuerza pública, dejando a muchos agentes en la calle; luego redujo todo a una serie de patrullas que deambularían por las calles comprobando que los delincuentes cumplieran con su promesa de inactividad; pero al final, ante la evidencia de la pasividad extrema, el Estado debió abolir por completo a la policía. Fueron cientos de agentes, cabos, sargentos y comisarios que quedaron, de un día para el otro, sin nada que hacer. Estaban en la calle. Los presos, al no haber guardiacárceles, fueron masivamente liberados. Sólo Douvall permaneció en cautivero, bajo estricto control y vigilancia de los custodios del intendente, que sentía una aversión personal por el francés que lo había llevado a tan compleja crisis. Algunos pronosticaron que los policías expulsados serían quienes conformarían el nuevo cuadro delincuencial y saldrían a cometer los crímenes que los delincuentes sindicados no cometían, casi como una reacción de venganza. Pero esta situación dispondría un escenario hostil que no tardaría en convertirse en una guerra abierta entre los delincuentes tradicionales —miembros del sindicato— y los delincuentes policiales. De hecho, algunos policías prescindidos del poder público se sumaron al sindicato de delincuentes, confesando haber cometido delitos mientras formaban parte de la fuerza pública y, por lo tanto, obteniendo su ingreso al gremio. Otros se abandonaron a la angustia y no fue difícil observar a ex comisarios y jefes de policía rondando las calles en ropas zaparrastrosas, mendigando monedas u ofreciendo mediocres talentos a cambio de una exigua recompensa, mayormente fundada en la piedad que en el reconocimiento de las virtudes artísticas. Pero las desgracias no se limitaron al cuerpo de policías. Pronto los vendedores de seguro sintieron el impacto del cambio de época. La mayoría de las personas dejaba de pagar sus seguros de vida y de propiedades, ahora inútiles ante la ausencia de amenazas y peligros. Las empresas aseguradoras, una a una, entraron en terminales crisis y lentamente fueron cerrando sus puertas. Todos los integrantes de estas compañías, desde el más plano de los empleados hasta el más encumbrado de los jefes, se cruzaban ahora en las calles, pidiendo limosna junto con los antiguos patrones del orden. Fueron muy pocos los que consiguieron trabajo en otras ramas: no abundaban los empleos. Los comerciantes, como sabían que nadie les robaría, atendían ellos mismos sus locales, dejando las puertas abiertas aun cuando salían a realizar un mandado o colocaban carteles con los precios de cada producto, de modo que los clientes, como en un autoservicio, tomaban los artículos de su interés y se cobraban a sí mismos en la caja. Esto convirtió en prescindibles a los empleados de comercio, que ahora integraban, también, las listas de mendigos que recorrían las calles en busca de consuelos o procuraban algún ingreso realizando changas de todo tipo, recurso de breve efectividad, dada la multiplicación exponencial de las ofertas de plomeros, electricistas o gasistas improvisados. Los bancos también se resintieron con el impacto social de la medida adoptada por los delincuentes. Ya no había necesidad de guardar los dineros en cajas fuertes ni utilizar cuentas corrientes: todas las personas almacenaban sus ahorros en sus casas, en lugares a la vista de todos, sin complejos ni reparos. Pero todo era mucho más aburrido: casi toda la clase media había perdido sus temas de conversación. Ya no tenían de quién sospechar ni nadie para apuntar con el dedo. En los almacenes y en las peluquerías había soporíferos silencios. Las calles estaban opacas. Las personas caminaban cabizbajas, angustiadas, sin miedos, aletargadamente rutinarios. Las entidades bancarias se convirtieron sucesivamente en simples casas de cambio y préstamos menores, los cuales fueron desapareciendo paulatinamente merced al receso experimentado en la actividad económica. Había mucho menos dinero circulando, ya que había muchísima menor cantidad de gente empleada y, por lo tanto, los bancos carecían del capital para expedir préstamos que tampoco eran demasiado solicitados. El Estado también sufrió una dura conmoción: los contribuyentes se redujeron cuantiosamente y prácticamente no tenían utilidad las oficinas de impuestos: permanecían abiertas durante interminables horas sin que nadie ingresara a ellas para aportar sus cargas fiscales. Los dirigentes políticos de turno no tardaron en exigir un recorte y esas oficinas cerraron y sus empleados fueron despedidos, junto con otros tantos de otras áreas del gobierno. La situación se tornaba insostenible. El intendente de la ciudad determinó una reunión de urgencia. Largo rato deliberaron en aquella reunión de la que formaron parte todos los referentes políticos y sociales —los que todavía conservaban sus posiciones. Finalmente, se dictaminó la solución: el Estado crearía el Cuerpo de Delincuentes Profesionales, para reactivar el normal curso del orden social. Este equipo de delincuentes estaría compuesto por los más expertos y avezados hombres del delito, que se postularían en concurso y serían seleccionados por eminencias del crimen internacional. Para promover la participación de los delincuentes en este cuerpo público, el Estado prometía sueldos de privilegio y concesiones de diversos tipos. Nadie en su sano juicio, pensaban los hombres de Estado, puede rechazar una oferta de esta índole. Las cartas solicitando la participación en el concurso fueron llegando con parsimoniosa timidez. No todos los delincuentes confiaban en la propuesta y el sindicato se partió internamente: algunos proponían acceder a la iniciativa, concursar, pero exigiendo que uno de los miembros del sindicato formara parte del jurado. Otros, más extremistas, negaban toda cooperación con el Estado, al que declaraban su enemigo y que proponían abolir radicalizando la medida de inactividad. Las diferencias de opiniones fueron definitivas para la organización gremial. No hubo manera de conciliar posturas: los delincuentes a favor de la moción de participación, concursaron; y el resto intensificó su huelga. El Estado eligió a los mejores delincuentes y les otorgó una suculenta partida presupuestaria para que comiencen su actividad. Enseguida volvieron los hurtos, los robos a mano armada, los asaltos a comercios, atracos en salideras bancarias, etc. También se volvió a conformar la policía y los presos fueron recapturados. Los delincuentes que habían radicalizado su huelga, al ver los provechos que sus pares obtenían —era difícil recuperar la desconfianza para la población y, por lo tanto, las cosas estaban sumamente simplificadas para el delito— decidieron abandonar sus reclamos y se lanzaron nuevamente al delito y al crimen. La población recuperó sus temas de discusión, sus pánicos y su ritmo habitual de vida. En los almacenes se volvieron a escuchar las conversaciones, los lamentos y las persecutas de las clases medias, estigmatizando vecinos y desconfiando de cualquiera. Los bancos reabrieron sus puertas, las aseguradores reaparecieron y gozaron de ingentes hileras de personas que querían recontratar los servicios. Las escuelas volvieron a enseñar a los niños a desconfiar en base a prejuicios sociales y a meterse a casa corriendo apenas cae el sol. Douvall continuó preso, pero ya nadie se acordó de él. *** Los Muertos sabrán conspirar “¿Y qué si la Vida sólo es la Muerte de otra Vida?”. Raymond Lambert. La idea de que el Mundo de los Muertos es un lugar que responde a los caracteres elementales de este mundo —llamémosle: el de los Vivos— con parques y espacios públicos donde los muertos bien pueden conversar, divertirse o atosigarse, tal como lo hicieran durante su vigilia en la mediana eternidad de la vida, es una de esas habladurías que, por tan mentadas, poco se advierten sus implicancias. No se trata de despreciar iniciáticamente la superstición que versa sobre ese mundo a imagen y semejanza, sino de percatar sobre un olvido demasiado funesto: los Muertos, también, son capaces de conjurar. Y los Vivos (tan holgadamente festivos por la insistencia de su tránsito) olvidan con pena esa posibilidad. El Mundo de los Muertos suele concebirse como un sitio donde se gozan las bellezas de la vida, pero no se padecen los tormentos y abatimientos cotidianos. Es decir: es un lugar conformado según las fantasías presentes de los Vivos, que pretenden dispensarse para remotos tiempos futuros las comodidades inverosímiles que no disfrutan en sus existencias terrenas. Pero aquel mundo inhóspito y hostil no merece mayores reconocimientos en el orden de la comodidad y la displicencia. El Mundo de los Muertos, habitado por seres que supieron pertenecer a la raza de los Vivos, soporta idénticas circunstancias: mezquindades, disputas triviales, repentinos enamoramientos y, fundamentalmente, la irreparable competencia por escalar posiciones en una patética carrera hacia ninguna parte. Pero los Muertos (Vivos que han perdido su condición pero se niegan a aceptarlo) pretenden asumir posiciones de dominancia dentro de un mediocre esquema conformados por sus propias ensoñaciones. Para los Muertos, entonces, existirá un tiempo futuro donde las miserias del Mundo de los Muertos se transformarán en deleites indefinibles. Pero los que nos ocupa a los fines del relato no son las avaricias de los Muertos, sino su irrevocable determinación vengativa hacia los inadvertidos Vivos, incapaces, los pobres, de notar siquiera la compleja trama de conspiraciones que se teje en contra de ellos y que los recibirán a su tiempo, cuando llegue la infausta hora y no haya compañías en el ingreso a las tinieblas del más allá. Quizás esa remota conciencia del devenir subyace entre los Vivos y justifica la repulsión escandalosa (incomprensible si se la mira desde otros puntos de vista menos cargados de prejuicios infantiles) que guardan hacia el hecho de morir. Metámonos, entonces, de lleno en la historia. Cuentan esas leyendas sobrevaluadas (tal vez con razón) que allí, en las oscuridades profundas del Mundo de los Muertos, los muy desgraciados se reúnen para contemplar sobradoramente los acontecimientos del Mundo de los Vivos, ese universo particularmente finito que ya no los cuenta entre sus integrantes más que como vagos recuerdos en algunas memorias de singular (¿y lóbrego?) sentimentalismo. Y esa contemplación que hacen los tan pillos no se trata de un mero divertimento con el simple e inocente objetivo del pasatiempo. Es, más bien, un acto de rencor, una cuidadosa pesquisa que tiene como función la detección de injusticias sobre sus memorias (la tan mentada memoria de los Muertos). Éstos, sentados en vaya a saberse qué objeto, observan con atención cuidadosa cada una de las acciones que los Vivos desarrollan y cómo éstas honran u omiten sus memorias y protegen el sagrado (sí, los Muertos también pueden ser tan lamentables) recuerdo de su persona. Cada uno de los actos de los Vivos, aun cuando los ruines despistados no lo adviertan, es fiscalizado con celosía por seres en otras instancias inimaginables desde los limitados alcances de las conciencias medias (y no es precisamente Dios quien lo controla, preocupado seguramente en labores más importantes que las oscilaciones de unos seres chiquitos e insignificantes en un perdido rincón del vastísimo universo). Los Muertos todo lo miran desde sus largos ratos de tedio insoportable, acostumbrados como están a los tiempos del Mundo de los Vivos y, por lo tanto, inhabilitados para amoldarse a los ritmos y costumbres del nuevo mundo que les toca habitar. Sólo algunos pocos sagaces y bien dispuestos son capaces de asimilar la nueva concepción del tiempo y acomodar sus hábitos al del Mundo de los Muertos, evitándose sufrir las inclemencias y el sopor que los más reacios (sí, aunque no lo crea, incluso después de muertos, algunos creen que resulta útil rebelarse contra lo inevitable, desocupando, gracias a esos lacrimosos menesteres, cuestiones algo más importantes) padecen con martirizante y estúpida voluntad. Pero no nos apiademos aquí de la suerte que tienen los voluntariosos que no pueden reconocer sus propios límites (necios hay en todos lados) y continuemos con los detalles de la trama. Se preguntará, a esta altura del relato, sobre los motivos que conservan los Muertos para realizar tan agobiante acto de vigilancia y, si es usted memorioso (dudo que lo sea, al menos en estas circunstancias que lo colocan en el papel de lector) recordará que le he advertido que los Muertos preparan conjuras que funcionen como venganza. Saben, los muy perspicaces, que los Vivos, tarde o temprano, morirán (sé que parece una obviedad destacarlo, pero hay Vivos que aún no lo han terminado de comprender y reconocer). Preparan, entonces, los tan meticulosos, curiosas redadas para recibir a los neófitos y hacer de sus días en el Mundo de los Muertos una tortura mucho mayor a la que ya implica estar en un mundo