Letralia, Tierra de Letras - Edición Nº 11, del 21 de octubre de 1996

Las letras de la Tierra de Letras

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Disquisiciones de Graciela Caplan

Graciela Caplan

(Nota del editor: De sus constantes discurrires en una lista dedicada a temas de filosofía, Graciela Caplan, de Argentina, nos entrega un par de textos breves, de corte ensayístico, donde hace algunas exploraciones en torno a las relaciones humanas a través de Internet).

Ayer nomás...

Hace muchos años, en la época de nuestros bisabuelos (o tatarabuelos, para quienes son mas jóvenes), las vías de comunicación entre familias o amigos eran las carretas, carros, caballos, trenes y el correo. Esa correspondencia que llegaba con meses de demora y que cruzaba continentes, mares, océanos...

La demora en la entrega de cada pieza postal se fue acortando con el paso de los años. Difícilmente alguno de nosotros haya olvidado la emoción con la llegada de cartas, de fotos, de noticias y la alegría con cada tarjeta recibida desde algún lugar de veraneo, por no hablar de los buenos deseos para las fiestas.

¿Quién no atesoró estampillas, postales, sobres, cartas de amor desde algún lugar lejano o cercano..?

Pero la tecnología ha avanzado y cada vez con pasos más largos. Monstruosamente nos ha envuelto en un torbellino del que no podemos escapar (¿ni queremos?).

Hace muchos años llenábamos con nuestra letra infantil, tarjetas de cumpleaños, esquelas a parientes y amigos; ayudados por nuestros padres, nos sentábamos a escribir tarjetas de fin de año, tratando de no olvidarnos de nadie.

Hemos crecido y esa correspondencia tan hermosa, esa apertura de sobres (inclusive, la colección de estampillas), se han ido espaciando.

Ahora, ya escribimos menos. Los avances en informática nos alcanzan. Los saludos electrónicos abundan. ¡Hasta sonrisas electrónicas tenemos!

Una década atras, en este sector del globo terráqueo, no nos hubiésemos molestado en pensar en los avances vertiginosos de la computación, como algo tan poderoso y en la repentina invasión en nuestras vidas.

Pero todo se aceleró, giró y giró y fue arrojado a nuestros pies sin darnos respiro. Esta forma de conectarnos no nació en un dia, ni en dos. Al principio, fue sólo ciencia ficción: ¿o alguien lo duda? Quien alguna vez leyó a Isaac Asimov, pudo ver entre líneas lo que hoy tiene ante sus ojos: una Supercarretera Informática, que une en cuestión de segundos las "mentes" de millones de computadoras, ubicadas en puntos remotos.


Los cuerpos

¿Qué pasa con los cuerpos en el ciberespacio?

Yo contestaría que no pasa absolutamente nada. El cuerpo como noción anatómica estricta no existe en este nuevo "mundo celeste", sólo existen "mentes" que se comunican con otras "mentes" a través de un teclado, una pantalla y una conexión telefónica vía módem. Así de simple. Cada uno construye el cuerpo imaginario de quien le responde.

¿Qué pasa con la persona en el ciberespacio?

Y aquí la respuesta es compleja. Por la simulación que existe muchas veces, sobre todo cuando la distancia imposibilita el acercamiento real entre dos corresponsales.


       


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Depósito Legal: pp199602AR26 • ISSN: 1856-7983