Gustave FlaubertDel diccionario de tópicos de Flaubert (II)

hachís. No confundirlo con el hachis (picadillo de carne, de pescado, etc.), que no produce ningún éxtasis voluptuoso.

harén. Comparar siempre un gallo en medio de sus gallinas con el sultán en su harén. Sueño de todos los estudiantes.

hélice. El porvenir de la mecánica.

hemorroides. Vienen de sentarse sobre las estufas o en los bancos de piedra. Las hemorroides son señal de salud, de modo que no se debe procurar curarlas.

histeria. Confundirla con la ninfomanía.

horizontes. Encontrar bellos los de la naturaleza y negros los de la política.

humedad. Causa de todas las enfermedades.

Ilíada. Siempre seguida de la Odisea.

imbéciles. Los que no piensan como nosotros.

importación. Gusano que roe el comercio.

infanticidio. No se comete más que entre gente del pueblo.

institutrices. Son siempre de una familia ilustre venida a menos. Peligrosas en las casas: corrompen a los maridos.

introducción. Palabra obscena.

italianos. Todos músicos. Todos traidores.

Japón. Un país en el que todo es de porcelana.

Jockey-Club. Sus miembros son todos jóvenes calaveras muy ricos. Decir simplemente “el Jockey”; muy distinguido, hace creer que se pertenece a él.

jorobado. Muy inteligente. Muy buscados por las mujeres lascivas.

jovencita. Articular esa palabra tímidamente. Todas las jovencitas son pálidas y delicadas de salud, siempre puras. Evitar para ellas toda clase de libros, las visitas a los museos, los teatros y sobre todo el zoológico (parte monos).

jurado. Hacer lo imposible por no pertenecer a él.

kaleidoscopio. palabra que sólo se emplea hablando de las exposiciones de pintura.

Korán. Libro de Mahoma que trata sólo de mujeres.

(De: Gustave Flaubert. Tres cuentos. Traducción de Consuelo Bergés. Barcelona. Club Bruguera, 1981. 97. Lo aquí extractado figura al final en esta edición, originalmente publicado en Bouvard et Pécuchet bajo el título “Dictionnaire des Idees Recues”).