33. Polvo
Tierra muda; ningún mar, ningún viento para comprimir en roca sólida.
Despedí al tiempo a un mundo paralelo. Dormí en un espacio curvo y caminé (aunque raramente) por una cinta de Moebius. Yo obedecí a una geometría antigua, lenta como el batir del pulso en el cubil del invierno.
Pero ahora debo comprimir mi corazón, mis huesos, en el gris que se hace espeso. Y decidir si mi fósil se verá así o asá, y estampar mi efigie apresurada en la tierra sin forma.