9. Asbesto
Paredes que descienden perpendiculares, gris de metal de arma de fuego en las horas tempranas. Mi habitación se desmenuza, se levantan fibras de piedra como filamentos musculares, invisibles y nocivas. Las paredes se adelgazan, se comban y se pliegan.
Desnuda ahora en la luz perla, siego la pelusa suelta de los arbustos, hilo un filamento áspero, tejo con manos sangrantes. Formo una piel tensa: el iglú de cáscara de huevo, el foso que se vuelve rápidamente pantano, ciénaga, tundra.
Yo me ahogo en las flores árticas y en la luz de 24 horas.