deseando ser de otro (para que pueda figurarse usted, lector, qué significa eso, represéntese los tormentos y adversidades del Mundo de los Vivos). Los primeros días de los nuevos Muertos se convierten en calvarios irresistibles, sufriendo vejámenes y humillaciones impensadas por cualquier mente racional (nos referimos a la racionalidad del Mundo de los Vivos, que es incapaz de representar los alcances de la maldad en otros mundos... de hecho, tiene problemas, la muy moral y regulada, para comprender los alcances en el propio Mundo de los Vivos). Los iniciados suelen echarse a llorar durante semanas, deseando nunca haber muerto y nostálgicos, tan románticos ellos, de sus pasados tiempos de existencia terrenal. Rememoran, con aguachenta melancolía, incluso aquellas cosas que detestaban durante sus tiempos de vigilia existencial: filas para trámites, salas de espera, consultorios médicos, jornadas laborales, relaciones humanas indeseadas, etc. Su estancia en el Mundo de los Muertos es imposible. En esas condiciones no toleran ni una sola micromilésima de segundo más. Es entonces cuando entran en contacto con otros Muertos que también padecen los lamentos de la angustia insostenible y encuentran la solución del desvío místico, inventando nuevos cielos y nuevos dioses, fantaseando con futuros de esplendores en mundos especialísimos, donde los ingenuos vivirán cómoda y alegremente, sin tener que atravesar las pruebas que este novedoso Señor les impone para que ratifiquen su confianza en Él y obtengan esa suerte de credencial que los habilita como de los Elegidos. Así, por ende, los Elegidos se pasean por el Mundo de los Muertos, contentos de sufrir las vejaciones que los otros Muertos, los Conjuradores, les imponen como cínica venganza a los infames agravios que aquéllos les dispensaron cuando murieron pero aquéllos siguieron con vida. Se sorprenderá el lector, intuyo, cuando sepa que los Conjuradores, tan sátrapas e impúdicos, sin embargo, otorgan la posibilidad de una redención a los neófitos que aún no han decidido volcarse al club de los Místicos. Pero esta oportunidad redentora no es, pese a todo, un acto de grandeza, sino que confirma la voluntad de subordinación de aquéllos. Los muy pícaros de los Conjurados obligan a los neófitos a jurar lealtad a la causa de la conspiración y a comprometerse con las misiones que les sean designadas, con el solo objetivo del triunfo de la causa de la venganza sobre los Vivos. Les piden, en definitiva, un juramento de transformación. Es por eso que, quienes aceptan este juramento y doblegan sus fuerzas ante los Conjuradores, son conocidos como los Conversos (Vivos que han aceptado su abdicación y decretan su pase a las filas de los Muertos, de los más retorcidos de éstos). Los Conversos, seres de triste sometimiento, son quienes merodean y tejen las chanzas maliciosas que los Muertos preparan a los Vivos en su propio mundo. Son —los Conversos— eso que los Vivos tan cándidamente llaman “espíritus” y que invocan en simulacros lúdicos de bastante (y enternecedor) patetismo. Son algo así como los peones de los Conjuradores, que diseñan las estratagemas y despliegan el arsenal teórico al servicio del tormento a los Vivos. La inoperancia de los Vivos sobre los designios infamemente preparados por los Muertos está basada, fundamentalmente, en su irreparable carencia de agresividad: no cuentan, los inermes Vivos, con recursos suficientes para ocasionar, al menos, daño mínimo a los Muertos. Éstos, aventajados, pueden ganarlos para su plantel provocándole la muerte (matándolos de un susto, por ejemplo). Pero los Vivos, pobres, no pueden hacer nada para defenderse y lastimar a los Muertos, más que desear fervorosamente que los evite el rencor de los fallecidos y comportarse debidamente, rindiendo una secreta pleitesía a los que se han ido del mundo físico de los Vivos hacia el otro mundo (también físico, no sea ingenuo, lector) de los Muertos. Los Vivos, pobrecitos los muy tremendos, están condenados sin saberlo a una atroz esclavitud y sus tiránicos dueños, los muy malvados Muertos, les harán sentir esa inferioridad de las formas más horrorosas y agudamente viles. Tal vez algunos Vivos más incisivos hayan comprendido alguna de estas perplejidades y, por eso, anhelan con insistencia la muerte, para poder comenzar su carrera en las filas de los Conjuradores y, entonces sí, desempeñarse en puestos de dominio, pero sólo parcial y condicionado, ya que los propios Conjuradores sospechan de otros mundos y lagrimean los aciagos designios de otros Muertos, más lejanos, que en sus otros mundos también tejen conspiraciones para complicarles las vidas y avisarles, muy recónditamente, que no son más que piecitas tan míseras y bizantinas, de universos enormes e inabarcables. Pero todo esto, estimado lector, quizás no sea más que puro cuento de algunos seres insospechados que nos exigen, por remotas casualidades inconseguibles por nuestras inteligencias, desviarnos de nuestros cursos con estas especulaciones y, así, torpes como buenos Vivos, detenernos en mundos futuros y propósitos prometidos lejanamente. Quizás todo esto, mis amargados lectores, no sea más que una pequeñísima porción de una gran espiral. O tal vez sea sólo una patraña. Usted sabrá decidir... ** Lucas Paulinovich http://www.letralia.com/firmas/paulinovichlucas.htm Escritor argentino (Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, 1991). Comenzó en el periodismo a los 16 años. En 2007 fue incluido en una antología de narrativa. === Variaciones de una certeza (extractos) Yelenia Cuervo ============ *** Oniria No alimentaré más las cicatrices que embalsamo las manos con que te sueño agua desliza. Voy a extirpar mi colibrí de las sienes irrumpir las cenizas de hojarasca otoñal. Es inútil el anonimato, la discordia, el sentido. He de fraguar tu lienzo en mi cuerpo de ausencia. El amanecer de los noctámbulos. La complicidad que me fue inventada Por lo imposible... *** Xólotl ¡Al fin las sombras han petrificado la vida! Estoy donde los amaneceres callan: en los ecos de un baldío. Algunos hombres tendrán que avergonzarse, esculpirme el rostro de llanto, brindar con solemnidad mis fragmentos en tierras otoñales. Voy a carcomer tu pánico con orquídeas y polvo hasta volver certera la memoria cuando los muertos nos reclamen. El cielo gritará su última demencia impecable, irreductible, Teñido de la luz que aún soportas... *** Del sensu y la ausencia Crece al interior de mi espalda una raíz: Contorno y luz, trémulo palpitar de la tierra por donde brotan las libélulas. Reaparece el dolor del accidente mi columna irradia pequeñas lucecitas doradas. Una extraña música afrodisíaca y perversa conjuga ríos y palabras, para no perecer... Para no abandonar mis piernas al funesto llamado del sol Ni a la culpa que invade la memoria no por azar ni por remedio. Aquí transcurren mis terrenos, mis antiguos aliados nocturnos como un cielo agotado ¡Noble indecencia por cuya serpiente recreo la posibilidad! *** Bestia de la posibilidad Anoche soñé contigo, una danza de llamas calcinaba la ciudad. No temía por mí, mi génesis y mi augurio contemplaban un vacío a contraluz. Lloré cenizas sobre tu cuerpo diluyéndome. Entre tus dedos empapé mi último refugio, y con el fantasma de mi carne las estrellas se extinguieron. ¡Ahora temo por ti! ** Yelenia Cuervo http://www.letralia.com/firmas/cuervoyelenia.htm Poeta y ensayista mexicana (Ciudad de México, 1978). Estudió la carrera de filosofía y el posgrado en estética en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), y la maestría en filosofía y medios de comunicación en el Instituto Salesiano de Estudios Superiores (http://institutosalesiano.edu.mx). Es egresada del Diplomado en Creación Literaria de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem, http://www.sogem.org.mx) y profesora-investigadora en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (Upiita, http://www.upiita.ipn.mx) del Instituto Politécnico Nacional (IPN, http://www.ipn.mx). Como ensayista ha publicado trabajos vinculados con la educación, la cibercultura, el cine y la hermenéutica, como poeta cuenta con cinco antologías y diversas publicaciones en revistas nacionales. === Dos cuentos María Isabel Briceño Armas =========================== *** Uno de hadas En aquel entonces vivíamos adictas a Badoo. Esa red llevaba, sin mayores complicaciones, hasta un montón de tipos. Con algunos de ellos cuadrábamos citas, estudiando cada prospecto y terminando estrábicas de mirar el monitor, afónicas de la discutidera. Era la única forma de superar nuestros peros y objeciones, algunas veces bien ridículos. Esa manía nos quedó desde que Marite se fue a conocer a Andrés al centro comercial La Cascada. Aparentemente, el tipo ideal para ella: medio a la antigua, nada bonchón. Cuando ella aceptó verlo, face to face, y fue allá, arrebatada de ilusión y rendida como novia de pueblo, se halló un obstáculo insalvable para una ejecutiva de casi 1,72: Andrés apenas le sobrepasaba el ombligo. A partir de allí, necesidad obliga, le agarramos el gustico a analizar en equipo los detalles de cada posibilidad. Digamos por lo sucedido, otro por ese morbo sin principio ni fin, que infla como un globo las conversaciones entre las mujeres, y obvio, por el gran rollo de la inseguridad. No era cosa de salir a cazar para saborear un secuestro exprés en manos de alguna banda de delincuentes, viéndote obligada a subir a un vehículo en el McDonald’s de Los Teques, o en la pata de un edificio de la Perimetral de San Antonio, y después, Caracas, autopista, los túneles, El Cementerio, sentadita entre dos, pistolas en mano, ansiosos por saber todo de ti: quién eres, dónde vives, dónde trabajas. Cuánto tienes. No era cosa, pues, de terminar raptada por unos bichos de esos, que gozan baboseándote al oído sus nefastas intenciones, para finalmente, en el mejor de los casos, dejarte botada en la Plaza Venezuela, con veinte bolívares en el bolsillo, a las tres de la madrugada de un domingo, toda hedionda a meados y caca. Ni pensarlo. Con todo, nada de entrar en clausura, olvidarnos de las diversiones de allá afuera. Por ello nos aplicábamos. En primer lugar, enfocábamos en la pantalla la imagen del candidato; desmenuzábamos todos sus ángulos. Si el hombre estaba bien bueno: rostro atractivo, piel bronceada, chocolaticos incluidos, nalgas presentables, bien equipado. Aun cuando siempre dejáramos caer por allí, en hipócrita letanía: el físico no es lo más importante... Luego, con todo alardear de que lo material no era la prioridad, y lo espiritual bla bla bla, tal como repetían las hermanas en el San José, observábamos, para nuestra conveniencia, si se fotografiaba detrás del volante de una camioneta último modelo, o de un Porsche; acelerando una Harley con cara de Schwarzenegger; o así como a punto de firmar un documento importante, a la vista el correspondiente logo de la empresa. Por el contrario, teníamos como de mal pronóstico si las imágenes arrojaban individuos armando, ya de antemano, su V de victoria... o los dedos pulgar e índice en L, para abajo o arriba en tumbao de reguetoneros; miradas de solitario, lánguidas, de bailarín de tangos; evasivos ante la cámara; mandíbulas amenazantes bajo enormes lentes de sol; empeñados en mimetizarse como salamandras tras un manto de tatuajes, piercings, túneles; o cerveza en mano, arrimados a otros más, en alguna escalera angostica de cualquier cerro cielo arriba. Un caso inolvidable, incluido largo tiempo en agenda, fue Marlboro: un italiano en camisa escocesa, jean, botas de vaquero, sobre potro castaño. La mamá de Rossana le dio el apodo; a ella, nieta renegada de camisas negras, Marlboro le dio muy mala espina al ver su foto ya la primera vez. La hija sí lo imaginó, enseguida, como el hombre más romántico del mundo; y se hubiera ido atrás de su Nicola di Bari —gustos de otra época mostró: Rosa / telefonarti da un océano all’altro e dirti: como stai / Toccarti col pensiero e poi...