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Artículos 1º al 10º
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Artículo Primero
Tiene derecho a escribir y crear en todo material físico o etéreo que
considere pertinente o idóneo. Podrá escribir sobre piedra, metal, papel,
madera, telas, papiros, pergaminos, formas sintéticas (pasadas, presentes y
futuras) y sobre todo en aquellos materiales que mejor expresen su
condición particular pudiendo incluso mantener su escritura tan sólo en la
memoria.
Parágrafo Uno
Es un hecho muy recordado por la historia, y confirmado por los testigos
presentes, la escritura del edecán del Libertador sobre las paredes de un
cuarto de la hacienda San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, Colombia,
cuando el edecán ya había agotado el pergamino con el dictado póstumo de
Bolívar.
Artículo Segundo
Tiene derecho a utilizar todo estilo que se le antoje, ningúno en
particular, mezclar todos los estilos e incluso crear uno propio para su
escritura.
Parágrafo Uno
San Agustín de Hipona El Africano, después de su conversión, (llamada
también "el salto milagroso") inventó para el mundo occidental la
literatura de introspección. Estilo que diseñó para la escritura de Las
confesiones y La ciudad de Dios. Boccaccio, germen de toda la temática
novelesca occidental, Chaucer, introductor de técnicas expresivas inéditas
hasta entonces y Chretien de Troyes (en el siglo trece) creador de la
literatura de crítica social directa y más recientemente: Poe, Baudelaire,
Wagner, Rubén Darío, Valle Inclán, Ionesco y Bretón, ejemplifican un
criterio estilista propio.
Artículo Tercero
Tiene derecho a escribir cientos de miles de millones de palabras o sólo
unas cuantas líneas.
Parágrafo Uno
Se acostumbra a sugerir, como ejemplo de contraste, la abundancia creativa
de Sir Walter Scott y el filósofo Orígenes cotejada con la escasa pero
intensa obra de Rimbaud junto a otros poetas recientes.
Artículo Cuarto
Tiene derecho a escribir y crear en cualquier era histórica o exitencial.
Artículo Quinto
Tiene derecho a escribir y crear en toda lengua o dialecto existente.
Parágrafo Uno
Juan Pico de la Mirándola, príncipe y conde de Calabria, (hombre "cuasi
divino" según Maquiavelo y autor de la frase: "no engendré hijos sino
libros") escribió en latín y toscano volgare además de hebreo, caldeo y
árabe para La Academia Platónica renacentista de la cual fue su principal
lider.
Artículo Sexto
Tiene derecho a comenzar a escribir desde la más temprana niñez hasta la
más avanzada edad.
Parágrafo Uno
Se cuenta que Quintiliano escribió su mejor obra a los noventa y dos años.
Parágrafo Dos
Prudencio Clemente de Zaragoza, a los cincuenta y siete años, con la
protección del emperador Teodosio, abandonó sus ocupaciones mundanas para
convertirse en el primer poeta cristiano que se tenga noticia. El poeta
sedicioso medioeval Don Gellver, testimoniaba, en sus disertaciones
monacales sobre literatura sacra, haber comenzado, muy temprano, con las
vocales.
Artículo Séptimo
Tiene derecho a tratar todos los temas: humanísticos, científicos,
políticos, económicos, financieros, religiosos, judiciales, criminales,
mitológicos, enciclopédicos, académicos, ficticios, realistas o una
combinación de los temas que considere oportunos a sus medios expresivos.
Parágrafo Uno
Sería difícil no mencionar, con relación a los temas, la inmensidad
ficticia, realista literaria, aportada por Dostoiyesky y la Comedia Humana
de Balzac.
Artículo Octavo
Tiene derecho a equivocarse, o no, en gramática, estilo, limpieza, gusto,
estética y hasta de profesión.
Parágrafo Uno
Chaucer creía que el término tragedia se refería a cierto género de cuentos
y así lo manifestó en Cuentos de Canterbury.
Parágrafo Dos
Es ya conspicua la irreverencia gramatical-ortográfica, manifiesta e
intencional, en la literatura de Cortazar.
Artículo Noveno
Tiene derecho a corregir o no corregir lo que escribe.
Parágrafo Uno
A Faulkner le tomó quince años terminar una historia y Hemingway
re-escribió un manuscrito treinta y nueve veces.
Parágrafo Dos
"Cuando termino un texto nunca más lo vuelvo a leer", confiesa García
Márquez.
Artículo Décimo
Tiene derecho a ser leído por muchos o muy pocos.
Parágrafo Uno
El jesuita insatisfecho, acallado y reducido, Baltazar Gracián, escritor de
textos desconcertantes, torciendo el idioma para extraerle sustancias
inverosímiles (admirado por Schopenhauer y Nietzsche), es hoy, según la
crítica, muy poco leído excepto por exquisitos.
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