La Universidad de
California en Los Ángeles publicó en 1998 una edición de aniversario para celebrar los treinta años de
vida de Las enseñanzas de don Juan,
un libro escrito por el entonces estudiante de antropología de esa casa de estudios. Ese mismo año, un
fulminante ataque de cáncer extinguió la vida del autor: Carlos Castaneda.
En 1968 irrumpió en el mundo una visión fuertemente cargada de esoterismo, una suerte de iniciación y
una trayectoria enigmática, impuesta de un modo peculiar por un escritor que descubrió una veta que
todavía no se agota. Yo no conocí a Castaneda sino hasta 1976, cuando tuve acceso primera vez a sus Relatos
de poder,
libro que hojeé y empecé a leer no desde el principio sino a partir de la segunda parte. Al terminarlo,
fue tal mi fascinación que lo inicié inmediatamente y al alcanzar nuevamente el final, reiteré que había
algo demasiado interesante en el modo y en la filosofía planteada a grandes rasgos por Castaneda. Dos
aspectos resaltaron en aquel entonces: por una parte, lo extraordinario del texto en sí, y en igual medida,
una sensación de descubrimiento y orgullo al saber de proezas concebidas o realizadas por indígenas
mexicanos, en particular los yaqui. Al iniciar y continuar la lectura de los escritos de Castaneda, lo cual
se desarrolló con mi propia generación, pude observar la influencia de tres aspectos fundamentales: la
poesía, la rebelión de los indios, y la fenomenología de la percepción. Por ello, mi ensayo se refiere a
estos tres aspectos básicos.
En primer plano, destaca la inclinación poética en la obra narrativa de Castaneda que rescata y divulga
a Juan de la Cruz en un texto hasta entonces prácticamente desconocido, Los dichos de la luz y del amor,
con las siguientes líneas: "Los rasgos del pájaro solitario son cinco: primero, busca el lugar más
alto; segundo, no resiste a compañía; tercero, tiene su pico en el aire; cuarto, no tiene color definido;
quinto, canta dulcemente". En otro libro, en un solemne instante de majestuosa soledad, el autor nos
remite a César Vallejo, el poeta peruano con unas líneas de distancia crepuscular.
Si bien no expresamente dicho, puedo deducir que otro texto fundamental en la bibliografía de Carlos
Castaneda es México bárbaro,
de John Kenneth Turner (publicado en español entre otros bajo el sello de la Colección Sepan cuántos,
de Porrúa), quien habla sobre las condiciones de esclavitud de los indios en la zona henequenera, así como
el tráfico de esclavos mexicanos hacia Cuba. De acuerdo con las lecturas de Castaneda, podemos inferir que
don Juan Matus alguna vez estuvo en la Península de Yucatán, trabajando en esas condiciones. El aspecto
indígena es tan permanente que toda la obra del autor se centra alrededor de un proceso de disciplina de
una doctrina antigua de seres normalmente sujetos a discriminación a través de los tiempos: los naguales.
Dentro del aspecto de la fenomenología de la percepción, la aparición de la obra de Castaneda insemina un
campo previamente vigente a raíz de los artistas de la generación beatnik
que alguna vez se sintieran atraídos a la tradición india del consumo de plantas alucinogénicas. Las
experiencias con la mezcalina, el consumo del peyote y la síntesis del LSD fueron procesos importantes
dentro de la cultura de masas que pudo acceder a nuevas puertas de la percepción, parafraseando el texto de
Aldous Huxley, The doors of perception.
A partir de los años sesenta se hace del conocimiento del público internacional la cultura de María
Sabina y de sus cantos "chamánicos", como se le dio en llamar. De hecho es tentador pensar que
don Juan Matus es una versión masculina de esta viajera del infinito quien utilizaba los hongos
alucinogénicos para "ver" quizás en el mismo concepto de "ver" y "ensoñar"
que presenta Castaneda como eje central en la filosofía hechicera.
En sus textos pudimos convertirnos en el animal cuidador de Carlos Castaneda, cuando se transformó en un
cuervo. La aceptación de la presencia de un animal en nuestras vidas es algo que todos y cada uno de
nosotros toma como parte de nuestras raíces culturales. El propio Eraclio Zepeda ha escrito un cuento
retomando estos aspectos del nagual como el animal que se acerca a nosotros el día de nuestro nacimiento.
De modo que el trabajo constructor de Castaneda ha erigido un edificio de dimensiones inconmensurables, a
partir de elementos poéticos, indios y de visiones alucinantes.
La veracidad de su visión fue un tema recurrente entre sus lectores, y asimismo tema candente para la
crítica feroz que le tildó de charlatán. Sus feroces detractores se preguntaron por qué (criticando, por
supuesto) su trabajo titulado Viaje a Ixtlán
había sido tomado como parte de una tesis de doctorado en antropología por la tan afamada Universidad de
California en Los Ángeles.
Los lectores que estuvimos dispuestos a aceptar la existencia de otras realidades paralelas,
alternativas, y que todavía hoy defendemos esta tesis, leímos a Castaneda en la esperanza de que sus
visiones fueran realidad, y lo hicimos con una mezcla de admiración y apoteosis. Estuvimos dispuestos a
viajar con él por mundos distantes, horrendos o maravillosos y tal vez añoramos percibirnos alguna vez
como una masa oval de fibras luminosas encajadas en un punto con el universo ignoto. Con frustración
recriminamos a Castaneda por no poder nosotros alcanzar esos puntos adquiridos a través de la disciplina
del guerrero y también por nuestra incapacidad para realizar los prodigios de "parar el mundo" y
de entornar la vista.