— si cuando él decidió que ella tomara el vuelo a Roma, Rosanna no le pidiera tiempo para pensarlo, y él no se violentara insultándola de la peor manera, bloqueándola para siempre. Casi se infarta. De nada le servimos, demostrándole ratón en mano cuán dulces, de mentes amplias, se muestran ellos, nada más al principio. —Luego, mi niña... Nada. —Rosi, uno es el Marlboro coloreado por ti —por ella, treintona, sin zafarse del todo de la adolescencia—, otro el personaje en crudo. Menos. La realidad cruel: —Un insensible. Un engreído. Pura pose. Incrédula. Optamos por espantarla. —Rosi: ese hombre tenía todas las características de los que seducen a colombianas, argentinas, venezolanas. Te llevan al Norte, te roban el pasaporte, te obligan a putear, y no sabemos más de ti. La convencimos. A esos buceos colectivos, sumábamos el valioso aporte de la palabra: el hombre hecho verbo. Partíamos del contacto inicial, de la presentación. El quién eres, de dónde, ocupación. Había quienes no decían mucho de sí; extremadamente tímidos. Algunos se desbocaban atrás de su única fijación: calentarse rapidito; mucha, mucha cochambrería por delante. Otros preguntaban generalidades para ir entrando en confianza. Cualquier tema. Chévere. A menudo, el intercambio se volvía aburrido, agotándose, pues lo virtual también tiene su química. Si esto sucedía, se pisaba una tecla, finiquitando las pocas ganas de seguir la exploración. Todo muy práctico. De parte nuestra, da pena decirlo, borrábamos a los feos. Esos pobres, por más vueltas que se les diera, en la red no tenían ninguna ventaja. Por la pantalla era imposible exponer gracias y otras habilidades. Había un abismo entre la perspectiva bastante segura de ser atraído por una persona poco apuesta en una fiesta o en un paseo —díganlo la Valentina y el Jesús Aníbal del cuento mexicano— en comparación con el gélido plasma. Por el lado de ellos, nos echaban, fastidiados, cuando nos poníamos todas difíciles: las mujeres, vamos a sincerarnos, empleamos el misterio de las redes para darnos tono, así seamos el saldo póstumo. Asimismo nos botaban sin compasión cuando, de vuelta, metíamos la pata al fondo con alguna rima indeseada tipo: no suelo fijarme mucho en la apariencia, aunque, para ser clara, lo primero es una buena presencia. O cuando emitíamos puros monosílabos: cero ingenio. O cuando nos mostrábamos quejicas, caprichosas, sin personalidad alguna. Muerte segura. Sólo unos veteranos, curtidos en lances sin mayores resultados, seguían adelante. La lucha por la especie. Algo así. Pero la cuestión, en realidad, dependía de quiénes; y si los intereses coincidían. Una “soy cariñosa, espiritual, del hogar...” podía ligar con uno “muy comprensivo, económicamente independiente...”, iniciando un trayecto obligado por aeropuertos internacionales, gastronomías diferentes, suegros, parientes, hijos, propiedades, documentos. Sin embargo, de lado y lado los había que iban al grano con chispa. Urgidos, perseguían el mismo sexo que, sin tanta regorgalla informática, encuentran los taxistas, luego de un cambio a luz verde, en la mirada de una cliente; o cualquier plomero en pícara alusión a conexiones y fugas con alguna ama de casa. Volviendo al punto. En el grupo de amigas teníamos a Julia. Mientras acá nos hacíamos las expertas, en la realidad más unas inmaduras y superficiales, ella sí parecía venir de regreso. Disfrutaba cada momento de nuestros cónclaves, desde su continente observador, tranquilo, de pantera algo pasada de kilos, edad incierta, hermosa. Era, además, una negra muy étnica. Llamaba la atención del mundo. Parecía una de esas inmigrantes que a veces se ven en los aeropuertos, vestidas en un turquesa, rojo, verde y naranja de pájaros y flores. Con sus palabras precisas, encaminaba muchos de nuestros enredos, casi siempre tan infantiles. Esto nos hacía muy amigasdependientes de esa africana sabia, pequeña Eva mitocondrial, libre de normas ni ataduras. Nos dejaba locas cuando, en su dejo sensual, particular, definitivo, le expresaba a alguien, jefe, padre o amante, uno o muchos, su posición ante cualquier asunto, y el otro, desarmado, se sometía feliz a esas jerarquías tribales e ignotas. El conflicto estaba, le parecía a ella, en que defender tanta autonomía tenía un costo: se metería en la boca del lobo, decía, si le diera, por ejemplo, por hacer familia. Perdería su libertad, apenas un remedo de la matriarcal, mas libertad, al fin. Quizá por ello no le interesaba para nada comprometerse, matrimonios y eso. ¿Para qué? ¿Para entregar niños a este trapiche? Remataba. Asustaba ese cálculo vital, tan diferente al de nosotras. Trabajaba duro. Cuidaba sus ingresos. Atendía su salud. Adoraba a su madre. Empleaba la red para buscar sexo. Y le encantaba un hombre. Era su debilidad. Recién, había contactado a alguien. Y, como cada vez que a una le gusta mucho alguien, pues, hay cambios. Las demás del grupo, aun cuando pertenecíamos a esta época tan impúdica, chapaleábamos en nuestros deslaves, emboscando víctimas para el casamiento. Era lo nuestro la cuestión social, la presión de la familia. El pánico a no lograr una boda, si no por todo lo alto con el príncipe soñado, como la reciente de Analuisa, que puso una pica en Flandes: titulado en Harvard, alto cargo en Bogotá y luna de miel en Salzburgo, al menos, sí un enlace promedio. Nos aturdía el miedo a la soltería y a la soledad. Por eso, así fuera mal acompañadas. En torno a esos miramientos, desgastábamos noches en horas y horas de cotorreo. Una de esas trasnochadas, de mucho ron y coca cola —para sentirnos como arrabaleras— de confidencias postergadas, Julia, en un atisbo de lucidez, trató de ubicarnos con un: en la vida, las historias nunca terminan en el fueron felices y comieron perdices, como sí sucede en los cuentos de hadas. A esas alturas ya teníamos las miradas salidas de foco, tan deslucidas, tan desbaratadas, que Lilian hacía rato dormía sobre sus vómitos en algún lavamanos; Igna acogía a Daysy entre sus piernas y le acariciaba un pezón, con esa ternura tan difícil de encontrar por ahí, que se nos atragantaba; y la Naty llevaba horas riéndose ella sola de sus chistes, rancia de chorros de orín. Todas, hacía mucho cuesta abajo, tocando nuestra hora pico. Así le llamábamos: ¡Viva nuestra hora pico, no joda! En esos momentos, la mamá de Rossana durmiendo en su cuarto, las orejas bloqueadas por un par de tapones de goma, gritábamos a la nada, como todo borracho. No sé de dónde, sacamos eso de repetir: Dame un sombrero como el de Pancho Villa ¡carajooo! ¡para retumbalo contra el pisooo! En este estado tan lamentable, ni le paramos a la sabihonda. Ella ni insistió, pues no estaba mejor. Su conseja, hecha como para no perder la costumbre, sonó estropajosa, se vio en cámara lenta. Nos embriagaba el alcohol, y más aun, la historia final a lo Hello Kitty, de Ana. En ella queríamos estar cada una. La de Julia, por su parte, rebasaba con esas aspiraciones fuera de borda, tan ajenas a las nuestras —eso de enamorarse así de sopetón de un desconocido. Ni siquiera: eso de tener sexo con extraños... No obstante, le respetábamos su deseo. Veíamos su futuro, su vida entera, y, formales, la compadecíamos. La imaginábamos en la soledad de su casa luego del día a día. Al lado el celular. El vaso de agua. La cama destendida, vacía, fría, sin esperas. La luz cenital de la lámpara, reflejada en la pared, silueteando la figura de una Julia agigantada. De una Julia, inclinada. De una Julia tecleando su computadora. De una Julia estirando los brazos hacia el techo, crujiéndole las vértebras y desbordándoseles los senos, desperezándose, sonriéndole irónica a los que desde la pantalla la acecharían, acechados. Julia, de cacería, tras un montón de anónimos filtrados como por un tamiz. Julia, la solitaria, citada con un Roberto, calificación de aprobado, una mañana de domingo en el obelisco de Altamira. Archivadas en su monitor, imágenes del candidato: en cuerpo entero, bien plantado, al volante de una picadora de maíz; en un primer plano de un físico rudo, y mirada limpia. En todas, convincente. El Roberto recordaba a esos machotes perfectos, tan enamorados, de las telenovelas colombianas. A la vista, pegaba con Julia, con sus placenteros objetivos inmediatos, nada definitivos. Y todo hubiera seguido perfecto, si nomás hubiéramos podido suspendernos en el éter, como niñas buenas bajo el cristal; en bonita escena de gran plasticidad tarbesiana; a espaldas de las feúras del mundo. Muy pronto Analuisa necesitó deshollinar su nueva vida, arrimando, cada vez más lejos, los recuerdos festivos del liguero, la hora loca, el champán, los riquísimos tequeños, típicos de aquí mismo, de La Vuelta de El Paraíso, en Los Teques, la luna de miel tan romántica y lujosa. Del propio Edén había sido arrojada. Ana perdió la virginidad de un solo golpe. Que no el pellejito biológico, tema de tantos debates en los lejanos recreos del colegio, sino la más pura inexperiencia en lo del día a día: a Henry Herrera solamente le motivaba una familia-trampolín para edificar su vida, sin llegar a abrir las puertas de su closet. Mentirita por delante. Ahora ella, la barriga en creciente y el montón de dolientes empeñados en portar velas en ese, su entierro, no terminaba de digerir la impresión de habérselo tropezado en su lecho de recién casada, mordisqueando, con desenfreno de gato, la nuca al cuñado. En cuanto a Roberto, el de Julia, resultó llamarse de otra manera. Esto igual lo supimos luego, las superprevenidas, y ella, la corrida por siete plazas. Al salir de Altamira, Julia tomó la autopista y enlazó con la vía Panamericana. Horas antes había bajado sola, porque ella vivía en Pozo de Rosas —nombre más lindo no hay en estas montañas—; las bordeó en su carro, unos cuantos kilómetros, hasta alcanzar la carretera principal, llegar a Caracas, reconocer al hombre; timbrarle, y ubicarlo en el paisaje: el de la chaqueta negra de cuero, jeans de los carísimos, ray ban originales, atento al celular. En la plaza se buscaron entre el ir y venir, para un encuentro en el que decidirían, eso acordaron, si la vista alcanzaba para nada más tomarse un café, o para hacer el amor con un extraño. Fantasía de ambos. Ninguno de los dos dudó. Al volante ella tomó la vía de ascenso, tan lentamente, como si cada curva dejada atrás fuera una caricia, una exploración, un tomarse en el aire. Sólo al tomar el desvío, superar el elevado, descender y cruzar el arco de ingreso al motel, entre el montón de trinitarias, y adelfas rosas y blancas, hasta cualquiera de las cabañas, sólo entonces, hubo tiempo para las manos, las bocas y para pocas, muy pocas palabras. Ya de vuelta, saliendo a la vía, Julia miró la niebla gris como bufanda ligera sobre el Ávila mañanero. Sonrió, lista para marchar, sin preguntar ni cuándo, ni adónde. —Pensarás que soy una puta. Él: —No. Haces lo que te da la gana. Algo le había dicho de su ida. De un vehículo, de otras personas a la espera para no retornar solo. De no gustarle hablar de su trabajo. Pareció escucharle querer seguir allí, en ese rincón, en ese momento. Algo así. Julia nunca retiene esos detalles. —La cosa valió la pena. Entendimos. —Sildenafil... —afirmó alguna con malicia. —¿Amor de preso? —bromeó Luz, que trabajaba en los Tribunales. —Frías, frías —Julia, la experta. No quiso decirnos más de él. Tampoco le preguntamos. Seguirían encontrándose, un fin de semana y otro. Se había enganchado. Lo sabíamos porque todos los viernes se esfumaba Julia, retornando el lunes, eufórica: —Es el hombre para mí; nada de qué estás haciendo, con quién andas, ese trabajo, de quién es el mensaje, qué estás mirando. Me encanta. Cada uno libre en su semana. Nada de interrogatorios. ¿Casado? ¿Hijos? Se perdiera los sábados y domingos. Y más: —Hablador: de cualquier tema. Súper relacionado. De tú a tú con gente de arriba, militares, empresarios, políticos. Un hombre bien resuelto. Sabe un poquito de esto y de aquello; se inventa estrategias. Me encanta esa actitud. Los negocios de toda la vida le enseñaron, dice. No ha tenido tiempo para hacer familia. De vuelta: —Los negocios, me imagino. No le pregunto. Eso de parecer una interesada, averiguando qué. Total yo tengo mi subsistencia resuelta, no me gusta deberle a nadie, así el carajo me adore. Mucho menos si me tiene comiendo en su mano. Depender así, peligroso es, muy... En conclusión: —¡Está buenísimo, coño! ¡Que me deba él a mí, cenas y cogidas! El paso de unas cuantas semanas la descubrió renovada. La medida justa entre la mujer y la alegría en los poros de su piel tan negra; en cada giro de su cuerpo, arreglo personal o modulación de su voz. Hace unas semanas anunció que volverían a verse el sábado siguiente. Le coreamos, en el fondo, con una muy saludable envidia. Ayer, por fin, Julia pudo contar que ese día llegaron al motel antes de medianoche, en una Toyota último modelo manejada por Roberto. Habían cenado rico en un restaurante del centro comercial La Casona. La cabaña apenas varió. Hasta en eso se encontraban entrampados. Quizá en el tono del cobertor, en otro ángulo de la montaña, a través de la ventana, mostrando, esta vez, a cambio de pinares, eucaliptos entreverados por inmensas rocas, como otras tantas montañas por nacer. La noche fue de amantes empeñados en prolongar el único insomnio gozoso. Ese que se enreda como hojarasca entre los cabellos, y no se desprende fácil; ese que no te deja ir, libre de sus huellas, atrás de lo cotidiano. Ya próximos a salir, él le pidió un poco de seriedad. Al parecer, había estado terrible, Julia. Entonces, sentados en el sofá, atrayéndola brusco por los hombros, mirándola tan cerca hasta el dolor de ojos, él le preguntó si ella sabía lo que era un pran. Ante su expresión de extrañeza, salpicada con un algo he oído, la apremió, soltándola: -Vamos ya. Bajando te digo. A la salida