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Escritores y editores chilenos exigen cambios en programa para la FIL
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Chile en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
Chile: escritores opinan que su programa para la FIL debe ser “mejorado” para garantizar “mayor representatividad”.

Un grupo de escritores, editores independientes y otros gestores culturales de Chile lanzó el pasado 10 de julio una declaración pública en la que exigen cambios en el programa que ese país ha organizado como invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que se celebrará en esta ciudad mexicana entre el 24 de noviembre y el 2 de diciembre.

La declaración, que admite adhesiones espontáneas a la dirección electrónica declaracionguadalajara@gmail.com, ya ha sido firmada por varios autores invitados al evento editorial, como Pablo Torche, Andrea Jeftanovic, Nona Fernández, Diamela Eltit, Cynthia Rimsky, Ramón Díaz Eterovic o Luis Barrales, y también por otros destacados autores como el periodista Faride Zerán —Premio Nacional de Periodismo— o los escritores Hernán Miranda Casanova —premios Casa de las Américas y Altazor—, Juan Cameron, Luis Sepúlveda, Lilian Elphick Latorre, Pablo Oyarzún, Daniel Rojas Pachas.

“Esta es una oportunidad única para mostrar el panorama literario y cultural del país en un evento de alcance mundial, visitado cada año por más de un millón de personas”, dice el comunicado. “Nos parece muy importante que el proceso de construcción de este programa y de selección de los autores que representarán a Chile sea conducido de manera transparente e informada. Lamentablemente este proceso, a cargo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, ha sido conducido de manera poco transparente y participativa, lo que le resta representatividad y puede afectar la credibilidad y validez del mismo”.

La declaración estima que no se hizo público el mecanismo ni los criterios de selección para organizar el programa —un resumen del cual está publicado en nuestra edición 270—, y denuncia que el comité asesor nombrado por las autoridades chilenas es “escasamente representativo”, ya que excluye instituciones y particulares importantes de la nación sureña. “En añadidura, se realizó una convocatoria de propuestas para editores, pero éstas no fueron evaluadas por el Consejo Asesor, y finalmente fueron rechazadas prácticamente la totalidad de ellas, sin que se entregara ningún fundamento”.

Se señala también que el programa presenta “claras falencias” en, al menos, seis aspectos fundamentales: “1º. Un enorme centralismo en detrimento de la diversidad regional del país. 2º. Una discriminación casi absoluta de los editores independientes, quienes publican gran parte de la literatura nacional. 3º. Una representación inexplicablemente baja de poetas, quienes constituyen quizás la tradición cultural más importante del país. 4º. Una escasa o nula presencia de ensayistas y críticos literarios nacionales. 5º. Una homogeneidad excesiva de los temas abordados en las mesas y paneles de discusión, eludiendo problemáticas políticas y culturales fundamentales del Chile actual. 6º. La FIL será sede del encuentro Otra Mirada, de libreros y editores independientes de Hispanoamérica, y no existen facilidades efectivas para que Chile participe de manera activa en este evento”.

Los firmantes consideran la necesidad de conformar un nuevo equipo de trabajo “de mayor representatividad”, con vistas a subsanar estos problemas y a “transparentar el proceso de selección, e incorporar en el mismo a miembros de distintas instituciones y actores culturales relevantes de nuestro país, que aseguren una representación diversa y heterogénea”. Agregan que su intención es lograr que el programa “refleje efectivamente la diversidad cultural, política y regional del ámbito literario de nuestro país”.

Fuente: Revista Intemperie