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Poemas de Las correspondencias, de Alí Calderón

miércoles 21 de septiembre de 2016
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Alí Calderón

La presente selección forma parte del poemario Las correspondencias (Visor, 2015). Alí Calderón presenta varios registros poéticos dentro del libro. El poema barroco, testimonial, de denuncia, el uso de léxico en otras lenguas y el manejo del español antiguo, le otorgan a su presente obra un universo lingüístico apoyado, muchas veces, de la cultura y la historia universales. Es decir, en este momento, la poesía del autor transita por un culteranismo lírico. Las relaciones atemporales y espaciales a las que se aluden difícilmente serán comprensibles si no hay un conocimiento sobre religión, historia y literatura.

Fernando Salazar Torres
Responsable de la selección

De la serie Voces actuales de México

Constantinopla

[San Salvador en Chora]

Edirnekapi
Siglo IV una iglesia bizantina
Afuera las murallas de Teodosio
son sólo polvo ruinosos cimientos
Iba mi abuelo anciano
siempre a Nuestra Señora del Carmen a las once
¿comulgaba? ¿Oía sólo misa?
La luz de los vitrales cae sobre los frescos:
es Jesús
multiplica los panes
hay algunos pescados
también cestas vacías
Alguien a mi costado dice “Dios”
pero en el nártex nada suena sino el eco
bajo la indiferencia
de un Cristo Pantocrátor
El tiempo ha desgastado los cristales
diminutos mosaicos
Donde estuvo el Bautista se desvela
una capa de arena y argamasa
El muro fue dorado y lapislázuli
ahora el alquitrán
oculto quince siglos
tras figuras de apóstoles y santos
es amo y señor del paraclesion.
Bordean yeso y cal oscuros signos
griegos: venid a mí los agobiados
dicen las inscripciones
difusas
invisibles casi
Las cuarteaduras
Se descascaran bóvedas
frente a la sanación del paralítico
Los ladrillos la piedra
Es entonces que pienso en los versos finales:
Mi padre contestó —“eso es sólo el decorado;
la escultura eres tú”— y me señaló el pecho.

 

Margherita dei Cerchi

Caminé de Gli Uffizi
auturno a la penumbra y cancro
de Santa Margarita en la Vía de Dante
El amargor del aire
calcifica y enreda en los alveolos
La tarde su paura
desciende espesa de los muros
Un algo cimitero acecha
El recuerdo del túnel
la ombra el silencio de los Apeninos
De pronto frente a mí
la tumba de Beatrice
En su lápida un hato violas
ostros pétalos hieden:
ese aroma impregnado entre los dedos
mi palma….su cabello deslazado
El correo fue escrito esa mañana
en otro continente y
qué tenue era la luz del cirio
Al preguntar por ella
quizá en Place des Abbesses
sentados en un borde viendo
salir y entrar al metro oscura gente
Luis me dijo que no que lo veía
como un caso perdido
Pasa una vespa y gritos más gritos un motor
Enviar mensaje enviado
Dudé mucho al escribir este mail
Se acostaba con otro
Una cruz de madera
que al tocarla se despostilla
Sotto questo altare
Folco Portinari
construi la tomba
di famiglia
L’8 giugno 1291
vi fu sepolta
Beatrice Portinari
Afuera los motores de las vespas
Gritos la gente que se increpa
Caga catzo putana
Dio Cane

 

Sarajevo

El viento es frío quema
y hace temblar a quien aguarda
el sordo paso del tranvía
Los ancianos reclinan
la cabeza en el vidrio
El tedio de vivir les surca el rostro
Empañan los cristales con miradas
perdidas su lejana indiferencia
Es Sarajevo el sol
se encaja en los disparos de mortero
las ruinas las fachadas
Hay una transparencia que lastima
el vuelo el rumbo de las aves
Lontano
las colinas y al acecho
caen sobe la Sniper Alley
Nada me asombra ya ni me resigna
si dices que te vas
que sólo sabes irte
Las aguas del Miljacka
corren de pronto envejecidas
oscurecen su paso bajo el puente de Princip
De un disparo perfecto asesinaron
aquí a un Archiduque
Nosotros hemos muerto
hasta el hartazgo muchas vidas juntos
En el umbral de una iglesia ortodoxa
alguien observa cómo
se consume la luz de las candelas
Extintas ya las teas se remueven
Ha quedado vacío el kirostatis
Welcome to hell advierten
grafitis de otro tiempo
Del infierno no queda
sino esta lenta calma
prolongado después que nos habita
Los gatos hurgan en bolsas de basura
Crece la yerba en lápidas de parques cementerios

Ha cruzado el tranvía deja
un estruendo el temblor
del aire tras los rieles
quizá un recuerdo
nada

 

Cuando cieno bruma y nada uno son

y ayuso arriba y todo ha fragmentado
cuando aquel que fuiste un día parece
otro un extraño pérfido a los ojos
y brama bruñe la penumbra en rostros
incognoscibles acres uno mismo
o si el terror la imagen
trastoca y envilece
y aún malogra corrompe por dentro
o si llegar a ser ha sido desasirse
de aquello que se fue y no se recuerda
si un accidente y no lo perentorio
somos un dato inocuo
sarcoma carcinoma la derrota que soy que contamina

