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Louise Glück pide otro poema

jueves 15 de octubre de 2020
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Louise Glück
Glück convierte el yo lírico en una especie de ficción y le brinda cierta universalidad a su experiencia íntima.

Louise Glück fue galardonada por la Academia Sueca con el Premio Nobel de Literatura 2020 “por su inconfundible voz poética, que, con una belleza austera, convierte en universal la existencia individual”.

Esta estadounidense (neoyorquina) de 77 años se convirtió en la decimosexta mujer en recibir el galardón desde 1901, año en que se inició la premiación. Su vocación la declaró en 2012 a una entrevista: “Siempre supe que quería escribir”; para Glück la escritura es “una venganza contra las circunstancias”.

En su obra dialoga permanentemente con los mitos de la antigüedad clásica y con la tradición literaria occidental; con lo anterior, Glück convierte el yo lírico en una especie de ficción y le brinda cierta universalidad a su experiencia íntima.

Glück, que es profesora en el Departamento de Literatura de la Universidad Yale, es considerada una mujer tímida.

La poetisa al recibir la llamada de Adam Smith, de la Organización del Premio Nobel de Literatura, para comunicarle que se le había otorgado el galardón, dijo: “Lo primero que pensé es que me voy a quedar sin amigos, porque todos mis amigos son escritores”. “No sé lo que significa esto. Sé que es un gran honor”. Posteriormente, no quiso dar entrevistas, se dijo sorprendida: “Soy una poeta lírica estadounidense blanca. Y pensé, bien, tal vez en un siglo diferente, pero no ahora”.

Para Anders Olson, titular del Comité del Premio Nobel, “Louise Glück no sólo está comprometida con los errores y las condiciones cambiantes de la vida, sino que también es una poetisa del cambio radical y el renacimiento, donde el salto hacia adelante se hace desde un profundo sentido de pérdida”.

Su inspiración ha estado marcada por su vida familiar, la estrecha relación con sus padres y hermanos, su infancia, la naturaleza y la muerte. Ante la experiencia del envejecimiento y la evidencia de la muerte, ha dicho:

“Creo que las personas de mi edad tienen tanto miedo del tema que suelen llevar incorporado en cada pequeño gesto todas sus propias nociones sobre el horror de la mortalidad. Pero yo entiendo el paso del tiempo como una especie de estado de dicha extraña, como la liberación ante el abandono de cierto tipo de expectativas”.

Glück, que es profesora en el Departamento de Literatura de la Universidad Yale, es considerada una mujer tímida. Al ser premiada en 2003 como poeta del año con el US Poet Laurate, declaró al Boston Globe en esa ocasión: “No le encuentro atractivo a la vida pública. No creo ser el tipo de persona a la que la gente considere”.

Descubrió la poesía, en especial, con William Blake, T. S. Eliot y W. B. Yeats, que dejarán posteriormente huella en su obra. “Sentí que ellos no eran sólo mis maestros, sino las personas con las que podría hablar”, escribió. “Mis primeros escritos fueron un intento de comunicarme con ellos”.

En su ensayo Proofs and Theories (Pruebas y teorías), Glück reflexionará sobre el género poético. “Los poemas no perduran como objetos, sino como presencias. Cuando lees algo que merece recordarse, liberas una voz humana: devuelves al mundo un espíritu compañero. Yo leo poemas para escuchar esa voz. Escribo para hablar a aquellos a quienes he escuchado”.

Glück, que es considerada una de las poetas con mayor destaque en la literatura estadounidense actual, inició con Firstborn en 1968 y cuenta con una docena de libros de poesía y dos de ensayos. En una ocasión dijo: “La experiencia fundamental del escritor es la impotencia”.

Ante la crisis que vive hoy la humanidad, más que nunca es necesario retomar la poesía.

El venezolano Adalber Salas, uno de sus traductores al español, dijo: “Tiene una insólita capacidad para hacer que los hechos minúsculos de vidas plurales, anónimas, adquieran una proporción cósmica”.

De su poemario Meadowlands, publicado en 1996, en el que a través de un recuento de la Odisea la poetisa explora el amor a través de la vida y el deterioro de un matrimonio, comparto el siguiente poema traducido por Berta García Faet:

El deseo

¿Te acuerdas de cuando pediste un deseo?

Yo pido muchos deseos.

Cuando te mentí.
Sobre lo de la mariposa. Siempre me pregunté
qué pediste.

¿Qué crees que pedí yo?

No sé. Que volvería,
que al final de alguna manera estaríamos juntos.

Pedí lo que siempre pido.
Pedí otro poema.

El hecho de que una poetisa sea galardonada con el Nobel de Literatura, el premio más importante del mundo, es maravilloso. Máxime si tenemos en cuenta que es el género literario más “ninguneado” por editores y la mercadotecnia literaria. Lo fascinante es que se dé en este momento de recogimiento y reflexión mundial que nos tocó vivir.

Hace unos meses escribí un artículo que titulé: “Poesía, antídoto eficaz contra el confinamiento”. Creo que el Comité Nobel, al otorgarle este muy merecido premio a la estadounidense Louis Glück, nos quiere comunicar que, ante la crisis que vive hoy la humanidad, más que nunca es necesario retomar la poesía.

Washington Daniel Gorosito Pérez
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