Primavera
Recuerdo cuando nacían los pétalos del amor en nuestro pecho,
Aquel florecimiento llevaba nombre de beso, de poesía romántica.
Medio amigos, medio novios... más amantes de esquinas eternas,
Las aristas de nuestros abrazos escondían las bandidas ganas de amarnos...
Fue en primavera cuando el cielo rozó aquel idilio,
Fue floreciendo donde me resbalé en tu vida hueca de trovas eróticas;
En esa sonrisa de sol lunar que posee secretos de felicidad,
En el puntito negro de tu boca que hace de mácula esotérica.
En la primavera fue donde reencarnamos.
Nuestro verano
Cuéntame qué poesía erótica inventaremos este verano,
En qué pasadizo de sol nos esconderemos,
Dónde abrasaremos el calor que nace en los capullos de nuestro sexo,
Dime que nos asaremos a vapor puro mientras intentamos besar las ganas,
Pruébame con certeza que la locura de nuestra desnudez exaltada no morirá después del verano,
Robémonos el perfume de las flores extasiadas de amor y construyamos nuestra cueva de entrega,
Dale a mi piel la pasión que nace en tu alma,
Yo buscaré la manera de devolverte tu esencia en sensuales cantos,
En vida, beso y miel.
Otoño
En la transición de mi alma está tu beso escondido en el camino;
Sólo detrás de los ojos del amor lo lograré besar.
Cambio mi pasado acopiado de veranos intemperantes por la serenidad de tu compañía,
Viviré para tejernos la telaraña de nuestro amor en invierno,
Y cuando llegue la primavera nos enredaremos en ella eternamente cautivados,
Dejaré que las amapolas crezcan en mi alma para que imagines nuestro cielo,
Tornaré la carnosa rosa que guardo en capullo íntimo,
Para que me deshojes para alterar el orden de las estaciones.
Naceremos ambos en aquel otoño que hicimos cuando éramos niños...
Puro de amor y vida termal.
Amantes en el invierno
Sólo los verdaderos amantes ven el sol en el invierno,
Ellos esconden la primavera en sus besos,
Atenúan la sed de los poros y se sumergen en tiernos abrazos,
Calientan con hálito apasionado el gélido estar de la noche
Saben que el frío no entra en las almas con amor, ni que los corazones se le helarán de soledad.
Dicen la poesía al tiempo para que los congele en eterno beso,
Descifran la caída de la nieve hundiéndose cada vez más en sus mimos,
Duermen los sueños de los peregrinos,
Alcanzan a descifrar lo indecible del amor.