Especial: Colombia+Venezuela
Especial
Colombia+Venezuela

Presentación
Jorge Gómez Jiménez

¿Por qué vamos a pelear?
Pablo Amaya

Las Letras son para la Unión
David Alberto Campos Vargas

¿Una cicatriz?
Jaime de la Hoz Simanca

Siete poemas por Bogotá
María Antonieta Flores

Intereses ajenos
Silvia Hebe Bedini

La ruptura que demuestra cuán unidos estamos
Martha Beatriz León

Gritos salvajes sacudiendo nada
Gabriel López

Venezuela-Colombia
Adelfa Martín Hernández

Así era con ella, así de difícil y absurdo
Andrés Mauricio Muñoz

Siete poemas por Bogotá

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Acá cuatro poemas de limaduras, libro editado en 2005 y donde Bogotá es un trazo, impresiones, una huella nunca mencionada.

“el cartucho” es el único título revelador del lugar. El Cartucho era un barrio de Bogotá donde llegan y habitan los más desamparados, los perdidos y los indigentes, y utilizo el presente porque ellos siguen andando por allá aunque el barrio como tal ya no existe, pero los desplazados e indigentes siguen estableciendo sus lugares en la ciudad como en todas las ciudades.

Para agosto de 2002, el día de la toma de posesión de Uribe, hubo varios atentados y colocaron una bomba que dejó en el barrio veintiún muertos, tres niñas entre ellas. Lograron darle sepultura decente a pesar de ser indigentes y de haber pretendido enterrarlos en tumba sin nombre. El otro indicio que se puede encontrar en el texto es el título “conmoción interior”, y si bien el poema no tiene que ver con el hecho concreto de la declaración por Uribe de estado de conmoción interior en el país, tiene que ver con un movimiento interior común a todos.

Luego la ciudad adquiere su lugar y su presencia total en un texto en progreso y del que sólo se han publicado los tres textos que aquí se presentan al final. El resto está inédito. Hasta los momentos, tiene el simple título de bogotá, que es también el río que nombra a Santa Fe de Bogotá.

¿Cómo la eligen a una los lugares y las imágenes, los poemas? No sé a ciencia cierta, pero me gusta esa sensación de hoja seca llevada por el viento certero de la palabra.

Lo cierto es que el diálogo con Colombia, primer país a donde fui invitada como poeta, me ha dejado más enriquecida y he crecido como ser humano y poeta gracias a ese compartir.

El Festival de Medellín, el encuentro de mujeres en Cereté, la tierra del gran poeta Gómez Jattin, y el Festival de Bogotá, son eventos que me han llamado a esa tierra. Colombia ha dejado su huella en mi vida y en mi poesía. Hoy no sería lo que soy sin Colombia, sin los poetas amigos, sin los afectos que se me revelaron en esa tierra, sin la palabra, el sufrimiento, la fiesta y la cortesía cotidiana del pueblo colombiano, y sin las horas sentada en el Panóptico, cárcel ahora Museo Nacional, esbozando poemas, sensaciones, rutas.

Con Bogotá, y permítaseme el reduccionismo, he constatado lo que escribí una vez: quién dijo que hay proximidad o lejanía / Sólo seres que se piensan. También, gracias a esta ciudad aladrillada, he vivenciado que los lugares se constituyen en pedacitos de una que van creciendo en el interior y sin fronteras ni dictámenes.

Bogotá bajo la lluvia. Fotografía: María Antonieta Flores
Bogotá bajo la lluvia. Fotografía de la autora.

 

canción de amor

usted está en una ciudad fría
y su gente tiene años muriendo
de guerra
aquí han empezado a morir y a pelear
la sombra de los árboles dibuja los pasos
aquellos que sólo quieren llegar a un refugio
pienso en la violencia que lo rodea
mientras la sangre anda por mis calles
con una palabra o con una mirada
la barbarie nos aproxima
el tiempo nos aparta

De limaduras, 2005

 


Entierro colectivo en El Cartucho, tras atentados atribuidos a las FARC en 2002. Fotografía del diario La República.

el cartucho

esto que ocurre no es amor ni es ofrenda
pero llega
ellos se van alejando
piden silencio y una vela encendida
en la calle son doce los ataúdes
sólo este trazo de mirada y pobreza
—esta maldad que se ensaña
ellos esperan que se vaya la noche
y no llevan flores
bajo amenazas rojas
leo el poema
su tristeza que cierra todas las puertas