del establecimiento, otra camioneta los rebasó. Desde ella los ametrallaron. La voz exangüe de nuestra Julia, recién salida de la terapia intensiva de una clínica de los Altos. Julia, ya perdida la color. El resto lo supimos por Luz María, allí al borde de la cama, la voz estrangulada, leyendo en su BlackBerry: —La cárcel es una empresa de pingües ganancias para una casta de reos. Sobre ellos manda un pran, el patrón del negocio... Mudas. —El pran de turno y su carro imponen los más violentos códigos de extorsión y de dominio sobre el resto de los presos, para mantener su gobierno ante posibles rivales siempre al acecho, y asegurarse amplios privilegios: el cobro de altos porcentajes sobre todo lo que ingresa al penal: una vianda, ropa, una trabajadora sexual, un arma, crack, cocaína, el derecho a un determinado espacio, la seguridad del reo... Susurro colectivo. —Monopolizan las ganancias por el uso interno de piscinas, bares, discotecas y mangas de coleo, mandados a construir por ellos en los retenes; el acceso a las más costosas bebidas, drogas, lindas chicas de la farándula, armamentos modernos; la ejecución de secuestros y otros jugosos delitos que en esos lugares se planifican; salidas ilegales durante los fines de semana... Todas nos asomamos sobre Julia, con los ojos pelados de puro susto. *** Coprófagos Lo que voy a contar sucedió hace más de veinte años en una universidad de la Región Central. No sé si las cosas habrán empeorado o mejorado allí. Lo cierto es que por entonces, y aun cuando en teoría a las universidades se les continuaba considerando, como es lógico, el lugar donde el conocimiento más avanzado contribuye a aportar las soluciones que requieren los problemas de la Nación, allá, en aquella Casa de Estudios Superiores las flechas iban en sentido contrario. Una de las constantes en aquella institución era que los docentes más allegados ascendían gracias a ciertas habilidades con respecto a los trabajos escritos y a la acumulación de credenciales. Allá, por aquella época, fueron muy escasos los académicos que subieron en el escalafón dando la pelea, como quien dice. Por el contrario, lo común era que lo lograran pizpiretas profesoras y hábiles lechuguinos que no se molestaban en leer la prensa diaria, ni lograban dictarle una carta a sus secretarias. Que llamaban trabajos de ascenso a acumular cien, doscientas páginas; retazos y retazos de investigaciones previas, hechas por otros; párrafos hábilmente “ensamblados” —ensamblar, incluso, era el término empleado, método propio— enlazados por conectores de los que circulaban apreciadas listas, guardadas con mucho celo. Así lograban escalar, trajinando líneas de investigación que arrojaban títulos como El diseño de un laboratorio de química para estudiantes del tercer año de bachillerato, y sumando puntajes, al llenar con sus datos personales los formatos en blanco de cursos que ofrecían algunos departamentos, sellados y firmados por jefes amigos. Había un profesor que no despertaba ninguna simpatía en el cuerpo directivo, seguramente porque era un crítico de las irregularidades académicas. Un conflictivo, como se les gusta nombrar a las personas que opinan cuando hay que opinar, y, sobre todo, que no adulan. Un hombre que parecía un bulldozer, de lo sólido, testarudo, todoterreno. El profesor era un matemático. Como es sabido, en ciertas profesiones no hay término medio: o se es o no. El profesor era un matemático. Y se le ocurrió hacer un trabajo de ascenso para aspirar a otra categoría. Introdujo su informe ante las instancias respectivas. Y comenzó a transcurrir el tiempo. Su investigación versaba sobre las matemáticas aplicadas a la economía y la administración. Era evidente que para las señoras y señores miembros del jurado que con mucha prudencia se le nombró al docente, la investigación se había convertido en lo que se llama vulgarmente una papa caliente. Por una parte había disposición expresa de no dejarlo ascender. Obviamente no era de la macolla, como decía mi abuela. Siempre los estaba dejando en entredicho ante la opinión universitaria. Cosa que no le perdonaban. La orden era no aprobarle el trabajo. Pero ¿qué sabían allí del tema? En todo caso ¿con cuáles criterios le rechazarían el ascenso? El asunto tenía a la gente de la línea académica con las caras largas. En estas continuó pasando el tiempo, se vencieron los plazos sin darle respuesta, y él declaró la guerra enviando su protesta por escrito, debidamente consignada, a todos los implicados, desde el Consejo Académico hasta el Sindicato de Profesores. Finalmente le devolvieron el material con una serie de observaciones para la debida corrección, a cual más ridículas para un trabajo de esta índole. Detalles de redacción, el tipo de letra, los márgenes. Y con un lamparón de grasa que olía a empanada de queso en una de las páginas del índice. El hombre, enfurecido, les remitió una carta en términos muy duros en la que, entre otras, les llamaba coprófagos. Una noche, poco antes de cerrar la biblioteca, cuando aún el personal ordenaba las estanterías y afinaba las estadísticas diarias, ingresó al recinto la Directora. Venía de la sesión del Consejo. Impecable, como siempre. Los cabellos de un rubio sostenido, moldeados con fijador ¿o laca? Tan tradicionales modelos de blusa, de falda y de blazer que se hacía muy difícil imaginarlos a los pies de una cama deshecha. Las cejas arqueadas que le daban aquel aire de autoridad, dibujadas perfectamente, sin un pelo. Jamás había visitado ese lugar en el que la Institución guardaba tantos libros. Se acercó al área de Atención al Público, la única que a esa hora continuaba abierta y, con voz muy baja y la muletilla de costumbre, llamó a una de las auxiliares: — Mijita, ¿me puedes buscar en alguno de esos textos que tienes por ahí, el significado de la palabra coprófago? ** María Isabel Briceño Armas http://www.letralia.com/firmas/bricenoarmasmariaisabel.htm Escritora venezolana (Caracas, 1959). Reside en Los Teques, Miranda. Periodista egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve). Tiene un postgrado en psicología. Ha tomado talleres de narrativa con los escritores Ángel Gustavo Infante (Universidad Católica Andrés Bello, Ucab; http://www.ucab.edu.ve), Israel Centeno (Centro Cultural Trasnocho, http://www.trasnochocultural.com), Carlos Sandoval y Rodrigo Blanco Calderón (Escuela de Escritores, http://www.escueladeescritores.org.ve). Tiene inédito el libro ¿Qué está pasando? y otros cuentos. === El día de hoy (extractos) Camila Charry Noriega ================== El día de hoy Camila Charry Noriega Poesía Garcín Editores Bogotá, Colombia, 2013 *** 20. El perro muestra frenético sus dientes y corre con su presa entre la boca llanura adentro; ha sido largo el suspiro exhalado por el que ahora es un cadáver banquete que entre mordiscos el hambre y el instinto riñen. El perro cruza luego la noche, la tiniebla que para él resulta el mundo humano. Jadea, lame las magulladuras de sus días sabe, entiende qué son la soledad y el destierro, pero desconoce la función del tiempo, su impostergable cometido; envejecerlo todo, acabarlo todo. Como el perro mis labios riñen con la vida y tragan luz, jamás sacian su hambre, ya adentro la luz es un rayo y se extiende por las entrañas del cuerpo que también cruza la noche magullado, solitario, consciente de que será cadáver, banquete del tiempo; ese otro perro que llanura adentro, noche adentro, todo lo devora. *** 10. Olvido todo. Menos a un perro amado, menos su ternura, su enfermedad. Humo la memoria que lo trae de vuelta que desconoce mis manos y las horas felices. *** 45. Pagarás por tu silencio y por tus palabras por tu falta de pudor por haberte hincado ciego ante los dioses de la tarde. Pagarás por haberles ofrecido los riñones y los labios por dejarlos oler tu bilis y tu miedo por llorar y por amar el oscuro ministerio de lo ausente. *** 47. La palabra ha muerto, sin ella ¿Cómo nombrar a Dios? En el silencio, en la ausencia de palabra el mundo flota como una idea ensombrecida, virtuosa y también Dios, su lenguaje hecho de capricho humano de humana incertidumbre. Ahora, cuando no hay palabra cuando el lenguaje abandona su servidumbre, su súplica, aún digo: —Dios, sálvame de tu furia, dame luz y sed protégeme de mí misma, aunque sea haz que en mí las palabras digan algo traigan algo revelen alguna verdad si es que acaso existes. *** 36. Ronda esa canción en algún lugar de la mañana o en mitad de la tarde como una golondrina que presiente en la lluvia otros órdenes, otros ministerios. La música, cóncavo esplendor sobre el tiempo y el espacio, más allá de las horas y el recuerdo. Encantamiento, invocación de sombras. Así también resbala mi corazón, cuando la luz de algunas mañanas cruza a través de la neblina y otra vez, por un instante, tristemente apareces. ** Camila Charry Noriega http://www.letralia.com/firmas/charrynoriegacamila.htm Escritora y docente colombiana (Bogotá). Ha publicado los libros de poesía Detrás de la bruma (http://bit.ly/ZDewun; 2012), parte de la colección “Los conjurados” de la Fundación Común Presencia (http://coleccionlosconjurados.blogspot.com), y El día de hoy (2013), bajo el sello de Garcín Editorial. Sus poemas y reseñas han aparecido en diversas revistas y magazines de su país y el exterior. Es profesional en estudios literarios y trabaja como profesora de arte y literatura. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés y al francés. Textos suyos fueron incluidos en las antologías Una mirada al sur en Argentina (2012); Poesía colombiana del siglo XX escrita por mujeres, editada por Ediciones Epidama y el Ministerio de Cultura de Colombia (http://www.mincultura.gov.co; 2012), y XVII Encuentro Internacional de Poetas (Zamora, Michoacán, México, 2013). Fue finalista y obtuvo en 2012 el segundo lugar en el XVI Concurso de Poesía Ciro Mendía. === Venerada Virginia Eduvigis Hernández Cabrera ===================== Oigo voces. Las voces vienen y van, fluyen y refluyen cual si fuesen corrientes de agua danzando alrededor de mi cabeza. No hablan en griego, no, ni parecen surgir de la garganta de ningún pájaro. Se llaman, pronuncian nombres y se llaman. ¿Es ese mi idioma? Sí, sí, pues distingo de inmediato lo que dicen. Es una pronunciación tan familiar... Un momento. Las voces me rozan los oídos, las mejillas, la frente. No, tonta de mí. Son ramitas, hojas que se mueven como pececillos. Pececillos, sí. Siento que estoy recostada en un blando lecho pero mi cuerpo pesa, pesa tanto... Ellos —¿quiénes?? dicen “Jacob, Septimus, Mrs. Dalloway, Mrs. Ramsay, Lily, Susan”, y dicen, parecen decir, otras cosas. Dicen ahora Virginia y sin embargo sé que no puedo responderles, que no seré capaz ya que mi boca está sellada, mis labios inertes. Pienso que si les oigo podría tal vez hablarles pero la lengua permanece encerrada en su prisión, inamovible. Oír y pensar, notar frío alrededor. No pierdo nada si los párpados, quizá los párpados, que son más livianos que la lengua... Algo pasa ligero y acaricia mis sienes. Abro los ojos y por un instante creo que me hallo de nuevo en el seno materno. Desde luego, me encuentro sumergida en un líquido verdoso que huele a tierra húmeda, a charco estancado, al rocío del alba. ¿Acaso estoy loca otra vez? No, no, debería estar muerta. Recuerdo que me maté después de escribir unas cartas. ¿De verdad me maté? Escribir para despedirse, disculparse como despedida. Qué necedad, pues quizá nada, salvo la vida, justifica la muerte. Sé, sin embargo, que redacté deprisa y alterada unas frases, aquellas para Leonard y Nessa, ¿o sólo fueron para Leonard? Y volví. Una vez intenté hundirme en el río y volví, estúpida y mojada. Una vez, dos veces. La ventana, el debilitamiento, el agua acogedora. Esto que ahora veo y palpo es sin duda agua, pero apenas me muevo, ya que me encuentro aplastada por toneladas de cansancio y... Lo que me ocurre es que estoy varada en algún lugar que no distingo, me bamboleo con suavidad y siento la tentación de bajar los párpados y dormir eternamente. Es natural que desee descansar, claro. Matarse no es asunto baladí, no, y además está claro que yazgo boca arriba en un cauce tierno. Ahora bien, la corriente besa mi costado ?no logro precisar si es el izquierdo o el derecho? e intuyo que los líquidos hilillos nerviosos que arrastran pequeños objetos subacuáticos me cosquillean cual si se empeñasen en levantarme de aquí. Sí, podría realizar el esfuerzo, claro que podría. Intentar liberarme de lo que retiene mi cuerpo y no le permite seguir la marcha, dejarse llevar hacia... ¿dónde? Descubro que soy capaz de alargar un brazo y palpo con la mano abierta ?es la diestra, seguro? una superficie rugosa, resbaladiza y dura. No se trata de una roca, sin embargo. Lo sé porque llego a tocar un ángulo demasiado perfecto para ser natural. Esta piedra fue cortada por alguien y colocada aquí con intención. Intención ¿de qué? Tendría gracia que el pilar de un puente frenase mi viaje hacia la nada. Cuando una piensa en un río se olvida de los puentes, suele suceder. Sólo ve el agua movible, los reflejos de plata y oro, los árboles y prados que lo rodean, alguien que pesca y tal vez una barca. De esa barca quizá penda una tanza mientras su dueño nada un poco más lejos. En el anzuelo aún se retuerce una lombriz y de nuevo algún pez se dejará atrapar y sangrará por la boca. Ah, cómo me gusta divagar. La que está atrapada soy yo, a menos que... Sí, logro zafarme agitando ambos brazos y sacudiéndome en un forzado giro, cual si fuese a bailar una danza exótica que aún no domino. Comienza ahora una curiosa deriva. ¿Danzo o patino? No, en realidad creo que camino, suspendida sobre el fondo turbio. Avanzo ajena a la gravedad, levitando en la masa hídrica, sin peso, sin dolor. Si no hay dolor es que no hay vida, supongo. Por tanto, debo estar muerta. Muerta y de otra manera viva. Se considera que los artistas continúan existiendo a través de su obra. ¿De verdad prolonga una su existencia por haber publicado unos cuantos libros? Cabría preguntarse cuánto hay de mí en esas palabras. Siempre amé las palabras, es cierto. Pero a veces éstas se rebelaban, me cercaban, asediándome para luego volverse confusas e irreconocibles. Escribir era inevitable e incluso extenuante. Sí, el conocido agotamiento. Y, ¿cómo no agotarse cuando se pretende lograr un orden nuevo? Unir viejas palabras en un orden nuevo, nada menos. Desconozco en verdad si llegué a conseguirlo, y de ser así, si ese orden nuevo surgió de mi cabeza para pasar a la historia de la literatura... o a cualquier otra historia. Quizá se me recuerde tan sólo por mi fin, sin que nadie entienda realmente que se trató de una decisión racional, un ejercicio de plena lucidez. El último, probablemente. Sé que la escritura es en ocasiones semejante a una losa, un peso muerto que lastra aunque te da vida, que te empuja hacia un abismo desconocido en el que acabas reconociéndote. Ahora no noto carga alguna y eso me lleva a pensar en las piedras que introduje en los bolsillos de mi abrigo, las piedras que harían posible la ausencia definitiva, que anularían cualquier intento de regreso. No quería volver, claro, pues el fracaso, esta vez, me habría condenado al extravío más absoluto. Y, ¿qué es esto? ¿Acaso no estoy regresando, de algún modo? Además, creo que debo estar perdida, ya que no sé qué dirección tomar envuelta por estas aguas cada vez más densas. El panorama se vuelve marrón; no, más bien presenta un tono de arena tostada en curiosa mezcla con vetas de verde sucio. ¿Arena? Debe haber alguna orilla en alguna parte. Pero estaba pensando en las piedras... Si mi triste cuerpo fue zarandeado en la corriente, se habrán desprendido de la ropa y eso es lo que me permite deslizarme de esta extraña manera. ¿Soy un fantasma tal vez? Nunca oí de ninguno que se apareciese en agua dulce. Los del mar siempre van pertrechados en un buque y surgen de la superficie. Hacia la superficie parece que voy ya que mis pies ?he perdido los zapatos? ascienden con ligereza por esta suave ladera sumergida. Desde luego, hecha una sopa y con la larga figura desgarbada ?la piel más gris y aun más rugosa, sin duda? cualquier semejanza con la muchacha de Botticelli sería un disparate mayúsculo e improbable en grado sumo. Ah, esta experiencia guarda un talante particular, pues soy capaz de respirar de nuevo el aire igual que lo hacía bajo el agua. Ventajas de prescindir de la común condición material, supongo. Estoy de pie en una orilla de arena gruesa y abundante. Veo árboles detrás de mí y en la orilla opuesta, que carece de playa y está poblada por un pequeño bosque de sauces y eucaliptos. Este no es el lugar donde desaparecí, lo sé. Ni siquiera se trata del mismo río. También lo sé y no me importa en absoluto. Me siento sobre una piedra y me limito a contemplar, aliviada de todo mal, supongo, libre ya de tantas amarras cotidianas que tiraban de mí y amenazaban con romperme. Distingo un cartel, allá lejos, tapado en parte por las ramas de los arbustos. Leo “Río” en la línea superior, y debajo, “Ol”. Está escrito en español, claro, y esto me desconcierta y me hace sonreír. Largo, muy largo y estrambótico ha debido ser este periplo mío por las diversas corrientes del mundo. ¿Por qué no? Una escribe en su propio idioma e intenta doblegarlo, dominarlo para expresar la máxima belleza. Luego, los que te leen, incluso compartiendo la misma lengua, leen casi siempre algo distinto a lo que se originó en tu cabeza. La publicación constituye en cierto modo una traducción de lo que pretendías exteriorizar. Creo que mis palabras, en español, han de sonar muy hermosas. Este río en azul-plata arropado por la luz grisácea del atardecer ?intuyo que es otoño? se desliza manso y callado hacia mi derecha. No tengo frío ni siento tristeza. Me encuentro descansada, tibia, y podría afirmar que soy feliz. Oigo pájaros. Oigo sus voces. Las voces de los pájaros cantan en ese idioma incomprensible para los humanos. Sus cantos no pertenecen a ninguna lengua conocida. La muerte cura la demencia, por supuesto. La muerte lo cura todo. Quizá debido a eso contemplo fascinada el transcurso de este líquido antes ajeno y ahora tan familiar para mí. Puede ser que todos los ríos se asemejen unos a otros, que incluso parezcan iguales, pero no lo son. Sé que no lo son. Este, por ejemplo, es un río ideal para soñar, un modelo de río. Tres puentes, cada uno de distinta factura y época. Un bosquecillo, una playa, peligrosos remolinos y declinaciones suaves. A lo lejos se atisban caballos pastando, nobles y apaciguados. Al borde de mis pies baja la corriente, a esta altura mansa, susurrante, sinuosa. Hay ríos hechos de plata y este es uno de ellos. Hay palabras que perduran en el tiempo y la distancia. Quisiera creer que las mías son capaces de hacerlo. Palabras inútiles que dicen la verdad y expresan la belleza del mundo, que bucean en la profundidad de sus contradicciones, que atrapan la dulzura y el veneno y sobreviven a los mayores desastres. Viejas palabras, palabras siempre nuevas. La corriente plateada sigue su curso sereno, su viaje inexorable hacia el mar. Es un río que huele a mar. Las palabras viajan, corretean, se precipitan hacia otros países, otras lenguas, otras mentes. Surgen en soledad ?ah, sabia soledad? y van de una voz a otra. En soledad perviven. No sé aún por qué, pero presiento que mis frases se pronuncian y se piensan en diversos idiomas. Se imprimen y leen, se meditan y difunden. Setenta años después de mi desaparición física ?¿es acaso este el período de tiempo transcurrido?, ¿cómo puedo saberlo?? mis palabras aparecen otra vez y continúan siendo nuevas, continúan respirando a sus anchas como acabadas de surgir en el papel. Si así fuera, si la escritura constituye la vida verdadera porque nos mantiene a salvo de la locura, podría decir que sí, que como Lily, he tenido mi visión. Una visión compartida con otros, que ya es la visión ?también? de los otros. Las voces ahora me llaman. Dicen Virginia y dicen ven, entremezcladas, con distintos tonos y distinta modulación. Cae la noche en gris oscuro. Se distinguen algunas estrellas y el frío me hace estremecer. Ven, Virginia. Venerada Virginia, ven. Quiero dormir. Deseo descansar recostada en un río de plata, un río hecho de palabras. Me levanto y me sumerjo lentamente. Inspiro hondo, desciendo. Las voces danzan alrededor de mi cabeza y me acarician y confortan. Voy. ** Eduvigis Hernández Cabrera http://www.letralia.com/firmas/hernandezcabreraeduvigis.htm Escritora uruguaya (Treinta y Tres, 1961). Desde 1972 reside en Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias). Ha participado en los volúmenes colectivos de narrativa breve Reincidencias (2000), Primera santología: cuentos escogidos sobre personajes elevados (2005), Ínsulas encantadas (2005), Cartas al Quijote: escritores y pintores ante el IV Centenario (2005), Generación XXI (2007), Rojo sobre negro (2007) y De la saudade a la magua; antología de relatos luso-canaria (2009). Textos suyos fueron incluidos en las publicaciones de carácter interdisciplinar El ojo narrativo: ecos (2) (2009) y Corpus de ausencia (2010). Ha publicado los libros de relatos Muerte natural y otros suicidios (Ediciones Baile del Sol, http://www.bailedelsol.org; 2007), Fantástica fábula (alharafishedita, 2010) y La lógica del rastro (Gas Editions, http://www.gaseditions.com; 2012). === Poemas Fulgencio Martínez ======================================== también a nosotros, poetas del pueblo, nos gusta mezclarnos con lo vivo, con el gentío amistoso; felices, amigos de todos, abiertos a cada uno. F. Hölderlin en solidaridad con la clase obrera de Portugal, en este momento de sufrimiento por el despropósito y la rapiña financiera alemana *** Turista en la metrópolis 1 Primero de Mayo en Lisboa. Al salir de mi hotel barato sigo una carrera popular. Saludo con el puño en alto el fresco abrazo del día, pleno de azul del mar. Y tanto colorido, en la calle, no es solo para mis ojos. Señalo, volviéndole su abrazo fresco, a mi hija de siete años, el corredor que luce en el dorsal su número de primaveras. Vamos contentos adonde quiera el destino. En un mercadillo compramos una barra de pan y nos invitan a marisco. Tocan unos gitanos en su guitarra canciones de España para nosotros. En un bar del Chiado (era antes del último incendio) dos viejos nos recomiendan un plato; comemos por unos escudos. Poco cuesta ser feliz y les invitamos a vino y sardinas. Nos creen turistas y somos sus camaradas y hermanos. 2 (Veinte años después) 1 de mayo, 2012 Este hombre sin historia que viaja frente a mí en el tranvía, de pie, con los brazos dolidos de sujetar una barra cada vez más alta, para asegurarse el equilibrio, por un momento se mete las manos en los bolsillos de la gabardina, descansa de su incómoda postura. La calle del presente se ha parado en un punto sin sombra: duele ver entre las hojas de los calendarios la fecha de hoy; una fecha inmóvil, tan ausente de compañía de millones de islas de tiempo pasado o futuro. Y una fecha así es la letra del año. Esta fecha es una calzada lenta que graba con su no transcurso (pese a que nos desplacemos deprisa por ella, encima de ella, a su costado) una dura verdad en nuestro rostro. La Historia no sólo la escriben, la secuencian, detienen, aceleran, la disuelven los poderosos. Debajo, siempre ha estado el otro, el pobre, el explotado, la víctima. Este hombre sin historia, que viaja frente a mí en el tranvía, ¿sabe de dónde viene, adónde va? Despacio va el tranvía por las calles en cuesta. De pie, mira al suelo un hombre gris, aplastado por la ola de viajeros. El tranvía en las calles estrechas baja, sube como el brazo de ese hombre sin espacio donde extenderse libre de la presión de rieles, cables, hombros, espaldas y cabezas. Sube, baja el tranvía, y toma ya, al trote, el barrio bajo céntrico y se pierde en las grandes avenidas urbanas. De pie, mira hacia el suelo el hombre en las avenidas metropolitanas. ¿No aprecia usted las vistas de hermosos edificios de Hoteles y Corporaciones y Bancos nacionales? Ahora se apea y sigue caminando la acera el hombre que se parece a Fernando Pessoa. (del libro El año de la lentitud; Huerga y Fierro, Madrid, 2013) *** Seis millones de ángeles variopintos (según las últimas estadísticas) Orejean el más mínimo rumor esperando que la vieja soberbia del hombre cese. Mientras tanto, deciden bajarse en la próxima estación, siempre en la próxima parada del Metro, adonde vagan encarnados, omnipresentes como ángeles con un único brazo y objetivo: el de pedir, a la audiencia que les escucha, una monedita para comer. Vomitan sus cuitas en rela jada narración a cada viajero, como compañeros de viaje obligados a estar un largo tiempo juntos, y a matar el tiempo así. Y en otro vagón siguen negando el sueño, la paz de los mudos y adormilados trabajadores del suburbio. Suelen contar que vienen del paro y van al paro: aún muestran su cartilla como una cédula de buena fe. Ningún alma se suelta la mano para darles constancia de que es cierto. Al menos, esa caridad. *** La busca es una salida Se nutren en las ciénagas de la ley, pisan sobre naipes afilados, igual que matan sueñan con tener hijos educados en buenos pero no públicos colegios y con un fin de semana en el campo. Son carne de mafia, profesan de esbirros o sirven de mula para pasar dinero o droga. Odian a sus jefes y les seguirían hasta la muerte. Son saldos humanos, metáforas. Triste, muy adentro nos llega su voz: qué hacer cuando uno no tiene trabajo. *** Los condenados por elegancia Par delicatesse, j'ai perdu ma vie. Arthur Rimbaud (...7 de cada 10 encuestados perciben que ha empeorado su vida. El resto no tiene vida, o no contesta) En el último tenedor almorzó tres veces... sin hambre, en el mismo día, a la misma