29. Turquesa 1

El horizonte turquesa se difumina en azul. El domo índigo rezuma y el sonido se hunde más allá del alcance de la vista. Recuerdos de melodías, jirones rosa.

La belladona abre sus pétalos. Un mundo atenuado, una piedra lanzada a un estanque nocturno. Anillos de fósforo que se extienden. Mis pensamientos flotan en la oscuridad aterciopelada. Una cuna pende de una rama, ardillas brincan y luchan. Moisés boga a la deriva sobre las aguas.

Yo me siento al pie de un abeto. Me rozan criaturas nocturnas en una camaradería del tocar. Sus rastros tejen una malla invisible. Tomo las corrientes zumbadoras en la mano. Las luciérnagas aterrizan en mi rodilla. Luz sin calor.

Puntos erráticos de luz. Un débil código interrupto. Todavía faltan años para que llegue el alba.