Letralia, Tierra de Letras - Edición Nº 19, del 3 de marzo de 1997

Edgardo Berón

Exclusivo para Letralia, desde Cosquín y Buenos Aires, Argentina.

En el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en la provincia de Córdoba, Argentina; Mercedes Sosa fue la encargada de clausurar la edición número 37 del máximo encuentro de músicos populares que se desarrolla durante nueve noches de enero en un pequeño pueblito en medio de las hermosas sierras del Valle de Punilla.

El éxito de "La Negra" no sería novedoso para nadie, lo importante de destacar es que en este festival estaba concurriendo un promedio de 50.000 personas por noche, pero cuando cantó Mercedes fueron casi 200.000 espectadores. Esto fue el 26 de enero, y hubiese sido suficiente logro para cualquier artista, pero Mercedes Sosa fue por más. El domingo 16 de febrero ofreció una actuación al aire libre y con entrada gratuita, organizada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al que asistieron más de 100.000 personas.

En ambos conciertos Sosa ofreció tanto los típicos ritmos del folklore argentino: zambas, chacareras y otras melodías de autores muy admirados por ella como Teresa Parodi, Víctor Heredia o "Peteco" Carabajal; como también del rock nacional, sobre todo de Charly García, a quien quiere profundamente.

No todas son rosas

Justamente la invitación a Charly García para que la acompañara en su show de Cosquín generó una polémica a través de los diarios, que duró varios días.

Algunos artistas del folklore repudiaron la actuación de Charly García al grito de "qué tiene que hacer un rockero en Cosquín". Sobre todo el folklorista Horacio Guaraní atacó sin piedad no sólo a Charly, sino a la propia Mercedes.

Desde luego, el público no quedó al margen de la polémica, las radios de Córdoba entrevistaban a la gente y preguntaban su opinión. Por lo general la gente de más de 50 años estaba en contra de la participación del rockero, pero los jóvenes lo apoyaban y sobre todo rescataban la decisión de "La Negra" de mantener la invitación pese a las críticas.

En un canal de televisión de Córdoba, Horacio Guaraní declaró "que traigan a cualquiera, pero entonces no lo llamen Festival Nacional de Folklore" —y agregó:— "No podés tener un cabaret y dar misa".

Paralelamente se recordó por todos los medios las desventuras de Charly García, que efectivamente protagonizó, algunas en el pasado reciente. La más famosa fue precisamente en la ciudad de Córdoba, cuando se bajó los pantalones en pleno escenario cuando alguien del público puso en duda su hombría. El verano pasado actuó en un Festival Contra la Droga y subió en total estado de ebriedad al punto de no poder cantar. Esto se repitió a fines del año pasado en un pub de Buenos Aires.

Pero, pese a todo, nadie puede negarle méritos artísticos a Charly, y nada más y nada menos que Mercedes Sosa lo valora como ninguno y también lo defiende como lo hizo con estas declaraciones: "Charly no es un delincuente, ni el enemigo público. Es un músico. Un maravilloso músico y compositor".

En Cosquín, cuando interpretaron un tema de García que se titula "Inconsciente colectivo", Charly cantó el verso que dice: "No pienses que estoy loco / Es sólo una manera de actuar", y Mercedes siguió: "No pienses que estás solo / Estás comunicado con todo lo demás...", y se prodigaron todo el cariño de dos verdaderos amigos. Es común que Charly la bese y se abracen en el escenario, por momentos más que amigos parece que la Negra tuviera un hijo y Charly otra madre que lo proteja en el torbellino de su vida.

En lo específicamente artístico, Mercedes demostró una vez más (como si hiciera falta) que su voz, pese a sus 61 años, sigue intacta, su amplio registro, el colorido y calidez de su entonación fueron el deleite de todo Cosquín y ocurrió lo mismo en Buenos Aires, donde sorpresivamente también subió al escenario Charly.

El repertorio de Sosa es muy amplio y variado, ella se distingue por una amplitud que le permite cantar desde una vieja zamba a un rock de Fito Páez, pasando por el tango, o composiciones de Milton Nascimento y ahora también planea hacer algunos trabajos con Michel Legrand, entre otros extranjeros. Sin dudas una innovadora. Su actitud progresista se trasluce en todos los actos de su vida, en la elección del repertorio, en lo político, en lo social... Su prédica por la defensa de los derechos humanos es permanente, como el repudio a todo autoritarismo y dictadura. Eso le valió censuras y el exilio en la década del 70 durante la salvaje dictadura en Argentina, también fue prohibida por el dictador Pinochet, en la hermana república de Chile.

Hoy en día Mercedes se niega a cantar en su propia provincia, Tucumán, porque allí gobierna Antonio Bussi, un ex gobernador de la dictadura que llevó adelante una terrible represión, pero que luego se presentó a elecciones democráticas y la gente lo votó, estando en ejercicio hoy en día.

En su presentación en Buenos Aires, Sosa pidió un minuto de silencio como repudio por el asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, ultimado de un balazo en la cabeza y luego incinerado en su auto, hace un mes, por motivos que la justicia todavía no esclareció y tampoco tiene muchas pistas de los asesinos. Aunque la sensación que todos tienen aquí es que el crimen que ocurrió en la ciudad de Pinamar se trata de una intimidación para limitar la libertad de expresión, ya que la revista en la que trabajaba la víctima lleva adelante importantes investigaciones de verdaderos grupos mafiosos que se mueven con total impunidad hoy en nuestro país.

Así fue que una vez más la popular Sosa alzó su voz no sólo para cantar sino para iluminar a los argentinos con un grito de justicia...

No actuará más en los festivales

Pese al gran éxito que logró no sólo en Cosquín y Buenos Aires sino en todos los festivales de verano de los que participó en distintas provincias argentinas, la tucumana decidió que este fue el ultimo año.

No obstante se ocupó de aclarar que se trataba de distintos motivos. En el caso de Cosquín fue contundente, declaró a un diario de Buenos Aires que "me cansé de ser un mal necesario del festival", criticó al animador de Cosquín por su visión conservadora de lo popular y acusó a los organizadores de manejos irregulares con los fondos; hay que tener en cuenta que la recaudación no es con fines de lucro. Respecto a los otros festivales explicó que son otros los motivos, ocurre que está muy cansada y dijo que a sus 61 años no está para seguir trabajando con tanta intensidad.

De todos modos seguirá cantando en teatros y en algunas giras por el mundo. En algunos lugares de Europa la llaman "la voz de América". En sus viajes se ocupó no sólo de mostrar lo suyo, sino de abrir mercados por ejemplo en Alemania para artistas argentinos. Ha actuado por todo el mundo, en países tan lejanos como Israel y lo seguirá haciendo, porque hay Mercedes para rato.