Con todo, nos seguiremos esforzando en mirar nuestras propias manos en los sueños, y a partir de
entonces, ensoñar deliberadamente. Quizás cuando la naturaleza de nuestra propia existencia nos transforme
en otro jardín del edén, seremos naguales o rocas, aire hecho poesía en un paisaje rocoso del desierto o
una cueva gélida que ahuyenta a los otros seres vivientes.
Carlos Castaneda nos llevó a descubrir muchas otras realidades, de la misma manera como un viajero de la
antigüedad, recorriendo montañas nevadas y horizontes mágicos de azufre y surem. Se fue Castaneda y se
llevó a sus pupilos, quedando aquellos que no alcanzaron el estado requerido para el viaje en las alas de
la percepción acrecentada. La propia Florinda Donner da cuenta de que una vez perdido a Castaneda, la
línea se ha suspendido. El universo que Carlos Castaneda forja para autonombrarse seguidor del linaje de
los naguales, no dejó heredero claramente estipulado. Él mismo se encargó en forma minuciosa y
perseverante de borrar su propia huella, de esconder su destino.
El universo está cerrado, no hay puerta ni cerrojo. El pájaro solitario en el poema de San Juan de la
Cruz es un cuervo que ascendió las alturas y nos ha legado un manojo de letras que todavía parecen recién
sembradas en nuestros corazones. Enigmático, aguerrido, visionario, Carlos Castaneda vive en la geografía
espiritual de un México indio que no cesa de asombrarnos.
Notas y comentarios
Nota 1. Existen pocos registros de entrevistas directas con Carlos Castaneda. No obstante, tuvo
acceso a revistas de gran circulación, particularmente en la publicación de Time
el 5 de marzo de 1973, con la portada "Carlos Castaneda: magic and reality". Pocas entrevistas
aparecieron posteriormente. Destaca la publicación de la revista argentina Uno Mismo,
realizada por Daniel Trujillo, en 1997, la cual abre con una pregunta referente al anonimato deliberadamente
guardado por Castaneda y el resto de los aprendices de don Juan Matus. En la ciudad de México se ofrecieron
seminarios sobre "Tensegridad".
Nota 2. La literatura de Carlos Castaneda incluye los siguientes títulos originalmente escritos en
inglés y señalando entre paréntesis los títulos de las ediciones en español: 1968, The teachings of
don Juan: A yaqui way of knowledge,
The University of California Press (Las enseñanzas de don Juan,
Fondo de Cultura Económica, México); 1971, A separate reality: Further conversations with don Juan,
Simon and Schuster; 1972, Journey to Ixtlan: the lessons of don Juan
(1975, con reimpresiones en 1986 y 1995; Viaje a Ixtlán, las lecciones de don Juan,
Fondo de Cultura Económica, México); 1974, Tales of power,
Washington Square Press (Relatos de poder,
Fondo de Cultura Económica, México); 1978, The second ring of power (El segundo anillo de poder,
Emecé Editores, Buenos Aires); 1981, The eagle’s gift,
Simon and Schuster (El don del águila,
Editorial Diana, México); 1984, The fire from within (El fuego interior,
Emecé Editores, Buenos Aires); 1987, The power of silence, further lessons of don Juan (El conocimiento
silencioso,
Emecé Editores, Buenos Aires); 1993, The art of dreaming,
Perennial Press (El arte de ensoñar);
1998, Magical passes: the practical wisdom of the shamans of ancient Mexico,
Perennial Press; 1999, The active side of infinity
(1999, El lado activo del infinito,
Ediciones B, Barcelona).
Nota 3. Los datos personales de Carlos Castaneda han sido objeto de agrios comentarios. La fecha de
su nacimiento parece ser el 25 de diciembre de 1925, en Cajamarca, Perú. Se trasladó a los Estados Unidos
y adquirió la nacionalidad. Conformó varias empresas con sus discípulas, incluyendo Hermeneutics
Unlimited, y posteriormente Leugan Inc. Se casó en varias ocasiones y no se ha finiquitado el litigio
referente a sus hijos (al menos dos) concerniente a la herencia. Murió en el año de 1998 víctima de
cáncer. Por otro lado, la existencia misma de don Juan Matus ha sido cuestionada sobre la base de que pocas
personas tuvieron contacto personal. No obstante, se infiere a partir de los datos que don Juan Matus nació
en 1891 y murió en 1973.
Nota 4. La aceptación académica a los libros de Carlos Castaneda se puso manifiesta en el prólogo
entusiasta escrito por el doctor Walter Goldschmidt, decano del Departamento de Antropología en la
Universidad de California en Los Ángeles. Por otra parte, es pertinente anotar que la edición en español
estuvo a una altura mayor, ya que contiene un largo prefacio escrito por Octavio Paz. Cuando en 1973 Carlos
Castaneda presentó Viaje a Ixtlán
en calidad de disertación, le fue otorgado el grado de doctor en filosofía.
Nota 5. No sólo Carlos Castaneda escribió acerca de estos procesos. Véase por ejemplo el libro Ser-en-el-ensueño
publicado por Emecé en 1991 (Being-in-dreaming,
Harper San Francisco, 1991), escrito por Florinda Donner. Asimismo The sorcerer’s crossing,
por Taisha Abelar (Penguin, EUA). Estos dos libros reflexionan sobre la perspectiva femenina del
conocimiento impartido por don Juan y equilibran la perspectiva masculina tan evidente en los textos de
Castaneda.
Nota 6. Castaneda escribió un ensayo sobre el libro de Aldous Huxley, The doors of perception,
el cual incidentalmente es utilizado como nombre y símbolo del grupo encabezado por Jim Morrison, The
Doors.