Edición Nº 28, del 21 de julio de 1997
Editorial
Post Scriptum
A principios de julio, un movimiento sísmico de considerable potencia deshizo las bases de varias construcciones en las ciudades venezolanas de Cumaná y Cariaco. Una de las edificaciones afectadas fue una institución educativa, donde perecieron casi dos docenas de estudiantes; otra, un edificio de apartamentos y oficinas. La naturaleza, el ritmo secular de lo telúrico se ensañó esta vez contra nosotros, en el terremoto más devastador que ha sufrido Venezuela.
ETA logra una vez más el desprecio mundial con el asesinato del concejal Miguel Angel Blanco Garrido. Al margen de la situación particular de las provincias españolas, así como de reclamos de independencia que no nos atrevemos a evaluar, nunca podemos considerar válido el asesinato, el crimen ni la cobardía como medios para lograr objetivos.
"El poeta por la gracia de Dios o por la afinidad del ambiente que le rodea
es, por lo general, quien mejor puede atender a la imperiosa necesidad de
realzar el angosto y no pocas veces triste panorama de su paisaje nativo.
Cuántas miserables cosas y cuántos oscuros nombres hubiéranse extinguido
desde tiempos inmemoriales si uno de estos hombres soñadores no los hubiese
dignificado".
Julio Morales Lara, "Sergio Medina en el paisaje aragüeño" (s.f.).