“Cuanto más sé, más leo, más difícil se vuelve seguir escribiendo”, cuenta el escritor español Enrique Vila-Matas en esta entrevista realizada desde Nueva York por el peruano Eduardo Corrales. El autor de Doctor Pasavento habla de la literatura como fuerza liberadora, de Roberto Bolaño, del espíritu de nuestra época, tema en el que no oculta cierto desaliento: “¿El elemento nuevo? Existe, pero es terrible. Acabo de enterarme de que Doris Lessing pasó lo suyo poco antes de recibir el Nobel. El editor británico le dijo que escribía demasiado. El americano, que no le publicaría más, que no vendía. Como dice Alberto Manguel, ‘La idea más nociva que conozco es la del libro como industria’ ”.
Entrevistas

Entrevistado por la investigadora Mara Favoretto, el escritor argentino Jorge Asís narra cómo cambió su vida a raíz de la publicación de Flores robadas en los jardines de Quilmes, novela suya publicada durante la dictadura de Videla, convertida en best-seller y señalada como inclinada a favor del régimen. “El gran mérito fue vender con Losada como ciento veinte mil ejemplares”, explica Asís. “Y ahí empieza otra historia: la historia del éxito, que es infinitamente más problemática que la historia de los obstáculos para generar el éxito. Porque el éxito condiciona, de alguna manera, el resto de mi carrera literaria. Porque el éxito viene directamente con la condena, con la sospecha: ¿cómo vas a ser un éxito en esos años inmorales sin ser parte y sin ser colaboracionista?”.
Entrevistas

En un ejercicio de ficción, el periodista colombiano Jaime de la Hoz Simanca relata la muerte de Gabriel García Márquez y su influencia en el mundo intelectual. “La televisión”, dice De la Hoz, “lo mostrará una vez más en el instante en que recibe el Premio Nobel en Estocolmo, vestido de liqui liqui blanco, circunspecto, pétreo, como el rostro de Úrsula Iguarán, y con el deseo recóndito de tomar una taza de chocolate para levantarse doce centímetros de aquel piso alfombrado de reyes y reinas cuyo palacio había sido invadido en ese entonces por una delegación de juglares vallenatos que lanzaban al aire miles de mariposas amarillas”.
Artículos y reportajes

Valmore Muñoz Arteaga recorre las páginas de la que llama una “novela con cuernos”: Un vampiro en Maracaibo, del venezolano Norberto José Olivar. El mito del demonio inmortal, que ya ha sido explotado hasta la saciedad en la literatura universal y que ha hecho algunas apariciones en la venezolana, viene en esta novela revestido de las reflexiones de Olivar sobre el sentido de la vida y, por supuesto, de la muerte. “Detrás del vampiro de la novela se esconden las reflexiones del autor que giran en torno al peor de los miedos, al que más cercena el alma del hombre, miedo que no es otro que verse a sí mismo a través del derrumbe de todo lo que somos, o creemos ser. Detrás de la imaginería del vampiro, detrás de las palabras que edifican la novela, Norberto agrieta la pared de los principios con los cuales hemos crecido y que nos han alejado de la verdadera esencia del hombre”.
Artículos y reportajes

Hace trece años partió el dramaturgo venezolano José Ignacio Cabrujas, cuya obra ha sido analizada por la investigadora Magaly Guerrero para su tesis doctoral en la Universidad de Oviedo, de la que hoy ofrecemos un resumen preparado de manera especial por la autora para los lectores de la Tierra de Letras. Según Guerrero, las relaciones espacio-temporales en la obra cabrujiana “apuntan hacia una exploración del pasado y del presente de los venezolanos y de los latinoamericanos. Adentrarse en la historia para entender las claves de los tiempos presentes signados por el disparate, el desorden, la identidad extraviada. Toda la dramaturgia de José Ignacio Cabrujas aparece en el panorama de la dramática venezolana como una obra que recoge los sueños, las ilusiones, las frustraciones y equívocos de un continente que debe recomenzar por mirar hacia atrás y entender el porqué del hoy, de lo que somos ante la historia y de lo que cada individuo en particular busca, tratando de encajar y de encontrar un lugar digno para sí, como nación y como individuo”.
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