El cuento es como un relampago. Es
brillante, vivisimo, instantaneo, fiel, justo, exacto o segun la realidad. Los cuentistas viven en los cinco continentes, muchos lejos de España y de la montaña, fugitivos de un matoneo perpetuo y su mundo es un universo que se contrae y se dilata y mezcla todos los objetos en un recipiente que guarda solo el mejor vino.

Responder