Ningún autor creativo se salva de los atascos y la desesperación a lo largo de su vida. Nadie se libra de los períodos de sequía creadora o de chocar una y otra vez contra el mismo muro sólido y de altura infinita. Cierto es que, en la mayoría de las ocasiones, la labor creativa no es una elección libre y razonada de los autores, sino una necesidad imperiosa y una actitud ante la vida. El trabajo creativo aporta enormes dosis de felicidad a las personas, pero también se convierte en una fuente de sufrimiento, depresión y desesperación para los autores que no recogen gracias a sus obras todos los frutos que buscan, como el reconocimiento social o, sencillamente, el dinero necesario o suficiente para seguir creando.
La formación y actualización de los escritores, de los creadores de personajes y de historias, existe hoy con modelos pedagógicos avanzados y a través de Internet.
Los embrollos más comunes que padecen los escritores se deben a la mala planificación o a la falta de ella a la hora de emprender la redacción final de una obra literaria. La mayoría se fía de sus “musas” y de sus talentos naturales, pero al redactar la página 10 o 100 de una novela no sabe cómo seguir. Entrar en un laberinto es fácil, pero no salir de él. Sin una buena planificación (un mapa detallado del laberinto), los extravíos, el desaliento y la desesperación son inevitables. El desconocimiento de la estructura narrativa básica, visto con la perspectiva moderna del siglo XXI, es un vía rápida y segura para sufrir atascos, bloqueos creativos, agobios, rabia y depresión.
Una novela, un guion cinematográfico y un cómic son mucho más que sólo una sucesión de episodios trágicos o cómicos que el autor va escribiendo a medida que surgen de su mente. El conocimiento y la visión moderna y actualizada de la estructura narrativa básica reduce los bloqueos creativos, alivia el desasosiego y evita la depresión y la desesperación. Hoy existen herramientas valiosas y muy potentes para la planificación profesional de un cuento, un relato, una novela, un guion y cualquier obra narrativa. El sufrimiento de muchos autores está directamente relacionado con su desconocimiento y/o desactualización de estas herramientas modernas.
Los atascos no sólo atañen a la creación de un obra en particular, sino también a la trayectoria creativa de las personas. Todo creador busca y quiere vivir de sus obras. Busca y quiere reconocimiento económico y social. Y el mayor atasco se produce cuando los autores no obtienen ese rendimiento social y económico porque sus obras no alcanzan el nivel para que la sociedad le confiera esos reconocimientos. El “nivel” del cual hablamos concierne a la calidad y profundidad de una obra, pero así mismo simplemente a su capacidad de “entretenimiento”, lo que le garantiza una salida comercial en la actual industria del libro. Atascarse en una trayectoria creativa es fácil cuando repetimos los mismos errores técnicos, conceptuales y temáticos obra tras obra, o cuando trabajamos con modelos y fórmulas equivocadas o caídas en desuso. Por eso, la única y mejor salida de estos embudos y atascos es la actualización y modernización de los modelos creativos, de sus herramientas y de sus recursos técnicos.
Para escribir una buena novela o un buen guion cinematográfico no hay que estudiar 3 o más años en una facultad universitaria, donde acuden los que buscan un diploma. La formación y actualización de los escritores, de los creadores de personajes y de historias, existe hoy con modelos pedagógicos avanzados y a través de Internet. Los mejores cursos online para escritores independientes son cortos, actualizados, intensivos y eficaces, y están disponibles en la web desde Europa. Internet permite acceder a ellos desde cualquier lugar del planeta. Así que las salidas para los escritores atascados y desesperados son la formación rápida y efectiva, y la actualización de las herramientas técnicas y los modelos creativos, vistos con la perspectiva del siglo XXI.
- Salidas para escritores atascados y desesperados - domingo 5 de febrero de 2017
- Libros que matan - jueves 12 de mayo de 2016