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Una odisea de quinientos años.
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El
Libro de las Horas de Sforza,
un famoso libro de plegarias del siglo XV, recuperó a finales de septiembre la última de tres páginas que
habían sido robadas durante el Renacimiento. Un manuscrito iluminado con un valor de casi 18 millones de
dólares, es considerado uno de los grandes tesoros de la Biblioteca Británica.
Con dimensiones de sólo 130 x 95 milímetros, el libro fue comisionado alrededor de 1490 por Bona de
Saboya, viuda de Galeazzo Sforza, duque de Milán. Su intrincada ilustración la realizó el también
milanés Giovan Petro Birago, un contemporáneo de Leonardo da Vinci, pero antes de la conclusión del
trabajo alguien robó tres páginas iluminadas del taller del artista.
Birago acusó del robo a un fraile de nombre Johanne Jacopo, quien —en palabras del ilustrador—
"me visitó en varias ocasiones, y en una de ellas cuando yo estaba fuera de la casa actuó
precipitadamente y cometió el robo".
El libro incompleto finalmente pasó de manos de los Sforza a las de una parienta, la princesa Margarita
de Austria, regenta de Holanda. La princesa pidió al célebre pintor flamenco Gerald Horenbourt que creara
duplicados para reponer las páginas robadas. Con el tiempo, el libro llegó a manos del coleccionista
escocés John Malcolm, quien lo legó en 1893 al Museo y la Biblioteca británicos.
Las tres páginas perdidas aparecieron hace 65 años, y la Biblioteca Británica comenzó entonces a
negociar su compra. La primera fue adquirida en 1941 y la segunda en 1984. La página final, que muestra una
escena de caza, no pudo ser comprada hasta ahora cuando la institución tuvo que desembolsar unos 343.000
dólares a un comerciante de Estados Unidos.
El responsable de la colección de manuscritos de la Biblioteca Británica, Scot McKendrick, expresó su
beneplácito por la adquisición y dijo que con ésta "se pone fin a una odisea de quinientos
años".