Extractos de "Huellas de tortuga"
Víctor Meza
Jorge Luis Borges
"El libro de los seres imaginarios"
I Ching
Se ha hecho presente la luz en medio de la confusión que causa lo desconocido. Un ser diferente me rescata de la sima y no soy más indefenso. La palabra pronunciada a tiempo es hálito renovador. Una nueva vida se ha yuxtapuesto a la mía permitiéndome ver su panorama...
A la zaga de su palabra sabia voy para no perderme y pronuncio la mía para que no siga rebotando sin destino dentro de mí. Un gesto precede a la palabra quedando en evidencia la intención. Un abrazo. Una sonrisa...
La forma hermosa. El fondo denso. El equilibrio. La quietud eterna como único fin...
Día de la Tortuga La luna ha pasado millares de veces por encima de su concha; puliéndola, dándole un brillo perlado sin igual que con la luz se torna evanescente. No siente ansiedad alguna. Dos lágrimas viajan de sus ojos al polvo para fabricar el molde a su rastro...
...Ya de día, la tortuga saca una vez más la cabeza, otea el horizonte y se emociona con las barbas blancas que penden del cielo azul...
Ante ella el camino. Hunde sus patas en la tierra floja y cálida... Piensa que lo importante es caminar. Trata de voltear para precisar sus huellas y no lo logra...
Ya otra de su género recorrerá su rastro sempiterno...
Día de la Trascendencia
También en mí, fue necesidad primordial lograr un alma ya que sin ella no podría transitar el espacio océano.
Tardé cinco eras esperando por ella y por su concha (que es un accesorio indispensable para la travesía) hasta que me fue concedida.
Una vez recibida y colocada en un lugar seguro de mi cuerpo, transité con más amor y fuerza los días sucesivos, demostrando a mi descendencia lo acertado que fue la búsqueda y la espera paciente.
Ojos de utopía. Una hermosa tortuga joven se mueve grácil en el fondo. Valiente osa lo profundo. Con desparpajo mira alrededor indiferente. Consuma su nado con una doble vuelta que da vértigo a los ancianos y se aleja rápidamente. Ella es una utopía para ellos.
Día de la Fecundidad
A la distancia la orilla. Detrás mis huellas y un horizonte, un perfil de la tierra y sobre éste una niebla amarillo siena...
Ya es el cansancio, pero con un punto de luz en el centro. Una playa blanca, microscópica, con la arena suficientemente suelta y cálida para el desove de mi compañera que me sigue con paso resignado.
Estamos dejando nuestros hijos enterrados en la arena, será el tiempo y la suerte los que dicten la sentencia: vivir o morir.
De cualquier forma la vida de los quelonios se hace más pesada a medida que su concha envejece.
¿Cómo es posible que dejemos a nuestros hijos sólo una pesada caparazón? ¿Por qué no desechamos en un trance genético todo eso tan pesado que nos hace estar tan distantes de nuestros orígenes?
Allí están los huevos en la arena cálida. Tal vez sea éste el único momento límbico, el único tiempo verdadero, feliz y sin compromisos con ningún Dios que luego pida cuenta de sus huellas, de sus pasos...
Es pura forma la aurora, pura forma. Realidad es, que la aurora no existe... a menos que la sueñes y que luego despiertes para verla.
Sólo el del mar es el fondo. La pura conciencia o la conciencia pura del mundo que se trasciende a sí misma para alcanzar su superficie...
Día de la Ofrenda
Cuando el tiempo hizo fósil mi existencia, sentí la necesidad de entregar mi alma y su concha a Dios.
Cuando de la playa que habían dejado a mi cuido huyeron las nubes, y en su lugar flotaron amenazantes masas informes expulsadas por chimeneas absurdas, sentí la necesidad de entregar mi alma y su concha al Dios Tortuga.
Cuando por mi playa ya sólo deambulaban seres monolíticos e incoloros, sentí más profunda esa necesidad.
Y cuando los seres del planeta olvidaron tomar en cuenta la opinión de nuestra hermana mayor, todo estaba consumado.
Cuando todo esto fue... ya yo no era...
Retraigo mis miembros y a salvo dentro de mi estancia oigo los improperios. Oigo la lucha entre ellos. Siento golpes sobre mi techo. Y no hay ninguna razón. Creo que el mundo se ha desquiciado. Y por centésima vez tengo suerte. Ha sido sólo un sueño después de la muerte.
Noticias culturales • Literatura en Internet • Las letras de la Tierra de Letras