hora. Comió como diez hombres. Devoró el trabajo de mil obreros. Devoró, digirió, y volvió a comer hasta alcanzar nunca la saciedad. Era evidente su nivel de vida elevado. Elegante, distinguido; refinado aunque modesto en dar propinas —ese costoso gesto superfluo lo tildaba de despilfarro—, siempre iba a la mejor barra de Madrid para encontrarse con él mismo. Que eran otros igual que él, recalzados en la crisis, asquerosos millonarios cursizampos, perras sin dientes, ansiosos de fornicar mas convocados a siempre comer defecando los placeres y trabajos de otros. Pobrecitos, pobres... *** Por una pensión A la guerra me lleva mi necesidad: si tuviera dineros, no fuera en verdad. Miguel de Cervantes ¡Quién fuera tan previsor! Los años en que serví las banderas del trabajo codo a codo con el ángel del Sudor en la frente, la Fatiga y el Dolor de engendrarme cada día saliendo a ganar el pan, no se perdieron; ¿o sí? Miro mi hoja de servicios: cuelga de un clavo en el baño. Hace ahí bien su papel de rollo higiénico, sí. (poemas inéditos del libro Canciones y rimas burlescas [Cancionero de Acedo]) ** Fulgencio Martínez http://www.letralia.com/firmas/martinezfulgencio.htm Docente y escritor español (Murcia, 1960). Es profesor de filosofía y dirige la revista literaria impresa Ágora. Licenciado en filosofía y letras por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM, http://www.uam.es). Ha publicado, entre otros, los poemarios Trisagio, La docta ignorancia, Libro del esplendor, Nueve para Alfeo y Cosas que quedaron en la sombra (2006), que obtuvo en 2007 el premio al Libro Murciano del Año en la modalidad de poesía. En 2009 publicó, además, el poemario León busca gacela (Editorial Renacimiento, Sevilla). Fue incluido en la Antología de poesía nueva, de Luis Rosales y Hugo Gutiérrez Vega (Madrid, 1982). === No nos quieren Carlos De Santis ================================== Ahora que estamos aquí, no nos queda otra cosa que seguir caminando. Hemos andado toda la mañana, viendo cómo la ciudad ha cambiado de color, mientras nuestros pasos, que rompen y llenan el aire del polvo caliente del asfalto, nos han alejado cada vez más de todo lo que éramos. Así nos han traído los pies, hasta llegar aquí, a esta colina que sube y sube como si quisiera llegar hasta el cielo, por entre las casas de varios pisos, con sus rejas y sus carros y sus árboles que crecen todavía llenos de flores, que caen al suelo y se confunden bajo nuestros pisadas, en una mezcolanza de tierra y de ilusión, que ahora, cuando el sol nos está calentando más las cabezas, es lo que más llevamos por dentro. Vamos unos detrás de otros, en una fila que parece una culebra. Somos muchos. Y caminamos todos bajo este calor sin aire que nos hace sudar pero no nos refresca el calor. Llevamos nuestras cosas a cuestas, sobre los hombros, porque cuando se nos cayó la casa, hace ya muchos días, tuvimos que recoger lo poco que nos quedó, y montarnos lo que pudimos en las espaldas, para, por lo menos, tener algo con que empezar a vivir otra vez. Gabriel, mi marido, es el que carga lo más pesado. Va adelante, separado de nosotros, como si quisiera ver el porvenir antes de que nuestros ojos llegaran a verlo. En una mano lleva una bolsa con la poca ropa que nos quedó, unos pocos trapos sucios, que se llenaron de tierra en el derrumbe. Y en la otra, la Cruz del Señor, apoyada sobre el hombro derecho. Es una cruz grande y maciza, como el tronco del mango que estaba cerca de la casa, allá montado en el cerro de José Antonio, el más alto de Santa Paz. Esa cruz me la regaló mi abuelo, hace tantos años que ya no me acuerdo y me dijo que nunca la dejara tirada, porque es una cruz milagrosa; y eso debe ser verdad, porque una de las cosas que se quedó intacta luego del derrumbe, fue esa Cruz con su Cristo sangrante, ahí pegado a la madera sin poderse nunca desclavar. Por eso le dije a Gabriel que la trajera, para que nos cuidara y nos ayudara con su providencia. Detrás de él va la abuela, que no carga nada, porque de lo vieja que está sus huesos ya no soportan ni el peso de su propio cuerpo. Y eso que ella no tiene nada de carne, así que el huesero que tiene ni siquiera se soporta a sí mismo. Así de flaca está que parece una rama de araguaney toda seca y sin flores amarillas; y si soplara algún viento, se la llevaría lejos; por eso yo la llevo agarrada, no vaya a ser que en uno sus caprichos, el aire se la lleve volando por el cielo. Pero todavía no nos acabamos. Yolanda y María, mis hermanas, que vivían en la casa con nosotros, cargan con sus hijos, de tantos que son, que nunca he podido contarlos. Pareciera que cada vez que abro los ojos, luego de haber parpadeado, le salieran nuevos del cuerpo, como si ellas fueran matas de lechoza y ellos retoños de esos que crecen arriba de las ramas, y cuelgan libres, hasta que se ponen amarillos y se caen en la tierra. Pero a pesar de cargar con sus hijos, las dos van solas. Antes tenían hombres, pero después que les salió la muchachera, los dos se fueron bien lejos, a un lugar donde no tuvieran tantas bocas que alimentar. Se quedaron solas aquella noche sin luna en la que se fueron sus hombres. —Ramón se fue, dijo María. —El mío también, dijo Yolanda. —O buscan otros, o se quedan solteronas, les dije. —¿Quién nos va a querer con este muchachero que tenemos entre las piernas?, dijeron las dos. Y yo me quedé callada porque no supe qué contestarles. Desde ese entonces, desde que sus maridos se largaron, solamente hemos sido nosotros; Yolanda y María, cada una con sus jaurías de niños entre las piernas, Gabriel, la abuela y yo. Y nos quedaremos así, todos caminando como estamos, subiendo por esta colina, que parece que nunca se acaba y cada vez está más empinada, entre las quintas de colores y los árboles recortados, hasta llegar arriba y doblar hacia abajo, donde está lo que nos prometieron. Eso es lo que yo cargo, la esperanza de lo que nos prometieron. —¿Cuánto falta?, pregunta una voz que sale de entre las piernas de María, ya no quiero caminar. ¿Y si nos quedamos aquí, mamá?, esto está muy bonito. Aquí la gente vive muy bien. Yo quiero tener una casa así, mamá. —Cállate. Deja de decir estupideces. Aquí no nos quieren, a los pobres no nos quieren en ninguna parte. Si nos quedamos, seguro nos sacarían a patadas. Resígnate. De todas maneras ya no queda mucho, le dice María. Y tiene razón. Aquí no nos podemos quedar. No somos bienvenidos. Cómo me gustaría. Cómo me gustaría pasar las tardes aquí, con las aceras limpias, y este aire caliente que sube desde el suelo, y la tranquilidad de las noches, que no huelen a balas. Pero no podemos porque no nos quieren. ¿Por qué no nos quieren? ¿Eh? ¿Qué hemos hecho? Los únicos que nos ayudaron fueron los de la casa de gobierno. Por eso lo digo, porque así pasó luego del derrumbe. Gabriel y yo dejamos a los demás al frente de las paredes, que estaban tiradas en el suelo, y nos fuimos a buscar ayuda a la casa de gobierno. Nos preguntaron: —¿Nombre del jefe o jefa de la casa? —Gabriel. —¿Situación? —No tenemos casa, se nos cayó. Nos la tumbó el ruido de los fuegos artificiales. —¿Qué fuegos artificiales? —Esos que todavía suenan. —Seguramente fue otra cosa. —Fue cuando estalló uno de ellos que nos reventó la casa. Fíjese, que lo lanzaron tan cerca, que se nos cayeron las paredes. —Los fuegos de la victoria no hacen esas cosas. Los fuegos de la victoria son para celebrar que vamos a estar aquí mucho tiempo. Tenga mucho cuidado de lo que dice, ¿eh? —Yo le digo que fue eso. —¿Cuántos son ustedes? —Muchos. —¿Muchos, cuánto? —Muchos. Vayan aquí y allá, suban por aquí y bajen por allá, nos dijeron. Y nos dieron un papel, pequeño y blanco, como una factura de compra. —¿Y esto qué es?, pregunté. —Su casa nueva. Les va a servir para reclamarla dentro de las tres semanas que les toca esperar. —¿Y dónde viviremos mientras tanto? —Eso lo saben ustedes. —¿No se supone que deben ayudarnos? —Eso hacemos. Por eso les daremos una casa nueva. Tarde o temprano la tendrán. —Pero, ¿dónde viviremos mientras tanto? —Eso no es problema de nosotros. Nosotros le prometemos una casa nueva para vivir porque estamos dedicados a proteger a los pobres. Y procuren que no vuelva a suceder, porque nosotros prometemos una sola vez. Eso nos dijeron y por eso vamos con la ilusión de tener una casa nueva en cuanto terminemos de subir esta colina. ¿Cómo será la casa? ¿Cuántos cuartos tendrá? ¿Será muy difícil para limpiar? No importa. Me levantaré temprano a limpiarla, y acomodarla para que todos estén felices. ¿Tendrá un patio grande donde pueda sembrar un mango como el que teníamos y donde los carajitos puedan correr y revolcarse en la tierra? Gabriel debe estar tan feliz como yo, por eso va tan adelante, para llegar más rápido y sonreír, viendo nuestra casita allá abajo donde viviremos todos bajo la sombra de los árboles de fruta. —¿Falta mucho?, dice Yolanda. —Esta subida y luego una bajada, dice Gabriel, desde lejos. Se acomoda la cruz un poco más arriba, que de tanto sudor que trae pegado, se le resbala como si fuera un pedazo de hielo. —Ya estoy cansada de tanto cargar con estos carajitos, dice Yolanda. —Eso debiste pensar antes de tenerlos, dice la abuela. —Cálmense, les digo, ya falta poco. Pronto tendremos una casa grande donde estar todos tranquilos y cómodos, como nos lo prometieron en la casa de gobierno. —Así podré soltarlos a todos y que se queden jugando entre los mangos y los limones, dice Yolanda, y no tener que verlos hasta que sean todos mayores de edad y se vayan. —Yo haré lo mismo, dice María, mientras más rápido crezcan, mejor. Y mientras más rápido lleguemos, más rápido crecerán. —Ya falta poco, solo la subida y luego la bajada, dice Gabriel, desde lejos. Él tiene razón, ya falta poco. Sólo hay que seguir subiendo. —¿Y eso? ¿Qué es eso que viene por allá? ¿Eh? —Personas, Yolanda. ¿Qué más van a ser? ¿Perros? ¿A qué vendrán? —Mira a ese, que carga una cruz sobre los hombros, Dios mío. ¿No te parece que cada vez estamos peor? —Mira el poco de muchachitos que traen para acá. ¿No se irán a quedar? ¿Verdad? Nos van a dañar la urbanización con sus griteríos y su suciedad. Es que ya una no puede ni vivir tranquila. Tanto trabajar toda la vida, para que venga una gente así a dañar todo lo que tenemos. Ya vas a ver, esto se va a convertir en un barrio. —Yo creo que sé a dónde van. Yo creo que sé a lo que vienen. —¿Adónde? —Creo que no se van a quedar aquí en las Colinas. Aquí no hay ningún lugar donde puedan invadir o construir algo. —Gracias a Dios, ¿a dónde van entonces? —Allá abajo, lejos de la urbanización, después de que la colina termina de subir y empieza a bajar. —¿A Santa Mónica? —Sí, allá. —¿Y por qué van allá, entonces? —Pobres. Espero que no vayan con las esperanzas de tener una de las casas esas que estuvo prometiendo el gobierno. —¿Por qué?, ¿ya no quedan? —No. Porque no hay nada. No han comenzado la construcción. Lleva más de un año parada. Les mintieron. Allá abajo no encontrarán más que polvo y piedras. ** Carlos De Santis http://www.letralia.com/firmas/desantiscarlos.htm Escritor venezolano (Caracas, 1991). Comunicador social. Obtuvo la mención honorífica en el Concurso de Cuentos de la Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores en 2013. === Poemas Mariela Puzzo ============================================= 1. Siempre es de noche aquí dentro Y los jueces de la mente acuchillan la vida Y los silencios se llevan en las tumbas del nombre Él es la morada vacía Es la ausencia la sed de mi palabra Soy yo la condenada en el viento La que huye del fuego y el encanto 2. El pájaro se detiene con su sed de muertos y de cuervos Hay una niña que se ríe en la ventana No estoy. Me he perdido. A tientas busco mi cuerpo en la niebla Para reconocerme Hay una herida de la que brotan pájaros y poemas. Una herida honda En la recién venida muerte y una niña Capaz de señalar el camino a la casa abandonada La niña y la casa abandonada un extraño suceso Un extraño alrededor de la casa Y la herida. 