De limaduras, 2005

 

conmoción interior

dulce y bello amigo
sepa que aquí he gozado de una tarde inquieta
como las muchas que me aguardan
de ahora en adelante
y amarguras no se han alejado
de este olor a guerra que cruza la ciudad que habito
bebo vino blanco
y doy pasos sin sentido
en el pequeño espacio que ya no me pertenece
los caídos no llevan banderas
un golpe una bala una pedrada
si algo quisiera desterrar de mi mirada
son las banderas
que ondean sus mentiras
y llenan de dolor
las palabras que antes sólo hurgaban los deseos
las inocentes palabras que podían construir
de lo imposible
el amor
con saliva y arena
y no llega el olvido
que prometen las canciones de taberna
vivas y muertes son gritos que aborrezco
y los deformes rostros del odio
temo por usted
¿lo sabe lo puede disculpar?
que no se me pierda en ese país que no es el suyo
ni lo alcance la violencia ni la muerte
que aquí yo aguardo el día cierto
cuando la sangre corra por la puerta
ya una plaza ha sido quebrantada en dos
allí donde mi ciudad comenzó a serlo
pero no espero que tema por mis futuras desdichas
ni por el hambre que certera aguarda
que mis manos no manchen de rojo los papeles
temblores no me encuentren
dulce y bello amigo
causa mía
¿bajo cuál aroma será un paso más del tiempo?
si sólo fuera cierta
y el seguro calor de una mujer
recogería ramitas carmesí del prado de los sueños
pero aquí sólo gritan las rutas de los buses
ofrecen mercancías
y ráfagas de muerte
me custodian dos burdeles
de largos pasillos
y el cansancio
entre mis manos las cuerdas del poema
estremecida yo
en el escarnecido cauce del silencio

De limaduras, 2005

 

limaduras

sigues dividida en países quebrantados
errando entre ciudades
que heridas son por la violencia
y todo porque yerros de amor se te han impuesto
rotos dedos han escarbados tus secretos
y afuera has dejado tu indigencia
tormentos en los días y en las noches
errado e intranquilo hado
te vienen las palabras
tus palmas brillan
limaduras
oficio de un herrero
alcándora de humo
caen hojas de los olmos
los espíritus compasivos te acompañan
el sueño sólo trae el canto del avetarda
inexistente y largo
su cuerpo, llamado del oro
te increpan las aves nocturnas
trazan los caminos
su cuerpo es un llamado
acude presta, entonces

De limaduras, 2005

 

al caer la tarde o cuando cae la noche

no ser nada para nadie
no ser nadie para nadie
así cae la noche sobre las palabras
astillas de canela para alumbrar
la lámpara con aceite
de esperanza
de esperanza de nada
ni de nadie
mientras en la boca, la sensación amarga de la madera,
la única que puede definir mi historia
la constancia del celacanto
en aguas inaccesibles
la soledad como una cruz de ceniza
la noche cayendo sobre bogotá
el adiós dicho en lo lento
el adiós y yo insistiendo
en atrapar una última migaja

y cae la noche sobre bogotá

soy apenas una extranjera
un animal que pasa
o que pasó

recogido en Bogotá en verso. Antología poética, 2007, y En-obra. Antología de la poesía venezolana 1983-2008, 2008

 

al margen, bogotá

una túnica, el tiempo agujereado
el árbol de guacarí
es una moneda de quinientos pesos

el silencio me lleva al borde de una plaza de toros
para rendirme a la caída del sol

no sirve para ningún bien el amor
apenas te cuentas en las restas

pero sabes que no debes preguntar
no te ha tocado el amor ni el deseo ni la pasión

así te sientas en el panóptico
sin quejarte por la condena no proferida

y llegas a ser una simple tarde que cae

recogido en Bogotá en verso. Antología poética, 2007

 

llueve en bogotá

el sonido del agua te nombra
en la ciudad perfilada

con violencia
todo corre, huye de esta tenacidad repentina

yo, en un cuarto de hotel
aguardo

invoqué los poderes del agua
le di aroma para que no huyera

las montañas, monumentos
monserrate y guadalupe
la iglesia de san diego

y ese monte que está al fondo
y que a nadie interesa o importa

de la plaza de toros

esta inquietud moja ventanales
exige sumisión

la rodilla izquierda es un dolor
y estoy sangrando

el agua por las calles

con delicadeza extrema
a mi orfandad

el púrpura, el luto cerrado

y lo he traído para beber del aguacero
que encierra el secreto de bogotá

tráfico que interrumpe el sonido de la lluvia

recogido en Bogotá en verso. Antología poética, 2007