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Carlos Drummond de Andrade
Subsidios para un retrato del poeta

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Liminar, traducción y notas: Wilfredo Carrizales

Memorial en honor a Carlos Drummond de Andrade
Memorial en honor a Carlos Drummond de Andrade, en Itabirá, Minas Gerais (Brasil).
Liminar

Husmeaba una tarde de agosto próximo pasado entre los libros de segunda mano del mercado de las pulgas más famoso de Peking. De pronto mis ojos se toparon con el número 2 de Camões, Revista de Letras e Culturas Lusófonas, correspondiente a julio/septiembre de 1998. Tomé del piso la revista y busqué el índice. En la página 14 me encontré con un interesante artículo de José Alberto Braga titulado “Carlos Drummond de Andrade: subsídios para um retrato do poeta”, acompañado de aforismos, poemas y fotografías de Drummond. Resolví traducirlo y ahora lo ofrezco a los lectores de Transletralia.

Recuerdo que el primer poema que leí de Carlos Drummond de Andrade, hace ya más de veinte años, fue uno titulado “Liquidación”: “La casa fue vendida con todos los recuerdos / todos los muebles todas las pesadillas / todos los pecados que se cometieron en vida / o por cometer. / La casa fue vendida con sus golpes en la puerta / con su viento acanalado su vista del mundo / sus imponderables / por veinte, veinte contos”. El poema me causó una honda impresión por lo sucinto y tajante de su lenguaje y además porque yo vivía en una casa a la cual amaba y temía perder.

Carlos Drummond de Andrade nació el 31 de octubre de 1902 en la ciudad de Itabira do Mato Dentro, Minas Gerais, Brasil, en el seno de una familia de hacendados en decadencia. Estudió en la ciudad de Belo Horizonte y allí comenzó su carrera como escritor al iniciar su colaboración en el Diário de Minas. A los veintitrés años edita, junto a otros escritores de su generación, A Revista (1925-26), cuyo fin era difundir las expresiones del “modernismo brasileño”, movimiento que tiene su principio durante la “Semana de Arte Moderno” realizada en São Paulo en 1922.

En 1930 publica su primer libro, Alguma poesia. En 1934 se trasladó definitivamente a Río de Janeiro, donde ocupa el cargo de jefe de gabinete del nuevo ministro de Educación y Salud Pública. En ese mismo año ve la luz su segunda obra, Brejo das almas, y en 1940 Sentimento do Mundo. Desde 1954 colaboró como cronista en el Correio da Manha y a partir de 1969 en el Jornal do Brasil.

Desde sus primeros libros la poesía de Drummond de Andrade descolló por encima de las otras. Sus poemas son una gratificación verbal de excelsa calidad. Son genuinos, veraces y espléndidos. Él siempre mantuvo una estrecha relación con la gente al escribir sus poemas y su prosa para los diarios.

El modernismo llega a ser el tema dominante desde sus libros iniciales. Drummond de Andrade fue un poeta de orden y consolidación, aunque fecundamente contradictorio. Torturado por su pasado y asombrado por el futuro, él se detuvo en el presente lacerado por esto o por aquello y dio un testimonio lúcido de sí mismo y del transcurso de los hombres, con un punto de vista melancólico y ascético. Ironiza acerca de las costumbres y sobre la sociedad y es ásperamente satírico con su amargor y su desencanto. Se entregó con empeño a construir una comunicación estética desde su modo de ser y estar.

Publicó veintiocho libros de poesía y es considerado como uno de los mayores poetas de Brasil. Sus obras están traducidas al inglés, español, francés, italiano, alemán, sueco, checo, entre otras lenguas importantes. Él mismo también se destacó como traductor al verter al portugués a importantes autores extranjeros. Murió el 17 de agosto de 1987 en la ciudad de Río de Janeiro.

Las imágenes que acompañan la presente traducción no son las que originalmente venían insertas en el artículo de J. A. Braga. Fueron bajadas de diversos sitios de Internet.