3. Se ha perdido un rostro detrás del jardín Las palabras son animales en celo Presas del amor-dolor Tejen la noche en labios desiertos 4. Descalza la noche Transita su penumbra de cuerpos y de rostros Arrojados al borde del abismo Me detengo para escuchar el sonido del tren Antes de que cruce la muerte 5. Adentro la cruda noche y el abismo Corro por el rojo torrente de sangre hacia todos los mundos No he aprendido todavía, no pueden llevarme Necesito recitarle al silencio sus tétricas palabras Y en su murmuración caminar en la niebla con mi traje raído Con mi corazón helado Necesito explotar en mis venas con el filo del verbo atizando la sangre Mi alma como un grito dentro de una caverna me desnuda Me deja sola No huiré de su extraña penumbra, de su mudez de loba y su rostro de niña Mi alma de otros orígenes venida 6. De noche se acerca la mariposa negra La que forma el cuerpo con su tela misteriosa Y la divinidad como una maga Abre sus alas ante el abismo Me repite de la soledad Su rostro enlutado 7. Cuervos ingresan en la sangre Yo recobro el vuelo los dulces desvelos Los nocturnales rezos En la sed de silencio Bebo unas gotas del mísero veneno ** Mariela Puzzo http://www.letralia.com/firmas/puzzomariela.htm Escritora argentina (Buenos Aires, 1971). Es fonoaudióloga de profesión. Ha publicado los poemarios El vientre de las cosas (2001) y Signo develado (2010), así como la novela poética El monte (2010). === Hasta la próxima Natalia León Amador ============================= Sus pies tenían un peso distinto. Por primera vez en su vida pisaba con fuerza, con firmeza. Miró al cielo y vio que todavía faltaban un par de horas para que llegara la noche. Tendría que apresurarse. Sacó las llaves del carro de su chamarra azul, vieja y desgastada, pero tan cómoda. La puerta tenía truco. No solía abrirse fácilmente. Había que trabajarla. Cuando por fin logró abrir la puerta de su Oldsmobile Toronado 1966, bajó la ventana y estiró su mano por un paquete de cigarrillos escondido debajo de la silla del conductor. Sacó el mechero del bolsillo derecho de su chamarra y encendió el cigarrillo con dulzura. Aspira, aspira, aspira. Expira. La dicha, el confort, la ansiedad del vicio reencontrado. Dejó el cigarrillo entre sus labios y prendió el motor mal cuidado. Hacía más de un verano que usaba esta chatarra. Tal vez, sólo tal vez si lo hubiese cuidado como su padre le había enseñado seguiría recibiendo cumplidos. Pero de eso ya no quedaba nada. Su anterior carro se había estropeado con los años y a falta de tiempo había decidido ir por el viejo Oldsmobile olvidado. Aspiró una vez más y echó a andar hacia la ruta 4. El clima estaba bastante agradable. Unos soleados 69ºF, o eso decía su termómetro imaginario. Le encantaba Florida en el invierno. Procuraba volver siempre. Usaba el pelo corto como el de un niño desde que tenía uso de razón. Nunca supo por qué, pero parecía natural dejarlo así. Llevaba casi 6 años huyendo. Hoy era un día más que debía correr, huir. Ya se lo tomaba con filosofía. ¿Para qué preocuparse? Era natural. Era su vida. Eran sus consecuencias. Era su estúpida impulsividad la que le había costado una vida de fugitiva. Rojo. Tercer semáforo que ignoraba. Había andado alrededor de una hora cuando decidió comer algo. Salió por el primer éxit que encontró: 56, perfecto. Qué variedad. Hamburguesa, ensalada o sándwich. Descartó eso y empezó a buscar un Walmart. Prefería cocinarse algo más emocionante. Al final se decidió por puré de papas y un steak a la pimienta con un toque de cerveza. Arrojó los víveres al baúl del carro y retomó su viaje por la I-4. Al oeste, hacia allá me llevará febrero. Todo había comenzado como un reto. Tenía 18 años, pero siempre había aparentado 30. Era de esas personas que logran combinar el alma vieja con un cuerpo joven. Inmutable, ella parecía ajena al tiempo. Pero definitivamente no pasaba por una adolescente alborotada por sus hormonas. Siempre terminaba en círculos turbios. No los buscaba, pero siempre los encontraba y, debía admitirlo, le encantaba. Era un pasatiempo personal para ella. A los 12 años sabía hacer cosas que criminales especializados no lograban. Lo que más le interesaba era el reto personal, la ansiedad y la adrenalina que le provocaba la huida. Había aceptado hacerlo por un par de cientos de dólares. Sabía que saldría ilesa. Hasta que estuvo ahí, y entendió la magnitud del engaño que le habían hecho. Finalmente llegó a un motel familiar. Highway suites. Perfecto, una cocina, sólo necesito una cocina. Sacó los víveres del carro y con ellos dos maletines de rodachines negros. Pagó la habitación asegurándose de tener cocina y pidió que no le pasaran llamadas. Entró a su habitación y, para variar, era horrible. Pero había que ser modestos. El dinero se acabaría algún día. Se preparó una cena envidiable. Siempre cargaba con ella utensilios de cocina y ollas. Poca ropa, pero la cocina siempre tenía que estar abastecida, por lo menos con lo más necesario. Se comió su cena en un plato de papel con cubiertos de plástico. Extrañaba cenar en su vieja casa, con la familia que usualmente la ignoraba. Cuando terminó arrojó todo a la basura y decidió que era hora de chequear el efectivo. Contó durante media hora. Una y una y una y otra vez. Todavía tenía 326.202 dólares y 26 centavos. Cuánto daría por no tener nada de eso en los bolsillos, y en cambio lograr una rutina humana normal. Guardó esos pensamientos para nunca jamás, se quitó los jeans de bota ancha, la chamarra azul desgastada y la camiseta de I LOVE FLORIDA lo más rápido que pudo. Estaba agotada. Cuando abrió los ojos y lo vio ahí su corazón dio un brinco. Había solicitado específicamente que no le pasaran llamadas y que no estaba para nadie. —Bella —le sonrió. Ella lo miró atónita. Él llevaba el pelo corto, negro, agresivo, poderoso. Su cazadora era del mismo color turbio que sus ojos. Un verde negruzco que asustaba. Y la sonrisa. Esa sonrisa perfectamente tramposa. —¿Hace cuánto estas ahí? —su corazón empezó a latir demasiado rápido. Miraba alrededor buscando algo que pudiera servir de arma. Cualquier cosa. Mierda, ¿cómo me encontró? —Te estoy siguiendo desde hace un par de días. Me equivoqué, ¿sabes? Pensé que no podías ser tan predecible. Pero me equivoqué. No hay nada, Lidia. Lo saqué todo mientras dormías. —¿Qué quieres? —Lo sabes muy bien —sonrió otra vez y sacó un cuadernillo de su cazadora. Se lo arrojó—. Necesito que digas la verdad, Lidia. Basta de esta vida. No te estoy dando mucha opción, o vienes por tu propia decisión o te arrastro. Ella lo miró con absoluta determinación. No podía echarse para atrás. No podía. Esos 6 años de correr sin sentido habrían sido todos en vano. Y su orgullo. Siempre estaba el volver a casa, después de una sentencia que muy probablemente sería bien larga. Odio a los cazarrecompensas. —Ok. Vamos —se levantó para buscar su ropa, pero él tenía razón, no había nada. —Están en el carro. Hay que aceptar que sigues teniendo un cuerpazo. Te he traído algo un poco más... seguro —le dio unos pantalones de sudadera anchos y una camisa de fuerza. Joder. Lidia no dijo nada y se puso los pantalones, pero cuando recogió la camisa se quedó quieta, pensando. Él esperó un par de minutos, pero ella no se movía. Qué cosa más rara de ser humano. Llevaba meses rastreándola en realidad. Desde que le habían solicitado asistencia con el caso en junio había estado olisqueando sobre Lidia Gustav. Hija de inmigrantes legales, genio matemático y literario al tiempo. Pero asocial. Violenta. Y bella. Qué peligro de mujer. Por fin ella se movió y lo miró con fiereza. Bella. —No puedo ir contigo. Pero tampoco puedo quedarme. Dime qué quieres de mí y negociaremos algo. —Lidia, Lidia. Ya tengo la plata. Me darán más cuando te haya entregado. Además hay un cierto halo de misterio alrededor de tus continuas desapariciones, traer tu cabeza tiene un precio bien alto en mi reputación. Y eso, querida, no lo puedes comprar con tu plata robada. —No me refería al dinero —él la observó por largo rato. ¿Hasta dónde estaría dispuesta a ir? No quería recordarlo. Habían sido los dos peores días de su vida. Y el solo pensar en que tendría que repetirlo la próxima semana, o cuando la llamara, la hacía vomitar. Le dolía todo el cuerpo. Estaba llena de moretones, cortadas en la piel y un dolor de cabeza estrepitante por el llanto. Hubiese querido no llorar. Pero no podía evitarlo. Se acarició las muñecas y los tobillos de donde la había tenido fuertemente amarrada por gran parte del fin de semana. Apenas si podía caminar. ¿Cómo terminé aquí, así? Se aseguró de darle la espalda todo el tiempo mientras él se cambiaba. Lidia, la joven brillante y sabelotodo de Virginia, jamás se habría imaginado que sería sometida de forma tan brutal e irremediable ante su propia sumisión y sugerencia. Se había equivocado. Su padre tenía razón. Era bruta. Lo había juzgado muy mal. Su sonrisa cálida y plácida, su corte de pelo y barba recién afeitada la habían engañado. No sabía qué clase de degenerado bastardo podía llegar a ser una persona que parecía agradable. Tenía su cabeza en una bandeja de plata. Si no hacía lo que él decía, se vería entregada a las autoridades y a pasar una vida en prisión, encerrada y aburrida. Si hacía lo que él le decía, bueno, tal vez llegara a acostumbrarse. Quizá con el tiempo hasta lo disfrutara. Y sería libre. Había leído que los sádicos disfrutaban con la sumisión y el sufrimiento ajeno, pero nunca había pensado que llegaría a esos extremos. Pero también había leído que existían masoquistas que se libraban del deseo sexual con el dolor. La confusión entre el dolor y el placer los excitaba. Suspiró. Estoy jodida. Él la conocía de principio a fin con solo mirarla. Bueno, tenía que admitir que había investigado toda su vida y que no había hecho sino pensar en Lidia Gustav desde junio. Jamás imaginó que aguantaría tanto. La podría entrenar. Seguro que la podría entrenar. Se miró una última vez en el espejo y cerró la puerta del cuarto de motel tras él. No había dormido desde que lo había visto sentado ahí frente a su cama el sábado en la mañana. No había salido tampoco. Y no había comido. Todo le dolía aún, y no tenía con que curarse. Nada de ánimos, de ayuda, de amigos, de confidente, de plata, de nada. Estaba sola y desamparada y maltratada. Un toquetón en la puerta la distrajo de sus pensamientos. Miró de reojo la puerta y permaneció en silencio. Él dijo que llamaría. No debe ser él. Suspiró. ¿Cómo había terminado aquí? Sabía que él estaba en la habitación de al lado, constantemente vigilándola, haciendo crecer su deseo y aumentando el morbo que le provocaba controlarla. Cerró los ojos y se quedó dormida. La volvió a despertar el mismo toque en la puerta, pero más fuerte. Pasaron una flor aplastada por debajo de la puerta. Era una rosa blanca. La curiosidad le ganó a la depresión y se levantó. Tomó la rosa en sus manos, la olió y comprobó que estaba todavía fresca pero aplastada, presionada contra su voluntad. La dejó sobre la mesa del televisor y abrió la puerta. Ella estaba desnuda, pero no le importaba, cuando sintió el frío de la noche exhaló con desaliento. Alguien había dejado un paquete en su puerta. Lo recogió con dificultad, el dolor en su ano no disminuía con los días, y cerró la puerta. Abrió el paquete en la cama con dedos temblorosos. Para su sorpresa tenía compresas que podía enfriar en el minibar, agua, pastillas para el dolor, para dormir, algo de comida para calentar en el microondas y algo de ropa limpia. No había nota, sólo una hoja de calendario con unas fechas circuladas. ** Natalia León Amador http://www.letralia.com/firmas/leonamadornatalia.htm Escritora colombiana (Santa Marta, 1986). Un cuento suyo fue publicado en 2010 en la revista Avianca Kids. Textos suyos, además, han aparecido en diversos medios digitales. Mantiene el blog Cuentos del León Amador (http://leonamador.wordpress.com) y edita el portal de cine Acero Rojo (http://www.acerorojo.com) === Cinco poemas René Alonzo Valdés Morales ========================== *** El idioma de Cáncer Eres el lenguaje mismo desnudándose; Y yo mirándote en secreto por el agujero de una hipérbole. Me vigila una metáfora. Calladita. Me sorprende por la espalda con su vestido rosado. Nadie como tú sabe ser como tú; Un plagio desmesurado al pecado original. Qué bien te quedan las palabras; Y los gritos y los llantos y las pausas Y toda esa revolución de fin de semana. Del bolsillo se me cae un verbo revelador Suficiente para mirar por la ventana al pasado Inútil para tocar lo que no sabemos callar Me miro, y hay una justicia pueril Que rodea toda mi incapaz parsimonia Pero que alcanzó a llegar a tiempo a Valparaíso. Nadie como tú sabe ser como tú; Una guerra fría contra toda posibilidad de error. No hay tregua en esta mal llamada inspiración. Tienes la boca llena de estímulos Yo escribo porque es mi forma de alcanzarte Desde este lado de calle Donde la poesía pesa más que el hambre. No me mires tan afanosa que se te ven los adjetivos Y no estoy calificado para tanta propaganda Una tras una se me caen las creencias Hay un mar lípido en tu mirada de cambio Cierra los párpados. Nos pueden ver las niñas. Me niegas la existencia en cada pestañeo. Eres el lenguaje mismo desnudándose; Y yo tengo el verso sonrojado de tanta esperanza. Supieras cómo escribo cuando no te pienso Ingrato de éxtasis, táctica y gramática. Totalmente invisible a la forma en que te mueves. Del bolsillo se me cae un verbo revelador Lo azoto contra mi ego hasta que sangre Yo te miro por el agujero de una hipérbole; Esperando la impaciencia de un orgasmo Que se desata en el algoritmo de tus causas De tus causas perdidas. De mis causas podridas. Yo vivo sin saber decir una palabra inteligente Que levante tus ciudades. Porque eres el lenguaje mismo