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Portada

Epígrafe

Introducción

Metodología y marco teórico

Historia

Descripción de hábitat

Subcultura carcelaria

Conclusión

Bibliografía

Notas


El autor
Editorial Letralia

  Conclusión

Fotos del autor
Campamento Aserradero.
La subcultura carcelaria se sustenta en contratos sociales informulados, que a su vez se afincan en intereses compartidos entre los que comparten el espacio. Estos contratos tienen un fundamento ético y práctico: ético al ser un compromiso grupal que cohesiona a los miembros; y práctico, al ser parte de estrategias de adaptación, en las que se busca la seguridad.

Los contratos sociales informulados permiten una interacción no conflictiva entre los internos, de manera que este tipo de contratos sociales son el soporte de la solidaridad que existe entre los internos, creando la conciencia de un "nosotros", no siendo la lealtad, sino el interés, lo que está en el fondo de la cohesión que existe entre los reclusos.

Este tipo de acuerdos no formulados buscan la consecución de metas y permiten la resolución de problemas específicos, al ser respetadas las reglas de comportamiento propias de la subcultura carcelaria, que se pueden resumir en:

  • No denunciar, ni meterse en asuntos de los demás;

  • Mostrar valentía en un momento determinado;

  • En un acentuado carácter sexual masculino, presente en la interacción entre los internos.

 
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