En 1908 publica en la naciente República de Panamá el doctor Rafael Tobías Marquís Oropeza (Carora, 1882; Valera, 1922), un libro casi desconocido a pesar de su enorme y extraordinaria importancia epistémica. Se trata de la obra Algunas palmeras industriales de la flora istmeña, que fue el fruto de sus investigaciones cuando se desempeñaba como primer director del Museo Nacional de Panamá. La importancia de esta tesis doctoral deriva de que fue escrita en castellano y no en inglés, el idioma dominante entonces y ahora en las investigaciones científicas.
Dice Lidia Ponce de la Vega, de la Universidad McGill, de Canadá, experta y acuciosa en la búsqueda de descolonizaciones epistémicas, que Marquís Oropeza “es un ejemplo único que contrarresta las tendencias centradas en Estados Unidos”. De 185 trabajos de investigación revisados por Ponce de la Vega, el trabajo de Marquís Oropeza es el único registro escrito en castellano y en donde la producción del conocimiento tuvo lugar en Panamá e independientemente de los Estados Unidos y Europa. Además, este trabajo destaca la colaboración relacionada con la biodiversidad dentro del sur global, actuando además como un ejemplo de agencia epistémica en espacios no hegemónicos. Se trata de un ejemplo casi único de agencia epistémica en espacios no hegemónicos.
Marquís Oropeza destaca como una rareza, un caso único de resistencia epistémica frente a la aplastante hegemonía estadounidense en los asuntos de investigación científica. Es posible que el doctor venezolano en Agronomía haya sido influenciado entonces por el pensamiento del uruguayo José Enrique Rodó, quien en su Ariel, obra escrita en 1900 y que tuvo repercusiones continentales, mostraba su desconfianza ante la hegemonía utilitaria y positivista de los Estados Unidos.
Los venezolanos no hemos comprendido a cabalidad la gigantesca figura de este extraordinario hombre que fue Rafael Tobías Marquís Oropeza.
A pesar de que Marquís Oropeza se doctora en Ciencias de Agronomía en Nueva York y que su libro está en manos del Jardín Botánico de Nueva York, el filósofo, científico y agrónomo venezolano y caroreño tuvo la enorme audacia de hacer de manera autónoma su investigación sobre la palmera istmeña, y que, aun dominando la lengua de Shakespeare, expresa en castellano el fruto de sus investigaciones empíricas, lo cual es muy digno de exaltar.
De este modo, este eminente caroreño, que fue discípulo del doctor Ramón Pompilio Oropeza en el Colegio Federal Carora, y del agrónomo trujillano Enrique Luppi y su Instituto Agrario, se ha convertido en un adelantado de la independencia del conocimiento en América Latina. Y como si fuera poco, es un adelantado de la educación secundaria para la mujer al fundar el Liceo Contreras en 1914 en su ciudad natal, Carora, recinto donde promocionó el feminismo en una sociedad altaneramente machista. Nos deja una extraordinaria revista femenil que habría impresionado a Simone de Beauvoir: Minerva, Revista Científico Literaria, uno de cuyos ejemplares atesoro en mi biblioteca de cronista de Carora.
En la cúspide de su brillante carrera científica en el istmo, se viene a su tierra caroreña a sembrar conocimientos. Incomprendido por los godos de Carora, se retira desilusionado a la ciudad de Valera, estado Trujillo, en donde funda el Colegio de Secundaria Padre Rosario y consigue la muerte precozmente a los cuarenta años de edad. Los venezolanos no hemos comprendido a cabalidad la gigantesca figura de este extraordinario hombre que fue Rafael Tobías Marquís Oropeza. Estamos a tiempo de reivindicar su memoria y para ello propongo que el núcleo de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre de Carora lleve su nombre.
Referencias
- Cortés Riera, Luis Eduardo. Del Colegio La Esperanza al Colegio Federal Carora, 1890-1937. Fondo Editorial de la Alcaldía del Municipio Torres, Fundación Buría. Carora, Barquisimeto, Venezuela, 1997.
—. “El doctor Rafael Tobías Marquís Oropeza, 1882-1922: científico, educador y feminista caroreño”. Diario El Impulso. Barquisimeto, Venezuela, 5 de abril de 2021. - Moreno, Hiram A. “Tras las elusivas huellas de Rafael Tobías Marquís Oropeza, el primer director del Museo Nacional de Panamá”. Canto Rodado, vol. 10, 2015, págs. 163-75.
- Ponce de la Vega, Nidia. La geopolítica de los metadatos: conociendo Panamá a través de la Biblioteca del Patrimonio de la Biodiversidad. Biodiversity Heritage Library. 18 de noviembre de 2021.
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