desnudándome. *** Me vivo Hay océanos en mis vacíos Una golondrina canta a la orilla De mi rincón menos vernáculo. Abro las páginas de mis párpados Y crecen frondosos haikús. Pusilánime la nostalgia vuela en silencio Se evidencia de vez en cuando Como para sacar al verso a pasear. Mi verdad gesticula una sonrisa sincera Muestra hasta las encías Y tamaña carcajada descontamina Las porosidades de una llamarada azul. Hay en el abismo de la vida típica Una certeza indeleble llamada felicidad. Algo invisible. Algo olvidada. Algo ridícula. Mas nos atañe con puntualidad sombría ¡Arriba, René! Las nubes auguran un brindis Y tú, remángate las mangas de tu entereza Y salta por la ventana a vaciarte de arrebato. Pon agua a calentar y sírvete un café. Hay en el balcón una nueva forma de desayunar. *** Inspiración Oiga, señora, Ud. está sobrevalorada, Además de producirme insomnio, Me hace mal escritor. Dudo de su distinción y de su importancia, Incluso de su existencia. Cuando pienso en Ud., no se aparece, Y cuando me alejo, me acoge, arrepentida y fugaz. Ayuda suya no he recibido, Ni siquiera me dio una mano cuando era niño. Aprendí a escribir en base a aislamiento y reflexión, Y no a base de magia e incógnita. La frase “no estoy inspirado” Debería considerarse insolencia e infidelidad, Y todo artista que la pronuncie, Debería ser juzgado como simple e ingenuo, Además de traidor y poco hombre. Disculpe mi atrevimiento y mi irritación, Pero Ud., señora, está sobrevalorada. Yo no necesito de su socorro para escribir, No necesito del soplo de los dioses Para decirle a mi amada que su belleza me enmudece, Ni siquiera necesito de las palabras. Disculpe mi inoportuna insistencia, señora, Pero Ud. está sobrevalorada. *** El último verso El último verso que escriba Será el peor de todos Una diatriba sin ningún designio El más infantil nunca antes escrito. Llegará el día Y me pillará con las manos vacías Pensando en casi nada (Una polilla huevea en mi hemisferio derecho). Poco importa la palabra Cuando te has vuelto elegía Y ni la inspiración más carnal Te saca una letra sensata Será un verso político Porque no tendré nada que decir Flamante en su forma Haraposamente fiel en su concepto. Nadie debería escribir nada Si no es para llevarse la contraria Y pelear por un espacio en la felicidad Oh, qué bien lo dijo Borges algún día. El último verso que escriba —Si es que me lo permite esta batería— Será una hoja en blanco llena de silencios Acaso el verso más fiel de mi existencia. Llegará el día Y no tendré nada que decir Porque nunca elegí escribir Porque nunca supe qué pensar Porque los poetas se ven mejor callados. *** Plagio No conozco otra rutina Que pensar siempre lo mismo La lacónica odisea Del que se enamora fácilmente No hay palabra muerta En el asombro de los cuervos Ni ego malherido En el hogar de los poetas Niño huérfano es el arte Sobrado en parsimonia Adueñarse es pretensión Él vuela alto como el verbo El poeta cabalga Entre verdades y bellezas Posee algo de muerte Fiel a la costumbre del vacío Ninguna palabra es nuestra Apenas el hálito sensato Lo demás es nuez y almendra La fibra y la voz del oprimido Es la conciencia universal La gestora del halago Lo demás es hallazgo y trofeo. ** René Alonzo Valdés Morales http://www.letralia.com/firmas/valdesmoralesrenealonzo.htm Escritor y docente chileno (Talca, 1986). Es profesor de educación especial y diferenciada y magister en psicopedagogía. Escribió canciones para su grupo musical “Monserga”. Publica aforismos y poemas efímeros en Twitter (http://twitter.com/Renealonzo) y en distintos blogs. === Contra sentido Silvia Hebe Bedini ================================ A contramano doblo la esquina. Un autobús no alcanza a frenar; el choque es inevitable. Gritos, corridas, teléfonos ardiendo en pedidos de ayuda y un hilo de sangre que se escapa por mi boca. Los pasajeros del autobús se bajan de él escapando del terror de una explosión que se anuncia. Algunos se acercan a mí, a insultarme; otros me miran con desconfianza y pena. Yo no me muevo, dos paramédicos luchan junto a los bomberos para destrabar o romper mi puerta, sacarme de esa masa de hierros retorcidos que se me incrustan en la piel y en el alma. Que me dejen en paz, quiero gritarles. Que otra vez me salió mal la última jugada y que ya no quiero seguir jugando. Me reprocho el no haber levantado mayor velocidad para así haberme volado más rápido. Ahora, por error o cobardía, otra vez me obligan a salvarme. Y vos, María, ajena a todo, seguramente tomando el tren hacia tu trabajo, enfundada en tu tapado gris y tus guantes rojos, sacando dinero de la billetera verde en donde llevás su foto y no la mía. María, tu teléfono en mi agenda, en la guantera del auto, en el renglón de emergencias. Te llamarán nuevamente y ya no les creerás. Que lo hago para llamar tu atención, que no vale la pena siquiera ir a verme. Y yo acá, esperando que entre el último golpe a la puerta y el primer brazo que se me acerque, la vida se me escurra de una buena vez entre los dedos. La piel caliente del médico que me sostiene el cuello se me antoja repulsiva. El cuello ortopédico: un tedioso encierro. Me mueven, estiran y acuestan como si fuese un cuerpo ya sin vida, sin resistencias ni deseos. Me salvan nuevamente, carajo. En la ambulancia una enfermera me pincha el brazo para ponerme un suero. Recibo líquidos que no merezco. Y pienso en vos, María, fastidiada de ser llamada, sin dolor ni remordimientos porque no hay entierro. Por ir a contramano durante toda mi vida me he hecho pedazos el alma, sin autobuses embistiéndome, tan sólo enfrentándome a tu sonrisa, ajena de noche, a veces alcanzable de día. La habitación del hospital huele a eso, todo congruente, junto a mi ánimo de fracaso y mi desnudez en moretones. Espero en vano que vengas. Los minutos pasan como si fuesen escenas eternas. Hasta que de repente por los pasillos corren los médicos, las enfermeras y los camilleros. Traen a la gente del autobús, supuestamente más compuesta que quien con un auto chico embistiera a semejante bestia. Una mujer, escucho decir. Una mujer que parecía muerta. Que fue dejada de lado por no requerir más que cotejar sus datos y llamar a su familia, a su esposo entonces de viaje o a algún otro nombre en su agenda. Una mujer que a duras penas esbozó un latido y con él un suspiro y así, casi por casualidad, descubrieron que no estaba muerta. La llevan a cirugía, quizás no salga de esta. Bazo roto, costillas deshechas, un golpe en el cráneo y hemorragias inciertas. Quiero ser ella. Tener su misma posibilidad de morir en medio de la más profunda anestesia. Y esa suerte pido alejándome de mí mismo, cuando mi teléfono celular suena. —¿Es usted familiar de María Martini? ¿Podría usted acercarse al Hospital..? Que estoy ahí mismo, les digo. Internado, fracturado y en espera. Que ella se muere, me dicen, embestida por un auto en contramano en la avenida del Sol y la Costanera. Iba en bicicleta, al costado de un autobús de media distancia que al ladearse por el choque la aplastó sobremanera. Estamos haciendo todo lo posible, pero lo probable, lamentamos decirle, es que no resista la intervención y durante ella... Murió esa noche a las 23 horas, sola en el quirófano, por una estúpida idea de cambiar tren por bicicleta, por mi decisiva idea de matarme allí mismo, en esa esquina, por ella. Y ahora... ¿Por quién intentaré quitarme la vida? La única razón de mi no existencia se llamaba María. ** Silvia Hebe Bedini http://www.letralia.com/firmas/hebebedinisilvia.htm Médica pediatra y neuróloga infantil (Buenos Aires, Argentina, 1967). Reside en Los Ángeles y es escritora. === Poemas Rafael Eduardo D’Armas López ============================== A Eglé y Pepe *** La casa del poeta Sólo es justo que la poesía se cumpla. Desde mi montaña húmeda de pájaros discretos, disparando incertidumbres en la neblina seca, leo tus versos, Poeta. Sólo es justo que amanezca en la calle, con los hombros alegres de trasnocho, recordando esa noche de bucares y apamates cuando las patas de una silla verde parecían anclarte a la tierra. Otros escriben odas a tu poesía, yo te recuerdo como parte de la noche. Ráfagas del verbo trujillano escritas en París con lápiz mongol. Yo sólo recuerdo dos palabras: Casa y Bienvenido. *** Desilusión ¿Dónde palpita el rojo inerte que llamas carne? Sordos arpegios en la pieza politonal de Occidente. Gritando ¡Libertad! todos los días a la misma hora, disciplinados obreros en la fábula del individualismo. Disfrazados de “verdes” con los ojos rojos; reciclando su abono infértil en los mismos salones, masticando versos ajenos y escupiendo silogismos. Quienes no pudieron verse en el espejo de la noche y salieron a disfrazarse de tornillos en la máquina del día. Cuando gritaban “Imperio Asesino” Parados sobre el cadáver del mestizaje, aspirando las cenizas de África en las esquinas empedradas de huesos. Con la piel tatuada en mercancía del bazar revolucionario con tinta china y acuarela vieja. Los magos del “si” condicionado acomodando la Comuna de París, el genocidio y el alunizaje en un solo [verso. Gritando “Viva Robespierre” sin conocer la sangre hasta cerrar los ojos cuando nadie mira y escuchar el eco de 8 cilindros de inyección directa rugiendo salvaje en el cemento. Soltando el “por ahora” que cargan en los brazos, para agarrar las llaves y hacerse bolsillo. Salieron a juzgar con piedras en las manos buscando profetas en los recogelatas. Terminaron limpiando el semen del confesionario con las páginas del manifiesto comunista. Pobres de quienes gritaron “No” con ojos desesperados en trasnocho y angustias. Salieron con los hombros destrozados en fuga trasatlántica, golpeados por la tercera ley de Newton. Tocando Villa-Lobos en plazas histéricas, sordas tarimas de consignas mudas. Para quienes piensan primero en sus estatuas cuando mastican dientes buscando elogios. La desilusión llenó mis huesos de latidos infecundos. La desilusión me llevó de madrugada nuevamente al 23 de enero. La desilusión soy yo, no ella. *** No tengo La soberbia madrugada. Entre dormido y despierto, los ojos nadan en silencio hermoso. Roto el silencio, en coro de miseria, veo adornado el ruido llamado promesa. Colección de esqueletos en la acera de la vida, el volumen de los gritos les da fuerza. Estas palabras sin eco. En el origami de mis carencias, desean el diluvio sin saber, que soy mi propia lluvia, que me ahogo con las crecidas. Porque el hombre no es más que hombre, Humano sólo quien puede. Siguen allí los recuerdos que me dan frío. *** Llamada ajena II Mira las luces que nos llaman. Es de noche, no puede ser de otra manera. Mis latidos te llaman gritando; en su palacio de membranas temerosas angustiadas por tus venas. Y por tus ojos, que me miraron una tarde entre sorbos de café amargo y dulce. Tuyo, profundamente tuyo, un jueves cualquiera. *** Noche Pemón Duermo la noche Pemón. en mi hamaca de ríos apago todas las luces tejidas en la noche. Mastico bocados suaves, cocinados en vidrio a gas directo. Alegro mis oídos con faros distantes. Recuerdo el casabe duro con picante en el calor de Kamarata. No tengo techo, ceno con la muerte, perdono hasta mis raíces. Tengo una sola mejilla pero la pongo dos veces Canto mal, me enamoro de voces llevo ilusiones y puentes en los bolsillos. Mi lápiz es de Managua, dice que va a la escuela ¿José? ¿Antonio? Gustavo... era de noche y no recuerdo. Bebía apresurado su almuerzo en cervezas. Me da nostalgia el futuro, rompo cristales cuando río, y miro desenfocado. Espío mis notas jugando a la guerra fría. Me declaro sujeto de poco interés. Borro mis notas y sigo adelante. Tengo el alma corpórea llena de parches, varios huesos rotos y cicatrices graciosas. Mis rodillas suenan prematuras. Mi mente camina sola y sin muletas. *** Se tienen Se tienen demasiado y no lo saben. Se construyeron a diario sobre el mármol de las plazas, habitando ferias y libros usados. Borrachos en las tardes andinas. Se miran, se extrañan, tratan de entenderse y se rinden. Esculpen con humo las calles empinadas, caminan con frío la madrugada. La luz negra de un cuarto ajeno les da risa. Se separan para siempre. Ayer, Siempre se tienen. ** Rafael Eduardo D’Armas López http://www.letralia.com/firmas/darmaslopezrafaeleduardo.htm Escritor venezolano (Mérida, 1980). Politólogo egresado de la Universidad de los Andes (ULA, http://www.ula.ve) con estudios de postgrado en relaciones internacionales en la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve). Ha dedicado su carrera profesional a las relaciones internacionales. Actualmente se desempeña como consultor en temas electorales y democracia en América Latina. ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “Verá: yo no puedo escribir como deseo”. Anna Ajmátova, carta a A. A. Blok (1914). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. 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