Si desierto de mí depauperado
soy muchos a la vez y todos miserables
si dios que da la llaga
oculta niega tarda medicina
si sangre leucocitos y carne apoptosada
soy apenas los despojos
de un miedo que me lacra y trisca y lepra
al viento frágil flama que oscurece
o consume el susurro en luz ceniza
andadura y camino hacia la x
troverme so far y ostro en a punto
mutis hambre gozo gozne de la destrucción

Porque en sentido estricto nunca nada
fue tan todo jamás sino en mi ausencia
nunca ocupé el espacio
estuve siempre fuera
de lugar necrosado a la vista de la gente
en mí no hay nada mío
sólo descort y sombra y un crujido
que en oscur me perfuma de aspereza
un quebrar de cristales tras el pecho
que degrada mi condición de nadie

Y entonces desespero: me olvida la memoria de las cosas
soy lentas negras lágrimas y sangre
soy mácula y desprecio encabronamiento oprobio
y la ceguera soy la rabia contenida inoculada

Nada fui sino muerte entre las manos
Nunca podré colmar este silencio


Si acorro verdadero y tralla
es al tiempo pavor y desgargante
y ver andar oír un calmo y turbio
deshacerse si nada
si apenas restan cardos
y el temblor de los árboles al viento
si sólo
sístole y fatiga fueran
algo más: perseguir la sombra
y sin embargo corta
ventura y al amparo
de la mínima luz
y el apagarse de candelas
basta
una fragilidad
tras otra y el derrumbe
un acaso tremor en la palabra
que a hurto casi encájase en la carne
Sean
la ruina lenta
los cabos malos y el quebranto
siempre
excesivos y ornados en muñones
Se aquí resiste
oscur y leves teas
y rotas y adelante

 

Piedra de sacrificio

I
Democracia mexicana

otro cadáver encontrado en una bolsa negra
cerca de ahí un cuerpo el viento un puente
a dos cuadras: una cabeza hirsuta ojos abiertos
entre otras noticias: treinta ejecutados el fin de semana tiro de gracia algunos con marcas de tortura el rescate fallido de un secuestro un dedo un anillo un hato de periódico
entre otras noticias: terminaron e iniciaron las campañas hay buena voluntad en Washington la reforma migratoria este bimestre se abate en un punto la pobreza el bienestar la dicha

a lo lejos el escape de un camión

y después el silencio

abren la bolsa negra
el hedor el moho en la carne:

una recién nacida


E subimos las ciento y catorce gradas longas de aquel cú
Sus piedras ennegrecidas nos quemaron las manos de tan ásperas

Vide allí los pueblos comarcanos
el tianguiz de ocote y tigres
Tlatelulco
Fue desde la placeta que arriba muy se face que oteamos
el agua dulce que se viene de Chapultepec
Iztapalapa Tlacopan Tepeaquilla todo señoreado por nos ojos

Tornamos las espaldas e vimos
a constelación
bultos y cuerpos de sus ídolos
malas figuras
todos de muy mayor estatura que un gran hombre
y contrahechos
de arcilla y masa y de legumbres
amánsalas con semillas y sangres de cuores despojos humanos
ansí tal farina

En una torrecilla y apartamiento a manera de sala
dos altares
dos bultos
dos altos cuerpos harto astrosos
uno dellos
…………….Uichilobos
Tenía la su cara y rostro muy ancho y los ojos disformes espantables
untado el cuerpo de engrudo y raíces y aljófares
sangre y otras varias excrecencias
y colgantes ceñidas al plexo unas caras de indio
arrancadas a sus cráneos
tantas para abangar un roble
y acezando por los humos del sahumerio
hube visto
todas las paredes de aquel adoratorio
tan bañado y negro de costras
y plasma asimismo en el suelo
que un rastro no exardece tal hedor e catadura

Y allí tenían un atabor de cuero crúdel áspid
que cuando le tañían
tal era la tristura de sus tumbos
los infiernos se allegaban

Tomábanlos cinco
dos por las piernas dos por los brazos
uno más por la cabeza y otro postema y landre rajábales
con ambas manos pedernal a modo de lanzón los pechos
y por aquella abertura metíale la mano
y le sacaba el corazón

y el cuerpo desasido en oscura laceria
descoyuntado era comido de todos
y los basófilos tomados granate y bermellón los rostros
purpurecidos cientos de azumbres de aloque caudal hasta la plaza

y echaban los restos a rodar
y otros eritroci
………………….vestían sus pellejos
los muñones los tajos carne viva linfocitos

Derramaban también sangre los sátrapas fuera de los cúes
frente al Uichilobos y en degüello
tiernas cabezas de hombres hirsuta pelambrera
desmembrados los coágulos muslos
y antebrazos tibias allí asoma el hueso entre la grasa
y la carne después aislante cinta
les rodea narices esnifadas bocas y de unos puentes entonces
lo ponen a colgar
y el viento de las madrugadas desbravó sus fauces
envueltas en bolsas negras
allí vienen los retenes.
Oydo he decir que millones de hematíes
y también normocromáticos derraman
las testas cercenadas que se apilan
sobre tórax cuya carne se remueve
al contacto sólo de los dedos
y allí abdómenes mamas huesos frontales
ojos
axilas anos páncreas rafagueados
pudriéndose en los belfos
de las ratas

Señoras de esta tierra

Alí Calderón
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